Tu 156 octubre2014

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Edita HOAC - Nº 156 - OCTUBRE 2014 - III ª Época - 0,75 - Suscripción anual: 6 Cultivando la tierra, construyendo solidaridad «Los recortes en Dependencia son injustos» L L os sabios más influyentes advierten ahora que las reba- jas salariales «acentuarían el riesgo de pobreza y pesa- rían sobre la demanda global». Lo dijo el director de empleo de la Organización para la Cooperación y el Desarro- llo Económico (OCDE), Stefano Scarpetta. La citada organi- zación de las economías más avanzadas, al parecer, considera que en estos momentos más rebajas salariales no son útiles para fortalecer la recuperación económica. La ética cristiana, en cambio, ofrece otras razones para definir el salario justo. De ello ya trataron el Papa León XIII, en el siglo XIX y el Papa Pío XI, tras la crisis económica de 1929. Las finanzas, las empresas, la sociedad ha evolucionado por lo que hoy en día hay que tener en cuenta muchos factores, desde luego. Pero como estableció Juan Pablo II, en 1981, la cuestión del «salario justo» se convierte en «la verificación concreta de la justicia» de todo el sistema socio-económico y, de todos modos, de «su justo funcionamiento». En situaciones de crisis empresarial, antes que el interés de los inversores que pueden incluso actuar contra la propiedad y contra los empleados, debería prevalecer la dignidad del trabajo. El mismo Papa Francisco, ante los pla- nes de la empresa Thyssenkrupp en Terni (Italia) nos ha recor- dado: «¡Con el trabajo no se juega! ¡Y el que, por motivos de dinero, de negocios y para ganar más, quita trabajo, que sepa que quita la dignidad a las personas!». a a s s í í l l o o v v e e m m o o s s En defensa del «Salario Justo»

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Revista ¡Tú! nº 156. Editada por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Sobre el mundo obrero y del trabajo. En este número "En defensa del salario justo"

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Edita HOAC - Nº 156 - OCTUBRE 2014 - III ª Época - 0,75 € - Suscripción anual: 6 €

Cultivando la tierra,construyendo solidaridad

«Los recortes enDependencia son injustos»

LL os sabios más influyentes advierten ahora que las reba-jas salariales «acentuarían el riesgo de pobreza y pesa-rían sobre la demanda global». Lo dijo el director de

empleo de la Organización para la Cooperación y el Desarro-llo Económico (OCDE), Stefano Scarpetta. La citada organi-zación de las economías más avanzadas, al parecer, consideraque en estos momentos más rebajas salariales no son útilespara fortalecer la recuperación económica. La ética cristiana,en cambio, ofrece otras razones para definir el salario justo. De ello ya trataron el Papa León XIII, en el siglo XIX y el

Papa Pío XI, tras la crisis económica de 1929. Las finanzas, lasempresas, la sociedad ha evolucionado por lo que hoy en día

hay que tener en cuenta muchos factores, desde luego. Perocomo estableció Juan Pablo II, en 1981, la cuestión del «salariojusto» se convierte en «la verificación concreta de la justicia»de todo el sistema socio-económico y, de todos modos, de «sujusto funcionamiento». En situaciones de crisis empresarial,antes que el interés de los inversores que pueden incluso actuarcontra la propiedad y contra los empleados, debería prevalecerla dignidad del trabajo. El mismo Papa Francisco, ante los pla-nes de la empresa Thyssenkrupp en Terni (Italia) nos ha recor-dado: «¡Con el trabajo no se juega! ¡Y el que, por motivos dedinero, de negocios y para ganar más, quita trabajo, que sepaque quita la dignidad a las personas!».

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En defensa del«Salario Justo»

la calle

¡Tú! Coordina: Mª Dolores Medina Edita: Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Depósito legal: M.40919–1996. C/ ALFONSO XI, 4, 4º. 28014 MADRID. TFNO. 91 701 40 80 // [email protected] // www.hoac.es/publicaciones/tu

H e participado enuna manifestaciónantidesahucios en

Elche. Éramos alrededor de500 personas. La inmensamayoría, jóvenes de 25 a 35años. Hay una mujer amena-zada de perder su casa, se lla-ma Lupe. Me ha llamado laatención lo que gritaban:«¡Todos somos Lupe!». Ex-perimentaban lo que los cris-tianos llamamos «la comu-nión» con ella, lo que nosdice Pablo: «Somos un solocuerpo».

