UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR … · mi vida, con amor, ... la enseñanza en las venas, ......

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE ARTES CARRERA DE ARTES PLÁSTICAS SIETE INTERPRETACIONES ESCULTÓRICAS DE SIETE DISPOSITIVOS DE CONTROL UTILIZADOS COMO TERAPIA EN LA PSIQUIATRÍA TRABAJO TEÓRICO DE TITULACIÓN PREVIO A LA OBTENCIÓN DE LA LICENCIATURA EN ARTES PLÁSTICAS CYNTHIA PAMELA ROMÁN CARRIÓN TUTOR: DAVID ANDRÉS JARAMILLO LÓPEZ QUITO, MARZO 2015

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE ARTES

CARRERA DE ARTES PLÁSTICAS

SIETE INTERPRETACIONES ESCULTÓRICAS DE SIETE

DISPOSITIVOS DE CONTROL UTILIZADOS COMO TERAPIA EN

LA PSIQUIATRÍA

TRABAJO TEÓRICO DE TITULACIÓN PREVIO A LA OBTENCIÓN DE

LA LICENCIATURA EN ARTES PLÁSTICAS

CYNTHIA PAMELA ROMÁN CARRIÓN

TUTOR: DAVID ANDRÉS JARAMILLO LÓPEZ

QUITO, MARZO 2015

ii

A los anormales invisibilizados,

a sus familias y

a quienes salvaguardan el cuidado humano de la mente.

iii

AGRADECIMIENTO

A mi mami Tania, porque me ha amado, formado y sostenido a lo largo de

mi vida, con amor, sencillez y admiración, además de marcar los latidos de

mi corazón y siempre escucharme y regalarme su afecto más puro y ser la

mejor; a mi papá y mis hermanas, por apoyarme incondicionalmente,

brindarme un hogar y una familia, financiar mis sueños, creer en mí, en la

carrera que elegí y mi vocación más allá de su entendimiento.

A Rubén por ser mi ñaño, que siempre me ha apoyado en mis ideas

peculiares, me ha regalado su amistad, apoyo incondicional sin importar

tiempo ni lugar, por quererme tal como soy y escucharme sin juzgar, y

porque se ha convertido en mi familia; a Sam por ser mi persona, la niña

que me mira con amor y me quiere y me divierte y me vuelve parte de su día

a día del corazón, y a Gledys, Silvana, Karen, Maritza, Johanna, Nataly y

Salome que han estado junto a mí con su cariño y apoyo durante todo este

tiempo.

A mi tutor, David Jaramillo, quien me ha brindado un extraordinario

apoyo, por cuestionarme y cuestionar mis ideas para mejorar día a día y

por el entusiasmo depositado en el trabajo y en mi proyecto, pero, sobre

todo, por no dejarme sola y mantenerme fuerte en esta última travesía de la

carrera, además de convertirse en un amigo muy querido.

A los maestros de la facultad que tienen amor y pasión por el arte y llevan

la enseñanza en las venas, porque me impulsaron a seguir siendo constante

y con hambre de conocimiento; de la misma manera a la facultad por

acogerme y desplegar un mundo lleno de sueños e ilusiones tangibles ante

mis ojos.

Y finalmente, pero no menos importante, a todos quienes tienen fe en mi

trabajo, a los lectores y a quienes aún sienten interés en los “anormales” y

excluidos.

iv

AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL

Yo, Cynthia Pamela Román Carrión, en calidad de autora del trabajo teórico de titulación realizado

sobre “SIETE INTERPRETACIONES ESCULTÓRICAS DE SIETE DISPOSITIVOS DE

CONTROL UTILIZADOS COMO TERAPIA EN LA PSIQUIATRÍA”, por la presente autorizo a

la UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR, hacer uso de todos los contenidos que me

pertenecen o de parte de los que contienen esta obra, con fines estrictamente académicos o de

investigación.

Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente autorización,

seguirán vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5, 6, 8; 19 y demás

pertinentes de la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento.

Quito, a 27 de marzo de 2015

FIRMA

C.C.: 1724051063

Telf: 0987099854 Email: [email protected]

v

APROBACIÓN DEL TUTOR

En mi carácter de Tutor del Trabajo Teórico de Titulación, presentado por Cynthia Pamela Román

Carrión para optar el Título de Licenciada en Artes Plásticas cuyo título es: “SIETE

INTERPRETACIONES ESCULTÓRICAS DE SIETE DISPOSITIVOS DE CONTROL

UTILIZADOS COMO TERAPIA EN LA PSIQUIATRÍA.” Considero que dicho Trabajo Teórico

de Titulación reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometida a la presentación pública

y evaluación por parte del jurado examinador que se designe.

La línea de investigación en la que se enmarca este trabajo es: Integración de las artes al contexto

social.

En la ciudad de Quito a los 27 días del mes de marzo de 2015.

Firma

David Jaramillo López

Cd. Nº 1711973741

vi

ÍNDICE DE CONTENIDOS

Páginas preliminares pág.

Dedicatoria ......................................................................................................................................... ii

Agradecimiento ................................................................................................................................. iii

Autorización del Autor ..................................................................................................................... iv

Aprobación del Tutor ..........................................................................................................................v

Índice de contenidos .......................................................................................................................... vi

Índice de Anexos ............................................................................................................................. viii

Índice de Figuras ............................................................................................................................... ix

Resumen ............................................................................................................................................ xi

Abstract ............................................................................................................................................ xii

Introducción ........................................................................................................................................1

CAPÍTULO I. EL PROBLEMA: LA VISIÓN POSMODERNISTA DE LA PSIQUIATRÍA

DONDE EL CLIENTE TIENE LA RAZÓN

1.1 Planteamiento del problema ......................................................................................................4

1.2 Formulación del problema…………………………………………..………………………...6

1.3 Preguntas directrices…………………………………………………..………………………6

1.4 Objetivo general…………………………………………………………..…………………...6

1.5 Objetivos específicos……………………………………………………..…………………...6

1.6 Justificación………………………………………………………………..………………….6

1.7 Metodología…………………………………………………………………..……………….7

1.8 Marco teórico…………………………………………………………………..……………...8

CAPÍTULO II. EL CUERPO: ANORMALES, DISPOSITIVOS DE CONTROL Y

TRANSGRESIÓN DEL CUERPO. UNA VERDAD INCÓMODA DE LA SOCIEDAD

2.1 La enfermedad mental en Psiquiatría y Antipsiquiatría ..........................................................10

2.2 Lo normal y lo anormal…………………………………………..……………………….....13

2.3 Dispositivos ...........................................................................................................................18

2.3.1 ¿Espíritus malignos, fuerzas sobrenaturales o castigos divinos? Las enfermedades de la

mente .........................................................................................................................................18

2.3.2 Orígenes del uso de dispositivos para el tratamiento de las enfermedades mentales ......21

2.3.3 Sintomatología…………………………………………..…………………………...….37

2.4 La delgada línea entre la terapia y la tortura ...........................................................................40

2.5 La transferencia al campo del arte ...........................................................................................47

2.5.1 Crítica artística a los dispositivos de control ...................................................................47

2.5.2 Arte y violencia en la sociedad de masas ........................................................................49

2.5.3 El género, el cuerpo y lo clínico como campo de representación artística y política ......51

vii

2.5.4 Los dispositivos psiquiátricos como estéticas de lo extremo…………………..………..54

2.5.4.1 Lo monstruoso y lo maquínico…………………………………………..………...54

2.5.4.2 Sobre la violencia y la enfermedad……………………………………..……….…57

2.5.4.3 La separación de la belleza y la teoría de la abyección………………..………..…61

2.5.5 La locura como representación artística ..........................................................................63

CAPÍTULO III. LA OBRA: SELF SERVICE

3.1 Por qué el loco debe ser su propio psiquiatra ..........................................................................69

3.2 Propuesta artística ...................................................................................................................70

3.2.1 Dispositivos ......................................................................................................................70

3.2.2 Sintomatología de las enfermedades por interpretación de dispositivos artísticos ...........82

3.2.3 Instructivos .......................................................................................................................91

CAPÍTULO IV. CONCLUSIONES

4.1 Conclusiones ...........................................................................................................................95

MATERIALES DE REFERENCIA

Bibliografía .......................................................................................................................................97

Anexos.............................................................................................................................................102

viii

ÍNDICE DE ANEXOS

ANEXOS: Pág.

