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¡Por unA nuevA eduCACión!¡Por unA nuevA soCiedAd!

en la luchaudec¡ !

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Somos estudiantes, docentes, funcionarios, egresados; somos hijos de trabajadores que –hoy- formamos parte de esta universidad. Somos creyentes y no creyentes; so-mos hombres y mujeres de distintas filiaciones políticas e ideológicas, que nos hemos unido en pos de un fin común: hacer avanzar lo nuevo que lucha por abrirse paso, en nues-tra Universidad, en nuestra región, en nuestra patria. Una forma de gobernar la sociedad a favor de unos pocos ha entrado en una decadencia insostenible. Se trata de un esquema que reemplaza la creación y el esfuerzo por el dinero y la mediocridad; que sustituye el debate críti-co e informado con la superficialidad tecnocrática; que opone al trabajo de muchos, la ganancia de una minoría. Es una forma que niega la verdadera libertad, la solidari-dad, el libre desarrollo del espíritu. Chile demanda hoy superar esta situación. Y nos exige a nosotros, a nuestra Universidad, una contribución en esa tarea de transformación.El movimiento por la educación ha abierto un camino.

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Debemos seguir avanzando. Y debemos ganar. Estamos convencidos de la importancia de la educación para anticipar y ayudar a dar la luz a la nueva sociedad que quiere nacer. La queremos vivir, la educación, con todos, para todos. La educación de la solidaridad. La edu-cación de la constancia. La educación de la libertad. La educación de la valentía. La educación de la inteligencia. La educación del desinterés. La educación del esfuerzo. La educación de la belleza. La educación de la dignidad.Nos presentamos, compañeros y compañeras, ante us-tedes con la humildad y el reconocimiento de que este camino fue abierto por miles y miles que convertimos a la Universidad de Concepción en una importante fuerza impulsora de la lucha. Les proponemos proyectar esa fuerza. Les proponemos continuar esta lucha. Proponemos avanzar juntos, con un programa, unidos, poniendo los objetivos comunes por delante. Sometemos este programa a la discusión, a la crítica, a la creación. Ofrecemos nuestra disposición para que con-fluya con los sueños de todos, con el trabajo de todos, con la victoria de todos. Y para que se escuche fuerte, en todo Chile:

¡Una sola lucha!

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1. Por la educación gratuita, universal, igualitaria para todos.

2. Poder a los estudiantes, docentes y trabajadores de la universidad

3. Estudiantes que se sumen a las luchas del pueblo4. Universidad de Concepción, la mejor de Chile…

otra vez5. Fin al lucro6. Por una universidad para todos los jóvenes de la

región7. Por una universidad que sea centro de desarrollo

de la región8. Por una universidad abierta a nuestra América,

abierta al mundo.9. Crítica, responsabilidad, creación, trabajo10. Queremos una universidad que sea un referente

moral e intelectual de la patria

lista J

Presidente:Álvaro Gómez Zúñiga (Derecho)

Vicepresidente:Jonathan Ruiz Sánchez (Ped.en Español)Secretario de Finanzas:José Urrutia Vázquez (Agronomía)

Secretario Académico y Bienestar:Nayadett Campo González (Ed.Física)

Secretario de Comunicaciones:Pablo Donoso Báez (Ing. Civil Mecánica)

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udeC en la lucha por la educación gratuita, universal, igualitaria para todos

Estas elecciones a la Federación de Estudiantes de la Uni-versidad de Concepción se realizan en un momento his-tórico. Estudiantes secundarios, universitarios, docentes, trabajadores, pobladores…, niños, jóvenes, hombres y mu-jeres en todo Chile han levantado la demanda de una nue-va educación. Este movimiento empuja a cambiarlo todo; es sólo el comienzo de la construcción de lo nuevo. Su rea-lización, lo hemos visto, es resistida no sólo por un gobier-no de turno, sino por un régimen completo, por los inte-reses económicos que quieren mantener escuelas, liceos, institutos técnicos y universidades bajo la férula del lucro; por una clase que quiere perpetuar su dominio sobre la sociedad. Esa es una de las lecciones que han dejado las movilizaciones de 2011. Tenemos que seguir avanzando. Hemos dado un paso. Hoy nadie lo duda: la demanda de la educación gratuita es justa y necesaria. Es un derecho elemental que debe ser respetado. En el centro de nuestro programa como FEC está con-tinuar esa lucha y, juntos, llevarla a la victoria. Algunos dirán que no es posible. Si dejamos de luchar, si dejamos de unirnos, si ponemos intereses políticos subalternos por encima de los objetivos del movimiento, es cierto, seremos derrotados.Pero este año hemos comprobado la fuerza de la unidad, de la lucha, de la organización. Hace apenas un año, ¿qué organización estudiantil, qué colectivo universitario plan-teaba la demanda de la educación gratuita como primer punto? Juntos, hemos demostrado que es posible.

