UN CAMPEÓN ESPERADO

Cronistas:Andrés GutiérrezRoberto Linacero

Juan Pablo MerchánDiego N. Merino

Fernando Santise

Maquetación y diseño:Juan Pablo Merchán

También son Montevideo 20:Julian Coello

Miguel HerranzMarcos LizanoAlberto LópezMike Moriarty

Félix PovedanoAdrián Sánchez

Editado por Montevideo 20Calle del Gobernador nº628014, Madridcontacto@montevideo20.comJulio de 2014

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STAFF

ÍNDICEPartido 1. Thomas y sus botas nuevas. 6

Partido 2. Klose al rescate. 8

Partido 3. Dos objetivos cumplidos. 10

Partido 4. Argelia exige a Alemania. 12

Partido 5. De cabeza a semis. 14

Partido 6. Los 14 del Mineirão. 16

Partido 7. Solucionar problemas y ganar un Mundial. 20

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Se rompieron los tópicos y se enterraron cuestiones que hasta su llegada eran inconcebibles en el seno de la Federación Alemana de Fútbol. Jürgen Klinsmann se hizo con la selección en 2006 para ventilar unas estructuras que, aún siendo competitivas, estaban desgastadas.

La misión de ‘Klinsi’ no fue la de cambiar, sino la de progresar. Romper con lo establecido no era un fin, sino un medio, y no se hizo con todo. Se mantuvo el sello, la competitividad; se cambió el modo, el cómo competir. Alemania, pese a todo, había cosechado un subcampeonato en 2002, por lo que la situación no era dramática. No obstante, 2006 se jugaba en casa y ofrecer lo mejor como anfitrión fue su obstinación. Klinsmann no consiguió mejorar el registro de 2002, pero cimentó una base con una proyección que generó gratas expectativas.

La base, a día de hoy, es campeona del mundo. Esto no es algo casual, más allá de las definiciones errantes de la ‘albiceleste’ en Maracaná. La idea de Klinsmann sigue vigente y es Löw quien la ha madurado durante una década, o casi. En todo ese tiempo, Alemania no ganó nada. Compitió, como siempre, pero la urgencia no devoró el proyecto. Se sucedieron más pasos hacia adelante hasta que llegó Brasil y, ahí sí, tocó ganar. Al final, una final, la ganas por merecimiento y suerte. Pero seguramente, cuanto más hagas por merecer, más suerte tendrás. Ley de vida, y también del balompié.

Alemania, Löw y la Federación, se centraron en el juego. Se crearon nuevos centros de formación en la Bundesliga que hoy son los semilleros de generaciones que a medida que pasan los años y las experiencias se van integrando en el bloque. Y las que irán llegando. Esos centros fueron las escuelas de Neuer y Özil en Juveniles, o de Götze y Kroos en Infantiles y Cadetes. Técnica y táctica con trabajo físico y psicológico, ninguna condición deportiva se queda en el tintero.

Alemania, lejos del recelo que generan los cambios, ha acogido al desarrollo con los brazos abiertos. No hubo ni hay miedo. El fútbol es un juego y para vencer en este deporte no hay mejor manera que intentarlo a través de la confianza que te da saber que caminas por el sendero correcto.

Ante la derrota, proyecto y confianzaDiego N. Merino

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Primera fase. Jornada 1. 16 de junio.

Alemania: Neuer; Boateng, Mertesacker, Hummels (Mustafi min.73), Höwedes; Lahm, Kroos, Khedira; Müller (Podolski min.82), Özil (Schürrle min.63), Götze

Portugal: Rui Patrício; Joao Pereira, Pepe, B. Alves, Coentrao (Andre Almeida min.64); Veloso, Meireles (Ricardo Costa min.46), Moutinho; Nani, Cristiano Ronaldo, Almeida (Eder min.28)

Goles: 1-0 Müller (min.11); 2-0 Hummels (min.32); 3-0 Müller (min.46); 4-0 Müller (min.77)

Incidencias: Estadio Arena Fonte Nova. 51.081 espectadores. Árbitro: Milorad Mazic (SER). Tarjeta roja para Pepe en el min.37. Tarjeta amarilla para Joao Pereira en el min.11.

thomas y sus botas nuevas

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Los germanos salieron al campo de Salvador de Bahía sin un ’9’, tal y como afrontó la preparación y gran parte de la fase de clasificación para este Mundial. No obstante, no le faltó gol, ni goleador: Thomas Müller, bota de oro en el Mundial de 2010, terminó el choque siendo el autor del primer ‘hat-trick’ de Brasil 2014. El atacante del Bayern Munich, sin partir de una posición fija, rellenó el área y definió como acostumbra siempre con eficacia. Contra Portugal, fue el jugador que más ‘sprints’ realizó con la casaca alemana (47), en su constante aparición para atacar los espacios. Van a cumplirse cuatro años desde su llegada a la élite y, con 50 partidos con la ‘Mannschaft’, ha firmado 20 tantos con los que ya figura en el ‘top-20’ de máximos goleadores de la historia de la selección europea.