1. Curva o campana de Gauss…………..……………………………………….………...……....102

2. Detalles del dispositivo “trépano”…………………………………………………..……...…..103

3. Detalles del dispositivo “camisa de fuerza”……………………..…………..……..…….…….104

4. Detalles del dispositivo “vibrador femenino”…..…………………..……………………….….105

5. Detalles del dispositivo “Jugum penis”.…………………………………………..……….…...106

6. Detalles del dispositivo “Panchreston” …………………………………………...…….……...107

7. Detalles del dispositivo “terapia electro convulsiva”.………………...………...…….………..109

8. Detalles del dispositivo “drogas psiquiátricas”………………………………..……………….110

9. Nota aclaratoria…………………………………………………………………….…………...111

ix

ÍNDICE DE FIGURAS

FIGURA: Pág.

1. Comparación entre un cerebro deprimido y un normal…………………..…….….………….....14

2. Vitrina con cráneos trepanados de la cultura Paracas (Perú)……………...….............………….19

3. Philippe Pinel, en La Salpêtrière (Asilo de París para mujeres locas), liberando de sus cadenas a

una paciente………………….……………………………….………………..……………...……23

4. Ilustración francesa de una trepanación de Rush………………………...……………………....25

5. Fotografías del Hospital Estatal Pilgrim de Brentwood, NY, USA, para la revista LIFE,

1940…………………………………………………………………………..…………………….26

6. Primer vibrador inventado por Joseph Mortimer Granville, 1880………..………….………….27

7. Fotogramas de Hysterical Literature, 2013………………………………..……………..…...…28

8. Jugum penis……………………………………………………………………..….……………29

9. Víctimas masivas del terror rojo, 1918…………………………………………..….…………...30

10. TEC en el Santorio Waverly Hills, Kentuky, EUA…………………………………….….…...32

11. Anuncio del Thorazine en revista médica, 1955.........................................................................34

12. Doncella de hierro………………………………………………………………………………42

13. El cinturón de san Erasmo…………………………………………….…………..……….…...43

14. La silla tranquilizadora de Benjamin Rush, “Glore Psychiatric Museum” de St. Joseph,

Missouri, E.U.A…………………………………………………………………………...………..45

15. Acción 4, 1965 de Rudolf Schwarzkogler...................................................................................48

16. Serie de Trenzados, 2002 de Cristina Piffer……………………………………….….....……..49

17. Rape Scene, 1973 de Ana Mendieta…………………………………...………....……..……..52

18. Autorretratos de David Nebreda…………………………………………………..……………53

19. Nicola y su doble. Taller. 2010. Nicola Constantino………………...……………………..…..56

20. Nicola y su doble. Vestidor. 2010. Nicola Constantino……………………………………..…56

21. Alfombra; (detalles) 1997. Nora Aslan………………………………………………………...59

22. Medusa de la serie Cnidarios. 2000. Silvia Gai…………………………...……………………60

23. El beso. Joel Peter Witkin………………………………..…………………..…………………63

24. La extracción de la piedra de la locura, 1500-1510 de El Bosco…...………..……….………..65

25. Retrato de loca de Hugh Welch Diamond…………………………………….....…….……….66

26. TEC aplicada a Randle PAtric McMurphy (Jack Nicholson), fotograma de One flew over the

cuckoo‟s nest, 1975………………………………………………………………….……....……..67

27. Procedimiento trepanación. Javier Escudero y Cynthia Román Carrión. 2014..……….……...71

28. Dispositivo trépano. Cynthia Román Carrión. 2015……………………………...…………....71

29. Procedimiento maniatar con camisa de fuerza. Cynthia Román Carrión. 2015……..…….…...72

x

30. Dispositivo camisa de fuerza. Cynthia Román Carrión. 2015……………………………….....72

31. Procedimiento masaje pelvico para la histeria femenina. Javier Escudero y Cynthia Román

Carrión. 2014…………………………………………………………………..…………..……….73

32. Dispositivo vibrador femenino. Cynthia Román Carrión. 2015……………………..........……74

33. Procedimiento prevención de espermatorrea. Gledys Macías y Cynthia Román Carrión.

2015…………………………………………………………………………………………..…….74

34. Dispositivo Jugum penis. Cynthia Román Carrión. 2015…………………………...…………75

35. Procedimiento anti alevosía. Cynthia Román Carrión. 2015………………….……..…….…..76

36. Dispositivo Panchreston. Cynthia Román Carrión. 2015…………………….………...………76

37. Procedimiento terapia electro convulsiva. Javier Escudero y Cynthia Román Carrión.

2014…………………………………………………………………………………….……..……77

38. Dispositivo collar de electroshock. Cynthia Román Carrión. 2015………………………....…78

39. Instalación farmacológica. Cynthia Román Carrión. 2015……………………..……….…..…79

40. Dispositivo drogas psiquiátricas. Cynthia Román Carrión. 2015………………………..….…79

xi

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE ARTES

CARRERA DE ARTES PLÁSTICAS

Siete interpretaciones escultóricas de siete dispositivos de control

utilizados como terapia en la psiquiatría

Autor: Cynthia Pamela Román Carrión

Tutor: David Jaramillo López

Fecha, 27 de Marzo de 2015

RESUMEN

El presente trabajo aborda con una mirada crítica los dispositivos de control social psiquiátricos

mediante la expresión escultórica de construcción. Se pretende problematizar la existencia de estos

dispositivos de control utilizados en psiquiatría y su libre utilización sobre la sociedad “anormal”.

Se procura posicionar al arte en una postura crítica, informativa y reflexiva sobre los dispositivos

de control utilizados para normar las disparidades sociales. Esta problematización de dichos

dispositivos acarreará consigo la preocupación teórica en el campo artístico a problemáticas en

torno al género, a lo clínico, a la transgresión del cuerpo y el funcionamiento de las sociedades en

los diferentes campos culturales. La obra escultórica resultante de esta investigación interpreta siete

dispositivos fácilmente reconocibles y que constituyen hitos en los tratamientos psiquiátricos para

normar la conducta. A través de estas representaciones se evidencia asimismo una mirada

panorámica de la evolución del pensamiento social a través de la tecnología o la necesidad de cada

época. El abordaje teórico de la investigación residirá en los escritos del filósofo Michel Foucault,

así como de teóricos del arte como Elena Oliveras, entre otros.

