Tónicos de La Voluntad Diego M. Ferrera

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ISCR SAN PABLO (MÁLAGA) LOS TÓNICOS DE LA VOLUNTAD Comentario de texto Trabajo realizado por Diego Manuel Ferrera Ayllón Asignatura: Seminario Metodológico Profesora: María Cobos Navidad Curso: 2014-2015

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Técnicas de investigación de Ramón y Cajal

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  • ISCR SAN PABLO (MLAGA)

    LOS TNICOS DE LA VOLUNTAD Comentario de texto

    Trabajo realizado por Diego Manuel Ferrera Aylln

    Asignatura: Seminario Metodolgico Profesora: Mara Cobos Navidad

    Curso: 2014-2015

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    ste, es un libro que ha sido traducido y reeditado muchas veces y que tuvo un gran

    impacto en la Espaa reformista de los aos 20 y 30 del siglo pasado.

    Basado en su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Exactas, Fsicas y

    Naturales en 1987, este libro est concebido inicialmente como un conjunto de consejos a

    seguir por aquellos que quieren dedicarse a la investigacin cientfica, dirigidos a estimularlos

    y orientarlos. Pero el libro va bastante ms all cuando discute el valor del trabajo cientfico y

    su impacto en el progreso de las naciones, las condiciones sociales que permiten que la

    ciencia fructifique, las razones de la decadencia de Espaa y cmo la investigacin cientfica

    podra ayudarla a salir de la misma, los programas de la Junta de Ampliacin de Estudios para

    mandar cientficos a formarse al extranjero y traer cientficos extranjeros a trabajar a Espaa y

    programas similares acometidos por otros pases anteriormente (Japn e Italia en particular).

    Todo ello nos descubre la profunda conciencia social, patritica y regeneracionista de alguien

    a quien slo conocamos por su brillante trabajo cientfico.

    Quiz lo ms interesante de este aspecto del libro es que muchos de los defectos que

    Santiago Ramn y Cajal encuentra en la sociedad espaola de su poca y de las recetas que da

    para superarlos tienen completa vigencia.

    La primera parte del libro est dedicada a las reglas y consejos para los investigadores.

    Estos abarcan todos los aspectos de la vida de un cientfico, incluyendo cmo se escribe un

    artculo, la eleccin de una pareja adecuada para un cientfico y la eleccin de doctorandos. Si

    bien algunos de estos consejos pueden parecernos demasiado elementales, anticuados o

    adecuados nicamente para la biologa (en la que centra el captulo completo) la mayora son

    muy aprovechables e incluso reveladores y se ganan nuestra adhesin nada ms leerlos; es el

    poder de conviccin de quien ha practicado primero lo que predica y lo expresa con fuerza y

    claridad. Pero es el principio en torno al cual las reglas y consejos se organizan lo que merece

    ser comentado en ms profundidad.

    Lo que Ramn y Cajal nos dice es que fundamentalmente para ser un buen cientfico es

    la firme voluntad de selo, el convencimiento de la importancia y la nobleza del objetivo, al

    que hay que subordinarlo todo, y la adaptacin inteligente de la conducta para conseguirlo,

    que es precisamente donde entras las reglas y consejos. Obsrvese que la inteligencia innata y

    la genialidad no entran entre estas condiciones; por el contrario nos dice explcitamente que la

    voluntad, el trabajo y el estudio pueden suplir deficiencias de otras virtudes.

    Este es el mensaje central del libro, un mensaje que no puede sorprender a los que

    conozcan la biografa de Ramn y Cajal y conozcan las dificultades de todo tipo que tuvo que

    vences, a fuerza de voluntad y sacrificio, para poder investigar, pero que puede parecer

    desdeable a los educados en la mitologa de la genialidad, una especie de don de los dioses

    que hace innecesario el trabajo y en el que se pueden escudar los supuestamente no dotados

    para no esforzarse intilmente. En el centenario de Mozart se nos bombardea con su

    genialidad y se olvida que sus creaciones son el producto de haber estudiado y trabajado

    intensamente desde los cuatro aos.