Al final de la manifesta-ción un joven con micrófonoha pedido un minuto de si-lencio por todos los que es-tán sufriendo a consecuen-cia de los desahucios ytambién ha nombrado ex-presamente a los parados,los enfermos, las mujeresmaltratadas, a aquellos a losque nosotros solemos incluiren las peticiones de nuestraseucaristías y a los persegui-dos por sus ideas. En el si-lencio he creído ver que losparticipantes sondeaban laprofundidad de los proble-mas y de la lucha, algo asícomo una apertura a la tras-cendencia. Una persona cre-yente me ha dicho que creíaque esa manifestación la ha-bía promovido El Señor yque quería colaborar conAquel en quien cree.

Pepe Lozano

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con Diosen la vida obrera

En silencio

SUSCRIPCIÓN ANUAL «¡TÚ!»

CC on inusual rapi-dez, apenas ochomeses después

de iniciar su pontificado,Francisco convocó a losobispos del mundo areunirse en AsambleaGeneral Extraordinariapara hablar de la familia.La noticia suscitó graninterés tanto por los te-mas a abordar (parejasde hecho, matrimoniosmixtos e interreligiosos;la familia monoparen-tal, separados, divorcia-dos…) como por la ma-nera de preparar la reuniónde obispos. El Papa Fran-cisco elaboró un documentopreparatorio titulado «Losdesafíos pastorales sobre lafamilia en el contexto de laevangelización» y lanzó 38cuestiones para que los obis-pos, fieles y colectivos católi-cos hicieran llegar sus res-puestas. Las aportacioneshan sido tenidas en cuentapara elaborar el llamado«Instrumentum laboris», eldocumento de trabajo del Sí-nodo de la Familia.

El tema del trabajo y su im-pacto en la familia está reco-gido en el citado resumen. Enél se habla de las relaciones

laborales como una más delas «presiones externas a lafamilia». De hecho se puedeleer: «los ritmos de trabajoson intensos y en determina-dos casos extenuantes; los ho-rarios son a menudo dema-siado largos y a veces seextienden incluso al do-mingo: todo esto resulta unobstáculo a la posibilidad deestar juntos. A causa de unavida cada vez más convulsa,son raros los momentos depaz e intimidad familiar».

Los responsables de sinteti-zar las respuestas recabadascomentan que «en algunasáreas geográficas, se pone derelieve el precio que paga la fa-

milia por el crecimiento yel desarrollo económico,a lo que se añade la re-percusión mucho másvasta de los efectos pro-ducidos por la crisis eco-nómica y por la inestabili-dad del mercado detrabajo. La creciente pre-cariedad laboral, juntocon el crecimiento deldesempleo y la consi-guiente necesidad de des-plazamientos cada vezmás largos para trabajar,tienen graves consecuen-cias sobre la vida familiar,

producen –entre otras cosas–un debilitamiento de las rela-ciones, un progresivo aisla-miento de las personas con elconsiguiente aumento de laansiedad».

El apartado especial dedi-cado a la realidad del trabajotermina reflejando que «endiálogo con el Estado y las en-tidades públicas, se espera departe de la Iglesia una acciónde apoyo concreto para unempleo digno, para salariosjustos, para una política fiscalen favor de la familia, asícomo la activación de unaayuda para las familias y loshijos».

José Luis Palacios

Cuando en Roma, a primeros de octubre, los obispos de todo el mundo, reunidos en el Sínodo dela Familia, aborden los desafíos pastorales que presenta la situación actual de las familias, tendránpresente la situación actual del trabajo en el mundo.

