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TOCA CIVIL No. 75/2015 MAGISTRADA PONENTE: LIC. MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN SECRETARIO DE ESTUDIO Y CUENTA: LIC. LUISA MARÍA SOTO GONZÁLEZ. Saltillo, Coahuila de Zaragoza, a (15) quince de septiembre de (2015) dos mil quince. V I S T O para resolver el toca civil número 75/2015, relativo al recurso de apelación interpuesto por la licenciada **********, endosataria en procuración de ********** en contra de la sentencia definitiva de fecha (18) dieciocho de noviembre de (2014) dos mil catorce, pronunciada por el C. Juez Segundo de Primera Instancia en Materia Mercantil del Distrito Judicial de Saltillo, con residencia en esta ciudad, dentro de los autos del juicio ejecutivo mercantil, expediente número **********, promovido por la recurrente, en contra de ********** y de **********; y, R E S U L T A N D O : I. Que la sentencia recurrida en apelación, concluyó con los siguientes puntos resolutivos: “….PRIMERO.- Procedió la vía ejecutiva mercantil intentada y tramitada.- SEGUNDO.- La parte actora **********, en su carácter de Endosataria en Procuración de ********** y **********, no justificó los elementos constitutivos de su acción; en cambio la parte demandada ********** y ********** acreditó las excepciones y defensas opuestas; en consecuencia;.- TERCERO.- Se absuelve a la parte demandada, ********** y ********** de las prestaciones reclamadas.- CUARTO.- Se condena a la parte actora, al pago de los gastos y costas causados en esta Instancia.- QUINTO.- NOTIFIQUESE (SIC) PERSONALMENTE…” II. Inconforme con el fallo antes mencionado, la licenciada **********, endosataria en procuración de ********** interpuso el recurso de apelación que le fue admitido en ambos efectos y, tramitado ante esta Sala, se citó a las partes para oír sentencia definitiva; y, C O N S I D E R A N D O:

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TOCA CIVIL No. 75/2015 MAGISTRADA PONENTE: LIC. MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN SECRETARIO DE ESTUDIO Y CUENTA: LIC. LUISA MARÍA SOTO GONZÁLEZ.

Saltillo, Coahuila de Zaragoza, a (15) quince de septiembre de (2015) dos mil quince.

V I S T O para resolver el toca civil número 75/2015,

relativo al recurso de apelación interpuesto por la licenciada

**********, endosataria en procuración de ********** en contra de la

sentencia definitiva de fecha (18) dieciocho de noviembre de (2014)

dos mil catorce, pronunciada por el C. Juez Segundo de Primera

Instancia en Materia Mercantil del Distrito Judicial de Saltillo, con

residencia en esta ciudad, dentro de los autos del juicio ejecutivo

mercantil, expediente número **********, promovido por la

recurrente, en contra de ********** y de **********; y,

R E S U L T A N D O :

I. Que la sentencia recurrida en apelación,

concluyó con los siguientes puntos resolutivos:

“….PRIMERO.- Procedió la vía ejecutiva mercantil intentada y tramitada.- SEGUNDO.- La parte actora **********, en su carácter de Endosataria en Procuración de ********** y **********, no justificó los elementos constitutivos de su acción; en cambio la parte demandada ********** y ********** acreditó las excepciones y defensas opuestas; en consecuencia;.- TERCERO.- Se absuelve a la parte demandada, ********** y ********** de las prestaciones reclamadas.- CUARTO.- Se condena a la parte actora, al pago de los gastos y costas causados en esta Instancia.- QUINTO.- NOTIFIQUESE (SIC) PERSONALMENTE…”

II. Inconforme con el fallo antes mencionado, la

licenciada **********, endosataria en procuración de **********

interpuso el recurso de apelación que le fue admitido en ambos

efectos y, tramitado ante esta Sala, se citó a las partes para oír

sentencia definitiva; y,

C O N S I D E R A N D O:

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PRIMERO. Que conforme a lo dispuesto por el artículo

1336 del Código de Comercio, el recurso de apelación tiene por

objeto que el superior confirme, revoque o reforme la resolución del

inferior.

SEGUNDO. Que la apelante, **********, endosataria en

procuración de ********** expresó los agravios que constan en el

escrito recibido el (11) once de diciembre de (2014) dos mil

catorce, que en su parte conducente son del tenor literal siguiente:

“… PRIMERO.- El A-quo viola en perjuicio de mi representada las Garantías Individuales consagradas en los artículos 14 (Seguridad Jurídica) y 16 (Legalidad y debido proceso), de nuestra Constitución, así como los principios de legalidad, congruencia, exhaustividad y claridad en relación directa con el artículo 1324 del Código de Comercio que “toda sentencia debe ser fundada en la ley, y sino por el sentido natural, ni por el espíritu de ésta, se puede decidir la controversia, se atenderá a los principios generales del derecho.”- El Juzgador durante el proceso emite diversas resoluciones, que pueden ser autos, decretos o sentencias, por lo que la autoridad responsable al haber emitido sus ilegales resoluciones incumplió con los requisitos que todo acto de autoridad debe cumplir; la fundamentación y la motivación. La fundamentación se exige en el propio Código de Comercio al prescribir en su artículo 1324 que “toda sentencia debe ser fundada en la ley, y sino por el sentido natural, ni por el espíritu de ésta, se puede decidir la controversia, se atenderá a los principios generales del derecho”, entendiendo por ley no una sola, sino las que deben aplicarse siguiendo el régimen de supletoriedad establecido para tal efecto como última instancia, los principios generales del derecho, como forma de integrar la ley ante una laguna, ya que el juez tenía la obligación de resolver el litigio y no pueda abstenerse de ello porque la ley no prescriba exactamente como deba resolverse.- La motivación exigida tiene que ver con la argumentación esgrimida por el Juzgador, en la que explique como la ley guarda aplicación al caso concreto; cuáles son los razonamientos que lo llevaron a declarar procedente la acción o una excepción, razonamientos que contendrán la valoración de las pruebas aportadas por las partes, así mismo por imperativo constitucional (artículo 14), por lo que toda resolución deberá ser conforme a la letra o interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta, se fundará en los principios generales de derecho.- En este contexto las resoluciones emitidas por el Juzgador además de estar debidamente fundadas y motivadas deben de cumplir otros requisitos esenciales: 1) La congruencia, que se cumple cuando el juez resuelve sobre las acciones deducidas y las excepciones opuestas, sin poder entrar al análisis de cuestiones no expuestas por las partes; 2) la exhaustividad, que involucra un estudio minucioso de lo expuesto por las partes, el no poder dejar de analizar o resolver algún aspecto planteado por el actor en su demanda o del demandado al contestarla; 3) la claridad, en sentido de precisar exactamente cuál fue la decisión del Juez, si condena o absuelve al demandado, no dejando dudas si una prestación se declara procedente o no.- En primer término hay que destacar, que todo acto de autoridad debe estar suficientemente fundado y motivado, de manera que si los motivos o causas que tomó en cuenta el juzgador para dictar un proveído, no se adecuan a la hipótesis de la norma en que pretende

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apoyarse, no se cumple con el requisito de fundamentación y motivación que exige el artículo 16 constitucional, por tanto, el acto reclamado es violatorio de garantías, lo cual en la especie, violentando el A-quo dicho numeral Constitucional, .ya que lo cierto es que de acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal, todo acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresar con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis normativas.”, lo cual en la especie en ningún momento. En apoyo a lo anterior transcribo las siguientes jurisprudencias que a la letra dicen:- “…FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JURISPRUDENCIALES, DEBEN ANALIZARSE A LA LUZ DE LOS ARTÍCULO 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, RESPECTIVAMENTE…”.- “…FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL ASPECTO FORMAL DE LA GARANTÍA Y SU FINALIDAD SE TRADUCEN EN EXPLICAR, JUSTIFICAR, POSIBILITAR LA DENFESA Y COMUNICAR LA DECISIÓN…”.- “…FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. LA DIFERENCIA ENTRE LA FALTA Y LA INDEBIDA SATISFACCIÓN DE AMBOS REQUISITOS CONSTITUCIONALES TRASCIENDE AL ORDEN EN QUE DEBEN ESTUDIARSE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN Y A LOS EFECTOS DEL FALLO PROTECTOR…”.- Así pues, para mayor entendimiento es importante dejar claro que los títulos de crédito tienen una función jurídica y una función económica inseparable, los títulos de crédito sirven fundamentalmente para documentar tales créditos, los cuales pueden ser considerados bajo tres aspectos:- a. Como actos de comercio.- b. Como cosas mercantiles.- c. Como documentos.- De lo anterior plenamente se aprecia que el título de crédito se presenta de modo tal, que el titular del mismo ejercita el derecho allí expresado, en forma independiente de la o las relaciones de causa efecto que hayan podido originar las relaciones que pudieron mediar entre sus precedentes poseedores y el deudor.- Sus principales expositores, los juristas Kuntze y Cosack sostienen que la mera suscripción del título de crédito con base en la firma de quien lo extiende es argumento suficiente para establecer la existencia del derecho contenido en el titulo sin tener que averiguar cuál haya sido el negocio, acto o contrato que pudo originarlo y sin atender a la validez o invalidez de la causa generadora de la obligación; porque se afirma, ha sido creado ya un valor económico, y si un tercero lo que lleva a adquirir, la mera apropiación de ese valor constituye la esencia de la obligación del signatario.- Establece el artículo 1194 del Código de Comercio en vigor, es del tenor literal siguiente: “El que afirma está obligado a probar y, en consecuencia, el actor debe probar los elementos o hechos constitutivos de la acción que ejercito y el reo sus excepciones”. En términos del precepto indicado, debe decirse que los demandados estaban obligados a demostrar sus excepciones, es decir que los pagarés base de la acción fueron suscritos exclusivamente como garantía colaretal del pago respecto de la obligación consignada en las facturas que anexaron a su escrito de contestación de demanda, cosa que no hicieron, pues de la lectura de las facturas y de los pagarés base de la acción ejercitada, así como las pruebas ofrecidas por las partes (mismas que fueron valoradas de manera ilegal por el Juzgador), se advierte que no existe relación alguna

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entre éstos.- En este orden de ideas, debe decirse que de ninguna manera puede presumirse relación de ningún tipo entre los títulos de crédito base de la acción y las facturas, en primer término por que los pagarés no constituyen una consecuencia ordinaria de la obligación consignada en las susodichas facturas y, en segundo lugar porque en ningún apartado de las facturas se estableció que las facturas serían documentados mediante la suscripción de pagarés, ni la procedencia de los mismos, así mismo en el cuerpo de los mismos pagarés jamás se anotó la procedencia de los mismos, denotando con ello que fidedignamente y contrario a lo resuelto el A-quo los pagarés base de la acción si presentan una obligación incondicional y autónoma de pago a cargo de los demandados.- En efecto, el artículo 1° de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito establece que los títulos de crédito son cosas mercantiles, es decir se caracterizan por incorporar derechos que circulan con los propios títulos como elementos de ellos, pero también los títulos de crédito son documentos de carácter constitutivo, en virtud de que son estrictamente necesarios para el nacimiento o constitución del derecho literal que en los mismos se consignan, tal y como lo establece el artículo 5° de dicha ley, de manera que dichos títulos son indispensables para demostrar el derecho que por medio de ellos fue creado, ya que es posible probar la relación cambiaria incorporada en el título si o es mediante su exhibición. Ha establecido la Suprema Corte de Justicia de la Nación en innumerables ocasiones que la tenencia material del documento conlleva y da lugar al ejercicio del derecho que en el mismo se consigna y ello basta para tener por acreditada la acción. A mayor abundamiento, es oportuno traer a colación la siguiente ejecutoria dictada por el Máximo Tribunal y visible en la página 115 del Apéndice número 3 de la Jurisprudencia Mercantil Mejicana de Marco Antonio Tellez Ulloa, la que es del tenor literal siguiente:- “809. TITULOS EJECUTIVOS…”.- Por otra parte, cabe hacer notar que los demandados reconocieron haber firmado los pagarés base de la acción tanto al contestar la demanda como en el desahogo de la prueba confesional y declaración de parte a su cargo, transgrediendo el Juzgador su totalidad los artículos 1194 del Código de Comercio, 1° y 5° de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en relación directa con la Jurisprudencia que a la letra dice:- “…TITULO DE CREDITO, NO DESNATURALIZA SU CARÁCTER DE, LA EXCEPCION PERSONAL RELATIVA A QUE FUE SUSCRITO EL DOCUMENTO EN GARANTÍA DE UN ADEUDO, SI EL DEUDOR NO PROBO QUE CUMPLIO CON SU OBLIGACION…”.- En este contexto, la parte actora está obligada a demostrar la existencia del crédito que reclama y el incumplimiento en el pago incurrido por el deudor, extremos que debidamente fueron justificados en el presente procedimiento, contrario a lo que ilegalmente resolvió el A-quo en la resolución en pugna. En efecto:- SEGUNDO.- El PRIMER AGRAVIO recae en la ilegal apreciación y valoración que el A-quo le otorgó a la prueba CONFESIONAL JUDICIAL PROVOCADA a cargo del representante legal o apoderado jurídico de ********** desahogada en audiencia de fecha catorce (14) de agosto del año en curso, violentando los artículos 14, 16 y 17 de Nuestra Carta Magna, el artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación supletoria al Código de Comercio, en relación directa con los artículos 1211, 1212, 1213, 1214, 1215, 1216, 1217, 1287, 1288, 1289, 1290 y demás relativos al Código de Comercio.- En primer término es preciso destacar que el Juzgador responsable de una forma por demás dolosa y evidenciado su falta de probidad, igualdad y equidad entre las partes, únicamente transcribió parte de las posiciones absueltas por la representante de mi mandante, es

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decir únicamente se limitó a tomar un pequeño extracto de las respuestas emitidas por mi poderdante omitiendo el resto de su contenido, a su vez excluyente la transcripción real de las posiciones, que contrario a lo resuelto por la autoridad responsable ningún beneficio le depararon a la parte demandada, evidenciando con ello que el único propósito de la autoridad fue el favorecer a la parte demandada.- Para mayor entendimiento, mediante un cuadro comparativo, transcribo lo emitido por el Juzgador en la sentencia en pugna y el desahogo de la prueba confesional en audiencia de fecha catorce (14) de agosto del año en curso que se reproduce a la letra:

TRANSCRIPCION A-QUO "ERRONEA"

RESPUESTAS EMITIDAS EN AUDIENCIA DE FECHA 14 DE AGOSTO DEL 2014. "RESPUESTAS REALES"

A LA UNO.- que ********** mantenía una relación comercial (proveedor-cliente) con la empresa **********

A LA DOS.- que como requisito de dicha relación comercial ********** requería de la suscripción de títulos de crédito de los denominados pagaré

A LA TRES.- que se requirió de pago a **********, el día dieciocho de octubre de dos mil trece

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA CUATRO.- Que no es cierto (PREGUNTA): Que el origen de los pagarés ahora base de la acción lo son las facturas números A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********. A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO SE FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA CINCO: Que no es cierto. (PREGUNTA): ¿Qué dichas facturas se encuentran liquidadas en su totalidad?

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A LA SEIS.- que dicho requerimiento lo fue del saldo vencido que mantenía la empresa ********** para con su representada hasta el dieciocho de octubre de dos mil trece. EL JUEZ DE MANERA ARBITRARIA AFIRMA QUE EL SALDO VENCIDO ERA HASTA EL DIA 18 DE OCTUBRE DEL 2013, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO RECORDABA LA FECHA.

A LA SEIS: Que si es cierto aclarando que no recuerdo la fecha exacta (PREGUNTA): ¿Qué su presentada requirió de pago a la empresa ********** el día ********** del año 2013?

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA SIETE: Que si es cierto, aclarando que eran facturas comerciales nada mas. (PREGUNTA): ¿Qué dicho requerimiento lo fue del saldo vencido que mantenía la empresa ********** para con su representada hasta el día ********** del año 2013.

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA OCHO: Que no es cierto. (PREGUNTA) ¿Qué su representada la persona moral denominada ********** no ha tenido ninguna otra relación comercial para con la empresa **********, que la venta a su favor de **********?

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA NUEVE: Que no es cierto. (PREGUNTA): ¿Qué su representada la persona moral denominada ********** solicito la suscripción de los documentos base de la acción por parte de la empresa ********** totalmente en blanco?

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA DIEZ: Que no es cierto. (PREGUNTA): ¿Qué su representada la persona moral denominada **********. solicito la suscripción de los documentos base de la acción por parte de ********** totalmente en blanco?

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA ONCE: Que no es cierto. (PREGUNTA): Que los títulos de crédito base de la acción se llenaron con posterioridad a las fechas de suscripción?

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A LA DOCE.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho uno, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma arrojan las facturas A-********** y A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA DOCE: Que es cierto, aclarando que no tienen nada que ver, que es mera coincidencia.

A LA TRECE.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que hace referencia en el hecho dos, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja a la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFRIMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA TRECE.- Que si es cierto aclarando que no tienen nada que ver, que es mera coincidencia.

A LA CATORCE: que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho tres, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AGFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA CATORCE.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver, que es mera coincidencia.

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A LA QUINCE: que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho cuatro, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja las facturas A-********** y A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA QUINCE.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver, que es mera coincidencia.

A LA DIECISEIS.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho cinco, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********, A-********** y A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA QUINCE.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver, que es mera coincidencia.

A LA DIECISIETE.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho seis, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA DIECISIETE.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

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A LA DIECIOCHO.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho siete, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA DIECIOCHO.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

A LA DIECINUEVE.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho ocho, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA DIECINUEVE.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

A LA VEINTE.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho nueve, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA VEINTE.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver, que es mera coincidencia.

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO SE FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA VEINTIUNO.- Que no es cierto, (PREGUNTA): ¿Qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que hace referencia el hecho diez del escrito inicial

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de demanda, nunca se ha adeudado?

A LA VEINTIDOS.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho once, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA VEINTIDOS.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

A LA VEINTIRES.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en doce y trece, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA VEINTITRES.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

A LA VEINTICUATRO.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho catorce, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA VEINTICUATRO.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

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A LA VEINTICINCO.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho quince y diciséis, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA VEINTICINCO.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

A LA VEINTISEIS.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho diecisiete, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA VEINTISEIS.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

A LA VEINTISIETE.- que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho dieciocho, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********. EL JUEZ DE MANERA DOLOSA Y ARBITRARIA AFIRMA QUE ES EXACTAMENTE LA MISMA CANTIDAD, CUANDO LO CIERTO ES QUE LA ABSOLVENTE AFIRMO QUE NO TIENEN NADA QUE VER QUE ES MERA COINCIDENCIA.

A LA VEINTISIETE.- Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver uno con el otro.

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A

A LA VEINTIOCHO.- Que no es cierto, (PREGUNTA): ¿Qué la cantidad establecida en el documento base de la

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LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

acción a que hace referencia el hecho diecinueve del escrito inicial de demanda, nunca se ha adeudado?

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA VEINTINUEVE.- Que no es cierto, (PREGUNTA): ¿Qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que hace referencia el hecho veinte del escrito inicial de demanda, nunca se ha adeudado?

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA TREINTA.- Que no es cierto, (PREGUNTA): ¿Qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que hace referencia el hecho veintiuno del escrito inicial de demanda, nunca se ha adeudado?

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA TREINTA Y UNO.- Que no es cierto, (PREGUNTA): ¿Qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que hace referencia el hecho veintidós del escrito inicial de demanda, nunca se ha adeudado?

JUEZ OMITE HACER MENCION DE ESTA RESPUESTA EN VIRTUD DE QUE NO ES FAVORABLE A LA PRETENSIÓN DEL DEMANDADO.

A LA TREINTA Y DOS.- Que no es cierto, (PREGUNTA): ¿Qué a la fecha la empresa ********** no adeuda cantidad alguna a favor de su representada?

A LA TREINTA Y TRES.- Y que su representada ********** no ha efectuado préstamos en efectivo a la empresa ********** UNICA RESPUESTA QUE TRANSCRIBO EL JUEZ CONFORME A DERECHO

ALA TREINTA Y TRES.- Que no es cierto.

Del anterior cuadro comparativo, mediante el cual se efectúa la confrontación de las aseveraciones vertidas por el Juzgador y las respuestas reales emitidas por la representante de la parte actora, fehacientemente se acredita la violación del artículo 1228 de la Legislación Mercantil en relación directa con los derechos fundamentales contenidos en nuestra Carta magna, ya que lo cierto es que si del estudio de las respuestas dadas a las posiciones articuladas al absolvente en una confesional, ofrecida en un juicio ejecutivo mercantil, se advierte que éste contestó afirmativamente, pero, en seguida haciendo uso del derecho que le otorga el numeral 1228 del Código de Comercio, agregó las explicaciones que creyó convenientes al caso, tal forma de manifestarse constriñe al juzgador a realizar el estudio conexo e integral de las repuestas para dilucidar con exactitud los hechos que involucre cada una, y no contratarse simplemente a tomar en cuenta en

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perjuicio del absolvente la afirmación contenida en la primea parte de cada respuesta.- En este contexto, el juzgador transgredió en su totalidad el numeral en cita, ya que el A-quo de manera imparcial se limitó a tomar en cuenta en perjuicio de la absolvente la afirmación contenida en la primera parte de cada respuesta, evidenciando con ello el dolo y la inequidad en su resolver. En apoyo a lo antes citado transcribo la tesis que a la letra dice: “…PRUEBA CONFESIONAL. SU EXAMEN EN EL JUICIO MERCANTIL…”.- Siguiendo con las indudables irregularidades, es preciso destacar las anomalías en las que siguió incurriendo el Juzgador responsable, ya que este al concederle pleno valor probatorio a la confesional, violento los derechos fundamentales de mi mandante, en virtud de que el A-quo de manera ilegal consideró lo que a la letra dice: “…que quedó debidamente acreditada la relación comercial entre las partes así como las cantidades asentadas en los documentos base de la acción, coincides con las facturas exhibidas por la parte demandada…”.- En primer término, es preciso destacar que la relación comercial que existe entre mi endosante y la parte demandada jamás ha estado en pugna (ya que desde el escrito de desahogo de vista contestación de demanda y de la propia confesional vertida por mi mandante), se desprende dicha relación comercial, más sin embargo el punto crítico lo es el hecho de que el Juzgador asevera que las cantidades asentadas en los documentos base de la acción coinciden con las facturas exhibidas por la parte demandada, afirmación que es completamente errónea y basada en suposiciones que no resultaron verdaderas, ya que su conclusión resulta ineficaz para obtener la absolución de la parte demandada, en virtud de que como se dijo en ulteriores líneas el juzgador basó su resolver en una prueba confesional que contrario a lo aseverado por éste ningún beneficio le acarreó a la parte demandada, ya que la autoridad responsable solo se concretó a tomar en cuenta en perjuicio del absolvente la afirmación contenida en la primera parte de cada respuesta y no el resto; lo cual conlleva a afirmar que su resolución fue basada en conjeturas, que si bien es cierto nuestra Suprema Corte ha establecido jurisprudencia firma en el sentido de que las autoridades judiciales son soberanas en la apreciación de la prueba de indicios, salvo que dejen de observar las reglas del procedimiento, es decir que el procedimiento de la autoridad se aparte de la lógica, y que en vez de la presunción se incurra en la simple conjetura, lo cual evidentemente en el caso concreto aconteció, ya que el A-quo deliberadamente emitió una sentencia carente de motivación, ya que en ningún apartado obra las circunstancias para la emisión del acto, violentando en su totalidad los artículos 1211, 1212, 1213, 1214, 1215, 1216, 1217, 1287, 1288, 1289 y 1290 del Código de Comercio en relación directa con el principio de congruencia que es la concordancia legal y lógica entre lo solicitado por las partes y lo resuelto por el Juzgador, y principio de legalidad, que tiene por objeto que el Juzgador no las dicte en forma arbitraria, sino ajustadas al ordenamiento legal, situación que fue completamente transgredida por la Autoridad, ya que este solo se limitó a afirmar “…que quedó debidamente acreditada la relación comercial entre las partes así como las cantidades asentadas en los documentos base de la acción, coincides con las facturas exhibidas por la parte demandada…”, más sin embargo dicha connotación no se encuentra debidamente motivada y mucho menos fundamentada, dejando a mi mandante en total estado de indefensión, por el exceso de poder en el que incurrió el A-quo. Para consolidar lo anterior transcribo la Jurisprudencia y tesis que se reproducen a la letra:-“…SENTENCIAS, SU CONGRUENCIA…”…-

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“…SENTENCIAS EN MATERIA CIVIL. EL ANÁLISIS DIRECTO DE SU CONSTITUCIONALIDAD SE DEBE REALIZAR ÚNICAMENTE A TRAVÉS DE LAS GARANTÍAS ESTABLECIDAS EN LOS ARTÍCULOS 14, 16 Y 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS…”.- Para finalizar este agravio, es preciso destacar que los títulos de crédito no tienen como única finalidad de préstamo de dinero como lo pretende hacer creer el A-quo con su ilegal resolución, ya que lo cierto es que pues se pierde de vista que un título de crédito no tiene como única función fungir como un instrumento de préstamo a mediano o corto plazo, pues tiene entre otras funciones: transportar y almacenar el dinero; agilizar el pago de obligaciones líquidas, facilitar la transferencia de fondos, fungir como un instrumento de garantía del pago de un servicio o de un bien, de cualquier manera indefectiblemente habrá un acto jurídico con el cual se encuentre vinculado. Dada la naturaleza de prueba pre constituida que tiene un título de crédito, de consignarse en él el alcance y medida del derecho y la obligación, el titular del documento no requiere probar la relación jurídica subyacente que haya dado origen al pagaré. No obstante, esa relación puede ser invocada por el deudor, como excepción a la acción de pago (EXCEPCION QUE JAMAS FUE ACREDITADA). En efecto, lo anterior es así puesto que en autos no está acreditado que los documentos fueran suscritos en garantía, y aun suponiendo sin conceder que hubieran sido suscritos en garantía de pago junto con elaboración de las facturas, esto no es óbice para que los títulos pierdan su carácter ejecutivo, en efecto, pues la empresa demandada pasa por alto que la eficacia ejecutiva de un pagaré depende de que reúna los requisitos exigidos por los artículos 14 y 170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, por lo que ninguna trascendencia reviste, su argumento en donde involucra situaciones ajenas a la causa que dio origen a la obligación cambiaria, como lo es el hecho de que haber sido suscrito en garantía de unas facturas.- Sobre el propio particular, que los documentos base de la acción se hubieran suscrito en garantía de pago como lo manifiesta la demandada, dicha circunstancia, por si misma, resulta insuficiente para que el A Quo en forma errónea dicte la sentencia que hoy se impugna, puesto que a pesar que existiera una relación causal entre los mismos, y al margen de cualquier otra consideración al respecto, debe apuntarse, que la vinculación o desvinculación de un título de crédito de la causa que le dio origen, lo único que puede dar lugar, es a que se le califique de causal o abstracto, pero no es un elemento que afecta su autonomía, toda vez que este principio implica la existencia de un derecho originario desvinculado de la posición jurídica de los anteriores tenedores, en la que el tenedor regular de buena fe es inmune a las excepciones personales oponibles a los anteriores poseedores.- Así las cosas, la abstracción no depende de que el titulo se haya dado en garantía, sino de la existencia o inexistencia de un vínculo con la relación causal, que se presenta cuando se hace mención de la misma en el documento, y esa causa tiene incidencia en la vida del título; es decir, la abstracción de un título de crédito significa que éste se desliga del negocio que le dio origen, a menos que la causa de su emisión trascienda a la eficacia del documento (lo que no acontece en el caso), ya sea porque se mencione en el propio texto del título, o porque su cumplimiento se subordine a la causa, la cual a su vez queda modificada por la incidencia que ejerza el negocio que le sirva de base, de manera que el tenedor quede sujeto a excepciones ex causa; consecuentemente, la causa por la que se

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otorgó el documento cambiario es relevante en relación con las excepciones causales oponibles, sin desvirtuar su naturaleza de título de crédito.- A manera de conclusión debe analizarse que la vinculación con la causa es un problema que atañe a la abstracción de los títulos de crédito, y por lo mismo, que se hubiere otorgado en garantía para el pago de unas facturas, en la medida de que, como se ha dicho, y para mayor claridad se reitera, la abstracción no depende de que el título se haya dado en garantía, sino de la existencia o inexistencia de un vínculo con la relación causal, la cual se presenta cuando se hace mención de dicha relación en el documento y esa causa tiene incidencia en la vida del título, es decir, la causa por la que se otorgó el título tiene relevancia en relación con las excepciones causales oponibles, pero no influye en su naturaleza.- Por tanto, el juez de la causa trasgrede con su actuar la naturaleza autónoma de los títulos exhibidos como base de la acción, puesto que, conforme al artículo 5º., en relación con el 170 de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, el pagaré es un título de crédito que autoriza al portador legítimo para ejercitar el derecho literal y autónomo que en él se consigna, es evidente que el mismo está desvinculado de la causa que lo originó, y así si el deudor reconoce la suscripción y firma del documento, está obligado a su pago una vez que el tenedor legítimo lo exhiba para su cobro. Cobra aplicación al caso concreto la jurisprudencia por contradicción de tesis de número 19/2000, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y que en su literalidad dispone:- “…TÍTULO DE CRÉDITO OTORGADO EN GARANTÍA. PUEDE DAR LUGAR A QUE SE LE CALIFIQUE DE ABSTRACTO PERO NO ES UN ELEMENTO QUE AFECTE SU AUTONOMÍA.- Siguiendo en este orden de ideas, suponiendo sin conceder que los pagarés hubiesen sido firmados como garantía (aclarando que en todo momento se ha negado que haya sido de esa manera, reiterando que son dos actos distintos, nacidos de distintas obligaciones), y que las facturas que la parte demandada exhibió en su escrito inicial de demanda en ningún momento se desconocieron (tan es así que se exhibieron como medio de prueba (mismas que el Juzgador omitió valorarlas) copias certificadas del expediente número ********** ante el Juzgado Primero de Primera Instancia en Materia Mercantil de este Distrito Judicial en donde se mencionaba que ********** tiene adeudo diverso con mi mandante respecto de una serie de facturas), dado lo anterior fehacientemente se acredita que lo cierto es que la parte demandada al haber suscrito los títulos de crédito de los denominados pagaré es evidente que aceptaron la promesa incondicional de pago que conllevan los pagarés, circunstancia más que suficiente para que fuera procedente la acción ejecutiva mercantil que promovió la empresa a la que represento, desprendiéndose con lo anterior que la parte contraria se pretende aprovechar de tal circunstancia haciendo creer a este H. juzgador que los pagarés fueron firmados en garantía, cuando tal suceso en ningún momento aconteció, y que de las pruebas vertidas por la propia parte demandada ningún beneficio le acarrearon, contrario a lo resuelto por la autoridad responsable. En apoyo a lo antes citado transcribo la tesis que a la letra dice:- “…FALSEDAD IDEOLÓGICA DEL TÍTULO DE CRÉDITO POR FALTA DE ENTREGA DEL DINERO. EL DEUDOR DEBE DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE LA RELACIÓN JURÍDICA, PARA TENER POR DEMOSTRADA ESA EXCEPCIÓN…”.- De una interpretación correcta del precepto en cita se infiere que los títulos de crédito son autónomos e independientes de la relación causal que les da origen; y si como en el caso, se pretende acreditar que se efectuaron pagos a los pagarés (mediante las facturas), que

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se exhibieron como documentos fundatorios de la acción, aun cuando no se hayan hecho constar dichos pagos en los documentos respectivos, a quien afirma haber realizado tales pagos, corresponde la carga de probar que los efectuó.- Del análisis de los documentos antes detallados, si bien se desprende la existencia de una relación comercial entre las partes en el juicio de origen no se advierte que a través de los mismos se hayan garantizado el pago de las facturas (ya que son adeudos completamente distintos), pues no existe en ninguno de estos documentos (facturas) el dato de que se hayan otorgado en garantía del adeudo que se le reclama; por tanto, si bien la autonomía de los títulos de crédito puede admitir prueba en contrario, lo cierto es que con los mismos no se acreditan los pagos a los pagarés fundatorios de la acción como se dice en sus conceptos de violación que se analizan, motivo por el cual las excepciones vertidas por la contraria resultan infundados.- Así pues, si se demandó en la vía EJECUTIVA MERCANTIL el pago de cierta cantidad fundando tal pretensión en unos pagarés, y el demandado opuso como excepción que la actora recibió ese documento en garantía del adeudo consignado en facturas, la parte demandada obligatoriamente debió haber acreditado que los documentos fueron suscritos en garantía de su adeudo, conforme al artículo 5º. de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que prescribe que son títulos de crédito los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna, no tiene el alcance de desvirtuar la naturaleza del documento base de la acción, sino en su caso, para que fuera procedente su excepción, debió probar que no debía la cantidad que se le reclamó, o bien que lo que se le demandó, no representaba el adeudo que tenía con la actora, por la liquidación efectuada, lo cual en la especie jamás fue acreditado, reiterando el artículo 1391, fracción IV, del Código de Comercio, que estatuye que: “el procedimiento ejecutivo mercantil tiene lugar, cuando la demandada se funda en documento que traiga aparejada ejecución, y la traen las letras de cambio, libranzas, vales, pagarés y demás efectos de comercio, en los términos que disponen los artículos relativos del código en cita.”, así como la tesis contemplada a páginas 1173 y 1174 “…TITULOS EJECUTIVOS, EXCEPCIONES CONTRA LA ACCION DERIVADA DE LOS. CARGA DE LA PRUEBA…”.- En apoyo a lo antes citado transcribo la Jurisprudencia y tesis que a la letra dice:- “TÍTULO DE CRÉDITO OTORGADO EN GARANTÍA, PUEDE DAR LUGAR A QUE SE LE CALIFIQUE DE ABSTRACTO PERO NO ES UN ELEMENTO QUE AFECTE SU AUTONOMÍA…”.- Con lo anteriormente manifestado, sin lugar a dudas, se evidencia la ligereza en el proceder del Juzgador y la inequidad en la que nos encontramos en el caso que acontece, violentando en su totalidad el principio de equidad de las partes, los numerales antes citados en relación directa con los artículos 14, 16 y 17 de nuestra Carta Magna; para consolidar lo anterior reproduzco la jurisprudencia que a la letra dice:-“…ACCESO A LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA. LAS GARANTÍAS Y MECANISMOS CONTENIDOS EN LOS ARTÍCUILOS 8, NUMERAL 1 Y 25 DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS, TENDIENTES A HACER EFECTIVA SU PROTECCIÓN, SUBYACEN EN EL DERECHO FUNDAMENTAL PREVISTO EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS…”.- TERCERO.- El SEGUNDO AGRAVIO estriba en la ilegal valoración de la prueba TESTIMONIAL SINGULAR CONSISTENTE EN EL TESTIMONIO RENDIDO POR LOS TESTIGOS ********** Y **********, probanza que fue desahogada en audiencia de fecha ocho (8) de julio del año dos mil catorce (2014),

