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Este artículo es el prólogo a la 4. a edición de «El retorno» de José Agustín Goytisolo, de próxima aparición. Lo publicamos como primicia por gentileza de su autor. 1 El verso lo es, semánticamente, porque vuelve sobre sí mismo, porque posee rima y/o ritmo, porque, de un modo u otro, siempre retorna (y de ahí que, cuando lo hace literalmente, se denomine ritornello). El verso, en contraste, más aparente que real, con la vida, inconcebible sin memoria y recuerdo, se vuelve siempre a su pasado y es, de acuerdo con el título del libro que estoy prologando, retorno. Ahora bien, en José Agustín Goytisolo esto ocurre . por modo eminente: toda su poesía es «retorno» y, a la vez, «adiós», un retorno de lo que quedó atrás y también, viceversa, la despedida de lo que vuelve. En Goytisolo, como en aquella imagen de Rilke, el poeta queda para siempre en ademán -1110 «fijado», sino cambiante- de decir adiós y, con aparente contradicción, también de reencontrar y saludar, de re-cordar, de retornar, es decir, de traer a la memoria del corazón lo que ya, e inexorablemente, pasó. Pero la poesía no sólo «vuelve», sino también «va», retorna y, a la vez, avanza; añora, sí, pero también alumbra, da (a) luz. _ Por eso mismo pienso que el doble motivo conductor de este prólogo, y su doble recorrido, puede consistir en remontarnos primeramente hasta el último libro de Goytisolo, Final de un adiós (1984) que, como ha dicho bien Emilio Lledó, se engarza «a través de todos sus libros anteriores, con el limpio lenguaje de El retorno» (1956). Vuelve pues el poeta a este libro que ahora se reedita pasando por las dos estaciones más importantes de este viaje de regreso (por no hablar, entre ellas, de la intermedia -1977- Palabras para, Julia), que son A veces gran amor DLL~lORNO UN VJAJf=POR LA fOE5JA Df= JOSÉ .GUSTJN GOVTJSOLO IVtfversit"A~~elona r--\UFb~: (1981) y Del tiempo y del olvido (1977). Desandar pues este camino poético personal, advirtiendo lo que él implica de ascenso al origen y esencia de la poesía misma. Y una vez remontados al origen, que en este caso se llama, paradojicamente, El retorno, andar el camino de nuevo, re-correrlo, ahora hacia delante, ver en qué ha consistido este curso y decurso de la vida en poesía y narración poética; cómo, -sin perder nunca el tono dominante, que es la elegía, se ha diversificado, para volver siempre a él; y cómo, en fin, esta poesia que lo es, incesantemente, de vuelta y de ida, se ha ido expresando en libros que van y vienen, vuelven sobre los anteriores, se entrelazan a través del tono y la cadencia generales, sí, pero también, muy concretamente, mediante el trasvase de poemas de libro a libro, de libro en libro. Tal va a ser nuestro cometido .. Cometido que no consiste, de ningún modo, en mostrar la especificidad del grupo poético de los años cincuenta, al que José Agustín Goytisolo pertenece, con relación a la poesía anterior; ~i tan siquiera diferenciar comparativamente a nuestro poeta de sus compañeros de promoción. Lo que aquí se intenta es considerar esta poesía en sí misma y en su propia evolución, suponiendo que esta palabra, «evolución», sea la adecuada, lo que no es así. Y a hacer ver que no es así y que el proceso poético, en el presente caso, es {l la vez, más involutivo y más discontinuo de lo que suele entenderse por evolución, estará dedicada buena parte de cuanto sigue: l1 ¿Llegamos alguna vez al final de un adiós? ¿No es más bien un -largo, breve- adiós la vida entera? ¿ Y no es la poesia -cuando menos esta poesia, este, llamémosle así, género poético -la elegía de la vida? Esta poesia comienza, es un hecho, cuando lo que ella canta ya se ha ido, no está. «Precisamente donde tú no estás». Poesia aquí no es plenitud, no es instante o ahora bellísimo; es

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  • Este artículo es el prólogo a la 4.aedición de «El retorno» de JoséAgustín Goytisolo, de próximaaparición. Lo publicamos comoprimicia por gentileza de su autor.

