Tlamatini: Publicación informativa y de reflexión de la Facultad de Humanidades

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Tlamatini Publicación informativa y de reflexión de la Facultad de Humanidades Volumen I, año seis, número 19 Nueva época Enero-agosto de 2010 Contenido: Página 3 Monsiváis y sus libros José Luis Herrera Arciniega Páginas 4-6 VII Congreso Internacional de Estudiantes de Literatura. El festín de la palabra Priscila Galeana Arzate Páginas 7-8 Insectos en Humanidades. Entre el avispero y la marabunta Eugenio Núñez Ang Páginas 9-10 Estética unisex mma Páginas 11-13 Siete latidos y sigue la mata dando. A propósito del libro 80 años no son nada. Carlos Fuentes entre la memoria, la imaginación y la fantasía Octavio Valdés Sampedro Páginas 14-18 Cultura urbana y creación intelectual. Caso mexicano Carlos Monsiváis Página 19 Chopin al atardecer Pedro F. Mijares Castañeda Página 20 La palabra que mece (extractos) Jesús Wilfrido del Valle Pérez Página 21 Fragmentos del denso espacio Alaín. G. Peñaloza Ramírez Páginas 22-27 Titulados de octubre de 2009 a junio de 2010 La comunidad académica de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México expresa su reconocimiento a la Universidad Nacional Autónoma de México por su centenario 1910-2010. Ilustración: Claux Guzmán Díaz

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Volumen I, año seis, número 19 Nueva época Enero-agosto de 2010

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T l a m a t i n iPublicación informativa y de reflexión de la Facultad de Humanidades

Volumen I, año seis, número 19Nueva épocaEnero-agosto de 2010

C o n t e n i d o :

Página 3Monsiváis y sus librosJosé Luis Herrera Arciniega

Páginas 4-6VII Congreso Internacional de Estudiantes de Literatura. El festín de la palabraPriscila Galeana Arzate

Páginas 7-8Insectos en Humanidades. Entre el avispero y la marabuntaEugenio Núñez Ang

Páginas 9-10Estética unisexmma

Páginas 11-13Siete latidos y sigue la mata dando. A propósito del libro 80 años no son nada. Carlos Fuentes entre la memoria, la imaginación y la fantasíaOctavio Valdés Sampedro

Páginas 14-18Cultura urbana y creación intelectual. Caso mexicanoCarlos Monsiváis

Página 19Chopin al atardecerPedro F. Mijares Castañeda

Página 20La palabra que mece (extractos)Jesús Wilfrido del Valle Pérez

Página 21 Fragmentos del denso espacioAlaín. G. Peñaloza Ramírez

Páginas 22-27Titulados de octubre de 2009 a junio de 2010

La comunidad académica de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México expresa su reconocimiento a la Universidad Nacional Autónoma de

México por su centenario 1910-2010.

Ilustración: Claux Guzmán Díaz

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EditorialEditorial

A veces la nostalgia anega la fortaleza del espíritu y la desazón arremete contra las

ilusiones. El porvenir se tambalea y, en cada palabra, en cada acto de los hombres, se mira desprender el corazón de plástico que una vez sirvió de fortaleza en la vida. Vida que a nadie importa sino a quien desguinda la soledad y la infamia.

Pero no es ésta la culpable de los estragos de nuestros corazones en la existencia. Cada quien jerarquiza de acuerdo con el conocimiento o la tristeza. Infame será aquel que no concuerde la sístole y la diástole, con la presencia del horizonte. Infame aquel que no señale el arco iris y no diga a los otros las formas y las imágenes. Infame, el silencio de la garganta que no asume el grito del indigente que padece de frío aun dormido entre sábanas de seda. Infame, el ser humano que utilice los sentimientos para seguir en el camino del abismo; infame, quien, tautológico, use el corazón y la sangre para garantizar la estabilidad de la carne. Infame, sólo el infame muere de hambre.

Y sin embargo, la nostalgia juega a la hetaira entre las manos de la bestia. Esa fealdad que emerge de la esquizofrenia y se aposta en la inseguridad del escriba. Entonces, ya el humano ser no puede conciliar el sueño, y la nostalgia apuñala el poco sentido de la vida. Los labios sorben el frío y la garganta ahorca su silencio. Nada se puede hacer, porque la desazón secuestró las ilusiones y las dejó morir de ansiedad y hambre. Nada se puede hacer, porque los hombres niegan el estruendoso silencio de la sangre.

Violencia, narcotráfico, mentiras, deseos inconclusos, verdades ocultas, retórica politiquera que le tiene miedo a la bestia. Esa que despierta, la que lame las entrañas de la pobreza y sólo espera el momento para engullir el miasma

del pudiente, del mendaz, del ilusionista de la economía, porque no mira en su mesa un mendrugo, una fruta, un pedacito de sueño que le permita esperar un porvenir. Sin embargo, los seres racionales se niegan a creer que la violencia sea la constante de su país, de su colonia, de su casa; porque si ya no sueñan, por lo menos quieren despertar, despertar con el aliento sano y no con el gusto amargo de la soledad y la tristeza. Porque quieren la nostalgia, pero la nostalgia de la felicidad, del acto de hermanos que les permitan mirar el crepúsculo danzando en las crines de la lluvia.

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Monsiváis y sus libros

José Luis Herrera Arciniega

Luego de su deceso el pasado sábado 19 de junio –dos días después del de José Saramago–,

ocurrió con Carlos Monsiváis ese frenético y reiterado fenómeno de veneración ante alguien que se convierte en un inevitable ausente. Dicho de otra forma, comenzaron a fluir las expresiones en el sentido de “qué bueno era” y afloraron, en efecto, numerosos testimonios sobre episodios de quienes, una o muchas veces, supuestamente convivieron muy de cerca con el fallecido escritor.

Es el costo que suele pagarse ante la proliferación de las veleidades humanas. Por ello hay que decirlo: lo que tenía que hacer Monsiváis lo hizo en vida, con el resultado de que si ha muerto, nos queda la oportunidad de volver a sus libros, donde permanece lo más decantado de su aportación intelectual, muy por encima de las frecuentes apariciones televisivas que lo hicieron tan famoso en las décadas recientes, o también, trascendiendo la función que la prensa le otorgó de ser el “opinador profesional” cada que se quería una declaración célebre de un conspicuo miembro de la intelectualidad nacional.

Por supuesto, el anecdotario sobre Monsiváis ha resultado vasto e interesante, aunque pocos han superado el retrato hecho por su amigo Sergio Pitol hace años, que bajo el título “Monsiváis, el joven”, puede encontrarse en las páginas 30 a 51 del volumen El arte de la fuga (Ediciones Era, 1996). En líneas donde brilla el rico estilo de Pitol, es factible reconocer un perfil completo y amplio sobre las reales dotes monsivaianas como amigo, como peripatético escritor.

Conviene, pues, separar esa curiosidad por la anécdota, totalmente válida porque Monsiváis era sin duda “un personaje”, para buscar sus mejores aportaciones en la prosa de sus crónicas y

escritos varios (como el ensayo “Cultura urbana y creación intelectual”, que publicó la Facultad de Humanidades en su revista Intentos en febrero de 1982), donde se comprueba la calidad de sus reflexiones y aportaciones para la comprensión de la realidad contemporánea.

Sonará lo anterior como una obviedad, pero hay que insistir en ella, porque si por un lado ha desaparecido “el personaje” (ya no se le verá en televisión más que en retransmisiones de entrevistas o de programas de corte cultural), lo que permanece es la letra.

Tal acercamiento exige, como en tantos campos pero más en el de la literatura, una postura crítica, más ante una obra tan vasta y, como en prácticamente todos los casos, desigual. Después de todo, Monsiváis no fue ajeno a las intrigas de los mundillos culturales, y más de una jugada táctica debe de haber provenido de los grupos o relaciones que mantuvo en esos ámbitos. La ventaja es que eso puede superarse, de modo que nos centremos en el viejo soporte de papel donde, a pesar de todo, Monsiváis continuará presente (y lo mismo podría sostenerse respecto a la obra de José Saramago).

No se le escatime el reconocimiento, pero tampoco cáigase en una veneración de aquellas que, en lugar de reconocer con justeza, terminan por petrificar famas hasta volverlas absurdas. Tanto que se burló de esos excesos en su gustada sección Por mi madre, bohemios, que la verdadera falta de respeto sería, además del olvido, encerrarlo en un nicho mental.

Lo bueno está en los libros de este autor de prodigiosa memoria, de intereses variados, de un humor cáustico e ingenioso, de un registro puntual y a la vez anárquico sobre el caos que ha sido el signo de nuestra nación.

Monsiváis y sus libros

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Y tú, belleza que te vas, detente un momentoy di tus últimas palabras en silencio,

que yo me inclino ante ti y alzo mi lámpara para alumbrarte en tu camino…

RabindRanath tagoRe

010, año de festejos y homenajes, de recuento de la memoria donde todas las voces se buscan y confrontan, cuando en cada esquina hay un dejo de algarabía y a cada hombre se le abruma el canto en la garganta… Y llegamos a mayo, conmovidos, anhelantes. Luego de un año de planeación, de interminables pláticas, de cansados trámites burocráticos y días y noches y noches y días de trabajo y espera, al fin en casa. Con las velas plegadas llega, majestuoso y alegre, charlatán: Es el VIII Congreso Nacional de Estudiantes de Literatura, el trabajo de 400 hombres y un poco más. ¿Y por qué no festejar, si es la primera vez que la Licenciatura en Letras Latinoamericanas recibe la sede de un acto de tal envergadura, quizá –y espero que esto suene tan presuntuoso como pretende serlo– el más grande de su historia? Este es un relato que, sin ser exhaustivo, pretende dar cuenta de una celebración sin precedentes

VIII Congreso Nacional de Estudiantes de Literatura El festín de la palabra

Priscila Galeana Arzateque unió al norte de la república con el sur, a los vivos con los muertos, a los escritores con los dramaturgos y los músicos, a los editores, a los artesanos, a los hedonistas, a los borrachos… a todos los que alguna vez se han deleitado con el placer de la literatura.