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violentando flagrantemente el artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria al Código de Comercio, los artículos 14, 16 y 17 de nuestra Constitución en relación directa con los artículos 1261, 1262, 1263, 1264, 1265, 1302, 1303, 1304 y demás relativos y aplicables a nuestra Legislación Mercantil.- En primer término hay que destacar que la regla general de valoración de la prueba testimonial consiste en que el Juez lo hará a su arbitrio, es decir, una libre valoración, pero posteriormente se le dan ciertos lineamientos que hacen más bien de un sistema mixto. Aún bajo el arbitrio del Juez, este podrá darle pleno valor probatorio cuando concurran los siguientes requisitos: 1) Que hayan comparecido por lo menos dos testigos; 2) que sean mayores de edad de toda excepción, es decir, que su dicho no esté viciado por la relación que tengan con las partes, como de parentesco, de negocio, laboral, amistad o enemistad o un interés directo con el litigio, dicha relación repercute para el valor probatorio de su declaración; 3) Que la declaración de ambos testigos sea uniforme, es decir que coincidan en la sustancia de los hechos sobre los que están declarando, pero además se de esa coincidencia en las cuestiones accidentales.- 4) El Código de Comercio habla de que los testigos declaren de ciencia cierta, precisándose que se dará cuando el testigo haya presenciado o visto directamente los hechos. 5) Que la razón de su dicho sea fundada, entendiendo por ello, el que la explicación del testigo contenga información necesaria para presumir que el porqué lo sabe lo que declaró, efectivamente proporcione certidumbre de que así será y no que, por ejemplo después de que le testigo proporcione detalles de su acontecimiento o acto realizado entre las partes diga lo que sabe solamente por que los conoce.- Jaime Azula Camacho expone que los requisitos de eficacia son: a) Que el testigo de la razón de su dicho.- b) Que no existan contradicciones.- c) Que sea conducente.- Reitero el Código de Comercio concede la libertad de valoración de la prueba testimonial al Juez, aún con las prescripciones necesarias de cubrir para darle valor pleno. Ahora bien, además de esas prescripciones, en el artículo 1303 del ordenamiento en cita, se limita el arbitrio del Juez, ordenándole que tome en consideración las siguientes circunstancias: 1. El resultado del incidente de tachas que, en su caso, se haya promovido.- 2. La capacidad del testigo para juzgar el acto, de acuerdo a la edad o instrucción, aspecto que llama la atención, dado que el testigo no debe juzgar o emitir juicios de valor respecto de los hechos, sino solamente exponerlos tal cual como los conoció por haberlos visto, presenciado o escuchado.- 3. La imparcialidad del testigo, atendiendo a su probidad independencia y antecedentes personales.- 4. Las características del hecho sobre el cual ha declarado el testigo, así como la forma en que el testigo lo conoce.- 5. La claridad y precisión de la declaración, de tal manera que no haya dudas ni reticencias sobre el hecho y sus circunstancias.- 6. La forma de obtener el testimonio, la que debe de estar libre de cualquier fuerza, miedo, engaños, errores o sobornos.- Se insiste que para darle valor probatorio pleno a la prueba testimonial, entre otros requisitos, es necesario contar con el testimonio de por lo menos dos personas, pero cuando la prueba confronta solamente el testimonio de un solo sujeto, NO ES POSIBLE DARLE VALOR PROBATORIO PLENO, al menos que ambas partes hayan convenido en aceptar o pasar sobre el dicho del testigo, según lo prescribe el artículo 1304 del Código de Comercio.- Reitero, no se puede asignar valor convictivo al testimonio de una sola persona en juicio mercantil, ya que los artículos 1302 y 1304 del Código de Comercio exigen que para tener por demostrada los hechos sobre los que versa la prueba

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testimonial deben concurrir cuando menos las declaraciones de dos testigos con características personales que el propio precepto refiere, y un testimonio singular no es bastante para tener por acreditadas las circunstancias de mérito, excepto en el caso a que se refiere el diverso artículo 1304 del mismo cuerpo legal, fundamento legal que fue completamente transgredido, ya que ambas partes jamás convinieron en pasar por su dicho. En apoyo a lo antes citado transcribo tesis:- “…TESTIGO SINGULAR EN JUICIOS MERCANTILES, CARECE DE VALOR PROBATORIO SU DECLARACION SI NO SE ENCUENTRA EN ALGUNO DE LOS CASOS DE EXCEPCION PREVISTOS POR LA LEY…” .- De lo antes citado, se desprende que la autoridad responsable de una manera ilegal el otorgó pleno valor probatorio a la prueba testimonial singular, lo cual es completamente violatorio al artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria al Código de Comercio, los artículos 14, 16 y 17 de nuestra Constitución en relación directa con los artículos 1261, 1262, 1263, 1264, 1265, 1302, 1303, 1304 y demás relativos y aplicables a nuestra Legislación Mercantil, ya que el Juzgador jamás estudio de manera legal la forma de llevar a cabo la valoración de este tipo de prueba.- Siguiendo con las anomalías en las que incurrió el juzgador al momento de valor la prueba testimonial, es preciso destacar que el juez de origen pasó por alto que en el escrito de contestación de demanda y ofrecimiento de pruebas vertida por la contraria, la parte demandada en los incisos K) y L) del capítulo de pruebas al momento de ofrecer la prueba TESTIMONIAL A CARGO DE ********** Y ********** BAJO PROTESTA DE DECIR VERDADA MANIFESTO LO SIGUIENTE: “… y quien bajo protesta de decir verdad manifesto que no se encuentra bajo mi control, por lo que solicito sea citado por conducto del C. Actuario adscrito a este H. Juzgado para que comparezca a contestar las preguntas que se le formulen en el acto mismo de la diligencia…”.- Mientras que en audiencia de desahogo de pruebas testimoniales llevada a cabo el día ocho (08) de julio del año dos mil catorce (2014), los testigos en cuanto a las tachas de ley respondieron lo que a la letra dice:-- **********: “…manifiesta que es empleado de **********….”.- “…en cuanto a las tachas de ley que tuve conocimiento de esta audiencia por mi jefe el Ingeniero **********, A LA DOS.- que si le informo de que se trataba.- A LA TRES.- que a raíz del adeudo que tenía con **********, que había surgido un problema y si podía comparecer como testigo…”.- **********:- “…que trabaja para **********…”.- “…en cuanto a las tachas de ley, que tuve conocimiento de esta audiencia por la notificación del juzgado; A LA SIGUIENTE.- Llego a ********** no me acuerdo de la fecha de la notificación…”.- De lo anterior, fehacientemente se puede apreciar que los testigos tienen interés directo en el asunto, ya que si la parte demandada al momento del ofrecimiento BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD AFIRMO A ESTE JUZGADOR NO TENERLOS BAJO SU COTNROL, y por la otra parte los testigos en las tachas de ley AFIRMARON POR UNA PARTE QUE SU JEFE LE DIJO Y LA OTRA QUE POR MEDIO DE NOTIFICACION SE ENTERO DE LA CELEBRACION DE LA AUDIENCIA DEL DESAHOGO DE LAS PRUEBAS (notificación que jamás fue efectuada por ningún funcionario de del Juzgado tal y como se acredita con todas y cada una de las actuaciones que se encuentran debidamente foliadas y glosadas), de los antes expuesto indudablemente se comprobó que con las declaraciones de éstos se desprende que se encuentran ligadas las partes en cuestión laboral, y que los testigos indiscutiblemente tienen interés directo de que la parte demandada obtenga beneficio por sus declaraciones vertidas, por lo que incuestionablemente se trata de

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mendicidad en los testigos, situación que la autoridad por demás dolosa pasó por alto, evidenciando reiteradamente la imparcialidad en la que ha incurrido a la largo de su resolución, violentando flagrantemente el artículo 1310 de nuestra legislación mercantil.- CUARTO.- El TERCER AGRAVIO consiste en la prueba DOCUMENTAL PRIVADA consistente en copias simples de los correos electrónicos de fechas ********** y **********, adminiculada con la TESTIMONIAL SINGULAR A CARGO DE LOS SEÑORES ********** Y **********, misma que violenta flagrantemente el artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria al Código de Comercio en relación directa con los artículos 14, 16 y 17 de nuestra Constitución.- Dicha prueba al igual que las anteriores fue valorada de manera ilegal, en primer término, para que esta pudiese tomarse en cuenta obligatoriamente la declaración de los testigos debió de haber coincidido en la sustancia de los hechos sobre los que están declarando, pero además se de esa coincidencia en las cuestiones accidentales, lo cual en la especie jamás aconteció, ya que entre los correos y lo emitido por los testigos no existe coincidencia; y a su vez dicha documental la parte demandada la vinculo con la TESTIMONIAL ADMINICULADA CON RATIFICACION DE CONTENIDO ELECTRONICO A CARGO DE ********** prueba que la contraparte en su perjuicio se desistió en audiencia celebrada el día (veinticinco (25) de septiembre del año en curso y no con la TESTIMONIAL SINGULAR A CARGO DE LOS SEÑORES ********** Y **********.- QUINTO.- El CUARTO AGRAVIO, consiste en la ilegal valoración de la PRUEBA TRASLADADA CONSISTENTE EN COPIA CERTIFICADA DE LOS MEDIOS PREPARATORIOS DE JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL **********, transgrediendo el artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles en relación con los artículos 14, 16 y 17 de nuestra Carta Magna.- En primer término es preciso destacar que el Juzgador responsable de una forma por demás dolosa y evidenciado su falta de probidad, igualdad y equidad entre las partes le tomo valor probatorio a unos medios preparatorios en los cuales la parte demandada negó que el adeudo por los tratos comerciales asciende a la cantidad de $********** y que desde el mes de mayo de dos mil trece haya dejado de cumplir con sus obligaciones de pago contraídas con ********** lo cual es aberrante, ya que si bien es cierto la parte demandada motu proprio en su en el tercer párrafo del inciso AL 24 de su contestación de demanda AFIRMÓ, lo que a la letra dice: “…sino que el único saldo pendiente era por la cantidad de $********** (********** PESOS 00/100 M.N.), derivadas de las facturas antes mencionadas y no de los títulos de crédito…” y a su vez el propio demandada ofreció la PRUEBA SINGULAR TESTIMONIAL A CARGO DE ********** para efecto de corroborar lo anterior, misma que en el desahogo de dicha prueba confirmó lo anterior, y que contestó en la pregunta EN RELACION A LA NUEVE.- que se que es la cantidad de $**********…”.- En apoyo a lo antes citado transcribo la siguiente tesis: “…CONFESION JUDICIAL EN MATERIA MERCANTIL NO RECTIFICADA DURANTE EL JUICIO, VALOR INDICIARIO DE LA…”.- Lo antes citado, pone al descubierto la ligereza en el proceder del Juzgador, denotando con ello la falta de credibilidad del A-quo, violentando en su totalidad los principios de congruencia y exhaustividad en las sentencias en relación directa con el artículo 1324 de la legislación mercantil, ya que este únicamente se limitó a valorar pequeños extractos, más sin embargo omite hacer un estudio integral, ya que basa su resolución omitiendo y añadiendo cuestiones no hechas valer, omitiendo expresar las consideraciones contraídas entre sí lo cual denota fehacientemente la violación de los preceptos legal de reclamados, con el único

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ánimo de dejar en estado de indefensión a mi mandante. Para robustecer lo anterior reproduzco la Jurisprudencia que dice: “…CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN SENTENCIAS DICTADAS EN AMPARO CONTRA LEYES. ALCANCE DE ESTOS PRINCIPIOS…”.- De lo anterior se desprende que el A-quo con sus injustificables apreciaciones y valoraciones de las pruebas vertidas por la contraria, ha incurrido en innumerables anomalías con el único fin de favorecer a la parte demandada al efectuar una aterradora valoración de las pruebas, con el único fin de perjudicas a mi mandante.- Máxime lo anterior, y para efecto de evidenciar la usía y falsedad en el resolver de la autoridad responsable, y desvirtuar por completo su ilegal resolución, desde este momento exhibo copias certificadas de la totalidad de las actuaciones realizadas dentro del Juicio ORDINARIO MERCANTIL bajo el expediente número ********** promovido por mi mandante en contra de ********** (mismo que fue ofrecido como prueba, más sin embargo en ese momento solamente se contaba con el escrito de demanda y radicación), específicamente en FOJA 34 se aprecia el auto donde se tiene a la parte demandada por dando contestación a la demanda y consignando la cantidad de $********** (********** PESOS 00/100 M.N.), cantidad que proviene del adeudo de las facturas A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-********** y A-**********, es decir esta prueba relacionada con su propia declaración vertida en su escrito de contestación de demanda y la prueba testimonial ofrecida por el propio demandado, contrario a lo resuelto por el Juez de origen, indudablemente se acredita que si existió otro adeudo por dichos tratos comerciales admitiendo la existencia de un adeudo por la cantidad de $********** (********** PESOS 00/100 M.N.).- En este momento exhibo copias certificadas de todo lo actuado del Juicio ORDINARIO MERCANTIL bajo el expediente número ********** promovido por mi mandante en contra de ********** En apoyo a esto transcribo la siguiente tesis:- “…PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA EN ATENCIÓN AL DERECHO HUMANO DE ACCESO A LA JUSTICIA SU OFRECIMIENTO NO TIENE QUE SER NECESARIAMENTE DENTRO DEL PERIODO COMPRENDIDO ENTRE LA PRIMERA RESOLUCIÓN Y LA AUDIENCIA DE ALEGATOS, SINO DESDE EL ESCRITO DE EXPRESIÓN DE AGRAVIOS (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 522 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL ESTADO DE VERACRUZ)…”.- Para finalizar con el presente agravio, hago mención que la autoridad de manera ilegal fundamentó su resolver en los artículos 428 y 513 del Código Procesal Civil de aplicación supletoria al Código de Comercio, lo cual es completamente indebido, en virtud de que si en la legislación mercantil no se encuentra contemplado algún precepto legal, se aplicará supletoriamente la legislación federal, por lo que el Juzgador al haber fundamentado su ilegal resolución, violentó en su totalidad la Jurisprudencia que se reproduce a la letra:- “…SUPLETORIEDAD DE LEYES. CUANDO SE APLICA…”.- SEXTO.- El QUINTO AGRAVIO lo es la indebida valoración de la prueba PERICIAL EN DOCUMENTASCOPIA, por la inaplicabilidad de los artículos 1287, 1253 fracción VI y 1301 del Código de Comercio; en virtud de que dichos fundamentos legales no son los adecuados para haber basado su resolución, violentando con ello el principio de congruencia y exhaustividad en relación directa con el artículo 1324 del Código de Comercio, ya que lo cierto es que todo acto de autoridad, la sentencia debe de estar fundada y motivada. Es decir, el Juzgador debe citar los preceptos de la ley que cobran aplicación al caso concreto, así como aquellos que deban aplicarse siguiendo el régimen de supletoriedad establecido

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para tal efecto y como última instancia los principios generales de derecho, como forma de integrar la ley ante una laguna o ausencia de disposición, ya que el juez tiene la obligación de resolver el litigio y no puede abstenerse de ello porque la ley no prescriba exactamente cómo deba resolverse.- Del mismo modo, la motivación exigida tiene que ver con la argumentación esgrimida por el juzgador, en la que explique cómo la ley guarda aplicación al caso concreto, esto es, cuáles son los razonamientos que lo llevaron a declarar procedente la acción o una excepción.- En tal orden de ideas, todo acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que deban señalarse, con toda exactitud, las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis normativas.- Esto es, para que se cumpla el imperativo constitucional de la fundamentación y motivación, los actos de autoridad deben cumplir los siguientes requisitos:- a) Expresar con precisión el precepto legal aplicable al caso (fundamentación).- b) Deben señalarse con precisión las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto (motivación).- c) Adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables (relación entre la fundamentación y la motivación).- La fundamentación de una resolución jurisdiccional se encuentra en el análisis exhaustivo de los puntos que integran la litis, es decir, en el estudio de las acciones y excepciones del debate.- De lo anterior, fehacientemente se desprende que el Juzgador al valorar la prueba PERICIAL EN DOCUMENTASCOPIA la fundamentó erróneamente, inaplicando los artículos 1287, 1253 fracción VI y 1301 del Código de Comercio, ya que dichos numerales no corresponden al caso en concreto.- Así pues, al entrar al estudio de la prueba en cita, es importante hacer mención que al hablar de la edad de las tintas se debe distinguir entre la edad absoluta, que se refiere al tiempo transcurrido desde su fabricación hasta el momento de su estudio; y la edad relativa, que es la que fija la mayor o menor antigüedad de una tinta en relación a otra. Existen diferentes técnicas a través de las cuales se trata de fijar este extremo. Durante los últimos años los procedimientos seguidos por los científicos en la investigación de este problema han sido muy variados, siendo los principales los siguientes: a) Proceso de desecación o fijación, que se basa en que el grado de sequedad de una tinta lo revela su grado de solubilidad o copiabilidad o capacidad para reproducirse; b) Proceso de oxidación de las tintas, se basa en el ennegrecimiento progresivo de las tintas, al transformarse sus colorantes; y c) Proceso de ionización o difusión, se basa en las investigaciones sobre la difusión de los cloruros y de los sulfatos que entran en la composición de numerosas tintas (se afirma que estos iones abandonan progresivamente los trazos para difundirse por el papel con una rapidez proporcional al tiempo).- Sin embargo, las técnicas citadas muestran deficiencias, ya que la fiabilidad de las mismas no se puede garantizar debido a la potencial incidencia de una serie de variables imposibles de cuantificar, que repercuten negativamente en la rigurosidad de las conclusiones a emitir. Así, aspectos tales como las condiciones ambientales relativas al tipo de luz que soporta el documento, grado de humedad, sequedad, calor, frío, o la acidez del papel, su grosor, etc., acaban por incidir de manera relevante en las técnicas descritas.- Además de los estudios mencionados, existen otros

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basados en las alteraciones que experimentan los colorantes orgánicos debido a las condiciones de luz y humedad. Estas investigaciones fueron llevadas a cabo por los doctores IYENGARN y MAITI, quienes a pesar de la laboriosidad de las mismas, acabaron por reconocer que ninguno de los procedimientos aplicados en la resolución de esta problemática ofrecía las garantías suficientes..- Por todo ello, en la actualidad el establecimiento categórico de la antigüedad de tintas es una asignatura no resuelta, pues las soluciones que se proponen en algunos tratados tradicionales sobre esta materia, hoy en día carecen de validez necesaria dado que las tintas y los instrumentos de escritura han variado de manera esencial. La única respuesta fiable a este tipo de problemas se obtendría tan sólo en muy contados casos, en los que los investigadores conociesen todas las variables que inciden y pudiesen cuantificar su impacto. Estas circunstancias nos sitúan necesariamente ante casos de laboratorio, en los que además es necesario contar con tintas de referencia conservadas en idénticas condiciones que la muestra problema. Todas las exigencias planteadas para poder obtener una solución fiable, nos alejan, qué duda cabe, de la realidad en la que se produce esta problemática. En definitiva, la antigüedad de las actuales tintas secas de escribir, sigue siendo una cuestión pendiente de la Documentoscopia, evidentemente compartida con igual interés y preocupación por los técnicos de los Laboratorios Químicos de Criminalística que, por su específica preparación científica, son los que asumen el mayor protagonismo en la investigación.- Ahora bien, al haber emitido una breve reseña de lo que nuestros máximos autores han expresado referente a la prueba pericial en cuestión, nos percatamos de la indebida valoración que el A-quo emitió sobre la prueba pericial, ya que éste basó su resolución en simples suposiciones, sin tomar en cuenta las anomalías en las que incurrieron los peritos ********** Y ********** ambos de apellidos ********** y la objeción que mi mandante efectuó sobre dichos dictámenes, interrogatorio que fue desahogado el día veinticinco (25) de septiembre del año dos mil catorce (2014), aseverando el juzgador que dicha objeción resultaba insuficiente para variar el sentido de dichos dictámenes, lo cual reitero es una completa aberración jurídica, ya que contrario a lo aseverado por la autoridad, los dictámenes de ********** Y NEIL EDWIN ambos de apellidos ********** se limitaron a emitir su concepto, sin explicar las razones que los condujeron a esas conclusiones, sus explicaciones no son claras y aparecen contradictorias y deficientes dando como resultado que los dictámenes carezcan de eficacia probatoria por las siguientes consideraciones:- En primer término, es preciso destacar que los peritos ********** Y ********** ambos de apellidos ********** al haber emitido sus dictámenes incurrieron en innumerables contradicciones, falsedades y ambigüedades (situación que fue apoyada de manera ilegal por el (A-quo), las cuales reproduzco a la letra:- ********** **********.- 1. DICTAMEN:-“…FUNDAMENTO DEL MÉTODO...” 2. AUDIENCIA CUESTIONARIO A LOS PERITOS OFRECIDOS POR LA PARTE DEMANDADA EL DÍA VEINTICINCO (25) DE SEPTIEMBRE DE LOS CORRIENTES:- A LA OCHO: “…EXISTIENDO DE LA MATERIA DE LA QUIMICA FORENSE UN METODO ANALITICO EN EL CUAL RESULTA NECESARIO LA DESTRUCCIÓN DE LOS DOCUMENTOS CUESTIONADOS…”.- A LA QUINCE.- “…NO ES POSIBLE DETERMINAR UNA EPOCA EXACTA EN QUE SE HAYA PLASMADO UNA ESCRITURA…”.- A LA VEINTIDOS.- “…QUE NO SE UTILIZO UN METODO QUIMICO PARA EL ANALISIS DE LOS DOCUMENTOS CUESTIONADOS…”.- ********** **********.- 1.

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DICTAMEN:.- “…FUNDAMENTO DEL METODO…”.- 2. AUDIENCIA CUESTIONARIO A LOS PERITOS OFRECIDOS POR LA PARTE DEMANDADA EL DIA VEINTICINCO (25) DE SEPTIEMBRE DE LOS CORRIENTES.- A LA CATORCE: “…NO ES POSIBLE DETERMINAR UNA EPOCA EXACTA…”.- A LA VEINTIUNO: “…QUE NO…”.- En este contexto, contrario a lo resuelto ilegalmente por el juzgador, obviamente el interrogatorio a cargo de los peritos de la parte demandada SI resultó suficiente para variar el sentido de dichos dictámenes, pues de sus respuestas se infiere que por una parte los peritos afirmaron que para determinar la alteración de un documento comienza a apreciarse a los seis meses de haber aplicado dicha tinta, mientras que en la audiencia de objeción afirmaron que no es posible determinar una época exacta, situación que pone al descubierto la falsedad en la que incurrieron los peritos al emitir su dictamen, ya que por un lado establecen un término para presuponer una alteración y por el otro lado afirman que no existe época exacta, por lo que dichos dictámenes no pudieron haber tenido eficacia probatoria, denotando la ilegal apreciación que a esos aspectos le otorgó el Juzgador, ya que lo cierto es que si los dictámenes no encuentran respaldo suficiente en los fundamentos de los dictámenes o que están desvirtuadas por otras pruebas de mayor credibilidad, debió de haberlos rechazado, aunque emane de dos peritos en perfecto acuerdo, ya que dichos peritajes están basados en tesis equivocadas y contradicciones.- Máxime lo anterior, suponiendo sin conceder que existiera una época exacta para determinar una alteración, es preciso poner al descubierto a los peritos, ya que éstos de acuerdo a sus propios fundamentos de método afirman que la alteración del documento empieza a apreciarse a los seis meses de haber aplicado dicha tinta, y en sus conclusiones afirmaron “…se aprecia que dicha tinta fue plasmada recientemente…”, lo cual provoca una completa incertidumbre, ya que la demanda fue presentada el día trece (13) de febrero del año en curso (anexando los títulos de crédito), y los dictámenes fueron emitidos el día dieciocho (18) de junio de los corrientes, existiendo un lapso entre la presentación de la demanda y los dictámenes de CUATRO MESES, de lo anterior se aparecía la Usía y falsedad con la que están obrando los peritos; ya que supongamos sin conceder que ese fuese el término de alteración (reiterando los documentos jamás fueron alterados, ya que estos fueron llenados y firmados en una sola época), era improbable que los peritos pudiesen haber emitido un dictamen, ya que como ellos mismos lo afirman para apreciar alguna alteración debió de haber transcurrido seis meses para que se pudiese probar alguna alteración, denotando con ello que ni los propios peritos tienen claridad y mucho menos capacidad para poder emitir un dictamen conforme a derecho.- Por otra parte, es preciso destacar que los peritos ofrecidos por la parte demandad afirmaron que utilizaron el método de estudio de observación directa, mientras que en el desahogo del interrogatorio afirmaron que EN LA MATERIA DE LA QUÍMICA FORENSE EXISTE UN METODO ANALITICO EN EL CUAL RESULTA NECESARIO LA DESTRUCCION DE LOS DOCUMENTOS CUESTIONADOS, DESTRUCCION QUE NO EFECTUARON, dejando con ello al descubierto a los peritos con sus ligeros dictámenes, en confabulación con el A-quo al haberles otorgado valor probatorio pleno.- Por lo tanto, no es admisible que el A-quo le hubiese otorgado valor probatorio pleno a los dictámenes emitidos por la contraria, ya que lo cierto es que el valor probatorio de un peritaje depende de si está debidamente fundado la claridad en las conclusiones es indispensable para que aparezcan exactas y el Juez pueda adoptarlas; su firmeza o la

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ausencia de vacilaciones es necesaria para que sean convincentes; la lógica relación o la ausencia de vacilaciones es necesaria para que sean convincentes; la lógica relación entre ellas y los fundamentos que las respaldan debe existir siempre, para que merezcan absoluta credibilidad. Si unos buenos fundamentos van acompañados de unas malas conclusiones o si no existe armonía entre aquéllos y éstas o si el perito no parece seguro de sus conceptos, el dictamen no puede tener eficacia probatoria, aspectos intrínsecos que el Juez en ningún momento apreció, por lo que si estos hechos son absurdos e imposibles, la autoridad debió de negarse a aceptar las conclusiones de los dictámenes y no haberles otorgado valor probatorio pleno como ilegalmente lo efectuó.- Para concluir el presente agravio, es preciso destacar el que A-quo omitió confrontar las pruebas; esto para lograr un mejor esclarecimiento de la verdad, tan es así que si el Juzgador hubiese utilizado su lógica y haber estudiado todas y cada una de las pruebas y confrontarlas entre sí, hubiese percibido que la parte demandada en FOJA 445, desahogo PRUEBA DECLARACION DE PARTE A CARGO DE ********** A LA UNO contestó lo que a la letra dice: “por que la actora llenaba el pagaré, en base a la cantidad de la factura que se garantizaba para la relación comercial de compra de producto…”, es decir de lo antes expuesto fehacientemente se aprecia la contradicción en la que incurre la parte demandada ya que por un lado dijo que fueron firmados en blanco, mientras que en su declaración efectuada ante este H. Juzgador afirmó BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD QUE LOS DOCUMENTOS FUERON LLENADOS Y QUE SE LLENABA UN PAGARÉ EN BASE A LA FACTURA QUE GARANTIZABA, es decir que de la propia declaración vertida por la contraparte se desprende que los documentos si fueron llenados cuando plasmó su firma, reiterando si la autoridad responsable hubiese hecho un estudio a conciencia se hubiese percatado de las innumerables falsedades, anomalías y Usía en el proceder de los demandados, y por consecuencia no hubiese otorgado valor probatorio pleno a las ilegales pruebas,: para robustecer lo anterior reproduzco la siguiente tesis:- “…PRUEBAS. LA FALTA DE ESTUDIO CONJUNTO NO CAUSA PERJUICIO, CUANDO EN LO INDIVIDUAL CARECIERON DE FUERZA Y EFICACIA…”.- Así mismo el Juzgador violó en su totalidad el artículo 1255 del Código de Comercio que a la letra dice: “Cuando los dictámenes rendidos resulten substancialmente contradictorios de tal modo que el juez considere que no es posible encontrar conclusiones que le aporten elementos de convicción, podrá designar un perito tercero en discordia…”.- De lo anterior se desprende que el Juzgador, al haber percibido que los peritajes eran contradictorios y que no es un experto en la materia contable, debió de haber designado un tercero perito en discordia, ya que de los mismos se puede apreciar la evidente contradicción que existen entre ambos, lo cual le crea a la autoridad un ausencia de elementos de convicción que no le pudieron haber permitido arribar a una conclusión respecto de los puntos sujetos a debate, en virtud de lo anterior la designación de un perito tercero en discordia, otorgará mayor certeza jurídica y como ello que se puedan aportar elementos suficientes y contundentes para llegar al esclarecimiento de la verdad que se busca y no como arbitrariamente lo resolvió el A-quo al violentar el numeral en cita. Siendo aplicable en el caso que nos ocupa la siguiente tesis:- “PERITOS TERCEROS EN DISCORDIA EN EL JUICIO MERCANTIL, SU DICTAMEN NO DEBE LIMITARSE AL CUESTIONARIO FORMULADO POR EL OFERENTE DE LA PRUEBA (INAPLICABILIDAD DE LA JURISPRUDENCIA 2ª./J.36/2000)….”.- SEPTIMO.- Primeramente hago del conocimiento de este H. Juzgador que fue promovido un

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recurso de APELACION PREVENTIVA en contra del auto de fecha trece (13) de agosto del año en curso, presentada el día diecinueve (19) de agosto de los corrientes y acordada de conformidad.- Recurso que se encuentra pendiente por resolver, por lo que desde este momento reitero dicha apelación, solicitando a esta H. Autoridad sirva efectuar el estudio de los agravios que a la letra reproduzco y se encuentran pendientes de resolver:- “…PRIMERO.- El agravio se encuentra primeramente en el desahogo de la diligencia de fecha catorce (14) de julio del año en curso, mediante la cual el perito de la parte demandada solicitó al Secretario adscrito a este H. Juzgado que mi endosante le mostrara la declaración anual del año dos mil doce (2012), lo cual la suscrita en mi carácter de endosatario de la parte demandada me opuse y manifesté mi entera inconformidad con tal petición, en virtud de que en el ofrecimiento de pruebas de la parte demandada así como del oficio recibido por mi endosante en ningún apartado se desprende que mi poderdante tuviese obligación de tener a la vista dicha documentación, por lo que este H. juzgador sin tomar en cuenta mi oposición, decidió requerir a mi mandante para que en un término de tres días exhiba ante este Juzgado la declaración anual del impuesto sobre la renta correspondiente al ejercicio fiscal del año dos mil doce (2012), con todos sus anexos correspondientes, y en caso de no haber declaraciones complementarias cualquier modificación a la misma, lo cual evidentemente violenta los derechos fundamentales de mi endosante, ya que lo cierto es, que este H. juzgador está autorizando se le ponga a la vista documentación que jamás fue solicitada por la parte demandada por lo que indudablemente se está violentando el principio de equidad, dejando en total estado de indefensión a mi mandante, ya que reitero ********** al momento de la diligencia tuvo todos y cada uno de los documentos, libros de diario y de mayor o sus equivalentes, catalogo de cuentas, documentos soporte, comprobantes fiscales, pólizas contables, manuales de operación de los sistemas electrónicos y/o manuales, registros auxiliares tanto manuales como electrónicos, sistemas internos de información, archivos o programas de información electrónica, reportes de administración y/o de operación o sus equivalentes, registro de facturas electrónicas o comprobantes fiscales digitales y demás relativos a la contabilidad solicitados por el perito, correspondientes al primero (1°) de agosto al treinta y uno (31) de diciembre del año dos mil doce (2012), por lo que el pretender se le ponga a su disposición documentación diversa es completamente violatorio a los derechos fundamentales a la legalidad y la imparcialidad judicial, dando lugar a que ningún gobernado pueda ser juzgado a partir de pruebas cuya obtención se encuentre al margen de las exigencias constitucionales y legales; por tanto, todo lo obtenido así debe excluirse del proceso a partir del cual se pretende el descubrimiento de la verdad. Dicho en otras palabras, aun ante la inexistencia de una regla expresa en el texto constitucional que establezca la “repulsión o expulsión” procesal de la prueba ilícitamente adquirida, hay que reconocer que ésta deriva de la posición preferente de los derechos fundamentales en el ordenamiento constitucional y de su condición de inviolables. En este contexto, es preciso destacar que la declaración anual corresponde del mes de enero al mes de diciembre del año ********** es una prueba que se pretende obtener de una manera ilícita, por lo que pretender que se le muestre la contabilidad anual (meses (enero a julio 2012) que no se encuentran en litis) violenta en su totalidad los derechos fundamentales de mi endosante, ya que en todo caso debieron de haber solicitado la DECLARACIÓN MENSUAL DE LOS MESES DE AGOSTO A

