Tramando Redes de Prevención

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PREVENCIÓN REDES La prevención de los consumos problemáticos desde la escuela primaria LIBRO PARA DOCENTES de PREVENCIÓN Tramando REDES

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Libro para docentes. La prevención de los consumos problemáticos desde la escuela primaria. http://www.sedronar.gob.ar/a/263/21734/publicaciones.html

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  • PREVENCINREDES

    La prevencin de los consumos problemticos desde la escuela primaria

    LIBRO PARA DOCENTES

    de PREVENCINTramando REDES

  • Tramando REDESde PREVENCINLa prevencin de los consumos

    problemticos desde la escuela primaria

    LIBRO PARA DOCENTES

  • Dra. Cristina Fernndez de Kirchner Presidenta de la Nacin

    Secretara de Programacin para la Prevencin de la Drogadiccin y la Lucha contra el Narcotrfico (SEDRONAR)

    Dr. Gabriel Lerner Secretario de Estado

    Dr. Eugenio Reati Subsecretario de Prevencin, Capacitacin y Asistencia de las Adicciones

    Prof. Flavio D. Cuoco Director Nacional de Prevencin de las Adicciones

    Lic. Fernando P. Morillo Coordinador de Estrategias Preventivas en el mbito Educativo

  • La prevencin de los consumos problemticos desde la escuela primaria

    LIBRO PARA DOCENTES

    de PREVENCINTramando REDES

  • Secretara de Programacin para la Prevencin de la Drogadiccin y la Lucha contra el Narcotrfico - SEDRONAR

    Libro para docentes ; ilustrado por Pablo Bernasconi; Ivana Juanatey; Vernica Fradkin. - 1a ed . - Buenos Aires : Secretara de Programacin para la Prevencin de la Drogadiccin y la Lucha contra el Narcotrfico - SEDRONAR, 2015.

    Libro digital, PDF - (Tramando Redes de Prevencin. La prevencin de los consumos problemticos desde la escuela primaria)

    Archivo Digital: descarga y online

    ISBN 978-987-3641-04-6

    1. Prevencin de Adicciones. 2. Educacin Primaria. I. Bernasconi, Pablo, ilus. II. Juanatey, Ivana, ilus. III. Fradkin, Vernica, ilus.

    CDD 372.378

  • Queridos educadores y educadoras

    A partir de los esfuerzos iniciados en el 2003, los derechos humanos han sido definidos como el sello distintivo de las polticas pblicas del gobierno nacional; reasumiendo el rol del Estado presente, activo y promotor de la inclusin social y la igualdad de oportunidades. Con la llegada de Nstor Kirchner a la presidencia en el ao 2003, comen-z en nuestro pas un proceso de recuperacin del rol de la poltica como herramienta transformadora en poder de un pueblo que cons-truye su propia realidad.

    En materia educativa las demandas de diferentes sectores propug-naban un cambio sustancial que atendiera no solo las necesidades educativas de nuestro pueblo, sino tambin que esas necesidades se tradujeran en derechos para todos y todas. As desde 2006, la vigencia e implementacin de la nueva Ley de Educacin N 26.206 representa sin lugar a dudas, tanto la cristalizacin de una fuerte y legtima voca-cin de extender las bases y condiciones de inclusin educativa a sec-tores histricamente relegados de nuestra poblacin, cuanto el enor-me desafo de disear y aplicar estrategias educativas de calidad.

    Profundizando el camino iniciado en 2003, la Dra. Cristina Fernndez de Kirchner delega a la Secretara de Programacin para la Preven-cin de las Drogadiccin y la lucha contra el Narcotrfico (SEDRONAR) bajo Decreto 48/2014, las acciones y polticas referidas a la preven-cin, capacitacin y asistencia de los consumos problemticos, siendo el mbito educativo un espacio imprescindible del trabajo conjunto entre Estado y actores sociales con competencia en la materia.

    En el marco de la reciente aprobacin de los Lineamientos Curricu-lares para la Prevencin de las Adicciones, impulsados por el Minis-terio de Educacin de la Nacin y aprobados en asamblea por el Consejo Federal de Educacin (Res. CFE 256/15), y recuperando el rol transformador de los educadores, la SEDRONAR ha elaborado y pone a disposicin de la comunidad educativa la Serie de materiales Tra-mando Redes de Prevencin. La prevencin de los consumos proble-mticos desde la escuela primaria.

  • Mediante estas herramientas tericas y prcticas, la SEDRONAR acompaa los procesos formativos e institucionales en materia de prevencin delos consu-mos problemticos, aunando esfuerzos con los ministerios de Educacin nacio-nal y provinciales.

    Para los educadores, quienes da a da se encuentran frente a la formacin de nuestras presentes y futuras generaciones fue elaborada y diseada la presen-te compilacin. Para que se constituya en una herramienta ms de transforma-cin del pueblo argentino, y para defender y profundizar lo ganado.

    Dr. Gabriel Lerner Secretario de Estado

    Secretara de Programacin para laPrevencin de la Drogadiccin y la Lucha contra el Narcotrfico

  • ndicePresentacin 9

    Primera parte

    Propuesta para la prevencin de los consumos

    problemticos desde la escuela primaria 13

    Introduccin 15

    La salud como construccin colectiva 19

    Acerca de los consumos problemticos 27

    Los consumos problemticos y los consumos no problemticos 28

    El consumo de sustancias legales e ilegales 30

    Sobre las representaciones sociales 33

    Sobre la prevencin, distintas perspectivas 37

    El problema es la sustancia 39

    El problema es la persona 41

    El problema est solamente en el contexto 43

    La prevencin desde una perspectiva relacional y multidimensional 45

    Segunda parte

    Tramando REDES de PREVENCIN desde la escuela 49

    Por qu una propuesta desde la escuela? 54

    La cultura del cuidado en la escuela 59

  • Ejes de trabajo para llevar a cabo la prevencin

    de los consumos problemticos desde la escuela 63

    Eje 1: La tensin entre sujeto de derecho y sujeto consumidor 64

    Eje 2: El proyecto de vida inserto en un proyecto colectivo 71

    Ensear y aprender a travs de proyectos 77

    Cmo trabajar por proyectos? 78

    Presentacin de las Guas de trabajo para docentes 81

    4to grado Infancias y consumos 82

    5to grado Cuerpos y salud 84

    6to grado Consumos problemticos de sustancias 86

    7to grado Queremos hacer colectivamente 88

    Un cierre que abre 91

    Bibliografa 93

    Anexo

    Marco normativo 97

    A lo largo del material utilizamos el genrico masculino con el obje-tivo de facilitar y no obstaculizar la lectura, incorporando algunos re-cursos o elementos lingsticos de comunicacin con perspectiva de gnero. Dejamos sentada nuestra posicin de acompaar la incorpora-cin de una comunicacin con perspectiva de gnero y de diversidad tanto en la escuela como en la comunidad educativa en general.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 9

    Tramando REDES de PREVENCIN

    Serie de materiales para la Escuela Primaria

    Tramando REDES de PREVENCINPresentacin

    La serie Tramando REDES de PREVENCIN se compone de materia-les que tienen por objetivo proponer, acompaar, inspirar y propiciar acciones para la prevencin de los consumos problemticos en la escuela primaria. La serie forma parte de un programa que supone tambin instancias de capacitacin y acompaamiento en su imple-mentacin institucional.

    En sus distintos materiales, tiene la intencin de invitar a reflexionar y participar activa y colectivamente en una propuesta de prevencin integral. Sus contenidos se corresponden con los nuevos lineamien-tos curriculares para la prevencin de las adicciones en la escuela, diseados por el Ministerio de Educacin de la Nacin, con la partici-pacin de las distintas jurisdicciones y recientemente aprobados por el Consejo Federal de Educacin. (Res. CFE 256/15)

    Tanto la aprobacin de los lineamientos curriculares iniciativa que nuestra Secretara celebra como la creacin de nuestraserie Tramando REDES de PREVENCIN como recurso pedaggico son expresin y resultado de un trabajo conjunto cuyo horizonte es la construccin colectiva de un nuevo paradigma para el abordaje pre-ventivo del consumo problemtico en las escuelas.

    No pretendemos dejar establecido un recorrido definido y actividades pautadas para trabajar este tema en las escuelas, sino que propone-mos miradas y experiencias desde las cuales preguntarnos, reflexio-nar en conjunto, pensar, crear, participar. Cada comunidad educativa podr imaginar, disear e implementar sus propios proyectos de pre-vencin, en funcin de sus caractersticas, necesidades y deseos.

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    La prevencin de los consumos problemticos precisa una trama colectiva que teja redes y lazos sociales en cada comunidad. No hay una receta de cmo darle forma a esta trama, pero s hay un camino sugerido: el camino de lo colectivo, el hacer conjunto y articulado. Cada trama tendr sus par-ticularidades, como cada escuela y comunidad educativa la tienen. Depen-de de que lo hagamos juntos, con la mayor cantidad de hilos posibles.

    Los materiales que conforman la serie

    Libro para Docentes

    La primera parte de este material propone abordar la salud desde un enfo-que integral, como una construccin social y colectiva e invita a comple-jizar la mirada sobre el consumo problemtico de sustancias desde esta perspectiva, con la propuesta de trascender posiciones parciales o repre-sentaciones sociales instaladas sobre el tema.

    La segunda parte, en concordancia con este enfoque, propone trabajar el tema de los consumos problemticos en la escuela primaria a travs de dos ejes transversales: la tensin entre sujeto de derecho y sujeto consumidor, y el proyecto de vida inserto en un proyecto colectivo. Adems presenta una modalidad de trabajo con los alumnos y alumnas por proyectos que se desa-rrollarn en cada comunidad educativa, en funcin de sus particularidades e intereses.

    Guas de trabajo para docentes de 4o, 5o, 6o y 7o grado

    Las guas de trabajo para docentes tienen como objetivo brindar recursos, orientaciones y herramientas metodolgicas para el desarrollo de los pro-yectos en el aula, en la escuela y en la comunidad en general.

    Estn destinadas a docentes de 4, 5 y 6 grado, y una cuarta gua orienta-da a docentes que trabajan en el ltimo ao de la primaria o primero de la secundaria (segn la jurisdiccin), para la transicin entre ambos ciclos lectivos.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 11

    Cuadernos para las alumnas y alumnos

    Los cuadernos para las alumnas y alumnos proponen un recorrido y lectura libre, con actividades y recursos para realizar en el contexto ulico o en el hogar desde un enfoque de promocin integral de la salud y la cultura del cuidado. Se trata de un material interactivo que busca despertar las ganas de explorar, investigar, pensar y sentir res-pecto de los temas que proponen las guas de trabajo para docentes de cada grado.

