Una Presentación Filosófica de Krishnamurti

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Una presentación filosófica de Krishnamurti A los lectores de Krishnamurti y amigos en el autoconocimiento ¿Quién es Krishnamurti? La vida de Krishnamurti fue muy especial. Aunque no es nuestro propósito hacer una biografía detallada de su vida, sólo queremos señalar los aspectos más importantes. (En adelante pondremos K para referirnos al nombre de Krishnamurti). Nació el 12 de mayo de 1895 a las 0.30 horas, en Madanapalle, estado de Madrás, al Sur de la India. Fue el octavo hijo de los esposos Jiddu Naraniah y Sanjeevamma. Según la tradición hindú, si el octavo hijo es varón tendrá el nombre de Krishna, uno de los dioses hindúes que fue el octavo hijo. Por eso, siendo la familia muy tradicional, se llamó al niño Krishnamurti. (Jiddu es el apellido de K. que suele colocarse adelante del nombre. Los diferentes biógrafos suelen llamarlo a veces Krishna, Krishnamurti, Krishnaji, K. Nosotros lo llamaremos K en los textos y Krishnamurti en los títulos, porque importa más el mensaje que K nos da que la persona. Además, él se llamaba a sí mismo K o con un término impersonal como “nosotros” o “uno”, “para sugerir la ausencia del ”yo”, del sentido egocéntrico de la individualidad”, Jayakar KB p 7. Por último, hay que agregar que K jamás aceptó títulos como “maestro espiritual”, “guía espiritual”, “iluminado”, etc.) Cuando K tenía cinco años perdió a su madre, una persona muy devota del dios Krishna y en quien K había encontrado amor y protección. Su padre, luego de la jubilación, trabajó una temporada en el Sede Central de la Sociedad Teosófica, en Adyar, Madrás. La Sociedad Teosófica es una organización de carácter esotérica, fundada por Helena P. Blavatsky y Henry S. Olcott. Mientras K y su hermano Nitya jugaban en la playa de Adyar, Charles Leadbeater, uno de los miembros de la Sociedad Teosófica, se impresionó al ver a K. Era 1908 y K tenía entonces 13 años. Los líderes de esa organización reconocieron que los hermanos tenían un gran potencial espiritual. Con el permiso de su padre, se encargaron del cuidado físico y espiritual del adolescente. Con el contacto con los teósofos, la vida de los hermanos tomaría un rumbo diferente. Los líderes de la Sociedad Teosófica enseñaban que los Maestros Espirituales invisibles les habían comunicado que un nuevo instructor espiritual vendría, el dios Maitreya, para guiar a la humanidad. Y suponían que el cuerpo de K era el elegido para esa nueva encarnación. Por eso se preocupaban por K y Nitya, quienes viajaron a Europa y EE.UU. a ser preparados.

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Krisnamurti

Transcript of Una Presentación Filosófica de Krishnamurti

Una presentacin filosfica de Krishnamurti

A los lectores de Krishnamurti y amigos en el autoconocimiento

Quin es Krishnamurti?

La vida de Krishnamurti fue muy especial. Aunque no es nuestro propsito hacer una biografa detallada de su vida, slo queremos sealar los aspectos ms importantes. (En adelante pondremos K para referirnos al nombre de Krishnamurti). Naci el 12 de mayo de 1895 a las 0.30 horas, en Madanapalle, estado de Madrs, al Sur de la India. Fue el octavo hijo de los esposos Jiddu Naraniah y Sanjeevamma. Segn la tradicin hind, si el octavo hijo es varn tendr el nombre de Krishna, uno de los dioses hindes que fue el octavo hijo. Por eso, siendo la familia muy tradicional, se llam al nio Krishnamurti. (Jiddu es el apellido de K. que suele colocarse adelante del nombre. Los diferentes bigrafos suelen llamarlo a veces Krishna, Krishnamurti, Krishnaji, K. Nosotros lo llamaremos K en los textos y Krishnamurti en los ttulos, porque importa ms el mensaje que K nos da que la persona. Adems, l se llamaba a s mismo K o con un trmino impersonal como nosotros o uno, para sugerir la ausencia del yo, del sentido egocntrico de la individualidad, Jayakar KB p 7. Por ltimo, hay que agregar que K jams acept ttulos como maestro espiritual, gua espiritual, iluminado, etc.)

Cuando K tena cinco aos perdi a su madre, una persona muy devota del dios Krishna y en quien K haba encontrado amor y proteccin. Su padre, luego de la jubilacin, trabaj una temporada en el Sede Central de la Sociedad Teosfica, en Adyar, Madrs. La Sociedad Teosfica es una organizacin de carcter esotrica, fundada por Helena P. Blavatsky y Henry S. Olcott.

Mientras K y su hermano Nitya jugaban en la playa de Adyar, Charles Leadbeater, uno de los miembros de la Sociedad Teosfica, se impresion al ver a K. Era 1908 y K tena entonces 13 aos. Los lderes de esa organizacin reconocieron que los hermanos tenan un gran potencial espiritual. Con el permiso de su padre, se encargaron del cuidado fsico y espiritual del adolescente. Con el contacto con los tesofos, la vida de los hermanos tomara un rumbo diferente.

Los lderes de la Sociedad Teosfica enseaban que los Maestros Espirituales invisibles les haban comunicado que un nuevo instructor espiritual vendra, el dios Maitreya, para guiar a la humanidad. Y suponan que el cuerpo de K era el elegido para esa nueva encarnacin. Por eso se preocupaban por K y Nitya, quienes viajaron a Europa y EE.UU. a ser preparados.

En 1912, el padre de K quiso recuperar a sus hijos, pero no pudo lograrlo. La Sociedad Teosfica gan el juicio que se haba realizado por la tutora de los hermanos. En adelante los hermanos quedarn bajo la proteccin de la lder de la Sociedad Teosfica, Mrs. Annie Besant.En 1921, los hermanos regresaron a la India. Visitaron a su padre en tres ocasiones, fueron las ltimas veces que se veran. Su padre falleci el 1924.

Por la salud de Nitya, los jvenes se establecieron en Ojai, California, en 1922. En agosto de aquel ao, K iba a sumergirse en el intenso despertar espiritual que cambi el curso de su vida (Jayakar KB p 60). Intensos dolores comenzaron a activar los centros de energa (chakras segn la tradicin hind) desde la base de la espina dorsal hasta el centro del cerebro, acompaado por una serie de sucesos extraos. En noviembre de 1923 el proceso dej de ser continuo. Hasta 1924 los episodios continuaron intermitentemente. (Jayakar KB Cap. IV. Un suceso similar le ocurra en la India, en 1948, ver Jayakar KB Cap. XI.)

