Una Iglesia de este a oeste: Amando a Jesús, Sirviendo a ...

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Volumen IV, Numero 3 Una Iglesia de este a oeste: Amando a Jesús, Sirviendo a Jesús y Compartiendo a Jesús Abril 2015 Continuacion página / 5 El segundo año de su pontificado, Papa Francisco continua el camino comenzado de los primeros momentos DOS AÑOS EN PAPADO—Si sería su "preferencia del palacio papal para un humilde apartamento" o seleccionando "a manejar en un Ford Focus," según Ashley McGuire, Papa Francisco ha presentado "un patrón a seguir y al mismo tiempo misericordiosamente nos llega donde estamos, a un nivel que podemos comprender, tome a pecho y convertir en acción en traer a Cristo a nuestro mundo.” (Photo by Daniel Ibáñez/CNA) Roma E n una nueva entrevista di- fundida hoy, con la peri- odista Valentina Alazraki de la cadena mexicana Televisa, el Papa Francisco reflexionó sobre sus dos primeros años como Obispo de Roma, que se cumplen hoy y explicó cómo se sintió durante su elección. Papa Francisco, ante todo, un millón de gracias, aunque llevo muchos años aquí, es la primera vez que me siento frente a un Papa para hacer una entrevista formal. ¡Qué miedo! Tengo mucho miedo. A Juan Pablo II me le escondía detrás de las plantas, me colaba por aquí, por allá, pero nunca hubo una, una digamos entrevista así, senta- dos, formal. Entonces, la verdad, sí me siento muy emocionada, pero sobre todo muy, muy, agradecida. Y lo primero que le voy a pregun- tar es lo que todos los mexicanos o muchos, o la gran mayoría de los mexicanos se pregun- tan: sabiendo Usted que, como México no hay dos, ¿cómo es posible que Usted no nos visite este año? Había mucha esperanza de que Usted viniera en septiembre. . … Yo pensaba hacerlo, porque quería entrar en los Estados Unidos por la frontera mexicana. Pero, si yo iba a Ciudad Juárez, por ejemplo, y entraba desde ahí, o a Morelia, y entraba desde ahí, se iba a armar un poco de barullo: ¡Cómo va ahí y no viene a ver a la Señora, a la Madre! Además, no se puede visitar México de a pedacitos. México requiere una semana. O sea que yo prometo un viaje a México como se lo merece y no a la apurada y de paso. Por eso decidí no entrar por México. Papa Francisco, Usted ha elegido esta sala donde aparte sé que tienen reuniones muy impor- tantes, aquí deciden el futuro de su Iglesia, de la Iglesia. Y bajo la supervisión de la Morenita. ¿Qué representa para Usted la Virgen de Guadalupe? Bueno ahí tocó un tema que me llega mucho, no. ¿Cómo se define el momento histórico de México, cu- ando Ella visita México, y la herencia que deja, no? Dos veces en el campo Mompúa le dice a san Juan Diego Madre. Yo soy la Madre de Dios por quien se vive. Y después cuando él ahí, está un poco temeroso: ¿De qué tenés miedo? ¿No estoy acá yo que soy tu Madre? O sea es Madre. Después nosotros, le decimos Reina, Reinecita, él mismo le decía eso, Juan Diego, Emperatriz de América, pero Ella se de- fine como Madre. En un momento en que América renacía. Y es la Madre que nos trae la Buena Noticia a México. Es una Madre que está esperando un chico. Y en ese momento trágico de la conquista, porque que ahí hubo de todo, Ella trae la Sal- vación. Muestra que trae un chico. Pero ¿cómo lo muestra? ¿Cómo se mues- tra, además de embaraz- ada? Se muestra mestiza. Eso es toda una profecía, nuestro mestizaje ameri- cano. Una profecía de nuestra cultura. Por eso Ella traspasa los límites de México, y va mucho más allá y es la unidad del pueblo americano. Es la Madre. América no es huérfana. Tiene una Madre. Una Madre que nos trae a Jesús. O sea, la Salvación que es Cristo viene por una mujer y quiso Ella demostrarlo a través de su mestizaje que lo traía a México de una manera especial. Y elige un hijo de esa cultura para manifestarse. No elige un chico espa- ñol, o un colonizador, o una señora coqueta, no, no. Un simple hombre, casado, humilde. Entonces para mí Ella es Madre. Es Madre mestiza y, me atrevo a decir, otra cosa. Es el principio de una cosa de la cual no hablamos mucho en América: que es el gatillaje de la santidad. O sea en la colonización americana, en la conquista americana hubo pecado “a rolete” (popular en Argentina = mucho, en cantidad). Se pecó mucho. Pero también hubo muchos santos. Santos que los tenemos sí, Santa Rosa de Lima, nos acordamos, el negrito San Martín de Porres, ahora voy a canonizar, cuando valla a los Estados Unidos a este santo varón, que evangelizó la California, Junípero Sierra, y que antes de ir a la misión de California, fue precisamente a Ella. A pedir la bendición, ¿no? O sea, Ella de alguna manera abrió la puerta a esa corriente de santidad. Los santos mexicanos, los santos americanos, son muchos. O sea para mí Ella es todo esto que le dije: es Madre, fuente de uni- dad cultural, puerta hacia la santidad, en medio de tanto pecado y de tanta injusticia, y tanta explotación y tanta muerte, es Madre, ¿no? Entonces eso es lo que yo siento cuando la veo. Papa Francisco, Usted en el avión volviendo de Filipinas dijo que le hubiera gustado entrar a los Estados Unidos por la frontera con México. Esa frontera tan, tan, significativa. Usted es hijo de emi- grantes, sus papás eran italianos, viajaron a la Argentina, Usted trae en la sangre lo que es eso. ¿Cuál sería el sentido de su presencia ahí, en esa frontera? Gente no sólo de México sino de Centroamérica, de Guatemala, que cruza todo México, para buscar un futuro mejor. Hoy día la emigración O sea para mí Ella es todo esto que le dije: es Madre, fuente de unidad cultural, puerta hacia la santidad, en medio de tanto pecado y de tanta injusticia, y tanta explotación y tanta muerte, es Madre.

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Volumen IV, Numero 3 Una Iglesia de este a oeste: Amando a Jesús, Sirviendo a Jesús y Compartiendo a Jesús Abril 2015

Continuacion página / 5

El segundo año de su pontificado, Papa Francisco continua el camino comenzado de los primeros momentos

DOS AÑOS EN PAPADO—Si sería su "preferencia del palacio papal para un humilde apartamento" o seleccionando "a manejar en un Ford Focus," según Ashley McGuire, Papa Francisco ha presentado "un patrón a seguir y al mismo tiempo misericordiosamente nos llega donde estamos, a un nivel que podemos comprender, tome a pecho y convertir en acción en traer a Cristo a nuestro mundo.” (Photo by Daniel Ibáñez/CNA)

Roma

En una nueva entrevista di-fundida hoy, con la peri-odista Valentina Alazraki de la cadena mexicana Televisa, el

Papa Francisco reflexionó sobre sus dos primeros años como Obispo de Roma, que se cumplen hoy y explicó cómo se sintió durante su elección.

Papa Francisco, ante todo, un millón de gracias, aunque llevo muchos años aquí, es la primera vez que me siento frente a un Papa para hacer una entrevista formal.

¡Qué miedo!Tengo mucho miedo. A Juan

Pablo II me le escondía detrás de las plantas, me colaba por aquí, por allá, pero nunca hubo una, una digamos entrevista así, senta-dos, formal. Entonces, la verdad, sí me siento muy emocionada, pero sobre todo muy, muy, agradecida. Y lo primero que le voy a pregun-tar es lo que todos los mexicanos o muchos, o la gran mayoría de los mexicanos se pregun-tan: sabiendo Usted que, como México no hay dos, ¿cómo es posible que Usted no nos visite este año? Había mucha esperanza de que Usted viniera en septiembre. . …

Yo pensaba hacerlo, porque quería entrar en los Estados Unidos por la frontera mexicana. Pero, si yo iba a Ciudad Juárez, por ejemplo, y entraba desde ahí, o a Morelia, y entraba desde ahí, se iba a armar un poco de barullo: ¡Cómo va ahí y no viene a ver a la Señora, a la Madre! Además, no se puede visitar México de a pedacitos. México requiere una semana. O sea que yo prometo un viaje a México como se lo merece y no a la apurada y de paso. Por eso

decidí no entrar por México.Papa Francisco, Usted ha

elegido esta sala donde aparte sé que tienen reuniones muy impor-tantes, aquí deciden el futuro de su Iglesia, de la Iglesia. Y bajo la supervisión de la Morenita. ¿Qué representa para Usted la Virgen de Guadalupe?

Bueno ahí tocó un tema que me llega mucho, no. ¿Cómo se define el momento histórico de México, cu-ando Ella visita México, y la herencia que deja, no? Dos veces en el campo Mompúa le dice a san Juan Diego Madre. Yo soy la Madre de Dios por quien se vive. Y después cuando él ahí, está un poco temeroso: ¿De qué tenés miedo? ¿No estoy acá yo que

soy tu Madre? O sea es Madre.

Después nosotros, le decimos Reina, Reinecita, él mismo le decía eso, Juan Diego, Emperatriz de América, pero Ella se de-fine como Madre. En un momento en que América renacía. Y es la Madre que nos trae la Buena Noticia a México. Es una Madre que está esperando un chico. Y en ese momento trágico de la conquista, porque que ahí hubo de todo, Ella trae la Sal-vación. Muestra que trae un chico. Pero ¿cómo lo muestra? ¿Cómo se mues-tra, además de embaraz-ada? Se muestra mestiza. Eso es toda una profecía, nuestro mestizaje ameri-cano. Una profecía de nuestra cultura. Por eso Ella traspasa los límites de México, y va mucho

más allá y es la unidad del pueblo americano. Es la Madre. América no es huérfana. Tiene una Madre. Una Madre que nos trae a Jesús. O sea, la Salvación que es Cristo viene por una mujer y quiso Ella demostrarlo a través de su mestizaje que lo traía a México de una manera especial.

Y elige un hijo de esa cultura para manifestarse. No elige un chico espa-ñol, o un colonizador, o una señora coqueta, no, no. Un simple hombre, casado, humilde. Entonces para mí Ella es Madre. Es Madre mestiza y, me atrevo a decir, otra cosa. Es el principio de una cosa de la cual no hablamos mucho en América: que es el gatillaje de la santidad. O sea en la colonización americana, en la conquista americana hubo pecado “a rolete” (popular en Argentina = mucho, en cantidad).

Se pecó mucho. Pero también hubo muchos santos. Santos que los tenemos sí, Santa Rosa de Lima, nos acordamos, el negrito San Martín de Porres, ahora voy a canonizar, cuando valla a los Estados Unidos a este santo varón, que evangelizó la California, Junípero Sierra, y que antes de ir a la misión de California, fue precisamente a Ella. A pedir la bendición, ¿no? O sea, Ella de alguna manera abrió la puerta a esa corriente

de santidad. Los santos mexicanos, los santos americanos, son muchos.

O sea para mí Ella es todo esto que le dije: es Madre, fuente de uni-dad cultural, puerta hacia la santidad, en medio de tanto pecado y de tanta injusticia, y tanta explotación y tanta muerte, es Madre, ¿no? Entonces eso es lo que yo siento cuando la veo.

Papa Francisco, Usted en el avión volviendo de Filipinas dijo que le hubiera gustado entrar a los Estados Unidos por la frontera con México. Esa frontera tan, tan, significativa. Usted es hijo de emi-grantes, sus papás eran italianos, viajaron a la Argentina, Usted trae en la sangre lo que es eso. ¿Cuál sería el sentido de su presencia ahí, en esa frontera?