    1El verso lo es, semánticamente,porque vuelve sobre sí mismo,porque posee rima y/o ritmo, porque,de un modo u otro, siempre retorna(y de ahí que, cuando lo haceliteralmente, se denomine ritornello).El verso, en contraste, más aparenteque real, con la vida, inconcebible sinmemoria y recuerdo, se vuelvesiempre a su pasado y es, de acuerdocon el título del libro que estoyprologando, retorno. Ahora bien, enJosé Agustín Goytisolo esto ocurre .por modo eminente: toda su poesía es«retorno» y, a la vez, «adiós», unretorno de lo que quedó atrás ytambién, viceversa, la despedida de loque vuelve. En Goytisolo, como enaquella imagen de Rilke, el poetaqueda para siempre en ademán -1110«fijado», sino cambiante- de deciradiós y, con aparente contradicción,también de reencontrar y saludar, dere-cordar, de retornar, es decir, detraer a la memoria del corazón lo queya, e inexorablemente, pasó. Pero lapoesía no sólo «vuelve», sino también«va», retorna y, a la vez, avanza;añora, sí, pero también alumbra, da(a) luz. _Por eso mismo pienso que el doblemotivo conductor de este prólogo, ysu doble recorrido, puede consistir enremontarnos primeramente hasta elúltimo libro de Goytisolo, Final deun adiós (1984) que, como ha dichobien Emilio Lledó, se engarza «através de todos sus libros anteriores,con el limpio lenguaje de El retorno»(1956). Vuelve pues el poeta a estelibro que ahora se reedita pasandopor las dos estaciones másimportantes de este viaje de regreso(por no hablar, entre ellas, de laintermedia -1977- Palabras para,Julia), que son A veces gran amor

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    UN VJAJf=PORLA fOE5JA Df=

    JOSÉ .GUSTJNGOVTJSOLO

    IVtfversit"A~~elonar--\UFb~:

    (1981) y Del tiempo y del olvido(1977).Desandar pues este camino poéticopersonal, advirtiendo lo que élimplica de ascenso al origen y esenciade la poesía misma. Y una vezremontados al origen, que en estecaso se llama, paradojicamente, Elretorno, andar el camino de nuevo,re-correrlo, ahora hacia delante, veren qué ha consistido este curso ydecurso de la vida en poesía ynarración poética; cómo, -sin perdernunca el tono dominante, que es laelegía, se ha diversificado, paravolver siempre a él; y cómo, en fin,esta poesia que lo es, incesantemente,de vuelta y de ida, se ha idoexpresando en libros que van yvienen, vuelven sobre los anteriores,se entrelazan a través del tono y lacadencia generales, sí, pero también,muy concretamente, mediante eltrasvase de poemas de libro a libro,de libro en libro. Tal va a ser nuestrocometido ..Cometido que no consiste, de ningúnmodo, en mostrar la especificidad delgrupo poético de los años cincuenta,

    al que José Agustín Goytisolopertenece, con relación a la poesíaanterior; ~i tan siquiera diferenciarcomparativamente a nuestro poeta desus compañeros de promoción. Loque aquí se intenta es considerar estapoesía en sí misma y en su propiaevolución, suponiendo que estapalabra, «evolución», sea laadecuada, lo que no es así. Y a hacerver que no es así y que el procesopoético, en el presente caso, es {l lavez, más involutivo y más discontinuode lo que suele entenderse porevolución, estará dedicada buenaparte de cuanto sigue:

    l1¿Llegamos alguna vez al final de unadiós? ¿No es más bien un -largo,breve- adiós la vida entera? ¿Y no esla poesia -cuando menos esta poesia,este, llamémosle así, género poético-la elegía de la vida? Esta poesiacomienza, es un hecho, cuando lo queella canta ya se ha ido, no está.«Precisamente donde tú no estás».Poesia aquí no es plenitud, no esinstante o ahora bellísimo; es

