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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE HISTORIA DE LA FORMA A LA INTEGRACIÓN. CONSTRUCCIÓN DEL CONJUNTO DE LA ESCUELA NACIONAL DE ARQUITECTURA TESIS QUE PARA OBTERNER EL TITULO DE: LICENCIADO EN HISTORIA PRESENTA: YESSENIA VIRIDIANA ZAVALA RIVERA ASESOR. MTRO. EDGAR DANIEL VARGAS PARRA CIUDAD UNIVERSITARIA, MÉXICO D.F. OCTUBRE DE 2013

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

COLEGIO DE HISTORIA

DE LA FORMA A LA INTEGRACIÓN. CONSTRUCCIÓN DEL CONJUNTO DE LA

ESCUELA NACIONAL DE ARQUITECTURA

TESIS

QUE PARA OBTERNER EL TITULO DE:

LICENCIADO EN HISTORIA

PRESENTA:

YESSENIA VIRIDIANA ZAVALA RIVERA

ASESOR. MTRO. EDGAR DANIEL VARGAS PARRA

CIUDAD UNIVERSITARIA, MÉXICO D.F. OCTUBRE DE 2013

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Mi vida ha sido capricho; impulso, pasión,

anhelo, de la soledad, mofa de las cosas de este

mundo; un honesto deseo de futuro.

Edgar Allan Poe.

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Agradecimientos.

Agradezco infinitamente a la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Facultad

de Filosofía y Letras, por formarme como humanista y ser humano con consciencia social.

Este trabajo no hubiese sido posible sin las enseñanzas de mis profesores y compañeros, de

quienes aprendí dentro y fuera de las aulas. Esta tesis es fruto de los valores y las

enseñanzas que obtuve, espero sea la primera de algunas más. Empecemos con los

múltiples gracias.

Gracias a mi familia. A mi madre María Rivera quien es el pilar de mi vida, no

tengo palabras para expresar todo el amor y respeto que siento por ella; a Jorge Luis

Zavala, el futuro gran geógrafo con quien compartí noches de reflexión y debate, llegando

incluso a las rabietas pero siempre con cariño; a Luis Nene quien es la luz de mis días, el

elemento que hacía falta en nuestras vidas y llegó para quedarse en nuestros corazones; él

es mi modelo a seguir, un luchador que venció toda adversidad, me inspira para decir cada

día: sí se puede. Las noches en vela a su lado y las pláticas que sostuvimos sobre la

arquitectura y el futuro fueron un gran motor. Agradezco a Luis Enrique Zavala, de alguna

u otra forma siempre me dio razones para demostrarle que sí podía poner puntos finales.

Gracias a Sofía León, joven brillante, por sus aportaciones como geógrafa y amiga. Estoy

agradecida con Ignacio Zavala, Juanita Díaz y Mariana Zavala quienes compartieron

conmigo una etapa de aprendizaje.

Mi carrera por la historia no existiría sin las enseñanzas de mi profesor y asesor

Daniel Vargas Parra, quien compartió conmigo sus delirios y conocimiento, agradezco las

tardes de café y mayéutica. A él le digo: gracias por todo y mucho más.

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Estoy en deuda con mis profesores y mentores. Nuria Balcells, gracias por

instruirme en la historia del arte. Mil gracias a Enrique De Anda Alanís, estoy

inmensamente agradecida por todas las oportunidades que me ha dado, sin duda lo que he

llegado a ser hasta el día de hoy tiene mucho que ver con lo tanto que me ha apoyado. A

Rodrigo Vega y Ortega Báez, le estoy eternamente agradecida por ser un elemento

imprescindible en este ejercicio de reflexión y escritura, sin sus recomendaciones el sentido

de este trabajo sería distinto. Gracias a Juan Ignacio Del Cueto, por ser parte de este

proceso tan importante en mi vida.

Muchas gracias a los miembros del Taller de Integración Plástica. Agradezco el

apoyo del talentoso Jorge Hidalgo, gran fotógrafo y amigo quien le otorgó magia a mis

reflexiones con sus preciosas fotografías.

Gracias a Edgar Andrés Gutiérrez, sin él mi profesión sería algo muy distinto. Le

estoy agradecida por ser mí acompañante en múltiples ocasiones, por compartir conmigo el

maravilloso universo del arte. Gracias por seguir aquí y ser parte de la metamorfosis que es

la vida.

Mi paso por la Facultad se llenó de alegría gracias a las personas que me enseñaron

que la vida es un mar de posibilidades. Mi querida y adorada Monstserrat Farías, Momo,

gracias por todo lo que aprendí de ti. Emiliano González, gracias por recordarme día y

noche que la Historia de la Arquitectura debe ser más que la historia de las columnas y el

color de las paredes. Nadia López gracias por calmar mis angustias, resolver mis dudas y

desvelarte varias madrugadas leyéndome. Diana Pérez Palacios, gracias por las inteligentes

aportaciones. Jonás Díaz, gracias por calmar mi histeria de tesista.

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Finalmente quiero agradecer a las instituciones de la UNAM que me hicieron posible llegar

a esta meta: el Instituto de Investigaciones Estéticas, la Facultad de Arquitectura y el

Archivo de Arquitectos Mexicanos. Gracias a Maru que compartió los momentos de

sorpresa que se detonan en un archivo histórico.

Muchas gracias a todos por formar parte de este antes y después de una tesis. Gracias por

ser parte de mi cosmos, por marcar la diferencia.

Octubre 2013.

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ÍNDICE

Introducción ……………………………………………………………………..p. 9

Capítulo 1. El edificio de la ENA en Ciudad Universitaria.

Tensión entre estética y política ………………………………………………….p. 13

1.1. Lo útil y lo bello ……………………………………………………………..p. 29

Capítulo 2. Configuración espacial y la noción de Programa

en el edificio de la Escuela Nacional de Arquitectura ……………………………p. 33

Capítulo 3. Arquitectura Integral: higiene e integración……………………..........p. 54

Conclusiones ………………………………………………………………………p. 78

Imágenes…………………………………………………………………………...p. 82

Bibliografía ………………………………………………………………………..p. 95

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DE LA FORMA A LA INTEGRACIÓN. CONSTRUCCIÓN DEL

CONJUNTO DE LA ESCUELA NACIONAL DE ARQUITECTURA

Introducción

La Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se

convirtió en la expresión más vigorosa de la arquitectura moderna del país en el extranjero.

No hubo ninguna publicación que no hiciese referencia a la misma1, convirtiéndose así en

un parteaguas gracias a la expresión del ser mexicano en relación con lo internacional.

La convocatoria para configurar la nueva ciudad se extendió a arquitectos,

ingenieros y artistas plásticos, creándose un panorama de trabajo colectivo, trabajo que tuvo

como eje principal una arquitectura de carácter mexicano. A partir de la arquitectura se

pretendió crear una autoconciencia del estar siendo mexicano sin dejar de formar parte de

una “universalidad occidental”, se observó al mexicano como parte de un todo, es decir, la

visión fue de lo particular a lo universal; el hombre como ser particular, la sociedad como

ente general y finalmente la humanidad como lo universal. Existió un sentido del espíritu

que se intentó llevar a la materialidad, observando el nuevo conjunto como el reflejo de una

sociedad artística que produce cambios en la historia. La construcción de lo mexicano o el

ser mexicano fue entonces una protesta contra la tradición, se tuvo la intención de escapar a

través de la arquitectura de la negación del ser americano como parte del occidente.

La edificación de las distintas escuelas, facultades y conjuntos en el interior de la

ciudad para universitarios dejó al descubierto las implicaciones políticas, estéticas e

1 Leal, Felipe, “Repaso de una centuria”, en México: su apuesta por la cultura: el siglo XX, testimonios desde

el presente, México, D.F.: Grijalbo, 2003, p.487.

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ideológicas que se presentaron en la arquitectura como parte de una planificación de

carácter nacional. En la presente tesis se analiza la construcción del conjunto para

arquitectos desmontando la teoría de la Arquitectura Integral y sus producciones materiales,

para comprender la relevancia de la edificación de la actual Facultad de Arquitectura como

parte de un momento histórico de la arquitectura moderna en la primera mitad del siglo XX.

Se abordarán los conceptos que configuraron una estructura teórica de la

arquitectura que entrelaza estética y política. También se analizarán las bases médicas e

higienistas que dieron paso a nuevas formas arquitectónicas. Tanto la teoría como las

formas dieron como producto una arquitectura que proyectaba una estructura ideológica en

el conjunto de la Escuela Nacional de Arquitectura (ENA), teniendo como resultado

diferencias y diálogos con el resto del espacio universitario. Para atender los propósitos

anteriores fue necesario enfrentar el conjunto arquitectónico no sólo con el resto de Ciudad

Universitaria sino también con producciones de la arquitectura nosocomial y escolar de la

época, atendiendo así un panorama general que permita destacar la relevancia del objeto de

estudio en el campo de la historia.

El texto pretende hacer hincapié en las repercusiones de las acciones políticas y

sociales de los actores de la obra. Pensamientos médicos, arquitectónicos y filosóficos se

entrelazan para conformar un estudio de lo que significa la escuela para arquitectos en una

historiografía de la arquitectura nacional; donde la dialéctica entre lo internacional y lo

nacional dieron como resultado una idea de lo moderno. Se tiene como fin principal

analizar cómo las ideas y confrontaciones políticas fueron fundamentos para elaborar un

edificio para arquitectos con ciertas características sociales y educativas que atendieran a un

contexto histórico-geográfico mexicano.

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Dentro de la historiografía de la arquitectura actual no existe un estudio concreto

sobre la edificación del conjunto de la Escuela Nacional de Arquitectura, observado como

una obra que tiene relevancia en la historia de las mentalidades porque proviene de un

conflicto político y los pensamientos que permearon en una transición de gobiernos. Es

necesario entender el pensamiento y los influjos en la configuración de la arquitectura

moderna en México, puesto que representó un parteaguas en cuanto a vinculaciones reales

de producción arquitectónica y su asimilación de las políticas nacionales y extranjeras.

Se efectuó un nuevo acercamiento a la historiografía de la arquitectura, se hizo una

reconstrucción del panorama mexicano de los años cuarenta partiendo del estudio de

personajes específicos. Para cumplir los fines anteriores se trabajó con acervos históricos

que permitieron el rescate de hemerografía, planos y bibliografía de la construcción de la

ENA en Ciudad Universitaria. Entre los archivos destacan por su relevancia los siguientes:

Archivo de Arquitectos Mexicanos de la Facultad de Arquitectura, Archivo General de la

Nación, Archivo de la Dirección de Obras y Conservación de la UNAM, y Archivo de la

Escuela de Medicina.

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Capítulo 1. El edificio de la ENA en Ciudad Universitaria. Tensión entre

estética y política.

La relación que existe entre el edificio de la Escuela Nacional de Arquitectura y Ciudad

Universitaria es de carácter estética y política. Tanto las formas como las ideas de las que

parte la configuración del particular, la escuela, y el general, la ciudad, tiene el mismo

origen. La necesidad de construir un nuevo centro de educación basándose en la

planificación integral. Existió una tensión entre estética y política. En el campo estético se

encontraban las formas, de las cuales devenían maneras de dirigir y percibir la nueva

arquitectura mexicana, creando así espacios donde se dispersaban y confluían diversos

pensamientos. El campo político en este caso no se refiere únicamente a la lucha por el

poder, también hace referencia a la manera en que se estructuró la sociedad y lo habitable

en la ciudad como un nuevo espacio de aparición para los creadores y habitantes. Siendo

así, de las formas devienen maneras de mirar y de pensar que construyen lo social; tanto

estética como política jugaron un papel fundamental en la creación de la entonces nueva

ciudad.

Hacía 1943 el terreno en el Pedregal de San Ángel fue adquirido por el rector en

turno de la universidad, el jurista Rodulfo Brito Foucher (1899-1970). En septiembre de

1946 bajo la dirección del rector de profesión médico-cirujano Salvador Zubirán (1898 -

1998) el proyecto de la construcción de la Ciudad Universitaria se puso en marcha2. Fue

entonces cuando el rector de profesión médico encargó a los arquitectos Enrique del Moral

(1905-1987) y José Villagrán García (1901-1982) la configuración de un Programa de

2 Arquitectura México, septiembre 1952, número 39, México: Arquitectura México, p.206.

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necesidades generales. Mismo que concluirían ambos arquitectos en ese año3. Al elaborar

un Programa que fijó las necesidades de la universidad se había cumplido la primera etapa

y quizá una de las más relevantes para la configuración de la nueva ciudad, la etapa de

planeación.

Este Programa serviría como base para la elaboración de los ante-proyectos

presentados en el concurso para elegir el Proyecto General. Concurso al que fueron

convocadas la Escuela de Nacional de Arquitectura, la Sociedad de Arquitectos Mexicanos,

y el Colegio Nacional de Arquitectos. Finalmente en 1948 el Proyecto General fue

elaborado por la Escuela de Arquitectura. Para dicha labor los encargados fueron los

arquitectos Del Moral, M. Campos y Mario Pani (1911-1993). A principios de 1949 M.

Campos falleció y los otros dos arquitectos quedaron como codirectores del proyecto.

Ambos se encontraban también encargados de estudiar el Programa General para cubrir

todas las necesidades que éste planteaba.

En el entendido de que en las configuraciones arquitectónicas el Programa antecede

al Proyecto en el orden de ideas. Lo que se sugiere al observar el edificio de la Escuela

Nacional de Arquitectura dentro de Ciudad Universitaria es un conflicto de ideas y

materialización de las mismas. Partiendo de la situación y redes de relaciones en las que se

ubicaba Villagrán García, encargado finalmente de crear un programa y un proyecto para la

escuela de arquitectos.

Como antecedente a la manifestación estética-política se sugiere el entonces nuevo

paradigma en la arquitectura en aras de la planificación del país, la arquitectura de carácter

3 Caja1, Folder 149, Folio 59, Fondo Enrique Yáñez y Fuente, Archivo de Arquitectos Mexicanos, Facultad

de Arquitectura, UNAM.

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nosocomial. No fue ninguna sorpresa que la Comisión de la Ciudad Universitaria

organizada por Zubirán desde 1946 estuviera integrado por los arquitectos Carlos Obregón

Santacilia (1896-1961), Enrique del Moral y Villagrán. El primero tenía experiencia en la

construcción de hospitales, el segundo fue uno de los arquitectos más jóvenes en unirse al

Seminario de Estudios Hospitalarios, promovido por Gustavo Baz Prada, y organizado por

Zubirán y Villagrán, con el cual se inauguraba “la (enseñanza de la) arquitectura

hospitalaria contemporánea en nuestro país […] en la Escuela Nacional de Arquitectura de

la UNAM”; a este seminario asistieron Mario Pani, Enrique del Moral, Enrique Yáñez y

Raúl Cacho4, el seminario que se llevó a cabo en torno a la planificación de hospitales del

país5, cabe señalar que tanto Villagrán como Del Moral habían participado también de

forma muy reciente, para ese entonces, en el Comité Administrador del Programa Federal

de Construcción de Escuelas (CAPFCE) hacía 1944. Donde se planificaba a partir de la

iniciativa de desarrollar una educación básica de calidad con bases en la edificación de

lugares aptos para la enseñanza a partir del estudio de la región donde se construía6 . Tanto

la planeación hospitalaria como el CAPFCE fueron un punto nodal para la mancuerna de

pensamiento que formarían Salvador Zubirán y José Villagrán García, en estrecha relación

con los ideales de Gustavo Baz y Torres Bodet, secretarios de salud y educación

respectivamente.

La planeación de hospitales surge como un fenómeno de carácter social. Hacía

principios de la década de los cuarenta se observó con potencia la lucha de los trabajadores

y obreros por conseguir mejores condiciones de trabajo y vivienda dentro de un sistema con

4 Espacios, Número 14, marzo 1953, Fondo Espacios 94, Archivo Arquitectos Mexicanos, Facultad de

Arquitectura UNAM. 5 Vargas Salguero, Ramón, La arquitectura de la Ciudad Universitaria, Coord. Sarukhan, México, D.F.:

UNAM, 1994, p74. 6 Ibídem, p75.

