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Incontinencia Urinaria
El control de la micción es un problema habitual pero complejo que puede afectar
seriamente la vida de una persona. Afortunadamente, con los procedimientos actuales
de alta tecnología y los potentes fármacos disponibles, este diagnóstico simplemente
puede significar que el camino hacia el control de la micción es un desafío pero no es
imposible. Le recomendamos que lea la información que sigue para aprender más
acerca de las opciones de tratamiento disponibles, de manera de estar mejor preparado
al hablar con su urólogo.
¿Qué se puede esperar en condiciones normales?
El tracto urinario es similar a un sistema de plomería, con caños especiales que
permiten que el agua y las sales fluyan a través de ellos. El tracto urinario incluye dos
riñones, dos uréteres, la vejiga y la uretra.
Los riñones actúan como sistema de filtrado para la sangre, dado que eliminan los
materiales tóxicos y retienen a los elementos útiles como la glucosa, las sales y los
minerales. La orina es el producto de desecho del filtrado, se produce en los riñones y
fluye a través de dos tubos de 10 a 12 pulgadas de largo (25,4 - 30,5 cm) llamados
uréteres, que conectan a los riñones con la vejiga.
Los uréteres tienen aproximadamente un cuarto de pulgada de diámetro (0,6 cm) y sus
paredes musculares se contraen para dar lugar a la formación de movimientos en forma
de ondas que obligan a la orina a ir hasta la vejiga. La vejiga es un órgano que se puede
expandir y almacena la orina hasta que se pueda eliminar. Además posee válvulas
unidireccionales de cierre que permiten el flujo de orina hacia el interior de la vejiga
pero impiden que la orina regrese hacia los riñones (reflujo vesicoureteral). El tubo a
través del cual la orina es eliminada del cuerpo se denomina uretra.)
¿Qué es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. No es una enfermedad,
sino más bien un síntoma que puede deberse a una amplia variedad de enfermedades.
La incontinencia puede ser causada por diabetes, accidente cerebrovascular, esclerosis
múltiple, enfermedad de Parkinson, algunas cirugías o incluso durante la maternidad. Si
bien es más habitual en mujeres mayores de 60 años, puede ocurrir a cualquier edad.
La mayoría de los profesionales de los servicios sanitarios clasifican a la incontinencia
por los síntomas o circunstancias en las que ocurre. En la población normal, la
incidencia de incontinencia en las mujeres de más de 65 años es de más del 25 por
ciento, en comparación con alrededor del 15 por ciento en los hombres.
¿Cuáles son los diferentes tipos de incontinencia urinaria?
Incontinencia de esfuerzo: La incontinencia urinaria por esfuerzo es la causa
más común de pérdida de orina. Ocurre cuando se pierde orina durante
actividades como caminar, hacer ejercicios aeróbicos o incluso estornudar y
toser. La mayor presión abdominal asociada con estos eventos hace que la orina
se escape. Los músculos del piso de la pelvis, que dan soporte a la vejiga y a la
uretra, pueden estar debilitados, y de esta manera impiden que los músculos del
esfínter funcionen correctamente.
Esto también puede ocurrir si los músculos del esfínter en sí están debilitados o
dañados a causa de traumatismos quirúrgicos o de partos previos. Las mujeres
en la menopausia también pueden sufrir de pequeñas cantidades de pérdida de
orina como resultado de los menores niveles de estrógeno. En los hombres, la
causa más común de incontinencia son los procedimientos quirúrgicos en la
próstata. Ocurre con más frecuencia luego de una prostatectomía radical a causa
de cáncer que luego de una cirugía transuretral por HPB.
Incontinencia por necesidad urgente de orinar: También conocida como
"vejiga hiperactiva", la incontinencia por necesidad urgente de orinar es otra
forma de pérdida de orina. Puede ocurrir cuando una persona tiene una urgencia
incontrolable por orinar pero no puede llegar al baño a tiempo y como
consecuencia sufre la pérdida de orina. En otras oportunidades, el evento puede
estar causado por agua que corre o por las bajas temperaturas.
Algunas personas no reciben advertencia y experimentan las pérdidas de orina
simplemente al cambiar la posición del cuerpo (por ejemplo al levantarse de la
cama). La vejiga hiperactiva también se asocia con accidentes
cerebrovasculares, esclerosis múltiple y lesiones en la médula espinal.