  • ausencia. Ausencia de la persona,ausencia del donaire de la figura,ausencia de la casa, del jardín, delcamino, del cruce, «el lugar de losadiosesn.El libro todo es lugar deadioses, una como topología poéticade todos los donde del adiós. Y, muyen especial de ese donde la ventana«que fue tuya» y tres la cual, tras elhueco que deja el marco de losrecuerdos y de las palabras, ¿quéhay? El poeta lo es del recuerdo.¿También del olvido? Hay el olvidode las cosas: la realidad olvida, esdecir, borra, disuelve, deshace ellugar de los adioses. Pero el hombreno olvida y, si olvida, peor aún: Losrecuerdos desaparecen y queda elrecuerdo vacío, abandonado, quedala des-memoria, el despojo, «el polvo(que) se rió de mi»: Lo que el poetallama «el territorio de la ausencia»es un espejismo cuando se vive en lailusión de la espera. Hay -no hay,mejor- ausencia y, para agravarla,engaño de las esperanzas, engaño delsilencio mismo, que parecen anunciarun regreso.

    Mas ¿anuncio de lo que se nos fue o,más bien, de lo que nos fuearrebatado? El envés de la palabradel amor es, en este segundo caso,palabra de dolor, pesadumbre, ira yodio. El odio, poetizado, es palabrade maldición o male-diccián; cuandodistanciado, pero no enfriado, dalugar á la sátira, otra veta de estapoesía, según veremos, y de estemismo libro, Final de un adiós,queahora estamos glosando. El caminodel templo es inencontrable, tu diosno responde. Responde, sí, encambio, el fanático creyente, que'«mata por caridad»; responden los«lacayos» del dios de la muerte y ladesolación, que ofrecen a lo sumo,como bálsamo, la «pócima de laresignación».En el final del libro aparecen otrasdos vetas poéticas que habremos dereencontrar, que ya se habían puestode manifiesto antes, Una, la vetairónica, aquí de la preg~nta por laidentidad: el actor puede salir a

    escena con su papel cambiado, pero¿qué más da? ¿Tiene cada cual algomás suyo que un mero papel querepresentar? La otra veta es lametafísica. Comienza con unaafirmación: «La evocaciónperdura/no la vida». Pero, más alláde ésta, ¿no cabrá evocar una «regiónsin tiempo ni memoria», o un«tiempo del no ser», en el que «todoesté por comenzar»? Pregunta éstassobre las que volveremos cuando, enel camino de ida del poeta, vengamosdese el origen hasta el final. ¿Habráque tomar en serio el título de este,por ahora, último libro, y pensar queél es el final de un adiós y que lapoesía futura iniciará un nuevoitinerario, consistirá en un«comenzar»?

    IUNo siempre, sino «a veces /sólo aveces gran amor», El libro A vecesgran amor (1981) se presenta comouna antología de los versos de amor,del poeta, pero es no sé si mucho másque una antología o bien, si en el casode José Agustín Goytisolo, no tienesentido distinguir entre librosoriginales y libros antológicos. Elamor «a veces» es lo que porantonomasia podría llamarse el amordel cazador y, tras el poema inicial,1, toda la parte Uincluye poemas queretornan a Los pasos del cazador olos continúan. No vamos todavía aseguir esos pasos, esperaremos hastallegar al libro. La parte IU consta depoemas de amor a ciudades -Bilbao,Santander-, a paisajes urbanos-ejunto al pretil del Neva», «PiazzaSant'Alessandro, 6»-, acircunstancias -la becqueriana-, atiempos pasados -la «belle époque»-y, sobre todo, a amores incompletos,a amores que se recuerdan y otra vezse olvidan, a amor a aquellamuchacha, por ejemplo, la que «aúnguarda mi retrato». Poemas,algunos, que proceden de Del tiempoy del olvido,y uno, «Cantandocompañera», que ya habíamos podidover reproducido, junto a otros delmismo género, en Final de un adiós,