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IBAN ENTIDAD OFICINA DC Nº DE CUENTA

Las familias necesitan empleodigno y salario justo

EE l comercio es una actividad no-ble y necesaria. Los mercaderesson las mafias del comercio, y se

han adueñado de él. Y los mercaderessolo pueden continuar robando destru-yendo los límites que les impiden el sa-queo que realizan. Destruyen los derechos de los trabaja-dores. Toda legislación laboral que regu-le un salario digno, un trabajo decente,un descanso humano, un desempleoadecuado, una conciliación familiar, unseguro de accidentes…, supone para losmercaderes una limitación a su activi-dad depredadora.Destruyen a los sindicatos. Los sindi-catos son los principales enemigos de losmercaderes, porque su actividad princi-pal, la negociación colectiva, va dirigidaa salvaguardar el derecho laboral. Aun-que existe la tentación de salvaguardar

la negociación colectiva dejándola vacíade contenido. En ambos casos, destru-yen a los sindicatos.Destruyen el Estado del Bienestar.Los derechos sociales, como la salud, laeducación, la jubilación, la dependen-cia…, son un negocio fabuloso que estáen manos de los Estados. Los mercade-res exigen privatizar estos servicios para

convertir en negocio los derechos de laspersonas.Destruyen a la democracia. Han crea-do unos tribunales especiales para casti-gar a los gobiernos que legislen en con-tra de sus intereses. Uruguay ha sidocondenado a pagar 2.000 millones dedólares a la tabacalera Philip Morris porsacar una ley que le obligaba a poner le-treros contra el tabaquismo en los pa-quetes. Hay unos trescientos juicios pen-dientes.Estos son algunos de los contenidosdel tratado que se está negociando entreEstados Unidos y la Unión Europea. Lamayoría de nuestros políticos callan.El día 11 de octubre es el día señaladopara movilizarse contra esta barbariedeshumanizadora. ¡Participa!

A.A. Maestre

LL a situación cotidiana que se vive en la frontera deCeuta y Melilla es solo un pálido reflejo de la ho-rrorosa penuria que sufren muchos subsaharianos

en el norte de África, intentando entrar en la Unión Euro-pea. Y no es sino una de las situaciones similares que se vi-ven en las fronteras de la Unión Europea y de otros lugaresdel mundo. Es una vergüenza, una denuncia en sí misma delprofundo déficit de moralidad de nuestra sociedad. Es into-lerable por inhumano: no se puede tratar así a las personas.Porque no son «extranjeros», son personas. Extranjeros nos

hacemos los unos a los otros, pues, como dice una famosacanción («No me llames extranjero»): no ves que soy un serhumano, ¡no puedo ser extranjero! Pero no lo vemos.Esta inhumanidad es el resultado de una injusticia. Lanegación de un doble derecho de las personas: el derechoa no tener que emigrar, porque en su tierra puedan vivirdignamente; y el derecho a emigrar. Como no se hace lonecesario para garantizar el primero de estos derechos, seniega también el segundo blindando las fronteras. Necesi-tamos cambios muy profundos para reparar esa injusticiay tratar con justicia a las personas.Reconociendo que se hacen muchas cosas, por cristianosy no cristianos, por la justicia debida a los emigrantes, enparticular los cristianos, toda la Iglesia, deberíamos tomar-nos muy en serio lo que dice el Evangelio de Mateo (25,31-46) sobre el juicio definitivo de Dios. El juicio del Diosde Jesús sobre lo que es humano y lo que no lo es, sobre loque tiene futuro y lo que no lo tiene, es muy claro. Jesu-cristo se identifica plenamente con los pobres y planteacomo principio esencial de humanidad, de una vida reali-zada o frustrada, de una sociedad justa o injusta, lo que ha-cemos con los pobres, entre ellos con los «extranjeros»:«Venid, benditos de mi Padre…, porque… era forastero yme acogisteis (…) Apartaos de mí, malditos…, porque…fui forastero y no me acogisteis».

Francisco Porcar

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política en zapatillas

cultura

EExxttrraannjjeerrooss

11 de octubre: contra los tratados de libre comercio

EE n el seno del Colec-tivo de Organiza-ción Local (COL)

de Ciudad Real, un movi-miento de organización so-cial que, inspirado en el mo-delo de las ciudades entransición, tiene el objetivode articular una realidad so-cial y económica más justa,«resiliente», saludable y co-munitaria, un grupo de susmiembros ha puesto en mar-cha un proyecto agroecológi-co en un terreno situado ados kilómetros de la capitalmanchega.La mayoría de ellos ya

compartían un pequeñohuerto recreativo, en el quese fueron forjando los lazosde afinidad y se empezó a to-mar contacto con la tierra yla agroecología de manerapráctica. Hace un año y me-dio dieron el salto y alquila-ron las dos hectáreas de te-rreno que hoy tiene el Grupode Producción Agroecoló-gica del COL. Uno de los diez jóvenes que

forma parte del proyecto, Je-sús Rodríguez, explica que laagroecología plantea fomen-tar la biodiversidad de losecosistemas, por lo que el mo-nocultivo no se contempla.

