Toque de Queda - Jesse Ball

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Transcript of Toque de Queda - Jesse Ball

  • Para Alda Aegisdottir

  • Nacemos en este cementerio,pero no debemos desesperar.

    Piet Soron, 1847

  • Hubo un gritero y luego un disparo. La ventanaestaba abierta de par en par, pues el tiempo erabastante bueno y delicado a fines del verano en laciudad de C. S, la ventana estaba abierta de paren par, as que el disparo son con fuerza, como sihubiera estallado en la habitacin, como si una delas dos personas que estaban en la habitacinhubiera decidido disparar un arma contra elcuerpo de la otra.

    Pero no era as. Y como no haban disparado anadie en la habitacin, el hombre, WilliamDrysdale, veintinueve aos, ex violinista,actualmente epitaforista, y su hija Molly, ochoaos, estudiante, siguieron durmiendo.

    Esas eran sus ocupaciones. Cada da, Drysdaleasista a entrevistas mientras Molly iba a unaescuela donde repetidamente le pedan querepitiera cosas. No poda hacerlo, y no lo haca.

  • La calle que se vea por la ventana era sombreaday agradable. Una anciana estaba sangrando,encorvada sobre un banco. Haba dos hombres aquince metros de distancia, y uno empuaba unarma. A tres metros del banco, un hombre yacabajo las ruedas de un camin, que quiz le hubieracausado lesiones irreparables. El chofer estaba derodillas y deca algo. Se puso de pie y les hizoseas a los dos hombres. El que empuaba el armala guard. Lleg un camin ms pequeo parallevarse los cuerpos. El hombre que tena el arma,pero que ya no la mostraba, ordenaba a la genteque se fuera. La gente se iba.

    Un minuto despus del disparo, la calle estabadesierta. Esto suceda a menudo. Les presentaresta ciudad a ustedes como una ciudad de callesdesiertas: desiertas solo cuando suceda algo,desiertas por un momento y luego llenas de nuevo,pero aun as desiertas.

    Presentar esta ciudad y sus habitantes como una

  • serie de objetos cuyas relaciones no se puedendescribir con ninguna certeza. Aunque la violenciapuede conectarlos, aunque la piedad, la compasiny la esperanza pueden enlazar unos con otros, aunas lo que est ocurriendo no se puede juzgar, yaquello que ha pasado ya est ms all de todojuicio, lo cual nos deja de nuevo, con vidas ypertenencias, lugares, yendo y viniendo de aqupara all, desdichados, ignorantes, discordantes.

  • Era da de escuela, as que, despus de un rato, losdos que estaban en la habitacin comenzaron amoverse. Molly se despert primero, y se visti.Era una nia capaz, aunque muda.

    Compraremos algo en el camino dijoWilliam.

    Molly asinti. Se par junto a la cama plegable enel rincn del cuarto, alz los dos vestidos que lepertenecan y los examin. Uno era azul y el otroamarillo. Cul usara?

    Y luego hacan cola en la panadera, y ella tenapuesto el vestido amarillo, que haca juego con susrotosas zapatillas amarillas. Eran zapatillas debaile, aunque ella no bailaba. No llevaba un bolsocon libros porque no era esa clase de escuela.

    Dos de esos dijo William. Y uno de esos.

  • Quieres uno ahora? pregunt.

    *Todava no dijo Molly con seas.

    Bien, qu clase de escuela era entonces? Era unade esas escuelas en que te sentabas en bancos enfila y los maestros te decan qu pensar. Recitabascosas y escribas cosas repetidamente. Leaslibros que estaban sujetos al pupitre concadenillas. Se rendan exmenes, y a menudo seusaban varas para inculcar disciplina. Haba unpedazo de tierra donde podan jugar a la hora delalmuerzo. Se alentaba el juego, y tambin ladelacin.

    *Hemos llegado dijo Molly.

    Adis! dijo William, y la retuvo un instante.

    Ella entr corriendo en el edificio. Otros niospasaron junto a l a empujones mientras la segua

  • con la mirada.

    Drysdale, te enteraste?

    Un hombre tosco y mayor estaba all con suesposa. Cualquiera de los dos poda serconfundido con un banquero.

    Latreau muri. Le dispararon esta maana.

    La anciana? Por qu?

    Arroj a alguien contra un mnibus.

    O decir que era un camin dijo la esposa.Pens que el hombre era polica, as que lo arrojcontra un camin. Pero la atraparon antes de quepudiera escapar.

    Lamento saberlo dijo William distradamente. De veras.

  • Apenas mova los labios.

    William se alej sin mirar a ninguno de los dos.No los haba mirado ni una sola vez. Si unohubiera estado observando, habra pensado que elhombre y la mujer hablaban entre s. Tan cauto eraWilliam.

  • Lo llamaban municipio pero era una ciudad. Estoes tpico de las ciudades muy grandes. Tenadistritos: distritos viejos, distritos nuevos,distritos pobres, distritos comerciales, distritosnavales. Una vez haba tenido una crcel, peroahora no era necesaria. El sistema era mucho mseficaz de ese modo. Los castigos eran mayores, obien no se aplicaban. Un pas comn, lleno deciudadanos comunes, con sus preocupaciones,dificultades, crueldades e injusticias, se haba idoa dormir una noche y al despertar por la maanahaba encontrado, en vez del viejo gobierno, unEstado invisible, con sus propias preocupaciones,dificultades, crueldades e injusticias. Todo secontrolaba y se mantena de forma estricta, a talpunto que era posible, dentro de ciertos lmites,fingir que nada haba cambiado.

    Quin haba derrocado al gobierno? Por qu?Esos detalles no estaban claros, y tampoco estabadel todo claro que hubieran derrocado a nadie. Era

  • como si hubieran bajado un teln y uno pudiera verel teln pero no lo que haba detrs. Unorecordaba que el mundo haba sido distinto, yhasta haca poco tiempo. Pero en qu? Esta era lapregunta que carcoma a los que no podan evitarhacerse preguntas.

  • Ese cambio nimio era realmente agobiante. Lascasas y los edificios estaban llenos de gentedesesperada que tena una interpretacinprofundamente errnea de su desesperacin. Estose deba a una astuta explicacin por parte delgobierno. Es imposible saber, decan muchos envoz baja, si el ministerio piensa bien de nosotros,si acta en nuestro beneficio. Pero todava caanbellotas de los rboles, asomaban peces en lasuperficie de los estanques, etctera. En una vidalarga, decan muchos viejos, esto es solo una cosams. Pero haba otros que eran jvenes y que nosaban nada sobre la fragilidad de la condicinhumana. Irradiaban luz? Claro que s, pero no sevea. Y entretanto, la mecnica trituracin dehuesos, y en la calle el paso leve de personas quecaminaban en la cuerda floja.

    Pero haca poco, muy poco, los que no soportabanque los gobernaran as haban tomado medidas.Era imposible decir con exactitud qu haba

  • cambiado, pero el choque entre los dos bandosahora era frecuente, y la gente de la ciudad sehaba acostumbrado a encontrar cuerpos sin quehubiera explicaciones.

    Por supuesto, tales explicaciones solo se puedendar despus, cuando un bando ha ganado.

  • William se dirigi a su primera cita del da. Seimagin cmo lo veran: un hombre con una largachaqueta de tweed, con un bastn bajo el brazo,con bombn y un par de robustos zapatos negros.Luego se insert en esa imagen, como lo hara unactor.

    As lleg, vestido con ese ropaje real eimaginario.

    La seora Monroe est en el jardn.

    Un sirviente lo gui por un pasillo con mosaicos.Los mosaicos representaban escenas buclicas:vacas, gitanos, varias clases de aves, casas dezarzo, henares. No haba dos iguales. Esto surtaun efecto perturbador. Uno nunca tendra tiempopara sentarse a mirarlas todas, aunque fueraposible, as que daba una impresin elusiva.William no habra querido que lo obligaran a dar

  • su opinin.

    El pasillo conduca a un porche sombreado quedaba a una arboleda y un parque. Todo el lugarestaba rodeado por paredes. Una mujer mayor(cabello lacio y gris, bata malva) estaba sentadaen un divn de mimbre.

    Usted es el cantero?

    No, trabajo para l. Ayudo a encontrar el mejormodo de solucionar las cosas, un modo que dejecontentos a todos. El epitafio, usted entender.

    No es muy importante contentar a nadie, salvo am. Soy yo quien compra la lpida. Soy yo quienconoce los deseos de mi esposo, que yacerdebajo de ella.

    La mujer tosi violentamente, tapndose la bocacon un cojn del divn.

  • Hay que pensar en el cementerio dijo Williampacientemente. No permiten cualquier cosa. Yen ocasiones el Estado ha derribado ciertosmonumentos. Es mejor evitar esa situacin.

    Entiendo.

    William se sent en una silla que le acerc elsirviente. Sac una libreta de cuero del bolsillo, yun lpiz. Mientras la mujer lo observaba, sac uncuchillo muy pequeo y afil el lpiz. Luego abrila libreta en una nueva pgina y escribi:

    MONROE +

    Bien dijo, qu ha pensado, ante todo?

    Paul Sargent Monroe dijo la mujer. Muriantes de tiempo.

  • Eso es todo?

    Eso es todo.

    Pero era bastante viejo, verdad?

    La mujer lo mir con gran seriedad.

    Noventa y dos.

    Bien, est segura de que quiere que la lpidadiga que muri antes de tiempo? No quiero decirque no podamos hacerlo. Por supuesto quepodemos, si usted lo desea. Pero, en fin, no parecelo ms acertado.

    Entiendo a qu se refiere dijo la mujer.

    Pensaron un minuto. Al fin ella rompi el silencio.

  • Bien, podramos cambiar la fecha.

    La fecha?

    Podra decir: Paul Sargent Monroe. Muri antesde tiempo. Y cambiar la fecha de nacimiento aveinticinco aos atrs.

    William movi los pies con nerviosismo.

    Supongo que es posible, pero

    Ver usted dijo la mujer, cuando la gentevisita un cementerio y ve la tumba de un hombrejoven, se detiene y siente tristeza. Si alguien vivinoventa y dos aos, la gente sigue de largo. No sedetiene ni siquiera un instante. Quiero estar segurade que, bueno

    Entiendo a qu se refiere.

  • Pasaron unos minutos ms. En ocasiones Williammiraba su libreta. All haba escrito:

    MONROE +

    Y luego una raya, luego:

    PAUL SARGENT MONROE

    Muri antes de tiempo.

    Aspir profundamente.

    Bien dijo, si quiere hacerlo de esa manera,quiz sea mejor que haya muerto en su infancia.Podra haber fallecido a los seis aos, y lainscripcin dira: Paul Sargent Monroe, amigo delos gatos. Evocara un poco su personalidad, yciertamente la gente se detendra a mirar.

  • Hubo una crispada pausa, interrumpida por unataque de tos.

    Haba lgrimas de felicidad en los ojos de lamujer.

    Entiendo por qu lo enviaron a usted dijo.Tiene toda la razn. Eso es exactamente lo queharemos. A fin de cuentas, no importa cul sea laverdad, no? Se trata de que la gente se detenga yguarde silencio un instante. Quiz sea el atardecery se dirijan a alguna parte, a un restaurante.Pararon brevemente en el cementerio, y entoncespasan frente a su tumba y bien, se detienen unmomento. Ahora s que se detienen.

    Le tom la mano entre las suyas.

    Ojal hubiera conocido a Paul. Le habra cadobien, y usted le habra cado bien a l.

  • Le creo dijo William. Sin duda sera as.

    Se puso de pie, cerr la libreta, se la guard en elbolsillo. Parti el lpiz en dos y lo guard en elotro bolsillo. Usaba cada lpiz solo una vez, paraun solo epitafio. Llevaba tantos lpices como citastena, y afilaba cada uno al empezar.

