RATIFICA FOX QUE EL SECTOR ENERGETICO DEL PAIS NO SE PRIVATIZARA

México, 22 Nov (Notimex).- El presidente Vicente Fox ratificó que el sector energético del país no se privatizará, concretamente Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y reiteró su llamado al Congreso de la Unión para que apoye la Reforma Eléctrica. En su programa radiofónico sabatino "Fox contigo", el Jefe del Ejecutivo Federal se refirió a los sectores energético y carretero del país y afirmó que para fortalecer la industria eléctrica y de infraestructura se necesita la participación del capital privado. Asimismo el Presidente de la República destacó la estabilidad económica del país que, expresó, es producto del trabajo de todos y de una disciplina financiera y monetaria. Expuso que se buscan inversiones para resolver problemas de infraestructura carretera, de telecomunicaciones, activar todo el ramo de la construcción y, al mismo tiempo, impulsar el empleo.

Resaltó el crecimiento de la economía, que es aún moderado, pero sostuvo que el mercado interno se impulsará para generar más empleos y contar con la infraestructura que el país necesita. En esta ocasión, los invitados fueron los titulares de las Secretarías de Energía (Sener), Felipe Calderón Hinojosa, y de Comunicaciones y Transportes (SCT), Pedro Cerisola y Weber. "Estamos ciertos que fortalecer nuestra economía al interior nos va a permitir crecer con menos dependencia, ya sea del mercado del norte, Estados Unidos y Canadá, o de otros; que el crecimiento venga de nuestro propio esfuerzo, independientemente de que logremos acelerar ese crecimiento basado en una recuperación en otros países". Todo estos avances, explicó, son producto de una disciplina financiera, fiscal y monetaria; haber logrado bajar la inflación a tasas muy cercanas a las de Estados Unidos es un logro importante y todavía falta más.

Ese es el propósito, que tengamos con el vecino del norte misma tasa de inflación y como consecuencia mismas tasas de interés, las más bajas nunca vistas en décadas anteriores, precisó. Todo esto es posible, las grandes inversiones y estos financiamientos por gozar, gracias a la estabilidad macroeconómica. "La estabilidad económica es un valor que a veces no apreciamos lo suficiente, que permite que el ama de casa pueda seguir comprando los productos año con año, casi a los mismos precios, y no se le deteriore el ingreso, y también permite que los trabajadores mejoren su poder adquisitivo", detalló. El presidente Fox indicó además que hay buenas noticias en materia de empleo, pues en las últimas seis quincenas ha habido un crecimiento importante de acuerdo a los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). "Son arriba de 150 mil nuevos empleos que nos dan una lucecita al final del túnel y esperamos que sea más definitiva y consistente", señaló.

Reiteró que se trabaja fuerte en la movilización del mercado interno y la palanca principal para lograrlo es meter un programa agresivo de inversiones, "el cual hemos podido poner en marcha ante las limitaciones del presupuesto, acompañando los recursos del presupuesto o recursos fiscales con inversiones privadas". Este esfuerzo, comentó, se canaliza en infraestructura, principalmente en energía. "Estamos rescatando Pemex, le estamos dando una nueva dinámica". En segundo término está la infraestructura carretera, portuaria y aeroportuaria, que también es una gran generadora de nuevos empleos a través del impulso al sector de la construcción en México; mientras en tercer lugar está la vivienda. "Hemos impulsado un muy agresivo programa de vivienda, elevando de un nivel de 200 mil, 225 mil viviendas que se venían construyendo en el gobierno anterior, a un nivel de este año que ya alcanza 500 mil viviendas; esto es prácticamente el doble o algo más que el doble", dijo Fox Quesada.

Agregó sin embargo que para el año próximo la meta son 575 mil viviendas y "seguiremos creciendo año con año hasta llegar a 750 mil". Por su parte Felipe Calderón Hinojosa subrayó la importancia de la aprobación de la propuesta de reformas que el presidente Fox envió para garantizar que por cada barril de petróleo producido se tenga la posibilidad de obtener ese mismo producto a través de la exploración de nuevos yacimientos. De la misma manera mencionó que se han creado 150 mil nuevos empleos en las últimas seis quincenas. A su vez Pedro Cerisola comentó que a pesar de que se han construido muchas carreteras sólo dos terceras partes de la red troncal está construida con altas especificaciones, pero el compromiso del presidente Vicente Fox es que aumente a 90 por ciento. La tendencia del presupuesto federal para construir carreteras era de cuatro mil millones de pesos al año, es decir se requerían de 20 años para lograrlo, por lo que se buscó la participación conjunta de estados, municipios e iniciativa privada.

• Rechazan la propuesta foxista de reforma eléctrica

Pachuca, Hgo., 24 de noviembre (apro).- Bajo consignas de repudio a las “reformas estructurales”, la caravana número 3 “Santa Rosita” --proveniente de Sinaloa-- arribó a esta capital, donde realizó un plantón en la plaza Juárez, frente a la sede del Ejecutivo estatal. Ahí le reprochó al gobernador Manuel Ángel Núñez Soto su apoyo a la apertura energética.Unos 500 miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y diversas organizaciones sociales y estudiantiles, entre las que iban normalistas de “El Mexe”, hicieron un alto más rumbo a la concentración que realizarán este jueves 27 en la Ciudad de México.Durante el plantón hubo señalamientos contra el gobierno foxista, por sus intenciones de abrir el sector eléctrico a la inversión foránea, lo mismo que por la propuesta del secretario del Trabajo, Carlos Abascal, a fin de ‘flexibilizar’ las relaciones obrero-patronales.

