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SELECCIONES VETERINARIAS | 1 Artroscopia en animales de compañía TRAUMATOLOGÍA Si algún colega no recibe la información, decile que mande mensaje de whatsapp a Tatiana al +54911 4413 9442 Si Ud. quiere enviarnos un trabajo científico, será sometido a evaluación, para su posterior publicación. Enviar a [email protected] Artroscopia en animales de compañía INTER MEDICA ® Volumen 28 Nº 9 2020

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    | Artroscopia

    Artroscopiaen animalesde compañía

    TRAUMATOLOGÍA

    Si algún colega no recibe la información, decile que mande mensajede whatsapp a Tatiana al +54911 4413 9442

    Si Ud. quiere enviarnos un trabajo científico, será sometido a evaluación, para su posterior publicación.Enviar a [email protected]

    Artroscopiaen animalesde compañía

    INTER MEDICA®

    Volumen 28

    Nº 9 2 0 2 0

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    Artroscopia en animales de compañía

    Cristóbal Frías Rides

    Hospital Veterinario “LEPANTO” Mairena del Aljarafe (Sevilla)Tlf.: 954171222www.traumatologiaveterinarialepanto.com

    TRAUMATOLOGÍA

    Introducción

    La artroscopia en pequeños animales es una técnica en auge, porque logra una exce-lente visualización de las es-tructuras articulares, por encima de cualquier otro sistema de diagnóstico por imagen e inclu-so mejor que la artrotomÍa, me-jorando eldiagnóstico y sobre todo el tratamiento de gran can-tidad de patologías articulares; otra de las ventajas de la artros-copia cuando la usamos para el tratamiento es la rápida recupe-ración, comparándola con la ci-rugía convencional.

    Como ventaja también pode-mos mencionar que se puede documentar mejor que la cirugía abierta mediante la realización de fotografías y videos de todo el procedimiento.

    Como desventaja frente a la ar-trotomía tenemos el mayor costo del material y una mayor curva de aprendizaje de la técnica.

    Equipamiento (fig. 1)

    Necesitamos una fuente de luz preferiblemente de xenón y el cable de cámara puede ser de 1 chip (la más habitual) o de 3 chips, que da una mayor fibra óptica que la transmite al artroscopio.

    Una videocamara conectada al artroscopio nos permite la visuali-zación en un monitor. Esta cámara puede ser de 1 o de 3 chips, dan-do esta última una mayor calidad.

    También necesitamos un siste-ma de captura deimágenes, que puede ser desde una captura-dora profesional que es maneja-da por el propio cirujano con un pedal, hasta cualquier sistema de gravación casero que será accio-nado por un ayudante (fig. 2)

    El instrumental de mano ne-cesario para la mayoría de los procedimientos es bastante sim-ple: ganchos palpadores, cure-tas de distintos tamaños, pinzas de biopsia, fórceps, espátulas, fresas de mano, meniscotomo, mosquitos, etc. (fig. 3)

    Figura 1. Equipamiento.

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    Algunos procedimientos requie-ren motores eléctricos o unidades de radiofrecuencia (fig. 4).

    Indicaciones generales de la artroscopia

    La artroscopia se usa no sólo para el diagnóstico y tratamien-to de patologías específicas de cada articulación, sino para cualquier patología articular, sea

    neoplasia, infecciosa, traumática o degenerativa. Nos permite la toma de biopsias, el lavado ar-ticular asistido por artroscopia. desbridamiento en casos de ar-trosis, etc. También tenemos que tener en cuenta la artroscopia como método complementario de visualización de determinadas estructuras difíciles de ver duran-te una cirugía abierta (meniscos, lesiones de OCD especialmente profundas, etc.).

    Las articulaciones principales para esta técnica en perros son el codo y el hombro, en ellas realiza-remos la gran mayoría de nuestros procedimientos artroscópicos.

    En tercer lugar está la rodilla y posteriormente todas las articula-ciones de nuestros pacientes.

    La evolución lógica de la ar-troscopia es la siguiente: en prin-cipio se usaba como método de diagnóstico, posteriormente pasó a ser un sistema de diagnóstico y tratamiento y en la actualidad con el desarrollo de técnicas de diagnóstico por imagen avanza-das (TAC, resonancia, escintigra-fia, ecografía) deberíamos usarla para el tratamiento de una pato-logía articular previamente diag-nosticada con estas técnicas.

    Artroscopia de codo

    La óptica que se usa de mane-ra habitual es la de 2,4, con 30º de angulación y 11 cm de longi-tud, también puede usarse la de 2,7-30º y de la misma longitud si se trata de un animal de mayor tamaño, (más de 25 Kg.). Existe una óptica de 2,7-30º y de 18 cm de longitud que aunque es más incómoda para trabajar en artros-copia, puede ser usada en otras técnicas endoscópicas (rinosco-pia, vaginoscopia, laparoscopia, etc) con lo que podemos dismi-nuir la inversión si trabajamos en un centro multidisciplinario en el que pretendemos aplicar todas las técnicas endoscópicas. De manera excepcional podemos usar también la óptica de 1,9 si se trata de un animal de reducido ta-maño (por debajo de 12 Kg).

    La preparación del paciente y del cirujano debe ser similar a la de cualquier cirugía ortopédi-ca,: rasuramos y desinfectamos la piel desde el hombro hasta el carpo, colocamos una venda co-hesiva estéril en la parte distal de

    Figura 2. Sistema de captura de imágenes.

    Figura 3. Instrumental.

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    anatómicos de referencia con unrotulador estéril, ya que cuan-

    do tengamos suero periarticular podemos dejar de percibirlos, si no los tenemos previamente dibu-jados. Los puntos a identificar son el olécranon, el epicóndilo medial del húmero y la cresta epicondilar.