PALABRAS CLAVES

<ARTE Y PSIQUIATRÍA> <ARTE CONTEMPORÁNEO> <ARTE CRÍTICO> <TERAPIA

PSIQUIÁTRICA> <DISPOSITIVOS DE CONTROL PSIQUIÁTRICO> <NORMATIVIDAD

CONDUCTUAL>

xii

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

SCHOOL OF VISUAL ARTS

MAJOR IN VISUAL ARTS

Seven sculptural interpretations of seven control devices used as therapy

in psychiatry

Author: Cynthia Pamela Román Carrión

Tutor: David Jaramillo López

Date: March 27 of 2015

ABSTRACT

This work addresses Psychiatric social control devices with a critical look through the use of the

construction sculptural expression. It pretends to present the existence of such control devices used

in psychiatry and its free use on “abnormal” society, as a problem. The intention is to place art in a

critical, informative and reflexive position regarding control devices used to standardize social

differences. This problematic approach of the above mentioned devices will bring along with it the

theoretic concern in the artistic field towards problems related to gender, clinical matters,

transgression of the body and the operation of societies in different cultural fields. The sculptural

work resulting from the investigation interprets seven devices which are easily recognized and

constitute milestones in psychiatric treatment used to standardize behavior. Through these

representations, a panoramic view of the evolution of social thinking through technology or the

needs of each era is furthermore evidenced. The theoretical approach in this investigation will refer

to the writings of philosopher Michel Foucault, along with other art theoreticians such Elena

Oliveras, amongst others.

KEAYWORDS

<ART AND PSYCHIATRY> <CONTEMPORARY ART> <CRITICAL ART> <PSYCHIATRIC

THERAPY> <PSYCHIATRIC CONTROL DEVICES> <STANDARDIZATION OF

BEHAVIOR>

1

INTRODUCCIÓN

Alguna vez nos hemos preguntado, ¿por qué existen los locos y los “anormales”

1 y cuál es la

necesidad de mantenerlos encerrados? He aquí algo que nos ayudará a entender por qué. En esta

investigación nos hemos propuesto indagar acerca de la necesidad de controlar y normar a los

anormales a través de manifestaciones estéticas de siete tratamientos de control que fueron

utilizados en la psiquiatría. Cada dispositivo responde a la estética específica de una época, además

de ser una metáfora visual de su pensamiento y sus necesidades político-sociales. Lo penoso de esta

situación es que los usuarios de estos tratamientos de control son muchos de los anormales, locos o

enfermos psiquiátricos que permanecen en aislamiento y constante medicación.

La investigación se concentra en el estudio y crítica del poder y el control social, principalmente a

través de la mirada de Michel Foucault, así como estetas y teóricos del arte tales como Elena

Oliveras o Piedad Solans. Gracias a los escritos de Foucault, hemos relacionado y puesto en

movimiento la dinámica del poder en el caso específico de los dispositivos de tratamiento

psiquiátrico. Desde estos análisis recrearemos escultóricamente objetos que dan cuenta la represión

que ha experimentado el cuerpo y la mente “anormal” en el campo de la sanidad social.

En primer lugar estableceremos el campo de investigación, donde se pretende problematizar el

tema y formular un problema. Al exponer y desarrollar el problema a tratar, conoceremos los

objetivos de la investigación. Asi mismo, conoceremos los ejes que atravesarán la redacción, así

como los objetivos que se plantea alcanzar. Es pertinente mencionar que el desarrollo y los límites

de la investigación van a depender de la obra plástica que se desarrollará en torno al tema y hacia

dónde se la quiera direccionar. Personal y artísticamente, es importante justificar la pertinencia y

relevancia de la investigación para el campo artístico y los aportes que se puedan realizar, si es que

la obra y este texto los tienen. Posterior a la estructuración de la metodología de trabajo, nos

introduciremos al tema que nos compete la investigación, en este caso particular conoceremos un

poco acerca de las posibilidades que tiene el organismo acerca de su accionar y la constitución de

la idea de lo normal y lo anormal. Nos gustaría dejar claro que el eje teórico conductual de esta

investigación son los postulados del filósofo francés Michel Foucault (1926-1984), en cuyos

escritos se cimenta la teorización de los conceptos del poder y los anormales, en los cuales se basa

el desarrollo de los temas a tratar.

En segunda instancia, se iniciará el estudio desde de las teorías filosóficas, críticas, sociológicas,

históricas y artísticas que desarrolarán las ideas sobre la normalidad, anormalidad y enfermedad

mental en los diferentes campos de acción. Después, se realizará un recorrido histórico-crítico

1 Se tratará el término “anormal” y sus referencias a profundidad en el capítulo 2.

2

sobre los dispositivos de control, el origen de las enfermedades de la mente y los tratamientos

psiquiátricos para tratar las anormalidades conductuales del cuerpo y de la mente. También se dará

a conocer las caracteristicas de las anormalidades estudiadas a partir de los dispositivos de control

y se realizará un análisis comparativo entre los dispositivos de control y los métodos de tortura

utilizados en el sistema penitenciario. Por otra parte, se realizará una teorización desde al campo

artístico sobre la utilización del cuerpo, las luchas del género, la crítica clínica y las

representaciones de locura.

Al iniciar la investigación sobre los anormales, hemos notado que son una población excluida o

periférica de una estructura de comportamiento social similar. Ésta minoría estadística representada

en la curva de Gauss2 son además los individuos anormales en cuyos cuerpos se aplican los

tratamientos correctivos de conducta. La desinformación general de la población sobre políticas

sociales permite que quienes están en el poder actúen sin miedo al rechazo o sublevación sobre

estas decisiones. Entrando al campo que nos concierne, nos preguntamos si el arte puede servir

como un mecanismo de información y reflexión sobre los dispositivos de control para la sociedad

anormal. Al ser de esta manera, podría ser utilizado como herramienta para prevenir la

deshumanización en los tratamientos para normar la conducta. Es bien conocido que estos

tratamientos normativos son designados en cuanto una transgresión del cuerpo de los internados,

pero, ¿de dónde viene esta idea de transgresión del cuerpo? Al parecer, estudios en torno a los

tratamientos psiquiátricos han mostrado que el uso de tratamientos correctivos se utiliza en el

cuerpo desde la edad de piedra, junto con la medicina primitiva.

En el arte, la problemática se decanta hacia manifestaciones específicas que relacionan los

dispositivos con las formas de hacer arte. En este punto, realmento no podríamos enfocarnos en la

mirada de un solo teórico del arte por la variedad de temáticas y posibilidades de abordaje. Hemos

elegido textos base y guía que en su propia existencia representan hitos en sus categorías, así,

aparecerán textos como: “Arte y Feminismo” con edición de Elena Reckitt y estudio de Peggy

Phelan, “El cuerpo del artista” con edición de Tracey Warr y estudio de Amelia Jones, “Cuestiones

arte contemporáneo” de Elena Oliveras (ed.), “Estéticas de lo extremo” de Elena Oliveras (ed.), así

como “Accionismo vienés” de Piedad Solans, entre otros.

Entre estos enfoques, existen críticas artísticas hacia los dispositivos de control, específicamente

encontraremos una crítica hacia lo opresivo de lo clínico en el accionista vienés Rudolf

Schwarzkogler. Posaremos la vista en el arte que ha tomado la violencia como temática, y

estudiaremos un caso de artistas argentinos, además de un estudio de caso de Cristina Piffer con su

2 El significado de la curva de Gauss se estudiará más a profundidad en el capítulo 1.

3

polémica obra: “Trenzados”. Estudiaremos también las estrategias de las últimas décadas de los

campos que se han vuelto recurrentes en la teoría artística: el género y el cuerpo. El género y el

cuerpo juegan un papel muy importante como dispositivo de expresión radical, aunque como es

sabido, todas las expresiones radicales constituyen una estrategia de comunicación que, en muchas

ocasiones, no puede ser manifestada de otra manera. Para lo cual tomaremos las obras de Ana

Mendieta y de David Nebreda como lenguaje específico. Y finalmente, una mirada panorámica a

través de la historia del arte sobre las obras que han utilizado la locura como argumento de

representación artística. Nos pareció pertinente iniciar la ejemplificación a partir de la Edad Media

hasta terminar en una relación de cómo puede intervenir el arte como terapia ocupacional para

pacientes psiquiátricos, mencionando no solo piezas de las artes plásticas y visuales sino que

incluimos ejemplos de la literatura y el cine, por ejemplo.

