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Tornaviaje de capitales indianos y mecenazgo artístico: algunos ejemplos

“montañeses” del Barroco�

Dr. Julio J. Polo SánchezUniversidad de Cantabria

La actual Cantabria (antes provincia de Santander) fue conocida durante la Edad Moderna como La Montaña. La emigración de los “montañeses” a América durante el siglo XVIII tuvo mucho que ver con la persistencia de estructuras sociales arcaicas, como el mayorazgo, que avocaban a muchos jóvenes emprendedores (los segundones) a buscar fuentes económicas alternativas a la explotación de la tierra. La condición hidalga de la mayoría de estos individuos facilitó su emigración a Indias y la obtención allí de puestos en la administración del Estado, el Ejército o la Iglesia que, a menudo, compatibilizaron con otras dedicaciones productivas, como el comercio o la minería. Fue a finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII cuando este proceso migratorio alcanzó su máxima expresión cualitativa, llegando los montañeses a jugar un papel social y económico preponderante, tan sólo equipa-rable al desarrollado por otra de las “naciones” de peninsulares, la de los vascos.�

� Este estudio se enmarca dentro del Proyecto de Investigación titulado Arte y Mecenazgo Indiano. Del Cantábrico al Caribe. 1750-1898, financiado por el Centro de Estudios Hispánicos e Hispano-americanos de la Fundación Carolina en su convocatoria del año �003 (Ref. CEHI 09/03).� La importancia socio-económica de los montañeses en Indias, especialmente en Nueva Es-paña, ha quedado reflejada en gran parte de la bibliografía clásica sobre el asunto; véase, por ejemplo, KICZA, J. E.: Empresarios coloniales. Familias y negocios en la ciudad de México durante los Borbones. México, �983; ARCHER, Ch. I.: El ejército en el México borbónico (1760-1810). México, �983; BORCHART DE MORENO, C. R.: Los mercaderes y el capita-lismo en México (1759-1778). México, �984; y muy especialmente la obra de BRADING, D. A.: Mineros y comerciantes en el México borbónico (1763-1810). México, �97�. Sobre la emigración de los montañeses en época moderna véase, entre otras, las obras de PEREDA DE LA REGUERA, M.: Indianos de Cantabria. Santander, �968; GONZÁLEZ ECHEGARAY, M. C.: “Pasajeros a Indias del Valle de Toranzo”, en Santander y el Nuevo Mundo. Bilbao, �978, p. �80; CANALES RUIZ, J.: Cien cántabros en México. Santander, �990; SOLDEVILLA ORIA, C.: La emigración de Cantabria a América. Hombres, mercaderías y capitales. Santander, �996.

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En ocasiones anteriores hemos tenido la oportunidad de poner de manifiesto la utilización de estos capitales indianos en el desarrollo artístico de los territorios que habitaron sus promotores3, pero una de las consecuencias no menos destacada de este fenómeno fue la promoción artística que desplegaron en sus solares de origen estos mismos individuos gracias al “tornaviaje” de sus capitales indianos. Tras al carácter filantrópico y piadoso de muchas de estas fundaciones se escondió, con demasiada frecuencia, un claro deseo de ostentación ante sus convecinos de la capacidad económica alcanzada y una evidente pretensión de engrandecer y perpetuar la memoria de sus linajes, lo que se reflejó tanto en la calidad y volumen de las obras promocionadas como en la proliferación de símbolos de patronato (escudos de armas, bultos funerarios e inscripciones conmemorativas)4.

Analizaremos ahora algunos de los más destacados ejemplos barrocos conser-vados en la actual Cantabria, como los que representan la capilla del Lignum Cru-cis de Santo Toribio de Liébana, la iglesia parroquial de San Martín de Cigüenza o el Santuario de la Bien Aparecida de Hoz de Marrón; punta de lanza de un fenómeno mucho más extenso, como puede colegirse del cuadro que cierra nuestro estudio.

El monasterio de Santo Toribio de Liébana, de remota fundación altomedie-val�, conserva una iglesia gótica del siglo XIV, a la que a finales del siglo XVII se añadió en el lado del Evangelio una hermosa capilla barroca para acoger la ilustre reliquia del Lignum Crucis. Se trata de un espacio alargado, compuesto de cabecera y dos tramos de nave, el primero de los cuales se cubre con bóveda de crucería estrella-da con combados, formando la característica cruz de brazos conopiales y círculo en-torno al polo que divulgara Rodrigo Gil de Hontañón en el siglo XVI. También se cierra con crucería estrellada de combados curvos el tercer y último tramo, que alberga el coro alto, mientras el tramo central se cubre por medio de un cimborrio octogonal, con linterna sobre pechinas, cuyo intradós está absolutamente plagado de ornamenta-ción plástica con representaciones de la Historia de la Santa Cruz, alusiones a la Recon-quista y exaltación de los principales santos benedictinos relacionados con la construc-

3 “Montañeses en la Nueva España: Su promoción artística religiosa”, Altamira, LVI, �000, pp. �09-�80; “La nación montañesa en la Nueva España”, en Arte y Mecenazgo Indiano: Del Cantábrico al Caribe. Oviedo, ed. Drea (en prensa). 4 POLO SÁNCHEZ, J. J.: “Arte y religiosidad en las “Montañas Bajas” del Arzobispado de Burgos: Apuntes para su estudio” en Trasdós, �, �999, p. 9�.� La tradición atribuye la fundación del monasterio de Santo Toribio de Liébana bien a un presbítero palentino del siglo VI llamado Toribio, bien a un homónimo obispo astorgano que lo fundaría a mediados del siglo V, poco después de que él mismo trasladase desde Tierra Santa a Liébana la reliquia del Lignum Crucis que hoy se venera allí. Sin embargo, parece más probable que el monasterio surgiera en el siglo VIII, en tiempos de la repoblación de Alfonso I, y que la reliquia llegara a mediados del siglo siguiente, conjuntamente con los restos de Santo Toribio de Astorga. Sobre este monasterio y su reliquia de la Santa Cruz véase JUSUÉ, E: Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Santander, �9��. ANASAGASTI, P., Liébana, reliquia y paraíso. San Sebastián, �96�. GARCÍA GUINEA, M. A.: El monasterio de Santo Toribio de Liébana. León, �98�. ÁLVAREZ, P: El monasterio de Santo Toribio y “el Lignum Crucis”. Santander, �99�. CARRETERO REBES, S.: Platería religiosa del Barroco en Cantabria. Santander, �987.