    En primer lugar palpamos el epicóndilo y ponemos una aguja de 18 G aproximadamente 1 cm distal y 0,5 cm caudal al mismo, lógicamente esas referencias va-rían en función del tamaño del animal, están referidas a un ani-mal de 25-30 Kg. aproximada-mente. Extraemos líquido sinovial con una jeringa de 2 CC para es-tar seguros que estamos dentro

    la extremidad, desde la mitad del antebrazo; podemos poner paños quirúrgicos impermeables bajo el codo para mantener la esterilidad; existen paños quirúrgicos para artroscopia que tienen un colec-tor para el suero procedente del portal de drenaje, pero tienen el inconveniente que si se acumulan líquidos en exceso pueden modi-ficarnos en parte la colocación de la extremidad por el peso. Otra al-ternativa para evitar el exceso de fluidos en el suelo del quirófano es un recolector de artroscopia que conectamos con el sistema de aspiración y lo ponemos en el suelo del quirófano, para aspirar los fluidos que caen (fig. 5).

    En el carpo colocamos un so-porte que nos permite aplicar peso en la extremidad, haciendo rotación externa y distracción del compartimento medial, usamos 2 kg. de peso en animales grandes (más de 25 kg.) y 1 kg. en anima-les de menor tamaño (fig. 6).

    El paciente debe colocarse con el codo cercano al borde de la mesa, con una bolsa de arena o un rodillo bajo el mismo, que nos facilita trabajar con la extremidad paralela a la mesa incluso cuan-do colocamos peso en la misma (fig. 7).

    Si la experiencia del cirujano en esta técnica no es muy grande puede ser útil marcar los puntos

    Figura 5. Recolector de artroscópia.

    Figura 6. Soporte que nos permite aplicar peso en la extremida.Figura 4. Motores eléctricos o unidades de radiofrecuencia.

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    de la articulación; es importante no pasar al siguiente paso hasta no estar completamente seguros de esto. A continuación inyecta-mos unos 10 cm de fluido, que tiene que ser Ringer Lactato por ser el que preserva menos la ac-titud biológica del cartílago, con esto conseguimos distensión de la cápsula articular. La siguiente aguja la colocamos a mitad de distancia entre el olécranon y la cresta epicondilar y en dirección cráneo-disto-lateral; si entramos en la articulación va a salir líquido a presión. En esta aguja, que pos-teriormente será el portal de dre-naje, ponemos el equipo infusor que tenemos en el bote de Ringer con bolsa de presión, lo que nos permite mantener la distensión adecuada de la cápsula articu-lar mientras introducimos el ar-troscopio, este paso lo considero importante para evitar lesiones ia-trogénicas, ya que el artroscopio va a ser introducido a ciegas en la articulación. La presión de los fluidos la conseguimos median-te bolsa de presión, mantenien-do el manómetro entre 120-140 mm de Hg mientras hacemos la

    introducción del artroscopio y bajándola a 70-80 mm Hg poste-riormente. Si tenemos sangrado durante el procedimiento, cosa poco habitual podemos añadir 1ml de adrenalina 1:1000 por cada 3 l de fluido.

    El siguiente paso sería la apertu-ra del puerto para el artroscopio, lo que hacemos con un bisturí del nº 11 que introducimos paralelo y rozando a la aguja que introduji-mos en el primer paso. A través de este portal introducimos la vaina del artroscópico con el obturador romo, que se sustituye posterior-mente por la óptica con la cáma-ra y el cable de luz colocados. En este momento cambiamos el infu-sor del portal de drenaje hasta la vaina del artroscopio (fig. 8).

    Procedemos a hacer una ex-ploración completa de la articula-ción, haciendo siempre el mismo recorrido de manera sistemática, exploramos el ancóneo, ambas crestas epicondilares, la incisura cubital completa, la cabeza del radio, los cóndilos lateral y medial y el coronoides lateral y medial.

    El último paso es la apertura del portal de trabajo, para ello

    ponemos una aguja craneal al portal del artroscopio, entre 0,5 y 1 cm, intentando imaginarnos un triángulo en cuyo vértice distal deben confluir tanto la punta del artroscópico como la punta de la aguja; ésta por lo tanto entra en la articulación bajo visión artroscó-pica, en cuyo momento abrimos el portal con un bisturí No 11 que introducimos paralelo y rozando la aguja que nos sirve a modo de guía. Este portal sirve tanto para introducir un palpador que nos sirve de ayuda para explorar la articulación como para introducir posteriormente instrumentos de trabajo manuales o motorizados o bisturí eléctrico, puntas de radio-frecuencia, etc.

    Al terminar la intervención po-demos infiltrar bupivacaína, fenta-nilo o una mezcla de ambos como medida analgésica, aunque no suele ser necesario, ya que al ser una técnica mínimamente invasi-va el dolor postoperatorio es muy leve y fácilmente controlable con AINES vía sistémica.

    Diagnóstico y tratamiento de la displasia de codo mediante artroscopia

    La displasia de codo es una “enfermedad poligénica, heredi-taria y del desarrollo que resulta en una incisura cubital anómala creando una incongruencia con la tróclea humeral”. Bajo el concep-to de displasia de codo, se inclu-yen varias patologías, como son la No Unión del Proceso Ancóneo ( NUPA), Fragmentación del Pro-ceso Coronoides (FPC), Osteo-condritis Disecante del cóndilo humeral ( OCD), y la Incongruen-cia de codo ( ya sea húmero-ra-dial o húmero-cubital). Reciente-mente hay tendencia de cambiar la denominación de Proceso Co-ronoides Fragmentado por la de

    Figura 7. Mesa.

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    Enfermedad del aspecto medial del proceso coronoides, ya que gracias al desarrollo de la artros-copia hemos podido ver que no siempre se trata de una fragmen-tación, hay casos en los que solo podemos ver una pequeña fisura o erosión del cartílago.

