Transformación de Votos en Escaños.

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VOL. XII . NÚM. 2 . II SEMESTRE DE 2005 . PP. 233-276 POLÍTICA y gobierno 233 * Patricio Navia es profesor asistente adjunto del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe de la New York University y académico del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales. Co- rreo electrónico: [email protected]. El artículo se recibió en octubre de 2004 y se aceptó para su publicación en abril de 2005. Este artículo está basado en dos capítulos de mi tesis doctoral, You Select the Rules of the Game and Lose? Advantages and Constraints when Choosing Electoral Rules: the Case of Chile, New York University, 2003. Agradezco los comentarios de los asistentes al Encuentro de la Sociedad de Economía de Chile, Pun- ta de Tralca, 25-26 de septiembre de 2003, y de dos evaluadores anónimos de Política y Gobierno. Este ar- tículo se inscribe en el proyecto Fondecyt 1020684 (“Ser competente en política”). La transformación de votos en escaños: leyes electorales en Chile, 1833-2004 .......... PATRICIO NAVIA* En su historia republicana, Chile ha utilizado diferentes fórmulas para trans- formar los votos en escaños. Dado que generan diferentes efectos en la repre- sentatividad y gobernabilidad del país, todas las fórmulas mostraron una fuerte resistencia al cambio después de haber sido puestas en práctica. El sistema electoral binominal, adoptado a partir de 1989, repitió esa tendencia. En este artículo, describo los diferentes sistemas electorales utilizados desde 1833 y hago énfasis en lo difícil que resultó cambiarlos una vez que fueron adoptados. Luego, analizo los orígenes del sistema electoral actual, pongo el acento en sus fortalezas y debilidades y subrayo lo difícil que ha resultado alterarlo también. Señalo que el sistema binominal puede ser entendido como un seguro contra la derrota, puesto que crea barreras difíciles de superar para un partido que busca transformar su mayoría electoral en un control mayoritario de escaños en el legislativo. Muestro que la coalición centro-izquierdista Concertación ha tenido muchos problemas para transformar su mayoría electoral en mayoría en el legislativo. Utilizo simulaciones electorales para señalar que la coalición de derecha obtiene un porcentaje mayor de escaños con el sistema binominal que con cualquier número alternativo de escaños por distrito. Después de ana-

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Análisis electoral en Chile.

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  • VOL. XII . NM. 2 . I I SEMESTRE DE 2005 . PP. 233-276 POLTICA y gobierno 233

    * Patricio Navia es profesor asistente adjunto del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe dela New York University y acadmico del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales. Co-rreo electrnico: [email protected].

    El artculo se recibi en octubre de 2004 y se acept para su publicacin en abril de 2005.Este artculo est basado en dos captulos de mi tesis doctoral, You Select the Rules of the Game and

    Lose? Advantages and Constraints when Choosing Electoral Rules: the Case of Chile, New York University,2003. Agradezco los comentarios de los asistentes al Encuentro de la Sociedad de Economa de Chile, Pun-ta de Tralca, 25-26 de septiembre de 2003, y de dos evaluadores annimos de Poltica y Gobierno. Este ar-tculo se inscribe en el proyecto Fondecyt 1020684 (Ser competente en poltica).

    La transformacin de votosen escaos: leyes electorales

    en Chile, 1833-2004..........

    PAT R I C I O N AV I A *

    En su historia republicana, Chile ha utilizado diferentes frmulas para trans-formar los votos en escaos. Dado que generan diferentes efectos en la repre-sentatividad y gobernabilidad del pas, todas las frmulas mostraron una fuerteresistencia al cambio despus de haber sido puestas en prctica. El sistemaelectoral binominal, adoptado a partir de 1989, repiti esa tendencia. En esteartculo, describo los diferentes sistemas electorales utilizados desde 1833 yhago nfasis en lo difcil que result cambiarlos una vez que fueron adoptados.Luego, analizo los orgenes del sistema electoral actual, pongo el acento en susfortalezas y debilidades y subrayo lo difcil que ha resultado alterarlo tambin.Sealo que el sistema binominal puede ser entendido como un seguro contrala derrota, puesto que crea barreras difciles de superar para un partido quebusca transformar su mayora electoral en un control mayoritario de escaosen el legislativo. Muestro que la coalicin centro-izquierdista Concertacin hatenido muchos problemas para transformar su mayora electoral en mayoraen el legislativo. Utilizo simulaciones electorales para sealar que la coalicinde derecha obtiene un porcentaje mayor de escaos con el sistema binominalque con cualquier nmero alternativo de escaos por distrito. Despus de ana-

  • lizar los principales argumentos utilizados para destacar las debilidades y for-talezas del sistema electoral, concluyo argumentando que, en tanto no existaacuerdo sobre el sistema de partidos ms conveniente para la democracia chi-lena, ser sumamente difcil cambiar el sistema electoral actual.

    LA INFLUENCIA SOBRE EL NMERO DE PARTIDOS

    A TRAVS DEL SISTEMA ELECTORAL

    En esta seccin, discuto los principales argumentos tericos sobre la relacinentre el sistema electoral y el sistema de partidos en las democracias. Si bien larelacin de causalidad no est completamente establecida, el efecto que tieneel sistema electoral sobre el nmero de partidos es innegable. Aquellos con elpoder de cambiar el sistema electoral pueden influir en el sistema de partidosque se desarrolla en el pas; pero, aunque la ingeniera electoral es posible, esimprescindible que primero haya un consenso suficientemente amplio, entreaquellos con la debida potestad para cambiar el sistema electoral, sobre el n-mero de partidos que debiera existir en el pas. En tanto existan personas conpoder de veto que se opongan a reformar el sistema, se mantendr el statu quo.Dada la necesidad de tener mayoras calificadas para cambiar el sistema enChile, la ausencia de consenso al respecto ha hecho imposible alterar el statuquo adoptado por la dictadura en 1989.

    Las elecciones permiten transformar votos en escaos. Naturalmente, la de-cisin sobre el nmero de escaos por elegir antecede cualquier decisin sobrela forma de llenar dichos escaos. Aquellos que toman esas decisiones son losdiseadores electorales. Ellos pueden ser los miembros de una asamblea consti-tuyente o los legisladores de un pas. Por cierto, cuando los diseadores electo-rales se deciden por distritos uninominales, el rango de preceptos por escogeres menor que cuando optan por distritos plurinominales. Cuando escogen unsistema que incluya distritos plurinominales, los diseadores electorales debentomar una serie de decisiones adicionales sobre el nmero de candidatos porlos que cada elector deber votar, la frmula matemtica que se deber utilizarpara distribuir los escaos y sobre si los votantes seleccionarn candidatos in-

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  • dividuales o listas de nombres ofrecidas por los partidos; pero la decisin msimportante que toman los diseadores electorales es aquella que determina elnmero de escaos por elegir en cada unidad electoral o distrito.

    El nmero de escaos por distrito es conocido como magnitud de distrito(MD). Cuando existen distritos uninominales (MD = 1), hay una cantidad limita-da de formas de llenar el escao. La ms usual es la de primera mayora rela-tiva (PMR), donde la persona con ms votos resulta ganadora;1 pero, cuando laMD es mayor a 1, hay diferentes formas de asignar los escaos. En casi todoslos casos se precisa de alguna forma de representacin proporcional (RP). Aun-que hay una amplia gama de opciones de RP posibles (Shugart y Carey, 1992;Taagepera y Shugart, 1989), el objetivo compartido por todas es otorgar repre-sentacin a los partidos minoritarios; y, aunque tambin existen otras herra-mientas que permiten influir en la forma en que los votos se transforman enescaos, el nmero de escaos por elegir en cada distrito es la ms poderosa.De ah que la MD se considere como una herramienta importante si no cau-sal para influir en el sistema de partidos.

    Los politlogos han identificado diferentes efectos del sistema electoral so-bre el sistema de partidos y sobre la democracia. Duverger (1954) formul unade las relaciones de causa-efecto ms conocidas en este campo: el sistema demayora simple favorece la formacin de sistemas polticos bipartidistas (enRiker, 1982, p. 754). Aos despus, Cox fue ms cuidadoso al plantear que laregla de la mayora relativa utilizada en los distritos uninominales tiende a pro-ducir un sistema bipartidista (Cox, 1997, p. 4). La llamada Ley Duverger con-tradijo otras teoras sobre la formacin de sistemas de partidos. Cox lo deno-mina determinismo institucional, al sugerir que el sistema de partidos de unpas se puede determinar a travs de las leyes electorales.

    Comprensiblemente, la propuesta de determinismo institucional de Duver-ger ha generado diversas crticas. Cox resumi los cuestionamientos a la LeyDuverger en dos grandes tipos. Primero, algunos argumentan que Duvergerequivoc la direccin de causalidad. Desde esa perspectiva, los sistemas de par-

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    1 Para una excelente fuente de definiciones tcnicas, vase Administration and Cost of Elections (ACE),http://www.aceproject.org/.

  • tidos determinan los sistemas electorales y no al revs (1997, p. 5). De hecho,varios estudiosos han argumentado que las leyes electorales son influidas porel sistema de partidos y por otras caractersticas sobresalientes (Lipset y Rok-kan, 1967; Lijphart, 1984, 1994). Desde esa perspectiva, los partidos polticosaparecen representando ciertas divisiones que existen en la sociedad. Porejemplo, en sus estudios sobre los partidos polticos en Chile, Garretn (1989),Gil (1966, 1969), Jobet (1991), Valenzuela y Valenzuela (1976), Valenzuela(1977), Fleet (1985) y Scully (1992) ni siquiera consideran a las leyes electo-rales como una variable que explique por qu y cmo emergen los partidos po-lticos. Para ellos, el sistema de partidos se desarrolla en forma independientea las leyes electorales. Algunos, en particular Gil, atribuyen un efecto reductordel nmero de partidos a las reformas electorales de 1958, pero, en general, loshistoriadores del sistema poltico chileno no consideran el diseo institucionalcomo un factor que deban tener en cuenta cuando explican la aparicin y con-solidacin de los partidos.

    La otra crtica a Duverger cuestiona la validez causal de su trabajo al plan-tear que ste se preocup de una variable poco importante. Desde esta pers-pectiva, los sistemas de partidos estn determinados principalmente por el tipode fracturas (cleavages) que existen en la sociedad, donde la estructura elec-toral tiene un papel poco importante o, en el menor de los casos, un papel secun-dario (Cox, 1997, p. 15). Lipjhart fue ms lejos al argumentar que la relacinentre las leyes electorales y el sistema de partidos es una relacin de mutuacausalidad (1994, p. 158). Aunque este argumento es poderoso, no hay que ol-vidar que, antes de que los partidos puedan competir, debe existir una ley quetransforme los votos en escaos. As, las leyes electorales por fuerza antecedena los sistemas de partidos (al menos formalmente), aunque en el largo plazo seproduzca una relacin de mutua causa y efecto.

    Por cierto, en la literatura comparada internacional, Chile es a menudo ci-tado como ejemplo del efecto que tienen los cambios en las leyes electoralesen el sistema de partidos. Es debatible si la Concertacin seguira existiendo demodificarse el sistema electoral actual. Jones, por ejemplo, argumenta que,aunque es demasiado temprano para llegar a conclusiones definitivas [...] las

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  • leyes que promueven la formacin de dos partidos (distritos de dos miembrospara ambas cmaras del legislativo) han llevado a la formacin de dos coalicio-nes relevantes de partidos, lo que demuestra el xito parcial de este tipo de in-geniera electoral (1995, p. 77).

