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    TEOLOGIAS HECHAS POR MUJERES. BALANCE Y PERSPECTIVAS

    Maria Clara Lucchetti Bingemer

    Al intentar hacer aqu un balance del actual estado de la teologa hecha por

    mujeres en Amrica Latina y sobretodo en Brasil, mi opcin es empezar por un estudiode caso. Y este es mi propio itinerario teolgico-espiritual. Pido perdn por ser tanpobremente personal, pero creo que la narrativa de una historia de vida es hoy,reconocidamente, un mtodo legtimo y fecundo para la reflexin terica. La historia devida que propongo para empezar es, por lo tanto, la ma.

    La historia de mi ministerio teolgico es incomprensible sin la historia de mi fey por lo tanto de mi vida. Y, al mismo tiempo, sin la historia de como en mi vida he idoexperimentando a Dios que se revela en la historia .En la ma y en la de Su pueblo quees tambin el mo. Mi itinerario teolgico se confunde, por lo tanto, con mi itinerarioexistencial y espiritual. Y creo que esto que a m me ha pasado y me sigue pasando es

    verdad de todo aquel o aquella que, dentro de la comunidad eclesial, se dispone aresponder al llamado de poner su vida al servicio de la investigacin, la reflexin, lacomunicacin, y la docencia del misterio revelado.

    Si el ministerio de los telogos est -en las listas paulinas de 1 Cor 12,1-11; 27-30- identificado en la categora de los doctores, o sea, de aquellos que tienen la palabrade la ciencia de la fe, no es menos verdad que cualquier ministerio tiene que estartambin vinculado a la creencia y al testimonio. El telogo, la teloga, es siempre einseparablemente un testigo. Por esto, al narrar este itinerario, llamo en mi auxilio aalgunas doctoras que lo son porque fueron muy crebles testigos: las dos Teresas, devila y de Lisieux, doctoras de la Iglesia, siendo que la ltima recibi su doctoradorecientemente en 1997; Edith Stein, doctora en Filosofa y testigo privilegiado de la

    alianza nunca revocada de Dios con el pueblo de Israel; y finalmente Simone Weil,tambin doctora en Filosofa y testigo de la caridad hasta las ltimas consecuencias, queviene siendo mi ms importante compaera en esos ltimos aos de trabajo. Espero queesas testigos de ayer y de hoy, al lado de otras tantas, inspiren ese testimonio y lareflexin que sobre l me dispongo a hacer. 1

    Despus de narrar mi itinerario, recordar el itinerario colectivo de las mujerestelogas en Amrica Latina y en Brasil, sobretodo en las ltimas tres dcadas.Enseguida, intentar un breve mapeo de los temas y reas de investigacin que vienensiendo tomadas por estas mujeres a lo largo de estos aos y como se han idoconfigurando sus opciones investigativas y sus publicaciones.

    Finalmente, intentar apuntar algunas pistas de futuro que se dibujan en elhorizonte de la mujer teloga hoy da. En esa conclusin buscar situar la teologahecha por las mujeres de nuestro continente en las grandes corrientes que se establecendesde Europa y Estados Unidos, as como percibir la particularidad que tenemosnosotras cuando se trata de articular sistemticamente nuestro discurso sobre algnaspecto de la fe que nos anima y da sentido a nuestras vidas.

    La teologa que ha dado sentido a mi vida

    Formada en Comunicacin Social, mi primera experiencia de trabajo profesional fueescribiendo y haciendo reportajes, en cuanto periodista, en un gran diario de Ro de

    1 Aqui seguir fundamentalmente lo que ya he escrito sobre mi recorrido teolgico, Teologia: saboreandolas razones de mi f, in JJ.TAMAYO e P. (org)

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    Janeiro, Brasil. Sin embargo, cuando el P. Alfredo Novak, responsable del sector deMedios de Comunicacin Social de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil, meha llamado a integrar su equipo, no he dudado un minuto en aceptar.

    Hace tiempo que me preguntaba cmo podra poner mi capacitacin profesional alservicio de la Iglesia y de la sociedad, y me pareci que el momento haba llegado.Corra el ao de 1975 y la Iglesia de Brasil se destacaba en medio del escenario sombrode una cruel dictadura militar como la nica voz que poda levantarse para defender lacausa de los oprimidos, de los pobres y de aquellos que, por amor de esos mismos

    pobres, se encontraban en la crcel, torturados o sufriendo restricciones de toda suerte.

    Mi primer ao de trabajo en la CNBB ( Conferencia Nacional dos Obispos do Brasil)ensanch mi horizonte de fe de una manera increble. La sede de la Conferencia era ellugar de reunin y el punto de pasaje no solamente de brasileos que deban exiliarsefuera del pas para escapar de la persecucin y de la muerte, sino tambin delatinoamericanos venidos de muchos pases que ah encontraban el soporte de losobispos para vivir por largos aos lejos de su patria hasta que se purificaran los aires de

    la represin.Estaba yo, con esta experiencia, para siempre marcada con el sello de la pasin

    de la unin fe-vida. Me senta igualmente habitada por el deseo de hacer una opcinradical por trabajar dentro de esa Iglesia proftica y liberadora, que anunciaba con tantaalegra a hombres y mujeres de toda pertenencia la buena noticia de la libertad y de la

    justicia inseparable de la fe. El deseo de hacer de eso el contenido y la forma de mi vida,y de hacerlo cada vez mejor, me llev a empezar a investigar dnde estudiar teologa afin de conocer ms y mejor aquel misterio que haca existir la comunidad llamadaIglesia que yo amaba desde nia, pero a la cual haba aprendido a querer de una manerams adulta y comprometida.

    Preguntando aqu y all, supe que dos compaeras mas, amigas de muchos aos,buscaban lo mismo. Y es as que fuimos las tres a golpear a la puerta del departamentode Teologa de la PUC de Ro de Janeiro, donde nos inscribimos y empezamos el cursoregular de Teologa, que hasta entonces era frecuentado casi exclusivamente por jvenesseminaristas y religiosos que se preparaban para la ordenacin y para la vida consagradao eclesistica.

    Las tres mujeres osadas que entraron en la Facultad de Teologa en el ao 1976 fueronlas primeras de una serie de otras ms que acudieron a este mismo lugar para estudiarTeologa en el mbito de graduacin y postgrado. El sentir que, en cuanto mujer, eraalgo de bicho raro en un mundo tan slidamente masculino fue algo que marc

    tambin mucho de lo que despus, ya formada, graduada y doctorada, sent que era miresponsabilidad y vocacin.

    El principio de mi formacin teolgica no disminuy mi deseo ardiente de poner lateologa al servicio de la lucha por la justicia y la liberacin de los pobres, pero agreg aeste deseo otro ms: el de luchar para que creciera la ciudadana y el reconocimiento dela mujer dentro de la Iglesia.

    Lo que pensaba que slo era un curso paralelo a mi formacin profesional el cual, unavez terminado, se convertira en herramienta auxiliar de mi trabajo periodstico y decomunicadora social, se convirti en opcin fundamental de vida y de trabajo. De mi

    pasado en la comunicacin, tena como herencia la facilidad para escribir , una

    sensibilidad y una atencin desarrollada por los hechos de la realidad. Pero entre m y lateologa el caso de amor y la alianza de l resultante eran definitivos. A la graduacin

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    interrumpida por el nacimiento de la tercera hija y retomada con renovado ardor ycrecidas dificultades se sigui la licencia concluida en el ao 85 en la misma PUC deRo y el doctorado en la Universidad Gregoriana de Roma, en el ao 89.

    Ser mujer: grandeza y pobrezaA lo largo de todo este itinerario as tan brevemente sintetizado, el hecho de ser mujeren medio a un universo tan marcadamente masculino y clerical como el de la teologaseguramente era una experiencia pascual, de dolor y gloria.Por un lado, exista el estmulo del enorme desafo de encarnar una novedad sin

    precedentes en la historia de la Iglesia, sobre todo en el lugar y el pas que era el mo.Juntamente con otras compaeras de la primera hora, compartamos la gracia y el pesoabrumador de ser pioneras, con temor y temblor. Por otro, estaba la tentacin de laemulacin, de la repeticin sin ms de la teologa tal como se haba hecho hastaentonces, para no arriesgar un rechazo y un bloqueo; el miedo de intentar vuelosdiferentes, por temor a no ser aceptadas y admitidas como serias y confiables. en los

    terrenos teolgicos.Poco a poco fuimos ocupando los espacios que se revelaban disponibles. Los frutos sehacan sentir y nos apoybamos en grupo. ramos una comunidad de mujeres telogasque, en palabras de Teresa Cavalcanti, una del grupo, haca teologa en femenino

    plural.2

    Los encuentros de mujeres telogas fueron mostrndonos a nosotras mismas y a lacomunidad teolgica como un todo, un rostro colectivo de mujeres comprometidas conla construccin del Reino de Dios. Los encuentros en el mbito nacional ylatinoamericano de la primera mitad de los aos 80 nos iban enseando la gran novedadde aprender a desconocer un lugar que nos haba sido impuesto en la sociedad y en la

    Iglesia; a buscar nuestra ms profunda identidad; a romper un silencio secular y haceror sobre los techos una palabra no anrquica, sino organizada y articulada. Y, ms quenada, la gracia inmensa de percibirse y auto comprenderse en cuanto servidoras y

    portavoces de las mujeres de los medios populares, de las agentes de pastoral de base,con quienes compartamos en pie de igualdad un mismo servicio calificado al pueblo deDios. En esta comunidad mayor, de ellas y de nosotras, nuestra misin era organizar yarticular el discurso que sala en estado bruto de las manos y bocas de las compaerasen la base y de su duro cotidiano, en cuanto lucha sin cuartel por el advenimiento delReino hecho justicia, paz y pan.

    Mirndonos a nosotras, vislumbrbamos hacia adelante las posibilidades de una nuevasntesis en el quehacer teolgico, posible apenas por la gracia de Aquel que cometi eldesatino de tomar cuerpo en el vientre de una mujer en la plenitud de los tiempos,haciendo as a la historia girar sobre sus goznes.