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ción de este monasterio benedictino (San Iñigo de Oña, Santo Toribio, San Benito y San Isidoro), así como representación de los Padres de la Iglesia Occidental (San Jerónimo, San Agustín, San Ambrosio y San Gregorio), todo ello rematado por una corona de es-pinas que acompañan ocho ángeles.

Antes de la construcción de esta capilla existió una “Cámara Santa” en el interior de la iglesia, que todavía pervivía en �67�6 A principios del siglo XVIII la documen-tación confirma que la santa reliquia se custodia en el interior de un tabernáculo, donado al monasterio por los monjes de Cardeña7, que había sido diseñado por uno de los más reputados arquitectos españoles del momento, fray Pedro Martínez de Cardeña8, monje que en �698 profesó en aquél monasterio burgalés. El proyecto del tabernáculo debe ser posterior a �70�, año en que fray Pedro fue nombrado maestro mayor y veedor del arzobispado9, pues Berganza afirma que se le encomendó su diseño cuando ya ocupaba este cargo. El mueble debió de ser trasladado a Liébana con posterioridad a �70�, año en que se encargó a fray Pedro la traza de un nuevo retablo mayor para el monasterio de Cardeña, pieza artística que ocultaría el arco en el que inicialmente se encontraba el tabernáculo. La autoría intelectual de fray Pedro sobre el tabernáculo de Lignum Crucis no ofrece dudas, pues varios de los elementos formales que lo definen fueron repetidos en obras posteriores suyas, como el retablo del monasterio de Santa María de la Vega de Oviedo�0 o el retablo y la cajonería de la capilla de Santa Catalina de la catedral de Burgos��.

6 Tenemos constancia de que en esta fecha se realizaban reformas en ella (VVAA: Artistas cántabros de la Edad Moderna. Santander, �99�, p. 669) 7 Fray Juan de Agüero... dio el hábito a Fray Pedro Martínez, maestro de Obras de todo el Arçobispado de Burgos... Viéndose el Padre Fray Juan de Agüero con tan buen maestro en casa, para prueba de que estaba consumado en el arte, dispuso que idease un Tabernáculo. Vista la planta pareció a todos los monges tan bien que persuadieron al abad la mandase ejecutar. Fue tassada esta obra en onze mil reales. Pússose en el Camarín, detrás de un arco grande, que se abrió en el Altar mayor. Este tabernáculo se llevó al monasterio de Santo Toribio de Liébana para colocar en él la Santa Cruz; y le alargó esta casa por el respecto a la Santa Cruz; y por que no servía, por causa de aver sido forçoso cerrar el dicho arco. BERGANZA, F: Antigüedades de España, propugnadas en las noticias de sus reyes, en la co-ronica del Real Monasterio de San Pedro de Cárdena, en historias, cronicones y otros instru-mentos manuscritos que hasta ahora no han visto la luz pública. Madrid, por Francisco del Hierro. Vol. I.�7�9. Vol. II, �7��.Esta noticia está tomada del capítulo XXIV, Vol. II, pp.ágs, 3�9-360. Recogido por nosotros en Arte Barroco en Cantabria. Retablos e imaginería. San-tander, �99�, pp. �48-�49. 8 Así lo consideran ya, por ejemplo, Llaguno y Ceán. LLAGUNO Y AMIROLA, E.: Noticia de los arquitectos y arquitectura en España desde su Restauración por el Excmo. Señor. Ilustradas y acrecentadas con notas, adiciones y documentos por D. Juan Agustín CEÁN BERMÚDEZ. Madrid, �8�9, 4 vols. Ed. facsimil. Madrid, �977. T. IV, pp. ��8-��. 9 MARTÍNEZ SANZ, F: Historia del templo catedral de Burgos. Burgos, �886, p. �97. Recogido por nosotros en Arte Barroco en Cantabria. Retablos e imaginería. Santander, �99�, pp. �48-�49.�0 RAMALLO, G: Escultura Barroca en Asturias. Oviedo, �98�, pp. 373-374. �� MATESANZ, J: Actividad artística en la catedral de Burgos. De 1600 a 1765. Burgos, �00�, p. 307.


Como acabamos de señalar la venerada reliquia y el tabernáculo que la acoge se situaron en una nueva capilla mandada construir poco antes por un promotor indiano, don Francisco de Otero y Cossío, arzobispo de Santa Fe de Bogotá��, que donó ��.000 pesos para sufragarla�3. Según R. Ezquerra, el principal biógrafo del arzobispo, éste envió desde Santa Fe un plano y un dibujo de la capilla del sagrario catedralicio para que “por ellos se alzara” la del Lignum Crucis, afirmación ésta que, a nuestro juicio, plantea serias dudas de autenticidad.

Es cierto que la capilla del sagrario de Bogotá se construyó antes que la del Lignum Crucis (entre �660 y �700), que muestra una distribución de espacios se-mejante y que, además, albergaba un tabernáculo eucarístico exento semejante al lebaniego. También su promotor fue un ilustre personaje de procedencia hispana, don Gabriel Gómez de Sandoval�4. A pesar de todo ello, existen entre ambas ca-pillas notables diferencias planimétricas y estilísticas que no son, como a menudo se ha pretendido, fruto de una reinterpretación del diseño remitido desde Indias por parte de su constructor hispano. Por diversos motivos, que iremos desgranando de modo inmediato, coincidimos en la atribución a fray Pedro Martínez de Cardeña que desde mediados del siglo XIX realizaran tanto Antonio de Zabaleta como Ro-drigo Amador de los Ríos y que, sin embargo, ha sido prácticamente ignorada por la crítica contemporánea��. Forzosamente, obra tan original tenía que deberse a

