Tesis ponedoras
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CAPÍTULO 1: MATERIAS PRIMAS
Maíz
El maíz se ha convertido en el grano más importante de las dietas para aves y
debido a sus niveles de inclusión, generalmente constituye la mayor fuente de
energía. La mayoría del grano empleado en dietas por animales es grano US#2
o de menor calidad.
El contenido energético del maíz lo aportan el endospermo, el cual está
compuesto principalmente de amilopectina (almidón), y el germen, el cual
contiene la mayoría de aceite. La mayoría de maíces contienen un 3 a 4 % de
aceite aunque las nuevas variedades llegan a contener hasta un 6 a 8 % de
aceite y por lo tanto portan mayor cantidad de energía. Estas variedades altas
de aceite también contienen un 2 a 3 % más de proteínas y proporcionalmente,
mayor contenido de aminoácidos esenciales.
La proteína del maíz es principalmente prolamina (zeína) y como tal no contiene
un perfil de aminoácidos ideal para las aves.
Este balance de aminoácidos y su disponibilidad deberá ser cuidadosamente
considerado cuando se estén formulando dietas bajas en proteínas, ya que en
estas circunstancias, la prolamina del maíz puede constituir hasta un 50 a 60 %
de la proteína de la dieta. El maíz es también rico en pigmentos amarillos y
anaranjados conteniendo generalmente alrededor de 0.5 ppm de carotenos y 5
ppm de xantofilas. Estos pigmentos hacen que las aves alimentadas con maíz
presenten un alto grado de pigmentación en el canal y en la yema del huevo.
A pesar de que el grano US#2 es el que normalmente se emplea en pigmentos
animales, son los granos de inferior calidad los que frecuentemente se
encuentran a disposición, debido a condiciones adversas durante el crecimiento,
la cosecha o almacenamiento del grano. Dependiendo del motivo de gradación
inferior, el valor alimenticio del maíz generalmente disminuye al aumentar el
número de su grado.
Clasificación del maíz según grados US
Grado Peso de bushel Granos
dañados
Granos
partidos y
material
extraño
# (Kg/bushel) (Kg/
hectolitro)
(%) (%)
1 25.4 72.2 3 2
2 24.5 69.6 5 3
3 23.6 67.0 7 4
4 22.2 63.2 10 5
5 20.9 59.3 15 7
El contenido energético del maíz disminuye de 10 a 15 Kcal/Kg por cada 454 g
de reducción en la densidad por debajo del estándar de 25.4 Kg/bushel. Sin
embargo, las muestras con densidad inferiores a las del estándar no muestran
un patrón consistente en cuanto al nivel de proteína o de aminoácidos, a pesar
de que hay indicios de pérdida en el contenido de metionina en las muestras
inmaduras. Otro problema potencial en el manejo del maíz inmaduro alto en
humedad es que el secado debe hacerse de modo más severo o durante más
tiempo, con el fin de reducir el nivel de humedad al 15 %. Un calentamiento
excesivo o prolongado ocasiona caramelización del maíz, lo cual le imparte una
apariencia y olor característico y afecta la integridad de la lisina, la cual puede
hacerse menos disponible debido a la reacción de Maillard con los
carbohidratos. Dale y colaboradores reportaron el valor nutricional del maíz
partido y del denominado “material extraño” que está siempre presente en el
maíz. El nivel de proteína en las dos fracciones es casi igual, pero el nivel de
energía es un 2.5 y un 11.0 % inferior al del grano de maíz para los granos
partidos y el material extraño, respectivamente.
Dependiendo de las condiciones de crecimiento y de almacenamiento, los
hongos productores de micotoxinas pueden presentar un problema. La
contaminación con aflotoxinas puede presentarse en granos atacados por
insectos en áreas cálidas y con alta humedad. Existen evidencias que indican
que los aluminosilicatos alivian parcialmente los efectos de niveles moderados
de aflotoxinas. Además de las aflotoxinas, otras micotoxinas de ocurrencia
frecuente en el maíz son las zearalenona y las fumonisinas.
El crecimiento fúngico puede ser un problema serio en el maíz durante su
transporte. Maíz transportado con niveles de humedad del 16 % o mayores,
sometidos además a temperaturas de 25 °C o más altas, generalmente
desarrolla crecimiento fúngico.
Grado de madurez del maíz y contenido energético
Tipo de maíz Humedad a la
cosecha (%)
Peso de 100
granos de maíz
con humedad del
10 %
EM (kcal/Kg) con
un 85 % de
materia seca
Muy inmaduro 53 17 3014
Inmaduro 45 22 3102
Inmaduro 39 24 3155
Maduro 31 26 3313
Si el maíz va a ser incorporado a dietas en harina, al parecer resulta ventajoso
molerlo a un tamaño de partícula de 0.7 – 0.9 mm, lo más uniformemente posible
(este tamaño se considera “mediano”). Cuando el maíz está demasiado molido o
en partículas muy gruesas, las aves parecen mostrar valores de digestibilidad
menores. El maíz presenta algunos inconvenientes en la manufactura de dietas
peletizadas y generalmente deben adicionarse aglutinantes para obtener pellets
de alta durabilidad en dietas con niveles de maíz del 30 % o mayor.
Limitantes en su inclusión:
Baja calidad del pellet.
Posible contaminación con micotoxinas.
Pigmentación de la yema del huevo.
Torta de soya:
La torta de soy se ha convertido en el estándar mundial contra el cual se
comparan las demás fuentes de proteína. Su perfil de aminoácidos es excelente
para el desempeño de las ponedoras y cuando se combina con maíz o sorgo, la
metionina es usualmente el único aminoácido limitante.
El contenido de proteína de la torta de soya puede variar, atribuyéndose este
hecho a la variedad de la semilla y/o las condiciones del proceso de extracción
del aceite.
Tradicionalmente las tortas más altas en proteína son aquellas producidas a
partir del grano descascarillado, en tanto que las tortas más bajas (44% de PC)
siempre contienen cascarilla, son más altas en fibra y más bajas en energía
metabolizable. Existe variación en el tipo de semilla utilizada, lo cual puede
afectar tanto el contenido de proteína como el de aceite, variables que se
correlacionan negativamente. Mientras que el contenido de aceite es
determinado en las etapas más tempranas del desarrollo de la semilla, la
proteína se deposita casi al final de la maduración, razón por la cual las
condiciones de crecimiento y cosecha tienden a afectar significativamente el
contenido de proteína de la semilla. Para los procesadores de grano de soya,
cerca del 65 % del valor del grano lo determina su contenido de proteína y el 35
% restante, si contenido de aceite.
Para su procesamiento, el grano es descascarillado (cerca del 4 % en peso) y
luego partido antes de acondicionarlo a 70 °C, el grano partido y caliente es
luego llevado a hojuelas de aproximadamente 0.25 mm de espesor con el fin de
maximizar la extracción del aceite por el solvente, generalmente hexano.
El hexano debe ser retirado de la torta, no solo por tratarse de un compuesto
altamente inflamable, sino también por ser un potente carcinógeno. Problemas
en el procesamiento que ocasionan niveles residuales de hexano en la torta
generalmente ocasionan un daño hepático agudo y severo en las aves. La torta
de soya tiende a ser muy pulverulenta y en dietas de harina este ingrediente es
parcialmente responsable del polvo encontrado en los galpones con ambiente
controlado. La torta de soya es también conocida por su poca fluidez y por su
apelmazamiento en los silos y tolvas. La adición de productos como las arcillas
bentoníticas, aún a niveles tan bajos como 2.5 Kg/t, aumenta significativamente
la fluidez de la torta de soya.
El grano de soya contiene varios compuestos tóxicos para las aves, siendo los
más importantes los inhibidores de proteasas, especialmente de tripsina. Al igual
que ocurre con otras leguminosas, los inhibidores de tripsina afectan la digestión
de las proteínas y ocasionan hipertrofia compensatoria del páncreas (50 – 100 %
del peso normal), además de disminuir el crecimiento y la producción de huevos.
Afortunadamente el tratamiento térmico utilizado durante el procesamiento
generalmente resulta adecuado para destruir los inhibidores de tripsina y otras
toxinas de menor importancia tales como las lectinas (hemaglutininas).
En los países en desarrollo, los inhibidores generalmente se controlan
simplemente fermentando o germinando las semillas; luego de 48 horas de
tratamiento, la digestibilidad de las proteína es casi igual a la observada en el
grano de soya calentado de manera convencional. Los niveles de inhibidores de
tripsina son generalmente evaluados indirectamente midiendo la actividad de la
ureasa en la torta de soya procesada. La ureasa tiene poca importancia para el
ave pero su sensibilidad al calor es similar a la de los inhibidores de tripsina y su
medición resulta más sencilla. Por esta razón, la medición de la actividad
residual de ureas se ha convertido en el estándar de los programas de control
de calidad. La actividad de la ureasa se mide en términos de cambio de pH,
siendo los valores aceptados aquellos entre 0.05 y 0.2. Valores mayores indican
que aún permanece ureasa residual (e inhibidores de tripsina) y de esta forma el
ensayo es útil para detectar una torta subproceada. Sin embargo, a pesar de
que valores bajos indican que las toxinas han sido destruidas, no existe ninguna
indicación de un potencial sobrecalentamiento, el cual puede destruir la lisina y
reducir el valor de la EM; por esta razón a veces es necesario realizar pruebas
adicionales. Un análisis bastante sencillo de realizar es el de solubilidad de la
proteína en hidróxido de potasio (KOH). El calentamiento tiende a ser menos
soluble la proteína, por lo que valores bajos sugieren una cocción deficiente y
valores altos, un sobrecalentamiento. Valores de solubilidad = 85 % son
indicativos de un proceso defínete en tanto que valores menores al 70 % indican
que la muestra ha sido sobreprocesada.
El análisis es afectado por el tamaño d partícula de la torta y por el tiempo de
extracción, por lo cual esta variables deben ser estandarizadas en cada
laboratorio.
Al calentar la torta de soya su color cambia y esta variación puede también ser
usada en el control de calidad. La simple medición del calor usando un
espectrofotómetro de color “Hunterlab” puede indicar el grado de cocción: la
tonalidad de la torta varía en función del tiempo y la temperatura de cocción y
esta puede ser medida con el espectrofotómetro. También para este ensayo es
importante controlar el tamaño de partículas.
En los últimos años se ha generado una creciente inquietud con respecto a
algunos carbohidratos poco digestibles presentes en la torta de soya. Los
oligosacáridos conocidos como a-galactósidos disminuyen la energía
metabolizable, causan disminución en la digestibilidad de la fibra y aceleran el
tránsito de contenido intestinal debido a que las aves no contienen la enzima a-
1.6 galactosidasa en su mucosa intestinal. Además de la reducción en la
digestibilidad, también resulta preocupante la consistencia de las heces y su
relación con lesiones en la almohadilla plantar.
La torta de soya contiene cerca del 6 % de sucrosa, 1 % de rafinosa y 5 % de
estaquiosa; ninguno de estos azúcares es bien digerido por el ave. La adición de
rafinosa y estaquiosa a proteína aislada de soya a niveles encontrados en la
torta, ocasiona una reducción significativa en la energía metabolizable. Una
posible solución a este problema podría estar en el cambio de las condiciones
de procesamiento de la soya o en el uso de enzimas exógenas en el alimento.
