UN Periódico N° 146

24
Avanzada petrolera llega a la Isla de San Andrés Avanzada petrolera llega a la Isla de San Andrés Bovinos están consumiendo mala hierba Un inventario de 70 especies de plantas que alimen- tan a los bovinos en Casanare y Meta evidenció que 22 de estas son tóxicas. Las repercusiones son graves para el sector ganadero. Agro Ciencia y tecnología Educación Salud Piangua, atún y camarón, al borde de la extinción Técnica para examinar tumores cerebrales en 3D Intenciones a favor de la ciencia, cortas en la práctica Caja negra: de los aviones a los carros 16 2 10 6 Pág. 12 Pág. 18 Cortesía Sven Zea http://www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá D.C. No. 146, domingo 10 de julio de 2011 Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987 Tres compañías petroleras se alistan para explorar el ecosistema marino del Archipié- lago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en busca de hidrocarburos. Una acción popular interpuesta por Coralina hizo suspender la firma de adjudicación del contrato mientras las autoridades ambientales se pronuncian sobre la viabilidad del proyecto. Las dudas respecto a los beneficios y perjuicios de la explotación están en debate.

description

Documento realizado por la Unidad de Medios y Comunicación – Unimedios de la Universidad Nacional de Colombia.

Transcript of UN Periódico N° 146

Avanzada petrolera llega a la Isla de San Andrés

Avanzada petrolera llega a la Isla de San Andrés

Bovinos están consumiendo mala hierbaUn inventario de 70 especies de plantas que alimen-tan a los bovinos en Casanare y Meta evidenció que 22 de estas son tóxicas. Las repercusiones son graves para el sector ganadero.

AgroCiencia y tecnologíaEducación SaludPiangua, atún y camarón, al borde de la extinción

Técnica para examinar tumores cerebrales en 3D

Intenciones a favor de la ciencia, cortas en la práctica

Caja negra: de los aviones a los carros

162 106

Pág. 12

Pág. 18

Cor

tesía

Sve

n Z

ea

http://www.unperiodico.unal.edu.co • [email protected]á D.C. No. 146, domingo 10 de julio de 2011

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

Tres compañías petroleras se alistan para explorar el ecosistema marino del Archipié-lago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en busca de hidrocarburos. Una acción popular interpuesta por Coralina hizo suspender la firma de adjudicación del contrato mientras las autoridades ambientales se pronuncian sobre la viabilidad del proyecto. Las dudas respecto a los beneficios y perjuicios de la explotación están en debate.

2

146 10 de julio de 2011

Director: Carlos Alberto Patiño VillaCoordinación periodística: Carolina Lancheros Ruiz Coordinación editorial: Nelly Mendivelso Rodríguez

Comité editorial: Jorge Echavarría Carvajal � Egberto Bermúdez � Paul Bromberg � Alexis de Greiff � Fabián Sanabria Diagramación: Jonny Flórez Murillo Corrección de estilo: Verónica Barreto Riveros

Gestión administrativa: Jaime Lesmes Fonseca Impresión: CEET, Casa Editorial El Tiempo

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional ni las políticas de UN Periódico

Página Web: http://www.unperiodico.unal.edu.co Versión Internet: UNDigital Correo electrónico: [email protected] Teléfonos: 316 5348 - 316 5000 extensión: 18384 / Fax: 316 5232 Edificio Uriel Gutiérrez Carrera 45 Nº 26-85, piso 5º. ISNN1657-0987

Intenciones a favor de la ciencia,cortas en la práctica

Mientras haya incoherencia entre discurso y realidad, no exista convicción sobre la importancia de la ciencia, la tecnología y la innovación, el punto de referencia sea el mercado, los recursos sean insuficientes y persista la descoordinación institucional, el camino hacia la construcción de un Siste-ma de Educación Superior en Colombia seguirá extraviado.

Educación

Jorge Iván González,Instituto de Estudios Urbanos

Universidad Nacional de Colombia

En el proyecto de reforma a la Ley 30 de 1992 presentado por el Ministerio de Educación Nacio-nal, la referencia a los vínculos y parámetros internacionales son relativamente marginales, y tie-nen que ver especialmente con la movilidad (de profesores y estu-diantes) y el reconocimiento de títulos (art. 154-158). Ello eviden-cia que no hay una propuesta que le permita al país avanzar hacia la consecución de estándares uni-versales.

En otros artículos las men-ciones son muy generales. Entre las funciones de las instituciones de educación superior (IES), se dice que deben ser un “... fac-tor de desarrollo científico, cul-tural, económico, político y ético en el orden nacional, regional e internacional” (art. 11, literal c) y, además, deben “... promover

la formación y consolidación de comunidades académicas y su ar-ticulación con sus homólogas in-ternacionales en favor de la cons-trucción de espacios y redes del conocimiento” (art. 11, lit. g).

En el artículo 152 se afirma que uno de los objetivos del fo-mento a la investigación es “... la promoción de su calidad y com-petitividad internacional”. Para que estos objetivos tan ambicio-sos efectivamente se cumplan, sería necesario darle un cambio sustantivo a la forma como se ha concebido la ciencia y la tecnolo-gía (C+T) en el país.

El documento elaborado por la Asociación Colombiana de Uni-versidades (Ascún), y aprobado por el Consejo Nacional de Rec-tores el 23 de junio de este año, también incluye algunas observa-ciones a los procesos internacio-nales. Por ejemplo, “... el referente conceptual de fomento y gestión de calidad es el acercamiento ha-cia el ideal de la educación supe-

rior, en relación con referentes universales” (lit. 4.4). El fortaleci-miento de redes de conocimiento y de investigadores exige interac-ciones “... con centros de clase mundial en temáticas científicas y administrativas” (lit. 8.5).

El texto de Ascún avanza con respecto al proyecto del Gobierno, porque reconoce que los vínculos internacionales tienen costos cre-cientes, y que la investigación de punta es cada vez más exigente. Sin embargo, no precisa cuáles son las condiciones de posibi-lidad para que efectivamente el país pueda acercarse hacia los estándares internacionales.

En un estudio que acaba de publicar The Royal Society (2011) sobre el avance del conocimien-to, las redes internacionales y la participación de los gobiernos, se observa que Brasil es el país latinoamericano que ha logrado cambios relevantes. También son importantes las transformaciones de India y China. Entre el 2002 y

el 2007, estos tres países aumen-taron más del doble los recursos disponibles para ciencia, tecno-logía e innovación (C+T&I). De todas maneras –continúa la Royal Society–, los grandes siguen sien-do Estados Unidos, Europa occi-dental y Japón.

Las explicaciones a la incapa-cidad para consolidar una socie-dad del conocimiento, y de poner a la C+T&I en estándares inter-nacionales, parten de diferentes factores:

Incoherencia entre discurso y realidad

No obstante las declaraciones y las buenas intenciones de todos los gobiernos, Colombia sigue aumentando su brecha científica y tecnológica con respecto a los países desarrollados.

Las majestuosas declaracio-nes a favor de la C+T&I no cuentan en la práctica con los diseños ins-titucionales adecuados, y menos

La Royal Society recomienda a los gobiernos mantener estables los fondos para ciencia, tecnología e inno-vación, de tal forma que no sufran las fluctuaciones del ciclo económico. El proyecto que modifica la Ley 30 va en la dirección contraria, pues pone a depender la financiación de las universidades públicas del PIB.

Arc

hivo

Uni

med

ios

3

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

con los recursos (González y An-gulo, 2006). La falta de coherencia entre el discurso y la realidad se traduce en logros muy modestos en C+T&I. Ni el gobierno ni la empresa privada han asumido se-riamente el desafío de consolidar una sociedad del conocimiento.

En el discurso se insiste en que la formación del capital hu-mano y el avance de la C+T son fundamentales para el desarrollo, la inclusión y el mejoramiento de la calidad de vida de la pobla-ción, pero en los hechos se avanza muy poco. Lo grave es que estos logros tan modestos no preocu-pan. Parecería como si el discurso alambicado sobre las bondades de la sociedad del conocimiento hubiera adormecido la acción.

Las comparaciones intertem-porales de lo que sucede en el país suelen ser tranquilizadoras (tasa de crecimiento de grupos de investigación, de doctores, etc.), pero se olvida que la dinámica colombiana es muy inferior a la de los países que cuentan con “centros de clase mundial”.

No hay convicción real sobre la importancia

de la C+T&I

El imaginario que se tiene en Colombia sobre la C+T&I no es creíble ni realizable. Los pro-yectos científicos de mediano y largo plazo son inciertos. Es ne-cesario aceptar que la inversión en C+T&I no permite hacer un cálculo inmediatista en términos de costo/beneficio. Los grandes proyectos de investigación reali-zados en el mundo tienen como telón de fondo la incertidumbre. En lugar de aceptar que los resul-tados finales de las investigacio-nes son impredecibles, el Gobier-no colombiano y los empresarios han optado por la vía pragmática de esperar a que otros descu-bran.

En las actuales condiciones, no tiene mucho sentido imagi-nar que la C+T&I de Colombia pueden ser comparables a los estándares internacionales.

El punto de referencia es el mercado

En temas de C+T&I se to-man decisiones teniendo como referente la valoración de merca-do de corto plazo. Se descartan otras formas de valoración, y se menosprecia el largo plazo. En un artículo muy interesante de Sen (2000) sobre La disciplina del análisis costo-beneficio, se pone en evidencia la dificultad de con-traponer criterios valorativos que no pasan por la cuantificación inmediata del mercado, frente a lógicas que buscan rentabilida-des en periodos de tiempo relati-vamente cortos.

Para que los proyectos de C+T&I puedan acercarse a los parámetros internacionales debe existir continuidad, evitando que los programas de investigación se vean ahogados por las necesi-dades financieras del momento.

La primera recomendación que le hace la Royal Society a los gobiernos es mantener estables los fondos para C+T&I, de tal forma que no sufran las fluctua-ciones del ciclo económico: “Aún en los momentos de dificultades económicas, los gobiernos tie-nen que mantener la inversión en su base científica” (The Royal Society 2011, p. 8).

El proyecto que modifica la Ley 30 va en la dirección con-

traria: la financiación de las uni-versidades públicas –más allá de los aumentos correspondientes al índice de precios– depende del ciclo del PIB. Y esta misma lógica pro-cíclica es clara en el nuevo acto legislativo, que destina el 10% de las regalías a Colcien-cias. El monto es tan inestable como el ciclo de los precios del petróleo y de los minerales. Por ahora se estima que las regalías serán de unos 10 billones de pe-sos anuales, así que a Colciencias le correspondería un billón. Pero esta cifra es tan errática como los cambios impredecibles de las guerras de Iraq, Afganistán o Li-bia.

Los recursos son insuficientes

En el documento de Ascún se muestra claramente que los re-cursos son insuficientes, porque el costo de la C+T&I aumenta en el margen (González y Bonilla, 2011). Los nuevos recursos de Col-ciencias no deben generar un op-timismo exagerado: primero, por-que son cíclicos; segundo, porque si se quiere alcanzar estándares internacionales, como se anuncia con bombos y platillos en todas las declaraciones oficiales, un bi-llón al año apenas es el comienzo, y tercero, porque las regiones ya están presionando para tener su participación en las regalías que se le transferirán a Colciencias. Si esta rapiña prospera, Colciencias no podrá definir prioridades, y los recursos se perderán en la financiación de proyectos locales sin ninguna incidencia en la con-solidación de la C+T&I.

Falta coordinación institucional

La construcción del Sistema de Educación Superior (SES) es un re-to enorme. Y, sin duda, los logros que se consigan en el ordenamiento institucional favorecerán la C+T&I.

Desde el punto de vista de las IES públicas, deberían darse pasos en varias direcciones. El primero es la reducción de las enormes brechas que existen en la calidad de las uni-versidades. Varias IES públicas son malas, otras son regulares y apenas algunas son buenas. El segundo es el mejoramiento de la gestión, de tal forma que se distingan clara-mente los recursos provenientes de fuentes externas (contratos, conve-nios, etc.), de las transferencias de la Nación y de los gobiernos locales. El manejo de ambos tipos de recur-sos debe ser diferente.

El tercero es la integración de servicios entre universidades públi-cas, nacionales y locales. El cuarto tiene que ver con el reconocimiento del mérito: la calidad de las univer-sidades públicas colombianas no mejorará mientras las institucio-nes sean incapaces de suspender el contrato de los malos docentes. La universidad (pública y privada) en “los centros de clase mundial” sanciona y le impone condiciones estrictas al profesor que aspira al tenure, así que el mal docente sale de la universidad.

El quinto está relacionado con la alta deserción estudiantil. El abandono debería tratarse como un problema que concierne, sobre todo, a la institución. Si las IES pú-blicas se fortalecen –y ojalá con las IES privadas–, el Sistema de Edu-cación Superior se constituirá en

una base de apoyo para que el país logre que la educación superior y la C+T&I se aproximen a los estánda-res internacionales.

Hay que cambiar de óptica

El discurso sobre C+T&I que pretende poner a Colombia cerca a los países desarrollados no es rea-lista. Las declaraciones majestuo-sas no dejan ver claro. El proyecto que modifica la Ley 30 de 1992 no es el camino para lograr metas tan ambiciosas.

Aunque el documento de As-cún es un avance importante por-que pone en blanco y negro los principios sobre los cuales se de-bería realizar la reforma de la edu-cación superior, es incompleto. Es comprensible la necesidad de lle-gar a consensos.

Pero la construcción de un Sis-tema de Educación Superior obliga a que el Gobierno y las universida-des cambien sus ópticas respecti-vas. El Gobierno tiene que olvidar-se de que el problema se soluciona estimulando a las entidades con ánimo de lucro, y distribuyendo los recursos en función del ciclo del PIB o de los precios de los mi-nerales y el petróleo. Las univer-sidades tienen que reconocer que las calidades son muy distintas y, especialmente las públicas, tienen que preguntarse cómo mejorar la eficiencia interna, y cómo lograr que la carrera docente no solo es-timule a los mejores sino que tam-bién permita dejar por fuera a los peores docentes.

Educación

Si las IES públicas se fortalecen -y ojalá con las IES privadas- el Sistema de Educación Superior se constituirá en una base de apoyo para que el país logre que la educación superior y que la C+T&I se aproximen a los estándares internacionales.

And

rés

Felip

e C

asta

ño /

Uni

med

ios

* Bibliografía completa de este artículo en www.unperiodico.unal.edu.co

410

de

julio

de

2011

146Educación

MEN acoge, a medias, propuesta financiera de universidades

And

rés

Felip

e C

asta

ño /

Uni

med

ios

César Enrique Herrera De la Hoz,Unimedios

El pasado 23 de junio, los prin-cipales rectores de las universidades colombianas sugirieron que el au-mento de los recursos públicos para estas instituciones debía ser del 3% por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC), entre el 2012 y el 2022.

La nueva fórmula, aceptada por el Ministerio de Educación, contrasta con la que esta cartera presentó ini-cialmente, en la que se establecía un incremento gradual: 1% en el 2012, 2% en el 2013 y 3% entre el 2014 y el 2019.

A pesar del anuncio guberna-mental y de su importancia para mejorar la sostenibilidad financie-ra de las instituciones de educación superior (IES) públicas a mediano plazo, el MEN no acogió la totalidad de la propuesta presentada por la Asociación Colombiana de Univer-sidades (Ascún) y el Sistema Univer-sitario Estatal (SUE) como respuesta al planteamiento del Gobierno para modificar la Ley de Educación Su-perior. Una de las diferencias radica en cómo se repartirán los nuevos recursos.

Por ahora se mantiene la po-sición del Gobierno, que insiste en que se distribuirán de acuerdo con ciertos indicadores de eficiencia: me-joramiento de la calidad de las insti-tuciones, productividad docente, au-mento de cobertura (especialmente en las regiones) e investigación.

Los rectores, por su parte, in-sisten en que los recursos no deben estar sujetos a dichas condiciones. Para los académicos, el 50% de los nuevos dineros se debe transferir di-rectamente a todas las universidades

estatales, y el 50% restante se debe repartir entre estas con los siguientes criterios: 50% para ampliar la cober-tura, 25% para financiar la formación docente y 25% para financiar investi-gación, innovación y generación de conocimiento.

La distribución que propone el SUE busca cubrir el déficit de más de 660 millones de pesos que tienen en la actualidad las universidades públi-cas. En los últimos años, explica Bea-triz Sánchez, vicerrectora general de la Universidad Nacional de Colom-bia, las exigencias tecnológicas y los cambios científicos, económicos y sociales han incrementado los costos de la educación superior en cantida-des que no son compensadas anual-mente con los recursos que transfiere el Estado a sus universidades.

