Tiempo, César - La Verdadera Historia de Clara Beter

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  • 26/4/2014 Csar Tiempo: la verdadera historia de Clara Beter

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    crnicas del siglo pasado

    REVISTERODE AC

    La verdadera historia de Clara Beter

    Revista Mercado7 de junio de 1979

    un aporte de Riqui de Ituzaing

    Es tres nombres al mismo tiempo: Csar Tiempo, Israel Zeitlin, Clara Beter. En esatriloga esconde, o guarda su identidad, un escritor cuya trayectoria se vinculaestrechamente con la ciudad de Buenos Aires, aun cuando su nacimiento data de 1906en el pueblo de Ekaterinolav, Ucrania. Csar Tiempo, su seudnimo ms conocido,pertenece a esa raza de hombres que participaron, desde hondas races inmigratorias, detodo el proceso cultural argentino que abarca desde la dcada del veinte hasta nuestrosdas. Protagonista incesante e intenso, dueo de una irona intelectual que le permite ver ala vida con pasin y compasin a la vez, Tiempo se ha dado un lujo casi indito ennuestra literatura: dar vida a dos personajes a la vez. S, porque bajo el supuesto nombrede Clara Beter escribi aqul famoso libro de poemas "Versos de una..." cuyosconmovedores versos causaron conmocin en el Buenos Aires de 1927, donde sealcanzaron a vender doscientos mil ejemplares.

    El teatro ("Pan criollo", "La dama de las comedias", "El teatro soy yo"); otros poemarios("Sabatin argentino", "Sbado pleno"); guiones de cine ("Amorina", "Los verdesparasos") y sus casi infinitas colaboraciones en peridicos y revistas de todo el mundoson fragmentos de su extensa y calificada obra. Amigo de los viajes y amigo de losamigos, cada vez que se lo requiere para el dilogo se confa sobre todo en su vasta visinde trotamundos lleno de recuerdos. "Creer, creer siempre... Simplemente para enloquecerpasado maana", ha aconsejado a los ms jvenes. Asediado por continuos homenajesno deja de ensayar su causticidad contra s mismo: "Asisto de cuerpo presente a cientosde homenajes pstumos. Y no deja de ser estimulante, porque de otro modo, en la

    posteridad, nunca sabr seguramente si alguna calle mereca llevar mi nombre..."Sonriente, aun ante una paulatina prdida de la visin, se obstina por hbito en seguirescribiendo durante horas sus propias carillas... "Porque la mquina de escribir es comouna prolongacin de mis brazos..." Sobre la tibieza de un prlogo dedicado a lasmemorias de la actriz Milagros de la Vega, sobre las reverberaciones de un trabajo suyosobre Alvaro Yunque protagonista con l del grupo de Boedo Israel Zeitlin seacomoda para el dilogo: "Tengo tan poco que contar que no s si alcanzar a llenarmedia pgina...". Pero alcanz.