    Adis dijo. Le enviaremos una muestrapara que vea cmo quedar la lpida, y ustedpodr firmar la conformidad.

    Muchas gracias. Adis.

    l se puso de pie y se dirigi al pasillo conmosaicos.

    Y sabe una cosa? le dijo ella. l eraamigo de los gatos. De veras lo era. De veras.

    l mir a la mujer, pero ella ya estaba ocupada

  • con algo que tena en el regazo, una caja con sucontenido. No alz la vista.

  • Luego lleg a un portn. All estaba Oscar, unhombre que conoca. Se qued junto a Oscar unminuto.

    Una multitud de nios atraves el portn de Oscar,arreada por una matrona con un delantal severo.

    Oscar rio.

    Cuando era nio me aterraban los caballos. Meinquietaba mucho su forma, y me horrorizaba saberque yo era el nico. Una vez le un libro sobre unaguerra de hace mucho tiempo en que millares decaballos fueron exterminados con fuego deametralladora. Eso me hizo sentir muy bien. En ellibro haba una foto en blanco y negro de un campocon hombres muertos y caballos muertos. Laperspectiva del libro era que los caballos notenan la culpa.

  • Pero t lo veas de otro modo.

    Yo lo vea de otro modo.

    Pas un viejo en un coche ruidoso. El coche tenapatente de otra ciudad. Estaba cargado depertenencias. El viejo pareca muy cansado, yapenas aminor la marcha. Estuvo a punto deatropellar a alguien cuando su coche apareciinesperadamente.

    El hombre al que casi haban atropellado se habacado. Se puso de pie y atraves el portn.

    Ese hombre tiene algo en el bolsillo que pareceun arma, pero quiz sea un trozo de fruta. Si ledisparasen por un trozo de fruta, sera unadesgracia.

    Cmo crees que la polica secreta sabe quinespertenecen o no a la polica secreta? Por ejemplo,

  • ese hombre con la fruta si fuera un arma, cmosabran si dispararle o no?

    Pero es una fruta.

    Y si le disparasen por eso?

    Conviene comer la fruta cuando la compras y nollevarla de aqu para all, amigo mo. En todocaso, es ms educado quedarse cerca del puesto ycomer la fruta que llevarla a casa y apoyarla enuna repisa.

    No estoy de acuerdo.

    Con esto no puedes no estar de acuerdo,William Drysdale. As son las cosas. Nunca te hevisto llevar fruta en el bolsillo.

    Porque temo que me disparen.

  • Bien, a todos nos dispararn por algo. Sabesque tengo una nariz de oro que compr hace muchotiempo? Al parecer la gente perda la nariz porculpa de la sfilis, y a veces usaba narices de oro.

    Es un modo muy torpe de cambiar de tema,Oscar. No hay una sola nariz de oro a la vista quepermita seguir la conversacin.

    Bien, cre ver una. Ahora se acerca un hombrecon una nariz muy brillante. Tendra que tenercuidado, con esa nariz tan lustrosa. Podra traerleproblemas.

  • Continu hacia la prxima cita. Se trataba de unacasa en una hilera de casas idnticas, con la mismafachada y el mismo techo de pizarra. Las ventanasde la calle tenan rejas. En ese momento el cieloera abrumadoramente azul. Por primera vez enmucho tiempo, William baj la vista y se mir lasmanos. Si han tenido esta experiencia, sabrn aqu me refiero.

    Golpe la puerta.

    Al cabo de un minuto, oy pasos. La puerta seabri. Haba un hombre y una mujer. Parecan serun matrimonio.

    Me enva el cantero.

    S, lo estbamos esperando. Adelante, porfavor.

  • Lo condujeron por la casa baja y oscura hasta elfondo, donde una ventana larga y angosta conmuchos paneles cuadrados y claros ofreca ciertailuminacin. Era un cuarto con tres sillas.

    Pensamos que podramos hablar aqu dijo lamujer.

    Pensamos que aqu estara bien aadi elhombre.

    Est bien dijo William.

    Se sent en una de las sillas y sac la libreta. Se laapoy en una rodilla. Sac un lpiz sin afilar delbolsillo.

    Luego sac el cuchillo y empez a afilarlo.

    Mir a la pareja.

  • Tengo entendido que la lpida es para la hija deambos.

    S.

    Tena nueve aos, verdad?

    Solo nueve aos.

    Lo lamento mucho.

    El hombre y la mujer se miraron.

    Yo tengo una hija de nueve aos continuWilliam.

    La mujer se sobresalt, como si la hubierangolpeado.

    Cudela mucho dijo. Nuestra Lisa pareca

  • indestructible, audaz, invencible. Pero solo senecesita solo se necesita

    El llanto le ahog la voz. El marido la rode conlos brazos.

    Fue una teja de pizarra. Aqu en la calle. Elviento la arranc. Ella haba salido a jugar y pasuna hora, dos, tres. Pensbamos que estaba con unaamiga o en fin, no s qu pensamos. Lo cierto esque Joan sali a la calle para ver si Lisa vena,y

    El cuarto estaba vaco salvo por las tres sillas. Nohaba ningn cuadro, no haba mesa, solo paredesdesnudas y esa ventana larga y angosta con panelescuadrados. Cada panel era cuadrado, observWilliam por tercera vez. Los mir uno por uno: s,todos cuadrados, vidrio de plomo.

    El hombre intent continuar, pero tard un rato.

  • Ver, la encontramos all, frente a la casa, en elsuelo. El resto estaba bien, solo la cabeza bien,la teja haba volado, y el viento le habr dadoimpulso. Supongo que no hizo ningn ruido al caer.

    Lo lamento dijo William. Es una tragedia.

    Queremos que signifique algo dijo la mujer. Pensamos en ello, y con esto se puede lograrque signifique algo, no le parece?

    No me cabe la menor duda.

    Pensamos que comenzara con el nombre, comoes la costumbre, y luego

    Bien Lisa Epstein. Quieren el nombre enmaysculas?

    S, maysculas grandes y claras.

  • Quiz, quiz interrumpi el hombre: Ellacaminaba por la calle frente a nuestra casa, yanocheca.

    Pensamos en algo as, con variantes. A ustedqu le parece?

    Lo miraron intensamente.

    Es posible, quiz, veamos. Qu edad tena,exactamente?

    Nueve aos y veinticuatro das.

    l se inclin sobre la libreta.

    Lisa Epstein Caminaba por la calle frente a nuestra casa,

    y anocheca.

  • Respir profundamente y se reclin en la silla.Cerr los ojos, los abri, mir de nuevo. Mir elcuarto, eludiendo los ojos de la pareja.Dondequiera que tratara de mirar, sus ojos eranatrados por esa angosta franja de luz, esa ventanade dieciocho paneles. Era la naturaleza del cuarto,y las tres sillas eran la expresin de esanaturaleza. Aunque no era exactamente as. Nohaba tres sillas. Haba dos sillas, y una que no seiba a usar. Se pregunt si estaba sentado en la sillaque sola usar la nia. Incluso era posible que elcuarto hubiera cambiado por completo, que la nianunca hubiera visto el cuarto tal como estabaahora.

    Se sientan aqu a menudo?

    Nos sentamos aqu al anochecer.

    Mir de nuevo la libreta. Lisa Epstein. LisaEpstein.

  • Abri una pgina nueva.

    LISA EPSTEIN9 aos, 24 das

    En nuestra calle, anocheca.

    Les mostr.

  • Una cosa que se desarrolla en un nio (aquello quedebe ocurrir especficamente, con precisin, paraque haya xito en alguna actividad) no es laprefiguracin de esa excelencia, no. No es lacapacidad para producir grandes cosas menoresque vayan en ascenso, como una escalera. Es msbien una especie de apata que se propaga a otrosasuntos, despejando ese asunto en particular.

    Pero tambin est el tema de las ADIVINANZASque se deben aprender por cuenta propia o bajouna tutela muy violenta. No me molestara que medieran latigazos si eso significara que podraresolver todas las adivinanzas sin excepcin. S, aWilliam lo haban azotado hasta que aprendi dememoria todo el Libro de Exeter. No es deextraar, pues, el ascenso a su segunda profesin,epitaforista.

    Existe la teora de que el sol est constituido por

  • miles de soles que estn en guerra con los dems.Es una teora desacreditada, pero nunca larefutaron.

  • Se dirigi al siguiente lugar por una ruta oblicua, yatraves varios callejones, que a la vez estabanconectados con otros callejones. Aqu se vea laparte trasera de las cosas: rota, destartalada,impenitente. Pero haba observadores. Se veancaras bajo escaleras en ruinas y en la entrada deviviendas precarias.

    En el primer callejn vio a un hombre que corra,y a varios hombres que lo perseguan. El hombreque corra andaba de un modo raro, como alguienque tiene las manos atadas. De los hombres que loperseguan, uno empuaba un palo con un alambreen la punta. Trat de atrapar la cabeza del primerhombre una y otra vez, pero l no se dej alcanzary dobl una esquina. Los otros siguieroncorriendo, implacables, y todos se perdieron devista.

    Cmo haca la gente del gobierno para

  • reconocerse? La sencilla respuesta, la verdad delasunto, a juicio de William, era que no sereconocan. Muchos hombres del gobierno erancapturados por otros hombres del gobierno yllevados a la enorme celda de exterminio quesegn los rumores estaba en el centro de la ciudad(nadie la haba visto). Una vez que lo capturaban,podan decidir si deca la verdad o menta. Era unpequeo contratiempo que les permita actuar sinuniforme, operar con impunidad.

  • El siguiente lugar era un comercio. Era unacarnicera grande. Al entrar, se encontr en unsitio para gente de pie, frente a un mostrador detreinta metros de longitud. Detrs haba diez oquince hombres vestidos con delantales largos yblancos. El mostrador era de madera con vidrio, yWilliam jams haba visto tanta carne en un sololugar.

    Con esta descripcin parece muy apacible, pero enverdad haba docenas de clientes en fila, y loshombres que estaban detrs del mostrador sededicaban industriosamente a cortar, rebanar,envolver, atar. Se esquivaban uno al otro, ytambin esquivaban filosas cuchillas conmovimientos acrobticos.

    William sorte la fila, y un joven con delantal sele acerc de inmediato.

  • Tiene que esperar all.

    No he venido a comprar nada.

    En tal caso, tiene que ponerse de aquel lado. Sisolo quiere echar un vistazo, venga a una hora enque estemos menos ocupados.

    No, no, estoy aqu por un trabajo. El seorDenton me pidi que viniera.

    Denton? Por qu no lo dijo antes?Acompeme.

    El muchacho mir la fila con severidad antes dealejarse, para asegurarse de que todos se quedarandonde estaban.

    Por aqu.

    Acompa a William hasta un extremo del local

  • donde una pequea escalera conduca a una puerta.

    Yo no paso de aqu dijo el muchacho.Espero que sea cierto lo que me dijo. A Denton nole gusta que lo importunen.

    Baj la escalera deprisa.

    William abri la puerta y entr en una de lashabitaciones ms pulcras y confortables que habatenido la suerte de conocer.

    Haba un silln de cuero muy fino frente a una granventana que daba sobre el local. Alrededor habaanaqueles llenos de libros de toda clase, aunquenot que muchos se relacionaban con el oficio decarnicero y la anatoma de los animales. Haba unamesa de dibujo contra una pared. Toda lahabitacin estaba iluminada por velas, unassesenta. Ante la mesa de dibujo, que se deba usarde pie, haba un hombre corpulento e imponente.

  • Seor Denton?

    Supongo que lo enva el cantero.

    As es.

    Sintese aqu, por favor. Traer un banco.

    Denton abri un armario y sac un taburete de trespatas. Lo puso junto al suntuoso silln de cuero.

    Sintese repiti.

    Era cincuentn, con cara curtida y ojosprofundamente marrones, casi negros. Usaba elmismo delantal que los hombres de abajo, pero lasuya era la versin definitiva.