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DICIEMBRE DEL AÑO DOS MIL DOCE (2012) y no la anual, cuando del propio ofrecimiento de pruebas en ningún apartado se desprende que se haya solicitado en tales términos, lo que denota fehacientemente que este H. juzgador pretende convalidar las omisiones en las que incurrió la parte demandada, lo cual generó un desequilibrio procesal entre las partes, por lo que el juzgador al no haberse basado en el periodo en que señalo la contraía en que debería realizarse y que debe corresponder a la operación mercantil materia de la inspección, así como los puntos concretos que deben tomarse en cuenta para resolver la controversia, que puede referirse a la fecha de su registro, anotaciones de ingresos, egresos, cargos o haberes, etcétera, vulneraría la secrecía de la información del comerciante y daría lugar a una verdadera pesquisa prohibida terminantemente por la ley mercantil, lo cual fehacientemente en el caso concreto sucedió, tal y como se desprende en la tesis que se reproduce textualmente;. “…LIBRE ORGANIZACIÓN CONTABLE DEL COMERCIANTE, ES UN PRINCIPIO QUE DEBE PONDERARSE PARA LA ADMISIÓN DE LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE (MODIFICACIÓN DE LA TESIS 1.3º.C.37 C DE RUBRO: “PRUEBAS PERICIAL CONTABLE, CUANDO SE TRATA DE COMERCIANTES, EL OFERENTE DEBE CUMPLIR EL REQUISITO DE PRECISAR LA CLASE DE LIBROS SOBRE LOS CUALES VERSARÁ EL DESAHOGO”)…”.- ya que si bien es cierto la litis en el juicio ejecutivo mercantil solamente se integra con el escrito de demanda y su contestación. En apoyo a lo antes citado transcribo la jurisprudencia que a la letra dice: “…LIBRO EN EL JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL. SE INTEGRA SÓLO CON EL ESCRITO DE DEMANDA Y SU CONTESTACIÓN…”.- SEGUNDO.- El segundo agravio consiste en el auto de fecha trece (13) de agosto en relación directa con el auto de fecha once (11) de agosto de los corrientes, mediante el cual el H. juzgador tuvo como ciertas las afirmaciones vertidas por la parte demandada respecto a la declaración anual, lo cual es completamente violatorio, ya que lo cierto es que suponiendo sin conceder que el Juzgador cuando considera que existen situaciones dudosas, imprecisas o insuficientes en tales probanzas, puede pedir ampliaciones que resultan indispensables para el conocimiento de la verdad sobre los puntos en litigio. De ahí que, la facultad de ordenar la práctica de las referidas diligencias no entraña una obligación, sino una potestad para los Jueces, de la que pueden hacer uso libremente, sin llegar al extremo de suplir a las partes en el ofrecimiento de pruebas que les corresponda aportar, ya que de otra forma, se rompería el principio de equilibrio procesal e igualdad de las partes que debe observarse en todo litigio, pues no debe perderse de vista que se está en un asunto en el que prevalece el principio de estricto derecho. Es decir tal facultad no puede entenderse en el sentido de eximir a las partes de su obligación de preparar y exhibir las pruebas documentales vía informe que ofrezcan a fin de demostrar su acción o excepción, ni de perfeccionar las aportadas deficientemente para ese efecto, lo cual en la especie aconteció, ya que arbitrariamente este H. Juzgador subsano las deficiencias de la parte demandada, obligando a mi mandante para que en un término de tres días exhiba ante este Juzgado la declaración anual del impuesto sobre la renta correspondiente al ejercicio fiscal del año dos mil doce (2012), con todos sus anexos correspondientes, y en caso de no haber declaraciones complementarias cualquier modificación a la misma, lo cual evidentemente violenta los derechos fundamentales de mi endosante, ya que lo cierto es, que este H. juzgador está autorizando se le ponga a la vista documentación que jamás fue solicitada por la parte

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demandada. En apoyo a lo antes citado transcribo la siguiente tesis que a la letra dice:- “…PRUEBAS EN EL JUICIO ORDINARIO CIVIL. LA FACULTAD DEL JUEZ DE PRACTICAR DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER, NO DEBE INTERPRETARSE EN EL SENTIDO DE QUE DEBA ALLEGARSE DE AQUELLAS QUE ACREDITEN LOS PRESUPUESTOS DE LA ACCIÓN O EXCEPCIÓN O DE PERFECCIONAR LAS APORTADAS DEFICIENTEMENTE PARA ESE EFECTO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE COAHUILA)…”.- En este contexto, se puede advertir que no corresponde a las autoridades de instancia decretar de oficio la práctica o la ampliación de diligencias de prueba que las partes no ofrecieron, dado que la función de los tribunales jurisdiccionales es la de impartir justicia y no sustituir a las partes, en cuanto a la carga probatoria que a éstas les corresponde, en tanto que tal proceder implicaría infringir los principios jurídicos de equidad e igualdad, como en el caso concreto aconteció. Para mayor entendimiento transcribo la siguiente tesis:- “…PRUEBA. NO ES OBLIGACION DEL JUEZ O TRIBUNAL LA PRACTICA O AMPLIACION DEL ESTADO DE JALISCO)…”.- De lo anterior fehacientemente se desprende que la autoridad violenta de manera flagrante el artículo 16 de la Constitución Federal, ya que el objeto de la prueba como elemento fundamental se encontraba expresamente determinado, ya que la parte demandada al haber señalado el periodo comprendido para el desahogo de la misma, es con el efecto de que las partes conozcan de manera cierta el periodo en el cual se practicará esa diligencia y, además, constriñe a las partes a sujetarse a ese espacio temporal que fue previamente determinado por la autoridad (lo cual este H. juzgador al haber extendido el periodo transgrede el principio de legalidad y debido proceso), violentando el principio de seguridad jurídica consagrado en el artículo 16 constitucional, ya que al haber dejado al arbitrio de la contraparte determinar el periodo sobre el cual debe recaer la inspección, conlleva a la inseguridad jurídica de mi mandante, ya que lo cierto es que la admisión de la prueba pericial contable en los libros de una de las partes ofrecida por su contraria, afecta directa e inmediatamente sus derechos sustantivos protegidos por la Constitución ante la posibilidad de quedar expuesta la secrecía y la confidencialidad de la contabilidad que habrá de intervenirse, lo cual si se llevase a cabo irremediablemente consumada la afectación a su esfera jurídica sin posibilidad de repararse; ello, porque la contabilidad ya no volverá al secreto ni a la confidencialidad, lo cual en la especie aconteció, causando un evidente perjuicio a mi representada y violentando la autoridad flagrantemente el principio de equidad de las partes como en la especie aconteció…”.- El SEXTO AGRAVIO primeramente estriba en la existencia de la indebida valoración de la prueba INSPECCION JUDICIAL CON PERICIAL CONTABLE, por la inaplicabilidad de los artículos 1287, 1253 fracción VI y 1301 del Código de Comercio; en virtud de que dichos fundamentos legales no son los adecuados para haber basado su resolución, violentando con ello el principio de congruencia y exhaustividad en relación directa con el artículo 1324 del Código de Comercio, ya que lo cierto es que todo acto de autoridad, la sentencia debe de estar fundada y motivada. Es decir, el Juzgador debe citar los preceptos de la ley que cobran aplicación al caso concreto, así como aquellos que deban aplicarse siguiendo el régimen de supletoriedad establecido para tal efecto y como última instancia los principios generales de derecho, como forma de integrar la ley ante una laguna o ausencia de disposición, ya que el juez tiene la obligación de resolver el litigio y no puede abstenerse de ello porque la ley no prescriba exactamente cómo deba resolverse.- Del mismo modo, la

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motivación exigida tiene que ver con la argumentación esgrimida por el juzgador, en la que explique cómo la ley guarda aplicación al caso concreto, esto es, cuáles son los razonamientos que lo llevaron a declarar procedente la acción o una excepción.- En tal orden de ideas, todo acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que deban señalarse, con toda exactitud, las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis normativas.- Esto es, para que se cumpla el imperativo constitucional de la fundamentación y motivación, los actos de autoridad deben cumplir los siguientes requisitos: d) Expresar con precisión el precepto legal aplicable al caso (fundamentación).- e) Deben señalarse con precisión las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto (motivación).- f) Adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables (relación entre la fundamentación y la motivación).- La fundamentación de una relación jurisdiccional se encuentra en el análisis exhaustivo de los puntos que integran la litis, es decir, en el estudio de las acciones y excepciones del debate.- De lo anterior, fehacientemente se desprende que el Juzgador al valorar la prueba INSPECCION JUDICIAL CON PERICIAL CONTABLE la fundamentó erróneamente, inaplicando los artículos 1287, 1253 fracción VI y 1301 del Código de Comercio, ya que dichos numerales no corresponden al caso en concreto.- De nueva cuenta es completamente ilegal, que la autoridad responsable le otorgara pleno valor probatorio al dictamen rendido por el C.P. ********** en virtud de que dicho profesionista llevó a cabo un examen minucioso de los documentos que le fueron exhibidos para tal fin, encontrándose dicho peritaje debidamente sustentado, y resuelve de fondo la cuestión plateada; mientras que por lo que hace al dictamen pronunciado por el C.P. ********** éste única y exclusivamente se limita a analizar de manera muy simple y general la documentación exhibida…”En virtud de lo anterior, el Juzgador emitió la ilegal sentencia que a la letra dice:- “…En base a lo anterior se llega a la conclusión de que dicha prueba fue favorable a las pretensiones de la parte demandada pues de la misma se desprende que su perito designado, llegó a la conclusión de que toda vez que dicha empresa tiene registrados los pagarés base de la acción en una cuenta por pagar, número **********, acreedores diversos y como sub-cta y/o sub-libro la número **********, lo cual este registro contable se reconoce la obligación de pagar yo adeudo a la empresa ********** y por la otra tiene cuenta por cobrar **********, deudores diversos, por lo que nulifica el efecto al tener la cuenta por cobrar y por pagar de los mismos pagarés concluyendo que en base a la información contable presentada por la actora, **********, no adeuda la cantidad que como suerte principal se le pretende cobrar.- Lo que se corrobora con lo asentado por ELÍAS LARA FLORES, en su libro Primer Curso de Contabilidad. Editorial: Tirillas, páginas 16 y 18, en el cual define como DEUDORES DIVERSOS, a aquellas personas que se deben al negocio por un concepto distinto al de venta de mercancías. La cuenta de deudores aumenta cada vez que nos quedan a deber por concepto distinto de venta de mercancías, por ejemplo, al prestar dinero en efectivo, al vender a crédito cualquier valor que no sea mercancía, etcétera y disminuye cuando dichas personas hacen pagos a cuenta o en liquidación o devuelven los valores que

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estaban a su cargo. Deudores Diversos es cuenta del activo, porque representa el importe de los adeudados que no sean por venta de mercancías a crédito que el comerciante tiene derecho de cobrar; mientras que define a ACREEDORES DIVERSOS, como la personas a quienes debemos por un concepto distinto al de la compra de mercancía. La cuenta de acreedores diversos aumenta cada vez que quedamos a deber por concepto distinto al de la compra de mercancías, por ejemplo, al recibir un préstamos en efectivo, al comprar mobiliario a crédito etcétera, disminuye cuando se paga total o parcialmente la cuenta se devuelven al acreedor los valores que estaban a nuestro cargo; y en la especie, en base a la información contable presentada por la actora, se reitera, por una parte se reconoce la obligación de pago y/o adeudo a la empresa ********** y por la otra se nulifica su efecto al tener la cuenta por cobrar y por pagar de los mismos pagarés, llegándose a la conclusión de que **********, no adeuda la cantidad que como suerte principal se le pretende cobrar.- Además de que, en la información contable allegada a los peritos, en ningún momento consta la cuenta de DOCUMENTOS POR COBRAR, que conforme a ELÍAS LARA en su página 15, del libro de su autoría a que se ha hecho referencia, son aquellos títulos de crédito a favor del negocio tales como letras de cambio, pagarés, etcétera. La cuenta de documentos por cobrar aumenta cuando se reciben letras de cambio o pagarés a favor del negocio y disminuye cada vez que se cobra o se endosa uno de estos documentos o cuando se cancelan…”.- En primer término, hay que destacar que este H. Juzgador emitió su resolución basándose en libro Primer Curso de Contabilidad. Editorial: Trillas, Autor ELIAS LARA, páginas 15, 16 y 18 lo cual es completamente falaz, ya que en las fojas que menciona en ningún apartado se encuentran los significados dice el A-quo ahí se encuentran, por lo que para evidenciar lo anterior anexo fotos de las páginas en cita: “…fotos…”.- Aunado lo anterior, el Juez de origen de una manera por demás dolosa únicamente le otorgó valor probatorio al perito de la parte demandada, lo que es completamente violatorio a los derechos fundamentales de mi endosante, más sin embargo si el Juez hubiese estudiado el dictamen del contador ********** que claramente especifico: “…En la contabilidad de ********** existen dos cuentas a nombre de ********** una en el activo circulante DOCUMENTOS POR COBRAR, cuenta de naturaleza deudora y otra en el pasivo circulante, de naturaleza acreedora, CUENTAS POR PAGAR a favor de **********, esto no debe interpretarse como que la cuenta del pasivo eliminara cuenta por cobrar, debe interpretarse como, sin que la cuenta por cobrar es como tal y la del pasivo debe interpretarse como cuenta acreedora y que la cuenta que registra un ingreso es de naturaleza acreedora y que de acuerdo a la NIF A-5 en su párrafo 44 establece que “el ingreso se reconoce contablemente en el periodo en que se devenga, es decir, reconoce contablemente el periodo en que se devenga, es decir, cuando se cobren, y mientras eso sucede se registran en una cuenta de naturaleza acreedora, tal como es la cuenta acreedora del pasivo. Lo mismo sucede con tales disposiciones fiscales, como no hay una realización del ingreso que representa la cobranza de los mencionados pagarés.- Las operaciones a que se refiere la primera interrogante no es posible identificar en alguna operación comercial ya que el documento PAGARE no menciona el origen del adeudo. En la balanza de comprobación de la parte actora no desprende que hayan operado préstamos directos de efectivo o de bienes propios a demanda…”, hubiese entendido de manera correcta la contabilidad de mi endosante.- De lo anterior, fehacientemente se desprende que contrario a la ilegal resolución emitida por el Juzgador es mentira

TOCA CIVIL No. 75/2015 30

que al tener la cuenta por cobrar y por pagar se nulifica, ya que lo cierto es que dichas columnas contablemente se manejan en ese contexto para cuadrar números y lograr obtener sumas iguales en ambas columnas por ser una deuda originada por servicios (y eso no quiere decir que el adeudo se encuentre liquidado), y es imposible poder contabilizarlo de otra manera, por lo que la sentencia emitida por el juzgador es completamente ilegal, violentando en su totalidad los principios de legalidad, congruencia y exhaustividad en relación directa con los artículos 14, 16 y 17 de nuestra Carta Magna.- Así mismo el Juzgador violó en su totalidad el artículo 1255 del Código de Comercio que a la letra dice: “Cuando los dictámenes rendidos resulten substancialmente contradictorios de tal modo que el juez considere que no es posible encontrar conclusiones que le aporten elementos de convicción, podrá designar un perito tercero en discordia…”.- De lo anterior se desprende que el Juzgador, al haber percibido que los peritajes eran contradictorios y que no es un experto en la materia contable, debió de haber designado un tercero perito en discordia, ya que de los mismos se puede apreciar la evidente contradicción que existen entre ambos, lo cual le crea a la autoridad un ausencia de elementos de convicción que no le pudieron haber permitido arribar a una conclusión respecto de los puntos sujetos a debate, en virtud de lo anterior la designación de un perito tercero en discordia, otorgará mayor certeza jurídica y como ello que se puedan aportar elementos suficientes y contundentes para llegar al esclarecimiento de la verdad que se busca y no como arbitrariamente lo resolvió el A-quo al violentar el numeral en cita. Siendo aplicable en el caso que nos ocupa la siguiente tesis:- “…PERITOS TERCEROS EN DISCORDIA EN EL JUICIO MERCANTIL. SU DICTAMEN NO DEBE LIMITARSE AL CUESTIONARIO FORMULADO POR EL OFERENTE DE LA PRUEBA (INAPLICABILIDAD DE LA JURISPRUDENCIA 2ª./J.36/2000)…”.- Para concluir con el presente agravio, es preciso destacar la Usía y falsedad en la que incurrió el perito ********** ofrecido por la demandada, mismo que el Juez valoró de un manera por demás indebida, y paso por alto que este profesionista en su dictamen específicamente en el capítulo de INTRODUCCION mencionó que su dictamen se presenta con el propósito de determinar y precisar a esta H. Autoridad, partiendo de la documentación que obra en el expediente que nos ocupa las treinta y cinco (35) facturas electrónicas números A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-********** Y A-**********; los veintidós (22) pagarés y las transferencias bancarias.- Dicho dictamen debía ser efectuado en tal lineamiento, en virtud de que la parte demandada al contestar la demanda en el capítulo de ofrecimiento de pruebas específicamente en el inciso I) DOCUMENTALES PRIVADAS ofreció treinta y cinco (35) facturas las cuales se desglosan a continuación:

FACTURA FECHA CANTIDAD

********** 02-AGOSTO-2012 **********

********** 02-AGOSTO-2012 **********

********** 02-AGOSTO-2012 **********

********** 02-AGOSTO-2012 **********

********** 02-AGOSTO-2012 **********

TOCA CIVIL No. 75/2015 31

********** 03-AGOSTO-2012 **********

********** 08-AGOSTO-2012 **********

********** 08-AGOSTO-2012 **********

********** 09-AGOSTO-2012 **********

********** 16-AGOSTO-2012 **********

********** 23-AGOSTO-2012 **********

********** 03-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 07-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 07-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 10-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 10-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 14-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 14-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 21-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 24-SEPTIEMBRE-2012 **********

********** 01-OCTUBRE-2012 **********

********** 05-OCTUBRE-2012 **********

********** 12-OCTUBRE-2012 **********

********** 17-OCTUBRE-2012 **********

********** 19-OCTUBRE-2012 **********

********** 19-OCTUBRE-2012 **********

********** 19-OCTUBRE-2012 **********

********** 25-OCTUBRE-2012 **********

********** 11-NOVIEMBRE-2012 **********

********** 02-NOVIEMBRE-2012 **********

********** 06-NOVIEMBRE-2012 **********

********** 22-NOVIEMBRE-2012 **********

********** 13-NOVIEMBRE-2012 **********

********** 14-NOVIEMBRE-2012 **********

********** 20-NOVIEMBRE-2012 **********

**********

Mismas que relacionó con los hechos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 10, 21, 22, 23 y 24 del capítulo de hechos del escrito de contestación de demanda, mismas que ofreció para acreditar la relación comercial con mi mandante, la certeza de que la suscripción de los títulos de crédito exhibidos como prueba pre constituida de la acción de mi representada fueron suscritos totalmente en blanco sin cantidad cierta, fecha de suscripción y fecha de vencimiento, que su llenado fue posterior la fecha de suscripción, QUE ESTOS SE SUSCRIBIERON COMO GARANTÍA DE COMPRA DE LOS PRODUCTOS PRECISADOS EN TODAS Y CADA UNA DE LAS FACTURAS que se exhiben a la presente contestación y que a la fecha se encuentran liquidadas.- En este contexto, y al confrontar las facturas exhibidas por la parte demandada y que fueron objeto del dictamen se desprende que el perito de la parte demandada hizo un análisis detallado de los pagarés, de las transferencias electrónicas derivados de los pagos de las facturas exhibidas por la parte demandada, afirmando que los montos de los pagarés y

TOCA CIVIL No. 75/2015 32

de las facturas CONICIDIERON, lo cual es catastrófico e inverosímil, ya que si hacemos una confrontación real (lo cual en el presente caso jamás aconteció) y por supuesto el juez no lo valoró y mucho menos lo estudió, ya que el perito afirma que no existe adeudo alguno, y la parte demandada afirma QUE ESTOS SE SUSCRIBIERON COMO GARANTÍA DE COMPRA DE LOS PRODUCTOS PRECISADOS EN TODAS Y CADA UNA DE LAS FACTURAS, cuando de la propia suma de las facturas con las transferencias electrónicas mencionadas no existe coincidencia alguna, al contrario efectúa un dictamen a conveniencia de la parte demandada, obteniendo lo siguiente:

35 FACTURAS PAGARES TRANSFERENCIA BANCARIA

$********** $********** $**********

Es decir, de los tres rubros no existe coincidencia alguna (ya que como se ha dicho en todo momento las facturas y los pagarés proceden de diferentes relaciones comerciales), por lo que de lo antes citado se desprende la malicia con la que se condujo la parte demandada, y todavía para robustecer la mala fe en el proceder de la contraria, transcribo lo aseverado en su contestación de demanda que a la letra se refiere:-“…dicha relación comercial requería de la suscripción de diversos Títulos de Crédito de los denominados PAGARES, a fin de que estos sirvieron como garantía de compra mensual del citado producto así como garantizar el pago del mismo conforme a las facturas que se fueron generando durante cada mes de compra…”.- De nueva cuenta, se aprecia la falsedad en la que incurrió la contraparte hago mención que en su escrito de contestación de demanda al pretender relacionar las facturas con los pagarés (supuestamente firmados en blanco, lo cual es falso) efectúa la suma de facturas para efecto de poder lograr una supuesta coincidencia entre las mismas hace sumas, es decir para mayor entendimiento afirma que la suma de varias facturas corresponde a la firma de un pagaré, mientras que en FOJA 445, desahogo PRUEBA DECLARACION DE PARTE A CARGO DE ********** A LA UNO contestó lo que a la letra dice: “por que la actora llenaba el pagaré, en base a la cantidad de la factura que se garantizaba para la relación comercial de compra de producto…”, es decir de lo antes expuesto fehacientemente se aprecia la contradicción en la que incurre la parte demandada ya que por un lado dijo que fueron firmados en blanco y efectúa sumas para lograr una coincidencia de cantidades entre pagaré y facturas, mientras que en su declaración efectuada ante este H. Juzgador afirmó BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD QUE LOS DOCUMENTOS FUERON LLENADOS Y QUE SE LLENABA UN PAGARÉ EN BASE A LA FACTURA QUE GARANTIABA, es decir que de la propia declaración vertida por la contraparte se desprende que los documentos si fueron llenados cuando plasmó su firma y que se llenaba un pagaré en base a la factura (habla en singular), aseveración que pone en entredicho lo argumentado por la deudora, ya que suponiendo sin conceder que los pagarés hubiesen sido firmados en garantía (lo cual se niega y se ha negado), debió haber sido un pagaré con una factura y no un pagaré con varias facturas, reiterando el propio demandada incurrió en notorias falsedades y arbitrariedades.- OCTAVO.- El SEPTIMO Y ULTIMO AGRAVIO recae en las conclusiones emitidas por el Juzgador y las cuales se reproducen a la letra:- “…Por lo que en base a la anteriormente expuesto, y a las pruebas aportadas por la parte demandada, quedó acreditado en autos que había una relación

TOCA CIVIL No. 75/2015 33

comercial entre las partes; que los títulos de crédito base de la acción, se suscribieron como garantía de pago de las facturas emitidas por la parte actora a cargo de **********; que los mismos fueron firmados en blanco, es decir, no estaban llenados los espacios correspondientes; que no quedó acreditado la existencia de alguna relación de negocios aparte de la relación comercial a que se ha hecho referencia, y finalmente quedó acreditado que en los documentos base de la acción existe la alteración por adición, ya que la suscripción de los mismos y su llenado fueron realizados en momentos diferentes, conforme al resultado de los peritajes ya valorados en párrafos anteriores…”.- Conclusiones que es completamente violatoria a todos y cada uno de los numerales que se encuentran en los agravios que anteceden, ya que lo cierto es que el Juzgador en ningún momento valoró y mucho menos estudio de una manera adecuada las pruebas aportadas por las partes, al contrario a todas y cada una de las pruebas vertidas por la contraria les otorgó valor probatorio pleno violentando flagrantemente los derechos fundamentales de mi mandante. Del análisis detallado e impugnado de todas y cada una de las pruebas que ilegalmente el juzgador les otorgo valor probatorio pleno, si bien se desprende la existencia de una relación comercial entre las partes, en el juicio no se advierte que a través de los mismos se hayan efectuado pagas a los títulos de crédito y mucho menos que hayan sido firmados en blanco, por tanto si bien la autonomía de los títulos de crédito pueden admitir pruebas en contrario, lo cierto es que con las pruebas vertidas por la contraria no se acreditan los pagos y tampoco que hayan sido firmados en blanco, motivo por el cual la resolución emitida por la autoridad responsable resulta completamente ilegal y violatoria a los derechos fundamentales de mi representada…”

TERCERO. Resultan infundados unos e inoperantes otros de los argumentos contenidos en los agravios expresados por la apelante, según se analiza a continuación.

Primeramente debe señalarse que los planteamientos

que se desarrollan en el escrito de agravios se dividen en 8 puntos,

sin embargo, sólo en 7 de ellos se contienen argumentaciones

tendientes a combatir frontalmente las consideraciones,

fundamentos y conclusiones en que sustentó el Juez su definitiva.

Lo anterior se aprecia del contenido textual de cada

punto, pues en el primero únicamente se desarrolla una exposición

general, en la cual se invoca la violación de las garantías

individuales tuteladas en los artículos 14 y 16 constitucionales a

partir de afirmaciones que tienen que ver con la valoración de las

pruebas, la naturaleza ejecutiva de los títulos de crédito, sus

características y la admisión de la demandada de haber suscrito los

pagarés base de la acción; en tanto que en el texto de los restantes,

se combate esencialmente el valor probatorio que concedió el Juez

a las probanzas aportadas por la parte demandada, formulándose

argumentaciones respecto de la autonomía, abstracción, literalidad

y carácter ejecutivo de los títulos base de la acción.

TOCA CIVIL No. 75/2015 34

También es prudente señalar que la apelante desarrolla

sus inconformidades de la siguiente forma: en el segundo punto

expone el primer agravio, en el tercer punto expone el segundo

agravio, en el cuarto punto expone el tercer agravio y así

sucesivamente, por lo que para evitar confusiones, el estudio se

realizará siguiendo la numeración con que se identifica a cada

agravio.

Hechos los anteriores señalamientos, se procede al

estudio de los planteamientos expuestos en el escrito de agravios,

los cuales serán atendidos en forma inmediata al resumen que de

ellos se formule.

En el primero punto, a manera de preámbulo y sin hacer

argumentaciones combativas, la recurrente señala que el Juez

violó las garantías individuales consagradas en los artículos 14

(seguridad jurídica) y 16 (legalidad y debido proceso) de nuestra

Constitución, así como los principios de legalidad, congruencia,

exhaustividad y claridad previstos en el artículo 1324 del Código de

Comercio.

Afirma que el Juez de primera instancia incumplió con

los requisitos que todo acto de autoridad debe contener: la

fundamentación y la motivación; desarrollando la apelante una

amplia exposición en torno al concepto y alcance de tales requisitos

así como de la congruencia, exhaustividad y claridad con que

deben dictarse las sentencias, invocando criterios de jurisprudencia

relativos al tema para concluir, con total precisión, que todo acto de

autoridad debe estar suficientemente fundado y motivado.

Luego, la exponente se avoca a señalar que los títulos

de crédito tienen una función jurídica y una función económica

inseparable, que sirven fundamentalmente para documentar

créditos, y que pueden ser considerados bajo tres aspectos: a.

como actos de comercio; b. como cosas mercantiles; y, c. como

documentos. Incluso trae a cuenta teoría en relación con este tema.

Con base en su exposición, la inconforme sostiene que

el titular de un título ejecutivo puede ejercitar el derecho en él

expresado, en forma independiente de la o las relaciones de causa

efecto que hayan podido originar las relaciones que pudieron

mediar entre sus poseedores y el deudor.

Luego, invocando la regla de la carga probatoria

prevista en el artículo 1194 del Código de Comercio en vigor,

señala que los demandados estaban obligados a demostrar sus

TOCA CIVIL No. 75/2015 35

excepciones, es decir, que los pagarés base de la acción fueron

suscritos exclusivamente como garantía del pago respecto de la

obligación consignada en las facturas que anexaron a su escrito de

contestación, cosa que no hicieron, pues de las facturas y de los

pagarés, así como las pruebas ofrecidas por las partes (mismas

que fueron valoradas de manera ilegal por el juzgador), se advierte

que no existe relación alguna entre éstos.

En este orden de ideas, dice la recurrente, de ninguna

manera puede presumirse que exista relación entre los títulos de

crédito base de la acción y las facturas que exhibió la parte

demandada, en primer término por que los pagarés no constituyen

una consecuencia ordinaria de la obligación consignada en las

susodichas facturas y, en segundo lugar, porque en ningún

apartado de las facturas se estableció que éstas serían

garantizadas mediante la suscripción de pagarés, como tampoco

se hizo anotación vinculatoria de ellos en el cuerpo de los pagarés;

denotando con ello que, contrario a lo resuelto por el A quo, los

pagarés base de la acción si contienen una obligación incondicional

y autónoma de pago a cargo de los demandados.

Señala la exponente que el artículo 1° de la Ley General

de Títulos y Operaciones de Crédito establece que los títulos de

crédito son cosas mercantiles, es decir, que se caracterizan por

incorporar derechos que circulan con los propios títulos como

elemento de ellos; pero también los títulos de crédito son

documentos de carácter constitutivo, en virtud de que son

estrictamente necesarios para el nacimiento o constitución del

derecho literal que en los mismos se consignan, tal y como lo

establece el artículo 5° de dicha ley, de manera que los títulos son

indispensables para demostrar el derecho que por medio de ellos

fue creado, ya que es posible probar la relación cambiaria

incorporada en el título mediante su exhibición.

La recurrente refiere que la Suprema Corte de Justicia

de la Nación ha establecido en innumerables ocasiones que la

tenencia material del documento conlleva y da lugar al ejercicio del

derecho que en el mismo se consigna y ello basta para tener por

acreditada la acción. Invoca en sustento de lo anterior la

jurisprudencia que se identifica con el rubro TÍTULOS

EJECUTIVOS.

Por otra parte, destaca la profesionista que expone, los

demandados reconocieron haber firmado los pagarés base de la

acción tanto al contestar la demanda como en el desahogo de la

prueba confesional y declaración de parte a su cargo, por ello, el

TOCA CIVIL No. 75/2015 36

juzgador transgredió los artículos 1194 del Código de Comercio, 1°

y 5° de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y la

jurisprudencia identificada con el rubro TÍTULO DE CRÉDITO, NO

DESNATURALIZA SU CARÁCTER DE, LA EXCEPCIÓN

PERSONAL RELATIVA A QUE FUE SUSCRITO EL

DOCUMENTO EN GARANTÍA DE UN ADEUDO, SI EL DEUDOR

NO PROBÓ QUE CUMPLIÓ CON SU OBLIGACIÓN.

En este contexto, concluye la recurrente, la parte actora

está obligada a demostrar la existencia del crédito que reclama y el

incumplimiento en el pago incurrido por el deudor, extremos que

fueron justificados en el presente procedimiento, contrario a lo que

ilegalmente resolvió el A quo en la definitiva impugnada.

Como se anticipó, en este primer punto del escrito de

agravios, la parte apelante se limita a señalar que el Juez resolvió

ilegalmente porque dictó una sentencia sin motivación y

fundamentación; ello en base a que los demandados no

demostraron que los pagarés fueron suscritos en garantía y que no

puede presumirse la relación entre éstos y las facturas en atención

a las características de literalidad e incorporación de los títulos, así

como que los demandados admitieron haber suscrito los pagarés

y, por ende, la parte actora acreditó los extremos de la acción

porque la excepción personal de que los pagarés fueron suscritos

en garantía de un adeudo no desnaturaliza su carácter de títulos de

crédito, si el deudor no probó que cumplió con su obligación.

Sin embargo, como así se advierte, en esta exposición

no se formulan argumentos tendientes a desvirtuar la

determinación que en sentido contrario dictó el Juez, esto es, no se

exponen razones particulares que en forma directa combatan las

consideraciones y fundamentos en que se basó dicha autoridad

para concluir que la parte demandada sí acreditó que los títulos

base de la acción se suscribieron como garantía de pago de las

facturas emitidas por la parte actora a cargo de la primera y que

con ellas se justificó el pago de la cantidad reclamada.

Por tal motivo, se estima que este punto se desarrolló a

manera de preámbulo, máxime si se toma en consideración que

mediante los siete agravios expresados en el resto de la exposición,

se combate la valoración de las pruebas que generaron convicción

en el juzgador para concluir en el sentido apuntado, invocándose

razones y fundamentos para sustentar la procedencia de la

pretensión de pago reclamada, siendo el resultado que se obtenga

del estudio de dichos agravios, lo que finalmente conlleve a

TOCA CIVIL No. 75/2015 37

determinar si las afirmaciones que en forma general hace la

recurrente en este apartado son fundadas o infundadas.

Asentado lo anterior, se procede al estudio de los siete

agravios que expresa la apelante, los cuales se dividirán en los

siguientes incisos.

a) Primer agravio.