Incontinencia por rebosamiento: Este tipo de incontinencia ocurre cuando la
vejiga está llena y no puede vaciarse, lo que produce la pérdida de orina. Los
síntomas son las micciones pequeñas y frecuentes y el goteo constante. Este tipo
de incontinencia no es común en mujeres, y es más común en hombres que han
sido sometidos a alguna cirugía o que tienen problemas de próstata.
Incontinencia funcional: Este tipo de incontinencia se debe a la incapacidad
para acceder de manera adecuada a un establecimiento o baño a causa de una
discapacidad física o mental.
Incontinencia mixta: La incontinencia mixta se refiere a la combinación de más
de un tipo de incontinencia, comúnmente incontinencia por estrés e
incontinencia por necesidad urgente de orinar.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
Al igual que con cualquier otro problema clínico, es muy importante la confección de
una buena historia clínica y del examen físico. El urólogo primero hará preguntas acerca
de los hábitos individuales y de la ingesta de líquidos, así como acerca de los
antecedentes clínicos, quirúrgicos y familiares. Se hará un examen de pelvis exhaustivo
en busca de motivos corregibles de la pérdida de orina, entre los que se incluyen el
impacto fecal, la constipación y las hernias.
Normalmente en la primera evaluación se hará un análisis de orina y una prueba de
estrés provocando la tos. Si alguno de los hallazgos sugiere que puede ser necesaria
una evaluación más detallada, se puede recomendar la realización de otros estudios
como una cistoscopia o incluso un estudio Urodinámico. Estos estudios que se realizan
de manera ambulatoria normalmente se hacen mediante la inserción de una pequeña
sonda en la vejiga a través de la uretra y a veces también con una pequeña sonda
rectal.
¿Cuáles son algunas de las opciones de tratamiento para cada tipo de incontinencia?
En la mayoría de los casos de incontinencia se indica un tratamiento mínimamente
invasivo (manejo de los líquidos, entrenamiento de la vejiga, ejercicios de los músculos
del piso de la pelvis y medicamentos).
Sin embargo, si esto fracasa puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.
Tratamiento mínimamente invasivo de la Incontinencia Urinaria
Algunas de las causas de incontinencia son transitorias y pueden revertirse fácilmente.
Las causas reversibles incluyen a la infección del tracto urinario, la irritación o infección
vaginal, el uso de ciertas medicaciones, la constipación y la movilidad limitada.
No obstante, en algunos casos hace falta una mayor intervención médica. Las opciones
de tratamiento mínimamente invasivo son aquellas que no recurren a la cirugía y deben
ser la primera línea de tratamiento para los pacientes. Sin embargo, pueden usarse
también en combinación con el tratamiento quirúrgico.
1. Control de líquidos: Esta opción consiste en indicar al paciente que aumente o
reduzca la ingesta de líquidos. Los pacientes con incontinencia pueden necesitar
reducir la cantidad de cafeína u otros irritantes de la dieta (como son los jugos de
frutas ácidas, las bebidas colas, el café y el té), al mismo tiempo que aumentan
la ingesta de agua para producir una cantidad adecuada de orina no irritante y
no concentrada. La ingesta recomendada de agua es de seis a ocho vasos por
día.
2. Entrenamiento de la vejiga: El entrenamiento de la vejiga comienza con una
agenda. Se indica a los pacientes que registren la ingesta de líquidos, las horas
de micción y cuándo ocurren los accidentes urinarios. La agenda le permite al
paciente visualizar con qué frecuencia orina y cuándo ocurre la incontinencia.
La agenda también se utiliza para establecer intervalos de tiempo para la
micción. Se indica a los pacientes que orinan con poca frecuencia que realicen
una "micción por tiempo", que significa que deben orinar cada una o dos horas
cuando están despiertos. Al lograr un vaciado regular de la vejiga deberían sufrir
menos episodios de incontinencia. La micción por tiempo puede resultar eficaz
en los pacientes que tienen incontinencia por estrés y por necesidad urgente de
orinar.
3. Reentrenamiento de la vejiga: El reentrenamiento de la vejiga se usa para
pacientes que tienen un aumento de la frecuencia para orinar. El objetivo del
reentrenamiento es aumentar la cantidad de orina que el paciente puede retener
en la vejiga. Se indica a los pacientes que lleven una agenda para determinar los
intervalos de micción. Luego se les indica que aumenten gradualmente este
intervalo en 15 o 30 minutos por semana. El objetivo es que los pacientes orinen
cada dos a cuatro horas cuando están levantados con menos sensación de
urgencia y menos incontinencia.