En 1925 habra de suceder un hecho que conmovera a K. Su hermano Nitya continuaba enfermo en Ojai. Mientras K estaba de viaje, Nitya falleci el 13 de noviembre de 1925. Un profundo sufrimiento acompa a K durante el viaje. Los hermanos haban compartido toda su vida, esperanzas, planes, viajes y estudios. Pero ese intenso sufrimiento haba desencadenado una inmensa e inexpresable percepcin. Una inteligencia que haba tardado largos aos en madurar...haba funcionado en el momento de mayor agudeza del sufrimiento (Jayakar KB p 86). K mismo escribira en 1931:

Cuando muri mi hermano me dijeron que estaba perfectamente dichoso en el plano astral y que todo para l era bello y color de rosa...Creen ustedes que mi dolor se apacigu porque me dijeron que era perfectamente dichoso en el otro lado? Yo comprend que mientras existiera una separacin entre individuos y mientras Krishnamurti fuera ms importante para m como individuo que los dems, subsistira mi dolor y me hara falta mi hermano. Cuando fui capaz de identificarme con todos y de sentir no slo intelectualmente, sino a travs de mi corazn que no existe separacin real, encontr la dicha. (Boletn de la Estrella N 6, Marzo 1931. Citado por Yvon Achard. El Lenguaje de Krishnamurti p 61)

Por esa misma poca, K haba comenzado a cuestionar la estructura Y doctrina de la Sociedad Teosfica y de la Orden de la Estrella de Oriente, de este ltimo l era el jefe. Esa Orden fue fundada en 1911 por los lderes de la Sociedad Teosfica, como una nueva religin donde K era el Mesas esperado. Todo esto llegara a su punto mximo. El 3 de Agosto de 1929, en Ommen, Holanda, ante 3 mil miembros de la Orden de la Estrella, K decide disolver la Orden. K pronunciara una pltica que expresara las lneas esenciales de la enseanza que dara durante toda su vida. Entre otras cosas dice:

Yo sostengo que la Verdad es una Tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningn sendero, por ninguna religin, por ninguna secta...En el momento en que siguen a alguien, dejan de seguir la Verdad ...Slo estoy interesado en una cosa esencial: hacer que el hombre sea libre. Deseo liberarlo de todas las jaulas, de todos los temores, y no fundar religiones, nuevas sectas, ni establecer nuevas teoras y nuevas filosofas. (Citado por Jayakar KB ps 92-94)

Hacer que el hombre sea libre, esa sera su labor durante toda su vida, dando plticas y entrevistas por casi todo el mundo. Luego de la disolucin de la Orden, K devolvi las propiedades y terrenos donados a la Orden. Con ello se cierra su relacin con la Sociedad Teosfica y comienza su vida de filsofo y educador. K visitara casi todo el mundo, pero sobre todo Ojai, Londres, Saanen (Suiza) y la India. Luego de varios aos, con amigos interesados en la enseanza, se crearan las Fundaciones Krishnamurti en Inglaterra, EE.UU. y la India, que se encargan de difundir la enseanza y se han establecido escuela con esa nueva orientacin. Luego se crea la Fundacin Krishnamurti Hispanoamericana que difunde las enseanzas de K en los pases de habla hispana.

K muere a los 90 aos, a las 0.10 horas del 17 de febrero de 1986, en Ojai, California. Como K no se consideraba un lder religioso ni poltico, no dej sucesor ni permiti que despus de muerto se le divinizase. Slo la enseanza es importante, sostena. Escribi pocas obras, pero gran parte de los libros de K son dilogos que sostuvo en distintas partes del mundo durante casi todo el siglo XX. Adems, muchas obras se han escrito sobre l, por lo que nosotros queremos investigar si K puede ser calificado de filsofo y en qu sentido. Para ello veremos si la actitud de K es filosfica.

La actitud filosfica de KrishnamurtiKrishnamurti y la filosofa.- Sin duda, K no es un filsofo en sentido estricto, porque no estudi dicha especialidad. A l tampoco le interes ser considerado como un filsofo. No construy un sistema de pensamiento ni propuso ningn mtodo. Sin embargo, as como Scrates podra ser considerado un filsofo en sentido profundo y humano. El inters de K es que cada ser humano vea su propia vida tal como es, sin prejuicio ni condicionamientos. Su enseanza tiene como pilares fundamentales a la libertad, la verdad y el amor. Una enseanza a la que no pide adhesin sino vivencia.

.... si usted quiere difundir estas enseanzas, vvalas, y mediante el ejemplo que usted da, las estar difundiendo. Las estar comunicando, lo cual es mucho ms verdadero y significativo que la repeticin verbal, porque la repeticin es imitacin, y la imitacin no es creatividad. (Respuesta de K. a una pregunta sobre la difusin de la enseanza. Boletn de la Fundacin Krishnamurti Hispanoamericana. Marzo 1989, N 33, p. 6)

Tiene poca significacin adherirse y difundir una enseanza que no se ha vivenciado, que no se sabe si es verdadera o falsa. Por ello, en torno a su enseanza no puede sacerdotes que cuiden de su literalidad ni intrpretes oficiales ni santas inquisiciones que juzguen quienes piensan o no como K. Generalmente nos aferramos a una doctrina y la enseanza de K puede convertirse en una doctrina porque nos da seguridad psicolgica y por eso creemos que es verdadera, pero casi nunca investigamos si es verdadera o no. Por eso es importante para K la libertad que nos permite vernos tal como somos. En la mayora de sus plticas comenzaba expresando su propsito:

Es importante comprender desde el mismo principio, que no estoy formulando ninguna filosofa, o estructura de ideas o de concepto teolgicos (...) Lo que me importa no es una filosofa de la vida, sino observar lo que ocurre en nuestra vida diaria interna y exteriormente. (K. LP p 15)

As, K se destruye como autoridad de cualquier ndole, y nos coloca desde el principio frente a la libertad. Por eso Armando Clavier dice que no es K quien debe ser comprendido:

Somos nosotros, nosotros como seres humanos, quienes debemos comprendernos. Y eso es imposible si slo escuchamos lo que l dice, lo que l afirma, lo que l propone. (A. Clavier. AK p 77)

Cuando K daba sus plticas no era para que sus palabras fuesen aceptadas o rechazadas sino para que nosotros pudisemos ver nuestra existencia como seres humanos. La enseanza de K no tiene una filosofa que se distrae con intercambio de opiniones o exposicin de nuevas o antiguas ideas de Occidente u Oriente, la enseanza encierra una filosofa de lo real, que apunta a una revolucin de lo real, de lo que somos actualmente.

