TRIBUNAL DE ARBITRAMENTO DE RCN TELEVISIÓN S
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Tribunal de Arbitramento de Inversiones 3R Ltda. Vs. Parra Arango y CIA S.A.
___________________________________________________________________________________________ Cámara de Comercio de Bogotá, Centro de Arbitraje y Conciliación. 1
TRIBUNAL DE ARBITRAMENTO
INVERSIONES 3R LTDA
Vs.
PARRA ARANGO Y CIA S.A.
LAUDO ARBITRAL
Bogotá D.C., veintidós (22) de junio de 2010
INDICE
CAPITULO I. ANTECEDENTES
1. SOLICITUD DE CONVOCATORIA DEL TRIBUNAL DE ARBITRAMENTO
2. EL PACTO ARBITRAL
3. TRÁMITE INICIAL
3.1 Nombramiento del Tribunal
3.2 Instalación del Tribunal, admisión y traslado de la demanda
3.3 Contestación de la demanda, excepciones y traslado de las mismas
3.4 Admisión de la demanda de reconvención y traslado
3.5 Contestación a la demanda de reconvención, excepciones y traslado de las
mismas
3.6 Audiencia de conciliación
3.7 Honorarios y gastos del Tribunal
4. PRIMERA AUDIENCIA DE TRÁMITE
4.1 Las Partes y su representación
4.2 La demanda
4.2.1 Los hechos en que se sustenta la demanda
4.2.2 Las pretensiones
4.3 Contestación a la demanda y excepciones
4.4 La demanda de reconvención
4.4.1 Los hechos en que se sustenta la demanda de reconvención
4.4.2 Las pretensiones
4.5 Contestación a la demanda de reconvención y excepciones
4.6 Pronunciamiento sobre la competencia del Tribunal
5. LAS PRUEBAS DEL PROCESO
6. TÉRMINO DEL PROCESO
CAPITULO II. ALEGACIONES DE LAS PARTES
Tribunal de Arbitramento de Inversiones 3R Ltda. Vs. Parra Arango y CIA S.A.
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CAPITULO III. CONSIDERACIONES
1. LA EJECUCIÓN DEL CONTRATO
1.1. El contrato – aspectos generales
1.2. El desarrollo contractual
2. LAS PRETENSIONES DE LAS PARTES
2.1 La Demanda Principal
2.2 La demanda de reconvención
3. LOS PROBLEMAS JURÍDICAS PLANTEADOS
3.1. La existencia de un contrato de agencia comercial
3.1.1. Promoción o explotación de negocios de un ramo
3.1.2. Actuación por cuenta del agenciado
3.1.3. Independencia del agente
3.1.4. Estabilidad del encargo
3.2 La validez de la terminación unilateral del Contrato por parte de Parra Arango
3.2.1 La terminación
3.2.2. Las consecuencias jurídicas de la terminación del Contrato
3.3 La existencia de incumplimientos por parte de Parra Arango y 3R
3.3.1 Los incumplimientos
3.3.2 Los efectos jurídicos de los incumplimientos contractuales recíprocos
4. LAS PRETENSIONES SUBSIDIARIAS
4.1 Pretensión subsidiaria de enriquecimiento sin causa
4.2 Pretensión subsidiaria de abuso del derecho
5. LA OBJECIÓN AL DICTAMEN PERICIAL FORMULADA POR LA
CONVOCANTE
5.1 Los términos de la objeción
5.2 Consideraciones sobre de la objeción planteada
6. LAS EXCEPCIONES PROPUESTAS POR LAS PARTES
7. COSTAS
8. TACHA DE TESTIGOS
CAPITULO IV. DECISION DEL TRIBUNAL
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CAPITULO I. ANTECEDENTES
1. SOLICITUD DE CONVOCATORIA DEL TRIBUNAL DE ARBITRAMENTO:
Mediante escrito presentado el veintiocho (28) de noviembre de 2008, ante el Centro
de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, INVERSIONES 3R
LIMITADA, por conducto de apoderado, formuló demanda arbitral contra la sociedad
PARRA ARANGO Y CIA S.A.1.
2. EL PACTO ARBITRAL:
El pacto arbitral en el que se fundamenta el presente trámite, está contenido en la
Cláusula Décima Tercera del “Contrato Privado de Distribución” celebrado el 6 de
octubre de 2005 entre las partes del proceso2.
En dicha cláusula se estableció:
“DECIMA TERCERA, CLÁUSULA COMPROMISORIA.- Toda diferencia o
controversia relativa a este contrato y su ejecución y liquidación, se someterá a la
decisión de árbitros de acuerdo con el Decreto 2279 de 1989, Ley 446 de 1998,
Decreto 1818 de 1998 y más disposiciones complementarias, de acuerdo con las
siguientes reglas: a) El tribunal será en derecho; b) El tribunal estará integrado por
tres (3) árbitros, salvo que el asunto a debatir sea de menor cuantía caso en el cual
el árbitro será solo uno; c) El tribunal funcionará en la ciudad de Bogotá D.C. en el
centro de arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá D.C.; d) El término de
duración del arbitraje será de cuarenta y cinco (45) días contados desde la primera
audiencia de trámite.”
Las partes modificaron la cláusula antes transcrita acordando que la controversia
sería dirimida por un solo árbitro, con independencia de la cuantía del proceso, y
que el término de duración del arbitraje sería de seis meses contados a partir de la
primera audiencia de trámite3.
1Cuaderno Principal número 1, folio 1 y siguientes. 2 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 3 y siguientes. 3 Cuaderno Principal número 1, folio 178 a 188.
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3. TRÁMITE INICIAL:
Tras la presentación de la demanda arbitral por parte del apoderado de
INVERSIONES 3R LTDA., el Centro de Arbitraje y Conciliación, mediante
comunicaciones de fecha doce (12) de diciembre de 2008, procedió a invitar a las
partes a una audiencia para la designación del árbitro que habría de fallar la
controversia.
3.1 Nombramiento del Tribunal:
De conformidad con lo convenido por las partes, el nombramiento del árbitro se
realizó de común acuerdo entre ellas, habiendo sido designado el doctor Ernesto
Gamboa Morales, quien aceptó el cargo dentro del término legal4.
3.2 Instalación del Tribunal, admisión y traslado de la demanda:
A continuación, el Centro de Arbitraje y Conciliación citó a las partes a la audiencia
de Instalación del Tribunal, la cual se llevó a cabo el once (11) de febrero de 20095.
En dicha audiencia se declaró legalmente instalado el Tribunal, y se nombró como
secretaria a la doctora Anne Marie Mürrle Rojas. Así mismo, el Tribunal asumió
competencia para conocer del proceso, sin perjuicio de lo que se decidiera en la
primera audiencia de trámite.
Finalmente, por reunir los requisitos establecidos en el Código de Procedimiento
Civil, se admitió la demanda presentada y se ordenó notificar personalmente al
representante legal de la parte convocada.
El día nueve (9) de marzo de 2009 se notificó personalmente el auto admisorio de la
demanda al representante legal de la convocada, y se corrió traslado de la misma
por el término de diez (10) días.6
3.3 Contestación de la demanda, excepciones y traslado de las mismas:
4 Cuaderno Principal número 1, folio 67. 5 Cuaderno Principal número 1, folios 72 y 73. 6 Cuaderno Principal número 1, folio 97.
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En la contestación de la demanda, presentada el veinticuatro (24) de marzo de 2009,
el apoderado de la parte convocada se pronunció frente a las pretensiones y hechos
de la demanda, aportó y solicitó pruebas7.
Adicionalmente, el apoderado de la convocada propuso en escrito separado a la
contestación de la demanda las siguientes excepciones de mérito: Cobro de lo no
debido, inexistencia de la obligación, enriquecimiento ilícito, prescripción y
caducidad8.
De las excepciones de mérito formuladas, se corrió traslado a la parte convocante,
término dentro del cual se pronunció sobre tales excepciones y, aportó y solicitó
pruebas adicionales9.
3.4 Admisión de la demanda de reconvención y traslado:
El día veinticuatro (24) de marzo de 2009, el apoderado de la parte convocada
presentó demanda de reconvención10, la cual fue admitida por auto del veintisiete
(27) de marzo de 2009 y de ella se corrió traslado a la parte convocante, en los
términos del artículo 400 del Código de Procedimiento Civil11.
3.5 Contestación a la demanda de reconvención, las excepciones formuladas
frente a ella y traslado de las mismas:
Durante el término legal, el apoderado de la parte convocante y convocada en
reconvención contestó la demanda de reconvención, se pronunció sobre los hechos,
solicitó pruebas y propuso las excepciones de mérito de carencia de derecho y
“genéricas.”12.
De las excepciones formuladas se corrió traslado en los términos del artículo 399 del
Código de Procedimiento Civil, sin que la parte demandada y demandante en
reconvención se hubiera pronunciado al respecto.
3.6 Audiencia de conciliación:
7 Cuaderno Principal número 1, folio 98 y siguiente. 8 Cuaderno Principal número 1, folio 60 y 61. 9 Cuaderno Principal número 1, folio 148 y 149. 10 Cuaderno Principal número 1, folio 129 y siguientes. 11 Cuaderno Principal número 1, folio 132. 12 Cuaderno Principal número 1, folio 136 y siguientes.
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Mediante auto del diecisiete (17) de junio de 2009, se citó a las partes a una
audiencia de conciliación, la cual tuvo lugar el día veinticuatro (24) de junio de 2009,
sin que las partes llegaran a acuerdo alguno13.
3.7 Honorarios y gastos del Tribunal:
A continuación de la audiencia de conciliación, el Tribunal llevó a cabo la fijación de
gastos y honorarios del proceso, de conformidad con las tarifas establecidas en el
Decreto 4089 del veinticinco (25) de octubre de 2007, por tratarse de un Tribunal
legal.
Según consta en el informe secretarial del diez (10) de julio de 2009, la parte
convocante depositó dentro del término legal la suma de gastos y honorarios que
había fijado el Tribunal a su cargo, mientras que la parte convocada no canceló lo
que a ella correspondía. Dentro del término adicional otorgado por la ley, la parte
convocante depositó la suma que correspondía a la parte convocada.
4. PRIMERA AUDIENCIA DE TRÁMITE:
El día catorce (14) de agosto de 2009, se llevó a cabo la primera audiencia de trámite
en la cual el Tribunal se pronunció sobre su competencia, para lo cual, entró a
estudiar la cláusula compromisoria antes transcrita, y además, los siguientes
aspectos, entre otros:
4.1 Las partes y su representación:
Convocante: Es la sociedad INVERSIONES 3 R LTDA., con domicilio principal en la
ciudad de Barranquilla, constituida por escritura pública número 604 del treinta y uno
(31) de octubre de 2002, otorgada en Notaria Única de Puerto Colombia. La
representación legal de esta sociedad está en cabeza de su gerente, señor Rafee
Cure Angarita. Todo lo anterior, consta en el certificado de existencia y
representación, expedido por la Cámara de Comercio de Barranquilla que obra en el
expediente14.
13 Cuaderno Principal número 1, folios 136 a 163.
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La convocante ha concurrido al proceso representada por apoderado, a quien el
Tribunal ha reconocido personería.
Convocada: Es la sociedad PARRA ARANGO Y CIA S.A., con domicilio principal en
la ciudad de Bogotá D.C., constituida por escritura pública número 1.466 del
veintidós (22) de junio de 1982, otorgada en Notaria Veintiuno de Bogotá. La
representación legal de esta sociedad está en cabeza de su presidente, señor
Gilberto Parra Valderrama, y de su gerente señora Ingrid Natalia Parra Arango. Todo
lo anterior, consta en el certificado de existencia y representación, expedido por la
Cámara de Comercio de Bogotá que obra en el expediente15.
La convocada ha concurrido al proceso representada por apoderado a quien el
Tribunal ha reconocido personería.
4.2 La demanda:
En la demanda presentada se formularon las pretensiones, se enunciaron los
hechos, los fundamentos de derecho, se aportaron y se solicitaron pruebas, entre
otros.
4.2.1 Los hechos en que se sustenta la demanda :
Los hechos enunciados en la demanda se resumen como sigue:
- El 7 de septiembre de 2005, la sociedad Parra Arango y Cía. S.A. envió a
Inversiones 3R Ltda. una propuesta para que ésta se encargara de la
distribución y venta de vehículos y repuestos de marca Citroen, y prestara el
servicio al cliente correspondiente, en la zona de Barranquilla y la Costa
Atlántica de Colombia.
- Inversiones 3R aceptó la propuesta y el 6 de octubre de 2.005 se suscribió
entre las partes un contrato que se denominó “Contrato Privado de
Distribución”.
14 Cuaderno Principal número 1, folio 21 y siguientes. 15 Cuaderno Principal número 1, folio 23 y siguientes.
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- El texto del contrato fue elaborado por Parra Arango y Cía S.A. y su objeto,
según la cláusula primera del mismo era “…. Vender o promover la venta con
miras a una primera matriculación …. Por su propia cuenta y riesgo …” de
vehículos nuevos y piezas de recambio y accesorios de la marca Citroen.
- El contrato celebrado entre las partes que se denominó de distribución fue en
realidad un contrato de agencia comercial “ya que concurren todos los
elementos de su esencia y naturaleza…”
- Dada la naturaleza del contrato de agencia comercial, Parra Arango y Cía.
S.A., estaba obligado a mantener un surtido permanente de vehículos y
repuestos que le permitiesen al distribuidor o agente promover, vender y
entregar oportunamente a los clientes, los vehículos Citroen objeto del
contrato.
- Inversiones 3 R siempre estuvo lista a dar cumplimiento al contrato, y en
desarrollo del mismo llevó a cabo las siguientes actividades: adecuó el local o
vitrina para la exposición de los vehículos objeto de distribución y ventas,
adecuaciones cuyo valor ascendió a treinta y dos millones novecientos
cuarenta y tres mil veintidós pesos ($32.943.022); invirtió en publicidad escrita,
radial y por televisión, recibió vehículos usados, compró un vehículo de
demostración por valor de cincuenta y siete millones de pesos ($57.000.000) y
herramientas y equipo de taller por valor de veinticinco millones de pesos
($25.000.000.oo) y contrató el personal necesario.
- Durante los años de vigencia del contrato, el agente obtuvo una utilidad de
veintiocho millones doscientos veinticuatro mil quinientos setenta y ocho
pesos ($24.224.578).
- Como consecuencia de la terminación del contrato, Parra Arango y Cía. S.A.
debe pagar a la demandante una suma mínima de veintitrés millones
quinientos veinte mil cuatrocientos ochenta y un pesos con setenta centavos
($23.520.481,70).
- Parra Arango y Cía. S.A. incumplió el contrato celebrado con Inversiones 3R,
de varias maneras: guardó silencio sobre el abandono del mercado de la
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marca Citroen durante más de diez años en la zona determinada en el
contrato, no suministró un mínimo de automóviles Citroen para ser exhibidos
en vitrina, los vehículos eran entregados en mal estado o sin sus accesorios.
- En lugar de reunirse para analizar las circunstancias por las cuales no se
habían cumplido los objetivos de ventas, como lo disponía el contrato, Parra
Arango y Cía S.A. lo dio por terminado de manera unilateral el 3 de diciembre
de 2007, lo cual constituye abuso del derecho, pues no existía causa grave
que diera lugar a dicha terminación y con la sola finalidad de lucrarse de la
posición que la marca Citroen había adquirido en la zona como resultado de
Inversiones 3R.
4.2.2 Las pretensiones:
Con fundamento en los hechos anteriormente transcritos la parte convocante formuló
las siguientes pretensiones principales y subsidiarias:
“PRETENSIONES
PRIMERA: Se declare que bajo la denominación de CONTRATO DE
DISTRIBUCION, de fecha Octubre 6 del 2005, las sociedades PARRA ARANGO Y
CIA S.A., La Empresaria y quien se denominó EL IMPORTADOR e INVERSIONES
3R LTDA., El agente, denominada EL DISTRIBUIDOR, celebraron un contrato de
agencia comercial para la distribución, venta y mantenimiento de vehículos
automotores y repuestos de la marca CITROEN, en territorio de la Costa Atlántica de
Colombia;
SEGUNDA: Se declare que la sociedad demandada PARRA ARANO Y CIA S.A.,
incumplió el contrato de que da cuenta la pretensión anterior según se desprende de
los hechos contenidos en la demanda;
TERCERA: Se declare que PARRA ARANGO Y CIA S.A., terminó de manera
unilateral y sin justa causa el contrato de que da cuenta la pretensión primera por las
razones que en los hechos de la misma demanda se precisan;
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CUARTA: Como consecuencia de las anteriores declaraciones, solicito se condene a
la sociedad PARRA ARANGO & CIA S.A., a pagar a la demandante INVERSIONES
3R LTDA., dentro de los cinco días siguientes a la ejecutoria del laudo, las
cantidades que en el juicio se determinen, por los siguientes conceptos.
1. Se condene al pago de la prestación especial de que trata el Art. 1324, inciso 1º
del Código de Comercio, en la cuantía que los peritos determinen, equivalente a
la doceava parte de la remuneración recibida durante el tiempo de duración del
contrato, o sobre lo que con mediana inteligencia pudieron recibir de haber
cumplido la demandada con sus obligaciones, promedio que será multiplicado por
diez (10), o lo que en el juicio se establezca, que corresponde al termino
contratado (cinco años iniciales mas cinco de prórroga).
2. Se condene el pago de la indemnización especial de que trata el Art. 1324,
incisos 2º del Código de Comercio, en la cuantía que los peritos determinen,
como retribución por los esfuerzos hechos por el agente para acreditar la marca
CITROEN objeto del contrato, retribución que está representada por instalaciones
para la venta de los vehículos, publicidad, planta de personal para ventas y
administración, gastos de funcionamiento, costos financieros y demás
circunstancias que en la demanda se señalan y que en el proceso se determinen;
3. Se condene al pago de los perjuicios por daño emergente y lucro cesante, según
los hechos enunciados y lo que en el proceso se acredite, causados por el
incumplimiento del contrato por parte de la demandada, desde cuando esta
incumplió el contrato o desde cuando de dio por terminado por la demandada y
hasta el mes de noviembre del 2015 o durante el término que en el proceso se
acredite y en cuantía que los peritos determinen;
4. Se condene al pago de la suma de CINCUENTA MILLONES DE PESOS
($50.000.000) M/CTE., a título de cláusula penal por incumplimiento;
5. Que en relación con las sumas de dinero respecto de la cuales se imponga
condena a cargo de la demandada o convocada y en favor de la demandante o
convocante, se declare que las mismas serán incrementadas con la corrección
monetaria y se reconozcan intereses a la mas alta tasa permitida para la mora,
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conforme a la ley o a la tasa que determine el H. Tribunal, desde el día cuando se
hagan exigibles hasta cuando el pago se verifique.