Lo de jugar sin ’9’, más allá de estados de forma, responde a una cuestión táctica con la que Löw combatió a Portugal: Pepe y Bruno Alves son casi inexpugnables en el cuerpo a cuerpo, por lo que, dispuesto a perder ese duelo, el seleccionador germano decidió llevárselo al terreno del dinamismo y la técnica de sus mediapuntas. Götze, Müller y Özil, sobre todo los dos primeros, cambiaron constantemente de posición, generando incertidumbre, desconfianza y espacios libres. A estos tres futbolistas, Khedira les concedió los espacios para correr.

Alemania también salió sin laterales ofensivos. Bueno, había uno en el campo, pero jugó de mediocentro (Lahm). Ello pudo constituirse en un problema y, de hecho, por momentos llegó a serlo. Primero porque el equipo perdió amplitud en fase ofensiva y no podía abrir a Portugal con futbolistas pegados a la cal. Y segundo, porque sin técnica en líneas intermedias -por los costados-, un ‘pressing’ con seguimiento a posibles receptores podían ahogar la salida en corto de Alemania en su zona de inicio, obligando a Neuer o sus centrales a golpear en largo para una batalla

aérea en la que Portugal, por centímetros, era clara favorita.

Khedira fue una solución para ambas preocupaciones tácticas. El jugador menos dotado técnicamente fue quien habilitó a los excelsos futbolistas de la zona de finalización con movimientos de creación y ocupación de espacios libres. Partiendo de una situación de perfil interior, el madridista, realizando un movimiento suyo muy característico, se desplazaba en diagonal hacia el carril derecho para generar un espacio central en el que se juntaban los atacantes. Por otro lado, el centrocampista nacido en Stuttgart también fue un recurso para garantizar puntualmente la disputa del juego en largo, pero no tuvo que saltar mucho.

El penalti transformado por Müller en el minuto 11 allanó el camino de la victoria a los alemanes. El combinado luso comenzó a resquebrajarse desde ese momento, pese a sujetar con bastante solvencia los ataques germanos. Portugal no atacó, pero tampoco sufrió en exceso durante la primera media hora de juego. Sin embargo, el gol de Hummels a balón parado en el 32’ y la superioridad aplastante en la posesión, desgastó la concentración de los jugadores de Bento, quienes terminaron el primer tiempo con inferioridad númerica por la expulsión de Pepe y con un contundente 3-0 desfavorable en el marcador.

A diferencia de lo esperado para este encuentro, las circunstancias han hecho que no sea un resultado para medir las fuerzas de unos u otros. El 4-0, eso sí, es un golpe anímico tan positivo para los alemanes como negativo para los portugueses, que se han complicado su estancia en la fase final. Ghana y Estados Unidos esperan y Portugal las enfrentará sin Pepe (expulsión) y, posiblemente, sin Coentrao (lesión) -dos jugadores capitales para la competitividad lusa-.

Diego N. Merino

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klose al rescate

Primera fase. Jornada 2. 21 de junio.

Alemania: Neuer; Boateng(Mustafi min.45), Mertesacker, Hummels, Höwedes, Khedira (Schweinsteiger min.70), Lahm, Kroos, Ozil, Müller, Götze (Klose min.69)

Ghana: Dauda; Afful, Boye, Mensah, Asamoah, Muntari, Rabiu (Badu min.78), Atsu (Wakaso min.72), Boateng (J.Ayew min.52), A. Ayew, Gyan

Goles: 1-0 Götze (Min.51); 1-1 A.Ayew (Min.54); 1-2 Gyan (min.63); 2-2 Klose (Min.71)

Incidencias: Estádio Castelão de Fortaleza. 59.621 espectadores. Árbitro: Sandro Ricci (BRA) Tarjeta amarilla para Muntari en el min.93.

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Alemania y Ghana empataron a dos en un duelo que reservó la emoción de los goles para la segunda parte. Klose tuvo que salir al rescate de su equipo cuando el marcador daba la victoria a la selección africana. Merecido empate que deja en incógnita las posibilidades de Alemania tras el buen partido ante Portugal.

La primera parte fue muy igualada. Una sorprendentemente ordenada defensa ghanesa cerraba todos los espacios a Kroos, Özil y compañía. Esta vez la movilidad de Müller no provocó los espacios vistos en el partido contra Portugal y la única posibilidad anotadora del equipo de Löw pasaba por aprovechar las espaldas de los laterales. Más Afful que Asamoah subieron al ataque para intentar dar apoyo a un aislado Gyan. Sus internadas ofensivas fueron contraproducentes ya que no consiguieron poner ningún centro con opción de ser rematado y dejaron espacios a unos delanteros germanos más estáticos que de costumbre. A todos los pases que surgían de aquellas bandas desprotegidas se les amputó el apellido “de la muerte” al ser desviados por la defensa ghanesa o ignorados por el ataque alemán.

