Trabajo y distribución de la riqueza

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TRABAJO Elementos de análisis y criterios de acción Y DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA

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TRABAJO

Elementos de análisis y criterios de acción

Y DISTRIBUCIÓNDE LA RIQUEZA

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TRABAJOY DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA

Elementos de análisis y criterios de acción

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TRABAJOY DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZACuaderno mapas # 5

Dirección / Néstor Borri / Fernando LarrambebereProducción / Sebastián PrevotelTextos / N.B. / S.P.Corrección / Mirta Braida

Diagramación / Bárbara Coutoartilugio | comunicación & diseñowww.artilugioweb.com

Publicación de CENTRO NUEVA TIERRAPiedras 575 PB / CP1070AAKCiudad Autónoma de Buenos AiresRepública ArgentinaTel/fax: +54 - 11 - 4342 0869 / 4345 4774Email: [email protected]

Con el apoyo de

Los textos originales del presente material fueron desarrollados y publicados en Octubre de 2006 en el marco de la cam-paña nacional DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA / DESAFÍO PARA LA ARGENTINA / DESAFÍO PARA LAS ORGANIZACIONES SOCIA-LES, llevada a cabo por Amuyen - Espacio de organizaciones sociales y el Programa Mercosur Social y Solidario, con elapoyo del CCFD (Comité Católico contra el Hambre y favor del Desarrollo) y la Unión Europea.

Impreso en Minigraf / [email protected] de 2008

www.ciudadania.org.ar / [email protected]

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ÍNDICE

IDEAS FUERZA ....................................................................................... 5

Una mirada en perspectiva de la cuestión del trabajoDE DÓNDE VENIMOS ........................................................................ 7

Capital y trabajoLA PUJA POR LA DISTRIBUCIÓN ...................................................... 9

DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL A... .................................................. 11

LEYES LABORALES Y FLEXIBILIZACIÓN .......................................... 12

Umbrales y nuevas tendencias de la etapa actualLA DEVALUACIÓN... ........................................................................ 14

...Y DESPUÉS ................................................................................... 15

Trabajadores e ingresos popularesPOLÍTICAS PARA LA IGUALDAD ....................................................... 17

Fragmentación de la clase trabajadoraVOLVER A ESTAR JUNTOS ............................................................... 21

Desafíos y tareasMÁS TRABAJO / MÁS SALARIOS / MÁS DISTRIBUCIÓN ..................... 24

BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................... 28

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IDEAS FUERZA

1 / El trabajo es una cuestión determinante para construir una sociedad justa y de-mocrática consistentemente.

2 / Históricamente, la problemática del trabajo ha ocupado un lugar central para lossectores populares; ha sido el factor aglutinante de grandes luchas y construcciones.

3 / En Argentina, tenemos la memoria y la experiencia del trabajo como mecanismoprimordial para la distribución de la riqueza: se pudo distribuir cuando se creó trabajo.

4 / En los últimos 30 años, el neoliberalismo desarticuló al mundo del trabajo y buscódeshabilitar a los trabajadores como sujetos políticos, como actores con la capacidad deinfluir en los destinos de la sociedad.

5 / El grueso achique de los salarios y los altos índices de desempleo han sido los dosprincipales ataques que posibilitaron esta cuestión.

6 / En cada una de las grandes crisis económicas que nuestro país ha atravesado(1975-1976, 1982, 1989-1990, 1994-1995, 1998-2002), se produjo un salto en el des-empleo, una brusca caída de los ingresos, un aumento en el nivel de pobreza y una pro-fundización de la desigualdad respecto a la etapa anterior. A grandes rasgos, se produjouna caída en escalones en donde si bien después de cada crisis la situación se estabilizóo mejoró, nunca volvió al nivel alcanzado anteriormente.

7 / La crisis del salario, que tuvo su momento más grave en la década de los '90 fuelo que permitió minar la participación de la clase trabajadora en la riqueza producida enel país. La desocupación y el deterioro laboral han sido, entonces, uno de los principalesfactores de disciplinamiento y sometimiento de la mayoría de nuestra sociedad durantelas últimas décadas.

8 / Las políticas neoliberales instaladas llevaron la cuestión del desempleo al terrenode lo asistencial. Como parte de las tantas “consecuencias no deseadas” del funciona-miento del mercado, el trabajo se volvió objeto de políticas compensatorias y de planessociales.

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9 / En el marco de la reactivación económica vivida desde el 2002, la baja acentuadade la desocupación y la subocupación, convive con una gran cantidad de trabajadoresprecarizados, una concentración muy elevada del ingreso y niveles notablemente elevadosde pobreza. Hoy en Argentina, se puede trabajar y ser pobre o indigente al mismo tiempo.

10 / El grado de articulación, presencia e incidencia de los sectores populares, y en par-ticular de las organizaciones de trabajadores es central para orientar, condicionar y par-ticipar en las decisiones sobre el tipo de integración regional que se construirá en elcontinente, y el perfil con que nuestras sociedades responderán en el futuro al procesode globalización que las atraviesa.

* * * * *

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Una mirada en perspectiva de la cuestión del trabajo

DE DÓNDE VENIMOS

El nivel de los salarios y el grado de ocupación son los principales factores queinfluyen en la distribución de la riqueza.

La actual distribución del ingreso en Argentina es la más desigual de la his-toria y es el resultado de las políticas económicas -implementadas desde ladictadura militar de 1976 en adelante- que destruyeron la ocupación y el sala-rio que los trabajadores habían alcanzado en tiempos del peronismo con el“modelo de sustitución de importaciones”.

Con la dictadura militar que derrocó alsegundo gobierno peronista en 1955, losajustes que se hicieron llevaron a una im-portante caída de la participación de lostrabajadores en los ingresos. Sin embargo,en los años '60, los trabajadores pudieronrecuperar una distribución del ingreso másequitativa. Esto se debió tanto a la segundaetapa del modelo de sustitución de impor-taciones -fuertemente asentado en el mer-cado interno- como a la contundentemovilización social amplificada por la con-solidación del sindicalismo combativo y an-tiburocrático (fueron los tiempos en los quese gestaron los actores populares que mástarde protagonizarían episodios como elCordobazo en 1969).