    El movimiento de las telogas latinoamericanas empez a llamar la atencin, adespertar curiosidad y a suscitar reacciones, favorables o desfavorables, esperanzadoraso demoledoramente irnicas y sarcsticas, en una actitud de cerrazn a la incmodanovedad que traamos. Nuestra lucha adquiri un nuevo status: de deseo y sueo pasa ser realidad muy concreta, a perseguir una formacin y un reconocimiento que nos

    permitiera mirar a los compaeros hombres en pie de igualdad cordial, a percibir lasbrechas que se abran y ocuparlas con competencia y dedicacin. sa ha sido latrayectoria de aquellos aos. Y, de algn modo, sigue siendo la de ahora, aunque en

    2 'T. Cavalcanti, Produzindo teologia no feminino plural. A propsito do III Encontro Nacional deTeologia na perspectiva da mulher, enPers pectiva Teolgica 52 {1988) 359-370.

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    otras bases y con mucho camino andado: la bsqueda del reconocimiento, lareivindicacin de presencia y visibilidad en espacios en donde antes predominaba casiexclusivamente el elemento masculino; el intento de obtener ciudadana para un mododiferente y otro de hacer teologa. Un modo donde cabeza, corazn y entraas seunieran, en fecunda y armoniosa danza cuyo producto es una reflexin diferente sobre la

    fe.Son de esa poca muchos de mis trabajos publicados aqu y all, sobre la mujer, siempreen conexin con algn tema teolgico. Trabajos esos finalmente publicados en conjuntoen la coletnea de la Editorial Vozes, en 1991: Osegredo feminino do mistrio. Siempreha sido mi conviccin profunda que la mujer no tiene que detenerse slo en reflexionessobre s misma, su identidad, las cuestiones de gnero, etc. Eso fue y es necesario, perono puede ser su nica preocupacin y su nico sector de investigacin y trabajoteolgico. Sin embargo, creo y siento que la experiencia del Espritu de Dios hecha porla mujer trae consigo otra diferencia y de gran valor, que genera y da luz a un nuevomtodo y un nuevo modo para pensar y expresar la misma teologa antigua de tantos

    miles de aos. Entrando en el campo de la reflexin teolgica con su corporeidad propiay diferente, abierta siempre a nuevas e innovadoras inscripciones, espacio disponible ala invasin y a la fecundacin creadoras, la mujer revoluciona el propio rigor ysistematicidad del mismo mtodo teolgico. Su irrupcin en medio de la teologatradicional y su racionalidad son tan desconcertantes y nuevas como las de la mujer delevangelio de Jn 12,1-8, que invade la bien comportada comida judaica con su perfumeque se empea en derramarse e impregnar la casa y el ambiente.

    Aunque siempre creyendo firmemente que la complicidad y la solidaridad entrehombres y mujeres es posible y necesaria, por otro lado en mi quehacer teolgicosiempre tomo ms conciencia de que mi experiencia de mujer, o mejor la manera comoDios crea y recrea incesantemente la mujer que yo soy, imprime una marca diferente en

    mi reflexin y mi discurso. Asumir esa marca tiene su mezcla de pasin y gloria. Peroes un dato del cual no se puede escapar, una vez que es de nivel ontolgico. Y laimbricacin que siempre me fascin entre teologa y espiritualidad emerge y se hacereal, en cuanto es facilitada y estimulada por mi ser demujer, integrada y deseosa desaborear siempre ms y ms el saber que es su medio y su modo de vida.

    Dos pasiones: la Trinidad y la EspiritualidadMis estudios de graduacin en Teologa sucedieron en los aos 70 y 80. Aos, porconsiguiente, en que la teologa latino- americana descubra su rostro propio, deidentificacin con los pobres y lucha por la justicia. Donde el telogo se entenda en

    cuanto compaero y portavoz de aquellos que. no tenan voz porque la miseria y laopresin la haban silenciado. La teologa de la liberacin, entendida como un nuevomodo de hacer y pensar todo el misterio revelado, iba configurando las mentes ycorazones de nosotros, hombres y mujeres, laicos, sacerdotes y religiosos que enaquellos aos se preparaban en la Facultad de Teologa para servir mejor a su pueblo.Los acontecimientos macro-eclesiales de aquellos aos (la Conferencia de Puebla, ellanzamiento de la Coleccin Teologa y Liberacin, la visibilizacin de unaAsociacin de Telogos del Tercer Mundo, ASETT -EATWOT) nos desafiaban almismo tiempo que nos enseaban a hacer teologa con la mediacin de las CienciasSociales, juntamente con la Biblia y la filosofa.

    Aunque conflictivos, debido a la oposicin que la misma teologa de la liberacinempez a sufrir un poco por todas partes, fueron aos muy ricos. Nosotros, jvenes

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    telogos, mnimos telogos como alegremente nos llambamos, ramosconstantemente solicitados siendo todava estudiantes, a prestar asesora a muchasdicesis de Brasil, a participar en reuniones y asambleas en Brasil y en el exterior, aescribir textos y artculos para las ms variadas revistas y peridicos.

    Es de esa poca mi colaboracin en dos libros de la coleccin Teologa y Liberacin,al lado de dos grandes telogos con los cuales he aprendido mucho. El primero, en1985, fue el libroEscatologa cristiana. El P. Juan Bautista Libanio, mi primer profesoren la Facultad de Teologa, invit a su joven alumna a escribir el libro juntamente conl. Con paciencia y maestra pedaggica me hizo participar en todo el proceso deconfeccin del libro y me deleg incluso la responsabilidad de un captulo, sobre elcielo y el infierno. El segundo, en 1987, fue sobre mariologa, Mara, madre de Dios ymadre de los pobres, escrito en colaboracin con Ivone Gebara. De nuevo unaexperiencia riqusima, esta vez dividiendo a partes iguales la redaccin del volumen.Con Ivone he aprendido mucho sobre todo ese nuevo universo que para m se abra, elde la teologa desde la perspectiva de la mujer. Nuestro libro ha provocado muchas

    crticas y reacciones de muchos telogos hombres, pero tambin ha hecho bien amuchas mujeres e incluso a otros hombres. Hasta hoy, cuando doy una charla, o cuandovoy a alguna asamblea de telogos, oigo comentarios sobre l. y veo que esta obra de

    juventud, con todas las limitaciones que pudiera tener, en verdad fue un marco en miitinerario teolgico.

    Mientras tanto, durante mis estudios de graduacin en Teologa, dos temas meenvolvan de manera especial, y marcaran toda mi formacin para el futuroconvirtindose posteriormente en el espacio de mi especializacin.

    El primero fue el tratado de la Trinidad. A medida que profundizaba en el estudio de esarea del conocimiento teolgico que slo conoca por su fama de hermetismo e

    incomprehensibilidad, ilustrada por el cuento de san Agustn con el nio en la playa,intentando poner el mar en un pequeo agujerito, ms y ms senta que mis espaciosinteriores se ensanchaban y se enamoraban de la historia de ese Dios que bajaba de sueternidad y asuma por adentro la historia humana, caminando con su pueblo, haciendohistoria con l, sufriendo con l los exilios, persecuciones y desprecios, tomando sobreS mismo todas las consecuencias de su Alianza. Y, finalmente, hacindose carnevulnerable y mortal en Jess de Nazaret, y permaneciendo entre nosotros en cuantoEspritu artesano de lo nuevo que no perece ni caduca, pero recrea siempre otra vez loque el demonio de la injusticia y de todas las iniquidades se empean en destruir.Cuanto ms avanzaba en el estudio y la reflexin sobre la comunin de amor eterna einmanente que se hace econmico misterio de salvacin para el mundo y la humanidad,

    ms me senta llamada a desarrollar por ah mi investigacin en teologa.El segundo fue la experiencia vital profunda e inolvidable de los ejercicios espiritualesde San Ignacio de Loyola. Ya en el ao 1978, cuando estudiaba el tratado deEclesiologa y me senta llena de deseos a los cuales no saba dar nombre, hice laexperiencia de los Ejercicios de ocho das. Fue una experiencia llena de fuego y luz, lams fuerte que haba tenido hasta entonces, que me introdujo en un nuevo modo derezar, el cual me abra nuevos y amplios horizontes. De ah los sucesivos Ejerciciosanuales, hasta llegar a la experiencia de los 30 das en cuatro etapas, de los aos 1982 a1985, y finalmente a los 30 das seguidos, en el ao 1995, Ignacio de Loyola pas a serun mistagogo venerado y amado, que con su magisterio espiritual y su manera de

    relacionarse con Jesucristo y Su Padre fue configurando de manera definitiva mientendimiento de lo que era y es hacer teologa.

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    La decisin por el tema de la licencia y sobre todo de la tesis doctoral fue consecuenciade ese doble enamoramiento. Mientras todos esperaban que yo eligiera un tema sobre lamujer, una vez que trabajaba bastante las cuestiones de gnero con las compaeras deBrasil y de Amrica Latina, o un tema ms directamente conectado con los grandes ejesde la teologa de la liberacin, eleg como objeto material de mi doctorado la Trinidad

    en San Ignacio de Loyola.Empez entonces el atribulado recorrido de pasar meses en Roma con la familia y loshijos aun pequeos en Brasil, de las noches solitarias en el Collegio Pio Brasiliano,nica mujer en: medio de puros hombres, seminaristas y sacerdotes que me acogan consolicitud fraterna, pero no conseguan impedir completamente el hecho de sentirmecomo bicho raro y fuera de mi terreno de pertenencia.

    Finalmente me encontr, en la defensa de la tesis, el memorable da 3 de mayo de 1989,en la inmensa sala de la Gregoriana. Sentada junto a una mesita aislada en un rincn,miraba asustadsima a los tres jueces que me miraban con aire tan circunspecto. En elauditorio, lleno de brasileos, cuatro presencias entre muchas otras: mi esposo Ekke,

    ms nervioso que yo; los amigos Leonardo Boff y Juan Ochagava de Chile; y lapaternidad cariosa de Dom Marcelo Carvalheira, entonces obispo de Guarabira,Paraba (Brasil), responsable por sector de los laicos en la CNBB, conocido deltiempo de las asesoras a comunidades en el nordeste de Brasil. La tesis, Dios y eldivino servicio. Mstica trinitaria y praxis cristiana en San Ignacio de Loyola, fue

    publicada en el ao 1990, por Edies Loyola de ! So Paulo (Brasil), con el ttulo Emtudo amar e servir: Empezaba en todo el mundo el ao ignaciano, la celebracin de los500 aos del nacimiento de San Ignacio y los 450 aos de la fundacin de la Compaa.Creo que fue una especial amabilidad del santo que se convirtiera en mi mejor amigo alfacilitar esa tierna coincidencia.

