Un Pueblo en La Memoria

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UN PUEBLO EN LA MEMORIA. TRANSITANDO POR LOS RECUERDOS DE SANTIAGO DE LUCANAMARCA- AYACUCHO El olvido está tan lleno de memoria que a veces no caben las remembranzas y hay que tirar rencores por la borda en el fondo el olvido es un gran simulacro nadie sabe ni puede /aunque quiera/ olvidar un gran simulacro repleto de fantasmas esos romeros que peregrinan por el olvido como si fuese el camino de santiago. Mario Benedetti, El olvido está lleno de memoria. Cuando las sociedades desean recordar algún suceso escogen aquellas que dejaron huellas, “marcas” en el colectivo social. Esas que se convirtieron en emblemáticas. En hechos simbólicos. Acontecimientos que nos permiten volver a mirar el pasado desde el recuerdo, la memoria de sus protagonistas, leer sus historias y sus interpretaciones de lo ocurrido. Manero y Soto (2005: 173) siguiendo la línea de Augé mencionan que “el pasado, entendido no como algo terminado sino como un proceso en continua construcción, es un elemento que dota de sentido a la realidad social y participa de los modos en que los sujetos significan y dan sentido al mundo que les rodea”. En efecto, los testimonios que permitieron reconstruir lo que sucedió el 3 de abril de 1983, fueron recogidos recién el 2002 a raíz de las investigaciones que llevaba a cabo la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Es decir, se basaron en los recuerdos del pasado en tanto seguían constituyendo parte de la realidad actual. Ulfe (2013:56) menciona que “el testimonio es la representación oral de la experiencia que puede ser individual o representar un “yo”

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El 3 de Abril hace 32 años, una columna senderista entró a un pueblo en las alturas de Ayacucho y asesinó a 69 personas. Este hecho quedó grabado en la memoria de toda la comunidad y del colectivo social que hoy lo recuerda como la masacre de Lucanamarca.Zona 3: Pachacamac Cieneguilla La Molina

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UN PUEBLO EN LA MEMORIA.TRANSITANDO POR LOS RECUERDOS DE SANTIAGO DE LUCANAMARCA- AYACUCHO

El olvido est tan lleno de memoriaque a veces no caben las remembranzasy hay que tirar rencores por la bordaen el fondo el olvido es un gran simulacronadie sabe ni puede /aunque quiera/ olvidarun gran simulacro repleto de fantasmasesos romeros que peregrinan por el olvidocomo si fuese el camino de santiago.

Mario Benedetti, El olvido est lleno de memoria.

Cuando las sociedades desean recordar algn suceso escogen aquellas que dejaron huellas, marcas en el colectivo social. Esas que se convirtieron en emblemticas. En hechos simblicos. Acontecimientos que nos permiten volver a mirar el pasado desde el recuerdo, la memoria de sus protagonistas, leer sus historias y sus interpretaciones de lo ocurrido.

Manero y Soto (2005: 173) siguiendo la lnea de Aug mencionan que el pasado, entendido no como algo terminado sino como un proceso en continua construccin, es un elemento que dota de sentido a la realidad social y participa de los modos en que los sujetos significan y dan sentido al mundo que les rodea. En efecto, los testimonios que permitieron reconstruir lo que sucedi el 3 de abril de 1983, fueron recogidos recin el 2002 a raz de las investigaciones que llevaba a cabo la Comisin de la Verdad y Reconciliacin (CVR). Es decir, se basaron en los recuerdos del pasado en tanto seguan constituyendo parte de la realidad actual.

Ulfe (2013:56) menciona que el testimonio es la representacin oral de la experiencia que puede ser individual o representar un yo plural, colectivo. En el caso de Lucanamarca podramos hablar- siguiendo a Halbwachs (1991 citado en Manero y Soto 2005: 182)- de una memoria colectica [] que agrupa a las memorias individuales, pero no se confunde con ellas. sta (la memoria colectiva) evoluciona siguiendo sus leyes, y si ciertos recuerdos individuales penetran tambin algunas veces en ella, estos cambian de figura a partir de que son emplazados en un conjunto que no es ya una conciencia personal. Como se ver ms adelante, los testimonios individuales, en algunos casos muestran diferentes discursos elaborados ya no desde los individuos sino desde la colectividad. En algunos casos expresan negociaciones acerca de qu decir sobre algunos hechos. A travs de los testimonios tambin podemos ver cmo l@s sobrevivientes se reconocen como vctimas, pero ante todo, como sujetos activos que elaboran sus propios discursos y que buscan ser visibilizados ante la historia y el Estado.