La extracción de la soya con etanol en lugar de hexano remueve los
oligosacáridos; así mismo, existen actualmente productos enzimáticos con
actividad galactosidasa diseñados específicamente para ayudar en la digestión
de proteínas vegetales.
Limitantes en su inclusión:
Inhibidores de tripsina.
Camas húmedas.
Oligosacáridos.
Lesiones en almohadilla plantar.
Subproductos de trigo:
Los subproductos del trigo corresponden a material de desecho, no resultante de
la elaboración de la harina.
Existe gran variación en la forma de clasificar los subproductos del trigo y un
mismo producto puede tener diferente nombre en cada país.
Tradicionalmente la molienda del trigo se hacía a través de molinos que iban
disminuyendo en el tamaño del matiz; la parte no utilizable de la línea de
producción de harina era usualmente llamada mogolla de trigo, para diferenciarlo
del afrecho de trigo, el cual correspondía a un subproducto de la extracción del
salvado.
Salvado de trigo
Este subproducto se caracteriza por tener alto contenido de fibra, baja densidad
y bajo nivel de energía metabolizable. Sin embargo, el salvado es bastante alto
en proteína y su perfil de aminoácidos es similar al del trigo entero. Se ha dicho
que el salvado de trigo tiene un efecto promotor de crecimiento en aves, el cual
no está directamente relacionado con su aporte en fibra a la dieta. Su acción
promotora de crecimiento se debe posiblemente a un cambio en la microflora
intestinal.
El valor energético del salvado puede aumentarse hasta en un 10 % mediante la
peletización al vapor; este mismo tratamiento aumenta la disponibilidad del
fósforo hasta en un 20 %.
Las dietas altas en salvado generan humedad excesiva de las heces y los
costos de transporte de estas dietas se incrementan proporcionalmente con su
reducción en la densidad.
Limitantes en su inclusión:
Niveles de fibra y energía.
Aceites y grasas:
Las grasas y aceites constituyen una fuente concentrada de energía, de manera
que variaciones relativamente pequeñas en sus niveles de inclusión pueden
tener efectos significativos en la EM de la dieta. La mayoría de grasas son
manejables en forma líquida, lo cual significa que la mayoría de grasas son
mezclas que contienen cantidades apreciables de ácidos grasos saturados.
Dependiendo de las demandas de durabilidad del balanceado un 3 a 4 % es el
nivel máximo de grasa que puede ser mezclado con los demás ingredientes,
aunque hay estudios que indican que es tolerable la adición de un 2 a 3 %
adicional de grasa a la ración.
Tanto aceites como grasas deben ser tratados con un antioxidante, el cual debe
ser añadido en el momento de elaborar el balanceado.
Las grasas contienen cantidades variables de ácido linoléico, un nutriente
esencial para ponedoras.
Independientemente de consideraciones económicas o nutricionales, todas las
dietas requieren de la adición mínima de 1 % de grasa con el fin de asegurar
niveles adecuados de ácido linoléico, mejorar la palatabilidad y hacerlas menos
pulverulentas.
La digestibilidad de las grasas no es absoluta para ningún caso, esto se debe
principalmente a factores como la edad del ave, la composición relativa de
ácidos grasos y los niveles de inclusión. Desafortunadamente, estas variables
son difíciles de manejar en un programa de formulación. Otras consideraciones
en cuanto a las grasas son su potencial rancidez y su efecto sobre la
composición de la canal.
Aceite de palma:
La producción mundial de aceite de palma es solamente superada por la de
aceite de soya. El aceite de palma se extrae de la pulpa carnosa del fruto,
aunque cantidades más pequeñas de aceite son extraídas del coroso o semilla
que se encuentra al interior de la fruta.
El aceite de palma e altamente saturado, lo cual limita su utilidad en aves muy
jóvenes; así mismo, los saponificados producidos a partir del aceite de palma
(debido a su contenido de ácidos grasos libres), son más apropiados para usar
en aves mayores.
Este tipo de aceites proporcionan cerca de 8700 kcal de EM/Kg.
Limitantes en su inclusión:
Baja digestibilidad para el caso de aves jóvenes.
CAPÌTULO 2: FISIOLOGÍA DE LA GALLINA PONEDORA
Aparato Reproductor
Las hembras de las aves domésticas producen, a lo largo de su período
reproductivo, una gran cantidad de huevos que contienen todos los elementos
necesarios para el desarrollo del embrión. En dicha ovogénesis deben tenerse
en cuenta dos aspectos que se pueden considerar complementarios:
a. El número de huevos producidos, función del ritmo de liberación de las
yemas u ovocitos (ovulación).
b. Los diferentes procesos de la formación de cada huevo (que abarcan a
las células del futuro embrión; las reservas: yema y clara; las estructuras
protectoras: cáscara y sus membranas).
En la formación del huevo intervienen dos estructuras anatómicas diferentes: el
ovario, para la yema, y el oviducto, para la clara y la cáscara. La ovulación es,
precisamente, la que permite el paso de una estructura a la otra. El proceso, se
completa (cuando se trata de huevos para incubar) con la necesaria fecundación
del óvulo, la cual, en las aves, al igual que ocurre en los mamíferos, se produce
en el interior de la hembra (fecundación interna).
Anatomía del aparato reproductor de la hembra
En las aves, el aparato reproductor de las hembras está compuesto por dos
partes esenciales: ovario y oviducto. Se trata de un aparato que se puede
considerar "impar" dado que, en el ave adulta, exclusivamente el ovario y el
oviducto izquierdos son funcionales. No obstante, en muchas especies no
domesticadas (aves de rapiña y algunas otras, por ejemplo el kiwi) subsiste el
ovario derecho. La existencia del oviducto derecho es aún más infrecuente que
la del correspondiente ovario. La descripción anatómica que sigue se refiere
básicamente a la gallina, pero las explicaciones formuladas para la mayoría de
sus componentes pueden ser aplicadas a la totalidad de las aves.
Desarrollo del aparato reproductor
En fase embrionaria
Hasta el tercer día de la vida embrionaria (desarrollo de las crestas genitales) las
células germinales primordiales se acumulan de forma simétrica a derecha e
izquierda del embrión. No obstante, a medida que el embrión se va
desarrollando, el incremento de dichas células es de 2 a 5 veces más rápido en
la parte izquierda que en la derecha. Hasta el séptimo día, la diferenciación
sexual de la gónada (macho-hembra) no es definitiva: esto explica el hecho de
que cuando una gónada derecha se desarrolla muestra características masculi-
nas.
Normalmente, en el momento de la eclosión del polluelo, el ovario derecho no es
más que un resto de tejido medular ubicado encima de la vena cava caudal. Si,
durante el primer mes de vida de la pollita, se destruye el ovario izquierdo, el
ovario derecho residual todavía es capaz de evolucionar, convirtiéndose en un
ovotestículo.
En cuanto al oviducto, se desarrolla de forma simétrica a partir del cuarto día de
incubación. El oviducto derecho deja de aumentar el octavo día e inicia su
regresión a partir del décimoprimero. El oviducto izquierdo, entre el
décimosegundo y él décimotercer día, se diferencia en varios segmentos, pero
aún no se comunica con la cloaca.
A nivel de la pollita
El ovario
En el momento de la eclosión, el ovario izquierdo pesa alrededor de 0,3 g.
Básicamente, está constituido por tejido conjuntivo (estroma ovárico) que
envuelve una serie de capilares sanguíneos y de células, denominadas
intersticiales, capaces de sintetizar hormonas esferoides. En esta fase, todos
los folículos están ya presentes.
Durante las primeras semanas de vida, el ovario evoluciona de forma muy lenta
llegando a tener, a la edad de 12 semanas, una longitud aproximada de 1,5 cm.
En este momento está formado por una parte central o "médula" (muy
vascularizada) y por una cubierta o "córtex". Inicialmente, esta cubierta es lisa
pero, a partir de la 5.a semana, aparecen una serie de estrías que aumentan en
número y en profundidad con gran rapidez; el tejido medular se desarrolla hacia
el exterior, y la diferenciación, entre la médula y el córtex, se va haciendo cada vez
más difícil.
A medida que tiene lugar el desarrollo de los folículos, el córtex va adquiriendo
un aspecto más granuloso. En el transcurso de las 3 semanas que preceden a la
aparición de la madurez sexual (puesta del primer huevo), el peso del ovario
pasa de 5 a 60 gramos aproximadamente. Este incremento está relacionado con
la síntesis de las hormonas esteroides, las cuales dependen, a su vez, de la
acción de las hormonas hipofisiarias LH y FSH.
El oviducto
Después del nacimiento del ave (eclosión), el desarrollo del oviducto es
sensiblemente proporcional al del ovario. La longitud de aquél aumenta de
forma espectacular cuando se aproxima la madurez sexual, pasando de 15 a 70
cm, gracias a una hiperplasia masiva.
Desarrollo del ovario y del oviducto en una gallina
Cuando el ave es joven su epitelio no está diferenciado y carece de células
secretoras, las cuales, al igual que ocurre con las denominadas glándulas tubu-
lares, no aparecen hasta poco antes de la madurez sexual. Es en este momento
cuando se establece la comunicación entre el oviducto y la cloaca.
Cuando se produce una interrupción en el período de puesta (proceso de muda,
por ejemplo), la regresión del ovario y del oviducto es mucho más rápida (dura
unos pocos días) que su desarrollo en la pollita.
Situación y estructura del aparato reproductor en la gallina adulta
El ovario
En la gallina adulta, el ovario está situado en la parte superior de la cavidad
abdominal, debajo de la arteria aorta y de la vena cava posterior. Se apoya
sobre el riñón y el pulmón y, por la parte inferior, sobre el saco aéreo abdominal
izquierdo.
A su vez, en la gallina, la glándula suprarrenal izquierda está estrechamente
enlazada al ovario y todo el conjunto descrito se halla suspendido de la pared
dorsal del peritoneo gracias a un repliegue del mismo, que contiene, además,
fibras musculares lisas, vasos sanguíneos y nervios.
El riego arterial del ovario es variable, incluso entre los individuos de una misma
especie. En la mayoría de los casos la irrigación sanguínea arterial procede de la
arteria renal anterior. Existen dos venas ováricas que desembocan en la vena cava
superior. La inervación está muy desarrollada, especialmente en dirección a los
folículos.
Vista ventral y lateral de el aparato reproductor de una gallina
El ovario adulto muestra el aspecto de un racimo de uvas, debido a la presencia de
7 a 10 gruesos folículos portadores, cada uno de ellos, de una yema que se halla
en fase de crecimiento acelerado. Junto a ellos se encuentran muchos pequeños
folículos (más de 1000, perceptibles por el ojo humano) y también uno o dos
folículos vacíos (estadio postovulatorio), que degeneran rápidamente.
La estructura de estos folículos, en estado maduro, y desde el interior al exterior,
se distinguen:
a. Una capa perivitelina acelular, segregada por la granulosa.
b. Una capa monocelular : la granulosa.
c. Una capa llamada basal.
d. Dos tecas, una interna y otra externa, que contienen células intersticiales.
e. Una capa de tejido conjuntivo (salvo en la zona del estigma, lugar donde se
producirá la rotura folicular).
f. Un epitelio superficial.
