Una teoría libertaria de justicia

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1 ROBERT NOZICK: UNA TEOR˝A LIBERTARIA DE ESTADO ANGELA MAR˝A ARBEL`EZ HERRERA Magster en Estudios Polticos Docente Escuela de Derecho y Ciencias Polticas - UPB Tema: Robert Nozick es considerado uno de los mÆs controvertidos pensadores de la teora poltica moderna, al plantear en su teora que slo un Estado mnimo, encargado œnicamente de la proteccin de los derechos naturales de los ciudadanos es el œnico Estado correcto. Resumen: El norteamericano Robert Nozick lanza, en la segunda mitad del siglo XX, un conjunto de argumentos que reafirman las teoras liberales de Estado que partieron con John Locke en el siglo XVII. Dichos argumentos se basan en la premisa de que las œnicas instituciones polticas que pueden estar justificadas son las que apoyan el Æmbito de la libertad, las que estÆn hechas para conservar tanto la autonoma individual como los derechos naturales individuales. Segœn esto, el œnico estado correcto o moralmente bueno es un Estado mnimo, encargado œnicamente de la vigilancia de los derechos individuales y de la libertad. Cualquier otro Estado mÆs extenso violara el derecho inalienable de los individuos a no ser forzados a hacer ciertas cosas. AnÆlisis: En 1974 el filsofo norteamericano Robert Nozick se convirti en uno de los mÆs controvertidos pensadores de la teora poltica moderna, al formular en su libro Anarqua, Estado y utopa 1 , una proposicin basada en la idea de que un Estado con funciones mnimas es un Estado inspirador y correcto. Segœn este profesor de la Universidad de Harvard, quien muri en 2002 de 75 aæos, un Estado mnimo es aquel cuya œnica funcin es la proteccin de la vida, la seguridad, la libertad y la propiedad de los individuos, afirmando con su teora, que un Estado mÆs extenso que este Estado mnimo violara los derechos que las personas tienen a hacer ciertas cosas, de acuerdo con su propia idea de bien. 1 NOZICK, Robert. Anarqua, Estado y Utopa. MØxico: Fondo de Cultura Econmica, 1888,

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ROBERT NOZICK: UNA TEORÍA LIBERTARIA DE ESTADO

ANGELA MARÍA ARBELÁEZ HERRERA

Magíster en Estudios Políticos

Docente Escuela de Derecho y Ciencias Políticas - UPB

Tema: Robert Nozick es considerado uno de los más controvertidos pensadores de la teoría política moderna, al plantear en su teoría que sólo un Estado mínimo, encargado únicamente de la protección de los derechos naturales de los ciudadanos es el único Estado correcto. Resumen: El norteamericano Robert Nozick lanza, en la segunda mitad del siglo XX, un conjunto de argumentos que reafirman las teorías liberales de Estado que partieron con John Locke en el siglo XVII. Dichos argumentos se basan en la premisa de que las únicas instituciones políticas que pueden estar justificadas son las que apoyan el ámbito de la libertad, las que están hechas para conservar tanto la autonomía individual como los derechos naturales individuales. Según esto, el único estado correcto o moralmente bueno es un Estado mínimo, encargado únicamente de la vigilancia de los derechos individuales y de la libertad. Cualquier otro Estado más extenso violaría el derecho inalienable de los individuos a no ser forzados a hacer ciertas cosas. Análisis: En 1974 el filósofo norteamericano Robert Nozick se convirtió en uno de los más controvertidos pensadores de la teoría política moderna, al formular en su libro Anarquía, Estado y utopía1, una proposición basada en la idea de que un Estado con funciones mínimas es un Estado inspirador y correcto. Según este profesor de la Universidad de Harvard, quien murió en 2002 de 75 años, un Estado mínimo es aquel cuya única función es la protección de la vida, la seguridad, la libertad y la propiedad de los individuos, afirmando con su teoría, que un Estado más extenso que este Estado mínimo violaría los derechos que las personas tienen a hacer ciertas cosas, de acuerdo con su propia idea de bien.

1 NOZICK, Robert. Anarquía, Estado y Utopía. México: Fondo de Cultura Económica, 1888,

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Nozick, legatario del pensamiento liberal lockeano2 asumió como principio de construcción de los juicios morales la separación que existe entre el individuo y la sociedad, y en conformidad, la primacía de los derechos individuales frente a cualquier organización social. Según esto, el precepto positivo de los derechos individuales está compuesto por el derecho a la vida a la libertad y a la propiedad y el precepto negativo de los mismos se sustenta en la idea del respeto a los derechos individuales de los demás. Anarquía, Estado y utopía, contiene una teoría erigida desde el pensamiento supuesto de cómo funcionaría una sociedad sin Estado, de cómo serían los mecanismos que una anarquía construye para ordenarse. Según Nozick, por efecto de la mano invisible3 toda anarquía, al resolver sus inconvenientes, termina generando un Estado mínimo encargado de la protección de sus ciudadanos. Este tipo de Estado es el único moralmente bueno, porque los individuos sólo están obligados a abonar un impuesto por su protección, impuesto que está basado en la teoría retributiva: yo pago por un servicio que una institución me va a dar. Precisamente argumenta, a partir de la teoría retributiva, que un Estado más que mínimo, o un Estado extenso es injusto porque entraría a trabajar con políticas de justicia distributiva y para el profesor norteamericano, es odioso que alguien tenga que dar algo suyo (por ejemplo dinero) sin obtener nada a cambio. Esto es: ¿por qué una persona tiene que entregar parte de sus pertenencias a un Estado para que éste las distribuya entre los más necesitados? y ¿por medio de qué valoración determina un Estado quiénes son los más necesitados? Nozick justifica su Estado mínimo porque, según sus planteamientos, es aquel que menos se inmiscuye en los asuntos privados de los individuos y porque al no tener una idea de bien común que perseguir, cada cual podrá realizar su proyecto individual de vida, su

2 El inglés John Locke (1632-1704) es considerado, junto con Montesquieu, el constructor del cuadro ideológico del liberalismo político. Su Segundo Ensayo sobre el Gobierno Civil, publicado en 1690 ha tenido una gran influencia en la mayor parte de las constituciones de los Estados del los dos últimos siglos. El pensamiento central del liberalismo lockeano se sustenta en la idea de que el bien de una sociedad proviene de su libre desarrollo, bajo la vigilancia del Estado, considerado como mero guardián del orden físico. Según esto, el Estado es estimado indispensable, pero en términos de un mal necesario que conviene limitar rigurosamente. 3 El proceso de la mano invisible puede entenderse como aquel en el que un actor hace alguna cosa sólo con el interés que le compete, pero que termina promoviendo otra que en principio no estaba dentro de sus intenciones.