Entre estos costos se encuentra el mantenimiento y modernización de infraestructura (aulas, laborato-rios, bibliotecas), la incorporación de tecnologías de la información a la en-señanza (redes y equipos computari-zados) y la contratación de un mayor número de docentes con maestrías y doctorados.

El rector de la Universidad Na-cional, Moisés Wasserman, señala que los puntos atendidos en el te-ma financiero, como resultado de un diálogo con el MEN, son un avance importante para el desarrollo de un sistema de educación superior per-tinente para el país. Sin embargo, precisó que el sector universitario no está satisfecho.

“Apenas se acogió una propues-ta de sostenibilidad financiera. Aho-ra es importante que se empiecen a discutir proyectos y financiación concreta en temas como aumento de cobertura con calidad, crecimiento de las universidades regionales y po-

sicionamiento en el ámbito interna-cional de la investigación científica y tecnológica que hacen las principales instituciones del país”, dice el rector.

Con ánimo de lucro

La ministra de Educación, Ma-ría Fernanda Campo, anunció que se mantiene la intención de crear IES privadas con ánimo de lucro e insistió en la necesidad de buscar fi-nanciación en el sector privado para alcanzar los objetivos en cobertura.

Uno de los objetivos es aumen-tar al 50% la cobertura bruta (alum-nos matriculados, sin importar sus edades, con relación a la población entre 18 y 24 años) con la creación de más de 600.000 nuevos cupos en pregrado hasta el 2014 (en el 2010, la cobertura se ubicó en 37,1%).

La ministra Campo explicó que, para disminuir las preocupaciones frente al nuevo tipo de instituciones, se ha avanzado en la construcción de una legislación que impida la apari-ción de los problemas presentados en otros países que han adoptado dicho modelo.

Por ejemplo, se prohibirá que su número de matriculados supere el 10% del total en las IES del país, con miras a evitar la posición dominante de alguno de estos nuevos centros educativos en el sistema. Además, solo recibirán autorización de fun-cionamiento con un plazo de cinco años prorrogables, sujetos a que ad-quieran la acreditación institucional.

Sin embargo, José Fernando Isa-za, rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y presidente de Ascún, es enfático en señalar que, a pesar de los controles anunciados por el MEN, las preocupaciones se mantienen.

“La educación es un bien pú-blico y no debe ser mercantilizado. En otras partes del mundo, las IES privadas con ánimo de lucro cobran matrículas exorbitantes para respon-der a las exigencias de calidad. O, en el caso contrario, bajos costos en las matrículas tienden a ofrecer una educación que no está a la altura de las necesidades de la sociedad”, precisa.

No a Ley Estatutaria

En el encuentro con los rec-tores el pasado 5 de julio, el MEN dijo que no respalda la propuesta de Ley Estatutaria de Autonomía Universitaria presentada por Ascún y el SUE.

El proyecto busca definir las ventajas que tiene el país al ga-rantizar la independencia de las universidades. La autonomía, que hasta ahora solo se ha desarrolla-do a través de sentencias de las Altas Cortes, implica reconocer en las universidades la capacidad para manejar el presupuesto, establecer los mecanismos para la elección de sus directivos, definir los pará-metros de selección de profesores y crear los programas académicos que considere pertinentes.

La Ministra manifestó que aun-que esta propuesta (la de Ley Es-tatutaria) no se presentará al Con-greso de la República, varios de sus puntos serán incorporados a la re-forma a la Ley 30, de Educación Superior.

Los documentos entregados al MEN por Ascún y el SUE pueden ser consultados en la página web: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/educacionsuperior.

El Ministerio de Educación Nacional (MEN) atendió parte del modelo fi-nanciero presentado por las universidades públicas para incluirlo en su proyecto de reforma a la Ley 30 de 1992. Los nuevos recursos ayudarán a mitigar, parcialmente, el déficit de estas instituciones. Aún el país carece de propuestas concretas en aumento de cobertura con calidad y el posi-cionamiento internacional de sus principales universidades, entre otros temas vitales para el desarrollo del Sistema de Educación Superior.

Hubo acuerdos en la propuesta financiera de las universidades públicas, pero aún hay diferencias en la forma como se distribuirán los nuevos recursos.

5

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

Medioambiente

Colombia, octavodeforestador del mundo

El 2011 ha sido declarado por Naciones Unidas como el Año Internacional de los Bosques, con el objetivo de crear con-ciencia sobre la necesidad de detener la deforestación y degradación que están sufriendo estos ecosistemas en el mundo. El panorama en Colombia es bastante desalentador.

Álvaro J. Duque M.,Departamento de Ciencias Forestales

Grupo de Investigación Conservación,Uso y Biodiversidad

Universidad Nacional de Colombiaen Medellín

La deforestación se ha maxi-mizado principalmente en los bosques tropicales, generando el 20% del total de gases efecto inver-nadero (GEI) que se liberan anual-mente a la atmósfera. Esta canti-dad equivale al total de emisiones de países como China o Estados Unidos.

Por ello, la reducción de las altas tasas de destrucción de ár-boles y plantas en los países tro-picales debe asumirse como una prioridad inmediata, dada su alta viabilidad de disminuir en el corto plazo las emisiones de GEI, ante la negativa actual de los países industrializados de modificar sus sistemas de producción.

En Colombia, se estima que el total de bosques naturales rema-nentes (incluidos los intervenidos) alcanza los 610.000 km2 (aproxi-madamente el 53% del territorio nacional), ubicados principal-mente en las regiones Amazónica, Pacífica y Andina.

Según datos obtenidos en un estudio reciente1, en el que parti-ciparon investigadores de la Uni-versidad Nacional de Colombia, el contenido de biomasa aérea (can-tidad de materia viva almacenada en tallos, ramas, hojas y frutos) es de aproximadamente 241 to-neladas por hectárea (t/ha-1). Ello representa en general más de 7 mil 232 millones de toneladas de car-bono (t C), que corresponderían a cerca de 26 mil 518 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), GEI no liberadas a la at-mósfera. Esta suma se iguala a las emisiones globales anuales prove-nientes de combustibles fósiles.

Dicha información le per-mitirá al país iniciar con mejo-res argumentos la búsqueda de mecanismos de financiación para emprender proyectos orientados a la reducción de emisiones por de-forestación y degradación (REDD) de los bosques.

El mismo estudio revela que, a escala nacional, la tasa de de-forestación anual estimada en el periodo 2000-2007 fue de 336.000 ha: 36,2% de bosques fueron con-vertidos en pastos y 38,2% en ras-trojo o vegetación secundaria que terminó igualmente convertida en potrero. En valores netos (no por-centuales), esto ubica a Colombia en el no muy honroso octavo lugar entre los países con mayor defo-restación en el mundo.

Estado de pérdidas y… ¡solo pérdidas!

El mayor problema radica en que en países megadiversos como Colombia, que se estima alberga el 10% de la fauna terrestre del planeta –gran parte de esta des-conocida para la ciencia–, la de-forestación no solo contribuye al calentamiento global mediante la emisión de GEI, sino que además promueve la pérdida de especies, principalmente por la destrucción de su hábitat. Así, se disminuye la posibilidad de identificar nuevas herramientas y oportunidades de desarrollo con base en productos derivados del bosque. Igualmente, el menoscabo de la floresta pro-mueve el detrimento de servicios ecosistémicos como la capacidad de regulación hídrica y la ya men-cionada reducción de captura de CO2, entre otros, afectando direc-

tamente la variabilidad climática.Desde el punto de vista eco-

nómico, los bosques en Colombia aportan el 0,21% del PIB nacio-nal. Este porcentaje, casi nulo para el desarrollo socioeconómico del país, y el hecho de que un compo-nente que ocupa prácticamente la mitad del territorio nacional tenga tan baja participación en la gene-ración de ingresos, tiene origen en diferentes causas:

1) Cultural: los esquemas mentales de progreso de nuestra sociedad, los cuales fueron impul-sados por políticas gubernamen-tales durante varias décadas, dan valor agregado a tierras degrada-das pero que no tengan bosque. De esta forma, se ha promovido la expansión de la ganadería exten-siva y la conversión de bosque a pastos, contribuyendo a su vez al aumento de la inequidad econó-mica y social.

2) El conflicto armado y la in-seguridad de las áreas rurales que no han permitido el surgimiento de sectores económicos alternos como el turístico. En otros países de la región, como Costa Rica, esta actividad es hoy en día la mayor fuente de divisas y el motor del desarrollo nacional.

3) La falta de investigación sobre las potencialidades del bos-que, sobre todo en el desarrollo

de la industria cosmética y farma-céutica, que significaría un valor agregado de magnitudes suficien-tes para promover y permitir la conservación y restauración de los ecosistemas naturales; programas de este tipo se vienen adelantan-do en países vecinos como Brasil, Costa Rica y Panamá.

Por todas estas razones, en Colombia ha resultado bastante complejo implementar incluso modelos apropiados de aprove-chamiento y manejo sostenible de por lo menos el recurso maderero, lo que prácticamente ha condu-cido al deterioro y extinción de algunos tipos de bosque como el Guandal y el Catival, otrora fuente casi única de abastecimiento de algunas empresas del sector.

De proveedores a transformadores

El potencial de la diversidad –hoy relegado a un segundo pla-no por la minería–, las concesiones madereras y el efecto del carbono sobre el calentamiento global me-recen un capítulo aparte, ya que en-fatizan la necesidad de que el país deje de ser proveedor de materias primas brutas y pase a ser transfor-mador con excedentes económicos que aporten al desarrollo.

En una nación como Colombia, hoy tecnológicamente muy distante de otras como Corea (con la cual no tenía mayores diferencias en este aspecto hace 20 ó 30 años), la diver-sidad natural debería tener el valor que se merece dentro de las cuentas nacionales ambientales. Para ello, es menester modificar las actuales políticas de protección a ultranza que no permiten acceder a la in-formación científica requerida para operar.

No debemos avanzar única-mente en la caracterización de la diversidad desde el punto de vista cualitativo al nivel de especie, sino buscar también el máximo de bene-ficios posibles de la cuantificación y caracterización de la diversidad genética y química, que es donde subyacen los cimientos para la re-construcción de una nueva políti-ca forestal. Seguir bajo los actuales modelos de protección sin inversión en inventarios y cuantificación solo conlleva al incremento del deterioro ambiental y, por ende, al aumento de la inequidad social. En todo este camino, el papel que debe jugar la educación será fundamental.

AFP

1 Proyecto Capacidad Institucional Técnica y Científica para apoyar Proyectos de Reduc-ción de Emisiones por Deforestación REDD en Colombia. Ideam-Moore-Natura.

En Colombia, el 36,2% de los bosques han sido convertidos en pastos, y el 38,2% en rastrojo o vegetación secundaria.

610

de

julio

de

2011

146Salud

Técnica para examinar tumores cerebrales en 3D

Ángela M. Betancurt Jaramillo,Unimedios

A los 35 años, a Marcela le de-cubrieron una pequeña masa cere-bral que hacía mucho tiempo era la causante de anomalías en su cuerpo, como la ausencia de menstruación. Así, uno de sus mayores sueños, con-cebir un hijo, se había truncado.

Tras un largo tratamiento con medicamentos que nunca lograron controlar el glioma (tumor), las po-sibilidades se cerraron a una sola: someterse a un procedimiento qui-rúrgico para extirparlo y, de no sufrir complicaciones, alcanzar una mejor calidad de vida.

La cirugía les implica a los pa-cientes someterse a exámenes pre-vios como tomografías y resonancias magnéticas que muestran el tama-ño y localización del tumor. Estas pruebas le indican al especialista las pautas para saber por dónde hacer la craneotomía, y qué presión ejer-cer sobre el cerebro al realizar la intervención. Sin embargo, carecen de precisión y pueden provocar de-rrames de sangre y líquidos encefa-lorraquídeos, que conllevan inflama-ción o movimientos del tumor.

Con el objetivo de brindar a los especialistas un instrumento de ima-ginología que durante la interven-ción proporcione una visión del glio-ma en tercera dimensión, con total exactitud, el Grupo de Investigación en Percepción y Control Inteligente (PCI) de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales y el Centro de Investigación y Estudios Avanza-dos del IPN Cinvestav en Guadalaja-ra (México) están desarrollando una herramienta denominada Modela-do en 3D de tumores cerebrales em-pleando endoneurosonografía y redes neuronales artificiales.

Craneotomía: en busca de la extracción

Después de los análisis preope-ratorios, el primer paso en la inter-vención denominada craneotomía es un corte en el cuero cabelludo que le permitirá al neurocirujano hacer un orificio en el cráneo para intro-ducir el instrumental de trabajo, y en algunas ocasiones, un endoscopio que proporciona una imagen del ce-rebro y el tumor.

Al contar con una sola cámara, el proceso de visualización no brin-da información sobre la profundidad de la escena, lo cual dificulta en algu-nas ocasiones el hallazgo del glioma, pues se puede confundir con tejido sano o intervenir áreas que podrían llegar a afectar el habla o la motrici-dad del paciente.

La técnica de tumores cerebra-les modelados en 3D está basada en una combinación de equipos que se usan diariamente en los hospitales para otros exámenes: el ultrasonido y el endoscopio. Con el primero es posible detectar las zonas afectadas G

ráfic

o U

nim

edio

s

Una herramienta de visualización en tres dimensiones les permitirá a los neurocirujanos conocer con preci-sión el tamaño y ubicación de los tumores cerebrales, para lograr su extirpación sin lugar a error. El sistema fue ingeniado por científicos de Colombia y México.

por el glioma, mientras con el segun-do –modificado para que contenga dos cámaras– se puede obtener in-formación tridimensional acerca de la posición y geometría del cerebro y el tumor.

Representación 3D

Al introducir en la cabeza del paciente el endoneurosonógrafo (compuesto por dos cámaras endos-cópicas y ultrasonido), el especialista recorre el cerebro en busca de la afección, tiempo en el cual ambas herramientas capturan las imágenes que posteriormente pasarán a un computador para ser combinadas.

Según Andrés Felipe Serna Mo-rales, investigador del Grupo PCI de la UN en Manizales, “el tejido sano se distingue del maligno gracias al eco, bastante diferenciado, que produ-cen las ondas ultrasónicas al rebotar contra ellos. Una vez detectado el tu-

mor, la información de las cámaras endoscópicas permite hacer una re-construcción en tercera dimensión”.

La prolongación de las neuroci-rugías hace que uno de los mayores retos sea procesar y almacenar de manera eficiente las millones de imá-genes que se adquieren intraoperati-vamente. El modelado en 3D usa dos técnicas de procesamiento digital: una, denominada reconstrucción estéreo, para las provenientes de la endoscopia, y otra, conocida como segmentación de tumores, para el ultrasonido. Así, es posible obtener una nube de puntos tridimensiona-les que finalmente llevan a la repre-sentación de la anormalidad.

“Posteriormente, utilizamos una técnica matemática denominada re-des neuronales artificiales, que tiene la capacidad de emular y modelar de manera continua, compacta y preci-sa la geometría y morfología del tu-mor con la información proveniente

Proceso de visualización 3D

de los videos. El sistema no requiere largos tiempos de renderización ni conocimiento a priori de este, ya que está entrenado para identificarlo”, asegura Serna Morales.

Gracias a ello es posible que, a través de un monitor instalado en la sala de cirugía, el especialista adquiera en tiempo real la recons-trucción tridimensional del glioma, lo que le permite conocer con exac-titud su forma y extraerlo con mayor precisión. Luego se puede volver a introducir el endoneurosonógrafo y el ultrasonido para descartar alguna presencia mínima de anormalidad.

La exitosa técnica se probará en escenarios intraoperativos reales. Según los estudios clínicos reporta-dos en la literatura y los obtenidos en la investigación, las redes neu-ronales y la endoneurosonografía se convertirán en un gran potencial de apoyo durante las intervenciones quirúrgicas.

7

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

Salud

Cirugías ortopédicas en la vanguardia tecnológica

Elizabeth Vera Martínez,Unimedios

Las deformaciones del esquele-to pueden producir dolores y alterar el desempeño físico de una perso-na. Las imágenes diagnósticas co-mo radiografías, tomografías axiales computarizadas y resonancias mag-néticas le permiten al ortopedista identificar y ubicar los sitios precisos donde se localizan las alteraciones, ayudándole a planear la corrección quirúrgica (osteotomía) que se ne-cesita.