También cuestionaron a Fox, a quien acusan de hacer un traje a la medida --como se destaca en los spots oficiales--, pero no al pueblo mexicano, sino a las empresas transnacionales.Así, Luis Espinosa López, subsecretario del SME en la división Pachuca, advirtió que si el mandatario estatal insiste en no escuchar a los normalistas disidentes, “que ni siquiera piense en candidatearse” en 2006.Los mexistas, que arribaron con sigilo para no ser interceptados por los cuerpos de seguridad, denunciaron que las autoridades continúan acosando a los maestros que han participado en las clases no oficiales en las instalaciones en Francisco I. Madero, fuera de la nueva sede en Pachuca.

Fue en las instalaciones que ahora se encuentran “sitiadas” por la suspensión de alimentos, gas, luz y teléfono, en donde la caravana pasó la noche del sábado; ahí convivieron con los estudiantes y aproximadamente 150 padres de familia que se han declarado en resistencia por la cancelación del internado. Los inconformes, entre los que iban trabajadores del Seguro Social, del Frente Popular Francisco Villa (FPFV), la agrupación política Nueva Democracia, SNTE y CNTE, y otros, advirtieron que con la movilización harán saber a Fox que el pueblo es el que ordena, y no los intereses al otro lado del río Bravo.

Tranquilo Calderón Hinojosa ante marcha del jueves

El secretario de Energía, Felipe Calderón Hinojosa, se mostró tranquilo ante la marcha que el próximo jueves realizarán organizaciones populares en contra de la propuesta de reforma eléctrica planteada por el Ejecutivo Federal.

Previo a una reunión con las comisiones unidas de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, Calderón Hinojosa dijo que será una forma de expresión como muchas otras.

Ante los diputados, adelantó que la dependencia a su cargo requerirá 274 mil millones de pesos como presupuesto de egresos para Petróleos Mexicanos (Pemex), Comisión Federal de Electricidad (CFE), Luz y Fuerza y la propia Secretaría de Energía (Sener).

PAGARIA PAIS FALTA DE ACUERDOS EN

REFORMA ELECTRICA: BARNES DE CASTRO

México, 25 Nov (Notimex).- El subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), Francisco Barnés de Castro, advirtió que la falta de consensos para aprobar la reforma eléctrica tarde o temprano lo podría pagar el país. México no puede quedarse atrás en la historia y se deben abrir espacios para la concurrencia del capital privado y público en el sector, el cual es estratégico para el desarrollo del país, señaló el funcionario. Reiteró que el gobierno federal necesita el capital privado como complemento en la inversión pública en el área energética, para que el Estado siga asumiendo su responsabilidad en el servicio público. Además, porque los cambios tecnológicos y estructurales que se están dando en todo el mundo y en diferentes áreas de la economía permiten encontrar formas más eficaces para el desarrollo de las naciones, señaló.

En ese contexto, Barnés de Castro opinó en entrevista que la llamada "mega marcha" prevista para el próximo jueves en contra de la apertura del sector eléctrico, refleja el punto de vista de algunos actores de la discusión en torno a los cambios a la legislación respectiva. "Es un punto de vista entendible y es necesario tomarlo en cuenta, porque refleja en parte la visión con que el país por mucho tiempo enfrentó el tema, con razones fundamentadas en el pasado", dijo. Reconoció por lo tanto que mantener la exclusividad del Estado en el sector energético permitió que el país tenga las industrias públicas sólidas con las que cuenta en la actualidad y que han dado un servicio "extraordinario". No obstante, aclaró, también se debe tomar en cuenta la necesidad de llevar a cabo un cambio gradual como el que plantea el Ejecutivo federal en la iniciativa de ley respectiva, para evolucionar hacia esquemas de participación de la inversión privada en áreas exclusivas del Estado.

Dijo que los inconformes representan una postura extrema en defensa de que el sector eléctrico siga dominado por el monopolio del Estado, con una clara integración vertical de las empresas públicas, sin participación privada. Por el otro lado, agregó, hay quienes plantean que las estructuras del Estado son obsoletas y que hace falta avanzar hacia condiciones de mercado más abiertas, con la participación del sector privado. Mientras tanto, la posición del gobierno federal se ubica en el centro, a fin de concretar un sector industrial más eficiente y atractivo a las inversiones complementarias, aseguró.

En la presentación de las dos Nuevas Normas Técnicas de Competencia Laboral para la Industria del Gas LP, el funcionario reconoció que en esta industria existen riesgos y que como en todas las actividades productivas no está exenta de errores humanos y técnicos. En ese sentido, destacó las acciones de la Sener para incrementar y mejorar las condiciones de seguridad en las que opera la industria, no sólo del gas LP sino también del natural. Recordó que el 85 por ciento de la población mexicana tiene acceso a una de las dos fuentes de gas, por lo que se avanza en la aplicación de las normas y procedimientos encaminados a que se ofrezca un servicio de calidad y seguro.