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propia utopía, sin que nadie lo obligue a nada y siguiendo sus propios principios, desde que éstos no afecten la vida, la libertad y la propiedad de los demás. Las dos preguntas medulares de la teoría política de Nozick son: 1) qué justifica la existencia de un Estado en términos morales y 2) qué no lo justifica en los mismos términos morales. Para Nozick el Estado se justifica por la necesidad de seguridad que tienen los ciudadanos y no se justifica por la necesidad de justicia social que puedan tener los ciudadanos. Estas dos preguntas, que conforman su teoría libertaria de Estado, son las que tratarán de estudiarse en el siguiente texto, con el fin de determinar los alcances de su teoría para el entendimiento de las obligaciones de un Estado. El Estado: vigilando los derechos individuales Nozick introduce su teoría política indicando que los modos posibles de entender el campo político son, primero, explicándolo por completo en términos no políticos; segundo, considerándolo como surgido de lo no político pero irreductible a él; o tercero, concibiéndolo como un campo completamente autónomo. El profesor decide explicar su teoría del Estado como un campo autónomo, lo que implica, entonces una explicación moral:

Esta investigación plantea la pregunta de saber si todas las acciones que las personas tienen que realizar para establecer y operar el Estado son, en sí mismas, moralmente permisibles (�) Entonces nuestro punto de partida, aunque no político, intencionalmente está lejos de ser amoral. La filosofía moral establece el trasfondo y los límites de la filosofía política. Lo que las personas pueden y no pueden hacerse unas a otras limita lo que pueden hacer mediante el aparato del Estado o lo que pueden hacer para establecer dicho aparato. Las prohibiciones morales que es permisible imponer son la fuente de toda legitimidad que el poder coactivo fundamental del Estado tenga. (�) Esto proporciona una arena primaria de la actividad estatal, posiblemente la única legítima. 4

4 NOZICK, Op. Cit 11, p. 18

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Este punto de partida implica estudiar si los mecanismos para la institución de un Estado son forzados o no y con ello, si son moralmente buenos o malos. De acuerdo con esto, determinar -en una condición prepolítica- lo que las personas pueden hacerse (los límites naturales de las acciones) también va a determinar lo que legítimamente puede llegar a hacer un Estado (que finalmente va estar representado por personas). Esto significa que si un individuo tiene por ley natural derecho a defenderse cuando su vida está amenazada, el Estado, por ley natural, tendrá el derecho a defender la vida de sus ciudadanos. Igualmente, si por ley natural está prohibido atentar con la vida del otro, el Estado podrá imponer la prohibición de asesinato. Ahora, un individuo en una anarquía no tiene el derecho de obligar a otro a entregar parte de sus pertenencias a los más necesitados, igual un Estado no tiene el derecho de obligar a otro a entregar parte de sus pertenencias con el fin de ayudar a los más necesitados. La legitimidad del Estado para Nozick se da entonces en la superposición de las acciones cumplimiento de los derechos naturales que tiene cada individuo, al poder coercitivo del Estado. En otras palabras: el Estado es legítimo cuando, por conveniencia, pasa a defender y mantener los derechos individuales de sus ciudadanos (recuérdese: la vida, la libertad y la propiedad) y es ilegítimo cuando entra a controlar cosas que en el estado naturaleza nadie las hubiera controlado. El primer alcance de las funciones de un Estado es precisamente encargarse de la seguridad de sus ciudadanos: en un Estado sin gobierno, la defensa y la justicia se dan por mano propia, es decir, cada cual se defiende como pueda y hace justicia como bien le parezca; esto no permite que exista un orden jurídico que garantice el respeto por los derechos individuales o civiles de los hombres. Justamente, cuando se organiza una sola institución que se encargue de la protección (en términos de seguridad física) de los miembros de una comunidad, se crea un Estado político y se abandona la condición de anarquía. Para Nozick este primer alcance, como ya se ha dicho, es el único legal y justificable en un Estado: la primera y única función de un Estado es garantizar la seguridad de sus ciudadanos. ¿Cómo surge, para Nozick, un Estado sin que nadie se lo haya propuesto? ¿Cómo surge lo político desde lo no político? El ejercicio hipotético este filósofo neopragmático

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norteamericano parte de una situación en la que los individuos se encuentra en un estado de naturaleza en los términos en los que la describió Locke: �un estado de perfecta libertad para ordenar sus actos y disponer de sus posesiones y personas como juzguen conveniente, dentro de los límites del derecho natural, sin requerir permiso y sin depender de la voluntad de ningún otro�5; se refiere entonces a una situación en la que nadie gobierna a nadie y cada quien tiene autorización para hacer lo que quiera pero dentro de los límites del derecho natural. Y ¿qué es el derecho natural? Es aquel que exige que �nadie deba dañar a otro en su vida, salud, libertad o posesión�6, siguiendo lo definido por Locke. Ahora, frente a quienes violan el derecho natural, los individuos, en estado de naturaleza pueden defenderse o defender a otro frente al agresor y pueden hacerle pagar indemnización por el daño causado; esto es, en términos de Nozick (siguiendo las palabras de Locke) que �todos tienen derecho de castigar a los transgresores del derecho, al grado que se pueda impedir su violación�7. Considérese la siguiente explicación un poco más corriente del estado de naturaleza tomado por Nozick de Locke: se trata de un estado donde las personas viven libres de un sistema organizador; un estado donde cada cual tiene derecho a su vida, a su libertad y a las cosas que posee y en donde pueden disfrutar de esos derechos siempre y cuando no viole los derechos que igualmente tienen las demás personas. Si alguien ve amenazado por otro alguno de sus derechos, tiene la facultad de defenderse por su cuenta (pues no existe ningún sistema que lo defienda) o de pedir ayuda a otro para que lo defienda y además tiene el derecho propio de castigar a quien le transgredió su derecho. Hasta ahí las cosas parecen fáciles en el estado de naturaleza: cada cual hace lo que quiera siempre y cuando no moleste a los demás y si alguien es molestado tiene derecho a defenderse. Sin embargo, si se analiza en detalle, esta situación presenta varios inconvenientes, que son planteados por Nozick: el primero es que en el estado de naturaleza los límites se encuentran cuando se entra en el irrespeto a los derechos del otro, sin embargo, pueden ocurrir situaciones en que sea difícil definir si se está

