Teoria Del Bien y Felicidad
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RESUMEN: MORAL A NICÓMACO – ARISTÓTELES
Alumna: MARIEL PEÑALOZA PALAZUELOS Curso: 5to “A” Secundaria Superior
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………
LIBRO PRIMERO
TEORIA DEL BIEN Y FELICIDAD
CAPITULO I
El bien es definido como el objeto que deseamos conseguir
Todos los hechos están sometidos a una ciencia especial que los domina. Si en todos los actos
queremos conseguir lo logramos, el fin será el bien supremo.
La ciencia política se sirve de todas las otras ciencias para la existencia de los Estados y este es el
bien supremo del hombre. La política se ocupa de juzgar, y para juzgar un objeto, es preciso
conocerlo con experiencias, proponiendo un fin práctico.
CAPITULO II
Vivir bien es sinónimo de felicidad, la opinión de nuestro supremo bien.
El verdadero principio de todo, son los hechos, y con este no habría su causa y cuando se tiene
este conocimiento se lo puede adquirir.
Las naturalezas vulgares creen que la felicidad es placer y aman la vida de goces materiales, pero
por lo contrario, los espíritus distinguidos y activos ponen la felicidad en la gloria.
CAPITULO III
En la categoría de las sustancias, el bien es Dios y la inteligencia, en la categoría de la cualidad es la
virtud, de la cantidad es la medida, en la relación es lo útil, en el tiempo es la ocasión y en la de
lugar es la posición regular. El bien no es una cosa común que se pueda comprender baja una sola
y única idea.
CAPITULO IV
En toda acción, el bies es el fin que se busca y en este se hace todo. Si para todo lo que el hombre
pueda hacer, existe un fin común con actos, este fin es el bien. Nosotros deseamos el placer con la
mirada en la felicidad.
La felicidad es una cosa definitiva, perfecta y se basta a si misma, es el mayor de los bienes y el
medio para alcanzarla es saber cuál es la obra propia de hombre y debe ser realizada durante una
vida entera y completa.
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CAPITULO V
No es justo exigir en todas la cosas un mismo grado de exactitud, es preciso resignarse a no
obtenerla, basta por sí solo para aclarar muchos puntos en las discusiones.
CAPITULO VI
Los bienes están divididos en 3 clases, bienes exteriores, bienes del alma (especiales) y bienes del
cuerpo. La felicidad es virtud. Los que obran bien son los que pueden aspira a la gloria. La felicidad,
es lo mejor, lo más bello y lo más dulce. La fortuna se confunde con felicidad, porque la felicidad
no puede ser completa sin los bienes exteriores.
CAPITULO VII
La felicidad es cierta actividad del alma conforme a la virtud. Nunca un hombre debe afirmarse
dichoso mientras tenga vida y se debe esperar a ver el fin, el hombre no será dichoso hasta
después de su muerte.
CAPITULO VIII
La idea de felicidad nos la representamos como cosa inmutable y que la fortuna causa la
perturbación de esta.Los acontecimientos grandes y repetidos hacen la vida más dichosa porque la
embellecen. El hombre que sabe sacar de las circunstancias el mejor partido es dichoso y no se le
arrancará la felicidad.
CAPITULO IX
Entre las desgracias que nos afectan unas pesan sobre nuestra vida y otras no conmueven, pero no
es bastante fuerte para hacernos felices o privarles de esta.
Si uno es dichoso, esta influencia no puede llegar a hacerlos desgraciados.
CAPITULO X
La alabanza no se aplica a las más perfecta. La alabanza puede aplicarse a la virtud, porque ella
enseña a hacer el bien.
La felicidad merece nuestro respeto y es perfecto, este es un principio que buscamos y es divino.
CAPITULO XI
La felicidad es cierta actividad del alma dirigida por la virtud perfecta, y esta es el objeto de los
trabajos del verdadero político, porque quiere hacer a los ciudadanos virtuosos y obedientes a
leyes.
La virtud del alma, porque la parte del alma está dotada de razón e invita al bien. El alma a veces
se opone a la razón porque no vemos al alma, pero tampoco dejamos de creer en ella.
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LIBRO SEGUNDO
TEORIA DE LA VIRTUD
CAPITULO I
La virtud tiene dos especies, la intelectual y la moral. La virtud moral nace del hábito y costumbres.
La naturaleza nos ha hecho sensibles de los hábitos. No adquirimos las virtudes sin antes haberlas
practicado. Toda virtud se forma y destruye por los mismos medios las que las formamos.
CAPITULO II
Nos consagramos a tratado para aprender a hacernos virtuosos y buenos. Las acciones deciden
nuestro carácter y cualidades. Toda acción que el hombre cometa, no debe ser en exceso.
CAPITULO III
El placer y el dolor se unen a nuestras acciones, el hombre que se abstiene de estos es templado y
el que soporta esta situación, en intemperante. La virtud moral se relaciona con los dolores y
placeres, lo persecución al placer nos lleva hacia el mal y el temor del dolor nos impide el bien.
Una buena educación consiste en colocar nuestros goces y dolores donde convenga. Las virtudes
se manifiestan por actos y afecciones.
El alma está relacionada con las cosas del placer o dolor.
Se debe buscar el bien, lo útil, lo agradable y se debe huir del mal, lo dañino y desagradable.
CAPITULO IV
Para ser justo, se debe practicar la virtud y para ser templado practicar la templanza. Es preciso
que el que obra se halle en cierta disposición moral y sepa lo que hace. Las virtudes se adquieren
mediante la práctica de actos justos, de templanza, etc.
CAPITULO V
Para el alma existen 3 elementos: pasiones o afecciones, facultades y cualidades adquiridas o
hábitos. Ni las virtudes, ni vicios, son pasiones. Los sentimientos de cólera, no dependen de
nuestra elección y voluntad.
La naturaleza nos da la facultad de ser buenos o viciosos.
CAPITULO VI
La virtud del hombre es la manera de ser mora y gracias a este, sabemos cómo obrar. Para el
hombre el medio, no el más, ni el menos, no peca, ni por exceso, ni por defecto. La virtud moral
concierne a las pasiones y actos del hombre, esta da el justo medio. El exceso y defecto
pertenecen al vicio y el medio a la virtud.
