Unidad didáctica El riesgo y la seguridad en la montaña.pdf

86
UNIDAD DIDÁCTICA: EL RIESGO Y LA SEGURIDAD EN LA MONTAÑA INTRODUCCIÓN Realizar actividades en la montaña exige ser conscientes de una serie de fenómenos que “mamá natura” tiene la capacidad de generar, condicionados fundamentalmente por la meteorología y la orografía. Estos riesgos naturales no están determinados en absoluto por la acción u omisión del montañero/a, pero sí podemos aprender a afrontarlos desde el conocimiento, la experiencia y las actitudes apropiadas, de manera que no contribuyamos a aumentar los efectos negativos de ese riesgo objetivo, sino al contrario, sepamos reducir las consecuencias del mismo (para nosotros y nuestros clientes-compañeros) a pasar un mal trago y nada más. El montañero ha de adquirir conocimientos y habilidades destrezas, técnicas, procedimientos-, pero a decir verdad no basta con eso, la seguridad debe ser una actitud, una forma de estar y de pensar en la montaña. La adquisición del enorme conjunto de recursos conocimientos, habilidades, actitudes- que necesitamos en la montaña para conocerla, disfrutar, respetarla/ conservarla y desenvolvernos en ella con seguridad y autonomía, se adquiere a través de un proceso largo de enseñanza-aprendizaje. No hemos de ponernos plazos, pero sí hemos de saber si disfrutamos o no con lo que estamos haciendo, elegir nuestro camino (el reto, las metas sucesivas a conseguir) y responsabilizarnos del proceso (coger las riendas). Vamos a abordar los contenidos propios del primer nivel enseñanza-aprendizaje de esta unidad didáctica (aunque como en todas las unidades didácticas os aporte documentación de niveles superiores), organizándola en los siguientes apartados: 1. Factores de riesgo naturales: Derivados de la Orografía y de la Meteorología. 2. Factores de riesgo determinados por el/los montañero(s). o Un principio general de seguridad: Prevención y hábitos de autoprotección. o Cartografía y Orientación. Organización, planificación y ejecución de las actividades. Técnicas de Progresión en Montaña. o Equipo aconsejable. Botiquín o Actitud respecto al medio natural. o En caso de accidente: P.A.S. 3. Riesgo, autoprotección ciudadana y autoprotección corporativa. 4. Riesgos naturales (meteorológicos y geológicos) y Medidas de autoprotección. 5. Equipamiento y material de supervivencia. 1.- Factores de riesgo naturales. Conozcamos con qué nos podemos encontrar en la montaña y qué riesgos puede acarrearnos. Empecemos por diez factores de riesgo objetivo que debemos conocer y aprender a gestionar, porque pueden ponernos en situación de peligro: La Orografía nos presentará, - Pendientes que ascender y descender (que nos generarán más gasto energético y un reto para nuestro equilibrio y coordinación). - Movimientos de ladera (desde las que pueden producirse desprendimientos y desde la que podemos caer) también son zonas de riesgo objetivo.

Transcript of Unidad didáctica El riesgo y la seguridad en la montaña.pdf

UNIDAD DIDÁCTICA: EL RIESGO Y LA SEGURIDAD EN LA MONTAÑA INTRODUCCIÓN Realizar actividades en la montaña exige ser conscientes de una serie de fenómenos que “mamá natura” tiene la capacidad de generar, condicionados fundamentalmente por la meteorología y la orografía. Estos riesgos naturales no están determinados en absoluto por la acción u omisión del montañero/a, pero sí podemos aprender a afrontarlos desde el conocimiento, la experiencia y las actitudes apropiadas, de manera que no contribuyamos a aumentar los efectos negativos de ese riesgo objetivo, sino al contrario, sepamos reducir las consecuencias del mismo (para nosotros y nuestros clientes-compañeros) a pasar un mal trago y nada más. El montañero ha de adquirir conocimientos y habilidades –destrezas, técnicas, procedimientos-, pero a decir verdad no basta con eso, la seguridad debe ser una actitud, una forma de estar y de pensar en la montaña. La adquisición del enorme conjunto de recursos –conocimientos, habilidades, actitudes-

que necesitamos en la montaña para conocerla, disfrutar, respetarla/ conservarla y

desenvolvernos en ella con seguridad y autonomía, se adquiere a través de un proceso

largo de enseñanza-aprendizaje. No hemos de ponernos plazos, pero sí hemos de

saber si disfrutamos o no con lo que estamos haciendo, elegir nuestro camino (el reto,

las metas sucesivas a conseguir) y responsabilizarnos del proceso (coger las riendas).

Vamos a abordar los contenidos propios del primer nivel enseñanza-aprendizaje de esta unidad didáctica (aunque como en todas las unidades didácticas os aporte documentación de niveles superiores), organizándola en los siguientes apartados: 1. Factores de riesgo naturales: Derivados de la Orografía y de la Meteorología. 2. Factores de riesgo determinados por el/los montañero(s).

o Un principio general de seguridad: Prevención y hábitos de autoprotección.

o Cartografía y Orientación. Organización, planificación y ejecución de las actividades. Técnicas de Progresión en Montaña.

o Equipo aconsejable. Botiquín o Actitud respecto al medio natural.

o En caso de accidente: P.A.S. 3. Riesgo, autoprotección ciudadana y autoprotección corporativa. 4. Riesgos naturales (meteorológicos y geológicos) y Medidas de autoprotección. 5. Equipamiento y material de supervivencia.

1.- Factores de riesgo naturales.

Conozcamos con qué nos podemos encontrar en la montaña y qué riesgos puede acarrearnos. Empecemos por diez factores de riesgo objetivo que debemos conocer y aprender a gestionar, porque pueden ponernos en situación de peligro: La Orografía nos presentará, - Pendientes que ascender y descender (que nos generarán más gasto energético y un reto para nuestro equilibrio y coordinación). - Movimientos de ladera (desde las que pueden producirse desprendimientos y desde la que podemos caer) también son zonas de riesgo objetivo.

- Diferentes tipos de terreno por los que progresar y en condiciones diversas a lo largo de las estaciones del año (hierba, pedrizas, canchales, arenas, agua, nieve, hielo, etc.), que nos supondrán riesgos que debemos aprender a manejar convenientemente. - La Altitud: Conforme ascendemos la temperatura disminuye una media de 0’65ºC cada 100 metros, la presión atmosférica también (a nivel del mar la presión es de 1.013 hectopascales o milibares, a 3000 m. la presión atmosférica ha disminuido en un tercio, a 5.500 m, la mitad…, lo que generará que la cantidad de oxigeno que llegará a nuestros pulmones será insuficiente para abordar la actividad saludablemente). Respecto a las pendientes y los diferentes tipos de terreno por los que progresar en la Montaña os remito a las Unidades Didácticas ya tratadas (Cartografía, Orientación, Planificación, Organización y Realización de actividades en Montaña y Progresión por diferentes tipos de Terrenos), aunque a lo largo de esta unidad también encontraréis información. Respecto al factor Altitud es el momento de aclarar una serie de conceptos. Toda montaña constituye un espacio no exento de riesgos, pero cuando se sitúan por encima de los 2.000 m de altura en condiciones invernales generan un entorno especialmente adverso para el organismo humano. Destacan:

Las bajas temperaturas causantes de patologías como la hipotermia y las congelaciones.

La intensa radiación ultravioleta (UV) del sol (cada 300 m. de altitud se incrementa en un 4% su poder –eritematoso- de quemar).

Y sobre todo el llamado “Mal de altura”. Al disminuir la presión atmosférica conforme se asciende, la cantidad de moléculas de oxígeno que reciban nuestras células tras la inspiración también se va a ir reduciendo. Esta hipoxia celular va a generar una sintomatología, que en su caso benigno, se caracteriza por: sensación de fatiga, dolor de cabeza, apatía, falta de apetito, insomnio y, a veces, vómitos. Estos síntomas benignos avisan al montañero que tiene como objetivo alcanzar cotas más elevadas, de que debe permanecer, en la cota que se encuentre, los días necesarios hasta que su organismo se haya aclimatado a esa altitud. En nuestro caso –guías por media montaña- nos indicarán que hemos de iniciar el descenso. Si el alpinista, de forma temeraria, siguiera ascendiendo aparecerían los síntomas más graves del “mal de altura”: agravamiento de los leves y aparición del edema pulmonar y del edema cerebral que pueden generar la muerte.

Aclarar para terminar, que según el Instituto de Estudios de Medicina de Montaña de Barcelona, no se conocen factores específicos predeterminantes del mal de altura, tales como sexo, edad, ni siquiera nivel de condición física. Las molestias suelen aparecer entre las cuatro y ocho horas después de alcanzar cotas altas, generalmente superiores a los 3.500m, pero esto no significa que todo el mundo lo padezca por igual, ni a partir de la misma cota…Sólo puede afirmarse que, si nunca has estado en altitud, es muy importante actuar con precaución: Hidratarnos, no ascender más de 700 m. al día, realizar marchas de aproximación desde cotas inferiores, respetar los periodos de aclimatación a la altitud que cada uno necesite y saber renunciar cuando aparecen los síntomas del mal de altura.

La Meteorología nos presentará, - Exposición a los rayos solares. - Variaciones bruscas de temperatura, sobre todo a la baja. - Viento fuerte en collados, crestas y otras zonas expuestas. - Tormentas con lluvia y rayos (que en montaña entrañan un grave peligro). - Nieve (Reduce la visibilidad y la progresión se hace más difícil, requiere más esfuerzo y disponer de equipamiento y técnicas de progresión y autoprotección específicas. Los aludes. - Niebla (reduce la visibilidad y por lo tanto el peligro de perderse es alto). Después de que hagamos un análisis de los factores de riesgo determinados por el comportamiento del montañero que acude a la montaña, pasaremos a analizar en profundidad los riesgos naturales.

2.- Factores de riesgo determinados por el comportamiento del propio

montañero.

2.1.- Recordemos siempre un principio básico:

La prevención favorece tu seguridad y conocer algunas pautas de conducta para la autoprotección ayuda a tomar las decisiones adecuadas.

El principal consejo que os doy para respetar los principios de PREVENCIÓN y de AUTOPROTECCIÓN es que repaséis y pongáis en práctica, en todas y cada una de las actividades que participéis, las orientaciones que aparecen en las Unidades Didácticas básicas ya tratadas (Cartografía y Orientación; Organización, planificación y ejecución de las actividades en el medio natural; y Técnicas de Progresión en montaña), para automatizar su puesta en práctica. De nada vale conocer y expresar generalidades sobre estos temas básicos si no las ponemos en práctica una y otra vez hasta que los utilicemos “automáticamente” de forma apropiada. Todas las orientaciones de las que hablo van con las referencias de equipamiento y de material correspondientes, cuya documentación completa os entregaré al final del curso, al ser éste un tema transversal, que está interrelacionado con el resto de áreas. A modo de síntesis resaltaríamos aquí diez hábitos importantes que deberíamos tener asumidos para que cuando salgamos a la montaña no añadamos riesgos subjetivos a los que la montaña, de por sí, objetivamente, puede presentarnos:

1. Antes de salir consulta las previsiones meteorológicas, lo más completas posibles. E intenta poco a poco aumentar tus conocimientos de esta ciencia para poder interpretar con eficacia, esas previsiones que proporcionan las agencias nacionales de meteorología y los medios de comunicación.

2. Antes de salir comprueba que llevas todo el equipo adecuado, esto es tan importante que le dedicaremos su apartado propio. Más vale pasarse con el equipo que pasarlas canutas por no llevar algo imprescindible. Se siente uno muy bien cuando tienes el equipo apropiado para todas y cada una de las situaciones que la montaña y el tiempo te presentan.

3. Antes de salir informa a alguien allegado, un familiar, amigos, etc. de a dónde vas y la hora aproximada del regreso. En lo posible no salgas solo/a. Deja y lleva números de teléfono de contacto.

4. Antes de realizar la salida, organízala y planifícala meticulosamente: Conoce las características del grupo que llevas, los objetivos a lograr, domina la técnica de ejecución de las actividades a realizar, planifica el itinerario –longitud, pendientes, dificultad, tipo de terreno, duración…-, lleva los recursos humanos, técnicos, materiales y económicos precisos. Recorre el itinerario antes de realizar la salida para ajustar los datos actualizados del mismo a los recursos y actividades apropiados…

5. Antes de empezar la ruta, no olvidar el calentamiento; también hemos de estirar y relajar la musculatura al terminar la actividad y en las fases de recuperación que introduzcamos (nos recuperaremos entre esfuerzos, evitaremos en gran medida contracturas, calambres, roturas fibrilares, etc.).

6. La ruta no termina al hacer cumbre o llegar al punto de retorno, termina cuando hemos regresado al punto de inicio (reserva fuerzas para el regreso). Llegar a la extenuación es ponernos en situación de riesgo, descansa si es necesario y si llega el caso es de buen montañero/a saber renunciar (ya volveremos, la montaña va a seguir en su sitio). Muchos accidentes se producen durante los descensos y regresos cuando vamos cansados y nos relajamos. O vamos eufóricos y nos relajamos o/y perdemos la concentración.

Ganar altitud sin prisa, tómate tu tiempo, deja que tu organismo se aclimate. Mantenerse atento a pequeños mareos, dolores de cabeza y ganas de vomitar. Si el malestar persiste, descender sin dudarlo por la ruta más corta y segura.

7. Para admirar el paisaje, interpretar el medio o hacer fotos, párate, seguir andando sin mirar donde pisas además de un accidente tonto puede ocasionar una grave lesión.

8. En senderos y pasos angostos, en terrenos inestables y en zonas de posibles desprendimientos, el grupo debe caminar en fila india y manteniendo la distancia de seguridad entre cada uno. Sobre todo en zonas de pendientes, donde, si vas muy cerca del compañero que te precede, puede pasar que éste tropiece o resbale y su bastón/piedra/su cuerpo salga disparado hacia atrás y tú seas el blanco perfecto… (por no guardar la distancia de seguridad).

9. Comida adecuada para hacer dos o tres tomas, no muy abundantes, dependiendo de la duración de la jornada y bebida (agua y/o isotónica) suficiente para mantenernos hidratados durante toda la ruta (esto es, dos litros mínimo para una ruta no excesivamente exigente).

10. La solidaridad es un rasgo inherente al montañero/a. Mira por tu seguridad y la de tus compañeros. En situaciones de riesgo nuestra vida puede depender del comportamiento del grupo, no dejarse llevar por el pánico y seguir los consejos y directrices de la persona más experimentada nos ayudará a salir de más de un aprieto. Obsérvate y observa el estado de tu compañero. Veremos que ciertas dificultades se manifiestan demasiado tarde porque el interesado no se da cuenta.

Una responsabilidad personal muy importante: la condición física del montañero. Es muy conveniente no limitar nuestra actividad física a la salida del fin de semana. En la medida de lo posible deberíamos dedicar al menos 30 minutos, dos veces en semana, a andar, bailar, correr, montar en bici, nadar… (hay muchas opciones). La condición física es una responsabilidad personal y es muy determinante gozar de un nivel saludable de fuerza, resistencia y flexibilidad, para proporcionarnos más disfrute y seguridad.

2.2.- Equipo aconsejable. Para protegernos del sol, de la lluvia, del viento y del frío vamos a enumerar lo que creemos imprescindible en cualquier equipo de montaña, y no tendremos en cuenta la época del año ya que la media y alta montaña puede exigirnos, cuando menos lo esperemos, el uso de cualquier elemento de este equipo mínimo imprescindible.

Equipo mínimo imprescindible: 1. Crema de alta protección y barra para los labios. 2. Gafas de sol, con protección. 3. Gorro/gorra y guantes. 4. Linterna frontal (con pilas de repuesto). 5. Botiquín (mínimo imprescindible lo vemos seguidamente). 6. Teléfono móvil. 7. Comida y bebida. 8. Calzado específico, técnico y adecuado para el terreno y actividad a realizar. 9. Ropa adecuada (*). Más equipo importante: - GPS/altímetro. - Mapas y brújula. - Bastones de trekking (muy aconsejable).

- Bolsa de hidratación (“camelbak”) para ir bebiendo por el tubito sin necesidad de hacer paradas, muy práctica y aconsejable. - Ropa de repuesto. Y ya, dependiendo de la actividad, elementos más específicos: raquetas, polainas, crampones, piolet, etc.. Como es lógico para transportar todo cómodamente usaremos una buena mochila y si no trae cubre mochila, se compra aparte.

(*) Ropa adecuada: a) Primera capa, transpirable, que incluso – en días muy fríos- puede estar compuesta por dos prendas, tanto de cintura para arriba (tipo camiseta y polar finito) como de cintura hacia abajo (tipo maya térmica). b) Segunda capa, transpirable y que mantenga el calor que generamos con el ejercicio físico realizado (forro polar o similar). c) Tercera capa, chaqueta transpirable, impermeable, con gorro, y corta-viento. También forma parte de esta tercera capa un cubre pantalón transpirable e impermeable. Destacar La importancia del término “transpirable” en su significado/sentido ser capaz de eliminar rápidamente la humedad generada por el sudor: “Si llevas algodón por debajo te empaparás por dentro, por mucho gore-text que lleves por encima, así una primera capa ha de ser térmica y transpirable.” 2.3.- Botiquín mínimo imprescindible: Como mínimo estará compuesto por:

Protector solar de piel y labial –ya comentado en el equipamieto-

Analgésico (paracetamol, nolotil, aspirina…)

Antiinflamatorio (ibuprofeno)

Antidiarréico normal (fortasec)

Para la gastritis (Almax)

Suero fisiológico en monodosis

Suero-oral

Antiséptico líquido (Betadine, Cristalmina)

Potabilizador de agua

Manta térmica o de supervivencia (varias unidades)

Material para curas: o Gasas estériles o Venda elástica o Venda adhesiva o Esparadrapo de tela ancho o Esparadrapo de tela estrecho o Tijera y pinzas o Tiritas o Apósitos especiales contra las ampollas (Compeed) o Apósitos para quemaduras de sol/nieve/rozamiento. o Puntos de sutura adhesivos (Steri-strip) o Guantes estériles de látex o de nitrilo –por las posibles alergias-.

Importante: Cada alumno/cliente/profesor debe incluir su medicación específica personal con la dosificación adecuada. 10. Lápiz de amoniaco para las picaduras de insectos. “Tas pasao”, sólo para eso hace falta un mochila…, pues veréis qué poquito espacio se necesita, aquí tenéis un par de fotos de un botiquín ordenado. Cada cual que añada lo que le parezca que falta, pero no es conveniente quitar nada de lo que os aconsejamos.

Con objetos de referencia para que se vean las dimensiones

Todo esto cabe y aún queda un poquito de sitio.

EL BOTIQUÍN COLECTIVO incluirá lo indicado en el botiquín individual y además:

o Antidiarréico para infección severa. o Antipirético para bajar la fiebre excesiva (p. ej., paracetamol) o Antiemíticos (antivomitivos): p. ej. Primperarán. o Laxante suave (Microenemas o supositorio de glicerina). o Antibiótico de amplio espectro (p. ej. Amoxiciclina –infección de heridas-) o Antitusígeno (jarabe para la tos, expectorante, etc.) o Descongestión nasal (Rinobanedis) o Antihistamínicos –antialérgicos- (Ebastina) o Pomada antiinflamatoria (Trombocid, voltarén) o Bolsa de hielo/calor o Pomada para quemaduras (Furacín) o Pomada cicatrizante –con antibiótico- (Blastoestimulina) o Polvo antiparasitario (Zeta-zeta, parasitrín) o Repelente de insectos (Relec) o Pomada para picaduras (Alergical) o Vendas de gasa o Imperdibles y algún pañuelo grande. o Alcohol o Algodón o Termómetro o Alguna férula inmovilizadora, por ejemplo de dedos, muñeca… o Jeringuilla sin aguja, ventosa, suero (para extraer veneno) y Urbasón.

2.4.- Dos actitudes básicas en el medio natural:

de: “total respeto al medio” todo quede como si no hubiésemos estado allí”

Y a partir de aquí podemos añadir el resto: - Respeta siempre la propiedad, no cojas ni rompas nada. - Cierra todas las puertas que tengas que abrir para pasar y seguir ruta. - Grita solo en caso de necesitar ayuda, respeta el sonido de la montaña. - No abandones ni entierres la basura (ni orgánico ni nada, yo lo traigo y yo me lo llevo). - Respeta el sendero original y evita, en la medida de lo posible, caminar fuera de él. - Máximo respeto a la fauna. No molestar a los animales, limitarnos a observarlos y dejarlos en paz. - Mismo respeto merece la flora, hay muchos endemismos y especies en peligro de extinción. Podemos tomar fotos de todo y disfrutar en casa. 2.5.- En caso de accidente recuerda las siglas: P. A. S.