Gente no sólo de México sino de Centroamérica, de Guatemala, que cruza todo México, para buscar un futuro mejor. Hoy día la emigración

O sea para mí Ella es todo esto que le dije: es Madre, fuente de unidad cultural, puerta hacia la santidad, en medio de tanto pecado y de tanta injusticia, y tanta explotación y tanta muerte, es Madre.

Página 2 Abril 2015

Rostros: Publicación de Diócesis de Springfield-Cape Girardeau Editorial: Obispo James V. Johnston, Jr. Editor: Leslie A. Eidson, Milagros CalvettiProducción: Glenn Eckl Circulación/Publicidad: Angie Toben, [email protected]

Una publicación trimestral en; 601 S. Jefferson, Springfield, MO 65806-3143. Dirigir toda comunicación a: 601 S. Jefferson, Springfield, MO 65806-3143. Teléfono (417) 866-0841, FAX (417) 866-1140.

Volumen IV Numero 3 Abril 2015Derecho de Author © 2015, The Mirror, Servicio de Noticias Católicas, Agencia Católica de Noticias Correo electrónico The Mirror: [email protected] The Mirror Página Digital: www.dioscg.org

Misas en Español

BransonNuestra Señora del Lago Sábados: 7 pm

Cape GirardeauIglesia San Vicente de Paúl Domingos: 3 pmMiercoles: 8:30 am

CarthageIglesia de Sta. Ana Domingos: 11:30 am y 5:30 pm Confesiones en español: Domingos 4-5 pm Grupo de Jóvenes: Sábados 5-6:30 pm Rosario: Sábados 6:30 pm Grupo de Oración: Sábados 7-9 pm

CassvilleIglesia San Eduardo Domingos: 12 pm

KennettIglesia de Sta. Cecilia Domingos: 1 pm Jóvenes se reúnen los miercoles a las 6 pm

LebanonIglesia San Francisco de Sales Primer sábado del mes: 8 am

MonettIglesia de San. Lorenzo Domingos: 12:30 pm

NeoshoIglesia de Sta. Canera Sábados: 7 pm Rosario: Domingos 2 pm Grupo de Oración: Domingos 2:30 pm

NoelIglesia Natividad de Nuestro Señor Domingos: 1 pm Grupo de oración: Viernes 7-9 pm

OzarkIglesia San José Obrero Sábados: 6 pm

Poplar BluffIglesia del Sagrado Corazón Primer Domingo: 6 pm

SikestonSan Francisco Xavier Domingos: 8 am

SpringfieldIglesia del Sagrado Corazón Domingos: 12:30 pm y 6 pmJueves: 6 pm

VeronaIglesia del Sagrado Corazón Sábados: 7 pm

Webb CityIglesia del Sagrado Corazón Domingos: 12:15 pm

Misas en Español/Columna del Obispo

“Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" —2 Corintios 12:10

No hace mucho, me encon-tré con un escrito del Papa Benedicto XVI acerca de lo que significa ser humano y

ser cristiano. En el corazón de ello está la “dependencia”. Como criaturas, por naturaleza somos seres dependientes. Esta misma apreciación fue am-pliamente explicada por Jesús, quien enseña que debemos ser como niños, a imitación del Hijo de Dios, para entrar en el Reino de Dios (Mt 18: 3). Esto, también, es caracterizado por la dependencia.

Hay una paradoja aquí y es, en que durante gran parte de la vida, nuestra meta es llegar a ser indepen-dientes. La dependencia, después de todo, implica debilidad. Para estar se-guros, un cierto grado de independen-cia es bueno. Los padres quieren esto para sus hijos a medida que maduran, principalmente porque habrá un día en que los padres estarán ausentes, o los padres pueden llegar a depender

El don de la dependencia de Dios

de sus hijos.La visión del Papa Benedicto, y

en la actualidad la del Papa Francisco, es que una de las grandes claves de la vida es aceptar con alegría y abrazar las muchas maneras en que dependemos de los demás y, en última instancia, de Dios. La dependencia de los demás es la ocasión para el amor, el cual hace visibles los dones que Dios tiene otorgados a todos no-sotros, incluyendo el don de donarse a uno mismo. La crítica de lo que el Papa Francisco llama la cultura de “lo desechable”, tiene en su raíz en la defensa de aquellos que son los más dependientes. Es por eso que el papa insistentemente llama a la caridad en todo el mundo.

EN EL CAMINAR

Obispo James V. Johnston

Ignorar o negar nuestra depen-dencia de los demás y de nuestro Cre-ador es la raíz del pecado. En nuestra búsqueda de autonomía, nos cerramos a los demás y a su dependencia no-sotros. También podemos cerrarnos a la dependencia de parte de Dios. Este aislamiento hace que el amor no sólo es difícil, sino a menudo imposible.

Recordamos la experiencia de los 40 días que Jesús emprendió en el desierto, simboliza la dependencia del Padre y debe yacer en la base de nuestras vidas. Jesús también nos muestra cómo superar las tentacio-nes del diablo, que, como era de esperarse, se basan en la mentira que nosotros podemos vivir de forma independiente sin contar con Dios. En el mismo sentido, la oración, el ayuno y la limosna son remedio contra la tentación y sin dejar de lado la verdad de que necesitamos a Dios y nos necesitamos el uno otro. Cuando nos volvemos a Dios y nos abrimos a los demás, somos libres de amar y ser amados. Después todo, amamos el sentido de la vida. ©TM

Intenciones de oración del Santo Padre confiadas al Apostolado de la Oración para el año 2015

MayoUniversal Cuidado por los que sufren.Para que, rechazando la cultura de la indiferencia, cuidemos a los que sufren, en particular a los enfer-mos y a los pobres.

Por la Evangelización Disponibilidad a la misión.Para que la intercesión de María ayude a los cristia-nos que viven en contextos secularizados a hacerse disponibles para anunciar a Jesús.

JunioUniversal Inmigrantes y refugiados.Para que los inmigrantes y los refugiados encuentren acogida y respeto en los países a donde llegan.

Por la Evangelización Vocaciones.Para que el encuentro personal con Jesús suscite en muchos jóvenes el deseo de ofrecerle la propia vida en el sacerdocio o en la vida consagrada.

JulioUniversal La política.Para que la responsabilidad política sea vivida a todos los niveles como una forma elevada de caridad.

Por la Evangelización Los pobres en América Latina.Para que, ante las desigualdades sociales, los cristia-nos de América Latina den testimonio de amor a los pobres y contribuyan a una sociedad más fraterna.

AgostoUniversal Voluntarios.Para que quienes colaboran en el campo del volun-tariado se entreguen con generosidad al servicio de los necesitados.

Por la Evangelización Ir a los marginados.Para que, saliendo de nosotros mismos, sepamos hacernos prójimos de quienes se encuentran en las periferias de las relaciones humanas y sociales.

Abril 2015 Página 3Año de la Misericordia

a otros es la clave."¿Por qué no aceptar la inun-

dación de misericordia de Dios y después bañar a otros con lo mismo; creo que esa es su idea", dijo el padre Corkery. "No escatimen esfuerzo, no cuando se trate de la misericordia". ©CNS

Papa anuncia el Año Santo de la Misericordia

Para el Año Santo, el Papa quiere compartir su experiencia de misericordiaPor Cindy Wooden Ciudad Del Vaticano

La decisión del papa Francisco de convocar a un Año Santo de Misericordia especial tiene sus raíces en un evento que llevó al

entonces adolescente Jorge Mario Ber-goglio al sacerdocio.

El papa Francisco ha contado la historia varias veces en los dos años pasados. En una ocasión, a principios de su pontificado, les habló a los miembros de un movimiento laico católico sobre su camino de fe, espe-cialmente la importancia de haber sido educado como católico y la in-fluencia que tuvo sobre su abuelita. Y después dijo:

"Un día en particular, sin em-bargo, fue muy importante para mí, el 21 de septiembre de 1953. Yo tenía entonces casi 17 años. Era el 'Día del estudiante', para nosotros el primer día de primavera; para ustedes, el primer día de otoño. Antes de ir a la celebración pasé por la parroquia a donde normalmente iba, encontré a un sacerdote que no conocía y sentí la necesidad de confesarme. Para mí esa fue una experiencia de encuentro: Me di cuenta de que alguien me esperaba. Empero, no sé qué pasó, no puedo re-cordarlo, no sé por qué ese sacerdote en particular estaba allí, a quien no conocía yo, o por qué sentí ese deseo de confesarme. Sin embargo alguien estaba allí esperándome. Me había estado esperando por algún tiempo. Después de confesarme sentí que algo había cambiado. Yo ya no era el mis-mo. Había escuchado como una voz o un llamado. Me convencí de que yo debía ser sacerdote".

Una y otra vez, el papa Francis-co le dice a la gente: Dios está siem-pre primero allí, esperando a uno; el sacramento de la confesión es un encuentro con el Dios misericordioso que siempre está dispuesto a perdonar a aquellos que buscan el perdón; y reconocer qué tan misericordioso ha sido Dios con uno nos debe de hacer misericordiosos para otros.

El Papa alude con frecuencia a la pintura hecha por Caravaggio, cono-cida como "el llamado de San Mateo "', quien era colector de impuestos. Y escogió su lema de la homilía del ven-erable Beda en la historia del Evan-gelio en donde Jesús ve a Mateo y le dice: "Sígueme", y Mateo lo sigue.

El lema del Papa, en latín, es: "miserando atque eligendo", que el santo Beda utilizaba para describir a Mateo, llamándole "miserable, pero escogido".

Hablando del llamado de Ma-teo, el papa Francisco les dijo a los jóvenes en las Filipinas, en enero: "Esa

Ciudad del Vaticano

Francisco anunció un jubi-leo extraordinario, un Año Santo de la Misericordia, para destacar de la Iglesia

Católica "misión de ser testigo de la misericordia. Nadie puede ser excluido de la misericordia de Dios", dijo el Papa el 13 de marzo en el segundo aniversario de su pontificado celebrando una misa de penitencia cuaresmal en la Ba-sílica de San Pedro.

"Con frecuencia he pensado en cómo la Iglesia puede hacer más evidente su misión de ser testigo de la misericordia", dijo durante la homilía; es por eso que decidió lla-mar a un Año Santo especial, que se celebrará del 08 de diciembre

2015, Solemnidad de la Inmacu-lada Concepción, hasta 20 de noviembre 2016, Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.

El tema bíblico del año, será "Sed misericordio-sos, como vuestro Padre es misericordioso", una adver-tencia que se aplica ", espe-

cialmente a los confesores", dijo el Papa con una sonrisa.

Tradicionalmente, cada 25 años los papas proclaman un

año santo, que cuenta con celebra-ciones especiales y peregrinacio-nes, fuertes llamados a la conver-sión y al arrepentimiento, y ofrece oportunidades especiales para experimentar la gracia de Dios a través de los sacramentos, espe-cialmente la confesión. Extraor-dinarias años santos, como este Año Santo de la Misericordia, son menos frecuentes, pero ofrecen las mismas oportunidades para el cre-cimiento espiritual.

mañana, cuando Mateo iba al trabajo y le dijo adiós a su esposa, nunca pensó que iba a regresar de prisa, sin dinero, para decirle a su esposa que preparara un banquete. El banquete para quien lo había amado primero, que lo sor-prendió con algo importante, más im-portante que todo el dinero que tenía".

