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    Gaceta del Tribunal ConstitucionalN. 1, enero-marzo 2006

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    TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

    CENTRO DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES

    Primer Encuentro de Docentes deDerecho Constitucional

    COMUNICACIN: RELACIONES ENTRE TRIBUNALCONSTITUCIONAL Y PODER JUDICIAL

    Dr. Edgar Carpio Marcos

    Santa Clara, febrero de 2006

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    RELACIONES ENTRE TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y PODER JUDICIAL

    Edgar Carpio Marcos!!

    0. Introduccin

    El objeto de las lneas que siguen es plantear algunas reflexiones suscitadas apartir de la lectura de la ponencia general presentada por el Magistrado delTribunal Constitucional y Director de su Centro de Estudios Constitucionales,Csar Landa Arroyo, bajo el ttulo "Tribunal Constitucional y Poder Judicial: unaperspectiva desde el Derecho Procesal Constitucional".

    En tal sentido, luego de esbozarse lo que a nuestro juicio constituye el origen de latensin entre uno y otro rgano constitucional, pasamos a identificar algunas

    zonas sensibles, destacando los mecanismos (institucionales y procesales) quecontribuyen a que el conflicto sea latente, a la vez que se sugieren algunasherramientas que contribuyan a su distensin; para finalmente llamar la atencinsobre la importancia la delimitacin jurdico material en la bsqueda de laarticulacin constitucionalmente adecuada de las relaciones entre Poder Judicial yTribunal Constitucional.

    1. El origen del problema

    La necesidad de formular una articulacin constitucionalmente adecuada de lasrelaciones que puedan existir entre jurisdiccin constitucional y jurisdiccin de la

    ley, es un problema propio del proceso de consolidacin del Estado Constitucionalde Derecho.

    Particularmente, de aquellos sistemas jurdicos en los que se ha introducido unrgano ad hoc de control de constitucionalidad de las leyes o, en su defecto,donde se ha confiado la custodia de la Constitucin a un rgano que si bienpertenece formalmente a la estructura del Poder Judicial, sin embargo, es unrgano constitucionalmente autnomo, o no constituyndolo, bajo reserva de suautonoma funcional, se le ha premunido de la competencia para conocer deprocesos constitucionales.

    Por el contrario, en aquellos pases donde ambas tareas se concentran en un slorgano y, dentro de ellos, se asigna al Tribunal Supremo del Poder Judicial la

    ! Comunicacin presentada al "Primer encuentro de docentes de Derecho Constitucional",organizado por el Centro de Estudios Constitucionales del Tribunal Constitucional, desarrollado enSanta Clara entre el 11 y 12 de febrero de 2006.!!Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Lima y San Martn de Porres. Asesordel Tribunal Constitucional.

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    capacidad de establecer los criterios de interpretacin de la Constitucin y lasleyes, los eventuales conflictos con las instancias inferiores se canalizan bajo elprincipio de jerarqua, entre tanto que las (naturales) disidencias sobre lo resueltopor el Alto Tribunal, mediante las tcnicas de apartamiento del precedente o de lavinculatoriedad de los principios jurisprudenciales1.

    Ciertamente, el origen de las relaciones tormentosas no se encuentra en el hechode haberse creado un ente distinto al Poder Judicial. Despus de todo, la creacinde una serie de rganos constitucionales, de muy distinta naturaleza, es undenominador comn de las constituciones de la post guerra, que no se hatraducido necesariamente en el establecimiento de relaciones conflictivas entre losviejos poderes del Estado con los nuevos rganos constitucionales; y, cuandostas se han presentado, lo han sido por razones del todo ajenas a las que sepresentan (o son propias) entre Tribunal Constitucional y Poder Judicial.

    Tampoco tiene su causa en el hecho de que ambos tengan que actuar en unordenamiento presidido por una Constitucin normativa. En efecto, todos losrganos del Estado Constitucional de Derecho se desenvuelven en un marcosemejante, y no por ello sus relaciones estn marcados por un "inevitable" sesgoconflictivo.