  • 12

    Libro para Docentes

    Recursos para la lectura

    Cada material de la serie Tramando REDES de PREVENCIN propo-ne un sistema de recursos para la lectura vinculados a sus objetivos especficos. En el Libro para Docentes, el eje de los recursos para la lectura est puesto en la orientacin, la exploracin, la reflexin y el intercambio.

    AMPLIANDO HORIZONTES

    Distintos autores y fuentes se refieren al tema.

    EXPLORANDO CONCEPTOS

    Definiciones y ampliacin de conceptos.

    UNA MIRADA HISTRICA

    Recorrido y construccin histrica del tema.

    LECTURAS SUGERIDAS

    Textos, artculos y sitios web sugeridos.

    REFLEXIONANDO ENTRE COLEGAS

    Propuestas para reflexionar y dialogar con otras personas.

    REFLEXIONANDO

    Propuestas para reflexionar.

  • Primera partePropuesta para la prevencin

    de los consumos problemticos

    desde la escuela primaria

    Primera parte

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 15

    Introduccin

    Desde SEDRONAR desarrollamos la serie Tramando REDES de PRE-VENCIN, que aborda la temtica de la prevencin de los consumos problemticos desde la escuela, a partir de un enfoque social.

    Por qu hablamos de consumos problemticos en plural? Preferi-mos hablar de consumos problemticos con el objetivo de incluir tanto a las sustancias legales como a las ilegales, as como tambin ciertas conductas y prcticas. Entendemos que esta categora englo-ba todas las problemticas que trataremos y permite dar cuenta de su multicausalidad, sus distintas dimensiones y la complejidad que requiere su tratamiento. Ms adelante, el material ahondar en este enfoque.

    El consumo en general como signo de nuestro tiempo y contexto social, y el adelantamiento en la edad de inicio1 a los 13 aos en el consumo de alcohol y tabaco, marca la necesidad de una interven-cin temprana y preventiva. Hoy observamos que nios y nias que todava cursan la escuela primaria ya han comenzado a consumir sustancias legales e ilegales, con consecuencias y riesgos a corto y a largo plazo.

    Estas ideas fundamentan la puesta en marcha de Tramando REDES de PREVENCIN desde la escuela primaria. Nuestra propuesta se orienta a promover un ambiente abierto y un tipo de relaciones basa-das en la confianza y en la construccin colectiva, tanto en el aula, en la escuela, como en la comunidad en general, porque creemos que es la confianza la que habilita los dilogos y consolida el entra-mado social.

    1 Sexto Estudio Nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas en estudiantes de Enseanza Media, 2014. Secretara de Programacin para la Prevencin de la Drogadiccin y la Lucha contra el Narcotrfico. Presidencia de la Nacin y Observatorio Argentino de Drogas.

  • 16

    El consumo es un tema complejo que atraviesa de diferentes mane-ras a nuestra sociedad actual, condiciona y organiza la vida de las personas en torno a sus particularidades como consumidores.

    Utilizamos el mismo trmino, consumo, tanto cuando se disean pro-gramas de educacin para el consumo, o se defienden los derechos del consumidor en cuanto a pagar precios justos, recibir buena cali-dad de productos, etctera, como cuando se habla de consumos pro-blemticos y se nombra a los sujetos como consumidores. Para las alumnas y alumnos de la escuela primaria el uso de la misma termi-nologa puede ser motivo de confusiones que ser necesario aclarar a medida que vayan surgiendo. En este material la palabra consumo se utilizar mayoritariamente asociada al consumo que puede con-vertirse en problemtico afectando en forma negativa a las personas en general y a alumnos y alumnas.

    Estamos atravesados por el consumo en distintos niveles, algunos de ellos se hallan tan naturalizados en nosotros que no llegamos a iden-tificar ni a reconocer cmo nos interpelan. El consumo aparece hoy como una marca de identidad, de pertenencia. Y en este sentido, la incapacidad de consumir se presenta como un estigma social. Como el consumo atraviesa nuestros vnculos y relaciones sociales, aparecen priorizados ciertos valores en detrimento de otros: toma ms protago-nismo la capacidad de consumir, se valoriza ms a las personas en fun-cin de sus consumos, y as termina promovindose la exclusin por sobre la inclusin, la desigualdad por sobre la igualdad.

    De las distintas formas que adquiere el consumo, es necesario reflexionar acerca de cul es la modalidad especfica que logra determinado consumo para que sea problemtico.

    Deseamos que todo el material se convierta en una oportunidad, un instrumento que se centre en la prctica pedaggica, que valorice el rol docente como mediador y gua, y que active un estado de dilogo, reflexin y apertura permanente del tema en el tejido de relaciones que se dan dentro y fuera de la comunidad educativa.

    Antes de introducirnos en el desarrollo de los contenidos, nos gusta-ra compartir una reflexin acerca de nuestra propuesta.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 17

    Con la serie Tramando REDES de PREVENCIN quisimos dejar plas-mada la invitacin a recorrer un proceso en plural, un hacer colec-tivo que construya estrategias y propuestas sin prescripciones nor-mativas acabadas, en las que todos los integrantes de la comunidad tengan la palabra y se sientan protagonistas.

    Se trata de un enfoque de prevencin y promocin de la salud basa-do en un accionar colectivo e inclusivo, en una prctica situada en contexto y en conversacin con otros.

    Un dilogo entre un proyecto individual con sentido colectivo y un proyecto colectivo donde pueda incluirse la realizacin individual.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 19

    La salud como construccin colectiva

    La promocin de la salud es un tema de inters prioritario que merece ser abordado desde un enfoque comunitario y participativo, donde las personas, las comunidades y las instituciones participen, junto al Estado, en el desarrollo de las condiciones que promueven su salud.

    Carta de Ottawa, OMS

    Entendemos cualquier problemtica que afecta la salud de las perso-nas desde un enfoque multidisciplinar y desde un abordaje histrico social.

    Dentro del campo de la salud, la promocin de la salud se reconoce como una importante estrategia orientada a convocar a la comuni-dad en su conjunto para disear e implementar programas que favo-rezcan un desarrollo social y humano ms equitativo.

    En este sentido, desde la SEDRONAR nos interesa propiciar acciones que promuevan el desarrollo integral de las personas, las familias y las comunidades, fortaleciendo los factores de proteccin y disminu-yendo los factores de riesgo.

    Comprendemos la salud, entonces, como un conjunto articulado de saberes y prcticas que integran los aportes del mbito cientfico, del tecnolgico, del mbito de las polticas diseadas e implementadas por diferentes organismos del Estado, de los conocimientos y aportes de las organizaciones de la sociedad civil, y de las comunidades y las personas que las integran. Un saber y quehacer social y colectivo (Sil-va Paim; Almeida Filho; 2000).

  • 20

    La nocin de salud ha cambiado a lo largo del tiempo Lo que cada sociedad entiende y ha entendido por saludes parte de un recorrido histrico y social, como podemos ver en la lnea de tiempo que pre-sentamos a continuacin:

    1935Ren Lriche

    Henry Sigerist1941

    Galeno190

    G Canguilhem1943

    1946Organizacin Mundial

    de la Salud - OMS

    1942 Paul Valry

    Declaracin de Alma Ata1978

    La salud es el estado en el cual las funciones necesarias se cumplen insensiblemente o

    con placer.

    La salud es el completo estado de bienestar fsico,

    mental y social y no solamente

    la ausencia de enfermedad o malestar.

    La salud es el equilibrio ntegro de los principios de la naturaleza, o de los humores

    que en nosotros existen, o la actuacin sin ningn obstculo de las fuerzas

    naturales.

    La salud no es solo la ausencia de enfermedad,

    sino que es algo positivo, una actitud gozosa ante la vida y una aceptacin alegre de las responsabilidades que la vida

    hace recaer sobre el individuo.

    La salud es la vida en el silencio de los rganos.

    La salud, que es un estado de completo bienestar fsico, mental y social, y no solo la ausencia de

    enfermedad; es un derecho humano fundamental y [] la consecucin del nivel ms alto posible es un objetivo social prioritario en todo el mundo, cuya realizacin

    requiere la accin de muchos otros sectores sociales y econmicos, adems del

    sector sanitario.

    La salud es el margen de tolerancia o seguridad

    que cada uno posee para enfrentar y superar las

    infidelidades (restricciones) del medio. La salud no es solo la vida en el silencio de los

    rganos, es tambin la vida en la discrecin de las relaciones

    sociales.

    Fuente: Salud Pblica, Universidad de Antioquia, Colombia.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 21

    La salud es un derecho humano bsico y esencial para el

    desarrollo econmico y social []

    UNA MIRADA

    HISTRICA

    1980Instituto de Desarrollo de la Salud de La

    Habana

    Milton Terris1980

    Kam Nikolaevich Simonian

    1984

    Carta de Ottawa para

    la Promocin de la

    Salud - OMS1986

    1984 Ingman Prn

    1986VIII Conferencia Nacional de

    Salud Brasilia

    1997 Declaracin de

    Yakarta

    La salud es una categora biolgica y social que existe en unidad dialctica con

    enfermedad, resultante de la interrelacin dinmica entre el individuo y su medio y que se expresa en un estado de bienestar fsico, mental y social, y est condicionada por cada momento histrico

    del desarrollo social.

    Salud es un estado de bienestar fsico, mental y social (componente

    subjetivo) con capacidad de funcionamiento (componente objetivo) y no nicamente la ausencia de malestar o

    dolencia.

    La salud es el estado de completa satisfaccin

    sociobiolgica y psquica, cuando las funciones de todos los rganos y sistemas del

    organismo estn en equilibrio con el medio natural y

    social, con la ausencia de cualquier enfermedad, estado patolgico, defecto fsico.

    La salud es el estado que una persona

    obtiene exactamente en el momento en que su repertorio de

    accin es relativamente adecuado a los objetivos por ella establecidos.

    El concepto de salud como bienestar trasciende la idea de formas de vida sanas, la promocin de la salud no concierne exclusivamente al sector sanitario. Las condiciones y requisitos para la salud son: la paz, la educacin, la vivienda, la alimentacin, la renta, un ecosistema estable, la justicia social y la equidad.