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pretensiones capitalistas. Existieron dos momentos significativos de acuerdo a las

demandas sociales, en los que la búsqueda de conciliación entre el Estado y la clase

trabajadora era elemental. Uno de los momentos se dio con la creación del Plan de

Construcción de Hospitales entre 1941 y 1942, los doctores Gustavo Baz y Salvador

Zubirán fueron los impulsores del plan desde la Secretaria de Asistencia Pública. El otro

momento fue la creación de la Ley del Seguro Social, como resultado de ésta surge en 1943

el Sistema de Seguridad Social, el cual estaba encargada de configurar los edificios de

salud y cubrir prestaciones sociales7.

Lo que se pretendía con ambas empresas era la construcción de hospitales

adecuados para la situación real del país. Con el Plan de Construcción de Hospitales se

dieron implicaciones en la forma de trabajar la arquitectura y su producción. Actividades

como la investigación y la planificación se unieron a las tareas meramente proyectistas. De

tal manera que se dio una división social y de técnica en el quehacer arquitectónico. Así el

campo de la configuración ideal y material quedaría delimitado respecto a la construcción8.

Con el Plan se pretendía atender a una política nacional de asistencia médica9, política que

se adecuaba a las directrices de un régimen que se encontraba en busca de una “Unidad

Nacional”, régimen encabezado por el presidente Miguel Ávila Camacho, quien gobernó de

1940 a 1946. Para llevar a cabo el plan, la Secretaria creó dos comisiones: la de Técnicas

Hospitalarias y la de Planeación y Construcción de Hospitales y Unidades de Asistencia.

7 López Rangel, Rafael, Enrique Yáñez en la cultura arquitectónica mexicana, México: UAM, Unidad

Azcapotzalco: Limusa, 1989, p.85. 8 Ibídem, p.85.

9 Ibídem, p.86.

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De ambas emanaban los principios rectores entre los que destacaba el siguiente: “antes de

proyectar el edificio se tenía que proyectar la institución misma.”10

Con esta última premisa la arquitectura en los hospitales daba paso a una ideología

de la racionalidad y la eficacia propias de una sociedad industrial11

, forma de pensar que

imperaba en el ámbito internacional, incluso con el funcionalismo arquitectónico. El doctor

Gustavo Baz era uno de los más entusiastas y lo deja ver en un Informe de Labores dirigido

al Congreso de la Unión entre 1941 y 1942, mismo donde hace una analogía entre el

edificio industrial y el hospitalario. Para ambos caso proponía que se estudiara la

organización de la institución que estaría albergada en éstos, de esa manera se daría paso a

la eficacia, la economía al construir, y la adecuación al medio cultural y a las necesidades

propias del país. Así el hospital sería, en términos de Baz, “[…] al mismo tiempo un centro

científico, un hotel, una planta industrial y una escuela”12

. Se intentaba que los hospitales

formaran parte de un todo previamente concebido. Al observar el edificio como una unidad

total de las necesidades de un habitante específico se puede decir que se seguía trazando

otra línea teórica y práctica: la Arquitectura Integral.

Entre las estrategias del plan se encontraba crear una vinculación con el

conocimiento extranjero, para lo que se mandaron arquitectos a otras partes del mundo. Sin

embargo, no se tenía la pretensión de trasladar modelos europeos o norteamericanos a una

realidad ajena, se trataba de adaptar, Rafael López Rangel hace referencia a ejemplos de

adaptación que utilizarían los arquitectos de nosocomios en México para esa época. Por

ejemplo, los edificios norteamericanos con tecnología de punta como la climatización y la

10

Ibídem, p.86. 11

Ibídem, p.86. 12

Ibídem, p.86.

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18

iluminación artificial, eran impensables para una economía mexicana. Por lo tanto, no

pudieron plantearse espacios mayormente largos que estuvieran equipados para crear

condiciones adecuadas. En vez de esto en México se produjeron cuerpos prismáticos y

rectangulares, alargados y articulados perpendicularmente13

. Entre los arquitectos que

formaron filas en el Plan de Construcción de Hospitales se encuentran nombres como:

Enrique Yáñez, Raúl Cacho, Mauricio Campos, Enrique Camarena, Alonso Mariscal,

Mario Pani y Carlos Tarditi. Algunos de ellos formarían parte unos pocos años después de

la obra de la arquitectura moderna mexicana de carácter monumental, Ciudad Universitaria.

Y en específico Alonso Mariscal fungiría como parte del comité que asesoraría la

edificación de la escuela para los futuros arquitectos.

Con la Planeación de Hospitales se generaría una nueva manera de trabajar para el

gremio de arquitectos. López Rangel menciona que “por primera vez el gobierno hace

contratos de prestación de servicios profesionales con arquitectos para recibir sus servicios

como tales, y obtener de ellos un rendimiento técnico máximo, desligando así al verdadero

arquitecto del contratista, comerciante que realiza la construcción […] en condiciones fijas

de costo y tiempo.”14

De tal manera que los arquitectos se perfilaban como figuras

relevantes en la planeación nacional, teniendo como punto de partida cuatro rubros:

investigación del Programa, formación del Proyecto en conjunto, desarrollo del Proyecto

definitivo, y dirección técnica y supervisión de las obras15

; estos cuatro puntos fueron parte

de la profesionalización de la arquitectura en el siglo XX.

13

Ibídem, p.87. 14

Ibídem, p.88. 15

Ibídem p.88.

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19

Pese a los antecedentes como planificador con experiencia Zubirán salió de la

rectoría de la universidad en 1948, y el proyecto con tintes higienistas tomó nuevos rumbos.

El motivo se vio inmerso aparentemente en una huelga estudiantil que fomentaría la salida

del médico. Sin embargo al observar el contexto nacional e internacional del momento el

hecho toma, quizá, otro sentido.

Desde finales de la presidencia de Cárdenas, quien gobernó de 1934 a 1940, y

posteriormente en el período presidencial de Ávila Camacho, en México comenzaron a

presentarse nuevos problemas económicos. El origen se situó en la Segunda Guerra

Mundial, entre 1939 y 1940. El nivel de exportaciones e importaciones en relación a

Estados Unidos se incrementó, hasta un 30% aproximadamente en las exportaciones y un

10% en las importaciones16

. Así el período después de la guerra se caracterizó por la

dependencia del país respecto a su vecino del norte17

. El mercado europeo se encontraba

cerrado, como apuntó Medin Tzvi, México exportaba casi de manera exclusiva durante la

guerra su materia prima al norte e importaba casi todos los bienes de producción, de

maquinaria y vehículos necesarios para la agricultura, la industria, los servicios y las obras

públicas18

.

Lo anterior creó un síntoma de dependencia con los Estados Unidos. Provocando

que al término de la guerra, momento en que el país vecino retomó sus actividades

económicas y comerciales, el mercado mexicano se viera gravemente afectado. Las

actividades de exportación se vieron mermadas y hacía 1942, año en que se firmaba el

Tratado de Libre comercio con Estados Unidos, tratado que beneficiaría más al norte que al

16

Tzvi, Medin, El sexenio alemanista: Ideología y praxis política de Miguel Alemán, México, D.F.: Era,

1990, p.17. 17

Ibídem, p.16. 18

Ibídem, p. 17.

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20

sur, las importaciones se convertirían en un factor de peligro latente para la economía

mexicana. De tal forma que en México se generó una inflación acelerada que alejó la

realidad comercial de los salarios de la clase trabajadora, principalmente19

. El costo de vida

para los mexicanos se vio lastimado. Los salarios de la población no habían aumentado a la

par de los precios básicos, así el nivel de vida bajó considerablemente20

.

De tal manera que en 1946, cuando Miguel Alemán accede a la presidencia del país

fueron necesarias nuevas estrategias, en cuanto a la economía se refiere. Una de las tácticas

fue buscar la autonomía económica, pero siempre cuidando la relación con el país vecino.

Por tal motivo la visita de Harry S. Truman, presidente estadounidense en turno, a México

en Marzo de 1947 representaba un punto nodal de la estrategia. Se pretendía el apoyo del

Export-Import Bank y del Intenational Bank of Reconstruction, para aspirar a tener un lugar

en el orden económico mundial y despojarse de toda clase de trabas arancelarias y

proteccionistas21

.

En febrero de 1947 el rector en turno, Zubirán, se negaría a la solicitud de Miguel

Alemán de otorgarle el reconocimiento Honoris Causa al presidente Truman, acto que el

presidente no vería con buenos ojos teniendo en cuenta el contexto planteado

anteriormente. El acto diplomático usando como herramienta a la universidad planeado por

Alemán podría parecer menor pero en la situación en que se encontraba la economía

mexicana fue una estrategia indispensable. Hilado a lo anterior en 1948, al estallar la huelga

en la Universidad Nacional el presidente le negó su apoyo al rector, y le sugirió renunciar22

.

Lo cual parecería una venganza política. Así Garrido, cercano a Alemán, asumiría la

19

Ibídem, p.19. 20

Ibídem, p.20. 21

Ibídem, p. 106. 22

Ibídem, p.145.

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21

rectoría desde 1948 y hasta 1952, año en que la nueva ciudad fuera inaugurada y el nombre

de Alemán levantado en medio de laureles.

Al finalizar el corto período de Zubirán en rectoría fue coherente que sus

colaboradores cercanos, entre ellos Villagrán, salieran, también diplomáticamente, del

“centro general de operaciones” del proyecto de la nueva ciudad. Aparentemente Villagrán

renunció a ser a parte del equipo de elaboración del Proyecto General.

En la etapa de elaboración del Proyecto de la Ciudad Universitaria, la idea de

integración en la arquitectura observado en el Programa General se vio incluso alterada por

la convergencia de dos nuevas posturas que se posicionaban de manera fuerte entre los

arquitectos, más en una tendencia que en otra23

. Estas dos nuevas fórmulas que se

anexaron al momento de proyectar fueron: el funcionalismo y la integración plástica.

En general la primera consistía en determinar la forma a partir de la función y

buscar una economía de los materiales incrementando la utilidad de los edificios. La

segunda, a grandes rasgos y de manera muy general, pretendía la integración de las artes

haciendo referencia al trabajo colectivo de las ideas, los materiales y las estructuras.

Principalmente creando un vínculo entre arquitectos, pintores y escultores. La Ciudad

Universitaria fue planeada en una época donde la modernización en la arquitectura se daba

con diversas tendencias de edificación, y variadas corrientes arquitectónicas y plásticas.

Dándose la homogeneidad de la construcción únicamente en el sentido del trabajo colectivo

a través del cual se pretendió construir.

23

Vargas Salguero, op. cit., 1994, p.81.

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22

Las relaciones publicas-políticas que se dieron en la planeación de la nueva ciudad

tienen un peso importante en la forma en que se ideó el conjunto arquitectónico. El hecho

de que Zubirán fuera un rector de profesión médico tuvo un impacto en la manera de

observar la arquitectura bajo estándares de las ciencias biológicas y las ciencias médicas; el

gremio médico se encontró cercano al poder desde 1821 y aumentó desde 1980, además de

ser consultados en todos los proyectos educativos federales, por ejemplo, la ley de 1867 y

la creación de la Universidad en 1910. Es sabido que el discurso político que

posteriormente se ancló a Ciudad Universitaria bajo la figura relevante de Carlos Lazo fue

la de la ciencia en referencia al átomo; idea que pesaba en el imaginario económico

mexicano gracias a la necesidad de suministrar seguridades básicas como la salud y la

alimentación, posterior a la problemática económica. Pese a esto, se debe hacer un análisis

de las consecuencias de una cultura de la higiene que deviene de un pensador de la

medicina. Zubirán encabezó el proyecto de la planeación ideal de la ciudad, por lo tanto, se

marcaron líneas de observación y planificación en referencia a las preocupaciones que

tienen que ver con una historia de la ciencia médica. Una ciencia encaminada a la búsqueda

de innovación en base al traslado de fundamentos médicos a la arquitectura. Entre las

preocupaciones médicas del entonces rector se encontraban dividir los planes de acción en

tres puntos: prevención, protección y curación, poner atención en las condiciones de

ubicación ambiental de los edificios como base de una buena función e incluso la

preocupación por contrarrestar las enfermedades por carencia social. Algunos de estos

fundamentos pueden encontrar sus analogías en la arquitectura, por ejemplo: la búsqueda

de un lugar que al respetar su endemismo pudiera proporcionar un carácter de sanidad física

y mental para contribuir a la planificación del país.

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Otro aspecto que se perdió en el proceso de la proyección fue la integración

observada en las formas. Las formas que se derivan de la proyección de la ciudad son

geométricas y no rompen con la línea recta; algunos edificios parecen estáticos e

intercambiables de espacio. Bien podría trasladarse la caja de humanidades a cualquier otro

lugar, rectoría y la torre de ciencias podrían cambiar de ubicación espacial. Lo anterior en

referencia a que estos edificios no se integran estructuralmente o de manera material al

Pedregal. En contraste otros edificios como el de arquitectura, el estadio olímpico y algunas

partes del conjunto para los ingenieros, tendrían que permanecer necesariamente en su sitio,

pues guardan una correspondencia e integración con el espacio donde figuran. Por otro

lado, esta situación también era visible en la manera en que se configuran los edificios. El

edificio de arquitectos dinamizó una figura pura y si bien no logró romper con la línea

horizontal-recta, sí jugó con la manera en que se percibe ésta. El ritmo de la línea no se

encuentra en el edificio mismo, se localiza en relación con el suelo. No hay una crisis en el

uso de la línea recta-horizontal, en cambio se juega con las propiedades de ésta en relación

con la percepción. El espacio en los talleres es determinante para observar una diferencia

entre el conjunto y la Ciudad Universitaria.

El paisaje que se creó en referencia al conjunto y al espacio natural son los factores

que detonan la sensación de diferencia. El paisaje como un escenario visual, que se muestra

complejo y variado. De tal manera que incluye formas, tamaños, texturas, sombras,

situaciones y estructuras, dispuestos bajo un orden espacial y temporal, que al ser percibido

por el hombre sugiere una forma de organización o desorganización del territorio24

. Es a

través de las configuraciones perceptibles que se desdoblan de la interacción entre el

24

García Romero, Arturo, El paisaje en el ambiente de la geografía, Instituto de Geografía, UNAM, México:

D.F, 2002, p.16.

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espacio ya dado y el espacio construido que se refleja el estado o la situación del territorio

en un momento determinado, así como el tipo de relaciones existentes entre el escenario y

la intervención de los procesos del hombre. Para Alfred Hettner el paisaje es denominado

como la “materialización objetiva de la realidad, la espacialidad y el tiempo”25

. Pese a que

el paisaje es en cierto grado una realidad en sí mismo, es también un hecho dinámico que se

configura a través de lo que ciertos grupos humanos, en este caso los arquitectos, le

atribuyen a partir de la percepción visible. Sin esta área y el diálogo con el suelo y sus

niveles, el cuerpo “principal” sería a primera vista un prisma rectangular más de la Ciudad

Universitaria, justo como apunta López Rangel estaríamos observando un edificio de

arquitectos “de gran frialdad compositiva, en verdad indiferente a cualquier connotación

que vaya más allá de lo meramente funcional”26

. Se crea así una cuestión de necesidad

entre todos los elementos del conjunto, es decir una integración total. Lo cual hizo posible

acceder a una manera distinta de integrar la geometría pura a la arquitectura en

comparación con algunos otros edificios. La integración se planteaba, entonces, más allá de

los supuestos teóricos de planificación y se posicionaba en el campo de la percepción,

detonando en el habitante otras formas de mirar y pensar.

Así la dinámica que se desprende de la estrecha relación entre Zubirán y Villagrán,

supondrían una visión de la Arquitectura Integral bajo la cual se esperaba perfilar la Ciudad

Universitaria. Buscando a partir de un sitio histórico y geográfico un lugar donde no sólo se

diera una educación en estándares integrales sino que esta contribuyera al origen de un

hombre integral con una conciencia sobre la ciudad que habita. En uno de sus discursos de

inicio de clases el rector dejó vislumbrar esta idea:

25

Ibídem, p15. 26

López Rangel, op. cit., 1989, p. 102.

