Trino

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El Proyecto T rino en Segovia Recursos ornitológicos en las comarcas de AIDESCOM, Honorse-Tierra de Pinares y Segovia Sur HONORSE TIERRADE PINARES FONDO EUROPEO AGRÍCOLA DE DESARROLLO RURAL: EUROPA INVIERTE EN LAS ZONAS RURALES

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El Proyecto Trinoen SegoviaRecursos ornitológicos en lascomarcas de AIDESCOM,Honorse-Tierra de Pinaresy Segovia Sur

HONORSETIERRA DE PINARES

FONDO EUROPEOAGRÍCOLA DE

DESARROLLO RURAL:EUROPA INVIERTE ENLAS ZONAS RURALES

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Alcaudón dorsirrojo

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manda, generando nuevas expectativas de futuro en nues-tras comarcas rurales.

Paralelamente hay que ser conscientes que excep-tuando los meses de verano y la Semana Santa y puentes, la demanda de turismo rural es insuficiente. Por lo tanto es ne-cesario conseguir atraer a un turismo en invierno y primavera donde la demanda de turismo de interior no es fuerte. Igual-mente hay que reconocer que el turismo rural es un producto que ha alcanzado su maduración, y sólo la creación de nuevos productos permitirá generar nuevas expectativas.

A todo lo anterior hay que sumar que TRINO, como proyecto de cooperación interterritorial llevado a cabo por GALs en el marco de LEADER+ y PRODERCAL ha genera-do expectativas de desarrollo no sólo en nuestra región, sino también en otras zonas de España.

Consecuentemente ha sido necesario volver a acti-var en el ámbito de LEADERCAL un proyecto de coope-ración interterritorial de carácter autonómico que apoye a los Grupos de Acción Local (GAL) a desarrollar acciones de dinamización de los sectores implicados en el ámbito del turismo ornitológico, y continúe el trabajo realizado en el marco anterior y ponga en marcha una configuración de oferta para este segmento turístico en los nuevos territorios que a este proyecto se incorporen; siendo esta oferta resul-tante del consenso colectivos implicados: Agricultores y Ga-naderos, Entidades Conservacionistas y Medioambientales, Asociaciones de Empresarios de Turismo Rural y Hostele-

Esta publicación surge del interés común de los gru-pos de acción local de la provincia de Segovia participantes en el proyecto de cooperación regional “Turismo Rural de IN-terior y Ornitología” (TRINO+), AIDESCOM, HONOR-SE- TIERRA DE PINARES y SEGOVIA SUR, en la puesta en valor de los recursos ornitológicos de estas comarcas se-govianas, fomentando su conocimiento y conservación por parte, tanto de los visitantes, como de la población local. Al mismo tiempo que se pretende diversificar la oferta turística de estas comarcas desarrollando una nueva actividad de turis-mo: el turismo ornitológico y de naturaleza. Además, debe-mos conseguir que los establecimientos de turismo rural de nuestros territorios brinden una oferta adecuada al turismo ornitológico y de naturaleza, con un criterio de sostenibili-dad, comprometiéndose a salvaguardar unas buenas prácticas ambientales.

Castilla y León es la Comunidad Autónoma de Espa-ña y región de Europa que más superficie aporta a la red eco-lógica de la Unión Europea denominada como la RED Natura 2000, a través de las Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPAs); suponiendo ésta el 19% de la superficie regional y el 18,5% de toda la superficie Natura 2000 de España.

Si a lo anterior sumamos que existe un interés cre-ciente en este segmento turístico es por lo que se considera que se deben de articular medidas que permitan no sólo la conservación de estas especies de avifauna protegida, sino también la configuración de una oferta adecuada a la de-

El proyecto TRINO

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El proyecto TRINO

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ZEPA

LIC

Mapa de la Red Natura 2000en Castilla y León

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ral de nuestra región; actualmente se puede aseverar que es necesario promover este tipo de turismo entre la población española en general, siendo conscientes de la diferencia de poderes adquisitivos.

El proyecto Trino+ tiene como objetivo la valoriza-ción del recurso ornitológico como recurso natural y recurso turístico, potenciando su conservación y generación de nueva actividad económica a nivel de cada territorio y en el conjunto de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.

ría, Ayuntamientos y Entidades Locales y Administraciones Competentes.

TRINO ha supuesto la generación de una marca que se identifica con el producto “Turismo Ornitológico en Cas-tilla y León” y, además, ha permitido descubrir los distintos tipos de clientes, según su origen geográfico. Por una parte TRINO nació para conjugar la buena infraestructura ae-roportuaria y las buenas conexiones de Castilla y León con grandes capitales europeas con la buena oferta de turismo ru-

El proyecto TRINO

Buitre negro volando sobre Campo Azálvaro

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Informacíónbásica

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Amanecer en la laguna de Navalayegua (Cantalejo).

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L. de las Eras

L. de la Iglesia

Balsa Larga

L. de laMagdalena

L. de Pero Rubio

Embalse del Carrascal

Embalse deRebenga

Acued

ucto

Embalse del Pontón

de

SanMedel

dePolendos

Río

Malucas

Bodón dela Ibienza

L. TencaL. del Carrizal

L. Lucia

L. Muña

L. de Navalhornos

L. Navalallegua

Arr

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de

las RibillasAº

Cerquilla

Embalse delas Vencías

Embalse deBurgomillodo

Embalse deLinares del Arroyo

Arroyo

deBalisa

Arroyode

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Cercos

de

LosC

aces

Río

Zorita

Río

Milanillos

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Río Sacramenia

Río

Botijas

Río

de la

Hoz

Río

Ada

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Eresma

Eresma

Río

Voltoya

Río

Pirón

Pirón

Río

Río

Río

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Río

Cega

Cega

Río

Duratón

Río

Riaza

Río

Aguisejo

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Río

Duratón

Milanillos

Frío

Río

Moros

San

Juan

Caslilla

RíoVoltoya

Cuéllar

Sepúlveda

Fuentepelayo

Aguilafuente

Cantalejo

Turégano

Pradena

Nava de la Asunción

Coca

Trescasas

Palazuelos

San Ildefonso

La Lastrilla

Carboneroel Mayor

Navalmanzano

Villacastín

El Espinar

San Rafael

Riaza

AyllónTorregutiérrez

Tolocirio

Montejo de

Arévalo

Martín Muñozde la Dehesa

Montuenga

Codorniz

San Cristóbalde la Vega

Rapariegos

Donhierro

Santiuste deS. Juan Bautista

Bernuy de Coca

Villagonzalode Coca

Fuente deSanta Cruz

Ciruelos de Coca

Villeguillo

Navas de Oro

Fuente el Olmode Íscar

Villaverdede Íscar

Samboal

Narros deCuéllar

Gomezserracín

Chatún

Campo de Cuéllar

Arroyo de Cuéllar

Chañe

Fresneda de Cuéllar

Remondo

Mata de Cuéllar

Vallelado

San Cristóbalde Cuéllar

Fuentes de Cuéllar

Lovingos

Dehesa

Dehesa Mayor

Escarabajosade Cuellar

Frumales

Moraleja de Cuéllar

Olombrada

Perosillo

Adrados

Hontalbilla

Cozuelos deFuentidueña

Vegafría

Membibrede la Hoz

Aldeasoña

Fuentesauco deFuentidueña

Fuentepiñel

Fuente el Olmode FuentidueñaTorrecilla

del Pinar

Laguna deContreras

Vivar deFuentidueña

Calabazas deFuentidueña

Pecharromán

Fuentidueña

Valles deFuentidueña

Tejares

Fuentesoto

Valltiendas

Sacramenia

Cuevas deProvanco

San José

Torreadrada

Castro de Fuentidueña

San Miguel de Bernuy

Cobos de Fuentidueña Castrojimeno

Carrascal del Río

NavalillaBurgomillodo

Valle de Tabladillo

Hinojosas Aldehuela

Aldeanueva dela Serrezuela

Navares delas Cuevas

Navares deEnmedio

Navaresde Ayuso

Encinas

Aldeonte

BarbollaEl Olmillo

Covachuelas

Urueñas

Castroserracín

Castrillode Sepúlveda

Villaseca

Zarzuela del PinarVillar de Sobrepeña

Fuenterrebollo

Cabezuela

Sauquillode Cabezas

Escalona del Prado

Veganzones

Muñoveros

Pueblade Pedraza

San Pedro de Gaillos

Rebollar

Valdesimonte

Aldeonsancho

SebúlcorConsuegra La Nava

Torrecilla

Villafranca

Aldealcorvo

El Olmo

Boceguillas

Turrubuelo

Castillejode Mesleón

Soto deSepúlveda

Duratón

Fresneda deSepúlveda

Duruelo

Sotillo

Santa Martadel Cerro

Perorrubio

Valdesaz

Castrosernade Abajo

Castrosernade Arriba

TejadillaVentosilla

Valleruela deSepúlvedaLa MatillaRebollo

Valleruelade Pedraza

El Arenal Casla Sigueruelo

Siguero

Rosuero

Villarejo

Mansilla Cerezo de Abajo

Cerezode Arriba

Arcones

MatamalaMatabuena

Huerta

Colladillo

Rades de abajo

SanchopedroRevilla

OrejanillaLa Velilla

Gallegos

MartíncanoCeguilla

Galíndez

Pedraza

Arahuetes

Requijada

La Mata

ChavidaValle de

San PedroTorre Val de

San Pedro

La Salceda Navafría

Collado hermoso

Pelayosdel Arroyo

Aldeasaz

La Cuesta

Cubillo

El Guijar

Arevalillode Cega

Pajares

Sotosalbos

Santo Domingode Pirón

Tenzuela

Berrocal

Carrascal

Caballar

Basardilla

Brieva

Adradade Pirón

Losanade Pirón

Torreiglesias

Otones deBenjumea

Villovela de Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

PinillosdePolendos

Cabañas dePolendos

Mata de Quintanar

La Higuera

Espirdo

TorrecaballerosTizneros

San Cristobal

Revenga

Hontoria

Riofrío

Navas deRiofrío

La Losa

Ortigosadel Monte

Torredondo

Zamarramala

Bernuy dePorreros

Fuentemilanos

Abades

Juarros deRiomoros

Martín Miguel

Marazoleja

Garcillán

Valverde delMajano

Hontanaresde Eresma

Valseca

Los Huertos

Anaya

Carbonerode AHusín Roda de

Eresma

Encinillas

Añe

Yanguasde Eresma

San Pedro

Cantimpalos

Tabanerala Luenga

Escarabajoade Cabezas

Pinilla -Ambroz

Armuña

MiguelIbañez

Miguelañez

Bernardos

Mozoncillo

Pinarnegrillo

Aldea Real

Mudrián

San Martín

Pinarejos

Sanchonuño

Moralejade Coca

Aldeanuevadel Codonal

Domingo García

Ortigosade Pestaño

Santa María laReal de Nieva

Pascuales

Tabladillo

Aragoneses

Paradinas

Balisa

OchandoMelque de Cercos

Nieva

Aldehuela del Codonal

Juarrosde Voltoya

Hoyuelos

Martín Muñozde las Posadas

Santovenia

LagunaRodrigo

Marazuela

SangarcíaEtreros

Cobos deSegovia

Bercial

Marugan

Muñopedro

Peromingo

Moñibas

Lastras del Pozo

Labajos

Ituero y Lama

Zarzuela del Monte

Vegas deMatute

Monterrubio

Urb. CotoSan Isidro Navas de

San Antonio

Otero deHerreros

Los Ángelesde San Rafael

Urb. Pinar JardínPradera de Navalhorno

Valsaín

Riofrío de Riaza

LaPinilla

Martín Muñozde Ayllón

Alquité

Becerril

Serracín

El Muyo

Madrigiera

Villacorta

Gradodel Pico

El NegredoSantibañezde Ayllón

Estebanvela

Francos

ValviejaRibota

Saldañade Ayllón

Gomeznarro Cincovillas

AldealázaroUrb. Prado

Pinilla

Fresno deCantespino

Corral de AyllónCascajaresCastiltierra

Sequerade Fresno

Aldeanuevadel Monte

Pajares de Fresno

Barahonade Fresno

Grajera

Fresno dela Fuente

Pajarejos

Bercimuel Riahuelas

Riaguas deSan Bartolomé

Campo deSan Pedro

Santa Maríade Riaza

Mazagatos

LanguillaAlconada

de Maderuelo

Alconadilla

Aldealenguade Santa María

Fuentemizarra

Valdevarnés

Maderuelo

CarabiasCiruelos

Pradales Moral de Hornuez

Villalvillade Montejo

Valdevacasde Montejo

Villaverdede Montejo

Honrrubiade la Cuesta

Montejo de la Vega de la Serrezuela

Jemenuño

Lastras de Cuéllar

Bellosillo

Buitrago de lozoya

Lozoya

La Cabrera

Mirafloresde la Sierra

Soto del Real

Colmerar Viejo

NavacerradaCercedilla

Guadarrama

Sanchidrián

Olmedo

Iscar

Portillo

Tudela de Duero

Cedillo dela Torre

Cilleruelo deSan Mamés

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1 Campo Azálvaro2 Encinares de los ríos Adaja y Voltoya3 Hoces del Río Duratón4 Hoces del Río Riaza5 Lagunas de Cantalejo6 Sierra de Guadarrama7 Valles del Voltoya y Zorita

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Mapa de ZEPAs en la provincia de Segovia

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• Río Cega-Tierra de Pinares-Cantalejo: con un área de 25.500 ha, destacando especialmente la importancia de las aves rapaces forestales como el milano real, milano negro, águila calzada (8-10 pp1) y culebrera europea (4-6 pp). Crían también la cigüeña blanca y la cigüeña negra.

• Río Moros: con un área de 11.500 ha. En esta zona se encuentra una de las mejores zonas de cría de la cigüeña blanca. En un pinar cría la única colonia de garza real (45 pp) de la cuenca del Duero fuera de su cauce. Es una zona importante para la reproducción de rapaces fores-tales como milano real (mínimo 20 pp), milano negro (mínimo 20 pp), águila calzada (3-5 pp) y culebrera europea (1-2 pp). Además es zona de alimentación de buitre negro, buitre leonado y alimoche. También existe una pareja de cigüeña negra.

• Umbría de Guadarrama: con un área de 54.500 ha. Es un área de importancia para la nidificación de rapaces como son el águila imperial ibérica y el buitre negro. También destaca el milano real, el águila real (1-2 pp) y el águila calzada. En Riofrío también hay un dormidero de buitre leonado y cría la cigüeña blanca.

1pp: parejas nidificantes

La protección de las aves en Segovia

La provincia de Segovia, la más pequeña de Castilla y León, tiene una superficie de 679.600 ha. A pesar de su re-ducido tamaño, cuenta con la presencia de bastantes de las aves presentes en el Anxo I de la Directiva Hábitat. Entre ellas destacan el águila imperial europea, el buitre negro, el buitre leonado, la alondra de Dupont y la avutarda. Además también existen poblaciones importantes de águila real, aguilucho la-gunero, aguilucho pálido, cigüeña negra y alimoche.

En cuanto a la protección de la avifauna, en la pro-vincia tenemos siete Zonas de Especial protección para la aves (ZEPAs) que representan el 22,54% del territorio de la provincia, y 15 Lugares de Interés Comunitarios (LICs), que suponen el 23,54 % del mismo. Estas cifras la sitúan como la tercera provincia con mayor porcentaje de su superficie pro-tegida dentro de la RED NATURA 2000, tan sólo por detrás de Ávila y de León.

Dos de estas ZEPAs, las Hoces del río Duratón y las Hoces del río Riaza, están declaradas Parque Natural y forman parte de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León. Am-bos espacios son especialmente importantes por la riqueza y variedad de su avifauna y son un importante destino ornito-lógico consolidado.

Respecto a las Áreas de Importancia para las Aves (Important Bird Areas, IBAs) , en Segovia hay seis, de las cua-les tres se encuentran en nuestra zona de estudio. Estos son:

Información básica

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L. de las Eras

L. de la Iglesia

Balsa Larga

L. de laMagdalena

L. de Pero Rubio

Embalse del Carrascal

Embalse deRebenga

Acued

ucto

Embalse del Pontón

de

SanMedel

dePolendos

Río

Malucas

Bodón dela Ibienza L. Muña

L. de Navalhornos

L. Navalallegua

Arr

oyo

de

las RibillasAº

Cerquilla

Embalse delas Vencías

Embalse deBurgomillodo

Embalse deLinares del Arroyo

Arroyo

deBalisa

Arroyode

Los

Cercos

de

LosC

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Río

Zorita

Río

Milanillos

Río

Peces

Río Sacramenia

Río

Botijas

Río

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Hoz

Río

Ada

ja

Río

Eresma

Eresma

Río

Voltoya

Río

Pirón

Pirón

Río

Río

Río

Río

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Cega

Cega

Río

Duratón

Río

Riaza

Río

Aguisejo

Río

Río

Río

Duratón

Milanillos

Frío

Río

Moros

San

Juan

Caslilla

RíoVoltoya

Cuéllar

Sepúlveda

Fuentepelayo Aguilafuente

Cantalejo

Turégano

Pradena

Nava de la Asunción

Coca

Trescasas

Palazuelos

Segovia

San Ildefonso

La Lastrilla

Carboneroel Mayor

Navalmanzano

Villacastín

El Espinar

San Rafael

Riaza

AyllónTorregutiérrez

Tolocirio

Montejo de

Arévalo

Martín Muñozde la Dehesa

Montuenga

Codorniz

San Cristóbalde la Vega

Rapariegos

Donhierro

Santiuste deS. Juan Bautista

Bernuy de Coca

Villagonzalode Coca

Fuente deSanta Cruz

Ciruelos de Coca

Villeguillo

Navas de Oro

Fuente el Olmode Íscar

Villaverdede Íscar

Samboal

Narros deCuéllar

Gomezserracín

Chatún

Campo de Cuéllar

Arroyo de Cuéllar

Chañe

Fresneda de Cuéllar

Remondo

Mata de Cuéllar

Vallelado

San Cristóbalde Cuéllar

Fuentes de Cuéllar

Lovingos

Dehesa

Dehesa Mayor

Escarabajosade Cuellar

Frumales

Moraleja de Cuéllar

Olombrada

Perosillo

Adrados

Hontalbilla

Cozuelos deFuentidueña

Vegafría

Membibrede la Hoz

Aldeasoña

Fuentesauco deFuentidueña

Fuentepiñel

Fuente el Olmode FuentidueñaTorrecilla

del Pinar

Laguna deContreras

Vivar deFuentidueña

Calabazas deFuentidueña

Pecharromán

Fuentidueña

Valles deFuentidueña

Tejares

Fuentesoto

Valltiendas

Sacramenia

Cuevas deProvanco

San José

Torreadrada

Castro de Fuentidueña

San Miguel de Bernuy

Cobos de Fuentidueña Castrojimeno

Carrascal del Río

NavalillaBurgomillodo

Valle de Tabladillo

Hinojosas Aldehuela

Aldeanueva dela Serrezuela

Navares delas Cuevas

Navares deEnmedio

Navaresde Ayuso

Encinas

Aldeonte

BarbollaEl Olmillo

Covachuelas

Urueñas

Castroserracín

Castrillode Sepúlveda

Villaseca

Zarzuela del PinarVillar de Sobrepeña

Fuenterrebollo

Cabezuela

Sauquillode Cabezas

Escalona del Prado

Veganzones

Muñoveros

Pueblade Pedraza

San Pedro de Gaillos

Rebollar

Valdesimonte

Aldeonsancho

SebúlcorConsuegra La Nava

Torrecilla

Villafranca

Aldealcorvo

El Olmo

Boceguillas

Turrubuelo

Castillejode Mesleón

Soto deSepúlveda

Duratón

Fresneda deSepúlveda

Duruelo

Sotillo

Santa Martadel Cerro

Perorrubio

Valdesaz

Castrosernade Abajo

Castrosernade Arriba

TejadillaVentosilla

Valleruela deSepúlvedaLa MatillaRebollo

Valleruelade Pedraza

El Arenal Casla Sigueruelo

Siguero

Rosuero

Villarejo

Mansilla Cerezo de Abajo

Cerezode Arriba

Arcones

MatamalaMatabuena

Huerta

Colladillo

Rades de abajo

SanchopedroRevilla

OrejanillaLa Velilla

Gallegos

MartíncanoCeguilla

Galíndez

Pedraza

Arahuetes

Requijada

La Mata

ChavidaValle de

San PedroTorre Val de

San Pedro

La Salceda Navafría

Collado hermoso

Pelayosdel Arroyo

Aldeasaz

La Cuesta

Cubillo

El Guijar

Arevalillode Cega

Pajares

Sotosalbos

Santo Domingode Pirón

Tenzuela

Berrocal

Carrascal

Caballar

Basardilla

Brieva

Adradade Pirón

Losanade Pirón

Torreiglesias

Otones deBenjumea

Villovela de Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

PinillosdePolendos

Cabañas dePolendos

Mata de Quintanar

La Higuera

Espirdo

TorrecaballerosTizneros

San Cristobal

Revenga

Hontoria

Riofrío

Navas deRiofrío

La Losa

Ortigosadel Monte

Torredondo

Zamarramala

Bernuy dePorreros

Fuentemilanos

Abades

Juarros deRiomoros

Martín Miguel

Marazoleja

Garcillán

Valverde delMajano

Hontanaresde Eresma

Valseca

Los Huertos

Anaya

Carbonerode AHusín Roda de

Eresma

Encinillas

Añe

Yanguasde Eresma

San Pedro

Cantimpalos

Tabanerala Luenga

Escarabajoade Cabezas

Pinilla -Ambroz

Armuña

MiguelIbañez

Miguelañez

Bernardos

Mozoncillo

Pinarnegrillo

Aldea Real

Mudrián

San Martín

Pinarejos

Sanchonuño

Moralejade Coca

Aldeanuevadel Codonal

Domingo García

Ortigosade Pestaño

Santa María laReal de Nieva

Pascuales

Tabladillo

Aragoneses

Paradinas

Balisa

OchandoMelque de Cercos

Nieva

Aldehuela del Codonal

Juarrosde Voltoya

Hoyuelos

Martín Muñozde las Posadas

Santovenia

LagunaRodrigo

Marazuela

SangarcíaEtreros

Cobos deSegovia

Bercial

Marugan

Muñopedro

Peromingo

Moñibas

Lastras del Pozo

Labajos

Ituero y Lama

Zarzuela del Monte

Vegas deMatute

Monterrubio

Urb. CotoSan Isidro Navas de

San Antonio

Otero deHerreros

Los Ángelesde San Rafael

Urb. Pinar JardínPradera de Navalhorno

Valsaín

Riofrío de Riaza

LaPinilla

Martín Muñozde Ayllón

Alquité

Becerril

Serracín

El Muyo

Madrigiera

Villacorta

Gradodel Pico

El NegredoSantibañezde Ayllón

Estebanvela

Francos

ValviejaRibota

Saldañade Ayllón

Gomeznarro Cincovillas

AldealázaroUrb. Prado

Pinilla

Fresno deCantespino

Corral de AyllónCascajaresCastiltierra

Sequerade Fresno

Aldeanuevadel Monte

Pajares de Fresno

Barahonade Fresno

Grajera

Fresno dela Fuente

Pajarejos

Bercimuel Riahuelas

Riaguas deSan Bartolomé

Campo deSan Pedro

Santa Maríade Riaza

Mazagatos

LanguillaAlconada

de Maderuelo

Alconadilla

Aldealenguade Santa María

Fuentemizarra

Valdevarnés

Maderuelo

CarabiasCiruelos

Pradales Moral de Hornuez

Villalvillade Montejo

Valdevacasde Montejo

Villaverdede Montejo

Honrrubiade la Cuesta

Montejo de la Vega de la Serrezuela

Jemenuño

Lastras de Cuéllar

Bellosillo

Buitrago de lozoya

Lozoya

La Cabrera

Mirafloresde la Sierra

Soto del Real

Colmerar Viejo

NavacerradaCercedilla

Guadarrama

Sanchidrián

Olmedo

Iscar

Portillo

Tudela de Duero

Cedillo dela Torre

Cilleruelo deSan Mamés

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L. TencaL. del Carrizal

L. Lucia

1 Cueva de los Murciélagos2 Hoces del Duratón3 Hoces del Riaza4 Lagunas de Cantalejo

6 Lagunas de Sta. María la Real de Nieva5 Lagunas de Coca-Olmedo

8 Riberas del Río Duratón7 Riberas del Río Cega

9 Sabinares de Somosierra10 Sierra de Ayllón11 Sierra de Guadarrama12 Sierra de Pradales13 Valles del Voltoya y Zorita

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Mapa de LICs en la provincia de Segovia

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Información básica

Delimitación del marco geográfico

El ámbito geográfico de este trabajo coincide con la zona de actuación de los tres grupos de acción local de la provincia que forman parte del proyecto TRINO. Estos son Honorse-Tierra de Pinares, AIDESCOM y Segovia Sur.

La comarca de actuación de Honorse-Tierra de Pi-nares ocupa el norte y noroeste de la provincia, en el límite con las provincias de Burgos y Valladolid. En total tiene una extensión de 1.703 km2 con 72 núcleos de población reparti-dos entre 49 municipios. Desde el punto de vista paisajístico y natural abarca gran parte del territorio de la llamada Tierra de Pinares segoviana y buena parte de los páramos del norte de la provincia.

La comarca de AIDESCOM, la Campiña segoviana, se sitúa en el centro-oeste de la provincia, colindando con Va-lladolid y Ávila. Tiene una extensión de 1.600 km2 y compren-de un total de 51 municipios. Engloba una gran variedad de paisajes, dominando el llano cerealista, la campiña y una parte importante de la Tierra de Pinares segoviana.

La comarca de Segovia Sur aglutina los municipios si-tuados en la Sierra de Guadarrama y en su piedemonte. Cons-ta de 50 municipios distribuidos entre 80 núcleos de pobla-ción con una extensión total de 1.594,80 km2.

Teniendo en cuenta la extensión de la provincia, que-daría incluido dentro de la zona de estudio el 72,11% de su territorio.

Áreas naturales de la provincia de Segovia

A pesar de ser la más pequeña de las provincias cas-tellano-leonesas, Segovia aglutina una importante variedad paisajística y ecológica. En los apenas 7.000 km2 que abarca, podemos encontrar ambientes que van desde la alta montaña a los páramos y la campiña. A ello contribuyen varios factores como son su situación geográfica, la complejidad de su geolo-gía, la variabilidad del clima diversificado por el efecto de la Sierra de Guadarrama y la acción humana sobre su entorno.

Esta variedad de paisajes se plasma en la gran bio-diversidad de nuestros ecosistemas, y por ende de la flora y fauna que los habitan. Reúne, por tanto, las características necesarias para tener ser un importante destino turístico orni-tológico, conjugando la calidad paisajística con la riqueza de su avifauna.

Sin embargo, esta diversidad hace más complejo su estudio ornitológico, por lo que es necesario homogeneizar estos ecosistemas tan dispares estableciendo paisajes natura-les susceptibles de ser interpretadas como una unidad. Para ello se ha analizado el territorio partiendo desde un punto de vista lo más amplio posible, para luego ir reduciendo la escala hasta llegar a las unidades del estudio.

Partiendo de este análisis se han establecido dos re-giones naturales bien diferenciadas: la zona montañosa de la Sierra de Guadarrama y la llanura castellana de la submeseta norte. La zona de transición entre ambas es a veces tan escasa,

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Balsa Larga

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L. de Pero Rubio

Embalse del Carrascal

Embalse deRebenga

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SanMedel

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Río

Malucas

Bodón dela Ibienza

L. TencaL. del Carrizal

L. Lucia

L. Muña

L. de Navalhornos

L. Navalallegua

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las RibillasAº

Cerquilla

Embalse delas Vencías

Embalse deBurgomillodo

Embalse deLinares del Arroyo

Arroyo

deBalisa

Arroyode

Los

Cercos

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Río

Milanillos

Río

Peces

Río Sacramenia

Río

Botijas

Río

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Hoz

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Cega

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Moros

San

Juan

Caslilla

RíoVoltoya

Cuéllar

Sepúlveda

FuentepelayoAguilafuente

Cantalejo

Turégano

Pradena

Nava de la Asunción

Coca

Trescasas

Palazuelos

San Ildefonso

La Lastrilla

Carboneroel Mayor

Navalmanzano

Villacastín

El EspinarSan Rafael

Riaza

AyllónTorregutierrez

Tolocirio

Montejo de

Arévalo

Martín Muñozde la Dehesa

Montuenga

Codorniz

San Cristóbalde la Vega

Rapariegos

Donhierro

Santiuste deS. Juan Bautista

Bernuy de Coca

Villagonzalode Coca

Fuente deSanta Cruz

Ciruelos de Coca

Villeguillo

Navas de Oro

Fuente el Olmode Iscar

Villaverdede Iscar

Samboal

Narros deCuéllar

Gomezserracín

Chatún

Campo de Cuéllar

Arroyo de CuéllarChañe

Fresneda de Cuéllar

Remondo

Mata de Cuéllar

Vallelado

San Critóbalde Cuéllar

Fuentes de Cuéllar

Lovingos

Dehesa

Dehesa Mayor

Escarabajosade Cuéllar

Frumales

Moraleja de Cuéllar

Olombrada

Perosillo

Adrados

Hontalbilla

Cozuelos deFuentidueña

Vegafría

Membibrede la Hoz

Aldeasoña

Fuentesauco deFuentidueña

Fuentepiñel

Fuente el Olmode FuentidueñaTorrecilla

del Pinar

Laguna deContreras

Vivar deFuentidueña

Calabazas deFuentidueña

Pecharromán

Fuentidueña

Valles deFuentidueña

Tejares

Fuentesoto

Valltiendas

Sacramenia

Cuevas deProvanco

San José

Torreadrada

Castro de Fuentidueña

San Miguel de Bernuy

Cobos de Fuentidueña Castrojimeno

Carrascal del Río

NavalillaBurgomillodo

Valle de Tabladillo

Hinojosas Aldehuela

Aldeanueva dela Serrezuela

Navares delas Cuevas

Navares deEnmedio

Navaresde Ayuso

Encinas

Aldeonte

BarbollaEl Olmillo

Covachuelas

Urueñas

Castroserracín

Castrillode Sepúlveda

Villaseca

Zarzuela del PinarVillar de Sobrepeña

Fuenterrebollo

Cabezuela

Sauquillode Cabezas

Escalona del Prado

Veganzones

Muñoveros

Pueblade Pedraza

San Pedro de Gaillos

Rebollar

Valdesimonte

Aldeonsancho

SebúlcorConsuegra La Nava

Torrecilla

Villafranca

Aldealcorvo

El Olmo

Boceguillas

Turrubuelo

Castillejode Mesleón

Soto deSepúlveda

Duratón

Fresneda deSepúlveda

Duruelo

Sotillo

Santa Martadel Cerro

Perorrubio

Valdesaz

Castrosernade Abajo

Castrosernade Arriba

TejadillaVentosilla

Valleruela deSepúlvedaLa MatillaRebollo

Valleruelade Pedraza

El Arenal Casla Sigueruelo

Siguero

RosueroVillarejo

Mansilla Cerezo de Abajo

Cerezode Arriba

Arcones

MatamalaMatabuena

Huerta

Colladillo

Rades de abajo

SanchopedroRevilla

OrejanillaLa Velilla

Gallegos

MartíncanoCeguilla

Galíndez

Pedraza

Arahuetes

Requijada

La Mata

ChavidaValle de

San PedroTorre Val de

San Pedro

La SalcedaNavafría

Collado hermoso

Pelayosdel Arroyo

Aldeasaz

La Cuesta

Cubillo

El Guijar

Arevalillode Cega

Pajares

Sotosalbos

Santo Domingode Pirón

Tenzuela

Berrocal

Carrascal

Caballar

Basardilla

Brieva

Adradade Pirón

Losanade Pirón

Torreiglesias

Otones deBenjumea

Villovela de Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

Pinillos dePolendos

Cabañas dePolendos

Mata de Quintanar

La Higuera

Espirdo

TorrecaballerosTizneros

San Cristóbal

Revenga

Hontoria

Riofrío

Navas deRiofrío

La Losa

Ortigosadel Monte

Torredondo

Segovia

Bernuy dePorreros

Fuentemilanos

Abades

Juarros deRiomoros

Martín Miguel

Marazoleja

Garcillán

Valverde delMajano

Hontanaresde Eresma

Valseca

Zamarramala

Los Huertos

Anaya

Carbonerode Ahusín Roda de

Eresma

Encinillas

Añe

Yanguasde Eresma

San Pedro

Cantimpalos

Tabanerala Luenga

Escarabajosade Cabezas

Pinilla -Ambroz

Armuña

MiguelIbañez

Miguelañez

Bernardos Mozoncillo

Pinarnegrillo

Aldea Real

Mudrián

San Martín

Pinarejos

Sanchonuño

Moralejade Coca

Aldeanuevadel Codonal

Domingo García

Ortigosade Pestaño

Santa María laReal de Nieva

Pascuales

Tabladillo

Aragoneses

Paradinas

Balisa

OchandoMelque de Cercos

Nieva

Aldehuela del Codonal

Juarrosde Voltoya

Hoyuelos

Martín Muñozde las Posadas

Santovenia

LagunaRodrigo

Marazuela

SangarcíaEtreros

Cobos deSegovia

Bercial

Marugan

Muñopedro

Peromingo

Moñibas

Lastras del Pozo

Labajos

Ituero y Lama

Zarzuela del Monte

Vegas deMatute

Monterrubio

Urb. CotoSan Isidro Navas de

San Antonio

Otero deHerreros

Los Ángelesde San Rafael

Urb. Pinar JardínPradera de Navalhorno

Valsaín

Riofrío de Riaza

LaPinilla

Martín Muñozde Ayllón

Alquité

Becerril

Serracín

El Muyo

Madrigiera

Villacorta

Gradodel Pico

El NegredoSantibañezde Ayllón

Estebanvela

Francos

ValviejaRibota

Saldañade Ayllón

Gomeznarro Cincovillas

AldealázaroUrb. Prado

Pinilla

Fresno deCantespino

Corral de AyllónCascajaresCastiltierra

Sequerade Fresno

Aldeanuevadel Monte

Pajares de Fresno

Barahonade Fresno

Grajera

Fresno dela Fuente

Pajarejos

Bercimuel Riahuelas

Riaguas deSan BartoloméCampo de

San PedroSanta María

de Riaza

Mazagatos

LanguillaAlconada

de Maderuelo

AlconadillaAldealengua

de Santa MaríaFuentemizarra

Valdevarnés

Maderuelo

CarabiasCiruelos

Pradales Moral de Hornuez

Villalvillade Montejo

Valdevacasde Montejo

Villaverdede Montejo

Honrrubiade la Cuesta

Montejo de la Vega de la Serrezuela

Jemenuño

Lastras de Cuéllar

Bellosillo

Buitrago de lozoya

Lozoya

La Cabrera

Mirafloresde la Sierra

Soto del Real

Colmerar Viejo

NavacerradaCercedilla

Guadarrama

Sanchidrián

Olmedo

Iscar

Portillo

Tudela de Duero

Cedillo dela Torre

Cilleruelo deSan Mamés

Segovia Sur

AIDESCOM

Honorse-Tierra de Pinares

N

S

O E

Ámbito geográfico de TRINO en Segovia

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Información básica

de un área de campos abiertos, con escasa vegetación ar-bórea, en la que destacan pequeños cerros aislados con superficies planas.

• Serrezuelas: ocupan una pequeña zona del noreste pro-vincial pero que se encuentra fuera de nuestra zona de estudio.

A estas divisiones por áreas debemos añadir una serie de hábitats con características especiales que aparecen en el territorio de forma puntual pero que afectan directamente a su avifauna. Se trata de los humedales, las riberas, los cañones y los distintos ambientes antrópicos como pueblos y jardines.

Esta propuesta de clasificación se ha basado en la co-rrelación entre la vegetación y el paisaje con propiedades si-milares y, por tanto, capaces de generar hábitats comunes para las aves de nuestra provincia. En todo caso cada una de estas unidades no es más que una simplificación de la realidad que nos permitirá dibujarlas sobre un mapa.

La variedad de hábitats que podemos encontrar es mucho más amplia. No es lo mismo un arroyo de alta montaña, que un río en su tramo final o que un roquedo calizo que uno sobre granito o gneis. Además, debemos te-ner en cuenta que la mayor parte de nuestras aves pueden utilizar distintos hábitats e incluso encontrarse en zonas de transición entre unos u otros. Esta es simplemente una forma de organizar y estructurar la diversidad ornitológica de nuestra provincia.

que la brusquedad del cambio en el paisaje es sorprendente, especialmente en el periodo estival. Pero esta división es una simplificación excesiva de la realidad provincial, por lo que requiere de un estudio más detallado. Teniendo en cuenta el paisaje y la vegetación predominante, hemos llegado a la defi-nición de seis áreas naturales.

• Cumbres y laderas montañosas de Guadarrama: en ella se incluyen las cumbres, los matorrales de montaña y los pinares de pino silvestre. También incluye los roquedos y canchales que a esta altitud tienen cierta relevancia.

• Piedemonte: a continuación, a menor altitud, tendría-mos el piedemonte, formado principalmente por enci-nares y melojares. De forma más puntual, pero también integrados en esta comarca natural, tendríamos los sabi-nares y, por supuesto, las navas y los prados de fresnos.

• Tierra de Pinares: al norte de la provincia se extiende el gran arenal de Castilla que incluye una amplia extensión de pinares de pino resinero o negral (Pinus pinaster), describiendo uno de los paisajes más singulares del cen-tro peninsular.

• El llano: ocupando la zona suroeste de la provincia se sitúan las grandes zonas de cultivo de cereal segovianas. Son zonas con un relieve suave, sin apenas vegetación, típicas de las llanuras cerealistas del interior de la comu-nidad autónoma.

• Los páramos: al norte y noreste de la provincia se extien-

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Cumbres

Laderas

Piedemonte

Campiñas/llanos

Pinares/arenales

Páramos

Serrezuela

Vegas/riberas

N

S

O E

Áreas naturales de la provincia de Segovia

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Información básica

ornitólogos, los iniciados en la observación de la aves y los que desconocen por completo nuestra avifauna y quieren asomarse a su conocimiento. Como es natural el número de personas de cada grupo es inversamente proporcional al conocimiento de la ornitología, representando los expertos una mínima parte de todos ellos. Por este motivo, en el pre-sente apartado vamos a incluir unas nociones básicas sobre como identificar las aves que nos pueden ser de gran ayuda al utilizar guías de campo.