El oviducto
El oviducto se presenta como un estrecho conducto de color rosa pálido que se
extiende desde la región del ovario hasta la cloaca. En el caso de la gallina, su
longitud total es cercana a los 70 cm y su peso, en vacío, próximo a los 40 g. Se
encuentra suspendido mediante un repliegue ventral del riñón izquierdo.
Al oviducto se le puede dividir en 5 partes netamente diferenciadas que,
ordenadas en sentido anteroposterior, son:
a. El infundíbulum o pabellón: zona muy fina no sujeta al ovario. El pabellón tiene
forma de embudo y presenta repliegues de la mucosa interna.
b. El mágnum: es la parte más larga del oviducto. Su pared es muy elástica y, al
contrario de lo que sucede en el caso del pabellón, presenta en su cara interna
grandes pliegues cuyo espesor puede llegar a los 5 mm. Es la parte del oviducto
con una mayor dotación en células y glándulas secretoras de todo tipo. El
mágnum se diferencia claramente de la zona siguiente por una estrecha banda
translúcida carente de glándulas y de repliegue interno.
c. El istmo: comparado con el mágnum, presenta un diámetro ligeramente más
reducido. Los repliegues de su mucosa también están menos acentuados que
los del magnun. Los 4 cm finales, que forman el denominado istmo rojo (para
diferenciarles del resto, denominado istmo blanco), están muy vascularizados.
d. El útero o glándula coquiliaría: se distingue claramente de las partes
anteriores descritas por su forma de bolsa y por el espesor de su pared
muscular. Sus repliegues internos presentan una menor continuidad que en los
segmentos previos, dado que se encuentran interrumpidos por una serie de
protuberancias transversales que forman, en conjunto, un relieve
extraordinariamente complejo.
e. La vagina: es una parte estrecha y muscular. Está separada del útero por un
estrechamiento llamado "unión útero-vaginal" que juega un papel de gran
importancia en la progresión y conservación de los espermatozoides (sobre esta
cuestión se insistirá más adelante). Habitualmente, la vagina tiene un trayecto
acodado, lo que puede suponer un problema a la hora de realizar la
inseminación artificial. Su pared interna presenta repliegues longitudinales, pero
carece de glándulas secretoras. Desemboca en la mitad izquierda de la cloaca.
Estructura del oviducto
Fisiología del ovario y formación de la yema del huevo
Inicialmente, se halla contenida en el interior de un folículo. El ovario también es
el lugar donde, bajo el control de la hipófisis, tiene lugar la síntesis de las
hormonas esteroideas y el de la gametogénesis femenina.
El ovario. Órgano de síntesis de los esteroides sexuales
La hipófisis anterior es absolutamente indispensable para el desarrollo y de
mantenimiento de la actividad ovárica. Existen, tanto en las aves como en los
mamífero; tres hormonas gonadotropas hipofisarias:
a. La FSH (Hormona Folículo Estimulante) cuya misión esencial es la de regular,
como tendremos ocasión de ver posteriormente, el desarrollo de los folículos del
ovario y la actividad secretora de éste.
b. La LH (Hormona Luteinizante) también responsable del desarrollo de ovario,
de la secreción ovárica de hormonas esteroides y, sobre todo, de la ovulación
c. La Prolactina, que interviene en los fenómenos de la incubación y en ciertos
procesos metabólicos como el del agua.
Esteroides del ovario; secreción y función
El ovario de las aves, bajo el control de las hormonas gonadotropas, segrega los
tres principales tipos de esteroides sexuales, que también son conocido en los
mamíferos: estrógenos, andrógenos y progesterona.
Según un concepto clásico de endocrinología, a largo plazo, estos esteroides
tienden a frenar la secreción de las hormonas gonadotropas que han estimulado
su aparición. Esta acción de retroactividad ("feed back") negativa queda
claramente demostrada cuando ; extirpa el ovario: el nivel de hormona LH en el
plasma se ve multiplicado por diez. Los estrógenos (estrona y estradiol,
fundamentalmente) son sintetizado probablemente, por las células intersticiales
de las tecas foliculares.
Su síntesis comienza muy pronto en el animal joven y aumenta de forma notable
dos o tres semanas antes de la madurez sexual para disminuir de nuevo en dos a
cuatro días si la gallina deja de poner (muda). En el caso del ave adulta, la
síntesis estrogénica está asegurada esencialmente por el segundo y el tercer
folículo de mayor tamaño.
Las funciones de los estrógenos son múltiples puesto que participan
prácticamente en el control de todas las fases de formación del huevo, de hecho,
son indispensables para:
a. El crecimiento del oviducto
b. La síntesis de las proteínas y de los lípidos de la yema en el hígado.
c. El transporte sanguíneo de las lipoproteínas y del calcio así como su
depósito en el folículo.
d. La síntesis de las proteínas de la clara en el mágnum.
e. La formación del hueso medular y el aumento de la retención fósfo-cálcica
al inicio del período de puesta.
f. El comportamiento de oviposición.
g. Eventualmente, el comportamiento alimenticio vinculado a la formación
del huevo (aunque este aspecto no está suficientemente demostrado).
h. Aparición de los caracteres sexuales secundarios y separación de los
huesos pelvianos.
Los andrógenos, por su parte, pueden tener un doble origen (células inters-
ticiales del estroma del ovario y de la teca). Al tratarse de esteroides sexuales
típicamente masculinos, su papel en la hembra está bastante limitado aunque su
concurso, sin embargo, es indispensable. Actúan estimulando el crecimiento de
la cresta y de todos los caracteres sexuales secundarios. En sinergia con los
estrógenos, estimulan también el desarrollo del oviducto y del hueso medular.
Su secreción también es importante en el momento de la muda.
Por último, la progesterona proviene, en su mayor parte, de la granulosa del
folículo preovulatorio y, en menor medida, del folículo postovulatorio. La
progesterona tiene numerosas funciones, que pueden ser clasificadas en dos
categorías:
a. Controla las actividades celulares implicadas en el crecimiento del oviducto
(siendo en este caso "agonista" de estrógenos y andrógenos) y en la síntesis de
ciertas proteínas del albumen; en este último caso, actúa habitualmente en
sinergia con los estrógenos.
b. Controla también los ritmos de ovulación y de oviposición o puesta actuando
sobre la liberación de LH-RH por parte del hipotálamo, sobre las contracciones
del útero previas a la oviposición y sobre la "conducta de puesta".
Ciclo de los esteroides del ovario
Formación de la yema del huevo (Vitelogénesis)
Cronología y regulación de la deposición del vitelo
La vitelogénesis, o deposición del vitelo o yema del huevo en el interior de un
folículo ovárico, es un proceso muy largo que se inicia en la pollita cuando es
muy joven y concluye justo antes de la ovulación. Para ello, el ave recurre,
exclusivamente, a elementos constituyentes aportados por vía sanguínea.
Este proceso puede dividirse en 3 fases principales:
a. Fase inicial de crecimiento lento. Cuando tiene lugar la eclosión de un polluelo
hembra, cada uno de los óvulos que están contenidos en su ovario tiene un
tamaño comprendido entre 1 y 2 centésimas de milímetro. Este diámetro se
multiplica por cuatro a las 6 semanas y alcanza 1 mm a los 4-5 meses de edad,
una vez que se han depositado en dichos óvulos algunas gotitas de lípidos. En
este momento cesa el crecimiento común de todos los óvulos; algunos de ellos
permanecerán con la dimensión descrita durante meses e incluso años.
b. Fase intermedia. Después de que un folículo determinado haya sido "elegido"
de entre el amplio conjunto de folículos indiferenciados, su tamaño pasa, en unos
60 días, de 1 a 4 mm. Este incremento es posible por la deposición de,
fundamentalmente, proteínas, aunque también de algunos lípidos: el conjunto
constituye lo que se denomina vitelo blanco.
c. Fase de gran crecimiento. Durante los 8 ó 10 días que preceden a la ovulación el
crecimiento del óvulo es muy rápido y su peso pasa de unos 200 mg a 15-18 g.
La yema formada presenta alternancias más o menos claras de color, lo cual, con
una gran probabilidad, sea atribuíble a capas sintetizadas durante la noche o
durante el día. Simultáneamente, tiene lugar la migración del oocito hacia la
superficie folicular.
Fases de la vitelogénesis
Origen de los constituyentes de la yema
Se trata, fundamentalmente, de una emulsión de agua, lipoproteínas y proteínas
(además de minerales y pigmentos). Ninguna de estas substancias es sintetizada
por el ovario; todas ellas son aportadas por vía sanguínea y proceden, en su
mayoría, del hígado, cuya actividad lipogénica se multiplica por 10 cuando el ave
alcanza su madurez sexual.
En función de su especificidad, las proteínas de la yema pueden clasificarse en
dos categorías:
a. Las livetinas, que no son proteínas específicas de la yema sino proteínas
plasmáticas normales que se acumulan selectivamente en la yema donde
alcanzan un nivel de presencia superior al que tienen en el plasma. Entre un 50 y
un 60 por 100 de estas proteínas proceden del hígado.
b. Las otras proteínas (fosvitinas) y las lipoproteínas (lipovitelina de alta
densidad y lipovitelina de baja densidad), que sí son absolutamente
características de la gallinas durante el período de puesta y, además, son
sintetizadas en un 100 por 100 por el hígado.
La manera en que tiene lugar la formación de la yema del huevo tiene dos
consecuencias importantes:
a. La procedencia hepática de los constituyentes de la yema justifica el que el
contenido en alguno de ellos (sobre todo de los ácidos grasos) pueda depender
de la alimentación que reciba la gallina.
b. La duración de la "fase de gran crecimiento" hace que toda alteración que
afecte al funcionamiento hepático de la gallina, por breve que sea, repercuta,
como mínimo, en 4 a 7 huevos.
Formación del huevo en el oviducto
La ovulación propiamente dicha está asegurada por la rotura o apertura del
folículo a nivel de estigma. La "captación" de la yema por parte del infundíbulum
constituye la primera etapa de la actividad del oviducto.
Por término medio, unas 24-26 horas más tarde el huevo, totalmente formado, es
expulsado a través de la cloaca (oviposición).
En el proceso de transito del huevo por el oviducto, se suceden las siguientes
etapas.
a. Conclusión de la "membrana vitelina" en el infundíbulum.
b. Secreción de las proteínas del albumen en el mágnum.
c. Secreción de las membranas de la cáscara en el istmo.
d. Hidratación del albumen y secreción de la cáscara en el útero.
e. Oviposición.
Contenido de aminoácidos en el huevo (Fuente: Jais y Kirchgessner, 1995)
Lisina 100
Metionina 49
Metionina+Cistina 88
Treonina 68
Triptófano 24
Leucina 119
Isoleucina 68
Valina 86
Fenilalanina 80
Fenilalanina+Tirosina 139
Arginina 98
Histidina 29
Arginina 101
Histidina 25
Secreción de la clara en el mágnum
En esencia, se trata de una solución acuosa de proteínas (y de minerales). La
clara de un "huevo medio" de gallina contiene, aproximadamente, unos 4 g de
proteínas puras. Todas ellas son sintetizadas y segregadas por el mágnum.
Al contrario de lo que sucede con las proteínas de la yema cuya síntesis no se
efectúa en el ovario sino en el hígado, las proteínas de la clara se sintetizan, a
"nivel local", por la pared del mágnum.
