Todos estos factores ponen de manifiesto la...

46
Todos estos factores ponen de manifiesto la integración de una sucesión de paisajes económicos en el ambiente llanero. La fisonomía definitiva de esa sucesión de paisajes económicos se logra al cabo de algunos años, tal vez de décadas. Aun cuando Venezuela cuenta hoy con el incremento más optimista de su población en toda la historia de su demografía, faltan bastantes años para que los Llanos cuenten con una población suficiente para lograr de esa vasta región un cabal aprovechamiento. Pero, de todas maneras, se ven alternar allí el paisaje pecuario, el paisaje agrícola, el paisaje minero y el paisaje maderero. Y como consecuencia de ello, la aparición y cimentación del paisaje industrial. En el centro de los llanos de Anzoátegui, se alza la única refinería de parafina del país; el ámbito de Acarigua se identifica como un definido paisaje industrial donde secadoras y descascaradoras de algodón. Todo esto nos conduce a una conclusión categórica: el paisaje económico de las tierras bajas que se extienden entre el Orinoco y la Cordillera septentrional está en un claro proceso de integración. LA EVOLUCION DEL PAISAJE ECONOMICO EN LAS TIERRAS BAJAS Las tierras bajas en Venezuela, las que están por debajo de los 200 metros sobre el nivel del mar, constituyen más de la mitad del territorio nacional. Solamente los Llanos se aproximan a los 300.000 km 2 , y si a ellos se añaden las vastas extensiones por debajo de esa altura de los suelos del Delta del Orinoco, de las llanuras del Estado Bolívar, de las llanuras del Casiquiare, del Alto Orinoco y de sus afluentes, así como las llanuras y las zonas selváticas de la cuenca del Lago de Maracaibo y los valles y sectores de costa baja de las zonas 461

Transcript of Todos estos factores ponen de manifiesto la...

Todos estos factores ponen de manifiesto la integraciónde una sucesión de paisajes económicos en el ambientellanero. La fisonomía definitiva de esa sucesión de paisajeseconómicos se logra al cabo de algunos años, tal vez dedécadas. Aun cuando Venezuelacuenta hoy con el incrementomás optimista de su población en toda la historia de sudemografía, faltan bastantes años para que los Llanos cuentencon una población suficiente para lograr de esa vasta región uncabal aprovechamiento. Pero, de todas maneras, se venalternar allí el paisaje pecuario, el paisaje agrícola, el paisajeminero y el paisaje maderero. Y como consecuencia de ello,la aparición y cimentación del paisaje industrial. En el centrode los llanos de Anzoátegui, se alza la única refinería deparafina del país; el ámbito de Acarigua se identifica como undefinido paisaje industrial donde secadoras y descascaradorasde algodón. Todo esto nos conduce a una conclusióncategórica: el paisaje económico de las tierras bajas que seextienden entre el Orinoco y la Cordillera septentrional está enun claro proceso de integración.

LA EVOLUCION DEL PAISAJE ECONOMICO EN LASTIERRAS BAJAS

Las tierras bajas en Venezuela, las que están por debajode los 200 metros sobre el nivel del mar, constituyen más dela mitad del territorio nacional. Solamente los Llanos seaproximan a los 300.000 km2 , y si a ellos se añaden las vastasextensiones por debajo de esa altura de los suelos del Deltadel Orinoco, de las llanuras del Estado Bolívar, de las llanurasdel Casiquiare, del Alto Orinoco y de sus afluentes, así comolas llanuras y las zonas selváticas de la cuenca del Lago deMaracaibo y los valles y sectores de costa baja de las zonas

461

septentrionales del país, se llega a la conclusión de lo yaenunciado, o sea de que Venezuela tiene una superficiesuperior a la mitad de su territorio por bajo de los 200 metros.

Ya señalamos algunas de las características mássobresalientes del paisaje económico de las tierras bajas deVenezuela. Ese paisaje se ha ido integrando en el curso devarios siglos, pero esa integración ha sido extremadamentelenta. Como lo expresa un notable geógrafo alemán", "lastransformaciones más visibles dentro del paisaje sonproducidas por el hombre", y ese fenómeno se ha dadoplenamente en el medio venezolano. En algunos casos, latransformación del paisaje económico en nuestro país ha sidomás o menos brusca, y el caso más elocuente que se puedepresentar al respecto, en un caso típico de paisaje económicoantropógeno, es el de las tierras bajas de las riberas orientalesdel Lago de Maracaibo, a consecuencia del impacto petrolero,y más recientemente, el de algunos sectores del noreste delEstado Bolívar, como derivación de la industria extractiva delhierro. Pero por lb demás, la transición de paisaje natural enpaisaje económico, ha seguido un ritmo en relación directa conla densidad de población.

Para el enfoque del tema, dividiremos las tierras bajas deVenezuela en tres grandes secciones: los Llanos con el Deltadel Orinoco y la prolongación natural de aquéllos por la cuencadel Unare y por las tierras no montañosas del golfo de Paria;la cuenca del Lago de Maracaibo y los territorios de llanuras,de sabanas y de costas que se extienden al norte de los tressistemas orográficos septentrionales; y finalmente, las tierrasbajas que se extienden al sur del arco del Orinoco.

9. RUDOLF LUTGENS. "Los fundamentos geográficos y los problemas de la vidaeconómica". 1954.

462

Los llanos de Venezuela han sido territorios con unaintegración demasiado lenta en la economía nacional. Sutransición de paisaje natural a paisaje económico, se ha regidopor un ritmo tal vez demasiado pausado, e incluso, esatransición ha experimentado transiciones, o al menos, hasufrido letargos demasiado prolongados. Las guerras civiles,las epizootias, las endemias y la falta de comunicaciones, hanconstituído factores claves, poderosamente negativos, para lalentitud o para la detención de la indicada evolución. Todavíaen sectores de nuestros llanos, el paisaje natural aparenta nohaber sentido la influencia del hombre. Y sobre todo se dejaver esa circunstancia, en algunosde los sectores más distantesde la cordillera septentrional.

La domesticación del paisaje natural yconsecuencialmente, la acción antropógena, apareciópositivamente cuando se inició la conquista de los Llanos porlos españoles. Los cazadores, los recolectores y los pescadoresprehispánicos, al menos tales como se les encontró a raíz deldescubrimiento de la gran llanura fluvial venezolana, noconstituían factor suficiente para dar categoría de paisajeeconómico a esa región y unidad físico-geográfica de nuestropaís. La mutación del paisaje se inició desde el pie de montehacia el sur; su prolongación se realizó primariamente siguiendoel curso de algunos ríos navegables; y siguiendo el curso deesas corrientes, con proyección hacia la antigua Angustura,puerto receptor en otros momentos, en gran parte, de laeconomía llanera y lugar apropiado para el tránsito fluvialdesde el exterior hacía los llanos y desde éstos hacia elexterior.

La evolución del paisaje económico llanero experimentóaltos y bajos. Los factoresseñalados influyeron en proporcionesvariables en el vigor de los elementos que provocaron laevolución de ese paisaje, de natural a económico. Bastará con

463

recordar que determinadosfenómenos negativos en el procesosocial del país, se reflejaron con mayor fuerza en las tierrasbajas que en las altas. Uno de ellos podría ser la malaria.Debemos tener presente que una vez la salubridad alcanzó ladimensión total de los Llanos, un nuevo panorama fueapareciendo allí, lo cual ha sido completado en una segundaetapa por la vialidad. Algunas de las ciudades llaneras, en sumayoría las más próximas al pie de monte septentrional, secontaron entre las más prósperas del país en los años queprocedieron a la guerra de Emancipación. Según datos deFrancisco Depons, en 1904, Barcelona, a la salida de losllanos de Anzoátegui, tenía 14.000 habitantes;Barinas, 10.000;Guanare, 12.300, y San Carlos, 9.500. En cambio, cientotreinta años después, o sea según el Sexto Censo General dePoblación, en 1936, las cifras para las mismas ciudades,fueron: Barcelona, 9.864; Barinas, 1.615; Guanare, 1.709, ySan Carlos, 3.075. La población de estas cuatro capitales, lastres últimas esencialmente llaneras, refleja sin duda alguna,no un alto, sino un retroceso en la evolución del paisaje en losLlanos venezolanos.

El paisaje económicode los llanos se identificó inicialmentebajo tres aspectos: el paisaje pecuario, el paisaje agrícola y elpaisaje portuario. El primero fue el de mayor dimensión, porcuanto la ganadería fue la riqueza inicial de los Llanos, tras dela cual vino inmediatamente la agricultura. La historia dedeterminadas regiones llaneras se confunde con la historia dela ganadería, pero la historia de otras porciones de esasmismas regiones, está íntimamente identificada con laproducción de determinados renglones agrícolas, entre ellosel tabaco, y posteriormente, el añil, alternando con el anterior.Más tarde, vendría a sumarse el pequeño paisaje portuario, demuchas de las ciudades y pueblos llaneros, signo del medio detransporte esencial hasta hará algo menos de medio siglo,como fue el de las vías fluviales.

464

11

Hemos dicho que el paisaje económico de los Llanos seidentificó inicialmentebajo tres aspectos:el pecuario, el agrícolayel portuario. El primero, siguió siendo el más característicode los Llanos; el segundo, de una amplitud variable, con unareducción de radio tras la decadencia regional que se registróhasta que el saneamiento y la vialidad, unidos a otros factores,revitalizaron la economía llanera; y el tercero, casi diríamosque en plena decadencia, ante la sustitución de la vía fluvialpor la carretera, sobre todo en los Llanos Altos y en los LlanosOccidentales. Derivación de la ganadería y de la agricultura,fue un nuevo tipo de paisaje económico en los Llanos, sobretodo en el curso del siglo XIX y primera década del siglo XX:el paisaje industrial. La cría derivó hacia la curtiembre depieles, hacia la aparición de algunas tenerías; y a la agricultura,dió origen a las desmotadoras de algodón, a las fábricas detabaco torcido, a la elaboración de chimó. Utilizando el sebodel ganado y alguna copra obtenida de cocales llaneros,nacieron pequeñas fábricas de jabón de baja calidad; seobtenía lejía de las cenizas producidasal quemar determinadasmaderas. Los cultivos de pequeños cañamelares en torno ala mayoría de los pueblos llaneros, dió margen a la instalaciónde trapiches para la producción de panelas. En algunospuertos fluviales se construyeron pequeños buques de río, defondo plano, cuya maquinaria era instalada en la isla deTrinidad. Vale decir, que las tierras bajas integrantes de losLlanos, tuvieron un cuarto tipo de paisaje económico: elindustrial.