La observación de aves puede realizarse prácticamen-te en cualquier parte, tanto en medios urbanos, rurales o na-turales; tan sólo necesitamos paciencia, unos prismáticos, una guía de aves y una libreta de anotaciones.

Al observar un ave debemos tener en cuenta el ta-maño, la forma, el comportamiento, cómo vuela, los rasgos distintivos, el canto, el hábitat en que se encuentra y en que época del año estamos.

Para establecer el tamaño, nos puede ser de gran ayu-da el compararlo con especies conocidas (gorrión, mirlo, paloma).

Para la forma, debemos fijarnos tanto en el aspecto general como en sus distintas partes: pico (pequeño y fino de los insectívoros, más robusto en los granívoros, ganchudo en los carnívoros), alas (redondeas como el gorrión o puntiagu-das como la golondrina), patas, o cola. Los rasgos distintivos de un ave también pueden advertirse en el diseño del plumaje y su color con franjas, manchas o motas en distintas partes

Nociones para la identificación de las aves

El mundo de la naturaleza es un campo que desde muy antiguo ha fascinado al ser humano. En los albores de la humanidad, esta necesidad de conocimiento era debida a la intrínseca relación entre un profundo conocimiento del medio y el éxito en la obtención de alimentos. A lo largo de la historia humana estas motivaciones han ido cambiando, hasta que al llegar a nuestros días, cuando la observación de la naturaleza se realiza por el puro placer del enriquecimiento personal. Dentro del medio natural, uno de los grupos anima-les que más ha cautivado la admiración del ser humano han sido las aves. La diversidad que podemos encontrar entre ellas es fascinante, tanto en el tamaño (desde la enorme avestruz al diminuto colibrí), en el color (del pavo real al mirlo), en el comportamiento (de la incansable golondrina al paciente búho), etc…

En el mundo existen más de 8500 especies diferentes, de las cuales en Europa podemos encontrar algo más de 500, y en nuestra área de estudio unas 200 (sumando las sedenta-rias, las nidificantes e las invernantes), muchas de ellas de gran importancia a nivel europeo y mundial.

La gran riqueza ornitológica que poseemos hace posible que se genere un número muy considerable de per-sonas que disfruten de la observación de las aves. Dentro del mundo de los aficionados a la ornitología podemos encontrarnos con tres grupos fundamentales: los expertos

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sólo las podemos observar en determinados meses del año, como por ejemplo la golondrina, avión común, etc. También las hay que utilizan nuestra zona como lugar de nidificación, por lo que suelen verse principalmente en primavera.

En muchas ocasiones, el observar directamente a las aves es complicado por la espesura de la vegetación

o por su carácter inquieto y esquivo. En estos casos es importante estar atento al canto

de los mismos, que con la oportuna experiencia nos puede indicar la es-pecie de que se trata.

Siempre tenemos que tener en cuenta que las aves son seres vi-vos y que no en todas nuestras sa-

lidas de observación se va a tener el mismo éxito, aunque nuestro compor-

tamiento siempre ha de ser respetuoso con las aves y con el medio ambiente debiendo en

todo caso:

• Evitar molestias a las aves o cualquier otro animal.

• Extremar la precaución si el ave está criando, ya que podría producirse el abandono del nido por las mo-lestias.

• Tener en cuenta que los mejores momentos para poder observar a las aves es el amanecer y el anochecer,

Información básica

del cuerpo del ave. Para localizarlas con precisión en el dibujo siguiente se muestra la anatomía de un ave.

Buenas prácticas

Es muy importante tener en cuenta la época de año en que nos encontramos, ya que existen muchas especies que son migradoras y

Cobertorasdel ala

Tarso

Pecho

Peto

Pico

FrenteCejaNuca

DorsoObispilloCola

RectricesCobertorasde la cola

Mejilla

Píleo(Capirote)

GargantaMentón

Bigotera

Remigesprimarias

Remigessecundarias

Elementos para la identificación de aves

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Información básica

pues es cuando suelen estar más activas.• Llevar ropa con colores discretos para evitar en lo po-

sible ser observados por las aves y poder aproximarnos más a ellas.

• Es necesario el uso de prismáticos y conviene llevar siempre alguna guía de aves con nosotros.

• • AMPLIAR

Ánades reales volando en las lagunas de Cantalejo

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La sierra deGuadarrama

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Risco de Los Claveles desde la cumbre de Peñalara

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La sierra de Guadarrama

hasta ellos los abundantes arroyos que descienden por las em-pinadas laderas.

Desde el punto de vista bioclimático la Sierra de Gua-darrama presenta características propias de las montañas de la región mediterránea, con la salvedad de que el periodo es-tival es más húmedo, lo que confiere a la sierra un ambiente más templado que el corresponde a este tipo de montañas. Los pisos bioclimáticos que ocupa son el Supramediterráneo, Oromediterráneo y puntualmente el Criomediterráneo en las cumbres más elevadas.

Los pisos bioclimáticos nos permiten identificar los principales pisos de vegetación teniendo en cuenta el gradien-te de altitud. Teniendo en cuenta esta división que atiende a criterios de vegetación y clima hemos establecido los distintos hábitats para determinar los puntos de interés ornitológico de la Sierra de Guadarrama. Así tendremos por un lado las cum-bres, piornales y matorrales de montaña y por otro lado el pie-demonte con sus melojares, encinares, sabinares y fresnedas.

Un espacio protegido

La historia de la Sierra de Guadarrama ha estado aso-ciada a la Conservación desde que los Montes de Valsaín fue-ron declarados el primer espacio protegido de nuestro país, cuando en el año 1579 se prohibió cazar y pescar en ellos. Desde entonces la inquietud de los científicos ha encontrado

Con sus ochenta kilómetros de longitud, la Sierra de Guadarrama, conforma el gran telón de fondo de las provin-cias de Segovia, Madrid y Ávila. La cadena de montañas que la componen se extiende entre el Puerto de Somosierra y el valle del Alberche, haciendo a su vez de división entre las cuencas del Tajo y del Duero. Su punto más elevado es el pico de Peña-lara, a 2.428 m. de altitud.

Su origen se remonta a la orogenia Alpina, hace unos 250 millones de años, cuando se levanta el bloque hercínico. A partir de este momento la erosión se intensifica y los mate-riales resultantes son transportados a las zonas más bajas don-de se sedimentan formando arcosas y arenas silíceas.

La vegetación que cubre las fuertes pendientes de la Sierra es muy variada aunque desde la distancia se hace más homogénea. En la primavera y durante el principio del verano, las partes más elevadas se tapizan de amarillo durante la flora-ción del piorno serrano. Inmediatamente más abajo, destaca el verde oscuro de los pinos silvestres, que se mantiene du-rante todo el año. Seguimos descendiendo para encontrarnos con el roble o melojo cuya tonalidad más llamativa la adquiere en el otoño con sus tonos dorados y ocres. Finalmente, ya en el pié de sierra, la encina se hace más abundante, alternando con los cultivos de cereal y los prados de fresnos.

En la vertiente segoviana nacen importantes ríos cu-yas aguas van a verter al Duero. Los más destacados son el Voltoya, el Moros, el Erema, el Pirón, el Viejo, el Cega y el Duratón. Sus cauces se alimentan del agua que transportan

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La sierra de Guadarrama

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Paisaje de los Montes de Valsaín con Peñalara al fondo

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La sierra de Guadarrama

Cumbres, piornales y matorrales de montaña

Los ambientes puramente crioromediterráneos se en-cuentran en altitudes que superan los 2.000 m. de altitud. Este tipo de ambiente no es muy abundante en nuestra sierra, que-dando restringido a zonas como Peñalara (2.430 m.), La Bola del Mundo (2.285 m.), El Nevero (2.209 m.), La Pinareja (2.197 m.), Montón de Trigo (2.161 m.), Siete Picos (2.138 m.) y El Reajo Alto (2.102 m.). Son ambientes abiertos domi-nados por los prados psicoxerófilos con roquedos y cancha-les. Las condiciones climáticas son extremas lo que dificulta la vida tanto de especies vegetales como animales, incluyendo por supuesto, a las aves.

El acentor alpino (Prunella collaris) es la especies que soporta mejor este tipo de condiciones y puede llegar a en-contrarse entre los 2.000 y 3.000 m. de altitud. Aunque no es un ave muy abundante en nuestra provincia, su presencia está demostrada en la zona centro de la Sierra de Guadarra-ma, entre los puertos de Navafría y Navacerrada. Al tratarse de una especie sedentaria, durante el invierno suele descender en altitud y refugiarse de las duras condiciones ambientales en cotas inferiores.

En la alta montaña los roquedos son ambientes apa-rentemente inhóspitos que cuentan con un inconveniente adicional, ya que la roca se fragmenta y erosiona con gran facilidad lo que provoca un cambio continuo de paisaje. El agua, el viento y el hielo van modelando los roquedos y can-

en ella un motivo más para ahondar en su conocimiento. Ya desde el año 1920 se ha intentado declarar Parque Nacional, pero no ha sido hasta el año 2003 cuando se ha aprobado el PORN para su declaración como Parque Natural.

En el año 1988 fue declarada la ZEPA de la Sierra de Guadarrama con casi 70.000 hectáreas. Los indicadores para su declaración fueron la presencia de águila imperial, águila real, culebrera europea, halcón peregrino, águila perdicera, alimoche, chova piquirroja, cigüeña blanca, aguililla calzada, chorlito carambolo, águila imperial ibérica, buitre negro, bui-tre leonado, milano real, milano negro, halcón abejero, esme-rejón, calandria común, cigüeña negra, escribano hortelano, alcaudón dorsirrojo, curruca rabilarga, collalba negra, pechia-zul, elanio azul, terrera común, alcaraván, carraca europea, martín pescador, chotacabras gris, búho real, chorlito dorado, aguilucho cenizo y cogujada montesina.

En el año 1998 se declaró como Lugar de Interés Comu-nitario (LIC) por la singularidad de sus ecosistemas, incluyéndo-se así dentro de la RED NATURA 2000. A estas figuras de protec-ción se sumará en un futuro la inminente declaración de Parque Natural, cuyo Plan de Ordenación de los Recursos Naturales ha sido aprobado en enero del 2010. En el mapa que aparece a con-tinuación se puede observar el límite del espacio natural, con las especies indicadoras para su declaración. Este mapa corresponde a la totalidad del territorio declarado espacio natural, y aunque la mayor parte pertenece a la provincia de Segovia, hay un pequeño tramo que forma parte de la provincia de Ávila.

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La sierra de Guadarrama

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chales a la vez que favorecen la creación de pequeños huecos en los que muchas aves encuentran un lugar idóneo para la cría. Este es el caso del roquero rojo (Monticola saxatilis). Cuando la primavera ya está avanzada, comienzan a llegar con su deslumbrante plumaje metálico en contraste con el pecho rojizo de los machos. Este ave es muy esquiva por lo que para observarla debemos tener paciencia.

Otro de los habitantes de estos roquedos, aunque normalmente se sitúa a menor altitud, es el roquero solitario (Monticola solitarius), también muy esquivo. En la zona de es-tudio se encuentra principalmente en el suroeste de la sierra de Guadarrama. Mucho más abundante y de fácil identifica-ción por su cola rojiza, continuamente en movimiento, y el dorso casi negro es el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) que con movimientos rápidos va en busca insectos, gusanos y pequeños animales.

También es habitual a esta altitud la presencia de avión común, avión roquero, vencejos y golondrina común, que con vuelos acrobáticos dibujan en el aire su estela en busca de insec-tos de los que alimentarse. En ocasiones, mezcladas entre estos, aparece algún ejemplar de golondrina dáurica (Hirundo dauri-ca). Se trata de una especie típica de roquedos de montaña que generalmente evita los núcleos de población. Su estancia en la península suele centrarse entre los meses de marzo a septiem-bre. Su presencia en nuestra zona de estudio es muy escasa y las zonas de cría más seguras se sitúan en la Sierra de Guadarrama (en el sur de la Sierra y otra en la zona centro). Acentor Común

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La sierra de Guadarrama

El cuervo (Corvus corax) también prefiere los canti-les de montaña para criar. Con sus 65 cm. de longitud, es el córvido más grande de Europa. Su silueta se diferencia fácil-mente por su gran tamaño y la forma en diamante de la cola. Su dieta es muy variada, desde carroña hasta deshechos en los basureros.

Uno de los ecosistemas más interesantes de nuestras cumbres de Guadarrama lo constituyen los piornales y mato-rrales. Su dominio comienza a partir de los 1.750 m. de alti-tud, por encima del estrato arbóreo, y suele alcanzar los 2.200 m.. Junto al piorno es habitual encontrar enebro rastrero. En-tre ambos tejen un entramado de ramas y troncos de apenas medio metro de altura. Entre ellas encuentran refugio muchas de nuestras aves, pero la protección del matorral apenas deja verlas durante unos segundos, en vuelos rápidos y huidizos. Uno de los momentos más bellos de la sierra es sin duda la floración del piorno en la primavera, cubriendo las laderas de un amarillo intenso y de un aroma dulzón. Entre estas zonas aparecen cervunales, turberas y pastizales higroturbosos don-de la abundancia de insectos provee de alimento a muchas de las aves aquí presentes.

Una de las aves más llamativas de este ambiente es el ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica). Esta pequeña ave se diferencia fácilmente por el babero azul intenso que pre-sentan los machos en la época de celo. En España nidifica la subespecie cyanecula. Llegan a nuestra provincia durante la primavera para iniciar el periodo de cría, momento adecuado Escribano montesino

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La sierra de Guadarrama

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listas oscuras de la cabeza asomando entre los piornos. Puede ocupar espacios a menor altitud, por lo que se distribuye prác-ticamente por toda la provincia.

Durante el periodo de nidificación, la bisbita alpino (Anthus spinoletta sbsp. spinoletta) se sitúa en las zonas altas de nuestras montañas donde queda prácticamente restringida su distribución en la zona de estudio. Prefiere zonas de pastos húmedos o encharcados y puede ascender hasta los 2.400 m. de altitud. Con la llegada de las primeras nieves, entre octubre y noviembre, desciende en altitud para regresar de nuevo a los pastos de montaña al inicio de la primavera.

Ya en las zonas más bajas, próximas a los prados y ma-torrales, encontramos la tarabilla norteña (Saxicola rubetra), que presenta una distribución reducida en la Sierra de Gua-darrama ya que su hábitat habitual es estrictamente norteño y en nuestra zona de estudio se encuentra en el límite sur de su área de distribución. A los grupos que nidifican en nuestra comarca se suman individuos de paso hacia las zonas de in-vernada en África.

Pinares de pino silvestre

Si tuviéramos que asociar un paisaje a la Sierra de Guadarrama en su vertiente segoviana, no dudaríamos en se-ñalar los bosques de pino silvestre como los más representa-tivos. Ya desde la distancia el color verde oscuro que cubre la

para observarlos revoloteando entre las ramas del piorno. A estos individuos se suman los grupos procedentes del norte y centro de Europa que desde agosto a principios de octubre regresan a sus campamentos de invernada en África.

Revoloteando entre los piornos también encontrare-mos acentor común (Prunella prunella), con un aspecto más discreto y menos llamativo. Junto a él también es frecuente la collalba gris (Oenanthe oenanthe). Esta especie de collalba vive en gran variedad de hábitats pudiendo situarse entre los 1.500 y 2.500 m. de altitud. Por este motivo es fácil encon-trarla en zonas del piedemonte y en zonas desarboladas con pastizales de alta montaña. En las zonas de montaña su plu-maje cambia ligeramente y se vuelve más discreto, por lo que podríamos confundirla.

Algo menos abundante es la presencia del escribano hortelano (Emberiza hortulana). Este ave es casi exclusiva de la zona norte de la Península, llegando hasta nuestras sierras en su limite sur, a altitudes que pueden superar los 2.000 m. Es fácilmente distinguible por su bigotera amarilla, especial-mente durante el periodo reproductor, momento en que lle-gan a nuestra zona para nidificar a principios de la primavera. A finales de septiembre se dirigen hacia África para pasar el invierno por lo que algunas especies de paso pueden incre-mentar las poblaciones nidificantes durante los últimos meses de verano. Otro escribano, también habitual de este hábitat, es el escribano montesino (Emberiza cia). Su presencia en la zona de estudio es más frecuente y es fácil distinguir sus tres

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La sierra de Guadarrama

diversidad ecológica de estas formaciones. Es en estos espacios donde encontraremos una mayor diversidad de aves.

Si hay algo que caracterice a estos bosques, es su exce-lente calidad acústica en la que se mezclan el sonido del agua de pequeños arroyos con el canto incesante y a veces atrona-dor de las pequeñas aves que pueblan sus copas. Su distribu-ción en altitud en las laderas hace posible caminar por distin-tas cotas disfrutando siempre de un paisaje único. Podríamos caminar días enteros por la misma zona y siempre nos parece-rían lugares nuevos e inexplorados.

Para muchos segovianos el olor a pinar y el sonido alegre de los arroyos y ríos que lo atraviesan son sinónimo de largas jornadas veraniegas en compañía de nuestros familiares. La importancia ecológica, histórica y paisajística de estas for-maciones forestales está vinculada a un uso público y recreativo que aún se mantiene. Existen varias áreas recreativas distribui-das a lo largo de los montes más importantes y desde ellas po-demos iniciar caminos fascinantes por los que descubrir, eso sí con paciencia, las pequeñas aves que pueblan los pinares.

Es importante tener en cuenta que las aves más repre-sentativas de este hábitat están adaptadas a vivir en estas du-ras condiciones ambientales, aunque la gran mayoría de ellas forman grupos durante el invierno que se desplazan a zonas de menor altitud donde se atempera el frío y hay menos nieve que oculte el escaso alimento. De forma general, durante la primavera e inicio del verano podremos observar una mayor diversidad de aves muchas de las cuales se exhiben especial-

sierra durante todo el año nos da una idea de la importancia y extensión de estos bosques. Se sitúan entre las cotas 1.200 a 2.050 m. de altitud, forzando su limite altitudinal habitual que se sitúa entre los 1.500 m. y los 2.000 m.. La importancia de estos bosques para el hombre ha contribuido a que su área de distribución se vea aumentada en detrimento de formacio-nes boscosas del piedemonte como pueden ser el robledal o el encinar. Por este motivo no es difícil encontrar en su límite inferior rodales de ambas especies que se mezclan con los pi-nos. Cuando nos encontramos en bosques maduros sus tron-cos pueden llegar a superar los 25 m. de altura y el sustrato arbustivo es casi inexistente, lo que genera, en la mayoría de los casos, bosques monoespecíficos.

Los pinares mejor conservados y más extensos son los de Valsaín, El Espinar y Navafría. En el resto de la sie-rra crecen de forma más aislada en la falda de la Mujer Muerta, en El Reventón, en Malangosto, en Las Berrocas y en Las Colgadizas.

El pino silvestre es una especie robusta y resistente, que soporta las grandes oscilaciones térmicas de nuestra sierra, las fuertes heladas acompañadas de nieve del invierno y los vientos cálidos que ascienden por las laderas durante el verano. Dispo-ne de un potente sistema radical que le permite soportar perio-dos de sequía estival e instalarse sobre suelos casi inexistentes. Se sitúa preferentemente en la zona más húmeda, la zona norte. Cuando el suelo es más profundo aparecen grandes helechos (Pteridium aquilinum) y pequeñas praderas que aumentan la

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Embalse del Tejo, en la Garganta de la Panera (El Espinar)

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el invierno también ingiere frutos secos como piñones, ave-llanas o bellotas. Para abrirlos los coloca en los troncos de los pinos y los golpea hasta obtener el fruto. En ocasiones puede producir pequeños surcos en la madera de los que succiona la sabía, rica en minerales y azúcares. En cualquier tronco po-dremos observar los túneles que construye para albergar sus crías. La confortabilidad de sus nidos es tal que cuando la cría los abandona son reutilizados por otras aves como carboneros garrapinos, herrerillos o trepadores azules.

Seguimos observando con atención y enseguida un pequeño movimiento nos pone en aviso. Se trata de un aga-teador común (Certhia brachydactyla), en la península esta presente la subespecie brachydactyla. Su pequeño cuerpo está perfectamente adaptado a la vida en el tronco de los árboles. Su plumaje es muy críptico (colores marrones y castaños de diferente intensidad salpicados de manchas grises o crema) y se confunde con la corteza del árbol. Su alimentación es es-trictamente insectívora y dispone de un pico largo y curvado adaptado para buscar arácnidos y larvas de insectos entre la corteza. Este ave forestal puede aparecer en cualquier tipo de bosque y su distribución es muy habitual en la provincia.

El último de nuestros especialistas en este “piso ver-tical” es el trepador azul (Sitta europaea subsp. hispaniensis). Son los más hábiles trepadores del bosque y es fácil de distin-guir por su color azulado y su forma de caminar pegados a los troncos, muchas veces boca abajo. Se alimenta de arácnidos e insectos y, en ocasiones, de frutos como piñones. Aunque

mente durante el cortejo. En el invierno encontraremos ma-yor variedad en las zonas de transición entre el pinar y los melojares y encinares del piedemonte.

En los bosques maduros de Pinus sylvestris podríamos decir que es el propio árbol el que establece dos pisos verticales: los troncos anaranjados, rectos y sin nudos y un denso entra-mado de ramas y hojas. En el primer caso la mayor parte de las aves que vamos a encontrar se alimentan de pequeños insectos y larvas que encuentran entre la corteza rugosa y anaranjada del pino. En el segundo caso la variabilidad de alimento es más ele-vada y encontraremos pequeñas aves insectívoras junto a otras que prefieren semillas e incluso rapaces forestales. En este sen-tido hay que destacar la importancia que adquiere el muérdago como alimento para numerosas aves en los duros meses de in-vierno. Es en este momento cuando sus bayas están maduras y dispuestas para ser digeridas y transportadas a nuevos lugares por distintas aves, especialmente los zorzales.

a. Aves más comunes

Iniciamos nuestro recorrido ornitológico por el pinar prestando especial atención a los troncos. Enseguida distin-guiremos el sonido seco y repetitivo del golpeteo de nuestro más habitual pájaro carpintero, el pico picapinos (Dendroco-pos major). Su vida transcurre entre los troncos y las ramas de los árboles donde busca insectos de los que alimentarse. En

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bosques de encinares y melojares. Es fácil de reconocer por la presencia de dos tiras negras que cubren su píleo, flanqueando una banda frontal que es naranja en los machos y amarilla en las hembras. Durante el invierno el número de ejemplares se incre-menta, uniéndose a los sedentarios los que vienen a pasar el in-vierno a climas más templados. Es exclusivamente insectívoro.

también puede aparecer en otro tipo de bosques, requiere de humedad constante por lo que en nuestra zona se encuentra principalmente en los pinares de Guadarrama y asociado a las riberas. Su afición por utilizar antiguos nidos de pájaros car-pinteros le ha llevado a desarrollar una extraña habilidad para adaptar el tamaño del agujero y lo va reduciendo con barro hasta conseguir reducir su abertura a su pequeño cuerpo.

En las copas de los árboles hay un frenético movi-miento de pequeñas aves que revolotean de unas ramas a otras inquietas. Aún así, con un poco de paciencia, podremos identificar a algunas de las más frecuentes, como el carbonero garrapinos (Parus ater subsp. vierae). Lo primero que nos lla-ma la atención es como un ave tan pequeña, de unos 11 cm. de longitud, puede generar un canto tan sonoro e inconfundible. Sus piruetas entre las ramas en busca de insectos y arañas son verdaderas acrobacias. Aunque sus colores no son muy llama-tivos es fácil de reconocer por su corbata negra y la mancha blanca de la nuca.

Junto al carbonero garrapinos es habitual encontrar al gracioso herrerillo capuchino (Parus cristatus subsp. mitratus), también huidizo e inquieto pero fácil de reconocer por la pe-queña cresta triangular y apuntada. También es un ave mar-cadamente forestal que en nuestra zona puede ocupar otros territorios a menor altitud como los pinares de Pinus pinaster.

Otro de los paseriformes más habituales de nuestros pinares de montaña es el diminuto reyezuelo sencillo (Regulus regulus), quedando su pariente el reyezuelo listado asociado a

Agateador común

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En las zonas de transición entre las cumbres y el pi-nar, se sitúa el verderón serrano (Serinus citrinella), un ave de montaña de tonos verde-amarillentos y de comportamiento gregario. Se alimenta de semillas y hojas de herbáceas que en-cuentra en los prados alpinos junto a los pinos donde anida. En el Sistema Central, el piñón ocupa una parte importante de su alimentación.

A diferencia del los paseriformes antes mencionados, el piquituerto (Loxia curvirostra subsp. curvirostra) permanece durante el invierno en los cuarteles de cría de la montaña, so-portando las nevadas y el frío invernal. Es en esta época cuan-do su presencia es más visible ya que en ocasiones se acercan a las cunetas de las carreteras para alimentarse de la sal que esparcen las máquinas quitanieves. Su seña de identidad es el pico, cuya forma entrecruzada le permite abrir las piñas en busca de los preciados piñones. Durante los meses de prima-vera y verano su comportamiento es más esquivo, por lo que su presencia se confirma por las piñas que aparecen manipu-ladas en el suelo.

El papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) es una especie habitual de nuestros pinares de montaña durante el periodo de cría. Cuando llega el mes de septiembre su presen-cia es más abundante por la incorporación de ejemplares que se encuentran de paso en sus movimientos migratorios hacia África. Se alimenta principalmente de insectos que caza en vue-lo. En nuestra zona de estudio se le empieza a ver bien entrada la primavera hasta octubre, cuando finaliza su paso migratorio.Carbonero común

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Los ríos y arroyos de la sierra se caracterizan por ca-recer de un bosque de galería y vegetación riparia que los flanquee. Los pinos llegan hasta el mismo cauce y tan sólo algún sauce se sitúa casi en el propio lecho. Esto hace que la fauna asociada sea la misma que podemos encontrar en el resto del bosque, a excepción de algunas especies muy con-cretas. Este es el caso del mirlo acuático (Cinclus cinclus), especialista en bucear en busca de larvas de insectos. Es

En zonas abiertas de prados y pastizales arbolados también podemos encontrar la bisbita arbóreo (Anthus tri-vialis), una especie de aláudido estival nificante con prefe-rencia por este tipo de hábitat, aunque también la podemos encontrar a menor altitud en zonas del piedemonte y de la Tierra de Pinares.

Otra de las aves más singulares de nuestros pinares es el arrendajo (Garrulus glandarius). Pertenece a la familia de los córvidos, aunque su plumaje es mucho más llamativo, con colores rosados y grisáceos y unas llamativas plumas en las alas de color turquesa. En la cabeza presenta una visible bigotera. Es un ave bastante gregaria y ruidosa que no pasa desapercibida en el pinar. Su alimentación omnívora le per-mite vivir en ambientes muy dispares, siempre que exista un bosque maduro.

En nuestra zona de estudio existen cuatro especies de zorzales con características muy dispares. De estas especies el zorzal charlo (Turdus viscivorus) es el que prefiere zonas fo-restales a mayor altitud, por lo que son muy abundantes en estos pinares. Se alimenta principalmente de invertebrados además de algunas bayas y semillas, especialmente los frutos del muérdago.

Además de estas aves es frecuente encontrar otras más cosmopolitas y que se encuentran ampliamente distribuidas por la zona de estudio. Así es frecuente ver pinzón vulgar, peti-rrojo, carbonero común, herrerillo común, cornejas, tarabilla común, collalba gris, verdecillo, el mirlo, etc. Mirlo acuático

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habitual verlo sobre las piedras en mitad del cauce, con su llamativo babero blanco en contraste con su plumaje negro. En la zona de estudio su presencia no es muy habitual, que-dando relegada a los ríos de la Sierra de Guadarrama. Más comunes son las lavanderas blancas, boyeras y cascadeñas o el huidizo y minúsculo chochín.

b. Aves poco frecuentes

Dentro de este grupo incluimos a aquellas aves cuya cita en la zona de estudio ha sido escasa, aunque su presencia está constatada. Este es el caso del martín pescador (Alcedo atthis), cuya presencia en la sierra se centra principalmente en su extremo sur y en el piedemonte. La golondrina dáurica (Hirundo daurica) se cita principalmente en el extremo sur de la sierra y en el norte de nuestra zona de estudio.

El colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) sólo apare-ce citado en una cuadrícula de la Sierra de Guadarrama, entre Ortigosa del Monte y El Espinar.

La tarabilla norteña (Saxicola rubetra) es más frecuen-te en los pasos migratorios y durante el invierno, ocupando un amplio territorio en la provincia. Sin embargo como nidifi-cante tan sólo aparece en la línea de mayor altitud de la Sierra de Guadarrama.

La collalba negra (Oenanthe leucura) es un pájaro escaso y de distribución muy localizada en nuestra provincia. En la zona Arrendajo

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ma especies. Aunque de forma habitual el buitre negro anida en bosques de quercíneas, especialmente encina (Quercus ro-tundfolia) y alcornoque (Quercues suber), en el caso de la colo-nia segoviana lo hace sólo en pino, a una altitud superior a la habitual de la especie, entre los 1.250 m. y los 1.900 m.

Desde la década de los setenta, cuando se hizo le pri-mer estudio sobre la especie, la evolución del buitre negro ha sido muy positiva en toda Castilla y León y, especialmente, en Segovia, que presenta actualmente los mejores datos en cuan-to al éxito reproductor. La población estimada en la provincia en 1970 era de unas 43 parejas y la actual, según el último cen-so realizado por SEO/Birdlife, es de 87 parejas. El aumento en el número de individuos ha ido acompañado de nuevas colonizaciones en otros territorios lo que ratifica la evolución positiva de la especie.

Aunque podríamos hablar de varias colonias en la provincia, si tomamos como referencia el contexto de Castilla y León, es más correcto hablar de 3 núcleos incluidos den-tro de una misma colonia. El más numeroso se asienta en los Montes de Valsaín con una población de 61 parejas. Los otros dos núcleos se encuentran en la cuenca del Río Moros, con 12 parejas, y en los pinares de Navafría, con 14 parejas.

Con sus casi tres metros de envergadura alar es la ra-paz más grande de Europa. El plumaje es de color marrón os-curo, casi negro, y presenta una gola de plumas alrededor del cuello. Aunque es muy silenciosa, es fácil observarla junto a sus parientes los buitres leonados, aprovechando las corrien-

de trabajo tan sólo hay constancia de su cría en Campo Azálvaro .Algo similar sucede con el mirlo capiblanco (Turdus

torquatus), muy escaso y que sólo lo podemos observar en los pasos migratorios o en invernada. Esta circunstancia unida a su carácter esquivo y tímido hace que sea muy difícil de observar.

Finalmente incluiremos dentro de este grupo de aves raras al camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula) que sólo se observa en nuestra provincia en invernada de aves europeas.

c. Rapaces forestales

Sin duda las rapaces más representativas de la sierra de Guadarrama son el buitre negro y el águila imperial europea. Ambas especies están incluidas en el Libro Rojo de las Aves de España, y parecen haber encontrado en los bosques sego-vianos un refugio seguro para anidar. Dada la importancia de estas poblaciones para la conservación de la especie se ha de-dicado un apartado especial a cada una de ellas.

El buitre negro (Aegypius monachus) es la rapaz más grande de Europa. Aunque prácticamente ha desaparecido del continente europeo, en la Península Ibérica ha mantenido sus efectivos. La población de Castilla y León se estima en unas 287 parejas, según un estudio realizado por SEO/Birdlife en el año 2006. La población de la sierra de Guadarrama es la más septentrional de España. Esta situación hace que se presenten algunas peculiaridades con respecto a otras colonias de la mis-

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Buitres negros y leonados carroñeando en los Montes de Valsaín

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las cortas y la actividad forestal (creación de pistas, carreteras, talas...), aunque en nuestra provincia la regulación del pinar y sus cortas parece haber conseguido el deseado equilibrio entre el aprovechamiento forestal y la conservación (especialmente en los Montes de Valsaín) y no supone un peligro inminente.

El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es la rapaz europea más amenazada en la actualidad. Se trata de una espe-cie endémica europea aunque sólo se conoce su reproducción en España. Hasta el siglo XX su presencia en la península era habitual y se encontraba bien distribuida a excepción de las grandes cadenas montañosas. A principios del siglo pasado comienza un proceso de regresión que acaba con las pobla-ciones portuguesas y muchas de las españolas. A mediados de siglo ya sólo se presenta en el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica, donde se mantiene hasta la actualidad. En los años setenta del pasado siglo comenzaron las políticas de protección de esta rapaz. Muy pronto se observaron los pri-meros datos positivos. Actualmente Castilla y León dispone de un 12% de la población mundial. Entre los años 2001-2002 se censaron un total de 18-21 parejas reproductoras y en el año 2006 ya se contabilizaron 28 parejas reproductoras, de las cuales 16 anidan en Ávila y 12 en Segovia.

En la provincia de Segovia la población se ha manteni-do estable desde el año 1994 hasta el 2003, con una variación de 7 a 8 parejas reproductoras. En nuestra zona de estudio es importante destacar el núcleo de los Montes de Valsaín donde la especie adquiere sus valores más positivos. En los montes

tes térmicas que utilizan para coger altura y volar en busca de alimento. Su capacidad para inspeccionar el terreno para localizar cadáveres, le permite reconocer presas de pequeño tamaño, incluso en zonas arboladas. Zorros, liebres y especial-mente conejos, son la base de su alimentación. Sin embargo, también es fácil observarlos en muladares y junto al buitre leonado, alimentándose de ejemplares más grandes.

En enero inicia su periodo de cría con los vuelos nup-ciales que realiza junto a su pareja a la que parece que se une de por vida. El nido tiene grandes dimensiones, pudiendo al-canzar 4 metros de diámetro y 3 metros de altura, por lo que puede pesar varios cientos de kilos, aunque de forma habitual, y especialmente los ejemplares de nuestra sierra, realizan pla-taformas más pequeñas. En febrero o marzo, la hembra pone un único huevo que incuban ambos durante 50-55 días. Co-mienzan entonces los cuidados de los padres, que alimentarán y protegerán al polluelo hasta finales de verano cuando aban-donan el nido, aunque aún mantienen los cuidados parentales hasta el otoño. Aunque en su juventud pueden tener movi-mientos dispersivos, como los de su pariente el buitre leona-do, finalmente regresan a las zonas de cría. Sus colonias no son tan densas como las del leonado, sino que entre unos nidos y otros puede haber varios cientos de metros de distancia.

Aunque la situación actual del buitre negro tiene una importante tendencia positiva, sigue teniendo graves problemas de conservación, especialmente ligados al uso de veneno indis-criminado en nuestros campos. Otro problema importante son

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das de protección de sus ecosistemas. Actualmente el veneno sigue siendo el principal causante de muerte al que se suman problemas ocasionados con las actividades forestales como la creación de pistas y caminos que facilitan el acceso al monte aumentando las molestias en el periodo de anidación. Sin em-bargo la disponibilidad de alimento sigue siendo un impor-tante limitante para su crecimiento, dado que la población de conejo sigue siendo muy variable.

Otra rapaz que podemos encontrar en este tipo de bosques es el azor (Accipiter gentilis). Su larga cola y sus alas redondeadas y cortas le permiten maniobrar entre los árboles y adquirir gran velocidad a la caza de palomas, arrendajos y otras aves. En ocasiones también recurre a la caza de peque-ños mamíferos en claros del bosque. El macho es notablemen-te más pequeño que la hembra. Se caracterizan por un pluma-je gris con el pecho blanco con bandas negras transversales. En la zona de estudio su presencia no se limita a la sierra sino que también podemos encontrarlo en otros bosques del pie-demonte y de la tierra de pinares.

El gavilán (Accipiter nisus) es una pequeña rapaz fores-tal similar en diseño al del azor ya que ambos cazan en la arbo-leda. Debido a su pequeño tamaño se alimenta principalmente de pájaros y ocasionalmente de algún reptil o micromamífero. Su presencia en la zona de estudio es bastante amplia y puebla todas las masas forestales de nuestras comarcas. Su tempera-mento esquivo, su pequeñez y su capacidad de camuflarse en el bosque hacen que sea difícil de observar.

de El Espinar se sitúa la segunda zona en importancia para la nidificación de esta especie.

Aproximadamente el 70% de su dieta esta basada en el conejo por lo que su progresión esta íntimamente ligada a la evolución de esta especie. El conejo ha sufri-do numeroso problemas infecciosos en los últimos años (mixomatosis y NHV) lo que ha provocado algunos des-censos poblacionales en el águila imperial, e incluso ac-tualmente limita su crecimiento.

El águila imperial es una de las rapaces más grandes de nuestro país, con una envergadura alar entre 180 y 220 cm. Su plumaje en el adulto es marrón oscuro, destacando las manchas blancas de sus hombros. Para instalar su nido busca bosques maduros con árboles robustos y de gran altu-ra donde coloca una plataforma de ramas y palos que puede tener los 240 cm. de diámetro y los 180 cm. de altura. Allí realizan la puesta entre febrero y marzo, consistente en 1-4 huevos (normalmente 2-3) que incuban entre ambos du-rante 44 días. Al nacer es habitual algún caso de fratricidio, especialmente cuando el alimento escasea. A los 77 días los pollos ya pueden abandonar el nido, dispersándose a grandes distancias, aunque con gran querencia al lugar de nacimiento. La primera reproducción se produce entre los 3-4 años.

La preocupación por la conservación de esta impor-tante especie europea ha llevado a la creación de Planes de Recuperación que en Castilla y León se aprobó en el 2003. En estos planes se establecen unas zonas Críticas con medi-

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Águila imperial

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Paisaje del piedemonte en torno a la villa de Pedraza

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nancia de zorzales, currucas, alcaudones, perdices, trigueros, codornices y algunas especies de aláudidos como cogujadas, alondras y calandrias.

Cabe destacar la importancia de las navas, pequeñas depresiones con un mejor desarrollo del suelo y que dispo-nen de mayor humedad al tratarse de zonas prácticamente endorreicas. Es en este tipo de paisaje donde se dan algunos de los parajes más singulares de nuestra provincia, con una gran importancia ecológica. De forma habitual estas zonas se han utilizados como prados de pasto. Los fresnos entrelazan sus troncos con los muros de piedra que delimitan cada prado, mientras que pequeños arroyos los riegan aportando hume-dad y frescor. Desde un punto de vista ecológico son zonas muy interesantes no sólo para las aves sino también para los reptiles y, por supuesto, para los batracios.