Cuando se produce una carencia alimenticia en aminoácidos indispensables para
la síntesis de las proteínas de la clara, se pone en evidencia a partir del
segundo huevo puesto tras el inicio de dicha carencia.
Formación de la cáscara del huevo
Dada la gran importancia que a nivel económico tiene la solidez de la cáscara,
desde hace unos treinta años se vienen realizando numerosos estudios sobre la
formación de esta parte del huevo. Por otra parte, se trata de un modelo
realmente apasionante para el estudio del metabolismo del calcio. En este
sentido, no se puede ignorar que las hembras de las aves domésticas son los
animales que mayor cantidad de calcio exportan con relación a su peso vivo.
La cáscara pesa alrededor de 6 g y que está formada fundamentalmente por
cristales de carbonato cálcico (CaCO3) recubiertos de una cutícula orgánica.
Ritmos de ovulación y su control: series de puesta
Horas medias de oviposición
Cuando un lote de gallinas (especie Gallus), recibe luz desde las 6 hasta las 21
horas, la mayoría de los huevos son puestos entre las 8 y las 15 horas, con un
máximo de frecuencia de puesta alrededor de las 11 horas.
Esta especie de "concentración horaria" no es común a todas las especies de
aves, si bien la mayoría de ellas presenta una concentración, más o menos
definida, de sus oviposiciones en un período determinado del día, siempre que
los animales estén sometidos a unas alternancias normales día/noche. Este
período puede ser retrasado, pero no alargado, modificando la hora de apagado
de la luz.
Secuencias de ovulaciones y de oviposiciones
Normalmente, una ovulación conduce (salvo en el caso de que la liberación de la
yema tenga lugar en la cavidad abdominal), transcurrido un plazo más o menos
constante de 24 a 26 horas, a la oviposición de un huevo terminado completo.
Dado que, evidentemente, es mucho más fácil la observación de las
oviposiciones que la de las ovulaciones, siempre se consideran aquéllas como
base experimental en que fundamentar los razonamientos.
Cuando la gallina está inmersa en un ciclo luz más oscuridad clásico, de 24
horas, con un fotoperíodo no fraccionado de 16 horas diarias, pone un huevo a
diario durante 3, 4, 5 e incluso más días; después cesa de poner un día (a
veces, más), denominado día de descanso o pausa. AI conjunto de días
consecutivos en los que, en cada uno de ellos, tiene lugar una oviposición, se le
denomina serie de puesta. Dentro de cada serie, a cada oviposición le sigue,
con un retraso de 20 a 30 minutos, una nueva ovulación; ello significa que, en
principio, nunca pueden coincidir dos huevos en el oviducto
Maduración folicular y control de la ovulación
El desarrollo de los folículos, en el ovario, se produce de acuerdo con un
programa muy definido y preciso. Dicho desarrollo, perfectamente controlado, se
ve acompañado, durante los 4 ó 5 días previos a la ovulación, por una
modificación progresiva de su capacidad de síntesis de esteroides.
El folículo que se halla en el estado más avanzado de maduración (el que
hemos denominado F1, el más próximo a ovular) es el que segrega la casi tota-
lidad de la progesterona, mientras que los folículos que le siguen en el proceso
de maduración (F2, F3, y F4), secretan, principalmente, estrógenos y
testosterona. Lo expuesto hasta aquí se ve corroborado cuando tiene lugar el
fenómeno de ovulación doble (huevos de dos yemas); en este caso, la cantidad
de progesterona liberada en la sangre es, casi, el doble de la normal.
Por tanto, un folículo puede considerarse maduro cuando está en condiciones de
segregar, como respuesta a una pequeña dosis de LH, la cantidad adecuada de
progesterona para provocar la aparición del "pico-preovulatorio" de LH, al cual
responderá, normalmente, con una ovulación. En otras palabras, la maduración
de los folículos se corresponde con una modificación de su dotación enzimática
que les permite sintetizar, con un día de intervalo, diferentes esteroides.
En una misma serie, la maduración del folículo identificado como F1 se va
retrasando poco a poco en el tiempo, como lo prueba la disminución de la res-
puesta que se origina, a medida que transcurren los días, por una inyección dia-
ria de una misma dosis de LH a una hora fija. Esto significa que sólo en conta-
das ocasiones el proceso o ciclo de maduración folicular abarca un período de
24 horas; normalmente, la duración de este ciclo oscila entre las 25 y las 26
horas. En la actualidad, aún no se ha conseguido explicar el fenómeno descrito;
no obstante, juega un papel fundamental en la constitución de las series de
puesta, como vamos a ver a continuación.
Análisis práctico de la curva de puesta de un lote
Curvas de producción de huevos
El nivel de producción de un lote se expresa, habitualmente, a través de la
denominada "intensidad de puesta" (o porcentaje de puesta), que se puede
considerar de dos formas diferentes:
a. Intensidad de puesta referida al "número inicial de aves" o "número de plazas
disponibles". Para un período de k días, vendrá definida por:
Donde:
Q= Número total de huevos producidos en el gallinero durante los k días
considerados.
N= Número inicial de gallinas alojadas en la nave.
b. Intensidad de puesta referida al número de gallinas presentes, (en este caso,
en Francia, se había también de intensidad de puesta referida a los "días de
puesta"). Para un mismo período k, la mencionada intensidad vendrá dada por la
fórmula:
Siendo:
Q= Número total de huevos producidos en el gallinero, durante tos k días
considerados.
n1+n2+...+nk= Suma del número de gallinas presentes diariamente, desde el día
1, hasta el día k.
La cifra resultante de la aplicación de la primera de las dos expresiones
consideradas siempre es inferior (o, como máximo, igual) a la que se obtiene
cuando se calcula por la segunda, dado que aquélla no tiene en cuenta la mor-
talidad que haya podido sufrir el lote durante el período estudiado.
Obviamente, la intensidad de puesta puede ser calculada para cada día (k=1), si
bien lo más habitual (nos referimos a las explotaciones comerciales) es conside-
rar la intensidad de puesta semanal (k=7), e incluso, en ocasiones, la referida a
períodos de 4 semanas (k= 28). Sin embargo, resulta evidente que este último
período es demasiado grande, como para poder ejercer un control adecuado del
lote.
Otra forma de expresar la producción es la utilización del número acumulado de
huevos puestos por gallina hasta un momento dado. En este caso, también se
puede distinguir entre "número de plazas" (o número inicial de gallinas) y
"número de gallinas presentes". Esta manera de expresar la producción no es
muy habitual durante el período de puesta y se utiliza, sobre todo, para estimar
la producción total: por ejemplo, 270 huevos/gallina inicial a las 72 semanas de
edad.
Sistema Digestivo del Ave.
El sistema digestivo de las aves es anatómica y funcionalmente diferente al de
otras especies animales. Incluso existen diferencias entre especies de aves,
especialmente en tamaño, que en gran parte depende del tipo de alimento que
consumen. Por ejemplo, aves que se alimentan de granos tienen un tracto
digestivo de mayor tamaño que las carnívoras, y aquellas consumidoras de fibra
poseen ciegos más desarrollados. El largo del sistema digestivo, en proporción
al cuerpo, es inferior al de los mamíferos. Los órganos que constituyen el
aparato digestivo de las gallináceas, se esquematizan en la Figura ¿???
Las aves no tienen labios; en su lugar presentan dos estructuras córneas que
conforman el pico, que sirve para aprehender los alimentos y como órgano de
defensa. La boca y la faringe no presentan una diferenciación clara; la boca se
comunica con la cavidad nasal por medio de dos aberturas ubicadas en el
paladar, el que es duro. La superficie interior de la cavidad bucal está revestida
por glándulas salivales. La lengua es un órgano rígido y prácticamente inmóvil.
La faringe se comunica con el esófago, de forma tubular, en cuyo interior la
mucosa segrega mucus. En la base del cuello el esófago presenta una
dilatación, conocida con el nombre vulgar de buche, donde se almacenan los
alimentos para incorporarles humedad y temperatura, facilitando así su paso y
posterior digestión. El buche no tiene función digestiva ni de absorción, sin
embargo, cumple una función dosificadora de la ración consumida a través del
tracto gastrointestinal.
Después del esófago está el proventrículo, que corresponde al estómago
glandular, que tiene forma fusiforme; la mucosa contiene glándulas que
producen pepsinógeno y ácido clorhídrico. A continuación se encuentra un
órgano muscular, la molleja o estómago muscular, que sirve para triturar los
alimentos, sustituyendo la ausencia de dientes. En su interior hay una cierta
cantidad de piedrecillas, consumidas por el ave y que actúan como molino y
funcionan por movimientos circulares y de compresión de la estructura muscular.
No está claro si la molleja produce alguna secreción, pero cumple una
importante función digestiva por su acción triturante y por el tiempo de
permanencia de los alimentos en su interior, lo que permite que la pepsina de
origen proventricular actúe sobre los alimentos que se están triturando (Sturkie,
1955).
En el intestino se distinguen dos partes, el área duodenal y el íleon. El duodeno
es el principal lugar de digestión y en la parte posterior, se encuentran las
ampollas que comunican con los conductos que traen las secreciones del
páncreas y el hígado, a diferencia de los mamíferos que se encuentran en la
parte anterior; además hay una secreción intestinal. El páncreas y el hígado
producen enzimas proteolíticas, amilolíticas y lipolíticas; además se produce una
secretina intestinal que estimula la secreción pancreática. El íleon se divide en
dos partes, íleon anterior e íleon posterior que cumplen una función
principalmente de absorción de nutrientes digeridos. El intestino presenta
movimientos peristálticos, de segmentación y antiperistálticos, se comunica con
el ciego por medio de la válvula íleo-cecal, que hace que los ciegos se llenen y
vacíen cada ciertos intervalos de tiempo. En el ciego existe digestión bacteriana,
pero es poco aprovechada por la escasa absorción que se produce en el
intestino grueso. Esta digestión bacteriana actúa sobre la fibra del alimento y
existe síntesis de vitaminas del complejo B y algo de absorción de agua (Sturkie,
1955).
El intestino grueso es relativamente corto y no se distingue una separación entre
colon y recto. El aparato digestivo termina en la cloaca, que es un órgano de
excreción común del aparato digestivo y urinario. Además, el intestino grueso es
el principal órgano para absorber el agua de bebida.
Sistema digestivo de una gallina
Tiempo de digestión del alimento.
Comparativamente, la velocidad de paso de las particulas alimenticias
onsumidas es alta para las aves. Por lo tanto, la dieta ingerida debe ser de alta
digestibilidad. La excreción máxima se produce 8 horas después de la ingesta
de la dieta y la evacuación total se produce alrededor de 30 horas post ingesta,
dependiendo del tipo de dieta suministrada y del tamaño de la partícula
alimenticia. Esta mayor velocidad se convierte en una ventaja para la conducción
de ensayos de digestibilidad y determinación de energía metabolizable en un
corto período de tiempo.
En aves al igual que en otras especies, la energía metabolizable de un alimento
se determina de la diferencia entre la energía bruta consumida y la energía
excretada en heces y orina. Esta determinación en aves es directa. La
metodología tradicional requiere de un período de acostumbramiento a la ración,
previo al ensayo.