    La vuelta a la Universidad en Ro de Janeiro, ya con el diploma de doctorado, fue elprincipio de una nueva etapa, en donde todo el trabajo anterior, de asesoras y presenciaen comunidades en muchos puntos del pas y del continente, y la escritura de algunosartculos en revistas y peridicos se sumaba ahora a un nmero considerable y pesadode cursos en el mbito de graduacin y postgrado, a la orientacin de tesis y a larespuesta a la invitacin de confeccin de textos de mucho ms peso y responsabilidad.Responsable de la ctedra de Teologa Fundamental y compartiendo con otro profesor lade la Trinidad, la relacin con los alumnos, entre ellos muchas mujeres, laicas oreligiosas, fue un mundo hecho de nuevas y fecundas amistades y aventuras, que hastahoy no cesan de sorprenderme.

    El impacto de la modernidad sobre la religin y el encuentro con Simone WeilEn el ao 1991, adems del trabajo en la Universidad, asum media jornada comoinvestigadora en el Centro Joo XXIII de investigacin y accin social en Ro deJaneiro. Coordinado por los jesuitas, el centro haca un trabajo de investigacin yformacin de agentes de pastoral de base de todo Brasil, adems de organizar eventosacadmicos y producir textos con marcada dimensin pluridisciplinar.

    Fueron aos riqusimos en .los que poda confrontar la teologa con especialistas dedistintas reas del saber: Filosofa, Ciencias Sociales, Antropologa, Pedagoga, ServicioSocial, Ciencias Exactas, etc. El director del Centro me pidi ser responsable del

    programa Dilogo entre fe y cultura. Adems de hacer una larga y estimulante

    investigacin sobre modernidad, post-modernidad y su impacto sobre la experienciareligiosa y la idea de Dios, publicada en el ao 1993 con el ttulo Alteridade e

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    vulnerabilidade. Experiencia de Deus e pluralismo religioso no moderno em crise porEdies Loyola, So Paulo (Brasil), organizaba encuentros, debates, jornadas yseminarios de peritos sobre temas fascinantes. En cinco aos se sucedieron experienciasmemorables de crecimiento intelectual e interpelacin teolgica y espiritual, en losseminarios: Violencia, crimen y castigo, Ejemplaridad tica y santidad, Mujer y

    relaciones de gnero, Mstica e poltica, Doctrina Social de la Iglesia y Teologa de laLiberacin, El impacto de la modernidad sobre la religin.

    En ese tiempo y lugar, en contacto constante con personas del medio acadmico quehaban pasado por el atesmo y las distintas formas de agnosticismo y que,desilusionadas con la militancia de izquierda, volvan a buscar lo trascendente y loespiritual, encontr una sed de absoluto, una hambre de Dios que me hicieron el signode que un nuevo campo de misin se me abra. Me senta llamada a, en medio de lasecularidad de la sociedad moderna, hacer teologa y dar testimonio de la experiencia defe que la originaba. Lo que el Padre Maestro Ignacio llamaba ayudar a las almas en elsiglo XVI, yo senta que se traduca ahora en ayudar a otros a dar nombre y rostro a

    Aquel que sin saber buscaban, respetando profundamente sin embargo sus itinerarios yprocesos personales, que muchas veces pasaban por otra religin, otra configuracinespiritual e incluso otra institucionalidad eclesial.

    Fue el momento de mi descubrimiento del primado de la alteridad que configura todo elcristianismo y la misin ad gentes, tan fundamental en la teologa de Pablo yrecuperada por la teologa actual de la inculturacin. Y en el proceso de enamoramientode la alteridad que desde su diferencia interpela como una epifana de inefabletrascendencia, nuevos interlocutores empezaron a poblar mi investigacin y mi discursoteolgico: el antroplogo Ren Girard, el filsofo judo Emmanuel Levinas, pero, sobretodo, y de manera especial, la santa, genial, inebriada e inebriante Simone Weil.

    La lectura de una coletnea de algunos escritos de Simone fue el detonador de toda unasintona y deseo de ms conocimiento que me hizo devorar apasionadamente toda suobra y perseguir sin cesar lo que otros han escrito sobre ella. Poco conocida en Brasil,con pocos textos traducidos al portugus y teniendo que ser estudiada a partir dematerial trado de Europa en lengua francesa, esa mujer me pareca, al cabo de algunosmeses de conocimiento ms directo de sus escritos, una amiga de infancia, unacompaera inseparable de toda la vida. Lo que ms me atraa y me atrae en Simone eray es su sntesis armoniosa y ardiente entre la experiencia mstica ms profunda yamorosa con la prctica ms inserta y encarnada al servicio de los ms pobres. Suespritu capaz de elevarse a los ms altos grados de abstraccin y reflexin filosfica,transitando por el mundo de la filosofa griega con la naturalidad de una ciudadana

    privilegiada y al mismo tiempo su solidaridad obsesionada por el sufrimiento ajeno. ,En suma, su gigantesco deseo y privilegiado pathos que la haca hablar con igualmaestra, en sus mismas palabras, el lenguaje de la cmara nupcial y de la plaza pblica.3

    De la mano de Simone me vi obligada tambin a conocer mejor el judasmo, ese que esel interlocutor por excelencia del cristianismo en la pluralidad religiosa que configura elmundo actual. Ella, juntamente con Levinas, me abri el camino para el conocimiento

    3 Cf. s. Weil,Attente de Dieu, Fayard, Pars 1966, 59. El hecho de hablar ese doble lenguaje es parte de larazn por la cual s. Weil es incomprendida por muchos. En palabras de ella misma: Cuando autnticosamigos de Dios -como lo fue, segn mi modo de ver, Master Eckart- repiten palabras que escucharon en

    el secreto, en el profundo silencio, durante la unin de amor, y stas estn en desacuerdo com laenseanza de la Iglesia, es sencillamente porque e llenguage de la plaza pblica no es el mismo que el dela cmara nupcial.Ibid., supra.

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    de otras grandes personalidades y pensadores del mundo judo: Franz Rosensweig, IsaacLurian, Martin Buber, Edith Stein.

    Mi investigacin en la obra de Simone tom primeramente como hilo conductor el temade la violencia. Pensadora de este siglo, que vivi en la carne la violencia de dos guerrasmundiales, Simone tuvo sobre este tema algunas intuiciones fulgurantes. La cuestin dela violencia y del mal- y, por contraste, tambin de la no violencia- est en el centro desu pensamiento, a. travs del cual ella busca y puede traer iluminaciones verdadera-mente primordiales y -osara decir, definitivas- para todo el pensamiento tico yreligioso que se elabora en torno a esta cuestin en este comienzo de nuevo milenio.

    Una pensadora herida por la verdad de que ...ninguna poesa sobre el pueblo esautntica si la fatiga no est presente en ella, as como el hambre y la sed nacidas de lafatiga , Simone me viene progresivamente enseando una nueva manera de dejarmeseducir por el Misterio cristiano. Esa mujer que senta cometer el pecado de envidia al

    pensar en la Pasin de Cristo - tan tomada estaba por el deseo amoroso de imitar alCrucificado- no me deja olvidar que la vida intelectual, lejos de dar derecho a

    privilegios es, en s misma, un privilegio casi terrible que exige, en contrapartida,responsabilidades terribles. 4. As, Simone Weil me ha lanzado a una nueva y radicalinterpelacin en mi quehacer teolgico: la responsabilidad por el otro y la necesidadineludible de transmitir lo que s y lo que soy a otros.

    La investigacin sobre la violencia en su pensamiento progres durante algunos aos.Juntamente con algunos alumnos de la Universidad, desarroll y publiqu unainvestigacin sobre las races bblicas de la violencia y la no violencia en el Antiguo y

    Nuevo Testamento, as como en algunos perodos de la historia de la Iglesia. Ver cmola religin institucional ha tratado este tema de la violencia ayuda a entender lasdificultades de Simone con toda institucin religiosa, que, a su entender, haba pactado

    con el imperio de la violencia. El libro fue publicado en 2001, justamente un mesdespus del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York. Una vez ms los hechosayudaban y Violencia e religio. Trs religies em confronto e encontro: Judasmo,Cristianismo, Islamismo,RJ/SP, PUC-Rio/Loyola, 2001 agot la primera edicin y estcercana a agotar la segunda.

    Al mismo tiempo, para reflexionar sobre la violencia, adems de trabajar el pensamientode Simone sobre la violencia abr dilogo sobre ese mismo tema con otros pensadoresque tambin lo trabajaron: Ren Girard y Emmanuel Levinas. Y despus, abr unanueva clave de reflexin e investigacin. Su condicin de mujer me permita esperarque, a travs de ella, se diera un abrir de puertas para otras historias de vida de otrasmujeres que han sentido en su carne el mordisco de la fe y del amor, as como laembriaguez del deseo y el vrtigo de la responsabilidad por el otro, que las llev hasta adar la vida por su pueblo.

    En un momento en que, hacindose el balance del siglo XX, se concluye que fue sobretodo el siglo de la mujer, busqu rescatar las trayectorias y el genio de algunas de esascompaeras que hicieron el mundo ms humano y la vida ms llena de grandeza yEspritu. Juntamente con Simone, trat de caminar con Edith Stein y Etty Hillesum.

    4 SVer s. Weil, ibid.,p. 205..Ver G. Thibon, Simone Weil, tene que nous l'avons connue, La Colombe, Pars, 1952.

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    Con todos esos datos recogidos me fui a Leuven, Blgica, en 2004-2005, hacer untiempo de post-doctorado. El libro de ah resultante, Simone Weil: no imperio da fora,a fraqueza do amorfue aceptado para publicacin y deber salir todava este ao.