Melojares

En nuestra zona de estudio la presencia del melojo como formación forestal es poco significativa, habiendo que-dado relegado casi exclusivamente a las laderas de la Sierra de Guadarrama. Su madera se ha utilizado durante generaciones como fuente de calor tanto para la obtención de leña como para la producción del carbón. En muchos casos, se han tala-do grandes extensiones para beneficiar los pastos de uso gana-dero y en otras zonas, se ha dado preferencia al pino silvestre

El piedemonte se asienta en las zonas de transición entre las elevaciones montañosas y el llano. Son zonas de to-pografía plana que muestran una pequeña inclinación descen-dente hacia el norte. Los sustratos sobre los que se asienta son granitos, gneis y pizarras con suelos habitualmente poco pro-fundos, por lo que los afloramientos rocosos son frecuentes.

Bioclimáticamente hablando, nos encontramos en los pisos supramediterráneo y mesomediterráneo, caracterizados por unas condiciones ambientales más mediterráneas. La for-mación vegetal acompañante predominante es el roble o me-lojo en las zonas de contacto con el pinar de P. Sylvestris y has-ta los 1.000 m. de altitud, a partir de los cuales es sustituido por la encina (Quercus rotundifolia). En nuestra provincia este tipo de formaciones boscosas está muy alterado por la acción ganadera y son frecuentes las fincas adehesadas con ejempla-res de ambas especies o, incluso, la transformación de estos montes en praderas de pasto para el ganado vacuno y equino.

También a esta altitud encontramos pequeñas forma-ciones de sabinas (Juniperus thurifera). La sabina es una de las especies que mejor aguanta la mediterraneidad de las zonas del interior de la meseta, soportando el frío, la sequedad y la pobreza de los suelos. Así, es fácil encontrarla en lastras ca-lizas como las de la tierra de Pedraza (Requijada, la Velilla y Orejana), otras más próximas a la sierra de Arcones o en pe-queños macizos, como en Peñarrubias de Pirón. En lo que se refiere a su importancia ornitológica es muy similar al del resto de formaciones del piedemonte, con cierta predomi-

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Otoñada en la Mata de la Saúca (Real Sitio de San Ildefonso)

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a. Aves paseriformes

Uno de los grupos de aves mejor representados en este tipo de bosques son los mosquiteros. El mosquitero co-mún y/o ibérico puede aparecer en las zonas más próximas al pinar, quedando el mosquitero papialbo (Phylloscopus bone-lli) en las zonas cercanas al encinar. Este último mosquitero es el más fácil de distinguir ya que su plumaje es más pálido y presenta el vientre blanquecino en lugar de amarillento. El tercer mosquitero es el musical (Phylloscopus trochilus), típico de bosques más húmedos como el robledal. Se trata de una especie migratoria en nuestra provincia y en Castilla y León, ya que no se ha podido constatar su anidación en la comuni-dad autónoma.

La curruca mosquitera (Sylvia borin) es otra peque-ña ave que frecuenta estos bosques, pudiendo llegar hasta los 1.500 m. de altitud. Presenta un plumaje amarillento y un tamaño mayor al de los mosquiteros con unos 14 cm. de longitud. Llega a nuestro territorio durante los meses de abril o mayo, y permanece hasta bien entrado el otoño, aunque el paso migratorio más importante se da en la segunda mitad de agosto y en septiembre. A pesar de que durante la mayor parte de su ciclo vital se alimenta de frutos, complementa su dieta con insectos, sobre todo en el periodo de cría.

Su pariente cercana, la curruca capirotada (Sylvia atricapilla), también suele abundar en este tipo de bosques al igual que en los encinares, aunque buscando los ambientes

en detrimento del roble melojo. Todo esto ha condicionado la situación actual de estos bosques. Actualmente en esta zona se distinguen cuatro enclaves en los que se conserve como formación forestal: la Mata Pirón (Sotosalbos), la Mata del Fraile (Collado Hermoso), la Mata de la Saúca (La Granja de San Ildefonso) y las Matas de Valsaín.

En lo referente a las aves que habitan este tipo de for-mación, al tratarse de una zona de transición, encontraremos especies marcadamente forestales, típicas de los pinares hú-medos y de los encinares mediterráneos. Esta situación de transición contribuye a que el melojar sea un bosque con una gran abundancia de aves. Además, estas formaciones dispo-nen de cierta complejidad con varios pisos de vegetación que pueden ser utilizados por distintas especies de aves. Las copas son densas y están bien ramificadas, mientras que los troncos son fuertes y pueden soportar el peso de grandes nidos. El es-trato arbustivo es muy rico, con frutos durante gran parte del año y donde se refugian ruiseñores, currucas y mirlos. En las zonas abiertas de los prados y pastos próximos también abun-dan las aves insectívoras en la búsqueda de alimento.

A la avifauna que ocupa este hábitat durante gran par-te del año se suman en invierno, cuando las condiciones cli-máticas de la montaña se vuelven extremas, otras que descien-den de la alta montaña hasta estos bosques donde encuentran alimento y refugio. Por este motivo no es difícil encontrar en esta época acentores comunes, carboneros garrapinos, herre-rillos capuchinos o papamoscas cerrojillos.

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más frescos y húmedos. Su alimentación, basada en vertebra-dos y frutos, le permite ocupar una gran variedad de hábitat. Se identifica fácilmente por presentar un capirote negro que le llega hasta la altura del ojo.

A esta altitud es frecuente observar pequeños bosque-tes con zonas más abiertas de prados, setos y matorrales de montaña. Este es el hábitat idóneo para la curruca zarcera (Sil-via communis), en una altitud entre los 1.000 y 1.500 m. En el mes de marzo comenzaremos a ver los primeros ejemplares que llegan a este territorio para criar o en paso prenupcial. El paso postnupcial se realiza entre los meses de septiembre y octubre. Como el resto de currucas es muy reservada, siendo más frecuente observarla en árboles.

El papamoscas gris (Muscicapa striata) ocupa una gran variedad de hábitats, normalmente bosques aclarados próximos a zonas con agua. Aunque en Segovia principal-mente se localiza en las choperas junto a los ríos, también es frecuente observarle en robledales húmedos como en Valsaín. Se alimenta básicamente de insectos que captura en vuelo.

El reyezuelo listado (Regulus ignicapillus) es una de las aves más pequeñas presentes en la Península Ibérica ya que tan sólo mide unos 9 cm. de longitud. Aunque puede aparecer en zonas bajas del pinar, prefiere ambientes algo más secos, por lo que busca robledales, sobre todo duran-te el invierno, precisamente cuando son más fáciles de ver. Los adultos presentan una llamativa cresta anaranjada y se deferencia de su pariente el reyezuelo sencillo por presentar Curruca capirotada

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una lista negra en el ojo y una llamativa ceja blanquecina. Es un ave bastante inquieta y esquiva que se introduce entre las ramas de los árboles buscando pequeños insectos, sobre todo pulgón.

El mito (Aegithalos caudatus) se sitúa a menos de 1.700 m. de altitud. Prefiere anidar en bosques de robles, aunque también es fácil encontrarle en pinares de la Tierra de Pinares y, en invierno, en bosques de encinas. Sus mo-vimientos ágiles y rápidos le permiten cazar pequeños in-sectos y arácnidos de las hojas y ramitas de los árboles. Su presencia en la zona de estudio es constante durante todo el año, si bien su población puede verse aumentada por la presencia de ejemplares que vienen del norte de Europa en los fríos inviernos. Se agrupa en pequeños bandos muy rui-dosos e inquietos.

Otra de las aves que podemos destacar en este am-biente son los zorzales y especialmente el zorzal alirrojo (Tur-dus iliacus). Este zorzal es el más pequeño de sus congéneres y se diferencia por la lista ocular blanca y los costados rojizos de su plumaje. Los primeros ejemplares suelen llegar a nuestra zona en octubre y retornan a sus lugares de cría en marzo o abril, por lo que las poblaciones más importantes las solemos tener entre noviembre y diciembre.

Cada vez es más frecuente la presencia del alcau-dón dorsirrojo (Lanius collurio), una especie característi-ca del tercio norte peninsular, pero que cada vez aparece con mayor frecuencia en nuestra provincia, aunque no es Papamoscas gris

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b. Otras aves

Una de las aves forestales que podemos encontrar entre los robles es el cuco (Cuculus canorus), cuyo canto nos acompañara en cualquiera de los paseos que demos por el piedemonte. Se trata de un ave marcadamente forestal, que requiere de una buena cobertura vegetal. En la tradición po-pular es una ave que ha dado lugar a numerosos refranes y dichos, sobre todo haciendo referencia a su hábitos de cría. Se trata de un ave parásita de muchas pequeñas aves a las que reemplaza sus huevos para que se los críen. Suele llegar a nuestro territorio entre marzo y abril y permanece aquí hasta septiembre.

Los troncos de los robles también son hábitat natural para muchos de nuestros pájaros carpinteros. A esta altitud ya es frecuente encontrar al pito real (Picus viridis). Es el pico que utiliza una mayor amplitud de ambientes para vivir y per-manece en la zonas de cría durante todo el año. Se alimenta fundamentalmente de hormigas por lo que es frecuente verlo en el suelo o huyendo de nuestra presencia hacia las ramas de los árboles.

Además del pico picapinos (Dentrocopos major), tam-bién es posible encontrarnos con el pequeño pico menor (Dendrocopos minor), si bien su presencia es muy escasa y tan sólo se ha citado en nuestra zona de estudio durante el invier-no en los Montes de Valsaín (www.montesdevalsain.com). Como nidificante no se encuentra en nuestra zona de estudio,

muy abundante. Ocupa zonas abiertas de matorral entre los 1.500 y 1.700 m. de altitud, donde abundan los endri-nos, majuelos, zarzas, y pequeñas matas de roble. Aparece en zonas en las que el robledal ha desaparecido quedan-do en su lugar espacios abiertos de pasto con matorral. Se alimenta de insectos como escarabajos, saltamontes, abe-jas, avispas e, incluso, micromamíferos y pequeñas aves. Suelen llegar a nuestro territorio en abril y se marchan al iniciar el otoño.

Algunas de las aves que también podemos disfrutar en estos bosques son la paloma torcaz, el petirrojo, el pinzón vulgar, el herrerillo común, el ruiseñor común, el papamos-cas cerrojillo, el arrendajo, el mito, el chochín, el carbone-ro común, la oropéndola, el ruiseñor bastardo, el agateador común, las cornejas, los cuervos, los verderones comunes, los escribanos soteños y las currucas rabilargas, entre otros. Junto a ríos y arroyos podemos ver mirlo común, mirlo acuático, lavandera cascadeña, lavandera blanca, chochín, andarríos chico o, incluso, martín pescador, aunque este úl-timo es bastante más escaso.

Un ejemplo de las diferencias de condiciones que puede encontrar un mismo ave en dos ecosistemas distintos como pueden ser el pinar y el robledal nos lo ofrece un estudio realizado en Valsaín entre los años 1991-1994. Tras estudiar a dos colonias, una situada a 1.900 m. de altitud y otra a 1.200 m. de altitud, se obtuvo un resultado de éxito reproductor de 1,9 pollos en el pinar alto y 4,4 pollos en el melojar.

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dales y pinares cuando llega en primavera desde África para anidar. En la zona de estudio se sitúa principalmente en la lí-nea de la sierra. Una de sus adaptaciones más peculiares es la posesión de un pico corto y fino con el que puede extraer las pupas de los paneles de abejas. También cuenta con una pro-tección especial en patas, ojos y narinas para evitar la acción de los aguijones.

El búho chico (Asio otus subsp. otus) es una rapaz noc-turna forestal, relativamente abundante en nuestra provincia. Prefiere pequeños bosquetes o lindes próximas a baldíos don-de localiza a sus presas. Su alimentación se compone princi-palmente de roedores, como topillos, además de pequeños pájaros, musarañas, etc. Este tipo de aves ingieren los anima-les con plumas y huesos que luego expulsan a través de egra-gópilas. Al igual que otras rapaces nocturnas dispone de un penacho de plumas cefálicos a modo de orejas. Aproximada-mente mide unos 31-37 cm. de longitud con una envergadura alar de 86-98 cm.

El cárabo (Strix aluco) es otra rapaz nocturna muy abundante. No presenta penachos faciales. Al contrario que el sigiloso búho chico, el cárabo marca su territorio con un incesante ululeo. Aunque acepta la presencia del hombre con facilidad, prefiere instalar sus nidos en las oquedades de los troncos. Es capaz de situarse en cualquier hábitat y adaptar su alimentación a él, aunque parece preferir los micromamíferos. En nuestra zona de estudio anida con mayor frecuencia en la Sierra de Guadarrama y en el este de la provincia.

aunque sí en la provincia, ya que existen citas de la cría en Montejo de la Vega. Es el pico de menor tamaño de la Penín-sula, con tan sólo 14 cm. de longitud. Prefiere instalarse en robledales y vegas donde hay árboles de madera menos dura que la del pino silvestre.

El torcecuellos (Jynx torquilla) se diferencia fácilmen-te por su canto pero, sin embargo, es muy difícil de observar ya que presenta un plumaje muy mimético de tonos marrones y ocres. Como su pariente el pito real, se alimenta fundamen-talmente de hormigas que captura en el suelo. Raramente se posa en los troncos de los árboles.

c. Rapaces

Dentro de las rapaces quizás la más representativa del robledal sea el gavilán, aunque también es frecuente encontrar milano real y negro, azor, cárabo, aguililla calzada, cernícalo vulgar o búho chico. A continuación se detallarán algunas es-pecies que nos han parecido más relevantes por su dificultad de observación, lo que en muchas ocasiones repercute en su desconocimiento.

El halcón abejero (Pernis apivorus) es sin duda una de las rapaces más sorprendentes debido a su dieta basada en avispas y abejorros. Para ello, camina por el suelo y escarba hasta encontrar el centro del avispero donde se alimenta de adultos y larvas. En nuestra sierra se acomoda en los roble-

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De forma habitual la encina se sitúa en el piso inferior del piedemonte, entre los 750 m. y los 1.200 m. de altitud, donde las condiciones de mediterraneidad son más altas. Sin embargo, en ocasiones esta situación se invierte y encontramos los robles por debajo de la encina. Este fenómeno se produce cuando hay una inversión térmica y el fondo del valle es más hú-medo, favoreciendo al roble frente a la encina, que asciende por los suelos más secos. En nuestra zona de estudio esta situación anómala se puede apreciar en los Montes de Valsaín, en lugares como el Cerro Matabueyes o en Cabeza de Gatos.

En el área de estudio podemos distinguir dos tipos de encinares diferenciados por su cortejo florístico asociado a las características del suelo. La encina es indiferente edáfica, es decir, puede situarse tanto sobre suelos ácidos como básicos. La diferencia entre una u otra formación nos la darán el resto de especies vegetales acompañantes.

Hacia el sur, abundan los encinares sobre suelos áci-dos (gneis y granitos principalmente) desde la Granja de San Ildefonso hasta el Espinar, para continuar por Revenga, Navas de Riofrío, Ortigosa del Monte, Otero de Herreros, Valdepra-dos, Vegas de Matute y Navas de San Antonio. Son montes bajos con encinas de apenas 30 años y numerosos ejemplares solitarios entre los campos de cultivos y las dehesas. Dentro de estos encinares también se encontrarían los de Berrocal, Aldeasaz y Carrascal de la Cuesta.

Si seguimos hacia el norte, de una forma más reduci-da, aparecen algunos encinares sobre sustratos calizos, como

La más pequeña de las rapaces europeas, el autillo (Otus scops), prefiere bosquetes abiertos como dehesas, bosques de ribera, robledales y pinares abiertos, pudiendo llegar a los 1.000 m. de altitud. Es sin duda la rapaz forestal con mayor presencia en la provincia. Se alimenta preferente-mente de invertebrados de gran tamaño (grillos, saltamon-tes, polillas...) Aunque es difícil de observar debido a sus hábitos nocturnos, su presencia se constata entre los meses de marzo y septiembre.

Encinares

La encina (Quercus rotundifolia) es una especie robus-ta adaptada a la fuerte continentalidad del interior de la Mese-ta, ya que soporta los largos periodos de frío y la sequía estival. Aunque antaño ocupó grandes extensiones en el piedemonte de la sierra, lo cierto es que actualmente sus formaciones fo-restales no son tan abundantes. El uso humano del árbol para la obtención de leña y madera y la deforestación de grandes zonas para crear pastos para el ganado y abrir nuevos terrenos de cultivo, ha provocado que la mayor parte de las formacio-nes de encinar sean predominantemente de monte bajo. Tan sólo podemos observar ejemplares de gran porte en algunas dehesas, en zonas limítrofes de cultivos o aisladas en medio de las tierras de cultivo como testigos mudos de un pasado más esplendoroso.

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Encinar en el piedemonte cerca de Ituero y Lama

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frecuentes es el petirrojo o tripa colorada (Erithacus rubecu-la). Este pequeño pajarito es muy cosmopolita y puede vivir prácticamente en cualquier ambiente forestal y húmedo. Es un ave confiada, por lo que es fácil observarla por el suelo, dando pequeños saltitos a la caza de cualquier insecto. Du-rante el invierno también se alimenta de bellotas, pero su pequeño pico no le permite partir la dura corteza por lo que requiere de un facilitador que normalmente suele ser el tre-pador azul. El petirrojo observa a los trepadores que van de-positando pequeños fragmentos de bellota en los troncos de los árboles a modo de despensa y recurre a ellos para obtener el preciado fruto. A los ejemplares sedentarios se suman una gran cantidad de especies migrantes y otras invernantes por lo que durante una parte del año el número de petirrojos se ve aumentado considerablemente.

El herrerillo común (Parus caeruleus) es otra de las aves frecuentes en el encinar, aunque podemos encontrarla en muchos otros ambientes forestales. Se alimenta de invertebra-dos como arañas, coleópteros y dípteros, pero también puede recurrir a los brotes de distintos árboles y a algunas semillas y frutos (moras, higos, bayas, etc.).

El verdecillo (Serinus serinus) es una especie cosmo-polita que se sitúa en bosques arbolados abiertos, junto a zo-nas llanas donde alimentarse, y su presencia es muy frecuente en los encinares del piedemonte. Se le identifica fácilmente por el llamativo color amarillo del pecho que resalta sobre el fondo verdoso. A los ejemplares sedentarios se suman las ni-

los de Peñarrubias de Pirón, Arevalillo de Cega, Valleruela de Pedraza, la Velilla y Orejana. Aunque presentan una mayor diversidad florística la situación de conservación es similar al resto de encinares, por lo que tampoco encontraremos ejem-plares de gran porte, excepto en algunos puntos concretos.

En cuanto a las especies ornitológicas que podemos encontrar, no hay unas gran diferencia entre unos u otros en-cinares por lo que se tratarán de forma conjunta. De forma general, predominan las aves insectívoras durante gran parte del año, especialmente durante la primavera y el verano, cuan-do se inicia la explosión de insectos tanto en las ramas como en el pasto del suelo. Las especies sedentarias e invernantes completan su dieta con la nutritiva bellota, que se convierte en uno de los principales recursos alimenticios durante las du-ras condiciones climatológicas del invierno. En cuanto al uso que hace la avifauna de estas formaciones forestales, podemos distinguir dos estratos: el suelo y las ramas de las encinas. De las especies que utilizan únicamente el suelo encontramos al mirlo común y a la totovía, por ejemplo, mientras que en las zonas arbóreas la diversidad de especies y abundancia de indi-viduos es mucho mayor.

a. Paseriformes

Los pájaros o paseriformes, son uno de los grupos de aves más abundantes en estos ecosistemas. Uno de los más

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ramujos, endrinas, avellanas o piñones, aunque en invierno también puede ingerir insectos. También lo podemos encon-trar en la Tierra de Pinares segoviana.

Con el inicio de la primavera muchas de las especies nidificantes comienzan a llegar hasta nuestros encinares y sabinares. Este el caso de la curruca carrasqueña (Sylvia cantillans), una de las currucas más frecuentes a esta altitud, entre los 500 y 1.000 m. También la podemos encontrar en jarales, brezales y en otros matorrales fruto de la degrada-ción del bosque mediterráneo. Es bastante inquieta por lo que no es fácil de observar. Se caracteriza por presentar un anillo ocular rojo y la parte superior del plumaje gris pizarra, en contraste con la parte inferior rojiza. Se diferencia de la curruca rabilarga por su cola algo más corta y una bigotera blanca. Se alimenta principalmente de larvas e insectos, aun-que al igual que en casos anteriores, también puede consu-mir frutos y semillas en verano.

Otra curruca nidificante en nuestro territorio es la cu-rruca mirlona (Sylvia hortensis). Aunque su presencia esta bien distribuida por el suroeste de la provincia, no es muy abun-dante y se conoce poco sobre su distribución. Llega a nuestro territorio entre marzo y abril y suele abandonarlo sobre sep-tiembre u octubre, para dirigirse a sus cuarteles de invernada en el África tropical. Es la más grande las currucas, con 15 cm. de longitud, y se diferencia fácilmente por su plumaje grisáceo en la parte superior y blanquecino en la inferior. El pico es más robusto y presenta un iris amarillento muy llamativo.

dificantes y migrantes. Su periodo de anidación va desde el mes de marzo a agosto. El principal predador de esta graciosa especie es la culebra bastarda.

El picogordo (Coccothraustes coccotharuetes) puede aparecer en una gran variedad de ambientes, aunque prefie-re bosques con árboles maduros de encinas, robles y fresnos próximos a ríos, arroyos o charcas. Aunque su colores son muy similares a los de un pinzón, su pico rechoncho y negro lo identifica claramente. Su tamaño es similar al de un mirlo. Se alimenta principalmente de semillas grandes como esca-

Verdecillo

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Uno de los paseriformes más característicos de estas formaciones forestales son los alcaudones. Son aves de media-no tamaño con pico ganchudo, cola larga y cabeza grande, que se suelen situar en la parte alta de matorrales, sabinas y encinas mientras observan atentamente para capturar algún insecto. A esta altitud solemos encontrar dos especies de alcaudones, el real y el común. Sin embargo durante la realización de este estudio hemos avistado varios ejemplares del tercer alcaudón presente en nuestro territorio, el dorsirrojo, característico de zonas de mayor altitud. Es posible que esta especie esté exten-diendo sus dominios a zonas del interior, si bien esto habría que confirmarlo con un estudio sobre su distribución.

El alcaudón real (Lanius meridionalis) es sedentario en nuestra provincia y presenta una coloración menos llama-tiva. Muestra un antifaz negro y un plumaje grisáceo en la par-te superior, con alas negras y vientre claro. Su tamaño es algo superior al del alcaudón común. Se alimenta principalmente de vertebrados que, al igual que sus congéneres, empala en endrinos, rosales y majuelos para crear su despensa para el in-vierno. También puede llegar a capturar pequeños mamíferos y reptiles que pincha en alambreras y arbustos espinosos para poder comérselos.

Su pariente, el alcaudón común (Lanius senator), pre-senta una coloración mucho más llamativa, caracterizada por la presencia de una caperuza rojiza. Su presencia en la provin-cia es bastante homogénea aunque prefiere ambientes abier-tos como encinares, sabinares y matorrales. En Castilla y León Alcaudón común

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es estival nidificante, aunque a estos ejemplares se suman en invierno otros que se encuentran en paso migratorio. Llega a nuestro territorio durante marzo o abril y comienza el paso postnupcial durante agosto y septiembre. Desde las ramas altas de árboles y arbustos otea el suelo a la espera de captu-rar insectos y pequeños vertebrados que componen su dieta. Normalmente suele utilizar los mismos posaderos, por lo que es fácil encontrar pequeñas egragópilas debajo de los mismos.

Además de estas especies también encontraremos otras sedentarias, como carboneros comunes, pinzones, ta-rabillas comunes, colirrojos tizón, jilgueros, ruiseñores, etc. Durante la primavera y el verano aparecerán los mitos, los agateadores comunes, los trepadores azules, los aviones, las golondrinas y los papamoscas cerrojillos. Dentro de las espe-cies migrantes, destacan en primavera las currucas mosquitera y capirotada, el mosquitero musical, el mosquitero papialbo y la curruca tomillera, esta última sobre todo en verano.

b. Otras aves

Además de las pequeñas aves, existe otro grupo de aves que está muy bien representado en nuestros encinares, son las palomas y tórtolas. La paloma torcaz (Columba palum-bus) es una especie sedentaria aunque su población se ve fuer-temente incrementada por individuos invernantes y de paso. En el encinar son más abundantes durante el otoño, cuando

Abubilla

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Por el contrario, su pariente el chotacabras pardo o cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis), presenta una distribución muy reducida y aislada en la provincia con algunos puntos ais-lados por el piedemonte de la zona centro.

Una de las aves más hermosas que nos pueden sor-prender en estas altitudes es el abejaruco común (Merops apiaster). Tiene un plumaje muy colorido, con azules, verdes, amarillos y dorados que junto con su característico canto lo hacen inconfundible. Su presencia no está asociada a la vege-tación circundante o a la altitud, sino a la presencia de taludes arenosos en los que pueda excavar túneles de entre 40 y 250 m. en los que realiza la cría. Se alimenta principalmente de abejas, avispas y otros insectos que captura en vuelo. Es inmu-ne al veneno de estos himenópteros a los que quita el aguijón rozándoles contra la corteza de los árboles. Sus bandos llenan de sonido y alegres colores nuestros cielos durante los meses de marzo y abril para abandonarlos en septiembre.

De su misma familia es la tan conocida abubilla (Upupa epops) que se identifica fácilmente por su promi-nente cresta formada por 28 plumas con la punta negra y que despliega cuando se sorprende o al posarse. Su largo pico captura insectos en las cavidades de las cortezas de los árboles y en el suelo. Se trata de una especie troglodita que puede habitar prácticamente cualquier ambiente. Es cono-cida popularmente por su mal olor, si bien esta peculiaridad responde a un poderoso arma de defensa. Cuando los po-lluelos se encuentran en el nido y se sienten amenazados,

buscan las bellotas para alimentarse. La puesta se inicia en abril, con uno o dos huevos que incuba durante 17 días. Du-rante los primeros días de vida los pichones toman de la ma-dre un líquido que segrega su buche y al que algunos llaman “leche de paloma”.

La tórtola común (Streptopelia turtur) es la más pe-queña de las palomas y se distingue por su tono rojizo en las alas y la mancha blanca y negra en el cuello. Se distribuye ampliamente por Castilla y León. Es una especie nidifcante y migrante en nuestro territorio, por lo que comenzamos a ver-las a partir de abril. Una vez finalizada la cría forman nutridos bandos a los que se suman ejemplares de Europa para iniciar, a mediados de septiembre, su paso migratorio. Se alimenta principalmente de semillas y grano.

Otro de los singulares pobladores de estos montes es el chotacabra gris o europeo (Caprimulgos europaeus), también llamado “engañapastores”. Se trata de una especie de hábitos nocturnos y crepusculares que a pesar de su tamaño, unos 27 cm. de longitud, suele pasar desapercibida. Tienen una cabeza grande y aplanada, con grandes ojos y un pico pequeño que ca-mufla una gran apertura bucal con la que caza en vuelo a los in-sectos de los que se alimenta. Llega a nuestra provincia durante marzo o abril para iniciar el periodo de cría y se marcha hacia septiembre u octubre. Su distribución en la zona de estudio, al menos en cuanto a su nidificación es bastante discontinua ya que parecen situarse en el piedemonte y en la campiña, incluso en algunas zonas de pinar de pino resinero.

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a algunos autores a pensar que su presencia en la Península no es autóctona, asociándola a los viajes navales de España y Portugal hacia extremo oriente. Actualmente se encuentra en amplia expansión y, en nuestra zona de estudio, es frecuente en toda las zonas de altitud media y baja donde existe una pe-queña masa forestal.

La urraca (Pica pica) puede ocupar prácticamente cualquier ambiente aunque es en el encinar donde se en-cuentra realmente a gusto. Parece un ave confiada ya que su observación es muy habitual cerca de poblaciones, junto a explotaciones ganaderas o en mitad del monte. Sin embargo se trata de un ave muy esquiva, que en muy pocas ocasiones nos dejará tan siquiera aproximarnos unos metros. Su dieta es muy variada y puede comer prácticamente de todo, lo que le permite permanecer en un mismo lugar durante todo el año.

Muy asociado a los nidos de urracas, aunque también de otros córvidos, podemos encontrar al críalo o cuco real (Clamator glandarius) ya que parásita sus nidos. Una vez llegan a nuestro territorio sobre el mes de marzo, el críalo pone sus huevos entre los de la urraca y desaparece dejando su futuro polluelo a su cargo. El pollo nace antes que los de la urraca y comienza a exigir alimento en unas cantidades que obliga a los padres a alimentarlo constantemente, dejando a sus polluelos hambrientos hasta que mueren de inanición. Cuando llega el mes de septiembre se unen al grupo de los adultos y abandonan la Península hacia los cuarteles de invierno. Su dieta esta com-puesta principalmente por insectos siendo las larvas de pro-

lanzan sus deyecciones hacia el enemigo, impregnándolo de un fuerte olor muy desagradable.

La mayor parte de los córvidos encuentran también aquí un lugar idóneo para vivir. Entre ellos desataca el llama-tivo rabilargo (Cyanopica cyana). Al contrario que muchos de sus familiares, el rabilargo muestra unos colores llamativos, contrastando el azul de la cola y las alas con el color crema del pecho y el lomo. Se trata de un ave muy gregaria, sedenta-ria, con una amplio abanico de recursos alimenticios entre los que se encuentran tanto insectos como frutos. Su distribución mundial ha sido muy discutida, ya que sólo se presenta en dos núcleos de población separados en miles de kilómetros, la Pe-nínsula Ibérica y extremo oriente. Esta distribución ha llevado

Rabilargo

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La culebrera europea (Circaetus gallicus) es de mayor tamaño, unos 64 cm., reconocible en vuelo por el blanco de sus partes inferiores, fuertemente moteado. Los ejemplares nidificantes llegan a la provincia entre febrero y marzo y se marchan, junto con las migratorias, a finales de septiembre u octubre. Su característica más peculiar reside en su alimenta-ción basada en los reptiles y, especialmente, en las culebras. Es especialmente llamativa su posición cernida encarada al vien-to, poco habitual en especies de su tamaño, lo que le permite localizar a sus presas. Es frecuente observarla en toda la zona de estudio.

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cesionaria del pino su menú predilecto. Aunque su población parece encontrarse en expansión en Castilla y León, lo cierto es que no es muy abundante en nuestra zona de estudio, apa-reciendo alguna zona de cría en el piedemonte de la sierra y en puntos aislados del centro y oeste de la provincia.

c. Rapaces

Las rapaces forestales que se han descrito en el apar-tado anterior también pueden encontrarse en el encinar e incluso anidar en él. Por lo tanto nos podremos encontrar fá-cilmente con gavilán, azor, alcotán, milano real, milano negro, busardo ratonero, cernícalo vulgar y alcotán. En este apartado vamos diferenciar dos de las que nos parecen más represen-tativas en este tipo de hábitat, el aguililla calzada y el águila culebrera.

El aguililla calzada (Hieraaetus pennatus) es una rapaz de tamaño medio, vuelo ágil y estilizado que surca los cielos de gran parte de nuestra provincia en busca de alimento. Tie-ne tamaño medio de unos 47 cm. de longitud. Presenta dos fases de coloración muy distintas: la fase clara es la más abun-dante y reconocible, mientras que la fase oscura es más confu-sa. Suele anidar en encinares y pinares con espacios abiertos donde cazar. Las aves de pequeño tamaño como palomas, tór-tolas, perdices, mirlos y rabilargos, son una parte importante de su alimentación, junto con el conejo. Es una rapaz estival, nidificante y migrante en Castilla y León.

Águila calzada

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Tierra dePinares

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El Mar de Pinares desde el cerro de Torrentillana

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Desde el punto de vista bioclimatológico, la Tierra de Pinares segoviana se sitúa en el piso supra-mesomediterrá-neo, caracterizado por veranos secos y calurosos con invier-nos fríos y secos.

Una de las mayores singulares de estos paisajes radica en la lagunas. Debido a su singularidad paisajística y espe-cialmente a su interés ornitológico se tratarán en un apartado independiente.

a. Paseriformes

La mayor parte de las aves que vamos a encontrar en este hábitat son forestales, debido a la importancia que tiene la masa forestal de Pinus pinaster en esta parte de la provin-cia. No existen especies vinculadas específicamente a estas formaciones boscosas, aunque sí puede observarse un predo-minio de pequeñas aves adaptadas a una mayor sequedad es-tival. En el invierno, durante los pasos migratorios, el número y variedad de aves de estos espacios es mucho mayor, y a ellas se suman otras aves que descienden en altitud buscando un clima más benevolente.

Los carboneros comunes (Parus major) son una espe-cie muy frecuente en todos los ambientes y, en nuestra zona de estudio, es especialmente abundante en los pinares. Su pequeño tamaño, apenas unos 14 cm., y su comportamiento inquieto dificultan su observación, aunque se trata de un ave

El “gran arenal de Castilla” se extiende entre las pro-vincias de Valladolid, Ávila y Segovia, aunque es en esta úl-tima donde alcanza una mayor extensión. El origen de estas acumulaciones de arenas hay que buscarlo en el Pleistoceno, periodo comprendido en el Cenozoico y que abarca desde hace 2,5 m.a. hasta los 10.000 años. La erosión en las cum-bres montañosas va meteorizando el granito. Los ríos Pirón, Cega, Eresma y Duratón transportan estos materiales en los periodos de máximo caudal y de grandes avenidas e inunda-ciones. Cuando llega el periodo frío, el hielo va paralizando los cursos de agua y el caudal se reduce depositando los ma-teriales que arrastra. Comienza entonces la acción del viento que removiliza los sedimentos y los extiende a partir de los valles. Este arrastre forma un paisaje dunar que posterior-mente será estabilizado por la vegetación.

En la Tierra de Pinares segoviana son los pinos resi-neros o negrales (Pinus pinaster) los que ocupan actualmen-te este hábitat, aunque posiblemente en periodos anteriores fuera un bosque mixto en el que también hubiera quercíneas como la encina o el roble. La explotación forestal de estos bosques, principalmente para la obtención de resina, fue se-leccionando los ejemplares de pino resinero frente al resto de árboles y arbustos. El resultado del paisaje actual son bos-ques monoespecíficos, abiertos y con un escaso sotobosque. En algunas zonas podemos encontrar helechos, brezos como la Calluna vulgaris, rosales silvestres, zarzamoras, retamas y jaras como único matorral.

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Pinar de pino resinero

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confiada. En invierno se agrupa en bandos con otras especies de páridos como los herrerillos. Se identifican fácilmente por su cabeza negra y blanca, vientre amarillo y dorso verdoso con alas azuladas. Durante el periodo de cría es estrictamen-te insectívoro (principalmente lepidóptertos) pero durante el invierno completa su alimentación con pequeños frutos. Anida en el tronco de los árboles y se adapta fácilmente a las cajas nido.

Los mosquiteros también son frecuentes en este tipo de bosques, tanto el ibérico como el musical, aunque en es-tas zonas más bajas y áridas suele predominar el mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli). Este mosquitero se identifica fácilmente por su pequeño tamaño, unos 11 cm. y su vien-tre blanquecino con patas oscuras. Presenta una lista ocular clara y obispillo amarillo verdoso. Es una especie estival ni-dificante por lo que no la veremos en nuestro territorio hasta el inicio de la primavera, para iniciar el paso postnupcial en el otoño.

El verderón común (Carduelis chloris) es otra ave muy frecuente en la península ibérica. Aparece en cualquier ambiente arbolado, a media y baja altitud, aclarado con zo-nas próximas donde alimentarse, por lo que su presencia en este tipo de bosque es muy frecuente. Llama la atención por su fuerte tonalidad verde esmeralda con manchas amarillas en ala y cola. Se alimenta fundamentalmente de semillas de todo tipo, aunque completa la alimentación de sus polluelos con pequeños insectos.Mosquitero común

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Los zorzales, tanto el charlo como el común, tam-bién son muy habituales en la tierra de pinares segoviana. El zorzal común (Turdus philomelos) es uno de los más peque-ños, con unos 22 cm. de longitud. Su presencia es mucho más abundante por el norte peninsular llegando a la pro-vincia de Segovia en su límite de distribución hacia el sur. Aunque frecuenta todo tipo de masas forestales, prefiere los pinares y, especialmente, los más termófilos durante el in-vierno. Se alimenta de todo tipo de invertebrados, aunque muestra cierta predilección por los caracoles. En el invierno también come frutos.

Al igual que en otros pinares más húmedos, también aquí encontraremos en gran abundancia carbonero garrapi-nos, herrerillo común, herrerillo capuchino, trepador azul, agateador, verdecillo, pico picapinos, etc. Además, también son frecuentes los jilgueros, los verdecillos, los mitos e, in-cluso, en las zonas próximas a campos de cultivos, los go-rriones comunes, las alondras, las cogujadas, las totovías y los trigueros.

b. Otra aves

Correteando por el suelo de los pinares en busca de insectos es fácil observar a la llamativa abubilla, con su ca-racterística cresta de plumas. También encontraremos arren-dajos y, en los últimos años, se ha observado un importante Verderón

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paces forestales, tanto diurnas como nocturnas. Estas forma-ciones forestales se caracterizan por estar bastante aclaradas y carecer, en la mayoría de los casos, de un sotobosque. Ade-más, la Tierra de Pinares está surcada de numerosos campos de cultivo, muchos de ellos de regadío, que se extienden en-tre los pinares. Esta situación beneficia a muchas rapaces que encuentran en las copas de los pinos un refugio para criar y en los campos cercanos un lugar idóneo para la caza de aves y de pequeños mamíferos.

Muchas de las rapaces forestales que vamos a descri-bir en este apartado son frecuentes en otros ambientes, sobre todo en las amplias zonas de campeo de los llanos y los pára-mos segovianos. Sin embargo nos ha parecido más apropiado destacarlas en este punto por la importancia de estos ecosis-temas en su cría.

Cuando nos referimos a rapaces, sin duda unas de las que primero se vienen a nuestra memoria son los milanos, ya que su presencia en nuestra provincia es muy elevada. En la Península Ibérica contamos con dos especies, el milano real (Milvus milvus) y el milano negro (Milvus migrans). Ambas especies están muy asociadas al medio humano por lo que es frecuente verlas sobrevolando pueblos y ciudades.