Page 25: TESIS2013.pdf

25

“Los meditados estudios que hemos tenido que realizar para planear la Ciudad Universitaria

nos han llevado, primordialmente, antes de proyectar el edificio, a concebir la institución

con estructuras modernas […] con la única mira de hacer más eficiente y adecuada a

nuestro tiempo la Universidad […] formar profesionistas que no sólo tengan el profundo

conocimiento de las técnicas y disciplinas especializadas de su profesión, sino que al mismo

tiempo estén imbuidos de un profundo sentido de responsabilidad, sobre la base de una

ética moral y humana; con pleno conocimiento de todos sus deberes hacia la sociedad […]

conscientes de que el don de la cultura y el saber que la Universidad les ha otorgado […]

para constituirse en factores del bienestar social y colectivo”.27

Referente a lo anterior podemos observar la petición que hizo Villagrán a Carlos

Lazo, hacía 1950 los edificios de la Ciudad Universitaria aún no se encontraban designados

en su totalidad a los arquitectos. En una carta Villagrán le sugirió a Lazo que se le

permitiera tomar la dirección de la planificación y proyección de la Biblioteca Nacional28

,

hoy en día Biblioteca Central. Se puede observar la necesidad del arquitecto por crear un

núcleo colectivo en la nueva ciudad que materializara los supuestos planteados en el

Programa de 1946. Programa donde se abogaba por un espacio de trabajo colectivo, como

la creación de talleres y áreas comunes, y que hubiese sido posible en un espacio como la

biblioteca donde el habitante es general. Finalmente entre 1950 y 1952 quedó definido que

él hiciera el Programa y Proyecto para la escuela de arquitectos.

A partir de lo expresado anteriormente, se puede deducir que el edificio de la

Escuela Nacional de Arquitectura se erigió como un esquema a menores escalas de lo que

sugería la idea principal del Programa General de la Ciudad Universitaria planteado por Del

27

Zubirán, Salvador, Ideario, realizaciones y proyectos, México: Imprenta Universitaria, 1948, p54-55. 28

Caja 79, Expediente 12 -111, Acervo Carlos Lazo, Archivo General de la Nación.

Page 26: TESIS2013.pdf

26

Moral y Villagrán. La convivencia de los habitantes de la Ciudad en un espacio

determinado para ser habitado políticamente. La forma en que se erigió el edificio para

arquitectos fue resultado de la observación que Villagrán hizo en torno a la materialización

de Proyecto General que se distanció de la idea planteada en el Programa de necesidades a

cubrir.

El Programa pretendía la creación de unidad física, moral y pedagógica,

permitiendo la comunicación y convivencia entre los habitantes29

. Al proyectar los

Programas individuales de las diferentes escuelas y facultades parecería que cada una se

distanció en forma y espacio de sus vecinos universitarios. La zona de ciencias se veía

distante a la de humanidades, y el edificio de rectoría se alejaba e imponía ante las

horizontalidades. Al encontrar en la proyección final de la ciudad una división material de

los diálogos entre los edificios se perdió la premisa de colectividad, por ejemplo en la

configuración de talleres. La manera de habitar planteada en el Programa del 46, donde el

trabajo colectivo correspondía al pensamiento de planificar a través de la triada educación-

salud-vivienda se vio mermado tal vez por los proyectistas del proyecto general. Por lo

tanto, Villagrán tuvo la oportunidad de plantear una idea de Talleres de Integración Plástica

dentro del pequeño, en referencia a la ciudad, espacio de la Escuela Nacional de

Arquitectura. Talleres que pretendía fueran concurridos por todo tipo de universitarios

interesados en la planificación a partir de la cultura y el arte.

Tampoco se respetaban los límites impuestos por el endemismo del lugar, ni se

recurría enteramente a los supuestos de la planificación con base en los planteados en el

Programa del 46, en vez de esto se creaba un rectángulo casi perfecto entre rectoría,

29

Arquitectura México, op. cit., p.209.

Page 27: TESIS2013.pdf

27

humanidades, ciencias e ingeniería. Las subestructuras de los edificios y conjuntos se

alzaban en lozas de concreto superpuestas en el terreno natural. Se perdía así gran parte de

los fundamentos teóricos planteados en un principio para la ciudad. Al intervenir con un

orden natural en vez de abogar por la adaptación a éste, se aparentaba por supuesto el

nacimiento de la nada de una ciudad. Como si la Ciudad Universitaria no partiera de un

anterior, o se desenvolviera materialmente a partir de una historicidad. El espacio de

aparición estaría así impuesto por el hombre y ya no sería parte de un orden de

características naturales, perdía entonces un sentido de integración.

Trasladar las ideas básicas planteadas en 1946 para la ciudad a un espacio particular

como lo es la ENA fue producto de una insatisfacción política y estética de ideas

materializadas. Problema quizá recurrente en la construcción del campus. Imposibilidad

producto de un cambio de paradigma en las formas de trabajo, resultado de una nueva

manera de querer trabajar la arquitectura como una ciencia que estudia y construye en

equipo. Trabajo donde los arquitectos tenían que dejar de lado el estereotipo de artista-

creador para convertirse en referentes de producción, en productores.

Pese al supuesto del traslado de una idea para un espacio general a uno particular,

en el conjunto para arquitectos incluso quedarían limitadas las aspiraciones de Villagrán.

Todo lo anterior tuvo implicaciones en la manera de observar Ciudad Universitaria como

testigo de los cambios en la modernidad.

Page 28: TESIS2013.pdf

28

Page 29: TESIS2013.pdf

29

1.1 Lo útil y lo bello.

Los problemas arquitectónicos devienen en formas. La forma como el resultado de una

configuración en busca de la armonía de elementos creativos y constructivos. Para

Villagrán, la arquitectura verdadera debía conjugar utilidad y belleza, así la arquitectura

sería arte30

. De tal manera que la obra del arquitecto es un proceso de experimentación

sobre la adaptación, partiendo de la suma de idea y materialización, fundamento que impera

en el conjunto para arquitectos. Los conceptos utilidad y belleza son observados como un

vínculo entre el mundo de las ideas y el mundo material. Son conceptos que pese a la

necesidad de sumarse el uno al otro actúan de manera autónoma.

Lo útil fue definido por Villagrán como el puente entre el arquitecto y la obra

arquitectónica, como lo necesariamente conveniente y económico pero que puede variar

entre lo feo o lo bello31

. De tal forma que lo útil se refiere a las piezas materiales que arman

la estructura de la obra. Un ejemplo de lo anterior se dio al configurar el edificio para el

Instituto Nacional de Cardiología [Figura 1], construido entre 1937 y 1940. El arquitecto

consolidó su pensamiento teórico en torno a medidas médicas, en cuanto a belleza y

utilidad se refiere, experimentó con esta unión perfilada a la arquitectura institucional.

Considerando que la arquitectura como la vida del hombre es el conjunto de

fenómenos que determinan su existencia, fenómenos que se desarrollan en un tiempo y

espacio, comprendiendo lo caduco de la materia y lo imperecedero del espíritu, lo abarcable

30

Villagràn Garcìa, Josè, “El hospital como obra de arte”, en Doctrina de la Arquitectura, México: Colegio

Nacional, 2007, p.173. 31

José Villagrán García, Teoría de la Arquitectura, México: INBA, Dirección de Arquitectura y

Conservación del Patrimonio Artístico Nacional, 1983, p, 33.

Page 30: TESIS2013.pdf

30

con el cuerpo y lo inabarcable del pensamiento32

. La obra arquitectónica se convierte en

objeto de satisfacciones y tiene consecuencias socio-culturales, físicas, biológicas y

psicológicas. Es así como dentro de la Arquitectura Integral se puede rastrear la idea de

edificio como un todo que alude a cambios provenientes de necesidades y respondiendo a

la estructura de un organismo natural. De tal manera que la relación con el concepto de

belleza recae en la satisfacción del que habita, no sólo en términos visuales, va más allá

aludiendo a una satisfacción espacial y temporal.

La arquitectura de carácter integral se planteó preguntas con base en estos dos

valores ¿Cómo debía esquivarse el resultado frío y tener resultados plásticos sin la

ornamentación escultórica que remitiera a un sentido de estilo?33

Se puede detectar que el

valor de lo bello que se retrataba en esta manera de hacer arquitectura se valía del espacio

donde se erigieron los edificios. Abogando así por un concepto de belleza que se desprende

de una armonía de los elementos, una belleza integral, donde la ubicación, la luz, las

medidas e incluso la adaptación a las actividades para las cuales está destinado el edificio

juegan un papel fundamental.

La torre para almacenar agua del pabellón de cirugía para tuberculosos es un claro

ejemplo de lo anterior [Figura 2]. Se eleva por encima de la horizontalidad de edificio

creando un juego de sombras y volúmenes, la utilidad determinó la forma pero a la vez creó

un vínculo espacial y visual que podría calificarse como bello al crear una satisfacción

agradable en el espectador y el habitante. Lo plástico más que ser un argumento material se

transforma en uno visual.

32

Villagrán García, op. cit., 2007, p.173. 33

Ibídem p. 175.

Page 31: TESIS2013.pdf

31

Al ser México un país de contrastes y la arquitectura una disciplina que busca la

vinculación de lo útil con lo bello, se puede observar que las formas que se producían

escapaban a una tipología inerte o a un estilo. Las formas de lo mexicano al responder a

ambos factores fueron variadas. Se dio entonces una morfología mexicana en la

arquitectura integral. Edificios como el sanatorio para tuberculosos o la torre del deportivo

Mundet con sus líneas rítmicas y geometrías desniveladas son ejemplos de una plástica que

escapa a la ornamentación sin caer en la frivolidad. Las formas dieron un sentido de

pertenencia al ser útiles, respondiendo a la situación geográfica e histórica de los

respectivos proyectos.

Para el arquitecto encargado del proyecto de la ENA en Ciudad Universitaria, la

belleza se desprende de una manera de mirar que busca la verdad. La verdad lleva en sí

misma lo bello. La belleza se observa como algo intelectual, es una armonía que produce

una sensación agradable en el ojo. Es bello lo que es verdad para la razón y para el ojo, para

el pensamiento y para la percepción. Por tanto una arquitectura acorde a las necesidades de

su tiempo no sólo es útil sino también bella34

.

34

Villagrán García, José, “Carta de José Villagrán a Manuel Chacón”, en Doctrina de la Arquitectura,

México: Colegio Nacional, 2007, p. 6.

Page 32: TESIS2013.pdf

32

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33

Capítulo 2. Configuración espacial y la noción de Programa en el edificio

de la Escuela Nacional de Arquitectura.

Ubicada al sur de la Ciudad de México, la Ciudad Universitaria de la UNAM comenzó a

construir en 1948. Planeada como un nuevo centro del país a partir de su configuración

comenzó un nuevo proceso de urbanización en el Pedregal y el desplazamiento de la

estructura académica universitaria del centro al sur de la ciudad [Figura 3].

La entonces Escuela Nacional de Arquitectura formaba parte de la Escuela Nacional

de Bellas Artes, y su organismo académico estaba ubicado en el edifico de la Academia de

San Carlos en la calle de Moneda en el Centro Histórico. Con la creación de un nuevo

centro universitario la escuela de arquitectura se mudó al edificio proyectado como parte de

la nueva ciudad.

El proyecto estaba encabezado por el arquitecto José Villagrán García, junto con los

arquitectos Alfonso Liceaga y Xavier García Lascurain. Los arquitectos se encontraban

asesorados por Fernando Gamboa, Fernando Wagner, Ignacio Asunsolo, Juan de la

Encina, los arquitectos Alonso Mariscal y Ricardo de Robina. No sólo se buscó una

integración de carácter formal y material con el nuevo espacio, sino que se asumió la

arquitectura como una responsabilidad social y política. La integración de esta manera no

sólo se dio en el campo del arte sino que incidió en la construcción ideológica de un tipo de

hombre y la idea de modernidad. Al hablar de integración se entiende, que el arquitecto

observó una correspondencia entre el hombre y el mundo material bajo estándares del

mundo natural.

Page 34: TESIS2013.pdf

34

Localizado al sur poniente del campus universitario, se comenzó la construcción del

espacio arquitectónico que albergaría hasta hoy la educación profesional de arquitectos. El

conjunto se encontraba conformado en el proyecto inicial por la Escuela Nacional de

Arquitectura, el Instituto Superior de Arte, un museo universitario y los Talleres de

Integración Plástica. Cada uno de los elementos del conjunto formaría una unidad que

resaltaría la relevancia de su existencia, sin intentar competir con el existente Instituto de

Investigaciones Estéticas de la Universidad o con el Instituto Nacional de Bellas Artes. El

conjunto participaría en la nueva ciudad como uno de los cuatro grandes núcleos35

.

Se establecieron dos sectores: uno comprendió el área de talleres de arquitectura y

otro formado por aulas, oficinas, auditorio, museo y biblioteca, que tanto en fines como en

funciones pretendían integrase en una sola unidad. Su libre tratamiento arquitectónico

respondió al carácter peculiar del terreno, zona de lava, y contrastó de manera franca con el

lado norte del campus universitario, limitado por el rígido volumen del edificio de

humanidades36

. Contrastando por su horizontalidad con el edificio de Rectoría hacía el

oeste y con el edificio de Ciencias hacía el este [Figura 4].

Para entonces eran 800 los alumnos inscritos en la Nacional de Arquitectura37

.

Los alumnos se agruparían por taller, el área de talleres de arquitectura se proyectó

pensando en las necesidades didácticas y prácticas. Se proyectaron ocho pabellones-taller

de dos plantas y un sótano cada uno. La subestructura en este caso fue superficial, es un

apoyo horizontal que soporta a la construcción recibiendo las cargas. Los edificios se erigen

en forma de dos prismas rectangulares que se intersectan para unir la entrada y las aulas.

35

Mario Pani, La construcción de la ciudad universitaria del Pedregal: Concepto, programa y planeación arquitectónica, México: UNAM, 1979, p165. 36

Ibídem, p61. 37

Ibídem, p165.

Page 35: TESIS2013.pdf

35

Las fachadas de los ocho talleres son iguales entre sí, cada uno cuenta con una

entrada principal. La puerta metálica está enmarcada por grandes bloques de vidrio que

conjuntamente con líneas de acero forman extensos ventanales. Éstos se extienden de

manera vertical por las dos plantas, creando grandes fuentes de luz que bañan todo el

edificio. Junto a los ventanales se observan dos ventanas dispuestas una sobre otra. En uno

de los laterales se observan dos ventanas, una por cada piso. Y en el otro seis ventanas, tres

por cada piso.

En el prisma de medidas más extensas, en una de las caras cortas que queda unida al

prisma de dimensiones menores se observa una escalera que sube a la azotea. Los laterales

cuentan con quince ventanas cada uno. Cada ventana consta de ochenta y cuatro tragaluces

y cuatro bloques de vidrio enmarcados en acero que se abren hacia exterior. Todo el

cuerpo se encuentra totalmente recubierto por ladrillo vitrificado, con espacios en las orillas

por donde se hacen visibles las tuberías de agua que se elevan en forma vertical.

Al interior de los edificios hacia la derecha se ubican unas escaleras rectas. A la

izquierda comienza un pasillo que lleva a las aulas. Atendiendo a las necesidades de

iluminación para la enseñanza las aulas se proyectaron con amplios ventanales hacía el

exterior y el interior del edificio. Los techos son altos y se utilizaron cortinas para tener un

control de la entrada de la luz. Así la luz del día es un factor que se puede aprovechar al

máximo. Todas las aulas cuentan con entradas de ventilación constantes. Cada uno de estos

edificios constaría de un taller de dibujo lineal con capacidad para cincuenta alumnos.

Dicho taller cuenta con una especie de marcos de concreto armado que a partir de dos

líneas perpendiculares que se intersectan crean una ilusión de línea semi-curva en el techo.

Al igual que las otras aulas es de techo alto y luz regulada. En la misma planta se ubica una

Page 36: TESIS2013.pdf

36

sala de usos múltiples y educación visual, con un anexo para herramientas. Sobre el mismo

pasillo se encuentran los servicios sanitarios, poco extensos y de color blanco. Al subir las

escaleras se extiende otro pasillo en el cual se configuró un aula privada para el profesor

titular del taller, presentado como un espacio privado en el edificio. También se localiza

una sala de estudio que funcionaría para impartir seminarios y los servicios generales38

, y

es de proporciones más extensas que las otras aulas.