�� Natural de la localidad lebaniega de Turieno, don Francisco de Otero y Cossío (�640-�7�4) era hijo de Jerónimo Gómez de Otero y Cossío y María Díaz Laso de Mogrovejo. En su dilatada carrera eclesiástica ocupó los cargos de provisor del obispado de Mondoñedo, visitador general del de León, provisor del arzobispado de Burgos, fiscal de la Inquisición en Logroño y Murcia e Inquisidor de Corte en Madrid, cargo que desempeñaba al terminar el reinado de Carlos II. Fue nombrado arzobispo de Santa Fé de Bogotá en �703, pero no ocupó la silla arzobispal hasta �706, ocupando también los cargos de Presidente de la Au-diencia de Santa Fé , gobernador político de la provincia, Virrey y Capitán General de Nueva Granada. VV. AA.: La Escultura Funeraria en la Montaña. Santander, �934, p. �9�. �3 GROOT, J. M.: Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada. Tomo I, p. 474. Recogido en GONZÁLEZ-CAMINO Y AGUIRRE, F.: “Iconografía funeraria montañesa. Don Francisco de Cossío y Otero, arzobispo de Santa Fe de Bogotá”. La Revista de Santander, �93�, �, pp. 76-83. EZQUERRA, R: El monumento de don Francisco de Cossío y Otero, arzobispo y capitán general de Nueva Granada en Santo Toribio de Liébana. �948. Sobre el coste de la obra existen variadas opiniones; E. Jusué aporta la cifra de ��.000 pesos, tomada de la partida de bautismo del arzo-bispo, mientras Martín Mínguez propone la de �6.400 pesos. (JUSUÉ, E: El monasterio de Santo Toribio de Liébana. Santander, �89�, p. �4; MARTÍN MÍNGUEZ, B.: De la Cantabria. Santander, �9�4, p. �3�). F. Camino y Aguirre supuso que el coste del tabernáculo fueron los ��.000 pesos que cita Jusué (“Iconografía funeraria montañesa. Don Francisco de Cossío y Otero, arzobispo de Santa Fe de Bogotá”, La Revista de Santander, �93�, �, p. 76), equivocación que ya hemos comentado como desorbitada en alguno de nuestros trabajos anteriores (POLO SÁNCHEZ, J. J.: Arte Barroco en Cantabria, retablos e imaginería. Santander, �99�). �4 Las obras que se comenzaron el �8 de octubre de �660 se dilataron hasta el �8 de febrero de �700 por la falta de recursos económicos de su promotor, quien se vio obligado a trasla-darse a España e Italia para vender diversas joyas de propiedad. Un terremoto derrumbó la cúpula y el sagrario en �8�7, siendo reconstruidos en �870 según las trazas originales.�� Antonio de Zabaleta en la memoria de la colegiata de Santillana remitida a la Comisión

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algún tracista de relevante importancia, como lo fue fray Pedro, cuya paternidad sobre la obra se afianza si tenemos en cuenta su documentada autoría sobre el di-seño del tabernáculo preexistente, así como su doble condición de tracista de la orden benedictina y maestro mayor del arzobispado de Burgos.

Por el contrario, la supuesta inspiración del sagrario colombiano que muchos de-fienden hoy, repitiendo las tesis de Ezquerra, no debería seguir sosteniéndose, no sólo por motivos estilísticos, sino por imposibilidad cronológica, pues la capilla lebaniega ya se encontraba en construcción en �70� y don Francisco fue nombrado arzobispo de Santa Fe de Bogotá dos años más tarde, dilatándose, además, su toma de posesión hasta �706, momento en el que ya estaba finalizada la capilla del Lignum Crucis.

Como ha puesto de manifiesto I. Cofiño, en esta obra Fray Pedro se mantuvo fiel al principio vitruviano de la concinnitas, llevando a cabo una síntesis barroca en la que alterna los abovedamientos de crucería gótica, en los tramos extremos, con un cimborrio octogonal de ornamentación barroca�6. Esta síntesis a la que J. Gómez define como “Barroco Gótico” se experimentó anteriormente, aunque de modo parcial, en la capilla de San Enrique de la catedral de Burgos (�670-�67�)�7. A partir de la capilla lebaniega la solución se irradió por el norte peninsular, repiti-éndola Bernabé de Hazas en la capilla del Rey Casto de la catedral de Oviedo y, posiblemente, en la capilla del palacio de Elsedo.�8 El propio fray Pedro Martínez mantendría el esquema en otras obras posteriores, como la capilla de Santo Do-mingo en Santo Domingo de Silos�9, la capilla de las Reliquias - o del Cid - del

Central de Monumentos el �6 de Febrero de �84� afirmaba que: Ahora puedo asegurar que el Camarín fue proyectado por Fray Pedro Martínez, que tomó el hábito en San Pedro de Cardeña y poco después hizo el referido proyecto. Dato recogido por Rodrigo Amador de los Ríos en su obra España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia (Santander, �89�, p. 833)�6 Sobre la llegada de las tendencias vitruvianistas a Cantabria y la implantación de la síntesis barroca en los diferentes edificios cántabros véase COFIÑO FERNÁNDEZ, I.: “Los arquitec-tos cántabros y su implicación en la reacción vitruviana contra el Barroco” en II Encuentros de Historia de Cantabria. Santander, �00�, pp. 809-836. �7 GÓMEZ MARTÍNEZ, J.: El gótico español de la Edad Moderna. Bóvedas de crucería. Valla-dolid, �998, pp. ��8-�3�. �8 RAMALLO ASENSIO, G.: El Barroco. Vol. II de Arte asturiano. Gijón, �98�. ARAMBURU-ZABALA HIGUERA, M. A.:”La arquitectura barroca en Cantabria”, Altamira, 48, �989, pp. ��3-�4�. RAMALLO ASENSIO, G.:“Arquitectura barroca religiosa (I): La Catedral de Ovie-do”, en BARÓN, J. (Dir.), El Arte en Asturias a través de sus obras. Oviedo, �996, p. �40. Sobre la participación de Fray Pedro en otras obras asturianas véase también RAMALLO ASENSIO, G.: “Documentación y estudio de la obra realizada por Fray Pedro Martínez de Cardeña en el monasterio de San Pelayo de Oviedo”. Boletín I.D.E.A., �987, pp. �83-�04. DE LA MADRID ÁLVAREZ, V.: “La construcción de la Capilla de Nuestra Señora del Rey Casto y Panteón Real de la catedral de Oviedo”, Liño, 9, �990, pp. 77-�07. �9 PALACIOS PALOMAR, C. J.: Patrimonio artístico y actividad arquitectónica en el monas-terio de Santo Domingo de Silos (1512-1835). �00�, p. �4�.