El padre irlandés jesuita James Corkery, profesor de la Universidad Gregoriana Pontificia de Roma, dijo que la formación jesuítica del Papa, específicamente por medio de los Ejer-cicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, había edificado su experiencia de misericordia cuando era joven.

La primera semana de los ejerci-cios se trata de "meditar en mis peca-dos, percatarme de que soy pecador y al mismo tiempo darme cuenta de que soy amado de Dios", dijo. La medit-ación sobre los pecados personales ter-mina con una invitación a tener "un coloquio" u oración tipo conversación con Dios, padre de misericordia.

A pesar de que en el texto de los Ejercicios Espirituales rara vez se use la palabra "misericordia", el pa-dre Corkery dijo que el concepto se ve claro en repetidos usos de palabras como "gratitud", "asombro" e incluso "vergüenza".

"Todo el movimiento de la prim-era semana es capacitar a la persona para que se dé cuenta de que no se ha sido gran cosa, pero que uno es amado, maravillosamente amado", dijo. La experiencia le ayuda a la per-sona a "reclinarse en la misericordia

y bondad de Dios", aceptando a pesar de que se sabe que uno no lo merece.

San Ignacio de Loyola "lo hace reflexionar a uno en la manera en la que uno no ha sido perfecto, y después lo hace que se llene uno de asombro y maravilla de que el Señor le pueda mostrar a uno tanta bondad", dijo el padre Corkery. "San Ignacio tiene un gran sentido de que Dios hizo algo por él y se liga con la conciencia de la misericordia".

El lema del papa Francisco "mis-erable pero escogido" demuestra que el papa Francisco y San Ignacio tienen ante la vista la misma página cuando se trata de sentirse abrumado por la bondad y misericordia de Dios, dijo el padre irlandés jesuita.

Otro punto en las enseñanzas de San Ignacio que el papa Francisco re-pite con frecuencia, dijo, es que mien-tras que los humanos son pecadores "no necesitamos languidecer en ello " pues Dios nos ha perdonado y nos llama para que sigamos adelante.

En la celebración de penitencia del 13 de marzo en la que se anun-ció el Año Santo, el papa Francisco dio una homilía sobre la historia del Evangelio de la mujer pecadora que le lavó los pies a Jesús con sus lágrimas y los secó con su cabello. "Gracias a Jesús", dijo el Papa, "Dios desecha los pecados de la mujer y no los recuerda. Eso porque es cierto: cuando Jesús perdona, olvida".

El Año Santo, dijo, debe de ser un tiempo "de gozo para redescu-brir y hacer fructífera la misericordia de Dios " para acercarnos y ofrecer "consuelo a todo hombre y mujer de nuestra edad".

El papa Francisco, dijo el padre Corkery, no tiene trabas "en lo absolu-to" en la forma como habla de la misericordia, in-cluyendo la tarea de todo cristiano de "ser portadores de misericordia para todo aquel que la busque".

"Él quiere que no falte la misericordia", dijo. "Esa es la tonada que canta y no va a dejar de hacerlo, como sabemos. Ese es el año al que ha convocado".

El padre jesuita dijo que el Papa sabe de propia experiencia que "uno no debe atorarse, uno tiene que seguir adelante, como si no supiera que lo sigue la misericordia". Y para el papa Francisco, seguir adelante y allegarse

PAPA FRANCISCO SOBRE LA MI-SERICORDIA—Papa Francisco habló sobre su experiencia de la misericor-dia en una parroquia de una reciente reunión. Papa Francisco estableció recientemente el Año de la Miseri-cordia en la Iglesia para comenzar a 08 de diciembre de 2015, la solem-nidad de la Inmaculada Concepción. (CNS/foto por Paul Haring)

Página 4 Abril 2015

En este tiempo en que celebra-mos la Resurrección, el Papa Francisco nos ha dado un gran regalo.

Él ha anunciado un Año Santo, un Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Se iniciará durante el Adviento, el 8 de diciembre, Solem-nidad de la Inmaculada Concepción, y continuará hasta la Solemnidad de Cristo Rey, en noviembre de 2016.

Este Jubileo de la Misericordia es un bello gesto de nuestro Santo Padre—y uno que está cerca de mi corazón.

Cuando recién fui nombrado obispo, se me pidió, como a todos los nuevos obispos, seleccionar un “lema episcopal” que expresara la visión que tenía para mi ministerio pastoral.

Elegí un pasaje de la Carta a los Hebreos: “Acerquémonos confiada-mente al trono de gracia.”

Elegí esas palabras porque el trono de Dios es el trono de la mi-sericordia y como dice este pasaje, nos acercamos al trono de Dios para recibir su misericordia y encon-trar su gracia en nuestro tiempo de necesidad.

Más tarde, escribí una carta pas-toral sobre “la misericordiosa ternura de nuestro Dios.”

Para mí, la misericordia es la misión de todo cristiano y la misión de la Iglesia.

La Iglesia existe para evan-gelizar—y la misericordia de Dios es siempre el “contenido” de la

La misión de la misericordia

evangelización. La misericordia es la revelación de Dios para nosotros, es la buena nueva que la Iglesia proclama.

Esa ha sido mi visión para la fa-milia de Dios aquí en la Arquidiócesis de Los Angeles estos últimos cuatro años.

Quiero que seamos una Iglesia que evangeliza, una Iglesia que da testimonio de la misericordia de Dios en todo lo que hacemos. Una Iglesia que comparte el amor de Dios y lo hace real para cada persona en nues-tra sociedad.

Cada una de mis cinco priori-dades pastorales son diferentes aspec-tos de esta misión de misericordia: la educación en la fe, la promoción de las vocaciones, el servicio a las familias, fortalecer la identidad de la familia de Dios, defender la santidad de la vida y la dignidad de la persona humana.

Todas estas prioridades nos ayu-dan a ser un pueblo de misericordia y una Iglesia de la misericordia.

La misericordia es el núcleo del Evangelio y deberíamos hacer que también sea el centro de nuestra

identidad como cristianos.

De esto se trata la Pascua. Por de su muerte y resur-rección, Jesús nos muestra el rostro de Dios, y su rostro es el rostro de la misericordia, del perdón y del amor.

Y en este tiempo Pascual, Jesús una vez más nos llama a todos a renacer a una nueva vida, una vida que da testimonio de su resurrección. Una vida que da testimonio de la misericordia viva de Dios y que actúa en nuestras vidas.

Así como Dios ha sido miseri-cordioso con nosotros, Él nos invita a ser misericordiosos con los demás.

Jesús prometió que los miseri-cordiosos serían bendecidos con la misericordia. Por lo tanto, la miseri-cordia es la bendición que debería-mos tratar de compartir en nuestra vida cotidiana, en nuestras actitudes, en nuestras acciones.

Todos sabemos que la miseri-cordia es más que un sentimiento. Misericordia significa acción. Mi-sericordia significa dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar abrigo al que no tiene casa, visitar a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos.

Las obras de misericordia son obras de la paz y de la justicia—para los pobres, los enfermos, los que sufren y los vulnerables, y para todos aquellos relegados a los márgenes de la sociedad.

En nuestras relaciones person-ales, la misericordia significa tener más paciencia y ternura con los que están cerca de nosotros. Misericordia significa dar a la gente el beneficio de la duda, dándoles una segunda oportunidad.

Misericordia significa per-donar a los demás como hemos sido perdonados.

El Papa Francisco lo dice muy

bien: “¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la sereni-dad del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices."

Por lo tanto, sigamos rezando unos por otros esta semana, a medida que seguimos avanzando en este gozoso tiempo Pascual.

Oremos para que todos seamos renovados por la misericordia de Dios, y que la misericordia sea para todos nosotros un estilo de vida, la obra de nuestras vidas.

Tenemos que proclamar la hermosa realidad de la compasión y la ternura de Dios. Estamos llamados a ser misioneros del amor y la mi-sericordia de Dios. Es una hermosa aventura de ir a llevar la belleza de la misericordia de Dios a nuestros hermanos y hermanas.

Entonces, pidamos a la Santísi-ma Virgen María, la Madre de Mi-sericordia, que nos ayude a salir con alegría Pascual para proclamar la entrañable misericordia de Dios y guiar a otros al trono de gracia. ©ACI

Mons. José H. Gómez, Arzobispo de Los Angeles, la arquidiócesis más poblada de Estados Unidos y el primer Arzobispo hispano en ocupar esta importante sede.

CONVOCATORIA DEL AÑO DE LA MISERICORDIA—Cardenales se reunieron en la Basílica de San Pedro el 11 de abril de 2015, durante la Convocatoria del Año de la Misericordia, donde el Papa Francisco proclamó públicamente un Jubileo para la Misericordia, que se iniciará el 08 de diciembre de 2015 y terminará en noviembre de 2016. (Foto: L' Osservatore Romano)

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COLUMNISTA INVITADO Mons. José H. GómezArzobispo de Los Ángeles

Abril 2015 Página 5

Papa Francisco: segundo año de su pontificadoContinuacion de página 1

Continuacion página / 6

es fruto del malestar en el sentido etimológico de la palabra, fruto del hambre, de buscar nuevas fronteras. Lo mismo sucede en África, con toda esa cruza mediterránea de gente que viene de países que están pasando momentos difíciles, sea por el ham-bre, sea por las guerras ¿no? Pero evidentemente que la migración, hoy día, está muy relacionada al hambre, a la falta de trabajo. A esta tiranía de un sistema económico que tiene al dios dinero en el centro y no a la persona ¿no?

Y entonces se descarta gente. Entonces un país crea—sea de Améri-ca, de África, de donde sea—crea una situación económica impuesta, por supuesto, que descarta gente, que va hacia otro lado a buscar trabajo, o comida, o bienestar ¿no? O sea la migración en este momento, es muy doloroso el problema migratorio en el mundo ¡eh! Porque hay varias fronteras migratorias ¿no?

Me alegra que Europa esté re-visando su política migratoria. Italia fue muy generosa y quiero decirlo ¿no? La síndico de Lampedusa se jugó entera y aun a costa de trans-formar esa isla, de tierra de turismo en tierra de hospitalidad ¿no? Con lo que supone no ganar plata ¿no? O sea hay hechos heroicos ¿no? Pero ahora gracias a Dios veo que Europa está repensando la situación.

Volviendo a la migración allí, esa zona, además es una zona de mu-cha lucha de problemas de narcotráf-ico ¿no?, es decir. Los Estados Unidos me decían—no quiero tirar estadísti-cas que después me crean un prob-lema diplomático—pero, me decían, y lo vi en una revista, creo que están entre los primer-os consumidores de droga en el mundo y la frontera por la que entra la droga, la principal, es la mexicana. Entonces ahí también se sufre ¿no? Morelia, toda esa zona, es una zona de mucho sufrimiento donde también las organizaciones de traficantes de droga no se van con chiquitas ¿no?, es decir, saben hacer sus trabajos de muerte, ¿no?, son mensajeros de muerte, sea por la droga, o sea por “limpiar”, entre comillas, a aquellos que se oponen a la droga, los 43 estudiantes, de alguna manera están pidiendo que, no digo venganza, justicia, y que se los recuerde.

Y por eso salgo al encuentro quizás de una curiosidad: quise hacer Cardenal al Arzobispo de Morelia, porque está en la sartén. O sea un hombre que está en una zona muy caliente, y es un testimonio de hom-bre cristiano, de un gran sacerdote. Pero después sobre los cardenales

podemos volver después. Se lo digo de paso.

El primer Papa latinoamerica-no, ¿siente de alguna manera den-tro de sí como una responsabilidad más, de ser la voz de todos estos millones de personas que, se ven en esta situación de tener que salir de sus países, atravesar fronteras, muros, sea en América, en Asia, en Europa, donde sea?

