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9 Cómo citar este artículo: Torres Osorio, Pedro Antonio y Rivera López, Luciano (2012), “El sector agroindustrial del departa- mento de Risaralda durante el periodo 1991-2008”, en Revista Memorias, vol. 10, núm. 18, pp. 9-20. 1 Artículo de investigación resultado del proyecto de investiga- ción “Comportamiento del sector agroindustrial en el marco de las cadenas productivas del departamento del Risaralda durante el periodo 1991-2008”, financiado en el 2010 por el Comité Nacional para el Desarrollo de la Investigación (Co- nadi) de la Universidad Cooperativa de Colombia, realizado por el grupo de investigación “Desarrollo Disciplinar” de la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Pereira. * Economista de la Universidad de Manizales. Magíster en Educación-Docencia de la Universidad de Manizales. Pro- fesor del Programa de Administración de Empresas de la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Pereira. Profe- sor catedrático de la Universidad Tecnológica de Pereira. Correo electrónico: [email protected] ** Ingeniero electricista de la Universidad Tecnológica de Pe- reira. Especialista en Informática y Telemática de la Funda- ción Universitaria del Área Andina. Profesor del Programa de Administración de Empresas de la Universidad Coo- perativa de Colombia, sede Pereira. Correo electrónico: [email protected] Abstract Introduction: This paper provides and analyzes informa- tion on the behavior of the agroindustry sector, concern- ing production chains, in the department of Risaralda. Methodology: This is a qualitative and descriptive study, in which two semi-structured interviews were applied to several public and private officials related to agro- industry from each municipality. Results: Agroindus- try has difficulties in establishing its structure due to high production costs, the limitations in the access of small producers to the middle and upper levels of the chain, and the presence of an oligopsony (a small group of buyers acquires the production, thus becoming the intermediaries of the market). Conclusions: The struc- ture of the agroindustry sector requires the generation of new and improved public policies that allow an equi- table and democratic participation of all the stakehold- ers and strengthen systemic competitiveness, so that all the links of the production chain may obtain maximum benefits. Keywords: agroindustry, production chains, cluster, sys- temic competitiveness, vertical integration. Resumen Introducción: el artículo ofrece y analiza información sobre el comportamiento del sector agroindustrial en el marco de las cadenas productivas del departamento de Risaral- da. Metodología: estudio cualitativo-descriptivo en el que se realizaron dos cuestionarios semiestructurados a varios funcionarios públicos y a empresarios vinculados con el sector agroindustrial en cada municipio. Resultados: el sector agroindustrial tiene dificultades para su estructu- ración por los altos costos de la producción, el acceso li- mitado de los pequeños productores a los niveles medios y altos de la cadena, y la presencia de oligopsonios (grupo pequeño de compradores de la producción que se con- vierten en los intermediarios del mercado). Conclusiones: la estructuración del sector agroindustrial requiere la ge- neración de nuevas y mejores políticas públicas que per- mitan la participación equitativa y democrática de todos los actores y fortalezcan a su vez la competitividad sisté- mica, para que todos los eslabones obtengan el máximo beneficio dentro de la cadena. Palabras clave: agroindustria, cadenas productivas, clús- ter, competitividad sistémica, integración vertical. Pedro Antonio Torres Osorio * Luciano Rivera López ** Presentado: 13 de febrero del 2012 Aprobado: 30 de abril del 2012 The agroindustry sector in the department of Risaralda during the 1991-2008 period El sector agroindustrial del departamento de Risaralda durante el periodo 1991-2008 1

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Cómo citar este artículo: Torres Osorio, Pedro Antonio y Rivera López, Luciano (2012), “El sector agroindustrial del departa-mento de Risaralda durante el periodo 1991-2008”, en Revista Memorias, vol. 10, núm. 18, pp. 9-20.1 Artículo de investigación resultado del proyecto de investiga-

ción “Comportamiento del sector agroindustrial en el marco de las cadenas productivas del departamento del Risaralda durante el periodo 1991-2008”, financiado en el 2010 por el Comité Nacional para el Desarrollo de la Investigación (Co-nadi) de la Universidad Cooperativa de Colombia, realizado por el grupo de investigación “Desarrollo Disciplinar” de la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Pereira.