Transcurridos diez minutos del encuentro, Ghana se deshizo de complejos y buscó la presión como principal remedio al juego combinativo alemán. Durante fases del partido consiguió la desactivación del mediocentro dispuesto por Löw, de hecho, consiguió recuperar balones a escasos metros de la portería defendida por Neuer. Un Neuer que tuvo más trabajo que el guardameta ghanés Dauda durante los primeros 45 minutos. Se l legó al descanso con la extraña sensación de partido muy igualado entre dos selecciones con un nivel muy asimétrico.

En la segunda parte el equilibrio continuó, esta vez sazonado de goles. Götze inauguró el marcador tras un gran pase de Müller. Tan sólo cinco minutos después, Ghana hizo justicia al empatar el encuentro gracias al genial testarazo de un omnipresente André Ayew. La selección africana no estaba dispuesta a regalar dos puntos y no se conformó con el empate. Tanto es así que diez minutos después, Ghana dio una relativa sorpresa al adelantarse en el marcador. La pérdida de Lahm, ese lateral al que muchos se empeñan en convertir en mediocentro, fue aprovechada con contundencia por Gyan, que definió como auténtico killer en la portería de Neuer.

No se echó muy atrás Ghana con la victoria en su mano. Siguió con las líneas adelantadas provocando el error en los pases alemanes. Casi consiguió doblar su ventaja con una fulgurante contra conducida por Ayew que finalmente se estrelló en las manos del guardameta del Bayern Munich. Una irreconocible Alemania tuvo que tirar de la vieja guardia para intentar dar la vuelta al resultado. Klose y Schweinsteiger entraron al campo con la misión de dar más profundidad a las ofensivas alemanas. A los dos minutos de ingresar en el terreno de juego, Klose igualó la marca de Ronaldo como máximo anotador de la historia del torneo Mundial (15 goles).

Con el olfato goleador que le caracteriza, metió la bota en el segundo palo tras un córner para marcar un gol histórico. Ya no se movería el resultado aunque tanto Alemania como Ghana dispusieron de varias ocasiones para hacerlo. Los últimos veinte minutos fueron un corre calles que no supieron aprovechar ni los unos ni los otros. Partido muy divertido, igualado y que deja a Alemania y Ghana a expensas de lo que suceda en el Estados Unidos-Portugal y en la tercera jornada.

Roberto Linacero

También puedes leer ‘Ghana encaja la historia’ en la web

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dos objetivos cumplidos

Primera fase. Jornada 3. 26 de junio.

Estados Unidos: Howard; Omar González, Johnson, Besler, Beasley; Beckerman, Bradley, Jones, Zusi (Yedín min.84), Davis (Bedoya min.59); Dempsey

Alemania: Neuer; Jerome Boateng, Hummels, Mertesacker, Höwedes; Schweinsteiger (Götze min.76), Lahm; Kroos, Özil (Schürrle min.89), Podolski (Klose min.46); Müller

Goles: 0-1 Müller (min.55)

Incidencias: Estadio Pernambuco arena de Recife. 44.248 espectadores. Árbitro: R. Irmatov (UZB). Tarjeta amarilla para Höwedes en el min.4, para Omar González en el min.37 y para Beckerman en el min.62.

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Andrés Gutiérrez

Alemania disipó las dudas de un posible ‘biscotto’ en el encuentro ante Estados Unidos solo con la forma en la que los de Löw saltaron al terreno de juego. Un inicio de partido de dominio total germano, donde buscaron adelantarse en el marcador y encarri lar la victoria. La velocidad en la circulación de balón y la alta presión para recuperarlo tuvieron a los norteamericanos sin pisar campo contrario durante los primeros diez minutos.

Con bastante respeto comenzaron el partido los hombres de Jürgen Klinsmann, que tras ese periodo de embotellamiento en terreno propio, comenzaron a aparecer por las inmediaciones del área de Neuer, aunque en contadas ocasiones. Clint Dempsey actuó como hombre más adelantado, al no querer el técnico alemán obligarle a jugar escorado a una de las dos bandas. El ‘8’ es intocable, como lo es el centro del campo formado por Jermaine Jones, Beckerman y Bradley.

Este últ imo estuvo todo el partido muy atento a Lahm y, cuando consiguió que el mediocentro alemán no entrara en contacto con el balón sino solo en posiciones retrasadas, Estados Unidos vivió relativamente cómoda durante la primera mitad. El planteamiento ‘yankee’ cerraba los carri les centrales y obligaba a Alemania a jugar por las bandas, ya que Lahm no era capaz de enlazar con los hombres de arriba. De hecho, en todo el primer tiempo, las ocasiones de peligro bávaras fueron centros laterales que la zaga norteamericana desbarató no sin alguna dificultad.

