Teoria Conducta Bandura 1974jghjjh

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Albert Bandura 1974 Adaptación: Jaime Ernesto Vargas Mendoza Asociación Oaxaqueña de Psicología A. C. 2011

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  • Albert Bandura 1974Adaptacin: Jaime Ernesto Vargas MendozaAsociacin Oaxaquea de Psicologa A. C. 2011

  • La imagen del hombre que se desprende de la teora de la conducta requiere de un examen critico desde el punto de vista conceptual y desde sus bases sociales.

    Esta afirmacin se ilustra perfectamente cuando notamos la creciente preocupacin del pblico por su posible manipulacin y control a partir del uso de los mtodos psicolgicos.

    Otras preocupaciones surgen cuando uno escucha exageradas afirmaciones sobre el poder psicolgico, envueltas en un discurso de manipulacin y control autoritario.

    En la cabeza de las personas de la poblacin en general y en muchos psiclogos y psiclogas, la teora de la conducta se hace sinnimo de condicionamiento.

    Como resultado, quienes tienen un prejuicio en contra, etiquetan estas ideas como precursoras de un estado totalitario.

  • Contrario a la creencia popular, el mentado condicionamiento reflejo humano es en buena parte un mito. El condicionamiento es simplemente un termino descriptivo para referirse al aprendizaje de experiencias apareadas en el tiempo y no una explicacin de cmo es que tienen lugar los cambios.

    Originalmente se supona que el condicionamiento ocurra automticamente. Pero con una observacin ms cuidadosa se ve que est mediado cognitivamente. La gente no aprende luego de varias experiencias apareadas en el tiempo, a menos que se de cuanta de que esos eventos estn correlacionados (Dawson & Furedy, 1974; Grings, 1973).

    Las denominadas reacciones condicionadas son en buena medida auto activadas sobre la base de expectativas aprendidas y no evocadas automticamente.

    El factor critico, entonces, no es que los eventos ocurran juntos en el tiempo, sino que la gente aprenda a predecirlos y asuma una reaccin anticipatoria apropiada.

  • Las referencias peyorativas en relacin a los principios del aprendizaje, que suelen aparecer en lo que a veces dicen algunos profesionistas y personas fuera del campo de la disciplina, degradan tanto a la ciencia psicolgica como a las personas que emiten estos juicios con una retrica ofensiva.

    Se encuentra bien documentado el hecho de que la conducta es influida por sus consecuencias la mayor parte del tiempo. La imagen del hombre que este principio delinea depende del tipo de consecuencias que se consideren y del entendimiento de cmo es que estas funcionan. En las teoras que solo aceptan el papel de las consecuencias externas inmediatas y aseguran que estas moldean automticamente la conducta, la gente se visualiza como tteres mecnicos que responden a las fuerza externas. Pero las consecuencias externas, con todo lo que resultan influyentes, no son los nicos determinantes del comportamiento humano y no funcionan automticamente.

    Las consecuencias de las respuestas tienen diversas funciones. Primero, proporcionan informacin. Al observar el efecto de sus actos, los individuos eventualmente distinguen qu conductas son apropiadas para una situacin dada. La informacin adquirida funciona como una gua para la accin. Contrario a la metfora mecanicista, los resultados cambian la conducta humana mediante la influencia interventora del pensamiento.

  • Las consecuencias motivan mediante su valor como incentivos, as como informan. Al representar simblicamente resultados a largo plazo, las consecuencias futuras pueden convertirse en motivadores actuales de la conducta.

    Muchas de las cosas que hacemos pretenden ganar beneficios anticipados y escapar de futuros problemas. Las elecciones de lo que hacemos estn en buena medida bajo un control anticipatorio. As que, la afirmacin contundente de que el hombre est controlado por las consecuencias de sus respuestas, lo es ms por las que anticipa que por las actuales.

    As, las consecuencias inmediatas, aunque sean muy poderosas, no necesariamente le quitan importancia a las de ms largo plazo (Mischel, 1974).