Así, en el terreno se cultivan–según temporada– cereales,leguminosas, verduras, horta-lizas y plantas aromáticas.«La agroecología tiene tam-bién una vertiente política nosolo por el planteamiento

ecológico y ecologista, sinoporque lucha por recuperarunos saberes tradicionalesque la agricultura industrialse ha preocupado en ocultaro cargar de un carácter anti-cuado y alejado del conoci-

miento científico. Tambiénnos permite caminar hacia lasoberanía alimentaria», dice.

Proyecto asambleario

Además del planteamientoagroecológico, las vertientescomunitaria y asambleariason base fundamental de esteproyecto. Todos los viernes,el grupo se junta en asamblea

A dos kilómetros de Ciudad Real, entre parcelas de monocultivos de maíz, trigoy cebada, se abre la vida en un huerto diferente. Es vida que brota de la tierra,de forma natural y tradicional, como durante tantos siglos se ha hecho en loscampos manchegos. Y es vida fraterna, de trabajo y amistad compartida. Una ex-periencia comunitaria que ha echado a andar despacio pero decidida, con el ho-rizonte de la transformación social.

la ventana del mes

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Tienen el objetivo de articular una realidadsocial y económica más justa, «resiliente»,

saludable y comunitaria

Un huerto comunitario y ecológico en l

Cultivando la tierra, construyend

para hablar de cómo van losdiferentes cultivos, valorarcuáles son las tareas más ur-gentes y calendarizarlas, tra-tar los problemas y estudiarlas posibles soluciones y, porsupuesto, pasar un rato jun-tos y compartir la vida. «Estamanera de hacer las cosas, engeneral el asamblearismo,provoca que quizá sea algomás difícil el desarrollo delproyecto, a lo mejor máslento, pero lo hace muchomás justo y enriquecedor»,añade Jesús.

En el Grupo de ProducciónAgroecológica del COL laconfianza y el apoyo entrelos compañeros es esencial.Cada uno aporta lo quepuede, en función de sus po-sibilidades, ya sea dinero otrabajo, y coge lo que nece-sita de lo que la tierra da. Notodos están en la misma si-tuación. Los que están de-sempleados pasan más horastrabajando en el terreno. Losque tienen trabajo, apoyancon trabajo los fines de se-mana o por las tardes y, demomento, sostienen econó-micamente el proyecto. El

objetivo es que, poco a poco,con la venta de productos sepuedan financiar todos losgastos del huerto –alquiler,riego, semillas... – y que entrelos compañeros a los que leshaga falta se pueda repartiralgo de dinero.

Hacia la comunión

Lola Novés, militante de laHOAC, es otra de las inte-grantes del grupo, junto a sumarido y sus tres hijos de 2meses y 4 y 6 años. Conocie-ron el COL a través delgrupo de consumo que llevafuncionando en el colectivodesde hace tres años. «Empe-zamos en el grupo de con-sumo para intentar salirnosun poco de los cauces del sis-tema y del mercado, por te-ner una relación directa conlos productores, por saber loque comes, más desde el sen-tido político y no tanto deconsumo, aunque también»,cuenta. Después llegó la pe-queña huerta, «en la que des-cubrimos que con poquitoque amemos a la tierra y larespetemos, ella te lo de-vuelve con creces». Para ellos, embarcarse en el

Grupo de Producción fueuna decisión de más calado.«Al principio nos situamoscon un poco de recelo por-que la diversidad ideológicaen el grupo es grande. Cris-tianos, anarquistas, gente encamino... Pero todos soñába-mos con otra forma de vivir ycon la transformación social.La calidez humana con laque nos sentimos acogidos y,

por otro lado, el no sabermuy bien por qué el Padrenos invitaba a estar ahí noshizo adentrarnos completa-mente en el proyecto», prosi-gue Lola.