CUARTA: Se condene a la demandada al pago de los honorarios de los árbitros y
costas del proceso.
PRETENSIONES SUBSIDIARIAS: En subsidio de las anteriores pretensiones,
formulo lo siguiente:
PRIMERA SUBSIDIARIA: a). Se declare que la sociedad demandada PARRA
ARANGO Y CIA S.A., incumplió el CONTRATO DE DISTRIBUCION, de fecha
Octubre 2 del 2005, celebrado con la sociedad INVERSIONES 3RLTDA., para la
distribución, venta y mantenimiento de vehículos automotores y repuestos de la
marca CITROEN, para la Costa Atlántica de Colombia, incumplimiento que surge de
los hechos que en la demanda se precisan o los que en el proceso se acrediten; b).
Se declare que al precitado contrato le son aplicables las disposiciones del contrato
de agencia comercial; c). Se hagan las condenas de que tratan las pretensiones
tercera a cuarta principales.
SEGUNDA SUBSIDIARIAS: Se declare que existió abuso del derecho por parte de
la sociedad PARRA ARANGO Y CIA S.A., al dar por terminado unilateralmente el
contrato de distribución o de agencia comercial, de fecha Octubre 2 del 2005,
celebrado con la sociedad INVERSIONES 3R LTDA., para la distribución venta y
mantenimiento de vehículos automotores y repuestos de la marca CITROEN y
conforme con los hechos que en la demanda se mencionan;
Como consecuencia de la anterior declaración, solicito se hagan las condenas de
que tratan las pretensiones tercera a cuarta principales.
TERCERA SUBSIDIARIA: Se declare que existió enriquecimiento sin causa a favor
de la sociedad PARRA ARANGO Y CIA S.A. y en contra de la sociedad
INVERSIONES 3R LTDA., al dar aquella, por terminado o unilateralmente el contrato
de distribución o de agencia comercial, de fecha Octubre 2 del 2005, celebrado entre
las mismas partes, para la distribución, venta y mantenimiento de vehículos
automotores y repuestos de la marca CITROEN y a su vez, continuar con la
explotación de dicha distribución, de manera directa o por interpuesta persona, en la
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misma zona asignada al agente demandante, según los hechos que en la demanda
se precisan.
Como consecuencia de la anterior declaración, solicito se hagan las condenas de
que tratan las pretensiones tercera a cuarta principales.”
4.3 Contestación a la demanda y excepciones:
Tal como se refirió antes, el apoderado de la parte convocada dio respuesta a la
demanda dentro del término legal, y propuso las excepciones de cobro de lo no
debido, inexistencia de la obligación, enriquecimiento ilícito, prescripción y
caducidad.
4.4 Demanda de reconvención:
4.4.1 Hechos en los que se sustenta la demanda de reconvención:
A continuación se transcriben los hechos de la demanda de reconvención:
“HECHOS:
1. Entre las partes se suscribió un contrato privado de distribución, el día 6 de
octubre de 2005.
2. Dicho contrato fue terminado en forma unilateral por el importador el día 10 de
diciembre de 2007.
3. De conformidad a la cláusula décima segunda del contrato privado de distribución
se pactó una cláusula penal de $50.000.000.oo a título de pena derivado del
incumplimiento de las obligaciones de cualquiera de las partes.
4. Por razón del motivo de la terminación del contrato de distribución expresada en la
comunicación del 10 de diciembre de 2007 el distribuidor debe pagar dicha cláusula
penal.”
4.4.2 Las pretensiones:
Las pretensiones formuladas en la demanda de reconvención son las siguientes:
“PRETENSIONES:
Tribunal de Arbitramento de Inversiones 3R Ltda. Vs. Parra Arango y CIA S.A.
___________________________________________________________________________________________ Cámara de Comercio de Bogotá, Centro de Arbitraje y Conciliación. 13
1. Se condene a la sociedad INVERSIONES 3R LTDA con NIT. 802.018.905-9 al
pago de $50.000.000.oo, debidamente indexados a la fecha en que se efectúe
el pago a título de cláusula penal debidamente pactada en la cláusula décima
segunda del contrato de privado distribución.
2. Que se condene al pago de gastos y costas procesales a la sociedad
INVERSIONES 3R LTDA con relación a este trámite arbitral.”
4.5 Contestación a la demanda de reconvención y excepciones:
El apoderado de la parte convocante presentó contestación a la demanda de
reconvención el día veinticuatro (24) de marzo de 2009, y tal como se indicó en el
acápite anterior, se pronunció sobre los hechos, solicitó pruebas y propuso las
excepciones de mérito de carencia de derecho y genéricas.
4.6 Pronunciamiento sobre la competencia del Tribunal:
Habiendo quedado trabada la litis, el Tribunal resolvió declararse competente para
resolver en derecho, las diferencias sometidas a su consideración.
5. LAS PRUEBAS DEL PROCESO:
Durante la primera audiencia de trámite, el Tribunal decretó las pruebas del proceso,
las cuales se practicaron de la siguiente manera:
Documentales allegadas por las partes
Se ordenó tener como pruebas los documentos anexados a la demanda16, la copia
de la Resolución No. 36455 de septiembre 29 de 2008 de la Superintendencia de
Industria y Comercio17, la copia de la autorización concedida por la Junta de socios
16Cuaderno de Pruebas número 1, folio 1 y a 144. 17 Cuaderno Principal número 1, folio 138.
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de Inversiones 3R Ltda., del 13 de enero de 200918, y de los documentos anexados a
la contestación de la demanda.19
Interrogatorio de parte
El interrogatorio de parte solicitado por la convocante fue absuelto por el
representante legal de la parte convocada, Alejandro Parra Arango, en audiencia del
cinco (5) de octubre de 200920. De la transcripción del testimonio se corrió traslado,
el cual transcurrió en silencio.21
Testimonios
Los testimonios decretados por el Tribunal, se practicaron de la siguiente forma:
En audiencia del cuatro (4) de septiembre de 2009 tuvo lugar el testimonio del
señor Ricardo Ignacio Ferreira Guzmán de cuya transcripción se corrió
traslado, el cual transcurrió en silencio. 22
En audiencia del veintidós (22) de septiembre de 2009 tuvieron lugar los
testimonios de los señores Edmundo Pizarro Romero y Camilo Barrero Nassar
de cuyas transcripciones se corrió traslado, el cual transcurrió en silencio. 23 El
testigo Pizarro Romero aportó documentos, los cuales fueron incorporados al
expediente24.
Del testimonio del señor Camilo Barrero, el apoderado de la parte convocante
formuló tacha por sospecha, con fundamento en la vinculación laboral del
testigo con la parte convocada y su manifestación de que deriva sustento
económico de esa sociedad.
En audiencia del veintitrés (23) de septiembre de 2009, tuvieron lugar los
testimonios de los señores Ricardo Galofre González, Rafael Salcedo
Hernández, José Victor Soto Montaño y Silfo de las Salas Herrera de cuyas
18 Cuaderno Principal número 1, folio 150. 19 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 146 a 175. 20 Acta número 13. Cuaderno Principal número 1, folio 235 a 238. 21 Cuaderno de Pruebas número 2, folio 102 a 113 22 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 179 a 182. 23 Cuaderno de Pruebas número 2, folio 35 a 44 y folio 45 a 51, respectivamente.
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transcripciones se corrió traslado, el cual transcurrió en silencio25. Los
testigos aportaron documentos los cuales fueron incorporados al expediente26.
Quien actuó como apoderada de la parte convocada formuló tacha por
sospecha frente a los testigos Ricardo Galofre, Rafael Salcedo y José Soto.
En audiencia del 5 de octubre de 2009 se llevó a cabo el testimonio del señor
Eduardo Alfonso Cure de cuya transcripción se corrió traslado, el cual
transcurrió en silencio27.
Desistimientos
En audiencia del 4 de septiembre de 2009 el apoderado de la parte
convocante desistió de los siguientes testimonios: Omar Pablo Peña, Abel
Francisco Coronado, Jaime Rafael Pérez, Jaime Caro, Gustavo Castro, y José
A. Zapata Guerrero.
En audiencia del dieciséis (16) de febrero de 2010 el apoderado de la parte
convocada desistió del testimonio del señor Byron Pulido.
Oficios
Solicitado por la parte convocante:
Se ofició a la Superintendencia de Industria y Comercio el día veintisiete (27) de
agosto de 2009 para que informara sobre procesos que cursaran o habían cursado
contra la sociedad convocada, por razón de mala calidad de los productos Citroen o
por deficiencias en las entregas. La respuesta al oficio se recibió el veintiún (21) de
octubre de 2009, y se incorporó al expediente en audiencia del veintitrés (23) de
octubre de 200928.
Solicitados por la parte convocada:
24 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 183 a 204 25 Cuaderno de Pruebas número 2, folio 52 a 59, 60 a 62, 68 a 71 y 63 a 67, respectivamente. 26 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 207 a 227, 229 a 236, 132, y 238 a 280A, respectivamente. 27 Cuaderno de Pruebas número 2. folio 114 a 116.
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Se oficio a Servientrega S.A. el día veintisiete (27) de agosto de 2009 para que
certificara si la sociedad convocada remitió ala sociedad convocante
correspondencia el día 11 de diciembre de 2007. La respuesta al oficio se recibió el
día diez (10) de septiembre de 2009, y se incorporó al expediente en audiencia del
veintidós (22) de septiembre de 200929.
En la misma fecha se libró oficio dirigido a la Cámara de Comercio de Barranquilla,
en los términos decretados en el auto de pruebas de fecha 14 de agosto de 2009.30
Dicho oficio fue entregado al apoderado de la parte convocada, peticionaria de la
prueba para su diligenciamiento.31 La respuesta a dicho oficio no se recibió, sin que
la parte peticionaria de la prueba hubiera manifestado objeción alguna al cierre de la
etapa probatoria.
Dictamen Pericial
El apoderado de la parte convocante solicitó un dictamen pericial para cuya
elaboración se designó a la perito ANA MATILDE CEPEDA, quien tomó posesión de
su cargo en audiencia del cuatro (4) de septiembre de 2009.32
El dictamen pericial fue presentado dentro del término legal33, y se corrió traslado a
las partes en auto del 5 de octubre de 2009 en los términos del numeral 1° del
artículo 238 del Código de Procedimiento Civil.
Dentro del término de traslado, el apoderado de la parte convocante presentó
solicitud de complementación y objetó el dictamen por error grave, para lo cual
solicitó pruebas adicionales34. Así mismo, el apoderado de la parte convocada
presentó solicitud de aclaración del dictamen35.
Sobre las solicitudes presentadas por los apoderados, el Tribunal se pronunció en
audiencia del veintitrés (23) de octubre de 2009, en la cual ordenó a la perito dar
28 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 74 y 75. 29 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 177. 30 Cuaderno Principal número 1, folio 187. 31 Cuaderno Principal, folio 195. 32 Cuaderno Principal número 1, folio 217 y siguientes 33 Cuaderno de Pruebas número 2, folio 01 y siguientes. 34 Cuaderno Principal número 1, folio 240 y siguientes. 35 Cuaderno Principal número 1, folio 243.
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respuesta a las solicitudes de aclaración y complementación, y manifestó que sobre
la objeción formulada se pronunciaría en la oportunidad correspondiente.
Las aclaraciones y complementaciones al dictamen fueron presentadas dentro del
término previsto para ello por el Tribunal, y de ellas se corrió traslado por
secretaría36. Dentro del traslado, el apoderado de la parte convocante presentó
nuevamente objeción por error grave, y solicitó como prueba de la objeción un nuevo
dictamen pericial37.
En audiencia del veintisiete (27) de noviembre de 2009 el Tribunal decretó el
dictamen solicitado por el apoderado de la parte convocante, para lo cual designó a
la perito Ana Josefa Moreno Rojas, quien tomó posesión de su cargo el día treinta
(30) de noviembre de 2009.
En vista de que la parte convocante, solicitante del nuevo dictamen pericial no pagó
oportunamente los gastos de la pericia, el Tribunal lo dio por desistido en auto
proferido en audiencia de fecha dieciséis (16) de febrero de 2010.38
6. TÉRMINO DEL PROCESO:
Habiéndose modificado el término del proceso inicialmente pactado en la Cláusula
arbitral, y de conformidad con lo acordado por las partes y de lo establecido por la
ley, el presente Tribunal tiene una duración de seis (6) meses contados a partir de la
finalización de la primera audiencia de trámite, la cual tuvo lugar el día catorce (14)
de agosto de 2009.
Así pues, en principio, la competencia del Tribunal expiraría el catorce (14) de
febrero de 2010. Sin embargo, de conformidad con las solicitudes presentadas por
los apoderados de las partes de común acuerdo, se decretaron las siguientes
suspensiones del término:
Del 15 de agosto de 2009 al 3 de septiembre de 2009 ambas fechas inclusive,
de conformidad con lo dispuesto en el auto que aparece en el Acta No. 9 del
36 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 76 y siguientes. 37 Cuaderno Principal número 1, folio 249 y 250. 38 Cuaderno Principal número 1, folio 271 y siguientes.
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14 de agosto de 2009. Para un total de 13 días suspendidos. (Cuaderno
Principal, folio 188).
Del 9 de octubre de 2009 al 20 de octubre de 2009 ambas fechas inclusive, de
conformidad con lo dispuesto en el auto que aparece en el Acta No. 13 del 5
de octubre de 200939. Para un total de 7 días suspendidos. (Cuaderno
Principal, folio 238).
Del 24 de octubre de 2009 al 16 de noviembre de 2009 ambas fechas
inclusive, de acuerdo con lo dispuesto en el auto que aparece en el Acta No.
15 del 23 de octubre de 200940. Para un total de 14 días suspendidos.
(Cuaderno Principal, folio 248).
Del 5 de diciembre de 2009 al 31 de enero de 2010 ambas fechas inclusive,
de conformidad con lo dispuesto en el auto que aparece en el Acta No. 18 del
4 de diciembre de 2009.41 Para un total de 36 días suspendidos. (Cuaderno
Principal, folio 262).
Del 17 de marzo de 2010 al 10 de mayo de 2010 ambas fechas inclusive, de
conformidad con dispuesto en el auto que aparece en el Acta No. 20 del 16 de
febrero de 201042. Para un total de 36 días suspendidos. (Cuaderno
Principal, folios 273 y 274)
Tratándose este proceso de un arbitraje legal, y en concordancia con lo señalado en
el inciso final del artículo 103 de la Ley 23 de 1991, al término se adicionan ciento
seis (106) días hábiles durante los cuales fue suspendido el proceso, de tal forma
que vencería el día 22 de julio de 2010.
De acuerdo con lo anterior, el presente laudo es proferido dentro del término legal.
CAPITULO II. ALEGACIONES DE LAS PARTES
En audiencia que tuvo lugar el 16 de marzo de 2010, los apoderados de las partes
presentaron sus alegatos de conclusión verbalmente y entregaron sendos
resúmenes escritos de los mismos, los cuales fueron incorporados al expediente.
39 Cuaderno Principal número 1, folio 220 y siguientes. 40 Cuaderno Principal número 1, folio 247 y siguientes. 41 Cuaderno Principal número 1, folio 246 a 247. 42 Cuaderno Principal número 1, folio 271 y siguientes
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Del contenido de las alegaciones presentadas se hará referencia en las
consideraciones del Tribunal que se exponen en el siguiente capítulo.
CAPITULO III. CONSIDERACIONES Y DECISION DEL TRIBUNAL
Revisados los presupuestos procesales y en atención a que el Tribunal no observa
defecto alguno que invalide la actuación, procede enseguida a resolver de fondo la
controversia que le ha sido planteada para lo cual habrá de estudiar inicialmente la
forma como las partes ejecutaron el contrato que dio origen al presente proceso y,
posteriormente, las consecuencias y efectos jurídicos derivados de tal ejecución
negocial.
1. LA EJECUCIÓN DEL CONTRATO:
De acuerdo con las pruebas que obran en el expediente, el Tribunal destaca los
principales hechos que han dado lugar a la convocatoria de este proceso.
1.1. El contrato – aspectos generales:
Con fecha 7 septiembre de 2005 la sociedad PARRA ARANGO Y CÍA S.A. (en
adelante “PARRA ARANGO” o la “Convocada”) remitió carta a la sociedad CE Ltda.
por conducto de su destinatario RAFIT (sic) CURE, orientada a la contratación de los
servicios de distribución de automóviles marca Citroën en la “Zona de la Costa Norte
Colombiana”. Como consecuencia de este ofrecimiento, el 6 de octubre de 2005 se
suscribió un contrato denominado "Contrato Privado de Distribución" (en adelante el
“Contrato”) mediante el cual la sociedad PARRA ARANGO en su calidad de
representante exclusivo para Colombia de la sociedad AUTOMOVILES CITRÖEN
confirió a la sociedad INVERSIONES 3R LTDA. (en adelante “3R” o la “Convocante”
y conjuntamente con PARRA ARANGO las “Partes”) la distribución para vender o
promover la venta entre los usuarios finales con miras a una primera matriculación de
vehículos nuevos de la citada marca de origen francés. Asimismo dentro del objeto
del Contrato se incluyó la venta de repuestos, piezas de recambio y accesorios y el
servicio de mantenimiento, post venta y reparación de los vehículos Citröen.
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Para el desarrollo del objeto del Contrato, las Partes señalaron en forma expresa que
la distribución otorgada a 3R tendría las condiciones de exclusividad en “toda la
Costa Atlántica de la República de Colombia” durante la vigencia del mismo,
establecida en cinco años iniciales a partir del 14 de noviembre de 2005,
prorrogables en forma automática por un periodo adicional igual, salvo que cualquier
de las Partes diera noticia oportuna con un (1) mes de antelación al vencimiento
sobre su intención de prorrogarlo.