Jermaine Jones rompió en un par de ocasiones las l íneas alemanas tanto en conducción como en desmarques de ruptura, mostrando un gran poderío físico. En la única oportunidad que los de Klinsmann pudieron contragolpear, Zusi recibió en el pico del área izquierdo y disparó muy cerca de la portería de Neuer.

Tras la reaudación, y con Klose ya en el campo buscando el tanto que le convertir ía en máximo goleador de la historia de los Mundiales, Alemania se encontró con el gol de otro que, al paso que va, lo puede ser en el futuro: Thomas Müller. Después de un buen remate de Mertesacker y una gran parada de Howard, el delantero del Bayer Munich aprovechó el despeje para colocar con su pierna derecha el 1-0 en el marcador. Las noticias del partido entre Portugal y Ghana no eran del todo malas para Estados Unidos, por lo que no buscó el empate encarecidamente, sino que prefir ió no recibir ningún gol más que le complicara el ‘goal average’.

En los últimos 20 minutos de encuentro, cuando los norteamericanos notaron el bajón físico, sobre todo Bradley que ya no estaba tan pegado a Lahm, Alemania llegó más a la portería de Tim Howard, aunque sin acierto. Estados Unidos, sin embargo, en dos ráfagas finales, pudo conseguir un postrero empate. Primero Bedoya, en una contra, y Dempsey después, de cabeza, a punto estuvieron de poner unas tablas que nada habría cambiado el resultado en el grupo G.

Al final, todos contentos. Alemania pasa como primera y Estados Unidos como segunda. Los germanos consiguen el primer objetivo marcado en su camino para alzarse con la Copa del Mundo. Los norteamericanos, su única meta preestablecida, clasificarse para la segunda ronda en un grupo muy complicado y ganarse el derecho a soñar.

Grupo GAlemania 7 puntosEstados Unidos 4 puntosPortugal 4 puntosGhana 1 punto

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argelia exige a alemania

Octavos de final. 30 de junio.

Alemania: Neuer; Höwedes, Boateng, Mertesacker, Mustafi (Khedira min.70); Schweinsteiger (Kramer min.109), Lahm, Kroos, Özil, Götze (Schürrle min.46); Müller

Argelia: Mbholi; Belkalem, Halliche (Bougherra min.97), Ghoulam, Mandi; Lacen, Feghouli, Taider (Brahimi min.78), Mostefa; Slimani y Soudani (Djabou min.100)

Goles: 1-0 Schürrle (min.92); 2-0 Özil (min.120); 2-1 Djabou (min.120)

Incidencias: Estadio Beira Río de Porto Alegre. 42.000 espectadores. Árbitro: Sandro Ricci (Brasil). Tarjeta amarilla para Halliche en el min.42 y para Lahm en el min.107.

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Andrés Gutiérrez

Quien pensara que el partido entre Alemania y Argelia sería un paseo militar germano, es que no ha visto demasiados encuentros de esta Copa del Mundo. Una vez más, la igualdad en el marcador imperó y el partido tuvo que decidirse en la prórroga. Ya van tres tiempos extra en cinco enfrentamientos de octavos de final, mientras que los dos restantes se decidieron en los últimos minutos del tiempo reglamentario.

Alemania, con la idea de implantar su juego de control a través del balón, chocó una y otra vez con la bien posicionada defensa de Argelia y tuvo problemas para atravesar la línea de cinco del centro del campo que colocó Vahid Halilhodzic en su equipo. Y cuando lo conseguían, detrás de esa maraña de camisetas verdes emergió la elástica naranja de Mbolhi. El portero argelino sostuvo a su equipo cuando sus compañeros más lo necesitaron.

Los ‘zorros del desierto’ tenían un plan preestablecido y en él insistieron una y otra vez: balones en profundidad a la espalda de Mertesacker. El defensa alemán sufrió mucho durante todo el encuentro por los constantes desmarques en ruptura de Slimani y la diferencia de velocidad entre ambos. Pero al igual que Mbolhi, Neuer salió una y otra vez al rescate de su zaga jugando adelantado y cortando cada balón profundo que los defensas germanos daban por perdido. Sin duda, una clase magistral de donde ha de situarse un portero cuando su equipo arriesga en la creación y su línea de atrás juega adelantada.

Una apática Alemania en la primera mitad, aunque aún así tuvo la mejor oportunidad de los primeros 45 minutos en las botas de Mario Götze, salió de otra forma en la segunda parte. Precisamente el jugador del Bayern Munich se quedó en el vestuario y su puesto fue ocupado por Schürrle, que dotó a su equipo de velocidad y más dinamismo en metros finales desde la posición de extremo derecho.