5 Ibíd., p. 23 6 Ibíd., p. 23 7 Ibíd., p. 23

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violando por ejemplo la libertad de otro. En un estado de naturaleza cada cual juzga según sus criterios. El segundo inconveniente se refiere a que si en efecto alguien fue violado en alguno de sus derechos, éste puede sobreestimar el perjuicio por el daño y castigar exageradamente al trasgresor (por ejemplo, matar a alguien por robar un fruto de un árbol). Según Nozick, la pasión puede llevar a castigos desproporcionados. Y el tercer gran inconveniente es que si en el estado naturaleza cada cual tiene el derecho (u obligación) de defenderse, ¿qué pasa entonces cuando el infractor es más fuerte que el atacado?, ¿quién defiende a los más débiles? Si una persona no tiene la suficiente fuerza para defenderse, carece de poder para hacer respetar sus derechos. Estos tres planteamientos ayudan a entender que un estado de naturaleza no sea tan paradisíaco. Sin embargo, sin llegar todavía a soluciones políticas, estas dificultades pueden ser enfrentadas dentro del mismo estado naturaleza. Nozick, hipotéticamente piensa que una solución es que en esta sociedad sin gobierno se formen asociaciones de protección. A través de la idea de que la unión hace la fuerza, personas en un estado de naturaleza pueden juntarse para ayudar a defender a otro que no sea capaz de hacerlo por sus propios medios y ponerse de acuerdo en cuál deba ser el castigo que se merece por su violación. Así, por ejemplo, quienes vivan en una misma área geográfica deciden juntarse y estar prestos para defender a quien lo necesite de su grupo, o deciden nombrar unos representantes (los más fuertes de los que viven en dicha área geográfica) y encargarlos a ellos de la defensa y el castigo de los trasgresores y a cambio se les da algún bien (dinero, etc.) por los servicios que prestan. Formando asociaciones o agencias de protección se podrían solucionar los inconvenientes del estado de naturaleza planteados. Sin embargo, las asociaciones de protección traerían nuevos inconvenientes a solucionar, por ejemplo, ¿qué hacer con los llamados paranoicos de alguno de los miembros de la asociación de protección?, ¿qué hacer con los llamados de alguno miembro de la asociación de protección que lo que quiere hacer sea violar el derecho de otro?, ¿qué hacer si se presenta una contienda entre dos miembros de la misma asociación de protección? y ¿la asociación de protección debe actuar defendiendo al que se quejó de su asociación o defendiendo al que violó el derecho así este no pertenezca a su asociación?

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Según Nozick, se debe tener en cuenta, que así como las personas del área geográfica señalada formaron su asociación de protección, los de otra área geográfica pueden formar otra asociación de protección, y entonces: ¿cómo evitar que las personas decidan pertenecer a varias asociaciones de protección?, además, si se da una situación de conflicto entre dos miembros de dos agencias distintas, los representantes de las mismas deberán pelear entre sí para defender a su asociado. Este último inconveniente trae un nuevo problema, y es que si las agencias tienen que luchar entre sí, de ellas saldrá una vencedora y los clientes de la agencia perdedora, muy posiblemente se pasarán de agencia pues la ganadora tiene más fuerza para protegerlos. En caso tal de que no haya una movilización de clientes, pero que en un mismo territorio, varias agencias estén en constante disputa, lo más seguro es que ellas mismas terminen por crear un tribunal de arbitramento que maneje las disputas. Ahora, ya sea porque exista una agencia ganadora o porque exista un tribunal de arbitramento, las disputas entre las asociaciones de protección derivarán siempre en el surgimiento de una asociación de protección dominante o Estado ultramínimo sobre un territorio. Esta asociación de protección dominante, o Estado ultramínimo que hipotéticamente terminaría surgiendo en un estado de naturaleza, no es todavía un Estado en términos políticos, pues ella no está legítimamente constituida para monopolizar la fuerza en un territorio determinado8 simplemente, porque, en el estado naturaleza, donde cada cual puede hacer lo que quiere, pueden existir personas que decidan no pagar servicios de defensa a ninguna agencia y defenderse por su propia cuenta. Aunque en una determinada zona geográfica exista una asociación de protección dominante, esta sólo tiene la legitimidad de defender a sus clientes, sólo actúa a favor de quienes pagan por sus servicios. Frente a esto Nozick dice: 8 Según la tradición weberiana, un Estado tiene como condición ineludible el monopolio de la fuerza en todo su territorio. Con esto, el Estado se reserva para sí el derecho único de legislar sobre cualquier posible legitimidad del uso de la fuerza (o de determinar quien puede usar la fuerza) y puede castigar a quienes violen estas leyes. De acuerdo con Weber, por su derecho al monopolio de la fuerza, el Estado está legítimamente capacitado para anunciar que castigará a cualquiera que descubra que ha hecho uso de la fuerza sin su consentimiento. Según interpretación de Robert Nozick, más que el monopolio de la fuerza, en la teoría de Weber, el Estado tiene el monopolio del anuncio del castigo.

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Hay al menos dos formas en que puede considerarse que el esquema de las asociaciones de protección privada difieren de un Estado mínimo, podría no satisfacer la concepción mínima de un Estado: 1) parece permitir a algunas personas imponer sus propios derechos, y 2) al parecer no protege a todos los individuos dentro de su ámbito. Ciertos autores dentro de la tradición de Max Weber consideran que tener un monopolio sobre el uso de la fuerza en un área geográfica, un monopolio incompatible con la imposición privada de derechos, es fundamental para la existencia de un Estado9

Nozick, fiel al pensamiento de Locke, asegura que nadie está obligado a entrar en sociedad. Esto significa, que en un estado de naturaleza, pueden existir personas asociadas a una agencia de protección dominante o no y pueden existir independientes que mantengan el monopolio de su fuerza. La relación que surgiría entonces, entre los independientes y las agencias complicaría las cosas al presentarse inconvenientes como ¿qué deben hacer las agencias si un independiente ejerce mal su derecho de defenderse y castiga en exceso a uno de sus clientes que cometió una violación contra el independiente?, además, se supone que la agencia está en la obligación de castigar a uno de sus clientes si éste quebranta los derechos de otro de sus clientes (esto porque el cliente vulnerado está pagando por el derecho a que lo defiendan) y entonces, ¿la agencia deberá castigar a uno de sus clientes si esté está violando los derechos de un independiente? Pero el asunto, en un estado de naturaleza, va más allá de determinar a quien se castiga y como se castiga. El verdadero inconveniente es establecimiento moral de la prohibición. Se supone que los individuos libres deben actuar bajo los límites del derecho natural: hacer lo que se quiera pero sin contravenir el derecho de las otras personas, sin embargo la naturaleza del hombre hace dudar que este derecho natural, por si solo, se mantenga. Pero, como lo expuso el pensador inglés Thomas Hobbes, esto no significa que el hombre sea un ser de la naturaleza inclinado al mal, sino que es