En ocasiones la gente apuntaba lo que K. estaba diciendo, pero K. les deca:

El que habla no est dando una conferencia de la que tomis apuntes y ms tarde vosotros y otros interpretis lo que se ha dicho... propondra seriamente que escuchis, que experimentis, en vez de reflexionar sobre ello luego, o escuchar los comentarios de otros sobre lo mismo, todo lo cual es tan intil. (K. ECM p 293)

Lo que importa es que nuestras vidas sean transformadas y no la especulacin o el intercambio verbal. Y ello slo se puede producir en el ahora, que no es futuro (luego), sino todo el tiempo unificado. Por eso es que las palabras son para l como un vehculo a la realidad, pero no la realidad misma. K se da cuenta que somos esclavos de las palabras, desde los intelectuales a las personas sin educacin formal estamos condicionados por las palabras, con lo cual quiere decir que no las utilizamos como un medio de comunicacin sino como realidades.

Quisiera tambin sealar que las palabras en s, tienen muy poco sentido. Son smbolos, usados con objeto de comunicarse. Tengo que usar ciertas palabras, pero las empleo con el fin de conversar; y a travs de ellas uno tiene que tentar su camino hacia cosas que no son explicables con palabras... Estamos tratando de descubrir qu es falso y qu es verdadero, y para hacer esto, tiene uno que ir ms all de las palabras... si nuestras mentes estn libres de la palabra, del smbolo, entonces podemos estar en comunin unos con otros ms all de las palabras. (K. ECM p 293)

K no quiere decir que las palabras son intiles, pero no hay que tomarlas por la realidad. K siempre deca que la palabra no es la cosa. Como en el zen que tenemos que usar nuestra razn para ir ms all de ella, tambin aqu tenemos que usar las palabras para ir ms all, a la verdad. La verdad no estara en las palabras, sino en una vivencia. Es necesario estar libre de la palabra, lo cual significa ver que una mente esclava de las palabras no es capaz de mirar y sentir. La claridad de esa observacin destruye el servilismo con respecto a las palabras (K. ECM p 21). Por eso Clavier nos dice que la preocupacin de K no es elaborar conceptos:

Cuando Krishnamurti habla, sus palabras no son el producto del pensamiento. Krishnamurti nos habla desde el silencio, desde el vaco. Y es precisamente ese vaco de la mente el que pulsa el mecanismo para la comunicacin que es un idioma, un lenguaje, una asociacin de palabras. (A. Clavier. AK ps 41-42)

Esta expresin de Clavier parece contradecir toda gnoseologa. Cmo pueden las palabras salir del silencio interior, del vaco? Esto tiene que ver con la naturaleza del pensamiento, uno de los temas centrales de K. Cuando Clavier nos dice que las palabras de K no son producto del pensamiento, quiere decir que sus palabras no surgen de conceptos previos, ni de sistemas filosficos o religiosos aprendidos, sino de la percepcin clara de lo que es. Desde que K empez a dar plticas por diversas partes del mundo, nunca se qued con las mismas palabras. Cada vez profundizaba en la naturaleza de la realidad, por eso sus palabras se transformaban. Entonces,

Krishnamurti no ensea un cuerpo de doctrina ni pretende establecer una nueva filosofa. l mismo ha dicho: no tengo ninguna creencia, ni pertenezco a ninguna tradicin. No define, porque las cosas, una vez definidas estn muertas. Tampoco contesta s o no. Lanza al interrogador de regreso hacia el interior de s mismo y all lo obliga a buscar sus respuestas... su lenguaje es fundamentalmente simple, no emplea ninguna expresin de las que integran el idioma particular de la filosofa o de la ciencia. No hace alarde de erudicin. No cita ninguna autoridad... (Prlogo de Azcuy a la obra de A. Clavier. AK p 21)

Pero, a pesar que K nos dice que l no tiene ninguna filosofa, es decir, una doctrina o estructura de pensamientos, podra ser considerado un filsofo porque para l mismo:

Filosofa quiere decir el amor a la verdad, no el amor a las palabras, el amor a las ideas, a las especulaciones, sino el amor a la verdad. (K. VR p77)

Filosofa no como una actividad especializada entre otras, sino una actitud humana, que nos importa como seres humanos que somos: amor a la verdad, que es lo mismo que conocerse a s mismo. Algo tan sencillo pero debido a nuestro mundo moderno tan vaco de importancia. Pero slo en ese amor a la verdad a lo mejor se pueda producir un hombre nuevo, es decir, revolucionar nuestras vidas totalmente.

Libertad para descubrir.- Una investigacin sobre la problemtica humana debe desarrollarse en plena libertad, tanto interior como exterior. K considera que la libertad no est al fin, en un futuro, es necesaria desde el principio. Y nos lanza el reto del descubrimiento a nosotros mismos en plena libertad:

As, ahora vamos a investigar juntos no como una persona que explica mientras usted lee, y asiente o disiente de ella... vamos a hacer un viaje juntos, un viaje de descubrimiento dentro de los ms secretos rincones de la mente... Olviden cuanto saben sobre ustedes mismos, olviden todo lo que se les ha enseado sobre ustedes mismos; vamos a partir como si nada supiramos. (K. LP p 20)

Sin duda, es una actitud diferente y radical. Lo que los profesores, moralistas, religiosos, polticos, psiclogos dicen de nosotros es lo que ellos dicen, no lo que uno mismo ha descubierto (K. UPS, p 47). Lo importante es ver, descubrir la realidad, lo que es, lo que somos cada uno de nosotros, porque slo entonces ser posible erradicar la raz de nuestros problemas. Es por eso que K no ofreca conclusiones:

No esperen que quien les habla conteste esa pregunta, porque entonces slo repetirn. Si pueden descubrir, encontrar la verdad de ello, eso que han descubierto les pertenece, y entonces pueden actuar. Pero si meramente escuchan lo que est diciendo quien les habla, entonces slo lo repiten, no lo saben. (K. UPS p 33)

K comprende que si uno repite una verdad sin haberla experimentado la estaremos convirtiendo en mentira. Ms an, la verdad no puede ser repetida, lo que se puede repetir es mentira, porque la repeticin se basa en la imitacin (Respuesta de K a una pregunta sobre la difusin de la enseanza. Boletn de la Fundacin Krishnamurti Hispanoamericana. Marzo 1989, N 33, p 3). As, incitaba a sus oyentes a investigar, a cuestionar lo que l estaba diciendo, nunca a aceptar lo que l deca. l mismo se cuestionaba como avanzando en la investigacin.