Cansados ya de su voz se dejan morir en un rincnmendigando compasin,ya no caminan ahora ya no,ya no queda qu decir y el silencio tuvo que admitir que no quedo nada ms ni los recuerdos para olvidar.

ViviendoDanitse Palomino

La CVR define como masacre el asesinato colectivo mltiple cometido con gran crueldad contra personas en estado de indefensin en forma concurrente con otras modalidades de violaciones de los derechos humanos como torturas, mutilaciones u otras que se encuentren en las mismas circunstancias de tiempo y lugar (CVR Tomo V 2003: 26). Masacre es, tal vez, el concepto ms cercano para describir los sucesos ocurridos el fatdico 3 de abril de 1983 en Santiago de Lucanamarca, un distrito que pertenece a la provincia de Huancasancos, en la regin Ayacucho. Est conformado por los anexos de San Jos de Huarcaya, San Antonio de Julo, Santa Rosa de Ccocha, La Merced de To, Asuncin de Erpa y San Martn de Tiopampa a una altitud de 3.400 msnm.

Las razones del por qu el Partido Comunista del Per - Sendero Luminoso (PCP-SL) se asienta en Lucanamarca pudo deberse a que la comunidad se sita en la cima de un cerro y si uno se sita en la cima tiene una visin controladora de toda la zona (Sarmiento 1998:55 citado en Ulfe 2013: 33). A esto hay que aadir que SL para legitimar su discurso y conquistar el apoyo de las comunidades bajas del ro Pampas aprovech las diferencias socioeconmicas existentes entre estas comunidades y la zona altoandina de Huancasancos (Aroni 2006:272). Debido a su geografa, en las alturas de Lucanamarca se desarrollaba la ganadera, lo que propici el desarrollo de una lite ganadera que mantena relaciones de servidumbre con l@s pobladores/as de las partes bajas del ro Pampas que eran vistas como pobres.

El ingreso del PCP-SL se realiz de manera paulatina en los aos setenta, primero en Huancasancos en el colegio Los Andes a donde asistan l@s hij@s de la lite de Lucanamarca. Este colegio se convirti en un centro de adoctrinamiento donde profesores de la zona egresados de la UNSCH y que pertenecan al Comit Zonal Central del PCP-SL dictaban clases (cfr. CVR, tomo VII 2003). A inicios de los aos ochenta, la ideologa senderista comienza a calar en algn@s jvenes de Lucanamarca aprovechando los conflictos intracomunales y las diferencias econmicas. Por ello el discurso senderista tiene mayor llegada entre quienes posean menor cantidad de tierras y ganados (Ulfe 2013:34).

El PCP-SL hace oficialmente su entrada en Lucanamarca en 1982[footnoteRef:1] procedentes de Huancasancos y nombran a los hermanos Olegario camarada scar, Nicanor y Gilber Curitumay (todos comuneros de Lucanamarca) como mandos senderistas locales. Al principio algn@s pobladore/as apoyan las acciones del PCP-SL. Sin embargo a medida que su presencia desembocada en abusos contra la poblacin, est@s comienzan a organizarse para hacerles frente, siguiendo el ejemplo del levantamiento en contra del PCP-SL en Sacsamarca. [1: La reconstruccin de los hechos es tomada del Informe final de la Comisin de la Verdad, Tomo V y VII: 2003 y de las entrevistas realizadas por Ulfe (2013).]

