Única Mirando Al Mar

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Única mirando al mar: entre la transgresión y la norma Minor Calderón Salas Universidad Nacional, Costa Rica El texto de Feando Contreras que nos ocupa despertó un marcado interés en la última década, sobre todo a partir de 1 994 -aunque su primera edición fue de 1993 por A.B .e . Editores-, cuando fue publicado por una reconocida editorial, con capacidad de distribución, de hermosas y cuidadas presentaciones. Lo anterior se aunó con la lectura opcional -primeramente- y luego ob ligatoria en los progra- mas de estudio en noveno año del Ministerio de Educación Pública. Además, se realiza el estudio de la novela en los centros de Humani- dades y Estudios Generales de dos universidades públicas costarricen- ses: Universidad de Costa Rica y Universidad Nacional. Única mirando al mar, como muchos textos, puede suscitar diversas lecturas o interpretaciones. La crítica consu ltada apunta a mostrar dicha novela como una obra bastante impugnadora del statu quo; se habla de la propuesta aguda y satírica que hace el novelista; s e indica que la novela es una burla a los ma los manejos gubernamentales del problema de la basura, qu e es una novela inquietante y que critica el Estado. Leda Díaz apunta que la obra desnuda una realidad del momento y que este espacio es el campo cerrado de la marginalidad, de lo desechado, de lo ilegítimo, de la ruptura, de la transgresión a la norma. Por su parte, Ovares y Rojas señalan que la obra se muestra como denuncia de una situación indebida. Añaden que el mundo 173

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De Fernando Contreras

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  • nica mirando al mar: entre la transg resin y

    la norma

    Minor Caldern Salas U n ivers idad Nac iona l , Costa Rica

    El texto de Fernando Contreras que nos ocupa despert un marcado inters en la ltima dcada, sobre todo a partir de 1 994 -aunque su primera edicin fue de 1 993 por A.B .e . Editores-, cuando fue publicado por una reconocida editorial , con capacidad de distribucin, de hermosas y cuidadas presentaciones . Lo anterior se aun con la lectura opcional -primeramente- y luego obligatoria en los programas de estudio en noveno ao del Ministerio de Educacin Pblica. Adems, se realiza el estudio de la novela en los centros de Humanidades y Estudios Generales de dos universidades pblicas costarricenses : Universidad de Costa Rica y Universidad Nacional .

    nica mirando al mar, como muchos textos, puede suscitar diversas lecturas o interpretaciones . La crtica consultada apunta a mostrar dicha novela como una obra bastante impugnadora del statu quo; se habla de la propuesta aguda y satrica que hace el novelista; se indica que la novela es una burla a los malos manejos gubernamentales del problema de la basura, que es una novela inquietante y que critica el Estado . Leda Daz apunta que la obra desnuda una realidad del momento y que este espacio es el campo cerrado de la marginalidad, de lo desechado, de lo ilegtimo, de la ruptura, de la transgresin a la norma. Por su parte, Ovares y Rojas sealan que la obra se muestra como denuncia de una situacin indebida. Aaden que el mundo

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    armnico y familiar, la imagen de un pas idlico, aparecen cuestionados profundamente en la novela l .

    Como vemos, la obra ha sido "recepcionada" como una novela bastante crtica, de denuncia, hasta conmovedora; sin embargo, surge la pregunta; y si esto es as, por qu esta ha disfrutado -o sufridotodo un proceso de legitimacin? En el pasado suceda totalmente lo contrario; pensemos en el caso de Lzaro de Betania, de Roberto Brenes Mesn, de la cual se hizo una lectura monosmica que evitaba los espacios conflictivos (zonas de impacto) y apostaba por una lectura encauzada nicamente por el aspecto religioso, pero lo sensorial , el sensualismo y hasta la herej a eran eliminados de esta lectura tradicional y, por tanto, la obra pudo ser legitimada, institucionalizada2 Vuelvo a insistir con la pregunta: si nica mirando al mar es tan transgresora y cuestionadora, si la crtica de divulgacin y acadmica as lo reconocen, por qu el Ministerio de Educacin Pblica la institucionaliz en los programas? Ser que en este pas nos hemos vuelto ms tolerantes, ms crticos, ms abiertos a los cuestionamientos? Puede ser, pero, y si hay algo en la novela que permite que sea legitimada y la crtica no ha visto ese algo?