NADIE DEBE IMPONER POR LA FUERZA SU VOLUNTAD: FELIPE CALDERON

* Critica las posiciones irresponsables en materia eléctrica México, 26 Nov (Notimex).- México debe defender la capacidad de elegir su futuro con base a votos y no con base a presiones, expresó el titular de la Secretaría de Energía (Sener), Felipe Calderón Hinojosa, al referirse a la "mega marcha" convocada para este jueves en contra de la reforma eléctrica. El responsable de la política energética del país aseguró que "nadie debe imponer por la fuerza o mediante marchas su voluntad, sin considerar la voluntad pública expresada en los mecanismos democráticos del voto". Señaló que la manifestación en contra de la reforma eléctrica que se discute en el Congreso de la Unión será desarrollada por un grupo que tiene derecho a expresarse, siempre y cuando respete a los demás.

Esas manifestaciones son válidas, siempre y cuando "respetemos a los demás y estemos decididos a respetar la vida democrática, es decir, que decidan los votos en las urnas y el Congreso lo que el país debe decidir y que nadie pretenda imponer a los demás por la fuerza o por marchas su propia voluntad". Reiteró que la falta de reformas en el país ha reducido notablemente la capacidad productiva y la competitividad del país, por lo que "los mexicanos debemos resolver si queremos seguir como vamos o una economía que crezca y genere empleos". Al participar en la XIV Convención del Mercado de Valores, Calderón Hinojosa señaló que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) requiere 560 mil millones de pesos en 10 años y Petróleos Mexicanos (Pemex) 740 mil millones para los próximos cuatro años.

La primera opción de financiamiento es por la vía del presupuesto federal, la cual está acotada porque no hay responsabilidad tributaria por parte de los legisladores, lamentó. Criticó que para algunos políticos es fácil pedir que se invierta más en la CFE o Pemex, "pero a la hora de recaudar ese dinero para invertir vienen los problemas, dificultades y tensiones que estamos viendo". Destacó al respecto que los mexicanos no debemos aceptar ser un país con decisiones irresponsables, pues "es fácil para los políticos decir que se gaste más en rubros sociales, pero a la hora de ponernos de acuerdo de dónde saldrán los recursos para gastar nadie pone el mínimo de voluntad para transformar el país".

Otra alternativa para financiar a las empresas públicas del sector es la inversión privada directa, la cual está limitada por la Constitución Mexicana, que prohíbe la participación accionaria de privados en las empresas paraestatales. Refirió al respecto que existen legisladores que se oponen de manera tajante a la participación adicional de recursos privados en el sector energético, pero que proponen la inversión accionaria. En ese sentido, consideró que los legisladores deben mostrar una postura más lógica y consistente, porque "no se puede decir no a inversión adicional y decir sí a la inversión en las empresas que existen; debe haber un discurso lógico".

Entre las alternativas de financiamiento para Pemex y CFE también destacan los Proyectos de Infraestructura Productiva con Impacto Diferido al Gasto, mejor conocidos como Pidiregas, que "han sido un recurso exitoso para financiar la obra pública del gobierno federal y ha liberado las restricciones presupuestarias". No obstante, continuó el funcionario, los compromisos de pago de Pidiregas por capacidad, amortización e intereses muestra una tendencia casi exponencial, la cual refleja límites, por lo que es necesario explorar otras posibilidades de financiamiento. Un mecanismo adicional es la colocación de deuda, la cual en el mercado de valores ha resultado exitosa por la estabilidad macroeconómica, la participación de las Siefores y las reformas financieras.

Sin embargo, el funcionario de la Sener dijo que aún cuando el mercado de valores es un instrumento útil y oportuno, "no se debe olvidar que la vía de endeudamiento tiene limitantes y riesgos porque en la medida que se sobreutiliza, dificulta acceso a mercados y se encarecen tasas de interés". No podemos apostar el futuro del país y de las empresas públicas por la vía del endeudamiento, porque cuando México apostó todo a la deuda creyendo que el precio del petróleo iba a estar alto y las tasas de interés bajas sucedió lo contrario y se generó una crisis, recordó.

Por lo tanto, reiteró que México cuenta con un sector energético que puede ser detonador de la economía, con enorme riqueza potencial en hidrocarburos. En ese sentido insistió en la necesidad de las reformas estructurales pendientes, como la energética y fiscal, y dijo que como mexicano no acepta la alternativa de "pasarnos la vida lamentándonos nuestra triste condición y atacándonos unos a otros e impidiendo que haya cambios y cosas mejores".

LA CFE ES COMPETITIVA Y LFC DISTA MUCHO DE SERLO: ELIAS AYUB

México, 26 Nov (Notimex).- El director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Alfredo Elías Ayub, aseguró que la paraestatal es altamente competitiva, mientras que Luz y Fuerza del Centro (LFC) "dista mucho de tener estándares de productividad internacional". Al participar en la XIV Convención del Mercado de Valores, el funcionario dijo que existen diferencias entre las empresas eléctricas del país, pues mientras la CFE está certificada por el ISO 9000 en casi al ciento por ciento, LFC no tiene estándares de productividad. Precisó además que la CFE y el Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) firman año con año, desde 1992, convenios de productividad.