    En aquellos ordenamientos donde el Tribunal Constitucional no tiene lacompetencia para controlar mediante el amparo las decisiones judiciales, elgrmen de todos los problemas se encuentra en el hecho de que ambos han sidocreados por la Constitucin para concretar sus contenidos en clave jurisdiccional,lo que en la prctica ha supuesto que la misma funcin deba realizarse medianteun sistema de desdoblamiento de rdenes jurisdiccionales, en el que cada uno desus actores, a su vez, han sido configurados como rganos constitucionalesautnomos y, por tanto, donde no hay campo, desde una perspectiva institucional,para que sus relaciones se resuelvan apelndose al principio de jerarqua.

    Los problemas, en particular, han surgido por el hecho de que a uno de esosrganos el ordenamiento le ha brindado la posibilidad de que sus decisionestengan alcance general, a diferencia del otro, al que slo se le ha encargado latarea de concretar jurisdiccionalmente la Constitucin (y la ley) para casossingulares. En efecto, una observacin general sobre las relaciones en pocas denormalidad constitucional entre el Poder Judicial y la jurisdiccin electoral y militar(jurisdicciones que se caracterizan tambin por aplicar la Constitucin y la ley paracasos singulares), pone en evidencia la casi inexistencia de conflictos de laenvergadura que en ese mismo contexto son potenciales entre la jurisdiccinordinaria y el Tribunal Constitucional.

    1Cf. al respecto, Rosario Serra Cristobal, La guerra de las Cortes, Editorial Tecnos, Madrid 1999,pg. 43 y sgtes. Giusseppe Campanelli, Incontri e scontri tra Corte Suprema e Corte Costituzionalein Italia e in Spagna, Giapichelli editore, Torino 2005, pg. 14 y sgtes.

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    Ese factor decisivo que coadyuva a que las relaciones entre ambos sean"naturalmente" speras no es tanto que el Tribunal pueda declarar lainconstitucionalidad de las leyes con efectos generales, pues una vez expulsadasno hay trminos medios que puedan generar conflictos, sino por las implicancias -tambin generales- que se derivan de la interpretacin de la Constitucin y la ley

    que el ejercicio de dicha funcin jurisdiccional supone y, particularmente, de losinstrumentos que los tribunales constitucionales emplean con el objeto degarantizar el principio de supremaca constitucional.

    En efecto, una observacin de lo acontecido en experiencias prximas a lanuestra, nuevamente evidencia que la expedicin de las denominadas sentenciasmanipulativas (atpicas o intermedias) no slo es un factor que alimenta lasdesaveniencias entre Tribunal Constitucional y Poder Legislativo, sino tambin queincide de modo relevante en las relaciones con el Poder Judicial. Por ello, conrazn, Franco Modugno ha podido decir que "la relacin entre la Corte(Constitucional) y el Poder Judicial est intrnsecamente conectada con aquellaentre la Corte y el Poder Legislativo. Y no slo porque la aptitud de los jueces defrente a las sentencias interpretativas, aditivas o sustitutivas, en los casos derebelin, pueda requerir la intervencin legislativa (...), de modo que este tipo desentencias (...) constituye, de por s, indirectamente y patolgicamente, un impulsopara la legislacin ordinaria; sino, sobretodo, por la perspectiva en la cual secoloca la Corte cada vez que debe decidir si al adoptar uno u otro tipo depronunciamiento unificar sus relaciones con sus principales y constitucionalesinterlocutores"2.

    Pero si ya en abstracto este rol de los tribunales constitucionales constituye elpunto de origen de los problemas de articulacin de ambos rdenes

    jurisdiccionales, ste tiende a recrudecerse en aquellos ordenamientos, como elperuano, donde el control de constitucionalidad de la ley se les ha confiadosimultneamente a ambos, constituyendo la nica nota distintiva, desde el planoconstitucional, los distintos efectos que uno u otro rgano puedan atribuir a susdecisiones. De alcances generales, en el caso del Tribunal Constitucional; en tantoque particulares, si es que la declaracin de inconstitucionalidad la efecta elPoder Judicial.