En la misma posición que en la planta baja se localiza otro servicio sanitario con las

características del anterior. Los sótanos también cuentan con iluminación natural pese a su

posición, para lo cual fueron colocadas series de ventanas y tragaluces dejando entrar a la

luz y ventilación naturales. Cada uno de los pabellones taller tiene una iluminación distinta

en sus sótanos dependiendo de la relación del suelo con el edificio, o en relación con otros

elementos por ejemplo pequeñas bardas. La aparente homogeneidad del área de los talleres

se encuentra así en el espacio total que conforman, no en las edificaciones mismas.

Los talleres se encontrarían ligados entre sí y con el resto del conjunto a través de

un sistema de teléfonos, magnavoces y por medio de circulaciones dispuestas en pórticos de

aproximadamente 3.5 metros de ancho cada uno, elaborados con losas de concreto

sostenidas por pilares delgados. Los talleres son elementos aislados rodeados de

vegetación39

[Figura 5]. Jugando con el paisaje los ocho edificios se integraron en un

carácter mimético. Se observa un indicio de adecuación de las formas del edificio y el suelo

volcánico, para lo cual se adaptan losas de concreto en las subestructuras. No hay

pretensión de alterar el orden natural del espacio, en cambio se puede observar un intento

38

Arquitectura México, septiembre 1952, número 39, México: Arquitectura México, p 284. 39

Pani, op. cit., 1979, p61.

Page 37: TESIS2013.pdf

37

de usar el paisaje como parte de los elementos arquitectónicos. No existe una resistencia

visible del espacio ya dado con el espacio creado.

El edificio principal se observa bajo la forma de prisma rectangular que se extiende

de manera horizontal, constituido por dos pisos. Se erige sobre una planta libre levantada

sobre el suelo plano de material de roca volcánica, permitiendo de esta manera la libre

circulación de los habitantes. Característica predominante en el conjunto universitario. En

el exterior del lado norte se pueden observar las entradas principales, tanto de la ENA como

del museo de arte [Figura 6]. La primera parte correspondiente al museo consta de una

fachada lisa que se observa bajo una lógica de lo higiénico al carecer de elementos

ornamentales o decorativos. La entrada está constituida por bloques de vidrio y acero que

crean una armonía de ventanales con el blanco de los muros de la fachada. Al frente de esta

fachada se localiza un pasillo cubierto por losas de concreto sostenidas por columnas,

pequeños cubículos que se extienden en forma horizontal conforman un área destinada a los

comercios. Los módulos de esta zona también cuentan con fachadas de vidrio y acero. La

siguiente zona, la de la escuela, posee una fachada de vidrio y acero casi en su totalidad. De

la fachada sobresale una estructura en forma de pórtico, elaborada a partir de losas de

concreto y ocho columnas de acero. Observando hacía el sur de derecha a izquierda los

ventanales cubren los dos pisos. En el lado este se posicionó un muro cubierto por ladrillo

vitrificado que enmarca a un ventanal que nuevamente recubre ambos pisos y deja entre ver

la escalera recta del interior. Se creó así un juego entre lo visible del interior y el exterior.

Dando una especie de argumento de transparencia y limpieza.

En la fachada sur se puede observar una entrada de cristal de menores dimensiones a

la principal [Figura 7]. La mayor parte de este lado del edificio se encuentra recubierto por

Page 38: TESIS2013.pdf

38

ladrillo vitrificado. En el lado oeste se observa un estacionamiento y más adelante se colocó

una rampa para el ingreso de automóviles. Frente a esta segunda entrada se extiende el piso

negro de roca volcánica que encuentra un límite con un par de escaleras que suben hacían el

circuito interior de la Ciudad Universitaria. Ambas fachas, norte y sur encuentran un

sentido de pulcritud en las formas y tonos cálidos.

Al interior del edificio la zona principal responde a una configuración cúbica. Una

planta cuadrada que a partir de entre-ejes modulados equidistantes compositivos y

estructurales separa el espacio en distintas áreas. Los techos son altos. Como ya se dijo

anteriormente cuenta con dos accesos, uno principal al norte del edificio y comunicado con

el estacionamiento por la circulación cubierta en la que se ubican los comercios. El segundo

acceso está ligado al estacionamiento para profesores y estaría en el lado sur del conjunto.

Ligándose al otro acceso y formando así un gran vestíbulo en la planta baja, donde se

localizan las entradas a otras células del edificio: escuela, biblioteca, museo y auditorio.

Bajo la pretensión de incorporarse a las labores de la ENA, se proyectó también en

la planta baja formando parte del vestíbulo general una sala para calificar y exhibir trabajos

en mamparas móviles. La sala de firmas, es un espacio rectangular conformado por bloques

de vidrio y concreto. En esta área también se colocó un departamento de entrega y recibo

de material y archivo. Al poniente del mismo acceso y funcionando como vínculo entre la

Escuela y la sección de museos, se realizó un vestíbulo en forma de patio con pórtico.

Hacía el sur se ubicó el auditorio, sala que presenta unas dimensiones considerables, con un

escenario elevado respecto al plano del público y de gran altura. La sala se encuentra

escalonada y en pendiente para permitir una correcta visión del escenario, calculada bajo la

Page 39: TESIS2013.pdf

39

isóptica40

. El escenario consta de una plataforma de madera rectangular. Hacía el norte del

vestíbulo se encontraba la biblioteca que estaba formada por dos pisos, la estancia estaba

ubicada de tal manera que fue envuelta por ventanales extensos ubicados de forma

equidistante, usando el mismo módulo de separación, que otorgaban una fuente potencial

de luz y ventilación. En la planta baja se encontraba la sala de lectura para 120 personas, un

depósito para hasta 15000 libros y la barandilla de préstamos. En el piso superior se

ubicaban la sala de revistas, el catálogo bibliográfico, el acervo de audios con cuatro

cubículos y la sala de estampas. Esta área por medio de una circulación vertical con el

vestíbulo del museo funcionaba como vínculo con las actividades artísticas. La dirección y

administración de la Escuela se encontraban en ese mismo piso.

En un segundo piso de este mismo cuerpo se localizaban las oficinas administrativas

y dirección del Instituto de Arte, ligadas a cubículos de seminarios de investigadores41

. Al

oriente del acceso norte y del vestíbulo principal, posibilitadas para actuar de manera

independiente, se localizaban las aulas de arquitectura, erigidas en dos pisos y proyectadas

en una caja con entre ejes modulados, que permitían un costo mínimo separando la planta a

partir de cubículos que eran adaptables. Al poniente del vestíbulo central se localizaba el

área de museos y los Talleres de Integración Plástica, destinados a ser un punto de reunión

40

Para el diseño del auditorio se requiere hacer el estudio y trazo, para tener una mejor visión como

espectador. El cálculo de la isóptica define la curva ascendente que da origen al escalonamiento del piso entre

las filas de espectadores para permitir condiciones aceptables de visibilidad. Dicha curva es el resultado de la

unión de los puntos de ubicación de los ojos de los espectadores de las diferentes filas con el punto observado

a partir de una constante, que es la medida promedio que hay entre el nivel de los ojos y el de la parte superior

de la cabeza del espectador. 41

Arquitectura México, op. cit., 1952, p284.

Page 40: TESIS2013.pdf

40

entre los habitantes de la nueva ciudad42

. Así el arte formaría parte de la educación de

todos los universitarios.

Con la pretensión de hacer adaptaciones pertinentes para distintas capacidades se

proyectaron seis anfiteatros con iluminación tenue y la acústica necesaria para dar

conferencias a tres grupos de estudiantes de manera simultánea. Las aulas fueron

calculadas también bajo la idea de isóptica, siendo algo similar a pequeños teatros o

auditorios. Formalmente esta parte responde a una configuración de pasillos largos, anchos

y abiertos con techos altos, que tienen como punto de origen el vestíbulo general del

edificio formando una circulación lineal y perpendicular al eje compositivo norte-sur.

El hecho de configurar los talleres de integración plástica y los talleres para el

ejercicio arquitectónico devela una noción de unificación de las artes. Parte importante

dentro de la composición de la pieza, incluso los ocho pabellones-taller son los edificios del

conjunto para arquitectos que se construyeron primero y los únicos que fueron terminados

para la inauguración de la nueva ciudad. La integración ya no sólo se daba en los lindes de

la acción material sino que alcanzaba una especie de insinuación de construcción de un

espíritu colectivo y activo. A partir del trabajo en talleres se respondería a la intención de la

ENA de seguir la línea discursiva de la arquitectura plateada por Walter Gropius en la

Bauhaus. Dicha directriz se refería al retorno de un trabajo donde cada uno de los

involucrados tuviera una acción definida, pero siempre consciente y con conocimiento del

trabajo del otro. Comenzando de esta manera a vislumbrarse una relación entre el arte y la

42

Ibídem, p.68.

Page 41: TESIS2013.pdf

41

técnica. Labor arquitectónica que Gropius definiría en su momento a grandes rasgos como

la de un artesano industrial, conciliando así las disputas entre gremios y profesiones43

.

La visión mimética bajo la que se rigió la configuración de la obra se observa

concretamente en la adaptación de la estructura arquitectónica al espacio natural. Una

visión mimética que hace referencia a la concepción Aristotélica del arte44

. Es decir, el arte

imita a la naturaleza. Sin embargo no es una imitación fidedigna, sino que responde a la

dualidad del concepto naturaleza. En la que la naturaleza se refiere a lo visualmente

evidente y a las fuerzas de la mente del hombre que configuran la manera de esa visualidad

de lo exterior. Así la mímesis es un libre enfoque de la realidad45

. Al pensar el conjunto

arquitectónico se respetó el endemismo del lugar al haber creado un Programa que fue

capaz de adherirse a las formas naturales ya establecidas y a las necesidades de un

Programa General de la ciudad naciente. El conjunto arquitectónico se fundió como un

organismo vivo con el suelo volcánico desnivelado y atendió a una especie de movimiento

del mismo [Figura 8]. Los edificios y la naturaleza crearon un objeto único, un mismo

espacio y por tanto una misma realidad. Como ya se dijo se entendió la dualidad de la

naturaleza como referencia de la materia de las cosas y lo que determina su forma, es decir,

su esencia. La esencia es la fuerza que dirige la naturaleza46

. En este caso el hombre se

perfiló como la esencia de la configuración del edificio. La forma devino de la idea de

movimiento, en la naturaleza, en el arte y en el campo social. Hecho que dio paso a la

43

vid. Magdalena Droste, Archiv Bauhaus 1919-1933, Hohenzollernring: Benedikt Taschen, 2006, 256p. 44

Para Villagrán la arquitectura es un arte entendido en términos de Aristóteles, es decir, es una actividad

productiva acompañada de razón verdadera. Esto es, intelectiva y productiva de algo extrínseco a quien ejerza

la actividad. “José Villagrán García”, en Revista Arquitectura. México, año XXX, tomo XXIII, núm.100,

abril y julio 1968. 45

Tatarkiewicz, Wladyslaw, Historia de seis ideas: arte, belleza, forma, creatividad, mimesis, experiencia

estética, Madrid, Tecnos: Alianza, 2002, p.303. 46

Ibídem, p327.

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42

capacidad de adaptabilidad del conjunto arquitectónico como una creación pensada para los

cambios sociales y de enseñanza. No se deforma la realidad de manera intencional, todo

está en los ojos que están mirando, desde dónde lo hacen y cómo lo hacen.

La idea de adaptabilidad jugó un papel importante en la estructura, puesto que había

espacios destinados a adaptaciones posteriores, por ejemplo el vacío entre el patio de los

pinos y los talleres, y algunos muros de aulas que podían ser removidos para ampliar los

sitios. Así el edificio tuvo la pretensión de responder a la búsqueda del equilibrio por medio

de la integración, una integración basada en el estudio de las necesidades, las actividades y

los materiales. De tal forma que la realización material correspondiera a la idea de un

edificio para arquitectos creado por arquitectos. Se logró entender la necesidad de

responder no sólo a los impulsos de un hombre social sino también a los de un hombre

animal-natural que tiene la necesidad de dirigirse hacia lo racional.

Con variadas y múltiples entradas de luz se aportó no sólo un valor estético que

impulsa el crecimiento espiritual del académico, artista, estudiante y administrativo, sino

que devela el sentido de utilidad al construir un espacio de recreación; con los pasillos se

hizo posible la capacidad de flujo del aire indispensable para las actividades de la mente. El

edificio se puede observar bajo una lógica de trabajo y recreación; al contar con lugares de

enseñanza profesional y de difusión artística-cultural, no sólo del estudiante de arquitectura

sino del habitante en general de la Ciudad Universitaria. Se pretendía la comunicación y

convivencia de los usuarios como elemento fundamental para el esparcimiento del

conocimiento. Dando paso así a una condición de posibilidad de comunidad. Adaptando el

espacio como un sitio de redistribución de pensamientos. Generando cambios en el campo

Page 43: TESIS2013.pdf

43

social bajo el intento de moldear nuevos sujetos. Con esta dualidad se detonan dos valores

fundamentales: lo social y lo lógico.

El edificio está destinado a satisfacer necesidades culturales, de difusión,

administrativas y académicas. Lo cual hace referencia a la idea de pensar la arquitectura

como un órgano vivo gracias a la dinamys producto de la actividad en su interior; se puede

observar como una máquina dispuesta para organizar de manera específica el flujo de las

actividades, entendida como una nueva posibilidad de visibilidad de los sujetos. Una

“máquina manejada por hombres y para servir hombres […] no como una unidad

computable electrónicamente sino manejada por seres pensantes y libres, dotados de razón

y voluntad, de sentimientos e ideales.”47

Entonces, sí el hospital es entendido, según Leroy,

como una máquina de curar enfermos y la vivienda como una máquina de vivir, según Le

Corbusier48

, la escuela puede ser comprendida como una máquina que produce posibles

nuevos sujetos de acción histórica.

La forma se detona como elemento determinante. Pero no una forma que responda

igual y de manera general a todas las necesidades de las distintas sociedades. En cambio, se

vislumbra la forma pura geométrica como punto de partida para la producción de otras

formas que atienden a la sociedad en casos específicos. En la época en que se configura

Ciudad Universitaria existieron formas diversas a las antiguas, y problemas tan diversos

como éstas. Lo que se proyectó en el conjunto de la actual Facultad de Arquitectura fue un

ejercicio de investigación sobre si las formas del funcionalismo internacional obedecían en

47

Villagrán García, José, “Las ideas regentes del Hospital y la arquitectura nosocomial”, en Artes Plásticas

[versión electrónica], México, Colegio Nacional, 1964, p149. Consultado el 15 de Febrero de 2013.

http://www.colegionacional.org.mx/SACSCMS/XStatic/colegionacional/template/pdf/1964/08%20%20Artes

%20Plasticas_%20Las%20ideas%20regentes%20del%20hospital%20y%20la%20arquitectura%20nosocomial

%20por%20Jose%20Villagran%20Garcia.pdf 48

Ibídem, p. 149.

Page 44: TESIS2013.pdf

44

su innovación a la diversidad de problemas, sistemas y procedimientos constructivos o si

sólo procedían de un nuevo concepto de geometría en la arquitectura moderna49

. El

conjunto se produjo a partir de la noción de una arquitectura que integraría a un nuevo

espacio las formas de un tiempo histórico específico.

Como se puede observar la Arquitectura Integral a partir de la cual se proyectó el

conjunto parte de la idea de Programa, conceptuando así la arquitectura como un arte que

construye espacios en los que el hombre desarrolla su vida colectiva. La idea de Programa

fue trasladada de la arquitectura nosocomial a los casos de vivienda y educación como parte

de un interés por planificar. Puesto que el hospital, la vivienda y la educación representaban

para la primera mitad del siglo XX una trilogía de problemas nacionales que frenaban el

desenvolvimiento integral del hombre50

. Como ya se mencionó, con el Seminario

Nosocomial a cargo de Villagrán García, instituido en 1944 en la ENA se planteó una

directriz para la planificación del país. Se buscó en principio que las formas de un edificio

institucional respondieran a las necesidades básicas del problema a resolver, en este caso la

salud. Se tomó como antecedente histórico el Hospital de Huipulco, centrado en servicios

para tuberculosos y ubicado en Tlalpan. Se cumplieron parámetros de los avances e historia

de la ciencia médica, tales como la iluminación y la ventilación; de igual manera el espacio

en el cual se desenvolvían las formas arquitectónicas tomo un gran sentido en los

momentos de planeación. El edificio planteado por la arquitectura nosocomial estaba

pensado como una institución que proveyera de técnica a la colectividad, de ahí su

importancia para la planificación; bajo la idea de crear formas modernas que respondan a su

49

Villagrán García, José, “Apuntes para un estudio objetivo de la Arquitectura”, en Doctrina de la

Arquitectura, México, Colegio Nacional, 2007, p43. 50

Villagrán García, José, “La iglesia católica ante la arquitectura de la época”, en Doctrina de la

Arquitectura, México, Colegio Nacional, 2007, p148.