    nica mirando al mar puede ser leda, entonces, como una crtica al gobierno o al(os) Estado(s) por ineficiente(s) , un cuestionamiento a una sociedad opulenta y consumista, asimismo, como una

    1 . Cfr. Ruth Budd, Basura y tesoros en el rel leno sani tario de Ro Azu l : una nueva mirada a la "Suiza de Amrica Centra l " , Letras 31 ( 1 999) 1 2 1 - 1 30 ; Amalia Chaverri Fonseca, Del "labriego senc i l lo" al marginado urbano en la t i tu loga novelst ica costarricense, en Mara Salvadora Ort iz (comp. ) , ldelllidades y producciol/es culturales 1'1/ Amrica Latil/a (San Jos : Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1 996); Leda Daz, " I/ ica miral/do al mar: Una pro l i ferac in del sent ido, Kliil/a, vol . XIX ( 1 995) 4 1 -46; Marjorie Gamboa c., A props ito de I/ ica miral/do al man> , lmlgel/es, vol . 6 ( 1 999) 1 1 1 - 1 1 4 ; Margaritu Rojas y Flora Ovares, 1 00 mios de literatura costarricel/se (San Jos : Editorial Farben, 1 995). A propsito de la crtica puede consul tarse de Minor Caldern Salas, Lll legitimacil/ 1'1/ el campo cultural costarricel/se: el caso de I/ ica miral/do al mar (tesis, Inst i tuto de Estudios Lati noamericanos, Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica, 1 997).

    2. Como demuestra Danie le Trottier, Juego textual y profal/acil/ (AI/lisis sociocrtico de L:aro de Betal/ia de Roberto Brel/es Mesl/) (San Jos: Editorial de la Uni versidad de Costa Rica, 1 993) .

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    denuncia de la insolidaridad (poca solidaridad) del costarricense al permitir que eres humanos vi van en esas condiciones y ms . Tenemos una obra de denuncia observada por toda la crtica y a un escritor que en este caso sera algo as como una "cima comprensora" de la sociedad. Este (el escritor) sin contradicciones aparentes, y una novela que, por lo tanto, permite una sola lectura crtica, acusadora, una obra dxica, pues lo que hace es cuestionar y "produce la posibilidad de crear proyecciones emancipadoras ( . . . ) responde ms bien a una prctica marginal, intersticial (contraepistemolgica) "3 .

    Ahora. ser posible hacer otra lectura del texto, en la cual se muestren las propias contradicciones, las zonas conflictivas de la sociedad, las contradicciones del escritor de la novela, el que l deje de ser la "cima comprensora" sin contradiccin que mira y dirige su dardo "acusador" y muestre las contradicciones de la sociedad y ser l tambin un ser en contradiccin? Esta lectura es la que trataremos aqu. Sin dejar de apreciar los rasgos que hacen de esta novela portadora de alguna crtica, tambin pretendo mostrar la contradiccin, la zona de impacto, el espacio conflictivo del texto y quiz del escritor. Este dejara de ser esa cima, esa gran conciencia "conductora" . Se podra as captar mejor la inscripcin de la sociedad en el texto, cmo la " soc ialidad" llega al texto y la inscripcin del discurso social . A mi entender veremos un texto que oscila entre la transgresin y la legitimacin-perpetuacin, lo que no hace a la novela menos meritoria.

    En este contexto, el presente ensayo trabajar el ncipit, los aparatos ideolgicos del Estado, la doxa y lo dxico .