4. Ejercicios del piso pélvico: También se los conoce como ejercicios de Kegel.
Este tipo de tratamiento mínimamente invasivo se enfoca en el fortalecimiento
del músculo del esfínter externo y de los músculos pélvicos. Los pacientes que
pueden contraer y relajar los músculos del piso pélvico pueden mejorar la fuerza
de los mismos haciendo los ejercicios con regularidad. Otros pacientes necesitan
ayuda de un profesional para aprender cómo contraer esos músculos.
Es posible utilizar la biorretroalimentación y la estimulación eléctrica para ayudar
a estos pacientes a hacer los ejercicios del piso pélvico. Durante la estimulación
eléctrica, se manda una pequeña cantidad de estimulación a los músculos del
suelo pélvico por medio de un sensor colocado en la vagina o en el recto. Como
con cualquier programa de ejercitación, el paciente debe continuar haciendo los
ejercicios para mantener el beneficio.
Los pacientes con incontinencia por estrés pueden beneficiarse de los ejercicios
del piso pélvico porque aumentan la resistencia en la uretra y la fuerza de los
músculos voluntarios del piso pélvico. También se puede enseñar a los pacientes
a compensar ciertas actividades como toser contrayendo los músculos pélvicos.
La ejercitación de los músculos del piso pélvico es eficaz para la incontinencia
por necesidad urgente de orinar, ya que una contracción del piso pélvico puede
interrumpir una contracción del músculo liso de la vejiga y detener o demorar un
accidente.
5. Tratamiento con medicamentos: La incontinencia por estrés puede tratarse
con fármacos que tensan el cuello de la vejiga, como por ejemplo la
pseudoefedrina o la imipramina. De la misma manera que la pseudoefedrina
causa la constricción de los vasos sanguíneos de la nariz, también hace que los
músculos del cuello de la vejiga se contraigan.
Debido a este efecto sobre la musculatura lisa de los vasos sanguíneos no debe
utilizarse en pacientes que tengan antecedentes de hipertensión. La imipramina
es un antidepresivo tricíclico. Además de hacer que el músculo de la vejiga se
relaje, también hace que el músculo liso del cuello de la vejiga se contraiga.
La incontinencia por necesidad urgente de orinar también se trata con fármacos
que tengan propiedades anticolinérgicas. Los fármacos anticolinérgicos permiten
que el músculo liso de la vejiga se relaje. Un anticolinérgico comúnmente usado
es el cloruro de oxibutinina.
Este fármaco funciona bien para tratar la incontinencia por necesidad urgente de
orinar, pero tiene efectos secundarios como sequedad en la boca, constipación,
visión borrosa e incapacidad para orinar. Se han desarrollado nuevos fármacos o
nuevas fórmulas de fármacos viejos en un esfuerzo por reducir los efectos
secundarios. La oxibutinina en la actualidad se presenta como una tableta se
liberación lenta que se toma una vez al día. La liberación lenta de este nuevo
fármaco permite que haya un nivel constante del fármaco y menor cantidad de
efectos colaterales.
El tartrato de tolterodina es otro anticolinérgico nuevo que se diferencia de los
viejos en que tiene un menor efecto sobre las glándulas salivales y por lo tanto
no causa tanta sequedad en la boca. También está disponible en la forma de
liberación lenta y se administra una dosis diaria.
Las mujeres posmenopáusicas que sufren de incontinencia pueden beneficiarse
con un tratamiento con hormonas. Normalmente el cuello de la vejiga y la uretra
cuando se encuentran en reposo están cerrados. Con la disminución de los
niveles de estrógeno, los tejidos se debilitan o se secan y el cierre normal se
pierde. El reemplazo hormonal mejora el estado de estos tejidos y permite que se
recupere el cierre gracias a un mayor tono y a un mejor aporte de sangre.