Tres de mayo, ocho horas. Últimos preparativos. Trajes sastre húmedos por el calor y el nerviosismo. Todos guardan silencio, preocupados, corren, nada más corren llevando de un lado a otro una última constancia, un proyector, un programa… ¿Dónde están las llaves de Difusión Cultural?, la impresora no jala, ¿alguien ha visto a don Paquito? ¿Y Martín, ya llegó Martín?... Empiezan a llegar las autoridades, casi no hay público, el coordinador general del congreso se entretiene dándole los últimos retoques a su discurso de

bienvenida. Nueve de la mañana con diez minutos, ¿Empezamos ya? Ceremonia formal. La secretaria de Difusión Cultural, en representación del rector de la universidad, pronuncia unas palabras. Casi nadie la escucha con atención. Apenas es el primer día, ¿y si

algo sale mal? El director de la facultad, Juvenal Vargas Muñoz, comienza a disertar algo confuso sobre Borges, demasiado filosófico, ¿alguien entiende qué quiso decir? La coordinadora de la licenciatura, Ana Laura Romero Soriano, da la bienvenida a ponentes y a su público, se ve cansada, quién

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El festín de la palabra

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sabe si habrá dormido. Y luego, Alejandro Solano Villanueva, el neurótico que echó a andar este monstruo de proyecto, El Costeño, se acerca al micrófono, seguro va a decir algo irreverente, el tipo es una broma, pero el discurso se presenta natural y decente, demasiado decente. “La literatura es la teta de donde maman todos los discursos”, dice, y termina con una cita de Tagore (la que abre esta crónica). Nervioso, vuelve con prisa a su asiento, pasando de largo a las autoridades, omitiendo, sin querer, saludar ceremoniosamente a la secretaria de Difusión Cultural que ya se había puesto en pie para darle la mano. Risitas ahogadas entre el público (del incidente se enteraría esa misma noche). Concierto breve del grupo Mexicanto. Desalojo precipitado de la sala, estamos con tiempo para empezar la conferencia introductoria.

10:00 hrs. David de la Torre Cruz abre formalmente la jornada con un tema controvertido: “Tradición y canon para comprender el arte literario”. Su discurso versa en torno a la línea conforme a la cual se trazó el congreso (dicotomía de la crítica actual: ¿estudios literarios o valoración cultural?). De hecho, fue idea suya discutir ese tema en este foro nacional. Lo que tiene que decir al respecto causa inquietud entre los oyentes, algunos sienten que es parcial y se revuelven, ofendidos, en sus asientos. Otros, los menos, sonríen ante la defensa de ambos argumentos. La mayoría calla, ¿entenderán los alcances de esta discusión?

11:30 hrs. Primera mesa de trabajo integrada por estudiantes de posgrado. Los temas: la traducción de Paul Eluard realizada por Jorge Cuesta, Pellicer y literatura mundial. Lleno casi total de la sala. Todavía no llega la delegación de Amecameca, habrá que reorganizar la mesa de registro de ponentes. En la sala de usos múltiples se discute acerca de literatura comparada e intertextualidad: Borges, el mito griego y la figura arquetípica de Salomé.

13:00 hrs. Conferencia magistral “Mexicanos secretos” dictada por el reconocido escritor mexiquense Alberto Chimal. Buena recepción, lectura breve y charla ligera aunque con cierto reclamo hacia la elite de la crítica literaria. Enorme gesto

de interrogación en las caras de los muchachos que desconocen a los autores y obras que se mencionan, ¿quiénes son ellos?, ¿cuáles sus obras?, ¿y del valor estético? (aquí, entre corchetes, muecas de escepticismo) ¿Cuánto falta para el receso?, ¿a qué hora empieza el toquín? (expectación)

14:30 hrs. Concierto de bienvenida. Congal Tijuana por fin en el patio de Humanidades. El apoyo de seguridad que se había solicitado no llega como se había esperado. Poco público a pesar de la publicidad en radio y medios electrónicos. Pésimo sonido. Esto es casi un fracaso, pero, al menos, es una actividad de relleno.

16:00 hrs. Tercera mesa de trabajo en la sala de usos múltiples, segunda en la de audiovisuales. Increíble la audiencia presente para un acto de este tipo… Por un lado, estudios semánticos de colores, análisis del discurso y algunos derroteros filosóficos en torno a Wittgenstein; por el otro, relatos japoneses representados por medio de un teatro de papel y tradición oral mazahua. Sólo falta una mesa más y continuamos con la tertulia inaugural.

17:00 hrs. Primer día y todo marcha de acuerdo con lo planeado. Se ha buscado cubrir cada detalle y, ante lo inesperado, siempre hay alguien del comité organizador que esté dispuesto a ocuparse del asunto. Tercera mesa: literatura universal, poco estudiada aquí pero básica para cualquier investigador o crítico literario. Se ponen a discusión las estilísticas de Italo Calvino, Albert Camus y Valle-Inclán. En el otro foro, Noé Epifanio Julián y Brenda Vega Nava presentan el libro Ningún lugar de Karina Falcón. La autora no llega.

El fest ín de la palabra Priscila Galeana Arzate

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Parece que los festejos de su boda planeada para el viernes se han adelantado algunos días.

18:30 hrs. Tertulia inaugural. Problemas técnicos con el equipo del grupo de jazz. Transcurre el tiempo en el reloj. Los escritores se impacientan. Veinte minutos, treinta, cuarenta. Algunos rostros se ven furiosos, la mayoría cansados, ¿que no vamos a empezar nunca? Blanca Aurora Mondragón, una de nuestras expositoras y patrocinadora del encuentro, se levanta y se retira sin decir una palabra, catástrofe, diez minutos después comienza la tertulia con gran éxito y foro lleno.

20:00 hrs. La mitad del comité organizador se retira al Castillo’s Billiard donde han de realizarse las tertulias de alumnos. Se instalan los micrófonos, se sirven las cervezas, los creadores leen sus cuentos y poemas. Talento falta mucho, pero el entusiasmo se desborda. Algunos jóvenes sentados en las mesas deciden improvisar algunas lecturas. La tertulia se extiende más allá del tiempo establecido, a nadie le molesta. Cansancio en los rostros de los locales. A las 11 se cierra barra, a las 12 se cierran las puertas del lugar. Los organizadores agradecen en secreto la brevedad de la fiesta nocturna. Los visitantes parten en busca de sitios donde seguir la fiesta.

Mtro. Eduardo Gasca PliegoRector

Mtro. Felipe González SolanoSecretario de Docencia

Dr. Sergio Franco MassSecretario de Investigación y Estudios Avanzados

Dr. Manuel Hernández Luna Secretario de Rectoría

Mtra. Georgina M Arredondo AyalaSecretaria de Difusión Cultural

Mtra. Yolanda E. Ballesteros SentíesSecretaria de Extensión y Vinculación

Dr. Jaime Nicolás Jaramillo Paniagua Secretario de Administración

Dr. Roberto Franco PlataSecretario de Planeación y Desarrollo Institucional

Juvenal Vargas MuñozDirector

Carlos Alfonso Ledesma IbarraSubdirector Académico

Federico Malaquías RodríguezSubdirector Administrativo

Tlamatini

Editor responsable: Martín Mondragón ArriagaComité editorial:José Luis Herrera ArciniegaGregorio Martín Mondragón ArriagaEugenio Núñez AngRogerio Ramírez GilSara A. Rivera RamírezRoberto Svedrup ViniegraCorrección:Sara A. Rivera RamírezFormación y fotocomposición:Ana Rocío Guzmán DíazFotografía digital:Martín Mondragón Arriaga

Tlamatini: publicación informativa

y de reflexión de la Facultad de

Humanidades

Lineamientos editoriales

1. Los textos deberán

reflexionar, analizar o

cuestionar los fenómenos

culturales, literarios y artísticos,

en especial de la facultad y del

estado de México.

2. No excederán las diez

cuartillas y deberán entregarse,

junto con un respaldo

electrónico, escrito en arial a 12

puntos, a doble espacio, en el

Departamento Editorial de la

facultad de Humanidades.

3. Tendrán prioridad

los textos que muestren

argumentación lógica y coherente

en el desarrollo de los temas.

4. Se recomienda que

las reseñas de libros, obras de

teatro, revistas, se acompañen

con la imagen del texto, cartel o

revista, en archivo JPG.

5. Los textos se someterán

a discusión del comité editorial

para su publicación.

6. La revista se reserva el

derecho de hacer los cambios

editoriales que considere

convenientes.

7. Los autores ceden los

derechos de su colaboración

a la UAEM, de acuerdo con

los lineamientos de la propia

universidad.

8. Cualquier otro asunto

no previsto en los anteriores

será resuelto por el consejo de

la revista.

Página web de la facultad:

Ahí puedes consultar las

publicaciones periódicas de

nuestra facultad

Facultad de Humanidades

http://www.uaemex/fhumanidades

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Entre el avispero y la marabunta

Con Insectos, la obra de los checos Josef y Karel Capec, el teatro universitario reafirma

su carácter experimental, contestatario y comprometido con la realidad al presentarnos una propuesta escénica cargada de sentidos para indagar sobre el aquí y ahora político, social, humano. Los insectos convertidos en seres humanos como los humanos transformados en insectos, al igual que el personaje creado por Franz Kafka en La metamorfosis: Gregorio Samsa, convertido en cucaracha para patentizar la jodida condición humana.

Insectos, como la novela de Kafka, responde a lo que Sartre planteara sobre la obra del gran checo: literatura “de la trascendencia imposible; el universo está cargado con signos que no comprendemos […] una realidad trascendente [que] no sirve sino para hacernos sentir más cruelmente el desamparo del hombre en el seno de lo humano”. Agazapados en una colmena, un hormiguero, una colonia, un multifamiliar, donde la comunidad de insectos-hombres acentúan su soledad, su desamparo, luchando contra las presiones internas y externas de habitar en esos laberintos marcados por “las funestas consecuencias de una causa invisible”; no hay ni siquiera la posibilidad de una respuesta comunitaria: el hombre lobo del hombre, el pez grande se come al chico, y los insectos, golosos, traicioneros, vuelan, moscardean, picotean, chupan vampíricamente la sangre y retransmiten la infección excrementicia de la que se alimentan.

Insectos, de Karel y Josef Capek, conocida también como La comedia de los insectos, El mundo que vivimos o Desde la vida de los insectos, fue publicada originalmente en 1921, en checo, como Ze zivota hmyzu. La obra se montó por primera vez en la entonces Checoeslovaquia en 1922, recientemente

Insectos en HumanidadesEntre el avispero y la marabunta

Eugenio Núñez Ang

se había constituido en un Estado independiente y el mundo estaba en el sálvese-quien-pueda. La Primera Guerra Mundial mantenía en zozobra al universo entero. Todo era como ese enorme agujero poblado de insectos, alimañas, seres desprovistos de cualquier sentimiento salvo el de la sobrevivencia, como esas moscas ichineumon que son capaces de tragarse hasta a su propia madre o a su progenie.

Sin duda la puesta en escena de Jesús Angulo en el foro teatral de la Facultad de Humanidades tiene muchos valores que deberíamos resaltar. Para empezar, la adaptación a nuestro tiempo mediante muchos guiños e intertextos que nos llevan a buscar las metáforas que construyen esos submundos de violencia, de ausencia de valores o de un cinismo exacerbado. Por ejemplo el de la lucha entre las hormigas de ojos azules contra las hormigas tricolores, o el de la depredadora familia Ichneumon o esos terribles escarabajos del averno. La propuesta lúdica, la carnavalización del discurso alegórico, obliga al espectador a ser partícipe, a transmutarse en habitante de esa red de alusiones a guerras, procesos legales, lucha de facciones, instituciones o ideologías podridas. Alusiones políticas de un discurso paródico, irónico, que remite a nuestra realidad degradada, impura, en la que la fecalidad disfraza lo que muestra para hacerla más patente.

