Tulia Halperin Donghi

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En 1980 Tulia Halperin Donghi se interrogaba en La historiografìa: sobre las modalidades q los estudios históricos ostentaban en nuestro medio entre 1880-1910. En ese contexto los “clásicos de la historiografía argentina” (mitre y lopez) poco podían aportar por constituir modelos que sean al mismo tiempo inimitables pero cada vez mas permitentes. Concluian que durante esas tres décadas (y a pensar de los aportes de graousad) no pudo surgir una tradición historiográfica capaz de sustituir a la mitrista. Halperin caract la obra de Mitre como un ejemplo exitoso,y hace una comparación con el autor Lopez. Tulio Halperín Donghi expone el papel que este supuesto movimiento historiográfico tuvo en la gestación de la primer ruptura del orden constitucional (1930) y los casi 80 años de declinación hacia diversas variantes del fascismo -militares y civiles- que la siguieron, llevando gradual pero sostenidamente a la Argentina -que en 1912 tenía el mismo ingreso per cápita que Estados Unidos, el doble del de Francia y casi tres veces el de España- a su alarmante declinación cultural y económica actual. Halperín Donghi expone la forma en que el "revisionismo" histórico reescribió la historia argentina, reemplazando la mitología preexistente por otra en la que nuevos "próceres" conformaban una cadena que comenzaba con Rosas y culminaba con Perón Esta cadena estaba de hecho, construída al revés: desde el presente que se deseaba justificar -la dictadura militar de Uriburu en el caso de los hermanos Irazusta y el primer revisionismo, la hagiografía de Perón en el caso de José María Rosa, y la de Fidel y el Che en los de Hernandez Arregui y Abelardo Ramos- hacia el pasado que se reorganizaba mediante una no siempre cuidadosa alteración, omisión y manipulación de datos. De este modo el Rosas latifundista, dictador centralista que terminaría autoexilándose en Inglaterra se transformaba de la mano de Rosa y sus compinches en un carismático populista, federalista y enemigo del imperialismo británico -a imagen y semejanza precisamente el cuadro que hacia 1945-55 se pintaba en la hagiografía de Perón. La aproximación a Rosas se iba a dar a partir de aquí muy rápido, había dos aspectos de su gestión de gobierno que la hacían atractiva. Uno era la capacidad de crear un fuerte liderazgo por encima de las clases y grupos de la sociedad que gobernaba,

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En 1980 Tulia Halperin Donghi se interrogaba en La historiografìa: sobre las modalidades q los estudios históricos ostentaban en nuestro medio entre 1880-1910. En ese contexto los “clásicos de la historiografía argentina” (mitre y lopez) poco podían aportar por constituir modelos que sean al mismo tiempo inimitables pero cada vez mas permitentes. Concluian que durante esas tres décadas (y a pensar de los aportes de graousad) no pudo surgir una tradición historiográfica capaz de sustituir a la mitrista.

Halperin caract la obra de Mitre como un ejemplo exitoso,y hace una comparación con el autor Lopez.

Tulio Halperín Donghi expone el papel que este supuesto movimiento historiográfico tuvo en la gestación de la primer ruptura del orden constitucional (1930) y los casi 80 años de declinación hacia diversas variantes del fascismo -militares y civiles- que la siguieron, llevando gradual pero sostenidamente a la Argentina -que en 1912 tenía el mismo ingreso per cápita que Estados Unidos, el doble del de Francia y casi tres veces el de España- a su alarmante declinación cultural y económica actual.

Halperín Donghi expone la forma en que el "revisionismo" histórico reescribió la historia argentina, reemplazando la mitología preexistente por otra en la que nuevos "próceres" conformaban una cadena que comenzaba con Rosas y culminaba con PerónEsta cadena estaba de hecho, construída al revés: desde el presente que se deseaba justificar -la dictadura militar de Uriburu en el caso de los hermanos Irazusta y el primer revisionismo, la hagiografía de Perón en el caso de José María Rosa, y la de Fidel y el Che en los de Hernandez Arregui y Abelardo Ramos- hacia el pasado que se reorganizaba mediante una no siempre cuidadosa alteración, omisión y manipulación de datos.

De este modo el Rosas latifundista, dictador centralista que terminaría autoexilándose en Inglaterra se transformaba de la mano de Rosa y sus compinches en un carismático populista, federalista y enemigo del imperialismo británico -a imagen y semejanza precisamente el cuadro que hacia 1945-55 se pintaba en la hagiografía de Perón.La aproximación a Rosas se iba a dar a partir de aquí muy rápido, había dos aspectos de su gestión de gobierno que la hacían atractiva. Uno era la capacidad de crear un fuerte liderazgo por encima de las clases y grupos de la sociedad que gobernaba,

Los caudillos Lopez y Ramirez -que combatieron contra Artigas y luego entre sí sin ahorrarse la decapitación (López exhibía en una jaulita la cabeza de su rival Ramirez para advertir a otros posibles) se convertían de la mano y pluma de los autores de la nueva "historia oficial" en defensores de los gauchos pobres contra la "burguesía porteña" -de la que a su vez omitían a su principal líder, el mismo Rosas