1) Valoración de la prueba confesional desahogada a cargo

del representante legal de la persona moral **********.

2) Excepciones improcedentes debido a que éstas no se

demostraron y al carácter autónomo, abstracto, literal y

ejecutivo de los títulos de crédito denominados pagarés.

b) Segundo agravio.

Valoración de la prueba testimonial desahogada a cargo de

********** y **********.

c) Tercer agravio.

Valoración de la documental privada relativa a correos

electrónicos adminiculada con testimonial.

d) Cuarto agravio.

Valoración de la prueba trasladada consistente en copias

certificadas del expediente número **********, relativo a los

medios preparatorios de este juicio ejecutivo mercantil.

e) Quinto agravio.

Valoración de la prueba pericial en documentoscopía.

f) Sexto agravio.

Valoración de la prueba de inspección judicial adminiculada

con pericial contable.

g) Séptimo agravio.

Combate conclusiones emitidas por el juzgador por estar

sustentadas en la incorrecta valoración de las pruebas.

Según las consideraciones, razones y fundamentos que

a continuación se exponen, esta autoridad considera que son

infundados los planteamientos formulados respecto de la

valoración de las pruebas a que se alude en los incisos que

anteceden, así como infundados resultan también los argumentos

relacionados con el carácter autónomo y naturaleza ejecutiva de

los títulos de crédito denominados pagarés y las razones por las

cuales estima la recurrente que es procedente su pretensión de

pago.

a) Primer agravio.

1) Valoración de la prueba confesional desahogada a

cargo del representante legal de la persona moral

**********.

TOCA CIVIL No. 75/2015 38

En el primero agravio se invoca la ilegal valoración de

la prueba confesional desahogada a cargo de la representante

legal o apoderada jurídica de la empresa actora **********

desahogada en audiencia de fecha 14 de agosto de 2014.

Afirma la recurrente que la valoración del A quo es

violatoria de los artículos 14, 16 y 17 de nuestra Carta Magna, del

artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles de

aplicación supletoria al Código de Comercio, en relación directa con

los artículos 1211, 1212, 1213, 1214, 1215, 1216, 1217, 1287,

1288, 1289 y 1290 del Código de Comercio en vigor.

En primer término, la recurrente aduce que el Juez se

limitó a tomar un pequeño extracto de las respuestas emitidas por

la representante de la empresa actora, omitiendo el resto de su

contenido, excluyendo la transcripción real de las posiciones.

Para evidenciar lo anterior, la inconforme presenta un

cuadro comparativo en el que confronta las aseveraciones vertidas

por el juzgador y las respuestas reales emitidas por la

representante de la parte actora.

En el cuadro comparativo, la apelante identifica las

respuestas que el Juez omite por no ser favorables a la parte

demandada, también se señala las respuestas afirmativas a las que

se agregó una aclaración y que el Juez no tomó en consideración,

señalando también dentro de esta gráfica lo que aduce fue

afirmado por la absolvente en las absoluciones a las que agregó su

aclaración.

Afirma que con dicha comparativa se hace evidente la

violación del artículo 1228 del Código de Comercio, puesto que si

de las respuestas dadas a las posiciones articuladas al absolvente

en una confesional, dentro de en un juicio ejecutivo mercantil, se

advierte que éste contestó afirmativamente, pero haciendo uso del

derecho que le otorga el numeral mencionado agrega en seguida

las explicaciones que creyó convenientes al caso, tal forma de

manifestarse constriñe al juzgador a realizar el estudio conexo e

integral de las repuestas para dilucidar con exactitud los hechos

que involucre cada una, por lo que no podía el Juez limitarse a

tomar en cuenta en perjuicio del absolvente únicamente la

afirmación contenida en la primera parte de cada respuesta.

Sin embargo, afirma la inconforme, el A quo únicamente

tomó en cuenta la afirmación contenida en la primera parte de cada

TOCA CIVIL No. 75/2015 39

respuesta, evidenciando con ello la inequidad en su resolver. En

apoyo a su inconformidad, invoca la tesis que se identifica con el

rubro PRUEBA CONFESIONAL. SU EXAMEN EN EL JUICIO

MERCANTIL.

Asegura la recurrente que al conceder pleno valor

probatorio a la confesional en comento, el Juez violentó los

derechos fundamentales de su mandante, pues de manera ilegal

consideró: “…que quedó debidamente acreditada la relación

comercial entre las partes así como las cantidades asentadas en

los documentos base de la acción, coinciden con las facturas

exhibidas por la parte demandada…”.

En efecto, contra la anterior determinación, la

inconforme destaca que la relación comercial existente entre su

endosante y la parte demandada jamás fue controvertida, sin

embargo, el punto crítico es el hecho de que el juzgador asevere

que las cantidades asentadas en los documentos base de la acción

coinciden con las facturas exhibidas por la parte demandada, ya

que tal afirmación es completamente errónea y basada en

suposiciones que no son verdaderas, en virtud de que como se

adujo en ulteriores líneas, el Juez basó su determinación en una

prueba confesional que, contrario a la apreciación de dicha

autoridad, tal probanza ningún beneficio acarreó a la parte

demandada, ya que únicamente se tomó en cuenta la afirmación

contenida en la primera parte de cada respuesta y no el resto; lo

cual conlleva a afirmar que la resolución fue basada en conjeturas.

Señala la inconforme que se ha establecido

jurisprudencia en el sentido de que las autoridades judiciales son

soberanas en la apreciación de la prueba de indicios, pero sin dejar

de observar las reglas del procedimiento, es decir, sin apartarse de

la lógica, esto para evitar que se incurra en simples conjeturas

como aconteció en la especie, ya que el A quo emitió una sentencia

carente de motivación pues en ningún apartado obran las

circunstancias para la emisión del acto.

Por tal razón, afirma la recurrente, la autoridad

transgredió en perjuicio de su endosante los principios de

congruencia y de legalidad, ya que se limitó a afirmar “…que quedó

debidamente acreditada la relación comercial entre las partes así

como las cantidades asentadas en los documentos base de la

acción, coinciden con las facturas exhibidas por la parte

demandada…”, sin embargo, dicha determinación no se encuentra

debidamente fundada y motivada, quedando la actora en estado de

indefensión, dado el exceso de poder en el que incurrió el A quo.

TOCA CIVIL No. 75/2015 40

Para consolidar lo anterior, la apelante invoca la

jurisprudencia y tesis que se identifican con los rubros

SENTENCIAS, SU CONGRUENCIA y SENTENCIAS EN

MATERIA CIVIL. EL ANÁLISIS DIRECTO DE SU

CONSTITUCIONALIDAD SE DEBE REALIZAR ÚNICAMENTE A

TRAVÉS DE LAS GARANTÍAS ESTABLECIDAS EN LOS

ARTÍCULOS 14, 16 Y 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE

LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

Como se advierte del anterior resumen, la recurrente

combate el valor probatorio que el Juez concedió a la prueba

confesional desahogada a cargo de la representante legal de la

persona moral actora alegando esencialmente que, para ello, dicha

autoridad mutiló las absoluciones y sólo tomó en cuenta la

respuesta afirmativa sin considerar los hechos o aclaraciones

agregadas; además, excluyó la posición real formulada, así como

el sentido de la respuesta afirmativa vinculada con la aclaración,

dejando de considerar las absoluciones que no favorecían al

oferente.

Para dar claridad al análisis del planteamiento que se

formula, es preciso traer a cuenta, en forma literal, la valoración que

de dicha probanza realizó el Juez en su sentencia.

“… LA CONFESIONAL JUDICIAL PROVOCADA, a cargo del representante legal o apoderado jurídico de ********** desahogada en audiencia de fecha catorce de agosto del año en curso, y en la cual **********, al absolver las posiciones que se le articularon admitió que ********** mantenía una relación comercial (proveedor-cliente) con la empresa **********, que como requisito de dicha relación comercial ********** requería de la suscripción de títulos de crédito de los denominados pagaré; que se requirió de pago a **********, el día dieciocho de octubre de dos mil trece; que dicho requerimiento lo fue del saldo vencido que mantenía la empresa ********** para con su representada hasta el dieciocho de octubre de dos mil trece; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho uno, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma arrojan las facturas A-********** y A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho dos, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho tres, del escrito inicial de demanda; es exactamente la misma cantidad a la que en suma arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho cuatro, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma arrojan las facturas A-********** y A.**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho cinco, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma

TOCA CIVIL No. 75/2015 41

arrojan las facturas A-**********, A-********** y A-**********; que la cantidad establecida en el h echo seis, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho siete, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho ocho, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho nueve, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********, que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho once, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en doce y trece, del escrito inicial de demanda, son en suma exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho catorce, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en los hechos quince y dieciséis del escrito inicial de demanda, son en suma exactamente la misma cantidad a la que en suma arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho diecisiete, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********; que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho dieciocho, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********; y que su representada ********** no ha efectuado préstamo en efectivo a la empresa **********…”

Ahora bien, según se advierte de la transcripción, el Juez fue

claro al precisar las circunstancias que tuvo por acreditadas al

haber sido admitidas en la prueba confesional en comento,

estimándose que tal apreciación es correcta en tanto que, contrario

a lo que afirma la recurrente, dicha autoridad sí consideró el sentido

real de las posiciones y absoluciones, además, actuó conforme a

derecho al considerar únicamente los hechos admitidos,

excluyendo la aclaración que respecto de ellos externó la

absolvente.

En primer lugar, se estima necesario evidenciar de

manera clara la coincidencia que existe entre las circunstancias

que tuvo por admitidas el juzgador y el sentido de las posiciones

que fueron formuladas, para ello se procede a realizar la

confrontación respectiva.

Posición formulada:

“2. Diga usted si es cierto como lo es ¿Qué su Representada la persona moral denominada “**********., como requisitos de dicha

TOCA CIVIL No. 75/2015 42

relación comercial requería de la suscripción de Títulos de Crédito de los denominados PAGARE?…” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que ********** mantenía una relación comercial (proveedor-cliente) con la empresa **********, que como requisito de dicha relación comercial ********** requería de la suscripción de títulos de crédito de los denominados pagaré.” Posición formulada: “6. Diga usted si es cierto como lo es ¿Qué su Representada “**********, requirió de pago a la empresa “**********”,el día 18 de Octubre de 2013?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que se requirió de pago a **********, el día dieciocho de octubre de dos mil trece.” Posición formulada: “7. Diga usted si es cierto como lo es ¿Qué dicho requerimiento lo fue del saldo vencido que mantenía la empresa “**********”, para con su Representada hasta el día 18 de Octubre de 2013?...” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que dicho requerimiento lo fue del saldo vencido que mantenía la empresa ********** para con su representada hasta el dieciocho de octubre de dos mil trece.” Posición formulada: “12. Diga usted si es cierto como lo es ¿Qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho uno (01) del escrito inicial de demanda es exactamente la misma cantidad a la que, en suma, arrojan las facturas A-********** y A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho uno, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma arrojan las facturas A-********** y A-**********.” Posición formulada: “13. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho dos (02) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho dos, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “14. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho tres (03) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho tres, del escrito inicial de

TOCA CIVIL No. 75/2015 43

demanda; es exactamente la misma cantidad a la que en suma arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “15. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho cuatro (04) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arrojan las facturas A-********** y A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho cuatro, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma arrojan las facturas A-********** y A-**********.” Posición formulada: “16. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho cinco (05) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arrojan las facturas A-**********, A-********** y A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho cinco, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma arrojan las facturas A-**********, A-********** y A-**********.” Posición formulada: “17. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho seis (06) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el hecho seis, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “18. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho siete (07) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho siete, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que en suma arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “19. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho ocho (08) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho ocho, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada:

TOCA CIVIL No. 75/2015 44

“20. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho nueve (09) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho nueve, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “22. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho once (11) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho once, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “23. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho doce (12) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en doce y trece, del escrito inicial de demanda, son en suma exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “24. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho catorce (14) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho catorce, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “25. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en los hechos quince (15) y dieciséis (16) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en los hechos quince y dieciséis del escrito inicial de demanda, son en suma exactamente la misma cantidad a la que en suma arroja la factura A-**********; Posición formulada: “26. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho diecisiete (17) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?”

TOCA CIVIL No. 75/2015 45

Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho diecisiete, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “27. Diga usted si es cierto como lo es ¿qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho dieciocho (18) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********?” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho dieciocho, del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que arroja la factura A-**********.” Posición formulada: “33. Diga usted si es cierto como lo es ¿Qué su Representada la persona moral denominada “**********, no ha efectuado préstamos en efectivo a la empresa “**********”? ” Hecho que tuvo por admitido el Juez: “...que su representada ********** no ha efectuado préstamo en efectivo a la empresa **********…”

Como se advierte, de la confrontación entre las

posiciones formuladas y los hechos que tuvo por admitidos el Juez

a partir de la absolución de las mismas, se arriba a la conclusión de

que, contra lo que afirma la recurrente, el Juez no excluyó las

posiciones realmente formuladas ni consideró hechos distintos a

los contenidos en ellas.

Ahora bien, de las absoluciones que el Juez tomó en

consideración para tener por acreditados los hechos que precisó

en su sentencia, las cuales se encuentran contenidas en el acta de

la audiencia en la que se desahogó la prueba en cuestión (foja 672),

se advierte que la absolvente, después de admitir el hecho, agregó

circunstancias a manera de explicación, mismas que el Juez ni

siquiera mencionó al momento de valorar dicha probanza.

Sin embargo, esta autoridad considera que tal omisión

no genera agravio alguno a la empresa actora en tanto que las

circunstancias o explicaciones agregadas a la confesión de cada

hecho no impactan en el sentido, esencia o existencia de los

mismos, pues para que la circunstancia manifestada tenga valor,

necesita ser demostrada, lo cual no aconteció en juicio.

En efecto, según se desprende del acta respectiva, la

absolvente manifestó circunstancias explicativas, a las cuales es

necesario hacer referencia en forma particular a fin de evidenciar

TOCA CIVIL No. 75/2015 46

su ineficacia para desvirtuar o variar el sentido en que el Juez

apreció los hechos admitidos. Para ello es útil tener en cuenta aquí

la transcripción de las posiciones hecha con anterioridad.

A la posición sexta, la absolvente respondió que era

cierto que requirió de pago a ********** pero que no recordaba la

fecha exacta, entonces, la circunstancia agregada es que no

recordaba la fecha. Sin embargo, en criterio de quienes esto

analizan, tal falta de memoria no desvirtúa el hecho de haber

requerido de pago a la demandada en la fecha referida, pues

además de que no se justificó que haya sido en fecha diversa, en

autos obran otras probanzas que corroboran este dato, como es la

testimonial de ********** y la copia simple del correo electrónico

mediante el cual se realizó el requerimiento de pago en la fecha

referida, mismas que gozan del valor probatorio que el Juez les

concedió, esto según se determinará posteriormente, al estudiar los

agravios cuya materia es, precisamente, la valoración de dichas

probanzas.

Al absolver la posición séptima, la absolvente admitió

que el requerimiento a que se alude en la posición 6, lo fue del saldo

vencido que mantenía la empresa ********** con la actora hasta el

********** y, agregó, que eran facturas comerciales nada más.

Es sencillo entender que la aclaración hecha no impacta

en el sentido ni esencia del hecho admitido, pues se reconoce que

el requerimiento se hizo por el saldo de un adeudo existente hasta

cierta fecha, sin que impacte que haya sido nada más por unas

facturas comerciales, por el contrario, tal circunstancia es

coherente con la relación comercial que dio origen al adeudo que

se reclama, respecto de la cual no existió controversia alguna.

Al absolver positivamente las posiciones 12, 13, 14, 15,

16, 17, 18, 19, 20, 22, 23, 24, 25, 26 y 27, la representante de la

persona moral actora agregó que nada tenían que ver las facturas

con los pagarés, que la identidad de los montos de unas y otros era

mera coincidencia.

Es útil señalar que, las posiciones aludidas se

formularon literalmente idénticas, sólo que en cada una se

cuestionó respecto de cada pagaré en particular en relación con su

respectiva factura, mencionado en cada caso en que hecho de la

demanda se aludía al o a los títulos así como señalando el número

de factura con la que se vinculaba; esto es, las posiciones

mencionadas fueron formuladas de la siguiente forma.

TOCA CIVIL No. 75/2015 47

Diga usted si es cierto como lo es que ¿Qué la cantidad establecida en el documento base de la acción a que se hace referencia en el hecho uno (01) del escrito inicial de demanda, es exactamente la misma cantidad a la que, en suma, arrojan las facturas A-********** y A-**********? (solicito se le muestre el documento base de la acción y las facturas antes mencionadas).

Al absolver tales posiciones, la absolvente admitió que

era exactamente la misma cantidad, y agregó en algunas

respuestas que no tenía que ver uno con otro, en tanto que en

otras, además señaló que era mera coincidencia. Esto es, la

absolvente contestó en las siguientes formas.

A las posiciones 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19 y 20

respondió: Que si es cierto, aclarando que no tienen nada que ver,

que es mera coincidencia.

En tanto que a las posiciones 22, 23, 24, 25, 26 y 27, la

absolvente respondió: Que si es cierto, aclarando que no tiene que

ver uno con otro.

Teniendo en cuenta la aclaración añadida, es evidente

para quienes esto resuelven que, si se asegura que nada tienen

que ver los pagarés con las facturas y que la exactitud en sus

montos es mera coincidencia, ello debe obedecer a que existe

alguna circunstancia o razón que genere la existencia de las

facturas en las que se presenta la referida coincidencia.

Sin embargo, en autos no se justificó circunstancia o

razón alguna que generara la certeza de que las facturas nada

tenían que ver con los pagarés, ni que efectivamente se trataba de

una mera coincidencia entre los montos de los documentos en

mención, como sería, por ejemplo, que existiera un adeudo diverso

o trato distinto entre las empresas litigantes que hubiera dado

origen a las facturas que exhibió la parte demandada y que le

fueron mostradas a la absolvente.

Por ello, no era factible que la autoridad resolutora

considerara que la exactitud en las cantidades que amparan unos

y otros documentos era mera coincidencia como lo aclaró la

absolvente, pues para ello era menester que la parte actora

acreditara que existía una circunstancia o razón de ello, lo que en

la especie no aconteció.

Entonces, si no se acreditó la existencia de una

relación o adeudo distinto entre las partes litigantes, ni se demostró

alguna otra circunstancia o razón diversa que hubiera motivado la

TOCA CIVIL No. 75/2015 48

emisión de dichas facturas, no hay justificación natural, lógica y/o

fundada para considerar que la identidad de las cantidades entre

unos y otros documentos es mera coincidencia, sin que deba

omitirse señalar que llama la atención que se confiese la

coincidencia de los montos de 15 pagarés con los montos de 15

facturas, pues es prácticamente imposible que se actualice tal

coincidencia y, por tanto, difícilmente creíble.

Por consiguiente, si no se justificó la circunstancia

manifestada como aclaración al hecho admitido, ésta no puede

tener el alcance probatorio que pretende la recurrente.

También debe señalarse que no es factible considerar,

como lo aduce la inconforme en el cuadro comparativo, que lo que

la absolvente confesó con su afirmación fue que no tienen nada

que ver unos documentos con otros, que es mera coincidencia,

pues ello implicaría considerar una afirmación que favorece a la

intención de la actora de desvincular las facturas de los pagarés

cuyo pago reclama, es decir, constituye una manifestación que le

beneficia, y es de explorado derecho que la confesión únicamente

surte efectos en cuanto perjudica al absolvente y no en lo que le

favorece.

En igual sentido, debe señalarse que tampoco es

posible tomar en consideración las posiciones que se contestaron

en sentido negativo, respecto de las cuales señala la recurrente, en

el cuadro comparativo, que el Juez omitió mencionarlas por no ser

favorables a la parte demandada, pues se insiste, tales

absoluciones no surten efectos positivos al absolvente porque la

negación externada implica una circunstancia favorable a sus

intereses.

Las consideraciones expuestas encuentran sustento en

la siguiente jurisprudencia.

PRUEBA CONFESIONAL, VALOR DE LA. Tratándose de la prueba confesional, sólo tiene valor probatorio pleno lo que el confesante admite en su perjuicio, pero no en lo que le beneficia, pues para que esto tenga valor necesita ser demostrado. 1

Por estas razones, se estima que el Juez valoró

conforme a derecho las absoluciones mencionadas, ello aún y

cuando haya dividido la absolución considerado únicamente la

1 Época: Séptima Época. Registro: 392456. Instancia: Tercera Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Apéndice de 1995. Tomo IV, Parte SCJN.

Materia(s): Civil. Tesis: 329. Página: 222. Amparo directo 1332/60. Francisco Rayas Sánchez. 27 de junio de 1962. Cinco votos. Amparo directo 7989/65.

Concepción Berea Tirado. 28 de julio de 1967. Cinco votos.Amparo directo 5412/71. Sofía Medina vda. de Kakim. 7 de enero de 1974. Cinco votos. Amparo

directo 4406/74. Fraccionadora y Constructora de Acapulco, S. A. 2 de abril de 1976. Cinco votos.Amparo directo 4407/74. Fraccionadora y Constructora de

Acapulco, S. A. 2 de abril de 1976. Cinco votos.

TOCA CIVIL No. 75/2015 49

respuesta afirmativa, puesto que si bien es cierto que el artículo

1228 del Código de Comercio autoriza a un absolvente a agregar

circunstancias y hechos aclaratorios de su confesión o

explicaciones convenientes al caso, éstos únicamente puede ser

considerados si se acreditan en autos.

Entonces, si no se justificaron las aclaraciones, la forma

de manifestarse de la absolvente no impidió que el Juez dividiera

la absolución para tomar en cuenta únicamente el hecho

confesado; por lo tanto, se estima correcto por encontrarse

apegado a derecho, el estudio que de las respuestas realizó el Juez

para dilucidar con exactitud los hechos que involucraba cada una,

pues actuó conforme a derecho al tomar en cuenta en perjuicio de

la absolvente únicamente la afirmación contenida en la primera

parte de sus absoluciones.

En orden a todo lo anterior, se declaran infundadas las

argumentaciones tendientes a desvirtuar la apreciación, valor y

alcance probatorio que el Juez concedió a la prueba confesional

desahogada a cargo de la empresa actora por conducto de su

representante legal y, en consecuencia, es falso que el Juez haya

resuelto en base a suposiciones, por el contrario, de su definitiva

se advierte la motivación que lo llevó al resolver en el sentido en

que lo hizo; de ahí que no se actualiza la falta de motivación,

fundamentación y congruencia a que alude la recurrente, como

tampoco se transgreden los preceptos legales y criterios que

invoca.

2) Excepciones improcedentes debido a que éstas no se

demostraron y al carácter autónomo, abstracto, literal y

ejecutivo de los títulos de crédito denominados

pagarés.

Dentro de este tema, después de señalar que los títulos

de crédito no tienen como única finalidad fungir como instrumento

de préstamo de dinero como lo pretende hacer creer el A quo, quien

pierde de vista que éstos tiene otras funciones a las cuales hace

referencia en forma individual, alega que de cualquier manera,

indefectiblemente habrá un acto jurídico con el cual se encuentre

vinculado. Que dada la naturaleza de prueba pre constituida que

tiene un título de crédito, el titular del documento no requiere probar

la relación jurídica subyacente que haya dado origen al pagaré. No

obstante, esa relación puede ser invocada por el deudor, como

excepción a la acción de pago, afirmando que en la especie tal

excepción nunca fue acreditada.

TOCA CIVIL No. 75/2015 50

Alega la exponente que en autos no está acreditado que

los documentos fueron suscritos en garantía, y aun suponiendo sin

conceder que hubieran sido suscritos en garantía de pago junto con

elaboración de las facturas, esto no genera que los títulos pierdan

su carácter ejecutivo, pues la eficacia ejecutiva de un pagaré

depende de que reúna los requisitos exigidos por los artículos 14 y

170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, por lo

que ninguna trascendencia reviste, el argumento de la empresa

demandada mediante el cual involucra situaciones ajenas a la

causa que dio origen a la obligación cambiaria, como lo es el hecho

de que los pagarés fueron suscritos en garantía de unas facturas.

En el caso particular, continúa alegando, la

circunstancia de que los documentos base de la acción se hubieran

suscrito en garantía de pago como lo manifiesta la demandada, por

sí misma resulta insuficiente para que el A Quo resolviera en el

sentido en que lo hizo, puesto que a pesar de que existiera una

relación causal entre los pagarés y las facturas, y al margen de

cualquier otra consideración al respecto, la vinculación o

desvinculación de un título de crédito de la causa que le dio origen,

lo único que puede dar lugar, es a que se le califique de causal o

abstracto, pero no es un elemento que afecta su autonomía,

característica que implica la existencia de un derecho originario

desvinculado de la posición jurídica de los anteriores tenedores, en

la que el tenedor regular de buena fe es inmune a las excepciones

personales oponibles a los anteriores poseedores.

Así las cosas, señala la exponente, la abstracción no

depende de que el titulo se haya dado en garantía, sino de la

existencia o inexistencia de un vínculo con la relación causal, que

se presenta cuando se hace mención de la misma en el documento,

y esa causa tiene incidencia en la vida del título; es decir, la

abstracción de un título de crédito significa que éste se desliga del

negocio que le dio origen, a menos que la causa de su emisión

trascienda a la eficacia del documento (lo que no acontece en el

caso), ya sea porque se mencione en el propio texto del título, o

porque su cumplimiento se subordine a la causa, la cual a su vez

queda modificada por la incidencia que ejerza el negocio que le

sirva de base, de manera que el tenedor quede sujeto a

excepciones ex causa.

Consecuentemente, afirma la recurrente, la causa por

la que se otorgó el documento cambiario es relevante en relación

con las excepciones causales oponibles, sin desvirtuar su

naturaleza de título de crédito.

TOCA CIVIL No. 75/2015 51

A manera de conclusión, la apelante afirma que debe

considerarse que la vinculación con la causa es un problema que

atañe a la abstracción de los títulos de crédito, y por ello, que se

hubiere otorgado en garantía para el pago de unas facturas, en la

medida de que, como se ha dicho, y para mayor claridad se reitera,

la abstracción no depende de que el título se haya dado en

garantía, sino de la existencia o inexistencia de un vínculo con la

relación causal, la cual se presenta cuando se hace mención de

dicha relación en el documento y esa causa tiene incidencia en la

vida del título, es decir, la causa por la que se otorgó el título tiene

relevancia en relación con las excepciones causales oponibles,

pero no influye en su naturaleza.

Por tanto, el Juez de la causa trasgrede con su actuar

la naturaleza autónoma de los títulos exhibidos como base de la

acción, puesto que conforme al artículo 5 en relación con el 170 de

la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, el pagaré es un título

de crédito que autoriza al portador legítimo para ejercitar el derecho

literal y autónomo que en él se consigna, siendo evidente que el

mismo está desvinculado de la causa que lo originó, y si el deudor

reconoce la suscripción y firma del documento, está obligado a su

pago una vez que el tenedor legítimo lo exhiba para su cobro.

Cobra aplicación al caso concreto, afirma la apelante, la

jurisprudencia por contradicción de tesis número 19/2000, emitida

por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,

y que se identifica con el rubro TÍTULO DE CRÉDITO OTORGADO

EN GARANTÍA. PUEDE DAR LUGAR A QUE SE LE CALIFIQUE

DE ABSTRACTO PERO NO ES UN ELEMENTO QUE AFECTE

SU AUTONOMÍA.

Siguiendo este orden de ideas, la recurrente señala

que, suponiendo sin conceder que los pagarés hubiesen sido

firmados como garantía, tomando en cuenta que las facturas que

la parte actora exhibió con la demanda en ningún momento se

desconocieron tan es así que se exhibieron como medio de prueba,

mismas que el juzgador omitió valorar, así como las copias

certificadas del expediente número ********** tramitado ante el

Juzgado Primero de Primera Instancia en Materia Mercantil de este

distrito judicial, en donde se menciona que ********** tiene un

adeudo diverso con su mandante respecto de una serie de facturas;

la recurrente afirma que con ello se acredita fehacientemente que

la parte demandada al haber suscrito los pagarés, evidentemente

aceptó la promesa incondicional de pago que en ellos se contiene,

circunstancia más que suficiente para estimar procedente la

presente acción ejecutiva mercantil, desprendiéndose de lo anterior

TOCA CIVIL No. 75/2015 52

que la parte contraria pretende aprovecharse de tal circunstancia

para hacer creer al juzgador que los pagarés fueron firmados en

garantía, cuando tal suceso en ningún momento aconteció, sin que

las pruebas aportadas por la parte demandada le acarrearan

beneficio alguno. En apoyo a lo anterior, la apelante invoca la tesis

que se identifica con el rubro FALSEDAD IDEOLÓGICA DEL

TÍTULO DE CRÉDITO POR FALTA DE ENTREGA DEL DINERO.

EL DEUDOR DEBE DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE LA

RELACIÓN JURÍDICA, PARA TENER POR DEMOSTRADA ESA

EXCEPCIÓN.

De una interpretación correcta del criterio en cita se

infiere, en criterio de la recurrente, que los títulos de crédito son

autónomos e independientes de la relación causal que les da

origen; y si como en el caso, se pretende acreditar mediante

facturas que se efectuaron pagos a los títulos fundatorios de la

acción, aun cuando no se hayan hecho constar los pagos en los

documentos respectivos, a quien afirma haber realizado tales

pagos, corresponde la carga de probar que los efectuó.

Sin embargo, aduce la inconforme, del análisis de los

documentos antes referidos de manera alguna se advierte que a

través de los mismos se haya garantizado el pago de las facturas,

pues se trata de adeudos completamente distintos, ya que no existe

en ninguna de estas facturas, el dato de que se hayan otorgado en

garantía del adeudo que se le reclama.

Por tanto, sostiene la recurrente, si bien la autonomía

de los títulos de crédito puede admitir prueba en contrario, lo cierto

es que con los mismos no se acreditan los pagos que se invocan

como sustento de las excepciones opuestas por la contraria, de ahí

que éstas resulten infundadas.

Así pues, concluye la exponente, si se demandó en la

vía ejecutiva mercantil el pago de cierta cantidad, fundándose tal

pretensión en pagarés, y el demandado opuso como excepción que

la actora recibió esos documentos en garantía del adeudo

consignado en las facturas, la parte demandada debió acreditar tal

circunstancia, pues conforme al artículo 5 de la Ley General de

Títulos y Operaciones de Crédito, son títulos de crédito los

documentos necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos

se consigna, por ello, el hecho de haber sido suscritos en garantía

no tiene el alcance de desvirtuar la naturaleza del documento base

de la acción, reiterando que, para que fuera procedente la

excepción, debió probarse que no se adeudaba la cantidad

reclamada, o bien que lo que se le demandó no representaba el

TOCA CIVIL No. 75/2015 53

adeudo que tenía con la actora por la liquidación efectuada, lo cual

jamás fue acreditado.

La apelante invoca como fundamento de lo anterior, al

artículo 1391, fracción IV, del Código de Comercio, que establece

que el procedimiento ejecutivo mercantil tiene lugar, cuando la

demandada se funda en documento que traiga aparejada

ejecución, y la traen las letras de cambio, libranzas, vales, pagarés

y demás efectos de comercio, en los términos que disponen los

artículos relativos del código en cita, así como en la tesis

identificada con el rubro TÍTULOS EJECUTIVOS, EXCEPCIONES

CONTRA LA ACCIÓN DERIVADA DE LOS. CARGA DE LA

PRUEBA. En apoyo a sus argumentaciones, la apelante invoca la

jurisprudencia que se identifica con el rubro TÍTULO DE CRÉDITO

OTORGADO EN GARANTÍA, PUEDE DAR LUGAR A QUE SE LE

CALIFIQUE DE ABSTRACTO PERO NO ES UN ELEMENTO

QUE AFECTE SU AUTONOMÍA.

Con lo anteriormente manifestado, se evidencia la

violación del principio de equidad de las partes, así como de los

numerales citados en este agravio, y para robustecer sus

pretensiones, la apelante invoca la jurisprudencia que se titula

ACCESO A LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA. LAS GARANTÍAS

Y MECANISMOS CONTENIDOS EN LOS ARTÍCUILOS 8,

NUMERAL 1 Y 25 DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE

DERECHOS HUMANOS, TENDIENTES A HACER EFECTIVA SU

PROTECCIÓN, SUBYACEN EN EL DERECHO FUNDAMENTAL

PREVISTO EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN

POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

Como se advierte del resumen anterior, la recurrente

formula sus argumentos en torno a las excepciones opuestas,

como es la de que los títulos fueron suscritos en garantía y la de

pago; incluso sostiene que dichas excepciones no quedaron

demostradas en juicio.

En su discusión, la recurrente trae a cuenta el tema de

la autonomía y la abstracción de los títulos de crédito. Sin embargo,

quienes esto analizan estiman que en cuanto ello, no asiste razón

a la exponente por las siguientes razones.

En principio, debe señalarse que los pagarés cuyo pago

se reclama en este juicio no han circulado, pues fueron suscritos a

favor de la empresa, **********, quien a su vez los endosó en

procuración a la abogada accionante, **********.

TOCA CIVIL No. 75/2015 54

Ahora bien, debe recordarse que mediante el endoso

en procuración no se transmiten al endosatario, los derechos

consignados en los títulos, sino que éste se constituye en un mero

mandatario que actúa en nombre del endosante, el cual conserva

la propiedad o titularidad de los derechos.