Sí. Ser la voz pero no de una manera programática. Me sale solo. Me sale por la misma vivencia nues-tra latinoamericana ¿no?, y también por mi sangre migrante ¿no? O sea, mi papá, con mis abuelos, fueron a Argentina. Tenían un buen pasar acá, pero por razones políticas, la abuela estaba muy metida en la naciente Acción Católica y aunque nunca le hicieron tomar el aceite de ricino, pero ese era. … entonces decidieron irse a buscar nuevos rumbos. Además tenían, los hermanos de mi abuelo, ya tenían una buena empresa en Entre Ríos, allá, pero ellos llegaron en el 29 y en el 32 la crisis los dejó en la calle. Sin nada. Y un cura les prestó 2.000 pesos, con lo cual compraron un almacén y mi papá, que era con-tador, hacía el reparto con la canasta. Esa gente que se ganó la vida, se rehízo la vida. Y volvieron a luchar por llevar adelante la familia. Eso a mí me dice mucho. Yo lo mamé en casa eso.

De ahí le viene toda esta sensi-bilidad que tiene. . …

Pienso que sí. Y sí. Además, en Argentina yo he visto situaciones difíciles. De pobreza y de marginali-dad, incluso de drogadicción, que son las que me mueven estas cosas ¿no? Pero me salen naturales. No me

salen ideológicamente. Por eso a veces soy un poco desprejuiciado y se me va la lengua, pero no importa. …

Papa Francisco, Usted se refirió a los 43 estudiantes de Iguala, México. La Iglesia no da soluciones políticas, téc-nicas, pero creo que sería necesario un mensaje de aliento para México.

No es el primer momento difícil que está pasando México éste. O sea, engancho con la

santidad ¿no? O sea, México pasó momentos de persecución religiosa, donde engendró mártires. Yo pienso que a México el diablo lo castiga con mucha bronca. Por esto. Creo que el diablo no le perdona a México, que Ella haya mostrado ahí a su Hijo. Interpretación mía. O sea, México es privilegiado en el martirio, por haber reconocido, defendido, su Madre. Y esto lo sabe Usted muy bien. Usted va a encontrar a mexicanos católi-cos, no católicos, ateos, pero todos

guadalupanos. Es decir, todos se sienten hijos. Hijos de la que trajo al Salvador, al que destruyó al demonio. O sea lo de la santidad también está unido ahí. Yo creo que el dia-blo le pasó la boleta histórica a México ¿no? Y por eso todas estas cosas, usted ve que en la historia siempre ha aparecido focos de conflicto grave ¿no?

¿Quién tiene la culpa? ¿El gobierno? Esa es la solución, la respuesta, más superficial. Siempre los gobiernos tienen la culpa. Sí, el gobierno. Todos tenemos de alguna manera la culpa o, al menos, el no hacer-nos cargo del sufrimiento. Hay gente que está bien y quizás la muerte de estos chicos no les llegó, les resbaló. Bueno a mí no me tocó, gracias a Dios que no me tocó. Pero la mayoría del pueblo mexicano es solidario. Y esa es una de las virtudes que tienen ustedes ¿no? Y creo que todos tienen que poner el hombro ahí, para resolver esto de alguna manera ¿no?

Yo sé que es muy difícil denunciar a un narcotrafi-cante. Porque le va la vida, es una especie de martirio ¿no? Es duro, pero creo que todos en situaciones así, sea en México o no en México, tenemos que poner el hombro. O sea el echarle la culpa a un solo sector, a una sola persona, a un solo grupo, es infantil.

Papa Francisco, Usted envió un correo privado a un amigo de Argentina expresándole su preo-cupación acerca de la creciente difusión del narcotráfico en su propio país. Y utilizó el término “tratemos de evitar la mexican-ización”. … La verdad es, ¿qué pasó ahí? ¿Qué quiso decir Usted?

Sí. El chico. Este chico es un dirigente, un hombre que ha traba-jado por la justicia social y trabaja mucho, amigo mío, viene de las izquierdas, del trotskismo, viene de ahí. Es un hombre que encontró a Jesús y trabaja por la justicia social y él me cuenta. Me contaba allí cómo habían logrado descubrir algunas redes de narcotráfico, y eso, y que es-taban luchando y que habían cerrado también una cadena de prostíbulos. Él trabaja mucho en lo que es es-clavización de personas, o sea fábri-cas esclavas, con migrantes donde le sacan el pasaporte y lo tienen de esclavo ahí, prostitución, drogadic-ción, etc.

Y entonces me dice “bueno esto queremos no llegar a la mexican-ización de Argentina”. Así me ponía, ¿no? Evidentemente que es un tér-mino, permítaseme la palabra, “téc-nico”. No tiene nada que ver ya con la dignidad de México. Como cuando

hablamos de la “balcanización”, ni los serbios, ni los macedonios, ni los croatas se nos enojan. Ya se habla de “balcanizar” algo y se usa técnica-mente y los medios de comunicación lo han usado muchas veces ¿no?

Se usaba “colombización”, por ejemplo.

También ¿no? Así que yo con-testé rezo, los acompaño, y ojalá no lleguemos a la mexicanización, téc-nicamente. Levantó pólvora, pero la mayoría, por las estadísticas que me llegaron, que hicieron algunos peri-odistas de allá, el noventa por ciento del pueblo mexicano no se sintió ofendido por eso. Lo cual me alegra. Para mí habría sido un gran dolor que se interpretara de esa manera ¿no? Mismo un gobierno después de haber preguntado aceptó las explica-ciones. Estas que son las verdaderas ¿no? Y todo en paz. O sea eso no me cerró las puertas a México. Voy a ir a México.

¿Hay algo que le preocupa de México? Por ejemplo, las sectas, las sectas no es un problema sólo de México. ¿Ahí qué ha pasado? ¿Ha fallado la Iglesia en algo? ¿Cómo se retoman a esas personas, ¿por qué? ¿Por qué dejaron a la Iglesia y se fueron hacia las sectas, ofre-cen algo diferente, más concreto? ¿Usted cómo lo ve?

Algo similar. Una cosa es que. … los movimientos evangélicos, digo,

Es un hombre que encontró a Jesús y trabaja por la justicia social y él me cuenta.

Papa Francisco

PAPA FRANCSISCO CON NIÑOS—Papa Francisco condujo a una audiencia con los niños del grupo Fabbrica della Pace en la sala de Paul VI en el Vaticano el 11 de mayo. La iniciativa busca promover la paz, tolerancia e inclusión en las escuelas prima-rias italianas. (Foto de CNS/Paul Haring)

Página 6 Abril 2015Papa Francisco

después voy a distinguir entre sectas o no. Hablamos de todo el movimiento evangélico, sean secta o no. Lo que ofrecen, en general, es la “projimidad”, la cercanía. Usted va un día al culto, y al domingo siguiente lo esperan en la puerta y le saben el nom-bre y lo saludan. Usted es persona.

Nosotros, los católicos, muchas veces somos por ser multitudinarios, o sobre todo por un defecto muy grande que tenemos en América Latina, que es el clericalismo, ponemos distancia. El cleri-calismo en América Latina fue una de las trabas más grandes para el crecimiento del laicado. El laicado en América Latina solamente creció en la piedad popular. Ahí sí. Porque ahí es libre y el laico es creativo, y bueno, y tiene sus procesiones, sus cultos, pero organizativa-mente el laico no creció lo suficiente o no creció un poco por ese clericalismo que crea distancias.

Entonces, volviendo a la pre-gunta, una de las cosas que en los movimientos evangélicos se provoca y crean es la cercanía. “¡Hola cómo te va, fulano!”. Después hay una distinción entre movimientos evangélicos hones-tos, buenos, ¡eh! y movimiento sec-tario, ¿no? Por ejemplo hay propuestas religiosas que nos son cristianas, nos son cristianas, los mismos evangélicos no las quieren ver. Y ellos. … Y hay sectas, algunas vienen de la teología de la prosperidad, no cierto. “Bueno, si vos venís, y que si yo. … te va a ir bien, y qué se yo”. Yo recuerdo una en Buenos Aires, que no fui yo, pero les pedí a unos amigos que fueran a ver qué sucedía, en una liturgia peniten-cial ¿no? Bueno, un libre y fervoroso discurso, una homilía fervorosa sobre el pecado y que Dios perdona y real-mente una cosa bien hecha, y dicen “bueno ahora cada uno piense en sus pecados y bueno, vos que hiciste esto, y va recorriendo los mandamientos, y bueno, pedí perdón y para esto, tenés que dar una limosna de tanto”. Estoy simplificando, ¿no? Bueno evidente-mente que los evangélicos rechazan todo esto. Los evangélicos serios, ¿no?

Después este fenómeno de usar lo religioso como comercio. Y bueno como en el caso de que uno hace un cursito por ahí y se abre un culto, ¿no? Pero yo distinguiría ¿no? No metería en la misma bolsa ¿no? O sea hay grupos que se dicen evangélicos y no son ni cristianos, y tantos evangélicos como nosotros los reconocemos así. De esto he hablado mucho una vez con un gran amigo mío, con quien

compartí una cátedra de teología. Con esto hablé mucho con un gran amigo mío luterano, profesor de la Facultad de Teología luterana, sueco él, el pastor Anders Root, murió hace tres años, ya en Suecia, había vuelto ya a Suecia, con quien compartimos la Cátedra de Teología Espiritual.

Yo lo invité cuando enseñaba en una Facultad católica Teología Espiritual. Hablábamos mucho. Éramos muy amigos. Y él hizo una tesis, tesis de habilitación, no de doctorado, sino de habilitación. La hizo sobre un movimiento, sedicente evangélico, pero que no es cristiano en el fondo y prueba por qué no es cris-tiano. Sé que en esto con los evangélicos, no sólo las Iglesias históricas, sino con los movimientos evangéli-cos, estamos de acuerdo en que hay sectas que no son algunas ni cristianas y otras que son un cachivache; para decir una palabra nuestra.

Además, quisiera tam-bién hacer una distinción entre una palabra equívoca,

sobre una palabra equívoca, el pente-costalismo. Hay pentecostales que más bien se asimilan a estas, a estos grupos que en el fondo no son cristianos, y hay pentecostales que trabajan con no-sotros y tenemos reuniones juntas con el movimiento de Renovación en el Espíritu, católico. O sea que la cosa es muy, hay que ir caso por caso o saber dividir. No podemos embolsar a todos, ¿no cierto? igual.

Bueno vuelvo a la pregunta, ¿por qué? Y porque le dan esa cercanía, después el anuncio de la Palabra. A veces nuestras homilías. …, me con-taba un sacerdote romano que fue a visitar a sus padres que viven en un pueblo cerca de Roma. Y el papá le dijo un día: “Che sabés estoy contento porque con mis amigos encontra-mos una iglesia donde dicen misa sin homilía”. Es decir, hay homilías que son un desastre. Sí. No sé si la mayoría, pero no llegan al corazón. Son clases de teología o son cosas abstractas, o largas. Por eso en la Evangelii gaudium dediqué a la homilía tanto. Bueno, en general los pastores evangélicos tienen una cercanía y llegan al corazón, y preparan bien la homilía ¿no? Creo que en eso nosotros nos tenemos que convertir.

Obviamente que el concepto protestante de la homilía es mucho más fuerte que el católico. En el inicio, no cierto, para Lutero la homilía era un sacramento casi. Para nosotros era, bueno, una disertación o una cateque-sis y se la reducía a catequesis. Gracias a Dios los católicos hemos encontrado ya la teología de la predicación, donde

la homilía tiene parte, es como un sac-ramental. Hay algo que lo pone Dios. Y es algo muy serio ¿no?