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CAPITULO VII
Las acciones siempre son particulares y a ellas deben ajustase las teorías.
Para los placeres y dolores, el medio es la templanza. El que sabe ocupar un punto medio entre
estos excesos es un hombre modesto.
CAPITULO VIII
Existen extremos que tienen cierta semejanza con el medio y la desemejanza aparece en unos
extremos a otros. Las cosas que están entre si lo más lejos posible se llaman contrarias. Las cosas
hacia las cuales nos sentimos más arrastrados nos parecen más contrarias al medio prudente. Asi
es que nuestra naturaleza nos lleva hacia los placeres. Y por esto la incontinencia que es un
exceso, es más contraria a la templanza que a la insensibilidad.
CAPITULO IX
La virtud moral es un medio entre dos vicios, uno por exceso y el otro por defecto. Debemos
entender el porqué debemos entender hacer lo posible para ser virtuosos. Debemos alejarnos del
vicio que sea más contrario. El que se separa poco del bien, no se expone a censura, mientras que
el que se aleja más de este, no puede librarse la critica por una falta que todo el mundo puede ver.
Para manchar derechos, es preciso inclinarnos del lado del exceso, ya q del lado del defecto,
porque de este modo alcanzaremos más fácilmente el medio y el bien.
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LIBRO TERCERO
CONTINACIÓN DE LA TEORÍA DE LA VIRTUD, DEL VALOR Y LA TEMPLANZA
CAPITULO I
La virtud y actos del hombre, recaen sobre cosas voluntarias, puesto que las cosas involuntarias
procede el perdón y comprensión, además que estas se hacen por fuerza mayor o ignorancia
cuando la causa es exterior, que son el resultado de un preferencia en el momento mismo en que
se hacen. La acción voluntaria o involuntaria son ejecutados por nosotros y de aquí nace que se
alabe o censure. Las causas particulares dependen de nuestra voluntad. El placer y el bien nos
fuerzan.
CAPITULO II
Contra nuestra voluntad solo se verifica aquello que nos causa dolor y arrepentimiento. Y el que
no se arrepiente de haber obrado, obró sin voluntad.
La ignorancia no es causa de que su acto sea involuntario, es causa de su perversidad. El que
ejecuta alguna cosa culpable sin saber que la hace, obra involuntariamente. Pero se puede ignorar
aquello que se hace y además que cause compasión y lleve tras de si el arrepentimiento.
El acto involuntario nace de fuerza mayor o ignorancia.
El acto voluntario es el que conoce los por menores de todas las condiciones que su acción
encierra.
CAPITULO III
La intensión o preferencia determinan nuestras resoluciones y son voluntarias.
La intención es el elemento de la virtud y nos permite apreciar las cualidades morales de este. A la
intensión se le llama deseo, sentimiento del corazón y volición, juicio de cierto género.
La preferencia, es l obra por las pasiones. La intensión se dirige a cosas imposibles.
Nuestras intenciones y preferencias escogen las cosas buenas.
CAPITULO IV
El objetivo de la deliberación es gozar de la razón y deliberamos a cosas que están sometidas a
nuestro poder. Los hombres deliberan, sobre las cosas que creen ser capaces de poder hacer, .Se
aplica a cosas que están sometidas a reglas ordinarias, son oscuras. Deliberamos sobre los medios
que conducen al fin.
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El objeto de nuestra preferencia sobre el cual se delibera, y el cual se desea, una cosa que
depende de nosotros solos, porque nosotros juzgamos después de haber deliberado y luego
deseamos el objeto conforme a nuestra deliberación.
CAPITULO V
El objeto que se busca es el bien mismo sostenido por la voluntad, hacia el bien, el objeto de la
voluntad, el hombre virtuoso juzga a las cosas como es debido y conoce la verdad de cada una. El
vulgo escoge el placer, tomándolo por el bien y huye del dolor, tomándolo por el mal.
CAPITULO VI
La virtud depende de nosotros y el vicio depende de nosotros también. Esto resulta confirmado
por la conducta personal de cada uno de nosotros. Se castiga e imponen penas a los que cometen
actos culpables y recompensan y tributan honores a los autores de acciones virtuosas. Si un
hombre es malo y corrompido, de él depende no ser lo que llegó a ser. Todo el mundo desea lo
que le parece que es el bien, pero ninguno es bueno, de evitar las apariencias, de la imaginación.
Las virtudes son medios y hábitos.
CAPITULO VII
El valor es un medio entre el miedo y la audacia.
Se llama valiente, al hombre que se presenta sin temor ante una muerte honrosa y ante peligros,
como son los de la guerra. El valor se muestra en los casos en que es preciso defenderse con
energía, pero no se honra cuando se muere de una enfermedad o naufragio.
CAPITULO VIII
Un objeto temible es aquel que supera las fuerzas ordinarias de la humanidad y el objeto del
temor es aquel que puede aterrar a un espíritu que está en el goce pleno de su razón. El hombre
valiente es inalterable, pero este temerá como deba temer y lo soportará como la razón quiere
que los soporte. El que peca por exceso de miedo es un cobarde.
El hombre de valor sabe mantenerse en justo medio y obrar con la razón.
CAPITULO IX
El valor cívico tiene como fundamento la virtud producida por un noble pudor y deseo del bien.
Este ambiciona el honor y teme a la censura.
Los valientes están propensos a encolerizarse, ya que está desprecia los peligros.
Los verdaderamente valientes o bran movidos por el sentimiento de honor causando la cólera. Los
hombres que aparentan ser valientes, ignoran el peligro para parecer valientes.
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CAPITULO X
Valor se refiere al miedo y confianza y se manifiesta en los casos que hay que tomar. Cuando se
soporta penas y dolores se puede llamar valiente. Nada impide que los hombres que no se
mueven por los sentimientos san temibles y los más fuertes por despreciar los peligros.