Lo anterior de conformidad con el artículo 35 de la Ley

General de Títulos y Operaciones de Crédito que establece que el

endoso que contenga la cláusula en procuración, no transfiere la

propiedad, pero faculta al endosatario, entre otras, para cobrar el

documento judicialmente. También determina que el endosatario

tendrá todos los derechos y obligaciones de un mandatario.

En este orden de ideas, es claro que los pagarés base

de la acción no han circulado, entonces, la autonomía no ha

comenzado a funcionar y la abstracción se atenúa, implicando esto

último que el demandado puede oponer al actor las excepciones

que tuviera contra éste, en términos del artículo 8, fracción XI, de

la mencionada Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, esto es,

las excepciones personales que tenga el demandado contra el

actor.

Es útil recordar que la autonomía implica la existencia

de un derecho originario, distinto al de los anteriores poseedores

del título, por lo que el poseedor de buena fe es inmune a las

excepciones personales oponibles a ellos. Entonces, es claro que

si los pagarés no han circulado, no se actualiza el supuesto que

activa la autonomía de los pagarés, pues no existen poseedores

anteriores.

En tanto que la abstracción implica la desvinculación del

documento de la relación causal, lo que impide que se opongan al

tercer portador, las excepciones derivadas de la relación causal. Lo

que se traduce en que, si los pagarés no han circulado, no existe

tercer portador, y por ello, son oponibles las excepciones

personales derivadas de la relación causal subyacente.

Lo anterior encuentra fundamento en la jurisprudencia

que a continuación se transcribe.

TÍTULOS DE CRÉDITO. DIFERENCIAS ENTRE LA AUTONOMÍA Y LA ABSTRACCIÓN. La desvinculación de un título de crédito de la causa que le dio origen, no se traduce en un problema de autonomía, sino de abstracción. Mientras que aquélla importa la existencia de un derecho originario, es decir, desvinculado de la posición jurídica de sus anteriores portadores, la segunda desvincula al documento de la relación causal. Por virtud de la autonomía el poseedor de buena fe es inmune a las excepciones

TOCA CIVIL No. 75/2015 55

personales oponibles a los anteriores poseedores. En razón de la abstracción, en cambio, no pueden ser opuestas al tercer portador las excepciones derivadas de la relación causal. De lo expuesto se sigue que tratándose de pagarés quirografarios que no han circulado, la autonomía no comienza a funcionar; y la abstracción se atenúa, en razón de que el demandado puede oponer al actor las excepciones que tuviera contra éste, en términos del artículo 8o., fracción XI, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, lo que no impide que ese título baste, sin necesidad de otro documento, para intentar la acción cambiaria respectiva. 2

Consiguientemente, se declaran infundados todos los

argumentos relacionados con la autonomía y abstracción que

invoca la recurrente para sostener la procedencia de la pretensión

de pago fundada en los pagarés base de la acción, pues se reitera

que respecto de tales títulos, al no haber circulado, la autonomía

no ha comenzado a funcionar y la abstracción se atenúa en razón

de que el demandado puede oponer las excepciones personales

que tiene contra el actor.

Cabe aquí entonces señalar que los criterios de

jurisprudencia y aislados que se invoca en sustento de lo

argumentado en cuanto a la autonomía y abstracción no fueron

violados, así como que los mismos no pueden aplicarse en el

sentido que pretende la apelante, dadas la razones expuestas.

Ahora bien, haciendo a un lado los temas de autonomía

y abstracción de los títulos de crédito, deben analizarse los

argumentos que formula la recurrente y que básicamente sustenta

en la naturaleza ejecutiva de los pagarés y el principio de literalidad

que rige a los mismos.

En efecto, aduce la inconforme que, aun suponiendo sin

conceder que los pagarés base de la acción hubieren sido suscritos

en garantía de pago de las facturas, esto no genera que los títulos

pierdan su carácter ejecutivo, pues la eficacia ejecutiva de un

pagaré depende de que reúna los requisitos exigidos por los

artículos 14 y 170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de

Crédito, por lo que ninguna trascendencia reviste el argumento de

la empresa demandada mediante el cual involucra situaciones

ajenas a la causa que dio origen a la obligación cambiaria, como lo

es el hecho de que los pagarés fueron suscritos en garantía de

unas facturas.

2 Época: Novena Época. Registro: 193208. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.

Tomo X, Octubre de 1999. Materia(s): Civil. Tesis: 1a./J. 51/99. Página: 284. Contradicción de tesis 24/97. Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal

Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y Primero y Segundo Tribunales Colegiados, ambos del Décimo Cuarto Circuito y Séptimo Tribunal Colegiado

en Materia Civil del Primer Circuito. 22 de septiembre de 1999. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Olga Sánchez

Cordero de García Villegas. Secretario: Marco Antonio Rodríguez Barajas. Tesis de jurisprudencia 51/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema

Corte de Justicia de la Nación, en sesión de veintidós de septiembre de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad de cuatro votos de los señores

Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García

Villegas. Ausente: Ministro Humberto Román Palacios.

TOCA CIVIL No. 75/2015 56

Señala la exponente que la existencia o inexistencia de

un vínculo con la relación causal, se presenta cuando se hace

mención de la misma en el documento, y esa causa tiene incidencia

en la vida del título; consecuentemente, la causa por la que se

otorgó el documento cambiario es relevante en relación con las

excepciones causales oponibles, sin desvirtuar su naturaleza de

título de crédito.

Afirma la recurrente que el Juez trasgrede la naturaleza

de los títulos exhibidos como base de la acción, puesto que

conforme al artículo 5 en relación con el 170 de la Ley de Títulos y

Operaciones de Crédito, el pagaré es un título de crédito que

autoriza al portador legítimo para ejercitar el derecho literal y

autónomo que en él se consigna, siendo evidente que el mismo

está desvinculado de la causa que lo originó, y si el deudor

reconoce la suscripción y firma del documento, está obligado a su

pago una vez que el tenedor legítimo lo exhiba para su cobro.

Siguiendo este orden de ideas, la recurrente señala

que, suponiendo sin conceder que los pagarés hubiesen sido

firmados como garantía, tomando en cuenta que las facturas que

exhibió la parte demandada en ningún momento se desconocieron,

así como las copias certificadas del expediente número **********,

en donde se menciona que ********** tiene un adeudo diverso con

la empresa actora respecto de una serie de facturas; es claro que

se acredita fehacientemente que la parte demandada, al haber

suscrito los pagarés, aceptó la promesa incondicional de pago que

en ellos se contiene, circunstancia más que suficiente para estimar

procedente la presente acción ejecutiva mercantil,

desprendiéndose de ello que la parte contraria pretende

aprovecharse de tal circunstancia para hacer creer al juzgador que

los pagarés fueron firmados en garantía, cuando tal suceso en

ningún momento aconteció, sin que las pruebas aportadas por la

parte demandada le acarrearan beneficio alguno.

En apoyo a lo anterior, la apelante invoca la tesis que

se identifica con el rubro FALSEDAD IDEOLÓGICA DEL TÍTULO

DE CRÉDITO POR FALTA DE ENTREGA DEL DINERO. EL

DEUDOR DEBE DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE LA

RELACIÓN JURÍDICA, PARA TENER POR DEMOSTRADA ESA

EXCEPCIÓN.

La recurrente aduce que la empresa demandada

pretende acreditar mediante facturas que se efectuaron pagos a los

pagarés cuyo pago se demanda, aun cuando no se hayan hecho

TOCA CIVIL No. 75/2015 57

constar dichos pagos en los documentos respectivos, señalando

que a quien afirma haber realizado tales pagos, corresponde la

carga de probar que los efectuó.

Señala que del análisis de los pagarés no se advierte

que a través de los mismos se haya garantizado el pago de las

facturas, pues se trata de adeudos completamente distintos, ya que

no existe en ninguno de esos documento tal dato. Por tanto,

sostiene la recurrente, lo cierto es que con ellos no se acreditan los

pagos a los títulos fundatorios de la acción como se afirma en las

excepciones opuestas por la contraria, de ahí que éstas resulten

infundadas.

Así pues, concluye la exponente, si se demandó en la

vía ejecutiva mercantil el pago de cierta cantidad, fundándose tal

pretensión en unos pagarés, y el demandado opuso como

excepción que la actora recibió esos documentos en garantía del

adeudo consignado en las facturas, la parte demandada debió

acreditar tal circunstancia, pues conforme al artículo 5 de la Ley

General de Títulos y Operaciones de Crédito, son títulos de crédito

los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal que en

ellos se consigna, por ello, el hecho de haber sido suscritos en

garantía no tiene el alcance de desvirtuar la naturaleza del

documento base de la acción, sino para que fuera procedente la

excepción, debió probarse que no se adeudaba la cantidad que se

reclamó, o bien que lo que se le demandó, no representaba el

adeudo que tenía con la actora por la liquidación efectuada, lo cual

en la especie jamás fue acreditado. Lo anterior de conformidad con

el artículo 1391, fracción IV, del Código de Comercio, así como con

la tesis identificada con el rubro TÍTULOS EJECUTIVOS,

EXCEPCIONES CONTRA LA ACCIÓN DERIVADA DE LOS.

CARGA DE LA PRUEBA.

Primeramente debe señalarse que es cierto lo que

afirma la recurrente en cuanto a que el hecho de que los pagarés

se hubieran suscrito en garantía, ello no desvirtúa la naturaleza

ejecutiva de los mismos, pues ésta emana de la ley.

En efecto, como así lo refiere la recurrente, la eficacia

ejecutiva de un pagaré depende de que el documento reúna los

requisitos exigidos por el artículo 170 de la Ley General de Títulos

y Operaciones de Crédito, pues ello así lo ordena el artículo 14 del

mencionado ordenamiento; así mismo, conforme al artículo 5 de la

Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, son títulos de

crédito los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal

que en ellos se consigna.

TOCA CIVIL No. 75/2015 58

Por ello, si los pagarés fueron legalmente requisitados,

entonces surten todos sus efectos, y el hecho de haber sido

suscritos en garantía no tiene el alcance de desvirtuar la naturaleza

ejecutiva del documento base de la acción, lo anterior encuentra

apoyo en la siguiente jurisprudencia.

TÍTULOS DE CRÉDITO. NO PIERDEN SU NATURALEZA CUANDO SE DAN EN GARANTÍA. Los títulos de crédito que contienen los requisitos que establece la ley para su suscripción, adquieren por ese solo hecho autonomía respecto del negocio que les dio origen, de modo que si además de tales requisitos se asienta en los documentos, que éstos se dan en garantía, tal circunstancia no los priva de la característica citada, es decir, de tener independencia de la operación de la que han derivado, sino que únicamente se dará lugar, en el caso de que no hayan circulado, a que el obligado pueda oponer la excepción personal correspondiente, para lo cual debe demostrar con precisión la obligación garantizada con el título y que ésta ya quedó cumplida previamente o que se resolvió por cualquiera de los medios legales, pero en modo alguno priva al tenedor de los títulos de la acción ejecutiva. 3

Sin embargo, aún y cuando es cierto que los pagarés

no pierden su naturaleza ejecutiva cuando se dan en garantía, ello

no es suficiente para que se estime procedente la pretensión de

pago reclamada en este juicio, como lo pretende la recurrente.

En efecto, contrario a lo que se aduce en los

argumentos que se analizan, la naturaleza ejecutiva de los

pagarés, aunado al hecho de que la empresa demandada haya

reconocido la suscripción y firma de los mismos, no generan la

procedencia de la pretensión de pago por haberse exhibido dichos

documentos para su cobro.

Es decir, si los pagarés cumplen con los requisitos que

para su confección exige la ley, previstos en los artículos 14 y 170

de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, entonces son

eficientes para sustentar la vía ejecutiva; pero para que proceda la

condena al pago que mediante ella se demanda, es menester que

no se justifiquen las excepciones y defensas que se oponen, aun

cuando la parte demandada haya reconocido su suscripción.

3 Época: Novena Época. Registro: 194768. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la

Federación y su Gaceta. Tomo IX, Enero de 1999. Materia(s): Civil. Tesis: VI.2o. J/160. Página: 810. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO

CIRCUITO. Amparo directo 559/90. Ramón Cruz Águila. 6 de marzo de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretaria: María Roldán

Sánchez. Amparo directo 239/97. Pablo Herrera Castro. 23 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José

Zapata Huesca. Amparo directo 292/97. María Dolores Aguilar Gómez, por sí y por su representación. 28 de mayo de 1997. Unanimidad de votos. Ponente:

Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino Reyna. Amparo directo 441/98. Adrián Onofre Díaz Velasco. 13 de agosto de 1998. Unanimidad

de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Zapata Huesca. Amparo directo 729/98. Francisco Payán Ortiz. 27 de noviembre de 1998.

Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Meza Alarcón. Secretaria: Myriam del Perpetuo Socorro Rodríguez Jara. Véase: Semanario Judicial de la Federación

y su Gaceta, Novena Época, Tomo III, enero de 1996, página 234, tesis I.4o.C. J/6, de rubro: "TÍTULOS DE CRÉDITO CON LA CLÁUSULA EN GARANTÍA.

NO PIERDEN SU NATURALEZA.".

TOCA CIVIL No. 75/2015 59

Por tanto, si como en la especie, la empresa

demandada reconoció haber suscrito los pagarés base de la

acción, pero se opuso a las pretensiones de pago aduciendo que

los mismos fueron suscritos en blanco porque se otorgaron en

garantía del pago de la mercancía que adquiría de la actora,

afirmando también que había hecho el pago de las cantidades que

se le reclamaban, entonces, al haber justificado tales excepciones

y defensas, fue correcto que el Juez lo absolviera, pues el artículo

8 de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, establece que

contra las acciones derivadas de un título de crédito, son oponibles

las 11 excepciones o defensas que enumera, y entre ellas se

encuentran la de pago y las personales que opuso la demandada;

por lo anterior, carece de razón la recurrente cuando asegura que

ninguna trascendencia reviste lo alegado por la demandada en el

sentido de que los pagarés cuyo pago se le reclama fueron

suscritos en garantía de unas facturas.

Consiguientemente, es cierto que como lo afirma la

recurrente, el pagaré es un título de crédito que autoriza al portador

legítimo para ejercitar el derecho literal y autónomo que en él se

consigna, sin embargo, debe reiterarse que en la especie se trata

de pagarés que no han circulado, de ahí que no sea factible hablar

de autonomía porque ésta no ha comenzado a funcionar, y la

abstracción se atenúa, pues al no haber circulado, los pagarés no

se han desvinculado de la causa que los originó, por lo que el

deudor puede oponer las excepciones personales derivadas de

dicha relación, lo cual incluso señala la recurrente al afirmar que la

causa por la que se otorgó el documento cambiario es relevante en

relación con las excepciones causales oponibles.

Esto último conlleva a entender que, aún y cuando el

título goce de naturaleza ejecutiva y el deudor reconozca la

suscripción y firma del documento, la obligación de pago puede ser

desvirtuada mediante las excepciones personales que se tengan

contra el acreedor, derivadas de la relación causal que le dio origen,

o de cualquiera de las demás excepciones o defensas previstas en

el artículo 8 antes mencionado.

En este contexto, es claro que carece de razón la

recurrente al afirmar que dada la naturaleza ejecutiva de los

pagarés y el reconocimiento de la empresa demandada de

haberlos suscrito, es procedente la pretensión de pago que

reclama, puesto que en autos se acreditaron las excepciones

personales y de pago, según se analizara en el desarrollo de la

presente; de ahí que este argumento se desestime por infundado.

TOCA CIVIL No. 75/2015 60

Otra cuestión que se plantea en este agravio, es la

relativa a que no se justificó en autos que los pagarés de que se

trata fueron suscritos en garantía de pago de las facturas que

exhibe la empresa demandada, pues no se contiene en el texto de

ninguno de los documentos esa referencia, pero además, tampoco

se acreditó que se hubieran efectuado pagos para liquidar los

pagarés, pues éstos no aparecen consignados en dichos títulos;

argumentos que la recurrente fundan en el principio de literalidad

que rige a los títulos de crédito, previsto en el artículo 5 de la Ley

de Títulos y Operaciones de Crédito.

Relacionado con lo anterior, la apelante aduce que en

autos se justificó que ********** tiene una deuda diversa con la

actora y que se trata de adeudos completamente distintos, pues

ello se obtiene de las facturas que exhibió la parte demandada de

las copias certificadas del expediente número **********, en donde

se menciona que ********** tiene un adeudo diverso con la empresa

actora respecto de una serie de facturas.

Aduce que los pagarés no fueron firmados en garantía,

que tal suceso en ningún momento aconteció, sin que las pruebas

aportadas por la parte demandada le acarrearan beneficio alguno,

invocando la apelante la tesis que se identifica con el rubro

FALSEDAD IDEOLÓGICA DEL TÍTULO DE CRÉDITO POR

FALTA DE ENTREGA DEL DINERO. EL DEUDOR DEBE

DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE LA RELACIÓN JURÍDICA,

PARA TENER POR DEMOSTRADA ESA EXCEPCIÓN.

La recurrente agrega que la empresa demandada

pretende acreditar mediante facturas que se liquidaron los títulos

fundatorios de la acción, sin embargo, los pagos no constan en los

documentos respectivos, y corresponde a quien afirma haber

pagado, la carga de demostrarlo.

Insiste la recurrente que del análisis de los pagarés no

se advierte que a través de los mismos se haya garantizado el pago

de las facturas, pues se trata de adeudos completamente distintos,

ya que no existe en ninguna de estas facturas, el dato de que se

hayan otorgado en garantía del adeudo que se le reclama. Por

tanto, sostiene la recurrente, lo cierto es que con dichos

documentos no se acreditan los pagos de los títulos fundatorios de

la acción como se afirma en las excepciones opuestas por la

contraria, de ahí que éstas resulten infundadas.

En relación a lo anterior, esta autoridad señala que si

bien es cierto que en el cuerpo de los pagarés y de las facturas no

TOCA CIVIL No. 75/2015 61

se contienen referencia textual respecto de que los primeros se

otorgaron en garantía de las segundas, como tampoco se anotaron

en los pagarés los pagos efectuados a los mismos, también lo es

que ello no es suficiente para estimar que en autos no se

justificaron las excepciones opuestas por la demandada, ello en

virtud de que éstas quedaron demostradas con el caudal probatorio

aportado por ésta última.

En efecto, de la sentencia impugnada se advierte que

conforme a la valoración que realizó el juzgador de los medios de

convicción aportados por la empresa demandada, dicha autoridad

arribó a la conclusión de que con ellos se acreditaba que los

pagarés fueron suscritos en garantía de pago de las facturas que

exhibió la demandada, demostrándose también el pago de los

adeudos contenidos en los mismos, esto es, de las cantidades que

se reclamaban.

Ahora bien, la valoración y alcance demostrativo de las

pruebas que aportó la demandada, en las cuales basó el Juez su

conclusión, constituye la materia de la parte inicial de éste y de los

siguientes seis agravios que serán analizados. Por tal motivo, esta

autoridad señala aquí que, como fue determinado en relación a la

prueba confesional desahogada a cargo de la actora, y según se

razonará y fundará más adelante, tanto la confesional referida

como las demás pruebas aportadas por la empresa demandada si

fueron favorables a sus intereses y, por ello, contrario a lo que

aduce la recurrente, en autos sí se justificó que los pagarés se

otorgaron en garantía y que las cantidades que amparan fueron

liquidadas.

Entonces, se declaran infundadas las argumentaciones

que se analizan, ello en base a las consideraciones y fundamentos

que se exponen en esta resolución para sustentar la correcta y legal

valoración de las pruebas aportadas por la demandada, en cuyos

resultados se sustentó la conclusión de que se acreditaron las

excepciones opuestas, debiéndose tener aquí por reproducidas

para efecto de desestimar lo alegado en contra de ello.

Esta autoridad se remite entonces a las

consideraciones y fundamentos que se contienen en esta

resolución para, en acato a los principios de congruencia, claridad

y exhaustividad con que deben dictarse las sentencias, sostener

aquí que las pruebas que aportó la demandada sí le fueron

favorables y con ellas se justificaron las excepciones opuestas,

esto es, que los pagarés se otorgaron en garantía y que las

TOCA CIVIL No. 75/2015 62

cantidades que amparan fueron liquidadas, lo que se traduce en

que el obligado a la prueba cumplió con tal carga.

Por consiguiente, si bien es cierto que los pagarés se

encuentran regidos por el principio de literalidad previsto en el

artículo 5 de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, también lo

es que aún y cuando en las facturas y en los pagarés no se

contenga la anotación de que las primeras quedaron pagadas y que

los segundos fueron suscritos en garantía de aquellas, ello no es

suficiente para estimar procedente la pretensión de pago de la

actora.

Lo anterior en tanto que, en criterio de quienes esto

resuelven, es factible que los pagos o relación causal de los títulos

de crédito se justifiquen por los demás medios de prueba

autorizados por la ley, como así sucedió en la especie, ya que el

principio de literalidad que los rige es solo un medio para ello pero

no el único.

Por tal motivo, es intrascendente que en el texto de los

pagarés y de las facturas no se contenga referencia alguna ni se

haya plasmado en ellos las circunstancias aludidas, pues de

conformidad con el artículo 1205 del Código de Comercio en vigor,

son admisibles como medios de prueba todos aquellos elementos

que puedan producir convicción en el ánimo del juzgador acerca de

los hechos controvertidos o dudosos y en consecuencia serán

tomadas como pruebas las declaraciones de las partes, terceros,

peritos, documentos públicos o privados, inspección judicial,

fotografías, facsímiles, cintas cinematográficas, de videos, de

sonido, mensajes de datos, reconstrucciones de hechos y en

general cualquier otra similar u objeto que sirva para averiguar la

verdad. De ahí que se declare infundado lo alegado al respecto en

este apartado.

Lo anterior encuentra apoyo en la siguiente

jurisprudencia.

TÍTULOS DE CRÉDITO. LA EXCEPCIÓN DE PAGO TOTAL O PARCIAL PUEDE ACREDITARSE CON OTROS MEDIOS DE PRUEBA PERMITIDOS EN LA LEY, DISTINTOS DEL PROPIO DOCUMENTO, DE LA ANOTACIÓN EN SU REVERSO DE LOS PAGOS PARCIALES EFECTUADOS O DE UN RECIBO QUE DEMUESTRE SU LIQUIDACIÓN. Conforme a los artículos 129 y 130 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, el pago de un título ejecutivo debe hacerse precisamente contra su entrega y los abonos parciales realizados deben anotarse en el documento crediticio; sin embargo, ello no es obstáculo para que en un juicio ejecutivo mercantil, al contestar la demanda, el deudor acredite la excepción de pago total o parcial del documento con otros medios

TOCA CIVIL No. 75/2015 63

de prueba distintos a él, a la anotación en su reverso de los pagos parciales efectuados o a un recibo que demuestre su liquidación, pues acorde con el artículo 1194 del Código de Comercio, la dilación probatoria concedida en estos juicios es para desvirtuar dichos títulos, es decir, para que el demandado justifique sus excepciones. Lo anterior es así, porque si bien un título de crédito es una prueba preconstituida de la acción, lo cual significa que por el solo hecho de que ésta se funde en ese documento es innecesario demostrar su procedencia o la relación causal que le dio origen, ello no implica que sea una prueba preconstituida del adeudo o que éste no se haya pagado. Además, en términos del artículo 1205 del citado Código, son admisibles como medios probatorios todos los elementos que puedan producir convicción en el ánimo del juzgador acerca de los hechos controvertidos o dudosos; de manera que la confesión judicial expresa hace prueba plena y tiene el alcance suficiente para acreditar el pago total o parcial del documento crediticio cuando concurren las circunstancias de haber sido hecha por persona capaz de obligarse con pleno conocimiento, sin coacción ni violencia, respecto de un hecho propio y concerniente al negocio, y conforme a las formalidades de ley (capítulo XIII del Código de Comercio), sobre todo porque esta prueba no pierde valor sólo por estar frente a otra preconstituida, ya que, se reitera, ésta es en relación con la acción y no con el adeudo. Asimismo, una vez satisfechos los requisitos previstos en el artículo 1302 del Código aludido, la prueba testimonial constituirá un indicio al que, adminiculado con otras probanzas, el juez podrá otorgar validez probatoria para acreditar el dicho del deudor en el sentido de que pagó al acreedor total o parcialmente un título de crédito. 4

Otro argumento al que debe hacerse referencia, es el

relativo a que las facturas que exhibe la parte demandada son

documentos que no tienen vinculación con los títulos cuyo pago se

reclama, que se trata de adeudos completamente diferentes, que

se justificó que ********** tiene una deuda diversa con la actora,

pues ello se obtiene de las facturas que exhibió la parte demandada

y de las copias certificadas del expediente número **********, en

donde se menciona que ********** tiene un adeudo diverso con la

empresa actora respecto de una serie de facturas.

Lo anterior es infundado toda vez que es falso que con

las pruebas a que se alude quedó demostrado que los pagarés

base de la acción y las facturas que exhibió la demandada

provengan de adeudos completamente diferentes, por el contrario,

de tales documentos se infiere que entre la empresa actora y la

empresa demandada existió una relación comercial que generó la

suscripción de los pagarés de que se trata, así como que éstos se

emitieron en garantía de pago de la mercancía que se ampara en

las facturas que exhibió la demandada; pero todo ello será materia

de estudio en el cuarto agravio, por lo que se estima pertinente

4 Época: Novena Época Registro: 164658. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.

Tomo XXXI, Abril de 2010. Materia(s): Civil. Tesis: 1a./J. 107/2009. Página: 377. Contradicción de tesis 136/2008-PS. Entre las sustentadas por el Tercer

Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. 30 de septiembre de 2009. Unanimidad

de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa López. Tesis

de jurisprudencia 107/2009. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha veintiocho de octubre de dos mil nueve.

TOCA CIVIL No. 75/2015 64

reservar para entonces la exposición de las razones y fundamentos

en base a los cuales se estima que dichas probanzas no arrojan los

resultados que pretende la recurrente, mismas que deberán

tenerse aquí presentes como fundamento para desestimar el

argumento que se analiza.

En base a todo lo expuesto y fundado se concluye que,

contra lo que afirma la recurrente, el Juez no incurrió en la violación

del principio de equidad de las partes, ni de los numerales citados

en este apartado, ni transgredió las garantías relacionadas con el

derecho de acceso a la impartición de justicia que se invoca en

apoyo de lo argumentado.

Consecuentes con todo lo anterior, se declara

infundado el primer agravio.

b) Segundo agravio.

Valoración de la prueba testimonial desahogada a cargo

de ********** y **********.

En el segundo agravio se invoca la ilegal valoración de

la prueba testimonial singular rendida por ********** y **********,

probanza que fue desahogada en audiencia de fecha 8 de julio de

2014.

Afirma la recurrente que se violó el artículo 197 del

Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación supletoria

al Código de Comercio, los artículos 14, 16 y 17 de nuestra

Constitución en relación con los artículos 1261, 1262, 1263, 1264,

1265, 1302, 1303 y 1304 del ordenamiento mercantil mencionado.

En primer término, la inconforme destaca que la regla

general de valoración de la prueba testimonial consiste en que el

Juez lo hará bajo su libre arbitrio, pero existen lineamientos legales

de valoración que conllevan a un sistema mixto. Después hace

referencia a los requisitos que deben concurrir para dar valor

probatorio a un testimonio así como a las circunstancias que deben

considerarse para tal efecto, todo ello conforme al Código de

Comercio, siendo insistente en que para dar valor probatorio pleno

a la prueba testimonial, entre otros requisitos, es necesario contar

con el testimonio de por lo menos dos personas, pero cuando se

trata del testimonio de un solo testigo, no es posible otorgarle valor

probatorio, a menos que ambas partes hayan convenido en aceptar

o pasar por el dicho del testigo, como así lo prescribe el artículo

1304 del Código de Comercio.

TOCA CIVIL No. 75/2015 65

Explica la inconforme que los artículos 1302 y 1304 del

Código de Comercio exigen que para tener por demostrados los

hechos sobre los que versa la prueba testimonial deben concurrir

cuando menos las declaraciones de dos testigos con las

características que el propio precepto refiere, y un testimonio

singular no es bastante para tener por acreditadas las

circunstancias sobre las que se declara, excepto en el caso a que

se refiere el artículo 1304 del mismo ordenamiento legal, el cual fue

transgredido porque en la especie, las partes jamás convinieron en

pasar por el dicho de un solo testigo. En apoyo a su argumento, la

recurrente invoca la tesis que se titula TESTIGO SINGULAR EN

JUICIOS MERCANTILES, CARECE DE VALOR PROBATORIO

SU DECLARACIÓN SI NO SE ENCUENTRA EN ALGUNO DE

LOS CASOS DE EXCEPCIÓN PREVISTOS POR LA LEY.

De lo anterior, afirma la exponente, se desprende que

la autoridad otorgó ilegalmente pleno valor probatorio a la prueba

testimonial singular desahogada a cargo de los testigos en

mención, violando con ello los artículos mencionados al inicio de

éste resumen, ya que el juzgador no llevó a cabo de manera legal

la valoración de esta probanza.

Este argumento deviene inoperante porque parte de

una premisa falsa, pues contrario a lo que se afirma, el Juez no tuvo

por acreditados hechos en base a un solo testigo, ya que según se

advierte de la definitiva impugnada, dicha autoridad valoró tanto el

testimonio de ********** como el de **********, basándose en el dicho

de ambos para tener por acreditados los hechos que identificó al

final de su justipreciación.

Ahora bien, es indispensable señalar que en la

sentencia se señala que se trata de la testimonial singular

consistente en el testimonio rendido por los dos testigos

mencionados, sin embargo, es claro que ello no impacta en forma

alguna para, como así lo hizo el Juez, adminicular el dicho de

ambos, pues el calificativo de singular no es sinónimo de único.

En efecto, tales calificativos difieren entre sí en cuanto

al número de personas que presenciaron el hecho sobre el cual

declaran. En esa tesitura, el testigo singular surge a la vida jurídica

cuando existe pluralidad de personas que percibieron la realización

de un hecho, pero éste se pretende probar dentro del

procedimiento sólo con la declaración de uno de ellos. Mientras que

la figura del testigo único se presenta cuando el hecho que se

pretende probar se soporta en el dicho de la única persona que lo

presenció.

TOCA CIVIL No. 75/2015 66

Entonces, si el Juez valoró el dicho de dos testigos

singulares, teniendo por acreditados hechos a partir de las

declaraciones de ambos, es evidente que se trata de dos personas

que se percataron de los hechos sobre los que declararon pero que

su oferente prefirió ofertar sus testimonios en forma singular y no

colegiada, por ello debe entenderse que se trata de dos testigos y

no del testimonio único de dos personas.

Aunado a lo anterior, es falso que el Juez hubiera

sustentado su determinación final en la declaración de un solo

testigo, pues según se desprende de autos, fue precisamente a

partir del estudio relacionado de todos los medios de convicción

que aportó la empresa demandada, que el Juez arribó a la

conclusión de que se justificaban las excepciones y defensas

opuestas por dicha parte.

Entonces, si el Juez tuvo por acreditados ciertos hechos

a partir del testimonio de dos testigos, es claro que aplicó la regla

de valoración contenida en el artículo 1302 del Código de

Comercio; y si además, adminiculó tal probanza con el resto del

caudal probatorio, es evidente que como se anticipó, este

argumento es inoperante porque parte de la premisa falsa

consistente en que el Juez dio valor probatorio a la prueba

testimonial sustentado en el testimonio de un solo testigo. Lo

anterior de acuerdo al criterio que se sostiene en la siguiente

jurisprudencia.

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE TIENEN COMO SUSTENTO UN POSTULADO NO VERÍDICO [APLICACIÓN ANALÓGICA DE LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 108/2012 (10a.)]. La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia en cita, determinó que los agravios cuya construcción parte de premisas falsas son inoperantes, ya que a ningún fin práctico conduciría su estudio pues, al partir de una suposición no verdadera, su conclusión es ineficaz para obtener la revocación de la sentencia recurrida; principio que aplica a los conceptos de violación cuyo sustento es un postulado que resultó no verídico; de ahí que sea ocioso su análisis y, por ende, merecen el calificativo de inoperantes. 5

5 Época: Décima Época. Registro: 2008226. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Gaceta del Semanario

Judicial de la Federación. Libro 14, Enero de 2015, Tomo II. Materia(s): Común. Tesis: XVII.1o.C.T. J/5 (10a.). Página: 1605. PRIMER TRIBUNAL

COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO SÉPTIMO CIRCUITO. Amparo directo 39/2014. Leoni Cable, S.A. de C.V. 15 de mayo

de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Amador Muñoz Torres, secretario de tribunal autorizado para desempeñar las funciones de Magistrado, en términos

del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el diverso 40, fracción V, del Acuerdo General del Pleno

del Consejo de la Judicatura Federal, que reglamenta la organización y funcionamiento del propio Consejo. Secretaria: Myrna Grisselle Chan Muñoz. Amparo

directo 607/2014. Joel Armando Estrada Morales. 2 de octubre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Gerardo Torres García. Secretario: Dante Orlando

Delgado Carrizales. Amparo directo 711/2014. Rogelio Reza Valenzuela. 16 de octubre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: María del Carmen Cordero

Martínez. Secretario: Carlos Martín Hernández Carlos. Amparo directo 688/2014. Ivonne Elizabet Torres Ramírez. 23 de octubre de 2014. Unanimidad de

votos. Ponente: María del Carmen Cordero Martínez. Secretaria: Grisselle Chan Muñoz. Amparo directo 693/2014. 23 de octubre de 2014. Unanimidad de

votos. Ponente: Manuel Armando Juárez Morales. Secretario: Ismael Romero Sagarnaga. Nota: La tesis de jurisprudencia 2a./J. 108/2012 (10a.) citada,

aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XIII, Tomo 3, octubre de 2012, página 1326, con el rubro:

"AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE SE SUSTENTAN EN PREMISAS FALSAS." Esta tesis se publicó el viernes 16 de enero de 2015

a las 9:00 horas en el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 19 de enero de 2015, para

los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

TOCA CIVIL No. 75/2015 67

Otra anomalía que invoca la recurrente, es la relativa a

que el juzgador, al momento de valor a la prueba testimonial, pasó

por alto que en el escrito de contestación y en el de ofrecimiento de

pruebas, al ofertar la probanza en comento, la empresa

demandada manifestó bajo protesta de decir verdad que los

testigos no se encontraban bajo su control, por lo que solicitó fueran

citados por conducto del actuario; sin embargo, según se advierte

de la audiencia en la que se desahogó dicha probanza, los testigos

en cuanto a las tachas de ley respondieron lo siguiente.