Page 45: TESIS2013.pdf

45

tiempo, se perfilo una arquitectura que pudiese adaptarse constantemente puesto que los

avances científicos y técnicos no se detienen, en cambio se transforman, avanzan y

evolucionan.

Atendiendo a los rasgos anteriores para crear un edificio debía planearse antes el

organismo que lo habitaría51

. Se tenía que conocer bien, para no sólo crear formas

racionales sino productoras de emociones al ser habitadas y contempladas. Caso que resulta

evidente en el edificio proyectado para la ENA. Donde la forma geométrica responde a una

razón de ser de la modernidad pero escapa a la rigidez emocional de las obras

funcionalistas al fundirse con la Ciudad Universitaria en una armonía de heterogéneos. De

esta idea de emotividad resulta interesante observar el conjunto de los arquitectos como uno

de los más iluminados de la nueva ciudad, se respondió a parámetros humanos de

sensibilidad visual propia de los artistas que habrían de habitar el edificio. La noción de

edificio nosocomial no sólo estelarizó un papel importante en términos racionales como la

planificación sino que alimentó la parte creativa del proceso arquitectónico en una época de

industrialización y formas internacionales. Observar el ritmo de la ENA en contraposición

con la rigidez de otros, como se mencionó antes, habla de una arquitectura que persigue la

integración a partir de la observación del movimiento y los sentidos, la técnica y la emoción

se unifican para crear un espacio humano [Figura 9]. Se escapó a la idea de contraponer la

ciencia y el arte. La arquitectura nosocomial de la época moderna dio paso a dejar de

pensar los edificios con una frialdad de cuerpos perfectos que encierran almas pobres52

. Lo

que se postuló fue una arquitectura que respondiera a lo técnico bello y artístico, sin dejar

51

Villagrán García, José, “El hospital obra de arte”, en Doctrina de la Arquitectura, México, Colegio

Nacional, 2007, p.171. 52

Ibídem, p172.

Page 46: TESIS2013.pdf

46

de lado la parte utilitaria y activa del inmueble en la sociedad. De tal forma que lo que se

intentó en el espacio de la ENA al reflejar parámetros nosocomiales fue responder a la

responsabilidad de crear obras habitables, es decir, obras con sentido técnico, funcional y

artístico.

Es evidente que existe una diferencia en las problemáticas a resolver dentro de las

actividades de un hospital y una escuela, sin embargo lo que se adaptó en este caso fue una

noción de forma. Una forma cambiante como la naturaleza, una naturaleza trasladada al

campo de lo geográfico y lo histórico. Se buscaron formas construidas por el hombre y para

el hombre que detonaran la vida íntegra. La arquitectura no sería entonces ni puramente

constructiva, ni puramente escenográfica sino habitable. Entonces la idea era que de una

forma resultará todo un conjunto de exigencias técnicas, económicas, de estructura social

que destacaran lo estético pujantemente a lado de lo social. Una de las innovaciones

planteadas por la arquitectura hospitalaria , en el ámbito universal, y trasladada al conjunto

de la ENA fueron las formas construidas con materiales industriales privadas de

ornamentación, y una manera de hacer plástica sin recurrir a la escultura y los estilos53

.

La horizontalidad del conjunto de la ENA tiene como antecedentes otros edificios

del arquitecto que encabezo el proyecto. Anteriormente ya se había jugado con la

generosidad de la horizontalidad en conjuntos como el Hospital Infantil de 1932, el

Hospital de Maternidad en 1943 y el Instituto Nacional de Cardiología54

, que bajo la forma

de prismas rectangulares y el trazo de una línea horizontal se juega con el ritmo y el

movimiento creado a partir de la abstracción de las formas geométricas puras que

53

Ibídem, p175. 54

Villagrán García, “José Villagrán García”, en Doctrina de la Arquitectura, México, Colegio Nacional,

2007, págs. 574-575.

Page 47: TESIS2013.pdf

47

posteriormente encuentran una especie de desarme o desenvolvimiento a partir de las

necesidades de las estructuras, las actividades que se desarrollarán en su interior y los

materiales, dando paso a perfiles en zigzag o semi-curvas, creando edificios escalonados y

espacios cúbicos sobrepuestos, de tal manera que no sólo se crean espacios de apariencia

fría y hostil. En cambio ante la mirada del espectador-habitante hay una multitud de figuras

que lo trasladan a un campo estético, el concreto y el acero con ayuda del vidrio dejan de

ser elementos meramente industriales y se convierten en parte de la creación artística. Lo

mismo sucede con la ENA de la ciudad universitaria, los prismas desprenden otras formas,

a veces más sencillas otras más complejas, no sólo en el exterior sino en el interior pero con

una especie de coherencia y diálogo entre cada elemento. Poco a poco se alejan de un

sentido racional y encuentran lugar en la experiencia de lo sensible. Un caso comparable

con la dinámica del conjunto para arquitectos es el Hospital de Jesús, adaptado en 1943.

Aceptando la existencia de un edificio anterior, importante por su historia y su relación con

el lugar que lo rodea, se planteó una edificación que se adaptara a un espacio ya dado,

creando una noción de integración donde el nuevo edificio bajo una forma horizontal

abrazará y protegiera la antigua estructura, acogiéndola en los usos y actividades de la

institución. Situación similar al edificio construido en el Pedregal, donde no se altera el

orden natural y se responde a necesidades generales del nuevo asentamiento universitario.

Así se comenzó un ideario de transformar las instituciones en edificios que

respaldaran a un hombre de carácter integral. Entendiendo al hombre integral como un ser

vivo, con dimensiones físicas, con biología y psicología propias, con pensamiento y con

espíritu. La arquitectura tendría que tomar sin titubear en cuenta al hombre integralmente

Page 48: TESIS2013.pdf

48

conceptuado, pues éste es objeto y causa de la disciplina de construir55

. La idea de

Programa como base de la Arquitectura Integral presupone al hombre como el eje de las

instituciones. Por eso resultó fundamental incorporar la historia como principio de la

enseñanza arquitectónica. Ser consciente de la historia y el tiempo del hombre para el cual

se configura un edificio es la premisa de la búsqueda de una arquitectura mexicana. El

conocimiento y la producción arquitectónica juegan con la mancuerna tiempo y espacio56

.

El edificio como institución por lo tanto debe ser configurado como una espacialidad

creada y construida para desenvolver un aspecto de la vida colectiva57

.

Entonces el Programa es entendido como un “conjunto de necesidades por satisfacer

en un problema cualquiera: estas necesidades […] son de dos clases: las generales y las

particulares. Son las primeras: el medio físico, el medio social-económico, el psicológico-

social, la industria mundial. Son las necesidades particulares: las directamente especiales

del problema a resolver: económicas, de funcionamiento, de capricho, de sistema

constructivo por emplear, de clima regional, de condiciones personales del arquitecto en

relación con su cliente y consigo mismo, etc.”58

Así se obtiene una estructura multiforme

que se encuentra en relación con la naturaleza del hombre59

. El Programa es el principio o

55

El arquitecto encargado del proyecto siguió directrices establecidas por Vitrubio en la idea de pensar al

hombre como un ser integral. Vitruvio estableció una directiva para la arquitectura a partir del concepto de

mímesis. En la arquitectura las buenas proporciones “deben basarse en las buenas proporciones de un hombre

con buena complexión”. Tatarkiewicz, op. cit., 2002, p307. 56

Villagrán García, op.cit., 1964, p155. 57

Ibídem, p148. 58

Villagrán García, José, “Carta de José Villagrán a Manuel Chacón”, en Doctrina de la Arquitectura,

México: El Colegio Nacional, 2007, p6. 59

Villagrán García, José, “Panorama de la arquitectura mexicana contemporánea 1950-1962”, en Doctrina de

la Arquitectura, México: El Colegio Nacional, 2007, p454.

Page 49: TESIS2013.pdf

49

inicio de la creación arquitectónica, es la vivencia que el arquitecto vive al ponerse en

contacto con un tema o problema60

.

Retomando la idea de Programa se diseñó una escuela que respondiera a nuevas

características enmarcadas por las necesidades de la enseñanza y el nacimiento de una

ciudad de estudiantes. La configuración del conjunto de arquitectura como parte de un

proyecto mayor tuvo que atender principios y exigencias de un plan regulador presupuesto

para el conjunto de Ciudad Universitaria, así como al Programa General de la misma61

. El

conjunto se adaptó a las demandas de la configuración de la ciudad, la cual se basaba en el

discurso de manejar las técnicas y gustos internacionales pero con un arraigo nacional,

atendiendo a las necesidades y recursos propiamente mexicanos. El edificio proyectado por

el arquitecto Villagrán intentó escapar del funcionalismo, en tanto éste no parecía una

solución factible al no corresponder a la ubicación geográfica y humana de la ENA. El

funcionalismo como utopía arquitectónica copiada por los mexicanos se encontraba lejos de

ser una solución integral62

.

La idea básica general respecto a los materiales era que debían causar un gasto

mínimo de conservación y conseguir una unidad en las edificaciones con el uso constante

de varios de éstos sin interferir en los diseños individuales de los arquitectos63

. Atendiendo

a la propuesta general de minimizar los costos, la edificación se construyó con los

materiales elegidos para erigir la ciudad universitaria: concreto hidráulico, que teniendo

como base una mezcla de arenas y cierta cantidad de agua lograba acelerar el proceso de

60

Villagrán García, op. cit., 1964, p155. 61

Arquitectura México, op. cit., 1952, p284. 62

Villagrán García, José, “Panorama de la arquitectura mexicana contemporánea 1950-1962”, en Doctrina de

la Arquitectura, México: El Colegio Nacional, 2007, p481. 63

Pani, op. cit., 1979, p86.

Page 50: TESIS2013.pdf

50

construcción. El ladrillo vidriado, un tipo de ladrillo que es cocido hasta su vitrificación; de

tal manera que es impermeable, de bajo mantenimiento y posee tonos cálidos que se

integran con la plástica general del conjunto de la ENA. Tiene cualidades térmicas creando

así una mancuerna con otras características del edificio. Por ejemplo, el uso de ventanales y

pasillos abiertos en el edificio no representa un problema de temperatura puesto que está

recubierto por este tipo de ladrillo.

Para atender las necesidades de manera específica y oportuna entre los asesores se

encontraban personajes especializados en las actividades que se estimaban para la

edificación. Al ser el edificio una fuente cultural gracias a los museos, fue llamado

Fernando Gamboa quien tenía una importante carrera en el montaje museográfico con

grandes exposiciones nacionales e internacionales. También se encuentra la figura de Juan

de la Encina, teórico, crítico e historiador del arte español, quien llegó como parte de los

exiliados por la Guerra Civil Española a México en 1938, que bajo la idea de producir

arquitectura partiendo de los conceptos de visualidad pura y espacio se relacionaba con las

nociones de habitabilidad que se producían resultado de la configuración espacial del

edificio. El espacio era entendido entonces como la forma pura que ordena lo preexistente.

De tal manera que el espacio exterior influye en una obra, en este caso el suelo y el paisaje

del Pedregal. La noción de espacio se vislumbraba fundamental en la construcción del

edificio puesto que “una obra arquitectónica, por bien pensada y realizada que esté, perderá

mucho de su belleza si el arquitecto no ha tenido en cuenta la estructura del espacio que la

rodea […]”64

. Retomando la idea anterior hay que hacer hincapié en el hecho de que para

el arquitecto encargado del proyecto la belleza se reflejaba en la verdad ontológica que el

64

De la Encina, Juan, El espacio, México: UNAM, Escuela Nacional de Arquitectura, 1978, p10.

Page 51: TESIS2013.pdf

51

edificio pudiese representar para la realidad histórica de su tiempo. El espacio se observó

en el edificio de la ENA como detonante de comunidad humana. Se configuró así una

estética que intentó crear dispositivos sociales a partir de la sensibilidad subjetiva que crea

una universalidad, todo bebiendo de una fuente que en este caso es la percepción de la

forma.

Bajo los parámetros anteriores se distinguen dos elementos ónticamente diferentes y

ontológicamente conectados a través de la labor del arquitecto en la configuración del

edificio. El problema objetivo y el problema subjetivo. Es decir, el sujeto que conoce se

proyecta en el objeto de su conocimiento y al reflejarse produce la imagen o nuevo

conocimiento que en este caso tuvo como producto un Programa determinado.

La configuración espacial del edificio de la actual Facultad de Arquitectura a partir

de la idea de Programa respondió a la unión de la ciencia y el arte, creando así un vínculo

entre técnica y arte. El arquitecto al igual que el científico intentó la aprehensión más

amplia y total de su objeto de estudio. Se intentó acabar con un problema en su más

acabada realidad objetiva. Lo cual se proyecta en el edificio al responder a una realidad

histórica nacional y social determinada. Lo que se vislumbra en el edificio es una

arquitectura que procuró seguir las normas y los cambios en los conocimientos científicos,

a partir del conocimiento de una historia social y una historia de la ciencia hospitalaria.

La configuración espacial del edificio respondió al Programa basándose en una

dinámica de lo adaptable, interactuando desde sus fines como desde el ámbito formal con

los otros edificios y lugares de Ciudad Universitaria. Formando parte de una síntesis de

propuestas que partiendo de distintas directrices se encaminaban a un mismo fin. La ciudad

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52

se habitó de forma singular en el edificio de los arquitectos pero siempre respondiendo a las

incitaciones ideológicas de la esta.

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53

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54

Capítulo 3. Arquitectura Integral: higiene e integración.

El conjunto de la ENA proyecta formal y materialmente una arquitectura que proviene de la

unión entre medicina y arquitectura. Al ser así lo que se puede observar es el

desprendimiento de una estructura ideológica que lo dota de un aura que dialoga y debate

con el resto de Ciudad Universitaria. Las pretensiones higienistas que se pueden observar

en el conjunto se originaron como una necesidad social. Necesidad que fue atendida con la

creación del Plan de Hospitales hacía 1941 donde se conformó una comunidad epistémica

que detonó en una nueva manera de hacer arquitectura. Arquitectos y médicos creaban una

singular relación bajo la preocupación de conceptos como higiene y salud. Conceptos que

se sistematizaron dando como resultado una arquitectura hospitalaria que fungiría como

base formal de la Arquitectura Integral.

Como ya se mencionó, los médicos que estuvieron a cargo de dicho plan fueron

Gustavo Baz Prada y Salvador Zubirán. Ambos se refirieron a la salud y la higiene teniendo

como antecedente las ideas científicas del periodo porfiriano que permanecieron en el

imaginario65

médico incluso después de la Revolución66

. El interés por la higiene tuvo su

origen en la evolución de actividades tradicionales que se relacionan con el cuerpo y las

enfermedades. El concepto de higiene se acercó analógicamente a lo ordenado, la higiene

se encontraba como parte de un orden. En este sentido una “visión higienista”67

encajaba

65

El concepto de imaginario concebido como las producciones mentales o materializadas basadas en

imágenes mentales que formaran comunidades simbólicas. 66

Annes Staples, “Primeros pasos de la higiene escolar decimonónica”, Curar, sanar y educar: enfermedad y

sociedad en México. Siglos XIX y XX, México: UNAM, IIH: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,

Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, 2008, p.34. 67

La higiene fue denominada como ciencia de la preservación de la salud. Abarcando todos los fenómenos

que afectan el bienestar físico y mental del hombre. Se requirió del estudio de diversas disciplinas entre las

que se encontraban la física, la geología, la ingeniería y la arquitectura. En el aspecto público los estudiosos

de la higiene abarcaron el campo de las viviendas, el suelo donde se ubicaban, su carácter, materiales y la

Page 55: TESIS2013.pdf

55

para la década de los cuarenta en la búsqueda de la planificación nacional y los estándares

de una arquitectura que abogaba por las funciones que se desempeñarían en su interior. En

tanto que la actividad o actividades para vencer la enfermedad y la pobreza provenían de la

razón68

. La razón como la comprensión de la naturaleza para buscar la plenitud, lo integro.