Habría que resaltar el trabajo de todos los actores que allí participan (en orden de aparición en el programa: Alicia Blanco, Ruth San Juan, Rodolfo Soto, Patricia Romero, Cindy Sara Ángelo, Juan Carlos Nava, Julieta N. Pérez Meza, Juan Ignacio Garduño, Dafne Elideth Hernández García, Fernanda Coss, Isela Salazar, Keren Hapuc, Lluvia Tonalli Rodríguez, Yesenia Gómez Benito, Yuluen Barón García, Diana Paulina García, Omar Joel R. Lázaro, Ana Isela Fuentes Quiroz, Stephania Nolasco, José Antonio Flores, María Lorena Lázaro, Mariana Álvarez, Luisa Bobadilla, Rossana Argenis Méndez. Una

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agrupación actoral que se enfrenta a su primera puesta en escena –todos ellos alumnos del quinto semestre de la licenciatura– con un extraordinario manejo de sus condiciones actorales –cuerpo y voz– que les da presencia escénica de profesionales. Sin duda alguna, todos estos jóvenes representan una fuerte competencia en la escena mexiquense y hasta más allá de nuestras fronteras. Deseamos que mantengan ese ímpetu para continuar con la calidad que el teatro de la Universidad Autónoma del Estado de México ha venido manifestado en estos últimos años.

Insectos puede verse como una farsa trágica; sin embargo, incluye una combinación de géneros o formas literarias. Estamos ante una fábula y una antifábula, una sátira, una obra didáctica para aterrorizar al espectador adulto, un cómic, manga, grand guignol con un tratamiento brechtiano y de revista musical que, como lo planteara Sartre, se convierte en una pistola cargada para disparar a la conciencia de los espectadores. Los personajes son insectos antropomorfizados o seres humanos leptomórficos que revolotean, se arrastran, aturden con sus voces chillonas y gritos estentóreos, que volando, volando pican tratando de levantar ámpulas en la conciencia de los espectadores.

Insectos es, asimismo, una alegoría de la sociedad humana, la metáfora del ciclo de la vida, del nacimiento a la muerte: la presencia de insectos hembra embarazadas, esos partos

esperanzadores de ir de crisálida a mariposa pueden verse como un mensaje optimista, no obstante la angustia de ser arrojado brutalmente a este mundo de pesadilla. La alegoría nos lleva a pensar en ese mundo infernal del neoliberalismo de nuestros días, potencia demoníaca que paraliza toda capacidad o la voluntad humana. La caracterización de diferentes especies de insectos va más allá de las hormigas de ojos azules y las tricolores, pueblan el espacio representantes de la clase trabajadora, de los marginados, de la pequeña burguesía; insectos depredadores, usurpadores, parásitos… carnaval y mascarada que se manifiesta como una función cultural viva al modelar una pirámide social carnavalizada en una especie de operación tamal que de tumbo en tumbo va perdiendo su forma jerárquica y empieza a configurarse en una corte de los milagros.

Angulo ha optado por un final esperanzador, optimista –que yo no comparto–; sin embargo, la parodia permite aludir a la perspectiva de hallar rosas en el mar.

Entre el avispero y la marabunta Eugenio Núñez Ang

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Estimado Marco Aurelio:

Hoy no quiero hablar de tus obsesiones, de tus melindreces sexualoides, de toda

podredumbre que encuentras en el mundo y que se la esputas a los lectores. No. Quiero decirte que gozar Estética unisex, ese libro que deambula entre el hartazgo y la desolación de la palabra, me condujo a pensar por los rumbos que la literatura quiere encontrar a inicios del siglo xxi. En una época en que cada vez es más fácil comunicarse con el mundo, también encontramos mucha estupidez escrituril. No se trata de lo que la gente

mira, siente o desea; las políticas culturales y los dictados de la economía mundial han conducido al libro a prostituirse, a mancillarse en una escala de contorsiones humanoides que ya no se sabe si la palabra sirve para decir, denunciar o sólo para pitorrearse de lo que la gente miente.

Hablas de ese pequeño valle de la infancia, de esa supuesta inocencia de los niños, de esas necedades de las pasiones que llevan a los hombres hacia el abismo de la esquizofrenia y las locuras. Los niveles de éstas no son medibles por el fuego de la sangre, sino por la incapacidad de la mente por no saber qué hacer con todo lo que se siente; no sabemos cómo controlar las emociones y caemos en ataques de ansiedad y en esa enfermedad que le han denominado pomposamente “estrés”.

Esas ocho partes en que divides tu libro me recuerdan a los viejos juglares que iban de pueblo en pueblo a contar chismes, a construir chistes de aristócratas para obtener vino, pan y queso. Se embriagaban de tal forma que la pobre palabra quedaba olvidada, no encontraba la razón de ser en un mundo rodeado de analfabetas, ahora los llamamos “funcionales”. Ese mundo se parece al nuestro: aunque los medios son más eficaces para contar historias, los escritores buscan los premios literarios para seguir gozando de las prebendas institucionales. Pero tienen un acierto: se anclan en Faulkner, Joyce, Dante o en la precisión del lenguaje de Rulfo, Arreola o los amigos toluqueños: Ariceaga, Osorio, Roberto.

No niego la calidad literaria de tus textos, pero me disgusta que quieras ser blasfemo cuando en estos momentos de la historia toda manifestación humana es comprensible y necesaria. El humor que le imprimes a las narraciones a veces funciona para reflexionar sobre la pobreza espiritual del hombre, en otras es mero artificio: conocedor de las penitencias humanoides tratas de encontrarle la cuadratura al círculo, sabiendo que dos más dos son cuatro, por lo menos en el papel. Lo que sí admiro de tus textos es la contundencia de las descripciones, de esas que utilizando terminajos académicos, prosopografías y etopeyizaciones que deambulan por la páginas hacen reflexionar a los lectores.

Estética unisexEstética unisex

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Quién no tiene una historia de la escuela que quiera contar, quién no se ha callado ese furtivo beso de la buenérrima prima que se la llevó al hogar, esas ganas de acariciar a la progenitora, sobre todo si tiene un cuerpo escultural, y que las buenas conciencias y la moral no lo dejan. Claro, tus narraciones pretenden, quizá, denunciar esas obsesiones, laceramientos, perturbaciones, inquietudes que han quedado ocultas en la conciencia social y que por falta de ganas o de valor o de ve a saber qué cosas más, la humanidad renuncia a su esencia: soñar, desear y poseer.

Insisto, tus deseos no me importan, tus necedades menos. El acto de escritura que logras en Estética unisex sí, porque permite comprender todo el tiempo que le has dedicado al quehacer literario. No se trata de buscar la gran historia;

basta observar, como bien lo haces, a la gente, escucharla, reconocerla para entramar un hilo narrativo y seguir contando. Porque los textos, esos sí, no pierden la tensión narrativa, permiten terminar la lectura y continuar. Es muy difícil que los lectores piensen o reflexionen de manera inmediata sobre tu acto de contar. Las historias se quedan para después, dejan enchinchar la mente de tus lectores. Se reirán, cierto, pero en el fondo es sólo una manifestación de la tristeza que se

lleva en la garganta, de la desolación que inunda el alma, de la incapacidad de la sangre para observar. Tus textos son como el espejo de Alicia: hialinas, inocentes pero perturbadoras. O te identificas con alguno de los personajes o maldices al escritor. Y créeme, muchos lo han hecho porque no saben que en el fondo sólo tratas de hacer reflexionar sobre las obsesiones de tus labios.

Otro de tus aciertos es la brevedad de los escritos. Sin embargo, muchos se quedan sólo en el anecdotario, pocos llegan a ser narraciones, no se ahonda en el recurso de la ficción literaria y son meras necedades de tus palabras. En fin, me dio gusto leer tu libro, y digo gusto porque se disfrutan los aromas, se degustan las caricias, los arrumacos, arremetidas sexuales y, a su vez, se niegan las soledades, las incapacidades humanas cuando se presencian –voyerista como eres– los embates fornicantes y panfletarios de tus breves bestiarios, como metáforas de las obsesiones sociales y de pareja.

Unas últimas palabras: desde aquellas Instrucciones para comer un mango, ¿las recuerdas?, no había gozado una narración como el de “La canción del torero”. Certero, justo, preciso y corto. Estética unisex es un texto que lo disfrutas o lo quemas. No hay vuelta de hoja.

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Marco Aurelio Chavezmaya. Estética unisex, México, Conaculta, Gobierno de Sinaloa, 2009.

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Siete latidos y sigue la mata dando

Octavio Valdés Sampedro

Siete latidos y sigue la mata dando

Presentar un libro siempre trae consigo una gran responsabilidad, pues por lo regular,

la mayoría de los asistentes a su presentación no han tenido contacto aún con el texto, así que lo que uno comenta afecta e inaugura de una u otra forma el proceso de lectura; por fortuna o desgracia, esos comentarios son siempre parte del secreto de su difusión y también de su recepción. Si a esto agregamos que quien lo publica es alguien cercano, un compañero, un maestro, alguien a quien admiramos, o bien, un amigo, la complicación se hace todavía más grave, pues tememos ver de más –o de menos– ese “algo” que motivó al autor a escribirlo. Así que he de confesar que por las razones mencionadas y algunas otras que omito, evito este tipo de actividades, prefiero no asistir, o mantenerme en silencio y verter mis opiniones en un momento y en un lugar privado. Pero déjenme justificar mis comentarios después de lo dicho.

El libro 80 años no es nada: Carlos Fuentes entre la memoria, la imaginación y la fantasía es un buen libro, no sólo por su contenido, sino también porque se trata del producto de un esfuerzo conjunto, ofrecido por un grupo de personas que hace unos años me formaron a mí, como a muchos otros antes y después. Fíjense qué coincidencia, ahora ustedes, guiados por ellos, también están dando sus primeros pasos en el universo de lo literario. No sé si alcance a explicarlo como es, pero así con la emoción con la que ellos, nuestros maestros, ven en cada examen recepcional cumplido un sueño del que forman parte, así debemos recibir este texto, como un sueño realizado, en el que de una u otra manera somos partícipes, ya que es innegable que gran parte de estas reflexiones nacen y regresan a los salones de clase. Conocer en la praxis las ideas y los análisis de nuestros

docentes brinda a los alumnos la oportunidad de tener un modelo para aplicar aquello que se les comparte en el aula; y a los colegas, los profesores, para saber qué trabaja cada uno, buscando discernir y confrontar nuestras muy diversas posturas. Así que vengo, no a presentar un libro, sino a compartir un momento festivo, en el cual celebramos que la voz de la gente que día con día y año con año edifica nuestra facultad se sigue escuchando entre nosotros y para nosotros; y gracias a publicaciones como esta, esa voz podrá llegar más allá de nuestros muros.