********** manifestó que es empleado de **********; que

tuvo conocimiento de la audiencia por su jefe el ingeniero **********;

que si le informó de que se trataba; que a raíz del adeudo que tenía

con **********, que había surgido un problema y si podía

comparecer como testigo.

********** manifestó que trabaja para **********; que tuvo

conocimiento de la audiencia por la notificación del juzgado; que

llegó a ********** y que no se acuerda de la fecha de la notificación.

De lo anterior puede apreciarse, afirma la recurrente,

que los testigos tienen interés directo en el asunto, pues la oferente

manifestó no tenerlos bajo su control, sin embargo, uno de los

testigos afirmó que su jefe le avisó de la audiencia, mientras que la

testigo señaló que llegó la notificación a **********, notificación que

jamás fue efectuada por funcionario alguno del juzgado, como así

se acredita con las actuaciones del presente juicio.

De las declaraciones señaladas se infiere, aduce la

apelante, que los testigos se encuentran ligados laboralmente con

su presentante, por consiguiente, es indiscutible que tienen interés

directo de que la parte demandada obtenga beneficio con su

testimonio, por lo que incuestionablemente se trata de mendicidad

en los testigos, situación que la autoridad pasó por alto,

evidenciando su imparcialidad y su transgresión al artículo 1310 del

Código de Comercio.

Como se advierte, en este argumento la recurrente

pretende que se reste valor probatorio a los testimonios de que se

trata en virtud de que la oferente manifestó no tenerlos bajo control

y, sin embargo, uno de ellos declaró que tuvo conocimiento de la

audiencia por el comentario del codemandado ingeniero **********;

en tanto que la testigo declaró que la citación llegó a la empresa

pero no obra constancia de tal diligencia en autos. En base a ello,

la recurrente afirma que los testigos tienen interés en el negocio

TOCA CIVIL No. 75/2015 68

porque son empleados de la empresa demandada, por lo que tal

relación laboral torna evidente la mendacidad de sus testimonios.

Ahora bien, de la sentencia impugnada se advierte que

el Juez, al valorar los testimonios en comento, en ningún momento

tomó en consideración la relación laboral que externaron tener los

testigos con su representante, como tampoco advirtió lo declarado

por ellos respecto a cómo se enteraron de la audiencia. Sin

embargo, en criterio de quienes esto analizan, tales circunstancias

no restan valor probatorio a los testimonios en comento por las

razones que a continuación se exponen.

En primer término debe recordarse que en materia

mercantil, la valoración de la prueba testimonial se rige por un

sistema mixto, pues el artículo 1302 del Código de Comercio deja

la apreciación de la prueba testimonial al arbitrio del juzgador, quien

no puede considerar probados los hechos sobre los que versó

cuando no haya por lo menos dos testigos en los que por su edad,

capacidad e instrucción, declaren de ciencia cierta, esto es, que

hayan oído pronunciar las palabras, presenciado el acto o visto el

hecho material sobre el que deponen; que sean uniformes no sólo

en la sustancia sino en los accidentes del acto que refieren o aun

cuando no convengan en éstos, que no modifiquen la esencia del

hecho y den razón fundada de su dicho.

Por su parte, el artículo 1303 del mismo ordenamiento

establece las circunstancias que deberá tener en cuenta el

juzgador para la valoración de dicha probanza.

En consecuencia, la prueba testimonial en materia

mercantil debe valorarse de acuerdo a las reglas que se establecen

en la ley para tasar un testimonio y una vez satisfechos se deja al

arbitrio del juzgador la determinación de su alcance probatorio

conforme al cúmulo probatorio del caso concreto existente en el

procedimiento.

Teniendo en cuenta lo anterior, quienes esto analizan

consideran que, si bien es cierto que los testigos en cuestión

manifestaron ser empleados de **********, también lo es que tal

relación laboral, por sí sola, no es suficiente para estimar que existe

mendacidad y/o parcialidad en sus testimonios por tener interés

directo en el asunto, menos aún si los hechos respecto de los que

declararon fueron corroborados con otros medios de prueba.

En efecto, el hecho de ser empelados de su

presentante, no es suficiente por sí sólo, para estimar que los

TOCA CIVIL No. 75/2015 69

testimonios en mención están afectados de parcialidad y

mendacidad, sin embargo, no se soslaya que tal relación laboral

constituye una de las circunstancias que deben tenerse en

consideración para valorar la probanza en cuestión, ello de acuerdo

al artículo 1303 del Código de Comercio.

El precepto en mención establece que para valorar las

declaraciones de los testigos, el Juez tendrá en consideración las

circunstancias siguientes:

I. Que no sean declaradas procedentes las tachas que se

hubieren hecho valer o que el juez de oficio llegue a determinar; II. Que por su edad, su capacidad y su instrucción, tenga el

criterio necesario para juzgar del acto; III. Que por su probidad, por la independencia de su posición y

por sus antecedentes personales, tenga completa imparcialidad; IV. Que el hecho de que se trate sea susceptible de ser conocido

por medio de los sentidos, y que el testigo lo conozca por sí mismo y no por inducciones ni referencias a otras personas;

V. Que la declaración sea clara y precisa, sin dudas ni

reticencias, ya sobre la sustancia del hecho, ya sobre las circunstancias esenciales;

VI. Que el testigo no haya sido obligado por fuerza o miedo, ni

impulsado por engaño, error o soborno. El apremio judicial no debe estimarse como fuerza o intimidación.

Conforme a lo anterior, es claro para quienes esto

resuelven que la posición o relación laboral que tienen los testigos

con la empresa demandada, los coloca justo en la situación

necesaria para conocer directamente y a ciencia cierta los hechos

sobre los que declaran, ya que ambos manifestaron trabajar en el

departamento de compras y tratar con los proveedores de la

empresa.

Lo anterior, aunado a que no se demostró en autos que

los testigos fueron aleccionados, amenazados, sobornados ni

obligados de forma alguna a declarar en el sentido en que lo

hicieron y, además, sus dichos se corroboran con las demás

probanzas, entonces no cabe duda de que el Juez estuvo en lo

correcto al concederles valor y alcance probatorio conforme al

cúmulo probatorio existente en el juicio.

TOCA CIVIL No. 75/2015 70

En efecto, el Juez tuvo por acreditado con tal probanza

la relación comercial entre las partes, los correos electrónicos que

se enviaban en forma recíproca, que no existe ningún otro adeudo

aparte del que se está ventilando y que dicho adeudo ya fue

liquidado. Como se aprecia, los hechos que se tuvieron por

acreditados con las declaraciones de los testigos en mención

tienen que ver directamente con el trabajo que ambos desempeñan

en la empresa, es decir, en el departamento de compras de la

demandada.

Además, los hechos que declararon los testigos y que

el Juez tuvo por demostrados, se corroboran con el cúmulo

probatorio aportado por la demandada, pues la prueba confesional

desahogada a cargo de la actora cuyo valor probatorio fue materia

del primer agravio, así como la prueba documental privada relativa

a los correos electrónicos de fechas ********** y **********, la

documental pública relativa a las constancias de los medios

preparatorios de este juicio tramitados bajo el expediente número

**********, la pericial en documentoscopía y la inspección judicial

adminiculada con pericial contable, arrojaron resultados favorables

para ello, según se analizará más adelante por ser la materia de los

siguientes agravios.

Entonces, esta autoridad estima que no existe la

mendacidad y la parcialidad que afirma la apelante emana del

interés directo de los testimonios por la relación laboral que

mantienen o mantenían los testigos con su presentante.

Por el contrario, se advierte que los testigos en mención

declararon sobre hechos perceptibles a través de los sentidos, que

conocen directa y personalmente por la relación laboral que

mantienen o mantenían con la empresa pues trabajaban en el

departamento de compras de ésta; de igual manera, atendiendo a

la edad, capacidad e instrucción de los testigos, quienes

manifestaron ser mayores de edad y contar con grado de

licenciatura, se estima que ambos gozan del criterio necesario para

juzgar los hechos sobre los que declararon; sin que se cuente,

además, con datos que hagan dudar de su probidad,

independencia ni respecto de antecedentes personales que

comprometan su imparcialidad; advirtiéndose claridad y precisión

en sus declaraciones, sin dudas ni reticencias sobre la sustancia

del hecho; y, por último, sin que se hubiere demostrado en autos

que los testigos fueron obligados a declarar en el sentido en que lo

hicieron, por fuerza o miedo, ni impulsados por engaño, error o

soborno.

TOCA CIVIL No. 75/2015 71

Dentro del contexto anterior, se arriba a la conclusión

de que los testimonios considerados por el A quo para,

adminiculados con el resto del cúmulo probatorio, tener por

acreditados los hechos apuntados, fueron correctamente

valorados, pues por las razones expuestas, se estima que los

mismos gozan del alcance demostrativo que se les concedió.

Consecuentes con lo anterior, al resultar inoperante uno

de los argumentos e infundado el otro, este segundo agravio debe

desestimarse, declarándose infundado en su totalidad.

c) Tercer agravio.

Valoración de la documental privada relativa a correos

electrónicos adminiculada con testimonial.

En el tercer agravio se invoca la ilegal valoración de la

prueba documental consistente en las copias simples de los

correos electrónicos de fechas ********** y **********, la cual fue

adminiculada con la testimonial de ********** y **********.

Afirma la apelante que el Juez violó el artículo 197 del

Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación supletoria

al Código de Comercio en relación con los artículos 14, 16 y 17 de

nuestra Constitución.

Señala que dicha probanza fue valorada de manera

ilegal, en primer término, porque para que pudiese tomarse en

cuenta adminiculada con la declaración de los testigos, era

menester que existiera coincidencia en la sustancia de los hechos

declarados por los testigos, lo cual no aconteció; pero además,

dicha documental fue vinculada por la parte oferente con la

ratificación de su contenido a cargo de **********, prueba de la cual

la contraparte se desistió en audiencia celebrada el día 25 de

septiembre de 2014, por lo que no era factible relacionarla con el

testimonio de los testigos mencionados.

Al respecto, quienes esto analizan consideran que no le

asiste la razón a la recurrente al señalar que el dicho de los testigos

no fue coincidente en la sustancia de los hechos por ellos

declarados, como tampoco es acertado que las declaraciones no

fueran coincidentes con el contenido de los correos mencionados.

Lo anterior se constata fácilmente con el acta de la

audiencia en que se verificó el desahogo de las testimoniales en

comento, pues de la literalidad de las respuestas se advierte que

las declaraciones de los testigos coincidieron en cuanto a la

TOCA CIVIL No. 75/2015 72

existencia de una relación comercial entre las partes, respecto de

los correos electrónicos que se enviaban en forma recíproca, así

como en que no existe ningún otro adeudo aparte del que se está

ventilando y que éste ya fue liquidado.

En efecto, de la lectura de las declaraciones vertidas

por cada uno de los testigos se advierte que los datos o hechos que

declaran coinciden en lo sustancial, específicamente de las

respuestas que dieron a las preguntas 3, 4, 5, 6, 8, 9, 11, 13, 14,

15, 16, 17, 18 y 24, mismas que constan en las fojas 449 y 450 del

expediente en estudio, a las cuales nos remitimos en obvio de

transcripciones innecesarias.

Además, hay coincidencia entre las declaraciones y los

correos mencionados, los cuales obran en copias simples en las

fojas 97 y 98 del expediente en estudio, de cuyo texto se advierte

que fueron dirigidos a los testigos mencionados, que se enviaron

en las fechas que cada uno, y que mediante ellos se les comunicó

lo relativo a los adeudos a que aluden también en sus

declaraciones.

Por lo tanto, es falso que no existe coincidencia entre

las declaraciones y los correos, lo que torna infundado este

argumento.

De igual manera se estima infundado lo afirmado por la

recurrente en el sentido de que la prueba documental en comento

no pudiera ser relacionada con la testimonial de referencia, esto

debido a que los correos se ofrecieron adminiculados con la prueba

de reconocimiento ofertada a cargo de ********** que fue quien los

envió, y de cuyo desahogo se desistió la empresa demandada.

Lo anterior es infundado, se insiste, por dos motivos: en

primer lugar, porque según se advierte del escrito de contestación

de ambos demandados, dichas probanzas se ofertaron

relacionadas entre sí; y, en segundo lugar, porque es obligación del

juzgador valorar en conjunto y adminicular todas las pruebas a fin

de llegar al conocimiento de la verdad.

En efecto, del escrito de contestación de la empresa

demandada se advierte que ofertó la prueba testimonial a cargo de

********** relacionándola, entre otros hechos, con el correo

electrónico de fecha **********, ello según consta en la foja 39 del

expediente en estudio.

TOCA CIVIL No. 75/2015 73

De igual manera, en el referido escrito, la empresa

demandada ofreció la testimonial a cago de **********

relacionándola, entre otros hechos, con el correo electrónico de

fecha **********, ello según consta en la foja 39 vuelta del

expediente en estudio.

Por otra parte, el codemandado ingeniero **********,

ofertó la prueba documental privada relativa a los correos

electrónicos mencionados, señalando que éstos fueron enviados a

los testigos referidos, según consta en la foja 95 vuelta del

expediente.

Así mismo, ofertó la prueba testimonial a cargo de

********** relacionándola, entre otros hechos, con el correo

electrónico de fecha **********, ello según consta en las fojas 94 y

vuelta y 95 del expediente, así como la testimonial a cago de

********** relacionándola, entre otros hechos, con el correo

electrónico de fecha **********, ello según consta en la foja 94 de

los autos que se analizan.

Entonces, es falso que las probanzas en mención no se

hubieran ofrecido relacionadas entre sí como lo afirma la

recurrente.

Pero al margen de que se hubieren ofrecido o no de tal

forma, debe recordarse que de conformidad con el artículo 197 del

Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria

al de Comercio, el juzgador goza de la más amplia libertad para

hacer el análisis de las pruebas rendidas; para determinar el valor

de las mismas, unas enfrente de las otras, y para fijar el resultado

final de dicha valuación contradictoria; a no ser que la ley fije las

reglas para esta valoración.

Por consiguiente, es incuestionable que la prueba

documental en comento podía relacionarse con la testimonial y con

las demás pruebas aportadas por la demandada, de ahí que

aunque dicha parte se haya desistido del reconocimiento de tales

correos a cargo de su emisora, el Juez actuó conforme a derecho

al adminicular esta documental privada con los testimonios de

quienes las recibieron, lo que genera que este argumento resulte

igualmente infundado.

En tal contexto, se declara infundado este tercer

agravio.

d) Cuarto agravio.

TOCA CIVIL No. 75/2015 74

Valoración de la prueba trasladada consistente en copias

certificadas del expediente número **********, relativo a

los medios preparatorios de este juicio ejecutivo

mercantil.

En el cuarto agravio se invoca la ilegal valoración de la

prueba documental trasladada, consistente en la copia certificada

de los medios preparatorios de este juicio, tramitados bajo el

expediente **********.

Afirma la recurrente que el Juez violó el artículo 197 del

Código Federal de Procedimientos Civiles en relación con los

artículos 14, 16 y 17 de nuestra Carta Magna.

Aduce la exponente que el Juez ilegalmente concedió

valor probatorio a la probanza en comento porque únicamente tomó

en cuenta las manifestaciones de la contraria mediante las cuales

negó que el adeudo por los tratos comerciales ascendía a la

cantidad de $********** y que desde el mes de mayo de 2013, dejó

de cumplir con sus obligaciones de pago contraídas con **********

lo cual es aberrante, ya que si bien es cierto que la parte

demandada admitió al contestar que el único saldo pendiente era

por la cantidad referida, también confesó que derivaba de las

facturas que menciona y no de los títulos de crédito cuyo pago se

reclaman.

A su vez, la testigo **********, confirmó lo anterior al

responder la pregunta directa con relación a la nueve, saber que la

cantidad adeudada era de $**********.

En apoyo a sus argumentaciones, la apelante invoca la

tesis que se identifica con el rubro CONFESIÓN JUDICIAL EN

MATERIA MERCANTIL NO RECTIFICADA DURANTE EL

JUICIO, VALOR INDICIARIO DE LA.

De lo anterior se infiere, dice la recurrente, que el Juez

violó los principios de congruencia y exhaustividad, así como el

artículo 1324 del Código de Comercio, ya que se limitó a valorar

pequeños extractos, omitiendo hacer un estudio integral, y

añadiendo cuestiones no hechas valer y sin expresar las

consideraciones contradichas entre sí.

Para robustecer lo anterior, la apelante invoca la

jurisprudencia que se titula CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD

EN SENTENCIAS DICTADAS EN AMPARO CONTRA LEYES.

ALCANCE DE ESTOS PRINCIPIOS.

TOCA CIVIL No. 75/2015 75

De lo expuesto se desprende, asegura la impetrante del

recurso, que el A quo ha incurrido en innumerables anomalías con

el único fin de favorecer a la parte demandada, al efectuar una

ilegal valoración de las pruebas, y perjudicar a la empresa

endosante.

La abogada exponente exhibe copias certificadas de la

totalidad de las actuaciones del juicio ordinario mercantil,

expediente número **********, promovido por su mandante en

contra de **********, mismo que fue ofrecido como prueba durante

el juicio, sin embargo, en aquel momento solamente se contaba con

el escrito de demanda y el auto de radicación.

Afirma la recurrente que según se advierte, en aquel

juicio (foja 34) la parte demandada dio contestación a la demanda

y consignó la cantidad de $********** (********** PESOS 00/100

M.N.), cantidad que proviene del adeudo de las facturas A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

********** y A-**********.

Con esta prueba documental, relacionada con la

confesión contenida en la contestación y la prueba testimonial

ofrecida por la propia demandada, se acredita que si existió otro

adeudo por los tratos comerciales, pues dicha parte admitió la

existencia de un adeudo por la cantidad de $********** (**********

PESOS 00/100 M.N.).

En relación a las pruebas que se exhiben en la segunda

instancia, la recurrente invoca el criterio que se titula PRUEBAS EN

SEGUNDA INSTANCIA EN ATENCIÓN AL DERECHO HUMANO

DE ACCESO A LA JUSTICIA SU OFRECIMIENTO NO TIENE

QUE SER NECESARIAMENTE DENTRO DEL PERIODO

COMPRENDIDO ENTRE LA PRIMERA RESOLUCIÓN Y LA

AUDIENCIA DE ALEGATOS, SINO DESDE EL ESCRITO DE

EXPRESIÓN DE AGRAVIOS (INTERPRETACIÓN DEL

ARTÍCULO 522 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES

PARA EL ESTADO DE VERACRUZ).

Como se advierte de lo hasta aquí resumido, la

recurrente invoca la ilegal valoración de la prueba documental

relativa a las copias certificadas de los medios preparatorios de

juicio, sin embargo, lo que en realidad pretende es que se tome en

cuenta la confesión contenida en dichos medios, en su integridad y

en el sentido en que fue emitida, tan es así que afirma que el Juez

únicamente tomó extractos de la confesión, omitiendo hacer un

TOCA CIVIL No. 75/2015 76

estudio integral, y añadiendo cuestiones no hechas valer, sin

expresar las consideraciones contradichas entre sí; incluso

sustenta sus argumentos en una tesis relacionada con la prueba

confesional.

Ahora bien, es oportuno señalar que, al valorar la

prueba trasladada el Juez consideró, en forma literal, lo siguiente.

“... PRUEBA TRASLADADA, consistente en copia certificada de los Medios Preparatorios de Juicio Ejecutivo Mercantil expediente **********, promovido por **********, apoderada de ********** radicado en este mismo juzgado, la cual obra a fojas 932, de los autos, medios preparatorios que se promovieron a fin de que, mediante la prueba CONFESIONAL JUDICIAL, **********, a través de quien legalmente le represente, reconociera el adeudo de **********, cantidad que se encuentra amparada por siete facturas; probanza que se desahogó en audiencia celebrada el doce de marzo del año en curso, y en la que el apoderado jurídico de dicha negociación, **********, admitió: Que los días 1°, 8 y 23 de mayo, 6, 14 y 20 de junio del dos mil trece, tuvo diversas operaciones mercantiles con ********** que dichas operaciones mercantiles consistieron en compra venta de diversos productos **********, QUE POR EL SERVICIO DE COMPRAVENTA DE DIVERSOS PRODUCTOS ********** SU REPRESENTADA LE FACTURO LA COMPRAVENTA DE DIVERSOS PRODUCTOS **********; QUE LAS FACTURAS MENCIONADAS EN EL INICO anterior a la fecha fueron recogidas por su poderdante para su revisión y programación de pago; sin embargo negó que el adeudo por los tratos comerciales asciende a la cantidad de $********** y que desde el mes de mayo de dos mil trece haya dejado de cumplir con sus obligaciones de pago contraídas con **********. Probanza a la que se le otorga pleno valor probatorio de conformidad con lo dispuesto por los artículos 428 y 513 del Código Procesal Civil aplicado en forma supletoria a la materia Mercantil, la cual fue favorable a las pretensiones de la parte demandada, y de la que se desprende que si bien es cierto, la parte demandada aceptó haber realizado diversas operaciones comerciales con ********** y que a causa de dichas relaciones comerciales se expidieron facturas; sin embargo, en ningún momento admitió que existiera un adeudo por dicho tratos comerciales y que éstos ascendieran a la cantidad de $********** y menos aún que desde el trece de mayo de dos mil trece, hubiera dejado de cumplir con sus obligaciones de pago contraídas con **********”.

Como puede apreciarse, el Juez determinó que la

confesión de la empresa demandada vertida en los medios de

prueba era favorable a las pretensiones de dicha parte, ello porque

si bien aceptó haber realizado diversas operaciones comerciales,

en ningún momento admitió que existiera un adeudo de $**********

derivado de las mismas ni que hubieren dejado de cumplir con sus

obligaciones desde el 13 de mayo de 2013.

Lo anterior se estima contrario a derecho en virtud de

que, como antes se señaló, la confesión surte efectos únicamente

en lo que perjudica al absolvente, no en lo que le favorece. Sin

TOCA CIVIL No. 75/2015 77

embargo, aunque fundado, este argumento resulta a la postre

inoperante porque es insuficiente para variar el sentido de la

sentencia impugnada, toda vez que con el resto del caudal

probatorio aportado por la empresa demandada se justificó

plenamente la relación comercial que existió entre las litigantes, así

como que los pagarés se suscribieron en garantía de pago de la

mercancía amparada en las facturas que exhibió la demandada y

que las cantidades reclamadas fueron liquidadas en su totalidad,

ello en base al resultado arrojado por las pruebas que son materia

de análisis en esta resolución a cuyo análisis y valoración nos

remitimos.

Ahora bien, la recurrente pretende que la confesión

contenida en los medios de prueba, confrontada con la testimonial

de ********** y la confesión vertida en la contestación, se tenga por

acreditado que si existió otro adeudo por los tratos comerciales,

pues dicha parte admitió la existencia de un adeudo por la cantidad

de $********** (********** PESOS 00/100 M.N.).

Sin embargo, en criterio de esta autoridad, de la

adminiculación de dichas probanzas, apreciándolas conforme a la

sana crítica y a los principios de la lógica y a las máximas de la

experiencia, no se obtiene la justificación del hecho a que alude la

exponente, por el contrario, lo que se desprende claramente es que

existió una relación comercial mediante la cual se vendía un

producto según las requisiciones que se hicieran, las cuales se

documentaban en facturas cuyos pagos eran garantizados con

pagarés suscritos en garantía, y que las cantidades que se

reclaman en este y en el diverso juicio ordinario derivan de distintas

facturas.

En efecto, lo trascendental en la presente causa es que

la relación comercial que existió entre las partes consistió en la

venta que hacía la actora a la demandada de un producto llamado

**********, relación que fue admitida por ambas litigantes; dicha

venta se operaba mediante las requisiciones que realizaba la

demandada a la actora y se documentaban con facturas que

amparaban el producto vendido y su precio, cuyo pago era

garantizado mediante la suscripción de pagarés.

Por lo tanto, si las facturas que presentó la demandada

como pagadas, coinciden en sus montos con las cantidades que se

reclaman mediante los pagarés base de la acción, ello es suficiente

para absolver del pago de los mismos, debido a la vinculación que

existe entre dichos documentos, sin que ello se desvirtúe con

motivo de la existencia de facturas diversas derivadas de la relación

TOCA CIVIL No. 75/2015 78

comercial entre las partes, como son aquellas cuyo pago fue

reclamado en el juicio ordinario mercantil tramitado bajo el

expediente número ********** que la recurrente aportó como prueba,

pues de su contenido se advierte que la cantidad de $**********

pesos exigida en tal proceso judicial, derivó de facturas diversas a

las que se exhiben en el presente juicio, advirtiéndose también que

tal cantidad fue consignada en dicho procedimiento.

Es importante señalar que la empresa actora reclamó

mediante el juicio ordinario mercantil de referencia, el pago de siete

facturas, cuyos montos sumados arrojaban la cantidad de

$********** pesos. Esto es, demandó el pago de tal cantidad

fundada en que la misma derivó de las facturas A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-********** y A-

**********.

Confrontando el número de tales facturas, con el

número de las que la empresa demandada presentó como pagadas

en este juicio, es fácil advertir que los montos que se reclaman en

este juicio y en el diverso ordinario mercantil derivan de facturas

distintas.

En efecto, como se señaló, el juicio ordinario mercantil

se sustentó en las facturas A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-********** y A-**********; en tanto que la

demandada exhibió en el presente juicio las facturas A-**********,

A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

********** y A-**********.

Por consiguiente, no existe duda de que el adeudo

reclamado en este juicio y el reclamado mediante el juicio ordinario

mercantil de referencia, derivan de facturas distintas, pero todas

ellas emanadas de la relación comercial que existió entre las partes

litigantes.

En orden a todo lo anterior, no es factible dar el sentido

que pretende la recurrente a los hechos que se demuestran con las

probanzas a que alude la recurrente, pues si bien es cierto que los

adeudos que se reclaman en este y en el diverso juicio derivan de

facturas distintas, también lo es que ello no desvirtúa la vinculación

entre los pagarés base de la acción y las facturas que exhibió la

TOCA CIVIL No. 75/2015 79

demandada para justificar el pago de la cantidad que se le reclama;

de ahí lo infundado de este argumento.

Para finalizar el presente agravio, la recurrente señala

que es ilegal que el Juez fundara su resolución en los artículos 428

y 513 del Código Procesal Civil, aplicando dicho ordenamiento de

manera supletoria al Código de Comercio, pues ello es indebido en

virtud de que la legislación aplicable supletoriamente es la federal,

por lo que el juzgador violó la jurisprudencia que se titula

SUPLETORIEDAD DE LEYES. CUANDO SE APLICA.

En relación a lo anterior debe señalarse que es cierto

que para fundar el valor probatorio que concedió a la confesión que

fue vertida en los medios preparatorios de juicio tramitados en el

expediente **********, la cual se identificó como prueba documental

trasladada, el Juez invocó los artículos 428 y 513 del Código

Procesal Civil del Estado, aplicándolos de manera supletoria al

Código de Comercio, lo cual no se ajusta a derecho, pues como lo

aduce la recurrente, de conformidad con los artículos 2 y 1063 del

ordenamiento mercantil en cita, la legislación aplicable

supletoriamente es la federal.

No obstante lo anterior, la incorrecta fundamentación en

que incurrió el juzgador al invocar una legislación que no es

aplicable en forma supletoria, no genera agravio a la empresa

actora en tanto que, como se señaló, la confesional cuyo valor se

sustentó en dichos preceptos, si bien no surte efectos favorables a

su oferente, tampoco arroja el resultado que pretende la recurrente,

ello por las razones expuestas en los párrafos que anteceden, de

ahí que aunque fundado, este argumento resulta inoperante pues

no es eficiente para variar el sentido de la sentencia impugnada.

Por todo lo anterior, se declara infundado este cuarto

agravio.

c) Quinto agravio.

Valoración de la prueba pericial en documentoscopía.

En el quinto agravio se invoca la ilegal valoración de la

prueba pericial en documentoscopía.

Afirma la recurrente que se violaron los artículos 1287,

1253 fracción VI y 1301 del Código de Comercio; en virtud de que

dichos preceptos legales no son los adecuados para que el Juez

fundara su resolución, violentando con ello el principio de

TOCA CIVIL No. 75/2015 80

congruencia y exhaustividad previsto en el artículo1324 de dicho

ordenamiento mercantil.

Explica que la autoridad debe citar los preceptos de la

ley que cobran aplicación al caso concreto, así como aquellos que

deban aplicarse siguiendo el régimen de supletoriedad establecido

para tal efecto y como última instancia los principios generales de

derecho, como forma de integrar la ley ante una laguna o ausencia

de disposición.

Del mismo modo, la motivación exigida tiene que ver

con la argumentación esgrimida por el juzgador, en la que explique

cómo la ley guarda aplicación al caso concreto, esto es, cuáles son

los razonamientos que lo llevaron a declarar procedente la acción

o una excepción.

Luego, la apelante hace referencia a los principios de

debida motivación y fundamentación, explicando los requisitos que

deben satisfacerse para que se cumpla con el imperativo

constitucional respectivo.

Apoyada en lo anterior, la exponente explica que el

Juez fundó la valoración de la prueba pericial en documentoscopía,

en los artículos 1287, 1253 fracción VI y 1301 del Código de

Comercio, aduciendo que ello es ilegal porque dichos numerales

no corresponden al caso en concreto.

En seguida, la profesionista apelante, hace un extensa

exposición del tema relativo a la edad de las tintas, haciendo

referencia también a las diferentes técnicas a través de las cuales

se trata de esclarecer tal dato, señalando las deficiencias que

muestran cada una de ellas y los factores que influyen en su

fiabilidad, para arribar a la conclusión de que ninguno de los

procedimientos aplicados en la resolución de esta problemática

ofrece las garantías suficientes. Por todo ello, afirma, en la

actualidad el establecimiento categórico de la antigüedad de tintas

es una asignatura no resuelta, pendiente de la Documentoscopía.

Con base en lo anterior, la recurrente afirma que es

clara la indebida valoración que el A quo realizó respecto de la

prueba pericial en cuestión, ya que éste basó su resolución en

simples suposiciones, sin tomar en cuenta las anomalías en las que

incurrieron los peritos ********** y ********** ambos de apellidos

**********, la objeción hecha a los mismos por parte de su

mandante, el interrogatorio que fue desahogado el día veinticinco

(25) de septiembre del año dos mil catorce (2014).

TOCA CIVIL No. 75/2015 81

Afirma la inconforme que el juzgador determinó que la

objeción resultaba insuficiente para variar el sentido de los

dictámenes, lo cual es una aberración jurídica, ya que contrario a

lo aseverado por la autoridad, los peritos mencionados se limitaron

a emitir su dictamen, sin explicar las razones que los condujeron a

sus conclusiones, además de que las explicaciones no son claras

y aparecen contradictorias y deficientes, lo que genera que tales

dictámenes carezcan de eficacia probatoria.

La impetrante del recurso identifica en forma individual

las siguientes contradicciones, falsedades y ambigüedades.

1. Los peritos afirmaron que la alteración de un

documento comienza a apreciarse a los seis meses de haber

aplicado la tinta, mientras que en la audiencia de objeción afirmaron

que no es posible determinar una época exacta, situación que pone

al descubierto la falsedad en la que incurrieron.

2. Los peritos, en sus fundamentos de método, afirman

que la alteración del documento empieza a apreciarse a los seis

meses de haber aplicado la tinta, y en sus conclusiones afirmaron

“…se aprecia que dicha tinta fue plasmada recientemente…”, lo

cual genera incertidumbre, ya que la demanda fue presentada el

día trece (13) de febrero de 2014 anexando los títulos de crédito, y

los dictámenes fueron emitidos el día dieciocho (18) de junio del

mismo año, existiendo un lapso entre la presentación de la

demanda y los dictámenes de cuatro meses. Lo anterior implica que

los peritos no podían emitir un dictamen porque como ellos lo

afirman, para apreciar alguna alteración debió transcurrir al menos

seis meses, denotando con ello que los peritos no tienen claridad y

capacidad para emitir un dictamen conforme a derecho.

3. Los peritos afirmaron que utilizaron el método de

estudio de observación directa, mientras que al ser interrogados

afirmaron que en la química forense existe un método analítico en

el cual resulta necesario la destrucción de los documentos

cuestionados, misma que en la especie no efectuaron, dejando con

ello al descubierto la ligereza de los dictámenes.

Por todo ello, afirma la inconforme, es ilegal que se

haya concedido valor probatorio pleno a los dictámenes en

comento, pues los mismos no se encuentran debidamente

fundados ni son claros en sus conclusiones, aspectos intrínsecos

que el Juez en ningún momento apreció.