    La patogenia puede explicarse por una incisura cubital no com-pletamente redondeada, sino más bien de forma elíptica, lo que hace incrementar la tensión tanto

    en proximal (proceso ancóneo) como en distal (coronoides), por ello existen numerosos casos en los que diagnosticamos fragmen-tación del proceso coronoides, en los que además existen úlceras o erosiones en la zona del ancóneo o incluso en los que se dan am-bas patologías simultáneamente (16%), la otra teoría en cuanto a la patogenia es una asincronía de crecimiento entre el radio y el cúbito, que a grandes rasgos

    provoca aumento de presión so-bre el proceso ancóneo si el ra-dio crece ligeramente más que el cúbito o sobre el proceso coronoi-des si es el cúbito el que crece más que el radio; en otras ocasio-nes esta asincronía acaba provo-cando incongruencia de codo.

    Además de la displasia de codo, existen otras patologías de posible origen genético en el codo en las que la artroscopia puede ser de: la Enfermedad del Epicóndilo medial y la Osificación Incompleta del cóndilo humeral .

    El resultado final de cualquier forma de DC es la osteoartrosis. De hecho, la IEWG (Grupo de Tra-bajo Internacional del codo) con-sidera que el simple hallazgo de artrosis de codo en un perro de raza predispuesta, especialmen-te si es bilateral, debe ser consi-derado como probable displasia de codo, incluso aunque la forma primaria de displasia no haya sido identificada y la clasificación de los distintos grados de displasia la hacen principalmente en base al tamaño de los osteofitos de la mencionada artrosis.

    Los métodos diagnósticos para la DC comprenden radiografía, re-sonancia magnética, tomografía computarizada o escintigrafía. Sin embargo, la técnica con mayor especificidad y sensitividad es la observación directa mediante artroscopia. No obstante existen determinados casos en los que las lesiones son microfisuras sub-condrales sin lesión del cartílago, por lo que no se ven en artrosco-pia y si en el TAC, por lo que po-demos concluir que son las técni-cas más útiles para el diagnóstico de las patologías de codo y que son complementarias.

    El uso de la artroscopia para el diagnóstico y tratamiento de la displasia de codo, especialmen-te en los casos de FPC y OCD ha supuesto un avance con respecto

    Figura 8. Apertura del puerto para el artroscopio.

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    Editorial Inter-Médica S.A.I.C.I. • Junín 917 – Piso 1º “A” • C1113AAC • Ciudad Autónoma de Buenos Aires – República ArgentinaTels.: (54-11) 4961-7249 – 4961-9234 – 4962-3145 • FAX: (54-11) 4961-5572E-mail: [email protected] • E-mail: [email protected] • http://www.inter-medica. com.ar

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    9 Hematología e inmunología

    10 Intoxicaciones y envenenamientos

    11 Nefrología y urología

    12 Neonatología

    13 Neurología

    14 Nutriología

    15 Oftalmología

    16 Oncología

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    Dedicado enteramente a la rutina médico-veterinaria de pequeños animales, que incluye como autores y colaboradores a otros importantes íconos de esta área de la medicina. El objetivo principal de la obra es siste-matizar y hacer disponibles los conocimientos acumulados y actualizados sobre las principales enfermedades de incidencia en territorio nacional, sobre todo con énfasis en su diagnóstico, pronóstico y tratamiento.

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    a los métodos tradicionales ya que el examen de la articulación es más completo que con la artro-tomía, el resultado a largo plazo es mejor, las secuelas artrósicas que generalmente se producen son menores, y sobre todo la re-cuperación es espectacularmen-te más rápida que con la cirugía convencional.

    Artroscopia en el proceso ancóneo no unido

    Esta patología puede diagnos-ticarse adecuadamente mediante el estudio radiológico. La indica-ción de la artroscopia en el trata-miento de la NUPA se basa princi-palmente en el estudio completo de la articulación, ya que existen un 16% de casos en las que coe-xiste la NUPA con FPC, por lo que un planteamiento correcto puede ser recomendar la artroscopia unos días después de la cirugía abierta de la NUPA (osteotomía cubital proximal + fijación con tornillo) para evaluar si la sepa-ración del ancóneo con el cúbito ha desaparecido y para explorar y tratar si fuera el caso el proceso coronoides.

    Artroscopia en la fragmentación del proceso coronoides medial

    Existen multitud de presen-taciones diferentes para esta patología, desde los casos en los que apreciamos un frag-mento importante fracturado (fig. 9), hasta los casos en los que solo podemos ver una pe-queña fisura (fig. 10) o zona de condromalacia en el cartílago, e incluso otros en los que la lesión está en el hueso subcondral y el cartílago está prácticamente in-tacto. El diagnóstico exclusiva-mente radiológico, sin la ayuda

    de técnicas de diagnóstico por imagen avanzado es muy com-plicado, y seguramente supone un gran porcentaje de fracasos o de diagnósticos tardíos que empeoran ostensiblemente el pronóstico a largo plazo.

    En algunas ocasiones exis-ten amplias zonas, tanto en en el proceso coronoides como en el cóndilo medial en las que ha desaparecido completamente el cartílago articular (kissing le-sion) (fig. 11), lógicamente con un pronóstico peor; en otros ca-sos existe Fragmentación del proceso coronoides y OCD aso-ciada.

    Es por esta razón que no po-demos aplicar un tratamiento ar-troscópico estándar para todos los casos. Cuando tenemos un fragmento claramente eviden-ciable podemos extraerlo, tras separar las adherencias que suele tener al compartimento medial, mientras que si las le-siones son simples fisuras o zo-nas de condromalacia debemos practicar una coronoidectomia subtotal, extrayendo una amplia zona del vértice del proceso co-ronoides medial, lo cual realiza-mos con curetas o fresas manua-les o motorizadas si el tamaño

    del perro es lo suficientemente grande como para que nos per-mita la introducción de las mis-mas. Por último cuando tene-mos lesiones muy extensas del cartílago articular sólo podemos hacer legrado y resanado del hueso subcondral para hacerlo sangrar y estimular la formación de fibrocartílago, o podemos hacer microfisuras, aunque ésta es una técnica de dudosa utili-dad. Más recientemente se está recurriendo al tratamiento con ácido hialurónico intraarticular, o a la infiltración de plasma rico en plaquetas o células madre.

