Teorías filosóficas-realidad

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Lic. Francisco Gabriel Ruiz Sosa 29 de septiembre de 2010 1 El entendimiento no puede intuir nada, y los sentidos no pueden pensar nada. Sólo de su unión puede originarse conocimiento. KANT (1781)

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Documento que expresa la relación que guardan las teorías filosóficas de moda con la realidad.

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Lic. Francisco Gabriel Ruiz Sosa

29 de septiembre de 2010

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El entendimiento no puede intuir nada, y los sentidos

no pueden pensar nada. Sólo de su unión puede

originarse conocimiento.

KANT (1781)

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Lic. Francisco Gabriel Ruiz Sosa

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INTRODUCCIÓN

El siguiente ensayo versa sobre la relación que guardan las teorías de moda en la filosofía

de la ciencia con la comúnmente llamada realidad. La revisión de estas teorías las realizo

desde filósofos de la talla de Russell, Kant hasta los genios contemporáneos como

Wittgenstein, Popper y Kuhn. En el documento hago notar que el concepto realidad, en

nuestro mundo sensible es inalcanzable, esa verdad absoluta, e ingenuamente creída por

muchas gentes como posible cosa cognoscible es tan sólo un espejismo.

Únicamente leyendo este ensayo, podrá el lector juzgar que tan de acuerdo, o que tan en

desacuerdo podrá estar con mis premisas y conclusiones. Aclaro que mi postura que en

ningún momento confieso es, en definitiva mi ideología filosófica, parte desde una

concepción fenomenologista, apoyada por las posturas criticista, empirista, falsacionista y

relativista histórica.

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La relación entre las teorías actuales de la filosofía de la ciencia con la realidad

Naturalmente cuando oímos escuchar del término realidad, lo asociamos con lo verdadero;

pero si acudimos a la filosofía, nos toparemos con un muro que al propinarnos semejante

golpe, nos posiciona en la realidad, entendida esta última ahora sí, por verdad.

Bertrand Russell (1912), hace una clara distinción entre apariencia y realidad, y dice que

“lo, que vemos y tocamos directamente es simplemente una <<apariencia>>, que creemos

ser el signo de una <<realidad>> que está tras ella” (p. 20, las comillas españolas son del

autor). Por su parte Hessen (1925), plantea la relación entre un sujeto y un objeto, desde

soluciones premetafísicas y metafísicas. Desde las primeras, ubica el objetivismo, corriente

que sostiene que el objeto determina al sujeto; el subjetivismo, busca el fundamento del

conocimiento en el sujeto. Desde las segundas, el realismo afirma que existen cosas reales,

independientes de la conciencia; el idealismo sostiene que no existen cosas reales,

independientes de la conciencia, y el fenomenalismo, que dice no conocemos las cosas como

realmente son (pp. 103-126). Aunque, para mis fines, de desarrollo argumentativo, acudiré

al fenomenalismo para dar continuación a mi travesía intelectual que intento demostrar.

Me gusta la ejemplificación que Wittgenstein presenta para demostrar lo necesarias que

son las teorías a la hora de explicar un fenómeno, o un hecho, y pese a lo que indico, su

inminente limitación. El filósofo alemán dice que las teorías son como una especie de

mallas (Pérez Tamayo, 1990), o como afirma Novalis las teorías son redes: sólo quien

lance cogerá (vide en Popper, 1934), y añade Popper “las teorías son redes que lanzamos

para apresar aquello que llamamos el <<mundo>>; para racionalizarlo, explicarlo y

dominarlo” (1934: 57, las comillas españolas son del autor).

Para interpretar la mecánica newtoniana, Wittgenstein dice:

Imaginemos una superficie blanca con manchas negras irregulares. Al margen de la imagen de

conjunto que adopten, siempre podremos aproximarnos a ella con toda la exactitud que

queramos cubriéndola con una malla tan fina como sea necesario y anotando en cada espacio si

es blanco o negro. De esta manera habremos impuesto una estructura uniforme en la

descripción de la superficie (citado en Pérez Tamayo, 1990: 181).

Se entiende de esto que, entre más fina es la malla, o en otras palabras, si se posee de la

teoría más competente, se dispone entonces de una mayor aproximación para explicar los

hechos.