Aprovechando la alta velocidad de evacuación , se ha diseñado un método con
aves adultas sometidas a un plan de alimentación intensivo por un período corto
de tiempo, en el que se suministra la ración diaria por un período de una hora,
seguido de ayuno, aspecto que se favorece por la presencia del buche,
obteniéndose resultados equivalentes a los métodos tradicionales.
Principios básicos de la alimentación
Debido a la facilidad de investigación por el corto ciclo de vida de las aves, que
disminuye los costos acumulados de alimentación más la baja necesidad de
espacio, permite la obtención de resultados de calidad nutricional y efecto de la
dieta en las aves, comparativamente con las otras especies domésticas.
a) Relación entre energía de la dieta con consumo de alimento: A diferencia
del hombre y ciertos mamíferos que utilizan el sentido del gusto como uno de los
mecanismos para regular el consumo voluntario, las aves regulan por el aporte
energético de la dieta. Una dieta nutricionalmente equilibrada es consumida
hasta satisfacer una cierta cantidad de energía diaria. Este escenario provoca la
necesidad de conocer la concentración calórica de los alimentos empleados en
una dieta para balancear el aporte total de EM de ella.
La energía, como principal necesidad dietética del animal, se requiere para
mantención y producción. Por lo tanto, aunque el animal no esté en un estado
fisiológico de producción siempre se tendrá un requerimiento de energía. Esto
debe ser considerado al definir algunas normas de manejo.
Como el tamaño corporal está directamente relacionado con el consumo
voluntario, debido al cambio del requerimiento de mantención, es importante
eliminar las aves improductivas por el costo que representa su alimentación,
especialmente a mayor peso vivo. Además, debería seleccionarse individuos con
un menor gasto de mantención, especialmente en aves de postura.
Los animales consumen para cumplir un cierto requerimiento energético,
especialmente las aves de postura, que regulan el consumo en función a la
energía consumida
Alimentación de aves de postura. Para éstas, la alimentación tiene un objetivo
diferente a la del broiler, ya que se procura entregarles un alimento balanceado
que produzca un crecimiento normal, sin excesos de gordura, basado en un
balance de aminoácidos, vitaminas y minerales, con el nivel energético justo
para obtener crecimiento y producción normales.
En las aves de postura existen dos etapas diferentes en la alimentación que son,
la etapa de crianza y la de producción. Los requerimientos nutritivos en cada
etapa cambian por lo que es necesario separarlos por períodos.
a. Crianza. En esta etapa se distinguen tres períodos que son: inicio, que va
desde el nacimiento hasta las 6 semanas; crecimiento, desde la sexta a la
duodécima semana; y desarrollo, desde la decimosegunda a la vigésima
semana. Como los requerimientos energéticos de las aves de postura en la
etapa de crianza son menores que en broilers y la necesidad de proteína
disminuye con la edad, es factible formular dietas más baratas
El consumo de alimento está relacionado con el nivel energético de la dieta de
modo de mantener constante el consumo de EM. Al aumentar el nivel energético
de 2.700 a 3.100 kcal/kg., el consumo disminuye en 1 kg/ave, lo que significa
una reducción del 13,3%.
b. Producción de huevos. Esta etapa se divide en 3 fases; en la primera se
produce casi 1 huevo diario, en un período de tiempo que dura 2 meses. En este
tiempo el nivel productivo del plantel es alrededor del 87 al 92% del total de la
producción. A partir del mes 72 de vida, la producción de huevos comienza a
declinar hasta llegar, a los 1 8 meses, al 65%. En planteles comerciales, la
eliminación se hace entre los 13 y 14 meses de postura (18-19 meses de edad),
siempre que el nivel de producción no sea económico. Los requerimientos de
proteína aumentan debido al cambio en el tamaño del huevo. Al comienzo el
huevo pesa alrededor de 40 g y alcanza 60 g a la décima o undécima semana. A
partir de entonces el aumento es más lento hasta llegar a término con 62 g.
CAPÍTULO 3: RECOMENDACIONES NUTRICIONALES
Los requerimientos alimenticios de EM y de aminoácidos para ponedoras deben
estar basados específicamente en las condiciones ambientales, en las
necesidades de mantenimiento y en el rendimiento del producto. El
requerimiento de energía de mantenimiento de las ponedoras es sumamente
dependiente de la temperatura ambiental y del tamaño corporal, y tiene un
efecto muy significativo sobre el consumo de diario alimento.
La temperatura ambiental tiene una enorme influencia en el consumo de
alimento, ya que las ponedoras tratan de mantener una temperatura corporal
homeostática ajustando el consumo de nutrientes a la cantidad de calor que la
gallina ponedora disipa.
El desempeño de la gallina está limitado por una nutrición inadecuada. Las
gallinas usarán los nutrientes y la energía para el mantenimiento, la actividad
general, la producción de huevos, su tamaño y la tasa de crecimiento. El tamaño
de la gallina influirá sobre la cantidad de alimento que consuma.
En años recientes, los Guías de Manejo para la Ponedora Comercial editados
por las compañías genéticas, han recomendado incrementos substanciales de la
dieta en cuanto a proteína, aminoácidos, calcio, fósforo y energía buscando
favorecer un desempeño máximo. También se ha fomentado el uso de niveles
mayores de proteína y aminoácidos en las fórmulas modernas de alimento,
debido que estos ejercen hacia aumentar el tamaño del huevo. Los
requerimientos diarios de aminoácidos para las ponedoras se ven afectados
importantemente por la producción de masa del huevo, teniéndose un pequeño
porcentaje de las necesidades diarias que destinarse al mantenimiento.
Recomendaciones de la Casa Genética
Evolución del peso en puesta
Los resultados de la ISA Brown están determinados por la calidad de su pico de
puesta y su persistencia en puesta están condicionados por:
La homogeneidad de la demanda;
Una evolución satisfactoria del peso corporal en función de la madurez sexual;
Una alimentación en la entrada en puesta que permita satisfacer las
necesidades de crecimiento y de producción;
La sincronización del pico de producción y del pico de consumo.
Necesidades energéticas
Para evitar toda posibilidad de su consumo durante la entrada en puesta, el
alimento ponedoras será siempre de un nivel energético superior al alimento
pollitas y prepuesta.
La ISA BROWN se adapta muy bien a los diferentes tipos de clima; se puede dar
a la ISA BROWN un alimento de poca energía, siempre y cuando las
condiciones de cría (temperatura, duración del alumbrado, tiempo de acceso al
comedero), le permitan ingerir una cantidad suficiente de 320 Kcal/día a 20 ºC.
Por el contrario, el valor energético del alimento puede ser elevado. Sin
embargo, es necesario ajustar las especificaciones de los alimentos. Se puede
constatar un sobre consumo energético con ciertos tipos de formulación que
aporten energía en forma de aceite. Al principio de la producción, y para
aumentar ligeramente el consumo del alimento y el tamaño del huevo, se puede
incorporar aceite al alimento.
Los niveles comprendidos entre 2700 y 2900 kcal son generalmente bien
aceptados.
Las características del alimento han de ser estables. Se aconseja no cambiar las
características y la composición, solo en las regiones donde la temperatura varía
considerablemente de una estación a otra.
Un nivel de 320 kcal por día y por gallina es satisfactorio para mantener un nivel
de producción correcto y obtener un buen índice de consumo para una
temperatura de granja de 20 ºC.
Las necesidades energéticas varían en función inversa a la temperatura
ambiente, de aproximadamente 2 Kcal por Kg de peso vivo, para una variación
de 1 ºC, o sea 1,4 g de alimento por gallina y por grado.
Las aves regulan su consumo de pienso bastante bien, según su contenido de
energía a un nivel constante de grasa. Esto puede varia dentro de unos límites
relativamente amplios. El nivel de energía a escoger depende más de
consideraciones económicas que nutricionales. Sin embargo, una disminución
importante del nivel de energía entre el pienso de prepuesta y el de ponedoras
penalizaría bastante la capacidad de consumo de las aves para ajustarse a sus
requerimientos energéticos. A un nivel constante de energía las aves necesitan
aumentar su ingesta de pienso sobre un 40 % entre las 17 y 26 semanas de
edad.
El consumo de energía esta influenciado por los niveles de grasa y de fibra del
pienso y la presentación del mismo. Consiguientemente, un pienso pobre de
tamaño de molienda puede compensarse con un porcentaje más alto de grasa.
Necesidades proteicas
La productividad de una gallina depende de la cantidad de proteínas y
aminoácidos ingeridos diariamente. El 80 y 85 % de los aminoácidos ingeridos
son directamente utilizados para la producción del huevo. Cualquier deficiencia
reducirá la producción (porcentaje de puesta y tamaño del huevo) y aumentará
el índice de consumo. En este caso, la reducción de la masa de huevos es
causada: 2/3 partes por el porcentaje de puesta, y 1/3 parte por el tamaño de
huevo. Parecería poder aplicarse a cada uno de los aminoácidos esenciales
particularmente a aminoácidos azufrados (metionina, cistina) y a la lisina.
Entre las 17 y 24 semanas el consumo de pienso debería incrementarse
alrededor del 40 % llegándose a la ingesta máxima durante varias semanas
alrededor del pico de puesta. A fin de satisfacer las necesidades nutricionales
diarias, hemos de considerar que el promedio de consumo diario de alimento,
entre las 17 y 28 semanas de edad es aproximadamente 7 g más bajo que el
observado durante el período de las 28 a las 72 semanas. Así pues, las
especificaciones en proteína (aminoácidos digestibles) deberían adaptarse al
índice de ingesta medio registrado durante este período.
Teniendo en cuenta la persistencia en la puesta, la variabilidad individual y el
peso del huevo, las necesidades de aminoácidos no decaen durante el período
de puesta. En el contexto económico, podría valer la pena reducir ligeramente
los márgenes de seguridad. Sin embargo, los mejores resultados en términos de
productividad y de proporción del índice de conversión, se han obtenido cuando
se mantiene el nivel de ingesta de aminoácidos.
Por lo tanto para reducir el tamaño del huevo al final de la puesta, no conviene
disminuir los aminoácidos ya que también se logrará la reducción de puesta.
Expresión de las necesidades
Por falta de estudios realizados sobre la digestibilidad de las proteínas y de los
aminoácidos, las recomendaciones han sido siempre expresadas en proteínas
brutas y aminoácidos brutos. La evolución de nuestras experiencias en este
sentido nos permite ponerles proteínas y aminoácidos digestibles (según la
técnica de verdadera digestibilidad de Sibbald 1979)
Las recomendaciones de las necesidades cotidianas dadas por la casa genética,
serán expresadas en aminoácidos brutos y en digestibilidad verdadera.
Para la formulación de los alimentos, se basan en el consumo diario esperados y
ajustan valores de cada alimento.
Las recomendaciones han sido establecidas a partir de las tablas de
composición de materias primas de Rhone Poulenc Animal Nutrition (Nutrition
Guide 1993)
Importancia de la digestibilidad verdadera en la formulación
La formulación en aminoácidos brutos conduce a conceder el mismo valor
nutritivo a todas las materias primas sea cual fuere su digestibilidad.
Debido a estos factores de variación, la casa genética se ha visto obligada a
aumentar los márgenes de seguridad para cubrir las necesidades de las aves.
Formular en aminoácidos digestibles permite satisfacer mejor las necesidades
de las aves, reducir los márgenes de seguridad y clasificar las materias primas
en función de su verdadero valor biológico.