    El ncipit y tituloga -intertitularidad-

    Para R oland Barthes , los primeros prrafos de una novela son fundamentales, pues en ellos se da una condensacin de sentido que es

    3 . Mara Amorett i , "La real idad soc ial cmo i nterpretarla? Cmo relacionarla con el texto y los fenmenos; de su . produccin, la textua l izacin, Sociocrtica 2 (Universidad de Costa Rica, 1 999, mi mleo) 9.

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    captada en el cuadro inicial ; al respecto Mara Amoretti seala: "Partir del cuadro inicial del texto, "encontrar ah una especie de condensacin de sentido que se organizar en un nmero limitado de cdigos "4 . Asimismo, indica Duchet que el comienzo de un relato es el lugar estratgico de una "puesta en el texto" condicionada por una relacin con el texto, narrativa, temtica y semntica a la vez, por una retrica de la apertura que, por medio de procedimientos codificados de "puesta en escena" , contestar a las preguntas esenciales en todo relato : quin?, dnde?, cundo? y por una relacin con el ttulos .

    En la novela que nos ocupa, el primer prrafo indica lo siguiente :

    Ms por la vieja costumbre que por cualquier principio ordenador del mundo, el sol comenz a salir agarrado del fi lo de la colina, como en un ltimo esfuerzo de montaista pendiendo sobre el abismo de la noche anterior6 .

    Este primer prrafo no parece dar muchas pistas del contenido de la novela. Es un prrafo introductorio hasta potico. Se habla del acto "rutinario" de salir el sol, de cmo despus del anochecer viene el amanecer y de alguna manera se personaliza el sol al describirlo como un montaista. Este prrafo alude a la naturaleza y si se quiere a una naturaleza positiva, no indica lo que contendr la total idad de la novela.

    Sin embargo, si observamos el segundo prrafo, veremos una diferencia importante con el anterior:

    El bostezo imperceptible de las moscas y el estirn de alas de la flota de zopilotes, no significaron novedad alguna para los buzos

    4 . Mara Amorett i H. , "Comenzar por el comienzo o la teora de los inc ip i t , Re\'is/(/ de Filologa y Lingiistica de la Universidad de Cos/(/ Rica 1 ( 1 983) 1 45 .

    5 . Duchet, c i t . por Amoretti ( 1 983) 145 . 6 . Fernando Contreras Castro, nica mirando al m a r (San Jos: Editoria l Farben, 1 994) 1 1 .

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    de la madrugada. Entre la llovizna persi stente y los vapores de aquel mar sin devenir, los ltimos camiones, ahora vacos, se .alejaban para comenzar otro da de recoleccin. Los buzos haban extrado varios cargamentos importantes de las profundidades de su mar muerto y antes de que los del turno del da llegaran a sumar sus brazadas , se apuraban a seleccionar sus presas para la venta en las distintas recicladoras de latas , botellas y papel , o en las fundidoras de metales ms pesados ( 1 1 ) .

    Este segundo prrafo e s diametralmente opuesto al primero. Se describe "hiperrealistamente" una naturaleza degradada: moscas, zopilotes, vapores y , asimismo, se introduce al ser humano, en este caso son los "buzos " , quienes trabajan en condiciones muy negativas y adems en (con) una naturaleza del todo adversa. A partir sobre todo de este segundo prrafo se nos "modela" lo que efectivamente ser el " recorrido" que haremos como lectores a travs de nica mirando al mar. Encontramos el carcter antropocntrico del relato, se nos presenta la suficiente informacin sobre el espacio, el lugar donde bsicamente se desarrollarn las acciones y caractersticas de este, se indican las caractersticas de los personajes (carcter antropocntrico) y , adems, se vislumbra no slo su situacin actual sino futura. Por ltimo, se muestra un cierto nmero de procedimientos estilsticos que sern fundamentales y estarn presentes a lo largo de la novela.

    El carcter antropocntrico del texto

    Este texto trata de las condiciones insalubres, miserables, de quienes subsisten a costa de recoger desechos en los rellenos sanitarios ; adems "habla" de la indiferencia, poca solidaridad, egosmo de los otros -en este caso costarricenses- con respecto a los buzos . Tenemos al hombre enfrentado al hombre, presente en la poca solidaridad de unos para con los otros, pero asimismo, el ser humano enfrentado a una naturaleza, en este caso hostil, por las caractersticas que esta tiene en el relleno sanitario.