9 NOZICK, Op Cit., p. 35.

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imposible que él piense el bien en términos objetivos10. Bueno y malo son nociones relacionales que en cada caso remiten al particular sistema de preferencias de un sujeto. Por eso es casi imposible pensar que puedan existir personas en un territorio que vivan en paz sin que exista un sistema de prohibiciones. Este argumento toca entonces el terreno de la legitimidad de una agencia de protección dominante. Ella actúa legítimamente cuando prohíbe acciones a sus clientes pero no, si intenta hacer lo mismo con los independientes. El ejemplo que usa Nozick para explicar la legitimidad de la prohibición es claro: una persona que sufre de epilepsia, por ejemplo, decide no pertenecer a una agencia de protección y además decide conducir un carro. El hecho de que esta persona conduzca un carro, se constituye un riesgo y una amenaza para los que viven dentro de un área geográfica determinada, pero nadie se lo puede prohibir, primero, porque es independiente, segundo porque él no busca hacerle daño a nadie y son muy escasas las veces que surgen sus ataques de epilepsia y tercero, porque su carro es el único medio de transporte al que tiene acceso. La solución entonces que puede encontrar la agencia de protección para obtener la legitimidad de la prohibición es decirles a sus clientes que compren un abono de indemnización con el cual dicha agencia pueda comprarle el derecho al independiente epiléptico de manejar su carro y éste con ese dinero pueda contratar un chofer. Esto es, el principio de la compensación:

Algunos tipos de acciones son generalmente realizados, desempeñan un papel importante en la vida de las personas y no pueden prohibírsele a una persona sin producírsele una desventaja seria. El principio podría formularse así: cuando una acción de este tipo se prohíbe a alguien porque podría causar daño y es especialmente peligroso cuando la realiza, entonces aquellos que prohíben (la acción) con el propósito de obtener un incremento de su seguridad tienen que indemnizar a la persona a la que se le prohíbe dicha acción, por la desventaja en que la colocan11.

10 Véase: Parte I, capítulo VI: Del origen interno de las Mociones Voluntarias, comúnmente llamadas pasiones, y términos por medio de los cuales se expresan. En: Hobbes, Thomas. El Leviatán. México: Fondo de Cultura Económico, 1994. 11 NOZICK, Op. Cit., p. 89

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Como se puede observar, con el principio de compensación, aunque la agencia de protección no tenga legitimidad sobre el independiente, termina interviniendo en sus acciones. Es necesario retomar la idea, expresada antes sobre la aparición inevitable de una agencia de protección dominante: cuando en un territorio existen varias agencias de protección, éstas, en muchos casos deben enfrentarse para defender los intereses de sus clientes. Ahora, de estos enfrentamientos pueden salir dos cosas: o que los clientes de las agencias perdedoras decidan mejor invertir en la agencia que siempre gana las disputas o que las mismas agencias decidan establecer un tribunal de arbitramento para dirimir sus querellas. Si se da el primer caso, la agencia más fuerte para la defensa termina siendo una agencia de protección dominante o si se da el segundo caso, el tribunal de arbitramento se convierte en una agencia de protección dominante. Ahora, esta agencia de protección dominante termina haciendo varias cosas: la primera es defender a sus clientes de las violaciones de otros de sus clientes o de las de un independiente, la segunda, castigar a uno de sus clientes que haya quebrantado los derechos de otro de sus clientes o de un independiente (en este último caso, bajo el establecimiento legítimo de prohibición de acciones que sobre su cliente tiene), la tercera, indemnizar a un independiente para que no haga cosas riesgosas. De acuerdo con esto, una agencia de protección dominante, o el Estado ultramínimo termina protegiendo a todos, clientes e independientes, en un mismo territorio y así se hace al monopolio de facto de la fuerza, el territorio y la justicia12. Siguiendo entonces el pensamiento de Nozick, por efecto de la mano invisible, un estado ultramínimo, al proteger a todos en un territorio, termina convirtiéndose en un Estado mínimo sin habérselo propuesto:

Una condición necesaria adicional para un Estado fue tomada de la tradición weberiana por nuestra explicación en el capítulo II, a saber: que pretende ser la

12 Se debe tener en cuenta para el entendimiento de la aparición del Estado que según Weber, este no es más que una asociación política que monopoliza la fuerza (o la violencia), y la justicia en un territorio determinado. Para Weber no se puede definir un Estado por las diferentes tareas que puede realizar, pues históricamente los Estados y cualquier otra asociación política que le preceda, han realizado diversidad de tareas, sino que los Estados sólo pueden definirse porque tienen el medio legítimo de la coacción física.

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única instancia que autoriza la violencia. La asociación de protección dominante no sostiene tal pretensión. Habiendo descrito la posición de la asociación de protección dominante y habiendo visto cuán de cerca encaja en las nociones de los antropólogos ¿debemos atenuar la necesaria condición weberiana, de forma que incluya al monopolio de facto, el cual es el único juez que decide si la violencia es o no permitida, que tiene un derecho (ciertamente uno tenido por todos) de pronunciar sentencias sobre el particular y actuar con base en las correctas? El caso es muy fuerte para hacerlo y es del todo deseable y apropiado; por tanto, concluimos que la asociación de protección dominante en un territorio, tal y como la hemos descrito, es un Estado13.

En su libro Anarquía, Estado y utopía, Nozick formula su teoría de Estado a través del establecimiento de una situación hipotética en la cual una anarquía termina generando un Estado mínimo, que no es más que un Estado gendarme encargado de brindar seguridad a los ciudadanos. Esta situación hipotética demuestra que, el asunto más complicado (o el único) por resolver en el estado de naturaleza o en un estado sin gobierno es el de la defensa de los derechos naturales de las personas14. Las diferentes formas que se adopten para la defensa pueden terminar siendo más violatorias de los derechos naturales. Y es que, conforme con los inconvenientes que traen las posibles soluciones para el mantenimiento de los derechos, se puede afirmar que el problema se reduce al estatus moral de los derechos procesales que se ejercen a la hora de establecer mecanismos de defensa. De acuerdo con esto, el punto de partida para la fijación de mecanismos de defensa sería un análisis moral. Esto porque las prohibiciones morales son la fuente de toda legitimidad de un poder coactivo, sea de un Estado, sea de una agencia de protección o de un independiente. El problema es que la filosofía moral origina discrepancias: es difícil poner a diferentes personas de acuerdo en lo que para sí es moralmente bueno o malo. Por eso, según Nozick, las trabas morales solo pueden resolverse en el terreno de lo político.

13 NOZICK, Op. Cit., p. 121 14 Recuérdese que los derechos naturales de las personas en la tradición liberal son el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad.

