Textos de Apoyo Unidad Cero- Séptimo Básico

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Profesora Nathalie Artal Vergara Departamento de Lenguaje Séptimos años 1 TEXTOS DE APOYO UNIDAD CERO

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Bailando con una muerta

La historia que van a escuchar ocurrió realmente, y la gran

mayoría de las personas que viven en Concepción y sus

alrededores la conocen: Dicen que una noche, un joven de clase

media fue a la discoteca "Las Rocas" de Playa Blanca, que

queda entre Coronel y Lota. Ahí conoció a una atractiva joven

que estaba sola en el lugar. Él la sacó a bailar, tomaron algunos

tragos e inmediatamente se sintieron atraídos. Al amanecer,

fueron a dar un paseo romántico por la playa y ella, que estaba

desabrigada, sintió mucho frío. El joven, galantemente, le prestó

su chaqueta para que se abrigara. A esas alturas ya habían

empezado un romance.

Casi se hacía de día cuando él la acompañó hasta su casa. Al

despedirse, quedaron de verse esa misma tarde para salir a

pasear y para que ella le devolviera su chaqueta. Dicen que esa

tarde el joven llegó a la puerta de la casa donde, tan solo unas

horas antes, había dejado a la muchacha. Cuando tocó la puerta,

le abrió una mujer mayor; él pensó que debería ser su abuela.

Saludó caballerosamente y le preguntó por su nieta. La mujer le

dijo que en esa casa no vivía ninguna joven y que, de hecho, ella

era la única habitante del lugar. Él insistió en que la había visto

entrar ahí esa misma mañana y empezó a describirla. Poco a

poco, la mujer empezó a palidecer y, con cara de terror, le

mostró al joven la foto de una muchacha. Él reconoció

inmediatamente a la joven con quien había estado toda la noche y la mujer, horrorizada, le dijo que se trataba

de su hija, pero que ella había muerto hacía años en un accidente. El joven, pensando que la mujer estaba loca

y que quería atemorizarlo, insistió en entrar a ver a la muchacha. Entonces, la señora le pidió que la acompañara

al cementerio para mostrarle la tumba. Él accedió y cuál no sería el espanto de ambos cuando encontraron, sobre

la lápida de la tumba, la chaqueta que él le había prestado.

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El grillo maestro

Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno el Director de la Escuela entró

sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los grillitos su clase sobre el arte de cantar, precisamente en el

momento de la exposición en que les explicaba que la voz del grillo era la mejor y la más bella de todas las

voces , pues se producía mediante el adecuado frotamiento de las alas contra los costados, en tanto que los

pájaros cantaban tan mal porque se empeñaban en hacerlo con la garganta, evidentemente el órgano del cuerpo

humano menos indicado para emitir sonidos dulces y armoniosos.

Al escuchar aquello, el Director, que era un Grillo muy viejo y muy sabio, asintió varias veces con la cabeza

y se retiró, satisfecho de que en la escuela todo siguiera como en sus tiempos.

Augusto Monterroso. La oveja negra y demás fábulas, 1981

EL POZO

Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años.

Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa.

Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a

asomarse.

En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior.

"Este es un mundo como otro cualquiera", decía el mensaje.

Luis Mateo Díez http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/TEXTOS_LITERARIOS/

CUENTOS/microcuentos.htm

Micro llena

Todos apretados, adormilados, cabezas contra los cristales empañados, abrigos, parkas, cotelé y lana contra

nosotros, mochilas gordas, manos heladas envolviendo fierros gélidos, nos movemos, avancemos atrás por el

pasillo, nos detenemos, golpes de zapato contra el piso, ya pues, pifias, nos movemos de nuevo, lomo de toro,

ring, ya pues la puerta, la puerta hombre, las puertas no se abren pero sí nos detenemos, no podemos salir,

hemos estado así desde siempre, una eternidad mirando la ciudad cambiar allá afuera sin poder salir, así es,

estamos atascados, para siempre, desde el accidente, ese accidente en una micro llena.

Diego Muñoz González. I Festival de microcuentos. Letras de Chile.

[www.letrasdechile.cl/modules.php?name=News&file=article&sid=747]