Decidí titular esta presentación “Siete latidos y sigue la mata dando”, pues el librito, que cabe decir tiene una muy bella impresión, contiene siete ensayos escritos puntualmente por Martha Arizmendi, Gerardo Meza, Martín Mondragón y Humberto Florencia, miembros del cuerpo académico Historia y Crítica de la Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Humanidades. La temática de todos ellos gira en torno a algunos textos de Carlos Fuentes, “el más mexicano de los extranjeros, o el más extranjero de todos los mexicanos”, como lo describe en el prólogo Helena Beristáin. Cada uno de los autores examina, a partir de lo que sabe hacer mejor, varios puntos importantes tanto de novelas y cuentos escritos durante los ochenta años de vida de Fuentes, que como bien lo anuncia el título del libro, no son nada, ya que su obra seguirá haciendo eco, no sólo en la literatura mexicana, sino que tiene sustancialmente con qué seguir siendo un parteaguas importante de la literatura universal.

Escribir sobre Fuentes no es tarea fácil, puesto que la pregunta obligada es qué no se ha dicho ya de la obra de un autor, que lo mismo lo vemos oscilando entre la realidad política, la historia y la ficción de corte fantástico; que hace de los recursos narrativos y del ejercicio de la escritura un universo de enormes posibilidades; un escritor cuya obra ha sido traducida y analizada en diferentes países. Sin embargo, me atrevo a

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asegurar que el texto que ahora nos ocupa viene a confirmar ese principio hermenéutico referente a que en cada aproximación interpretativa algo nunca visto acontece, porque con cada lectura se desoculta un nuevo latido, el cual hace que la obra de arte literario, como la llama Ingarden, siga existiendo a pesar del tiempo.

Así comienza Martha Arizmendi con los dos primeros latidos de la cuentística fuentesiana, “El sueño fantástico de Tlactocatzine” y “Amilamia, un fantasma soterrado”. En el primer ensayo, analiza el cuento “Tlactocatzine del jardín de Flandes” perteneciente a Los días enmascarados, escrito en 1954. Aquí la autora, con la soltura didáctica que la caracteriza, nos lleva de la mano a repensar la estructura del diario y la narración como formas discursivas, para exponer después cómo la realidad y la fantasía se fusionan en la escritura por medio de símbolos, que se concretan en la lectura alterando el tiempo y el espacio en un juego de dobles, de sueños, de amor, locura y muerte que desembocan en la historia real con las figuras de Maximiliano y Carlota. En el segundo ensayo estudia “La muñeca reina” de Cantar de ciegos, libro cuyos cuentos tienen como escenario la ciudad de México. En este breve pero profundo estudio, se analiza la historia de Amilamia y Carlos, quienes coexisten en el plano de la imaginación, fusionando pasado y presente para encontrar la perdurabilidad; con lo que la autora realiza una pertinente radiografía del relato fantástico que caracteriza los textos de Fuentes.

Humberto Florencia toma la dirección de la novela y hace latir el corazón de dos obras fuentesianas; por un lado, con el estudio “Gringo

viejo: Mirarse, negarse, y repetirse entre culturas”, trata el problema de la memoria que reconoce su propia identidad en la historia, tanto individual como colectiva. Los aspectos culturales, las movilizaciones interiores, los juegos míticos, buscan descifrarse en un espacio fronterizo, caótico, dividido: México y Estados Unidos; espacio/metáfora de la vida y la muerte de los personajes que, desarraigados, se funden y se confunden en la enorme cultura universal. Con esto Florencia intenta desmitificar la idea de que Fuentes sea el portavoz de la historia oficial, aquella que políticos, estadounidenses y

conservadores se han empeñado en malinterpretar. Por otro lado, en el ensayo “Una familia lejana: En busca de Coatlicue, nuestra ‘señora madre’ con dos cabezas”, el autor parte

de un diálogo entre Octavio Paz y Fuentes para reflexionar con aguda inteligencia sobre la pluriculturalidad y la falta de pertenencia del individuo. La palabra, la revelación, el poder y la orfandad son los elementos que llevan a los personajes a mirarse al espejo para encontrar en el reflejo un sí mismo que no comparte el origen: Guadalupe y Coatlicue, el choque cultural entre dos mundos a los cuales ya no pertenecen. Cabe destacar que en ambos ensayos, la incisiva palabra de Florencia muestra sin concesión lo sórdido de la escritura de Fuentes.

El latido se torna poético con las ideas punzantes de Martín Mondragón. Su ensayo “Tipología de la imaginación. Una mirada a la obra de Carlos Fuentes” busca penetrar en los profundos e intrincados laberintos de la memoria que recuerda, pero que también imagina para construir la ficción narrativa. Con un discurso

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que libera a la palabra, Mondragón comienza su reflexión discerniendo entre lo que es la memoria racional y la memoria emocional, opuestos complementarios, polos que en la actividad poética se rozan con un solo fin, llegar a la narración como resultado de la imaginación poética. La palabra que evoca, el mundo de ensoñación entre el texto y el lector, la magia de la palabra, la alquimia de la imaginación son sólo algunos de los puntos que se tocan en este ensayo, que abarca un importante número de las obras más representativas de Fuentes.

Por último, pero no por ello menos importante, la experimentada palabra de Gerardo Meza nos arroja a un mundo de magia, hechiceras y mitos que hacen que el latido que da vida a la obra de Fuentes cobre un tinte de misterio. En “Aura: ¿un relato fantástico?”, Meza revela la esencia de la fantasía, es decir, lo propio de este tipo de relato. A lo largo del ensayo se busca aclarar cuáles son esos rasgos en la literatura que podrían confundir a las narraciones de corte fantástico con lo extraño y lo maravilloso. El autor invita a los lectores a acercarse al texto de manera más atenta para confirmar si Aura es efectivamente un relato fantástico. El otro ensayo/latido que también ofrece Gerardo Meza, y con el cual se clausura el libro, es “La narrativa urbana en La región más transparente”. Este breve y atinado

texto se inicia haciendo un recorrido por la geografía literaria mexicana, que presenta a la

Martha Elia Arizmendi Domínguez et al. 80 años no es nada. Carlos Fuentes entre la memoria, la imaginación y la fantasía, Toluca, UAEM, 2010, 88 pp.

Siete latidos y sigue la mata dando Octavio Valdés Sampedro

ciudad como algo existente, como ese ente que construye y destruye el devenir de los personajes. Posteriormente, a partir del texto de Fuentes, se analiza a la ciudad como columna vertebral de ese imaginario colectivo que vive y habita en la narración. Ciudad convertida en cómplice de las tristezas de Ixca Cienfuegos, Federico Robles o Gladys García, aquellos personajes que, muy a su pesar, habitan ese lugar, puesto que allí les tocó…

Ojalá que este breve y sentido comentario no haya dado información de más o de menos respecto a lo que el texto ofrece; espero que al igual que a mí, además del placer de la lectura, brinde la posibilidad de conocer otras formas para vincularse a la literatura, en este caso la obra de Fuentes. Quiero también cerrar la idea que comencé líneas arriba, cuando hablaba del porqué titulé a esta presentación “Siete latidos y sigue la mata dando”. Aquello referente a los latidos me parece que ha quedado claro, pero qué pasa con el otro enunciado, “y sigue la mata dando”; no es por Fuentes, sabemos que mientras viva dará que decir; es por el deseo de que siga habiendo más latidos como estos. Enhorabuena para mis maestros, mis compañeros, mis amigos, con respeto y admiración.

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Cultura urbana y creación intelectual. El caso mexicano *

Carlos Monsiváis

El porvenir inevitable: para la siguiente generación, menos del treinta por ciento de los 350 millones

de latinoamericanos dependerán, para costumbres, mitos y modos de pensar, del pasado rural. La cultura urbana será el signo prevaleciente de América Latina, una cultura cuyas contradicciones internas y externas las determina estructuralmente un conjunto donde intervienen las tecnologías rapaces, la contaminación ambiental, la sobrepoblación, las migraciones rurales, la crisis y la heterogeneidad de la tradición (de las tradiciones), el desempleo y el subempleo, la escasez de viviendas, las deficiencias alimenticias, la falta de vestido, la distribución clasista del espacio, la ideología o la moral de la sobrevivencia individual, el aprecio por la numerosa descendencia (a un tiempo, seguro contra la vejez y precaución ante la alta tasa de mortalidad infantil). La ciudad se vende al recién llegado con una serie de instrucciones para su uso (Iván Illich). Allí están, sumándose y en muchos casos reemplazando a las creencias tradicionales, los nuevos dogmas del credo citadino: prolongación de los años de vida obtenida mediante adelantos médicos; exaltación del sistema escolar (mito de la escolaridad); culto por la habilidad para mejorar en el trabajo, desconfianza creciente ante la solidaridad. Producción y consumo se convierten en la medida de todos los valores urbanos, y esto incluye a la fertilidad.

Es práctica ya generalizada no definir cultura en el sentido de Matthew Arnold (“lo mejor de lo que se ha pensado y dicho”, o pintado, esculpido, escrito musicalmente, etcétera) y acudir más bien a una acepción antropológica –o sociológica–: modo de vida, comprensión generalizada y aceptada de la realidad, el juego de las ideas en las expresiones públicas. Así, grosso modo, por cultura urbana se entiende el espacio generado entre los modos operativos de la ciudad capitalista y las respuestas a

tal sujeción; el resultado ideológico (la conciencia, falsa o verdadera) que proviene del choque entre la industrialización y las costumbres, entre la modernización social y la capacidad individual para adecuarse a la oferta (las apetencias) y la demanda (las carencias). Esta cultura emerge al convertirse la sociedad tradicional en sociedad de masas y, por lo mismo, arrastra consigo:

el sometimiento y la reducción psicológica de las • clases populares;sensaciones de impotencia o insignificancia que traducen • una experiencia histórica en términos de fatalidad;visiones lineales del orden y el progreso;• actualización del machismo y la represión sexual • que admite incluso “zonas de liberación”;el uso de los medios masivos de difusión que • convierten en espectáculo el muy rentable caos del crecimiento capitalista;visiones jerárquicas y autoritarias del • conocimiento que se inician en el dogma religioso y/o culto de la escolaridad;uso político de la religión y de los ordenamientos • tecnológicos (imágenes subliminales, orientación clasista de la publicidad, etcétera);la nacionalidad como reflejo condicionado del • comercialismo;obediencia interiorizada ante la autoridad y sus excesos;• manipulación del “tiempo libre”.•

Todo esto culmina y se sustenta en una lógica social donde la “obvia inferioridad” de la naturaleza del vencido (el pobre, el paria) torna “natural” y exigible su sometimiento. Es el destino (encarnado en las oportunidades de la ciudad) el responsable del subdesarrollo, la miseria, la explotación. A esta secuencia ideológica, las reacciones sentimentales la afirman en vez de refutarla: por ejemplo el resentimiento ante el racismo, por estar a la defensiva, concluye aceptando las reglas de juego.

Destrucciones y contentamientos

En el México altamente jerárquico del xix, la Iglesia y, de modo menos efectivo y más limitado, las escuelas, accesorios indirectos o inmediatos de la Iglesia, llevaron la cultura del centro a la zona periférica.