El 24 de febrero de 1983 una patrulla del ejrcito incursiona de manera sorpresiva en Lucanamarca. Los senderistas presentes en la localidad se repliegan. Hubo un enfrentamiento y muere un importante mando senderista, el camarada Nelson. Una vez controlada la situacin, el Ejrcito nombra nuevas autoridades en la zona y exhorta a la poblacin a rebelarse contra el PCP-SL, tomar preso al (c) Oscar, importante lder local del PCP-SL de la zona y entregarlo al Ejrcito o, en todo caso, matarlo. De lo contrario, el Ejrcito arrasara con la poblacin. Frente a esta disyuntiva, la poblacin decide enfrentarse a Sendero Luminoso.

El 22 de marzo un grupo de comuneros detiene a Olegario Curitumay (c) scar y lo conducen a la plaza para decidir su suerte. En este punto hay dos versiones sobre cmo es presado y ejecutado. Algun@s mencionan que fue la poblacin la que decidi condenarlo y otra, que fueron los propios colaboradores de scar quienes lo matan. scar muere debido a los golpes que recibe de la poblacin enardecida, que arremete con palos y tiraran de sus cabellos hasta dejarlo inconsciente. Luego pusieron su cuerpo sobre una ruma de ichu, le echaron kerosene y le prendieron fuego. Todos estos sucesos ocurren frente a su familia, quienes deciden no actuar por el temor a correr la misma suerte.

Entre lo ocurrido el 22 de marzo y el 3 de abril hay versiones encontradas. La CVR (2003), recoge la versin de l@s pobladores/as que mencionan que los padres y herman@s de Olegario Curitumay (c) scar, se habran retirado hacia la zona de Vilcanchos (distrito de la provincia de Vctor Fajardo) para, juntamente con la base subversiva de estos lugares, organizar la respuesta. Mientras una versin refiere que fueron los padres de scar quienes fueron a Vilcanchos (buscando a su hijo Wilber (c) Curacha presuntamente integrante de SL) a dar cuenta de lo que sucedi a la base subversiva y planificar la respuesta, otra versin refiere que habran sido sus herman@s los que planificaron la accin con la base de Vilcanchos (Tomo V: 64).

Sin embargo, Ulfe (2013) recoge la versin de la hermana poltica de Olegario, la seora Envenciana Huancahuari y de Honorio Curitumay quien seala que fueron nueve senderistas muertos en diferentes momentos, seis muertes ocurridas los das previos a la de su hermano y tres en los das posteriores. Estos muertos no aparecen ms en la historia que narra la comunidad. La culpa del ingreso de Sendero a Lucanamarca se centra en Olegario y su familia (p. 69). As mismo Honorio refiere que su cuada (esposa de su hermano Baldomero), le comunica que despus de la muerte de Olegario, acusan a su padre (Zenn Curitumay, que segn versin de su familia solo fue a su chacra) de planificar la masacre con la base senderista de Vilcanchos (p. 60).

A pesar de las contradicciones, todos coinciden que la muerte del (c) scar fue el motivo principal de la arremetida contra ell@s por parte del PCP-SL. Pero tambin hay que sealar que las muertes de altos mandos senderista en otros pueblos como Sacsamarca y Huancasancos, a quienes los senderistas consideraban como zonas liberadas, precipit la decisin de atacar a la comunidad.

Frente al uso de mesnadas y la accin militar reaccionaria respondimos contundentemente con una accin: Lucanamarca, ni ellos ni nosotros la olvidamos, claro, porque ah vieron una respuesta que no se imaginaron [...] ah lo principal fue hacerles entender que ramos un hueso duro de roer, y que estbamos dispuestos a todo, a todo [...]

Abimael Guzmn, entrevista hecha por El Diario, 1988.