El cansancio en Argelia comenzó a ser visible a partir del minuto 70. Sus contragolpes cada vez eran más esporádicos y el martillo pilón alemán comenzaba a funcionar. Cargando el juego por la parte derecha, donde Lahm se situó tras la lesión de Mustafi, llegaron las mejores ocasiones germanas para adelantarse. Una de ellas fue un cabezazo de Müller que de nuevo Mbolhi consiguió despejar.

Pero a pesar de la falta de fuerzas y los problemas musculares, Argelia llevó el partido a la prórroga en un esfuerzo casi sobrehumano. Después de clasificarse para octavos y hacer historia, habían conseguido llevar al límite a Alemania, siempre favorita en los mundiales. Puede que en eso estuvieran pensando los hombres de Halilhodzic, cuando al inicio del tiempo extra Müller se coló por la izquierda y Schurrle remató de tacón al fondo de la red. Los germanos consiguieron en un minuto lo que no habían podido en 90.

De nuevo fútbol control con el objetivo de llegar al final del tiempo extra sin grandes sobresaltos. Parecía que los argelinos bajaban los brazos y renunciaban a llevar el partido a los penaltis, aunque más por estado físico que por fútbol y ganas. Algo que aprovechó Özil para hacer el segundo a dos minutos del final de la prórroga ante una defensa vendida. Pero como si el gol del alemán les hiriera en el orgullo, los argelinos se lanzaron otra vez al ataque y un centro Feghouli lo conectó Djabou para poner el 2-1 y demostrar que Argelia moriría matando.

A pesar de la eliminación, gran papel del cuadro de Halilhodzic en Brasil 2014 demostrando la calidad que emana del Magreb africano. Llevaron a las tres veces campeona Alemania hasta la prórroga en los octavos de final de una Copa del Mundo. Y lo mejor de todo, desplegando un fútbol técnico y en ocasiones vistoso. Los germanos, por su parte, ya están en unos cuartos de final donde les espera Francia, en lo que será una nueva entrega de uno de los más importantes clásicos del fútbol europeo.

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Cuartos de final. 4 de julio.

Francia: Lloris; Debuchy, Evra, Varane, Sakho (Koscielny min.52): Cabaye, Matuidi, Pogba(Remy min.73); Valbuena (Giroud min.85), Griezmann; Benzema

Alemania: Neuer; Lahm, Höwedes, Hummels, Boateng; Khedira, Schweinsteiger, Kroos (Kramer min.90), Özil (Götze min.83); Klose (Schürrle min.69), Müller

Goles: 0-1 Hummels (min.13)

Incidencias: Estadio Marcaná de Rio de Janeiro. 74.240 espectadores. Árbitro: N. Pitana (ARG). Tarjeta amarilla para Khedira en el min.54 y para Schweinsteiger en el min.80.

de cabeza a ‘semis’

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Roberto Linacero

Alemania consiguió el pase a semifinales gracias a un gol de cabeza de Hummels a pase de Kroos. La jugada a balón parado da a los alemanes su cuarta semifinal consecutiva en un Mundial y manda las buenas sensaciones que ha mostrado Francia durante la competición de vuelta a París. Mal partido de dos selecciones que, a diferencia de la mayoría de partidos vistos en octavos, fueron al ataque desde el pitido inicial. El mal partido del centro del campo francés, clave en la derrota de los galos.

Comenzó el encuentro con las dos selecciones europeas tratándose de tú a tú, con cierta cortesía hacia el rival pero con el atrevimiento que requiere una cita mundialista de este calado. Unas semifinales de un torneo así, bien merecen la predisposición ofensiva que tanto Francia como Alemania mostraron en un lugar tan sacro como Maracaná. La facilidad con la que llegaron las dos selecciones alrededor del área no se materializó en ocasiones susceptibles de despertar a unos aletargados aficionados.

Con todo ello tuvo que ser Kroos, con su excelente golpeo de balón, quien acomodara un perfecto balón al saque de una falta para la testa de Hummels. La diferencia en el salto del central alemán respecto al de Varane es equiparable a la diferencia de experiencia entre ambos. Esta vez ganó la partida la veteranía al talento prematuro y Alemania consiguió el gol que obligó al esquema francés a adelantar las líneas.

Francia se fue a por la remontada con balones aéreos a la espalda de una inédita defensa alemana en este campeonato -Lahm, Boateng, Hummels y Höwedes- pero ni Benzema ni Valbuena, que sí consiguieron bajar al verde alguno de ellos, pudieron transformarlo en ocasiones claras. Sólo dos veces fue inquietada la portería de Neuer en los primeros 45 minutos. Pese al resultado en contra y la seguridad con la que Alemania defendía el resultado, el equipo de Deschamps no bajó los brazos y quiso ser protagonista del juego.