* Economista de la Universidad de Manizales. Magíster en Educación-Docencia de la Universidad de Manizales. Pro-fesor del Programa de Administración de Empresas de la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Pereira. Profe-sor catedrático de la Universidad Tecnológica de Pereira. Correo electrónico: [email protected]

** Ingeniero electricista de la Universidad Tecnológica de Pe-reira. Especialista en Informática y Telemática de la Funda-ción Universitaria del Área Andina. Profesor del Programa de Administración de Empresas de la Universidad Coo-perativa de Colombia, sede Pereira. Correo electrónico: [email protected]

Abstract

Introduction: This paper provides and analyzes informa-tion on the behavior of the agroindustry sector, concern-ing production chains, in the department of Risaralda. Methodology: This is a qualitative and descriptive study, in which two semi-structured interviews were applied to several public and private officials related to agro-industry from each municipality. Results: Agroindus-try has difficulties in establishing its structure due to high production costs, the limitations in the access of small producers to the middle and upper levels of the chain, and the presence of an oligopsony (a small group of buyers acquires the production, thus becoming the intermediaries of the market). Conclusions: The struc-ture of the agroindustry sector requires the generation of new and improved public policies that allow an equi-table and democratic participation of all the stakehold-ers and strengthen systemic competitiveness, so that all the links of the production chain may obtain maximum benefits.

Keywords: agroindustry, production chains, cluster, sys-temic competitiveness, vertical integration.

Resumen

Introducción: el artículo ofrece y analiza información sobre el comportamiento del sector agroindustrial en el marco de las cadenas productivas del departamento de Risaral-da. Metodología: estudio cualitativo-descriptivo en el que se realizaron dos cuestionarios semiestructurados a varios funcionarios públicos y a empresarios vinculados con el sector agroindustrial en cada municipio. Resultados: el sector agroindustrial tiene dificultades para su estructu-ración por los altos costos de la producción, el acceso li-mitado de los pequeños productores a los niveles medios y altos de la cadena, y la presencia de oligopsonios (grupo pequeño de compradores de la producción que se con-vierten en los intermediarios del mercado). Conclusiones: la estructuración del sector agroindustrial requiere la ge-neración de nuevas y mejores políticas públicas que per-mitan la participación equitativa y democrática de todos los actores y fortalezcan a su vez la competitividad sisté-mica, para que todos los eslabones obtengan el máximo beneficio dentro de la cadena.

Palabras clave: agroindustria, cadenas productivas, clús-ter, competitividad sistémica, integración vertical.

Pedro Antonio Torres Osorio* Luciano Rivera López**

Presentado: 13 de febrero del 2012 Aprobado: 30 de abril del 2012

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El sector agroindustrial del departamento de Risaralda durante el periodo 1991-2008

Introducción

En Colombia, la Ley 811 del 26 de junio del 2003 define las cadenas productivas como “el conjunto de actividades que se articu-

lan técnica y económicamente desde el inicio de la producción y elaboración de un producto agro-pecuario hasta su comercialización final”. La ca-dena puede ser conformada de común acuerdo —a nivel nacional, zonal o regional— por los em-presarios, los gremios y las organizaciones más representativos tanto de la producción agrícola, pecuaria, forestal, acuícola y pesquera, como de la transformación, la comercialización y la distribución, y de los proveedores de servicios e insumos.

La constitución de una cadena debidamente estructurada exige que sus integrantes celebren acuerdos que contengan como mínimo los si-guientes aspectos:

• Mejora de la productividad y competitividad.

• Desarrollo del mercado de bienes y factores de la cadena.

• Disminución de los costos de transacción en-tre los distintos agentes de la cadena.

• Desarrollo de alianzas estratégicas de diferente tipo.

• Mejora de la información entre los agentes de la cadena.

• Vinculación de los pequeños productores y empresarios a la cadena.

• Manejo de recursos naturales y medio ambiente.

• Formación de recursos humanos, investiga-ción y desarrollo tecnológico.

De acuerdo con la Ley 811 del 2003, el objetivo de las cadenas formula la consolidación de las ac-tividades económicas regionales que respondan a una vocación natural y permitan generar un impacto positivo sobre el crecimiento, mediante

estrategias de asociación, desarrollo empresarial y solidaridad, que conduzcan a la construcción de equidad social y estabilidad económica.

En este contexto, el departamento de Risaral-da asume las cadenas productivas como el centro de la estrategia para su reactivación económica y social, y las concibe como etapa previa para la pos-terior conformación de clúster regionales, perti-nentes con las tendencias económicas nacionales e internacionales y la potencia para la moderni-zación del aparato productivo local.

Para este fin, se han definido 17 cadenas pro-ductivas agrupadas en tres frentes, así:

• Cuatro en proyectos de interés nacional.

• Ocho en proyectos de interés regional.

• Cinco en proyectos de interés local.

Las ramas implicadas en dichas cadenas son: alimentos, madera y muebles; confecciones, eléc-trica y electrónica; cuero y calzado, y metalmecá-nica (Gaviria, 2009, p. 26).