La decadencia llanera, sobre todo en las primeras décadasdel presente siglo, dieron margena lo que podríamosdenominaruna evolución regresiva del paisaje económico de muchaszonas llaneras. Hubo pueblos cuyos nombres fue necesario

465

borrar de las nuevas ediciones de las cartas geográficas,porque en realidad habían desaparecido. Las construccionesen 105 Llanos Bajos, las viviendas sobre todo en localidades depoca significación, eran de paredes de bahareque y techo depalma, de piso de ladrilloo de tierra, las casas mejor construídastenían zócalos de madera, para defender las viviendas de lasinundaciones periódicas, y a veces inesperadas, de la estaciónlluviosa. Las migraciones provocadas por factores negativoscomo las epizootías, las endemias, el aislamiento, convirtierona algunos pueblos apenas en una sombra de lo que fueron, ylas viviendas, elementalmente construídas, eran en extremovulnerables a 105 rigores de la naturaleza y del abandono. Deallí, la facilidad con que aldeas de una época florecientes, hanpodido desaparecer. La migración provocaba el abandono de105 terrenos cultivados, la desaparición de 105 pequeños fundosen torno a 105 poblados, y tras el éxodo, vino la foresta vigorosadel trópico semi-ecuatorial a sustituir las plantaciones y ainvadir las calles solas de 105 pueblos en decadencia.

Transportados a nuestros días, nos encontraremos conque el paisaje económico de las tierras bajas que integran 105

Llanos, evolucionande una manera dinámica. Algunos pueblosdesaparecidos, quedarán definitivamente borrados para lamoderna geografía venezolana, pero otros, que experimentaronuna decadencia a veces lindante con el fin, se han idorevitalizando y algunos de ellos, constituyen el centro denuevas actividades, lo cual se ha traducido en la evoluciónradical del paisaje económico. El saneamiento, la vialidadterrestre, el tráfico aéreo y el petróleo, han sido entre otros, de105 factores más decisivos que han provocado esta evolución.Ya esos factores, ha venido a sumarse uno decisivo en ciertasporciones de las tierras llaneras: el riego. Este factor, haprovocado un mejoramiento evidente del medio geográfico, ylo provocará más todavía, una vez que todos 105 proyectos endesarrollo o en estudio, encuentren su cabal aplicación.

466

El primer caso de influencia de ese factor, ha sido en unsector de los Llanos Altos de Cojedes, casi en el pie de monte,donde al irrigar varios miles de hectáreas aprovechando lasaguas del río Tirgua, dicho sector experimentó una profundatransformación. No podría decirse que hubo realmente unaevolución del paisaje económico, sino, más bien, el retorno ala característica antigua de ese paisaje, que había sido agrícoladesde la época colonial. En cambio, una vez que estén enproducción las 110.000 hectáreas irrigadas por el río Guárico,al sur de Calabozo, sí habrá allí una evolución del paisajecaracterísticamente pecuario del Occidente del Guárico, apaisaje agrícola, y posiblementeen algunos sectores, a paisajeindustrial, como consecuencias de las industrias de laagricultura que pueden nacer de los cultivos regionales.

En general, algunas zonas de los L/anos, han idoevolucionando de paisaje pecuario a paisaje agrícola, comopodría señalarse en el caso de los suelos destinados al cultivodel arroz en los Llanos Occidentales. Igualmente, se hapuesto en evidencia la evolución de paisaje de bosque apaisaje agrícola, como ha ocurrido en sectores del EstadoPortuguesa, donde tras de la tala controlada, en suelosmesopotámicos de óptimas condiciones, las parcelas agrícolashan sustituído a las hectáreas poblados de foresta.

Pero, posiblemente, donde se ha sentido una evoluciónmás acentuada del paisaje económico, ha sido en las regionesllaneras en cuyo subsuelo han sido descubiertos yacimientospetroleros, donde el paisaje pecuario, ha sido sustituído por elpaisaje industrial extractivo, como ha ocurrido en los Llanos deMonagas, de Anzoátegui, del Guárico y de Barinas, yseguramente ocurrirá dentro de breves años en los EstadosPortuguesay Apure, donde se apreciala existencia de inmensasreservas probadas de petróleo.

467

Los Llanos, que con sus alternativas de paisajes naturalesdiversos y con su mosaico de paisaje económico, constituyenla gran unidad geográfica natural de Venezuela más proclivea experimentar una gran evolución de su paisaje económico,no sólo por que cada vez, se cruza con mayor número decarreteras y porque nuevas obras de proyecciones agrícolaso pecuarias, y aún industriales, nacen en ellas, sino porque esel puente tendido entre la unidad costa-montaña del norte,densamente poblada, y las tierras del porvenir al sur, como sonlas que se extienden más allá del arco del Orinoco.

111

Existen diversos trabajos sobre los Llanos de Venezuela.Esa dilatada extensión del territorio venezolano ha interesadodesde que el conquistador español comenzó a intuir la vastedadde las tierras que comenzaba a conocer. Los Llanos aparecenen la vieja y en la reciente literatura científica sobre nuestropaís. Están en descripciones parciales en los Cronistas y enlos historiadores que le siguieron y en los primeros libros en losque se habla de la geografía del país. Humboldt los recorrióparcialmente y desde entonces hasta el presente los Llanosson un punto de interés fundamental en los estudios físico­geográficos, geo-económicos, geológicos, pero sin embargo,no hay un trabajo orgánico, sino exhaustivo sí bastante concreto,acerca de nuestros Llanos. El desarrollo de la ganadería losconvirtió en motivo de interés pecuario, la explotación de susselvas en motivo de interés industrial; diversos planes agrícolascomo el arrocero la colonia de Turén o la represa de Guáricoen motivo de interés para el incremento de diversos cultivos yde la acción colonizadora; la industria petrolera en algunos desus sectores ha permitido que se estudie al menos su geología.Pero en definitiva, no existe ese estudio orgánico que losLlanos están pidiendo. Las monografías de Pittier, de Christ,

468

de Francisco Tamayo, de Eunudio Rivera, son desde todopunto de vista interesantes, y esas, y otras, pudieran ser elpunto de partida para la monografía integral, de visión cabal,que las tierras bajas centrales de Venezuela requieren.

Debido a estas circunstancias, es por lo cual algunossectores de las tierras bajas venezolanas, que son lógicamenteparte o prolongación de los Llanos, no han tenido hasta elpresente una clasificación precisa y una demostracióncategórica de si son parte integrante de los Llanos, o si habráque colocarlos, sino como regiones, al menos sí comosubregiones de aquellos, con paisajes algunos concaracterísticas netamente llaneras, otros. con similitudes,pero no con analogías precisas.

Una de las regiones asimiladas a los Llanos de Oriente esla rica y fértil cuenca del río Unare. ¿Puede considerarse estacuenca como parte integral de los Llanos? En la mayor partede su extensión, el paisaje es predominantemente llanero,experimentando las transiciones 16gicas cuando sientedirectamente la influencia, del mar. Separada del resto de losLlanos por leves accidentes geográficos que divorcian lasaguas del Unare, tributario del mar de las Antillas, de los ríosque forman parte de la hoya del Orinoco, es no obstante en lamayor parte de su extensión el paisaje llanero el que allípredomina, y el cual fue evolucionando de paisaje natural apaisaje agrícola o pecuario en un proceso similar al del restode los Llanos. Es un paisajeque hoy está en el camino de unanueva evolución y lo cual se acentuará aún más, una vez quela carretera del Oriente, paralela a la costa. cruce por todo elnorte de la zona de transición llanero-marítima por el cual lastierras llanas de la cuenca se prolongan hacia el mar.

Más que para la cuenca del Unare, surge el interroganteen torno a las mesas del Oriente. Ese sector que ocupa granparte del centro del Estado Anzoátegui constituído por una

469

sucesión de mesas formadas por la desintegración de unamesa única en el proceso erosivo durante milenios, debido ala acción combinada de factores eólicos, fluviales y pluviales,¿es realmenteun sectorde los Llanos?El parentesco geográficocon éstos emana de su horizontalidad; pero sus suelos, supaisaje, su vegetación, su geología, incluso su clima y sumismo nivel sobre el mar, hace que se denomine esa región delas mesas, y para algunos, Llanos de Mesas. Allí, el morichaldifiere del morichal llanero típico, sobre todo del de los llanosmeridionales al norte del Orinoco, y luego, las característicasde los cursos de agua, de los ríos que naciendo en su mayoríaen las mesas se orientan hacia los llanosde Monagas, presentanmuchos rasgos no comunes a los ríos llaneros, de curso lentoy originariamente dotados por ambas riberas de selvas degalería. Ese sector, incluído por muchos dentro de los llanos,se cuenta entre los que han experimentado una más radicalevolución de su paisaje. Tierras en su mayor parte inapropiadaspara la agricultura y la ganadería, de suelos pobres y proclivesa una erosión permanente, han venido a convertirse en uno delos centros más activos de la industria extractiva del Orientedel país. Los poblados se han multiplicado, a través de laregión comenzó a nacer la moderna red de comunicacionesterrestres del Oriente, y la evolución de su paisaje, puedeasimilarse al experimentado por algunos Estadosnorteamericanos del sur debido a la misma causa, o al quedebe estar experimentando el Sahara bajo dominio francés,una vez que allí han sido localizados ricos yacimientos depetróleo.

Como prolongación de los Llanos hacia el extremo orientalde Venezuela, están las tierras bajas que llegan hasta elOcéano por la costa del Golfo de Paria, y las tierras del Deltadel Orinoco. En estas últimas, la selva semi-ecuatorial sustituyea la vegetación de pastos o al paisaje de selva llanera, y amedida que las tierras descienden hacia el mar, son las islas

470

pantanosas e inundables deltaicas las que a su vez sustituyena la selva tupida. En las tierras bajas de/taicas comprendidasentre Boca Grande y los caños que separan la región de losLlanos de Monagas, el paisaje natural ha experimentado sólouna evolución parcial. Esa evolución, se ha hecho máspatente en las tierras más altas, las cuales, sin embargo, secuentan entre las de nivel más inferior de Venezuela. Deberecordarse al respecto que Tucupita, está apenas a un pocomás de tres metros sobre el nivel del mar, y lo mismo, debedecirse de Pedernales. En torno a Pedernales el paisajeevolucionó hacia paisaje petrolero, y el de Tucupita, haciapaisaje agrícola y paisaje industrial. Pero el proceso evolutivocomenzará a cumplirse ahora a un ritmo mucho más dinámico,cuando algunos caños del Delta, como el Macareo, yacanalizados, se han convertido en vía de tránsito para el hierroextraído de Guayana. En cambio, las tierras bajas que seextienden al oeste del golfo de Paria, cruzadas por ríos y cañosde paisajes agrícolas en algunos sectores, han pasado apaisaje industrial, como consecuencias de la explotaciónpetrolera y de la instalación a partir de 1931, de una refineríade petróleo en Caripito, cuya capacidad de producción haexperimentado progresivos aumentos, paralelos al desarrollode la industria en el país, y sobre todo, después de la vigenciade la Ley de Hidrocarburos de 1943.