Entonces claro, distancia, cleri-calismo, homilías aburridas; los otros ofrecen cercanía, “trabajá”, “movéte”, integración en el trabajo, Palabra de Dios ardiente; y se van. Un fenómeno que se da no con las Iglesias o comuni-dades eclesiales más serias, evangélicas, sino con éstos que son un poquitito flojos o que no son cristianos, y al-gunos quedan a mitad de camino. Y se van de casa y después ya tampoco no vuelven, es un problema este muy latinoamericano.

En Argentina trabajábamos mucho juntos con los pastores. En Buenos Aires yo me reunía con un grupo de pastores amigos, y rezábamos juntos y organizamos tres retiros es-pirituales para pastores y para sacer-dotes juntos. De varios días. Y venía, y predicaba o sacerdote católico y un pastor.

Predicó una vez el obispo, que ya murió, Gretsch, de Australia, y dos veces el Padre Cantalamessa, por parte católica. Y por la parte de ellos, pas-tores también prestigiosos. Y ahí esta-mos, pastores, pastoras, curas, rezando juntos, haciendo nuestro retiro espiri-tual. Tres veces lo hicimos. Eso nos ayudó mucho. A los que más o menos estamos en la línea más seria ¿no? Y también hicimos tres encuentros ya entre católicos y evangélicos, en el Luna Park, que tiene capacidad para un poquito más de siete mil personas. También un día entero ¿no? En tres años diversos.

Y también invitábamos a algunos pastores de afuera, a algún cura de afuera, Cantalamessa una vez estuvo. Y eso nos ayudaba a trabajar juntos los que estábamos en la línea seria ¿no? Entonces, ve, la palabra “sectas” se va como diluyendo. Me detuve mucho en esto por justicia, para no hacer una injusticia. Hermanos evangélicos que trabajan bien.

A ver, ¿qué pasó ese día, cuando se dio cuenta Usted de que, ya el nombre era éste, y que Usted saldría como Papa?

La cosa fue muy sencilla. Yo me vine con una valijita chica porque hice el cálculo, y dije el Papa no va nunca a asumir en Semana Santa. Por lo tanto yo me puedo venir tranquilamente y estar el Domingo de Ramos en Buenos Aires. Dejé preparada la homilía del Domingo de Ramos sobre mi escritorio y me vine con lo necesario para esos días, aunque pensaba que podía ser un cónclave muy corto ¿no? De todas maneras, me preparé hasta lo más posible por si fuera largo de tal manera que tenía el boleto de vuelta. Lo podía cambiar o adelantar ¿no? Pero tenía asegurado ese. Además no estaba en ninguna lista de papables, gracias a Dios, pero ni se me pasó por la cabeza.

En esto quiero ser sincero para evitar cuentos y eso. En las apuestas de Lon-dres creo que estaba en el número 42 o 46. Un conocido mío, por simpatía apostó, ¡y le fue muy bien!

Antes de la elección comió en casa de su amigo, el Cardenal Loza-no Barragán, la Madre Estela le dijo: “Eminencia, si lo hacen Papa Usted nos invita a comer allá arriba, ¡eh!

La madre Estela me dijo así. Bueno y así empezó el cónclave. Los periodistas decían que a lo más yo era un kingmaker que, bueno, un elector, un gran elector, que indicaría a alguno. Y estuve en paz. Empezó la primera vo-tación, el martes a la noche, segunda el miércoles a la mañana, tercera el miér-coles antes del almuerzo. El fenómeno de las votaciones ahí en, siempre, no solo en el cónclave, en estos grupos, es un fenómeno interesante. Hay candidatos ya, fuertes. Pero mucha gente que no sabe dónde dar el voto. Entonces elige seis, siete, que son los votos depósito. Entonces yo deposito el voto en Usted y cuando veo ya quien va se lo doy. O sea, son, es como una “provisoriedad”. Eso es general en las votaciones de grupos grandes, no cierto. O sea sí, yo tenía algunos votos, pero depósito.

¿Y le gusta ser Papa?¡No me disgusta!Porque uno se hubiera imagi-

nado que no le hubiese gustado ser Papa.

No, no. Una vez dada la cosa después se hace.

Continuacion de página 5

Papa Francisco: segundo año de su pontificado

Gracias a Dios los católicos hemos encontrado ya la teología de la predicación, donde la homilía tiene parte, es como un sacramental.

PAPA FRANCISCO—En su segundo año de su pontificado, el carismático Papa Francisco es muy querido y sa-luda a la multitud reunida en cada una de sus Audiencias Generales. (Foto L'Osservatore Romano)

Abril 2015 Página 7Papa Francisco

¿Qué es lo que le gusta y qué lo que no le gusta tanto de ser Papa? ¿O le gusta todo?

Sí, lo único que me gustaría es poder salir un día, sin que nadie me conociera, e irme a una pizzería a comer una pizza.

¡Eso estaría muy bien!Voy a esto, no, esto lo digo como

ejemplo. En Buenos Aires yo era muy callejero. Iba, venía por las parroquias, y claro cambiar de hábitos y estar. … eso me cuesta un poquito, pero, no, no sé, se arregla, se habitúa. Se encuentra otra manera de callejear: el teléfono, el. …

Y ahora que está desde hace dos años acá adentro, ¿le gusta el Vati-cano un poco más o un poco menos?

No. No solo el Vaticano. Esto lo tengo que aclarar. Creo que mi gran penitencia son los viajes. A mí no me gusta viajar. Yo soy muy pegado al hábitat, es una neurosis. Una vez leí un libro muy lindo que se llama: “Alé-grese de ser neurótico”.

Entonces, uno tiene que descubrir las neurosis que tiene, cebarle mate todos los días, tratarla bien, para que no le haga daño ¿no?

Y bueno una de mi, yo digo, de mis neurosis, o de mi modo de ser, es estar muy pegado al hábitat. O sea todo viaje, no me gusta. Y venía a Roma y por ahí no me gustaba, porque algún ambiente de chisme, y eso no, por eso venía y me iba enseguida ¿no? Si Benedicto asumió al mediodía, y a la tarde ya estaba arriba del avión ¿no? es decir.

Y ahora no me disgusta. Acá hay gente muy buena. El hecho de vivir acá me ayuda mucho.

¿Le gusta estar aquí en Santa Marta?

Es simplemente porque hay gente. Yo allá solo, no hubiera soporta-do. No porque sea lujoso, como algu-nos dicen, no. No es lujoso. El aparta-mento no es lujoso. Es grande. Pero esa soledad no la hubiera tolerado. Venir aquí, comer en el comedor, donde está toda la gente, tener la Misa esa donde cuatro días a la semana viene gente de afuera, de las parroquias, me da un po-quitito de holgura espiritual. Me gusta mucho eso.

¿No se siente solo?No, no, no. En serio que no.¿Por qué como que parecería

como que viera su Pontificado a breve plazo?

Yo tengo la sensación que mi Pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. No sé, o dos, tres. Bueno dos ya pasaron. Es como una sensación un poco vaga. Le digo, capaz que no. Por ahí es como la psicología del que juega y entonces cree que va a perder para no desilusionarse después. Y si gana está contento ¿no? No sé qué es. Pero tengo la sensación que el Señor me pone para una cosa breve, nomás

y... Pero es una sensación. Por eso tengo siempre la posibilidad abierta ¿no?

Usted ha emprendido la refor-ma de la Curia. La reforma se puede entender como algo técnico, vamos a decirlo así ¿no? Tenemos la sen-sación de lo que a Usted le gustaría en realidad, sería cambiar mucho más que las estructuras, cambiar la mentalidad, cambiar el corazón.

Esa es la palabra.Esta, digamos, es mi sensación.

¿Quisiera saber si es así, y si cree que lo puede lograr?

Todo cambio empieza por el corazón ¿no? O sea la conversión del corazón. Por ejemplo, por eso los ejercicios espirituales cerrados, ya dos años, ¿no? Bueno vamos ahí los de la Curia, los Prefectos y los Secretarios de Dicasterio, alrededor de ochenta, y bueno, estamos ahí encerrados, re-zando, y oímos al predicador, ¿no? O sea una conversión del corazón ¿no? También, alguno me va a retar por esto, pero también una conversión del modo de vivir.

Creo que ésta es la última corte que queda en Europa. Las demás cortes se han democratizado, incluso las más clásicas. Hay algo en la corte Pontificia, que mantiene mucho una tradición, un poco atávica ¿no? Y no lo digo peyorativamente, como una cultura. Y esto hay que cambiarlo, tiene que de-jar lo que pueda tener de corte todavía y ser un grupo de trabajo, al servicio de la Iglesia. Al servicio de los obispos. Evidentemente que eso indica una conversión personal.

Que acá adentro hubo problemas, usted lo sabe mejor que yo. Cuando se publicaron los documentos del Vatileaks, y un juicio al asistente de cámara, éstas no son cosas chiquitas ¿no? Que se habla de problemas morales graves, bueno ten-emos uno preso todavía por cuestiones económi-cas y algún “escandalete” moral por otro lado ¿no? O sea, eso se sabe. Y es público. Sanear un poco esto. La conversión. Em-pezando por el Papa, no cierto, que es el primero que tiene que convertirse ¿no? Ir cambiando con-tinuamente según lo que Dios le va pidiendo ¿no? Yo trato de hacerlo. Pero no siempre me sale bien. Pero. …

¿Está tan enferma la Curia? Usted habló de gente que se siente inmortal, petrificados en el alma, gente que piensa sólo en sus intere-ses, en centros de poder, en fin, una imagen fuerte. Eran los suyos, y

uno a los suyos les habla con cierta franqueza, es como un papá que le habla a los hijos ¿no? Pero claro, fue público, digamos. …

Quiero explicarlo, esto. Claro quedaron las quince, después en el úl-timo Consistorio un cardenal puso una

más, la dieciséis que estuvo muy, muy bien, muy piola estuvo, fue, me gustó.

Se puede saber ¿cuál fue?

Sí, la de los que no tienen la valentía de criticar, pero de frente. Si uno no está de acuerdo con el Papa ir a decírselo. Está linda, linda ¿no? No está esa valentía. El marco de lo dije es, estamos a fin de año, hagamos un examen de conciencia. Y a mi juicio las tentaciones o las enfermedades, las usé como sinónimos, más propias de la Curia son estas dos. Son éstas.

Y se me ocurrió, por ejemplo, una en la que nadie se detuvo, y para mí es la principal: es el olvido del primer amor. O sea cuando uno se transforma en un

buen empleado, y se olvida de que tiene una misión de identidad con Jesucristo, que es el primer amor, no es cierto. Si fui recorriendo las tentacio-nes que yo tuve, sea como Arzobispo, porque se dan en medios clericales, o que he visto en otros, que pueden tener.

Y las llamé tentaciones, o

enfermedades. Al terminar, se me acercó un cardenal pícaro, un poco menor que yo, no mucho, y me dijo: “Escúcheme Santidad, ¿qué tengo que hacer ahora, ir a confesarme, o ir a la farmacia? Es decir, es un examen de conciencia, y lo quise hacer así plástico ¿no? Quizás no gustó, el estilo no era muy tradicional de un mensaje de fin de año pero, no, termina el año, hagamos un examen de conciencia. Y lo dije claro, dos veces lo dije para ir a confesarlos. Porque yo quiero que acá todo el mundo se confiese. Y lo hac-emos ¿no?