Representan las tres primeras actuaciones por el orden en que debemos realizarlas:

1. Proteger al accidentado/a, a nosotros mismos y a nuestro grupo, evitando que el herido siga expuesto a posibles peligros o/y se agraven sus lesiones, y que se produzcan más accidentes.

2. Avisar/alertar: telefonear al número 112 facilitando toda la información precisa: tipo de accidente, estado del accidentado, número de accidentados, lugar donde nos encontramos (Coordenadas UTM/Geográficas). No dejar solo al herido. Si no hay más remedio, porque no hay otro modo de pedir auxilio, asegurarse de que queda bien protegido y referenciar el punto para indicarlo, después, a los equipos de rescate.

3. Socorrer. Hemos de tener claro que auxiliar a un accidentado es obligatorio y un acto de solidaridad. Pero nunca haremos nada si no estamos seguros de que es lo adecuado. Si estamos capacitados, aplicaremos los primeros auxilios, acompañaremos y tranquilizaremos al accidentado/a. Actuar con calma y diligencia. Comprobar siempre que nada obstruye las vías respiratorias del herido (lengua, objeto), que su corazón late y el estado de conciencia. No mover al herido excepto si se encuentra en un lugar de peligro (por incendio, por ahogo –agua-, etc.). No dar de comer ni beber al herido. En caso de hemorragia, presionar la herida con ropa, toalla, gasas o mantas…No hacer torniquetes.

3.- Riesgo, autoprotección ciudadana y autoprotección corporativa .

Recordemos el concepto de riesgo

Por riesgo se entiende la probabilidad de que se desencadene un determinado fenómeno o suceso que, como consecuencia de su propia naturaleza o intensidad y de la vulnerabilidad de los elementos expuestos al mismo, puede producir efectos perjudiciales en las personas o pérdidas de bienes.

En el lenguaje común por riesgo cabe también entender el fenómeno, suceso o actividad humana, susceptible de producir daños en personas y/o bienes.

Los riesgos suelen dividirse en naturales y tecnológicos. Al primer grupo corresponden los procesos o fenómenos naturales potencialmente peligrosos. Al segundo grupo los originados por accidentes tecnológicos o industriales, fallos en infraestructuras o en determinadas actividades humanas.

En todo caso, además del fenómeno peligroso, es preciso considerar la vulnerabilidad, como determinante del tipo y cantidad de los daños acaecidos. La vulnerabilidad de una comunidad vendrá determinada por factores físicos y sociales, incluidos los económicos, que condicionan su susceptibilidad a experimentar daños como consecuencia del fenómeno peligroso.

Actualmente viene utilizándose el concepto de resiliencia, para designar la capacidad de una sociedad, con el fin de mantener un nivel aceptable en su funcionamiento, tras la ocurrencia de un fenómeno o suceso peligroso.

En este contexto Protección Civil es aquel servicio público orientado al estudio y prevención de las situaciones de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública y a la protección y socorro de personas y bienes y en casos en que dichas situaciones se produzcan.

LA AUTOPROTECCIÓN.

La obligación de los poderes públicos de garantizar el derecho a la vida y la integridad física debe plantearse no sólo de forma que los ciudadanos alcancen la protección a través de las Administraciones Públicas, sino que se ha de procurar la adopción de medidas destinadas a la prevención y control de riesgos en su origen, así como a la actuación inicial en las situaciones de emergencia que pudieran presentarse. Esta idea es el núcleo central y la razón de ser del concepto de Autoprotección.

¿Qué se entiende por Autoprotección? Considerando la etimología de la palabra, podría entenderse por Autoprotección al conjunto de acciones encaminadas a la protección, realizadas por uno mismo, para sí mismo.

¿Qué implica? Cuando hablamos de Autoprotección estamos hablando de: prevención, control de riesgos así como acciones y medidas a adoptar con objeto de garantizar la protección de los ciudadanos, los bienes y el medio ambiente.

¿A quién obliga? Obliga tanto a los ciudadanos como a las Administraciones Públicas.

¿Qué tipos de Autoprotección se consideran? Podemos considerar dos tipos de autoprotección: la Autoprotección Ciudadana y la Autoprotección Corporativa:

o Referido a la Autoprotección Ciudadana, se puede entender la misma como la ejercida por los ciudadanos en el marco físico donde se desenvuelve su vida. Por tanto, se puede hablar de: Autoprotección individual, Autoprotección familiar, Autoprotección de comunidad de vecinos…Autoprotección del grupo de montañeros que realizan una actividad en la montaña.

o La Autoprotección Corporativa puede entenderse como el sistema de acciones y medidas adoptadas por una entidad pública o privada, encaminadas a prevenir y controlar los riesgos, a dar respuesta a las emergencias y garantizar la coordinación de las acciones que se adopten con el sistema público de Protección Civil.

¿En qué ordenamiento jurídico se sustenta la Autoprotección Corporativa?

Constitución Española, en su artículo 15. Ley 2/1985, de 21 de Enero, de "Protección Civil", en sus artículos 5 y 6. R.D. 393/2007, de 23 de Marzo, por el que se aprueba la "Norma Básica de

Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia".

¿Cómo se materializa la Autoprotección Corporativa?

Se materializa a través de los denominados Planes de Autoprotección:

Un Plan de Autoprotección puede entenderse de manera sencilla como un sistema de control y gestión de la seguridad en el desarrollo de las actividades corporativas que comprende: el análisis y evaluación de los riesgos, el establecimiento de objetivos y medidas de prevención, la definición de la organización de medios humanos y materiales disponibles para la prevención de riesgos y la intervención en emergencias, el establecimiento de los procedimientos de actuación ante emergencias que garanticen la evacuación y/o confinamiento e intervención inmediata así como la coordinación de las acciones a ejecutar con el sistema público de Protección Civil.

¿Qué técnicos son competentes para elaborar Planes de Autoprotección?

El Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo (BOE Nº 72 del 24 de marzo de 2007), por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, dispone, tanto en el artículo 4.b) del Real Decreto como en el apartado 3.3.1. de la Norma Básica de Autoprotección, que el Plan de Autoprotección habrá de estar redactado y firmado por un técnico competente capacitado para dictaminar sobre aquellos aspectos relacionados con la autoprotección frente a los riesgos a los que esté sujeta la actividad.

Corresponde a la Administración Pública competente determinar el perfil o la titulación del redactor del Plan de Autoprotección a la vista de su trayectoria profesional o formativa. Los órganos competentes de las Administraciones Públicas que informen o reciban la documentación del Plan de Autoprotección de las actividades, centros, establecimientos o instalaciones señaladas en el Anexo I de la Norma Básica de Autoprotección, son los que deben determinar si el redactor del Plan es un técnico competente.

¿A qué órgano de las Administraciones Públicas debe remitirse el Plan de

Autoprotección?

De acuerdo con el artículo 4.2. del Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo (BOE Nº 72 del 24 de marzo de 2007), por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, el Plan de Autoprotección deberá acompañar a los restantes documentos necesarios para el otorgamiento de la licencia, permiso o autorización necesaria para el comienzo de la actividad. Es decir, debe presentarse al órgano de la Administración Pública competente para el otorgamiento de licencia o permiso para la explotación o inicio de actividad.

¿Deben contar con Plan de Autoprotección actividades secundarias que se

encuentran físicamente dentro de un centro, espacio, instalación o dependencia

que sí debe disponer de él?

Según el artículo 4.d) del Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo (BOE Nº 72 del 24 de marzo de 2007), por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, los centros establecimientos, espacios, instalaciones y dependencias que deban disponer de plan de autoprotección deberán integrar en su plan los planes de las distintas actividades que se encuentren físicamente en el mismo, así como contemplar el resto de actividades no incluidas en la Norma Básica de Autoprotección.

Asimismo el artículo 4.e) del citado Real Decreto, dispone que en los centros, establecimientos, espacios, instalaciones y dependencias del apartado anterior se podrá admitir un plan de autoprotección integral único, siempre que se contemple todos los riesgos particulares de cada una de las actividades que contengan.

4.- RIESGOS NATURALES: Meteorológicos y Geológicos

4.1.- Los riesgos meteorológicos, la Agencia Estatal de meteorología, la

Dirección General de Protección Civil y Emergencias y el Plan Nacional de

predicción y vigilancia de fenómenos meteorológicos adversos (Meteoalerta)

En España, de forma muy general, se distinguen tres zonas climatológicas: una de clara influencia atlántica, otra de influencia mediterránea y otra continental, además de las específicas de la singularidad canaria. Esto es consecuencia de las condiciones meteorológicas que dominan en la circulación general atmosférica, aunque la variada topografía influye de forma notable al desarrollo de zonas con características muy diferenciadas dentro de este contexto general.

La meteorología es una rama de la geofísica que tiene por objeto el estudio detallado del estado del tiempo, el medio atmosférico, los fenómenos allí producidos y las leyes que lo rigen.

Los diversos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a una situación de riesgo por sí mismos o bien porque desencadenen otras situaciones externas al fenómeno en sí, son: Lluvias intensas, altas temperaturas, fenómenos costeros, frío intenso, nevadas, tormentas y vientos.

Cuando las variables meteorológicas alcanzan determinados valores que se puedan calificar de extremos, la población, los bienes y las infraestructuras se encuentran expuestas a un posible peligro que se conoce como riesgo meteorológico. Para evaluar las situaciones potencialmente peligrosas, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) dispone de sistemas de observación, predicción y vigilancia de la atmósfera, así como de procedimientos para informar a la sociedad y a las autoridades que así lo requieran.

La Agencia Estatal de Meteorología en colaboración con la Dirección General de Protección Civil y Emergencias definen en el Plan Nacional de predicción y vigilancia de fenómenos meteorológicos adversos (Meteoalerta), unos valores umbrales para cada tipo de fenómeno y según zonas del territorio, a partir de los cuales su ocurrencia puede afectar la actividad diaria de la población incluso suponer un peligro para las personas o los bienes.

El objeto del plan es facilitar a todos los ciudadanos y a las instituciones públicas, muy singularmente a las autoridades de Protección Civil, la mejor y más actualizada información posible sobre los fenómenos atmosféricos adversos que se prevean, con un adelanto de hasta 60 horas, así como mantener una información puntual de la evolución de los mismos, una vez que se ha iniciado su desarrollo. Esta información, recogida en los boletines de aviso, se distribuye a las autoridades responsables de Protección Civil, así como a los distintos medios informativos. También aparece en la propia página Web de AEMET. A continuación os aporto información del Plan Nacional de predicción y vigilancia de fenómenos meteorológicos adversos para que sepáis donde tenéis que recurrir para adquirir información y poder interpretarla.

El producto básico del Plan lo constituyen los boletines de aviso que agrupan los fenómenos observados. El Plan establece qué fenómenos y qué cantidades o intensidades de sus variables meteorológicas asociadas se consideran, no solamente inusuales desde el punto de vista climatológico, sino también lo suficientemente adversas como para que puedan afectar seriamente a la población, al no estar preparada para las mismas.

Con tal fin y para discriminar en la medida de lo posible la mayor peligrosidad del fenómeno -y por tanto su posible adversidad- se establecen, para cada uno de ellos, tres umbrales específicos, lo que a su vez da origen a cuatro niveles definidos por colores, el primero de los cuales, identificado con el color verde, implica la no existencia de aviso; los tres niveles siguientes, con los que se corresponden los umbrales citados, identificados por los colores amarillo, naranja y rojo respectivamente, son ya niveles de aviso.

FENÓMENOS METEOROLÓGICOS A CONSIDERAR

Darán lugar a la emisión de boletines de Fenómenos Meteorológicos Adversos, si se espera el alcance o la superación de ciertos umbrales, las situaciones relacionadas con los siguientes fenómenos: Lluvias (Acumulaciones en mm/1hora o periodo inferior y/o mm/12 horas) Nevadas (Acumulación de nieve en el suelo en 24 horas (cm/24horas)) Vientos (Rachas máximas de viento (km/hora)) Tormentas (ocurrencia y grado de intensidad) Temperaturas máximas (grados centígrados) Temperaturas mínimas (grados centígrados) Fenómenos costeros: • viento en zonas costeras (escala Beaufort) • Altura del oleaje de la mar de viento (escala Douglas) • Altura del oleaje de la mar de fondo (metros) Polvo en suspensión (visibilidad en metros) Aludes (nivel de riesgo y nivel de salida) Galernas en el área Cantábrica (ocurrencia e intensidad) Rissagas (Illes Balears) Nieblas Deshielos Olas de calor (aviso especial, ver especificaciones en el Anexo 6)) Olas de frío (aviso especial, ver especificaciones en el Anexo 7) Tormenta tropical (aviso especial, ver especificaciones en el Anexo 8)

Como puede verse están incluidas aquellas adversidades que tienen un origen intrínsecamente meteorológico, así como aquellas otras que no tienen un carácter propiamente meteorológico, sino que corresponden a sucesos cuya ocurrencia está ligada habitualmente a determinados factores meteorológicos como, por ejemplo, los aludes.

Las denominaciones y significados de los niveles son los siguientes: NIVEL VERDE No existe ningún riesgo meteorológico. NIVEL AMARILLO

No existe riesgo meteorológico para la población en general aunque sí para alguna actividad concreta (fenómenos meteorológicos habituales pero potencialmente peligrosos) o localización de alta vulnerabilidad.

NIVEL NARANJA

Existe un riesgo meteorológico importante (fenómenos meteorológicos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales).

NIVEL ROJO

El riesgo meteorológico es extremo (fenómenos meteorológicos no habituales, de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto).

HORARIOS DE EMISIÓN

Las horas concretas para la emisión de avisos para el día de hoy y el de mañana serán inicialmente las 10:00 y 19:00 hora oficial. No obstante, éstas son sólo horas básicas de emisión, pues, en función de la situación, podrán emitirse a cualquier otra hora. La información sobre fenómenos observados no tendrá hora fija ni preferente de difusión. Se emitirán lo antes posible, una vez que se tenga constancia de la ocurrencia del fenómeno causante de su elaboración.

Los avisos para pasado mañana se emitirán aproximadamente a las 10:30 hora oficial.

FORMATO Y CONTENIDO DE LOS BOLETINES

El contenido de los boletines será el siguiente: AGENCIA ESTATAL DE METEOROLOGÍA BOLETÍN DE FENÓMENOS ADVERSOS C. AUTÓNOMA: …………………. BOLETÍN NÚMERO……. / XXX (ver tabla de claves: apartado 3.7 de este documento) EMITIDO A LAS…. HORA OFICIAL DEL DD/MM/AAAA VÁLIDO HASTA LAS 00:00 HORA OFICIAL DEL DD+0 ó +1/MM/AAAA FENÓMENOS OBSERVADOS (si procede)

Fenómeno (1): (Se hará constar de acuerdo con la denominación específica que figura en el Plan y la

intensidad observada del parámetro.

Nivel: Ámbito geográfico: (Todas la provincias o islas de la C. Autónoma afectadas, especificando de cada una de ellas aquellas zonas provinciales que proceda) Hora de comienzo: En curso Hora de finalización: (Hora prevista) Evolución/Comentario (texto obligatorio, que aparece en el boletín, donde se da una predicción)

Probabilidad: Se referirá a la probabilidad asociada a la evolución.

Y, si procede:

Fenómeno (2):

TABLA NACIONAL CON LA INFORMACIÓN DE TODOS LOS AVISOS PARA HOY Y MAÑANA EN VIGOR

Se confeccionará automáticamente una tabla con todos los avisos para el día actual y el siguiente, de todas las comunidades, ciudades autónomas, provincias o islas y zonas afectadas, así como los fenómenos y niveles de aviso. La tabla tiene un período de validez que va desde su emisión hasta las 24 horas del día siguiente. Siglas Parámetro meteorológico

P1 Precipitación acumulada en una hora o menos P2 Precipitación acumulada en 12 horas

NV Acumulación de nieve en 24 horas RM Racha máxima TO Ocurrencia y grado de intensidad de tormenta TA Temperatura máxima TI Temperatura mínima CO Fenómenos Costeros VI Visibilidad (Polvo en suspensión) AL Nivel de riesgo de aludes GA Ocurrencia e intensidad de galernas RI Oscilación del nivel del mar NI Metros visibilidad por niebla DH Deshielo

UMBRALES Y NIVELES DE AVISO DE LAS VARIABLES: TORMENTAS, FENÓMENOS COSTEROS, ALUDES, GALERNAS, RISSAGAS, DESHIELOS, NIEBLAS Y POLVO EN SUSPENSIÓN A modo de ejemplo presento sólo los correspondientes a tormentas y aludes. TORMENTAS

NIVEL AMARILLO: Tormentas generalizadas con posibilidad de desarrollo de estructuras organizadas. Lluvias localmente fuertes y/o vientos localmente fuertes y/o granizo inferior a 2 cm. Dado el carácter de estos fenómenos existe la posibilidad de que se puedan producir tormentas de intensidad superior de forma puntual. NIVEL NARANJA: Tormentas muy organizadas y generalizadas. Es posible que se puedan registrar lluvias localmente muy fuertes y/o vientos localmente muy fuertes y/o granizo superior a 2 cm. También es posible la aparición de tornados. NIVEL ROJO: Tormentas altamente organizadas. La probabilidad de lluvias localmente torrenciales y/o de vientos localmente muy fuertes y/o granizo superior a 2 cm es muy elevada. Es probable la aparición de tornados.

ALUDES NIVEL AMARILLO: Índice 4 (fuerte) con nivel de salida por debajo de los 2100 metros o 5 (muy fuerte) con nivel de salida por encima de los 2100 metros. NIVEL NARANJA: Índice 5 (muy fuerte) con nivel de salida por debajo de los 2100 metros. NIVEL ROJO: Situación excepcional de riesgo generalizado de nivel naranja que afecte a una amplia zona.

UMBRALES Y NIVELES DE AVISO POR CCAA DE LAS VARIABLES: TEMPERATURAS MÁXIMAS, TEMPERATURAS MÍNIMAS, VIENTOS, PRECIPITACIÓN EN 12H, PRECIPITACIÓN EN 1H Y NEVADAS A modo de ejemplo muestro una forma de presentación de estos datos: en mapas

DIFUSIÓN DE BOLETINES

Los GPV (grupos de protección y vigilancia) difundirán los boletines que se han indicado en este documento a: Su área de responsabilidad geográfica (que figura en el anexo 4 del Plan Nacional de Protección Civil) Protección Civil de la(s) Comunidad(es) Autónoma(es) de su responsabilidad Protección Civil de la(s) Delegación(es) del Gobierno Protección Civil de las distintas Subdelegaciones del Gobierno Centros regionales de Salvamento Marítimo Medios de comunicación Otras Entidades u Organismos que sea necesario incorporar

DIFUSIÓN DESDE SERVICIOS CENTRALES DE AEMET

Desde los Servicios Centrales de AEMET se difundirán los boletines que se han indicado en este documento a: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino Ministerio de Fomento Dirección General de Protección Civil Dirección General del Agua Confederaciones Hidrográficas Dirección General de Carreteras Dirección General de Transporte por Carretera Dirección General de Tráfico Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima (SASEMAR) Departamento de Infraestructuras y Seguimiento para Situaciones en Crisis (DISCC) Estados mayores de los ejércitos de tierra, mar y aire Unidad Militar de Emergencias UME Federación Española de Municipios y Provincias TELEFÓNICA (Departamento de Gestión y Conservación-Red de Tránsito) Cruz Roja española (Centro de Coordinación de Emergencias) Intercambio internacional, con diversos Servicios Meteorológicos cercanos. Página Web de AEMET Página Web de Meteoalarm Medios de comunicación.