El milano real es una especie sedentaria en la Penín-sula, que prefiere para anidar zonas del piedemonte o pina-res de baja altitud. Durante el invierno su población se ve aumentada considerablemente con ejemplares procedentes del norte de Europa que pasan en estas latitudes los rigores

aumento del rabilargo que ha poblado casi por completo es-tos pinares. Las palomas torcaces y las tórtolas también son habituales en este ambiente. Algo más extraña y llamativa es la presencia de la carraca, que en nuestra zona de estudio se vincula fundamentalmente a los pinares próximos al río Cega y a las lagunas.

La carraca (Cariaceas garrulus) es un ave llamativa de unos 30 cm. de longitud. Presenta las escapulares y el obispi-llo de color morado intenso y la espalda de color marrón ro-jizo. A pesar de esta coloración tan llamativa, es un ave difícil de avistar debido principalmente a su escasez. En Europa cría en zonas mediterráneas con veranos calurosos. En la Penín-sula Ibérica muestra cierta tendencia a criar junto a los ríos y en muy distintas especies de árboles. En la península es una especie estival, que llega a nuestros territorio durante el mes de abril, y retorna a los cuarteles de África entre los meses de agosto y septiembre. Su dieta se basa en insectos, sobre todo coleópteros y ortópteros de tamaño medio y grande. En ocasiones también consume pequeños vertebrados. Anida preferentemente en el tronco de los árboles, realizando un túnel en el que pone directamente 3 o 4 huevos.

b. Rapaces

Al igual que sucede en otros bosques, los pinares son lugares muy apropiados para la presencia de numerosas ra-

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invernales. Durante el día se les puede observar sobrevo-lando el llano y los páramos, pero al llegar la noche forman grandes grupos en dormideros. El máximo poblacional se registra en el mes de enero. Su silueta en vuelo es incon-fundible gracias a su larga cola anaranjada, profundamen-te ahorquillada, y a las manchas blancas que presenta en la parte inferior de las alas. Es una rapaz muy poco especiali-zada en la alimentación, aunque su capacidad de captura es muy limitada. Puede cazar pequeños mamíferos y animales que se encuentren heridos o enfermos como conejos. Du-rante el invierno presenta hábitos mucho más carroñeros, por lo que es frecuente verlo en basureros, muladares y ver-tederos. Al igual que su pariente el milano negro y el busar-do ratonero, se sitúan en los tendidos eléctricos junto a las carreteras a la espera de algún animal atropellado que pueda servirle de sustento.

La situación del milano real en la Península y espe-cialmente en Castilla y León, es muy preocupante. Sólo en nuestra autonomía se encuentra el 50% de la población re-productora nacional, siendo la provincia de Segovia la que concentra un mayor número de ejemplares.

Sin embargo, su población en los últimos diez años ha decrecido de forma alarmante, y sólo en la Tierra de Pina-res se estima que ha descendido cerca de un 70%.

La población reproductora en Segovia ha descendido de las 486-488 parejas detectadas en el año 1994 a las 251 parejas censadas en 2002. Algunos datos de SEO Birdlife ya

Milano real

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Milano negro

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Tierra de Pinares

el ratonero o busardo (Buteo buteo). Su silueta sobrevuela los cielos de la mayor parte de nuestros pueblos y es fácil distin-guirlo posado sobre ramas o alpacas de paja en los campos de cereal. Para anidar requiere de zonas forestales, aunque prefiere pequeños bosquetes próximos a campos de cultivos, sotos y zonas abiertas. Es una especie sedentaria en nuestra zona con un importante aporte de ejemplares procedentes del norte de Europa que llegan hasta la Península a pasar el invierno. Se alimenta de mamíferos, pequeñas aves e incluso de lombrices. Este amplio abanico de recursos alimenticios se completa con carroña, a la que también suele ser aficio-nado.

Además de estas rapaces también podemos encon-trar otras de menor envergadura, como el azor o el gavilán. Destacaremos en este grupo al alcotán (Falco subbuteo) una pequeña rapaz de 31 cm. de longitud. Llega a nuestra provin-cia a principios de la primavera para comenzar con la cría y la abandona a principios del otoño. Para criar prefiere peque-ños bosquetes que se encuentren próximos a zonas abiertas como campos de cultivo, praderas o humedales. Su aspecto es similar al del halcón, aunque es de menor tamaño y su fi-gura es más estilizada. En el pecho y en el vientre presenta estrías longitudinales muy marcadas, en lugar de las trans-versales del halcón). Se alimenta de insectos y de pequeños pájaros. Su reproducción es ligeramente más tardía que la del resto de aves y rapaces, lo que le permite utilizar sus nidos, sobre todo los de las cornejas.

auspician que el número de ejemplares actual puede encon-trarse entre las 100 y 150 parejas.

El milano negro es una especie estival y migrante abundante en nuestra provincia. Los primeros ejemplares comienzan a observarse en febrero o marzo y abandonan las zonas de cría a finales de verano. Su silueta en vuelo es muy similar a la de su congénere el milano real, si bien la cola esta ligeramente menos ahorquillada y no presenta manchas blancas en la parte inferior del ala. Para anidar requiere de arbolado, aunque no tiene que ser denso, pudiendo instalar su nido en pequeños bosquetes próximos a zonas abiertas donde encuentra el alimento. Es habitual que varias parejas se sitúen próximas entre sí formando pequeñas colonias. Respecto a sus hábitos alimenticios son muy similares a los del milano real, destacando también la importancia de la ca-rroña en su dieta.

La población de milano negro en Castilla y león es una de las más importantes de la Península Ibérica. En el año 1998 se estimó una población de 2.500 a 3.500 parejas en la comunidad autónoma. Según los últimos datos recogidos por SEO Birdlife el número de parejas en la provincia de Se-govia se encontraría entre las 380 y las 660. Al contrario de lo que sucede con el milano real, no hay constancia de que la población de milano negro esté sufriendo retroceso en Espa-ña ni en el resto de Europa.

Otra de las rapaces que suele compartir los postes de la luz con los milanos al acecho de animales atropellados, es

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Llanura de la Campiña segoviana

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los problemas más importantes radican en la especialización agraria en monocultivos extensivos, en la desaparición de cul-tivos de leguminosas, en la disminución de las zonas de barbe-cho, eriales, herbazales y lindes y en la rápida transformación del medio.

Al tratarse de un sustrato sedimentario, se favorece la formación de acuíferos subterráneos cuyo nivel freático en ocasiones emerge formando pequeñas lagunas. Este tipo de hábitat es muy característico de la zona y se incluirá en el es-tudio de los humedales de la provincia, junto a las lagunas de Tierra de Pinares y a los lavajos.

La mayor parte de las aves singulares de la llanura ce-realista segoviana se pueden encuadrar dentro del epígrafe de aves esteparias. Aunque la definición de estepa no coincide con este tipo de paisaje, sí mantiene una serie de rasgos comunes que identifican a las aves que viven en ellos. Son zonas llanas, de suave relieve, dominadas por una vegetación de escaso porte. Se trata de un medio hostil, con unas duras condiciones am-bientales y con grandes limitaciones alimenticias. La dificultad para encontrar refugio de los depredadores ha derivado en un plumaje críptico que permite a estas aves pasar desapercibidas.

La llanura cerealista de Castilla y León alberga unas de las comunidades de aves esteparias de mayor importancia de Europa. Son en su conjunto uno de los grupos de aves más amenazados de nuestro territorio, debido al deterioro de su hábitat por la construcción de infraestructuras y los cambios del uso del suelo agrícola. En la zona de estudio podemos con-

El área natural que hemos incluido en el llanura sego-viana recoge aquellos paisajes caracterizados por la suavidad de su relieve, tan sólo interrumpidos por pequeñas lomas y va-guadas, sin vegetación arbórea. Normalmente, estos paisajes se desarrollan sobre materiales sedimentarios poco consoli-dados como conglomerados, limos, arcillas o margas. Tenien-do en cuenta que la importante de este trabajo radica en la di-versidad ornitológica y no en las características del sustrato, se han incluido en este grupo las campiñas propiamente dichas y las zonas de cultivo principalmente de cereal.

Este área se extiende al noroeste de la provincia, donde las condiciones climáticas son más extremas, al igual que en el resto de la llanura cerealista de Castilla y León. Su climatología se caracteriza por ser muy extrema, con fuertes heladas en el invierno y veranos muy calurosos con tempe-raturas superiores a los 40º C. Las precipitaciones son muy escasas y se encuentran repartidas de forma desigual en todo el territorio

En general, se trata de ecosistemas muy humanizados, destinados principalmente a la agricultura de cereal de seca-no, aunque también hay zonas de regadío. Es en este tipo de ambientes donde viven algunas de las aves más singulares de Castila y León: las aves esteparias. Aunque en un principio nos pudiera parecer que este tipo de hábitat goza de un buen estado de salud, en realidad no es así. Los sistemas agrícolas que dieron lugar a esta diversidad de especies son uno de los ambientes más amenazados en Castilla y León. Algunos de

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Paisaje de la Campiña segoviana

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dío. Existe un grupo de aves muy ligadas a este tipo de hábitat que podremos encontrar no sólo en la llanura cerealista, sino también en cualquier campo de cultivo de estas característi-cas. Este grupo de aves esta dominado por los aláudidos entre los que se encuentran alondras, cogujadas común y montesi-na, calandrias, terreras y, en zonas con pequeños matorrales, las totovías. La identificación de estas especies no siempre es sencilla ya que su coloración es muy similar y mimética, evi-tando así ser descubiertas por sus predadores potenciales.

La alondra común (Aluda arvensis) es uno de los aláu-didos de mayor tamaño, con unos 18 cm. de longitud. Al igual que sus congéneres, presenta una coloración parda con el pecho blanquecino y moteado. Cuando se siente amenazada levanta una pequeña cresta que puede llevar a confundirla con las cogujadas. En vuelo se le diferencian muy bien las rectrices externas blancas de la cola. Su alimentación es muy variada, pudiendo capturar insectos durante el verano y alimentarse de granos y frutos durante el invierno. Es una especie sedenta-ria y solitaria que realiza sus nidos en el suelo.

La cogujada común (Galerida cristata) es muy abun-dante en campos de cultivo, eriales y pastizales. También es frecuente observarla cerca de los pueblos, en las cunetas de los caminos y en ambientes muy humanizados. Presenta una coloración similar a la de sus congéneres pero se diferencia por una apuntada cresta. Al igual que la alondra, anida en el suelo, pudiendo realizar dos o tres puestas en un año.

La calandria (Melanocorypha calandra) es el aláudido

siderar hábitat adecuados para estas especies tanto la campiña cerealista como los páramos que se describirán en el siguiente apartado de este capítulo.

a. Paseriformes

El llano de nuestra provincia esta ocupado en gran medida por grandes extensiones de campos de cultivo funda-mentalmente dedicados al cereal y, en menor medida, al rega-

Alondra común

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guir a las hembras que presentan una coloración mucho me-nos llamativa. Se sitúan preferentemente en ambientes abier-tos como campos cerealistas pero también pueden aparecer en bosques claros de encina, sabina o pino resinero. En in-vierno forman nutridos bandos con otros paseriformes, como verdecillos o jilgueros, buscando alimento en las lindes de los campos de cultivos o en las cunetas de los caminos.

El triguero (Miliaria calandra) es el escribano de ma-yor tamaño de España. Tiene un pico grande y robusto. Su plumaje es pardo en cabeza y dorso, pero blanco en el vien-

de mayor tamaño, con 19 cm. de longitud. Presenta una colo-ración terrosa y prefiere ocupar espacios abiertos con cultivos cerealistas de secano, evitando las zonas de matorral. Las ma-yores poblaciones del mundo se encuentran en la Península Ibérica y en Rusia. Su alimentación abarca desde invertebra-dos, sobre todo durante el periodo de cría, a semillas, frutos y brotes tiernos. Gran parte de la población es sedentaria, aun-que parece que algunos ejemplares podrían formar pequeños bandos que se dirigen al sur de la Península y al norte de Áfri-ca para pasar el invierno.

La terrera común (Calandrella brachydactyla) es uno de los aláudidos más pequeños. Ocupa zonas de cultivo con pequeños herbazales, barbechos o eriales. Está ligada a las zo-nas cálidas y secas. Presenta una coloración muy similar al res-to de alondras, por lo que es fácil de confundir. Consume in-vertebrados y semillas, dependiendo de la disponibilidad. En la Península se trata de una especie estival que ocupa nuestro territorio desde marzo hasta septiembre, cuando comienza el paso migratorio hacia sus cuarteles de invernada.

Además de estos aláudidos también son frecuentes otras especies de pájaros como pardillos, bisbitas campestres, colirrojos tizones, tarabillas comunes, collalbas rubias, collal-bas negras, gorriones comunes, gorriones chillones, pinzones vulgares, jilgueros, trigueros, etc.

Los machos de pardillo común (Carduelis cannabina) presentan en primavera una coloración rojiza en la frente y el pecho que les hace inconfundibles. No es tan fácil de distin-

Pardillo

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b. Otras aves

La avutarda (Otis tarda) es inconfundible por su enorme tamaño, ya que supera los dos metros de envergadu-ra y mide algo más de un metro de longitud. Su gran tama-ño y peso dificultan el vuelo, por lo que es frecuente verlas caminando y sólo emprenden el vuelo cuando se sienten amenazadas. Fuera de periodo de cría el macho y la hembra presentan una coloración muy similar, diferenciándose prin-cipalmente por el mayor tamaño del macho. Pero durante el cortejo, el macho desarrolla unas plumas largas y apuntadas en la mandíbula inferior a las que deben el nombre de “bar-bones”. Uno de los momentos más llamativos es la parada nupcial cuando los machos se concentran en grupos y ex-hiben su plumaje, ejecutando un ritual que se conoce como la rueda.

La avutarda suele ocupar las llanuras herbáceas, pero este tipo de hábitat no es muy común en nuestro territorio, por lo que la podremos encontrar en terrenos llanos en los que alternan las tierras de cultivo con barbechos, eriales y pequeñas extensiones de leguminosas. En verano también se aproxima a los campos de girasol. Se alimenta principalmente de vegetales e invertebrados, aunque en el invierno tienen una peso adicional las leguminosas. El descenso de la superficie dedicada a este tipo de cultivos, sobre todo del garbanzo, se asocia al grave descenso poblacional junto con los cambios en el uso agrario del terreno.

tre. Es habitual observarlo cantando sobre postes, cables o cualquier elemento natural o artificial que destaque en altu-ra. Su carácter confiado hace que sea una de las especies más frecuentes de ver. Se alimenta principalmente de semillas de cereal aunque en ocasiones puede incorporar algún inverte-brado a su dieta.

Terrera común

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Bando de machos de avutarda

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estos bandos se concentran al este de la provincia (Campo de San Pedro), mientras que en invierno se agrupan en ban-dos unisexuales, regresando a la zonas de cría. Durante la realización de este estudio tuvimos la suerte de encontrar un bando de 11 individuos en las proximidades de Fuente de Santa Cruz.

El sisón (Tetrax tetrax) es otra de las grandes aves esteparias. Se trata de una pequeña avutarda de unos 42 cm. de longitud. Al igual que otras avutardas presenta adaptacio-nes para caminar entre los pastos y herbazales. Su plumaje es también muy críptico por lo que es difícil de observar en el campo, excepto en el periodo de celo, cuando el macho presenta una plumaje negro con dos bandas blancas en el cuello. En vuelo produce un pequeño siseo del que ha de-rivado su nombre común. Su hábitat es muy similar al de la avutarda, prefiriendo también mosaicos agrarios en los que los campos de cultivo alternan con barbechos, eriales y her-bazales. Su alimentación es básicamente insectívora durante la primavera y el verano, para seguir una dieta más vegetaria-na en el invierno, dependiendo también en gran medida de las leguminosas.

En Castilla y León no existe un censo fehaciente de la situación de la especie y tan sólo se cuenta con algunas es-timaciones. Así, en 2002 se estimó una población de 3.310 a 3.760 machos reproductores. Las principales poblaciones se encuentran en León, Zamora y Salamanca, mientras que en Segovia aparece de forma muy escasa, estimándose una po-

La población de avutarda ha sufrido un importante descenso a nivel mundial desde mediados del siglo XIX. Ac-tualmente las principales poblaciones se sitúan en España, con unos 23.000 individuos, de los cuáles, según el censo de 1998, 10.680 se encuentran en Castilla y León. Las pro-vincias de Valladolid, Zamora y Palencia son las que con-centran una mayor población, mientras que en Segovia su situación es prácticamente testimonial. Un estudio reciente publicado en la revista Quercus detalla los movimientos poblaciones de las avutardas avistadas en Segovia. Según esta publicación, en el año 2009 se censaron 129 individuos de esta especie, estableciéndose en la zona de estudio tres núcleos de población principales: el municipio de Codor-niz, Fuente de Santa Cruz y, un tercer grupo, en la tierra de Santa María la Real de Nieva. Durante el periodo estival

Avutarda

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de este estudio se observó un único ejemplar, un macho con plumaje nupcial, en Campo Azálvaro.

La ortega (Pterocles orientalis) también tiene há-bitos marcadamente terrestres. Su coloración críptica es

blación entre 30 y 40 machos. En nuestra zona de estudio las mayores densidades se concentran en Campo Azálvaro, aun-que también aparece en la Tierra de Arévalo y en los páramos de Sacramenia y Caserío de San José. Durante la realización

Cogujada común

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y su pico amarillo excepto la punta que es negra. Los machos presentan dos bandas blancas, por encima y por debajo del ojo. Ocupa terrenos llanos con apenas arbolado. Se alimenta de insectos como coleópteros, ortópeteros y hormigas. En la Península existe una población sedentaria de esta especie que se ve incrementada con individuos invernantes del norte de Europa. Es difícil de observar ya que presenta hábitos crepus-culares y nocturnos.

Al igual que sucede con otras aves esteparias, parece encontrarse en regresión. En la provincia de Segovia se han recogido datos en la zona de Sepúlveda y, en nuestra zona de estudio, se sabe de su presencia en Tolocirio y Santiuste de San Juan Bautista, así como en Castroserna de Abajo y Ma-drona. Sin embargo, en el último censo realizado en el año 2002 sólo se ha detectado en Campo Azálvaro, en la Tierra de Segovia y en Tierra de Sepúlveda. Junto a estas aves también es frecuente observar paloma torcaz, tórtola común y turca, perdiz, codorniz, etc.

c. Rapaces esteparias

Sobrevolando los cielos del llanura segoviana es fácil observar milano real, sobre todo en invierno cuando aumenta su población, milano negro, busardo ratonero, cer-nícalo vulgar, buitre leonado, buitre negro, etc. A estas rapa-ces, habituales en gran parte de nuestra provincia, se suman

muy acusada en la hembra, mientras que el macho pre-senta una coloración más grisácea desde la cabeza hasta una franja negra en el limite inferior del pecho. Ocupa espacios abiertos sobre todo cultivos de cereal, eriales, barbechos y herbazales, rehuyendo de las zonas arbola-das. Su alimentación es casi estrictamente granívora, lo que determina que tenga que visitar bebederos cercanos varias veces al día.

Al igual que las aves esteparias descritas anterior-mente, ha sufrido un grave retroceso en los últimos años y en Castilla y León aparecen sólo de forma dispersa, con una estimación total de 1.390 a 1.870 individuos según el último censo realizado por SEO-Birdlife. En la provincia de Segovia se han estimado un total de 50 a 100 individuos distribuidos principalmente en el límite provincial con Ávila y Valladolid, desde Santiuste de San Juan Bautista hasta Marugán y Bercial.

De su pariente, la ganga común (Pterocles alchata), sólo se han registrado datos en Segovia en 1997 y 1999 en el Atlas de las Aves Reproductoras, citándose en Olombrada y Riaza. Sin embargo, en el último censo realizado en el año 2002 no se ha encontrado ningún ejemplar por lo que puede considerarse extinta en la provincia.

La última de las especies consideradas esteparias que vamos a tratar en este capítulo es el alcaraván (Burhin-us oedicnemus). Se trata de una ave zancuda de la familia de las limícolas, de unos 40 cm. de longitud. Su coloración es pardo-terrosa en la que destacan sus ojos grandes y amarillos

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ta del macho en vuelo es muy similar a la del cenizo, si bien no muestra bandas negras en la parte inferior de las alas. Su alimentación y hábitos son también similares a los del ce-nizo. En su caso, algunas parejas son sedentarias, aunque la mayor parte de los individuos que se observan sobrevolando nuestros campos son invernantes. La población nidificante más importante de la provincia se encuentra fuera de nuestra zona de estudio. En el último censo realizado en el año 2002 se estima que en toda la provincia existen entre 8 y 10 parejas reproductoras. Sin embargo su observación en la provincia no es difícil, principalmente por los ejemplares procedentes del norte de Europa.

El cernícalo primilla (Falco naumanni) también es un habitual de los campos cerealistas, donde utiliza viejas cons-trucciones o pequeños roquedos para anidar. No siempre es fácil diferenciar a los jóvenes y las hembras de esta especie con los del cernícalo vulgar. El macho presenta el dorso rojizo sin manchas y en la cola tiene plumas grises azuladas. Los prime-ros cernícalos primillas comienzan a observarse a finales de febrero o principios de marzo, para comenzar el paso migra-torio a finales del verano. Es una especie muy colonial, por lo que suele nidificar en grupos. Se alimenta de insectos que captura en sus vuelos, destacando su capacidad para perma-necer cernido durante bastante tiempo en un mismo lugar. En la provincia de Segovia se ha estimado una población de 55 parejas reproductoras, distribuyéndose en su mayor parte por la llanura cerealista y los páramos.

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otras mucho más específicas de estos ecosistemas, como son el aguilucho cenizo y el aguilucho pálido. A veces resulta complicado diferenciar ambas especies, tanto en el caso del macho como de la hembra. En los machos la principal dife-rencia reside en las bandas negras que presenta el aguilucho cenizo bajo el ala.

El aguilucho cenizo (Circus pygargus) es una rapaz mediana, de unos 46 cm. de longitud. Se diferencia por su figura más estilizada, al igual que otros aguiluchos, y por la coloración blanca de sus alas, rematadas en una llamativa mancha negra, con bandas negras. En la Península es una es-pecie estival nidificante a la que se suman ejemplares en paso migratorio hacia los cuarteles de invernada. Los primeros ejemplares suelen verse sobrevolando nuestros campos hacia el mes de marzo, para regresar al norte de África en el otoño. Construye el nido en el suelo, entre los campos de cereal, don-de deposita de tres a cinco huevos. Se alimenta de pequeños mamíferos, aves e insectos.

Castila y León concentra una de las mayores pobla-ciones de esta especie, censándose en 2002 un total de 1.725-1.920 parejas. En Segovia la población de nidificantes no es muy alta, situándose entre 30 y 40 parejas. Su presencia en la zona de estudio parece bastante homogénea si tenemos en cuenta los datos obtenidos en el Atlas de las Aves Reproduc-toras.

El aguilucho pálido (Circus cyaneus) es ligeramente más pequeño que su congénere, el aguilucho cenizo. La silue-

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Paisaje de páramos en las cercanías del río Duratón (Fuentidueña)

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Páramos

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chas especies rupícolas que encuentran en estas crestas calizas el lugar idóneo para vivir. Su interés ornitológico es muy im-portante, al dar cobijo a algunas especies muy singulares. Por este motivo se tratarán en un apartado independiente.

Desde el punto de vista ornitológico, comparte con la llanura segoviana algunas especies esteparias que también encuentran aquí un lugar idóneo para vivir. Así, también son frecuentes los aláudidos y las rapaces como el aguilucho ceni-zo y el aguilucho pálido. Sin embargo, también podemos en-contrar otras especies muy vinculadas con este hábitat, entre las que destaca la ya nombrada alondra de Dupont.

a. Paseriformes

Como ya se ha mencionado, también en los páramos proliferan los aláudidos, que en su conjunto son la especie más abundante de este tipo de hábitat. Las cogujadas son muy abundantes, junto con las terreras, las alondras y las ca-landrias. Pero si destaca una especie en concreto dentro de este grupo es la alondra de Dupont o alondra Ricotí (Cherso-philus duponti). Esta especie ocupa un hábitat muy específico, en zonas llanas de páramos con matorral caméfito (tomillo, aulaga…) con una altura media de 20 a 40 cm. Por tanto no aparecerá en laderas, ni próxima a zonas de cultivo o en luga-res donde el matorral este más desarrollado. Esta dependen-cia del hábitat dificulta aún más su conservación ya que estas

El área natural del páramo se extiende al norte de la provincia y se caracteriza por sus terrenos llanos, pedregosos y desabrigados. El suelo esta formado por calizas blanqueci-nas cuya resistencia a la erosión es mayor que la de las margas y los yesos situados en los estratos inferiores. Esta situación provoca que las calizas perduren en el alto de pequeñas cres-tas y lomas. Los ríos y arroyos que las surcan forman valles de fondos amplios y laderas pendientes en las que afloran las margas y los yesos. A medida que la erosión se intensifica se van formando pequeños cerros que culminan en una superfi-cie plana, llamados “mesas” o “cerros testigo”.

En este tipo de ambiente las condiciones climáticas son muy extremas, lo que junto con el escaso desarrollo del suelo, dificultan la formación de un dosel arbóreo. Se trata por tanto de zonas de escasa vegetación, excepto pequeñas matas de tomillo salsero, mejorana, salvia, siete sangrías o aulagas. También crecen algunos arbustos espinosos como escaramu-jo, guillomo y majuelo. En este tipo de suelos también puede encontrarse pequeños enebros y sabinas cuya presencia es cada vez más habitual, debido principalmente al descenso del pastoreo. En algunas zonas de la provincia, como el páramo del pie de sierra de Pedraza o los altos del Duratón, esto esta provocando que las parameras tradicionales se conviertan en sabinares, lo que supone la posible pérdida de hábitat para al-gunas especies tan importantes como la alondra de Dupont.

Los valles encañonados que forman los ríos y arroyos que cruzan estos paisajes, son un importante hábitat para mu-

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de las hoces del Duratón y Sepúlveda, el piedemonte calcáreo de Pedraza y las parameras del río Riaza. De estas zonas, tan sólo podemos encuadrar dentro de nuestra zona de trabajo el piedemonte calcáreo de Pedraza y las Hoces septentriona-les del Duratón, es decir, las que se abren entre San Miguel y Fuentidueña.

En el año 1992, Garza y Suárez realizaron una esti-mación poblacional de unos 1.200-1.300 individuos. Sin embargo, posteriores censos locales han denotado un im-portante descenso poblacional aunque no hemos encon-trados datos actualizados del número total de individuos en la provincia.

La cogujada montesina (Galerida theklae) es un ave sedentaria que ocupa preferentemente espacios abiertos con zonas de matorral bajo y arbustos. Se diferencia de la cogujada común por su pico más corto y el plumaje algo más oscuro, aunque son de fácil confusión. Como el resto de aláudidos, nidifica en el suelo, al abrigo de una pequeña mata.

La totovía (Lullula arborea) es una pequeña alondra de unos 15 cm. de longitud que presenta querencia por zonas forestales,d incluso de bosque más o menos denso, aunque también son frecuentes en baldíos, enebrales y matorrales. Presenta una coloración terrosa que le permite camuflarse en el terreno, con una marcada ceja blanca y una cola corta y sin bordes blancos.

La bisbita campestre (Anthus campestis) es otro de los pequeños pájaros que frecuenta este tipo de paisajes. Se

zonas son muy dependientes del hombre, tanto por su posible roturación para cultivo, como por el abandono del pastoreo que beneficia el desarrollo del matorral. Es una especie seden-taria de aspecto muy similar al de cualquier alondra, excepto por su pico más alargado y curvado. Es más fácil de distinguir por su canto, ya que pasa fácilmente desapercibida por su ca-pacidad para mimetizarse con el entorno.

En Europa esta especie sólo se encuentra como nidi-ficante en España, siendo la población catellano-leonesa la más importante de la Península, con una estimación de unas 6.250 aves. La población más importante se encuentra en So-ria, seguida por la segoviana. En Segovia ocupa los páramos

Totovía

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trata de una especie estival nidificante que ocupa nuestros territorios desde marzo hasta septiembre. A diferencia del resto de bisbitas, ésta presenta una mayor querencia por espacios abiertos y pedregosos con vegetación de matorral, como los páramos y sabinares. Su distribución en la zona de estudio es bastante homogénea, aunque con mayor presen-cia en los páramos del norte de la provincia. Su presencia parece verse muy favorecida por el pastoreo, principalmente de ganado ovino.

A partir del mes de septiembre llega a nuestro terri-torio otra especie de bisbita, la común (Anthus pratensis). Es una invernante y migrante bastante abundante y muy grega-ria, que forma pequeños grupos que se dispersan de forma continua por nuestra provincia. Es una especie muy terrestre que en pocas ocasiones se posa sobre árboles o matorrales. Su identificación puede ser complicada al confundirse con otro tipo de bisbitas.

La tarabilla común (Saxicola torquata) es un pequeño pájaro de apenas 12 cm. de longitud, muy frecuente en nues-tra zona de estudio. Es inconfundible por su cabeza negra y pecho y vientre rojizos con una marcada franja blanca sobre el ala. En las hembras la coloración es más parda, similar a la tarabilla norteña. Su silueta erecta y observadora se distingue fácilmente sobre arbustos y herbazales desde donde busca a sus presas que captura en el suelo.

Entre el grupo de las collalbas destaca en este hábi-tat la collalba rubia (Oenanthe hispanica), aunque también Tarabilla común

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puede aparecer en eriales y pastizales. Al igual que la collalba gris presenta un antifaz negro muy llamativo, con alas y cola negra en la que se dibuja una T blanca en vuelo. El apodo de “rubia” viene por su lomo anaranjado, que la diferencia de la collalba gris. Suele llegar a nuestra zona en el mes de abril, para emprender el regreso a las zonas de invernada en el mes de octubre.

La curruca tomillera (Sylvia conspicillata) es la más pequeña de las currucas con apenas 12 cm. de longitud. También es una de las más escasas, presente en páramos abiertos con matorral de bajo porte. Tiene cabeza y dorso gris con manchas rojizas en las alas. El ojo es rojo, con un llamativo anillo ocular blanco. Es difícil de observar por su carácter tímido, ya que permanece la mayor parte del tiempo oculta en el interior de los matorrales. Es una especie nidi-ficante estival.

Además de estas especies también podemos ver jil-guero, pardillo, gorrión común, gorrión chillón, collalba gris, pinzón vulgar, alcaudón común, alcaudón real, mirlo, zorzal común, zorzal charlo, curruca rabilarga, curruca carrasqueña, curruca zarcera, verdecillo, verderón común, triguero, etc.

b. Otras aves

Para el grupo de las aves esteparias también encontra-mos datos interesantes en esta zona, principalmente localiza-Collalba rubia

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Perdiz roja

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Cernícalo vulgar

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Otra especie habitual es la codorniz (Coturnix co-turnix), más fácil de reconocer por su característico canto que por su aspecto, ya que se camufla perfectamente con la vegetación circundante. Su presencia también esta muy ex-tendida por toda la provincia, ocupando gran variedad de terrenos, aunque prefiere zonas de cultivo de cereal y pasti-zales. Es una especie nidificante estival en la Península, aun-que a estos ejemplares se suman numerosos individuos en sus pasos migratorios.

c. Rapaces

Surcando el cielo en busca de alimento es muy común observar milano real, milano negro, águila calzada, busardo ratonero, cernícalo primilla, buitre leonado, buitre negro y otras rapaces. Aunque no existen datos de reproducción del aguilucho cenizo y pálido, sí pueden observarse en vuelo.

El cernícalo vulgar (Falco tinunculus) también es muy frecuente en este tipo de hábitats, al igual que en otros lugares de la provincia. Es común observarle cernido mientras buscan alguna presa de que alimentarse. Al igual que su congénere el cernícalo primilla, también anida en viejas construcciones, pero también utilizar acantilados rocosos y árboles. Es un ave sedentaria, por lo que podemos observarla en cualquier época del año, aunque su población se ve aumentada por individuos invernantes y en migración. Es muy habitual observarlo posa-do en tendidos eléctricos y de teléfono en las proximidades de las carreteras, junto a milanos y ratoneros.

dos en la parte segoviana del páramo de Corcos, en el entorno de con las poblaciones de Caserío de San José y Cuevas de Provanco. En esta zona aparecen datos de ganga ortega y de sisón, este último un poco más extendido. Sin embargo, en la última publicación realizada con el censo de 2002 no hay da-tos de ambas especies en estas zonas. La variación en los datos no tiene porque significar su desaparición de la zona, aunque sí un retroceso de la población. Seria interesante realizar cen-sos más exhaustivos.

En cuanto a la avutarda, podemos encontrar algunos ejemplares fuera del periodo reproductor. Existen datos sobre la presencia de algún bando estival en el páramo de Corcos se-goviano. En el norte de Cuellar también se ha localizado una importante zona de invernada de la especie.

Además de estas especies también es habitual ver pa-loma torcaz, paloma zurita, paloma bravía, tórtola común, tórtola turca, perdiz roja y codorniz.

La perdiz roja (Alectoris rufa) ocupa una gran varie-dad de medios desde zonas cultivadas a llanos, páramos, mon-tes, dehesas, etc. Prefiere territorios cultivados en los que se mantienen lindes, barbechos y eriales en los que encuentran refugio. Su presencia es muy abundante en toda la provincia y a lo largo de este trabajo hemos podido ver muchos ejempla-res acompañados de varios perdigones. Hacen el nido en el suelo, al abrigo de algún matorral. Se alimentan de semillas e insectos que van capturando del suelo a medida que caminan, ya que son bastante reacias a remontar el vuelo.

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Los cañonesfluviales

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Hoces del río Duratón en el embalse de las Vencías (San Miguel de Bernuy)

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a. Paseriformes

Los cantiles ofrecen un refugio seguro contra los depredadores a muchas aves que están especializadas en el aprovechamiento de este hábitat. Unas de las más abun-dantes son los aviones comunes y las golondrinas comunes, que con sus acrobacias sobrevuelan incansables los cantiles. Entre ellos, también encontramos aviones roqueros (Ptyo-noprogne rupestris). Este ave construye sus nidos con barro al abrigo de la lluvia en roquedos y cantiles, aunque también puede utilizar construcciones humanas como puentes o rui-nas. Tiene unos 14 cm. de longitud y presenta una colora-ción grisácea con pequeñas manchas blancas en la punta de cola. Del grupo de las golondrinas es el que menos ligado está al hombre.

También es muy frecuente el colirrojo tizón, volando de repisa en repisa en busca de insectos. Por el contrario, es mucho menos frecuente observar al llamativo roquero rojo o al roquero solitario.

La collalba negra (Ocnanthe lcucura) también prefiere este tipo de hábitat aunque a pesar de ser una especie sedenta-ria, su presencia es muy local en nuestra provincia. La pobla-ción española es la más importante de toda Europa, concen-trándose principalmente en el Mediterráneo. En la provincia de Segovia se han estimado un total de 10 a 15 parejas. En la zona de estudio tan sólo aparece en los páramos del Duratón y en Campo Azálvaro.

Los cañones fluviales son uno de los hábitats más singulares de nuestra provincia, tanto por su espectacula-ridad paisajística como por su riqueza ecológica. A excep-ción de la risca de Valdeprados, que la incluimos en este apartado aunque presenta unas características geológicas muy distintas, todos los cañones fluviales tratados se abren en macizos calizos. Se caracterizan por presentar paredes abruptas, desprovistas de vegetación en las que abundan huecos y oquedades donde anidan un número muy singu-lar de aves.

Los cañones calizos presentan, además, un fondo de valle plano en el que viven numerosas las aves de ribera, completando así un paisaje ornitológico de los más ricos de nuestra zona de estudio.

Aunque existen numerosos valles de estas caracte-rísticas, hemos destacado los más representativos por su singularidad, dimensión y belleza. Las Hoces del Duratón más septentrionales, en la zona de San Miguel de Bernuy y la villa de Fuentidueña, son, sin duda, uno de los más espectaculares que se encuentran dentro de nuestra zona de trabajo.

Pero no menos interesantes, desde el punto de vista paisajístico y ornitológico, son los cañones de los río Vie-jo y Pirón, entre Peñarrubias de Pirón y Adrada de Pirón o, ya en menores dimensiones, el del río Santa Águeda, en Arahuetes, o el del arroyo de la Hoz, entre Aldeasoña y Membibre de la Hoz.

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Ermita de Santiaguito en el cañón del río Pirón

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Azálvaro, 5-10 en la confluencia del río Viejo y Pirón, 3-4 en el río San Juan, 3-4 en el río Santa Águeda, 1 en el arro-yo de la Vega en Pedraza, 1-2 en el arroyo de la Hoz, 3-4 en el río Botijas, 4-5 en el arroyo Polendos y 1 en el Arroyo San Medel.

Algunos de los dormideros más importantes de la provincia de Segovia se encuentran en edificios históricos, algunos tan importantes como la Catedral de Segovia, que ha llegado a congregar hasta 476 individuos. Dentro de nuestra zona destacan los dormideros de La Granja, la ermita de la Virgen del Cubillo, la iglesia de Fuentes de Carbonero o la torca del río Viejo.

Junto a la chova piquirroja es frecuente ver sobrevo-lando grupos de grajillas que en ocasiones también anidan en el roquedo. El gorrión chillón, aunque también se en-cuentra próximo a las poblaciones humanas, puede alcanzar grandes números en algunas zonas de roquedos y es espe-cialmente llamativa su abundancia en los cañones del río Viejo y del Pirón.

b. Otras aves

El vencejo real (Apus melba) esta muy ligado a este tipo de ambientes, aunque su presencia en la provincia es muy limitada y sólo se le ha citado nidificante en las Hoces del Du-ratón y del Riaza, fuera de nuestra zona de estudio.

La chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax subespecie erythrohamphus) es un córvido con cierta pre-ferencia por ocupar cortados calizos del interior, aunque también es frecuente en zonas de montaña con huecos para anidar. Como su nombre indica, su característica más evidente es la presencia de un pico rojo muy llamativo que se puede distinguir incluso en vuelo. Su dieta se basa en invertebrados y materia vegetal que desentierra del sue-lo con su largo pico. Se trata de un ave muy gregaria, que utiliza dormideros comunales que en muchas ocasiones se encuentran en edificios históricos. La población sego-viana se estima en unas 441-460 parejas de las cuáles en nuestra zona de estudio podemos encontrar 40 en Campo

Chova piquirroja

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que normalmente son los primeros en llegar a la carroña, y cuyas plumas reflejan la luz emitiendo un destello que el buitre reconoce fácilmente.