Investguenlo, seores. Por favor, sean escpticos, no acepten nada de lo que dice quien les habla. Avergenlo ustedes, investiguen, no maana sino ahora, sentados ah examnenlo, descubran. Pongan pasin en ello, no fanatismo. Entonces comenzarn a descubrir. (K. UPS p 38)

No escuchar pasivamente, sino poner pasin en ello, es decir, un inters intenso por descubrir lo que somos, indagar sobre nuestra existencia sin conclusiones previas. De este modo el dilogo puede ser una forma de encontrar la verdad.

Para K es insensato dar un sistema o mtodo para que otros lo sigan, eso significara autoridad, jerarqua, imitacin, sometimiento, aceptacin.

Al tratar de ajustarse a la ideologa, suprime su ser; sin embargo, lo realmente verdadero no es la ideologa, sino lo que usted es. (K. LP, ps 16-17).

K no se considera a s mismo como un maestro hind, le importaba la comunicacin sin jerarqua, sin alguien que es superior y otro inferior ni alguien que sabe y otro que no sabe (K. UPS p 26). K. no es un guru o gua espiritual para alcanzar una meta. Una vez le preguntaron si acaso sus plticas no estaban influenciando a sus oyentes. l respondi:

Si el orador os est influenciando, entonces lo mismo podras ir al cine, a la iglesia, o a misa. Si sois influido por el que habla, entonces estis creando autoridad; y cualquier forma de autoridad os impide comprender lo real, lo verdadero (...) Estar libre de toda influencia de los libros que leis, los peridicos, el cine, la educacin que habis tenido, la sociedad a que pertenecis, la influencia de la iglesia, darse cuenta de todas las influencias y no quedar atrapado en ninguna de ellas, eso es inteligencia. Eso requiere estar alerta, vigilante, darse cuenta de todo lo que pasa dentro, de toda reaccin, lo cual significa no dejar pasar un solo pensamiento sin conocer el contenido, el trasfondo, el motivo de ese pensamiento. (K. ECM p 292)

Lo importante es explorar, investigar nuestros problemas individuales y colectivos, descubrir por nosotros mismos lo que es la verdad. Por eso dice K en sus plticas:

Por favor observad vuestras propias mentes y no esperis mi respuesta. (K. ECM p 15)

Desde el inicio nos coloca ante la libertad de ver la realidad, nuestras vidas con todo lo que hemos creado. Sin autoridad, ni maestro ni discpulo, sino como seres humanos. Sin libertad interior (el slo s que nada s socrtico) no es posible encontrar la verdad, la cual enriquece la misma libertad.

La duda y las pregunta.- La libertad interior no es para alcanzar algn objeto de mis deseos, sino para cuestionar, indagar. En una carta a Nandini, K escribi:

Penetrar en lo desconocido, no dar nada por sentado, no suponer nada, estar libres para descubrir; slo entonces puede haber hondura y comprensin. De lo contrario, uno permanece en la superficie. Lo que importa no es comprobar o refutar un punto, sino descubrir la verdad. (Citado por P. Jayakar KB p 297).

En un mundo donde todos creen tener la verdad (verdades individuales, ideolgicas, cientficas, religiosas, culturales, etc.), la voz de K nos lanza al descubrimiento de ella. K no dice ni piensa que tiene la verdad, slo nos invita a ver nuestra existencia, a vivenciar la verdad. Pero ello no es posible si no derrumbamos nuestros obstculos, si no dudamos de los condicionamientos que tenemos. Son nuestros condicionamientos los que nos dicen lo que debemos o no debemos ser y hacer, condicionamientos que se supone tienen verdades, que saben lo que es el bien y el mal.

Pero la realidad no es comprendida con esos condicionamientos, slo causan divisin, confusin y conflicto. Por eso es necesario dudar de las imgenes, de las palabras, de las ideologas, de las creencias, etc. La duda significa no dar por sentado, no convenir, no concordar con lo que creemos que es la realidad:

... es tanto responsabilidad de ustedes como de quien les habla no aceptar ni negar, ni concordar ni disentir. Hemos sido criados, educados en este sistema de acuerdos y desacuerdos. Estamos de acuerdo con ciertas cosas, disentimos por completo de otras; de modo que siempre existe esta divisin los que estn de acuerdo y hacen algo en conjunto, y los que se oponen a lo que stos estn haciendo. (K. UPS p 46)Cuando estamos de acuerdo o en desacuerdo con algo, comnmente es desde un trasfondo que nos dice eso. Es nuestro condicionamiento el que nos lleva a estar de acuerdo o en desacuerdo con alguien. Y la verdad queda a un lado. El dudar tiene que ser sin trasfondo, que nos coloque en la libertad para descubrir, para ver la verdad. Por eso deca K en sus plticas:

Espero que se estn formulando esta pregunta a s mismos. Por favor, estamos discutiendo, investigando juntos esta cuestin. No se trata de que ustedes acepten, ni que en modo alguno se conformen con lo que dice quien les habla; eso sera completamente intil. (K. UPS p 29)

Si uno estuviese de acuerdo con K procedera a acumular lo que l dijo en la memoria y ya creera tener la verdad. Pero al hacerlo, justamente no habra entendido lo que quiso decir K. Tenemos que descubrir por nosotros mismos la realidad, no almacenar lo que se nos dice. K no nos da conclusiones para pensar, al contrario nos pide que no nos aferremos a ninguna conclusin:

Yo no s si ustedes han advertido que, cuanto ms se aferran a alguna clase de conclusin, una conclusin razonable, una conclusin lgica, o las conclusiones de ciertas autoridades, tanto menos energa tienen... cuando uno llega a alguna conclusin... cierra la puerta a toda investigacin ulterior.

Y eso es lo que est ocurriendo en el mundo, todos queremos conclusiones: si Dios existe, si va a haber alguna clase de paz, etc...Investigar significa penetrar, indagar, explorar, abrir la puerta y descubrir qu hay ms all. Pero la mayora de nosotros carece de esa energa, y as recurrimos a algo que llamamos tradicin, o a uno que otro libro. (K. MnM p 81)

Una investigacin implica indagar, cuestionar, dudar, por eso K no consideraba que estaba dando una conferencia donde los dems escuchaban pasivamente o rechazaban lo que deca. Por eso es importante formular preguntas, pero K no es el que debe responder. Muchas veces devolva la pregunta para que sus oyentes investiguen y no se conformen con las palabras de K.Es necesario formular preguntas para los que no hay respuestas. De manera tal que la pregunta vuelva al hombre sobre s mismo y sobre el modo en que opera la estructura del pensamiento. (P. Jayakar, KB p 333)

Cmo nos relacionamos con una pregunta? No nos gusta tener interrogantes, por ello tratamos de darles respuestas inmediatas o dejarlas de lado. Generalmente respondemos segn nuestra mente condicionada, segn lo que nos han enseado o lo que hemos ledo. De esa forma slo podemos responder mecnicamente. K nos pide que no contestemos inmediatamente, una pregunta hay que observarla, contenerla y dejar que haga su labor. Cual monje zen que da a su discpulo un koan o un mondo, con los cuales tiene que ir ms all de los pensamientos condicionados y lgicos, hasta percibir o vivenciar la verdad, as K sin creencia ni institucin alguna nos pide cuestionar e indagar hasta encontrar la verdad. Como en Gadamer, importancia de la pregunta porque nos abre horizontes en los cuales nuestras respuestas pueden tener sentido.