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    El espacio donde se desarrollarn la mayora de las acciones es un espacio de marginalidad . Un espacio que, aunque abierto, no est signado como positivo; es decir, muchas veces no slo en la literatura sino en la cultura el espacio abierto es sealado como positivo en contraposicin al espacio cerrado visto como negativo. En este texto el espacio abierto y natural est contaminado; por eso hay zopilotes y moscas , la tierra est muerta y por eso la metfora-comparacin de la tierra como mar muerto ; los elementos naturales son totalmente negativos : el fuego ausente, la tierra muerta, el aire : un vapor de olores, el agua sealada en la metfora de mar muerto ; adems : "la llovizna persistente y los vapores de aquel mar sin devenir" ( 1 1 ) .

    Ahora, este espacio abierto es uno de marginalidad, de marginados, por esta razn, el espacio abierto y natural tiene las caractersticas reseadas . Es decir, este espacio abierto es tambin marginal , separado en relacin con un espacio mayor, cual es, por ejemplo, la ciudad de San Jos. Tenemos entonces, un aqu: botadero, relleno sanitario de Ro Azul, insalubre, con malas condiciones, con una naturaleza negativa, putrefacta, y aunque es abierto, funciona por su particularidad como un adentro y cerrado, y un all : San Jos, si no en perfectas condiciones, en mejores , donde la naturaleza es efectivamente positiva y funciona como un afuera y abierto .

    Hay que destacar tambin algunas caractersticas estilsticas que estn presentes en el ncipit y que se mantendrn a lo largo de la novela. Tenemos, en primer lugar, la construccin de imgenes (visuales) hiperrealistas . Vamos a entender como hiperrealistas las imgenes descarnadas , grotescas ms que naturalistas .

    En segundo lugar, se perciben muchas metforas y comparaciones, entre ellas, los buzos de Ro Azul en comparacin con los buzos del mar, por esta razn la tierra de Ro Azul es comparada al mar muerto . Tenemos, por tanto, peces de aluminio recic1able. Igualmente, resaltan constantes ironas en "boca" del narrador. Por ltimo, un estilo que oscila entre elevado y potico a (y) transgresor, violento e irreverente .

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    Carcter o situacin actual de los personajes y su situacin futura

    Se sealan -ya lo dij imos- las condiciones de los buzos, la poca solidaridad para con ellos, las psimas condiciones de la naturaleza en la cual laboran . Sin embargo, esta situacin no cambiar, es ms, esa es la "situacin lmite " de la novela y estriba en el deseo por parte de los buzos de que esta situacin no cambie, pues en su trabajo en el botadero radica la sobrevivencia de ellos ; de cerrarse el botadero ellos perderan su medio de subsistencia. Lo anterior significa que las condiciones de los personajes no slo continuarn as, sino que deben continuar de esta forma para el "bien" de ellos .

    El ttulo en nica mirando al mar Segn Henri Miterrand, "el ttulo ayuda al lector a orientar su

    actividad de descodificacin. El ttulo funciona de manera metonmica: la parte permite citar el todo , , 7 .

    En el caso de nuestra novela es interesante el ttulo: n ica mirando al mar. Este es bastante ambiguo, en el sentido de que no nos indica mucho del contenido real del texto, ni siquiera del (un) contenido posible de este. Es un ttulo potico, contemplativo. Tenemos la actitud contemplativa indicada en el verbo mirar, que, aunque est en la forma verbal del gerundio y, por tanto, indica una accin en proceso, esta accin en proceso no es sino un mirar, un contemplar pasi vamente algo. Este algo es el mar, elemento natural : agua, en nuestra tradicin positiva, pues el agua es elemento de purificacin, significa lo abierto, la inmensidad, el devenir. Ahora, qu o quin est en actitud contemplativa mirando el mar? nica. Pero, qu o quin es nica? Debemos decir que nica es algo ambiguo, pero por la utilizacin del gerundio (mirando) del verbo mirar, el hecho de que hay algo (un objeto) que es mirado por un sujeto, debemos suponer que nica es una persona; en

