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    TAYLORISMO, FORDISMO Y ADMINISTRACIN CIENTFICA EN LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ

    Jos Othn Quiroz TrejoProfesor-investigador del Departamento de Sociologa, DCSH , UAM - A

    Introduccin

    sta es una re exin sobre Frederick WinslowTaylor, fundador de la llamada adminis-tracin cient ca, a partir de una investi-gacin que realic sobre la industria automotriz.Relaciono al autor con Henry Ford, pues, ademsde ser ste un continuador del proceso de racio-nalizacin de la produccin que inici Taylor,la industria automotriz utiliz el taylorismo y el

    fordismo como binomio inseparable e ineludibleen la gestin de la produccin y el trabajo en esesector econmico. Fue hasta los aos ochentadel siglo XX cuando, a decir de algunos autores,entr en crisis el taylorismo y dio lugar a nuevasformas ms exibles de administracin del tra-bajo y la produccin. A partir de un recorrido deNorteamrica a Mxico, pretendo histrica yanalticamente rescatar las caractersticas del

    taylorismo y la continuidad de sus inquietudesen los seguidores directos e indirectos de laadministracin cient ca; dar un panorama dela relacin del taylorismo y el fordismo con lagestin y control de la produccin y el trabajo enla industria automotriz y su pervivencia, a pesarde las transformaciones que siguieron a la dca-da de los ochenta del siglo XX , aos en los quecentrar mis re exiones. Cierro el artculo conalgunas acotaciones sobre lo que vino despus.

    Friederick Winslow Taylor y sus aportaciones

    Segn Reinhard Bendix, para el ejercicio de laautoridad en el proceso de produccin, desem-pean un papel fundamental la ideologa engeneral y las ideologas de la direccin en parti-cular (Bendix, 1966:2). Entre las segundas estntodas las ideas sustentadas por o para aquellos

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    que ejercen una autoridad en empresas econ-micas y que tratan de explicar y de justi car esaautoridad (Bendix, 1966:2). Dentro de las ideo-logas directorales que surgen en las industriasmodernas, el autor ubica al taylorismo, cuyo

    origen en un contexto histrico, tcnico-eco-nmico, social y cultural, en el que la religintiene un papel importante en el imaginario so-cial del que abrev Taylor. A partir de 1850, laspredicas de Samuel Smiles en Inglaterra sobre elEvangelio de trabajo y de esperanza gozaronde gran popularidad en EUA durante el periodo desu rpido crecimiento industrial. Smiles prego-naba la necesidad de usar el pensamiento paradesarrollar el carcter y as sobrevivir en unmedio donde slo los ms aptos triunfaban

    (Bendix, 1966:266). Las ideas con un cariz reli-gioso se fueron secularizando y reaparecieron enel movimiento del Nuevo pensamiento (1895-1915), que dei caba al individuo, haca de suscapacidades mentales una emanacin de Diosy conceba el universo como una manifestacinde una esencia vaga, espiritualista y omnipresen-te (Bendix, 1966:271). Estas ideas, trasladadasal terreno de la produccin, generaban consig-nas centradas en las cualidades mentales de losindividuos y sobre cmo usarlas para alcanzarla cima. Ese imaginario impregnado de religio-sidad secularizada y del racionalismo modernoin uy en las pesquisas que Taylor realiz en laindustria.

    Por otro lado, durante los ltimos aos delsiglo XIX y los primeros del XX , la siderurgia ha-ba cobrado gran importancia en los pases msavanzados. Las fusiones con nuevas aleacionespermitan la elaboracin de aceros de mayormaleabilidad y con nuevas propiedades. Estosaceros posibilitaban la produccin de complejosbienes de capital y artculos de consumo durade-ro que revolucionaron la industria metalmecni-ca. La produccin del acero todava era realizadapor obreros con cierta cali cacin, trabajadorescuyo o cio estorbaba el desarrollo del capital y alos cuales haba que sustituir, expropindoles susaber-hacer . La Amalgamated Association of Ironand Steel Workers (AAISW ), uno de los sindicatosms viejos de Estados Unidos y el segundo en n-

    mero de a liados dentro de la American Federa-tion of Labor, fue el blanco del empresario ame-ricano personi cado en Andrew Carnegie, quienen 1892 decidi terminar con los trabajadorescali cados de su planta en Homestead. El 4 de

    abril deca: como la vasta mayora de nuestrosempleados no estn sindicalizados, la rma hadecidido que la minora (los obreros cali cadossindicalizados) debe dar su lugar a la mayora.Estos puestos, por lo tanto, sern necesariamenteno sindicalizados despus de la expiracin delpresente contrato (Lens, 1974:74). Por aquellosaos, Friederik W. Taylor, nacido en 1856, reali-zaba sus experimentos en los talleres de la Mid-vale Company en busca de lo que, en aquellapoca, se haba convertido en la nueva piedra