    Ahora bien, Cox no encontr evidencia concluyente para verificar la capa-cidad de prediccin de la Ley Duverger, si uno cambia cualquiera de las ca-ractersticas institucionales que definen la regla de mayora simple en un sis-tema uninominal [...] los incentivos para el voto estratgico que conducen albipartidismo se disipan en forma importante [...] Y, si uno investiga la eviden-cia emprica a escala distrital en pases que utilizan sistemas uninominales, seencuentra con muchos casos en que participan ms de dos candidatos y todosreciben una tajada sustancial de votos, lo que va contra lo que sugiere Duver-ger (1997, p. 70); pero, cuando llegan al poder, los partidos a menudo intentancambiar las leyes electorales y entonces es particularmente relevante la adver-tencia de Cox de que no tendra sentido buscar un nuevo sistema electoral silos sistemas electorales no importaran (1997, p. 17). Taagepera y Shugartconcuerdan: las leyes electorales s importan: con la misma distribucin devotos, la presidencia puede ir al candidato derechista, izquierdista o centrista,dependiendo de las reglas (1989, p. 2). Por su parte, Shugart y Carey advier-ten contra el supuesto de que las nicas instituciones que importan son las le-yes electorales para el legislativo, consideradas aisladamente de otras institu-ciones (1992, p. 207).

    Cox (1997) ofrece dos importantes advertencias sobre el poder explicativode la Ley Duverger. Primero, el efecto de la ley electoral se produce a nivel dis-trital, no necesariamente a nivel nacional. En un pas con distritos uninomina-les, bien pueden existir ms de dos partidos a nivel nacional. En cada distrito,tender a haber slo dos partidos competitivos en cada eleccin, pero el nmerode partidos representados nacionalmente puede ser superior. La segunda esque el principal impacto de la Ley Duverger es proporcionar topes mximosal nmero de partidos que deba haber en cada distrito. Podra ser que en dis-tritos de muchos escaos existan slo dos partidos en competencia; pero enlos distritos uninominales habr una marcada tendencia a que slo permanez-

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  • can dos partidos.2 En el cuadro 1 se resume la Ley de Duverger y las adverten-cias de Cox.

    Ahora bien, una vez que son adoptados, los sistemas de partidos parecierandesarrollar una fuerte resistencia al cambio (Cox, 1997; Lijphart, 1994). Aun-que los cambios de los sistemas electorales ocurren, la tendencia es ms biena que los sistemas electorales gocen de un razonable grado de estabilidad. Lossistemas electorales, a menudo caracterizados como pegajosos (sticky), en-cuentran entre sus principales defensores a los propios legisladores que pe-se a tener usualmente la potestad para cambiar el sistema resultaron electoscon ese sistema y, por lo tanto, tienden a desfavorecer la adopcin de sistemaselectorales alternativos que pudieran resultar ser menos beneficiosos para lo-grar su reeleccin personal o la preservacin de los escaos para sus partidos.Dado que aquellos que usualmente tienen el poder para cambiar el sistemaelectoral los legisladores son los grandes diseadores electorales en las de-mocracias modernas a menudo desfavorecen dichos cambios, los sistemaselectorales tienden a sobrevivir a los esfuerzos y las iniciativas de reforma queregularmente se hacen presentes en las democracias.

    Aunque el debate sobre la relacin de causalidad entre sistemas electoralesy sistemas de partidos se mantenga, hay consenso sobre la influencia que tienela ingeniera electoral en el sistema de partidos. Cuando se cambian las leyeselectorales, se da preferencia a diferentes ordenamientos del sistema de parti-dos polticos. Aun cuando los sistemas de partidos sean anteriores y resisten-tes a los ordenamientos de un sistema electoral, las leyes electorales facilitan

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    CUADRO 1. LEY DUVERGER CON LAS ADVERTENCIAS DE COX

    Ley Distritos uninominales Representacin proporcional

    Ley Duverger 2 partidos Sistema multipartidista

    Advertencias de Cox

    Fuente: Elaboracin del autor basado en Cox (1997).

    2 partidos por distrito, pero no tie-nen por qu ser los mismos en todoslos distritos.

    Los sistemas multipardistas son posibles, pero noinevitables; la RP slo establece un mximo alnmero de partidos, no un mnimo.

    2 Las advertencias de Cox son una formulacin ms acabada de advertencias similares hechas porDowns (1957, p. 155) y Lijphart (1995, p. 233).

  • ciertos ordenamientos del sistema de partidos y dificultan otros. Como mues-tro a continuacin, los cambios del sistema electoral afectaron histricamenteel sistema de partidos en Chile (aunque bien pudieron haber sido tambin pro-ducto de los cambios en el sistema de partidos). La reforma electoral produci-da con posterioridad a la Constitucin de 1925 sent las bases de un sistemamultipartidista a partir de 1925, o al menos lo hizo ms fcil. A su vez, la leyelectoral adoptada en 1989 facilit el ordenamiento del sistema de partidos endos grandes coaliciones desde el retorno de la democracia, si no oblig a ello.Dado que ha persistido un desacuerdo entre los diseadores electorales chile-nos (el Congreso Nacional y el ejecutivo) en el periodo democrtico posteriora Pinochet sobre el nmero de partidos que existen (o debieran existir) en elsistema poltico chileno, el statu quo del sistema binominal se ha mantenido.

    El mayor freno a una reforma al sistema electoral chileno radica en un pro-fundo desacuerdo sobre el nmero de partidos que debiera existir en el pas. Sibien la discusin terica sobre las fortalezas y debilidades del sistema electoralbinominal a la que me aboco aqu es parte del debate, el principal motivopor el que dicho sistema electoral se ha convertido en una pegajosa caracters-tica de la democracia chilena ha sido el desacuerdo sobre el nmero ptimode partidos polticos que debiera existir en el pas. Aquellos que privilegian elretorno de un sistema multipardista favorecen la adopcin de un sistema de re-presentacin proporcional ms permisivo. En cambio, los que privilegian laconsolidacin del bipartidismo abogan ya sea por mantener el sistema actual,ya sea por la adopcin de un sistema de representacin uninominal; pero, dadoque ninguno de los grupos que propician cambios al sistema tienen suficientepoder para imponer unilateralmente su voluntad como diseadores electora-les, el sistema electoral binominal, al igual que los sistemas electorales adopta-dos en Chile con anterioridad, ha demostrado una fuerte resistencia al cambio,pues ha sobrevivido ya a cuatro comicios legislativos, entre 1989 y 2001.

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  • LEYES ELECTORALES EN CHILE, 1833-1973

    Partiendo del marco terico expuesto, en esta seccin discuto la historia de lasleyes electorales en Chile, enfatizando el efecto que diferentes arreglos institu-cionales tuvieron sobre el sistema de partidos en ese pas a partir de 1833 hasta1973. Tambin subrayo lo difcil que result cambiar los sistemas electoralesuna vez adoptados. Aunque muestro la manera en que las leyes electorales haninfluido en el sistema de partidos a travs del tiempo, tambin argumento quelos partidos existentes han sido capaces de sobreponerse a ciertos incentivosde las leyes electorales y, en ocasiones, han logrado alterarlas para que favo-rezcan la consolidacin del sistema de partidos existente ms que la formacinde un nuevo sistema de partidos en el pas.

    Una vez conseguida la independencia, el legislativo chileno qued compues-to por dos cmaras. Como muestra el cuadro 2, la Cmara de Diputados tenacasi tres veces la cantidad de escaos que el Senado en 1831, aunque el au-mento del nmero de escaos durante el siglo XIX alter parcialmente esa dis-tribucin inicial. Mientras que el Senado pas de 15 a 20 miembros entre 1830y 1861, la Cmara aument de 50 miembros en 1831 a 72 en 1861. La tenden-cia al aumento de escaos en ambas cmaras se mantuvo durante el resto delsiglo XIX. De hecho, como muestra el cuadro 3, la Cmara ya contaba con 94escaos en 1903, mientras que el Senado se compona de 32 legisladores.

    Bajo las tres constituciones utilizadas durante el siglo XX, el rango de MD varientre un mnimo de 1 escao por distrito (como era el caso de la mayora delas circunscripciones senatoriales bajo la Constitucin de 1833) y un mximode 18 escaos por distrito (distrito 1 de Santiago, bajo la Constitucin de 1925).

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    CUADRO 2. TAMAO DEL SENADO Y LA CMARA DE DIPUTADOS, 1830-1860

    Periodo 1831-1834 1834-1837 1837-1855 1855-1858 1858-1861

    Senado 15 20 20 20 20

    Cmara de Diputados 50 55 55 58 72

    Fuente: Urza Valenzuela (1992, p. 79).

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    CUADRO 3. REPRESENTACIN PROVINCIAL EN EL LEGISLATIVO CHILENO,1833-1973

    Prov. Nombre Nm. de Nm. de Nm. de Nm. de Nm. de Nm. de Nm. deNo. provincia senadores senadores senadores senadores diputados diputados diputados

    (Const. y distritos y distritos en 1960 en 1970 y distritos y distritos y distritosde 1925) en 1903 en 1915 (Const. (Const. en 1903 en 1915 en 1970

    (Const. (Const. de 1925) de 1925) (Const. (Const. (Const.de 1833) de 1833) de 1833) de 1833) de 1925)

    1 Tarapac 1 15 5

    2 4 4

    2 Antofagasta 1 1 2 2+2 7

    3 Atacama 1 15 5

    3 3 2

    4 Coquimbo 1 + 1 1 + 1 4 + 3 3 + 4 7

    5 Aconcagua 1 + 1 1 + 15 5

    2 + 3 + 3 2 + 3 + 3 3

    6 Valparaso 1 + 1 1 + 2 4 7 12

    7.1 Santiago

    2 + 2 2 + 4 5 5

    18

    7.2 Santiago 8 13 5

    7.3 Santiago 5

    7.4 Santiago 3 4 5

    8 OHiggins 1 15 5

    3 3 6

    9 Colchagua 1 + 1 1 + 1 3 + 3 3 + 3 4

    10 Curico 1 1

    5 5

    3 2 + 2 3

    11 Talca 1 2

    4 + 4 + 2 + 3

    3 5

    12 Maule 1 + 1 1 + 1 2 3

    13 Linares 1 1 2 + 2 + 3 4

    14.1 uble1 + 1 1 + 1

    5 5

    2 + 3 + 3 2 + 2 + 2 + 23

    14.2 uble 5

    15 Concepcin 1 + 1 1 + 2 4 2 + 3 + 2 9

    16 Arauco 1 1 3 3 + 1 2

    17 Bo-Bo 1 1

    5 5

    4 4 4

    18 Malleco 1 1 3 2 + 2 6

    19 Cautn 1 1 2 4 10

    20 Valdivia 1 1

    5

    2 4 5

    21 Osorno1 1

    3 2 3

    22 Llanquihue5

    2 3

    23 Chilo

    1 1 5 3

    2 3

    24 Aysn2

    2

    25 Magallanes 2

    Total 32 37 45 50 94 118 150

    Fuente: Instituto Nacional de Estadstica, (1971), Direccin de Estadstica y Censo (1964), Valencia (1986).