    La investigacin sobre el pensamiento de Simone Weil en clave teolgica sigueocupando una buena parte de mi tiempo y atencin. Orient una tesis doctoral de unsacerdote brasileo sobre ella. 5 Participo de un grupo de mstica inter-religiosa en laUniversidad Federal de Juiz de Fora, MG, Brasil. Pas a participar de las reuniones de laAssociation des etudes de la pense de Simona Weil, que se celebra a cada ao en Paris.Ah ya he presentado dos trabajos que ya fueron publicados. 6 Este ao en abril,

    participar de la reunin de la misma Asociacin en Estados Unidos, con un estudiosobre la vocacin intelectual en cuanto vocacin mstica. Adems de esto, heorganizado en mi universidad dos coloquios internacionales sobre su pensamiento. El

    primero, celebrado en el 2003, fue publicado bajo el ttulo de Simone Weil: ao econtemplao, SP, EDUSC, 2005 (trad. italiana Torino, Effat, 2005). El otro,celebrado en el 2005, reuna adems de Simone Weil, Emmanuel Mounier y Ignacio

    Silone. Est en finalizacin de preparacin del manuscrito para la publicacin.Ahora estoy elaborando un estudio sobre su mstica y las corrientes teolgicas quecontiene. Una vez terminado este proyecto concreto de investigacin, abrir entoncesuna nueva lnea de investigacin junto a la comunidad teolgica y acadmica de Brasil.Ser una lnea sobre msticas y msticos del siglo XX. Ah pretendo trabajar laexperiencia y el pensamiento de algunas figuras femeninas y masculinas que poblaron elsiglo sin Dios de una riqusima experiencia de Dios: Edith Stein, Etty Hillesum,Madeleine Delbrel, Dorothy Day, Thomas Merton, Dietrich Bonhoeffer, Alfred Delp,Egide van Broeckhaven, etc. Confo en que se ser apenas un inicio de descubrimientoy profundizacin de los inagotables tesoros que esa nube de testigos que escribieron yescriben la historia de salvacin en femenino y en masculino pueden dar.

    Con los compaeros laicos, redescubriendo la maravilla de ser bautizada

    Junto a todo eso, en el ao 1994 se abri un nuevo captulo en mi recorridoteolgico.He sido nombrada por el rector de la Universidad coordinadora del CentroLoyola de Fe y Cultura. Perteneciente a la Universidad, el Centro Loyola tena dosobjetivos primordiales: la formacin de los laicos y el dilogo entre la fe y la cultura.

    Asum esa misin con alegra y mucha esperanza. Hace tiempo, senta la necesidad deque se hiciera sobre la cuestin del lugar y el papel del laico en la Iglesia una nuevateologa, que rescatara las grandes conquistas del Concilio, pero tambin fuera inclusoms all. Una teologa que no se hiciera ni se basara sobre las clsicas separaciones y

    contraposiciones clero versus laicado o religiosos versus no religiosos, sino que partieradel suelo comn a todos los cristianos, que es el de ser bautizados, insertados en elmisterio pascual de Cristo y, desde ah, llamados a la santidad a partir de una nuevaidentidad: la identidad crstica.

    Los documentos recientes de la Iglesia corroboran todo esto. En 1987 tiene lugar elSnodo sobre los laicos, con el consecuente documento Christifideles Laici. Pocodespus, el documento de conclusiones de Santo Domingo, de 1992, pone el

    protagonismo de los laicos como condicin indispensable para la nueva evangelizacin.As tambin las conclusiones de la 34 Congregacin General de la Compaa de Jess,que publicaba en 1995 un decreto sobre la colaboracin con los laicos en la misin yotro sobre la mujer.5 M.A. GIULIANO,6

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    Ha empezado ah en el Centro Loyola para m todo un nuevo espacio de trabajoteolgico. Por un lado, daba continuidad a la experiencia del Centro Juan XXIII

    promoviendo actividades que pusieran en dilogo la fe y la cultura. Lo segua haciendo,por lo tanto, desde adentro de la misma Academia, a partir de la Universidad. As hanido naciendo ciclos ms permanentes de reflexin y debate, tales como: Fe y ciencia,

    Arte y espiritualidad, Fe y ciudadana, Encuentros entre la Fe y la razn, un Ncleopermanente de biotica. As como las publicaciones de los Cuadernos MAGIS de fe ycultura, que llegaron al nmero 45. 7

    Durante estos aos he organizado muchos eventos interdisciplinarios, en los cuales lateologa tena siempre lugar cautivo, pero en dilogo permanente con otras reas delsaber y de la cultura. Fueron momentos muy ricos, bien acogidos por el pblicoacadmico. Muchos de ellos han resultado en publicaciones: Profetas e profecias.Edies Loyola, SP, e Editora PUC-Rio, RJ, 2002; Mulheres de palavra. EdiesLoyola, SP, 2003( trad. esp. Mxico, Buena Prensa, 2005) Os Desz Mandamentos - Ed.Puc-Rio e Ed. Loyola, SP, 2003;Murilo, Ceclia e Drummond - 100 anos com Deus na

    poesia brasileira - Edies Loyola. SP, 2004.Al lado de esto, el Centro Loyola abri curso nocturno de Teologa para laicos, que noces de recibir inscripciones de hombres y mujeres de toda la ciudad, sedientos deformarse mejor para elevar la calidad de su servicio a la sociedad y la Iglesia. De ahhan surgido muchas vocaciones teolgicas que el Centro ha encaminado hacia laUniversidad. Muchos de estos y estas que empezaron en las noches del Centro,cansados despus de un da de trabajo, robando tiempo a la familia y al descanso, hoyhan terminado los estudios de graduacin y ya empiezan su trayectoria rumbo a laLicencia y al Doctorado. Muchos de ellos y ellas buscan tambin la experiencia de losEjercicios Espirituales de San Ignacio, que da una mayor solidez y vertebracin

    espiritual a su identidad de cristianos.A lo largo de diez aos durante los cuales estuve al frente del Centro mucho me hainterpelado en cuanto teloga el deseo tan profundo y verdadero de todos estos laicos ylaicas de vivir con radicalidad su condicin de bautizados, de conocer, amar y servirsiempre ms de cerca a Jesucristo, de quien un da se enamoraron y al cual deseabandedicar lo mejor de sus vidas. Ellos y ellas me hicieron, entonces, entrar en un nuevohilo de reflexin: la teologa del laicado, que he preferido llamar teologa del bautismo oteologa de la vida cristiana.

    Sobre este tema trata uno de mis libros, del ao 1998, llamadoA identidade crstica:identidade, vocao e misso do cristo leigo na sociedade e na Igreja, SP, Loyola,

    adems de varios artculos. Sin abandonar ni la enseanza en la Universidad, ni laorientacin de tesis, ni la investigacin sobre el pensamiento de Simone Weil, he sidollevada por mi prctica teolgico-pastoral a pensar y reflexionar ms profundamentesobre mi misma identidad en cuanto cristiana para poder ayudar a todos los y las quellegaban al Centro Loyola buscando una mejor formacin para caminar en direccin aun servicio siempre mejor.

    Mi labor teolgica, entonces, pas a no ser ms slo ni puramente acadmica. Ademsde dar clases, corregir trabajos, escribir textos, pas a acompaar con bastanteregularidad a personas que deseaban crecer espiritualmente y hacer la experiencia delos Ejercicios de San Ignacio, sea en retiro cerrado o en la vida diaria. Sal de la

    7 Para tener acceso a lo que es el Centro Loyola y al contenido de los Cuadernos MAGIS de f y cultura,cf: http://www.puc-rio.br/cloyola/index.html. Cf. tambin la memoria acadmica de los diez primerosaos del Centro Loyola:Magis- Catlogo de Abstracts - Edies Loyola, SP, 2004.

    http://www.puc-rio.br/cloyola/index.htmlhttp://www.puc-rio.br/cloyola/index.html
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    coordinacin del Centro Loyola en marzo del 2004, despus de 10 aos. Pero sigo conesa labor de acompaamiento espiritual. Con esto veo que soy ayudada a rescatar elitinerario teolgico que me ha conducido hasta la tesis doctoral y configurado todo mifuturo teolgico. Puedo tambin alimentar mi saber teolgico con el sabor dulce einefable de la experiencia de Dios hecha por estos a quienes escucho durante largas

    horas.Cuando el cansancio y el desnimo estn de ronda, es de una preciosa ayuda escucharlas maravillas que el Espritu va realizando en ellos y ellas. Saborear el gusto dulce de lafe de los dems es y sigue siendo el camino que voy encontrando, en ese momento demi itinerario teolgico, para saborear las razones de mi propia fe y dar con renovadovigor razn de la esperanza que me habita.

    Las humanidades en el centro de la Universidad

    Dej la direccin del Centro Loyola el 10 de marzo del 2004 y el 11 de marzo asuma elcargo de decana del Centro de Teologa y Ciencias Humanas de la Universidad. Conseis facultades bajo mi coordinacin (Teologa, Filosofa, Letras, Artes y design,Psicologa y Educacin) fui convocada por el rector a hacer las Humanidades msvisibles y presentes en el centro de la Universidad. Eso me interpelaba en el sentido de,en cierto sentido, hacer teologa en una perspectiva an ms abierta y multidisciplinar.Sin dejar de ser teloga y profesora de teologa, estaba ahora desafiada a hacer lo

    posible para ayudar la teologa, mi rea de especializacin, a estar en constantetransversalidad con las otras disciplinas, notadamente las ciencias humanas. En cuantodecana, adems del trabajo burocrtico de firmar papeles y asistir reuniones a veces untanto aburridas, senta que esa era mi misin al asumir ese cargo.

    Creo que la Teologa en la Universidad tambin es desafiada a sobrepasarse parareencontrar su lugar. Debe, por lo tanto, estar abierta para entrar en dilogo con las

    diferentes disciplinas, no apenas las Humanidades, pero las Ciencias Sociales y lasmismas as llamadas Ciencias Duras. ste es uno de los grandes sentidos de su

    presencia en la Universidad: ser capaz de decir la palabra que le es propia en interaccinfecunda y abierta con las otras disciplinas y reas del saber. El dilogo entre la fe y lacultura promete ser una de las ms promisorias reas para el crecimiento y la visibilidadde la teologa en la Universidad. Esperemos que la propia teologa encuentre

    pertinencia en ese y se halle dispuesta para tal, resistiendo a la tentacin de permanecerconfinada y cerrada apenas en el dilogo con sus conciudadanos de rea. 8

    Percibo, adems, que la configuracin del curso de Teologa en la Universidad cambiavelozmente. La mayora de los alumnos que los buscan ya no son sacerdotes y

    religiosos, pero laicos, hombres y sobretodo mujeres. En este momento en el que toda laIglesia se aboca sobre lo tema del laico, el surgimiento, en proporciones cada vez msconsiderables del punto de vista cuantitativo y cualitativo de telogo laico) esextremadamente digno de nota. El telogo es una figura que empieza a aparecer concada vez mayor frecuencia en la Iglesia, buscando los cursos y facultades de teologa,

    buscando y logrando grados acadmicos, produciendo textos, asesorando dicesis,participando de congresos a nivel nacional e internacional, haciendo en fin, sentir supresencia en diferentes segmentos y niveles de la comunidad eclesial.