    losofal de los empresarios: la reduccin deltiempo y de los movimientos de la produccinutilizados en la produccin de cualquier mercan-ca: the one best way taylorista. La coincidenciade estos dos personajes en sus deseos de recom-poner el trabajo en la industria del acero, el unopor la va de la represin directa desatandouna verdadera guerra contra los trabajadores deHomestead y el otro por la va de la aplicacinde la racionalidad cient ca y la transformacintecnolgica al proceso de produccin, era, entreotras cosas, una respuesta empresarial ante losdesafos de la clase obrera. El pensamiento y laaccin de Taylor quien vio frustrada su carrerade abogado por un problema fsico, se convirtien aprendiz y acab siendo ingeniero consultorde industrias, se sustentaron en una expansinsin precedentes de la economa norteamericana,que exiga la reestructuracin de la clase obrera,en particular la del sector de los acereros. Comoel Carnegie de aquellos aos y el Ford en losaos posteriores, F. W. Taylor iba a cumplir supapel de tcnico al servicio del capital. Inclu-so se convirti en un conferencista que recorrisu pas pregonando sus lecciones de adminis-tracin cient ca de manera gratuita. A la larga,sus mtodos seran ms e caces que la burdarepresin empresarial, puesto que, aunque lasbatallas de Carnegie contra los acereros hayantrado como consecuencia que la membresa dela AAISW descendiera de 24 000 trabajadores en

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    1892 a 10 000 en 1894 y 8 000 en 1895 (Lens,1974:88),1 los mtodos de Taylor seran, a largoplazo, ms efectivos y se convertiran en parteineludible de las ideologas directorales en laproduccin durante el siglo XX .

    F. W. Taylor se ocup no solamente de laadministracin de la fuerza de trabajo en la pro-duccin; su racionalismo y sus experimentoslo llevaron a concebir la produccin inmediatacomo una totalidad en la que intervenan la fuer-za de trabajo y los medios de produccin. Noslo cronometr los tiempos y los movimientosdel trabajo vivo en el proceso de laboral, sinoque implement mejoras a las herramientas y lasmaterias primas como el acero, que transformaronlos procesos de su elaboracin y las velocidades

    en su produccin (Friedmann, 1977:98-99). Tay- lor no slo racionaliz los movimientos deltrabajo vivo al reducirlos a su mnima expre-sin, descali c al obrero y lo convirti en elestpido y emtico que en su conformacinmental ha de parecerse ms a un buey que a unhombre (Taylor, 1974:58), como llamaba des-pectivamente a su prototipo de trabajador ideal,sino que expropi elsaber-hacer que posea elobrero mediante acciones que silenciosa y sigi-losamente coadyuvaron a la extincin del obrerode o cio.Entre algunas de las medidas tcnico-polticasque Taylor desarroll tenemos:

    a) La nocin de colaboracionismo de clasesobre la cual se sustentan los sindicatos lla-mados blancos y amarillos. Un da Taylorle contest a un obrero que le dijo que sustcnicas servan para incrementar las ga-nancias del patrn: Usted y yo diferimosabsoluta y radicalmente en algo que ustedparece no comprender. Usted postula enprincipio que la guerra entre obreros y em-presarios es la nica va hacia el xito paralos obreros. Mientras que yo creo con lamisma conviccin, que el camino del xi-to pasa por la colaboracin ms estrecha yms amistosa (Friedmann, 1977:116-117).

    b) La descomposicin del trabajo mediante eluso del cronmetro y las tcnicas de tiem-pos y movimientos, que son la base de losllamados therblings (micromovimientos quedesarrollaron los esposos Gilbreth. Con esa

    desarticulacin del trabajo, Taylor logrromper la base estructural tcnico-social dela organizacin de los obreros de o cio yprofesionales. Este proceso de descali ca-cin pas por las modi caciones a la formade realizar el corte de metales, experimen-to que culmin con transformaciones en laconsistencia del acero y con cambios en lasmquinas-herramientas utilizadas para sucorte, con lo que Taylor lograba separar elsaber-hacer, la ciencia y la tcnica de la cla-

    se obrera, para revertrselas posteriormentecomo tecnologa al servicio del comandodel capital.

    c) Estas modi caciones al proceso de produc-cin inmediato desencadenaron una seriede cambios globales que repercutieron enel proceso de valoracin en su totalidad yrompieron con la antigua organicidad de lostrabajadores, con sus momentos de socia-bilidad fabril y con su antigua cotidianei-dad dentro del proceso de trabajo.

    d) El tiempo productivo para Taylor no conce-ba los tiempos muertos, su obsesin por lacontinuidad en el ujo productivo lo hizoprecursor de la banda de montaje, ya quesu constante bsqueda de racionalizacinde los tiempos y movimientos se convertiraen la nueva religin del empresario y admi-nistrador de principios del siglo XX . Los ca-pitalistas, sus intelectuales y suintelligentsia tcnica buscaran, afanosamente, cerrar losespacios muertos en la produccin.

    e) La separacin entre la teora y la prctica, yentre las labores de direccin y de ejecucin,ser otra de las medidas que Taylor introdu-cira en la industria moderna. Taylor decaque sus investigaciones en la Midvale SteelCo. probaban la importancia de los especia-listas en organizacin cient ca, y a su vezdespreciaba los conocimientos empricos

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    adquiridos por los mecnicos encargados detrabajos repetitivos (Friedmann, 1977:103).