La osteotomía consiste en cortar los huesos para modificar su forma y orientación, explica el especialista Carlos García Sarmiento, ortopedista de la Universidad Nacional de Co-lombia, quien señala que de esta manera se repara la deformidad para aliviar el dolor y mejorar las partes afectadas en el paciente.

Las imperfecciones del esque-leto pueden ser congénitas (de naci-miento) o adquiridas, como las oca-sionadas por fracturas, procesos de-generativos como el envejecimiento y el exceso de peso.

El Grupo de Investigación en Biomecánica del Departamento de Ingeniería Mecánica y Mecatrónica, dirigido por el profesor Carlos Julio Cortés Rodríguez, con participación de los ingenieros Mauricio Cuervo, Óscar Rodríguez e Indy Araque, está desarrollando un innovador prototi-po físico para planeamiento quirúr-gico, que asemeja la parte afectada del cuerpo del paciente a partir de modelamiento tridimensional por computador.

Esta tecnología es una herra-mienta médica importante, pues ofrece mayor orientación, seguridad y precisión durante una interven-ción quirúrgica, señala el especialis-ta García.

Región pélvica

En los primeros años de vida, la pelvis está conformada por los hue-sos ilión (grandes y planos), isquion (redondos y curvados, que ayudan a soportar el peso del cuerpo cuando se está sentado) y pubis (une los dos lados de la pelvis). Estos se en-cuentran ligeramente separados y, a medida que ocurre el crecimiento, se van uniendo para conformar lo que en el adulto se conoce como coxal y que en conjunto con el sacro, com-ponen la región pélvica.

La pelvis es entonces una es-tructura en forma de anillo que, si se rompe en un punto determinado o sus segmentos se desplazan, produ-ce fractura o luxación en otro punto.

La cadera está formada por dos estructuras óseas, una conocida co-mo acetábulos (cavidad esférica en la pelvis) y otra como cabeza femo-

ral (esfera maciza en el extremo del fémur). Su articulación hace posible el movimiento de los miembros infe-riores, la marcha del cuerpo humano y el soportar su peso. Cuando estas dos piezas no ensamblan correcta-mente se genera dolor y cojera.

Hasta ahora, con las tecnologías en imágenes, el médico ha podido conocer la ubicación de las fracturas u otras deformaciones, pero el tra-bajo del Grupo de Biomecánica va más allá.

“Esta herramienta incorporada por los ingenieros de la UN es nove-dosa en nuestro medio porque nos permite a los cirujanos tener un pro-totipo físico similar a la estructura ósea antes de la cirugía. Así, llega-mos con más precisión al área que se debe cortar o modificar”, manifiesta el ortopedista.

Prototipado rápido

A partir de un software de mo-delamiento tridimensional se crea una base de datos personalizada, Dataset, en la cual se introducen todos los datos del paciente y su patología, explica el profesor Cor-tés Rodríguez. “La idea es que este programa, una vez reciba la infor-mación completa y precisa, realice la impresión física del sistema óseo considerado”.

En ese momento del proceso, el especialista puede observar a través del computador el estado del hueso en todos sus ángulos (forma tridimensional). Con esta tecnología, la información se ex-porta en un formato especial, de-nominado STL (programa), que se emplea para la fabricación física del prototipo requerido.

Dicho modelo se genera a través de fabricación aditiva por capas (rapid prototyping), similar a una “impresión tridimensional”, que elabora la pieza específica del

cuerpo humano en un material polimérico con texturas y colores parecidos a los tejidos reales. Para el ortopedista García Sarmiento, el producto de esta impresión, es decir, la estructura ósea copiada del paciente, le ayuda a manipular y conocer la situación previa a la intervención.

“La técnica de fabricación aditiva por capas logra reproducir claramente los detalles, con geo-metrías imposibles de imitar bajo procesos convencionales”, aclara el profesor Cortés Rodríguez.

Ventajas

Con la muestra física de la es-tructura ósea o la región de interés, que contiene la representación de tejido óseo de cada uno de los cor-tes axiales escaneados del pacien-te, el especialista puede orientar su abordaje y ver la morfología exacta a la que se va a enfrentar. Así, re-duce el tiempo de la operación y mejora la probabilidad de éxito de la cirugía.

“Los modelos sólidos tridi-mensionales logran que las ciru-gías sean cada vez mejores, pues muchas veces las imágenes diag-nósticas no permiten caracterizar una deformidad”, manifiesta el or-topedista de la UN, quien probó con éxito la técnica en una pacien-te menor de edad con problemas de displasia de cadera. Esta ano-malía congénita ocurre porque el acetábulo y la cabeza del fémur no se ensamblan correctamente, produciendo dolor y alteración es-quelética.

“La técnica resulta muy valio-sa en cirugías complejas, ya que intervenciones sencillas como luxaciones de los huesos de los de-dos, las manos o los pies, son bien orientadas con las imágenes”, pun-tualizó el profesor Carlos García.

Articulaciónsacroiliaca

Crestailiaca

Ilio

Isquio

Sacro

Coxis

Fémur

Sínfisispúbica

Pubis

Arc

hivo

par

ticul

ar

Grá

fico

Uni

med

ios

Las imágenes diagnósticas crean en 3D la parte ósea a modelar, y por medio de prototipado rápido se fabrica la pieza final.

El modelo reproduce la textura y los tejidos de la pelvis casi de forma real, permitiendo así un reconocimiento geométrico tridimensional del hueso.

Las radiografías y otras técnicas avanzadas de imágenes acercan al especialis-ta, lo más fiel posible, con la parte del esqueleto a intervenir quirúrgicamente. Ahora, una herramienta de modelamiento tridimensional por computador y un prototipo adaptado a cada paciente permitirá realizar las cirugías con mayor precisión y en menor tiempo.

810

de

julio

de

2011

146Ciencia y tecnología

Proyecto de la UNbeneficiará a 46 mil hogares en Honduras

Una central hidroeléctrica con 40 megavatios de energía, diseñada por investigadores del Laboratorio de Hidráulica de la UN en Manizales, suplirá la escasez de este recurso en Honduras. Es la primera vez que Colombia realiza un proyec-to de esta naturaleza en el extranjero.

Fanny Lucía Pedraza Valencia,Unimedios

Los habitantes cercanos a La Vegona, en Honduras, tendrán 40 megavatios (MW) de energía útil, con un proyecto hidroeléctrico que operará como planta del Sis-tema Interconectado Nacional de ese país.

La obra, de carácter social y económico, fue diseñada por investigadores del Laboratorio de Hidráulica de la Universidad Na-cional de Colombia en Manizales, dada la trayectoria y experiencia que tienen en el modelamiento a escala reducida de hidroeléc-tricas en Colombia como La Miel I, El Quimbo, Porce III y IV, entre otros.

Aproximadamente 46 mil ho-gares hondureños de poblaciones como Santa Cruz de Yojoa, Victo-ria y La Unión se beneficiarán con el proyecto, pues geográficamente se encuentran cerca del sector de La Vegona, zona rural deshabi-tada que será aprovechada para construir la hidroeléctrica.

Uno de los objetivos de la Compañía Hondureña de Energía Renovable (Cohersa), que contó con la UN para desarrollar la cen-tral, es hacer uso de las fuentes hídricas para subsanar la defi-ciencia del servicio, además de disminuir la compra de combusti-bles fósiles, evitar la contratación extranjera para una nueva planta térmica de 38,5 MW, y reducir los costos por pago de energía prove-niente de plantas diésel.

El proyecto “generará la dé-cima parte de los 400 MW que produce la Hidroeléctrica Miel I en Caldas. Para los hondureños resulta importante porque en ese país existen pocos avances en este campo”, comenta el profesor Fer-nando Mejía Fernández, investi-gador del laboratorio de la UN en Manizales.

Modelo hidráulico, energía para un país

En la actualidad, el 65% de la energía de Honduras se produ-ce en plantas térmicas con base en combustibles fósiles, es decir, de petróleo, carbón o gas natu-ral. El 36% de estos hidrocarburos se utiliza para la producción de energía eléctrica y el restante para el consumo de transporte.

Esta característica ha obliga-do a realizar campañas de ahorro en todos los ámbitos, pues a mar-zo de este año la factura petrolera aumentó en un 29% y aún se es-pera un incremento hacia el 30%.

De esta manera, dicho país ha gastado cerca de 1.486 mi-llones de dólares anuales de sus recursos, distribuidos así: 33,8% para la compra de diésel, 31% pa-ra bunker (combustible residual) y 26,7% para gasolina.

“El agua es uno de los mayores recursos de los paí-ses intertropicales. A esto se deben sumar las característi-cas topográficas de los terri-torios, que permiten que se piense en generar energía por vía del aprovechamiento de la fuerza del agua”, dice Mejía Fernández.

En la formulación del proyec-to, Cohersa analizó la viabilidad de usar las aguas del río Humu-ya, e igualmente tomó como re-ferencia la central hidroeléctrica Francisco Morazán (El Cajón - Honduras), construida en 1985 y que aprovecha la capacidad de un embalse de 94 km2 y 5,7 millones de m3, mucho más grande que La Vegona.

Arc

hivo

par

ticul

ar

Para realizar la obra, la com-pañía buscó el apoyo de la fir-ma de ingenieros consultores de Colombia Ingetec S.A., quienes a su vez trabajaron en convenio con la UN en Manizales, encarga-da de hacer el modelo hidráulico del proyecto a escala reducida de 1:45.

“Este es el primer proyecto extranjero para el cual Colombia hace un modelo hidráulico. El ob-jetivo es generar la potencia que requiere para su funcionamiento”, enfatiza Joaquín Piñeros, de Inge-tec S.A.

Detalles del prototipo

Un modelo hidráulico a esca-la reducida simula las caracterís-

ticas ambientales y/o físicas que comprende una central hidro-eléctrica, además de los eventos naturales que pueden presentarse en el sector, especialmente las crecidas del río.

Sobre él se realizan diseños detallados de las estructuras que componen una hidroeléctrica co-

mo son el embalse, la presa, el vertedero, las descargas de fondo, el canal de desvío, la casa de máquinas, el cuenco de socavación, entre otros.

Cada parte que integra una hidroeléctrica cumple una tarea en cadena para su correcto funcionamiento. Por ejemplo, el embalse es

la “cubierta” donde se almacenan las aguas que aporta el río y de las que se genera la energía hidro-eléctrica de la planta.

La presa se encarga de con-tener la carga aguas abajo del embalse y por medio de salidas o vertederos devuelve al río las so-brantes que se acumulan durante periodos muy lluviosos.

Las descargas de fondo pue-den funcionar como vertederos y

a la vez remover la arena y grava (sedimentos) que se acumulan frente a las obras de toma y casa de máquinas. Esta última contie-ne las turbinas que transforman el agua en energía eléctrica.

Por último se encuentran el canal de desvío y el cuenco de so-cavación. El primero se refiere a la ruta alterna que se le debe dar al agua para que fluya naturalmente mientras se construye el proyec-to; el segundo se crea durante el funcionamiento de los vertederos y las descargas de fondo. Ambos se deben estudiar detalladamente para observar hasta dónde pue-den afectar la estabilidad de las laderas cercanas o el funciona-miento del mismo proyecto.

“El informe final, que contie-ne los análisis de las pruebas, las conclusiones y recomendaciones, se implementará a escala natu-ral. El modelo brinda seguridad y eficiencia en la operación de cada una de las estructuras y en la regulación de los niveles del agua por apertura o cierre de las compuertas”, puntualiza el inves-tigador.

Honduras solo tiene una hi-droeléctrica y el 65% de su producción energética se rea-liza por compra extranjera de combustibles fósiles.

Modelo hidraúlico La Vegona, Escala 1:45

9

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

A través de datos obtenidos desde el espacio, investigadores midieron los niveles de los ríos de la cuenca del Orinoco y la cantidad aproximada de agua que llevan en su cauce prin-cipal. Así, desarrollaron una red de monitoreo hidrológico que las instituciones oficiales podrían aplicar para predecir inundaciones y evitar posibles catástrofes.

Jeinst Campo Rivera,Unimedios

La crisis que durante los últi-mos cinco años ha atravesado Co-lombia por cuenta del invierno, ha dejado como balance la destruc-ción de millones de cultivos y nu-merosas víctimas en gran parte del territorio. Los expertos coinciden en que uno de los errores más gra-ves ha sido la falta de prevención y seguimiento de los principales cauces del país.

Según el Instituto de Hidro-logía, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), institución encargada de monitorear el com-portamiento de los niveles de agua de los ríos, junto a algunas Cor-poraciones Autónomas Regiona-les (CAR), en Colombia hay cer-ca de 800 estaciones hidrológicas distribuidas entre las principales cuencas hidrográficas como la del Magdalena, Cauca y Amazonas, midiendo y registrando sus niveles en forma directa o indirecta. Sin embargo, con esta información no se han podido predecir de manera certera las inundaciones.

En esa dirección, investiga-dores de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira y del IRD en Francia (Institut de Recherche pour le Développement) trabajan desde hace cuatro años en el de-sarrollo y aplicación de una red de monitoreo hidrológico basada en información obtenida desde el espacio. Su objetivo es medir con eficiencia y precisión los niveles de los principales ríos de Colombia y observar su comportamiento en el tiempo.

Uno de estos sistemas ya fun-ciona en la cuenca del Orinoco. Fue elaborado por el profesor Juan Gabriel León, doctor en Domi-nio de las Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente, y Astrid Lili Puertas, estudiante de Ingeniería Ambiental. Con datos arrojados por el satélite Envisat, los investi-gadores obtienen información que les permite conocer qué cantidad de agua corre por sus cauces.

Sin necesidad de instalar es-taciones de medición física en los ríos –que requieren ser observadas a diario por una persona, como lo hace el Ideam– los expertos lo-graron identificar en el año 2008 cerca de 600 estaciones virtuales o puntos de monitoreo remoto de-tectadas por el satélite en Colom-bia. Cerca de 208 están localizadas en las principales cuencas del país (ver gráfico 1).

Información oficial incompleta

“Una estación virtual se de-fine como cualquier intersección presente entre el barrido del sa-télite y un cuerpo de agua que este identifique, y a partir del cual es posible obtener información sobre la variación de sus niveles de agua en un tiempo determina-do”, sostiene la estudiante Astrid Puertas.

Los datos sobre el Orinoco fueron organizados por los inves-tigadores en una base de datos llamada Altico (altimetría para Colombia), y buscaban comple-mentarse con los hidrológicos so-licitados al Ideam. En este ejerci-cio, el profesor León encontró que la entidad suministró únicamente reportes de 20 estaciones de las 64 correspondientes a esta im-portante cuenca, con un informe incompleto en algunos periodos.

“Si las autoridades encargadas de hacer prevención de desastres y los científicos para sus estudios

consultan esta información, segu-ramente van a trabajar sobre una base incompleta de registros que genera muchas incertidumbres; quizá por esta razón es que resul-ta muy difícil en el país predecir con certeza el desbordamiento de grandes ríos que provocan las inundaciones”, afirma el profesor.

A través del satélite Envisat, los profesionales de la UN iden-tificaron sobre la cuenca del río Orinoco (tercer afluente más cau-daloso del mundo) 120 estaciones

virtuales, obteniendo información precisa sobre la variación de los niveles del agua presentados du-rante el 2002 y el 2008.

Al comparar los registros de una de estas estaciones virtuales con los de una instalada en cam-po por el Ideam, cuyas posiciones geográficas son exactamente las mismas, se observa similitud en sus series, concluyendo así que la información obtenida desde el espacio es veraz y confiable (ver gráfico 2).

Astrid Lili Puertas asegura que “esta investigación es muy impor-tante no solo porque proporciona datos complementarios a los del Ideam, sino porque permite te-ner una estación de monitoreo en cualquier lugar del país sin impor-tar las condiciones sociales o de-mográficas existentes para llegar a él. Entretanto, compendia infor-mación clave para los científicos sobre la cuenca del Orinoco”.

Útil para generar alertas tempranas

Además de identificar los puntos virtuales desde donde se podría monitorear satelitalmente el comportamiento del nivel del agua en las cuencas, los investi-gadores se aproximaron a estimar caudales, es decir, a analizar la cantidad de agua que corre por el cauce de los ríos, lo que permitiría eventualmente conocer a tiempo en qué nivel específico hay posi-bilidad de desbordamiento.

“Estas valoraciones las rea-lizamos a través de la aplicación de un modelo hidrológico y nos podría aportar, por ejemplo, infor-mación sobre los límites de inun-dación”, dice León.

Sin embargo, los investigado-res aclaran que son las entidades pertinentes las que deben encar-garse de la prevención de desas-tres naturales, considerando que esta clase de reportes son confia-bles para alimentar sus modelos de alertas.

