Fundador de la Obra Internacional de Schoenstatt

Unapara la

vidaIglesia

Padre José Kentenich

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indican veladamente hacia ambos corazones. Con una mano señala hacia el corazón de su Hijo y con la otra parecería dirigir nuestra atención sobre su propio corazón. ¿No nos expresará con esto, que mirarla a ella, es –de algún modo– mirarlo a Jesús?La mirada de la Madre y la mirada del Niño se dirigen hacia nosotros. Esas miradas, no quedan estáticas una en la otra. Como por una necesidad, ambas personas salen de sí mismas para ir al encuentro del otro. La mirada de la Madre y del Hijo se dirige a todos los hombres de todos los tiempos. En Jesús, María nos ha tomado en brazos. “Cuando el niño se ha cansado caminando, entonces alza sus brazos, entonces el padre o la madre lo deben tomar otra vez en brazos. ¿Le gustará a la madre, que el hijo alce los brazos?” (P. Kentenich, 3 de octubre de 1949). Así como María sostiene a Jesús, nos sostie-ne en todas las circunstancias, sus manos nos protegen y nos cuidan. La mano derecha de la Santísima Virgen toma -o quizás mueve- el brazo del Niño. ¿No es un gesto muy familiar para indicar que desea algo de su Niño? Como Madre, suplica a su

l núcleo de la espiritualidad de Schoenstatt es nuestra Alianza

de Amor con la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt. Esto se expresa en nuestra imagen de la Santísi-ma Virgen. Vemos que el cielo ha descendi-do a la tierra y se nos muestra en la Persona de Cristo, quien, en brazos de su Madre, nos invita a aliarnos a Él. María es representante de todos nosotros, en su condición totalmente humana. “Por favor, observen la relación entre la Madre y el Niño: (…) la tela que viene del cuello, no solamente cubre la cabeza y el cuello, sino también a todo el Niño (…) ¡Una relación de amor extraordinaria-mente fuerte, una verdadera Alianza de Amor! Éste es el símbolo de la Alianza de Amor que el buen Dios ha sellado con los hombres” (P. Kentenich, 13 de mayo de 1947).La Madre está con el Niño, está para el niño. Ambos están unidos en la Alianza de Amor que los compromete uno al otro. En la imagen de María, vemos un corazón junto al otro. Ambos corazones están admirablemente unidos, consagrados uno al otro, dispuestos a ayudarse uno al otro. Las manos de María

Madre,llevamostu imagen

Se cuenta que en la edad media, una ciudad había sido asediada e incendiada por enemi-gos. El sacerdote que atendía una capilla en aquel lugar quiso salvar el Santísimo Sacra-mento reservado en el sagrario. Lo más rápido que pudo, tomó consigo las Hostias consagradas y al salir del templo pasó delante de una gran estatua de María. Entonces le sobrevino una inspiración, sintió que la imagen le decía: "¡Llévame

también a mí!" Él pensó: "¡Imposible!" Pero siguió oyendo que la estatua le decía: "¡Inténtalo al menos!" Así lo hace el sacerdote y la estatua se torna liviana y con esta estatua, sin sufrir daño alguno, logra atravesar un río cauda-loso quedando a salvo del incendio. (El Padre José Kentenich solía contar esta historia)Si llevamos la imagen de María con nosotros, lo imposible se hará posible, hasta lo más pesado se hará liviano. ¡Intentémoslo al menos!: ¡lo imposible se hará posible! ¿Por qué? Porque llevamos a María, no como una estatua en los brazos, sino su imagen en el corazón. Intentémoslo al menos. Ella también nos conducirá a través de aguas caudalosas.

Hna. Clara María

Hijo por todos nuestros intereses. La Santísi-ma Virgen nos regala sus manos. Esas manos están siempre repletas de gracias. (P. Kente-nich, 14 de abril de 1952). “En la imagen de la Madre tres veces Admira-ble, nuestra alma debe redescubrir todo lo que el Dios viviente ha regalado a la querida Madre de Dios; todo lo que anhela nuestro corazón al escuchar la palabra María” (P. Kentenich, 01 de mayo de 1941).