    Esa presencia trae, entonces, profundos cuestionamientos. En primer lugar,interpela a toda Iglesia y a la comunidad teolgica especficamente en el sentido de la"divisin de papeles" que an prepasa la eclesiologia conciliar y que destina a los laicos

    el campo del temporal y de las realidades terrestres, y al clero y a los religiosos el8 Cf mi artculo

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    campo del sagrado. Adentro de la Universidad, espacio por excelencia del sabermoderno y secular, es cada vez mayor la afluencia de esos cristianos laicos que,sedientos de profundizar el sentido de sus vidas y su conocimiento del misterio en elque creen, buscan las facultades de teologa llevando preguntas otras que aqullas quelos tradicionales estudiantes de teologa seminaristas o religiosos de ambos sexos

    traan para la docencia teolgica.Se trata de preguntas oriundas de la vida misma de esos cristianos laicos. De suvida matrimonial, profesional, cultural y cotidiana. De su dura labor para construir unhogar, una familia, para sobrevivir y encontrar un trabajo que les permita realizar susueo de formacin teolgica. Son, por lo tanto, preguntas nuevas sas que losestudiantes de teologa laicos traen a nosotros. Preguntas que necesariamente nosobligarn a buscar nuevas respuestas y aun mismo nuevas sntesis, a fin de buscarhumildemente ir al encuentro de su contenido y su forma, del desafo que traen en suinterior y de lo nuevo a que apuntan en su formulacin y propuesta.

    El telogo laico trae an, para sus compaeros sacerdotes y religiosos, unprofundo cuestionamiento sobre la secular afirmacin de la opcin por el estado de vida

    sacerdotal o religioso como opcin de mayordedicacin y servicio al Reino. Sabemos,todos aqullos y aqullas a quien fue dado el carisma de la teologa y que a lcontestamos empeando lo mejor de nuestras energas, tiempo y esfuerzos, que hicimos

    mucho ms que una opcin profesional una opcin de vida. Ser telogo laico hoyes ser concretamente alguien que, - sin el respaldo directo institucional de unacongregacin religiosa o de una dicesis enfrenta diariamente el desafo demantenerse a s propio y a la familia que por ventura haya constituido. Es vivir ycompartir, por lo tanto, muchas veces, con los pobres la inseguridad del maana. Esestar sujeto aunque menos directamente que el clero y los religiosos a eventualessanciones cannicas que corten de la noche para el da no solo el medio de vida, perotambin y sobretodo la posibilidad de ejercer el ministerio para el cual fue investido porel Espritu en favor del Pueblo de Dios y con el cual quiere estar en dinmica y creativacomunin.

    Por todo eso y ms an, la figura del telogo laico hoy es pieza fundamental enla reflexin de la Iglesia y tambin en la Universidad. La teologa y sobretodo aqullaque elabora su pensamiento y su discurso en medio acadmico - no puede dejar de teneren cuenta esa nueva presencia, esa palabra otra de laicos y laicas que, desde diferentesexperiencias de vida, segn el criterio de cotidianas y siempre sorprendentessituaciones, descubre y desvela ngulos insospechados del Misterio sobre el cualreflexiona y discurre.

    ltimas actividades y publicaciones

    En estos ltimos aos, he participado con publicaciones en una coleccin que sedispone a ofrecer a los estudiantes de teologa manuales sobre los principales tratadosen un lenguaje al mismo tiempo serio y accesible. Es la coleccin LBT (Libros bsicosde teologa) y sale en portugus y espaol simultneamente por la editorial Paulinas. Enella he publicado dos libros, hechos con el Pe. Vitor Feller, de Florianpolis: DeusTrindade: a vida no corao do mundo.1 ed., Valencia: Editorial Siquem/ Paulinas,2002;Deus Amor -a graa que habita em ns. Editorial Siquem/ Paulinas, 2003. Estoy

    preparando el volumen de Cristologa, que deber ser publicado todava este ao.Adems, he trabajado bastante con el dilogo entre la Teologa y la Literatura

    que constituye una de mis lneas de investigacin. Juntamente con la que es mi vice-decana de desarrollo, la profesora Eliana Yunes, del rea de Literatura brasilea, hemos

    dado algunos cursos de pos-grado que han despertado bastante inters en la universidad:Trascendencia y corporeidad, muerte y vida en la poesa de Adelia Prado y Manuel

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    Bandeira; El bien y el mal en la obra de Joo Guimares Rosa, Grande Serto Veredas;Tempus Mirabilis: los cuentos de hadas en perspectiva interdisciplinaria. Participamosadems de un grupo llamado Teopotica con investigadores que trabajan con el dilogoentre Teologa y Literatura. Entre los participantes, adems de nosotras dos y delinvestigador brasileo Prof. Jos Carlos Barcellos, estn la profesora argentina Cecilia

    Avenatti de Palumbo y el chileno Clemens August.En mi libro A argila e o esprito,RJ, Garamond, del 2004, recojo algunos ensayos que dan cuenta de esa rea de trabajo,la teologa en dilogo con la literatura.

    En el 2005, a raiz de mi trabajo hace tantos aos con la cuestin de Dios en lateologa, he publicado un pequeo libro titulado Um rosto para Deus? SP, Paulus, 2005.Se trata de una reflexin sobre la cuestin de Dios en nuestro contexto de modernidad y

    pos-modernidad. Para no descuidar la integracin entre Teologa, espiritualidad yliteratura, que viene siendo mi sntesis ms madura de reflexin, empiezo cada captulocon un salmo potico del amigo Benjamn Gonzlez Buelta SJ, superior regional deCuba, del cual he igualmente traducido al portugus y hecho la introduccin de un librode Salmos para acompaar Ejercicios espirituales, publicado por Sal Trrea: Salmos

    para sentir y gustar internamente. Una ayuda en el acompaamiento de los EjerciciosEspirituales, Santander, Sal Terrae, 2004.9

    Mi labor teolgica se encuentra, por lo tanto, en el momento, bastantediversificada y atravesada por la labor en la Universidad como un todo. Pero creo quees un momento muy rico. A partir del decanato, estamos creando un Instituto de altosestudios interdisciplinarios que va a congregar todas las facultades ofreciendo cursos de

    pos grado para toda la universidad. Al lado de eso, empez a funcionar el ao pasado,con la visita del Prof. Jean Delumeau, eminente historiador francs que ha escritoinnumerables libros de Historia de la Iglesia de gran importancia, la Ctedra CarloMaria Martini, que pretende confrontar creyentes y no creyentes alrededor de temascandentes de actualidad.

    En este ao la Compaa de Jess est en Ano Jubilar, celebrando los 500 aosde nacimiento de Francisco Javier y Pedro Fabro y 450 aos de la muerte de Ignacio.As que adems de estar preparando algunos artculos para diferentes peridicos deteologa del mundo entero sobre Teologa de los Ejercicios estamos organizando

    juntamente con la UNISINOS (Rio Grande do Sul) y la UNICAP (Pernambuco) unasemana de eventos internacionales alrededor del tema. La presencia de renomadosfilsofos y telogos jesuitas del mundo entero nos permite esperar tratarse de un eventomuy positivo, que pondr la teologa en centro de visibilidad adentro de la Universidad.

    Me falt hablar, para terminar y no cansar ms a los oyentes y lectores con esecaso que se hace muy largo, el hecho de que , desde hace dos aos, he sido invitada y he

    aceptado colaborar semanalmente con un artculo en el Jornal do Brasil, un importanteperidico brasileo. Es otra manera de hacer teologa, que me da la gratificacin dehaber integrado, en esa etapa de madurez de mi vida, mi primera formacin decomunicadora social y la teologa que se torn mi lugar de eleccin. Tener que traduciren lenguaje simples, directo y fcilmente comunicable la reflexin teolgica es undesafo y un ejercicio altamente estimulante. As tambin lo es el retorno recibido por

    parte de los lectores, que participan con cartas , correos electrnicos, y me confirman enque los medios de comunicacin segn palabras del Papa Juan Pablo II en laRedemptoris Missio estn entre los nuevos arepagos de la modernidad, y que por lotanto los telogos no pueden estar ausentes de ellos.

    El itinerario de las mujeres telogas en Amrica Latina9 Trad. portuguesa Publicaes Monsticas, Juiz de Fora, 2005

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    En Amrica Latina, el trmino Teologa Feminista de Liberacin fue adoptado,oficialmente, en diciembre de 1993, en el Encuentro Regional de las Telogas de laASETT/ EATWOT (Asociacin Ecumnica de Telogos y Telogas del Tercer mundo),en Rio de Janeiro. Antes de esto, el quehacer teolgico desde la realidad de las mujeres

    y destinadla su valoracin, tanto adentro de la Iglesia como en la sociedad, habautilizado nomenclaturas como "teologa de la mujer", "teologa en la ptica de lamujer", o "teologa femenina". Al emplear el trmino feminista, las telogas reunidasasumieron el gnero como una categora de anlisis (as como ya haban utilizado clasey raza/etnia), adentro de un principio metodolgico de desconstruccin yreconstruccin. En otras palabras, preguntaban en que medida la existencia humana an

    poda ser entendida sin hacer referencia a los condicionamientos sociales, polticos,culturales y religiosos que determinan el modo como hombres y mujeres deben vivir,impidiendo la dignidad humana.

    En qu la teologa hecha por mujeres difiere y ha diferido de la teologa hechapor los telogos hombres?