Salir del capitalismo

Hoy este es su ProyectoEvangelizador. «Sentimosque Dios nos llama a estaraquí y aunque a veces las de-cisiones son difíciles, nos en-riquece muchísimo humana ycristianamente. Crecemos entolerancia, en saber ver alhermano como compañeroaunque no crea en lo mismoque nosotros». Para todo elgrupo está siendo una expe-riencia de vida comunitaria

muy rica. Compartir bienes,tiempo, conocimiento y vida,tener casas abiertas a la aco-gida, estar disponible para laescucha y la ayuda son cosasque por desgracia no abun-dan a nuestro alrededor. Je-sús tiene claro que ese es elcamino: «La única salida quetenemos es replantearnos lasdinámicas y estructuras queel capitalismo establece. Fo-mentar, estrechar y cuidar lasrelaciones humanas, que sonla base para construir comu-nidad, frente a un sistemaque fomenta el individua-lismo y genera infelicidad,pobreza y desigualdad».En el Grupo de Producción

Agroecológica del COL sa-ben que les queda mucho porhacer y por aprender. No esfácil llegar a tener produc-ción para ser autosuficientes–en verdura y hortaliza– yque además se pueda venderpara que alguno de los com-pañeros pueda vivir de ello.El tiempo –siempre imprede-cible–, las malas hierbas, lasplagas o la inexperienciapueden jugar malas pasadas.Pero, como dice Lola, paraellos lo más importante es elgrupo humano y comprobarque es posible convivir deuna manera comunitaria.«Está siendo una experienciarevolucionaria e irrepetible».

Celia Naharro Salas

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Además del planteamiento

agroecológico, lasvertientes comuni-taria y asamblearia

son base fundamental deeste proyecto

a capital manchega

do comunidad

–¿Qué grado de dificultadtiene en la actualidad en sudía a día?

–Dentro de mi discapaci-dad me siento afortunadaporque mantengo una lentaautonomía aunque precisoatenciones personales y elmantenimiento del hogar.Cubrir mis necesidades ac-tuales es posible gracias a lapensión que logré tras añosde estudio y trabajo, delapoyo de familia y amigos yamigas que me empujaron aque no me entretuviera enlamentar lo que no me per-mitían mis limitaciones yque movilizara mis capaci-dades.–¿Cómo influyen los «ajus-

tes» en la Ley de Dependen-cia?

–Ante la realidad de losrecortes quiero mostrar lainjusticia que se comete, de-bido a la gravedad de la dis-capacidad de tantas perso-nas que solo pueden vivircon prestaciones sociales «ala baja». Un aspecto durí-simo es el de la lentitud enresolver expedientes. Loviví cuando tuve a mi padrecon una gran discapacidad ypedimos en el año 2009 unaatención a través de la Leyde Dependencia, se resolvióen marzo del 2011 y mi pa-dre falleció un mes después

sin haber cobrado nada.¡Cuántas personas viven si-tuaciones como estas! Enotros casos, están rebajandola ayuda y quitando gradosde discapacidad.–¿Qué le aporta su perte-

nencia a la Frater?–La Frater me abrió el cora-

zón para que compartiera conotros las ganas de vivir, laenergía para superar limita-ciones, la amistad y apoyo re-cibidos..., me llevó a Jesús deNazaret, a conocer de sumano al Padre-Madre-Dios...,en resumen, a sentirme amaday amar.–¿Qué está haciendo actual-

mente desde Frater para me-jorar la vida de las personascon discapacidad?

–Siempre es poco lo quehago frente a las posibilida-des de ayudar a «despertar»a otros y otras a levantarse yvivir, pero trato de hacer ca-mino, de buscar cercanía, deresponder a las actividadesque se plantean en la Frater,de fomentar la formación enequipo, de tener presenciaen la sociedad, que sepanque existimos y pedimosjusticia para vivir con digni-dad.–¿Hasta qué punto puede

influir una sana vivencia es-piritual de la fe en la calidadde vida de este colectivo?