Las obligaciones esenciales a cargo de cada una de las Partes fueron convenidas
así:
A cargo de 3R: (i) la obligación de vender o promover por cuenta propia la venta de
automóviles Citröen en el territorio asignado, acompañada de la obligación de no
distribuir, vender o representar vehículos de la misma clase cuya procedencia fuera
diferente al Importador; (ii) la obligación de organizar un servicio de post venta apto
para prestar en forma eficiente la preparación previa a la entrega, la revisión, el
mantenimiento y reparación de todos los vehículos Citröen independientemente de
que no circulen en el territorio contractual, utilizando al efecto piezas de repuesto
auténticas suministradas por el Importador; (iii) la obligación cumplir con el objetivo
de ventas fijado contractualmente por las Partes en 2 vehículos nuevos por mes.
A cargo de PARRA ARANGO: (i) Permitir que 3R hiciera suya como contraprestación
la diferencia entre el precio de los vehículos en zona franca y el precio de venta al
público; (ii) otorgar a favor de 3R un descuento del 30% sobre los precios de los
repuestos y accesorios; (iii) a mantener y suministrar a 3R los repuestos necesarios
para el cumplimiento del servicio de post venta a cargo de éste ultimo.
En relación con la terminación anticipada del Contrato, además del mutuo
consentimiento, las Partes convinieron en que cualquiera de ellas podría
unilateralmente y sin requerimiento alguno darlo por terminado en los eventos de
incumplimiento de las obligaciones pactadas y/o en forma unilateral sin justificación
alguna previa comunicación escrita. En la misma materia, las Partes convinieron que
PARRA ARANGO podría revocar el contrato en forma unilateral en los eventos de
insolvencia del Distribuidor, ineficiencia en la prestación de los servicios de post
venta o violación de la cláusula de exclusividad. Para cualquiera de los eventos de
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incumplimiento, las partes fijaron una cláusula penal de cincuenta millones de pesos
($50.000.000,00) a cargo de la parte incumplida.
Sobre el texto contractual, es necesario notar que al expediente fueron allegados dos
clausulados que difieren mínimamente, tan solo en que el aportado por la
Convocante incluye un parágrafo en la cláusula cuarta que no contiene el aportado
por la Convocada y que es del siguiente tenor:
“Parágrafo: Queda plenamente estipulado que EL IMPORTADOR no
matriculará vehículo alguno a nombre del comprador que EL
DISTRIBUIDOR indique, hasta que el mismo este (sic) totalmente
cancelado ó (sic) este (sic) debidamente inscrita la garantía prendaria”
Otra observación pertinente sobre el Contrato tiene relación con la capacidad de las
Partes. Al efecto, observa el Tribunal que el objeto social principal de 3R no guarda
relación alguna con el propósito del negocio jurídico celebrado, como quiera que de
acuerdo con el Certificado de Existencia y Representación Legal que obra en el
expediente43 aquél se limita a la “compra, venta, distribución, exportación,
importación y comercialización de licores nacionales y extranjeros. La producción,
venta, compra, importación y exportación de alimentos”, actividades que desde luego
son totalmente distintas de la comercialización de vehículos automotores o de los
servicios de reparación y mantenimiento de los mismos.
No obstante lo anterior, y a pesar de que no se trata de un punto pacífico en la
jurisprudencia o en la doctrina, el Tribunal acoge la tesis según la cual la ausencia de
capacidad por objeto social diferente no es un factor que conlleve a una nulidad
absoluta de tipo insaneable, sino a un vicio de nulidad relativa saneable, cuya
declaratoria es procedente únicamente a petición de parte, según las voces del
artículo 1743 del Código Civil. Sobre este particular, el profesor GABINO PINZÓN
afirma:
“Solamente puede hablarse de verdadera falta de capacidad de una
sociedad respecto de los negocios que no estén expresamente incluidos
en el objeto social, o que no se relacionen directamente con los mismos,
ya que tales negocios determinan el ámbito de la capacidad de una
43 Cuaderno Principal número 1, folio 21 y siguientes.
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sociedad, según la forma en que ha sido aclarado el artículo 633 del
Código Civil por medio del artículo 99 del Código de Comercio. En estas
hipótesis de falta de capacidad e indudablemente como una medida de
protección contra el exceso o desvío de quienes obran en nombre de la
sociedad, es procedente hablar de nulidad y para tal efecto está asimilada
precisamente a los relativamente incapaces, en la forma prevista en los
artículos 1745 y 1750 del Código Civil”44.
Independientemente de lo anterior y no obstante el carácter de vicio saneable por el
transcurso del tiempo, para el Tribunal resulta verdaderamente revelador la
incapacidad relativa de 3R como un elemento diciente de la improvisación y el
desgreño que las Partes observaron durante la ejecución contractual, pues no
resulta acorde con la debida diligencia exigible de los “buenos hombres de negocios”
que no se hubiere reparado en tan mayúsculo defecto. Lo anterior, cobra relevante
importancia si se tiene en cuenta que, en últimas, el fracaso del contrato según lo
analizará el Tribunal más adelante, es el producto de una sumatoria de
improvisaciones en donde los dos contratantes omitieron hasta el más mínimo deber
de cuidado no sólo de cara al negocio proyectado, sino frente a los compromisos con
la clientela que pretendían captar.
1.2. El desarrollo contractual:
Producto de la improvisación arriba referida, visible inclusive desde la etapa
precontractual, el negocio tuvo una ejecución irregular que evidencia que ninguna de
las partes realizó las elementales indagaciones sobre la capacidad empresarial de su
contraparte o sobre el potencial real de la plaza comercial a explotar. Sólo por vía de
ejemplo lo anterior se refleja cuando, de cara a este proceso arbitral, 3R reclama
que cuando firmó el Contrato no tenía conciencia o conocimiento de que la marca
Citröen carecía de antecedentes comerciales en la Costa Atlántica45; o cuando el
representante Legal de PARRA ARANGO declara que para él fue una sorpresa
entender que existían lugares y sectores diferentes en Barranquilla al escogido por
44 PINZÓN, Gabino. Sociedades Comerciales, Volumen 1, quinta edición, Temis, Pág. 203. 45 Así se desprende de los apartes I-7 y I-8 de la demanda. Cuaderno Principal número 1. Visibles a folio 4.
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3R como vitrina46; o más adelante cuando de consuno las dos Partes convienen en
realizar un acto de inauguración sin reparar que aún no existían las instalaciones
adecuadas ni los equipos, ni el stock de vehículos para la adecuada prestación de
los servicios de venta, post venta y de taller47.
Al margen de lo anterior, el resultado final del Contrato pone de manifiesto que
después de un poco más de dos años de ejecución (noviembre de 2005 a diciembre
de 2007), las ventas al público sólo alcanzaban la cifra de 8 vehículos por todo este
periodo, lo que equivale a un promedio de un (1) automóvil cada tres meses,
guarismo notoriamente inferior al objetivo contractual fijado por las partes.48. Durante
ese mismo lapso las quejas de los clientes y usuarios de la marca Citröen fueron
abundantes y de índole variada, entre otras referidas a demoras en las entregas, a
quejas por mala atención, a despacho de automóviles sin el equipamiento adecuado
y a la falta de repuestos y de instalaciones apropiadas para el servicio de post-venta.
Sobre todo lo anterior existe prueba abundante en el expediente49.
En el anterior marco, con fecha 10 de diciembre de 200750 PARRA ARANGO remitió
al gerente de 3R comunicación escrita en la cual reseña que la meta de ventas de 2
vehículos al mes no se ha cumplido por parte de esta compañía sino en un
porcentaje del 16,66%; que las instalaciones de vitrina no cumplen con las
especificaciones de imagen de marca del fabricante y; que los servicios de taller
adolecen de deficiencias técnicas y de un stock de repuestos y herramientas
adecuados. Como conclusión de lo anterior, en esta misma comunicación el gerente
de PARRA ARANGO notifica a 3R que “a partir del 31 de diciembre de 2007
daremos por terminado el contrato privado de concesión (sic) que actualmente
vincula nuestras empresas”. La anterior comunicación de terminación fue seguida
de dos comunicaciones fechadas el 11 y el 20 del mismo mes y año, en las cuales
PARRA ARANGO confirma la decisión adoptada y manifiesta su disposición para
comprar por su valor en libros las herramientas especializadas y el equipo Lexia
adquirido por 3R.
46 Interrogatorio de Parte a Parra Arango. Cuaderno de Pruebas número 2, folios 107 (reverso) y 110 (reverso). 47 Interrogatorio de Parte a Parra Arango. Cuaderno de Pruebas número 2, folios 106 (reverso), 107 (reverso) y 108 48 Correspondencia de 10 de diciembre de 2007 dirigida por Parra Arango a 3R. Cuaderno de Pruebas nùmero1, folios 6 y 7. 49 Testimonio de Humberto Salcedo Hernández. Cuaderno de Pruebas número 2 Folios 60 a 62; testimonio de Silfo Enrique de las Salas. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 66.
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Como consecuencia de la referida terminación unilateral del Contrato, hecho que no
se discute por las Partes, se llegó a la convocatoria de este Tribunal de Arbitramento.
2. LAS PRETENSIONES DE LAS PARTES:
2.1. La Demanda Principal:
La demanda de 3R comprende cinco (5) pretensiones principales. La primera
segunda y tercera pretensión son de carácter declarativo y las dos (2) subsiguientes
consecuenciales de condena, cuya estructura se resume así:
En primer lugar, se solicita al Tribunal que declare que el Contrato Privado de
Distribución celebrado entre Parra Arango y 3R con fecha 6 de octubre de
2005 es un contrato de Agencia Comercial.
Que se declare que la convocada PARRA ARANGO incumplió el Contrato.
Que se declare que PARRA ARANGO dio por terminado en forma unilateral y
sin justa causa el Contrato.
Consecuencialmente, solicita la demandante en el cuerpo de sus
pretensiones, las siguientes condenas a cargo de PARRA ARANGO: (i) al
pago de la prestación especial contenida en el inciso primero del artículo 1324
del Código de Comercio; (ii) al pago de la indemnización contenida en el inciso
segundo del artículo 1324 del Código de Comercio; (iii) al pago de perjuicio
por concepto de daño emergente y lucro cesante; y (iv) al pago la de cláusula
penal contenida en el Contrato.
Finalmente, pide al Tribunal condenar a la demandada al pago de las costas
procesales y agencias en Derecho.
Asimismo, el libelo de la demanda contiene tres pretensiones subsidiarias
encaminadas a que el Tribunal establezca las siguientes declaraciones y condenas:
(i) que Parra Arango incumplió el Contrato, que al Contrato le son aplicables las
normas de agencia comercial y que se condene a Parra Arango al pago de las
50 Cuaderno de Pruebas número 1. Visible a folios 6 y 7.
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pretensiones tercera y cuarta principales; (ii) que se declare que existió abuso del
derecho por parte de Parra Arango; y (iii) que se declare existió enriquecimiento sin
causa por parte de Parra Arango.
2.2. La demanda de reconvención:
Por su parte, la demanda de reconvención presentada por PARRA ARANGO
contiene dos (2) pretensiones de condena que se resumen a continuación:
Que se condene a 3R al pago de la cláusula penal contenida en el Contrato.
Que se condene a 3R al pago de costas procesales y gastos del Tribunal.
3. LOS PROBLEMAS JURÍDICAS PLANTEADOS:
Tomando en consideración las pretensiones planteadas tanto en la demanda
principal como en la demanda de reconvención, resulta claro para el Tribunal que los
hechos probados en el curso del proceso a los cuales se ha hecho referencia atrás,
dan como resultado la existencia de los siguientes problemas jurídicos principales
que debe resolver el Tribunal:
1. La existencia o no de un contrato de agencia comercial celebrado entre Parra
Arango y 3R.
2. La validez o no de la terminación unilateral del Contrato por parte de Parra
Arango.
3. El desempeño contractual de las partes y la existencia o no de los
incumplimientos reclamados por las Partes.
3.1. La existencia de un contrato de agencia comercial:
De manera previa a los pronunciamientos que en derecho corresponda hacer
respecto de la validez de la terminación unilateral del Contrato por parte de PARRA
ARANGO y de la existencia de incumplimientos atribuibles a las Partes, considera el
Tribunal necesario determinar la naturaleza jurídica del negocio denominado
“Contrato Privado de Distribución”. Esto se explica en la medida en que la estructura
de las pretensiones de la demanda principal está cimentada sobre la base de la
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existencia de un contrato de agencia comercial, lo que impone al Tribunal la
necesidad de hacer las precisiones pertinentes, habida cuenta de las relevantes
consecuencias jurídicas que devienen de estar en presencia o no de un contrato de
agencia mercantil.
De acuerdo con el artículo 1317 del Código de Comercio, el contrato de agencia
comercial es aquél en el cual:
“un comerciante asume en forma independiente y de manera estable el
encargo de promover o explotar negocios en un determinado ramo y dentro de
una zona prefijada en el territorio nacional, como representante o agente de un
empresario nacional o extranjero o como fabricante o distribuidor de uno o
varios productos del mismo”.
La norma transcrita permite colegir que los elementos esenciales del contrato de
agencia, es decir, aquéllos sin los cuales el contrato no produce efecto alguno o
degenera en otro diferente (artículo 1501 del Código Civil), son:
1. Promoción o explotación de negocios de un ramo.
2. Actuación por cuenta del agenciado.
3. Independencia del agente.
4. Estabilidad del encargo.
La caracterización aquí establecida resulta de cardinal importancia, por cuanto la
ausencia de cualquiera de los elementos indicados en relación con el Contrato,
conlleva inexorablemente a descartar la hipótesis de que el negocio celebrado entre
PARRA ARANGO y 3R pueda enmarcarse dentro de la agencia mercantil. Por tanto,
procede a continuación el Tribunal a analizar cada uno de los elementos esenciales
del contrato de agencia, de cara al negocio celebrado entre la Partes enfrentadas en
este proceso.
Antes de adentrarnos en el estudio propuesto, es importante hacer referencia al tema
de la “compra para la reventa” como una característica compatible o incompatible
con los contratos de agencia mercantil. Esto, por cuanto a lo largo del presente
proceso, especialmente durante la fase probatoria, los apoderados de las Partes
centraron sus esfuerzos en buena medida, para dilucidar quién era el titular del
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derecho de dominio de los vehículos Citröen al momento de su venta a los terceros
adquirentes, como si se tratara de una circunstancia capaz de definir por sí sola la
existencia o no del contrato de agencia comercial. Sobre este particular, es
importante precisar que el negocio jurídico en comento no se opone a que el
comerciante intermedie con bienes propios, pues como acertadamente sostiene
BONIVENTO JIMÉNEZ lo verdaderamente relevante es “precisar si en su gestión de
explotación o distribución, tal comerciante actúa por cuenta del empresario en el
sentido jurídico de la expresión, —o por su propia cuenta—”51. En el mismo sentido,
se ha pronunciado TAMAYO JARAMILLO en un importante salvamento de voto:
“Por lo tanto, si el distribuidor que compra para revender, adicionalmente
se obliga a ser el distribuidor oficial del suministrador, a representarlo ante
las autoridades públicas, a realizar las campañas publicitarias y de
demostración, a cumplir las garantías de calidad de los productos y, en
general, a realizar las gestiones que, en principio son las que
habitualmente hace el mismo suministrador como un empresario diligente
que quiere introducirse y mantenerse dentro del mercado, es indudable
que, paralelo a la compraventa, se da el contrato de agencia mercantil así
todos los productos vendidos por él hayan sido comprados por él al
suministrador”52.
En tal sentido, a juicio del Tribunal no es ineludible, a efectos de determinar si hay o
no contrato de agencia comercial, la determinación de quién es el propietario de los
bienes, pues esta condición no puede superar a la de promoción y explotación de los
negocios del empresario, que es precisamente uno de los elementos esenciales de la
agencia mercantil. Sobre este mismo particular, JORGE SUESCÚN MELO
manifiesta:
“(…) el hecho de que se compren los bienes para revenderlos no impide la
existencia de la agencia, siempre que se haya otorgado a quien adquiere
tales bienes el encargo de promocionar los negocios del fabricante, que es
51 BONIVENTO, José Armando, Óp. Cit. pág. 149. 52 Aclaración de voto del Magistrado Javier Tamayo Jaramillo a la sentencia de 31 de octubre de 1995 de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia. En igual sentido ver laudo Daniel J. Fernández & Cía. Ltda. vs Fiberglass Colombia S.A. Árbitros Ernesto Gamboa Morales (Presidente) María Clara Michelsen Soto y Carlos Enrique Marín Vélez.
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la característica del agenciamiento”53.
En síntesis, la existencia de compra para la reventa no resulta incompatible con el
contrato de agencia mercantil, de tal suerte que lo que verdaderamente se impone es
el análisis de los elementos esenciales de este negocio a los cuales el Tribunal pasa
a referirse.
3.1.1. Promoción o explotación de negocios de un ramo:
La función del agente es precisamente la servir de intermediario entre el agenciado y
el mercado, con miras a su conquista o ampliación54. Por tanto, a diferencia de lo que
ocurre frente a contratos afines como el mandato en el que el mandatario se obliga a
celebrar negocios determinados en cuanto a su número y naturaleza, en la agencia
el agente está obligado, en general, a promover el negocio del agenciado55.
JUAN PABLO CÁRDENAS expresa sobre esa función de intermediación lo siguiente:
“El empresario recurre a la figura del agente cuando sus negocios
requieren en determinado lugar una gestión estable, en tal forma que ya
no es satisfactoria la figura del viajante o agente viajero; pero no quiere
asumir los gastos de un empleado permanente, bien sea porque apenas
se trata de conquistar un mercado o por el escaso volumen de negocios.
Esta determinación, de que la agencia se caracteriza por la promoción, se
refleja en la permanencia. Si la función del agente no fuera esta que
señalamos, no tendría sentido su permanencia y su actividad simplemente
mediadora podría cumplirla un viajante o agente viajero”56.
Asimismo, JOSÉ ARMANDO BONIVENTO afirma:
“Se trata de una labor permanente, encaminada a acreditar una marca,
mejorar las condiciones de venta de un producto, etc. En la agencia hay
una intermediación de naturaleza concreta, relacionada siempre a un
53 SUESCÚN, Jorge. Derecho Privado. Estudios de Derecho civil y Comercial Contemporáneo, Tomo II, Legis, 2ed., Pág. 465. 54 Daniel J. Fernández & Cía. Ltda. Vs. Fiberglass Colombia S. A., Laudo de 17 de febrero de 1997. Árbitros: Ernesto Gamboa Morales (Presidente), María Clara Michelsen Soto y Carlos Enrique Marín Vélez. 55 CÁRDENAS, Juan Pablo. El contrato de agencia mercantil, Temis, 1984, Pág. 21.
