Trabajo historia 2 bach. soniacarolalexbelen

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2-3-2016 La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. Belén Maldonado, Alejandro Sánchez, Sonia Arroyo y Carolina Gómez. 2ªbto CT.

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2-3-2016

La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna.

Belén Maldonado, Alejandro Sánchez, Sonia Arroyo y Carolina Gómez.

2ªbto CT.

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Índice:

1.- Quién fue Balmis y el contexto político de la época:

1.a.- Biografía de Francisco Javier Balmis. Páginas 2 y 3.

1.b.- Contexto político. Página 4.

2.- La enfermedad:

2.a.- La viruela y su llegada a América. Páginas 5, 6 y 7.

2.b.- La vacuna. Páginas 8 y 9.

3.- El viaje y las rutas de la expedición. Páginas 10, 11, 12 y 13.

4.- Expediciones científicas financiadas por España en los siglos XVIII

y XIX. Páginas 14, 15 y 16.

5.- Bibliografía. Página 17.

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1. Quién fue Balmis y contexto político de la época.

A) Biografía de Francisco Javier Balmis:

Francisco Javier Balmis fue un médico español, hijo y

nieto de cirujanos lo que produjo su interés desde

pequeño, nació en Alicante el 2 de diciembre de 1753 y

falleció en Madrid en 1819. Es una persona muy

importante en la historia, especialmente en el ámbito de

la medicina, ya que dedicó toda su vida a esta profesión.

Debemos enorgullecernos de él, pues fue un pionero en

las aplicaciones del invento de la vacuna, haciendo llegar

a todos los territorios de la corona de España la vacuna

de la viruela, enfermedad que estaba dando muerte a un

gran número de personas.

Se formó en el Hospital militar de Alicante, durante el tiempo que trabajó

allí participó en una expedición a Argel (1775). En 1778 el Tribunal del

Protomedicato de Valencia le dio el título de cirujano y pasó a ejercer

como médico militar, en su servicio participó en el sitio de Gibraltar (1780)

y por el traslado de su regimiento en 1781 se marchó a América, más

concretamente a Méjico, donde se graduó en artes y fue nombrado

cirujano del Hospital San Juan de Dios (1787-1788) en el que realizó varias

investigaciones sobre la curación de enfermedades venéreas o de

transmisión sexual mediante ciertas plantas medicinales, para sus

investigaciones se encargó de la sala de enfermos venéreos del hospital en

el que se encontraba.

Su regreso a España fue en 1792, ante la oposición del Protomedicato de

la Corte por sus investigaciones, publicó Demostración de las eficaces

virtudes nuevamente descubiertas en las raíces de dos plantas de la Nueva

España, especies de ágave y de begonia, para la curación del mal venéreo

y escrofuloso (1794).Tras su publicación sirvió como médico militar y

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cirujano de Carlos IV (1795). Se graduó en medicina en Toledo (1797) y

continúo sus estudios en Madrid. Tras el descubrimiento de la vacuna por

el medico inglés Edward Jenner, Balmis realizó un proyecto para

extenderla por todo el territorio de la corona de España, el cual se aprobó

en 1796.

Un hijo de Carlos IV murió por la viruela, lo que hizo que se publicara un

edicto anunciando que todo el mundo recibiría la vacuna, enseñaría a

prepararla en todos sus territorios y las juntas municipales se encargarían

de conservar la vacuna para evitar nuevos brotes de la enfermedad.

Además se autorizó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, dirigida

por Balmis y con ayuda de José Salvany. Partieron de La Coruña el 30 de

noviembre de 1803 en la corbeta María Pita, en ella iban 22 inoculados

por la vacuna y un equipo de cirujanos. La expedición llegó a Puerto Rico,

después a Venezuela y allí se dividió: Salvany extendió la vacuna a

Sudamérica y Balmis a Cuba, Méjico, Filipinas, Macao, Cantón, Goa, China

y Santa Elena. Regresaron en junio de 1806. El rey escogió a Balmis por

haber estado en América en repetidas ocasiones durante mucho tiempo y

haber dedicado toda su vida a la medicina.

Tras su vuelta fue nombrado inspector general de la Vacuna (1806), pero

en la Guerra de Independencia (1808-1814) se marchó a Méjico, volvió en

1813 y en 1814 fue nombrado cirujano de cámara de Fernando VII y

perteneció a la junta Superior de cirujanos.