Los seres humanos a travs de nuestra existencia hemos formulado muchas preguntas sobre nuestra existencia, preguntas que son respondidas por la religin, la filosofa y la ciencia. Y pasivamente asumimos esas respuestas. Pero K nos cuestiona: estamos prontos a contestar las preguntas o permanecemos quietamente con la pregunta? Contener una pregunta no significa no encontrar respuesta sino hacer que no sea nuestra mente condicionada quien responda. As la pregunta acta como destructora de respuestas prefabricadas por el pensamiento. Y una vez que no haya respuesta condicionada surge la verdad.

Y de ese mismo contenerla sin reaccin alguna, sin ninguna rplica, llega la respuesta. (P. Jayakar. KB p 472)

Pero nuestra mente humana no soporta la incertidumbre, o bien responde rpidamente o encuentra una respuesta en algn libro o personaje o bien desecha la pregunta y vive indiferente.

La mente humana est acostumbrada a dar respuestas a todo. Pero sus respuestas condicionadas no han cambiado nada. Es importante contener una pregunta sin darle una respuesta inmediata, lo cual significa que la mente se halla en un estado de quietud, sin aferrarse a respuesta alguna. Y es que la respuesta a las profundas interrogantes del ser humano no puede ser abarcada por la mente condicionada. Y en la quietud y el silencio de la mente, la respuesta surge. La palabra que cuestiona nos hace acceder a una vivencia no condicionada. Rimpoche Sandup, un budista del Tibet, dira luego de su dilogo con K:

Krishnaji...nunca proporciona una respuesta, nunca expresa nada personal. Pero su reto toca un punto germinal interno que permite a quien escucha despertar y abrirse a lo que es. (Citado por P. Jayakar. KB p 352)

La bsqueda y la indagacin.- K considera que la bsqueda no es igual al estado de indagacin. Buscar supone algo que ya conocemos:

Buscar no es el estado de indagacin; es una reaccin, un proceso de negacin y afirmacin con respecto a una idea creada por la mente. Para buscar la proverbial aguja en el pajar, tiene que existir el conocimiento de la aguja. Del mismo modo, buscar a Dios, felicidad, silencio o lo que queris, es haberlo conocido, formulado o imaginado ya. La bsqueda, como se le llama, se refiere siempre a algo conocido. Hallar es reconocer, y el reconocimiento se basa en un conocimiento previo. Este proceso de buscar no es el estado de investigacin. (K. CV III p 174)

Buscar la verdad significa que ya conocemos la verdad por lo que otros han dicho o por lo que hemos imaginado. Lo cierto es que no es la verdad. Para descubrirla tenemos que negar totalmente los condicionamientos, dejar el pasado y los engaos (K. ECM p 288).

Buscamos porque estamos descontentos de nuestra situacin, porque somos infelices o tenemos miedo o estamos inseguros. Y lo que queremos hallar tiene que ser satisfactorio, consolador, tranquilizante y seguro. Por eso nuestra bsqueda encuentra lo que necesitamos en la religin, la filosofa o la ciencia. K considera que esa bsqueda es una red de actividades en la que no hay libertad. (K. CV III p 174)

La bsqueda es una reaccin de nuestra mente condicionada ante las situaciones que vive. Se inicia con el deseo de alcanzar algo, de llegar a ser o tener algo que ya se conoce, lo cual significa que no nace de la humildad sino la arrogancia.

El estado de indagacin es distinto de la bsqueda, no es una reaccin que surge como opuesto al buscar. Ambos no tienen ninguna relacin. El estado de indagacin surge del comprender el mecanismo del buscar:

Al darse cuenta de la verdad y de la falsedad del buscar, la mente ya no est presa en el mecanismo del buscar... La mente est en calma; no est haciendo esfuerzo, pugnando por algo; ms no est dormida, no est aguardando, esperando. Sencillamente est quieta, despierta... Esta mente despierta es el estado de indagacin. Ya no busca partiendo de un motivo; no hay ningn objetivo que alcanzar. (K. CV III p 175)

El estado de indagacin es la mente despierta que no busca algo, que no desea hallar algo. La mente est despierta a todo lo que sucede interna y externamente. Es ese estado de indagacin que produce una mente despierta o sensiblemente alerta, el que nos permite descubrir lo que somos y produce la transformacin de la conciencia. La bsqueda no puede producir una transformacin en la conciencia porque slo trata de medir y comparar, de repetir el pasado.

Cuando K habla de la bsqueda y ve sus lmites, se refiere a la bsqueda interior, espiritual y psicolgica, no a la bsqueda material que es necesaria al ser humano para encontrar bienestar fsico:

Hay que encontrar un medio de producir la eficiente y equitativa distribucin de las cosas fsicas necesarias para el hombre; y se encontrar, porque la tecnologa nos forzar a encontrarlo, ahora o maana. Pero, fuera de la bsqueda del bienestar fsico del hombre, por qu buscamos? (K. CV III p 172)

La ltima pregunta lleva a darnos cuenta de las motivaciones reales de nuestra bsqueda, que pueden ser consuelo, seguridad, placer, etc., y quiz no la verdad. Otra vez nos lanza a vernos tal como somos.El anlisis.- K considera que el anlisis no puede producir una transformacin radical en nuestras vidas:

... el proceso analtico seguido por el psiclogo, el analista o por vosotros mismos, carece de valor cuando lo que nos interesa es la completa transformacin, la mutacin completa. (K. ECM p 286)

Todo anlisis implica un analizador y lo analizado, el sujeto y el objeto. K cuestiona que en realidad haya esa diferencia entre el sujeto y el objeto. Es importante ver la naturaleza del analizador para comprender que el anlisis no puede producir una revolucin total de la conciencia.