Para terminar, realizaremos una descripción a detalle sobre la propuesta artística y la convergencia

de la investigación en la creación de la obra plástica. Se explicará en qué consiste la obra, los

elementos de la misma y las descripciones formales de los dispositivos. Es importante recalcar que

la obra busca que el lector sea el propio intérprete de los dispositivos, por lo cual, no se explicará

significativamente en extenso cada elemento, sino que a lo largo de la investigación se proveera de

herramientas informativas suficientes para que la lectura final de la obra sea posible e individual.

También se proporcionará a detalle los elementos instalativos y plásticos de cada uno de los

dispositivos y su respectivo montaje artístico. Y por último se presentarán las conclusiones de la

investigación. Habiendo explicado rápidamente el contenido de nuestra investigación, esperamos

que la lectura sea agradable y significativa.

4

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA: LA VISIÓN POSMODERNISTA DE LA

PSIQUIATRÍA DONDE EL CLIENTE TIENE LA RAZÓN.

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Los dispositivos de terapia psiquiátrica han funcionado como medio de control social, debido a que

son una herramienta fundamental para el proceso de normatividad social. El comportamiento de las

personas se puede medir estadísticamente como una curva de Gauss3, donde la mayor densidad de

población se ubica en el centro, y a los costados se ubicará lo marginal. La media de la curva

corresponde a la norma, a la población cuyo comportamiento es similar y recurrente en los

individuos de una sociedad. Lo marginal de esta curva será “lo anormal, lo excluido, lo enfermo, lo

que necesita ser cambiado, pero también lo excepcional”. Por lo tanto, se tratará de corregir la

disparidad o lo marginal en la norma, modelando el comportamiento y el pensamiento de quienes

se encuentran en el los perímetros sociales.

El conocimiento sobre el poder psiquiátrico ha permitido que éste poder sea ejecutado con la

finalidad de corregir tal disparidad. Conocemos que muchos de los pacientes de hospitales

psiquiátricos han sido catalogados como “enfermos” sin una base científica ni estudios pertinentes

que demuestren su patología. Este abuso de poder ha sido posible porque el conocimiento de la

psicopatología, sus orígenes y la terapéutica es relativamente desconocida. Además, la psiquiatría

se vale de la “internación involuntaria”, para regular las conductas de los individuos de acuerdo a la

media social aceptadas como la normalidad.

Los pacientes psiquiátricos insertados en el sistema de monitoreo médico son los sujetos de uso de

dispositivos de terapia psiquiátrica. A lo largo de la historia del “manicomio” se han ido

desarrollando dispositivos para la cura de “enfermedades de la mente”. Muchos tratamientos para

la cura de la “locura” se basaron en torturas medievales y básicamente en experimentación médica.

(Foucault. M., 1984). El diagnóstico de las patologías se basa en la agrupación de los signos

divergentes y constantes del comportamiento. El médico es el poseedor de tal información y es

3 Debido a que la campana de Gauss es empleada como herramienta gráfica para medir las distribuciones

de probabilidad variable, los estudiosos de la sociedad se valen de ella porque permite la visibilidad de una imagen gráfica sobre los fenómenos de estudio. Dado que en esta situación el foco de estudio se puntualiza en la sociedad, hemos creído pertinente, de la misma manera que sociólogos como Emile Durkheim, el uso de la curva de Gauss como gráfica de ejemplificación de una medida de normalidad y anormalidad social.

5

quien designará el tratamiento más “adecuado” para el paciente con el padecimiento. Pero, ¿qué

hace que la recopilación de información sobre conductas divergentes otorgue al psiquiatra la

potestad de acción sobre otro ser humano?

Cuando todos los sectores de la sociedad tienen el conocimiento de la enfermedad, significa que

¿tienen el poder de crear la normativa, aceptarla o declinarla como eje conductor de pensamiento?

Al indagar en los estudios de salud mental, encontramos que el número de enfermos no se ha

reducido, sin embargo, los síntomas de la enfermedad sí han sido aminorados. Lo que busca la

terapéutica específicamente no tiene que ver con una cura de las enfermedades mentales, no

obstante, intenta restaurar la normalidad de los individuos de una sociedad para volverlos

nuevamente funcionales como entes económicamente activos.

La argentina Graciela Sarti, Doctora en Historia y Teoría de las Artes, menciona que: “Lo

monstruoso está siempre, en primera instancia, relacionado con la vida.” (Carne y metal. La

representación de lo monstruoso maquínico., 2013, pág. 17) Ciertamente, lo monstruoso está

presente transversalmente en la vida, por lo cual, la estética de los dispositivos de terapia a lo largo

de la historia no son la excepción, pues entendemos que de alguna manera, estas manifestaciones

han seguido una línea del exceso. En este sentido, no solo los instrumentos de terapia se convierten

en lo monstruoso, sino que asimismo, los “anormales” serían la encarnación de lo monstruoso

entendiéndolo como lo malo, feo, disforme o disfórico, como Sarti lo habría categorizado. La

dificultad real se presenta al pensar si en realidad lo monstruoso se puede normar, que es la

hipótesis primordial manejada para poder discriminar a la población de acuerdo a sus capacidades y

actitudes.

La filósofa y esteta argentina, Elena Oliveras, nos recalca la importancia del hoy; la existencia de la

monstruosidad en el tiempo actual cuando pregunta: “¿Por qué «lo extremo» figura hoy en la

primera plana no sólo del arte sino también del pensamiento en general?” (Oliveras, 2013, pág. 9).

Sin embargo, a lo largo de la investigación notaremos que lo llamado “monstruoso” o “extremo” no

es exclusivo del tiempo actual, aunque sí más mediático.

Aunque, por otro lado, al vivir en una época de alta intensidad, el “extremo” se ha ido convirtiendo

en un lugar común, “normal”. Entonces al mirar retrospectivamente la anormalidad poblacional en

el campo conductual social, que se convirtió en clínico, significa que ¿los “anormales” han

desaparecido o que el termino anormalidad tiene un significado disímil al convencional?

6

1.2 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

Los dispositivos de terapia psiquiátrica actúan como medios de control social. El desconocimiento

del accionar político en las sociedades actuales ha provocado una cesión de poder y conocimiento.

En el arte, la expresión del control social ha sido criticada desde el feminismo, lo clínico y el poder.

La crítica hacia la sociedad y los dispositivos de control ejercidos desde el poder no va a cambiar la

norma social. Pero, para el presente fin, el arte intentará ser un mecanismo de información y

reflexión sobre estos dispositivos además de una herramienta del conocimiento.

1.3 PREGUNTAS DIRECTRICES

¿El arte puede ser un mecanismo de información y reflexión sobre los dispositivos de

control para la sociedad anormal?

¿Por qué se cree que los dispositivos de control pueden curar la “locura” y normar a los

disidentes?

¿Dónde se origina la idea de que la transgresión del cuerpo es un medio para eliminar la

anormalidad conductual?

1.4 OBJETIVO GENERAL

Realizar una obra plástica a manera de interpretación personal de siete dispositivos de control

usados como tratamiento psiquiátrico.