IV

Entre la cordillera septentrional y el mar, es muy irregularla distribución de las tierras bajas. En muchos casos, la costaescarpada cae directamente sobre el mar; la plataforma con­tinental no existe; y si algunas veces los aluviones derivadosde la erosión de la montaña inmediata retenidos por la resacay la acción de las corrientesmarinas han permitido la formaciónde angostos aleros costeros, no tiene este sector de litoral

471

significación alguna dentro del paisaje vecino al mar. A lo largode las costas altas venezolanas, de Borburata a Carenero enel litoral central, yen gran parte de las costas septentrionalesdel Estado Sucre, penetran hacia el interior sólo aquellastierras bajas que constituyen los valles marítimos, y algunospequeños sectores de piedemonte, poblados en su mayoríadesde la época prehispánica, y por un lapso que sería difícil deprecisar, ya que todavía sigue siendo en gran parte un misteriola historia anterior al Descubrimiento de lo que es el territoriovenezolano.

En cambio, donde la montaña está distante del mar, lastierras bajas penetran con amplitud que varía, hacia el interior.En algunos casos, como ya tuvimos oportunidad de señalarlo,se trata simplemente de la prolongaciónde territorios interioreshacia el mar. como son los casos de la cuenca del río Unare,de las tierras bajas, anegadizas o selváticas, que se extiendenal oeste del golfo de Paria.

Entre lo paisaje económico más antiguo de Venezuela,porque data él de época anterior al Descubrimiento de América.se cuanta tanto el de Paraguaná, como el de sectoresseptentrionales de lo que hoyes el Estado Falcón. Allí,habitaba uno de los pueblos aborígenes más laboriosos. elcaquetío, dueño de una economía bastante desarrollada,entra las diversas naciones indígenas que poblaban la Ven­ezuela precolombina. Pueblo navegante, pescador,comerciante, hilandero y agricultor, residía "en toda la llanuraestéril que corre desde los límites de Falcón y Zulia hasta LaVela. en la Península de Paraguaná, yen el litoral oriental delEstado, desde La Vela hasta la boca del Yaracuy ... "10. Estareacción poblada asimismo las islas de Aruba, Bonaire y

10. DOCTOR PEDRO MANUEL ARCAYA, "Historia del Estado Falcón". TomoPrimero. Tipografía La Nación. Caracas, 1953.

472

Curazao y llegaba por aécidente hasta las riberas del Lago deMaracaibo. Ese paisaje semidesolado en muchos lugares,densamente poblado en otros, fue antes del descubrimientoun paisaje económico, que a medida que se hacía presente elconquistador español, fue evolucionando de paisaje agrícolaincipiente, a paisaje agro-pecuario, sobre todo con laintroducción en él de la cría de caprinos, que ha sido en losúltimos siglos, parte sustantiva de ese paisaje.

Las tierras bajas de mayor amplitud en el norte de Ven­ezuela, son las formadas por las zonas ribereñas del Lago deMaracaibo, y que integran la vasta cuenca de ese pequeñomar interior, llamado por la riqueza de su subsuelo, por lafertilidad de su suelo, por lo regular del régimen de las lluviasen unos sectores y por la frecuencia y abundancia de lasmismas en otros, por la buena distribución de sus cursos deagua y por su excelente localizacióngeográfica, sobre todo enrelación a los Andes, a ser uno de los núcleos económicos másimportantes de la América del Sur. Allí el paisaje económicoha evolucionado, incluso en las mismas aguas lacustres.Estas, de paisaje marino y medianamente pesquero, se hantransformado en algunos de sus sectores orientales, en paisajeindustrial petrolero, primeramente con las perforaciones en elsubsuelo lacustre y posteriormente, con la instalación sobrelas aguas de plantas de reinyección de gas.

Por otra parte, en lo que atañe a los territorios encerradosentre dos ramales andinos y el piedemonte occidental de laFormación Lara-Falcón, debe decirse que allí el paisajeeconómico está en plena evolución. Todavía no puedeprecisarse hasta dónde llegará el paisaje típicamente petrolero,ya que prosiguen las exploraciones y las perforaciones,viéndose éstas avanzar hacia el norte y penetrar ya en elEstado Trujillo, en el área de Motatán, zona hasta hace pocoinfluída por el petróleo, pero no petrolera. Pero menos aún se

473

puede precisar hasta dónde alcanzará el paisaje petrolero ensectoresoccidentales de la cuencadel Lago. Las exploracionesy las perforaciones al norte, al oeste y al sur de los campossituados al oeste de Maracaibo, prosiguen y lo mismo ha dedecirse para los campos situados en la zona fluvial y semi­ecuatorial de las áreas de los ríos Tarra, Zulia, Catatumbo,Lora y Oro, en las vecindades de la frontera colombiana.

y si esto ha de decirse en relación al futuro desarrollo dela industria petrolera, lo mismo podría decirse en relación aotros factores de la economía regional y a sus proyeccionesfuturas. La ganadería, la agricultura y la industria, se encuentranallí en plena evolución. La población de la cuenca puedesobrepasar ya el millón de habitantes, pues debe recordarseque ella está compartida además del Zulia, por los EstadosFalcón, Trujillo, Mérida y Táchira. Además la cuenca seencuentra entre las zonas venezolanas de mayor interésdentro del desarrollo de un importantísimo plan de vialidad.Hace algunos años, prácticamente, eran nulas lascomunicaciones terrestres en la cuenca, aparte de los dospequeños ferrocarriles que la unían a Mérida por El Vigía, yalTáchira, por Estación Táchira, además de la pequeña vía LaCeiba-Motatán. El descubrimiento del petróleo, trajo comoconsecuencia la construcción de una red vial, cuyo eje principales la ruta Motatán-Palmarejo. Pero en los más recientes años,la vialidad dentro de la cuenca ha estado experimentando unnotable incremento: se ampliará la citada vía Motatán­Palmarejo, se construyó la vía Carora-Lagunillas; laPanamericana cruza el sur de la cuenca; se construye la víaFalcón-Zulia; se prolongará la vía Maracaibo-Machiques; seconstruirá un puente sobre el Lago; se prolongará hasta LosCastilletes la vía Maracaibo-Paraguaipoa; y finalmente, dentrodel plan ferroviario nacional, una vía seguirá desde Sabana deMendoza hasta Maracaibo, y la otra, desde Sabana deMendoza, paralela a la Panamericana, hasta la frontera

474

colombiana. Sin duda que este plan vial, que además debordear el Lago, comunicará la cuenca con todo el país, por lasvías más adecuadas, provocará una evolución no precisableen el paisaje económico regional, y que transformará enpaisaje económico algunas zonas que por lo aisladas, todavíapermanecen en la condición de paisaje natural.

vLas zonas bajas ribereñas del Lago de Maracaibo se

prolongan en su sector oeste hacia el norte, por la Penínsulade la Goajira. En realidad, la Goajira venezolana es en granparte ítsmica, ya que la parte peninsular, en la mayoría de suextensión, corresponde hoy a Colombia, después de lascontracciones progresivas que ha experimentado el territoriovenezolano es ese sector. El paisaje goajiro, llano, de escasao nula vegetación, donde la llanura árida alterna con laslagunas salobres sobre todo en el sector ítsrnico, evolucionócuando la influencia de la economía pecuaria y la asimilacióndel indígena a la civilización se hicieron presentes. Esaevolución se hizo sentir con la introducción de algunoselementos económicos nuevos: la ganadería, una agriculturapobre, perfeccionamiento del tejido de las fibras duras,aprovechamiento de las salinas, actividad del contrabando,mejoramiento y transformación de la vivienda y evolución deltraje y del calzado, del guayuco a los pintorescos trajes delindígena mestizado, y del pie desnudo a la sandalia neo­arabe. De todas maneras, la acción de elementos naturalesnegativos, como los alisios sostenidos y violentos a veces, y laescasez de precipitaciones, unidos a la erosión progresiva,hizo lenta la evolución de ese paisaje, de natural a económico.

El paisaje ribereño oriental de la cuenca del Lago deMaracaibo se prolonga hacia el norte, hasta la costa marítima.

475

La vegetación decrece y se torna xerófila, en grado absoluto,en determinados sectores; en otros, algunas corrientes fluvialesque descienden del sistema coriano y que tributan en sumayoría en el canal que une el lago al mar, permiten laexistencia de vegetación más abundante, y ha dado margenademás a la evolución de un paisaje que se conservó casiprimitivo, en paisaje agrícola. De todas maneras, la malacalidad de los suelos en una ancha faja que se extiende entreel área de Coro y el curso del río Cocuiza, y donde se hallanalgunos de los suelos rojos lavados de Venezuela, dentro desu flora xerofítica, no ha sido obstáculo para una evolución delpaisaje económico, evolución que aún prosigue. El primitivopaisaje agrícola y artesanal aborigen, pasó a paisaje ganadero­caprino y a agrícola, hasta donde lo permitía la condición de lossuelos. Más tarde, la influencia del petróleo, el cruce deoleoductos desde la cuenca del Lago de Maracaibo hastaParaguaná, la construcción de pistas de aterrizaje yde unaestación de rebombeo, ambas en Dabajuro, y ahora, el trazadode la moderna carretera Falcón-Zulia, son factores queimprimieron aún nuevos rasgos al paisaje económico regional.

Las tierras bajas que forman el litoral oriental y las tierrasinteriores inmediatasa ese litoral en el Estado Falcón, presentanun paisaje que ha evolucionado con alternativas. Allí, estánalgunas de las tierras mejores de Venezuela para la agriculturacruzadas por ríos de curso abundante y permanente, comoson el Aroa y el Tocuyo; cuenta con suelos buenos para elcultivo de cocoteros en la vecindad del mar y en zonas másinteriores de clima marítimo, con zonas excelentes para elcultivo del bananeroy de otros frutos que requieren temperaturaelevada, buen grado de humedad y precipitaciones abundantes.El extremo sur oriental de ese paisaje, fue cruzado por una delas primeras vías modernas con que contó Venezuela: elFerrocarril Bolívar. De trocha demasiadoangosta, sin embargo,esa vía férrea cumplió una función económica bastante activa.