    En efecto, la configuracin de un modelo "dual" de jurisdiccin constitucional tieneel inconveniente de agudizar los problemas entre Tribunal Constitucional y PoderJudicial, pues plantea un escenario en el que es posible que un mismo problema -la validez de ley- pueda ser resuelto en forma distinta por ambos rganos

    jurisdiccionales, como ya durante el funcionamiento del Tribunal de Garantas

    2Franco Modugno, "Ancora sui controversi rapporti tra Corte Costituzionale e potere legislativo", enGiurisprudenza Costituzionale, Fasc. 1, 1988, pg. 18.

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    Constitucionales se pudo observar3, y ltimamente en el caso de la Ley Wolfensonse ha pretendido reproducir4.

    A ello debe agregarse el problema derivado de la competencia del TribunalConstitucional para revisar la constitucionalidad de los actos jurisdiccionales del

    Poder Judicial. Un problema que se proyecta, por cierto, no slo en lo que atae alcontrol de los actos dictados en el seno de los procesos ordinarios, en los que elcontrol del Tribunal es, por as decirlo, de carcter exgeno; sino que se reflejatambin ad intra de los procesos de tutela de derechos, donde los rganos

    judiciales (lo que comprende a la propia Corte Suprema en el amparo contraresoluciones judiciales) actan como instancias jerrquicamente subordinadas alTribunal, al ser ste la "ltima y definitiva" instancia, y en la que, por tanto, elTribunal es capaz de realizar un control "endgeno" de la actuacin judicial.

    En efecto, desde una perspectiva formal, la procedencia de estos procesos contraresoluciones judiciales abre la puerta para que una cuestin decidida en el mbitode la jurisdiccin ordinaria pueda volver a ser replanteada en la jurisdiccinconstitucional de la libertad. Ello evidentemente no slo trae consigo que, dealguna forma, se relaje la cualidad de cosa juzgada de estas decisiones, por lomenos hasta entre tanto no se resuelvan estos procesos, sino tambin lavirtualidad de minar la autoridad de la jurisdiccin ordinaria (y, en el mbitoconcreto del amparo, la de la misma Corte Suprema) ante la sociedad abierta delos intrpretes de la Constitucin.

    Y es que si mediante una sentencia constitucional se declarara la nulidad de otrade la Corte Suprema por violacin de derechos fundamentales, es evidente questa debe generar cierta susceptibilidad en este ltimo rgano, pues, en el mejorde los casos, tal anulacin presupone un reproche tcnico y la condena de que enel ejercicio de la funcin jurisdiccional existe insensibilidad para con los derechosesenciales5.

    Por una u otra va, todo indica que el modelo de justicia constitucional instauradopor la Constitucin de 1993 es, en s mismo, un caldo de cultivo que propicia laexistencia de relaciones tensas entre uno y otro rgano constitucional6. Pero si elloes verdad, tambin lo es que la solucin a esos problemas no puededesvincularse de la Constitucin misma o realizarse a sus espaldas.

    3Cf. al efecto, Samuel Abad Yupanqui, "La jurisdiccin constitucional en la Carta peruana de 1993:antecedentes, balance y perspectivas", en AA.VV., Una mirada a los tribunales constitucionales.Las experiencias recientes, CAJ, Lima 1995, pg. 216.4 Csar Landa, "Tribunal Constitucional y Poder Judicial: Una perspectiva desde el DerechoProcesal Constitucional", pg. 2, nota 4.5Francisco Fernndez Segado, "La guerra de los tribunales en Espaa", en Contribuciones, Nm.3, Buenos Aires 2002, pg. 103.6Francisco Eguiguren Praeli, "Poder Judicial y Tribunal Constitucional en el Per", en Ius et Praxis,Nm. 4, Talca 1998, pg. 78 y sgtes.