1.5 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Presentar una idea de lo que es “normal” y “anormal” desde el punto de vista psiquiátrico,

antipsiquiátrico y social.

Conocer el origen de las enfermedades de la mente y los dispositivos que se usaron para

curarlas, enfocadas en los siete dispositivos a ser representados artísticamente.

Entender la función de la tortura como un medio de control de conducta.

Construir siete representaciones de dispositivos de terapia psiquiátrica que están vinculados

con los desórdenes mentales investigados.

Montar una instalación escultórica ambientada con los siete dispositivos de tratamiento

psiquiátrico, cada uno con una tabla sintomatológica y un instructivo de uso.

1.6 JUSTIFICACIÓN

Consideramos importante evidenciar la idea de control social sobre la cual se establecen las

estructuras de los hospitales psiquiátricos y las repercusiones de los tratamientos en los pacientes.

Es necesario tener claro que nuestra intención no es abordar el problema de las enfermedades

7

mentales desde la visión médica, sino mostrar una visión de la infraestructura social y los

mecanismos de poder que se ejercen tras instituciones como el manicomio. Los individuos que han

sido tratados con dispositivos de control, han sido afectados: política, económica y socialmente de

acuerdo a las políticas e intereses gubernamentales o del núcleo del poder vigente.

Lo que pretendemos a través del arte es jugar con la adquisición de ideas alternativas sobre el ser

normal o estar enfermo y normarse o saber y ejercer poder. Si la propuesta pone en cuestión el

sistema político y social que afecta el funcionamiento de la sociedad de masas, puede metaforizar

estos mismos sistemas represivos reflejados en la interpretación de estos dispositivos de control

que ha utilizado el poder para normar a los divergentes.

1.7 METODOLOGÍA

Antes de comenzar la investigación, es necesario plantear un problema a tratar y enfocarlo en la

creación artística. A continuación se investigará si el tema tiene bibliografía y se establecerá un

pequeño estado de la cuestión para poder elaborar un índice potencial de contenidos para tener una

estructura de investigación. Teniendo estos elementos podemos iniciar con la investigación en sí

misma. En el tema que nos concierne, iniciamos con las partes centrales. Establecer una línea de

pensamiento sobre la que se va a mirar la investigación, en este caso, se abordará el estudio a partir

del pensamiento Foucaultiano y se utilizarán autores de apoyo para sostener una visión amplia

sobre el tema de estudio. Luego, se tratará de exponer las ideas en torno a lo normal y lo anormal.

Una vez cimentados estos conocimientos, abordaremos el estudio de los dispositivos de control en

el medio psiquiátrico y su poder sobre el campo social. Posteriormente, la investigación se

decantará hacia el estudio histórico de los siete dispositivos de terapia psiquiátrica pertinentes en la

investigación y su modo de uso. Además hallaremos la relación y la similitud entre las terapias con

las torturas y suplicios. Es pertinente, de la misma manera, el estudio de los dispositivos de control,

su relación con el cuerpo y el uso de la locura en el arte.

El proceso creativo para la elaboración de la obra plástica manejará una propuesta de instalación en

la que consten una serie de siete representaciones de dispositivos de control además de un cuadro

sintomatológico de las enfermedades en las que se usan tales dispositivos y sus respectivos

manuales de uso. Las interpretaciones de los dispositivos van a ser construcciones de materiales

mixtos basadas en los diseños de los dispositivos y la presentación de objetos específicos

necesarios, recopilados para este fin.

8

1.8 MARCO TEÓRICO

El historiógrafo, psicólogo, teórico social y filósofo francés Michel Foucault (1926-1984) plantea

que el enfermo mental puede refugiarse en su enfermedad como una manera de defensa ante su

realidad (1984). Foucault manifiesta que la enfermedad es una regresión evolutiva, suprime las

funciones complejas, significa una contradicción interior y además representa la ambivalencia en la

mente del sujeto. Existe la posibilidad de que la absurdidad patológica desgarre la vida afectiva del

sujeto pues su protección neurótica puede desembocar en un círculo vicioso perjudicial para el

“enfermo” (Foucault, 1984, págs. 31-62).

Las definiciones de lo “normal” y lo “anormal” que serán usados en este texto siguen la línea de

pensamiento Foucaultiano. Pero también se apoyará en teóricos como Georges Canguilhem,

Thomas Szasz, David Cooper, entre otros. Foucault aborda la temática de lo normal en la sociedad

y la enfermedad desde la visión del sociólogo francés Emile Durkheim (1858-1917) y la psicología

americana. Canguilhem, por su parte, ofrece una visión médica direccionada hacia lo fisiológico y

la psicología contemporánea. Mientras que Szasz y Cooper presentarán su pensamiento con una

visión direccionada más hacia la antipsiquiatría. Expondremos teorías, puntos de vista, análisis y en

sí, información que ha surgido en torno a estas problemáticas. Conviene subrayar que tal

información no constituye, por supuesto, verdades absolutas. La información nos permitirá

formarnos una idea en base a la discriminación de los conocimientos expuestos.

Las tipologías generales de los desórdenes mentales son presentadas por Michel Foucault y el

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (en inglés Diagnostic and Statistical

Manual of Mental Disorders, DSM). En el libro “Enfermedad mental y personalidad” (1984),

Foucault presenta grandes lineamientos de una descripción general de las afectaciones mentales en

las categorías de psicosis y neurosis, dentro de las cuales se ubicarán desordenes como la histeria,

obsesiones, psicastenia, neurosis, demencia, etc. El DSM en cambio, desde su aparición en 1952,

ha proveído criterios de diagnóstico y clasificación de las enfermedades mentales, por una parte en

características generales, y por la otra en tablas estadísticas como la escala de gravedad de la

discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) en escala de gravedad: leve, medio,

grave y profundo.

Desde los inicios de psiquiatría y la vida en sociedad, el castigo físico ha servido como penitencia y

medio de control social. Foucault, en "Vigilar y Castigar" (1975), analiza la función del castigo

corporal para el control social en cárceles y manicomios. De este análisis se tomará en cuenta los

datos más pertinentes del tema y se hará una relación con las acciones de la actualidad en el medio

psiquiátrico. A lo largo de la historia es notoria la evolución de la punición, pues dejó de castigarse

9

el cuerpo físico del sujeto, como los suplicios, la humillación pública, la tortura, etc., y se ha

pasado a una etapa en que la mente es lo que recibe el correctivo, usualmente con la

farmacolización del paciente.

En teoría artística en cambio, la posibilidad del cuerpo, de lo femenino, de lo monstruoso y lo

enfermo se ha trabajado desde diversas perspectivas. Podemos decir que el arte contemporáneo ha

sido el posibilitador de pensamientos y manifestaciones que han ampliado el espectro de

representación artística y estética. Con ello además podemos inferir que la violencia remitida en

este tipo de artefactos de “normalización” es un acto contra natura, como Theodor Adorno ya lo

había remitido, esa violencia es implícita al mundo de la naturaleza.

Por otra parte, la esteta Elena Oliveras nos hace notar que nuestro mundo es cada vez más

“extremo”. Pese a que el concepto esencial de “extremo” no ha cambiado, y debido a que el límite

de las cosas se ha ampliado, el arte va optando por producir experiencias desestabilizantes al

espectador. La experiencia estética que se ha buscado en este trabajo radica en esta misma

transgresión de lo cotidiano, además del aporte de conciencia hacia la anormalidad y el rechazo de

la misma.