Referentes teóricos

Teniendo como referencia los enfoques de políti-ca regional, en el accionar de las diferentes admi-nistraciones departamentales han predominado los enfoques de oferta con amplia presencia de instrumentos orientados a mejorar la producti-vidad y la eficiencia económica general, como la incubación, la promoción de la innovación, la capacitación y la educación. Sin embargo, en algunos casos también se ha recurrido a la inver-sión pública en infraestructura como estrategia central, caso específico del plan “El desarrollo al servicio de la gente”.

Durante el gobierno departamental 1998-2000, la estrategia de oferta estuvo acompañada por un esfuerzo de movilización de factores endógenos, especialmente a través de la promoción de la cooperación interempresarial e interinstitucional.

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Asimismo, el plan “Revolución pública con resul-tados” planteó como estrategia básica el desa-rrollo endógeno, a partir del cual se destacan las “causas internas” que afectan la competitividad y la productividad de las empresas; sin embargo, la falta de claridad sobre dichas causas no permitió desarrollar una estrategia que fortaleciera las ca-denas productivas.

En las políticas de desarrollo municipales, la actuación pública ha tenido un carácter más de política de gobierno que de política de Estado, y se ha orientado especialmente al ofrecimiento de incentivos tributarios con el fin de hacer más atractiva la inversión nacional e internacional. De igual manera, el plan de desarrollo 2004-2007 “Trabajando unidos con la gente y para la gente”, considera en su programa “Paga inver-tir en Pereira” la reducción de trámites para la creación de empresas (Gaviria, 2009, p. 29).

La estrategia departamental de apoyo a las cadenas productivas y con relación al Plan de Desarrollo de Pereira 1998-2000, definió como elemento central para el desarrollo productivo la identificación de cadenas productivas con miras a apoyar su consolidación por medio del forta-lecimiento de la zona industrial, incluyendo la creación de una zona franca y un parque tecnoló-gico, la capacitación de recursos humanos para la adaptación y adopción de paquetes tecnológicos, y la promoción de la investigación, la innovación y el desarrollo.

Sin embargo, para los pequeños agricultores y la agroindustria2 rural, los retos son todavía mayores: el acceso a tecnología, crédito, tierra, conocimiento sobre los mercados, capacitación

2 En esta investigación se entenderá por agroindustria toda actividad que implique procesamiento, beneficios o trans-formaciones de productos generados por los subsectores agrícola, pecuario, forestal y pesquero, destinados a sa-tisfacer las demandas reales del mercado dentro de una cadena productiva.

en gestión empresarial y organización, son ele-mentos que requieren una gran presencia del Estado, pues el mercado no resuelve estos pro-blemas para las economías campesinas.

Si bien es cierto que el Estado se puede redu-cir en algunas actividades productivas, aunque no en todas, en el caso de las economías campe-sinas debe aumentar sus ámbitos de acción para crear las condiciones que sustenten pequeñas empresas agroindustriales viables en el mercado y con tamaños de escala que les permitan com-petir. También es importante tener en cuenta que no todas las economías campesinas pueden participar en estos procesos, pues aquellas muy atrasadas o alejadas de centros de consumo ten-drán muchas dificultades para generar núcleos de acumulación agroindustriales, aún con la ayuda del Estado.

Batalha (1999, p. 36) afirma que el estudio de las cadenas productivas debe hacerse desde un enfoque mesoanalítico, entendiendo este como un “análisis estructural y funcional de los sub-sistemas y de sus interdependencias dentro de un sistema integrado”.

Los diversos enfoques que estudian las cade-nas productivas se sustentan en la teoría de sis-temas, según la cual

una cadena productiva puede ser considerada un sistema, y la etapa industrial, como uno de los sub-sistemas que lo integran; también suele entender-se como una relación de acuerdos o contratos de comercialización entre productor y comerciante. Pueden ser simples (entre dos partes o en una lí-nea secuencial de procesos), o complejas (con la participación variada de agentes).

Desde otro punto de vista, las cadenas produc-tivas están conformadas tanto por diferentes ac-tores sociales, como por grupos de actores sociales involucrados en los diferentes eslabones de una cadena productiva, que son a su vez interactivos, proveedores de servicios e insumos, industrias de

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procesamiento y transformación, distribución y comercialización, además de consumidores fina-les del producto y los subproductos de la cadena.

En el proceso productivo (y los correspondien-tes conflictos) es necesario considerar las interac-ciones de los diferentes intereses y las limitaciones de los diversos actores sociales, que radican en los campos de las ciencias biológicas, sociales y económicas. La teoría de los sistemas y el enfo-que sistémico son los elementos que unen estas diferentes áreas del conocimiento. Los conceptos de cadenas productivas agropecuarias y sistemas productivos son derivados directamente del enfo-que sistémico.