El domingo 3 de abril de 1983[footnoteRef:2] una columna senderista de aproximadamente sesenta personas al mando de Hildebrando Prez Huaranca (c) Horacio, integrada por algunos miembros de la propia comunidad de Lucanamarca y otros, en su mayora, venidos de afuera, entran al distrito con el propsito de aniquilar a su poblacin, con carcter de sancin ejemplar por haberse rebelado contra el PCP-SL y haber colaborado con las FF.AA. Todos estaban armados con hachas, machetes, cuchillos y armas de fuego e iniciaron sus acciones alrededor de las 8 am en la zona de Yanacollpa, detiene a 29 personas entre hombres, mujeres y ni@s, l@s conducen a la casa del comunero Antonio Quincho y los atacan brutalmente con hachas, machetes y armas de fuego. Por ltimo, los subversivos rociaron agua hirviendo sobre sus cuerpos y aseguraron la puerta de la vivienda con un candado. Dos das despus descubren los cuerpos y encuentran el escalofriante escenario: [2: Los hechos que se narran a continuacin son tomados del Tomo VII del Informe Final de la CVR (2003: 39-42). Los testimonios sern transcritos tal y como aparecen en el Informe y se citar el nmero del expediente.]

[...] con las manos y los pies amarrados, hasta las trenzas salidas de las seoritas, a quienes los haban cortado con hacha, cuchillo, pico, incluso les haban echado agua caliente... encontraron a los nios quemados sus manitos, caritas, [...] a los nios recin nacidos les haban sacado las tripas y pisado sus cabezas hasta que salgan sus sesos. [footnoteRef:3] [3: CVR. Testimonio 203159. Provincia Huancasancos, distrito Santiago de Lucanamarca, 18 de julio de 2002]

El seor Alberto Quincho junto otros familiares sacan los cuerpos y los entierran en una pampa cercana. Despus de estos hechos, los senderistas se dirigen al paraje de Ataccara, capturan a Nstor Garayar Quispe, quien se encontraba en las pampas cercanas pastando su ganado y junto a su esposa e hijo los asesinan con golpes de hacha.Luego se dirigen hasta el paraje de Llacchua, donde asesinaron a ocho personas. El seor Rolando Misaico Evanan relata que el ataque se produjo cuando se encontraba con su hermana en el ro lavando ropa. Cuando retorn a su domicilio, encontr muerto a su hermano, Fausto, y a su madre, Felcitas, quien haba recibido un hachazo y agonizaba tendida en el suelo[footnoteRef:4]. [4: CVR. Testimonio 201153. Provincia Huancasancos, distrito Santiago de Lucanamarca, 16 de marzo de 2002.]

Unos de los pobladores, Elas Tacas que vena de Ataccara, se dirige al mediadoda a la zona donde pobladores de Lucanamarca estaban en una faena comunal, para informarles sobre la presencia de los senderistas. Ante esta situacin, los comuneros formaron un grupo de 13 varones, en su mayora jvenes, a quienes enviaron con direccin a las zonas altas con la finalidad de indagar sobre lo que estaba ocurriendo, mas no a enfrentarse con los subversivos. El grupo restante de comuneros regres al pueblo.La columna senderistas los embosca cerca de Muylacruz y los obligan a tenderse en el piso para despus dar muerte a diez de ellos. Los hermanos Cirilo y Baldomero Curitumay y Fidencio Quichua lograron escapar ilesos en circunstancias no esclarecidas. Algunos testigos atribuyen este hecho a que Cirilo y Baldomero Curitumay eran parientes de Glber Curitumay, hermano de los mandos locales Olegario y Nicanor Curitumay, asesinados el 22 de marzo, quien habra integrado la columna senderista.Finalmente alrededor de las 4 pm, los senderistas entran al pueblo de Lucanamarca. Algun@s comuner@s se percataron que eran los subversivos e intentaron escapar hacia zonas altas, pero fueron atacad@s por los senderistas que portaban armas de fuego. Despus de ingresar al pueblo, los subversivos se dividieron en varios grupos, algunos de los cuales habran permanecido en las afueras como vigas, mientras que otros habran ido a buscar a determinadas personas directamente a sus domicilios - algunos testimonios hacen referencia a la presunta existencia de una lista en poder de los sediciosos- . Los senderistas, con apoyo de vecin@s de Lucanamarca - Ulfe (2013) recoge la versin donde se afirma que algunos subversivos llegaron das antes para ultimar los detalles de la masacre y que ese da se hicieron pasar por comuneros- , invocaban a la poblacin a no huir.L@s pobladores/as que no lograron huir fueron conducidos por aproximadamente treinta subversivos hasta la plaza de Lucanamarca. En este lugar los senderistas separaron a los varones adultos de las mujeres y l@s ni@s. Los varones fueron obligados a tenderse en el piso frente a la iglesia, mientras que las dems personas permanecieron en una esquina cerca del antiguo local municipal. De acuerdo a los testimonios de l@s sobrevivientes, los varones adultos fueron asesinados con hachas, machetes, piedras y armas de fuego. El sobreviviente Marcelino Casavilca relata que:[...] ah realmente nos hace agachar, diciendo: ustedes pobres miserables queran escapar diciendo, ahora tienen que recibir castigo ac, nos han hecho manos amarrados en el cuello ah. Cuando estuve echado, me manda con una bala, con eso me he quedado desmayado, y ac toda esta parte del brazo est roto, en el cuello con cuchillo despus me han matado, ya muerto he quedado, no me daba cuenta ya [...][footnoteRef:5]. [5: COMISEDH: Testimonio brindado en Lucanamarca el 18 de julio de 2002.]