Lo que se pretendió con la ENA fue cubrir ciertos parámetros de orden.

La atención hacia estos dos conceptos se dio como parte de la búsqueda del

fortalecimiento de la nación, y habían sido parte del entusiasmo del arquitecto encargado de

la construcción de la ENA. Hacía 1931 ya hacía referencia a las necesidades que la escuela

debería cubrir para lograr los fines de la enseñanza de la arquitectura en México69

. En ese

año Villagrán, presentó una ponencia sobre la Educación profesional del arquitecto, ante la

Primera Convención Nacional de Arquitectos. En la ponencia se logra vislumbrar la visión

que desarrolló posteriormente durante sus años como teórico. Donde a partir de un sistema

teórico-práctico se planteó llegar a una Arquitectura Integral, una arquitectura mexicana.

Observó la importancia cultural de la arquitectura para una nación joven como el México

post-revolucionario. Sólo podía configurarse una gran arquitectura en tanto ésta sirviera

para educar de manera colectiva. De tal forma la educación de los arquitectos daría paso a

una educación nacional.

La conformación de la hoy Facultad de Arquitectura responde a parámetros

hospitalarios, pues se buscaba el bienestar físico y mental del hombre. Villagrán expresó de

manera directa que “de una escuela bella, higiénica y alegre, arquitectónica en suma,

disposición. Los conocimientos médicos se encontraban relacionados con la incidencia y prevención de la

enfermedad. 68

Staples, op.cit., p.17. 69

Hay que notar que la discusión que abre sobre la arquitectura y la enseñanza de la misma, que convendría

comenzar a perfilar como lo mexicano y para mexicanos antecede por dos años a las discusiones de 1933 en

torno al carácter de la arquitectura funcionalista.

Page 56: TESIS2013.pdf

56

puedan salir generaciones fuertes animadas por espíritus sanos!”70

, espíritus que desde su

perspectiva estarían corrigiendo el ámbito social y fortaleciendo al país.

No es extraño que la nueva ciudad para estudiantes se pensara en un ambiente como

el Pedregal, la búsqueda de ambientes sanos fue parte de la labor médica y arquitectónica.

Pensamientos racionales imperaron en el quehacer. Se ponía en relevancia la planeación

urbana y los espacios donde el aire, la luz y el agua estuvieran presentes71

. Lo anterior

considerando que desde el concepto de salud72

, el hombre es producto del medio ambiente

donde se desarrolla. El ambiente será entonces determinante individual y colectivo73

.

La labor higienista bajo la cual se idea la nueva ciudad para estudiantes y que actúa

como directriz de la construcción de la ENA se insertó en la sociedad como la búsqueda de

un bien común y una herramienta cotidiana. La referencia al contexto se torna

indispensable para entender cómo las relaciones de pensamientos, que se dieron en la

comunidad epistémica mencionada, tuvieron implicaciones estéticas y políticas en la

construcción de la Ciudad Universitaria, como una ciudad cuyo fin ideológico fue normar a

los profesionistas mexicanos.

Desde finales del siglo XIX se hablaba ya de una higiene pública en reglamentos y

publicaciones del gremio de la medicina74

. Antes de la década de los treinta la salud

formaba parte de la beneficencia. Hacia 1931 se sustituyó el término por el de asistencia,

70

Versión de la ponencia sobre el tema “Educación profesional del arquitecto”, desarrollada el 13 de

noviembre de 1931, ante la Primera Convención Nacional de Arquitectos Mexicanos, archivo Ramón Vargas

Salguero, vid. Villagrán García, José, “Educación profesional del Arquitecto", en Doctrina de la

Arquitectura, México: El Colegio Nacional, 2007, p.28. 71

Ibídem, p.31. 72

La salud como una condición de solidez física o de bienestar. La salud como el desarrollo eficaz de

funciones de un organismo, lo cual detonará un bienestar intelectual y moral. 73

Patologías de la Ciudad de México, coord. Fdo. Daniel Janet, Federico Ortiz Quezada, México: Nemesis,

1991, p. 32. 74

Staples, op. cit., p.17.

Page 57: TESIS2013.pdf

57

así la salud era un deber de todos, tanto gobierno como sociedad en general eran

responsables75

. El concepto de salud se modificó con el tiempo pero nunca escapó a su eje

rector: el hombre76

; desde los años cuarenta se consolidó la política del Estado en referencia

a la salud y la formación de una ideología médica. La década de los cuarenta fue un marco

de los servicios sanitarios en México77

, iniciando así una etapa de fomento de la vida sana

al cuidado del Estado bajo la tutela de la Secretaria de Salud y Asistencia (SSA)78

.

Para Gustavo Baz, antes, durante y después de ser secretario de salud, cuidar la

salud del pueblo significó “cuidar a la patria misma”, ofrecer salud significaba “obtener la

base del mayor bienestar del pueblo”79

. Durante el primer año de la SSA se instauró un

programa de desarrollo sanitario. Entre las actividades destacaron iniciativas para introducir

agua potable como vía de saneamiento ambiental, se impulsaron las obras de ingeniería

sanitaria para llevar el recurso de agua potable a más sitios. También la educación higiénica

popular se incrementó con campañas publicitarias por varios medios80

. Los planes federales

fueron ambiciosos, se pretendió crear una medicina acorde a la entonces época moderna81

.

Las propuestas y pensamientos de Baz eran compartidas por su amigo y colega

Zubirán, con la creación del Seminario de Arquitectura Nosocomial se dio origen a una de

las organizaciones más relevantes que unían a la arquitectura y la medicina con una meta en

75

Farjo Ortiz, Guillermo, Breve historia de los hospitales de la Ciudad de México, México: Asociación

Mexicana de Hospitales, 1980, p. 75. 76

Ortiz Quezada, Federico, Hospitales, México DF: MC. GRAW HILL, 2000, p.2. 77

Ibídem p.164. 78

Ibídem p.165. 79

Baz Prada, Gustavo, Memoria 1943-1944 basada en el informe de labores presentado al H. Ejecutivo de la

Unión por el Dr. Gustavo Baz Prada, secretario del ramo, México, secretaria de Salubridad y Asistencia,

1944, p.5, cit. en Alanis Boyso, Rodolfo, Gustavo Baz Prada. Vida y Obra, Toluca, Estado de México:

Universidad Autónoma del Estado de México: Instituto de Administración Pública del Estado de México,

1994, p.132. 80

Ibídem p. 148. 81

Pinoncelly, Salvador, José Villagrán García: protagonista de la arquitectura mexicana del siglo XX,

México, DF: CONACULTA., Dirección General de Publicaciones, 2004, p.13.

Page 58: TESIS2013.pdf

58

común. Los primeros trabajos fueron realizados alrededor de las figuras de Zubirán y

Villagrán82

. México se situaba así en un proceso de maduración institucional bajo la

mancuerna ciencia-arte, fue una época de desarrollo para las estructuras nacionales y

culturales. Se abogó por la cultura como parte de un ambiente que edifica al hombre83

.

Las propuestas de Zubirán y Villagrán dentro de la SSA devinieron en nuevas

formas arquitectónicas. Formas que garantizaron un mejor espacio médico para los

enfermos y las terapias. Al análisis médico le siguió un programa arquitectónico84

. Los

criterios hospitalarios resultaron de un esfuerzo interdisciplinario. “Los trabajos del

Seminario […] influyeron de manera decisiva no sólo en la integración de los servicios de

la salud que eran imprescindibles para el país sino, de muchos modos, en la concepción de

una forma de ejercicio de la medicina y, desde luego, en la búsqueda de modelos nacionales

en el terreno de la arquitectura”85

. La arquitectura moderna mexicana tiene como parte de

sus raíces profundas la creación de hospitales bajo la capacidad imaginativa y de

planeación de Zubirán y el pensamiento que permeaba en la SSA86

.

La arquitectura y la medicina en la primera mitad del siglo XX en México habían

encontrado un campo de diálogo. Un campo político y científico. Se abrían así preguntas en

torno a los problemas que atendían los hospitales y las formas que resultaban de sus

funciones. La arquitectura y la medicina le otorgaron pautas a Villagrán para debatir los

postulados del llamado estilo internacional. La forma naciente de la arquitectura, con

82

Cortés Rocha, Xavier, “L Aniversario de Sistemas de Planificación de hospitales”, en Salvador Zubirán

1898-1998, Testimonios TOMO IV, México: Fundación Mexicana para la Salud, 1998, p.167. 83

Villagrán García, José, Teoría de la Arquitectura, México: INBA, Dirección de Arquitectura y

Conservación del Patrimonio Artístico Nacional, 1983, p. 125. 84

Cortés Rocha, op. cit., 1998, p.168. 85

Ibídem, p.168. 86

Ibídem, p.169.

Page 59: TESIS2013.pdf

59

pretensiones de ser mexicana y para mexicanos, debatían de manera teórica y material con

el modo de hacer arquitectura que marcaba una hegemonía internacional. Hegemonía que

pretendía establecer fórmulas arquitectónicas que en apariencia tenían como premisa lo

funcional y que estaban destinadas a lograr satisfacciones en el campo internacional.

La doctrina de las formas racionales que imperó en el siglo XX nació de la

explicación de la forma partiendo de dos supuestos: la finalidad utilitaria como origen del

objeto de creación y el procedimiento o la técnica empleada en los materiales. De tal forma

que el racionalismo en la arquitectura observó el arte como un producto mecánico

resultante del empleo de los objetos mismos. Se sublimó así el instrumento mecánico

resultante del empleo de la arquitectura. A partir de la segunda década del siglo el

maquinismo y el funcionalismo utilizado en las obras de personajes como Gropius, Mies

Van de Rohe y principalmente Le Corbusier se popularizó. Su premisa consistía en elaborar

las formas arquitectónicas a partir de canalizar la vivencia intensa de un problema en

formas que cubrieran las necesidades del mismo. Esta premisa se vio desvirtuada por sus

seguidores en todas partes del mundo y se traicionó la estructura ideológica que presuponía

que la forma atendiera a un problema real. En vez de esto, se atiende a la copia de las

soluciones formales. Así el estilo internacional se dispersó como un estilo carente de una

vértebra teórica que lo sostuviera, no se logró posicionar como un estilo que resolvió

problemas sino como un estilo que copió modelos87

.

87

Villagrán García, José, La interpretación actual de los principios de la arquitectura. Conferencia

sustentada el día 30 de Julio de 1954, en la sala Manuel M Ponce del Palacio de Bellas Artes, Caja 4,

Separador C, Fondo Enrique Yáñez, Archivo de Arquitectos Mexicanos, Facultad de Arquitectura, UNAM.

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60

Si bien la Arquitectura Integral que se concretó con un Plan de Hospitales, también

atendió a la premisa planteada donde la función determina a la forma no la tomó como

principal prioridad. Lo anterior se hace evidente en Ciudad Universitaria posterior a la

salida de Zubirán como rector, y durante la toma de Mario Pani y Enrique del Moral de la

dirección del Proyecto General. En el quehacer de los arquitectos se insertó la firme

convicción que México no podría entrar en la escena mundial sino atendía los parámetros

del estilo internacional. Villagrán debatió de manera abierta con el conjunto de la ENA con

aquella idea. Si bien para los demás arquitectos del proyecto era necesario llamar la

atención de un público internacional colocando a México en la vanguardia arquitectónica,

para el arquitecto integral era necesaria la búsqueda de una arquitectura que se adhiriera

primero al panorama mexicano.

Lo que se observa en la Ciudad Universitaria con pretensiones de estilo

internacional es un formalismo que se volvió utópico al no responder a un Programa

General local. Y más allá de lo anterior al no responder a una geografía e historicidad que

determinan la realidad. Edificios como la torre de rectoría de Pani, arquitecto que fuera

ferviente seguidor de un estilo funcionalista e internacional, se colocaron en el suelo del

pedregal desestimando las características ambientales y geográficas del lugar. La Torre de

Ciencias proyectada por Raúl Cacho pese a la intención de crear un funcionalismo de corte

médico, pareciera copia rigurosa de una forma hospitalaria que no es capaz de insertarse en

el contexto real del espacio universitario [Figura 10]. Ambas estructuras evidencian una

comprensión errónea de lo que es la racionalización, observándola como una ordenación

puramente mecánica y haciendo a un lado una finalidad creadora88

. También podemos

88

Villagrán, op. cit., 1954.

Page 61: TESIS2013.pdf

61

encontrar, quizá de manera más ligera, una retórica de Augusto Peréz Palacios y su estadio

al acercarse a la relevancia material que el empleo de la técnica sobre los materiales

representaba para la época. Si bien el estadio respondió a un espacio específico como lo es

el Pedregal, se logra vislumbrar que se veló en primera instancia por la satisfacción de

necesidades materiales, haciendo uso de la roca de la región. Sin intención de quitarle

merito a la obra, debe decirse que este edificio resultó entonces una coincidencia

afortunada.

Habría que preguntarse entonces cómo el concepto de lo que es universal era

entendido por un movimiento mexicano que tenía como meta instaurar un “estilo

internacional” en Ciudad Universitaria. Pareciera ser que lo universal para estos personajes,

como Pani y Del Moral, fungía como una especie de generalidad. Villagrán a diferencia de

los seguidores del estilo internacional perseguía una arquitectura donde lo universal fuera

aquello que podría estar en todo sin embargo no de igual manera. Así las formas en la

arquitectura no son una fórmula mágica, en cambio es una condición reflexiva que

presupone un análisis de la situación real para llevarse o no al campo material. Por ejemplo,

las características médicas expuestas en la ENA no son algo que se encuentre de manera

formal en el conjunto, sino que son parte de una reflexión que determina como se llevarán a

cabo las resoluciones. Las formas que se desenvuelven en el conjunto responden a las

características del suelo sin perder de vista las necesidades pedagógicas para las cuales

están destinadas, resuelven el problema espacial para la educación sana del arquitecto sin

caer en meras formas estandarizadas como sí lo hace Cacho en la Torre de Ciencias.

Analizando lo anterior, las construcciones de Pani y Del Moral no logran percibirse como

espacios funcionales como los definió Gropius hacia 1930, en tanto no corresponden a una

Page 62: TESIS2013.pdf

62

forma viviente. En cambio son edificios inmóviles, que carecen de posibilidad de

adaptación al movimiento que brinda el paisaje del Pedregal y que generan poca armonía

con el ambiente.

Lo que posiblemente se logró en el conjunto de arquitectura fue el quiebre del

dogmatismo que el racionalismo arquitectónico había sufrido con su internacionalización.

El racionalismo de corte internacional advertía una disociación entre utilidad y belleza.

Como es el caso de las torres de rectoría y ciencias. Lo que se logró en el espacio

arquitectónico programado y proyectado por Villagrán fue un racionalismo integral, donde

utilidad y belleza fueran de la mano pese a actuar como valores autónomos89

. Las formas

geométricas son parte de la edificación pedagógica pero no se pierde de vista la necesidad

de insertarlas en el campo estético, se aludió a la belleza intrínseca del espacio donde se

instaura el universo arquitectónico que representa la actual facultad de arquitectos. Espacio

natural que se ancla al espacio humano resultando ser la suma entre utilidad y belleza.

Éstas se generan a partir de llevar impregnada una verdad que se genera de la

correspondencia con el ambiente y las funciones del edificio, del paisaje y las formas de

éste.

En Ciudad Universitaria el concepto de higiene llevó al ideal de una ciudad

integral, se debe analizar cómo difería este pensamiento con lo que se estaba tomando

como la base para la misma ciudad como un mecanismo funcionalista. Se puede observar

que las bases médicas de lo que se llegaría a denominar como Arquitectura Integral no

89

Sobre el tema también puede observarse el apartado “1.1 Utilidad y belleza”.

Page 63: TESIS2013.pdf

63

coincidían totalmente90

con las interpretaciones de las ideas de Le Corbusier91

. Ambos

sistemas encuentran puntos de partida semejantes: orden e higiene, como motores para el

fortalecimiento del trabajo y, por tanto, para el progreso. Ambos tuvieron la meta de

reformar la sociedad a partir de la arquitectura como eje de las ciudades y del Estado. Se

intentó construir un nuevo orden, un orden moderno. Se puede observar una preocupación

arquitectónica por equiparar la forma de vida urbana con lo civilizado y la razón, motivo

por el cual se miraba al funcionalismo como una línea ideal de trabajo para emprender la

Ciudad Universitaria. El orden es un punto de coincidencia pero también detona una

diferencia, la cual se observa en cómo se concibió la relación entre naturaleza y razón.