Al analizador lo han estimulado a travs de la educacin, del condicionamiento, de la programacin, para creer que l el analizador es por completo diferente de aquello que analiza. (K. UPS p 19)

En otras palabras, el analizador es el que vigila, controla, critica, censura, juzga, de acuerdo con una serie de valores que ya tiene, de acuerdo con sus condicionamientos. Y si el analizador no observa con precisin entonces hay un falseamiento.

... y este falseamiento se lleva a cabo indefinidamente, causando ms profunda incomprensin. No termina nunca el error de clculo en el anlisis. (K. ECM p 286)

Es decir, que mientras haya un analizador que interpreta de acuerdo a su condicionamiento, el anlisis siempre ser falso (K. ECM p 292). Adems, la divisin entre el analizador y lo analizado, creada por el mismo analizador, produce conflicto en el proceso de anlisis.

... en el momento que existe una divisin entre el analizador y lo analizado, tiene que haber, inevitablemente, conflicto de alguna clase; puede ser sutil, ilusorio, sin sentido, pero es un conflicto vencer, conquistar, reprimir, trascender, que son todos esfuerzos en mayor o menor grado. (K. UPS p 20)

El mismo K pone un ejemplo: Yo me observo a m mismo y veo que soy iracundo. Pero quin es el sujeto que analiza. Ese sujeto est condicionado por sus experiencias y conocimientos:

l es el observador, l es el analizador; ya sea que ese trasfondo incluya o no la memoria comunal, la memoria racial, la conciencia racial, l es el observador. Y entonces el observador divide eso en el observador y lo observado, de modo tal que la divisin misma crea el conflicto en el anlisis. (K. UPS ps. 19-20).

As, el sujeto que observa su ira (el observador) y la ira no son diferentes. Pero como uno se ha separado de aquello que observa, entonces quiere reprimirlo, manipularlo, manejarlo, controlarlo, censurarlo, etc. De este modo se produce un conflicto en nuestro ser. Es por ello que el anlisis no puede producir una revolucin total de nuestra conciencia.

Ver la totalidad del problema.- Muchas veces al tratar un problema lo aislamos, pensamos que no tiene que ver con otros elementos, pensamos que necesitamos tiempo para resolverlo. Ese enfoque es limitado porque slo ve la parte aislada y lo particular no puede resolver ningn problema particular. Ese enfoque hasta ahora no ha cambiado nada radicalmente en la mente y el corazn del hombre.

Viendo todo eso nos preguntamos, no hay otra forma de ver un problema? K considera que es necesario ver la totalidad de la vida, ver lo que hemos hecho de la vida y lo que est ms all de nuestras creaciones, es decir, es necesario una visin holstica:

Nunca miramos la cosa total, el problema total de la vida, la totalidad de la existencia desde la infancia a la muerte. Jams abarcamos la cosa completa y la observamos, aprendiendo al respecto sin acumular conocimientos, aprendiendo no slo lo que ocurre fuera sino dentro de nosotros mismos, las exigencias que tenemos unos con otros, las heridas que nos causamos, nuestra profunda soledad, la depresin, la ansiedad, la incertidumbre, los temores, todas las cosas placenteras que disfrutamos, y tambin el sufrimiento; y, finalmente, el dolor de la muerte. Jams miramos todo este movimiento como un movimiento nico, sino ms bien lo consideramos fragmentariamente. (K. UPS p 50)

El enfoque particular alimenta el temor, la desesperacin, la esperanza, el deseo de xito, la realizacin, etc., todo lo cual fragmenta nuestra percepcin. En un dilogo con profesores de la India, K les deca:

Al ver este mundo en llamas, el mundo en total confusin, y a cada poltico tratando de remendarlo y cada remiendo con su agujero si vemos la totalidad de esta situacin, debemos tener una respuesta que tambin sea total. Y de qu modo responde a esto usted como educador? (K. KE p 188)

En el ejemplo, K considera que es necesario un enfoque distinto de los problemas humanos, un enfoque que nos permita dar una respuesta total a la situacin del mundo desde cada actividad que desarrollemos.

Es importante comprender el enfoque fragmentario, ver sus lmites, lo que produce, porque la visin holstica no es una reaccin a ese enfoque. En la obra The Urgency of Change K dice:

... tu puedes o ser consciente de una cosa particular o ser consciente de lo particular como parte de lo total. Lo particular por s mismo tiene muy poco sentido, pero cuando ves lo total, entonces lo particular tiene una relacin con la totalidad. Solo en esta relacin lo particular tiene su correcto significado...As, la pregunta es: ve uno el proceso total de la vida o est uno concentrado en lo particular, perdiendo as el campo total de la vida? (K. Uch p 207)

El ver holstico no es encubrir el problema particular, tampoco una forma de consolarnos de nuestras desgracias. Al ver la totalidad no estamos luchando, reprimiendo o controlando. K pone el ejemplo de la clera:

Si tu ests colrico y ests interesado en terminar con la clera, entonces tu enfocas tu atencin sobre la clera y la totalidad se te escapa y la clera se fortalece. Pero la clera est inter-relacionada con la totalidad. As, cuando nosotros separamos lo particular de la totalidad, lo particular produce sus propios problemas. (K. Uch p 207)

Sin embargo, todava podemos preguntar qu es la totalidad? K responde:

El campo total de la vida: la mente, el amor, todo aquello que est en la vida. (K. Uch p 208)

Segn eso, qu significa ver la totalidad?:

As, por percepcin de la totalidad queremos decir la preparacin con tus ojos, tus orejas, tu corazn, tu mente; no la percepcin con cada uno separadamente. Es dar tu completa atencin. En esa atencin, lo particular, tal como la clera, tiene un significado diferente ya que est inter-relacionado a muchos otros problemas. (K. Uch p 208)

Entonces, K se refiere al ver con la totalidad de nuestro ser, con todos nuestros sentidos, con nuestra mente y corazn. Sin duda, es difcil ver algo totalmente. Pero resulta difcil a causa de nuestro cerebro condicionado que divide las cosas en mas y tuyas, que separa las naciones en frontera y nacionalismos, que fragmenta a los seres humanos con religiones, dioses, tradiciones, etc. El cerebro condicionado jams puede ver algo totalmente. El pensamiento como un proceso condicionado tampoco puede ver la totalidad:

El pensamiento no puede percatarse jams del contenido total de la conciencia. Slo puede ser consciente del fragmento. (Jayakar. KB p 419)

El pensamiento slo es un proceso condicionado, fragmentado y limitado. Quin se percata de eso? Es el propio pensamiento, con una cualidad distinta, haberse integrado a la totalidad. As, para ver las cosas totalmente es necesario que nuestro cerebro tome otra direccin:... ver totalmente implica ver sin juzgar, sin condenar, sin evaluar. Implica tambin que el cerebro no reacciona ante lo que ve, sino que tan solo observa en ese estado en que no hay pensador separado de la cosa observada. (K. ECM p 162)

Si el cerebro est quieto porque no est juzgando, condenando, rechazando ni aprobando no se debe a una parlisis sino porque ha comprendido sus lmites:

As pues, el ver totalmente algo slo puede tener lugar cuando el cerebro es altamente sensible, cuando responde agudamente a la razn, a la duda, a la interrogacin, y sin embargo reconoce las limitaciones del razonamiento, de la duda, de la interrogacin, y por lo tanto, no se permite a s mismo interferir con lo que est viendo. Si realmente queris descubrir otra cosa que el producto del cerebro, ste tiene primero que llegar a su lmite, dudando, argumentando, discutiendo, queriendo descubrir y conocer su propia existencia limitada, parcial; y esa experiencia misma de conocer la limitacin aquieta la mente, el cerebro. Entonces existe el ver total. (K. ECM p 160).