El buitre es un animal muy gregario, tanto en la bús-queda del alimento como para la cría. Cerca de los mulada-res es frecuente ver numerosos grupos de buitres posados en los árboles próximos esperando el momento adecuado para descender en busca de carroña. Sus colonias suelen ser muy numerosas y se sitúan en los roquedos calizos aprovechando huecos y solapas. Los posaderos se identifican fácilmente por el blanco de sus excrementos, que se van acumulando con el paso del tiempo. Tan sólo realizan una puesta anual con un sólo huevo, ya que tienen un periodo de incubación y cuidado del pollo muy largo, de unos seis meses.

La población reproductora segoviana es muy buena, aunque en los últimos años está teniendo un cierto retroceso como consecuencia de la falta de animales muertos en el cam-po a raíz de las nuevas normativas ganaderas que surgieron como consecuencia de enfermedades como la de las vacas locas o la brucelosis. Es muy común ver al buitre leonado ali-mentándose junto a buitres negros, milanos y otras rapaces que también acuden a los restos de animales muertos.

Otro carroñero muy importante en nuestro territo-rio es el alimoche (Neophrom percnopterus). Los primeros ejemplares llegan a nuestro territorio en el mes de marzo para abandonarlo a finales de verano. Presenta un plumaje blanco y negro muy característico con cola acuñada. Es el más peque-

c. Rapaces

Uno de los grupos de aves más importantes de este hábitat son las rapaces. Muchas de ellas encuentran en estos cantiles calizos el lugar idóneo para criar, al encontrarse muy protegidos de sus depredadores naturales.

Una de las más llamativas y representativas de nues-tros cantiles es el buitre leonado (Gyps fulvus). Su enorme tamaño, con una envergadura alar que llega a los 2,50 m., y su fácil identificación, hacen de esta rapaz una de las más conocidas. Se trata de un ave carroñera con una anatomía muy adaptada al aprovechamiento de animales muertos de cierta envergadura. Presenta un pico fuerte para desgarrar la piel y un cuello largo y desprovisto de plumas que le permite acceder a las partes más nutritivas del animal, sus vísceras. En tierra es un ave muy torpe, que requiere de pe-queñas elevaciones para poder remontar el vuelo, buscan-do siempre las corrientes térmicas. Asciende planeando, formando grades círculos y siguiendo las corrientes de aire caliente, hasta que alcanza una altura suficiente para poder impulsar el vuelo planeando en línea recta. Aunque popu-larmente se le atribuye una gran capacidad olfativa esto no es así ya que, al igual que el resto de la aves, prácticamente carecen de este sentido. Por el contrario tienen una vis-ta muy desarrollada que le permite distinguir desde gran altura los cadáveres de animales con los que se alimenta. Esto también es posible gracias a la ayuda de los córvidos,

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Buitre leonado

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Se alimenta de mamíferos y aves de tamaño medio, además de reptiles y carroña. La presencia humana cerca de los nidos provoca el abandono de los mismos, por lo que es importante limitar el paso en estas zonas. Según el censo realizado en el año 2000, se contabilizaron 11 parejas en la provincia. En el año 2008 se realizó un nuevo censo en el que aparecen 14 parejas seguras, distribuidas en tres zonas, de las cuales una en el macizo de Sepúlveda (con seis parejas) está fuera de la zona de estudio. De las otras dos destaca la pobla-ción de la Sierra, con siete parejas, y la de Campo Azálvaro, con una pareja más. Aunque anida en zonas rocosas es más frecuente observarla sobrevolando la llanura cerealista y los páramos en busca de sus presas.

ño de los buitres españoles con una altura de unos 65 cm. Al contrario que el buitre leonado, su pico es más largo y pun-tiagudo lo que le permite desgarrar los músculos y tendones de los huesos de la carroña. Puede alimentarse de presas de menor tamaño como conejos, reptiles o aves que puede llegar a cazar.

Los nidos los construye aprovechando huecos en la roca y, frecuentemente, cerca de colonias de buitres leonados. En el censo realizado en el año 2000 se contabilizaron un total de 28 parejas reproductoras. El mayor número de ejemplares se encuentran en las Hoces del Duratón y del Riaza, aunque, dentro de nuestra zona también lo podemos encontrar en las Vencías o en el cañón del río Pirón. La tendencia poblacio-nal en la provincia parece ser negativa, principalmente por el envenenamiento y la desaparición de carroña como conse-cuencia de la normativa agraria que obliga a los ganaderos a recoger las reses muertas.

Una de nuestras rapaces cazadores de mayor enverga-dura es el águila real (Aquila chrysaetos). Construye sus nidos en huecos de las rocas tanto de zonas de montaña como en los cañones calizos, aunque en ocasiones también pueden verse sus nidos en árboles de gran porte. Su silueta en vuelo puede confundirse con la de un buitre, ya que aunque algo inferior en tamaño puede superar los 80 cm. de longitud. Sin embargo su silueta es más estilizada y la cola más larga. Los ejemplares juveniles presentan manchas blancas debajo del ala que les di-ferencian claramente.

Alimoche

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Águila real

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El búho real (Bubo bubo) prefiere los cantiles roco-sos y las masas forestales dispersas, aunque puede ocupar un amplio registro de hábitats, dependiendo casi exclusi-vamente de la disponibilidad de su presa más habitual, el conejo. Es la más grande de nuestras rapaces nocturnas con un tamaño aproximado de 67 cm. Su plumaje pardo y moteado le permiten pasar desapercibido mientras esta posado. Al igual que el búho chico presenta plumas auri-culares y grandes ojos naranjas. En Castilla y León, según la estimación realizada por Sanz Zuasti y Velasco en el año 1999, hay una población entre las 300 y 400 parejas. No hemos podidos encontrar datos sobre la población segoviana, entre otros motivos porque se trata de un ave de difícil observación, tanto por su escasez como por sus hábitos nocturnos.

La última de las rapaces que vamos a señalar en este apartado es el halcón peregrino (Falco peregrinus). Es una rapaz de menor tamaño, con unos 44 cm. de longitud y una silueta en vuelo muy característica por sus alas apuntadas y compactas. Construye sus nidos preferentemente en cor-tados, aunque también puede utilizar plataformas viejas de córvidos. Captura a sus presas, aves de pequeño y mediano tamaño, en vuelos en picado a gran velocidad, pudiendo alcanzar entre 320 y 403 km/hora y convirtiéndose así en la rapaz más rápida. En la provincia, se han censado en el 2002 un total de 22 parejas.

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Búho real

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Sotosy riberas

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Ribera del río Cega en la Senda de los Pescadores (Cuéllar)

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Sotos y riberas

En los tramos medios y bajos de los ríos se forman amplios valles en los que puede desarrollarse un bosque de galería de dimensiones variables. Tradicionalmente, este tipo de hábitat ha sido muy modificado por la actividad hu-mana, por lo que no es habitual encontrar tramos de río que conserven una bosque diverso con alisos, sauces, chopos, fresnos y olmos. Cuando el valle es muy cerrado las especies de ribera conviven con ejemplares de árboles procedentes de los bosques más cercanos, como encinas, robles o pinos.

Desde hace varias décadas hemos asistido a la susti-tución de este tipo de vegetación por plantaciones de cho-pos, con la consecuente pérdida de diversidad y de hábitat para muchas especies animales. Aún así todavía podemos destacar algunas riberas interesantes, como la del Cega, en las proximidades de Cuéllar, uno de los pocos tramos tran-sitables del río encajado en el manto de arenas de la Tierra de Pinares. En este tramo se dan algunas de las curiosidades botánicas más importantes de nuestra provincia. También en el Cega se conserva un soto de excepcionales caracte-rísticas ecológicas y paisajísiticas: la finca de los Porretales, incluida dentro de la ZEPA de las Lagunas de Cantalejo. Cabe destacar algunas fresnedas en la ribera del río Moros, especialmente la de Añe. La ribera del Voltoya o algunos tramos del valle del Zorita también pueden darnos alguna agradable sorpresa.

En cuánto a la diversidad de aves que pueblan este tipo de hábitats es muy variado. No sólo encontramos es-Fresneda de Añe

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Sotos y riberas

pecies ligadas a los cursos de agua, sino también otras que buscan frescor en el verano y alimento en el invierno. En este apartado trataremos de destacar algunas de las más frecuentes.

a. Paseriformes

Empezaremos nuestro recorrido por la avifauna de las riberas con el avión zapador (Riparia riparia), un pequeño avión de unos 12 cm., que ocupa los taludes arenosos de los sotos y riberas. Allí excava un túnel en el que instala el nido. En la zona de estudio se distribuye principalmente por las ri-beras de los ríos Cega, Eresma y Pirón a su paso por la Tie-rra de Pinares y la llanura cerealista. Los primeros individuos comienzan a llegar durante los meses de marzo y abril para iniciar el periodo de cría y regresan a sus cuarteles de invierno entrado el otoño, junto con otros individuos procedentes de Europa. Forma colonias con un número variable de indivi-duos y en muchas ocasiones se instala en graveras o zonas de taludes artificiales.

Otro grupo importante de aves ligadas a los tramos fluviales son las lavanderas. En la Península hay tres tipos de lavanderas: la blanca, la boyera y la cascadeña. Son sencillas de distinguir por su larga cola que siempre está en un vaivén continúo, mientras camina por las orillas de ríos, arroyos y hu-medales en busca de alimento. La lavandera blanca (Motacilla Lavandera blanca

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Sotos y riberas

desapercibido entre las ramas y hierbas de la ribera. Se iden-tifica fácilmente por la posición erguida de la cola mientras revolotea entre los matorrales. Es muy frecuente en nuestra provincia, aunque difícil de observar por su carácter inquieto.

Los ruiseñores son otro de los grupos de aves ligados a estos ambientes más húmedos. El ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) presenta un plumaje pardo-rojizo y un potente canto que le hace inconfundible. Es una especie nidificante estival y migrante que llega a nuestra zona en el mes de mar-zo y comienza a migrar a finales de verano. Es muy discreto y permanece oculto entre los matorrales por lo que es más fre-cuente oírle, incluso por la noche, que verle. Por el contrario, el ruiseñor bastardo (Cettia cetti) permanece en nuestro terri-torio durante todo el año. Es ligeramente más pequeño que el común aunque también presenta un plumaje pardo-rojizo, con una marcada ceja blanca que lo diferencia. Sus hábitos y costumbres son muy similares.

Pero si tuviéramos que destacar a un habitual de nues-tras riberas, sin duda el mirlo común (Turdus merula) sería el elegido. Su canto nos sobresalta cuando caminamos junto al río con un escandaloso chillido muy característico que le ha hecho merecedor del mote “el chivato del bosque”, ya que ad-vierte de nuestra presencia a todo aquel que quiera escuchar. El macho tiene plumaje negro con pico amarillo mientras que la hembra es parda. Vive prácticamente en cualquier hábitat, con la única condición de que haya cierta humedad con pra-dos y pastizales.

alba), muy habitual en la zona, es difícil de confundir con otra especie por su plumaje gris, blanco y negro. Esta muy ligada a medios humanizados por lo que es frecuente observarla en pi-lones, fuentes y abrevaderos de muchos de nuestros pueblos e incluso de naves agrícolas. Sus parientas, la lavandera boyera (Motacilla flava) y la cascadeña (Motacilla cinerea), presentan un plumaje con colores amarillos y verdes, diferenciándose principalmente por el dorso, que es verdoso en la boyera y gris en la cascadeña. Respecto a su comportamiento, es muy simi-lar en ambas, si bien la cascadeña está mucho más ligada al agua, nidificando en ríos y arroyos de aguas rápidas y limpias.

El chochín (Troglodytes troglodytes) es uno de los pája-ros más pequeños de la Península Ibérica, con apenas 9 cm. de longitud. Sus tonos pardo-rojjizos le hacen pasar totalmente

Ruiseñor común

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Sotos y riberas

Otra de las aves más típicas de los sotos fluviales y de las choperas es la oropéndola (Oriolus oriolus). Aunque tie-ne un llamativo plumaje amarillo y negro, no siempre es fácil distinguirla entre las hojas de los árboles. Durante el mes de abril ya se comienza a oír su aflautado canto entre los árboles donde construyen un nido colgante entre dos ramas ahorqui-lladas. En ocasiones tienen que defender sus nidos de posibles intrusos como grajillas y chovas, a las que atacan en vuelo vio-lentamente. Al finalizar el verano comienza su paso migrato-rio y abandona nuestro territorio.

El zarcero común (Hippolais polyglotta) también esta ampliamente representado en la zona de trabajo. Su plumaje es verde amarillento, con un característico moño de plumas en la nuca que lo diferencia de los mosquiteros. Desde inicios de la primavera su presencia ya es frecuente en los sotos y ri-beras donde anida, para comenzar el paso migratorio a prin-cipios del otoño.

El escribano soteño (Emberiza cirlus) también sue-le ocupar las vegas fluviales, aunque aparece en multitud de hábitats. El macho se distingue fácilmente por sus listas ama-rillas y negras en la cabeza. Sin embargo la hembra tiene un plumaje más discreto que la hace pasar desapercibida entre los grupos de paseriformes.

Mucho más escaso y de difícil observación es el pájaro moscón (Remiz pendulinus). Mide unos 11 cm. de longitud y tiene un llamativo antifaz negro que contrasta con la cabeza y el pecho blanco y el dorso y las alas pardo-rojizas. Esta muy ligado Zarcero común

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a los sotos donde realiza un nido típico con forma de globo. En Castilla y León se distribuye principalmente por el centro, y en nuestra zona de estudio tan sólo se han encontrado alguna cita en el norte, posiblemente en los ríos Cega y Duratón.

Además de estas especies también podemos encontrar-nos con petirrojo, curruca zarcera, curruca capirotada, curruca mosquitera, mosquitero musical, trepador azul, agateador co-mún, pinzón vulgar, verdecillo, verderón común y jilguero.

b. Otras aves

El martín pescador (Alcedo atthis) es una de las aves más ligadas al medio fluvial de la Península. Tiene un tamaño aproximado a los 16 cm. y un plumaje muy llamativo, con la parte superior azul turquesa que desprende fuertes destellos mientras sobrevuela el lecho del río. Requiere ríos con aguas claras, donde pueda divisar a los peces de los que se alimenta. Construye el nido en túneles que excava en los taludes areno-sos de los márgenes fluviales. En nuestra provincia no es muy frecuente, aunque lo podemos encontrar en algunas riberas como las del Cega y el Duratón.

En el tronco de las chopera también es frecuente escuchar el sonido del golpeteo continúo del pito real. En algunas ocasiones en las riberas de nuestro ríos encuentran refugio algunas aves acuáticas como azulones, polla de aguas o garza real.

Nido de cigüeña en el soto de Revenga.

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pequeñas concentraciones de cigüeñas negras que, en algunas ocasiones, pueden superar los 50 ejemplares.

c . Rapaces

Dentro del grupo de las rapaces asociadas a este me-dio tan sólo contamos con el águila pescadora (Pandion ha-liaetus). Sin embargo su presencia en la provincia es muy es-casa y no se conoce ningún dato sobre su anidación. Tan sólo se la cita en el embalse de las Vencías, entre San Miguel de Bernuy y Fuentidueña, durante el invierno.

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Sotos y riberas

Aunque la cigüeña blanca (Circonia circonia) está muy ligada a las zonas humanizadas, es frecuente observarla en los sotos buscando alimento. En la Península, su presencia es es-tival nidificante con algunos ejemplares migrantes y de inver-nada. Sin embargo, sus costumbres parecen estar cambiando y cada vez es más frecuente observarlas durante cualquier época del año, entre otros motivos por el uso que hace de los basureros para alimentarse. En la provincia de Segovia se cen-saron 1.322 parejas reproductoras en el año 1999.

Junto a las cigüeñas no es extraño ver garzas reales buscando alimento en los prados, sotos y riberas.

Al contrario que la cigüeña blanca, la cigüeña negra (Circonia nigra) se encuentra en una grave situación de con-servación. Su aspecto es inconfundible, con un plumaje negro en la parte superior y en el cuello. Presenta un llamativo co-lorido rojizo en el pico y las patas. Para nidificar busca bos-ques de encinas y pinos, próximos a los cauces fluviales don-de se alimenta, rehuyendo siempre de la presencia humana. También puede construirlos en roquedos y escarpes, sobre todo en la Sierra. Es una ave rara y esquiva. Se alimenta de peces, anfibios e insectos acuáticos. La población nidifican-te española se cifra en unas 500 parejas. En Castilla y León en el año 2002 se contabilizaron entre 77 y 89 parejas de las cuales 6 se encuentran en nuestra provincia. La mayoría de ellas las podemos observar en el sur de la provincia en la Sie-rra de Guadarrama, en los valles del Voltoya y el Zorita y en los Porretales. Durante los pasos migratorios se pueden dar

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Los humedales

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Laguna del Carrizal (Lastras de Cuéllar)

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Los humedales

Existen varios tipos de humedales naturales en la pro-vincia de Segovia. Entre ellos destacan las lagunas de la Tierra de Pinares, que se encuentran inmersas en arenales y rodeadas de pino negral y en menor medida de piñonero. Estas lagunas se han formado en pequeñas depresiones del manto de arenas en las que aflora el nivel freático del acuífero subyacente. Du-rante el periodo de lluvias, el agua se filtra fácilmente entre las arenas aumentando el nivel de agua de las cubetas. El resto del año es el nivel del acuífero el que mantiene la lámina de agua, por lo que la extracción de agua en sondeos y pozos afecta de forma directa a la conservación de este hábitat tan caracterís-tico de nuestra provincia.

Los humedales más importantes, tanto por extensión como por su estado de conservación, son las Lagunas de Can-talejo y las vecinas Lagunas de Lastras de Cuéllar y Hontal-billa, ambos humedales incluidos dentro del mismo LIC. Sin embargo, la presencia de este tipo de lagunas es bastante fre-cuente a lo largo de toda la Tierra de Pinares, y también nos ha parecido interesante incluir las del Espadañal (Cuéllar), Samboal, Navas de Oro y San Benito de Gallegos. En líneas generales, se trata de humedales con aguas someras y abun-dante vegetación circundante de carrizos y espadañas donde pueden colocar sus nidos fochas y ánades. Son aguas con un gran contenido en algas, lo que favorece la presencia de aves acuáticas que se alimentan en las orillas y en el agua.

El segundo grupo de humedales más importante es el de las lagunas de Coca-Olmedo, distribuido entre las provin-Laguna de las Eras (Villagonzalo de Coca)

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Los humedales

dancia de agua durante todo el año, lo que permite la presen-cia de un buen número de aves acuáticas que se encuentran de paso. Dos buenos ejemplos, son el embalse de Juarros de Vol-toya, en el que se ha constatado la cría de somormujo lavanco, o el embalse del Pontón Alto en la Granja de San Ildefonso, donde es frecuente observar gaviota reidora y cormorán en el invierno.

Desde el punto de vista ornitológico estos humedales tienen una gran importancia para numerosas aves acuáticas que encuentran en sus aguas el lugar idóneo para criar, ali-mentarse y descansar en los pasos migratorios. En contraposi-ción con su importancia ecológica, su estado de conservación no siempre es bueno, debido principalmente a la sobreexplo-tación de los acuíferos que merma su capacidad de retener agua durante gran parte del año. Pero también se suman otros problemas, como la colmatación de las cubetas o la contami-nación del agua.

Paseriformes

El buitrón (Cisticola juncidis) es una pequeña ave muy asociada a herbazales y pastizales, a menudo en zonas palustres cerca de humedales. Es muy tímida y pasa gran parte del tiempo oculta entre la vegetación, donde se camu-fla perfectamente con su plumaje pardo. Es muy sensible al descenso brusco de las temperaturas, por lo que se sitúa en

cias de Segovia y Valladolid. En la parte segoviana, las princi-pales lagunas se encuentran en Villeguillo, Bernuy de Coca y Villagonzalo de Coca. Están rodeadas de zonas de campos de cultivo, principalmente de cereal, aunque también existe algún cultivo de regadío. Al igual que en el caso anterior, estas lagunas surgen en pequeñas depresiones o cubetas en las que emerge el agua del acuífero inferior, en este caso, del acuífe-ro de los Arenales. En la cubeta de Santiuste, sobre la que se encuentran, se ha realizado una recarga del acuífero que es especialmente patente en la Laguna de la Iglesia (Villagonza-lo de Coca). La singularidad de estos humedales radica en su salinidad, ya que son aguas fuertemente mineralizadas. Esta peculiaridad conlleva un gran número de endemismos, mu-chos de ellos halófitos. La vegetación circundante no es muy abundante y la lámina de agua es muy somera por lo que se secan rápidamente con la sequía estival. Las características sa-linas del agua benefician la presencia de algunas aves acuáticas como el tarro blanco o la espátula.

A estos humedales se suman los lavajos y las pequeñas charcas que, sobre todo en la zona del llano, se sitúan en las proximidades de la mayor parte de las poblaciones. Suelen ser temporales y en muchos casos han sido desecadas por los pro-pios habitantes de los pueblos. En otros casos se mantienen junto a las poblaciones e, incluso, han sido restaurados.

Finalmente, tenemos un último grupo de humedales que son los embalses. En algunos casos pueden constituir un importante recurso ornitológico, ya que garantizan la abun-

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blanca muy marcada que, junto con su tamaño, lo diferencian del carricero común. Cría en pequeños grupos desplazando al común a la periferia del espadañal.

El número de paseriformes asociados de forma espe-cífica a los humedales no es muy elevado. Sin embargo, son muchas las aves que buscan insectos y cobijo entre la vegeta-ción palustre, sobre todo cuando se encuentran cerca de las poblaciones. Es frecuente observar lavanderas, chochines, mirlos, ruiseñores comunes, verderones comunes, verdeci-llos, pardillos, pinzones, gorriones, etc.

ambientes más o menos estables al noroeste de la provincia de Segovia.

Los carriceros son aves de tamaño medio que ocupan la vegetación palustre que bordea lagunas y humedales, es-pecialmente los carrizales. El carricero común (Acrocephalus scirpaceus) mide unos 12 cm. Su plumaje es pardo por la parte superior y blanquecino en la inferior. Trepa por las hierbas y carrizos en movimientos rápidos que dificultan su observa-ción. Su pariente, el carricero tordal (Acrocephalus arundina-ceus), es de mayor tamaño, con unos 19 cm. Presenta una ceja

Fochas corriendo sobre la superficie del agua

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Los humedales

y con cierta cantidad de vegetación palustre. Se adapta bien a la presencia humana y soporta cierto grado de contaminación en el agua, lo que ha favorecido su expansión. En nuestra zona aparece en los principales humedales.

La polla de agua o gallineta (Gallinula chloropus), al igual que la focha, tiene un llamativo plumaje negro, aunque se diferencian por su pico rojo con la punta amarilla. Ocupa cual-quier humedal con gran cantidad de vegetación palustre y se ve favorecida por la eutrofización del agua. Es bastante escondidi-za y presenta hábitos crepusculares, por lo cual no es frecuente observarla. Puede ocupar también los cauces de algunos ríos.

El rascón (Rallus aquaticus) no es muy frecuente en nuestra zona y, debido a su carácter reservado, es difícil de ob-

Otras aves

El grupo de aves más importante de nuestros hume-dales es el de las aves acuáticas, entendiendo por éstas aque-llas especies ecológicamente dependientes de las zonas hú-medas en alguna fase de su ciclo vital según la definición del Convenio de RAMSAR (1971). En nuestra zona de estudio son pocas las especies sedentarias, y, sin embargo, el número y diversidad de especies nidificantes y, sobre todo, migrantes es muy importante en nuestros humedales.

a. Aves sedentarias

El grupo de las sedentarias está dominado principal-mente por el azulón y la focha común, las más abundantes. El ánade real o azulón (Anas platyrhynchos) es muy frecuente y de fácil identificación debido al plumaje verde esmeralda de la cabeza en el caso del macho. La hembra tiene tonos pardos y ocres, con una pequeña mancha azul en el ala. Ocupa prácti-camente cualquier humedal y soporta bien la contaminación, por lo que aparece en ríos, lavajos y todo tipo de balsas de agua. Tolera bien la presencia humana y pueden encontrarse en parques y jardines de muchos de nuestros pueblos.

La focha común (Fulica atra) es inconfundible por su plumaje negro, con una llamativa mancha frontal blanca. Ocupa zonas de aguas tranquilas, ricas en vegetación acuática

Macho y hembra de ánade real

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Los humedales

b.Aves nidificantes

Dentro de la aves acuáticas nidificantes de nuestra provincia podemos destacar unas quince especies.

La agachadiza común (Gallinago gallinago) es muy rara, ya que sólo aparece como nidificante en el sur de la Sierra de Guadarrama. Como especie migrante es más habitual, ocu-pando humedales con cobertura herbácea, palustre o arbus-tiva. Es un ave de hábitos crepusculares, con un prominente pico y plumaje pardo con manchas blancas.

El andarríos chico (Actitis hypoleucos) se distingue de otros andarríos por presentar bandas blancas en las alas. Habi-ta ríos y arroyos de cierta altitud y, en menor medida, embal-ses, lagos y lagunas. Tiene un comportamiento poco sociable. Como nidificante es poco frecuente en la provincia, y tan sólo aparece en algunas zonas de Guadarrama y en la zona centro. Como migrante es más abundante.

El archibebe común (Tringa totanus) es otra limícola con patas rojas y un pico largo rojizo con la punta negra. En la zona de estudio tan sólo se ha constatado su cría en las la-gunas de Cantalejo, aunque sí es más abundante en los pasos migratorios. Nidifica en prados y pastizales encharcados o en embalses de profundidad somera.

El avefría (Vanellus vanellus) se identifica fácilmente por su cresta de plumas y por un plumaje en el dorso con irisa-ciones verdosas y vientre blanco. Para reproducirse busca pra-dos y pastizales húmedos, aunque en invierno puede aparecer

servar. Tiene un pico largo rojizo con plumaje pardo moteado en el dorso y gris en el vientre. Se esconde entre la vegetación palustre como espadañas, carrizos y juncos. También está muy ligado a los valles de los ríos.

Para terminar con el grupo de aves sedentarias en nues-tra zona de estudio, nos detendremos en el zampullín común (Tachybaptus ruficollis). Es el somormujo más pequeño y de aspecto inconfundible. Tiene un plumaje negro con garganta y partes inferiores claras con mejillas y garganta rojizas. Con mu-cha frecuencia se le suele ver zambulléndose en el agua de forma intermitente, soportando varios minutos debajo del agua. Casi siempre se encuentra cerca de la vegetación palustre, donde se esconde rápidamente cuando advierte la presencia humana.

Polla de agua

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Los humedales

en zonas no acuáticas como baldíos. En nuestra zona cría en las Lagunas de Cantalejo y en las de Coca.

El avetorillo común (Ixobrychus minutus) es una es-pecie muy rara y poco frecuente en nuestra provincia. Es la más pequeña de las garzas, con 35 cm. de longitud. En la parte superior de la cabeza y el dorso tiene plumaje negro mientras que las alas son marrones con borde blanco. En nuestra pro-vincia tan sólo hay datos de su presencia en las lagunas de Las-tras de Cuéllar y Hontalbilla.

La chocha perdiz (Scolopax rusticula) o becada tam-bién es una nidificante muy escasa, apareciendo tan sólo en un núcleo de la Sierra de Guadarrama. Es muy retraída y con hábitos crepusculares, lo que dificulta su observación.

El chorlitejo chico (Charadrius dubius) es una peque-ña limícola de 14 cm. de longitud. El iris del ojo es amarillo muy llamativo lo que le diferencia del chorlitejo grande. Habi-ta humedales de agua dulce, con orillas limpias y pedregosas, o de aguas muy someras.

La cigüeñuela (Himantopus himantopus) es más fre-cuente en nuestros humedales. Se diferencia claramente por sus patas rojas y un pico negro largo y afilado. En vuelo se ve el pecho blanco con las alas negras. En nuestra provincia anida en las Lagunas de Coca (Laguna del Caballo de Alba) y en las Lagunas de Cantalejo. Colocan sus nidos en pequeñas isletas en el centro de los humedales.

La garza real (Ardea cinerea) es una de las aves más co-nocida del medio acuático. Tiene una altura de 94 cm. con un

Ejemplar joven de cigüeñuela

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Los humedales

de Voltoya. En pasos migratorios e invernantes es bastante más frecuente.

Durante la realización de este trabajo también hemos podido constatar la presencia de una pareja de zampullín cue-llinegro que ha anidado en la isleta interior de la laguna de la Iglesia (Villagonzalo de Coca).

c. Aves invernantes

Cuando las condiciones meteorológicas se vuelven adversas en los países del norte y centro de Europa, muchas aves acuáticas encuentran refugio en nuestro país por su clima más templado y atemperado. Estas aves suelen llegar a nues-tro territorio en el mes de octubre y emprenden el camino de regreso a sus zonas de cría al inicio de la primavera. Dentro de una misma especie pueden haber individuos que críen en nuestra latitud y otros que migren hacia los países del norte. Este comportamiento es muy frecuente en todas las aves, no sólo en las acuáticas.

Uno de nuestros patos invernantes más común es el pato cuchara (Anas clypeata). Puede confundirse con el azu-lón ya que presenta un plumaje similar. Sin embargo, su pico es negro y aplanado. Se alimenta comiendo en la superficie del agua o en los fondos someros, gracias a su capacidad filtra-dora. No existen datos sobre su nidificación en la provincia, si bien le hemos podidos observar en el mes de julio en las

plumaje de tonos grises, blancos y negros. Se alimenta princi-palmente de peces que captura en aguas poco profundas, ade-más de anfibios, reptiles y pequeños mamíferos. Anida en colo-nias en arboledas cercanas al agua. En el año 2001 se censaron 85 parejas reproductoras en la provincia de Segovia, con alguna colonia importante en los valles del Voltoya y el Zorita.

El somormujo lavanco (Podiceps cristatus) se identi-fica fácilmente por su largo cuello y el la presencia de unos penachos rojizos y negros, que muestra sobre la cabeza du-rante la nidificación. Es un ave buceador, por lo que nece-sita cierta profundidad de la lámina de agua donde busca peces para alimentarse. En la zona de estudio se ha compro-bado su presencia como nidificante en el embalse de Juarros

Pato cuchara

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Los humedales

El ánade silbón (Anas Penelope) no nidifica en Castilla y León y sus mayores poblaciones se han cen-sado en los meses de invierno. El macho tiene la frente amarilla y la cabeza pardo-rojiza. El plumaje del cuerpo es gris excepto la popa negra y el pecho que es rosáceo. La hembra es más fácil de confundir con las hembras de otros patos.

El tarro blanco (Tadorna tadorna) prefiere humedales con de carácter salino, aunque durante los pasos de invierno pueden aparecer en cualquier embalse. Tiene cabeza y dorso verde oscuros, con el pico y las patas rojos y cuerpo blanco. Se alimenta principalmente en zonas de pocas profundidad. A lo largo del desarrollo de nuestro trabajo hemos podido cons-tatar la presencia de una pareja en la laguna de la Iglesia de Villagonzalo de Coca, el 10 de agosto.

El porrón común (Aythya ferina) prefiere zonas hú-medas con cierta profundidad en las que bucea buscando el alimento. El plumaje de la cabeza es rojizo en el macho, mien-tras que el resto del cuerpo tiene una coloración grisácea. La hembra es parda con el pico negro.

La presencia del porrón moñudo (Aythya fuligula) es más escasa y limitada en el tiempo, ya que su presencia en nuestro territorio es más habitual en los meses de noviembre a febrero. Ocupa humedales extensos y profundos con vege-tación subacuática de la que alimentarse. En la provincia de Segovia su presencia es muy escasa.

El ganso común (Anser anser) es el único de los ánsa-

lagunas de Coca, durante la realización de este trabajo, lo que parece indicar que podría anidar en esta laguna.

El ánade rabudo (Anas acuta) está presente con noso-tros desde septiembre hasta inicios de la primavera. El macho se identifica fácilmente por el plumaje negro de la cabeza y blanco en el pecho, con un cuerpo alargado terminado en una prominente cola. La hembra es menos llamativa y presenta una coloración grisácea más homogénea. Prefiere zonas poco profundas, con vegetación subacuática y pasto en las orillas donde se alimenta.

La cerceta común (Anas crecca) es bastante común como invernante y también como migratoria. La mayor abundancia de la especie se observa desde septiembre hasta principios de la primavera. Es uno de los patos más pequeños, con apenas 36 cm. Como en el resto de patos el macho es fá-cilmente distinguible (cabeza rojiza con un antifaz verde que brilla a la luz del sol), mientras que la hembra tiene un pluma-je menos llamativo. El hábitat es el mismo que el del ánade rabudo, motivo por el que suelen aparecer en grupos con esta especie y con otros patos como el ánade real.

El ánade friso (Anas strepera) es más abundante du-rante los meses de otoño e invierno, ocupando preferente-mente humedales de profundidad media con algo de vege-tación palustre. El macho tiene plumaje gris y pico oscuro, mientras que la hembra tiene el vientre blanco. Aunque de forma escasa, hay datos de su cría en todas las provincias de Castilla y León, excepto en Segovia.

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Los humedales

Tarro blanco volando delante de ánades reales

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Los humedales

El andarríos grande (Tringa ochropus) es más abun-dante en Castilla y León, pudiéndose encontrar en cualquier tipo de humedal. Debido a su carácter solitario, lo habitual es observarlos solos o en parejas. También es muy frecuente en los pasos migratorios, en los que utiliza las acequias y canales de riego como vías de migración.

Con la llegada de los meses fríos es muy frecuente co-menzar a observar cormoranes grandes (Phalacrocórax carbo) en nuestros embalses. Suelen posarse sobre rocas y extender sus alas para secarse el plumaje, costumbre que, junto con su plumaje negro, los hace fácilmente reconocibles. Al llegar la tarde se agrupan en dormideros sobre las ramas de algún árbol próximo al humedal, formando grupos realmente llamativos.

Las gaviotas también se adentran en el interior penin-sular durante el invierno, cuando buscan alimento en los ver-tederos. La gaviota sombría, patiamarilla y reidora son las más frecuentes en nuestro territorio. De estas tres especies, la más común es la reidora de la que ya hemos podido observar algún ejemplar en agosto en la laguna de la Vega (Navas de Oro) y en octubre en el embalse del Pontón Alto y en la laguna de Navalayegua (Cantalejo).

d. Aves de paso

Este grupo incluye a la mayor parte de las aves acuáticas que pueden observarse en nuestra provincia. Generalmente re-

res que llega hasta nuestra provincia. Los primeros ejemplares pueden verse a partir de octubre y permanecen en la zona has-ta el mes de marzo. Se asienta en humedales de gran extensión que utiliza como dormideros desde los que se desplaza a los prados y pastizales donde se alimenta.

Otro grupo importante de aves acuáticas es el de las limícolas, que ocupan los límites de los humedales y que, ge-neralmente, presentan unas patas y pico largos para poder ali-mentarse en este medio.

El chorlitejo dorado (Pluvialis apricaria) es una de las limícolas que visitan nuestra provincia desde octubre a mar-zo, especialmente en la parte norte. Habita prados, pastizales y baldíos y suele agruparse en bandos.

La agachadiza chica (Lymnocryptes minimus) mide apenas 18 cm. y se sitúa preferentemente en prados y zonas encharcadas con orillas herbosas. Es una especie muy escasa y, debido a su carácter tímido y escondidizo, apenas se tienen datos fiables de su distribución. Además de los grupos que pa-san aquí el invierno también hay importantes concentracio-nes de agachadizas durante los pasos migratorios (noviembre-diciembre y febrero).

El zarapito real (Numenius arquata) es la limícola de mayor tamaño de la Península, con sus 55 cm. de longitud. Tiene el pico muy largo curvado hacia abajo y la coloración de su plumaje es parda. Suele preferir prados, baldíos y pastiza-les, en ocasiones próximos a humedales. Es difícil de observar, ya que huye de la presencia humana.

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Los humedales

negro curvado hacia arriba. Tiene un plumaje blanco y negro por todo el cuerpo. Prefiere zonas con cierta salinidad del agua y poca profundidad con isletas en el interior en las que anida. Podemos verlas tanto de paso como durante el invierno.

También puede observarse aguja colinegra (Limosa limosa), archibebe oscuro (Tringa erythropus), archibebe cla-ro (Tringa nebularia), andarríos bastardo (Tringa glareola), chorlitejo grande (Charadrinus biaticula), el escaso chorlitejo carambolo (Charadriud morinellus), y chorlitejo gris (Pluvialis squatarola). Del grupo de los correlimos, el más frecuente es el común (Calidris alpina), pero también se pueden observar-se algunos ejemplares de correlimos gordo (Calidris annutus), correlimos menudo (Calidris minuta), correlimos tridáctilo (Calidris alba) y correlimos zarapetín (Calidris ferruginea). Es poco habitual encontrarnos, de forma puntual, con el vuelve-piedras (Arenaria interpres).

El grupo de las garzas y espátulas también está muy representado en nuestra provincia durante los pasos migrato-rios. No es extraño encontrarnos con garceta común (Egretta garzetta) o espátula (Platalea leucorodia). Algo menos fre-cuente es observar garza imperial (Ardea purpurea) o marti-nete (Nycticorax nycticorax)

En cuanto a las gaviotas, también pueden observarse algunos ejemplares en paso de charrán común (Sterna hirun-do), charrancito (Sterna albifrons), fumarel (Chlidonias niger) y fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus), aunque todos ellos de forma muy escasa.

corren la zona en sus pasos migratorios hacia las zonas de cría o de invernada. Utilizan los humedales de nuestra zona como puntos de descanso para continuar su camino motivo por el que no son tan selectivas en cuánto al hábitat y se las puede observar en prácticamente cualquier tipo de humedal. A continuación enumeraremos las más habituales en nuestro territorio.

La cerceta carretona (Anas querquedula) es más habi-tual durante la primavera ocupando humedales poco profun-dos. Las polluelas pintoja (Porzana porzana) y chica (Porzana pusilla) aunque muy escasas, también podrían observarse en alguno de nuestros humedales.