CAPITULO XI
La templanza es el justo medio en todo lo relativo a los placeres. –La templanza se aplica los
placeres del cuerpo y del alma. La intemperancia afecta más particularmente al sentido del gusto y
al del tacto.
CAPITULO XII
Los deseos que apasiona al hombre, unos son comunes a todos los seres, otros particulares y otros
adquiridos por el acto de nuestra voluntad, así diferenciando los gustos.
El hombre prudente y templado sabe mantenerse en le medio conveniente, o gusta de placeres
que apasionan …………… y siente repugnancia a estos desórdenes, no goza con furor de ninguna
cosa. Sus deseos son moderados y no traspasan los límites.
CAPITULO XIII
La intemperancia es producida por el placer, mientras que la cobardía es causada por el dolor que
trastorna y destruye la naturaleza. El placer depende de nuestra voluntad. El gusto del placer e
insaciable y se reproduce en el corazón, pues el pes preciso que los deseos sean moderados y que
no tengan nada que sea contrario a la razón . Se desea lo que se debe desear.
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LIBRO CUARTO
ANÁLISIS DE LAS DIFERENTES VIRTUDES
CAPITULO I
Solo es verdaderamente liberal aquel que gasta sus bienes de una manera conveniente. El que
pasa de este límite es prodigo. Los tiranos no son pródigos, porque sus riquezas son tan inmensas
que es fácil que se agoten.
El pródigo se entrega a excesos porque los vive. La avaricia es incurable y forma la vejez y
debilidad. Otros se abstienen de recibir de los demás y no dar jamás.
Otros avaros se distinguen por dar en exceso y recibir en exceso. La avaricia e un vicio y nace
como termo falta a los hombres.
CAPITULO II
El magnífico es el que sabe gastar, e un hombre reflexivo y sagaz. Ve lo que le conviene en cada
ocasión con mesura.
Los gastos del magnífico son grandes y convenientes y sus resultados son igualmente lo uno y otro.
Los gastos de la magnificencia son de mucha consideración y honrosos.
CAPITULO IIII
La magnanimidad o grandeza del alma, solo se explica a las grandes cosas. El magnánimos como
debe ser y se estima en su justo valor. Procura en su conducta lo que puede producir honor o
deshonor. Este es el más perfecto de los hombres, está lleno de virtud.
Si el magnánimo se fija en el honor deberá moderase en la riqueza y el poder.
El magnánimo no recurre a nadie. Gusta bastante de la indolencia y de la lentitud, no siente
resentimiento por el mal que le haga.
CAPITULO IV
La liberalidad e a la magnificencia, estas alejan de lo grande. Se puede ambicionar el honor más o
menos de lo debido, pero también se puede ambicionar hasta que sea conveniente.
CAPITULO V
El exceso de la mansedumbre se llama accesibilidad, la pasión es la cólera y los motivos que la
producen son numerosos.
Los…… están dotados de una vivacidad excesiva, se irritan por todo y contra todo el mundo y solo
la venganza los calma, porque mediante ella se reemplaza el placer, esto es lo opuesto a la
mansedumbre.
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CAPITULO VI
El hombre que hace el bien y lo útil, conseguirá no disgustar a nadie y ser agradable a todo el
mundo. Busca causar placer a otro. En cuanto al que intenta agradar, si solo espera a ser agradable
sin ningún otro motivo, le llamamos complaciente.
CAPITULO VII
El vanidoso, el fanfarrón, es aquel que quiere hacer creer que las cosas destinadas a ilustrar al
hombre, posee cualidad que realmente no tiene. El hombre encogido, oculta las cualidades que
posee o las rebaja. El que ocupa el término medio se representa tal cual es, según su carácter
propio. L vana…es lo opuesto a la franqueza, porque es un defecto más grave que la ironía o falsa
reserva.
CAPITULO VIII
Debemos decir lo que se debe y como se debe y en oír a los demás en las mismas condiciones.
Existen personas llevan al exceso la manía de hacer reír pasando por bufones insípidos y
molestosos. Existen otros que nunca se les ocurre nada gracioso, estos son hombres rústicos y
grotescos. Pero lo que tienen gestos para decir donaires son hombres con un trato agradable y
puede casi ser ligero o flexible.
CAPITULO IX
El pudor y la vergüenza son miedos a la deshonra y esta afección no cuadra a todas las edades.
La vergüenza solo se aplica a actos voluntarios y el hombre debe nunca habrá voluntariamente
una acción vergonzosa. No se puede concebir el pudor sin un principio de honradez.
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LIBRO QUINTO
TEORÍA DE LA JUSTICIA
CAPITULO I
Justicia es esa cualidad moral que obliga a los hombres a practicar cosas justas. La injusticia es esa
cualidad contraria. La justicia e injusticia, pueden entenderse en muchos sentidos. Un hombre es
injusto cuando falta a las leyes, al demasiado codiciosos y al …… Justo es el que obedece a las
leyes y observa las reglas del la igualdad.Las leyes son justas cuando crean o conservan el bien
estar, ordena actos de valor y extiende su imperio sobre las demás virtudes, vicios, acciones y
prohibiendo otras. La injusticia es la aplicación de una virtud completa y acelerada, es la virtud
entera y la justicia da todo un vicio.
CAPITULO II
La justicia es un virtud, especial, es lo que veas legal y equitativo y la injusticia es un vicio
especial…. El injusto…. Y contrario a las reglas de equidad.
La justicia y lo injusto no son idénticos a la igualdad y desigualdad es parte de la justicia total.
La justicia distributiva de los honores, de la fortuna y de todos las ventajas, pueden alcanzar todos
los miembros de la ciudad y esta puede haber igualdad o desigualdad entre ciudadanos.
CAPITULO III
La injusticia es desigualdad y lo injusto es la desigual. Lo justo es algo proporcional esta no se
limita, porque la proporción es una igualdad, de relaciones y se compone de cuatro términos por
lo menos. Lo justo es un medio como lo igual.