El profesor León concluye: “Hay que hacer un llamado a los organismos de control para que trabajen de la mano con la acade-mia y puedan desarrollar proyec-tos de alto impacto, ya que estas son la base para trabajar en el mejoramiento de sus metodolo-gías de modelación y en planes de prevención”.

Arc

hivo

par

ticul

ar

Gráfico 1

Gráfico 2

Información satelitalalertaría desbordamiento de ríosInformación satelitalalertaría desbordamiento de ríos

Ciencia y tecnología

1010

de

julio

de

2011

146

Caja negra:de los aviones a los carros

Hermann Sáenz,Unimedios

Después de un accidente aé-reo, parte del trabajo de los soco-rristas es encontrar la caja negra de la aeronave donde quedan re-gistrados los parámetros de vuelo y grabadas las conversaciones de la tripulación durante la emergen-cia. La compilación de esos datos permite reconstruir lo sucedido antes del accidente y conocer sus causas.

Inspirado en esta idea, Plinio Teherán, profesor de Física de la Universidad Nacional de Colom-bia, creó un aparato con el mismo principio, pero con el fin de esta-blecer lo sucedido antes, durante y después de un accidente de tránsi-to. Se trata del Testigo Digital Auto-motor (TDA) que, a diferencia de la caja negra de los aviones, no graba ninguna conversación, solo regis-tra las dinámicas del movimiento del vehículo durante un recorrido.

El docente trabaja desde ha-ce 15 años como consultor de la Fiscalía para tratar de esclarecer los hechos en colisiones de vehí-culos, y ha observado que en muy pocos casos los patrones mate-máticos empleados para este pro-pósito logran resultados certeros. “Esta labor la hacemos de manera gratuita, por solicitud de las ins-tituciones judiciales. Requiere de mucho tiempo y de manejar un ni-vel tecnológico que permita obte-ner mejores datos con prontitud”, agrega Teherán.

Por eso, junto a dos estudian-tes de Física e Ingeniería, constru-yó el TDA, como lo llaman, con el fin de guardar la información de manera confiable, de modo que la trayectoria, o sea la forma como se mueve un automóvil, se pueda reconstruir.

El aparato compuesto por ace-lerómetros, memorias y circuitos, es capaz de medir el retroceso de un carro, su giro a la derecha o a la izquierda, si pasa por encima de un puente o de un reductor de velocidad, etc. Al ser digital, pro-cesa los datos en un computador, donde un emulador construye la película animada de los últimos movimientos del auto.

Accidentalidad en aumento

Según estadísticas del Fondo de Prevención Vial, en el país ocu-rren 5.000 muertes al año por cau-sa de accidentes de tránsito. “En el 2000 hubo picos de 7.000 muertos anuales. Debido a campañas como la de usar cinturones de seguridad, se llegó a los 4.200, pero los acci-dentes de motociclistas han vuelto a incrementar la cifra”, comenta Teherán.

Los lesionados por estas coli-siones llegan a 50 mil en un año. No existen aún datos sobre cuán-tas de estas personas fallecen en el hospital, debido a que el parte mé-dico siempre dictamina una causa de muerte diferente, como paro cardiorrespiratorio.

La Federación de Asegurado-res Colombianos (Fasecolda) regis-tró en el 2010 cerca de 250 mil ac-cidentes de solo latas, sin heridos, y en la gran mayoría no apareció el culpable. “Queda la sensación de que a los conductores no les importa violar las leyes de tránsito porque tienen la certeza de que no los van a poder enjuiciar. Ante esa actitud tan despreocupada, y de-bido a la incapacidad del sistema para procesar a los responsables, no es extraño que las cifras de accidentalidad aumenten”, explica el físico.

Físicos diseñaron un dispositivo para los autos con el cual se puede esclarecer con alta fiabilidad lo que ocurrió en un ac-cidente de tránsito y así agilizar los procesos judiciales. Una caja negra, pero para automóviles.

Víct

or M

anue

l Hol

guín

/ U

nim

edio

s

De ahí que la idea es con-vertir al TDA en una herramienta forense, con la que se puedan es-tablecer responsabilidades y re-solver de manera pronta y justa los casos. El sistema es una versión mejorada del Wii que funciona con acelerómetros. “Cuando uno mueve la raque-ta, el computador lo registra porque el acelerómetro indica el ángulo que está accionando el dispositivo. Los aceleróme-tros de la consola de juegos son de menor calidad que los que usamos, porque Wii no está listo para sufrir un incre-mento de velocidad del orden de los 300 g (gravedad), que es lo que ocurre cuando un carro colisio-na con un camión”, indica Yamid Núñez, estudiante de la Maestría en Física de la UN e integrante del proyecto.

El TDA, cuyo tamaño es simi-lar al de un celular, ha sido some-tido a procesos de aceleración y probado en diferentes partes del vehículo e incluso en motocicle-tas, donde se ha comprobado el registro de cada uno de los mo-vimientos. El aparato se ubicaría cerca a la palanca de cambios de-bajo del radio, zona donde rara vez llega la deformación después

de un fuerte choque. Asimismo, el dispositivo estaría cerrado en una caja de acero que solo podría abrir una autoridad competente con el fin de recuperar la información.

El aparato estaría en capaci-dad de tomar hasta 10 mil datos por segundo, suficientes para re-construir la historia de la colisión. La información necesaria, con ciertos algoritmos, queda regis-trada de manera permanente en una memoria inviolable. “Esta-mos trabajando para concederle al aparato suficiente grado de in-vulnerabilidad, de tal manera que ni de forma mecánica ni eléctrica, ni por ataques informáticos, se puedan alterar los datos”, advierte Teherán.

Una de las grandes ventajas que ofrecería este dispositivo en los estrados judiciales es la re-

solución de un caso en menos tiempo. En la actualidad, con el nuevo sistema penal acusatorio, desde el momento en que ocurre el accidente hasta que se impu-

tan los cargos pueden pa-sar dos años o más. El TDA muestra una animación vir-tual del accidente en cinco minutos y reduciría bastante los tiempos para decidir un juicio.

Además de estar con-vencidos del gran aporte del TDA en el esclarecimiento de lo que ocurrió en un ac-cidente de tránsito, Teherán

y sus estudiantes están seguros de que, si cada conductor tiene instalado un aparato de estos en su carro, lo pensará dos veces an-tes de cometer una imprudencia. Así, piensan en la posibilidad de que algún día también los pea-tones carguen en su cinturón un dispositivo más pequeño similar a este, con el que se resuelva con absoluta claridad cualquier acci-dente que puedan sufrir.

“Nosotros diseñamos la pro-puesta y la presentamos, ahora esperamos que la acepten y en eso estamos trabajando”, con-cluyó el físico de la Universidad Nacional.

El dispositivo para carros costó 650 mil pesos utilizando piezas adquiridas en tiendas electró-nicas. Si se produce en masa, teniendo en cuenta el parque automotor colombiano, costa-ría 200 mil pesos.

El Testigo Digital Automotor, de color verde, transmite los registros del movimiento del automóvil a un computador, donde se puede observar su comportamiento a través de una animación gráfica.

Ciencia y tecnología

11

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

Petróleo: una bonanza sin crudo

Isis Beleño,Unimedios

La producción de petróleo en Colombia ha llegado a los niveles más altos de su historia. El país está produciendo alrededor de 927 mil barriles diarios, la cifra más alta después de 1999, cuando se alcanzó una producción de 788 mil barri-les. Y las expectativas son mejores: el Ministerio de Minas y Energía estima que la producción pronto superará el millón, y para el 2014 será de un millón 150 mil. Todo un hit petrolero.

También han jugado a favor los precios internacionales del crudo. El barril, como nunca, ha logrado cifras récord y el precio actual oscila alrededor de los 93 dólares. Precio y producción son los elementos de lo que muchos han denominado “bonanza” petrolera.

Desde el 2007 se ha acelerado de manera importante la produc-ción nacional: de 531 barriles para ese año, se pasó a 785 mil en el 2010. Este panorama desbordado de opti-mismo, sin embargo, no es comple-to. Los expertos advierten que las reservas del país se agotan y si no se descubren nuevos yacimientos en menos de 10 años, se tendrá que importar crudo.

Germán Corredor, director del Observatorio Colombiano de Ener-gía, destaca que en la historia pe-trolera del país tan solo se han des-cubierto 4 ó 5 grandes yacimientos, como es el caso de Caño Limón y Cusiana. “Desde hace 20 años no hemos tenido noticia de un gran hallazgo. De suerte que se han en-contrado pequeños depósitos que han mantenido las reservas esta-bles, pero no hay un incremento importante de estas, aunque sí de la producción”.

Reservas: ¿hasta cuándo?

A diciembre del 2010, las reservas nacionales de petróleo

ascendieron a 2.058 millones de barriles, y según las proyeccio-nes oficiales, la autosuficiencia se mantendrá hasta el 2020. Sin un aumento significativo, una pro-ducción creciente y mejor tecno-logía para extracción en los cam-pos maduros, en pocos años el país no podrá abastecerse.

Bajo esta mirada, ¿es posible hablar de una bonanza petrolera? ¿Hasta cuándo será autosuficien-te el país en materia de combus-tibles?

Alejandro Martínez, pre-sidente de la Asociación Co-lombiana del Petróleo (ACP), en una entrevista concedida a UN Periódico a finales del 2010, explicó cuáles han sido las razones del buen momento del petróleo. “Lo que ha ocurrido es que se ha podido aumentar el nivel de reco-bro en campos pequeños, que se habían descubierto con anterio-ridad, con base en cuantiosas in-versiones y utilizando tecnología de punta. Esto ha sido posible por dos factores: la política petrolera, proclive a inversiones en campos viejos, y una disparada del precio del petróleo, que tradicionalmen-te estaba entre 17 y 18 dólares”.

En esta industria, las compa-ñías multinacionales son bastante optimistas. La inversión privada ha crecido ostensiblemente y de acuerdo con los estimativos de la ACP, en los próximos años se podrían hallar cerca de 3.600 mi-llones de barriles de petróleo.

“Se espera incorporar 3.600 millones de barriles nuevos en esta década. Eso implica unos 90 pozos exploratorios perforados al año y más de 4.000 millones de dólares anuales de inversión ex-tranjera durante la próxima dé-cada; estos niveles, así como las cifras en materia de explotación y de nuevas reservas que nos lle-varían a contar a partir del 2012 con más de un millón de barriles de producción diaria durante diez

años, son noticias excelentes para el país”, anticipó Martínez.

Para encontrar el recurso, Ecopetrol –cuya producción re-presenta el 61% del total del país– ha iniciado una intensa labor exploratoria. La empresa lidera proyectos en un área cercana a los 17 millones de hectáreas, a di-ferencia del 2002 cuando tan solo exploró en 9 millones.

Por el lado de las multinacio-nales, la tendencia es la misma: explorar. En Colombia, el sector privado participa con el 50% de la inversión para proyectos orienta-dos a encontrar petróleo. El reto es ubicar nuevos yacimientos que permitan mantener la tendencia creciente de la producción.

Prudencia ante las cifras

Carlos Rodado Noriega, mi-nistro de Minas y Energía, mues-tra un optimismo moderado y prefiere evitar palabras como “bo-om” o “bonanza”. Para el funcio-nario, es evidente el auge de los hidrocarburos; esto a su vez se ha visto reflejado en el incremento de los ingresos en el sector. “Tene-mos que ser conscientes de que, cuando se hacen proyecciones de precios y cantidades, es necesario incluir factores de incertidumbre. Hay que tener un poco de pru-dencia”.

Gran parte de este buen mo-mento se debe a la producción de crudos pesados, poco apreciados hace algunos años. Estos se dis-tinguen de los ligeros porque su rendimiento en gasolina es me-nor, es más denso y viscoso, lo que aumenta los costos de extrac-ción, transporte y refinación.

Los campos de Rubiales y Castilla, en los Llanos Orientales, se constituyen en una de las re-servas más importantes de crudos pesados en el país. Durante los últimos cinco años se ha dispa-rado su producción, y empresas

como Pacific Rubiales Company, con presencia en el campo Ru-biales, reportan una producción aproximada a los 200 mil barriles diarios.

¿Por qué los crudos pesados se volvieron tan importantes? El profesor Sergio Lopera, de la Fa-cultad de Minas de la Universi-dad Nacional en Medellín, explica que “el precio del barril en los mercados volvió muy atractiva la extracción de esta clase de crudo. Extraer crudo Castilla cuesta 7 u 8 dólares el barril, en un escenario de precios de 9 dólares el barril no es negocio, pero cuando los pre-cios suben como ha sucedido es-tos últimos años, el crudo Castilla perfectamente se puede vender por encima de los 50 dólares”.

Sin grandes nuevos hallazgos y con proyectos de exploración en ejecución a toda máquina, el de-safío más inmediato es desarrollar una tecnología que permita redu-cir la incertidumbre en la etapa de exploración.

“Colombia es un país con pe-tróleo pero no es petrolero, bajo esa premisa tenemos que trabajar para encontrar reservas en estruc-turas bien complejas. Geológica-mente, podría decir que en el 70% del país hay un gran potencial para encontrar hidrocarburos”, afirma Édgar Rodríguez, profesor de Geología del Petróleo de la Uni-versidad Nacional de Colombia.

Académicos y economistas señalan la importancia de desa-rrollar nuevos talentos, invertir en conocimiento y apalancar gran-des proyectos de infraestructura. Ciencia y tecnología son palabras clave para hacer la transforma-ción de un país exportador de materias primas a una nación con una industria petroquímica forta-lecida, que pueda competir en los mercados internacionales. ¡Que el buen momento que atraviesan los hidrocarburos permita ver sus be-neficios aún en la escasez!

AFP

El país espera incorporar 3.600 millones de barriles nuevos en esta década. Ello implica tener unos 90 pozos exploratorios perforados al año y más de 4.000 millones de dólares de inversión extranjera.

Minería

Una producción récord y buenos precios internacionales son los ingredientes del llamado boom petrolero que le ha representado al país el 40% de las expor-taciones. Sin embargo, los grandes hallazgos de crudo aún no se concretan y las reservas estimadas en 2 millones 58 mil barriles se agotan.

1210

de

julio

de

2011

146

Avanzada petrolera llega a la Isla de San Andrés

Minería

Giovanni Clavijo Figueroa,Unimedios

En noviembre del 2010, la Agencia Nacional de Hidrocar-buros (ANH) le otorgó a la Em-presa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) y a las compañías Repsol (de España) y YPF (de Ar-gentina), licencia para explorar y explotar dos áreas del Archipié-lago de San Andrés, Providen-cia y Santa Catalina (occidente del mar Caribe), donde se cree puede haber gas: en el banco Quitasueño (cayo 1, con 944 mil hectáreas) y en Providencia (ca-yo 5, con alrededor de un millón de hectáreas).

Al conocer dichas pretensio-nes mineras, la Corporación Au-tónoma Regional de San Andrés y Providencia (Coralina), entidad encargada de velar por el cuida-do de estos arrecifes, interpuso en febrero del 2011 una acción popular contra la ANH, ampa-rada en: la protección de los de-rechos colectivos a un ambiente sano, el equilibrio ecológico y el manejo y aprovechamiento ra-cional de los recursos naturales para garantizar su desarrollo sos-tenible, conservación, restaura-ción o sustitución.

A través de este medio pro-cesal, que le puso freno a la firma de la adjudicación del contrato, Coralina también alegó el riesgo al que se expone la conservación de especies animales y vegetales, así como la protección de áreas de especial importancia ecoló-gica.

“Aún no se entiende cómo la ANH otorgó a las compañías petroleras los derechos de los cayos sin tener en cuenta en di-cha determinación comercial la opinión de la comunidad insular, indispuesta también por el im-pacto social y cultural que podría tener la explotación en la isla”, asegura la directora de Coralina, Elizabeth Taylor.

En ese sentido, Sally Taylor, politóloga y magíster en Estu-dios del Caribe, asegura que la construcción de un modelo sos-tenible con el uso de las bases naturales y humanas no puede sacrificarse bajo la promesa de un futuro económico promiso-rio, máxime –subraya– “cuando ejemplos fallidos demuestran que las regalías prometidas son más de la Nación, el Estado y las corporaciones multinaciona-les que de los habitantes de las zonas en donde se realizan las explotaciones, cuyo desenlace son problemáticas sociales, cul-turales, ambientales y de salud pública que seguramente el Es-tado y las empresas extranjeras no ayudarán a cubrir”.