    f) La lucha por el territorio en la sociedad seinicia en la lucha por el territorio en la f-brica. Con Taylor se racionaliza el tiempo

    y el movimiento y, en consecuencia, el es-pacio. El rea de trabajo, la movilidad y elalbedro en la fbrica se vern restringidosa partir del desarrollo de la administracincient ca aplicada a la produccin. El es-pacio de trabajo se convertira en objeto depugnas entre el trabajador asalariado y elcapital, ya que ste buscara a toda costala jeza del obrero en el puesto de trabajo.Esta tendencia, se vera acrecentada a par-tir de Henry Ford, continuador de Taylor e

    introductor de la cadena de montaje en laindustria automotriz. g) Finalmente, el taylorismo desempea un

    doble papel en la descomposicin del tra-bajo en la fbrica, por un lado, cierra lostiempos muertos de la produccin al dismi-nuir la cantidad de trabajo contenido en lamercanca y, por el otro, mediante el uso delcronmetro y la aplicacin de las tcnicasde tiempos y movimientos, descompone yrecompone las tareas y, con ellas, el saber-hacer y el ejercicio obrero sobre los tiemposvivos para el trabajador, muertos para el ca-pital. El proceso de reduccin de los tiem-pos y movimientos a su mnima expresinalcanz su nivel ms alto con Frank BunkerGilbreth, quien desarroll experimentos so-bre los micromovimientos, a los que llamtherbligs palabra formada con las letrasde su apellido al revs. Contemporneode Taylor, preocupado por los tiemposmuertos y el ahorro de tiempo de trabajomediante la simpli cacin y reduccin demovimientos a su mnima expresin, Gil-breth y su esposa utilizaron una cmara decine, luces estroboscpicas y conectaronfocos a las manos y articulaciones de losdedos de los trabajadores para proyectar enuna pantalla sus movimientos y tomar sustiempos y medir distancias, con la intencinde eliminar los movimientos innecesarios.

    Este complejo mtodo fue bautizado con elnombre de Cronociclogr co (Thickett,1978:97-107). Con sus incursiones, Gilbrethmarca el inicio de lo que ms tarde sern loscon ictos laborales en procesos de trabajo

    miniaturizados (Goldhaber, 1980:9-32).Con la generalizacin del taylorismo en todas

    sus manifestaciones, se deteriora la importanciaestratgico-productiva del obrero profesional. Elsigni cado poltico de los tiempos y movimien-tos como expresin acabada de la subsuncinreal del trabajo y ejercicio del poder por partedel comando empresarial en la fbrica se re ejaen que se reducen los tiempos muertos: comoposibles tiempos de autovaloracin proletaria,

    utilizados para descansos breves en la jornadadiaria de trabajo o para la viva pltica organi-zativa por parte del trabajador. Con la jacinal puesto de trabajo se limit la movilidad quepermita la comunicacin entre los trabajadores,que igual poda servir para organizar sus luchaso para tener un respiro momentneo frente al tra-bajo repetitivo.

    El taylorismo de Henry Ford

    Henry Ford nace en 1863, se convierte en conti-nuador de la obra de F. W. Taylor y en un puen-te generacional entre el empresario liberal y elque surge de la crisis del librecambismo. En susdiscursos vislumbraba las preocupaciones delWelfare State keynesiano, pero desde la pticadel empresario privado.2 Ford aplicara a su ma-nera los principios tayloristas sobre el procesolaboral de la industria automotriz, sobre todo elprincipio de cerrar los poros de la produccinpara eliminar trabajo innecesario y producir enserie al menor costo posible.3

    Junto a las necesidades estrictamente econ-micas, una parte de las propuestas de Carnegie,Taylor, Ford y un sinnmero de empresarios yprofesionistas buscaba controlar y limitar la in-subordinacin de los trabajadores y su tendenciaa mantener un saber tcnico-productivo sobre elque sustentaban su rebelda y su capacidad decontratacin. Con el uso de la cadena de monta-

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    je, Henry Ford reestructurara el proceso de tra-bajo en una industria como la automotriz, dondeel lmite tcnico del ensamble representaba unserio obstculo para la continuidad en la pro-duccin. Ford desarroll varias medidas tcnico-

    econmicas en torno al control de la produccindel auto; la aplicacin de la cadena de montajefue slo una de ellas y, tal vez, la ms conocida. Enresumen, sus tcnicas aplicadas a la produccin,y las formas como ejerci su ideologa directoralen la fbrica y en la sociedad extrafabril, fueronlas siguientes:

    a) A diferencia de Taylor, Henry Ford fund susistema en el de pago de altos salarios y en laproduccin masiva. Los altos salarios tenan

    para l dos nalidades: la adecuacin delos trabajadores a la nueva organizacin deltrabajo menos cali cado, montono yrepetitivo, y, al mismo tiempo, la amplia-cin del mercado del automvil, incluyendoa sus propios obreros como consumido-res potenciales, lo que signi caba un usodel salario como inversin. Ford deca: lademanda no crea; debe ser creada (Fried-mann, 1977:131).

    b) Henry Ford conceba la produccin comoun ciclo que una todos los momentos quela integraban produccin, circulacin,distribucin y consumo. Debido a ello,tendi a organizar y controlar las condicio-nes de la produccin y reproduccin de lafuerza de trabajo. Por eso procuraba con-trolar no slo la vida del trabajador en lafbrica, sino tambin su existencia fuera deella: su tiempo libre.

    c) Como buen racionalizador cient co deoperaciones y conocedor de la dinmica

    de la produccin, Henry Ford emprenderauna verdadera batalla contra la movilidad delobrero en la fbrica y la discontinuidad en-tre las operaciones. Como Taylor, jara alobrero al puesto de trabajo y le restringi-ra al mximo su rea de operacin. A esterespecto, Ford a rmaba que cada metrocuadrado produce gastos que es necesarioreducir. A cada hombre y a cada mquina

    se le da hasta la ltima pulgada de espacionecesaria, pero ni una, o en todo caso ni unpie cuadrado, de ms: nuestros talleres noson jardines pblicos, declaraba (Fried-mann, 1977:146-147).

    d) Henry Ford lograra la desarticulacin deltrabajo mediante la introduccin de la ca-dena de montaje en el ensamble del auto,al crear con ello un ejrcito de trabajadoresdescali cados o especialistas en una solatarea; un contingente de obreros destinadosa repetir la misma operacin; obreros per-tenecientes al nuevo artesanado fordiano(Friedmann, 1977:146-147).