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    Y aqu no hay soluciones que puedan formularse en forma general y abstracta.Depende de cada escenario en que se desenvuelva el conflicto y, particularmente,de los bienes constitucionales que se encuentren en juego.

    2. Los escenarios de articulacin de las relaciones entre Tribunal

    Constitucional y Poder Judicial2.1. La unidad interpretativa de la Constitucin

    Como se ha dicho, la organizacin de un sistema dual de jurisdiccinconstitucional tiene el efecto pernicioso de poner en cuestin la unidadinterpretativa de la Constitucin, ya que al no estar institucionalmente

    jerarquizados, posibilita que en la concretizacin de la Ley Fundamental susoperadores puedan brindarles tantos sentidos interpretativos como jueces (uinstancias judiciales) puedan existir en el seno del Poder Judicial; a las que sesuma la propia del Tribunal Constitucional, con la obvia consecuencia de afectarsu unidad y el principio de seguridad jurdica.

    No obstante, no creo que se trate de un problema irresoluble, pues su solucindebe intentarse a partir del principio de separacin de funciones estales y deseparacin del trabajo7. Segn este criterio, la pluralidad de rganos, cada unocon funciones jurdico-estatales distintas, no es incompatible con la primaca dealguno de ellosin suo ordine.

    En ese sentido, si al Poder Judicial se le ha confiado el control judicial deconstitucionalidad de las leyes, mientras que al Tribunal Constitucional el controlconcentrado, tambin lo es que la Constitucin slo ha considerado que elsegundo de los mencionados sea el "rgano de control de la Constitucin" (art.201).

    En efecto, en el sistema de control de constitucionalidad prefigurado por la LeyFundamental se ha confiado al Tribunal la tarea de velar por la constitucionalidaddel sistema en su integridad. Ello es as no slo porque lo ha dotado de lacapacidad de expulsar del ordenamiento a la legislacin creada de manerainconstitucional, sino tambin por el hecho de haberla colocado como "ltima ydefinitiva instancia" en el conocimiento de los procesos de tutela de derechosfundamentales (que es la sede donde se efecta el control de constitucionalidadde los actos de los poderes pblicos, incluyendo los del Poder Judicial).

    En el plano legislativo, esta supremaca funcional (y no institucional) del TribunalConstitucional sobre el Poder Judicial, se refleja por lo menos en 4 mbitos.

    (a) Por un lado, al sealarse que el Tribunal Constitucional "es el rgano supremode interpretacin, integracin y control de la constitucionalidad" (art. 1 de la

    7 Cf. Manuel Garca Pelayo, "El status del Tribunal Constitucional", en Revista Espaola deDerecho Constitucional, Nm. 1, Madrid 1981, pg. 11 y sgtes.

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    LOTC). En el bien entendido que "Supremo" intrprete, no quiere decir exclusivo niexcluyente, sino, simplemente, quien tiene la ltima palabra en la "sociedadabierta de los intrpretes de la Constitucin"8.

    (b) En segundo lugar, al preverse que si bien los jueces y tribunales deben

    interpretar y aplicar la legislacin conforme a la Constitucin, tal interpretacindebe efectuarse en los trminos que lo haya realizado el Tribunal Constitucional(art. VI del Ttulo Preliminar del CPConst). La existencia de una pluralidad deintrpretes de la Constitucin, en efecto, no significa que Ley Fundamentalpromueva su "atomizacin" o "plastilinizacin".

    (c) En tercer lugar, al establecerse que las sentencias del Tribunal Constitucionalque tengan la condicin de firmes, "vinculan a todos los poderes pblicos" (art. 82CPConst). La vinculacin de las sentencias constitucionales, desde luego, nocomprende a su parte dispositiva, por otra parte asegurada por los efectosgenerales que tambin se le atribuyen, sino, esencialmente, a los criterios deinterpretacin de las disposiciones constitucionales que all se hayan efectuado.

    (d) Finalmente, al preverse que, en materia constitucional, el nico rganoencargado de establecer precedentes es el Tribunal Constitucional (art. VII delTtulo Preliminar del CPConst).