    Cualquier mejora de la salud ha de basarse necesariamente en estos prerrequisitos.

    En sentido amplio, la salud es la resultante de las condiciones de

    alimentacin, habitacin, educacin, renta, medio ambiente, trabajo,

    transporte, empleo, tiempo libre, libertad, acceso y posesin de la tierra y acceso a los servicios de salud. Siendo as, es

    precisamente el resultado de las formas de organizacin social de produccin, las cuales pueden generar grandes desigualdades en los niveles de vida.

  • 22

    Factores de proteccin y factores de riesgo

    Distintos autores y estudios hacen referencia a los factores de pro-teccin y a los factores de riesgo. Presentamos a continuacin algu-nos de ellos como un aporte para seguir explorando estos conceptos.

    Desde una perspectiva multidimensional, los factores de riesgo explican las con-

    diciones en las cuales se puede producir el inicio del consumo, pero no se puede

    considerar que esos factores sean la causa. Los factores de proteccin son con-

    cebidos como elementos que pueden contribuir a reducir las probabilidades de

    aparicin de problemas pero no pueden ser considerados vacunas preventivas

    (Touz, 2010).

    La investigacin del Observatorio Argentino de Drogas de la SEDRONAR identifi-

    ca una serie de factores protectores que actan como posibilidad positiva frente a

    la problemtica del consumo. Entre ellos, se destacan: fuertes vnculos al interior

    de la familia (cercana, apoyo emocional, trato clido y afectuoso con los hijos e

    hijas); padres involucrados (conocimiento de las actividades y amigos de los hijos,

    qu hacen, qu ven, adnde salen; lmites y normas claras de conducta dentro de

    la familia; fortalecimiento y desarrollo de habilidades personales y sociales en los

    hijas e hijos); actitud y comportamientos preventivos frente al consumo de dro-

    gas por parte de los padres (la familia como modelo); respeto por las diferencias

    individuales; comunicacin, dilogo y resolucin adecuada de conflictos entre los

    miembros de la familia (sin violencia, agresividad y descalificacin); padres infor-

    mados acerca de los riesgos y factores asociados al consumo de drogas (conoci-

    miento acerca de oportunidades de acceso a las drogas y la presin social).

    AMPLIANDO HORIZONTES

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 23

    En relacin con los factores de riesgo que crean las condiciones para se deta-

    llan: la historia de alcoholismo y abuso de drogas en la familia (hermanos, padres,

    madres y/o adultos significativos consumidores); actitud de aceptacin y/o indife-

    rencia respecto del consumo de alcohol y drogas ilcitas; conflictos y problemas

    de relacin entre padres e hijos y ausencia de normas y lmites claros, disciplina

    inconsistente y/o excesivamente severa; padres poco involucrados en la crianza

    de sus hijos; ambiente hostil y agresivo en el hogar; dificultad para reconocer y ex-

    presar sentimientos, y para resolver problemas y conflictos personales; desinfor-

    macin respecto del tema drogas (Observatorio Argentino de Drogas, 2005).

    Proponemos corrernos de la idea de la salud como

    ausencia de enfermedad, tal como se plantea desde

    perspectivas normativas que centran su paradigma

    en el modelo biologicista y en la medicalizacin

    de la vida2 para entender la relacin y el proceso

    salud-enfermedad desde un enfoque histrico

    y social, analizando el contexto sociocultural,

    la circulacin de significados, las ideas sociales,

    polticas y econmicas que la atraviesan

    2 Illich, Ivn. Nmesis mdica: la expropiacin de la salud. Barcelona, Barral, 1975.

  • 24

    Qu entendemos por

    salud?

    Cmo podemos

    desde nuestra prctica docente? promover salud

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 25

    REFLEXIONANDO ENTRE COLEGAS

    NOTAS

    Les proponemos reflexionar acerca de cmo nuestras ideas y creen-cias sobre ciertos temas atraviesan nuestras prcticas docentes Los invitamos a traer a la luz nuestras concepciones sobre la salud y debatirlas grupalmente

    * Cundo consideramos que una persona vive saludablemente? Pense-mos este concepto aplicado a grupos de personas que viven en distintos contextos sociales, o que estn atravesando diferentes etapas de sus vidas (infancia, pubertad, juventud, adultez).

    * Como docentes, cundo consideramos que un alumno o alumna est saludable, y cundo, no?, qu aspectos de su vida tenemos en cuenta?

    * Cmo creemos que estas miradas inciden en nuestra prctica docente y en el vnculo con nuestras alumnas y alumnos?

  • 26

    Consideramos que los sujetos y las comunidades

    pueden generar sus propias estrategias de

    prevencin y promocin de salud teniendo

    en cuenta su historia e identidad cultural, el

    contexto en el que viven y desarrollan sus

    actividades. Todo esto permite tejer redes de

    relaciones y construir espacios institucionales

    para promover y fortalecer su salud.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 27

    Acerca de los consumos problemticos

    Habitualmente tiende a identificarse al que consume una droga ilegal con un adicto. Sin embargo, hay diferentes tipos de vnculos de las personas con las sustancias, y no todos ellos son adicciones, ni necesariamente problemticos.

    Graciela Touz

    Los consumos problemticos forman parte de una realidad compleja que nos interpela, nos desafa y nos compromete como sociedad. No alcanza una sola mirada para comprender y abordar esta problem-tica dado que son mltiples los factores que se ven involucrados en ella. Entre otros, las polticas econmicas y sociales llevadas a cabo durante dcadas pasadas que afectaron a nuestra regin y generaron situaciones de exclusin social en distintos niveles. El deterioro que han causado estas polticas en las relaciones sociales ha dejado a muchos ciudadanos desposedos de los medios econmicos y simb-licos que posibilitan su realizacin como sujetos y la construccin de proyectos de vida digna.

    A la hora de emprender polticas de prevencin, es fundamental pon-derar los consumos problemticos asociados a la exclusin. Las per-sonas que viven en contextos vulnerados suman factores de riesgo a sus vidas que afectan su desarrollo individual e impactan fuertemen-te en el social.

    Esta perspectiva implica desarrollar un abordaje integral que ponga el foco en los condicionantes sociales, que incluya los lazos sociales y las tramas de cuidado desde el Estado en interaccin con organiza-ciones de la sociedad civil y las comunidades.

  • 28

    Segn el artculo 2 de la Ley N 26.934 de 2014, mediante la que se crea el Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemticos:

    se entiende por consumos problemticos aquellos que mediando o sin mediar sustancia alguna afectan negativamente, en forma crnica, la salud fsica o psquica del sujeto, y/o las relaciones sociales. Los consumos problemticos pueden manifestarse como adicciones o abusos al alcohol, tabaco, drogas psicotrpicas legales o ilegales o producidos por ciertas conductas compulsivas de los sujetos hacia el juego, las nuevas tecnologas, la alimentacin, las compras o cualquier otro consumo que sea diagnosticado compulsivo por un profesional de la salud.

    Proponemos abordar el tema de los consumos problemticos como un problema de salud colectiva que involucra a todos los sectores, priorizando la inclusin como un articulador social esencial y las res-puestas comunitarias y participativas como estrategias fundamenta-les para afrontarlos.

    Los consumos problemticos y los consumos no problemticos

    Los sujetos establecen distintos tipos de vnculos con las sustancias, conductas o prcticas y no todos son problemticos o se desarrollan como adicciones. Es ms, la mayora de las personas que consumen sustancias o realizan determinadas prcticas no establecen una rela-cin problemtica con las mismas. En este sentido, preferimos dife-renciar entre uso, abuso y dependencia o adiccin.

    El uso: el consumo de una sustancia o ciertas conductas no nece-sariamente deban ser problemticas. De hecho en la mayora de los casos no lo es. Vamos a reuniones de amigos, tomamos una cerveza, compartimos una comida, etctera, y esto no es problemtico. Cundo estaramos frente a un problema? Cuando un uso puede devenir en alteraciones biopsicosociales. Por ejemplo, estamos fren-te a un problema si una persona va a una fiesta, toma alcohol de ms y luego conduce una moto o un auto. Como puede verse, un uso puede o no ser problemtico.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 29

    El abuso es otra forma de relacionarse con la sustancia o de lle-var a cabo ciertas conductas que pueden producir consecuencias negativas en el sujeto a nivel integral. Alguien puede tener prescrip-to por su mdico tomar una dosis de un medicamento para poder relajarse y dormir cmodamente. El tratamiento supervisado por un facultativo mdico frente a una situacin dada, por ejemplo estrs, no es problemtico. Estaramos frente a un uso de una sustancia, un medicamento. Pero si el sujeto utiliza dicha medicacin frente a si-tuaciones de examen, o para relajarse antes de ver a su equipo jugar un partido del campeonato, ya no estamos frente a un uso sino fren-te a un abuso de la sustancia. Esto es un problema dado que dicha droga no fue prescripta para tales fines.

    La adiccin es la dependencia del sujeto a una sustancia o un de-terminado comportamiento. Esta dependencia hace que el sujeto se pierda en el objeto, pierda la libertad de tomar decisiones y cons-truir un proyecto de vida. La adiccin siempre es problemtica.3

    En la prctica, las cosas no son tan simples. No siempre es fcil defi-nir si estamos frente a un uso de una sustancia o ante un abuso. Son mltiples las variables en juego. Un consumo espordico puede devenir en un abuso y ser sumamente problemtico. Cada vez ms estamos frente a este tipo de situaciones. El bombardeo de la publi-cidad, la interpelacin a los chicos y chicas como consumidores, en fin, todos los medios volcados al servicio del goce hace, por ejemplo, que en determinadas situaciones sujetos que jams haban consumi-do alcohol abusen de l.

    Como docentes o padres nos llegan, preocupan y desvelan las expe-riencias de nuestros alumnos e hijos en viajes de egresados o salidas a boliches.

    Es por lo complejo del problema y la forma en que nos interpela que se hace cada vez ms necesario poner en palabras la cuestin y pen-sar nuevas estrategias para la prevencin.

    3 Para ampliar esta mirada se sugiere consultar el documento Consumo problemtico de sustancias psicoactivas, de Carlos Damin, SEDRONAR.