monasterio de Cardeña�0 y la iglesia del monasterio de San Julián de Samos.�� Las propuestas arquitectónicas de fray Pedro suponen una opción novedosa que se contrapuso conscientemente a los “excesos” del churriguerismo.��

Frente a la afirmación de Ezquerra de que la capilla del Lignum Crucis y el claustro monacal se construyeron entre �7�3 y �7�9 existen diversos documentos que avalan que la capilla ya se hallaba en construcción en �70� y que a ella se apli-caban las limosnas que se recaudaban en diversos puntos de España y América.�3 En concreto en Sevilla se nombró administrador de las limosnas a fray Bernardo Carne-ro, abad del monasterio de San Benito, para que cobrase “todas qualesquiera canti-dades (…) alajas y demas cosas y efectos que inviaren de Indias para este dicho convento de limosnas y en otras qualesquiera forma el Ilmo. Sr. Arzobispo de Santa Fe de Bogota y el predicador fray Isidoro Plaza, monje profeso del Real Monasterio de San Salbador de Oña, que con poder deste dicho convento paso a dicho reyno de Indias a la administración, benefizio y cobranza de las limosnas que se dan para este dicho santuario y todo lo demás que viniere de dho reyno para este dho conben-to...”�4 En este texto parece estar el origen del error de atribución de la capilla del Lignum Crucis a un tal “Maestro Plaza” del que no se conoce obra alguna más��.

�0 IGLESIAS ROUCO, L. S. y ZAPARAÍN YÁÑEZ, M. J.: “El monasterio de San Pedro de Cardeña, centro dinamizador del desarrollo artístico burgalés en los primeros decenios del siglo XVIII. Aportación a su estudio”, Boletín de la Institución Fernán González, ��0, �000/�, p. ��8.�� FOLGAR DE LA CALLE, M. T.:“La iglesia del monasterio de San Julián de Samos”, en Me-moria Artis, Homenaje a María Dolores Vila Jato. Santiago de Compostela, �003, �89-309.�� POLO SÁNCHEZ, J. J.: Arte Barroco en Cantabria. Retablos e imaginería. Santander, �99�, pp. �48-�49. �3 En �70� el prior y los frailes del convento hacen una relación de gastos, entre los que se incluyen las obras de la recién comenzada capilla del Lignum Crucis: Se añade la obra que esta comenzada de la cámara santa para colocar en ella la dicha sacrosanta cruz y demas reliquias, fábrica y obra tan necesaria... A.H.P.C. Secc. Protocolos. Leg. �06�. Ante Fran-cisco de Caviedes, �70�, fols. ��6-��9 vto. y �83-�86 vto; Leg. �066. Ante Francisco de Caviedes, �709, fols. ��-��7 vto., ��0 y �3�. También el claustro de Santo Toribio pudiera ser obra de Fray Pedro Martínez, pues muestra un modelo clasicista muy cercano al del claustro de San Salvador de Oña, cuyo diseño le ha sido atribuido (IGLESIAS ROUCO, L. S. y ZAPARAÍN YÁNEZ, M. J.: “El monasterio de San Pedro de Cardeña, centro dinamizador del desarrollo artístico burgalés en los primeros decenios del siglo XVIII. Aportación a su estudio”, Boletín de la Institución Fernán González, ��0, �000/�, p. ��)�4 A.H.P.C. Secc. Protocolos. Leg. �066. Antre Francisco de Caviedes, fol. �3�. Siguiendo a Ezquerra varios autores atribuyen la autoría de la capilla a un tal “Maestro Plaza” del que se desconoce cualquier otra participación en obra arquitectónica alguna a uno u otro lado del Atlántico. Creemos que Ezquerra malinterpretó un documento recogido por Martín Mínguez según el cual el arzobispo entregó en Indias al Maestro Plaza 16.400 pesos para hacer la Cámara Santa y el órgano… (MARTÍN MÍNGUEZ, B.: De la Cantabria. Santander, �9�4, p. �3�). Este maestro Plaza es, sin duda el monje de San Salvador de Oña que se cita en este texto, llamado Isidoro (A.H.P.C. Secc. Protocolos. Leg. �066. Ante Francisco de Caviedes. Año �709, fol.�3�. Dato inédito aportado por Karen Mazarrasa Mowinckel en la tesis doc-toral que realiza bajo nuestra dirección). �� El error parece proceder de B. MARTÍN MÍNGUEZ quien en su obra De la Cantabria

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Un segundo ejemplo de promoción indiana en Cantabria, en el que se insiste en el uso de la síntesis barroca que acabamos de analizar, está representado por la construcción de la iglesia parroquial de San Martín de Cigüenza. Este templo fue mandado edificar por un oriundo de esta localidad de las Asturias de Santillana, don Juan Antonio Tagle Bracho, personaje que emigró joven al Perú, residiendo en Lima, donde llegó a amasar una considerable fortuna gracias a su dedicación al comercio, llegando a ocupar el cargo de capitán de una de las seis compañías co-merciales de la ciudad. Gracias a su abultado patrimonio pudo costear los gastos que le supusieron en �73� su ingreso en la orden de Calatrava y la concesión, diez años después, del título de primer conde de Casa Tagle de Trasierra.