Otras Entidades u Organismos que sea necesario incorporar

LÉXICO Y GLOSARIO METEOROLÓGICO Explicación del significado de los términos y fenómenos que aparecen en el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos. TÉRMINOS DE PROBABILIDAD La especificación de la probabilidad de ocurrencia será común a todos los fenómenos, con la siguiente terminología. - POSIBILIDAD O POSIBLE: probabilidad de que ocurra el fenómeno entre el 10 y el 40% - PROBABLE: probabilidad entre el 40 y el 70% - MUY PROBABLE: La probabilidad es mayor del 70% DESCRIPCIÓN DE CADA UNO DE LOS FENÓMENOS METEOROLÓGICOS PRECIPITACIÓN Se considera la precipitación como un hidrometeoro compuesto por un agregado de partículas acuosas, líquidas o sólidas, cristalizadas o amorfas, que caen desde una nube o un grupo de nubes y que alcanzan el suelo En cualquier referencia a las precipitaciones, a parte de los términos de probabilidad, se hará referencia a otros términos que definan el tipo, la intensidad y la distribución espacial y la evolución temporal. TIPOS DE PRECIPITACIÓN - LLUVIA: Precipitación de partículas de agua líquida en forma de gotas de diámetro mayor que 0.5 mm, o bien, más pequeñas, pero muy dispersas. - CHUBASCO: Precipitación, frecuentemente fuerte y de corta vida, que cae desde nubes convectivas; las gotas o partículas sólidas en los chubascos son usualmente mayores que los elementos correspondientes a otros tipos de precipitación. Se caracterizan por su comienzo y final repentinos, generalmente por grandes y rápidos cambios de intensidad. - NIEVE: Precipitación de cristales de hielo en su mayoría ramificadas (a veces en forma de estrellas). - GRANIZO: Precipitación de pequeños globos o trozos de hielo (pedrisco) con diámetros entre 5 y 50 mm o algunas veces más, y que caen separados o agrupados irregularmente. TÉRMINOS DE INTENSIDAD (EN MM/H) DE LLUVIAS Y CHUBASCOS - MODERADAS. Cuando su intensidad es mayor que 2 y menor o igual que 15 mm/h - FUERTES: Su intensidad es mayor que 15 y menor o igual que 30mm/h - MUY FUERTES: Intensidad mayor que 30 y menor o igual que 60 mm/h - TORRENCIALES: Para intensidades mayores que 60 mm/h

NEVADAS - DÉBILES: Los copos son normalmente pequeños y dispersos. Con viento en calma el espesor de la cubierta de nieve aumenta en una cantidad no superior a los 0.5 cm/h - MODERADAS: Normalmente consisten en copos de mayor tamaño, cayendo con suficiente densidad como para disminuir la visibilidad sustancialmente. La cubierta de nieve aumenta en una proporción de hasta 4 cm/h. - FUERTES: Reduce la visibilidad a un valor bajo y aumenta la cubierta de nieve en proporción que excede los 4cm/h. TÉRMINOS DE DISTRIBUCIÓN ESPACIAL - AISLADAS O DISPERSAS: Cuando afecte a un porcentaje del territorio comprendido entre el 10 y el 30% - GENERALIZADAS: Cuando el territorio afectado sea mayor del 60% TÉRMINOS DE EVOLUCIÓN TEMPORAL ATENDIENDO A LA DURACIÓN - OCASIONALES: Duración inferior al 30% del período de predicción - PERSISTENTES: Para duración superior al 60% del período ATENDIENDO A LA FRECUENCIA

- FRECUENTES: Que se repiten a menudo, de forma que la duración total de la presencia del fenómeno sea superior a su ausencia - INTERMITENTES: Que se producen de manera casi regular, interrumpiéndose durante cortos intervalos de tiempo. La duración del fenómeno será aproximadamente del 50%. TORMENTAS En el glosario actual se define una tormenta como una o varias descargas bruscas de electricidad atmosférica que se manifiesta por su brevedad e intensidad (relámpago) o por el ruido seco o un rugido sordo (trueno), sin embargo, dada la imposibilidad de emitir avisos de tormentas según el número de descargas que las acompañan, desde el punto de vista de la aplicación se considerarán las tormentas según su grado de organización. INTENSIDAD POR LOS EFECTOS EN SUELO - FUERTE: Cuando va acompañada de rachas fuertes de viento, precipitación localmente intensa o granizo superior a 1 cm - ORGANIZADA: Una tormenta está organizada cuando muestra cierto grado de estructuración interna. Ya que la organización es difícil de evaluar directamente en entornos operativos se suele estimar indirectamente por su duración e intensidad.

Si se utiliza como elemento de observación de la tormenta el radar, diremos que una tormenta está organizada cuando su ciclo de vida es superior a la vida media de una tormenta ordinaria, entre 20-30 min., y mantiene valores de reflectividad significativos para el entorno y la fecha en que se desarrolla.

DISTRIBUCIÓN ESPACIAL Y EVOLUCIÓN TEMPORAL TÉRMINOS DE DISTRIBUCIÓN ESPACIAL - AISLADAS O DISPERSAS: Cuando afecte a un porcentaje del territorio comprendido entre el 10 y el 30% - GENERALIZADAS: Cuando el territorio afectado sea mayor del 60% TÉRMINOS DE EVOLUCIÓN TEMPORAL ATENDIENDO A LA DURACIÓN - OCASIONALES: Duración inferior al 30% del período de predicción - PERSISTENTES: Para duración superior al 60% del período TORNADO Tempestad giratoria muy violenta de pequeño diámetro; es el más violento de todos los fenómenos meteorológicos. Se produce a causa de una tormenta de gran violencia y toma la forma de una columna nubosa proyectada de la base de un Cumulonimbus hacia el suelo.

TEMPERATURA Se define la temperatura del aire como el nivel alcanzado en un termómetro que está expuesto al aire y protegido de la radiación solar. TÉRMINOS DE INTENSIDAD - AUMENTO MODERADO: Para aumentos mayores de 2 y menores o iguales a 6ºC - AUMENTO NOTABLE: Para aumentos mayores de 6 y menores o iguales a 12ºC - DESCENSO MODERADO: Cuando se esperan descensos mayores de 2 y menores o iguales a 6ºC. - DESCENSO NOTABLE: Para descensos mayores de 6 y menores o iguales a 12ºC. TÉRMINOS DE EVOLUCIÓN ESPACIAL En caso necesario se nombrará la zona y el nuevo valor de la evolución de la temperatura. TÉRMINOS DE EVOLUCIÓN TEMPORAL Si se espera la entrada de una masa de aire frío o cálido a lo largo del período de predicción, que altere total o parcialmente la onda térmica diurna, (es decir, la marcha "normal" de la temperatura), se utilizará el término "progresivo" en relación con la evolución.

OLAS DE CALOR Calentamiento importante del aire o invasión de aire muy caliente, sobre una zona extensa. Suelen durar de unos días a unas semanas. Los términos que las definen corresponden a lo especificado para la temperatura (ascenso/descenso moderado y notable) OLAS DE FRÍO Se considera como el enfriamiento importante del aire o la invasión de aire muy frío sobre una zona extensa hay que señalar que para la ola de frío no se considera el concepto de permanencia). Los términos que las definen corresponden a lo especificado para la temperatura (ascenso/descenso moderado y notable). TEMPERATURA EXTREMA Temperatura más alta o más baja alcanzada en un tiempo dado. (Dentro de los avisos especiales para una ola de calor o frío, se debe informar de dicho valor). VIENTO Movimiento del aire con relación a la superficie terrestre. Caso de no haber especificación contraria, se considera solamente la componente horizontal del vector velocidad. Al ser una magnitud vectorial, su predicción ha de constar de dirección y velocidad. DIRECCIÓN Se usará la rosa de vientos de ocho direcciones, es decir: N-NE-E-SE-S-SW-W-NW y cuyas equivalencias en grados sexagesimales son: - N- dirección entre 337.5 y 22.5º - NE dirección entre 22.5 y 67.5º - E dirección entre 67.5 y 112.5º - SE dirección entre 112.5 y 157.5º - S dirección entre 157.5 y 202.5º - SW dirección entre 202.5 y 247.5º - W dirección entre 247.5 y 292.5º - NW dirección entre 292.5 y 337.5º Cuando la oscilación de la dirección del viento vaya a ser de más de 45º, esta se definirá en intervalos de 90º de la siguiente manera. - Componente Norte: dirección entre 315 y 45º - Componente Este dirección entre 45 y 135º - Componente Sur dirección entre 135 y 225º - Componente Oeste dirección entre 225 y 315º Finalmente se debe entender por viento de dirección (VRB) aquel cuya dirección oscila frecuentemente en más de 90º, aunque no hay que confundir con un viento que gire de una dirección a otra durante el período considerado.

VELOCIDAD La predicción de velocidad se hará de sus valores medios (entendidos como media en diez minutos), pero algunas veces se deberá hacer referencia a los valores de velocidad instantánea (generalmente máximos) denominados rachas. RACHA es una desviación transitoria de la velocidad del viento con respecto a su valor medio. TÉRMINOS DE INTENSIDAD - MODERADOS: velocidad media entre 21 y 40 km/h - FUERTES: velocidad media entre 41 y 70 km/h - MUY FUERTES: velocidad media entre 71 y 120 km/h - HURACANADOS: velocidad media mayor que 120 km/h TÉRMINOS DE DISTRIBUCIÓN ESPACIAL Se nombrarán las zonas y los nuevos valores del viento esperados en ellas. TÉRMINOS DE EVOLUCIÓN TEMPORAL EN CUANTO A LA DIRECCIÓN Para el cambio de dirección del viento se empleará el término girar. EN CUANTO A LA VELOCIDAD

ATENDIENDO A LA INTENSIDAD - AUMENTAR: Cuando la velocidad media del viento vaya a ser de un intervalo superior al del período inicial de la predicción del período inicial de la predicción - DISMINUIR: Si la velocidad pasa a un intervalo inferior. - RACHAS: En el caso de que las variaciones sean instantáneas y significativas, de acuerdo con el criterio arriba indicado. ATENDIENDO A LA DURACIÓN - OCASIONALMENTE: Cuando la duración del aumento o disminución de la velocidad del viento vaya a ser alrededor del 10% del tiempo total de predicción. - INTERVALOS: Cuando la duración de los aumentos y disminuciones de la velocidad del viento vaya a ser en total de alrededor del 20% del período total. GALERNAS Una galerna es un viento súbito muy fuerte y racheado, acompañado o no de precipitaciones que suele cortar de manera brusca un tiempo apacible y generalmente caluroso. Es un fenómeno propio del mar Cantábrico donde se desplazan de W a E.

DESHIELOS Fusión de la nieve o del hielo o ambos en la superficie de la tierra, por acción de factores climáticos o hidrológicos. Influye la altura de la cubierta nivosa, la de la isoterma de 0º y la precipitación caída en 24 horas. NIEBLAS Suspensión en la atmósfera de gotas muy pequeñas de agua, que reducen la visibilidad horizontal sobre la superficie del globo a menos de 1 kilómetro. TÉRMINOS DE DISTRIBUCIÓN ESPACIAL - AISLADAS O DISPERSAS: Cuando afecte a un porcentaje del territorio comprendido entre el 10 y el 30% - GENERALIZADAS: Cuando el territorio afectado sea mayor del 60% TÉRMINOS DE EVOLUCIÓN TEMPORAL - ESPESÁNDOSE, cuando la visibilidad se vaya reduciendo en el transcurso del tiempo. - DISIPÁNDOSE, en caso contrario. - PERSISTENTES, cuando no se espere ninguna de las evoluciones temporales anteriores. CENCELLADA Depósito de hielo formado, en general, por la congelación de gotitas de niebla o de nubes sub-fundidas, sobre objetos duros, cuya superficie está a una temperatura próxima a 0ºC. POLVO EN SUSPENSIÓN Partículas de polvo o arena fina que permanecen en la atmósfera durante un período de tiempo apreciable y que son transportadas por el viento desde diferentes regiones de la tierra. RISSAGA Oscilación del nivel del mar en puertos, calas o bahías, motivadas por causas meteorológicas en condiciones de resonancia.

ALUD Masa de nieve y de hielo que se desploma bruscamente por las laderas de una montaña y arrastra, frecuentemente, tierra, rocas, y despojos de toda naturaleza. El nivel de salida de un alud es la altitud a en la que la nieve inestable colapsa y comienza a moverse.

ESCALA EUROPEA DEL RIESGO DE ALUDES Índice de riesgo. Estabilidad del manto nivoso. Probabilidad de desencadenamiento de aludes: 1. Débil El manto nivoso está bien estabilizado en la mayoría de las pendientes. Excepcionalmente pueden desencadenarse aludes en algunas pendientes muy propicias (*) y, sobre todo por fuertes sobrecargas. De forma natural sólo pueden desencadenarse coladas o pequeños aludes. 2. Limitado En pendientes suficientemente propicias a los aludes (**), el manto sólo está estabilizado moderadamente En el resto, está bien estabilizado. Se pueden desencadenar aludes sobre todo por sobrecargas fuertes y en algunas pendientes cuyas características se describen normalmente en el boletín. No se esperan salidas espontáneas de aludes de gran amplitud. 3. Notable En numerosas pendientes suficientemente propicias (**), el manto sólo está moderada o débilmente estabilizado. Se pueden desencadenar aludes, incluso por sobrecargas débiles en las pendientes cuyas características se describen habitualmente en el boletín. En ciertas situaciones son posibles algunas salidas espontáneas de aludes de dimensiones medias y a veces grandes. 4. Fuerte En la mayoría de las pendientes suficientemente propicias a los aludes (**), el manto nivoso está débilmente estabilizado. Se pueden desencadenar aludes, incluso por sobrecargas débiles en la mayoría de las pendientes suficientemente propicias a los mismos. En ciertas situaciones, son posibles numerosas salidas espontáneas de aludes de dimensiones medias y a veces grandes. 5. Muy fuerte Inestabilidad generalizada del manto nivoso. Se pueden esperar numerosos y grandes aludes originados espontáneamente incluyendo zonas con pendientes poco propicias. (*) El carácter propicio de la pendiente lo determinan determinadas condiciones de inclinación, configuración del terreno, proximidad de la cresta, (**) Generalmente, las características de estas pendientes (altitud, exposición, topografía) están precisadas en el boletín.

VIENTO Y OLEAJE EN ZONAS MARÍTIMAS COSTERAS MAR DE VIENTO

Oleaje que resulta de la acción del viento (*)

en una extensión marítima sobre la cual sopla. Se aplica la escala Douglas. (*)

En los boletines de predicción marítima la velocidad del viento se expresa mediante la escala Beaufort

FUERZA DEL VIENTO A PARTIR DE LA ESCALA BEAUFORT

F Nudos Nombre ___________________________________________ 5 17-21 Fresquito 6 22-27 Fresco 7 28-33 Frescachón 8 34-40 Temporal 9 41-47 Temporal Fuerte 10 48-55 Temporal Duro 11 56-63 Temporal Muy Duro 12 64 Temporal Huracanado

ALTURA DE OLAS A PARTIR DE LA ESCALA DOUGLAS

S Metros Nombre _____________________________________ 4 1.25-2.5 Fuerte Marejada 5 2.5-4 Gruesa 6 4-6 Muy Gruesa 7 6-9 Arbolada 8 9-14 Montañosa 9 14 Enorme MAR DE FONDO Oleaje que se propaga fuera de la zona donde se ha generado, pudiendo llegar a lugares muy alejados. También recibe el nombre de mar tendida o mar de leva. CICLÓN Circulación cerrada atmosférica que, en el hemisferio norte, gira en sentido contrario a las agujas del reloj. Se distinguen los siguientes tipos: CICLÓN TROPICAL Ciclón a escala sinóptica de núcleo cálido con características no frontales, que se origina sobre aguas tropicales o subtropicales, con convección organizada y profunda y una circulación de vientos cerrada alrededor de un centro bien definido. Una vez formado el ciclón se mantiene extrayendo energía del océano cálido y transportando el calor y humedad a la alta troposfera.

BORRASCA DE LATITUDES MEDIAS O CICLÓN EXTRATROPICAL Es una perturbación ciclónica a escala sinóptica de núcleo frío con características frontales, que se origina en latitudes medias sobre aguas templadas frescas y una circulación de vientos cerrada alrededor de un centro bien definido. Una vez formada la borrasca se mantiene extrayendo energía del contraste de temperaturas en la atmósfera (efecto baroclino). CICLÓN SUBTROPICAL Sistema de bajas presiones con características no frontales que tiene propiedades de ciclón tropical y extratropical.

4.2.- DESCRIPCIÓN DE LOS RIESGOS NATURALES. MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y DE PROTECCIÓN.

4.2.1.- ALTAS TEMPERATURAS

Se considera la ola de calor como un calentamiento importante del aire o una invasión de aire muy cálido sobre una zona extensa. Suele durar de varios días a unas semanas. Las temperaturas alcanzadas durante una ola de calor se sitúan dentro de los valores máximos extremos.

Se entiende por temperatura máxima extrema el valor más alto alcanzado en un período de tiempo.

Altas Temperaturas. Medidas de Protección

La Dirección General de Protección Civil y Emergencias recomienda a los ciudadanos que se protejan y extremen las precauciones ante los riesgos derivados de temperaturas extremas por calor, con especial atención a los colectivos más vulnerables. Aconseja estar informado a través de los medios de comunicación y seguir las recomendaciones.

Adoptar determinadas pautas de comportamiento sirve tanto para protegernos a nosotros mismos, como para preservar los recursos hídricos y evitar incendios forestales, cuya declaración y propagación se ve favorecida por las altas temperaturas.

En general, las medidas de prevención a adoptar son:

Limite su exposición al sol, permanezca en lugares protegidos del sol el mayor tiempo posible y manténgalos bien ventilados.

Tenga en cuenta que, al entrar o salir de estos lugares, se producen cambios bruscos de temperatura que pueden afectarle.

Tome comidas ligeras y regulares, bebidas y alimentos ricos en agua y sales minerales, como las frutas y hortalizas, que le ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor.

Vístase con ropa adecuada de colores claros, cubriendo la mayor parte del cuerpo, especialmente, la cabeza. Utilice cremas de protección solar corporal y labial.

Evite ejercicios físicos prolongados en las horas centrales del día. Interésese por personas mayores y enfermas próximas, que vivan solas

o aisladas. Nunca deje a niños ni personas mayores en el interior de un vehículo

cerrado. Siga las recomendaciones específicas sobre sequía, ante una situación de escasez de agua, así como las correspondientes a la prevención de incendios forestales.

4.2.2.- LLUVIAS INTENSAS

La lluvia es una precipitación de agua líquida en forma de gotas que caen con velocidad apreciable y de modo continuo. Según el tamaño de las gotas se califican de llovizna, lluvia o chubasco.

Estas dos últimas modalidades se clasifican por su intensidad en fuertes (entre 15 y 30 mm/hora), muy fuertes (entre 30 y 60 mm/hora) o torrenciales (por encima de 60 mm/hora).

Según su origen, las precipitaciones se pueden clasificar en tres tipos fundamentales: convectivas (propagación del calor por masas móviles de materia, como las corrientes de gases –aire- y de líquidos), las procedentes de sistemas frontales, las de tipo ciclónico y las de origen orográfico.

Las convectivas van asociadas al verano por el fuerte calentamiento que experimenta la superficie de la tierra o, en general, cuando sobre una superficie caliente pasa aire húmedo e inestable.

En las de tipo frontal o ciclónico, el mecanismo esencial es el ascenso de aire frío por convergencia horizontal de corrientes en una zona de bajas presiones.

Y, por último, las de tipo orográfico están causadas porque los sistemas montañosos pueden impulsar las corrientes ascendentes, frenar la velocidad de los sistemas frontales o producir en los valles un efecto "embudo" que origina una convergencia y elevación de corrientes ascendentes.

Medidas de Prevención

En general, las medidas de prevención que debe adoptar son:

En vivienda/ refugio:

Retirar del exterior de la vivienda, aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua.

Revisar, cada cierto tiempo, el estado del tejado, el de las bajadas de agua de edificios y de los desagües próximos.

Colocar los documentos importantes y, sobre todo, los productos peligrosos, en aquellos lugares de la casa en los que la posibilidad de que se deterioren por la humedad o se derramen, sea menor.

En el exterior:

No estacionar vehículos ni acampar en cauces secos, ni a la orilla de ríos, para evitar ser sorprendido por una súbita crecida de agua o por una riada.

Si tiene que viajar, procure circular, preferentemente, por carreteras principales y autopistas.

No circular con su vehículo por zonas de vaguada que puedan verse afectadas por una riada y no atravesar los tramos que estén inundados, la fuerza del agua puede arrastrar y hacer flotar el vehículo.

Si tiene pensado realizar alguna actividad al aire libre es conveniente que se mantenga informado de las variaciones meteorológicas que facilita la Agencia Estatal de Meteorología en su página web y siga estrictamente las recomendaciones ya mencionadas.

Son particularmente zonas de peligro, las proximidades a los cauces de los ríos, los barrancos y las ramblas, aunque normalmente aparezcan secos.

Si ya se encuentra en la montaña, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, para evitar ser sorprendido por una súbita crecida de agua o por una riada.