  • 30

    El consumo de sustancias legales e ilegales

    Cuando nos referimos a las sustancias incluimos tanto las ilegales como las legales, y dentro de estas ltimas las bebidas alcohlicas, el tabaco y los medicamentos. En nuestra sociedad se fomenta sobre todo mediante las publicidades el consumo de los medicamentos como si fueran un objeto ms de consumo, favoreciendo la prcti-ca de la automedicacin. Podemos ver esta prctica en numerosas publicidades: Para aliviar el dolor tom; Rend ms con; Si comiste de ms, etctera. La alusin a la inmediatez, a la posibili-dad de aliviar fcil los sntomas, a tapar el malestar, a que todo pue-de solucionarse con un comprimido constituye un mensaje indiscu-tido en nuestra poca. A esto, entre otras cuestiones, nos referimos cuando hablamos de la importancia de ponderar la relacin del suje-to con la sustancia y las caractersticas que asumen las relaciones sociales propias del contexto en que el sujeto se inserta.

    Algunas sustancias pueden producir adiccin dependiendo de las dosis suministradas. Aun as, no todas las sustancias a las que deno-minamos drogas, por producir efectos psicoactivos, estn prohibidas. Los medicamentos, por ejemplo, incluyen drogas y su administracin o consumo estn controlados desde el Estado. Uno puede adquirirlo en farmacias solamente presentando la receta firmada por un facul-tativo mdico. Por otra parte, no todas las sustancias producen adic-cin o dependencia al punto de que su no consumo provoque males-tar y su consumo, prdida del control, transformndose ella en el centro mismo de la existencia del sujeto.

    Tanto el alcohol como los cigarrillos contienen sustancias psicoacti-vas que producen cierto grado de dependencia y pueden comprarse en kioscos y supermercados. De todos modos, tambin su consumo est siendo cada vez ms regulado por el Estado. En general es incorrecto considerar el consumo problemtico de sustancias solo cuando se da a travs del consumo de drogas ilegales como por ejemplo: la marihua-na, la cocana, la pasta base, la herona, etctera. Puede afirmarse que el alcohol es una sustancia cuyo consumo puede tornarse problemtico o devenir en una adiccin tanto como el tabaco, la herona o el paco.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 31

    EXPLORANDO CONCEPTOS

    Clasificacin social de las drogas4

    Por clasificacin social de las drogas se entiende aquella que la sociedad en un determinado tiempo y lugar establece como tal. La clasificacin social divide a las drogas en:

    Legales:

    Son las socialmente aceptadas, de produccin y distribucin den-tro del circuito legal. Ejemplos de ellas son: el caf, el mate, el taba-co, el alcohol. Algunas de ellas como el alcohol y el tabaco, poseen ciertas restricciones, como la prohibicin de su comercializacin a menores de 18 aos.

    Dentro de las legales tambin se encuentran los medicamentos, pero dado que algunos de ellos tienen requisitos para ser adquiri-dos, se los diferencia como sustancias legales reguladas o bien in-termedias (puesto que requieren de la intermediacin de una receta debidamente extendida por un profesional habilitado).

    Ilegales:

    Son las socialmente prohibidas. La produccin y distribucin de estas sustancias se realizan a travs de un circuito ilegal y clandesti-no. En nuestra cultura, por ejemplo, son drogas ilegales la marihua-na, el paco, el xtasis, la cocana, el LSD, entre otras.

    4 Touz, Graciela: Prevencin del consumo problemtico de drogas, desde el lugar del adulto en la comunidad educativa. Ministerio de Educacin de la Nacin, 2010.

  • 32

    Tal como mencionamos antes, nos alejamos de la mirada tradicio-nal respecto del consumo problemtico, en tanto entendemos que el problema no radica en el sujeto, en la sustancia, en la droga en s misma o en el contexto, sino en el vnculo que el sujeto establece con ella en determinado contexto social (como veremos en el apar-tado siguiente).

    Esta mirada social sobre la problemtica implica entenderla y abor-darla como un tema de salud colectiva, lo que promueve un abordaje comunitario en el que cada integrante de nuestra sociedad, el Esta-do, las distintas instituciones y actores podemos aportar.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 33

    Sobre las representaciones sociales

    La representacin social es una modalidad particular del conocimiento cuya funcin es la elaboracin de los comportamientos y la comunicacin entre los individuos.

    Serge Moscovici

    Las representaciones sociales son formas existentes del pensamien-to social, el conocimiento que se genera, se transmite y se sostiene socialmente, a travs de las relaciones entre las personas. Son una manera de interpretar y de pensar nuestra realidad cotidiana, una forma de conocimiento social; configuran lo que conocemos como sentido comn o conocimiento ingenuo.

    Estn integradas por las opiniones, creencias, nociones, ideas, que en un momento dado y frente a una determinada situacin o tema (en este caso el consumo problemtico de sustancias) son compartidas por un grupo o colectivo social.

    El concepto de representaciones sociales surge en 1961, a partir de la publicacin de estudios realizados por Serge Moscovici, quien intentaba conocer la naturaleza del pensamiento social.

    En sus trabajos, Moscovici introduce la nocin de representaciones sociales intentando develar los procesos mediante los cuales las per-sonas construyen y son construidas por la realidad social en la que participan. A partir de all, comienza a desarrollarse la teora en tor-no a este concepto, fundamentalmente en el campo de la psicologa social, la cual ser retomada por otros autores y disciplinas.

    Se trata de sistemas de valores, ideas y prcticas con una funcin doble: primero, establecer un orden que permita a los individuos

  • 34

    orientarse en su mundo material y social, y dominarlo; segundo, posibilitar la comunicacin entre los miembros de una comunidad proporcionndoles un cdigo para el intercambio social y un cdi-go para nombrar y clasificar sin ambigedades los diversos aspec-tos de su mundo y de su historia individual y grupal (Farr, 1984).5

    Puntualmente, respecto de la salud, existen muchas representacio-nes, creencias, ideas y mitos compartidos social y culturalmente, que responden a un modelo o paradigma de la salud hegemnico. Cuntas veces hemos odo que la salud es la ausencia de enferme-dad, el mdico es el garante de nuestra salud, para cada enfer-medad existe un remedio, la drogadiccin es un tema que afecta a los jvenes

    5 Fuente: Promocin comunitaria de la salud. Un dilogo entre la teora y la experiencia. Grupo Surcos: Alejandra Snchez, Ana Luther, Claudia Lzaro. 1a ed. Buenos Aires, Asociacin Civil Saberes, 2008.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 35

    Cules son las representaciones sociales dominantes que existen hoy en relacin a quienes consumen drogas?

    Qu imgenes nos aparecen cuando pensamos en las palabras droga, adicto, adiccin?

    Qu sensaciones nos producen?

  • 36

    Reconociendo la importancia de nuestro rol

    docente y la potencialidad que tiene en la

    promocin de una mirada ms profunda,

    compleja y reflexiva sobre el tema del consumo

    problemtico, los invitamos a tener presente

    la influencia de las representaciones y los

    discursos sociales para habilitar y nutrir otras

    miradas sobre este tema en nuestra comunidad

    educativa.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 37

    Sobre la prevencin, distintas perspectivas

    Todo lo que quieran llamar mundo tienen que empezar a crearlo. Vuestra imaginacin, vuestra razn, vuestro amor, deben convertirse en este mundo.

    Gilles Deleuze

    Para contribuir con la mejora de la salud es esencial la reconstruc-cin del tejido social y el fortalecimiento de las relaciones socia-les. Desde esta perspectiva, asumimos la inclusin como una de las estrategias privilegiadas en materia de poltica pblica de preven-cin.

    Incluir es concebir a las personas que estn afectadas por esta pro-blemtica como sujetos de derecho con capacidad de crecer, soar y proyectarse, con derecho no solo a recibir el tratamiento adecua-do, sino tambin de lograr su plena participacin en la sociedad. Por este motivo, abordamos la prevencin no solamente desde la reduc-cin del dao sino que la concebimos a partir del diseo e imple-mentacin de una poltica social esencialmente liberadora que le permita soar con un proyecto de vida en el cual pueda desarrollarse plenamente.

    Frente a este escenario se hace imprescindible desarrollar he rra-mientas para abordar la prevencin del consumo de sustancias desde una perspectiva que, incluyendo a la persona, integre aspec-tos sociales y culturales del lugar donde vive. As, consideramos como una trama de hilos, los diferentes aspectos que promueven un ambiente preventivo, basado en el conjunto de vnculos, prcticas,

  • 38

    disposiciones fsicas y temporales que despiertan un sentido de per-tenencia en un contexto dado, unas ganas de estar, de ser parte, de construir y transformar las propias circunstancias.

    Sobre el concepto de prevencin de adicciones o de consumo pro-blemtico de sustancias, existen distintas perspectivas que hoy con-viven y circulan en diferentes espacios. Una de ellas asigna un lugar preponderante a la sustancia, conducta o prctica, que es vista como algo poderoso y con capacidad de captar a los consumidores. Otras ponen el acento en el sujeto como un ser vulnerable que ha cado en manos de la droga. Y otras, ponen el nfasis en los contextos; cmo el contexto propicia los consumos. Estas perspectivas conviven en permanente tensin en el imaginario social, penetrando en las repre-sentaciones, los discursos y las prcticas sociales.

    Veamos cmo es entendida la prevencin desde cada una de ellas

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 39

    El problema es la sustancia

    Esta perspectiva considera que el problema est en la sustancia o las sustancias y propone una estrategia de prevencin que pone el acento en el acceso a la sustancia y en desactivar su consumo. La sustancia es vista como un problema en s mismo, como la causa de la dependencia y no como un emergente de otros problemas. Busca alejar las sustancias, prohibirlas y luchar contra ellas. Es una mirada asociada a un rgimen prohibicionista.

    Las siguientes son ideas asociadas a esta perspectiva:

    Prevenir es hablar de las caractersticas generales o propiedades de los componentes qumicos de las sustancias. Se da preeminencia a los aspectos biolgicos y/o farmacolgicos, reduciendo el problema a los efectos que estas sustancias producen en el organismo. La estrategia de prevencin consiste en presentar los elementos qumicos de las drogas y sus acciones e impactos en el cuerpo. Prevenir es mostrar los efectos del consumo y las consecuencias a nivel del deterioro orgnico. La idea de prevencin est asociada al sanitarismo e higienismo. Como referentes de prevencin se toman a los especialistas en sustancias.