Maestro honoris causa de la UAEM (1980)

mexicano *

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El proceso se amplió con la prensa (que derivó mucho de su influencia, no de la alfabetización minoritaria sino de las contiendas políticas: en medios de iletrados, bastaba un lector de periódicos para difundir las noticias) y la difusión de la poesía y la Historia Patria. Incluso en regiones campesinas la memorización de la poesía y la adopción entrañable de los héroes trasladaron, del centro a la periferia, entusiasmos de la alta cultura y pasiones ideológicas.

El proceso de industrialización cuajó la cultura urbana que conocemos e inició la desintegración de la otra cultura, la tradicional, con su carga de educación y control estólidos, costumbres y tradiciones criollas o hispánicas. La cultura urbana –y en el caso de América Latina, por ésta se entiende la cultura de la capital– fue, en primer lugar, un saber de excepción: en una sociedad cerrada la creación intelectual recayó o se concentró cada vez más en la capital, extinguiéndose la autonomía relativa (en el caso de México: Veracruz, Guadalajara). Se impuso el mito/realidad de la provincia –el infierno, la imposibilidad de cultura y el desarrollo individual–. En forma concomitante, la industria cultural fue oprimiendo o desplazando las tradiciones regionales y nacionales, negándose a mantener, más allá del folclor, la “singularidad” cultural y artística. Marginadas o evaporadas de continuo, las tradiciones de origen hispánico o indígena recibieron la gran ofensiva del colonialismo, revelando la imposición mundial de los productos industriales estadounidenses y la propia debilidad histórica de las formas sojuzgadas.

En cualquier orden de cosas, esta cultura urbana o de masas le ofrece a sus pobladores una imagen de sí mismos enraizada en la pasividad, la inferioridad y la servidumbre ante el orden imperante. Las grandes ciudades, típicas fortalezas clasistas, ven cambiada su disposición estratégica y se enfrentan de modo creciente a la amenaza de “hordas depredadoras” ya no sólo situadas en la periferia. Por eso, a las clases dominantes les importa sobremanera extender su ofensiva ideológica cubriendo y domesticando los grupos excluidos de la “unidad cultural de la Nación” y ampliando su función hegemónica que racionaliza represiones más directas. Al público ya conocido se añade un mercado cautivo, el lumpen, en las márgenes de la sociedad industrial, siempre disponible como

sector de servicio flotante que le añade su situación (los orígenes rurales más estrictos) a la sociedad de consumo en cuyo sirviente se transforma. Muchos de estos lumpen viven de las actividades periféricas de las clases medias y su situación se refleja en la música que escuchan, los entretenimientos que persiguen, la autodeprecación y la atmósfera rencorosa que caracteriza su lenguaje y los filmes y telenovelas a los que se someten sin cesar.

Las aportaciones tecnológicas

A la cultura urbana la hacen y rehacen profundamente las aportaciones tecnológicas del capitalismo: la imprenta, el grabado, la fotografía, las rotativas, el fonógrafo, el cine, la radio, la televisión, el video, capaces cada una de ellas de democratizar a su auditorio. Si ese potencial no se cumple y las ilusiones convocadas no se realizan, señala Jean Franco, es precisamente porque la clase gobernante incorpora la tecnología al servicio de sus necesidades de expansión y conquista. La imprenta, por ejemplo, fue férreamente monopolizada y controlada por la corte y la Iglesia; por eso la libertad de expresión resultó demanda esencial de la burguesía en su lucha por el poder. Una vez en el mando, la burguesía tradujo esa libertad al idioma del mercado y la demanda. Los contenidos de fenómenos sucesivos como la prensa amarillista, el folletín, el melodrama, la música popular, el cine y la “caja idiota” se fueron atribuyendo a un público cuyo mal gusto saturaba y satura el mercado con productos de calidad inferior. (Con esto –concluye Franco–, se ignora el control ejercido a través de la “demanda” y se disfrazan las operaciones ideológicas.)

Gracias a las innovaciones tecnológicas, un proceso de dominio político e ideológico desplaza aceleradamente a la tradición criolla e hispánica, modifica gran parte del sentido de la cultura mestiza y liberal, reprime o aísla los intentos de mantener distancias y preservar costumbres ante la ofensiva de la modernidad, y, finalmente, culpa al público de la mercantilización. El rápido crecimiento de la industria cultural le ofrece al vigoroso analfabetismo real y funcional de México oportunidades de diversión, una identidad urbana y nacional a bajo costo y las compensaciones y estímulos sentimentales

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que de cualquier modo matizan una vida de humillación y explotaciones.

Un punto de partida de la nueva conquista: las ligas tradicionales entre el inmigrante rural y su familia y su pueblo, identificación tan vigorosa que influye en el desarrollo y la refuncionalización de la cultura urbana. Para el inmigrante, el contacto –lo más persistente posible– con ambos elementos (familia y pueblo) lo alivia con frecuencia del shock cultural en que lo sumerge el crecimiento social y la proletarización de su sector, el agrícola. Y ese contacto se lo proporcionan los medios masivos a través de estaciones de música “campirana” y canción ranchera, a través del humor predigerido y el culto redoblado del mito familiar.

Al ser mínima o casi inexistente la participación de las clases explotadas en el proceso educativo, los medios de comunicación sirven a un propósito directo: popularizar las explicaciones de la clase dominante. Un vastísimo sector analfabeto magnifica la influencia de radio, cine, tv, fotonovelas, etc., y a esto se añade que la mayoría de los periódicos y revistas (fuerza significativa de cohesión social, cualquiera que sea su don para movilizar actitudes públicas) destacan sin cesar las relaciones entre la “cultura nacional” y la metrópolis, deforman y banalizan el “relieve internacional” del país y acuden a la exaltación patriotera. El resultado es previsible: las masas urbanas no disponen de una versión crítica de la identidad nacional, ignoran todo contexto internacional y no aspiran a una identificación proletaria sino a un futuro de consumidor. Su conciencia de clase se evapora y se trueca por una “avidez consumista”, donde lo adquisitivo hace las veces de lo competitivo. Lo que tengo me vuelve superior a mis vecinos. En lo básico, la red de instituciones de la cultura urbana moviliza el apoyo y la credulidad populares, no tanto para ratificar prejuicios sino para refrendar la estructura misma del clasismo.

La ciudad, retrato del poder

Si toda ciudad es un retrato del Poder desmesurado y fiel, la capital de México crece, con gran don de síntesis, a imagen y semejanza del autoritarismo colonial, y la cultura urbana de hoy hereda

simultáneamente las leyes del desarrollo capitalista y las veleidades psicológicas de un despotismo ilustrable. Se requiere: a) despreciar al resto del país, insistir en la centralización absoluta de todos los poderes; b) aceptar que la racionalidad financiera (latifundismo urbano y explotación bancaria) administre y dirija el caos aparente; c) negar toda vida política independiente, cualquier desenvolvimiento democrático; d) dirigir con criterio moralista los adelantos sociales y del comportamiento. Para ello, se patrocina una “vida colectiva” sustentada en el individualismo, el elogio de la corrupción, la conversión de las diversiones en actos rituales y la justificación “nacionalista” de frustraciones y rencores. La “mexicanidad” también debe expresarse en las gestas de la autodestrucción: irresponsabilidad paterna, alcoholismo, machismo.

Con rapidez, las clases dominantes aprovechan la tecnología para actualizar el control. Antes del cine y la radio, la élite se relacionaba con el pueblo a través de la fórmula pan-y-circo, y tal indiferencia le permitía a las culturas populares un desarrollo autónomo. Ya no más. Se descubre que los entretenimientos de la gleba también dejan dinero y, sin que exista un plan específico, sí hay un proyecto estricto: que el populacho se divierta de un modo que lo confirme en sus virtudes rentables, del amor a la familia en adelante. En lo básico, no hay en este paternalismo caos alguno: se improvisan técnicas y artistas, se plagian técnicas y formatos, pero se rechazan las ideas, en especial, las susceptibles de “peligrosidad”, las que amenazan la férrea unidad ideológica.

Paso fundador de la cultura urbana: la entrega a domicilio de una psicología de masas. Lo mexicano es… y “verdades colectivas”, canciones, reflexiones editoriales, teatro y muy pronto radio y cine se apresuran a responder: es lo irresponsable, lo suicida, lo holgazán, lo sentimental, lo filial ingrato y devoto. (La versión femenina de “lo mexicano”, en su ocasional turno, es la suma de virtudes que, de preferencia, no deben salir a la calle: la resignación, la entrega, la pasividad.) Tal invención de una “caracterología” prepara las vías de entretenimiento comercial. Hay que divertirse como mexicanos. Auxiliadora, la alta cultura elabora tesis que se prestan admirablemente a su escenificación. El filósofo Samuel Ramos dice: “El mexicano tiene

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complejo de inferioridad”, y los cineastas le agregan al dictum personajes humildes de mirada baja y expresión de azoro. Los psicólogos argumentan: “El mexicano es macho por naturaleza”, y la afirmación es sazonada por la mitología cinematográfica.

El feroz clasismo de la Gran Capital concentra la expansión de ofertas y oportunidades de la alta cultura (teatros, cines, cineclubes, salas de concierto, librerías, galerías, plazas remodeladas) en un público que, si bien creciente, es cada vez menor en relación con el conjunto de la población. Se aletarga o extingue la vivencia tradicional de la ciudad como un todo (lo que aún no ocurre en las ciudades de provincia, incluso las más densamente pobladas: Guadalajara, Monterrey) y se la vive como empresa de sobrevivencia y de aislamiento progresivo, una ciudad uncida despiadadamente al automóvil, donde, digamos, la política de ejes viales hará las veces de la nueva traza.

Colonialismo y desnacionalización

Desde el principio es estadounidense el modelo sobre el que operan los medios masivos de comunicación en América Latina. A fines del xix, el periodismo moderno surge en México imitando al estadounidense: aparecen repórters, interviews, métodos de publicidad; masifican los tiros. A principios de siglo, se introducen las tiras cómicas y el yellow journalism o periodismo sensacionalista, y la implantación de modelos se acrecienta con la radio a fines de los veinte. Los empresarios mexicanos, mezclando el aprendizaje comercial y el ánimo colonizado, eligen como primeros socios, planificadores y consejeros a estadounidenses. De Estados Unidos se importan técnicas y fórmulas persuasivas y, por ejemplo, un símbolo nacional por excelencia, el Charro Cantor Jorge Negrete, es adaptación evidente del cowboy cantante en el estilo de Gene Autry o Roy Rogers.

Si el Estado posrevolucionario apresura un “sentimiento de nación” que ligue emocional y políticamente al país con su panteón de héroes e institucionalice las tradiciones, la industria radiofónica, cinematográfica y disquera –en puntual imitación de Estados Unidos– fraguan las “experiencias cotidianas” del nacionalismo, estímulos pavlovianos que la Virgen de Guadalupe, los paisajes, las nostalgias

regionales o la música desencadenarán, pero que los esquemas importados consolidan. Al tiempo que se va interiorizando el “sentimiento de nación”, se catalogan las “respuestas típicas” que serán tics comercializables: gritos, emociones codificadas, clichés verbales o anímicos. Teoría implícita: sin pintoresquismo no hay historia, el pintoresquismo es la historia. Pancho Villa es la sucesión de sus imágenes cinematográficas, el sentimiento patriótico es un estallido emocional los días de fiesta, y la Identidad Nacional es un calendario para el tiempo libre.

