Una visita a la RAE

2
 Una visita a la Real Academia Española En 1713 en Madrid, el octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco, creó la Academia Española, junto con otros hombres de letras. Cuenta Rafael Lapesa 1  que a ellos los movía el “sonrojo de que la lengua de España careciese de un Diccionario similar a los que las lenguas de otras naciones poseían ya”. A esto debe sumarse que se vivía, citando a Lapesa, “en un momento de postración” de las letras luego de la muerte de Calderón. Considerando este panorama, la propuesta tuvo acogida y recibió el patrocinio de Felipe V, por lo que, a partir de ello, la Academia fue considerada Real. Los objetivos trazados por los académicos fueron ambiciosos: elaborar un diccionario, una gramática y una ortografía, además de contribuir a la difusión y conservación de los clásicos de la literatura española. Entre 1726 y 1739 la Academia publicó los seis tomos del Diccionario  de la lengua castellana , conocido como ‘Diccionario de Autoridades’ porque cada definic ión va acompañada de frases tomadas de textos medievales y c lásicos para documentar el uso de cada palabra. Lapesa indica que se registraron “además de las palabras de uso general y literario, voces técnicas, regionales y hasta de germanía”. Las actividades de la Academia no se detuvieron. En 1741 publicó la Ortografía ; y en 1771, la Gramática . Los problemas surgieron al preparar la segunda edición del Diccionario de autoridades : por diversas razones, solo se publicó en 1770 el primer volumen de la colección. Una década después se presentó el Diccionario  en un único tomo sin las ‘autoridades’. Lapesa explica que esto ocasionó que se perdiera parte de su valor documental. En su gestión como académico de la RAE retomó el proyecto de elaborar un nuevo Diccionario de autoridades , que continúa a cargo, actualmente, del Instituto de Investigación Rafael Lapesa. Los avances de esta titánica labor pueden consultarse en la página web del Nuevo Diccionario Histórico del Español. La RAE no descuidó su último objetivo: la difusión de los clásicos de la literatura en nuestro idioma. Ya a partir de 1887 se editaron, entre otros, todas las obras de Cervantes. Siguiendo esta línea, en el 2005 se inauguró una colección de ediciones conmemorativas y hace unos años se puso en marcha un nuevo proyecto: la Biblioteca Clásica de la RAE, que contará con 111 volúmenes. Palabras van, palabras vienen 1  Rafael Lapesa (1908-2001) fue un reconocido filólogo español. Por su labor, fue nombrado académico de la RAE y de la Real Academia de la Historia.

description

Versión completa del artículo "El gran libro de las palabras" publicado en El Dominical de El Comercio

Transcript of Una visita a la RAE

  • Una visita a la Real Academia Espaola

    En 1713 en Madrid, el octavo marqus de Villena, Juan Manuel Fernndez Pacheco, cre la

    Academia Espaola, junto con otros hombres de letras. Cuenta Rafael Lapesa1 que a ellos los

    mova el sonrojo de que la lengua de Espaa careciese de un Diccionario similar a los que las

    lenguas de otras naciones posean ya. A esto debe sumarse que se viva, citando a Lapesa, en

    un momento de postracin de las letras luego de la muerte de Caldern. Considerando este

    panorama, la propuesta tuvo acogida y recibi el patrocinio de Felipe V, por lo que, a partir de

    ello, la Academia fue considerada Real.

    Los objetivos trazados por los acadmicos fueron ambiciosos: elaborar un diccionario,

    una gramtica y una ortografa, adems de contribuir a la difusin y conservacin de los clsicos

    de la literatura espaola. Entre 1726 y 1739 la Academia public los seis tomos del Diccionario

    de la lengua castellana, conocido como Diccionario de Autoridades porque cada definicin va

    acompaada de frases tomadas de textos medievales y clsicos para documentar el uso de cada

    palabra. Lapesa indica que se registraron adems de las palabras de uso general y literario,

    voces tcnicas, regionales y hasta de germana.

