Treball de fi de grau - UAB Barcelona · Periodismo de paz no significa que se ignoren los...
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Treball de fi de grau
Facultat de Ciències de la Comunicació
Universitat Autònoma de Barcelona
Títol
Autor/a
Data
Tutor/a
Departament
Grau
Tipus de TFG
Full resum del TFG
Facultat de Ciències de la Comunicació
Universitat Autònoma de Barcelona
Títol del Treball Fi de Grau:
Autor/a:
Tutor/a:
Curs: Grau:
Paraules clau (mínim 3)
Català:
Castellà:
Anglès:
Resum del Treball Fi de Grau (extensió màxima 100 paraules)Català:
Castellà:
Anglès:
Català:
Castellà:
Anglès:
Compromís d’obra original*
Facultat de Ciències de la Comunicació
Universitat Autònoma de Barcelona
L’ESTUDIANT QUE PRESENTA AQUEST TREBALL DECLARA QUE:
1. Aquest treball és original i no està plagiat, en part o totalment
2. Les fonts han estat convenientment citades i referenciades
3. Aquest treball no s’ha presentat prèviament a aquesta Universitat o d’altres
I perquè així consti, afegeix a aquesta plana el seu nom i cognoms i el signa:
*Aquest full s'ha d'imprimir i lliurar en mà al tutor abans la presentació oral
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS……………………………………………..............
4
1. INTRODUCCIÓN……………………………………………....................... 5
2. METODOLOGÍA…………………………………………….......................
8
3. MARCO TEÓRICO……………………………………………...................
25
3.1 El conflicto y la transformación y resolución de conflictos……………...
25
3.1.1 El conflicto…………………………………………………............ 25
3.1.2 La transformación o resolución de conflictos………………........... 30
3.2 Sobre la objetividad, la interpretación y la responsabilidad de los medios
de comunicación………………………………………….........................
38
3.2.1 Desmontando la objetividad. Desacralizar “los hechos”………...... 38
3.2.2 Asumir responsabilidades. Parábola de la botella de plástico…….. 41
3.2.3 La teoría del feedback loop. De círculo vicioso a círculo virtuoso... 42
3.3 Periodismo de guerra y periodismo de paz……………………………….. 44
3.3.1 Periodismo de guerra: primera aproximación al concepto………… 44
3.3.1.1 Por qué existe el periodismo de guerra……………………. 44
3.3.1.2 La cobertura de conflictos desde la perspectiva de guerra... 46
3.3.1.3 Consecuencias del ejercicio del periodismo de guerra……. 48
3.3.2 Periodismo de paz…………………………………………………. 50
3.3.2.1 Primeras correcciones al periodismo de guerra…………… 50
3.3.2.2 La cobertura de conflictos desde la perspectiva de paz…… 51
3.3.2.3 Críticas al periodismo de paz y contraargumentos………... 53
4. LA PERSPECTIVA DE LA MEDIACIÓN……………………………….. 55
4.1 La concepción de Vicenç Fisas sobre los medios de comunicación en conflictos …
55
4.2 La concepción de Rafael Grasa sobre los medios de comunicación en conflictos … 67
4.3 La concepción de Josep Redorta sobre los medios de comunicación en conflictos… 81
4.4 La concepción de Pere Vilanova sobre los medios de comunicación en conflictos…. 92
4.5 La concepción de Eduard Vinyamata sobre los medios de comunicación en
conflictos………………………………………………………………………………..
106
5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES………………...……………………..
116
6. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………
120
ANEXOS…………………………………………………………..…………..
122
Anexo 1: Entrevista con Vicenç Fisas……………………………………………......
122
Anexo 2: Entrevista con Rafael Grasa……………………………………………...... 132
Anexo 3: Entrevista con Josep Redorta……………………………..….……………. 142
Anexo 4: Entrevista con Pere Vilanova……………………………..….……………. 149
Anexo 5: Entrevista con Eduard Vinyamata…………………………...…………….. 166
4
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo solo ha sido posible gracias a mi tutor, Xavier Giró, que me ha acompañado
en este viaje, desde las primeras tablas de Galtung dibujadas en servilletas de papel
hasta la más meticulosa de las correcciones. Con esta investigación, me ha descubierto
un mundo nuevo, el de la paz, una palabra que se ha ido llenando de significado hasta el
punto de hacer que me replantee mi carrera académica y profesional, e incluso de las
expectativas que tengo de mi propia vida.
Gracias, Xavi, porque desde el momento en que aterricé en tu despacho con solo dos
conceptos abstractos debajo del brazo – “periodismo” y “conflictos” – pusiste en
marcha tu entusiasmo, para darle siempre una vuelta de tuerca más a todo. Gracias por
enseñarme las normas del juego, y animarme después a saltármelas; por tener una
paciencia infinita, por estar siempre disponible y no distinguir entre días buenos, malos,
laborables o festivos; por ser una incansable máquina generadora de proyectos
motivadores, de mesas redondas, encuentros, debates. Gracias por creer en este trabajo y
en mí, y por no permitir que yo dejara de creer en lo que estaba haciendo.
También agradezco a los cinco grandes profesionales que dejaron de lado sus cruciales
tareas para atender a mis humildes preguntas. A Vicenç Fisas, uno de los hombres más
sabios que he tenido el privilegio de conocer, por una clase magistral sobre mediación y
negociación en conflictos. A Rafael Grasa por abrirme los ojos, con su pragmatismo, a
la heterogeneidad de concepciones del mundo. A Josep Redorta, por sus críticas ácidas
al sistema, en aquella víspera de navidad en que me recibió en su acogedor salón-
biblioteca-despacho. A Eduard Vinyamata, por dejarme al borde de las lágrimas con
historias de Ruanda y Burundi, Sudáfrica o Yugoslavia, en un golpe de realidad que me
hizo darme cuenta de que la reconciliación es posible, y de que la paz es el mayor
objetivo al que aspira la humanidad. A Pere Vilanova, por sus respuestas y por sus
preguntas; por prestarme sus recuerdos y presentarme a sus amigos del pasado; por ser
políticamente incorrecto, llamar a las cosas por su nombre y hacer una defensa a
ultranza del periodismo valiente.
Y, por último, pero no menos importante, a mi familia, porque cada vez que me
convierto a una nueva causa, cuento con su apoyo incondicional, ciego e
imprescindible.
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1. INTRODUCCIÓN
La primera víctima de la guerra no es la verdad. La verdad no es una institución ni un
don divino; nadie es propietario de la verdad, no se la puede matar, no puede morir. El
discurso hegemónico no es la verdad, tampoco tienen la verdad las voces disidentes. Por
repetirla tantas veces, la verdad pierde sentido; las palabras quedan desprovistas de
significado.
En las guerras, bajo la bandera de la verdad, se ha ejercido el peor del periodismo. Con
la pretendida distancia y neutralidad moral de la objetividad, los medios de
comunicación han hecho de altavoz de la barbarie, sin cuestionar mensajes
propagandísticos.
La objetividad se sustituyó por la honestidad, la cualidad de ser razonable, justo,
decente. Con la sensatez que se otorga a los términos medios, esta salida pareció
encontrar un equilibrio entre la neutralidad moral y la amoralidad, que satisfizo a los
más escépticos. Pero si por honestidad se entiende la capacidad de no tomar partido, de
reproducir lo que los implicados hacen y dicen, no hay una diferencia sustancial
respecto de la objetividad. Según esta concepción profesionalista del periodismo, una
adecuada formación y un ejercicio del oficio de acuerdo con el sentido común asegura
una buena cobertura. Por tanto, no supone una evolución más allá del cambio de
nombre, es un sucedáneo, un paso en falso.
Que el periodista debe desplazarse sobre el terreno y hablar con el máximo número de
personas son debates que se pueden dar por superados; existe un acuerdo tácito sobre
estos puntos y sería infructuoso redundar en el tema. Pero no es suficiente para sacar el
máximo provecho al periodismo. Dar estos puntos por asumidos permitirá estudiar un
correctivo más avanzado, en aras de promover una evolución real de la cobertura de
conflictos.
Galtung comienza a hablar de una propuesta para reformular el periodismo en conflictos
en el año 1970. ¿Cómo reflejan las guerras los medios de comunicación? El relato de
enfrentamientos, explosiones, destrucción, sufrimiento, ¿qué aporta al receptor y cómo
influye en el desarrollo del conflicto? Galtung se plantea cuestiones como a partir de
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qué momento se ha de prestar atención a un conflicto y hasta cuándo, qué se explica y
qué se queda fuera, qué enfoques se toman o cuán profundo es el análisis.
Sin embargo, Galtung no se limita a un presentar un correctivo de los defectos de la
cobertura de los conflictos; da un paso más allá y formula una propuesta alternativa: el
“periodismo de paz”, como antagonista al periodismo de guerra. Más allá del cambio de
terminología, este paso supone un salto de eje, una escala distinta en la que medir las
coberturas mediáticas.
Periodismo de paz no significa que se ignoren los enfrentamientos, ni que el periodista
vaya a predicar las ventajas de la paz o pretenda pacificar una zona por sí solo. El punto
de partida de esta propuesta es el análisis de la guerra desde el prisma de la
conflictología, la ciencia social que estudia la formación y el desarrollo de los
conflictos. El periodista ha de comprender el conflicto en profundidad para que sus
textos sean esclarecedores.
Otras diferencias sustanciales del periodismo de paz respecto al de guerra o de
trincheras es que toma una visión amplia, indaga causas y consecuencias que pueden
encontrarse en distintos momentos o lugares, y se centra en el pueblo en vez de en las
élites. También explora posibles salidas del conflicto, y pone de relevancia las
iniciativas de paz. Así, trabajar por el entendimiento de los conflictos e incluso, en la
medida de sus posibilidades, contribuir al proceso de resolución.
Esta investigación aborda el binomio conflictos- comunicación desde el punto de vista
de los profesionales de los conflictos, en vez de a través de periodistas o
comunicólogos, que ya han dado lugar a una prolífica literatura metaperiodística.
Con la intención de arrojar algo de aire fresco y de proponer una aproximación distinta
a la cuestión, se indagará en la perspectiva del mediador, negociador, analista de
conflictos. Son figuras discretas, silenciosas, imprescindibles. Hay tantos tipos de
mediadores como conflictos existen, o más, porque cada caso particular se puede
abordar al mismo tiempo desde diferentes estratos: el diplomático, el político, el social.
Pero todos ellos trabajan con el mismo objetivo, el de la transformación y/o resolución
de los conflictos. La opinión de estos profesionales sobre la función que deben de
7
desempeñar los medios de comunicación estará inevitablemente condicionada por la
finalidad de su trabajo: la búsqueda de la paz.
Así, a través de entrevistas, se propondrá a los mediadores una reflexión sobre la
cobertura mediática de conflictos. A continuación, su punto de vista se cotejará con el
de Galtung, para comprobar sus similitudes y diferencias.
Se identificarán las carencias de las coberturas actuales del periodismo en conflictos,
que va más allá de una mera cuestión de verdades y mentiras. Para analizar los
problemas del periodismo hay que replantearse, en primer lugar, el objetivo con el que
se emprende una cobertura, si el reportero es consciente del impacto de sus textos y si
está dispuesto a asumir la responsabilidad que ello conlleva.
De la misma manera, se invitará a cada mediador a que formule sus propuestas. Se
explorarán los posibles rumbos que puede tomar el periodismo en conflictos para ser de
más calidad, más comprometido y más útil.
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2. METODOLOGÍA
Objeto de estudio:
El objeto de estudio es la concepción que tienen sobre la cobertura de conflictos los
Mediador de conflictos.
Justificación del objetivo de estudio: Los mediadores, negociadores, facilitadores y
diferentes profesionales que intervienen en la transformación y resolución de conflictos
son un colectivo poco consultado sobre los medios de comunicación, ya que
generalmente son los propios periodistas, así como politólogos o académicos, los que
analizan la influencia de los medios de comunicación, en cambio los profesionales que
trabajan en esta área son consultados con menor frecuencia.
Objetivos:
El objetivo principal de la investigación es:
1. Analizar la función de los medios de comunicación en el desarrollo de los
conflictos, bélicos y no bélicos, desde el punto de vista del profesional que ha
participado en procesos de resolución y transformación de los conflictos.
Los objetivos específicos son:
1. Identificar las características de periodismo de guerra y periodismo de paz en
coberturas de conflictos que conozcan de primera mano los profesionales de la
resolución y transformación de conflictos entrevistados.
2. Diagnosticar el estado actual del periodismo en conflictos, según el criterio de
los profesionales de la resolución y transformación de conflictos.
3. Proponer una mejor cobertura de los conflictos y de los procesos de paz, de
acuerdo con los intereses y necesidades de los profesionales de la resolución y
transformación de conflictos.
4. Comparar la concepción del periodismo y la propuesta de mejora de las
coberturas de conflictos de los diferentes profesionales de la resolución y
transformación de conflictos, entre ellos.
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5. Comparar la concepción del periodismo y la propuesta de mejora de las
coberturas de conflictos de los diferentes profesionales de la resolución y
transformación de conflictos, con la definición de Galtung de periodismo de
guerra y periodismo de paz.
Muestra
El criterio de selección de los entrevistados ha respondido a los siguientes requisitos,
que todos ellos cumplen:
Extensa formación académica en el ámbito de las ciencias sociales (ciencias
políticas, sociología, derecho).
Investigación teórica sobre la transformación o resolución de conflictos.
Aplicación práctica de sus conocimientos, han ejercido de mediadores,
negociadores, facilitadores, preparadores de conversaciones de paz o para la
transformación o resolución de conflictos.
Han colaborado con organizaciones nacionales o internacionales,
gubernamentales y no gubernamentales con fines de paz o de resolución de
conflictos.
Internacionalización: han trabajado en más de un continente, siendo Europa y
España el denominador común.
Han entrado en contacto con los medios de comunicación durante el desempeño
de sus funciones.
Además, la selección de los profesionales refleja una diversidad de opiniones, por lo
que, pese a cumplir con los requisitos, han abordado los conflictos desde filosofías y
disciplinas distintas, lo que se refleja en las diferentes perspectivas desde las que miran
a los medios de comunicación.
Perfil de los entrevistados
Vicenç Fisas
Doctor en Estudios sobre Paz por la Universidad de Bradford (Inglaterra).
Premio Nacional Derechos Humanos 1988, España.
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Fundador (1999) y director de la Escuela de Cultura de Paz, centro de
investigación sobre paz, conflictos y derechos humanos adscrito a la
Universidad Autónoma de Barcelona y impulsado por la Cátedra UNESCO
sobre Paz y Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Titular de la Cátedra Unesco sobre Paz y Derechos Humanos.
Conflictos de los que tiene conocimiento directo:
- Colombia,
- Sahara
- País Vasco
- Kurdistán turco
- Filipinas
Publicaciones destacadas:
- Centrales nucleares : imperialismo tecnológico y proliferación nuclear
(1978)
- El Poder militar en España (1979)
- L'Otan (1982)
- Crisis del militarismo y militarización de la crisis (1982)
- Guia bibliogràfica sobre estratègia i proliferació nuclears = Guía
bibliográfica sobre estrategia y proliferación nuclear (1983)
- Paz, guerra y defensa : guía bibliográfica (1985)
- El Desarme en casa : municipios desnuclearizados y desarme regional
(1984)
- Paz en el Mediterráneo (1987)
- Introducción al estudio de la paz y de los conflictos (1987)
- Los Municipios y la paz: los hermanamientos y otras iniciativas locales
en favor de la paz. Cidob. (1988)
- Defiende la vida: ¡no a la OTAN! (1988)
- Las Armas de la democracia : exportaciones españolas de armamento
1980-1988 (1989)
- La Militarització de la ciència : els programes d'investigació militar a
Espanya, 1982-1992 (1989)
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- Mesures per a controlar el comerç d'armes (1991)
- Desarmament i desmilitarització (1992)
- Diccionari de sigles i acrònims sobre defensa i desarmament =
Diccionario de siglas y acrónimos sobre defensa y desarme (1992)
- Ecología y seguridad en el Mediterráneo: una agenda de cooperación
(1993)
- Les Migracions : contra l'oblit de la nostra història (1994)
- Alternativas de defensa y cultura de paz (1994)
- El Desafío de Naciones Unidas ante el mundo en crisis : la reforma de
las Naciones Unidas y el futuro de los "cascos azules" (1994)
- La Compasión no basta (1995)
- El Lobby feroz : las ONG ante el comercio de armas y el desarme (1998)
- Cultura de paz y gestión de conflictos. UNESCO (1998)
- Armas ligeras: la pesada herencia de la cultura armamentista (1999)
- Adiós a las armas ligeras : las armas y la cultura de la violencia (2000)
- La Paz es posible: una agenda para la paz del siglo XXI (2002)
- Procesos de paz y negociación en conflictos armados (2004)
- Models de processos de pau: estudi comparatiu 1995/2005 (2008)
- ¿Llegó la hora? : propuestas de paz para el País Vasco (2010)
*NOTA: sobre en Vicenç Fisas hay muy poca información pública, ya que por la
exigencia que exige el desempeño de sus tareas, debe mantener en secreto los conflictos
en los que media.
Rafael Grasa
Doctor en Filosofía, profesor titular de Relaciones Internacionales de la
Universitat Autònoma de Barcelona, coordinador de la Maestría oficial en
Relaciones Internacionales, Seguridad y Desarrollo.
Presidente del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), institución
pública independiente creada por el Parlamento catalán en 2007
En el ICIP, coordina el programa de trabajo (investigación, docencia y
formación, actuación sobre el terreno) de “Seguridad humana, transformación de
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conflictos e investigación para la paz. Dirige también la colección de libros “Paz
y Seguridad”, financiada por el ICIP.
Está especializado, como docente, en: relaciones internacionales, teoría política
internacional, política internacional del medio ambiente, análisis y resolución de
conflictos, investigación para la paz, estudios sobe desarrollo y cooperación para
el desarrollo, seguridad humana y aspectos no militares de la seguridad.
Investiga en teoría internacional, resolución y transformación de conflictos,
investigación para la paz, aspectos no militares de la seguridad y seguridad
humana, gobernanza descentralizada y prevención de conductas violentas,
desarrollo y cooperación.
Profesor visitante de la Universidad de los Andes (2014-2015) y coordina el
programa de construcción de paz del ICIP en Colombia, que mantiene convenios
de formación de capacidades con la Cámara de Comercio de Bogotá, la
Federación Colombiana de Municipios, La Alcaldía de Medellín (Museo Casa
de la Memoria), la Gobernación de Antioquía, el Centro Nacional de Memoria
Histórica y la Escuela Superior de Guerra.
Presidente de la Federación Catalana de Organizaciones no Gubernamentales
desde septiembre de 1995 hasta mayo de 1999.
Miembro del Consejo Español de Cooperación para el Desarrollo, del Consell
Català de Cooperació al Desenvolupament y del Consell Català de Foment de la
Pau.
Coordinó la elaboración del primer Plan Director de Cooperación del
Ayuntamiento de Barcelona y, como asesor externo, dirigió la elaboración el
Plan Director de Cooperación 2007-2010 de la cooperación catalana y coordinó
el grupo de expertos que acompañó el proceso de elaboración del nuevo Plan,
2011-2014. Elaboró el Llibre Verd del Codesenvolupament (2008) para la DG
de Cooperació al Desenvolupament i Acció Humanitària
Asesoró al Gobierno catalán en la planificación y evaluación de las políticas de
cooperación para el desarrollo y en la política de fomento de la paz (2004—
2010).
Fue asesor de la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), presidida por
el Obispo de Chiapas, Samuel Ruiz, y responsable del discurso de investidura
del mismo como Doctor Honoris causa en la UAB en 1997.
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Ha colaborado en el seguimiento y apoyo a diversos procesos de paz, con
especial importancia en el caso de Guatemala, donde dirigió las jornadas
internacionales sobre diez años de los acuerdos de paz en 2006.
Dirigió el Equipo Consultor, formado por expertos internacionales, miembros de
la sociedad civil y representantes del gobierno nicaragüense, que desarrolló y
acordó el ‘Mecanismo tripartito de seguimiento de la Declaración de Estocolmo’
(post huracán Mitch), que dio lugar a un sistema de seguimiento con indicadores
consensuados que Nicaragua presentó en el Grupo Consultivo celebrado en
mayo del 2000 en Washington, y que fue adoptado como herramienta de
seguimiento por el PNUD en dicho país.
Ha participado en diversas misiones de observación electoral y/o evaluación o
seguimiento en países latinoamericanos y africanos.
Conflictos de los que tiene conocimiento directo:
En Europa:
- Previos a la Guerra Fría: el de Irlanda y el del País Vasco, ha participado
activamente
- Conflicto de los Balcanes, sobre todo el de Bosnia y en parte el de
Kosovo
Norte de África:
- Libia
- Sáhara
- Costa de Marfil: misiones de resolución de conflictos construcción de
paz
África central:
- Burkina Faso
- Senegal
África subsahariana:
- Grandes Lagos
- República Democrática del Congo
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- Sudáfrica
Asia Central:
- Kazajstán: asesor de las partes para la resolución de conflictos
construcción de paz.
- Conflictos de la zona del Mar Caspio.
- Kirguistán
Centro América:
- México: Chiapas en 1994 y conflicto narcotráfico (asesor de las partes).
- Colombia: consultorías sobre el futuro de la cooperación internacional y
sobre construcción de paz para la Agencia Presidencial de Cooperación.
- Perú
- Argentina
- Guatemala y El Salvado: trabajos para la ONU
Publicaciones destacadas:
- Vivim en un sol món (1998).
- Cincuenta años de investigación para la paz: tendencias y propuestas para
observar, investigar y actuar (2010)
- Resolver y transformar conflictos: claves para analizar e intervenir (2013)
- A vueltas con la paz, el desarrollo y la seguridad (2013)
Libros compilados, fruto de seminarios especializados del ICIP:
- Polarización y conflicto en la nueva América Latina (2013), junto con Salvador
Martí.
- Peace and Security in Africa (2013), junto con Oscar Mateos.
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Josep Redorta
Mediador de conflictos.
Graduado Social en la Escuela Social de Barcelona. Diplomado en
Administración de Empresas. Psicología social en la Open University de
Londres. Doctor en psicología social por la Universidad de Barcelona. Máster en
análisis y conducción de grupos.
Especializado en Resolución Alternativa de Conflictos, desde la investigación,
formación e intervención.
Mediador reconocido por el Centro de Mediación Familiar de la Generalitat de
Catalunya y árbitro del Tribunal Laboral de Catalunya.
Miembro de la Corte Europea de Arbitraje; miembro del claustro de doctores de
la Universidad de Barcelona; miembro del Centro de Mediación del Gran Sur
(Perpinyà. Francia).
Publicaciones destacadas:
- Como analizar los conflictos: la tipología de conflictos como
herramienta de mediación (2004)
- El poder y sus conflictos (2005)
- Emoción y conflicto (2006)
- Entender el conflicto (2007)
- Aprender a resolver conflictos (2007)
- Saliendo a flote (2008)
- Hacia un mundo deseado (2011)
Conflictos de los que tiene conocimiento directo:
- Guatemala: en un partido político.
- Latinoamérica para formación,
- Colombia: consultoría de mediación policial (es el primero que apuesta
por este concepto)
- Experiencia académica: Argentina, Chile, México, Brasil
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Pere Vilanova
Investigador sénior asociado del CIDOB
Catedrático de Ciencia Política y de la Administración, Facultad de Derecho,
UB. Profesor en el Departamento de Derecho Constitucional y Ciencia Política
de la Facultad de Derecho, UB. De 1994 a 1999 fue Jefe de Estudios de la
Licenciatura de Ciencia Política y de la Administración, y de 1999 a 2003,
Director del Departamento.
Ha impartido clases y seminarios en Nicaragua, Bosnia-Herzegovina, Serbia y
Montenegro, Francia, Reino Unido, Italia, Holanda, México, Estados Unidos,
Canadá, Oriente Medio, China, Japón, entre otros lugares.
Magistrado del Tribunal Constitucional de Andorra, de 1993 a 2003, y
presidente del mismo de 2000 a 2002.
Jefe de la Oficina Jurídica de la European Union Administration of Mostar
(EUAM), 1996.
Asesor del Sr. Carlos Westendorp, Jefe del OHR (Office of the High
Representative) en Bosnia-Herzegovina en 1998 y 2000.
Asesor de la ANP (Autoridad Nacional Palestina) en materia de reformas
constitucionales, de 2003 a 2005, por encargo de la Unión Europea.
Director de la División de Asuntos Estratégicos y de Seguridad (DAES) del
Ministerio de Defensa (2008—2010).
Es miembro de:
- International Advisory Board of the Journal of Peace Research, PRIO,
Oslo.
- International Political Science Association (IPSA)
- International Editorial Board of Global Society: Journal of
interdisciplinary International Relations, Carfax, UK
- International Editorial Board de la Revista Global Society: Journal of
Interdisciplinary International relations
Publicaciones destacadas:
- Jerusalén: el proceso de paz en Oriente Medio. CIDOB (1999)
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- El sistema internacional. En Caminal, M. 'Manual de ciencia política'.
(1996)
- El conflicte d'Orient Mitja. En Punt de Vista nº 11, Fundacio Pi Sunyer
(2002).
- Orden y desorden a escala global (2005)
- Irael-Palestine: a Process of peace or of Obstacles and Assymetries? En
Iemed Yearbook (2012)
Conflictos de los que tiene conocimiento directo:
- Bosnia-Herzegovina: desde la EUAM, como miembro de misiones
exploratorias o de observación electoral y como periodista.
- Palestina: desde la ANP y como miembro de misiones exploratorias o de
observación electoral.
- Indonesia (misiones electorales)
- Asia Central (misiones electorales)
- Haití (misiones electorales)
Eduard Vinyamata
Director del Campus per la Pau i la Solidaritat de la UOC.
Director del CREC-IN3 (centro de investigaciones en conflictología), de la
Escuela de Cooperación
Director de la revista científica Journal of Conflictology.
Doctor en Ciencias Sociales y conflictólogo, formado en Francia, Estados
Unidos y Japón.
Profesor de conflictología en la UOC y en varias universidades europeas y
americanas.
Acuñó el término “conflictología”, que define como una ciencia interdisciplinar
que se ocupa de los conflictos, que procura comprender al ser humano y las
sociedades.
Ha participado activamente en procesos de transformación y resolución de
conflictos.
Conflictos de los que tiene conocimiento directo:
- Ex Yugoslavia, antes después y durante la guerra
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- Cuba, en ambos bandos: castristas y anticastristas
- Colombia
- Ecuador: bandas armadas
- México
- República Dominicana
- África: con base en la universidad de Camerún, para actuar en Rwanda y
Burundi, pero aprendiendo y observando.
- Irlanda del norte, Belfast.
- País Vasco
Publicaciones destacadas:
- Catalunya (1982)
- Parlem d'Europa (1989)
- Manual de prevención y resolución de conflictos : conciliación,
mediación, negociación (1999)
- Conflictología : teoría y práctica en resolución de conflictos (2001)
- Camins de pau al País Basc (2001)
- Aprender del conflicto: conflictología y educación (2003)
- Conflictología : curso de resolución de conflictos (2005)
- Aprender mediación (2003)
- La Conflictologia (2007)
- Conflictes i conflictologia (2008)
Técnica:
La investigación se ha llevado a cabo a través de la técnica cualitativa de la entrevista
en profundidad semiestructurada.
La recolección de datos, concepciones y reflexiones se ha realizado mediante la
interrogación y la observación directa de los sujetos. Los encuentros han sido
individuales, solo con la presencia del entrevistador y el entrevistado, y privados, en el
entorno de trabajo de cada uno de ellos, en su zona de confort. Las sesiones han tenido
una duración de entre 1h 30 minutos y 2 horas.
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Las entrevistas se han preparado con el estudio del perfil del entrevistado y la lectura de
su obra. Con un listado de los conflictos en los que ha participado y un guion básico, la
entrevista ha estado semiestructurada. Es decir, pese a la existencia de una pauta básica,
se ha fomentado en todo momento el desarrollo natural y distendido de la conversación,
tanto por lo que respecta al orden en el que se han abordado los puntos de interés como
por lo que hace a la extensión de cada uno de ellos.
La única directriz inicial planteada al interlocutor ha sido la voluntad de conocer su
opinión sobre los medios de comunicación. Se le ha invitado a relatar su experiencia
como mediador o negociador, a que describiera los conflictos en los que ha participado:
el contexto del país, el desarrollo del conflicto, el proceso de transformación o
resolución del conflicto, su tarea a cumplir, expectativas, metas, obstáculos que tuvo
que superar y el resultado obtenido.
El entrevistado ha tenido todo el protagonismo y el peso de la entrevista. Las
intervenciones del interrogador durante su relato han sido puntuales y para redirigir la
atención hacia los medios de comunicación, en cada uno de los conflictos referidos.
Los únicos instrumentos empleados han sido una grabadora y un cuaderno.
Para tratar de sortear las concepciones previas que cada entrevistado haya podido
desarrollar a lo largo de su carrera sobre los medios de comunicación, se les ha invitado
al simple ejercicio de relatar su experiencia sin más pretensiones para que después
sacara sus propias conclusiones. Así, a través del rememoración de su observación
directa de conflictos concretos, ha establecido una norma general, extrapolable a casos
desconocidos y futuros (siempre con matices). De esta manera, se ha sorteado el
mecanismo de la deducción, el tipo razonamiento que todos los entrevistados emplean
como investigadores de las ciencias sociales y, en cambio, han razonado mediante la
inducción: de lo particular a lo general.
La justificación de esta técnica de interrogación es que no se trata de una investigación
de la cobertura de los conflictos sino de la concepción de la cobertura de los conflictos.
Por tanto, la extrapolación de un elevado número de casos particulares, conocidos en
profundidad, era la única manera de conocer, con carácter general, su imagen mental
sobre el rol de los medios de comunicación en los conflictos.
20
El siguiente paso previsto, en el caso de que los entrevistados fueran críticos con el
papel que juegan los medios de comunicación en los conflictos – lo que ha sucedido en
la totalidad de los casos – era que ofrecieran una propuesta para reconducir el rol que
desempeña el periodista. A la hora de realizar esta propuesta, se les ha invitado a que
utilizaran sus propias ideas y palabras, y no a que se alinearan con otros autores o
teorías.
De esta manera, se ha podido comprobar si la imagen que tienen formada de los
conflictos y los medios de comunicación, así como sus propuesta y sus expectativas de
futuro sobre el rol de los medios de comunicación en conflicto se ajustaba o se
asemejaba a lo que Galtung define como periodismo de paz o periodismo de guerra, sin,
no obstante, utilizar estas expresiones.
Por último, si los términos periodismo de paz y periodismo de guerra no habían surgido
durante la conversación a iniciativa suya, se ponían sobre la mesa y se invitaba a ofrecer
una definición propia, así como a reflexionar sobre la deseabilidad y la viabilidad de las
propuestas de Galtung.
Modelo del guión de las entrevistas:
Sobre su experiencia profesional:
¿Qué otros conflictos o procesos de paz conoce en profundidad, desde el punto
de vista de la investigación, por ejemplo?
¿Cuál fue su función en cada uno de los conflictos? Contextualice.
Sobre los medios de comunicación:
¿Qué importancia tenían los medios de comunicación en cada uno de los
conflictos?
- ¿Cómo de desarrollados estaban los medios locales?
- ¿Qué impacto tuvieron los medios internacionales?
- ¿Presionaron para la resolución del conflicto, por la vía bélica o
21
pacífica?
- ¿Daban voz a todos?
- ¿Se alinearon con alguna de las partes?
- ¿Demonizaron a alguna de las partes?
- ¿Sugerían lógica de venganza?
¿En qué consiste para usted una buena práctica de periodismo en conflictos?
¿Qué papel o función deberían haber tenido los medios de comunicación en
cada uno de los conflictos en los que ha estado o conoce?
Sugerencias teóricas
¿Ha oído hablar del periodismo de paz?
¿Qué es para usted el periodismo de paz?
¿En alguno de los conflictos referidos lo identificó?
¿Es deseable un periodismo de paz?
¿Es alcanzable un periodismo de paz?
Procedimiento para plasmar los datos recopilados:
Para el tratamiento del contenido de las entrevistas en términos comparativos se ha
construido dos tablas. La primera, de creación propia, tiene el propósito de volcar a
modo introductorio, sintético y visual, las concepciones del mediador sobre los medios
de comunicación en conflicto, con carácter general.
A continuación se adjunta la tabla:
22
FILOSOFÍA SOBRE LOS MEDIOS
DE COMUNICACIÓN
Importancia de los medios de
comunicación en conflictos
Definición de periodismo de paz -
Valoración del periodismo de paz en
el contexto actual
Crítica al periodismo de paz
Propuesta alternativa
La segunda tabla, mucho más extensa, está basada en la que construye Galtung para
explicar el periodismo de paz en contraposición al periodismo de guerra.
Del discurso de los mediadores, se extraerán proposiciones, que podrán ser literales, en
cuyo caso se indicará con comillas dobles (“Y”), o sintetizadas a partir de ideas
implícitas, en cuyo caso se indicará con comillas simples (‘Y’). En ambos casos, las
proposiciones mantendrán al máximo la literalidad, la elección léxica e incluso la
construcción sintáctica, ya que la razón por la que se sintetiza su discurso tiene fines
exclusivamente prácticos para realizar un tratamiento de la información más eficaz.
Por motivos de manejabilidad, la tabla original se dividirá verticalmente en cuatro
bloques, correspondientes a las cuatro partes que distingue Galtung: I. Periodismo
orientado a la paz y el conflicto/ a la guerra y la violencia; II. Orientado a la verdad/ a la
propaganda; III. Orientado a la gente/ a las élites; IV. Orientado a la solución/ a la
victoria.
Las alteraciones de la tabla de galtung serán mínimas, y siempre para hacerla más visual
y mejorar la comprensión, una vez añadida las proposiciones de las entrevistas. En la
tabla original, las características de periodismo de paz y periodismo de guerra se listan
en columnas paralelas. En la tabla adaptada, la columna del periodismo de paz se
desplazará una celda hacia abajo, de manera que cada celda escrita tendrá una celda
vacía al lado, y se podrá observar su relación directa con la proposición del entrevistado
(tercera columna).
23
Véase el ejemplo a continuación:
Extracto de la tabla original de Galtung (en inglés):
WAR/VIOLENCE JOURNALISM PEACE/CONFLICT JOURNALISM
I. WAR/VIOLENCE ORIENTATED
Focus on conflict arena, 2 parties, 1 goal
(win), war general zero-sum orientation
I. PEACE/CONFLICT-ORIENTATED
Explore conflict formation, x parties, y
goals, z issues. General “win, win”
orientation
Extracto de la tabla creada a propósito del trabajo (en castellano):
PERIODISMO DE
GUERRA.
Parte I: Orientado a la
guerra y la violencia
PERIODISMO DE PAZ
Parte I: Orientado al conflicto
y a la paz
Se centra en el terreno del
conflicto, 2 partes y 1
único objetivo.
Orientación de suma cero.
Espacio para la proposición del
mediador
Explorar la formación del
conflicto, x partes, y objetivos,
z asuntos. Orientación win-
win (ganar-ganar)
Espacio para la proposición del
mediador
El discurso de cada entrevistado será tratado de forma separada; la misma tabla,
(dividida en cuatro bloques, como se ha explicado anteriormente) se reproducirá en
cinco ocasiones, una por entrevistado. Las proposiciones se ubicarán en las celdas que
les correspondan, de acuerdo con el punto identificado por Galtung al que aludan, ya sea
a favor o en contra de este.