    7. M iterrand (ci tado por Amorett i . 1 983) 1 49 .

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    este caso una mujer llamada nica. Pero surge, por supuesto, la pregunta por qu?, a qu se debe que nica est mirando el mar, para qu lo mira? Creo que este es un recurso intel igente por parte del escritor para invitarnos a develar ese "enigma" . Al final, slo al final de la novela, sabremos por qu lo mira.

    En relacin con los ncipit(s) hay algo interesante : El segundo ncipit -segundo prrafo-, el ttulo de la novela

    nos habla del personaje principal nica (Oconitrillo) ; sin embargo, el segundo prrafo "habla" de los buzos, lo cual no debe ser una contradiccin, ya que nica Oconitrillo es un buzo ms, personaje principal en la novela, pero un buzo que padece al igual que los otros una serie de infortunios, carencias, miserias.

    En relacin con el primer ncipit -primer prrafo-, un ttulo como este alude a lo positivo, a la naturaleza no vista como negativa u obstculo, y es calificada con frases o estructuras algo poticas . Es decir, el ttulo no enuncia el contenido de la novela, ms bien es un ttulo -repito- hasta potico, casi elevado, que alude a la elevacin espiritual o a la actitud contemplativa de la enamorada -amada-o

    Siguiendo a Amalia Chaverri , debemos decir que el ttulo de nica mirando al mar refiere a un personaje urbano, que vive en la marginalidad, si tuado en el recorrido que, a travs de la tituloga de la novel stica costarricense, presenta la estudiosa y que trata de la transformacin del "labriego sencil lo" , de campesino desposedo a marginado urbano: "El labriego sencillo " , expresin acuada en la letra del Himno Nacional , modelo del costarricense de la poca, se ha convertido en el marginado urbano, marcado por otras formas de " sencillez" , donde estn connotadas la marginalidad social y poltica, la mediocridad y el despojos .

    Es interesante, continuando con el ttulo y con el ncipit ampliado, otro rasgo de la edicin de la novela que no se puede descuidar y

    8 . Amal ia Chaverri Fonseca, Del " l abriego senc i l lo" al marginado urbano en la t i tu loga novel st ica costarricense , en Mara Salvadora Ort iz (comp.) , ldellfidlldes y producciol/es culturales 1'1/ Amrica LlIIil/lI (San Jos: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1 996) 553 .

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    es la fotografa. Est inmediatamente abajo del ttulo y centrada hacia la mitad de la cubierta, muestra a un buzo quien viste con llamativos y mal combinados colores, con pelo largo, botas de hule y adornando un rbol de Navidad desechado, seco, con latas vacas de conservas, lazos tomados de la basura, y al pie de l , junto al rbol, bolsas plsticas de basura con despojos: La reproduccin del rito : adornar el "arbolito" de Navidad ser algo fundamental para nuestra propuesta de anlisis posterior, por ahora slo quedar enunciado aqu.

    S creo interesante mostrar el paralelismo que se efecta entre los dos ncipits : primer y segundo prrafos, y el ttulo y la fotografa. Dij imos que el primer prrafo (ncipit 1 ) habla de la naturaleza, esta no es vista como negativa, habla de cmo est amaneciendo; sealamos tambin, que el segundo prrafo es diametralmente opuesto al primero, pues el segundo muestra ahora s, la naturaleza adversa, los elementos naturales como negativos, presenta el espacio donde se desenvolvern los personajes con moscas y zopilotes . Entre ncipit 1 e ncipit 2 hay una gran diferencia.