En la práctica artística, bastante se ha trabajado con la temática de la psiquiatría, la locura y los

“enfermos mentales”. El artista Jean Dubuffet, en la década del 40, acuñó el término “art brut” para

definir el arte que era realizado por niños y enfermos mentales en el cual primaba la espontaneidad

y el instinto para las manifestaciones artísticas que estaban fuera del alcance de las técnicas y

materiales tradicionales. Por otra parte, el fotógrafo español David Nebreda, trabaja desde el lado

patológico y ejemplifica que la enfermedad puede servir como un medio de huida de la realidad.

Muchas de las realidades de los enfermos mentales no son un sistema de normas mentales, sociales,

culturales, etc., que podríamos clasificar como comunes, en muchos casos, estas normas se van

construyendo desde la propia persona, productos muchas veces de contextos de aislamiento o

interconexiones inconscientes a lo largo de la vida de la persona. Así como en estos dos ejemplos,

muchos productores artísticos han indagado las temáticas mencionadas, sea como vínculo o por

propia necesidad.

10

CAPÍTULO II

EL CUERPO: “ANORMALES”, DISPOSITIVOS DE CONTROL Y

TRANSGRESIÓN DEL CUERPO. UNA VERDAD INCÓMODA DE LA

SOCIEDAD

2.1 LA ENFERMEDAD MENTAL EN PSIQUIATRÍA Y

ANTIPSIQUIATRÍA4

Para entender la enfermedad mental desde la psiquiatría y antipsiquiatría, primero debemos

conocer sus orígenes y así comprender su accionar. Michel Foucault nos dice que las enfermedades

mentales son parte de la personalidad, se originan en las condiciones reales de desarrollo y

existencia de la personalidad y parten de las contradicciones de ese medio. Por lo que “El

aislamiento espacial de los núcleos patológicos está ligado a la rigidez temporal de las estructuras.”

(Foucault, 1984, p. 107)

La enfermedad mental en Psiquiatría

El psiquiatra húngaro Thomas Szasz (1920-2012), en su libro “El mito de la enfermedad mental”

dice que: “La psiquiatría es definida convencionalmente como una especialidad médica que se

ocupa del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades mentales.”5 (1974, p. 1) La psiquiatría se

concentra en el estudio de las enfermedades mentales, aunque la enfermedad es solo una

posibilidad en las perturbaciones emocionales. La alienación6 mental es una consecuencia de la

alienación social. Además, la enfermedad significa una contradicción en la conducta, así, Foucault

manifiesta que: “Se convierte en enfermedad cuando la contradicción de las condiciones de

existencia se convierten en contradicción funcional de las reacciones. La patología mental

4 Entendemos por «movimiento antipsiquiátrico» un grupo de médicos psiquiatras que, a finales de la

década de los sesenta, va a rechazar una psiquiatría médica, a la vez que va a proponer otra psiquiatría alternativa más social y comunitaria. Por lo tanto, más que hablar de médicos antipsiquiatras habría que hablar de «psiquiatras antimédicos». (Pastor Martín & Ovejero Bernal, 2009) 5 “Psychiatry is conventionally defined as a medical specialty concerned with the diagnosis and treatment of

mental diseases.” (La traducción es nuestra) 6 En Foucault, la alienación se estructura a partir de las prácticas de saber y poder. En Historia de la locura

“la alienación mental es el producto de las prácticas que alienan no el espíritu, la mente, sino la persona, la libertad, de quienes son reconocidos como enfermos mentales. En este sentido, no es la alienación la raíz de la enfermedad mental, sino la discriminación histórica entre lo normal y lo patológico la que construye las formas de alienación.” (Castro, 2004)

11

encuentra su unidad con la patología orgánica en esta noción de perturbación funcional.” (1984, p.

118)

Pese a que la patología mental se encuentra en el campo de la medicina mental, al ser abstracta, es

decir, que se encentra en el campo de la psiquis, la psiquiatría se basará en la medicina orgánica

para entender el origen, el funcionamiento y el tratamiento de las anormalidades conductuales.

Foucault, se pregunta: “Si definir la enfermedad y la salud psicológicas resulta tan difícil, ¿no será

porque nos esforzamos en vano en aplicarles masivamente los conceptos destinados a la medicina

somática?” (1984, p. 10). Pero las patologías mentales tampoco deberían sostenerse sobre una base

metapatológica, sino en una reflexión sobre el hombre mismo.

Históricamente, en la época primitiva, la locura era una alienación, una característica de la posesión

demoníaca a nivel del cuerpo, por lo que el cuerpo debía ser castigado. Después del Renacimiento,

la idea del poseído cambiará. En esta época, la posesión ya no será en el cuerpo del individuo sino

en su espíritu. A partir de esta idea, en el XVII se desarrollan nuevas prácticas hospitalarias donde

ya no se ejerce el castigo físico sino el cuidado y el tratamiento. En el XVIII y XIX, se restablece el

sentido humano a la enfermedad mental pero se la aleja del mundo de los hombres. En el XVIII se

siembra una idea de que la locura no es la unión del mundo natural con el sobrenatural, sino que es

la desaparición de las facultades del ser humano, es una privación. Desde entonces, la locura es

parte de las debilidades humanas y la demencia constituye uno de los errores del ser humano.

Desde un punto de vista más bien social7, Foucault comenta que, la psiquiatría en el XVIII y

principios del XIX era vista como una rama de la medicina general; pero, desde principios del XIX

o aproximadamente a partir de 1850, funciona como una rama de la higiene pública. La psiquiatría

se constituyó como un dominio de la protección social contra los peligros que puedan venir a causa

de los enfermos, las enfermedades y sus derivaciones. Los trastornos mentales se

institucionalizaron como cuerpo de la higiene social, por ello, se codificó a la locura como

enfermedad. A partir de aquí, se inició con la patologización8 de los desórdenes de conducta y se

implementó el análisis sistemático que facilitaría la comprensión de las patologías para tratar la

higiene pública. A la par, una segunda codificación catalogó a la locura como un peligro social

contenedor de riesgos; el saber de esta patología correspondía a la psiquiatría, y por eso, la

psiquiatría funciona como parte de la higiene pública.

7 Reflexiones a partir de: Foucault, M. (2007). Los anormales. Curso en el Collège de France (1974-1975).

Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. 8La patologización es la imposición de etiquetas de determinados comportamientos como enfermos,

siguiendo de manera mecánica y simplista el modelo dicotómico salud-enfermedad.

12

La locura, tanto como higiene pública así como peligro y riesgo social, llevó a que el siglo XX

funcionara en torno a esa única cuestión, la locura. Este pensamiento recurrente condujo a sostener

que todos los desórdenes signifiquen locura, y esta, a su vez, peligro; entonces, el peligro social de

la locura, era una enfermedad. En la segunda mitad del XX, este pensamiento constante evolucionó

al pensamiento de la degeneración9. Esto posibilitó el aislamiento, recorrido y recorte de una zona

de peligro social y la clasificación como enfermedad; es decir, lo patologizó. En nuestros días, es lo

que representa la esquizofrenia.

El movimiento antipsiquiátrico

Desde un punto de vista opuesto, aparece el movimiento antipsiquiátrico. Años después de la

publicación de la tesis doctoral de Foucault “Historia de la locura en la Época Clásica” (1961), se

la reinterpretó bajo una mirada antipsiquiátrica. Estos textos se convirtieron en una herramienta

para el cierre de hospitales psiquiátricos, que ni el mismo Foucault previno. Estos hechos

concedieron a estos libros una dimensión política de autoridad para el movimiento antipsiquiátrico

de la década del 60. El término «antipsiquiatría» se propuso por primera vez por el psiquiatra

sudafricano David Cooper (1931-1986) en su libro “Psiquiatría y Antipsiquiatría” de 1967. Las

críticas a la psiquiatría y a la institución psiquiátrica ya se habían dado años atrás, pero es a partir

de mayo de 1968, que este tema saltó a la luz pública.