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Nuestra propuesta como FEC es crear un plan de lucha que nazca de las bases y del conjunto de la comunidad universitaria. La voz de nuestra universidad debe escu-charse, por fin, en el plano nacional, con un planteamien-to de lucha conjunta con los estudiantes secundarios, los padres y apoderados, pobladores y trabajadores. Es todo un pueblo, es una sola lucha.

Poder a los estudiantes, docentes y trabajadores de la universidad

Nuestra universidad no puede simplemente volver a la antigua “normalidad”, la antigua apatía, la antigua dis-gregación, la antigua crisis de la Universidad de Concep-ción. Las movilizaciones han colocado a la comunidad universitaria frente a problemas inéditos. Pero también han permitido descubrir nuevas soluciones. Las trabas que enfrenta la universidad, los estudiantes, los docen-tes, los trabajadores, que conforman su comunidad, no se reducen a un asunto económico, como se dice muchas veces. Es un problema de poder: de quién y cómo se de-cide el devenir de la universidad. Proponemos, de consuno con las bases estudiantiles, con las organizaciones de los académicos y de los funciona-rios, impulsar con fuerza un cambio íntegro de los esta-tutos de la universidad. Desde hace demasiado tiempo se vienen prometiendo cambios, sin que se modifique un régimen interno que deprime la vida universitaria y que cercena las posibilidades de un desarrollo futuro. Con-cretamente, acusamos a quienes por acción y omisión

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preservan este estado de cosas de propiciar la privati-zación de la universidad. No se trata simplemente de un status jurídico determinado; se busca privatizar su mi-sión, su carácter y sus relaciones internas. Llamamos a la celebración de un congreso universitario que fije los lineamientos estratégicos de nuestra casa de estudios y que sancione un nuevo estatuto universitario en cuya cúspide política esté conformación de un parla-mento y un ejecutivo universitarios, elegidos universal-mente con la participación de los tres estamentos de la comunidad, y que incluyan a representantes de las orga-nizaciones sociales de la región.

estudiantesque se sumena las luchas del pueblo

La FEC, insistimos, debe tener una voz nacional. No se trata del protagonismo de sus dirigentes. Se trata de pro-yectar las discusiones se realizan en las bases estudianti-les más allá de las asambleas, más allá de la universidad, a la ciudad, a la región, al país. La dirigencia de la fede-ración tiene el deber ampliar la conducción, de actuar sobre la base de un programa claro y definido, que con-voque al conjunto de la comunidad universitaria y tome su lugar en la lucha por la unidad de nuestro pueblo.Debemos profundizar consecuentemente la unión y las relaciones con organizaciones de pobladores y de tra-bajadores. Es un imperativo que ha de superar las con-vocatorias y declaraciones coyunturales, sino que debe plasmarse en una acción permanente. La Federación es de todos, no de la mesa directiva, de los dirigentes, de un colectivo o agrupación política. Como

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FEC nos hacemos responsables de promover como prin-cipio fundamental la participación de todos los estudian-tes en las decisiones. Lo que hacen los estudiantes, las carreras, los colectivos y la federación debe ser comunicado. Esto hoy no ocurre de manera sistemática. La FEC debe crear un órgano de difusión propio, en que se informe de cada una de sus actividades y resoluciones, en que se publiquen las actas y documentos, en que se propicie el debate y la participa-ción de los estudiantes y de la comunidad.La Federación tiene la obligación de rendir cuenta de cada uno de sus actos. Debe existir un presupuesto único, abier-to, transparente y claro. Se deben publicar rendiciones de cuentas permanentes: la contabilidad debe ser accesible de manera íntegra a través de la web, “en tiempo real”; cada gasto, cada boleta debe ser rendida inmediatamente.

universidad de Concepción,la mejor de chile … otra vez

El embate sostenido de fuerzas oscuras detuvo, a sangre y fuego, ahogando su fuerza creadora, el desarrollo que alcanzó la Universidad de Concepción en un momento de nuestra historia y que coincidió con la activación del movimiento popular. La universidad quedó alejada de la realidad de nuestra región y de las necesidades de sus ha-bitantes. Queremos retomar aquel impulso, aquella evo-lución modernizadora, en el sentido estricto del término: volver a nuestra universidad una entidad que responda a las exigencias contemporáneas. Es una evolución, que en nuestro concepto, promete resultados revolucionarios.Como FEC, como estudiantes y como comunidad uni-