    Los encuentros de teologa feminista realizados en Brasil en la ltima dcadarevelan algunos marcos del camino que la mujer ha realizado por las vas de la teologay que van mostrando tambin esa "diferencia" que es su grandeza, al mismo tiempo que,muchas veces, su "piedra de tropiezo".

    Hace diez aos, las mujeres que se matriculaban en los cursos de teologa yse aventuraban en la elaboracin de un pensamiento propio sobre el misterio de Dios nohacan impulsadas apenas por su deseo. Un deseo imposible de contener y que, mayorque ellas mismas, las llevaba a osar el imposible: aventurarse en un mundo hasta ahoraapenas habitado por hombres y, en su casi totalidad, clrigos clibes. Un mundo, por lotanto, donde lo femenino no tena entrada siquiera indirecta, era ste donde las "lochasde la primera hora empezaron a hacer sus reflexiones y atreverse a dar sus primeros

    pasos teolgicos.Los encuentros de mujeres telogas y pastoralistas, en progresin reveladora

    y fecunda, fueron mostrando un rostro colectivo de mujeres comprometidas con laconstruccin del Reino de Dios. Los temas de los encuentros - que se dieron a nivelnacional y latinoamericano - dan testimonio de esta progresividad de aglutinacin yorganizacin que fue haciendo de la comunidad teolgica y pastoral femenina un sujetoactivo adentro de la comunidad eclesial: "Mujer: aqulla que aprendi a desconocer sulugar"; "Mujer: en bsqueda de su identidad"; "Y la mujer rompi el silencio" ;

    "Haciendo teologa en el femenino plural"seguidos por muchos otros que mantuvieronlos puntos-claves de stos primeros pasos: la ocupacin de un lugar que no era suyo

    desde el inicio; el descubrimiento de una nueva identidad, dada por el Otro; la rotura delsilencio y el acceso a la visibilidad y audibilidad del espacio eclesial y de la comunidadteolgica; la solidaridad y la pluralidad cmplices en el saber y en el hacer teolgicos.Esta solidaridad se volvi ms fuerte desde el momento en el que las mujeres telogas se

    percibieron cmo servidoras y portavoces de las mujeres de medios populares, de lasagentes de pastoral de base, con quien compartan en pie de igualdad un mismo serviciocalificado al pueblo de Dios. En esta comunidad mayor, su misin era organizar yarticular el discurso que sala y sale en estado bruto de las manos y bocas de lascompaeras que estn en la base y en su da a da traban una lucha sin cuartel por eladvenimiento del Reino.

    Al reunirse e intentar organizarse, ellas se miraron en los rostros y

    descubrieron que no eran tan solas y pocas como pensaban. Y que de aquel contacto yencuentro, pudieron sacar y enumerar diversas lneas comunes y vas de apoyo para

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    fortalecer y dar ms consistencia a su trabajo. Sentan recibir de regalo una nuevaidentidad, no inventada por ellas mismas, pero por la infatigable creatividad del Esprituque sobre ellas soplara, hacindolas osar lo nuevo y romper las barreras del mismo y delacostumbrado. Vislumbraban delante de s las posibilidades de una nueva sntesis,original e irrepetible, posible apenas por la gracia de Aqul que cometi el desatino de

    tomar cuerpo en el vientre de una mujer en la plenitud de los tiempos, haciendo lahistoria girar sobre sus goznes.Los encuentros entre mujeres telogas se repitieron, a nivel nacional,

    continental e intercontinental. El movimiento por ellas realizado empez a llamar laatencin, a despertar curiosidad y a suscitar reacciones, favorables o desfavorables,

    portadoras de esperanza o demoledoramente irnicas y sarcsticas, sintomticas de unacerrazn a la incmoda novedad que traan.

    La lucha de la mujer teloga adquiri nuevo "status": de deseo y sueopas a ser realidad muy concreta de ocupar espacio adentro de las facultades y cursosde teologa, de perseguir larga y laboriosamente los grados acadmicos que les

    permitiesen mirar los compaeros hombres en pie de igualdad cordial, de percibir las

    brechas que se abran y ocuparlas con capacidad y dedicacin. sa ha sido unatrayectoria de busca del reconocimiento; de reivindicacin de la presencia y de lavisibilidad en espacios antes predominantemente o apenas masculinos; de intento delograr ciudadana para un modo diferente y "otro de hacer teologa. Un modo dondecabeza, corazn y entraas se unen en fecunda y armoniosa danza cuyo producto es unareflexin diferente sobre la fe.

    Podramos identificar, entonces, algunos marcos generales queidentifican la trayectoria de las mujeres telogas en Amrica Latina:

    1. En primer lugar los ya citados encuentros de mujeres telogas y pastoralistas delcontinente. En ellos se vio que las mujeres telogas ya constituan una masa crticarespetable y que entendan su quehacer teolgico como algo compartido y comunitario.22.

    2. Los servicios que la mujer empieza a hacer ya desde los aos 80 tambin dantestimonio de lo nuevo que se hace en ella y a partir de ella. Ya no se ven lasmujeres en la Iglesia apenas realizando los tradicionales ministerios de la catequesis,o del cuidar de las iglesias y casas parroquiales y otros. Pero cada vez ms se venmujeres adelante de las comunidades, agentes de pastoral comprometidas yrespondiendo por todo un grupo de personas, organizando sus deseos y buscandoarticular de la mejor manera posible su acceso a los bienes eclesiolgicos. En el

    campo de la espiritualidad, la presencia de mujeres igualmente creci de maneranotable. Laicas o religiosas, son incontables hoy en Brasil y en Amrica Latina, lasmujeres que se dedican al ministerio espiritual, produciendo un fruto notable.

    3. Finalmente, las mujeres telogas, despus de su pasaje por los momentoscomentados arriba, que son de descubierta de si mismas y de su papel adentro de lacomunidad teolgica, persiguen caminos en direccin ms a la produccin teolgicaque no est centrada solamente o principalmente sobre el tema de la mujer, pero

    22 Cf. el que sobre estes encuentros es dicho en mi libro El Secreto femenino del misterio, Petrpolis,Vozes, 1991. Cf.Tb. Los relatorios sobre ellos escritos en perspectiva Teolgica 17 (1985) 375-380, porA.M.Tepedino; Mujer: aquella que empieza a desconocer su lugar. Comunicado del Encuentro sobrela Question de la Mujer en las Iglesias Cristianas, 18 (1986), 371-381, por M.C.L.BINGEMER, Y la

    Mujer Rompi el Silencio... Acerca del segun Encuentro sobre la produccin teolgica femenina en lasIglesias Cristianas, 20 (1988) 359-370, por T.CAVALCANTI, Produciendo teologia en femenino

    plural... Acerca del III Encuentro nacional de Teologia en la perspectiva de la mujer.

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    de Base?.Atualidade teolgica, Rio de Janeiro, v. VII, n. 14, p. 216-232, 2003.; Quandoos pobres lem a Bblia. Reflexes a partir da Pastoral Bblica. Atualidade Teolgica -Revista do Departamento deTeologia da Puc/RJ, Rio de Janeiro, v. VI, n. 10, p. 111-123, 2002. As tambin em sus libros, escritos o organizados: novas relaes. 1. ed. SoLeopoldo: Centro de Estudos Bblicos, 2004. v. 1. 26 p.; com FERRARO, B. (Org.) .

    Espiritualidade Libertadora. Seguir Jesus no compromisso com os excludos. 1. ed.Belo Horizonte: O Lutador, 2003. v. 1. 271 p. O en los captulos de libros que escribi:A Sabedoria que vem da simplicidade. Os livros sapienciais. In: Cavalcanti, Tereza;Ferraro, Benedito. (Org.). Espiritualidade Libertadora: seguir Jesus no compromissocom os excludos. 1 ed. Belo Horizonte, 2003, v. , p. 54-67; A inculturao da f entreos pobres e o mtodo de Carlos Mesters. In: Tavares, Sinivaldo S.. (Org.). Inculturaoda f. Petrpolis, 2001, v. , p. 163-178.

    Pero hay uma reciente novedad em su itinerario teolgico: la graduacin enPsicologa, que se dio en el ao 2003. Eso introduce una interesante novedad en su

    produccin teolgica que empieza a ser ms netamente interdisciplinaria. As lodemuestran algunas de sus producciones recientes: O vazio no Cristianismo: uma

    aproximao por meio das escrituras judaico-crists. In: Poian, Carmen Da. (Org.).Formas do Vazio. Desafios ao sujeito contemporneo. 1a. ed. So Paulo, 2001, v. , p.97-130.; Mulheres e melhoras. In: Betto, Frei; Bezerra de Menezes, Adlia; Jensen,Thomas. (Org.). Utopia urgente. Escritos em homenagem aos 80 anos de Frei Carlos

    Josaphat. 1 ed. So Paulo, 2002, v. , p. 167-181.; Banhos: Instituio e sensibilidade.Revista Tempo e Presena, Rio de Janeiro, n. 316, p. 11-14, 2001.; O tema do vazio naSagrada Escritura. Atualidade Teolgica - Revista do Departamento de Teologa daPUC/RJ, Rio de Janeiro, v. IV, n. 6/7, p. 129-149, 2000.

    Maria Ins de Castro Millen es uma de las grandes novedades conocidas yreconocidas recientemente em el panorama teolgico brasileo y internacional Mdica,com brillante formacin em Teologa Moral, consigui su doctorado por la PUC de Rio,em el 2003, com uma brillante tesis sobre el pensamiento de Bernard Haring,recientemente publicada: Os acordes de uma sinfonia. A moral do dilogo na Teologa

    Moral de Bernard Hring, Juiz de Fora, Editar, 2005. Maria Ins es miembro de laSociedade de Telogos Moralistas de Brasil y se prepara para presentar uma ponenciaem el Encuentro Internacional de Padova em julio del 2006. H publicado muchosartculos sobre temas de moral. Destacamos: O corpo na perspectiva do gnero.