    2.2. La interpretacin constitucional de la ley

    Se ha debatido (y debate), si es que tambin el Tribunal Constitucional es elintrprete supremo de la ley. De hecho, el Tribunal est convencido que s9 ysimilar argumento se expresa en la ponencia general.

    Nuestra tesis es que si y no. Y es que pensamos que una respuestaconstitucionalmente adecuada depende de una serie de variables y del contextoen el que se formule. En los trminos en los que se ha formulado la ponenciageneral, algunos escenarios pueden ser los siguientes:

    (a) En el seno del proceso de inconstitucionalidad de las leyes,

    (a.1) el Tribunal es competente para condicionar la aplicacin de la ley en elsentido interpretativo expresado por l, cada vez que:

    (i) Prohiba que una ley deba ser interpretada en un sentido determinado porque, sias no se hiciera, su aplicacin sera incompatible con la Constitucin. Lovinculante, en este caso, no es el sentido interpretativo conforme a la Constitucin

    8 Peter Haberle, Hermeneutica Constitucional (A sociedade aberta dos interpretes da Constituiao:contribucin para a interpretaao pluralista e `procedimental da Constituiao, Sergio AntonioFabris editor, Porto Alegre 1997, pg. 12 y sgtes.9Ver, por ejemplo, la STC 01805-2005-HC/TC, Fud. Jur. Nm. 33 al 36, donde se establece loscriterios de interpretacin del artculo 23 del Cdigo Penal, sobre intervencin delictiva.

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    que ha permitido al Tribunal no declarar la inconstitucionalidad de la ley, sino elsentido en el que nunca podra ser interpretado.

    Se trata de una solucin que, seguida en Alemania e Italia, tiene el mrito dearmonizar adecuadamente, sin generar sacrificios innecesarios, los diversos

    bienes constitucionales en juego detrs de una u otra alternativa (autonomajudicial, casacin judicial v. principio de supremaca constitucional).

    (ii) Establezca cul es la interpretacin de la ley que resulta ms "orientada" a laConstitucin. A diferencia de la frmula anterior, donde se excluye uno o algunossentidos interpretativos de la ley por arrojar resultados incompatibles con laConstitucin, en este ltimo supuesto, el Tribunal advierte que si bien la ley ofrecediversas posibilidades interpretativas, todas ellas compatibles con la Constitucin,sin embargo, su aplicacin (y, por tanto, su interpretacin) slo deber deefectuarse en un sentido determinado porque, entre los dems, es el que mejorrealiza los principios fundamentales contenidos en la Ley Fundamental.

    En la experiencia alemana, una tcnica semejante utilizada por el TribunalConstitucional Federal ha sido denominada como sentencias que contienen unainterpretacin de la ley "orientada" a la Constitucin. sta tiene el mrito,nuevamente, de ofrecer una solucin armoniosa del eventual conflicto en el que sepudieran encontrar los bienes constitucionalmente protegidos a los que antes sehaca alusin (autonoma judicial y casacin judicial vs. supremacaconstitucional)10.

    (a.2) En cambio, no vincula la interpretacin de la ley efectuada por el Tribunalcuando:

    (i) Al lado del sentido interpretativo de la ley conforme con la Constitucin, cuyaexistencia al Tribunal le impidi declarar la inconstitucionalidad de la disposicinlegislativa, coexisten otros sentidos interpretativos, igualmente conformes con laConstitucin (identificados por el mismo Tribunal o, en su defecto, por el Juez), encuyo caso corresponde a este ltimo decidir libremente con cul de ellos aplicarla ley.

    Y es que el Tribunal Constitucional es el intrprete supremo de la Constitucin ysu defensor, no el interprete supremo de la ley, ni el encargado de unificar lasdiferencias de interpretacin de las que stas puedan ser objeto.

    (ii) La interpretacin efectuada de la ley, para determinar su compatibilidad o nocon la Constitucin, no ha supuesto la aplicacin de la tcnica de la interpretacinconforme.