TOCA CIVIL No. 75/2015 82

También aduce la recurrente que el Juez omitió

confrontar la pericial de que se trata con la prueba de declaración

de parte desahogada a cargo del ingeniero **********, en la que

expresamente manifestó: “por que la actora llenaba el pagaré, en

base a la cantidad de la factura que se garantizaba para la relación

comercial de compra de producto…”, evidenciándose así la

contradicción en la que se incurre, pues la parte demandada adujo

al defenderse que los pagarés fueron firmados en blanco, mientras

que en su declaración manifestó, bajo protesta de decir verdad, que

los documentos fueron llenados en base a la factura que

garantizaba.

De la confrontación de las pruebas mencionadas se

obtiene, en criterio de la recurrente, que los documentos si fueron

llenados cuando el ingeniero plasmó su firma, por lo que si la

autoridad hubiera hecho un estudio a conciencia, se hubiera

percatado de las innumerables falsedades con que se conduce la

demandada y, con base en ellas, debió negar valor probatorio pleno

a las ilegales pruebas. Para robustecer lo anterior, se invoca la tesis

que se titula PRUEBAS. LA FALTA DE ESTUDIO CONJUNTO NO

CAUSA PERJUICIO, CUANDO EN LO INDIVIDUAL

CARECIERON DE FUERZA Y EFICACIA.

Por último, la apelante afirma que se violó el artículo

1255 del Código de Comercio porque al ser contradictorios los

peritajes y no ser el Juez un experto en la materia contable, debió

designar un tercer perito en discordia, para dilucidar la

contradicción y poder arribar a una conclusión respecto de los

puntos sujetos a debate, evitando así una resolución arbitraria.

Siendo aplicable al respecto la tesis que se identifica con el rubro

PERITOS TERCEROS EN DISCORDIA EN EL JUICIO

MERCANTIL, SU DICTAMEN NO DEBE LIMITARSE AL

CUESTIONARIO FORMULADO POR EL OFERENTE DE LA

PRUEBA (INAPLICABILIDAD DE LA JURISPRUDENCIA

2ª./J.36/2000).

En criterio de quienes esto analizan, carece de razón la

inconforme, pues contrario a sus apreciaciones, los dictámenes

periciales en que se sustentó el Juez para concluir que se justificó

que los documentos fueron llenados en un momento distinto al en

que se suscribieron, contienen los razonamientos en los cuales los

peritos basaron su opinión, así como los estudios técnicos propios

de la materia que los llevaron a emitir sus dictámenes, por lo que

sus conclusiones se encuentran debidamente fundadas, son

claras, firmes y coherentes con sus fundamentos.

TOCA CIVIL No. 75/2015 83

En principio, debe señalarse que la documentoscopía

es una ciencia eficaz para demostrar en juicio no sólo la antigüedad

de las tintas con las que se llenó un título de crédito, sino también,

si algunos datos de éste se redactaron en momentos o fechas

diferentes, toda vez que el perito, durante su formación, adquiere

conocimientos en distintas áreas de carácter científico, como son

los métodos y técnicas pertenecientes a esa disciplina.

Por tal razón, es infundado lo alegado por la recurrente

en cuanto que dicha disciplina no ofrece las garantías suficientes

para dilucidar los aspectos aludidos, lo anterior encuentra apoyo en

la siguiente tesis.

PRUEBA PERICIAL. LA OFRECIDA EN GRAFOSCOPÍA Y DOCUMENTOSCOPÍA SÍ RESULTA EFICAZ PARA DEMOSTRAR NO SÓLO LA ANTIGÜEDAD DE LAS TINTAS CON LAS QUE SE LLENÓ UN TÍTULO DE CRÉDITO, SINO TAMBIÉN, SI ALGUNOS DE LOS DATOS DE ÉSTE SE REDACTARON EN MOMENTOS O FECHAS DIFERENTES. La grafoscopía y la documentoscopía constituyen disciplinas que deben ubicarse dentro de las ciencias experimentales, específicamente, en las forenses o pertenecientes a la criminalística, ya que tienen, entre otros objetivos, el de llevar a cabo el análisis integral de cualquier clase de documentos con la finalidad de determinar tanto su autoría, como la naturaleza o constitución del material utilizado en su elaboración. Ahora bien, si quien ha de dictaminar sobre aquellas materias acreditó haber obtenido certificado en el conocimiento del campo de la criminalística y técnicas de análisis de documentos falsos, ello supone que adquirió conocimientos de distintas áreas de índole científico, entre ellas, la física y la química, ya que son estas disciplinas las que habrá de emplear para poder determinar, por ejemplo, la fuerza empleada al escribir, el tipo de tinta que se utilizó, la antigüedad de esta última, entre otras cuestiones, para lo cual tendrá que hacer uso de los métodos y técnicas inherentes a las indicadas ciencias, como son, el empleo de materiales químicos y sus reacciones en el documento. Por tanto, la prueba pericial en grafoscopía y documentoscopía sí resulta eficaz para demostrar en juicio no sólo la antigüedad de las tintas con las que se llenó un título de crédito, sino también, si algunos datos de éste se redactaron en momentos o fechas diferentes, toda vez que si el perito, durante su formación, obtuvo conocimientos en distintas áreas de carácter científico, es lógico que al momento de dictaminar haga uso de los métodos y técnicas pertenecientes a esas ciencias o disciplinas, al margen de que sean distintas de aquellas sobre las cuales se propuso la prueba pericial. 6

Ahora bien, la recurrente afirma que los peritos

mencionados se limitaron a emitir su dictamen, sin explicar las

razones que los condujeron a sus conclusiones, además de que las

explicaciones no son claras y aparecen contradictorias y

deficientes, lo que genera que tales dictámenes carezcan de

6 Época: Novena Época. Registro: 171653. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación

y su Gaceta. Tomo XXVI, Agosto de 2007. Materia(s): Civil. Tesis: XXIII.3o.20 C. Página: 1790. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO TERCER

CIRCUITO. Amparo directo 419/2007. Consuelo Magdaleno Martínez. 21 de junio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Lucila Castelán Rueda.

Secretaria: Ydolina Chávez Orona. Nota: Por ejecutoria de fecha 10 de octubre de 2007, la Primera Sala declaró inexistente la contradicción de tesis

115/2007-PS en que participó el presente criterio.

TOCA CIVIL No. 75/2015 84

eficacia probatoria. Esto es, que los dictámenes de los peritos

designados por los demandados no se encuentran debidamente

fundados ni son claros en sus conclusiones, aspectos intrínsecos

que el Juez en ningún momento apreció.

Contrario a lo anterior, de autos se advierte que tanto el

perito designado por la empresa demandada como el designado

por el ingeniero **********, se encuentran debidamente fundados y

son claros en sus conclusiones.

En efecto, en el dictamen del perito **********, quien fue

designado por la empresa demandada, visible en la foja 272 del

expediente en estudio, se contiene una referencia doctrinal

respecto del proceso científico para estudiar un documento dudoso;

así mismo, en dicho dictamen se señala que se utilizó, como

método de estudio, el de observación directa con el apoyo de un

microscopio, lupa con luz especial, cámara fotográfica de 14.1

mega pixeles y regla, aplicando el análisis microscópico para

determinar la brillantez de las tintas, la desecación natural de las

mismas, su pastosidad y coloración.

Luego se asentó la fundamentación del método y,

posteriormente, mediante la exposición gráfica de cada pagaré, el

perito señaló los empastes, el tipo de tinta (gel o regular), el

desvanecimiento, espacios entre letras, repintados y los surcos sin

escritura que se presentaban en cada uno de ellos.

En seguida, el perito explicó al analizar la tinta con que

fueron llenados los pagarés, ello mediante el método señalado y

con auxilio de los instrumentos mencionados, literalmente lo

siguiente.

“… Se aprecia una marcada brillantez, así como una leva desecación natural de la tinta, considerando que todos y cada uno de los apartados, excepto los apartados de las firmas del deudor principal y del aval de los pagares base de la acción; dicha tinta fue plasmada recientemente; mientras que al analizar la tinta con la que fueron plasmadas las firmas que aparecen estampadas en los apartados del aceptante o deudor principal y del aval; se aprecia una leva brillantez de la tinta así como una marcada desecación de la misma ya que dicha tinta de las firmas fueron plasmadas en los documentos cuestionados con anterioridad al resto del llenado de los mismos, o sea, que los documentos base de la acción fueron firmadas en blanco; por consiguiente NO coinciden las características que tiene la tinta del resto del llenado de los pagares con las características que tiene la tinta con la que fueron plasmadas las firmas del aceptante o deudor principal y del aval. Además se aprecia que el bolígrafo con el que fueron plasmadas las firmas que aparecen estampadas en el renglón relativo al aceptante y aval es un bolígrafo regular en chorreo de la tinta ya

TOCA CIVIL No. 75/2015 85

que los surcos de la firma se encuentran de manera regular con una secuencia de plasmado sin irregularidad alguna; sin embargo el bolígrafo con el que fueron estampados o llenados el resto de los apartados se trata de un bolígrafo con defectos en el chorreo de la tinta, apreciándose irregularidades como surcos sin escritura, empastes, desvanecimiento de impresión de la tinta, siendo que se utilizo distinto bolígrafo para el estampado de las firmas del aceptante y del aval al bolígrafo del resto del llenado de los documentos cuestionados, existiendo por ende alteración por adición ya que los documentos en cuestión fueron firmados en blanco por el aceptante y aval y con posterioridad fueron llenados el resto de los apartados, tanto por el anverso como por el reverso. Así mismo es de apreciarse que el llenado de los pagare base de la acción no se encuentra plasmado en forma secuencial, apreciándose signos de interrupción tales como lo son: empastes de tinta, repintados de tinta, existiendo diferencias entre los espacios inter-literales; dictaminando que los documentos que sirvieron de base para el ejercicio de la acción del presente juicio presentan irregularidades en el llenado de los mismos ya que los espacios inter-literales no coinciden entre sí, con una secuencia de escritura normal, sufriendo alteración e interrupción en el llenado…”.

Así mismo, en el dictamen que se analiza, el perito

señaló que el análisis de las tintas con que se llenaron los pagarés,

se realizó mediante el auxilio de lentes de aumento de hasta 10X

(dioptrías), así como con el microscopio con un aumento de hasta

100X (dioptrías), a fin de detectar la variación en la coloración de

las tintas, constatando así la falta de contemporaneidad entre la

tinta de las firmas y la tinta con que fue llenado el resto de los

pagarés.

También se contiene en el dictamen la evaluación y

análisis crítico del cual emanó la conclusión final a que arribó el

perito.

Lo mismo puede afirmarse respecto del dictamen de

**********, designado por el codemandado ingeniero **********, el

cual obra a fojas 294 del expediente en estudio, pues de su

literalidad se advierte que el mismo fue emitido en base al análisis

de los pagarés mediante el método de observación directa con el

auxilio de instrumentos científicos, explicándose en forma clara los

resultados de dicho análisis así como las razones y fundamentos

que llevaron a la conclusión emitida. El contenido y, por ende, la

fundamentación, claridad y coherencia de este dictamen es similar

a la del peritaje antes analizado.

Entonces, si los peritajes en cuestión contienen los

fundamentos de la conclusión emitida, y se aprecia que ésta última

es el resultado del estudio de observación que se realizó mediante

el auxilio de los diversos instrumentos que se mencionaron,

TOCA CIVIL No. 75/2015 86

entonces debe considerarse que ambos están debidamente

fundados, así como que existe claridad en las conclusiones, pues

los peritos fueron firmes al dictaminarlas, sin que se adviertan

vacilaciones que demeriten su fuerza convictiva; además, resulta

lógica la relación entre el método de estudio y los instrumentos

utilizados con las explicaciones y fundamentos externados, así

como con las conclusiones derivadas de ello.

Por consiguiente, es falso que los dictámenes en

cuestión carezcan de valor probatorio por no contener los requisitos

de fundamentación, claridad y coherencia. De ahí que tal

argumento resulte infundado.

Ahora bien, la inconforme afirma que el Juez basó su

resolución en simples suposiciones, sin tomar en cuenta las

anomalías en las que incurrieron los peritos ********** y **********

ambos de apellidos **********, la objeción hecha a los mismos por

parte de su mandante y el interrogatorio que fue desahogado el día

25 de septiembre de 2014.

Señala que lo anterior se advierte del fundamento del

método que señalaron ambos peritos en sus dictámenes,

consistente en que la tinta de bolígrafo en los trazos de papel bond

y en cartulina, con el transcurso gradualmente se desplaza por

capilaridad a ambos lados del trazo, acumulándose en los bordes,

esto comienza a apreciarse a los seis meses de haber aplicado la

tinta.

Afirma la recurrente que esto último, el lapso de 6

meses, se contradice con las repuestas que dieron al ser

interrogados; el perito **********, a las respuestas dadas a las

preguntas 8, 15 y 22, y el perito **********, a las respuestas dada a

las preguntas 14 y 21.

El perito **********, según consta en las fojas 913 vuelta

y 914 vuelta del expediente en estudio, respondió en forma literal

lo siguiente.

“… OCHO. Que diga el perito si existen otros métodos distintos del que usted aplico para determinar la temporalidad de una escritura.- Contestando que de la documentoscopía y de acuerdo a los autores de la materia solo existe el método de observación directa con los instrumentos auxiliares utilizados en mi dictamen, existiendo de la materia de la química forense un método analítico en el cual resulta necesario la destr4ucción de los documentos cuestionados… QUINCE. Que diga el perito si conforme al método que aplico puede determinar la época exacta en que se plasma una escritura. Contestando que no es posible determinar una época

TOCA CIVIL No. 75/2015 87

exacta en que se haya plasmado una escritura es decir cuál de ellas fue plasmada en primer tiempo y cual fue plasmada con posterioridad en segundo tiempo… VEINTIDOS. Que diga el perito si practico algún examen químico sobre las tintas que aparecen en los documentos objeto de su dictamen. CONTESTANDO. Que no se utilizo un método químico para el análisis de los documentos cuestionados, siendo que se utilizo el método de observación directa con el auxilio de los instrumentos que señalo en mi dictamen. Siendo todas las preguntas formuladas a dicho perito, quien una vez leída su declaración la ratifica y firma para debida constancia…”.

El perito **********, según consta en las fojas 915 vuelta

y 916 del expediente en estudio, respondió en forma literal lo

siguiente.

“… CATORCE. Que diga el perito si conforme al método que aplico puede determinar la época exacta en que se plasma una escritura. Contestando que no es posible determinar una época exacta pero si se puede determinar cuál fue puesto primero y cual se adiciona… VEINTIUNO. Que diga el perito si practico algún examen químico sobre las tintas que aparecen en los documentos objeto de su dictamen. CONTESTANDO. Que no…”.

El interrogatorio realizado a los peritos, a juicio de la

exponente, es eficiente para desestimar las conclusiones de los

dictámenes y explica lo siguiente.

1. Los peritos afirmaron que la alteración de un

documento comienza a apreciarse a los seis meses de haber

aplicado la tinta, mientras que en la audiencia de objeción afirmaron

que no es posible determinar una época exacta, situación que pone

al descubierto la falsedad en la que incurrieron.

En criterio de quienes esto analizan, la circunstancia

relacionada con el lapso de tiempo en que empieza a apreciarse la

alteración de un documento en base a la antigüedad de la tinta y la

imposibilidad de que se determine la época exacta en que fue

plasmado un texto, no tiene vinculación entre sí, ni se encuentran

supeditadas entre ellas, por consiguiente, tal circunstancia no

genera incertidumbre respecto de las conclusiones de los peritos.

Lo anterior fácilmente se entiende si consideramos que

la imposibilidad de definir la fecha exacta en que se estampó un

texto, no implica que no pueda dilucidarse si algunos datos de éste

se redactaron en momentos diferentes, porque una cosa es la fecha

exacta y otra es definir, mediante los elementos científicos y

factores implicados, que los textos se asentaron en momentos

distintos, pues para esto último no es indispensable definir la fecha

exacta en que se redactaron unos y otros.

TOCA CIVIL No. 75/2015 88

Lo anterior así se entiende de la explicación que

emitieron los peritos, al señalar que los datos de los pagarés,

distintos a la firma del deudor principal y del aval, tiene una

marcada brillantez y una leve desecación de la tinta, por lo que

determinan que fueron plasmados recientemente; en tanto que en

relación a las firmas, explicaron que la tinta presenta una leve

brillantez y una marcada desecación, de ahí la determinación de

que éstas fueron plasmadas con anterioridad al resto del llenado

de tales documentos.

Entonces, es fácil entender que la imposibilidad de

determinar la fecha exacta en que se estampa un texto, no afecta

la certeza y firmeza de los dictámenes que se analizan, pues ello

no impide que se determine que el texto de un documento fue

estampado en diferentes momentos. Por consiguiente, este

argumento es infundado.

2. Los peritos, en sus fundamentos de método, afirman

que la alteración del documento empieza a apreciarse a los seis

meses de haber aplicado la tinta, y en sus conclusiones afirmaron

“…se aprecia que dicha tinta fue plasmada recientemente…”, lo

cual genera incertidumbre, ya que la demanda fue presentada el

día trece (13) de febrero de 2014 anexando los títulos de crédito, y

los dictámenes fueron emitidos el día dieciocho (18) de junio del

mismo año, existiendo un lapso entre la presentación de la

demanda y los dictámenes de cuatro meses. Lo anterior implica que

los peritos no podían emitir un dictamen porque como ellos lo

afirman, para apreciar alguna alteración debió transcurrir al menos

seis meses, denotando con ello que los peritos no tienen claridad y

capacidad para emitir un dictamen conforme a derecho.

En relación a lo anterior, debe señalarse que la

expresión de los peritos en cuanto a que la tinta fue plasmada

recientemente, se externó en relación con el texto con que fueron

llenados los pagarés base de la acción, distintos a las firmas del

deudor principal y del aval.

Por lo tanto, tal determinación es coherente con la

declaración en el sentido de que la alteración de la tinta se torna

apreciable a los seis meses de que se estampó, pues de su análisis

obtuvieron que la tinta de tales datos presentaba una marcada

brillantez y una leve desecación, y ello implica que no había

transcurrido el tiempo necesario para que presentara alteración en

su brillantez y en su desecación.

TOCA CIVIL No. 75/2015 89

Dicho en otras palabras, respecto del texto de tales

datos no había transcurrido el tiempo necesario para que empezara

a apreciarse su alteración, lo que explica que los peritos

determinaran que habían sido redactados recientemente.

Es claro que la recurrente formula este argumento

apartándose del sentido literal e integral de los dictámenes, pues

omite señalar que la tinta que afirman los peritos fue estampada

recientemente, es con la que se llenó los datos distintos a la firma

de los obligados, lo cual puede explicar la inexactitud de su

afirmación.

Por lo anterior, se declara infundado el argumento

analizado.

3. Los peritos afirmaron que utilizaron el método de

estudio de observación directa, mientras que al ser interrogados

afirmaron que en la química forense existe un método analítico en

el cual resulta necesario la destrucción de los documentos

cuestionados, misma que en la especie no efectuaron, dejando con

ello al descubierto la ligereza de los dictámenes.

En relación a lo anterior, debe señalase que el hecho

de que los peritos no hubiere aplicado el método que existe en la

química forense en el cual es necesario la destrucción de los

documentos, no resta valor probatorio a los peritajes que se

analizan en virtud de que, conforme al contenido textual de los

mismos, la doctrina que rige a la disciplina de que se trata

(documetoscopía), contempla el método de observación directa

que ellos aplicaron para analizar los documentos dudosos,

estableciendo los factores a considerar como parte de tal método;

por lo que si se aplicó un método aceptado en la documentoscopía,

entonces, el dictamen rendido en base al mismo debe considerarse

válido.

Es importante agregar que sería absurdo exigir que se

aplicaran dos o más de los métodos admitidos por la ciencia o

disciplina de que se trate, para que un dictamen que debe

sustentarse en un estudio científico goce de certeza y confiabilidad,

pues en criterio de quienes esto analizan, basta que el método que

se utilice sea admitido dentro de la ciencia o disciplina a fin de

dictaminar respecto de la materia objeto de estudio para estimar

válidas las conclusiones obtenidas mediante el mismo.

Sin que deba omitirse señalar que los peritos obran de

buena fe, razón para considerar cierta la doctrina invocada en sus

TOCA CIVIL No. 75/2015 90

dictámenes, máxime que respecto de ello no se aportó prueba en

contrario.

La anterior valoración encuentra fundamento en el

artículo 1302 del Código de Comercio.

Debe señalarse que el Juez, para fundar el valor

probatorio que concedió a la prueba pericial en comento, invocó los

artículos 1287, 1253 fracción VI y 1301 del Código de Comercio;

sin embargo, el primer precepto mencionado se refiere a la prueba

confesional, por ello no es aplicable para valorar la prueba pericial;

sin embargo, tal invocación no genera agravio a la empresa actora

toda vez que el juzgador también invocó los artículos1253, fracción

VI y 1301 del ordenamiento mercantil citado para fundar su

determinación, los cuales si son aplicables para tal efecto en tanto

que son reguladores de la prueba pericial.

También afirma la inconforme que el juzgador

determinó que la objeción resultaba insuficiente para variar el

sentido de los dictámenes, lo cual afirma que es aberrante porque

los dictámenes carecen de fundamentación y coherencia, además

de que las explicaciones no son claras y aparecen contradictorias

y deficientes.

En relación a lo anterior debe reiterarse que es falso que

los dictámenes en cuestión carezcan de valor probatorio por no

contener los requisitos de fundamentación, claridad y coherencia,

ello a partir de las consideraciones y fundamentos expuestos

anteriormente.

Pero debe agregarse que el Juez desestimó las

objeciones en base a que el interrogatorio que se realizó a los

peritos se limitó a la aclaración y definición de algunos conceptos

que ya habían sido mencionados en los peritajes, lo cual no fue

combatido y, por ende, debe seguir rigiendo. Lo anterior de

conformidad con el criterio que se sostiene en la siguiente tesis.

AGRAVIOS INSUFICIENTES. SIGUEN RIGIENDO LOS ARGUMENTOS DEL AUTO RECURRIDO. Si la recurrente, al expresar agravios, se concreta a afirmar la ilegalidad de los fallos reclamados y omite combatir los fundamentos y consideraciones del a quo para desechar la demanda, al permanecer inatacadas las disposiciones legales y los argumentos del auto recurrido, éstos deben seguir rigiendo. 7

7 Época: Octava Época. Registro: 215805. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación.

Tomo XII, Julio de 1993. Materia(s): Común. Tesis: Página: 142. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO. Improcedencia 599/92.

María Félix Alquicira Reza. 22 de octubre de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Ceja Villaseñor. Secretaria: Teresita del Niño Jesús Palacios

Iniestra.

TOCA CIVIL No. 75/2015 91

Otra irregularidad que invoca a apelante en relación a

la valoración de la prueba pericial en documentoscopía, consiste

en la omisión del Juez de confrontar la conclusión emitida en los

dictámenes de los peritos designados por ambos codemandados

con la prueba de declaración de parte desahogada a cargo del

ingeniero **********, en la que expresamente manifestó: “por que la

actora llenaba el pagaré, en base a la cantidad de la factura que se

garantizaba para la relación comercial de compra de producto…”,

evidenciándose así la contradicción en la que se incurre, pues la

parte demandada adujo al defenderse que los pagarés fueron

firmados en blanco, mientras que en su declaración manifestó, bajo

protesta de decir verdad, que los documentos fueron llenados en

base a la factura que garantizaba.

De la confrontación de las pruebas mencionadas se

obtiene, en criterio de la recurrente, que los documentos si fueron

llenados cuando el ingeniero plasmó su firma, por lo que si la

autoridad hubiera hecho un estudio a conciencia, se hubiera

percatado de las innumerables falsedades con que se conduce la

demandada y, con base en ellas, debió negar valor probatorio pleno

a las ilegales pruebas. Para robustecer lo anterior, se invoca la tesis

que se titula PRUEBAS. LA FALTA DE ESTUDIO CONJUNTO NO

CAUSA PERJUICIO, CUANDO EN LO INDIVIDUAL

CARECIERON DE FUERZA Y EFICACIA.

En principio, debe señalarse que es cierto que el Juez

tiene obligación de analizar en conjunto todas las pruebas

desahogadas en el juicio, confrontando unas con otras y

relacionándolas entre sí para arribar al conocimiento de los hechos.

Lo anterior en términos del artículo 197 del Código Federal de

Procedimientos Civiles de aplicación supletoria al Código de

Comercio.

Ahora bien, es cierto que el Juez no confrontó el

resultado que arrojó la pericial en documentoscopía con la

declaración de parte desahogada a cargo de **********, sin

embargo, tal omisión no genera agravio a la empresa actora en

virtud de que la declaración a que alude la recurrente no tiene el

alcance de desvirtuar la determinación emitida por los peritos

mencionados.

En efecto, de la lectura de la declaración de parte del

codemandado **********, visible en la foja 445 del expediente en

estudio, se advierte que el declarante manifestó que la actora

llenaba el pagaré en base a la cantidad de la factura que se

TOCA CIVIL No. 75/2015 92

garantizaba para la relación comercial, aclarando que él recibía la

factura y podía revisar el monto por el que se llenó el pagaré para

garantizar la factura, aclarando que ya se encuentran liquidadas.

Luego, al dar contestación a la pregunta tres respondió

que conforme a la relación comercial, en base a las facturas que se

garantizaban, podía saber el monto en el que supuestamente

quedaría el documento.

De una interpretación integral de las declaraciones

señaladas, adminiculadas con la postura que desde el inicio del

juicio adoptó la parte demandada, en el sentido de que las pagarés

se suscribieron en blanco para garantizar el pago de la mercancía

que fuera suministrada de acuerdo a las requisiciones que se

efectuaran, mismas que se documentarían mediante facturas que

serían enviadas para su revisión y pago al comprador, puede

entenderse que el declarante mantuvo tal postura, pues señaló que

la actora llenaba el pagaré en base a la factura que se garantizaba

y que podía conocer el monto que supuestamente se fijaría en tales

documentos en base a las facturas que se garantizaban.

Además, de la declaración que se analiza no se advierte

dato alguno respecto del tiempo, es decir, en la manifestación a

que alude la recurrente no se contiene expresión alguna que

pudiera conllevar a la certeza de que el declarante admitió que los

pagarés se llenaron en su totalidad al momento de suscribirse, pues

si bien habla en pasado, ello debe entenderse en relación al

momento en que se rindió la declaración, y no al tiempo en que se

suscribieron los pagarés; y así debe entenderse porque en la

respuesta que dio a la pregunta tercera, claramente señala que

podía conocer el monto que supuestamente se asentaría en los

pagarés por virtud de las facturas que le eran enviadas para su

revisión y pago.

Ahora bien, es cierto que el declarante al responder a la

primera pregunta, refirió que la actora llenaba el pagaré en base a

la cantidad de la factura que se garantizaba, esto es, en forma

singular, sin embargo, tal expresión también debe entenderse en el

contexto integral de las declaraciones, pues luego manifiesta que

podía conocer el monto que supuestamente se asentaría en los

pagarés por virtud de las facturas que le eran enviadas para su

revisión y pago.

Por ello, no es factible considerar que lo que el

declarante admitió es que se firmaba un pagaré por cada factura,

pues además, tal sentido se desvirtúa con la prueba confesional

TOCA CIVIL No. 75/2015 93

desahogada a cargo de la representante legal de la empresa

actora, quien admitió la coincidencia total entre los montos de los

pagarés con el de las facturas que exhibió la empresa demandada

para acreditar que pagó las cantidades que se le reclaman.

De hecho, una razón más para desestimar la pretensión

de la recurrente de desvirtuar, a partir de la declaración de parte

del codemandado **********, la determinación de los dos peritos

mencionados en el sentido de que los pagarés fueron firmados en

blanco pues las firmas de los obligados y el resto de los datos que

en ellos se contienen fueron llenados en momento diferentes, es la

confrontación de tal declaración con el resultado de la prueba

confesional referida, adminiculada con la admisión ambas partes

mediante la cual reconocieron la relación comercial y la forma de

operar y documentar las ventas de productos que hacía la actora a

la demandada, así como con el resultado de la inspección judicial

adminiculada con pericial contable, mediante la que se determinó

que las cantidades que se reclamaban ya habían sido liquidadas,

pues ante tal cúmulo de pruebas, es evidente que no es factible

interpretar la declaración en el sentido que pretende la recurrente,

de ahí su ineficacia para desvirtuar el resultado de la pericial en

documentoscopía, que dicho sea de paso, es la idónea para

determinar si el texto de un documento fue redactado en diferentes

momentos.

Por último, la apelante afirma que se violó el artículo

1255 del Código de Comercio porque al ser contradictorios los

peritajes y no ser el Juez un experto en la materia contable, debió

designar un tercer perito en discordia, para dilucidar la

contradicción y poder arribar a una conclusión respecto de los

puntos sujetos a debate, evitando así una resolución arbitraria.

Siendo aplicable al respecto la tesis que se identifica con el rubro

PERITOS TERCEROS EN DISCORDIA EN EL JUICIO

MERCANTIL, SU DICTAMEN NO DEBE LIMITARSE AL

CUESTIONARIO FORMULADO POR EL OFERENTE DE LA

PRUEBA (INAPLICABILIDAD DE LA JURISPRUDENCIA

2ª./J.36/2000).

Al respecto debe decirse que, en principio, este

argumento resultaría inoperante porque la apelante se refiere a que

el Juez no es perito en la materia contable, pero la prueba pericial

cuyo análisis nos ocupa es en documentoscopía, no en materia

contable; sin embargo, atendiendo a la causa de pedir y tomando

en cuenta que, respecto de la prueba pericial en documentoscopía,

de autos se desprende que el dictamen del perito designado por la

empresa actora es contradictorio al de los peritos designados por

TOCA CIVIL No. 75/2015 94

los codemandados, esta autoridad estima conducente abordar el

planteamiento en relación con la prueba pericial en

documentoscopía de que se trata.

En criterio de quienes esto analizan, es infundado que,

ante la contradicción del dictamen emitido por el perito de la actora

y los emitidos por los peritos designados por los codemandados, el

Juez tenía la obligación de designar un perito tercero en discordia

conforme al artículo 1255 del Código de Comercio, pues este

precepto establece una facultad no una obligación.

En efecto, del artículo 1255 del Código de Comercio se

desprende que en su redacción se utiliza el término "podrá", por

ello, tal precepto debe ser interpretado en sentido potestativo, no

de carácter obligatorio para el titular del órgano jurisdiccional.

Entonces, si en la especie, el Juez no hizo uso de esa

facultad que le otorga el Código de Comercio, debe entenderse que

aun siendo discrepantes los dictámenes periciales presentados por

los peritos nombrados por cada una de las partes en el juicio, éstos

fueron suficientes para generar convicción, máxime si se toma en

consideración que dicha autoridad externó las razones por las

cuales los dictámenes de los peritos designados por los

demandados generaban convicción y las razones por las cuales no

estimaba eficiente el dictamen del perito de la actora, desestimando

éste último porque en él se determinó que no existía alteración

alguna, pero se omitió dictaminar sobre el objeto de la prueba, esto

es si el llenado de los pagarés y la suscripción de los mismos se

hizo en el mismo acto, o si se firmaron en blanco y posteriormente

se llenaron.

Por tal motivo se considera que, no obstante que el

dictamen del perito de la actora resultó contradictorio en cuanto a

la existencia de alteraciones, el Juez no estimó que ello le impidiera

encontrar conclusiones que le aportaran elementos de convicción;

por lo cual no consideró necesario designar un perito tercero en

discordia quien lo allegará de nuevos elementos para conocer la

verdad de los hechos controvertidos, lo cual se estima apegado a

derecho.

Lo anterior encuentra sustento en la siguiente tesis.

PERICIAL EN MATERIA MERCANTIL. PARA QUE ESA PRUEBA PUEDA VALORARSE, NO ES NECESARIA LA INTERVENCIÓN DE UN PERITO TERCERO EN DISCORDIA. De una sana interpretación del artículo 1255 del Código de Comercio se desprende que cuando los dictámenes rendidos en un proceso de

TOCA CIVIL No. 75/2015 95

orden mercantil resulten sustancialmente contradictorios, de tal manera que el Juez instructor considere que no es posible encontrar conclusiones que le aporten elementos de convicción, éste podrá designar un perito tercero en discordia quien lo allegará de nuevos elementos para conocer la verdad de los hechos controvertidos, pero si la autoridad jurisdiccional no hace uso de esa facultad que de manera exclusiva le otorga el Código de Comercio, debe entenderse que aun siendo discrepantes los dictámenes periciales presentados por los peritos nombrados por cada una de las partes en el juicio, sí son susceptibles de ser valorados y generar convicción suficiente al juzgador para conocer la verdad, lo que significa que, necesariamente, éste deberá orientar su criterio de acuerdo con aquel que cumpla con la mayor precisión científica en cuanto a su elaboración, sin dejar de atender las circunstancias especiales del caso, pues solamente así estará en aptitud de otorgarle valor probatorio pleno a uno de ellos, sin que sea necesario, en este supuesto, la opinión de un perito tercero en discordia, en razón de que cuando la norma incluye el término "podrá", en este caso debe ser interpretado en sentido potestativo, no de carácter obligatorio para el titular del órgano jurisdiccional; luego, de no haber estimado necesario ejercitar esa facultad, el juzgador debe valorar los dictámenes existentes, por más contradictorios que resulten. 8

Consecuentes con todo lo anterior, se declara

infundado el quinto agravio que ha sido analizado.

d) Sexto agravio.

Valoración de la prueba de inspección judicial

adminiculada con pericial contable.