CAPITULO IV
La otra especie de justicia es la reparadora y represiva, que resulta las relaciones de unos
ciudadanos con otros. Lo justo es la transacciones civiles es un especie de igualdad y lo injusto una
especie de desigualdad. La igualdad es medio entre el más y el menos y lo contrario, es la pérdida
o sufrimiento. Lo igual es lo justo es el medio entre la pérdida o el sufrimiento del uno y provecho
del otro. Lo injusto es el medio exacto entre provecho y pérdida.
CAPITULO V
La reciprocidad parece ser lo justo en absoluto. Las relaciones comunes que los ciudadanos
mantienen entre sí, es hallazgo de la sociedad. Hace que cada uno vuelva lo que ha recibido
proporcionalmente.Si hay entre servicios una igualdad proporciona y en seguida reciprocidad,
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habrá igualdad. Y no habrá igualdad porque la obra de uno valga más que la del otro. Lo injusto es
el exceso en más y del déficit en menos en todo lo que puedes ser útil o dañoso.
CAPITULO VI
El juicio es la decisión de lo justo e injusto. La justicia es un bien y una virtud. La justicia ….solo se
aplica en virtud del la ley, solo es aplicada a los seres que deben ser gobernados por ley, mas
estos seres son aquellos que pueden esperar alternativamente al mando y a la obediencia.
CAPITULO VII
En la injusticia civil y en el derecho político se puede distinguir la natural y legal. :…..es lo que tiene
las mismas fuerzas en todas partes, uno depende de resoluciones. Lo legal es todo lo que es
diferente o contrario. Las acciones realizadas pueden ser numerosas y cada una de las leyes que la
arregla es una porque el principio general.
CAPITULO VIII
Solo se comete un delito o acto justo cuando se obra voluntariamente. Lo que hay voluntaria o
involuntario en la acción es lo que constituye la inquietud o justicia se la acción es voluntaria, es
justificable y solo por la injusticia es una falta. En las acciones justas e injustas puede tener lugar el
accidente. Las acciones voluntarias pueden ser sin preferencia y sin elección.
CAPITULO IX
Jamás se experimenta voluntariamente una injusticia. El que quiere tiene la cosa injustamente
dada no es el verdadero culpable y si lo es el que de su propia voluntad ha hecho esta inocua
partición. El justo encuentra más medios para cometer los actos. La justicia no tiene su verdadera
aplicación y pueda tener demasiada o muy poco exceso defectos.
CAPITULO X
Las consideraciones conducen a la equidad con justicia y lo equitativo y lo justo son una misma
cosa, pero lo equitativo es mejor, este consiste en restablecer la ley en los puntos en que se ha
engañado a causa de la fórmula general de que se ha servido. El hombre equitativo es el que
prefiere una libre decisión de su razón y practica actos del género justo.
CAPITULO XI
La ley no ordena el suicidio y lo que no ordena lo prohíbe. El que se mata es un exceso de obra
voluntariamente contra la ley. Un acto injusto es voluntario y es resultado de una libre
preferencia. Cometer una injusticia es más malo que sufrirla porque la injusticia va siempre
acompañada de perversidad y es reprensible.
Cuando se sufre un injusticia es siempre sin perversidad ni injusticia de nuestra parte.
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LIBRO SEXTO
TEORIA DE LAS VIRTUDES INTELECTUALES
CAPITULO I
En los medios hay cierto límite, que colocamos a unos entre el exceso y el defecto y estos son
conformes a la recta razón. Se debe mantener en el medio y seguir el camino que nos indica la
recta razón.
Una parte de la razón nos hace conocer aquellas cosas cuyos principios no pueden ser nunca
distintos de lo que son y otra que nos hace conocer las cosas cuya existencia es contingente y
variable. De estas cosas se produce en cada parte del alma por semejanza y afinidad. Una es
científica y la otra es razonadora y calculadora. En el alma del hombre existen 3 principios que
disponen de la acción y verdad: son la sensación, entendimiento y el instinto.
La verdad es el objeto igualmente de las dos partes inteligentes del alma y las disposiciones
morales obligan a buscar las virtudes.
CAPITULO II
Los medios para alcanzar la verdad son cinco: arte, ciencia, prudencia, sabiduría e inteligencia.
Toda ciencia es observable, es sabia, es eterna, además es susceptible de ser enseñada y
aprendida. Todos los conocimientos son adquiridos.
CAPITULO III
El arte es resultado de una facultad de producción de cierto género, es ilustrada por la razón. Todo
arte tiende a producir, sus esfuerzos y sus especulaciones solo tienen un objeto. El arte toca a la
producción y no a la de la acción propiamente dicha.
CAPITULO IV
El hombre prudente es el ser capaz de deliberar y juzgar de una manera conveniente sobre las
cosas que pueden ser buenas y útiles para él, con las que deben contribuir en general su virtud y
felicidad.
La prudencia obra con auxilio de la razón de todas las cosas con el fin de obrar bien.
La prudencia salva y sostiene nuestros juicios, esta determina nuestra conducta y esta no se pierde
ni se olvida jamás.
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CAPITULO V
La ciencia es la concepción de las cosas universales y es necesaria. Esta va siempre acompañada
del razonamiento. El objeto del la ciencia puede ser demostrado.
La sabiduría es el más alto grado de perfección, este es un compuesto de la inteligencia y de la
ciencia y está a la cabeza de todas las otras ciencias. La sabiduría es la unión d la ciencia y el
entendimiento aplicado a lo admirable y elevado. La prudencia, solo se aplica a las cosas
esenciales humanas y en las que es posible la deliberación para la razón del hombre.
CAPITULO VI
La ciencia política y la prudencia son una sola y misma disposición moral. En la ciencia debe
distinguirse una prudencia reguladora que es la que hace las leyes. La ciencia política es la práctica
deliberativa. Los prudentes solo buscan su provecho personal.
La prudencia solo se aplica a hechos particulares …..uso de la experiencia nos las da a conocer.
La prudencia solo afecta al término inferior. Que la escala.
CAPITULO VII
La del liberación sabia y buena es la rectitud de la voluntad. El resultado de una sabia deliberación
debe recaer sobre algo bueno. La deliberación toma una decisión instantánea.