    Voces que representan esta perspectiva:

    La marihuana es la puerta de entrada a las adicciones. El problema de que los jvenes estn perdidos es el consumo de drogas. El cigarrillo te atrapa; una vez que probaste, no pods dejar de fumar. Las drogas son un camino de ida, si empezs, no volvs. Consumir drogas es un delito y son muy dainas para la salud.

  • 40

    Drogas

    Droga es toda sustancia que poco tiempo despus de ser incorporada en el orga-

    nismo produce una modificacin de sus funciones.

    (Organizacin Mundial de la Salud OMS)

    Tambin podemos definir las drogas como sustancias qumicas que producen

    efectos biolgicos en los seres humanos y animales. Los medicamentos contie-

    nen drogas o principios activos de origen natural o sinttico que pueden producir

    adems de efectos biolgicos, concretamente, alteraciones en el sistema nervioso

    central. Desde algunas perspectivas, suele denominarse droga solo a las sustan-

    cias que producen efectos psicoactivos.

    EXPLORANDO CONCEPTOS

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 41

    El problema es la persona

    Un segundo enfoque ya no se interroga solamente acerca de las sus-tancias, conductas o prcticas, sino que se centra en la persona que consume. El sujeto es quien tiene un problema de consumo, por eso lo ms conveniente es trabajar individualmente con l, por ejemplo, fortaleciendo su autoestima para que pueda distinguir entre lo que le conviene y lo que no. Desde el imaginario colectivo, el problema y su solucin estn centrados en el plano de la voluntad individual. Se tra-ta de una concepcin centrada en el individuo y considera que quien consume debe ser ayudado, rescatado. Esto propicia figuras y estereo-tipos tales como: salvador-salvado, sano-enfermo, fuerte-dbil.

    Las siguientes son ideas asociadas a este enfoque:

    La estrategia de prevencin consiste en fortalecer al individuo para que pueda decir que no a tiempo. Superar el problema depende de la voluntad y del esfuerzo de la persona. Otro aspecto de la prevencin del consumo consiste en inculcar hbitos saludables a las personas. Se ve al sujeto como un ser individual no inserto en un contexto social. En el imaginario social se criminaliza a las personas adictas. Se tiende a asociar la respuesta frente a las adicciones con la pre-vencin del delito. Es necesario aislar al sujeto que tiene problemas con el consumo para trabajar con su adiccin en centros de recuperacin.

    Esta perspectiva asocia a las personas que consumen con personas que ponen en riesgo la seguridad ciudadana, avalando y sostenien-do un abordaje punitivo del fenmeno, que es considerado como un problema de orden pblico. Tambin desde esta perspectiva se defiende un rgimen prohibicionista.

    Voces que representan esta perspectiva:

    Es un tema de voluntad el que quiere salir, sale. Al que consume drogas no le interesa su vida ni su salud.

  • 42

    AMPLIANDO HORIZONTES

    Segn esta perspectiva, La adiccin no ser otra cosa ms que la manifestacin sintomtica de un trastorno psquico. Ahora bien las causas de este trastorno deben ser ledas a partir de la existencia de conflictos del sujeto con su medio micro social, su familia y su grupo de pares. El contexto quedar subsumido a esta matriz de relacin con la cual el sujeto establece una relacin conflictiva. A partir de lo dicho la prevencin ya no apuntar estrictamente a evitar el consu-mo de drogas como en los modelos anteriores, tendr caractersticas ms inespecficas que incluir acciones que posibiliten una mejora en sus relaciones interpersonales. La prevencin se va a inscribir en el mbito de la salud mental (Programa Nacional de Educacin y Preven-cin sobre las adicciones y el consumo indebido de drogas. Herramientas para

    la escuela, 2013).

    Hasta ac podemos decir que la prevencin basada en la difusin de los efectos nocivos de las sustancias no ha conseguido disuadir a las personas de que consuman. Tampoco la posicin centrada exclusi-vamente en la persona, sin tener en cuenta que hay una sociedad, un contexto, que promueve el consumo en general.

    Es importante saber que no se cambia una conducta porque seamos advertidos acerca de las consecuencias del consumo. Son muchos los factores que influyen en el modo en que cada persona consume; por eso es ms apropiado trabajar desde una perspectiva multidi-mensional de promocin de la salud.

    Mejor alejarse de los que se drogan porque queds pegado. Las personas adictas tienen problemas de debilidad. A los adictos hay que mandarlos a centros de rehabilitacin por-que son dainos para la sociedad.

    Hay ideas, nociones y representaciones que asocian a la persona que consume con la delincuencia y que quienes consumen son peligrosos. Estas representaciones sociales refuerzan estereotipos e impactan negativamente en la vida de las personas que estn atravesando situa-ciones de vulneracin, afectndolas an ms en sus lazos sociales.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 43

    El problema est solamente en el contexto

    Un tercer enfoque propone centrar el problema en el contexto. En este caso ya no se interroga solamente acerca de las sustancias ni se centra en la persona que consume. Segn esta perspectiva, muchas sustancias existen y han sido utilizadas por las personas a lo largo de miles de aos. Pero la sustancia adquiere significados de acuerdo al momento histrico-social.

    Este enfoque da una predominancia al medio social donde se pro-duce el consumo. Plantea que el consumo problemtico de sustan-cias se comprende mejor contextualizando, teniendo en cuenta el momento histrico, en el cual se da y ponderando las condiciones sociales determinadas en que se produce.

    Entre otros aspectos, toma en cuenta las caractersticas de la estruc-tura social, las condiciones socioeconmicas y ambientales. Aparece el consumo de drogas como sntoma, pero ya no en trminos indivi-duales o psicopatolgicos, sino sociales, como manifestacin de las disfunciones del sistema (Touz, 2010).

    Las siguientes son ideas asociadas a esta perspectiva:

    La estrategia de prevencin se da en el campo de la accin social.

    Se asocia al sujeto que consume casi exclusivamente con pobla-ciones marginales o vulneradas, en general con personas que viven en situaciones de pobreza.

    Se observa un sentimiento de desinters por lo social y huida de la realidad. Se concibe un sinsentido por la vida ya que las condicio-nes materiales determinan las situaciones de los sujetos.

    La idea de prevencin est asociada al mejoramiento de factores contexuales, como la pobreza, el desempleo, la educacin, etc.

    La prevencin se orienta a mejorar las condiciones de vida.

  • 44

    Si bien se corre el foco de la sustancia y/o de la persona, se suele caer en un determinismo ambiental o social. Siguiendo esta lnea de pensamiento, bastara con cambiar el ambiente en el que viven las personas para lograr que modifiquen sus hbitos de consumo. Se simplifican las acciones preventivas considerando al ambiente como la nica dimensin a tener en cuenta para el cambio.

    Voces que representan esta perspectiva:

    En la villa, los pibes consumen paco porque no tienen otra salida. Cmo no van a consumir, si mir dnde viven. Los chicos que viven en la calle se la pasan dados vuelta. Si laburaran, no consumiran.

    El consumo problemtico es un tema, en general, asociado a las caractersticas de las poblaciones. Y determinados sectores sociales son vistos como poblaciones de riesgo. La historia nos muestra as, cmo, en menos de un siglo, el consumo de drogas pas a presentarse como una muestra de debilidad moral de grupos considerados ame-nazantes (chinos, negros, latinos, irlandeses, italianos) (Touz, 2006).

    Si las drogas estuvieron siempre presentes y durante siglos no fueron consideradas como un problema social, por qu lo sern hoy?

    Precisamos un abordaje integrador y complejo que

    contemple los mltiples aspectos a considerar frente

    al consumo problemtico de sustancias

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 45

    La prevencin desde una perspectiva relacional y multidimensional

    Proponemos cambiar el eje del anlisis descentrando la atencin en la sustancia, el sujeto o el contexto, haciendo hincapi en las com-plejas relaciones que emergen entre la sustancia, sujeto y contexto. Este cruce invita a un abordaje integral, multidisciplinar, colectivo con la apertura al sentido que solo puede construirse en el cruce de estos campos y en las relaciones que emergen.

    Para esto, desarrollemos una perspectiva desde el paradigma de la complejidad, donde las acciones de prevencin tienen en cuenta la mayor cantidad de aspectos que supone una determinada situacin: el sujeto, su entorno, los vnculos, las redes con las que cuenta, el con-texto en el cual est inserto, entre otros factores. Estos aspectos no pueden considerarse aisladamente, sino que precisan analizarse desde su interaccin. Esta forma de considerar el tema nos exige una revisin de las lgicas de consumo y las lgicas de cuidado.

    AMPLIANDO HORIZONTES

    El modelo multidimensional

    Este modelo, desarrollado por Graciela Touz, considera el consumo de drogas

    como un proceso multidimensional en el que interjuegan la sustancia, los proce-

    sos individuales del sujeto y la organizacin social en la que se produce el vncu-

    lo de los dos elementos anteriores, incluyendo las dimensiones poltica y cultural.

    Se analizan los factores de riesgo y los factores protectores como condicionan-

    tes que pueden incidir en el consumo, pero enfatizando que se deben tomar como

    probabilidades y no como determinaciones. Por lo tanto, el modelo preventivo

    apunta a la interrelacin dinmica entre las caractersticas individuales, las del

    entorno cercano (familia, grupo de pares, etctera) y las del entorno macrosocial

    (Touz, 2006).

  • 46

    La estrategia de prevencin consiste en fortalecer la trama social desde el eje del cuidado. Desde esta perspectiva consideramos fun-damental pensar la prevencin y las prcticas preventivas como par-te de la construccin de un proyecto de vida colectivo. Un proyecto a travs del cual chicas y chicos puedan expresar sus anhelos, sueos y expectativas de crecimiento, progreso y transformacin, en el que puedan imaginarse a s mismos a mediano y a largo plazo, dado que eso constituye un factor de proteccin importante e implica adems un mejoramiento de la autoestima y la confianza.

    Adems, convoca a recuperar espacios, participar y construir lugares de encuentro, vnculos y redes comunitarias para reconocerse en el otro, verse en l y entenderlo como una parte fundamental de nosotros.6

    6 Para ampliar sobre esta perspectiva, se sugiere consultar Introduccin al pensamiento complejo, de Edgar Morin. Buenos Aires, Gedisa, 1994.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 47

    Cuando abordamos la salud desde la inclusin

    y reconocemos a las personas como sujetos

    de derecho, cuando generamos espacios

    de contencin y participacin, cuando

    ofrecemos a los chicos y chicas la posibilidad

    de proyectar, soar y construir un proyecto

    de vida junto a los dems, estamos haciendo

    prevencin desde una mirada de salud integral.