Mientras tanto, aseguró, LFC tiene al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), con el que a la fecha no establece esquemas de productividad en su contrato colectivo. La CFE atiende a la mayor parte de los usuarios del país, alrededor de 21 millones, genera 98 por ciento de la energía y vende ésta a LFC, que a su vez suministra el fluido eléctrico en el Distrito Federal y los estados de México, Morelos y Puebla. Elías Ayub comentó que en el área de generación de electricidad, la empresa que encabeza está organizada en cinco regiones con 200 plantas en toda la República, desde la de menor tamaño hasta plantas con valor superior a los mil millones de dólares, como la nucleoeléctrica Laguna Verde.

Sin embargo, reconoció que la falta de recursos económicos y el incremento en la demanda impiden dar de baja las plantas obsoletas, no obstante que se tiene en marcha un programa para concluir 61 plantas eléctricas en los próximos 10 años. De las inversiones necesarias, precisó que se requiere en la próxima década 230 mil millones de pesos para generación de electricidad, 130 mil millones para transportación y 100 mil millones para distribución y mantenimiento. Las alternativas actuales que tiene la CFE son mediante el esquema de Obra Pública Financiada (OPF) y los Proyectos de Productores Independientes de Electricidad. Para mantener ambos esquemas de financiamiento, la empresa requerirá de cinco mil millones de dólares para cumplir con los mecanismos de financiamiento de OPF y de generadores particulares.

En el primer esquema, el ganador del concurso es el responsable de financiar la obra con base en un contrato de compra de energía y capacidad de la CFE. De esa manera, el ganador del contrato obtiene créditos -casi siempre bancarios- y se convierte en deudor directo, pero la CFE también adquiere el endeudamiento de manera indirecta, porque el aval para los préstamos es el contrato de compra de energía. De la iniciativa eléctrica que se somete en el Congreso, Elías Ayub insistió en que no implica la privatización de paraestatal sino es un esquema en el que seguiría como participante del mercado, ciento por ciento propiedad del Estado. Se trata de una reforma que generará competitividad, para que las empresas puedan tener opciones de suministro de electricidad y que impulsará una cantidad importante de inversiones y empleo, señaló el funcionaio.

Empresas públicas necesitan inversión 132.743 millones

dólares

México, 26 nov (EFE).- Los requerimientos de inversión de las dos principales empresas públicas mexicanas, la petrolera Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), alcanzarán los 1,5 billones de pesos (132.743 millones de dólares) en los próximos 10 añosAsí lo señaló el ministro de Energía, Felipe Calderón, durante su intervención en la XIV Convención del Mercado de Valores, celebrada en la capital mexicana"Estamos hablando de cifras enormes en términos de necesidad y financiación: 560.000 millones de pesos (49.557 millones de dólares) para la CFE en 10 años y 740.000 millones de pesos (65.486 millones de dólares) para Pemex en los próximos cuatro años", dijo

Detalló que la gran mayoría de los recursos que necesita Pemex (56.647 millones de dólares) son para exploración y producción, mientras que los requerimientos de la CFE se concentran en generación (20.415 millones de dólares), transmisión (11.504 millones) y distribución (9.469 millones)La Constitución mexicana prohíbe la participación de la inversión privada en el sector energético, a excepción de un resquicio que permite a compañías privadas generar energía eléctrica, pero bajo estrictas condiciones que además obligan a venderla al EstadoOtra de las vías de financiación ha sido por medio de los proyectos conocidos como Pidiregas (proyectos de impacto diferido en el gasto), que implican endeudarse en el futuro

Esta alternativa es empleada porque los recursos del presupuesto no dan abasto y la carga fiscal, sobre todo en Pemex, impide que la compañía paraestatal financie adecuadamente sus propias inversionesEl ministro consideró inviable conseguir toda esa financiación mediante empréstitos, y recordó que "cuando México le apostó a la deuda en los años ochenta y puso todos sus intereses en ella creyendo que el precio del petróleo iba a ser permanentemente alto y las tasas de interés internacionales bajas, ocurrió exactamente al revés""Si pretendiéramos endeudar a las empresas", dijo Calderón, "recuerden que en 1980 tan sólo por pasar de 40.000 a 78.000 millones de dólares de deuda sobrevino una crisis que comprometió el futuro de varias generaciones de mexicanos"

Calderón insistió en que esta vía del endeudamiento a través de emisiones de bonos y certificados bursátiles, que ambas empresas han utilizado con éxito, a pesar de ser una buena opción en el actual contexto legal, "tiene límites""Desde luego hay que utilizarla, pero tenemos que tener equilibrio, ponderación, diversificar nuestras vías de financiación", concluyóEl ministro de Energía señaló además que las reservas de crudo probadas, que ascienden a 20.000 millones de barriles de crudo, sólo durarán unos trece años al ritmo de explotación actual, pero destacó que el nivel de reposición de las mismas ha subido de un 25 por ciento en el año 2000 a un 50 por ciento en 2003

Asimismo, comentó que el requerimiento de electricidad crecerá anualmente un 5,4 por ciento hasta el año 2011, lo que implica una gran necesidad de reposición y el establecimiento de nuevas plantas de energíaPor esa razón insistió en la necesidad de que se aprueben las reformas eléctrica y fiscal que permanecen entrampadas en el Congreso, y que permitirían abrir el sector eléctrico al capital privado y, en el caso de aprobarse la fiscal, implicaría cambios en el régimen tributario de Pemex.