También se deben de tener en cuenta otra serie de medidas como son: Mantenerse permanentemente informado a través de la radio y de otros medios de comunicación, de las predicciones meteorológicas y del estado de las carreteras, además de la situación general de lo que esté sucediendo.

4.2.3.- FRÍO INTENSO

Se considera la ola de frío como un enfriamiento importante del aire o una invasión de aire muy frío sobre una zona extensa. Las temperaturas alcanzadas durante una ola de frío se sitúan dentro de los valores mínimos extremos.

Se entiende por temperatura mínima extrema el valor más bajo alcanzado en un período de tiempo.

La helada consiste en una congelación directa de la humedad del suelo. No es un fenómeno estrictamente meteorológico porque no se forma en la atmósfera, pero está directamente relacionado con la temperatura que será determinante.

Medidas de Protección

Protección Civil, en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo. La Dirección General de Protección Civil y Emergencias recomienda a los ciudadanos que se protejan y extremen las precauciones ante los riesgos derivados de temperaturas extremas por frío, con especial atención a los colectivos más vulnerables. Aconseja estar informado a través de los medios de comunicación y seguir las recomendaciones.

En general, las medidas de protección a adoptar ante un temporal de nieve y

frío son:

Si se va a viajar

Solicitar información previa del estado de las carreteras y de la situación meteorológica.

Evitar el viaje en coche siempre que no sea necesario y utilizar, a ser posible, transporte público.

En caso de ser imprescindible la utilización del vehículo, revisar neumáticos, anticongelante y frenos. Además, hay que tener la precaución de llenar el depósito de la gasolina, y llevar cadenas y elementos de abrigo.

Así mismo, es recomendable llevar un teléfono móvil y dispositivo de alimentación del mismo.

Ir muy atento para tener especial cuidado con las placas de hielo. Es difícil determinar en qué lugar del trayecto pueden haberse formado, aunque generalmente las zonas de umbría son las más habituales.

Si queda atrapado por la nieve

Debe permanecer en el coche, si el temporal le sorprende dentro del mismo.

Asimismo, es conveniente mantener el motor del vehículo encendido y la calefacción puesta, cuidando renovar cada cierto tiempo el aire. Es muy importante evitar quedarse dormido.

Comprobar que se mantiene libre, en todo momento, la salida del tubo de escape para que el humo no penetre en el coche.

Si es posible, intente sintonizar las emisoras de radio, que seguramente le informarán de las predicciones meteorológicas, las informaciones oficiales sobre el estado de la situación y las indicaciones que se den al respecto.

Precauciones en la montaña

Si se van a realizar excursiones a la montaña, es conveniente adoptar una serie de precauciones, tales como: Informarse de la predicción meteorológica de la zona a la que piensa ir.

Elegir la zona y el itinerario adecuados, en función de la preparación física y del conocimiento que se tenga de ambos.

Informarse de la localización de los refugios o cabañas donde resguardarse en caso de descenso brusco de temperaturas, tormentas u otras condiciones meteorológicas adversas y llevar teléfono móvil cargado.

Dejar información a familiares de dónde vamos, horario de vuelta, etc. Prestar atención y respetar las indicaciones de los carteles y otras

señalizaciones sobre riesgos de la montaña. Tener en cuenta que los cambios bruscos de tiempo pueden ser

frecuentes en la montaña: Llevar el equipamiento y el material apropiados para las condiciones meteorológicas, para la actividad que se va a realizar en la montaña, y conocer perfectamente las técnicas de progresión en el tipo de nieve que vamos a pisar durante la actividad.

4.2.4.- LAS NEVADAS

La nieve es una precipitación en forma de estrellas hexagonales de hielo cristalizado que se sueldan entre sí formando los copos. La nieve se va depositando sobre el suelo y si las condiciones son favorables, el espesor adquirido va creciendo de forma muy rápida. Por su intensidad se clasifican en débiles (el espesor aumenta hasta 0,5cm/hora), moderadas (el espesor aumenta hasta 4 cm/h) y fuertes (el espesor aumenta más de 4 cm/h).

El origen de la nieve está en aquellas nubes en las que existen cristales de hielo sobre los que el vapor de agua se deposita en estado sólido, lo que les hace crecer de tamaño. En su caída, si las temperaturas que se encuentran son inferiores a 0ºC, se unen varios de ellos formando los copos de nieve.

Es frecuente que a las nevadas les acompañen heladas, lo que origina que el manto nivoso sea especialmente peligroso para la circulación en carreteras y el desplazamiento de las personas.

En el Plan de Fenómenos Meteorológicos Adversos se considera que pueden suponer un riesgo meteorológico a partir del concepto de nevadas moderadas y bajo esta idea se establecen los umbrales para las diferentes zonas del país.

La situación actual de los Avisos de Fenómenos Meteorológicos Adversos por nevadas se puede consultar en la sección de enlaces.

Para completar la información sobre este riesgo, en estas mismas páginas, se puede consultar información sobre la Campaña de vialidad invernal.

Medidas de Protección

En general, las medidas de protección a adoptar ante un temporal de nieve y frío son:

Si se va a viajar

Solicitar información previa del estado de las carreteras y de la situación meteorológica.

Evitar el viaje en coche siempre que no sea necesario y utilizar, a ser posible, transporte público.

En caso de ser imprescindible la utilización del vehículo, revisar neumáticos, anticongelante y frenos. Además, hay que tener la precaución de llenar el depósito de la gasolina, y llevar cadenas y elementos de abrigo.

Así mismo, es recomendable llevar un teléfono móvil y dispositivo de alimentación del mismo.

Ir muy atento para tener especial cuidado con las placas de hielo. Es difícil determinar en qué lugar del trayecto pueden haberse formado, aunque generalmente las zonas de umbría son las más habituales.

Si queda atrapado por la nieve

Debe permanecer en el coche, si el temporal le sorprende dentro del mismo.

Asimismo, es conveniente mantener el motor del vehículo encendido y la calefacción puesta, cuidando renovar cada cierto tiempo el aire. Es muy importante evitar quedarse dormido.

Comprobar que se mantiene libre, en todo momento, la salida del tubo de escape para que el humo no penetre en el coche.

Si es posible, intente sintonizar las emisoras de radio, que seguramente le informarán de las predicciones meteorológicas, las informaciones oficiales sobre el estado de la situación y las indicaciones que se den al respecto.

Precauciones en la montaña

Si se ha planificado realizar excursiones a la montaña, es conveniente adoptar una serie de precauciones, tales como:

Informarse de la predicción meteorológica de la zona a la que piensa ir. Elegir la zona y el itinerario adecuados, en función de la preparación

física y del conocimiento que se tenga de ambos –itinerario y zona montañosa-.

Dejar información a familiares de dónde vamos, con quién, horario de vuelta previsto, teléfonos de contacto, etc.

Informarse de la localización de los refugios o cabañas donde resguardarse en caso de descenso brusco de temperaturas, tormentas u otras condiciones meteorológicas adversas y llevar teléfono móvil.

Prestar atención y respetar las indicaciones de los carteles y otras señalizaciones sobre riesgos de la montaña.

Tener en cuenta que los cambios bruscos de tiempo pueden ser frecuentes en la montaña: Por la tanto hay que llevar el equipamiento y el material apropiados a las condiciones meteorológicas, a las actividades programadas y conocer las técnicas de progresión y de auto protección específicas al tipo de nieve que nos vamos a encontrar.

Riesgo de Nevadas

Durante la Campaña de Vialidad Invernal, en la Red de Carreteras del Estado se está a lo dispuesto en el Protocolo de Coordinación de Actuaciones ante nevadas y otras situaciones meteorológicas extremas que regula las actuaciones de los diferentes Organismos de la Administración General del Estado involucrados, cuyo objetivo es asegurar la vialidad en dicha Red y prestar, en su caso, la asistencia adecuada a los ocupantes de los vehículos.

En la puesta en práctica del Protocolo intervienen, con la coordinación del Subsecretario del Ministerio del Interior, las Direcciones Generales de Carreteras y del Transporte por Carretera, la Agencia Estatal de Meteorología, la Dirección General de Tráfico, con la Agrupación de Tráfico de la Guardia

Civil, y la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, así como la totalidad de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno.

Para mantenerse informado, en tiempo real, de las incidencias ocurridas en la Red de Carreteras del Estado, puede consultar la página web de la Dirección General de Tráfico que, a su vez, pone a disposición de los ciudadanos información sobre medios de comunicación que dan noticias de la situación de las carreteras, así como recomendaciones sobre las medidas a adoptar para una conducción más segura.

Por su parte, la Agencia Estatal de Meteorología informa en tiempo real de la situación meteorológica prevista, así como de las precipitaciones en forma de nieve.

Finalmente, es importante estar preparados de cara a la temporada invernal, actualizando las medidas de prevención y conociendo las recomendaciones que se ofrecen desde estas mismas páginas, con el fin de evitar y/o minimizar las posibles eventualidades que puedan ocasionar las nevadas y el frío intenso.

4.2.5.- TORMENTAS Y RAYOS

Se considera una tormenta como una o varias descargas bruscas de electricidad atmosférica que tiene una manifestación luminosa que es el relámpago y otra sonora en forma de ruido seco o retumbo sordo que es el trueno.

Las descargas con relámpago pueden producirse en el interior de la propia nube, salir de una nube a otra o alcanzar el suelo, en cuyo caso recibe el nombre de rayo. No está constituido por una chispa única sino por varias descargas sucesivas que recorren el mismo camino en brevísimo intervalo de tiempo.

Los rayos son causas directas de muchas muertes al año y desencadenan efectos secundarios como incendios, especialmente en las zonas forestales. Por esta razón, se presta una especial atención a la predicción y vigilancia de los fenómenos tormentosos.

La nube característica de la tormenta es el Cumulunimbo de aspecto negruzco y espeso y de gran desarrollo vertical. Estas nubes pueden dar lugar a lluvias intensas, a veces con granizo y con fuertes rachas de viento.

Para que se forme una tormenta se debe cumplir que exista una masa de aire muy inestable con violentas corrientes ascendentes y que además haya suficiente humedad que permita la condensación y por tanto la formación del Cumulunimbo.

Las tormentas tienen un ciclo de vida que comprende tres fases: Formación, maduración y disipación. En la formación, las corrientes ascendentes son muy

activas, especialmente cuando se alcanza el nivel de temperatura de 0º, lo que hace crecer a la nube hasta que el agua o hielo que contiene no puede ser sostenido por las corrientes ascendentes y comienzan a precipitarse, en cuyo momento se alcanza la fase de maduración, en el que todavía existen algunas corrientes ascendentes que conviven con las descendentes generando remolinos y turbulencias, especialmente en las proximidades del suelo. La disipación llega cuando sólo existen corrientes descendentes dentro de la nube lo que hace que, poco a poco, se vaya deshaciendo.

Para el pronóstico y vigilancia de las tormentas se utilizan en la Agencia Estatal de Meteorología las más avanzadas tecnologías basadas en sistemas de observación terrestre, teledetección y modelos de predicción.

Dentro del Plan FENÓMENOS METEOROLÓGICOS ADVERSOS se emitirán Boletines de Aviso de tormentas al considerar que tiene una estructura organizada, lo cual supone que se prevé un ciclo de vida media superior al de una tormenta ordinaria y que sus efectos en el suelo en cuanto a lluvia y vientos caen en la categoría de fuertes, además de poder presentar granizo.

En las descargas se pueden consultar bajo qué criterios se han adoptado los niveles amarillo, naranja y rojo para la jerarquización de las tormentas, así como el mapa del número medio anual de tormentas en España.

La situación actual de los Avisos de Fenómenos Meteorológicos Adversos por tormentas se puede consultar en la zona de enlaces dónde también aparece el mapa con la representación de los últimos rayos caídos.

Medidas de Protección. En general, las medidas de protección a adoptar son:

En la montaña

Ante una situación de riesgo provocada por una tormenta en la montaña, es recomendable:

Evitar permanecer en lo alto de las colinas y no refugiarse debajo de árboles, sobre todo, si están solitarios.

Alejarse de alambradas, verjas, vías del tren y otros objetos metálicos, al igual que de zonas ricas en mineral de hierro.

Pueden ser particularmente peligrosas determinadas zonas de montaña: la proximidad a cauces de agua, aun los que aparezcan secos, y el ejercicio, en tales circunstancias, de ciertas actividades deportivas denominadas “de riesgo” (escalada, barrancos, acampadas incluso campamentos).

Si va conduciendo y se ve sorprendido por una tormenta, recuerde que un vehículo cerrado puede ser un buen refugio. En todo caso, disminuya la velocidad, extreme las precauciones y no se detenga en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua.

Tormentas en zona rural y urbana

El peligro de las tormentas para las personas se produce, fundamentalmente, en campo abierto. No obstante, dentro de los núcleos urbanos también hay peligro de rayos. Por tanto, conviene tener presente que:

En la calle, el abrigo de los edificios protege del riesgo de las descargas.

Dentro de casa o de un refugio o albergue, hay que cuidar que no se produzcan corrientes de aire, pues éstas atraen los rayos. De ahí la recomendación de cerrar puertas y ventanas en caso de tormenta. Igualmente, se debe evitar tomar un baño o ducha, ya que el agua es una buena conductora en caso de tormenta eléctrica.

También conviene proteger los electrodomésticos, ordenadores, etc. ... desenchufándolos para evitar que sean dañados por una subida de tensión o que ocasionen descargas eléctricas.

TROMBAS DE AGUA

Si le sorprende una tormenta y empieza a llover de manera torrencial, piense que el riesgo de inundación existe y, por tanto, es recomendable tomar determinadas precauciones.

En caso de que el aguacero le sorprenda conduciendo en la carretera, no atraviese con su vehículo los tramos que estén inundados. La fuerza del agua puede arrastrarle al hacer flotar el vehículo.

También es importante localizar los puntos más altos de la zona donde se encuentre, ya que puede necesitar dirigirse a ellos en caso de posible inundación.

Si es posible, intente sintonizar las emisoras de radio locales, que seguramente le informarán de las predicciones meteorológicas para la zona en que se encuentre.

Para facilitar el seguimiento de las previsiones meteorológicas puede consultarse la página de la Agencia Estatal de Meteorología.

4.2.6.- LOS VIENTOS

El viento es el movimiento de aire con relación a la superficie terrestre. En las inmediaciones del suelo, aunque existen corrientes ascendentes y descendentes, predominan los desplazamientos del aire horizontales, por lo que se considera solamente la componente horizontal del vector velocidad. Al ser una magnitud vectorial habrá que considerar su dirección y velocidad.

La dirección del viento no es nunca fija, sino que oscila alrededor de una dirección media que es la que se toma como referencia. Se considerará la rosa de vientos de ocho direcciones para definirlo.

En cuanto a la velocidad, al ser aire en movimiento, hay que entender que cada partícula tiene una velocidad distinta, por lo que la predicción se referirá a valores medios, entendiendo como tales como media en diez minutos. Otro aspecto son los valores máximos instantáneos, denominados rachas y que suponen una desviación transitoria de la velocidad del viento respecto a su valor medio. Se clasifican en moderados (velocidad media entre 21 y 40 km/h), fuertes (velocidad media entre 41 y 70 Km/h), muy fuertes (velocidad media entre 71 y 120 km/h) y huracanados (velocidad media mayor de 120 km/h).

El origen del viento está en la diferencia de presión (el peso de la columna de aire) entre dos puntos de la superficie terrestre lo que ocasiona que exista una tendencia al equilibrio desplazando las masas de aire para rellenar las zonas de más baja presión. Cuanto mayor sea la diferencia de presión mayor será la fuerza del viento.

En el Plan de Fenómenos Meteorológicos Adversos se considera que pueden suponer un riesgo meteorológico las rachas máximas a partir de fuertes (> 41-70 Km/h) y bajo esta idea se establecen los umbrales para las diferentes zonas del país.

En las descargas se pueden consultar los umbrales de rachas máximas de viento para las categorías amarillo, naranja y rojo en las distintas zonas españolas.

La situación actual de los Avisos de Fenómenos Meteorológicos Adversos sobre rachas máximas de viento se puede consultar en la zona de enlaces.

Medidas de Protección

En general, las medidas de protección a adoptar ante vientos de gran intensidad son:.

Si se encuentra en vivienda/refugio

Cerrar y asegurar puertas, ventanas o toldos. Retirar macetas y todos aquellos objetos que puedan caer a la calle y

provocar un accidente.

Si se encuentra en la calle (zona rural o urbana)

Es conveniente alejarse de cornisas, muros o árboles, que puedan llegar a desprenderse y tomar precauciones delante de edificaciones en construcción o en mal estado.

Abstenerse de subir andamios sin las adecuadas medidas de protección.

En la montaña

Evitar progresar por collados y crestas, procurar protegerse progresando por zonas situadas a sotavento –excepto en montaña nevada- y bajar a cotas inferiores.

Evitar las vertientes sur de las montañas nevadas cuando las temperaturas se eleven también por el riesgo de que se produzcan aludes.

Llevar el equipo y el material adecuados a las previsiones meteorológicas que han debido consultarse antes de realizar la salida, y al itinerario y las actividades planificadas.

Si va a viajar

Ante la predicción de vendavales hay que procurar evitar los desplazamientos por carretera y si es necesario hacerlo, extremar las precauciones por la posible presencia de obstáculos en la vía.

En todo caso, infórmese de las condiciones meteorológicas de la zona a la que se dirige.

Si se encuentra en zonas marítimas

Hay que procurar alejarse de la playa y de otros lugares bajos que puedan ser afectados por las elevadas mareas y oleajes que suelen generarse ante la intensidad de vientos fuertes.

En estas situaciones, el mar adquiere condiciones extraordinarias y puede arrastrarle si se encuentra en la proximidad del mar.

Riesgo de Vientos Fuertes

Ante una previsible situación meteorológica de rachas de viento fuerte, es importante seguir las recomendaciones que se ofrecen desde estas mismas páginas.

Los Avisos de Fenómenos Meteorológicos Adversos sobre rachas máximas de viento, se puede consultar en el enlace correspondiente a la página de la Agencia Estatal de Meteorología.

Para poder obtener más información puede consultar las páginas de este apartado.

4.2.7.- INCENDIOS FORESTALES

Un incendio forestal es aquel fuego que se extiende sin control por terreno forestal que no estaba destinado a arder.

En los siniestros por incendio forestal se distingue entre:

conatos: menores de 1 hectárea incendios: de superficie igual o superior a 1 hectárea. Dentro de estos,

los Grandes Incendios son aquellos que superan las 500 hectáreas.

Los rayos, como causa natural, pero principalmente la utilización de las zonas forestales como lugar de trabajo (ganadería, agricultura y trabajos forestales), así como lugar de ocio; pueden provocar que por negligencia, accidente o en ocasiones intencionadamente, tenga lugar un incendio. Si éste no se combate a tiempo, puede generar grandes pérdidas en el medio ambiente, en bienes materiales e incluso en personas.

Incendios forestales en España

El área de Defensa contra Incendios Forestales (MAGRAMA), elabora y publica periódicamente las estadísticas de incendios forestales en España a partir de los datos que le envían las distintas CCAA.

http://www.magrama.es/es/biodiversidad/temas/defensa-contra-incendios-forestales/estadisticas-de-incendios-forestales/

Evolución de la superficie forestal quemada

Evolución del número de siniestros por incendio forestal

Distribución territorial de los incendios forestales

Medidas de Protección

Una Responsabilidad Compartida

Un comportamiento responsable, procurando no encender fuego en el campo ni realizar actividades que puedan derivar en un incendio cuando exista riesgo, es la mejor medida para evitar los incendios forestales. Éstos, además de constituir un problema medioambiental muy grave, pueden ocasionar situaciones de riesgo para las personas y sus bienes. Por eso, si observa un incendio forestal o una columna de humo dentro del

monte, la Ley de Montes establece la obligación de toda persona de avisar de la existencia de un incendio, y, en su caso, de colaborar en su combate. Así es importante avisar lo más rápidamente posible al 112.

Medidas de Prevención

Como norma general, en caso de condiciones meteorológicas que favorezcan la propagación de incendios (días de elevadas temperaturas, sequía prolongada y viento) hay que abstenerse de encender fuego con cualquier finalidad. Entre las medidas de prevención que se pueden adoptar, conviene recordar algunas que, aunque parezcan conocidas, tienden a olvidarse con frecuencia, y así tener la precaución de:

Si se va de viaje, de marcha o de acampada por un terreno forestal:

No encender hogueras para ningún uso (cocinar, calentarse, etc. ). Tenga en cuenta que, en general, está prohibido el uso del fuego en cualquier zona forestal. Solamente se autoriza su uso en zonas y épocas muy determinadas (áreas recreativas acondicionadas específicamente para ello y fuera de la época de sequía o peligro que varían según las condiciones meteorológicas). Aún en zonas autorizadas, asegúrese de que está permitido y, en caso positivo, tenga un cuidado especial al apagarlo, asegurándose que no quede ningún rescoldo que lo pueda reavivar y con ello iniciar un incendio.