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versitaria, promoveremos la integración del trabajo de docencia, investigación y extensión; la colaboración y el diálogo entre las distintas disciplinas; la reorientación de los objetivos académicos y científicos a las necesidades de la región y de nuestro país. Demandamos terminar con el actual sistema de gradua-ción de los docentes que perpetúa la inmovilidad, la au-sencia de debate académico genuino y un verdadero feu-dalismo en nuestras facultades. El trabajo en la Universidad de Concepción requiere de un compromiso profundo: no puede ser organizado como “ocupación part-time”, eufemismo que encubre la explotación laboral de los docentes y el abandono del ob-jetivo de la excelencia. Exigimos un régimen de jornada completa para los académicos, que les permita afrontar las tareas de transformación que nos impone la realidad: más perfeccionamiento, más capacitación, más estudio, más investigación, más trabajo interdisciplinario y más trabajo con los alumnos. Nuestra universidad no una entidad abstracta, erigida en el aire. Es una obra humana, en cuya base está el esfuerzo de sus trabajadores y funcionarios. Secretarias, guardias, administrativos, auxiliares… sin su trabajo, nada es posi-ble. Y sin embargo, en la actualidad, se nos niega el reco-nocimiento como parte de una comunidad. No basta con palabras. Necesitamos de una carrera funcionaria genui-na, con garantías y estabilidad. Necesitamos que no se es-camoteen prestaciones mínimas. Necesitamos, exigimos, un lugar en el desarrollo futuro de la universidad, que in-cluya nuestro desarrollo como trabajadores y el futuro de nuestras familias.

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Finallucro

La lógica de la ganancia, del lucro, corroe los cimientos de nuestra universidad. Está presente en el financia-miento de los programas de investigación, en el estable-cimiento de post-títulos, en las carreras... La lucha por la educación gratuita implica, lógicamente, combatir estas expresiones de la educación mercantil. Pero un aumento -incluso sustancial- del financiamiento del Estado a las universidades no es garantía de que desaparezcan estas prácticas, esta mentalidad que destruye nuestra univer-sidad diariamente e impide su desarrollo real. Como FEC impulsaremos y apoyaremos los esfuerzos que realizan los estamentos de la universidad para crear nue-vos planes de estudio, explorar nuevos métodos de traba-jo que se ajusten al desarrollo de las ciencias y del saber, enfocado a las necesidades de nuestra región y de Chile. La lucha contra el lucro también debe proponerse a la recuperación de los espacios universitarios “externaliza-dos”. El teatro, las instalaciones deportivas, guarderías, ca-sinos etc. deben volver a la comunidad universitaria. Sus trabajadores deben ser incorporados a la planta funciona-ria, su operación debe contemplar la participación de los tres estamentos e integrarse al quehacer universitario.

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Por una universidad para todoslos jóvenesde la región

La demanda de educación gratuita y de calidad que se ha expresado en todo el país tiene un significado concreto para nuestra universidad. El ingreso a ella no debe estar condicionado a las circunstancias económicas de los jó-venes que quieren asumir el compromiso de formarse, de participar, de trabajar y de contribuir a la desarrollo de nuestro pueblo. Sin embargo, no hay nada de “circuns-tancial” en esas condiciones económicas que determinan quién pueda cruzar el arco y quién no. Dependen de un orden social, del cual es parte nuestra casa de estudios. Y dentro de ese orden, la universidad se ubica, debido al sistema educativo imperante, en el lado retardatario, en el lado de indignidad, en el lado de una mediocridad impuesta desde afuera. Esta situación no puede conti-nuar. No podemos esperar definiciones políticas desde la capital, y no basta la ampliación de programas y becas que actualmente se ofrecen. Tal como se procedió en la fundación de la universidad, se debe tomar la iniciativa. Debemos correr ese cerco imaginario que hoy limita a la Universidad de Concepción y abrirla a la sociedad, a los hijos de los trabajadores.Sometemos a la consideración de la comunidad univer-sitaria como un proyecto inmediato la fundación de un establecimiento educativo, cuyo nombre, proponemos, sea “Escuela Nacional Edgardo Enríquez Frödden”, de carácter gratuito y abierto a todos los alumnos de liceos públicos de la región, que implemente un currículum de formación general que prepare efectivamente y habilite para ingresar a la Universidad de Concepción. Sin lucro, sin PSU. Con entusiasmo y la mejor educación. En con-