  • Como se muestra en el cuadro 3, durante buena parte del siglo XIX, la Cmarade Diputados y el Senado estuvieron compuestos de legisladores electos en dis-tritos uninominales. En un periodo en que el Partido Conservador y el PartidoLiberal constituan los dos partidos polticos ms importantes del pas, el sis-tema electoral reflejaba y consolidaba el sistema bipartidista. Con la reformaelectoral de 1890 (Valenzuela, 1995, 1998), se introdujo por primera vez elconcepto de RP. Aunque fue menos importante que la Reforma Electoral de1874, que ampli el derecho al sufragio y busc el secreto del voto,3 la Refor-ma de 1890 reemplaz el sistema del voto individual no transferible (SNTV) conuno de RP para las elecciones de diputados. Como la reforma no fue aplicada atodos los distritos, a partir de 1890, Chile tuvo un sistema mixto de distritosmayoritarios y de RP. Mientras que el Senado mantuvo una mayora de distri-tos uninominales, la Cmara de Diputados se elega fundamentalmente en dis-tritos de representacin proporcional.

    El sistema electoral utilizado durante el siglo XIX facilit la consolidacin deun sistema bipartidista. Si bien hacia fines del siglo se formaron otros partidosque llegaron a tener representacin parlamentaria, el amplio dominio de lospartidos Liberal y Conservador durante ese siglo fue facilitado por la existen-cia de un sistema electoral basado fundamentalmente en la existencia de dis-tritos uninominales.

    Para la ltima eleccin bajo la Constitucin de 1833, celebrada en 1924, elSenado estaba compuesto de 37 miembros electos en 23 circunscripciones. Lamayora de las circunscripciones era de hecho uninominal, pues, aunque existandos senadores por circunscripcin, se elega slo uno cada 3 aos. En 1924 secelebraron elecciones en 19 circunscripciones, eligindose un total de 25 esca-os.4 Adicionalmente, 12 senadores haban sido electos en 1921 para representara 6 provincias.5 En total, 8 de las 22 provincias (Coquimbo, Aconcagua, Valpa-raso, Santiago, Colchagua, Maule, uble y Concepcin) elegan senadores cada

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    3 Vase Valenzuela (1985).4 Atacama, Coquimbo, Aconcagua, Valparaiso (2 escaos), Santiago (4), Colchagua, Curic, Talca (2),

    Linares, Maule, uble, Concepcin (2), Arauco, Bo-Bo, Malleco, Cautn, Valdivia, Llanquihue y Chilo.5 Tarapac, Antofagasta, Coquimbo, Aconcagua, Valparaso, Santiago (2 escaos), OHiggins, Colchagua,

    Maule, uble y Concepcin.

  • tres aos, por lo que, en la prctica, cada provincia constitua dos circunscrip-ciones diferentes. Las otras 16 provincias slo elegan un escao cada 6 aos.La mayora de las circunscripciones elega un senador en cada eleccin, peroValparaso, Talca y Concepcin elegan dos escaos cada tres aos, mientrasque Santiago elega dos y cuatro escaos, respectivamente. Por lo tanto, si con-sideramos cada provincia como una circunscripcin nica para cada ciclo elec-toral, haba 30 circunscripciones antes de 1925, slo 5 de las cuales (17%) eranplurinominales.

    Justo antes de 1925, la Cmara de Diputados estaba compuesta por 118miembros que representaban a 40 distritos. Dado que haba un mandato cons-titucional (artculo 19, Constitucin de 1833) que asignaba a cada departa-mento un escao por cada 20 mil personas (y uno adicional por cada fraccinde 10 mil), el nmero de escaos estaba destinado a aumentar proporcional-mente con el aumento de la poblacin. En el cuadro 3 se muestra la MD tantobajo la Constitucin de 1833 como a partir de 1925. Por cierto, todas las elec-ciones realizadas a partir de 1925 utilizaron la cifra repartidora dHondt, cono-cida en Chile por el trmino genrico de cifra repartidora.

    Despus de la crisis de 1924, el sistema poltico chileno fue radicalmentealterado con la adopcin de una nueva Constitucin. Ese momento de quiebrepermiti tambin una profunda transformacin del sistema electoral. La Cons-titucin de 1925 estableci un nmero fijo de escaos para el Senado, 9 cir-cunscripciones de 5 escaos cada una, y mantuvo un nmero variable de cu-rules para la Cmara de Diputados (artculos 40 y 41). La Ley Electoral originaldel 19 de septiembre de 1925 (decreto Ley 542) fue parcialmente modificadaen noviembre de 1925 (decretos leyes 710 y 721), 1930 (Ley 4.763), 1931 (Ley4.996) y 1932 (Ley 5806, decreto ley 638). Despus de un periodo de ajusteque se extendi entre 1932 (fecha de la primera ley electoral producida enconformidad con la nueva Constitucin) y la reforma electoral de 1937, la C-mara qued compuesta por 147 diputados, distribuidos proporcionalmente acada provincia de acuerdo con el censo de 1930. Por cierto, la reforma electoralde 1937 se realiz para aumentar el nmero de diputados a 147 a fin de corregirla subrepresentacin de ciertas provincias. Esa reforma responda al mandato

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  • constitucional (artculo 27, Constitucin de 1925) que estableca un escaopor cada 30 mil habitantes y un escao adicional por cada fraccin de 15 milhabitantes.

    Pese a los profundos cambios ocurridos en la urbanizacin del pas y la in-corporacin de mujeres y trabajadores al padrn electoral en la segunda mitaddel siglo XX, el sistema electoral demostr una fuerte resistencia al cambio, in-cluso al punto de producir profundas distorsiones en la representacin de lasdiferentes provincias del pas en ambas cmaras. Por ejemplo, despus de 1937,el mandato constitucional no fue respetado, puesto que no se volvi a actuali-zar el nmero de escaos por provincia hasta 1969, cuando se cre un nuevodistrito electoral en la provincia de Magallanes, aumentando el nmero total deescaos a 150. Si el mandato constitucional hubiera sido respetado, la Cmarade Diputados habra tenido 296 escaos despus del censo de 1970, el cual de-termin que la poblacin nacional era de 8.9 millones de habitantes. Dado queuna Cmara con tantos diputados podra haber sido menos eficiente, una solu-cin alterna para reconciliar el mandato constitucional con la realidad del cre-cimiento poblacional del pas habra sido con una reforma que aumentara elnmero mnimo de personas para asignar un curul adicional. De hecho, el pre-sidente Allende (1992, p. 479) propuso establecer en 70 mil personas la cuotaprovincial para asignar nuevos escaos. De haberse aprobado esa propuestarealizada en 1972, la Cmara habra incluido un total de 127 escaos.

    Aunque en un inicio fueron diseados para dar una representacin relati-vamente proporcional a todas las provincias, los cambios de la distribucin po-blacional hicieron que algunas circunscripciones senatoriales terminaran sig-nificativamente sobrerrepresentadas. La Constitucin de 1925 (artculos 40 y41) estableca el nmero de circunscripciones senatoriales, pero ni especifica-ba cmo se deban delimitar ni estableca la frmula electoral que se deba uti-lizar para asignar escaos. La Constitucin indicaba que esos asuntos serandeterminados por la Ley Electoral. Dicha ley fue aprobada en 1925, pero, co-mo la Constitucin no estableca un mandato para ajustar peridicamente suslmites, las fronteras originales de cada circunscripcin senatorial se mantuvie-ron desde 1925 hasta 1969, cuando se creo la Dcima Circunscripcin Sena-

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  • torial,6 fundamentalmente por motivos geopolticos. De hecho, al crearse la D-cima Circunscripcin Senatorial, la mala representacin de las provincias mspobladas, en particular Santiago, empeor.

    Aunque el diseo original sobrerrepresentaba marginalmente a las circuns-cripciones ms alejadas de la capital, concentrando un nmero menor de per-sonas en cada circunscripcin de los extremos del pas que en las del centro,los cambios poblaciones que ocurrieron a partir de 1925, en especial a partirde la dcada de 1960, empeoraron significativamente el desequilibrio regionalen el Senado. As, en 1970, la Cuarta Circunscripcin Senatorial (Provincia deSantiago) congregaba a 40% de la poblacin del pas, mientras que las 4 cir-cunscripciones de los extremos norte y sur congregaban menos de 5% cadauna. La Cuarta Circunscripcin tena 3 veces ms poblacin que la segundacircunscripcin con ms habitantes (Aninat y Navia, 2003). Las seis provinciasque constituan la Novena Circunscripcin Senatorial antes de su divisin noestaban subrepresentadas, al contrario. Por cierto, polticamente, esa zona re-presentaba una fortaleza electoral del centro y de la izquierda. En las parla-mentarias de 1969, los 10 senadores electos en las dos circunscripciones per-tenecan al Partido Nacional (2), Partido Radical (2), Partido Socialista yPartido Demcrata Cristiano (4). En 1973, slo la Dcima Circunscripcin Se-natorial celebr elecciones, resultando electos senadores de los partidos Socia-lista (1), Demcrata Cristiano (2), Comunista (1) y Nacional (1).

    Los problemas de la mala representacin tambin se extendan a la Cma-ra de Diputados. La rpida urbanizacin ocurrida a partir de la dcada de 1950afect sustancialmente la distribucin de la poblacin respecto al censo de1930. Dichos cambios afectaron negativamente la representacin de las zonasurbanas y favorecieron la representacin de las zonas rurales; por ejemplo: loscuatro distritos de la Provincia de Santiago elegan un total de 37 escaos,cuando una asignacin de escaos proporcional a la poblacin de cada provinciale habra asignado a Santiago 49 escaos en 1960 y 55 escaos en 1970. Otraszonas urbanas que experimentaron un crecimiento poblacional acelerado du-

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    6 La Ley 6,672, del 2 de octubre de 1967, modific la Constitucin al crear una 10 circunscripcin se-natorial.

  • rante las dcadas de 1950 y 1960 tambin mostraban una creciente subrepre-sentacin.7

    Entre 1833 y 1973, Chile experiment esencialmente con dos sistemas elec-torales. Tanto con la Constitucin de 1833 como con la Constitucin de 1925,el pas adopt sistemas electorales que demostraron ser resistentes al cambio yque, aunque fueron alterados (ms en el siglo XIX que en el siglo XX), probaronser lo suficientemente estables como para sobrevivir a diferentes cambios socia-les y polticos. Slo la crisis poltico-institucional que termin con la adopcinde la Constitucin de 1925 permiti una transformacin profunda del sistemaelectoral adoptado inicialmente en 1833. No resulta sorprendente entonces quela adopcin de una nueva Constitucin en 1980 y el restablecimiento de la de-mocracia en 1989 tambin produjeran un profundo cambio del sistema electo-ral chileno; pero tampoco resulta sorprendente que, al igual que como ocurricon los sistemas electorales adoptados en 1833 y 1925, el sistema adoptado en1989 haya demostrado una gran resistencia al cambio. Del sistema electoraladoptado a partir de 1989 y las razones de los diseadores institucionales pa-ra adoptar el sistema binominal, me ocupo en la siguiente seccin.