Tratamiento Quirúrgico de la Incontinencia Urinaria
1. Incontinencia de esfuerzo: Uno de los tratamientos quirúrgicos para esta
enfermedad en los hombres es el uso de inyecciones uretrales de agentes
volumétricos para mejorar la función del esfínter. Las inyecciones se aplican bajo
anestesia local y pueden repetirse. Desafortunadamente la tasa de curación sólo
es de un 10 a un 30 por ciento. Otra alterativa es realizar un procedimiento de
compresión de la uretra con un injerto vascular o un segmento de tejido
cadavérico para comprimir la uretra en el área entre el escroto y el recto. Los
resultados se encuentran aún en etapa muy preliminar y este tratamiento en la
actualidad se realiza sólo en forma experimental.
El tratamiento más efectivo para la incontinencia en los hombres es el implante
de un esfínter artificial. El dispositivo se inserta debajo de la piel y consiste en un
manguito de presión alrededor de la uretra, un balón lleno de líquido que regula
la presión en el abdomen y una bomba en el escroto que es controlada por el
paciente. El líquido presente en el balón abdominal es transferido al manguito de
presión de la uretra, cerrándola y evitando así la pérdida de orina.
2. Incontinencia de Estrés: en las mujeres se trata en sus inicios con la
modificación del patrón de comportamiento y ejercitación de la pelvis. Hay
algunas técnicas que pueden ayudar, como la biorretroalimentación o la
estimulación eléctrica de los músculos de la pelvis. Pero cuando los síntomas son
más graves y las medidas conservadoras no ayudan, el tratamiento es la cirugía.
En algunos casos es posible utilizar agentes volumétricos para aumentar la
continencia. La operación se hace con anestesia local y es mínimamente
invasiva, pero las tasas de curación son bajas en comparación con las de los
procedimientos quirúrgicos a cielo abierto.
La reparación anterior (plicatura de Kelly) es una opción que habitualmente usan
los ginecólogos pero que no ha dado buenos resultados a largo plazo. Otra
opción es la cirugía abdominal (suspensión de Burch) en la que los tejidos
vaginales se fijan al hueso del pubis. Los resultados a largo plazo son buenos,
pero la cirugía requiere un mayor tiempo de recuperación y generalmente sólo
se usa cuando se requieren otras cirugías abdominales.
La cirugía más común y la más popular para la incontinencia por estrés es el
procedimiento del cabestrillo. En esta operación se aplica una cinta de tejido
debajo de la uretra para proporcionar compresión y mejorar el cierre de la uretra.
La operación es mínimamente invasiva y los pacientes se recuperan con mucha
rapidez. El tejido utilizado para crear el cabestrillo puede ser un segmento de la
pared abdominal del paciente, especialmente fascia tratada, piel de un cadáver o
un material sintético.
3. Incontinencia por necesidad urgente de orinar: Para la incontinencia por
urgencia hay una gran variedad de opciones de tratamiento. El primer paso debe
ser la modificación del comportamiento: beber menos líquidos; evitar la cafeína,
el alcohol y los condimentos; no beber antes de acostarse y orinar
periódicamente y no esperar a último momento. La ejercitación de la
musculatura del piso pelviano también es útil (ejercicios de Kegel).
Es importante mantener un registro de la frecuencia de la micción, la cantidad de
episodios de pérdida de orina, la cantidad de orina perdida, la ingesta de líquidos
y, si se utilizaran, la cantidad de toallas higiénicas usadas. La base del
tratamiento para la vejiga hiperactiva son los medicamentos. Consiste en el uso
de relajantes que evitan que la vejiga se contraiga sin que el paciente lo permita.
Los efectos colaterales más comunes de estos medicamentos son la sequedad en
la boca, la constipación y las alteraciones en la visión. A veces los efectos
colaterales desaparecen al reducir la dosis del medicamento.
a. Es posible considerar otras alternativas en pacientes que no responden a
la modificación del patrón de comportamiento, a la medicación, o a
ninguno de ellos. Hay una nueva y prometedora tecnología que consiste
en el uso de un marcapasos vesical para controlar el funcionamiento de la
vejiga. Esta tecnología consiste en un pequeño electrodo que se inserta en
la espalda del paciente cerca del nervio que controla la función de la
vejiga.
El electrodo se conecta a un generador de pulsos y los impulsos eléctricos
controlan la función de la vejiga. Con esta tecnología se logra más de un
60 a un 75 por ciento de cura o mejoría. En los casos más complicados, la
vejiga puede agrandarse utilizando un segmento del intestino delgado.