  • Las explicaciones basadas en el reforzamiento originalmente asumen que las consecuencias incrementan la conducta sin que haya una percepcin consciente. La an prevaleciente idea de que los reforzadores pueden funcionar perniciosamente provoca miedo de que al mejorar las tcnicas de reforzamiento, esto pueda permitir a las autoridades manipular a las personas sin que estas se den cuenta u otorguen su consentimiento.

    Aunque las bases empricas de esto no sean completas para resolver la cuestin, hay muy poca evidencia de que las recompensas funcionen como fortalecedoras automticas de la conducta humana. La conducta no es mayormente afectada por sus consecuencias sin que uno se de cuenta de que es lo que estn reforzando (Bandura, 1969; Dulany, 1968).

    Luego que las personas disciernen la relacin instrumental entre la accin y su resultado, las recompensas contingentes pueden producir acomodacin o por el contrario, oposicin, dependiendo de cmo la persona valore los incentivos, as como la forma en que otras personas responden. De manera que, el reforzamiento, cuando se le entiende mejor, cambia de ser un fortalecer mecnico de la conducta, a ser una influencia informativa o motivacional.

  • Las personas no funcionan en aislamiento. Como seres sociales, observan la conducta de los otros y las ocasiones en que esta es reforzada, ignorada o castigada. Por ello, pueden aprender de las consecuencias que observan as como de las que experimentan directamente (Bandura, 1971c).

    Reconocer lo que es el reforzamiento vicario nos conduce a otra dimensin humana (llammosla, la capacidad evaluativa) dentro del funcionamiento de las influencias del reforzamiento.

    Las personas sopesan las consecuencias en ellos mismos, con las que le ocurren a otros por el mismo comportamiento.

    La conducta humana se explica mejor por la influencia relacional de las consecuencias observadas y las directamente recibidas, que por uno de estos factores aislados.

  • Por otro lado, tambin, las teoras que explican la conducta humana como resultado de reforzadores y castigos externos, presentan una imagen incompleta del hombre pues la gente parcialmente regula sus acciones mediante consecuencias que uno solo se dispensa (Bandura, 1971c; Thoresen & Mahoney, 1973).

    Una vez que se adquieren las funciones del auto-reforzamiento, un acto dado produce dos conjuntos de consecuencias: reacciones de auto evaluacin y resultados externos.

    Las fuentes externas y personales de reforzamiento pueden funcionar de manera suplementaria o como influencias antagonistas sobre la conducta.

  • As, por ejemplo, las personas comnmente experimentan conflictos cuando son recompensadas por conductas que personalmente desprecian.

    Otro tipo de conflicto es el que se da entre las consecuencias externas y las auto producidas, cuando las personas son castigadas por comportamientos que consideran correctos o valiosos.

    Las consecuencias externas ejercen gran influencia sobre la conducta, cuando son compatibles con las que se auto proporcionan. Estas condiciones se dan cuando los actos reforzables son una fuente de orgullo y los castigables de auto censura.

  • Aunque las influencias del auto reforzamiento sirven como reguladoras de la conducta, pueden ser disociadas de costos censurables mediante prcticas auto exonerantes (Bandura, 1973).

    Una manera de que esto suceda es hacer de comportamiento inhumanos algo personal y socialmente aceptable, al definir estas conductas en trminos de elevados principios morales. La gente no acta de maneras que considera diablicas o destructivas, hasta que tales actividades se consideran como tiles para propsitos morales. Durante la historia, se ha perpetrado mucha crueldad en el nombre de principios religiosos, ideologas de lo que es correcto y mediante sanciones regulatorias. En los intercambios cotidianos, se describen con eufemismos, como recurso lingstico, para enmascarar actividades a todas luces reprobables.

    Otra prctica disociativa frecuente consiste en oscurecer o distorsionar la relacin que exista entre las acciones de uno y los efectos que producen.