No dejar hogueras o lámparas encendidas y desatendidas. Apagar bien las cerillas y cigarrillos y no tirarlos por las ventanillas del

coche. No abandonar en el campo botellas, objetos de cristal o basuras que

puedan provocar o favorecer el incendio.

Si va a quemar rastrojos o restos vegetales:

Solicitar la autorización necesaria y seguir al pie de la letra las condiciones indicadas, en el permiso. Contacte con los Servicios de Montes u organismo del Medio Natural correspondiente a su Comunidad Autónoma, el cual le indicará como conseguir dicha autorización (ver apartado de Documentación)

No hacerlo en días de viento fuerte y/o de sequía acusada. Vigilar la quema y no irse hasta que esté seguro de que está totalmente

apagada, revisando bien los rescoldos. Cuidar el uso de maquinaria y equipos en los montes cuyo

funcionamiento genere deflagración, chispas o descargas eléctricas,

Si vive en una casa de campo o en una urbanización ubicada cerca o en un terreno forestal

Conozca las posibles vías de evacuación existentes.

No queme hojas u otros restos sin autorización y siempre evitando los días de calor, viento y/o de sequía acusada.

Recuerde que las líneas de suministro eléctrico deben ir por fajas cortafuegos de 3 m. de anchura, limpias de vegetación y sin que ésta se aproxime a los cables. Solicite su limpieza a la compañía suministradora o denuncie aquellas situaciones de riesgo que detecte.

Evite los basureros eventuales e incontrolados.

Medidas de AUTOPROTECCIÓN

El conocer el entorno y los riesgos con los que puede encontrarse, ayuda a tomar medidas para evitar que dichos riesgos se produzcan. Por eso, en épocas de riesgo de incendio, para adentrarse en el monte es necesario conocer bien el terreno, las vías de comunicación y caminos alternativos y procurar caminar siempre por zonas de gran visibilidad.

Si inevitable e inesperadamente se encuentra en las proximidades de un incendio:

Avise urgentemente al 112 o autoridad más cercana y actúa según te indiquen.

Si el fuego es pequeño, trate de apagarlo usando agua, ramas o tierra sobre la base de las llamas. Tras sofocar el fuego, tape las brasas y limpie de ramas sus alrededores.

Si le sorprende el fuego, aléjese en dirección opuesta al humo. Respire por la nariz procurando cubrirla con un trapo mojado.

No busque refugio en vaguadas profundas y huya siempre cuesta abajo, el fuego sube ladera arriba como por una chimenea, o en dirección perpendicular al avance del fuego, por eso. De ninguna manera intente escapar ladera arriba por delante del fuego cuando éste ascienda por ella.

No intente cruzar las llamas, puede quedar atrapado. Si no hay más salida, cruce donde el frente sea más débil.

Si el fuego le alcanza, sitúese en la zona ya quemada siempre a espaldas del viento dominante.

Si se prende la ropa, no corra: échese a rodar sobre el suelo y, si tiene una manta, cúbrase con ella, el fuego se extinguirá por falta de aire.

El personal profesional de extinción está altamente cualificado y físicamente preparado. Así que, si tiene intención de colaborar en las tareas de extinción,

Póngase en contacto con los profesionales responsables de la extinción (bomberos, agentes forestales, etc.) lo cuales le asignarán las tareas más acordes a su persona y siga siempre sus instrucciones.

Nunca trabaje aisladamente o por su cuenta. Además de ponerse en peligro, podría comprometer las labores y estrategias de extinción.

No arroje agua a los cables eléctricos.

Cuando un medio aéreo va a lanzar agua, debe retirarse de su trayectoria, evitando que le alcance la descarga.

Extreme todos los cuidados. Su vida vale mucho.

Si vive en una casa de campo o en una urbanización:

Mantenga limpios de hierba o maleza los caminos de acceso a las viviendas, incluyendo las cunetas de los mismos.

Evite en los jardines o parcelas la acumulación de vegetación seca u otros restos que ayuden a la propagación del incendio, ejecutando las tareas de limpieza correspondientes.

Mantenga limpios los tejados de materiales combustibles (hojas, ramas, etc) y evite que las ramas dominen las edificaciones o se acerquen a menos de 3 metros de una chimenea. Lo ideal es que alrededor de cada edificio exista una faja de 10 m. de anchura en la que se elimine toda la vegetación inflamable.

Los tejados y fachadas de las casas deben ser de material resistente al fuego. Las fachadas de madera deben de tener tratamiento ignifugante y las chimeneas de las casas deberían llevar matachispas.

Es conveniente, y en muchos casos obligatorio, la separación de la urbanización del monte con una faja de 25 m. de anchura, limpia de vegetación. Dicha faja puede llevar un camino o carretera perimetral.

También es conveniente que se actúe en la zona forestal contigua a la faja de seguridad, con desbroces y poda del arbolado hasta 3 m de altura como mínimo y con anchuras de trabajo también de 25 m.

Exija a su "Comunidad de Vecinos o Propietarios" la elaboración y mantenimiento de un "Plan de Defensa de Incendios Forestales" para su Urbanización.

Lista de Organismos

¿Qué son los Niveles de Gravedad Potencial de un Incendio Forestal?

Según la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales, en función de:

las condiciones topográficas de la zona donde se desarrolle el o los incendios simultáneos,

la extensión y características de las masas forestales que se encuentren amenazadas,

las condiciones del medio físico e infraestructuras (cortafuegos, red viaria, reservas y puntos de agua, etc.),

las condiciones meteorológicas reinantes (viento, temperatura, humedad relativa),

los posibles peligros para personas no relacionadas con las labores de extinción y para instalaciones, edificaciones e infraestructuras,

se realizará una evaluación de los medios humanos y materiales necesarios para la extinción y, en todo caso, la protección de personas y bienes, en relación con los efectivos disponibles.

Tomando como fundamento esta valoración, se realizará una previsión de la gravedad que la situación comporta, de acuerdo con la siguiente escala:

Nivel 0: Referido a aquellos incendios que pueden ser controlados con los medios de extinción previstos en los respectivos planes y que, aún en su evolución más desfavorable, no suponen peligro para personas no relacionadas con las labores de extinción, ni para bienes distintos a los de naturaleza forestal.

Nivel 1: Referido a aquellos incendios que pudiendo ser controlados con los medios de extinción previstos en el Plan de Comunidad Autónoma, se prevé por su posible evolución, la necesidad de la puesta en práctica de medidas para la protección de las personas y de los bienes que puedan verse amenazados por el fuego.

Nivel 2: Referido a aquellos incendios para cuya extinción se prevé la necesidad de que, a solicitud del órgano competente de la Comunidad Autónoma, sean incorporados medios estatales no asignados al Plan de Comunidad Autónoma, o puedan comportar situaciones de emergencia que deriven hacia el interés nacional.

La calificación inicial de la gravedad potencial de los incendios, en los niveles anteriores, será efectuada por el órgano competente de la Comunidad Autónoma. Dicha calificación podrá variar de acuerdo con su evolución, el cambio de las condiciones meteorológicas, etc.

Se denominarán de nivel 3 aquellos incendios en que habiéndose considerado que está en juego el interés nacional así sean declarados por el Ministro del Interior.

¿Qué son los Planes de Autoprotección y quién debe elaborarlos?

Los Planes de Autoprotección de Empresas, núcleos de población aislada, urbanizaciones, campings, etc, que se encuentren ubicados en zonas de riesgo, así como de asociaciones o Empresas con fines de explotación forestal, establecen las actuaciones a desarrollar con los medios propios de que dispongan, para los casos de emergencia por incendios forestales que puedan afectarles. Estos planes tienen las siguientes funciones básicas:

Complementar las labores de vigilancia y detección previstas en los Planes de ámbito superior.

Organizar los medios humanos y materiales disponibles, para la actuación en emergencias por incendios forestales hasta la llegada e intervención de los Servicios Operativos previstos en los planes de ámbito superior.

Preparar la intervención de medios ajenos en caso de emergencia Garantizar seguridad, y la eficaz evacuación del personal que puedan

verse amenazadas por el fuego.

Los Planes de Autoprotección han de ser elaborados por las urbanizaciones, núcleos de población, campings y otras instalaciones ubicadas en zonas de peligro (que, a su vez, son determinadas por las CCAA). La aprobación de dichos Planes la realizan los Ayuntamientos que los han de incorporar, como anexo, a su Plan Local de Emergencia.

¿Qué pasa cuando un fuego se extiende por varias provincias o CCAA?

¿Se activa un protocolo especial?

Según el Plan Estatal de Protección Civil para Emergencia por Incendios Forestales, cuando la situación de emergencia afecte a varias provincias de una Comunidad Autónoma, bien porque un incendio se desarrolle entre dos provincias o porque haya incendios simultáneos en diferentes provincias, deberá constituirse un Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) de carácter autonómico desde el que se gestionará el apoyo a las actuaciones llevadas a cabo en las provincias afectadas. Cuando un incendio afectara a territorio de diferentes Comunidades Autónomas, es preciso establecer ciertas normas organizativas que permitan una eficaz gestión y coordinación de los medios. Además, se deberá designar un Mando Único Integrado del incendio, que será el órgano Director de Extinción sobre el terreno.

¿Y si hay que pedir medios extranjeros para la extinción?

La petición de ayuda internacional, cuando resulten claramente insuficientes las posibilidades de incorporación de medios estatales, se efectuará y gestionará por la Dirección General de Protección Civil, a requerimiento del Subdelegado de Gobierno de la provincia afectada por el incendio, o del Delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma correspondiente si la emergencia afecta a varias provincias, y previa solicitud del órgano competente de la Comunidad Autónoma. España cuenta con convenios de ayuda bilateral en materia de Protección Civil con Francia, Portugal y Marruecos, así como está integrada en el sistema de petición/cesión de medios de la Protección Civil Europea.

4.3.- RIESGOS GEOLÓGICOS

Los procesos que tienen lugar en el interior de la litosfera terrestre y en la superficie de contacto entre ésta y las capas externas de la tierra, hidrosfera y atmosfera, así como algunos materiales que la constituyen, en muchos casos interfieren en los diferentes sistemas desarrollados por el hombre, dando lugar a pérdidas de vidas humanas y económicas muy cuantiosas.

Esta interacción entre los procesos y materiales litosféricos y antrópicos (originados por el hombre), con elevados costes sociales y económicos, es lo que se conoce como riesgos geológicos. Por tanto, la dinámica de la globalidad de la litosfera terrestre y su conocimiento cobra especial relevancia a la hora de elaborar las estrategias de mitigación de estos riesgos.

Desde el punto de vista de protección civil, los riesgos geológicos que afectan a nuestro país se pueden dividir los siguientes:

Aludes

Desplazamiento de una masa de nieve, de dimensiones y recorrido variables, a lo largo de una ladera, dependiendo de las condiciones meteorológicas

Movimientos del terreno

Son desplazamientos de masas de tierra por acción de la gravedad. Aunque generalmente están asociados a precipitaciones, también pueden producirse como consecuencia de terremotos, volcanes o debido a la acción continuada de los procesos geológicos.

Terremotos

El origen de la mayoría de los terremotos se encuentra en una liberación de energía producto de tectónica de placas, actividad volcánica, o alguno de pequeña magnitud, puede provenir del hundimiento de cavernas kársticas. La probabilidad de ocurrencia de un terremoto de consecuencias catastróficas en España es relativamente baja, pero de ocurrir, sus consecuencias serían graves en términos de afectación a las personas y sus bienes, daños en infraestructuras con la consiguiente interrupción de servicios esenciales.

Tsunami

Es una ola o un grupo de olas de gran energía que se producen cuando algún fenómeno extraordinario (terremoto, volcán, deslizamiento submarino,…) desplaza verticalmente una gran masa de agua. Históricamente, las costas españolas han sufrido el impacto de tsunamis siendo las zonas costeras mas afectadas las ubicadas en la cuenca atlántica sur-occidental y en menor escala la costa mediterránea.

Volcanes

Constituyen el único medio que pone en comunicación directa la superficie terrestre con los niveles del manto terrestre. España tiene un área de actividad volcánica importante en las Islas Canarias, y con menor rango en Olot (Gerona), Campos de Calatrava (Ciudad Real), franja sureste peninsular entre Cabo de Gata y el Mar Menor e Islas Columbretes, e Isla de Alborán…

4.3.1. ALUDES

Fuente: Instituto Geológico y Minero de España; Ministerio de Economía y Competitividad

Un alud, también denominado avalancha (galicismo), es el desplazamiento ladera abajo de una importante porción de nieve (manto nival), que puede incorporar parte del sustrato y de la cobertera vegetal de la pendiente.

Los aludes de nieve se enmarcan dentro de los procesos naturales gravitacionales que afectan a las laderas en zonas de montaña. Este fenómeno, como ocurre en otras ocasiones cuando interaccionan elementos del medio natural, deja de ser un peligro inevitable y de poca repercusión social, para convertirse en un verdadero riesgo natural ocasionando en todo el mundo numerosas pérdidas humanas y un fuerte impacto socioeconómico.

El riesgo de aludes ha existido a lo largo de la historia. Así, algunos cronistas han descrito algunos de los episodios más catastróficos provocados por este fenómeno. Tito Livio, en su narración de la travesía de Aníbal y las tropas cartaginenses por los Alpes, describe como los aludes acabaron con la vida de más de 19.000 soldados en el año 218 A.C. Otro episodio histórico, tuvo lugar en el año 1916, durante la I Guerra Mundial, cuando, en el frente austro-italiano, más de 10.000 soldados perecieron bajo los aludes provocados por los disparos de la artillería enemiga en el macizo de los Dolomitas (Italia). Mucho más reciente es la catástrofe de Yungay, en plena Cordillera Blanca del Perú, donde un alud, desencadenado por un movimiento sísmico en las laderas del monte Huascarán, arrasó completamente el pueblo de Yungay dejando sin vida a más de 20.000 personas.

En Europa, han sido los pueblos de montaña situados en los Alpes y en el Pirineo los que han sufrido de una forma más recurrente los efectos devastadores de los aludes. Las crónicas relatan como en 1601, un alud, arrasó los pueblos de Chèze y St Martin, en el Pirineo francés, matando a 107 personas. Más tarde, en 1689, más de 300 personas perecieron en Saas-Fee (Suiza) y en el Valle de Montafon (Austria). En 1720, quedaron sepultadas más de 200 personas entre Obergsteln, Rueras y Brig (Suiza).

Entre la documentación histórica referente a los accidentes de aludes que han tenido lugar en España, cabe destacar el ocurrido en el siglo XVI, cuando un alud arrasó completamente el pueblo de Tavascán en Lérida. Otro alud destruyó completamente el Hospital de Benasque (Huesca) en 1789. Más tarde, y después de la reconstrucción del Hospital de Benasque en una cota inferior, tuvo lugar otro alud en la otra orilla del río Esera, volviendo a destruir el Hospital de Benasque y llevándose consigo a tres niños y cinco mujeres.

No es hasta comienzos del siglo XX, con el desarrollo de la población y la necesidad de construir vías de comunicación con Francia, cuando este fenómeno empieza a adquirir una importancia más relevante. Desde entonces, acrecentado en los últimos años por el desarrollo turístico y la popularización de los deportes de montaña, se han venido sucediendo, cada invierno,

accidentes provocados por aludes, dejando un número importante de fallecidos, heridos y numerosas pérdidas materiales.

Entre los aludes del último siglo registrados en España, cabe destacar los aludes producido en 1916 en las obras de la Estación Internacional de Canfranc; el alud de 1947 en Riosetas; los producidos en el Balneario de Panticosa durante los inviernos de 1960 y 1970; el alud de 1985 en Candanchú y otros.

Se estima que, desde 1929 hasta 1998, los datos globales sobre aludes producidos en España son de 92 accidentes, con un total de 332 personas involucradas, 102 muertos y 71 heridos (Rodés i Muñoz, 1998), de los cuales más de 80 accidentes se han producido en los últimos diez años de ese periodo, con una media de 7 personas fallecidas por año. En la Cordillera Pirenaica cabe destacar que el 50% de estos accidentes fatales ocurren en el Pirineo oscense.

Medidas de Protección

Antes de realizar la salida a la montaña debe:

Consultar la predicción meteorológica y el boletín de peligro de aludes. No inicie la salida si el índice de peligro es superior a 3 en la escala europea.

Adapte el itinerario de la salida a la situación de peligro prevista. Consulte las guías de itinerarios existentes y consulte a personas que

conozcan la zona (guardas de refugio,…) La salida se debe adaptar a las dimensiones y características del grupo

(grado de dominio de las técnicas de progresión, de autodetención y de seguridad) y al equipamiento y material de que se dispone.

Debe informar del lugar y ruta al que prevea realizar el itinerario e ir acompañado/a.

Al salir ponga el ARVA (Aparato de Búsqueda de Víctimas de Aludes) en emisión aunque parezca que no haya peligro. Compruebe, antes de salir, que los ARVA funcionen. Deberá llevar una pala y la sonda.

Prevea el material necesario y téngalo en un correcto estado de mantenimiento. Lleve material de seguridad.

Realice una buena planificación de la excursión: prever el itinerario, los horarios, el material necesario, la alimentación y tenga contemplados los contratiempos posibles.

Una vez en la montaña se ha de observar: El estado de la nieve: en caso de nevadas recientes se tiene que saber que con 30-40cm de nieve reciente el peligro de aludes se localizan en las pendientes más inclinadas, y que con 50-60cm el peligro es generalizado y se recomienda no salir a la montaña.

De todas formas, factores como el viento, la temperatura del aire y la superficie de la nieve vieja pueden hacer que con 10-20cm de nieve reciente una situación sea crítica. La observación de caídas espontáneas de aludes durante la excursión es una importante señal de alarma que no se puede despreciar. En situaciones de calor, hace falta controlar el espesor de capa superficial de nieve húmeda. Cuanto más húmeda sea la nieve, más probables son los aludes de fusión. Clavando el bastón podremos medir el espesor de la nieve húmeda con baja cohesión.

Se tienen que observar las características del terreno: La pendiente: La gran mayoría de aludes se producen entre los 30 y 45 grados de inclinación, por lo tanto se debe conocer el valor aproximado de la pendiente donde estamos. La orientación de la vertiente: atención con las vertientes situadas a sotavento porque son las zonas donde encontraremos las placas de viento. En caso de calor se deberá evitar las vertientes sur, es donde se producirán con más probabilidad loa aludes de fusión. El relieve: Atención a las superficies planas, vertientes verticales, y a las zonas convexas. Un terreno ondulado evita la formación de grandes aludes. La vegetación: Mientras que un bosque denso es una zona segura, en un bosque calvo se pueden producir aludes. El bosque proporciona anclajes al manto. Por esto es preferible un bosque denso antes que un bosque claro.

La observación del tiempo: el tiempo atmosférico puede modificar rápidamente la situación.

Durante el recorrido:

Circule siempre por zonas seguras:

Dorsales y cornisas, a fin de evitar aludes procedentes de zonas superiores.

Zonas ventosas (situadas a barlovento), ya que siempre habrá menos nieve.

Zonas de relieve ondulado antes que por zonas de gran pendiente.

Evite las zonas potencialmente peligrosas:

Pendientes más verticales de las vertientes montañosa y zonas convexas , donde la tensión dentro del manto nivoso es mayor.

Vertientes de sotavento, a menudo indicadas por la presencia de cornisas (posibles placas de viento).

En caso de señales de alarma:

Respeten una distancia de seguridad entre compañeros (como mínimo 10m en el ascenso).

En caso de subir o bajar, háganlo por la línea de máxima pendiente. En el descenso eviten caídas. Antes de cruzar una vertiente sospechosa busque una ruta alternativa. En caso de no ser posible, hágalo por la zona más alta posible de uno en uno, mientras el grupo espera en el lugar más seguro. Tápese la nariz y la boca con un pañuelo.

Medidas de actuación durante una alud

Mantenga la calma e intente huir por el lateral más próximo en dirección diagonal y descendente.

Cierre la boca para que no se llene de nieve. Agárrese a cualquier roca o árbol para no ser arrastrado. Libérese de esquís, planchas o raquetas para evitar quedarse

atrapado/a. Si no encuentra agarradero, luche para permanecer a flote en el alud

mediante movimientos natatorios contra la oleada y al mismo tiempo protegerse la cabeza de las rocas.