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La idea de Nozick, es demostrar que un Estado mínimo nunca surgirá por imposición o por violación de los derechos de los individuos y que el aparato coactivo de Estado sólo es justificable o moralmente aceptable cuando su única función es la defensa de sus ciudadanos. Del desarrollo detallado de la hipótesis planteada por Nozick se puede deducir que el Estado surge de la necesidad del establecimiento de un sistema centralizado de defensa, que establezca un orden en un territorio y dentro de ese territorio monopolice la violencia y la justicia. De acuerdo con Nozick, la verdadera tarea de un Estado es el mantenimiento de la seguridad de sus ciudadanos. Aunque la hipótesis de Nozick pretende más decirle a los anarquistas que el Estado mínimo es un estado correcto y el único que puede justificarse, más allá de eso, su reflexión da los elementos fundamentales para pensar que si un Estado surge por la necesidad del establecimiento de un orden jurídico y coactivo, la esencia y la justificación de un Estado es el mantenimiento de la seguridad en un territorio. Una sociedad puede vivir en un estado de caos si las personas no tienen las suficientes oportunidades para conseguir vivienda, o para conseguir trabajo, o para estudiar, pero en la historia del mundo ha habido casos de sociedades en las que no existen oportunidades ni de trabajo, ni de estudio, ni de nada y viven en relativa paz, mientras que si existiera una sociedad donde las personas deben defenderse y hacer justicia con sus propias manos, con seguridad esa sociedad siempre vivirá en completo caos. La hipótesis de Nozick sobre por qué surgiría un Estado de una anarquía permite determinar que la finalidad de un Estado consiste en hacer que cada individuo pueda realizar su condición de ser humano. Para cumplir con dicha finalidad el Estado por obligación fundamental, debe hacerse cargo de la protección de los individuos que cobija su territorio, debe consolidar, por medio de la fuerza, un orden social capaz de mantener la seguridad como valor superior de cuyo nivel de concreción depende, en definitiva, la vigencia efectiva de los derechos fundamentales: derecho a la vida, derecho a la libertad, derecho a la propiedad. Si algo tiene que hacer el Estado es mantener la seguridad de los habitantes de su territorio. Cualquier otra tarea puede ser conservada o abandonada de acuerdo con los intereses políticos y sociales determinados por condición histórica. El mantenimiento de la fuerza como garantía para el cumplimiento del derecho natural es función cardinal en un Estado y él, como institución, podrá decidir el

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modo en que desarrolla su administración, pero nunca podrá renunciar a la asistencia de una fuerza militar y policiva encargada de ejercicio del poder coactivo del Estado. El Estado: violando los derechos naturales Pero Nozick no se queda con el planteamiento de que un Estado es un mal necesario para el mantenimiento de los derechos naturales del hombre, recuérdese, derecho a la vida a la libertad y a la propiedad. Si el Estado es simplemente una institución gendarme, en la cual, por la aplicación del principio de retribución, los ciudadanos pagan un impuesto para su defensa, éste es aceptable y no viola, sino que protege los derechos individuales de todos, pero si el estado amplía sus funciones y empieza a ordenar otras cosas que a su juicio son injustas (como la pobreza de unos o el establecimiento de valores morales para todos) entonces ese Estado comienza a violar los derechos naturales de todos. El rechazo a un estado más extenso que el mínimo, donde se establezcan principios de redistribución de los recursos dentro de un de un grupo humano es sobre todo, una crítica a las teorías igualitarias de justicia: el estado bienestar, el utilitarismo y el socialismo. En la segunda parte de su libro: ¿Más allá del Estado mínimo?, Nozick plantea su teoría de los derechos basada en la teoría de justicia retributiva que supone tres principios: el principio de justicia en la adquisición, el principio de justicia en las transferencias y el principio de rectificación. El primer principio se refiere a cómo se da la apropiación de las cosas no poseídas, el segundo estipula por qué proceso una persona puede transmitir a otra sus pertenencias y el tercero se encarga de resolver las injusticias en las pertenencias producidas por actuaciones ilegítimas pasadas. Tanto la teoría de justicia retributiva, como los tres principios que la conforman, se sostiene sobre el proceso de la libre transmisión individual, una transmisión sólo pautada de conformidad con los beneficios recibidos en la transferencia por cada una de las partes: �A cada quien, de acuerdo con lo que beneficia a los otros que tienen los

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recursos para beneficiar a aquellos que lo benefician�15. Esto es, dar al otro lo que tiene derecho a pretender. Frente a esta teoría de justicia retributiva se presenta su antagónica, la teoría de justicia distributiva, que no es más que aquella que hace que los Estados amplíen sus funciones y se formen más extensos que el Estado mínimo. De manera sencilla, la teoría de justicia distributiva habla de un reparto de los bienes de las personas o de algunos de los bienes de las personas en toda la sociedad. Según Nozick, todos los principios de justicia distributiva son pautados: se distribuye según una pauta que nos determine bajo que consideraciones se distribuye. Todo lo contrario pasa con el principio de retribución que no es pautado. Para Nozick no hay ninguna dimensión natural o suma de pesos que produzcan una distribución retributiva. Esto se considera si la mayoría de las personas, la mayor parte del tiempo, decide transmitir algunos de sus derechos a otros, sólo a cambio de algo de ellos. Además no se puede saber suficiente sobre la situación de cada persona para distribuir a cada uno de acuerdo con su mérito moral. Así, Nozick objeta todos los intentos de imponer a la sociedad una pauta de distribución deliberadamente decidida, ya sea ésta para un orden de igualdad o de desigualdad. La distribución se dará, si se quiere respetar los principios de una sociedad libre, de acuerdo con un valor más que conforme con el mérito moral, esto es, de acuerdo con el valor percibido de las acciones y servicios de una persona hacia los otros. La distribución de acuerdo con los beneficios para los demás es una línea pautada en una sociedad libre. Si esto operara como principio fundamental, podría pensarse que aquellos que reciben cosas sin dar nada a cambio (por ejemplo, herencias donaciones, etc.) no tienen derechos sobre esas cosas pues las recibieron sin tener que dar nada a cambio. Frente a esto la respuesta que Nozick da es que la justicia de un sistema retributivo se basa en que las trasmisiones que se hacen en él son hechas por razones. Esto no significa que todos merezcan las pertenencias que reciban, sólo significa que hay un propósito o sentido en la transmisión de pertenencias de alguno a una persona antes que a otra, que usualmente se puede ver lo que el transmisor piensa que está ganando, que causa piensa que está sirviendo, qué fines piensa que está ayudando a alcanzar. El sistema retributivo