Además, se añadirán categorías (y para cada una habrá una nueva fila) para ubicar las
declaraciones específicas que profundizan en alguno de los cuatro bloques pero que no
se corresponden exactamente a ninguna de las características enumeradas por Galtung.
24
Algunas de estas categorías extra se añadirán en las tablas de todos los mediadores,
cuando sean temas que se repitan en al menos cuatro de las cinco entrevistas. Si el punto
en cuestión que requiere de categoría especifica se requiere en tres o menos de las
entrevistas, solo se añadirá en estas.
La extensión de las respuestas de los entrevistados – y por tanto, de la tabla –variará
según la riqueza de sus aportaciones. Si el mediador no se ha pronunciado sobre alguno
de los apartados, se indicará con una cruz (X).
Por último, después de cada uno de los cuatro bloques de la tabla complementados (en
cada uno de los cinco entrevistados), se procederá a la comparativa de la concepción
sobre los medios de comunicación en conflictos del entrevistado con la de Galtung.
Además, las entrevistas serán transcritas íntegramente y se podrán consultar en los
anexos.
25
3. MARCO TEÓRICO
3.1 EL CONFLICTO Y LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
3.1.1 EL CONFLICTO
Para la aproximación teórica al concepto de conflicto nos basaremos en la teoría que el
profesor Johan Galtung desarrolla en su obra “Theories of conflict Definitions,
Dimensions, Negations, Formations” (Galtung, 1958).
Galtung1 define el conflicto como (p. 24) “el estado de un sistema social donde los
actores tienen objetivos incompatibles. Es una propiedad de los sistemas sociales,
concebidos como sistemas de actores, más o menos interdependientes, que se esfuerzan
por alcanzar sus objetivos. Lo que sucede en este proceso es que los unos se interponen
en el camino de los otros, o eso creen ellos, y aquí es donde el sistema se convierte en
un sistema conflictivo.”
Paralelamente, acuña el término conflictología (p. 35) para definir la ciencia social
especializada en el estudio de los conflictos. Como disciplina científica, precisa de
elementos de análisis para llegar a hipótesis que puedan ser demostradas o refutadas
empíricamente y que, a su vez, puedan sentar las bases para teorías futuras. Con este
punto de partida, Galtung desgrana los elementos que permitirán conceptualizar el
conflicto.
Todo gira alrededor del concepto objetivos, en la teoría de Galtung (p. 19): “La vida es
la persecución de objetivos”, y matiza “ya sea la aproximación hacia los positivos o la
evitación de los negativos”, teniendo en cuenta que la valoración de lo que es positivo o
negativo varia de una cultura a otra. Con objetivos se refiere a demandas, necesidades o
anhelos de los actores, que pueden ser materiales, como unos territorios, o inmateriales,
como el honor.
Galtung señala una “asimetría entre la persecución y la consecución” de objetivos: “lo
que no se tiene o lo que no es, es lo que nos hace sentir con más claridad qué es lo que
tenemos o qué es lo que somos”. Es decir, la querencia de los objetivos marca más a la
1 Todas las citas de Galtung en este capítulo son de su obra de 1958, a no ser que se indique de otra
forma, por lo que solo se señalará la página.
26
condición humana que su tenencia, precisamente porque mantener esas metas en el
horizonte vital da una razón de ser a la búsqueda, la lucha y la existencia propia,
mientras que una vez que el objetivo se convierte en logro, este simplemente se archiva
en el pasado; la búsqueda deja de tener sentido, se da por concluida, y otras metas
aparecen para volver a reproducir el ciclo. Para ilustrarlo, se sirve de ejemplos de la
vida cotidiana, como el escritor, el conquistador o el comensal, a los que nos referimos
con esos términos porque se dedican o porque han completado los procesos de escribir,
conquistar o comer.
Por tanto, los actores se definen en relación al punto en el que se encuentra dentro del
proceso que le llevará a lograr su objetivo. La actitud que adopte respecto al proceso y
al logro va a condicionar el proceso y el logro. Las relaciones con los demás actores
con los que comparte escenario se van a tejer en relación a los objetivos de cada uno de
ellos, y van a ser así relaciones de interdependencia, de oposición, de colaboración.
La conclusión a la que Galtung llega al poner tanto énfasis en los objetivos es que éstos
no deben ser menospreciados por los agentes externos, ni en la aproximación teórica, ni
en la práctica, en las conversaciones para la resolución o transformación del conflicto.
Por tanto, el analista, mediador, negociador debe tratar los objetivos con el máximo
respeto y tratarlos como puntos cruciales, ya que pueden ser los causantes del conflicto
y al mismo tiempo la solución.
La comprensión del conflicto en su totalidad radica en la correcta identificación de los
elementos que lo configuran, que serán desarrollados a continuación y, de entre los
cuales, los objetivos ocupan una posición preeminente.
Los elementos del conflicto (pp. 35-38)
Los actores de un conflicto no siempre se aglutinan en dos bandos cerrados. En una
guerra, no solo hay que tener en cuenta a los que luchan, sino a todos los que aparecen
en algún eslabón de la cadena, los que intervienen o a los que sufren alguno de los
efectos, los que apoyan el enfrentamiento o lo rechazan. Existen dos cualidades que
identifican a los actores como tales (p. 27). Por un lado, la “autonomía de formulación
de objetivos”, lo que les presupone que son independientes, fuera del radio de
manipulación de otros. Por otro lado, “la movilización de recursos para perseguir esos
27
objetivos”, es decir, un actor ejerce el control interno de su propia organización, lo que
le dota de capacidad económica y/o capacidad política, además de la voluntad de
ejercerla.
Cabe señalar que la definición de actores ha de flexibilizarse en conflictos de naturaleza
vertical. En conflictos horizontales se observan diferentes actores con diferentes
objetivos que discrepan en sus relaciones. La verticalidad añade mayor complejidad
porque la relación jerárquica impide a los actores que están debajo formular unos
objetivos en discrepancia con los actores que están por encima de ellos – la jerarquía en
sí misma puede ser un elemento generador del conflicto por las relaciones desiguales
que establece. Por eso, los objetivos de los que están en inferioridad de condiciones
serán meros intereses, pero a efectos prácticos serán tratados de igual forma.
Una vez configurado el mapa completo, donde los actores de un conflicto pueden ser
múltiples, cabe destacar aquellos imprescindibles para que exista el conflicto, los que
son más relevantes el uno para el otro, el sistema de actores.
Cada actor tiene uno o más objetivos, que se pueden encontrar en distintos puntos del
proceso de persecución y consecución. Los objetivos pertenecientes al pasado, que ya
ha logrado y que se dedica a preservar; los objetivos presentes, prioridades que
persiguen en la actualidad, y los objetivos futuros, latentes, que se plantean a largo
plazo o han decidido aplazar. Así se configura el sistema de objetivos; y de la
convergencia del sistema de actores y el sistema de objetivos resulta el sistema de
acción.
La acción consiste en la persecución de valores, objetivos, y se convierte en interacción
cuando unos actores entran en contacto con otros. El intercambio de acciones es por
tanto el intercambio de elementos tangibles o intangibles que tienen valor para, al
menos, una de los partes. Si los valores intercambiados son preeminentemente
positivos, la interacción será asociativa y la convivencia pacífica. Si, en cambio, los
valores intercambiados son neutrales o negativos, la interacción es disociativa y estamos
ante un conflicto. El espacio que trazan estos movimientos, insertado dentro del sistema
de acción, es el llamado espacio multidimensional de los objetivos (many-
dimensional goal- space).
28
A su vez, este espacio multidimensional se divide en diferentes regiones. En primer
lugar, la región de aceptabilidad, definida como “un compendio de posiciones
aceptables para todos los actores”. El punto álgido de esta región es en el que todos los
actores gozan de sus objetivos en su máxima plenitud. Afortunadamente, a menudo,
algunos de los actores están dispuestos a rebajar sus expectativas y aceptan que sus
objetivos se cumplan parcialmente, circunstancia ante la que la región de aceptabilidad
se ensancha.
Por el otro lado, la región de incompatibilidad es la comprendida por los objetivos que
contradicen o impiden a otros objetivos. Asimismo, discernir en cuál de las dos regiones
está inscrito un punto (objetivo) no es tarea sencilla, pero es precisamente en la zona
gris, en la ambigüedad o las fronteras difusas, donde existe el margen de maniobra para
la transformación y la resolución de conflictos.
Así pues, el conflicto se puede explicar como “la circunstancia en que la región de
aceptabilidad está insertada en la región de incompatibilidades, es decir, cuando todas
las combinaciones aceptables se excluyen las unas a las otras, esto es, son
incompatibles” (p. 36).
Si se reduce al mínimo esencial el número de actores y objetivos necesarios para la
existencia del conflicto, ese núcleo duro es el sistema del conflicto. Si añadimos los
demás actores y objetivos secundarios, nos referiremos a la totalidad del mapa como el
sistema de referencia.
Galtung añade dos elementos más, la actitud [del actor] en el conflicto para referirse al
estado mental de los actores, y el comportamiento en el conflicto, las acciones que
llevan a cabo.
Todos los elementos enumerados, que son parte de una situación de conflicto, son
asimismo claves para la eventual transformación o resolución del conflicto, el
proceso cuyo final es la sobre-posición de las regiones de aceptabilidad y de
compatibilidad, que supone la desaparición del conflicto. La anulación del conflicto no
lleva parejas connotaciones positivas o negativas, ya que se puede llegar a este estadio
por la supresión de uno o algunos objetivos o incluso con la muerte de uno de los
29
actores, por lo que la anulación se limita a definir la situación en la que el conflicto
simplemente “no es” (p. 37).
En ese sentido, la negación del conflicto es diferente de la resolución del conflicto. La
primera, la negación del conflicto, es una manera de contención que supone la
desaparición de las actitudes y comportamientos conflictivos, la vuelta a una cierta
normalidad. Así, se puede llevar el conflicto de nuevo a un estado de latencia, similar al
previo al estallido del conflicto, a partir del cual se puede seguir trabajando a nivel
diplomático o social para encontrar soluciones que satisfagan completamente a los
actores. La contención es, por tanto, un objetivo más modesto, menos ambicioso que la
resolución (p. 38).
Sin embargo, aunque pueda parecer contradictorio, el proceso de resolución del
conflicto se puede explicar de forma más sencilla que el proceso de origen del conflicto,
hecho que no tiene que ver con que sea de gran complejidad llegar hasta la fase de
resolución y llevarla con éxito.
Antes de entrar en materia con la resolución de conflictos, cabe distinguir entre las fases
por las que pasa un conflicto. De forma esquemática, en primer lugar, el origen del
conflicto comienza cuando el sistema de actores y objetivos se articula.
A continuación entra en la fase de desarrollo en el que las actitudes y comportamientos
conflictivos operan en contra del orden o sin ningún orden en absoluto y desencadenan
una evolución destructiva. La duración de esta fase es la más extensa y la más variable,
ya que es en la que el conflicto realmente sucede.
Finalmente, se llega a la tercera fase, la de transformación o resolución del conflicto.
Estaríamos ante una transformación en el caso de un conflicto violento que se convierte
en no violento; para la resolución del conflicto es necesario un mayor compromiso
para alcanzar una solución, y que el conflicto desaparezca por completo.
En el siguiente capítulo, se explorará con mayor profundidad la fase de resolución.
30
3.1.2 LA TRANSFORMACIÓN O RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
La trascendencia de la contradicción
La transformación o resolución de conflictos se basa en lograr que los actores se doten
de unos nuevos objetivos que no sean contradictorios, a diferencia de los objetivos
iniciales que han definido el origen del conflicto. Galtung llama a este proceso
trascendencia de la contradicción (Galtung, 1958).
En un primer momento, cada actor formula sus objetivos en enunciados o tesis, que
toman directamente como referencia lo que ellos estiman que es justo, en su mundo. Sus
tesis están dotadas de coherencia interna, no suele ser contradictoria consigo misma, ya
que entonces serían descartadas.
En un segundo momento, los diferentes enunciados de los actores se unen en el
conjunto de tesis que describen el conflicto. Para ilustrarlo, cabe trasladar la situación a
las matemáticas [Galtung era matemático], donde una tesis sería una ecuación y, el
conjunto de tesis, un sistema de ecuaciones. Siguiendo con el símil, el mismo problema
matemático que no se puede resolver con una sola de las ecuaciones, es susceptible de
ser resuelto con un sistema de ecuaciones.
La contradicción se produce cuando “algunos de los enunciados expresan
incompatibilidades mutuas, es decir, que la realización de una de las tesis impide la
realización de, por lo menos, otra de las tesis”. Por realización se entiende que “que se
convierte en parte de la realidad empírica” y que queda confirmada como alcanzable y
verdadera (p.11).
Etimológicamente, contradicción significa ‘lo que dice uno contra lo que dice el otro’;
por tanto, la contradicción hace referencia a la formulación de la realidad que hacen los
actores en sus tesis y no a la realidad en sí misma. A menudo, los actores consideran
que la tesis de la otra parte no es compatible con la realidad, es decir, con el mundo.
Asimismo, todas las propuestas (tesis) son practicables en un plano hipotético en el que
no existiera el otro actor con su respectiva tesis. Cuando un actor dice que la tesis de su
oponente entra en contradicción con el mundo es porque concibe el mundo con sus
propios intereses (tesis) integrados.
31
Por eso, la tarea del mediador consiste en que cada actor desarrolle el siguiente proceso.
Primero, que conciba la realidad desprovista de sus tesis y así su percepción de la
contradicción de las tesis del enemigo con el mundo desaparezca o se vea drásticamente
disminuida. Segundo, a partir de ese momento se pueda buscar la compatibilidad de
objetivos de uno y otro, o bien la transformación de los objetivos originales en unos
nuevos, que sean compatibles entre sí y, por supuesto, con la realidad-mundo. Este es el
proceso al que Galtung llama trascendencia, porque se ha ido más allá – esto es que se
han trascendido – los objetivos (tesis) iniciales.
De esta manera, los objetivos iniciales dejan de ser hipótesis de partida (en su sentido
matemático) como partes de la realidad con que contaban los actores para abordar la
resolución del conflicto.
Para ilustrarlo, vamos a emplear el formato de fábula, una historia que ha sido ideada
para la ocasión:
En una pradera, existe un conflicto entre un lobo y un perro pastor. El perro dice que el
pastor lo ha criado con el propósito de que proteja a las ovejas, para que el lobo no se
las coma, y por tanto su misión es ahuyentar al lobo y conseguir así que su amo le
alimente y le dé cobijo. Por su parte, el lobo dice que dios lo ha puesto en la pradera con
el propósito de evitar una sobrepoblación de ovejas, y por tanto su misión es comer
ovejas y conseguir así saciar su propia hambre.
Para resolver el conflicto, primero, el perro deberá dejar de ver el mundo bajo la
perspectiva de su amo, y el lobo deberá desprenderse de las atribuciones divinas para
que ambos se enfrenten a la misma realidad-mundo.
Segundo, cada uno podrá definir cuáles son sus necesidades para reformular sus
objetivos. Así, los objetivos originales (del perro, ahuyentar o agredir al lobo; del lobo,
comerse las ovejas) se podrán transformar en unos nuevos objetivos. Por ejemplo,
ambos podrían volver a sus necesidades más primarias y establecerse el nuevo objetivo
de saciar el hambre. En principio, el perro, como está domesticado, depende del pastor
para comer, por lo que deberá tenerle satisfecho con su trabajo, y el lobo, en estado
salvaje, deberá alimentarse de lo que cace.
32
Y tercero, una vez se han desprendido de las premisas del amo y de la deidad, se abre un
nuevo abanico de posibilidades: el lobo puede domesticarse y acudir a una casa a
comer, sea la del mismo pastor o no. El perro puede volverse salvaje y cazar ovejas o
una presa distinta. Estas nuevas actitudes y comportamientos las podrían realizar juntos
o por separado. Las opciones se multiplican al combinarse y una vez iniciadas las
conversaciones para la transformación o resolución del conflicto, se tratará de explorar
y encontrar la que más se ajuste a las necesidades e intereses de perro y lobo.
Lo importante es que se ha trascendido a la contradicción inicial de objetivos, mediante
la transformación de los objetivos. Por tanto, la afirmación “los objetivos se
contradicen” es una meta-tesis que, a su turno, deberá ser probada o rechazada. La
puesta en cuarentena de la contradicción permite que la investigación se centre en la
búsqueda de la contra-tesis que desactive la contradicción. Para explicar el proceso de
trascendencia, Galtung se apoya en el siguiente diagrama:
Figura 1: diagrama de la realidad empírica, realidad potencial e irrealidad
I: Irrealidad; “lo que es imposible, y no es”
P: Realidad potencial; “lo que es posible, pero no es”
E: Realidad empírica; “lo que es posible, y es”
Fuente: “Theories of conflict Definitions, Dimensions, Negations, Formations” (Galtung, 1958)
La esfera central, la realidad empírica (E), engloba aquello que se puede observar, lo
que la experiencia nos ha demostrado que puede existir, puesto que existe. Se puede
sintetizar en “lo que es, es posible”. Sin embargo, este lema se ha convertido en “el
fetichismo del empirismo”, que le da la vuelta y afirma: “lo que no es, es imposible”.
Esta división en dos categorías limita lo posible a la realidad empírica y agrupa bajo la
misma etiqueta de imposibilidad a todo lo demás. Así, cierra la puerta a la
transformación o la evolución.
33
No obstante, la formulación correcta de lo que no es realidad empírica sería “lo que es
imposible, no es”. Es decir, lo que no puede llegar a existir, efectivamente, no existe,
esto es la irrealidad (I). Pero el hecho de que en la actualidad no esté sucediendo algo
en concreto, no significa que no pueda llegar a suceder jamás. La realidad empírica solo
es una sub categoría dentro de las realidades, que también incluyen la realidad
potencial.
Así, entre la realidad empírica y la irrealidad, hay espacio para la realidad potencial
(P), “aquello que es posible, pero (aún) no es”. Asimismo, si algo no existe, si no hay
bases de datos ni observaciones, no se puede saber si puede llegar a existir. Por tanto, la
frontera entre la irrealidad y la realidad potencial no se puede dibujar con exactitud. Es
solo mediante la práctica que se podrá clasificar una tesis de la zona de realidad
potencial en una de las otras dos esferas: hacia el centro, porque ha quedado
empíricamente probado, o hacia el exterior, porque ha sido refutado que es
humanamente imposible. (p. 13)
Cabe añadir un matiz a la teoría de Galtung, y es que lo que puede conducir a la
transformación o resolución de un conflicto en particular, puede no funcionar en otro
conflicto, y, al contrario, lo que no ha funcionado para un conflicto puede llegar a
funcionar en otro. Por tanto, hay que ser cauto a la hora de descartar una solución o
técnica de resolución de conflictos.
En conclusión, conseguir que el compendio de tesis formuladas por los actores (una vez
trascendidas en nuevas tesis) dejen de ser mutuamente incompatibles y se realicen todas
ellas, implica convertir una realidad potencial en realidad empírica. Esto es trascender la
contradicción, como en la fábula del lobo y el perro pastor, donde ambos primero
separan sus intereses de su concepción realidad-mundo; a continuación, reformulan sus
objetivos de acuerdo a sus necesidades más básicas; y después, se busca la manera de
hacer que esa realidad potencial se materialice en realidad empírica.
En otras palabras, implica crear una nueva realidad distinta de la realidad original en la
que se producía el conflicto, y en la que es realizable la meta-tesis “los objetivos son
incompatibles” es descartada.
34
De la imaginación moral a la resolución del conflicto
Con la finalidad de trascender las contradicciones, los estudios para la paz han tratado
de identificar las claves para resolver o transformar los conflictos. Para el siguiente paso
en la aproximación teórica, seguiremos los patrones señalados por John Paul Lederach
para la construcción de la paz, en “La imaginación moral. El arte y el alma de la
construcción de la paz” (Lederach, 2007).
A modo de prólogo y justificación previa, Lederach2 reflexiona sobre la complejidad y
la sencillez. “La complejidad emerge de la multiplicidad, interdependencia y
simultaneidad”, tres características que tiene la construcción de la paz. La tarea de
transformar o resolver conflictos se define como “el reto de construir respuestas
creativas a patrones de violencia auto perpetuables en un sistema complejo formado por
múltiples actores, con hechos que están sucediendo simultáneamente” (p. 68).
La sencillez has sido generalmente considerada como un paso que debía ir precedido de
la construcción de un mapa de la complejidad, del que posteriormente extraer las ideas
más destacadas en un resumen condenado a la insuficiencia. Por eso, Lederach propone
invertir el proceso: primero, extraer lo esencial de la observación directa de la realidad,
saltándose el paso de la complejidad, sin negarse a una versión más compleja con
posterioridad.
Con este punto de partida, Lederach enumera los cuatro pilares básicos sobre los que se
sustenta la construcción de la paz (que se desarrollarán más adelante): las relaciones, la
curiosidad paradójica, la creatividad y el riesgo. Estos cuatro factores tienen como
producto a la imaginación moral, que define como el arte de crear lo que no existe y no
es siquiera esperable. Además, la imaginación moral interacciona con la realidad, evita
reducir el mundo a dicotomías, disyuntivas forzosas, y lo recoge en toda su
complejidad.
Cabe señalar, aunque esta observación vaya más allá de los objetivos del presente
trabajo, que el propósito de la investigación de Lederach es mostrar que la imaginación
moral puede ser ejercida por cualquier persona, ya que los líderes que detentan el poder
2 Todas las citas de Lederach en este capítulo son de su obra de 2007, a no ser que se indique de otra
forma, por lo que solo se señalará la página.
35
pueden estimularla para el beneficio de toda la población, pero no es de su propiedad
exclusiva.
En primer lugar, con las relaciones (p. 69) se refiere al principio organizativo del
mundo, en que todos los elementos están conectados unos a otros por una red de
patrones, integrados en sistemas o entidades superiores. Para argumentar esta tesis se
apoya en la afirmación de Margaret Wheatley en su investigación sobre el
comportamiento organizacional: “Nada en el universo existe como una entidad aislada o
independiente. Todo asume la forma de relaciones” (Wheatley, 2002, p. 89). En los
conflictos, las relaciones humanas son al mismo tiempo el contexto, el problema y la
solución. La construcción de la paz pasa por la capacidad de imaginarse a uno mismo,
como individuo y como colectivo, en una red de relaciones, incluso con sus enemigos.
Las personas que viven en conflictos perciben la relación son sus enemigos como una
vinculación fatal. El primer impulso de los que sufren por un conflicto es cortar las
relaciones con su enemigo, ya que existe “la profunda e implícita creencia de que el
cambio deseado puede lograrse independientemente de la red de relaciones” (p. 70)
En los términos de Galtung, se puede realizar la misma explicación diciendo que no
solo el conjunto de actores conforma el sistema de actores, sino que, al mismo tiempo,
el sistema de actores modula las actitudes y los comportamientos de los actores en el
conflicto (Galtung, 1958).
Para vivir en paz, hace falta comprender que las relaciones con los demás han forjado
cómo cada uno es en la actualidad. Los comportamientos y las actitudes de los
individuos y colectivos, incluso sus objetivos, se formulan en base a las relaciones con
los demás actores. No significa que el pasado justifique cualquier decisión del presente
o del futuro; por ejemplo, el sufrimiento no legitima el ejercicio de la violencia, pero
haber sufrido represión prolongada, nos ayuda a entender el estallido de una revolución.
Por eso, la solución del conflicto no es romper toda clase de relaciones con el otro; vivir
en una sociedad implica que se es establezcan relaciones, por tanto se trata de
reconducir las relaciones, positivizarlas. “La centralidad de las relaciones aporta el
contexto y el potencial para quebrar la violencia, pues traslada a la gente a los
momentos cruciales de la imaginación moral” (p. 69).
36
En segundo lugar, Lederach señala lo que considera el motor de la imaginación moral:
la curiosidad paradójica (p. 71). Entiende por curiosidad “la atención e interrogación
constante sobre las cosas y su significado”; y por paradoja, la capacidad de reunir
“verdades aparentemente contradictorias para identificar una verdad mayor”. De la
unión de estas dos cualidades, la curiosidad paradójica explora lo que mantiene unido el
todo, las energías sociales que parecen contradecirse, con el fin de “suspender un juicio
a favor de la indagación”. Más allá de buscar un denominador común de las partes,
estudia los vínculos que existen en entre ellas.
Además, la curiosidad paradójica realiza una doble aproximación a la realidad-mundo, a
través del valor nominal y del valor emocional. Por un lado, el valor nominal presta
atención a la percepción simple y directa que las partes tienen de la realidad, como si
escuchara la versión de cada uno de los actores sobre el conflicto, recogiendo todas las
contradicciones que surgen sobre la marcha. Por otro lado, se sumerge en el valor
emocional, que son las interpretaciones de los actores, para encontrar dónde está
arraigado el significado particular de la experiencia para cada uno de ellos. (pp. 72- 73)
En tercer lugar, la imaginación moral necesita de un espacio para expresarse en forma
de acto creativo. Pese al carácter abstracto que sugieran los conceptos de moralidad e
imaginación, es precisa una acción humana tangible para que la potencialidad se
materialice en realidad empírica. (p.74). El espacio creativo es aquél donde el acto
creativo puede emerger porque hay una predisposición, una actitud favorable que cree
que los objetivos son alcanzables y accesibles, que efectivamente se puede trascender la
contradicción y resolver o transformar el conflicto. Ese espacio creativo ha de liberarse
de los fracasos pasados, así como de las expectativas y visiones futuras, para que el
presente constituya un punto de inflexión y se pueda avanzar en la construcción de la
paz (p. 75).
En cuarto y último lugar, está la voluntad de arriesgar (p. 75), esto es adentrarse en lo
desconocido sin garantías de éxito. Más allá del núcleo duro que ocupaba la realidad
empírica en el diagrama de Galtung, los límites de la realidad potencial y la irrealidad
no están establecidos. Cuando apostamos por una nueva línea de trabajo para
construcción por la paz, no está probado que vaya a funcionar; ni siquiera hay garansi
esa misma fórmula ha tenido éxito en otro contexto.
37
De la centralidad de las relaciones, el motor de la curiosidad paradójica, el acto creativo
de trascender y la asunción del riesgo de la incertidumbre, Lederach considera que se
obtienen los ingredientes necesarios para la imaginación moral. La convergencia de las
cuatro disciplinas toma forma en un proceso definido por “la voluntad de aceptar la
complejidad y no enmarcar su reto como una polarización dual, por actos de enorme
creatividad y por una voluntad de arriesgarse” (p. 76).
De nuevo en términos de Galtung (Galtung, 1958), la curiosidad paradójica se puede
entender como el motor de la trascendencia de la contradicción, que se propone
conciliar los objetivos enfrentados de los actores. Primero, explorando si los objetivos
están realmente reñidos o es solo la percepción que los actores tienen. Segundo,
estimulando a los actores para que reformulen sus objetivos de acuerdo a lo esencial de
sus necesidades e intereses.
La imaginación moral y la trascendencia de la contradicción son dos cualidades que
requieren la una de la otra y, al mismo tiempo, dos procesos que existen de forma
simultánea y se retroalimentan.
38
3.2 SOBRE LA OBJETIVIDAD, LA INTERPRETACIÓN Y LA
RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
3.2.1 DESMONTANDO LA OBJETIVIDAD
“Facts are sacred, opinions are free”: los hechos son sagrados, las opiniones son libres.
(Johnson, 1917)3.
Existe una corriente de pensamiento dentro del mundo académico que cree en una
separación de los géneros periodísticos. Para esta ideología, la noticia figura en el
extremo ideal del texto más objetivo posible, el que refleja los hechos inocuos, tal cual
suceden; mientras la columna de opinión y el editorial está en el polo opuesto, el de la
expresión de la subjetividad del que escribe. La máxima concesión a la hibridación se
materializa en el género interpretativo, que incluye la crónica, la entrevista y el
reportaje, que recogen los hechos pero admiten la adopción de un punto de vista
particular del redactor, que dota de personalidad al texto con el fin de hacerlo más
atractivo.
“El deber de separar los hechos de las opiniones presupone que las noticias
deben ofrecer ‘solo los hechos’, impolutos de ninguna subjetividad ya que los
‘hechos’ hablan por sí solos y no hay espacio para la interpretación.”
(Tuchman, 1972, pp. 660-79)
La principal objeción a esta concepción comienza con una pregunta: ¿Qué son los
hechos? La Real Academia de la lengua ofrece dos definiciones: “acción u obra” y
“cosa que sucede”. La cantidad de sucesos, acontecimientos, acciones que suceden a
diario hace de limitarse a recoger los hechos una tarea impracticable, si se pretenden
abarcar la totalidad de estos. La búsqueda de alternativas deja la decisión de qué cubrir
en manos del periodista, que ejerce de seleccionador (gatekeeper o newskeeper, en
inglés, nos aboca a una imagen del periodista como responsable de la puerta de entrada
a la redacción), de filtro que descarta y salva lo que considera susceptible de convertirse
en noticia.
3Frase pronunciada por el congresista demócrata estadounidense Hiram Johnson en 1917.
39
El criterio fundamental es que el tema sea considerado noticiable (de nuevo en inglés
con un término más ilustrativo, newsworthy, literalmente, ‘que detenta los valores
propios de una noticia’). La superación de una cadena de decisiones llevará a un hecho a
ser publicado: la elección de un enfoque, la vertiente más remarcable del asunto; la
selección de las fuentes, documentales y personales, que han de proveer de contenido y
articular la estructura de la pieza; la ubicación del producto periodístico en el conjunto
de la publicación o en el noticiario, según la importancia y el bloque temático al que
pertenezca, la importancia.
La finitud del espacio y el tiempo que pueden ocupar los medios de comunicación, se
mida en páginas o minutos, exige que una subjetividad escoja qué entra y qué se queda
fuera. Además, la linealidad del espacio y el tiempo implica una disposición secuencial
de las piezas – texto, audio o video – que deben ir una tras otra, es decir, como no
podemos leer, ver ni escuchar más de un elemento a la vez, nos tienen que guiar y decir
a qué atender primero, en orden de importancia. Cada vez que el periodista o consejo de
redacción selecciona y jerarquiza unos hechos, lo hace en detrimento de otros hechos,
despojándolos así de la categoría de sagrados, ya que son ignorados.
Pese a todo lo anteriormente expuesto sobre los géneros periodísticos, es cierto que
existen diferentes tipologías de textos (de piezas periodísticas, en general,
independientemente del soporte), y que existe una clase de textos periodísticos en los
que, aparentemente, el periodista se mantiene al margen. Pero la diferencia de estos
respecto a los demás radica justamente en esa apariencia, en si la interpretación
inherente al desempeño del periodismo se muestra abiertamente o si por el contrario, se
mantiene oculta.
En este tipo de textos, que se agrupan bajo la categoría de “género seco” (Bastenier,
2001), el periodista articula las voces de sus fuentes, aporta datos, estadísticas, recuerda
acontecimientos del pasado para ofrecer contexto. Todo para dar la sensación de que
esos hechos hablan por sí solos. Pero se trata solo de una sensación. La construcción del
relato sugiere, por ejemplo, relaciones de causalidad entre los diferentes elementos, que
transmiten un esquema de comprensión en concreto, en lugar de cualquier otro. Por
tanto, el periodista sí participa de las historias que explica.
40
Algunas versiones descafeinadas de la objetividad han tratado de redefinir el concepto.
“La objetividad no es un estado, es un objetivo, un proceso”, opina el editor diplomático
de Reuters, Paul Taylor (Lynch, 2002). Al trabajar para una agencia internacional de
noticias, dice sentir mayor presión por intentar ser objetivo que en el resto de medios de
comunicación, y pone como ejemplo el constante debate lingüístico de las redacciones
para definir a los bandos que participan de un conflicto, si son nacionalistas o
separatistas (Lynch, 2002). Una de las técnicas más extendidas para acercarse a la
objetividad es la suma de voces de los diferentes bandos. Pero, la percepción de la
realidad-mundo de las partes, de acuerdo con la formulación de sendos objetivos,
tienden contradecirse. Si el periodista se limita a recoger declaraciones, la información
que elabore no será muy esclarecedora para el receptor. La opinión del editor de Reuters
es fácilmente rebatida por el argumento – muchas veces repetido – de que la suma de
subjetividades no da por resultado la objetividad.
La pretensión de objetividad se puede entender como reacción a las coberturas
partidistas de los conflictos, que aún encontramos en nuestros días. Durante la guerra de
las Malvinas, Margaret Thatcher, pedía a los medios británicos el apoyo patriótico a las
tropas de su país (Thatcher, 1993); durante de la guerra de Irak en 2003, cuando Estados
Unidos ya veía que no iba a lograr apoyo de la OTAN, algunos medios preparaban a la
opinión pública para ir en solitario o con coaliciones reducidas.
Ambos casos son intentos de instrumentalizar los medios de comunicación para
legitimar la opción bélica y exacerbar los ánimos patrióticos. Ante esta deformación del
ejercicio periodístico, la apelación a la objetividad aparecía como la opción deseable,
pero lejos de ser una solución, puede servir para ocultar las mismas intenciones y
agravar la manipulación informativa.
Por eso, la objetividad y la sacralización de los hechos constituyen una utopía. El
peligro no es solo la simplificación de los esquemas, sino también el potencial de un
escudo tras el cual el periodista tiene carta blanca para construir un relato que sea
presentado como la verdad incuestionable. En cambio, asumir el carácter interpretativo
de todo texto es un punto de partida en el que tendrá cabida un debate enriquecido,
sobre cuál es el margen de maniobra del ejercicio periodístico y con qué finalidad ha de
aprovechar la flexibilidad de su tarea para ofrecer una visión u otra del mundo.
41
3.2.2 ASUMIR RESPONSABILIDADES. LA PARÁBOLA DE LA BOTELLA DE PLÁSTICO
¿Cuál es el papel del periodista en las historias que cuenta? Y cuando el tema que cubre
es un conflicto, ¿qué responsabilidad ha de asumir para con aquello el que escribe?
Lynch se sirve de una parábola para reflexionar sobre esta cuestión (pp.28-29).
Un fabricante de botellas de plástico se encarga, por definición, de la fabricación del
envase. Una vez ha salido por la puerta de la fábrica, considera que ha cumplido su
cometido. A más estirar, cuando alguien ha bebido el contenido y la razón de ser del
continente se ha extinguido, se desentiende de lo que pueda suceder con la botella.
Este, por supuesto, no es un punto de vista universalmente aceptado, pero es el que un
sector de la industria defiende. Se pueden hacer objeciones desde la responsabilidad
social, ambiental y ética. Si los residuos que genera la botella deben incinerarse, llevarse
a un vertedero, si pueden reciclarse o si se está perdiendo la oportunidad de reutilizar el
envase son opciones que se desprenden de las decisiones tomadas por el fabricante.
En su origen, esta reflexión se planteaba si el coste económico que va a suponer
restaurar el orden medioambiental debe ser asumido por el causante de los daños. El uso
de productos biodegradables a menudo es más costoso que el de los materiales
derivados del petróleo, de manera que el fabricante está causando un perjuicio a la
sociedad, mientras obtiene lucro de ello, no solo por la venta del producto, también por
el ahorro en el proceso de producción. Para equilibrar la balanza, parece justo que el
fabricante asuma la responsabilidad económica para preservar el medioambiente, si no
es en la prevención, en la reparación, mediante, por ejemplo, un impuesto.