    Las reglas y consejos estn destinados a ayudar a la voluntad a alcanzar sus objetivos

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    salvando una serie de obstculos posibles. Entre los que afectan a los principiantes se

    mencionas varios muy interesantes:

    1. La admiracin excesiva a la obra de los grandes iniciadores cientficos.

    2. La creencia en el agotamiento de los temas cientficos.

    3. El culto excesivo a la ciencia llamada prctica (que ahora se llama aplicada).

    Su sola enumeracin dice mucho de la agudeza y clarividencia del autor, pero donde

    sta descolla es en la enumeracin de las enfermedades de la voluntad que, de acuerdo con la

    tesis principal del libro, son los autnticos escollos que se deben de salvar para llegar a ser un

    buen investigador, con lo que ello conlleva. Las enfermedades de la voluntad se discuten

    nombrando a los arquetipos acadmicos de gran potencial (inteligencia, brillantez) que son en

    realidad, a juicio de Ramn y Cajal, simplemente unos fracasados:

    - Diletantes o contempladores: que aman la contemplacin de la Naturaleza, pero

    slo en sus aspectos estticos, sin pasar jams a un anlisis.

    - Eruditos o biblifilos y polglotas de tendencias enciclopedistas, que se recrean en

    la lectura y prodigan citas, pero no producen nada por s mismos. Entre estos estn

    claramente los profesores universitarios que en treinta aos no escriben nada

    porque no tienen nada que proponer.

    - Organfilos que rinden culto a los instrumentos de medida u observacin y los

    cuidan al extremo de no dejar a nadie utilizarlos.

    - Megalfilos que se proponen cualquier publicacin hasta haber conseguido un

    resultado excepcional, lo que nunca llega Entre ellos estn los proyectistas, llenos

    de proyectos que nunca llegan a terminar.

    - Descentrados cuyo objetivo real no es el acadmico sino el poltico.

    - Teorizantes Cabezas cultsimas y superiormente dotadas, con talento para la

    exposicin, imaginacin creadora e inquieta, desvo del laboratorio y antipata

    invencible hacia la ciencia concreta y los hechos menudos Ramn y Cajal

    comentaba que los lectores de entonces reconoceran a estos arquetipos a muchos

    casos concretos.

    Y podramos aadir: Santiago Ramn y Cajal nos dice que lo fundamental para ser

    un buen cientfico es la firme voluntad de serlo, el convencimiento de la

    importancia y la nobleza del objetivo, al que hay que subordinarlo todo, y la

    adaptacin inteligente de la conducta para conseguirlo.

    - Visionarios. Mentes brillantes que dedican todos sus esfuerzos en demostrar que los

    grandes descubrimientos y teoras en los que se basa la ciencia son errneas y todos

    los investigadores estn equivocados, salvo ellos.

    As, todos los investigadores progresan y avanza y ellos ms bien retroceden. Este tipo

    abunda ms entre los tericos y as ha habido famosos catedrticos que han demostrado que

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    Einstein estaba equivocado y la Teora de la Relatividad es falsa, que el fotn no existe, que la

    mecnica cuntica no funciona

    Concluyendo con esta primera parte, los textos han perdido el afn explcito de

    apariencia cientfica y lo que semejan son ms bien colecciones de palabras escritas por

    eruditos brillantes, capaces de manejar con una habilidad extrema la pluma, y por lo tanto, de

    impresionar al lector poco instruido.

    Pasando a la segunda parte, aqu se discute la poltica cientfica en general y espaola en

    particular. En el primero de los dos captulos de este apartado se hace hincapi en la necesidad

    de una poltica cientfica basada en el acceso universal a la educacin, la transformacin de

    la Universidad en centros de investigacin, la formacin de personal investigador en el

    extranjero que vuelva como profesores emritos a Espaa a formar a nuevas generaciones.

    Cien aos despus, se pude decir que el primero punto se ha conseguido, el segundo slo a

    media y del tercero se practica slo la primera parte (la formacin en el extranjero) pues en

    Espaa profesor emrito es tan slo sinnimo de jubilado en activo y los que vuelven no son

    precisamente considerados emritos. Hay adems, en este captulo, una curiosa recopilacin y

    discusin de las diferentes teoras propuestas para explicar el atraso de Espaa: las hiptesis

    trmica y oligohdrica, la teora econmico-poltica, las hiptesis del fanatismo religioso y del

    orgullo y arrogancia espaoles y la teora de la segregacin intelectual. Ramn y Cajal

    propone la ciencia como posible remedio a este atraso y en el siguiente captulo describe los

    programas en marcha de pensionado de profesores en el extranjero y la importacin de

    profesores extranjeros. Destaca la necesidad de romper el anillo docente para romper la

    cadena de hierro de nuestro atraso.

    Este es pues un libro de actualidad, cuya lectura es recomendable no slo a aquellos que

    quieren seguir una carrera cientfica, sino a todos los implicados en la poltica cientfica y

    docente que quieran romper la cadena del atraso, una tarea que an nos ocupa.