476

Su primer tramo, se construyó con la finalidad de sacar elcobre de las minas de Aroa por el puerto de Tucacas. Esasminas, conocidas desde la primera década del siglo XVII,crearon desde entonces cierto interés por la zona, que sesignificó además por su producción cacaotera. Sin embargo,la decadencia del ferrocarril mantuvo en un estado de relativapasividad la actividad económica en gran parte de la región. Eldescubrimiento de yacimientos petroleros en el extremooccidental de la zona, en los campos de Cumarebo, yposteriormente, la construcción de la carretera de la costa, queune a Puerto Cabello con Coro, al dar nueva fisonomíaeconómica y vial a la región, han ido imprimiendo una evoluciónprogresiva al paisaje económico, que se identifica por trescaracterísticas inmediatas: surgimiento de una sucesión dezonas balnearias, desde El Palito hasta Chichiriviche de maneraespecial; el incremento de diversos tipos de cultivo, la mayoríaya existentes allí y las perspectivas de un desarrollo industrialen un sector intermedio de la región, consistente en una plantade cemento, en Chichiriviche; y con la implantación de unaserie de grandes industrias en el extremo oriental del paisaje,en el área de Morón, a lo cual hay que agregar la revitalizaciónde la zona minera de Aroa, para el aprovechamiento dealgunas de las riquezas naturales locales, piritas de cobre yyeso, entre ellas. El desarrollo de estas tres actividades,imprimirá una evolución del paisaje económico y la formaciónde zonas características, dentro de las cuales cabría indicarlas turísticas, la agrícola, la extractiva y la industrial.

Las tierras bajas en el sector que indicamos, se prolonganen varias decenas de kilómetros hacia el interior, y endeterminados casos, en longitudes que superan los cienkilómetros. Así, las tierrasbajas, algunasselváticas, favorecidaspor lluvias semiecuatoriales, penetran profundamente tierraadentro, por los valles de ríos como el Yaracuy, el Tocuyo yelAroa. El clima marítimo se proyecta en ellas, y si bien muchos

477

de esos territorios apenas son bosques vírgenes alterados aveces por incipientes cultivos o por algunas fincas modernasen sectores accesibles por tierra o por la vía fluvial, son esasregiones propicias para que en ellas se provoque en lospróximos años una evolución de su paisaje, sobre todo,porque son sectores del territorio nacional que aparecen comocentros de interés para su explotación, dentro del dinámicodesarrollo que vemos aparecer en la agricultura y en diversoscampos de la economía venezolana.

Las actividades ya señaladas, que surgen en zonasperiféricas de ese vasto sector de tierras bajas, influiránpoderosamente en el paisaje natural que aún allí se conserva,y provocarán en éste una evolución que debemos considerarcomo inminente.

VI

Las tierras bajas que se extienden al norte de Venezuela,entre el área de Puerto Cabello y el Cabo Codera, son en'extremo reducidas. La línea de la costa es poco accidentada.La montaña, al caer casi perpendicularmente sobre el mar,impide la existencia de zócalo continental. Las cartas marinasindican que a relativamente corta distancia de la costa, laprofundidad del mar alcanza los cien metros. Las tierras bajasprácticamente existen en las playas que se han formado aambos lados de los pequeños ríos que se desprenden de lasladeras de la vertiente septentrional de la Cordillera Caribe,playas que se van ensanchando a medida que el cauce de lascorrientes fluviales se aproxima al mar. En algunos sectores,cuando la montaña está algo apartada de la costa, las tierrasbajas alcanzan cierta extensión, pero que nunca va más alláde dos kilómetros en dirección sur, aun cuando a veces, elvalle por el cual corre el pequeño río, se torna longitudinal, lo

478

cual permite una penetración mayor hacia el corazón delterritorio montañoso. El mejor ejemplo que se puede dar de unrelativo distanciamiento de la montaña en relación a la costa,es el de la pequeña extensión que va desde Macuto hastaCerro Grande, y donde el paisaje ha ido experimentando unaconstante evolución.

El paisaje de tierras bajas que se extiende a lo largo dellitoral central de Venezuela, en el sector ya indicado, haevolucionado con bastante lentitud en virtud de que sobre él,ha pesado un factor negativo que ha obstaculizado esaevolución, como ha sido la falta de comunicaciones terrestres.Si en verdad en el proceso del dominio español sobre elterritorio venezolano en el discurrir del siglo XVI y parte delsiglo XVII, ese dominio se comenzó a ejercer desde el mar pordos puntos iniciales, Cumaná y Coro, en lo que atañe al litoralcentral que nos ocupa. el dominio se hizo desde tierrasinteriores, hacia el mar. Debemos recordar que la primerafundación estable en ese litoral, Carc.balleda, fue realizada unaño después de Caracas. Fue una localidad portuaria, comoaños después La Guaira, por las exigencias de los primerosnúcleos de población hispánica que se comenzaban a formaren los valles cordilleranos inmediatos.

El paisaje natural evolucionó con extremada lentitud, y demanera fragmentada. A excepción del sector Maiquetía-LaGuaira-Caraballeda, incorporado a la economía del país porsu condición de zona portuaria y por haber contado con una víade enlace que evolucionó de camino de recuas a caminocarretero y a camino ferroviario, el resto del fragmentadopaisaje de tierras bajas extendido desde Puerto Cabello hastaCabo Codera, experimentó una evolución lenta, prácticamentehasta la segunda mitad del siglo XVIII, gracias a los contactospor mar con el resto del país y a la infiltración progresiva porvía marítima o a través de la montaña sobre todo de población

479

negra o mulata, que se consagró, o al cultivo del cacao, o a lapesca, o a labores agrícolas menores. De todas maneras, elcontacto efectivo de la población con el resto del territorionacional, fue normalmente por mar, ya fuera con PuertoCabello, con La Guaira, o con las costas de Barlovento.

Los proyectos de enlazar algunos de los valles del litoralcon las tierras interiores, arrancan desde época ya lejana.Debe recordarse que cuando se proyectó la Colonia Tovar,estaba en los planes de los realizadores de la colonia, uncamino hasta Costa de Maya, para sacar por allí la produccióna.grícola que habría de obtenerse de los colonos germanos;pero ese proyecto, todavía está como tal. Las únicascomunicaciones eficaces, además del eje vial que se extiendeentre La Guaira y su área, con Caracas, están las vías queunen el área de Maracay, y así la cuenca del lago de Valencia,con los puertos de Turiamo, Ocumare de la Costa y PuertoColombia. Cuando la Standard Oil proyectaba instalar surefinería en Turíamo, se habló de una vía Turiarno-Guacara.Hoy, se está en el camino del enlace de Puerto Cabello conCarenero siguiendo la línea de la costa. Sería sólo completarla obra ya realizada, con la ejecución de los tramos Arrecifes­Puerto Cabello y Los Caracas-Carenero, lo equivaldría ademása la unión por la línea paralela al mar, de dos de los valles máspromisorios del litoral venezolano: Yaracuy y Barlovento-Tuy,

El crecimiento demográfico, la construcción de algunascarreteras y la intensificación de tráficode cabotaje en pequeñasembarcaciones, provocó la evolución lenta en algunos sectores,rápida en otros, del paisaje natural o paisaje agrícola, y en elcaso de La Guaira y su área, a paisaje de tráfico en el ejeMaiquetía-La Guaira. Ese paisaje agrícola se ha identificadopor una producción variada, que por años, descansófundamentalmente en el cacao y en el cocotero. Y añadió aéstos, cereales, granos y frutales. En ciertas áreas, el paisaje

480

evolucionó de predominantemente agrícola, a urbano, y hoy,con el acercamiento de Caracas al mar con la construcción dela autopista a La Guaira y con la influencia que ejerce unapoblación como la del área metropolitana de Caracas, quesobrepasa el millón de habitantes, las zonas bien comunicadas,tienen una tendencia que se traduce en la evolución delpaisaje agrícola y urbano, a paisaje turístico, con lamultiplicación de playas acondicionadas, de centros de recreo,de bahías artificiales y de residencias para temporadístas.Puede darse por seguro que a medida que se mejoren lascondiciones viales, que se prolonguen las carreteras más alládel término hasta donde hoy llegan, se apreciará la ampliaciónde ese paisaje turístico, a semejanza de fenómenos similaresocurridos en otros países, en área de litoral próximas agrandes ciudades.

A pesar de que las tierras bajas en el sector costero PuertoCabello-Cabo Codera son tan reducidas, por la vecindad deesas tierras a centros urbanos importantes del interior, graciasal factor vialidad. están llamadas a experimentar dentro debreve plazo, una evolución económica mucho más acusada, ya quedar muchas de ellas, prácticamente incorporadas al áreametropolitana de las ciudades cuya influencia sienten. comose hace evidente ya con el litoral próximo a Caracas.

VII

La mayoría de los valles venezolanos que con amplitudmayor o menor se asoman hacia el mar. para luego terminaren éste en una forma aproximada de abanico, son valles delfuturo. El destino económico de cada uno de ellos. hasta elpresente, no se ha cumplido. Nadie podría decir qué papelesencial corresponderá en la economía venezolana a vallescomo los del Yaracuy, del bajo Tocuyo y del bajo Aroa. El

481

incremento optimista de la población venezolana; el poderosodesarrollo del capital; la formación de mano de obraespecializada, mucha de la cual ha encontrado su únicaescuela en la experiencia que le brinda el diario laborar; elinterés progresivo del capital extranjero por desarrollarempresas en el territorio nacional; el planeamientode industriasde transformación en zonas vecinas al litoral septentrional; larealización de un plan nacional de vialidad que permitiráenlazar los valles marítimos con el resto del país; son, entreotros, factores que conducirán al papel fundamental que esossectores geográficos habrán de cumplir en la economíavenezolana.

Entre esos valles, se encuentra el de Barlovento, una delas zonas de tierras bajas de más prometedor porvenir. Hastael presente, sólo tímidamente, se comienza a advertir unatransformación del medio, una incorporación más activa a laeconomía. Es una llanura con unas 300.000 hectáreas planas,en forma de triángulo irregular, que se eleva del mar hacia elinterior hasta alcanzar unos noventa metros de altura, en elárea de Caucagua, integrada por aluviones, cuyo origendeltaico se debe al río Tuy y a sus afluentes, que han idoformando esa extensión en el transcurso de milenios. RamónFernández y Fernández estima que "la planicie de Barloventotiene un largo de unos 100 kilómetros en el sentido Este aOeste, y un ancho de unos 60 kilómetros". y añade másadelante que sus tierras son "en su mayor parte cultivables yfértiles"11.