    LA CONSTITUCIN DE 1980 Y LA REPRESENTACIN PROPORCIONAL

    Con el fin de la democracia en 1973, el sistema electoral en vigencia fue tam-bin abandonado; pero, tan pronto como la dictadura militar se aboc a la dis-cusin del rgimen poltico que intentara imponer en el pas, tambin se ini-ci la discusin acerca del sistema electoral que debiera adoptarse. Si bienexistieron diversas instancias donde se discutieron diferentes alternativas desistema electoral, el gobierno militar tom la decisin final de adoptar el siste-ma binominal. De ah que el nico diseador electoral del sistema actualmen-te utilizado en Chile haya sido el rgimen militar de Augusto Pinochet.

    En el diseo de los sistemas electorales, los objetivos de los diseadores amenudo estn basados en evaluaciones retrospectivas. Es comn evaluar las

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    7 Por cierto, el problema de la mala representacin se reprodujo a partir de 1989 y ha empeorado conlos cambios poblacionales ocurridos desde entonces; vase Aninat y Navia (2003).

  • experiencias electorales previas de un pas a la hora de escoger nuevas leyeselectorales, ya sea porque los diseadores electorales quieren un ordenamien-to institucional que refleje el sistema de partidos anterior o bien porque bus-can realizar algn tipo de ingeniera electoral que altere el sistema de partidospara corregir ciertos problemas experimentados en el pasado. Esa situacin ca-racteriz el diseo electoral durante la dictadura militar; sin embargo, bajo ladictadura en Chile, uno de los objetivos del diseador electoral era evitar loque consideraba como la daina proliferacin de partidos polticos. Rpida-mente qued de manifiesto el inters del gobierno militar por dar preferenciaa un ordenamiento poltico que redujera el nmero de partidos. Por eso, la op-cin de preferir un sistema electoral mayoritario con distritos uninominalesfue tempranamente considerada por las diferentes instancias.

    La decisin de escoger entre un sistema electoral proporcional o mayorita-rio no fue fcil. Tanto la Comisin Ortzar como el Consejo de Estado, orga-nismos encargados de proponer a la dictadura militar proyectos constituciona-les entre 1973 y 1980, variaron significativamente respecto a las frmulaselectorales incluidas en sus propuestas. La Comisin Ortzar propuso un par-lamento que se asemejaba al existente hasta antes de 1973. Aunque propusoque todos los distritos tuvieran la misma MD, la redaccin de esa propuesta fueparticularmente confusa, lo que reflejaba la falta de unidad de criterios en elseno de la Comisin. El artculo 48 de la Constitucin propuesta por la Comi-sin Ortzar indicaba que:

    La Cmara de Diputados est integrada por 150 miembros, elegidos en vo-tacin directa por las circunscripciones que establezca la Ley de Eleccio-nes. En las elecciones de Diputados se emplear un procedimiento que dpor resultado una efectiva expresin de las mayoras, a travs de colegioselectorales uninominales o plurinominales, segn lo determina dicha ley.Cada circunscripcin elegir el mismo nmero de diputados, y los candida-tos independientes participarn en igualdad de condiciones con los que per-tenezcan a partidos polticos (en Bulnes Aldunate, 1981, p. 259).

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    a r t c u l o s

  • Para el Senado, la Comisin Ortzar propuso un sistema de RP, pero se dis-tanci del sistema antiguo. La Comisin propuso una circunscripcin nacionaldonde se escogeran 15 escaos cada 4 aos por un periodo de 8 aos, para ascompletar 30 senadores. La Comisin especific que se utilizara un sistema delistas abiertas y voto no cumulativo. Los 15 candidatos con mayor votacin se-ran electos. La propuesta no estableca, no obstante, por cuntos candidatosvotara cada elector. La Comisin se limit a indicar que la ley debera estable-cer el nmero de candidatos que podra escoger cada elector, pero que dichonmero no podra ser superior a 5 ni inferior a 10. Lgicamente, ese nmerosera crucial para determinar las barreras de entrada para la representacinpoltica. Si la Ley Electoral estableca que cada elector poda votar por 10 delos 15 escaos de los que poda escoger, una mayora simple de electores, conuna capacidad mnima de coordinacin, podra elegir a 66% de los senadoresen cada eleccin. De hecho, mientras ese nmero fuera al menos de 8 votospor elector, una mayora simple de electores podra elegir a una mayora abso-luta de senadores. Como fuera, los partidos mayoritarios enfrentaran compli-cados problemas de coordinacin para convertirse en mayoras en el Senado.

    Esos complicados mecanismos sugeridos para elegir los escaos de la C-mara y el Senado slo reflejaban la falta de consenso entre los grupos adheren-tes a la dictadura sobre el mejor sistema electoral. Como han sealado Boetsch(1998, pp. 40-41) y Carrasco Delgado (1997, p. 125-142), el ex presidente JorgeAlessandri favoreca un sistema diferente para la eleccin del Senado y de laCmara. Si la Cmara se elega por RP por provincias, el Senado deba elegirsea travs de otro mecanismo. Esas preferencias se vieron reflejadas claramentecuando el Consejo de Estado, presidido por el propio Alessandri, realiz suspropuestas a la Junta de Gobierno. Despus de recibir la propuesta hecha porla Comisin Ortzar, el Consejo de Estado realiz su propia propuesta consti-tucional, en la que se abogaba por una Cmara de Diputados de 120 miembroselectos en distritos uninominales y un Senado electo en circunscripciones re-gionales. Cada regin tendra una circunscripcin uninominal, excepto las deValparaso y Bo-Bo, que tendran tres, y la Regin Metropolitana, que tendraseis escaos. Aunque el texto del Consejo de Estado no especificaba la forma

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  • en que se elegira a los senadores en los distritos plurinominales, probablemen-te sera a travs de mecanismos de RP como los que existan hasta 1973.

    Ambas propuestas constitucionales (la de la Comisin Ortzar y la del Con-sejo de Estado, vase el cuadro 4) fueron luego estudiadas por una comisin es-pecial nombrada por la Junta de Gobierno y presidida por el ministro SergioFernndez. Es conocido que esa Comisin se dedic fundamentalmente aconstruir la estructura de los artculos transitorios que regularon el ordenconstitucional entre la adopcin de la Constitucin de 1980 en marzo de 1981y las elecciones presidenciales de 1989 (Barros, 2002; Huneeus, 2001); pero laComisin Fernndez tambin tuvo injerencia en el diseo del sistema electo-ral. El texto propuesto por la dictadura militar para ser ratificado en el plebisci-to de 1980 estableca que la Cmara de Diputados estara compuesta por 120miembros, pero otorgaba a la Ley Orgnica Constitucional respectiva el poderpara establecer la forma en que se elegira a esos miembros. Para el Senado, laComisin Fernndez estableci que cada regin elegira 2 senadores, para to-talizar as 26 senadores electos. Aunque no estableca la forma en que se ele-giran los dos escaos por regin, la Constitucin de 1980 sealaba que los dossenadores seran electos en forma concurrente. De ah que la Comisin Fer-nndez sea considerada como la creadora del sistema electoral binominal.

    El artculo 43 de la Constitucin de 1980 slo estableci que la Cmara deDiputados estara integrada por 120 miembros elegidos en votacin directapor los distritos electorales que establezca la ley orgnica constitucional res-pectiva. De tal forma que el llamado sistema binominal para la Cmara de Di-putados aparece slo en la Ley Orgnica Constitucional sobre Votaciones Po-pulares y Escrutinios (Ley 18,700) del 19 de abril de 1989. A su vez, el mapade los 60 distritos se realiz justamente despus del plebiscito de 1988, por in-termedio de la Ley 18,7999, que entr en efecto el 12 de mayo de 1989, des-pus de que el Tribunal Constitucional le otorgara su beneplcito.

    Para el Senado, en cambio, la Comisin Fernndez, maniatada por la Juntade Gobierno, parece haber tenido la clara intencin de establecer un sistemabinominal desde el momento en que se escribi el artculo 45 de la Constitu-cin. Mientras que el artculo 43 es perfectamente compatible con un sistema

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  • electoral proporcional, el artculo 45 es slo compatible con la RP. Al estable-cer que cada regin elegira dos senadores en forma concurrente, el diseadorelectoral haca inevitable un sistema de RP.8 El artculo 45 sealaba que el Se-nado se integrar con miembros elegidos en votacin directa por cada una delas 13 regiones del pas. A cada regin corresponder elegir dos senadores, enla forma que determine la ley orgnica constitucional respectiva.

    Adems de que estara compuesto de al menos 35 miembros, 9 de los cua-les no seran electos, la obsesin del diseador por evitar que una mayora in-

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    CUADRO 4. COMPOSICIN DEL LEGISLATIVO PROPUESTO

    PARA CONSTITUCIN DE 1980

    Propuesta

    Pre-1973Statu quo

    Comisin Ortzar

    Consejo de Estado

    Constitucin de 1980

    Fuente: Producida por el autor con datos de Bulnes Aldunate (1981).

    Senado

    50 escaos, electos en 10 circunscripcio-

    nes por RP dHondt.

    30 escaos, distrito nacional donde cada

    elector podra elegir N candidatos por pe-

    riodos de 8 aos. La ley electoral determi-

    nara el tamao de N, pero tendra que ser

    1/3 < N > 2/3. 15 escaos electos cada

    cuatro aos, ms 9 senadores designados.

    22 escaos electos por regiones en distri-

    tos uninominales, excepto las regiones V y

    VIII (3 escaos) y la Metropolitana (6 es-

    caos). La mitad del Senado se elige cada

    4 aos, ms 9 senadores designados.

    26 escaos electos por regiones (2 por re-

    gin), la mitad de las regiones elige cada

    4 aos por periodos de 8 aos, ms 9 se-

    nadores designados y los ex presidentes

    como vitalicios.

    Cmara de Diputados

    150 escaos electos en 29 distritos por re-

    presentacin proporcional dHondt.

    150 escaos electos en distritos uninomi-

    nales o de RP de acuerdo con la ley, siempre

    y cuando todos fueran del mismo tamao y

    reflejaran efectivamente a las mayoras.

    120 escaos electos en distritos uninomi-

    nales con segunda vuelta.

    120 escaos electos de acuerdo con lo

    que establezca la ley electoral.

    8 Uno podra argumentar que se podra dividir cada regin en dos distritos de un senador cada uno (Pas-tor, 2004); pero es poco probable que los diseadores hayan tenido eso en mente, ya que al menos 3 de las13 regiones son demasiado pequeas para ser dividas en dos distritos y casi toda su poblacin radica en unasola ciudad.

  • contrarrestable se apoderara del Senado puede haber llevado a la dictadura aincluir, con bastante detalle, las reglas para su composicin en la Constitucin.Adems de controlar al menos 9 de los 35 escaos (1/4), al darle rango consti-tucional al precepto de dos senadores por regin, el diseador facilitaba laadopcin de un sistema de asignacin de escaos que hiciera muy difcil quelos partidos leales a la dictadura perdieran el control mayoritario del Senado.