Necesidades proteicas en la entrada en puesta
Durante el periodo de entrada en puesta, las necesidades en proteínas diarias
permiten cumplir a la vez con las necesidades de mantenimiento, crecimiento y
producción.
Por lo tanto es importante utilizar un alimento que permita cumplir las
necesidades proteicas. Al 2% de puesta y hasta las 28 semanas, hay que tomar
como base un consumo inferior a 100 g observado a las 28 semanas.
Necesidades al final de la puesta
Teniendo en cuenta la persistencia de la puesta y el peso del huevo, las
necesidades de aminoácidos no disminuyen durante la puesta. En función del
contexto económico, convendría quizás reducir los márgenes de seguridad. Sin
embargo se logran mejores resultados de productividad e índice de consumo si
se mantiene el nivel de aminoácidos.
Necesidades en proteínas
19,5 g/día a 18 g/día en digestibilidad verdadera.
Si la formulación es efectuada sobre base de los valores de digestibilidad
verdadera y que satisfacen las necesidades de aminoácidos dadas, se `puede
limitar a 18g/día la proteína bruta.
Si los apremios de la formulación se refieren solamente a la metionina + cistina y
a la lisina, se aconseja tomar como base 19,5 g/día.
Desequilibrio en aminoácidos
La productividad y el índice de consumo dependen de las necesidades dadas de
los 7 aminoácidos principales. Toda deficiencia de uno de estos aminoácidos
afectará los resultados. En la práctica los excesos de uno o varios aminoácidos
no son perjudiciales.
Recomendaciones nutricionales de la ISA Brown
Consumo observado
g/día
105 110 115 120 125
Proteína bruta (%) 18.6 17.7 17.0 16.3 15.6
Lisina (%) 0.84 0.80 0.76 0.73 0.70
Metionina (%) 0.41 0.39 0.37 0.36 0.35
Metionina + Cistina (%) 0.72 0.69 0.66 0.63 0.62
Triptófano (%) 0.180 0.173 0.165 0.158 0.152
Treonina (%) 0.59 0.56 0.54 0.52 0.50
Isoleucina (%) 0.66 0.63 0.61 0.58 0.56
Valina (%) 0.78 0.74 0.71 0.68 0.66
Lisina digestible (%) 0.72 0.69 0.66 0.63 0.61
Metionina digestible (%) 0.37 0.35 0.34 0.33 0.31
Metionina+Cistina
digestible (%)
0.64 0.61 0.58 0.56 0.54
Triptófano digestible (%) 0.157 0.150 0.143 0.138 0.132
Treonina digestible (%) 0.50 0.48 0.46 0.44 0.42
Isoleucina digestible (%) 0.57 0.54 0.52 0.50 0.48
Valina digestible (%) 0.66 0.63 0.61 0.58 0.56
Fósforo asimilable (%) 0.36 0.34 0.33 0.32 0.31
Calcio (%) 3.9 - 4.1 3.7 - 4.0 3.6 - 3.8 3.4-3.6 3.3 - 3.5
Sodio mini (%) 0.17 0.16 0.16 0.15 0.15
Cloro mini-maxi (%) 0.16-0.25 0.15-0.24 0.15-0.23 0.14-0.22 0.14-0.21
Ácido linoléico (%) 1.2 1.15 1.1 1.05 1
Recomendaciones nutricionales del National Research Council (NRC)
Los requerimientos de las aves dependen de la edad y del tipo de actividad para
el que son destinadas. Además dependen de las diferentes fases de su ciclo
(levante, prepostura y postura)
Necesidades en postura
Ha habido continuos progresos en la tarea de usar menos cantidad de alimento
para producir huevos. La mayoría de estos progresos han resultado en la
reducción del consumo de alimento destinado para las necesidades de
mantenimiento corporal.
Necesidades de mantenimiento corporal:
Prácticas de manejo, tales como regimenes nutricionales, pueden afectar el
requerimiento de mantenimiento. En lugares cálidos, las ponedoras necesitan
menos energía porque ellas gastan menos energía en mantener su temperatura
corporal. Las gallinas comen menos al incrementarse la temperatura, se han
observado decrecimientos drásticos de consumo de alimento en temperaturas
sobre los 30 ºC (Davis et al., 1973; NRC, 1981c).
La selección genética puede también afectar la cantidad de alimento requerido
para el mantenimiento. Con gallinas criadas para altas tazas de producción de
huevos, hay un decrecimiento en las necesidades de mantenimiento
relacionados con la cantidad de huevos producidos. A una taza de postura del
100 % (es decir un huevo por día por gallina), los requerimientos de
mantenimiento deben ser cumplidos por los doce días necesitados para producir
una docena de huevos; a una taza del 75 % de producción, se necesita cumplir
los requerimientos de mantenimiento de 16 días para poder obtener una docena
de huevos.
El tamaño corporal también afecta los requerimientos para mantenimiento. Se ha
demostrado que el metabolismo basal requiere una energía igual a 78.3 Kcal por
día por Kg de peso corporal (Lasiewski and Dawson, 1967).
Los requerimientos para mantenimiento, es decir, la energía necesitada para
sostener todos los procesos y actividades que no se refieran al crecimiento del
ave ni a la producción de huevos, es mayor que el del metabolismo basal. En
rangos neutrales de temperatura la energía de mantenimiento para gallinas es
de aproximadamente 100 Kcal/día/Kg de peso corporal (MacLeod and Jewitt,
1988; Pesti et al., 1990). Las diferentes líneas de ponedoras pueden diferir en
sus necesidades de mantenimiento debido a las diferencias de su
comportamiento metabólico.
Necesidades para producción:
Los factores nutricionales pueden afectar la cantidad de alimento requerida para
producir huevos. Por ejemplo, algunos estudios indican que las gallinas son
capaces de hacer un buen ajuste de la alimentación que ingieren para proveer
casi iguales ingestas de energía con hasta un 6 % de aumento de grasa en la
dieta (Sell et al., 1987). Pero otros estudios sugieren que las gallinas no pueden
ajustar su alimentación respecto a la ingesta de energía diaria (Morris, 1968;
Rising et al., 1989).
A pesar de todo la exactitud de los ajustes energéticos, las gallinas comen
menos si se les suministra un pienso alto en energía que lo que comerían si se
suministra un pienso bajo en energía para producir una docena de huevos.
Ahora que los huevos pueden ser producidos con menos alimento, los
nutricionistas han sido permitidos o algunas veces forzados, a formular dietas
diferentes de las que hacían hace varios años. Generalmente se asumen que los
requerimientos diarios de nutrientes para gallinas, que no sea la energía, no
varían por la cantidad de consumo de alimento. Si esto es correcto, la diferencia
entre la composición de la dieta de una ponedora que come 80 g diarios y la
dieta de una que come 120 g por día debería ser de unos 40 g de la energía
suministrada por los ingredientes. Pero la diferencia en el consumo diario puede
causar la necesidad de diferencias dramáticas en la concentración de nutrientes
de la dieta, si las dietas son formuladas para suplir una cantidad específica de
nutrientes, que no sea la energía, cada día
Los requerimientos nutricionales para gallinas ponedoras están expresados en
términos de concentraciones que forman la dieta para tres niveles de consumo
diario de alimento.
Tabla ¿??? Requerimientos nutricionales para gallinas ponedoras NRC (1994).
Consumo (g)
Nutriente: U 100 120
Proteína cruda % 15,000 16,500
Arginina % 700 770
Histidina % 170 190
Isoleucina % 650 715
Leucina % 820 900
Lisina % 690 760
Metionina % 300 330
Metionina + cistina % 580 645
Fenilalanina % 470 520
Treonina % 470 520
Triptófano % 160 175
Valina % 700 770
Ácido linoléico % 1000 1100
Calcio % 3,250 3,600
Cloro % 130 145
Fósforo % 250 275
Sodio % 150 165
Han sido desarrolladas ecuaciones para predecir los requerimientos energéticos
para gallinas durante la fase de producción (NRC, 1981c). Estas ecuaciones
utilizan los requerimientos de energía esperados relacionados con el peso
corporal, masa de huevo, cambios en el peso corporal y la temperatura
ambiental; para predecir el total diario de energía requerido.
Un sinnúmero de fórmulas han sido sugeridas para la predicción de los
requerimientos energéticos de las gallinas. La fórmula utilizada por el NRC es:
EM/ave/día = W0.75 (173 - 1.95T) + 5.5 δW + 2.07 EE
Donde:
W = Peso corporal (kg),
T = Temperatura ambiente (°C),
δW = Aumento diario de peso (g/día), y
EE = Masa diaria de huevo (g).
Los requerimientos energéticos derivados de estas ecuaciones pueden ser
usados para estimar la ingesta diaria de alimento al relacionar las necesidades
energéticas de las gallinas con la concentración de energía de la dieta. Dietas
para ponedoras, como sea, pueden ser exactamente formuladas en base a los
datos de ingesta obtenidos cada 7 o 15 días.
La mayoría de gallinas ponedoras reciben alimentación ad líbitum, de cualquier
modo, los programas alimenticios se modifican después de la taza máxima de
postura y la mayor masa de huevo obtenida (Cerniglia et al., 1984; Cunningham,
1984). Las gallinas ponedoras comen mas alimento que el que necesitan para
soportar su producción de huevos. Como resultado, puede ser más beneficioso
limitar su ingesta. Haciendo esto también se puede reducir la probabilidad de
problemas de salud que pueden también resultar en gallinas excesivamente
gordas o que acumulen mucha grasa. Información de consumo de alimento en
lotes individuales junto con la información de peso corporal, temperatura
ambiente y taza de producción de huevos se puede utilizar para determinar el
grado de restricción alimentaria apropiada.
Perfil de proteína ideal para gallinas en postura en relación a lisina = 100.
NRC 1994
Requerimiento sugerido de lisina 690 mg/ave/día
Lisina 100
Metionina 43
Metionina+Cistina 84
Treonina 68
Triptófano 23
Leucina 119
Isoleucina 94
Valina 101
Fenilalanina 68
Fenilalanina+Tirosina 120
Arginina 101
Histidina 25
Fase de alimentación:
Algunos programas alimenticios, están basados en asumir que la cantidad de
nutrientes requeridos cada día son diferentes en cada fase de la postura. Estos
programas son llamados “fase de alimentación”.
En la fase de alimentación para lotes de gallinas ponedoras, la fase 1 ha sido
asignada como el tiempo desde la puesta del primer huevo hasta llegar al pico
de postura, que suele ser usualmente hasta la semana 36.
La fase 2 es el período comprendido entre la semana 36 y aproximadamente la
semana 52, es un período de alta producción pero que va declinándose.
La fase 3 es desde la semana 52 hasta el final de la producción que en la
mayoría de casos es de 80 semanas, durante esta fase la postura continua
decreciendo aunque el peso del huevo aumenta ligeramente.
Un programa de “fase de alimentación”, ajusta diariamente los nutrientes
ingeridos de acuerdo con los requerimientos esperados para mantenimiento y
producción de huevos. Generalmente, la ingesta diaria de proteína, aminoácidos
y fósforo se reduce con cada fase sucesiva. La ingesta diaria de calcio
usualmente se incrementa en cada fase. Así las concentraciones de la dieta
respecto a estos nutrientes van cambiando de acuerdo a lo dicho anteriormente.