Tal cornucopia de entretenimiento barato se la ofrece a una sociedad en donde la educación estratifica automáticamente la cultura determinando, a grados extremos, la pobreza y la debilidad orgánica de las formas alternativas de cultura. Como explicación admisible de la realidad se le propone al público –y éste lo acepta, porque no tiene otra– el melodrama, edén reconciliatorio de la imaginación familiar, disolución lacrimosa de cualquier impulso trágico o satírico. No hay explotación laboral, hay mala suerte; no hay despojo o saqueo, hay el dolor del valle de lágrimas; no hay la comedia involuntaria de la clase en el poder, hay costumbres distintas según sea uno rico o pobre. Reír llorando. El melodrama es la más convincente explicación despolitizada del universo: todos hemos nacido para el dolor; quizás en la apariencia, los ricos se duelan menos, pero por dentro, están solos y destrozados. Vínculo familiar, el sentimiento melodramático es también solicitud de ingreso a la nación (quiero sufrir para pertenecer) donde, como corresponde, el abismo ético es elemental: a la luz de las tinieblas, no hay matices o gradaciones y las relaciones personales son vistas a la luz del clímax escénico. La complejidad de juicio es imposible e indeseable: los buenos y los malos deben serlo estentóreamente porque la industria cultural se desplaza a ras de la tierra, teniendo como límites precisos y monstruosos el cielo y el infierno, el limbo y el purgatorio. Prevalece un catolicismo fácil, de sollozos que se disuelven en perdones, de milagros que se multiplican como si fueran milagros. Si en el xix el melodrama era privilegio de unos cuantos, en el siglo xx, al melodrama se le encarga conjugar impotencias y aspiraciones heroicas de una colectividad sin salidas públicas. En el melodrama, también es el machismo,

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en canciones y películas y símbolos idolatrados y obras de teatro y radionovelas (y después en fotonovelas y telenovelas), la clave que afirma la condición de explotados. El “poema pedagógico” de este machismo ve en la doble explotación de la mujer la compensación de cualquier mal, y por decisión divina inclusive. En un extremo, la vileza de la prostituta; en el otro, la abnegación callada de la madre o de la mujer legítima. Indefenso y expoliado, el macho de clases populares llega a su alcoba (que puede ser también su comedor, su sala, su cocina) para sentirse, por primera y única vez en el día, el patrón.

El público y la norteamericanización

Para la década del cuarenta, la explosión demográfica y los medios masivos han eliminado o casi el concepto de Pueblo, sustituyéndolo por esa forma peculiar de muchedumbre, el Público. Dice W. H. Auden en su ensayo El poeta y la ciudad:

“Un público no es ni una nación ni una generación ni una comunidad ni una sociedad, ni estos hombres particulares, porque ellos sólo son lo que son de modo concreto; ninguna persona que pertenezca al público se compromete verdaderamente. Durante algunas horas del día, quizás, pertenece al público; en los momentos en que no es sino lo que es no forma parte del público. Compuesto de individuos en sus momentos de inexistencia, un público es una suerte de Algo gigantesco, un vacío abstracto y desierto que lo es todo y no es nada.”

La versión de Auden parece muy despreciativa, pero lo cierto es que, según la experiencia internacional, la cultura de masas que alimenta a ese público está constantemente en el proceso de volverse real a sí misma haciendo que la gente experimente sus vidas de acuerdo con el modelo trazado industrialmente. Y dijeron los medios masivos: esta y no otra es la vida del pueblo; y al pueblo le gustó su imagen y su habla y procuró adaptarse a ellos. Así, la “inserción en la sociedad” pasa por la recepción pasiva e idolátrica de los medios masivos. Lo nacional (lo Nuestro) corre a cargo ya no de acciones políticas sino de canciones, radio, cine, teatro de revista y retórica periodística y televisiva. Esto lo hace posible sobre todo la tecnología que a la clase en el poder le

permite divulgar remuneradamente sus obsesiones y fijaciones ideológicas.

No sólo estamos ante actitudes miméticas: el auge de la industria de la conciencia depende de la creación programada de estilos de canciones, de líneas melódicas, de formaciones melodramáticas en apoyo de la familia, de repertorio verbal para la femineidad desamparada, de adulación a un machismo que, seguramente, le debe tanto a la radio, el cine, la industria disquera como a la célebre y fatal Idiosincrasia.

Esto no es anecdótico o banal. El impulso de la industria cultural es definitivo en un ámbito desnacionalizador –impulsado y aprovechado por las transnacionales– que formalmente surge al urdirse una nacionalidad idílica (dulcemente campirana) y concluye en una visión del país como discotheque de segunda clase. Si el tema y el problema de la modernización resultan definitivos en un proceso social, son los medios masivos quienes traducen para las masas el sentido y los alcances de esa modernización. En moldes coloniales se fragua lo que la burguesía y pequeña burguesía (y capas populares cada vez más amplias) entienden y practican como modernidad.

Allí radica en última instancia la “norteamericanización” de México. El país no ha perdido ni se ha deshecho de un número altamente significativo de sus raíces antiguas, pero el criterio general identifica a Estados Unidos con modernidad, y Norteamérica no es sólo el catálogo de adelantos tecnológicos y conquistas culturales sino el sistema de valores del capitalismo avanzado. Se necesitó –concentrado en un Papa– todo el poder de la Iglesia (moldeado y acarreado por los medios masivos) para que la creencia dominante ocupase la calle, ya no con el espíritu humillado y orgiástico de las peregrinaciones, sino con el ánimo que desafía no las presiones de un Estado laico sino la sensación impalpable y vigorosa que identifica tradición (de cualquier índole) con anacronismo.

* Fragmento publicado originalmente en la revista Intentos de la Facultad de Humanidades, año vi, núm. 12, febrero de 1982.

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Inesperadamente de su cuello empezaron a brotar cabezas, dos, tres, hasta tener cuatro. El

hormigueo en su cuello se asimilaba al de la arena picante sobre la piel. Desconcertado se fue al espejo y no vio más que aquellas medusinas moviéndose sin ojos, retorciéndose como gusanos en sal.

¿Qué haría? Se imaginaba los titulares vespertinos: Hombre joven se ve en la necesidad de degollarse; ¿taparlas?, imposible, aquellos botones eran demasiado grandes para cubrirlos. Decidió tranquilizarse. ¿Qué pasaría cuando nacieran ojos?, ¿cuántos lados de la moneda podría ver? ¡Qué espanto!, dirían algunos.

Decidió acabar con su martirio, cogió las tijeras más grandes y desesperado empezó a pasarlas por las pequeñas nucas, pero era imposible, parecían hechas de plástico, de un caucho indestructible, aparentemente eran inmunes al filo y al dolor. Pensó en todas las cosas que se perdería de vivir o de conocer; su opción como fenómeno sería trabajar en aquellas ferias o circos ambulantes deprimentes y sin vida. Con las manos empezó a golpear las cabezas, pero no existía salvación a su continuo cosquilleo y al dolor que no aparecía.

Esperó todo el día hasta el anochecer, salió de su casa con camino al hospital, y al salir, maldijo las puertas para hombres de una sola cabeza. Al llegar a la sala de emergencias, la gente emprendió una campaña triunfal en correr por todas direcciones. Después de buscar por un largo momento, él encontró a un grupo de médicos.

Horrorizados por desconocer la razón de los brotes y no encontrar aquello como natural o que algún libro hubiera registrado, se dieron por vencidos con sus juramentos tirados a la basura. Sin nadie que lo ayudara, regresó a casa antes del amanecer.

Una vez ahí, mareado y confundido decidió dormir. Lo que era una tarea fácil y cotidiana fue

una odisea de enojo, lágrimas e incomodidad. ¿Dónde diablos acomodaría sus cuatro cabezas? Desesperado, bajó a tocar el piano; melancólico y con su vida revuelta, logró dormirse ahí sentado, solo, a la deriva.

Despertó a mediodía y comenzó a ver cuatro cosas distintas: la parte trasera del salón de música, las teclas, la partitura, las ventanas y el techo; sus otros ojos habían nacido. Mientras personas en todo el mundo imploraban por un solo ojo, el muy desafortunado –o afortunado– tenía ahora ocho más.

Sin más fuerza de voluntad para continuar, llamó al director de la orquesta para reportarse como enfermo, un cierto dolor de cabeza que, aclaró, no se iría con una píldora.

De pronto se le ocurrió la idea perfecta, horrorizar, salir a la calle con sus cuatro cabezas y aterrar a todo el mundo, a final de cuentas ¿cuál sería su delito?

Sacó su piano a la calle, se vistió con sus mejores galas y ahí, en medio del camino, empezó a tocar como nunca, como si ese día fuera el ocaso de su espíritu, lenta y apasionadamente. Pudo mantener sus nuevos ocho ojos cerrados mientas sus dedos seguían la armonía de las partituras aprendidas de memoria.

Al finalizar, sus dedos dolían un poco y por un momento tuvo miedo de que al abrir los ojos, éstos se reprodujeran en cuarenta, pero no fue lo que ocurrió. Al hacerlo pudo ver una multitud alrededor de él, algunos lloraban, unos estaban conmovidos y otros espantados ante aquel personaje tan grotesco y hermoso al mismo tiempo.

Sin decir nada entró en la casa empujando su piano; la gente estaba muda, totalmente anonadada ante aquel espectáculo, pero él hizo caso omiso mientras cerraba de par en par las cortinas. Cada uno de sus ojos empezó a llorar.

Volvió a dormir, soñó que todo acabaría a la mañana siguiente, que ya había pagado algún tipo de sentencia previa o alguna maldición gitana de sus ancestros. Pero el amanecer regresó con aquel día intransigente que no perdona ni exime a nadie, siempre regresa.

Ya no hay nada que perder, por eso cada día vuelve a tocar una melodía al atardecer.

Chopin al atardecer

Pedro F. Mijares Castañeda

Creadores Pedro Mijares, Wilfrido Pérez y Alaín Peñaloza

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No diré más a la gente

Te imaginoy me crecen las manos.Quizás porque sabenque las quiero de un tamañodonde quepas completacon tus dudas y penas.Con el poder de llegar a timientras las pienses oportunas.

Han de reducirteal espacio justo de la boca para colocarte entre los labiosy no querer hablar ya nunca

Dos extremidades que rodean

El abrazoes un besocuerpo a cuerpo,son dos labioshechos brazos

y un trasplante espiritualque permite trepanary visitarnos.

¡Entra!

Sonríes,y tus labios simulan una puertadonde cruza combinadami alegría con la tuya.

La palabra que mece (extractos)

Jesús Wilfrido del Valle Pérez

Así, franca,te vuelves manoal tocar el corazóncomo beso nutritivo.