El marco conceptual para el estudio de las cadenas productivas se deriva de tres abordajes teóricos: el enfoque sistémico; la visión de mer-cado de tecnologías, y la segmentación de mer-cados y la visión prospectiva. En este trabajo se hace referencia al enfoque sistémico, dejando los demás abordajes para futuras investigaciones.

El enfoque sistémico en las cadenas productivas

En este enfoque, el sistema más amplio es deno-minado negocio agrícola (conjunto de operaciones de producción, procesamiento, almacenamiento, distribución y comercialización de insumos y pro-ductos agropecuarios y agroforestales, incluyendo servicios de apoyo, asistencia técnica y créditos), complejo agroindustrial, o agrobusiness, compues-to por muchas cadenas productivas o subsistemas del negocio agrícola (Davis y Goldberg, 1967).

Para el Departamento Nacional de Planeación (dnp), el “eslabón” corresponde a un conjunto de productos relativamente homogéneos, en cuanto a sus características técnicas de producción: ma-terias primas comunes, usos finales o intermedios comunes y tecnologías productivas similares, y la “cadena productiva” se concibe como un conjunto

de eslabones vinculados entre sí por relaciones de tipo proveedor-cliente-proveedor. Vista en su con-junto, una cadena productiva comprende desde los bienes primarios, su transformación en bienes intermedios, otros bienes intermedios originados en una cadena productiva diferente, hasta los bie-nes finales.

La cadena productiva es un concepto que pro-viene de la escuela de la planeación estratégica, según la cual, la competitividad de una empre-sa se explica no solo a partir de sus característi-cas internas organizacionales o micro, sino que también está determinada por factores externos asociados con su entorno. En tal sentido, las rela-ciones con los proveedores, el Estado, los clientes y los distribuidores, entre otros, generan estímulos y permiten sinergias que facilitan la creación de ventajas competitivas. Así, la cadena productiva puede definirse como “un conjunto estructurado de procesos de producción que tiene en común un mismo mercado y en el que las características técnico-productivas de cada eslabón afectan la eficiencia y productividad de la producción en su conjunto” (dnp, 1998, citado en Onudi, 2004, p. 25).

La figura 1 ilustra una típica cadena produc-tiva agrícola con sus principales grupos de ac-tores sociales y flujos: consumidor, mayoristas y minoristas, procesamiento y transformación, fincas y proveedores de insumos.

Cadenaproductiva

Procesamientoy

transformaciónFincasMayoristas y

minoristas

Proveedoresde insumos

Consumidor

Figura 1. Cadena productiva agrícolaFuente: los autores

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Estos grupos de actores sociales se encuen-tran asociados con un ambiente institucional (leyes, normas, organizaciones normativas) y a un ambiente organizacional (organizaciones de gobierno, de crédito) que, en conjunto, ejercen influencia sobre todos los grupos de actores so-ciales de la cadena.

El clúster, como estrategia de gestión genera-dora de mayor nivel de competitividad, se con-vierte en el punto más alto de aspiración de las Agendas Regionales. De acuerdo con la Organi-zación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), los clúster son aglomeraciones geográficas de “empresas que producen y venden productos relacionados o complementarios, por lo cual tienen retos y oportunidades comunes”.

La concentración geográfica da lugar a la ge-neración de economías de aglomeración y exter-nalidades que hacen viable la especialización de ciertas compañías en la provisión de insumos, maquinaria, servicios y provisión de infraes-tructura especializada para un grupo determi-nado de empresas dedicadas a una actividad similar. Según Porter (1998, p. 78), tal especiali-zación se extiende verticalmente hacia adelante en los canales de distribución y los clientes (de una misma cadena de valor), y horizontalmente hacia los productores de bienes o servicios com-plementarios (para diferentes cadenas de valor).

Los clúster resultan ser de gran utilidad en el diseño de políticas de desarrollo productivo en el ámbito local y regional, y en particular de aquellas políticas orientadas hacia el fortale-cimiento competitivo de la pequeña y media-na empresa (en las que se encuentra el sector de agroindustria), por medio de estrategias de innovación y cooperación entre firmas. Según Machado (1991, p. 68), la agroindustria es una actividad económica que combina básicamen-te el proceso productivo agrícola con el indus-trial para producir alimentos o materias primas

destinados a un mercado y dentro de una ope-ración rentable. En dicho proceso, la agricultura y la agroindustria pueden alcanzar integracio-nes verticales u horizontales y llegar hasta la integración con los procesos de comercializa-ción y provisión de insumos. En el caso de la agroindustria, y de acuerdo con Machado, la in-tegración horizontal se entiende como un meca-nismo en el que los agricultores están dentro de la agroindustria pero no como propietarios de la empresa agroindustrial, sino como suministra-dores de materias primas por vías contractua-les, y la integración vertical se entiende como la completa centralización y coordinación del proceso de decisión por medio de la propiedad única de las empresas en las diferentes etapas de producción y distribución, e incluye arreglos contractuales mediante los que se da la acepta-ción temporal de obligaciones mutuas por parte de negocios independientes. La esencia de la in-tegración vertical radica en la coordinación de actividades conexas tanto en la producción del bien final como en la concentración, bajo un po-der decisorio unificado de las diversas fases de la producción de alimentos.