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concepto de clientela o mercado”. Y más adelante indica: “El agente
asume, pues, el encargo de promover o explotar, pero a esa promoción o
explotación está circunscrita, como claramente lo dice la ley, a negocios
de un determinado ramo y en una zona prefijada del territorio nacional.
Son circunstancias que deben concurrir para que pueda hablarse de
agencia comercial”57.
En igual sentido se ha pronunciado la Corte Suprema de Justicia, en sentencia de
2005, en la que sostuvo:
“Lo determinante en la agencia comercial no son los contratos que el
agente logre perfeccionar, concluir o poner a disposición del agenciado,
sino el hecho mismo de la promoción del negocio de éste, lo que supone
una ingente actividad dirigida –en un comienzo- a la conquista de los
mercados y de la potencial clientela, que debe –luego- ser canalizada por
el agente para darle continuidad a la empresa desarrollada –a través de
él- por el agenciado, de forma tal que, una vez consolidada, se preserve o
aumente la clientela del empresario, según el caso. De allí la importancia
que tienen en este tipo de negocios jurídicos las cláusulas que establecen
un plazo de duración, pues ellas, amén de blindar el vínculo contractual
frente a terminaciones intempestivas, le otorgan estabilidad a la relación,
no sólo en beneficio del agente, sino también del agenciado”58.
En el caso concreto, el Tribunal encuentra soporte probatorio suficiente para concluir
que la real intención de PARRA ARANGO al contratar con 3R era de la promocionar
los vehículos Citröen en la costa norte colombiana. En efecto, en la correspondencia
de 7 de septiembre de 2005, PARRA ARANGO afirma:
“Es grato para nosotros presentarle nuestra empresa PARRA ARANGO Y
CÍA S. A., representante exclusivo de Automóviles CITRÖEN para
Colombia desde hace 27 años” (…) Tenemos especial interés en la Zona
de la Costa Norte Colombiana, donde sabemos que podemos mejorar
sustancialmente nuestra operación con una distribución que ofrezca la
56 CÁRDENAS, Juan Pablo, Ob. Cit., Pág. 19. 57 BONIVENTO, José Armando. Contratos Mercantiles de Intermediación, Librería del Profesional. 58 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 28 de febrero de 2005, Expediente 7504, M. P. Carlos Ignacio Jaramillo Jaramillo.
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atención y servicio que demandan los usuarios de nuestra marca en la
ciudad de Barranquilla y en la región”59. (Se subraya).
Por otra parte, en la correspondencia de fecha 10 de diciembre de 2007, PARRA
ARANGO manifiesta:
“1. OBJETIVO DE VENTAS: A la fecha y desde el inicio del contrato (14
de noviembre de 2005, la sociedad a su cargo ha efectuado ocho (8)
pedidos, cuando lo pactado dentro del contrato de distribución es un
mínimo de dos (2) vehículos nuevos vendidos al mes…, es decir que ha
hoy 10 de diciembre de 2007, la obligación contractual adquirida por
ustedes asciende a vender por lo menos 48 automóviles nuevos, situación
que apenas cubre el 16.66% de la meta mínima propuesta y que no va
acorde con el crecimiento de mercado que presenta esa ciudad.
2. SERVICIO DE POSTVENTAS: Aparte que no ha sido posible que
tomen en cuenta nuestra múltiples recomendaciones en mejorar las
instalaciones de su vitrina… y taller sobre todo, en donde en especial se
les ha solicitado mantener un mínimo de stock de repuestos y
herramientas, también encontramos que hay deficiencias técnicas en la
prestación de los servicios de post venta, esto conforme los resultados
que arrojan las encuestas de los clientes atendidos en esa ciudad, vale la
pena decir que estas son realizadas directamente por un tercero”60. (Se
subraya).
Asimismo, durante la audiencia de testimonio de Edmundo Pizarro Romero, el
testigo afirmó:
“DR. MONSALVE: Se afirma en la demanda por Inversiones 3R Ltda. que
Parra Arango no dio a conocer a la empresa al momento de suceder el
contrato de distribución sobre el abandono de la región de la Costa
Atlántica para el cubrimiento y venta de vehículos?
SR. PIZARRO: Es que no teníamos de que dar a conocer nada de ese
tema porque es que nosotros no hemos estado nunca en Barranquilla,
59 Correspondencia de fecha 7 de diciembre de 2005. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 1. 60 Correspondencia de fecha 10 de diciembre de 2007. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 6.
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directamente Parra Arango no ha tenido nunca mercado en esa ciudad, no
veo de qué abandono hablan y qué teníamos que informar, hasta ahora
íbamos a incursionar con ellos en la ciudad de Barranquilla”61. (Se
subraya).
Igualmente, durante el interrogatorio de parte a PARRA ARANGO, su representante
legal efectuó las siguientes afirmaciones:
“Pero bueno, sí ahí se conocía que el taller no era y de todas maneras
siempre era con la expectativa de que ellos iban a cambiar ese sitio, que
eso era un sitio provisional pero se quedó, se quedó, se quedó, yo creo
que ellos tenían más el negocio como por mantener una imagen, por decir
que ellos eran los distribuidores de Citröen en Barranquilla y que eso les
daba determinado status o alguna cosa pero sin la mínima intención de
hacer algo bueno por la marca o de cumplir con los compromisos que
habían adquirido de la compra de los vehículos nuestros”62. Más adelante
afirma: “(…) me reuní con ellos –con 3R- y fue lo que le comento, bueno
qué van a hacer, digan cómo se van a mover ustedes para vender más
acá, no estamos haciendo nada, mejor dicho estamos acabando con una
ciudad como Barranquilla y la marca no se va a hundir porque ustedes
quieren mantener la imagen y tener el nombre allá arriba de que son
distribuidores de Citröen”63. (Se subraya).
Los medios probatorios aquí referidos ponen en evidencia la especial preocupación
de PARRA ARANGO no sólo con relación al incumplimiento del objetivo de ventas
pactado en el Contrato, sino en particular respecto de la acreditación de la marca
Citröen en el territorio asignado a 3R y la conquista de ese mercado, que inclusive
llevó a la Convocante a contratar la realización de encuestas para determinar la
satisfacción de los clientes de Citröen en el territorio asignado a 3R.
Además, obran el expediente documentos –que no fueron tachados de falsos- que
contienen publicidad de los vehículos Citröen anunciada conjuntamente por PARRA
ARANGO y 3R64, con lo cual se reafirma que la común intención de las Partes no era
61 Testimonio de Edmundo Pizarro Romero. Cuaderno de Pruebas número 2. Folios 39 y 40. 62 Interrogatorio de parte a Parra Arango. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 108. 63 Interrogatorio de parte a Parra Arango. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 112. 64 Cuaderno de Pruebas número 1.Folio 69,
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simplemente cumplir la meta de un mínimo de ventas de 2 automóviles Citröen
mensuales. Era especialmente relevante dar visibilidad a la marca en el territorio
asignado a la Convocante, captar potenciales clientes y, en general, conquistar el
mercado para la venta de automóviles Citröen, lo que se traduce en la promoción del
negocio de PARRA ARANGO quien precisamente se anunció como representante
exclusivo de Citröen para Colombia, afirmación que por lo demás no fue
controvertida ni desvirtuada en este proceso. En consecuencia, el Tribunal encuentra
probada la existencia del primer elemento esencial de la agencia comercial.
3.1.2. Actuación por cuenta del agenciado:
En lo que respecta a la característica esencial denominada actuación ajena por
cuenta del empresario agenciado, debe indicarse que la opinión jurídica mayoritaria
en Colombia, sostiene en forma acertada que el contrato de Agencia Comercial es
una modalidad de mandato65. No en vano, en la exposición de motivos del Proyecto
de Código de Comercio de 1958 se puso de presente lo siguiente:
“(…) Otra de las especies de mandato es el de Agencia comercial. El
agente obra de manera estable por cuenta de su principal. (…) [Lo
importante] es que el agente promueva o explote negocios respectivos por
cuenta del principal. Porque hay una forma del comercio de importación
que suele confundirse con la agencia y que en realidad no lo es: se trata
de la distribución de mercaderías por un importador que las compra al
fabricante o al despachador extranjero, sin que obre ‘por cuenta’ de estos.”
(Se subraya).
Lo anterior lo explica VALLEJO GARCÍA en los siguientes términos:
“en el contrato de agencia comercial el agente obra para el empresario, las
actividades económicas que realiza en ejercicio del encargo no repercuten
en su esfera patrimonial: las consecuencias benéficas o adversas que se
derivan de estas operaciones son trascendentes para el dueño del
negocio; repercuten en el patrimonio del empresario agenciado; efecto que
se produce directa o automáticamente cuando el mandato conlleva
65 De acuerdo con el artículo 1262 del C. de Co. “El mandato comercial es un contrato por el cual una parte se obliga a celebrar o ejecutar uno o más actos de comercio por cuenta de otra (…)”.
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representación”.66
Finalmente la confirmación de la agencia como una forma del mandato también se
deduce de la lectura del artículo 1330 del C. de Co., pues allí se hace una expresa
remisión normativa al mandato como fuente legal aplicable a la agencia comercial en
todo lo que llegare a ser pertinente67.
Las anteriores bases han sido confirmadas por la Jurisprudencia de la CSJ, quien en
este sentido ha establecido:
“El agente comercial en sentido estricto, es el comerciante cuya industria
consiste en la gestión de los intereses de otro comerciante, al cual está
ligado por una relación contractual duradera y en cuya representación
actúa, celebrando contratos o preparando su conclusión a nombre suyo
(…) El encargo que asume el comerciante independiente por el contrato
de agencia, es el de promover y explotar negocios que han de ser
realizados en beneficio exclusivo del empresario (…) el agente conquista,
reconquista, conserva o amplía para el empresario y no para el mismo, la
clientela del ramo y los negocios que para este fin promueva o explote
deben ser definidos directamente por el empresario, o por el agente
actuando a su nombre, si para ello tiene facultad”68.
Sobre la base de las anteriores consideraciones jurídicas, estima pertinente el
Tribunal adelantar el examen de este elemento a partir de las estipulaciones
contenidas en el Contrato. En particular cobran especial relevancia las siguientes:
“CUARTA. Valor de venta.- El precio de los productos contractuales para
la venta a terceros será el mismo que EL IMPORTADOR tenga vigente a
nivel nacional, quedando expresamente prohibido que el DISTRIBUIDOR
pueda variarlo sin autorización previa y expresa del IMPORTADOR”. (Se
subraya).
66 VALLEJO GARCIA, Felipe. Óp. Cit. P. 51. 67 El Artículo 1330 del Código de Comercio establece una clara remisión al mandato en los siguientes términos: “Al agente se aplicarán, en lo pertinente, las normas del título III y de los capítulos I a IV de este título”. 68 Corte Suprema de Justicia, Casación Civil diciembre 2 de 1980 G.J. CLXVI N° 2407, Pág.271.
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“SEXTA. APLICACIONES LA GARANTÍA.- EL DISTRIBUIDOR se
compromete a suministrar con arreglo a las condiciones generales de
venta y según las directrices y por cuenta del IMPORTADOR la garantía
contractual, así como el servicio gratuito y el servicio consecutivo a las
acciones de la reparación de todo vehículo CITRÖEN vendidos o no por
él. Los gastos generados por las intervenciones bajo garantía, el servicio
gratuito y las reparaciones autorizadas por EL IMPORTADOR correrán
siempre a cargo de este último”. (Se subraya).
“DÉCIMA. Servicios de postventa.- EL DISTRIBUIDOR deberá
organizarse para efectuar en las mejores condiciones de rapidez, precio y
eficiencia, la preparación previa a la entrega, la revisión, el servicio de
garantía, el mantenimiento y reparación de todos los vehículos de marca
CITRÖEN, suministrados por el IMPORTADOR aunque no circulen
permanentemente por el territorio contractual, para ello deberá contar con
locales secos, cubiertos con dimensiones adecuadas, talleres equipados
con las herramientas y equipos necesarios con personal calificado para
prestar el servicio de postventa de manera satisfactoria para el cliente y de
conformidad con las normas de CITRÖEN que le serán suministradas por
el importador; EL IMPORTADOR se obliga a suministrar y mantener
permanentemente los repuestos necesarios para el cumplimiento de tal
obligación.
PARÁGRAFO: EL DISTRIBUIDOR deberá respetar los precios de los
repuestos sugeridos por el IMPORTADOR; así mismo EL DISTRIBUIDOR
deberá hacer figurar en su establecimiento el nombre y la marca de
CITRÖEN de conformidad con las normas internacionales que le serán
indicadas por el IMPORTADOR”. (Se subraya).
Previo al análisis de las cláusulas transcritas, el Tribunal considera relevante
recordar lo dicho por la Corte Suprema de Justicia en sentencia de 2 de diciembre de
1980, veamos:
“Aunque en la definición no esté expresado de manera contundente que el
encargo que asume el comerciante independiente por el contrato de
agencia es el de promover o explotar negocios que han de ser realizados
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en beneficio exclusivo del empresario, los que este ha de celebrar
directamente si al agente no se le dio la facultad de representarlo, es lo
cierto que estas características surgen de lo dispuesto en los artículos
1321 y 1322 del Código de Comercio, donde se estatuye, sin perjuicio de
la independencia de que goza, que “el agente debe ceñirse al ejecutar el
encargo, a las instrucciones que le haya dado el empresario (…)”69. (Se
subraya).
Con fundamento en el anterior pronunciamiento de la Corte Suprema, el Tribunal
concluye que “la actuación por cuenta de otro” no implica per se la facultad de
representación del empresario por parte del agente. Lo sustancial es que el agente
deba ceñirse a las instrucciones del empresario, las cuales, se aclara, no constituyen
actos subordinantes.
En ese sentido, observa el Tribunal que las cláusulas arriba señaladas contienen
instrucciones que debía ser acatadas por 3R, tales como ofrecer los vehículos y
repuestos a los precios previamente definidos por Parra Arango; prestar el servicio
de revisión y mantenimiento de todos los vehículos CITRÖEN; y disponer de locales,
herramientas, equipos y personal capacitado conforme los estándares de CITRÖEN,
instrucciones éstas que fueron plenamente establecidas en el curso del proceso.
En efecto, sobre la fijación de los precios, el representante legal de PARRA
ARANGO afirmó lo siguiente:
“DR. GAMBOA: Pero como los distribuidores de alguna manera van a
hacer un canal de comunicación con el cliente de la marca Citröen que
ustedes manejan en Colombia, ese distribuidor tiene libertad de fijar el
precio de venta o no la tiene?
SR. PARRA. No, no tiene libertad de fijar el precio de venta, el precio de
venta los fijamos nosotros (…)”70.
Igualmente, respecto de la exigencia de materiales y herramientas para la prestación
de los servicios de revisión y mantenimiento, el representante legal de PARRA
ARANGO manifestó:
69 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 2 de diciembre de 1980.
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“DR. GAMBOA: Ustedes dentro de las políticas de selección y de
distribuidor y de puesta en marcha de un servicio de distribución, exigieron
una dotación X mínima de herramientas de mantenimiento.
SR. PARRA: Un stop (sic) mínimo de repuestos, herramientas y equipos,
sí.
DR. GAMBOA: Ellos cumplieron, Inversiones 3R, si existía esa política de
dotación mínima de repuestos y de herramientas, cumplieron con eso?
SR. PARRA: No cumplieron en su totalidad.
DR. GAMBOA: Qué no cumplieron?
SR. PARRA: No cumplieron, hay muchas herramientas especializadas que
no cumplieron y que deberían comprar, no cumplieron con los stop (sic)
mínimos de repuestos que deberían tener por eso tuvieron muchos
problemas también (…)71”.
Finalmente, en cuanto a la exigencia de personal capacitado, da credibilidad al
Tribunal en este punto, el testimonio de Silfo Enrique de las Salas Herrera, mecánico
de 3R, quien manifestó haber recibido capacitación para la atención de vehículos
Citröen72 y, por otra parte, el testimonio de Camilo Barrero Nassar, director técnico
de PARRA ARANGO, quien afirmó haber brindado capacitación en Barranquilla con
el mismo objeto73.
La evidencia recolectada en el curso del proceso concuerda plenamente con el
contenido y alcance de las estipulaciones contractuales arriba transcritas, lo que
permite colegir, sin el menor asomo a la duda, que efectivamente existieron
instrucciones impartidas por PARRA ARANGO, a las cuales debía ceñirse 3R, con lo
cual quedaría demostrado el segundo elemento esencial de la agencia comercial.
3.1.3. Independencia del agente:
Otro de los elementos esenciales de la agencia comercial es la independencia a del
agente. De acuerdo con la Corte Suprema de Justicia, por virtud de este elemento el
agente “se ve obligado a organizar su propia empresa, pues la función del agente no
se limita a poner en contacto compradores y vendedores, o a distribuir mercancías,
70 Interrogatorio de parte a Parra Arango. Cuaderno de Pruebas número 2, folios 109 (reverso) y 110. 71 Interrogatorio de parte a Parra Arango. Cuaderno de Pruebas número 2, folios 110 (reverso) y 111. 72 Testimonio de Silfo Enrique de las Salas Herrera. Cuaderno de Pruebas número 2, folios 63 (reverso) y 64. 73 Testimonio de Camilo Barrero Nasar. Cuaderno de Pruebas número 2, folios 45 (reverso) y 64.
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sino que su gestión es más específica, pues a través de su propia empresa, debe, de
manera estable e independiente, explotar o promover los negocios del agenciado,
actuando ante la clientela como representante o agente de éste o como fabricante o
distribuidor de sus productos”74.
Sin embargo, es importante precisar que la independencia del agente se concreta
realmente en la autonomía de la que dispone para efectos de promover y explotar el
negocio encargado, sin que sea relevante que para ello organice o no una empresa.
En ese sentido, la independencia se ve reflejada en que el agente es quien define las
circunstancias de tiempo, modo y lugar para la realización de sus actividades75, sin
que ello suponga, por supuesto, la ausencia total de instrucciones por parte del
empresario. Al respecto, JUAN PABLO CÁRDENAS afirma:
“Consideramos que siempre que el presunto agente constituye una
empresa, es decir, que se trate de una actividad organizada para la
circulación, transformación y custodia de bienes o la prestación de
servicios, desarrollada por conducto de un establecimiento de comercio,
no es un trabajador. Pero aún si el agente no constituye una empresa,
pero realiza su actividad con total autonomía, no nos cabe duda de que no
es un empleado”76.