Pero con los cambios instrumentados apartir de la última dictadura militar, en1976, fue diferente. Ya desde el principio,los militares produjeron una drástica modi-ficación en la distribución del ingreso.

En muy poco tiempo, la participación delos trabajadores en la riqueza producida

cayó al 30%, a diferencia del casi 50% de1974.

Esto se debió, en primer lugar, a la san-grienta represión que llevó a desarticularpor la violencia física la fortaleza del mo-vimiento obrero. En segundo lugar, porquela nueva política económica de aperturacomercial y financiera terminó con la sus-titución de importaciones y debilitó la po-sición de fuerza de los trabajadores.

Se llevó adelante un proceso de “desin-dustrialización” que terminó con la indus-tria nacional y trajo aparejado elevadosíndices de desempleo.

El desempleo se incrementó notable-mente en la década de los '90 por la “des-regulación del mercado de trabajo”impulsada por los organismos financierosinternacionales y los grupos económicosdominantes locales. La misma formó partedel vasto proceso de destrucción de lasfunciones básicas y estratégicas del Estadoque se implementó durante estos años.

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El efecto combinado del aumentodel desempleo y disminución del sala-rio real significó un aumento en ladesigualdad de la distribución del in-greso en las tres últimas décadas.

Mientras que en 1974 la diferenciade ingresos entre el 10% de los hoga-res más pobres y el 10% de aquelloshogares más ricos era de 9,5 veces,dicha proporción se elevó hasta 46,1veces en el año 2002.

LA ACTUAL DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN ARGENTINA ES LA MÁS DESIGUAL DE LA HISTORIA Y ES EL RESULTADO DE LAS POLÍTICAS E CONÓMICAS QUE DESTRUYERONLA OCUPACIÓN Y EL SALARIO QUE LOS TRABAJADORES HABÍANALCANZADO EN TIEMPOS DEL PERONISMO.

Participación de los trabajadores y los empresarios en el producto bruto interno.

Fuente: Área de Economía y Tecnología de la FLACSO, en base a datos de BCRA, Ministerio de Economía y Penn World Tables.

GRÁFICO #1 / Cambios en la distribución del ingreso entre 1974 y los ´90 /

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CAPITAL TRABAJO

Capital y trabajoLA PUJA POR LA DISTRIBUCIÓN

Los sectores del trabajo son los gruposde la población cuya principal riqueza essu fuerza de trabajo: asalariados registra-dos y no registrados, jubilados, cuentapro-pistas y beneficiarios de la seguridadsocial... los sectores populares. Se desem-peñan en diversas formas de trabajo(desde la industria hasta el campo, desdelas empresas privadas hasta las institucio-nes públicas, desde trabajos concretos queexigen fuerza física hasta otros más sim-bólicos y culturales). Incluso aquellas for-mas de trabajo que en general no sonreconocidas como tal o son invisibilizadas(como el trabajo doméstico, por ejemplo).Vale aclarar que los desocupados tambiénson trabajadores.

En las últimas décadas, los sectores deltrabajo se han caracterizado por su cre-ciente heterogeneización y fragmenta-ción:

trabajadores plenosdesocupados plenosprecarizados (informales, en negro)cuentapropistassubocupados y sobreocupados

* * * * *

Los sectores del capital son aquellos quetienen la capacidad de comprar y explotar-directa o indirectamente- la fuerza detrabajo de los trabajadores y apropiarsedel excedente de riqueza producido.

En la cúpula de este sector, están losgrandes propietarios de medios de produc-ción.

No se trata de un bloque uniforme y ho-mogéneo; está conformado por actoresmuy diversos con intereses muchas vecescontrapuestos y, aunque han sabido po-nerse de acuerdo en más de una ocasión,no dejan de tener conflictos entre ellos.Actualmente podemos diferenciar:

Empresas estatalesEmpresas locales independientesEmpresas de grupos económicos localesEmpresas trasnacionalesEmpresas de conglomerados extranjerosTambién es posible diferenciarlos por:su tamaño (capital, cantidad de emple-

ados, filiales, etc.)su participación o no en los procesos de

privatización de los años '90su pertenencia a la “cúpula empresaria”,

o sea, al conjunto de empresas que obtie-nen mayores utilidades económicas.

En un país, la distribución del ingreso es el resultado de la lucha entre los sectores delcapital y los sectores del trabajo por la apropiación de la riqueza generada.

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Los conflictos históricos entre estos dos sectores se ponen de manifiesto en las constantesvariaciones, los tires y aflojes, en la situación de la distribución del ingreso en el país através de los años.

Participación de los asalariados en el producto bruto interno, 1950-2004.

Fuente: Área de Economía y Tecnología de la FLACSO, en base a datos de BCRA, Altimir y Becaria (1999) y Lindemboin, Graña y Kennedy (2005).

GRÁFICO #2 / Distribución funcional del ingreso

LOS CONFLICTOS HISTÓRICOSENTRE EL CAPITAL Y EL TRABAJO

SE PONEN DE MANIFIESTO EN LASCONSTANTES VARIACIONES,

LOS TIRES Y AFLOJES, EN LA SITUACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN

DEL INGRESO A TRAVÉS DE LOS AÑOS.

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DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL A...La industria, desde los tiempos del peronismo, había sido el sector más diná-

mico de la economía, actor central del modelo productivo y espacio primordialpara la puja distributiva.

El golpe de estado del 24 de marzo del 1976 fue la puesta en marcha de un mo-delo neoliberal que significó el pase de una sociedad industrial a otra basada en la“valorización financiera”, vinculada a la fuga de capitales y la privatización deempresas públicas.

El proceso de desindustrialización abarcócasi décadas y significó la expulsión de lacuarta parte de la mano de obra del sectorde la industria. Fue la más importante de lascausas del vertiginoso aumento de la des-ocupación en Argentina.

Durante la década de los ´80, comenzó lafuga de capitales al exterior, y empezó a co-brar fuerza la pérdida de incidencia del sec-tor industrial en la economía. La industriasufrió procesos de redimensionamiento ycambios en su composición hacia adentro.Hubo un gran aumento de la concentracióntécnica, al tiempo que se dio una marcadadesconcentración geográfica de la produc-ción inducida por regímenes de promociónindustrial (subsidios desde el Estado a losdueños de las industrias).