    CUALIDADES DEL INVESTIGADOR

    - Sentido crtico

    Independencia de juicio. Rasgo dominante en los investigadores eminentes es la altiva

    independencia de criterio. Ante la obra de sus predecesores y maestros no permanecen

    suspensos y anonadados, sino recelosos y escudriadores.

    De los dciles y humildes pueden salir los santos, pocas veces los sabios. La

    veneracin excesiva, como todos los estados pasionales, excluye el sentido crtico.

    Si despus de una lectura sugestiva nos sentimos dbiles, dejemos pasar algunos das;

    fra la cabeza y sereno el juicio, procedamos a una segunda y hasta a una tercera lectura. Poco

    a poco los vacos aparecen, los razonamientos endebles se patentizan; las hiptesis ingeniosas

    se desprestigian y muestran lo deleznable de sus cimientos; la magia misma del estilo acaba

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    por hallarnos insensibles; nuestro entendimiento, en fin, reacciona.

    - Crtica

    Cierto que [el sentido crtico y el espritu de duda] no es tan urgente hoy como en otras

    pocas, pero todava conserva la rutina sus fueros, aun se da con harta frecuencia el fenmeno

    de que los discpulos de un hombre de talento gasten sus talentos, no en esclarecer nuevos

    problemas, sino en defender los errores del maestro. Qu de talentos conocemos que no han

    tenido ms desgracia que haber sido discpulos de un gran hombre! Y aqu aludimos a esas

    naturalezas generosas y agradecidas, las cuales, sabiendo inquirir la verdad, no osan declararla

    por no arrebatar al maestro parte de su prestigio, que, asentado en el error, caer tarde o

    temprano al empuje de adversarios menos escrupulosos.

    - Paciencia

    En resumen, toda obra grande es el fruto de la paciencia y de la perseverancia,

    combinadas con una atencin orientada tenazmente durante meses y aun aos hacia un objeto

    particular.

    - Artes

    Despus de leer Demstenes, Cicern, Platn... se adquiere la conviccin de que

    ningn orador moderno ha podido inventar un resorte absolutamente nuevo para persuadir el

    entendimiento o mover al corazn humano. Lo mismo en la poesa y la pintura.

    No pretendemos, empero, negar en absoluto la posibilidad de creaciones artsticas,

    comparables y acaso superiores a las legadas por los clsicos.

    El arte, atenido al concepto vulgar del Universo y nutrindose en el limitado terreno

    del sentimiento, ha tenido tiempo de agotar casi todo el contenido emocional del alma

    humana, las bellezas del mundo exterior y las ingeniosas combinaciones de la imaginacin

    verbal, mientras que la Ciencia, apenas desflorada por los antiguos y totalmente ajena a los

    vaivenes de la moda como a las volubles normas del gusto, acumula por cada da nuevos

    materiales y nos brinda labor inacabable.

    Ciertamente la gloria del cientfico no es tan popular ni ruidosa como la del artista o

    del dramaturgo. Vive el pueblo en el plano del sentimiento, y pedirle calor y apoyo para los

    hroes de la razn fuera vana exigencia.

    - Perseverancia

    Ponderan con razn los tratadistas de lgica la virtud creadora de la atencin, pero

    insisten poco en una variedad del atender que cabra llamar polarizacin cerebral o atencin

    crnica, esto es, la orientacin permanente, durante meses y aun aos, de todas nuestras

    facultades hacia un objeto de estudio.

    - Atencin

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    Para llevar a feliz trmino una indagacin cientfica, una vez conocidos los mtodos

    conducentes al fin, debemos fijar fuertemente en nuestro espritu los trminos del problema, a

    fin de provocar enrgicas corrientes de pensamiento, es decir, asociaciones cada vez ms

    complejas y precisas entre las imgenes recibidas por la observacin y las ideas que dormitan

    en nuestro inconsciente, ideas que slo una concentracin vigorosa de nuestras energas

    mentales podr llevar al campo de la conciencia. No basta la atencin expectante, ahincada; es

    preciso llegar a la preocupacin. Importa aprovechar para la obra todos los momentos lcidos

    de nuestro espritu: ya la meditacin que sigue al descanso prolongado, ya el trabajo mental

    supraintensivo que slo da la clula nerviosa caldeada por la congestin, ora, en fin, la

    inesperada intuicin que brota a menudo, como la chispa del eslabn, del choque de la

    discusin cientfica.