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B) Contexto político:

El inicio del S.XIX, bajo el reinado de Carlos IV, fue una etapa convulsa y conflictiva en la Historia de España. La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, financiada por la monarquía española y dirigida por el Dr. Balmis, partió de España en tiempos de paz, un mes de noviembre de 1803, pero no vería terminada su misión hasta acabada la Guerra de la Independencia (1808- 1814). El 19 de marzo de 1808 estalló un motín popular organizado por la facción de la Corte partidaria del Príncipe de Asturias. El Motín de Aranjuez precipitó la caída de Godoy y obligó a Carlos IV a abdicar en su hijo, que subió al trono con el título de Fernando VII. Ante la evidencia de la invasión francesa, el descontento popular acabó por estallar: el 2 de mayo de 1808 se inició una insurrección en Madrid abortada por la represión de las tropas napoleónicas. Los días siguientes los levantamientos antifranceses se extendieron por todo el país, iniciándose la Guerra de la Independencia. Tras el levantamiento general contra los invasores, las tropas españolas consiguieron algún triunfo, como la victoria de Bailén en julio de 1808. Para poner fin a la insurrección, el propio Napoleón, al frente de 250.000 hombres, vino en otoño a la Península ocupando la mayor parte del país, excepto las zonas periféricas y montañosas donde se inició la "guerra de guerrillas" contra el ejército francés. Durante seis años, se enfrentaron el ejército francés, con el apoyo de los "afrancesados", y la guerrilla española, formada por antiguos militares españoles y campesinos, ayudados por el ejército británico. 1812 fue el año decisivo, el ejército del general británico Wellington con el apoyo de españoles y portugueses infligió sucesivas derrotas a los franceses (Arapiles, San Marcial). Tras la catástrofe de la Grande Armée en Rusia, un Napoleón completamente debilitado devolvió la corona a Fernando VII por el Tratado de Valençay (diciembre de 1813).

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2. La enfermedad.

A) La viruela y su presencia en América :

La viruela es una enfermedad infecciosa grave y contagiosa que figura

entre las enfermedades más devastadoras que jamás hayan existido en la

historia de la humanidad. Dada su alta tasa de mortandad, sus efectos

alteraron dramáticamente el curso de la historia, incluso contribuyendo al

declive de civilizaciones enteras.

Se calcula que el virus de la viruela mataba al 30% de las personas que lo

contraían. Los que sobrevivían a menudo quedaban ciegos, estériles, y con

profundas cicatrices, o marcas de viruela en la piel. Los síntomas por lo

general ocurren aproximadamente de 12 a 14 días después de haber

resultado infectado con el virus, y pueden abarcar dolor de espalda,

delirio, diarrea, sangrado excesivo, fatiga, fiebre alta, malestar general…

La enfermedad afectaba principalmente a niños y adultos jóvenes; los miembros de la familia se infectaban usualmente unos a otros.

La viruela se propagaba fácilmente de una persona a otra por las gotas de saliva. Su propagación también puede darse por contacto con sábanas y ropa. Es más contagiosa durante la primera semana de la infección y puede seguir siendo contagiosa hasta que caigan las costras de la erupción.

Los investigadores creen que la infección por viruela podría permanecer viable (bajo condiciones ideales) hasta por 24 horas. En condiciones desfavorables, el virus sólo permanece vivo por 6 horas. Se considera que el virus emergió para afectar a las poblaciones humanas cerca del año 10,000 AC.

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Se considera que durante el siglo XVI la viruela llegó desde Europa al

continente americano. Allí el virus variólico afectó a poblaciones

totalmente susceptibles, ocasionando epidemias catastróficas que

literalmente diezmaron culturas y tribus indígenas, dando como resultado

el colapso de los Imperios Azteca e Inca. Gracias a la epidemia de viruela

entre los soldados del Imperio Inca, Francisco Pizarro, con

aproximadamente 120 soldados, fue capaz de derrotar al ejército de

80,000 soldados indígenas de Atahualpa. La importante influencia

demográfica en América de estas epidemias resulta evidente en el primer

censo realizado en 1777 por el Conde de Revillagigedo, que demostraba

que la población había disminuido por lo menos ocho millones desde que

se inició la conquista.