Simultáneamente aumentó la importan-cia del “armado” de productos sobre la basede insumos importados y se manifestó unamarcada reducción de los tipos de produc-ción, creciendo las actividades beneficiadaspor las ventajas comparativas naturales -como los alimentos- y aquellas protegidaspor regímenes excepcionales -como la in-

dustria automotriz cuyo gran crecimientoestá asociado a la protección que recibió-.

La década de los '90 no tuvo resultadospositivos para los trabajadores a causa delproceso de apertura y desregulación eco-nómica, que consolidó las políticas aplica-das por la última dictadura militar,generando un nivel de desarticulación pro-ductiva y fragmentación social inédita enla historia reciente de nuestro país. El con-secuente desmantelamiento de la industriaimplicó el desplazamiento del sector comoeje central en el proceso de desarrollo eco-nómico y -paralelamente- su reemplazo porun patrón de crecimiento basado en la es-peculación financiera.

El nuevo patrón de crecimiento condujo aun incremento sin precedentes del desem-pleo, a una brutal contracción de los sala-rios reales y a una creciente frag men taciónsocial. Los niveles de desempleo que, en elaño 1974, se ubicaban en torno al 4,2%,promediaron el 12,0% durante la décadadel noventa y alcanzaron el 21,5% al fina-lizar la convertibilidad. A su vez, los salarios

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LEYES LABORALES Y FLEXIBILIZACIÓN

reales presentaban, en el año 2002, un re-troceso del 50,2% con respecto a los valoresvigentes en el año 1974.

La falta de competitividad de la industria-derivada de la apertura externa y agudi-zada por la relación de equidad entre elpeso y el dólar- condujo a que la recompo-sición de las ganancias del sector se reali-zara a expensas del salario y de la expulsiónde los trabajadores.

EL PROCESO DE DESINDUSTRIALIZACIÓN ABARCÓ CASI DÉCADAS

Y FUE LA MÁS IMPORTANTE DE LAS CAUSAS

DEL VERTIGINOSO AUMENTO DE LA DESOCUPACIÓN

EN ARGENTINA.

Los sectores dominantes, de la mano delgobierno de Carlos Menem, contaron conel consenso necesario para replantear lasleyes laborales, aniquilaron conquistas his-tóricas de la clase trabajadora:

Cambiaron las leyes de determinación sa-larial (se eliminó la indexación salarial, se

descentralizó la negociación colectiva y seataron las variaciones salariales a la evo-lución de la productividad).

Limitaron el derecho a huelga.Alteraron el régimen de vacaciones.Privatizaron el sistema de prevención de

accidentes de trabajo.Pusieron en vigencia diversas formas de

Durante el período de la convertibilidad se desplegó una política sistemática -con idas y vueltas a raíz de los diversos conflictos sociales que implicaron- orien-tada a remover todas las leyes laborales que modelaban el mercado de trabajoy beneficiaban a los trabajadores.

El argumento principal era que las causas del desempleo respondían a la “rigidez” del mercado laboral (altos salarios, aportes patronales elevados, altaindemnización por despido, etc) y que la solución consistía en “flexibilizar”.

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LAS POLÍTICAS LABORALES DE LOS '90 CONSOLIDARON

UNA NOTABLE PRECARIEDAD EN EL MERCADO DE TRABAJO

Y UN AGRAVAMIENTO DE LAS CONDICIONES

DE EXPLOTACIÓN DE LA MANO DE OBRA:

SIGNIFICARON UN APLASTANTEAVANCE DEL CAPITAL

SOBRE EL TRABAJO.

contrato temporarios que disminuyeron loscostos para los empresarios (los denomina-dos “contratos basura”).

Redujeron los aportes patronales a la se-guridad social y las asignaciones familia-res.

Redujeron las indemnizaciones por des-pido.

Todas estas políticas consolidaron unanotable precariedad en el mercado de tra-bajo y un agravamiento de las condicionesde explotación de la mano de obra, sobretodo en las grandes empresas.

La transformaciones llevadas adelantesignificaron un aplastante avance del ca-pital sobre el trabajo.

* * * * *

A lo largo de todo el país, surgieron ex-periencias de trabajo asociativo y auto-gestionado que han desafiado las lógicasimperantes de exclusión y explotación.Desde emprendimientos productivos co-munitarios, pasando por cooperativas yotras formas asociativas, llegando hastalas experiencias de empresas recupera-das.

Se trata de prácticas de organización ycooperación entre trabajadores que de-muestran, con todos sus límites y tropie-zos, que prueban que es posiblerecuperar las capacidades humanas me-

diante el trabajo digno. Forma de hacerefectiva una vida digna para el conjuntode la clase trabajadora.

Es clave el reconocimiento de las di-versas experiencias de trabajo asociativoy autogestivo de la economía social en elmarco de la lucha por una estrategiaproductiva global. Reconocer estas nue-vas formas de trabajo implica pregun-tarse por sus estrategias generales, susparticularidades, su vinculación con elmundo del trabajo “formal” y su papel enel proyecto de un país con una más justadistribución de la riqueza.

TRABAJO ASOCIATIVO Y AUTOGESTIVO

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Ante la crisis sin precedentes que nuestro país atravesó en el periodo 2001-2002, el gobierno de Eduardo Duhalde instrumentó un conjunto de medidas desti-nadas a resolver la situación.

Una de ellas fue la devaluación, política que implicó la modificación del valordel peso con relación al dólar como piedra fundamental de una reorganización dela economía argentina.

Con la devaluación, al bajar el valor delpeso, aquellos que venden afuera del país,obtienen más dólares por menos pesos. Porlo tanto, se incrementaron las ganancias delos grupos económicos que exportan suproducción. Por otro lado, la devaluaciónpermite que los que pueden vender en elmercado interno, lo hagan a un precio másalto; ya que los productos que vienen deafuera son más caros que antes.

Tras casi cuatro años de recesión econó-mica, las disputas en el 2001 giraban casiexclusivamente en torno al tipo de cambio.