    Ahora bien, el gobierno militar esper hasta el final para determinar la LeyElectoral que regira la composicin de la Cmara de Diputados. Aunque laLey Electoral fue aprobada en abril de 1988, los detalles de la ley que se utili-zara para elegir a los miembros de la Cmara fueron finalizados despus delplebiscito de 1988. No obstante, cuando el presidente Pinochet envi su men-saje a la Comisin Legislativa que deba abocarse a discutir la frmula electoralpara la composicin de la Cmara de Diputados en agosto de 1988, dos mesesantes del plebiscito del 5 de octubre, la intencin del ejecutivo era clara en fa-vor de un sistema de dos escaos por distrito:

    La iniciativa tiene por finalidad establecer un sistema electoral mayoritario,que d expresin, fundamentalmente, a las grandes corrientes de opinin, quetenga un cierto efecto reductivo en el nmero de partidos, que no reitere lanefasta experiencia electoral y partidista del pasado, que ofrezca claridadal elector sobre el significado y consecuencias de su voto y que introduzca elpragmatismo en las decisiones en bien del pas, favoreciendo la moderacinde todos los actores polticos. Por lo anterior, el proyecto establece un sis-tema electoral uniforme que se aplique simultneamente en unas mismaselecciones, ya que as se desprende del texto de la Constitucin Polticay que permita elegir pocos diputados por distrito, concretamente dos en ca-da uno de ellos (Historia de la Ley 18799, p. 39).

    En el informe tcnico que se entreg a la comisin de la Junta con el men-saje del ejecutivo se repeta la explicacin para justificar la eleccin de dichosistema:

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  • Es indiferente para el pas tropezar nuevamente con las situaciones elec-torales y partidistas de la dcada anterior a 1973, caracterizada por unacompetencia absurda por ser y parecer cada vez ms extremista? No esnecesario acaso superar los excesos de ideologismos y abrir camino a unmayor pragmatismo y a una mejor coexistencia entre diferentes perspecti-vas y puntos de vista? En fin, no es indispensable que el sistema, si nocree, por lo menos favorezca la moderacin en los planteamientos polticos yd lugar, de una vez por todas, a que el protagonismo de la poltica chilenalo tengan las posiciones ms moderadas? (Historia de la Ley 18799, p. 48).

    Al argumentar contra la RP, el Informe Tcnico sealaba que los sistemasproporcionales:

    Cualquiera que sea la modalidad que adopten y por otros mecanismos conque se complementen, conducen fatalmente al multipartidismo excesivo yal fomento de ideologismos, que detienen el progreso nacional, desvan laatencin de los reales problemas, confunden a la opinin pblica con seudosoluciones, meramente intelectuales, sin arraigo serio en la realidad de lanaturaleza del hombre y de la sociedad, ni en sus imperiosas necesidades,favoreciendo la demagogia al impedir al pueblo discernir sobre las cuestio-nes fundamentales (Historia de la Ley 18799, p. 49).

    El Informe Tcnico rechaz la adopcin de un sistema uninominal, de undiputado por distrito y de un sistema proporcional de tres diputados por distri-to, porque ello:

    [] dara paso a la posesin de la Cmara por una mayora incontrarresta-ble, a la cual no podra ponerse freno con ningn qurum constitucional.Asimismo, se descarta la eleccin de tres diputados por distrito, toda vezque un sistema tal permite ratificar la relacin electoral que ya experimen-tamos, en que ms de los dos tercios se alejan del centro [] (Historia dela Ley 18799, p. 51).

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  • Al presentar las modificaciones a la Ley Orgnica para ser aprobadas, me-ses despus del plebiscito de 1988, la Cuarta Comisin Legislativa de la Juntaentreg un documento explicando sus motivos para adoptar pequeos cambiosa la legislacin inicialmente enviada por el ejecutivo y justificando la frmulade dos escaos por distrito:

    Considerando la necesidad que tiene el pas de salir, en definitiva, del sub-desarrollo poltico, econmico y social, se estima del todo conveniente con-figurar un sistema que asegure, por una parte, la gobernabilidad del pas yla eficiencia del Poder Legislativo y, por la otra, la representacin de las mi-noras sin el peligro del bipartidismo (Historia de la Ley 18799, p. 267).

    Aduciendo incluso razones de coherencia constitucional, el texto de laCuarta Comisin Legislativa justific la adopcin del sistema binominal de lasiguiente forma:

    Es necesario tener presente que el sistema mayoritario binominal fue prc-ticamente consagrado por la propia Constitucin para la eleccin de Sena-dores, y que el mismo es ms afn con el sistema presidencial previsto en laCarta Fundamental (Historia de la Ley 18799, p. 268).

    As, el diseador electoral opt por un sistema que dificultaba que el parti-do mayoritario lograra un control absoluto de los escaos en el Congreso; pe-ro, como discuto ms abajo, la estructura de incentivos del sistema binominaltermin por privilegiar tanto el alejamiento de los partidos del centro y la mode-racin poltica comparado con lo que habra ocurrido de haberse adoptadoun sistema uninominal como la utilizacin del sistema electoral como un se-guro contra la derrota electoral. Como muestro a continuacin, el sistema bi-nominal no logra los objetivos del diseador electoral, pues no constituye unsistema electoral mayoritario, no entrega claridad al elector sobre el signi-ficado y consecuencias de su voto, no favorece la moderacin de todos losactores polticos ni evita que se reproduzca la nefasta experiencia electoral

    VOL. XII . NM. 2 . I I SEMESTRE DE 2005 POLTICA y gobierno 253

    a r t c u l o s

  • y partidista del pasado (Historia de la Ley 18799, p. 39); pero no es la discre-pancia sobre las fortalezas y debilidades del sistema electoral (que discuto en lasiguiente seccin) lo que ha dificultado el cambio del sistema binominal. Ade-ms de demostrar ser igualmente difcil de cambiar que los sistemas electora-les adoptados despus de las constituciones de 1833 y 1925, el sistema electoralbinominal se ha mantenido inalterado porque no existe consenso entre losmiembros del legislativo chileno sobre el nmero ms adecuado de partidos po-lticos que debieran existir en la democracia chilena. A ese tema me aboco apartir de la pgina 265.

    ESTRUCTURA DE INCENTIVOS DEL SISTEMA BINOMINAL

    La creencia generalizada sobre el sistema electoral binominal es que fue dise-ado con dos objetivos en mente: reducir el nmero de partidos polticos y ga-rantizar la mayor representacin posible a los partidos de derecha.9 Dado queposee una MD menor al de antes de 1973, algunos lo han descrito como semi-mayoritario (Fernndez, 1998; Nohlen, 1994, p. 238). El sistema tambin seasocia a menudo a la reduccin en el nmero de partidos e incluso a la conso-lidacin de un sistema bipartidista (Libertad y Desarrollo, 2001); pero, comomuestro ahora, ni lo uno ni lo otro es cierto. De hecho, la principal caracters-tica del sistema binominal es que puede ser entendido como un seguro contrala derrota.

    EFECTO REDUCTOR DEL SISTEMA DE PARTIDOS

    Si el objetivo del diseador electoral hubiera sido producir un sistema biparti-dista, la eleccin natural habra sido un sistema uninominal; pero, como quedademostrado en el cuadro 5, en el que se simulan los resultados electorales en-tre 1989 y el 2001 suponiendo distritos uninominales, en todas las eleccionesdel periodo, la Concertacin obtuvo la primera mayora en un nmero sustan-

    VOL. XII . NM. 2 . I I SEMESTRE DE 2005POLTICA y gobierno254

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    9 Sigmund (1993, p. 185), Garretn (1991), Nohlen (1994, p. 238-242), Collier y Sater (1996, p. 381),Siavelis (1997a, p. 34; 1997b; 2000, pp. 34-25) y Portales (2000, p. 39).

  • cial de distritos. Los resultados del plebiscito de 1988 tambin reflejan un pre-dominio de la Concertacin. Si hubieran existido 120 distritos uninominales deun nmero relativamente comparable de electores, la Concertacin habra lo-grado la victoria en unos 80 a 100 distritos, suponiendo que stos hubieran si-do diseados sin intencin de sobrerrepresentar a los partidos de derecha. Unsistema uninominal en las parlamentarias de 1989 habra producido una abru-madora victoria para la Concertacin.

    De haberse utilizado un sistema mayoritario, la Concertacin habra logra-do esa mayora incontrarrestable que tema el diseador electoral, aunque,por otra parte, el tamao de los distritos habra disminuido y las coaliciones sehabran visto obligadas a presentar candidatos moderados capaces de obteneruna mayora de votos. La predominancia de la Concertacin es una de las ra-zones por las que el gobierno militar opt en contra de un sistema mayorita-rio, pero tambin constituye un resultado de la adopcin de un sistema bino-minal. Como no es preciso obtener una mayora de votos para asegurarse unnmero satisfactorio de escaos, la coalicin de derecha no tiene incentivospara buscar una votacin mayoritaria en cada distrito del pas.

    Al observar el nmero de partidos durante el periodo posterior a 1990, da laimpresin que el efecto reductor de la Ley Duverger no logr su efecto. La MDpermite anticipar el nmero mximo de partidos que existir en cada distrito.Cox (1997, pp. 139-148) propuso una frmula simple para determinar el n-

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    CUADRO 5. SIMULACIN DE RESULTADOS CON 60 DISTRITOS

    UNINOMINALES, 1989-2001

    Nm. de distritos donde la coalicin ganadora obtuvo primera mayora de votos acumulados

    1988 1989 1993 1997 1999 2000 2001

    Concertacin 45 55 53 48 32 48 36

    Alianza 15 04 17 12 28 12 23

    Otros 01 01

    Total 60 60 60 60 60 60 60

    Fuente: Clculos del autor con datos de http://www.elecciones.gov.cl.

  • mero mximo de partidos como funcin de la ley electoral: Nmero Mximode Partidos = MD + 1. Taagepera y Shugart (1993, p. 455) proponen una frmu-la ms complicada, donde el nmero mximo de partidos est determinado por1.15(2 + Log MD). En ambas frmulas, en la medida en que MD aumenta, au-menta tambin el nmero de partidos que pueden existir en cada distrito, aun-que el aumento es ms pronunciado en la frmula propuesta por Cox que en lasugerida por Taagepera y Shugart.

    Al aplicar estas frmulas a las elecciones chilenas, el nmero de partidosque debiera existir en cada distrito sera 3 (segn Cox) o 2.65 (segn Taagepe-ra y Shugart); pero, en total, 12 partidos compitieron en las elecciones de1993, 10 en 1997 y 9 en 2001. Aun si consideramos a las coaliciones electora-les como partidos, las cuatro y cinco coaliciones que compitieron entre 1993y el 2001 representan un nmero superior al de las frmulas de Cox y de Taa-gepera y Shugart.

    Pero no es lo mismo tener un sistema de tres partidos donde la votacin sedivide en partes iguales que tener un sistema de 6 partidos donde los dos par-tidos ms votados concentran 90% del apoyo electoral. Por esa razn, general-mente hablamos del nmero efectivo de partidos. La frmula de Taagepera yLakso (citada en Taagepera y Shugart, 1993, p. 455) permite medir el pesoelectoral relativo de cada partido, N = (pi2)1 (donde N es el nmero efectivo departidos y p es la proporcin de votos obtenida por cada partido i). Al calcularel nmero efectivo de partidos en 1993, la cifra alcanza a 6.8. La cifra aumenta 7.3 en 1997 y disminuy a 6.56 en 2001; pero, aun as, el nmero efectivo departidos es superior a las predicciones de las frmulas anteriores.