    Figura 9. Fragmento importante fracturado. Figura 10. Pequeña fisura.

    Figura 11. Desaparecición com-pleta del cartílago articular.

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    Necesitamos más estudios para demostrar la eficacia y la posi-bilidad de estandarización de estos tratamientos.

    Artroscopia en la osteocondritis disecante del cóndilo humeral

    Hay que diferenciar la Osteo-condritis Disecante de la lesión por rozamiento provocada por el proceso coronoides lesiona-do (kissing lesion). En la primera existe un defecto en el hueso sub-condral (fig. 12) y un colgajo de cartílago asociado, aunque si es un proceso crónico podría con-fundirse con la segunda.

    El tratamiento es exactamente igual que el que se realiza me-diante cirugía abierta, consiste en la extracción del colgajo y el fresado y resanado del defecto de hueso subcondral hasta que conseguimos el sangrado del mismo (fig. 13); en algunas oca-siones también podemos practi-car pequeñas perforaciones con una aguja de Kirschner de 1 mm. Para apreciar el sangrado del defecto subcondral debemos en ocasiones disminuir la presión de los fluidos.

    Artroscopia en la incongruencia articular

    El diagnóstico exacto de esta enfermedad sólo es posible de manera exacta con la tomografía computarizada, que consigue la visualización de la incongruencia con errores mínimos.

    El tratamiento es la osteotomía cubital, aunque la artroscopia está indicada porque permite ver los daños secundarios provoca-dos en el cartílago.

    Hay que tener en cuenta que la incongruencia además rara vez se presenta por sí sola, sino que

    puede haber otras formas de dis-plasia concurrentes, en especial un FPC.

    Artroscopia en la osificación incompleta del cóndilo humeral

    Es una enfermedad heredita-ria descrita inicialmente en Spa-niels, pero que actualmente tiene referencias en multitud de razas como Labradores, Rottweilers, Terriers, etc. En esta patología la artroscopia tiene varias indica-ciones, una de ellas es el diag-nóstico (fig. 14), aunque éste suele ser radiológico, en ocasio-nes, dependiendo del ángulo que consigamos en la radiografía pue-de pasar desapercibido; el TAC también puede ser diagnóstico en estos casos (fig. 15).

    También podemos usar la ar-troscopia para valorar la introduc-ción del tornillo intercondíleo, que es la técnica de elección para revisar la desaparición del “esca-lón” intercondíleo en un estudio de revisión.

    Artroscopia de hombro

    Para el hombro, la óptica que debemos usar, al igual que para el codo es la de 2,4 ó 2,7 cortas de 30º. Si el paciente está por de-bajo de 5 o 6 kg podemos usar la óptica de 1,9.

    La preparación del paciente y cirujano es igual que para cual-quier otro procedimiento quirúr-gico: rasurado y desinfección de la piel desde la escápula hasta el carpo, colocamos una venda co-hesiva estéril en la parte distal de la extremidad, desde la mitad del antebrazo, al igual que se ha des-crito para el codo; en este caso no necesitamos rotación de la ex-tremidad como en el codo, sólo necesitamos tracción hacia distal de la extremidad, esto lo pode-mos conseguir con un rodillo bajo la extremidad y tracción mediante pesas o con algún distractor an-clado a la mesa o externo a ella.

    Las referencias anatómicas para la artroscopia del hombro, que deben ser dibujadas con un rotulador estéril antes de iniciar el procedimiento son: el acromion de la espina de la escápula y el tubérculo mayor del húmero.

    Figura 12. Defecto en el hueso subcondral y un colgajo de cartí-lago asociado.

    Figura 13. Extracción del colgajo y el fresado y resanado del defec-to de hueso subcondral.

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    En primer lugar palpamos el acromion y ponemos una aguja de 18 G aproximadamente 1 cm distal y 0,5 cm craneal al mismo, lógicamente esas referencias va-rían en función del tamaño del ani-mal, están referidas a un animal de 25-30 kg. aproximadamente. Extraemos líquido sinovial con una jeringa de 2 CC para estar seguros que estamos dentro de la articulación; es importante no pasar al siguiente paso hasta no estar completamente seguros de esto. A continuación inyectamos unos 10 cm de Ringer Lactato o, que tiene que ser Ringer Lactato, con esto conseguimos distensión de la cápsula articular, al retirar la jeringa podemos apreciar la sali-da de fluido a presión.

    La siguiente aguja la coloca-mos craneolateralmente entre el acromion y la parte caudal del tu-bérculo mayor, en dirección cau-domedial, que será la aguja de drenaje posteriormente, pero que también puede servirnos para conectar el equipo de fluidos a presión para mantener la disten-sión de la articulación mientras introducimos el artroscopio. a mi-tad de distancia entre el olécra-non y la cresta epicondilar y en dirección cráneo distolateral; si entramos en la articulación va a

    salir líquido a presión. En esta aguja, que posteriormente será el portal de drenaje, ponemos el equipo infusor que tenemos en el bote de Ringer con bolsa de presión, lo que nos permite man-tener la distensión adecuada de la cápsula articular mientras introducimos el artroscopio. La presión de los fluidos la mante-nemos entre 120-140 mm de Hg mientras la introducción del ar-troscopio y bajándola a 70-80 mm Hg posteriormente.

    El siguiente paso sería la apertu-ra del puerto para el artroscopio, lo que hacemos con un bisturí del nº 11 que introducimos paralelo y rozando a la aguja que introduji-mos en el primer paso. A través de este portal introducimos la vai-na del artroscopio con el obtura-dor romo, limitando la penetración de la misma con la otra mano, ya que al tratarse de una articulación en la que las superficies articula-res son bastante planas podemos pasarnos incluso traspasando la cara medial de la articulación; la vaina se sustituye posteriormente por la óptica seleccionada, con la cámara y el cable de luz colo-cados. En este momento cambia-mos el infusor del portal de dre-naje hasta la vaina del artroscopio (fig. 16).