  • 48

  • Segunda parte

    Tramando REDES de PREVENCIN desde la escuela

    Segunda parte

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 51

    Tramando REDES de PREVENCIN desde la escuela

    Es un lugar donde hay adultos hablantes y escuchantes, al menos potencialmente. Estn ah. Muchas veces, ms tiempo y ms disponibles que los padres. Y es posible conversar con algunos de ellos, tomarlos como modelos de identificacin: comprobarlos consistentes e infaltables, durante muchas horas, de muchos das. Quiz no todos, y no siempre, pero seguramente algunos, algunas veces. Y eso, para una persona en crecimiento, no es poca cosa.

    Rolando Marti

    Cada docente, cada escuela, recorre trayectorias en relacin al con-sumo problemtico de sustancias o adicciones en general. Se preo-cupan, ocupan, transitan. Sostienen conversaciones con colegas, con las familias, con los chicos, no exentas de incertidumbres, angustias y tambin de algunas satisfacciones. Realizan propuestas institucio-nales y personales; desarrollan estrategias de comunicacin en la escuela, incluyendo a las familias y a la comunidad prxima, o par-ticipan en acciones conjuntas con otras organizaciones barriales y comunitarias. Numerosos actores llevan adelante iniciativas pedag-gicas, proyectos y desafos buscando el bien de alumnos y alumnas, y de toda la comunidad educativa.

    Con este material queremos contribuir con una propuesta pedaggi-ca que complemente los recorridos que venimos transitando sobre la problemtica. El propsito es fortalecer las tramas de cuidado, y fomentar la conformacin de proyectos de vida insertos en proyectos colectivos. Esta iniciativa propone enfrentar los consumos problem-ticos de sustancias involucrndose desde la elaboracin colectiva de significados y alternativas, de generacin de propuestas conjuntas y de bsqueda de nuevas respuestas.

  • 52

    Bregamos en pos de que sea el trabajo escolar el que posibilite a tra-vs de ricos intercambios, el desarrollo integral del sujeto a partir de actitudes reflexivas y crticas frente a las situaciones que plantea el consumo problemtico de sustancias.

    Dicen algunos docentes en relacin a la prevencin

    de los consumos desde la escuela:

    La misin fundamental de la escuela debera estar centrada en lo pedaggico...

    La escuela no debera ocuparse de estas cuestiones...

    Otros docentes sealan que la problemtica del consumo ya est en las aulas,

    y en referencia a su rol:

    La mayora de los alumnos tiene hermanos que de alguna manera estn vincu-

    lados con la problemtica de las drogas. O consumen o venden.

    Tenemos mucha angustia por la cantidad de suicidios de adolescentes. Noso-

    tros pensamos que se vinculan con la llegada de las drogas y algo con el consu-

    mo de alcohol.

    Qu se puede hacer si a los adolescentes les gusta probar cosas nuevas. Hay

    cosas que crean adiccin, que estn ah a su alcance. Una vez las prueban, qui-

    zs ya no puedan dejarlas de tomar. Hay que hacerles entender para qu arries-

    garse y caer en adicciones que pueden esclavizar y destruir su cuerpo. Hay que

    ensearles a controlarse.

    Estoy muy frustrado. A pesar de todo lo que desde la escuela estamos hacien-

    do por prevenir no conseguimos resultados y la droga avanza. Hacemos mu-

    cho pero no vemos que haya una recepcin ni que las familias adviertan lo dif-

    cil que est la cosa.

    Nota: Estos testimonios surgieron del intercambio de equipos de la SEDRONAR con directores, docentes de primaria, profesores de secundaria, padres y responsables de organizaciones de la sociedad civil.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 53

    Tienen alguna experiencia

    en su trayectoria docente en relacin

    con la problemtica de los consumos?

    Qu concepciones en relacin a la prevencin podemos encontrar en estos testimonios?

    Estn de acuerdo con alguna de estas ideas?

  • 54

    Por qu una propuesta desde la escuela?

    La escuela es uno de los lugares de encuentro ms importantes den-tro de la comunidad. Es all donde los nios y las nias de nuestro pas entablan relaciones con la cultura, con la produccin colectiva de significados, con la sociedad, con el mundo. En ella, los chicos y chicas construyen vnculos, conviven con pares y con adultos y generan lazos de pertenencia y de participacin social a travs de diversas prcti-cas. Es un mbito de contencin, de escucha, de generacin de vncu-los de confianza, de inclusin. Un espacio amigable, donde se fomenta la expresin de los modos de sentir, pensar y actuar de los nios y las nias, en sus diferentes lenguajes y manifestaciones.

    En la escuela, es posible profundizar en una forma de trabajo de acompaamiento de las chicas y chicos por medio de una mirada adulta de reconocimiento, de amabilidad y de ternura. As se poten-cia la construccin de vnculos de confianza y afecto que enriquecen el clima de encuentro, fortaleciendo las tramas de cuidado que a su vez generan mayor confianza, pertenencia y solidaridad. Los adultos ofrecen una forma de relacionarse que acta como modelo para los vnculos que los nios y nias entrelazan con sus pares y con otros adultos.

    La mirada de reconocimiento es tanto del valor que tiene cada per-sona, cada nio o nia simplemente por existir, por su ser nico, por estar all en la escuela, frente al adulto, como de la existencia de saberes previos, acerca de s mismos, de sus relaciones, y del mundo en que viven. Esta concepcin est ntimamente ligada con el enfoque de prevencin que proponemos, dado que, al igual que este, implica reconocer los saberes previos de los alumnos y alumnas, partiendo de la base de que todos pueden aprender, de que cada nio y cada nia tiene la capacidad y el derecho de construir conocimiento junto a otros. Apoyndose en sus necesidades y en sus saberes previos, que funcionan como marco asimilador a partir del cual se otorgan signifi-cados a los nuevos objetos de conocimiento (Aisenberg, 1994).7

    7 Aisenberg, Beatriz. Para qu y cmo trabajar en el aula con los conocimientos previos de los alumnos: un aporte de la psicologa gentica a la didctica de estudios sociales para la escuela primaria, 1994.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 55

    A su vez ese marco asimilador se modificar a medida que se vayan trabajando nuevos contenidos. De este modo, el docente se constitu-ye en un mediador entre el alumno y el conocimiento, estableciendo estrategias y propuestas metodolgicas que faciliten la construccin conjunta de este ltimo. As en esta relacin docente-alumno, en la que ambos se constituyen en sujetos activos, el educador gua el pro-ceso de enseanza-aprendizaje, es el mediador entre el contexto y los nios y nias, es el articulador del conocimiento y no una fuente acabada de saber. Es decir, que la relacin pedaggica comienza por crear las condiciones en las que puedan darse toda la serie de inter-cambios necesarios, entre docente y alumno, en interaccin con el contenido propuesto.

    El trabajo escolar se articula con el ambiente familiar, comunitario y social. La escuela es un mbito de relaciones entre personas y entre ellas y el conocimiento, donde las problemticas sociales, familia-res y particulares no quedan en la puerta de entrada, sino que son escuchadas, atendidas y acompaadas por distintos referentes en el transcurso del crecimiento de cada nio o nia. En la escuela circula la palabra, y en los intercambios y construcciones que posibilitan el desarrollo integral del sujeto, se promueve la actitud crtica y reflexi-va frente a las problemticas presentes en el contexto. As, estas pro-blemticas sociales pueden tener un lugar en la escuela, un espacio donde poner en juego los conocimientos, los significados que adquie-ren para los estudiantes y donde co-pensar la construccin de las posibles soluciones.

  • 56

    La invitacin es a seguir reflexionando acerca de la dimensin polti-ca que adquiere la escuela; para ello les acercamos una seleccin de frases de autores seguramente conocidos por ustedes:

    AMPLIANDO HORIZONTES

    [] Pero tenemos que sealar que el rol docente es tambin poltico, porque

    cuando nos hacemos responsables de la enseanza somos garantes de la trans-

    misin de la cultura y en ese lugar construimos una posicin en dilogo con los

    otros. Aqu, el lugar del otro no es un espacio topogrficamente establecido sino

    que es un espacio y un tiempo que se produce en el tejido que los unos hacen

    para buscar al otro. El lugar del otro es un asunto que se construye entre pala-

    bras, gestos, miradas e historias puestas en comn (Dussel y Southwell, 2005).

    De acuerdo con la pedagoga liberadora de Freire, el educador tiene un papel de sujeto dialogante que no impone su contenido, sino que busca junto con sus estudiantes temas de inters que los lleven a un aprendizaje mutuo por el camino de una educacin crtica frente al mundo que viven y las situaciones que se les presentan, posibilitando que sean seres humanos pensantes y reflexivos. Asdice Freire:

    El rol del educador consiste en proponer problemas en torno a situaciones exis-

    tenciales codificadas para ayudar a los educandos a alcanzar una visin cada

    vez ms crtica de su realidad. La responsabilidad del educador, tal como la per-

    cibe esta filosofa, es por lo tanto mayor en todos los sentidos que la de aquel

    colega suyo cuyo deber consiste en transmitir informacin para que los educan-

    dosla memoricen (Freire, 1990).

    En las ltimas dcadas, los intercambios y los modos de relacin entre la comunidad educativa y las familias, se vieron fuertemente influenciados por las transformaciones que operaron en el contexto social y comunitario. Muchas veces, la escuela se fue convirtiendo no solo en el lugar donde los nios y nias aprenden contenidos curri-

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 57

    culares, sino tambin en un espacio central para el encuentro, donde muchas nias, nios y jvenes se sienten recibidos, acompaados y queridos; y desde donde se puede propiciar el encuentro entre las organizaciones de la sociedad, y enhebrar redes de accin colectiva con objetivos comunes.

    Por este motivo, sostenemos la importancia de la articulacin entre la escuela, el ambiente familiar y el social, para llevar a cabo estrategias pedaggico-preventivas que permitan, adems de instalar las proble-mticas hablando sobre la cuestin, elaborar proyectos y prcticas de cuidado que trasciendan las paredes propias de la escuela.

    Para pensar y revisar estas prcticas de cuidado, proponemos recor-dar dos concepciones centrales que dan marco, a veces de un modo invisibilizado, a las acciones que desarrollamos, las representaciones que sostenemos sobre y con nuestros chicos y chicas. Una es la con-cepcin de infancias que sostenemos, y el otro mirador que nos per-mite pensar y pensarnos es la perspectiva de gnero.