En el año 1520 llegó a las playas de Veracruz, la expedición de Pánfilo de

Narváez. En ella consta la presencia de Francisco Eguía, un esclavo negro

enfermo de viruela. Éste se considera el primer caso documentado de la

enfermedad en México. El virus variólico encontró a la población indígena

y de la gran Tenochtitlan en un estadio de susceptibilidad inmunológica

que permitió su diseminación con consecuencias graves. La epidemia fue

llamada Hueyzahuatl, que quiere decir, "la gran lepra" o "la gran

erupción". Fray Bernandino de Sahagún describe con vivas palabras el

panorama de los acontecimientos ocurridos en México: "Antes de que los

españoles que están en Tlaxcala, viniesen a conquistar México, dio una

grande pestilencia de viruelas a todos los indios, en el mes que llamaban

Tepeilhuitl, que es al fin de Septiembre. De esta pestilencia murieron

La primera prueba tangible de su

existencia provino de momias

egipcias pertenecientes a la XVIII

dinastía (1580-1350 antes de

Cristo) y la del Faraón Ramsés V

(1157 A.C.). Sin embargo, las

primeras descripciones conocidas

de la enfermedad no se realizaron

hasta el siglo IV D.C. en China y el

siglo X D.C. en el sudeste asiático.

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muchos indios; tenían todo el cuerpo y toda la cara y todos los miembros

tan llenos y lastimados de viruelas que no se podían bullir ni menear de un

lugar, ni volver de un lado a otro; y si alguno los meneaba daban voces.

Esta pestilencia mata gentes sin número. Muchas murieron de hambre

porque no había quien pudiese hacer comidas; los que escaparon

quedaron con las caras ahoyadas y algunos ojos quebrados. Duró la fuerza

de esta pestilencia sesenta días, y después que fue aflojando en México,

fue hacia Chalco".

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B) La vacuna:

Una vacuna es una preparación biológica que nos permite adquirir

inmunidad ante una determinada enfermedad. Contiene típicamente un

agente que se asemeja a un microorganismo causante de la enfermedad.

El agente estimula el sistema inmunológico del cuerpo al reconocer al

agente como una amenaza, destruirla y guardar un registro del mismo, de

tal forma, que el sistema inmune sea capaz de reconocer y destruir más

fácilmente las enfermedades que se asemejen al agente.

La viruela fue la primera enfermedad que el ser humano intentó prevenir

mediante las vacunas, además ha sido una de las enfermedades que más

muertes ha causado.

En el momento de mayor extensión de la viruela en Europa (1796), un

médico rural de Inglaterra, Edward Jenner nacido en Berkeley de

Gloucester el 17 de mayo de 1741, que fue discípulo del cirujano John

Hunter, observó que las personas que trabajaban con las vacas sufrían un

virus similar a la viruela llamado viruela vacuna. Al haber sufrido ya esta

enfermedad, quedaban inmunizados a la viruela que sufrían las personas.

Jenner demostró que la viruela vacuna es una variante a la viruela mortal

humana. Trabajando en su demostración, Jenner tomó viruela vacuna de

la mano de la granjera Sarah Nelmes, después insertó este fluido en el

brazo de un niño de ocho años, James Phipps, mediante una inyección. El

niño mostró los síntomas propios de la viruela vacuna y tras cuarenta y

ocho días se recuperó completamente, después le inyectó la viruela

humana, pero no mostró ningún síntoma.

Su trabajo fue traducido a las lenguas más importantes, pero dentro de la

comunidad científica hubo gente que le apoyó y otros que no aprobaron

la vacuna, sobre todo los conocidos como los “inoculadores”, que no

aceptaban la vacunación pues daría fin a sus negocios. Otro de los

problemas que hubo fue la posibilidad de transferir enfermedades más

mortíferas a los humanos procedentes de los animales. Su método fue un

tema recurrente tanto para los caricaturistas como los clérigos.

Para calmar la preocupación de la posibilidad de trasferir a las personas

enfermedades de los animales, impulsó que las primeras vacunas se

hicieran con la técnica de brazo a brazo, lo que consistía en inyectar a una

persona la viruela bovina para luego seguir una cadena de paciente a

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paciente. Este método evitó que se transmitieran enfermedades de

animales pero aumentó la posibilidad de transmitirnos otras

enfermedades humanas. A finales de 1801 habían sido realizadas cerca de

100.000 vacunaciones en Inglaterra y se estaban expandiendo a todo el

mundo.