Y llegas más adentro cuando ríoo quedas fuerasi es que hablamos sin reírnos.

De tal maneraque si llueve o hace frío:te invito a pasary te sonrío.

Creadores Pedro Mijares, Wilfrido Pérez y Alaín Peñaloza

Foto: Philipp Weissenbacher

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Fragmentos de denso espacio

Alaín G. Peñaloza

errible mar sin fin, caracol del Leteo. Presente, pasado y futuro son uno mismo, Que es ese instante en que se posa el abismoMarmóreo y terco de la vida, que es aleteo.

Oscuro río cierto, de f lujo heracliteo.Agua, arena y cifra, vanos rostros del mismoJano, hijas imaginarias del humano eufemismo,Generaciones de hombres han muerto en deseo.

Inaprensible líquido, realidad-reflejo.Sombra de hierro fundido, te descubres en el hombreY hundes el vasto mundo, que no es sino un espejo.

Tiempo, susurra el viento, siento, escucho tu nombre,También es mío. Fluye. Lento y azul ref lejo. ¡Qué pesada es la carga y qué pequeño el hombre!

Creadores Pedro Mijares, Wilfrido Pérez y Alaín Peñaloza

T

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Octubre 2009

Licenciatura en Letras EspañolasIrene Cotero HernándezMemoria: Las tecnologías de información y comunicación social (tics) como apoyo didáctico en la enseñanza del español en la educación secundariaAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Eugenio Núñez Ang

Licenciatura en HistoriaJosé de Jesús Dionisio MarcialTesis: Congregaciones y tenencia de la tierra en el partido de Zinacantepec 1550-1604Aprobado por unanimidad de votosAsesora: Dra. Hilda Lagunas Ruiz

Licenciatura en Arte DramáticoNelson Rodríguez OlivaresMemoria: Memoria de la construcción del personaje: Jake Meighan, de la puesta en escena Al calor de Tennessee Williams (Veintisiete vagones de algodón)Aprobado por unanimidad de votosAsesor: Lic. Jesús José Angulo Hernández

Licenciatura en HistoriaMaría Azucena Díaz BenítezTesis: La erección del municipio de Luvianos y su segregación de Tejupilco 1956-2005Aprobada por unanimidad de votosAsesor: Lic. David Lugo Pérez

Licenciatura en HistoriaDiego Mendoza DepineTesis: La erección del municipio de Luvianos y su segregación de Tejupilco 1956-2005Aprobado por unanimidad de votosAsesor: Lic. David Lugo Pérez

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalJosé Félix Becerril AriasTesis: Incongruencia académica y laboral: el profesional de la archivística en los planes de estudio de las licenciaturas en Archivonomía de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía (enba) y Ciencias de la Información Documental de la Universidad Autónoma del Estado de México (uaem)Aprobado por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Evaristo Hernández Carmona

Licenciatura en HistoriaIvonne Ordaz GarcíaTesis: Producción agrícola de la Hacienda San Pedro Tejalpa durante la administración de Manuel Medina Garduño 1874-1917Aprobada por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Gloria Pedrero Nieto

Licenciatura en HistoriaEmmanuel Sánchez LópezTesis: Análisis historiográfico de las obras Pancho Villa de Friedrich Katz y Pancho Villa: una biografía narrativa de Paco Ignacio Taibo ii

TituladosOctubre 2009-junio 2010

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalJorge Octavio Serna RomeroTesina: La revista multidisciplinaria Ciencia Ergo Sum de de la Universidad Autónoma del Estado de México: 1994-2008. Producción de artículosAprobado por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Evaristo Hernández Carmona

Licenciatura en Letras LatinoamericanasMaría Guadalupe González RoqueTesis: La maternidad negada en El señor presidenteAprobada por mayoría de votosAsesor: Dr. Herminio Núñez Villavicencio

Aprobado por unanimidad de votosAsesor: Dr. Fernando Díaz Ortega

Licenciatura en HistoriaOmar Becerril Aguilar Tesis: Proceso matrimonial. Los otomíes durante la segunda mitad del siglo xx

Aprobado por unanimidad de votosAsesora: Dra. Hilda Lagunas Ruiz

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Noviembre 2009

Licenciatura en HistoriaDiana Guadalupe Flores MillánTesis: Josefina Zoraida Vázquez: Un enfoque profesional de la historiadora en nacionalismo y educación en MéxicoAprobada por unanimidad de votosAsesor: Dr. Jenaro Reynosa Jaime

Licenciatura en Arte DramáticoArturo Reyes PatiñoEnsayo: La toma de espacios públicos para la creación y representación escénicaAprobado por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Eugenio Núñez Ang

Licenciatura en HistoriaMartín Moscosa AlmazánTesis: La organización social indígena en conflictos en el Valle de Toluca, Siglo xvi. El caso de San Mateo AtencoAprobado con mención honoríficaAsesor: Dr. Leopoldo René García Castro

Licenciatura en Letras Latinoamericanas Elsa López ArriagaTesis: La imagen escindida. Mecanismos de desdoblamiento en Redil de ovejas de Vicente LeñeroAprobada con mención honoríficaAsesora: Dra. Carmen Álvarez Lobato

Licenciatura en Letras LatinoamericanasJesús Miguel Dávila DávilaTesis: Tlön Uqbar, orbis tertius de Jorge Luis Borges: Un laberinto de copiasAprobado con mención honoríficaAsesora: Dra. Carmen Álvarez Lobato

Licenciatura en Letras LatinoamericanasAndrés Sebastián Galindo de la Mora

Tesis: Escritura literaria y periodística: La frontera entre dos formas de pensamientoAprobado por mayoría de votosAsesor: Lic. Gregorio Martín Mondragón Arriaga

Licenciatura en FilosofíaMarcos Aarón Hernández BetancourtTesis: La concepción de sujeto desde la perspectiva de Edgar MorinAprobado por mayoría de votosAsesora: Dra. María Luisa Bacarlett Pérez

Licenciatura en Letras LatinoamericanasJesús Emerith Cervantes GómezTesis: Ortografía y puntuación para bachilleres. Teoría y prácticaAprobado por unanimidad de votosAsesor: Dr. Antonio Cajero Vázquez

Licenciatura en Letras LatinoamericanasAlicia Virginia Morales BernalTesis: Ortografía y puntuación para bachilleres. Teoría y prácticaAprobada por unanimidad de votosAsesor: Dr. Antonio Cajero Vázquez

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalPaola Jennifer Torre SaadTesis: Plan de gestión documental: Archivo de oficina del Departamento de Control Financiero de la Dirección de Recursos Financieros de la uaem

Aprobada por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Elvia Estrada Lara

Licenciatura en Letras LatinoamericanasVianeth Eli Guzmán CruzTesis: El tiempo y el espacio como elementos fantásticos en La Cena de Alfonso Reyes

Aprobada por unanimidad de votosAsesor: Dr. Luis María Quintana Tejera

Licenciatura en HistoriaDolores Contreras ChávezTesis: Totocuitlapilco: una reconstrucción histórica siglos xv-xvii Aprobada por unanimidad de votosAsesor: Dr. Gerardo González Reyes

Licenciatura en Letras LatinoamericanasFrancisca Santana RebollarMemoria: Enseñanza de la lengua y la literatura en el nivel medio superior preparatoria Isidro FabelaAprobada por unanimidad de votosAsesora: Dra. Margarita Tapia Arizmendi

Licenciatura en HistoriaGicela Mendoza CalderónTesis: La formación del estado de Guerrero y su contribución al fortalecimiento del federalismo mexicano, 1811-1849Aprobada por unanimidad de votosAsesor: Lic. David Lugo Pérez

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalMirna Hernández BautistaMemoria: Exposición temporal: “Muestra documental histórica de Toluca hasta la primera mitad del siglo xx” Aprobada por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Elvia Estrada Lara

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalAraceli Valdez Molina Memoria: Exposición temporal: “Muestra documental histórica de Toluca hasta la primera mitad del siglo xx” Aprobada por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Elvia Estrada Lara

Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados

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Licenciatura en HistoriaVerónica Lechuga ElíasTesis: La formación del estado de Guerrero y su contribución al fortalecimiento del federalismo mexicano, 1811-1849Aprobada por unanimidad de votosAsesor: Lic. David Lugo Pérez

Licenciatura en HistoriaAdriana Samaniego PorcayoTesis: La formación del estado de Guerrero y su contribución al fortalecimiento del federalismo mexicano, 1811-1849Aprobada por unanimidad de votosAsesor: Lic. David Lugo Pérez

Febrero 2010

Licenciatura en Letras LatinoamericanasJosé Raúl Becerril JaimesTesis: Puro humo de Guillermo Cabrera Infante y Cuando fumar era un placer de Cristina Peri RossiAprobado por unanimidad de votosAsesora: Dra. Margarita Tapia Arizmendi

Marzo 2010

Licenciatura en Letras LatinoamericanasRicardo Ortiz GonzálezTesis: Una aproximación interpretativa a la significación de Mi noche como relato maravilloso de Francisco TarioAprobado por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Gerardo Meza García

Licenciatura en HistoriaCésar Fernando Escudero MartínezTesis: Desamortización y explotación de

montes en el distrito de Tenango del Valle. El caso de Calimaya 1890-1915Aprobado por unanimidad de votosAsesora: Dra. Gloria Camacho Pichardo

Licenciatura en FilosofíaYesenia Caballero SilvaTesis: La concepción del hombre en la obra de Alfonso ReyesAprobada por unanimidad de votosAsesor: Dr. Alberto Saladino García

Licenciatura en HistoriaMaría del Rosario González GarcíaTesis: La formación educativa de los artesanos en la Escuela de Artes y Oficios de Toluca durante el porfiriatoAprobada por unanimidad de votosAsesora: Dra. Ana Lidia García Peña

Licenciatura en HistoriaJhonatan Martínez VázquezTesis: El sistema de alumbrado en la ciudad de Toluca 1880-1900: modernización y conflicto de interesesAprobado por unanimidad de votosAsesora: Dra. Diana Birrichaga Gárdida

Licenciatura en HistoriaÓscar Aguilar ArteagaTesis: El movimiento estudiantil en la uaem: proyecto de democratizaciónAprobado por unanimidad de votosAsesor: Dr. Jenaro Reynoso Jaime

Licenciatura en Letras LatinoamericanasTania Sámano CarbajalTesis: La estructura apelativa de El lugar sin límites de José DonosoAprobada por unanimidad de votos y mención especial por su destacado trabajo de tesisAsesora: Dra. Martha Elia Arizmendi Domínguez

Licenciatura en FilosofíaJaksel Nájera MotaTesis: La duración bersogiana en su relación con la experiencia pictóricaAprobado por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Agnes Denise María Belieres

Licenciatura en Letras LatinoamericanasEloína Gabriela Nolasco VelázquezTesis: Material de apoyo didáctico para la enseñanza de la comprensión lectora en no hispanohablantesAprobada por unanimidad de votosAsesora: Dra. Martha Elia Arizmendi Domínguez