    Procedemos a hacer una ex-ploración completa de la ar-ticulación, haciendo siempre el mismo recorrido de manera sistemática: Dirigiendo el ar-troscopio hacia craneal se ob-serva la tuberosidad supragle-noidea y el origen del tendón del bíceps. Si deslizamos más cranea, se puede ver el tendón introducirse en el surco bicci-pital, posteriormente seguimos la exploración hacia caudal para ver el tendón del múscu-lo subescapular y el ligamento glenohumeral medial, que tie-ne forma de Y, podemos ir un poco más en profundidad para ver la cápsula articular en su zona medial y luego retiramos un poco el artroscopio para ver la superficie articular de la ca-vidad glenoidea; continuando hacia caudal y en algunas oca-siones girando para que la an-gulación de la óptica se incline hacia distal, podemos ver la cabeza del húmero; retirando ligeramente el artroscopio y di-rigiéndolo hacia caudal se ob-serva el compartimiento cauda, observando la parte caudal de la cabeza humeral, borde cau-dal glenoidea y la bolsa caudal de la cápsula articular.

    El último paso es la apertura del portal de trabajo, para ello ponemos una aguja caudal al portal del artroscopio, aproxima-damente a 1 cm, ésta entra en la articulación bajo visión artroscó-pica, en cuyo momento abrimos el portal con un bisturí del No 11 que introducimos paralelo y ro-zando la aguja que nos sirve a modo de guía. Este portal sirve tanto para introducir un palpa-dor que nos sirve de ayuda para explorar la articulación, muy útil para ver la competencia (ten-sión) del ligamento glenohume-ral medial, como para introducir posteriormente instrumentos de

    Figura 14. Diagnóstico. Figura 15. TAC.

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    trabajo manuales o motorizados o bisturí eléctrico, puntas de ra-diofrecuencia, etc

    En determinadas ocasiones, como en la tenotomía artroscópi-ca del tendón del bíceps abrimos un portal de trabajo craneal, junto al citado tendón.

    Al terminar la intervención po-demos infiltrar bupivacaína, fenta-nilo o una mezcla de ambos como medida analgésica, aunque no suele ser necesario, ya que al ser una técnica mínimamente invasi-va el dolor postoperatorio es muy leve y fácilmente controlable con AINES vía sistémica.

    Artroscopia en la OCD de hombro

    Radiográficamente solo se obser-va cuando ha provocado una impor-tante irregularidad en la superficie articular (fig. 17). El TAC si es defini-tivo en el diagnóstico (fig. 18), pero con la artroscopia podemos tener un diagnóstico concluyente además podemos tratar la enfermedad.

    Con ayuda del gancho palpa-dor y/o de espátulas o curetas se libera el colgajo si es que todavía permanece adherido y se extrae con fórceps.

    Después se realiza un curetaje manual o con la ayuda del motor. Con ayuda de material punzante se realizan microfracturas o mini perforaciones, para estimular el sangrado del hueso subcondral y estimular la llegada de células mesenquimales precursoras que favorezcan la formación de fibro-cartílago nuevo. Se puede usar plasma rico en plaquetas que se introduce en la articulación una vez finalizado el procedimiento. La lesión normalmente se sitúa en la zona caudomedial de la cabeza

    Figura 16 . Apertura del puerto para el artroscópio.

    Figura 17. Importante irregulari-dad en la superficie articular.

    Figura 18. Con la artroscopia po-demos tener un diagnóstico con-cluyente.

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    Daniel HoracioFarfallini

    Disertantes:• Ana Cabrini

    • Aldana Tomei• Gerardo LarotondaIMAGENOLOGÍA | Fecha de comienzo a confirmar

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    del húmero, en ocasiones tene-mos que hacer una rotación inter-na para exponer la cara medial de la cabeza del húmero y po-der evidenciar adecuadamente la lesión. (fig. 19)

    Artroscopia en la tenosinovitis bicipital

    La tenosinovitis bicipital es tam-bién fácilmente diagnosticable por artroscopia, posiblemente el único diagnóstico certero para este fin; hay que tener precau-ción de no sobrediagnosticar esta patología y de diferenciar adecuadamente si es un proceso primario (inflamación del tendón por exceso de uso o traumatis-mo repetitivo) o secundaria (por cualquier otra lesión intraarticular primaria).

    Para tratarlo podemos realizar (cuando fracasa el tratamiento médico) de forma mínimamente invasiva la tenotomía mediante una hoja del nº11 o instrumental cortante específico, tijeras con boca curva, radiofrecuencia o bisturí eléctrico monopolar; para ello podemos usar el portal cra-neal si nos resulta más cómodo que el caudal.

    Artroscopia en la inestabilidad del hombro

    En el caso de la inestabilidad del hombro, la artroscopia es el

    principal (quizás el único) mé-todo de diagnóstico con el que puede contar el clínico. Es muy difícil diagnosticarla con otros métodos de diagnóstico por ima-gen, con los que sólo podremos ver los cambios degerativos se-cundarios que provoca. Se trata de una inestabilidad debida a le-siones en la cápsula articular y li-gamentos colaterales. Se observa desgarros en cápsula, ligamentos

    glenohumeral medial y lateral y en el tendón subescapular. Con el gancho palpador se puede com-probar la incompetencia y laxitud de los ligamentos (fig. 20).

    En determinados casos, si sos-pechamos que la inestabilidad afecta al compartimento lateral po-demos cambiar el portal lateral del artroscopio por otro portal medial para tener campo de visión sobre el aspecto lateral de la articulación; esta maniobra podemos hacerla pasando una aguja de Kirschner paralela al artroscopio a través de la articulación, hasta salir por la cara medial y que será usada pos-teriormente de guía para cambiar el artroscópico la cara lateral. Esta maniobra será necesaria en pocas ocasiones porque sólo el 20% de los casos de inestabilidad tienen alteraciones que afecten al com-partimento lateral.