    William se sent. Sac la libreta. Se puso a afilarun nuevo lpiz.

  • Bonito cuchillo dijo Denton. Marzol?

    As es dijo William.

    Lo saba. Tienen mucho filo, mucho filo. No lementir, yo tengo bastantes, aunque mucho msgrandes. La nica carne que se corta con uno deesos cuchillos es la garganta de un hombre.

    William parpade, y trat de no amilanarse cuandoel hombre se sent en el taburete y apoy un brazofornido en el apoyabrazos del silln de cuero.

    Bien, le dir de qu se trata. Mi padre hamuerto. l fund esta empresa. La transform en loque es hoy. Siempre hacen falta matarifes ycarniceros, sola decir. Sabe que l podasacrificar una vaca de trece modos distintos?Cmo se escribe un epitafio para un hombre as?

    Empecemos por Robert Denton dijo William

  • con voz pragmtica.

    Robert Denton, en efecto.

    Ha pensado en algo? Algunos prefieren algosencillo, conmemorativo, otros quieren que sesienta la presencia de la persona. A veces elepitafio es una broma personal, algo que solo eldifunto entendera.

    Pens en algo as dijo Denton.

    Se abri la puerta, y un hombre casi tan corpulentocomo Denton entr en la habitacin.

    Wilson se cay debajo de un buey, y se torci lapierna.

    Bien, llama a Hal Sanderson. l la enderezar.En cuanto al buey, est muerto?

  • Ya estaba muerto. l lo baj de una viga y se lecay encima.

    Entiendo. Bien, son gajes del oficio.

    Ni ms ni menos.

    La puerta se cerr.

    Tengo algo dijo Denton. A menudo decaque poda desollar un cerdo con las lucesapagadas. Incluso deca que lo haba hecho unavez, aunque yo no lo vi.

    Eso est bien dijo William. Eso est muybien.

    Escribi:

    ROBERT DENTON

  • Poda desollar un cerdo en la oscuridad.

    Me gusta dijo Denton.

    William fue hacia la puerta.

    Se dieron la mano.

    Ah abajo me hicieron pensar que sera difciltratar con usted dijo William.

    No se engae dijo Denton. Soy un huesoduro de roer. Solo me sorprendi en un momentode debilidad.

    Bien, me pondr a trabajar en esto.

    Denton asinti.

  • Sali de nuevo a la calle. Un hombre le roz elhombro. Era William desvi la vista.

    Will? dijo el hombre.

    Will no se detuvo.

    Eres t, verdad? dijo el otro, alcanzndolo. Claro que s. Hace tiempo que no te veo. Esuna suerte que nos hayamos cruzado.

    Will sigui andando, sin mirar al hombre.

    Will, necesito hablarte. Me oyes?

    Aferr el brazo de William y lo oblig a girar.

    Quieres sentarte conmigo, en aquel caf?

  • No deben vernos. Vuelve dentro de cincominutos.

  • Entiendes lo que digo? Esto es crucial. Nosincluye a todos. Todos pueden intervenir, en ciertopunto.

    Un hombre de bigote largo y chaqueta militar lemurmuraba a la sopa. Este hombre haba llegadocinco minutos despus de William. Se habasentado a una mesa cerca del frente, pero luegovolc una botella de vino y pidi otra mesa. Lohaban mudado a la mesa contigua a la de William.Este hombre era amigo de William. Haca cuatroaos que William no le hablaba.

    No s a qu te refieres dijo William.

    Hasta t dijo su amigo. Hasta t te tienesque haber enterado.

    Me parece igual que las purgas. No me interesa.

  • No es lo mismo, en absoluto. Lo otro consistaen que ellos nos mataran a nosotros. Esto consisteen que nosotros los matemos a ellos.

    El bigote de su amigo se mova ornamentalmentemientras l hablaba con frases precisas ycontundentes. Era como si hubiera ensayado laconversacin.

    Ensayaste esta conversacin?

    Y si fuera as?

    Me hara pensar que la consideras importante.

    Es importante.

    Entonces la ensayaste?

    Quiz.

  • Si la ensayaste, quin me representaba a m?

    Whalen.

    No me digas. Whalen? Todava anda por ah?

    Por supuesto.

    No importa. Tengo que pensar en Molly.

    Ven esta noche, por favor. La direccin est enesa hoja. Es necesario. Louisa lo habra querido.Lo sabes.

    William se acerc la mano a la cara. No dijo nada.

    La cara de su amigo, que no lo miraba, y lehablaba a una mesa vaca de la derecha, adoptuna expresin levemente cruel.

  • Si no hay otra cosa que te afecte, te dir algoque me propona decirte en un lugar ms ntimo.Hemos tenido noticias de Louisa y de lo que lepas.

    William tembl y a su pesar fij los ojos en esehombre que pareca haber salido de la nada, unaaparicin sbita y escalofriante.

    Su amigo se puso de pie, y William lo vioatravesar la puerta que conduca al bao. Noregres. Era un mtodo tpico para salir de unrestaurante. Si William hubiera sido de los que sereunan con gente en un restaurante, quiz habraempleado el mismo mtodo, pero no lo era.

  • Se qued sentado, con la hoja arrugada entre lasmanos. Una direccin. Haca tiempo que novisitaba la casa de nadie. Ni siquiera saba cmohacer semejante cosa. Y en este caso, si iba all alas ocho, tendra que regresar despus del toque dequeda, un peligro en s mismo, un peligro quehaca aos que no afrontaba.

    Cualquier peligro para l era un peligro paraMolly. Pero eso no era una mera excusa para lacobarda?

    Y Louisa, quiz pudiera saber algo sobre Louisa.Se volvi a sentir como el da en que ella habadesaparecido, y volvi a tener esa sensacin deespera, de espera inquieta, pero ahora teida conpesadumbre y abatimiento. Sacudi la cabezacomo para quitarse un peso de encima.

    El da anterior, Molly le haba dado un papel. Ese

  • papel no tena una direccin. Ese papel deca:

    Hoy soy un elefante. Necesitar mucho espacio ytambin un tazn de agua en el piso.

    William haba sacado el tazn ms grande delarmario, lo haba llenado de agua y lo haba puestoen el piso.

    Haba encontrado un cartn y haba escrito:

    SOLO PARA ELEFANTES.

    Haba puesto el cartn junto al tazn de porcelana.

    Se estaba transformando en un cobarde?

  • En tal caso, qu era lo peor?

    Que no hay nada peor que ser la hija de uncobarde. Al menos, eso piensa el cobarde.

  • William termin de almorzar en silencio. Puso lainformacin que haba obtenido en una caja y cerrla caja. Actuar de otro modo sera dar indicios deque haba obtenido nueva informacin y esaconducta (que sugera nueva informacin) es loque alerta a los que buscan traidores. Ni siquieradeba pensar en la informacin que haba obtenido,que en definitiva no era nada. Solo una idea, laesperanza de una idea. Por el momento, debadeshacerse de ella.

    Pidi sopa de arvejas con pan fermentado. La sopatena mucha pimienta y eso le agradaba, pero noestaba conforme con la cuchara que le habandado, demasiado chata para comer sopa. Se puso aremojar el pan en la sopa, alternando el pan conlas cucharadas. Lo haba calculado de tal modoque al terminar la sopa comera el ltimo trozo depan. Sin embargo, la cuchara era tan chata que eraun plan difcil de ejecutar.

  • A su pesar, volvi a pensar en Gerard. Qu podasaber l?

    No tena que ir. No ira. Era imposible. Pero tenaque ir, por supuesto.

    S, hay veces en que nos piden algo y descubrimosque debemos hacerlo. No hay ningn clculo, no semide la necesidad de la cosa misma, del acto quese debe realizar. Hay solo el reconocimiento deque haremos la cosa en cuestin, y luego esthecha, a menudo a un considerable costo personal.

    Qu incide en estas decisiones? Qu factoresdiminutos, invisibles, en los rebordes de lapersonalidad y la circunstancia, contribuyen a quesean inevitables?

    El restaurante estaba tranquilo. Una pareja,sentada frente a l, susurraba. En la mesa tenanuna jarra llena de agua. William vea la cara de lamujer a travs de la jarra, pero distorsionada. Le

  • pareca que estaba llorando, pero luego ella semovi en la silla, y William vio que no lloraba.

    Los mozos esperaban junto a la puerta de lacocina, y ellos tambin deliberaban en voz baja.

    Soplaba una pequea brisa, como el movimientode un dedo, que iba y vena.

    Fui un gran violinista, pens William. Qusignifica eso?

  • Regres por el mismo camino. Vea el portndesde cierta distancia y, a travs del portnabierto, la silla doble. Se vea la nuca de Oscar.El portn abierto dejaba entrar luz, y la luzformaba una zona oblonga que dejaba la sillacomo alumbrada por candilejas.

    Hay un momento en la ejecucin de una pieza paravirtuosos en que el violinista debe dejar de pensaren la msica, debe dejar de pensar en los dedos,incluso en manos y violines, para manipulardirectamente el sonido. En esos momentos, esdesastroso recordar que uno tiene manos, que unoest tocando.

    William haba actuado muchas veces en pblico,tocando esas piezas, y era as como procurabacontrolar el transcurso de su vida, con destreza ysin reflexiones previas, pero con precisin y grancuidado. Se trataba de ceder el paso a lo que era

  • enorme, lo que era profundo, sin limitarlo.

    Y si lo obligaban a abandonar la msica? Lohaban obligado. Y si lo obligaban a perder a suesposa? La haba perdido.

    Ahora estaba ms cerca, y vea el portn, y lapared, y la garita. Todo estaba destinado a vigilara las personas. A trazar zonas donde se sintieranvigiladas y zonas donde no se sintieran vigiladas.Era una superficie ms encima de las otrassuperficies.

    Se detuvo junto a la pared para reflexionar sobresu actitud.

    Pas una hora, y el sol se debilitaba junto alportn. En la larga tarde, pasaron todo tipo depersonas.

  • Una mujer joven con una falda muy corta y unablusa liviana sali de un edificio lejano. Como eramuy hermosa, la vio desde lejos y por la mismarazn la observ mientras ella atravesaba la calley el portn. Llevaba su hermosura con indolencia,y a nadie dejaba indiferente.

    Estaba a punto de dejar caer algunas de las cosasque llevaba, y de hecho las dej caer varias vecesmientras se acercaba al portn. Pero en cadaoportunidad, alguien se acercaba a recoger elobjeto y se lo entregaba, y ella lo aceptaba, ysiempre pareca sorprendida de que se le hubieracado algo.

    Cuando se acerc ms, William vio que un lado dela cara de la joven estaba horriblementedeformado. Por eso se le caan cosas. Tena quecaminar de un modo muy especial para manteneroculto un lado de la cara.

  • Apur el paso para llegar a la siguiente cita. No seapresuraba porque temiera llegar tarde, sinoporque era la apariencia de los ciudadanosvirtuosos: se apresuraban.

    Encontr la casa cerca de la estacin deferrocarril. Era un edificio grande con muchosdepartamentos. Afuera haba un letrero enorme.Deca

    LA VERACIDAD ES INEVITABLE

    en letras de diez metros de altura. Debajo deca,en letra pequea: Ministerio de Gobierno 6.William siempre se preguntaba dnde seencontraban los ministerios de gobierno. Suubicacin no era de conocimiento pblico. Elsistema era prcticamente invisible.

    El portero, que usaba un vistoso uniforme con

  • costuras doradas, le indic que pasara. No habaascensor. En cambio, una majestuosa escalera,normalmente utilizada para bajar.

    Muchas lmparas bonitas aqu y all.Departamento 3L. Golpe.

    Abri la puerta una muchacha en bata.

    Entre, seor Drysdale.

    William asinti.

    Lo esperbamos dijo, y lo condujo al living.

    All, una pareja mayor, los padres de ella, estabasentada entre muebles lujosos. Ella se sent, y ltambin.