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    y que es bella muestra de la muygenuina «poesía social» (excúsemeque, para entendernos -yconfundirnos-, la denomine así) denuestro autor, de la que más adelantehablaremos. La parte IV está sacada,o podría estar sacada, toda ella de Elretorno, es retorno a este primerlibro, salvo sus cuatro últimospoemas, uno de los cuales, «Rataciega», ha sido trasvasado a Final deun adiós. La parte V se compone detres hermosos poemas, procedentesde Salmos al viento, tiernamenteirónicos los dos primeros-comparense con el irónico, con nomenos ternura, «Escoger lalibertad», de la parte IU-, y másderechamente satírico el tercero. Sí,el poeta prefiere, como másverdaderos, los ritos furtivos delamor efímero en la casa detolerancia, que los canónicamentenupciales de quienes, «no hayaduda», seguirán «amándose yamándose sin término». Y el libro secierra, como correspondia, con el'poema grande «El buen amor».

    Hay en la obra confesiones muyautobiográficas, así «Estrictamentepersonal», «Quiero ser gato»,«Aporto nuevos síntomas» (que vienede Del tiempo y del olvido), «Sitodo vuelve a comenzar» (también deél, y que ya aparece en Bajotolerancia) y, en general, toda la IUparte. La «formalidad» (como diríaun filósofo) de la poesía, no es hablarde más para que vaya quedandoolvidado todo, menos lo esencial,como en la novela, sino hacer, con lapalabra, que lo pasajero permanezca.

    IVDel tiempo y del olvido (1977Jes, sutítulo mismo nos lo está diciendo-tiempo, olvido, palabras del léxicopoético y existencial de José AgustinGoytisolo-, un libro esencial de estapoesía. ¿Por qué? Cruce de caminos,vuelve a El retorno, recogiendo dospoemas suyos, vuelve también a loscinco libros anteriores, incluso en eltítulo de un poema, «Algo sucede»,

  • 'u BDEL~lORNO AL ADI0S: UNVIAJEv~~lonafOESlA DL jOStAGUSTIN GOYTISOLOque es el hombre de uno de esoslibros, y con ellos vuelve a ladimensión político-social de estapoesía: la libertad es «más que unapalabra», y en esa misma línea,«Orden de registro», por ejemplo, esuna bella instantánea poética de laépoca franquista.Por otra parte, «Las mujeres deantes» entona con la belle époque,que ya hemos visto, y la sección 11/nos da como un anticipo -poesiapopular, poemil/as ágiles yvolanderos- de lo que habrán de serLos pasos de) cazador. «Ladecisián» nos cuenta, comienza acontarnos, tras Bajo tolerancia, eltalante del autor. También,despersonalizado, el muy importantepoema «Así son» nos dice lo que lospoetas son. (Y, vistos desde fuera,¿serán asimismo «Esos locos furiososincreibles»), «Lo peor» es reflexión

    -sobre el hombre, parte de laantropología poética.En suma, este libro es mucho de loque ha sido inmediatamente antes,algo de lo que esencialmente define aesta poesía, retorno, tiempo, olvido yrecuerdo, bastante de lo que Salmosal viento fue, un decisivo anticipo deLos pasos del cazador y como laprolongación de Bajo tolerancia.

    VAhora conviene hablar del primerlibro que aparece tras El retorno, es

    , decir, de Salmos al viento y, puestoque ya lo hemos visto comosurgimiento de la parte III de Deltiempo y del olvido, de Los pasosdel cazador, libro que aun cuandopublicado en 1980, es de ideaciónanterior. Empecemos por éste.En un excelente prólogo nos cuentasu autor el enriquecimiento de sumemoria y de su lengua que supusopara él el contacto con la variedad dehablas, giros y expresionescastellanas, a través de sus andanzascomo cazador. En efecto, cabe leer laobra como un estudio del idioma,una pragmática poética, el hacer dela poesía en tanto que poiesis, diario