No es posible trascender el pensamiento dejando de pensar, sino utilizndolo al mximo en su labor inquisitiva. Pero qu sucede con lo particular?. K sigue con el ejemplo de la clera:

T eres consciente de la clera con la totalidad de tu ser. Si t eres consciente, hay clera?. La inatencin es clera, no la atencin. As, la atencin con tu ser entero es viendo la totalidad, y la inatencin est viendo la particular. Estar consciente de la totalidad, y de lo particular, y de la relacin entre los dos, es todo el problema. Nosotros dividimos lo particular del resto y tratamos de resolverlo. Y as el conflicto crece y no hay salida. (K. Uch p 209)

K muestra que el anlisis tiende a quedarse dentro de las fronteras del pensamiento. Insiste en una visin total que integre el observador y lo observado, y toda dualidad con la que trabajo el pensamiento. Y en nuestro conocimiento de nosotros mismo, eso produce una nueva cualidad en la mente.

Concete a ti mismo.- K sola decir que para llegar muy lejos tenemos que empezar muy cerca. Tenemos que empezar por uno mismo. As como Scrates predic el concete a ti mismo hace ms de dos mil aos, hoy en una sociedad con tecnologa avanzada y extrema pobreza K vuelve a predicar el concete a ti mismo.

Y es que en realidad hemos llegado a conocer tantas cosas, desde el universo hasta los componentes de nuestras clulas, pero no nos conocemos a nosotros mismos. Conocemos cmo construir armas nucleares, cmo oprimir a los dems, cmo crear miedo, cmo matar a los otros, cmo mantenernos en el poder, pero no nos conocemos a nosotros mismos. Somos extranjeros en nuestra propia tierra. Ms an, somos fugitivos de nosotros mismos porque no queremos vernos tal como somos, cosa que Pascal se haba percatado. Y en un mundo que sobrevalora el yo, ste ha construido tcnicas para su autodefensa. Sin embargo, tenemos que comprendernos para comprender al mundo, porque el mundo es lo que cada uno de nosotros somos.

El mundo es vuestra relacin con otro. El mundo no es algo que existe aparte de vosotros y de m; el mundo, la sociedad, es la relacin que establecemos o procuramos establecer entre unos y otros.De suerte que vosotros y yo somos el problema, no el mundo; porque el mundo es la proyeccin de nosotros mismos, y para comprender el mundo tenemos que comprendernos a nosotros mismos. (K. LPU p 44)

La presin de los problemas nos obliga a modificar el mundo, pero no sentimos que debamos transformarnos a nosotros mismos. Por eso, a pesar de que tenemos una sociedad tecnolgica, todava somos violentos, egostas, codiciosos, ambiciosos, etc. Los proyectos polticos, las utopas, las teoras sociales y econmicas no producen una transformacin real, slo modifican lo externo y las mscaras del yo. Sin embargo, las revoluciones externas con violencia han fallado. Los seres humanos siguen siendo violentos, ambiciosos, egostas, etc. En medio de esta situacin K dice:

Para transformar el mundo debemos empezar por nosotros mismos... (K. LPU, p 45)El conocimiento de s mismo es el principio de la transformacin. Es un conocimiento que es autodescubrimiento, por eso nadie nos lo puede dar. Sin embargo, la mayora de nosotros no tiene necesidad de conocerse a s mismo y menos an de transformar radicalmente su vida. Vivimos conforme con lo que somos, aunque eso nos cause conflictos y sufrimientos. Las exigencias de esta sociedad con sus valores de placer, ganancia, poder, prestigio nos quitan mucho tiempo. Y tratar de satisfacer las necesidades materiales nos tiene preocupados. Y para no sentirnos frustrados, recurridos a cualquier medio. Si algn tiempo nos queda, buscamos diversin, distraccin, olvido de la tragedia de nuestra vida.

El conocimiento de s mismo significa vernos tal como somos y no tal como deseamos ser o debemos ser. Tenemos que ser profundamente honestos para ver las cosas que hay en nosotros. No encubrir lo que somos, porque al comprender lo que somos estaremos libres de aquello que somos (K. LPU p 47). Es importante vernos tal como somos sin juzgarnos ni criticarnos ni alabarnos, simplemente estar atentos a lo que somos:

Para comprender lo que es requirese un estado de la mente en la que no haya identificacin ni condenacin, lo cual significa una mente que sea alerta y sin embargo pasiva...Este estado de alerta percepcin surge cuando hay inters, intencin de comprender. (K. LPU p 48)

El conocimiento de s mismo es una tarea constante porque siempre estamos cambiando. Por eso es necesario observar lo que uno piensa, siente y hace de instante en instante. No se trata de acumular conocimientos sobre nosotros mismos:

La comprensin de uno mismo es de instante en instante; y si slo acumulamos conocimiento del yo, es ese conocimiento lo que impide una comprensin ms amplia. (K. LPU p 49).

La paradoja del conocimiento de s mismo es que no puede ser conocimiento. Todo conocimiento es acumulacin y lo que se acumula es pasado, mientras que lo presente es algo vivo y siempre cambiante. Por eso el conocimiento de s mismo es del presente, no del pasado.

K considera que no hay un mtodo vlido para conocerse a s mismo. Buscar un mtodo es querer un resultado que pueda darnos seguridad. Pero ese resultado est ya contenido en el mtodo. Seguir un mtodo no es comprenderse a s mismo:

No hay, pues, mtodo alguno para el conocimiento de uno mismo. (K. LPU p 49).