La antipsiquiatría planteó que los trastornos psicóticos son un problema relacional, más no uno

orgánico. “Si la patología tiene su origen en el contexto familiar y comunitario en el que vive el

sujeto, es allí donde debe producirse la terapia, y no en un contexto hospitalario.” (Pastor Martín &

Ovejero Bernal, 2009, p. 297). Por lo cual, criticarán severamente la represión institucional de los

hospitales psiquiátricos y su “prácticas terroríficas”, como el electroshock. El propio Foucault fue

uno de los defensores de este movimiento, pues, su crítica al encierro y a los hospitales

psiquiátricos es afín a la vertiente negativa de la antipsiquiatría.

La antipsiquiatría es una autocrítica de la comunidad psiquiátrica hacia su ejercicio profesional y su

papel político como instrumento de control social de los “anormales”. Pensamientos similares a la

antipsiquiatría se desarrollaron en la Radical therapist10

de E.U.A. y también en el pensamiento de

G. Deleuze y F. Guattari, porque todos ellos verán al loco como un oprimido social del poder

capitalista. La antipsiquiatría fue un movimiento influyente aunque con bases tambaleantes. Por un

9 Para la noción de degeneración, revisar: Morel, B. A. (1857). Traité des dégénérescences physiques,

intellectuelles et morales de l`espèce humaine et des causes qui produisent ces variétés maladives. Paris: Baillière. ; (1857) Traité des maladies mentales. Paris: V. Masson 10

The Radical Therapist fue una revista de crítica psiquiátrica que funcionó entre 1970 y 1972. Fue un diario alternativo de salud mental donde se promovía que las enfermedades mentales debían ser tratadas por el cambio social, mas no por la modificación del comportamiento.

13

lado, ayudó al cierre de los hospitales psiquiátricos, pero por otro, fracasó en los planteamientos

científicos del origen de las enfermedades mentales y las terapias alternativas. Las críticas

antipsiquiátricas hacia la economía desmedida de los hospitales psiquiátricos, de alguna manera

ayudaron a la política de estos. Los costos extremadamente altos de la internación en los hospitales

psiquiátricos resultaron potenciadores científicos, sociales y políticos para el uso de los nuevos

fármacos, que a criterios de la industria farmacéutica resultaban “infalibles”.

Al fusionar ambas visiones, encontramos un diferente entendimiento de la locura. La locura no

constituiría solamente un problema del medio, ni tampoco anormalidades exclusivas del cerebro.

Por un lado, se ha construido histórico-socialmente una noción de locura que se basa en creencias y

su evolución con el paso del tiempo; del otro, una ferviente creencia en que la locura tiene su

origen en un contexto social desfavorable. En lo que ambas concepciones coincidirán es que, la

locura y los anormales son definitivamente figuras excluidas y «otras».

2.2 LO NORMAL Y LO ANORMAL

Lo normal fisiológico: lo orgánico y lo psicológico

En medicina orgánica, Foucault nos dice que lo patológico no son hechos anormales, sino, más

bien, “(…) mecanismos normales y las reacciones adaptativas de un organismo que funciona según

su norma.” (1984, p. 22). La “anormalidad” constituye una posibilidad de variación en el

funcionamiento del organismo. En psiquiatría, o medicina mental, esta “anormalidad” es distinta;

algunos psiquiatras y neurólogos trataron de establecer la noción de normal y patológico con

estudios comparativos. Los análisis de los dos polos de las patologías mentales solo nos permiten

obtener respuestas cualitativas, pero no establecer un concepto específico o una diferenciación total

entre ambos conceptos.

Según la medicina hipocrática de la antigua Grecia, la enfermedad era la perturbación de la

armonía y el equilibrio (naturaleza). La enfermedad está en todo el hombre y no sólo en una parte

pues es intrínseca al individuo. Pero, la enfermedad no solo es un desequilibrio, sino una voluntad

de la naturaleza para que el hombre tenga un nuevo equilibrio. “El organismo desarrolla una

enfermedad para curarse.” (Canguilhem, 1986, p. 18). La enfermedad es diferente de la salud, sea

por ausencia o presencia de un principio orgánico. Para combatir la enfermedad, es necesario

conocer primero la normalidad, así se puede terminar con el mal y restaurar esa normalidad.

14

Esta idea dio pie para formar una teoría que miró lo patológico como una variación cualitativa del

organismo. La salud y la enfermedad no son opuestas, pero se pensó que al saber cómo opera la

enfermedad, al luchar contra ella, la enfermedad desaparecería. El objetivo médico fue: reprimir lo

patológico para restaurar la normalidad. En vocabulario Foucaultiano, la norma reprime la

individualidad, y en el sentido de que la norma constituye la característica del todo, tiene sentido

que no se estudie al cuerpo o a la sociedad desde lo normal, sino desde lo anormal, lo diferente, lo

otro. Pues, sólo en la medida que algo es diferente, éste se torna visible.11

Fig. 1. Comparación entre un cerebro deprimido y un normal.

Fotografía tomada de los archivos de: Foundation for Medical Education and Research

F. J. V. Broussais12

afirma que todas las enfermedades son “el exceso o defecto de la excitación de

los diversos tejidos por encima y por debajo del grado que constituye el estado normal.” (Broussais

en Canguilhem, 1986, p. 25). En la búsqueda de una definición de «normal» se fija mucho en lo

que es normal para la medicina que, en cierto sentido, sería el estado habitual e ideal de los

órganos. La terapéutica busca precisamente volver a sus objetos de estudio a su estado ordinario.

Con esto, Canguilhem se pregunta, “¿Pero acaso es necesario denominarlo normal porque se

apunta a él como a un fin que es conveniente que la terapéutica obtenga, o bien la terapéutica

apunta a él porque es considerado como normal por el interesado, es decir el enfermo?”(1986, p.

92). Con la medicina, notamos que el mismo ser humano es quien busca ser normado y catalogado

como normal, porque será él mismo quien se tache como anormal habiendo desarrollado la idea de

que necesita ser corregido.

11

La idea de la visibilidad en la diferencia se encuentra en las reflexiones de: Nietzsche, F. (2000). La voluntad de poder. Madrid: Editorial EDAF, S.L. 12

François-Joseph-Victor Broussais (1772-1838) fue un médico francés que estudiaba, sobre todo, patología y adquirió adeptos con sus conferencias sobre frenología (pseudociencia que centró su estudio en la medida del cráneo humano.)

15

Lo normal social

En una sociedad, lo normal es una media matemática, una mayoría estadística; la patología, en

cambio, es una desviación por el aumento o disminución de la norma. (Durkheim en Foucault,

1984) Por tanto, las personas se dividirán en dos grupos: los normados y los enfermos. Los

normados son la media, son el comportamiento común por excelencia; mientras que lo enfermo

será todo aquello anormal, lo que constituye una disparidad de la norma. Vemos que la

anormalidad ayuda a diferenciar la jerarquía entre un grupo y otro, y además encontraremos

también que la patología reside directamente en el anormal. El anormal es quien tiene conductas

patológicas que constituyen la enfermedad, lo que significa la alteración de la personalidad y

termina siendo sujeto de exclusión del entorno de los normados.