Si permanece sepultado, es importantísimo adoptar forma de bola y tratar de salir antes de que el alud se modere, antes que se detenga en el valle, porque se endurecerá en pocos minutos.

Para respirar aire, desplace la nieve con los brazos y con las rodillas e intente hacer una cámara respiratoria.

Antes de moverse se debe saber en qué posición se encuentra: haga gotear la saliva de los labios: Si va hacia la nariz es que se está boca abajo.

Si no puede salir, no haga esfuerzos inútiles, muévase lo menos posible, respire lentamente y atienda la ayuda.

Búsqueda de una víctima: Inmediatamente los compañeros tendrán que encontrar la víctima lo más rápido posible. Se pondrán todos los ARVA en recepción y, mientras un miembro del grupo dirige la operación desde fuera y vigila que no caigan más aludes, los restantes empezarán la búsqueda a partir del punto de desaparición de la víctima, observando a la vez posibles indicios superficiales. No se puede perder tiempo yendo a buscar ayuda hasta que hayamos localizado a la víctima.

Es muy importante practicar el rescate con ARVA; si hay un accidente no se puede improvisar.

4.3.2.- LOS MOVIMIENTOS DEL TERRENO

Autor: Instituto Geológico y Minero de España; Ministerio de Ciencia e Innovación

Los procesos geodinámicos que afectan a la superficie terrestre dan lugar a movimientos del terreno de diversas características, magnitud y velocidad. Los más frecuentes y extendidos son los movimientos de ladera, que engloban en general a los procesos gravitacionales que tienen lugar en las laderas. Otro tipo, aunque menos extendido por estar asociado a determinados tipos de materiales y condiciones, son los hundimientos.

Los movimientos del terreno son habituales en el medio geológico, asociados a la acción de la gravedad, al debilitamiento progresivo de los materiales, principalmente por meteorización, y a la actuación de otros fenómenos naturales y ambientales.

Estos procesos pueden causar daños económicos y sociales al afectar a las actividades y construcciones humanas, pudiendo constituir riesgos geológicos potenciales.

La investigación de los movimientos del terreno, de sus características y tipos, de los factores que los controlan y de sus causas, tiene por objetivo reducir o evitar los efectos nocivos de estos procesos.

4.3.2.1.- MOVIMIENTOS DE LADERA

Los movimientos de ladera pueden definirse como movimientos gravitacionales de masas de suelos y/o rocas que afectan a las laderas naturales. Son los procesos erosivos más extendidos, provocando la destrucción de vertientes en cualquier región climática y afectando a todo tipo de materiales y morfología.

Entre las áreas más propensas a la inestabilidad están las zonas montañosas y escarpadas, zonas de relieve con procesos erosivos y de meteorización intensos, laderas de valles fluviales, zonas con materiales blandos y sueltos, macizos rocosos arcillosos y alterables, zonas sísmicas, zonas de precipitación elevada, etc. Las laderas pueden estar formadas por afloramientos rocosos o suelos, incluyendo éstos últimos los derrubios y coluviones sobre sustrato rocoso.

Los movimientos de ladera, con frecuencia englobados bajo el término general de deslizamientos, se deben al desequilibrio entre las fuerzas internas y externas que actúan sobre el terreno, de tal forma que las fuerzas desestabilizadoras superan a las fuerzas estabilizadoras o resistentes.

Además de las causas naturales, como las precipitaciones y la acción erosiva de los ríos, las actividades humanas pueden provocar movimientos de ladera. Las grandes excavaciones y obras lineales, las voladuras y las construcciones de embalses y escombreras sobre laderas pueden dar lugar al desarrollo de inestabilidades con resultados desastrosos y cuantiosas pérdidas económicas.

Los movimientos de ladera, por su gran extensión y frecuencia, constituyen un riesgo geológico importante, afectando a edificaciones, vías de comunicación, conducciones de abastecimiento, cauces y embalses, etc. y, ocasionalmente, a poblaciones. Los movimientos de gran magnitud (decenas o cientos de millones de metros cúbicos) son muy poco frecuentes, aunque la superficie terrestre está llena de signos que denotan su ocurrencia en el pasado, posiblemente asociada a épocas climáticas húmedas y lluviosas o a actividad tectónica.

Los tipos principales de movimientos de ladera son:

Deslizamientos. Los deslizamientos son movimientos de masas de suelo o roca que deslizan sobre una o varias superficies de rotura netas al superarse la resistencia al corte de estos planos; la masa generalmente se desplaza en conjunto, comportándose como una unidad en su recorrido; la velocidad puede ser muy variable, pero suelen ser procesos rápidos y alcanzar grandes proporciones (varios millones de metros cúbicos).

Flujos. Los flujos o coladas son movimientos de masas de suelos (flujos de barro o tierra), derrubios (coladas de derrubios o "debris flow") o bloques rocosos (coladas de fragmentos rocosos) donde el material está disgregado y se comporta como un "fluido", sufriendo una deformación continua y sin presentar superficies de rotura definidas. El agua es el principal agente desencadenante; afectan a suelos arcillosos susceptibles que sufren una considerable pérdida de resistencia al ser movilizados. Las coladas de barro o tierra ("mudflow" o "earthflow") se dan en materiales predominantemente finos y homogéneos, y su velocidad puede alcanzar varios metros por segundo. Los flujos de derrubios son movimientos complejos que engloban a fragmentos rocosos, bloques, cantos y gravas en una matriz fina de arenas, limos y arcilla.

Desprendimientos. Son caídas libres repentinas de bloques o masas de bloques rocosos independizados por planos de discontinuidad preexistentes (tectónicos, superficies de estratificación, grietas de tracción, etc.). Son frecuentes en laderas de zonas montañosas escarpadas, en acantilados y, en general, en paredes rocosas, siendo frecuentes las roturas en forma de cuña y en bloques formados por varias familias de discontinuidades. Los factores que los provocan son la erosión y pérdida de apoyo o descalce de los bloques previamente independizados o sueltos, el agua en las discontinuidades y grietas, las sacudidas sísmicas, etc. Aunque los bloques desprendidos pueden ser de poco volumen, al ser procesos repentinos suponen un riesgo importante en vías de comunicación y edificaciones en zonas de montaña.

Avalanchas rocosas. Son procesos muy rápidos de caída de masas de rocas o derrubios que se desprenden de laderas escarpadas y pueden ir

acompañadas de hielo y nieve. Las masas rocosas se rompen y pulverizan durante la caída, dando lugar a depósitos con una distribución caótica de bloques, con tamaños muy diversos, sin estructura, prácticamente sin abrasión y con gran porosidad. Las avalanchas son generalmente el resultado de deslizamientos o desprendimientos de gran magnitud que, por lo elevado de la pendiente y la falta de estructura y cohesión de las masas rotas, descienden a gran velocidad ladera abajo en zonas abruptas, pudiendo superar los 100 km/hora.

4.3.2.2- HUNDIMIENTOS Y SUBSIDENCIAS

Estos procesos se caracterizan por ser movimientos de componente vertical, diferenciándose generalmente entre hundimientos, o movimientos repentinos, y subsidencias, o movimientos lentos.

Se pueden distinguir los siguientes tipos:

hundimientos de cavidades subterráneas en roca, con o sin reflejo en superficie

hundimientos superficiales, en rocas o suelos subsidencias o descensos lentos y paulatinos de la superficie del

terreno.

En el primer caso, los movimientos suelen ocurrir por colapso de los techos de cavidades subterráneas, más o menos profundas. El que repercutan o no en superficie depende de la potencia y características geomecánicas de los materiales suprayacentes.

Hundimientos. Las cavidades subterráneas pueden tener origen natural o antrópico (humano). La ocurrencia de hundimientos depende del volumen y forma de las cavidades, del espesor de recubrimiento sobre las cavidades (o profundidad de los huecos) y de la resistencia y comportamiento mecánico de los materiales suprayacentes.

Las cavidades o cuevas naturales están asociadas a materiales kársticos o solubles, como las rocas carbonatadas y evaporíticas, donde los procesos de disolución crean huecos que, al alcanzar unas determinadas dimensiones, generan estados de desequilibrio e inestabilidad, dando lugar a la rotura de la bóveda o techo de la cavidad; si éste es poco potente o poco resistente, se hundirá la superficie del terreno. Las variaciones importantes del nivel freático en terrenos kársticos pueden dar lugar a reajustes tensionales que provocan hundimientos. También se forman cuevas en materiales volcánicos. El resultado en superficie de los hundimientos kársticos son las dolinas.

Los materiales evaporíticos (sales y yesos), mucho más blandos que los carbonatados, presentan mayor capacidad de disolución, y los movimientos de reajuste de los materiales a los huecos son más continuos y paulatinos, frente al carácter generalmente brusco de los hundimientos en carbonatos.

Las coladas volcánicas presentan cavidades debidas al enfriamiento diferencial de las lavas, generalmente con formas tubulares. A pesar de que los hundimientos naturales no son frecuentes por la elevada resistencia de estos materiales, sí suponen un riesgo frente a las cargas transmitidas por cimentaciones y obras sobre estos materiales.

Las actividades antrópicas (humanas) que pueden dar lugar a hundimientos o colapsos repentinos son las explotaciones mineras subterráneas o excavaciones para otros usos, como túneles.

Subsidencias. Los hundimientos lentos o subsidencias pueden afectar a todo tipo de terrenos, generalmente a suelos, y son debidos a cambios tensionales inducidos en el terreno por descenso del nivel freático, minería subterránea y túneles, extracción o expulsión de petróleo o gas, procesos lentos de disolución y lavado de materiales, procesos de consolidación de suelos blandos y orgánicos, etc.

Las subsidencias naturales son, generalmente, procesos muy lentos, aunque con frecuencia se aceleran por actuaciones antrópicas.

El descenso del nivel freático, por periodos de sequía o por extracción de agua de los acuíferos, afecta a materiales no consolidados, que, como consecuencia de la pérdida del agua, sufren cambios en el estado tensional, reduciendo su volumen, con descenso de la cota de superficie; son procesos que pueden afectar a grandes extensiones. Hay materiales especialmente susceptibles a los procesos de subsidencia, como los suelos orgánicos o turberas y los rellenos y escombros no compactados.

La subsidencia supone un riesgo cuando ocurre en zonas urbanas, al dañar y agrietar las edificaciones y afectar a sus cimientos. Otras consecuencias son las inundaciones en zonas costeras, los cambios en el modelo de drenaje, etc.

La ciudad de Venecia es un ejemplo clásico de subsidencia, acentuada desde la década de los 40 del siglo pasado por la extracción de agua subterránea, incrementándose varias veces los valores medios de la subsidencia natural. La ciudad de Méjico es otro ejemplo conocido de subsidencia regional, con valores máximos superiores a los 8 m en los últimos 250 años, debida fundamentalmente a la consolidación de las arcillas lacustres sobre las que se asienta.

Daños causados

Los daños causados por los movimientos del terreno, deslizamientos y hundimientos, dependen de la velocidad y magnitud de los procesos. Los movimientos de ladera rápidos son los que ocasionan mayores riesgos y pueden causar víctimas, mientras que los lentos y las subsidencias presentan menor potencial de daños. Los hundimientos causan daños cuando repercuten en superficie, pudiendo decirse que el riesgo está asociado, más que al proceso en sí, a sus efectos en superficie. En muchas ocasiones los procesos de mayor riesgo son de pequeña escala, como los desprendimientos de

bloques rocosos y los colapsos repentinos. Frente a los movimientos de gran magnitud, la prevención es la actuación más efectiva para evitar los riesgos.

En España, debido a factores como el accidentado relieve, la variada geología y condiciones climáticas, los movimientos de ladera tienen gran importancia, suponiendo las mayores pérdidas económicas provocadas por procesos geodinámicos externos (sin considerar la erosión y las inundaciones), y ocasionando riesgos, sobre todo, en zonas urbanas y en vías de comunicación. Las pérdidas estimadas son de unos 150 millones de euros anuales; la reducción de pérdidas por aplicación de medidas de previsión y mitigación ha sido evaluada en torno al 90% (IGME, 1987). En países como Japón o Italia, las pérdidas estimadas superan los 2000 millones de dólares anuales, y los 1300 en Estado Unidos. Según la UNESCO, entre 200 y 300 muertos son atribuibles directamente a deslizamientos cada año en el mundo, sin considerar los deslizamientos provocados por terremotos. El mayor número de víctimas causado en España por deslizamientos, casi 100 muertos, se produjo en Azagra, Navarra, en 1874, como consecuencia del desplome de un talud de yesos que sepultó parte del pueblo.

A pesar de las mejoras en el reconocimiento, predicción, medidas preventivas y sistemas de emergencia, los daños por movimientos de ladera en el mundo van en aumento. Las causas son, principalmente, el aumento de la urbanización y desarrollo en áreas expuestas a deslizamientos, la continua deforestación de áreas con deslizamientos potenciales y el incremento de la precipitación regional en determinadas zonas debido a cambios climáticos.

Con respecto a los hundimientos, a pesar de su velocidad, es difícil que causen víctimas o daños importantes, a no ser en zonas urbanas o vías de comunicación. En muchas ocasiones, se producen por el peso de estructuras y edificios cimentados sobre zonas kársticas, afectando directamente a estos elementos. Las subsidencias causadas por actividades antrópicas pueden dar lugar a pérdidas económicas cuantiosas, cuando los procesos son extensos y afectan a zonas urbanas. Los daños causados por estos procesos están muy localizados, y generalmente consisten en:

daños por asientos diferenciales y grietas en el terreno invasión del agua en zonas bajas junto al mar, ríos, lagos pérdidas y filtraciones en embalses cambios en el flujo de agua en canales, drenajes, desagües, etc. colapso de tuberías de pozos de agua y petróleo contaminación de agua subterránea a favor de grietas producidas por la

subsidencia.

Movimientos del Terreno. Medidas de Protección

Autor: Instituto Geológico y Minero de España Ministerio de Ciencia e Innovación

Por lo general, los movimientos de ladera y las subsidencias y hundimientos se

pueden prevenir, lo que unido al hecho de que los costes de los trabajos de

prevención generalmente son menores que los de corrección una vez que los

procesos se han desencadenado, hace que muchas veces los daños

económicos y sociales causados tengan que ver con actuaciones negligentes y

la falta de conocimiento de los procesos que afectan al medio geológico y sus

interacciones con las obras y actividades humanas.

La prevención de los riesgos geológicos consiste en prever o conocer con

anticipación la ocurrencia de un fenómeno, en tiempo y/o lugar, para evitar el

proceso, controlar o "frenar" dicho proceso y avisar, prepararse o protegerse de

él.

La prevención se basa en el conocimiento de las características y leyes de los

procesos, en el análisis de datos pasados, observaciones científicas

(investigaciones detalladas de los mismos) y en la monitorización y detección

de anomalías y cambios en parámetros físicos y fenómenos precursores.

El término predicción, esto es, el anuncio de lo que va a ocurrir, a veces se

emplea con el mismo significado anterior, aunque no es equivalente.

La mitigación consiste en moderar o disminuir las pérdidas y daños mediante

el control del proceso (en los casos en que sea posible) y/o la protección de los

elementos expuestos, reduciendo su vulnerabilidad.

La prevención se basa en la identificación y estudio de los procesos y de los

factores que los controlan, lo que permite la realización de mapas previsores

para su aplicación a labores de ordenación y uso del territorio. La mitigación de

los riesgos puede llevarse a cabo mediante medidas pasivas (restricciones de

uso, desarrollo de sistemas de control de movimientos, etc.) o de otro tipo.

Mapas de peligrosidad y riesgo

Los mapas de susceptibilidad y de peligrosidad de movimientos del terreno

tienen por finalidad asegurar el correcto uso del territorio y prevenir los riesgos.

Éstos pueden incluir:

localización de los procesos y de las zonas afectadas (densidad, distribución y grado de actividad de los procesos)

representación de los factores que los condicionan representación de las zonas susceptibles zonificación de la peligrosidad.

Los mapas constituyen el método más efectivo de presentar la información

referente a la peligrosidad y riesgo de una zona o región.

Los mapas inventario incluyen la localización espacial de los procesos y/o de

las zonas afectadas, así como las características de los mismos. Los mapas de

susceptibilidad incluyen las zonas que pueden ser afectadas en un futuro por

los procesos. Las cartografías de peligrosidad representan la posibilidad o

probabilidad de ocurrencia de los procesos en un área determinada y para un

periodo de tiempo dado, zonificando el territorio en diferentes grados.

La diferencia fundamental de los mapas de hundimientos y subsidencias con

respecto a los de movimientos de ladera es que tanto los factores

condicionantes como los desencadenantes son más restringidos. En la

cartografía de hundimientos y subsidencias, se pueden diferenciar dos casos:

zonas donde la ocurrencia de los procesos depende de la presencia de determinadas litologías susceptibles, como zonas kársticas o suelos blandos (sean cuales sean los factores desencadenantes, naturales o antrópicos)

zonas donde las actuaciones antrópicas (generalmente excavaciones) pueden desencadenar procesos en materiales no susceptibles a priori.

Movimientos del Terreno. Preguntas Frecuentes

01. ¿ Por qué se producen los movimientos del terreno ?

Los movimientos de ladera, con frecuencia englobados bajo el término general de deslizamientos, se deben al desequilibrio entre las fuerzas internas y externas que actúan sobre el terreno, de tal forma que las fuerzas desestabilizadoras superan a las fuerzas estabilizadoras o resistentes.

Además de las causas naturales, como las precipitaciones y la acción erosiva de los ríos, las actividades humanas pueden provocar movimientos de ladera. Las grandes excavaciones y obras lineales, las voladuras y las construcciones de embalses y escombreras sobre laderas pueden dar lugar al desarrollo de inestabilidades con resultados desastrosos y cuantiosas pérdidas económicas.

En las actividades recreativas en el medio natural, en concreta por la montaña, hemos de ser conscientes de que también pueden suceder naturalmente y por causa humana cuando nos desplazamos por zonas de ladera de montaña con poca cubierta natural y presencia de suelo sobre roca, derrubios o canchales.

02. ¿Dónde se producen los movimientos del terreno ?

Los movimientos del terreno son habituales en el medio geológico, asociados a la acción de la gravedad, al debilitamiento progresivo de los materiales, principalmente por meteorización, y a la actuación de otros fenómenos naturales y ambientales.

Entre las áreas más propensas a la inestabilidad están las zonas montañosas y escarpadas, zonas de relieve con procesos erosivos y de meteorización

intensos, laderas de valles fluviales, zonas con materiales blandos y sueltos, macizos rocosos arcillosos y alterables, zonas sísmicas, zonas de precipitación elevada, etc. Las laderas pueden estar formadas por afloramientos rocosos o suelos, incluyendo éstos últimos los derrubios y coluviones sobre sustrato rocoso.

¿Cómo hemos de actuar en la montaña?

Como guías hemos de visitar siempre la zona prevista por donde transcurrirá el itinerario planificado y prever o/y conocer con anticipación la posible ocurrencia del fenómeno para planificar un itinerario alternativo.

En la unidad didáctica sobre Técnicas de progresión por diferentes terrenos que os he entregado, podéis consultar más orientaciones.

4.3.3.- Los Riesgos Hidrológicos

La diversidad climatológica de la Península y los dos archipiélagos, da lugar a que las precipitaciones presenten una gran variabilidad en cuanto a su intensidad y su distribución espacial y temporal dando lugar tanto a episodios de inundaciones como de sequía.

Una inundación es el anegamiento temporal de terrenos que no están normalmente cubiertos de aguas ocasionadas por desbordamientos de ríos, torrentes de montaña y demás corrientes de agua continuas o intermitentes, así como las inundaciones causadas por el mar en las zonas costeras y las producidas por la acción conjunta de ríos y mar en las zonas de transición.

A efectos de protección Civil se considerarán todas aquellas inundaciones que representen un riesgo para la población y sus bienes, produzcan daños en infraestructuras básicas o interrumpan servicios esenciales para la comunidad, las cuales se pueden encuadrar en los tipos siguientes:

Inundaciones por precipitación «in situ», fundamentalmente en zonas urbanas, por mal funcionamiento de los alcantarillados.

Inundaciones por escorrentía, avenida o desbordamiento de cauces, provocada o potenciada por: precipitaciones, deshielo o fusión de nieve, obstrucción de cauces naturales o artificiales, invasión de cauces, aterramientos o dificultad de avenamiento y acción de las mareas.