“E

una cristianización mariana del mundo. He aquí un movimiento de ideas. Si quieren pueden considerar a Schoenstatt como símbolo de una idea; pero de alguna manera también tiene que estar presente la gran vinculación a la misión. Y luego la vinculación a la Familia. Noso-tros, como comunidad, hemos de cumplir la misión, y no yo solo. Somos una falan-ge santa, una ciudad santa, una catedral santa y viva. Nosotros, como conjunto, codo a codo. Estas son las ideas, las metas. Cada uno ha de encarnarlas en su persona. Madre tres veces Admirable, ¡encarna en mí el misterio de Schoens-tatt! Me falta aún explicar una petición: encarna en mí la vinculación al organis-mo. Esto quiere decir: haz que encarne en mí al hombre santo que reúne en sí ambas cosas: al hombre signado por la gracia y al

hombre moralmente noble. Estas no son ideas que simplemente saco de la galera, sino pensamientos fundamentales que están en el ideario del Movimiento desde el principio. Aquí tienen los elementos originales de nuestra ascética; aquí tienen los elementos originales de todo nuestro gran misterio de Schoenstatt. No esperamos formar hombres simplemente ‘devotos’. Queremos formar al hombre nuevo, al hombre capaz de ser pilar en los tiempos actuales. Y ese nuevo tipo de hombre debe encarnar la unión orgánica y armónica entre naturaleza y gracia.Vuelvo a arrodillarme espiritualmente y elevar la súplica: Madre tres veces Admi-rable, ¡hazme un jefe que encarne el gran misterio de Schoenstatt! (P.J.Kentenich, 10.12.1933, tomado de Kentencih Reader, tomo I, Editorial Patris 2009).

az que yo encarne la vincula-ción al Santuario, haz que

encarne la vinculación a ti, haz que encar-ne la vinculación a la misión, haz que encarne la vinculación a la Familia, haz que encarne la vinculación al organismo. Si quiero ser un auténtico portador del Reino de Schoenstatt, tengo que ser entonces la encarnación de la vinculación al Santuario. Es una ‘herejía’ en relación a Schoenstatt, considerar el Santuario como un mero símbolo. Si quiero ser y puedo ser portador del gran Movimiento, entonces he de estar ligado a este lugar con todas las fibras de mi corazón (…) Se dijo anteriormente: ‘Quien no esté vinculado al Santuario, quien lo considere sólo como un símbolo de ideas, jamás

llegará a ser un pilar de la Familia’. Quien esté interesado en el Movi-mento, quizás internalice agradecido los grandes pensamientos y hable con entusiasmo de ellos, sin embar-go, tenemos que obrar con seriedad (…) No necesitamos personas que simplemente sigan por seguir, que sean mero rebaño.Examinen los signos de los tiempos “H

El misteriode Schoenstatt.Tercera parte

(…) Yo mismo debo ser encarnación de la vinculación al Santuario. Así mismo debo ser una encarnación de la vinculación a la Santísima Virgen. Hay personas que en el transcurso de su vida no consiguen desarrollar una vinculación profunda y filial con la Madre tres veces Admirable que habita y reina aquí, en nuestro Santuario. Pues bien, de ellas, se puede decir: ‘Quizás sean muy inteligentes, tengan talento organizativo, pero Dios no quiere obrar la salvación en Israel a través de hombres así’, porque aquí se nos plantean exigencias radicales.Prosigamos. Madre tres veces Admira-ble, hazme una encarnación de la vincu-lación a la misión. Ya conocen la gran meta: desde Schoenstatt debe irradiarse

HHIZO EN MÍ MARAVILLASHace tres años tuve que dejar mi trabajo debido al nacimiento de mi segundo hijo. Desde entonces comenzó la difícil tarea de acostumbrarnos a vivir solamente del sueldo de mi marido -que por cierto era muy bajo-, enfrentando los terribles problemas económicos del país.Pasamos dos años muy difíciles. No íbamos a misa y rezábamos muy poco.Mi madre me acercó una estampa con una imagen de la Mater ter Admirabilis, al dorso tenía una foto del P. Kentenich y una oración pidiendo por su beatifica-ción. Comencé a rezarle, pidiéndole que a través de él, se nos manifestara la divina Providencia. A la vez comencé a ofrecerle pequeños sacrificios diarios.El pan no nos faltaba pero mi esposo comenzó a tener problemas en su trabajo: discusiones, viajes largos y no remunerados... Ya no sólo el dinero no alcanzaba sino que el ambiente se tornaba muy tenso.En abril pude concluir, por fin, mi carrera terciaria y se anunció la llegada de nuestro tercer hijo. Pusimos todos nuestros logros y sacrificios para salir adelante. Nos decidimos a casarnos por la Iglesia ya que sólo estábamos unidos legalmente y empezamos a asistir más seguido a misa.Desde entonces, todos los días recé al P. Kentenich, novena tras novena, hasta que decidí pedirle concretamente un trabajo mejor para mi esposo para que nos ayudara a salir adelante.Hoy hace un mes que mi esposo trabaja en una nueva empresa donde, no sólo gana mejor, sino además es respetado y crece en conocimientos.Gracias mi querido Padre Kentenich, porque a través de ti, María hizo maravillas en mí y en mi familia.