15 NOZICK, Op. Cit., 161

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es definible cuando está constituido por los objetivos individuales de las transacciones individuales. No se requiere ningún fin más general. No se requiere ninguna pauta distributiva. Según la tesis del libertario norteamericano, no se puede olvidar que las cosas entran al mundo ya vinculadas con las personas que tienen derechos sobre ellas. Ahora bien, ningún principio de estado final o principio de distribución pautada de justicia puede ser realizado constantemente sin la intervención continua en la vida privada de las personas. Para mantener una pauta se tiene, o bien que intervenir continuamente para impedir que se de una transmisión de recursos como se quiera, o bien intervenir continuamente para tomar recursos de algunas personas y transmitirlos a otras, que por ejemplo, más lo necesiten. En disconformidad a la teoría de Rawls sobre la �posición original�16 Nozick considera bastante improbable que los miembros de un grupo social decidan actuar siempre según una pauta final de corte igualitario, pues la misma se mostraría altamente inestable por las acciones voluntarias realizadas por los individuos a lo largo del tiempo. Sólo pueden ser estables las pautas de comportamiento que están limitadas por los derechos individuales. Pensar una pauta de resultado final igualitario en la estructura jurídica de una sociedad sin tener en cuenta la voluntad de cada persona, significa imponer derechos de copropiedad sobre las personas. Los derechos de propiedad para Nozick parten del principio moral kantiano de ser dueño de uno mismo, y todo aquello que no respete la voluntad de las personas es esclavitud a si sea en pro de una sociedad más equitativa. En palabras del filósofo norteamericano:

Si se hace por medio de impuestos sobre salarios o sobre salarios que superen cierta cantidad, por medio de la confiscación de utilidades, o por medio de la existencia de una gran olla social, de manera que no es claro de dónde viene qué

16 Para construir su teoría de justicia, el norteamericano John Rawls construye una situación hipotética que llama �la posición original� en la cual, unos individuos apartados de su situación social, racionales, desinteresados son puestos a escoger los primeros principios de una concepción de justicia que irán a ordenar la sociedad a la cual pertenecer. Al tomar esta decisión ninguno conoce su posición en la sociedad, ni las virtudes con las que nacieron, así, tras un velo de ignorancia se asegura que los resultados del azar natural no darán a nadie ventajas ni desventajas y que los principios de justicia que ellos determinen serán el resultado de un convenio justo.

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y a dónde va qué, los principios pautados de justicia distributiva suponen la apropiación de acciones de otras personas. Apoderarse de los resultados del trabajo de alguien equivale a apoderarse de sus horas y a dirigirlo a realizar actividades varias. Si las personas lo obligan a usted a hacer cierto trabajo o un trabajo no recompensado por un periodo determinado, deciden lo que usted debe hacer y los propósitos que su trabajo debe servir, con independencia de las decisiones de usted. Este proceso por medio del cual privan a usted de esas decisiones los hace copropietarios de usted; les otorga un derecho de propiedad sobre usted17.

El hecho básico que se debe tener en cuenta al estudiar el pensamiento del filósofo moral norteamericano, es la separación que él hace del individuo, frente a la sociedad y el Estado y la predominio de los derechos individuales sobre los sociales, predominio sustentado en la idea que los derechos sociales son derechos de un estado final que siempre es arbitrario, que siempre depende de una concepción deliberada del bien y que en consecuencia viola los derechos individuales de las personas que en últimas son los únicos que pueden permitir al hombre moldear su vida de conformidad con un plan general que le de sentido a su vida. Para sustentar aún más su teoría retributiva de justicia en la adquisición, Nozick recurre a lo que el llama la estipulación de Locke, que no es más que una lectura de la teoría de la adquisición del filósofo inglés, que sustenta que alguien puede obtener un derecho de propiedad sobre una cosa previamente no poseída, siempre y cuando ello no empeore la situación de los otros por no poder usar a la cosa en libertad a partir de ese momento. Según esto, la apropiación originaria deberá ir acompañada de una compensación para que no sea ilegítima. Con la estipulación lockeana se busca pensar en la forma específica en que las acciones de apropiación afectan a otros y no a la estructura de la situación que se deriva de dicha apropiación, de tal manera que la violación de la estipulación se dará fundamentalmente en supuestos en los que las incidencias que suceden simultáneamente o con

17 NOZICK, Op. Cit., 174

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posterioridad a la adquisición, implican que la propiedad sobre un bien impide a los demás un uso del mismo necesario para vivir. Esta idea puede ser más clara en las mismas palabras de Nozick:

Una persona o puede apropiarse el único manantial de un desierto y cobrar lo que quiera. Tampoco puede cobrar lo que quiera si posee uno, e infortunadamente, sucede que todos los manantiales en el desierto se secan, con excepción del suyo. Esta circunstancia lamentable, sin ninguna culpa suya, hace operar la estipulación de Locke y limita sus derechos de propiedad. Similarmente, el derecho de propiedad de un propietario en la única isla en el área no le permite ordenar a la víctima de un naufragio que se vaya de su isla por allanador; esto violaría la estipulación de Locke18

Para Nozick la estipulación lockeana no puede confundirse con una teoría de estado final: �alguien cuya apropiación violaría de otra manera la estipulación aún puede apropiar, siempre y cuando compense a los otros de tal manera que su situación no sea empeorada por ello�19, solo se trata de la prohibición de la apropiación de un bien que representa todo el abasto de algo necesario para la vida. Existe argumentos para atacar la admisión de la estipulación de Locke, utilizada por Nozick, como derivación de la justicia en la adquisición original: primero porque se contradice en su valoración de la situación de empeoramiento derivada en términos exclusivamente de bienestar material, sin tener en cuenta otros elementos que el propio Nozick considera imprescindibles como la libertad de elección, que se ve debilitada cuando una persona está obligada a trabajar bajo las órdenes de otra, propietaria de los recursos originales, y segundo porque tomar la situación de uso común anterior a la adquisición original como pauta comparativa, implica el reconocimiento de la regla del primero que llega se apropia, desdeñando otras posibilidades que mejorarían la posición material de todos respetando en mayor medida la autonomía individual, como podrían ser la copropiedad. En cualquier caso, cabe considerar que el estatus original de los

18 NOZICK, Op. Cit., p. 181. 19 Ibíd., p. 179

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recursos externos era otro, más favorable para todos, que el de propiedad de nadie defendido por Nozick. Ahora, una parte importante del pensamiento de Nozick se centra en encontrar sus desacuerdos con la Teoría de Justicia desarrollada por John Rawls en 197120, quien para Nozick se trata de un �trabajo vigoroso, profundo, sutil, amplio, sistemático dentro de la filosofía política y la filosofía moral como no se había visto otro igual cuando menos desde los escritos de John Stuart Mill�21. De acuerdo con esto, para Nozick los filósofos políticos de su tiempo o tienen que trabajar según la teoría de Rawls, o bien, explicar por qué no lo hacen. Así explica entonces por qué el está en desacuerdo con su compañero, también profesor de la Universidad de Harvard. Luego de haber expuesto sus razones para atacar la teoría distributiva por se esta violatoria de los derechos naturales, la principal objeción que Nozick encuentra con la teoría de justicia de Rawls es justamente que esta teoría, basada en la cooperación jurídica entre individuos, exige la existencia de una pauta para decidir como dividir el producto total de la cooperación. No se trata de una oposición de Nozick al valor de la cooperación. En una sociedad libre puede existir la cooperación libre, pero no jurídica o impuesta dentro del orden jurídico de la sociedad. Rawls reconoce que es imposible pensar en una sociedad igualitaria en sentido estricto, pues siempre hay personas que por diferentes razones circunstanciales tienen en el mundo mayores posibilidades de desarrollo. Frente a esto, en su teoría de Justicia plantea el principio de diferencia como uno de los principios de justicia básicos que deben existir en una sociedad que pretende la igualdad entre sus miembros, y que implica que las mayores ventajas obtenidas por los mejor dotados son justificables sólo si