    La aplicacin de la cadena de montaje4 a la

    industria del ensamble de vehculos automoto-res fue resultado de un largo proceso; todas lastransformaciones fordianas hechas a la organiza-cin de la produccin fueron resultado de largosaos de experimentacin. La desarticulacin deltrabajo en las plantas Ford se desarroll entre losaos de 1903 a 1914. Ese periodo se convirtien un trazo temporal formado por una sucesininde nida de medidas, que apuntaban hacia elcontrol y una disciplina impuestos por la cadenade montaje que despus extendera su dominioa la sociedad.En 1903 las plantas Ford an utilizaban el ser-vicio de mecnicos verstiles, que se movan alo largo de la ruta del ensamble como mecni-cos globales y que seguan a pie los pasos en laelaboracin del auto, desde el armado del chasishasta la terminacin del producto. Para el aode 1908, el obrero ensamblador ya no tena quedejar su puesto de trabajo para hacer viajes a losalmacenes y proveerse de herramientas, los ayu-dantes colocados a su lado desempeaban esalabor. Entre 1908 y 1909, Henry Ford y su socio

    James Couzens decidieron contratar los serviciosde Walter W. Flanders para que modernizarael proceso de fabricacin de las ensambladorasFord. Fue l quien las provey con el equipo ymaquinaria esenciales para iniciar la produccinen masa que, en 1909 alcanz el nmero de 10mil autos producidos. Al ao siguiente comenza operar la planta de Highland Park con tcnicas

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    aprendidas de Flanders y otros adelantos desa-rrollados por Ford y Couzens. Sin embargo, elproblema de la desorganizacin de los depar-tamentos conectados a la lnea nal todava noestaba resuelto (Sward, 1975:32-33).

    El primer paso rme hacia la racionalizacinde la produccin en la Ford consisti en la me-dida taylorista de dividir, hasta sus unidades mspequeas, cada operacin mecnica requeridapara la produccin de un automvil. A conti-nuacin fue necesario acomodar mquinas yhombres en lneas continuas y paralelas, de talmanera que el trabajo uyera de mquina a m-quina con las menores interrupciones posiblesy en una sucesin lgica (Sward, 1975:34). Elprincipio que guiaba las transformaciones en la

    planta de Highland Park era el de la bsqueda demayor continuidad en el proceso de produccin,sin embargo, los trabajadores y las piezas por en-samblar todava tenan que transitar de banco enbanco. En 1910, para evitar estos movimientosse colocaron planos inclinados entre cada puestode trabajo para que la pieza, por s sola, circularahacia la siguiente operacin, lo cual aument laproductividad en los departamentos productoresde partes que estaban conectados a la lnea nal(Sward, 1975:34).

    Los nuevos mtodos fueron aplicados a to-dos los departamentos alimentadores de la lnea

    nal. Haba llegado la hora de reorganizar elensamble, y fue en 1913 cuando el ensamble es-tacionario fue modi cado. El rudimentario m-todo consista en colocar 60 chasises en la y, allado, en una lnea paralela, se colocaban las ca-rroceras sobre burros de madera esperando a sermontadas. Mientras tanto, los equipos de obrerosrealizaban sus tareas sobre los 60 chasises; habaequipos colocadores de ejes, de motores, de llan-tas, etc. Cada equipo era seguido por un grupode ayudantes que los provean de herramientasy piezas. Como podemos observar, la novedo-sa tcnica todava resultaba bastante arcaica. Enese ao fueron contratados los servicios de C. W.Avery y William Klann, tcnicos que le daran alproceso de fabricacin Ford sus toques de niti-vos. El binomio Avery-Klann comenz por apli-

    car el principio de llevar el trabajo al hombre,dndole movilidad a las lneas alimentadorasde ensamble de motores, ejes y magnetos. Losresultados fueron magn cos, pero a pocas se-manas del cambio, la descompensacin entre la

    velocidad de los departamentos y la lentitud delpropio ensamble nal se hizo mani esta (Sward,1975:35). Todo el verano de 1913 se experimen-taron nuevos cambios, hasta que se utiliz unarudimentaria cadena de montaje que logr unensamble nal en movimiento. Simultneamen-te los autos eran abordados por los obreros quese encargaban de vestir colocar vestiduras ypartes externas del auto y darle el toque nal alas unidades. Fue hasta el 14 de enero de 1914,cuando se utiliz una cadena de montaje auto-

    mtica, y poco ms tarde se us el transportadorareo para proveer de partes a los trabajadoresde lnea nal. El fordismo haba completado suprimera transformacin importante al proceso detrabajo del automvil (Sward, 1975:37).