,

El paisaje de Barlovento, es predominantemente agrícola.La antigüedad de ese paisaje se remonta casi a cuatro siglos.Su punto de partida, está en el año de 1580, cuando los padres

11. RAMON FERNANDEZ y FERNANDEZ, "Desarrollo Integral de la Cuenca delTuy". Caracas, 1949.

482

dominicos introdujeron en el área de Curiepe el cultivo delcacao. Ese cultivo, se desarrolló velozmente, y pronto el áreade plantaciones llegó hasta Caucagua, o sea que cubrió deextremo a extremo la línea septentrional que se extiende entreel linde de la serranía y la plataformadel valle. El clima, no erael más propicio para el desarrollo demográfico, pero sí aptopara la intensificación de la siembra de la almendra, tancodiciada en el período colonial y tan propicia para desarrollaren aquel entonces el tráfico ilícito entre cultivadores ycontrabandistas holandeses procedentes de Curazao.

El paisaje agrícola fue sustituyendo al paisaje de selvas,de vegetación baja y de grandes claros, como debe haber sidola vegetación virgen del vasto valle en los días iniciales de laacción del cultivador hispano y de la presencia del braceroafricano. La dureza del clima no obstaculizó el proceso detransformación sostenidodel paisaje natural a paisaje agrícola.Aguas del Tuy arriba, ya en tierras más altas. la agricultura sedesarrollaba con similar vigor, y síntoma de importancia delauge agrícola en el último siglo de la Colonia, fueron losincidentes de Panaquire con Juan Francisco de León a lacabeza, y que constituyeron seguramente la más enérgicaprotesta contra la política, progresista en un sentido, perointolerante en muchos aspectos, de la Compañía Guipuzcoanaen Venezuela.

El acceso de Barlovento a la Capital, por muchos años,fue difícil por tierra. O había que ascender las serranías deGuatire y de Guarenas por escarpados senderos, o seguiraguas arriba el curso del Tuy, para luego ascender hacia elvalle de Caracas. El mar, era la vía más apropiada para lascomunicaciones con el resto del país. El enlace normal pormuchos años, se hizo desde los puertos hasta La Guaira, ysobre todo, desde Carenero. Durante el siglo XIX, se pensórepetidamente en enlazar el valle bajo del Tuy con Caracas por

483

una carretera; pero la decretada vía del Este, sólo llegó hastaGuatire, ya través de la Fila de Mariches, hasta el alto Tuy.Sólo en el segundo cuarto del presente siglo, se prolongó la víahasta Caucagua, y desde allí, hasta Higuerote.

Una serie de circunstancias han incidido y una serie deproyectos comienzan a cumplirse en las tierras bajas que seabren como triángulohaciael mar, bajo el nombre de Barlovento.Sobre todo, asoman diversas perspectivas que haránevolucionar poderosamente el paisaje económico regional, almenos, en determinados sectores. Dentro de las perspectivasviales, tres vías importantes conducirán hacia Barlovento: laactual carretera ensanchada, pavimentada y corregida, lacarretera hacia el Oriente, que seguirá aproximadamenteparalela al valle del Tuy y cruzará a Barlovento por el sur, y laprolongación de la carretera paralela al mar La Guaira-LosCaracas. Estastres vías, una de las cuales podríatransformarseen moderna autopista, influirán sin duda en la evolución delpaisaje regional, hacia aspectos que sería aventurado precisaren la actualidad.

Pero además de la vialidad, existen otras perspectivasque irán provocando una evolución en las tierras bajas de esesector geográfico venezolano. Debemos al respecto, señalarlas siguientes: 1) transformación de una línea de costa baja enzona de balnearios, obra que se desarrolla dentro de unproceso relativamente dinámico; 2) habilitación, con las obrasrequeridas, del puerto de Carenero en puerto auxiliar deCaracas; 3) traslación de industrias de la sub-cuenca delGuaire hacia el área del bajo Tuy, al disponerse allí de buenasvías de tránsito rápido hacia Caracas y hacia Oriente; 4)aprovechamiento de tierras agrícolas en el desarrollo denuevos cultivos; 5) transformación de los medios de tránsito dela zona entre el Centro y Oriente, gracias a la vía ya iniciadadesde Caracas hasta Barcelona; 6) mejoramientode la vivienda

484

y de las condiciones de vida en el medio rural y urbano de laslocalidades de la región, como derivación de las actividadesseñaladas en los cinco primeros puntos. Esto, conducirá a unaevolución del paisaje económico, lo cual ya comienza a hacersepatente, sobre todo en la zona litoral con la transformación delas playas naturales en playas turísticas con obras y dotacionesmodernas.

VIII

Más que la costa, la montaña septentrional fue la queatrajo al poblador de origen hispánico. Buscó éste los vallesde clima fresco, de lluvias regulares; las pequeñas mesetasinteriores y las laderas de suave inclinación. De allí, que lacosta poblada fuese sólo aquella que significaba una vía deacceso a las tierras interiores. Como varias veces se haindicado. Cumaná y Coro nacieron en el siglo XVI en lasproximidades del mar, la primera a orillas de un río y lasegunda en el umbral de un semidesierto con las montañas avarios kilómetros hacia el sur, por la circunstancia de que laconquista de Venezuela se inició por la periferia de un territorio.Pero más tarde, las ciudades comenzaron a nacer en esosvalles y mesetas ya indicados. Maracaibo, Barcelona yBorburata surgieron, porque eran puertas hacia los territoriosinteriores. Caraballeda y La Guaira, porque a corta distancia,detrás de la montaña, estaba la ciudad que sería la Capital, yalgo más allá, territorios en los cuales se intuía la existencia demetales preciosos y valles como los del Tuy y de la laguna deTacarigua o de Valencia, propicias para el poblamiento y parael desarrollo de la agricultura.

Pero largas extensionesde litoral y sus territorios interioresinmediatos, tardaron en cobrar la importancia que en eltranscurso de los siglos, que van del XVI al XIX, tuvieron otros.

485

Mientras los valles de la cordillera iban adquiriendo categoríaeconómica, mientras el cacao iba cubriendo algunos vallesbajos, el añil y el tabaco se extendían por valles y por elpiedemonte que desciende de las montañas a los Llanos, lacaña de azúcar cubría numerosos valles planos y el cafécopaba las laderas desde el valle del Táchira hasta el MacizoOriental, largas fajas costeras, ni siquiera veían aparecer yalgunas no lo ven todavía, el desarrollo del cultivo del cocoteroy de otras especies vegetales de valor económico, propias delclima marítimo tropical. Entre esas fajas costeras, está la detierras bajas, en su mayor parte arenosas o aluvionales que seextiende a lo largo de las lagunas marítimas, desde el extremode Barlovento, hasta la desembocadura de Neverí.

La evolución del paisaje allí, ha sido en extremo lento,porque diversas circunstancias han incidido en ello. Sobretodo, dos factores han estado presentes. Uno de ellos, ha sidola ausencia total de comunicaciones modernas desde tierra,circunstancia que se ha mantenido por lapso que se extiendedesde los años de la Colonia hasta años recientes. Deberárecordarse que esa faja litoral, puente terrestre entre laCordillera Caribe y el Macizo Oriental, a excepción del sectorde costa que es la prolongación hacia el mar de la cuenca delUnare, a pesar de sus lagunas marítimas ricas en pesqueríasdiversas, si bien fue atractivo para contados pescadores y paraprimitivos agricultoresque tendían más bien irse a las montañaso a los llanos situados más al sur, nunca lo fueron para quienesal poblarlo podrían desarrollar allí labores agrícolas deambiciones. Por otra parte, al factor que reside en la falta devialidad, se sumaba la condición del litoral, bajo, inapropiadopara puertos, carente de bahías y ensenadas naturales, consectores inundables y con una plataforma continental que enalgunos sectores, se prolonga casi un centenar de kilómetrosmas afuera, hasta la altura de la isla de la Tortuga. Por ello, aexcepción del pequeño sector que se extiende desde Píritu

486

hacia el Este, el paisaje natural se mantuvo allí sin variacionespor espacio podemos decir que de siglos. Poblados comoUchire, Unare, Cúpira, Tacarigua de la Laguna, no han sidosino aldeas insignificantes, algunas de edad no muy larga, quepoco significan dentro de la evolución del paisaje de natural aeconómico.

y sin embargo, esas tierras están llamadas a un admirableporvenir. La evolución del paisaje se inició seguramente porel extremo oriental de ese sector, y fue el factor petróleo el queinfluyó poderosamente en esa evolución. Mientras Barcelonaera una ciudad que permanecía estancada, yel número de sushabitantes para el censo demográfico de 1936, fueaproximadamente el mismo con que contaba la ciudad para1804, o sea casi siglo y medio atrás, de acuerdo con los datosque para aquel entonces, dieron investigadorescomo Alejandrode Humboldt y Francisco Depons; Puerto La Cruz sintió elimpacto del petróleo hallado en el subsuelo de las Mesas y queal buscar una salida al mar por los oleoductos, halló en esepuerto el sitio más adecuado para su fuga hacia el exterior. yasí, Puerto La Cruz, tranquila aldea de pescadores con unos300 habitantes, se convirtióen la ciudad de urbanismo anárquicoen lapso breve, rivalizando con Barcelona demográficamentey convirtiendo en centro portuario, comercial e industrial, loque antes había sido apacible ambiente marinero. Allí, seinició la evolución de un paisaje casi sin perfil económico,hacia el que se palpa hoy, y que no pudo surgir ni con el puertode Guanta, ni con la explotación de los afloramientoscarboníferos de Naricual y Capiricual, y ni siquiera en los añoscoloniales, cuando Barcelona era el puerto fluvial-marítimoque daba salida al ganado con el que se comerciaba con lasAntillas.

Todo ese sector de lagunas marítimas que se extendía através de las albuferas de Tacarigua, Píritu y Unare, con pesca

487

abundante, hermosos paisajes de manglares y de otrasespecies de litoral, con ralos cocales y playas donde la bondady la poesía se funden, puede considerarsecomo uno de los demayores posibilidades turísticas de nuestro país. El problemacardinal allí, era el aislamiento, pero la construcción de lacarretera pavimentada entre Caucagua y Barcelona, paralelaal mar y la cual cruzará al norte de esas lagunas, seráseguramente el punto de partida para la evolución de esepaisaje, cuyas características definitivas, no se pueden aunpredecir. Será una región turística colocada entre el áreaindustrial y densamente poblada de la subcuenca del Guairey del habitat que dicha cuenca domina, y del interesantenúcleo demográfico, comercial e industrial que se ha idoformando, primeramente a lo largo del eje Barcelona-PuertoLa Cruz y luego, con proyecciones hacia las playas de El Morroy La Lechería, al norte de Barcelona; y de Guanta al noreste,cuando esté en marcha la explotación intensiva de losafloramientos carboníferos de ese sector.