Cuando los subversivos pretendan continuar con la masacre, el nio Epifanio Quispe Tacas, alerta con gritos de la llegada del ejrcito. Al escucharlos los senderistas se retiran no sin antes saquear y quemar el local municipal, la oficina de correos, as como algunas viviendas y tiendas. Al retirarse los senderistas, las mujeres corrieron hasta el lugar donde yacan los cuerpos de sus familiares para auxiliarlos. Sin embargo, vieron un panorama aterrador; la mayora de sobrevivientes no saba qu hacer; varias personas an con vida agonizaban ante la mirada impotente de sus familiares, algunas fueron atendidas tan slo con agua y pastillas para el dolor, mientras que otras sencillamente moran. El seor Marcelino Casavilca declara que cuando se levant vio a todos a su alrededor muertos:[...] hasta sus sesos estaban pegados en las paredes, toda la sangre haba chorreado, sus narices partidas, las cabezas partidas [...][footnoteRef:6] [6: CVR. Testimonio 203163. Provincia Huancasancos, distrito Santiago de Lucanamarca, 18 de julio de 2002.]

De la misma forma, la seora Envenciana Huancahuari relata que al reincorporarse, fue a buscar a su esposo Gliserio Rojas:[...] cuando me acerqu, estaba convulsionando, an con vida, tena la boca partida por el hacha, parte de la masa enceflica estaba fuera del crneo, porque su cabeza estaba partida en cuatro [...] algunos rganos del pecho haban sido retenidos en la ropa, cuando quise levantarlo de un brazo, ya no lo tena, estaba separado del cuerpo.[footnoteRef:7] [7: CVR. Testimonio 200492. Provincia Huancasancos, distrito Santiago de Lucanamarca, 26 de marzo de 2002.]

Al terminar el da, 69 personas, varones, mujeres y ni@s haban muerto a manos de los senderistas. Das despus se arm un operativo para capturar a los culpables y entre los detenidos estaban Ral Allccahuamn y Flix Quichua, hijos de pobladores/as de Lucanamarca, que confesaron haber participado en la masacre. Los policas se los llevaron y presuntamente los trasladaron con destino a la base militar de Totos. Nunca ms se supo de ellos.Aos despus, en una entrevista para El Diario Abimael Guzmn Reinoso reconoce que la masacre en Lucanamarca fue una orden directa de la Direccin Central:Frente al uso de mesnadas y la accin militar reaccionaria respondimos contundentemente con una accin: Lucanamarca, ni ellos ni nosotros la olvidamos, claro, porque ah vieron una respuesta que no se imaginaron, ah fueron aniquilados ms de ochenta, eso es lo real; y lo decimos, ah hubo exceso, como se analizara en el ao 83, pero toda cosa en la vida tiene dos aspectos: nuestro problema era un golpe contundente para sofrenarlos, para hacerles comprender que la cosa no era tan fcil; en algunas ocasiones, como en sa, fue la propia Direccin Central la que planific la accin y dispuso las cosas, as ha sido... [...] ah lo principal fue hacerles entender que ramos un hueso duro de roer, y que estbamos dispuestos a todo, a todo [...][footnoteRef:8] [8: Presidente Gonzalo rompe el silencio. Entrevista en la clandestinidad. El Diario, Lima, 1988, pp. 40-41.]