Germán Humberto Hernán-dez, jefe de la junta de estudios económicos del Banco de la Re-pública, en un informe del 2004, señala que el impacto esperado de las regalías no es tan favorable para las regiones en la medida en que la sensación de “bonanza” es un terreno fértil para la corrup-ción, la desviación de fondos y la captura de recursos financie-ros por parte de la clase política y los actores armados ilegales. Sally Taylor asegura que “gran parte de los conflictos sociales generados en algunos lugares de explotación van por cuenta de la disputa por el manejo de los di-neros, es decir, esto recae en las empresas multinacionales, en las administraciones locales o en las comunidades”.

En concomitancia, la ANH anunció reuniones con repre-

sentantes de las comunidades isleñas para explicar las activida-des que se pretenden realizar y las medidas para salvaguardar el medioambiente en las zonas de exploración.

Sin embargo, el profesor de la UN Francisco Avella asegura que esta entidad no asistió al en-cuentro adelantado por la Asam-blea Departamental del Archi-piélago el pasado 11 de abril. Por lo tanto, no ha aclarado los deta-lles de la adjudicación (sísmica a utilizar, explosivos, etc.), y si va a haber perforaciones marinas, terrestres o sobre los cayos.

Impacto ambiental

La intensa exploración pe-trolera de los últimos años ha afectado importantes ecosis-temas del planeta, asegura la bióloga marina Adriana Santos, para quien las plataformas de perforación del subsuelo marino

ponen en grave peligro los arre-cifes de coral, pastos, manglares y ecosistemas, únicos en el caso del archipiélago.

Sally Taylor advierte que los impactos ambientales no son re-conocidos en su dimensión, pues se cree que la restricción a la explotación en zonas arrecifales –aprobada por ley– es suficiente para proteger el medio marino: “Basta con mirar el ejemplo del Mar del Norte (situado entre No-ruega y Dinamarca), en el cual el uso de cañones comprimidos para las actividades sísmicas ha tenido grandes efectos en el comportamiento de los peces.

“Las consecuencias de esta explosión las observamos en los cayos y bancos de pesca tradicio-nal de la Isla de San Andrés, en donde se han detectado migra-ciones de langosta y otros peces, relevantes en la base alimentaria del territorio insular”, afirma la politóloga.

Entretanto, la ANH ratificó que para otorgar los contratos de exploración y producción de hidrocarburos durante la Ronda Colombia 2010 (avanzada para exploración de bloques petro-leros en el territorio nacional), tuvo en cuenta la experiencia de las compañías y su capaci-dad para garantizar con estánda-res de calidad la protección del medioambiente.

Aún así, para la directora de Coralina, “la decisión de adjudi-car estas zonas fue precipitada, y no hubo una discusión con las autoridades locales, por lo me-nos para entender los alcances sobre el área marina protegida”.

Por su parte, Ecopetrol S.A., una de las empresas adjudica-tarias, señaló que “acatará lo dispuesto por las autoridades ambientales y judiciales compe-tentes, quienes deben definir el tema, toda vez que son ellas, y no las empresas, las que determinan

Tres compañías petroleras se alistan para explorar el ecosistema marino del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en busca de hidrocarbu-ros. Una acción popular interpuesta por Coralina hizo suspender la firma de adjudicación del contrato mien-tras las autoridades ambientales se pronuncian sobre la viabilidad del proyecto. Las dudas respecto a los be-neficios y perjuicios de la explotación están en debate.

13

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

Minería

si es viable o no la realización de un proyecto de exploración y eventual explotación de hidro-carburos en estas zonas”.

El peor escenario

Los impactos que se vislum-bran son diversos, y parten de la etapa exploratoria, en la que se tie-nen que perforar varios pozos para determinar si son productivos o no. “En muchos casos, la probabilidad de hallar el hidrocarburo es baja, y aparece en una de diez excavacio-nes. De tal manera se interfieren los recursos naturales del fondo marino”, señala Elizabeth Taylor.

Potencialmente, advierte la directora de la entidad ambiental, se genera un peligro latente: “Ante un eventual derrame, las conse-cuencias serían nefastas, no solo por la destrucción de los arrecifes, sino por la contaminación de las playas blancas. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los cayos de San Andrés y Providencia no tie-nen más de un metro sobre el nivel del mar y están soportados por las franjas arrecifales”.

La fuga de hidrocarburos pue-de acabar con cientos de años de biosfera, dice Ernesto Mancera, di-rector de la Sede Caribe de la Uni-versidad Nacional de Colombia: “Basta ver lo ocurrido en el Golfo de México en el 2010, cuando 4,4 billones de barriles de crudo fue-ron expulsados al mar durante 87 días, amenazando la existencia de aproximadamente 400 especies de flora y fauna. Este desastre superó el de Alaska en 1989, cuyo resul-tado fue la devastación total de la fauna de la región con 11 millones de galones derramados”, enfatiza el experto.

Brigitte Gavio, también inves-tigadora de la sede, señala que “la contaminación por petróleo tiene diferentes niveles: causa sofoca-miento de los pólipos, (animales coloniales que forman el arrecife coralino), reduce la posibilidad de vida de las larvas, la producción de gametos (células sexuales) y la fer-tilidad de las especies. Entretanto, el deterioro del arrecife puede ser a mediano o largo plazo”.

En el archipiélago podría afec-tarse la diversidad avícola, coral, de reptiles, tortugas, etc. En este lugar hay procesos de reproduc-ción de toda la biodiversidad, es decir, no solamente asociados al crecimiento de peces sino de mo-luscos, langostas, caracoles, estre-llas de mar, erizos y otros animales y organismos marinos.

Incluso, se perdería el recurso pesquero de la población de cara-col, langosta, pargo, mero y cher-na. Los dos primeros representan más del 90% de exportaciones para el país.

Atentado contra reserva mundial

Desde el año 2002, la Unesco declaró al Archipiélago de San An-drés, Providencia y Santa Catalina como reserva de biosfera Seaflower (la red mundial de reservas de bios-fera más grande del planeta), de-bido, entre otros asuntos, al gran inventario que alberga: más de 407 especies de peces, 48 corales duros, 54 corales blandos, 3 hidrocorales, 2 zoantidos, 2 anémonas, 3 medusas, 130 esponjas, 37 moluscos, 37 crus-táceos, 38 equinodermos, 4 repti-les, 5 cetáceos, 157 aves, 3 pastos marinos y 4 mangles. No obstante, los científicos coinciden en que falta estudiar posibles nuevas especies en este lugar.

Los corales en las islas son ecosistemas estratégicos debido a que asocian varias especies. El director Mance-ra explica que “un coral es la matriz de organismos que han formado colonias y han creado a la vez estructuras duras, que pa-recen rocas, pero vivas. A estas se adhieren algas, microorganismos y

otra gran cantidad de especies que generan una red trófica (cadena ali-mentaria)”.

Esta diversidad de fauna, ade-más, convierte los corales en eco-sistemas vitales para las zonas cos-teras en el Caribe, pues son una barrera natural contra el embate de las olas.

“La hidrodinámica del mar es retenida, minimizada con es-tas estructuras calcáreas que son colonias de organismos, son rocas emergentes, y tienen una función fundamental para protección de las zonas costeras y al mismo tiempo para el almacenamiento de grandes cantidades de organismos”, dice Adriana Santos.

Y añade: “La barrera coralina es un lugar estratégico para la vida y fundamental para la isla, si no hay barrera arrecifal, habrá deterioro y erosión de la playa”.

Actividades económicas de los arrecifes

Colombia es uno de los países más importantes en diversidad bio-lógica. Muestra de ello es la reserva coralina Seaflower en el Caribe co-lombiano, con 349.800 km2, que ha permitido actividades comerciales e industriales que apuntan hacia el progreso de la región.

En el 2009, la Universidad Na-cional adelantó un estudio sobre el potencial del buceo en las islas para determinar el valor ecoturístico y recreativo de los corales.

Según el estudio, las activida-des recreativas en la Isla de San An-drés, como el buceo, cuyo principal

atractivo es apre-ciar los arrecifes de coral, generan cer-ca de 24 millones de dólares al año.

Pero eso no es todo, estos ani-males coloniales generan otro ti-po de riqueza que beneficia a las industrias farmacéuticas, pues poseen sustancias bioactivas que permiten elaborar medicamentos, cremas y alimentos. Este potencial no se ha explorado en el país.

En el mundo, la biodiversidad marina se conoce en una propor-ción mínima frente a la terrestre: “Animales y plantas del archipiélago generan una industria importante en el campo médico. Los estudios han demostrado que con las espon-jas se pueden hacer antibióticos, y los moluscos expelen sustancias que permiten pegar huesos”, des-cribe el profesor Ernesto Mancera.

Sigue pelea ambiental

Uno de los temas que más preocupan con la proyección pe-trolera es la pesca. Adriana San-tos ha realizado investigaciones importantes al respecto y por eso sabe que la pesquería depende de estas zonas costeras, de los ecosistemas de manglar, los pas-tos y los arrecifes. “Ahí es donde están los sitios más productivos y donde ocurren los procesos de reproducción”, puntualiza.

A pesar de que la ANH in-formó que aplazará la firma de contratos para exploración y ex-plotación en las zonas que habían sido asignadas en el Caribe co-lombiano, adelantará el proceso de concertación con Coralina pa-ra determinar la mejor forma de explotar los recursos.

También realizará, como es-taba contemplado en los contra-tos, las consultas previas y trami-tará la obtención de los permisos requeridos para el inicio de cual-quier trabajo en las áreas contra-tadas.

Sin embargo, para la direc-tora de Coralina, si en tres meses no hay acuerdo en el pacto de cumplimiento se procederá con la siguiente etapa que es el periodo probatorio. Después, el Tribunal Contencioso Administrativo de San Andrés valorará las pruebas y fallará.

“El caso está en manos de los jueces, y estamos dispuestos a lle-gar hasta las últimas consecuen-cias en la defensa del archipiéla-go. Nos apoyaremos en nuestro sistema legal y judicial, en caso de que la acción popular no pros-pere”, declara la funcionaria.

El debate sigue abierto. No obstante, para expertos en el te-ma ambiental como el investiga-dor Orlando Rangel, del Instituto de Ciencias Naturales de la UN, “tiene que haber una política de Estado que asegure que todas las partes van a ser escuchadas, y los intereses económicos no va-yan en detrimento del bienestar ambiental”.

Foto

s: C

orte

sía S

ven

Zea

AFP

Las exploraciones petroleras marinas han afectado toda una cadena de especies entre las que se encuentran los peces y los corales. La catástrofe ambiental ocurrida el 20 de abril del 2010 en el Golfo de México es la prueba más reciente.

1410

de

julio

de

2011

146

Minería

Minería: trabajo de muchos, riqueza de pocos

En el mapa actual de Antioquia, la mayoría de zonas mineras presentan un alto índice de necesidades básicas insatisfechas, graves problemas am-bientales y poblaciones desestructuradas que han padecido violencia en-démica. Un recorrido histórico permite ver el impacto que ha tenido esta actividad en la región, y llama la atención sobre los retos que enfrenta hoy el país frente al expectante ciclo que se aproxima.

Ana Catalina Reyes Cárdenas,Vicerrectora Sede Medellín

HistoriadoraUniversidad Nacional de Colombia

Es claro que la configuración de la actual Colombia, antiguo Virreinato de la Nueva Granada, estuvo marcada desde su descu-brimiento por la existencia de mi-nerales, en particular del oro.

Poco después de la conquista hecha por los españoles, en los siglos XVI y XVII la producción minera determinó la forma de asentamiento, la fundación de las ciudades, los caminos trazados, las características de la sociedad y la población colonial de la Nueva Granada.

Por ello, ser hoy un país mul-ticultural y pluriétnico está aso-ciado con la explotación minera. La inicial población indígena, sub-yugada, víctima de enfermedades, epidemias, desplazamientos, gue-rras y sometida al duro trabajo en las minas, sufrió tal exterminio, que los españoles temieron no contar con gentes para su proyec-to colonizador. Las leyes protecto-ras de los indios, promulgadas por la Corona, tenían como objeto ga-rantizar esta empresa. Prohibido el trabajo en minería para dichos grupos humanos, fueron reempla-zados por otra mano de obra: los africanos esclavizados. Este hecho dramático marcaba la importante presencia de la cultura negra en la Nación.

Durante tres siglos, el actual territorio colombiano produjo oro y lo envió a España a razón de tres, cuatro o más toneladas métricas

por año. Para algunos autores, es-ta cifra represaba en el siglo XVII el 25% del oro que circulaba en Europa.

Los centros mineros de la Nueva Granada estaban localiza-dos cerca a Popayán, en la zona del Valle del Patía, concretamente en las poblaciones de Barbacoas, Raposo, Iscuandé y en el Chocó. Las cuadrillas de esclavos perte-necientes a las ricas familias de Popayán –aún con escasa tecno-logía– garantizaban la producti-vidad minera con un intensivo e inhumano trabajo.

En Antioquia florecieron en el siglo XVI y XVII (1580-1630) las zonas mineras de Zaragoza, Remedios, Santa Fe de Antioquia, Cáceres y Guamocó. En ellas se ex-plotaron yacimientos de aluvión, mientras los de veta se exploraron en Buriticá, Marmato y Supía. En estas regiones también se utilizó de forma intensiva el servicio de los esclavos.

Las herramientas empleadas eran elementales y se restringían a barras, barretones, recatones, bateas y el uso de pólvora negra en la minería de veta. Al finalizar el siglo XVII se menciona la exis-tencia de algunas bombas y moli-nos, especialmente en la mina de Buriticá.

A principios del siglo XVIII, el primer ciclo del oro llegaba a su fin. La producción minera había disminuido de forma drástica, y no se contaba con innovaciones tecnológicas que la hicieran más beneficiosa. Por otro lado, el alto costo de los esclavos y de los ali-mentos (por la baja producción

agrícola) en los distritos mineros afectaba las ganancias de los em-presarios, desequilibrio que au-mentó los costos de dicha activi-dad y la miseria de los habitantes de la región.

Mazamorreros y el renacer minero

En los primeros años del siglo XVIII se inicia un segundo ciclo minero, ahora en las tierras altas de San Pedro, Llano de Ovejas, Santa Rosa, Petacas (hoy Belmira) y Rionegro. Aunque inicialmen-te algunas de estas explotacio-nes contaron con cuadrillas de esclavos y utilizaron canelones, se fundamentaron en el trabajo de mazamorreros pobres y libres que empleaban para el oficio una precaria batea en los aluviones de los ríos.

La característica estacional de la minería de aluvión hacía in-sostenible el uso de esclavos que había que alimentar y mantener permanentemente. Los mazamo-rreros, en algunos sitios, combi-naban su actividad con el trabajo agrícola en pequeñas parcelas de pan coger que les permitían la subsistencia de sus familias. De esta forma se disminuía el des-equilibrio entre explotación mi-nera y producción agraria, tan evi-dente en el primer ciclo.

Si bien no hay estudios que determinen claramente el tamaño del grupo de mazamorreros que recorrían distintos ríos en bus-ca de oro, sí se sabe que hacia 1808 unas poblaciones amplias de negros libres, mulatos, zambos,

mestizos y blancos pobres garan-tizaban el 85% de la producción minera de Antioquia. De hecho, la recuperación de esta actividad en el Nuevo Reino de Granada fue obra de ellos, y el departamento se convirtió en el principal productor de oro de la América española, en la segunda mitad de la centuria.

Este auge aurífero fue refor-zado por un modelo de sociedad inspirado en las ideas de los re-formadores ilustrados españoles del siglo XVIII. El visitador de la Corona, Juan Antonio Mon y Ve-larde, hizo un duro diagnóstico de la Antioquia de la época, de su pobreza generalizada a pesar de la producción de oro y del desorden social que reinaba; formuló con precisión un proyecto social en el que la población, en su mayoría nómada y díscola de mazamorre-ros, se debía asentar en colonias agrícolas; se propuso promover la ganadería y la diversificación de cultivos; bajo su impulso se fun-daron las poblaciones agrícolas de San Luis de Góngora (Yarumal), San Antonio de Infante (Don Ma-tías), Carolina del Príncipe y San José de Nare. El proyecto de Mon y Velarde transformó una zona minera en una de pequeños cam-pesinos, que sería la base de la economía cafetera de la segunda mitad del siglo XIX.

Dicho ciclo permitió una acumulación de capital que se-ría definitiva en la transformación y diversificación de la región. El oro de los mazamorreros no los enriqueció, sino que fue a parar a los bolsillos de los rescatantes. Hábiles comerciantes de Medellín

Una población amplia de mestizos, blancos, negros libres, mulatos y zambos pobres garantizaban el 85% de la producción minera de Antioquia.