Por otra parte, no puede predecirse la influencia que eldesarrollo de la industria siderúrgica y de las industriasderivadas del acero en el área noreste de Guayana, tendrásobre el litoral norte de Anzoátegui. No siempre la producciónhabrá de salir por el Caño Macareo, ni tampoco siempre elcarbón se conducirá a Guayana por esa misma vía. Hay quepensar con toda lógica que ya con la industria siderúrgica enmarcha, la posibilidad de una vía férrea Norte de Guayana­Litoral de Anzoátegui se hace en un todo factible. Yeso, serásin duda otro factor que podrá influir en el paisaje económicode las tierras bajasque se extienden entre el área de Barcelona­Puerto La Cruz-Guanta, y el extremo oriental de Barlovento.

488

IX

No son extensas las tierras bajas que se extienden entrela bahía de Guanta y las bocas del Manzanares. Aún cuandola plataforma continental avanza bastante mar adentro, comoprolongación submarina de ese litoral, es apenas una faja deterritorio, paralela al mar, la que existe entre las últimasestribaciones del Macizo Oriental y la línea costera. Lacarretera que comunica las capitales de los Estados Sucre yAnzoátegui, que sigue esa línea costera, permite observarpanorámicamente ese territorio. El paisaje visible difiere pocodel que se advierte en el litoral central de Venezuela; ladiferencia sustantiva, radica en la amplitud del zócalo conti­nental. Allí, el paisaje, prácticamente, ha permanecidoestacionario; por espacio de siglos, su evolución ha sido lenta,a pesar de haber sido una zona conocida y poblada por loscolonizadores españoles desde la época más antigua de laconquista hispánica. Debemos recordar que Cumaná, aorillas del Manzanares y próxima al mar, fue la primera ciudadfundada en el continente sudamericano. La carretera ha sidomás un factor de enlace entre el área Guanta-Puerto La Cruz­Barcelona y el área Cumaná- Puerto Sucre, que un factor quehaya intervenido para provocar una evolución del paisaje.Además, como ya lo advertimos, son poco extensas las tierrasbajas en ese sector.

La cuenca del golfo de Cariaco, comprendiendo en ella ellitoral meridional y zonas inmediatas de la península de Araya,y el litoral que se extiende desde las bocas del Manzanareshasta el área de Cariaco, ha sido un sector geográfico deinterés para la economía desde época remota. No sólo estuvoallí el asiento de la ciudad de Cumaná, sino que las salinas delextremo occidental de la península fueron conocidas desde elsiglo XVI, codiciadas por viajeros marinos de diversas

489

nacionalidades, sobre todo por los holandeses, y explotadasasimismo desde los días iniciales de la Conquista y de laColonia. Pero sobre todo, ha sido la riqueza pesquera del golfolo que provocó la evolución del paisaje natural a paisajeeconómico, evolución que ha pasado del paisaje simplementepesquero, al paisaje industrial, una vez que el litoral meridionaldel golfo y especialmente la ciudad de Cumaná, se hanconvertido en uno de los núcleos industriales de mayor interésen el país, con el desarrollo de las empresas enlatadoras depesca menor y de otros productos del mar.

Existe un acentuado contraste entre el paisaje de los doslitorales que configuran el golfo de Cariaco. El del sur, sientelas influencias benéficas de las montañas que forman lasestribaciones septentrionales del Macizo Oriental, mientrasque el litoral norte, acusadamente xerófilo como el resto de lapenínsula de Araya, siente la influencia directa de los alisios,que mantienen un clima extremadamente seco, y que impidelos cultivos, y lógicamente, el problamiento. Pero de todasmaneras, todas las tierras que forman marco al golfo, como lasque se prolongan hacia el oriente, algunas de ellas pantanosasy propensas en esos pantanos salobres para el desarrollo delAnopheles acquasalli, el más resistente vector de la malaria,están llamadas a seguir experimentando una evolución de supaisaje económico, sobre todo, por la presencia de dos factoresdecisivos: la mecanización de las salinas de Araya, y elincremento de las industrias de conservas de pescado, quecon un mercado que se hace más importante y con laintroducción de nuevas técnicas para el mejoramiento en lacalidad del producto, deberán ser una de las principalesindustrias autóctonas del país.

Tierras bajas de manifiestacalidad, son las que constituyenel valle inferior del Manzanares. La aplicación del regadío avarios centenares de hectáreas, dentro del plan de riego

490

general que se ha ido desarrollando en el país, ha demostradola excelencia de los suelos para determinados tipos deagricultura tropical, o para cultivos de origen exótico, sobretodo de origen mediterráneo, adaptados al medio cálidovenezolano. El desarrollo de una agricultura menor, identificadasobre todo por cultivos de hortalizas, de frutales e incluso devid, ofrecen amplias perspectivas. Se estima que el valle bajode Manzanares, influído por el clima marítimo, es uno de losterritorios mejores del país para el desarrollo de una producciónracional agrícola, regida por el regadío con las aguas de un ríode curso permanente, y con la presencia de ciclos pluvialesbastante regulares. Por otra parte, la pavimentación de lacarretera Cumaná-Cumanacoa, que seguramente seráprolongada en esas mismas características a través del MacizoOriental hasta Maturín, y la carretera Cumaná-Puerto La Cruz,abren grandes posibilidades para la colocación de la producciónlocal en las áreas de densa población petrolera de Anzoáteguiy de Monagas. Esas perspectivas, indican la posibilidad deque las obras de riego proyectadas para el valle, realizadassólo en menos de un cincuenta por ciento, sean culminadas,y lo cual, permitirá que tras el paisaje industrial pesquero dellitoral inmediato, cobre más neta fisonomía el paisaje agrícola,e incluso, el industria-agrícola, de las tierras bajas delManzanares.

Las tierras bajas del extremo occidental de la penínsulade Araya, están caracterizadas por el paisaje económico de laindustria salinera, paisaje con tendencia a una mayorestabilización, gracias a la mecanización de esa industriamarina. Las tierras bajas que comprenden el litoral septentrionalde la península, incluso ya en territorio no peninsular del nortede Sucre, no difiere mucho del paisaje del litoral meridional dela misma península. Lo mismo, ha de decirse para las tierrasbajas inferiores que son una prolongación de ese litoral. Sólo

491

es posible la presencia de una vegetación marítima o deespecies típicamente xerófilas, por lo pobre de los suelos,algunos completamente erosionados, así como por lo brevedel ciclo pluvial, que caracteriza allí a una de las zonas de máspobre precipitacione en Venezuela.

El litoral central y oriental-septentrional del Estado Sucre,acusa características físicas muy similares al litoral central deVenezuela. Sólo se aprecia una diferencia en cuanto a laplataforma continental, que en ese sector de Oriente avanzabastante hacia el norte y noreste, ya que de allí, prácticamente,arranca el arco insular de las Antillas Menores. Una sucesiónde pequeños valles marítimos se extiende desde Carúpanohasta el extremo de la Península de Paria, los cuales difierenasimismo de los del litoral central por ser más cortos, y en sumayoría, transversales. El paisaje económico allí, escaracterísticamente agrícola: cocotero en la faja litoral y cacaoen la plataforma de los valles, y a medida que se ascienden lasladeras y que el paisaje se torna montañoso, pequeños cultivosde café. Un problema regional es la escasez de caminosvecinales y de buenas carreteras de penetración. Allí se danalgunas de las zonas de más densa población en el país, locual implica abundante mano de obra para la agricultura, paraindustrias en perspectiva, así como a través de la emigración,para ser aplicada en otras regiones del país. Traspuesta lamontaña que se interpone entre las tierras litoralenses y lasinteriores, en el área de El Pilar, asoman las perspectivas deun nuevo paisaje económico, el minero con la explotaciónplena de los yacimientos de azufre.

xEl litoral que se extiende desde Punta Mejillones, en el

extremo oriental de la península de Paria, hasta Punta Playa,

492

límite provisional de Venezuela con la Guayana Inglesa,determina la línea más al Este de las tierras bajas de Venezuelaen la costa Atlántica. En ese territorio de litoral oceánico, sesiente la doble acción de las aguas, del Atlántico y del granárbol fluvial por el cual se vierte el Orinoco en el océano.

Dos paisajes fundamentales se advierten en el litoralatlántico de Venezuela: el que corre desde el extremo orientalde la península de Paria hasta el área de Yaguaraparo, y el quedesde allí, corre hacia el sureste, hasta Punta Playa. En PuntaMejillones, el paisaje costero es escarpado, la costa es altaaun cuando por los efectos de la corriente ecuatorial, de laproximidad del golfo de Paria y por la acción de otras corrientesy de la ya remota del Orinoco al desembocar en el océano, laplataforma continental colma todo el golfo. A medida que lacosta se prolonga hacia el interior del golfo., las tierras bajasse hacen más extensas, abundando los puertos, entre loscuales cabe destacar los de Güiria e trapa, últimamente Puertode Hierro, y ya en el fondo del golfo, Yaquaraparo.i nojustamente sobre el litoral. Ese paisaje evolucionó de naturala agrícola, desde el comienzo de la expansión del cacao haciael oriente del país. Los puertos de ese sector, desde queTrinidad pasó a ser posesión inglesa, en momento desventuradopara la República de Venezuela que ya se vislumbraba cuandoterminaba el siglo XVIII, han mantenido un activo tráfico conlos puertos de Trinidad y la influencia de la isla ha sidopermanente. Debemos recordar entre otros ejemplos, que amediados del siglo pasado, cuando se constituyó una coloniaeuropea en ese sector, los colonos fueron rápidamenteabsorbidos por dicha antilla.

El paisaje de ese litoral ha experimentado una nuevaevolución, esa vez parcial, cuando entre Irapa y Amacuro,surgió Puerto de Hierro, estación de tránsito del hierro, queextraído de Guayana, va a los Estados Unidos. Pero esa

493

evolución, es muy local y muy relativa, en virtud de la pocasignificación que desde el punto de vista económico, tiene elhecho de descargar mineral de hierro de barcazas fluviales, yluego, cuando el mineral acumulado es suficiente, sertransbordado a los barcos oceánicos que lo conducen hasta ellugar donde ha de ser transformado. Uno de los problemascapitalesde todo ese litoral y de sus tierras inmediatas interiores,ha sido la falta de comunicaciones terrestres modernas, auncuando dentro del plan de vialidad nacional, se contempla laextensión de una vía pavimentada hasta el extremo oriental,paralela al litoral, y la cual debe llegar hasta Amacuro oCristóbal Colón.

El litoral que se extiende desde Boca de Ajíes, en el fondodel golfo de Paria hasta Punta Playa, difiere notablemente delanterior. Es un litoral bajo, en gran parte anegadizo por ladoble influencia de la marea oceánica, y de los caños que sedesbordan bajo el influjo de la marea que les sirve de muroacuático de contención. Parte de ese litoral, está constituídopor islas marítimo-fluviales, o sean islas formadas por cañosy en su extremo Este, por las aguas del golfo de Paria y delAtlántico. Tal el caso de islas como las de Turuepano y Anticaen el golfo de Paría, o como todas las islas que forman elextremo Norte y Este del Delta del Orinoco.