Reforma Eléctrica, Sólo Constitucional

El secretario de Energía, Felipe Calderón Hinojosa, destacó que una reforma en el sector eléctrico sin cambios constitucionales no tiene sentido. ''La modificación debe ser en el marco constitucional para contribuir y dar certidumbre jurídica a los inversionistas (lo) que permitiría una mayor creación de empleos, captar mayor inversión y elevar la competitividad de México.''

En tanto, para el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, el grupo conformado entre otros por el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, el senador Manuel Bartlett y el gobernador de Oaxaca, José Murat, quienes rechazan la reforma energética foxista, ''se opone a la modernización del sector eléctrico''. Existe, aseveró, otra alianza de muchos más mexicanos y mexicanas que sí están por esta transformación.

Mientras en Mérida, el propio Bartlett Díaz acusó al gobierno foxista de practicar ''un terrorismo de Estado, un terrorismo al estilo foxista'', cuando se empeña en entregar la industria eléctrica al extranjero y amenaza al pueblo mexicano con ''hambre y desempleo''.

A su vez, Calderón reconoció que la negociación para sacar adelante la reforma eléctrica ha sido un tema difícil, pero aclaró que no hay posiciones inamovibles. Sin embargo insistió: ''Es negociable todo, pero no tiene sentido realizar una reforma si no es constitucional''.

Sobre los recientes encuentros de representantes de otros partidos que se oponen a las reformas estructurales externó su respeto a los puntos de vista distintos, válidos en un país democrático como México. Afirmó que hay un número cada vez mayor de mexicanos que están en favor de las reformas.

Por otro lado, el coordinador de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado, Jesús Ortega, señaló que este jueves por la tarde se reunirán con Felipe Calderón para ''exponerle nuestra propuesta de reforma eléctrica; esperamos que entienda nuestras razones y parecería que podría haber acuerdo en algunos puntos, por ejemplo, en la autonomía administrativa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ahorro de energía y nuevas fuentes energéticas''.

Por su parte, Creel dijo que independientemente de la creación del grupo opositor, lo que al final de cuentas es importante, es ''si se cuenta o no con los votos necesarios para llevar a cabo la reforma constitucional''. Sin embargo concedió que en el gobierno hay respeto a todas las opiniones ''y aunque no estemos de acuerdo con ellas no vamos a satanizar a nadie, sobre todo a quienes no están de acuerdo con las distintas reformas que hemos planteado. Las circunstancias del país requieren de serenidad y ameritan madurez'', señaló.

-¿Buscará reunirse con ese frente?

-Hemos estado en reuniones permanentes con cada uno de ellos, pero por supuesto que buscaríamos también su interlocución. Deseamos seguir dialogando con todos, con quienes están de acuerdo y con los que no, para ver si hay un punto en común por donde empezar a trabajar.

Bartlett afirmó que está en marcha desde el gobierno una estrategia perversa. ''Están decididos a todo, pero los mexicanos lo vamos a impedir evitando que se reforme la Constitución y preservando el control del Estado en materia energética. No sé de dónde saca el presidente Vicente Fox que la entrega del control a los extranjeros va a generar empleos.''

Explicó que la alianza con el PRD y Cárdenas obedece a que ''nos une el mismo objetivo: evitar que los extranjeros tomen el control de la energía eléctrica y posteriormente los hidrocarburos''.

Al respecto, el secretario de Economía, Fernando Canales, comentó que Cárdenas y Bartlett ''están en su derecho, son mexicanos, son líderes de opinión de sectores importantes y son libres de manifestarse y organizarse en ese sentido''.

Debe precisarse, agregó, que la rectoría del Estado y la soberanía nacional no están amenazadas para nada, porque ''el gobierno de México, en representación de la sociedad, vigilaría y supervisaría el funcionamiento eventualmente de los particulares que participarían en la generación y distribución de energía eléctrica''.

Por otro lado, el gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, se manifestó en favor de una reforma energética que permita la inversión privada bajo regulación del Estado, y que no implique la privatización de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Interrogado sobre la alianza opositora a la reforma energética señaló: ''Respeto las opiniones de todos, pero también estoy a favor de una reforma al sector eléctrico'', concluyó.

Rechazo cenecista a la privatización

Mientras, los diputados federales de la Confederación Nacional Campesina (CNC) expresaron su rechazo a la reforma eléctrica y un ''no rotundo'' a cualquier modalidad privatizadora que implique cambios a la Constitución.

Los legisladores anunciaron, en un comunicado, que su posición será presentada hoy durante un foro de análisis al que convocó la Fundación Colosio del PRI. El diputado Luis Antonio Ramírez Pineda, secretario de la Comisión de Programación y Presupuesto de la Cámara de Diputados, sostuvo que no existe justificación ética, social ni política para modificar los artículos 27 y 29 constitucionales, para trasladar una actividad estratégica y prioritaria a particulares nacionales y extranjeros.

''Los legisladores tenemos muy claros los compromisos con nuestro pueblo y no avalamos ninguna forma de privatización abierta o encubierta'', declaró.