    , de trabajo de la lengua. Pero nos presentan ocupando el puesto de loscuenta más: nos cuenta la experiencia «poetas locos», los auténticosde la acogida que recibe el cazador, poetas. Por eso, tal vez, como«forastero pero no extraño», «recién denunciando la suplantación, el -

    'llegado pero no intruso» y, a rengl'n'A--f.-.lltoema aparece en el pórtico del libro,'seguido reflexiona antropoló . a - espués, en Del tiempo y delpoéticamente. ¿Cuál.es el s ti e ·d, te lugar lo recuperará «Asíla caza en la vida del hom r. Cómo son». Y, fin, el autoirónicoes la «antropología del e r», lmis q e habla a lo largo de todosegún diría mi antiguo a o J¡ 1 . rd ej constancia, en «ElMuga, antropólogo él m ? ¿ pro t , e su pasión y muerte entreserá la caza la más adecu o bn s, en tanto que del Diosmetáfora de ese «amor a v el· e ió «no se ha vuelto a saberno «a veces gran amor») que mencontrado en el libro de tal títu[""'o".-~--¿Metáfora del amor y metáfora del&.-I-"'!!S'~libertad, de esa libertad idilic . ~~~«lo tuyo y lo mío», y ude la felicidad? Poepero de gran cal"contrapuntodominanteretorno hSalmosbien anMaríatemprcon EpoesídenuburgpropiPoesía'~~ ~no son s ue) sepor el con eta vaurbano, el

    en laella corrompdel justos-- al menterio,desorden y a la tr lente caer

    en aquella casa, regi ~~~~¡¡;Inada. Hayón con «losmujer fuerte», poema queretomado, siguiendo una técnica os», colocados, apretados,ilación entre libro y libro, muy en sus exiguas habitaciones. Sucaracterística de este poeta, según ciudad, sin embargo, ni es la nuestra

    ni es comunicable con ella. Oshemos visto ya, y acabaremos de ver.buscamos, vamos a veros, pero no

    Otros dos o tres temas aparecen en estais y, como empecinados, «seguíseste libro. Por de pronto, la en vuestra muerte». El libro-poemaautobiografía, con su título propio y es fundamentalmente una elegía, perocon el rescate del antiburgués «No hay también en él toda una letanía desirve para nada». También está ya maldiciones a los asesinos, proferidasaquí, vista al trasluz, la tipología del a modo de ritual litúrgico de unapoeta: «Los celestiales», desde los de gran blasfemia, y hay asimismo una "«Garcilaso» hasta los de «Dios», se meditación metafísica sobre la

    lara, de la

    traeribroa

  • muerte y la vida, sobre el futurible delo que hubiese podido ser y sobre eltiempo vivido, que no se parece ennada al del reloj, sino que «Seagrandaba en los rincones» y «sedetenía en torno al corazón».Meditación, en fin, sobre el retorno,sobre ese día, luminoso y soñado,«cuando todo suceda».

    VIIEl lector es invitado en este momentoa releer lo arriba escrito y, sobretodo, a releer los libros a los que serefiere lo arriba escrito,especialmente éste, El retorno, para,a partir de él, tras el camino dellegada hasta él, reemprender la ida.En ella encontrará la peculiarisimapoesía de crítica social de Goytisolo,que en su núcleo originario está ya enEl retorno, de la que hemosencontrado algunas muestrasviniendo hacia él, y de la que es eco eltítulo de un importante libro, sextodel autor, Bajo tolerancia (1973).Sus dos primeras secciones son, enparte, un adelanto de Del tiempo ydel olvido,hasta el punto de que laprimera de ellas se titula ya así, ytambién de otros libros, como elpoema «Palabras para Julia», y derecuerdos de otros escritores,particularmente el de Lezama Lima,muy importante. En la segundasección aparece por primera vez elpoema «Así son», que ya hemosencontrado, del que proceden laspalabras «bajo tolerancia», y seanticipan otros de Sobre lascircunstancias; y no se entiendeplenamente a José Agustín Goytisoloy su sentido del humor si no se haleído el poema, que reaparecerá en ellibro que acabo de citar, «A HansMagnus le roban la maleta».Las secciones tercera y cuarta setitulan respectivamente «Por losdominios de la arquitectura» y«Fragmentos de un diario detrabajo». De la primera procedeTaller de arquitectura (1976)y hayentre ambas una profunda relación:descripción de la ciudad nueva,