Cinco años después del descubrimiento de la vacuna (1798) en 1803 el

rey de España decidió autorizar una expedición para expandir la vacuna a

las colonias, el encargado de esta expedición fue Francisco Javier Balmis y

con ayuda de José Salvany, que murió en Perú (1808), partieron de A

Coruña en la corbeta María Pita, con un equipo de médicos y 22 niños, de

la Casa de Expósitos, que no sufrieron la viruela y dos de ellos fueron

vacunados. Durante el viaje se vacunó a dos niños cada diez días, así llegó

la vacuna a América, donde se vacunaron a más de 50.000 personas sólo

en Perú, allí se separaron en dos grupos José Salvany expandió la vacuna

por Sudamérica y Balmis recogió en otro barco a 26 niños para extender la

vacuna por Cabo de Hornos, Filipinas, Macao y Cantón, regresando a

España en 1806.

Edward Jenner Edward Jenner junto a Sarah Nelmes

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3. El viaje y las rutas de la expedición.

En la historia de la ciencia española, el siglo XVIII significa la incorporación

de nuestro país a la Revolución Científica, proceso por el que se crea la

ciencia moderna. Desde las más altas instancias del estado se planearon

meticulosamente expediciones y se crearon instituciones para que los

científicos desarrollaran su actividad, siempre, claro está, al servicio de la

Corona, en una sociedad cerrada y pura como la programó Felipe II a

partir de 1559. La real expedición filantrópica de la vacuna se realizó

durante el reinado de Carlos IV.

La ruta para llevar la vacuna al Nuevo Mundo causó controversia. Se

barajaron al menos tres propuestas: la del Dr. Francisco Requena, la del

Dr. José Flores y la del Dr. Francisco Xavier Balmis. Con todas ellas, el

Consejo de Indias, el 26 de mayo de 1803, dictaminó que sería el Dr.

Balmis el director de la expedición.

A pesar de la planificación de la expedición, Balmis tuvo que modificar la

ruta sobre la marcha para conseguir una más rápida propagación de la

vacuna, con el fin de frenar las epidemias que se desencadenaban en el

territorio americano. Podemos distinguir tres tramos en el viaje

desarrollado: la Expedición Conjunta hasta Venezuela y, tras la división del

grupo, las expediciones de Balmis y Salvany; la primera orientada hacia

Nueva España y Asia, y la segunda hacia el virreinato del Perú.

En 1803 partió de La Coruña la expedición del doctor Xavier Balmis, con

niños huérfanos a bordo (que serían los portadores de la vacuna), para

llevar a América y Asia la cura de la viruela. Las islas Canarias, Venezuela,

Colombia, Ecuador, Perú, México, Filipinas y China serían algunos de los

territorios beneficiados por su labor. A continuación se detallan las

distintas escalas del viaje.

Expedición conjunta: Puerto Rico y Capitanía general de Venezuela.

Tras hacer escala en la Canarias, se arribó a América, a la ciudad de San

Juan de Puerto Rico. Desde allí la Expedición siguió hasta el puerto de La

Guaira, en Venezuela, al que llegaron el 8 de mayo de 1804. En Venezuela

la expedición se dividió en dos. Balmis con 22 niños salió de La Guaira el 8

de mayo de 1804 hacia Caracas antes de ir hacia La Habana. Los Doctores

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Salvany y Lleopart marcharon hacia Nueva Granada y el Virreinato del

Perú. Tardaron siete años en recorrer el territorio, en el intento Salvany

murió en Cochabamba en 1810.

Expedición de Salvany: Virreinatos de Nueva Granada y del Perú

Salvany salió de La Guaira con tres ayudantes y cuatro niños que se

transmitían la vacuna, en dirección hacia Cartagena, donde llegaron el 24

de mayo, lo que les permitió realizar cientos de vacunaciones. Desde allí

junto a su ayudante, el cirujano español Bolaños, ascendieron por el río

Magdalena hasta llegar a Santa Fe de Bogotá el 17 de diciembre de 1804.

En la capital virreinal fueron recibidos con entusiasmo y realizaron más de

2.000 vacunaciones, aparte de las muy numerosas que habían realizado en

su camino desde Cartagena a la capital del virreinato de Nueva Granada.