    Horizonte Teolgico, Belo Horizonte, v. III, n. 5, p. 35-56, 2004.; Terceira idade:aspectos mdicos. Magis, Rio de Janeiro- Brasil, n. 43, p. 69-74, 2003.; Desafios e

    perspectivas na teia das relaes intra-eclesiais.Rhema, Juiz de Fora, v. 9, n. 30, p. 129-135, 2003.; Experincia do Sagrado e Gnero. RHEMA, Juiz de Fora - MG, v. 8, n. 28,

    p. 121-127, 2002.; "Ser famlia" coisa do passado. In: Eliana Yunes; Maria ClaraBingemer. (Org.). Os des/z mandamentos. So Paulo, 2004, v. , p. 109-118.; Em faceaos desafios do mundo contemporneo, como a psicologia pode contribuir com atica ?. In:Desafios Contemporneos Vida Religiosa, 2005, Juiz de Fora. PublicaesCRB. Rio de Janeiro : CRB, 2005. p. 45-62.

    Maria Carmelita de Freitas es uno de los baluartes de la teologia femenina emBrasil. Religiosa, ha trabajado muchsimo em la Conferencia de Religiosos de Brasil,frecuentemente sobre temas conectados a la Vida Religiosa. Su tesis doctoral , emTeologa Sistemtico-Pastoral, est publicada: Uma opo renovadora. A Igreja no

    Brasil e o Planejamento Pastoral. estudo gentico-interpretativo. 01. ed. So Paulo:Edies Loyola, 1997. v. 01. 471 p.. Adems de esto, es autora de numerosos artculos

    y captulos de libros: Primrdios e Alicerces (1954-1965). In: Ednio Valle. (Org.).Memria Histrica. as Lies de uma caminhada de 50 anos. CRB - 1954 a 2004. 01

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    ed. Rio de Janeiro, 2004, v. 01, p. 15-48.; La vida religiosa en Amrica Latina en losltimos cuarenta aos. Una relectura a partir de la experiencia. In: Pablo Richard.(Org.). 10 palabras clave sobre la Iglesia en America Latina. 01 ed. Estella ( Navarra),2003, v. 01, p. 231-264.; Mission and the future of Religious Life: Observations fromLatin America. In: Religious Formation Conference. (Org.). A moviment in Hope: A

    conversations on the Theology of Religious Life. 01 ed. Silver Spring, 2003, v. 01, p.79-85.; The Mission of religious Man and Women in Latin America Today. ALiberating Mission in a Neo Liberal World. In: Robert J. Schreiter. (Org.). Mission inthe Third Millennium. 01 ed. , 2001, v. 01, p. 88-116.. Los artculos que ha publicadoCarmelita en la revista Convergncia , de los religiosos de Brasil, de la cual esigualmente directora, son tantos que no alcanza ponerlos aqu. La autora es tambincoordinadora del postgrado en teologa de la Facultad de los jesuitas de Brasil, en BeloHorizonte. Es igualmente presidenta de la SOTER. Su captulo Gnero - TeologaFeminista: Interpelaes e perspectivas para a Teologa - Relevncia do Tema. In:SOTER. (Org.). Gnero e Teologa. Interpelaes e Pespectivas. 01 ed. So Paulo,2003, v. 01, p. 13-36., libro que recoge las ponencias de la Asamblea de la SOTER del

    2002 sobre Gnero y teologa es una lectura obligatoria para todos aquellos y aquellasque hoy investigan las relaciones entre gnero y teologa o la teologa hecha por lasmujeres.

    Lucia Weiler es una biblista que ensea en la PUCRGS y en la Escuela Teolgicade los Franciscanos de Porto Alegre. Ha hecho su tesis doctoral sobre el amor en SanJuan. Su tesis no est publicada, por motivos inexplicables, porque es excelente yconsigui nota mxima de la Universidad, la PUC de Rio. Entre sus publicaciones msrecientes, se nota la presencia del tema del amor y tambin la perspectiva de gnero y dela mujer: Trindade, glria e jbilo da criao. In: Pe. Geraldo L.B. Hackmann. (Org.).ATrindade: Glria e jbilo da Criao. Porto Alegre, 2000, v. 22, p. 101-173.; ChavesHermenuticas para uma releitura da Bblia em perspectiva feminista. In: Luiz CarlosSusin. (Org.). Sara Ardente. So Paulo, 2000, v. , p. 222-238.; Encontro entre homeme mulher como espao de mtuo enriquecimento - Resgate de encontros numa

    perspectiva bblica de gnero. Convergncia, Rio de Janeiro, v. 382, p. 240-253, 2005.;Mulher-Maria-Comunidade-Povo: A mulher no Apocalipse 12. Ribla. Revista deinterpretacin bblica latinoamericana, Costa Rica e Brasil, v. 46, p. 69-80, 2003.;Quando uma comunidade acredita no amor. Convergncia, Petrpolis, p. 148-160,2000.

    Ivone Gebara es uma estrella de primera grandeza em la filosofia y teologia brasileas,com mucha repercusin y reconocimiento incluso a nivel latinoamericano e

    internacional. Figura polmica, Ivone, religiosa de la Congregacin de las Cannigasde San Agustn, despus de haber hecho su tesis de filosofia sobre y con Paul Ricoeur,ha publicado muchos libros y artculos de perspectiva muy crtica sobre la maneratradicional de hacer teologa. El problema de Ivone es no solamente con la opresin dela mujer y la perspectiva patriarcalista de hacer teologa, pero con el lenguaje y laexpresin de las creencias de la Iglesia. Eso, juntamente con algunas declaraciones

    polmicas en conocida revista brasilea de gran circulacin, la hicieron tener que pasarun tiempo fuera de Brasil, sin ensear ni publicar. Brillante pensadora, Ivone me trae

    problemas cuando hablo o presento su pensamiento. Primeramente porque la quieromucho. Hemos trabajado juntas y publicado juntas un libro sobre Mariologa que hastahoy yo no renego y en donde me reconozco. Sin embargo, no puedo compartir las

    dificultades que tiene con algunas verdades centrales de la fe, como la Trinidad, laEncarnacin, etc. Sus escritos son brillantes y creo que nosotras, mujeres telogas, no

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    podemos huir de las provocaciones que traen, pero no creo que sea algo con la cualtodas podamos afinarnos. Creo que su captulo Entre os limites da filosofia e dateologia feminista, publicada em el libro de SOTER, ya citado aqu, Gnero e Teologacreo que explica bien aquello que aqu intentamos decir. Adems de esto, Ivone ha

    publicado mucho sobre gnero, mujer y otras cuestiones candentes: Rompendo o

    silncio: uma fenomenologia feminista do mal. Petrpolis: Vozes, 2000. 261 p.;Teologa ecofeminista: ensaio para repensar o conhecimento e a religio. So Paulo:Olho d'gua, 1997. 135 p.;Teologa em ritmo de mulher. So Paulo: Paulinas, 1994.126 p.;As incomodas filhas de Eva na igreja da Amrica Latina (So Paulo: Paulinas,1989).Levanta-te e anda: alguns aspectos do caminhar da mulher na Amrica Latina(So Paulo: Paulinas, 1989).;Poder e no-poder das mulheres (So Paulo: Paulinas,1991).; Vida religiosa: da teologia patriarcal teologia feminista: um desafio para o

    futuro (So Paulo: Paulinas, 1992).;Trindade: palavras sobre coisas velhas e novas,uma perspectiva ecofeminista (So Paulo: Paulinas, 1994). ;Longing for RunningWater: Ecofeminism & Libertion (trans. David Molyneaux; Minneapolis: Fortress,1999).; A mobilidade da senzala feminina: mulheres nordestinas, vida melhor e

    feminismo (So Paulo: Paulinas, 2000).; Out of the Depths: Women's Experience of Evil& Salvation (trans. Ann Patrick Ware; Minneapolis: Fortress, 2002); As guas do meu

    poo, SP, Brasiliense, 2005.

    Maria Lina Boffhizo su tesis doctoral sobre pneumatologa, estudiando la experienciamisionera de sus hermanas Siervas de Mara reparadoras en la Amazona, norte delBrasil. Es profesora de la PUC-Rio, ensea Escatologa y Mariologa. Ha publicadomuchsimo sobre Maria, pero tambin sobre Escatologa y sobre Vida Religiosa, siendomiembro del Equipo Teolgico de la CRB. Entre sus escritos ms recientes estn: A fna comunho dos Santos.Atualidade Teolgica - Revista do Departamento de Teologada PUC/RJ, Rio de Janeiro, n. 16, p. 25-47, 2004.; Maria, Mulher livre. Grande SinalRevista de Espiritualidade, Petrpolis, n. 57, p. 569-579, 2003.; ndole escatolgica daIgreja peregrinante.Atualidade Teolgica, Rio de Janeiro, n. 13, p. 09-31, 2003.; Maria,Mulher livre. Monte Senrio, Roma, v. VII, p. 15-24, 2003.; O Sagrado, a PropostaCrist e a tica feminina. Vida Pastoral, Rio de Janeiro, p. 180-210, 2003.; AComunidade divina e Maria. Significado para a nossa cultura. Ephemeridas

    Mariologicae, Madrid - Espanha, v. LI, n. IV, p. 361-365, 2001.; Per una Terra senzaMali. Rete Radie' Resch, Quarrata - Italia, v. 56, p. 19-22, 2002.; Mutuo soccorso perl'acqua.Rete Radie' Resch, Quarrat - Italia, v. 53, p. 16-19, 2001.; O Sagrado na ticaFeminina. Vida Pastoral, So Paulo, n. 213, p. 1-64, 2000; A fala de Maria noMagnificat aos povos do terceiro Milnio. Para uma mstica evanglica. REB - Revista

    Eclesistica Brasileira, Petrpolis, v. 60, n. 239, p. 515-782, 2000; A fala de Maria noMagnificat aos povos do Terceiro Milnio. Para uma mstica evanglica (II). REB -Revista Eclesistica Brasileira, Petrpolis - Brasil, v. 60, n. 240, p. 859-878, 2000.;Presenza solidale nella liberazione della donna. Rete Radie' Resch, Quarrata - Italia, v.50, p. 12-14, 2000.; Coroao de Nossa Senhora Aparecida padroeira do Brasil. 1a..ed. So Paulo: Salesiana, 2004. v. 01. 64 p.; Culto e Prticas de Devoo a Maria. 1a..ed. Aparecida do Norte - SP: Santurio, 2004. v. 1. 78 p.; Esprito e misso na obra de

    Lucas-Atos. 2a.. ed. So Paulo: Paulinas, 2003. v. 01. 237 p.;A vida religiosa em ritmode Terceiro Milnio. 1a.. ed. Petrpolis: Vozes, 2003. v. 1. 166 p.; com BUCKER, B. P.; AVELAR, M. C. .Maria e a Trindade. 1. ed. So Paulo: Paulus, 2002. 172 p.; Mariana vida do povo. Ensaios de mariologia na tica latino-americana e caribenha. 1a.. ed.