20 Se debe aclarar que las críticas hechas por Nozick a Rawls se basan en lo escrito por el segundo en su libro Teoría de la Justicia (Cambridge: Harvard University Press, 1971). En 1993, Rawls entrega al pensamiento político otro libro: Liberalismo Político, que tiene como objetivo, complementar y solucionar vacíos teóricos presentes en su Teoría de la Justicia, a la vez que introduce conceptos nuevos que hacen parte esencial de su idea de justicia como imparcialidad y de la concepción de liberalismo político. Las anotaciones sobre la Teoría de Justicia que se hacen en este ensayo son las anotaciones que hace Nozick en su libro Anarquía, Estado y Utopía. 21 NOZICK, Op. Cit., p. 183

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las mismas formas parte de un esquema que mejora las expectativas de los menos aventajados de la sociedad. Para Nozick el principio de diferencia no es objetivo para establecer una cooperación social. Esto, porque el principio de diferencia, implica que los menos dotados obtengan beneficios de los que se encuentran situados en una mejor posición en relación con las pertenencias previas de cada uno y en el intercambio los mejor situados, al cooperar, también encuentren algún tipo de beneficio. Nozick cita a Rawls para entender mejor su hipótesis:

�puesto que el bienestar de todos depende de un esquema de cooperación sin el cual ninguno podría tener una vida satisfactoria, la división de ventajas debería ser talque suscite la cooperación voluntaria de todos los que toman parte de ella, incluyendo a aquellos peor situados22.

El asunto para Nozick es asimétrico y violatorio de los derechos naturales de propiedad pues se trata de un intercambio que no siempre puede resultar equitativo. La pregunta que se hace Nozick para contrariar el principio de diferencia es ¿cuánto gana cada individuo de la cooperación social general, comparando, no con no cooperación sino con una cooperación más limitada? No todos los individuos pueden exigir lo máximo de una situación de cooperación, de suerte que los mejor dotados tienen motivos para rehuir la cooperación, por no presentar las mismas condiciones razonables. Basado justamente en este principio de diferencia Nozick hace su crítica más dura a Rawls y a todos aquellos que defienden los derechos sociales por encima de los derechos individuales y es la condición universal del principio como carácter de estado final, en el que se omiten los casos concretos para su desarrollo y se plantean como disposiciones generales para una idea general de sociedad23 Si se plantea cualquier teoría basándose en supuestos generales y se desconoce su aplicabilidad en cosas particulares, cualquier 22 NOZICK, Op. Cit., p. 192 23 Como filósofo moral, Nozick plantea su teoría de justicia desde lo individual, justamente porque lo que pretende es defender los derechos individuales sobre los sociales. Así, cada tesis es explicada con casos detallados, de acuerdo con preceptos particulares de bien y no generales de bien.

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teoría parece justa. Para Nozick la aplicación de los principios en casos particulares es la que precisamente determina el alcance de la justicia o injusticia de una teoría. Además no es justo pensar que una teoría es justa porque se aplica justamente a una parte de la sociedad aunque para la otra sea radicalmente injusta. Para Nozick, lo mínimo que se puede hacer es no calificar ese principio como justo. Puede que sea de gran beneficio porque favorece a muchos pero no es justo. Los complejos totales son fáciles de analizar. La teoría generalizada además puede terminar siendo un dogma. Bajo este mismo principio, Rawls supone que ninguna concepción retributiva es correcta porque supone que en un nivel tan profundo y bajo ningún derecho opera. Nozick responde que es imposible pensarlo porque justamente los derechos fundamentales, naturales, operan es sobre la base del microejemplo: como matar, quitar los ojos, robar la casa. Si existen derechos sociales estos deben partir de los derechos individuales. Siempre se debe partir de la idea de que son más importantes los derechos individuales. Nozick califica los principios de Rawls como metaprincipios que están por encima de todo y que todo se deriva de ellos. La teoría retributiva especifica un proceso para generar conjuntos de pertenencias. Los tres principios de justicia de la teoría retributiva, adquisición, transferencia y rectificación son en si mismos principios procesales no de resultado final, o metaprincipios. Para Nozick, la teoría de Rawls supone un punto de partida de donde se establecen los principios de justicia. Supone un resultado final del cual se derivan los principios de justicia. Requieren un sistema pautado, que Nozick califica de arbitrario. Así, para el libertario norteamericano, la teoría de Rawls es defectuosa porque es incapaz de producir principios procesales de justicia. Además va en contra de los argumentos contractuales que comprenden el supuesto de que todo lo que surge de un determinado proceso es justo. Si bien Nozick se sostiene en su defensa de la justicia de la teoría retributiva reconoce que el mayor problema de esta teoría se presenta cuando se violan tales principios y se hace precisa la aplicación del principio de rectificación, pues la falta de información histórica sobre las injusticias pasadas y la imposibilidad de conocer con exactitud si

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realmente los hoy peor situados fueron víctimas de injusticias, impiden determinar cómo repararlas. En busca de atinar una posible solución al respecto, Nozick expone su discernimiento sobre la justificación de un socialismo temporal que cumpla una única distribución que compense adquisiciones y transferencias ilegítimas pasadas a través de principios semejantes a los ofrecidos por Rawls, como punto de partida para la aplicación de su teoría de justicia retributiva. Dicho por el filósofo norteamericano:

�entonces una burda regla práctica para rectificar las injusticias podría ser, al parecer, la siguiente: organizar a la sociedad en forma que maximice la posición de cualquier grupo que resulte menos bien situado en ella. (�) Aunque introducir el socialismo como castigo por nuestros pecados sería ir demasiado lejos, las injusticias pasadas podrían ser tan grandes que hicieran necesario, por un lapso breve, un Estado más extenso con el fin de rectificarlas24

La solución planteada por Nozick frente a su preocupación por las injusticias en la adquisición pasadas parece negar entonces la posibilidad de aplicabilidad de toda su teoría libertaria de justicia retributiva. El enunciado, reconoce intuitivamente una distribución inicial como la de Rawls, en la que se cumple el principio general de una porción equitativa para todos. Para utilizar el mismo método de argumentación de Nozick, se puede decir que su solución deja muchas preguntas por resolver: ¿bajo cuáles parámetros se puede organizar a la sociedad para maximizar la posición de los menos situados, teniendo en cuenta que los parámetros, son justamente mecanismos arbitrarios impuestos por alguien, por ejemplo el Estado, bajo una idea de estado final de las cosas?, ¿cómo y quien determina el lapso de tiempo en el que las injusticias pasadas son rectificadas?, ¿no se hace necesario entonces que exista una institución organizativa que por ese lapso de tiempo, se inmiscuya en tanto en los asuntos individuales de sus ciudadanos, llegando al punto de que estos pierdan su autonomía? Al plantear su solución, así la califique de burda, Nozick está reivindicando la posición original y los