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Si revisamos la literatura kantiana que estudia estos elementos, se hace preciso señalar lo

que Kant, considera sobre este asunto. Kant (1781) dice que la realidad nos está vedada

conocerla, por lo que tenemos que conformarnos con conocer únicamente la apariencia de

la realidad, lo que se manifiesta, es decir, los fenómenos, pues la cosa en sí, también

conocida como noúmenos representan esa realidad inalcanzable, así tengamos sentidos

extra, percibiríamos la realidad de forma distinta; pero sin tener aún acceso a ella. Ya lo

decía Wittgenstein es una aproximación.

Teorías más actuales, coinciden en parte desde esta perspectiva fenomelogista, Karl

Popper dice que todas las hipótesis son falsables, y por eso son científicas, porque puede

probarse la falsedad de una hipótesis, de una teoría, o de una ley, es decir, para que una

hipótesis forme parte de la ciencia ha de ser falsable (vide en Chalmers, 1976: 61, las

cursivas son del autor), Popper, asegura que el falsacionismo es el criterio de demarcación

que la ciencia necesita para no confundirse con la metafísica (1934: 39 y ss). Desde la

postura falsacionista la ciencia progresa por ensayo y error, y la teoría que actualmente

esté en funcionamiento, será “verdadera” de manera provisional, hasta que una teoría más

competente venga y sustituya a la actual. Algunas teorías pasaron por ese proceso, como

por ejemplo, la teoría que antecedió a la de la gravitación universal de Newton, fue la

Aristotélica que en su tiempo nadie se atrevió a asegurar y demostrar que estaba

equivocada. Thomas Kuhn, con su revolucionaria obra, en el sentido amplio de la palabra,

pues su obra contiene ese concepto, dice que las teorías para ser aceptadas como

paradigmas, deben parecer mejor que sus competidoras, pero no tienen porqué explicar

todos los hechos a los que se enfrentan y de hecho nunca lo hacen (1962: 49).

Es notable desde lo antedicho que la relación teoría-realidad, y que, actualmente los

filósofos denominan ontología de la teoría resulta ser un problema, para aquellos que creen

en ideas antediluvianas como que la teoría explica sin margen de error la realidad. Los

científicos modernos, seguirán oponiéndose a estas situaciones, la respuesta

afortunadamente la tendrán las nuevas generaciones que germinan con los nuevos

paradigmas.

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CONCLUSIÓN

Gracias a la filosofía es posible reconocer que lo que comúnmente llamamos realidad es tan

sólo un concepto engañoso, que en el fondo representa apariencia. Los fenómenos que

estudiamos, son únicamente alcanzables por medio de teorías, y atreverse a garantizar que

las teorías más competentes, o paradigmas de la ciencia se aproximan a los hechos, resulta

incluso a estas alturas ingenuo; pero sí podemos asegurar, que, explican hechos que son

posibles descubrir, bueno hasta lo que en definitiva la naturaleza nos permita conocer.

Llamémosle fenomelogismo, falsacionismo, relativismo histórico, o la escuela filosófica que se

nos ocurra, coinciden en una cosa, la realidad es inalcanzable y solo nos conformamos a

regañadientes con una parte de ella, haciendo uso de nuestras mallas para verlas, pues,

porque sin ellas ni verlas sería posible.

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BIBLIOGRAFÍA

Chalmers, A. F. (1976), ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? México, D. F.: Siglo XXI editores

[24ª edición, 2001].

Hessen, J. (1925), Teoría del conocimiento. México, D. F.: Grupo Editorial Tomo [3ª

edición, 2007].

Kant, E. (1781), Crítica de la razón pura. México, D. F.: Porrúa [2005].

Kuhn, T. S. (1962), La estructura de las revoluciones científicas. México, D. F.: FCE [2ª

reimpresión, 2004].

Pérez Tamayo, R. (1990), ¿Existe el método científico? México, D. F.: FCE [3ª edición,

2003].

Popper, K. R. (1934), La lógica de la investigación científica. Madrid: Tecnos [12ª

reimpresión, 2001].

Russell, B. (1912), Los problemas de la filosofía. México, D. F.: Centro Mexicano de

Estudios Culturales [2001].