    10 Cf. Ginevra Cerrina Feroni, Giusdizione costituzionale e legislatore nella Repubblica federaletedesca. Tipologie decisorie e Nachbesserungspflicth nel controllo di costituzionalit, Giapichellieditore, Torino 2002, pg. 147

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    En ese sentido, no creo que resulte ocioso recordar que toda sentencia, inclusolas que profieren los rganos de la jurisdiccin ordinaria, presupone lainterpretacin de una disposicin legislativa11. En el proceso deinconstitucionalidad, cuando una ley debe ser evaluada en torno a su validez, elTribunal se encuentra siempre al frente de 2 textos por interpretar. Debe hacerlo

    con la Constitucin, que es un orden normativo que no precisamente secaracteriza por ser unvoco en sus significados, pero tambin con la ley, inclusocuando se cree que ella, o los sentidos que de sta se pueden recabar, son ms omenos claros.

    Un pronunciamiento sobre la validez de la ley requiere necesariamente que ladisposicin que sirve como parmetro y la que hace de objeto del control seaninterpretadas12. Como lo expresara la Corte Constitucional italiana en la Sentencia11/1965, "establecer cul sea el contenido de la norma impugnada, es uninderogable presupuesto del juicio de legitimidad constitucional", puesto quepertenece al juicio de la Corte decidir "entre la norma interpretada y la normaconstitucional", siendo "el uno y el otro partes inescindibles de un juicio que espropiamente suyo"13.

    En ese sentido, nos guste o no, los tribunales constitucionales, cuando ejercen elcontrol de constitucionalidad de las leyes, estn condenados a ser los "rganosmayeticos del ordenamiento jurdico"14. Pero no por ello, se convierten en lossupremos intrpretes de la ley.

    (b) En fin, en los procesos de tutela de los derechos fundamentales,

    (b.1) El Tribunal es capaz de condicionar la aplicar de la ley, cuando:

    (i) Se trate de la legislacin procesal constitucional, puesto que en su condicin deltima y definitiva instancia, tiene la capacidad de uniformizar las reglas delproceso constitucional (incluso, haciendo uso del precedente).

    (b.2) En cambio, no tiene capacidad para establecerlo, cuando

    (i) para resolver un caso de la materia, deba verificar si el acto cuestionado serealiz al amparo de una ley determinada. La interpretacin (y aplicacin) de la

    11 Renato Granata, "Corte di Cassazione e Corte costituzionale nella dialettica tra controllo

    ermeneutico e controllo di legittimit. Linee evolutive della giurisprudenza costituzionale", en Il ForoItaliano, I, 1998, pg. 14 y sgtes.12Cf. sobre el tema, Tullio Ascarelli, "Giurisprudenza costituzionale e teoria dell`interpretazione", enRivista di Diritto Processuale, Fasc. 2, 1957, pg. 351 y sgtes.13 "Todas las sentencias son, en cierto sentido, interpretativas, y en particular -afirmar VezioCrisafulli- lo son todas las sentencias de la Corte Constitucional" ("Le sentenze `interpretative dellaCorte Costituzionale", en Rivista Trimestrale di Diritto e Procedura Civile , Fasc. 1, 1967, pg. 1).14Antonino Spadaro, "Le motivazioni delle sentenze della Corte come `tecniche di creazione dellenorme costituzionali", en Antonio Ruggeri, La motivazione delle decisioni della Corte Costituzionale,Giappichelli editore, Torino 1994, pg. 363.

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    ley, en este ltimo supuesto, no difiere en absoluto del que pueda realizarcualquier juez ordinario.

    En definitiva, pensamos que no se trata de una cuestin de defensa de fueros a

    ultranza, sino de recordar que por muy flexibles e indeterminados que puedan serlas reglas que delimiten los mbitos de competencias entre ambos rganosconstitucionales, stos existen y precisan ser tomados en serio.