15

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

Minería

y Rionegro recorrían los distritos auríferos abasteciendo a mineros con sombreros, lienzos, alparga-tas, mantas, telas, utensilios de cocina, herramientas, mieles, ca-cao, tabaco y aguardiente.

El volumen del comercio cre-ció de forma importante, parale-lo al aumento de la producción minera. Los mercantes lograron acumular capitales que permitie-ron la apertura de casas comer-ciales, almacenes que importaban productos europeos, sobre todo paños y géneros. Otros invirtie-ron en tierras en las que inicial-mente sembraron caña de azúcar para mieles y aguardientes, o en ganadería para proveer distritos mineros.

Ciencia y tecnología, parte del éxito

Un tercer ciclo del oro se dio a partir de la independencia. En 1825, después de superar las gue-rras, la existencia de fortunas bien establecidas en Antioquia, al igual que las casas comerciales y ban-cos, hicieron renacer el interés por la explotación de minas de veta. De la misma forma, la nego-ciación de empréstitos con otras naciones, en los que se ofrecían como contraprestación las minas, hizo atractivo el mercado para compañías francesas, norteameri-canas e inglesas.

A los ingleses se les brindó la posibilidad de explotar las minas de Marmato. Numerosos ingenie-ros europeos acompañaron estas gestiones. Carlos S. de Greiff, Tyrell Moore, Edward Walker, Alejandro Johnson, Carlos Cock y Pedro Nis-ser fueron algunos de los extranje-ros que llegaron a ocuparse de las minas. Con ellos venían nuevos conocimientos y tecnologías. La mineralogía, geología, hidráulica, la mecánica aplicada, la metalur-gia, la química y la geografía, sin duda le dieron un nuevo vigor al sector.

En 1828, importantes comer-ciantes de Medellín crearon la So-ciedad de Minas de Antioquia, la cual adquirió la mina del Zancu-do en Titiribí y otras compañías se dedicaron a la explotación en Anorí, Supía y el bajo Nechí. Las innovaciones hicieron parte esen-cial del éxito de este nuevo ciclo. La combinación de los conoci-mientos científicos y técnicos de los europeos, más la experiencia e inventiva de los trabajadores lo-cales, dio paso a la construcción de un molino de pisones en ma-

dera movido por agua. Cinco años después, el ingeniero inglés Tyrell Moore incorporaría a la mina del Zancudo un molino de seis piso-nes que se usó activamente. Las minas antioqueñas se tecnificaron también con la rueda hidráulica, la amalgamación, el horno y los crisoles para fundir el oro.

El uso de tecnología avan-zada, el trabajo asalariado y un adecuado financiamiento a través de préstamos con los bancos per-mitió que estos establecimientos se convirtieran en las primeras empresas capitalistas de la región. Después del Zancudo, la mayor empresa aurífera de Antioquia era la Frontino Gold Mine, que ocupaba 700 personas. Le seguía Marmato, en manos de los ingle-ses, y La Clara en Amalfi, con 250 empleados.

En 1851, el gobierno de José Hilario López declaró la abolición de la esclavitud. En el sur del país, la Popayán esclavista se levantó en una de las grandes guerras civi-les. En Antioquia, por el contrario, los esclavos en la práctica habían sido abolidos desde 1813 y reem-plazados por trabajo asalariado barato.

Sin el avance y consolidación de la economía minera en Antio-quia habría sido imposible el sue-ño de construir un ferrocarril en esta áspera y compleja geografía. En 1874, el cubano Francesco Cis-neros inició su construcción, que fue clave en la consolidación del auge minero y en la proyección económica de la región al conec-tarla con el resto del mundo.

Los desafíos hoy

Muchos de los empresarios mineros antioqueños, entre ellos Francisco Montoya, Eduardo Vás-quez, Vicente Restrepo, Tulio Os-pina y Alejandro Ángel, con la experiencia acumulada y los ca-pitales amasados en las empresas mineras, se convirtieron en los fundadores de las primeras em-presas industriales de Antioquia a principios del siglo XX, y avanza-ron en la consolidación de Mede-llín como primer centro industrial del país.

A fines del siglo, el auge mine-ro y la ausencia de una formación académica que permitiera afron-tar de forma moderna la explo-tación de recursos y contar con la infraestructura necesaria para una región y un país que se mo-dernizaban, propiciaron en 1874 la creación de la primera Escuela

Foto

s: A

FP

de Ingeniería, anexa a la Universi-dad de Antioquia.

En 1887 se separó de esta y se convirtió en la Escuela Nacional de Minas. Su pensum refleja la im-portancia que tenía la formación de nuevas generaciones de inge-nieros capaces de transformar la región y el país, como efectiva-mente sucedió. Tulio Ospina im-partía Geología; Jorge Rodríguez, Geometría; Juan de la Cruz Po-sada, Explotación de Minas; Ma-riano Roldán, Matemáticas; José Mariah Villa, Geometría Analítica y Mecánica, y Alejandro López, Mineralogía.

Este breve recorrido nos da una idea del impacto que la ex-plotación minera ha tenido en la conformación de la Nación y de una región como Antioquia, y al mismo tiempo llama la atención sobre los retos de hoy frente a un nuevo ciclo lleno de expectativas, pero que exige compromisos de la academia, los empresarios y los gobiernos.

Si miramos el actual mapa del departamento, salvo algunas zonas que han buscado la diver-sificación económica, las re-giones mineras que hemos mencionado presentan un alto índice de ne-cesidades básicas in-satisfechas, graves

problemas ambientales y comu-nidades desestructuradas y que han padecido ciclos de violencia endémica.

Debemos buscar un desarro-llo productivo del país, en el que la minería sin duda juegue un papel determinante, pero en el que no se descuide el uso de tecnologías y procesos limpios que permitan la extracción y aprovechamiento de los recursos en compatibilidad con el ambiente. Se debe igual-mente respetar el compromiso de generar riqueza no solo pa-ra los empresarios, sino también para las poblaciones en que se asientan los proyectos. Así como la minería en los siglos XVIII y XIX permitió la consolidación de otros modelos económicos y otras actividades, en el presente debe fomentar la creación de industrias sustitutas.

Durante tres siglos, el actual territorio colombiano produjo oro y lo envió a España a razón de tres, cuatro o más toneladas métricas por año.

Entre 1580 y 1630, la explotación de oro utilizó inten-sivamente la mano de obra esclava. La actividad se realizaba con barras, barretones, recatones y bateas.

1610

de

julio

de

2011

146Agro

Piangua, atún y camarón, al borde de la extinción

La pesca marina desembarcada en puertos colombianos asciende a 100 mil toneladas anuales y suministra unos 37 mil empleos directos e indirectos. Se estima que el 80% de la extracción se realiza en aguas del Pacífico, en donde algunas especies comienzan a disminuir.

Laura Garzón Acosta,Unimedios

La sobreexplotación de los recursos pesqueros del Pacífico tiene en alerta a las autoridades ambientales, pues la industriali-zación de la pesquería, en contra-posición a la artesanal, ha puesto en riesgo especies como la pian-gua, el atún y el camarón.

A pesar de los estudios e in-vestigaciones que se han realizado sobre estas especies, aún no exis-ten datos específicos que permi-tan su cuantificación.

Piangua, de bultos a libras

La piangua es el principal producto de la pesquería artesa-nal de moluscos de la costa Pací-fica. Se calcula que 30 mil familias de estratos 1, 2 y 3 se dedican a extraerla como base de su susten-to económico.

Este molusco es conocido con diversos nombres, que varían según su lugar de procedencia. En países como Colombia y Costa Rica se le dice concha o piangua hembra, en Ecuador, pata de mu-la y en México, almeja sangre.

Durante la marea baja, mien-tras está descubierto el suelo del manglar, los piangueros –como se les dice a quienes pescan ma-nualmente– aprovechan para lle-varse consigo la mayor cantidad de conchas, lo cual ha conducido a su sobreexplotación. Mientras en 1996 se atrapaban aproxima-damente 25 millones de pianguas, para el 2008 la cifra cayó a 5 mi-llones.

Enrique Murillo, coordinador territorial del Consejo General de Los Riscales y zonificador de los manglares del municipio chocoa-no de Nuquí, afirma que las muje-res piangueras anteriormente no ejercían ningún control sobre el tamaño apropiado que debía te-ner el animal para su pesca.

“Este molusco no se puede extraer si no tiene, mínimo, 5 cm de longitud. Antes es un desatino, pues aún no ha pasado por su proceso de reproducción”, dice Murillo, quien también es pesca-dor, subrayando que en Nuquí es donde más se captura la especie.

Actualmente, además de co-nocer el momento indicado para su extracción, también es posi-ble distinguir su género “Hace 30 años era complicado saber si se trataba de machos o hembras, entonces la pesca era indiscrimi-nada. Hoy estamos pagando las consecuencias de no haber tenido las reglas claras”, advierte.

Adicional a ello, habitantes de la zona empezaron a tumbar los árboles de los manglares. Se-

gún Murillo, “aquí la leña se usa para todo, por eso sobrevino tam-bién una tala desordenada. Lo que se ha ignorado es que los mangles no solo son la cuna de la piangua (cuya cosecha ocurre cada seis meses), sino de muchas otras especies como el piaguel, el neón, los mariscos, los pescados y los camarones”.

Hace 20 años, el volumen de pesca de piangua se calculaba por bultos, hoy, por mucho, se sa-can seis libras, dice Murillo, para quien el mayor impacto lo causan los barcos atuneros y camarone-ros.

Asegura que, “como única restricción, estos navíos deben guardar un kilómetro de distancia entre playa y mar adentro. Del resto del agua toman lo que nece-sitan, es decir, todos los recursos, y es ahí donde se evidencia que la

pesca artesanal siempre perderá”.Una de las mayores preocu-

paciones de los pescadores es que las estadísticas sobre la captura de la especie están incompletas, da-do que es una actividad comercial informal. Los datos existentes son suministrados por asociaciones, por eso, mientras unos aseguran que son 55 millones de conchas las que se extraen al año en la zona norte del departamento de Nariño, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) señala que son 300 mi-llones con un valor entre 8 mil y 10 mil por cada centenar, lo que representa ingresos entre 24 y 30 mil millones de pesos.

Lo cierto es que los mangla-res ya empiezan a sufrir las conse-cuencias de la sobreexplotación, y muestran una disminución en la abundancia y calidad del recurso,

tal como ha sido advertido por las comunidades a lo largo y ancho del Pacífico.

La penuria de atún

Datos de la Corporación Co-lombia Internacional muestran que de atún, especie en riesgo de extin-ción, en el 2001 se explotaron en el Pacífico 79.319 toneladas, y en el 2009 la cifra se redujo a 119 tone-ladas, año en que aportó el 69% de las capturas en esta región, lo que demuestra que su aprovechamien-to es un tema de gran sensibilidad para el país.

Su pesca se realiza durante todo el año, exceptuando aquellas épocas en las que se presentan fe-nómenos meteorológicos u oceano-gráficos adversos como tormentas, oleaje o marea alta. Su producción

AFP

La pesca indiscriminada del camarón de aguas someras en el Pacífico colombiano es ejemplo de la mala gestión de un recurso.

17

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

Agro

es esencialmente industrial y está conformada por actividades como la preparación de bienes procesa-dos, incluyendo filetes congelados empacados al vacío y carne enla-tada.

“No hay estudios disponibles sobre el estado de las principales es-pecies de atún capturadas en aguas colombianas. La mayoría de medi-das de manejo que se han adoptado se fundamentan en información de organizaciones regionales, bajo el principio de pretensiones comercia-les o políticas nacionales”, indica el biólogo de la Universidad Nacional y director científico de la Fundación Marviva, Juan Manuel Díaz.

Camarón sobreexplotado

Por su parte, el camarón, uno de los principales recursos pes-

queros del mundo, también se en-cuentra en peligro de extinción. Su producción creciente alcanzó los 3,4 millones de toneladas en el 2005, evaluadas comercialmente en 14 mil millones de dólares que representan el 17% del valor eco-nómico de la pesca global.

En el Pacífico colombiano existen dos tipos de flotas pesque-ras que lo explotan: la de Cama-rón de Aguas Someras (CAS) y la de Camarón de Aguas Profundas (CAP), que los extraen entre los 40 y 400 metros de profundidad.

La operación de una embar-cación de CAP consiste en realizar seis arrastres diarios, cada uno con una duración promedio de tres horas, durante 35 días efecti-vos que componen una jornada, lo que se repite cinco veces al año.

“Estas pesqueras enfrentan

problemas comunes que amena-zan la biodiversidad marina y el desempeño social y económico del sector”, asegura el científico Díaz, al explicar que los procedimientos de extracción resultan especial-mente destructivos para la fauna y la flora de estos ecosistemas.

“En los años 2004 y 2006, al-tos niveles de esfuerzo de pesca produjeron una disminución im-portante de camarón; el recurso, en su estado actual, refleja some-timiento a un esfuerzo inmediato”, puntualiza.

Colombia demuestra una dis-paridad entre el volumen de recur-so explotable, la capacidad técnica de explotación y la demanda de re-cursos pesqueros, a lo que se suma la complejidad política y legal de los espacios marinos y costeros.

En ese sentido, para las próxi-mas décadas no se tendrá claro de

dónde saldrá ni quién proveerá el estimado de consumo de pescado que se calcula en 11 kilogramos por colombiano al año.

Según el biólogo, la situación actual de la dinámica de pesca en el Pacífico demanda el dise-ño e implementación de medidas complementarias como vedas y cuotas, que garanticen el sustento para las personas que tradicional-mente dependen de este oficio.

“La creciente tensión entre pescadores artesanales e indus-triales, sumada a la cada vez más frecuente ocurrencia de fenóme-nos y eventos ambientales, supo-nen que pese a ser un recurso renovable, no es infinito. Por eso, es urgente la adopción de normas y estrategias que garanticen la se-guridad alimentaria y el bienes-tar de las comunidades costeras”, concluye Díaz.

Arc

hivo

par

ticul

ar

El sustrato blando del manglar representa el hábitat de las pianguas, donde viven enterradas entre las raíces de los árboles.

1810

de

julio

de

2011

146Agro

Bovinos están consumiendo mala hierba

Un inventario de 70 especies de plantas que alimentan a los bovinos en Casanare y Meta evidenció que 22 de estas son tóxicas. Las repercusiones son graves para el sector ganadero.

Giovanni Clavijo Figueroa,Unimedios

Con cerca de 27 millones de cabezas de ganado, Colombia es el noveno país con mayor población de bovinos en el mundo, según la Organización para la Agricultura y Alimentación de las Naciones Unidas (FAO).

En los Llanos Orientales co-lombianos, las explotaciones ga-naderas son extensivas, y los bo-vinos pastorean en zonas abiertas donde fácilmente pueden consu-mir plantas de todo tipo, incluso tóxicas, de las que se conoce muy poco, pese a investigaciones pre-vias realizadas por investigadores de la Universidad Nacional y el Instituto Colombiano Agropecua-rio (ICA), señala la veterinaria de la UN María Constanza Lozano.

Estas plantas se caracterizan por tener metabolitos secunda-rios y otra serie de compuestos químicos como cumarinas, sapo-ninas, glicósidos cianogénicos y cardiotónicos, alcaloides, nitratos y ácido monofluoroacético, entre otros, que pueden producir toxi-cosis, enfermedad ocasionada por el consumo de tóxicos.

Así lo explica la investigadora Lozano, quien junto al médico ve-terinario Carlos Moreno se embar-có en un nuevo estudio que busca integrar la salud de los bovinos y el análisis químico de las plantas que consumen.

“Visitamos fincas y entrevis-tamos a los granjeros para saber qué plantas consideran nocivas para sus animales. Así, realizamos un inventario botánico y toma-mos ejemplares para su identifi-cación taxonómica en herbario. De igual manera, examinamos el ganado enfermo y les tomamos muestras para caracterizar posi-bles intoxicaciones”, afirma el pro-fesor Moreno, coordinador de la investigación.

Evidencias de enfermedad

En las 148 fincas examinadas en los departamentos de Meta y Casanare, se halló que el principal efecto ocasionado por el consumo de plantas tóxicas es el síndrome de muerte súbita de los animales, sin la presencia de signos clíni-cos.

También se estableció que al-gunos bovinos registran fotosensi-bilización, es decir, lesiones en la piel conocidas entre los granjeros como peladeras o fiebrón. Según María Cristina Lozano, “pueden ser producidas por un pigmento que circula en la epidermis y se activa con la luz solar alterando los tejidos”.