La parábola, que nace en economía para explicar las llamadas externalidades y el valor
económico de las decisiones que se toman, se puede aplicar también al ejercicio del
periodismo y los efectos que se desprenden de los artículos publicados. El periodista no
es un mero observador del mundo, sino que participa de lo que sucede de una manera
particularmente significativa en comparación a un ciudadano corriente, debido a su
capacidad de influencia sobre la población.
Ante el ejemplo anterior, la pregunta que Lynch se formula es: “¿Pueden los periodistas
también – cuando escogen un tema, reportean, lo editan, lo producen – asumir
responsabilidades por las consecuencias potenciales de su periodismo”?
42
3.2.3 LA TEORÍA DEL FEEDBACK LOOP. DE CÍRCULO VICIOSO A CÍRCULO VIRTUOSO
“Los periodistas son responsables de influenciar el comportamiento futuro de las partes
en un conflicto”. Es la tesis de Lynch, que apoya en el argumento de que “cada vez que
un periodista reportea, añade otro estrato a la comprensión colectiva de cómo los
reporteros deberán reportear acontecimientos similares en el futuro”. Esto es lo que
defiende, en síntesis, la teoría del feedback loop, es decir, del bucle que se retroalimenta
(traducción aproximada).
Así, el periodista o el producto periodístico no solo influye en primera instancia en la
sociedad, sino que influye también en los otros periodistas, actuales y venideros. Las
dos vertientes de influencia convergen en una misma consecuencia: en los marcos de
comprensión de la realidad y en las expectativas de cómo se ha de explicar cada tipo de
acontecimiento.
La teoría del feedback loop sostiene que más allá de la influencia directa que los medios
de comunicación pueden tener en la opinión pública, la influencia más persistente es a
largo plazo, la que establece los marcos de comprensión sobre cómo se hace la
cobertura de un conflicto.
Los actores adecuan sus acciones comunicativas a lo que saben que el periodista
considera relevante: le ofrecen la oportunidad de acceder al terreno, de entrevistarse con
los líderes o le señalan datos. A su turno, los espectadores tienen unas determinadas
expectativas sobre la información que encontrarán sobre los conflictos al encender el
televisor, coger un periódico o poner la radio: básicamente, violencia y sufrimiento. Así,
los actores ofrecen al público lo que espera ver, a través de los medios de comunicación.
Con su cobertura, cada periodista sienta – o refuerza – las bases del periodismo de
conflictos. Es una modelación constante y acumulativa que perpetúa un esquema de
cobertura, que se hace cada vez más difícil de romper para las generaciones venideras.
Esperar que el paso del conflicto por las manos del periodista sea inocuo, no aporte, ni
modifique, solo que transmita exactamente la realidad, no es una concepción ambiciosa
sino irreal; cierra los ojos a lo que se puede conseguir si afrontamos las condiciones
reales. Las conclusiones que Lynch extrae son, primero, que los esquemas de la
cobertura de conflictos que se basan en la objetividad, en lugar de hacer al periodista
43
más ambicioso en su aproximación a la realidad, bloquea la posibilidad de afrontar su
tarea con implicación y compromiso. Segundo, el periodista, cuando reportea y produce
su pieza, tiene una responsabilidad también sobre las consecuencias que se
desencadenen con posterioridad, no solo las inmediatas. Por eso, puede y debe
aprovechar su momento para hacer aportaciones que vayan más allá de sumarse a la
dinámica de la perpetuación de los esquemas de cobertura de las guerras. Por ejemplo, y
de regreso a la propuesta de Galtung, cada cobertura es una oportunidad para explorar el
periodismo de paz, en el que se profundizará a continuación.
44
3.3 PERIODISMO DE GUERRA Y PERIODISMO DE PAZ
3.3.1 PERIODISMO DE GUERRA
3.3.1.1 Por qué existe el periodismo de guerra
Las guerras del siglo XX y XXI han dejado patente la importancia de los medios de
comunicación para los bandos enfrentados. La guerra, entendida como “la batalla de las
mentes y los corazones”, ha hecho que los actores acudan a los medios de comunicación
para apelar por igual a la razón y a la emoción de la población, con la intención de
demostrar la necesidad de la guerra, de mantener el apoyo, enaltecer los ánimos y
sortear las críticas, lo que ha conducido a “la guerra de la propaganda” (Cottle, 2006,
p.74).
La seguridad nacional ha sido la justificación más esgrimida por los gobiernos para
controlar el acceso de los periodistas a determinadas zonas, documentos, personas, lo
que se ha traducido en censura. Ante el argumento de que la publicación de ciertas
informaciones podría cobrarse vidas, hay que tener en cuenta que cuando un actor dicen
preocuparse por las vidas, se refiere solo a las de su bando, por lo que, a menudo, es
precisamente la censura lo que mata, y no la revelación de información.
La cobertura de los conflictos ha experimentado una evolución notable en los últimos
años desde el en el aspecto técnico, que permite a día de hoy hacer retransmisiones en
tiempo real. Por el contrario, el contenido transmitido no ha variado tanto: los actores
más poderosos, como estados o ejércitos, tienen reservado más espacio y se atribuye
mayor legitimidad a su mensaje (Carruthers, 2000).
Si un medio de comunicación critica frontalmente al poder político o cuestiona las
versiones oficiales, puede ver cómo se pone en peligro la continuidad de su cobertura.
El desafío le puede suponer una restricción de acceso a determinadas zonas, la exclusión
de información privilegiada, que se emprendan acciones legales o judiciales en su
contra, y en el caso de que dependa de subvencione s o de una licencia del estado para
operar, puede perderlas (Herman, Chomsky 1988).
Otro fenómeno que se produce en los conflictos es el de la esfera de consenso (Hallin,
1986). La diversidad de opiniones que las élites políticas o económicas tengan sobre los
45
temas que se debaten en la esfera pública obliga a los medios de comunicación a
recoger diferentes puntos de vista en sus textos. Sin embargo, hay una serie de
acontecimientos y objetos respecto a los que se ha llegado al acuerdo tácito de que no
cabe controversia alguna. Así, las élites no discrepan y los medios de comunicación se
ven aliviados de la necesidad de contrastar opiniones, y se traslada por ende ese
consenso a la sociedad en general.
Es el caso, por ejemplo, del terrorismo en occidente. Todos estamos de acuerdo en que
el terrorismo es un acto bárbaro contra unos inocentes. El problema es que bajo el
escudo de las condolencias y las condenas de los discursos políticos, pocos indagan en
por qué ha sucedido, cuáles son los orígenes y las causas, si el país que ha sufrido el
atentado ha ejercido alguna clase de violencia con el colectivo que ha cometido el
ataque.
Las rutinas de producción heredadas y la comodidad han perpetuado una forma de
cubrir conflictos que resulta insuficiente. Por ejemplo, la creencia de que las fuentes
oficiales están más legitimadas que las no oficiales hace que el periodista considere
suficiente elaborar su información a partir de los comunicados de prensa o de
declaraciones cruzadas de los portavoces de las partes. Los actores se han adaptado a
esta creencia, por eso aparecen propuestas como los briefings para la prensa que
organizan diariamente los ejércitos en guerras como la de Irak, donde ofrecían los datos
ya procesados, detallaban estrategias militares siempre descritas como planes
perfectamente trazados para alcanzar al enemigo y revestidas de un halo de exclusividad
para atraer a los medios de comunicación. Así, la tarea periodística se vuelve más
sencilla, ya que se ahorra tener que ir a reportear, e incluso puede evitarse el
desplazamiento al lugar. Pero, de esta manera, se agravan los conflictos desiguales
donde una de las partes es el estado, ya que minimiza la voz del otro (Hall, S., Critcher,
C., Jefferson, 1978).
Además, dar protagonismo al ejército confiere al texto un punto de vista militar desde
el momento en el que se apropia de la lógica de enfrentamiento que se centra en la
violencia, hace un seguimiento del avance de posición y quién domina la guerra. Bajo
este prisma, se alteran los estándares de noticiabilidad y, mientras se destacan detalles
militares de poca relevancia, mientras pueden descartar acontecimientos relevantes pero
que quedan fuera del esquema. Cabe puntualizar que esta perspectiva no se adquiere
46
necesariamente con un empotramiento – cuando el periodista acompaña al ejército – ya
que se puede estar empotrado y permanecer independiente; y viceversa, se puede no
estar empotrado y adoptar una lógica militar.
En síntesis, a pesar de la evolución tecnológica y también por causa de ella, el
periodismo sigue estancado en una forma de cobertura que aún tiene reparos para
criticar el poder, político y económico, que ha generado una esfera de consenso que
disuade las controversias. Además, la herencia de rutinas de producción, avaladas por
mera tradición de generaciones, y mantenidas por la simplificación de las tareas poco
indagatorias, trasladan a los textos periodísticos una punto de vista militar que perpetúa
los conflictos en lugar de abordar vías de transformación o resolución de los mismos.
3.3.1.2 La cobertura de conflictos desde la perspectiva de guerra
A continuación se hace una relación de los principios por los que se rige el periodismo
de guerra, según Galtung lo define, y se desarrollarán cada una de las características.
El periodismo de guerra es aquél que se focaliza en el terreno del conflicto entendido
como las trincheras y en el enfrentamiento de los bandos. Solo hay dos posibilidades,
ganar o perder, y como ambos quieren la victoria, lucharán por sus objetivos hasta el
final, incluso si este es la muerte, ya que nadie va a la guerra a perder. Se trata de un
juego de suma cero: uno solo suma si el otro resta, el beneficio de uno ha de ir
necesariamente en detrimento del otro.
El espacio y el tiempo son cerrados, concretos al lugar y el momento de la batalla. Las
causas también son claras y se encuentran allí mismo, no hay que remontarse mucho
para encontrarlas, solo averiguar quién tiró la primera piedra, quién disparó primero o
lanzó la primera bomba. Las consecuencias son las que se ven, materiales y humanas:
destrucción, sufrimiento, muerte. Tampoco hay que ir más allá del terreno del conflicto
para encontrar las salidas – que no tienen porqué ser soluciones, sino que la parte que
tiene la razón, gane.
Los medios de comunicación han de tomar partido por el ejército de su país siempre que
este participe en una guerra. El nacionalismo y el patriotismo pasan por encima de las
demás funciones del periodismo. Los soldados son héroes, protagonistas de historias de
interés humano, su esfuerzo, superación, lucha y gloria – en el mejor de los casos –
47
brindan la oportunidad de ensalzar los ánimos y proseguir en la lucha. Se distingue entre
‘los nuestros/ nosotros/ nuestros hombres’ y ‘ellos/ los otros/ el enemigo’, cuya
manifestación extrema es la propaganda.
La seguridad nacional y los secretos de estado son un bien superior inviolable, por eso
hay que limitarse a la información que los ejércitos y sus gobiernos faciliten. Como
mucho, se mencionará que existen esos secretos, sin intención de desvelarlos, solo para
reafirmar su existencia, imprescindible garantía para la eficacia de ‘nuestro’ ejército, y
para atemorizar al enemigo.
En ocasiones, además de callar la información que se tiene, se deberá contar como
verdad lo que se sabe que es mentira, siempre para proteger los intereses nacionales
(caso extremo de propaganda). Si se detecta una verdad encubierta en el discurso del
oponente, hay que desmontarla y dejarlo en evidencia.
Al enemigo, se le deshumanizará. Cuanto más destructivas las armas que usa, más
malvado, cruel y despiadado; su violencia es indiscriminada e injustificada, atenta
contra inocentes, ha de ser batido con urgencia, es peligroso y el culpable último y
único de la guerra. Los ‘nuestros’, en cambio, albergan nobles sentimientos, tienen
familias y lo arriesgan todo para defender a su país – no para atacar al otro, que es una
mera consecuencia de la autodefensa. Ellos, el enemigo, son el problema. Si no hicieran
lo que hacen – si no reclamaran, reivindicaran, dijeran, lucharan, mataran, etc. – y
dejaran a nuestro ejército hacer lo que debe, no habría guerra.
El periodista ha de estar atento a lo que sucede ‘sobre el terreno’, y en cuanto estalla la
batalla, su reacción ha de ser inmediata, pero no hace falta que se adelante a ese
momento. Narra, con todo el detalle que su publicación le permita, el cruce de ofensivas
y las consecuencias más inmediatas: muertos, heridos, pérdidas materiales.
En cuanto a actores a tener en cuenta, se limita a las élites. Los bandos necesitan un
líder o portavoz – masculino singular, en la mayoría de casos – un cargo militar o un
político con nombre completo a quien acudir en busca de declaraciones, de
posicionamiento, o a quién acusar. En caso de que haya que cubrir negociaciones de
paz, se focalizará en las reuniones de la alta diplomacia, que tenga entidad estatal o
institucional.
48
El final de la guerra llegará con la victoria y el alto al fuego. Las iniciativas de paz se
deben supeditar a salir victoriosos, y hay que disimular hasta que llegue el momento de
la firma de los tratados. La marcha de las tropas está justificada porque deben acudir a
otra guerra, pero se mantendrán vigilantes y regresarán al terreno si se las circunstancias
lo vuelve a requerir.
3.3.1.3 Consecuencias del ejercicio del periodismo de guerra
De acuerdo con las características expuestas, el resultado del ejercicio del periodismo de
guerra es una narración superficial en la que prevalece la violencia. Aparecen los
síntomas del conflicto, pero no sus causas y sus orígenes, para los que habría que
remontarse más en el tiempo; sus efectos visibles, la crónica del intercambio de
bombardeos o disparos, en lugar de analizar sus consecuencias.
Los actores del conflicto son reflejados bajo prejuicios y tópicos, que reproducen
estereotipos, y atribuyen a un bando la etiqueta de bueno y al otro la de malo, o
disgregan entre víctimas y verdugos. El que ha cometido una mala acción queda para
siempre encasillado en el papel de traidor, asesino o ladrón, lo que dificulta o
imposibilita la recuperación y reinserción social, una condición para la reconciliación.
Además, señalar a un único culpable implica una demonización, lo que agrava lógicas
de odio y marginación, por motivo de raza, etnia, religión o clase social. Al
deshumanizar un bando o persona, todo lo que se haga en su contra, incluso matarlo,
pasa a estar justificado. El enemigo es el problema, y acabar con él pondrá fin a la
guerra. La descripción de las actitudes mentales de los actores influye en la percepción
que tienen los unos de los otros y, en consecuencia, en su futuro comportamiento en sus
relaciones.
A pesar de que el periodista se desplace sobre el terreno, y aunque hable con los
protagonistas del conflicto, incluso si es crítico con lo que le cuentan, mientras se
mantenga en los esquemas del periodismo de guerra, seguirá la lógica del
enfrentamiento si no va más allá, si asume el aquí y ahora como único marco espacio-
temporal.
Todo ello configura un marco simplificado en exceso y erróneo en concepto, sobre
cómo es el conflicto en particular y la sociedad en la que vivimos, en general. El
49
periodismo de guerra contribuye a la guerra, en la medida en que se centra en ella y no
la trasciende. Sin los mecanismos de la conflictología para describir el conflicto, no hay
región de aceptabilidad en el periodismo de guerra, no hay reconciliación ni salidas para
emprender un proceso de transformación o resolución del conflicto.
50
3.3.2 PERIODISMO DE PAZ
3.3.2.1 Primeras correcciones al periodismo de guerra
Not only do the media have this perverse fascination with war and violence; they
also neglect the peace forces at work. Of course, some of this is the result of
governmentalism, the fascination with power in addition to violence. How about
some fascination with peace? And with people? How about giving them more
voice?
As the media work, they amplify the sound of guns rather than muting them. Is
this because we have the media we deserve? Hardly. It is more because the
people who run them are badly trained, looking only upward in society,
registering the sudden and the negative, not the patient, long-term work of
thousands, millions of citizens.
(Galtung 1993: xi)
El término de “periodismo de paz” fue acuñado en la década de 1970 por Johan
Galtung, profesor de estudios de paz y director de ‘Trascend’, la red de trabajo de paz y
desarrollo. Galtung observó similitudes entre el periodismo de guerra y el periodismo
deportivo, ya que ambos se regían por un principio de ‘suma cero’, donde ganar lo es
todo para los dos bandos, pero la victoria solo es posible para uno.
Su propuesta fue que el periodismo de conflictos adoptara rasgos del periodismo de
salud, donde a pesar de que se hable sobre enfermedades, no se enfatiza la probabilidad
de muerte como victoria o derrota del paciente. En cambio, sí se puede hacer una
explicación detallada de la enfermedad, sus causas, la capacidad de prevención y los
posibles remedios.
El motivo por el que el periodismo de salud se desarrolla según estas pautas es, en
primera instancia, por respeto al paciente que es sujeto de la información. Pero también
porque no habría ningún beneficio para nadie en que se hablara de su inminente muerte,
aunque ese fuera el caso. En cambio, resaltar la investigación médica, los avances de los
últimos años, el aumento de expectativas de vida, constituye un ejercicio de divulgación
científica. Además, desde el punto de vista del interés general, abordar las causas y la
51
prevención de la enfermedad mediante la adopción de determinados estilos de vida –
adquisición de hábitos saludables, en relación con la dieta, el ejercicio físico, por
ejemplo – son información de interés general para el conjunto de la sociedad. Es
información con un enfoque positivo, en el sentido que no va en detrimento del honor ni
de la intimidad de nadie, y no agrede al receptor sino que le aporta un valor añadido.
Si extrapolamos el modelo de periodismo de salud al periodismo sobre conflictos, tal y
como decía Galtung, en lugar de insistir en la muerte, el sufrimiento y la destrucción, el
foco se desplaza hacia las alternativas de paz que se plantean. Pero antes de
profundizar en lo que es el periodismo de paz, vale la pena aclarar qué no es el
periodismo de paz.
El periodismo de paz no silencia el sonido de los disparos, no pretende negar la
evidencia, ni mirar para otro lado mientras se lanzan bombas, porque eso solo daría
impunidad a los que hacen la guerra. No trata de infundir en los desesperanzados vanas
esperanzas idealistas, no son paños calientes, ni consuelo, ni piedad, ni caridad.
Tampoco persigue una utopía, no lo simplifica todo para ver el lado positivo y obvia lo
desagradable, ni se propone restablecer el orden del mundo por sí solo, con palabras
certeras. El periodismo de paz es, ante todo, realista: asume el conflicto y, entonces, va
un paso más allá (Cottle, 2006).
El periodismo de paz nace como un correctivo al periodismo que tradicionalmente se
desempeña en los conflictos. Se opone a lo establecido como valores- noticia y a la
agenda- setting de las élites. Promueve la responsabilidad social, el desarrollo
económico, la participación política y la democracia cultural. Por eso, está muy
vinculado a otras propuestas que se han dado en llamar ‘periodismo correctivo’,
‘periodismo de desarrollo’, ‘periodismo público’ y ‘periodismo alternativo’, muchos de
los cuales han encontrado en internet un lugar en el que desarrollarse (Cottle, 2006).
3.3.2.2 La cobertura de conflictos desde la perspectiva de paz
A continuación se hace una relación de los principios por los que se rige el periodismo
de paz, según Galtung, de la misma manera que se ha hecho anteriormente con el
periodismo de guerra. Para que quede definido con claridad qué es y qué no es el
52
periodismo de paz, en cada punto se especificará el correctivo que aplica la alternativa
propuesta con respecto al periodismo de guerra y se marcará el umbral que no cruza.
En primer lugar, el periodismo de paz no se limita a explicar lo que se ve en una guerra
a primera vista, sino explora la formación del conflicto: las partes que se distinguen,
que habitualmente son más de dos, los objetivos de cada una de ellas, sus necesidades,
preocupaciones y demandas. Toma una orientación win win (ganar- ganar), es decir, en
la eventual resolución del conflicto, nadie pierde, todas las partes ganan algo.
El periodismo de paz se desarrolla en un lugar y un tiempo abiertos: más allá del
territorio concreto en el que se libra la guerra, los orígenes del conflicto pueden
remontarse a litigios históricos, culturales o sociales, y en las causas del conflicto, que
son los desencadenantes más inmediatos. Además contempla las tres clases de
violencia: la violencia directa, la visible, física y verbal, que se concreta en actos y
comportamientos; violencia cultural, que se ejerce en dentro de un marco legitimador;
violencia estructural, la negación de las satisfacciones y necesidades, la peor de las tres
(Galtung, 2003). Identificar y explicar las tres clases de violencia y acabar con todas
ellas es necesario para que la paz sea una realidad.
Lo mismo sucede en cuanto a las consecuencias. Más allá de los efectos visibles
(muertos, heridos, daños materiales), el periodista indaga en las repercusiones que el
conflicto tiene para los pueblos, como el número de desplazados, el desabastecimiento,
la falta de recursos básicos, la malnutrición, así como los efectos intangibles, como
traumas, gloria, secuelas emocionales, afectivas, daños morales, estructurales o
culturales.
Los conflictos han de ser transparentes, en contraposición a la propaganda de guerra y
a los secretos de estado, ya que cuando se oculta qué armas o qué planes tiene uno de
los bandos, da lugar a que el otro haga las suposiciones peores que las reales.
El periodismo de paz da voz a la mayoría de los actores para que expliquen sus
objetivos, sus tesis sobre la realidad- mundo. No trata de legitimar el uso de la violencia
ni el conflicto, solo permite a las partes que expongan su perspectiva, cómo se sienten,
cómo razonan. El objetivo es humanizar a todos los actores, más cuánto peores sean
53
sus armas, hasta conseguir que se identifiquen como iguales, como personas que
persiguen sus anhelos, despertar la empatía, la comprensión mutua.
Así, se consigue una visión amplia sobre el conflicto y su formación. El paso adelante
que hace el periodista de paz respecto al periodista de guerra es un ensanchamiento de
perspectiva: no solo ve a un actor y sus objetivos, los ve a todos con sendos objetivos.
Pero aún más, el periodista de paz considera el sistema de actores y el sistema de
objetivos al completo, que con todas sus interacciones y relaciones, actuales e
históricas, tejen el sistema de acción del conflicto.
Con una actitud proactiva, si en vez de esperar a que el conflicto estalle, presta
atención al tejido social, detectará inconformismo, la formación de movimientos
reivindicativos, y se podrá familiarizar con la zona, documentarse sobre los
antecedentes históricos e ir tomando el pulso a los otros actores para anticiparse.
De la misma manera, con una actitud preventiva, mediante el trabajo regular con
colectivos vulnerables o marginados, para darles voz y estrechar la brecha que los
separa del resto de la sociedad, daría un toque de atención a los supuestos opresores, y
alertaría a los que tienen el poder de intervenir para solucionar la situación (Naciones
Unidas, Guía para los periodistas que cubren la reducción del riesgo de desastres, 2011).
La clave del periodismo de paz es que ve el conflicto como el problema, en lugar de
conformarse con acusar a una de las partes como el problema. A partir de ahí, la
resolución o transformación del conflicto es viable: si se trata de la incompatibilidad – o
percepción de incompatibilidad – de los objetivos, la mediación tiene cabida.
3.3.2.3 Críticas al periodismo de paz y contraargumentos
Una de las objeciones que se hace, en términos prácticos, al periodismo de paz es la
falta de tiempo, espacio y dinero en los medios de comunicación para poner en práctica
todos los preceptos antes desarrollados. Tiempo, porque preparar y elaborar material
periodístico de calidad es más laborioso que generar noticias rápidas y breves; espacio,
por los minutos o páginas que requiere publicar un material extenso; dinero, porque
tener a una persona desplazada en el lugar del conflicto es un gasto extra para la
empresa.
54
Si los medios de comunicación son reticentes a invertir tiempo, espacio y dinero es
porque no consideran los conflictos suficientemente importantes como para que lo
justifiquen. Se suma el agravante de que la mayoría de guerras de nuestro siglo no se
libran en Europa ni en Norteamérica, de donde son los grupos mediáticos más fuertes,
que además adolecen de etnocentrismo de Occidente. Sin embargo, sí se dedica tiempo,
espacio y dinero a coberturas que responden a las características de periodismo de
guerra. Se trata simplemente de cambiar el enfoque, de reconducir los esfuerzos para
contribuir a su entendimiento de puertas afuera, y contribuir a su resolución de puertas
adentro (Lynch, 2002).
Se dice también que la paz no es noticia, ya que si todo va bien, no hay nada novedoso y
destacable. Esta creencia es herencia de unos valores noticia del pasado, cuya
reformulación se plantea como una necesidad, con el periodismo de paz como
horizonte.
Además, cabe aclarar que, como se ha visto en el punto anterior, el periodismo de paz
va más allá de informar sobre los procesos de paz. Se trata de replantear qué es conflicto
y liberarlo de connotaciones necesariamente negativas para hablar de ello abiertamente,
sin demonizaciones, ni estereotipos, abriendo la puerta al diálogo, incluso al perdón,
considerarlo una oportunidad para construir la paz.
Como resultado del periodismo de paz de Galtung, la cobertura del conflicto cumple
con los elementos que, según Lederach, son necesarios para la transformación o
resolución del conflicto: las relaciones, con el sistema de actores y sistema de objetivos;
la curiosidad paradójica, con la exploración de las aparentes contradicciones; la
creatividad, con la visibilización de nuevos elementos en el esquema del conflicto
multiplica las posibles salidas; y el riesgo, tanto en el ejercicio del periodismo como en
la exploración del conflicto. Estos cuatro factores dan lugar a la imaginación moral,
componente que activa el proceso de transformación o resolución del conflicto.
En síntesis, la cobertura de un conflicto desde el conocimiento de la conflictología,
además de aportar un valor añadido a la transformación o resolución del conflicto, da
lugar a piezas periodísticas de mayor compromiso, calidad e interés, ya que cuando se
comprende la complejidad, el conflicto genera interés en los lectores o espectadores, en
el receptor del mensaje periodístico, la sociedad (Lynch, 2002).
55
4. LA PERSPECTIVA DE LA MEDIACIÓN
4.1 LA CONCEPCIÓN DE VICENÇ FISAS SOBRE LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN EN CONFLICTOS
FILOSOFÍA SOBRE LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Importancia de los medios de
comunicación en conflictos
“Siempre han jugado un papel muy importante,
porque en un proceso de paz hay temas delicados
[las víctimas, cómo se hace el desarme, la agenda
de negociación, que pueden ser muy
transformadores a nivel estructural, si habrá
mediadores o prensa].
Definición de periodismo de paz “Dar más visibilidad a las iniciativas de
aproximación de las partes, resaltar los acuerdos
que son un beneficio para el país, que son un
cambio político económico y social; dar
visibilidad a los actores de paz, organizaciones
internacionales gubernamentales y no
gubernamentales (ONG), entidades que hacen
propuestas que dan voz a experiencias locales”.
Valoración del periodismo de paz
en el contexto actual
“El papel óptimo de los medios y periodistas es el
periodismo de paz”
Crítica al periodismo de paz X
Propuesta alternativa X
Vicenç Fisas es consciente de la influencia de los medios de comunicación en los
conflictos y los procesos de paz. La resolución de conflictos tiene una gran importancia
y por tanto es noticiable, no solo a escala nacional del país en el que se desarrolla, sino
también a escala internacional. Además, los conflictos tienen impacto en diversas áreas,
todas ellas delicadas y que en función de cómo se traten tendrán diferente impacto,
positivo o negativo.
Por eso, Fisas defiende el periodismo de paz como la versión óptima del periodismo
para la cobertura de conflictos y procesos de paz. Su definición de periodismo de paz
coincide exactamente con la de Galtung: identificar la complejidad del conflicto, todas
sus parte, con sus objetivos, necesidades e intereses, dar visibilidad a las iniciativas de
paz, desde los estratos sociales, no solo las élites políticas y diplomáticas y resaltando
experiencias locales e individuales. Más adelante añadirá matices.
56
Parte I. Periodismo orientado a la guerra y la violencia Vs. Orientado al conflicto y
a la paz
PERIODISMO DE
GUERRA.
Orientado a la guerra y
la violencia
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado al conflicto
y a la paz
Se centra en el terreno
del conflicto, 2 partes y 1
único objetivo.
Orientación de suma
cero.
‘Práctica habitual en los
conflictos. Ej. Colombia: el
presidente es propietario de
un diario y la guerrilla
especializa su estrategia de
comunicación en revistas y
páginas web’.
Explorar la formación
del conflicto, x partes, y
objetivos, z asuntos.
Orientación win- win
(ganar-ganar)
‘[En un proceso de paz]
ninguna de las partes ha de
sentir que pierde la dignidad,
hay que procurar que el otro
quede bien parado”.
Espacio y tiempo
cerrados; causas y salidas
en el mismo terreno;
quién tira la primera
piedra.
‘La simplificación de las
actitudes de las partes lleva a
una construcción errónea de
la realidad por parte de los
medios’.
Espacio y tiempo
abiertos, causas y
consecuencias en
cualquier lugar,
también en la historia y
la cultura
“Discutir las necesidades, por
qué quieres una cosa, más
allá de qué quieres”.
‘La exploración histórica del
origen del conflicto nos
ayuda a entender las
motivaciones de cada parte, y
muestra que, habitualmente,
ambas partes han cometido
errores o abusos’
La guerra es opaca,
mantiene los secretos
“Los rumores no favorecen”.
Hacer el conflicto
transparente
‘Es mejor que haya mucha
reserva para proteger las
negociaciones de paz, es una
57
irresponsabilidad hacer
pública la agenda de
negociaciones’.
Periodismo basado en
“nosotros- ellos”,
propaganda, voz para
“nosotros”
‘Práctica habitual en la
cobertura de conflictos. Ej.
Colombia (guerrilla y
gobierno, en el pasado)’.
Sahara: “Los medios son
incondicionales del rey, hay
mucha censura. Nadie se
atreve a tener una opinión
favorable a los saharauis, te
cierran el periódico y vas a la
prisión”.
Dar voz a todas las
partes, empatía
comprensión
‘Es un drama que un pueblo
no tenga voz. Si no se pueden
expresar, no hay pluralidad y
el otro bando gana ventaja.’
‘Cuando el pueblo sin voz
busca medios alternativos,
reproduce el esquema
nosotros-ellos del periodismo
de guerra’.
Ver a “ellos” como el
problema, se centra en
quién domina la guerra
“Es terrible que los dos digan
que toda la culpa era del
otro”, por eso no hay que
forzar comparecencias
continuas a los medios
durante las negociaciones.
Ver el conflicto/ guerra
como el problema (no
al enemigo), focalizarse
en la creatividad para
resolver el conflicto
“No se trata de que los
medios planteen las
propuestas, sino que den voz
a gente que tiene propuestas.”
Dehumanización de
“ellos”; más cuanto
peores sean sus armas
‘La demonización del
enemigo dificulta que el
proceso de resolución del
conflicto se cierre bien’
Humanización de todas
las partes, más cuanto
peores sean las armas
X
Reactividad: esperar a ‘Los periodistas a nivel
58
que estalle la violencia
antes de reportear
individual pueden ser muy
proactivos, pero estiran hasta
donde les deja el medio de
comunicación, como
empresa’
Proactividad:
prevención antes de que
la violencia/ guerra
estalle
‘La cobertura de experiencias
como las familias españolas
que acogen niños de campos
de refugiados da visibilidad al
conflicto y de forma positiva’
Pero, “la solidaridad no
desencalla las
negociaciones”.
Se centra solo en los
efectos visibles de la
violencia (asesinados,
heridos y daños
materiales).
X
Se centra en los efectos
invisibles de la
violencia (trauma y
gloria, daños
estructurales/culturales)
‘Los procesos de paz plantean
cambios estructurales para la
resolución del conflicto
(política agraria, reformas
políticas estructurales
importantes, si se hará una
nueva constitución o no, etc)
que merecen ser explicados’
Fisas reconoce en las coberturas mediáticas de los conflictos características del
periodismo de guerra, que simplifican en exceso el conflicto, dan voz solo al bando con
el que simpatizan, demonizan una de las partes, señalan al otro como el problema, se
activan como respuesta a la violencia y se centran en los efectos visibles.
En concreto, la negación de voz a una de las partes, como en el Sáhara, agrava el
conflicto, aleja la solución ya que los deja sin visibilidad y contribuye a la
preponderancia de la otra parte. Además, produce un efecto boomerang o efecto rebote;
para suplir las carencias de los medios con respecto a una parte, esta parte funda sus
propios canales de comunicación alternativos, que solo les dan voz a ellos, y acaban por
reproducir el mismo esquema de periodismo de guerra a la inversa.
59
De la misma manera, dar voz a todos contribuye a un proceso de paz. Así, en Colombia,
la cobertura mediática del conflicto vira hacia un periodismo de paz a la vez que las
propias conversaciones de paz avanzan. Medios y política llevan dinámicas muy
vinculadas. Los medios son un actor político, aunque con limitaciones. No cree
necesario que los periodistas hagan sus propias propuestas, solo que seleccionen a quién
han de dar voz para que comunique sus propuestas, así como los temas a tratar y el
enfoque que se le da.
Distingue entre el periodista como individuo y el medio de comunicación como
empresa: el periodista puede desear hacer una cobertura de periodismo de paz, pero la
línea editorial del medio o las necesidades empresariales de este le limitan.
60
Parte II. Periodismo orientado a la propaganda vs. Orientado a la verdad
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la
propaganda
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la verdad
Expone ‘sus’ mentiras (las
de la otra parte) y cubre
‘nuestras’ mentiras (las
propias)
‘Ante la falta de información,
los especuladores inventan
historias para cumplir con las
exigencias de producción o
para boicotear el proceso de
paz a favor de su bando’
Expone las mentiras de
todas las partes, no
cubre las tapaderas
“Los medios de
comunicación extranjeros
pero con influencia en el país
del conflicto, han de apretar a
las partes, buscar complicidad
para que el problema se
aborde y se solucione’.
Ejemplo: los medios
franceses en el conflicto del
Sáhara, podrían presionar a
Marruecos para que no
hiciera trampas en las
negociaciones con el
Polisario.
Investiga aquello sobre
lo que las partes no
dicen nada, averigua
causas y consecuencias
ocultas del conflicto
X
Se escuda en una
pretendida objetividad*
X
Toma partido por la
paz, asume la
subjetividad*
‘El periodismo óptimo es el
que toma partido por la paz’
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
61
Los opinadores o especuladores son los que inventan mentiras o suposiciones sin
conocimiento con dos finalidades posibles, que suelen combinarse: perjudicar a la otra
parte ante la opinión pública y/o perjudicar el proceso de paz. Para Fisas, esta clase de
mentiras son inadmisibles, ya que abortar el proceso de paz puede significar décadas de
guerra, y miles de muertes más.
Sin embargo, defiende la necesidad de no informar sobre las negociaciones de paz, de
forma especial en la fase exploratoria inicial, pero también mientras se debaten los
puntos de la agenda. Incluso se puede llegar a mentir para mantener la privacidad y que
las conversaciones continúen avanzando.
Insiste en que existe una gran diferencia entre ese encubrimiento pragmático y las
mentiras deliberadas para hacer daño a la otra parte y al proceso de paz. No obstante,
admite que el secretismo a menudo es el desencadenante de que los especuladores
hagan invenciones, ya que la presión mediática exige material, sino es información,
acuden a la opinión.
Ante la posibilidad de romper con el secretismo para evitar las especulaciones, Fisas se
muestra firme: es imposible, si las negociaciones de paz tuvieran que ser públicas, ni
siquiera se llevarían a cabo. Su única alternativa es que los medios de comunicación
desistan en su afán de indagar qué sucede en las negociaciones de paz, y aborden otras
facetas del conflicto. Pueden y deben preguntar a los equipos mediadores, pero sobre
cuestiones de carácter general del proceso o del país.