En el caso sub examine, ha quedado establecido que las Partes son personas
jurídicas diferentes; que la Convocante tiene su domicilio en Barranquilla y la
Convocada en Bogotá D. C; que los objetos sociales son igualmente diferentes; y
que 3R disponía de sus propias instalaciones y personal. Por tanto, no existe
evidencia alguna que le indique a este Tribunal que 3R se encontraba subordinado a
Parra Arango, razón por la cual estaría demostrado el tercer elemento esencial de la
agencia comercial.
3.1.4. Estabilidad del encargo:
Este rasgo se deriva de que la agencia comercial se caracteriza por no establecer un
74 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 28 de febrero de 2005, Expediente 7504, M. P. Carlos Ignacio Jaramillo Jaramillo. 75 Daniel J. Fernández & Cía. Ltda. Vs. Fiberglass Colombia S. A., Laudo de 17 de febrero de 1997. Árbitros: Ernesto Gamboa Morales (Presidente), María clara Michelsen Soto y Carlos Enrique Marín Vélez. 76 CÁRDENAS, Juan Pablo, Ob. Cit., Pág. 23.
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vínculo efímero o de carácter pasajero, o como bien lo refiere VALLEJO GARCÍA:
“La Agencia Comercial es un mandato continuado que tiene vocación de
permanencia, con lo cual se diferencia del mandato ocasional de que trata
el artículo 1262 del C. de Co.”77.
En sentido idéntico la Corte Suprema de Justicia ha dicho:
“Al puntualizar el legislador que el agente comercial asume el encargo de
manera estable, con ello precisa que éste se diferencia del simple
mandatario ya que el segundo no tiene encargo duradero, carece de
estabilidad (...) Al agente comercial se le encomienda la promoción o
explotación de negocios en una serie sucesiva e indefinida que indica
estabilidad”78.
Este carácter de permanencia ha sido analizado desde 2 perspectivas, una de
naturaleza temporal y otra de naturaleza material. En cuanto al ámbito temporal, se
ha entendido que la agencia está llamada a prolongarse en el tiempo, no es un
encargo eventual ni esporádico, pues la captura, recuperación y conservación de la
clientela exige adelantar gestiones periódicas, metódicas y sistemáticas, cuyos
resultados no son inmediatos.
Por esta razón, La Corte Suprema de Justicia ha señalado que:
“La posibilidad de que las partes acuerden para la duración del contrato de
agencia un plazo o período de tiempo, pacíficamente lo admite la doctrina
nacional y externa, aunque esta última, calificando el contrato de agencia
como "contrato de duración", dada la estabilidad que lo caracteriza, aboga
por una práctica de "plazos largos" prorrogables y aun por contratos "por
término indefinido", caso en el cual su extinción requiere "de un preaviso
escrito de las partes"”. Y más adelante indica: Con todo, la estabilidad
nunca puede asimilarse a perpetuidad o permanencia, porque esta
característica no se opone a una vigencia temporal del contrato, por
cuanto el artículo 1320 del Código de Comercio, expresamente consagra
77 VALLEJO GARCIA, Felipe "El Contrato de Agencia Comercial", Legis, 1999, Pág. 43 78 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de de 2 de diciembre de 1980, M. P. Germán Giraldo.
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como uno de los contenidos del contrato de agencia "el tiempo de
duración" de "los poderes y facultades" conferidas al agente. De ahí, que
anteladamente (sic) se haya dicho que la estabilidad excluye los encargos
ocasionales o esporádicos, pero no la delimitación temporal del contrato,
que la norma antes citada remite a la autonomía de las partes”79.
De otra parte, el ámbito material de la estabilidad supone que el agente tiene como
función la promoción y explotación, en general, del negocio del agenciado, y no la
celebración de uno o varios negocios concretos80. Al respecto, la Corte Suprema de
Justicia, en forma complementaria y en la misma sentencia arriba citada, se ha
pronunciado de la siguiente manera:
“Conforme a la definición legal, según lo ha entendido la Corporación
(Sentencia. de 2 de diciembre de 1980 y 26 de enero de 1982), el agente
comercial asume el encargo de manera estable, siendo esta una
diferencia esencial entre el agente y el simple mandatario, pues mientras
que éste no tiene encargo duradero, es decir, carece de estabilidad,
porque "el objeto de la gestión que se le encomienda es la celebración de
uno o más actos de comercio que agotados producen la terminación del
mandato”81.
En el caso concreto, las Partes acordaron que la vigencia del Contrato sería de
cinco (5) años, prorrogables por otros cinco (5) años más –para un total de diez (10)
años- y, asimismo, el objeto del Contrato no era la celebración de uno o varios
negocios determinados sino en general la venta y promoción de vehículos Citröen,
así como la prestación de los servicios de postventa, revisión y servicio técnico. A
partir de lo anterior, resulta evidente que el Contrato contiene el elemento de
estabilidad en el encargo, tanto desde el punto de vista temporal, como material.
Analizados de manera individual y detallada cada uno de los elementos indicados, la
conclusión a la que arriba el Tribunal es que el negocio jurídico celebrado entre
PARRA ARANGO y 3R es efectivamente un contrato de agencia comercial de hecho
según las voces del artículo 1331 del C. de Co. , independientemente de que carece
79 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 20 de octubre de 2000, Expediente 5497, M. P. José Fernando Ramírez Gómez. 80 CÁRDENAS, Juan Pablo, Ob. Cit., Pág. 19. 81 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 20 de octubre de 2000, Expediente 5497, M. P. José Fernando Ramírez Gómez.
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del registro e inscripción en el registro mercantil que ordena el artículo 1320 ib. Como
consecuencia necesaria de lo anterior, encuentra el Tribunal que el contrato
celebrado entre 3R y Parra Arango se ajusta a la regulación de tipicidad que
establece el artículo 1317 del Código de Comercio. Por ello en la parte resolutiva de
este laudo el Tribunal acogerá la Pretensión Primera de la demanda principal.
3. 2. La validez de la terminación unilateral del Contrato por parte de Parra
Arango:
3.2.1 La terminación:
Compete en esta sección al Tribunal establecer si la terminación unilateral del
Contrato por parte de PARRA ARANGO fue o no con justa causa, es decir, si se
ajustó o no a los términos contractuales convenidos con 3R. Recordemos al efecto
que mediante comunicación fechada 10 de diciembre de 2007 dirigida a la
Convocante, PARRA ARANGO manifestó:
“Siendo así las cosas, podemos concluir que tanto los objetivos de nuestra
relación comercial como las obligaciones contractuales adquiridas por
ustedes, no se han alcanzado a lo largo de estos dos años de ejecución
del contrato, motivo por el cual le notificamos que a partir de (sic) 31 de
diciembre de 2007 daremos por terminado el contrato privado de
concesión (sic) que actualmente vincula a nuestras empresas”82.
Según se refiere en los hechos de la demanda (sección III.2.s.2)83, el contenido del
anterior documento implica una violación de lo estipulado en la cláusula novena del
Contrato, que establece tres causales de revocatoria del Contrato. Empero, en el
punto de la terminación del Contrato, encuentra el Tribunal que las Partes acordaron,
en el parágrafo primero de la cláusula séptima, lo siguiente:
“PARÁGRAFO PRIMERO: Sin embargo el presente contrato podrá darse
por terminado por mutuo acuerdo entre las partes, o en forma unilateral
por el incumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato, por
cualquiera de ellas, sin que sea necesario requerimiento alguno y/o en
82 Correspondencia de 10 de diciembre de 2007. Cuaderno de Pruebas número 1, visible a folios 31 y 32. 83 Cuaderno Principal número 1. Folio 14.
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forma unilateral en el transcurso del plazo estipulado sin indemnización a
favor de la otra parte, mediante comunicación escrita sin que sea
necesario justificación alguna”. (Se subraya).
El clausulado transcrito claramente establece, a favor de ambas Partes, la facultad
de terminar unilateralmente el Contrato mediante comunicación escrita dirigida a la
otra parte. Sobre este particular, es preciso advertir que tanto la doctrina como la
jurisprudencia aceptan la validez de las cláusulas de terminación unilateral, inclusive
a favor únicamente de una de las partes, siempre que su ejercicio suponga el
cumplimiento de una o varias formalidades, pues de lo contrario se estaría frente a
una condición meramente potestativa, viciada de nulidad conforme lo dispone el
artículo 1535 del Código Civil84.
En este sentido la Corte Suprema de Justicia ha manifestado:
“(…) las partes gozan de la autonomía de su voluntad y de la voluntad
contractual, de modo que lo estipulado es imperativo para ellas al tenor del
artículo 1602 del Código Civil (…) si una parte le confirió la facultad de
ruptura y ésta la ejerce de modo diferente o no asume el comportamiento
a que se comprometió, se está frente a una situación de incumplimiento
del acuerdo. La responsabilidad en la que incurre la parte es contractual,
como que está faltando al comportamiento a que libremente se
comprometió en el contrato que a su talante dio por terminado. Esto es, en
la hipótesis de acordar las partes que una de ellas pueda dar por
terminado el contrato (…) al hacer uso de la facultad dicha parte tiene que
cumplir con las prestaciones que su voluntad convenida determinó con la
otra parte”85. (Se subraya)
Por lo anterior, el Tribunal considera que no le asiste razón al apoderado de la
Convocante, cuando afirma que la terminación unilateral por parte de PARRA
ARANGO contravino lo dispuesto en el Contrato y en la Ley. Más aún, el documento
de terminación supera los requisitos convencionales, en la medida en que contiene
las razones que motivaron la terminación unilateral del Contrato por parte de PARRA
84 NAVIA, Felipe. La terminación unilateral del contrato de derecho privado, Revista de Derecho Privado, Externado de Colombia, N°14-2008, Pág. 38. 85 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 14 de marzo de 1994, Expediente 03061, M. P. Eduardo García Sarmiento.
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ARANGO y, además, fija el plazo en el cual se hará efectiva la decisión. En
conclusión, se observa que el parágrafo primero de la cláusula séptima del Contrato
no se encuentra viciado de nulidad pues, en últimas, implica un mutuo acuerdo
otorgado por anticipado en beneficio de las dos partes, lo que implica su conformidad
con lo establecido en el artículo 1602 del CC en cuanto a la "invalidación" o
terminación de todo contrato. Debe igualmente advertirse que las partes al celebrar
el Contrato no establecieron términos de preaviso especiales para el ejercicio de la
facultad de terminación unilateral, salvo el límite de que se consignara en forma
escrita, lo que en el caso presente se encuentra demostrado en los términos de la
carta de terminación de fecha 10 de diciembre de 2007.
Estas consideraciones son suficientes para denegar la pretensión segunda de la
demanda principal, como en efecto lo hará el Tribunal en la parte resolutiva de este
laudo.
3.2.2 Las consecuencias jurídicas de la terminación del Contrato:
Como ya quedó establecido, el negocio jurídico celebrado entre las Partes de este
proceso es un contrato de agencia comercial. Por esta razón, conviene ahora
establecer la procedencia de las prestaciones e indemnizaciones que la Ley prevé
para este tipo de relaciones convencionales a la luz del artículo 1324 del C. Co. que
establece:
“Artículo 1324.- El contrato de agencia termina por las mismas causas del
mandato, y a su terminación el agente tendrá derecho a que el empresario
le pague una suma equivalente a la doceava parte del promedio de la
comisión recibida en los tres últimos años, por cada uno de vigencia del
contrato, o al promedio de todo lo recibido, si el tiempo del contrato fuere
menor.
Además de la prestación indicada en el inciso anterior, cuando el
empresario revoque o dé por terminado unilateralmente el contrato, sin
justa causa comprobada, deberá pagar al agente una indemnización
equitativa, como retribución a sus esfuerzos para acreditar la marca, la
línea de productos o servicios objeto del contrato. La misma regla se
aplicará cuando el agente termine el contrato por justa causa imputable al
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empresario.
Para la fijación del valor de la indemnización se tendrá en cuenta la
extensión, importancia y volumen de los negocios que el agente adelantó
en desarrollo del contrato”.
Sobre estas prestaciones JAIME ARRUBLA PAUCAR anota lo siguiente:
“Una de ellas se causa a la terminación de la agencia de todas maneras, y
se involucra en forma parecida a lo que son las cesantías laborales, por lo
cual se le dio a llamar por algunos contratistas cesantía comercial. La otra
se causa a manera de indemnización por el rompimiento unilateral del
contrato sin justa causa, o por dar lugar a la terminación por justa causa
del agente”86.
La prestación contenida en el inciso primero del artículo 1324 del C. Co. –que no es
una forma de indemnización-, se causa por el sólo hecho de la terminación del
contrato, cualquiera sea su causa o motivo87. Esta prestación tiene fundamento en el
hecho de que la labor principal del agente es la desarrollar una clientela para el
agenciado, la cual pertenecerá a éste último aún después de terminado el contrato
de agencia por cualquier causa. Por esta razón afirma JUAN PABLO CÁRDENAS, la
actividad del agente no se puede entender plenamente compensada con “las
comisiones pagadas al agente por los contratos perfeccionados, porque estos son
apenas una manifestación parcial del verdadero valor que para el agenciado
representa la clientela aportada por el agente (…)”88.
De tal suerte que por el sólo hecho de haberse suscitado la terminación del Contrato,
3R tiene derecho a percibir la prestación contenida en el inciso primero del artículo
1324 del C. Co. Por lo anterior y para efectos de la liquidación, el Tribunal observará
los guarismos contenidos en el dictamen pericial rendido por ANA MATILDE
CEPEDA,89 con una corrección aritmética que realizará el Tribunal por cuanto la
perito calculó el valor de la cesantía comercial con base en la vigencia inicial del
86 ARRUBLA, Jaime. Contratos Mercantiles, Tomo I, Diké, 11°edición, Pág.391. 87 Valores y Descuentos Limitada Vs. Bellsouth Colombia S. A., laudo de 4 de junio de 2002, Árbitros: Jaime Arrubla Paucar (Presidente), José Armando Bonivento Jiménez y Álvaro Mendoza Ramírez. 88 CÁRDENAS, Juan. Óp. cit., Pág. 108.
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Contrato según la cláusula séptima, y no con base en la vigencia real. Por tanto, el
Tribunal aplicará la siguiente fórmula:
Cesantía comercial = promedio de remuneración anual x duración del Contrato en años
12
En consecuencia, si el contrato estuvo vigente durante 784 días, esto es, desde el 6
de octubre de 2005 al 10 de diciembre de 2007 lo que corresponde a 2,072 años y,
por otra parte, el promedio anual de la remuneración recibida por 3R fue de
$13.620.439,7990, tenemos que la fórmula indicada se desarrolla de la siguiente
manera:
Cesantía comercial = $13.620.439,79 x 2,072 años= $2.351.795,94
12
Advierte el Tribunal que no le asiste razón al apoderado de la Convocante, cuando
solicita en la demanda que el cálculo de la cesantía comercial se obtenga con base
en el término de vigencia inicial pactado en el Contrato, y su prórroga. Como es
sabido, para el cálculo de la prestación contenida en el inciso primero del artículo
1324 del C. Co. debe considerarse la vigencia real del negocio al momento de su
culminación91.
Por otra parte, la prestación de que trata el inciso segundo del artículo 1324 del C.
Co. es de naturaleza resarcitoria, por cuanto su reconocimiento pende de la
acreditación de alguno de los siguientes supuestos: (i) la terminación unilateral y sin
justa causa del contrato por parte del empresario; o (ii) terminación por parte del
agente con justa causa imputable al agenciado a título de dolo o culpa92.
En ese sentido, según se examinó en esta sección, el Tribunal encuentra que la
terminación del Contrato por parte de Parra Arango estuvo ajustada a los términos
válidamente convenidos con 3R, razón por la que en el presente caso no habrá lugar
89 En vista de que la objeción por error grave formulada frente al dictamen pericial no ha prosperado, según se verá más adelante, el Tribunal lo tuvo en cuenta con el alcance que se menciona. 90 De acuerdo con el dictamen Pericial, el promedio anual corresponde a $28.224.578/784*360. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 25. 91 Valores y Descuentos Limitada Vs. Bellsouth Colombia S. A., laudo de 4 de junio de 2002, Árbitros: Jaime Arrubla Paucar (Presidente), José Armando Bonivento Jiménez y Álvaro Mendoza Ramírez. 92 CÁRDENAS, Juan Pablo. Óp. Cit., Pág. 111.
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al reconocimiento de la prestación regulada en el inciso segundo del artículo 1324
del C. Co.
3. 3. La existencia de incumplimientos por parte de Parra Arango y 3R:
3.3.1 Los incumplimientos:
Del acervo probatorio recaudado en este proceso se deduce sin discusión alguna
que la ejecución del Contrato, en la forma como fue concebida por las Partes, resultó
finalmente frustrada. Esta aseveración, que de nuevo reitera el Tribunal, resulta
apenas elemental si se considera que el Contrato sólo estuvo vigente por un período
de poco más de dos (2) años, cuando en éste se pactó una vigencia inicial de cinco
(5) años prorrogables por otros cinco (5) años93. Adicionalmente, al momento de la
terminación unilateral del negocio por parte de Parra Arango, 3R sólo había
concretado ocho (8) ventas de vehículos Citröen, situación que resulta ser
considerablemente inferior a la luz del mínimo de ventas convenido en la cláusula
tercera del Contrato94.
En este marco, la discusión se circunscribe a establecer las causas que llevaron al
fracaso del negocio celebrado por las Partes y, consecuencialmente, a establecer las
responsabilidades que correspondan.
Con tal propósito, resulta útil indicar de entrada que del Contrato se desprende que
las obligaciones principales de 3R, particularmente aquella relacionada con el
mínimo de ventas a lograr, son de aquéllas que doctrinalmente se denominan
“obligaciones de resultado”. A través de estas obligaciones, expresa TAMAYO
LOMBANA, el deudor queda atado a “producir un resultado a favor del acreedor. Si
ese resultado no aparece, habrá que decir que el deudor incumplió”95.