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    Beter en Beter

    Clara Morgan

    Clara lo que

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    media pgina...". Pero alcanz.MERCADO Una impostura literaria digamos caus sensacin hace cincuenta aos.Cuando aparecieron los primeros versos de Clara Beter, crticos y lectores creyeron queestaban frente a la obra de una mujer "de vida airada", como dicen los diarios. Cmosucedi ese episodio? Cmo lo fabul usted?C. TIEMPO Un da recib un regalo inesperado: los Dilogos de Platn. Quedimpresionado por la sentencia atribuida a Scrates que reza as: "Un poeta, para ser unverdadero poeta, no debe componer discursos en verso, sino inventar ficciones.Sugestionado por la sabia recomendacin y, sobre todo, ganoso de dar candonga a loscamaradas mayores que se resistan a creer en el talento del mequetrefe, el tal escribeuna poesa dedicada a Tatiana Pavlova, la gran actriz italorrusa que por aquel entoncesarrebataba al pblico de Buenos Aires. Yo no haba cumplido an los dieciocho aos. Enel poema que se dirige a Tatiana, le pregunto si no se acuerda de su amiga de la infanciaKtinka. Firmo los versos como Clara Beter y los deslizo ante la redaccin de la revistaClaridad. A los pocos das de publicado el poema el crtico uruguayo Zum Felde consagra la nueva poetisa Clara Beter su glosa de "El Da", de Montevideo, comentando ladesgarradora tragedia de la desconocida. A partir de ah tuve que seguir inventando. Por lopronto le asign a la autora un domicilio legal en una pensin de la calle EstanislaoZeballos, de Rosario, donde se hospedaba un ntimo amigo mo, Manuel Kirschbaum. Elimprovisado corresponsal era el encargado de enviar desde Rosario los nuevos poemas aClaridad, pero cometi el error de escribir a mquina algunos textos, lo que hizo entrar endudas a Elas Castelnuovo. Como se sabe, la autora deba ser una pobre "calientacamas", segn la jerga popular. Castelnuovo obstinado en averiguar ms sobre el asuntoenvi a dos ntimos amigos suyos a visitar la pensin con resultado negativo: en lapensin no estaba Clara Beter ni se la conoca. Desanimados, los emisarios rumbearonpara los barrios bajos donde encontraron increblemente a una de las pupilas francesasescribiendo un epitafio rimado para su hijo, que acababa de perder. Aqu ya todo empiezaa tornarse folletinesco. "Vos sos Clara Beter" le gritaron emocionados los emisarios. Perotambin all se dieron cuenta del fracaso, considerndose que la poetisa quera pasarinadvertida y en el anonimato. El libro "Versos de una..." tuvo un xito resonante. Loscrticos de varios pases le dedicaron elogios; la fbula y la fantasa hacan aparecer a laautora en distintos sitios de Buenos Aires con nombres supuestos y todos queranencontrarla. A esta altura, la superchera adquira proporciones peligrosas para elverdadero autor: o sea yo. El libro apareci traducido al alemn y Rmulo Menesesescribi un largo ensayo en su libro "Nuestra Unidad'' donde caracteriza a Clara Beter:"Una mujer que el duro pleito de la vida hiciera caer hasta las bajas sentinas del vicio,redimida por s misma, por su talento, y la propia religin de sus sentimientos, nos diceahora en sus versos y recuerdos el dolor quemante de los lupanares... etc.". Castelnuovo,en tanto, haba prologado el libro de la Beter y todo segua misterioso. Hasta que un daun amigo cometi la ligereza de enviar el libro al certamen Municipal, donde deban figurarmis verdaderos datos. Esos datos aparecieron poco despus en La Prensa. Esnecesario que le diga que prcticamente tuve que exiliarme porque el grandoteCastelnuovo me andaba buscando? Ahora ha pasado tanto tiempo y ya no s si enrealidad fue una broma...MERCADO -Usted dice tanto tiempo... Por qu no nos cuenta tambin sus comienzosperiodsticos?C. TIEMPO Yo empec trabajando en la compaa de seguros La Continental; allconoc al poeta Aristbulo Etchegaray, hoy presidente de la Sociedad Argentina deEscritores. Por esa poca tambin conoc a Edmundo Guilbourg. Cierta vez fuimos hastala casa de Alvaro Yunque que era mayor que nosotros y era una especie de divinidadcaldea para nuestros ojos. Fue l quien me hizo publicar por primera vez en el peridicosocialista La Vanguardia que diriga por entonces Don Amrico Ghioldi, actual embajadoren Portugal. Yo sustitu despus a Yunque como director de la pgina literaria del diario ya mi me reemplaz Enrique Anderson Imbert. Pero como periodista trabaj en La Calle, en

    Crtica, en La poca. Fjese, el periodismo me facilit el contacto con el hecho popular.Me facilit el apearme, el despojarme del berretn literario, semntico, alambicado. Logrfraguar un estilo, digamos, conversacional; escribo como se habla y trato, cada tanto, deintercalar alguna palabra extica, pero correcta, para evitar seguir saqueando nuestrolenguaje. Empezamos a hablar con siete mil palabras y ahora acabamos hablando conslo trescientas por pura haraganera. Evidentemente tiene que haber una inclinacin y loscaminos se van bifurcando: yo he tratado de hacer siempre periodismo, llammosleliterario. Nunca mis reportajes caen en la cursilera porque no es mi manera, no es miestilo. Pienso que el periodismo me ha ayudado a ver: pases, gente, sucesos. Me hizosertestigo y actor, ejercitar lo que tena de talento y lo que no tena.MERCADO Entre tantos personajes y protagonistas que conoci, cul le merece unrecuerdo especial?C. TIEMPO Muchos. Por ejemplo Don Hiplito Yrigoyen. Para conocerlo un da que lofui a visitar a su casa tuve que pedir audiencia a su secretario privado. Sabe quin era?,el dueo de un saln de lustrar que estaba enfrente de la casa. Dejaba de atender a algn