Del grupo de las limícolas, una de las más destacadas es la avoceta (Recurvirostra avosetta), inconfundible por largo pico

Avoceta

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Los humedales

rapaces por el plumaje blanco de cabeza y hombros. En Se-govia se censaron 2 parejas reproductoras en el año 1.999. Durante el desarrollo de este trabajo hemos podido constatar su presencia en las lagunas de Lastras de Cuellar, en la laguna Caballo Alba (Villeguillo), en las lagunas de San Benito de Gallegos y en las Lagunas de Cantalejo.

Rapaces

El aguilucho lagunero (Circus aeroginosus) es la única rapaz que se encuentra asociada a los humedales de nuestra provincia. Ocupa espacios abiertos y nidifica en la vegetación palustre que rodea los humedales. Se le diferencia de otras

Aguilucho lagunero

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Los pueblos

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Carbonero de Ahusín

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Los pueblos

construye su nido en los aleros de los tejados, debajo de puen-tes o bajo cualquier repisa. También lo realiza con barro, si bien en este caso es de forma globular, sin tubo de entrada. Se pueden observar sobrevolando las plazas y calles durante la primavera y el verano.

Entre las golondrinas y los aviones comunes también son muy frecuentes los vencejos comunes (Apus apus), dis-tinguibles por su color oscuro uniforme y por carecer de las largas plumas externas de la cola tan características de las go-londrinas. Su tamaño es ligeramente superior al de aviones y golondrinas. Su vida se desarrolla casi completamente en el aire, donde no sólo se alimenta, ya que también es capaz de descansar en vuelo. Anida en los huecos de edificios, princi-palmente en poblaciones. En el periodo de cría son muy es-candalosos y suelen perseguirse en pequeños grupos realizan-do vuelos rápidos y acrobáticos.

En muchas ocasiones están asociados a nuestro patri-monio con estampas tan llamativas como el castillo de Coca, Cuéllar o Pedraza bajo una nube de aviones, vencejos y golon-drinas que vuelan desordenadamente a su alrededor.

Otro grupo de aves que utilizan el hábitat humano es el de los gorriones. El gorrión común (Passer domesticus) es el más frecuente de todos ellos.

El macho tiene la cabeza gris con las zonas dorsales rojizas y la garganta y el pecho negro. La hembra tiene un plu-maje menos llamativo, de color pardo. En el invierno los ban-dos de gorriones, mezclándose distintas especies, sobrevue-

Existe una avifauna muy relacionada con los pueblos y ciudades, con especies que se han adaptado a la presencia hu-mana, encontrando en nuestras poblaciones un lugar idóneo para vivir. Una de estas aves, quizás de las más típicas de todos los pueblos, es la golondrina común (Hirundo rustica). En el mes de marzo ya comienzan a verse las primeras golondrinas sobre los cables de la luz, preparándose para iniciar la cons-trucción del nido, aprovechando cualquier repisa de nuestras casas. El nido lo realizan en barro y dejan una pequeña aber-tura por donde el adulto puede entrar y salir, lo que hace per-manentemente.

El avión común (Delichon urbica) también esta muy ligado a las zonas humanizadas. Al igual que la golondrina

Avión común

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Los pueblos

de junto a las construcciones humanas, ya sea en pueblo o en edificios abandonados en el campo, también se la pue-de observar en cantiles, campos de cultivo, zonas arboladas, etc. Se la diferencia de otros córvidos por tener la nuca gris y el ojo blanco.

El último de los córvidos que incluimos en este grupo es la corneja negra (Corvus corone). De menor tamaño que el cuervo, también tiene el plumaje negro con pico y ojo del mis-mo color. Ocupa terrenos de cultivo, zonas abiertas e incluso zonas forestales como pinares o encinares. Es frecuente verlas

lan los cultivos buscando alimento. En estos bandos también puede haber gorrión molinero (Parus montanus), con mejillas blancas y parte superior de la cabeza pardo rojiza, y gorrio-nes chillones (Petronia petronia). Este último se distingue fá-cilmente por presentar una listas oscuras en el ojo y a ambos lados de la cabeza y una mancha amarilla en el pecho. Además de encontrarle en ambientes antrópicos, también es posible observarle en los roquedos.

Mucho más puntual es la presencia del gorrión moruno (Passer hispaniolensis), ya que en nuestra zona de trabajo tan sólo hay citada una pequeña población al suroeste de la provincia.

El estornino (Sturnus unicolor) es el más pequeño de los córvidos, con 21 cm. de longitud. Tiene el plumaje negro, con pico y ojos del mismo color. También lo podemos obser-var, aunque en menor medida, en bosques claros y prados. Forman grandes grupos, sobre todo en el invierno, que suelen utilizar árboles como dormideros. Precisamente en el invier-no, mezclado con los bandos de estorninos negros, se puede ver algún estornino pinto (Sturnus vulgaris) con un plumaje muy moteado.

También podemos encontrar asociados a las cons-trucciones humanas a una gran cantidad de córvidos. La urra-ca (Pica pica) es la más llamativa por su coloración negra y blanca. Anida en árboles y arbustos en nidos que construye con barro.

La grajilla (Corvus menedula) es muy gregaria y suele formar colonias de cría de grandes proporciones. Además

Gorrión molinero

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Los pueblos

o cuadrada y sin ventanas. En el interior, se construían con adobe pequeños nidales cuadrados que cubrían las paredes desde el suelo al techo. Las palomas accedían al interior por los huecos que se dejaban en las paredes y/o en el tejado y allí realizaban la cría, protegidas de cualquier alimaña. Los propietarios del palomar recogían los pichones que ofrecían una importante fuente de alimento en periodos de escasez. Aunque actualmente esta actividad ha desaparecido, aún es frecuente observar en los tejados de los pueblos pequeños grupos de palomas domésticas que también crían en campa-narios y viejas construcciones.

En los últimos años otra paloma, la tórtola turca (Streptopelia decaocto) ha ampliado de forma importante su población y ahora son también muy frecuentes en los pue-blos. Su tamaño es mayor que el de la tórtola común y presen-ta un llamativo collar negro con bandas blandas. Es originaria del sur de Asia y Oriente Medio y en la península su presencia es común desde los años cincuenta, aunque en Castilla y León no llegó hasta los años ochenta del pasado siglo.

Una de las estampas más características de nuestros pueblos son los tejados de las iglesias soportando enormes nidos de cigüeñas comunes. En ocasiones, el peso del nido es tal que es necesario derribarlos para evitar el hundimiento del techado. En muchas ocasiones, las cigüeñas ya no aban-donan nuestro territorio para pasar el invierno en zonas más templadas, sino que permanecen junto a basureros donde encuentran alimento. Durante el cortejo se oyen los sonoros

posadas en los postes del teléfono y los cables de la luz junto a las carreteras en busca de animales atropellados.

En este tipo de ambientes, sobre todo ocupando par-ques y jardines, también podemos observar pinzón vulgar, verdecillo, verderón común, jilgueros y trigueros. También son frecuente los colirrojos tizones (Phoeniculus ochruros) que han encontrado en los medios humanizados un importante hábitat, además de los roquedos. Este pequeño ave de cola roja y plumaje negro-grisáceo es una de las pocas que canta durante toda la noche.

Las palomas también son muy frecuentes en los nú-cleos urbanos. La más abundante es la paloma doméstica o bravía (Columba libia). En prácticamente todos los pueblos existen pequeñas construcciones dedicadas a la cría de las palomas. Generalmente son edificaciones de forma redonda

Grajilla

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Los pueblos

Los milanos y ratoneros también están muy asociados a los medios humanizados, no sólo a las poblaciones, sino también a naves ganaderas o vertederos donde encuentran abundancia de alimento.

cotorreos que realizan con el golpeteo de su pico , lo que po-pularmente se llama “machacar el ajo”. Con la llegada de los polluelos comienza un incesante trasiego en busca de alimen-to que después introducen en el pico de sus polluelos.

La lechuza (Tyto alba) es una de la rapaces nocturnas más habituales de las zonas urbanas. Suele ocupar los paja-res, desvanes y viejos edificios de los pueblos donde cría. Se alimenta de micromamíferos como topillos, ratones y musa-rañas que captura en los huertos y tierras de cultivo circun-dantes. Al igual que muchas otras aves, y especialmente las rapaces, expulsan los restos de pelos y huesos de los animales que han ingerido en pequeñas bolas que se conocen con el nombre de egragópilas. El estudio de estos restos ha permi-tido saber mucho más sobre los hábitos alimenticios de estos habitantes nocturnos.

Dentro de las rapaces diurnas, una de las más carac-terísticas es el cernícalo primilla (Falcon naumanni), incluido en el Libro Rojo de las Aves como especies vulnerable. Anida formando colonias o como parejas aisladas, aprovechando los huecos de viejas construcciones. Se alimenta sobre todo de insectos y, de forman más puntual, de pequeños vertebrados que captura en las tierras agrícolas. En la provincia de Segovia su presencia es muy localizada, censándose en el año 1999, 55 parejas reproductoras. Es fácil de confundir con el cernícalo vulgar, especialmente las hembras y los jóvenes que son muy similares. Los primeros grupos llegan a la provincia en febrero y se van al finalizar el verano.

Tórtola turca

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Itinerariosornitológicos

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Paisaje primaveral en la Cañada Real Soriana Occidental

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Itinerarios ornitológicos

Observando aves en las lagunas de Lastras

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Título de la secciónItinerarioornitológico

por lasierra de

Guadarrama

Alcaudón dorsirrojo en el Real Sitio de San Ildefonso

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

Riofrío donde un desvio nos lleva a la carretera de la Granja a Torrecaballeros (SG-P-6121), para enlazar con la N-110 has-ta Arcones. Los únicos puertos que nos permitirán cruzarla en coche son el puerto de los Leones, el puerto de Navacerrada y el puerto de Navafría.

TRAMO 1. Puerto de los Leones-Puerto de Navacerrada

1ª jornadaDe Campo Azálvaro a la risca de Valdeprados

Iniciamos nuestro recorrido en el Espinar, donde to-mamos la carretera SG-500 en dirección a Campo Azálvaro. Nos encontramos dentro de la ZEPA de Campo Azálvaro-Pinares de Peguerinos, entre las provincias de Ávila y Sego-via. En la parte segoviana se encuentran los pastos de Campo Azálvaro, en la cuenca alta del río Voltoya. La singularidad de su paisaje reside en gran medida en su situación geográfica, ya que se trata de un amplio valle de fondo plano a gran altitud (1.250 m.). Por el fondo del valle discurre el río Voltoya, for-mando pronunciados meandros y desprovisto totalmente de vegetación de ribera. En la parte alta de las laderas aparecen pequeños bosquetes de quejigo, roble y encina que dan paso a una pequeña cresta pedregosa. Estas peculiaridades geográfi-cas y paisajísticas hacen de este enclave uno de los más pecu-liares de nuestra provincia.

En la Sierra de Guadarrama se concentra una gran parte de la riqueza ecológica y biológica de nuestros paisajes. Su silueta se recorta en el horizonte desde cualquier punto de la provincia, como el telón de fondo de un escenario en el que se desarrolla la vida de los segovianos. Desde sus cumbres du-ras y pedregosas, hasta el pie de monte, se distribuyen según sus necesidades ecológicas un buen número de aves que con-tribuyen a aumentar la diversidad paisajística de esta hermosa Sierra. La fascinación por las “montañas azules” y por conocer sus secretos naturales ha llevado hasta su territorio a multitud de científicos que han estudiado muchos de sus misterios. El primer estudio ornitológico conocido fue realizado por Cas-tellarnau en el año 1877 y ya en él describía la gran diversidad de aves que la poblaban. Desde entonces, han sido muchos los científicos y aficionados que han contribuido a que conoz-camos mejor las maravillas ornitológicas de estas montañas.

Próximamente, este espacio será declarado Parque Na-tural por la Junta de Castilla y León y, a fecha de hoy, ya se en-cuentra aprobado el PORN que gestionará el espacio natural más grande de nuestra provincia. Esta gestión implica una or-ganización del uso público a la cual quedarán supeditadas todos los senderos y recorridos que se vayan a proponer (periodos de limitación del paso, uso recreativo, zonas sensibles para las aves)

La zona de trabajo incluida en este estudio de la Sierra de Guadarrama está delimitada entre el puerto de los Leones y el término municipal de Arcones. Ambas zonas están co-nectadas por el pie de sierra a través de la Nacional VI, hasta

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

Merece la pena acercarse a la iglesia parroquial de El Espinar para asombrarnos con la impresionante colonia de ci-güeña blanca que anida en su tejado. Con unos prismáticos y cierta paciencia se las puede observar mientras dan de comer a sus polluelos.

Una pequeña carretera nos conducirá de El Espinar hasta la Estación de El Espinar, desde donde tomaremos una pista asfaltada hasta el área recreativa de la Panera. La pista

Junto a lo que fue el antiguo vertedero, se encuentra actualmente un muladar dentro del proyecto Vulture-Voltoya. Aquí se ha realizado un centro de desinfección para los vehí-culos que depositan la carroña igual que en otros muladares como el de Cantimpalos o Sangarcía. Este lugar se ha habi-litado con un observatorio de aves que permite contemplar a los carroñeros cuando se acercan a comer sin provocarles ninguna molestia. Además, el proyecto contempla la posibi-lidad de realizar una pequeña senda interpretativa alrededor de este complejo, lo que sin duda puede aportar un gran valor adicional a la zona.

Son zonas de pastos utilizadas especialmente para la cría de ganado bovino. El desarrollo de estos pastizales ha dado origen a una importante concentración de aves muy singulares. Entre las especies más significativas que podemos observar se encuentra la cigüeña negra, que los utiliza como zonas de descanso en sus pasos migrato-rios. También el escaso águila imperial ibérica sobrevue-la la zona en busca de alimento. No debemos olvidarnos del águila real, el cernícalo primilla o el halcón peregrino. Otras rapaces que se observan son el buitre negro, el buitre leonado, milano real y negro, ratonero, el aguililla calzada y el águila culebrera. Entre las aves esteparias hay que desta-car la presencia de una importante colonia de sisón asocia-da a los pastos de Campo Azálvaro. En los roquedos y en las ruinas de viejas construcciones existe una pequeña colonia de chova piquirroja.

Buitre negro

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

los sonidos del bosque que inundan todos nuestros sentidos.

Algunas de las aves que podemos observar aquí son: carbonero garrapinos, carbonero común, herrerillo capuchino, herrerillo común, trepador azul, agateador, pinzón vulgar, petirrojo, lavandera boyera y cascadeña, mirlo acuático, papamoscas cerrojillo, mosquitero común y/o ibérico, piquituerto, verderón serrano, pico pica-pinos, escribano montesino, zorzal charlo, zorzal común y cuervo. Dentro de las rapa-ces, también es frecuente observar sobrevo-lando el pinar al buitre leonado, el águila cu-lebrera, el aguililla calzada, el milano real, el milano negro y, con un poco más de suerte, el buitre negro y el águila imperial.

Hay que destacar que, debido a la gestión del espacio, no esta permitido reco-

rrer ninguno de estos caminos durante el verano, periodo en el que existe un mayor riesgo de incendios.

Tras este interesante paseo por el pinar, retomamos la carretera para dirigirnos a la N- 603 hasta desviarnos por Ote-ro de Herreros a Valdeprados. Hemos dejado atrás los pinares silvestres de la sierra para adentrarnos en el piedemonte. Des-de el pueblo deberemos continuar, ahora caminando, hasta la risca de Valdeprados. Este impresionante desfiladero en el río

rodea el área recreativa hasta pasar sobre el río Moros. Aquí dejaremos el vehículo para continuar nuestros itinerario andando por el Monte de la Garganta. El primer tramo del recorrido se realiza por una pista prohibida para vehículos. Por ella remontaremos el Moros, adentrándonos en el pinar de Pinus sylvestris. La pista de tierra nos llevará hasta los embalses del Tejo y, un poco más arriba, al de El Espinar. Bordeamos este último por una pista y emprendemos el camino de regreso al abrigo de los pinos y disfrutando de

Muladar

Puente de lasMerinas

Risca

Área recreativaLa Panera

Puerto dela Fuenfría

Puerto deNavacerrada

FresnedaJardines de Palacio

Embalse del Carrascal

Embalse deRebenga

Acued

ucto

Embalse del Pontón

Río

Río

Milanillos

Río

Peces

Eresma

Río

Río

Milanillos

Frío

Río

Moros

Voltoya

Palazuelos

San Ildefonso

Segovia

Villacastín

El Espinar

San Rafael

Revenga

Hontoria

Riofrío

Navas deRiofrío

La Losa

Ortigosadel Monte

Torredondo

Fuentemilanos

Abades

Juarros deRiomoros

Cobos deSegovia

Bercial

Marugan

MuñopedroLastras del Pozo

Ituero y Lama

Zarzuela del Monte

Vegas deMatute

Monterrubio

Urb. CotoSan Isidro Navas de

San Antonio

Otero deHerreros

Los Ángelesde San Rafael

Urb. Pinar JardínPradera de Navalhorno

Valsaín

NavacerradaCercedilla

Guadarrama

Valdeprados

Risca de Valdeprados

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Muladar

Puente de lasMerinas

Risca

Área recreativaLa Panera

Puerto dela Fuenfría

Puerto deNavacerrada

FresnedaJardines de Palacio

Embalse del Carrascal

Embalse deRebenga

Acued

ucto

Embalse del Pontón

Río

Río

Milanillos

Río

Peces

Eresma

Río

Río

Milanillos

Frío

Río

Moros

Voltoya

Palazuelos

San Ildefonso

Segovia

Villacastín

El Espinar

San Rafael

Revenga

Hontoria

Riofrío

Navas deRiofrío

La Losa

Ortigosadel Monte

Torredondo

Fuentemilanos

Abades

Juarros deRiomoros

Cobos deSegovia

Bercial

Marugan

MuñopedroLastras del Pozo

Ituero y Lama

Zarzuela del Monte

Vegas deMatute

Monterrubio

Urb. CotoSan Isidro Navas de

San Antonio

Otero deHerreros

Los Ángelesde San Rafael

Urb. Pinar JardínPradera de Navalhorno

Valsaín

NavacerradaCercedilla

Guadarrama

Valdeprados

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

pequeño robledal salpicado de pinos silvestres. A medida que vamos ascendiendo, el roble desaparece y es sustituido por el pino silvestre asociado a pequeño sotobosque de retamas, cambroños, escaramujos, zarzamoras, arraclanes, helechos y hiedras. Junto al camino surgen grandes bolos de granito, muy habituales en esta parte de la sierra. Continuamos por un jaral hasta llegar a la presa del Olvido, en Valsaín, desde donde di-visamos los restos de la Real Casa del Bosque, el viejo palacio que construyó Felipe II. El camino de regreso lo realizamos desde el Centro Forestal de Valsaín por el camino del Nogal de Calabazas, para continuar entre pinos y robles hasta llegar a la puerta de los Cosíos, en los jardines de la Granja.

Este sendero nos permite disfrutar de algunas de las especies más típicas del pinar y del robledal, además de espe-cies acuáticas ligadas a ríos, arroyos y embalses. En el pinar y en robledal podremos ver carbonero garrapinos, carbonero común, herrerillo capuchino, herrerillo común, trepador azul, agateador, pico picapinos, pito real, pico menor, papamoscas cerrojillo, escribano montesino, mosquitero común, mosqui-tero papialbo, mosquitero musical, reyezuelo sencillo, arren-dajo, zarcero, piquituerto, mito, colirrojo tizón, petirrojo, pin-zón vulgar, arrendajo, corneja, zorzal común, zorzal charlo, paloma torcaz, cuco y búho chico.

Sobrevolando los Montes de Valsaín, es frecuente ver milano real, milano negro, busardo ratonero, aguililla calzada, águila culebrera, buitre leonado y el más escaso buitre negro. Con un poco más de suerte, también podremos observar el

Moros nos ofrece un paisaje impactante sobre el duro gneis. Para llegar a ella bajaremos desde Valdeprados por un cami-no entre verdes prados donde las cigüeñas blancas rebuscan alimento entre las hierbas. No es raro que entre ellas aparez-can algunos ejemplares de garza real. Al llegar al río Moros, tomamos su margen derecho y subimos por un sendero que atraviesa un matorral de encinas hasta llegar a la parte más alta de la risca.

En este tramo podemos observar un buen número de aves de ribera: pinzón vulgar, petirrojo, chochín, ruiseñor, mirlo, lavanderas y pito real. En la zona de piedemonte apa-recerán algunas especies ligadas a ambientes más mediterrá-neos: collalba gris, colirrojo tizón, alcaudón común, alcaudón real, alondra común y cogujadas comunes, entre otros.

2ª JornadaDe los Montes de Valsaín a los Palacios Reales

Iniciamos nuestra segunda jornada por la Sierra de Guadarrama en el Real Sitio de San Ildefonso. Desde la Gran-ja podemos realizar el Sendero de los Reales Sitios, por el que recorreremos, junto al río Eresma, el tramo que une los Pala-cios de la Granja y Valsaín. Este recorrido se encuentra seña-lizado con postes direccionales y paneles informativos. Para comenzar, bajamos por la carretera de Segovia hasta el Embal-se del Pontón Alto y nos dirigimos aguas arriba, cruzando un

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

especies del pinar con las típicas de zonas húmedas. Fre-cuentemente veremos carbonero garrapinos, carbonero co-mún, herrerillo capuchino, herrerillo común, trepador azul, agateador, pico picapinos, papamoscas cerrojillo, escribano montesino, mosquitero común, reyezuelo sencillo, arrenda-jos, zarceros, mitos, colirrojo tizón, petirrojo, pinzón vulgar, arrendajo, corneja, zorzal común, zorzal charlo, piquituerto, paloma torcaz, etc. Junto al río destaca la presencia de lavan-deras, tanto blanca, como boyera y carrasqueña, mirlo co-

vuelo de algún águila imperial ibérica, que desde sus zonas de cría se aleja hacia el pie-demonte y la campiña en busca de alimento. Junto a ríos y arroyos encontraremos lavande-ra blanca, boyera y carrasqueña, chochín, rui-señor común, jilguero, verdecillo, verderón co-mún, mirlo común, mirlo acuático, garza real, escribano soteño, curruca rabilarga, zarcero común, curruca capirotada y curruca mosqui-tera. Finalmente, en los embalses es frecuente la presencia de azulones, durante todo el año, y cormorán grande, en los pasos migratorios. Somormujo lavanco, zampullín chico, gaviota reidora y garza real son también algunas de la aves que podemos encontrar.

Si el camino nos parece escaso, todavía podemos caminar junto al río varios kilóme-tros más por las Pesquerías Reales. Para ello cruzaremos el río por el puente de Valsaín y continuaremos aguas arriba disfrutando del paisaje. Arru-llados por el sonido del agua, llegaremos a la Boca del Asno, donde podemos visitar el Centro de Interpretación de los Montes de Valsaín y hacer un pequeño descanso en el área recreativa. Si continuamos un poco más, llegaremos al Puente de la Cantina en la CL-601.

Las especies que podemos observar en este tramo son similares a las que ya hemos descrito, mezclándose las

Paisaje de cumbre en Siete Picos

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

mún, mirlo acuático, chochín, curruca rabilarga, verdecillo y verderón común.

Las rapaces forestales son frecuentes en todos los Montes de Valsaín, por lo que es habitual verlas sobrevolando las copas de los pinos. Son frecuentes el milano real, el milano negro, el ratonero, el aguililla calzada, el buitre leonado, el bui-tre negro y, con un poco de suerte, podremos ver la más escasa águila imperial ibérica.

Desde el puerto de Navacerrada también podemos realizar un recorrido muy interesante por una zona de alta montaña, la subida a Siete Picos. Este recorrido es uno de los más sencillos de los que nos permiten acercarnos a la avifauna de alta montaña. Iniciamos nuestro camino en el Puerto de Navacerrada por la pista asfaltada que sube hasta la residencia de los Cogorros, para continuar atravesando el pinar, acom-pañado por un sotobosque escaso dominado por la retama. Debido a la altitud y a las condiciones de nieve que rodean la zona, muchos pinos presentan un tronco retorcido y su tama-ño va reduciéndose a medida que nos acercamos a la zonas más altas. Desde el collado del Telégrafo, comenzamos a subir por una zona de canchales hasta llegar al primero de los Siete Picos. Superados todos, el camino de regreso lo comenzamos una vez que hemos bajado al Collado Ventoso, donde toma-mos el Camino Smith para regresar al punto de inicio.

El trazado atraviesa zonas de muy diverso de paisaje, desde pinares a canchales, cumbres, praderas y arroyos. Esta peculiaridad permite aumentar la probabilidad de ver distin-Cormorán grande

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

arrendajo, escribano montesino, piquituerto. En cuanto a las aves rapaces podemos ver agulilla calzada, busardo ratonero, milano real, milano negro, buitre negro e, incluso, águila im-perial ibérica, aunque mucho más escasa.

Salimos de la Granja por la carretera de Segovia y cruzamos el embalse del Pontón, donde podemos parar unos instantes. Aquí veremos azulones durante todo el año, pero en el otoño y, especialmente, en el invierno algunas acuáticas paran a descansar sobre sus aguas calmadas, por lo que podre-mos observar cormorán grande, garza real, zampullín chico, somormujo lavanco, garza real e incluso gaviota reidora. Aquí también podemos ver cernícalo primilla.

Tomamos la carretera de Robledo y cruzamos la N-VI para adentrarnos en una dehesa de fresnos. La siguiente pa-rada la haremos junto a la ermita de Santa María donde po-dremos dar un pequeño paseo entre fresnos centenarios. Lo primero que nos llamará la atención es la cantidad de cigüeñas blancas que anidan sobre los troncos de los fresnos, en cons-trucciones entramadas de proporciones asombrosas.

Por último, nos dirigimos hacia el palacio de Riofrío. Podemos dejar nuestro vehículo a la puerta que da acceso al recinto y recorrer andando junto a la carretera los 4 km que nos separan del palacio. Los gamos y corzos nos acompaña-rán en nuestro recorrido, mientras disfrutamos de una gran variedad de aves que viven en esta espectacular dehesa. Po-demos ver paloma torcaz, tórtola común, pito real, chochín, petirrojo, mirlo común, mirlo acuático, zarzal charlo, ruiseñor

tas especies de aves. Además de la avifauna característica del pinar, descrita en el apartado anterior, también podemos ob-servar otras a mayor altura como el pechiazul, el acentor co-mún, el acentor alpino, el bisbita alpino, el verderón serrano, el escribano montesino, elescribano hortelano o la tan abun-dante collalba gris, aunque eso sí, con un plumaje algo dife-rente. Sobre pequeños montículos de piedra es frecuente ver colirrojo tizón, avión común, avión roquero, vencejo común y la muy escasa golondrina dáurica. También en este hábitat cría el roquero rojo, aunque es mucho menos frecuente.

Finalmente, para terminar nuestra oferta de posibles recorridos para conocer la avifauna de esta parte de la Sierra, proponemos un itinerario entre los Jardines de los dos Pa-lacios Reales, el de la Granja y el de Riofrío. La Ruta de los Palacios es una propuesta divertida y entretenida que une el patrimonio histórico y cultural con el turismo ornitológico. Los Jardines del Rey del palacio de La Granja constituyen un rico ecosistema para muchas de las aves de los Montes de Val-saín, especialmente en el invierno, cuando la dureza climática de las cumbres obliga a muchas de ellas a descender en altitud en busca de refugio y alimento.

En los jardines es frecuente encontrar pinzón vulgar, petirrojo, trepador azul, verdecillo, verderón común, jilgue-ro, mito, carbonero garrapinos, carbonero común, herrerillo capuchino, herrerillo común, papamoscas cerrojillo, pito real, pito picapinos, chochín, mirlo común, mirlo acuático, zorzal común, zorzal charlo, curruca capirotada, mosquitero común,

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

Esto dificulta la observación de la avifauna y sólo veremos el rápido vuelo de pequeñas aves que desaparecen entre el ma-torral. Aún así es fácil distinguir algunos de los paseriformes más habituales de este ecosistema. En este caso es un recorri-do lineal por lo que regresaremos por el mismo camino por el que hemos venido.

Nuestra observación de aves a lo largo del reco-rrido comienza junto a las ruinas del esquileo de Alfaro. Muy cerca hay una pequeña charca, relacionada con el lavadero que había junto al rancho de esquileo. En ella se puede ver zampullín común y alguna limícola como el correlimos. A medida que ascendemos, aparece un mato-rral de media montaña en el que veremos alcaudón dor-sirrojo, alcaudón común, escribano montesino, totovía, pinzón vulgar, estornino y cuco. Esta es una buena zona para la observación de rapaces como el aguililla calzada, el buitre leonado, el buitre negro, el águila culebrera, los milanos e, incluso, el alimoche.

A medida que nos adentramos en el pinar, el canto del carbonero garrapinos se hace más intenso. Junto a él también veremos carbonero común, herrerillo capuchino, herrerillo común, trepador azul, agateador, reyezuelo sen-cillo, mosquitero común, escribano montesino, escribano hortelano, verderón serrano, piquituerto, zorzal común, zorzal charlo, arrendajo, zarcero, paloma torcaz, tórto-la común, jilguero, pinzón común, petirrojo, ruiseñor y acentor común.

bastardo, ruiseñor común, curruca capirotada, curruca mir-lona, reyezuelo listado, mito, herrerillo capuchino, herrerillo común, carbonero común, agateador común, trepador azul, arrendajo, estornino negro, gorrión chillón, pinzón vulgar, verdecillo, verderón común, jilguero, escribano montesino, triguero, cuco, críalo, abejaruco, abubilla, pito real, pico pica-pinos, tarabilla común y alcaudón común. En lo referente a las rapaces se puede ver aguililla calzada, milano real y negro, águila culebrera, buitre negro y buitre leonado.

TRAMO II. Puerto de Malangosto-Puerto de Navafría

1ª jornadaDe Malangosto al piedemonte

Cruzamos Torrecaballeros en dirección a Arcones siguiendo la N-110 y, tras una fuerte bajada, tomamos el Ca-mino de Malangosto, a nuestra derecha, para ir hasta el Ran-cho de Alfaro, junto a la Cañada Real Soriana Occidental. El camino continúa por un pinar de repoblación para llegar al río Pirón, donde cruzaremos una cancela. En la birfurca-ción, seguimos a la derecha y el camino nos llevará, siempre ascendiendo, hasta el puerto de Malangosto. En esta zona el pinar tiene un sotobosque más desarrollado con retamas y cambroño. Ya en la parte alta, el estrato arbóreo desaparece dando paso a un tupido matorral de piorno y enebro rastrero.

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

lo común, curruca zarcera, curruca mosquitera, oropéndola y escribano soteño. En la zona de encinar el número y varie-dad de aves cambia ligeramente apareciendo algunas especies ligadas a estas formaciones como el alcaudón común, alcau-dón real, la abubilla, arrendajo, cuco, paloma torcaz y tórtola común. En los viejos troncos de algunos fresnos, huecos por el paso de los años, pueden criar la lechuza, el autillo y el cá-rabo. Sobrevolando estas zonas también podremos observar cernícalo vulgar, milano real, milano negro, aguililla calzada, ratonero y águila culebrera.

En las zonas de alta montaña, el número de aves des-ciende, ya que las condiciones ambientales son mucho más extremas. Los más típicos de este hábitat son el acentor co-mún, la bisbita alpina, el pechiazul y el acentor alpino. Tam-bién podemos observar alguna rapaz como el cernícalo vul-gar, el aguililla calzada, el buitre leonado y el buitre negro.

Regresamos a la carretera N110 para desviarnos unos kilómetros más adelante hacia Sotosalbos. El paisaje va cam-biando y nos adentramos en el piedemonte. Uno de los paisa-jes más singulares del pie de monte de la Sierra de Guadarrama son los prados de fresnos. El antiguo término de La Cuesta, actualmente incluido dentro del municipio de Turégano, re-úne una de la zonas de prados más hermosos de la provincia. La senda del Río Viejo nos conduce por los antiguos caminos que unen las poblaciones de Aldeasaz, Berrocal, Carrascal y La Cuesta, atravesando prados de fresnos, praderas de pasto y un tupido encinar, al paso del río Viejo. Este recorrido está señalizado con postes direccionales y paneles informativos, por lo que puede seguirse sin ningún problema.

Desde el punto de vista ornitológico, esta variedad de paisajes nos da la posibilidad de descubrir una gran variedad de aves. En cuando a los pájaros, serán más frecuentes los rela-cionados con zonas húmedas y praderas como pinzón vulgar, petirrojo, chochín, ruiseñor común, ruiseñor bastardo, jilgue-ro, mosquitero común, mosquitero musical, zarcero común, mito, verdecillo, verderón común, trepador azul, pito real, lavandera blanca, lavandera boyera, lavandera cascadeña, mir-

Alcaudón dorsirrojo

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Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

2ª JornadaCañones calizos y pinares silvestres

Tomamos la carretera que une la Cuesta con El Cubi-llo atravesando el pie de monte de la Sierra de Guadarrama. En el Cubillo podemos realizar un pequeño recorrido lineal andando por el cañón de Santa Águeda. Un sendero nos guia-rá desde aquí hasta Pajares de Pedraza por un silencioso y ais-lado cañón calizo cuyas laderas están cubiertas de encinas y sabinas. En su recorrido podremos ver algunas de las aves ru-pícola más características de los cañones calizos como buitre leonado, chova piquirroja, avión común, avión roquero, ven-cejo, gorrión chillón, colirrojo tizón, grajilla, roquero rojo y corneja. Junto al río, en el sotobosque, encontraremos pinzón vulgar, ruiseñor común, jilguero, chochín, petirrojo, zarcero común, mirlo común, verdecillo, verderón común, lavandera blanca, lavandera boyera y lavandera carrasqueña.

En las zonas de enebral y encinar veremos arrenda-jos, rabilargo, alcaudón común, alcaudón real, zorzal charlo, zorzal común, tarabilla común, collalba gris, totovía, paloma torcaz y tórtola común, entre otras aves.

Continuamos por la carretera hacia la Velilla y antes de dirigirnos a Pedraza realizaremos un pequeño tramo en coche por el valle del río Pontón, con laderas de monte bajo de enci-nas, prados y cárcavas. Es especialmente llamativa la presencia de abejarucos en estas cárcavas, sobre todo cuando se congregan a finales de verano para emprender el paso migratorio. Un lugar

Carbonero garrapinos

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Puerto de Malangosto

Rancho Alfaro

Río Santa Águeda

Iglesia S. Juan

Casa del Águila

Área recreativadel Chorro

Mirador de NavalcolladoSan

Medel

dePolendos

Pirón

Cega

JuanTurégano

Trescasas

Palazuelos

La Lastrilla

Segovia

Escalona del Prado

Veganzones

Muñoveros

Castrosernade Arriba

VentosillaLa Matilla

Valleruelade Pedraza

El Arenal

Arcones

MatamalaMatabuena

Huerta

Colladillo

Radesde abajo

Sanchopedro

RevillaOrejanilla

La Velilla

Gallegos

MartíncanoCeguilla

Galíndez

PedrazaArahuetes

Requijada

La Mata

ChavidaValle de

San PedroTorre Val de

San Pedro

La Salceda Navafría

Collado hermoso

Pelayosdel Arroyo

Aldeasaz

La Cuesta

Cubillo

El Guijar

Arevalillode Cega

Pajares

Sotosalbos

Santo Domingode Pirón

Tenzuela

Berrocal

Carrascal

Caballar

Basardilla

Brieva

Adradade Pirón

Losanade Pirón

Torreiglesias

Otones deBenjumea

Villovelade Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

PinillosdePolendos

Cabañas dePolendos

Mata de Quintanar

La Higuera

Espirdo

TorrecaballerosTizneros

San CristobalZamarramala

Bernuy dePorreros

Encinillas

Mozoncillo

Aldea Real

Lozoya

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en Navafría. Desde aquí hemos de seguir por una pista que nos llevará, en continua subida, hasta adentrarnos en el pinar, donde tomaremos un camino por el que llaneando, transita-mos por un bosque de troncos anaranjados, rectos y lisos, que se yerguen hacia el cielo. Merece la pena acercarse al mirador de Navalcollado, una de las vistas más hermosas de esta parte de la Sierra. El camino de regreso al área recreativa lo haremos por una pista asfaltada hasta el Centro Forestal.

Una de las características de este recorrido que más lla-man la atención es el sonido, que nada más acercarnos al pinar inunda nuestros sentidos. El primero que nos llama la atención es el carbonero garrapinos, con su característica melodía. Tam-bién escucharemos herrerillos comunes y carboneros comu-nes. Entre las copas de los pinos distinguimos el revoloteo del papamoscas cerrojillo, el herrerillo capuchino, el piquituerto, el verderón serrano, el reyezuelo sencillo, el mosquitero común y/o ibérico, el arrendajo, el cuco, la corneja, el zorzal charlo, el zorzal común y, durante el invierno, los zorzales reales. En el tronco de los pinos veremos pito real, trepador azul y agateador. Próximos a los cursos de agua se encuentran lavanderas, ruise-ñores, mirlos comunes, mirlo acuático, verdecillos, escribanos hortelanos, pinzones comunes y petirrojos.

La observación de rapaces no siempre es fácil, ya que el dosel arbóreo no nos permite distinguir su silueta en vuelo. Aún así la presencia del buitre negro no es extraña, como tampoco la del aguililla calzada, los milanos real y negro, el buitre leonado o el águila real.

idóneo para ver este tipo de aves es la iglesia de San Juan Bautista. La carretera continúa hacia Sanchopedro y Huerta, alternando los prados de pasto con las frescas navas de fresnos. Este tipo de paisaje nos acompañará en todo el recorrido hasta Pedraza.

En estas zonas son muy abundantes los alcaudones comunes y aunque menos frecuente también se pueden ver alcaudón dorsirrojo. También encontraremos pinzón vulgar, petirrojo, collalba gris, escribano soteño, colirrojo tizón, tre-pador azul, pito real, arrendajo, rabilargo, mosquitero común, zarcero común, curruca rabilarga, curruca capirotada, cuco, mirlo, abubilla y algunos aláudidos como alondra, cogujada común, cogujada montesina, terrea y totovía. En los postes junto a la carretera suelen posarse cernícalo vulgar, milano real, milano negro, ratonero, urracas y cornejas. Sobrevolando el monte es frecuente observar aguililla calzada, águila cule-brera, buitre leonado, buitre negro e incluso alimoche.