De nuevo se dividió la expedición en dos: Salvany al recibir noticias de que

en la Audiencia de Quito se iniciaba una epidemia de viruela, salió para

dicha ciudad mientras que otra parte de la expedición con Grajales y

Bolaños llegó a Guayaquil el 24 de febrero de 1806, donde se realizaron

más de 2000 vacunaciones, para luego embarcarse y llevar la vacuna hasta

Chile.

En Quito el doctor comenzó a manifestar signos de encontrarse al final de

su tuberculosis pulmonar y sufrió varios vómitos de sangre, eso no fue

impedimento para que en poco tiempo vacunaran a unas 7000 personas.

Saliendo de Quito el 13 de septiembre camino de Loxa llegaron a Piura el

23 de diciembre, donde Salvany cayó enfermo. Sus notas contaban que se

habían realizado 100.401 vacunaciones. Tras superar la enfermedad y una

revuelta indígena contra la vacunación, alcanzaron Trujillo; más tarde

Lambayeque, donde les robaron las cabalgaduras y las provisiones, para el

23 de mayo entrar en Lima, donde encontraron que el doctor Pedro

Belomo, cirujano naval español, había comenzado la vacunación en dicha

ciudad con linfa traída de Buenos Aires en 1805.

Después de informar al rey el 1 de octubre de 1806 de que se había

vacunado a 22.726 personas en Lima, Salvany salió de la Ciudad de los

Reyes el 28 de enero de 1807 con dos niños hacia el interior. Llegó al Lago

Titicaca y en La Paz comunicó a la corona que había vacunado a 197.004

personas en el Alto Perú. El 21 de julio de 1810 José Salvany murió en

Cochabamba a los 33 años, víctima de la tuberculosis pulmonar, después

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de haber recorrido más de 18.000 Km vacunando a la población

americana.

Expedición Balmis: La Habana, Nueva España, Filipinas, China y regreso a España.

El 26 de mayo Balmis llegó a Cuba, allí encontró que ya se había

comenzado la vacunación, por el doctor Tomás Romay Chacón (1764-

1849), con tres niños vacunados previamente en Puerto Rico. Después de

sugerir la fundación de una Junta de Vacunación, Balmis partió de La

Habana el 18 de junio con cuatro esclavos negros que tuvo que comprar,

por no habérsele facilitado los niños huérfanos que necesitaba y había

solicitado. Llegó el 24 de julio a Veracruz y entró en la ciudad de México

en la noche del 8 de agosto de 1804. Después de algunas expediciones a

las ciudades mexicanas del interior, donde fue recibido con afecto y

honores, se estima que se realizaron unas 100.000 vacunaciones en niños.

Capitanía general de Filipinas:

Balmis enfermó, pero encontró fuerzas para viajar hasta el puerto de

Acapulco y el 8 de febrero de 1805 embarcó en la nave “Magallanes” con

los niños portadores de la vacuna, la rectora de expósitos y cuatro

enfermeros camino de las Islas Filipinas, donde llegó el 15 de abril a

Manila. Tras establecer la Junta de la Vacuna y crear un grupo de

vacunadores, pronto consiguió hacer 9.000 vacunaciones, gracias a la

ayuda de la iglesia; dos de sus hombres pasaron a otras islas del

archipiélago y aplicaron 11.000 vacunaciones más, Balmis vacunó a 20.000

más en la isla de Luzón. El 3 de septiembre de 1805 Balmis embarcó en

Manila con su ayudante y tres niños que se trasmitían la vacuna, en “La

Diligencia”.

China:

El 16 de septiembre de 1805 llegó a Macao, gravemente enfermo; pero

aun así con la ayuda del gobernador portugués y el obispo, vacunó a gran

número de los habitantes. Luego se adentró en China y llegó a Cantón el 5

de octubre de 1805, donde logró vacunar a 22 personas.

Regreso a España:

Como no consiguió la cooperación de los delegados de la Compañía de

Filipinas para continuar su misión, inició la ruta de regreso a España. Hizo

escala en la Isla de Santa Elena el 11 de junio de 1806, donde también le

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fue permitido vacunar a pesar de la resistencia inicial del gobernador

inglés; llegó a Lisboa el 15 de agosto y de allí salió para Madrid con sus

colaboradores en un coche, en el que llegaron finalmente a la capital de

España el 7 de septiembre de 1806, dando fin a una de las hazañas más

extraordinarias de la historia médica mundial.