Una sabia deliberación es la rectitud que nos sirve para distinguir el objeto que debemos buscar, el
medio que debemos emplear y el tiempo de obra.
CAPITULO VIII
La inteligencia no puede confundirse, esta es puramente crítica y de limita juzgar.
La inteligencia solo consiste en servirse del bien sentido para juzgar las cosas a que se aplica la
prudencia .Se manifiesta en la rapidez para entender y comprender las cosas.
CAPITULO IX
Todas las acciones que podemos ejecutar se aplican siempre a hechos particulares a los términos
extremos. La inteligencia comprende las cosas como términos últimos.
El entendimiento es el principio del fin, porque estos son los elementos de donde se derivan las
demostraciones y a los cuales se aplican.
CAPITULO X
La sabiduría no intenta producir nada. La prudencia se aplica a lo que es justo, bello y bueno. La
sabiduría es causa de la felicidad. La virtud moral hace que el fin al que se aspira sea bueno. La
habilidad o aptitud hace todo lo que concurra a fin que uno se ha propuesto.
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Los razonamientos de nuestro espíritu son los que encierran el principio de los actos que
realizamos. El vicio pervierte la razón y conduce al error.
CAPITULO XI
Se puede distinguir la virtud adquirida y virtud natural y espontánea. Existen 2 cualidades distintas
del alma, la habilidad y la prudencia. Asa hay 2 en la parte moral, la virtud puramente natural y
espontánea y otra, la virtud propiamente dicha, virtud superior que no se produce sin la reflexión
y la prudencia.
La virtud es la disposición moral que aplica la recta razón que ella posee, y esta es prudente.
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LIBRO SEPTIMO
TEORÍA DE LA INTEMPERANCIA Y DEL PLACER
CAPITULO I
El vicio, la intemperancia que no puede dominarse y la grosería que nos rebaja al nivel de las
bestias, son costumbres que se deben evitar. La virtud es lo contrario del vicio, la templanza es lo
contrario de la intemperancia y la virtud sobrenatural es lo contario de la grosería.
Los hombres se elevan al rango de dioses mediante la virtud. La intemperancia y la molicie son
cualidades malas y reprensibles.
El intemperante se deja arrastrar por su pasión culpable. Intemperante puede extenderse a los
que no saben dominar su cólera.
CAPITULO II
El intemperante no sabe lo que hace, solo la prudencia se puede resistir a la intemperancia,
porque es la más fuerte de todas nuestras virtudes.
No es propio del prudente sentir pasiones violentas ni pasiones malas, pero la existencia de esta es
un condición necesaria. La razón mezclada con la intemperancia es una virtud, porque el
intemperante está cegado por el vicio y se piensa en ciertas cosas buenas son en realidad malas.
CAPITULO III
En intemperante se ve conducido a cometer faltas, mediante su libre elección para perseguir el
placer. Es muy diferente ejecutar un acto culpable teniendo la ciencia de lo que se hace, viviendo
la falta que se comete.
La razón y el juicio son los que hacen al hombre intemperante. La ciencia nunca es arrastrada ni
vencida por la pasión. La pasión solo triunfa de la ciencia debido a la sensibilidad.
CAPITULO IV
En los placeres y penas es donde el hombre es templado y firme o intemperante y débil.
Entre las cosas que nos procuran placer, unas son necesarias, otras son permitidas a nuestros
deseos, pero pueden ser llevadas a……
El que busca o teme todas las sensaciones del tacto o gusto por contra de su propia voluntad y
contra su intención se llama intemperante.
Unos se conducen a los placeres por elección y otros conducen por carecer de razón.
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CAPITULO V
Hay cosa que agradan naturalmente, unas son agradables absolutamente y general y otras son
según las razas. Hay cosas que no son agradables, pero se hacen tales por efecto privaciones o
como resultado del hábito. Todos los extremos viciosos, irracionales, cobardes, desarreglados,
crueles son efecto ya de una naturaleza brutal, y de una verdadera enfermedad.
La intemperancia y la templanza solo se extienden a las cosas a que pueden aplicar.
CAPITULO VI
La cólera, hasta cierto punto, obedece más a la razón.
El deseo no obedece en nada a la razón, se ve dominado por ellos.
La intemperancia que nos arrastra los deseos es más vergonzosa que la de la cólera y la templanza
se aplica a las pasiones y placeres corporales. Todos los placeres son brutales y no son más que
resultados de dolencias o efecto de enfermedades.
CAPITULO VII
El exceso de placeres es más necesario que la abstinencia y de deseos y penas.
El que se abstiene y priva del placer es el opuesto al que ocupa entre los dos un justo medio, es el
prudente y sobrio.
El hombre templado es lo opuesto al intemperante, el hombre firme y paciente es lo opuesto al
débil y blando. Las firmeza consiste en resistir y la templanza, en dominar las pasiones.
Puede haber dos causas de intemperancia: arrebato y débil
CAPITULO VIII
La incontinencia permanece fiel a la elección reflexiva que ha hecho. La intemperancia y el vicio
son diferentes, la intemperancia no puede ignorarse.
La intemperancia no es perversidad, la intemperancia existe contra la voluntad del que se entrega
a ella y si la perversidad es el resultado de una voluntad reflexiva, la intemperancia y perversidad
producen consecuencias que son semejantes La disposición moral del intemperante es todavía
buena y la del incontinente es completamente mala.
CAPITULO IX
Las personas que se mantienen firmes en su opinión, se les llama pertinaces y es dueño de sí
mismo, estos solo se ocupan de sus deseos. Son pertinaces. Los ignorantes y gente grosera, se
aferran a su propia opinión mediante el placer, no dar…., se muestran gozosos de su triunfo.
El intemperante no obedece a la razón porque tiene algo más de lo que debería.
El hombre templado subsiste fiel a la razón y se deja llevar por placeres corporales.
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CAPITULO X
El intemperante no obra con prudencia ya que se define por la habilidad.
Un acto de voluntad sabe hasta cierto punto lo que hace y porque lo hace. La intemperancia y
templanza son actos que traspasan los límites de los que no sales habitualmente. El hombre
templado se queda más acá, el intemperante se va más allá, por el poder de dominar a sus
pasiones.