24 Nozick, Op. Cit., p. 227.

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principios de resultado final, los mismos que se dedica a atacar durante toda la segunda parte de su libro. Un último asunto por estudiar de la teoría de Nozick es su idea de igualdad. Para el norteamericano, igualdad no significa que todos los miembros de una sociedad posean los mismos recursos. Defiende la posibilidad de que exista una cooperación voluntaria proveniente de los miembros mejor situados en una sociedad hacia los menos situados, pero esa cooperación voluntaria debe partir de la elección libre de aquellos que poseen los recursos. Resulta claro que para Nozick los derechos individuales sobre las cosas no dejan lugar a ningún otro derecho más general, como podría ser el derecho a una partida equitativa del producto final. Pero por encima de la cooperación voluntaria el precepto de igualdad de Nozick se fundamenta en el intercambio libre y voluntario entre personas. Que este intercambio voluntario exista o no depende de lo que limita sus alternativas. Si lo que lo limitan son hechos naturales, las acciones siguen siendo voluntarias, pues ser dueño de uno mismo implica ser dueño de sus circunstancias favorables, y que éstas sean arbitrarias no justifica el despojo de parte de los productos obtenidos a partir de ellas. Para Nozick la legitimidad de alterar instituciones sociales para lograr mayor igualdad de condiciones materiales está, aunque frecuentemente supuesta, rara vez fundada en argumentos. Según la concepción retributiva de justicia de pertenencias no se puede decidir si el Estado tiene que hacer algo para alterar esta situación. La concepción de justicia retributiva no establece ninguna presunción a favor de la igualdad ni de cualquier otro estado final superior o establecimiento de pautas. Las críticas a Nozick en este punto han sido duras sobre todo por la minúscula definición de los derechos que se pretenden asegurar, así como en su fláccido concepto de voluntariedad. En cuanto a lo primero, resulta dudoso que los derechos negativos, o sea el respeto a los derechos del otro, que en este caso son los derechos de los mejor situados, sean los únicos que se deban considerar teniendo en cuenta su idea de la realización personal de un plan de vida. En el sistema capitalista el pleno ejercicio de los

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derechos de propiedad implica que los menos dotados dependan del consentimiento de los demás para sobrevivir. En este contexto, la realización de un plan de vida de un individuo requiere libertad de elección y disponibilidad de recursos materiales. Este último extremo es el que no parece tener en cuenta Nozick, impidiendo que el sistema económico pueda ser utilizado para la plena realización de las personas, tal y como proponen las teorías de justicia distributiva. En cuanto a su idea de voluntad, esta es demasiado indeterminada y aunque juzga moralmente reprochable que un trabajador resulte obligado a trabajar para algún otro a punta de pistola; no es moralmente incorrecto el hecho de que un trabajador celebre, por su situación de necesidad, un contrato desventajoso para él, en tanto los empleadores no violen los derechos del trabajador en cuestión. Los críticos de Nozick consideran que si bien, en los términos en los que él habla, un Estado más extenso sí podría violar los derechos individuales de las personas, su teoría, es cuando menos exagerada. La aplicación de una distribución, prácticamente solo viola el derecho a la propiedad y eso, que en forma mínima, excepto en un sistema socialista en donde toda la producción es del Estado. Además la distribución que puede llegar a hacer un Estado no se reduce simplemente a la ayuda de los más necesitados. Este puede, y generalmente lo hace, realizar muchas más obras con el dinero que recauda de sus ciudadanos. Puede por ejemplo, construir vías de comunicación que en últimas benefician a todos, puede además, favorecer la educación pública, no simplemente para que los pobres tengan posibilidad de estudiar, sino para que exista más personal capacitado que en un futuro pueda servir al desarrollo económico de las empresas privadas, puede además, crear empresas que permitan que todos en la sociedad tengan acceso a servicios públicos, puede crear programas de préstamos para impulsar la construcción de obras privadas, en general, puede recaudar dinero de sus ciudadanos y distribuirlo en grandes acciones que beneficien a todos. Es acertado pensar que son más importantes los derechos individuales que los sociales, pero a menudo se necesita que existan al menos algunos derechos sociales que ayuden al desarrollo del plan general de vida que todas las personas tienen, plan que tanto defiende Nozick.

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La teoría de Estado construida por Nozick deja claro que la principal función de Estado es encargarse de la seguridad de sus ciudadanos, a través, siguiendo a Weber, del monopolio de la fuerza y la violencia en su territorio. El mantenimiento de los derechos individuales es preponderante frente a cualquier otra función del Estado, pero una vez el Estado cumpla con esa función, puede hacer otras cosas. Y si ese Estado está gobernado bajo mecanismos democráticos, los ciudadanos pueden elegir a sus gobernantes, para que, además de mantener la seguridad, hagan otras cosas pero de acuerdo con sus preferencias. El radicalismo de Nozick frente a la obligación del Estado como guardián de la vida, la libertad y la propiedad es más que aceptable. Pero el radicalismo de Nozick frente a su rechazo de un Estado con funciones distributivas, es recargado. ¿Qué la distribución no puede ser entendida nunca como un proceso justo?, en los términos en los que Nozick habla de justicia, puede que no. Pero, siguiendo al jurista austriaco Hans Kelsen, la justicia no es más que un acuerdo entre los individuos para tratar de vivir bien. BIBLIOGRAFÍA: ABBAGNANO, Nicola. Diccionario de Filosofía. México: Fondo de Cultura Económica, 1996. DEL ÁGUILA, Rafael. Manual de Ciencia Política. Madrid: Editorial Trotta, 2005 HELD, David. Modelos de democracia. Madrid: Alianza Editorial, 2001. HOBBES, Thomas. El Leviatán. México: Fondo de Cultura Económico, 1994. KYMLICKA, Will. Filosofía política contemporánea. Barcelona: Ariel, 1995. MONSALVE, Alfonso. Soberanía, legitimidad y legitimación en Colombia desde la década de los 90. Medellín: Editorial UPB, 2003.

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NOZICK, Robert. Anarquía, Estado y Utopía. México: Fondo de Cultura Económico, 1888. SUARES, José Olimpo. Syllabus sobre filosofía política. Medellín: Editorial UPB, 2003. WEBER, Max. Economía y Sociedad. México: Fondo de Cultura Económico, 1968.