    La pareja mayor lo inspeccion en silencio.

  • l era el marido de ella.

    Nuestro yerno.

    Muri de noche, hace dos semanas.

    Dos semanas y tres das dijo la muchacha.

    No hay cuerpo. Se llevaron el cuerpo. Lo han

    Acusado dijo la muchacha. No creo que losepultemos. Aun as, nos gustara una lpida.

    Para que ella la visite dijo el padre.

    Nosotros la acompaaremos, desde luego dijo la madre.

    William sac la libreta. Sac un lpiz y elcuchillo. Afil el lpiz.

  • En la parte superior de la pgina escribi:

    ?

    Alz la vista.

    El nombre?

    Jacob Lansher.

    Han pensado en lo que quieren poner en lalpida?

    Entretanto, escribi en la pgina:

    Jacob Lansher

    El aspecto de la habitacin era realmente notable.Estaba llena de objetos de contrabando. Era sin

  • duda la casa de un ministro del gobierno, o esopareca. Sin embargo, un esposo habadesaparecido.

    Era escritor dijo la muchacha.

    No exactamente dijo el padre.

    Lo era.

    Dora le reproch la madre. Estabas deacuerdo.

    Dora desvi la vista.

    La madre entreg a William un papel. Deca:

    Jacob Lansher

    Esposo ejemplar, hijo devoto.

  • Es lo que hemos convenido.

    Me niego dijo Dora. l habra odiado eso.

    l tom su decisin dijo el padre.

    Dora se puso de pie.

    Sabes ms de lo que dices.

    En tal caso dijo el padre, tienes suerte.

    La muchacha sali airadamente de la habitacin.William se qued mirando a los padres.

    No nos disculparemos por ella dijo la madre. Es una mujer adulta.

    l era un disidente dijo el padre. No podacambiar. Siempre estaba pensando en cmo eran

  • las cosas. Fue su perdicin.

    William escribi:

    Jacob Lansher

    Esposo ejemplar, hijo devoto.

    Cerr la libreta. Se guard el lpiz en el bolsillo.

    Se har como ustedes dicen.

    Gracias. Dgales que enven la cuenta.

    William se levant, salud con un cabeceo y fue ala puerta por el vestbulo. La abri y la cerr. Fuehacia la escalera

  • y se quedunminuto,luegootro.

  • La puerta del departamento se abri. Sali lamuchacha. Se acerc a la escalera.

    William sac el lpiz del bolsillo y abri lalibreta.

    Habr dos lpidas dijo. La primera sercomo ellos dicen. Usted elige la segunda. Nopodr visitarla a menos que est segura de que nola siguen. Entiende?

    Dora murmur un s.

    William escribi en una nueva pgina:

    Jacob Lansher

    Y abajo

  • John ACBLASER

    luego

    John Cable RasJohn CarablesJohn Sarcable

    Sarcable dijo.

    Eso est bien.

    William se apoy en la barandilla y entorn losojos. Escribi en la pgina.

    Eso est bien repiti la muchacha. JohnSarcable. En otro lugar y amado.

    Sonri.

  • Gracias, y una cosa ms. Mrmol blanco, y dejeespacio, para cuando muera la esposa.

    l parti el lpiz en dos y se guard los pedazosen el bolsillo.

    Adis.

  • William se detuvo en el ltimo escaln, y penspor un instante en la escalera por donde lo habanarrojado cuando era nio. Fue un accidente. En laoscuridad del edificio, una mujer crey que l erasu hijo y con gran furia lo lanz de cabeza. El hijotambin estaba all, pero no fue arrojado.

    William se haba roto las dos manos, y habansanado de un modo extrao. Ms tarde losaficionados pensaron que la rotura de las manosera una ventaja en su ejecucin del violn, y hubouna infortunada racha de rotura de manos quecontinu hasta que se vio que era imposiblereproducir el accidente.

    La mujer fue a la crcel y se suicid ahogndoseen un lavabo. William nunca supo qu le pas alhijo, pero a menudo pensaba que si su vida fueraun libro, el nio aparecera en algn momento parasufrir un golpe terrible destinado a William.

  • La ltima cita. Tuvo que salir por las puertas de laciudad y recorrer un trecho hasta llegar a una zonacostera y un puerto. Pas frente a una mujer quepona afiches que decan MI ESPOSO HADESAPARECIDO Y DEBO ENCONTRARLO,con la foto de un hombre maduro de pie en unapuerta, usando un traje prerrevolucionario.William no la mir a los ojos.

    En el ltimo muelle haba una cabaa con unletrero que deca:

    PESCADO, si USTED GUSTA.

    Golpe la puerta de la cabaa, que hizo un ruidoespantoso.

    Ya voy!

    Un joven abri la puerta.

  • S?

    Me manda el cantero.

    El cantero?

    S, por la lpida.

    Ah, el cantero s, bien. Lo invitara a entrar,pero sospecho que no le gustara para nada.Imagnese, yo vivo aqu y no me gusta para nada.Sera mejor que nos sentramos en aquel banco.

    Seal un banco en una loma que dominaba elpuerto.

    Seguro.

    El joven le dio la mano.

  • Bien, esto le puede parecer raro, pero la lpidaque quiero es para m.

    William asinti.

    Ningn problema. Piensa llenarla pronto?

    Llenarla?

    El joven se sonroj.

    Claro que no! Yo solo, en fin me explicar.

    Subieron la loma y se sentaron en el banco. Eljoven usaba ropa impermeable de pescador, queestaba muy sucia. Tena un lustre de buena salud yuna cara delgada pero radiante. Pareca un sujetomuy feliz.

    Tengo la teora dijo el joven de que unapersona debera preparar su lpida en el momento

  • ms feliz de su vida. Ahora me encuentro bien, sinningn motivo, soy tan feliz como es posible serlo,as que ayer decid preparar mi lpida. No quieronada triste en ella. Solo alegra, entiende?

    Hay un peligro dijo William.

    Cul es?

    Bien, aunque usted ahora entiende que es elmomento ms feliz de su vida, qu sucedera si,en los aos venideros, usted fuera an ms feliz?

    Preparara otra lpida! Ya lo hice tres veces.

    Y qu decan las otras?

    Ah, no se lo puedo decir. No quiero queinfluyan sobre esta.

    Comprendo. De acuerdo, qu tipo de epitafio

  • le interesa? Quiere que sea una declaracingeneral, un mensaje personal, una advertencia?Qu le parece?

    Una advertencia?

    Bien, algunos preferiran algo as comoCuidado, o El infierno asoma la cabeza.

    El joven se ech a rer a carcajadas.

    Nada de eso, de ninguna manera. Quiz algosobre mi cabaa. Acabo de comprarla.

    William sac el lpiz y lo afil. Abri la libreta.

    Su nombre?

    Stan Milgram.

  • William escribi:

    Stan Milgram

    Habitante de cabaas

    Eso no es muy exacto dijo Stan. Es solouna cabaa. Adems, quiz la cabaa no seaimportante. Yo solo bien, todo surgi del tallerde poemas funerarios. La gente preparaba unpoema funerario, para tener la certeza de quesaldra bien. Pero yo quiero que refleje estos dasbrillantes que disfruto hoy.

    A qu se dedica?

    A la pesca, y me quedo sentado en la cabaa,leyendo.

    Y si fuera un catlogo de su da? Cunteme

  • cmo fue su da, qu sucedi.

    Stan le refiri en detalle los acontecimientos delda.

    Muy bien, entonces.

    William pas a una nueva pgina.

    STAN MILGRAM A las 4: se levant, ya vestido, y fue al bote.

    A las 5: en el agua, hacia los bancos de arena.

    A las 6: una red tras otra de peces que se debatan.

    A las 7, a las 8: lo mismo.

    A las 9: regres al muelle.

  • A las 10, a las 11: ley La urna de Moore;comi una cebolla, queso, pan integral.

    A las 12: cerr los ojos un instante.

    A las 16: despert, se reuni con el epitaforista,

    consign esta crnica.

    Me gustara ver una lpida as dijo Stan conorgullo.

    Tambin a m dijo William.

    La letra tendra que ser pequea.

    Ningn inconveniente.

    No, verdad?

    En absoluto.

  • Quedamos as, entonces. Gracias. Por cierto,cmo obtuvo este trabajo?

    Siempre fui hbil con las adivinanzas, y hememorizado las obras completas de cinco poetasque puedo recitar a pedido. Hace cuatro aos,cuando ya no pude hacer el trabajo que hacaantes, vi un anuncio en el diario. Deca: Puestoque requiere ingenio, compostura, discrecin,horarios irregulares, criterio y elocuencia.Candidatos indignos no presentarse. Yo fui elnico que se present.

    Esas cosas dijo el joven. Esas cosas meresultan fciles de entender. Creo que as tendraque funcionar todo.

    William sonri, le dio la mano, parti el lpiz endos, se guard la libreta y emprendi el regresohacia las puertas.

  • EL CANTERO

    tena algunas casas pequeas junto al cementerio,en medio de un patio. Como cabe imaginar, unaalta pared de piedra rodeaba el lugar. La hierbaera corta, amarilla e irregular. Los rboles eranaosos y augustos.

    Brotaba humo de la chimenea de una de las casas.William se dirigi hacia ella.

    Mercer dijo, un buen da de trabajo.

    No esperaba menos.

    Mercer, un cincuentn de cara rubicunda y manosdiestras y gruesas, estaba labrando un trozo degranito. Interrumpi su tarea y fue con William a lahabitacin contigua, donde estaba el hogar. Sesentaron.

  • Veamos.

    William le entreg la libreta.

    Mercer ley lentamente, cabeceando a veces,moqueando, entornando los ojos.

    Entiendo dijo.

    Se puso la libreta sobre las piernas.

    La muchacha es de fiar? Esto podra traernosproblemas, y por nada.

    No es por nada.

    No, no es por nada. Pero es de fiar?

    Creo que s.

  • Buen trabajo, entonces. Me encargar de todo.Cmo est Molly?

    Pareca feliz.

    Todos los das recito ese poema que escribipara m. Desapareci el papel en que lo escribi,pero recuerdo el poema.

    Cundo fue eso?

    El ltimo invierno. Se pasaba aqu el da enteromientras t atendas a los clientes.

    Me acuerdo.

    Se me acerc, y yo estaba cincelando, en plenatarea, ya sabes, y ella tena un papel. DecaMercer, y debajo: para recitarlo por lamaana, y debajo el poema.

  • Te pregunt qu era y no quisiste decirme, y lepregunt a ella y tampoco quiso decirme.

    Mercer sonri.

    Es ese tipo de cosas. No es algo que se andadivulgando.

    Se puso a toser de nuevo. Al fin se calm.

    Al venir aqu esta maana, vi que mataban a unamujer.

    Una de las manos nudosas aferraba la otra.

    William esper.

    Estaba bajo el puente peatonal de la calle Siete.O un grito y ella cay, aterriz a seis metros dem. Luego, en el lugar de donde haba cado, unacara que miraba hacia abajo.

  • Ella pareca polica?

    Qu aspecto tiene un polica, hoy por hoy?

    As que el cuerpo estaba ah, y seguiste delargo.

    Mir para ver si estaba muerta, y lo estaba. Ybien muerta. La gente no cae como los gatos. Nisiquiera los gatos caen como los gatos. Algunavez lo has visto? Cundo hace un gato algo quesabe que un gato no debera hacer? Los gatos no seavergenzan de nada.

    Se ech a rer.

    Haba una pequea cocina, y William puso acalentar la tetera. Los dos hombres se quedaronsentados mientras herva el agua, y luego Mercerprepar el t.

  • Prefiero las buenas hojas de t dijo. En unabonita lata.

    Si viera alguna, la traera. Hoy en da no seconsiguen.

    Haba un libro all, sobre viejos diseos delpidas. William lo hoje.