Esta operación, llamada cistoplastia de agrandamiento, es muy exitosa
para curar la incontinencia pero su principal desventaja es la necesidad de
realizar autocateterizaciones para vaciar la vejiga en un 10 a un 30 por
ciento de los pacientes.
4. Incontinencia por rebosamiento: En el caso de la incontinencia por
rebosamiento el tratamiento es vaciar completamente la vejiga y evitar que se
pierda orina. Los pacientes con vejiga diabética o los pacientes con obstrucción
prostática a menudo desarrollan este tipo de incontinencia. La incontinencia por
rebosamiento ocasionada por una obstrucción debe tratarse con medicamentos o
cirugía para eliminar la obstrucción. Si no se encuentra ninguna obstrucción, el
mejor tratamiento es dar instrucciones al paciente para que realice
autocateterizaciones varias veces al día. Al vaciar la vejiga con cierta regularidad
la incontinencia desaparece y se protege a los riñones.
¿Qué se puede esperar luego del tratamiento?
El objetivo de cualquier tratamiento para la incontinencia es mejorar la calidad de vida
del paciente. En la mayoría de los casos es posible lograr grandes mejoras e incluso la
curación de los síntomas. El tratamiento médico normalmente es eficaz, pero esto no
ocurre si el paciente bebe líquidos durante todo el día y no controla sus horarios para
orinar.
De manera similar, los grandes aumentos de peso y las actividades que promueven el
esfuerzo abdominal ponen a prueba cualquier reparación que se haya logrado y no es
probable que resista el paso del tiempo. Si se aplica sentido común, una mecánica
corporal adecuada y se tiene cuidado es casi seguro que se lograrán resultados
positivos y a largo plazo.
El tratamiento médico de la vejiga hiperactiva (urgencia e incontinencia por necesidad
urgente de orinar) puede ser muy exitoso, pero hay factores que pueden afectar
negativamente la eficacia del tratamiento, por ejemplo una cirugía previa, la falta de
hormonas, las enfermedades neurológicas y la edad. Hay complicaciones leves a causa
del tratamiento con medicamentos, que incluyen la constipación y la sequedad en la
boca, que algunos pacientes no pueden tolerar.
La cirugía, como la inserción de un marcapasos vesical, puede resultar en un 50 a un 70
por ciento de curaciones o una mejoría más importante de los síntomas. El
agrandamiento de la vejiga mediante el uso de un segmento de intestino puede curar la
incontinencia por necesidad urgente de orinar en más del 80 por ciento de los casos,
pero la principal desventaja es la necesidad de realizar autocateterizaciones por el resto
de sus vidas en un 10 a un 30 por ciento de los pacientes. A veces ésta es la única
opción cuando todos los demás tratamientos han fracasado.
La cirugía para corregir la incontinencia urinaria en los hombres, como la del esfínter
artificial, puede curar o mejorar en forma significativa a más del 70 al 80 por ciento de
los pacientes. Los resultados pueden verse negativamente afectados por el tratamiento
previo con sesiones de radiación, el mal funcionamiento de la vejiga y/o la presencia de
tejido cicatrizal en la uretra. Al ser un dispositivo mecánico, puede requerir
reparaciones con el tiempo.
La cirugía para corregir la incontinencia urinaria (incontinencia de esfuerzo) en las
mujeres es en general muy exitosa, pero es importante la elección del procedimiento
adecuado. Muchas pacientes con incontinencia por estrés también presentan otras
enfermedades como prolapso vesical, rectocele o prolapso uterino que deben tratarse
al mismo tiempo. La combinación de los síntomas de la incontinencia por necesidad
urgente de orinar requiere primero un tratamiento médico que intente mejorar los
síntomas.
El procedimiento de elección dependerá de varios factores, como la necesidad de
cirugía abdominal para otras enfermedades, el grado de incontinencia, el grado de
movilidad de la uretra y de la vejiga y la experiencia personal del cirujano. En casos
simples de incontinencia por estrés con movilidad uretral leve a moderada, el
procedimiento de elección es el cabestrillo. El paciente puede esperar un 80 a un 90 por
ciento de probabilidades de cura o una gran mejoría. Hay agentes inyectables que
pueden curar a un 30 por ciento de los pacientes, pero pueden requerir aplicaciones
múltiples.
