Hay que cambiar las convicciones si se desea un futuro mejor.

La limosna y esperar que otros hagan todo es una idea que no nos ha ayudado a acabar con la pobreza y miseria.

El regalar no soluciona el problema sino que genera pobreza e ignorancia.

Hay que re-orientarse a utilizar la inteligencia para el bienestar de todos.

Hay que ENSEÑAR a construir, a trabajar juntos para generar riqueza juntos.

Hay que parar a los usureros y aquellos vivos que se enriquecen con el trabajo de todos, diciendo que hay inclusión social.

Los inmigrantes que vinieron a la Argentina en el siglo pasado no esperaron a que les diera nada, sino que ellos se ocuparon de construir su casa y su negocio.

Los inmigrantes que colonizaron los Estados Unidos y Australia no esperaron recibir nada gratis, se ocuparon de construir sus casa y sus negocios.

Donde quedaron los valores y las convicciones de los hombres y mujeres que llegaron a la Argentina de Europa?

Que desperdicio el que todos los esfuerzos de los abuelos se hayan ido al tacho.

El hombre por tener libre albedrío es un ser que puede crear odestruir de acuerdo a como oriente su vida.

Hay que guiar al hombre a utilizar su inteligencia para que

genere su propia riqueza, para el bienestar de todos, trabajando y creando y cuidando todos juntos.

Hay que dar el alimento y dejar que lo coma?

Creo que hay que enseñar a tener una huertay producir su alimento.

Mientras crecen los frutos, entre todos se junta lo que cada uno tiene y se cocina para comer todos juntos.

En las villas cada familia debería tener una pequeña huerta o tener huertas comunitarias. Se deberían dar las semillas y enseñar a plantar y cuidar plantas saludables.

Hay que construirle la casa y regalarla ?

Creo que hay que facilitarle los materiales y el conocimiento para que construya su casa y viva en ella.

El costo de los materiales los pagaria con tareas comunitarias y de reciclaje.

Luego el que construyó, que ayude a otros a aprender a construir su casa.

Todos deben participar en el trabajo de construir la casa. No simplemente sentarse a esperar que se la construyan.

Si seguimos el camino del individualismo y no el bien común cada vez habrán más pillos.

Si todos trabajamos para el bien común y detenemos aquellos que tratan de aprovecharse del trabajo de todos para el bienestar propio. Todo será muy diferente.

Si cada uno cultivara el bienestar, y le trasmitiera a los que lo rodean, cultivar el bienestar y cuidar del bienestar de todos, las cosas serían muy diferentes.

Si todos utilizáramos nuestro libre albedrío para generar la riqueza que somos capaces de generar, sin pensar en obtener las cosas gratis, sino por el contrario, obtener lo que deseamos con nuestra inteligencia y esfuerzo todo seria diferente.

No todos somos lo mismo de inteligentes.

Por eso los que son más hábiles creando deberían guiar a los que les cuesta y todos juntos lograr lo que es necesario para el bien de todos.

Son convicciones que deben enseñarse desde muy pequeños.