Las intentonas galas tropezaron con dos piedras que no supieron superar durante todo el encuentro. La primera de ellas fue la poca participación del tan ponderado medio campo francés, con Cabaye y Pogba como tristes protagonistas de la discreción francesa en esa zona del campo; la segunda, la débil presión a la que sometieron a la defensa germana, lo que facilitó largas posesiones teutonas que jugaron a favor del reloj. En un partido tan igualado, estos yerros fueron el punto diferenciador que inclinaron el partido del lado alemán.

La presencia de Lahm en el lateral derecho, por segunda vez en suelo brasileño, desactivó la opción Griezmann lo que dejó a Valbuena y Benzema huérfanos de asistencias de gol. El delantero del Real Madrid lo hizo todo bien, supremo en los controles, victorioso en las fintas, inteligente en la movilidad pero regañado con el gol en una cita que exigía cordialidad con el glorioso canto.

A medida que pasaban los minutos y las ‘semis’ se iban acercando para unos y alejando para otros, la separación entre líneas de los dos combinados se hizo cada vez más notable. El ida y vuelta previsto por tal disposición táctica benefició al equipo de Löw que estuvo a punto de finiquitar el partido si no hubiese sido por el desatino que André Schürrle mostró en el área.

Con el partido agonizando a ritmo del cansancio francés, Benzema tuvo la oportunidad de seguir con la tendencia vista en octavos y dar una nueva prórroga a la competición en el último minuto del tiempo añadido. Neuer desactivó el propósito con la seguridad que inundó a todos sus compañeros durante los 90 minutos. Alemania pasa a semifinales por cuarta vez consecutiva en un Mundial. Hummels propició lo que se está convirtiendo en un clásico. Francia vuelve a casa con la progresión y los buenos modos mostrados en Brasil reservados para otra ocasión.

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LOS 14 DEL MINEIRÃO

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Semifinales. 8 de julio.

Brasil: Julio Cesar; Maicon, David Luiz, Dante, Marcelo; Luiz Gustavo, Fernandinho (Paulinho min.46); Oscar, Bernard, Hulk (Ramires min.46); Fred (William min.70)

Alemania: Neuer, Lahm, Boateng, Hummels (Mertesacker min.46), Howedes; Khedira (Draxler min.76), Schweinsteiger, Kroos, Özil, Müller, Klose (Schürrle min.58)

Goles: 0-1 Müller (min.11); 0-2 Klose (min.23); 0-3 Kroos (min.24); 0-4 Kroos (min.26); 0-5 Khedira (min.29); 0-6 Schürrle (min.69); 0-7 Schürrle (min.79); 1-7 Oscar (min.90)

Incidencias: Estadio Mineirao de Belo Horizonte ante 58.141 espectadores. Árbitro: Marco Antonio Rodríguez (MEX). Amonestó con tarjeta amarilla a Dante (min.68).

Si e l fútbol fuese l i teratura, Alemania habría escr i to el mejor l ibro posible. Si e l fútbol fuese cine, Alemania habría rodado la mejor pel ícula v ista jamás. Si e l fútbol fuese música, las notas generadas por Alemania ser ían la per fección sonando por los al tavoces de las mejores óperas del mundo. Alemania hizo histor ia de la grande, de la que se escr ibe con mayúscula y de la que se puede estar orgul loso durante toda una vida. Dir igidos por un Joachim Löw y por un cuerpo técnico que t ienen el mismo méri to que sus dir igidos, estos 14 jugadores quedarán como los grandes verdugos de Brasi l en su Mundial : Neuer; Lahm, Boateng, Hummels, Höwedes; Khedira, Schweinsteiger; Mül ler, Kroos, Özi l ; Klose, Schürr le, Draxler y Mer tesacker.

La magni tud del 1-7 endosado por los germanos en t ier ras bras i leñas resul ta mayor aún que e l propio Maracanazo del ’50. Porque la excesiva i lus ión y las a l t ís imas expectat ivas de los bras i leños en este torneo generan una impor tancia ext rema a l co losal golpe rec ib ido. Un varapalo que supera las épocas y los resul tados y que escr ibe la que quizá sea la página más g lor iosa del fú tbol a lemán, la más desast rosa del fú tbol bras i leño y una de las más br i l lantes de la h is tor ia de los mundia les. Porque la manera en la que Bras i l perdió t rasciende todo lo hablado, lo escr i to y lo esperado. S ie te goles rec ib idos en su propia casa en las semi f ina les de un Mundia l contra una de las se lecciones más grandes.