En todo ese territorio, las tierras bajas penetran bastantehacia el interior, hasta confundirse con los llanos de Monagas.No podría establecerse un límite preciso de, dónde terminanestas tierras no llaneras, y dónde comienza el Llanopropiamente dicho. Un dédalo de caños y un mosaico detierras pantanosas y de morichales, alternan con los suelosfirmes, algunos de los cuales deben ser considerados como delos más favorables para ciertos tipos de agricultura tropical, ydel arroz, cultivo de origen monzónico pero perfectamente

494

adaptado a nuestro medio cálido-húmedo, como es el queimpera dentro del paisaje que nos ocupa.

La evolución del paisaje natural o paisaje económico eneste amplio territorio, ha obedecido a la presencia de variosfactores, no todos ellos contemporáneos en cuando a suaparición. La dureza del clima y la poca posibilidad deconstruir puertos en el litoral, por las malas condiciones de lascostas, influyeron poderosamente para la lentitud del desarrolloeconómico por lo menos de las zonas más altas de la región,y para que vastas porciones de ese territorio, presenten aún unpaisaje natural. Los puertos aparecieron en ese territorio, nocomo puertos marítimos, sino como puertos fluviales, sobrelos caños. Así nacieron Caripito a orillas del caño San Juan,Tucupita a orillas del caño Mánamo y algunas otras localidades,aun insignificantes, varias fuera del Delta, o como Tucupita, enel límite occidental de aquél. Fue un nacer de puertos delentísimo crecimiento: Caripito como punto de tránsito delinterior hacia el mar, y Tucupita, igualmente como punto detránsito entre puertos del Orinoco yel mar. La explotación delas minas de asfalto de Guanoco no bastaron para dar vitalidada Caripito, como tampoco bastaron el desarrollo ganadero deBolívar, ni el auge de las plumas de garza ni el descubrimientode las minas de oro en el mismo territorio, para dárselo aTucupita.

El paisaje agrícola surgió allí con lentitud. Lasuperpoblación de Margarita, no por escasez de territorio sinopor la no adecuación del medio geográfico al incremento depoblación como se ha hecho en otras antillas no venezolanas,condujo a algunos migradores neoespartanos hasta el Deltadonde se consagraron a cultivar arroz; el aprovechamiento delmangle de los numerosos bosques de Rizophora existentesen litoral oceánico y de caños, llevó también alguna población.Pero sólo fue el descubrimiento del petróleo en el Oriente, en

495

zonas llaneras contiguas a esas tierras bajas, así como en elpequeño campo de pedernales, lo que provocó una evoluciónmás dinámica del paisaje, aunque sólo en áreas determinadas.Caripito se convirtió en terminal petrolero y en asiento de lamás antigua refinería de petróleo del Oriente de Venezuela.Tucupita fue asimismo asiento de una refinería menor.. Ahora,la explotación intensiva del hierro en Guayana, ha determinadola canalización del caño Macareo, así como la utilización másefectiva del caño Mánamo. Tal realidad petrolera y ferruginosa,ha influído en el paisaje, pero aunque todavía no en la formadecisiva que cabe esperar para futuros años. Todavía estádistante el día en que existía millón y medio de habitantes enel Delta, como se pensó a mediados del siglo XIX.

XI

Cuando el hombrecomún de Venezuelahabla de Guayana,piensa inmediatamente en el Estado Bolívar. Varios lustrosatrás, ese pensamiento se refería concretamente a CiudadBolívar, a El Callao y sus minas, al Cuyuní y sus placeresauríferos, a las-tierras misteriosas de La Paragua. Se incluíaen el concepto impreciso de Guayana al Caroní, al Caura, alCuchivero, y lógicamente, se asociaba al nombre de Guayana,al del Orinoco. Los problemas de límites de nuestro país conInglaterra, mantuvo la actualidad de Guayana durante granparte del siglo XIX. Motivos diversos siempre atraían laatención hacia esas tierra de brumosos contornos, tierra quese asociaba al oro y a las plumas de garza, a la sarrapia y a lasselvas impenetrables, a ríos misteriosos y a dioses vegetalesde temible y desconocido poder. Pero Guayana para lamayoría, era la misma provincia vasta y en gran parte ignoradade fines del siglo XVIII, cuando algunos gobernadores hispanosidearon para ella proyectos que casi dos siglos después, aúnno se han cumplido.

496

Los venezolanos defendemos a Guayana como algoprofundamente nuestro, pero que en gran parte, todavía estámás allá del misterio. Hasta hace algunos años, Guayana eramás que todo Ciudad Bolívar y Guasipati, Upata y San Félix,Tumeremo y El Manteca, El Callao y la Paragua, y con estosy otros nombres, el de sus ríos mayores, el de sus riquezasnaturales y el de la historia rica de los años coloniales. LaGuayana de las misiones y de una próspera ganadería, latierra codiciada por los ingleses y soñada por los buscadoresde oro. Pero a medida que Venezuela crece en riqueza, enhabitantes, en conciencia de lo que es y de lo que debe ser,cuando el hombrese ha lanzado a la conquista yal conocimientointegral de su territorio, cuando los diamantes fuerondescubiertos y el hierro ha comenzado a cumplir una funcióneconómica esencial, ha ido naciendo un concepto más claro ymás preciso de lo que es Guayana, y sobre todo, de lo queGuayana significará en el destino de nuestro país.

Los autores, no se han acordado con precisión en definiry establecer lo que exactamente es Guayana. Y claro está, deun análisis que ni siquiera requiere sea detenido, surge laconclusión de que Guayana, es el vasto territorio integrado portodas las tierras venezolanas que están al sur del Orinoco, lasque a su margen izquierda bañan el Casiquiare, el Atabapo yel Río Negro, y las que se extienden al sur de Río Grande yBoca Grande, hasta las estribaciones septentrionales de laSierra de Imataca y hasta los límites actuales con la GuayanaInglesa. Como se aprecia, es un territorio vasto, casi la mitadde la superficie de Venezuela, el de menor densidaddemográfica, el más desconocido, más complejo, y uno de losque mayor número de riquezas naturales encierra.

Nuestra Guayana, ha sido estudiada por diversos autores,desde los cronistas de Indias que a menudo unían la fantasíaa la realidad, desde Humboldt y Codazzi, hasta los autores

497

modernos como Tavera Acosta, Elías Toro, Eduardo Oxford yotros y desde éstos, hasta los autores contemporáneos, comoel hijo del último nombrado, Eduardo Oxford López, comoCarlos Alamo Ibarra, Guillermo Zuloaga, Levellyn Williams, elgeógrafo norteamericano Hicock y los numerosos naturalistasy geógrafos, geólogos y etnógrafos, indigenistasy exploradores,que han penetrado en una u otra región de ese vasto territorio.Pero cada uno de los estudios realizados, algunos contenidosen valiosísimos volúmenes como los de Bartolomé TaveraAcosta o Luis R. Dramas, no alcanzan a enfocar en un todo yen los detalles más esenciales, de una manera orgánica, loque es Guayana. Se ha estudiado el curso del Ventuari y seha establecido la inexistencia del pretendido delta de este río,se han explorado los cursos de otros ríos de Guayana, se haestudiado parcialmente su geología y su flora, se ha navegadoel Orinoco hasta sus cabeceras y se han ubicado algunos desus grandes yacimientos de hierro, se han localizadoyacimientos de bauxita y de manganeso; pero recogido,ordenado, aprovechado y sintetizado todo lo hasta el presenterealizado en materia de estudios en Guayana, no permite aúnhacer un panorama orgánico, general y completo, de ese ricoe inmenso territorio.

Algunas veces, he intentadohacer una división en regiones,de nuestra Guayana. Mis alumnos de Geografía de Venezuelade la Universidad Central y de la Universidad Católica "AndrésBello", conocen mi interés por llegar a dividir regionalmente aGuayana, atendiendo fundamentalmente a las característicasdel relieve, a la orientación de sus cuencas hidrográficas, a lasmatizaciones de sus paisajes y al conjunto de micro-climasque allí se pueden establecer. Pero toda división, puederesultar un poco apresurada, en virtud de lo que se desconoceaún de ese territorio. Hombres de estudio como ErnestoSifontes, han aportado datos valiosos sobre la climatología y

498

la hidrología de algunas porciones de Guayana; los geógrafos,naturalistas y exploradores que han surcado diversos ríos yhan cruzado variadas extensiones guayanesas, han aportadoasimismo conocimientos que permitirán una división regionalgeneral, pero ella, no podrá ser completada mientras no sellegue a tener un conocimiento de la orografía, de la hidrografía,de la climatología guayanesa, como se tiene por ejemplo de lade los Andes o de los Llanos.

De todas maneras, a grandes rasgos pueden precisarse,dentro de las observaciones que sobre las tierras bajas hemosvenido haciendo, cuáles son las tierras bajas de Guayana, yencuáles de ellas, el paisaje ha evolucionado de natural aeconómico, y donde, además, el paisaje económico haexperimentado mutaciones, debido a la presencia de nuevasactividades entre las cuales se contarían en primer lugar lasextractivas del hierro, o el establecimiento de actividadespecuarias donde antes sólo había incipientes manifestacionesagrícolas.

XII

Es muy irregular la distribución de las tierras bajas deGuayana. Dicha distribución, está condicionada por dosfactores fundamentales: el anárquico despliegue de su sistemaorográfico y la orientación de sus hoyas hidrográficas. Lahidrografía venezolana de Guayana se estudia comúnmenteconsiderando tres hoyas: la del Cuyuní, la del Río Negro, ylógicamente, la del Orinoco. Mas, para el estudio de las tierrasbajas, y sobre todo, para considerar la evolución del paisaje enellas, nos parece más oportuno y lógico, considerarlas deacuerdo con cuencas fluviales, y en ciertos casos, al citarciertos sectores, hacer referencia a la arteria fluvial comonombre del sector, aun cuando dicha corriente de agua noconstituya propiamente una cuenca.