Mapa del mundo con la ruta seguida por la Real Expedición Filantrópica de la vacuna

Expedición por el territorio americano español Expedición por las islas Filipinas

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4. Expediciones científicas financiadas por España en los siglos XVIII y XIX.

Las expediciones botánicas y zoológicas del siglo XVIII:

Iniciadas bajo el reinado de Carlos III cuyo objetivo era “clasificar la

Naturaleza del Nuevo Mundo e interesarse por sus producciones”,

expresaban lo mejor del espíritu de la ilustración y su idea de mejorar al

ser humano a través del conocimiento. Fueron promovidas por la Corona y

organizadas por el Real Jardín Botánico de Madrid. Además de la

famosísima expedición de Alejandro Malaspina, destacaron otras tres a lo

largo de la centuria: al virreinato del Perú, a Nueva Granada (hoy

Colombia) y Nueva España (Méjico y América Central), más otra a Filipinas,

(1786 -1801).

La Expedición Botánica al Perú fue hispano-francesa. Entre otros objetivos

buscaban quinas, pues el vino quinado, puesto de moda en Versalles, se

utilizaba como remedio para casi todos los males. Participaron los

naturalistas Hipólito Ruiz, José Pavón y Joseph Dombey, ayudados por

botánicos locales. Desde 1778 a 1787 exploraron Perú y Chile. Enviaron a

España 53 cajones con herbarios pero el barco que los transportaba se fue

a pique y se perdió todo. El resto del material de la expedición tras

diversas vicisitudes y problemas burocráticos se vendió a diversas

instituciones de otros países europeos.

La Expedición Botánica a Nueva Granada fue dirigida por el médico

gaditano Celestino Mutis. Realizó los estudios definitivos sobre la

codiciada quina, describiendo varias especies nuevas. En 1791 publicó una

gran obra botánica con enfoque muy moderno, con maravillosos dibujos:

Flora de Bogotá. Al llegar a Méjico se dividieron en dos grupos, uno de

ellos con Sessé y Estévez, marchó a las Antillas a estudiar y recolectar en

Cuba y Puerto Rico. Como resultado Estévez y Boldo publicaron La Flora de

Cuba en 1797. Otro grupo fue al Sur de Méjico y Guatemala con diversos

naturalistas entre los que destaca Mociño, que describió por primera vez

al mítico quetzal, ave sagrada de los mayas.

El militar y naturalista aragonés Félix de Azara (1742-1821) viajó a

Paraguay en 1781 con la 3ª Expedición de Límites, y permaneció en

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Sudamérica hasta 1801, viajando por todo el continente aunque su obra

se centra en lo que hoy es Paraguay, Uruguay y Argentina. Al parecer

influyó posteriormente en Charles Darwin. Describió 448 especies, la

mitad de ellas nuevas para la ciencia. Hombre políticamente liberal y

opuesto a las ideas absolutistas, su campo principal era la zoología de

vertebrados pero tocó temas botánicos, geográficos, geológicos y de

poblamiento, además de ser un gran ingeniero militar y matemático. Entre

sus obras destacan: “Cuadrúpedos del Paraguay y del Río de la Plata”,

“Páxaros del Paraguay y Río de la Plata”, “Viajes por América Meridional y

Geografía Física y Esférica de las provincias del Paraguay y Río de la Plata”.

Tiene varias especies dedicadas, como la zarigüeya de Azara (Didelphis

azarae).

Expediciones del S.XIX. La comisión científica del Pacifico:

Se llevó a cabo durante el reinado de Isabel II (1862-1866) con el lema

“Por la Ciencia y la Gloria Nacional”, con la misión oficial de recolectar

animales, plantas y minerales para los museos españoles, aunque sirvió de

tapadera para otros fines menos “pacíficos”, valga el juego de palabras, el

de enviar una flota al Perú (Guerra Hispano-Sudamericana o Guerra del

Pacífico). Su destino era la costa Pacífica sudamericana desde donde se

estudiaría gran parte del continente. Inicialmente contaron con cuatro

buques de la Armada: Resolución, Triunfo, Vencedora y Covadonga. En

ellos se embarcaron siete naturalistas y un fotógrafo. En su gran viaje por

mar recolectaron muestras en todas las escalas. Atravesaron la Pampa,

cruzaron los Andes, estudiaron las minas de oro y los bosques de sequoias

de California. Exploraron el desierto de Atacama, navegaron todo el

Amazonas, realizaron excavaciones arqueológicas en Patagonia y Perú.