Inundaciones por rotura o la operación incorrecta de obras de infraestructura hidráulica.

Por otro lado, una sequía es un período extenso de tiempo en el que la disponibilidad de agua cae por debajo de los requerimientos estadísticos de una región.

Son de destacar varios aspectos que dificultan el tratamiento de las sequías. Se trata de un fenómeno acumulativo, que se puede dilatar durante largos periodos temporales sin que su inicio o final aparezcan claramente marcados.

Esta característica de fronteras temporales difusas, también se puede aplicar a sus coordenadas espaciales. Los daños que provocan son difícilmente cuantificables ya que no son, generalmente, estructurales y aparecen en diferentes sectores.

Actualmente existe un Observatorio Nacional de la Sequía (ONS) que aglutina a todas las Administraciones Hidráulicas españolas con competencias en materia de aguas y cuyo objetivo es constituir un Centro de conocimiento, anticipación, mitigación y seguimiento de los efectos de la sequía en el territorio nacional.

4.3.3.1.- Inundaciones

En España, el régimen pluviométrico es muy variable, pasando de estados de sequía a fuertes precipitaciones que en pocas horas alcanzan valores superiores al promedio. Estas precipitaciones extraordinarias provocan caudales extremos, habitualmente denominados crecidas, avenidas o riadas, que al desbordar su cauce habitual provocan la inundación de terrenos, afectando a personas y bienes.

La gran desproporción entre los caudales ordinarios y extraordinarios de algunos ríos, en un breve plazo de tiempo, y los graves daños que estos producen, hace que el problema de las inundaciones revista en España una especial gravedad.

Aunque, en su origen, las crecidas son un fenómeno natural eminentemente físico e hidrológico (respuesta de caudales altos a las fuertes tormentas), en su desarrollo sobre zonas donde hay actividades humanas se convierten en un problema territorial, con amplias repercusiones socioeconómicas.

Las inundaciones constituyen el fenómeno natural con mayor impacto económico y social en España. Desde épocas remotas se tienen registros de episodios de inundaciones con graves consecuencias sobre la población. El riesgo de inundaciones afecta prácticamente a toda la geografía española, aunque el territorio más castigado se centra en las costas mediterráneas y cantábricas y en los espacios fluviales de los grandes ríos peninsulares.

La pluviometría más torrencial se desarrolla a lo largo de los litorales mediterráneo y cantábrico, Pirineos, y divisorias del Guadiana y Tajo, produciéndose en las dos mesetas una lluvia, en general, más uniforme. Sin embargo, se pueden encontrar episodios aislados a lo largo de todo el territorio.

El origen de las inundaciones también puede deberse a otros efectos como son:

La fusión acelerada de los almacenamientos de nieve que en España se producen generalmente cuando se presenta un periodo cálido y lluvioso en los meses de primavera, de manera que se fuerza el deshielo acelerado de las cumbres. Pueden ser importantes en cuencas como las

del Ebro o Duero, aunque obviamente son poco significativas en el resto del país.

Asociadas a las situaciones de lluvias extremas, también suelen aparecer fenómenos de marea viva que complican el desagüe de las crecidas de otros tipos y que actúan como un factor de intensificación de éstas. Es un factor importante en la costa atlántica, en el golfo de Cádiz, en las costas bajas del óvalo valenciano, etc.

La rotura o el funcionamiento incorrecto de una presa puede ocasionar aguas abajo crecidas repentinas de cierta importancia y, en el peor de los casos, inundaciones, como fue el caso de la rotura de la presa de Tous en octubre de 1982. Si bien, la rotura de las presas es un hecho con una probabilidad de ocurrencia muy baja, el funcionamiento anómalo de las mismas, sin embargo, sí es posible a lo largo de su vida útil.

Como medidas preventivas, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino dispone de los Sistemas Automáticos de Información Hidrológica (SAIHs) para la ayuda en la predicción y gestión de las inundaciones y del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, que definirá las zonas potencialmente inundables. Asimismo, la trasposición a la legislación española de la Directiva 2007/60, mediante el R.D 903/2010 de evaluación y gestión de riesgos de inundación, está obligando a cada demarcación hidrográfica a la actualización de los trabajos de identificación de las zonas con riesgo de inundaciones, elaborados en el año 1983 por la Comisión Técnica de Inundaciones (CTEI).

En este R.D, además de elaborar nuevos mapas de peligrosidad y riesgo de inundaciones en cada demarcación hidrográfica, se refuerza la coordinación de todas las administraciones a la hora de reducir los daños, teniendo en cuenta no solo las medidas estructurales, sino también fomentando medidas de gestión y de ordenación del territorio.

Inundaciones. Medidas de Protección

Protección Civil, en colaboración con el Instituto Nacional de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo. Ante estas situaciones, es muy importante permanecer atento a las informaciones oficiales transmitidas a través de las emisoras de radio y de otros medios, y seguir las indicaciones que se den.

Ante posibles emergencias originadas por lluvias intensas, conviene adoptar una serie de medidas previas que ayuden a evitar o, al menos, mitigar los efectos de las mismas. Entre las medidas que debe adoptar en su vivienda, conviene tener en

cuenta, sobre todo si se vive en áreas de riesgo de inundación, la precaución de

Retirar del exterior de la vivienda, aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua.

Revisar, cada cierto tiempo, el estado del tejado, el de las bajadas de agua de edificios y de los desagües próximos.

Colocar los documentos importantes y, sobre todo, los productos peligrosos, en aquellos lugares de la casa en los que el riesgo de que se deterioren por la humedad o se derramen, sea menor.

No estacionar vehículos ni acampar en cauces secos, ni a la orilla de ríos, para evitar ser sorprendido por una súbita crecida de agua o por una riada.

Entre las medidas que debemos adoptar en nuestras actividades en el medio natural y más concretamente en la montaña:

Antes de salir a la montaña: Consultar siempre las previsiones meteorológicas y visitar la zona, recorriendo previamente el itinerario planificado, para reconocer el estado de arroyos y ríos que transcurran por la zona.

Comprobar si los puentes construidos están en buen estado y pueden ser utilizados con garantías de seguridad. Lo mismo con fuentes de agua.

Comprobar si existen zonas seguras para realizar las actividades programadas. Si no fuera así se pospondría la actividad.

Informar a los clientes del equipamiento y material que van a necesitar.

Si cuando estamos realizando la actividad planificada en la montaña, acontece una inundación, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, evitando, a su vez, atravesar vados inundados. Por el contrario nos dirigiremos a los puntos más elevadas de la zona.

Nos mantendremos permanentemente informados a través de la radio y del teléfono móvil, de las predicciones meteorológicas y el estado de la situación. Si fuere necesario solicitaríamos ayuda.

MEDIDAS DE AUTOPROTECCIÓN A ADOPTAR EN CASO DE EMERGENCIA POR LLUVIAS INTENSAS

Ante situaciones de emergencia originadas por lluvias intensas, es muy importante:

Mantenerse permanentemente informado a través de la radio y de otros medios de comunicación, de las predicciones meteorológicas y el estado de la situación.

Si llegara a inundarse la vivienda, es fundamental abandonar cuanto antes los sótanos y plantas bajas y desconectar la energía eléctrica utilizando, preferentemente, linternas para el alumbrado.

Si tiene que viajar, procure circular, preferentemente, por carreteras principales y autopistas.

Si se encuentra en el campo, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, evitando, a su vez, atravesar vados inundados.

Por el contrario, debe dirigirse a los puntos más altos de la zona. Mantenerse permanentemente informado a través de la radio y otros

medios de comunicación, de las predicciones meteorológicas y el estado de la situación.

Inundaciones. Preguntas Frecuentes

01. ¿ Existe riesgo de inundaciones en España ?

En España, el régimen pluviométrico es muy variable, pasando de estados de sequía a fuertes precipitaciones que en pocas horas alcanzan valores superiores al promedio. Estas precipitaciones extraordinarias provocan caudales extremos, habitualmente denominados crecidas, avenidas o riadas, que al desbordar su cauce habitual provocan la inundación de terrenos, afectando a personas y bienes.

La gran desproporción entre los caudales ordinarios y extraordinarios de algunos ríos, en un breve plazo de tiempo, y los graves daños que estos producen, hace que el problema de las inundaciones revista en España una especial gravedad.

02. ¿Cuáles son las zonas de riesgo en España ?

El riesgo de inundaciones afecta prácticamente a toda la geografía española, aunque el territorio más castigado se centra en las costas mediterráneas y cantábricas y en los espacios fluviales de los grandes ríos peninsulares.

La pluviometría más torrencial se desarrolla a lo largo de los litorales mediterráneo y cantábrico, Pirineos, y divisorias del Guadiana y Tajo, produciéndose en las dos mesetas una lluvia, en general, más uniforme. Sin embargo, se pueden encontrar episodios aislados a lo largo de todo el territorio.

4.3.3.2.- Sequía

La sequía es un fenómeno extremo cuyos límites geográficos y temporales son difíciles de determinar, pudiendo convertirse en un desastre natural cuando no existe capacidad de gestión de los recursos hídricos.

Supone una anomalía transitoria, más o menos prolongada, caracterizada por un periodo de tiempo con valores de las precipitaciones inferiores a los

normales en el área. La causa inicial de toda sequía es la escasez de precipitaciones (sequía meteorológica) lo que deriva en una insuficiencia de recursos hídricos (sequía hidrológica) necesarios para abastecer la demanda existente. Por ello, no hay una definición de sequía universalmente aceptada, pues difiere de un lugar a otro, e incluso cada usuario del agua tiene su propia concepción.

Sequía. Medidas de Protección

Consejos útiles en situaciones de sequía:

Revise el estado de las tuberías, para evitar las pérdidas por averías. Cierre ligeramente las llaves de paso de su vivienda para disminuir el

caudal que sale por los grifos. Almacene agua y haga acopio de líquidos sustituibles: aguas minerales,

refrescos, etc. Ahorre consumo en las labores de limpieza del hogar y de utensilios. Sólo utilice la lavadora y el lavavajillas cuando esté completa la carga.

Procure recuperar el agua de las mismas y empléela en usos que no sean de posible contagio.

Es conveniente usar el inodoro sólo por motivos imprescindibles. Podría introducirse botellas o similares en la cisterna, para reducir su capacidad y ahorrar consumo.

Evite regar las plantas y jardines. El agua es un recurso muy escaso en España.

Las labores de higiene y aseo personal deben cuidarse especialmente procurando no tener el grifo abierto constantemente; el lavabo se puede utilizar taponando el desagüe, siendo suficiente con una tercera parte de su capacidad.

Es preferible ducharse a bañarse, y dúchese abriendo el grifo sólo cuando se proceda a eliminar el jabonado.

Evite los ejercicios físicos que causen gran fatiga y sudoración. Cuide sus ojos, pues pueden verse afectados por una atmósfera seca. Si el agua que consume no es de suministro controlado, ni envasada,

hiérvala durante quince minutos antes de beberla. Vigile el perfecto estado de conservación e higiene de sus alimentos. El agua del lavabo, de la vajilla y otros utensilios de cocina, debe ser tan

segura como la bebida. La sequía afecta a todos los sectores en general (Población, Agricultura,

Ganadería, Industria, Servicios sanitarios, turísticos y sociales) de una forma negativa.

Las ciudades sufren grandemente la escasez de agua, debido a la concentración de población y a los altos consumos producidos por las industrias y servicios.

Debe intensificarse la cloración del agua en piscinas y lugares proclives a sufrir contaminación.

No se bañe en lugares donde el agua pueda estar contaminada.

Las autoridades velarán en todo momento por la salubridad pública estableciendo, en cada caso, las correspondientes ayudas y controles epidemiológicos.

Riesgos:

Falta de agua potable y de riego. Propagación de enfermedades. Desecación de tierras y zonas húmedas. Alteración de flora y fauna con reducción de la producción agrícola. Poca disponibilidad de agua para usos industriales.

Distintas situaciones de sequía, según grados de alerta y alarma: a) Situación normal, con previsión de pasar a situación azul en un plazo comprendido entre 10 y 20 días. b) Situación en la que se requieren medidas de reducción de suministro de agua a la población sobre el consumo normal y se establecen controles sanitarios. c) Situación en la que se establecen inmediatamente restricciones de abastecimiento de agua del 50% sobre el consumo normal, como mínimo, y controles sanitarios de prevención de epidemias, tanto para la población como para la ganadería. d) Situación que obliga al suministro de agua mediante recursos ajenos a las localidades afectadas, adoptando medidas sanitarias sobre la población y ganadería. RECUERDE

Las emisoras de radio y televisión le facilitan información de la Agencia Estatal de Meteorología y de Protección Civil. Présteles atención.

No propague rumores o informaciones exageradas sobre la situación.

5.- MATERIAL ESPECIFÍCO DE SUPERVIVENCIA

1.- Cocina:

Equipamientos para la cocina de campaña. Suministros para la preparación de

alimentos en cualquier circunstancia, sin dependencia de la electricidad y sin

complicaciones excesivas.

Hornillos portátiles

Hornillos portátiles para la mochila, ideales para las salidas a la naturaleza y los deportes de aventura, senderismo y trekking. Ligeros y poco voluminosos, pero muy eficaces para la preparación de alimentos. Otro elemento indispensable en las mochilas de aventura y emergencias.

Menaje

Menaje de cocina para camping y aventura. Tazas, ollas, sartenes y cubiertos de gran calidad, seleccionados por su durabilidad y resistencia, además de por su diseño pensado para un transporte compacto y ligero

2.- HIDRATACIÓN

Sabiendo que se acepta como criterio general que un ser humano puede sobrevivir sólo tres días sin agua, no cabe duda que para cualquiera de nuestras actividades en el medio natural y para la preparación de supervivencia, los equipos para el almacenamiento, transporte y depuración de agua son un elemento crítico del que no se puede prescindir.

Depuración

Tan importante como conseguir acceder a agua es hacer que esta sea segura para su consumo. Hemos seleccionado las mejores opciones para la potabilización de aguas, tanto para grandes volúmenes como para el equipo portátil.

La Organización Mundial de la Salud OMS atribuye el 80% de todas las enfermedades que surgen en los viajes al consumo de agua contaminada. Por ello, en caso de que no tenga seguridad absoluta respecto a la higiene del agua, es recomendable prescindir del agua del grifo y de cubitos de hielo.

No es posible adquirir en todos los lugares agua en botellas y no en todos los países se tiene la garantía de que esté libre de agentes patógenos. Siempre se recomienda la aplicación de productos Micropur. Éstos pueden ser utilizados, según lo requiera la situación, individualmente o en combinación con un filtro de agua de Katadyn. Rápido y efectivo para una fácil desinfección del agua, elemento esencial para cualquier viajero para evitar el agua contaminada, gracias a que combina la tecnología de los iones de plata con el cloro. Es un complemento indispensable para cualquier viajero, campista y excursionista ya que le permiten utilizar agua contaminada para beber, lavarse los dientes, etc. Para el agua turbia se recomienda su utilización junto a un filtro.

Características:

Uso: desinfección de agua no tratada y conservación. Micropur Forte Polvo.

Utilice los biocidas de forma segura. Lea siempre la información sobre el producto antes de usarlo.

Rápido y efectivo. Tecnología: iones de plata y cloro 30 minutos para bacterias o virus y 2 horas para Giardia en agua clara. Ideal para alpinismo, viajes y camping. Contiene 100 g que purifica 10000 litros 1 g destila 100 litros. Peso 100 gr.

3.- COMBUSTIBLES

Gas para los hornillos y lámparas, petróleo y parafina para lámparas y cocinas y combustibles varios para disponer siempre de un medio con el que cocinar y calentar alimentos.

Tabletas de combustible sólido atóxico. 20 x 4 g.

Desde tiempos remotos, el fuego ha sido un aliado indiscutible del hombre, siendo un elemento crítico para su supervivencia como especie. Además de permitirnos cocinar los alimentos nos aporta calor, luz y seguridad, que son elementos absolutamente necesarios cuando estamos fuera de la tranquilidad del hogar. Cualquier equipo de campo, EDC o kit de supervivencia debe incluir distintos medios que permitan conseguir fuego en las peores circunstancias.

La mejor manera de prender un fuego bajo cualquier condición meteorológica, además de ser natural. La madera de los pinos 'de Pino de Ocote' de Mexico y montañas de Guatemala es sumamente rica en resina y se enciende inmediatamente.

Originalmente desarrollado para el Departamento de Defensa de Suecia. El encendedor Swedish FIresteel 2.0 funciona aún cuando está humedo o mojado. Incluye silbato de seguridad.

4.- REFUGIO

El frío, el viento y la lluvia, junto con el sol intenso del verano son enemigos naturales del aventurero y el superviviente. Conseguir refugio para descansar protegidos de los elementos es la misión de los equipamientos que os ofrecemos en esta sección.

Funda vivac profesional de Snugpak.

La elección de los expertos para vivir a la intemperie o para la supervivencia en emergencias. El tejido Paratex Dry es un material técnico, ligero, resistente y 100% impermeable, siendo un escudo protector ideal para cualquier saco de dormir. Su pequeño tamaño te permite incorporarlo a tu equipo "por si acaso".

Tamaño único. Se ajusta a todos los sacos estándar de Snugpak

Sin cremalleras. Material Paratex Dry. Fabricado en el Reino Unido.

Tiendas de campaña, tarps y toldos para refugiarte en tus actividades en la naturaleza. Seguridad, privacidad y protección contra los elementos y los animales e insectos tanto en aventuras como en emergencias.

Tarp Basha del ejército británico fabricado por Web-Tex. Disponible en verde oliva y camuflaje DPM

Tienda de emergencias de estructura tubular fabricada en polietileno de 2,5mm. Con tratamiento ignífugo.

Bolsa vivac impermeable para situaciones de emergencias y supervivencia. Protección contra ventiscas y lluvia intensa en un paquete realmente pequeño y ligero que no penalizará significativamente el peso de tu equipo. Modelo diseñado para albergar a dos personas.

Toldo multiusos para bushcraft, mochilas de 72

horas, equipo de acampada ligero, etc,..

5.- HIGIENE Y SALUD

Equipamientos para el aseo y la higiene personal y elementos de primeros auxílios, para conservar nuestra salud en las mejores condiciones cuando las condiciones del entorno no son las mejores.

Un botiquín es otra de las elecciones que debemos hacer cuando pretendemos estar preparados de forma inteligente y completa. Os ofrecemos algunos de los productos que os facilitarán la preparación de vuestro botiquín personalizado, ya sea para caravana, el coche, la mochila, el EDC o para el kit de emergencias.

Jabón de viaje altamente concentrado. Para piel y cabello. Puede utilizarse tanto con agua dulce como salada. Contenido, 50ml.

Gel limpiador de manos antibacteriano. 50 ml. Ideal cuando no hay disponibilidad de agua o esta es escasa. Testado frente a MRSA y e-Coli.

6.- ILUMINACIÓN

Sistemas autónomos de iluminación, disponer de luz sin enchufes. Linternas, velas, lámparas de gas y parafina.

Linterna frontal que combina tecnología led con una potente lámpara de kriptón.

Linterna frontal dual, con clip para fijar en otros lugares a parte de la cinta de la cabeza.

Otros medios de iluminación no incluidos en las categorías anteriores pero muy a considerar. Velas y luces químicas.

Lightstick de alta visibilidad y grandes dimensiones.

7.- HERRAMIENTAS para la supervivencia y los deportes de aventura.

Cuchillos, navajas, multi-herramientas, hachas y palas. Seleccionadas de los mejores fabricantes y con las mejores calidades, porque sabemos que una herramienta debe ser, ante todo, fiable, y demostrar que funcionará una y otra vez aún en las peores circunstancias.

Herramientas adicionales para completar tu equipamiento. Palas, hachas, sierras y otros elementos que aumentarán tu capacidad de adaptación a los medios más hostiles. Siempre manteniendo los criterios de calidad que aplicamos en toda nuestra selección de productos. Hacha, martillo, pala y sierra en una única herramienta.

Pala plegable con hoja de acero templado y mango de metal fuerte. Utilizable como pala y azada dispone además de un borde serrado.

El famoso cable sierra que no puede faltar en tu kit de supervivencia.

8.- TRANSPORTE DE MATERIAL

Bolsas, depósitos y petates para el transporte de equipos impermeables y herméticas, ideales para asegurar que tu equipaje permanecerá seco en cualquier circunstancia. Perfectas para resguardar tu equipo en embarcaciones y para desenvolverte con tranquilidad en la nieve, ríos y pantanos.