62
Parte III. Orientado a las élites Vs. Orientado a la gente
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a las élites
PERIODISMO DE PAZ
Orientado a la gente
Se centra en “nuestro”
sufrimiento, el de los
varones en pleno uso de
sus fuerzas (las tropas); les
hace de altavoz
“Un periodismo pasivo recoge la opinión
de unos y otros”
Se centra en el
sufrimiento de todos, en
especial el de las
mujeres, los niños y los
mayores; da voz a los
que no la tienen.
X
Dar nombre a los
agresores del otro bando
X
Dar nombre a los
agresores de todos los
bandos
X
Se centra solo en los que
construyen la paz desde
las élites diplomáticas
“Medios de tirada nacional en España
que solo preguntan a analistas políticos
que dicen poseer información
confidencial, pero son suposiciones,
rumores, gente con ego y ansias de
protagonismo que acuden a los medios de
comunicación, viven del cuento, de la paz
como negocio, se montan fundaciones
que son negocios, se convierten en
referentes (…) la carencia de fuentes, es
un ejemplo de carencia de
profesionalidad”.
Se centra en todos las
personas que
construyen la paz desde
todos los estratos
“Muy pocas veces se pide la opinión a
gente que tiene perspectiva de
construcción de la paz [en cada proceso
pueden intervenir más de quince]”
Los medios de comunicación han de centrarse menos en las élites y más en la gente.
Pero además de dar voz a todos los actores, es importante cómo comunicar su posición
63
y sus objetivos. Es decir, no basta con poner un micrófono delante a alguien, hay que
saber preguntar y explicar su respuesta. Además, se puede dar voz al pueblo saharaui de
distintas maneras, no solo hablando con ellos directamente, que sería la óptima, sino
que también se puede hacer a través de ONGs que trabajen con ellos o entidades como
la Escola de Cultura de Pau.
Además, tienen mucha influencia las fuentes expertas con las que los medios de
comunicación ofrecen el punto de vista externo, que supuestamente no toman partido. A
menudo, los medios también se dirigen a las élites políticas y diplomáticas para que
cumplan este papel, en lugar de a la cantidad de profesionales que trabajan en el proceso
de resolución del conflicto.
Además, estas élites desconocen aquello de lo que hablan, es decir, no son realmente
expertos, y dan una visión errónea por desconocimiento o tergiversada por intereses. La
carencia de fuentes demuestra una incompetencia profesional, que se produce en el seno
de medios de gran tirada y de referencia en España, por ejemplo.
64
Parte IV. Periodismo orientado a la victoria Vs. Orientado a la solución
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la victoria
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la solución
Paz = victoria + alto al
fuego
‘El alto al fuego no basta’.
Ejemplo: Sáhara “hace 23
años que tienen un alto al
fuego y ni Marruecos ni el
frente Polisario han variado
sus posiciones. Está
condenado a la eternidad”.
País Vasco: “Prefieren el
estatus actual, en que existen
[ETA] pero no matan, nos
podemos pasar diez o veinte
años así, pero eso no es cerrar
bien un proceso, para ello es
necesario que los exiliados
puedan volver, trabajar la
reconciliación (…) la opinión
pública muy manipulada por
los medios los medios, sobre
todo los de Madrid, que son
contrarios”
Paz = no violencia +
creatividad
‘La paz requiere
predisposición a que el
comunicación fluya,
capacidad de diálogo político,
equipos negociadores que
hacen propuestas y contra
propuestas, equipos
generadores de ideas
alternativas en momentos de
crisis.’
Esconder las iniciativas de
paz antes de que la
victoria esté al alcance de
la mano
“Los medios han de respetar
el necesario silencio que se
debe mantener en las fases
exploratorias [del proceso de
negociación], porque los
mediadores no podemos decir
65
nada aunque nos pregunten”.
Destacar las iniciativas
de paz, también para
prevenir más guerra
“[Los medios]han de dar
visibilidad a los actores de
paz, organizaciones
internacionales
gubernamentales y no
gubernamentales, entidades
que hacen propuestas que dan
voz a experiencias locales”
Contribuir de forma
activa a la construcción
de la paz
“Los medios de
comunicación extranjeros
pero con influencia en el país
del conflicto, han de apretar a
las partes, buscar complicidad
para que el problema se
aborde y se solucione’.
Ejemplo: los medios
franceses en el conflicto del
Sáhara, podrían presionar a
Marruecos para que no
hiciera trampas en las
negociaciones con el
Polisario.
Se centra solo en los
acuerdos entre
instituciones, de la
sociedad controlada
‘La presión mediática a las
partes [en Colombia,
gobierno y guerrilla] no
consigue información
publicable porque no pueden
adelantar nada’.
Presionar para conocer las
conversaciones sobre
negociaciones de
resolución del conflicto
‘El periodista ha de respetar
el secreto de las
negociaciones por la paz, por
el bien del proceso. La
presión mediática obliga a las
partes a mentir, lo que sería
perjudicial, o aún peor,
incluso puede hacer que se
aborte el proceso de paz’.
Boicotear la resolución de
un conflicto, prefiere su
‘Las filtraciones de las
negociaciones de paz suelen
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
66
continuidad* tener el objetivo de
boicotearlas, lo que aboca a la
continuidad de décadas de
guerra’.
Se centra en la
estructura, la cultura, la
sociedad pacífica
‘Las entrevistas con los
profesionales que participan
de negociaciones pueden ser
esclarecedoras a nivel
estructural del conflicto y de
cultura de paz, sin necesidad
de desvelar secretos.’
Las tropas se marchan
solo porque deben
ocuparse de otra guerra,
vuelta a empezar en otro
escenario
X
Consecuencia:
resolución,
reconstrucción,
reconciliación
“[Para hacer que la paz sea
noticia] se ha de dar
visibilidad a actuaciones,
experiencias de
reconciliación, acercamiento,
análisis a nivel local o
regional, propuestas a nivel
nacional favorables a una paz
con justicia social”
El alto al fuego es solo un primer paso para resolver un conflicto, un proceso que
requiere de mucha creatividad, de tiempo y de predisposición. Si los medios de
comunicación no suman en esas necesidades, restan.
Las negociaciones de paz de las esferas diplomáticas han de mantenerse en la reserva
pero, en cambio, se puede dar visibilidad a las iniciativas de paz que surgen desde el
pueblo, experiencias regionales, locales o incluso individuales. Las historias humanas
tienen el potencial de reflejar lo que sucede a escala política. Es decir, para hablar de la
paz, no es necesario presionar a las partes para que hagan declaraciones sobre las
negociaciones, sino que hay muchas otras maneras.
En síntesis, en la medida que los medios de comunicación adopten las técnicas de la
resolución y transformación de conflictos para realizar las coberturas de la cobertura de
67
esos conflictos y las negociaciones de paz, el periodismo contribuirá, en la medida que
es un actor influyente, a la resolución de los conflictos.
68
4.2 LA CONCEPCIÓN DE RAFAEL GRASA SOBRE LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN EN CONFLICTOS
FILOSOFÍA SOBRE LOS
MEDIOS DE
COMUNICACIÓN
Importancia de los medios de
comunicación en conflictos
“[En los conflictos] la prensa tiene una libertad relativa
(…) sí que se presta atención a los medios, pero no
demasiado. La mayoría de la población solo tiene
acceso a la radio, para la televisión ya hay que tener un
mayor poder adquisitivo.”
Definición de periodismo de
paz
“El periodismo de paz es una mezcla de dos cosas:
Análisis crítico generalizada del seguimiento que el
periodismo tradicional da a los conflictos, por
deficiencias informativas e incluso agravamiento del
conflicto por la escasa calidad de la información;
-Falta información
-Que la información depende mucho de fuentes
secundarias
-No utiliza técnicas de análisis de conflictos:
distinguir entre incompatibilidades e intereses de
los actores del conflicto, conductas violentas
-Adjetiva demasiado
-Apología de lo que pasa—acentuado por el
periodismo incrustado a partir de la invasión de
Irak de 2003
-No se informa de procesos de paz
-Difícilmente se tiene en cuenta a la parte más
débil, esto es importante debido a que las
conflictos de los últimos años son esencialmente
asimétricos
Una propuesta diferente, que es lo que se llama
periodismo de paz:
-Necesita herramientas de análisis del conflicto
-Tratamiento mucho más en profundidad del
conflicto del papel de los actores no
directamente vinculados al conflicto
-Análisis de los procesos de paz, de las
negociaciones
69
-Técnicas desde códigos deontológicos hasta
diferente manera de tratar el periodismo”.
Valoración del periodismo de
paz en el contexto actual
‘El periodista de paz es un pacifista militante’
‘El periodismo de paz no existe en la práctica, a
excepción de pocos medios alternativos’
Crítica al periodismo de paz “El error es restringir el periodismo de paz a personas
que son militantes de la investigación por la paz y la
lucha por la paz”.
Propuesta alternativa ‘El periodista ha de tener una extensa formación
académica y cumplir con las buenas prácticas y con el
código deontológico’.
La concepción de Rafael Grasa sobre los medios de comunicación responde a una
dualidad de coexistencia tensionada.
Por un lado, rechaza frontalmente el periodismo de paz de Galtung, por considerarlo
una utopía imposible de la que solo existen escasos ejemplos aislados y de medios poco
relevantes.
Por otro lado, como profesional de la transformación y resolución de conflictos, cree
que los medios de comunicación tienen un potencial de influencia que puede contribuir
en su trabajo, un posicionamiento que no toma deliberadamente sino que emerge de la
deducción de casos particulares.
Como resultado de ese choque de concepciones, emerge lo que él presenta como
término medio deseable: su propia propuesta, que se basa en lo que él llama “buenas
prácticas”. La adquisición de estas buenas prácticas se consigue, según Grasa, con
formación académica. La formación de los periodistas que ejercen en la actualidad ha
sido, a su parecer, insuficiente. Para reparar esas carencias, recomienda prolongar el
período universitario, con posgrados y másters especializados en ciencias políticas,
relaciones internacionales o cobertura de conflictos.
Por lo que respecta a la moral, Grasa dice que el periodista ha de ser “neutral” y
“objetivo”, características con una formación completa y con la aplicación de un código
deontológico, que se basa en no mentir, separar información y opinión, dar voz a las
70
partes y contrastar informaciones. Las malas prácticas son, por tanto, consecuencia de la
ignorancia, y se suplen con conocimiento.
Las recomendaciones que Grasa hace al periodista, bajo el título de buenas prácticas y
código deontológico se corresponden exactamente con cada una de las características
con las que Galtung define el periodismo de paz.
Cuando se le hace notar la similitud entre su propuesta y la de Galtung, la diferencia que
Grasa señala entre ambas es que, con la etiqueta de periodismo de paz, se le está
pidiendo al periodista que sea un pacifista militante. En cambio, si prescindimos de la
etiqueta y se exige al periodista que sea profesional, es más probable que se consiga
convencerlo de que ha de cambiar su forma de trabajar; aunque crea en la guerra como
forma de solución de los conflictos, también deberá aplicar las buenas prácticas y el
código deontológico.
71
Parte I. Periodismo orientado a la guerra y la violencia
Vs. Orientado al conflicto y a la paz
PERIODISMO DE
GUERRA.
Orientado a la guerra y
la violencia
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado al conflicto y
a la paz
Se centra en el terreno
del conflicto, 2 partes y 1
único objetivo.
Orientación de suma
cero.
“[El periodista debe]
identificar actitudes,
percepciones, intereses,
necesidades de las partes
(triángulo de Galtung de
1969)”
“No simplificar
exageradamente las cosas,
que suelen ser complicadas
del conflicto, los matices.”
No profundiza en la
complejidad del
conflicto por
desconocimiento
“El periodista ha de saber de
análisis y resolución de
conflictos, investigación por
la paz”.
Explorar la formación
del conflicto, x partes, y
objetivos, z asuntos.
Orientación win- win
(ganar-ganar)
“[El periodista debe] utilizar
las técnicas básicas de análisis
de conflictos para explicar los
conflictos: nunca un conflicto
tiene una explicación mono
causal, aunque en cada fase
predomine un motivo u otro.”
Espacio y tiempo
cerrados; causas y
salidas en el mismo
terreno; quién tira la
primera piedra.
“Las injusticias suelen ser
necesarias pero no suficiente
para que estalle el conflicto”,
por lo que hay que indagar
más.
Espacio y tiempo
abiertos, causas y
consecuencias en
cualquier lugar,
también en la historia y
la cultura
“[El periodista debe] no
confundir orígenes y causas:
los primeros se remontan en
el tiempo, las segundas son a
corto o medio término”
La guerra es opaca, “El seguimiento de las
negociaciones, los procesos
72
mantiene los secretos
de paz, es complicado por el
secretismo.”
Hacer el conflicto
transparente
‘Si el periodista cumple con
las buenas prácticas, hará el
conflicto transparente’
Periodismo basado en
“nosotros- ellos”,
propaganda, voz para
“nosotros”
“[El periodista debe] no
exacerbar conductas, o al
menos alertar de que esa es
una posición de una parte en
particular y no una conducta
generalizada. No alimentar
odios, tópicos, falsificaciones,
estigmatización del otro.”
“No debe hacer apología, algo
acentuado por el periodismo
incrustado a partir de la
invasión de Irak de 2003”
Dar voz a todas las
partes, empatía
comprensión
“Difícilmente se tiene en
cuenta a la parte más débil,
esto es importante debido a
que las conflictos de los
últimos años son
esencialmente asimétricos”.
“[El periodista debe] intentar
reflejar a las partes, dar varias
perspectivas sobre el motivo
del conflicto”
Ver a “ellos” como el
problema, Se centra en
quién domina la guerra
“[El periodista debe] combatir
la creencia de las partes de
que el problema es el otro y
que por tanto la solución
implica la eliminación física,
el menosprecio, la limpieza
étnica”.
Ver el conflicto/ guerra
como el problema (no
al enemigo), focalizarse
en la creatividad para
resolver el conflicto
“[El periodista debe]
identificar las conductas
violentas como únicos
motivos de la
incompatibilidad.”
Dehumanización de
“ellos”; más cuanto
‘La radio se ha utilizado
como elemento central para
73
peores sean sus armas incitar al odio étnico’
Ej. Matanza de tutsis por
parte de hutus en 1994;
violencia contra la mujer en la
República Democrática del
Congo, actualidad
Humanización de todas
las partes, más cuanto
peores sean las armas
X
Reactividad: esperar a
que estalle la violencia
antes de reportear
X
Proactividad:
prevención antes de que
la violencia/ guerra
estalle
X
Se centra solo en los
efectos visibles de la
violencia (asesinados,
heridos y daños
materiales.
“[El periodista debe] huir de
la sangres y presentación de
conductas más violentas”.
Se centra en los efectos
invisibles de la
violencia (trauma y
gloria, daños
estructurales/culturales)
“[El periodista debe] explicar
y combatir la violencia
cultural o violencia
simbólica”
La propuesta de Rafael Grasa coincide en todos los puntos con las características del
periodismo orientado al conflicto y a la paz y, rechaza todas las características del
periodismo orientado a la guerra y a la violencia. Así, se debe evitar la simplificación y
hacer un retrato de la complejidad del conflicto, identificar a todos los actores, sus
objetivos, actitudes y comportamientos. El espacio, el tiempo, las causas y
consecuencias del conflicto son múltiples y a menudo no aparecen a simple vista, por lo
que el periodista debe indagar. El carácter evolutivo del conflicto, ya sea en una
dirección positiva o negativa, requiere la atención constante del periodista.
Asimismo, Grasa dice ser consciente de la responsabilidad del periodista respecto al
producto que elabora, por lo que además de ser cuidadoso, le insta a contribuir al
74
proceso de transformación o resolución del conflicto, mediante, por ejemplo dar voz a
todos, en especial a los que no son escuchados. Con el uso del verbo “combatir” carga
tintas en que el periodista debe implicarse en la lucha contra las injusticias y los abusos:
debe “explicar y combatir la violencia cultural o violencia simbólica”, más allá de los
estragos visibles de la guerra.
El trabajo del periodista llega a converger con la del mediador o negociador con el fin
común de la construcción de la paz cuando Grasa le encomienda la tarea de “identificar
las conductas violentas como únicos motivos de la incompatibilidad”, es decir, hacer
ver a las partes que el problema no es el enemigo sino el conflicto, primer paso para un
acercamiento.
75
Parte II. Periodismo orientado a la propaganda vs. Orientado a la verdad
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la propaganda
PERIODISMO DE PAZ
Orientado a la verdad
Exponer ‘sus’ mentiras
(las de la otra parte) y
cubre ‘nuestras’ tapaderas
y mentiras (las propias)
“[El periodista] ha de
ahorrarse adjetivos y
opiniones, sobre todo de no
adoctrinar o dar la vedad a
uno, ya que ésta está
repartida entre diferentes
partes”
“No mezclar información y
opinión, que es constante”.
Exponer las mentiras de
todas las partes, no cubre
las tapaderas
“[El periodista debe]
contrastar informaciones, no
dar como buenas
informaciones que vienen
de una sola fuente”
Investigar aquello sobre
lo que las partes no se
pronuncian
“[El periodista] no tiene que
ser un entrevistador
impertinente, pero tiene que
preguntar y repreguntar,
pinchar al entrevistado que
tiene cosas que esconder,”
Se escuda en una
pretendida objetividad*
“La neutralidad moral no
existe, pero a la hora de
hacer periodismo se ha de
buscar ser lo más objetivo
posible, en el sentido de dar
diversas visiones, tener
muchas fuentes.”
‘El periodista puede
simpatizar con un bando
pero no se ha de notar, ha de
ser objetivo’
Tomar partido por la paz,
asume la subjetividad
‘El periodista de paz es un
pacifista militante’
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
76
De entre lo que llama buenas prácticas, que se adquieren con una adecuada formación
académica, está incluida la “neutralidad moral”. Grasa se alinea en el sector profesional
que cree en la “objetividad” como proceso: reconoce que no es alcanzable como fin, en
toda su plenitud, pero aun así hay que procurar acercarse lo más posible. Por ejemplo,
con la buena práctica consistente en “tener muchas fuentes” o con el simple ejercicio de
la (mínimo) doble comprobación de las informaciones, para evitar que los actores
vendan información no verídica.
Grasa confía en que el contenido será inocuo y no estará induciendo al receptor a una
forma de pensar, mientras opinión e información estén claramente diferenciadas, lo que
se consigue evitando el uso de adjetivos u otras formas de valoración. Por tanto, no
considera la variable de que una información contrastada, verídica y sin adjetivar, en
función de cómo está enfocada, pueda ejercer una manipulación del receptor.
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
77
Parte III. Orientado a las élites Vs. Orientado a la gente
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a las élites
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la gente
Se centra en “nuestro”
sufrimiento, el de los
varones en pleno uso de sus
fuerzas (las tropas); les hace
de altavoz
“[El periodista debe]
evitar imagen de
heroicidad de personas
interesadas en el
conflicto”
Se centra en el
sufrimiento de todos, en
especial el de las
mujeres, los niños y los
mayores; da voz a los
que no la tienen.
“[El periodista] ha de
dar voz a todos”
Dar nombre a los agresores
del otro bando
‘El periodista debe
identificar las conductas
violentas de los actores’
Dar nombre a los
agresores de todos los
bandos
“La culpabilidad está
siempre repartida, no
simétricamente pero no
hay buenos y malos
absolutos”
Se centra solo en los que
construyen la paz desde las
élites diplomáticas
“[El periodista debe]
prestar atención no solo
a las élites políticas,
militares, económicas”
Se centra en todos las
personas que
construyen la paz desde
todos los estratos
“[El periodista debe]
prestar atención
también a la gente de la
base, a las actividades y
actuaciones a favor de
la paz o moderadoras de
los dos lados” y
“reflejar la posición de
personas mediadoras,
que en lugar de dividir,
conectan a personas,”
78
Respecto a la orientación del periodismo a la gente, y no a las élites, Grasa coincide de
pleno con las características del periodismo de paz. El periodista debe evitar ensalzar
valores de heroicidad especialmente vinculados al ejército, y en cambio dar voz al
pueblo llano de todos los bandos. No hay buenos y malos, sino que la culpabilidad está
repartida, con víctimas y agresores en ambas (dos o más) partes.
Además de las élites militares, las élites económicas y políticas absorben un
protagonismo que sería más interesante otorgar a los mediadores o negociadores que
trabajan en los procesos de paz.
Grasa insta a centrarse en las iniciativas de paz que nacen en la base, actividades o
actuaciones individuales o colectivas que ilustren los puntos de unión entre las partes, a
pesar de las diferencias.
79
Parte IV. Periodismo orientado a la victoria Vs. Orientado a la solución
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la victoria
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la solución
Paz = victoria + alto al
fuego
“[El periodista debe] combatir
la creencia de las partes de que
la única solución es la victoria”
Paz = no violencia +
creatividad
“Se llama periodismo de paz a
la utilización de técnicas y
herramientas que vienen de la
investigación de la paz y del
análisis y resolución de
conflictos para hacerlo mejor”
Esconder las iniciativas de
paz antes de que la victoria
esté al alcance de la mano
“No se informa de procesos de
paz”.
Destacar las iniciativas
de paz, también para
prevenir más guerra
X
Contribuir de forma
activa a la construcción
de la paz
“Haciendo periodismo no
conseguirás la paz. A no ser
que, si aplicas todos los códigos
deontológicos, y buenas
prácticas, ya ayudas a eso”
Se centra solo en los
acuerdos entre
instituciones, de la
sociedad controlada
“Es bueno intentar explicar que
hay negociaciones”.
Presionar para conocer las
conversaciones sobre
negociaciones de
resolución del conflicto*
“Es muy difícil que el
negociador dé información
fiable mientras está
negociando”
Boicotear la resolución de
un conflicto, prefiere su
continuidad*
‘Las filtraciones pueden poner
en peligro las negociaciones’.
Se centra en la
estructura, la cultura, la
sociedad pacífica
“[Algunos medios] han hecho
una función de paz, de difundir
experiencias de
confraternización, buenas
soluciones y buenas prácticas.”
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
80
Las tropas se marchan solo
porque deben ocuparse de
otra guerra, vuelta a
empezar en otro escenario
X
Consecuencia:
resolución,
reconstrucción,
reconciliación
‘El periodista puede ofrecer un
plus adicional y trabajar por la
paz, pero sus condiciones son
modestas’.
De los cuatro bloques de características de periodismo de paz, el de la orientación a la
solución, el último y culminante, es el que Grasa aborda con más reservas.
Por un lado, señala que la búsqueda de la solución pacífica es el desencadenante óptimo
de la cobertura de un conflicto. Lo deja claro con afirmaciones como “[El periodista
debe] combatir la creencia de las partes de que la única solución es la victoria”.
Además, admite que algunas experiencias de “periodismo alternativo” han difundido
“experiencias de confraternización, buenas soluciones”, pero que son casos aislados.
Pero descarta el periodismo de paz por considerarla una utopía, con afirmaciones como
“haciendo periodismo no conseguirás la paz”. Su argumento es que las condiciones del
periodista son “modestas”, en el sentido de que su capacidad de influencia es tan
limitada que es casi inexistente. De la misma manera, considera imposible informar
sobre las negociaciones de paz, por el secretismo que rodea estos procesos.
A diferencia de la objetividad, que pese a reconocerla inalcanzable, la mantiene como
objetivo para así aproximarse al máximo, en el caso del periodismo de paz prefiere
descartarlo como objetivo, ya que sería perjudicial conservarlo como meta.
Existe una excepción en las concepciones de Grasa, sin embargo, y se encuentra en su
propia propuesta de las llamadas “buenas prácticas”: con la aplicación de estas y del
código deontológico, el periodista “ya ayuda a eso [a la paz]”. Por tanto, acaba por
concluir que el periodista sí puede contribuir a la paz.
81
4.3 LA CONCEPCIÓN DE JOSEP REDORTA SOBRE LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN EN CONFLICTOS
FILOSOFÍA SOBRE
LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN
Importancia de los
medios de
comunicación en
conflictos
“Hay que considerar a los medios de comunicación como una
parte en el conflicto, siempre hay que tratar con ellos.
“Los medios son su propia parte, pero no son una parte neutra
nunca.”
“Los medios tienen un poder importantísimo, pero de fondo, no
tanto por el mensaje directo que transmiten.”
Definición de
periodismo de paz
“Destacar aspectos políticos, económicos y sociales que pasan
desapercibidos tiene efectos cualitativos para la paz. El
periodismo de investigación es un precursor del periodismo de
paz, que debería ir más allá, destacar propuestas positivas.”
Valoración del
periodismo de paz en
el contexto actual
“El periodismo de paz se puede hacer perfectamente, pero se
encuentra algunos obstáculos.”
“Hay periodistas que ejercen el periodismo de paz pero que no
se definen como tal porque desconocen el concepto.”
Crítica al periodismo
de paz
“Desconocimiento: Para la importancia que tienen los
conflictos en los medios de comunicación, los periodistas saben
poco de conflictología.”
“Dónde ejercerlo. Se da en medios alternativos, pero no ocupa
espacios en medios generales.”
“El sistema admite ciertas dosis de discrepancia, pero hasta
cierta líneas rojas, no pues hablar mal de tu benefactor.”
Propuesta alternativa “La función de los medios no es solo transmitir información,
sino que también educan a la audiencia”.
‘Estamos a las puertas de un cambio social importante, de una
nueva generación informada que pone en duda la indefensión
aprendida de sus antecesores; lo cuestionará todo, las
estructuras se volverán menos jerárquicas.’
Para Josep Redorta, los medios de comunicación tienen un papel muy importante, y en
el marco de un conflicto, los eleva al estatus de actor, les otorga una entidad distinta a
las partes en conflicto, pero no por ello su papel es neutro. Según el esquema de
82
Galtung en el que los integra, los medios de comunicación persiguen sus propios
objetivos, necesidades, intereses; establecen unas relaciones particulares con el resto de
actores, más o menos interdependientes, con las que configuran el sistema de actores.
Así, los demás actores necesitan de los medios para que su mensaje tenga impacto,
mientras que los medios tendrán mayor influencia a medio o largo plazo, en los
esquemas mentales de la población, que no en el mensaje inmediato.
El periodismo de paz consiste, según Josep Redorta, en un periodismo de investigación
con un valor añadido, que hace énfasis en aspectos en los que no se suele reparar. Al
hacer visibles estos temas, que pueden ser tanto del ámbito social como político o
económico, se da una mayor dimensión de la complejidad del conflicto e,
indirectamente, a su trascendencia.
Redorta encuentra en la actualidad y en el pasado ejemplos de periodismo de paz,
incluso en periodistas que no se definirían como ‘de paz’ porque no conocen el término,
por lo que la práctica está más extendida de lo que parece. Es cierto que existen
obstáculos. Los periodistas desconocen la mera existencia de la ciencia social de la
conflictología, algo que Redorta no se explica, ya que los conflictos son un tema de
interés mediático.
Como propuesta propia, Redorta se centra en el potencial educativo y didáctico de los
medios sobre la sociedad. Bajo su punto de vista, los medios influencian a los lectores o
espectadores siempre, aunque sea involuntariamente, a la hora de establecer los marcos
de pensamiento o de comprensión de la realidad (frames, en la obra original de Lakoff,
2004 que Redorta cita). Los medios establecen los parámetros de noticiabilidad y de
normalidad; si los contenidos se basan en la violencia, la población acepta que la
violencia es noticia y es normal. Esta teoría tiene relación con la de Lynch del feedback
loop: no solo las noticias influencian directamente sobre el público, sino que la forma de
hacer periodismo de hoy condiciona la del mañana. Además, Redorta introduce otro
fenómeno: la indefensión adquirida, por el cual se aprender a asumir lo que viene dado
sin cuestionarlo.
Pese a todo, Redorta se muestra optimista. Cree que las nuevas tecnologías ayudarán a
la sociedad a cuestionar la indefensión aprendida, las relaciones de poder y el sistema al
completo. Las consecuencias de esta revolución, espera, serán para mejor.
83
Parte I. Periodismo orientado a la guerra y la violencia
Vs. Orientado al conflicto y a la paz
PERIODISMO DE
GUERRA.
Orientado a la guerra y
la violencia
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado al conflicto y
a la paz
Se centra en el terreno
del conflicto, 2 partes y
1 único objetivo.
Orientación de suma
cero.
‘Si los periodistas supieran más
sobre conflictología identificarían
las fases del conflicto y su
resolución’.
Explorar la formación
del conflicto, x partes, y
objetivos, z asuntos.
Orientación win- win
(ganar-ganar)
“Destacar aspectos políticos,
económicos y sociales que pasan
suelen pasar desapercibidos tiene
efectos cualitativos en cuanto a la
paz”
Espacio y tiempo
cerrados; causas y
salidas en el mismo
terreno; quién tira la
primera piedra.
‘Necesitamos el por qué del
conflicto y de los acuerdos, de las
raíces, actitudes. Los medios no
ponen en contexto.”
Espacio y tiempo
abiertos, causas y
consecuencias en
cualquier lugar,
también en la historia y
la cultura
‘Las causas de los conflictos
suelen ser múltiples’ Ej.
Colombia.
La guerra es opaca,
mantiene los secretos
‘A los poderes políticos y sobre
todo los poderes tácitos que se
esconden detrás, no les interesa
que se desvele todo lo que ocurre
en un conflicto’
Hacer el conflicto
transparente
“Los medios deberían dar una
información para que cada uno
pueda pensarla.”
Periodismo basado en
“nosotros- ellos”,
propaganda, voz para
“nosotros”
‘Los medios siempre toman
partido en los conflictos’
Dar voz a todas las
partes, empatía
‘El periodista debe dar voz a
todos y fomentar la solidaridad’
84
comprensión
Ver a “ellos” como el
problema, Se centra en
quién domina la guerra
‘En conflictos donde una parte es
el gobierno y la otra un sector
opositor, la represión y la
clandestinidad agravan el
conflicto’
Ver el conflicto/ guerra
como el problema (no
al enemigo), focalizarse
en la creatividad para
resolver el conflicto
‘El mediador hace ver a las partes
en conflicto que es posible una
solución; esto tiene poca cabida
en los medios’
Dehumanización de
“ellos”; más cuanto
peores sean sus armas
“Se ha demonizado la palabra
terrorista. Terrorismo hay de
muchas clases, por ejemplo
terrorismo económico. Se creó un
marco respecto a ETA y se
mantiene mientras ellos
evolucionan, se procura que todos
pensemos igual.”
Humanización de todas
las partes, más cuanto
peores sean las armas
‘La humanización de todas las
parte contribuye al proceso de
transformación o resolución del
conflicto’ Ej. Colombia.
Reactividad: esperar a
que estalle la violencia
antes de reportear
‘Los medios, con internet y las
redes sociales, buscan inmediatez,
se aprovechan de la urgencia para
crear contenidos virales’.
Proactividad:
prevención antes de que
la violencia/ guerra
estalle
X
Se centra solo en los
efectos visibles de la
violencia (asesinados,
heridos y daños
materiales.
“[Los mensajes mediáticos]
estructuran la mente en base a la
violencia”.
Repercusiones a largo
plazo de la violencia en
los medios de
comunicación
“Igual que lo es que los
videojuegos sean de guerra, son
mensajes directos al cerebro del
niño, genera conflicto”
“Los medios tienen un poder
importantísimo, pero de fondo: no
85
tanto por el mensaje directo que
transmiten”
Se centra en los efectos
invisibles de la
violencia (trauma y
gloria, daños
estructurales/culturales)
‘Cuando los medios hablan de
movimientos sociales, deberían
explicar los cambios estructurales
que proponen’
Los medios no reflejan la complejidad de los conflictos, sus causas, consecuencias, el
contexto. En general, la información que se ofrece es superficial: se centran en los
efectos visibles de la violencia o bien “dan todo pensado”. Los que ocupan posiciones
de poder político y económico procuran que la versión de los hechos que se publique les
beneficie a ellos, oculte su culpabilidad y señale a otros cabezas de turco para canalizar
la disconformidad, el enfado de la ciudadanía.
Así, se caen en dinámicas como la deshumanización de una de las partes. Por ejemplo,
el uso de la palabra “terrorista” de forma reiterada en relación a personas o colectivos,
hace que se perpetúe este vínculo en el frame mental de la audiencia, a pesar de que el
individuo o colectivo evolucione y deje de cometer actos terroristas.
Esta clase de actitudes por parte de los medios aleja la posibilidad de resolver un
conflicto pacíficamente. Al contrario, la humanización de las partes, dar visibilidad a
iniciativas de paz más que a actitudes beligerantes, un periodismo de investigación es lo
que puede ayudar a trascender el conflicto.
86
Parte II. Periodismo orientado a la propaganda vs. Orientado a la verdad
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la propaganda
PERIODISMO DE PAZ
Orientado a la verdad
Expone ‘sus’ mentiras (las
de la otra parte) y cubre
‘nuestras’ tapaderas y
mentiras (las propias)
“Los mensajes están muy
mediatizados, por no decir
tergiversados.”
“Hay una
instrumentalización de la
opinión pública”
Oculta que expone solo una
versión para sacar
rendimiento económico y
político
‘Los medios ejercen una
influencia quieran que no
quieran; si fueran más
sutiles, aún le sacarían
mayor provecho.”
“Cuando los medios se dan
cuenta del poder que
tienen, lejos de
aprovecharlo de forma
responsable y constructiva,
se aprovecha para buscar
lo que más vende”.
Expone las mentiras de
todas las partes, no cubre
las tapaderas
‘Los poderes políticos y
económicos ejercen una
censura tácita. Ej.
Colombia con la guerrilla,
España con ETA.’
“El sistema admite ciertas
dosis de discrepancia, pero
hasta cierta líneas rojas, no
pues hablar mal de tu
benefactor”
Investiga aquello sobre lo
que las partes no se
pronuncian*
“El periodismo de
investigación es un
precursor del periodismo
de paz”
* Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
87
Se escuda en una pretendida
objetividad
X
Toma partido por la paz,
asume la subjetividad*
‘No basta con informar, el
periodismo de paz ha de
educar por la paz’
Josep Redorta utiliza el eufemismo “mediatizar” para evitar “tergiversar” (verbo que,
aún así, pronuncia). Cuando los medios de comunicación cogen una historia, al
convertirla en narración, adaptan tanto el discurso de acuerdo con sus intereses que
alteran el sentido de la realidad.
Las mentiras que se construyen no tienen por qué tomar la forma solo de un panfleto a
favor de un bando u otro, en cuyo caso es fácilmente identificable, sino que se lanzan
unos esquemas de comprensión que moldean toda nuestra percepción del mundo. Para
la profesionalización de la propaganda hace falta que el poder político se dé cuenta de
ello, una tendencia al alza, señala ejemplos del ámbito nacional como Podemos, que
cuida todos sus mensajes.
Así, cuando los medios de comunicación toman conciencia de la capacidad de
influencia que tienen en los conflictos, en lugar de aprovecharla en clave positiva para
contribuir a la solución, se acercan a la parte que creen que les puede comportar más
beneficios.
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
88
Parte III. Orientado a las élites Vs. Orientado a la gente
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a las élites
PERIODISMO DE PAZ
Orientado a la gente
Se centra en “nuestro”
sufrimiento, el de los
varones en pleno uso de sus
fuerzas (las tropas); les hace
de altavoz
“Hay gente destrozada sin
capacidad de salir en los
medios.”
Se centra en el sufrimiento
de todos, en especial el de
las mujeres, los niños y los
mayores; da voz a los que
no la tienen.