La implementación de este “modelo deldólar alto” en el 2002, fue el resultado deduros enfrentamientos en el seno de lossectores dominantes:

Por un lado, sectores del autoproclamado“empresariado productivo”, en su gran ma-yoría nucleados en torno a la Unión Indus-

trial Argentina (UIA). Estos eran los quequerían la devaluación como salida de lacrisis del régimen de la Convertibilidad.

Por otro lado, buena parte del sector fi-nanciero local y las empresas privatizadas-los que se vieron más beneficiados en ladécada de los '90- abogaban por una “do-larización” de la economía.

La resultante de este conflicto significóun cambio en la composición del bloquedominante, que pasó a ser hegemonizadopor los “sectores productivos”: los gruposeconómicos nacionales más relevantes, nu-merosos conglomerados y grandes firmasextranjeras. El “dólar alto” significó un au-mento del volumen y las ganancias de lasventas al exterior. La elite exportadora, afavor de una importante presencia en elámbito de las fábricas y en el sector prima-rio, fue la gran “ganadora”.

Fuente: SCHORR, MARTÍN - WAINER, ANDRÉS / “Argentina: ¿muerte y resurrección?” Notas sobre la relación entre economía y política en la transición del “modelo de los noventa” al del “dólar alto” / En Realidad Económica #211 / Instituto Argentino para el Desarrollo Econó-mico / Bs As, abril-mayo 2005.

Umbrales y nuevas tendencias de la etapa actual

LA DEVALUACIÓN...

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Sectores como la banca y las privatizadasse han visto relegados -a pesar de las ju-gosas “compensaciones” que han recibido-y su expansión en el nuevo escenario se en-cuentra con serios límites.

Frente a este proceso, algunas afirmacio-nes:

1 / La fenomenal concentración de lasexportaciones y el mantenimiento de untipo de cambio elevado que beneficia am-pliamente a la fracción concentrada delpoder económico local, incrementa la bre-cha en la distribución de la riqueza. Los tra-bajadores siguen apropiándose de unamínima porción de los ingresos generados(de modo directo con el salario e indirectopor medio de las retenciones a las expor-taciones aplicadas por el Estado).

2 / De la mano de la devaluación, se dioun aumento del desempleo y la caída brutalde los salarios. Los ingresos cayeron alre-dedor de un 30% y la desocupación llegóal 25% del total de los argentinos en buscade trabajo. La población por debajo de lalínea de la pobreza -que en los últimos mo-mentos da la Convertibilidad llegaba a 14,6millones-, a fines del 2002 alcanzó los 21millones de personas.

En conclusión, la “salida devaluacionista”derivó en una fuerte transferencia de in-gresos desde el trabajo hacia el capital.

3 / Dicha situación demostró que no escierto que la devaluación en sí misma seacondición necesaria y suficiente para quela economía ingrese en un sendero de cre-cimiento que logre revertir la desindustria-lización, el desempleo y la desigualdistribución de la riqueza.

4 / Más allá de la aplicación de unaspocas medidas puntuales, aún no existe anivel nacional una estrategia de desarrolloproductivo y, en lo más particular, una es-trategia para la industria. La lógica del “pi-loto automático” que caracterizó al“modelo de los noventa” parece seguir vi-gente.

* * * * *

...Y DESPUÉSEn el marco de la reactivación económica registrada desde el año 2002, se observa un

acentuado descenso de la desocupación y la subocupación:

Primer trimestre del 2003 Segundo trimestre del 2006

Desocupación 20,4 % 10,4 %Subocupación 17,7 % 12 %

LA “SALIDA DEVALUACIONISTA”DERIVÓ EN UNA FUERTE TRANSFE-

RENCIA DE INGRESOS DESDE ELTRABAJO HACIA EL CAPITAL.

LA LÓGICA DEL “PILOTO AUTOMÁTICO” QUE CARACTERIZÓ

AL “MODELO DE LOS NOVENTA”PARECE SEGUIR VIGENTE.

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Cabe destacar que la medición de un10,4% de desocupación en el 2006, incluyea las personas que beneficiarias de un plande empleo. Si no contamos los planes, ladesocupación alcanza el 12,8%(1).

El problema aparece cuando considera-mos a los trabajadores “en negro”.

Los trabajadores en negro percibían enpromedio -en agosto de 2006- un sueldode 440 pesos mensuales, lo que equivalesólo al 37% del salario promedio de los tra-bajadores en blanco (que se encontraba al-rededor de los 1.190 pesos).

Se encontraba, además, muy por debajodel mínimo -establecido por el Consejo delSalario Mínimo Vital y Móvil- para los tra-bajadores formales (en blanco) de 630pesos. Y apenas un poco por encima de lamitad del piso de 800 pesos que supuesta-mente el salario alcanzaría en noviembredel 2006.

Según señala Claudio Lozano, en agostodel 2006, sobre una fuerza de trabajo ur-bana de casi 16 millones de personas, el60,2% presentaban distintos niveles deprecarización:

4,8 millones son asalariados no registra-dos (en negro)

2,6 millones son cuentapropistas de sub-sistencia (gasistas, plomeros, carpinteros,pintores, vendedores ambulantes...)

1,8 millones son desocupados

El diputado nacional y director del Insti-tuto de Estudios y Formación de la CTA, ex-plica que mientras que desde octubre del2001 hasta agosto del 2006 los salarios delos trabajadores registrados crecieron un80,7%, el de los no registrados se incre-mentó sólo un 44,7%(2).

Estos procesos hablan de la convivenciade una baja en la desocupación con unamuy elevada concentración del ingreso yniveles notablemente elevados de pobreza.

El desafío en la materia para el actualgobierno y para los sectores del trabajo esincidir en la injusta distribución de la ri-queza. Cada vez más, en Argentina, tenertrabajo no alcanza para no ser pobre.

* * * * *

CADA VEZ MÁS, EN ARGENTINA,TENER TRABAJO NO ALCANZA

PARA NO SER POBRE.

1 / Fuente: Instituto de Nacional de Estadísticas y Censos; Encuesta Permanente de Hogares2 / Claudio Lozano. “Solo para empleados en blanco” Suplemento CASH (Página/12); 6 de agosto de 2006.