Fermando Santise

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Sin Neymar ni Thiago Silva, el conjunto de Scolari arrancó el partido como debía hacerlo: con intensidad, agresividad y descaro. Quedará pendiente saber si el exceso de emotividad que los brasileños pusieron en este Mundial fue un arma de doble filo. Los primeros diez minutos nunca podían presagiar el vendaval alemán. Müller, con la derecha, puso el primer gol alemán en un córner en el que David Luiz pierde la marca porque Joachim Löw armó una excelente jugada de pizarrón. Con este gol, Alemania abrió una compuerta donde el agua jamás cesó. Desde los 22 minutos hasta los 29, los europeos sentenciaron el partido con cuatro goles que dejaron constancia del descalabro de los locales, que se desquiciaron y no fueron capaces jamás de entender qué estaba ocurriendo en Belo Horizonte. En cada gol alemán, se vio lo mejor de uno y lo peor de otro: la mayor virtud de Alemania y el mayor defecto de Brasil.

“La Magnitud del 1-7 endosado por los germanos en tierras brasileñas resulta mayor aún que el propio Maracanazo”

Primero Klose, después Kroos por partida doble y finalmente Khedira -clase magistral del jugador del Madrid- demostraron que Alemania se aprovechó de los peores minutos de Brasil. Los germanos presionaron, se asociaron, entraron por banda y por el medio y manejaron a su rival como un juguete. Los cuatro centrocampistas y los dos delanteros que dispuso Löw en el campo completaron unos minutos soberbios e inolvidables. La sensación fue la de estar viendo a hombres contra niños, a profesionales contra amateurs. Alemania abusó y humilló a Brasil, que ridiculizó a su mediocampo y a su defensa, totalmente desdibujada, perdida y sin orgullo. El golpe resultó tan duro que quedó en segundo plano el récord que perdió Ronaldo: Klose lo superó como máximo goleador de la historia de los mundiales justamente contra su selección y en el estadio donde dio sus primeros pasos como futbolista.

En la segunda parte, Schurrle hizo dos goles más para aumentar la ya abultada derrota y Oscar, en el final, hizo el llamado gol del honor, que en esta ocasión de honor no tuvo nada. Brasil cambió su actitud y pudo hacer algún gol más, pero Neuer y la incredulidad de todo el estadio no permitieron que el resultado terminase siendo menos escandaloso. Los héroes del Maracanazo, encabezados por Ghiggia, le abrieron las puertas de la gloria a los catorce jugadores alemanes, que protagonizaron el partido por excelencia de todos los tiempos. La fatalidad de la situación de esos siete minutos para el olvido que marcaron el encuentro reúne todos los requisitos para ser la bisagra que modifique a la selección más ganadora de todas, que necesitará una profunda reflexión para asumir el palo más duro jamás recibido.

“En cada gol alemán, se vio lo mejor de uno y lo peor de otro”

Golpeados por la sucesión de los goles alemanes, los jugadores de la ‘canarinha’ fueron perdiendo concentración y tensión competitiva, a la par que su cabeza fue recordando jugada a jugada los goles recibidos. David Luiz por su error en el primer gol, Marcelo por los huecos y el ‘offside’ en el segundo y el tercero, Dante por los tres primeros y todo el mediocampo por el continuo pasillo a Kroos y Khedira.

Si después del Maracanazo Brasil dejó de vestir la camiseta blanca con la que jugaba, algo parecido debería hacer con la actual casaca amarilla. La manera, el lugar y el contexto de la peor derrota sufrida en su historia la obliga a levantarse lejos de Scolari, el artífice de que se haya visto a la Brasil menos Brasil, la que desmerece a Pelé y a todos sus fabulosos jugadores. Alemania, mientras, disfruta de una final que necesita ganar para hacer valer, aún más, esta victoria monumental que reescribe la historia. Porque el Maracanazo ya se quedó pequeño, porque Brasil sufrió el golpe más duro que nunca imaginó por la actuación de los 14 alemanes del Mineirão.

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sobreponerse y ganar un mundial

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Final. 13 de julio.

Alemania: Neuer; Lahm, Boateng, Hummels, Höwedes; Schweinsteiger, Kramer (Schürrle min.32), Kroos, Özil (Mertesacker min.120); Müller, Klose (Götze min.88)

Argentina: Romero; Zabaleta, Demichelis, Garay, Rojo; Mascherano, Biglia, Pérez (Gago min.86); Lavezzi (Agüero), Messi, Higuain (Palacio min.78)

Goles: 1-0 Götze (min.113)

Incidencias: Estadio Maracaná de Rio de Janeiro. 74.738 espectadores. Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA). Tarjeta amarilla para Schweinsteiger en el min.29, para Höwedes en el min.34, para Mascherano en el min.64 y para Agüero en el min.65.

Alemanía cose su cuar ta estrel la al derrotar a Argentina en una f inal abier ta hasta el gol de Götze en la prórroga. La entrada de Schürrle en la primera par te fue clave para que la Mannschaft superase el arreón argentino l iderado por Lavezzi y Messi. Éste últ imo, se fue di luyendo hasta desaparecer del encuentro. Lavezzi fue ret irado al descanso en un desafor tunado cambio de Sabella. Pese a la derrota, la albiceleste jugó su mejor par t ido de un Mundial y t iene que irse satisfecha de un torneo en el que no pudo conseguir más con menos.