‘El periodista de paz se
preocupa por la solidaridad
y la cooperación’
Dar nombre a los agresores
del otro bando
X
Dar nombre a los agresores
de todos los bandos X
Se centra solo en los que
construyen la paz desde las
élites diplomáticas
‘Los medios se interesan
demasiado por el contenido
de las conversaciones para
la resolución de
conflictos’.
Presiona para conocer las
negociaciones de resolución
del conflicto
‘La presión mediática
durante las negociaciones
políticas para la resolución
de un conflicto, no
consigue material
noticiable’
Se centra en todas las
personas que construyen la
paz desde todos los
estratos
‘El periodista de paz está
motivado por temas
sociales, tiene una visión
amplia y plural’
Que el periodismo de paz debe orientarse al pueblo en lugar de a las élites es para
Redorta el punto menos controvertido de los que apunta Galtung. El periodista debe dar
voz a todos, en especial a los que a los que más sufren y tienen más difícil hacerse oír en
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
89
conflictos a gran escala. El motivo es la búsqueda de solidaridad, cooperación, justicia.
Además, el material de enfoque humano, con una visión plural, enriquecida, es más
noticiable que el que pueden ofrecer las élites, más restringido, con secretismos
obligados por las negociaciones de paz. Por tanto, destinar los esfuerzos y las horas de
reportear a las en lugar de a las élites, tiene una doble repercusión positiva para los
medios de comunicación, en términos editoriales y de cooperación.
90
Parte IV. Periodismo orientado a la victoria Vs. Orientado a la solución
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la victoria
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la solución
Paz = victoria + alto al
fuego
‘El alto al fuego es solo el primer
paso para establecer la paz’
(sobre le ejemplo de Colombia)
Paz = no violencia +
creatividad
‘Reinstaurar la paz después de un
conflicto largo implica un cambio
cultural’ (sobre le ejemplo de
Colombia)
Esconder las iniciativas
de paz antes de que la
victoria esté al alcance
de la mano
X
Destacar las iniciativas
de paz, también para
prevenir más guerra
‘Los medios deberían destacar
los aspectos sociales que suelen
pasar desapercibidos, la
cooperación, la solidaridad,
porque esa clase de historias
existen’
Contribuir de forma
activa a la construcción
de la paz
“Educar en la cooperación, como
base para la paz y la resolución de
conflictos, sería una buena tarea
para los medios”.
Se centra solo en los
acuerdos entre
instituciones, de la
sociedad controlada
‘A los medios les interesan más
los acuerdos institucionales’.
Presionar para conocer
las conversaciones sobre
negociaciones de
resolución del conflicto*
‘Los periodistas preguntan al
mediador por las negociaciones,
esperan a la salida del lugar de
reunión, presionan’.
Boicotear la resolución
de un conflicto, prefiere
su continuidad*
‘El mediador tiene que cuidar la
comunicación, pero no puede
decir nada excepto destacar
siempre lo bien que lo han hecho
las partes’
Se centra en la “[Los medios deberían] destacar
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
91
estructura, la cultura, la
sociedad pacífica
los aspectos cooperativos, que los
hay.”
Las tropas se marchan
solo porque deben
ocuparse de otra guerra,
vuelta a empezar en otro
escenario
X
Consecuencia:
resolución,
reconstrucción,
reconciliación
“El conflicto es noticia siempre y
la paz – un acuerdo, aclarar qué
se ha resuelto y cómo se ha
resuelto – no es noticia excepto
en casos como EEUU con Cuba”.
El alto al fuego es solo el primer paso para la paz, que implica un cambio estructural, en
especial después de un conflicto bélico, y más cuanto más haya durado el conflicto,
como en el caso de Colombia. La cobertura de los procesos de paz debería ser más
extensa, regular e intensa, para que fuera en proporción al espacio que se destina a la
guerra que le precede. El proceso hacia una cultura de paz es largo y dar visibilidad a
iniciativas que reconstruyan el tejido social ayuda a ello.
92
4.4 LA CONCEPCIÓN DE PERE VILANOVA SOBRE LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN EN CONFLICTOS
FILOSOFÍA SOBRE LOS
MEDIOS DE
COMUNICACIÓN
Importancia de los medios de
comunicación en conflictos
‘La influencia de los medios de comunicación
internacionales en un conflicto es nula o casi nula,
porque los que han de tomar las decisiones tanto los
actores internos como los mediadores externos,
internacionales o gubernamentales, ya tienen su propia
agenda de cómo se ha de llevar a cabo la resolución
del conflicto. Como mucho, activan la conciencia
internacional.’
‘Los medios locales sí que pueden influenciar a la
opinión pública, sobre todo la radio, ya que televisión
e internet requiere mayor inversión y la prensa
requiere alfabetización’.
Definición de periodismo de
paz
“Yo creo que el periodismo de paz no existe, pero lo
más cercano sería ir, no como militante de la causa de
uno o de otro, sino que a hacer su faena, a contar
cosas. Se puede hacer con más o menos talento,
cargado de moralina o con ingenuidad.”
“Ser periodista de paz es no ayudar a incendiar la
guerra antes de que empiece y luego, denunciar la
situación para que alguien la intente parar.”
“El periodista tiene que decidir cuál es su función. La
del periodismo de paz cuál es, supongo que es
promover la paz.”
Valoración del periodismo de
paz en el contexto actual
“El periodista no puede ir a predicar el bienestar de la
paz a esta gente, lo que te dirán es que les de harina
para que no pasen hambre o armas para defenderse.”
“El periodismo de paz no existe. Solo cuento lo que es
sobre el terreno durante el conflicto, aunque estar
sobre el terreno no basta, hay que indagar.”
Crítica al periodismo de paz ‘Galtung no ha hecho una investigación empírica. Sus
recomendaciones a los periodistas adoptan un tono de
superioridad moral y arrogancia. Es un intelectual
moralista abstracto que no habla de casos concretos
para no contradecirse, ni admitir que su razonamiento
93
tiene excepciones.’
Propuesta alternativa ‘El periodismo ha de ser honesto y profesional: ha de
denunciar las injusticias, los abusos, las atrocidades de
la guerra. Señalar a los culpables si los identifica.
Promover las negociaciones y dar visibilidad a
iniciativas de paz, si es posible. ‘
La influencia de los medios de comunicación, según Pere Vilanova, es nula o casi nula.
Por un lado, los medios internacionales hacen una cobertura escasa, basada en la
violencia, y procuran no posicionarse para mantener la neutralidad diplomática de su
país y su empresa. Por otro lado, los medios locales son automáticamente cooptados por
los bandos, dejan de hacer periodismo y pasan a hacer de altavoz de los bandos. El
periodismo de paz no existe, ya que el periodista no puede conseguir paz en una guerra.
Estas sentencias iniciales son después más desarrolladas por Pere Vilanova, tanto que,
lo que parecen al principio simples matices, va cobrando tal fuerza a lo largo de la
entrevista que pasan a ser más importante que la opinión de la que partía.
Primero, define la peor versión del periodismo propagandístico como periodismo
militante, en oposición al cuál si entiende un periodismo que busque la paz. Lo que ha
de hacer el periodista en una guerra es, a su parecer, ser honesto y profesional,
desconfiar de las versiones de los bandos, denunciar todas las atrocidades, señalar a los
agresores siempre que los identifique, no relativizar el bien y el mal. Para conseguirlo,
se ha de hacer periodismo de investigación.
Al final de la entrevista, se desvela por qué Vilanova siente tal aversión al periodismo
de paz, a pesar de que su propia concepción de buen periodismo sea prácticamente la
misma. Él mismo conoció a Galtung en persona y asegura conocer su método de
trabajo. Le acusa de no haber hecho una investigación empírica y de no haber tenido
contacto directo con los conflictos; por eso, le irrita especialmente que Galtung diga a
los periodistas cómo han de hacer su trabajo, sin conocer el oficio. Vilanova lo califica
de moralista y arrogante, por aferrarse al punto de vista académico que le permite
mantener sus principios inalterables, sin contradecirse ni tener que admitir excepciones.
94
Parte I. Periodismo orientado a la guerra y la violencia
Vs. Orientado al conflicto y a la paz
PERIODISMO DE
GUERRA.
Orientado a la guerra y
la violencia
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado al conflicto y
a la paz
Se centra en el terreno
del conflicto, 2 partes y 1
único objetivo.
Orientación de suma
cero.
“Los periodistas no tenían ni idea
de lo que pasaba. Tenían una idea
preconcebida de la guerra”. Ej.
Yugoslavia.
“Ya no hay conflictos de
trincheras y dos bandos. En todos
hay multitud de actores y de
causas y consecuencias”.
Explorar la formación
del conflicto, x partes, y
objetivos, z asuntos.
Orientación win- win
(ganar-ganar)
“En los conflictos es bastante
sencillo ver quién hace qué y por
qué lo hace, si puedes dedicarle
tiempo”.
Espacio y tiempo
cerrados; causas y
salidas en el mismo
terreno; quién tira la
primera piedra.
‘Con la inmediatez, el espacio
reducido de la sección de
internacional y el alud de
información, la contextualización
y la profundidad analítica no
tienen cabida. El periodista hace
lo que puede, se soluciona
bastante bien.’
Espacio y tiempo
abiertos, causas y
consecuencias en
cualquier lugar,
también en la historia y
la cultura
‘Puede haber fotografías
impactantes, pero han de dar
datos, explicar el contexto.’
“Dar testimonio es explicar los
hechos tal y como los ves y
vehicularlos con un análisis causal
de causas y consecuencias”.
La guerra es opaca,
mantiene los secretos
‘Las mentiras sobre la guerra en
los medios no son tanto por falta
de información como por
ocultación de lo que se sabe’.
Hacer el conflicto ‘Se puede hacer periodismo
95
transparente militante, a condición de que sea
transparente, de anunciarlo, de no
enredar.’
Periodismo basado en
“nosotros- ellos”,
propaganda, voz para
“nosotros”
“[Los medios locales]
desaparecen o son cooptados muy
rápido y se convierten en parte del
conflicto, voluntaria o
involuntariamente (…) No son
independientes. Si consiguen
sobrevivir es porque son
militantes”.
“El periodismo militante para mí
no es periodismo sino parte del
conflicto”.
‘Los medios internacionales
procuran no posicionarse sobre
conflictos de otros países, salvo
que tengan un interés particular’.
Dar voz a todas las
partes, empatía
comprensión
‘Un buen periodista busca la
compasión’
Ver a “ellos” como el
problema, Se centra en
quién domina la guerra
‘El periodista que fotografía al
bando que domina la guerra, para
difundir el terror, aunque sea muy
a su pesar, está al servicio de los
agresores [Estado Islámico]’
Ver el conflicto/ guerra
como el problema (no
al enemigo), focalizarse
en la creatividad para
resolver el conflicto
‘Los medios pueden tomar un
papel crucial para que la opinión
pública rechace la guerra, no por
un cambio ideológico sino porque
se den cuenta de que la guerra va
contra sus valores.’ Ej. Vietnam.
Dehumanización de
“ellos”; más cuanto
peores sean sus armas
‘Todos los que participan en una
guerra son criminales de guerra”
‘En la guerra no hay buenos y
malos’.
Humanización de todas
las partes, más cuanto
peores sean las armas
“Es importante que el periodista
no pierda de vista lo que está bien
y lo que está mal, y no relativice
demasiado.”
Reactividad: esperar a ‘Ya cuesta que los medios cubran
96
que estalle la violencia
antes de reportear
las guerras, no se hacen
coberturas previas al estallido de
violencia ni posteriores.’
Proactividad:
prevención antes de que
la violencia/ guerra
estalle
‘Uno de los efectos del
periodismo de paz es, a posteriori,
concienciar para que no vuelva a
suceder’. Ej. Fotografías II Guerra
Mundial.
Se centra solo en los
efectos visibles de la
violencia (asesinados,
heridos y daños
materiales.
‘Las guerras solo tienen espacio
en el noticiario si hay imágenes
espectaculares, y cuando la
espectacularidad se convierte en
rutina, tampoco tiene espacio.’
‘Se busca el sensacionalismo’.
‘Las rutinas de producción hace
que unos copien a otros y todos
publiquen lo mismo.’
Se centra en los efectos
invisibles de la
violencia (trauma y
gloria, daños
estructurales/culturales)
‘La violencia estructural/ social
puede provocar un caos mayor
que una guerra’ Ej. Haití.
Los conflictos son complejos, y en las últimas décadas cada vez cumplen menos el
esquema de dos bandos en trincheras, las causas y las consecuencias son múltiples.
Mientras, el proceso que siguen los medios de comunicación es el contrario: tienden a la
simplificación.
La exigencia de inmediatez hace que se le pueda dedicar menos tiempo a la
investigación y a la elaboración del producto periodístico. La banalización de la
información va en detrimento de lo internacional, que solo consigue espacio en las
noticias cuando sucede hay imágenes sensacionalistas. A las guerras les cuesta ser
consideradas noticiables por los medios internacionales, y a los procesos de paz, más
todavía.
Las imágenes impactantes necesitan se contextualizadas. El periodista ha de
desprenderse de sus ideas preconcebidas, dar testimonio de lo que ve, explicarlo e
indagar en las causas y las consecuencias, algo que es sencillo si se le dedica tiempo.
97
Teniendo en cuenta que las condiciones para ejercer el periodismo en general, y en los
conflictos en particular, los reporteros de guerra hacen lo que pueden.
Los medios internacionales evitan posicionarse respecto a conflictos ajenos, por el bien
de sus relaciones diplomáticas, salvo cuando tienen un interés particular, como los
medios rusos sobre Ucrania o los medios franceses sobre el Estado Islámico. En
cualquier caso, las cadenas internacionales tienen una influencia nula o casi nula sobre
los actores del conflicto – tanto los que se enfrentan como los mediadores – ya que se
ajustan a sendos objetivos y agendas.
Los medios locales tampoco tienen influencia en el conflicto, sino que son parte de él.
Desde el principio, son cooptados por las partes, sino, están condenados a desaparecer.
Se convierten en medios militantes, y por tanto dejan de hacer periodismo.
Si bien es muy difícil influenciar a los actores que participan de un conflicto o de su
proceso de transformación o resolución, la opinión pública sí que es susceptible de ser
influenciada. En especial, cuando un país interviene en un conflicto fuera de sus
fronteras y sus habitantes solo pueden conocer lo que sucede allí a través de los medios
de comunicación. Es el ejemplo de Vietnam: la sociedad norteamericana no pasó a
apoyar a los vietnamitas, sino que sintió que la guerra iba contra sus valores.
98
Parte II. Periodismo orientado a la propaganda vs. Orientado a la verdad
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la propaganda
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la verdad
Expone ‘sus’ mentiras (las
de la otra parte) y cubre
‘nuestras’ tapaderas y
mentiras (las propias)
‘El lenguaje de los políticos
parece construido para
manipular la realidad; el
periodista ha de captarlo y
advertir de ello’.
Expone las mentiras de
todas las partes, no
cubre las tapaderas
“No conozco a nadie que no
tenga problemas mentales que
no sepa cuándo está diciendo la
verdad. Puede haber muchos
puntos de vista pero no hay
muchas verdades.”
Investiga aquello sobre
lo que las partes no se
pronuncian
‘En un conflicto se ha de hacer
periodismo de investigación,
pero nadie les contrata porque
son caros e impertinentes’.
‘Los programas de falsa
investigación que hay en
televisión son auténticas
basuras’.
Se escuda en una
pretendida objetividad*
‘El periodismo militante niega
la objetividad de hechos que se
conocen.’
‘La objetividad es recoger los
hechos y reproducirlos
distorsionándolos lo menos
posible’.
“Un periodista es un
informador, ha de dar fe de lo
que sabe y ve, dar testimonio
de la manera más objetiva
posible. Esto ha de secundaria
la matización de si es de paz o
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
99
no es paz.”
“La objetividad es un esfuerzo
por pensar racionalmente hasta
el fin de las consecuencias,
aunque al final no estés de
acuerdo contigo mismo,
admitir que te habías
equivocado’.
“Es responsabilidad del
periodista hacer el máximo
esfuerzo para seleccionar los
más cuidadosamente posible
esa objetividad de los hechos
que sean relevantes; al cien por
cien no lo harás nunca, pero si
deliberadamente dejas de hacer
este esfuerzo o te saltas alguna
evidencia, es pecado mortal.”
“El formato actual dificulta
objetivamente la objetividad.”
Toma partido por la
paz, asume la
subjetividad
“[El periodista] no se ha de
dejar llevar por sus
subjetividades”.
‘En una guerra, un periodista
que quiera ser, no neutral, pero
simplemente periodista, ha de
denunciar las barbaridades que
ve’.
“Quizá la objetividad es un
mito inaccesible. Tampoco
exculparía a la subjetividad,
pero cualquier persona
inteligente y medianamente
decente sabrá cuando está en el
entremedio correcto”.
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
100
Las partes tratan de imponer su visión del mundo, con un lenguaje que tergiversa y
manipula la realidad; el periodista lo ha de captar, decodificar y alertar al receptor del
mensaje.
Las mentiras que se difunden no suelen deberse a una falta de información, sino a la
voluntad de las partes de saltarse la verdad en beneficio propio. Por eso es necesario un
periodismo de investigación, pero es demasiado laborioso y caro como para que interese
a los medios, y demasiado impertinente como para que interese al poder.
Respecto a la objetividad y la subjetividad, Vilanova lanza ideas con la intención de
ajustarse al sentido común y a sus conocimientos empíricos, y no a ningún paradigma
de pensamiento. Sin embargo, las proposiciones son de difícil convivencia, algo que se
explica por la atribución de distintos significados a palabras tan complejas como
controvertidas.
En primera instancia, establece una equivalencia entre objetividad y verdad, por lo que
la falta de objetividad es una carencia grave propia del periodismo militante que niega
evidencias y datos contrastables con fines propagandísticos.
En este sentido, define la objetividad como la recogida de hechos y su reproducción fiel.
Ante el dilema de qué es un hecho y qué no lo es, lo soluciona con sentido de la
responsabilidad y esfuerzo del periodista.
Admite que la objetividad absoluta es muy difícil de conseguir, como un mito, pero no
hay que desistir en tratar de alcanzarla. De hecho, la carencia de objetividad no es tanto
por culpa del periodista sino de los formatos actuales que no lo permiten.
En cuanto a la subjetividad, en un primer momento dice que el periodista no debe
dejarse llevar por ella, que ha de procurar que sus opiniones no se apoderen de su relato.
Luego matiza que la subjetividad es nociva en la medida en que se acerque al
periodismo militante y busque favorecer a un bando. Sin embargo, en un siguiente nivel
de profundidad, añade otra casuística: si el periodista detecta quién es el agresor y quién
la víctima, ha de denunciarlo, no ha de relativizar en exceso, ni procurar repartir la culpa
de forma equitativa. No queda muy claro si denunciar los excesos de una guerra lo
considera el mejor desencadenante de la objetividad o la excepción en que admite
subjetividad.
101
Parte III. Orientado a las élites Vs. Orientado a la gente
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a las élites
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la gente
Se centra en “nuestro”
sufrimiento, el de los
varones en pleno uso de
sus fuerzas (las tropas); les
hace de altavoz
“Lo último que debe hacer un
periodista es creer lo que le
dice un político en primera
instancia, sino está haciendo de
altavoz”.
Se centra en el
sufrimiento de todos, en
especial el de las
mujeres, los niños y los
mayores; da voz a los
que no la tienen.
“Es mejor un periodista que
defienda a las víctimas”.
Dar nombre a los
agresores del otro bando
‘El periodista falla a la verdad
si narra las atrocidades de uno
de los bandos para no debilitar
a los suyos’.
Dar nombre a los
agresores de todos los
bandos
“El periodista debe explicar
todas las atrocidades (…)
siempre con el criterio de
seguridad, oportunidad, que no
le peguen un tiro.”
Se centra solo en los que
construyen la paz desde
las élites diplomáticas
“El mediador ha hecho
investigación de campo y
académica, tiene mucha más
información que los medios de
comunicación y prestarles
atención le haría perder mucho
tiempo a su función”.
Se centra en todas las
personas que
construyen la paz desde
todos los estratos
X
El periodista ha de cuestionar siempre lo que dicen las partes, en especial las élites que
han profesionalizado la comunicación y tergiversan la realidad en sus mensajes. En
cambio, el periodista ha de defender a las víctimas, si tiene espacio para ello en su
medio de comunicación.
102
En la máxima de ‘dar testimonio’, se incluyen las atrocidades de todos los bandos, si
solo se cuentan las que cometen unos de ellos, se está faltando a la verdad. Por ejemplo,
en la Guerra Civil Española, cuando los periodistas republicanos solo explicaban las
matanzas del bando nacional que, aunque eran mayores, no eran las únicas.
Los medios se tienden a centrar en la construcción de la paz que se hace desde las élites
diplomáticas; es comprensible que el interés del periodista no sea correspondido por el
mediador, ya que no solo no le necesita sino que le molesta. El mediador sabe todo lo
que ocurre en las negociaciones que le ocupan, por tanto no va a informarse a través de
prensa, radio ni televisión.
103
Parte IV. Periodismo orientado a la victoria Vs. Orientado a la solución
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la victoria
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la solución
Paz = victoria + alto al
fuego
“¿Es periodismo de paz pedir una
intervención armada? No me cabe
ninguna duda de que sí lo es.” (en
Sarajevo 1994)
Paz = no violencia +
creatividad
‘Los medios pueden ayudar con
una tarea divulgativa y
cooperación’.
Esconder las iniciativas
de paz antes de que la
victoria esté al alcance
de la mano
“Los mediadores huíamos de los
periodistas como de la peste
porque no tenían ni idea de lo que
pasaba”.
Destacar las iniciativas
de paz, también para
prevenir más guerra
“El periodista puede hacer algo
en las fases previas para no
incendiar los ánimos”.
“Ser periodista de paz es no haber
ayudado a incendiar esto antes de
que empiece la guerra”.
“Es mejor un periodista que llame
a la negociación”.
Contribuir de forma
activa a la construcción
de la paz
‘No hay que meter en la misma
familia a los académicos,
analistas de conflictos,
investigadores sociales y
mediadores que a los periodistas.
No solo sus trabajos son distintos,
también su función lo es.’
Se centra solo en los
acuerdos entre
instituciones, de la
sociedad controlada
‘Los medios locales toman
partido en la negociación porque
están ligados a opciones políticas
que las apoyan’.
Presiona para conocer
las negociaciones de
resolución del conflicto*
‘Los periodista internacional
desconocen las negociaciones
diplomáticas, o si las conocen, no
lo dicen; si le hubiera preguntado,
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
104
tampoco se lo hubieran dicho,
pero su tarea es buscar.’
Boicotea la resolución de
un conflicto, prefiere su
continuidad
“Se periodista de paz es tratar de
denunciar la situación para que
alguien la intente parar.”
Se centra en la
estructura, la cultura, la
sociedad pacífica
“La función del periodismo de
paz supongo que es promover la
paz”.
Las tropas se marchan
solo porque deben
ocuparse de otra guerra,
vuelta a empezar en otro
escenario
X
Consecuencia:
resolución,
reconstrucción,
reconciliación
“¿Tú crees que el periodista
puede hacer la paz entre los dos
bandos? Ni de coña, de momento
nadie puede hacerlo. Y allí [Siria]
van a por periodistas y
cristianos.”
Los medios de comunicación pueden contribuir a la paz con la visibilización de
experiencias que demuestren que la trascendencia del conflicto es posible. Se han dado
casos en que los medios, por propia iniciativa, han ayudado a los equipos de
cooperación internacional a cumplir con su cometido, y los resultados han sido muy
satisfactorios. Por ejemplo, en Haití, en la misión exploratoria de la Unión Europea para
valorar si el país estaba preparado para unas elecciones, las radios de la cooperación
francesa y canadiense hicieron pedagogía democrática.
El momento para ejercer el periodismo de paz es, preferiblemente, antes o después de la
guerra, no durante los enfrentamientos. Antes del estallido de la violencia, los medios
han de procurar no incendiar los ánimos. La cobertura que se haga de la guerra ha de
contribuir, a posteriori, a la memoria común, para que no se vuelva a repetir (aunque
probablemente se vuelva a repetir, sino las mismas atrocidades, unas muy parecidas).
Por lo que hace a las negociaciones de paz, el periodista ha de hacer un llamamiento a
las conversaciones, en la medida de lo posible, aunque esa no es su prioridad. Los
medios locales, cooptados por las partes, apoyarán las negociaciones en función de si la
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
105
opción política en la que se han alineado las ve favorablemente o no, como sucede en el
proceso de paz entre las guerrillas y el Gobierno de Colombia.
La relación entre mediadores y periodistas, es poco fluida. Si bien el mediador, como
estudioso de los conflictos, podría orientar al periodista con carácter general en el
análisis de las dinámicas bélicas y los procesos de resolución, tiende a no hacerlo, ya
que el periodista solo se interesa por los secretos que no puede revelarle. Además, los
periodistas suelen ir cargados de estereotipos que tomaría mucho tiempo del especialista
desmontar. Para el mediador, ocuparse del periodista sería una pérdida de tiempo.
En todo caso, el periodista tampoco precisa de herramientas de análisis de conflictos, ya
que su trabajo y su función es muy distinta a la de los conflictólogos: con dar testimonio
de lo que ve, tienen suficiente. La función del periodismo de paz de Galtung es
promover la paz, según deduce Vilanova, algo que ve con escepticismo, ya que no cree
que esté ni deba estar entre las capacidades del periodista hacer que dos enemigos se
sienten a hacer las paces.
106
4.5 LA CONCEPCIÓN DE EDUARD VINYAMATA SOBRE LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN EN CONFLICTOS
FILOSOFÍA SOBRE
LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN
Importancia de los
medios de
comunicación en
conflictos
‘Son una herramienta que en manos de unos u otros puede
tener diferentes fines. En la guerra, se usan para ir contra el
enemigo’
Definición de
periodismo de paz
“Según la conflictología, el periodismo se rige a un principio
muy simple: la honestidad.”
“El periodismo de paz es el que utiliza los medios para
informar sobre la verdad o verdades, y no para soliviantar al
personal.”
‘Los medios de comunicación se pueden utilizar como
sistema de resolución de conflictos’.
“En oposición, el periodismo de guerra utiliza la información
y la manipula para conseguir un efecto de destrucción,
sumisión, dominación de los adversarios…hasta tal extremo
que si es necesario mentir, se miente.”
Valoración del
periodismo de paz en
el contexto actual
“Evidentemente, creo en el periodismo de paz. La paz es lo
mío y utilizo cualquier cosa para restablecerla. Quizá no
escriba el artículo o el guión, pero inspiraré el guión.”
Crítica al periodismo
de paz X
Propuesta “Se ha de preparar a los periodistas en su capacidad
comunicadora para resolver conflictos”
Para Eduard Vinyamata los medios de comunicación tienen importancia en los
conflictos, por su influencia sobre la población y las partes implicadas. Su visión es
instrumental, los compara con un cuchillo, que puede se puede emplear para hacer el
bien o el mal, según quién lo emplee.
Cuando los medios de comunicación están en manos de los actores enfrentados, hacen
periodismo de guerra: manipulan la información y mienten para conseguir sus objetivos
de destrucción, sumisión y dominación de los adversarios. En cambio, el periodismo de
107
paz es posible cuando los equipos de mediación, los negociadores, facilitadores,
conflictólogos o periodistas concienciados, están en posesión de los medios.
El periodismo de paz se basa en la honestidad y en informar sobre las verdades de cada
actor, ya que un conflicto varia en función de la perspectiva que se tenga. Además, el
valor añadido del periodismo de paz es que da visibilidad a iniciativas de paz, a
experiencias de reconciliación individuales y colectivas, que son extrapolables a otros
conflictos. Así es como el objetivo del periodismo deja de ser meramente informar para
ser el de conseguir la paz.
108
Parte I. Periodismo orientado a la guerra y la violencia
Vs. Orientado al conflicto y a la paz
PERIODISMO DE
GUERRA.
Orientado a la guerra y
la violencia
PERIODISMO DE PAZ
Orientado al conflicto y a
la paz
Se centra en el terreno
del conflicto, 2 partes y
1 único objetivo.
Orientación de suma
cero.
‘La percepción que los
combatientes tienen del conflicto
es muy simplificada, la del
periodista ha de ser más
profunda’.
Explorar la formación del
conflicto, x partes, y
objetivos, z asuntos.
Orientación win- win
(ganar-ganar)
‘La reconciliación se consigue
cuando las partes entienden que
los objetivos del otro son dignos’
Espacio y tiempo
cerrados; causas y
salidas en el mismo
terreno; quién tira la
primera piedra.
X
Espacio y tiempo
abiertos, causas y
consecuencias en
cualquier lugar, también
en la historia y la cultura
‘A través de reportajes,
documentales o películas se
puede dar a conocer un conflicto
de mejor manera que con la
charla de un especialista’.
La guerra es opaca,
mantiene los secretos
‘En la guerra todos los actores
ocultan cosas’.
Hacer el conflicto
transparente
‘La conflictología pretende
estudiar el conflicto para que se
entienda’.
Periodismo basado en
“nosotros- ellos”,
propaganda, voz para
“nosotros”
‘Los medios se suelen utilizar con
fines propagandísticos en las
guerras’.
Ej.Película “La cortina de humo”
(Wag the dog, en el original): el
presidente de los EEUU encarga
un falso documental para entrar
109
en guerra con Albania.
Dar voz a todas las
partes, empatía
comprensión
“No dar la razón a uno o a otro,
por la sencilla razón que cada
parte tiene su parte de razón”.
Ver a “ellos” como el
problema, se centra en
quién domina la guerra
‘El periodismo de guerra busca la
dominación de los adversarios’.
Ver el conflicto/ guerra
como el problema (no al
enemigo), focalizarse en
la creatividad para
resolver el conflicto
‘Las partes han de ver que su
único error es ejercer la
violencia’.
Dehumanización de
“ellos”; más cuanto
peores sean sus armas
“[En una guerra, las partes]
lanzan mensajes con el objetivo
de demonizar, criminalizar al
enemigo”.
Humanización de todas
las partes, más cuanto
peores sean las armas
‘Para conseguir la paz es
imprescindible que las partes se
re- conozcan como personas con
los mismos intereses, incluido el
deseo de terminar la guerra’.
‘Participar en la elaboración de
un producto periodístico es un
trabajo en equipo que fomenta el
reconocimiento y vínculos de
solidaridad’.
Reactividad: esperar a
que estalle la violencia
antes de reportear
‘Los escenarios de conflicto
tienen historias de interés
periodístico antes y después de la
guerra’.
Proactividad: prevención
antes de que la violencia/
guerra estalle
X
Se centra solo en los
efectos visibles de la
violencia (asesinados,
heridos y daños
materiales.
“Las buenas noticias no son
noticia, solo las malas, las que
tienen morbo.”
Se centra en los efectos
invisibles de la violencia
(trauma y gloria, daños
estructurales/culturales)
La violencia puede ser
estructural, también desde el
estado, que puede ser legal pero
inmoral’.
110
Para Vinyamata es comprensible – lógico, aunque no aceptable – que las partes
enfrentadas en un conflicto hagan uso de los medios de comunicación cuando tienen
capacidad de acceder a ellos directamente, ya sea porque les pertenecen, como las
revistas que son de la guerrilla, o porque tienen influencia económica o política sobre
una publicación. Esta visión encaja en el marco instrumentalista de los medios de
comunicación.
Lo que Vinyamata se propone no es que las partes hagan un buen uso de los medios,
sino que alguien externo, sea mediador o periodista, emplee los medios con fines
positivos. Las estrategias más efectivas son aquellas que los destinatarios no perciben, y
que en cambio, les empoderan. El mediador ha de hacer sentir a los actores que el
acercamiento de posiciones es mérito de las partes, por eso es una función que se ejerce
en la sombra.
111
Parte II. Periodismo orientado a la propaganda vs. Orientado a la verdad
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la propaganda
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la verdad
Exponer ‘sus’ mentiras (las
de la otra parte) y cubre
‘nuestras’ tapaderas y
mentiras (las propias)
‘En una guerra, las partes
lanzan mensajes, y da igual si
es verdad o no, con tal de
acabar con el enemigo’.
Exponer las mentiras
de todas las partes, no
cubre las tapaderas
“Los mejores [periodistas]
son los que siguen el código
deontológico: decir la verdad
o verdades.”
Investigar aquello
sobre lo que las partes
no se pronuncian
‘El periodista debe destapar y
denunciar públicamente las
mentiras y tapaderas’.
Ej. Wag the dog.
Se escuda en una pretendida
objetividad*
“El periodismo se rige a un
principio muy simple: por la
honestidad.”
Tomar partido por la
paz, asume la
subjetividad*
‘El periodista ha de tomar
partido por la paz.’
Vinyamata cree que en un conflicto no hay una sola verdad sino que cada parte tiene su
verdad, por lo que el periodista debe recogerlas todas y explicarlas; esto equivale a dar
voz a todas las partes y poner en contexto.
Sin embargo, las partes lanzarán mensajes con el objetivo de acabar con su enemigo, y
para ello tergiversarán la realidad y mentirán, por lo que el periodista debe actuar como
filtro detector y decidir si ignorar ese mensaje o denunciar que están mintiendo. Por eso,
introduce el término “honestidad” en referencia a no faltar a la verdad cuando se
conoce.
Vinyamata lo tiene claro: “El objetivo no es hacer de periodistas, es la paz”. Desde su
perspectiva externa al litigio y a los medios de comunicación, concibe a los periodistas
como una pieza más de la construcción que ha de levantar para que la paz funcione.
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
112
Aunque en la actualidad encuentra pocos ejemplos de periodismo de paz, se confiesa
defensor a ultranza de esta modalidad.
Parte III. Orientado a las élites Vs. Orientado a la gente
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a las élites
PERIODISMO DE PAZ
Orientado a la gente
Se centra en “nuestro”
sufrimiento, el de los
varones en pleno uso de
sus fuerzas (las tropas);
les hace de altavoz
‘Los grupos armados, sean
pandillas o guerrilleros,
normalmente tienen periódicos
propios’.
“Hacen un periodismo muy
rústico. Por ejemplo,
fotografían a las personas que
han asesinado muy
cruelmente. El objetivo es
conseguir un efecto de
terror”.
Se centra en el sufrimiento
de todos, en especial el de
las mujeres, los niños y los
mayores; da voz a los que
no la tienen.
‘Ha de dar voz a todos’.
Dar nombre a los
agresores del otro bando
‘Antes de ir a por el enemigo,
se imbuyen ideas contra él’.
Dar nombre a los agresores
de todos los bandos X
Se centra solo en los que
construyen la paz desde
las élites diplomáticas
X
Se centra en todas las
personas que construyen la
paz desde todos los
estratos
‘El periodismo se ha de
centrar en las iniciativas de
paz que nacen o tienen como
destinatario el tejido social’.
Ej. Mostar: importancia de
los lugares comunes de
socialización. Generaban
eventos para que fueran
noticia.
113
El periodismo se ha de dirigir al pueblo y no a las élites. Este es uno de los puntos
centrales del trabajo de Vinyamata: dar visibilidad a las experiencias locales, que
muestren que la reconciliación es posible. Para ello, apuesta por historias de un gran
potencial expresivo, que generan una emoción y una empatía que se reproducen.