Tambin los principales lderes senderistas actualmente detenidos, como Elena Iparraguirre, Osmn Morote y Martha Huatay han admitido la responsabilidad del PCP-SL por estos hechos, aunque para ellos todo de trato de excesos. Como parte de las investigaciones de la CVR, se realiza las exhumaciones en noviembre del 2002 en ocho sitios y en cinco cementerios. Los resultados de los anlisis forenses concluye entre otras cosas que; dieciocho de las vctimas fueron nios entre los seis meses y los diez aos de edad, mientras que ocho fueron adultos mayores entre los cincuenta y setenta aos de edad y 11 mujeres - algunas de ellas en estado de gestacin - entre los 13 y los 49 aos de edad, a partir de lo cual puede afirmarse que ms de la mitad de las vctimas asesinadas eran personas que no posean capacidad plena para defenderse y, por tanto, no representaban peligro para la vida o integridad de los perpetradores (CVR Tomo VII 2003:42).Las conclusiones de la CVR sobre el caso Lucanamarca se centraron en los testimonios relatados anteriormente. Sin embargo poco se sabe de lo que ocurri al da siguiente. Mara Ulfe recoge el testimonio de una sobreviviente que nos permite conocer cul fue la reaccin inmediata de los pobladores antes de la llegada del ejrcito.Envenciana Huancahuari, era hija adoptiva de Mara Allauca y Zenn Curitumay y por lo tanto hermana poltica de los hermanos Curitumay, militantes de Sendero Luminoso, que murieron el 22 de marzo, a manos de los pobladores de Lucanamarca. Ella relata que al da siguiente de la masacre, tomaron prisioneros a sus padres y en una asamblea comunal deciden matarlos (cfr. Ulfe 2013): ese da domingo fue la masacre y el da lunes a mis padres lo haban matado la gente del pueblo, despus de hacer una asamblea, solo al da siguiente fue haciendo asamblea que lo mataron a mis padres. A mi mam la haban ahorcado a la pata de la banca del Consejo dentro del Consejo, y mi padre haba demorado porque habr demorado cuando lo llamaron. Uno por uno los haba ahorcado llevndolos y a mi madre le haba visto que haba sido ahorcada y que todava intentaba salvarse, y viendo eso haba corrido mi padre a pedir auxilio. En eso alguien lo haba adelantado, lo haba golpeado con hacha, ese que lo golpe es Tefilo X, que en la actualidad est vivo, me dicen que est en Ica, los dos han escapado despus de hacer eso y Timoteo Y lo haba agarrado del brazo ese Timoteo vive en el mismo pueblo, ese es todava profesor, en eso dice que la poblacin que estaba en la asamblea se haba escapado con admiracin. Ah dice que mi padre estuvo tirado en la puerta de Consejo chorreando sangre. (Envenciana Huancahuari, Centro de Informacin de la Defensora del Pueblo, testimonio ante la CVR, 2002, tomado de Ulfe (2013:70)

Como consecuencia de estos hechos ella decide irse de Lucanamarca debido a que tambin reciba muchas amenazas. Como ya se describi lneas arriba, la familia Curitumay fue estigmatizada y discriminada. Sobre ell@s recay la culpa de la reaccin del PCP-SL contra el pueblo. Pero tambin hay otros casos similares a Envenciana en Lucanamarca, posiblemente de familiares de los otros jvenes subversivos que participaron en la masacre. Estas historias no se conocen y parecen que estuvieran condenadas al olvido.

La ignorancia y la amnesia son el fin de toda civilizacin, ya que sin educacin no hay arte y sin memoria no hay justicia.

Jordi Savall, 2014.