    En el plano de la interpretacin de las leyes, no puede olvidarse que la aplicaciny unificacin de su sentido interpretativo no es una tarea que prima faciecorresponda al Tribunal, sino que se ha encargado constitucionalmente al PoderJudicial. Lo que no quiere decir que se realice una alteracin de ese repartocompetencial cuando, en ocasiones, el Tribunal establezca que la ley no puedeser interpretada de una forma determinada porque se afectara el principio desupremaca constitucional o, todo lo ms, que tiene que ser interpretada de unamanera particular, pues no hay otra forma de realizar mejor los principios y valoresque ella contiene. Y es que, en tales casos, ya no se encuentra en juego laatribucin asignada al Poder Judicial, sino la que corresponde al "rgano decontrol de la constitucionalidad"; esto es, la defensa de la Constitucin como LeySuprema y como portadora del sistema material de valores del ordenamiento porella fundado15.

    3. La importancia de la delimitacin jurdico material en la articulacinconstitucionalmente adecuada de las relaciones entre TribunalConstitucional y Poder Judicial

    Como se podr advertir, detrs de cada una de las hiptesis mencionadas(hiptesis generadoras de conflictos cuando es patente el desbordamiento o existeun excesivo recelo del rgano judicial), no se esconde sino la exigencia deproceder a una delimitacin jurdico-material de lo que es propio del Tribunal y loque corresponde al Poder Judicial, en cada caso concreto, balanceando los bienesconstitucionales que se encuentran en juego.

    Por ello, la tesis que se pretende defender es semejante a la expresada en laponencia general. Como all se expone, el propsito de la Constitucin no puedeser el de socabar su unidad, de modo que los conflictos han de intentar resolverse"desde" y "dentro" de ella, es decir, desde el marco y los lmites que laConstitucin impone a cada uno de los rganos comprometidos, as como de unaaplicacin constitucionalmente conforme de las tcnicas procesales que ellegislador pueda haber establecido16.

    15 Cf. Ignacio de Otto, "La posicin del Tribunal Constitucional a partir de la doctrina de lainterpretacin constitucional", en AA.VV. El Tribunal Constitucional, Vol. III, IEF, Madrid 1980, pg.1939 y sgtes.16 Pablo Prez Tremps, Poder Judicial y Tribunal Constitucional, CEC, Madrid 1985, pg. 223 ysgtes

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    Ello en el bien entendido que si la articulacin de sus relaciones no puederesolverse slo a partir de una delimitacin objetivo-material de sus competencias,sin embargo, cualquier intento serio por encontrar un equilibrio interinstitucional nopuede prescindir de l.

    Y es que si se intentara resolver el problema slo a partir de una delimitacin delmbito material de actuacin que corresponde al Poder Judicial y al TribunalConstitucional, las relaciones entre uno y otro tendran que resolverse de maneralineal: Al Tribunal, en el proceso de inconstitucionalidad, le corresponderaexpulsar del ordenamiento las leyes inconstitucionales, y confirmar su validez en elcaso inverso. Mientras que en el mbito de proteccin de los derechosfundamentales, declarar la invalidez de los actos jurisdiccionales que lesionen losderechos que integran la tutela procesal y, como efecto de ello, disponer que sevuelvan las cosas al estado anterior de la situacin condenada comoinconstitucional.

    Por su parte, en el ejercicio de la judicial review of legislation, al Poder Judicial lecorrespondera dejar de aplicar al caso concreto si es que la norma relevante pararesolver el caso sea inconstitucional. Tambin declarar la invalidez de un decretode alcances generales si es que ste fuese incompatible con la ley o laConstitucin. Mientras que en el mbito de la proteccin de los derechosfundamentales, no hacer un espritu de cuerpo y declarar, cuando corresponda,que en el ejercicio de la jurisdiccin ordinaria los jueces tambin pueden lesionarderechos fundamentales.