    Haba muchas que le gustaban, y se las mostr aMercer. A Mercer le gustaban las mismas. Sequedaron sentados, juntos, disfrutando de lasmismas lpidas.

    El cantero recogi su buril. Era una esplndidaherramienta, una herramienta vieja, muy pesada. AWilliam le agradaba mucho Mercer y todas lascosas que posea. Uno conoce pocas personas quele agraden por completo, y l era una de esaspersonas.

  • Mantienes afilado ese buril.

    Me gusta pensar que arrancara el corazn deuna oveja sin que el animal se diera cuenta. Soloun martillazo, y un leve giro.

    Pero siempre te han gustado las ovejas.

    Me gustan, me gustan. Pero estoy hablando delburil, entiendes?

    El ronroneo de un avin lleg desde el aire, peroninguno de los dos mir hacia arriba o dio seasde notarlo.

    La lista de maana est junto a la puerta dijoal fin Mercer.

    Le entreg la libreta a William. William arranclas pginas y las dej.

  • Mrmol blanco para la ltima dijo. Y mepidi que le dejemos espacio.

    ltimamente todos planeamos nuestra muerte.

    Hasta maana, entonces.

  • A las seis fue a buscar a Molly y tomaron unalimonada a orillas del lago.

    *Podemos alquilar un bote para ir a la isla?

    *No.

    *Y maana? Podemos hacerlo maana?

    *No.

    Molly jug en los enormes robles nudosos queestaban en el parque desde haca ms de un siglo.Las ramas eran largas, curvas y frondosas. Casitodas eran fciles de trepar, y Molly se habatrepado a casi todas.

    Haba un hombre vendiendo diarios. Williamcompr un diario, pero no lo ley. Quedaba mal

  • eludir el diario; uno lo compraba, pero no tenaque leerlo.

    Haca ms de cuatro aos que no tocaba el violn.Ya no haba espectculos musicales. Ya no habaespectculos de ningn tipo. Haba un nuevo ideal,y uno poda sentarse en medio del pblico paraescuchar a la gente que hablaba del nuevo ideal,pero nada ms.

    Gran parte de su vida en los ltimos aos habaconsistido en tratar de que las cosas noempeorasen. Mediante una serie de hbitos,intentaba aislar y proteger la vida que llevabanMolly y l, para que nadie la invadiera ni laalterara.

    Haba hecho esto de varias maneras. Primero,compr un departamento en una zona de la ciudadque tena fama de ser muy tranquila. Decidi notener amigos, ninguno en absoluto. Dej de hablarcon los amigos que haba tenido. Consigui

  • empleo como asistente de un cantero. Molly y lvivan austeramente, y usaban ropa vieja. Juntoshacan cosas sencillas en silencio. Habanaprendido juntos el lenguaje de seas, pues Mollyno poda hablar. l le ense a leer por su cuenta,y le ense matemtica por su cuenta. Le ense ausar un baco. Le ense todo lo que ellanecesitara saber en la escuela, y lo hizo cuandoella tena cinco y seis aos, antes de empezar lasclases. En consecuencia, la escuela no tendradificultades para ella, y su mudez no sera unproblema.

    Todas las noches cenaba con Molly en un caf apoca distancia de la casa. Molly a veces jugabacon un chico que viva en el mismo edificio, yentretanto William se sentaba a leer frente a laventana, o repasaba un volumen de partidas deajedrez con un pequeo tablero de madera. Leencantaban las jugadas de Chigorin, y tambin lasde Spielmann. Ninguno de los dos haba sido elmayor ajedrecista de sus tiempos, pero suspartidas estaban llenas de sacrificios y de jugadas

  • audaces e inventivas. Por esas cosas, se decaWilliam a s mismo, por esas cosas

    No haba ninguna diferencia entre un da y otro. Elfin de semana se haba abolido. La idea era quehaba sido un modo morboso de encarar las cosas,una especie de enfermedad que haba producidouna decadencia moral general. Muchos modos deencarar las cosas eran dbiles, y haba quecambiarlos.

    *Hoy tuvimos una persona nueva en la escuela.

    Una mujer?

    *Un hombre.

    Viejo?

    *Ms bien joven.

  • Apuesto?

    Molly hizo una mueca.

    Tan feo es?

    *Escribi un libro de historia. La historia del pas.

    Y cmo anduvo todo?

    *Jim lo escupi y se llevaron a Jim a la sala de allado por un rato.

    Conque Jim es un enamorado de la historia?

    Molly se rio, pero sin rerse del todo.

    William tambin se rio.

    *Solo escupe a los maestros.

  • Una onda cruz el lago y desapareci, como sihubiera emergido un pez, pero no haba ningnpez.

    Hay un juego dijo William en que tratas dearrojar una piedra a gran altura para que haga eseruido, el ruido de un pez en la superficie del agua.No es fcil de lograr.

    William arroj una piedra a gran altura, perocuando choc contra el agua hizo un ruido depiedra.

    *Ya ves dijo con seas.

    *Leme el diario.

    Ella le code el brazo.

    *No quiero.

  • *Vamos. Aqu. Es muy interesante, mira.

    Est bien, est bien.

    Se sent junto al rbol. Era un juego que jugaban.l despleg el diario. Molly se sent con laespalda contra l.

    El 14 de julio se descubri a un hombre quecaminaba aturdido cerca del tribunal. l alega quese pas los ltimos quince aos dormido dentro deuna colina.

    *Veinte es mejor.

    De acuerdo, veinte aos, los ltimos veinteaos. Estaba muy confundido por los grandesestandartes que vea por todas partes, y por elcambio de gobierno. La polica lo ha detenidopara interrogarlo. Se cree que est fingiendo, y queen realidad no durmi dentro de una colina.

  • *Eso no me convence dijo Molly. No hagasque est fingiendo.

    De acuerdo, probemos de nuevo.

    Se quit el sombrero y lo apoy en el suelo, seaclar la garganta.

    El 15 de julio encontraron a un hombre enestado de confusin cerca del edificio del tribunal.l alega que pas los ltimos veinte aos dormidodentro de una colina. Tras investigar mejor elasunto, las autoridades han descubierto la colinaen cuestin, y en su interior una trinchera. Elhombre se neg a responder a los interrogatorios,y escap por el grifo de una pileta. Cuidado conel fugitivo!

    Molly se alis el vestido, pero no sonri. No tenala costumbre de sonrer cuando oa algo gracioso.

  • *Conque esa es la noticia.

    De pronto estaba oscureciendo. Las luces seencendieron automticamente en las calles, y aorillas del lago. Son una campana, y era uncambio de turno. Salieron obreros de las casas, yemprendieron la marcha hacia las fbricas de lossuburbios.

    *Ojal pudieras tocarme una pieza en que se oyerael movimiento de las cortinas. Rasparas lascuerdas y las cortinas se moveran.

    No digas esas cosas.

    Molly se acurruc contra l.

    Tomaron por un sendero para volver a casa, lmurmurando, ella gesticulando, l mirndole lasmanos en el oscuro atardecer.

  • Cuando llegaron a su calle, haba una multitudreunida alrededor de un hombre que pareca estardormido en el suelo. Tena ropa de mimo, con lacara pintada y guantes delgados. De pronto seincorpor y se qued tieso.

    Otro mimo pas por la calle, marchando como unsoldado. Marchando, marchando, marchando, y alos diecisis pasos se puso en cuatro patas paracorrer como una manada de lobos, abriendo lasfauces y mostrando los dientes. Se volvi hacia lamultitud y se abalanz sobre la gente. Gritos yconfusin. El otro mimo se puso a dirigir unaorquesta, y de pronto el mimo soldado tocabainstrumentos de todo tipo, alternando en filas deasientos invisibles con instrumentos invisibles. Elmimo director formaba parte del pblico invisible,y se enjugaba las lgrimas con un pauelo.

    Luego un grito:

  • Ah vienen!

    Cuidado! A correr!

    La orquesta arroj los instrumentos al aire y echa correr frenticamente hacia el parque. S, doshombres harapientos se perdieron en la arboleda.

    *Lograrn escapar?

    Molly aferraba la chaqueta de William con fuerza.

    *Lograrn escapar?

    Ya han escapado. Lo tenan planeado as. Poreso, aunque los atrapen, no pueden atraparlos. Noservira para nada, salvo para mostrar que son loque dicen que son.

    Molly lo interrog con la mirada.

  • Son estudiantes dijo William. Es su modode resistir, tpico de su juventud. Si los atrapan,solo logran que se les unan otros. As que en ciertosentido ellos quieren que los atrapen. O correr elriesgo de que los atrapen, siempre.

    *No quieren escapar?

    En realidad no.

    *Pero si los atrapan, no los?

    S, es lo que han elegido, estar vivos sin darexcusas.

    *Sin dar excusas?

    No quieren pedir permiso por nada, y menos porestar vivos.

    *Pero podran ganar? Qu sucedera si ellos

  • ganaran?

    Molly mir a William inquisitivamente.

    Siempre hay varios tipos de resistencia. Este esun tipo. Su resistencia es contra el gobierno ycontra el mundo en general, contra la existencia,contra el mero hecho de ser. Hay otros quequieren

    Se agach y susurr al odo de Molly.

    Derrocar al gobierno y reemplazarlo por otro.Por eso muchas personas estn muriendo.

    *Qu cambiaran ellos?

    Ante todo, no tendras que ir ms a esa escuela.

    Molly aplaudi con entusiasmo.

  • *Cundo crees que ocurrir?

    Oh, no lo s. Primero tendra que pasar algoterrible.

    Molly pens un poco en eso y luego pens un pocoms, y entonces ya estaban de vuelta en eldepartamento y William iba de aqu para all,prendiendo las luces.

  • Voy a reunirme con unas personas. Esimportante, as que tengo que hacerlo. Cenars conla seora Gibbons. Ir a hablar con ella.

    Molly no dijo nada, pero lo mir con mala cara.

    Debes aceptarlo.

    Molly sigui mirndolo.

    Quiero decir que es lo mejor. No puedesquedarte sola.

    Molly se tap la cara, le dio la espalda, se senten el piso.

    Oye.

    l la alz y se dispuso a decirle que no deba

  • preocuparse, alguna frase tierna y trillada. Pero nodijo eso.

    En cambio:

    Querida, debemos recordar cmo se portan loselefantes.

    Molly recobr la compostura y accedi, pero depronto se resisti y se arroj al piso.

    Qu pasa?

    *Acabo de acordarme de algo.

    Sealaba con la mano a William, an boca abajoen el piso.

    Qu recordaste?

  • *Los elefantes son juguetones. No se portan bien.No tienen por qu.

    Y cul sera la solucin?

    *Ya sabes.

    No hay tiempo.

    *Uno corto. Corto!

    UN CORTO JUEGO DE ESTO Y AQUELLO

    que es un juego de pistas escondidas entre cosasde la casa, lleno de mensajes y adivinanzas.

    Era una herencia familiar y Molly lo adoraba msque ninguna otra cosa.

    Ve a sentarte junto a la ventana y mira para

  • afuera.

    Molly protest en silencio.

    Andando.

    *Ya voy.

    William encontr una libreta, tijeras, hilo y unlpiz. Se sent en el borde de la mesa y dio unvistazo al cuarto.

    Cmo empezar?

    Haba una foto de un pjaro cayendo de un nido.Buen lugar para comenzar, no?

    William escribi la primera instruccin:

    Una persona sale de la casa por una ruta

  • infrecuente.Si dejara algo atrs, dnde miraras? Atrs?

    Continu con su trabajo, y en ocasiones oa elsonido del reloj y se apresuraba.

  • Al fin, terminado! Una brisa entraba por laventana y recorra el cuarto, hacindose notar aquy all. William habra sonredo, si hubiera sido delos que sonren. Uno envidia a esa gente, la genteque no sonre. Los dems andamos por el mundocomo idiotas, y ellos conservan la dignidad. Nosonriamos nunca ms.