Y as Lucanamarca se convirti en un caso emblemtico. En un smbolo de resistencia, aunque para el Estado Lucanamarca emerge como lugar y poblacin en el momento de la masacre ocurrido el 3 de abril de 1983 (Ulfe 2003: 15). La incursin del PCP-SL provoc trastornos irreparables en el tejido social de la comunidad. En la masacre se perdi a una generacin de jvenes que seran en la actualidad l@s lderes del pueblo. Se trunc procesos de desarrollo y lo que dej en su lugar fue desconfianza, temor y resentimientos que an afloran en l@s comuner@s. El 3 de abril qued marcado en la conciencia social como una cicatriz que an hoy, 32 aos despus de lo ocurrido, nos sigue recordando hasta qu punto se puede llegar en la vorgine de la violencia. Por el caso Lucanamarca, la cpula central del PCP-SL fue condenada a cadena perpetua. Como parte de las acciones del Estado en materia de Reparaciones sociales y simblicas, el 10 de enero del 2003 se realiz la entrega de los cuerpos de las vctimas a sus familiares y el 3 de abril de ese mismo ao se llev a cabo el entierro en el cementerio de Santiago de Lucanamarca. Tambin se dispuso la construccin de un monumento en honor a los fallecidos durante el periodo del conflicto armado interno, que inclua los nombres de los senderistas muertos (Fig. 1). El director de cine Hctor Glvez realiz un documental sobre el caso y lo proyect en la comunidad. Cuentan que al termin de la proyeccin una seora se acerc al hermano de uno de los senderistas y le pidi disculpas por todo lo que la comunidad haba hecho contra l y su familia[footnoteRef:9]. Es difcil creer que despus de tanto dolor exista un nimo, aunque sea mnimo, de considerar como vctimas a todos los que murieron antes y despus del 3 de abril. [9: Para mayor informacin vase Ulfe (2013).]

Es difcil, porque Lucanamarca no fue solo el 3 de abril. No solo fue el pueblo heroico que se revel ante Sendero Luminoso, es tambin el pueblo donde murieron los padres de Envenciana, vctimas inocentes de la violencia y donde ella y su familia padecieron los estigmas de sus propios vecinos, dolidos por la masacre de sus familias. Madres viudas, ni@s hurfan@s, padres sin hij@s, niet@s sin abuel@s, ancian@s sin familia, fue el resultado de una decisin tomada a miles de kilmetros por personas que nunca sufrieron el conflicto y que solo se limitaron a observarla, como quien mira una escena lejana. Ell@s exacerbaron los problemas internos comunales para enfrentar a la misma poblacin, por ello algunos miembros de la misma comunidad fueron partcipes de la masacre. Alguna vez le un documento - que me es difcil citar- y que deca no existe la clase, el pueblo ni los pobres en abstracto. Existen los pueblos, las clases y los pobres en concreto, moldeados por su historia y su cultura, con sus potencialidades y limitaciones. Ni idealizables ni vituperables. Y esas gentes de carne y hueso tienen que hacer y vivir su propia historia y no hacerlo otros en su nombre.

Ay, la vida!Se me est yendo como se fue mi suerte,poquito a poco, pero eso no me har llorar;a m, jams, me acobard la muerte.

El olvidoAutor: Hugo Almanza.

Fig. 1: Monumento en memoria de las vctimas del conflicto armado interno, ubicado en la plaza de Lucanamarca. Fuente: Ulfe (2013:40).

BibliografaARONI, Renzo Salvador2006 Aprendimos a vivir con los senderistas y militares: violencia poltica y respuesta campesina en Huamanquiquia, 1980-1993. En: Investigaciones Sociales, Ao X, N 17. Lima: UNMSM/IIHS, pp. 261-284

COMISIN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIN2003 Informe final. Tomo V: Cap. 2: Historias representativas de la violencia. Tomo VII: Cap. 2: Los casos investigados por la CVR. Lima.

MANERO, Roberto y SOTO, Maricela2005 Memoria colectiva y procesos sociales. En: Enseanza e investigacin en psicologa, Vol. 10, N 1. Mxico: Consejo Nacional para la enseanza en Investigacin en psicologa, pp. 171-189. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/292/29210112.pdf .

ULFE, Mara Eugenia2013 Y despus de la violencia que queda? vctimas, ciudadanos y reparaciones en el contexto post-CVR en el Per, 1ra ed. Buenos Aires: CLACSO.