Protege los pasaportes, Gps, llaves, Pdas, moviles, documentos, monedas, billetes. Contra la humedad, polvo y arena. Recuerda que tu kit de emergencias deberá contener copias de la documentación más importante, tanto de la familia, como de tus propiedades o vehículos. La mejor forma de guardarla es una funda como la que os presentamos aquí.

9.- CUERDAS

Sin lugar a dudas, un elemento como las cuerdas se merece una categoría aparte. Cuerdas, cordinos y cordones son un complemento imprescindible en las actividades al aire libre, y sus aplicaciones son infinitas para el transporte de equipos, los campamentos, la seguridad y un largo etcétera. Un equipo no puede considerarse completo sin incluir algo de cuerda.

Cuerda "Commando" de Mil-Tec, 15 metros, grosores de 5, 7 y 9 mm. Varios colores.

10.- ¿LA MOCHILA DE LAS 72 HORAS?

Se llama comúnmente mochila de las 72 horas o kit de 72 horas a un equipamiento básico para cubrir las necesidades principales de una familia en los primeros momentos de una emergencia. El porqué de las 72 horas es porque se considera que es el tiempo promedio para que el dispositivo de las agencias de gestión de emergencias que deberá hacer frente a la crisis esté completamente desplegado. Por supuesto esto depende de múltiples variables pero se establecen las 72 horas como un tiempo estandarizado. La finalidad de la mochila es clara, atenuar las consecuencias de la crisis y minimizar el impacto. Desde el punto de vista personal disponer de ella nos supondrá menor sufrimiento y mayor capacidad de reacción y actuación, al no estar condicionados por la necesidad de cubrir las necesidades básicas. Desde el punto de vista de las agencias de protección civil y gestión de emergencias, cuanta más gente tenga sus necesidades básicas cubiertas más recursos podrán dedicar a las situaciones más críticas en las que la vida de las personas esté en peligro inminente, y tendrán más facilidad y agilidad en la organización de la ayuda pues tendrán parte del trabajo hecho. La situación ideal es que cada familia tuviera su mochila de las 72 horas. Os preguntaréis: ¿No es esto paranoico? ¿No es un poco de “frikis”? ¿No sentiremos vergüenza al reconocer que disponemos de un kit de las 72 horas ¿Lo usaremos por

temor a que nos tomen por un bicho raro? Curiosamente nadie piensa eso de tener un extintor en casa, y la razón de tenerlo es la misma que para la mochila de las 72 horas, la previsión y la supervivencia. No se trata de vivir permanentemente en alerta, pensando que va a venir el fin del mundo. Se trata de todo lo contrario, de tranquilidad, de seguridad, de saber que si ocurre algo que nos obligue a salir de casa, ni nosotros ni nuestra familia pasará frio, hambre o sed, que podremos salir del paso y centrarnos en resolver la situación. Solo requiere un pequeño esfuerzo de planificación para determinar qué necesitaremos, un pequeño esfuerzo económico para comprar lo que no tengamos ya, y luego simplemente colocarla en un lugar a mano, donde podamos cogerla sin entretenernos cuando pensemos que la necesitaremos. La revisaremos de vez en cuando, un par de veces al año, lo cual no es un gran sacrificio teniendo en cuenta lo que nos aporta. Me he decidido a tener una mochila de 72 horas para mi familia, nos hemos decidido a preparar nuestra(s) mochila(s) de 72 horas para determinadas situaciones. ¿Ahora qué? Existen en el mercado mochilas de 72 horas ya preparadas, desde Paratum, no recomiendan en ningún caso confiar nuestra seguridad únicamente a un kit preparado por otras personas, puesto que las necesidades de cada unidad familiar serán siempre distintas a las de otra. Además, el ejercicio de planificación y preparación de nuestra mochila personalizada nos hará conscientes de lo que tenemos disponible y lo que no. No es una buena actitud disponer de una mochila sin conocer lo que tiene y como se utiliza. Por ello, en Paratum recomiendan que, de optar por un equipo ya preparado, reviséis con cuidado los contenidos del mismo, añadiendo y quitando elementos para asegurar que se adecúa a las necesidades reales de vuestras familias. El kit ya preparado debe ser un punto de partida para la elaboración de vuestro propio kit. Dicho esto, sí que es verdad que hay una serie de elementos comunes a cualquier configuración y que deben quedar cubiertos en la elaboración del Kit. Las siguientes orientaciones de los distintos elementos habituales, pueden ayudar a los interesados en la configuración de la propia mochila. LA MOCHILA Por supuesto, el primer elemento a tener en cuenta es el propio contenedor de nuestro kit de las 72 horas. Lo importante es que tenga el tamaño adecuado al equipo que transportará y que nos permita transportarla dentro de nuestras posibilidades físicas, incluso si nos vemos obligados a desplazarnos distancias a pie. Cuantos más miembros de la familia o grupo haya más voluminoso y pesado será el equipo, por lo que será conveniente distribuirlo en distintas mochilas más pequeñas en lugar de una sola muy grande y difícil de transportar. Esta distribución deberá hacerse de manera que las distintas mochilas contengan todos los elementos básicos, para que todos los componentes tengan sus necesidades cubiertas.

Sobre todo no sobrecargues, evita todo aquello que no sea imprescindible y evita ser demasiado redundante, hay cosas que por su importancia conviene tener duplicadas o tener dos variantes, como el método de potabilización, pero en muchas otras no tendrá sentido (llevar dos pastilla de jabón por si se pierde una, no tiene mucho sentido). Evita también cualquier objeto que suponga simplemente comodidad, si no cubre además una necesidad básica, la comodidad no lo es.

EL AGUA El agua es sin duda una de las principales preocupaciones en según qué emergencias. Si tienes que abandonar tu casa por un incendio no tendrás problemas con el agua, pero si quedas aislado en una montaña, en un campamento de verano o en un tejado por una inundación, aunque parezca irónico, el agua sí será un problema. A la recomendación general que hacemos de disponer siempre de cierta cantidad de agua potable almacenada en casa /en el campamento, incluimos la recomendación de disponer en nuestra mochila de 72 horas de, al menos, dos litros de agua por cada persona. Esto nos dará algo más de un día de margen si no tenemos facilidad para conseguir más. Recordaremos renovarla con frecuencia suficiente mientras tengamos la mochila guardada, para asegurarnos su calidad cuando pueda ser necesaria. Un último apunte sería disponer de algún recipiente de mayor capacidad para poder transportar cantidades suficientes de agua si nos tenemos que establecer en un lugar retirado del lugar donde la podamos obtener. Para ello, los bidones plegables son una opción que no penaliza apenas espacio en nuestra mochila. POTABILIZACIÓN Además de esta cantidad de agua deberíamos incluir uno o dos métodos de potabilización distintos, los filtros personales como el "Survival Straw" o el "Life Straw", o los filtros familiares como el "Survival Canteen" o el "Survival Inline" son la opción que más recomendamos, por su eficacia, sencillez y rapidez de uso, a ello le añadiríamos un sistema alternativo como las pastillas potabilizadoras. LA COMIDA A la hora de planificar la comida el primer criterio a seguir será la caducidad de la misma, de modo que podamos dejarla en la mochila sin preocuparnos de que esté en buen estado cuando la podamos necesitar. El segundo criterio será el volumen y el peso de la misma, pues puede llegar a suponer un importante exceso de equipaje. Trataremos, además de que las dietas sean lo más completas posibles, si bien, en un periodo de 72 horas, una dieta poco equilibrada no supondrá un problema para nuestra salud. Será muy importante tener en cuenta necesidades especiales como la intolerancia a la lactosa, o al glúten, comida para bebés, diabetes, etc… Otro factor a tener en cuenta es que la comida es un factor fundamental que afecta de forma muy directa al estado de ánimo de las personas, una comida agradable, caliente, un poco de chocolate, o una golosina son excelentes medios para combatir el desánimo y el estrés. Raciones de emergencia Las raciones de emergencia son una solución frecuente en los kits de 72 horas. Consisten en unas barritas hechas principalmente de cereales que suponen un conjunto de nutrientes completo y un gran aporte de calorías, de modo que pocas unidades son suficientes para cubrir las necesidades nutricionales de una persona. Están pensadas para grandes crisis humanas (por ejemplo, campamentos de refugiados) con la finalidad de evitar enfermedades derivadas de carencias nutricionales y su diseño, pensado para reducir el volumen (que no

peso) y facilitar el almacenaje y transporte en grandes cantidades, está orientado a facilitar la logística de las grandes operaciones de ayuda humanitaria. Como opción para el kit de las 72 horas, parecen indicadas por su larga duración y pequeño volumen, aunque sean pesadas, y el hecho de no requerir ser cocinadas. Sin embargo, dado su aporte calórico, se deben comer sólo las cantidades indicadas, con lo que no suponen ningún aporte psicológico pues no suponen una comida satisfactoria en ningún caso.

Comida liofilizada La liofilización es un proceso de deshidratación por congelación que supone un método de conservación de los alimentos de gran eficacia, que no requiere frío ni condiciones especiales de conservación y que mantiene las propiedades de los alimentos casi intactas. Las comidas liofilizadas son platos preparados que se presentan en sobres, normalmente se preparan en el mismo envase, añadiendo agua y poniéndolas al fuego. Podemos encontrar en el mercado comidas, desayunos, postres, comidas sin gluten, vegetarianas y una gran variedad de las mismas. Actualmente son la principal elección para los montañeros, y alpinistas, astronautas y para la navegación. Como “pros” para el empleo en el kit de 72 horas diremos que ocupan poco volumen y son muy ligeras, nutritivas y variadas, además de ser agradables de comer y permitir comidas calientes. Frente a las raciones de emergencia, suponen un alimento más reconfortante psicológicamente. Como “contras” diremos que el necesitar agua para su preparación las hace inconvenientes cuando ésta escasee, o sea difícil de conseguir.

Alimentos corrientes En los supermercados encontraremos alimentos perfectamente válidos para incluirlos en nuestro kit. Deberemos tener en cuenta los factores que hemos comentado antes para elegirlos. Además de los alimentos de los que ya hemos hablado, el incluir en el kit chocolate, café o infusiones, caramelos o, si tenemos niños, algunas golosinas, supondrán un apoyo emocional a tener en cuenta y del que será conveniente disponer.

UTENSILIOS DE COCINA Según el tipo de alimentación que hayamos elegido, necesitaremos de los elementos necesarios para calentarla o prepararla, un pequeño hornillo de gas o uno de alcohol será suficiente. El gas es más fácil de manejar y menos engorroso que el alcohol. También los hornillos para combustible sólido cumplen con esta misión con creces. Además incluiremos el menaje de cocina necesario, hay sets completos muy compactos y ligeros. También incluiremos cubiertos y algo para limpiar la vajilla tras su uso.

EL ABRIGO Obviamente, el clima es un condicionante a la hora de planificar la mochila de 72 horas, sobre todo en previsión de que tengamos que pernoctar en el exterior.

Los sacos de dormir y mantas de emergencia son elementos habituales y de gran valor en el equipo de emergencia. Con escaso volumen y peso suponen un recurso de gran validez que no creemos que nadie deba excluir, independientemente de disponer o no de otro sistema. Un saco de dormir y una colchoneta aislante serán, por supuesto, una mejor opción, y dependerá de nuestro poder adquisitivo el poder incluir ambos en el equipo o no. Si pensamos en renovar nuestro equipo de trekking y comprar un nuevo saco, podríamos destinar el viejo al kit de las 72 horas.

Además, será conveniente disponer de algo para prepararnos un refugio, que nos proteja de la humedad y el viento así como del calor excesivo y el sol, según el momento del día o las condiciones meteorológicas. Los toldos o tarps deportivos son soluciones de gran calidad, no muy costosas y pequeñas y ligeras. También podremos hacernos el nuestro propio con materiales como la rafia. El plástico quizás pese y ocupe demasiado volumen. Una tienda de campaña ligera y pequeña, no de las familiares con 3 habitaciones, sino sólo lo justo para dormir en ella podría ser la mejor alternativa para muchas familias.

LA ROPA

La ropa en el kit de emergencias suele ser lo que más cuesta mantener, puesto que tendremos que ir adecuando el contenido del kit a la estación del año en que estemos. También tendremos que ir actualizando la ropa de los niños, que crecen y se va quedando pequeña. Incluir un poncho de emergencias para la lluvia es una buena opción para cualquier época del año, pues casi no penaliza en peso o volumen y su utilidad es incuestionable. No olvidemos tampoco que puede ser necesario protegernos del sol por lo que un sobrero de tela, pañuelo o shermag será un buen elemento a tener en cuenta.

Nos centraremos en disponer de mudas y, al menos, un conjunto de ropa de repuesto completo. El calzado también es importante, podría ser que no dispongamos de tiempo para buscar nuestras botas o zapatillas de deporte, así que o bien las incluimos en el propio kit, o las guardamos en un lugar accesible junto a éste. Para transportar la ropa es conveniente recurrir a algún método que nos permita comprimirla para reducir al máximo su volumen. Hay muchas opciones en el mercado, como las bolsas para ropa con aspiración de aire, nosotros nos inclinamos por los petates estancos con válvula o los sacos de compresión, pues nos dan la misma funcionalidad y los podremos volver a comprimir después de abrirlos fuera de casa, además de estar hechos de materiales pensados para resistir a la intemperie, no para guardar la ropa en un armario.

EL BOTIQUÍN Otro imprescindible. Un pequeño botiquín de primeros auxilios debe ser incluido en el kit de las 72 horas. Las opciones disponibles en el mercado son perfectamente válidas para un uso normal, no es necesario un botiquín quirúrgico o un kit de sutura o asistencia al parto ni cualquier elemento que no sepamos utilizar. Al botiquín básico le añadiremos los medicamentos que nos sean necesarios según nuestras circunstancias, si estamos en tratamiento, y algún medicamento de uso general como analgésicos, antiinflamatorios, anti-diarreicos, etc.

No es necesario llevar cajas enteras, pero convendrá tener el prospecto junto con los medicamentos y anotar la fecha de caducidad. Por supuesto, los renovaremos para evitar que caduquen en nuestra mochila.

Si el botiquín no los incluye añadiremos suero fisiológico, agua oxigenada y betadine, que podemos encontrar en cómodos recipientes mono-dosis.

Complementos adicionales relacionados con la salud podrán ser crema solar, crema labial, repelentes de insectos, etc,...

LA HIGIENE

Sin ser demasiado exigentes, dadas las circunstancias para las que preparamos el kit, llevaremos al menos jabón, cepillos de dientes y dentífrico. Incluiremos en este apartado papel higiénico, pañales y toallitas para los bebés, higiene íntima para las mujeres, etc,.. En muchos casos la cantidad de agua disponible para la higiene será limitada, por lo tanto, incluir opciones alternativas nunca estará de más: las toallas húmedas y el gel desinfectante, serán, entre otros , opciones a tener en cuenta. El menaje de cocina puede limpiarse con alcohol, sin necesidad de utilizar agua. EL FUEGO Puede que lo necesitemos o puede que no, pero la capacidad de hacer fuego puede marcar una diferencia importante en una situación de crisis. A parte de servirnos para preparar alimentos, nos permitirá calentarnos, iluminarnos y además actuará como refuerzo psicológico. El fuego, aunque no sea imprescindible, es reconfortante, aporta seguridad y tranquilidad, y acompaña en las noches más duras, ayudando a mantener la calma y a descansar.

Hacer un fuego, al contrario de lo que pueda parecer, no siempre es tarea fácil, en los casos en los que disponer de fuego pueda llegar a ser crítico requeriremos garantizarnos que podremos encenderlo incluso sin ser unos expertos. Para ello incluiremos en nuestro kit al menos dos métodos de encendido diferentes y, al menos uno de ellos tendrá que funcionar incluso mojado. Además incluiremos yesca, pues no siempre dispondremos de algún material que pueda servirnos como tal. Además de los kits de encendido que encontramos en el mercado disponemos de opciones diferentes, habríamos de incluir cerillas impermeables o anti-tormenta, un encendedor de magnesio o de ferrocerio tampoco estarán de más, luego añadiremos yesca de algodón impregnado y/o yesca de virutas de madera, ambos bien almacenados en algún recipiente impermeable. Incluir uno o varios mecheros tradicionales, por su comodidad, tampoco estará de más pero sabemos que en climas adversos no son herramientas fiables y no podremos depender de ellos.

DOCUMENTACION, DINERO Es importantísimo incluir en nuestra mochila copias de los principales documentos: DNI, libro de familia, escrituras, tarjetas sanitarias o de seguros médicos, seguro del hogar y cualquier otra documentación que podamos considerar importante, los propietarios de mascotas deberían incluir la documentación de las mismas. La meteremos dentro de una carpeta plástica en una bolsa estanca, para asegurarnos que permanecerá en condiciones en cualquier situación, incluiremos ahí también una provisión suficiente de dinero efectivo, en billetes pequeños y monedas.

LOS ACCESORIOS En último lugar hay una serie de elementos que son altamente recomendables en la elaboración del kit. Como siempre, esta lista varía en función de las necesidades, pero el objetivo que se cubre con cada elemento suele ser similar:

Un multiherramientas de bolsillo es una buena elección a incluir en la mochila de las 72 horas. Incluyen casi todas las funciones que podamos necesitar normalmente. Las navajas suizas también son útiles, pero el no disponer de alicates las limita bastante.

Una radio, puede ser a pilas, pero lo mejor será que sea de dinamo, o una combinación de dinamo y solar. De la radio no podemos prescindir, será nuestra principal fuente de información en situación de necesidad, a través de la cual sabremos cómo evolucionan los acontecimientos y recibiremos instrucciones de las agencias de protección civil y las autoridades.

Luz. Ni que decir tiene que la necesitaremos. Incluiremos linternas en la mochila, ya sean de pilas o de dinamo. Unos prefieren las de pilas y complementar el equipo con un cargador solar o de dinamo, de modo que podamos usar las pilas con las linternas o cualquier otro equipo, y el cargador nos permita también alimentar el móvil. Además, incluir velas no estará de más.

Otra función de la luz es señalizar, para ello, las luces químicas son una gran alternativa a tener en cuenta, nos permitirán señalizar donde hay un peligro, o una posición donde nos deban encontrar.

Cuchillo. No es un elemento indispensable en absoluto, y su utilidad está muy relacionada con el conocimiento y práctica que tengamos sobre su uso. Un cuchillo servirá principalmente para manipular madera, (un buen cuchillo bien usado es tan funcional como una hacha pequeña). También será útil para cavar. En el mercado existen herramientas que combinan pala, hacha y sierra, que pueden suplir perfectamente a un cuchillo.

Silbato de emergencias. En realidad, cualquier silbato. Pero uno por miembro de la familia. Permitirá pedir ayuda cuando los demás no puedan vernos. Para los niños pequeños, enseñándoles que lo deben usar si no encuentran a papá o a mamá, supondrá cierta seguridad adicional.

Mapas y brújula. En entornos urbanos un plano de la ciudad es un elemento muy importante, así como en ambientes rurales lo es un mapa topográfico. Los mapas y las brújulas hacen un tándem inseparable, necesitaremos ambos ya que individualmente pierden mucha utilidad. Hay que saber usarlos, o acompañarlos de unas instrucciones por si nos hemos olvidado o no tenemos práctica.

Otros elementos como cuerda, guantes de trabajo, mascarillas y gafas anti-polvo, bolsas de plástico, gomillas elásticas, etc,… que no ocupan espacio, pesan poco y pueden resultarnos útiles en un momento dado.

LINO ANTONIO TORRECILLA SANTOS

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA PARA ELABORAR ESTA UNIDAD DIDÁCTICA.

1.- 4ª Edición del Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos adversos. Meteoalerta. Propiedad de la Agencia Estatal de Meteorología. (Disponible en PDF)

2.- 1º Congreso de Seguridad en montaña celebrado en Zaragoza por la iniciativa de la Consejería de Política Territorial, Justicia e Interior del Gobierno de Aragón. Responsable del Comité Científico: Alberto Ayora Hirsch (disponible en PDF) 3.- “Riesgo y Liderazgo” de Alberto Ayora. Editorial Desnivel. 4.- “Certificado de iniciación al montañismo” de técnicos la Escuela Española de Alta Montaña (Benasque, Huesca). Editorial Barrabés. 5.- “Montañismo y Trekking” de Joaquín Colorado; 4ª edición; Editorial Desnivel. 6.- “Urgencias en Montaña” de Enric Subirats Bayego; Editorial Desnivel. 7.- Así mismo he consultado muchos trabajos –en distintos formatos- de personas que, generosamente, los ponen en la red a disposición de todos los que necesitemos consultarlos. Gracias. Lino Antonio Torrecilla Santos