Conocemos bien el proceso constructivo de la parroquial de Cigüenza gracias a la correspondencia que don Francisco mantuvo con diversos miembros de su familia, en particular con su hermano Juan�6. Según esta documentación epistolar desde finales de �737 don Francisco comenzó a manifestar su voluntad de finan-ciar la sustitución de la vetusta iglesia parroquial de San Martín de Cigüenza por otra más acorde con los tiempos que, además, imitase la estructura de la reciente-mente construida iglesia de las Capuchinas de Lima�7. No obstante, las obras no se comenzaron hasta casi una década después, pues el prior y cabildo de la Colegiata de Santillana, como antiguos patronos de la parroquia, se opusieron a su renovaci-ón. En �746 se decidió iniciar la construcción en un lugar distinto al de la anterior parroquia, en el barrio de la Llosa�8, no finalizándose hasta �768, fecha en la que ya había fallecido el promotor que, por tanto, nunca pudo gozar de la oportunidad de contemplar su fundación, hecho habitual en el patronazgo indiano�9. Los moti-vos de tan dilatado periodo constructivo fueron varios. A la aludida oposición de la colegiata de Santillana se añadieron la tardanza del promotor en el envío de capi-

(Santander, �9�4, p.�3�) afirma que “Este Señor Arzobispo de Santa Fe de Bogotá entregó en Indias al Maestro Plaza 16.400 pesos para hacer la Cámara Santa y el órgano...” Desgra-ciadamente tal error sigue siendo repetido en obras divulgativas. �6 GUERIN, P.: “La Iglesia de Cigüenza y los Tagle-Bracho”, Altamira, �4, �96�-�963, pp. �-��4.�7 La inspiración en la iglesia de las Capuchinas se justifica en una carta enviada por Don Juan Tagle desde Lima en �737 en la que afirma que “...hice tomar medidas de su latitud y ancho con su crucero, y concluida esta diligencia, hallé tener de largo lo suficiente y sobra-do para los pocos vecinos que podrá haber en nuestro lugar, a cuyas medidas y tamaño va la razón adjunta...” Parece tratarse de la iglesia de Jesús María, obra promocionada inicialmen-te por don Nicolás de Ayllón y su mujer (�673), pero que tras sucesivas reconstrucciones fue inaugurada en �9 de Marzo de �7��, gracias a la generosidad de numerosos individuos, entre los que pudo encontrarse el propio don Juan Antonio de Tagle. ANTÚNEZ DE MAYO-LO, S. E.: “Iglesia de Jesús María” en PEÑAPRADO et alii: Lima Precolombina y Virreinal. Lima, �938, pp. �8�-��4; Véase también BERNALES BALLESTEROS, J.: Lima. La ciudad y sus monumentos. Sevilla, �97�, pp. �83, �8�-�83. �8 A.H.P.C. Secc. Protocolos. Leg. �.894. Ante Francisco Antonio Ruiz de Villegas, fols. 34-37; Archivo del Castro, s.f. Documento recogido y citado por I. COFIÑO FERNÁNDEZ en su libro Arquitectura religiosa en Cantabria. 1685-1754 (Las Montañas Bajas del arzobispado de Burgos). Santander, �004, pp. 7� y �38. �9 ORTIZ REAL, J.: Inventario del Patrimonio histórico artístico del Alfoz de Lloredo. Santan-der, �998, pp. �7-��.

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tales y los cambios que se produjeron en el proyecto inicial al pretenderse aumen-tar las proporciones del templo.

A pesar de la recomendación del patrono, la iglesia de Cigüenza no supone una mera traslación de modelos hispanoamericanos a Cantabria, como la historio-grafía regional ha mantenido a menudo30, sino más bien una adaptación en la que se han mantenido algunos elementos planimétricos, como el diseño de cruz latina de brazos poco desarrollados, el empleo de cúpula sobre el crucero o, sobre todo, la presencia de sendas torres a los pies flanqueado la fachada occidental; esquema tan habitual en América como poco infrecuente en Cantabria. Fuera de ello todos los componentes estilísticos del alzado del templo nos remiten a modelos habitua-les en los talleres barrocos regionales, como no podía ser de otro modo, pues el promotor de la obra debió de remitir desde Lima tan sólo un rasguño de la planta de la iglesia de las Capuchinas. El encargado de llevar a cabo la interpretación ar-quitectónica y desarrollar en alzado el modelo remitido debió de ser alguno de los más reputados maestros de cantería activos por entonces en las Asturias de Santilla-na, muy probablemente Francisco Rubín de Columbres, como recientemente ha supuesto I. Cofiño por ser el autor de otras iglesias de estructura clasicista semejan-te, como las parroquiales de Caviedes, Treceño, Roiz o Comillas3�. Asimismo, la compleja y decorativa molduración barroca de las portadas de Cigüenza, que re-mite a motivos serlianos, carece de precedentes limeños3� y, por tanto, ha de deber-se bien a la inspiración que su autor pudo tener de maestros de cantería cántabros precedentes (como Toribio Sánchez de Lamadrid o Francisco de la Herrería Velas-co) o al conocimiento directo del tratado de Serlio.

Un último ejemplo de promoción indiana, esta vez con carácter colectivo, es el que representa la construcción del santuario de Nuestra Señora La Bien Apareci-da, patrona de “La Montaña”. El 30 de noviembre de �697 un rayo arruinó el pri-mitivo santuario, cuyo origen se remontaba a �60�, año en que tuvo lugar el des-cubrimiento milagroso de una pequeña imagen de la Virgen en la ermita de San Marcos de Hoz de Marrón33. La reedificación del primitivo santuario se llevó a