La competitividad en las cadenas productivas

En este contexto, Colombia ha avanzado en la creación de cadenas agroindustriales entre las cuales se destacan las siguientes: caucho; tabaco; forestal (maderas); agroalimentarias como azú-car y confitería; café e instantáneos; leche y sus derivados; carne y subproductos; oleaginosas y aceites; cereales, avicultura y porcicultura; trigo y molinera; arroz y piladoras; maíz y avicultu-ra; vino y frutas como la uva; hortalizas como el tomate fresco y procesado; papa; plátano; pisci-cultura de cachama, tilapia y trucha; cacao y ela-borados; chocolates y confitería; panela y pulpas de fruta para la elaboración de jugos.

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La creación y constitución de estas empresas ha contribuido al aumento de las exportaciones en general, y ha dado algunos avances en los métodos de producción, como la presencia de economías de escala y la aplicación de métodos administrati-vos modernos. Algunos factores que han permiti-do su desarrollo son los procesos de urbanización que aumentan la demanda, los cambios en los há-bitos de consumo, la inserción en mercados más amplios (nacionales e internacionales), y la aplica-ción de tic y de procesos logísticos más eficientes.

La competitividad en Risaralda

La estrategia de competitividad de Risaralda se centra en el Partenón de Competitividad, en el cual se establecen estrategias coherentes con la visión Colombia 2032, que busca una trans-formación en cuatro frentes: salto en la produc-tividad y el empleo; sectores de clase mundial; formalización laboral y empresarial, y ciencia, tecnología e innovación. Asimismo, guarda co-herencia con los planteamientos realizados por el Sistema Nacional de Competitividad y esta-blece los objetivos estratégicos sobre los cuales se cimienta su desarrollo.

En lo que respecta al fortalecimiento de secto-res estratégicos, el departamento de Risaralda ha desarrollado varios ejercicios con el fin de deter-minar la vocación de este, entre los que se cuenta la Agenda Interna, que determinó once posibles sectores estratégicos, entre los que se encuentra la agroindustria.

La agroindustria, además de ser una de las apuestas estratégicas del departamento, tam-bién se considera el sector más sensible a los procesos y esquemas de integración económica, lo que implica la apertura de fronteras para el intercambio comercial inherentes a las econo-mías competitivas. Lo anterior requiere una po-lítica clara que permita a los productores no solo asumir este proceso de transición que demanda

transformaciones profundas, sino también sa-car el máximo provecho del presente escenario de intercambio comercial internacional (Gober-nación de Risaralda, Plan Regional de Competi-tividad, 2008, p. 123).

Frente a la expectativa de aumentar la compe-titividad en las cadenas productivas relacionadas con la agroindustria, se reconoce la importancia del modelo de integración vertical propuesto por Williamson (1999), el cual tiene un impacto im-portante sobre las variables de gestión del sec-tor, entre las que se destacan el conocimiento, la especialización flexible, la globalización, el posicionamiento económico de los sistemas re-gionales de producción industrial y la raciona-lidad en el manejo de los recursos, entre otras, que dieron origen a las políticas regionales de industrialización.

En este orden, Helmsing (1999, p. 34) denomina estas políticas como de primera, segunda y tercera generación. En las de primera, se incluye al Estado como actor principal del desarrollo de las cadenas; las políticas de segunda generación se orientan hacia las acciones de las firmas y la cooperación entre ellas, mientras que las de tercera generación enfatizan en la competitividad sistémica. Las po-líticas de tercera generación enfatizan en la im-portancia de las condiciones básicas, las cuales no solo se refieren al marco macroeconómico, sino también a un conjunto de acciones del nivel meso (sectorial y local) reforzando la competitividad de los sistemas regionales de producción.