La siguiente parada de nuestro recorrido la haremos en Pedraza, para visitar la Casa del Águila Imperial. Una exposi-ción sobre esta emblemática rapaz nos hará comprender mejor sus hábitos y costumbres. Aquí nos podrán dar información sobre el futuro Parque Natural y las zonas que podemos visitar.

Para finalizar nuestro recorrido por la Sierra de Gua-darrama nos dirigiremos a Navafría para recorrer sus pinares que, junto con los pinares de Valsaín y de El Espinar, son los que se encuentran en un mejor estado de conservación en esta vertiente de la Sierra. Para recorrerlos, proponemos un itine-rario circular que empieza en el área recreativa de El Chorro,

Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama

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Itinerarioornitológico

por los vallesde los ríos

Pirón y Viejo

Grajillaalzando el vuelo en el cañón del río Viejo

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Itinerario ornitológico por los valles de los ríos Pirón y Viejo

Panorámica del cañón del río Viejo

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Itinerario ornitológico por los valles de los ríos Pirón y Viejo

El cañón de los ríos Pirón y Viejo se encuentre entre Peñarrubias de Pirón y Losana de Pirón. Las partes altas son páramos calizos salpicados de sabinas y algún matorral espi-noso. En la zona próxima a Torreiglesias, llegando incluso a la ribera del Pirón, crece un monte de encinas con algunos ejemplares maduros. Las márgenes del valle son profundas y verticales lo que da origen a grandes paredones con multitud de huecos y oquedades en los que anidan muchas aves rupíco-las. Finalmente, el fondo de valle es plano y amplio, formando un soto en el que aparecen sauces, chopos y fresnos. Existe una red de senderos por la que podremos caminar entre las distintas poblaciones, teniendo siempre los ríos Pirón y Viejo como ejes de nuestro recorrido.

Iniciamos nuestro recorrido desde Villovela de Pirón ascendiendo por el margen izquierdo del río Pirón, hasta lle-gar a Peñarrubias. En un primer momento avanzamos entre choperas y terrenos de cultivos para posteriormente aden-trarnos en un espeso encinar. Una vez en el pueblo tenemos varías posibilidades, desviarnos a pueblos cercanos (Otones de Benjumea, Torreiglesias, Pinillos de Polendo o Cabañas de Polendo) o continuar, cruzando el pueblo por el margen derecho del río Pirón. Poco después, tras tomar una pequeña senda, atravesamos un pequeño quejigar que nos lleva hasta las ruinas de una antiguo molino en la otra orilla. Unos cien-tros de metros más adelante cruzaremos el río por el puente medieval de Covatillas. Desde aquí podemos acercarnos al cercano pueblo de Torreiglesias o continuar remontando el Triguero

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cos. Al otro lado del río se encuentra la ermita rupestre de Santiaguito construida en mitad de los cortados. Avanzan-do por las praderas del fondo del cañón, y tras pasar el río por una pasarela, llegamos a un cruce donde podemos ele-gir el final de nuestro recorrido, por la derecha llegaremos a Adrada de Pirón o por la izquierdea terminaremos Losana de Pirón.

En la ribera podemos encontrar pinzón vulgar, peti-rrojo, ruiseñor común, ruiseñor bastardo, mosquitero común, zarcero común, carbonero común, trepador azul, oropéndola, verdecillo, verderón común, jilguero, mirlo, lavandera blanca, lavandera cascadeña, lavandera boyera, cuco, pito real, curru-ca capirotada y escribano soteño, entre otros.

En los paredones calizos encontraremos gorrión chillón, avión roquero, vencejo, colirrojo tizón, grajilla y chova piquirroja. También en estos paredones anidan los buitres leonados y es posible observar alimoche y halcón peregrino. Entre las aves rapaces que encontramos por la zona destacan los milanos real y negro, el ratonero, el águila calzada, el águila culebrera y, con un poco más de suerte, el águila imperial.

El mosaico de hábitats y especies se completa con las zonas altas de los páramos, donde encontramos varios tipos aláudidos como alondras, cogujada común, calandria, terrera y cogujada montesina. También perdiz roja, codorniz, alcau-dón común, triguero, pardillo, tarabilla común, collalba gris y collalba rubia.

Itinerario ornitológico por los valles de los ríos Pirón y Viejo

río hasta su confluencia con el río Viejo. Siguiendo el cañón de este río llegamos al puente del río Viejo, después de pasar por la cueva de la mora y la espectacular torca que se abre a mitad de la ladera.

Si seguimos por el río Pirón encontramos la cueva de la Vaquera, en la cual se han hallado restos arqueológi-

de

dePolendos

Pirón

Turégano

Escalona del Prado

La Mata

Chavida

Collado hermoso

Pelayosdel Arroyo

Aldeasaz

La Cuesta

Cubillo

El Guijar

Arevalillode Cega

Sotosalbos

Santo Domingode Pirón

Tenzuela

Berrocal

Carrascal

Caballar

Basardilla

Brieva

Adradade Pirón

Losanade Pirón

Torreiglesias

Otones deBenjumea

Villovelade Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

PinillosdePolendos

Cabañas dePolendos

Mata de Quintanar

La Higuera

Roda deEresma

Encinillas

Cantimpalos

Escarabajoade Cabezas

Mozoncillo

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Itinerarioornitológico

por loshumedales

Laguna de las Eras (Villagonzalo de Coca)

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Itinerario ornitológico por los humedales

lagunas surgen en pequeñas depresiones o cubetas en las que emerge el agua del acuífero inferior, en este caso, del acuífero de los Arenales. En la cubeta de Santiuste, sobre la que se encuentran, se han realizado una recarga del acuífe-ro que es especialmente patente en la laguna de la Iglesia. La singularidad de estos humedales radica en su salinidad ya que son aguas fuertemente mineralizadas. Esta peculia-ridad conlleva un gran número de endemismos, muchos de ellos halófitos.

A estos humedales se suman los lavajos y las pequeñas charcas que sobre todo en la zona del llano, se sitúan en las proximidades de la mayor parte de las poblaciones. Precisa-mente, uno de los pueblos de la Campiña recibe su nombre, Laguna Rodrigo, de la laguna que se extiende junto a él. Su visita se incluye en el itinerario 7. No debemos olvidarnos de los embalses en los que también podemos observar muchas aves acuáticas.

Desde el punto de vista ornitológico, estos humedales tienen una gran importancia para numerosas aves acuáticas que encuentran en sus aguas el lugar idóneo para criar, ali-mentarse y descansar en los pasos migratorios. En contraposi-ción con su importancia ecológica, su estado de conservación no siempre es bueno, debido principalmente a la sobreexplo-tación de los acuíferos que merman su capacidad de retener agua durante gran parte del año. Pero también se suman otros problemas como la colmatación de las cubetas o la contami-nación del agua.

Existen varios tipos de humedales naturales en la provincia de Segovia. El primer grupo lo forman las lagu-nas de la Tierra de Pinares. Estos humedales son unos de los más importantes de nuestra provincia, especialmente por el conjunto de las lagunas de Cantalejo y Lastras de Cuéllar, aunque existen muchas otras lagunas aisladas como la del Espadañal, en Cuéllar, la de San Benito de Gallegos o las de Navas de Oro.

Se trata de rosarios de pequeños humedales que se encuentran inmersos en arenales y rodeados de pino negral y, en menor medida, de piñonero. Estas lagunas se han for-mado en pequeñas depresiones del manto de arenas en las que aflora el nivel freático del acuífero subyacente. Durante el periodo de lluvias el agua se filtra fácilmente aumentando el nivel de agua de las cubetas. Pero el resto del año, es el nivel del acuífero el que mantiene la lámina de agua, por lo que su extracción en sondeos y pozos afecta de forma di-recta a la conservación de este hábitat, tan característico de nuestra provincia.

El segundo grupo de humedales más importantes de nuestra provincia es el de las lagunas de Coca-Olmedo. Este humedal se distribuye entre las provincias de Segovia y Valladolid. En la parte segoviana las principales lagunas se encuentran en Villeguillo, Bernuy de Coca y Villagon-zalo de Coca. Están rodeadas de zonas de campos de culti-vo, principalmente de cereal aunque también existe algún cultivo de regadío. Al igual que en el caso anterior estas

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Itinerario ornitológico por los humedales

1ª JornadaHumedales de Cantalejo a Cuéllar

Iniciamos nuestro recorrido en Cantalejo, donde to-maremos una pista asfaltada que nos llevará hasta las Lagunas de Cantalejo. Este humedal es uno de los más importantes de nuestra provincia, con un total de 24 lagunas localizadas. Ade-más de su importancia geológica y ecológica, hay que destacar su valor ornitológico especialmente en lo referente a las aves acuáticas. Actualmente están convenientemente señalizadas por lo que es posible realizar varios recorridos. Además, cuen-ta con tres observatorios, uno en la laguna de Navalhornos, otro en la laguna del Sotillo Bajero y el último en una zona próxima a Navalayegua.

Durante todo el año hay una importante población sedentaria de azulón y focha común, pero el mayor número de especies lo observaremos en el periodo de cría y en los pa-sos migratorios. Algunas de las más destacables son la polla de agua, el zampullín chico, la cigüeñuela, la garza real, el pato cuchara, la cerceta común, la cerceta carretona, el archibebe común, el rascón, la garceta común, el correlimos, la avoceta, el avefría y el cormorán grande.

Además de las especies propiamente acuáticas, tam-bién se puede observar carricero común, carricero tordal, martín pescador, alcaudón común, abejaruco, jilguero, lavan-dera boyera, rabilargo, carbonero garrapinos, herrerillo capu-chicno, pico picapinos, mosquitero común, jilguero, zorzal Rascón

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Lagunadel Carrizal

Laguna de San Benito

Lagunasde Cantalejo

Lagunasde Lastras

Bodón dela Ibienza

L. Tenca

L. del Carrizal

L. Lucia

L. Muña

L. de Navalhornos

L. Navalallegua

Arr

oyo

de

las RibillasAº

Cerquilla

Embalse delas Vencías

Río

Cega

Duratón

Cuéllar

Fuentepelayo Aguilafuente

Cantalejo

Navalmanzano

Gomezserracín

Campo de Cuéllar

Arroyo de Cuéllar

Fuentes de Cuéllar

LovingosDehesa

Dehesa Mayor

Escarabajosade Cuellar

Frumales

Moraleja de Cuéllar

Olombrada

Perosillo

Adrados

Hontalbilla

Cozuelos deFuentidueña

VegafríaFuentesaúco de

FuentidueñaFuentepiñel

Fuente el Olmode FuentidueñaTorrecilla

del Pinar

Valles deFuentidueña

Castro de Fuentidueña

San Miguel de Bernuy

Cobos de Fuentidueña

Carrascal del Río

Navalilla

Zarzuela del Pinar

Fuenterrebollo

Cabezuela

Sauquillode Cabezas

Pueblade Pedraza

Pinarnegrillo

San Martín

Pinarejos

Sanchonuño

Lastras de Cuéllar

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153

Título de la sección

cuco y trepador azul. También se puede ver abubilla, oropén-dola, pardillo, verdecillo, pito real o jilguero.

Entre la aves acuáticas, anidan habitualmente el azulón y la focha pero también podemos encontrar zampullín chico, polla de agua, carricero común, carricero tordal e, incluso, ave-torillo. El aguilucho lagunero también es una de las aves habi-tuales de estas lagunas junto con otras rapaces forestales como milano real, milano negro, aguila calzada o ratonero.

La laguna del Espadañal se encuentra en las inme-diaciones del polígono industrial de Cuéllar, junto al arroyo Pradillos. Este humedal llegó a tener una extensión de 150 hectáreas, pero fue desecado a principios de los años sesen-ta. Actualmente, la zona inundable es de unas 50 hectáreas y

charlo, zorzal común, tarabilla común, arrendajo y carraca. También es importante destacar la colonia de cigüeña blanca que anida en las copas de los árboles y la escasa cigüeña negra, que anida en los cercanos Porretales y que en ocasiones llega a estas lagunas.

Finalmente conviene resaltar la importancia de la zona para muchas rapaces que utilizan los pinos cercanos para anidar o recorren la zona en busca de alimento. Es bastante frecuente observar aguilucho lagunero y, por supuesto, mila-no real, milano negro, águila calzada, águila culebrera, azor, ratonero o alcotán. Aunque más difícil de observar, también hay algunas rapaces nocturnas como la lechuza común, el autillo o el búho chico.

Las lagunas de Lastras de Cuéllar y Hontalbilla son el siguiente grupo de humedales más importantes de esta zona. Está formado por tres lagunas, la laguna del Carrizal, la laguna Lucia y la laguna de la Tenca, aunque esta última actualmente está desecada. La laguna del Carrizal es la más importante, ya que mantiene la capa de agua durante todo el año, con una profundidad de entre dos y tres metros. Un canal lleva el agua sobrante hasta la laguna Lucia, aunque esta se encuentra to-talmente colmatada, lo que no impide la presencia de un buen número de aves adaptadas a este tipo de ambientes húmedos y con carrizo.

Dentro de las aves que podemos encontrar se encuen-tran una gran variedad de las habituales del pinar como carbo-nero, carbonero garrapinos, herrerillo común, pico picapinos,

Lagunadel Carrizal

Laguna de San Benito

Lagunasde Cantalejo

Lagunasde Lastras

Bodón dela Ibienza

L. Tenca

L. del Carrizal

L. Lucia

L. Muña

L. de Navalhornos

L. Navalallegua

Arr

oyo

de

las RibillasAº

Cerquilla

Embalse delas Vencías

Río

Cega

Duratón

Cuéllar

Fuentepelayo Aguilafuente

Cantalejo

Navalmanzano

Gomezserracín

Campo de Cuéllar

Arroyo de Cuéllar

Fuentes de Cuéllar

LovingosDehesa

Dehesa Mayor

Escarabajosade Cuellar

Frumales

Moraleja de Cuéllar

Olombrada

Perosillo

Adrados

Hontalbilla

Cozuelos deFuentidueña

VegafríaFuentesaúco de

FuentidueñaFuentepiñel

Fuente el Olmode FuentidueñaTorrecilla

del Pinar

Valles deFuentidueña

Castro de Fuentidueña

San Miguel de Bernuy

Cobos de Fuentidueña

Carrascal del Río

Navalilla

Zarzuela del Pinar

Fuenterrebollo

Cabezuela

Sauquillode Cabezas

Pueblade Pedraza

Pinarnegrillo

San Martín

Pinarejos

Sanchonuño

Lastras de Cuéllar

Ánade real

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Laguna de la Tenca

Laguna de San Benito

Lagunas de Navas de Oro

LagunaCaballo Alba

Lagunasde Coca

L. de las ErasL. de la Iglesia

Balsa Larga

L. de laMagdalena

L. de Pero Rubio

Río

Malucas

L. de la Vega

Arroyo

de

Río

Eresma

Río

Pirón

Cega

Nava de la Asunción

Coca Navalmanzano

Tolocirio

Santiuste deS. Juan Bautista

Bernuy de Coca

Villagonzalode Coca

Ciruelos de Coca

Villeguillo

Navas de Oro

Fuente el Olmode Íscar

Villaverdede Íscar

Samboal

Narros deCuéllar

GomezserracínChatún

Campo de Cuéllar

Arroyo de CuéllarChañe

Fresneda de Cuéllar

Remondo

Pinarnegrillo

Mudrián

San Martín

Pinarejos

Sanchonuño

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155

Itinerario ornitológico por los humedales de la sección

gunas que aún hoy se dedican a la cría de tencas, una ac-tividad muy extendida por la Tierra de Pinares. Seguimos por la carretera hacia Gomezserracín y en Chatún tomamos una pista asfaltada que nos conduce hasta la ermita de San Benito de Gallegos, que se levanta junto a un área recreati-va. Además de deleitarnos con las aves de nuestros pinares, también podemos acercarnos a un pequeño humedal que

se mantiene gracias a unos pequeños diques que retienen el agua. Durante el verano, cuando se detiene el aporte extra de agua recibido desde el arroyo Pradillos y de otros pequeños manantiales, el humedal se deseca.

El azulón es la anátida más abundante de esta laguna y, junto con la focha, pueden observarse durante gran parte del año. También se han citado zampullín común, garza real, cerceta común, cuchara común, cigüeñuela común, avefría, andarríos chico, archibebe común y cerceta carretona.

Además de las especies ligadas a la laguna también se pueden observar otras típicas del pinar como milano negro, milano real, ratonero, águila calzada, cernícalo vulgar, perdiz roja, paloma zurita, paloma torcaz, tórtola turca, tórtola eu-ropea, cuco, vencejo, abejaruco, abubilla, pito real, pico pica-pinos, chochín, lavandera boyera, lavandera blanca, petirrojo, tarabilla común, mirlo común, mosquitero común, oropén-dola, alcaudon real, alcaudón común, arrendajo, rabilargo, urraca, corneja, cuervo, estornino negro, pinzón vulgar, ver-decillo, verderón común y jilguero.

2ª JornadaHumedales Cuéllar-Villagozalo de Coca

La primera parada en esta segunda jornada por los humedales de la provincia la podemos realizar en Sancho-nuño, donde en la misma población se mantienen dos la-

Cartel de la laguna de Caballo de Alba (Villeguillo)

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156

Itinerario ornitológico por los humedales

común, avión común, golondrina, vencejo común, jilguero y otras aves.

Para terminar nuestro recorrido por algunos de los humedales más importantes de nuestra provincia haremos una merecida parada en las Lagunas de Coca. Las más impor-tantes se sitúan entre los pueblos de Villeguillo y Villagonzalo de Coca y llegan a mantener la lámina de agua durante gran parte del año. Es especialmente llamativo ver como una pe-queña costra blanquecina se va depositando sobre los lodos a medida que el nivel del agua desciende. El paisaje resultante tiene algo de mágico e irreal y, desde luego, sorprende al que las ve por primera vez.

La laguna de Caballo de Alba, en Villeguillo, es quizás la más pequeña de las de este grupo y, al igual que el resto, se va desecando a medida que avanza el verano. Entre las aves más significativas que pueden observarse está el aguilucho la-gunero, el avefría, la cigüeñuela común, el chorlitejo grande y el correlimos común. Estos tres últimos son nidificantes en la laguna, según pudimos comprobar en nuestras salidas de campo. Las otras dos lagunas más importantes se encuentran en Villagozalo de Coca y son la laguna de las Eras y la lagu-na de la Iglesia. En ambas, es habitual ver ánade real y focha, pero además también podemos encontrarnos con zampullín chico, pato cuchara, avocetas, garzas reales, zampullín cuelli-negro -que ha anidado en la laguna de la Iglesia en 2010 con al menos un pollo-, tarro blanco, cigüeñuela común, avefría e, incluso, cigüeña negra.

se encuentra a pocos metros de la ermita. Actualmente sólo dos cubetas tienen agua durante gran parte del año, aunque a simple vista se puede observar que la zona de inundación fue mucho más amplia no hace muchos años. Es fácil ob-servar aguilucho lagunero y garza real escondidos entre el carrizo circundante. También son habituales los azulones y las fochas, variando el resto de aves acuáticas dependiendo de la época del año.

Continuamos por la carretera y nos dirigimos hacia Mudrián para tomar el desvío que nos llevará a Navas de Oro. Las lagunas de Navas de Oro son el siguiente conjunto de lagunas que destacamos en nuestro recorrido. Esta formado por tres lagunas, la de La Nava en las inmediaciones al pueblo, la de La Magdalena a kilómetro y medio, y la de Pero Rubio, actualmente colmatada. La proximidad entre la laguna de la Vega y la de la Magdalena hace que muchas especies de aves acuáticas vayan cambiando de una a otra según se vean ame-nazadas por la presencia humana.

Desde el punto de vista de la aves acuáticas que po-demos encontrar aquí, son habituales los azulones, las fochas y el zampullín chico, destacando la abundancia de los prime-ros. Durante el periodo de cría y especialmente en los pasos migratorios invernales, la población aumenta y se diversifica, apareciendo nuevas especies como la polla de agua, la cerceta común, el pato cuchara o, incluso, la gaviota reidora. Entre el carrizo y las espadañas que la rodean veremos carricero co-mún, ruiseñor común, ruiseñor bastardo, verdecillo, verderón

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Itinerarioornitológico

por laTierra de

Pinares

Paisaje nevado de la Tierra de Pinares

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158

Itinerario ornitológico por la Tierra de Pinares

que habitualmente se concentran a su alrededor grupos de ra-paces como el milano real, el milano negro, el busardo ratone-ro o el cernícalo vulgar. Junto a ellas aparecen algunos córvi-dos como el estornino común, la grajilla, la urraca y la corneja. La silueta en vuelo del buitre leonado es una de las estampas más características de la campiña segoviana y, junto a ellos, puede aparecer también el buitre negro o el aguililla calzada.

A medida que nos acercamos al pinar, comienzan a aparecer especies más forestales, entre las que destacan el carbonero garrapinos, carbonero común, herrerillo común, herrerillo capuchino, trepador azul, agateador, pico picapi-nos, mosquitero papialbo, mosquitero común, pinzón vulgar, mito y jilguero. Al contrario de su pariente la cigüeña blanca, la cigüeña negra es difícil de observar, tanto por su escaso nú-mero, como por su carácter huidizo y tranquilo. Sin embargo, muy próxima a esta zona existe un importante área de cría de esta ave, en la finca de los Porretales, por lo que no es extraño observar algún ejemplar aislado.

Continuamos nuestro itinerario con el vehículo para dirigirnos a Sauquillo de Cabezas y, desde aquí, a Aguila-fuente y Fuentepelayo, siempre rodeados por el pinar, por lo que seguiremos viendo arrendajos y rabilargos cruzándo-se en nuestro camino. En Fuentepelayo parte otro pequeño circuito para caminar, la senda de San Cebrián. Su trazado une las poblaciones de Fuentepelayo y Zarzuela del Pinar a través de un camino de fácil acceso. Muy cerca de Fuentepe-layo tenemos el primer punto de interés en la laguna de la

Este recorrido por la Tierra de Pinares segoviana nos llevará por algunos de los pinares mejor conservados de este territorio. En ellos descubriremos la riqueza de su avifauna, mientras disfrutamos del embriagador olor de la resina. Exis-ten varias publicaciones sobre senderos y algunos de ellos es-tán señalizados, por lo que podremos caminar por numerosos espacios. En este itinerario se han seleccionado los más repre-sentativos para que nos permitan adentrarnos en el conoci-miento de la ornitología de la comarca.

1ª JornadaDe Turégano al Común Grande de las Pegueras

Iniciamos nuestro recorrido en Turégano, donde po-demos realizar la Senda de la Casa del Ingeniero que discu-rre por el monte de utilidad pública de la Nava y de la Vega, dentro de la ZEPA de las Lagunas de Cantalejo y del Ámbito Territorial del Plan de Recuperación de la Cigüeña Negra. Ac-tualmente este recorrido se encuentra señalizado con postes direccionales y paneles interpretativos para que pueda seguir-se sin dificultad.

Los primeros kilómetros del trazado discurren por una zona de cultivos de cereal, por lo que es frecuente ver cogujada común, terrera, alondra común, gorrión común, go-rrión chillón, pardillo, jilguero, collalba gris y tarabilla común. En un tramo del trayecto hay varias naves ganaderas por lo

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159

Itinerario ornitológico por la Tierra de Pinares

nos tramos la humedad superficial es algo más elevada y apa-recen helechos (Pteridium aquilinum) rodeados de pequeñas manchas de carrizo.

Un recorrido muy interesante y que puede aportarnos un gran conocimiento de la avifauna de la zona es la Senda de los Pescadores, ya en las proximidades de Cuéllar. Desde el Puente Segovia, este sendero permite que caminemos junto al río Cega, al abrigo de los taludes de arena que flanquean el estrecho valle. En esta zona se dan algunas de las rarezas botánicas más importantes de nuestra provincia, como es la presencia de avellanos, abedules e incluso pinos silvestres

Llosa, un pequeño humedal en el que se puede ver de forma habitual azulón, focha común, gallineta o polla de agua, y otras aves acuáticas.

El resto del recorrido se realiza entre el llano cerealis-ta, con tierras de cultivo a ambos lados del camino. Como es frecuente en este tipo de hábitat, lo que más abundan son los aláudidos como la alondra, la cogujada común, la terrera, la calandria y la totovía, entre otros. También veremos alcaudón común, triguero, pinzón vulgar, pardillo, estornino, urraca, gorrión común, abubilla, cernícalo vulgar, milano real, mila-no negro, busardo ratonero, aguililla calzada y buitre leonado entre otros. En las ruinas de San Cebrían se puede disfrutar de una hermosa vista en el que la ensoñación del Mar de Pinares adquiere todo su sentido.

De camino hacia Zarzuela del Pinar cruzamos un pe-queño pinar en el que encontraremos aves forestales típicas de este hábitat como carboneros, herrerillos, trepador azul, pico picapinos, zorzal charlo, zorzal común, arrendajo, pa-loma torcaz, tórtola turca y tórtola común. Poco después el camino recupera su trazado entre los campos de cereal hasta que entramos en la población.

Desde Zarzuela del Pinar hasta Cuéllar, una pequeña pista asfaltada nos permite cruzar el Común Grande de las Pegueras, un extenso pinar perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar. Al igual que otros pinares de estas características, el Común Grande es una extensión casi mo-noespecífica de pino negral o resinero. Sin embargo en algu-

Pollos de carbonero común en el nido

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PuenteSegoviano

Recarga delacuífero

Camino deCoca a Samboal

Camino deSantiago

Com ún Grandede las Pegueras

Ermita deSan Cebrián

Laguna dela Llosa

Laguna delas Ranas

Senda de la Casa del Ingeniero

L. de las ErasL. de la Iglesia

Balsa Larga

L. de laMagdalena

L. de Pero Rubio

Río

Malucas

Bodón dela Ibienza

L. Tenca

L. del Carrizal

L. Lucia

L. Muña

L. de Navalhornos

L. Navalallegua

Arr

oyo

de

lasAº

Cerquilla

L. de la Vega

Arroyo

de

Arroyo

Río

Eresma

Río

Río

Pirón

Pirón

Río

Río

Cega

Fuentepelayo

Aguilafuente

Turégano

Nava de la Asunción

Coca

Carboneroel Mayor

Navalmanzano

Codorniz

Santiuste deS. Juan Bautista

Villagonzalode Coca

Ciruelos de Coca

Villeguillo

Navas de Oro

Fuente el Olmode Íscar

Villaverdede Íscar

Samboal

Narros deCuéllar

GomezserracínChatún

Campo de Cuéllar

Arroyo de CuéllarChañe

Fresneda de Cuéllar

Remondo

Mata de Cuéllar

Dehesa

Dehesa Mayor Frumales

Perosillo

Adrados

Hontalbilla

Cozuelos deFuentidueña

Fuente el Olmode FuentidueñaTorrecilla

del Pinar

Zarzuela del Pinar

Sauquillode Cabezas

Escalona del Prado

Veganzones

Berrocal

Carrascal

Losanade Pirón

Torreiglesias

Otones deBenjumea

Villovelade Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

PinillosdePolendos

Yanguasde Eresma

San Pedro Cantimpalos

Tabanerala Luenga

Escarabajoade Cabezas

Armuña

MiguelIbañez

Miguelañez

Bernardos

Mozoncillo

Pinarnegrillo

Aldea Real

Mudrián

San Martín

Pinarejos

Sanchonuño

Moralejade Coca

Aldeanuevadel Codonal

Domingo García

Ortigosade Pestaño

Santa María laReal de Nieva

Nieva

Lastras de Cuéllar

Íscar

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161

Itinerario ornitológico por la Tierra de Pinares

2ª JornadaDe Sanchonuño a Coca

Iniciamos nuestro itinerario en Narros de Cuéllar, donde podemos realizar una parada junto a la recarga del acuífero que trae agua del río Cega para recuperar el nivel freático. A pesar de la reciente construcción de esta infraes-tructura, ya se pueden observar algunas limícolas alrededor de la balsa como es el caso de los andarríos. Junto a ellos, la-vanderas blancas, boyeras y carrasqueñas picotean el suelo. En vuelo los aviones, los vencejos y las golondrinas se acercan a la captura de insectos.

junto al cauce. El camino de regreso se puede realizar por el Común Grande de las Pegueras por uno de los tramos mejor conservados de la zona.

De esta forma podemos recorrer dos importantes eco-sistemas con una avifauna muy distinta, la ribera y el pinar, aunque la proximidad de ambos ecosistemas hace que las dis-tintas especies se mezclen y aparezcan en ambos hábitats. En la ribera son más abundantes el pinzón vulgar, el petirrojo, el chochín, el ruiseñor común, el ruiseñor bastardo, la lavandera blanca, la lavandera boyera, la lavandera cascadeña, el mirlo común, el zarcero común, la curruca capirotada, la curruca mosquitera, la oropéndola, el jilguero, el escribano soteño y el pito real. Más difícil es observar al llamativo martín pesca-dor, tanto por su escasez como por su carácter huidizo. Aún así merece la pena permanecer atentos para descubrir su sutil destello azulado sobre las aguas.

El camino de regreso lo haremos por el pinar y, aun-que aún estamos muy próximos al río, el paisaje cambia to-talmente. Muy pronto distinguiremos el canto del carbonero garrapinos que junto con el herrerillo capuchino, el herrerillo común, el carbonero común, el mosquitero papialbo, el tre-pador azul, el agateador y el pico picapinos pueblan los pinos. Pero no menos frecuentes son el mito, jilguero, el reyezuelo listado, la paloma torcaz, la tórtola común, la tórtola turca, el zorzal charlo, el zorzal común, el cuco, la abubilla, el milano real, el milano negro, el busardo ratonero, el águila calzada, el azor y el gavilán.

Lavandera boyera

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162

Itinerario ornitológico por la Tierra de Pinares

Para seguir con nuestra ruta debemos dirigirnos hasta Coca. Una de las estampas más típicas su castillo es la nube de vencejos, golondrinas y aviones comunes que rodean las almenas durante la época en la que están con nosotros. Es-tas son, sin duda, las aves que mejor conocen nuestros edifi-cios históricos en los que suelen realizar sus nidos. Los de las golondrinas y los vencejos los construyen en barro y suelen verse adosados a los aleros de muchos edificios. En la villa ve-remos palomas y gorriones.

El último de los recorridos propuestos por el pinar sale desde Coca siguiendo hasta Villeguillo el Camino de Santiago que viene desde Madrid y Segovia. En este tramo, los pinos resineros o negrales comienzan a dar paso a los pi-nos piñoneros que en ocasiones aparecen aislados en mitad de los campos de cereal. En la primera parte de este recorri-do vamos a encontrarnos con las aves típicas del pinar, sobre todo carboneros comunes y garrapinos, herrerillos comunes y capuchinos, trepador azul, agateador, pico picapinos… Los bosquetes de pinos que se van quedado entre los campos de labor son lugares idóneos para muchas rapaces como milanos, busardos ratoneros, azor o gavilán. A medida que nos acerca-mos a Villeguillo vuelven a aparecer los campos de regadío y cereal, poblados por trigueros, alondras, cogujadas, tarabillas y pardillos, acompañados de especies más asociadas a la pre-sencia humana como gorriones comunes, gorriones chillo-nes, gorrión molinero, lavandera blanca, estorninos, urracas o grajillas.

La carretera continua y cruza el río Pirón para conti-nuar de camino hacia Navas de Oro donde pararemos en las Lagunas de la Vega y de la Magdalena. Tras recorrer estos im-portantes humedales seguiremos hacia Coca y antes de llegar al pueblo nos desviamos a la derecha por una pista de tierra que se dirige a la Casa Forestal del Sequero. Desde aquí po-demos continuar por una pista en bastante buen estado de conservación hasta Samboal. En este trayecto podremos dis-frutar de las aves típicas de este hábitat y de su sonoro canto que apenas es interrumpido por ningún ruido. Como en casos anteriores, las aves forestales son las más importantes como ya se han descrito anteriormente.

Herrerillo capuchino

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Título de la secciónItinerarioornitológico

por lospáramos

Paisaje de páramos en el vallejo de Santa Cruz (Fuentidueña)

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Los San MartinesLos Sampedros

Las Madres

Ruínas deSan Miguel

Aº de la Hoz

de

las RibillasCerq

uilla

Embalse delas Vencías

Río Sacramenia

Río

Botijas

Río

Duratón

Fuentes de Cuéllar

Frumales

Olombrada

Perosillo

Adrados

Cozuelos deFuentidueña

Vegafría

Membibrede la Hoz

Aldeasoña

Fuentesaúco deFuentidueña

Fuentepiñel

Fuente el Olmode FuentidueñaTorrecilla

del Pinar

Laguna deContreras

Vivar deFuentidueña

Calabazas deFuentidueña

Pecharromán

Fuentidueña

Valles deFuentidueña

Tejares

Fuentesoto

Valltiendas

Sacramenia

Cuevas deProvanco

San José

Torreadrada

Castro de Fuentidueña

San Miguel de Bernuy

Cobos de Fuentidueña Castrojimeno

Carrascal del RíoValle de Tabladillo

Castroserracín

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165

Itinerario ornitológico por los páramos

1ª Jornada De San Miguel de Bernuy a Vegafría

Iniciamos nuestro recorrido ornitológico por uno de los lugares más sorprendentes de nuestra zona de estudio, las Hoces septentrionales del Duratón. Desde San Miguel de Bernuy se puede realizar un recorrido andando hasta la Villa de Fuentidueña, disfrutando de los enormes escarpes calizos que flanquean el agua embalsada del Duratón. El embalse fue construido en el año 1962, anegando el valle natural del río y aumentando la espectacularidad del paisaje.

Si no queremos caminar todo el recorrido, también existe la posibilidad de acercarse hasta las ruinas románica conocidas como los Sanpedros y los Sanmartines, situados al otro lado del río y que ofrecen unas magníficas vistas de la zona. También aquí es frecuente ver buitres leonados posados en los muros de las ruinas o sobrevolando el cañón.

En este recorrido vamos a poder disfrutar de la avifau-na típica del cañón en contraste con la de los páramos. En los cortados podremos observar buitre leonado, chova piquirro-ja, grajillas y avión roquero principalmente. Pero también se puede ver alimoche, halcón peregrino y cernícalo vulgar.

En las zonas de lastras y páramos nos encontraremos con alondras comunes e incluso alondra ricotí, cogujada co-mún, cogujada montesina, terrera, calandria, alcaudón co-mún, tarabilla común, curruca rabilarga, curruca tomillera, escribano soteño, colirrojo tizón, vencejo, golondrina, cer-

Los páramos segovianos ocupan el norte de la pro-vincia y se extienden entre las poblaciones de San Miguel de Bernuy y Mata de Cuéllar. Son terrenos prácticamente desar-bolados, con pequeños matorrales xerófitos y con predomi-nio de la sabina albar. Según nos desplazamos del este hacia el oeste, el paisaje de los páramos va cambiando y pasamos de zonas pedregosas dominadas por las calizas a zonas llanas con pequeños cerros testigo formados por margas y yesos.

Buitre leonado

Page 164: Trino

Torreón deSanta María

Torrentillana

Senda alFondo del Mar

Río

Bodón dela Ibienza

AºRío

Cega

CuéllarTorregutiérrez

Narros deCuéllar

Campo de Cuéllar

Arroyo de CuéllarChañe

Fresneda de Cuéllar

Remondo

Mata de Cuéllar

Vallelado

San Cristóbalde Cuéllar

Fuentes de Cuéllar

Lovingos

Dehesa

Dehesa Mayor

Escarabajosade Cuellar

Frumales

Moraleja de Cuéllar

Sanchonuño

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167

Itinerario ornitológico por los páramos

El recorrido continúa por Sacramenia, donde mere-ce la pena subir hasta las ruinas de las iglesia de San Miguel. Desde ellas se puede recrear la mirada en unas impresionan-tes vistas panorámicas del valle del río Sacramenia surcando el páramo y las tierras de cultivo. Por una pequeña carretera llegamos hasta Membibre de la Hoz desde donde podemos hacer un pequeño recorrido por el Barranco de la Hoz que lo une con Aldeasoña. Aquí encontraremos las especies rupíco-las habituales, incluyendo la chova piquirroja que cría en esta zona, acompañadas de las aves típicas del páramo.

nícalo vulgar, perdiz roja y codorniz. Junto al embalse se oye el canto del torcecuello, la oro-péndola, el pinzón vulgar, el carricero común, el mirlo común, el ruiseñor común, el ruiseñor bastardo y el petirrojo. Una de las pocas citas de águila pescadora en nuestra provincia se da pre-cisamente en este embalse entre los migratorios de invierno.

Para continuar con nuestro recorrido, regresaremos al vehículo para pasar por Teja-res y desviarnos por Fuentesoto y dirigirnos a Cuevas de Provanco. Aquí podemos realizar otro pequeño recorrido andando, esta vez por el río Botijas. Esta senda discurre por uno de los pocos quejigares de la zona, flanqueado por paredones calizos de gran altura sobre los que se distingue la silueta del buitre leonado. En el fondo del valle, el río va recogiendo el agua que rebosa en numerosas fuentes, formando un lecho discontinuo con carrizo y espadaña que lo cubre casi por completo. En este paisaje tan singular se dan cita especies típicas del roquedo como el buitre leonado, el alimoche, el halcón peregrino, el cernícalo vulgar, la chova piquirroja o la grajilla. En las laderas pedregosas encontramos collalba rubia, colirrojo tizón, toto-vía, terrera, alondra común, triguero y tarabilla común. En los carrizales junto al valle observamos pinzón vulgar, ruiseñor común y ruiseñor bastardo.

Torreón deSanta María

Torrentillana

Senda alFondo del Mar

Río

Bodón dela Ibienza

AºRío

Cega

CuéllarTorregutiérrez

Narros deCuéllar

Campo de Cuéllar

Arroyo de CuéllarChañe

Fresneda de Cuéllar

Remondo

Mata de Cuéllar

Vallelado

San Cristóbalde Cuéllar

Fuentes de Cuéllar

Lovingos

Dehesa

Dehesa Mayor

Escarabajosade Cuellar

Frumales

Moraleja de Cuéllar

Sanchonuño

Buitres leonados posados en los San Pedros (San Miguel de Bernuy)

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168

Itinerario ornitológico por los páramos

2ª JornadaDe Vegafría a Mata de Cuéllar

Esta segunda jornada de viaje nos llevará a conocer los páramos de Cuéllar, cuyas características geológicas son ligera-mente distintas a las que hemos visto en nuestra primera jor-nada de viaje. Aquí las calizas han quedado relegadas a una pe-queña capa en la parte alta de suaves cerros o cotarras que han quedado aislados como resultado de la erosión hidrológica. Es un paisaje descarnado, dominado por los grises y ocres de mar-gas y arcillas, y en el que apenas existe algún pequeño matorral.