Enviaron a España 82.000 muestras que sufrieron muchas penalidades por

la escasez de recursos y los problemas burocráticos con sus asignaciones y

sueldos que llegaban tarde o no llegaban. Los documentos y materiales de

la expedición estuvieron prácticamente sin estudiarse casi un siglo. La

mayoría estaban deteriorados y muchos destruidos por completo.

La aventura africana:

En la segunda mitad del siglo XIX numerosos exploradores, con distintos

fines recorren el África subsahariana, relatando maravillas y muriendo

muchos en el intento. El vitoriano Manuel Iradier funda en 1871 la

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Asociación Eúskara “La Exploradora”, con alumnos y profesores del

Instituto de Vitoria (hoy sede del Parlamento Vasco). Su proyecto era

realizar un extraordinario viaje desde El Cabo a Marruecos, atravesando

todo el continente de sur a norte. En 1872 se entrevista con el famoso

explorador americano Morton T. Stanley, que era corresponsal en España

del New York Herald. Le comunica su proyecto y éste le insta a ser menos

ambicioso y comenzar por los territorios de Guinea en los que España

tenía ya algunos establecimientos militares y comerciales además de

algunas misiones. En 1875 llega a Santa Isabel (isla de Fernando Poo) con

su mujer, su cuñada y su hija. Enferman todas de malaria. Muere su hija.

Su mujer y su cuñada vuelven en 1876 a Canarias. Al año siguiente,

Manuel Iradier, muy enfermo de malaria regresa a Vitoria. Retorna a

Guinea en 1884, mucho mejor pertrechado, tras recibir el apoyo de

diversas sociedades geográficas y africanistas. Con un espíritu y un afán de

lucha y superación increíble explora todo el territorio: Fernando Poo, los

islotes Annobón, Corisco y Elobey, y toda la región continental de Río

Muni o Río de Oro. En total 50.000 Km2. Toma notas de todo: Cartografía,

Meteorología y Climatología, Etnología, Antropología, Zoología, Botánica,

Geología, Lenguas e incidencias de todo tipo. A su vuelta a la península,

enfermo de malaria, escribe una gran obra, de larguísimo título: “África:

Viajes y trabajos de la Asociación Eúskara La Exploradora. Reconocimiento

de la zona ecuatorial de África en las costas de occidente: Sus montañas,

sus ríos, sus habitantes, clima, producciones y porvenir de estos países

tropicales, posesiones españolas del Golfo de Guinea: Adquisición para

España de la nueva provincia del Muni”. Con la salud muy mermada desde

su regreso, muere en Valsaín (Segovia) en 1911.

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5. Bibliografía.

1.a.- http://ibvacunas.com/?s=quien+era+balmis&submit=Search

www.biografiasyvidas.com/biografia/b/balmis.htm

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=balmis-berenguer-francisco-javier

1.b.- http://www.historiasiglo20.org/HE/9a-2.htm

2.a.- https://es.wikipedia.org/wiki/Viruela

http://www.nationalgeographic.es/ciencia/salud-y-cuerpo-humano/viruela

http://microbioun.blogspot.com.es/2012/04/la-viruela-una-enfermedad-erradicada.html

http://salud. univision.com/es/adam/viruela#block-2

http://news.urban360.com.mx/134362/oms-debera-decidir-si-destruir-o-seguir-investigando-

virus-de-la-viruela/

http://www.sabermas.umich.mx/secciones/articulos/225-las-epidemias-de-viruela-y-tifo-en-

el-siglo-xviii.html

2.b.- http://historiaybiografias.com/viruela/

https://es.wikipedia.org/wiki/Vacuna

http://elpais.com/diario/2002/04/17/futuro/1018994401_850215.html

3.- http://bvs.sld.cu/revistas/his/his_99/his1399.htm

http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/3.pdf

https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Expedici%C3%B3n_Filantr%C3%B3pica_de_la_Vacuna

http://ebuenasnoticias.com/2014/10/12/la-primera-expedicion-humanitaria-de-la-historia/

4.- https://biblioaecidmadrid.files.wordpress.com/2013/08/expediciones-cientc3adficas-

espac3b1olas1.pdf