    El gnero es otra categora de inters para integrar reflexivamen-te a todo lo que hacemos y pensamos sobre y con las infancias, una perspectiva que nos permite distinguir otras pluralidades y formas de transitar las biografas, y reconocer nuestras representaciones socia-les acerca de qu puede hacer, sentir, aprender y ser una mujer, o un varn; y qu no...

    El gnero es una dimensin cultural, y no una determinacin biolgi-ca. El hecho de ser varn o mujer en una sociedad implica una serie de definiciones sobre el disciplinamiento de los cuerpos y las emocio-nes, que determinan las prcticas relativas a la sexualidad, la divisin del trabajo, las normas de convivencia, la expresin de los afectos, las maneras de relacionarse. Refiere tanto a varones como a mujeres, y tiene un origen social e histrico, por lo tanto se va modificando a lo largo de la historia, e incluso durante las propias biografas.

    Distintas autoras han reflexionado y desarrollado el concepto de gnero Presentamos a continuacin algunos textos como un aporte para seguir explorando estos conceptos

  • 58

    AMPLIANDO HORIZONTES

    El concepto de gnero se refiere a la construccin social y cultural que se organi-

    za a partir de la diferencia sexual (Faur, 2003).

    La problemtica de gnero en que estamos inmersos mujeres y hombres forma

    hoy parte sustantiva en la construccin de la democracia y la redefinicin de los

    modelos de desarrollo, as como de la resignacin de la vida personal y colecti-

    va. La propuesta va de lo macro a lo micro, de la formacin social a la persona, de

    la casa al Estado, del Estado al mundo, del gnero a cada quien, de cada persona

    a diversas organizaciones y a la sociedad civil, y pasa por supuesto por complejos

    mecanismos de mediaciones (Lagarde, 1996).

    La categora supuestamente genrica de nio ha sido entonces deconstruida y

    su crtica demostr que nombra en realidad una suerte de neutro burgus, blan-

    co, masculino y heterosexual. En otras palabras, que si hablamos por ejemplo de

    el nio que aprende en la escuela, estamos denotando una parcialidad del uni-

    verso de la infancia, excluyendo otras definiciones y otras experiencias. El discur-

    so pedaggico sensible a la problemtica de la desigualdad la reemplaz enton-

    ces por la categora de infancias, inclusiva, aparentemente, de todas las formas

    no hegemnicas en que nios y nias atraviesan esa etapa vital. Esta operacin

    lingstica es solo un primer intento para revelar la existencia de otros y otras

    como sujetos educativos; sin embargo, los discursos que constituyen las prcti-

    cas cotidianas suelen retornar, involuntaria e imperceptiblemente, sentidos ante-

    riores, de no mediar una (auto)observacin crtica y una formacin docente que

    haga explcitas estas cuestiones (Morgade, 2008).

    El anlisis crtico de prcticas basadas en prejuicios de gnero,

    la interrogacin constante a los prejuicios y estereotipos de

    gnero que circulan alrededor de las prcticas escolares,

    familiares, sociales, permitir transitar un camino hacia una

    mayor igualdad no solo en el aula, sino tambin fuera de las

    puertas de la escuela No hay una sola manera de ser varn,

    de ser mujer, sino que existe una diversidad y una pluralidad

    de vivir que enriquece a ambos gneros

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 59

    La cultura del cuidado en la escuela

    La cultura del cuidado [...] Se propone el bien-estar, para lograr el bien-obrar, y as gestar un encuentro interesante entre dos preocupaciones humanas: tica y salud.

    Rolando Marti,

    El enfoque de la cultura del cuidado8 en el que basamos nuestro trabajo se encuentra en contrapunto con el consumismo y la cultu-ra descartable. Una cultura de cuidado, de cario, de respeto que propone la valoracin de la vida, la salud, el cuerpo, el autocuidado y el cuidado de los otros. Una cultura que intenta fortalecer la trama social desde el eje del cuidado. Este enfoque se interroga acerca de lo que hay detrs de todo consumo, y propicia que esa pregunta abra una puerta y no que la cierre.

    Esta cultura va mucho ms all de la transmisin de informacin; implica dar lugar a aprendizajes ms globales e inespecficos que contribuyan a crear experiencias saludables de contencin, de aper-tura, de confianza. Invita a comprender que es mejor cuidar y cuidar-se que lo contrario; que tanto dar como recibir cuidado son experien-cias humanas fundantes de un buen vivir. Y que las conductas ms o menos constructivas o destructivas que una persona adopte para consigo misma y para los dems, no surgen de correctas argumenta-ciones, sino de la calidad de sus experiencias con quienes se han ocu-pado de ella en los aos tiernos de la infancia y la juventud.9

    8 Marti, Rolando. Escuela hoy: hacia una cultura del cuidado. Buenos Aires, Geema, 1999.9 Marti, Rolando. Escuela y familia: una alianza necesaria. Buenos Aires, Troquel, 2003.

  • 60

    Somos conscientes de las muchas demandas que pesan sobre la escuela y las tensiones con las que se enfrentan los adultos en ella. Problemticas familiares, problemticas de salud, problemticas pro-pias de la convivencia entre los alumnos y alumnas, problemticas barriales y de los contextos locales, y en ocasiones temas de infraes-tructura edilicia son solo algunas de las cuestiones con que deben vrselas en lo cotidiano las organizaciones escolares. No las ignora-mos, sabemos que la escuela tiene lmites y el reconocerlos nos per-mite reconocer los lmites de lo posible. Es decir, potenciar y hacer sinergia para que los factores de proteccin que la escuela promue-ve puedan magnificarse, profundizarse, cobrar nuevos sentidos. La escuela, por todo lo mencionado antes, se constituye en s misma en un relevante factor de proteccin ante los consumos problemticos.

    Busquemos un punto medio en la oscilacin de la balanza entre la omnipotencia del hay que resolver todo, y la impotencia del no se puede hacer nada.

    Esperamos poder recuperar lo valioso que resultan los esfuerzos cotidianos, no solamente los grandes, agotadores y desgastantes; sino aquellos en los que se siente una energa transformadora, los esfuerzos de los pequeos pasitos, del poco a poco, los que nos exi-gen tolerancia a la frustracin, tiempos de espera y construccin colectiva. En eso consiste el esfuerzo transformador, en la interfaz entre el no podemos todo, pero podemos algo.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 61

    La cultura del cuidado requiere fomentar la

    participacin y el debate, activar la escucha

    y tener en cuenta las demandas y necesidades

    de las alumnas y alumnos, y de la comunidad,

    ofreciendo un modelo de salud integral

    e integrador, comprometido y solidario.

  • 62

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 63

    Ejes de trabajo para llevar a cabo la prevencin de los consumos problemticos desde la escuela

    Da tras da, se niega a los nios el derecho de ser nios. Los hechos que se burlan de ese derecho imparten sus enseanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los nios ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como el dinero acta. El mundo trata a los nios pobres como si fueran basura para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los que no son ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten como destino la vida del prisionero. Mucha magia y mucha suerte tienen los nios que consiguen ser nios.

    Eduardo Galeano

    Presentamos dos ejes a modo de columna vertebral del trabajo de prevencin desde la escuela, como miradores en los que nos pode-mos posicionar en cualquier tema que trabajemos, ya que son trans-versales a la tarea escolar.

    Eje 1: La tensin entre el sujeto de derecho

    y el sujeto consumidor

    Eje 2: El proyecto de vida inserto en un proyecto

    colectivo

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    Eje 1: La tensin entre el sujeto de derecho y el sujeto consumidor

    Porque a lo largo de la historia pasamos del nio pecado que introdujo San Agustn el nio como condensacin del pecado a la imagen del nio como sede del error y de las equivocaciones que se desprende de Descartes; pasamos del nio esclavo de los enciclopedistas al nio hijo de Rousseau, con sus ideales de libertad; modelo que sirvi para convalidar a la familia tradicional con la mujer sometida a las tareas de crianza. Y, si bien tengo la conviccin de que ninguno de esos modelos caduc del todo todos circulan simultneamente, hoy en da es el nio en su condicin de consumidor el que protagoniza el cuadro.

    Juan Carlos Volnovich10

    Cuando hablamos de nuevas estrategias en relacin con la preven-cin del consumo problemtico de sustancias no podemos hablar en abstracto, es necesario contextualizar la mirada con el objeto de comprender a fondo el marco, as como las dinmicas y tipo de rela-ciones sociales en el que dichas prcticas adquieren sentido.

    A partir de los ltimos cuarenta aos viene desarrollndose, a escala global, una serie de transformaciones del mundo laboral y sociocul-tural. En ciertos espacios suele emplearse el trmino globalizacin para designar estos cambios.

    Estamos hablando principalmente de la consolidacin de una nueva forma de hegemona cultural y poltica que permite plasmar un blo-que histrico-social constituido en torno de nuevos modos de domi-nacin econmica que tienen su ncleo en el capital financiero y en las reestructuraciones concretas que este trae aparejadas; una forma de capital que no tiene solidez, que fluye sin fronteras, que no necesi-ta fbricas ni multitud de trabajadores.

    10 portal.educ.ar/noticias/entrevistas/-juan-carlos-volnovich-el-futu.php

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 65

    Es indiscutible que viene desplegndose una serie de articulaciones, rearticulaciones o mutaciones radicales, no solo en el modo de pro-duccin, en lo que hace al proceso de trabajo, sino tambin en las polticas y en las relaciones de poder que pueden constituir una nue-va forma de sentido comn preponderante, propiciando la construc-cin de significados y, a la vez, legitimando ciertas prcticas y formas de interaccin entre las personas en la sociedad, una nueva forma de pensar y de vivir.

    Esta nueva forma de hegemona cultural, poltica y econmica ligada al capital financiero propicia la construccin de subjetividades indivi-dualistas, consumistas, despreocupadas, superficiales, pero tambin se retroalimenta y potencia por la instauracin de un sentido comn, bsicamente, con escasa densidad crtica, liviano, que tiende a alimen-tar lgicas de dispersin y desagregacin social. Es la sociedad que sobreviene con el desmantelamiento de las fbricas, el debilitamien-to de las formas de produccin fordistas, la flexibilizacin laboral, la sobredeterminacin del consumo por encima de la produccin y el auge de los servicios. Es la poca del shock publicitario con el bombar-deo meditico para la incentivacin del consumo hasta la excitacin total y la lujuriosa reproduccin permanente.