    Mediante la divisin del trabajo , la toma colectiva de decisiones y la accin en grupo, las personas pueden participar en actividades deplorables, sin sentir responsabilidad personal o auto desaprobacin. Finalmente, otra prctica exonerativa consiste en atribuir le a la vctima culpas y descalificaciones.

  • Aunque el control personal comnmente sirve como una fuerza auto directiva, esta puede ser nulificada mediante las sanciones sociales que conducen hacia la destructividad. El adoctrinamiento y la justificacin social le dan sentido a los eventos y producen anticipaciones motivantes, que determina nuestras acciones. El control mediante la informacin, que tiene sus races en los procesos cognitivos, es ms insidioso y poderoso, que el condicionamiento a travs de la contigidad.

    El darse cuenta de que el reforzamiento es una manera desarticulada para determinar lo apropiado de una conducta, aliment el uso de factores cognitivos para la modificacin de la conducta. No sorprende ahora que la gente cambie con mayor rapidez si se le dice que conductas son las que se van a reforzar y cuales se van a castigar, que si lo tiene que descubrir observando las consecuencias de sus acciones.

    Algunas competencias que an no forman parte de su repertorio pueden desarrollarse con gran facilidad con la ayuda de instrucciones y modelamientos, que solamente confiando en los aciertos y fracasos de una ejecucin no guiada.

  • As pues, las personas no absorben indiscriminadamente las influencias que ejercen sobre ellas.

    Consecuentemente, las practicas de reforzamiento han evolucionado, cambiando de un control unilateral, hacia el contrato social.

    Los arreglos positivos afirman que si los individuos hacen ciertas cosas, sern merecedores de ciertas recompensas o privilegios. En el caso de arreglos negativos mediante sanciones, la conducta a reprimir acarrear costos mediante castigos.

    El proceso se prescribe en trminos de reforzamiento, pero en la prctica se da un intercambio social.

    La mayora de las interacciones sociales son, por supuesto, gobernadas por acuerdos condicionantes, aunque usualmente no se manifiestan en trminos de reforzamiento.

  • Tambin hay que notar que el inters empieza a cambiar y de lo que era antes la intencin de manipular el comportamiento, ahora la intencin es ms de desarrollar habilidades de auto regulacin. En este nuevo enfoque, el control es visto en su mayor parte como ubicado en las manos de los individuos mismos: ellos disponen los inductores ambientales de su comportamiento deseable, ellos mismos evalan sus ejecuciones y ellos sirven las veces de agentes de reforzamiento para ellos mismos (Goldfried & Merbaum, 1973; Mahoney & Thoresen, 1974).

    Para mayor seguridad, estas funciones de auto reforzamiento, muchas veces se apoyan en influencias externas.

  • Lo que hemos dicho hasta ahora nos conduce a la necesidad de ampliar el espectro de la investigacin sobre los procesos de reforzamiento que regulan el comportamiento humano. Lo mismo se dira respecto a la forma en que se conceptualiza e investiga el aprendizaje humano. Nuestras teoras han sido increblemente lentas en reconocer que las personas pueden aprender mediante la observacin, as como a partir de sus experiencias directas.

    La capacidad de representar simblicamente actividades modeladas le permite al hombre adquirir nuevos patrones de comportamiento, observacionalmente, sin que intervenga el reforzamiento.

    A partir de observar a otros, uno se forma la idea de cmo ciertas conductas se ejecutan y en ocasiones posteriores, esta informacin codificada servir como gua para la accin.

  • Ciertamente, la investigacin llevada a cabo en el marco de la teora del aprendizaje social, muestra que virtualmente todo el aprendizaje que es producto de experiencias directas, puede ocurrir tambin de manera vicaria al observar la conducta de otra persona y las consecuencias que recibe (Bandura, 1969).

    El que el proceso de adquisicin se abrevie mediante el aprendizaje observacional es , por supuesto, vital tanto para el desarrollo como para la supervivencia.