–Encontrarse con Jesúspuede ser un gran motivo deliberación ya que mirarle fa-vorece el que dejemos deestar centrados en los«quiero y no puedo» de ladiscapacidad, y por el con-trario, apoyados en sufuerza, podemos contribuir,

con nuestra presencia y tra-bajo, a mostrar que nadahay tan grave, ni nada nosimpide ser miembros acti-vos en la sociedad para quevenga a todos su Reino dePaz, Amor y Justicia.

José Luis Palacios

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¿quién es?

María Dolores Varea, Frater:

Pertenece a la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (Frater) desde hace más de 50años, tiempo en el que ha desempeñado varias responsabilidades. Acaba su colaboración con elEquipo Intercontinental de este movimiento especializado de Acción Católica y ahora, con 68años, seguirá como en la coordinadora de zona y responsable de misión y difusión de su equipolocal de la diócesis de Castellón.

«Los recortes en Dependencia son una injusticia»

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HHan pasado las vacaciones y lleganlos meses normales. Hay queafrontar los problemas cotidianos:

los niños al cole; el que tiene trabajo, a traba-jar; el que no lo tiene, a ver qué hace, etc.¿Empezamos con nuevos bríos y con renaci-das ilusiones o con el mismo desencanto deestos años?Nos echan encima noticias que buscandarnos esperanza y crear ilusión (¿para ilu-sos?). Por ejemplo, se insiste en la bajada delnúmero de parados en estos últimos meses.Nos alegramos de que disminuyan los para-dos aunque sea en poco número. También seanuncia fuertemente que vuelve a crecer elnúmero de trabajadores inscritos en la Se-guridad Social. ¡Qué bueno para las pensio-nes!Hay otros pensadores que se planteancómo se está logrando este crecimiento eco-nómico. Dan estos titulares: «Recuperaciónsin prosperidad». «Recuperación basada enla precariedad».

Hay dos factores que explican el creci-miento actual: se logra con salarios más bajosy con contratos más precarios, contratos tem-porales, por horas. Está claro que el creci-miento se funda en una disminución de la ca-lidad del empleo. Se está creando másempleo, pero con salarios más bajos y concontratos menos estables. ¡Vaya prosperidad!El crecimiento se está logrando con el sufri-miento de muchos.Ante esta situación hay que decir con elPapa Francisco: «¡Con el salario no se jue-ga!». Pues se está jugando con las personas.La economía es para el bien de las personas.La mirada justa de la Iglesia nos dice que cre-cimiento económico (producir más y con ma-yores beneficios de las empresas) no puedeestar separado del progreso social de las per-sonas y de las familias, que no puede ir haciaatrás. Hay que salir de la crisis de otra mane-ra, pero nunca dando la espalda a las víctimascada vez más encogidas por la crisis.

Gregorio Burgos

La mirada justa

Hay crecimiento pero, ¿solo crecen los altos?

La mayoría de las traba-jadoras del mundo (830

millones de mujeres, de lasque el 80% viven en África yAsia) no están debidamenteprotegidas en caso de mater-nidad, según la OrganizaciónInternacional del Trabajo(OIT). Únicamente 330 mi-llones de mujeres (el 28% delas mujeres con empleo) per-cibirían algún tipo de presta-ción económica en caso dedar a luz.

De los 185 países y terri-torios estudiados por

la OIT, el 34% cumplen contres requisitos esenciales alconceder 14 semanas de per-miso, al menos, a las emplea-das; garantizar el cobro deuna cantidad económica porencima de los dos tercios delas ganancias anteriores de lamujer; y financiar tales pres-taciones mediante un segurosocial o con cargo a fondospúblicos.

En comparación con1994, ahora hay más paí-

ses que conceden licencias dematernidad y de paternidadmás prolongadas, que brin-dan más protección, y queofrecen más ayuda para lalactancia en el lugar de traba-jo.

Pero incluso cuando la le-gislación existe, la apli-

cación efectiva de las leyescontinúa siendo un proble-ma. Para la OIT, las organi-zaciones de empleadores yde trabajadores tienen unafunción clave que desempe-ñar: acordar medidas de pro-tección de la maternidad yde conciliación del trabajo yla familia.