Esta reacción de la piel es ocasionada por plantas como la “lantana”, ampliamente sembrada

en las fincas de los Llanos Orienta-les, y por pasturas de “braquiaria”, presentes en el 85% de los predios visitados. No obstante, para los vaqueros, la especie responsable de las lesiones en su ganado es el “orejero”, señala la investigadora.

El inventario

En la lista construida por los médicos veterinarios de la UN aparecen como tóxicas las plantas pertenecientes a las familias Apo-cynaceae, entre las que se encuen-tran el borrachero blanco (Mande-villa trianae, Mesechites trifidus), el borrachero rojo (Allamanda sp., Marsdenia rubrofusca), el borra-chero negro (Tabernaemontana heterophylla, Tabernaemontana siphilitica) y el borrachero turma de perro (Stemmadenia grandiflo-ra). Para los investigadores resultó preocupante establecer que el 41% de los encuestados no reconoce ninguna planta como venenosa, y solo el 25% sabe de una.

La colecta y posterior clasifi-cación del inventario integra más de 70 plantas. “Encontramos es-pecies de interés farmacológico, por ejemplo, para tratar enfer-medades renales”, asegura Carlos Moreno.

Sobre el compuesto tóxico del

helecho macho (Pteridium aquili-num), que crece en el piedemon-te, hay reportes que señalan su excreción en la leche de las vacas.

En total, los investigadores identificaron 40 plantas recono-cidas como tóxicas por la pobla-ción, 22 sospechosas de causar intoxicación (por la alteración de la salud que causan en los anima-les) y 12 empleadas con diferentes propósitos por parte de la comu-nidad. Muchas de estas no tienen registros científicos relacionados con su composición química y/o actividad toxicológica o farmaco-lógica, advierten los especialistas de la UN.

Mortalidad

Reportes realizados por el ICA en años anteriores estiman que el 0,5% de los bovinos mueren por el consumo de plantas tóxicas. La investigadora Lozano hace cuen-tas así: “Tenemos que el 27% de los 27 millones de bovinos están concentrados en la región oriental colombiana. Si traducimos este porcentaje en número, podemos estimar que 35 mil reses morirían cada año en los Llanos Orientales por el consumo de este tipo de plantas”.

El estudio de la UN busca

ofrecer a los ganaderos herra-mientas para que aprendan a re-conocerlas y sepan cuáles son los tratamientos que deben aplicar para evitar la mortalidad.

“Culpar a las plantas no es la solución. De hecho, está ocurrien-do que, si un ganadero identifica una planta tóxica, la tumba. Están cayendo muchos árboles”, indica María Constanza Lozano.

Según su criterio, “se debe dar un mejor manejo a las explota-ciones ganaderas, tener una bue-na oferta forrajera (sobre todo en época de sequía que es cuando el ganado consume cualquier es-pecie que aparece en su camino), agua disponible y cercar zonas que presenten una alta cantidad de plantas, como los bosques”.

Para Carlos Moreno, el ideal es la prevención más que el trata-miento de las intoxicaciones o la erradicación de las plantas, pues estas cumplen una función im-portante en los ecosistemas, sea cual sea su composición. El con-sumo de aquellas especies nocivas se amplía en periodos de crisis, cuando no hay alimento, y es justo en esos periodos cuando suceden los picos más altos de mortalidad. Identificada esta problemática, se le debe aportar a la previsión”, finalizó el médico veterinario de la UN.

Asclepia curassavica y Allamanda son algunas de las plantas tóxicas que está consumiendo el ganado en los departamentos de Casanare y Meta, señala el estudio de la UN.

Cor

tesía

CIF

And

rés

Felip

e C

asta

ño /

Uni

med

ios

19

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

2010

de

julio

de

2011

146Agro

Reforestación mejoraproducción de panela

en Cundinamarca

Cor

tesía

CIF

Hermann Sáenz,Unimedios

En el proceso de elaboración de la panela se requieren tres plan-tas que sirven como aglutinantes naturales y limpian los jugos de la caña de azúcar: el balso, el ca-millo y el guásimo, que se produ-cen silvestres en algunas zonas de Cundinamarca. Sin embargo, estas especies corren peligro por el uso desmedido.

Para evitar su extinción, el Centro Internacional de Física (CIF), adscrito a la Universidad Nacional de Colombia, desarro-lló un proyecto de reforestación en la cuenca hidrográfica del río Negro, en los municipios cundi-namarqueses de Guaduas, Capa-rrapí, Puerto Salgar y Chaguaní. Este último, aunque no pertenece a la cuenca, presentaba la misma problemática.

La escasez de las especies na-tivas empezó a ser evidente para los paneleros cuando, para encon-trar el camillo, debían avanzar más por la ribera del río. “Era difícil hallarlo en su estado natural”, co-menta Abraham Ramírez, panele-ro de Chaguaní.

Según el productor, este tipo de plantas son sometidas a un proceso que comienza extrayendo la corteza del tallo principal para macerarla y humedecerla en agua. Dos horas después de haberla de-jado reposando en un balde, esta produce una sustancia viscosa que se aplica a los jugos de la caña en el momento de la cocción, cuando se fabrica la miel. Así se limpian todas las impurezas y se obtiene una panela más refinada.

“Pero, al cortar la corteza, el tallo del árbol queda totalmente desprotegido e inmune a plagas y enfermedades, además se inhibe la conducción de nutrientes”, explica José Mejía, integrante del grupo de biotecnología del CIF, enfatizando en que, por ejemplo, el camillo es una especie que en el municipio de Guaduas desapareció.

Hay que tener en cuenta que una carga de panela equivale a 100 kilos y 10 cargas componen una tonelada. Así, por carga se necesi-tan 0,32 kg de camillo, 0,65 kg de balso y 1,31 kg de guásimo. Cerca de 10 árboles de balso se ven afec-tados por cada 100 cargas. En un trapiche se puede producir cerca de una tonelada de panela cada dos meses. Bajo estas circunstan-cias, era necesario lanzar un salva-vidas para las especies.

Propagación

El proyecto de reforestación productiva propuesto por el CIF contempló la revisión del proce-so de propagación de las especies a través de semillas, estacas o esquejes, con el fin de que los paneleros las cultiven en sus fin-cas, o por lo menos realicen una extracción más sostenible y evi-ten pelar totalmente el tronco o el tallo del árbol, para que la corteza se regenere.

Según el investigador Mejía, se evidenció que la forma óptima de expansión de las planta ocurre a través de las semillas. “Al sembrar las especies en estas zonas de ladera, resulta importan-te que los árboles desarro-llen su sistema de raíces pa-ra mejor agarre en el suelo. Los métodos de propagación asexuales, como estacas y es-quejes, no son apropiados para este propósito, pues incentivan el crecimiento de rizomas secun-

darios que son superficiales y no profundos como los primarios. Por tanto, los árboles quedan ex-puestos a un posible volcamien-to por acción del viento o por ablandamiento del suelo durante la lluvia”, aclara el especialista.

De las tres especies, la más difícil de propagar fue el balso. Por el método de estaca, obtuvo porcentajes entre 0% y 4%, mien-tras que por semilla, mezclando humus de lombriz con suelo y manteniendo condiciones con-troladas de humedad, los por-centajes de germinación llegaron al 50%.

Mediante el mismo proceso, con el guásimo se logró entre el 75% y el 80% de propagación, y

con el arbusto del camillo, que según los productores es el mejor aglutinante, se obtuvieron resul-tados del 95%.

Hoy los paneleros no ven es-tas especies como recursos in-agotables. Partiendo de los prin-cipios de la agricultura ecológi-ca, aprendieron a sembrarlas y a producirlas, y de esa manera le han puesto freno a su extinción, al tiempo que evitan la defores-tación en la cuenca del río Ne-gro, cuyo cauce había decrecido según los chequeos adelantados por la Empresa de Energía de Cundinamarca, cofinanciadora

del proyecto.

Cifras paneleras en la región

El Ministerio de Agricul-tura y el Fondo para el Fo-mento Panelero señalan que en el 2010 había sembradas en Cundinamarca 48.000 hectáreas de caña panelera (correspondientes al 20% de

la producción del país), y los ren-dimientos eran de 4,36 toneladas por hectárea.

El municipio de Caparrapí tenía 12.000 hectáreas sembra-das, Chaguaní 1.350 y Guaduas 1.260. Puerto Salgar no es im-portante en la producción de pa-nela, pero estuvo incluido en el proyecto por los problemas de deforestación y degradación de suelos.

Según la Encuesta Nacional Panelera, en Cundinamarca había cerca de 8.000 productores en el 2010, de los cuales se reportaron 1.249 en Caparrapí, 341 en Cha-guaní y 238 en Guaduas. Acorde con el empleo tanto permanente como temporal que genera, esta actividad puede llegar a ser tan importante como la del café.

Otra especie incluida en el proyecto y que igualmente se ori-gina en esta región del país es la jatrofa: se trata de una plan-ta oleaginosa cuya semilla tiene un aceite especial para producir biodiésel. “Buscamos aprovechar dicha semilla como fuente ener-gética en el proceso de elabora-ción de la panela, quemándola directamente en las hornillas y así evitar el uso de llantas en los trapiches”, precisa el investigador Mejía.

Para hacer los arreglos agrofo-restales se adecuaron lotes de 2,5 hectáreas, en los que se com-binaron las especies. Junto a los productores, los investigadores del CIF evaluaron todo el proceso de crecimiento de las plantas. Los resultados son promisorios.

Expertos del Centro Internacional de Física enseñan el proceso del cultivo de balso en una finca de Caparrapí (Cundinamarca).

Tres especies de plantas útiles como aglutinantes en la elaboración de la panela fueron rescatadas de la ex-tinción. Un proyecto de biotecnología halló la forma precisa de propagar sus semillas y hoy los paneleros las cultivan bajo el principio de agricultura ecológica.

21

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

Agro

Encuentran dañinoshongos en zapallo

Jeinst Campo Rivera,Unimedios

El zapallo Cucurbita moschata Duch, conocido en algunas regio-nes del país como calabaza, ahu-yama o “gallina de pobre”, es una de las hortalizas más importantes en Colombia, teniendo en cuenta que su área sembrada es de 3.600 hectáreas, con una producción que en el 2007 contabilizó 65 mil toneladas, según el Programa de Hortalizas de la Universidad Na-cional de Colombia en Palmira.

Su importancia está definida por su versatilidad en el consumo humano, tanto en forma direc-ta (sopas, cremas, dulces, purés y jugos), como indirecta, pues sirve de materia prima para la industria de harinas y deshidratados. Pero quizá lo más destacado es su alto contenido nutricional: almidones, proteínas y carotenos (sustancias que al ser consumidas se convier-ten en vitamina A), que la ha-cen un producto llamativo para el mercado internacional, especial-mente en los países europeos y de Norteamérica.

Sin embargo, en campo, los problemas fitosanitarios de natu-raleza fungosa (relacionada con hongos) se han acrecentado du-rante los últimos años en su culti-vo, al tiempo que se hace intensivo su comercio.

Con el objetivo de identificar cuáles son los hongos que afectan de manera significativa las siem-bras de zapallo, Jacqueline Qui-ñones Hernández, ingeniera agró-

noma de la UN en Palmira, con apoyo del profesor Sanín Ortiz Gri-sales, desarrolló durante dos años una investigación que le permitió reconocer diversas enfermedades fungosas y hallar el Nigrospora sp., un perjudicial hongo desconocido hasta ahora como causante de le-siones en las hojas del zapallo.

Las siete “plagas”

El estudio comenzó identifi-cando en campo los hongos aso-ciados a las enfermedades más fre-cuentes en lotes comerciales de za-pallo, ubicados en el corregimiento El Bolo (municipio de Palmira), en la Granja Mario González Aranda (propiedad de la UN) y en el corre-gimiento El Carmelo (municipio de Candelaria).

Allí se recolectaron alrededor de 800 muestras de lámina foliar (haz y envés de las hojas) de las plantas con los síntomas típicos de una enfermedad fungosa, como son decoloración y resequedad.

Los fragmentos fueron trans-portados en bolsas individuales debidamente identificadas hasta los laboratorios de microbiología y fitopatología de la UN para ade-lantar el proceso de aislamiento de microorganismos fungosos.

“Les realizamos cortes del teji-do foliar de aproximadamente 0,5 mm², tomados de la zona de transi-ción entre el tejido sano y enfermo. Los desinfectamos por inmersión en solución de hipoclorito de sodio y alcohol al 70% durante un minu-to”, explica Jacqueline Quiñones.

Después de identificar los mi-croorganismos, los científicos rea-lizaron pruebas de patogenicidad para examinar si eran agresivos con la planta de zapallo.

“Para inocular cada uno de los microorganismos aislados, se in-trodujeron en cuatro plantas me-diante una técnica denominada de punción, que consiste en realizar una herida en la lámina foliar de la planta con un alfiler para inyectar 1 ml de la suspensión fúngica en alta concentración”, señala la in-vestigadora.

Durante los análisis de labo-ratorio, los expertos encontraron en las tres zonas evaluadas sie-

te graves enfermedades, cuyos hongos, llamados también agen-tes causales, fueron identificados como: Alternaria sp., Curvularia sp., Fusarium sp., Micelia sterilia sp., Oidium sp., Penicillium sp. y Nigrospora sp., este último nuevo para el zapallo.

Potente acción

Con la identificación e inocu-lación de los siete hongos causan-tes de severas enfermedades en los cultivos de zapallo, se determi-naron también los síntomas que cada uno genera en los cultivos.

El hongo de mayor impac-to es el Fusarium sp., responsa-ble de una brusca marchitez en la planta que incluso puede cau-sarle la muerte, pues corta trans-versalmente sus haces vasculares. Igualmente ocurre en el cultivo ya establecido, pues a medida que va avanzando la enfermedad, la hoja presenta clorosis (palidez), marchitamiento y un secamiento lateral (ver imagen 1).

Asimismo, Alternaria, Curvu-laria, Micelia, Oidium y Penici-llium son potentes hongos que provocan la aparición de manchas amarillas y blancas hasta los teji-dos más profundos de las hojas, secándolas definitivamente.

“Estas enfermedades interfie-ren en el desarrollo y producción de los cultivos, que en la mayoría de casos presentan síntomas re-flejados en hojas, tallos y frutos”, asegura el profesor Sanín Ortiz, director de la investigación.

El nuevo hongo llamado Ni-grospora sp. ocasiona en las plan-tas lesiones cloróticas (cambios de color) y necróticas (muerte de células), que aumentan conside-rablemente de tamaño y se ex-tienden desde los márgenes de la hoja hacia el centro, invadiendo significativamente el tejido.

“Este hongo aún no está re-portado como patógeno para Cu-curbita moschata Duch, pero en el análisis se encontró presente en altos niveles bajo condiciones de campo y demostró tener graves incidencias en las muestras de pa-togenicidad”, agrega el docente de la UN (ver imagen 2).

Los investigadores señalan que el estudio sienta un prece-dente sobre las enfermedades del zapallo, y les abre el camino a los científicos del país para desarro-llar productos fungicidas y contro-ladores de plagas.

Científicos de la UN en Palmira descubrieron cua-tro hongos que causan siete enfermedades en este producto, de gran importancia en la región. Uno de los organismos no había sido reportado para la hortaliza.

Foto

s: A

rchi

vo U

nim

edio

s

Foto

s: C

orte

sía S

anín

Ort

iz

Imagen 1

Imagen 2

2210

de

julio

de

2011

146Ciencia

El control de las moléculas mueve el

mundo hoyCon la aparición del láser en 1916, gracias a los fundamentos de Albert Einstein, los científicos iniciaron el estudio de la aplicación de este dispositivo de luz controlada en la mani-pulación de moléculas. Aunque continúa su desarrollo, hoy se prevé que su uso pueda aplicarse en la creación de energías renovables, la detección de enfermedades como el cáncer y el aumento de las velocidades de transmisión de datos.

Alejandro Borráez,Unimedios

Si bien se piensa que el desa-rrollo de las ciencias físicas y quí-micas tiene como máxima la pro-ducción nuclear, la actualidad de estas áreas se enfoca en la inves-tigación de mecanismos que per-mitan su desarrollo en industrias como la farmacéutica, médica e informática, a partir de la creación de nuevos materiales y la manipu-lación molecular. Tales desarrollos ya son una realidad y sus posi-bles aplicaciones van en aumento, aseguraron científicos durante el curso Propiedades Electrónicas de Sistemas Complejos, realizado por la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos y la Universi-dad Nacional de Colombia, entre el 6 y el 17 de junio pasado.