    Tambin , en la cubierta (portada) sucede exactament lo mismo: el ttulo, ya lo mencionamos, es hasta potico, no es negativo, se muestra a una persona que mira el agua -mar-, que es un elemento natural signado por el devenir, la purificacin, la inmensidad; por ende, altamente positivo. Sin embargo, la fotografa muestra lo contrario, a un ser marginal , algo sucio, desgarbado, que con lo desechado reproduce un rito de la Navidad.

    Decimos que el paralelismo entre primer prrafo (ncipit 1 ) y ttulo es asombroso; as como el paralelismo entre segundo prrafo (nci pit 2) y la fotografa. Podramos sostener, aunque a algo de esto volveremos despus, que la diferencia en el estilo y en la semntica del ncipit ampliado: ttulo y primer prrafo por un lado, y fotografa y segundo prrafo por otro lado, ser la marca estilstica que prevalecer en nica mirando al mar, un oscilar en el estilo entre aspectos poticos y grotescos ; entre lo irnico y pardico y lo serio; entre la reproduccin fotogrfica de ritos sociales como adornar el rbol en conmemoracin

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    de la Navidad, en la cubierta (portada) y la transgresin propia de la marginal idad ; entre ser novela como gnero literario y ensayo como gnero literario, pinsese en el tono y la estructura ensaystica que tiene la obra de la pgina 146 a la 1 48 , donde se reproduce parte de la investigacin efectuada por especial istas de la Universidad de Costa Rica, en relacin con el estudio de la ubicacin de un nuevo rel leno sanitario en Orotina.

    Ms arriba se mencion que, pese a sus elementos transgresores y de denuncia, nica mirando al mar se legitima porque tiene algo que permite que suceda as. A nuestro entender, esto se relaciona con el funcionamiento de los "Aparatos Ideolgicos del Estado" (AIE)9 .

    En ese marco, es interesante cmo en la novela de Contreras, que la crtica ha visto como transgresora, algunos aparatos ideolgicos y los ritos de estos se reproducen -en otras condiciones es verdad, pero se reproducen-o Por ejemplo : nica Oconitri l lo se casa por la iglesia con Momboombo Moagal lo; el Oso Carmuco, quien se proclam sacerdote y a quien la comunidad acepta como tal , los cas; no viven por decirlo as en unin l ibre ; por lo tanto, para constituir unafamilia debieron casarse. nica Oconitril lo y los dems buzos mantienen "ritos " de urbanidad (educacin, aseo) : usar colonias, l impiarse los dientes tal y como lo hacen los que viven fuera del botadero. Asimismo, los cumpleaos, las fechas "especiales" y, por ejemplo, la celebracin de

    9 . Como se sabe, a part i r de Al thusser, l o s Aparatos ideolgicos del Estado (AlE) funcionan masiva y predominantemente mediante la ideologa, t ienen -a grandes rasgos- la "funcin" de mantener la reproducc in de las re laciones de producc in; es dec i r, por medio de e l los se reproducen y se transmiten los valores de las clases hegemnicus. Entre el los estn : e l rel igioso, e l fami l iar, el escolur, la informuc in. Se les puede percib ir como la puestu en acto de lu ideologa dominante, en la medida en que aseguran lu reproduccin ideolgica de las re l uciones de producc in en una soc iedad de c lases; lo anterior se logru por: la considerac in de un AlE como un si stema que posee una un idad que contribuye especficu a la reproduccin de las re laciones de produccin; el hecho de que los AlE real izan la ideologa dominante, inc luyendo no slo los elementos que se re lacionan en forma directa con esu ideologu, s ino todo elemento que contribuya objet ivamente a la reproduccin ideolgica de lus relaciones de clase; la constatacin de que los AlE conciernen al jilllciO/llIl 1 1ielllo objeti l 'o de prct icas e ins t i tu c i ones di versas y al papel un i ficador de la ideologa dominante en las d i ferentes reg iones ideolgicus. Jenmo Talens, Elelllentos para 1IIU/ selll itica del texlO artstico (Mudrid : Ctedra. 1 983) 39.