El Plan SchürrleA Joachim Löw se le complicó el par t ido, primero con la lesión de Khedira en el calentamiento y durante la primera par te

con el golpe recibido por Kramer, que le obl igó a abandonar el par t ido. El Plan A y el Plan B al garete y ante esa situación, dio entrada a Schürrle, consolidado durante el Mundial como una de las soluciones ofensiva desde el banquil lo.

La entrada del atacante del Chelsea coincidió con una fase del par t ido en el que Alemania solo encontraba como camino al área la banda derecha, desde la que se proyectaba Lahm y por donde caía Müller. Además, la ausencia de Khedira hacía menos eficaz la presión a la sal ida del r ival que tanto daño hizo a Brasi l . Los centros laterales no eran ninguna amenaza para Garay, Demichelis y Romero. Schürrle se situó a la izquierda y amplió el ataque

Juan Pablo Merchán

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alemán. Özi l le dejó su posición para situarse en el pasi l lo central, mejorando la circulación alemana en la frontal del área.

Con una heroica carrera de Schürrle por la banda izquierda l legó el gol de la victoria en el minuto 113. El alemán dejó atrás camisetas azules por pura velocidad y le puso un muy buen pase a Götze, que controló con el pecho en el área para preparar el zurdazo con el que batir ía a Romero, tan impecable durante toda la f inal como durante todo el torneo.

Sin gol no hay victoriaEl gol no ha s ido una v i r tud de Argent ina durante e l campeonato pese a su enorme potencia l o fens ivo (so lo 2 tantos en las e l iminator ias, uno de e l los en la prórroga) . Un last re s i además tus atacantes fa l lan ocasiones c laras. Higuaín, Palac io y Messi er raron delante de la por ter ía de una forma que no se corresponde con sus cual idades. Se hablará mucho del par t ido de Messi , desaparecido sa lvo en un in ic io de par t ido prometedor.

Durante la primera par te las carreras de la ‘Pulga’ y Lavezzi hicieron daño a Boateng, Hummels y Höwedes, incómodos y superados cuando tenían que correr hacía atrás. Cambió la situación a par t ir del descanso. Boateng y Hummels encaraban ahora a Messi de frente y estuvieron imperiales al cor te. Adivinaron cada intención de los atacantes argentinos y midieron de forma precisa sus entradas. Eso sí, un error del central de Dortmund a la hora de medir un balón aéreo estuvo apunto de darle el t í tulo a Argentina en la prórroga.

Un central fal la con más tranquil idad cuando t iene a su espalda a Neuer, of icialmente mejor por tero del campeonato. No tuvo en la f inal est iradas destacadas, pero estuvo atento, como durante todo el torneo, a los balones que superaban la espalda de sus defensores e int imidó con

su altura y una rápida reacción a Palacio en la desafor tunada jugada del t iempo extra. El guardameta del Bayern volv ió a demostrar ser un por tero que apor ta un plus que no t ienen el resto de jugadores en su posición. Un l íbero con guantes.

Acertar con los cambiosLöw estuvo per fecto con las sust i tuciones, al sobreponerse a las lesiones de Khedira y Kramer, reaccionar a la s i tuación del encuentro y contemporizar las para dar entrada a Mer tesacker en el minuto 120. Sabel la, por su par te, tuvo su par t ido más desafor tunado del campeonato. Qui tó a Lavezzi en el descanso, cuando estaba haciendo mucho daño a Höwedes por banda izquierda para sacar al campo a un Agüero que estuvo tan nulo como en el resto del Mundial . ‘Pachorra’ agotó sus cambios antes de la prórroga con la entrada de Gago, quien apor tó menos que un Enzo Pérez que se sacr i f icó para tapar en lo que pudo a Lahm y ayudar en la banda derecha, por la que acabaría l legando el gol . Poco después de real izar esta úl t ima sust i tución se resint ió Bigl ia, a l que se le v io tocado durante la prórroga.

Minuto 113El gol de Götze completó la gesta y el minuto 113 entró en la histor ia del fútbol a lemán. El momento en el que se dibujó la cuar ta estrel la en la camiseta de la Mannschaft . Es el f inal de un camino emprendido ocho años atrás y el reconocimiento a dos generaciones de futbol istas. La de Klose y Lahm, dos de los veteranos, estrel las de aquel equipo anf i t r ión en 2006 y la de Özi l , Neuer, Mül ler, Götze, Khedira, Kroos y el ausente Marco Reus, encargados ahora de mantener el n ivel compet i t ivo alemán. Entre el los, Schweinsteiger, e l icono. Un jugador que reúne las caracter íst icas de la v ie ja y la nueva Alemania. Un futbol ista que ha sabido perder para acabar con la cara ensangrentada y levantar por f in un t í tu lo con su selección.

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