odos hemos pasado por desilusiones en ciertos momentos de nuestra vi-da. Sin embargo, en la adolescencia las primeras desilusiones son vividas intensamente. ¿Qué se entiende por

desilusión? Es un sentimiento muy pro-fundo que proviene de haber esperado algo con la esperanza y seguridad de recibirlo y luego sentir que no lo hemos obtenido. Ex-perimentamos desilusiones debido a las ex-pectativas que formamos en nuestro mundo interno, estas pueden formarse en el ámbito de los amigos, de la familia, en el aspecto amoroso, etcétera.

Las desilusiones son reales y son parte de la vida. En ocasiones tendemos a distorsionar la realidad, creamos espejismos y esperanzas infundadas sobre las cosas que nos rodean. En otras palabras: soñamos despiertos. De-bido a que las ilusiones son creadas en nues-tro mundo interno, debemos estar seguros si las desilusiones que experimentamos son ocasionadas por algo real (que es percibido por otros) o por algo que creemos que es real (que solo nosotros podemos sentirlo). Te ex-plico con dos ejemplos. Pedro está pensando todo el día en lo que realizará cuando ingrese a la universidad; se está proyectando en un futuro probable, que aún no pasa y no tiene la seguridad de si llegará a ocurrir (desilusión real). Juana piensa que sus amigas estarán con ella para siempre; y que contará con ellas para todo lo que ella necesite; Juana no toma en cuenta lo que piensan sus amigas o las responsabilidades que ellas pueden asumir y consumir su tiempo; está creando futuros inciertos que no tiene la seguridad de si pa-sarán o no (desilusión infundada).

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Por Daniel Turpo, psicólogo

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psicólogo

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Las desilusiones nos ocurren porque nuestros pensamientos generalmente permanecen enfocados solamente en el futuro creando expectativas y necesi-dades; y pocas veces centramos nuestra mente en el presente. Nos olvidamos que ese futuro algún día se convertirá en presente. Y si en ese instante nuestras expectativas no concuerdan con nuestra realidad presente sentiremos malestar comparable al haber perdido algo que ya poseíamos.

Tenemos que aprender a vivir cada momento de nuestras vidas. No es suficiente crear expectativas futuras. Hay que planificar y construir cada día nuestras metas, pues solo de esa manera podremos crear esperanzas sustentadas en proyectos de vida reales, acordes a nuestras posibilidades y poniendo en ello nuestro esfuerzo. Solo así no nos sentiremos desilusionados.

Te presento algunos tips que, seguramente, te ayudarán:

No crees realidades que solo son producto de la imaginación,

de los deseos y los sueños no planifi cados; si quieres alcan-

zar o lograr objetivos en tu vida planifícalos e identifi ca

los recursos que te permitirán alcanzarlos.

Si estás pasando por una desilusión, sé paci

ente; en oca-

siones toma tiempo pisar tierra. Empieza por n

o aislarte;

puedes leer un buen libro, hacer una rutina de

ejercicios

físicos, dialogar con personas de confi anza y que

te puedan

dar buenos consejos. Ten en cuenta que tu mejo

r amigo es

el tiempo; y tienes todo el tiempo para planifi

car nueva-

mente tu vida. Solo tú puedes escoger entre pe

rmanecer

caído o levantarte y triunfar.

No vivas de futuros probables;

vive y disfruta de cad

a momento

de tu vida. Solo de es

a manera

valorarás lo que tienes

y lo que

alcances en el futuro. P

orque lo

que experimentamos en nu

estra vi-

da, es producto de nue

stras pro-

pias acciones pasadas.

Acepta que la realidad

no cambiará de la noche

a la mañana. Ámate como

eres, ama a tu familia,

a tus amigos y a tu

comunidad.

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