Para el arquitecto suizo las obras arquitectónicas y la ciudad son un punto donde se

aplica el trabajo humano92

para un buen desempeño. La arquitectura debería representar

una manifestación de salud física y espiritual que devendría en una salud moral93

, formando

así un tipo de hombre en comunión con el nuevo orden social de corte mecánico94

. Estas

ideas se situaban fuertemente en el pensamiento arquitectónico mexicano, pensamiento

que se regía por una tergiversación del maquinismo-funcionalismo. Así la búsqueda de lo

higiénico de las ciudades provenía de un juego de lo aparentemente proporcionado, lo

seriado e industrial. La belleza se encontraba en el factor de lo pulcro, lo pulcro como las

formas puras. Las máquinas, como lo plantearía Le Corbusier, conducirían a un nuevo

orden.

90

En el capítulo anterior se señalaron algunas coincidencias de pensamiento en el concepto de edificio y su

funcionamiento, sin embargo en la manera de concebir el concepto de ciudad se pueden vislumbrar

diferencias. 91

Teórico y Arquitecto suizo. Fue denominado por la historiografía de la arquitectura como el padre del

funcionalismo de la primera mitad del siglo XX. 92

Le Corbusier, La Ciudad del Futuro, Buenos Aires: Infinito, 1971, p.19. 93

Le Corbusier, Hacia una nueva arquitectura, Barcelona: Poseidón, 1978, p. 5. 94

Para Le Corbusier la modernidad encontró su origen en el establecimiento de la máquina y lo mecánico

como ejes de la sociedad industrializada, en Hacia una nueva arquitectura, Le Corbusier, p.8.

Page 64: TESIS2013.pdf

64

La búsqueda de las formas higiénicas y la salud, en referencia al cuerpo y la mente

del hombre, en las ciudades europeas y la ciudad de México provenían de un problema

similar. Gracias a la saturación de los espacios, como parte de un entusiasmo por la vida de

corte urbano y la industrialización, las ciudades se habían convertido en un foco de

“enfermedades sociales”. En el siglo XX las consecuencias del crecimiento de las ciudades

fueron de carácter social, económico, político y psicológico95

, nacieron con estas nuevas

patologías que detonaban una degradación de la sociedad. De la saturación de espacios y la

degradación social se produjo una necesidad de encontrar nuevas formas de estructurar las

ciudades, nuevas formas arquitectónicas que reformaran a los habitantes.

Para el pensamiento lecorbusiano las ciudades debían responder como máquinas,

cada parte de éstas debían encajar como pieza de un gran rompecabezas, pieza o elementos

pasados por el filtro de la total razón a fin de combatir los impulsos animales proveedores

del desorden. Así cada edificio y cada calle recta actuaban como engranes de una enorme

máquina. “Las creaciones de (una) técnica maquinista son organismos que tienden a la

pureza […] son las obras cotidianas de todo un universo que trabaja con conciencia,

inteligencia, precisión, con imaginación, audacia y rigor.”96

Para las ideas funcionalistas

del teórico suizo la naturaleza era observada como lo desordenado, sólo por medio de la

mirada del hombre podía ser ordenada, debía ser ordenada.

Los arquitectos de la modernidad en México adoptaron estás ideas como moldes,

entendiendo el sistema funcionalista como un conjunto de edificios de concreto cobijados

por enormes ventanales de cristal. Aquí yace el punto donde se encuentra una diferencia

con la arquitectura de corte integral; la versión coloquial del funcionalismo veía en lo ya

95

Federico Ortiz Quezada, Patologías de la Ciudad de México, México: Nemesis, 1991, p.31. 96

Le Corbusier, op. cit., 1978, p.80.

Page 65: TESIS2013.pdf

65

dado, la naturaleza, un obstáculo para obtener la eficacia de la arquitectura, las creaciones

procuraban oponerse al medio natural, mientras más lo hacían creían acercarse mayormente

a un pensamiento racional97

. La Arquitectura Integral basándose en una estructura de base

médica observaba en el ambiente un factor de integración, es decir, el ambiente natural

significó un punto de partida para dotar de valores a la arquitectura. El análisis y estudio de

los lugares fuera de la ciudad en la búsqueda de los mejoramientos de los ambientes

propicios para la salud y la educación son parte de los postulados de la arquitectura

nosocomial. Sitios como Cuajimalpa y el Pedregal fueron lugares iconos para el estudio

ambiental.

La integración con el ambiente en la arquitectura se contraponía entonces a la idea

funcionalista de formar un organismo humano de protección y trabajo con acciones que

iban contra la naturaleza98

. La Arquitectura Integral difería al pensar que la naturaleza era

parte únicamente de las implicaciones visuales, por ejemplo el paisaje creado por el

hombre. En cambio para la búsqueda de lo integral la naturaleza dotaba de valores lógicos,

útiles y sociales e intervenía en lo bello. Hay una necesidad por componer de manera

armoniosa y sinfónica, la solución entre estructura arquitectónica y ambiente es una

relación orgánica entre las partes y el todo99

.

Desde la visión de Villagrán, y haciendo referencia a Frank Lloyd Wright, México

es un país donde la cultura y la economía tienen demasiados contrastes. Al ser de esta

manera, aceptar soluciones-fórmula del funcionalismo como universales en la arquitectura

sería caer en una utopía. Para crear a partir de una realidad nacional se tendría que atender a

97

Le Corbusier, op.cit., 1971, p.22. 98

Ibídem, p.7. 99

Pinoncelly, Salvador, José Villagrán García: protagonista de la arquitectura mexicana del siglo XX,

México, D.F.: CONACULTA, Dirección General de Publicaciones, 2004, p. 19.

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66

la idea de lo orgánico, según el arquitecto, como integral o intrínseco. Orgánico significa

que la parte es al todo y el todo a la parte. Es decir, entidad como integración es lo que

significaría lo orgánico100

. En el momento en que Villagrán se encontraba realizando la

construcción de la Escuela Nacional de Arquitectura observó las premisas de Wright y la

arquitectura de carácter orgánico como una vía de enfrentamiento al estilo internacional.

Para el arquitecto mexicano la corriente orgánica “tiene la capacidad en manos expertas y

creadoras, de producir la auténtica arquitectura que al serlo es moderna y regional a la vez,

y tan incorporada a lo universal como lo esté la colectividad a la que sirve el arquitecto”101

.

[Figura 11]

La idea de integración de Zubirán y Villagrán no sólo debatía con los argumentos

internacionales, también lo hacía con las ideas que se delineaban en la arquitectura

nacional. Enrique del Moral fue otro arquitecto preocupado por la integración, sin embargo

observaba el concepto en términos de la integración plástica, no en referencia a la

configuración del espacio orgánico, como sí lo hace la arquitectura integral. Pese a esto se

puede observar un anclaje al advertir que Del Moral define la “obra integrada” como lo

“que nace de la mente que concibe de un solo golpe con todos sus elementos constitutivos,

es un todo que no admite mutilaciones, como en el caso de una esfera, si a ésta le quitamos

una mínima parte, ya no es esfera”102

.

100

Wright, Architecturas Forum, mayo, 1953, cit., en José Villagrán García, La interpretación actual de los

principios de la arquitectura. Conferencia sustentada el día 30 de Julio de 1954, en la sala Manuel M Ponce

del Palacio de Bellas Artes, Caja 4, Separador C, Fondo Enrique Yáñez, Archivo de Arquitectos Mexicanos,

Facultad de Arquitectura, UNAM.

101 Villagrán, op., cit, 1954.

102 Del Moral, Enrique “Tradición vs modernidad ¿integración?”, en Cultura arquitectónica de la modernidad

mexicana. Antología de textos 1922-1963, coord., De Anda Alanís, Enrique Xavier, México, D.F, Instituto de

Investigaciones Estéticas, 2010, p.318.

Page 67: TESIS2013.pdf

67

Otro arquitecto que actuó bajo la misma idea de integración fue Raúl Cacho, quien como

recordaremos fue parte del Seminario de Arquitectura Nosocomial. Para Cacho el concepto

de integración iba desde la idea de integración plástica hasta el integralismo. Puede ser esta

una pista del porqué el edificio que proyecta para Ciudad Universitaria no logra ni una ni

otra definición y se observa sin vida, puesto que observó el primer concepto como fórmula

y el segundo como idealización del hombre. Para el arquitecto de hospitales “la integración

es el enunciado de un nuevo principio de origen que viene a enriquecer, no a liquidar, el

acervo de principios funcionalistas […] Enriquece al funcionalismo porque encuentra la

fórmula para evitar el divorcio de las artes con la nueva arquitectura.103

Como ya se planteó existieron arquitectos que encontraban en el funcionalismo una

expresión limpia y valiente de la arquitectura. Un ejemplo fue Mauricio Gómez Mayorga,

quien consideraba que “México entendió bien la gran lección contemporánea de la

arquitectura internacional, así como nuestros arquitectos supieron ligar la lección europea

con la realidad de México”104

. Es evidente el ferviente entusiasmo por una interpretación de

arquitectura funcionalista-maquinista que se había postulado como el estilo internacional.

Ciudad Universitaria fue un intento de conseguir un estilo uniforme que respondiera a lo

internacional, sin embargo lo que se logra apreciar es distinto. Puede ser esto el resultado

de interpretaciones variadas y diferentes de conceptos como máquina, función e integración

pero sobre todo de la negación de una cultura y geografía totalmente diversificadas. México

en la arquitectura se negaba a sí mismo al compararse con el otro (lo europeo) pero no

103

Planteamientos teóricos, recopilado 1922- 1940, p.5, Caja 4, Separador C, Fondo Enrique Yáñez y Fuente,

Archivo de Arquitectos Mexicanos, Facultad de Arquitectura, UNAM. 104

Ibídem, p. 5.

Page 68: TESIS2013.pdf

68

alcanzaba a reafirmarse. Al parecer no había un acuerdo que permitiera la unificación de

estilo, Ciudad Universitaria fue finalmente una mezcla de interpretaciones.

Quizá la idea de integración que se acercó más a los planteamientos de la

Arquitectura Integral son los que postula Alberto T. Arai. Arai (1915-1959) definió la

integración como una búsqueda por encontrar la totalidad en el hombre, la posibilidad de

vivir la materialidad y espiritualidad con plenitud. Para él el funcionalismo debía compartir

el lugar con un sentimiento artístico, de lo contrario el hombre terminaría siendo esclavo de

la máquina y la máquina una materia estática. La arquitectura debía desarrollar sus

posibilidades artísticas creadoras para ser bella y moderna, auténticamente mexicana105

.

Se debía reconocer la capacidad creadora y el orden ya establecido por la naturaleza.

Para la mancuerna intelectual del médico y el arquitecto la naturaleza actúa como un orden

ya establecido, no como lo desordenado. Un orden a partir del cual se puede contribuir a la

mejora de un ambiente o de una arquitectura, e incluso la arquitectura integral estaría

abogando por una contribución mutua entre ambiente y arquitectura. La diferencia entre

mantener una posición superior ante la naturaleza e interactuar con ésta para integrarla al

mundo del hombre se observa de manera material en dos posiciones distintas de concebir la

forma. Por una parte la arquitectura funcionalista estaría usando una forma de sentido

platónico, así la arquitectura no sólo pretende imitar la realidad sino que va más allá

intentando suplantar su orden por un orden humano, maquinista. Para la arquitectura

integral las formas son aristotélicas, son una adaptación a la realidad. En la concepción del

médico y el arquitecto la arquitectura se adapta, se integra a un orden establecido de manera

natural, paisaje, ambiente y terreno están en comunión con la estructura arquitectónica. Hay

105

Ibídem, p.3.

Page 69: TESIS2013.pdf

69

una retroalimentación entre lo ya dado y lo que el hombre genera, una especie de equilibrio.

Siendo así, las ciudades integrales no se encuentran bajo un orden maquinista, sino bajo un

orden natural. Donde los elementos actúan como órganos de un organismo vivo.

Corazones, pulmones y arterias encontrarían su utilidad en una función determinada pero

no como engranes de una máquina, sino como partes de un todo natural106

.

En la educación, la visión de higiene e integración permearon en la manera de

concebir los edificios. Los edificios para escuelas al igual que los hospitales se rigieron por

una norma higienista. La figura de José Villagrán reapareció en 1944 en la codirección del

CAPFCE, comisión que se regía por mandatos constitucionales en materia de salud e

higiene urbanas107

. El propósito era crear una red de espacios habitables para la educación

y extenderla a una cobertura nacional108

. Desde los años treinta la premisa que contenía la

meta era hacer escuelas económicas, sencillas e higiénicas. Elementos como adaptación,

ventilación, bajo costo de materiales y su mantenimiento estuvieron presentes en las

construcciones. La escuela para la primera mitad del siglo XX sigue siendo pensada como

un lugar donde los niños aprendían a usar la razón y tener una apariencia higiénica109

. Se

buscó la creación de conjuntos que permitieran la movilidad, el flujo del aire, y los espacios

necesarios para evitar la incubación de enfermedades y desarrollar actividades con calidad

higiénica. Elementos de los cuales carecían las escuelas de finales del siglo que les

antecedía. Los edificios respondían así a una preocupación pedagógica. Pedagogía que

afirmaba que lo niños necesitaban de una educación de carácter integral. Nació una

preocupación no sólo por la salud física, también se pretendía la sanidad intelectual, de tal

106

Alanis Boyso, Rodolfo, op. cit., 1994, p.149-150. 107

Falcón Ayala, Alberto, Las escuelas de la ciudad de México a través de sus planos 1893-1963, México,

Gobierno del Distrito Federal, 2003, p6. 108

Ibídem p. 6. 109

Annes Staples, op. cit., 2008, p. 31.

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70

manera que se contrarrestara la insalubridad a partir de las formas de los edificios y de los

espacios que éstas producían110

.

El arquitecto y pintor Juan O’Gorman (1905-1982) y el abogado Narciso Bassols

(1897-1959) promovieron la construcción de escuelas populares en 1932. El primer

concepto consistió en crear las escuelas diferenciando entre regiones urbanas y rurales, las

escuelas urbanas se levantarían con concreto armado, serían estructuras sencillas que

ocultaran las instalaciones eléctricas. Las escuelas rurales se erigirían con muros de carga

de tabique y los techos tendrían la forma de bóveda catalana. En ambos conceptos la

estructura se adecuaba material y económicamente a la región, y los adornos o decoración

se eliminaban de los proyectos. Se proponía tener en cuenta los futuros crecimientos de la

población estudiantil y considerar adaptaciones, así el edificio sería flexible al programa de

enseñanza111

. En la concepción ogormiana de lo que debía ser un edificio educativo se

pueden vislumbrar puntos que posteriormente se llevaron a cabo en el edificio para

arquitectos. Ejemplo de lo anterior fue la posibilidad de ampliar la estructura en 1964

haciendo uso de un espacio completamente planeado en el proyecto inicial. Dicho espacio

estaba determinado para adaptaciones posteriores, se observa la adecuación de la estructura

a un programa de enseñanza real.

Con los antecedentes marcados por Zubirán y Villagrán en colaboración estrecha

con Baz en la SSA y el CAPFCE se marcó una línea higienista que llegaría hasta las

instancias de la universidad y de la construcción de Ciudad Universitaria bajo una visión

integral. Tanto salud y educación fueron parte de las preocupaciones de la mancuerna

interdisciplinaria. La tendencia higienista delineó un programa para la educación

110

Ibídem p. 131. 111

Falcón Ayala, op.cit., 2003, p.6.

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71

profesional en la universidad. Según las palabras de Zubirán la educación debía encausarse

hacia el orden, las influencias que llegasen a la universidad debían encontrarse limpias. En

el discurso inaugural el rector advertía una preocupación por la salud física y espiritual. Por

lo tanto era necesario el traslado de las instalaciones de la universidad a un nuevo ambiente.