Como filsofo de la libertad, K sostiene que sin ella no hay autoconocimiento. Si seguimos un mtodo no habr libertad, sino sometimiento a una autoridad. En el camino del autoconocimiento, parafraseando al poeta Machado, tenemos que hacer nuestros propios caminos; los maestros son slo estelas, indican, muestran, pero cada uno tiene que hacer su propio camino:

Cuando seguimos un mtodo, debemos tener autoridades el instructor, el gua espiritual, el salvador, el Maestro que nos garanticen lo que deseamos; y, por cierto, ese no es el camino hacia el conocimiento de uno mismo.La autoridad impide el conocimiento de uno mismo... (K. LPU p 50)

Por ello mismo, nadie puede reclamar ser un krishnamurtiano, porque estara contradiciendo la misma enseanza y sera un impedimento para autoconocerse. El conocimiento de s mismo es vernos de instante en instante, en cada actividad que realicemos, en la convivencia con los dems. Como los grandes filsofos del siglo XX, K valora nuestro ser-con antes que una individualidad abstracta:

Slo podemos conocernos en nuestra relacin con otros (...) la relacin acta como un espejo en el cual uno se conoce a s mismo. (K. TV ps 218-9)

No es camino de aislamiento, de pura introspeccin, sino es estar atentos a los que somos y hacemos. Despus de todo el mundo es como soy yo:Igual cosa ocurre externamente; lo externo es un reflejo de uno mismo, porque la sociedad, los gobiernos, todas estas cosas creadas por los seres humanos, son fundamentalmente lo mismo que uno es. (K. TV p 218; ver tambin LP p 24)

As K nos dice que para ver lo que est sucediendo en nuestro interior nicamente podemos observarnos en nuestras relaciones con los dems. Toda la vida humana es relacin, de nada sirve aislarnos:

De nada sirve sentarme en un rincn a meditar sobre m mismo. Yo no puedo existir como un ser aparte. Existo slo en relacin con las personas, las cosas y las ideas, y al estudiar mis relaciones con las cosas y las personas fuera de m, as como las cosas internas, empiezo a conocerme a m mismo. (K. LP p 24)

En el aprender de uno mismo surge la sensibilidad, la que desaparece cuando uno constantemente se est juzgando, criticando, con lo cual uno no es libre para observar el movimiento de la mente y el corazn. Muy pocas veces nos observamos con la intencin de comprender y aprender de nosotros mismos. Por eso:

Esta cosa es muy difcil porque la mayora de nosotros, no sabemos cmo mirar o escuchar nuestro propio ser, como no sabemos mirar la belleza de un ro, ni escuchar la brisa entre los rboles. (K. LP p 26)

Adems, como Scrates se haba percatado, el conocimiento de s mismo requiere humildad porque:

Si usted empieza diciendo: Yo me conozco ha dejado de aprender acerca de usted mismo. (K. LP p 27)

Escasa la humildad cuando pretendemos estar seguros en nuestros condicionamientos, cuando creemos tener la verdad. Es necesaria la libertad y la humildad porque no somos algo estticos, sino algo vivo.

Y para subsistir con una cosa viva, su mente tambin debe estar viva. Y no puede estarlo, si es prisionera de opiniones, juicios y valores. (K. LP p 26)

Por ltimo, K considera tan importante el conocimiento de s mismo que sin el no se podr transformar el mundo. No slo es principio de sabidura, como dira Scrates, sino tambin de transformacin:

Para transformar el mundo que nos rodea, con su miseria, guerras, desempleos, hambre, divisiones de clase y absoluta confusin, tiene que haber una transformacin en nosotros mismos. La revolucin debe empezar dentro de uno mismo, pero no de acuerdo a ninguna creencia o ideologa; porque la revolucin basada en una idea, o en la adaptacin a un modelo determinado, no es en modo alguno, evidentemente, una revolucin. Para producir una revolucin fundamental en uno mismo, hay que comprender todo el proceso del propio pensar y sentir en la vida de relacin. Esa es la nica solucin de todos nuestros problemas, no el tener ms disciplinas, ms creencias, ms ideologas y ms instructores. (K. LPU ps. 51-52)

Conclusin?Empezamos preguntndonos sobre la relevancia filosfica de Krishnamurti. El amor a la sabidura se traduce en K como libertad, cuestionamiento, indagacin, percepcin de lo que es, en resumen, conocimiento de s mismo. K, como filsofo socrtico, nos provoca, nos incita a ver el mundo, pero con una mente diferente. Y nos muestra que el espritu humano puede llegar a mayores honduras y nos sigue incitando a autoconocernos y liberarnos de nuestros obstculos mentales para transformarnos. La filosofa siempre ha pretendido ser radical, qu cosa ms radical que no asirnos a nuestros condicionamientos en nuestra bsqueda interior? Qu cosa ms radical que relacionar libertad y verdad? Qu cosa ms radical sostener que somos el mundo? Qu cosa ms radical que conocernos a nosotros mismos? Sin duda, K es relevante no por su personalidad sino porque sigue siendo una campana que convoca a la libertad interior.

Bibliografa sobre KrishnamurtiCAMINOS, Miguel ngel. En torno a las enseanzas de Krishnamurti. Buenos Aires. Kier. 1990.CLAVIER, Armando. Aproximacin a Krishnamurti. Buenos Aires. Kier. 1978. (AK)CLAVIER, Armando. Presencia de Krishnamurti. Buenos Aires. Kier. 1972.JAYAKAR, Pupul. Krishnamurti. Biografa. Buenos Aires. Kier. 1989.LLORENTE, Mximo. Krishnamurti. Profeta de nuestro tiempo. Buenos Aires. Tor. s/f.LINSSEN, Robert. Krishnamurti. Psiclogo de la nueva era. Mxico. Diana. 1975.RUSSO D, Jos A. Krishnamurti. Los grandes temas. Lima. UNMSM. 2002.

Bibliografa consultada de Krishnamurti(CV) Comentarios sobre el vivir. Buenos Aires. Kier. Primera serie de 1987, Segunda y Tercera serie de 1989.(ECM) El estado creativo de la mente. Buenos Aires. Kier.(KE) Krishnamurti y la educacin. Buenos Aires. Sudamericana. 1981.(LP) Librese del pasado. Ro Piedras. Orin.(LPU) La libertad primera y ltima. Buenos Aires. Sudamericana. 1971.(MnM) La mente que no mide. Barcelona. Edhasa. 1985.(TV) La totalidad de la vida. Buenos Aires. Sudamericana. 1987.(Uch) The Urgency of Chance, en M. Luytens (ed.)The Second Penguin Krishnamurti Reader. London. Penguin Books. 1988.(UPS) ltimas plticas en Saanen. Barcelona. Edhasa. 1988.(VR) La verdad y la realidad. Barcelona. Edhasa. 1984.

Publicado por Miguel Angel Polo Santilln