CAPITULO XI
Los fundamentos de la virtud y del vicio son los placeres y penas. El placer no es un bien, porque
es un fenómeno sensible que se desenvuelve para llevar a un cierto estado natural.
El hombre templado y sombrío solo huye de los placeres, el hombre prudente solo anhela la
ausencia del dolor. Los placeres nos impiden pensar y reflexionar. Sin embargo, hay placeres en los
que la pena y el deseo no entran para nada.
El placer es una generación a la cual ningún obstáculo se opone.
El placer no puede ser un obstáculo para nuestras facultades. La razón existe par el arte del placer.
CAPITULO XII
El dolor es un mal y es preciso evitarlo, porque se nos presenta como obstáculo para hacer ciertas
cosas. La felicidad debe ser el acto de toda facultad y debe ir con el placer y este es el bien
supremo. No todos buscamos el mismo placer y este no es un bien. La felicidad es el movimiento
completo de nuestras facultades y la actividad es un verdadero placer.
CAPITULO XIII
Todos deben gozar de sus placeres con medida y como es debido. Los actos del placer solo son
propios de una naturaleza degradada. Cuando los deseos se hacen más dañinos, es un error
llevarlos más adelante.
Los placeres que no van acompañados de algún dolor jamás son excesivos.
No deben proscribirse los placeres del cuerpo absolutamente pero es preciso reducirlos. El
hombre malo tiene susto en cambiar sin cesar.
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OCTAVO LIBRO
TEORÍA DE LA AMISTAD
CAPITULO I
Amistad va siempre escoltada por la virtud y es una necesidad. Los amigos son el único asierto
donde podemos refugiarnos. La amistad es el lazo de los estados.
El amor es un sentimiento innato en el corazón.
El cariño entre amigos es uno de los más nobles sentimientos que nuestro corazón abriga.
La amistad y el amor deben estudiarse en el hombre.
CAPITULO II
La amistad tiene como objeto el de ser amado. Amar el bien o agradeble o útil. Cada uno ama lo
que es bueno para él.
Existen 3 causas que hacen que se ame: Querer el bien del otro, el amor es recíproco y dar
sentimientos de benevolencia.
CAPITULO III
Existen tres especies de amistad que responden a los tres motivos de afección y para cada una
debe haber reciprocidad de amor, que no debe ocultarse. Los que se aman quieren el bien
recíproco. Cuando se ama por placer solo se busca el placer mismo.
El placer es el único que inspira las amistades de los jóvenes que viven dominados por la pasión y
solo buscan placer del momento.
La amistad perfecta es la de los hombres virtuosos y que se parecen por su virtud, porque los
hombres virtuosos son virtuosos entre sí.
CAPITULO IV
La amistad placentera tiene semejanza a la amistad perfecta porque los buenos se complacen
unos a otros. Se debe establecer una completa igualdad entre si.
Los que son amigos por puro interés, cesan de serlo.
Solo la amistad de los buenos amigos es inaccesible a la calumnia. Los hombres malos se hacen
amigos por interés o placer, porque solo tiene estos puntos de semejanza. Los buenos se hacen
amigos por si.
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CAPITULO V
Unos gozan del pacer de vivir con amigos y procurarles bien, otros por un accidente o por la
distancia. Lo que mm{as caracteriza a os amigos es la vida común. La amistad por excelencia es la
de los hombres virtuosos, son dignos de ser amados y buscados por nosotros.
Si se quiere el bien para quienes se aman por una manera de ser moral. Si la amistad se produce
con menos frecuencia entre melancólicos y ancianos, es porque son gente de mal humor.
CAPITULO VI
No es posible amar a muchos a la vez. El placer y la virtud, no se reúnen frecuentemente en el
mismo individuo. Un amigo tan perfecto como el virtuosos jamás se reúne a un hombre que le
supera en posición. Por su semejanza con la amistad virtuosa parecen amistados verdaderos. Las
relaciones muy numerosas no pueden ser profundas.
CAPITULO VII
La amistad del padre con el hijo y del mayor de edad con el más joven, no tienen un misma
reacción. La igualdad está que está en relación la cantidad.
La amistad no tiene un límite, no deja de producirse, pero cuando esta excesivamente distanciada
de los dioses no puede ya subsistir. Por eso para que nazca y subsista, es preciso que la distancia
entre las personas no sea muy grande y tiene que haber relación de los hombres con los dioses.
CAPITULO VIII
La mayor parte de los hombres prefiere que se les ame más que amar ellos. El adulador es un
amiga que finge superior o inferioridad. La amistad consiste en amar, más que en ser amado,
siempre que el afecto descanse en el mérito de dos amigos, su relación será sólida y durable.
La igualdad y la semejanza constituyen la amistad, sobre todo cuando existe la virtud. La
reciprocidad de afectos es sólida cuando se funda en cada amigo. El deseo tiende al termino
medio porque en él se encuentra el bien.
CAPITULO IX
En toda asociación se encuentra la justicia y la amistad, porque estos son los límites de la justicia.
Así todo es común entre hermanos. Todas la asociaciones especiales, son partes de la asociación
política y todas las relaciones y amistades revisten el carácter de estas diferentes asociaciones.
CAPITULO X
Existen 3 especies de constituciones, las dos primeras son el reinado y la aristocracia y en tercer
lugar está la constitución timocrática y se la denomina república. El mejor es el reinado y el peor la
timocracia. La desviación del reinado es la tiranía. El tirano solo ve su interés personal. El rey no se
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fija en sus súbditos, este es independiente y superior al resto. El reinado cuando se corrompe se
convierte en tiranía. La constitución se transforma de timocracia en democracia.
CAPITULO XI
La amistad y justicia reinan en cada estado o gobierno. En la tiranía no existe la amistad.
La tiranía es la forma política en la que no hay justicia. En la democracia se desarrollo todo lo
posible la amistad y justicia porque son muchas las causas comunes entre ciudadanos que son
todos iguales.