Para ilustrarlo, de su propia experiencia, pone el ejemplo de la guerra de Yugoslavia,
cuando aprobaron la Ley de la comunicación por la que se prohibía a los medios de
comunicación cualquier rastro de violencia, no solo no se podía ensalzar la guerra sino
que no se podía hablar de ella. Además, se apoyaba en la ley marcial, es decir, al que no
la cumplía lo mataban. Con estas reglas del juego, el equipo de trabajo del que él
formaba parte, se dedicó a organizar eventos, como festivales de música, y a promover
políticas para fomentar la socialización, como la expedición de un mayor número de
licencias de bares o la reestructuración del cuerpo de la policía. Los medios se veían en
la obligación de explicarlo, aunque solo fuera para llenar las horas de noticiarios. El
periodismo de paz es tan necesario, que a veces es necesario forzarlo.
114
Parte IV. Periodismo orientado a la victoria Vs. Orientado a la solución
PERIODISMO DE
GUERRA
Orientado a la victoria
PERIODISMO DE
PAZ
Orientado a la solución
Paz = victoria + alto al
fuego
‘El alto al fuego no es suficiente
para restablecer la paz.
Ejemplo, conflicto con ETA: “el
gobierno español no quería, se
acababa un subterfugio para
justificar una serie de actos.
Ahora están en ayuntamientos,
cobran, y esto para el adversario
es muy peligroso”.
Paz = no violencia +
creatividad
“El objetivo es que los grupos
armados dejen las armas y pasen
al parlamento”.
Esconder las
iniciativas de paz antes
de que la victoria esté
al alcance de la mano
X
Destacar las iniciativas
de paz, también para
prevenir más guerra
‘En Mostar, la radio destacaba los
festivales de música que se
celebraban para que serbios y
bosnios confraternizaran. El
evento estaba hecho para ser
contado, ya que la ley marcial
prohibía hablar de todo lo que
conllevara enfrentamiento’.
Contribuir de forma
activa a la construcción
de la paz
“El objetivo no es hacer de
periodistas, es la paz.”
Se centra solo en los
acuerdos entre
instituciones, de la
sociedad controlada
‘La justicia internacional no
acaba de funcionar en todos los
contextos, por lo que vale la pena
buscar vías alternativas de
resolución de conflictos’. Ej.
Ruanda y Burundi.
Presionar para conocer “Los medios siempre ejercen
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
115
las conversaciones
sobre negociaciones de
resolución del
conflicto
presión”. “Periodistas honestos
que hacen su trabajo y les
trastorna su urgencia, se
esfuerzan demasiado en crear una
noticia cuando todavía no existe,
o dramatizar una noticia”.
Boicotear la resolución
de un conflicto,
prefiere su
continuidad*
‘La precipitación, el acceso a una
información que debía ser
discreta, ha abortado
conversaciones.’
Se centra en la
estructura, la cultura, la
sociedad pacífica
‘El periodismo de paz da
visibilidad a experiencias reales
de reconciliación, de paz y de
reconstrucción del tejido social’.
Las tropas se marchan
solo porque deben
ocuparse de otra
guerra, vuelta a
empezar en otro
escenario
X
Consecuencia:
resolución,
reconstrucción,
reconciliación
“Solo en pocos casos se utilizan
los medios de comunicación para
establecer la paz”.
‘El periodista puede coger su
cámara e irse a montar la paz,
haciendo que dos enemigos
colaboren de forma conjunta en la
elaboración de un reportaje’.
Para conseguir la paz, los medios no han de destacar e incluso es mejor que no
mencionen los enfrentamientos y los estragos de la guerra, si va a contribuir a que se
retroalimente el ciclo de violencia. En su discurso, la omisión de esos datos está
justificada porque no lo considera una falta a la verdad sino una supresión pragmática
en beneficio de un objetivo superior: la paz.
En cambio, se han de destacar iniciativas de paz y experiencias positivas, lo que se
puede llevar a cabo dando visibilidad al trabajo de mediación que se hace, o bien
tomando el periodista la iniciativa con un proyecto cuya elaboración fomente el
encuentro entre las partes.
Categoría añadida en las tablas de todos los entrevistados
116
5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
El estudio muestra que las concepciones de los mediadores – experimentados en una
gran diversidad de conflictos internacionales y sobre todo armados – oscilan entre
diferentes interpretaciones de una misma etiqueta, más o menos aceptada, “periodismo
de paz”.
En primer lugar, existe consenso respecto una serie de principios: el periodista ha de
desplazarse sobre el terreno, identificar a la pluralidad de actores, dar voz a todos o a la
mayoría de ellos, ha de documentarse sobre los orígenes, causas, consecuencias del
conflicto, más allá de los efectos visibles. Todas estas premisas ya se asumían como
punto de partida de la investigación, así que el interés se centra un paso más allá,
justamente en los aspectos en los que existen discrepancias.
Por un lado, tres de los cinco mediadores – Fisas, Redorta, Vinyamata – creen en el
periodismo de paz, tal y como Galtung lo define. Al ser interrogados sobre su
experiencia en relación con los medios de comunicación durante conflictos, han relatado
experiencias positivas cuando el periodismo se ha orientado a la paz y el conflicto, a la
verdad, a la gente y a la solución. Asimismo, han valorado negativamente el periodismo
orientado a la guerra y la violencia, a la propaganda, a las élites y a la victoria. Solo al
final, se ha puesto de manifiesto la similitud con la tesis de Galtung, que los tres han
aceptado sin reservas.
Además, cada mediador ha enfatizado en los aspectos que a su juicio, son
imprescindibles para una adecuada cobertura del conflicto. Fisas ha insistido en la
necesidad de que se respete la confidencialidad de las negociaciones de paz; Redorta, en
la vocación didáctica de los medios de comunicación en la sociedad; Vinyamata, en los
proyectos periodísticos que construyen la paz de forma activa.
Por otro lado, Grasa y Vilanova han negado la existencia de una realidad llamada
periodismo de paz, ya que no son capaces de localizar ejemplos que cumplan con los
requisitos de Galtung, como la humanización de los bandos y la búsqueda de una
solución. Ambos son críticos con las coberturas de conflictos que se hacen en la
actualidad. Para corregir estas carencias, formulan su propia propuesta en la que se
incluyen las características del periodismo de paz de Galtung, con exactitud o de forma
extremadamente similar.
117
Grasa, entonces, centra sus desavenencias con Galtung en la denominación de
“periodismo de paz”. A su parecer, el término lleva inherentes connotaciones pacifistas
que disuaden a los periodistas de la necesaria adquisición de un correctivo. Su
recomendación es un periodismo que cumpla con unas mínimas buenas prácticas y con
la ética deontológica.
Vilanova pide, a su turno, que se le enumeren las atribuciones del periodista de paz,
según Galtung, y reconoce que está de acuerdo con todos los puntos. Su crítica es,
entonces, para el profesor Galtung de forma personal, rechaza su método de
investigación por ser no empírico y el carácter abstracto de sus recomendaciones.
La misma discordancia de definiciones aparece con los conceptos objetividad y
subjetividad. Los entrevistados entraron en la disyuntiva sin que se les pidiera, y
escogieron una u otra opción. Los tres mediadores que son declarados defensores el
periodismo de paz – Fisas, Redorta y Vinyamata – consideran que el periodista ha de
tomar partido por los débiles y denunciar los abusos, para la consecución de la paz.
En cambio, los dos que desconfían del periodismo de paz – Grasa y Vilanova –
consideran que con la objetividad de los hechos y la neutralidad moral es suficiente para
redactar una buena información.
En ambos casos subyace la creencia de que basta con un periodismo profesional. Pero
para cada periodista o mediador, el adjetivo “profesional” es distinto y las versiones
pueden incluso ser opuestas. La flexibilidad del concepto rebaja tanto las expectativas
de la función periodística que lo despoja de la condición de actor en el conflicto y, en
general, de su tarea política.
Los resultados de las entrevistas muestran que no existe un consenso entre los
profesionales de la mediación sobre si el periodismo de paz es la versión deseable de
ejercer el periodismo en los conflictos. Las recomendaciones en abstracto de Galtung
dejan margen de flexibilidad para adaptarse a la naturaleza de cada conflicto, sus
necesidades y limitaciones. Pero al mismo tiempo, la ambigüedad da lugar a
interpretaciones de sus consejos muy distintas.
Esto se demuestra en que, los que han sido más refractarios en contra de la propuesta,
han sido también los que la conocían con menor profundidad. Este hecho ha conducido
118
a que creyeran estar en desacuerdo cuando esgrimían argumentos equivalentes o muy
similares.
Las reflexiones en que han desembocado las entrevistas han alcanzado el plano
filosófico, ya que para hablar de periodismo de paz hay que replantearse la función del
periodista per se y de los conflictos, y para ello, a su vez, de los procesos sociológicos y
psicológicos del ser humano.
Para el periodista sería mucho más eficiente ir a una guerra sabiendo qué se espera de él
y de su cobertura. Con unas orientaciones más precisas, las probabilidades de éxito de la
cobertura se incrementarían exponencialmente. Pero el periodismo y la conflictología
son ciencias sociales, no exactas, y no existe la receta del buen periodismo.
Pese a todo, se puede concluir que, en esencia, los mediadores están de acuerdo en la
esencia: para que los medios contribuyan a la trascendencia de las contradicciones,
mecanismo necesario para la transformación o resolución de un conflicto, es necesario
que sus textos trasciendan el conflicto. Las informaciones sobre conflictos no se han de
quedar en los enfrentamientos, de los bandos, lo que dicen y hacen; han de identificar a
todos los actores, sus objetivos, actitudes, comportamientos; han de poner todos los
elementos en conjunción: sistema de conflicto, sistema de referencia. Así, se otorga al
conflicto su dimensión real.
Si se llevan a la práctica las recomendaciones de los mediadores, los medios de
comunicación reflejarán la complejidad del conflicto. En este mapa, las posibilidades de
encontrar una salida se multiplican, ya que tienen cabida los mecanismos necesarios
para la transformación o resolución del conflicto. Así, se activa la imaginación moral, la
capacidad de generar alternativas para salir de la aparente contradicción inicial.
Existen ejemplos, en el pasado y en la actualidad, y por todo el mundo: el periodismo de
paz es factible, no es una utopía. Algunos lo ejercen sin saberlo, y otros miran la teoría
sin atreverse a ponerlo en práctica, por los muchos obstáculos a los que ya se enfrenta el
corresponsal de guerra.
Pero a cada nueva cobertura ‘de guerra’ que se suma a la historia del periodismo, se
hace más difícil romper con lo establecido, así que cualquier momento es igual de
apropiado para hacer el cambio. Pasarse al periodismo de paz es una cuestión de actitud
y de enfoque, no atiende a creencias políticas ni de ningún otro tipo, tiene cabida en
119
medios de todas las ideologías. Aún más, el periodismo de paz se puede ejercer en todas
las escalas: internacional, nacional, regional, local o de comunidad; en todas las fases de
un conflicto, e incluso cuando el conflicto aún está latente, ya que una de sus premisas
es el carácter preventivo y proactivo.
120
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123
ANEXOS
A continuación se reproducen las entrevistas con los cinco mediadores. La transcripción
del discurso es estrictamente literal.
Anexo 1: ENTREVISTA CON VICENÇ FISAS
La mediación es un proceso con diversos actores con papeles distintos:
Mediador o facilitador: es la persona más pública y visible. Está presente en
todas las conversaciones y en momentos de crisis puede hacer interferencias. Su
tarea no es buscar la solución o hacer la propuestas final, sino ayudar a las partes
a un dialogo flexible, que la comunicación fluya, que ganen confianza, que
adopten actitudes de win-win que todos ganaremos bastante, no todo lo que
pedíamos, pero nadie pierde.
Las personas que hacen primeras exploraciones tienen la capacidad de contactar
con grupos armados y valorar la disposición, si están preparados técnicamente
para entrar en una negociación. Cuando ve que hay buena disposición, ha de
tener capacidad de comunicárselo a la otra parte, y decirle si pone estas
condiciones. Más que diplomáticos, lo hacen profesionales vinculados a centros,
muy discretos, cuyos nombres no salen a la luz, pero sin su participación no
sería posible.
Entrenadores/ preparadores: puede que un grupo armado no tenga experiencia
política, parlamentaria, de gestión local. El gobierno autoriza a que responsables
de este grupo armado vayan a otro país para recibir esta formación.
Convocante: institución o persona con muy buena imagen pública, honrada, con
prestigio (eclesiástico). Dice públicamente que invita a las partes a hablar. Hace
de maestro de ceremonias, su aparición es breve.
Equipos negociadores: hacen propuestas y contra propuestas, no son de sistema
de mediación, sino de negociación.
Personas o centros generadoras de ideas. Plantean alternativas en momentos de
crisis. Recomiendan que se haga un parón en las negociaciones, se hacen
seminarios con cada una de las partes y las ideas salen de ellos.
Hay hasta quince más….
Tareas de la Escola de Cultura de Pau (ECP):
124
Contribuye a estos procesos [de paz] pero no es público, no sale en la web o en
la memoria.
Seguimiento de todas las negociaciones que hay en el mundo, de conflictos
armados o ex armados, donde aún hay negociaciones anuario. Países:
Colombia, Sáhara, País Vasco, Kurdistán turco y Filipinas.
Asistencia de personas especializadas. Desde el 2000 al 2013 ha habido un trabajo
especializado en Colombia, con colombianos, algunos ex guerrilleros que al salir de la
cárcel han venido a España a hacer el posgrado y contribuir en el proceso de paz.
Sobre el conflicto de Colombia:
Los medios han tenido mucho peso en Colombia. Colombia es probablemente donde
hay más literatura, más expertos. Los medios tienen una sección que se llama ‘paz y
negociaciones’ y tienen personas especializadas.
Hay que distinguir entre la persona periodista y la empresa, el medio de comunicación.
El medio puede tener una posición muy conservadora y los periodistas pueden querer ir
más lejos. Siempre han jugado un papel muy importante, porque en un proceso de paz
hay temas delicados, como el papel de las víctimas, cómo se hace el desarme, si se
entregarán las armas de golpe o se hará una comisión internacional, si se hará con fotos
y periodistas o de forma reservada.. Y luego los temas de la agenda de negociación, que
pueden ser muy transformadores a nivel estructural (la política agraria, reformas
políticas estructurales importantes, si se hará una nueva constitución o no, son temas
recurrentes en las negociaciones).
Hay dos grandes tipos de procesos de paz:
Arquitecturas políticas intermedias: fórmulas de autogobierno, un grupo va
hacia la independencia y se quedan en una autonomía avanzada o federealismo
(pocas veces se consigue la independencia). El grupo está circunscrito a una
región.
Lucha por el poder político de grupos marginados que quieren presencia en la
escena política, dejar las armas para presentarse a las elecciones, y a veces las
han ganado. El grupo quiere participar en la política internacional. Ex dictaduras
o países sin práctica democrática normal. Se pueden transformar en un partido
político y ocupar cargos públicos.
125
Ej. las FARC. El primer punto para ellos es la política agraria. El segundo es
tener garantías de participación política, que una vez que dejen las armas no les
maten los sicarios o paramilitares. Hasta que no tengan garantías de que no serán
asesinados, no dejarán las armas.
Hay una metodología estandarizada.
Medios de comunicación: se empieza a filtrar que habrá negociaciones. La fase
exploratoria es secreta, el presidente solo puede negarlo. Se rige por el principio de
“Nada está acordado hasta que todo está acordado”: nada se pone en marcha hasta que
se ha llegado a un acuerdo de todos los puntos.
Un medio puede ser hostil a que se abran negociaciones. Uribe era contrario a negociar
con las guerrillas, de forma pública, pero a escondidas hacía gestiones. Yo tengo todas
las cartas de Uribe buscando aproximaciones, se puede demostrar. Pero un medio de
comunicación próximo a él, su política es de ‘no hay que hablar con terroristas’, hacen
difícil abrir una negociación. Puede que los periodistas no lo sepan, con Uribe pasó,
tengo constancia por entrevistas que realicé con ellos. Salvo que haya filtraciones, como
cuando Uribe ya era ex presidente y filtró que había negociaciones en Cuba.
Puede pasar lo contrario, de medios que defiendan que hace falta negociaciones para
zanjar un conflicto que la política editorial sea de abrir negociaciones. Pero hay
momentos de crisis en que los medios se pongan a la defensiva, no se puede hablar con
esta gente que sigue secuestrando y mantando. Se retiran. Afecta a que la opinión
pública sea favorable o no.
Los rumores no favorecen. Creo que es mejor que haya mucha reserva. En Colombia
hay la exigencia de la opinión pública de que haya transparencia, y de sectores que
creen que el gobierno se ha vendido al enemigo. Piden que todo se publique. El
gobierno y las FARC han accedido, lo cuelgan en una web común. Creo que esto no es
necesario. Cuando se acaba el proceso de negociación, sí.
Algo que no aconsejo: que la agenda que se ha aprobado se ponga a referéndum de la
opinión pública. Los medios contrarios a las negociaciones son spoilers, saboteadores y
crean una opinión pública contraria. Se va todo a norris. 40 años más de guerra. Es una
gran irresponsabilidad.
126
El papel óptimo de los medios y periodistas es el periodismo de paz: dar más visibilidad
a las iniciativas de aproximación de las partes, resaltar los acuerdos que son un
beneficio para el país, porque son un cambio político económico y social. Dar
visibilidad a los actores de paz, no gubernamentales, OIG, ONG, entidades que hacen
propuestas que dan voz a experiencias locales.
Pregunta Para evitar los rumores, ¿no sería mejor reconocer que existen
negociaciones?
Fase exploratoria secreta, no hay negociaciones abiertas. El periodista no puede fabricar
noticias, pero los opinadores sí. Pueden repetir el discurso de que solo hay solución a
través de las armas, solución militar, demonizan al enemigo (guerrilla, grupo armado)
que no sabe negociar.
Ej. ETA: solo pone la condición de que los presos con dos tercios de la condena
cumplidos entren en el tercer grado, que los enfermos estén en una clínica… algo que se
puede manejar políticamente, favorabilidad. No piden amnistía general porque hay una
opinión pública muy manipulada por los medios, sobre todo los de Madrid, que son
contrarios. Prefieren el estatus actual, en que existen pero no matan, nos podemos pasar
diez o veinte años así, pero eso no es cerrar bien un proceso, para ello es necesario que
los exiliados puedan volver, trabajar la reconciliación, existen experiencias a nivel
individual.
Cuando las negociaciones son abiertas, se hace más daño.
Mala praxis de los medios, cuando no tienen información y se inventan cosas. Dijeron
que había estado en un conflicto de negociador y no había estado.
Los periodistas a nivel individual pueden ser muy proactivos, pero estiran hasta donde
les dejan.
Los medios han de animar a superar las crisis, no han de decir que ha fracasado.
Los medios han de respetar el necesario silencio que se debe mantener en las fases
exploratorias, porque los mediadores no podemos decir nada aunque nos pregunten en
entrevistas. La insistencia no lleva a ninguna parte. Si estuviera trabajando en un tema
confidencial, te diré que no. Y si no lo estoy, también te diré que no. La respuesta
siempre es no. No le puedes preguntar a un mediador si está metido en un proceso.
127
De acuerdo, los medios han de animar a la paz. Si las negociaciones fracasan, no lo
dicen. ¿Entonces, no están fallando a la función que se les supone, la de contar lo que
sucede?
Una cosa no es incompatible con la otra. Te pondré un ejemplo. Entre 2005 y 2007, las
negociaciones entre la guerrilla y el gobierno de Colombia en la Habana iban muy
lentas, era exasperante, en dos años no habían sabido ni fabricar una agenda. Me
sorprendía porque después de reunirse cada día hacían una rueda de prensa, algunos
periodistas se instalaron allí. Les decía que era estúpido, se volvían tan vulnerables.
Había momentos de crisis muy profunda, y yo les decía ‘no podéis reconocerlo, tenéis
que decir mentiras, y el discurso que hacéis es de cara a los vuestros, para que la gente
amiga, fiel, militante no se siente traicionada, frustrada’. Los dos decían que toda la
culpa era del otro, y eso es terrible. Mi consejo es no, no puede haber tanta luz y
taquígrafos, debe haber discreción. Las partes han de pactar cada cuánto hacen un
comunicado conjunto, por ejemplo, cada vez que concreten un punto de la agenda, que
puede ser cada cuatro meses. Ha de ser un comunicado muy diplomático: hemos llegado
a este acuerdo, y ya está.
Pregunta: También existe la situación en la que aun no se ha llegado a ningún acuerdo,
las partes no dicen nada, pero los medios necesitan noticia, más allá de las intenciones,
por cumplir con su rutina de producción. ¿Cómo afecta la presión de los medios?
Especuladores: analistas políticos con información confidencial, suposiciones, rumores,
gente con ego y ansias de protagonismo que acuden a los medios de comunicación,
viven del cuento, de la paz como negocio, se montan fundaciones que son negocios, se
convierten en referentes. Muy pocas veces se pide la opinión a gente que tiene
perspectiva de construcción de la paz. Se pide la opinión a gente que hace política, en
un sentido o en otro, pero viviendo del cuento, y eso no me deja de sorprender como,
sobre todo El País, con una corresponsal en Bogotá, y siempre acude a las mismas tres
personas, carece de fuentes, es un ejemplo de carencia de profesionalidad.
Pregunta: Tampoco es tan fácil encontrar fuentes que conozcan el proceso de paz y que
hablen de ello. Si estuviéramos en Colombia ahora, y se supiera de un acercamiento
FARC- gobierno, ¿podríamos tener esta entrevista sobre el tema?
128
Sí. Podríamos estar todo el día hablando sin que te revelara ningún secreto, hay muchas
cosas públicas y de las cuáles tengo mi opinión. No tengo por qué desvelar secretos,
esto ni siquiera entra en el circuito.
Pregunta:¿Los periódicos dan voz a todos?
Ahora sí. Los periodistas de los diarios importantes al principio tenían siempre una
persona en la Habana y parece que competían por hacer más entrevistas a la guerrilla.
Las FARC tienen muy controlado quién puede hacer de portavoz. Tras años de
ostracismo, les interesaba hablar de su sueños, ideas, exigencias.
Las FARC tienen sus propias webs, es menos arriesgado una revista en papel. Divorcio
entre su web, un discurso anticuado, del s. XIX, y lo que hacen en la negociación. Son
para consumo interno, no buscan adeptos. En unas 30 ocasiones al año en que la
guerrilla pide abrir conversaciones de paz. Además, cada vez eran más débiles
militarmente: en el año 2000 tenían 20.000 efectivos; el año 2014 tenían 8.000
efectivos. No recogen las otras voces. Ver memoria para ejemplos.
El gobierno: diario El Tiempo, propiedad del presidente desde hace generaciones. Sigue
líneas conservadoras pero da una visión plural, da espacio a la guerrilla. Durante la
presidencia de Uribe no se hablaba de paz.
Hace 18 años que los lee la prensa colombiana. Durante siete años ha habido una tirada
del anuario de la paz en castellano, que repartían gratuitamente en Colombia. Los
extranjeros hablábamos de paz.
Pregunta: ¿Cómo hacer que el periodismo de paz sea noticia?
Dar visibilidad a actuaciones, experiencias de reconciliación, acercamiento, análisis a
nivel local o regional, propuestas a nivel nacional favorables a una paz con justicia
social.
Conflicto del Sáhara:
Es un conflicto muy complicado porque hace veintitrés años que tienen un alto al fuego
y ni Marruecos ni el frente Polisario han variado sus posiciones. Está condenado a la
eternidad. Romper sus esquemas es difícil. Hace un año puse en marcha cuatro
129
iniciativas y ninguna ha dado resultado porque una de las partes no se ha atrevido a dar
el paso.
En el mes de octubre invitó a los embajadores de Marruecos y Argelia a una comida de
trabajo confidencial. El de Argelia me dijo al día siguiente que sí, pero Marruecos nunca
contestó, ni por cortesía. Con otros países ha dado resultado. A nivel de embajadores es
más fácil que con ministros exteriores. Si va bien se hace una segunda reunión con las
esposas, que se habla de otras cosas que ayudan a aproximaciones, y no se atreverán a
pelear. Entre las mujeres se producen diplomacias especiales.
Los medios de comunicación en el conflicto del Sahara:
En España hay un acercamiento hacia el Frente Polisario. Han contribuido experiencias
como los niños de campos de refugiados que vienen a pasar el verano aquí con familias.
Está muy bien, pero la solidaridad no desencalla las negociaciones. Discutir las
necesidades, por qué quieres una cosa, más allá de qué quieres. Lapsos de un año y
medio o dos sin que haya negociaciones. Naciones Unidas ha dicho que no se haría
ninguna conversación más para perder el tiempo. Ahora empiezan a hacer un ejercicio:
la ONU envía un cuestionario a las partes para detectar las necesidades de las partes.
Escribió al negociador del comisario para que lo hiciera, y tuvo éxito con ETA, cien por
cien confidencial.
Los medios de comunicación en el Sáhara? Radio de consumo interno. Marruecos tiene
aliados fuertes, como Francia, UK. Tema bloqueado porque lo lleva la ONU. Todo
cambiaría si Marruecos fuera un país realmente democrático y estuviera
descentralizado, pero aunque el rey lo prometió hace años, no se ha puesto en marcha.
Genera desconfianza en el Polisario, que aceptaría sin problemas una autonomía como
la catalana, pero desconfían por experiencia.
Los medios son incondicionales del rey, hay mucha censura. Nadie se atreve a tener una
opinión favorable a los saharauis, te cierran el periódico y vas a la prisión. En el Sáhara
no hay medios de comunicación, ni siquiera quioscos.
No tienen voz, ese es el drama. No se expresan, no hay pluralidad, no se pueden
expresar. A medida que pasa el tiempo, Marruecos gana ventaja. Han hecho un proceso
de marroquinización el Sáhara, han enviado colonos que han tenido hijos que ya son
mayores de edad y pueden votar. Si se llegara a hacer un referéndum ganaría el
130
Marruecos.El referéndum se haría en todo Marruecos, no solo en la región afectada del
Polisario. A partir del 2000, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, la
misión de mantenimiento de la paz elimina la palabra referéndum. El mediador oficial,
la ONU, que representa a la comunidad internacional, ha decidido que es imposible. Las
resoluciones piden una solución mútua y aceptable, pero si ninguno de los dos altera las
posiciones, nos encontramos en un punto muerto.
Mi opinión es que debería arriesgarse a probar la autonomía. La oferta de autogobierno
que le hizo Marruecos en el 2007/8 era muy buena, pero la rechazaron porque lo que
querían era referéndum, aunque saliera no a la independencia. Pero internacionalmente
no tiene apoyos importantes, este referéndum no se hará nunca y el tiempo diría si se
puede ir más allá. Aguantaran 15 o 20 años hasta que desaparezcan como pueblo.
El Polisario es muy activo en comunicación con las redes de apoyo, vínculos con
medios internacionales, recogen lo que les interesa, entrevistas favorables al Polisario.
Pero hay medios internacionales que discrepan también.
Es un periodismo pasivo: recoge la opinión de unos y otros pero no se atreve a dar voz a
gente que plantee salidas, alternativas. Es una opción que tienen los medios, ante un
conflicto sin resolver, empantanado, podrían dar diferentes voces.
No se trata de que los medios planteen las propuestas, sino que den voz a gente que
tiene propuestas.
El Sahara ha tenido montones de enviados especiales de la ONU, nadie quiere el cargo,
duran poco tiempo. Yo hice una propuesta pero no hubo respuesta porque las partes no
estaban por la labor.
El día que Argelia diga basta, se acabó el apoyo, no os protegeremos más, no os
hacemos de velador, Argelia necesita tener buenas relaciones con Marruecos, comparte
problema por el terrorismo islámico, no puede ser que tenga las fronteras cerradas,
relaciones rotas, desarrollo económico, no hay infraestructuras para ir de un país a otro.
Entonces el Polisario deberá cambiar de posición.
Los opinadores de Argelia, si tuvieran conciencia de que no tiene sentido mantener la
situación de bloqueo y apretaran al gobierno quizá se atreverían a proponer al Polisario
que arriesgara. Hay que hacer propuestas que no sean percibidas por ninguna de las
131
partes como una derrota, la pérdida de dignidad es lo último que puede pasar en una
mesa de negociaciones, hay que procurar que el otro quede bien parado. Los medios de
comunicación de Francia (el país extranjero con más influencia) deberían apretar para
que Marruecos no hiciera trampas en este proceso, un poco de complicidad externa con
países clave que pueden tener influencia en otros estados.
Sobre el conflicto del Kurdistán:
Conversaciones exploratorias parecía que iban bien hasta la aparición del EI en el
Kurdistán de Iraq y de Siria le ha puesto freno. Cada año en el Parlamento. Las últimas
noticias hacen ser optimistas, el gobierno es favorable, los encuentros en el parlamento
europeo sobre Turquía y el Kurdistán… en 2015 se podría resolver.
Los kurdos de Iraq no tenían buena relación con los kurdos de Turquía, pero cuando el
EI ha entrado en territorio kurdo de Iraq, los hermanos de Turquía han acudido en su
ayuda. Vínculos de solidaridad. Planteamiento del gobierno de Turquía: si vuelven los
kurdos que ya sea desarmados, o que no vuelvan. Las condiciones de los turcos es que
haya una educación inclusiva con su cultura.
Turquía es un país muy centralizado, pero los kurdos tienen mucha presencia física en
las ciudades de su región, y tienen gran capacidad de movilización. Muchos han
emigrado a Europa, Alemania.
Demonización de los turcos, son considerados terroristas. Es cierto que han cometido
ataques terroristas, pero el gobierno ha neutralizado pueblos kurdos.
Los kurdos tienen una representación creciente en el parlamento, esto ha hecho que el
presidente de Turquía se haya acercado un poco a la población turca, unos meses antes
de las elecciones. Pero al primer ministro Erdogan se le han subido los humos, se acaba
de construir un palacio de mil habitaciones y ha cometido errores políticos. Turquía
estaba mediando en conflictos internacionales, y ahora pierde credibilidad. Los kurdos
ganan apoyo entre la opinión pública internacional, con cada alto al fuego ganan
credibilidad. La oposición ve cada vez mejor los acercamientos. Los kurdos tienen una
agencia de noticias muy fuerte, explican los hechos informativos cada día, ataques, etc.
132
Anexo 2: ENTREVISTA CON RAFAEL GRASA
Como analista de conflictos como vinculado a procesos de negociación, conozco bien:
En Europa:
Previos a la Guerra Fría: el de Irlanda y el del País Basco, ha participado
activamente
Conflicto de los Balcanes, sobre todo el de Bosnia y en parte el de Kosovo
Asia:
Norte de África:
Libia
Sáhara
Costa de Marfil
Africa central:
Burkina faso
Senegal
Casa mancem
África subsahariana:
Grandes lagos
República democrática del Congo
Sudáfrica
Asia Central:
Kazajstán (asesor de las partes) conflictos de la zona del mar caspio, ha dado
apoyo a la asamblea de los pueblos que depende de presidencia del gobierno y e
suna entidad vinculada a las diferentes nacionales (kazajos, minoría rusa que es
el 30% y más de 40 minorías más).
Kirguistán
Centro América: pandillas y violencia juvenil
México: Chiapas en 1994 y narcotráfico (asesor de las partes)
133
Colombia
Perú
Argentina
Guatemala y El Salvador trabajos para la ONU
El periodismo de paz es una mezcla de dos cosas:
Análisis crítico generalizado del seguimiento que el periodismo tradicional da a
los conflictos, ya sea desde el terreno o desde los diarios, por deficiencias
informativas e incluso agravamiento del conflicto por la escasa calidad de la
información.
- Falta información
- Que la información depende mucho de fuentes secundarias
- No utiliza técnicas de análisis de conflictos: distinguir entre
incompatibilidades e intereses de los actores del conflicto, conductas
violentas
- Adjetiva demasiado
- Apología de lo que pasa—acentuado por el periodismo incrustado a
partir de la invasión de Irak de 2003
- No se informa de procesos de paz
- Difícilmente se tiene en cuenta a la parte más débil, esto es importante
debido a que las conflictos de los últimos años son esencialmente
asimétricos
A partir de ahí, se elabora una propuesta diferente, que es lo que se llama
periodismo de paz.
- Necesita herramientas de análisis del conflicto
- Tratamiento mucho más en profundidad del conflicto del papel de los
actores no directamente vinculados al conflicto
- Análisis de los procesos de paz, de las negociaciones
- Técnicas desde códigos deontológicos hasta diferente manera de tratar el
periodismo
Pero una cosa es que haya técnicas de formación de periodistas para que sepan tratar los
conflictos y otra es que puedas demostrar que existe el periodismo de paz, que hay
134
ejercicios de periodismo de paz publicados. Encontrarás alguna cosa en periodismo
humano y en otros medios alternativos, pero es poco frecuente que las técnicas que ha
creado el periodismo de paz estén siendo utilizadas realmente.
Por eso creo que lo que habría que hacer es simplemente intentar no adoctrinar tanto al
periodista y hacerle de-construir la información que él hace de un conflicto y darle
herramientas nuevas para entender los conflictos.
El seguimiento de las negociaciones, los procesos de paz, es complicado por el
secretismo. Ejemplo: más de dos años de conversaciones en la Habana entre las FARC
y el gobierno colombiano. Es muy difícil saber cuál es la postura de unos y otros. Cada
día se publican entre 20 y 30 noticias importantes sobre este tema en la prensa
colombiana, en este sentido digo que el periodismo de paz no existe.
Negociadores: categoría genérica de los que son terceras partes (mediadores,
facilitadores), es decir, que no son partes directas en el conflicto, sean mediadores o no.
Los conflictólogos no existen, lo que existen son especialistas en análisis de conflictos.
Es un término que inventó Eduard Vinyamata pero que no es utilizado. Justamente la
tesis central de análisis y resolución de conflictos, es que los conflictos son
consustanciales al ser humano y lo que hace falta son herramientas para analizar los
conflictos, no una disciplina específica, porque los conflictos están en todas las
dimensiones de la vida humana, desde la interpersonal a la internacional. Por eso para
algunos que nos dedicamos a esto. Eso de conflictología no tiene demasiado sentido,
porque ya antes existía lo que se llama análisis y resolución de conflictos o de estudios e
investigación para la paz.
Pero para entendernos, el experto en análisis y resolución de conflictos o el negociador
tienen percepciones diferentes respecto al papel que puede tener la prensa:
- El analista de conflictos puede necesitar de la prensa, como cualquier otro, para
tener información sobre posibles posturas de las partes, sobre todo si dependen de
fuentes secundarias.
- El negociador, en principio sabe que su tarea es discreta, se dedica a ayudar a las
partes en conflicto, a encontrar soluciones mutuamente aceptables. Difícilmente
recurrirá a los medios de comunicación para dar información. No le interesa. La
publicidad le molesta y solo se recurre en momentos puntuales, al final del conflicto,
135
que obviamente hay una tarea de comunicación y pedagogía importante o porque a
veces se utilizan los medios para dar la vuelta a una postura, influir, manipular. Pero
esto lo hacen mucho más las partes que los negociadores. Los que están asesorando
a las partes en las negociaciones de La Habana tienen prohibido contar nada, y
aunque vayas a preguntarles como periodista de paz, no te dirán nada.
Es bueno intentar explicar que hay negociaciones, pero es muy difícil que el negociador
dé información fiable mientras está negociando. Por otro lado, el analista de conflictos
sí que puede dar al periodista cuál es la posición de las partes.
Pregunta: ¿Qué debe hacer el periodista que trabaja sobre el terreno?
- No exacerbar conductas:
o Combatir la violencia cultural o violencia simbólica, que hace creer a las
partes que el problema es el otro y que por tanto la solución implica la
eliminación física, la victoria, el menosprecio, el apertheid, la limpieza
étnica. No alimentar los odios, o al menos alertar de que esta es una
posición de una parte en particular y no una conducta generalizada. No
alimentar tópicos, falsificaciones, mistificaciones, mecanismos de
estigmatización del otro.