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junción a ese ciclo común, la escuela debería brindar una formación de índole técnica conducente a la adquisición de una calificación laboral, empleando las capacidades del CFT de Lota y del Instituto Profesional Virginio Gómez y, nuevamente, de las distintas carreras de la universidad.Todas las facultades, en particular la de Educación, los do-centes y alumnos, tienen un papel en este proyecto que, si es llevado a la práctica, sería una contribución a una trans-formación real de la educación en Chile. Estimamos que esta tarea es una poderosa convocatoria a las autoridades, docentes, alumnos, trabajadores, profesionales, especia-listas, a las organizaciones sindicales, poblacionales, de los estudiantes secundarios de la región, a organismos e instituciones nacionales e internacionales.

Por una universidad que sea el centro del desarrollo de la región

¿Cuál es el futuro de nuestra universidad? Para vivir, su labor debe reorientarse a las necesidades de los habitan-tes de la región, a ampliar las posibilidades de nuestra patria. Sus actividades, sus ideas, iniciativas, propuestas, deben confluir con la sociedad. Nuevamente, se exige iniciativa.

7Como FEC adelantamos nuestra decisión de ser parte de ese esfuerzo ineludible e inaplazable. La creación de centros universitarios, de la confluencia de la actividad universitaria con la región, es, a nuestro juicio, una he-rramienta útil que puede emplearse en múltiples ámbi-tos y en colaboración con diversas organizaciones e ins-tituciones: en la industria pesada, la soberanía marítima, en los estudios etnológicos del pueblo mapuche, en el deportivo, etc.

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Depende de nuestra decisión e iniciativa levantar las fron-teras que limitan y deprimen a la universidad, y que nie-gan su contribución para el desarrollo y la justicia social.

Por una universidad abierta a nuestra américa, abierta al mundo

La superación de las barreras exige, del mismo modo, orientar el quehacer de nuestra universidad a nuestra patria grande, América. Tenemos mucho que contribuir, mucho que recibir. En este sentido, proponemos la crea-ción un centro latinoamericano e internacional, que pro-mueva el intercambio entre investigadores, docentes y estudiantes, en el ámbito propiamente académico, pero,

8sobre todo, en la perspectiva de conocer y difundir los procesos sociales que viven nuestros países. Como FEC, impulsaremos las relaciones políticas y la solidaridad con organizaciones estudiantiles latinoame-ricanas en la lucha por una nueva educación y la emanci-pación de nuestros pueblos.

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crítica, responsabilidad, creación,trabajo

Queremos que la Universidad sea el origen de científicos, formadores, profesionales, artistas, técnicos y especialis-tas que comprendan que la base de todo desarrollo es el trabajo humano; que el conocimiento, la experiencia, la preparación, el esfuerzo entrañan una responsabilidad que sólo se puede cumplir en sociedad. Queremos que el prestigio de la Universidad se mida a la altura de las ne-cesidades y las posibilidades de la humanidad; cuya exce-lencia no se compare en un ranking, sino que sea la más sobresaliente en su sentido crítico, en su afán creador. Queremos que se guíe siempre por el propósito de “para el pueblo, lo mejor”.Impulsaremos un debate en la comunidad universitaria de cómo transformar la actual contraposición de docen-tes y alumnos en una relación de trabajo conjunto, cola-borativo y solidario.Dedicaremos como FEC un especial esfuerzo en la ex-pansión del deporte, de las artes, de la cultura en todas sus facetas y expresiones. Son la esencia de nuestra edu-cación, no pasatiempos. Estas actividades deben ocupar un papel central de propiciar el encuentro de la comu-nidad y de impulsar el desarrollo individual y colectivo.

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Demandamos el traspaso de TVU para la comunidad universitaria, sus miembros tienen las capacidades de convertir ese canal en un ejemplo, masivo, popular, para una comunicación que responda a la urgente demanda de información, cultura y participación de la población en nuestra región.

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Proponemos la creación de una editorial universitaria, que sirva para difundir, universalizar, el quehacer de nuestra casa de estudios.

Queremos una universidad que sea un referente moral e intelectual de la patria

Queremos que la comunidad universitaria sea una mani-festación permanente de democracia, de participación, de solidaridad, de trabajo, que entienda las necesidades de los demás. Queremos que la Universidad sea de todos; que dé res-puestas concretas y que sea abierta todas las ideas, a to-dos los ciudadanos,. Depende de nosotros. De todos.¡Udec en la lucha!Por una nueva educaciónPor una nueva sociedad

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