30 CAMPUZANO RUIZ, E.: Arte colonial en Cantabria. Fundación Santillana, �988; CAM-PUZANO RUIZ, E.: Catálogo monumental de Cantabria. T. II. Valles del Saja y del Besaya. Santander, �99�, pp. �04, �0�; CAMPUZANO, E.; ZAMANILLO, F.: Cantabria artística. I Arte religioso. Santander, �980, p. 39; GARCÍA GUINEA, M. A.: Cantabria. Guía artística. Santander, �988, p. ��; GUERIN, P.: Op. Cit. 3� COFIÑO FERNÁNDEZ, I.: Arquitectura religiosa en Cantabria. 1685-1754 (Las Montañas Bajas del arzobispado de Burgos), Santander, �004, pp. 7� y �38. 3� SERLIO, S.: I sette libri dell´architettura. Venezia, ��84. (Ed. facsimil, Oviedo, �986, � vols.) 33 El descubrimiento de la imagen de la Virgen y todos los avatares sufridos por este san-tuario han sido recogidos en la obra de numerosos historiadores y eruditos locales, como LEÓN, J.: Historia de la sagrada imagen de Nuestra Señora Bien Aparecida que se venera en la provincia de Santander. �777. Ed. Habana, �8��; SAINZ DE LOS TERREROS, M.: Breve reseña de los santuarios marianos de la provincia de Santander. Madrid, �906; HUIDOBRO, E.: Noticia histórica de Nuestra Señora Bien Aparecida. Patrona de la Diócesis y Provincia

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cabo gracias a la generosidad de numerosos fieles, con especial protagonismo de don José de Palacio y Villegas, vecino de Limpias que aplicaría todos sus bienes a este fin, procediendo en �70�, una vez agotados los suyos, a solicitar licencia al Rey para recabar limosnas en Indias, lo que hizo hasta su fallecimiento, que le so-brevino en el puerto de Callao de Lima en �730.

Las limosnas se colectaron tanto en el Reino del Perú como en el Virreinato de Nueva España, llegando a calcularse el coste total de la obra el año �74� en unos 40.000 pesos34. Para sufragar esta cantidad se contó, además de con las limosnas remitidas desde América, con la recaudaciones realizadas en los días que se cele-braban las festividades de San Felipe, Santiago y San Antonio, gracias a un permiso especial otorgado en �704 por el rey.3�

El diseño del edificio se encargó a Juan de Rivas Puente, maestro que en opi-nión de J. de León era uno “de los mas escelentes que se conocian en aquella tierra”.36 La ejecución de las obras se encomendaron en �70� al maestro de cante-ría de Hazas de Cesto Antonio de Oceja, con el que colaboraron tres maestros homónimos de su misma localidad, Pedro de Toca (Hano, Solórzano y Carrera, respectivamente). El grueso de las obras estarían finalizadas en �7��, fecha en que se produjo la bendición del templo, aunque posteriormente se llevarían a cabo las capillas, la espadaña y la sacristía.

A partir de �733 se acometió la realización del imprescindible mobiliario litúrgico del templo, especialmente sus retablos, de cuya trascendental importancia para el de-sarrollo del retablo barroco del norte de España ya nos hemos ocupado en anterior ocasión.37 No obstante, entre �749 y �7�� se recaudaron nuevas limosnas en Indias y España para finalizar otras partes fundamentales del templo, como la sacristía.

de Santander, y novena en honor de la misma Excelsa Abogada Principal de la Montaña. Santander, �9�6; BARREDA Y FERRER DE LA VEGA, F.: “Exvotos marineros en santuarios santanderinos. VI: Nuestra Señora La Bien Aparecida, patrona de la Diócesis de Santander”, Altamira, �-3, �9��, pp. �3�-�4�; NISTAL, A.: La Virgen Bien Aparecida, patrona de la Mon-taña. Salamanca, �96�; HONTAÑÓN, R.: “La Virgen Bien Aparecida. Patrona de la Mon-taña”, Revista de Santander para la familia montañesa, ��, Jul.-Sep. �978, pp. �6-37; EALO DE SA, Mª: Historia y arte del santuario de La Bien Aparecida. Santander, �986; GONZÁLEZ ECHEGARAY, Mª C.: Santuarios marianos de Cantabria. Santander, �988, p. 88; Idem: Guía para visitar los santuarios marianos de Cantabria. Madrid, �99�. 34 Nuestra compañera Isabel Cofiño ha localizado en el Archivo Histórico Provincial de Cantabria algunas de las numerosas donaciones que se realizaron desde Nueva España para la construcción de este Santuario entre �703 y �74�. Op. Cit. 3� B.M.S. Secc. Fondos Modernos. Doc. �0, Ms. ��9. EGUARÁS, G.: Colección de documen-tos para la historia de la Provincia de Santander. Años 1865-1867. T. II, pp. 403, 404.36 LEÓN, J.: Historia de la sagrada imagen de Nuestra Señora Bien Aparecida que se venera en la provincia de Santander. �777. Ed. Habana, �8��, p. 87. A pesar de los datos docu-mentales aportados por este autor Isabel Cofiño cree que el Santuario de la Bien Aparecida se vincula estilísticamente con Bernabé de Hazas (Op. Cit.) 37 POLO SÁNCHEZ, J. J.: Arte barroco en Cantabria. Retablos e imaginería. Santander, �99�, pp. �04-��.

�3�� - AtAs do IV Congresso InternACIonAl do BArroCo ÍBero-AmerICAno

El santuario de la Bien Aparecida responde a un modelo tradicional de templo de planta de cruz latina, de única nave, abovedada de crucería, con dos tramos, crucero y presbiterio, tras el que se abre una sacristía poligonal que actúa como camarín de la Virgen, con efecto de transparente. Especial interés reviste su fachada, cuya decidida estética barroca contrasta con los abovedamientos interiores de tradición gótica.

Otros muchos ejemplos de la promoción indiana sobre edificios religiosos de la actual Cantabria tuvieron lugar a lo largo del siglo XVIII; su análisis desbordaría los lí-mites propuestos para nuestra comunicación, por lo que remitimos al lector interesado al cuadro que añadimos como apéndice de nuestro estudio.

Lám. �. Capilla del Lignum Crucis. Santo Toribio de Liébana. Planta. (Luis Alberto Ortiz, arquitecto).

Julio J. Polo Sánchez - �3�3

Lám. 3. Iglesia de San Martín de Ci-güenza (Alfoz de Lloredo). Planta (Isa-bel Cofiño-Julio Polo).

Lám. �. Capilla del Lignum Crucis. Santo Toribio de Liébana. Sección. (Luis Alber-to Ortiz, arquitecto).