CAPITULO XII
El ser que sale a destrozar pertenece a aquel del quien nace. Los padres aman a sus hijos como así
mismos. Los hijos aman a sus padres solo como nacidos de los mismos.
Los hermanos se aman entre si, porque la naturaleza ha querido que nacieran de los mismos
padres.
La comunidad de educación y la conformidad de la edad contribuyen a desenvolver la amistad. Los
hijos son un bien común de los esposos, es prenda de unión.
CAPITULO XIII
Los que son igualmente buenos pueden ser amigos, pero el mejor también puede hacerse amigo
de otro menos bueno. Las quejas y reciprocidades solo se producen e la amistad ……
Dentro de lo justo, puede desprenderse un aspecto doble, lo justo que no está escrito y lo justo
legal.
Siempre que se pueda devolver todo lo que se ha recibido es preciso devolverlo de buen grado.
La amistad que solo esta fundad en la virtud no hay que temer recriminaciones ni quejas.
CAPITULO XIV
Cada cual cree que merece más de lo que se le da y cuando nace esto, la amistad se rompe. El que
es verdaderamente superior cree que debe precibir más, puesto que la porción mayor debe
adjudicarse al mérito y virtud.
No hay honores pare el que no hace ningún servicio al público se tributa honor y respeto a que no
pueda recibir dinero. La mayor parte de los hombres solo piensa en adquirir l………dispensarlos a
los demás les parece que debe evitarse.
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NOVENO LIBRO
TEORÍA DE LA AMISTAD – CONTINUACIÓN
CAPITULO I
Una medida común es la moneda, consagrada por la ley, porque con ella todo se mide y valora.
Si se producen quejas recíprocas es porque solo se ama por interés y ambos se encuentran
defraudados de su esperanza y se aman por cualidades indurables.
La única amistad que dura es la que se da sacando todo de ella misma, subsiste por la conformidad
de los carácteres y virtud.
Lo que constituye en nuestra propiedad y lo que se dará otros nos parece de mucho valor.
CAPITULO II
Vale más saber reconocer los servicios recibidos que complacer los y es preciso satisfacer la duda a
quien se debe antes que hacer un regalo a una persona querida. No se debe tener la misma
generosidad con todo el mundo.
En todas las ocasiones es preciso mostrar respeto a los ancianos. Entre camaradas debe reinar la
franqueza.
CAPITULO III
Cuando el objeto de la amistad desaparece, se cesa de amar.
La causa más ordinaria de darse a un amigo es que no se unen con las mismas intenciones y que
no son amigos unos de otros por el mismo motivo. No se debe amar a los malos.
No hay motivo para quejarse a no ser que una haya sido engañado por un efecto fingido.
CAPITULO IV
Los sentimientos de afección que se tiene a los amigos se originan en el hombre que se tiene a si
mismo. El amigo es el que vive con nosotros, que tiene los mismos gustos, goces, que se aflije con
pesares. Un hombre semejante está siempre de acuerdo consigo mismo, no ve ni hace para si el
bien. El hombre honrado, hace el bien exclusivamente cuando el hombre esta dotado
verdaderamente de …… quiere continuar viviendo consigo mismo, porque en ello encuentra placer
para él. El placer y pena se ligan y no varían. Jamás su corazón tiene motivos de arrepentimiento.
Los hombres perversos se uejan de si mismos, desean muchas cosas, se abstienen de hacer lo que
les parece mejor para su interés, su alma se encuentra con discordia y sufrimiento.
El malo jamás está en disposición de amarse a si mismo, porque no encuentra en si nada que
pueda ser amado.
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CAPITULO V
La benevolencia se parece a la amistad, pero esta es causal. No pueden dos hacerse amigos sin
haber experimentado la benevolencia. La benevolencia, prolongándose con el tiempo y llegando a
constituir un hábito se convierte en amistad. La benevolencia nace a la vista de la virtud de un
mérito cualquiera.
CAPITULO VI
Hay concordia cuando se aplica siempre a actos que tienen importancia y que pueden ser útiles. La
concordia supone siempre corazones sanos, esto que están de acuerdo consigo mismos
recíprocamente entre sí. Entre los malos no es posible la concordia, esta solo es posible entre
hombres de bien.
CAPITULO VII
Los bien hechores aman mas a los que reciben el servicio y esto se debe a que son deudores o que
son acreedores. Los hombres tienen poca memoria para los beneficios y prefieren recibir favores a
hacerlos. Amar es casi obrar y producir, ser amado no es más que sufrir y permanecer pasivo. Se
tiene más cariño a lo que ha costado más trabajo que lo que se ha heredado. Recibir un beneficio
es una cosa que no reclama.
CAPITULO VIII
El hombre malo aumenta en el vicio del egoísmo. El hombre de bien obra para hacer el bien y se
hace más honrado. Si un hombre se aplica al egoísmo es un grosero. Si un hombre sigue la justicia,
practica la sabiduría en un grado superior. El hombre de bien debe ser egoísta, porque haciendo el
bien le resultará un gran provecho personal y servirá a los demás. El hombre malo no es egoísta,
porque solo conseguirá perjudicarse a si y dañar al prójimo, siguiendo sus malas pasiones. En el
hombre malo hay una discordia entre lo que debe hacer y lo que hace, mientras que el virtuoso
solo hace lo que debe hacer. El hombre virtuoso hará muchas cosas en obsequio de sus amigos y
de su patria.
CAPITULO IX
Los hombres afortunados e independientes no necesitan la amistad, no tienen necesidades que
satisfacer, siendo así que el amigo debe procurarnos lo que no podamos conseguir por nosotros
mismos. Este no tiene necesidad de personas a quienes poder dispersar el bien. Notiene necesidad
de amigos y compañeros de placer. Lo que se desea aparecerá si es preciso, lo poseerá realmente,
pues la felicidad en este punto sería incompleto. El hombre para ser absolutamente dichoso, debe
tener amigos virtuosos.