Creo que en eso son fieles ¿no? Pero confesiones reales, concretas ¿no? Pidamos perdón a Jesús de las cosas que hacemos mal o que ofendemos a otros o que somos injustos ¿no? Fue un examen de conciencia que usé como sinónimo: tentación o enfer-medad. Pero no es que la Curia está cayéndose a pedazos de todas estas complicaciones o enfermedades.

Dicen el Papa Francisco es marxista, el Papa Francisco es de izquierdas, Usted lo ha aclarado. Ha dicho no. Como que hay un sector de personas acaudaladas, bien, que han hecho su trabajo, que tienen su fábrica, lo que sea, que se sienten como que para el Papa Francisco los importantes son los pobres y a nosotros no nos cuida tanto, no habla tanto de nosotros. ¿Qué hay de todo esto, es sólo Evangelio, es su sensibilidad?

Yo vengo de una familia que

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Papa Francisco: segundo año de su pontificado

La conversión. Empezando por el Papa, no cierto, que es el primero que tiene que convertirse ¿no? Ir cambiando continuamente según lo que Dios le va pidiendo ¿no?

PRESIDENTE DE CUBA RAUL CASTRO CON PAPA FRANCISCO—Presidente cubano Raúl Castro hizo un gesto al terminar una reunión privada con el Papa Francisco en el Vaticano el 10 de mayo. Después de pasar cerca de una hora con Papa Francisco, Castro dijo a los reporteros estuvo tan impresionado por lo que el Papa hace y dice que podría empezar a rezar y podría incluso regresar a la Iglesia. "Estoy muy afectado por su sabiduría, su humildad y todas las virtudes que todos conocemos tiene, dijo Castro. (Foto de CNS por Paul Haring)

Página 8 Abril 2015

Continuacion de página 1

después de la quiebra del 32 se rehizo y, clase media, acomodada. O sea no es ninguna cosa de resentimiento. Yo el 32 no lo viví, así que. … Pero hab-ría que aclarar bastantes cosas, ¿no? Primero que tenemos que habituar-nos a no calificar con hermenéuticas demodé. O sea hoy en día izquierda y derecha es una simplificación que no tiene sentido. Cincuenta años atrás por ahí tenía sentido. Hoy no.

O marxista, o. … Marxista hoy ¿qué es? Porque el marxismo tiene tanta variedad de expresio-nes que. … El problema de la hermenéutica en la inter-pretación de los hechos de una persona pública para mí es muy importante. O sea siempre hay que inter-pretar un hecho histórico, pequeño o grande, con la hermenéutica del mo-mento. …, sino caemos en simplificaciones o en desvi-aciones, ¿no cierto?

Yo conocí gente rica y estoy llevando adelante acá la causa de beatificación de un em-presario rico argentino, Enrique Shaw que era rico, pero era santo. O sea, una persona puede tener dinero. Dios se lo da para que lo administre bien. Y este hombre lo administraba bien. No con paternalismo, sino haciendo crecer a aquellos que necesitaban de su ayuda.

Lo que yo ataco siempre es la seguridad en la riqueza. No pongas tu seguridad ahí. En el Evangelio Jesús en eso es radical. El que tenía los grane-ros, y te vas a hacer otro, y mañana te vas a morir. Es muy claro, ¿no? No pongas tu esperanza ahí. La injusticia de las riquezas. Por ejemplo, cuando no se paga el sueldo justo. Es un pe-cado mortal. Eso es aprovecharse de la pobreza de otro. O como cuando a la mucama de la casa se le paga en negro, total es una sirvienta. Pero, ¿por qué? Pero no porque la patrona o el patrón sea rico, sino por esa actitud. El dinero siempre es traicionero. El diablo entra por el bolsillo. Siempre. San Ignacio decía que había tres escaleritas, tres escalones.

El primero es la riqueza. El diablo te mete la plata en el bolsillo. Segundo es la vanidad y tercero es el orgullo y la soberbia. Y de ahí a todos los demás pecados. Cuando vos llegás a ese nivel de orgullo sos capaz de cualquier cosa. Lo hemos visto en los dictadores, los tiranos, los que se aprovechan de los demás, los explotadores, ¿no? Es decir, hoy día la trata de personas, la lleva gente con mucho dinero. Esos son los que yo ataco. El dinero que esclaviza a otros o no los deja crecer. O sirve para engordarse a sí mismo, como el Evangelio de ayer, ¿no? Del que vive ignorando que hay pobreza.

Una cosa que a mí me

escandaliza, me escandalizaba en Buenos Aires, es la nueva zona de Puerto Madero, ¿no? Que es preciosa, todo ganado al río, por un lado esos edificios enormes, treinta y seis restau-rantes, si usted va a cenar le cortan la cabeza, ¿no? Porque le hacen pagar. … y después la villa miseria. Esas son las cosas que, el despilfarro de dinero, ¿no? Eso desde el punto de vista social. Y mi denuncia desde el punto de vista social es siempre a eso.

Pero lo que más me indigna es el salario injusto. Porque uno se enriquece a costa de la dignidad no dada a la persona. Lo que te da dignidad de trabajo y vos usás el trabajo para hacerlo indigno porque le pagás, o no le pagás la pensión. Y con tranquilidad de conciencia. Yo diría no pagar lo justo, no pagar la pensión, no pagar el aguinaldo, ¡es pecado! ¡Es pecado! Y lo haga un rico, o lo haga un clase media o lo haga un pobre, es pecado. Esa cosa la tenemos que decir. El diablo, como repite, se mete en nuestra

vida, metiéndonos plata en el bolsillo. No lo digo yo.

Yo lo repito. Pero los Padres de la Iglesia, al dinero, lo llamaban la caca del diablo. O sea el estiércol del diablo, ¿no? ¿Por qué? Porque veían ahí algo que echaba a perder, que ensuciaba, que te llevaba por el mal camino, ¿no? Es el primer paso, como decía San Ig-nacio, para la suficiencia, para la vani-dad y para el orgullo, ¿no? Bueno esa es como una visión sociológica. ¿Uno es comunista porque piensa así? No.

Paso al segundo paso. Los pobres están en el centro del Evangelio. Cuando Jesús se presenta toma las palabras de Isaías: Yo fui enviado para evangelizar a los pobres. Los pobres tienen una riqueza que, las personas que tenemos mucha seguridad, y yo me incluyo entre los ricos entre comillas, porque a mí no me falta nada. Y tengo que andar cuidándome de no aprovecharme de eso, para no pecar. Una riqueza que no tenemos. La persona pobre honesta tiene una sabiduría, la dignidad del trabajo, de cuidar a sus hijos, cuidar a la creía, como decimos en Argentina, es algo tan lindo, tan lindo. Como una dignidad.

Y Pablo VI, en la Evangelii nuntiandi, decía, número 46 o 48, no recuerdo, dice que los pobres son más capaces de entender ciertas virtudes cristianas. Están más preparados, ¿no? Están mucho más preparados. Y la po-breza está en el centro del Evangelio. La bandera de la pobreza es evangé-lica. La robaron los marxistas porque nosotros no la usábamos. La teníamos en el museo y vinieron, la robaron, y la usaron ellos.

Pero vayamos al final de 1800,

con la crisis italiana. En el norte de Italia la cantidad de santos, que trabajaron con los pobres. Don Bosco en la cabeza. O sea que buscaron salidas para promover, tercer paso, la promoción. La promoción social. No es cuestión sólo de dar dinero. Es promover. De ahí la importancia de la educación. Y la salida laboral.

Que a alguno esto le parezca ex-agerado quizás es por mis pecados que yo digo palabras fuertes y no soy lo suficientemente bueno y pastor como para llegar al corazón de esa gente. Pero son hijos de Dios. Simplemente les tendría que pedir que se convier-tan, pero pedírselo con corazón de padre y no pegándoles, es verdad. En eso sí.

Papa Francisco un tema priori-tario de estos dos años también ha sido el Sínodo de la familia. ¿Qué espera de este segundo Sínodo?

Creo que hay expectativas des-mesuradas, ¿no es cierto? El Sínodo de la Familia no lo quise yo. Lo quiso el Señor. Y fue una cosa de Él. Cuando Monseñor Eterovi?, que era el secretar-io, me trae los tres temas más votados, me decía el más votado es éste, qué aporte, el aporte de Jesucristo al hom-bre de hoy. Y bueno, hagamos éste. Así era el título del Sínodo. Seguimos hablando de la organización, y yo le dije: “Mirá hagamos una cosa, ponga-mos el aporte de Jesucristo al hombre de hoy y a la familia de hoy”. Y ahí quedó con la familia, en la cola, ahí. Cuando fuimos a la primera reunión del Consejo postsinodal se empezó a hablar si con ese título, y después sí porque el aporte de Jesucristo a la familia, y ya el hombre de hoy quedó un poquito afuera. Y al final dice: “No, porque este Sínodo sobre la Familia. …”, y la misma dinámica fue cambi-ando el título. Yo calladito, ¡eh!

Y al final me di cuenta de que fue el Señor el que quiso eso. Y bien queri-do. Porque la familia está en crisis. No quizás la crisis más tradicional, de la infidelidad, o como llaman en México, la “casa chica” y la “casa grande”, no, no, sino una crisis más de abajo. Se

ve que los jóvenes no quieren casarse, o conviven. Y no lo hacen por pro-testar de nada, sino que expresan así sus cosas. Después a la larga se casan algunos, otros por Iglesia.

O sea que hay una crisis familiar dentro de la familia y desde ese punto de vista creo que lo que el Señor qui-ere es que enfrentemos eso: prepara-ción al matrimonio, acompañamiento de los que conviven, acompañamiento de los que se casan, y llevan bien su familia, acompañamiento de los que han fracasado, en la familia y han hecho una nueva unión, preparación al Sacramento del matrimonio, no todos están preparados. ¡Y cuántos matrimonios que son hechos sociales, son nulos! Por falta de fe.

Benedicto ya puso eso muy claro que la falta de fe, de concien-cia de lo que se hace, ¿no? Son prob-lemas graves, ¿no?

Bueno la familia en crisis, ¿cómo integrar en la vida de la Iglesia las familias, las replay, no? es decir las de segunda unión que a veces resultan fenómenos. … que ello fue un fracaso. ¿Cómo reintegrar, no? Que vayan a la Iglesia, entonces cada uno, ahí simplifican y dicen ah les van a dar la Comunión a los divorciados. Con eso no se soluciona nada. Lo que la Iglesia quiere es que vos te integres a la vida de la Iglesia.

Pero hay algunos que dicen: “No. Yo quiero tomar la Comunión y ya está”. Una escarapela. Una honor-ificencia. No. O sea reintegráte. Hay siete cosas que no pueden hacer según la legislación actual los que están en segunda unión. Yo no me las acuerdo todas, pero una es no ser padrinos de Bautismo. ¿Por qué? ¿Y qué testimonio le va a dar al ahijado? El testimonio de decirle: “Mirá querido, yo en mi vida me equivoqué, ahora estoy en esta situación. Soy católico. Los principios son éstos. Yo hago esto y te acom-paño”. Testimonio de verdad. Pero te viene un mafioso, un delincuente, uno que mató gente, pero como está casado por la Iglesia, puede ser pa-drino. O sea esas contradicciones. Una

Papa Francisco: segundo año de su pontificado

La persona pobre honesta tiene una sabiduría, la dignidad del trabajo, de cuidar a sus hijos, cuidar a la creía …

PAPA FRANCISCO EL VIERNES SANTO — Papa Francisco postrado después de la liturgia de la pasión del Señor en la Basílica de San Pedro el 03 de abril de 2015. (Foto L'Osservatore Romano)

Papa Francisco

Abril 2015 Página 9

cosa que, y hay que integrarlos en eso y no enseñar catequesis. ¿Por qué no? ¿Por qué no? Si creen, aunque estén en una situación que se disuelve, llamada irregular, y la reconozcan y la acepten, y sepan lo que la Iglesia piensa de esas cosas, no es impedimento. Cuando hablamos de integrar es meter todo esto, después acompañar procesos interiores.