Por su parte, el subcoordinador de la diputación del Partido Acción Nacional (PAN), Germán Martínez Cázares, se dedicó ayer a denostar el frente contra la reforma eléctrica que formalizaron el pasado viernes Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el senador Manuel Bartlett Díaz y el gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, con el argumento de que ''el ingeniero debería tener vergüenza histórica y no sentarse al lado'' del personaje que en 1988 operó el fraude electoral. Sin embargo, se molestó cuando se le recordó que fueron los diputados panistas quienes con su voto avalaron la quema de las boletas electorales de ese año.

Fox consensuará reforma eléctrica

El mandatario tendrá que pasar el rudo debate en el Congreso federal, donde su partido, Acción Nacional, carece de mayoría. Por lo pronto, la oposición defenderá sus propias iniciativas empujadas por la demanda de los trabajadores de conservar un perfil nacionalista dentro de esta industria y, sobre todo, en las principales empresas paraestatales: la Comisión Federal de Electricidad, Luz y Fuerza del Centro.

El secretario de Gobernación, Santiago Creel, ha manifestado que el Gobierno no tiene ninguna prisa por sacar adelante la iniciativa de reforma del sector eléctrico, y aclaró que no se tratará de una propuesta general relativa a la transformación del sector energético nacional, que tentativamente exige modificaciones a la constitución mexicana.

Según el funcionario, tan sólo se presentará una reforma eléctrica que se está conviniendo con su partido. Aún no se ha establecido la fecha de su presentación, ni hay prisa para hacerlo, ya que todavía se dialoga con las demás fuerzas políticas. Además, no espera que la presentación tenga lugar tras lograr un consenso amplio sobre una reforma que no ha sido planteada. En cambio, precisa señor Creel, el Gobierno desea establecer un diálogo inicial con las fuerzas políticas, y, de acuerdo con el partido gubernamental, se presentará la iniciativa cuando resulte conveniente al propio Gobierno.

La reforma energética en México ha tenido un tortuoso trayecto. Durante el pasado Gobierno, del presidente Ernesto Zedillo, el Ejecutivo federal no logró las modificaciones a la ley, debido a la pretendida pérdida de soberanía que supone la apertura de un punto neurálgico de los recursos nacionales.

A lo largo de cinco años, la falta de concordancia entre Gobierno, sindicatos y legisladores ha mantenido latente el tema de la modernización del sector eléctrico. Mientras tanto, el tiempo se agota, y, por lo pronto, las autoridades han garantizado hasta el año 2007 el suministro de energía a sus más de 22 millones de usuarios que atienden las dos poderosas empresas paraestatales. Sin embargo, el gran desafío aguarda a las puertas de la siguiente década, cuando la demanda de energía haya crecido más del 60 por ciento.

El pasado miércoles, al presidir el 65 aniversario de la Comisión Federal de Electricidad, el presidente Fox reiteró que esta empresa y Luz y Fuerza del Centro (que abastece de energía a la Ciudad de México), no serán privatizadas. El mandatario declaró que el Ejecutivo sigue atentamente los debates en el Congreso y enviará a la mayor brevedad posible la propuesta de reforma del sector. Así mismo, manifestó estar seguro de que se acordará una reforma que preserve la soberanía energética y la rectoría del Estado, al tiempo que permita la llegada de más recursos a este sector, con el fin de satisfacer la demanda futura.

El presidente mexicano hace frente a la disyuntiva de colocar a México en la inercia mundial de privatización de los recursos energéticos, y, al mismo tiempo, de ponerse a tono con la democracia que defiende su Gobierno. Con este fin, debe evitar imponer a toda costa una reforma eléctrica sin el consenso de las fuerzas políticas del país.

Actualmente, el debate se concentra en las ventajas y desventajas de una reforma constitucional para permitir la participación del capital privado, así como de las fórmulas para conseguir las inversiones que requiere el sector eléctrico, estimadas en 500 mil millones de pesos. Esta suma supera el presupuesto anual de las 32 entidades federativas y los 2.500 municipios de México. Pero, en última instancia, en el nuevo juego político, los diferentes actores son conscientes de que la última palabra corresponde al Congreso federal.

En los últimos veinte años se han llevado a cabo diversas reformas estructurales. Los cambios económicos, sociales y políticos han determinado la necesidad de que todos los países realicen importantes transformaciones. En México esas reformas significaron esencialmente redimensionar al Estado; concentrar la acción del sector público en las áreas estratégicas, construir instituciones trascendentes como la CNDH, el IFE o un banco central autónomo; y la apertura al comercio internacional.

Los cambios en el mundo han propiciado nuevos equilibrios y todo parece indicar que para que nuestro país no se quede aislado requerimos una nueva generación de reformas. Entre ellas se mencionan la hacendaria, la laboral, la de telecomunicaciones y, por supuesto, la energética. Sin embargo, debemos reconocer que en su análisis probablemente nos hemos perdido un tanto, porque las hemos visto de manera aislada, en lugar de hacerlo con una visión de conjunto y en el marco de su interrelación.

La cuestión no es sólo actualizar a México y relanzarlo en un contexto de alta competencia, sino que adicional mente se necesitan resolver distintos problemas estructurales, entre ellos el financiero que carga el gobierno, que cada vez se vuelve más crítico debido diversos factores. Hay que admitir que el gobierno federal no ha podido, ni tiene propuestas viables, para hacerle frente a su frágil situación financiera.