Preguntas Frecuentes
¿Qué debo hacer si sufro de incontinencia?
Hable con su médico. A veces es posible tratar la incontinencia con un médico de
atención primaria, y otras veces es necesario consultar a un urólogo que se especialice
en el tratamiento de la incontinencia. Puede ayudar al médico si lleva una lista de sus
medicamentos a la consulta. Antes de la consulta es buena idea registrar durante dos a
cuatro días la cantidad y el tipo de líquidos que consume, la cantidad de veces que
orina y la cantidad de episodios de incontinencia que tiene.
¿Qué puedo hacer con mi incontinencia antes de ver al médico?
Puede orinar cada dos o tres horas durante el día, beber entre seis y ocho vasos de
agua, evitar sustancias irritantes de la vejiga (por ejemplo, café, té, bebidas colas,
chocolate y jugos de frutas ácidas), evitar la constipación y hacer ejercicios del piso
pelviano.
¿Qué alimentos y bebidas son irritantes para la vejiga?
La cafeína es un irritante habitual de la vejiga, pero hay otras sustancias que también
pueden causar irritación. No todos los pacientes incontinentes son sensibles a los
mismos alimentos y bebidas. La única forma de saber si la dieta es un factor que
contribuye a la incontinencia es eliminar los posibles irritantes y controlar si la
incontinencia mejora. Algunos de los irritantes más comunes de la vejiga son: el alcohol,
las bebidas carbonatadas (con y sin cafeína), el café o el té (con o sin cafeína), el
chocolate, los cítricos, el tomate y los jugos de frutas ácidas.
¿Cómo sé si estoy haciendo bien los ejercicios del piso pélvico?
Al hacer los ejercicios del piso pélvico sólo se debe mover el piso pélvico. Los músculos
del piso pélvico se contraen como si deseara detener la micción antes de terminar de
expulsar la orina o como si deseara detener el pasaje de gas. Los músculos del
abdomen, los glúteos y las piernas no deben contraerse. Puede hacer estos ejercicios
frente a un espejo o colocando una mano sobre los músculos abdominales o de los
glúteos para darse cuenta si está contrayendo algún músculo que no debería contraer.
Si los ejercicios se hacen bien es posible hacerlos en cualquier lado. Existen
instrucciones escritas disponibles de grupos de apoyo o puede solicitárselas a su
médico.
¿Alguno de mis medicamentos puede estar causando la incontinencia?
Hay ciertos tipos de medicamentos que pueden causar o exacerbar la incontinencia.
Estos medicamentos incluyen a los diuréticos, los sedantes, los narcóticos, los
antidepresivos, los antihistamínicos, los bloqueantes de los canales del calcio y
fármacos alfa-bloqueantes.
¿La incontinencia empeorará a medida que envejezca?
La incontinencia urinaria no necesariamente empeorará, pero tampoco mejorará sin
tratamiento.
Tengo una pequeña incontinencia con muy poca frecuencia que no me molesta. ¿Es
anormal? ¿Necesito tratamiento?
Cualquier pérdida de orina es anormal. Si la incontinencia evita que haga las
actividades que quiere hacer debería considerar recibir tratamiento. Si bien las
almohadillas y los pañales pueden evitar accidentes embarazosos, hay otras opciones
de tratamiento actualmente disponibles que pueden eliminar la necesidad de utilizar
esa protección.
¿Qué es un agente volumétrico?
Es una sustancia que se utiliza para inyectar debajo de la mucosa de la uretra y mejorar
la incontinencia urinaria.
¿Qué es un esfínter artificial?
Un esfínter artificial es un dispositivo hecho de silicona controlado por el paciente que
tiene:
Un manguito de presión inflable que se ajusta alrededor del tubo por el que la
orina sale del cuerpo (la uretra) cerca del punto de unión con la vejiga un balón
que regula la presión del manguito de presión
Una bomba para controlar el inflado y desinflado del manguito de presión
El globo se coloca en el espacio pelviano y la bomba de control se coloca en el escroto
en los hombres o en los labios externos de la vagina en las mujeres.
El manguito de presión se infla para evitar que se pierda la orina. Cuando se desea
orinar se desinfla el manguito de presión y esto permite que la orina salga.
¿Qué son los relajantes de la vejiga?
Son los medicamentos que se utilizan para mejorar la urgencia y la frecuencia de la
micción.