La competitividad sistémica mencionada por Helmsing es una variante teórica del enfoque de competitividad inicialmente propuesto por Por-ter en los años ochenta, y surge a partir de algu-nos trabajos realizados por Esser et al. (1996) para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Según esta aproximación, la ge-neración de ventajas competitivas surge a partir de una interacción compleja y dinámica entre el

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nivel micro ya mencionado, y otros tres niveles, a saber: el meso, que corresponde al conjunto de políticas de apoyo específico lideradas por el Es-tado y los actores sociales; el nivel macro, repre-sentado por el conjunto de políticas y condiciones macroeconómicas, y el nivel meta, que sintetiza el conjunto de comportamientos y normas que rigen lo jurídico, lo político y lo económico, por medio de la interacción e integración de diferen-tes actores sociales. Así pues, la competitividad sistémica pone de relieve que la configuración de ventajas competitivas en la organización obede-ce al patrón organizativo de la sociedad como un todo, que emerge de la interacción sistémica de los cuatro niveles ya señalados.

La aplicación de ciertas partes del enfoque de integración vertical en algunos eslabones de las cadenas agroindustriales del país ha mejorado el comportamiento de estas; se destaca el creci-miento en la producción de flores (28%), frutas (7,5%), plátano (8%), banano (7,8%), yuca (9,7%), tabaco (39,7%), papa (3,3%) y cacao (15,6%). Tam-bién sobresale el buen desempeño de produc-tos pecuarios como el pollo (3,7%), los huevos (5,6%), el ganado porcino (19,1%) y la silvicultura (16,3%) (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, 2005). Para el mismo periodo, el compor-tamiento de la producción agrícola en Risaralda, sin contar el café, fue muy significativa, según se aprecia en la tabla 1.

Tabla 1. Producción en toneladas de los principales cultivos en Risaralda, 2005 (sin contar café)

Cultivos transitorios

Producto Producción (toneladas)

Porcentaje (%)

Fríjol 592 7,03

Maíz tecnificado 5.877 69,75

Maíz tradicional 1.624 19,27

Sorgo 245 2,91

Soya 88 1,04

Total cultivos transitorios 8.426 100

Cultivos permanentes

Arracacha 420 0,26

Cacao 383 0,24

Azúcar 35.261 21,82

Caña panelera 20.213 12,51

Fique 83 0,05

Plátano 94.428 58,42

Yuca 10.848 6,71

Total cultivos permanentes 161.636 100

Total cultivos transitorios y permanentes 170.062

Fuente: dnp - Dirección de Desarrollo Rural Sostenible con base en evaluaciones agropecuarias de la urpa3 y la Umata.4 Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural - Dirección de Política Sectorial - Grupo Sistemas de Información

3 Unidad Regional de Planificación Agropecuaria.4 Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria.

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La Agenda Interna para la productividad y la competitividad de Risaralda para la agroindustria, determinó incrementar los esfuerzos tanto públi-cos como privados hacia los siguientes productos:

• Caña: panela y alcoholes industriales.

• Productos para los mercados verdes naciona-les e internacionales.

• Flores tropicales y follajes.

• Cafés especiales.

• Frutas: mora y lulo.

• Plantaciones forestales industriales: pulpa, ma-dera aserrada y productos a base de madera.

• Producción forestal comunitaria con especies maderables valiosas: nogal cafetero, guayacán amarillo, guayacán lila y cedro rosado.

• Guadua.

• Plátano.

Risaralda, por su parte, mantiene la expectati-va de fortalecimiento y crecimiento de las cadenas productivas, específicamente en la textil-confec-ciones hacia el 2017, ya que, como parte de la Eco-rregión (región que comprende el Eje Cafetero, noroccidente del Tolima y norte del Valle), estará satisfaciendo la necesidad de vestirse bien, con calidad, entrega oportuna y bajo precio, a un mercado internacional equivalente a US$120 mi-llones al año.

Desde la visión de la Agenda Regional para la Competitividad y la Productividad, se alcanzará una participación del 0,15% de las exportaciones totales de Colombia hacia Estados Unidos de la cadena textil-confecciones y se duplicará la par-ticipación en las exportaciones a la Región Andi-na. Para el mismo periodo, Risaralda será líder nacional en la producción y comercialización de productos para mercados verdes, con un 80% de su producción destinada al mercado nacional y un 20% al mercado internacional (Departamen-to Nacional de Planeación, 2007).

Metodología

La investigación es de carácter descriptivo, ya que se analiza el comportamiento de las cadenas productivas agroindustriales del departamento de Risaralda durante el periodo 1991-2008.

La población fuente de información son los empresarios y funcionarios públicos pertene-cientes al sector agroindustrial del departamento. La fuente de información primaria corresponde a dos cuestionarios semiestructurados, uno de las cuales fue realizado a 15 funcionarios públicos pertenecientes a las Umata, a las urpa y a la Secre-taría de Desarrollo Agropecuario de Risaralda, y el otro se aplicó a 20 empresarios (en su mayoría pequeñas empresas),5 escogidos aleatoriamente. Se utilizó la escala Licker y las respuestas fueron procesadas en el programa Excel, y se tabularon según la calificación de 0 - 4.