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    la Navidad, se hacen de la misma forma en que la celebran los otros ; en este caso no es nada gratuito lo que ya comentamos a propsito del ncipit ampliado y sobre todo de la fotografa de un buzo, de un marginado que reproduce con los desechos que recolecta un rito de la Navidad: adornar el rbol de estas fiestas .

    Lo mostrado en estas lneas inmediatamente precedentes, relacionado con los AlE, no se presenta para demeritar el valor de la novela, ni del escritor, creo ms bien que contribuye a otra lectura del texto y, como dije anteriormente, hace ms "rica" la novela, pues muestra una obra ms conflictiva, ms "contradictoria" como es la vida; adems, esta es una transgresin-legitimacin : transgresin porque el Oso Carmuco se autodefine sacerdote y en el oficio religioso hasta gases estomacales e improperios emite, porque la novela se burla del discurso de los polticos y el psimo manejo del problema de la basura, porque el narrador profiere constantemente juicios de valor en contra de la insensibil idad y poca solidaridad del costarricense; y legitimacin por la reproduccin de los ritos sociales y la importancia y autoimposicin de algunos AlE como la familia y la iglesia. Esta transgresin-legitimacin se encuentra, adems, en perfecta concordancia con el anlisis del ncipit ampliado propuesto ; veamos en este -ya lo dij imos- lo potico, positivo, donde la naturaleza es positiva, debemos incluir ahora la reproduccin de ritos sociales y la importancia de ciertos AlE: por un lado, la legitimacin y, por otro lado, lo soez, grotesco, irreverente, donde la naturaleza es negativa y hasta se "deconstruyen" ciertos AlE, aunque sea slo por el hecho de que estos funcionen en estas condiciones .

    nica mirando al mar se mueve, oscila entre la doxa y lo dxico. Entre la doxa porque en el estilo potico, elevado y la reproduccin de ritos e instituciones se ubica del lado del estereotipo y responde a la ideologa del consenso; produce la posibilidad de crear ficciones " imperialistas " , pero tambin del lado de lo dxico porque en el estilo i rreverente, grotesco, en el hecho de ser personajes marginales cuyas instituciones y ritos se presentan en condiciones de marginalidad, el

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    texto responde ms bien a una prctica marginal , intersticial ; produce la posibil idad de crear proyecciones emancipadoras.

    Se nos podra objetar -y casi toda objecin es positiva- que un aspecto importante del ncipit ampl iado no ha sido comentado : el epgrafe de la novela. Este se ubica entre la cubierta (portada) , donde est el ttulo y la fotografa, y el primer y segundo prrafos (ncipits 1 y 2, adems, "primera" pgina de la novela) . El epgrafe, que es extrado del cuento La montaa de Cuentos de angustias y paisajes, del escri tor nacional Carlos Salazar Herrera, dice :

    Celso Coropa recogi en la palma de su mano un rayo de sol y suspir: - Hay veces que no me gusta la vida ! . . . Frente a l , haba como una tortura de races y bejucos. -. . . y hay veces que s, aadi . Entre la tortura de races y bejucos haba una flor.

    No condensa y enuncia este epgrafe lo apuntado en nuestro anl is is del ncipit ampl iado, en el sentido de que es -como el estilo de la novela- uno potico, pero adems, rene lo "mejor" y lo "peor" a la vez? Lo grotesco, rebuscado, feo, desagradable y marginal : "Frente a l , haba como una tortura de races y bejucos " , y lo hermoso, agradable, elegante, esperanzador: "Entre la tortura de races y bejucos haba una flor" .

    Para terminar, la novela es efectivamente algo transgresora como la crtica ha apuntado, sin embargo, pienso que apoya ciertas instituciones sociales, por ejemplo, la importancia que le asigna nica Oconitri l lo a la familia -a la familia tradicional- en la reproduccin de muchos ritos sociales y quiz en el " l lamado" a una cierta solidaridad entre las personas, el mirar de una forma ms humana a los otros, en este caso a los buzos, pero no " l lama" a romper el orden social , la estructura vigente, etc . En todo esto encuentra nica mirando al mar, su carta de legitimacin .

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