    Las actividades de la Academia no se detuvieron. En 1741 public la Ortografa; y en

    1771, la Gramtica. Los problemas surgieron al preparar la segunda edicin del Diccionario de

    autoridades: por diversas razones, solo se public en 1770 el primer volumen de la coleccin.

    Una dcada despus se present el Diccionario en un nico tomo sin las autoridades. Lapesa

    explica que esto ocasion que se perdiera parte de su valor documental. En su gestin como

    acadmico de la RAE retom el proyecto de elaborar un nuevo Diccionario de autoridades, que

    contina a cargo, actualmente, del Instituto de Investigacin Rafael Lapesa. Los avances de esta

    titnica labor pueden consultarse en la pgina web del Nuevo Diccionario Histrico del Espaol.

    La RAE no descuid su ltimo objetivo: la difusin de los clsicos de la literatura en

    nuestro idioma. Ya a partir de 1887 se editaron, entre otros, todas las obras de Cervantes.

    Siguiendo esta lnea, en el 2005 se inaugur una coleccin de ediciones conmemorativas y hace

    unos aos se puso en marcha un nuevo proyecto: la Biblioteca Clsica de la RAE, que contar

    con 111 volmenes.

    Palabras van, palabras vienen

    1 Rafael Lapesa (1908-2001) fue un reconocido fillogo espaol. Por su labor, fue nombrado acadmico de la RAE y de la Real Academia de la Historia.

  • Las palabras salen del Diccionario porque caen en desuso, aunque este retiro es gradual; por

    ejemplo, todava se conservan cordojo (congoja, afliccin grande), celcola (habitante del cielo)

    y maguer (aunque), cuyo uso es poco frecuente. Otras palabras, como almifor (trmino

    etiquetado como germana que significa caballo), ya no estn en el DRAE y su recuerdo se

    conserva en el Diccionario de autoridades. Este registro de palabras que ya no se usan es

    importante porque nos permite conocer cmo ha evolucionado el espaol y nos sirve como

    herramienta para leer textos antiguos. Asimismo, cada palabra tiene una historia detrs, que

    puede revelar el modo de pensar de la poblacin en determinada poca.

    As como las palabras salen del Diccionario, otras ganan nuevos significaados; por

    ejemplo, revulsivo tena dos acepciones hasta la vigsimo segunda edicin del DRAE: Dicho de

    un medicamento o de un agente: Que produce revulsin y Se dice de los vomitivos y

    purgantes. Sin embargo, en la ltima edicin se agreg una nueva: Dicho de una persona o de

    una cosa: Que provoca una reaccin brusca, generalmente con efectos beneficiosos; por lo que

    ya no resultar extrao leer frases como Messi fue revulsivo en la cancha.

    Entonces, cmo hace la Academia para elegir qu palabras o nuevas acepciones entran

    al Diccionario? Daro Villanueva, actual director de la RAE, explica que el trabajo inicial lo hacen

    los acadmicos, quienes proponen y discuten propuestas, que luego pasan al Instituto de

    Lexicografa. Una vez ah se ve la vigencia que tiene determinada palabra, se prepara un texto

    que pasa por diversas comisiones en Madrid y el resultado se manda a la Asociacin de

    Academias de la Lengua Espaola para ver si la palabra o acepcin existe en nuestro continente.

    En una entrevista Eduardo Hopkins, miembro de la Academia Peruana de la Lengua, detalla que

    se proponen palabras que se escuchan frecuentemente en el habla popular; otra fuente son

    los medios de comunicacin. Agrega que lo que se busca es que las nuevas palabras encajen

    dentro del sistema de la lengua espaola. [] Se puede aadir una palabra extranjera o de uso

    cientfico pero [] debe adaptarse al sistema fontico y sintctico de la lengua.

    Vamos ya 300 aos de historia del espaol registrada en el Diccionario y, pese a los

    hechos polmicos y anecdticos que se suscitan cada vez que se presenta una nueva edicin, se

    reconoce la gran labor que realiza la Academia.