Lám. 4. Santuario de Nuestra Señora La Bien Aparecida (Hoz de Marrón). Planta. (I. Cofiño-Julio Polo).

Julio J. Polo Sánchez - �3��

Promoción Indiana De Arquitectura Religiosa En Cantabria (Siglo Xviii) 1

Promotor Fecha Obra Lugar

Juan de la Cuesta Mercadillo Inicios s. XVIII Juan de la Cuesta Mercadillo Liérganes

Sancho Ruiz de Villegas y SantosDías de Terán

Inicios s. XVIII Sancho Ruiz de Villegas y Santos Días de Terán Castillo Pedroso

Antonio y Juan Vélez de las Cuevas �693/�7�� Antonio y Juan Vélez de las Cuevas Las Cuevas (Roiz)

José de la Puente y Peña (Marquésde Villapuente de la Peña)

�699José de la Puente y Peña (Marqués de Villapuentede la Peña)

Santander

Ángel Calderón de la Barca ySantibáñez

c. �700/�730 Ángel Calderón de la Barca y Santibáñez San Martín de Toranzo

Pedro González de Cordero c. �700/�730 Pedro González de Cordero Losvía (Lamadrid)

Francisco Gómez de Otero y Cossío �700 Francisco Gómez de Otero y Cossío Turieno

José de Palacio Villegas �70� José de Palacio Villegas Hoz de Marrón

Juan Fernández �70� Juan Fernández Reocín

Miguel y Manuel de los Ríos �70� Miguel y Manuel de los Ríos Colsa

Juan de Frómesta Ceballos y Villegas �703/�706 Juan de Frómesta Ceballos y Villegas Castañeda

Pedro Sánchez de Tagle, Juan Ruizde Tagle y Antonio de Barreda

�704Pedro Sánchez de Tagle, Juan Ruiz de Tagle yAntonio de Barreda

Santillana del Mar

Francisco González de BedoyaCalderón

�708 Francisco González de Bedoya Calderón Obeso

Juan Díaz de Celis �7�3 Juan Díaz de Celis Gandarilla

Pascual de Estrada Muñoz �7�4 Pascual de Estrada Muñoz Peñacastillo

Francisco Antonio de Argumosa yCeballos

�7�6 Francisco Antonio de Argumosa y Ceballos Zurita

Francisco Fernández de Cos �7�7 Francisco Fernández de Cos Santotís

Antonio de la Vega �7�7 Antonio de la Vega Santander

Cristóbal Calderón Santibáñez �7�4 Cristóbal Calderón SantibáñezSan Vicente deToranzo

Marcos Barreda �7�4 Marcos Barreda Reocín

Cristóbal Calderón �7�� Cristóbal Calderón Aes

José de la Puente y Peña �7�6 José de la Puente y Peña Muriedas

Rodrigo de Cossío y Villota c. �7�8 Rodrigo de Cossío y Villota Tagle

Justo de Volado �7�9 Justo de Volado Peñacastillo

Vicente Torre Tagle �730 Vicente Torre Tagle Comillas

Francisco de Argumosa Calderón �730/�73� Francisco de Argumosa Calderón Vioño

Fernando de la Campa Cos (Condede San Mateo de Valparaíso)

�730Fernando de la Campa Cos (Conde de San Mateode Valparaíso)

Santa Lucía de laCarrera

Bernardo de Caviedes �73� Bernardo de Caviedes Treceño

Santiago Vélez Cuevas �733 Santiago Vélez Cuevas Roiz

Francisco Franco �734 Francisco Franco Vioño

Francisco Antonio Sánchez de Tagle �734 Francisco Antonio Sánchez de Tagle Santillana del Mar

Baltasar Gómez de Roseñada �73� Baltasar Gómez de Roseñada Labarces

Diego de Ceballos Villegas �737 Diego de Ceballos VillegasSan Vicente deToranzo

Francisco de Villanueva y Velasco �737 Francisco de Villanueva y Velasco Zurita

Sebastián de San Juan Gutiérrez delHorno

�738 Sebastián de San Juan Gutiérrez del Horno Treceño

Santos González de Ceballos �738 Santos González de Ceballos Vargas de Toranzo

Sebastián de San Juan �739 Sebastián de San Juan Treceño

José Antonio Gutiérrez de Ceballos �740 José Antonio Gutiérrez de Ceballos Puente Viesgo

Lorenzo de Rugama �740 Lorenzo de Rugama Bárcena de Cicero

Ginés Zorrilla de Rozas �743 Ginés Zorrilla de Rozas Quintana de Soba

Juan Antonio Tagle Bracho �746 Juan Antonio Tagle Bracho Cigüenza

Juan Gutiérrez Rubín de Celis �746 Juan Gutiérrez Rubín de Celis Celis

Antonio Valverde �748 Antonio Valverde Villapresente

Ventura Santelices y Venero �749 Ventura Santelices y Venero Escalante

Francisco Martínez de la Sierra c. �7�0 Francisco Martínez de la Sierra Cerrazo

Conde de Revillagigedo �7�0/�789 Conde de Revillagigedo Los Carabeos

Indiano anónimo �7�� Indiano anónimoSan Vicente deToranzo

Pablo Fernández Calderón �7�� Pablo Fernández Calderón Carmona

Alejandro Antonio Gómez deBarreda y Solar

�7�� Alejandro Antonio Gómez de Barreda y Solar Saro

Francisco Luis de la Riva �7�� Francisco Luis de la Riva Llano

Francisco Cagigal de la Vega �7�3/�7�4 Francisco Cagigal de la Vega (San Felices de Buelna)

Manuel Gómez Corbán de la Vega �7�7 Manuel Gómez Corbán de la Vega Hoz de Anero

Pedro Gutiérrez de Iglesia �764 Pedro Gutiérrez de Iglesia Santander

Jerónimo de Angulo (Conde de SanIsidro)

�777 Jerónimo de Angulo (Conde de San Isidro) Villafría (Retortillo)