Usted me preguntó que yo di libertad. Un Sínodo, sin libertad, no es Sínodo. Es una conferen-cia, en cambio el Sínodo es un espacio protegido, en el cual pueda trabajar el Espíritu Santo. Y para eso las personas tienen que ser libres. Por eso yo me opongo a que sean publica-das las cosas que dice cada uno con nombre y apellido. No. Que no se sepa que lo dijo él. Que se sepa lo que se dijo, no tengo problema. Pero no quién lo dijo. De manera que se sienta libre para decir lo que quiere.

Después, tenemos un problema muy serio, que es la colonización ideológica sobre la familia. Por eso me referí en Filipinas, porque es un prob-lema muy serio. Es decir los africanos se quejan mucho de esto, bueno, y en Latinoamérica también se da. Y a mí me pasó una vez. Fui testigo de un caso con una Ministra de Educación, cuando uno tiene ciertos créditos, sí pero, la enseñanza de la teoría del “gender”, entonces es una cosa como que va atomizando a la familia ¿no? Esa colonización ideológica que destruye la familia ¿no? Por eso yo creo que del Sínodo saldrán cosas muy claras, muy rápidas, y que ayuden a toda esta crisis familiar, que es total ¿no?

Papa Francisco, otro tema im-portante de estos dos años ha sido el de los abusos contra los menores. En México, hemos tenido un escándalo muy, muy grave que ha sido el del Fundador de una Congregación mexicana que es, Marcial Maciel. Se habló mucho de gente que encubrió, de facilidades, de grupos de poder.

Lo que sé. …, yo nunca tuve contacto con los Legionarios de Cristo. Porque no estaban en Buenos Aires y la primera parroquia se la dio mi pre-decesor, en la Parroquia Santa María de Betania, cuando la dejaron los religiosos, los Picpus (Congregación de los Sagrados Corazones) y se la dio a ellos. Eran tres. O sea en Buenos Aires tres religiosos, o sea, no los conocía. Oí hablar de ellos.

Cuando vine a hacer, no el curso, porque no estaba el curso para nue-vos obispos, pero sí el encuentro de Movimientos laicales, me hospedé, o sea el curso se hacía en un edificio de ellos, en una Universidad ¿no? Es el otro contacto que tuve. O sea que no los conocía.

Cuando me enteré del “escandal-azo” realmente me dolió mucho, me escandalicé. ¿Cómo esta persona pudo llegar hasta esto? Evidentemente que

era una persona muy enferma, porque además de todos los abusos, creo que también había dos o tres mujeres de por medio, hijos, con una o con otra, no sé, o sea que había algo ahí, y mu-cha plata. Volviendo a lo mismo no, lo de la corrupción empieza por los bolsillos ¿no? Pero creo que se trataba

de un enfermo. Un gran enfermo.

Acá, cuando se tomó conciencia de la cosa, se empezó a actuar fuerte. Entonces el Cardenal Ratz-inger llevó la cosa adelante, y la llevó, la llevó, la llevó y el Papa, San Juan Pablo II le dio luz verde para llevarla, o sea, él dio luz verde, y cuando lo hicieron Papa, ya actuó, porque estaba maduro el proceso. Pero, quiero dejar muy claro que el entonces Cardenal Ratz-inger y San Juan Pablo II eran conscientes y dijeron: adelante. Uno, en la inves-

tigación. Y el otro dando luz verde.Segundo: ¿Hubo encubrimiento?

Uno puede presumir que sí, aunque siempre en justicia hay que presumir la inocencia. Pero sería raro que no, no, tuviera algún “padrinito” por ahí, medio engañado, medio que, que sospechaba y no supiera. Bueno, eso yo no lo he investigado. Abusos ahora: evidentemente que desde las primeras intervenciones de tolerancia cero, eso sigue.

La Comisión ésta no es para los abusos, sino para la tutela del menor. O sea para prevenirlo ¿no? El problema del abuso de menores es un problema grave, la mayoría de los abusos se dan en el entorno familiar y vecinal. No quiero decir números, para no equivocarme. Un solo cura, que abuse de un menor, es suficiente para mover toda la estructura de la Iglesia y enfrentar el problema. ¿Por qué? Porque el cura tiene la obligación de hacer crecer ese chico, esa chica, en la santidad, en el encuentro con Jesús. Y lo que hace es destruir el encuen-tro con Jesús. Hay que escuchar a los abusados. Yo los he escuchado acá. Una mañana entera la pasé con seis: dos alemanes, dos irlandeses y dos ing-leses. La destrucción interior que tiene. O sea, son antropófagos. O sea es como si se comieran a los chicos. Los destruyen ¿no? Aunque haya un solo cura es suficiente para avergonzarnos y para hacer lo que hay que hacer.

En esto hay que seguir adelante, y no volver un paso atrás. O sea, destruir una criatura es, es horrible, es horrible. Y en eso yo agradezco tanto al Papa Benedicto que tuvo esa valentía de decirlo en público y a Juan Pablo II, que tuvo la valentía de abrir luz verde al caso de los Legionarios ¿no?

Papa Francisco usted en una ocasión dijo: “A mí me gustaría ser recordado como un buen tipo”. Yo le pregunto cómo le gustaría ser recordado por estos dos años? A lo mejor por su lenguaje, sabe-mos que es muy espontáneo, poco

convencional, muy espontáneo.Seguiría haciendo lo mismo. Y

hablaría como hablo yo, como un pár-roco, que me gusta hablar así, no sé. Siempre he hablado así. Siempre. Por ahí es un defecto, no sé. Pero la gente creo que me entiende. Yo le agra-dezco su bondad y en usted agradezco al pueblo mexicano a quien quiero mucho.

Yo quisiera que Usted nos diera una bendición a México.

Lo voy a hacer.¿Ha ido a México?Estuve dos veces en México. En

el 70, que estuve en la villa, antigua, Santuario, que fui a visitar al novi-ciado, la Casa de Formación, porque a mí me habían nombrado Maestro de novicios. La segunda vez cuando

San Juan Pablo II promulgó la Ecclesia in America. Y ahí ya conocí el nuevo Santuario ¿no?

Dos veces, pero el cine mexicano en Argentina lo veíamos mucho, me acuerdo de Cantinflas. … la música, me gusta mucho, así que con mucho gusto les voy a dar la bendición a todos y les pido que recen por mí. Pero antes de dar la bendición, vamos a pedirle a la Madre, que es la que nos da la fuerza para dar la bendición, así es que la invito a que recemos un Avemaría.

Dios te salve María. …Nuestra Señora de Guadalupe,

Madre de México y Madre de América, ruega por nosotros.

Que la bendición de Dios Todo-poderoso. …

¡Muchas gracias! ©ACI

Un solo cura, que abuse de un menor, es suficiente para mover toda la estructura de la Iglesia y enfrentar el problema.

Papa Francisco

Con acción de gracias a Dios todopoderosofelicitaciones a

Obispo James V. Johnston, Jr.en su 25 º aniversario de

ordenación al sacerdocio.

Ordenado Sacerdote: 09 de junio de 1990Ordenación Episcopal: 31 de marzo de 2008

El sacerdote debe ser un creyente, alguien que conversa con Dios. Si este no es el caso, entonces todas sus actividades son inútiles.

Lo cosa más importante que un sacerdote puede hacer por la gente es primero que todo ser lo que es: un creyente.

A través de la fe, él le permite a Dios, al Otro; entrar en el mundo. Y si el Otro no está trabajando, nuestro trabajo nunca será suficiente.

Cuando la gente siente que uno es allí quien cree, quien vive con Dios y de Dios, la esperanza se convierte en una realidad también para ellos.

A través de la fe del sacerdote, las puertas se abren por todas partes para el pueblo: Es realmente posible creer, incluso hoy en día.

Todo creyente es un creyente con, y por esta razón el que cree ante nosotros es tan im-portante. En muchos sentidos, esta persona está más expuesta en su fe que los otros, ya que la fe de ellos depende de él y desde en-tonces, en un momento dado, él tiene que soportar las dificultades de la fe por ellos.

El sacerdote como CreyenteEn la fe Hay un mutuo dar y recibir, en la que

sacerdotes y laicos se convierten en mediad-ores de la cercanía de Dios para los demás.

El sacerdote también debe fomentar la humil-dad de dicha recepción en sí mismo…

La primera “tarea” que un sacerdote tiene que hacer, es ser un creyente y se convierte en uno siempre nuevo y en uno que crea cada vez más.

La fe nunca esta simplemente allí de forma automática; tendría que ser vivida. Esto, nos lleva a una conversación con Dios, una conversación que implica hablar y escuchar en algún grado.

La fe y la oración siempre van juntas; no pueden estar separadas.

El tiempo empleado por un sacerdote en la oración y la escucha de la Escritura, nunca es tiempo “robado” del cuidado pastoral o tiempo retenido de los demás.

La gente percibe si el trabajo y las palabras de su pastor brotan de la oración o si están fabricados desde su escritorio.

—Papa Benedicto XVI

Página 10 Abril 2015Pascua

Vivir en la resurrección de Cristo¡No hay que confundir veredas con camino!Feliciano Tapia-Loyola Press Un ministerio Jesuita

Si hemos vivido y celebrado la pasión y muerte de Jesús, con mayor razón y con más fuerza debemos vivir en la resurrec-

ción de Cristo. Pero esto no consiste en palabras que salen de la inteligen-cia o de la cabeza sino en un testimo-nio que brota de nuestro modo de vivir. La desgracia no es ni novedad ni milagro en nuestra existencia, lo que es un verdadero milagro ante el cual debemos estar muy atentos es a todo signo de vida que brota en nuestro interior y al rededor nuestro. Para quienes creemos en Cristo resu-citado todo tiene un sentido nuevo en nuestra vida de cada día. La mejor

manera de ser testigos de la resurrec-ción es apreciando la vida y compar-tiendo lo mejor de nosotros mismos con los demás. Los evangelios nos hablan del gran cambio que ocasiono en su vida la experiencia personal de Jesús lleno de vida. La muerte no lo venció. Dios lo colmó de una vida en plenitud y todos somos llamados a vivir esa vida en Cristo. Hay muchos estilos de vida que se nos presentan como el camino de una vida feliz, pero cuando vamos andando en sus senderos, una de dos, o nos atrapan alejándonos de la vida que ofrece Cristo o nos damos cuenta al inte-rior de nosotros de que nos falta lo principal y entonces volvemos a la búsqueda del encuentro con Jesús: el camino que endereza y orienta todos los demás caminos. Hace un tiempo me dijo un amigo estudioso de la Biblia mientras compartíamos algo de la vida como cristianos “! No hay que confundir veredas con camino!” Cualquier atajo podría apartarnos del camino de la vida pascual que Cristo

nos ofrece.Anda por

veredas quien se siente bueno y mejor que los demás usando este modo de vida como un pretexto para no amar a sus hermanos a quienes considera alejados de Dios. Hay que caer en la cuenta de que justamente es este el camino que Jesús vivió y abrió para nosotros: La gen-erosidad en el amor, el perdón y la misericordia.