¿Sabías que...?VV ivir al otro lado de la frontera es un

sinvivir. La vida se devalúa. Lasimágenes de la valla de Ceuta y Me-

lilla, por ejemplo, nos muestran un verdaderodrama humano. Pero esa frontera entre lospaíses ricos y pobres, aún siendo la más trági-ca y urgente de abordar, no es la única queexiste. Cada vez más, en una sociedad como la es-pañola, profundamente fragmentada y cre-

cientemente desigual, está forjándose una im-portante frontera social. Muchas familias tra-bajadoras en paro o en economía sumergida ocon trabajos legalmente precarizados, estánquedando al otro lado. Un lado, el de la ex-clusión, al que está siendo fácil llegar pero delque es muy difícil salir. Y lo grave es quenuestras instituciones políticas lejos de buscarsoluciones, son, con las medidas que adoptan,parte del problema. En la gran familia huma-na sobran hermanos. ¿Quién «humanamentecuerdo» lo entiende?

Cristina López

DESDE EL OTRO LADO

Frontera social

evangelioen la calle

Tal vez, cuando lean estas líneas, el Ébola no despierte tantaatención como antes. O tal vez sí, porque después de todo setrata de la de «la peor epidemia debida al virus Ébola hasta elmomento». En los países «ricos» ha llegado a desatar una granpreocupación, porque la enfermedad puede «viajar». La muer-te del sacerdote de la Orden de San Juan de Dios, MiguelPajares, al igual que el de otros repatriados, alimentó todo tipode polémicas, algunas absurdas. No deberíamos olvidar, comorecuerda Carlos Mediano, de Medicus Mundi Internacional,que la salud en África es «una herida abierta, muy grande,enorme, una herida por dónde se desangra». En el futuro, opi-na este médico, «todos los países deberían tener un sistema desalud fuerte», para lo cual hay que anteponer «los intereses desalud a otros» y apostar por «una cooperación sanitaria eficaz,eficiente y con impacto a largo plazo a través de los refuerzosde los sistemas de salud».

Así va el mundo

Dirección, redacción y administración: Alfonso XI, 4 - 4º. 28014 Madrid. Telf.: 917 014 080. Fax: 915 227 403

LL os acontecimientos y la observación frecuenteme llevan al «ser interior» en palabras de SanPablo (II Corintios 4, 16). Pongo el versículo

completo: «Por eso no desfallecemos; al contrario,aunque nuestra condición física se vaya deteriorando,nuestro ser interior se renueva de día en día».Los intereses de los que organizan la sociedad pro-

claman sus falsos mensajes de otra manera: «Esforcé-monos en preocuparlos por la fachada exterior (con-dición física) para que se interesen de tal modo porella que al ser interior le dediquen el menor tiempoposible».Digo yo que el ser interior en el leguaje de San

Pablo será honradez, amistad, lucha por la justicia, endefinitiva, la creación del hombre y mujer de lasBienaventuranzas. Por el contrario, la condición físi-ca será el culto al cuerpo, el esmero por la belleza, eldisfrute por encima de todo… ¿Qué cuida más nues-tro mundo? Con sinceridad, ¿qué cuidamos tú y yo?¿A dónde estamos yendo a parar con tanto cuidadofísico? Me vienen a la memoria las palabras de Jesucristo

(Mateo 23, 25): «¡Ay de vosotros, maestros de la ley yfariseos hipócritas, que limpiáis por fuera el vaso y elplato, mientras que por dentro siguen llenos de rapi-ña y ambición! ¡Fariseo ciego, limpia primero pordentro el vaso, para que también por fuera quedelimpio!».Pablo dice: «No desfallecemos». No podemos des-

animarnos, ni acobardarnos precisamente ahora. Laconstrucción del ser interior es más necesaria quenunca cuando nos quieren hacer peleles en manos dela imagen. La construcción del ser interior no tienefinal: con el curso 2014-15 se nos ha abierto una nue-va oportunidad. Una cosa es: mente sana en cuerpo sano y otra, bien

distinta, es el culto al bienestar y al cuerpo que anulala fuerza interior. La ayuda y la gracia de Dios no vana faltar a los que pongan sus fuerzas en construir elser interior frente a tantos maestros de la ley y fari-seos hipócritas que lo que quieren es destruirlo paragarantizar aún más su rapiña y ambición.

Antonio Hernández-Carrillo

«El ser interior»

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