�779 Jerónimo de Angulo (Conde de San Isidro) Limpias

Manuel Rodríguez de la Vega �788 Manuel Rodríguez de la Vega Limpias

Fray Antonio de San Miguel �789 Fray Antonio de San MiguelLas Bárcenas deCarriedo

Fray Antonio de San Miguel �790 Fray Antonio de San MiguelSan Román de laLlanilla

Servando Gómez de la Cortina �790/�8�0 Servando Gómez de la Cortina Revilla de Camargo

Enrique de Cossío Rubín �793 Enrique de Cossío Rubín Cosgaya

Antonio Terán �798 Antonio Terán Obeso

José de Bezanilla Fines s. XVIII José de BezanillaSan Mamés(Polaciones)

Anónimo fraile franciscanoFines s. XVIII

Anónimo fraile franciscano Prezanes

Antonio Valverde Real s.a.Reconstrucción de la ermita de Nuestra Señora dela Guarda

Villapresente

Antonio de Obregón y Alcocer s.a.Restauración de la iglesia parroquial y ampliaciónde la ermita de la Magdalena

Llerena de Carriedo










Santander











Santillana del Mar






























































Villapresente


Llerena de Carriedo

Julio J. Polo Sánchez - �3�7

� Los datos aquí reseñados proceden de las siguientes obras: AA. VV.: Los Indianos. El Arte co-lonial en Cantabria. Santander, �993; ARAMBURU-ZABALA, M. A.: Casonas, casas, torres y palacios en Cantabria. Santander, �00�; ARAMBURU - ZABALA, M. A.; LOSADA VAREA, C.; MAZARRASA MOWINCKEL, K.; POLO SÁNCHEZ, J. J.: Catálogo monumental del municipio de Ribamontán al Monte. Santander, �993; ARAMBURU-ZABALA, M. A. (Dir.): Catálogo monumen-tal de las Cuencas del Asón y del Agüera (Cantabria). Santander, �00�.; ARAMBURU-ZABALA, M. A.; LOSADA VAREA, C.; PÉREZ-AGUILERA, A. M.; PORTILLA ARROYO, I.: Catálogo mo-numental del municipio de Escalante. Santander, �997; BARREDA Y FERRER DE LA VEGA, F.: “Exvotos marineros en santuarios santanderinos”, Altamira, �-3, �9��; COFIÑO FERNÁNDEZ, I. y MAZARRASA MOWINCKEL, K.: Ermitas, capillas y santuarios de Cantabria. (En prensa); CO-FIÑO FERNÁNDEZ, I.: Arquitectura religiosa en las Montañas Bajas del arzobispado de Burgos. 1700-1754. Universidad de Cantabria, �00�; COFIÑO FERNÁNDEZ, I.: Arquitectura religiosa en Cantabria. 1685-1754 (Las Montañas Bajas del arzobispado de Burgos). Santander, �004, GOMEZ MARTINEZ, J.: “Adiciones barrocas a la Colegiata de Santillana del Mar”, Altamira, LIII, �998, pp. ��-�48, GOMEZ MARTINEZ, J.: Estudio histórico artístico del municipio de Suances (siglos XVII - XX). El devenir de las formas rústicas en un medio rural. Santander, �99�; GONZÁLEZ ECHE-GARAY, M. C.: Escudos de Cantabria. Asturias de Santillana. Vitoria, �97�, �976, �98� y �983; GONZÁLEZ ECHEGARAY, M. C.: La patrona de México en las Montañas de Santander. México, �973; GONZALEZ ECHEGARAY, M. C.: Toranzo. Datos para la historia y etnografía de un valle montañés. Santander, �974; GONZÁLEZ ECHEGARAY, M. C.: “Limpias en la historia”, Altamira, I, �97�; GONZALEZ ECHEGARAY, M. C.: “Reconstrucción de la ermita de Nuestra Señora de la Paz en Puente Viesgo” en XL Aniversario del C.E.M., Santander, �976, pp. 83-88; GONZÁLEZ ECHEGARAY, M. C.: De Santander a San Luis de Potosí. Santander, �98�; GONZÁLEZ ECHE-GARAY, M. C.: Camargo mil años de historia. Santander, �987; GONZALEZ ECHEGARAY, M. C.: Santuarios marianos de Cantabria. Santander, �988; GONZÁLEZ ECHEGARAY, M. C.: En el corazón de Santander. Fundación e historia de la iglesia de la Compañía. Santander, �000; JADO CANALES, A.: “Don José de la Puente y de la Peña, primer Marqués de Villapuente de la Peña”, en Aportación al estudio de la historia económica de la Montaña. Santander, �9�7, pp. 69�-700; ORTIZ REAL, J.: Inventario histórico artístico del Ayuntamiento de Reocín. Reocín, �99�; ORTIZ REAL, J.: Valdáliga. Historia y documentos. Santander, �997; PEREDA DE LA REGUERA, M.: In-dianos de Cantabria. Santander, �968; POLO SÁNCHEZ, J. J.: “Patronos artísticos en el Barroco de Cantabria: una propuesta para su clasificación” en Actas VII C.E.H.A. Murcia, �99�, pp. 333-33�; POLO SÁNCHEZ, J. J.: “Arte y religiosidad en las “Montañas Bajas” del arzobispado de Burgos: Apuntes para su estudio”. Trasdós, �, �999; POLO SÁNCHEZ, J. J. (Ed.): Catálogo del Patrimonio cultural de Cantabria. 3 vols., Santander, �000, �00� y �00�; POLO SÁNCHEZ, J. J.; ARAMBURU ZABALA, M. A.; GONZÁLEZ ECHEGARAY, M. C.: El valle de Soba. Arte y heráldica. Santander, �99�; PORTILLA ARROYO, I.: Arquitectura rural: Catalogación y estudio de las ermitas campur-rianas. Memoria de licenciatura inédita. Santander, �98�; SÁNCHEZ LANDERAS, J. L.: Historia de la Real Abadía de Santander hoy Municipio de Santa Cruz de Bezana. Santander, �993.









Santander











Santillana del Mar






























































Villapresente


Llerena de Carriedo

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