La validez científica del concepto “fase de alimentación” no ha sido establecida
todavía. Los resultados experimentales han fallado para probar que una gallina
requiere más nutrientes en una fase de producción que en otra (Latshaw, 1981;
Ousterhout, 1981; Sell et al., 1987).
Peso de huevo:
El peso de huevo se correlaciona con el peso corporal de las gallinas (Jull,
1924). El peso relativo del huevo durante el ciclo de postura va paralelo al peso
corporal. Dentro de un lote, las aves más pesadas ponen huevos más pesados
(Leeson and Summers, 1987a). Una baja en el peso corporal en verano pueden
acarrear la producción de huevos más pequeños durante esta temporada
(Cunningham et al., 1960).
Nutricionalmente significa que esto se puede usar para alterar el peso del huevo
ligeramente. En fases tempranas del ciclo de postura, el objetivo debería ser
incrementar el peso del huevo. En un estudio (Summers and Leeson, 1983), el
peso de huevo de gallinas jóvenes no fue afectado por incrementos de niveles
de metionina, ácido linoléico, o proteína sobre el requerimiento establecido. Otro
estudio mostró que los incrementos de los niveles de ácido linoléico de un
porcentaje de 0.6 a 4.3 incrementó el peso de huevo durante las primeras 14
semanas de postura; de cualquier forma, los promedios diarios de producción no
se vieron afectados (March and MacMillan, 1990). En un estudio diferente,
adicionando 3 o 6 % de grasa a las dietas durante las primeras semanas de
postura incrementó el peso del huevo por incrementar el peso de la yema (Sell
et al., 1987).
Cuando el peso del huevo se incrementa por dietas con suplementación de
grasa, no se sabe si la respuesta se debe a la grasa en general o a la respuesta
directa de ácido linoléico (Whitehead, 1981; Balnave, 1982; Scragg et al., 1987).
Incrementando el porcentaje de grasa o aceite en dietas isoenergéticas causa
que las gallinas pongan huevos más pesados (Whitehead, 1981; Sell et al.,
1987). Reduciendo los niveles energéticos de la dieta como puede ocurrir
cuando el sorgo o la cebada sustituyen al maíz puede reducirse el tamaño del
huevo (Coon et al., 1988). El costo de la dieta puede incrementarse cuando los
suplementos de grasa son usados para obtener altas concentraciones de grasa
y energía en la dieta. Así los gerentes deben determinar la efectividad
económica de incrementar el peso del huevo de esta manera. Las gallinas viejas
ponen una mayor proporción de huevos extra grandes por los cuales los
ingresos a menudo no satisfacen los costos de producción. Así, una meta de los
formuladores de dietas puede ser reducir el peso de los huevos producidos por
gallinas viejas. Disminuir los niveles nutricionales de los aminoácidos más
limitantes puede afectar el peso del huevo (Morris and Gous, 1988). Por ejemplo,
el peso de huevos producidos por gallinas con más de 38 semanas de edad fue
reducido al limitar la ingesta de metionina a 270 mg por gallina diario, compárese
con el requerimiento de 300 mg de metionina al día (Peterson et al., 1983). Una
revisión de 12 papers científicos indicó que al reducir los aminoácidos limitantes
debajo del nivel requerido, el peso de huevo y el porcentaje de postura son
reducidos proporcionalmente. Esta reducción ocurre hasta que el peso decrece
a cerca del 90 % del máximo. Mayores reducciones de aminoácidos disminuye
únicamente el porcentaje de postura. Una excepción ocurre con el triptófano,
donde una deficiencia de este aminoácido no decrece el peso de huevo (Jensen
et al., 1990).
Recomendaciones de la Universidad de Viçosa
Las aves cuando reciben alimento “ad libitum”, el consumo de la ración
principalmente la conversión alimenticia, dependen en gran parte del nivel de
energía. Por eso los requerimientos nutricionales de proteína bruta, calcio,
fósforo, sodio, potasio, cloro y ácido linoléico son establecidos de acuerdo al
nivel de energía metabolizable (EM), siendo expresados en porcentaje por 1000
Kcal de EM, para aves de postura también se incluyen los requerimientos de los
aminoácidos en porcentaje por 1000 Kcal de EM.
En aves de postura los requerimientos se establecen en cantidades diarias de
nutriente por aves, para óptimo desempeño. Existe también una ecuación para
determinar los requerimientos diarios de EM por ave. En esa ecuación son
considerados datos referentes a peso corporal, ganancia de peso/ave/día, masa
de huevos producida y temperatura ambiente. Utilizando los datos obtenidos por
la ecuación y conociendo el nivel de energía de la ración, es posible estimar el
consumo diario y calcular el porcentaje de los nutrientes en la dieta.
Es prácticamente imposible fijar un nivel de energía para cada tipo de ración de
las aves. El nivel debe variar de acuerdo al precio de los ingredientes de las
raciones y de los productos avícolas. La disponibilidad de alimentos de alto nivel
energético permite adoptar altos niveles de energía, si existe mayor
disponibilidad de alimentos de bajo nivel energético se debe formular raciones
con menor nivel de energía. La preocupación es formular una ración al costo
mínimo, para producir la mayor cantidad de huevo a menor costo.
Los niveles de proteína establecidos deben ser vistos solo como indicadores.
Estos son valores mínimos para raciones que se basan en el maíz y la harina de
soya para su formulación, y si se encuentran disponibles aminoácidos sintéticos
(metionina, lisina y treonina). Con la finalidad de reducir el impacto del exceso
de nutrientes en las dietas avícolas sobre el medio ambiente, se han obtenido
excelentes resultados en pruebas en lotes experimentales y comerciales, con
dietas que contienen niveles más bajos de proteína, manteniéndose los niveles
recomendados de los aminoácidos esenciales. Estos aminoácidos son los
realmente importantes.
El nivel de aminoácidos debe ser lo más cercano posible al de las
recomendaciones, evitándose excesos. De la misma manera, el exceso de
proteína debe ser evitado.
Los requerimientos de metionina+cistina se establecieron tomando en cuenta
que como mínimo el 55 % de los aminoácidos azufrados deben corresponder a
la metionina.
En las recomendaciones nutricionales de la Universidad de Viçosa, se utiliza a la
lisina como aminoácido referente para estimar los requerimientos nutricionales
de los demás aminoácidos, de acuerdo con el concepto de “proteína ideal”,
manteniendo la relación aminoácido/lisina, expresados en base de digestibilidad
verdadera y total de los aminoácidos.
El uso de la ecuación para estimar las necesidades de lisina, permite la
flexibilización de los requerimientos, pues de esta manera ya no existe
solamente un requerimiento, mas sí varios, de acuerdo con el desempeño y el
consumo de la ración de las aves.
N estudios realizados sobre requerimientos nutricionales, fue evidente la
influencia de la temperatura sobre el desempeño de las gallinas ponedoras; en
virtud del menor consumo de ración, causada por la menor necesidad de
energía de las aves, criadas bajo condiciones de temperatura por encima de los
21 º C.
En el caso de gallinas ponedoras, el requerimiento energético disminuye o
aumenta en 2 Kcal de EM por cada kilo de peso corporal, para cada grado
centígrado por encima o por debajo de 21 º C de temperatura ambiente.
Ecuación utilizada para estimar los requerimientos de lisina digestible en gallinas
ponedoras, en g/ave/día y en porcentaje.
Lisina digestible g/ave/día = 0.1 P0.75 + 0.020 G + 0.0115 Huevo
Donde:
P = peso corporal en Kg.
G = ganancia de peso/ave/día en g
Huevo = masa de huevo, g huevo/ave/día = (%postura X Peso del huevo)/100.
El requerimiento diario de lisina digerible para mantenimiento de 0.1 X (peso
medio)0.75, fue estimado a partir de los valores de Fisher, 1998 (Poultry Sci.
77:124) y de Edwards et. al., 1999 (Poultry Sci. 78:1412). La lisina digestible
para ganancia de peso fue estimada en 0.020 g por g de ganancia diaria,
teniendo en consideración los resultados de la Universidad de Viçosa en pollos
de engorde. El valor de 0.0115 g de lisina digestible por g de masa de huevo se
determina utilizando los resultados de experimentos dosis-respuesta realizados
por la Universidad de Viçosa.
Ecuación utilizada para estimar el requerimiento de Energía metabolizable (EM)
de gallinas ponedoras, en Kcal/ave/día
EM Kcal/ave/día = 144.50 P0.75 + 3.84 G + 1.92 Huevo + 2 P (21 – T)
Donde:
P = peso corporal en Kg.
G = ganancia de peso/ave/día en g
Huevo = masa de huevo, g huevo/ave/día = (%postura X Peso del huevo)/100.
T = Temperatura media en º C.
Relación aminoácido/lisina utilizada para estimar los requerimientos de
aminoácidos de gallinas ponedoras:
Aminoácido Digestible Total
Lisina 100 100
Metionina 50 49
Metionina+Cistina 91 90
Triptófano 23 23
Treonina 66 68
Arginina 100 96
Glicina+Serina - 80
Valina 90 90
Isoleucina 83 83
Leucina 122 119
Histidina 29 28
Fenilalanina 65 63
Fenilalanina+Tirosina 118 115
Requerimientos nutricionales de gallinas ponedoras (g/ave/día)
Nutriente Porcentaje
Proteína bruta 17.0
Calcio 4.2
Fósforo disponible 0.375
Potasio 0.590
Sodio 0.230
Cloro 0.210
Ácido linoléico 1.210
CAPÌTULO 4: METIONINA
DESCRIPCIÓN
La metionina es un aminoácido completamente esencial, desde 1948, fecha en la
que comenzó la elaboración de este aminoácido a nivel industrial, se han
realizado importantes conocimientos obtenidos de la investigación y desarrollo; La
confirmación de estos conocimientos en la practica, han convertido a la metionina
en el aminoácido más importante que se produce a nivel industrial para la nutrición
animal.
Aproximadamente 20 aminoácidos distintos se ven involucrados en la síntesis de
proteínas. No todos ellos tienen la misma importancia para el organismo ya que
casi la mitad de ellos son esenciales y por tanto deben ser ingeridos por el animal
en el alimento. La metionina es a veces el principal aminoácido limitante.
La metionina como aminoácido limitante.
Si la concentración de Metionina en el plasma desciende mas allá de cierto nivel,
la síntesis se interrumpe y solo puede reiniciarse ante la suplementación
adicional en el alimento.
La Metionina adicionada es de primordial importancia para la síntesis de proteína,
dada su capacidad como aminoácido iniciador de la cadena de proteína a través
de su derivado N-formil Metionina. Por este motivo la metionina es indispensable
aun en aquellos casos en lo que no es por si misma un integrante de la cadena
de proteína.
Se sabe que los aminoácidos son no solo los pilares para la construcción de las
proteínas tisulares, tales como los músculos, pelo y plumas, sino también de
enzimas y hormonas, lo cual explica la importancia de la metionina en numerosos
procesos metabólicos que van más allá la síntesis de las proteínas corporales.
Especificaciones fisicoquímicas de la metionina:
Estructura química de la DL-Metionina
Se distribuye en grado alimenticio con una pureza mínima del 99%.
La DL-Metionina posee la siguiente fórmula molecular:
C5 H11 02 N S
Peso molecular: 149,20
Aspecto: Cristales blancos o ligeramente amarillentos.