En los dos cuestionarios se formularon pre-guntas acerca del desarrollo tecnológico; el mercado regional, nacional e internacional; el tipo de integración empresarial; el uso de tic; las políticas de desarrollo regional; la partici-pación en asociaciones gremiales; las políticas públicas de apoyo al sector agroindustrial; la participación en redes y la competitividad de las empresas del sector.

Las preguntas orientadoras de los cuestiona-rios surgen de las conclusiones de diversos fo-ros sobre el tema de investigación, en los cuales se dejan planteados los aspectos a mejorar en las cadenas productivas del departamento de Risaralda.

5 Según la Ley 590 para el fomento de la micro, pequeña y mediana empresa, en Colombia la pequeña empresa tie-ne entre 11 y 50 trabajadores, y Activos totales mayores a 501 y menores a 5.001 salarios mínimos mensuales legales vigentes.

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Resultados

Tabla 2. Aspectos relacionados con la competitividad del sector

Pregunta Valoración

¿Considera que en el departamento existe una visión de desarrollo pertinente con la visión regional, nacional e internacional? 2,2

¿Considera que el empresario es bien aceptado en el sector público y gremial? 2,9

¿Cree que los esfuerzos que hacen los empresarios por el desarrollo son suficientes? 2,1

¿Considera que existe un conocimiento exacto de los factores claves para el desarrollo regional? 2,0

¿Considera que el capital social acumulado es suficiente para que el sector agroindustrial sea competitivo? 2,0

¿Es clara la preocupación por la formación en gestión empresarial a todos los eslabones de la cadena? 2,0

Total 2,20

Fuente: los autores

Los factores claves para el desarrollo regional deben discutirse con más sentido crítico y ajus-tarlos a las tendencias de desarrollo del país y del mundo. Los actores expresan que para poder ser competitivos en el sector agroindustrial, los esfuer-zos de los empresarios tienen que ser complemen-tados con los esfuerzos del gobierno. Se observa que los actores de los distintos eslabones de la cade-na agroindustrial perciben que el nivel de competi-tividad del sector apenas supera el 50%.

Según la información que presenta la tabla 2, se observa que, dada la baja preocupación por la formación empresarial en algunos eslabones de la cadena, no todos están preparados para desa-rrollar una gestión adecuada; los más beneficia-dos son aquellos que tienen amplia formación empresarial. Se observa que los actores de los distintos eslabones de la cadena agroindustrial perciben que el nivel de competitividad del sec-tor apenas supera el 50%.

Tabla 3. Interacción del sector con otras organizaciones

Pregunta Valoración

¿Existe una adecuada organización del sector agroindustrial en el departamento de Risaralda? 2,8

¿Existen mecanismos adecuados para la negociación interempresarial? 2,7

¿La comunicación entre los distintos eslabones de la cadena agroindustrial es fluida? 2,3

¿La colaboración entre los eslabones de la cadena es adecuada? 2,8

¿Los actores del sector están preparados para atender problemas macroeconómicos? 2,0

¿La comunicación entre las empresas y el sector público es pertinente? 2,8

¿El sector recibe apoyo permanente de la academia? 2,7

Total 2,58

Fuente: los autores

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El sector agroindustrial del departamento de Risaralda durante el periodo 1991-2008

De acuerdo con la información de la tabla 3, los actores de las empresas agroindustriales ven como muy positiva la interacción entre las organizacio-nes; sin embargo, creen que los mecanismos que permitan este objetivo deben profundizarse mucho más. Asimismo se sienten amenazados por las va-riaciones macroeconómicas como el desempleo, el tipo de interés y la revaluación del peso, que les disminuye los ingresos. Además, consideran que la

academia debe hacer un esfuerzo grande para arti-cularse con el sector, ya que la gran mayoría de sus programas no contemplan la agroindustria como un eje de enseñanza. Destacan el trabajo de pro-moción por parte del gobierno pero afirman que no existen políticas públicas locales que los incentive a ganar más en el ranking de competitividad. Algu-nos empresarios descartan la asociatividad como factor de crecimiento y desarrollo del sector.