Visto más en detalle, la certeza sobre la naturaleza de las prestaciones principales a
cargo de 3R como “obligaciones de resultado” proviene del análisis del propio
Contrato donde la Convocante se obligó a: (i) cumplir un objetivo de ventas de dos
93 Cláusula séptima del Contrato. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 4. 94 Cuaderno de Pruebas número 1. Folio 3. 95 TAMAYO, Alberto. Manuel de obligaciones, La responsabilidad civil. Fuentes de las obligaciones, Temis, 1998, Pág. 16.
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(2) vehículos Citröen nuevos al mes; y (ii) a organizarse para la prestación de los
servicios de revisión, garantía, reparación y mantenimiento de los vehículos Citröen.
Respecto de la primera de las obligaciones principales de 3R, esto es, cumplir un
objetivo de ventas de dos (2) vehículos Citröen nuevos al mes, ha quedado
acreditado de manera inequívoca y no disputada dentro del proceso que la
Convocante únicamente alcanzó a cerrar ocho (8) ventas96 durante los dos (2) años
aproximados de vigencia contractual. Al respecto, la simple operación de
multiplicación del objetivo de ventas mensual por el término de vigencia contractual
arroja que, para el momento de la terminación unilateral por parte de PARRA
ARANGO, 3R debía haber cumplido con un mínimo de 48 vehículos vendidos, cifra
que resulta considerablemente superior a la realmente obtenida por la Convocante.
En cuanto a la segunda obligación principal a cargo de 3R, es decir, la organización
para la prestación de los servicios de revisión, garantía, reparación y mantenimiento
de los vehículos Citröen, cabe decir que de acuerdo con el material probatorio
recaudado, la Convocante no contó con las instalaciones adecuadas ni con la
totalidad de los materiales y surtido de repuestos necesarios para la prestación
adecuada de los servicios de postventa. Ello no obstante haber quedado finalmente
demostrado que 3R efectivamente adquirió la herramienta principal97 consistente en
el scanner de diagnóstico.
Ahora bien, podría considerarse que el surtido de repuestos y accesorios para el
taller de 3R estaba a cargo de PARRA ARANGO, pues en el inciso final de la
cláusula décima del Contrato las Partes estipularon: “EL IMPORTADOR –o sea,
PARRA ARANGO - se obliga a suministrar y mantener permanentemente los
repuestos necesarios para el cumplimiento de tal obligación”98. Sin embargo, al
momento de fijar la remuneración a favor de 3R se pactó: “En cuanto a los repuestos
y accesorios EL IMPORTADOR venderá al DISTRIBUIDOR –o sea, 3R- un treinta
por ciento menos (30%) al precio de lista al público”99. Así, y en aplicación del criterio
interpretativo según el cual las cláusulas de un contrato se deben interpretar unas
96 Correspondencia de 10 de diciembre de 2007. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 6; interrogatorio de parte a Parra Arango. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 108 (reverso) 97 Así lo confiesa el representante legal de Parra ArangoCuaderno de Pruebas número 2, folio 110 (reverso). 98 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 5. 99 Cláusula quinta. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 4.
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por otras, dándole a cada una el sentido que mejor convenga al contrato en su
totalidad (art. 1622 del C. C.), el Tribunal concluye que la verdadera obligación a
cargo de PARRA ARANGO, conforme a la cláusula décima del Contrato, no era otra
que la de garantizar la disponibilidad de repuestos y accesorios a 3R quien por su
parte debía adquirirlos a través de compras con el descuento otorgado.
Esta interpretación se acompasa con la forma como las Partes ejecutaron el Contrato
en lo referente al suministro de repuestos y accesorios. En efecto, en
correspondencia de 19 de septiembre de 2006 dirigida a 3R por Parra Arango, que
además resulta reveladora para este Tribunal sobre el actuar negligente de 3R, se
consignó:
“(…) se hace imposible poder prestar un buen Servicio de Postventa a
nuestros clientes sin los elementos mínimos exigidos por nosotros como
son: 1.La herramienta especializada básica, indispensable para la
reparación de vehículos Citröen. De esta les suministramos un listado de
herramientas (…) las cuales hemos pedido y cancelado a la fábrica y a
hoy no hemos recibido el pago de parte de ustedes. 2. La herramienta de
consulta LASER (…), indispensable para tener acceso a las referencias de
las piezas de cada vehículo y los manuales de reparación. 3. Un stock
mínimo de repuestos, el cual ya le hemos sugerido en diferentes
oportunidades y por lo cual se quejan bastante nuestros clientes (…) 4. El
equipo Lexia 3, el cual hemos comprado a la fabrica para Barranquilla (…)
y nunca fue cancelado en su totalidad por ustedes así que no fue posible
enviárselos, y como resultado de las múltiples quejas de los clientes, nos
vimos obligados a enviarles un Lexia 2 (…)”100.
El documento transcrito –que no fue tachado de falso- indica con total claridad que,
casi un año después de haberse celebrado el Contrato, 3R no se encontraba
preparado para asumir correctamente las obligaciones contraídas. Además, dada las
concretas y graves afirmaciones que se consignaron en esa correspondencia, llama
la atención del Tribunal el hecho de que no se hubiera acreditado ninguna respuesta
formal a la misma por parte de la Convocante, bien fuera para controvertir dichas
aseveraciones o para resaltar que la obligación de proveer el taller con los equipos,
herramientas y repuestos necesarios estaba a cargo de PARRA ARANGO. Todo ello
100 Correspondencia de 19 de diciembre de 2006. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 146
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con el agravante de que en el párrafo final de dicha carta se solicitó una “URGENTE
respuesta a este comunicado”.
Adicionalmente, el testigo Camilo Barreto Nassar, director técnico de PARRA
ARANGO, también sostuvo ante este Tribunal que 3R no disponía de un stock de
repuestos y accesorios adecuado para la prestación de los servicios de
postventas101. Aunque el testigo fue tachado de sospechoso, lo cierto es que su
declaración es coincidente con las reclamaciones escritas elevadas por PARRA
ARANGO frente a las cuales, se insiste, 3R guardó revelador silencio.
En igual sentido, el testigo Silfo Enrique de las Salas, mecánico de 3R, afirmó que en
ocasiones no contaban con los repuestos necesarios102, y que inclusive en ocasiones
el cliente debía pagar anticipadamente el valor de dichos repuestos103 para que
PARRA ARANGO procediera al envío de la pieza respectiva. Por supuesto, el
problema estriba en que de acuerdo con el Contrato era 3R quien debía comprar los
artículos y repuestos a PARRA ARANGO sin que exista ningún tipo de evidencia de
que PARRA ARANGO se hubiera obligado a entregar a 3R tales piezas de manera
previa al pago.
Este recorrido probatorio permite arribar a la conclusión de que 3R no contó con la
capacidad económica y administrativa para atender el negocio celebrado con la
Convocada, de allí que no haya podido cumplir cabalmente las obligaciones a su
cargo. Además, esta posición se refuerza si se considera que en materia de
obligaciones de resultado, correspondía a 3R demostrar que el resultado no
alcanzado obedeció a una causa extraña o, en todo caso, que actuó con diligencia y
cuidado en la atención de sus obligaciones. Sobre este particular, FERNANDO
HINESTROSA anota lo siguiente:
“(…) al acreedor, frente al deudor renuente o incumplido, cualquiera sea la
pretensión que tenga en mente, le es indispensable demostrar la
existencia de la obligación como lo recalca el art. 1757 C. C.: “Incumbe
probar las obligaciones a quien las alega”. De ahí en adelante surgen
dificultades y, concretamente, estas: ¿al acreedor que probó la existencia
101 Testimonio de Camilo Barreto Nasar. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 47. 102 Testimonio de Silfo Enrique de las Salas Herrera. Cuaderno de Pruebas número 2, folios 64 (reverso) y 65. 103 Testimonio de Silfo Enrique de las Salas Herrera. Cuaderno de Pruebas número 2, folios 66.
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de la obligación le basta esgrimir su pretensión afirmando no haber sido
satisfecho, o tiene que comprobar la no ejecución de la prestación y, más
todavía, la culpabilidad del deudor? En verdad no es admisible una
respuesta única y absoluta, como ya se observó al tratar una por una las
obligaciones de dar, entregar, hacer y no hacer. Y aquí es donde parece
útil la clasificación que ahora se estudia: si al deudor le corresponde
alcanzar el resultado, ponerlo a disposición del acreedor, por razones
tanto lógicas como prácticas, es a él a quien le incumbe demostrar que así
ha ocurrido o que si no sucedió fue por una causa extraña a él, o
simplemente a pesar de haber empleado la diligencia y cuidado debidos
específicamente, según el contenido de la relación obligatoria”104. (Se
subraya)
Esta claridad permite inferir que el incumplimiento de las “obligaciones de resultado”
se presume por causas imputables al deudor, situación que en este caso se confirma
al examinar el material probatorio allegado al proceso y al observar la ausencia de
pruebas que demuestren que 3R atendió con diligencia y cuidado las prestaciones
asumidas. Todo lo dicho resulta conducente para que este Tribunal encuentre que la
Convocante efectivamente incumplió las obligaciones a su cargo conforme el
Contrato.
Por otra parte, en relación con el desempeño contractual de PARRA ARANGO, el
Tribunal encuentra que la Convocada tampoco ajustó su conducta contractual a los
compromisos asumidos con 3R. En este sentido, de acuerdo con el material
probatorio, el Tribunal estima conveniente examinar la conducta contractual de
PARRA ARANGO en relación con los siguientes puntos: (i) el cumplimiento
imperfecto en relación con la entrega de los vehículos nuevos Citroën a 3R; (ii) la
exigencia requisitos extracontractuales, concretamente la de cancelar la totalidad del
vehículo previo a su nacionalización; y (iii) la venta de un vehículo nuevo Citröen a
menor precio.
En relación con el primer punto, referido la entrega de los vehículos nuevos Citroën a
3R, resulta ilustrativo el reclamo escrito de fecha 12 de febrero de 2007 elevado por
la Convocante –que no fue tachado de falso-, en el que se señala:
104 HINESTROSA, Fernando. Tratado de obligaciones, tomo I, Externado de Colombia, 2002, Pág.
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“Los vehículos en reclamo son: CITRÖEN C4 color Gris Iceland,
entregado 30 días posteriores a su compra sin tapete ni llave de mando,
por lo cual el cliente se encuentra insatisfecho. CITRÖEN C5 color Gris
Aluminio, entregado 30 días posteriores a su compra sin tapetes, llave de
mando y manual de usuario, el cliente se encuentra molesto por la
ineficiencia en el servicio. CITRÖEN C3 color Noir Onyx, se entregó 30
días después de su compra golpeado en el embellecedor del lado derecho
y sin los siguientes accesorios: Tapetes, llave de mando y manual de
usuario. CITRÖEN C3 color Gris Aluminio, vendido y entregado el mismo
día sin manual de usuario. CITRÖEN C3 color Gris Aluminio 1.4,
consignado y esperando ser entregado hace dos semana”105.
Sin entrar a analizar si el tiempo transcurrido para la entrega de los vehículo era o no
prudencial – en consideración a la naturaleza del negocio, el origen de los vehículos
y los trámites de nacionalización-, lo cierto es que resulta diciente para este Tribunal
que en no pocas oportunidades la entrega se hubiera efectuado de manera
imperfecta. Si se toma como punto de partida el hecho probado de que durante el iter
contractual sólo fueron vendidos ocho (8) vehículos nuevos Citröen, el reclamo
elevado por 3R con relación con las entregas imperfectas estaría referido al 50% de
los vehículos negociados – esto sin considerar el reclamo relacionado con el
CITRÖEN C3 color Gris Aluminio 1.4., referido únicamente a una supuesta mora en
la entrega-. Sobre este particular, el testigo ALBERTO GALOFRE, quien fue gerente
de ventas de 3R, de manera coincidente con los reclamos escritos, manifestó:
“(…) detalles que son por lo menos la entrega de los vehículos tardía, a
nosotros nos lo mandaban 3, 4 meses, venían incompletos los vehículos,
venían sin tapetes, nada más con una llave. El cliente por lo general se
quiere llevar su carro completo, con todo, con toda su documentación, con
todas las cosas y nunca teníamos la oportunidad siempre teníamos
inconvenientes de entregar la llave, (…) el tapete, por el estilo”106.
245. 105 Memorando de fecha 12 de febrero de 2007. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 16. 106 Testimonio de Alberto Galofre González. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 54.
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Aunque según se acredita en el expediente, PARRA ARANGO atendió algunos de
los reclamos elevados por 3R107, no puede dejarse pasar por alto la frecuencia de
entregas imperfectas, de cara al escaso número de ventas celebradas con terceros.
Continuando con el esquema propuesto, en lo que respecta a la exigencia por parte
de PARRA ARANGO a 3R de cancelar la totalidad del vehículo en forma previa a su
nacionalización, es importante observar que en el parágrafo de la cláusula de cuarta
del Contrato, las partes estipularon:
“PARÁGRAFO: Queda plenamente estipulado que EL IMPORTADOR no
matriculará vehículo alguno a nombre del comprador que EL
DISTRIBUIDOR indique, hasta que el mismo este (sic) totalmente
cancelado ó (sic) este (sic) debidamente inscrita la garantía prendaria”108.
Como se indicó al inicio de las Consideraciones, este parágrafo no se encuentra
incorporado en el ejemplar allegado por la Convocada. Sin embargo, aquél que lo
contiene se encuentra suscrito por ambas partes y autenticado con diligencia de
presentación personal por parte de PARRA ARANGO ante la Notaría 69 de Bogotá,
por lo que no existe razón alguna para desestimar su contenido. Hecha esta pequeña
precisión, es importante anotar que de este parágrafo se deduce una clara obligación
de resultado a cargo de PARRA ARANGO: la de matricular los vehículos conforme
las instrucciones de 3R, una vez se hubiera cancelado la totalidad del precio.
Obviamente del mismo contenido de la cláusula y de la lógica operatividad del
negocio se desprende que el momento de la “matrícula” es una etapa posterior a la
“nacionalización”.
No obstante la claridad de la obligación referenciada, al momento de terminar de
manera unilateral el Contrato, PARRA ARANGO dio cuenta de dos negocios que no
habían podido ser concluidos, con el argumento de que 3R no había cancelado el
valor de los vehículos de manera previa a la nacionalización de los mismos.
Veamos:
“Mediante escrito de 29 de septiembre de 2007, usted decide modificar el
negocio y es así como solicita “el cambio de un C4 PICASSO GRIS
107 Cuaderno de Pruebas número 2, folios 15 y 214. 108 Cuaderno de Pruebas número 1, folio 4.
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ALLUMINIUM de chasis 8J026094 por 2 CITRÖEN C3 DIESEL 1
BLANCO DE CHASIS 8A000728 y un C3 DIESEL NEGRO, CHASIS
8ª000659, vehículos que llegaron a zona franca Santa Marta el 17 de
noviembre de 2007, proceso de nacionalización que no se ha iniciado toda
vez que a la fecha ustedes no han cancelado el valor de tales
automotores”109. (Se subraya).
Es más, con posterioridad a la terminación del Contrato, mediante correspondencia
fechada 20 de diciembre de 2007, la Convocada insiste en que el pago es un
requisito para la nacionalización de los vehículos, al sostener que “son ustedes
quienes deciden desistir del negocio pese a que los 2 vehículo se encuentran en
zona franca listos para ser nacionalizados a su nombre”110.
Al indagar sobre esta situación durante el interrogatorio de parte a PARRA ARANGO,
el representante legal de la Convocada manifestó:
“DR. GAMBOA: Cuando está en su vitrina el vehículo no está matriculado?
SR. PARRA: No, no, el vehículo se matricula en el momento de la venta.
DR. GAMBOA: Es decir, mientras está en vitrina?
SR. PARRA: Está nacionalizado más no matriculado.
DR. GAMBOA: Es decir, la primera matrícula que tiene el carro es al
cliente que lo adquiere?
SR. PARRA: Al cliente que lo adquiere exactamente, la matrícula”111.
Lo dicho por el representante legal de PARRA ARANGO resulta determinante para el
punto que aquí se examina, pues queda diáfanamente establecido que la matricula
de los vehículos es un acto posterior a la nacionalización. Y de allí se sigue que,
según los términos contractuales convenidos por las Partes, la obligación a cargo de
3R no consistía en pagar el vehículo de manera previa a su nacionalización sino al
momento posterior de su orden de matricula a nombre del respectivo comprador. Lo
anterior significa que PARRA ARANGO violó los términos del Contrato al pretender
hacer más gravosa la situación financiera de su contraparte contractual, lo que en si
mismo resulta inaceptable a la luz del precepto legal contenido en el artículo 1602 del
CC respecto al Contrato como ley para los contratantes
109 Correspondencia de 10 de septiembre de 2007. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 7. 110 Correspondencia de 20 de diciembre de 2007. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 150. 111 Interrogatorio de Parte a Parra Arango. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 109.
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Si bien el número de negocios frustrados como consecuencia de la ilegítima
exigencia de la Convocada de obtener el pago de manera previa a la nacionalización
del vehículo, no resulta de la entidad necesaria para sugerir que los incumplimientos
de 3R son imputables a PARRA ARANGO 112, el Tribunal concluye que la posición
adoptada por la Convocada también constituye un incumplimiento de los términos
contractuales convenidos.
Finalmente, en relación con la venta de un vehículo nuevo Citröen por parte de
PARRA ARANGO, existe suficiente material probatorio para concluir que el hecho en
mención tuvo ocurrencia. En efecto, mediante correspondencia de fecha 20 de marzo
de 2007, 3R elevó la siguiente reclamación a la Convocada:
“Con preocupación vemos que nuestra labor y esfuerzo aplicados en las
ventas con publicidad y permanencia en el mercado, ofreciendo respaldo
de marca para tener buena atención, fomentando las ventas y retomando
la confianza en el cliente, son truncados por motivos adversos a nosotros.
Caso Particular nos referimos al cliente Yesid Soto, quien fue atendido por
nosotros a principios del mes de Febrero del año en curso a quien se le
dio un precio de 72.000.000 para el vehículo CITRÖEN C4 VTR mecánico
con sun roof el cual fue vendido en Medellín por un valor de 65.000.000 y
entregado en la ciudad de Barranquilla“(…) Más adelante agrega:
“Nosotros nos regimos por los precios estipulados por ustedes y por eso
hemos perdido un cliente importante”113. (Se subraya).