Licenciatura en Letras LatinoamericanasVirginia Juárez AguilarTesis: Elementos formales y filosóficos. Razón e instinto como imaginario colectivo en Sátira filosófica (redondillas) de Sor Juana Inés de la CruzAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Humberto Florencia Zaldívar

Licenciatura en HistoriaOlivia Durán GarcíaTesis: Las juntas de mejoramiento moral, cívico y material en la cabecera municipal de Tenancingo 1954-1976Aprobada por unanimidad de votosAsesor: Dr. Leopoldo René García Castro

Licenciatura en FilosofíaAlejandro Abraham Hamanoiel RodríguezTesis: Antropología discursiva. Aplicación del principio discursivo habermasiano a la pregunta antropológica por el hombreAprobado con mención honoríficaAsesor: Noé Esquivel Estrada

Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados

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Licenciatura en HistoriaMaría de la Luz Espinoza GonzálezTesis: De lo rural a lo urbano: Capultitlán en el siglo xx

Aprobada por unanimidad de votosAsesora: Dra. Gloria Pedrero Nieto

Licenciatura en HistoriaTeresa de Jesús Corral GonzálezTesis: La nacionalización de los bienes de Santos: La Cofradía del Santísimo Sacramento en el Pueblo de Zinacantepec 1864-1867Aprobada con mención honoríficaAsesora: Dra. Diana Birrichaga Gárdida

Licenciatura en HistoriaMiriam González LealTesis: El liberalismo mexicano en la época de Mora (1821-1853) de Charles A. Hale, una obra profesional y representativa de la historia de las ideasAprobada con mención honoríficaAsesor: Dr. Jenaro Reynoso Jaime

Abril 2010

Licenciatura en HistoriaMaría del Rosario Ortega AbasoloTesis: Trabajo, producción, consumo y relaciones clientelares en la hacienda de Atenco: 1933, historia y epílogoAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Pedro Canales Guerrero

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalMaría Guadalupe Cajero VázquezTesis: Organización del archivo del departamento de Control Escolar del Instituto de Formación Profesional y Capacitación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México

Aprobada por mayoría de votosAsesora: Mtra. Luz del Carmen Beltrán Cabrera

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalMaría Oliva Castillo PérezTesis: Organización del archivo del departamento de Control Escolar del Instituto de Formación Profesional y Capacitación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de MéxicoAprobada por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Luz del Carmen Beltrán Cabrera

Licenciatura en FilosofíaCristofer Morquecho SánchezTesis: José Blanco Regueira: Las falacias de la razón oficial y la civilización de la necedadAprobado por unanimidad de votosAsesor: Dr. Mijail Malishev Krasnova

Licenciatura en Letras LatinoamericanasCarmen Itzel Ramírez RosasTesis: El discurso afectivo en las recetas de cocina de la novela Como agua para chocolateAprobada con mención honoríficaAsesora: Mtra. América Luna Martínez

Licenciatura en Letras LatinoamericanasAída Guadalupe Valdepeña JiménezTesis: Análisis del cuento La peor señora del mundoAprobada por mayoría de votosAsesora: Dra. Martha Elia Arizmendi Domínguez

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalYéssica Anel Rojas MatíasTesis: Identificación y valoración del fondo antiguo del sistema bibliotecario de la

Universidad Autonóma del Estado de MéxicoAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Ariel Sánchez Espinoza

Licenciatura en Filosofía María Teresa López DomínguezTesis: La idea del hombre y el problema de la libertad en la obra de Baruj SpinozaAprobada con mención honoríficaAsesor: Dr. Roberto Andrés González Hinojosa

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalMiguel Mauricio Hernández Silva Tesis: Identificación y valoración del fondo antiguo del sistema bibliotecario de la Universidad Autonóma del Estado de MéxicoAprobado por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Ariel Sánchez Espinoza

Mayo 2010

Licenciatura en Filosofía Edith Gutiérrez Lara Tesis: Locura: inicio de las pasionesAprobada por unanimidad de votosAsesor: Dr. Rubén Mendoza Valdés

Licenciatura en Letras LatinoamericanasInés Concepción Atilano Carbajal

Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados

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Tesis: El origen poético del mundo americano en “La lámpara en la tierra” de Canto general de Pablo NerudaAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Eugenio Núñez Ang

Licenciatura en HistoriaJesús Guadarrama Martín Tesina: Catálogo de la sección presidencia del Archivo Histórico de Ixtlahuaca, 1868-1869Aprobado por unanimidad de votosAsesora: Mtra. María Elena Bribiesca Sámano

Licenciatura en Letras LatinoamericanasLiliana Jiménez Sánchez Tesis: La dimensión onírica en La cabeza de Salomé de Bernardo Ortiz de MontellanoAprobada por unanimidad de votosAsesor: Dr. Adolfo Díaz Ávila

Licenciatura en HistoriaLeticia Barrón Reséndiz Tesis: Proyecto hidráulico en las lagunas de el alto río Lerma, impacto socioambiental y conflictos agrarios 1942-1980Aprobada por unanimidad de votosAsesora: Dra. Gloria Camacho Pichardo

Licenciatura en HistoriaEstefany Vilchis Salazar Tesis: Jefes políticos y administración pública en el estado de México, 1867-1876Aprobada por unanimidad de votosAsesora: Dra. Diana Birrichaga Gárdida

Licenciatura en Letras LatinoamericanasEugenia Valencia GarcíaMemoria: Historia de la biblioteca Alejandro AriceagaAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Eugenio Núñez Ang

Licenciatura en Letras LatinoamericanasAna Cecilia Jiménez Salazar Tesis: El personaje como discurso, significación y relación con las demás categorías narrativas: aplicación en tres cuentos infantiles de Emilio CarballidoAprobada por unanimidad de votosAsesora: Dra. Mihaela Adriana Comsa

Licenciatura en FilosofíaAlicia Díaz de Jesús Tesis: El problema de la libertad en Kant: su fundamento teórico y su posibilidad prácticaAprobada por unanimidad de votosAsesora: Dra. María Luisa Bacarlett Pérez

Junio 2010

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalCinthia Tabárez Jaramillo Tesis: La fotografía: su importancia como documento archivístico y su tratamiento documentalAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Ariel Sánchez Espinoza

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalIlse Abigail García Moreno Tesis: La problemática de la lectura en los adolescentes de nivel medio superior.

Caso: escuela preparatoria núm.3 plantel Cuauhtémoc de la Universidad Autonóma del Estado de MéxicoAprobada por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Elvia Estrada Lara

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalVioleta Estefanía Romero GalvánTesis: La problemática de la lectura en los adolescentes de nivel medio superior. Caso: escuela preparatoria núm. 3 plantel Cuauhtémoc de la Universidad Autonóma del Estado de MéxicoAprobada por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Elvia Estrada Lara

Licenciatura en Ciencias de la Información DocumentalSandro Reyes MirandaTesis: Aplicación del proceso de indización y configuración de resúmenes analíticos a la sección de política del periódico PortalAprobado por unanimidad de votosAsesora: Mtra. Silvana Elisa Cruz Domínguez

Licenciatura en HistoriaLeticia González Javier Tesis: Análisis iconográfico y comparativo de la fachada de la iglesia del ex convento de San Juan Bautista de MetepecAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Carlos Alfonso Ledesma Ibarra

Licenciatura en Arte DramáticoMaría del Pilar Gallegos Arzate Memoria: Proceso de construcción del personaje de Celimena en El misántropo de MolièreAprobada por unanimidad de votosAsesor: Mtro. Eugenio Núñez Ang

Fuente: Departamento de Titulación

Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados

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Posgrado

Doctorado en Humanidades: Filosofía Contemporánea16 de octubre de 2009Gustavo Adolfo Garduño OropezaEl pensamiento de Michel Serres como base para una ontología comunicacional (Una aproximación a partir de cuatro conceptos centrales)Asesora: Dra. María Luisa Bacarlett

Maestría en Humanidades: Filosofía Contemporánea5 de noviembre de 2009Esteban Sierra MontielEl problema del sujeto en la obra de NietzscheAsesora: Dra. María Luisa Bacarlett

Maestría en Humanidades: Estudios Literarios17 de noviembre de 2009Blanca Aurora Mondragón EspinozaMemoria y libertad en La amortajada de María Luisa BombalAsesora: Dra. Carmen Álvarez Lobato

Maestría en Estudios Latinoamericanos18 de noviembre de 2009Silvia Margarita Romeu AdalidPolíticas culturales y movimientos de la ciudadanía respecto a la protección del patrimonio cultural en México y GuatemalaAsesor: Dr. René García Castro

Maestría en Humanidades: Estudios Históricos27 de noviembre de 2009María Teresa Remartínez MartínMujeres en guerra. Un estudio de la participación femenina en la revolución mexicana y la guerra española desde las fuentes secundariasAsesora: Dra. Ana Lidia García Peña

Maestría en Humanidades: Ética26 de febrero de 2010Eloy Sánchez CárdenasEl concepto de ética en el pensamiento de GadamerAsesor: Dr. Noé Héctor Esquivel Estrada

Maestría en Humanidades: Filosofía Contemporánea 24 de marzo de 2010Julián Eduardo Herrera GonzálezJosé Ortega y Gasset: De la razón vital a la razón históricaAsesor: Dr. Mijaíl Malishev

Maestría en Humanidades: Filosofía Contemporánea24 de marzo de 2010José Manuel Pedro Díaz AcostaBaruch Spinoza y Eduardo Nicol: Contraste en torno a la idea del serAsesor: Dr. Roberto González Hinojosa

Maestría en Humanidades: Filosofía Contemporánea25 de marzo de 2010Sergio Rivas SalgadoE. M. Cioran: Razones subversivasAsesor: Dr. Mijaíl Malishev

Maestría en Humanidades: Estudios Latinoamericanos23 de abril de 2010Angélica Lavalley CandiaPropuesta metodológica para una historia cultural de las manifestaciones artísticas de los siglos xx y xxi

Asesor: Dr. Miguel Ángel Sobrino Ordóñez

Maestría en Estudios Latinoamericanos13 de mayo de 2010Ramón Israel Larrauri RangelFilosofía para niños y su recepción en América LatinaAsesor: Dr. Miguel Ángel Sobrino Ordóñez

Maestría en Humanidades: Estudios Históricos13 de mayo de 2010Luis Alejandro Véliz Ruiz EsparzaEl maestro de capilla y la música en la catedral metropolitana de México, siglo xvi Asesor: Dr. Gerardo González Reyes

Maestría en Humanidades: Estudios Latinoamericanos24 de junio de 2010María Beatriz Contreras TorresAutoritarismo y democracia en el Caribe. El caso de República Dominicana postrujillista 1961-1978Asesor: Mtro. Miguel Ángel Arteaga Medina

Maestría en Estudios Latinoamericanos6 de julio de 2010José Manuel Yhmoff SotoCine y sociedad: Los casos de México y Argentina en la década de 1940Asesora: Mtra. María Eugenia Rodríguez Parra

Fuente: Coordinación de Posgrado

Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados Titulados

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