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    el dueo de un saln de lustrar que estaba enfrente de la casa. Dejaba de atender a algncliente, atenda el pedido del solicitante y se cruzaba a avisarle a Don Hiplito. De l sehan dicho muchas cosas errneas, entre tantas, se dice que fue inculto. Pero "el peludo"no slo era profesor de la escuela normal y de la de comercio sino que era un gran lector.Cuando estuve frente a l, Yrigoyen me pregunt quin me pareca el hombre msimportante del pas y yo le contest, impetuosamente, porque era joven para atarme:"Para m, Juan B. Justo". A lo que Don Hiplito, medio molesto, me respondi: "Usted esmuy joven, amiguito...". Otro hombre que me impresion admirablemente es GeorgeSimenon, el autor francs de novelas policiales, nacido en Lieja. Simenon es un talentomonstruoso, lleg a escribir ms de 400 novelas, a razn de una por semana, dotadas deuna imaginacin increble, inagotable.MERCADO Disculpe Tiempo... Pero usted no considera como arte menor a la novelapolicial, como suelen ubicarla en algunas crticas?C. TIEMPO No, de ninguna manera. All est el caso del norteamericano RaymondChandler o del mismo Hammet. Qu autores! Pero Simenon es el ms grande novelistapolicial que existe desde los orgenes del gnero. Adems de realizar una proeza decarcter fsico, produce una proeza de ndole espiritual. El es el creador del clebreinspector Maigret, lo recordar, sin duda. Una tarde estaba en Lieja y un amigo comnnos present. Era un da de lluvia; despus averig que Simenon era un adicto fervorosoa la melancola de la lluvia y era capaz de tomarse un avin si se enteraba que estaballoviendo en otra ciudad. Despus mantuvimos varias charlas en su enorme residenciafrente a la de Carlitos Chaplin. Recuerdo que una de sus facetas curiosas era su sentidode los celos. A su esposa, me cont, nunca le haba permitido bailar porque deca que ladanza era un acto sexual en pblico. Su rara personalidad me impresion mucho y escribuna serie de notas para El Mundo y otros diarios de Caracas y Mxico. Tambin conoc aSomerset Maugham por esa poca y a tantos otros...MERCADO Usted, amigo de los recuerdos, me ha ido nombrando autores que conocifsicamente. Pero y los otros? Los que marcan su emocin literaria?C. TIEMPO Actualmente? Est el premio Nobel Singer. No por el premio, sino porquees un creador de ambientes, produce una marea de acontecimientos vitales que caensobre el lector como un incendio. El pinta, no slo lo que muchos creen, el ambientepolaco de los ghetos, sino tambin el ambiente de cualquier otra comunidad; es universal,total. En otro aspecto, ms personal, porque tiene que ver conmigo literariamente, EstaCansino Assens. Ah lo tiene, un escritor olvidado y qu interesante. El olvido es algoinexplicable: nadie tiene la culpa, pero existe. Esta es una poca que fomenta la faroleray yo sigo sosteniendo que una verdadera obra se hace en soledad y silencio. Pero claro,el escritor actual tiene que ceder a todo: a los reportajes, a las presentaciones de libros, alas conferencias. Muchas veces para sobrevivir y muy pocas para vivir, realmente. Fjeseque es sorprendente cuntas presentaciones de libros hay diariamente en Buenos Aires.En Europa pasa mucho tiempo antes de que se produzca alguna. Mientras viv en Romaen todo un ao hubo slo tres actos. Adems est la gua de conferencias increbles. Sefomenta un poco el esnobismo literario, la cursilera. Gente que nunca visita una librerapero va a esos actos a comprar el libro porque est el autor para autografiarlo. Despus,ese libro no se leer nunca pero ser mostrado invariablemente a las visitas, as como aldescuido. Yo le record el olvido de Cansino Assens. Y el de Cervantes, que vivi ymuri en la miseria? Escribi El Quijote en la crcel, lo desalojaron del conventillo donde

    viva en Alcal dos veces; muri y lo sepultaron en un cementerio de Madrid en una fosacomn, sin identificar sus huesos. Ahora, sobre ese lugar donde se suponen estn suscenizas, hay un monumento.MERCADO Usted perteneci, alternativamente, a los dos famosos grupos, Boedo yFlorida. Por qu no se recuerda ninguna mujer en el de Boedo, en cambio en Floridaestaba Victoria Ocampo?C. TIEMPO A Victoria la conoc muy poco y tampoco, vaya a saberse por qu, nuncafui publicado en Sur. El grupo de Boedo estaba integrado por hombres, es cierto, como siel amor por la humanidad que proclamaban con sus plumas excluyese el amor por lasmujeres, como si la nica compaera posible fuera la Revolucin. Sin embargo, unnombre de mujer, Clara Beter, entreverara sus sueos con los soadores de Boedo.Fjese, el bblico Jacob fue el primer hombre del mundo que legaliz su seudnimo. Pactcon Dios y le pidi que le proporcionara otro nombre. "Tu nombre ser Israel" le dijeron.Irnicamente, Israel es mi nombre; despus de Clara Beter, despus de Csar Tiempo. Eslo mismo.

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