    De hecho, se trata de un modelo ideal o, si se quiere, de un modelo formal, quepudiendo descifrar en sus trazos generales algunos perfiles en los que sedeberan desenvolver las relaciones entre ambos rganos, sin embargo, tiene eldemrito de olvidar, como haba anotado Sandulli17, que las constituciones y lasleyes no hacen sino bosquejar la fisonoma de las instituciones, entre tanto que suesencia slo es una obra de ingeniera sub-constitucional, en la que la dinmicade la interpretacin y la ponderacin de bienes se colocan en el centro de estaarticulacin.

    Sin embargo, si el reparo a este modo lineal de plantear el problema quiere poneren evidencia su insuficiencia para abarcar el quid del problema, de ello no creoque se pueda inferir un cuestionamiento (ni relajacin) acerca de la necesidad eimportancia de una delimitacin jurdico-material de competencias entre TribunalConstitucional y Poder Judicial como primer paso de todo intento serio porencauzar una articulacin constitucionalmente adecuada de sus relaciones.

    En efecto, las polticas de self restraint, de cortesa constitucional, de deferenciade uno para con otro; en definitiva, las relaciones de amicusentre ambos, cuandoexisten, slo son constitucionalmente admisibles si es que detrs de ellas la

    17Aldo Sandulli, Sulla posizione della Corte Costituzionale nel sistema degli organi supremi delloStato, en Rivista Trimestrale di Diritto Pubblico,Fasc. 3,1960, pg. 705 y sgtes.

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    imparcialidad y el ejercicio cabal de sus competencias no se ha vistoresquebrajada. Como lo ha expresado el Tribunal Constitucional Federal Alemn,"El principio del judicial self-restraint, que se impone el Tribunal (...), no significauna reduccin o debilitamiento de sus competencias expuestas, sino la renuncia a`hacer poltica, es decir, a intervenir en la esfera de libre realizacin poltica,

    establecida y delimitada por la Constitucin. El aspira, adems, a preservar deotros rganos constitucionales el mbito de libre realizacin polticaconstitucionalmente garantizada"18.

    Por decirlo metafricamente, no hay paz fuera de la Constitucin!, lo que equivaletanto como decir que la bsqueda de relaciones cordiales slo es posible dentrode la Constitucin y, por tanto, es desde ella donde debe pergearse cualquiertcnica que solucione los impases (pasados, presentes y futuros) entre ambosrganos.

    Por ello, la bsqueda y actuacin de los diversos mecanismos de distencin detales conflictos tampoco puede buscarse en base a imposiciones autoritarias odesacatos inconsistentes. El llamado del Supremo Intrprete de la Constitucin aque la articulacin de sus relaciones con el Jurado Nacional de Elecciones serealice en el marco de los principios de concordancia prctica y correccinfuncional, vale tambin en relacin al Poder Judicial. Y es que si la Constitucin nose reduce a los derechos fundamentales, aunque stos constituyan su sistemamaterial de valores; tampoco la Ley Fundamental es solamente el respeto de laautonoma judicial, ni ella propicia un principio de seguridad construido al margende la Constitucin, es decir, con violacin de sus derechos fundamentales. Comoha expuesto el mismo Tribunal, su concrecin de la Constitucin no puededesvirtuar "(...) las funciones y competencias que el Constituyente ha asignado acada uno de los rganos constitucionales", puesto que "(...) el equilibrio inherenteal Estado Constitucional", es un "(...) presupuesto del respeto de los derechosfundamentales (...), (que) se encuentra plenamente garantizado"19 por laConstitucin.

    Sea como fuere, no hay duda de que esa delimitacin (y ponderacin) es unatarea que habr de intentarse a partir de cada escenario en el que el conflicto sehaya presentado (o sea potencialmente que se presente). Y esa es una labor queaqu -y tal vez, por lo que se ha dicho, tampoco en otro lugar- sea posible que serealice en trminos abstractos y generales.

    Lima, febrero de 2006.

    18 Citado por Ingo Von Munch, "El Tribunal Constitucional Federal como actor poltico?", enAnuario Iberoamericano de Justicia Constitucional, Nm. 6, Madrid 2002, pg. 579.19Cf. STC 5854-2005-AA/TC, Fund. Jur. N. 12 "c".