    Son todas estas, caractersticas de lo que algunos intelectuales han denominado capitalismo tardo (Mandel, 1979), capitalismo postindus-trial (Touraine, 1973), neocapitalismo (Mandel, 1969), modernidad lquida (Bauman, 1999), la era del vaco (Lipovetsky, 2000) con su usina ideolgi-ca, el neoliberalismo.

  • 66

    Para profundizar este tema los invitamos a leer un breve fragmento de una entrevista realizada al socilogo polaco Zygmunt Bauman11 a la luz de nuestras representaciones sociales sobre sujetos consumi-dores y sujetos no consumidores

    E: Qu ocurre en la actualidad con los no consumidores, los muchos que no tienen recursos para consumir?

    ZB: La sociedad contempornea integra a sus miembros, fundamentalmente, como consumidores. Para ser reconocidos, hay que responder a las tentaciones del mercado. Todas estas son cosas que los pobres gente que no tiene ingresos decentes, tarjetas de crdito ni perspectivas de un futuro mejor no estn en condiciones de hacer. Entonces, son vistos como intiles, porque los miembros decentes y normales de la sociedad, los consumidores, no quieren nada de ellos. Nadie los necesita. Estas sociedades del consumo estaran mucho mejor si los pobres simplemente quemaran sus carpas, se dejaran quemar con ellas o se fueran. Lamentablemente, estos deseos ocultos no hacen ms que empeorar las cosas. El resentimiento resultante es ms agudo y el deseo de venganza, todava ms violento.

    E: Entonces, la tendencia al consumo nos deshumaniza?

    ZB: Cada vez ms tendemos a pensarnos, a apreciarnos o degradarnos sobre la base del patrn de los productos del mercado. Ir de compras y consumir significa, hoy en da, invertir individualmente en la propia membreca social. El consumo es inversin en la autoestima individual.

    E: Tratamos a los seres humanos como objetos de consumo?

    ZB: Los habitantes del mundo de consumidores perciben el mundo como un enorme contenedor de piezas de repuesto. Ya no se espera que nadie se conforme con lo que tiene y con lo que es. Si alguna pieza de los instrumentos utilizados a diario, de la red de contactos humanos o del propio cuerpo pierde su encanto, se la extirpa y se la reemplaza por otras piezas de repuesto, nuevas o mejoradas. Los consumidores son entrenados desde el nacimiento. La mentalidad de desechar se ha convertido en el objetivo principal de la educacin a la que las empresas someten a sus futuros clientes desde muy temprana edad.

    11 Diario La Nacin, Seccin Cultura, 5 de noviembre de 2008, edicin impresa.

    LECTURA SUGERIDA

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 67

    En definitiva, debemos comprender los efectos que trajeron apare-jados la aplicacin de las recetas neoliberales en nuestro pas para comprender cmo ellas actuaron como suelo frtil para el desarrollo de la problemtica del consumo.

    El neoliberalismo no es tan solo un enfoque de la poltica y la eco-noma, sino tambin, una forma de vida centrada en el consumo, en la mercantilizacin de la vida y en los shopping centers. Pero, una vez en el poder, tiene como caracterstica principal la sumisin de la poltica a la voluntad del podero econmico centrado en las gran-des corporaciones.

    De la mano de las frmulas neoliberales y el sobredimensionamiento del mercado se produce, como alegbamos ms arriba, una transfor-macin en la subjetividad y el sentido comn y una legitimacin de un estado de cosas en la que ya no son las asociaciones de la socie-dad civil en articulacin con el Estado quienes protegen a las per-sonas de los riesgos posibles que vienen de la mano de la exclusin social, sino que son los propios individuos quienes deben asumir por s mismos su propio cuidado.

    El Estado pierde su capacidad como mediador entre el ciudadano y los mbitos donde se da la construccin de sentidos y la puesta en marcha de polticas transformadoras e inclusivas siendo el merca-do quien asume un rol central en el proceso de produccin y repro-duccin de la vida fsica y espiritual de las personas, generando una tensin entre dos subjetividades de poca. Por un lado, tenemos la subjetividad del individuo como ciudadano, resultante del princi-pio de la igualdad ante la ley. Por otro lado, la figura del consumi-dor que es una figura con derechos (al menos en lo formal) pero sin obligaciones. Esta figura del consumidor es claramente expuesta en el artculo 42 de la Constitucin de la Nacin Argentina, reformada en 1994.

  • 68

    AMPLIANDO HORIZONTES

    En relacin con el concepto de sujeto de derechos, ciudadanos y consumidores, distintos autores han aportado sus reflexiones Pre-sentamos a continuacin algunos textos como un aporte para seguir explorando estos conceptos

    (El ciudadano) [] es el tipo de sujeto forjado por un Estado que enuncia que la

    soberana emana del pueblo. El ciudadano es el tipo instituido resultante del prin-

    cipio revolucionario de igualdad ante la ley. El ciudadano es el tipo subjetivo que

    se forja en torno de la ley, a partir de dos instancias primordiales, que son la fami-

    lia nuclear burguesa y la escuela (Lewkowicz, 2000).

    Por otro lado, dice del consumidor:

    El consumidor es un tipo subjetivo que espera todo del objeto. Se ha credo la

    promesa del mercado segn la cual en el mercado hay todo. Todo lo que uno

    pueda necesitar est en el mercado; el objeto satisfactorio [] Si no es satisfac-

    torio, es defecto del objeto. No hay que hacer ninguna experiencia subjetiva, hay

    que sustituir el objeto por otro. Si el consumidor lo espera todo del objeto, no es-

    pera nada del sujeto y mucho menos del sujeto colectivo (Lewkowicz, 2000).

    La definicin de consumidor es ms compleja y estrecha (y tambin ms cruel)

    que la de ciudadano: un gran porcentaje de los habitantes de los Estados naciona-

    les se sacrifica en esta mutacin, condenados a quedar fuera de los nuevos modos

    de subjetivacin. Son los excluidos del mercado global (Sibilia, 2005).

    Esta tensin entre ser ciudadano y ser consumidor se puede leer tam-bin desde la propuesta de Bauman.

    [] el presente est signado por una contradiccin: la sensacin de que los miem-

    bros de la sociedad gozamos cada vez de mayor libertad individual, pero conta-

    mos con menos posibilidades de transformar el mundo. Por el contrario la crisis a

    la que nos enfrentamos bien podra caracterizarse por la prdida de tres compo-

    nentes: la seguridad, la certeza y la proteccin (Bauman, 2001).

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 69

    En el paradigma del ciudadano en pleno estado de derecho, la subje-tividad y todos los fenmenos culturales, simblicos y relacionales se estructuran alrededor del concepto de responsabilidad. En cambio, la subjetividad del consumidor se estructura en torno a una ficcin que sostiene que toda angustia y sufrimiento puede ser resuelto por medio del consumo.12 La interpelacin del sujeto como consumidor por parte del mercado se apoya en la idea del consumo como goce. As todo aquello que pueda ser vivido como displacer se evade, el sujeto anula el conflicto, entre otras cosas, mediante el consumo, que es percibido como un valor supremo. Es la primaca del parecer y del tener por sobre el ser, el sujeto se define por lo que tiene, es aque-llo que posee.

    A esto se suma la necesidad de eliminar el sufrimiento y hacerlo de manera inmediata. La sociedad de consumo nos invita a buscar respuestas rpidas, soluciones inmediatas. Este tipo de subjetividad genera esquemas de percepcin y accin que no permiten revisin y reposicionamiento, no habilitan un cambio de estado.

    El otro polo de esta tensin lo ocupa el ciudadano como sujeto res-ponsable y de pleno derecho, un ciudadano cuya subjetividad reco-noce y asume el conflicto. Aqu se destaca el valor del ser social, de lo intersubjetivo y de lo colectivo. Este ciudadano es responsable por sus actos y, por ello, puede volverse sujeto activo de su devenir y construir junto con otros un proyecto de vida. Mientras que el con-sumidor es una figura estanca, un sujeto pasivo y desligado de toda responsabilidad, el ciudadano es concebido como un sujeto respon-sable y activo.

    Si la subjetivacin se da a travs del consumo, quienes no tienen la posibilidad de consumir, corren el riesgo de quedar excluidos del proceso de subjetivacin. Si se es lo que se tiene, quien no tiene no es. Como apuntbamos ms arriba, la exclusin del mercado de con-sumo, la incapacidad de subjetivarse como consumidor constituye uno de los factores que pueden derivar en el consumo problemtico de sustancias.

    12 Inchaurraga, Silvia. Los consumidores de drogas; ciudadanos conderechos. Una lectura desde lo social, lo subjetivo y las polticas de reduccinde daos, 2002.

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    Creemos que es necesario como Estado volver a interpelar al sujeto como ciudadano de derecho, aportarles a las comunidades el acceso a las herramientas para que no quede a merced del mercado, desplegando solo su dimensin como consumidor. Pero esto supo-ne tambin convocar a los ciudadanos para pensar estrategias de prevencin, atencin y asistencia en conjunto, propiciar el reconoci-miento del conflicto y buscar la resolucin de problemas con creati-vidad, sin negar u ocultar el malestar.

    Emprendemos nuestra tarea desde un concepto de Estado que se diferencia de aquel en el que este es visto como una entidad acti-va por encima de los sujetos de derecho sin correspondencia con los ciudadanos o las asociaciones de la sociedad civil. Un modo de pensar el Estado en el que el mismo es capaz de articular los medios para empoderar al sujeto de derecho para que este sea capaz de construir su propio proyecto de vida.

  • Tramando REDES de PREVENCIN SEDRONAR Libro para Docentes 71

    Eje 2: El proyecto de vida inserto en un proyecto colectivo

    Un ciudadano es una persona capaz, en cooperacin con otros, de crear o transformar el orden social que ella misma quiere vivir, cumplir y proteger, para la dignidad de todos.

    Jos B. Toro

    Otra apuesta fuerte para la prevencin es la posibilidad de cons-truir un proyecto de vida inserto en un proyecto colectivo. Esta idea supone que el sujeto logra su realizacin personal en vnculo con la comunidad. En estrecha relacin con el eje anterior, este propone tensionar los polos supuestamente antagnicos de los logros indivi-duales y los sueos colectivos,