    La explicacin de esta anomala se puede hallar en la lgica de competen-cia interna del sistema binominal. Cuando hay dos partidos, o coaliciones, encompetencia en sistemas de RP con 2 escaos por distrito, hay dos resultadosposibles: una coalicin gana ambos escaos o los escaos se distribuyen equi-tativamente entre las coaliciones. Como resulta muy difcil para una coalicinobtener el doble de los votos de la otra coalicin para asegurar ambos escaos,el resultado ms probable es que los escaos se dividan a partes iguales. Dadoque cada coalicin puede tener dos candidatos por distrito, la competencia por

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    los escaos tiende a ser ms intracoalicin que intercoalicin. Como cada coa-licin tiene prcticamente asegurado un escao, la competencia tiende a dar-se con ms fuerza dentro de cada coalicin que entre las coaliciones (Siavelis,2002; Magar, Rosemblum y Samuels, 1998).

    Podramos sugerir que en realidad se producen dos competencias paralelas.Por un lado, las coaliciones buscan suficientes votos para doblar la votacin decada una de las otras coaliciones de tal forma que se aseguren los dos escaos(Carey y Siavelis, 2003). En 1993, de 60 escaos en competencia, la Concer-tacin lo logr en 11 distritos, mientras que la Alianza hizo lo propio en 1 dis-trito. En 1997, la Concertacin lo logr en 10 distritos, mientras que la Alianzarepiti en un distrito. En 2001, se produjeron duplicaciones en slo 5 distritos,4 en favor de la Concertacin y 1 en favor de la Alianza(vase la grfica 1).

    La segunda competencia que se observa en el sistema electoral binominales en el seno de las coaliciones. Debido a que cada una de las dos coalicionesgrandes tiene prcticamente asegurado un escao, los dos candidatos de cadacoalicin compiten entre s para ver quin obtiene ms votos y se queda conese escao. El nmero efectivo de partidos en los 60 distritos entre 1993 y2001 fue de 3.96, lo que refleja la existencia de la inusual competencia intra-coalicin. A diferencia de lo que pronostican los modelos de Cox (1997) y Taa-gepara y Shugart (1989), el nmero efectivo de partidos en Chile no se acerca a3(M + 1), sino ms bien a 4 candidatos efectivos como promedio por distrito.

    Si bien es cierto que el diseador electoral tena la intencin de evitar laproliferacin de los partidos, la eleccin de un sistema de RP en vez de un sis-tema uninominal no buscaba la consolidacin de un sistema bipartidista. El di-seador electoral quera maximizar las oportunidades electorales de la derechapoltica, partiendo del supuesto de que el electorado no otorgara un apoyoelectoral mayoritario a ese sector. Aunque dio preferencia a un efecto reductorrespecto al nmero de partidos que existan antes de 1973, el sistema binomi-nal no fue diseado con la intencin de llevar a la consolidacin de dos gran-des partidos. Y, como lo ha demostrado la evidencia, el sistema multipartidistaque exista en Chile antes de 1973 ha logrado subsistir pese a los incentivos re-ductivos del sistema electoral binominal.

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    2001

  • EFECTO MODERADOR DEL SISTEMA DE PARTIDOS

    El sistema binominal tiene incentivos estructurales que llevan a la polarizacinms que a la convergencia en el votante mediano (Magar, Rosemblum y Sa-muels, 1998). El cuadro 6 muestra los incentivos centrfugos del sistema bino-minal cuando se le compara con los incentivos centrpetos del sistema unino-minal. Mientras que en el sistema uninominal un candidato necesita obtenerla mayora absoluta de los votos para asegurarse un escao, en el sistema bi-nominal basta con obtener 1/3 + 1. Con un tercio de los votos, uno puede ob-tener 50% de los escaos en cada distrito. Al igual que otros sistemas de RP, losincentivos para la polarizacin, asociados a una barrera de entrada menor queen los sistemas uninominales, quedaron enraizados en el Artculo 45 de laConstitucin que establece la eleccin concurrente de dos senadores por re-gin. Es cierto que, al compararse con el sistema utilizado antes de 1973, la ba-rrera de entrada es ms alta. Mientras que antes bastaba con 16.7% de la vota-cin para asegurarse un escao senatorial, ahora basta con un tercio de lavotacin para lograrlo; pero antes de 1973 se requera ms de 50% de la vota-cin para asegurarse la mayora de escaos en cada circunscripcin senatorial,mientras que a partir de 1980 basta con un tercio de los escaos para evitarque alguien pueda obtener la mayora de los escaos en cada circunscripcin.

    Si bien el sistema binominal tiene efectos ms moderadores que los siste-mas de representacin proporcional ms permisivos, el hecho de que baste un1/3 de la votacin para asegurarse 50% de los escaos en cada distrito inevita-

    VOL. XII . NM. 2 . I I SEMESTRE DE 2005 POLTICA y gobierno 259

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    CUADRO 6. INCENTIVOS CENTRFUGOS DEL SISTEMA BINOMINAL

    +

    Nmerode votos

    1/3 + 1 mnimo para 50% + 1 mnimo para 1/3 + 1 mnimo para asegurarseasegurarse un escao ganar la presidencia un escao

  • blemente produce incentivos para que los partidos se alejen de las posicionesmoderadas y adopten posturas que les permitan asegurar la votacin dura delos extremos, aunque pierdan votos moderados. Un tercio de la votacin es su-ficiente para asegurarse la mitad de los escaos en cada distrito.

    EL SISTEMA BINOMINAL COMO UN SEGURO CONTRA LA DERROTA

    La adopcin definitiva y formal del sistema binominal ocurri con la adopcinde la Ley Orgnica Constitucional (LOC) sobre Votaciones Populares y Escruti-nios (#18700), aprobada por la Junta de Gobierno en mayo de 1988. En dichaley aparece formalmente la descripcin del sistema binominal, aunque no fuehasta la entrada en vigencia de la Ley 18,799, que modific la LOC 18700, cuan-do se establecieron los lmites de los 60 distritos electorales para la Cmara deDiputados. Al tomar la decisin final sobre la MD y los lmites de los distritosdespus del plebiscito de 1988, el diseador electoral respondi estratgica-mente a las preferencias electorales demostradas en el plebiscito. El diseadorpudo as utilizar la informacin sobre las preferencias del electorado para con-vertir su apoyo electoral en un nmero sustancial de escaos en el legislativoelecto un ao despus.

    Para poder identificar la MD ms conveniente, el diseador electoral tam-bin necesitaba saber cuntos partidos estaran compitiendo en la oposicin;pero despus del plebiscito de 1988 la dictadura no tena certeza sobre la formaen que los partidos de oposicin enfrentaran las elecciones de 1989. La opo-sicin democrtica se haba congregado en torno a la Concertacin de Partidospor el No en 1988, pero no era inevitable que dicha coalicin sobreviviera.En general, la saliente dictadura no saba cmo se comportaran ni los partidosni los electores de oposicin; pero la dictadura tena buenos motivos para creerque haban muchas ms posibilidades de que los electores que haban votadopor el S en 1988 votaran por los candidatos al parlamento apoyados por ladictadura saliente que por los candidatos que representaban a los partidos deoposicin. El 43% de los chilenos haba apoyado a Pinochet en el plebiscito.

    Como he sealado, la RP busca otorgar representacin a partidos distintos

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    a r t c u l o s

  • del partido ms votado en cada distrito. Por ese motivo, los sistemas de RP asig-nan ms de un escao a cada distrito. Cuanto mayor sea la cantidad de escaos,tanto mejores son las posibilidades de los partidos ms pequeos de obtenerun escao. Para evitar la fragmentacin excesiva de la representacin parla-mentaria, a menudo se establecen barreras de entrada, reflejadas en una vota-cin mnima que deben lograr los partidos para obtener un escao; pero muypocos pases con RP tienen, como en el caso de Chile, distritos con un nmerouniforme de representantes. El caso de Chile representa una variacin inusual.Aunque es en estricto rigor un sistema de RP, al asignar slo dos escaos pordistrito, se constituye en el sistema ms restrictivo a las minoras de todos lossistemas de representacin proporcional.

    A diferencia de los distritos uninominales, donde el ganador se lleva todo,en los sistemas de RP el costo de una derrota no significa perder todos los es-caos en cada distrito. Cuanto mayor sea la MD, tanto mayores son las posibili-dades de obtener cierta representacin, aun si el partido obtiene una votacinbaja. Como he mostrado con las citas anteriores de la comisin redactora de laley, en el caso de Chile es evidente que el diseador electoral rechaz la op-cin de los distritos uninominales precisamente porque esperaba un apoyoelectoral minoritario; pero no basta con lograr algunos escaos en el legislati-vo. La intencin del diseador electoral que espera tener un apoyo minorita-rio es lograr un nmero suficiente de escaos para poder ejercer una posicinde veto a las iniciativas legislativas de la mayora.

    Al escoger MD = 2, el diseador electoral hizo muy difcil para un partidomayoritario convertir esa mayora de votos en una mayora de escaos en ca-da distrito. Como muestra la grfica 2, un partido necesita obtener ms de 2/3 delos votos para asegurar ambos escaos en el sistema electoral binominal. Ahorabien, si hay ms de dos partidos (o coaliciones) en competencia, la barrera pa-ra asegurar los dos escaos disminuye, puesto que la votacin que no va al par-tido mayoritario se divide entre ms de un partido de oposicin; pero, si unodesconoce el nmero de partidos que participarn en una contienda electoral,lo ms seguro es asumir que todos los votos que no vayan al partido del dise-ador electoral irn a un solo partido de oposicin.

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  • Una frmula simple permite identificar la barrera de votos que debe supe-rar un partido mayoritario para lograr la mayora de los escaos en cada dis-trito. Suponiendo una distribucin de escaos mediante la cifra repartidoradHondt, la frmula para identificar la cantidad de votos con la que un solo par-tido se asegura la mayora de los escaos en cada distrito, independientemen-te de cuntos partidos ms compitan, es la siguiente:

    Cuando MD es un nmero par: % Votos > (100 MD + 2) / (2 MD + 2)Cuando MD es un nmero impar: % Votos > 50%

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    Magnitud de distrito

    % votos necesarios para obtener mayora de escaos (dHondt)

    % votos necesarios para obtener mayora de escaos (Saint-Lague)

    % votos necesarios para obtener mayora de escaos (Saint-Lague Modificado)

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    GRFICA 2. PORCENTAJE DE VOTOS NECESARIOS PARA OBTENER MAYORA

    ABSOLUTA DE LOS ESCAOS EN CADA DISTRITO (INDEPENDIENTEMENTE

    DE LA VOTACIN DE LOS OTROS PARTIDOS)

  • Cuando el nmero de escaos en un distrito es impar, basta con obtener lamayora absoluta de votos para asegurarse la mayora absoluta de los escaosen los sistemas de RP; pero, cuando el nmero de escaos en un distrito es par,la barrera mnima de votos necesaria para asegurarse la mayora de los escaosaumenta a medida que disminuye la MD. As, la barrera ms alta existe precisa-mente en los distritos de MD = 2. Un partido debe obtener ms de 2/3 de los votospara, unilateralmente, asegurarse la mayora de los escaos en cada distrito.

    Ms que buscar daar a los partidos de izquierda o sobrerrepresentar a lospartidos de derecha, el diseador electoral de Chile busc hacer particular-mente difcil la posibilidad de transformar una mayora electoral en un controlmayoritario en el nmero de escaos en cada distrito. As, el sistema fue dise-ado como un seguro contra las mayoras. Como muestra el cuadro 8, cuandoMD = 2, la posibilidad de transformar una mayora electoral en una mayora enel nmero de escaos es ms difcil que bajo cualquier otra MD.