    La respuesta obrera comenz a a orar desde1910, despus de las primeras transformacionesimportantes en la organizacin de la produc-cin. Los trabajadores estadunidenses, ante lamodernizacin, haban mantenido su resistenciapese a la represin explcita al estilo de algu-nos empresarios, como Carnegie, o la implcita,detonada a partir de Taylor. Sectores importan-tes de la clase obrera americana se negaban adesempear el papel de conejillo de Indias anteaquel frreo bloque que formaban la ciencia ylas mquinas de los empresarios y al servicio destos. Las transformaciones que surgieron entre1909 y 1913, produjeron formas de resistenciay rechazo, veladas y silenciosas, pero numero-sas, como el ausentismo, que se acentu a partirde 1913. En ese ao la desercin de la fuerza detrabajo de las plantas Ford lleg a 380% (Ford,1922:126-130). El notable crecimiento en la di-visin del trabajo y la proliferacin de los super-visores hicieron del trabajo en la Ford una tareavaca y repetitiva; era tan grande el disgusto antela nueva organizacin de la produccin que, en1913, cada vez que la compaa deseaba aadir100 trabajadores a su personal de fbrica, era ne-

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    cesario contratar 963 previendo la inminentedesercin de 863 (Sward, 1975:49). Mientrastanto, gran parte de las ganancias fordistas eranreinvertidas en compras de maquinaria, de talmanera que cada da era mayor la importancia

    del capital constante en relacin con el capitalvariable los salarios pagados: se incremen-taba la composicin orgnica de capital.

    En estas condiciones, en 1913 arribaron loswobblies, sindicalistas revolucionarios y orga-nizadores obreros miembros de la InternationalWorkers of the World. Comenzaron a repartir susperidicos Solidarity y The emancipator , don-de llamaban a Henry Ford elRey de la veloci-dad , y a sus empresas, las fbricas de sudor, einvitaban a los trabajadores a organizarse en

    un gran sindicato one big union (Sward,1975:51). Ante estas amenazas y los efectos eco-nmicos negativos que traan el ausentismo y elturn over para las plantas Ford, Couzens el so-cio de Henry Ford concibi la poltica de loscinco dlares al da , que fue anunciada el 5 deenero de 1914 como un acto de desinteresadohumanitarismo. En realidad, este aumento porencima de lo que otras ensambladoras pagaban,representaba un esfuerzo para adaptar a los tra-bajadores a los nuevos mtodos de organizacindel trabajo (Sward, 1975:52). Esta poltica, ade-ms de retener a los trabajadores dentro de lasempresas Ford, a la larga represent una medidade regulacin del crecimiento capitalista quese adelantaba al keynesinismo al tomar al sa-lario como una inversin; el incremento en sumonto garantizara, adems de la paz laboral ysocial, un mercado ms amplio para los autosFord. Era una propuesta que ligaba la produccina la reproduccin, la organizacin de la fbrica ala sociedad, la produccin con el consumo.

    El deseo de extender el poder y la autoridaddel centro de trabajo a la sociedad por parte deHenry Ford no par ah, sus deseos de organi-zar y plani car la sociedad a partir de la fbricalo llevaron a realizar actividades como la crea-cin de una planta que se convirti en enclaveindustrial y cuyos alrededores se convirtieron enun company town ; la construccin de un hospi-

    tal y la edicin de un peridico, cuyo redactortuvo grandes discusiones y di cultades con Ford,debido a que no pudo cumplir con la exigenciafordista de aplicar la lnea de ensamble a la pre-paracin de las noticias (Sward, 1975:141).

    La intervencin de Ford en la vida de los obre-ros dentro de la fbrica y el control sobre la pro-duccin lleg a sus lmites durante la crisis, entre1929 y 1943. Harry Bennet, del Departamentode Servicios, hizo de las fbricas de Ford verda-deros espacios de autoritarismo empresarial y pe-netr en la vida privada del obrero a travs de losmiembros de su extrao departamento, el cualtuvo funciones de polica de fbrica. El Departa-mento de Servicios estaba formado por ex juga-dores de futbol americano, corredores de pista y

    campo, boxeadores y ex marinos, como lo fue elpropio Bennett (Sward, 1975:291-293). Algunasfunciones de este grupo paramilitar enquistadodentro de las plantas Ford, eran el espionaje, lapropalacin de la intriga, la represin directa delos trabajadores rebeldes dentro y fuera de la f-brica e, incluso, el asesinato. Carl Brooks, uno desus miembros, lleg a ser jefe de la polica de laciudad de Dearborn en 1929 (Sward, 1975:156),llevando as a la sociedad sus tcnicas de controly represin aprendidas dentro de la fbrica.

    Henry Ford siempre haba pensado la sociedadcomo un todo subordinado a la produccin. Paraeste industrial los momentos de produccin, cir-culacin, distribucin y consumo estaban nti-mamente interrelacionados. En consecuencia, lavida del obrero deba ser plani cada y contro-lada dentro y fuera de la empresa. Controlar lareproduccin de la fuerza de trabajo, sus con-diciones de vida y su ocio fueron una verdaderaobsesin para este continuador del taylorismo yHarry Bennet fue su mejor vehculo, el discpuloque aprendi y aplic las enseanzas del otroFord, aquel que slo en la intimidad de la pro-duccin poda ser conocido, el moderno empre-sario autoritario. Harry Bennet fue el personajeidneo para una crisis, llev la represin y elcontrol a todas las esferas de la vida de los traba- jadores. Antonio Gramsci apuntaba en America-nismo y fordismo, donde analizaba el taylorismo