Anda por atajos la persona que no descubre el abrazo diario de Dios como padre amoroso. Todo aquel que no se decide a buscar y sentir el amor de Dios en su corazón se parece a un niño que por llanto, berrinche, por miedo, por hambre o dolor no alcanza a ver a su madre que amoro-samente, lo protege, lo cuida, lo lim-pia y contempla lo bello y hermoso que es este hijo o hija suya. Quien este atajo elige como camino se está perdiendo la fuente más grande de felicidad para la vida: el amor y confianza en Dios.

Hay muchas más veredas y atajos, pero los dos que hemos mencio-nado son los principales. Son tan grandes que se nos presentan como el camino y pueden confundirnos fácilmente. Pero si analiza-mos bien nuestra experien-cia, nadie es feliz estando fuera del amor al hermano y del amor de Dios. Enton-ces nuestra experiencia nos lleva al mensaje central de Jesús en su vida, su muerte y su resurrección: lo central es el amor. Este amor nace de la confianza plena en Dios que ofrece su amor y misericordia para todos, especialmente para los que más sufren por la razón que sea. De esta certeza inquebrantable nace la fuerza personal para hacer su voluntad y tra-bajar por su reino, por “las cosas de mi padre Dios” como acostumbraba decir Jesús.

Entonces, como decíamos al ini-cio, vivir en la resurrección de Cristo es vivir la pasión de Cristo: es decir vivir con fuerza, alegría y determi-nación (es el significado de pasión) todo aquello que me da vida. A Jesús le dio vida hacer la voluntad de Dios y por más contradictorio que parezca, eso fue lo que le costó la vida. Pero cuando los que le mataron cruel-mente creyeron que habían acabad con él, fue precisamente cuando

estaban confirmando su mensaje: la fuerza del mal no tiene poder sobre la fuerza del bien. El mal es como cizaña de poder organizado que no sabe que el bien es trigo, es semilla y es luz que entre más se esfuerzan por apagar más prende y se esparce por el mundo. Así como nada ha podido ya apagar la luz de la vida de Jesús, aun cuando intenten hacerlo hasta de las formas más sofisticadas, a veces usando incluso sus propias palabras,

así todos estamos llamados a vivir una vida nueva. Con pasión, con ganas, entregar la vida siempre y en todo momento para que nuestra vida (todo lo que hacemos, recordamos, y anhelamos) nos lleve a mantenernos fieles en el camino de Cristo viviendo en paz y en justicia, trabajando por la paz y la justicia en todo lo que hacemos. Levantarnos y caminar despiertos es el signo de resurrección y de fe. Jesús no se quedó ni en la muerte ni en la tumba. Como nos dicen los evan-gelios, se levantó y camino al encuentro de sus discípu-los “para que entiendan

todas estas cosas”.Estas cosas de Dios se van en-

tendiendo en la catequesis y en todos los momentos de formación en la fe especialmente cuando todo lo que se hace se hace con amor, dedicación y solicitud atenta por las personas sean grandes o chiquitas. ¿En que modo mi ministerio de servicio en la iglesia es un testimonio de la resurrección de Cristo?

La Pascua es el tiempo litúr-gico más importante en la vida de la Iglesia pero las tiendas y los medios de comunicación no le dan el mismo énfasis que la navidad, por ejemplo. En este caso es una gran oportunidad para que los discípulos y discípulas de Cristo compartamos auténticamente el gozo de vivir en la esperanza de la resurrección de Cristo dándole sen-tido y sabor a todo lo que hacemos por que en él vivimos nos movemos y somos.

Renovación Carismática CatólicaPrograma de Formación

¿DESEAS SER UN MEJOR LIDER Y UN BUEN SIERVO DE DIOS?Las Diócesis de Springfield Cape-Girardeau y Jefferson City en colaboración con el

Comité Nacional de Servicios Hispanos de la Renovación Carismática Católica de Estado Unidos y Canadá, se gozan en presentar un Programa de Formación que proporcionará

las herramientas doctrinales y prácticas que ayudarán a servidores de la Renovación Carismática a profundizar su conocimiento de Dios, de la Iglesia y del movimiento para

así lograr ser siervos auténticos del Espíritu Santo, creciendo cada día en santidad y com-prometidos siempre con la misión evangelizadora.

CALENDARIO DE FORMACIÓN2015

Mayo 30-31: Ministerios RCC (Diócesis de Jefferson City-Marshall)Agosto 15-16: Los Carismas del ES (CMC Monasterio, Carthage MO)

Oct. 24-25: Retiro Espiritual (Diócesis de Jefferson City-Marshall)

COSTOS por fin de semana • Formación/Retiro Espirituales: $45

Inscripciones e InformaciónMilagros Calvetti(417) 840-9358 ó [email protected](417) 866-1140 FaxEnrique Castro (573) 680-3650 ó [email protected]

**Favor de entregar su Forma de Inscripción dos semanas antes al evento (Formación o Retiro Espiritual)

¡TE ESPERAMOS!

St. Peter Parish1801 S. Miami Ave., Marshall, MO

Sábado 8:30 a.m. - 6 p.m.Domingo 8:30 a.m. - 2 p.m.

Diócesis de Springfield-Cape Girardeau

Diócesis de Jefferson City

La muerte no lo venció. Dios lo colmó de una vida en plenitud y todos somos llamados a vivir esa vida en Cristo.

Abril 2015 Página 11Familia

Mi familia, mi tesoroA raíz del Encuentro Mundial

de las Familias que se real-izará en Filadelfia del 22 al 27 de septiembre de 2015,

y que tendrá como tema «El amor es nuestra misión. La familia plena-mente viva»; quiero hacer algunas reflexiones sobre algunos puntos que interesan a la familia hoy:

¿Sigue siendo la Familia la Cé-lula de la Sociedad? Todos sabemos porque lo hemos estudiado alguna vez que la célula es el elemento vital de todo cuerpo viviente. Si la célula muere, el organismo muere. El refer-ente de la Familia como la Célula de la sociedad ha sido utilizado desde años inmemoriales para indicar que es ella, la parte que da vida a una sociedad y que una sociedad sin familias muere. Sin embargo, en las actuales circun-stancias del mundo, donde todo gira alrededor del consumismo, donde la globalización ya nos hace hablar de la “Aldea Global”, donde parece que im-porta más el tener que el ser, donde la responsabilidad de formar en va-lores es delegada en la televisión o en el mejor de los casos sobre terceras persona, cabe de nuevo la pregunta: ¿Sigue siendo la Familia la Célula de la Sociedad?

El Papa Francisco ha escrito con ocasión de este encuentro mundial de familias en Filadelfia una carta de invitación a todas las familias para que participen del encuentro. Él dice: “La misión de la familia cristiana, hoy como ayer, es la de anunciar al mundo, con la fuerza del sacramento del Matrimonio, el amor de Dios. A partir de este mismo anuncio nace y

se constituye una familia viva, que pone el hogar, en el centro de todo su dinamismo humano y espiritual. Una familia que, con la gracia del Señor, vive en plenitud su propia vocación y misión, lo glorifica.” Te has pregun-tado en dialogo con tu pareja y con tu familia: ¿Cuál es tu vocación y misión dentro de la Iglesia y el mundo?

Hoy, más que nunca, se hace necesario volver a revisar nuestro es-tilo de vida, que siempre está expuesto al riesgo de ser «contagiado» por una mentalidad mundana —individual-ista, consumista, hedonista—, y a en-contrar siempre de nuevo el camino real para vivir y proponer la gran-deza y la belleza del matrimonio y la alegría de ser y formar una familia. Los valores y las virtudes de la familia, sus verdades esenciales, son el funda-mento en el que se apoya el núcleo fa-miliar, y no admiten discusión.

Los desafíos del mundo moder-no, estimulan a la familia a ensanchar el espacio de su amor fiel abierto a la vida, a la comunión, a la misericordia, a la participación y a la solidaridad. Aunque es cierto, que la los miem-bros de la familia se ven envueltos en múltiples actividades; por trabajo, por participación social, por estudio de los hijos o por compromisos personales,

la familia debe volverse hacia sí mis-ma en la reflexión de los valores que la constituyen como son la Unidad, el amor, el diálogo, la reconciliación, el perdón etc.

Muchas de las familias de donde procedemos la mayoría de los latinos que vivimos en Estados unidos, se han visto fraccionadas, porque uno o vari-os de sus miembros han tenido que abandonar su país, su tierra y su fa-milia para ir a tierras lejanas en busca de “mejores horizontes” para proveer así una vida más digna y de mejores oportunidades a los que la componen. Sin embargo, Esta realidad de buscar mejor bienestar, no compensa la nece-sidad de estar con los que se aman, la necesidad de sentirse amado y de amar, la alegría de ver crecer a los hi-jos y compartir con ellos los mejores

momentos de la vida, la esperanza de envejecer junto a quien se ha escogido como esposa o esposo.

Estas realidades nos plantean que cada día, cada uno de nosotros debe luchar por lo que de verdad, en su vida, tiene valor, por aquello por lo realmente vale la pena luchar “con alma, vida y corazón” y por aquello que en definitiva nos brindará la sat-isfacción y la felicidad que tantos y tanto hemos buscado: La Familia.

¿Valoras, amas, proteges y cuidas a tu familia como el tesoro más pre-ciado que Dios te ha dado? ©TM

P. Jose I. Araque Acevedo es pastor asociado de la parroquia San Vincente de Paul, Cape Girardeau. Su licenciatura en psicólogia de la Universidad de San Buenaventura (Medellín, Colombia).

COLUMNISTA INVITADOP. José I. Araque Acevedo

Patrocinado por el Ministerio Hispano de la Diócesis de Springfield, MO y los Misioneros Claretianos, Oficina de Vocaciones. Para más información favor de llamar a Milagros Calvetti al: (417) 840-9358 E-mail: [email protected].

Primer Retiro de Emaus“Cuando ya estaban sentados a la mesa, tomo en sus manos el pan, y ha-

biendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús.” —Lc. 24, 30-31

En cumplimento con la primera meta propuesta por nuestro Obispo James “Creciendo en Santidad” y con gran alegría y entusiasmo 80 personas; servidores (50) y caminantes (30) participaron del 8 al 10 de mayo el primer retiro de Emaús para hombres. Se llevó acabo en

el Monasterio de la Congregación de la Madre Corredentora en Carthage, MO. Esta hermosa experiencia de retiro fue organizada y dirigida por per-sonas comprometidas de la Parroquia de la Natividad de Nuestro Señor en Noel, MO y por algunas personas que pertenecen a este gran movimiento de Houston, TX las cuales vinieron para apoyar el buen funcionamiento del mismo. Los caminantes eran personas de diferentes parroquias de nuestra diócesis (Springfield, Monett, Verona, Webb City, Neosho y Noel), con realidades y situaciones diferentes, algunos con problemas personales o familiares, quienes salieron renovados y con deseos de trabajar en sus propias comunidades más comprometidos.

¿Qué es la experiencia de Emaús? Es una experiencia diferente a mu-chas. Solo puedo decir que es un fin de semana maravilloso en el cual se van llevando a los caminantes a través de experiencias, testimonios y actividades a que tengan un encuentro más profundo con el Señor y a que los descubran en cada momento de la vida y a que lo reconozcan al partir el pan en la Misa dominical. Después de este fin de semana salen ansiosos de compartir con cada una de sus familias la experiencia del Señor resu-citado a través del su testimonio de vida.

Doy gracias a Dios por permitirme ser Director Espiritual de este her-moso programa, el cual ha renovado mi vida y me ha permitido acercarme más a la comunidad. JESÚS HA RESUCITADO. EN VERDAD RESUCITO.

P. Ruben Restrepo,Párroco de Sta. Canera, Neosho y

Natividad del Nuestro Señor, Noel MO

Página 12 Abril 2015Noticias Diocesanas