    Cuando el diseador electoral no tiene certeza sobre el apoyo popular de supropio partido, puede querer usar su capacidad de escoger las leyes electoralespara poner barreras que obstaculicen a cualquier partido obtener una mayorade los escaos, aun si ese partido posee una mayora de los votos. Si el diseadorno sabe quin ganar las elecciones, entonces una de las opciones que se debeconsiderar en la seleccin del sistema electoral es la adopcin de un mecanis-mo que disminuya los costos de una derrota en la asignacin de escaos, esta-

    VOL. XII . NM. 2 . I I SEMESTRE DE 2005 POLTICA y gobierno 263

    a r t c u l o s

    CUADRO 7. RESULTADOS Y ASIGNACIN DE ESCAOS,

    ELECCIONES SENATORIALES 1989-2001

    1989 1993 1997 2001

    % votos % escaos % votos % escaos % votos % escaos % votos % escaos

    Concertacin 54.6 57.9 55.5 50 49.9 55 51.3 50

    Alianza 34.9 42.1 37.3 50 36.6 45 44.0 50

    Otros 10.5 0 7.2 0 13.5 0 4.7 0

    Total 100 #38 100 #18 100 #20 100 #18

    Fuente: Clculos del autor con datos de http://www.elecciones.gov.cl.

  • bleciendo requisitos de votacin elevada para que un partido mayoritario logreconvertir su predominio electoral en un control mayoritario de los escaos encada distrito.

    Por cierto, en la medida que la MD aumenta, la barrera de votos necesariapara transformar una mayora electoral en un control mayoritario de escaosen cada distrito disminuye. As, si la MD es de 4 escaos, el mnimo de votosnecesarios para controlar la mayora de los escaos en dicho distrito (3 esca-os) es de 60%. Si, en cambio, la MD es de 8, un partido asegura la mayora delos escaos en el distrito (5) con 55.6% de la votacin. Cuando se utiliza un sis-tema de asignacin distinto a la cifra repartidora dHondt (como el sistemaSaint-Lage o el sistema modificado Saint-Lage),10 la cantidad mnima de vo-tos necesaria para asegurar la mayora de los escaos en un distrito aumenta.As, si la cifra repartidora utilizada en Chile fuera la Saint-Lage (en vez de ladHondt), se necesitara 75% de los votos para obtener los dos escaos (o tripli-car la votacin obtenida por el segundo partido/coalicin ms votado).

    Los resultados de las elecciones al Senado presentan evidencia concluyen-te de cmo este sistema funciona como un seguro contra la derrota. En todaslas elecciones celebradas desde 1989, la coalicin de derecha recibi en pro-medio un porcentaje de escaos que fue superior en 8.6% en promedio a suporcentaje de votos. A su vez, la Concertacin recibi en promedio un porcen-taje de escaos que fue superior en 1.1% a su votacin nacional. As pues, elefecto de distorsin del sistema electoral, con su evidente diseo para evitarrestar escaos adicionales a la coalicin ms votada, constituye un eficientesistema de seguro contra una derrota electoral. Pese a haber promediado sola-mente 38.2% de los votos en las cuatro elecciones senatoriales celebradas en-tre 1989 y 2001, la Alianza por Chile logr obtener un promedio de 46.8% delos escaos del Senado. La Concertacin, en cambio, pese a haber obtenido enpromedio 52.8% de los votos, slo logr obtener un promedio de 53.2% de losescaos de la Cmara Alta.

    Ms que promover la consolidacin del bipartidismo o contribuir a la mo-deracin de los partidos polticos, el sistema electoral binominal responde a

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    10 Para una explicacin del sistema Saint-Lage, vase http://www.aceproject.org/main/english/es/esc06/.

  • una lgica de seguro contra la derrota. Anticipando que los partidos de dere-cha chilenos constituiran una minora electoral, el gobierno militar utiliz supoder de diseador electoral para adoptar un sistema que redujera sustancial-mente los costos de una derrota electoral. Naturalmente, como todo segurocontra el riesgo, si la derecha llegaba a constituirse en mayora electoral, el sis-tema binominal favorecera a los partidos de centro e izquierda, que, con untercio de la votacin en cada distrito, podran mantener la mitad de los esca-os en el legislativo.

    LOS DEFENSORES DEL SISTEMA BINOMINAL:

    SIMULACIONES ELECTORALES Y MOTIVOS IDEOLGICOS

    Una de las razones que generalmente se esgrimen para explicar los motivos queexplican la oposicin de la derecha poltica chilena a cambiar el sistema bino-minal guarda relacin con las ventajas que ese sector recibe en materia detransformacin de votos en escaos en las elecciones legislativas en compara-cin con la Concertacin. En esta seccin demuestro que esos argumentos sebasan en una evidencia emprica slida; pero argumento tambin, en la partefinal de esta seccin, que uno de los motivos fundamentales de la derecha radi-ca en su oposicin acrrima a aceptar que el sistema de partidos en Chile vuelvaa reflejar el ordenamiento multipartidista que lo caracteriz antes de 1973.

    SIMULACIONES

    La acrrima defensa del sistema binominal que lleva a cabo la Alianza se explicaparcialmente porque ese sector se beneficia ms que la Concertacin de las dis-torsiones que produce ese sistema en la forma en que los votos se transformanen escaos. Pese a que sera un error suponer que los electores y los partidos nocambiaran su comportamiento de existir leyes electorales diferentes, al simularqu habra ocurrido de haber existido distritos de distinto tamao, podemosobservar que el efecto de distorsin del sistema binominal representa un segu-ro efectivo contra la derrota. Como sealan los cuadros 8 al 11, la mxima can-

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  • tidad de escaos que la coalicin RN-UDI recibe en las simulaciones es cuandolos distritos estn compuestos de dos escaos cada uno.

    Las simulaciones que siguen a continuacin fueron producidas utilizandolos resultados de las elecciones a la Cmara de Diputados entre 1989 y 2001.Los escaos fueron asignados utilizando la frmula dHondt que actualmentese utiliza para la asignacin de escaos. As, por ejemplo, en 1989 la Concer-tacin obtuvo la primera mayora relativa en 55 distritos, la derechista Alian-za (entonces llamada Democracia y Progreso) obtuvo mayora relativa en 4 dis-tritos. La simulacin de cmo se hubieran distribuido los escaos de existir unsistema uninominal le otorga 91.7% de los escaos a la Concertacin, pese aque sta slo obtuvo 51.5% de los votos. No obstante, de haber existido un sis-tema electoral uninominal, los partidos de derecha habran variado sus estra-

    VOL. XII . NM. 2 . I I SEMESTRE DE 2005POLTICA y gobierno266

    a r t c u l o s

    CUADRO 8. SIMULACIN DE ASIGNACIN DE ESCAOS

    CON DIFERENTES MD, ELECCIONES CMARA DE DIPUTADOS, 1989

    Total Distritos de Distritos de Distritos de Distritos de Distritos de Coalicin poltica votos (%) 1 escao 2 escaos 3 escaos 4 escaos 5 escaos

    Nm. de escaos

    Concertacin 51.5 55 69 109 144 177

    Democraciay Progreso (RN-UDI) 34.2 4 48 64 84 109

    PAS 5.3 1 2 6 11 13

    Independientes 1.8 0 1 1 1 1

    Total 92.8a 60 120 180 240 300

    Porcentaje de votos

    Concertacin 51.5 91.7 57.5 60.6 60.0 59

    Democraciay Progreso (RN-UDI) 34.2 6.7 40.0 35.6 35.0 36.3

    PAS 5.3 1.7 1.7 3.3 4.6 4.3

    Independientes 1.8 0 0.8 0.6 0.4 0.3

    Total 92.8 100 100 100 100 100

    Fuente: Clculos del autor con datos de http://www.elecciones.gov.cl.a El resto de la votacin, 7.2%, fue para coaliciones de derecha que no obtuvieron escaos. Todas las simulaciones

    se realizaron utilizando el mtodo de distribucin de escaos dHondt.

  • tegias y presentado candidatos con mejores posibilidades de atraer al votantemediano, reduciendo as la evidente ventaja de la Concertacin.

    De hecho, podemos ver que los partidos de derecha utilizaron inteligente-mente los incentivos del sistema electoral al comprobar que 34.2% de los votosobtenidos por la Alianza logra su mejor conversin en escaos en la simulacinde distritos binominales con 40% de los escaos. En cualquiera de las otras si-mulaciones, el porcentaje de escaos que habra recibido la coalicin RN-UDIhabra sido menor al que obtuvo con el sistema binominal. El seguro contra laderrota electoral permiti a la derecha minimizar los costos de su derrota elec-toral. A su vez, la Concertacin obtuvo un porcentaje de escaos menor al quehubiese obtenido dado cualquiera de los otros tamaos de distrito presente enlas simulaciones. Ahora bien, es cierto que la Concertacin obtuvo un porcen-taje de escaos superior a su porcentaje de votos, pero en trminos relativos a

    VOL. XII . NM. 2 . I I SEMESTRE DE 2005 POLTICA y gobierno 267

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    CUADRO 9. SIMULACIN DE ASIGNACIN DE ESCAOS

    CON DIFERENTES MD, ELECCIONES CMARA DE DIPUTADOS, 1993

    Total Distritos de Distritos de Distritos de Distritos de Distritos deCoalicin poltica votos (%) 1 escao 2 escaos 3 escaos 4 escaos 5 escaos

    Nm. de escaos

    Concertacin 55.4 53 70 113 151 183Unin por Chile(RN-UDI) 36.7 7 50 67 89 117PC 6.4 0 0 0 0 0

    Independientesy otros 1.4 0 0 0 0 0Total 100 60 120 180 240 300

    Porcentaje de escaos

    Concertacin 55.4 88.3 58.3 62.7 63.0 61.0Unin por Chile(RN-UDI) 36.7 11.6 41.7 37.2 37.0 39.0PC 6.4 0 0 0 0 0

    Independientesy otros 1.4 0 0 0 0 0Total 100 100 100 100 100 100

    Fuente: Clculos del autor con datos de http://www.elecciones.gov.cl.Todas las simulaciones se realizaron utilizando el mtodo de distribucin de escaos dHondt.

  • su votacin original, el principal subsidio de escaos se produjo para la coali-cin de derecha, no para la Concertacin. De hecho, debido a que cuanto msgrande es el tamao de los distritos tanto ms se acerca el porcentaje de esca-os asignados al porcentaje de votos obtenidos, otras simulaciones adicionalesque hubiesen incluido distritos de mayor tamao habran tendido a disminuirel porcentaje de escaos que recibieron tanto la Concertacin como Democra-cia y Progreso, aumentando el nmero de escaos asignados a las coalicionesmenores.

    En las parlamentarias de 1993, la Alianza derechista (entonces llamadaUnin por Chile) obtuvo 36.7% de la votacin. Slo en 7 de los 60 distritos ob-tuvo la primera mayora relativa. Sabiendo que lo importante es obtener un n-mero suficiente de votos para evitar que la coalicin mayoritaria convierta sumayora electoral en la mayora de escaos en cada distrito, la Alianza buscexitosamente obtener suficientes votos para poder aprovechar la lgica de se-guro contra la derrota electoral que representa el sistema binominal. Con cual-quier otra MD, la coalicin RN-UDI habra obtenido una cantidad de escaos in-ferior a la obtenida con MD = 2.