    El tratamiento lo realizamos mediante capsulorrafia térmica (fig. 21), cuyo fundamento es el encogimiento que sufren los tejidos que contienen colágeno cuando se calientan a tempera-turas entre 65-75º debido a alte-raciones de la estructura molecu-lar del colágeno.

    En un estudio realizado en muestras obtenidas de diferen-tes áreas de la cápsula articular glenohumeral en modelos cada-véricos, mostró una correlación entre la máxima temperatura al-canzada y el volumen de tejido encogido; la exposición al calor a una temperatura de 65º duran-te 10 minutos resultó en un 10% de encogimiento y a 80º durante 1,5 minutos resultó en 60% de encogimiento. El inconveniente de este tratamiento, además del costo del equipo es la dificultad para mantener 4 semanas de

    Figura 19. En ocasiones tenemos que hacer una rotación interna para exponer la cara medial de la cabeza del ´humero y poder evi-denciar adecuadamente la lesión.

    Figura 20. Se observa desgarros en cápsula, ligamentos glenohu-meral medial y later al y en el ten-dón subescapula.

    Figura 21. Tratamiento realizado mediante capsulorafia térmica .

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    reposo que son necesarias para que el proceso tenga su máxima efectividad; un segundo proble-ma es el tamaño de las puntas del equipo, que las hacen imposibles de utilizar en animales de menos de 16-18 kg. En estos pacientes de menor tamaño podemos usar la punta artroscópica del bisturí monopolar.

    También se han descrito siste-mas de suturas intraarticulares para tratar la inestabilidad del hombro.

    Artroscopia en la osificación incompleta de la parte caudal glenoidea

    La osificación incompleta de la parte caudal glenoidea es una patología poco frecuente que consiste en la falta de unión de la zona caudal de la cavidad gle-noidea; en ocasiones es asinto-mática, pero otras veces puede resultar dolorosa si es móvil, por lo que necesitamos una explora-ción minuciosa para asegurarnos que es la causa de la cojera. Se diagnostica radiológicamente o mediante TAC y se trata artroscó-picamente extrayéndolo de ese modo mediante instrumentos de mano o motores (fig. 22).

    Artroscopia de rodilla

    Las ópticas que se pueden usar en esta técnica son las de 2,4 o la de 2,7, siendo ésta última la más útil incluso aunque se trate de un paciente de pequeño tamaño, dado el tamaño de la articulación de la rodilla.

    El paciente se posiciona en decúbito dorsal con la rodilla en flexión y fijada a un posicionador que se coloca entre la mesa y la cara caudal del muslo (fig. 23), esto permite hacer flexión, exten-sión, rotación interna y externa y

    movimientos de varus y valgus teniendo la extremidad fija por su porción proximal.

    Previamente, la extremidad ha sido preparada asépticamente como en cualquier otro procedi-miento artroscópico. Es impor-tante identificar los puntos de re-ferencia e incluso pintarlos, como hemos comentado en otras articu-laciones; en este caso los puntos a identificar son: Rótula, tendón rotuliano y cresta tibial. Se intro-duce una aguja 18 G lateral o me-dial al tendón rotuliano. En el caso de la rodilla, dado que tenemos un espacio articular suficiente po-demos dilatar con fluidos o no ha-cerlo, con una hoja No 11 se crea una entrada para la inserción del obturador de la vaina del artros-copio, la pasamos entre la rótula y la tróclea del fémur hasta que la apreciamos en la parte proximal del compartimento lateral; en este momento hacemos una pequeña incisión en la piel para que salga

    la punta del mencionado obtu-rador, que es usado como guía para la introducción de la cánula de drenaje, sacamos el obtura-dor y posicionamos la cánula en el compartimento lateral y le co-nectamos un equipo infusor para que drenen los fluidos hasta un recipiente colocado en el suelo

    del quirófano. En este momento introducimos por el primer portal la vaina del artroscopio con el ob-turador romo, pasando igual que antes entre la rótula y la tróclea del fémur, en este momento ex-traemos el obturador e introduci-mos la óptica en su vaina (fig. 24).

    Se inicia la exploración, prime-ro colocando el artroscopio entre el surco troclear del fémur y la rótula. Después alternativamente se exploran los cóndilos lateral y medial.

    Luego vemos el compartimento lateral, incluido el origen del ten-dón del extensor digital largo.

    Posteriormente se exploran la zona de los ligamentos cruzados, para ello se desliza el artrosco-pio por el surco troclear mientras se flexiona la rodilla, evitando la grasa patelar. Esta y las vellosi-dades sinoviales suelen dificul-tar la visión. En la mayoría de las ocasiones necesitamos un motor (shaver) o un eqquipo de

    Figura 22. Se diagnostica radioló-gicamente o mediante TAC.

    Figura 23. El paciente se posicio-na en decúbito dorsal con la rodi-lla en flexión y fijada a un posicio-nador que se coloca entre la mesa y la cara caudal del muslo.

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    radiofrecuencia para eliminar las vellosidades y el cuerpo adiposo infrarrotuliano para poder estar seguros de que nuestra explora-ción ha sido completa.

    Finalmente se exploran los me-niscos, primero el medial con el artroscopio dirigido hacia medial (utilizando la referencia de un re-loj, a las 3 en la extremidad de-recha y a las 9 en la izquierda ). Para facilitar la maniobra se fuer-za la extremidad en valgus. Para la exploración del menisco lateral se dirige el artroscopio hacia la-teral (a las 9 en la extremidad de-recha y a las 3 en la izquierda ) forzando la rodilla en varus.

    Para facilitar la exploración de los meniscos colocamos un dis-tractor en la cara medial que nos permiten la apertura del espacio articular por su cara medial.