    Casi todos los que desconfan de sus propias fuerzas ignoran el maravilloso poder de

    la atencin prolongada. Esta especie de polarizacin cerebral con relacin a un cierto orden de

    percepciones afina el juicio, enriquece nuestra sensibilidad analtica, espolea la imaginacin

    constructiva y, en fin, condensando toda la luz de la razn en las negruras del problema,

    permite descubrir en ste inesperadas y sutiles relaciones. A fuerza de horas de exposicin,

    una placa fotogrfica situada en el foco de un anteojo dirigido al firmamento llega a revelar

    astros tan lejanos que el telescopio ms potente es incapaz de mostrarlos; a fuerza de tiempo y

    de atencin, el intelecto llega a percibir un rayo de luz en las tinieblas del ms abstruso

    problema.

    - Pasin por la gloria

    La psicologa del investigador se aparta un tanto de la del comn de los intelectuales.

    En el sabio existen: el culto a la verdad y la pasin por la gloria.

    Ambos, el hroe y el sabio, constituyen los polos de la energa humana, y son

    igualmente necesarios al progreso y bienestar de los pueblos, pero la trascendencia de sus

    obras es harto diversa. Lucha el sabio en beneficio de la Humanidad entera, ya para aumentar

    y dignificar la vida, ya para ahorrar el esfuerzo humano, ora para acallar el dolor, ora para

    retardar y dulcificar la muerte. Faltaban muchos aos para Murray Gell-Mann y el proyecto

    Jasn.

    RIESGOS DEL INVESTIGADOR

    - Articulitis

    Nuestras aulas y laboratorios abundan en estas naturalezas tornadizas e inquietas, que

    aman la investigacin y se pasan los das de turbio en turbio ante la retorta o el microscopio;

    su febril actividad se revela en el alud de conferencias, folletos y libros en que prodigan

    erudicin y talento considerables; fustigan continuamente a la turba grrula de traductores y

    teorizantes, proclamando la necesidad inexcusable de la observacin y estudio de la

    Naturaleza en la Naturaleza misma, y cuando tras largos aos de propaganda y de labor

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    experimental se pregunta a los ntimos de tales hombres, a los asiduos del misterioso cenculo

    donde aqullos ofician de pontifical, confiesan ruborosos que la misma fuerza del talento, la

    casi imposibilidad de ver en pequeo la extraordinaria amplitud y alcance de la obra

    emprendida, han imposibilitado llevar a cabo ningn progreso parcial y positivo. He aqu el

    fruto obligado de la flojedad o de la dispersin excesiva de la atencin, as como del pueril

    alarde enciclopedista, inconcebible hoy en que hasta los sabios ms insignes se especializan y

    concentran para producir.

    - Simultaneidad

    En los tiempos que corremos, en que la investigacin cientfica se ha convertido en

    una profesin regular que cobra nmina del Estado, no le basta al observador concentrarse

    largo tiempo en un tema: necesita adems imprimir una gran actividad a sus trabajos. Pasaron

    aquellos hermosos tiempos de antao en que el curioso de la Naturaleza, recogido en el

    silencio de su gabinete, poda estar seguro de que ningn mulo vendra a turbar sus

    tranquilas meditaciones.

    Hogao, la investigacin es fiebre, apenas un nuevo mtodo se esboza, numerosos

    sabios se aprovechan de l, aplicndolo casi simultneamente a los mismos temas y

    mermando la gloria del iniciador, que carece de la holgura y tiempo necesarios para recoger

    todo el fruto de su laboriosidad y buena estrella.

    - Distracciones

    Lo malo de ciertas distracciones, demasiado dominantes, no consiste tanto en el

    tiempo que nos roban, cuanto en la flojera de la tensin creadora del espritu y en la prdida

    de esa especie de tonalidad que nuestras clulas nerviosas adquieren cuando las hemos

    adaptado a determinado asunto.

    - Pereza

    En Espaa, donde la pereza es, ms que un vicio, una religin, se comprenden

    difcilmente esas monumentales obras de los qumicos, naturalistas y mdicos alemanes en las

    cuales slo el tiempo necesario para la ejecucin de los dibujos y la consulta bibliogrfica

    parecen deben contarse por lustros. Y, sin embargo, estos libros se han redactado en uno o dos

    aos, pacficamente, sin febriles apresuramientos. El secreto est en el mtodo de trabajo; en

    aprovechar para la labor todo el tiempo hbil, en no entregarse al diario descanso si haber

    consagrado dos o tres horas por lo menos a la tarea, en poner dique prudente a esa dispersin

    intelectual y a ese derroche de tiempo exigido por el trato social