La penuria y la estrechez, la desarticulación arquitectónica de la universidad no permitían

un ambiente higiénico para el dinamismo de la institución112

. Con la experiencia de haber

trabajado en el Plan de Hospitales y organizado el Instituto Nacional de Nutrición el

médico llevó factores de la salud pública a la universidad113

. Las implicaciones de Zubirán

en el entorno arquitectónico de la construcción de la nueva ciudad surgieron de su ideal por

curar orgánicamente la desarticulación y aislamiento de los sectores universitarios. Se

necesitaba un ritmo colectivo para detener la degeneración por el aislamiento intelectual114

.

Apegándose de esta manera a la realidad mexicana y creando parámetros para la

elaboración arquitectónica.

La arquitectura integral buscó nuevas formas para crear un orden social, fue parte de

una especie de ideología115

. Se observaron los problemas reales del país y se esbozó un

imaginario colectivo para intentar acabar con éstos. De tal manera que la visión higienista

actúo como una herramienta ideológica que pretendía que la Arquitectura Integral basada

en preocupaciones médicas reformara a los individuos haciendo hincapié en la adaptación,

de tal manera que no sólo se controlaran las enfermedades sociales sino que los individuos

112

Carrillo, Nabor, “Reconocimiento del consejo Universitario”, en Salvador Zubirán 1898-1998,

Testimonios Tomo IV, México, Fundación Mexicana para la salud, 1998, p.14. 113

Ibídem p. 15 114

Ibídem, p.15. 115

Se tomará el concepto ideología como: descripción especifica de ciertas actividades intelectuales y

espirituales consideradas como imágenes invertidas de la realidad en una colectividad. Es decir, la operación

donde el sujeto histórico enuncia el contexto se invierte y lo que se observa es que el contexto determina al

sujeto, en Ricoeur, Paul, Ideología y Utopía, Barcelona: Gedisa, 1994, p.48.

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72

que la conformaban estuvieran bajo una especie de control. La arquitectura actuaría

entonces como un ambiente controlado que produce individuos determinados para un fin, la

reconstrucción y fortalecimiento del país. Se puede vislumbrar que los conocimientos

evolucionistas que permearon en los eugenistas mexicanos desde los años veinte tuvieron

impacto en higienistas como Salvador Zubirán y Gustavo Baz, tras la lucha revolucionaria

y las relaciones que se dieron con esta116

. El sentido de la conformación de una nación

homogénea se dio en el ámbito de los conocimientos biológicos y antropológicos117

. El

papel que las instituciones profesionales jugaron en el impulso de la eugenesia en México

incidieron en los programas estatales en materia de salud y educación118

, instituciones que

también abogaron por una cultura de la higiene.

La arquitectura nosocomial se eleva en el panorama nacional como la arquitectura

que nace del seno revolucionario. Hacía los treinta la primera gran obra arquitectónica que

figura es la construcción del Hospital de Huipulco, marcando así una nueva pauta, donde se

aboga por la cura de enfermedades del hombre a partir del medio ambiente y la elaboración

de una nueva tipología de hospitales en aquella época.

Se creyó en la posibilidad de una influencia del ambiente sobre el organismo, sin

duda el hombre reacciona y modifica en gran medida su medio ambiente. La posición de la

geografía llegaría a ser el punto donde la ciencia física se reúne y se mezcla con la ciencia

mental119

. Por ejemplo, el entonces nuevo pabellón de cirugía de Huipulco de 1941 se

116

Habría que analizar más a fondo la relación entre el Doctor Cuarón y Gustavo Baz desde la gesta

revolucionaria y el impacto que la ideología del primero tendría en el segundo. 117

Suárez y López-Guazo, Laura, Eugenesia y racismo en México, p. 112. ,

http://www.posgrado.unam.mx/publicaciones/ant_col-posg/29.html, consultada 26 de julio 2013. 118

Carrillo, Nabor, op. cit., 1998, p.14. 119

H. Isnard expresó en 1975 que “la sociedad y su espacio constituyen un todo indisociable en un sistema de

interacciones en el que la sociedad se crea su espacio.” Isnard, H., “L’espace du géographe, Annales de

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73

construyó apegándose al suelo, determinando la forma y la apariencia del conjunto,

consiguiéndose un sitio rítmico y totalmente orgánico donde todas las partes eran

necesarias.

Con el conjunto para arquitectos sucede algo similar, la posición dentro de Ciudad

Universitaria no sólo despliega características políticas determinadas por una estructura de

la forma del suelo y las configuraciones arquitectónicas. Sino que, como ya se mencionó, se

juega con las características ambientales en torno a la distribución espacial y el uso de los

materiales. Si bien no se aplicaban condiciones de medicina profiláctica tal cual, en el

conjunto si se puede advertir la importancia que esta tuvo en el pensamiento que Villagrán

deslizó desde la arquitectura nosocomial hasta la arquitectura escolar específicamente en

este conjunto.

Las ideas del médico cirujano Zubirán se pueden observar en la manera de resolver

arquitectónicamente las problemáticas sociales y las necesidades que de estas se

desprenden. La solución era crear una estructura institucional y material que proporcionara

los medios para producir constructores y planificadores de la nación. Se puede vislumbrar

la intervención de posturas médicas en la planeación ideal de la Ciudad Universitaria y

específicamente en la Escuela Nacional de Arquitectura.

Zubirán fue asiduo estudioso de la medicina clínica, la cual se centra en observar el

funcionamiento anormal en el paciente para proporcionar soluciones. Desde la década de

los veinte, años en que el médico comenzó sus estudios, comenzaron a crecer el número de

estudios de medicina clínica. Los métodos empleados son los de la cabecera del paciente

Géographie, 1975, p.175-187, cit., en Martínez de Pisón, Eduardo, Paisaje y medio ambiente, Valladolid: Universidad de Valladolid, 1985, p.14.

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74

amplificado y extendido. Cada síntoma del que un paciente se queja, se observa con

cuidado, se anota y los registros se archivan y clasifican. Así, la medicina moderna había

logrado sus dos grandes principios: la comprensión del significado de los signos y síntomas

en términos de la vida activa, y la necesidad de conservar y construir la resistencia natural

contra los enemigos del cuerpo. Si bien los signos de una “enfermedad orgánica” eran más

conocidos y más o menos fácilmente reconocibles, los de la enfermedad antes de que

ocurran daños en los órganos eran casi totalmente desconocidos120

.

Llevando lo anterior al campo de la arquitectura, el lugar donde se ubicaban los

estudios profesionales de los arquitectos ya no se encontraba en condiciones aptas, ni

espaciales ni ambientales, lo cual se sumaba a la lista de síntomas de enfermedad social. Al

ubicar el conjunto dentro de la ciudad de universitarios junto con otras escuelas y facultades

se lograba abordar el problema de ambiente mal sano. Pero esto no era suficiente, a partir

de la forma había que generar un espacio que permitiera dar una solución a las necesidades

sociales, la agrupación espacial en talleres parecería una solución de este tipo.

Por otro lado, la medicina preventiva en su aplicación a la mente humana en

tiempos de gran estrés era importante para el momento mexicano, puesto que se encontraba

a escasa distancia temporal de una guerra interna, la Revolución. El éxito de los trabajos en

cuanto al bienestar social dejaron una huella indudable en la medicina moderna. Las

circunstancias y el medio ambiente recibieron una gran atención. Existió así un interés de

120

Cfr., Buzzi, Alfredo, Evolución histórica de la medicina clínica, Argentina, Buenos Aires: Tall. Gráf. Gadola, 1968, p, 211.

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75

los médicos por los valores de la alimentación, la ventilación y el bienestar de los

trabajadores121

.

Es relevante observar que estos parámetros se reproducen de cierta manera en el

edificio de la ENA, puesto que se utilizaron las observaciones médicas en los ambientes

productivos, por ejemplo las industrias, las escuelas y los hospitales. Los efectos del medio

ambiente para el trabajo del hombre habían sido estudiados. Los estudios sobre la

ventilación habían descubierto que este no era una mera cuestión que tuviera que ver con la

cantidad de aire, sino que era un problema más complejo que implicaba el análisis del flujo

del aire, la humedad y la temperatura como factores de productividad laboral. Este tipo de

preocupaciones médicas fueron básicos en la delineación de los espacios de la ENA.

Desde el concepto de la creación de una ciudad para estudiantes se estaba abogando

por un espacio que ayudará a perfilar a los individuos hacia una dinámica de adaptación

social para un nuevo orden. La nueva forma de hacer arquitectura para reformar se puede

observar entonces como una ideología que a partir de observar cierto tipo de habitante

produjo parámetros. No es en totalidad la forma arquitectónica lo que determina como tal al

habitante, sino la ideología que se puede filtrar en una sociedad a través de una obra

arquitectónica. Una ideología que pretende una integración de carácter social. Tanto

arquitectura como medicina se proyectan sobre el ambiente social.

No es que la forma del conjunto de la Escuela Nacional de Arquitectura fungiera

como una fábrica de estereotipos de habitantes modelos. Sino que funcionara como un

sanatorio y laboratorio para la mente partiendo de concebir determinados ejes de una

121

Martínez Báez, La Salud en México antes y después de la Revolución de 1910, México, El Colegio

Nacional, 2010, p.93-99.

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76

comunidad epistémica en un ambiente propicio. Las ideas teóricas de Villagrán, ideas que

se forjaron en la relación con los médicos, y otros arquitectos se filtraban en gran parte de

los estudiantes, de tal manera que esto sumado a la forma del espacio significaba una nueva

estructura ideológica.

Existió una necesidad por normalizar a partir de un ambiente controlado, de tal

manera que se puede especular que había una ideología clasista detrás de la arquitectura

integral. La clase media era observada como icono de lo higiénico, gracias a una apariencia

física “sana y limpia”. Podría suponerse que al perfilar una clase trabajadora higiénica se

estabilizaría la estructura social, trabajo y bienestar serían estandarte de una nación en un

proceso de reconstrucción. Ideología que podría haber pretendido la fortaleza de la nación a

partir de un orden de la razón. Al tener un ambiente controlado se puede observar lo que

sale de la normatividad y nórmalo, así la sociedad obtendría una especie de lenguaje

homogéneo con el cual dirigirse hacia la modernidad y el progreso.

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77

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78

Conclusiones.

Después de analizar y reflexionar conceptos como forma e integración en el conjunto para

arquitectos se puede determinar que la obra arquitectónica resultó ser un producto con valor

histórico. De su forma emanó una postura firme contra la arquitectura de estilo

internacional y puso en tela de juicio el empleo del mismo en el resto de Ciudad

Universitaria. El análisis de la forma en un contexto histórico permitió observar un anclaje

de pensamientos interdisciplinarios que dieron paso a nuevas estructuras arquitectónicas, y

fueron parte de la pretensión de configurar una ideología médica-planificadora.

Los problemas sociales que han enmarcado a México desde su independencia, e

incluso antes, hicieron necesario pensar en una arquitectura que ayudará al hombre y la

construcción de su espacio interno y externo como factor de planificación. La Ciudad

Universitaria respondió a esta necesidad pero siempre preponderando las aspiraciones

mexicanas por formar parte del mundo occidental. Lo que se puede observar en el complejo

arquitectónico es un quiebre en el proceso de creación y producción, es decir, se observa un

antes y un después de la salida de Zubirán y de Villagrán. Lo que se perfiló en un inicio

como una ciudad integral culminó siendo parte de un intento fallido por colocarse en la

“vanguardia” del estilo internacional. Parece que lo que se observa en la historiografía de la

arquitectura posterior a la realización de la ciudad es una retórica que intenta justificar el

producto como una arquitectura regionalista mexicana. Esta historiografía no responde a

cuestionamientos políticos, cuestionamientos que se encuentran vinculados con la

construcción del espacio para universitarios.

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El análisis de un edificio como entidad histórica no sólo proporcionó datos del

objeto artístico, fue más allá desmenuzando los perfiles intelectuales y de acción de los

participantes directos e indirectos en su configuración. El edificio de la Escuela Nacional de

Arquitectura da pie a proponer otra visión de la figura de José Villagrán García. Ya no sólo

como el arquitecto del Estado, como lo denominó Lopéz Rangel, sino como sujeto político

con ideas reformatorias de la sociedad. Lo que se hace evidente en el desenvolvimiento de

la historia del edificio es una necesidad por la adaptación, no sólo de la estructura al

espacio sino del mismo hombre a una sociedad moderna. Pareciera que se quería controlar

una sociedad a partir el espacio arquitectónico, este pensamiento se logra vislumbrar desde

la creación de hospitales bajo una estructura ideológica y arquitectónica basadas en el orden

como herramienta de vigilancia.

El análisis del objeto arquitectónico dio paso a variadas directrices históricas. Por

ejemplo, se ha hablado del “milagro mexicano”, la realidad es que es una época llena de

matices. El ejercicio de reflexión sobre el conjunto de la ENA pone una vez más en entre

dicho tal época de esplendor de la economía mexicana y revela las problemáticas políticas

internas en un proceso artístico. También cabe resaltar que Ciudad Universitaria se ha

observado como la gran obra de la arquitectura moderna como una labor titánica de trabajo

en conjunto. Es posible apreciar que lo que menos imperaba en la construcción era el

espíritu de comunidad. Poco o nada se ha hablado del conjunto de arquitectos como parte

de la historia de la arquitectura, obras del mismo arquitecto, como hospitales y hoteles, han

pasado a ser iconos de modernidad. La presente investigación resulta fundamental para

comprender que Ciudad Universitaria no puede seguir siendo parte de un estudio

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homogéneo, como si no existieran diferencias entre los pensamientos de los arquitectos y

los productos de estos.

El caso de las vinculaciones entre médicos y arquitectos direcciona la mirada a la

capacidad social de la arquitectura como una disciplina que se encuentra en todos los

ámbitos de la vida humana. La historia de la arquitectura no es la historia de los estilos, la

historia de las formas, ni mucho menos la historia de las columnas y la belleza. Es la

historia de un objeto complejo que resulta fundamental para las estructuras sociales como

evidencia de las categorías tiempo y espacio. Eso es el conjunto de la actual Facultad de

Arquitectura, la representación de un cronotopo complejo, que permitió la participación

política activa de sus creadores y posteriormente de sus habitantes. Quizá no sea nombrada

en la historia de la arquitectura al mismo nivel que otros edificios de la ciudad para

universitarios porque en 1954, cuando se inauguró oficialmente la C.U, únicamente estaba

en pie el área de talleres [Figura 12]. La configuración espacial en talleres permitió una

organización distinta del cuerpo docente y estudiantil. Quizá lo que se pretendió con su

construcción fue la adaptación de un tipo de habitante sin embargo lo que emanó de sus

formas integrales fue una manera de habitar, un habitar político y colectivo.

La investigación como tal concluyó, tenía límites temporales bien establecidos de

1940 a 1954. Si bien en algunos casos fue necesario retroceder hasta la década de los años

treinta, también resulta necesario resaltar que el estudio del edificio podría ser sólo el inicio

de una búsqueda, casi a manera de excavación, histórica de parámetros científicos y

artísticos que originaron una figura específica como la de José Villagrán García y sus obras

de la arquitectura moderna en México.

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Figura 1. Instituto Nacional de Cardiología, Villagrán García.

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Figura 2. Hospital para Tuberculosos de Huipulco, Villagrán García.

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Figura 3. Ciudad Universitaria. Fototeca del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM.

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Figura 4. Actual Facultad de Arquitectura, 2012. Fotografía de Jorge Hidalgo.

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Figura 5. Actual Facultad de Arquitectura, 2012. Fotografía de Jorge Hidalgo.

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Figura 6. Actual Facultad de Arquitectura, 2012. Fotografía de Jorge Hidalgo.

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Figura 7. Actual Facultad de Arquitectura, 2012. Fotografía de Jorge Hidalgo.

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Figura 8. Área de Talleres. Actual Facultad de Arquitectura, 2012. Fotografía de Jorge

Hidalgo.

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Figura 9. Área de Talleres. Escuela Nacional de Arquitectura. Colección Privada. Madrid,

España.

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Figura10. Facultad de Ciencias. Fototeca del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM.

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Figura 11. Construcción de la Escuela Nacional de Arquitectura. Fototeca del Instituto de

Investigaciones Estéticas, UNAM.

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Figura 12. Fases de la construcción de la Escuela Nacional de Arquitectura. Fototeca del

Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM.

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