    El portal de trabajo se abre y se introduce lateral o medial al

    tendón rotuliano (al lado contra-rio de donde tengamos el artros-copio) y nos servirá no sólo para intervenir sobre las estructuras ar-ticulares, si no que nos ayudará a eliminar la grasa patelar y el exce-so de vellosidades sinoviales de-bidas a la sinovitis como hemos comentado anteriormente.

    Durante la exploración se ob-servará la existencia de sinovitis, zonas de condromalacia, fibrila-ción, erosión del cartílago articu-lar, lesiones de meniscos o los ligamentos.

    Artroscopia en la rotura del ligamento cruzado anterior y/o menisco medial

    Es la patologia más frecuente que encontraremos en la clíni-ca en la rodilla canina. La ob-servación directa o después de

    tracción con el palpador de des-garros permite diagnosticar la rotura parcial del ligamento cru-zado anterior.

    La reparación intraarticular por artroscopia del ligamento cruza-do, al igual que se realiza en hu-manos, no tiene de momento un desarrollo suficiente en veterinaria.

    Las lesiones de meniscos (fig. 25) son más fácilmente observa-das por artroscopia que por ar-trotomía, debido a que podemos situar “nuestra visión en un punto más caudal” y porque tenemos visión aumentada de las estruc-turas. Incluso en determinadas ocasiones, aunque se esté reali-zando una cirugia abierta puede estar indicado el uso del artrosco-pio para visualizar los meniscos. La meniscotomía parcial o total es posible por artroscopia me-diante meniscotomo o mediante la ayuda de fresa motorizada o radiofrecuencia. En las técnicas de osteotomía, para tratar la rotu-ra del ligamento cruzado anterior (TPLO, TTA) se puede realizar la liberación del menisco medial asistida por artroscopia.

    Cada vez hay más cirujanos partidarios de explorar y tratar los meniscos vía artroscópica antes de hacer una técnica de osteoto-mía en la rodilla; al igual que se ha demostrado de utilidad la artros-copia de revisión para diagnosti-car/tratar las roturas tardías de los meniscos.

    Artroscopia en la OCD del cóndilo femoral

    El procedimiento es el mismo que el sugerido para la OCD del Hombro o Codo.

    Según la adherencia del frag-mento usaremos el gancho pal-pador, fórceps o el motor para la extracción del fragmento de cartíla-go. Una vez extraído, se procede al

    Figura 24. Introducimos por el primer portal la vaina del artroscopio con el obtu-rador romo, pasando igual que antes entre la rótula y la tróclea del fémur, en este momento extraemos el obturador e introducimos la óptica en su vaina.

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    curetaje con instrumentos manua-les o motorizados o la realización de microfracturas con instrumen-tal en forma de gancho punzante. Actualmente hay

    cirujanos partidarios de usar factores de crecimiento e injertos osteocondrales para el tratamien-to de la OCD (fig. 26).

    Artroscopia en la luxacion de la rótula en perros medianos y grandes

    Actualmente tenemos dispo-nible la técnica del avance de la tuberosidad tibial para el trata-miento de la luxación de rótula en perros medianos y grandes (más de 14-15 kg) que aporta como ventaja que minimizamos el roza-miento entre la rótula y la tróclea del fémur, con lo que evitamos el dolor, en los casos en los que existe condromalacia en la super-ficie articular de la rótula o en la tróclea femoral. Para identificar los casos que tienen esta patolo-gia y poder elegir la técnica ade-cuada necesitaremos hacer una artroscopia previa (fig. 27).

    Otras indicaciones son la fractura por avulsión del ligamento cruza-do anterior, la lesión del ligamento cruzado caudal, condromatosis, osteoartrosis, artristis séptica.

    Toda patología articular de rodi-lla es susceptible de ser explora-da por artroscopia.

    Artroscopia de cadera

    En general la óptica necesaria para esta técnica es la de 2,4.

    Se posiciona al paciente en decúbito lateral, apoyando so-bre la mesa el lado contrario a intervenir. Se pasa una cuerda por la región inguinal que ata-mos en el lateral opuesto de la mesa de donde está el artros-copista para evitar desplazar al paciente al traccionar de la extremidad a explorar. Se pre-para asépticamente como en una cirugía abierta con abordaje cráneo lateral. El punto de refe-rencia es el trocánter mayor. La primera aguja se inserta craneal y proximal al trocánter mayor. Para facilitar la entrada de esta aguja así como de las siguien-tes, un ayudante tracciona de la extremidad. Se extrae líquido si-novial comprobando su correcta localización y se introducen de 5 a 10 ml de Ringer Lactato. Se abre el portal con un bisturí del No 11 introducido paralelo a la aguja. Se inserta la cánula con obturador romo, se extrae el ob-turador y se introduce el artros-copio al que se conecta la entra-

    da de fluidos. Algo más craneal, y a 1-2 cm distal al portal del artroscopio se inserta la cánula de drenaje. Si se requiere instru-mental, este se introduce al otro lado del trocánter mayor. Una vez dentro, como en todas las articulaciones debemos seguir siempre el mismo recorrido para hacer una exploración completa, se localiza primero el ligamento redondo que va desde la fóvea capitis de la cabeza femoral a la fosa acetabular. Si se retira ligeramente el artroscopio y se dirige hacia craneal se observa parte craneal de la cabeza fe-moral y el receso craneal de la capsula articular, dirigiéndolo hacia caudal, se observa rece-so caudal de la cápsula y parte caudal de la cabeza femoral. Se dirige ahora hacia medial para explorar el acetábulo, observan-do el labrum, borde dorsal del acetábulo y la inserción dorsal de la membrana sinovial.

    Indicaciones de la artroscopia de cadera

    La principal indicación es la exploración de la integridad del cartílago articular previa a la rea-lización de una osteotomía triple (o doble) de cadera. Es intere-sante incluir la artroscopia en el protocolo de la TPO/DPO, ya que como sabemos, una vez que los cambios artrósicos se han inicia-do dejamos de tener indicación para realizar esta cirugía, y en los estadios iniciales en los que los cambios degenerativos sólo afectan al cartilago articular y no al hueso subcondral no podemos diagnosticarlos radiológicamente.