En este evento, los 51 par-ticipantes, entre estudiantes de doctorado y reconocidos físicos y químicos de todo el mundo, dis-cutieron los principales avances en temas como la trasferencia de energía, el control molecular, el uso de láseres y la creación de energía, entre otros. “La idea es hacer una sinergia entre experi-mentación y teoría. Los científicos empíricos hacen sus pruebas de ensayo y error sobre nuevos mate-riales, mientras que los teóricos los caracterizan y formulan posibles predicciones”, asegura Alejandro Perdomo, estudiante de doctorado de la Universidad de Harvard.

El mayor avance científico

Hoy, el control molecular es considerado como el más gran-de desarrollo de la ciencia. Como concepto se ha incluido en la quí-mica, en la mecánica cuántica y en la física, y busca manipular la materia a nivel atómico molecu-lar. Para ello se utilizan los láseres, que por sus características (fre-cuencias y longitudes ajustables), facilitan un trabajo controlado. “Lo importante es comprender las propiedades naturales de los ma-teriales y crear mecanismos para que las partículas se modifiquen”, explica el doctor en Física Alejan-dro Fainstein, quien con su grupo de investigación ya inició la apli-cación del control molecular.

“Trabajamos en el diseño de reductores del riesgo que gene-ran pesticidas como el glifosato, a partir de capas de moléculas que funcionan como anticuerpos y capturan a otras que puedan re-sultar nocivas. El láser nos permite identificarlas y determinar si hay peligro”, comenta el físico.

La estrategia, que se desarrolla actualmente en el Centro Atómico de Bariloche (Argentina), podría aplicarse a otros campos en los que la detección y control mo-lecular son de vital importancia. “Por ejemplo, hay cánceres que se manifiestan primero por la apa-rición de moléculas destructivas en el cuerpo, así que se podrían detectar tempranamente e incluso tratarse antes de que se forme el tumor”, advierte el investigador.

Los nuevos materiales

La necesidad de crear nuevas formas de energía que reduzcan la producción de contaminantes y materiales o cadenas molecula-res complejas ha motivado entre los científicos la comprensión de procesos efectivos de captación de energía y luz. Uno de los ejemplos más eficientes es la fotosíntesis, con una efectividad del 99%. “Se

AFP

busca crear un material capaz de imitar la fotosíntesis, para que la luz entre en él y genere energía a partir de la excitación de los elec-trones”, dice Perdomo.

Al crear nuevos materiales es necesaria la comprensión de las moléculas y su comportamiento natural, según explica Fainstein: “Fabricar acero es mezclar algu-nos metales a ciertas temperatu-ras y esperar que naturalmente las moléculas se mezclen. Para hacer nuevos materiales se debe ordenar la unión de moléculas midiéndo-las con la luz del láser. Se toma un cristal con una capa muy delgada de oro, el cual tiene una absorción de luz en una frecuencia muy es-pecífica; cuando sobre este mine-ral se pega algo, la frecuencia se corre, entonces lo que hacemos es mirar esa variación para saber en qué momento las moléculas se van pegando. Si variamos las

frecuencias, podemos controlar el proceso”, señala.

Mientras los científicos buscan con esta manipulación molecular interesar a industrias como la far-macéutica, con el fin de financiar sus investigaciones, continúan analizando nuevas aplicaciones que puedan tener implicaciones tan importantes como el cambio del sistema binario, actualmente utilizado en las comunicaciones.

“Estamos haciendo algo pare-cido para crear sonido mono-tono, que hace que los sólidos vibren a altísimas frecuencias. Actualmen-te, las tecnologías que utilizan los láseres se miden en el orden de los gigahercios y no hay una perspec-tiva de ampliación. Con este dise-ño habría una manera de producir una frecuencia mil veces más alta, y eso, en principio, serviría para codificar información a una velo-cidad muy superior, cercana a los

terahercios”, sostiene el científico.Aunque en la práctica los pro-

cesos ya se están ejecutando, la evolución de estos procedimientos ha generado la necesidad de for-mular nuevas teorías que permitan comprender su funcionamiento.

“Los sistemas que estudiamos son muy pequeños: nanopartícu-las (aproximadamente una millo-nésima parte del grueso de un ca-bello), por lo que la descripción de estas reacciones se formulan con ecuaciones de mecánica cuántica. Ahora el reto es encontrar aproxi-maciones y trucos para simplificar dichas ecuaciones y lograr que los procesos se puedan describir con los ordenadores que existen en la actualidad”, agrega el químico teó-rico Alberto Castro. Se espera que con la experiencia de teóricos y prácticos, la aplicación de estos métodos pueda ejecutarse en el menor tiempo posible.

Con el control molecular a través de ondas de sonido se mejora la tecnología del láser, pasando de escalas micro a nanoscópicas.

23

10 d

e ju

lio d

e 20

1114

6

El patrimonio cultural del país se está desmoronando

Sustancias ácidas presentes en la lluvia, desechos y excre-mentos orgánicos, gas carbónico y alteraciones producidas directamente por el hombre, son algunas de las causas del acelerado deterioro del patrimonio cultural colombiano. No obstante, el desconocimiento de los elementos que confor-man dicho capital es la principal causa de su decadencia.

Alejandro Borráez,Unimedios

Los turistas que visitan el municipio de Aipe, en el norte del departamento del Huila, para apreciar los vestigios aborígenes conocidos como Piedra Pintada y Piedras del Callejón, conside-rados como una de las atraccio-nes culturales más importantes del país, están encontrando un panorama totalmente distinto: los petroglifos o símbolos graba-dos en roca, que corresponden en su mayoría al periodo neolí-tico, hoy se mezclan con restos de pintura utilizada para resaltar las formas rupestres, en un pro-ceso que pareciera contrario al de la conservación.

El problema, que afecta ta-llados en piedra con representa-ciones de narigueras o chagua-

les, anzuelos, cuentas de collar, colgantes y sonajeros, es visible en la mayoría de sitios de alto reconocimiento turístico en Co-lombia, dice el arqueólogo Ali Duran Öcal, investigador de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, y quien junto a expertos turcos y alemanes hizo recientemente un diagnóstico sobre la situación del patrimonio cultural en va-rias zonas del país. “Hay riesgo de que esta herencia se pierda, pues no existen estudios sobre su inventario y situación”, ase-guró.

Acción nociva del medioambiente

“Cuando fuimos por prime-ra vez, comprendimos por qué su nombre. Los petroglifos que

se observan abiertamente en el borde de la carretera no solo han sido modificados en su forma, sino que, de modo rudimenta-rio, se han resaltado sus graba-dos ¡con pintura roja!”, describe el investigador al explicar el es-tado de Piedra Pintada, donde 120 petroglifos distribuidos en 21 rocas presentan la formación de musgos y líquenes (hongos) en la superficie, descomposición de la roca por filtración de hu-medad e intervención humana como abrasiones y grafittis.

El diagnóstico fue elabora-do con el objetivo de estable-cer proyectos de protección y conservación del los petroglifos del municipio de Aipe, para que sigan siendo un activo cultural a escala municipal y regional, des-taca el profesor Carlos Sánchez, coinvestigador del proyecto.

“También estudiamos el In-fiernito, en el parque arqueoló-gico de Moniquirá (Boyacá), en donde existen monolitos (blo-ques de piedra) de 4 metros de altura, que se están deteriorando por los mismos factores, y no re-ciben ningún tratamiento”, dice el profesor Öcal. En ese lugar, la variabilidad térmica (entre -5 ºC y 30 ºC), durante los cambios es-tacionarios, y la alta pluviosidad anual (entre 700 y 1.000 mm) son los principales causantes del deterioro de las rocas.

“Encontramos una fina bio-costra construida por líquenes crustáceos que se centra en las superficies más porosas. Estas especies ejercen una acción me-cánica sobre las rocas, debido al cambio de volumen de sus hifas (filamentos estructurales del hongo) y a procesos de so-lubilización de la roca por la ac-ción de los ácidos orgánicos que allí se originan (ácido oxálico, cítrico y glucónico)”, destaca el arqueólogo.

La iglesia Santa Bárbara en Bogotá no es ajena al deterio-ro. Tras el análisis realizado en esta edificación construida en 1665, se encontró a través de un mapeo cromático (en el que se marcan por colores los niveles de daño de la estructura), que tanto la fachada como el inte-rior presentan altos niveles de desgaste, producto, entre otros aspectos, de la contaminación atmosférica generada en la capital.

“Los daños más relevantes se deben a la cantidad de ácido úrico en su base y techo (produ-cidos por los transeúntes y las aves), que han debilitado consi-derablemente las columnas, en las que se puede ver desmoro-namiento, pérdida de rigidez, fisuras en las vigas principales y coloración verde, negra y blan-ca, causadas por diferentes tipos de hongos”, enfatizó Öcal.

La importancia del patrimonio

En la XVII Convención de la Unesco (1972) se declaró que, para la protección del patrimo-nio cultural y natural, cada uno de los estados reconoce la obli-gación de identificar, proteger, conservar, rehabilitar y trans-mitir a las generaciones futu-ras el patrimonio situado en su territorio. Por tal motivo, el ar-queólogo de la UN concita a los habitantes y a las autoridades a trabajar conjuntamente en la rehabilitación de estos espacios: “Su importancia no termina en la creación de identidad, sino que se extiende a la posibilidad de convertirse en base del turis-mo patrimonial, con reconoci-miento internacional por la con-servación de piezas históricas”.

Por esto, explica la necesi-dad que hay en el país de enten-der la importancia del paisaje natural y cultural, determinado por las imágenes paisajísticas que lo componen. “Europa es un buen ejemplo. Han pasado cientos de años y las estructuras patrimoniales de países como Francia, Alemania o Grecia no han cambiado, por el contrario, son el motivo de la masiva vi-sita de turistas, que genera los principales recursos en sus ciu-dades. A la vez, hay orgullo y tranquilidad en sus habitantes, e incluso ello los hace más pro-ductivos”, finaliza el profesor de la Universidad Nacional.

Foto

s: A

rchi

vo p

artic

ular

Con la intención de mejorar la visibilidad, habitantes de la zona resaltan con pintura de color los petroglifos. El problema es que esta sustancia se filtra en los grabados y los deteriora.

La zona arqueológica de San Agustín (Huila) contiene piedras con grabados petroglíficos en peligro por la contaminación de insecticidas, fábricas, excrementos y quemas en la zona.

Ciencia

2410

de

julio

de

2011

146

Tipificación de los sistemas constructivos patrimoniales de “bahareque”en el Paisaje Cultural Cafetero de ColombiaAutor: José Fernando Muñoz RobledoEscuela de Arquitectura y UrbanismoUniversidad Nacional de Colombia en Manizales

Formación gerencial en valores. Conceptos y prácticasAutor: María del Pilar Rodríguez CórdobaDepartamento de Ingeniería IndustrialUniversidad Nacional de Colombia en Manizales

Datos de prueba y acceso a los medicamentosAutor: Grupo de Investigación Derecho y Desarrollo “Prometeo”Colección Gerardo Molina del Instituto de Investigación de la Facultad de Derecho,Ciencias Políticas y Sociales (Unijus)Universidad Nacional de Colombia

Pablo MorilloDocumentos de la reconquista de Colombia y Venezuela.Transcripciones del Fondo Documental Pablo MorilloUniversidad Nacional de ColombiaCentro Cultural y Educativo Español Reyes Católicos

El libro es el resultado de la investigación realizada de manera conjunta por el autor con la So-ciedad Colombiana de Ingeniería Sísmica y el Fondo para la Re-construcción Económica y Social del Eje Cafetero (Forec). Su im-portancia radica en que generó la modificación al reglamento de construcciones sismorresistentes para el bahareque encementado, mediante el Decreto 052 de 2002.

Su autor considera que, con este documento, se evidencia un escenario contextual sobre la cul-tura, tradición y patrimonio edi-

El oficio de gerencia requie-re firmes apoyos para identificar el espectro de posibilidades para elegir y actuar bien, lo cual im-plica una estrecha relación con la ética, en particular con los valores morales. Esta es una argumenta-ción clave para que la ética sea la base de la formación del talento humano para la gerencia, a partir del reconocimiento de las relacio-nes necesarias para la compren-sión del mundo social y natural, y para el acceso al conocimiento gerencial como un tema-problema que atañe a nuestra condición hu-

Este trabajo investigativo devela una nueva forma de protección de la información sobre los medicamentos, mediante la concesión de exclusividad por un tiempo determinado a los Da-tos de Prueba.

El tema, a pesar de que en Co-lombia está regulado en forma expresa por el Decreto 2085 de 2002 y había si-do contemplado en la Decisión 486 del 2000, en concordancia con los Acuer-dos de Propiedad Intelectual relacio-nados con el Comercio (Adpic), no ha sido objeto de mayor estudio por parte de los especialistas, afirman los

Como parte de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, el texto presenta una com-pilación de fuentes documentales que narran las experiencias del General en Jefe del Ejército Expedicionario Pablo Morillo, en la Nueva Granada y la Capi-tanía de Venezuela, entre 1815 y 1820.

Muestra una selección de docu-

licio representado en los sistemas constructivos de bahareque regio-nales, los cuales caracterizan la ar-quitectura patrimonial del hoy de-nominado “Paisaje Cultural Cafetero de Colombia”, en el marco de su evolución tecnológica.

Se presenta como documento técnico de soporte que detalla la tipificación de dichos sistemas cons-tructivos, con el objeto de que, a partir de ser descifrados como pro-ceso constructivo, especificaciones técnicas con detalles en escala y, de-finidas sus patologías constructivas básicas, pueda complementarse con

mana, profesional y ciudadana. Por tanto, la formación en valores se concibe con la intención de que el gerente se aproxime a su quehacer de manera crítica y propositiva, con un enfoque que le permita acercarse a los conocimientos e implicacio-nes que configuran su profesión y genere hábitos que evidencien sus responsabilidades e impactos en un país como Colombia. Propende, en-tonces, por un profesional creador de soluciones a los problemas que plantea nuestro medio, ya que las exigencias esenciales de la ética ge-rencial no solo sirven para satisfacer

investigadores del grupo Prometeo, liderados por el profesor Martín Uri-be Arbeláez. Argumentan que, si bien hubo gran controversia con motivo de la expedición de dicho decreto, que se agudizó con el TLC Colombia-USA en el que se planteó la extensión de 5 a 10 años de las patentes en su periodo de protección, en los textos de propiedad industrial esto no ha sido objeto de análisis.

En su consideración, resulta in-creíble que este aspecto de los me-dicamentos –de tanta trascendencia para la salud pública, pues impide

mentos del General, sus solicitudes a las autoridades de la metrópoli y la comunicación con sus subalternos en los diferentes escenarios de la campaña americana. La totalidad de los escritos se encuentran en el Archivo de la Real Academia de Historia de España, que autorizó su transcripción y publicación.

Este fondo documental digitaliza-

estudios de afectaciones generaliza-das de sus componentes, materiales, análisis y comportamientos estruc-turales.

El fin es inducir a una cultura coherente de conservación e inter-vención de un patrimonio arquitec-tónico y tecnológico, cuya particula-ridad bien representa universalmen-te esta región cultural del país.

Las tipologías constructivas del bahareque que presenta el libro re-presentan una tipificación básica y general de estos sistemas construc-tivos, de gran presencia en la Región Andina y cafetera colombiana.

los objetivos de una organización, sino también para tener personas conscientes de sus responsabilida-des y de las consecuencias de sus decisiones. Con ello se excluirá la idea de una ética que trata temas interesantes, pero que no tiene valor formativo y práctico.

El libro se divide en dos par-tes: la primera contiene una base conceptual sobre ética, ética geren-cial, valores y formación. La segunda proporciona herramientas prácticas para la formación gerencial en valo-res, por medio de talleres diseñados a partir de pedagogías activas.

la presencia de competidores en el mercado– no haya sido abordado con la profundidad que se merece por parte de la literatura jurídica nacional, y apenas se hubiera cons-tituido en una polémica de carácter político.

Este texto pretende llenar dicho vacío, y evidencia el interés econó-mico que hay en juego con la exclu-sividad de los medicamentos, ya que saca del mercado la competencia de los genéricos y determina precios monopólicos en detrimento del de-recho fundamental de la salud.

do podrá ser consultado en Colombia por medio de la Universidad Nacional y el Centro Cultural y Educativo Espa-ñol Reyes Católicos, entre otras pres-tigiosas instituciones del país. Con la llegada de la colección Pablo Morillo a Colombia se enriquecerán notable-mente las investigaciones para ahon-dar en el análisis de este periodo.

Reseñas