    So Paulo: Paulus, 2001. v. 01. 134 p.; Maria y lo Feminino de Dios. Para unaespiritualidad mariana. 1. ed. Bogot: Paulus, 2000. v. 1. 65 p.;Maria na vida do Povo.

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    Ensaios de Mariologia na tica latino-americana e caribenha. So Paulo: Paulus, 2000.v. 1. 110 p. A mulher toda santa e imaculada. In: Frei Sandro Roberto da Costa. (Org.).

    Imaculada Maria do Povo, Me de Deus. 1a. ed. Petrpolis, 2004, v. , p. 11-.; Adimenso escatolgica da Eucaristia. In: Paulo Cezar Costa. (Org.). Sacramentos e

    Evangelizao. So Paulo, 2004, v. , p. 7-217.; Maria na Dogmtica. In: Padre Virglio

    (Org.).Maria no Novo Testamento e Maria na Dogmtica. Joo Pessoa - PA, 2003, v.,p. 83-154; Escatologia: o que isso tem a ver com a Profecia? In: Maria LucchetiBingemer e Eliana Yunes. (Org.). Profetas e profecias. Numa viso interdisciplinar econtempornea. Rio de Janeiro, 2003, v. , p. 253-260.; Sexo, Drogas, Sensaes. In:Eliana Yunes e Mari9a Clara Bingemer. (Org.). Os dez Mandamentos. 1a. ed. Rio deJaneiro, 2003, v. , p. 02-289; Opo preferencial pelos pobres. In: Conferncia dosreligiosos do Brasil; Telogos desta Conferncia. (Org.). Tempo de Sinais Sinais dostempos. So Paulo, 2000, v. 29, p. 11-96.

    No me gustara olvidarme aqu las compaeras evanglicas que hacen una excelente ytremenda labor de de investigacin y publicacin, tan importante para la teologa del

    continente. De nuevo, sera largo citar todas. Menciono las ms cercanas y conocidas.Ivoni Rheimer, conocida biblista luterana. Ha publicado mucho sobre Biblia y Mujer;Wanda Deifelt, tambin luterana, hizo su tsis en hermenutica y se especializ enhermenutica feminista. Su captulo en el libro de la SOTER, Gnero y Teologa, aquya mencionado, merece ser ledo, por proponer de forma muy vigorosa, seria,fundamentada y pertinente la experiencia como clave de interpretacin de la teologahecha por la mujer. Tania Mara Vieira Sampaio, metodista, hizo su tesis ( en cuyo

    juzgado tuve el honor de participar) sobre el libro de Oseas. Hoy trabaja conperspectivas multidisciplinarias, envolviendo teologa y otras ciencias. Trabajasobretodo sobre la temtica de la corporeidad, con especial acento sobre el libro deCantares.

    Habra muchas ms que citar, pero sino no terminamos nunca con esta lista que crece aritmo veloz, gracias a Dios. Me gustara resaltar algunas jvenes telogas que empiezansu recorrido ms recientemente enriquecen muchsimo la teologa con su aporte y suvisin fresca y abierta de la experiencia de Dios y su misterio. Me gustara solamentemencionar a Lucia Pedrosa de Pdua, que hizo su doctorado sobre Santa Teresa deAvila y ensea Teologa de Espiritualidad en la PUC de Rio; a Alzira Munhoz, religiosade Minas Gerais, que est terminando su tesis doctoral sobre relaciones de Gnero; aMara Pilar Silveira, religiosa uruguaya residente en Caracas, Venezuela, que empiezaahora su tesis doctoral sobre la historia de la mujer en Amrica Latina como pedagoga

    de la fe. Hay muchas ms. Menciono solamente algunas pero las que existen estn ahen los cursos y programas de postgrado, enriqueciendo muchsimo la comunidadteolgica, que ya no se puede pensar sin ellas.

    Un futuro para la teologa hecha por la mujer?

    Una vez hecho ese balance, aunque conciente de sus muchas lagunas y fallas, creemosque ya es hora de recoger y apuntar perspectivas de futuro. Despus de todo ese caminoandado y recorrido, cuales son las perspectivas que se asoman en el horizonte de lamujer teloga con respeto a su misin y la diferencia que desea y puede hacer en la vidateolgica no solamente del continente latinoamericano, como del mundo entero?

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    Parece que dos temas se perfilan con fuerza cuando se trata de pensar el futuro de lateologa hecha por mujeres en el hoy de la Iglesia latinoamericana y an universal.

    a) El primero tiene que ver con el rea de la tica y la Moral. Se trata, en primerlugar, de todo lo relativo a la corporeidad. Vivimos un tiempo en donde el cuerpo,

    tras haber sido despreciado y considerado amenazante por un cierto tipo deespiritualidad, hoy es tema de primera importancia en el mundo posmoderno en quevivimos, con su culto al cuerpo, su hedonismo, pero tambin con suredescubrimiento de la persona humana como cuerpo animado por el Espritudivino, en el cual pulsan las emociones, las experiencias que van a tener impactofundamental en la fe, el seguimiento de Jess y la reflexin que sobre esto intentaarticular la teologa. Sin embargo, la reflexin sobre la corporeidad conllevaconsigo igualmente algunos matices delicados y desafiantes. Pensamos en todaesta rea de reflexin que trata de los derechos reproductivos y de la sexualidad..Hay todo un continente a ser explorado por ah, que gan nueva fuerza yrevigorizados elementos, sobretodo para las telogas catlicas, con la encclica del

    Papa Juan Pablo II "Evangelium Vitae" . Ya desde la dcada de 80 viene sevolviendo patente para las mujeres que el desafo de pensar su corporeidad,sexualidad y fecundidad a la luz de la Revelacin cristiana y en dilogo con elMagisterio de la Iglesia es una misin a la cual no pueden hurtarse. Y ellas lo hanhecho y continan a hacerlo con coraje y esperanza.10

    b) El otro tema es ms candente pertenece al rea de la Eclesiologia. Se trata de lacuestin de los ministerios. Todas las mujeres envolvidas en un servicio eclesialsienten cotidianamente en su propia carne como es apremiante una reflexin y una

    prctica que conteste a los deseos del pueblo de Dios en este particular. En ladcada de 80, las mujeres comenzaron efectivamente a contestar a esta situacin,asumiendo ministerios varios en las comunidades. La dcada de 90 continu

    profundizando esta pista abierta y buscando caminos fecundos, aunque no siemprefciles, para ensanchar el espectro de las conquistas posibles y promisorias que irnhaciendo siempre ms con que la mujer cristiana encuentre un camino que pase poradentro del espacio eclesial para hacer su pasaje del domestico al pblico.

    c) Al lado de esto, nos parece que una labor ingente y urgente por parte de lastelogas que somos nosotras sera el rescatar biografas inspiradoras de mujeres y

    pensarlas teolgicamente. No decimos esto solamente porque fue la va que hemoselegido para nuestra investigacin actual. Es un hecho que hoyda no vigoran mslos paradigmas colectivos. Sin embargo, los paradigmas personales pasan a tener

    enorme importancia. Por otro lado, cada vida humana es una maravilla del Espritude Dios en la historia que, en cuanto tal, tiene mucho que decir y que inspirar a lateologa. Las vidas de las santas, testigos privilegiadas del genio femeninoinspiradas por la fe y la experiencia de Dios pueden ser muy iluminadoras para lateologa que mujeres como nosotras somos llamadas a hacer en los das de hoy.

    d) Parece importante, igualmente, no detenerse exclusivamente sobre el tema de lamujer y la problemtica correspondiente. Aunque sea muy importante hacerlo, ynecesario que se lo haga de manera competente y siempre nueva, parece claro hoyda que la mujer teloga, as como cualquier otro telogo, debe trabajar sobre todoslas temas de la teologa, mirados y trabajados desde su perspectiva y su ptica de

    10 Cf. sobre eso el reciente libro de la SOTER , Corporeidade e teologia, BH/SP, SOTER/Paulinas, 2005,con relevantes contribuciones de mujeres, no solamente telogas, sino igualmente socilogas, psiclogas,etc.

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    mujer. As se presta relevante servicio a la Iglesia, ofreciendo una perspectivaoriginada desde una experiencia otra que la mayoritaria, que es la masculina, paracaptar, experimentar y reflexionar sobre Dios, Jesucristo, la Iglesia, losSacramentos, la vida cristiana, la muerte y la vida despus de la muerte, etc.

    e) En cuanto forma de trabajar teolgicamente, aunque sea bueno y necesario

    formar grupos de mujeres que trabajen juntas, nos parece de fundamentalimportancia que la reflexin teolgica hecha por las mujeres se abra siempre ms ala presencia de los compaeros varones. El feminismo ya hizo su revolucin al

    provocar, por parte de los hombres, la puesta en cuestin y la reflexin sobre lamasculinidad y sus implicaciones culturales, antropolgicas, etc. Sera altamentedeseable, sin embargo, que este mismo feminismo no repitiera los mismos errores deun pasado no tan lejano. Las mismas mujeres que nos hemos sentido con todarazn heridas por ser excluidas de los lugares relevantes de la Iglesia, heridas porno ser acogidas en nuestra diferencia, no podemos constituir ahora mundo a parte yexcluir, por nuestra vez, a los hombres de nuestras reuniones y nuestra comunidadde vida y pensamiento. Es toda la Iglesia y la sociedad que gana con esto. Un

    mundo sin mujeres, o mejor, de mujeres sometidas y ignoradas, se ha revelado unmundo violento e inhumano. Un mundo sin hombres, a su vez, podr ser un mundoque caiga en la tentacin de exiliar la razn y erigir la sensibilidad o peor todava

    las sensaciones en paradigma mayor a partir de lo cual todo se piensa y entiende.Seguramente este no es el mundo, la comunidad o la sociedad que deseamosconstruir, ni es para eso que sirve nuestra labor teolgica.