    También puede estar indicada en casos de luxación traumática de cadera, para evaluar el daño articular. Comprobar el estado de una OA y tomar biopsias.

    Figura 25. Lesión de meniscos. Figura 26. Tratamiento de la OCD.

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    Manual práctico de cirugía del sistema genital y urinario en pequeñas especies

    Autores: Miguel Abelardo Villalva SoláPresentación: tapa duraFormato: 20 x 28 cmPáginas: 352Ilustraciones: en colorEdición: 2019ISBN: 978-950-555-472-0

    Sección I introducciónCapítulo 1 GeneralidadesSección II cirugías del sistema genital y urinarioCirugías del sistema reproductor en la hembraCapítulo 2 Ovariohisterectomía en la perraCapítulo 3 Ovariohisterectomía en la gataCapítulo 4 Tratamiento quirúrgico de la piómetra en la perra Capítulo 5 Tratamiento quirúrgico de la piómetra en la gataCapítulo 6 Cesárea en la perraCapítulo 7 Cesárea en la gataCapítulo 8 Mastectomía en la perraCapítulo 9 Mastectomía en la gataCapítulo 10 Cirugía vaginalCirugías del sistema reproductor en el machoCapítulo 11 Orquiectomía en el gato: Técnica de ligaduraCapítulo 12 Orquiectomía: Técnica de nudo cuadradoCapítulo 13 Orquiectomía: Técnica de nudo simpleCapítulo 14 Orquiectomía: Técnica de torsiónCapítulo 15 Orquiectomía en el perro: Técnica abiertaCapítulo 16 Orquiectomía en el perro: Técnica cerradaCapítulo 17 Orquiectomía en el perro con ablación total del escroto

    Capítulo 18 Tratamiento quirúrgico de la criptorquidia: Orquiectomía Capítulo 19 Tratamiento quirúrgico de la criptorquidia: OrquidopexiaCapítulo 20 Vasectomía Capítulo 21 Cirugía de la próstataCapítulo 22 Cirugía de peneCirugías del sistema urinarioCapítulo 23 Uretrostomía escrotalCapítulo 24 Uretrostomía preescrotal Capítulo 25 Uretrostomía perineal en el perroAnatomía quirúrgica relevanteCapítulo 26 Tratamiento quirúrgico del prolapso uretralCapítulo 27 Uretrostomía perineal en el gatoCapítulo 28 Cistotomía en el macho: Abordaje paramedialCapítulo 29 Cistotomía en el macho: Abordaje por línea mediaCapítulo 30 NefrotomíaCapítulo 31 NefrectomíaCirugías de la cavidad abdominalCapítulo 32 Tratamiento quirúrgico de la hernia inguinalCapítulo 33 Tratamiento quirúrgico de la hernia escrotalCapítulo 34 Tratamiento quirúrgico de la hernia femoral

    Contenido

    Este manual fue diseñado con el fin de mostrarte de manera ordenada, visual y objetiva, cada paso en el proceso de la Cirugía del Sistema Genital y Urinario, incluyendo las técnicas más comunes que sabemos te llegarán como primeros casos, a tu práctica profesional y queremos que tengas todos los elementos para poderlos resolver.

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    Artroscopia de tarso

    Para esta técnica necesitamos la óptica de 1,9, la cual debe ser manipulada con precaución, dado su fragilidad.

    Se posiciona el paciente en decúbito esternal para la artros-copia de la parte posterior de la articulación tibiotarsiana, mante-niendo el tarso en el borde de la mesa, y en decúbito dorsal para la exploración de la parte anterior del tarso (esta es la más habitual) fijando el muslo del paciente con un posicionador, igual que hacía-mos para la exploración de la rodilla.

    Artroscopia plantar del tarso

    Se puede insertar el artroscopio a nivel plantaromedial y la aguja de drenaje a nivel plantarolateral o viceversa. Se inyecta de 3 a 5 ml de Ringer-Lactato para dis-tender la articulación. En el lado opuesto se introduce una aguja, se comprueba su correcta colo-cación por la salida de fluido. Se inserta una hoja del nº 11 para fa-cilitar la entrada de la cánula con obturador romo. Se extrae el ob-turador, se comprueba la correcta colocación por la salida de líqui-do y se introduce el artroscopio. El instrumental se introduce en el lado opuesto al artroscopio.

    Si el telescopio está medial se explora la parte plantar de la cres-ta troclear lateral y la tróclea del astrágalo. Si está lateral se explo-ra la parte plantar de la cresta me-dial de la tróclea y la tróclea del astrágalo.

    Artroscopia dorsal del tarso

    Se colocan el artroscopio a nivel dorsomedial y la aguja de drenaje a nivel dorsolateral o

    Figura 27. Luxacion de rotula en perros medianos y grandes.

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    viceversa. Se introduce la aguja de drenaje, c ánula del artrosco-pio e instrumental de forma simi-lar a la plantar. Si el artroscopio está dorsolateral se observa la parte dorsal de la cresta medial y tróclea del astrágalo. Si está dorsomedial se observa la parte dorsal de la cresta lateral y tróclea del astrágalo.

    En determinadas ocasiones en las que por el tamaño del perro nos resulte complicado técnica-mente la realización de la técnica podemos recurrir a una técnica mixta, realizando una mini artro-tomía por la que introducimos el artroscopio y el instrumental ne-cesario para el tratamiento ade-cuado.

    Indicaciones de la artroscopia de tarso

    La OCD del tarso es la principal indicación pudiendo presentar-se la lesión en cualquiera de los cuatro cuadrantes de la tróclea del astrágalo. Otra de las indica-ciones son las fracturas e inesta-bilidad del tarso (fig. 28).

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    Figura 28. Fracturas e inestabilidad del tarso.

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