    Molly.

    (Ella mir y baj del alfizar).

    Aqu tienes.

    Un papel, pulcramente redactado.

    EL SEXTO ESTO Y AQUELLO

    Por W. para M., al final del da. Comenzando por la mesa, como bien sabrs

  • Molly corri a la mesa y levant el papel.

    Deca:

    Una persona sale de la casa por una rutainfrecuente.

    Si dejara algo atrs, dnde miraras? Atrs?

    Ella comenz a pasearse por el cuarto, la vistagacha, tamborileando con la mano en la falda delvestido. Entretanto la otra mano parloteabaconsigo misma.

    *Aj!

    Ante la fotografa del nido,

    se detuvo. Alz la mano, levant el marco. Cayuna nota sujeta con un hilo. La sac.

  • Deca:

    Aunque el atleta me necesita, tambin soy suinfeccin. Si un rifle consiste en crculos dentrode un crculo, yo tambin circulo. Soy una vieja

    medida, creada por un rey, y cuando la gentehabla de m, ha olvidado quin soy.

    Molly frunci el ceo. Mir en torno consuspicacia.

    *No s qu es esto.

    William sac una naranja de un cesto que habajunto a la cocina, la pel y comi un gajo.

    Molly segua con su suspicacia. Esta vez nocamin, sino que se qued moviendo la cabezalevemente de derecha a izquierda.

  • *Otra pista?

    Cuntas pistas necesitas?

    *Una ms, s?

    William comi otro gajo.

    Molly se sent y se levant de inmediato. De laparte de atrs de su zapato, arranc la otra notacon el hilo.

    *El pie. Qu rebuscado.

    Esta nota deca:

    Pjaros de papel en cielos turbulentos.

    Molly camin despacio hasta la ventana y se sent

  • en el alfizar. Sostuvo la nota a contraluz. La diovuelta. Se puso la punta en la boca. La tens. Laarroj al aire y la mir caer. Volvi a recogerla.

    Es buena, no te parece?

    *Demasiado difcil.

    William mene la cabeza. Pens en su profesorade violn, muerta mucho tiempo atrs.

    Una larga avenida de robles bailaba entre la calley la casa, y los rboles y el sol volvan locas a lassombras, que rabiaban mientras William corra ala casa en esos aos, veranos, maanas y dasvacos. Ella era muy severa, y lo lastimabaespantosamente, y sus padres daban su aprobacin,pero ella le haca sentir que l era su obraprincipal, y lo elevaba por encima de todo lodems, explicndole la msica no en comparacincon otras cosas, sino por sus ausencias, por loslugares donde las cosas convergen. Una sonata no

  • es el vuelo de los gansos, no es el ruido de unarroyo, no es el canto de un ruiseor. Un violn nohabla, no parlotea. La catstrofe del finaldesenfrenado de una sinfona no es una tormentadescargndose sobre la tierra. No es el temblor yel estremecimiento de una casa. Pero en parte,deca ella, es la comprensin de estas cosas.Debes ser brutal, terrible, pero tener gran empata,empata por todas las cosas, pero sin misericordia.Por qu el gobierno no quera msica? Porqueera la nica cosa que implicaba una religin?

    Un sonido grave y plaidero surc la noche (puesya era de noche). William cerr los ojos. Era elsonido del puente, vibrando a lo lejos. El vientodeba soplar de cierto modo, y entonces

    *Aj! Ya s!

    Y William estuvo de vuelta en el cuarto.

    Molly corri alborotadamente hacia donde

  • una FOTO de LOUISA colgaba de un GANCHO.

    Y del marco de la foto sac un hilo. En el hilo, unanota.

    En la foto, Louisa estaba en primer plano,sosteniendo un barrilete. William estaba sentadoen un rbol. Un gran campo se extenda a lo lejos.

    Molly sostena la nota pero miraba la foto.

    *Dijiste que nunca se remont?

    Jams. Lo llambamos el Trineo, porquesiempre se arrastraba por el suelo. Nadie lograbaque volara. Aunque, para ser franco, nunca logrque ningn barrilete volara.

    *Y mam?

    Nunca la vi remontar un barrilete. Una vez

  • sostuvo uno. Alguien ms lo haba remontado.Creo que eso no cuenta.

    *No.

    Molly abri la nota.

    Aqu recluimos la cancin y al que la canta.

    Molly lo deletre.

    *Recluimos?

    Encarcelamos.

    Ella corri hacia la jaula (que estaba vaca) y sacla pista siguiente.

    Esta es la ltima dijo William.

  • Molly hizo un gesto desdeoso y abri la nota.

    DECA:

    Antao prerrogativa de los nobles, y tambinfavorita de las bestias, deleito como el azcar,

    pero sacio como el agua. Con piel, como t,cuelgo y aguardo mi turno, y caigo al suelo

    despiadado.

    *Sacio?

    Quito el hambre o la sed.

    *Prerrogativa?

    Bscalo.

    Molly fue al diccionario, lo abri y encontr lapalabra.

  • *No aclara mucho, no?

    Sin quejas. Tengo que irme. Resulvelo!

    Molly ech una ojeada a la casa y pos la vista enel cesto de fruta. Corri hacia l.

    *La naranja!

    Recogi la primera naranja, pero all no habaninguna nota. Ni en la segunda.

    Luego mir la naranja que haba estado comiendoWilliam. La haba pelado perfectamente y lacscara redonda estaba sobre la mesa. Ella lalevant y cay abierta en anillos conectados,revelando un abalorio blanco hecho de hueso.

    Molly se desat el collar que llevaba puesto yenhebr el abalorio. Ya haba cinco. Este era elsexto.

  • Es hora, pues dijo l, y le pas la mano por elpelo.

  • William fue a la puerta del departamento y la abricon un gesto lento y amplio, la vista gacha. Mollyse reuni con l. l sali, fue a la puerta deenfrente y golpe tres veces.

    Haba ruido adentro. Alguien se acercaba a lapuerta.

    Hola?

    La puerta se abri. Era una mujer septuagenaria.

    Le molestara cuidar a Molly unas horas? pregunt William. Tengo que salir, y no puedollevarla conmigo.

    Lo har dijo la seora Gibbons. Usted esbuen padre y yo lo har por usted y por su hijaporque ella es maravillosa, una mujercitamaravillosa, y siempre me alegra tenerla aqu,

  • aunque no ha venido antes. En esta casa siemprehay lugar para una mujercita maravillosa que sellama Molly. Pero debe tener cuidado, seorDrysdale, si sale de noche, porque el seorGibbons, que acaba de regresar, me dijo que vio aun hombre muerto a cuatro calles, y en medio deuna multitud. As que tenga cuidado. Los queimplantan el toque de queda vigilan por todaspartes, aqu y all. El hombre que digo estabamuerto, y cuando uno est as se queda as parasiempre, muerto.

    William mir por encima del hombro. Molly tenacara larga.

    Muerto? pregunt.

    S, le dieron un ladrillazo. Y no encontraron alque lo hizo.

    Molly pate el piso. William la mir.

  • *Ten cuidado!

    Entr en el departamento de la seora Gibbons.

    Aqu le dejo una llave dijo William, aspodr acostarla.

    La seora Gibbons asinti y cerr la puerta.

    Le oy decir:

    Una nia buena como t no debe darlepreocupaciones a su padre. No haces nada parapreocuparlo, verdad? No, ya me pareca que no.Bien, quieres comer algo? Ven conmigo.

  • EL TOQUE DE QUEDA

    ya tena vigencia cuando la polica estaba a lavista y tambin ahora que no estaba a la vista. Nose poda salir de noche despus de cierta hora.Muchos no saban qu hora era esa. Solo sequedaban en la casa y esperaban la maana. Habaotros que salan en secreto, furtivamente.Atrapaban a algunos? S, y nunca se los vea denuevo. El consenso era que en una nochedespejada haba que quedarse adentro a partir delmomento en que la luna se recortaba claramentecontra el cielo nocturno. Una noche nublada erams problemtica.

    El gobierno no haba emitido ningn comunicadooficial al respecto. No haba toque de queda. Solouna declaracin: LOS BUENOS CIUDADANOSPASAN LA NOCHE EN LA CAMA.

  • En la calle, la luz de los faroles trazaba avenidasms all de la puerta y sendas en las veredas bajolos rboles.

    William caminaba y pensaba en Louisa, en losplanes que haban trazado. Qu hace la muertecon los planes que uno traza con la persona queama? Trae causas perdidas, viajes sin rumbo,cuartos vacos, horas silenciosas. Se dijo esto a smismo, y pens que no era justo. Era verdad, perono era justo. bamos a tener una casa rodeada derboles en el campo, e bamos a vivir all lejos detodo, y criar a una hija.

    Nunca haba visto a Louisa muerta. Se la habanllevado de la calle. El padre de ella haba sidopoltico. l siempre haba pensado que ese era elmotivo.

    Todas sus averiguaciones para encontrarla haban

  • sido infructuosas. Louisa Drysdale? No tenemosconstancia de ninguna Louisa Drysdale.

    El da en que ella desapareci pareca imposible.l camin por la casa. Se sent en la escalera.Baj a la calle y volvi a subir. Encendi lacocina y la apag. Al fin termin por dormirse, ylleg la maana y l se despert y al principiopens que era un sueo, y no lo era, y luego volvia buscarla, pero no haba dnde buscar, yentretanto estaba aterrado de ser demasiadoinsistente, de llamar la atencin, de que tambin selo llevaran a l y Molly se quedara sin nadie. Aspas tres das de espera, pensando que ellaregresara en cualquier momento. Pero Louisa noregres.

  • Vio algo rojo a la derecha.

    Se acerc.

    Un edificio se incendiaba. Salan hombrescorriendo. Era una comisara, tena que ser. Lospolicas ya no usaban uniforme, pero uno igualpoda distinguirlos, y cuando se quedaban untiempo en el mismo edificio, uno deduca que eledificio era una comisara, y luego alguien loincendiaba.

    En consecuencia, era lgico suponer que si unedificio se incendiaba quiz fuera una comisara.

  • Uno piensa en la poca en que la gente mora eninvierno, a menudo, sin ningn motivo, o cuandolos nios fallecan sin explicacin ni pesadumbre.

    Pero es verdad? Tan duros eran los que ponanesos cuerpecitos en la tierra? Es controvertido, yaunque uno pueda decir que todo es igual yrelativo, es evidente que hay algunos que sonseguidos en la calle por una furia vengativa, unaropa que nunca pueden quitarse.

    Lo he dicho: la vida comienza para algunos cuandotermina para otros y en otro siglo yo podra habermuerto cuando era beb. Qu clase de adivinanzaes imaginar la pesadumbre que mi muerte habraprovocado? Acaso mi vida no contina en elsuelo que est encima de esa tumba?

  • Nos cansamos distinto si amamos o no amamos.Nunca me cansaba cuando tocaba el violn.Quedaba agotado. A veces me desmayaba porqueensayaba sin comer ni beber. Pero nunca mecansaba. Ahora casi siempre estoy cansado.

    Pero no estaba cansado, verdad? No, en absoluto.Nervioso, en todo caso. Hablaba consigo mismo.Pas algunas calles, y encontr la que buscaba.

    Haba luces encendidas en las ventanas de lascasas. Nunca haba estado en ese vecindario. Todoera ladrillo, edificios anexos y cosas similares. Nohaba nadie en la calle.

    Mir el reloj. Se haba atrasado un poco. Pero allestaba la casa.

    Subi la escalera y se dispuso a llamar.

  • OYE, T!

    Una cabeza se asomaba por una ventana de la casade enfrente. Era Gerard.

  • Esta es la casa dijo Gerard.

    William cruz la calle y se acerc a la puerta.