Llegamos a Moraleja de Cuéllar, donde podemos ca-minar unos cuatro kilómetros hasta el Torreón de Santa María de Lovingos y tomar de nuevo el coche para continuar después junto al arroyo de Collalbillas para llegar a Dehesa de Cuéllar y subir desde este puebo al cerro de Torrentillana, posiblemente el mejor mirador natural sobre el Mar de Pinares. En este re-corrido podremos observar las aves más características de los páramos como son la collalba rubia, tarabilla común, terrera, alondra, cogujada montesina, cogujada común, totovía, curru-ca tomillera, curruca rabilarga, perdiz roja, codorniz…

Para terminar nuestro itinerario por el páramo, pode-mos acercarnos hasta Mata de Cuéllar donde se ha señalizado la senda al Fondo del Mar. Este recorrido nos permitirá atra-vesar zonas de páramo acompañadas de pino resinero y pino piñonero, donde encontraremos especies típicas del páramo y del pinar.

Para finalizar nuestro recorrido llegamos a Vegafría donde podemos hacer una breve parada en la pequeña laguna del Horcajo, donde seguro que veremos aviones, vencejos y golondrinas volar sobre el agua en busca de insectos. También podremos ver zarcero común, mosquitero común, ruiseñor común, carricero común e incluso alguna gallineta que se es-conderá presurosa a nuestro paso.

Pinzón vulgar

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Título de la secciónItinerarioornitológico

por la CañadaReal Leonesa

Oriental y el llano cerealista

Hembras de ánade real con pollos

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Itinerario ornitológico por la Cañada Real Leonesa Oriental y el llano cerealista

Dada la extensión de este recorrido cuyo transito debe realizarse a pie, se ha dividido en tres tramos para su realiza-ción en tres jornadas.

1ª JornadaEl valle del Voltoya

El valle del Voltoya podemos recorrerlo a través de dos itinerarios: por la Cañada Real, que discurre por la parte alta del valle, o por el fondo, junto al río.

El recorrido por la Cañada Real lo iniciamos en Laba-jos, en la carretera que pasa junto al arroyo de la Magdalena. Este primer recorrido de la cañada hasta llegar a la SG-322, cruza por un encinar intrincado salpicado de pinos resineros. La cañada nos llevará hasta el alto del monte del Cristo. A par-tir de aquí las lindes de los campos de cultivo circundantes dibujan el límite de la cañada sobre la que crece un monte bajo de encinas. En el vértice geodésico de los Llanos disfru-taremos de una de las más bellas vistas panorámicas sobre el Voltoya. En este tramo observaremos petirrojo, pinzón vulgar, herrerillo común, verdecillo, verderón común, jilguero, curru-ca capirotada, curruca carrasqueña, alcaudón común, alcau-dón real, tarabilla, mosquitero papialbo, mosquitero común, urraca, paloma torcaz, abubilla y abejarucos.

Continuamos para cruzar la carretera de Jemenuño a Moñibas disfrutando de las vistas sobre el Voltoya y de las

La Cañada Real Leonesa Oriental tiene su inicio en la población de Riaño (León) y desde allí cruza las provincias de Palencia, Valladolid, Segovia, Ávila, Toledo y Cáceres para llegar a Montemolín, en Badajoz. Son 760 kilómetros por los que llegaron a transitar más de 60.000 ovejas anualmente. El paso por nuestra provincia lo constituyen casi 46 kilómetros entre las poblaciones de Fuente el Olmo de Íscar y El Espi-nar, en cuyo término municipal cruza Campo Azálvaro por el Puente de las Merinas.

El tramo comprendido entre Fuente el Olmo de Íscar y Labajos es el que presenta una mayor continuidad y, por tanto, es el que describiremos en este itinerario or-nitológico. Las cañadas son vías de comunicación de uso ganadero que conectan los pastos de las poblaciones del norte peninsular con Extremadura. Las circunstancias par-ticulares del terreno en este trazado y del uso humano de los campos circundantes ha contribuido ha que la Cañada se haya convertido en un importante corredor biológico para muchas especies de animales. En muchos casos su extensión y anchura se hacen patentes no por la deforesta-ción, como sucede en la Cañada Real Soriana Occidental, sino por la presencia de vegetación en medio de extensos campos de cereal. El abandono de la trashumancia parece haber favorecido al bosque autóctono. Por este motivo, es un recorrido perfecto para la observación de aves, especial-mente las relacionadas con la llanura cerealista, el piede-monte y el pinar.

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Itinerario ornitológico por la Cañada Real Leonesa Oriental y el llano cerealista

Embalse deJuarros de Voltoya

Balisa

deLos

Cercos

de

LosC

aces

Río

Zorita

Voltoya

Río

Río

Moros

Ortigosadel Monte

Fuentemilanos

Abades

Juarros deRiomoros

Martín Miguel

Marazoleja

Garcillán

Valverde delMajano

Los Huertos

Anaya

Carbonerode AHusín

Añe

Pascuales

Tabladillo

Aragoneses

Paradinas

Balisa

Ochando

Juarrosde Voltoya

Hoyuelos

Martín Muñozde las Posadas

Santovenia

LagunaRodrigo

Marazuela

Sangarcía

Etreros

Cobos deSegovia

Bercial

Marugan

Muñopedro

Peromingo

Moñibas

Lastras del Pozo

Labajos

Zarzuela del Monte

Monterrubio

Otero deHerreros

Urb. Pinar Jardín

Jemenuño

Sanchidrián

ondulaciones de los campos de cereal. Poco a poco, las ma-tas de encinas van dejando paso a los pinares y los campos de cultivo, para introducirnos en Juarros de Voltoya tras 20,2 km desde el inicio.

Merece la pena acercarse al embalse de Juarros de Vol-toya, donde podremos observar algunas aves acuáticas como la focha o el ánade real que crían entre la vegetación palus-tre circundante. También podemos ver somormujo lavanco, garza real, zampullín común, cerceta y pato cuchara. Entre el carrizo oiremos el canto del carricero común, lavanderas blancas, boyeras y cascadeñas.

Otra opción para recorrer esta zona de la provincia es caminar junto al valle del río Voltoya en un trayecto de 13 kilómetros que nos llevará a través de un pinar de pinos re-sineros y piñoneros hasta el embalse de Juarros de Voltoya. Este recorrido puede realizarse tanto andando como en bici-cleta. Lo comenzamos en el puente sobre el río Voltoya, en la carretera de Sanchidrián a Jemenuño. Tomamos el camino que sale paralelo al río adentrándonos en un pinar mixto con pino resinero y pino piñonero. En este tramo, el río describe un fondo plano y abierto que el hombre ha utilizado como zona de pasto para el ganado vacuno. Aquí es frecuente obser-var en vuelo cigüeña blanca y garza real. La masa forestal de pinos es interrumpida en ocasiones por grupos de choperas que crecen en el valle. En estas zonas podemos oír el sonido de la oropéndola o el golpeteo incesante del pico del pito real sobre los troncos de los árboles. Las aves más frecuentes del

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Torre delTelégrafo

Embalse

L. de las ErasL. de la Iglesia

Balsa Larga

L. de laMagdalena

L. de Pero Rubio

Río

Malucas

L. de la Vega

Arroyo

de

Arroyo

Ada

ja

Río

Eresma

Río

Río

Pirón

Nava de la Asunción

Coca

Tolocirio

Montejo de

Arévalo

Martín Muñozde la Dehesa

Montuenga

Codorniz

San Cristóbalde la Vega

Rapariegos

Donhierro

Santiuste deS. Juan Bautista

Bernuy de Coca

Villagonzalode Coca

Fuente deSanta Cruz

Ciruelos de Coca

Villeguillo

Navas de Oro

Fuente el Olmode Íscar

Samboal

GomezserracínChatún

Añe

Pinilla -Ambroz

Armuña

MiguelIbañez

Miguelañez

Bernardos

Mudrián

San Martín

Pinarejos

Moralejade Coca

Aldeanuevadel Codonal

Domingo García

Ortigosade Pestaño

Santa María laReal de Nieva

Pascuales

Tabladillo

Ochando

Melque de Cercos

Nieva

Aldehuela del Codonal

Juarrosde Voltoya

Arévalo

Olmedo

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Itinerario ornitológico por la Cañada Real Leonesa Oriental y el llano cerealista

pinar también aparecen aquí: el carbonero garrapinos, el mos-quitero papialbo, el herrerillo común, el herrerillo capuchino, el trepador azul, el agateador, el zorzal común, el zorzal charlo, el pico picapinos, la paloma torcaz, la tórtola común, el cuco, el gavilán, el azor, el milano real, el milano negro y el ratonero.

Salimos del pinar en las inmediaciones del molino de la Irvienza. Los días de calor del verano se concentran jun-to al río numerosas aves que buscan no sólo el frescor, sino también el alimento que brindan los múltiples insectos que se arremolinan sobre el agua y el carrizo. Podremos ver alcaudón común, carricero común, avejaruco, mirlo, lavandera cascade-ña, paloma tórcaz, jilguero, gorrión chillón, abubilla, trigue-ros, pinzón vulgar y pardillo.

El final del recorrido nos lleva hasta el embalse de Jua-rros de Voltoya. A este punto también podemos acceder por carretera si no queremos caminar todo el trayecto.

2ª JornadaDe Juarros de Voltoya a Montuenga

A la salida de Juarros de Voltoya en dirección a Melque de Cercos, tomamos la Cañada Real a la izquierda de la carretera y, poco a poco, nos vamos introduciendo en un pinar de pino resinero o negral, dejando el río Voltoya algo alejado a nuestra izquierda. Los límites de la cañada se diluyen entre la masa de forestal del pinar y el camino se

llena de arena que dificulta el paso. Los pinos resinero van dejando paso a los pinos piñoneros, cuya figura se distin-gue desde la lejanía. Nos acompaña el canto de carboneros comunes, carboneros garrapinos, herrerillos capuchinos, herrerillos comunes, mosquiteros papialbos, trepadores azules, agateadores, pinzones, zorzales charlos, zorzales comunes, picos picapinos, rabilargos, arrendajos, palo-mas torcaces, tórtolas turcas y abubillas, entre otros. Las rapaces forestales también son frecuentes en este hábitat,

Jilguero

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por lo que no será extraño observar milano real, milano negro, busardo ratonero, águila calzada o, incluso, gavilán y alcotán.

Tras recorrer estos seis kilómetros llegamos a la carretera CL-601 y la cruzamos con precaución para acer-carnos al embalse, cerca de la ermita de Nuestra Señora del Pinarejo. Sobre sus tranquilas aguas es frecuente encontrar ánades reales, pero durante los pasos migratorios podremos observar muchas otras aves acuáticas como fochas, patos cu-chara, garzas reales, cigüeñuelas, andarríos, correlimos, ave-frías y otras limícolas.

Desde aquí podemos continuar nuestro recorrido en vehículo para acercarnos hasta Codorniz, ya en pleno cora-zón de la llanura segoviana. Los pinares han dado paso a los campos de cultivo de cereal en los que campean alondras, cogujadas comunes, terreras, gorriones comunes, gorriones chillones, trigueros, pardillos, jilgueros, collalba rubia y estor-ninos. Desde Codorniz merece la pena acercarse a la antigua torre del Telégrafo óptico, desde donde disfrutaremos de una hermosas vistas panorámicas de este territorio. Los peque-ños bosquetes de pinos que salpican los cereales dan cobijo también a rapaces como milano negro, milano real y ratonero. Además, son lugares idóneos para observar otras rapaces que campen en busca de alimento como buitres leonados, buitres negros, aguilillas calzadas o incluso el águila real. También es habitual observar en esta zona cernícalo vulgar, aguilucho ce-nizo, aguilucho pálido, grajillas y cornejas.

Itinerario ornitológico por la Cañada Real Leonesa Oriental y el llano cerealista

Collalba rubia delante de la iglesia de Montuenga

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Itinerario ornitológico por la Cañada Real Leonesa Oriental y el llano cerealista

Esta zona es el hábitat adecuado para la observación de muchas aves esteparias como la avutarda. Uno de los principales grupos de esta ave de la provincia se encuentran en esta zona aun-que su situación tan localizada no facilita su observación y resulta complicado de encontrar. Sin embargo merece la pena recorrer la zona y disfrutar de las muchas aves antes mencionadas con la esperanza de poder avistar algún ejemplar de esta hermosa ave.

3ª JornadaDel embalse del Voltoya a Fuente de Santa Cruz

Terminamos nuestro recorrido ornitológico por la ca-ñada recorriendo primero los 10 kilómetros que nos separan de la carretera que une Nava de la Asunción con Santiuste de San Juan Bautista. Este tramo transcurre casi en su totalidad

Torre del telégrafo óptico y bodegas de Codorniz

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Itinerario ornitológico por la Cañada Real Leonesa Oriental y el llano cerealista

por el pinar. Aunque al principio los pinos resineros son los más frecuente s poco a poco van dando paso a los pinos pi-ñoneros que se yerguen rectos sobre las copas de los negrales. Un pequeño merendero junto al río nos da la posibilidad de descansar mientras disfrutamos del canto de pinzones, peti-rrojos, ruiseñores, lavanderas, escribanos soteños, chochines, mirlos y otras pequeñas aves.

Ya en el pinar, volveremos a escuchar a los carbone-ros garrapinos, herrerillos capuchinos, herrerillos comunes, trepadores azules, agateadroes y picos picapinos. Rodeados de este paisaje llegamos a la carretera. A partir de aquí pode-mos continuar en coche para dirigirnos a Santiuste de San Juan Bautista. El paisaje cambia de nuevo y nos adentramos

en la llanura cerealista, entre campos de trigo y cebada. An-tes de llegar a Bernuy de Coca. encontramos una pequeña laguna a la izquierda perteneciente al grupo de lagunas de Coca-Olmedo. Merece la pena hacer un alto en el camino porque siempre es fácil observar algún ave acuática como azulones, garzas y fochas.

Para llegar desde Bernuy de Coca hasta Fuente de Santa Cruz, podemos realizar un pequeño recorrido por el camino del Monte y disfrutar de la observación de las aves esteparias como el aguilucho cenizo, el aguilucho pálido o la tan escasa avutarda. Mucho más frecuentes son los aláudidos como alondras, cogujadas, bisbita campestre, terrera e, inclu-so, totovía.

Avutardas cerca de Fuente de Santa Cruz

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Itinerarioornitológico

por el llano y los valles del

Eresma y elZorita

Cerro del Castillo (Bernardos) sobre el valle del río Eresma

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Itinerario ornitológico por el llano y los valles del Eresma y el Zorita

llas, buitre leonado, buitre negro, milano real, milano negro, busardo ratonero, águila calzada, águila real, golondrinas y vencejos. En las ruinas de la ermita de San Isidro cría una pareja de cernícalo vulgar.

El recorrido continúa por una pequeña carretera hasta Bernardos, donde podemos subir al cerro de la Virgen del Castillo, declarado en el año 2005 como Bien de Interés Cultural con la categoría de zona arqueológica. Se trata de un importante macizo de pizarras que se levanta sobre el río Eresma, ofreciendo espectaculares vistas panorámicas de esta parte de la provincia. El yacimiento arqueológico consta de un cerro fortificado datado entre los siglos V d.C. y XI d.C. Alrededor del cerro crece un monte de encinas que cubre las dos laderas que forman el valle del río Eresma. Desde esta al-tura es frecuente observar rapaces sobrevolando la zona como buitre leonado, buitre negro, milano real, milano negro, ra-tonero busardo, cernícalo, águila calzada o águila culebrera. Revoloteando entre las ramas de las encina tenemos colirrojo tizón y vencejos.

Continuamos nuestro recorrido dirigiéndonos has-ta Armuña, donde podemos acercarnos hasta el cerro de la Virgen del Tormejón. También hay aquí otro importante yacimiento arqueológico prerromano, aunque sin señalizar. Además de la importancia arqueológica y geológica de este afloramiento de calizas, nos encontramos en un enclave en el que podremos observar una gran variedad de aves, tanto rupí-colas como típicas de nuestros páramos.

La propuesta de este itinerario ornitológico nos per-mitirá conocer un poco más sobre la avifauna de nuestra pro-vincia en dos jornadas. Se recorrerán zonas de la Tierra de Pinares, de la campiña cerealista y algunos valles y macizos importantes del interior de la provincia. Esta variedad en el paisaje nos ofrece la posibilidad de observar una mayor diver-sidad de aves en distintos hábitat.

El recorrido se ha dividido en dos jornadas, de las cuáles una recorrerá parte del macizo de Santa María la Real de Nieva y un tramo importante de la ribera del río Eres-ma, mientras que la segunda cubre el recorrido por pinar y campiña, donde es posible observar algunas de nuestras aves esteparias.

1ª JornadaDe Nava de la Asunción al río Eresma

Partimos desde Nava de la Asunción en dirección a Domingo García donde realizaremos nuestra primera pa-rada en el cerro de San Isidro. Aquí se encuentra una im-portante estación de arte rupestre datada en el Paleolítico Superior. Además de su interés arqueológico, el cerro de San Isidro es un importante mirador sobre la provincia. Las pi-zarras y esquistos que afloran en superficie son refugio para algunas aves rupícolas como el colirrojo tizón o la collalba gris. También se ven jilgueros, cogujadas comunes, abubi-

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Itinerario ornitológico por el llano y los valles del Eresma y el Zorita

Abejarucos

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Ermita de la Virgendel Castillo

Ermita delTormejón

Fresnedade Añe

Cerro deSan Isidro

Balsa Larga

de

SanMedel

dePolendos

deBalisa

Arroyode

Los

Cercos

de

LosC

aces

Zorita

Eresma

Río

Pirón

Río

Nava de la Asunción

La Lastrilla

Segovia

Carboneroel Mayor

Escalona del Prado

Villovelade Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

PinillosdePolendos

Cabañas dePolendos

Mata de Quintanar

Zamarramala

Bernuy dePorreros

Juarros deRiomoros

Martín Miguel

Marazoleja

Garcillán

Valverde delMajano

Hontanaresde Eresma

Valseca

Los Huertos

Anaya

Carbonerode AHusín Roda de

Eresma

Encinillas

Añe

Yanguasde Eresma

San Pedro Cantimpalos

Tabanerala Luenga

Escarabajoade Cabezas

Pinilla -Ambroz

Armuña

MiguelIbañez

Miguelañez

BernardosMozoncillo

Domingo García

Ortigosade Pestaño

Santa María laReal de Nieva

Pascuales

Tabladillo

Aragoneses

Paradinas

Balisa

Ochando

Melque de Cercos

Nieva

Hoyuelos

LagunaRodrigo

Marazuela

SangarcíaEtreros

Jemenuño

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Ermita de la Virgendel Castillo

Ermita delTormejón

Fresnedade Añe

Cerro deSan Isidro

Balsa Larga

de

SanMedel

dePolendos

deBalisa

Arroyode

Los

Cercos

de

LosC

aces

Zorita

Eresma

Río

Pirón

Río

Nava de la Asunción

La Lastrilla

Segovia

Carboneroel Mayor

Escalona del Prado

Villovelade Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

PinillosdePolendos

Cabañas dePolendos

Mata de Quintanar

Zamarramala

Bernuy dePorreros

Juarros deRiomoros

Martín Miguel

Marazoleja

Garcillán

Valverde delMajano

Hontanaresde Eresma

Valseca

Los Huertos

Anaya

Carbonerode AHusín Roda de

Eresma

Encinillas

Añe

Yanguasde Eresma

San Pedro Cantimpalos

Tabanerala Luenga

Escarabajoade Cabezas

Pinilla -Ambroz

Armuña

MiguelIbañez

Miguelañez

BernardosMozoncillo

Domingo García

Ortigosade Pestaño

Santa María laReal de Nieva

Pascuales

Tabladillo

Aragoneses

Paradinas

Balisa

Ochando

Melque de Cercos

Nieva

Hoyuelos

LagunaRodrigo

Marazuela

SangarcíaEtreros

Jemenuño

Itinerario ornitológico por el llano y los valles del Eresma y el Zorita

del “ramón” para el ganado. Estos fresnos cen-tenarios recogen entre sus ramas y en sus viejos troncos huecos una gran diversidad de aves.

Para terminar nuestro viaje podemos acercarnos hasta el río Eresma y, en Hontanares de Eresma, tomar la antigua vía del tren que nos llevará paralelos al río, disfrutando de su valle y del avistamiento de numerosas aves de ribera. En los taludes arenosos que lo flanquean tam-bién pueden observarse numerosos grupos de abejarucos. Este recorrido, que coincide tam-bién con el Camino de Santiago, puede reali-zarse en bicicleta, y nos llevará hasta Añe.

2ª Jornada de Abades a Domingo García

El segundo día de nuestro recorrido por esta parte de la provincia nos llevará desde Aba-

des hasta el río Moros, donde podemos hacer una parada en el embalse para observar diversas aves acuáticas, especialmente durante el invierno, cuando utilizan estos lugares como zonas de paso e invernada.

Continuamos nuestro camino hacia Marugán y Ber-cial. La carretera pasa sobre el río Zorita justo antes de llegar a la antigua abadía de Páraraces. Desde aquí podemos tomar un

Regresamos a la carretera y continuamos hasta lle-gar al río Moros en Añe. Muy cerca de aquí finaliza el reco-rrido de este pequeño río que vierte sus aguas al Eresma. Sin embargo, antes de llegar a la confluencia, nos ofrece uno más de sus tesoros naturales, la fresneda de Añe. En la vega del río se extiende una impresionante fresneda con ejem-plares de cerca de 8 m. de diámetro, que durante años han sido sometidos al tradicional desmoche para la obtención

Colirrojo tizón

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Ermita delTormejón

Fresnedade Añe

EmbalseMonasteriode Párraces

Valle del Zorita

Cerro deSan Isidro

Embalse del Carrascal

Embalse deRebenga

Acued

ucto

Embalse del Pontón

de

SanMedel

dePolendosBalisa

Arroyode

Los

Cercos

de

LosC

aces

Río

ZoritaR

ío

Milanillos

Río

Peces

Eresma

Río

Voltoya

Pirón

Río

Río

Río

Milanillos

Frío

Río

Moros

Trescasas

Palazuelos

San Ildefonso

La Lastrilla

Segovia

Carboneroel Mayor

Villacastín

Martín Muñozde la Dehesa

Montuenga

Codorniz

San Cristóbalde la Vega

Sotosalbos

Santo Domingode Pirón

Tenzuela

Berrocal

Carrascal

Basardilla

Brieva

Adradade Pirón

Losanade Pirón

Torreiglesias

Otones deBenjumea

Villovelade Pirón

PeñarrubiasEscobar dePolendos

PinillosdePolendos

Cabañas dePolendos

Mata de Quintanar

La Higuera

Espirdo

TorrecaballerosTizneros

San Cristobal

Revenga

Hontoria

Riofrío

Navas deRiofrío

La Losa

Ortigosadel Monte

Torredondo

Zamarramala

Bernuy dePorreros

Fuentemilanos

Abades

Juarros deRiomoros

Martín Miguel

Marazoleja

Garcillán

Valverde delMajano

Hontanaresde Eresma

Valseca

Los Huertos

Anaya

Carbonerode AHusín Roda de

Eresma

Encinillas

Añe

Yanguasde Eresma

San Pedro Cantimpalos

Tabanerala Luenga

Escarabajoade Cabezas

Pinilla -Ambroz

ArmuñaMiguelIbañez

Miguelañez

Moralejade Coca

Aldeanuevadel Codonal

Domingo García

Ortigosade Pestaño

Santa María laReal de Nieva

Pascuales

Tabladillo

Aragoneses

Paradinas

Balisa

Ochando

Melque de Cercos

Nieva

Aldehuela del Codonal

Juarrosde Voltoya

Hoyuelos

Martín Muñozde las Posadas

Santovenia

LagunaRodrigo

Marazuela

SangarcíaEtreros

Cobos deSegovia

Bercial

Marugan

Muñopedro

Peromingo

Moñibas

Lastras del Pozo

Labajos

Ituero y Lama

Zarzuela del Monte

Vegas deMatute

Monterrubio

Urb. CotoSan Isidro Navas de

San Antonio

Otero deHerreros

Los Ángelesde San Rafael

Urb. Pinar JardínPradera de Navalhorno

Valsaín

Jemenuño

Sanchidrián

Valdeprados

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Itinerario ornitológico por el llano y los valles del Eresma y el Zorita

camino de tierra que nos llevará hasta Villacastín, siguiendo el valle del río Zorita. El camino discurre por un pinar en el que se mezclan robles y encinas. A lo largo del recorrido, que podemos hacer andando o en bicicleta de montaña, veremos abubilla, urraca, mochuelo, grajos, alondras, cogujadas, tri-gueros, águila calzada en fase clara, águila real, paloma torcaz, pinzón vulgar, pico picapinos, oropéndola, zorzal, cuco, peti-rrojo, escribano soteño, ratonero, milano real, milano negro y cernícalo.

La carretera continúa hasta Bercial, donde nos des-viamos a Cobos de Segovia, Etreros y Jemenuño para diri-girnos a Laguna Rodrigo. El nombre del pueblo procede de la gran laguna que se asentaba en las inmediaciones a la población. Se trata de una laguna del tipo del humedal de Coca-Olmedo, con alta concentración de sales. El acuí-fero subterráneo que la alimenta apenas mantiene el nivel freático por lo que con la falta de lluvias se seca rápida-mente. Como su cubeta es muy somera, con las primeras lluvias vuelve recupera una fina lámina de agua en la que muchas aves acuáticas buscan alimento durante el invierno. Desde aquí podemos tomar un camino que nos conduce hasta Hoyuelos y, tras cruzar la carretera, nos lleva junto al arroyo de Los Cercos a Melque de Cercos. Desde aquí debemos continuar un tramo por la carretera hasta enlazar con la de CL-601. La cruzamos y seguimos por un camino a Nieva y desde allí a Ortigosa del Pestaño para enlazar con Domingo García. Mochuelo

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Glosario

Glosario A

Álula: grupo de plumas que se insertan sobre el primer dedo del ala en el borde anterior de las alas y cuya función es la de reducir las turbulencias del aire durante el vuelo.Anillo orbital: zona alrededor del ojo formado por la unión de los párpados superior e inferior.Ápice: Extremo de la pluma.Arborícola: Que vive en los árboles

BBandada/bando: Conjunto numeroso de aves que vuelan juntas.Barrado: Diseño del plumaje con barras transversales.Bifurcada: En forma de horquilla. Bigotera: Zona del ave que va desde la mandíbula inferior has-ta la parte inferior de la mejilla.Biogeografía: Parte de la biología que se ocupa de la distribu-ción geográfica de los animales.Buche: Bolsa membranosa en el esófago de las aves, utilizado para predigerir los alientos.

CCálamo o cañón: Parte de la pluma que se inserta en la piel.Calzas: Plumas que cubren la parte superior de la pierna.Campear: Recorrer el territorio en busca de alimento.

Capirote: Parte superior de la cabeza de un ave.Caudal: Perteneciente o relativo a la colaCeja: Franja alargada de plumas que se sitúan sobre el ojo.Cerner: Movimiento rápido de las alas para mantenerse está-tico en el vueloCobertoras: conjunto de plumas que recubren el cuerpo del ave.Cortejo: Conjunto de actividades destinadas a atraer a la pareja.Criomediterraneo: Piso bioclimatico caracterizado por ocu-par las mayores alturas, con fuertes heladas en invierno, que se prolongan a lo largo de gran parte del año, también posee una acusada sequía estival. La vegetación predominante son los pastizales y matorrales de pequeño porte.Críptico: Que se camufla con el entorno por su color, aspec-to, etc.Crotoreo: Sonido producen las cigüeñas con el pico.Cuneiforme: Con forma de cuña. Suele aplicarse a la forma de la cola de algunas aves.

DDiamante: En pollos, minúscula protuberancia córnea situada en el extremo del pico con la que se ayudan para romper la cáscara del huevo al eclosionar, desapareciendo a los pocos días.Dimorfismo: condición de algunas especies que presentan dos aspectos direntes según la época del año (dimorfismo es-tacional) o el sexo del individuo (dimorfismo sexual).Dorso: Espalda

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Glosario

EEcosistema: Conjunto de elementos bióticos (seres vivos) y abióticos así como las interacciones que existen entre ellos en un determinado territorio.Endémico: Exclusivo de determinadas localidades o regiones.Envergadura: Distancia entre las puntas de las alas de un ave cuando están completamente abiertas.Escapulares: Plumas que cubren la zona del omoplato.Espejuelo: mancha brillante que tienen algunas aves acuáti-cas en sus plumas secundarias del ala.Estival: Se dice de las especies que ocupan una región en los meses de verano, generalmente para criar.Etología: parte de la biología que se encarga del estudio del comportamiento animal.

GGranívoro: Que se alimenta de granos/semillas.Gola: Penacho de plumas alrededor del cuello.Gorjeo: Canto de algunos pájaros (=trino).Granznido: Sonido característico de los córvidos y gansos.

HHábitat: lugar de condiciones apropiadas para que viva una especie.Humedal: Terreno inundado temporal o continuamente.

IIBA: del ingles Important Bird Area (área importante para las aves). Son lugares identificados por Birdlife International como globalmente importantes para la conservación de las aves. En España hay 391 de estos lugares. Infracoberteras: plumas que recubre por debajo la base de otras plumas más grandes.Inmaturo: Joven independiente que no ha alcanzado todas las características del adulto.Insectívoro: Que se alimenta de insectos.Invernante: Se dice de las especies presentes en una región durante los meses de invierno.

LLIC: Lugar de Importancia Comunitaria. Son espacios que garantizan la conservación de hábitats, flora y fauna silvestre considerados como prioritarios por la directiva 92/43/CEE de la Unión Europea.Limícola: Se dice de los animales que se alimentan filtrando el limo.Lista: Franja lineal del plumaje que contrasta con el color del fondo.Listado: Con rayas o listas en el plumaje.

MMandíbula: Cada una de las dos partes del pico.Mesomediterráneo: Piso bioclimatico situado por debajo del

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Glosario y bibliografía

PPájaro: Especies de aves pertenecientes al orden Paseriformes.Palmeado: Forma del píe de algunas aves cuando los dedos están unidos por una membrana (ej. Patos)Páridos: Familia de aves dentro del orden paseriformes que comprende a los herrerillos y carboneros.Paseriforme: Orden de aves, generalmente de pequeño ta-maño, caracterizadas por disposición de los dedos, tres hacia delante y uno opuesto hacia atrás. Nacen sin plumón y casi ciegas. Poseen 10 rémiges primarias.Pico: protuberancia cornea de la cabeza de las aves compues-ta por dos piezas, terminada generalmente en punta y que le sirve para tomar alimentos.Píleo: Parte superior de la cabeza de las aves.Piso bioclimático: Cada uno de los espacios que se suceden altitudinalmente con las consiguientes variaciones de tempe-ratura y precipitaciones, así como su distribución a lo largo del año.Plumaje: Conjunto de plumas que recubren el cuerpo de un ave.Pluma: Estructura queratinosa de la piel de las aves. Consta de un eje central (raquis) del que parten unas prolongacio-nes (barbas). Existen varios tipos según su tamaño, forma o función.Plumón: Tipo de pluma caracterizada por tener un raquis muy corto con barbas largas. Típico de los pollos pequeños.Pollo: Cría que nace de cada huevo de un ave.

Supramediterráneo, coincidiendo fundamentalmente con la presencia de formaciones de bosques esclerófilos (ej. Encinares).Migración: Desplazamientos periódicos de individuos o po-blaciones enteras desde unas áreas donde realizan parte del ciclo vital hasta otras donde lo completan.Migrador: Especie cuyas áreas de cría e invernada difieren.Muda: Renovación del plumaje de las aves.

NNarina: cada uno de los orificios nasales externos.Necrófago: Que se alimenta de cadáveres (ej. buitres).Nidícola: Se dice de las aves cuyos poyuelos permanecen en el nido hasta alcanzar cierto desarroyo.Nidífugo:Se dice de las aves cuyos poyuelos abandonan el nido a las pocas horas de su nacimiento.

OObispillo: En las aves, zona de transición entre la espalda y la cola.Ornitología: Rama de la zoología que se dedica al estudio de las aves.Oromediterráneo: Piso bioclimatico típico de las montañas con frecuentes heladas en invierno y temperaturas altas en verano. La vegetación característica es normalmente los bos-ques de coníferas o formaciones degradadas de esta.Oteadero: Lugar elevado desde donde se divisa una amplia zona de terreno.

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Glosario y bibliografía

arreglo a su historia evolutiva o filogenia.Supramediterraneo: Piso bioclimatico situado altitudinal-mente por debajo del oromediterraneo coincidiendo con bosques de coníferas o melójos. Ocupa la mayor parte de las laderas de la sierra de Guadarrama.

TTarso: Parte mas delgada de la pata del ave que une los dedos con la tibia. Generalmente desprovista de plumas.Trino: Canto de algunos pájaros.

VVentral: Relativo al abdomenVibrisas: Plumas modificadas en forma de pelos que poseen una función táctil. Están situadas en la comisura del pico, na-rinas o entorno al ojo.

ZZambullir: Meterse debajo del agua con ímpetu o de golpe.ZEPA: Zona de Especial Protección para las Aves. Son áreas protegidas destinadas a la conservación de la avifauna amena-zada de acuerdo con lo establecido en la directiva comunitaria 79/409/CEE y posteriores.

QQuilla: Modificación del hueso del esternón de las aves en forma de saliente donde se insertan los músculos pectorales del ave destinados al vuelo.

RRapaz: se llama así, de forma general, a las aves carnívoras caracterizadas por tener picos robustos y ganchudos, grandes ojos y garras robustas. Comprende tanto especies diurnas (or-den Accipitridae y Falconidae) como nocturnas (orden Strigi-dae).Raquis: Parte central de la pluma que funciona como eje.RED NATURA 2000: Red ecológica europea destinada a conservar la biodiversidad. En ella se incluyen todos los espa-cios protegidos así como las zonas ZEPAs y LICs.Reclamo: Voz con que un ave llama a otra de su especie.Rectriz: Pluma larga situada en la cola de las aves.Rémiges: Plumas grandes situadas en las alas. Pueden ser pri-marias, secundarias o terciarias (o covertoras).

SSaco aéreo: Estructura del aparato respiratorio que se sitúa en el interior de los huesos y comunica con los pulmones. Sir-ve también para aligerar el peso del ave.Sedentario: Especie que permanece en el mismo territorio durante todo su ciclo vital.Sistemática: Estudio de la clasificación de las especies con

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Bibliografía

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Bibliografía

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a. Paseriformes.................................................................60b. Otras aves......................................................................63c. Rapaces..........................................................................64

La llanura segoviana......................................................................68a. Paseriformes.................................................................72b. Otras aves......................................................................74c. Rapaces esteparias.......................................................78

Los páramos...................................................................................80a. Paseriformes.................................................................83b. Otras aves......................................................................86c. Rapaces..........................................................................89

Los cañones fluviales....................................................................90a. Paseriformes.................................................................92b. Otras aves......................................................................94c. Rapaces..........................................................................95

Sotos y Riberas............................................................................100a. Paseriformes...............................................................103b. Otras aves...................................................................105c. Rapaces.......................................................................107

Los humedales.............................................................................108Paseriformes...................................................................111Otras aves.......................................................................113

a. Aves sedentarias...........................................113

El Proyecto Trino............................................................................ 5

Información básica..........................................................................8La protección de las aves en Segovia...........................11Delimitación del marco geográfico..............................13Áreas naturales de la provincia de Segovia.................13Nociones para la identificación de las aves.................17Buenas prácticas...............................................................18

La Sierra de Guadarrama..............................................................20Un espacio protegido......................................................22Cumbres, piornales y matorrales de montaña...........24Pinares de pino silvestre.................................................27

a. Aves más comunes.........................................30b. Aves poco frecuentes.....................................35c. Rapaces forestales..........................................35

Piedemonte serrano......................................................................40Melojares...........................................................................42

a. Aves paseriformes..........................................44b. Otras aves........................................................47c. Rapaces............................................................48

Encinares...........................................................................49a. Paseriformes...................................................51b. Otras aves........................................................54c. Rapaces............................................................57

Tierra de Pinares............................................................................58

Índice

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de Coca...........................................................................155

Itinerario ornitológico por la Tierra de Pinares....................1571ª Jornada: De Turégano al Común Grande de lasPegueras..........................................................................1582ª Jornada: De Sanchonuño a Coca..........................161

Itinerario ornitológico por los páramos..................................1631ª Jornada: De San Miguel de Bernuy a Vegafría......1652ª Jornada: De Vegafría a Mata de Cuellar................168

Itinerario ornitológico por la Cañada Real Leonesa Oriental y el llano cerealista......................................................................169

1ª Jornada: El Valle del Voltoya..................................1702ª Jornada: De Juarros de Voltoya a Montuenga......1733ª Jornada: Del embalse de Voltoya a Fuente deSanta Cruz......................................................................175

Itinerario ornitológico por el llano y los valles del Eresmay el Zorita......................................................................................177

1ª Jornada: De Nava de la Asunción al río Eresma...1782ª Jornada: De Abades a Domingo García................181

Glosario.........................................................................................184

Para saber más.............................................................................188

b. Aves nidificantes..........................................114c. Aves invernantes..........................................116d. Aves de paso. ...............................................119

Rapaces............................................................................121

Los Pueblos..................................................................................122

Itinerarios ornitológicos............................................................128

Itinerario ornitológico por la sierra de Guadarrama.............131TRAMO 1. Puerto de los Leones-Puerto deNavacerrada....................................................................132

1ª jornada: De Campo Azálvaro a la riscade Valdeprados................................................1322ª jornada: De los Montes de Valsaín a losPalacios Reales.................................................136

TRAMO II. Puerto de Malangosto-Puerto deNavafría. .........................................................................140

1ª jornada: De Malangosto alpiedemonte.......................................................1402ª jornada: Cañones calizos y pinaressilvestres............................................................142

Itinerario ornitológico por los valles de los ríosPirón y Viejo.................................................................................145

Itinerario ornitológico por los humedales.............................1491ª jornada: Humedales de Cantalejo a Cuellar........1512ª jornada: Humedales de Cuellar- Villagonzalo

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