499

Hemos tomado como límite superior de las tierras bajas,los 400 metros sobre el niveldel mar. Aun cuando no se cuentacon cifras que indiquen la extensión de las tierras que lleganhasta ese límite altitudinal en la Guayana, dentro de los413.000 km. cuadrados en que se estima la superficie denuestra Guayana, luego de la mutilación a base de unaganancia inglesa, y antes de un posible aumento de superficieluego de la fijación científica de los límites con el Brasil, por lomenos un 25% de las tierras guayanesas se encuentran pordebajo de la cota de los 400 metros. Corresponden esastierras, a los sectores que se extienden a todo lo largo delcorredor del Orinoco, por la margen derecha del río; a laszonas no propiamente deitanas entre las estribacionesinferiores de la Sierra de Imataca y el Rio Grande hasta BocaGrande; la cuenca baja de los ríos Caroní, Aro, Cuchivero,Caura y Suapure; la cuenca inferior del Sipapo y del Ventuari;los Llanos del Casiquiare; las tierras llanas o selváticas del altoOrinoco, por debajo del nivel indicado; el sector venezolano dela cuenca del río Negro; en el sudeste, la cuenca del Cuyuní.

La densidad demográfica de la Guayana, consideradaésta como región geográfica, es la más baja de Venezuela.Por otra parte, el crecimiento de la población tanto en el EstadoBolívar, como en el Territorio Federal Amazonas, ha sidolento, y en la parte de Delta Amacuro que hemos asimilado aGuayana, ese crecimiento es prácticamente nulo. Las cifras,pueden hablar con mayor elocuencia. A través de los tresúltimos censos de población, las cifras de población delEstado Bolívar, son las que siguen:

1936 83.159 habitantes

1941 94.522

1950 127.436

500

La población del Territorio Federal Amazonas, para esosmismos años, era:

1936 1.715 habitantes

1941 3.728

1950 10.582

Los cálculos según la fórmula del crecimiento geométricorealizados por la Dirección General de Estadísticas, estimanque la población del Estado Bolívar para 1960, será de178.129 habitantes, y para ese mismo año, la del TerritorioFederal Amazonas, será de 34.246 habitantes. Para esemismo año, se estima que la población de Ciudad Bolívar,alcanzará a 51.561 habitantes, y la de Puerto Ayacucho, a12.232 habitantes. Vale decir, que tendremos dos casos, decumplirse esos cálculos, de macrocefalia urbana, puesto queun 30% de la población aproximadamente de las respectivasentidades federales, estaría en cada capital.

Si estimamos que la población es fundamental para laconquista progresiva del ecumene, tan vasto en los paíseshispanoamericanos y tan inconquistado aún en ellos y queademás, la acción del hombre es indispensable para latransformación del paisaje económico, debemos adelantarcon respecto a la evolución del paisaje en la Guayana, doshechos fundamentales: la persistencia del paisaje natural, y lalenta evolución del paisaje económico.

Dentro de la historia de Venezuela, Guayana siempre hatenido su significación económica. Sin embargo, siempre hasido una significación proporcionada a su contingente humano,y además, dentro de esas características, condicionada a lapropia significación económica de Venezuela. En víspera dela Independencia, se ponderó la importancia de la ganaderíade Guayana, pero en definitiva, esa ganadería se reducía a

501

varios millares de cabezas, aparte de que la población deGuayana no alcanzaba a los 25.000 habitantes. El centro deimportancia desde el punto de vista comercial, sólo era Angos­tura. Su condición prácticamente marginal obligó a Guayanaa comerciar independientemente durante la vida colonial. Poreso, puede considerarse que la integración nacional desde elpunto de vista económico la inició Guayana, no a partir de laconstitución de la Capitanía General de Venezuela en 1777,sino después de la separación de Venezuela de la GranColombia, en 1830.

Guayana ha sido un imponderable centro de reservas,antes que un núcleo económico activo de primer orden en elpaís. Su población, ha estado irregularmente dispersa. Elcurso del Orinoco ha sido núcleo fundamental de atracción dela población; ello, se hace evidente sobre todo al occidente deCiudad Bolívar y en el Territorio Amazonas, donde losprincipales centros poblados están sobre las riberas del río ode algunos de sus afluentes. Aparte de San Félix, los centrosurbanos interioresde Bolívar, ocupan un territorio relativamentepequeño, en relación a la superficie de la región. Y sinembargo, esos centros, tampoco significan un haberdemográfico de relieve dentro de la población venezolana.Así, el número de habitantes de los núcleos urbanos de mayorimportancia del Estado Bolívar, no ribereños, en 1950, eran:

Upata

El Callao

Tumeremo

Guasipati

6.999 habitantes

4.097

3.378

2.859

Todas las anteriores localidades, corresponden, puededecirse que casi a un mismo sector geográfico, y todas laslocalidades citadas, están por debajo de los 400 metros, lo cual

502

indica que la acción del hombre como transformador delpaisaje, se ha hecho sentir por espacio de muchos años enGuayana, sólo en las tierras bajas, unas ribereñas del Orinoco,y otras, en cuencas secundarias tributarias del mismo río, obien, del Cuyuní.

XIII

Así como es irregular la distribución de las tierras bajas deGuayana, de la misma manera, ha sido irregular la evoluciónde su paisaje. Más aún, habría que precisar mejor: muy pocosson los sectores de ese paisaje que de natural, han pasado aser paisaje económico. Existe una relación directa entre laevolución del paisaje y la presencia del hombre, y ha sidoprecisamente el hombre lo que ha faltado en Guayana. En elcapítulo anterior, destacamos cómo esa vasta región deVenezuela, es la que acusa una más baja densidaddemográfica, agregándose a este hecho, otro tambiéndestacado por nosotros, cual es el de que las zonas de mayorpoblación, ocupan un área relativamente reducidaen el inmensoámbito de la Guayana venezolana.

La mayor parte de las tierras de Guayana, altas y bajas,están incluídas dentro de las zonas marginales de Venezuela.No se ha contado con las vías de comunicación adecuadaspara que el hombre haya ido a la conquista y al dominio de lasmismas. Por otra parte, no se trata de un destino que sólo haafectado al territorio guayanés venezolano, porque los sectoresguayaneses que dominan aún tres países europeos, no puedenser presentados como ejemplos de países colonialescivilizados. Incluso uno de ellos, la Guayana Holandesa,cuenta en su interior selvático con tribus negras africana,descendientes de negros esclavos sublevados que serefugiaron en la selva, que llevan una vida aún más primitiva

503

que las de sus antepasados en Africa. Se hace manifiesto síque a medida que el hombre venezolano ha ido tomando plenaposesión del territorio guayanés, que han ido surgiendo loscentros poblados y que se han ido multiplicando lascomunicaciones modernas, se ha hecho sentir la presencia deun nuevo orden de vida, y de esta manera, sensiblemente, seha ido haciendo evidente un evolución en el paisaje. A todo loanterior, hay que añadir el aprovechamiento en un principiolento, y ahora más dinámico, de algunas riquezas del suelo ydel subsuelo, que están anunciando una transformacióndefinitiva, al menos de un amplio sector oriental de Guayana.

El poblamiento de nuestra región guayanesaha presentadocaracterísticas distintas, en términos generales, al del restodel país. El norte de Venezuela, aparte de aquellos sectorescosteros estratégicamente localizados, mereció especialpreferencia por parte del poblador, en las laderas, mesetas yvalles. Y ya se ha expresado cómo un altísimo porcentaje dela población venezolana, reside en los sectores montañososseptentrionales. En cambio, en Guayana, el hombre prefiriólas tierras bajas, no porque desdeñara las montañas, deextensión mayor a las del norte, sino sencillamente porquefueron esas tierras bajas las más accesibles, y además,porque a corta distancia tenía una gran vía natural para suscomunicaciones, como era el Orinoco.

Señaladas estas circunstancias se ha visto cómo el paisajeque realmente comenzó a evolucionar de natural a económicodesde los comienzos de la Colonia, fue un paisaje de tierrasbajas, donde fueron asentados los núcleos iniciales depoblación en Guayana, donde crecieron las más antiguasciudades, y donde lógicamente, la primera riqueza que logróun desarrollo visible, fue la apropiada en esas tierras planas,la ganadería. Ha sido una riqueza que se ha mantenido, hastael punto que la ganadería vacuna sólo en el Estado Bolívar,hoy, sube al medio millón de cabezas.

504

Los valles bajos de los ríos que tributan al Orinoco Mediopor su margen derecha, están llamadas a desempeñar en unfuturo cercano una función capital en la economía venezolana.Sobre todo, los valles del Caura, del Aro y del Cuchivero,amplios fértiles, debemos decir que están en el proceso inicialde su evolución. Pero sería aventurado predecir desde estosmismos momentos, cuál habrá de ser su destino definitivo.Todas las tierras bajas que se extienden hacia el sur, debenser consideradas como zonas del futuro, donde en la actualidadel paisaje económico no tiene aún un perfil concreto. Nada sehace con que Puerto Ayacucho tenga buenos edificios, algunaspresuntuosas avenidas y un buen hotel, si un poco más allá,está la selva desconocida, los ríos inmensos que guardan unacasi impenetrable incógnita, y una población indígena en sumayoría en estado primitivo. El paisaje urbano es ese sectordel sur, principia y se queda en Puerto Ayacucho, ya que elperfil urbano no es atribuible ni a Atures, ni a Sanariapo, ni aSan Fernando de Atabapo, ni a Santa Rosa de Amanadona, nia San Carlos de Río Negro, ni a la Esmeralda, ni a ninguna otrade esas aldeas que viven aún la misma existencia que cuandoel Barón de Humboldt previó un maravilloso porvenir paratierras que aún están en estado de desolación.

Guayana, aparte de los sectores orientales ya citados, losque van desde San Félix y Ciudad Bolívar, hasta Tumeremo,pasando por Upata, El Callao y Guasipati, ha sido en algunosde sus valles y en sus selvas del sur, tierras de recolección.Pero ni la sarrapia, ni el moriche, ni los cauchales antes de lacompetencia de las plantacionesde heveas del sudeste asiático,bastaron para dar una fisonomía de paisaje económico azonas donde casi el único habitante en aquellos días era elosado recolector del látex, aparte del venezolano marginal queallí habita y ha habitado a través de centurias que se pierdenen hondos arcanos de la historia.

505

El desarrollo de la industria extractiva del hierro, del oro,de los diamantes y próximamente de otros minerales, lainstalación de la industria siderúrgica y las industrias que sederivarán con el aprovechamiento del acero, la electrificacióndel Caroní, la construcción de una carretera que unirá aCiudad Bolívar con la frontera con el Brasil, serán factoresdecisivos que harán evolucionar el paisaje económico de lastierras bajas de Guayana, asiento de la mayoría de lasactividades indicadas. Se hará más activo el movimientocomercial, se consolidará la actividad industrial, alcanzará unperfil más neto el paisajeportuario, se intensificará la ganaderíay la agricultura, se multiplicará la población. Por ello, puededecirse, que un amplio sector de las tierras bajas de Guayana,constituye el mejor ejemplo de un paisaje que evolucionadinámicamente en busca de su definitivo perfil económico.

506