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Martín Hourest (*). Extractos de la ponencia realizada en el encuentro-taller Distribución de lariqueza / desafío para la argentina / desafío para las organizaciones sociales, realizado por Amu-yen los días 6 y 7 de julio del 2006, en Buenos Aires.(*) Economista de la Central de Trabajadores Argentinos.

Trabajadores e ingresos popularesPOLÍTICAS PARA LA IGUALDAD

“¿Qué pasa con el ingreso de los sectorespopulares? La primer constatación brutal esque estamos en el piso más bajo de la his-toria. No es un accidente, no salimos deuna hiperinflación hace tres meses. Esto yatiene una lógica de funcionamiento que aaceptado un perfil de decadencia de los in-gresos populares en relación de los ingresosnacionales.

“Pero, además, se ha alterado la morfolo-gía de la situación. En primer lugar, en re-lación a la existencia de mayores niveles deinformalidad laboral, aparecen elementosmuy complejos: el trabajo y los trabajado-res, registrados o no, ya no están asociadoscon la satisfacción de las necesidades mí-nimas. Se puede trabajar y ser pobre, y sepuede trabajar y ser indigente.

“Del mismo modo, en el mundo del tra-bajo, cada vez con más claridad, se da larutina de gente que está excluida y genteque es desigual. Hay algunos que están ex-

cluidos de relaciones laborales formales endonde el nivel de desigualdad para con otrotrabajador es alto. Hay algunos que noestán excluidos y son esencialmente des-iguales.

“O sea, es un mundo donde, además, losprocesos de rotación no son sólo verticales,no son sólo de trabajador registrado quepasa de una actividad de menor salario.Estoy hablando también de mercados níti-damente segmentados, en donde no es po-sible acceder al otro mercado. No es queuno perfora desde el sector de la informa-lidad más dura al sector de la informalidadmenos dura y de allí al formal. Estos mer-cados tienen movilidad interna pero dentrode un estamento.

“Para decirlo de una manera gráfica, escomo si hubiese un núcleo de relacionesdesiguales pero formales en el mercado deltrabajo. Este está rodeado por una capamucho más amplia, donde hay relaciones

LOS INGRESOS DE LOS SECTORES POPULARES

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formales e informales con exclusión. Pobla-ción que entra y sale del proceso de explo-tación -y que además compiten entre sí-.Y a la vera de esto, un universo mucho másamplio, pero que ni siquiera pega contra lasparedes del mercado formal-informal,gente que ni siquiera puede aspirar a serexplotada. Esto hace estallar muchas de lascategorías que tradicionalmente se utilizanpara el análisis, no solamente del mercadodel trabajo, sino también para la sociedad.

“Voy a agregar un argumento adicionala esto. La lógica grupal del mercado deltrabajo, esta lógica bestial de la informali-dad (los salarios debajo de la línea de la po-breza), oculta dos elementos que son, enrealidad, la rueda de auxilio del funciona-miento de este sistema y que no son enun-ciados: el trabajo no remunerado demujeres y el trabajo de niños.

“Esta distribución del ingreso, bestialcomo es, lacerante como es, no podría fun-cionar si debajo de ella no hubiese un pro-ceso de explotación de las mujeres noremuneradas y de los niños no remunera-

dos. Por lo cual, la distribución del ingresocuando es planteada con seriedad, nopuede excluir aquellos que no aparecencomo productores de ingreso cuando en re-alidad son el sostén de los productores deingreso.

“Esto es estratégico en términos políti-cos. No habría trabajadores explotados enArgentina, a nivel de tener salarios bajo lalínea de pobreza y condiciones laborales noregistradas, si no hubiese mujeres sin in-greso sosteniendo con explotación los ni-veles de reproducción de los salarios. Yobviamente, tampoco los habría sin los dosmillones de niños que hoy en Argentinadesarrollan algún tipo de trabajo.”

* * * * *

EL TRABAJO Y LOS TRABAJADORES,

REGISTRADOS O NO, YA NO ESTÁN ASOCIADOS

CON LA SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES MÍNIMAS.

SE PUEDE TRABAJAR Y SER POBRE,

Y SE PUEDE TRABAJAR Y SER INDIGENTE.

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“En 7 de los últimos 14 años, la Argen-tina creció arriba del 8%. Hubo creci-miento arriba del 8% en los '90 y haycrecimiento arriba del 8% en el 2000. Loque conecta como dato explicativo, no esla tasa de crecimiento, sino la producciónde sufrimiento social. Aquello que sobre-vive con condiciones de crecimiento en los'90 y en el 2000 son las deformaciones enel mercado del trabajo, la pésima distribu-ción en el ingreso, las dificultades para re-poner el estatuto del trabajo como unorganismo de movilidad social.

“¿Qué papel le cabe al Estado en estecontexto? Una primera definición es queno hay que tener visiones reduccionistasde su papel. El Estado es un territoriocomplejo, un territorio de lucha, un espa-cio de conflicto social, y no una herra-mienta directa de dominación social porparte de una clase. En esa perspectiva,este Estado, con sus características dicevarias cosas.

1 / “En primer lugar, es un Estado queprovee recursos, protección y promoción.Provee promoción y protección a aquellossectores del capital que, o bien necesitanser protegidos de la competencia externa,o bien necesitan ser promovidos en fun-ción de la competencia externa y de lacompetencia interna. Es decir, nunca fue -ni en los '90 ni en los 2000-, contraria-mente a lo que se dice, un estado deudor.Ha tenido fenomenales capacidades de in-tervención que las a utilizado con objeti-

vos que no necesariamente tienen que vercon las mayorías populares, pero en nin-gún momento uno puede decir que la uti-lización del tipo de cambio -el subvaluadode los '90 o con el tipo de cambio sobre-valuado de los 2000- no tenga relacióncon una lógica de relacionamiento con elcapital.