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    y el fordismo como expresiones de la racionalidadsociopoltica desde la produccin, que tendan aconvertirse en fuente y parte de las formas mo-dernas de ejercer la poltica en Estados Unidos.Taylorismo, racionalizacin y fordismo eran,

    para Gramsci, mtodos de adaptacin de la vidaextrafabril a la disciplina y el comando empre-sarial de la fbrica, que abarcaban incluso larelacin entre la sexualidad y el trabajo. Sobre eltema, escribi:

    la crisis [de la relacin entre las costumbres y lasnuevas formas de trabajo] se torn ms violenta[] por el hecho de que ha tocado todos los es-tratos de la poblacin y entr en con icto con lasnecesidades de los nuevos mtodos de trabajo que

    mientras tanto se venan imponiendo (taylorismoy racionalizacin en general). Estos nuevos mto-dos exigan una rgida disciplina de los instintossexuales (del sistema nervioso), es decir, una con-solidacin de la familia en sentido amplio (node esta o aquella forma del sistema familiar), dela reglamentacin y estabilidad de las relacionessexuales (Gramsci, 1975:299).5

    Mediante la intervencin de Harry Bennet, laFord Motor Company pas del control en la es-

    fera de la produccin inmediata por medio delcdigo fabril, al control de la circulacin, del con- sumo y de la vida cotidiana del trabajador. En1930, en las fbricas de Ford se expidi un edic-to que prohiba, bajo amenaza de despido, beberalcohol en pblico o en privado; por otro lado,se lleg al lmite de investigar qu marca de au-tos compraban los obreros de las plantas Ford, ya recomendarles que, de usar marcas ajenas,stas fueran sustituidas por un auto Ford. Esta si-tuacin gener una acusacin del Wall Street Jo-urnal sobre las llamadas ventas forzadas de laFord Motor Company (Sward, 1975:314). HenryFord parti de la racionalizacin y del incremen-to de la productividad en el proceso de trabajode inspiracin y origen taylorista y, desde all,pretendi organizar la sociedad en concordan-cia con las caractersticas de la organizacin dela produccin de sus plantas.

    Taylorismo en la industria automotrizen Mxico, 1974-1982

    En Mxico hace falta una investigacin que rastreelos orgenes de la implantacin del taylorismo.Una cosa es cierta, las plantas ensambladoras deautos que llegaron al pas a travs de la inver-sin extranjera y como parte de los procesos deinternacionalizacin del capital, hoy conocidoscomo globalizacin, trajeron consigo instalacio-nes, equipo y formas de organizacin y gestinde la produccin como el taylorismo y el fordis-mo. Si bien las matrices de las multinacionalesen el pasado no enviaban las fases ms avanza-das de sus procesos productivos, en las dcadasrecientes esa situacin ha cambiado. Durante los

    aos ochenta haba tres tipos de plantas auto-motrices en Mxico, clasi cadas de acuerdo conel ao de su construccin y ciclo o fase tcni-co-econmica en los que se incrustaban:1) lasplantas del ciclo de inicio y consolidacin de laindustria automotriz en el pas, que se instalaronentre 1930 y 1954; 2) las del ciclo del desarro-llo estabilizador, que llegaron en la dcada delos sesenta, y las del ciclo de descentralizacin yexportacin, que se instalaron entre 1970 y 1985(Quiroz, 2004:92). En el periodo que abarca esta

    ltima fase, coexistan diferentes tecnologas yformas de gestin del trabajo y de la produccin.El arribo de sus procesos productivos ya no fuecomo en el pasado. Las plantas del ciclo msreciente llegaron con tecnologas y formas deorganizacin del trabajo de punta, similares a lasque se instalaban en Estados Unidos y Canad. Apesar de la diversidad de sus antigedades, equi-pos y tcnicas de administracin del trabajo,durante el periodo de 1970-1985, en las plantasdel sector que combinaban tecnologas de los

    tres ciclos productivos mencionados, con susrespectivas adecuaciones a la realidad produc-tiva del pas, predominaban el taylorismo y elfordismo.

    Una encuesta realizada por la Facultad deContadura y Administracin sobre el taylorismoy el uso de las tcnicas de tiempo y movimientosen las empresas Chrysler de Mxico; Ford Mo-tor Company, S.A.; General Motors de Mxico;

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    Crisis, transformaciones y capacidad deadaptacin del taylorismo y el fordismo

    En los aos ochenta del siglo XX , algunos autorespensaban que haba continuidad entre tayloris-mo y fordismo, posicin que comparto. Otrosiban ms all y le impriman a la historia de lasideologas directorales o formas de adminis-tracin cient ca de la produccin y el trabajouna forzada evolucin lineal, cayendo en cier-to determinismo y en una visin teleolgica deldesarrollo de la organizacin de la produccin.Siguiendo el curso de estos razonamientos, cual-quier modi cacin en la organizacin del traba- jo en la fbrica se tendra por prevista o comoconsecuencia lgica de un proceso lineal, del

    cual surgiran un neotaylorismo y un neofordis-mo (Aglietta, 1979:99). Sin negar la importanciade aportaciones de Taylor y Ford que llegan a te-ner el rango de principios inherentes a cualquierorganizacin del trabajo contemporneo, en sudesarrollo ulterior hay rupturas, discontinuidadesy retrocesos. Taylorismo, fordismo o cualquierotra forma de gestin de la produccin, involu-cran clases, estratos o grupos de estatus; repre-sentan verdaderas relaciones sociales complejasy, por lo tanto, son contradictorias y sus acciones

    no son unilaterales o rectilneas, estn sujetas alos bamboleos, frenos, retrocesos, avances yrupturas que les impone el enfrentamiento en elcon icto de clases a nivel fabril, la competenciaentre los propios empresarios, las naciones o lapresencia de factores ajenos al propio procesode produccin.