- No simplificar exageradamente las cosas, que suelen ser complicadas del
conflicto, los matices, no reducirlo a blanco o negro.
- Utilizar las técnicas básicas de análisis de conflictos para explicar los conflictos:
nunca un conflicto tiene una explicación mono causal, aunque en cada fase
predomine un motivo u otro.
- Explicar que hay diferentes tipos de violencia: la violencia estructural/ cultural y
las injusticias suelen ser necesarias pero no suficiente para que estalle el
conflicto.
- La culpabilidad está siempre repartida, no simétricamente pero siempre
repartida: no hay buenos y malos absolutos.
- Identificar conductas violentas como únicos motivos de la incompatibilidad.
- Identificar actitudes, percepciones, intereses, necesidades de las partes: triángulo
de Galtung de 1969.
136
- Intentar no confundir orígenes y causas: los primeros se remontan en el tiempo,
las segundas son a corto o medio término.
- Siempre dar varias perspectivas sobre el motivo del conflicto
- Intentar reflejar a las partes.
- Ahorrarse adjetivos y opiniones, sobre todo de adoctrinar o dar la vedad cuando
ésta está repartida entre diferentes partes
- Prestar atención no solo a las élites políticas, militares, económicas, sino
también a la gente de la base, a las actividades y actuaciones a favor de la paz o
moderadoras de los dos lados
- Evitar imagen de heroicidad de personas interesadas en el conflicto
- Huir de la sangres y presentación de conductas más violentas.
- Contrastar las informaciones, no dar como buenas informaciones que vienen de
una sola fuente
Algunas son buenas prácticas de periodismo en general, pero que pese a las dificultades
de informar de un conflicto en directo, no se pueden obviar.
Pregunta: Disculpe pero toda esta lista de buenas prácticas me cuadra perfectamente
en lo que sería el periodismo de paz.
Sí, pero ponme un solo ejemplo de periodismo de paz que se haya publicado en un
medio, aunque sea social media, y compáramelo con las otras.
Pregunta: ¿Usted no ha encontrado nunca ninguna crónica, ni reportaje, escrito o
audiovisual, ningún documental?
El documental es otra historia, eso no es periodismo.
Pregunta: Un documental puede ser periodístico.
En principio el documental es un género que se entiende fuera de lo que sería
estrictamente periodismo. Otra cosa es que sea un “género comunicativo”. En
documental sí que hay. Pero si hablamos de periodismo de inmediatez: fotografías,
audios, cortos, radio, crónicas de periódico, sea electrónico o en papel, hay pocos
ejemplos.
Pregunta: ¿Y por qué hay pocos ejemplos?
137
Porque es muy difícil de vender y bajo mi criterio también porque se intenta formar un
tipo de periodismo abanderado por la paz y luchador de la paz que es absurdo.
Pregunta: ¿Por qué es absurdo?
Porque esa no es la tarea del periodista. El periodista ha de ser un buen periodista y ha
de tener herramientas de análisis y de interpretación de los conflictos. Si además el
periodista es militante de la paz… El error es restringir el periodismo de paz a personas
que son militantes de la investigación por la paz y la lucha por la paz. No. Cualquier
periodista ha de tener formación para analizar y entender y comunicar bien los
conflictos.
La palabra periodismo de paz aleja a más gente de la que acerca porque interpretan que
es una visión subjetiva y parcial del tema, por mucho que puedan estar de acuerdo.
Lo más interesante del periodismo de paz son las herramientas que propone que pueden
ser interesantes para cualquiera. Ha de ser capaz de utilizarlas tanto un corresponsal que
nunca diría que es periodismo de paz como alguien que sí que lo sea. Porque sino lo que
pasaría es que solo utilizarían estas herramientas los que estuvieran en medios
alternativos, como puede ser periodismo humano.
El periodista no es solo un comunicador, sino que es un comunicador sobre un tema
sustantivo y ha de tener herramientas de comunicación sobre la sustancia sobre la que
informa. Y estas herramientas se le han de dar al periodista en su currículo normal.
Pregunta: ¿Y con estas herramientas ya tendríamos suficiente, no hace falta ir más
allá?
No, se puede ir más allá, pero no todo el mundo. Lo que hemos de reivindicar es que el
periodismo en conflictos no se hace bien, esa es la primera parte del periodismo de paz.
La segunda partes es crear técnicas.
No hemos de esperar que todos los periodistas sean periodistas de paz. Hay quien cree
que la violencia y el recurso al conflicto armado y la guerra son inevitables de vez en
cuando. A estos no les convencerás del periodismo de paz, pero en cambio han de tener
también las herramientas para contarlo.
138
Cuando se habla de periodismo de conflictos, has de saber análisis y resolución de
conflictos, investigación por la paz… si adicionalmente tu quieres hacer un máster o un
posgrado en periodismo de paz porque no quieres dedicarte a explicar no los conflictos
sino el papel de las víctimas, los vencidos… estas es otra opción pero es una opción más
de freelances y más de documental que no de periodismo escrito, del corresponsal de
guerra en sentido estricto.
Pregunta: ¿Qué ventajas de su propuesta respecto al periodismo de paz?
No necesitas una conversión ideológica y en unos valores de “paz”, “pacifismo”,
“justicia” etcétera. Desideologicemos el tema, usted no está haciendo bien su trabajo¸ y
para hacer bien su trabajo necesita unos instrumentos. No se puede hacer periodismo
internacional si no sabes relaciones internacionales, geopolítica… es un debate muy
antiguo y ha hecho que en muchos países no exista la carrera de periodismo, sino que es
un posgrado que enseña las técnicas. El problema es que los contenidos de la carrera
nunca serán suficientes.
Pregunta: Si estamos haciendo un periodismo con esas herramientas… ¿no
desembocamos en periodismo de paz?
No necesariamente. Si por periodismo de paz se entiende, que es como nació, aplicar las
técnicas de análisis, resolución de conflictos e investigación por la paz al periodismo, sí.
Pero si al periodismo de paz se le añade un código deontológico diferente, en la
necesidad de luchas por la paz…esto es lo que necesariamente es restringido y dejarás a
mucha gente fuera. Y no tengo nada en contra de esta gente, son los míos, pero es poco
eficiente de cara a lo importante, que es mejorar el tratamiento del análisis de los
conflictos, en particular en el periodismo escrito y televisivo. Teniendo en cuenta que el
periodismo no es una clase pero se puede hacer una explicación más clara.
Entonces, ¿se trata de rebajar expectativas de cara a los periodistas para que las
cumplan?
No, yo no estoy diciendo eso. Se trata de rebajar expectativas morales y de compromiso.
Un periodista de conflictos puede ser un beligerante total y hacer bien su trabajo, no
tiene por qué ser un pacifista convencido.
139
Pero las herramientas y procedimientos que los pacifistas proponen los puedes utilizar
sin necesidad de compartir sus valores. Por eso digo que llamar a esto periodismo de
paz te genera enemigos antes que aliados. Si a este periodismo bien hecho le queremos
llamar periodismo de paz para entendernos, perfecto, pero en general si tú le hablas a un
periodista de periodismo de paz lo que obtienes es rechazo porque interpreta que le
quieres vender que sea pacifista, que critique siempre la violencia. Entonces le dices
‘no, lo que tienes que hacer es analizar bien los conflictos’, con técnicas como la de
Walter Lippman, el lead, la idea principal y todo eso.
Pero no todo el mundo tiene que ser un entrevistador impertinente, pero tiene que
preguntar y repreguntar. Lo que te tienen que enseñar es que las entrevistas hay que
prepararlas bien, y cuando te viene una persona con cosas que esconder, le has de
pinchar.
Lo que se ha llamado periodismo de paz son dos cosas diferentes
1. Critica al tratamiento de los conflictos
2. La utilización de técnicas y herramientas que vienen de la investigación de la
paz y del análisis y resolución de conflictos para hacerlo mejor.
Pero que a esto le llames periodismo de paz… depende de cómo lo veas. Cuando uno
hace periodismo político emplea técnicas de este estilo y no le llama periodismo de
izquierdas.
La diferencia es que yo no le digo al periodista que haga periodismo de paz, sino que
utilice sus herramientas.
Hay quien dice que la consecución de la paz debe pasar por encima de todo lo demás.
Yo estoy en radical desacuerdo. El periodista no tiene por qué compartir tus ideas, la
persona sí, pero al periodista profesional deja que haga su trabajo.
Porque haciendo periodismo no conseguirás la paz. A no ser que, si aplicas todos los
códigos deontológicos, y buenas prácticas, ya ayudas a eso. Si además tienes un plus
adicional e intentas siempre reflejar la posición de personas mediadoras, que en lugar de
dividir, conectan a personas, si intentas dar noticias positivas dentro de lo que haya…
ya estás trabajando en ese sentido. En este sentido sí que tiene sentido trabajar por la
140
paz, pero siempre teniendo en cuenta las modestas condiciones de un periodista, sobre
todo en que trabaja en un conflicto armado abierto.
No conozco ningún caso de un periodista que haya conseguido que hagan las paces. Sí
que conozco ejemplos de periodistas que no lo han dificultado, con eso ya me
conformo.
Esto en cuanto al periodismo tradicional, no opinión ni tampoco el documental, que
ofrece más posibilidades.
Con una crónica de una guerra no tengo por qué saber si el periodista está a favor de la
paz o no, me da igual, lo que quiero es que me informe bien, que no mezcle información
y opinión, que es una constante.
En Venezuela habrá quien crea que toda la culpa es de Maduro o que es de EEUU. Me
da igual qué piense el periodista, solo que sea equilibrado y que dé voz a los dos.
Un periodista puede ser excelente explicando su postura, pero no se le pide que explique
su postura en las crónicas.
¿Qué se espera de un periodista? Buena formación, que no dé nada por descontado, que
de importancia a los matices, que respalde las opiniones.
El periodista ha de ser objetivo siempre. La neutralidad moral no existe, pero a la hora
de hacer periodismo se ha de buscar ser lo más objetivo posible, en el sentido de dar
diversas visiones, tener muchas fuentes.
Estoy a favor del periodismo de paz, pero la insistencia en decir que el tratamiento
correcto de los conflictos es el periodismo de paz, genera más enemigos que aliados.
Ejemplo: todo el mundo sabe que Joan Roura no es pro israelí, pero cuando va a allí, ha
de dar voz a todos. Pero tampoco se le ha de pedir al periodista que los de Hamás son
santos varones que no han hecho nunca daño a nadie.
Pregunta: Y eso [decir que Hamás son santos varones]¿ un periodista de paz sí que lo
haría? (38’)
Bueno, no necesariamente. Lo que se le pide al periodista es que lo diga todo. En una
negociación han de participar todas las partes. Tanto un periodista de paz como uno no
141
de paz puede informar perfectamente de que, independientemente de lo que diga
Netanyahu, con Hamás hay que hablar porque ganó unas elecciones en la zona de Gaza.
Tesis: lo que propone el periodismo de paz se puede integrar en el periodismo en
conflictos sin necesidad de ponerle la etiqueta de “de paz”.
La prensa tiene una libertad relativa en los conflictos, sobre todo si es un conflicto
abierto. En los procesos de paz que ha formado parte, la radio es más importante que los
medios escritos.
Sí se presta atención a los medios, pero no demasiado. La mayoría de la población solo
tiene acceso a la radio, pero para la tv ya hay que tener un mayor poder adquisitivo.
Hay ejemplos como la Radio de las Mil Colinas que sí fue un instrumento básico para
legitimar la violencia cultural, simbólica que provocó la muerte de tutsis y parte de la
población hutu heterodoxas a manos de la etnia hutu en enero y febrero de 1994.
La radio fue clave fundamental estuvo incitando al odio étnico, decía que había que
acabar con tutsis y hutu que no respetaban las consignas de forma sistemática. Elemento
central que desembocó en la muerte de entre 900.000 y 1 millón de personas. Lo mismo
sucede ahora en la República Democrática del Congo que ha servido para legitimar
violencia contra la mujer.
También a la inversa, hay radios que posteriormente han hecho una función de paz, de
difundir experiencias de confraternización, buenas soluciones y buenas prácticas.
Mi trabajo como analista y como persona que pueda crear situaciones para la
construcción de paz, no es analizar los medios de comunicación sino de usuario. A
veces sí he hecho formación a periodistas de cara al día después de los acuerdos de paz,
y hay que trabajar con ellos para que entiendan qué está en juego y cuál es su función.
Hay que trabajar con los periodistas para que ejerzan su profesión libremente pero con
las herramientas.
Otros ejemplos como Invictus de cómo se utiliza el deporte para unir a los pueblos.
142
Anexo 3: ENTREVISTA CON JOSEP REDORTA
Conflictos: (más organizacionales que no internacionales)
- Guatemala: en un partido político.
- Latinoamérica para formación,
- Colombia: consultoría de mediación policial (es el primero que apuesta por este
concepto)
- Experiencia académica: Argentina, Chile, México, Brasil
Pregunta: ¿Qué papel desempeñan los medios de comunicación en un conflicto?
Hay que considerar a los medios de comunicación como una parte en el conflicto,
siempre hay que tratar con ellos.
Pregunta: ¿Qué tipo de parte: implicada, mediadora?
Los medios son su propia parte. No son una parte neutra nunca.
Respecto a la comunicación durante procesos de mediación, es conveniente que las
partes se empoderen y consideren que son ellas las que han llegado al consenso. El
trabajo de mediación siempre ha de ser muy discreto, ha de pasar a segundo plano, las
partes ya saben gracias a quién ha llegado a un acuerdo, pero el mérito se lo llevan las
partes.
Desde el punto de vista comunicativo, el mediador tiene poco que decir, excepto
destacar lo que han dicho las partes. Vale la pena pensar en la comunicación siempre.
Pero para el mediador, la comunicación es la comunicación de las dos partes, ha de
destacar siempre lo común.
Acuerdos de Oslo: árabes e israelís, a la larga fracasaron pero aportaron mucha
información sobre la mediación. Los acuerdos firmados tienen que tener cierto punto de
ambigüedad, de manera que las partes puedan vender el acuerdo a su propia parte, poder
explicarlo desde su perspectiva a los suyos. Esto es importante.
Pregunta: ¿Los medios responden a esa ‘necesidad del mediador’?
143
Hay siete empresas que controlan el 77% de la información. Mediación y poder, Manuel
Castells dice que, a medida que se ha ido globalizando todo, los grandes grupos
económicos se han ido oligopolizando y cada vez hay mensajes más únicos, con un
pensamiento único.
Ej. La prensa económica no se mete con los bancos, como mucho críticas temperadas.
Lo que dice el Financial Times va a misa. Hemos perdido libertad de prensa, diversidad
de pensamiento, en términos generales.
Pregunta: ¿Los medios se posicionan en los conflictos?
Sí. En el estado español, hay una serie de medios con un discurso muy oficial y bajo una
óptica determinada, y hay otros medios minoritarios donde aparecen mensajes que en
otros medios no tienen cabida.
Los mensajes están muy mediatizados, por no decir tergiversados.
En México los medios lanzan unas acusaciones sociales (también políticas) que aquí
sería impensable. Hay mucha más gente que lee prensa, en televisión quizá hay más
control. Dan visibilidad a conflictos sociales pero no a soluciones.
Pregunta: ¿Qué consigue?
Contribuye a la visibilización
El conflicto es noticia siempre y la paz no es noticia, aclarar qué se ha resuelto y cómo
se ha resuelto, un acuerdo no suele ser noticia excepto casos como EEUU- Cuba.
Hay que cambiar los valores noticia. Que la paz no sea noticia y la guerra sí, es grave.
Igual que lo es que los videojuegos sean de guerra, son mensajes directos al cerebro del
niño, genera conflicto, estructura la mente en base a la violencia.
Educar en base a la cooperación, destacar los aspectos relacionados con la cooperación
como base de paz y resolución de conflictos sería una buena faena para los medios.
Destacar los aspectos cooperativos, que los hay.
Respecto al conflicto de Colombia:
Hay un conflicto armado que se acaba de declarar una tregua indefinida. La sociedad
colombiana está esperando la paz, las instituciones se lo están planteando. Ya se habla
144
del escenario post conflicto. A la policía, que ha sido represiva, le quieren dar opciones
a que sea más conciliadora, implica un cambio cultural en la que es la policía más
antigua de Latinoamérica, tiene 175 años, tiene muchas raíces.
Como tratan los medios a la policía en este conflicto social…Demonización? No. El
problema es más con el ejército. Aunque hay 200.000 agentes movilizados, también es
importante. Se mezcla la cuestión política, el narcotráfico, conflictos sociales. Pese a
todo, la dinámica parece que vaya hacia la búsqueda de la paz.
Los medios podrían tener un papel más relevante, destacando las cosas buenas que se
hacen, porque se hacen.
Hay gente destrozada sin capacidad de salir en los medios.
Una sociedad donde los héroes son los de la prensa del corazón, que no conoce a sus
científicos, médicos, la gente que está haciendo una faena diaria importantísima, es una
sociedad enferma, y tiene que cambiar.
La conflictología dice que hay un punto de madurez del conflicto, al que se llega a
través de varias vías:
- Agotamiento de recursos, por un cansancio, la sociedad no aguanta más. El
propio paso del tiempo llega aquí.
- Por convicción, es mejor cooperar que competir
- Percepción de catástrofe, nos explotara en las manos, da un paso atrás.
Colombia es el primer caso, el punto de madurez del conflicto, que da oportunidades de
resolución pese a la complejidad.
No me gusta generalizar ‘los medios’, sino soportes por separado: Radio, permite
reflexiones más en profundidad. Redes sociales, inmediatez, urgencia que se ha de
aprovechar.
Los medios juegan con las palabras. García Meollo: las palabras tienen más fuerza que
un átomo de uranio, y los medios son los que las crean, hay titulares que impactan, que
quedan.
145
Se puede conectar con la Teoría de los ‘memes’, el gen cultural, idea condensada que va
pasando de mente a mente. No está demostrada la teoría, no están identificados los
memes. La ‘viralidad’ no es cosa de las redes sociales solo, sino de todos los medios. La
creación del objeto viral es una cosa de todos los medios.
Ej. Podemos. Solo el nombre va contra… es la indefensión aprendida: no hace falta
hacerlo porque no va a llevar a nada.
Lo hacen quieran que no quieran, pero si se estudia desde un punto de vista político, le
sacas partido.
La función de los medios no es solo transmitir información, sino que también educan a
la audiencia.
Ej. Las tertulias donde gana el que más grita deseducan en el diálogo. Los medios tienen
un poder importantísimo, pero de fondo: no tanto por el mensaje directo que transmiten
(quién gana en la tertulia), sino de fondo (quién más chilla más razón tienen). Esto no
solo pasa aquí
Cuando los medios se dan cuenta del poder que tienen, lejos de aprovecharlo de forma
responsable y constructiva, se aprovecha para buscar lo que más vende.
Las guerrillas no tienen medios de comunicación propios y tienen poca cabida en los
medios generales, les cuesta mucho transmitir su mensaje, con la excepción de internet.
Prensa y televisión están muy controlados por el gobierno, ponen a personas de su
confianza. Igual que en España con el PP y TVE.
Sobre el conflicto de Guatemala, en 2002:
Mediación en un partido político importante, que estaba divididos 7 frente a 7 en el
consejo del comité ejecutivo. Si se ponía de acuerdo podían ganar las elecciones
generales. Había un objetivo supra ordinal, que está por encima de los intereses de las
partes, con lo que la perspectiva de acuerdo era buena, que las partes en el fondo
quieren llegar a un acuerdo pero no saben cómo.
La raíz del conflicto no era tanto ideológica como personal. En grupos de menos de 20
personas el motivo del conflicto puede ser de liderazgo, de cohesión y de afectividad
146
entre los miembros. Además, problema de atribución, la culpa es del otro. Se llegó a un
acuerdo provisional, transitorio, escrito e informal.
El problema es que los partidos políticos muchas veces son transmisores de los poderes
efectivos, que son económicos. En aquél caso faltaron interlocutores válidos, porque no
podían llegar libremente a acuerdos, debían consultarlo con los poderes tácitos que hay
detrás.
Nos encerramos en una hacienda cafetera durante tres días. Había mucha expectación de
los medios afuera de donde nos reuníamos.
La presión del tiempo tiene una lectura: si dura mucho no se ponen de acuerdo; si dura
poco, el acuerdo estaba tomado de antemano. Yo no salía a explicar nada, son las partes
las que han de explicarlo desde su perspectiva de acuerdo. Cuando me preguntaron, dije
lo típico, que era muy difícil, pero las partes ha sido muy capaces de resolverlo, había
más habilidades de las que se creía en un principio… refuerzas y empoderas el rol de las
partes.
Pregunta: ¿Los mensajes sobre acuerdos tienen su espacio en los diarios?
Las generalizaciones son malas, pero depende del diario. Los que están por el consenso,
sí dieron espacio a esta noticia del consenso porque era un tema muy importante, pero
hubo otros que no.
Sobre el conflicto de Chile:
Conflicto de estudiantes de secundaria en adelante, por los contenidos de ‘calidad’.
Es un país que necesita consensos básicos sobre cuestiones fundamentales como
educación. Un gobierno o una persona manda una legislatura de cuatro años, pero la
educación ha de durar mucho más, juega un papel muy importante en la formación de
valores. En España pasa lo mismo, en Finlandia, en cambio, no pasa.
Hacemos conflicto donde no debería haber conflicto. Debería haber un consenso previo,
más allá del rol político. Cuestiones básicas (educación, sanidad) con consenso social.
Se debería consensuar al margen de la lucha de partido, más voz a los técnicos, la
sociedad.
147
Los movimientos sociales afrontan aspectos estructurales. Problema del liderazgo,
organización y contenido ideológico que le hace avanzar.
Los conflictos armados son conflictos de poder llevados al extremo. Tienen las mismas
características de un conflicto social pero a la enésima potencia.
Elemento cualitativo importante, en Latinoamérica y oriente próximo/ medio agravante
de clandestinidad, de convivencia o no con la comunidad en la que está insertado, hay
represión.
Se ha demonizado la palabra terrorista, Mandela era un terrorista. Ej. Terrorismo hay de
muchas clases, por ejemplo terrorismo económico. Se creó un marco respecto a ETA y
mientras ellos van evolucionando se mantiene el marco, se procura que todos pensemos
igual.
Lo que deberían hacer los medios: dar una información para que cada uno pueda
pensarla.
Instrumentalización de la opinión pública. Encuestas: cómo se hacen, representatividad
y cómo explico los resultados.
Definición periodismo de paz: Destacar aspectos políticos, económicos y sociales que
pasan suelen pasar desapercibidos tiene efectos cualitativos en cuanto a la paz. Se da en
medios alternativos, pero no ocupa espacios en medios generales.
El periodismo de investigación es un precursor del periodismo de paz, que debería ir
más allá, destacar propuestas positivas. Ej. elpaisquevolem, ha de intentar generar
consenso sobre un tema concreto.
El problema del periodismo de paz:
-Desconocimiento: Para la importancia que tienen los conflictos en los medios de
comunicación, los periodistas saben poco de conflictología. Hay un gran
desconocimiento de los temas de conflicto, necesitamos el por qué del conflicto y de los
acuerdos, de las raíces, actitudes. Los medios no ponen en contexto.
-El periodismo de paz se puede hacer perfectamente, el problema es donde lo ejerces, el
medio que te contrata ya tiene su propia línea editorial
148
-El sistema admite ciertas dosis de discrepancia, pero hasta cierta líneas rojas, no pues
hablar mal de tu benefactor.
Se pueden saltar, estamos a las puertas de un cambio social importante, es más se
pondrá de moda: Nueva generación informada que funciona con otros parámetros, la
flexibilidad de las redes sociales más allá de la televisión y que pone en duda la
“indefensión aprendida” antes mencionada. Lo cuestionamos todo. Las empresas con
más visión ya están cambiando las estructuras, menos jerárquica.
Ejemplos de periodismo de paz
-Rita Marzoa (temas de solidaridad y cooperación en España; de Catalunya Radio, muy
experimentada, motivada por temas sociales)
-Milagros Pérez Oliva (temas de salud y política; visión amplia y plural).
-Jordi Ébole porque aporta objetividad. Lo considero periodismo de investigación, un
profesional preocupado por temas políticos y sociales.
-Hay periodistas que ejercen el periodismo de paz pero que no se definen como tal
porque desconocen el concepto.
149
Anexo 4: ENTREVISTA CON PERE VILANOVA
En conflictos, los medios locales, por definición, no son independientes. Si consiguen
sobrevivir es porque son militantes, son parte del conflicto.
En la antigua Yugoslavia, fue dramático. Acostumbrados al partido único comunista, en
cuestión de meses, los medios serbios perdieron el honor y la dignidad. En Croacia
también pero algunos no tanto, y en Bosnia aún pude ver periodista que se resistían, con
un criterio profesional. Jordania, Palestina, Líbano, igual. En un lugar donde hay un
conflicto, los medios que hay o desaparecen o son cooptados muy rápido y se
convierten en parte del conflicto, voluntaria o involuntariamente.
En el Líbano es una sociedad muy avanzada con prensa francesa interesante, como
L’Orient Le Jour, y prensa militante. En Egipto hacen lo que hace el general Al-Sisi o
callan.
En Colombia, los medios locales toman partido en la negociación porque están ligados a
alguna de las opciones políticas que dominan el escenarios, si son más uribistas o más
del presidente. Se nota con la simple lectura.
Por lo que respecta a los medios internacionales. No me veo capaz de decirte con
carácter general cuál es el papel de los medios internacionales al completo, debería
hacer un trabajo de campo, se ha de ver caso por caso, diferenciando los medios locales
de los externos.
No creo, por ejemplo, que la CNN tenga una posición sobre el conflicto de Irlanda del
norte, no creo que le interese demasiado, además es una cadena que periodísticamente
ha perdido mucho. La BBC, en cambio, para mí sigue siendo el paradigma del buen
periodismo realista.
He escuchado barbaridades de todo calibre, desde que los medios de comunicación
tienen la culpa de todo hasta que están en manos de judíos.
Le Monde Diplomatique es un buen órgano militante, no es exactamente una buena
publicación para estar informado, sino que tiene una cierta ideología y la transmite en
cada artículo.
150
Es diferente de France Internacional Tele 5, es la segunda cadena internacional con más
audiencia del mundo, toda la África negra francófona la mira, los acaba de hacer callar
el Estado Islámico.
Russia Today es espectacular la cobertura que hacen de Ucrania, los desacredita como
periodistas para toda su vida, pero es una herramienta de gran influencia.
Tiene más interés el estudio de los medios locales, porque ya existe un ranking de
medios internacionales según su credibilidad.
Por lo que respecta a España, La Vanguardia, El Periódico, El País y ABC tienen
buenos profesionales. La sección internacional del Diari Ara es heroica, son muy pocos
y hacen lo que pueden (las páginas nacionales son propaganda).
Los cuatro años que estuve en Palestina trabajando en la redacción de la constitución
(hace diez años) no leía lo que decía la prensa española sobre el conflicto palestino,
sabía yo más que ellos. El mediador de conflictos ha hecho investigación de campo y
académica, tiene mucha más información que los medios de comunicación y prestarles
atención le haría perder mucho tiempo a su función.
En Indonesia, cuando he hecho mediación electoral, en el equipo de coordinación
general había dos periodistas locales contratados para que hicieran la traducción de todo
lo que decían los medios de comunicación de toda Indonesia en relación a la
convocatoria electoral, si había inflamature language pero en los medios locales, no los
de otros países.
En Mostar, en Yugoslavia, huíamos de los periodistas como de la peste Desarrollaba las
tareas de coordinación de los soldados de las fuerzas de la OTAN para la implantación
de los acuerdos. Los periodistas no tenían ni idea de lo que pasaba en Mostar, solo uno
de ellos, Miguel Gil, freelance que vivía allí desde hacía cuatro meses. Tenían una idea
preconcebida de antes de la guerra o durante la guerra, sobre qué había pasado durante
la guerra y de qué pasaría después de la guerra. Yo con este tipo de personajes no pierdo
ni un minuto.
151
Anécdota/ ejemplo: las primeras elecciones después de cuatro años de guerra, primer
test post bélico, teníamos planes de evacuación en helicópteros, pero la seguridad estaba
bien garantizada y al final no pasó ninguna desgracia.
Rosa Maria Calaf, de TVE, cuenta a su redactor jefe en Madrid que ha visto serbios
votando en el lado musulmán, croatas dejando pasar a los electores que antes vivían en
su lado, gente llorando de la emoción. El jefe le pregunta que si no ha pasado nada, no
porque fuera pro serbio o pro croata, pero si no había pasado nada espectacular, solo le
daba un corte de 20 segundos. El periodismo funciona así. Xavier Vinader escupía sobre
este periodismo, hizo la mejor investigación de la extrema derecha en España de los
últimos 50 años. Iba al lugar, se estaba tiempo, lo trabajaba, luego volvía. En los buenos
tiempos se lo compraba interviú, después ya nunca más se lo compró nadie.
El problema de los medios de comunicación es cómo trabajan, todos se siguen a todos,
se copian y acaban copiando a todos, y cada vez tienen el tiempo más comprimido para
decir algo.
Por tanto, yo te diría que la influencia que tienen los medios de comunicación en un
conflicto es nula o casi nula, porque los que han de tomar las decisiones tanto los
actores internos como los mediadores externos, internacionales o gubernamentales, ya
tienen su propia agenda de cómo se ha de llevar a cabo la resolución del conflicto. A mí
no me ha pasado nunca y no conozco ningún caso que cambie de opinión por haber
leído un medio de comunicación internacional.
Pregunta: ¿Y los medios de comunicación locales?
Eran parte del problema, los mirábamos como indicios.
El ejemplo de Haití: Haití, 2004. Fui por una misión de exploración de la Unión
Europea en la que teníamos que evaluar si debía haber elecciones, lo que iba a ser la
tercera tentativa. Luego no se celebraron por el terremoto. Murieron en menos de
cuarenta segundos más de 220.000 personas, 240 de ellas en la misión de la ONU en
Puerto Príncipe, el incidente de la historia de ONU en el que ha tenido más bajas.
Nosotros íbamos a los sitios en un helicóptero chileno, los periodistas hacían lo que
podían.
152
En un conflicto, los medios locales sí que pueden ejercer cierta influencia, pero los
extranjeros no, puede que vayan bien para activar la conciencia internacional después
del terremoto.
En Haití en 2004, no había una guerra civil, pero la violencia social era peor que la
guerra civil de Beirut en 1975, el país era un desastre. Entre mis tareas estaba la de
hacer un seguimiento de los medios de comunicación locales. Llegué con una idea
preconcebida, propia de lugares donde el tejido urbano es importante, no solo de
Europa, sino de ciudades de Oriente Medio, Palestina, Líbano, Jordania. Las primeras
cuestiones que me pregunté fueron si había televisión pública, si tenían acceso todos los
partidos políticos.
El responsable de las Naciones Unidas, Gerardo Le Chevalier, salvadoreño pero
afincado en Haití hacía años, me hizo razonar: Haití tiene, oficialmente, 7 millones de
habitantes y unos 2,5 millones más en la diáspora, pero se calcula que hay unos 12.000
televisores en todo el país, y un máximo de 4 horas de electricidad al día (solo
instituciones tienen generadores propios), por lo tanto la televisión no pintaba nada. Por
lo que respecta a los periódicos, además de que gran parte de la población no está
alfabetizada, el problema es que en Haití no hay papel. Los periódicos se imprimían en
México y Florida y se traían unos pocos miles, dos veces por semana.
El único medio de comunicación que pintaba algo era las radios comunitarias locales
FM; había unas 300 emisoras, destacaban cuatro de ellas: la de la iglesia evangelista, la
que financiaba la cooperación francesa, la de la cooperación estadounidense y la de la
cooperación canadiense (los haitianos son primer lobby electoral de la provincia de
Quebec, la más poblada de Canadá, con el 8% de los votos, por tanto cuidan sus
relaciones). Las cuatro jugaron limpio, nos ayudaron con la tarea divulgativa de en qué
consistía votar. Ayuda técnica, para hacer la evaluación debíamos ir a sitios solo
accesibles con caballo o burro.
Debíamos entrevistarnos con la junta electoral central, nombrada presidencialmente
unos meses antes, pero solo existía sobre el papel, ni se habían reunido ni se conocían.
Esta era la condición sine qua non para que se celebraran unas elecciones mínimamente
homologables.
153
Tampoco había censo. A Le Chevalier se le ocurrió una idea: con la excusa de hacer un
registro electoral, hagamos un censo de población. Esto no funcionaria porque los
santeros dicen que si les haces una fotografía les quitan el alma, pero a un médico
haitiano del equipo se le ocurrió la solución. En Haití, los únicos que tenían carnet eran
los Tom tom macut, el cuerpo parapolicial del régimen de Duvalier, opaco, al que se
atribuía magia negra, eran asesinos a sueldo, equivalente a la brigada político-social de
Franco. Se presentó la propuesta como “a partir de ahora todo el mundo tendrá carnet
como los de antes”. Los hacíamos en el mismo lugar, fotografía, huella, datos e
imprimíamos el carnet allí mismo. Los colegios estaban en ruinas, como si hubiera
habido una guerra.
Sugerimos a la UE que si quería mantener los estándares democráticos, era mejor no
comprometerse a hacer la observación electoral. Lo entregamos a la Comisión Europea
responsable del asunto y nos dijeron que nuestro informe no había gustado. Pero los que
tenían que tomar la decisión política de si hacer observación electoral o no, era el
Consejo Europeo.
La mayoría de países decidieron no celebrarlas, porque iban a perder el honor y el
dinero. Otros países dijeron que no lo veían claro pero que no se opondrían, que no era
su problema. Por otro lado, Francia acordó que Reino Unido le apoyara para que las
elecciones se celebraran, a cambio de algo, que no sabemos. Las decisiones se toman
así. Algún periodista internacional lo sabe esto? Si lo sabe no lo ha dicho. Si le hubiera
preguntado, probablemente tampoco se lo hubieran dicho, pero su tarea es buscar.
Lo último que debe hacer un periodista es creer lo que le dice un político en primera
instancia, sino está haciendo de altavoz. Estoy harto de oír comparecencias del govern
catalán y nadie le pregunta, o solo lo mínimo para no llevar la contraria. Nadie le
pregunta cuántos hojas de ruta nos ha vendido Artur Mas en los últimos meses, o
cuántos países han contestado a la carta que les envió explicándoles la cuestión de la
independencia (que por cierto a Francia la envió por fax, en inglés con traducción
automática, dijeron que era típico de españoles).
El problema del periodismo es que varios factores lo han tocado de muerte, pero como
siempre hará falta que haya periodismo o un símil creíble de periodismo, estamos yendo
a un periodismo zombi.
154
Algunos de los factores están fuera del alcance del periodismo cambiarlos, como los
cambios estructurales del sistema mundial. Sois la generación que recibe un mayor alud
de información, pero no estoy seguro de que os convierta en la generación mejor
informada, porque debéis dedicar muchísimas horas al día a seleccionar la información
útil. Conozco muchos periodistas catalanes que están amargados porque no pueden
hacer periodismo. Una editorial, en horario de informativos, si dura más de 20
segundos, es propaganda independentista. Esto es muy grave.