2 / “El segundo elemento, es que el Es-tado, que busca legitimación por un ladoy sostener el proceso de acumulación decapital por el otro, ha sido y es, un feno-menal reproductor de la heterogeneidadsocial. Para esto, tiene tres grandes herra-mientas: la política de mínimos institu-cionales, las políticas sociales focalizadasy los acuerdos corporativos. Estas tres ló-gicas de la intervención del Estado en ladistribución del ingreso marcan las formasa partir de las cuales, sin discutir la ma-nera en que se produce el ingreso y sincuestionar necesariamente la asimetríabrutal que existe en su distribución, el Es-tado concurre a sostenerla y a dotarla delegitimidad. Eso es la política de salariosmínimos para quienes están ocupados yregistrados. Eso es la política social foca-lizada. Y eso son los acuerdos corporativoscon aquellos sectores sindicales y empre-sariales que acordonan una lógica de fun-cionamiento de la distribución delingreso.

3 / “El otro elemento es la lógica de po-lítica monetaria del Estado. En términosde soberanía monetaria (es decir, la capa-

EL PAPEL DEL ESTADO Y EL SUFRIMIENTO SOCIAL

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cidad del Estado de generar moneda paraactivar los circuitos económicos), no noshemos movido demasiado de los '90 paraaquí. Pasamos de un proceso de “1 a 1” enlos '90, que garantizaba determinadas ga-nancias extraordinarias para determinadasfracciones del capital, pero donde la rela-ción autónoma de moneda característicade los estados soberanos no ha cambiado.

“Si revisamos la recaudación fiscal delaño 2006 con relación a la previa a la cri-sis del 2001 y sacamos del medio las re-tenciones a las exportaciones y elimpuesto al cheque, constataremos queestamos recaudando menos impuestosque en aquella época. Si sacamos delmedio aquel efecto de la devaluación, el

efecto precio, notamos que tenemos pro-blemas muy serios para recaudar impues-tos. Sacando lo extraordinario de ladevaluación, que claramente fue un golpebrutal sobre los sectores populares, en lalógica del funcionamiento económico ydel sostenimiento del Estado, la economíay los sectores en general no están apor-tando de manera distinta; la matriz fiscalno cambió.

“Sólo lo extraordinario ha permitido de-venir a un Estado deficitario en un Estadosuperavitario. Pero un Estado superavita-rio se asienta sobre la base de una ciuda-danía en déficit. Porque buena parte delajuste corriente que le permite al Estadodejar de ser deficitario para convertirse ensuperavitario es el ajuste sobre el gastocorriente. Es decir, el ajuste sobre el sala-rio, jubilaciones, pensiones. El Estado sehizo más robusto sobre la base de achicarel gasto corriente y aumentar el peso quesobre los sectores populares tiene la mo-dificación de los precios internacionales,de los precios relativos de la producciónexportable, que son las retenciones.”.

* * * * *

FUERA DE LO EXTRAORDINARIO DE LA DEVALUACIÓN, EN LA LÓGICA DEL FUNCIONAMIENTO ECONÓMICO Y DEL SOSTENIMIENTO DEL ESTADO, LA ECONOMÍA Y LOS SECTORES EN GENERAL NO ESTÁN APORTANDO DE MANERA DISTINTA; LA MATRIZ FISCAL NO CAMBIÓ.

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Fragmentación de la clase trabajadoraVOLVER A ESTAR JUNTOS

Una creciente heterogeneidad tuvo lugar como consecuencia de la reestructu-ración industrial en Argentina. La industria descentralizó su producción y se crea-ron de nuevos establecimientos industriales en otros lugares a partir de los“regímenes de promoción industrial” de los años '80.

Estos los regímenes de promoción indus-trial produjeron una doble fractura en laclase trabajadora:

los nuevos operarios de las plantas teníanescaso o nulo grado de sindicalización ypara igual trabajo percibían salarios meno-res a los de los obreros de las industrias tra-dicionales,

por otro lado, este nuevo tipo de indus-trias consolidó el proceso de desocupacióny marginalidad social, ya que si bien setrasladaron las instalaciones no sucedió lomismo con los obreros.

Así, emergieron un nuevo tipo de obrerosy nuevos desocupados. Se generaron dife-rencias entre los dos grupos, como tambiénentre éstos y los obreros tradicionales.

Esta situación se agravó en los '90 conlos despidos masivos provocados por lasprivatizaciones, más la profundización delproceso de desindustrialización, cuyo resul-tado global fue el gran deterioro en lascondiciones y relaciones de trabajo.

Esta heterogeneidad volvió muy dificul-

tosa la convergencia de reivindicacionescomunes e incluso generó grandes divisio-nes y contradicciones.

A partir de la crisis del 2001, se agudiza-ron las tendencias a la heterogeneidad enel mundo del trabajo:

conflictos entre trabajadores formales einformales,

conflictos entre trabajadores privados yestatales,

la extensión del trabajo en negro,la no equiparación de los salarios de las

mujeres,el fenómeno de la tercerización que, al

interior de los lugares de trabajo, planteagroseras discriminaciones -en calificacio-nes y salarios- entre trabajadores que com-parten puestos similares.

A su vez, el temor a la desocupación per-sistía como un fantasma aún en los traba-jadores que han recuperado el empleo.

Mientras, las nuevas modalidades de tra-bajo buscan asimilar al trabajador a la cul-

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tura de la empresa, buscando que se iden-tifique con ella y se haga cargo de las con-secuencias de fallas o errores.

En un marco más amplio, la sociedad su-frió otras transformaciones que evidencianla ruptura profunda de lazos y solidarida-des. Se abrieron brechas muy grandes entrelos sectores marginalizados, los trabajado-res y los sectores medios.

* * * * *

Con el camino allanado por la represiónde la última dictadura militar, el sindica-lismo argentino sufrió grandes cambios.Sobre todo en la década de los '90.

Estos cambios -que propiciaron el avancedesmedido del capital por sobre la clasetrabajadora-, tuvieron lugar a partir de lacooptación de las conducciones sindicalespor parte del bloque dominante neoliberal.

Nació el “sindicalismo empresario”: lasestructuras sindicales participaron de ma-nera directa en las nuevas actividades eco-nómicas originadas en la desestructuracióndel Estado. Llegaron incluso a adquirir yparticipar en los servicios públicos privati-zados.