Si pudiéramos resolver el problema financiero; si fuéramos exitosos en la recaudación fiscal, en la generación de empleo, en detener y disminuir el contrabando; si no se perdieran cientos de miles de millones de pesos por la evasión; es decir, si el gobierno fuera eficaz, muy probablemente estaríamos discutiendo este tema, pero desde otra perspectiva.

El asunto es que el gobierno no es eficaz y quiere resolver su problema de caja con una reforma fiscal que generalizaría el IVA y/o con base en la enajenación de las empresas públicas como PEMEX y CFE o comprometiendo los recursos naturales propiedad de la nación.

En consecuencia, esta es una salida tramposa ante la incapacidad para encontrar cómo financiar el gasto público, ya que no es posible sostenerlo por la vía del endeudamiento ni por el aumento de la carga fiscal a los contribuyentes de siempre. Esos instrumentos ya se agotaron.

Por ello, me parece que debemos actuar en varios frentes, porque sólo ver el problema energético, de manera aislada, nos impide observar el horizonte en lo general. No obstante, en esta ocasión, no entraré al detalle de todas las reformas necesarias y sólo me referiré a la eléctrica.

En diversos países del mundo, se han llevado a cabo cambios a fondo, a partir de la venta de las empresas o la privatización de los organismos públicos responsables de la generación, transmisión y distribución de la electricidad y el abandono del control estatal.

Los argumentos han sido aumentar los ingresos públicos; atraer mayores inversiones de capital en la industria; reducir la intervención del Estado en la economía; incrementar la eficiencia; mejorar la competencia y crear un nuevo mercado, pero en realidad el objetivo es transformar una parte de la renta nacional en ganancias privadas. Y, en el caso de México, cuando menos una parte de las propuestas coinciden con esta visión.

No obstante, hay que reconocer que el sector eléctrico requiere cambios; le urgen recursos para modernizar la infraestructura; para expandir el servicio a todos los mexicanos y para asegurar la satisfacción de una demanda creciente por electricidad.

La discusión sigue siendo cómo hacerlos, más aun cuando encontramos que hay diversas opciones. En estos últimos tiempos, hemos tenido la oportunidad de analizar diferentes experiencias y, en consecuencia, conocer y analizar también varias propuestas.

Está también la propuesta del Presidente Fox, en la que engañosamente se afirma que no implica la privatización del sector eléctrico, dado que no se plantea la venta de la CFE y que sólo se trata de que los grandes usuarios de electricidad tengan la opción de adquirir este servicio con un tercero, bajo el supuesto de que la Comisión podría competir en igualdad de circunstancias. Esta propuesta cuando menos tendría tres consecuencias:

La primera es que, no obstante ser aceptable decir que con esta opción los activos de la CFE no se venderían, la realidad es que se procedería a privatizar una parte del mercado y, claro está, sería el que mayores ventajas y, sobre todo, mayores ganancias deja. El primer afectado sería la misma CFE, ya que al quedar fuera del mercado más rentable perdería rápidamente recursos y competitividad.

En el mediano y largo plazos lo que ocurriría es que la CFE se convertiría en una empresa ineficiente y, con ello, habría problemas en la calidad del servicio para los usuarios residenciales y la gran mayoría de las empresas que atienden al mercado intemo, compuestas por las pequeñas y medianas industrias. En consecuencia, habría un impacto necesario en las tarifas que ofrece, a menos de que el gobierno estuviera dispuesto a subsidiar, aun más, a la empresa o a quienes fueran sus usuarios.

Hay que admitir que la idea de que las tarifas bajarían mediante un esquema así es una falacia. No hay ninguna evidencia en el mundo de que la privatización del mercado eléctrico se refleje en la reducción de las tarifas para los usuarios domésticos y la pequeña y mediana empresa, salvo para los grandes consumidores, que en México serían alrededor de 500 empresas.

La segunda consecuencia es que se agudizaría el problema de competitividad de la CFE, toda vez que debe mantener en funcionamiento una gran capacidad instalada para atender a un mercado cuya demanda es irregular, en tiempo y volumen; en comparación, cualquier otra empresa que generara electricidad para atender la demanda de las 500 industrias más importantes, no tendría problemas ya que gozaría de un mercado cautivo; ni siquiera tendría excedentes que venderle a CFE, ya que su producción a partir de la demanda, sería constante.

El tercer efecto es que se profundizarían los desequilibrios regionales. Cualquier empresa particular que tuviera la oportunidad de generar electricidad, lo haría lo más cerca posible, tanto de las fuentes de energía, especialmente gas, como de las industrias que abastecería. Es decir, resulta obvio que los estados del centro, occidente y, particularmente, los del sur-sureste serían secundarios en los planes de las empresas privadas.

También hay otras propuestas que buscan fortalecer al sector mediante el aumento de la capacidad de generación y de la oferta de electricidad. Algunas plantean la necesidad de reformar la Constitución y otras sólo implicarían modificar y actualizar las leyes secundarias para facilitar esquemas compartidos de generación y para regularizar o aclarar jurídicamente lo que significa el autoabastecimiento, la cogeneración y la producción independiente. Sin embargo, más allá de que cada una aporta propuestas e ideas interesantes subsiste el problema de la privatización y sus inconvenientes.