Aplicado a conflictos, para que abran el telediario con información sobre Siria, ha de
haber un vídeo en internet de un hombre al que queman video. ¿Es lo único que ha
pasado? No. Pero es de lo único que hay vídeo. Y al tercer vídeo igual, ya no lo pondrán
en el telediario. En Siria han muerto en cuatro años de conflicto unas 220.000 personas,
de heridos cuenta cuatro veces más, que es lo que hay en un conflicto bélico
normalmente. Hay 2,8 millones de refugiados al extranjero, de una población de 25
millones de habitantes, y de desplazados internos se calcula que un 40% de la
población.
En este mismo período de cuatro años, en Gaza han muerto unos 3.600 palestinos. Te
parece que se ha cubierto igual? Tienes la impresión de que los medios internacionales
no han cubierto lo de gaza por una conspiración judía que lo impide? Lo de Gaza se ha
cubierto, en comparación proporcional al número de muertos, mucho más que el
conflicto de Siria. ¿Por qué? No lo se, tiendo a evitar las explicaciones conspiranoicas.
Ojalá hubiera un plan, esto es un caos. La nueva generación de periodistas está
pensando por los tiempos, por la inmediatez.
Periodistas de investigación, nadie os contratará porque sois caros, pesados y preguntáis
impertinencias.
Programas de investigación que se presentan en la televisión y son auténticas basuras,
como en Telecinco o Antena Tres
El periodista que escribe tiene más margen para matizar lo que dice, lo que piensa; el
fotógrafo, en cambio, solo tiene un instante y queda reflejado en su fotografía si tenía
esa compasión o no.
155
El periodista ¿qué ha de hacer en la guerra, la paz? La verdad es que a lo mejor el
periodista puede hacer algo en las fases previas para no incendiar los ánimos. En
Yugoslavia el periodismo militante incendió los ánimos hasta que llevó a la guerra. Pero
dejemos de lado el periodismo militante, que para mí no es periodismo sino parte del
conflicto. En el momento de una guerra, el periodista que quiere ser no neutral, pero
simplemente periodista, cuál es su función. Ejemplos de foto de denuncia.
El fotógrafo lo más que puede hacer es dar a conocer lo que pasaba en el país,
corresponde a los gobiernos y políticos hacer algo. Como fotógrafo, no tiene
prácticamente ninguna posibilidad de hacer algo útil. Ante esto, ¿qué haces, tiras la foto
o le das tu bocadillo? Probablemente las dos cosas porque tú al cabo de un rato o de
unos días, tendrás otro bocadillo. Pero tú no vas a las guerras a dar bocadillos, para eso
van los cuerpos humanitarios, que tienen su propia función.
Foto: un humanitario saca a un niño muerto. El fotógrafo muestra lo que el humanitario
tiene que hacer cuando la violencia ya está en marcha. Periodismo de paz, ¿qué quiere
decir? Denunciar.
Pregunta: ¿Entonces esto sería periodismo de paz?
Yo creo que el periodismo de paz no existe, pero esto sería lo más cercano al
periodismo de paz que tú reclamas. El periodismo de paz es para mí el periodismo
bueno, que en ningún caso va allí como militante de la causa de uno o de otro, sino que
va a hacer su faena, a contar cosas. Se puede hacer con más o menos talento, cargado de
moralina o con ingenuidad, pero esta foto es un buen resumen de la situación actual en
Alepo. No sé quién ganará de los seis bandos que hay, pero no me corresponde a mí
tomar partido. Sí puedo tomar partido en la guerra civil española, por cuestiones
familiares. En Bosnia sí que tomé posición, porque era muy claro quién era el agresor y
quién la víctima. Pero en Alepo la víctima son los dos (el humanitario y el niño).
Foto 3: campo de refugiados al sur de Damasco, en lo que llevamos de abril ha
cambiado cuatro veces de bando. Antes de la guerra ya era el mayor campo de
refugiados de Palestina.
Un buen periodista explicará en manos de quién está ahora el campo, cuántos han
muerto en estos días. Ha de decir que le consta que el gobierno de Asad ha estado
156
tirando barriles de dinamita contra el estado islámico y todo el que pasara por ahí. El
periodista no puede tomar una posición ni por el Estado Islámico ni por Asad, los dos
son criminales de guerra. Tú crees que el periodista puede hacer la paz entre los dos
bandos allí? Ni de coña, de momento nadie puede hacerlo. Y allí van a por periodistas y
a por cristianos.
Ser periodista de paz es no haber ayudado a incendiar esto antes de que empiece la
guerra y luego, tratar de denunciar la situación para que alguien la intente parar. Pero ir
a predicar el bienestar de la paz a esta gente, lo que te dirán es que les des harina para
que no pasen hambre o armas para defenderse.
El periodismo de paz no existe. A la entrevista de la contra de La Vanguardia que dice
que las guerras son terribles no la cuento, para mí no es periodismo de paz. Solo cuento
lo que es sobre el terreno. No existe un periodista cuyo trabajo de periodismo, cuando
está en un conflicto. Solo lo puedo definir como oposición al periodismo de
propaganda.
En la Guerra Civil española, todos los periodistas fallaron, se pusieron al servicio de
una causa, cuando son propagandísticos y solo narran las atrocidades de uno de los
bandos. Se han tardado décadas en admitir que hubo desapariciones del bando nacional
a manos de republicanos. ¿Crees que no lo denunciaban porque no lo sabían, o porque
les parecía que no debían debilitar a su bando y solo denunciar las atrocidades del bando
contrario? La segunda, verdad. El periodista debe explicar todas las atrocidades, sino
está fallando a su verdad primera; siempre con el criterio de seguridad, oportunidad y
todo eso para que no le peguen un tiro. Pero Hemingway en la guerra civil española
básicamente explicaba sus fiestas en los hoteles de Madrid, eso no es periodismo.
Foto: James Nachtwey, fotógrafo que ha cubierto muchas guerras, está muy marcado,
siempre busca la compasión. Mujer con burka arrodillada ante una lápida en un
cementerio de Afganistán. Muestra pena sin que le veamos la cara. El reportaje que
complemente la fotografía ha de dar más datos, ha de explicarnos el contexto.
Foto: Un miembro de Estado Islámico mata a prisioneros en fila y de rodillas. El
fotógrafo se pone al servicio del estado islámico, aunque sea muy a su pesar.
157
Foto: judíos de cuando cayó el gueto de Varsovia en el 1943, la foto más famosa de
deportaciones de la II Guerra Mundial. Todos fueron a parar a Treblinka y todos están
muertos. El niño está aterrorizado y uno de los soldados sonríe. La fotografía es un
icono del periodismo de paz relativo, porque tiene efectos a posteriori, cuando ya están
todos muertos. Servirá para que no vuelva a ocurrir nunca más? Ojalá, pero no estoy tan
seguro.
El periodista tiene que decidir cuál es su función. La del periodismo de paz cuál es,
supongo que es promover la paz. Pero si me hablas de periodistas en conflictos,
depende del conflicto, de las condiciones en las que trabaja, no se ha de dejar llevar por
sus subjetividades, y ha de dar testimonio.
Pregunta: ¿Cuál es su definición de periodismo de paz?
Por periodismo de paz entiendo lo contrario de periodismo militante, al favor de los
bandos, hasta extremo de negar la objetividad de los hechos que se conocen. Quizá
deberíamos discutir primero qué es ser periodista. El periodista es una persona que da
testimonio, sino es un filósofo, un moralista, un profesor. Pero un periodista es un
informador, y ha de dar fe de lo que sabe y ve, de la manera más objetiva posible. Esto
ha de secundario la matización de si es de paz o no es paz. Supongo que lo de paz tiene
sentido en oposición a una cosa que para mí no es periodismo, que es el periodismo
incendiario de guerra al servicio de uno de los bandos en conflicto. Pero entonces, ¿todo
el periodismo que no sea incendiario es periodismo de paz? No lo sé. Pero esto es del
periodismo en conflicto, dentro de él. Si hablamos del periodista frente a una
conflictividad, pero sin estar dentro, entonces es otra cosa. Es mejor un periodista que
llame a la negociación, que defienda a las víctimas…
Pregunta: ¿Y esto no se puede hacer estando dentro del conflicto?
Puedes, pero para eso no necesitas estar allí, lo puedes hacer desde la redacción en
Nueva York. No hace falta ir a Bosnia para decir que esa guerra ha de parar, ya lo sabes
de antemano. Vas sobre el terreno para poner más evidencias sobre lo que está pasando,
quiénes son las víctimas inocentes, cuáles son las víctimas no tan inocentes, y la
necesidad ineludible de que ahí se ha de hacer una intervención militar para ponerle fin.
Eso es lo que yo hice en Bosnia en octubre del 1992. ¿Es periodismo de paz pedir una
158
intervención armada? No me cabe ninguna duda de que sí lo es. Y no lo digo yo, lo
decía Jose María Mendidulce que era el responsable de ACNUR allí en aquella época.
En el 1993 En Sarajevo los francotiradores disparaban a los niños. ¿Qué ha de hacer allí
el periodismo de paz?
Foto: niña bosnia de veinte años, deportista de tiro olímpico, musulmana. Matan a toda
su familia en la guerra y se dedica a hacer de francotiradora. Le llamaban Arrow, la
flecha. Solo mataba soldados armados. No le gustaba hablar con la prensa. ¿El
periodista de paz qué ha de hacer, decirle que no mate?
Ahora dime tu definición de periodismo de paz.
Galtung no era periodista. Yo le conocía. Era un social demócrata escandinavo de
principios muy sólidos. Él no ha estado en demasiadas guerras, en el terreno, con la
gente. Teorizaba sobre los conflictos, no tenía nada que ver con el periodismo.
(Enumero las características del periodismo de paz, según Galtung)
Desacreditación Galtung:
¿Y que propone Galtung? Porque cuando hablo con social-demócratas de estos siempre
les pido que me digan la parte positiva. En la guerra de Bosnia del 93, en el momento de
esta foto, qué propone?
¿A ti te parece que Galtung ha hecho una investigación empírica, en conflictos
concretos, mirando los bandos y cómo los medios han cubierto, o ha hecho
estereotipos? Te aconsejo que lo primero que has de hacer es mirar cómo ha hecho la
investigación. Porque me estás hablando de estereotipos.
Conocí a Galtung a través de Vicenç Fisas, pero no me ha interesado nunca porque es
de esta gente muy moralista, y tiene unos principios que comparto, pero con muy poco
contacto con la realidad concreta de los conflictos, y como yo sí que lo he tenido, pues
me lo miro así (con recelo). El a
El antídoto es muy claro. Bosnia 1993. Voy tres o cuatro veces. Si tuviera a Galtung
delante le diría, ¿qué he de hacer? Y me diría, es que no teníamos que haber llegado
hasta aquí. Decir eso es muy fácil, ya lo sé, pero hemos llegado. Hace evasiones
159
morales que no comparto, y es para seguir teniendo un pensamiento impecable y decir
‘yo sí que tengo principios’. Los buenos periodistas cuando van a la guerra, vuelven con
una mochila de dilemas y conflictos dentro. Pero yo no puedo darte más datos
genéricos de periodismo de paz, aunque te he dado una definición de periodismo
militante como negativo.
Foto: un hombre se quemó vivo dentro de un Jeep en Biafra. Es la foto que los medios
quieren, para mí no tiene otro valor que el sensacionalismo.
Foto: dos soldados bosnios encuentran a una mujer violada en el medio del bosque. Uno
no se atreve a tocarla. ¿Qué me tiene que decir Galtung aquí? ¿No estoy mostrando la
complejidad de la situación en esta foto?
Lo que me preocupa en relación a lo que me pides es: ¿el periodista que ha hecho esta
foto está haciendo un periodismo honesto? Y tanto. ¿Muestra la complejidad de los
bandos y no hace estereotipos? Aquél conflicto en Bosnia te aseguro que era de los más
sencillos de interpretar en los que he estado nunca, comparado con Próximo Oriente,
por ejemplo.
Pregunta: Una de las particularidades del periodismo de paz es que usa las
herramientas del análisis de conflictos para explicar el conflicto.
Pero es que son cosas diferentes. Ya veo donde está nuestro malentendido. El análisis
de conflictos es una disciplina académica, los investigadores y los mediadores la han de
estudiar bien. Pero meter en la misma familia de investigadores sociales a los
académicos, a los especialistas, a los mediadores, y a los periodistas… no solo sus
trabajos son distintos, es que me parece que éstos tienen una función muy diferente.
Pregunta: Lo que creo que sugiere Galtung no es que hagan la misma función, sino que
el periodista se sirva de las herramientas del análisis de conflictos para cumplir su
propia función.
Quizá el periodista le podría dar lecciones a Galtung de cómo entender el conflicto. Es
que aquí hay un tono de superioridad moral que no comparto y soy profesor, y no tendré
la arrogancia de decirles a los periodistas ‘vengan aquí y yo les enseñaré cómo hacer su
trabajo’.
160
Foto: Larry Burrows 1968. Se considera una de las fotos que más ha hecho para que la
opinión pública norteamericana dijera ‘basta’ a la guerra de Vietnam. Allí los medios
tuvieron un papel crucial, no ideológicamente porque fueran pro vietnamitas, sino por
enseñar la realidad de la guerra de una manera que contradecía totalmente la versión de
EEUU. Es una gran admisión de derrota, con la empatía de las manos. El fotógrafo hizo
un trabajo increíble para que se acabara la guerra de Vietnam. En aquella época el
gobierno de EEUU aún permitía que los periodistas hicieran su trabajo, después ya no,
solo empotrados. En aquella época la sociedad americana se volvió antibelicista, luego
se les pasó. Este fotógrafo hizo periodismo de paz. Y se jugó el tipo, no sé dónde estaba
Galtung.
Esta foto dice mucho de por qué la sociedad norteamericana hay un momento en que no
puede tolerar más la guerra de Vietnam. No es porqué ideológicamente se vuelva de
repente pro Vietnam del Norte, sino porque socialmente se les vuelve inaceptable con
sus valores.
Foto: de la Guerra Mundial. Soldados encuentran a un bebe. Es un alegato contra la
guerra. Si no conoces la foto, no sabes quién es bueno y quién es malo.
Foto. Un niño al que le explotó una mina el día que acabó la guerra. Le operaron y lo
salvaron. Gervasio Sánchez le hace una foto cada 3 años. Refleja la reconstrucción de su
cara y del país. Es denuncia pura.
Foto: Enric Martí, Sarajevo. Un niño va con su madre. Los francotiradores serbios
disparan a matar al niño y a la madre a matar, grita y viene todo el mundo a ayudarle,
matanza mayor. Los de la ONU intentan frenarlos. Cuerpos de la ONU: me dan un
casco azul y no puedo hacer nada, pero sé de dónde han disparado, si me dieran armas
me lo cargo. Era el tercer año de guerra, seguro que no había que intervenir en Bosnia,
seguro que pedir una intervención contradecía le periodismo de paz?
Foto: a este niño, todo le va grande, las botas, el casco. Qué hace este niño aquí en
medio
Foto: uno de los autobuses, el padre apoyado en el cristal, el niño llorando
despidiéndose del padre. Se volverán a ver? No lo sé. Conozco casos que se han vuelto
161
a ver, otros no. Peor la expresión de este niño, de sus manos… más periodismo de paz
que este no se me ocurre, porque la complejidad de esa imagen es extraordinaria.
Foto: el ejército norteamericano herido huyendo, pidiendo ayuda al cielo, es
extraordinario.
Adjunta artículos y fotografías hechas por él sobre Oriente Medio.
Creo mucho en el periodismo comprometido, pero me incomoda es la manera de
funcionar intelectualmente de Galtung en relación a los periodistas. En relación con los
think tanks y a los analistas puedo estar muy de acuerdo, de hecho spy muy partidario
de lo que hace en el instituto de Uppsala, en el Cipri de Estocolmo y sobre todo de lo
que hace en el Peace Research Institute de Oslo.
Pero el periodismo del que estamos hablando ya se ha acabado, ya no funciona así. El
periodismo ahora es ‘vamos todos al mismo sitio a hacer algo muy similar y sobre todo,
muy deprisa’, no podéis retrasaos porque la competición es tal que, si no, nos dejan
atrás.
Pregunta: Ha mencionado antes la palabra objetividad, ¿qué significa para usted?
La palabra objetividad es un esfuerzo de pensar racionalmente hasta el fin de las
consecuencias, aunque al final no estés de acuerdo contigo mismo.
Por ejemplo, sé lo que opino de Bosnia-Herzegobina. Pensar objetivamente, para mí,
quiere decir ir allí y ver qué pasa en términos de causas y de consecuencias. Por tanto,
primero llegué a la conclusión de que había varios proyectos políticos en curso, uno era
el de los serbios más radicales, que era un proceso fascista genocida. Esto quiere decir
que todos los serbios son fascistas? No. ¿Quiere decir que es susceptible de cambiar el
gobierno de Belgrado? No lo sé. Después resulta que sí, que cambia hacia una
revolución pacífica en la calle que yo no vi venir, y Milosevic por cierto tampoco. Por
tanto, en mi siguiente artículo he de decir que ha habido una revolución que yo no he
previsto. A la gente no le gusta que le lleven la contraria y le cuesta admitir cuando no
tiene razón, pero aun les gusta menos admitir consigo mismo que no tenía la razón
Pregunta: De acuerdo, pero ¿cómo relaciona esto con la objetividad? (min 42)
162
Por la manera de narrar las cosas. Si vas a una guerra y lo que ves se corresponde con
tu manera de ver el conflicto, con tu punto de vista sobre el derecho humanitario y lo
pones en tu artículo, pero ves otras cosas que matizan mucho tu punto de vista, o que
reparten mucho la responsabilidad, y esas te las saltas, para no debilitar tu argumento,
esto no es lo mismo que el periodismo militante, es comodidad intelectual. Es que
cuesta bastante ser una persona íntegra.
La objetividad es mentir lo menos posible y dar testimonio de sus pensamientos en
relación a algunos temas, esto me ha costado algunas amistades en el tema del proceso
soberanita, por llevar su razonamiento hasta el final, y les digo, pero que no veis que
estáis mintiendo? Que hoy en día no tenéis ningún apoyo internacional, que nos ha
vendido ya la enésima hoja de ruta. ¿Por qué el lenguaje de los políticos parece
construido para manipular la realidad? Pues no lo sé, pero lo he de decir cuando lo
capto. Yo no diré que todos los políticos mienten. Pero cuando Pedro Sánchez dice que
el PP cabalga sobre la corrupción y nadie le pregunta por los EREs en Andalucía, el
periodista y el intelectual fallan.
Pregunta: Entonces, ¿se supone que la objetividad es recoger los hechos y
reproducirlos?
Y distorsionarlos lo menos posible.
Pregunta:¿Pero qué son los hechos? Porque de “hechos” hay muchos, y solo en el
proceso de selección, aunque cumplas con todos los preceptos del periodismo objetivo,
¿puedes seguir haciendo mal periodismo?
Es responsabilidad tuya hacer el máximo esfuerzo para seleccionar los más
cuidadosamente posible esa objetividad de los hechos que sean relevantes, al 100% no
lo harás nunca, pero si deliberadamente dejas de hacer este esfuerzo o te saltas alguna
evidencia, es pecado mortal.
Pregunta: Pero esto también es moralismo.
Hombre, es que todos somos personas con valores. Yo soy agnóstico pero tengo mis
valores. No conozco ninguna persona que no tenga valores.
163
Pregunta: Pero esa (moralista) es la crítica que le hacías a Galtung hace un momento.
Galtung era moralista abstracto. A este género de intelectuales, si les pides su
posicionamiento sobre conflictos concretos tienen una gran capacidad para escabullirse,
porque no quieren entrar en contradicción consigo mismos ni admitir que su
razonamiento tiene excepciones.
Pregunta:¿Echa de menos en los medios de comunicación, contexto, causas,
consecuencias de los conflictos?
El día que me den 5.000 palabras, yo encantado de poner contexto, pero para hacer un
comentario sobre oriente medio en un periódico me dan 800 caracteres con espacios,
porque L’Ara tiene muy pocas páginas de internacional, porque tiene muchas de
nacional. La sección de internacional no es periodismo militante, la nacional sí. ¿No
debería de ser periodismo militante? Todo el mundo puede ser lo que quiera, a
condición de que sea transparente, de anunciarlo, de no enredar.
El periodismo de ahora lo encuentro desastroso, pero no porque ahora alguien haya
decidido que a partir de ahora haya que dejar de ser objetivo, sino porque el formato
actual dificulta objetivamente la objetividad.
La diferencia para mí entre el periodismo y la literatura de ficción es que el periodismo
da testimonio, y sobre hechos informativos de actualidad, y esa es la diferencia respecto
al historiador, que da testimonio sobre hechos pasados.
Quizá la objetividad es un mito inaccesible, no exculparía a la subjetividad, pero yo creo
que cualquier persona inteligente y medianamente decente sabrá cuando está en el
entremedio correcto. No conozco a nadie que no tenga problemas mentales que no sepa
cuándo está diciendo la verdad, y hablo de mentir no de no decir la verdad por falta de
información.
Puede haber muchos puntos de vista pero no hay muchas verdades. En los conflictos es
bastante sencillo ver quién hace qué y por qué lo hace, si puedes dedicarle tiempo.
Dar testimonio para mí explicar los hechos tal y como los puedes explicar tú y
vehicularlos con un análisis causal de causas y consecuencias.
164
Pregunta: Esto es lo que se entiende por periodismo de paz: explorar la complejidad
del conflicto, no querer identificar a los actores solo como los que están en las
trincheras, explicar los orígenes, las causas, las consecuencias.
Ya no hay conflictos de trincheras y dos bandos, en todos hay multitud de actores y de
causas y consecuencias.
Pregunta: ¿Y siempre están bien identificados en los medios de comunicación?
No, pero está bastante bien. A partir de lo que nos explican hemos de hacer un juicio
moral
Por ejemplo, ante el dilema de si la Libia de ahora es mejor o peor que antes de la
muerte de Gadafi, podemos sacar el dato de que ahora muere más gente que antes.
Dirán que es una valoración cuantitativa, pero se trata de personas muertas.
Es importante que un periodista, sobre todo si se dedica a conflictos, no pierda de vista
lo que está bien y lo que está mal y no relativizar demasiado. Cuando no está claro hay
que explicar la complejidad, pero cuando está muy claro, no hay que relativizar
demasiado. En la guerra de Bosnia estaba muy claro que los agresores eran los radicales
serbos, y eso llevaba a algunos periodistas a dejar de lado las víctimas serbias civiles
inocentes.
Lo que cuesta es que los medios te lo compren, y los políticos detestan la complejidad.
Pregunta: Cuando ya se están produciendo negociaciones de paz, ¿cómo cree que se
hace la cobertura?
Como científico social necesito una muestra para hacer mi valoración. Sobre las
negociaciones en el conflicto de Colombia creo que se está cubriendo bien., he tenido
bastante información y bastante real. Sobre las negociaciones en la República
Centroafricana, solo he tenido información de Médicos Sin Fronteras, igual que de
Darfur, información muy objetiva y nada especulativa.
Pregunta: ¿Interesa más el conflicto que la paz?
165
Es que ni eso. Cuánta gente ha de morir en República Centroafricana? Es que no puede
competir con el ébola, la matanza del Congo o la guerra de Ruanda, hay veces que por
tener mala suerte hasta tienes la peor guerra y la menos competitiva en el peor
momento.
El periodista necesita perspectiva, primero ha de ser buena persona. La pérdida de
margen para la profundidad analítica.
Un americano decía que el buen periodista nunca habla de sí mismo, ha de ser la mosca
en la pared, que lo mira y va procesando todo. La versión castiza es que el periodista ha
de ser la mosca cojonera; no hace falta que sea en el momento, si hay peligro de que le
peguen un tiro. Pero a la hora de escribir ha de evitar querer gustar a todo el mundo y
que no le guste a nadie, que es mejor señal, pero si no gusta a nadie por igual, también
es mala señal.
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Anexo 5: ENTREVISTA CON EDUARD VINYAMATA
Conflictos:
Ex Yugoslavia, antes después y durante la guerra
Cuba, en ambos bandos: castristas y anticastristas
Colombia
Ecuador: bandas armadas
México
República Dominicana
África: con base en la universidad de Camerún, para actuar en Rwanda y
Burundi, pero aprendiendo y observando.
Irlanda del norte, Belfast.
País Vasco
Formación en Francia y EEUU en resolución de conflictos y conflictología. Ha
trabajado sobre el terreno en conflictos armados.
La Columbia University es un centro importante donde preparan a los periodistas en su
capacidad comunicadora para resolver conflictos
La mediación se ocupa de conflictos sociales, familiares, de amigos. Mediación se usa
cuando hay capacidad interventora. En una guerra no medias, haces de conflictólogo,
facilitador, pacificador.
Search for common ground: fundación internacional, donde se utilizan los medios de
comunicación como sistema de resolución de conflictos. El objetivo no es hacer de
periodistas, es la paz. Lo mismo que en el periodismo, el objetivo no es hacer un diario
sino comunicar. Base en Washington, Bruselas. Emisora de radio en Rwanda y Burundi
“Mil Colinas”, ejemplo de periodismo de guerra.
Es como un cuchillo (instrumentalización). Son una herramienta que en manos de unos
u otros puede tener diferentes fines.
Ejemplos de uso malicioso de los medios, con fines propagandísticos: (min. 8 – 19)
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- Ver documentales: Cabalgando sobre la tormenta, cómo contar mentiras y
ganar guerras (BBC, documentos TV).
- La cortina de humo (Wag the dog, en el original): presidente de los EEUU
encarga un falso documental para entrar en guerra con Albania.
“Está mal moralmente, pero en la guerra no hay moral. El objetivo es conseguir un
resultado, como sea. Aquí se ve el uso de los medios de comunicación para soliviantar a
la población y llevarla a la guerra”.
Transición en Sudáfrica. Una periodista de la BBC se va a montar la paz con la cámara.
La conflictología en el periodismo se rige a un principio muy simple: por la honestidad.
Le encargaron un documental sobre las dos facciones de Sudáfrica, y ella, a su vez se lo
encargó a ellos. Por supuesto al principio no querían, evidentemente, porque eran
enemigos. Había tiroteos cada noche. Y al final, como chupar cámara gusta, acabaron
por acceder. Un reportaje es un trabajo en equipo, que genera son vínculos de
solidaridad entre enemigos, el equipo ha de ser solidario para que funcione. La
periodista sabía que si trabajaban en un equipo se establecerían vínculos.
Descubrieron que les gustaban las mismas cosas: disparar. Se invitaban a tomar copas,
hablaban. Se iban re- conociendo como personas. El reconocimiento es otro truco de
conflictología. Hicieron el reportaje.
Los medios se han usado para hacer el mal en todas las guerras, pero también hay
experiencias en las que se han usado para restablecer una convivencia pacífica.
Los grupos armados sean pandillas o guerrilleros, normalmente tienen periódicos
propios, a veces que se reparten gratuitamente. Es un periodismo muy rústico. Por
ejemplo, fotografían a las personas que han asesinado muy cruelmente. El objetivo es
conseguir un efecto: el terror. Todos los medios de comunicación, unos más, otros
menos, pero todos tienen una intencionalidad detrás.
Sobre la Ley de la comunicación:
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La primera ley que los norteamericanos (Mac Arthur) promulgaron en Japón después de
las bombas atómicas fue la ley de la comunicación. Establecía las normas de
comportamiento de la prensa. En Yugoslavia se copió. Era una ley libérrima, podías
hacer de todo, excepto “nada que incitase a la violencia”. Se estableció una televisión en
Mostar con aparato de TV3 Pocos minutos de diferencia a la emisión. Ley Marcial:
juicio sumarísimo militar para el que la quebrantara. Es la misma ley que en Rwanda y
Burundi (las Mil Colinas). No se podía hablar mal del enemigo, porque eso suponía
guerra y la guerra estaba prohibida por las fuerzas internacionales
La Unión Europea y EEUU establecieron una fuerza militar multinacional para
interponerse entre los enemigos yugoslavos. No tenían por objetivo atacar a nadie, solo
interponerse.
En Mostar se estableció un alcalde provisional: Pérez Casado, ex alcalde de Valencia.
En el ayuntamiento tienen que estar representados todos los bandos, se ha de ocupar del
agua, la electricidad, escombros, restablecer la seguridad (la policía), la comunicación.
Pregunta: ¿La respetaban? Había armas detrás, con la ley marcial, si no respetas la ley,
te matan.
Sobre el conflicto de Colombia:
Buena parte de la guerra se hace a través de los medios, se envían mensajes y da igual si
es verdad o no, el objetivo es demonizar, criminalizar al enemigo.
En un país en paz y democrático, cada uno defiende a los suyos con mayor
independencia o más partidismo. Los mejores son los que siguen el código deontológico
del periodismo: decir la verdad.
Siempre se utilizan los medios de comunicación para conseguir los objetivos: sea en
caso de dos partes enfrentadas: gobiernos y guerrilla o partido político—movimiento
ciudadano.
Solo en pocos casos se utilizan los medios de comunicación para establecer la paz, y no
dar la razón a uno o a otro, por la sencilla razón que cada parte tiene su parte de razón,
sino pacificar.
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Sobre el periodismo de guerra y periodismo de paz:
Periodismo de guerra: utiliza la información y la manipula para conseguir un efecto de
destrucción, sumisión, dominación de los adversarios…hasta tal extremo que si es
necesario mentir, se miente.
Periodismo de paz: Utiliza los medios para informar sobre la verdad (es) y no para
soliviantar al personal.
La prensa española llega poco a Sudamérica, se informan con los medios locales
Pregunta: ¿Ejercen presión los medios?
En conflictos armados, los medios siempre ejercen presión. Periodistas honestos que
hacen su trabajo y les trastorna su urgencia, se esfuerzan demasiado en crear una noticia
cuando todavía no existe, o dramatizar una noticia. Las buenas noticias no son noticia,
solo las malas, las que tienen morbo.
La precipitación, el acceso a una información que debía ser discreta, ha abortado
conversaciones.
Ejemplos en el cine:
Irlanda: preparación del proceso de paz. Se produjeron 12 películas intencionales. Los
guionistas no inventaban, trabajaban en base a un guión dado. Películas: En el nombre
del padre, En el nombre del hijo, Chacal, The boxter, etc. Dinero del gobierno
americano, irlandeses, norteamericanos de origen irlandés, que luego debían dar
beneficios. Intención de acabar el conflicto en Belfast. Las películas hasta entonces
querían criminalizar a un bando u otro. La intención era modificar la opinión pública
sobre los combatientes (no digo buenos malos, IRA…) se ve cómo va evolucionando la
percepción (término importante en conflictología) de los combatientes. Algunas
tuvieron éxito. Todas las películas tienen intencionalidad, lo que pasa es que no se sabe.
En la última aparece ETA. “Yo con vosotros aun puedo entenderme porque tenéis
valores políticos, por tanto podemos hablar de política y dejar las armas”, ese es el
objetivo principal, que dejen las armas y pasen al parlamento. Pero el gobierno español
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no quería, se acababa un subterfugio para justificar una serie de actos. Ahora están en
ayuntamientos, cobran, y esto para el adversario es muy peligroso.
Belfast: contribuía en la elaboración de planes estratégicos, por ejemplo, en la película.
Ej. Philadelphia, pagada por fundaciones de homosexuales y antisida. Tiene que tener
éxito, ha de ser buena: los actores, el guión, la música, las imágenes… Requisito de una
escena en la que se tocasen. Existía la leyenda de que la SIDA se transmitía por
contacto epidérmico. Hay una escena en la que le pasan un bebe, tiene más valor de un
médico dando una charla de cuatro horas. El objetivo era dignificar a los homosexuales.
Sobre el conflicto de Yugoslavia: experiencia policías.
A uno solo, lo mataban. Dos, uno serbio y otro bosnio, se mataban entre ellos. Tres, con
uno internacional. Se le daban determinadas indicaciones, órdenes de obligado
cumplimiento. Por ejemplo: hablar de temas salariales. El gendarme les decía lo que
ganaban, que tenía vacaciones pagadas y seguridad social... El serbio y el bosnio no
tenían nada de eso, se reconocían como iguales, vínculos de solidaridad. Prohibido
hablar de futbol, suscita enfrentamiento. Obligación de hablar de mujeres, hablaban con
el enemigo de temas que no suscitaban enfrentamiento sino todo lo contrario.
La carpa con el festival de música en el puente de Mostar. No era por la música, ni por
la cultura. Que el segmento de la población joven que no había participado en actos de
guerra, no estaban demasiado traumatizado, se reconocen en el ligue. Para reconstruir el
tejido básico social, la alianza entre las personas, hombres y mujeres. La amistad, el
ligue, los matrimonios. Cuando regresaban a sus comunidades, se produjeron algunos
asesinatos, porque habían acudido a un acto de confraternización, que era contrario a los
objetivos. Al principio, las dos comunidades no se juntaban, costó dos o tres grandes
fiestas.
Los medios de comunicación explicaban este tipo de actividades, eran de las pocas
cosas de las que podían hablar. No se la podían jugar, regía la ley marcial. Era noticia
porque venían grupos muy famosos que nunca habían pasado por Mostar. Los cantantes
habían firmado una ‘cláusula de proximidad’. Además los creamos para esto, para el
periodismo de paz. Tenéis que entretener, dar noticias.
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Centros juveniles con dinero de la UE, con ordenadores y radios para hacer programas,
periodismo amateur, les poníamos la miel en la boca, todo para suscitar la
comunicación.
Los bares recibieron muchas subvenciones que no hacía falta retornar. En las cafeterías
son lugares de encuentro, la gente va para hablar.
Sobre Japón:
Sociedad muy militarista. Cómo cambiar la mentalidad? Se hizo una serie de televisión
“Quiero convertirme en una ostra”, que al igual que el país, se repliega en sí mismo y
genera algo hermoso, en Japón todo ha de sonar poético. Tuvo mucho éxito. La primera
en Japón y de las primeras del mundo. El escenario central era una barbería.
Sobre Ruanda y Burundi:
La justicia internacional no acababa de funcionar. Método tradicional africana para
resolver conflictos: “el árbol palabra”: se reúnen debajo del árbol para hablar. Al que ha
hecho algo malo, consideran que simplemente ha cometido un error.
In my country, de Laura Poitras: historia del chico huérfano que fue adoptado por el
asesino de sus padres para reparar el mal que cometió. Todo el mundo podría hacerlo, si
se hace bien. En Suiza hay un centro de reconciliación. Un hombre, jefe de un grupo
armado da la orden de poner una bomba que mata a una chica joven a punto de casarse.
El que ordenó poner la bomba y la mujer que perdió a su hija han impulsado el centro,
porque han entendido que sus ideales políticos son compatibles y son dignos, que el
único error que cometieron fue ejercer la violencia. Los blancos la ejercían desde el
estado, que puede ser legal pero inmoral. La mujer quería preservar un país que
funcionaba bastante bien. El hombre lo que quería era democracia, libertad. Los dos
ideales están muy bien, el error fue utilizar la fuerza, la violencia Cuando entendieron
esto, se reconciliaron y entendieron el ideal a transmitir a sus conciudadanos en
Sudáfrica que cada uno haga lo que le dé la gana, defienda sus intereses y sus ideales,
pero sin violencia. Formaron una fundación que se dedica a esto.
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Todos usan los medios de comunicación para machacar al vecino. Tú no vas a matar a
una persona si antes no te han imbuido de unas ideas determinadas. Ya existía antes de
las masacres una animadversión a través de los medios, sobre todo la radio.
Pregunta: ¿Cree en el periodismo de paz?
Evidentemente, es lo mío. La paz es lo mío y utilizo cualquier cosa para restablecerla.
Quizá no escriba el artículo o el guión, pero inspiraré el guión.