    Cre que habas dicho

    Siempre doy mal la direccin, por si alguienest escuchando. Luego vigilo a ver quin viene.Golpea. Alguien te har pasar. Ya bajo.

  • Se qued delante de la casa y era como si alguienle hubiera gritado que no entrara, como si unasmanos lo hubieran aferrado para apartarlo,como

    pero all no haba nadie. La calle estaba ensilencio. Estaba temblando? Haba luces en lasventanas de esta casa y de las otras, de las muchascasas que haba visto. Una luz que llegaba aborbotones. Terca e insistente, en lluvia dechispas. Era posible que la luz fuera una falsaesperanza y siempre lo hubiera sido? Eso mataraa cualquiera, reconocer con certeza las falsasesperanzas. Uno no debe saber esas cosas. Si te loofrecen, rechzalo!

  • EN EL DEPARTAMENTO

    Creo que lo que ms necesitas, jovencita, es quese prepare un espectculo de tteres, y que loprepares t, y mi esposo ser una gran ayuda,porque l fabricaba tteres en su viejo trabajo,aunque ya no lo hace.

    Molly asinti gravemente.

    Ven, l est aqu.

    El departamento estaba lleno de objetos:cortadoras de galletas, colchas, fotografas viejas,una mquina de coser, una mquina de planchar, unpalo largo con bandas de metal en cada punta.

    La seora Gibbons tom el palo y meti una puntaen una ranura del suelo. Insert la otra punta en unorificio de la puerta.

  • Se necesita un ejrcito para derribar eso dijola seora Gibbons. Ven aqu.

    Molly la sigui al cuarto de al lado, donde elseor Gibbons estaba sentado en un silln.

    Tengo un trabajo para usted, seor Gibbons,ayudar a Molly a preparar un espectculo detteres. Quiero que lo haga como Dios manda,igual que antes, sin escatimar nada. Es un asuntoserio, y es la primera visita de Molly.

    Bien, conozco mi oficio, seora Gibbons. Venaqu, jovencita. Nos sentaremos y hablaremos unmomento sobre la clase de espectculo que quierespreparar.

    Molly mir al seor y la seora Gibbons.

    *No puedo hablar intent decir por seas.

  • Pobrecita dijo la seora Gibbons. Y yo noconozco el lenguaje de seas.

    Bien, no tenemos que preocuparnos por eso.Aqu hay un papel.

    El seor Gibbons sac un papel y un lpiz.

    Con esto nos arreglaremos dijo. Sintateaqu, Molly, y hablemos de este espectculo detteres.

    *Estoy muy ansiosa de hacer el espectculo detteres y tambin creo que ustedes son muyamables al recibirme. Mi padre y yo estamos muyagradecidos.

    Oh, no es nada. No le des importancia.

    La seora Gibbons sali del cuarto y dijo:

  • En un rato traer algo caliente para beber, ypregntale a la nia si ha cenado.

    Has cenado, Molly?

    *No.

    No ha cenado, pero creo que le gustara, seoraGibbons.

    De acuerdo, de acuerdo.

    Un espectculo de tteres dijo el seorGibbons es algo muy delicado.

    Se sent en la poltrona frente a Molly y habl conlas manos. Su cara era rojiza, y usaba una batasobre un pijama grueso de franela. Sus ojos eranmuy azules.

    Yo lo s bien continu. Acaso no fui el

  • director de la famosa Brigada de TteresAntediluvianos? Si me sigues, iremos a lahabitacin contigua y quiz se te ocurra algunaidea. Trae el papel. Y no te preocupes porque hayms. Di lo que quieras. Tenemos mucho papel.

    *Me gustara un espectculo de tteres sobre lamsica.

    La msica, eh?

    El seor Gibbons puso cara seria.

    Es un asunto complejo, sobre todo ahora.Empiezo a ver qu clase de nia eres.

    Fueron juntos a la habitacin.

  • LA HABITACIN CONTIGUA

    albergaba en un extremo un hermoso teatro detteres. Las ventanas estaban cubiertas con cortinasgruesas clavadas en muchas partes. Haba unasquince sillas para hacer las veces de pblico. Elteatro era de madera, y estaba ubicado ms altoque el piso. Haba una escalera que suba desde elcostado. Una larga cortina colgaba sobre unapared, a la izquierda del teatro. El seor Gibbonsla corri.

    Detrs haba muchos estantes. El primer estantecontena herramientas de todo tipo. El segundocontena pintura, plumas, trozos de piel y maderaen varias formas y tamaos. Tambin, cordel enbolas y maraas. El tercero, el cuarto, el quinto yel sexto contenan tteres, ah, tteres como Mollyno haba visto nunca. Haba reyes y prncipes,ovejas y leones, perros y princesas oveja, lobos ymulas, reyes lobo y doncellas zorro, sastres ycampesinos y mosqueteros. Haba viejas y gatas

  • viejas, brujos y cortesanos altivos. Pero no habanios.

    *No hay nios? escribi Molly.

    Nunca hay tteres nios en los espectculos detteres dijo el seor Gibbons. Los nios sedeben imaginar que son todos los tteres, y nopodemos permitir que crean que solo son lostteres nios. Adems, cuando les suceden cosasdesastrosas a los otros tteres, est bien, pero paralos nios es muy duro ver que les pasan cosasdesastrosas a los nios.

    *Y los animales.

    Es verdad, pero al menos entonces se queda enla imaginacin y el miedo no se arraiga en elcorazn.

    El seor Gibbons, como muchos titiriteros, tena el

  • don de hablar a los nios como si creyera que eraninteligentes y saban mucho.

    Y bien dijo. Qu te parece?

    Molly dej el papel e hizo seas por tres minutosseguidos, mirando seriamente al seor Gibbons.Al final, dio un salto y volvi a tomar el lpiz y elpapel.

    Creo que s exactamente lo que quieres decir dijo. Bien, empecemos. He aqu lo que haremos.

  • HE AQU LO QUE HAREMOS

    1. Decidirs si tu mundo tiene animales, opersonas, o ambas cosas, y si los animales secomportan como personas o como animales, ocomo ambas cosas.

    2. Decidirs si hay magia o no, y si hay magia, sitodos saben que la hay, y si todos saben que la hay,si le cuentan a alguien o no.

    3. Decidirs cuntos tteres morirn, y cmo, asharemos que ocurra en los momentos oportunos.

    4. Decidirs si quieres que el espectculo seagracioso o no. El espectculo de tteres siempre estriste, pero tambin puede tener partes graciosas.

    5. Decidirs si el tema ser: el matrimonio, laenfermedad, el encantamiento, la herencia o lavenganza.

  • 6. Inventars el nombre del villano. Todos losdems nombres derivan del nombre del villano. Lanaturaleza del villano tambin deriva de sunombre. Lo nico que no deriva del nombre delvillano es la expresin de la cara del ttere queser nuestro hroe o herona. Eso es lo quepintaremos en ltimo lugar, cuando sepamos todo.Es probable que sea una delgada sonrisa. Esa esmi especialidad, pero veremos.

    7. El espectculo tendr tres actos.Desarrollaremos el espectculo desde elprincipio, y cuando hayamos terminado de hablar,lo escribiremos desde el final. Creme, es un buenmtodo.

    8. Pensaremos en algunas tcticas adicionales,como postergar el comienzo del espectculo, paraque podamos pintar los rasgos de algunosespectadores en personajes menores, como unagrata sorpresa.

  • La seora Gibbons entr en la habitacin con unabandeja donde haba una tetera y una pila debizcochos calientes con manteca y miel.

    El seor Gibbons mir a su esposa con fastidio.

    Aqu tenemos mucho que hacer, y no podemospermitir estas molestias.

    Pero Molly ya estaba comiendo los bizcochos. Laseora Gibbons sirvi el t y sali de lahabitacin, cerrando la puerta en silencio.

    El seor Gibbons someti a varios tteres a lainspeccin de Molly, tarareando de buen humor.Estaba convencido de que el teatro de tteres eratan expresivo como el teatro comn, y quiz msexpresivo. Si una persona sabe controlar todos losaspectos de la representacin, nada se pierde.Nada! Alz la vista de golpe.

  • Molly lo miraba a travs del cesto vaco dondehaban estado los bizcochos. All haba una tazavaca, un frasco de miel vaco y un platillo mediolleno de manteca.

    Ella tom una servilleta de la silla de al lado y selimpi las manos con mucha pulcritud.

    *Empezamos?

    El seor Gibbons asinti.

  • LA PUERTA SE ABRI ANTE WILLIAM, YQUIN CREEN USTEDES QUE ESTABA AH?

    Una joven en bata. Se le caan los breteles pero nopareca importarle. Una voz lleg desde adentro.

    Quin es?

    Es un hombre, de treinta a treinta y cinco aos.Delgado. Chaqueta vieja. Sin afeitar. Pico deviuda.

    Ese es Drysdale.

    Seguro que es l?

    S, dile que pase.

    Dselo t.

  • La joven dio media vuelta y se alej de la puerta.Gerard baj del piso de arriba. Pareca aliviado.Se le notaba porque sac un pauelo del bolsilloderecho, lo pleg y volvi a guardarlo.

    William dijo. Viniste.

    Creste que no vendra?

    Bien, ya sabes. Al principio pensamos que aMolly y a ti se los haban llevado con Louisa, peroluego alguien dijo que los haban visto en elparque en la zona del lago. Es all donde viven?

    All es donde vivimos.

    Bien, entra. Entra.

    En la habitacin contigua haba unas veintepersonas, y al parecer beban vino con copas devino. Eran el tipo de gente que William y Louisa

  • haban frecuentado, personas tan elegantes comolas patas de una manada de gacelas, e igualmenteintiles, cuando uno lo piensa bien.

    Eso es vino? pregunt William.

    Nos damos nuestros pequeos gustos, y hastaahora nos hemos salido con la nuestra. Una copa?

    Hace mucho tiempo que no bebo vino. S,gracias.

    William acept la copa. El hombre que estaba mscerca de l gir y extendi la mano.

    James Goldman. Usted es William Drysdale,segn le o decir a Gerard hace un momento.

    As es.

    Qu pena lo de la msica. Yo tambin fui

  • violinista. Aficionado, no como usted, pero en fin,tambin era msico y supongo que para ambos esigualmente duro no tocar, verdad?

    Trato de no pensar en ello.

    William tena una expresin de dolor en el rostro.

    Desde luego continu el hombre, no es lomismo. Pero no quise decir eso, solo quise decirque es duro no tocar, muy duro.

    En efecto dijo William. En efecto.

  • ENTONCES, EL ULULAR DE UNA SIRENA

    entre las casas y a lo largo de las calles. Unsacudn elctrico arranc a William de su rigidez.Nadie ms estaba preocupado?

    Se inclin hacia el hombre que tena al lado.

    Sale a menudo despus del toque de queda?

    El hombre rio.

    Claro que no. En realidad no lo hice nunca.

    Otro hombre, muy joven, estaba llenando las copascon una botella de vino recin descorchada. Tenaun bigote muy delgado y cabello muy fino.

    Nos quedamos toda la noche, siempre. Ningnproblema, hay habitaciones enteras llenas decamas.

  • Atraves la habitacin, sirviendo vino y riendo.

    Salir despus del toque de queda. Habra queestar loco!

    l es Salien, tiene gran talento para el vodevil.En secreto, desde luego. Pero en realidad

    El hombre toc la manga de William.

    espero que no intente volver a casa. Hanredoblado la vigilancia. Demasiado peligroso.Vaya a casa por la maana. Usted no es tonto.

    La mujer que estaba al lado de James Goldmanhabl.

    Vio el incendio al venir?

    Haba un estado de nimo especial en el ambiente,una jovialidad forzada. Todo deba estar teido de

  • un humor desdeoso e ir acompaado por una risaleve. William se sinti incmodo.

    Un incendio? dijo un hombre calvo queestaba junto a la ventana. T lo provocaste?

    Yo? No seas ridculo, Sean.