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CAPITULO X
Es difícil pagar y reconocer todos los servicios cuando se reciben muchos y no basta para
satisfacerlos. Todas las personas deben ser amigos entre si, pero no es posible ser amigo decidido
de una gran número de personas. Los que tienen muchos amigos y se muestran íntimos de todos
pasan por no ser amigos de nadie. Puede uno ser amigo de un gran número de personas, sin hacer
ningún esfuerzo exagerado por agradarles y siendo solo un hombre de bien en toda la extensión
de la palabra.
CAPITULO XI
Los desgraciados tienen necesidad de que se los auxilie, los afortunados tienen necesidad de
comunicar su felicidad y de que haya quien reciba sus beneficios, porque quieren hacer el bien.
Los amigos son más necesarios en la desgracia, pero es más noble tenerlos en la fortuna, porque
se buscan gente demérito y se hace el bien a personas de este orden. Los amigos son como un
auxilio para la aflicción, este consuela con su presencia y palabras. La presencia de los amigos es
una cosa agradable de todas las circunstancias de la vida, cuales quiera que ellas sean.
CAPITULO XII
La amistad es una asociación y lo que uno espera para si mismo es sentir que se existe y se
complace del amigo. La amistad de los hombres de bien, se acrecienta con la intimidad. La amistad
es como el amor, es preciso que los amigos se vean. Los malos se corrompen mutuamente. Los
buenos se mejoran con su trato recíproco.
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DECIMOLIBRO
DEL PLACER Y DE LA VERDADERA FELICIDAD
CAPITULO I
El placer es el más apropiado, la moralidad del corazón consiste en amar lo que debe amarse y
aborrecer lo que debe aborrecerse. Todo lo relativo a las pasiones y conducta humana son menos
dignos de fe que sus acciones mismas.
Se tiene fe cuando los actos están de acuerdo con las máximas y a los que las comprenden bien y
conforme a las reglas que las dictan.
CAPITULO II
El placer es el soberano bien, porque todos lo deseamos y buscamos cuando el placer se une con
otro bien cualquier otro, hace que se apetezca más, porque el bien no puede aumentase sin
mediante el bien mismo. El bien es una cosa finita y determinada, mientras que el placer es
indeterminado, puesto que es susceptible de más y de menos. La salud puede alterarse y subsistir
alterada hasta cierto punto y puede diferir en más o menos. Lo que el placer engendra y hace
nacer es el dolor que le destruye.
El dolor es la privación de lo que exige nuestra naturaleza y el placer es su satisfacción. Existen
unas placeres apetecibles en si y otros que difieren.
CAPITULO III
El placer se parece a la visión y a que es completa en cuanto no tiene necesidad de que venga
después ella algo a completar su naturaleza particular. El placer no es un movimiento porque todo
movimiento se realiza en un tiempo dedo y se dirige a un cierto fin.
El placer es una cosa completa en cualquier tiempo que se le considere. El placer y el movimiento
difieren absolutamente uno de otro y el placer puede ser incluido entre las cosas enteras y
completas.
CAPITULO IV
En toda especia de sensación puede haber placer, así como lo hay en el pensamiento y en
las…..contemplación. El placer acaba el acto y le complementa pero no le completa de la misma
manera que le completa el objeto sensible ñy la sensación cuando ambos están en buen estado. Si
todos los hombres aman el placer, es porque todos aman también la vida, así el placer completa
los actos y completa la vida.
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CAPITULO V
Los placeres que completan deberán diferir, porque cada placer es propio exclusivamente del acto
que completa y esta aumenta la energía del mismo. El placer contribuye a aumentar el acto y el
talento. Hay un placer propio de cada uno de nuestros actos en particular. El placer no es el
pensamiento ni la sensación, pero este no es posible separarlo del resto para los seres de especie
diversa los placeres difieren. El hombre de bien, es el único juez y los verdaderos placeres son los
que el considera tales y los goces a que él se entregue serán los verdaderos goces.
CAPITULO VI
La felicidad no debe tener necesidad de otra cosa y debe bastarse a si misma por completo. Los
actos apetecibles son los de la virtud, no hay nada que buscar más que el acto mismo .La virtud y
la inteligencia no son compañeras del poder. Las cosas verdaderamente buenas y dignas de ser
amadas son las que tienen carácter virtuoso. La felicidad consiste en los actos que con conformes
a la virtud.
CAPITULO VII
El placer debe mezclarse con la felicidad y con todos los actos que son conformes con la virtud. La
felicidad consiste en el reposo y la tranquilidad. Todas las virtudes prácticas tienen lugar y se
ejercitan en la política o en la guerra. Entre los actos conformes con la virtud, lo de política y
guerra superan a los demás en brillantez a importancia. Ninguna de las condiciones que se refiere
a la felicidad pueden ser incompleta. Lo más propio del hombre es la vida del entendimiento y esta
es la vida más dichosa a que el hombre puede aspirar.
CAPITULO VIII
La prudencia se une con la virtud moral. El hombre de valor, tiene necesidad de un cierto poder
para realizar los actos conforme a la virtud que le distingue. El acto de Dios supera en felicidad a
todos. La virtud consiste a la vez en la intención y en los actos. La perfecta felicidad es un acto de
pura contemplación. La felicidad están en proporción del pensamiento y de la contemplación.
CAPITULO IX
La naturaleza del hombre es preciso mantenerse sano. Los simples particulares se conducen tan
virtuosamente como los más poderosos. El hombre que vive y obra mediante su inteligencia y la
vultiva con cuidad es el mejor organizado de los hombres y el más querido de los dioses. La
grandeza del sabio es el amigo de los dioses y este es el único dichoso.
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CAPITULO X
Con respecto a la virtud, es preciso esforzarse en poseerla y ponerla en práctica Los hombres se
hacen y son virtuosos ya por naturaleza, por hábito. La razón solo habla a lo menos. La pasión no
obedece a la razón, solo obedece a la fuerza, solo mediante el temor del castigo se puede ser
dirigida y corregida la multitud. Cada ciudadano debe encaminarse en el sentido de la virtud a sus
hijos y amigos. Cuando la educación es particular, el ciudadano parece ser más acabado.
La ciencia de la política es indispensable.
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