    El modelamiento reduce lo tedioso de ejecuciones que consumen tiempo con respuestas inapropiadas. Debido a que los errores pueden producir consecuencias costosas, si no es que fatales, las posibilidades de sobrevivencia seran menores , de hecho, si la gente tuviera que confiar solamente en los efectos de sus acciones para saber que hacer.

  • La evidencia va en aumento sobre la observacin de que el modelamiento abstracto resulta muy efectivo para inducir comportamiento cognitivo gobernado por reglas (Bandura, 1971a; Zimmerman & Rosenthal, 1974).

    Sobre la base de reglas derivadas observacionalmente, las personas alteran la orientacin de sus opiniones, sus esquemas conceptuales, sus estilos lingusticos, sus estrategias para procesar la informacin, as como otras formas de funcionamiento cognitivo.

    Desde el punto de vista del aprendizaje social, la capacidad del aprendizaje observacional se desarrolla adquiriendo habilidades en la observacin discriminativa, en la codificacin de la memoria, en la coordinacin ideomotora y en los sistemas sensoriomotrices, as como en evaluar consecuencias probables por copiar ciertos comportamientos.

  • Estos desarrollos recientes han cambiado el nfasis hacia desde el estudio del aprendizaje de respuestas, hacia el anlisis de la memoria y la cognicin.

    El aprendizaje social incluye dentro de su marco de trabajo tanto los procesos internos del organismo, como los determinantes relacionados con la ejecucin de la conducta.

    Las especulaciones sobre la naturaleza humana inevitablemente hacen que surja el tema fundamental del determinismo y de la libertad humana. A este respecto, si consideramos la libertad en el sentido social y especialmente bajo el marco terico del aprendizaje social, la libertad se define en trminos del nmero de opciones disponibles para las personas y el derecho a poder elegir entre ellas.

    Entre ms alternativas conductuales y prerrogativas sociales tenga la gente, mayor ser su libertad de accin.

    Para maximizar la libertad, una sociedad debe de poner lmites a la conducta, pues una licencia completa para el individuo probablemente lleve a afectar la libertad de los otros.

  • Es verdad que la conducta es regulada por sus consecuencias, pero estas contingencias son parcialmente construidas por las mismas personas. Mediante sus acciones, la gente juega un rol activo produciendo las contingencias de reforzamiento que se imponen sobre ellos. As, la conducta parcialmente crea el ambiente y el ambiente influye sobre la conducta de una manera recproca.

    As que al dicho que afirma que cambiando las contingencias cambiamos la conducta, habra que agregarle el lado recproco, cambia la conducta y cambiars las contingencias.

    La imagen de la eficacia del hombre que emerge de la investigacin psicolgica, depende de que aspectos del sistema de control recproco sea el que uno seleccione para su anlisis.

  • La psicologa no puede decirle a la gente como debe de vivir su vida. Sin embargo, puede proporcionarles los medios para llevar a cabo el cambio personal y social. Y puede auxiliarles para tomar decisiones valiosas al asesorarles sobre las consecuencias de diversos estilos de vida alternativos y los arreglos institucionales.

    Como una ciencia interesada en las consecuencias sociales de sus aplicaciones, la psicologa tambin debe cumplir una amplia obligacin con la sociedad, ejerciendo su influencia para que las polticas pblicas aseguren que sus descubrimientos se utilicen al servicio del mejoramiento del hombre.

  • Albert Bandura Stanford UniversityBehavior Theory and the Models of ManAmerican Psychologist, 1974, 859-869

    Discurso Presidencial presentado en la reunin de la Asociacin Psicolgica Americana, Nueva Orleans, Agosto de 1974

  • En caso de citar este documento por favor utiliza la siguiente referencia:

    Vargas-Mendoza, J. E. (2011) La teora de la conducta y la imagen del hombre. Mxico: Asociacin Oaxaquea de Psicologa A.C. En http://www.conductitlan.net/anlisis_experimental_de_la_conducta/teoria_conducta_bandura_1974.ppt