    En las dcadas de los sesenta y setenta, elausentismo, el sabotaje y elturn-over sumade acciones individuales no convenidas colec-tivamente y en ocasiones sin premeditacin,

    representaron una muestra del rechazo socialal taylorismo, forzaron la renovada re exin ypusieron en crisis la administracin cient ca,como deca Pino Ferraris en los aos ochenta:

    En momentos econmicamente crticos y en fa-ses de alta con ictualidad social, el gobierno deltrabajo recupera su centralidad obligando a lasdisciplinas universales a movilizarse. Esto legiti-

    ma hablar de crisis de la civilizacin, n de unapoca, declinacin de la tica protestante deltrabajo. Aparece as la contradiccin de la coinci- dencia de marginalidad y centralidad del gobiernodel trabajo en esta sociedad. La fase actual de

    crisis del taylorismo representa precisamenteuno de estos momentos en que la cuestin de laorganizacin del trabajo ya no es controlable conlas categoras del scienti c management y correel riesgo de ser con ada al tratamiento de unaespecie de losofa (Ferraris, 1980:1).

    El taylorismo dio lugar a un cuerpo de tcnicasque surgieron y se desarrollaron en momentoshistricos determinados. Desde 1914 se inicila batalla contra los excesos del taylorismo y

    el fordismo. El ciclo de luchas se inaugur enEstados Unidos con el ausentismo laboral y elturn over . Ms tarde, espordicamente, al sabo-taje y al ausentismo se uniran los paros y lashuelgas salvajes: taylorismo y fordismo estabansiendo cuestionados. En los aos treinta surgenpropuestas reformadoras en la administracinde la produccin. Se reinici el desarrollo de lapsicologa industrial, cuyo promotor inicial, H.Munstemberg, haba aplicado la psicologa a losprocesos de seleccin de personal entre los tra-

    bajadores de plantas productoras de motores yentre las operadoras de telfonos a principios delsiglo XX . Posteriormente, Elton Mayo ampli eluso de la psicologa y la introdujo directamenteen el proceso de produccin. Ante el rechazoobrero al trabajo taylorista y fordizado, Mayo,en sus primeros estudios, buscaba resolver el pro-blema de la alta rotacin de personal (turn over )en una fbrica de la industria textil de Filadel adurante 1923. Dicha rotacin era un re ejo deldescontento no expreso contra el lado negativode la administracin cient ca del trabajo. La so-lucin a esta cuestin fue la introduccin de laspausas de descanso. Ms tarde, en la WesternElectric Company, Mayo realiz experimentosque lo llevaron a concluir que se poda aumen-tar la productividad sin modi car o aumentar elcapital constante. Elton Mayo enfoc sus modi-

    caciones al proceso laboral, centrndose en lostrabajadores y sus necesidades subjetivas, con-

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    virtindose en el principal precursor de las lla-madas relaciones humanas (Mayo, 1972).

    Por aquellos aos (1923-1933), Mary ParkerFollet elaboraba sus tesis sobre el papel del Esta-do en la administracin de la sociedad, el con-

    icto constructivo, el liderazgo no autocrticoy el control y la plani cacin del con icto. Sulema fue: la nalidad del control no es confron-tarse a una situacin explosiva, sino crear unasituacin sin explosividad (Mills, 1978:253). Ensus re exiones estn presentes los esbozos de loque sera Estado-plan que surgi con la crisis de1929 y que Keynes coadyuv a construir. Losaos treinta fueron los aos del New Deal ameri-cano, del Plan Sexenal en Mxico, de los PlanesQuinquenales en laURSS . Fueron los aos de la

    transformacin mundial del Estado capitalista,el laissez-faire haba quedado temporalmenteatrs. La organizacin del trabajo y la produc-cin se modi caron, y en poco tiempo el obre-ro masi cado surgido del capitalismo de masas,uniformado y mvil comenz a desestabilizar laproduccin. Las huelgas salvajes de la industriaautomotriz norteamericana en 1956 inauguraronun nuevo ciclo de luchas proletarias. En esas ba-tallas, los obreros de la lnea de montaje pasaronpor encima de sus sindicatos burocratizados, lu-charon por aumentos salariales, contra la velo-cidad de la cadena y pusieron por primera vezen jaque la era del taylorismo. Los obreros dela Renault en el 68 francs, los automotrices ymetalmecnicos en el caliente otoo italiano de1969, los metalrgicos del ABC paulista en Bra-sil, y los metalmecnicos y obreros de las ensam-bladoras en el Cordobazo argentino, mostrabanen conjunto, entre otras cosas, el rechazo a la ra-cionalizacin taylorista y fordiana aplicada a lasimpli cacin, divisin y aceleracin del ritmode trabajo en las ensambladoras, y algo ms.