    En 1993, la Concertacin tambin obtuvo un porcentaje de escaos (58.3%)superior a su votacin nacional (55.4%), pero nuevamente el mayor subsidioen nmero de escaos fue para la derecha, que con el 36.7% de los votos lograsegurarse 41.7% de los escaos. Es ms, cualquier otra MD habra permitido ala Concertacin, con la misma votacin electoral, obtener un porcentaje sus-tancialmente superior de escaos en la composicin de la Cmara de Diputa-dos. El sistema binominal represent el seguro ms efectivo para que la coali-cin que termin en segundo lugar no viera reflejada tan dramticamente suderrota electoral en la asignacin de escaos en el legislativo.

    En 1997, la distribucin de votos a escala nacional, que se concentr masi-vamente en favor de la Concertacin slo en un nmero reducido de distritos,permiti a la coalicin de centro-izquierda obtener 57.5% de los escaos pesea haber obtenido slo 50.5% de los votos. La Unin por Chile, en cambio, sloobtuvo 39.2% de los escaos, marginalmente por sobre el 36.2% de los votos ob-tenidos. La fortaleza de los candidatos independientes de derecha en algunos

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  • distritos del pas (3 de los 4 independientes que lograron escaos se afiliaron a laRN o la UDI despus de 1997) tambin contribuy a que las distorsiones observa-das en elecciones anteriores no se produjeran en 1997. Si la votacin y escaosde los candidatos independientes se contabilizan como parte de la Concerta-cin y la Unin por Chile, entonces la Concertacin y la coalicin de derechahabran quedado con la misma distribucin de escaos observada en 1993.

    Con todo, el cuadro 10 muestra que la Concertacin obtuvo la peor asigna-cin de escaos en el sistema de dos diputados por distrito, mientras que lacoalicin de derecha obtuvo ms escaos con una MD = 2 que con magnitudes dedistrito alternativas. Si bien es cierto que la Concertacin result mejor subsi-diada que la coalicin de derecha en esa ocasin, el subsidio que recibi laConcertacin con MD = 2 fue inferior al que habra recibido de haber existidodiferentes magnitudes de distrito en la composicin de la Cmara de Diputados.

    Para las parlamentarias de 2001, se observa nuevamente el fenmeno del

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    CUADRO 10. SIMULACIN DE ASIGNACIN DE ESCAOS CON DIFERENTES

    MD, ELECCIONES CMARA DE DIPUTADOS, 1997

    Total Distritos de Distritos de Distritos de Distritos de Distritos deCoalicin poltica votos (%) 1 escao 2 escaos 3 escaos 4 escaos 5 escaos

    Nm. de escaos

    Concertacin 50.5 48 69 111 140 175

    Unin por Chile

    (RN-UDI) 36.2 12 47 65 92 116

    PC 7.4 0 0 0 2 3

    Independientes 2.8 0 4 4 6 6

    Total 100 60 120 180 240 300

    Porcentaje de escaos

    Concertacin 50.5 80 57.5 61.7 58.3 58.3

    Unin por Chile

    (RN-UDI) 36.2 20 39.2 36.1 38.3 38.6

    PC 7.4 0 0 0 0.8 1

    Independientes 2.8 0 3.3 2.2 2.5 2

    Total 100 100 100 100 100 100

    Fuente: Clculos del autor con datos de http://www.elecciones.gov.cl.Todas las simulaciones se realizaron utilizando el mtodo de distribucin de escaos dHondt.

  • seguro contra la derrota que representa el sistema binominal. De las cinco simu-laciones posibles, la Alianza obtiene la asignacin de escaos ms convenien-te cuando MD = 2. Si bien es cierto que la Concertacin recibe nuevamente unsubsidio mayor, dicho subsidio es menor con MD = 2 que cuando la magnituddel distrito es inferior o superior a dos escaos. Aunque en la medida en queMD aumenta la asignacin final de escaos se acerca al porcentaje total de votosque recibi cada coalicin, es evidente que la coalicin de derecha, que terminen segundo lugar, se beneficia ms con una MD = 2, mientras que la Concerta-cin, que termin en primer lugar, se beneficia menos con una MD = 2 que concualquier otra MD (vase el cuadro 11).

    Finalmente, la grfica 3 nos muestra el porcentaje de escaos que, dada suvotacin electoral, recibira la Alianza en cada una de las contiendas por la C-mara de Diputados celebradas desde 1989. La primera columna para cada elec-

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    CUADRO 11. SIMULACIN DE ASIGNACIN DE ESCAOS

    CON DIFERENTES MD, ELECCIONES CMARA DE DIPUTADOS, 2001

    Total Distritos de Distritos de Distritos de Distritos de Distritos deCoalicin poltica votos (%) 1 escao 2 escaos 3 escaos 4 escaos 5 escaos

    Nm. de escaos

    Concertacin 47.9 36 62 95 126 159

    Alianza por Chile

    (RN-UDI) 44.3 23 57 82 113 140

    PC 5.2 0 0 0 0 0

    Independientes

    y otros 1.5 1 0 1 1 1

    Total 100 60 120 180 240 300

    Porcentaje de escaos

    Concertacin 47,9 60.0 51.7 52.8 52.5 53.0

    Alianza por Chile

    (RN-UDI) 44.3 38.3 47.5 46.1 47.1 46.7

    PC 5.2 0 0 0 0 0

    Independientes

    y otros 1.5 1.7 1.7 1.7 1.7 1.7

    Total 100 100 100 100 100 100

    Fuente: Clculos del autor con datos de http://www.elecciones.gov.cl.Todas las simulaciones se realizaron utilizando el mtodo de distribucin de escaos dHondt.

  • cin muestra la votacin real obtenida por la coalicin. Si bien es cierto que laAlianza sera adversamente castigada de existir un sistema de distritos unino-minales, lo ms probable es que, de existir ese sistema, la coalicin de derechahabra presentado candidatos que aspiraran y tuvieran posibilidades de com-petir por el voto mayoritario del electorado. Es ms, el castigo que recibe laAlianza es superior en las elecciones de 1989 y 1993 que en 1997 y 2001. Enla medida en que la Alianza ha logrado ajustar su mensaje electoral a las pre-ferencias de los votantes, la evidente ventaja que la Concertacin experimen-t entre las preferencias electorales de los chilenos a comienzos de la dcadade 1990 ha desaparecido.

    Ahora bien, resulta evidente que el subsidio que recibe la Alianza es supe-rior cuando la magnitud de distrito es 2 que bajo cualquier MD alternativa. Eneste sentido, para la Alianza, el sistema binominal ha resultado ser un efectivoy til seguro para paliar los efectos de ser minora electoral. Aunque natural-mente la lgica del seguro contra la derrota no slo aplica en caso de que la de-recha resulte derrotada. En caso de producirse un triunfo ajustado de la Alian-

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    GRFICA 3. SIMULACIN DE NMERO DE ESCAOS PARA LA ALIANZA,1-5 ESCAOS POR DISTRITO, ELECCIONES PARLAMENTARIAS, 1989-2001

    0

    5

    10

    15

    20

    25

    30

    35

    40

    45

    50

    1989 1993 1997 2001

    % votacin obtenida 1 escao 2 escaos 3 escaos

    4 escaos 5 escaos

    % e

    sca

    os

  • za sobre la Concertacin, la lgica del seguro contra la derrota que representael sistema binominal favorecera entonces a la actual coalicin de gobierno.

    MOTIVOS IDEOLGICOS

    Si bien los partidos de derecha chilena no lograran una distorsin tan favora-ble a su votacin con ninguna otra magnitud de distrito, las razones por las queese sector se opone a reformar el sistema electoral actual no son exclusivamen-te tcticas. As como qued demostrado en la seccin SOBRE LA CONSTITUCIN DE1980 donde discut los orgenes del sistema binominal durante el gobiernomilitar, la preocupacin de la derecha poltica por el nmero ms convenien-te de partidos que debieran existir en el pas constituye su principal motivoideolgico para oponerse a una reforma al sistema electoral. Ms que querercompensaciones en escaos que representen un seguro contra derrotas electo-rales, la derecha chilena ha demostrado una frrea oposicin a la idea de re-producir el sistema multipartidista que exista en Chile antes de 1973. Citan-do las tensiones que existen entre los sistemas presidencialistas fuertes y lossistemas electorales de representacin proporcional, los idelogos de la dere-cha chilena hacen nfasis en los peligros que implicara para la estabilidad de-mocrtica del pas la adopcin de un sistema de representacin proporcionalms permisivo (vase Libertad y Desarrollo, 2001). Otros han expresado tam-bin su preocupacin por las tensiones que podra producir un sistema electo-ral que facilite y fomente un sistema de partidos polticos multipartidistas; pe-ro, a diferencia de las propuestas hechas en favor de un sistema mayoritariouninominal (Aninat y Navia, 2005; Navia, 2001), la derecha chilena ha insisti-do en mantener su defensa del sistema binominal.

    CONCLUSIONES

    En su historia democrtica, Chile ha experimentado con diferentes frmulaspara transformar los votos en representacin poltica. Habiendo generado dife-rentes efectos en la representatividad y gobernabilidad del pas, dichas frmu-

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  • las demostraron una fuerte resistencia al cambio despus de ser adoptadas. Elnuevo sistema electoral adoptado a partir de 1989 ha mostrado el mismo pa-trn de comportamiento. En este trabajo he descrito los diferentes sistemaselectorales utilizados en el pas desde 1833 en adelante y he enfatizado las for-talezas y debilidades del sistema electoral actual. He sealado que el sistemabinominal puede ser entendido como un seguro contra la derrota electoral alcrear barreras difciles de superar para un partido que busca transformar sumayora electoral en un control mayoritario de escaos en el legislativo. Final-mente, utilizando simulaciones electorales, he demostrado que la Alianza porChile ha obtenido un porcentaje mayor de escaos con el sistema binominalque con cualquier nmero alternativo de escaos por distrito; pero tambin heargumentado que la principal razn por la que la derecha se opone a cambiarel sistema binominal y se constituye efectivamente en el guardin con poderde veto para cambiar el sistema electoral heredado de la dictadura respondea una profunda discrepancia sobre el nmero ptimo de partidos que debieranexistir en el sistema poltico chileno. Aunque la derecha se ha beneficiado con-siderablemente de las distorsiones que produce el sistema electoral binominal,el principal motivo por el que el sistema binominal ha logrado sobrevivir es lafalta de consenso entre los actores clave sobre el nmero de partidos con quedebiera funcionar la democracia chilena actual.

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

    Allende, Salvador (1992), Salvador Allende. 1908-1973. Obras escogidas, Ma-drid, Fundacin Presidente Allende.

    Aninat, Cristbal y Patricio Navia (2003), Mal Apportionment in Legislaturesin New Democracies: The Case of Chile, trabajo presentado en el Congre-so Anual de Midwest Political Science Association, 2-3 de abril.

    (2005), Reformas polticas: los avances y lo que falta, Documentos enFoco, Chile, Corporacin Expansiva.

    Barros, Robert (2002), Law and Dictatorship: Pinochet, the Junta, and the1980 Constitution, Nueva York, Cambridge University Press.

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