    poesía del mundo tecnológico,urbanismo modernísimo y muyantiguo, barajamiento y confusión delos tiempos; y -lo que constituye unrasgo esencial de esta poesía- lareflexión metafísico-poética sobre talordenado caos, el del termitero, laaceleración histórica del mito deSísifo, el azar y la necesidad deMonod, el nuevo orden surgiendo deldesorden, el futuro y su argumento yel sentido, contra naturaleza, delmonumento. Quiero detenerme unmomento en el título de esta cuartasección: si todo libro no es sinofragmento del diario de trabajo de suautor, esto es verdad por modoeminente en el presente caso, pues loslibros no se cierran nunca sobre símismos sino que, por abiertos, abrencamino y dan lugar a otros, y sólo ala vista de la totalidad se entiendenplenamente cada uno de sus«fragmentos». Pero hay también

    . otra cosa. El trasladar los poemas deun libro a otro, del que en elcontexto anterior no eran sinoanticipo, es, en determinados casos,su desarrollo como libro nuevo,ciertamente. Pero en otros, donde alparecer no se trata sino de su«traslado» de un libro en otro, ¿cuáles el sentido? ¿Mera presencia, merahuella? No, mucho más: testigoindicador de una relacián profundaentre los diferentes libros y comoreferencia de unas partes a otras, delas partes al todo, del todo a cadauna de sus partes. El poeta de Elretorno y el Final de un adiós nOSrequiere, es verdad, a destacar lalínea poética que une a ambos librossobre cualquiera otra de las que en élaparecen; sí, pero en relación conellas, destacándose sobre su fondo. -

    Lo que quiero decir es especialmentevisible en Sobre las circunstancías(1983), libro que empalma conSalmos al viento. Hay en el primerlibro que acabo de citar poemasnuevos y poemas que ya conocemos.Los que dan el tono son los nuevos.Son los que convierten el libro enescéptico, sarcástico, expresionista,

    Universitat Autónoma de Barcelona .Biblioteca d'Humanitats

    desenmascarador del gran show. Sonellos, es el contexto el que hace, .según acabo de sugerir, que poemascomo «Así son» o «Esos locosfuriosos increibles» tengan aqul queser leídos con otra clave y, endefinitiva, nos digan otra cosa.

    VIIIPoesía la de José Agustln Goytisoloque, aun cuando distribuida enlibros, es unitaria. El autor nos haido dando sus diversas entregas,teniendo buen cuidado siempre demostrarnos la continuidad entreellas, y a ese propósito han servidolos traslados de poemas de un libro aotro, de un libro en otro. Para él,cada libro es, o ha sido, fragmento deun diario de trabajo. La unidadfontanal de su poesía está en el autor;-la diversidad, en los libros, en laedición; La unidad rehecha hemosquerido aqui que esté en el lector.Este «diario de trabajo» consiste,creo yo, para el autor, y ha deconsistir para el lector, en un pasarsus páginas adelante y atrás, en unentremezclarlas, en un ir y venir deladiós al retorno, del retorno al adiós.Pero la poesía no es puro fluir. Estambién, y no menos, articular.Poetizar continuo y, sin embargo,discreto, escandido, medido,entre-cortado.y las preguntas con las que quieroterminar la presente reflexión sonestas: ¿Hemos de tomar al pie de laletra el titulo de su último libro?¿Nos ha dado ya en él el «final de unadiós», de tal modo que lo que enadelante nos dé será otra poesía y,por tanto, un re-comenzar o, mejor,un comenzar? Y, en fin, ¿desde dóndeha de ocurrir este nuevo comienzo?

    lOSE LUIS L. ARANGUREN