    A manera de conclusin

    A partir de los aos ochenta vino la reestructu-racin del comando empresarial en los centroslaborales y, con ella, los despidos, la relocali-zacin de las fbricas, su trasformacin internay la proliferacin de nuevas formas de gestin

    y administracin de la produccin. A la derrotade esa clase obrera masi cada, estandarizada,taylorizada, le siguieron los debates acadmi-cos sobre el postfordismo y el postaylorismo. Enel mundo y en Mxico se criticaron las visiones

    y crticas obreristas del taylorismo y el fordis-mo, por unilaterales, deductivas y escatolgicas,anunciando el surgimiento de nuevas formas degestin: toyotismo, job enrichment, just in time ,crculos de calidad y un largo etctera. Los estu-dios de caso que pretendan superar las genera-lidades de investigaciones del pasado inmediatocayeron en la singularidad extrema, obreristasy cient cos reiniciaron bsquedas paralelas dede niciones precisas de trminos y neologismos;o re exiones sobre las nociones o conceptos que

    sustituiran el taylorismo y el fordismo, comonuevas categoras predominantes 7 que re ejaranlos todos parciales de los estudios de caso. Segan en el conocimiento de las partes, se perdien las referencias al todo. Sin darnos cuenta, nosalienamos en discusiones acadmicas mientras,afuera del campus, la exibilidad cuestionaba larigidez del taylorismo, pero ste no desaparecadel todo.

    Segn la investigadora Elodie Sgal, en lasre exiones actuales sobre el tema hay dos ver-tientes. Unos plantean que hay una pluralidady mezcla de modelos productivos dominantes;otros, que el taylorismo todava domina la or-ganizacin del trabajo (Sgal, 2010:1). Por otrolado, la misma autora expresa, a partir de suspesquisas en 20 empresas multinacionales, quesurge un modelo neofordista que ejerce un im-pacto directo sobre la gestin de los recursoshumanos (Sgal, 2010:1). En suma, las islas deproduccin parecan ser una superacin de ladivisin del trabajo taylorista en la cadena pro-ductiva fordiana, y sin embargo la cadena demontaje reapareca en los equipos autnomosde ensamble de autos. La realidad contempor-nea super algunas limitaciones del taylorismo yel fordismo, pero estos, como la racionalizacinmisma, aunque posmoderna, no desaparecieron.Como no desaparece la extraccin de plusvala.El taylorismo, como el dinosaurio del cuento deAugusto Monterroso, aunque han pasado mu-

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    chos aos, todava est ah, dentro de la fbricao en la organizacin y administracin del trabajode servicios o, incluso, del posmoderno traba- jo inmaterial. Ni el taylorismo ni el fordismo hanmuerto, slo se reciclan, subsumen y combinan

    con otras formas de organizacin y gestin de laproduccin.

    Notas1 Aunque el autor menciona que las ganan-

    cias de la Carnegie Steel Co. en 17 aos seelevaron de 27 000 000 a 1 060 000 000 dedlares, hay que tomar en cuenta que estaempresa fue la primera en usar en EUA la tec-nologa Bessemer.

    2 Henry Ford antecede a Mary Parker Follet ya John Maynard Keynes cuando pugna poruna produccin y un consumo de masas enel que participe el mayor nmero de perso-nas. Busca medidas generales que permitanlimitar las contradicciones de clase a travsde un control por parte del empresario priva-do del ciclo produccin-reproduccin. Losplanteamientos del reconocimiento del con-

    icto y de la crisis regulada sern retomadospor Mary P. Follet y John M. Keynes, sloque ellos depositarn en el Estado las funcio-nes de plani cacin y regulacin del cicloglobal del capital (Mills, 1978:247-254).

    3 La in uencia de Taylor entre los tcnicos ydueos de empresas industriales era un he-cho. Taylor haba estado en Detroit en 1909dando conferencias a tcnicos de la empre-sa automotriz Packard Motor Car Co. En1914 retorn a la capital mundial del autopor invitacin del Bur Local de Comercio,y su audiencia const de 600 capataces y

    superintendentes trados todos de las fbri-cas automotrices de la regin (Friedmann,1977:126).

    4 Antes de que la Ford utilizara la cadena demontaje, las empacadoras de carne de Chi-cago usaban una cadena continua area enla lnea de desensamble o desmontajede cortes y piezas de animales (Sward, Keith,1975:37).

    5 Los contenidos del parntesis son extradosdel propio Gramsci, redactados por m paradar continuidad a la idea de la cita.

    6 El estudio no contiene informacin sobreDina (empresa que antes funcionaba a Die-

    sel Nacional y a Renault Mexicana), debidoa que, en el momento de la encuesta (1974),la empresa se encontraba en huelga. Decualquier manera, a partir de fuentes alterna-tivas se comprueba la utilizacin de tcnicastayloristas en esta empresa.

    7 Un hallazgo relacionado con este tema sur-gi de una larga pltica con un economistaindustrial incrustado en una planta de la Ge-neral Motors hoy desaparecida, quien, entreotras cosas y con otras palabras, me dijo: En

    la produccin no nos detenemos a de nirpuntualmente si es taylorista, fordista, pos-taylorista o posfordista. Las necesidades dela produccin requieren de su combinacin.No hay fbricas ni departamentos puramen-te fordistas, o puramente toyotistas, o nica-mente tayloristas. Lo nuevo no desplaza a loviejo si no hay una razn econmica quelo amerite, si lo viejo sigue siendo rentable,se combina con lo nuevo igualmente renta-ble (Espinosa, 1994).

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