Una propuesta más plantea un escenario ideal como es el mantenimiento de la propiedad absoluta del sector y la rectoría del Estado; el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad no sólo con autonomía técnica y de gestión sino, lo más importante, con autonomía financiera; así como con un consecuente mejoramiento de la calidad del servicio y la ampliación de la oferta. Todos estos elementos se sustentarían en la capacidad incuestionable de los trabajadores y técnicos mexicanos.

Esta propuesta es la que más se corresponde con nuestra tradición y cultura históricas. Sin embargo, creo que su principal obstáculo sería que llevarla a cabo demanda recursos que no están disponibles, especialmente por las presiones económicas que tendremos en el corto y mediano plazos.

No hay que olvidar que las restricciones presupuestales aumentarán derivadas esencialmente de las siguientes razones: Tendremos mayores presiones de carácter financiero, ya que a partir del 2005, se vencerán los primeros pagarés del Fobaproa; habrá que pagar otros rescates; atender la creciente demanda de recursos para solventar el sistema de pensiones; y destinar mayores presupuestos a los sectores de educación y salud, tanto por el cambio de la estructura demográfica como por el envejecimiento de la población; para no insistir en la urgencia de hacer un verdadero esfuerzo para rescatar al campo.

Lo que está claro es que ninguna de las propuestas nos ha convencido del todo y, yo en lo personal, hasta ahora, no encuentro ningún argumento sólido sobre la pertinencia de la privatización, en parte o todo, tanto de la industria como del mercado eléctrico. No hay ninguna experiencia positiva que la apunte como una referencia. Por el contrario, todo indica que habría un rechazo, casi absoluto, a una alternativa de esa naturaleza. Para mi está claro que, por muchas razones, el camino no es la privatización.

Pero tampoco parece ser viable una alternativa rígida para alcanzar el objetivo de crear condiciones más favorables para el desarrollo. Por eso creo que debemos actuar a tiempo frente a un hecho real como es la necesidad de ampliar la oferta de energía en las mejores condiciones y considerando que hay un problema grave de carencia de recursos.

Por tanto, se requiere actuar con responsabilidad y apertura para construir una respuesta efectiva, sin que ello signifique debilitar al Estado, privatizar nuestro patrimonio, poner en riesgo el servicio público eléctrico o restringir las posibilidades de desarrollo del país.

Con la privatización nada, o muy poco, se resolvería, pero tampoco avanzaríamos si dejamos las cosas como están con una empresa cuya tesorería está prácticamente requisada por la Secretaría de Hacienda e intervenida, casi judicialmente, por la Secretaría de la Función Pública.

En este sentido, me parece que hay diversas posibilidades, aunque en principio considero que habría una opción que buscaría incidir, de manera integral, en el problema, al menos con un par de acciones legislativas.

La primera acción sería responder con una visión de futuro y con viabilidad en el mediano plazo, como es la propuesta de permitir la cogeneración de la CFE y PEMEX. El problema es que en la perspectiva más inmediata este planteamiento no es suficiente. Me parece adecuado que se abra esta posibilidad, pero también hay que aceptar que aun así tendríamos un reto mayor para obtener los recursos que se requieren.

La segunda consistiría en hacer las reformas que resultaran necesarias para atraer nueva inversión, sin poner en riesgo el patrimonio de los mexicanos; la dirección estatal de la CFE, y ni siquiera compartir el control de sus decisiones, tal y como sucede en cualquier empresa. Para ello, habría que permitir la utilización de otros instrumentos financieros, diferentes a la transferencia de recursos presupuestales o la contratación de deuda.

Así, habría que explotar la posibilidad de crear un tipo de portafolios de inversión en el sector eléctrico en el que se podrían incluir bonos o certificados o la emisión de un paquete accionario, serie "B", hasta por un monto equivalente a las necesidades de expansión de la oferta de energía a precios competitivos. Existen diversas fuentes nacionales de financiamiento que podrían incorporarse a este esquema, más aun si el sistema bancario está resultando poco rentable pata los ahorradores internos e incluso para algunos externos.

Se trata de un mercado atractivo, en especial para sectores que están en busca de los mejores rendimientos como son las AFORES nacionales, los esquemas de pensiones de otros países, diversos inversionistas nacionales e incluso capitales externos.

Esta propuesta implicaría, por supuesto, modernizar a la Comisión Federal de Electricidad, tanto en su capacidad productiva como en sus sistemas administrativos. Habría que darle plena autonomía técnica, de gestión y financiera.

Habría que pensar también en la constitución de un Consejo de Administración auténtico, profesional y eficaz; proceder a una revisión del organismo para corregir vicios y combatir la corrupción; establecer compromisos de productividad, a partir de criterios estrictos para evaluar sus procesos productivos y de desempeño. Es decir lo que hoy hace cualquier empresa que pretende ser competitiva.

Por último, otro aspecto fundamental que sería necesario revisar es la regularización de la autogeneración eléctrica, a la luz de lo señalado por la Suprema Corte. Es urgente perfeccionar el marco jurídico para evitar, incluso, los abusos que se están dando, ya que algunas empresas generadoras de electricidad simulan sociedades con otras industrias, para aparentar esquemas de autoabastecimiento.

Con una propuesta de esta naturaleza se podría dar salida, con responsabilidad y visión de futuro, a la industria eléctrica nacional, pero insisto en que la solución es parcial, que necesitamos vincular este tema con el sentido y profundidad de las demás reformas.