Las más fuertes expresiones de esta mu-tación del sindicalismo fueron las dos prin-cipales concesiones que hicieron al poderde turno y difundieron como verdades entrelos trabajadores:

1 / Frente al incremento de la desocupa-ción, produjeron un desplazamiento de lareivindicación sindical del salario a la meradefensa de los puestos de trabajo.

2 / Se adoptó en los hechos la mismalectura de la crisis que hacían los sectoresdominantes, la cual decía que la principalcausa del desempleo era la “rigidez” delmercado de trabajo y que -por lo tanto-había que “flexibilizar”.

En respuesta a esta situación, a fines de1991 se comenzó a gestar lo que un añodespués se constituyó en la Central de Tra-bajadores Argentinos (CTA). Sustentada enlos principios de la participación popular yla autonomía del Estado y los partidos po-líticos, esta nueva expresión sindical surgiócon el objetivo de desandar la fragmenta-ción de la clase trabajadora sumando nosólo a trabajadores ocupados sino tambiéna desocupados, jubilados y distintos tiposde trabajadores informales.

QUÉ PASÓ CON EL SINDICALISMO

UNA CRECIENTE HETEROGENEIDAD

DEL TRABAJO Y LOS TRABAJADORES

TUVO LUGAR COMOCONSECUENCIA

DE LA REESTRUCTURACIÓN INDUSTRIAL

EN ARGENTINA.

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NUEVAS EXPRESIONES

Frente a este panorama y ante la desocu-pación y la fragmentación imperante en elmundo del trabajo, surgieron nuevos acto-res y lugares de referencia colectiva:

El brutal cambio de escenario, sentó lasbases para la creación de nuevas formas deorganización y referenciación que confor-maron el movimiento de trabajadores des-ocupados. Grupo sumamente heterogéneoy con reivindicaciones que giran en torno ala demanda de vías efectivas para la inclu-sión en el mundo del trabajo y de políticascompensatorias que combatan el hambre yla pobreza. Muchas de las organizacionesque conforman este movimientos estánvinculadas de manera orgánica a partidospolíticos de izquierda.

Relacionados con los actores del movi-miento de desocupados, pero muchas vecescontenidos también en otros ámbitos -or-ganizaciones barriales, espacios eclesiales,o directamente a partidos políticos de iz-quierda-, surgieron diversas formas de aso-ciación, cooperación y ayuda mutua entretrabajadores autogestionados. Experienciasde economía social.

También está el movimiento de empresasrecuperadas. Aunque varias pueden encua-

drarse en el grupo anterior, se trata de untipo particular que se caracteriza por la re-cuperación para la clase trabajadora de lasnumerosas industrias y empresas privadas.Empresas que, como resultado de la situa-ción descripta a lo largo de estas páginas -sobre todo desde mediados de los '90-, sefueron a la quiebra y fueron expropiadas ygestionadas colectivamente por sus pro-pios trabajadores.

Por último, pero no menos importante, elfortalecimiento de los movimientos cam-pesinos en los últimos años también es re-sultado de la destrucción del trabajo y lossalarios, que también afectó al campo dediversas formas.

* * * * *

SE ABRIERON BRECHAS MUY GRANDES ENTRE

LOS SECTORES MARGINALIZADOS,LOS TRABAJADORES Y

LOS SECTORES MEDIOS.

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Desafíos y tareasMÁS TRABAJO / MÁS SALARIOS / MÁS DISTRIBUCIÓN

La pobreza y la profunda desigualdad ha-blan de la necesidad de un nuevo modeloeconómico basado en la recomposición dedos pilares fundamentales para la distribu-ción de la riqueza: las fuentes de trabajo yel salario.

No alcanza con la recuperación econó-mica para mejorar la situación de los traba-jadores. Es necesario complementar elcrecimiento con estrategias para el mejora-miento de los ingresos y la generación demás puestos de trabajo.

Por otro lado, no es cierto que aumentarlos salarios pone en riesgo la productividad.Las medidas devaluacionistas que se apli-caron para salir de la crisis multiplicaronlas ganancias de las empresas. Sobre todoen el sector exportador. Es posible subir lossalarios sin que se produzca inflación.

Es necesaria una transformación del mo-delo productivo. El desarrollo productivodebe tener como una de sus principalespremisas la satisfacción de las necesidadesde la población y el aumento del consumopopular. Deben abandonarse definitiva-mente las determinaciones de un mercadoque es funcional a las apetencias de losgrandes capitales y que promueve a modode círculo vicioso el consumo de los secto-res más acomodados de la sociedad.

Necesitamos un estado fuerte con la ca-pacidad para regular y “disciplinar” a lossectores del capital concentrado y trasna-cional. Al mismo tiempo, debe ser un es-tado que responda a los intereses de lossectores populares. Más trabajo / más sala-rio / más distribución deben ser las simplesconsignas que guíen sus políticas, quedeben ser abiertas a la participación “enserio” de las organizaciones sociales.

Reducir la desigualdad en nuestra socie-dad exige dos grandes grupos de políticaseconómicas concretas:

POLÍTICAS DE REINDUSTRIALIZACIÓN:

El Estado debe redefinir las bases del mo-delo económico desde su raíz. Debe vincu-lar al generación de riqueza a la producción

NECESIDAD PARA LA SOCIEDAD

EXIGENCIA PARA EL ESTADO

NECESITAMOS UN ESTADO FUERTECON LA CAPACIDAD PARA

REGULAR Y “DISCIPLINAR” A LOSSECTORES DEL CAPITAL; Y QUE

RESPONDA A LOS INTERESES DELOS SECTORES POPULARES.

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para el consumo interno y a la especulaciónfinanciera.

Debe reconstruir la industria argentinacon un asentamiento en la complementa-ción de las distintas ramas de la produccióny una articulación con un sistema educa-tivo coherente para la formación de los tra-bajadores.

Debe propiciar la generación de estudioscientíficos que brinden a la industria inno-vaciones para el desarrollo una producciónque satisfaga nuestros intereses y, al mismotiempo, sea competitiva a nivel internacio-nal.

Debe diseñar instrumentos que se orien-ten hacia la creación de una infraestructuraadecuada para la expansión industrial y elbienestar de la población.