Así mismo, el testigo Ricardo Alberto Galofre, afirmó lo siguiente:
“Tuvimos una negociación con un carro que teníamos acá en vitrina que
se había demorado la venta porque ya había salido en 2007 (…), lo vendió
por intermedio de una sucursal en Medellín, había solicitado el vehículo
aquí en Barranquilla, le habíamos pedido $62 millones de pesos y
Medellín lo vendió por $50 millones”. Y más adelante indica: “(…) como
así, como no va a respetar siendo que el cliente lo atendí yo en vitrina, el
112 Obsérvese que se haberse celebrado las dos (2) ventas, 3R habría concretado en total 10 negocios cuando conforme el Contrato y el tiempo transcurrido debió haber cerrado por menos 48. 113 Correspondencia de 20 de marzo de 2007. Cuaderno de Pruebas número 1, folio 24.
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carro era el único que había en Colombia, el señor fue allá y se lo venden
en menos precio”114. (Se subraya).
Igualmente, el testigo Edmundo Pizarro, director jurídico de PARRA ARANGO, dio
cuenta de la existencia del hecho, es decir, la venta de un vehículo Citröen al señor
Yesid Soto a través de una sucursal en Medellín, aunque afirmó que PARRA
ARANGO no tenía conocimiento de que el cliente había contactado previamente a
3R115.
Sin embargo, el asunto examinado no estriba sobre si PARRA ARANGO tenía o no
conocimiento de que el cliente había contactado previamente a 3R, sino en el hecho
demostrado de que el vehículo fue vendido a un precio menor que aquél que PARRA
ARANGO unilateralmente determina en sus listas, y que 3R estaba obligado a
observar conforme el Contrato.
Este hecho a juicio del Tribunal constituye una clara violación del principio de la
buena fe objetiva116, es decir a aquella que se impone como regla de conducta en el
comercio y el tráfico jurídico y que se encuentra regulada en los artículos 1603 del C.
C. 117 y 871 del C. Co.118. En este sentido, la Corte Suprema de Justicia ha
sostenido:
“La buena fe implica que las personas, cuando acuden a concretar sus
negocios, deben honrar sus obligaciones y, en general, asumir para con
los demás una conducta leal y plegada a los mandatos de corrección
socialmente exigibles (…) El acatamiento de dichos principios implica para
el contratante el sentimiento de proceder como lo hace cualquier ser
humano digno de confianza, que honra su palabra, que actúa conforme a
las buenas costumbres, que respeta a sus semejantes, que responde con
honestidad sus compromisos, aviniéndose, incondicionalmente, a
114 Testimonio de Ricardo Alberto Galofre. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 54. 115 Testimonio de Edmundo Pizarro. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 42. 116 Para distinguirla de la buena fe subjetiva, referida a la “honradez subjetiva de una persona, o sea, la creencia, nacida de un error excusable, de que su conducta no va contra derecho”. DIEZ-PICAZO, Luis. La doctrina de los actos propios, Bosh, 1963, Pág.135 117 Artículo 1603.- Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no solo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por ley pertenecen a ella. 118 Artículo 871.- Los contratos deberán celebrarse y ejecutarse de buena fe y, en consecuencia, obligarán no sólo a lo pactado expresamente en ellos, sino a todo lo que corresponda a la naturaleza de los mismos, según la ley, la costumbre o la equidad natural.
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reconocer a sus congéneres lo que les corresponde. Obrar dentro de esos
parámetros es prohijar conductas que han sido erigidas como referentes
sociales de comportamientos apropiados. Obrar de buena fe es proceder
con la rectitud debida, con el respeto esperado, es la actitud correcta y
desprovista de elementos de engaño, de fraude o aprovechamiento de
debilidades ajenas”119.
Al respecto LUIS DIEZ-PICAZO, afirma:
“La buena fe se liga aquí con la confianza en una apariencia jurídica. Este
supuesto se distingue del anterior -buena fe subjetiva-, porque aquí la
persona no incurre en error acerca de su titularidad o legitimidad de su
conducta, sino en la titularidad o en la legitimidad de la conducta de su
adversario y además confía –fía- en lo que da a entender la apariencia de
derecho”120.
Por su parte ARTURO SOLARTE afirma:
“(…) esta categoría de la buena fe –buena fe contractual-, aparte de
imponer la necesaria corrección que debe existir entre las partes que
intervienen en un acto o negocio jurídico, tiene una muy importante
función en el ordenamiento jurídico, pues como la norma escrita no tiene
la virtualidad de contemplar la totalidad de las situaciones que se pueden
presentar entre los contratantes, “el principio general de corrección y de
buena fe permite identificar otras prohibiciones y otras obligaciones
además de aquéllas previstas por la ley; como suele decirse “cierra” el
sistema legislativo, es decir ofrece criterios para colmar aquellas lagunas
que se pueden manifestar en las múltiples y variadas situaciones de la
vida económica y social”121.
Lo anterior permite concluir que PARRA ARANGO violó el principio de la buena fe al
vender un vehículo nuevo Citröen a un precio inferior a aquél al que estaba obligado
119 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 16 de junio de 2008, Expediente 11843, M. P. Ruth Marina Díaz Rueda. Reitera sentencia de fecha 9 de agosto de 2007, Expediente 00294. 120 DIEZ-PICAZO, Luis. La doctrina de los actos propios, Bosh, 1963, Pág.137
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3R, lo que constituye un claro acto de deslealtad negocial, pues independientemente
de que la obligación de atenerse a la lista de precios en estricto sentido estaba a
cargo de 3R, era apenas evidente y elemental que la Convocante confiaba y le era
legítimo confiar en que PARRA ARANGO observaría de igual forma los precios que
ésta había unilateralmente determinado.
Entonces, sin reparos, el actuar de PARRA ARANGO que aquí ha sido examinado
fue de mala fe y, en consecuencia, supone un incumplimiento del negocio celebrado
con 3R.
Así las cosas, habiéndose concluido la existencia de recíprocos mutuos
incumplimientos de las Partes de este proceso durante la ejecución del negocio
celebrado, y en atención a que éste fue válidamente terminado según se vio en la
sección anterior, sólo resta al Tribunal determinar los efectos jurídicos de dichos
incumplimientos.
3.3.2 Los efectos jurídicos de los incumplimientos contractuales recíprocos:
Es sabido que la jurisprudencia y doctrinas nacionales han considerado –y esa
parece ser la tesis dominante- que el mutuo incumplimiento en los contratos
bilaterales como el que nos atañe en este proceso, se asimila, o debe asimilarse, al
mutuo disenso tácito. En efecto, la Corte Suprema de Justicia, en sentencia de 5 de
septiembre de 1979, se pronunció de la siguiente manera:
“El precepto contentivo de la acción resolutoria (art. 1546 del C. C.) no
permite entenderlo, porque no lo dice, que dicha acción pueda promoverla
con éxito cualquiera de los contratantes cuando se da el caso de
incumplimiento recíproco de obligaciones simultáneas. En este evento, la
mencionada acción no ha nacido dentro de la más precisa y clara
posición doctrina, aplicable al punto que se viene tratando, dijo la corte en
fallo de 25 de marzo de 1950 que en caso de que todas las partes que
celebraron el contrato sean negligentes en el cumplimiento de sus
obligaciones, para las cuales ni la ley ni el contrato señalan orden de
ejecución, no pudiéndose considerar como morosa ninguna, es la
121 SOLARTE, Arturo. La buena fe y los deberes secundarios de conducta, Revista Universitas, Universidad Javeriana, N°108-2004, Pág. 289.
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improcedencia para todas de las dos acciones que alternativamente
concede el inciso 2ª del art. 1546 del C. C. (…)”122.
Sin embargo, si bien se trata de la postura mayoritaria, no es la única, pues con
cierta frecuencia no resulta posible suponer o fingir la existencia de un mutuo
disenso, bajo la premisa de que si las dos partes incumplieron era porque
tácitamente querían ponerle fin a su relación contractual, máxime si la evidencia
probatoria indica lo contrato, como ocurre en el presente caso, en donde las partes
se imputan recíprocamente el fracaso de la relación contractual, sin que sea posible
vislumbrar que dicho fracaso devenga de la intención de las Partes de dar por
terminado anticipadamente el Contrato.
Por lo anterior, el Tribunal considera que en riguroso derecho debe apartarse de la
anterior postura jurisprudencia, y analizar el caso concreto a partir del artículo 1609
del Código Civil, que establece: “en los contratos bilaterales ninguno de los
contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no cumpla
por su parte, o no se allane a cumplirlo en la forma y tiempo debido”.
En primer lugar se debe anotar que la norma en comento no dispone que la parte
incumplida no pueda pedir la resolución del contrato –hecho que por lo demás se
entiende aquí superado con ocasión de la terminación unilateral del Contrato por
parte de PARRA ARANGO . Simplemente señala que cuando hay incumplimiento
mutuo, ninguna de las partes está en mora, lo que significa que para ninguna de ellas
se siguen los efectos específicos de la misma, esto es, el derecho a demandar
perjuicios según lo establece el artículo 1615 del Código Civil.
Esta tesis, según la cual las partes que han incumplido recíprocamente sus
obligaciones pueden pedir el cumplimiento, resolución o terminación del contrato,
mas no la indemnización de perjuicios, también encuentra el respaldo de la Corte
Suprema de Justicia, que en sentencia de 17 de diciembre de 1982 sostuvo:
“Con su simple lectura (la del art. 1609) se encuentra su verdadero
sentido. Que si ambos contratantes han incumplido, ninguno de los dos
está en mora. En parte alguna dice que en los contratos bilaterales los
contratantes pierden la acción resolutoria o ejecutiva dejando de cumplir.
122 Jurisprudencia y doctrina. Tomo VIII, Nº96, Pág.947.
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Si ambos han incumplido ninguno de los dos contratantes está en mora.
¿Qué es la mora? Es un incumplimiento calificado que produce ciertas
consecuencias jurídicas. No todo incumplimiento produce mora; pero si
toda mora supone un incumplimiento. Los efectos del incumplimiento son
unos, los de la mora son otros”. Más adelante agrega: “Es decir, en los
contratos bilaterales, si ambos contratantes han incumplido, ninguno de
los dos puede pedir perjuicios, ninguno de los dos puede exigir la cláusula
penal y de ninguno de los dos se predican las consecuencias específicas
del riesgo sobreviniente. Eso y nada más, pero tampoco nada menos, es
lo que dice el artículo 1609 (…) en los contratos bilaterales, cuando ambos
han incumplido, ninguno está en mora. Pero ambos pueden, a su arbitrio,
demandar la obligación principal, sin cláusula penal y sin indemnización de
perjuicios. Y obviamente pueden pedir la resolución, también sin
indemnización de perjuicios. Ese es el verdadero y único sentido del
artículo 1609”123.
Ahora, bien podría pensarse que con esta interpretación del artículo 1609 Código
Civil se estaría desnaturalizando lo preceptuado por el artículo 1546 ibídem, que en
principio sólo establece la acción alternativa de cumplimiento o resolución, en ambos
casos con indemnización de perjuicios, a la parte cumplida. A esta objeción, la propia
Corte responde en el fallo citado:
“Es importante hacer una interpretación del artículo citado (art.1546), por
cuanto a primera vista esa norma parece consagrar acciones alternativas
de resolución o ejecución exclusivamente para el contratante que ha
cumplido. Ciertamente la norma en comento está regulando el fenómeno
del incumplimiento del uno y del otro. Pero hay que observar es que el
artículo 1546 consagra la resolución o la ejecución del contrato “con
indemnización de perjuicios”. Cuando se trata del incumplimiento de
ambos contratantes, la norma que debe aplicarse es el artículo 1609. (…)
Como ninguno está en mora, ninguno debe perjuicios”124.
123 Jurisprudencia y Doctrina, T. XII, Nº134, Pág. 200. También puede verse el caso de Cervecería Leona S. A. Vs. DD&C de Colombia Ltda., laudo de 15 de octubre de 2008, Árbitros: Ernesto Gamboa Morales, Felipe Navia Arroyo y Antonio Pabón Santander. 124 Jurisprudencia y Doctrina, T. XII, Nº134, Pág. 201.
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Visto lo anterior, el Tribunal concluye que como consecuencia del incumplimiento
recíproco de las Partes del presente proceso, ninguna de ellas tiene derecho a
reclamar indemnización de perjuicios. Por ello, en la parte resolutiva del laudo se
negarán las pretensiones tercera y cuarta principales, y la primera, segunda y
tercera subsidiarias de la demanda principal, en lo que respecta a las condenas que
en estas pretensiones subsidiarias se solicitan, así como la pretensión primera de la
demanda de reconvención.
4. LAS PRETENSIONES SUBSIDIARIAS:
En su escrito de demanda, el apoderado de 3R solicita de manera subsidiaria que el
Tribunal declare que en el presente caso existió enriquecimiento sin causa o abuso
del derecho por parte de 3R. No obstante que al absolver el primero de los
problemas jurídicos planteados en este laudo, se concluyó que el negocio celebrado
entre las Partes es un contrato de agencia comercial, lo que daría lugar a omitir el
estudio de las pretensiones subsidiarias, el Tribunal considera conveniente
examinarlas brevemente en esta sección.
4.1. Pretensión subsidiaria de enriquecimiento sin causa:
La acción de enriquecimiento sin causa o “actio in rem verso” es una solución jurídica
extraordinaria y subsidiaria, tendiente a evitar que se perpetúe un desplazamiento
patrimonial carente de fundamento legal125. En igual sentido, KARL LARENZ afirma
que las pretensiones de enriquecimiento sin causa “persiguen compensar un
enriquecimiento patrimonial no justificado”126. Por su parte, los hermanos Mazeaud
sostienen que:
“El enriquecimiento sin causa, considerado como fuente independiente de
las obligaciones, era desconocido por los romanos, que concedían, sin
embargo, una acción de repetición o condictio en numerosos casos en que
125 Ver Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 2 de octubre de 2008, Expediente 00034, M. P. Cesar Julio Valencia Copete. También, Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de 30 de marzo de 2006, Expediente: 01968, M. P. Ramiro Saavedra Becerra. 126 LARENZ, Karl. Derecho de obligaciones, Tomo II, Editorial Revista de Derecho Privado, 1959, Pág. 514.
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estimaban que el enriquecimiento de un patrimonio a expensas de otro
carecía de causa”127.
Ahora bien, tanto la jurisprudencia como la doctrina son uniformes al señalar que los
requisitos para que exista enriquecimiento sin causa son: (i) un enriquecimiento del
demandado; (ii) el correlativo empobrecimiento del demandante; (iii) que el
enriquecimiento obtenido carezca de causa; (iv) que quien ejercita la acción de
enriquecimiento sin causa carezca de otro medio de defensa judicial; y (v) que con el
ejercicio de la acción no se pretenda evadir una norma imperativa de derecho128.
Estos requisitos exigidos por la jurisprudencia y avalados por la doctrina, permiten
inferir que en el caso concreto la acción de enriquecimiento sin causa no estaría
llamada a prosperar, en virtud de lo siguiente: (i) el enriquecimiento de Parra Arango,
cualquiera que haya sido, tiene una justa causa, esta es, el Contrato; (ii) el
menoscabo patrimonial de 3R, cualquiera que haya sido, no es correlativo al
enriquecimiento de PARRA ARANGO. Ciertamente no hubo desplazamiento
patrimonial. La inversión y los gastos en los debió incurrir la Convocante también
tiene origen en el negocio celebrado con Parra Arango, específicamente en las
responsabilidades que debía asumir por razón de la independencia económica,
financiera y administrativa de la que gozaba como agente (artículo 1323 del C. de
Co.) ; y (iii) por tratarse claramente de una controversia de estirpe contractual, deben
ejercitarse las acciones que para este tipo de disputas consagra el ordenamiento, es
decir, la acción resolutoria –en este caso de terminación- o ejecutiva (art. 1546 del C.
C.).
4.2. Pretensión subsidiaria de abuso del derecho:
Al tenor del artículo 830 del C. Co. “el que abuse de sus derechos está obligado a
indemnizar perjuicios”. Según expone ERNESTO RENGIFO, inicialmente la teoría
del abuso del derecho era de carácter restrictivo, “en el sentido de que únicamente
127 MAZEAUD, Henry, León y Jean. Lecciones de derecho civil, Parte Segunda, Volumen II, Ediciones Jurídicas Europa América, 1960. Pág. 490. 128 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 7 de junio de 2002, Expediente 7360, M. P. Silvio Fernando Trejos Bueno; sentencia de 28 de agosto de 2001, Expediente 6673. También, PÉREZ, Álvaro. Teoría General de las obligaciones, Tomo I, Universidad Nacional de Colombia, 1957, Pág. 331; MAZEAUD, Henry, León y Jean. Óp. Cit., Pág. 491; y Buitrago, Diego. Acción de enriquecimiento cambiario, Revista de Derecho Privado, Universidad de Los Andes, N°21, 1998, Págs. 273 y 274.
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se abusaba del derecho en cuanto existiera en su titular la intención de dañar”129. Sin
embargo, hoy se acepta que el abuso del derecho pueda causarse también a título
de culpa. En relación con esta teoría la Corte Suprema de Justicia ha sostenido:
“(…) tratándose de la autonomía de la voluntad privada y el conjunto de
facultades que se condensan en la de celebrar determinado negocio
jurídico o dejarlo de hacer, en la de elegir como realizarlo y en la de
estipular las cláusulas llamadas a regular la relación así creada, pueden
darse conductas abusivas en cuanto ocasionen agravio a intereses
legítimos no amparados por una prerrogativa específica distinta dan lugar
a que el damnificado, aún encontrándose vinculado por el negocio o por la
fuerza precisamente de las consecuencias que para él acarrea la eficacia
de este último, pueda exigir la correspondiente indemnización”130.
Ahora bien, por tratarse de una forma más de responsabilidad, el abuso del derecho
está sujeto a los lineamientos generales que gobiernan la institución de la
responsabilidad civil. En ese sentido, la sola demostración del abuso del derecho no
acarrea per se la compensación demandada, por cuanto es necesario acreditar el
conjunto de elementos de la responsabilidad. En palabras de la Corte Suprema de
Justicia:
“(…) como la responsabilidad civil por abuso de derechos subjetivos,
generalmente en nada se separa de los lineamientos principales de la
culpa aquiliana, o de la contractual, en su caso, síguese que al
demandante no le basta acreditar la existencia de ese abuso con la
calidad de culposo, sino que es menester que demuestre el daño que
haya padecido y la relación de causalidad entre éste y la culpa alegada. El
abuso del derecho, pues como especie de la responsabilidad civil, solo
puede ser fuente de indemnización cuando se pruebe que existen los tres
elementos clásicos de ella: culpa, daño y relación de causa o efecto entre
aquella y éste"”131.