En el sexto agravio se invoca la ilegal valoración de la

prueba de inspección judicial adminiculada con pericial contable.

Afirma la recurrente que se violaron los artículos 1287,

1253 fracción VI y 1301 del Código de Comercio; en virtud de que

dichos preceptos legales no son los adecuados para que el Juez

fundara su resolución, violentando con ello el principio de

congruencia y exhaustividad previsto en el artículo1324 de dicho

ordenamiento mercantil.

Luego, después de repetir la referencia hecha en el

agravio anterior respecto de los principios de debida motivación y

fundamentación de las sentencias, la recurrente afirma que el Juez

no estuvo en lo correcto al aplicar, en la valoración de la prueba en

comento, los artículos 1287, 1253 fracción VI y 1301 del Código de

8 Época: Novena Época. Registro: 184606. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación

y su Gaceta. Tomo XVII, Marzo de 2003. Materia(s): Civil. Tesis: I.3o.C.282 C. Página: 1755. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL

PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 9463/2001. José Rafael Bravo Padilla. 4 de octubre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Armando Cortés Galván.

Secretario: Israel Flores Rodríguez. Nota: Esta tesis aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XV,

marzo de 2002, página 1410; por instrucciones del Tribunal Colegiado se publica nuevamente con la modificación que el propio tribunal ordena sobre la tesis

originalmente enviada.

TOCA CIVIL No. 75/2015 96

Comercio, ya que dichos numerales no corresponden al caso en

concreto.

En relación a lo anterior, esta autoridad señala que,

contrario a lo que aduce la recurrente, no se violaron los preceptos

legales ni los principios de debida motivación y fundamentación,

congruencia y exhaustividad que se invocan, lo anterior según se

analiza a continuación.

La apelante aduce, después de transcribir las

consideraciones y la determinación del Juez respecto del alcance

demostrativo de los dictámenes de los peritos ********** y **********,

que es ilegal la valoración y eficacia demostrativa que el Juez

concedió a los mismos.

En relación al dictamen de **********, la recurrente

señala que los fundamentos teóricos que invocó el Juez para

sustentar el valor probatorio de dicho dictamen, no se contienen en

la bibliografía que señala, plasmando una fotografía de la página

del libro que se indica. De lo cual se infiere, dice la apelante, una

falsedad que afecta la fundamentación de la valoración.

Quienes esto analizan consideran que la referencia

teórica que hizo el A quo fue con la intención de tener presente los

conceptos de algunos términos contables utilizados en el peritaje,

a fin de corroborar el sentido en que dicha autoridad interpretó lo

determinado en el mismo, no para corroborar la conclusión a que

arribó el perito.

Ahora bien, lo relativo a que si la referencia doctrinal

aparece o no en la bibliografía que invocó el A quo, no es una

cuestión que corresponda investigar a esta autoridad, sin que deba

omitirse además que las páginas de un libro pueden variar en cada

edición, y ni el A quo ni la recurrente señalan el número de edición

del libro al que aluden. Por lo tanto, las fotos de las páginas que

agrega la inconforme en este apartado, además de que no son

visibles, no se conoce a que edición pertenece, por lo que con su

exhibición no se desvirtúa el fundamento doctrinal que invocó el

Juez.

Pero independientemente de lo anterior, debe

señalarse que, aun cuando la referencia doctrinal no apareciera en

la bibliografía que invocó el A quo, lo trascendental sería, en todo

caso, que se desvirtuara el concepto de los términos contables y,

con ello, el sentido en que interpretó el Juez el dictamen que en tal

TOCA CIVIL No. 75/2015 97

materia emitió el perito de la parte demandada, lo cual no aconteció

en la especie.

Por lo anterior, se declara infundado el argumento

invocado por la recurrente respecto de la falsedad de la bibliografía

invocada por el A quo.

Otra de las argumentaciones que formula la apelante,

es la relativa a que el Juez únicamente otorgó valor probatorio al

dictamen emitido por el perito de la parte demandada, lo que es

violatorio de los derechos fundamentales de su endosante. Lo

anterior en virtud de que dejó de considerar que el dictamen del

contador **********(perito de la actora) contiene la explicación

exacta de la contabilidad de la empresa actora, transcribiendo la

parte en la que se contiene tal explicación en dicho dictamen.

Explica la exponente que es falso lo considerado por el

juzgador en el sentido de que la cuenta por cobrar y por pagar se

nulifica, ya que lo cierto es que dichas columnas contablemente se

manejan en ese contexto para cuadrar números y lograr obtener

sumas iguales en ambas columnas por ser una deuda originada por

servicios, pero eso no quiere decir que el adeudo se encuentre

liquidado, y es imposible poder contabilizarlo de otra manera.

Al respecto, esta autoridad estima pertinente apuntar

que, al valorar el dictamen del contador **********, el Juez aludió al

contenido del mismo, señalando que el perito llegó a la conclusión

de que existe una coincidencia en las facturas exhibidas por la

demandada que hace suponer que se trata de los mismos importes

que se amparan en los pagarés que se pretenden cobrar, ya que

en su mayoría coinciden los importes y las fechas; y en relación a

la revisión efectuada a la documentación contable de la empresa

actora, el perito concluyó que no había adeudo porque en la cuenta

por pagar y en la cuenta por cobrar se encontraban registrados los

mismos pagarés, por lo que éstos se nulificaban. El Juez manifestó

que no obstante que el dictamen fue objetado, el perito fue firme en

sus declaraciones al ser interrogado, sosteniendo que no existe

adeudo a cargo de la demandada en favor de la actora.

Mientras que el dictamen contable emitido por el

contador **********, designado por la actora, fue desestimado por el

Juez en base a que dicho perito se limitó a analizar de manera

simple y general la documentación que le fue exhibida.

Ahora bien, la apelante sostiene que el peritaje del

contador **********contiene la explicación exacta de la contabilidad

TOCA CIVIL No. 75/2015 98

de la empresa actora, afirmando que la cuenta por cobrar y la

cuenta por pagar no se nulifican, sino que contablemente así se

manejan para cuadrar números, pero eso no quiere decir que el

adeudo se encuentre liquidado.

Como se aprecia, la recurrente sustenta su argumento

en que las cuentas por cobrar y las cuentas por pagar no se

nulifican, sino que así se establecen contablemente para “cuadrar

números”; por lo que debe entenderse que con ello combate lo

determinado por el perito de la parte demandada, sin embargo,

resulta claro que tal argumentación implica una cuestión de

contabilidad, la cual debió ser materia de prueba en el juicio, pues

no es factible que se determine la veracidad de tal aseveración si

no se aportó medio de prueba para tal efecto, pues se trata de un

ciencia distinta del derecho, respecto de la cual la autoridad judicial

no es perito y por tanto debe ser auxiliada.

Aunado a lo anterior, debe señalarse que esta

argumentación es inoperante porque el dictamen en cuestión no

fue objetado por las razones que ahora se exponen, pues de la

audiencia mediante la cual fue interrogado el contador **********,

visible en la foja 919 vuelta del expediente en estudio, se advierte

que ninguna de las 8 preguntas que le fueron formuladas se refiere

a la cuestión que ahora aduce la inconforme.

Pero al margen de lo expuesto, esta autoridad

considera que lo que la apelante pretende a través de los

planteamientos que se analizan, es evidenciar que con el dictamen

emitido por el contador de la parte demandada, no se justifica que

el adeudo que aparece en las columnas por cobrar y por pagar, ya

fue liquidado; lo cual es infundado por las razones que más

adelante se expresaran, cuando se analicen los argumentos que se

formulan en este mismo agravio respecto de la justificación de

haber quedado pagadas las cantidades que se reclaman.

En otro argumento, la apelante afirma que se violó el

artículo 1255 del Código de Comercio porque al ser contradictorios

los peritajes y no ser el Juez un experto en la materia contable,

debió designar un tercer perito en discordia, para dilucidar la

contradicción y poder arribar a una conclusión respecto de los

puntos sujetos a debate, evitando así una resolución arbitraria.

Siendo aplicable al respecto la tesis que se identifica con el rubro

PERITOS TERCEROS EN DISCORDIA EN EL JUICIO

MERCANTIL, SU DICTAMEN NO DEBE LIMITARSE AL

CUESTIONARIO FORMULADO POR EL OFERENTE DE LA

TOCA CIVIL No. 75/2015 99

PRUEBA (INAPLICABILIDAD DE LA JURISPRUDENCIA

2ª./J.36/2000).

Señala que la evidente contradicción que existe entre

los dictámenes emitidos para el desahogo de esta probanza,

implica la ausencia de elementos de convicción que impedían al

juzgador arribar a una conclusión respecto de los puntos sujetos a

debate.

En relación a lo anterior, esta autoridad reitera que del

artículo 1255 del Código de Comercio se desprende que en su

redacción se utiliza el término "podrá", por ello, tal precepto debe

ser interpretado en sentido potestativo, no de carácter obligatorio

para el titular del órgano jurisdiccional.

Entonces, si en la especie, el Juez no hizo uso de esa

facultad que le otorga el Código de Comercio, debe entenderse que

aun siendo discrepantes los dictámenes contables presentados por

los peritos nombrados por cada una de las partes en el juicio, éstos

fueron suficientes para generar convicción, máxime si se toma en

consideración que dicha autoridad externó las razones por las

cuales el dictamen del perito designado por la parte demandada

generaban convicción y las razones por las cuales no estimaba

eficiente el dictamen del perito de la actora.

Por tal motivo se considera que, no obstante que los

dictámenes contables resultaron contradictorios entre sí, el Juez no

estimó que ello le impidiera encontrar conclusiones que le

aportaran elementos de convicción; por lo cual no estimó necesario

designar un perito tercero en discordia que le allegará nuevos

elementos para conocer la verdad de los hechos controvertidos, lo

cual se estima apegado a derecho. Lo anterior conforme a la tesis

que en relación a este tema se transcribió en el agravio anterior, a

la cual nos remitimos como fundamento para declarar infundado

este argumento.

Para concluir este agravio, la recurrente aduce que,

conforme al capítulo de introducción del dictamen del perito de la

demandada, el propósito del mismo era determinar y precisar a la

autoridad, a partir de la documentación que obra en el expediente,

es decir, de las treinta y cinco (35) facturas electrónicas números

A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

TOCA CIVIL No. 75/2015 100

**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-**********, A-

**********, A-********** Y A-**********, de los veintidós (22) pagarés y

de las transferencias bancarias.

Por lo tanto, dice la inconforme, dicho dictamen

debió ser efectuado en tal lineamiento, en virtud de que la parte

demandada al contestar, en el capítulo de ofrecimiento de pruebas,

específicamente en el inciso I), ofreció las treinta y cinco (35)

facturas, mostrando la recurrente un cuadro en el que desglosa

dichos documentos.

Lo anterior en virtud de que, explica la apelante, la

empresa demanda relacionó dichas facturas con los hechos 1, 2,

3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 10, 21, 22,

23 y 24 de su contestación, y las ofreció para acreditar la relación

comercial con su mandante, así como la certeza de que la

suscripción de los títulos de crédito exhibidos como prueba pre

constituida de la acción, fueron suscritos totalmente en blanco, sin

cantidad cierta, fecha de suscripción y fecha de vencimiento, que

su llenado fue posterior la fecha de suscripción, que éstos se

suscribieron como garantía de compra de los productos precisados

en todas y cada una de las facturas que se exhiben con la

contestación y que a la fecha se encuentran liquidadas.

En ese contexto, al confrontar las facturas exhibidas por

la parte demandada y que fueron objeto del dictamen, se

desprende que el perito de dicha parte hizo un análisis detallado de

los pagarés y de las transferencias electrónicas realizadas para

pagar las facturas, afirmando que los montos de los pagarés y de

las facturas coincidían, lo cual es falso, ya que nunca se hizo una

confrontación real, y ello no lo consideró el A quo.

Señala la exponente que el perito determinó que no

existía adeudo alguno, en tanto que la demandada manifestó que

los pagarés se suscribieron como garantía de compra de los

productos precisados en la facturas, sin embargo, entre la suma de

éstas y los montos de las transferencias electrónicas no existe

coincidencia alguna, por lo que el perito efectuó un dictamen a

conveniencia de la parte demandada, obteniendo lo siguiente:

35 FACTURAS PAGARES TRANSFERENCIA

BANCARIA

$********** $********** $**********

Es claro, dice la apelante, que no existe coincidencia

alguna entre los tres rubros, y ello se debe a que las facturas y los

TOCA CIVIL No. 75/2015 101

pagarés proceden de diferentes relaciones comerciales,

desprendiéndose de lo anterior la malicia con que se conduce la

empresa actora, lo cual se robustece con lo manifestado por ella en

su contestación en el sentido de que “…dicha relación comercial

requería de la suscripción de diversos Títulos de Crédito de los

denominados PAGARES, a fin de que estos sirvieron como

garantía de compra mensual del citado producto así como

garantizar el pago del mismo conforme a las facturas que se fueron

generando durante cada mes de compra…”.

Se aprecia la falsedad en la que incurrió la contraparte

en su contestación al pretender relacionar las facturas con los

pagarés que supuestamente fueron firmados en blanco (lo cual es

falso), pues efectúa la suma de las facturas para lograr una

coincidencia, esto es, afirma que la suma de varias facturas

corresponde a la firma de un pagaré, mientras que en la prueba de

declaración de parte de **********, éste declaró “por que la actora

llenaba el pagaré, en base a la cantidad de la factura que se

garantizaba para la relación comercial de compra de producto…”.

Es evidente, sostiene la apelante, la contradicción en la

que incurre la parte demandada, pues al defenderse argumentó

que los pagarés fueron firmados en blanco, mientras que en su

declaración manifestó, bajo protesta de decir verdad, que los

documentos fueron llenados en base a la factura que garantizaba.

De todo ello se desprende, en criterio de la exponente,

que los documentos si fueron llenados cuando el ingeniero plasmó

su firma y que se llenaba un pagaré en base a la factura, pues el

declarante habla en singular; aseveración que pone en entredicho

lo argumentado por la deudora, ya que suponiendo sin conceder

que los pagarés hubiesen sido firmados en garantía, debió

suscribirse un pagaré por cada factura y no un pagaré por varias

facturas, reiterando la recurrente que la demandada incurrió en

notorias falsedades y arbitrariedades.

En relación a lo anterior, esta autoridad advierte que el

argumento toral de la apelante es que el dictamen del contador

********** carece de valor porque concluyó que no existía adeudo a

cargo de los demandados, ello en base al análisis detallado de los

pagarés y de las transferencias electrónicas realizadas para pagar

las facturas, afirmando que los montos de los pagarés y de las

facturas coincidían, pero la confrontación que hizo entre dichos

documentos no fue real, ya que es evidente que entre la suma de

las facturas, la suma de los pagarés y la suma de las transferencias

no existe coincidencia alguna.

TOCA CIVIL No. 75/2015 102

Partiendo de lo anterior, lo pertinente es analizar el

dictamen pericial del contador **********, perito designado por la

parte demandada, el cual obra de la foja 696 a la 830 del

expediente en estudio, en lo que concierne a la coincidencia de los

montos de los pagarés, facturas y transferencias bancarias, por ser

ello el punto cuestionado por la recurrente.

Del dictamen en cuestión se advierte que, en el punto V

del mismo, se contienen los resultados del análisis contable, en el

cual se incluye el apartado A) referente al resultado de la revisión

efectuada a la documentación relacionada con los pagarés y las

facturas expedidas por la empresa actora.

En dicho apartado, se realiza un análisis detallado de

cada uno de los pagarés en relación con las facturas que exhibió la

demandada, del cual se aprecia que mediante cuadros

comparativos, el perito identificó los datos de cada factura, como

son el número, la fecha y el importe así como los datos relativos a

la fecha e importe de cada pagaré, y de su confrontación arribó a

la conclusión de que 14 de los 22 pagarés coincidieron con el

importe de las facturas que identificó en dichos cuadros.

Así mismo, derivado de su confrontación, el contador

identificó los 8 pagarés cuyo monto no fue coincidente con el

importe de alguna de las facturas exhibidas por la demandada,

señalando la fecha de vencimiento y el importe de cada uno de

dichos pagarés.

De la confrontación contenida en los cuadros de

referencia, esta autoridad conoce lo siguiente.

1. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el monto

de las facturas A-********** y A-**********.

2. El monto del pagaré ********** coincide con el monto de la

factura A-**********.

3. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el monto

de la factura A-**********.

4. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el monto

de las facturas A-********** y A-**********.

5. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el monto

de las facturas A-**********, A-********** y A-**********.

6. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el monto

de la factura A-**********.

7. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el monto

de la factura A-**********.

TOCA CIVIL No. 75/2015 103

8. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el monto

de la factura A-**********.

9. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el monto

de la factura A-**********.

10. El monto de dos pagarés, ambos de fechas **********,

coincide con el monto dela factura A-**********.

11. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el

monto de la factura A-**********.

12. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el

monto de la factura A-**********.

13. El monto del pagaré de fecha ********** coincide con el

monto de la factura A-**********.

De lo anterior puede afirmarse válidamente que el perito

determinó que existía coincidencia entre los montos de 14 pagarés

(de los 22 cuyo pago se reclama) y los importes de 17 de las 35

facturas exhibidas por la parte demandada.

Entonces, contrario a lo que afirma la recurrente, esta

autoridad estima que, mediante la confrontación realizada, se

determinaron las coincidencias aludidas, sin que el resultado

implique que dejaron de considerarse el total de los 22 pagarés y

las 35 facturas, pues es precisamente mediante el cotejo y

confrontación de todos los pagarés con todas las facturas que

puede conocerse respecto de cuales existe coincidencia. Lo

anterior conlleva a señalar a la recurrente que el dictamen si se

verificó bajo los lineamientos conforme al cual fue ofertado.

Ahora bien, si el perito dictaminó que sólo 14 pagarés

coincidían en sus montos con 17 facturas, incluso identificó los 8

pagarés cuyos montos no coincidían con ninguna de las 35

facturas; entonces es evidente que carece de razón la apelante

cuando asegura que el perito, al confrontar las facturas exhibidas

por la parte demandada, con los pagarés y las transferencias,

afirmó que los montos de los pagarés y de las facturas coincidían,

ya que como se constató, el perito no determinó que había

coincidencia en forma total, sino únicamente respecto de algunos

pagarés con algunas facturas.

Es importante señalar que, teniéndose a la vista los

pagarés y las facturas respecto de los cuales el perito determinó

que existía coincidencia en sus montos, del contenido textual de los

mismos, esta autoridad advierte que existe la coincidencia que en

cada caso dictaminó dicho auxiliar, lo cual puede apreciarse

mediante un simple cotejo, así como con la sencilla operación

aritmética de suma cuando se impliquen dos o más facturas.

TOCA CIVIL No. 75/2015 104

Continuando con el análisis del dictamen cuestionado,

también se advierte que, durante la confrontación realizada,

después de identificar la coincidencia del monto de cada pagaré

con la o las respectivas facturas, el perito fue mencionando las

transferencias bancarias con que afirma fueron liquidados los

montos de los pagarés coincidentes con facturas, ello mediante la

identificación individual de cada transferencia, precisando en cada

caso la fecha en que se realizó, el número de las facturas que se

pagaban, la cantidad pagada respecto de cada factura y, en su

caso, el saldo pendiente.

De lo anterior se infiere que el contador dictaminó, en

base a los pagarés, facturas y transferencias bancarias, los montos

que fueron liquidados.

Respecto de los pagarés cuyo monto no coincidió con

ninguna de las 35 facturas, el perito determinó que el pago de ellos

se realizó mediante las transferencias correspondientes al período

en que fueron elaborados los pagarés, graficando en un cuadro la

fecha e importe de los 22 pagarés cuyo pago se reclama y, en otro,

las transferencias verificadas en el período de********** a **********

de ********** y una correspondiente al mes de ********** de **********,

período al cual corresponde los pagarés de acuerdo a la fecha de

su emisión.

Para concluir, el perito explicó que 14 de los 22

pagarés coincidieron con los importes de 17 facturas, además de

que las cantidades pagadas a la empresa por los productos

mencionados en cada una de las facturas coinciden casi en su

totalidad, considerando el período de acuerdo a las fechas de los

pagarés y de las transferencias.

Señala que existe una diferencia de sólo

$**********pesos, pues la suma de los montos de los pagarés

asciende a la cantidad de $********** pesos, mientras que la suma

de las transferencias realizadas en el período mencionado,

asciende a la cantidad de $********** pesos.

De lo anterior se advierte que, contrario a lo que señala

la recurrente, el perito no determinó que hubiera coincidencia total

en el monto que arroja la suma de los pagarés y el monto de las

transferencias realizadas, de ahí que tal argumento resulte

infundado.

TOCA CIVIL No. 75/2015 105

En cuanto a que no hay coincidencia entre los montos

de las facturas con los de los pagarés y las transferencias, esto es,

entre los tres rubros, debe apuntarse que el perito en ningún

momento emitió una conclusión en tal sentido, pues del peritaje que

se analiza, se advierte no se hizo mención o referencia alguna

respecto del monto que en total suman las facturas exhibidas por

la demandada.

En razón de lo anterior, la falta de coincidencia entre los

tres rubros que señala la recurrente, no genera la ineficacia

probatoria del dictamen que se analiza, en virtud de que, como se

evidenció, el perito en ningún momento concluyó o afirmó que los

montos de los pagarés, de las facturas y de las transferencias

coincidieran entre sí.

Esto es, el perito no basó su opinión en que hubiera

coincidencia en los rubros mencionados como lo afirma la

recurrente, pues de su dictamen se advierte que arribó a la

conclusión de que no existía adeudos a partir de dicha

confrontación así como de los resultados que obtuvo de la revisión

efectuada a la documentación contable propiedad de la empresa

actora.

Debe puntualizarse que, del contenido textual de los

argumentos que se analizan, se advierte que la única razón que se

invoca para combatir directamente el dictamen contable de que se

trata, es la relativa a que no existe coincidencia entre los montos

de los pagarés, de las facturas y de las transferencias, por ello el

estudio que aquí debe efectuarse no puede exceder de tal límite,

es decir, debe constreñirse a dilucidar la inconformidad bajo el

único planteamiento formulado, lo anterior en acato al principio de

congruencia que se establece en el artículo 1324 del Código de

Comercio en vigor.

Relacionado con lo anterior, la exponente plantea que

la falta de coincidencia entre los tres rubros se debe a que las

facturas y los pagarés proceden de diferentes relaciones

comerciales, respecto de lo cual esta autoridad se remite a lo antes

expuestos en el sentido de que la empresa actora no demostró que

existiera otra relación obligacional entre las partes que justificara la

emisión de los pagarés, por lo que tal argumento es infundado.

Para concluir, pero con la misma intensión de restar

valor probatorio al dictamen que se analiza, la inconforme refiere

que la parte demandada se conduce con malicia, pues ello se

infiere de lo manifestado en su contestación en el sentido de que

TOCA CIVIL No. 75/2015 106

“…dicha relación comercial requería de la suscripción de diversos

Títulos de Crédito de los denominados PAGARES, a fin de que

estos sirvieron como garantía de compra mensual del citado

producto así como garantizar el pago del mismo conforme a las

facturas que se fueron generando durante cada mes de compra…”.

La falsedad de la contraparte se desprende de su

intención de relacionar las facturas con los pagarés que

supuestamente fueron firmados en blanco, pues efectúa la suma

de las facturas para lograr una coincidencia, esto es, afirma que la

suma de varias facturas corresponde a la firma de un pagaré,

mientras que en la prueba de declaración de parte de **********,

éste declaró “por que la actora llenaba el pagaré, en base a la

cantidad de la factura que se garantizaba para la relación comercial

de compra de producto…”.

De lo anterior se desprende claramente la contradicción

en la que incurre la parte demandada, pues al defenderse

argumentó que los pagarés fueron firmados en blanco, mientras

que en su declaración manifestó, bajo protesta de decir verdad, que

los documentos fueron llenados en base a la factura que

garantizaba.

En criterio de la exponente, en base a las

contradicciones señaladas, se arriba a la conclusión de que los

documentos si fueron llenados cuando el ingeniero plasmó su firma

y que se llenaba un pagaré en base a la factura, pues el declarante

habla en singular; aseveración que pone en entredicho lo

argumentado por la deudora, ya que suponiendo sin conceder que

los pagarés hubiesen sido firmados en garantía, debió suscribirse

un pagaré por cada factura y no un pagaré por varias facturas,

reiterando la recurrente que la demandada incurrió en notorias

falsedades y arbitrariedades.

Como se advierte, todo lo anterior se sustenta en

argumentos que fueron desestimados dentro del estudio del quinto

agravio, por ello, esta autoridad se remite a lo expuesto y fundado

en aquel apartado en relación a que no existen las contradicciones

que imputa la apelante a la demandada y de las cuales afirma que

es claro que los pagarés fueron llenados cuando el ingeniero

********** plasmó su firma en ellos y, con fundamento en todo lo allá

razonado, se declaran igualmente infundadas para restar eficacia

demostrativa al dictamen contable cuyo valor probatorio fue

combatido mediante este sexto agravio.

TOCA CIVIL No. 75/2015 107

En consecuencia con lo anterior, se declara infundado

el agravio identificado con el número 6.

e) Séptimo agravio.

Combate conclusiones emitidas por el juzgador por estar

sustentas en la incorrecta valoración de las pruebas.

En el séptimo y último agravio, la apelante combate la

conclusión del juzgador en el sentido de que: “Por lo que en base

a la anteriormente expuesto, y a las pruebas aportadas por la parte

demandada, quedó acreditado en autos que había una relación

comercial entre las partes; que los títulos de crédito base de la

acción, se suscribieron como garantía de pago de las facturas

emitidas por la parte actora a cargo de **********; que los mismos

fueron firmados en blanco, es decir, no estaban llenados los

espacios correspondientes; que no quedó acreditado la existencia

de alguna relación de negocios aparte de la relación comercial a

que se ha hecho referencia, y finalmente quedó acreditado que en

los documentos base de la acción existe la alteración por adición,

ya que la suscripción de los mismos y su llenado fueron realizados

en momentos diferentes, conforme al resultado de los peritajes ya

valorados en párrafos anteriores.”.

Afirma que esta conclusión es violatoria de todos los

preceptos legales invocados en los agravios que anteceden, ya que

el juzgador en ningún momento valoró y mucho menos estudió de

manera adecuada las pruebas aportadas por las partes, por el

contrario, a todas las pruebas aportadas por la contraria les otorgó

valor probatorio pleno, violentando con ello los derechos

fundamentales de su mandante.

Señala que del análisis detallado de cada una de las

pruebas a las que ilegalmente el juzgador otorgó valor probatorio

pleno, si bien se desprende la existencia de una relación comercial

entre las partes, de ellas no se advierte que se hayan efectuado

pagos a los títulos de crédito y mucho menos que fueron firmados

en blanco, por tanto, si bien la autonomía de los títulos de crédito

pueden admitir prueba en contrario, lo cierto es que con las

aportadas por la contraria no se acreditaron tales circunstancias,

motivo por el cual la resolución emitida por la autoridad responsable

resulta ilegal y violatoria de los derechos fundamentales de su

representada.

En criterio de quienes esto analizan, la anterior

argumentación deviene inoperante en virtud de que lo aquí alegado

se hace descansar, sustancialmente, en lo que se argumentó en

TOCA CIVIL No. 75/2015 108

los agravios que ya fueron desestimados en esta resolución, dado

que de ninguna manera resultará procedente, fundado u operante

lo que en este séptimo agravio se aduce, por basarse en la

supuesta procedencia de aquéllos.

Lo anterior se fundamenta en la siguiente

jurisprudencia.

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. SON INOPERANTES LOS QUE PARTEN O SE HACEN DESCANSAR SUSTANCIALMENTE EN LO ARGUMENTADO EN OTROS QUE FUERON DESESTIMADOS. Si de lo alegado en un concepto de violación se advierte que la impugnación planteada se hace descansar, sustancialmente, en lo que se argumentó en otro u otros conceptos de violación que fueron anteriormente desestimados en la misma ejecutoria, en tanto que resultaron infundados, inoperantes o inatendibles, ello hace que aquél resulte a su vez inoperante, dado que de ninguna manera resultará procedente, fundado u operante lo que en dicho concepto se aduce, por basarse en la supuesta procedencia de aquéllos. 9

Agotado que fue el estudio de los agravios, al resultar

infundados unos e inoperantes otros, lo conducente es confirmar

en sus términos la sentencia impugnada.

Se estima útil señalar, solo por aclarar, que en el escrito

de agravios que fue analizado, se contiene el punto identificado

como SÉPTIMO, en el cual se formulan agravios con relación a un

recurso de apelación promovido en contra del auto de fecha 13 de

agosto de 2014, mismo que había sido admitido en el efecto

preventivo por el juzgador de primera instancia; sin embargo, tal

recurso fue desechado mediante el auto de radicación dictado por

la presidencia de esta Sala.

CUARTO. En virtud de que la parte recurrente se colocó en el supuesto previsto en la fracción IV del artículo 1084 del Código de Comercio en vigor, puesto que fue condenado por dos sentencias conformes de toda conformidad en su parte resolutiva, resulta procedente condenarla al pago de las costas generadas en ambas instancias.

Por lo expuesto y fundado y con apoyo, además, en los

artículos 135, 136, 137, 140 y 141 de la Constitución Política del

Estado de Coahuila de Zaragoza y en los artículos 16, 18 y 22 de

9 Época: Novena Época. Registro: 178784. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la

Federación y su Gaceta. Tomo XXI, Abril de 2005. Materia(s): Común. Tesis: XVII.1o.C.T. J/4 Página: 1154. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN

MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO SÉPTIMO CIRCUITO. Amparo directo 720/2003. Verónica Ramírez Méndez. 11 de diciembre de 2003.

Unanimidad de votos. Ponente: Luis Ignacio Rosas González. Secretario: José Luis Estrada Amaya. Amparo directo 587/2004. Jacobo González Reyes. 10

de noviembre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Armando Juárez Morales. Secretario: José Luis Estrada Amaya. Amparo directo 633/2004.

Raúl Rosas Moreno. 9 de diciembre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Armando Juárez Morales. Secretario: José Luis Estrada Amaya.

Amparo directo 704/2004. María de la Luz Varela Arreola. 13 de enero de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Luis Ignacio Rosas González. Secretario:

José Luis Estrada Amaya. Amparo directo 5/2005. Banco Mercantil del Norte, S.A., Institución de Banca Múltiple, Grupo Financiero Banorte, antes Banpaís,

S.A., Institución de Banca Múltiple. 7 de marzo de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Roberto Rodríguez Soto. Secretario: Amador Muñoz Torres.

TOCA CIVIL No. 75/2015 109

la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, así como los

artículos 1049 y 1050 del Código de Comercio, se resuelve:

PRIMERO. Se CONFIRMA la sentencia de primera

instancia cuyos datos han quedado debidamente precisados en el

proemio de esta resolución.

SEGUNDO. Se condena a ********** al pago de las

costas causadas en ambas instancias.

NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE, al tenor de lo

dispuesto por el artículo 309, fracción III del Código Federal de

Procedimientos Civiles de aplicación supletoria al de Código de

Comercio; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos

originales al juzgado de su procedencia y, en su oportunidad,

archívese el toca como asunto totalmente concluido.

Así, por mayoría de votos, lo resolvió el Pleno de la

Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del

Estado, integrada por los magistrados MARTHA ELENA

AGUILAR DURÓN, MÍRIAM CÁRDENAS CANTÚ, GABRIEL

AGUILLÓN ROSALES, ALEJANDRO HUERECA SANTOS y

CARLOS JAVIER GARCÍA MATA, con voto en contra del

penúltimo y particular y en contra del último de los mencionados,

siendo ponente la primera de los nombrados, por ante la licenciada

MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA RODRÍGUEZ,

Secretaria de Acuerdo y Trámite que autoriza y da fe.- - - - - - - - -

___________________________________________ MAG. MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN

________________________________________ MAG. MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ

__________________________________________ MAG. ALEJANDRO HUERECA SANTOS

PRESIDENTE

TOCA CIVIL No. 75/2015 110

________________________________________ MAG. GABRIEL AGUILLÓN ROSALES

_________________________________________ MAG. CARLOS JAVIER GARCÍA MATA

________________________________________________ LIC. MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA RODRÍGUEZ

En la misma fecha se fijó en el acuerdo de ley. Conste.- - - - - -

Esta hoja corresponde a la página (111) ciento once de la sentencia del toca civil número

75/2015, resuelta el día (15) quince de septiembre de (2015) dos mil quince, por unanimidad de votos del Pleno de la Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado integrado por los Magistrados MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN, MÍRIAM CÁRDENAS CANTÚ, GABRIEL AGUILLÓN ROSALES, ALEJANDRO HUERECA SANTOS y CARLOS JAVIER GARCÍA MATA, siendo ponente la primera de los nombrados, ante la Licenciada MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA RODRÍGUEZ, Secretaria de Acuerdo y Trámite.

La licenciada María Blanca Estela Subealdea Rodríguez, secretaria de acuerdo y

trámite de la Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del

Estado, hago constar y certifico que, en términos de lo previsto en los artículos 27,

fracción IX, 58 y 75 fracción III, de la Ley de Acceso a la Información y Protección de

Datos Personales del Estado de Coahuila de Zaragoza, en esta versión pública se

suprime la información considerada como reservada o confidencial que encuadra en el

ordenamiento mencionado y en las disposiciones aplicables.

Este documento fue cotejado previamente con su original por la licenciada Luisa María

Soto González, secretaria de estudio y cuenta, quien elaboró la presente versión

pública.

María Blanca Estela Subealdea Rodríguez