    Bien, has sacado el tema. Debe haber un motivo.

    Siempre estn discutiendo explic James.

    Vi el incendio dijo William. Creo que eledificio se quem por completo.

    Una victoria dijo la mujer en voz baja.

    Silencio, Clara. No hables as. Ni siquiera aqu.

    Gerard entr.

  • Ven conmigo. Quiero mostrarte algo.

    James le susurraba algo a Clara. Nadie parecaestar prestando atencin. William se levant.

    De acuerdo.

    En el fondo de la casa haba una puerta que daba aun anexo. El anexo tena solo la longitud de unasala y no tena calefaccin. Gerard sac un abrigode una pila y se lo dio a William. l tambin sepuso un abrigo. Se sentaron en taburetes.

    Aqu todos estn involucrados? preguntWilliam.

    Involucrados?

    Gerard rio.

    La cosa es as: esa informacin no existe. Quin

  • est involucrado, quin no: eso no importa.Simplemente difundimos el mtodo, y las personasactan por su cuenta. No necesitan contarle anadie.

    El mtodo?

    El mtodo. Es muy sencillo. Pronto todos sabrnque existe, a travs de canales como este. Solo unapersona dicindole a otra, alguien de confianza.

    Tan grave es la situacin?

    Si te atrapan con un escrito, menos de unapgina de texto, te disparan. Te interrogan, tedisparan. La mayora de la gente que esinterrogada dice lo mismo, y es verdad.

    De qu hablas?

    Encontraron un papel. No saben nada sobre el

  • asunto. Pero en esta ciudad an no hay muchomaterial impreso. Eso es lo peligroso, imprimir.Pero tambin se difunde boca a boca.

    Qu se difunde?

    William luchaba consigo mismo. Queramarcharse, irse a casa y olvidarse del asunto.Tena la sensacin de estar junto a una puerta quese abre sin que la veas. Y se trataba de algo que noquera saber, algo en lo que no quera participar.Pero senta curiosidad, claro que s, y tambin sesenta solo, y aqu estaba sentado con Gerard, unhombre que haba frecuentado durante muchosaos, y estaban hablando. Adems estaba usandoun abrigo que no era suyo, un abrigo de cuero quenunca usara comnmente. Haba cosas en losbolsillos, pero no mir qu eran.

    Recuerdas la vez que fuimos a navegar en bote,Louisa y t, Ana y yo?

  • William asinti.

    Recuerdas que un hombre quera sacarnos unafoto, y Louisa no quera? El hombre del muelle?

    Lo recuerdo.

    Y luego sac la foto de todos modos, y Louisase enoj, pero ya estbamos en la corriente, y noqueramos volver. A veces pienso

    Gerard haba llevado la botella. Bebi un sorbo.

    A veces pienso que si hubiramos vuelto,entonces todo habra cambiado, y a ella no lehabran disparado.

    William tena la boca seca. La idea de Louisaconsista en espacios cerrados, distancias, oloresfuertes. Era inaccesible como el interior de unapiedra.

  • Cul es el mtodo? pregunt.

    El mtodo para el desgobierno. Otrosmovimientos revolucionarios fracasan cuando losdescubren. Este comienza cuando lo descubren. Esimposible detenerlo porque no hay cabecillas. Estan sencillo que se puede describir en un par defrases. Cualquier miembro del gobierno, cualquiermiembro de la polica, de la polica secreta, esnuestro objetivo. Vives tu vida, y no haces nadafuera de lo comn. Pero si en cierto momento teencuentras en condiciones de causar dao a unobjetivo, lo haces. Luego continas como si nadahubiera pasado. Nunca te esfuerzas para encontraresa oportunidad. No te desvas de tu camino ni unsolo paso. Y sin embargo, sin excepcin, todos losdas los objetivos deben ponerse en peligrodelante de los ciudadanos, y dar existencia a esasoportunidades. Uno no se prepara, salvomentalmente. Uno nunca habla de ello, salvo paradifundir la idea, y para eso basta con dejar papelesaqu y all.

  • Gerard guard silencio un minuto. Tamborile enla mesa con la mano. Bebi otro sorbo de vino.

    El crimen perfecto depende del azar: porcasualidad pasas frente a una mesa donde hay uncollar de diamantes; por el momento todos miranhacia otro lado; te apropias del collar y sigues delargo; ahora eres el dueo de un collar dediamantes. Como llegaste all por casualidad,tenas todos los motivos para estar en ese lugar yen ese momento, como parte de tu rutina. En elmomento del robo, te desprendiste del trasfondo, einmediatamente despus regresaste a l. Lo nicoque el Nuevo Estado puede hacer es presionar conms fuerza, pero as provoca ms odio, despiertams reacciones. Nosotros hemos aprendido elmtodo recientemente, pero hace dos aos queexiste. Recuerdas lo que ocurri hace un ao?

    Desmantelaron la polica. Ahora, solo haypolica secreta.

  • Exacto, y nunca dijeron por qu. Pero un hombrecon el que habl

    Se abri la puerta y se asom una mujer.

    Gerard, puedes venir? Trato de convencer aLeonard de que cada vez hay ms simpatizantes enel exterior, pero no recuerdo todas las cifras.

    En un minuto.

    De acuerdo.

    Ella cerr la puerta.

    Este hombre me dijo que quitaron el uniforme atoda la fuerza policial porque en otro sectorestaban eliminando a los policas. Un polica nopoda andar por la calle sin que le pegaran con unateja. Primero trataron de formar gruposparamilitares, con jeeps y dems. Pero en

  • definitiva, para hacer el trabajo, tienen que bajarde los jeeps, y entonces se presentan las mismasoportunidades. Es cuestin de paciencia, dedecisin. Lo cierto es que estamos ganando. Essolo cuestin de tiempo.

    Pero cmo sabes quines son los policas?

    William pens en sus conversaciones con Oscar.Era casi imposible diferenciarlos.

    Ests planteando falsos positivos. Todo elmundo se atiene a rutinas sencillas, y la policasecreta tiene que hacerse visible, tan solo parahacer su trabajo. Entonces son objetivos a nuestroalcance.

    A lo lejos se oy el taido de una campana. Lahabitacin estaba en absoluto silencio. Gerardmiraba a William y William miraba a Gerard.Louisa no estaba all, pues haba muerto, pero encierto sentido estaba.

  • Te lo digo? pregunt Gerard.

    William asinti.

    Alguien que conozco, alguien que entonces,bien, trabajaba para el gobierno, antes deconvertirse. Vio lo que le pas a ella. No puedocontarlo. No quiero hacerlo. Pero aqu tengo todosobre el expediente.

    Sac una carpeta de atrs de una caja y se laentreg a William. Estaba atada con cordel y eramuy gruesa.

    Me imagino que querrs mirarla en casa, o en unlugar donde ests solo.

    La puerta se abri de nuevo.

    Gerard, vienes?

  • De acuerdo, all voy. Aguarda un momento.

    Se puso de pie.

    Bien, William, eso es todo. Quera mostrartealgo ms, pero supongo que puede esperar.

    Qu es?

    La muchacha tir del brazo de Gerard.

    Espera dijo l.

    Se arrodill y abri un archivero que estaba en elpiso. De all sac un estuche negro y chato. Lobaj.

    William sinti que se le aceleraba el pulso.

    Gerard destrab dos hebillas y abri el estuche.

  • Era un violn.

    Dnde lo conseguiste?

    No te puedo decir.

    William mir a la muchacha.

    No te preocupes por m dijo ella. Soy yoquien lo consigui.

    Es para ti, William dijo Gerard. Quizahora debas ir a casa. Tenerte aqu est fuera denuestra rutina, y es un peligro para ambos. Tienesuna ruta segura para volver? La planeaste,verdad?

    Yo

    William desvi la mirada.

  • Entonces quiz sea mejor que te quedes. Si notienes transporte, ni ruta segura. Pens que latendras, pero no te preocupes. Qudate. Si noquieres estar con gente, puedes leer arriba, en eldormitorio, e irte a primera hora.

    Tengo que ir a casa. Por mi hija.

    Entiendo.

  • William se detuvo un instante en la escalera.

    En una mano tena el estuche con el violn, en laotra el fajo de archivos.

    Sonaron risas dentro de la casa. William sacudila cabeza. Las luces de la calle se encendieron yse apagaron.

  • Gerard cerr la puerta y mir la silueta que sealejaba por la calle, con el estuche negro bajo elbrazo.

    Crees que l?

    No lo tocar, nunca. Pero al menos lo tendr.

    Y en cuanto al resto?

    Da lo mismo que acte o que no. Todo sigueadelante. Nadie es importante. Nadie.

    Una guerra sin participantes. Solo bajas. Elbosque se abre y devora las tropas.

    Ella se rio.

    Y devora las tropas coincidi Gerard.

  • Ella fue a la puerta y se qued junto a l, mirandopor la ventana.

    No haba nada que ver.

    Tengo un mal presentimiento dijo l. Comouna soga que no est aferrada a nada.

    Tranquilo, l llegar a la casa. Ven.

    Lo bes y lo llev de vuelta adonde estaban losdems.

  • Y aqu dijo el seor Gibbons est el pincelque uso siempre para los ojos.

    Le entreg a Molly un pincel muy delgado.

    No es un pincel de un solo pelo de caballo, perose le aproxima.

    *Tres pelos de caballo? escribi Molly en elpapel.

    Quiz.

    El pincel tena un mango de color rojo rabioso.Pareca que ese mango poda dar vida a cualquiercosa que hiciera. Molly se lo devolvi al seorGibbons a regaadientes.

    *Por qu un pincel diferente para los ojos?

  • escribi. Hay uno para las bocas, las orejas,las mejillas?

    El seor Gibbons ley el papel.

    Eres astuta dijo. Tienes razn. He aqu elmotivo: si tengo que cambiar de pincel para cadarasgo, me da tiempo para pensar. No puedopintarlos de un solo trazo. Adems, el pincel sefamiliariza con su especialidad, si crees en esascosas.

    Tosi.

    Claro que no es necesario que esas cosas seanciertas para creer en ellas. Lo entiendes, verdad?

    Molly asinti.

    El efecto de las creencias irracionales en tu artees invalorable. Debes cultivarlas y protegerlas.

  • Estoy seguro de que tu padre dira lo mismo.

    *l cree muchas cosas.

    No me cabe la menor duda.

    El seor Gibbons alz un ttere que tena un veloen la cara. Era un hombre con traje de bufn, perotena un velo en la cara.

    Hay tteres dijo el seor Gibbons quesaben ms que otros. Entiendes lo que quierodecir? No todos los tteres son dueos de la mismainformacin. Este ttere, por ejemplo. Lo reservopara circunstancias especiales. l sabe que elespectculo se est representando, y que ldesempea un papel. Eso no significa que sepa queexiste el titiritero. Su informacin, desde luego, nosiempre es correcta. Sin embargo, sabe mucho msque los otros tteres. A veces vaya, a vecespuede ver al pblico.

  • Molly escribi algo en el papel y luego lo tach.

    Bien hecho dijo el seor Gibbons. Esmejor guardar algo as en la cabeza por un rato,antes de hacer preguntas sobre ello. Estoy deacuerdo.

    Y continu:

    Una vez, en una obra sobre un caballo, estettere, este ttere en persona le explic al elencoque todos eran usados, manipulados, ridiculizados.All mismo, los tteres se negaron a continuar. Fueun desastre. Tuve que reembolsar todas lasentradas. El pblico se fue de muy mal humor.

    Molly sonri y aspir largamente. Garrapate unapregunta.

    *l puede decirles cosas en una obra pero no lassabrn en la siguiente. Todo empieza de nuevo,

  • verdad?

    Todo empieza de nuevo. Aunque es posible quel tenga cierto sentido de la historia de estosespectculos. Por eso se sienta all, en esedelicado trono, mirando toda la habitacin.