129 RENGIFO, Ernesto. Del abuso del derecho al abuso de la posición dominante, Externado de Colombia, 2ed., 2004, Pág. 47. 130 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 19 de octubre de 1994, en gaceta CCXXXI, M. P. Carlos Esteban Jaramillo, Pág.709.
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Ahora bien, en el presente caso el Tribunal no observa la existencia de un abuso del
derecho por parte de PARRA ARANGO, sino una serie de incumplimientos
recíprocos, derivados de la extrema negligencia con que las Partes atendieron el
negocio que las vinculaba.
Además, no puede perderse de vista que al examinar los elementos de la
responsabilidad, bien fuera desde la óptica contractual o desde la teoría del abuso
del derecho, el Tribunal habría arribado de todas maneras a la conclusión de que
ninguna de las partes estaba legitimada para reclamar perjuicios, en virtud de sus
recíprocos incumplimientos. A todas luces el hecho de que la pretensión resarcitoria
se encamine por la vía del abuso del derecho no impide estudio de los
incumplimientos imputables a quien alega tal situación. Lo contrario equivaldría a
aceptar la Convocante pudiera escapar a los efectos adversos derivados de sus
propios incumplimientos, enfilando sus pretensiones indemnizatorias por la vía del
abuso del derecho.
5. LA OBJECIÓN AL DICTAMEN PERICIAL FORMULADA POR LA
CONVOCANTE:
De conformidad con lo dispuesto en el numeral 6 del artículo 238 del Código de
Procedimiento Civil “la objeción se decidirá en la sentencia (…)”, razón por la cual el
Tribunal procede a pronunciarse en esta oportunidad sobre la censura formulada por
la parte Convocante, frente al dictamen pericial elaborado por la contadora Ana
Matilde Cepeda.
5.1. Los términos de la objeción:
El apoderado de la Convocante formuló objeción por error grave frente al dictamen
pericial, en escrito radicado el 8 de octubre de 2009132, en el que además solicitó la
ampliación y complementación al dictamen pericial.
Posteriormente, una vez presentadas por la perito las aclaraciones y
complementaciones solicitadas por las Partes y decretadas por el Tribunal, el
131 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 8 de junio de 1999, Expediente 5157, M. P. Nicolás Bechara Simancas. 132 Cuaderno Principal, folio 240
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apoderado de 3R reiteró la objeción formulada frente al dictamen en los siguientes
términos133:
a) “Existe error grave al estimar que no se cuenta con soportes pertinentes, pues
la prueba, en los términos precisos en que se solicitó y decretó, no tiene como
soporte el ingreso real sino el potencial, según la inversión que en los hechos
de la demanda se relacionan y se plasman, así como en los documentos con
la misma allegados, como facturas, contratos de construcción, planos,
licencias de urbanismos (sic), avalúo de los bienes involucrados en el
establecimiento comercial que, entre otras cosas, le fueron puestos en
conocimiento a la perito en su viaje a Barranquilla, etc.
b) “Existe, igualmente, error grave en la cuantificación dada al punto primero,
dado que la prueba, según lo pedido, no es para que se presente un análisis
contable ni de la renta realmente obtenida, que para ello hubiese bastado un
balance, sino para la rentabilidad potencial, basada en todo lo que constituye
el establecimiento comercial de Inversiones 3R Ltda. , y establecimientos
similares y, en general en los hechos que en la demanda se plasman y en las
pruebas con la misma allegadas y además obrantes en el expediente.
c) “La perito con una total desubicación sobre lo que se le solicita en calidad de
experticio, en general, tanto en el inicial dictamen como en su
complementación, se limita a manifestar que no cuenta con elementos
contables para rendir la pericia e insiste en que queda a disposición del H,
Tribunal para la valoración que se le requiera, no obstante basarse el mismo,
según se pidió al formular la prueba y tal dispuso el H. Tribunal, debía basarse
en lo que constituye el establecimiento comercial de la convocante y lo que
con mediana inteligencia pudo producir.”
5.2. Consideraciones sobre de la objeción planteada:
Es pertinente señalar que la Convocante desistió de la prueba solicitada para
demostrar su objeción, como quiera que se abstuvo de consignar la suma fijada por
concepto de gastos para elaborar un segundo dictamen pericial, determinada
mediante auto de fecha 30 de Noviembre de 2009.
133 Cuaderno Principal. Folio 249
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En efecto, en relación con la objeción del dictamen pericial, el numeral 5° del artículo
238 del C. P. C., dispone lo siguiente:
“Artículo 238.- Para la contradicción de la pericia se procederá así:
5. En el escrito de objeción se precisará el error y se pedirán las pruebas
para demostrarlo. De aquél se dará traslado a las demás partes en la
forma indicada en el artículo 108, por tres días, dentro de los cuales
podrán estas pedir pruebas. El juez decretará las que considere
necesarias para resolver sobre la existencia del error, y concederá el
término de diez días para practicarlas”.
En ese sentido, habida cuenta de que se solicitó un nuevo dictamen pericial, como
prueba de la objeción, a lo cual accedió el Tribunal, resulta imperioso acudir al
numeral 6° del artículo 236, que a la letra indica:
“Artículo 236.- Para la petición, decreto de la prueba y la posesión de los
peritos, se observarán las siguientes reglas:
6. Si dentro del término señalado no se consignare la suma fijada, se
considerará que quien pidió la prueba desiste de ella, a menos que la otra
parte provea lo necesario (…)”.
Así las cosas, la consecuencia por la no cancelación de las sumas por concepto de
gastos y honorarios periciales decretados por el Tribunal, no es otra distinta que la
del desistimiento del peritaje solicitado como prueba de la objeción.
No obstante lo anterior, el Tribunal estima del caso referirse a los motivos en que se
funda la objeción propuesta. Para ello, en primer término, debe precisarse el alcance
que ha atribuido la jurisprudencia a la expresión “error grave”, en orden a establecer
cuándo un yerro de tal naturaleza puede conducir a despojar de todo valor probatorio
a un dictamen glosado por ese concepto.
Es así que, en auto del 8 de septiembre de 1993, con ponencia del doctor Carlos
Esteban Jaramillo Schloss, la Corte Suprema de Justicia expresó:
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“(…) si se objeta un dictamen por error grave, los correspondientes
reparos deben poner al descubierto que el peritazgo tiene bases
equivocadas de tal entidad o magnitud que imponen como consecuencia
necesaria la repetición de la diligencia con intervención de otros peritos
(…) pues lo que caracteriza desaciertos de ese linaje y permite
diferenciarlos de otros defectos imputables a un peritaje, ‘es (…) el hecho
de cambiar las cualidades propias del objeto examinado, o sus atributos,
por otras que no tiene; o tomar como objeto de observación y estudio una
cosa fundamentalmente distinta de la que es materia del dictamen, pues
apreciando equivocadamente el objeto, necesariamente serán erróneos
los conceptos que se den y falsas las conclusiones que de ellos se
deriven(…)’, de donde resulta a todas luces evidente que las tachas por
error grave a las que se refiere el numeral 1º del artículo 238 del Código
de Procedimiento Civil ‘(…) no pueden hacerse consistir en las
apreciaciones, inferencias, juicios o deducciones que los expertos saquen,
una vez considerada recta y cabalmente la cosa examinada. Cuando la
tacha por error grave se proyecta sobre el proceso intelectivo del perito,
para refutar simplemente sus razonamientos y sus conclusiones, no se
está interpretando ni aplicando correctamente la norma legal y por lo
mismo es inadmisibles para el juzgador, que al considerarla entraría en
un balance o contraposición de un criterio a otro criterio, de un
razonamiento a otro razonamiento, de una tesis a otra, proceso que
inevitablemente lo llevaría prejuzgar sobre las cuestiones de fondo que ha
de examinar únicamente en la decisión definitiva(…)”
De acuerdo con lo anterior, el Tribunal estima que la perito no incurrió en error grave
al afirmar que “no fue posible de manera directa identificar, clara, completa y
fidedigna los registros o asientos contables vinculados o asociados con la
adecuación de los locales en desarrollo del denominado ‘CONTRATO PRIVADO DE
DISTRIBUCION (…)”134, o cuando reiteró que “no se dispuso de los Comprobantes
de Diario y su atadura o relación con registro o asiento contable, en un libro auxiliar,
que permitiera asegurar que esa es la información y no otra”.
134 Dictamen Pericial. Cuaderno de Pruebas número 2, folio 90.
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Como bien es sabido, las empresas comerciales se encuentran obligadas a llevar en
debida forma su contabilidad, de manera que refleje la realidad económica del
respectivo negocio, por lo cual la perito precisamente debía revisar la documentación
contable para realizar, con base en ella, los cálculos que le fueron solicitados.
En tales condiciones, al no contar con los documentos contables que en forma
fidedigna permitieran llegar a unas conclusiones concretas, la perito se abstuvo de
hacer un cálculo que según su criterio carecería de un fundamento serio,
circunstancia que, de conformidad con lo expresado por la jurisprudencia antes
transcrita, no configura un error grave que invalide la experticia.
En cualquier caso, no debe perderse de vista que el Tribunal, en ejercicio de la sana
crítica se encuentra facultado para valorar la prueba documental que obra en el
proceso y con base en ella adoptar sus propias conclusiones en relación con la
materia sometida a su consideración.
De conformidad con lo expresado antes, se declarará no probada la objeción por
error grave formulada contra el dictamen pericial elaborado por Ana Matilde Cepeda.
6. LAS EXCEPCIONES PROPUESTAS POR LAS PARTES:
La parte convocada propuso como excepciones las de “cobro de lo no debido”,
“inexistencia de la obligación”, “enriquecimiento ilícito”, “prescripción” y “caducidad.”
De conformidad con lo que ha quedado expresado antes, se hace evidente que las
tres primeras excepciones no prosperan.
Ahora bien, la misma suerte corren las dos últimas, en la medida en que el
excepcionante no mencionó cuál es el derecho alegado por el demandante que
encuentra prescrito, ni cuál la acción afectada de caducidad, y el Tribunal no ha
encontrado que ellas se hayan configurado en este proceso.
7. COSTAS:
Las costas que se causaron en este proceso fueron las siguientes:
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1. La suma de $15.500.225,00 por concepto del 50% de los gastos y honorarios
del presente proceso arbitral.
2. Gastos de Pericia $3.000.000,00.
3. Honorarios de Perito $4.000.000,00.
Para un total de $ 22.500.225,00
Sobre la base de las anteriores cifras y habida cuenta de haber prosperado
parcialmente las Pretensiones de la demanda principal el Tribunal accederá a proferir
condena parcial en Costas en contra de la parte Convocada por el 50% de las
mismas o sea la suma de $11.250.112,50, adicionada en una suma por concepto de
agencias en derecho equivalente al 50% de los honorarios fijados para el árbitro
único o sea la suma de $7.455.000,00, para un gran total de dieciocho millones
setecientos cinco mil ciento doce pesos con cincuenta centavos ($18.705.112,50).
Es pertinente anotar que no obra en el expediente constancia del pago por la parte
convocada de los honorarios fijados a la perito, según fue ordenado en providencia
del 27 de noviembre de 2009, que consta en el Acta número 16,135 por lo cual en la
parte resolutiva del laudo se ordenará expedir copia de la providencia que los fijó
para los efectos de que trata el artículo 391 del Código de Procedimiento Civil.
8. TACHA DE TESTIGOS:
En el presente caso tanto la parte Convocante como la Convocada tacharon de
sospechosos a varios testigos, por considerar que se encontraban en circunstancias
que afectaban su credibilidad o imparcialidad.
De acuerdo con el artículo 217 del C. P. C. “son sospechosas para declarar las
personas que en concepto del juez, se encuentren en circunstancias que afecten su
credibilidad o imparcialidad, en razón de parentesco, dependencias, sentimientos o
interés con relación a las partes o a sus apoderados, antecedentes personales u
otras causas”. Sobre este particular, la Corte Suprema de Justicia ha hecho la
siguiente precisión:
135 Cuaderno Principal, folio 254.
Tribunal de Arbitramento de Inversiones 3R Ltda. Vs. Parra Arango y CIA S.A.
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“(…) no es que la sospecha descalifique per-se la fuerza persuasiva que
en ellos exista. Según constante criterio de esta Corporación, "se
escucha al sospechoso-, sino que simplemente se mira con cierta
aprensión a la hora de auscultar qué tanto crédito merece. Por suerte
que bien puede ser que a pesar de la sospecha haya modo de atribuirle
credibilidad a testigo semejante, si es que, primeramente, su relato
carece de mayores objeciones dentro de un análisis crítico de la prueba,
y, después -acaso lo más prominente- halla respaldo en el conjunto
probatorio" (Cas. Civ. sent. de 19 de septiembre de 2001, exp. 6624)”136.
Por razón de lo anterior, el Tribunal ha procedido a confrontar los testimonios
tachados con los dichos de otros testigos y, de igual manera, con los demás medios
de prueba válidamente recaudados en el curso de proceso. Del análisis efectuado se
concluye que no hay lugar a despojar de todo valor a los testimonios tachados. Por
tanto, las tachas formuladas no habrán de prosperar, como quedará consignado en
la parte resolutiva de este laudo.
Con todo, se advierte que ninguna de las determinaciones adoptadas por el Tribunal
se funda de manera particular y exclusiva en los testimonios tachados de
sospechosos.
CAPITULO IV. DECISIÓN DEL TRIBUNAL
En mérito de lo expuesto, el Tribunal de Arbitraje constituido para resolver las
precisas controversias planteadas de manera recíproca (demanda y reconvención)
por la empresa INVERSIONES 3R LTDA. y PARRA ARANGO Y CÍA S. A.
administrando justicia en nombre de la República de Colombia por habilitación de las
partes y por autoridad de la ley:
RESUELVE:
Primero: Acceder a la pretensión primera de la demanda principal en el sentido
de declarar que el Contrato de Distribución de fecha 6 de octubre de 2005 celebrado
entre INVERSIONES 3 R LTDA. y PARRA ARANGO Y CÍA S. A. es un contrato de
Agencia Comercial.
136 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de 16 de agosto de 2005, M. P.
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Segundo: Declarar que de acuerdo con las consideraciones expuestas en la parte
motiva del presente Laudo dicho contrato de Agencia Comercial fue recíprocamente
incumplido por las Partes.
Tercero: Declarar que de acuerdo con las consideraciones expuestas en la parte
motiva del presente Laudo, la terminación unilateral del contrato de Agencia
Comercial propiciada por PARRA ARANGO Y CÍA S. A. mediante comunicación
escrita del 10 de diciembre de 2007, no configura una terminación sin justa causa.
Cuarto: Declarar que como consecuencia de haberse accedido a la declaración
sobre la existencia de un contrato de Agencia Comercial que finalizó por justa causa
el 10 de diciembre de 2007, INVERSIONES 3R LTDA. tiene derecho a recibir la
prestación especial establecida en el inciso 1 del Artículo 1324 del Código de
Comercio.
Quinto: Condenar a la sociedad PARRA ARANGO Y CÍA S. A. a pagar dentro de
los cinco (5) días siguientes a la ejecutoria del presente Laudo a favor de
INVERSIONES 3 R LTDA. la suma de $2.395.795,94, por concepto de la
indemnización especial establecida en el inciso primero del artículo 1324 del Código
de Comercio. La anterior suma de dinero causará intereses de mora a la máxima
tasa permitida a partir del día de su exigibilidad y hasta cuando se produzca su
recaudo efectivo.
Sexto: Como consecuencia de lo resuelto en los ordinales Segundo y Tercero de la
presente decisión, denegar las Pretensiones principales Tercera 2., Tercera 3,
Tercera 4, Tercera 5, Primera Subsidiaria, Segunda Subsidiaria y Tercera Subsidiaria
de la demanda principal.
Séptimo: Como consecuencia de lo resuelto en el ordinal Segundo de la presente
decisión denegar la Pretensión 1 de la demanda de Reconvención.
Octavo: Declarar no probado el error grave endilgado al Dictamen Pericial practicado
y en consecuencia no probada la objeción formulada, por lo cual la perito Ana Matilde
Cepeda tiene derecho a percibir los honorarios que le fueron fijados en providencia
Manuel Isidro Velázquez.
Tribunal de Arbitramento de Inversiones 3R Ltda. Vs. Parra Arango y CIA S.A.
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del 27 de noviembre de 2009, cuya copia auténtica le será entregada en esta misma
fecha, para efectos de lo dispuesto en el artículo 391 del Código de Procedimiento
Civil, en vista de que Inversiones 3R Ltda. no realizó su pago en la oportunidad
ordenada por el Tribunal.
Noveno: Por haberse accedido parcialmente a las pretensiones de la demanda
principal, condenar en costas y agencias en derecho a la parte convocada y en favor
de la parte Convocante en la suma de ($18.705.112,50) según la liquidación
incorporada en la parte motiva del presente laudo, suma que deberá ser cancelada
dentro de los cinco (5) días siguientes a la ejecutoria del presente laudo y a partir de
allí con el cómputo de intereses moratorios a la máxima tasa comercial permitida.
Como consecuencia de lo anterior denegar la pretensión 2. de la demanda de
reconvención.
Décimo: Declarar causado el saldo final de honorarios del árbitro único y de la
secretaria. El Presidente efectuará los pagos correspondientes
Undécimo: Disponer que por secretaría se expidan copias auténticas de la presente
providencia con destino a las Partes, con las constancias de ley.
Duodécimo: Disponer que una vez esté en firme esta providencia se protocolice el
expediente en una Notaría del Círculo de Bogotá, y que si fuere el caso se devuelvan
las sumas de dinero sobrantes por concepto de gastos, una vez deducidos los que
se hayan hecho dentro del proceso. Se previene a las Partes sobre su obligación de
suministrar el monto que llegare a faltar en la proporción establecida en la parte
motiva del laudo, de no ser suficiente la suma consignada para esa protocolización.
Notificado en estrados,
ERNESTO GAMBOA MORALES
Árbitro Presidente
ANNE MARIE MÜRLE ROJAS
Secretaria