Debe recuperar, para la sociedad argen-tina, el control de los recursos energéticosbásicos, como el petróleo, el gas y la elec-tricidad.

La complementación a nivel nacional dela producción industrial con la producciónagropecuaria .

El Estado debe buscar vías y formas de re-gular la inversión que se hace en la econo-mía, ya que no es lo mismo la inversión enmaquinaria industrial, que generará trabajoen el futuro; que invertir en construccióninmobiliaria, por ejemplo, en donde una vezterminada la edificación el valor de losbienes se empieza perder y no genera nue-vas riquezas.

POLÍTICAS DE RECOMPOSICIÓN DE LOS INGRESOS Y EL MERCADO LABORAL

En primer lugar -en íntima relación con elconjunto anterior de políticas-, el Estadotiene que propiciar la generación de nuevospuestos de trabajo para incorporar lasgrandes cantidades de desocupados y tra-bajadores precarizados al mercado laboral.Estimulando, de este modo, el crecimientode los salarios y la distribución de los in-gresos.

Son necesarios, paralelamente, mecanis-mos universales que reconstruyan los in-gresos de los sectores populares. El Estadopuede y debe políticas de asignación fami-liar para terminar con la pobreza partiendodel reconocimiento del derecho de losniños y de los adultos sin protección social.

El Estado debe, además, realizar cambiosen las leyes que regulan la actividad eco-nómica, la recaudación y el trabajo, ade-cuándolas para un proyecto de país másequitativo.

En ese mismo movimiento, debe crearnuevos marcos legales que reconozcan aaquellas formas de trabajo informal mu-chas veces “invisibilizadas” y las separen delas políticas asistenciales o de “economíapara pobres”.

SON NECESARIOS MECANISMOS UNIVERSALES QUE

RECONSTRUYAN LOS INGRESOS DELOS SECTORES POPULARES.

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En el mundo actual, los países aisladosno tienen posibilidad de impulsar un mo-delo económico productivo de inserción enel mercado internacional. Del mismo modo,por las características de la economía mun-dial, no podemos descuidar las exportacio-nes.

El desafío pasa hoy por pensar y hacerefectiva esa inclusión en el mundo en elmarco de una inclusión en el Mercosur.

Un nuevo proyecto de país es posible sólopensando en un nuevo Mercosur. El futurode la integración regional debe estar vin-

culado a las complementariedades y arti-culaciones productivas, así como a las de-cisiones conjuntas para un desarrollo condistribución.

El grado de articulación, presencia e in-cidencia de los sectores populares, y enparticular de las organizaciones de traba-jadores es central para orientar, condicio-nar y participar en las decisiones sobre eltipo de integración que se construirá en elcontinente, y el perfil con que nuestras so-ciedades responderán en el futuro al pro-ceso de globalización.

* * * * *

En los años ´90, el campo popular y elmundo de las organizaciones sociales secomplejizó y diversificó. Muchas organiza-ciones y grupos surgieron en torno a temá-ticas que no se relacionan directamentecon la cuestión del trabajo y del movi-miento obrero, porque justamente fueronresultado de la creciente desocupación yexclusión del mercado laboral.

Los cambios en el modo de funciona-miento de la economía, con un mayor pesorelativo en la producción, dieron nueva ca-bida a las luchas por el salario. Es funda-mental recuperar el protagonismo de lostrabajadores en la lucha por la recupera-ción salarial. Entendiendo al salario como

el mecanismo por excelencia para la distri-bución de la riqueza y como herramientapara reconstruir el papel central de la clasetrabajadora en la consolidación de un pro-yecto productivo democrático y soberano.

Junto con ésta, las luchas por condicio-nes de trabajo dignas y derechos laborales,así como las propuestas y demandas porpolíticas de empleo y protección social ade-cuadas, la universalización de beneficiossociales como las asignaciones familiares yla reforma del sistema provisional son ejesde reivindicación común que atraviesan alas todas las organizaciones sociales, las es-tructuradas en el marco del mundo de lostrabajadores como de las organizaciones de

HORIZONTE PARA LA INTEGRACIÓN

DESAFÍO PARA LAS ORGANIZACIONES SOCIALES

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desocupados, barriales, de mujeres, de jó-venes, o de campesinos.

Caminar hacia ese país demanda unamirada y un programa de trabajo dirigido ala recreación de un espacio productivo na-cional y el fortalecimiento del mercado in-terno y el consumo popular.

Esto requiere buscar formas, espacios yherramientas para desandar la dispersión yfractura que atraviesa a los sectores popu-lares e hilvanar en torno a la reivindicaciónpor una más justa distribución de la ri-queza las luchas de todos los trabajadores:formales, informales, autónomos, autoges-tionados, jubilados, desocupados. Públicosy privados, urbanos y rurales, profesionalesy no profesionales, etc. Hacer el esfuerzopor recomponer una identidad común enentre los sectores populares que asuma ladiversidad sin ser funcionales a la frag-mentación.

El trabajo es central en nuestra sociedad.Las organizaciones sociales en generaldeben preguntarse de qué manera las tocay las interpela esta problemática. Hacefalta una mirada crítica que aborde todosestos procesos en su basta complejidad -que lejos está de ser inabordable-. Es undesafío para las organizaciones poder

hacer un “mapeo” de la problemática y losactores involucrados con sus conflictos ycontradicciones. Pensar en las estrategias,en las alianzas y en las rupturas, necesariaspara terminar con la pobreza.

El Estado y las políticas públicas son ele-mentos claves a la hora de pensar en unamás justa distribución de la riqueza. Cómorelacionarse con el estado, qué puentes yqué paredes construir, qué contradiccionesasumir, qué herramientas para controlar,incidir y participar hacen falta, en qué pro-cesos; son preguntas desafiantes.

* * * * *

CAMINAR HACIA UN PAÍS MÁS JUSTO DEMANDA

UNA MIRADA Y UN PROGRAMA DE TRABAJO DIRIGIDOS

A LA RECREACIÓN DE UN ESPACIOPRODUCTIVO NACIONAL Y EL FORTALECIMIENTO DEL MERCADO INTERNO

Y EL CONSUMO POPULAR.

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