Tutoria - ACCIONES REPARADORAS A ESTUDIANTES CON CONDUCTAS AGRESIVAS

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I.E. JOSE OLAYA BALANDRA - DREC

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I.E. JOSE OLAYA BALANDRA - DREC

El comportamiento agresivo constituye un problema común para todos los padres y maestros el decidirse a fomentar o a dominar la agresividad de los niños.

Aunque el comportamiento agresivo es a veces deseable y a veces no

los adultos cometen habitualmente el error de considerarlo solo bajo su aspecto negativo

Cuando adquiere la forma de la ambición, de la iniciativa, de la empresa y de la autoconfianza, debe ser cultivado y estimulado

Se debe corregir esta conducta agresiva al niño o joven cuando se manifieste por medio de la hostilidad, del resentimiento o del odio. 

Todos los niños o jóvenes experimentan alguna vez sentimientos agresivos.

El giro de 180°que ellos tomen depende en su mayor parte de la comprensión y de las técnicas disciplinarias que empleen los padres y los maestros.

técnicas disciplinarias

No es práctico preguntarle por qué se comporta de ese modo, pues él no lo sabe Aunque comprende que su comportamiento no merece la aprobación de los demás.

El no entiende nada acerca de las causas fundamentales, físicas y emocionales que motivan su acción.

técnicas disciplinarias

El maestro no debe reprenderlo o sermonearlo, sino mantenerse en un segundo plano, estimulándolo a decir como un relato todo lo que siente, asegurándolo gradualmente a que observe su comportamiento como lo hacen los demás. Por medio de la conversación, el niño se liberará de los sentimientos de ira, hostilidad o culpabilidad y dará inconscientemente al maestro un indicio de sus perturbaciones.

técnicas disciplinarias

Los niños o jóvenes acostumbrados a ser rechazados y castigados por su comportamiento agresivo, se sorprenderán al encontrar un maestro que comprenda y acepte sus sentimientos.

Si el niño o joven recibe maltrato en su casa, en la escuela los docentes deben tratarlo con afecto y comprensión. No darles malos, no tratarlo con gritos, no amenazarlo, no cometer abuso de autoridad.Respetar sus derechos.

Trabajar estos temas en el aula como contenidos.

Realizar talleres y grupos de reflexión entre los integrantes de la comunidad educativa para abordar la problemática.

Realizar intervenciones preventivas desde la escuela –entrevistas, registros de observaciones, etc.– y solicitar la colaboración de equipos profesionales del sistema educativo u otros, para evaluar adecuadamente el problema.

En caso de comprobar la existencia de hechos graves de violencia o no poder desestimar la existencia de la misma, derivar y denunciar a las instituciones pertinentes.

Brindar ayuda al niño, niña o adolescente y a los compañeros, pidiendo para ello el apoyo y la orientación de un equipo técnico.

Es vital que la estrategia de intervención constituya una oportunidad para que el alumno o la alumna perciban que existen modos de solución a los problemas que se gestionan sin agredir ni desconocer sus derechos. Estos ejemplos le ayudarán a afrontar situaciones adversas sin apelar a las respuestas violentas como única opción.

Brindarle la seguridad de que no se lo va a dejar solo para afrontar su problema, que se le cree, que se respetan sus silencios y sus tiempos. Demostrarle empatía con sus necesidades y sobre todo, ayudarle a comprender que no es culpable por lo sucedido; transmitirle la certeza de que lo vamos a ayudar, a querer y a respetar incondicionalmente.