Olor: Típico, similar a los compuestos orgánicos sulfurados.
Solubilidad: 3.3 g en 1OO mL de agua a 20°C
Contenido de N: 9.4%
Densidad del granel: 650 g/litro ± 10%
Presión de Vapor: No disponible
Solubilidad en agua. 33.81 g/l a 25° C.
Funciones de la metionina
Sintetizadora de proteínas:
La función principal de la metionina es como componente de los bloques para la
síntesis de la proteína. Siendo éste un aminoácido esencial, el cual no es sintetizado
por e! organismo del animal debe ser suplementario en la dieta diaria Debido a su
carácter esencial, las deficiencias de metionina aparecen con rapidez y además se
ve comprometida la productividad animal. Adicionalmente a las funciones de
formador de proteína, la metionina se convierte en cistina, otro aminoácido
involucrado en la síntesis proteica.
Incorporación de L-metionina a la proteina
Fuente: Dibner (1990)
Incorporación de la L – Metionina a la proteina.
La mayor parte de la L-metionina se incorpora, junto con otros aminoácidos a la
proteína, la cual sirve para constituir hormonas, enzimas y anticuerpos. No obstante, la
mayoría de la proteína se deposita en forma de carne. Una porción mucho menor de
la L-metíonina disponible atraviesa por el proceso de transulfuración para producir
otros aminoácidos corno cistina, cisteína y taurina,
Donadora de grupos metilo:
Los grupos metilo transmisibles, son esenciales para una serie de funciones
metabólicas en los animales. La colina natural (basal) de las materias primas puede
aportar una parte de los grupos de metilo La disponibilidad de la colma basal varía
considerablemente y se considera insuficiente para cubrir los requerimientos del
animal. Es necesario recurrir a oirás fuentes de colina.
Betaina y metionina, así como la colina, también son donadores importantes de
grupos de metilo. Las tres fuentes son igualmente efectivas, debido s que pueden
desprender de un grupo metilo. Bajo condiciones prácticas, el cloruro de colina es la
fuente más barata entre las diferentes fuentes de grupos metilo y por ID tanto recibe
preferencia en las formulaciones de dietas animales.
Función en gallinas ponedoras
El requerimiento nutricional de las gallinas ponedoras está influenciado por
numerosos factores, tales como el nivel de producción, la duración del periodo
de postura, el número de huevos, el peso del huevo, el peso corporal, etc. Un
parámetro adicional importante para la alimentación de estas aves, es el
consumo de alimento, el cual depende poderosamente de la temperatura
ambiental.
La relación que existe entre la energía y el contenido de aminoácidos, debe ser
balanceada también en la dieta de las ponedoras. Un contenido más elevado de
energía también requiere un aporte adicional de Metionina y ambos factores en
conjunto producen un rendimiento óptimo con una producción de huevos
económica, mediante la consecuente mejora en la conversión alimenticia.
El requerimiento de aminoácidos de las gallinas de postura se ha indicado
correctamente en términos de mg. de aminoácidos por ave y día. De acuerdo
con las publicaciones disponibles en la actualidad, el requerimiento de metionina
se encuentra entre 360 y 460 mg. por ave y día.
Ante la posibilidad de alimentación por fases o bien de una muda intermedia en
las gallinas ponedoras debe tomarse en cuenta que el requerimiento de metionina
durante las últimas etapas del periodo de postura, no disminuye en comparación
con las fases iniciales del ciclo productivo.
La proporción de metionina en el contenido total de aminoácidos azufrados
(metionina y cistina) en el alimento, debe ser cuando menos de un 55%. La
cistina es menos efectiva que la metionina en estos animales.
El calculo de dietas en base a aminoácidos digestibles y la utilización de
aminoácidos sintéticos, como la metionina, especialmente si se reduce el nivel
de proteína en la ración, permiten proporcionarle al animal los nutrientes en la
cantidad que requiere, reduciendo al máximo, el desperdicio de energía, y
aminoácidos y con ello, contaminación al ambiente con nitrógeno procedente del
catabolismo de la proteína, condiciones que se presentan si se formula con los
valores totales y altos niveles de proteína.
Absorción de metionina
Absorción de la metionina
El DL-HMB (metionina líquida) y la DL-metionina se absorben de manera
diferente, la absorción del DL-HMB se realiza a través del tracto intestinal,
particularmente en el duodeno. Por el contrario la D y L-metionina se absorben
principalmente en el Íleon. Mas aún, la absorción del DL-HMB es un proceso
pasivo que no requiere de energía, mientras que la D y L-metionína se absorben
mediante un proceso de transporte activo y tiene primero que adherirse a una
molécula transportadora; este proceso si requiere energía,
Dibner (1983) demostró que además del mecanismo de transporte, la tasa de
absorción de las dos fuentes también difiere dentro de sitios específicos en el
intestino delgado. Esta no es una función ligada a la eficacia sino mas bien a las
diferencias entre el transporte activo y la difusión pasiva que ocurre dentro del
intestino.
Relación de la metionina y la cisteína
La cisteína, entre otras sustancias, puede ser formada a partir de la metionina en
el organismo, a partir de las fases intermedias S-adenosil metionina,
homocisteina y cistationina. Este aminoácido tiene una función especial en la
formación y estabilización de la estructura espacial de las proteínas y puede ser
parcialmente metabolizada hacia la taurina.
Por el contrario, es imposible la síntesis de metionina a partir de la cisteína y por
tanto con el aporte adecuado de los aminoácidos azufrados (metionina y cistina)
debe prestarse mayor atención a la suplementación de la metionina cuando esta
se orienta en base a los requerimientos.
Mediante la liberación de su grupo metilo, la metionina también participa en la
biosíntesis de numerosos compuestos de importancia tales como: colina. creatina,
adrenalina, etc.
Relación de la metionina y la colina
En contraste con la metionina, la colina no es un aminoácido y consecuentemente
no participa en la síntesis de las proteínas Sin embargo ambas sustancias tienen
la capacidad de aportar grupos metilo para los proceso metabólicos. Los grupo
metilo son de gran importancia para el metabolismo de lípidos en el hígado.
Las funciones de la metionina y de la colina en el metabolismo son
fundamentalmente distintas, existiendo requerimientos específicos e
independientes para cada una de ciertas sustancias.
La colina no puede llevar a cabo ninguna de las funciones del aminoácido
metionina en el metabolismo de las proteínas, de tal manera que en dietas
prácticas, solo se puede alcanzar un rendimiento practico si la metionina y la
colina se suplementan en base a los requerimientos
La metionina y la detoxificación de las aflatoxinas
La Metionina y la cisteína son indispensables, no solamente como aminoácidos
proteinogénicos, sino también como componentes del tripéptído glutatión
(glutamil-cistenil-glicina) lo cual representa un importantísimo sistema biológico
de oxidación y reducción. Asimismo, ambas sustancias tienen gran significación
en la nutrición práctica, cuando se utilizan ingredientes contaminados con
micotoxinas para la fabricación de los alimentos. De acuerdo con los
conocimientos actuales.
Métodos para estimar la bioeficacia de la metionina:
Si las condiciones básicas no se cumplen entonces será muy difícil
demostrar estadísticamente diferencias significativas entre las fuentes de
metionina, ya que la respuesta a cada suplemento será pequeña. Por lo tanto
es esencial tener una dieta nutricionalmente completa que sea únicamente
deficiente en metionina.
Las condiciones básicas son las siguientes:
1.-Dieta basal deficiente en el nutriente a ser medido . -,
2.-Clara respuesta sobre la dieta basal
3.- Tres o más niveles de adición del nutriente en estudio
4.- Poca variación entre cada tratamiento.
La estimación de la bioeficacia a partir de este tipo de ensayo experimental puede
hacerse de dos formas: ya sea por REGRESIÓN LINEAL, utilizando solamente datos
de la porción lineal de las curvas de respuesta, o ya sea por REGRESIÓN NO LINEAL,
utilizando las curvas de respuestas completas. Ambos métodos darán el mismo
resultado. El primer método determina la bioeficacia a partir del cociente de las
pendientes de las dos líneas de regresión, mientras que el segundo método utiliza un
modelo multiexponencial para comparar la bioeficacia de las fuentes de metionina
(Murillo & Jensen, 1977).
Función Dosis-Respuesta
Un suministro inadecuado de aminoácidos esenciales en los animales provoca una
reducción del rendimiento. El efecto de la suplementación creciente de aminoácidos
sobre el criterio de rendimiento, se ilustra en la (Fig 3) y muestra la función dosis -
respuesta.
La función dosis - respuesta no es lineal, sino que sigue la Ley de los retornos mínimos
decrecientes: la primera unidad de una suplementación creciente de metionina
muestra un marcado efecto, es decir; aumenta el rendimiento significativamente. Los
efectos disminuyen progresivamente a medida que continúan aumentando los niveles
de suplementación. Finalmente, se alcanza un nivel de suplementación en donde no
se puede incrementar más el rendimiento. Esta curva puede ser descrita con precisión
mediante funciones exponenciales. En la función de la ecuación "a" indica el nivel de
rendimiento obtenido con la dieta basal, y "b" señala el aumento de rendimiento
(respuesta) a partir de "a" hasta el máximo de respuesta. El parámetro "c" es el
coeficiente de regresión y describe la curvatura o pendiente de la curva, "x" representa
la cantidad de amino ácido suplementado en la dieta.
Una curva de dosis - respuesta generalmente consta de 3 secciones. En la primera
sección la curva es casi lineal. En la segunda sección la
pendiente de la curva se achata gradualmente y en la tercera sección sólo
aumenta en forma marginal, sin alcanzar nunca el valor de la asíntota por
definición. Un aumento adicional en el suministro de metionina por lo tanto no
conducirá a mayor aumento en el rendimiento en la tercera sección de la curva.
En consecuencia, en cualquier estudio de dosis respuesta es importante que
las dos primeras secciones de la curva en particular describan una respuesta
suficiente, la cual debe estar representada con exactitud con un número
suficiente de puntos.
Un modelo exponencial no lineal puede ser usado para estimar la bioeficacia de la
metionina. El modelo que se emplea es:
Y = a+b*(1-e(c1x1+C2X2))
Donde: Y = promedio de peso corporal ganado o conversión alimenticia
a = intercepción (rendimiento animal con dieta basal)
a + b = asíntota común (nivel de rendimiento máximo)
C1 = coeficientes que determinan la curva para DL-Met
C2= coeficientes que determinan la curva para MHA-FA
X1 x2= cantidad de DL-Met o MHA-FA presente en la dieta, respectivamente.
Este modelo incluye tres elementos principales. Un punto a de inicio común que describe el
rendimiento de las aves con la dieta basal; un máximo nivel de rendimiento (a+b), que es el
mismo para todas las fuentes de metionina a ser comparadas; y el coeficiente c para cada
fuente de metionina que describe la forma de la curva.
(G, Huyghebaert, 1992)
Requerimientos versus toxicidad de metionina
La Curva de respuesta biológica a la metionina se presenta en la Figura . Nótese que. los
niveles en exceso del requerimiento conducen a la toxicidad. De hecho, la metionina"es
el aminoácido más tóxico cuando se alimenta en exceso de las necesidades metabólicas
de las aves (Baker, 1991) (Figura 2).
Curva de respuesta a la metionina