P. R.

E

GO

EL MEJOR DE LOS MÉDICOSHace un mes tuve un problema en un ojo y comencé a ver borroso. Fui al oculis-ta y me dijo que fuera a un especialista. Éste, a su vez, me dijo que el otro ojo presentaba dos erosiones y debía tratarlo con rayos láser. Se me aconsejó ir a otro oculista. Me dieron el teléfono en un papelito y lamentablemente lo perdí. Prendí mi vela de Alianza con la Madre y recé al Padre Kentenich.Para la operación tenía turno un jueves y esto sucedió el viernes anterior. Como no encontré el teléfono se me ocurrió llamar al 110, por las dudas. Cuando llamo al 110, esperando que me atienda una computadora, me responde la voz de una mujer que me pregunta qué teléfono necesito. Le doy los datos y no encuentra nada. Le explico que es un oculista de capital y que su apellido es difícil y el consultorio queda en la calle xxx. Se queda callada y luego de un instante, me dice el apellido y luego el nombre, el teléfono, la calle y la altura. En mi alegría le digo: “que Dios la bendiga”.Llamo a ese centro oftalmológico y me dicen que se anuló el turno de 11,30hs y que la próxima semana el doctor se va a un congreso. Respondo que tomo ese turno y voy. Cuando llego me hace todos los estudios corres-pondientes, me dice no tengo nada y que lo mejor es no aplicar laser porque puede traer más problemas. Increíble pero real, la asistencia de Dios y del Padre.

H. M. E.

ORIENTACIÓN EN EL CAMINONecesitaba orientación para encontrar mi vocación y elegir un estudio y se lo pedí al Padre Kentenich. Providencialmente conocí personas vinculadas a un Instituto que me abrieron las puertas y me permitieron acertar en lo que siempre me gustó. Gracias al Padre, hoy estoy finalizando mi cursada y estoy encantada con todo esto.

S. E.

¡GRACIAS POR ESCUCHAR SIEMPRE MIS RUEGOS!Por este medio quiero agradecer al Padre Kentenich por haber escuchado mis pedidos. Hice una novena por la salud de mi madre y el Padre me escu-chó: los estudios que le realizaron salieron bien, descartando los temores que teníamos y gracias a Dios, a la Madre Reina Tres Veces Admirable y al Padre Kentenich, de a poco, se fue reponiendo. También hice una novena por mi marido, dado que el médico le había hablado de la posibilidad de una operación de próstata. Luego consultamos con otro profesional y la descar-tó por completo y hasta le suspendió los medicamentos que tomaba. ¡Gracias por escuchar siempre mis ruegos!

N. R.

Si en los extractos de cartas se afirma que el P. Kentenich es un “santo”, no significa anticiparse a la decisión de la Iglesia, es una opinión personal.

Si desea colaborar puede realizar su depósito en: Caja de ahorro en Pesos:ICBC (ex STANDARD BANK) 0546/01103287/41

CBU: 0150546701000103287415 - CUIT: 33-53709251-9

La publicación de este folleto es posiblegracias a la colaboración de los lectores.

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Contactos:Sitio web de Nuevo Schoenstatt: www.nuevoschoenstatt.org.arSecretariado P. Kentenich en Argentina: www.nuevoschoenstatt.org.ar/pjk-secretariado.htmlDirección de mail del Secretariado: secretariadopkentenich@nuevoschoenstatt.org.arEn Paraguay: Ceferino Vega G 157. Asunción del Paraguay. secretariadodelpadre.py@gmail.comEn Uruguay: Luis A. de Herrera 1200 70201 Nueva Helvecia. Uruguay. colegmta@gmail.com

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Imprimatur: Carlos José Tissera, Obispo de Quilmes, 14 de abril de 20151º Edición¡Hola Padre! Diseño de tapa, ilustraciones y texto:Hna. Clara María BercetcheEditor: Secretariado Padre José Kentenich, ArgentinaFlorencio Varela, Junio 2015Email: secretariadopkentenich@nuevoschoenstatt.org.arWeb:www.nuevoschoenstatt.org.ar/pjk-secretariado.htmlTirada de esta edición: 2.000 ejemplaresImpreso en la Argentina. Printed in ArgentinaISBN Nº 978-987-45918-0-71. Libro para PintarCDD 808.899 282

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