Tabla 4. Relación del sector agroindustrial con el gobierno departamental y nacional

Pregunta Valoración

¿En los municipios existen funcionarios con la formación académica y empresarial suficientes para formular políticas públicas que incentiven el sector agroindustrial? 2,0

¿La coordinación entre los entes públicos para fortalecer el desarrollo del sector es adecuada? 2,5

¿El sector tiene suficiente apoyo por parte de las instituciones gubernamentales? 2,8

¿Existe apoyo decidido del gobierno para el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas del sector? 2,7

¿En los municipios se crean condiciones favorables para la constitución y el desarrollo de empresas agroindustriales? 2,8

Total 2,56

Fuente: los autores

Según la información de la tabla 4, el Estado debe mantener políticas públicas coherentes que permitan a los empresarios y demás actores de las cadenas desarrollar su actividad sin contratiem-pos. El gobierno debe seleccionar con los mejores criterios a los funcionarios encargados de la promo-ción empresarial, pues los empresarios consideran

que este factor rezaga la actividad en los munici-pios y no permite la inserción competitiva de los agricultores a los eslabones más competitivos de la cadena. Ellos (empresarios y otros actores) ven po-sitivamente los avances en políticas del Ministerio de Agricultura con respecto al fortalecimiento de las Mypimes del sector.

Tabla 5. Aspectos relacionados con la productividad del sector

Pregunta Valoración¿Considera que las empresas del sector agroindustrial son productivas? 2,5¿Considera que los proveedores apoyan el desarrollo y crecimiento de las empresas? 3,2¿Considera que la innovación permanente en procesos, productos y servicios es adecuada? 2,9En cuanto a la estructura de costos, ¿considera que las empresas del sector son sostenibles? 2,3¿Los empresarios conocen perfectamente las estructuras de mercado que predominan en el sector? 2,5¿Considera que las empresas del sector se integran verticalmente? 2,0En cuanto a desarrollo tecnológico, ¿qué puntaje le daría usted a la situación actual de las empresas del sector? 2,7

¿Considera que es adecuado el manejo de tic para la conectividad de las empresas? 2,6Total 2,58

Fuente: los autores

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Pedro Antonio Torres Osorio - Luciano Rivera López

De acuerdo con la información registrada en la tabla 5, los actores manifiestan que existen barreras tanto de tipo administrativo como técnico para pro-mover la integración vertical. Es común encontrar eslabones que colocan condiciones discriminato-rias para que otros se puedan articular gozando de mejores beneficios. Aunque la innovación es considerada una política prioritaria, muchos de los eslabones tienen dificultades de tipo financiero, de conocimiento y de gestión para lograrlo.

La reconversión tecnológica es considerada como un obstáculo para aumentar la productivi-dad. Debido a los altos costos de esta variable, la mayoría de las empresas todavía son intensivas en mano de obra, lo que incrementa los costos y disminuye los índices de rentabilidad, ya que los precios no pueden salirse de la línea de mercado.

En cuanto al manejo de las tic, solo los esla-bones de transformación y distribución pueden acceder a ellas, es decir que los primeros eslabo-nes (fincas) difícilmente pueden tener conecti-vidad permanente con los demás eslabones. Los proveedores constituyen una fuente principal para el desarrollo y crecimiento de las empresas, porque reciben asesorías y los despachos en los tiempos acordados.

En la actualidad se encuentran pocos estu-dios sobre la estructura del mercado, por con-siderarlos de alto costo para las empresas, y la información sobre este lo toman de informes documentales de las organizaciones privadas y del Ministerio de Agricultura.

Conclusiones

El sector agroindustrial de Risaralda ha teni-do avances significativos en los últimos años; sin embargo, debe afrontar retos importantes rela-cionados con la competitividad y la productivi-dad. De acuerdo con lo expresado por los actores en los cuestionarios, las conclusiones más rele-vantes son las siguientes:

• La mayoría de las empresas denominadas agroin-dustriales se ubican en el área urbana, lo que sig-nifica que en el ámbito rural, no se produce el impacto deseado.

• El valor agregado no llega al productor rural.

• Existen importantes pérdidas poscosecha oca-sionadas por el transporte hasta los centros de proceso, y por la falta de capacidad de almace-namiento en el campo.

• Surge una gran competencia entre diferentes materias primas.

• Escaso apoyo institucional para el desarrollo y fomento de esta actividad.

• La lógica empresarial campesina es distinta a la lógica empresarial de los eslabones urbanos.

• Existe bajo nivel socioeconómico y educativo de los productores y operarios.

• La materia prima es heterogénea y de calidad variable.

• Faltan datos confiables y la infraestructura tec-nológica y de las tic es deficiente.

• Existe poco apoyo gubernamental relacionado con políticas fiscales que estimulen la creación de más puestos de trabajo.

• Predomina la integración horizontal y las pro-babilidades de acceder a la integración verti-cal son bajas.

• Se trabaja con indicadores de gestión tradi-cionales y el conocimiento sobre la competi-tividad sistémica es bajo.

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