En “Enfermedad mental y personalidad”, Foucault establece que: el comportamiento normal es el

comportamiento común que caracteriza su sociedad. Dice además que E. Durkheim y la psicología

americana miran la enfermedad como una característica negativa y virtual13

. Negativa, porque

definen la enfermedad en relación a una media, entonces, lo patológico corresponderá al

alejamiento de esa norma, por lo cual, la enfermedad es marginal porque no es parte integral de la

norma. Virtual, por el contenido de sí misma y para Durkheim “es la virtualidad estadística de un

alejamiento de la media.” (Foucault, 1984, p. 85)

Se dice además que la enfermedad es relativa a la sociedad y a cada cultura debido a que es un

constructo social. “Desde hace tiempo, un hecho es lugar común en la sociología y la patología

mental: la enfermedad no tiene realidad y valor de enfermedad más que en una cultura que la

reconoce como tal.” (Foucault, 1984, p. 83). La enfermedad en cada cultura, se construye en base a

lo que se desprecia o se reprime14

. Según este argumento cabe preguntarse, para nuestra sociedad

¿quién construye los parámetros de normalidad? Se dice que las desviaciones culturales constituyen

el sentido de lo patológico, pero al ser existentes estas desviaciones, son parte de esta misma

cultura como elemento y expresión de ella.

Durkheim y la psicología americana manifiestan un juicio muy válido que explica el porqué del

encierro de los anormales. Lo enfermo en una sociedad, al ser lo que se desprecia o se reprime, se

lo aísla porque “nuestra sociedad no quiere reconocerse en ese enfermo que ella encierra y aparta o

encierra; en el mismo momento en que diagnostica la enfermedad, excluye al enfermo.” (Foucault,

1984, p. 87). Como la enfermedad constituye lo anormal, es recurrente que en ello se proyecten los

13

Para Benedict, la enfermedad está entre las virtualidades que sirven de margen a la realidad cultural de un grupo social. (Foucault, Enfermedad mental y personalidad, 1984) 14

“Las condiciones de la enfermedad” en Foucault, M. (1984) Enfermedad mental y personalidad. Buenos Aires: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.

16

temas de rechazo cultural. Pese a esto, la sociedad mira la enfermedad como algo positivo, pues, le

constituye un status como grupo que reconoce y señala a los normales así como a la enfermedad

por sí misma.

Los anormales

Podemos establecer que los “anormales” son los enfermos, los “locos”, los hombres y mujeres

“otros”, los alienados, los energúmenos, los poseídos. El término alienados vienen desde la idea de

que los débiles eran poseídos por fuerzas demoniacas que luchaban en su interior. Posterior a la

idea del loco como poseído, se consideró al loco como un alienado, que en realidad sería un

desposeído, desposeído de libertad ya que estaba poseído. “En una sociedad como la nuestra el

demente se muestra, en efecto, como una contradicción viva, y con toda la violencia del insulto.”

(Foucault, 1984, ps. 115-116). Sólo para los anormales y los reos se emplea la internación

involuntaria, lo que constituye una privación de su libertad individual, debido a que son los únicos

considerados como un peligro para sí mismos o para el medio social que los rodea.

El psiquiatra alemán Kurt Schneider (1887-1967), en sus estudios de personalidades psicopáticas y

anormales manifestó: "Si nosotros tenemos distribuida la población según la curva de Gauss,

anormales son aquellos que están en los extremos. El grueso de la población ubicado en el centro

sigue los parámetros conductuales comunes, los del extremo no". (Marietán, 2000, p. 1) Es fácil

notar que Schneider trabaja con la misma idea de Durkheim, ambos miden la normalidad basados

en una cifra estadística proyectada en la curva de Gauss, llegan al mismo punto aunque desde dos

ópticas distintas.

Para analizar a un anormal, sería necesario determinar primero quién lo convierte en anormal.

Como vimos anteriormente, la psiquiatría se levanta como figura de control y autoridad sobre la

higiene social porque constituye y construye el saber de las patologías. Con la autoridad que se le

otorgó a la psiquiatría, se convirtió en el órgano regulador de la “normalidad” y organizó el poder

sobre la vida de las personas. La psiquiatría podía decidir qué pertenecía al campo de la locura y lo

que era crimen, reconocimiento importante de la higiene pública. Bajo una mirada Foucaultiana, la

psiquiatría miraba al loco como un irreverente de poder, el loco anormal era una figura irreverente,

símbolo de resistencia, irreverencia y desobediencia. Con esta perspectiva, la psiquiatría podía

actuar sobre el abuso de poder que se gestaba dentro de los anormales, debía reinsertarlos en la

sociedad, debía “normarlos”. El pensamiento del XIX suponía al loco como una figura que tenía, o

al menos creía tener, poder sobre cualquier autoridad institucional establecida (Foucault, 2007).

17

Entonces, el hospicio15

se convirtió en la opción idónea para la detención de los locos y así

controlar y contrarrestar su insurgencia. Razón por la cual, dejaría de ser un peligro social.

Desde el XIX, continuando con el pensamiento de Foucault, aparecerá que la anomalía se

constituye a partir de tres figuras: el monstruo humano, el individuo a corregir y el niño

masturbador.

El monstruo aparece en lo jurídico-biológico, él será la violación de las leyes de la naturaleza. Es

una figura confusa porque transgrede la ley, es una excepción que aparece solamente en casos

extremos. Su violencia no responde a ninguna ley sino que surge a partir de las leyes pero se

muestra contra natura y contra la ley. Es la encarnación de las irregularidades posibles de la

naturaleza. El monstruo constituye el entendimiento de todas las anomalías. “Digamos que el

monstruo es lo que combina lo imposible y lo prohibido.” (Foucault, 2007)

El segundo anormal, el individuo a corregir tiene un campo de acción más limitado que el del

monstruo. El individuo a corregir solo aparecerá en la familia y en las instituciones vinculadas a

ella, aunque tiene mayor frecuencia de aparecimiento. Éste, de igual manera que el monstruo, es

confuso, pues, aparece como una figura incorregible, y a la vez, como la evidencia del fracaso de

las reglas establecidas en la familia. El anormal, entonces, no solo es un monstruo depreciado sino

también una figura incorregible que necesita represión apropiada.

La tercera figura del anormal, el niño masturbador, lógicamente tiene un campo de acción aún

menor que el del individuo que necesita corrección. El aparecimiento del masturbador surgirá

solamente en su cuarto, en su cama, en su cuerpo. En el XVIII aparece como un individuo

excepcional y no como un individuo frecuente, es una práctica que se reconoce como universal,

pero a la vez mal conocida; se maneja como un secreto a voces del que nadie habla pero todos

conocen. Foucault plantea que esa desinformación es la raíz de todos los males posibles, puesto que

a partir del XVIII los médicos asociaron las enfermedades corporales, nerviosas y psíquicas con

esta etiología sexual.

En fin, el anormal a partir del XIX está atravesado por estos tres conceptos. La sexualidad juega un

papel importante en la concepción del anormal pues entre 1880 y 189016

la sexualidad aparece

como un principio causal de la anomalía. (Foucault, 2007). La sexualidad entra al campo de la

psiquiatría porque las prácticas cristianas condenan el cuerpo y el placer como un pecado, el cual,

necesita penitencia para purificarse. En este aspecto, la anomalía y el instinto sexual se vuelven

correlativos, por esto, la psiquiatría no solamente se encarga del tratamiento de las enfermedades

mentales, sino de la corrección de las anomalías del comportamiento sexual. El análisis de estas

15

Los hospicios eran casas públicas que acogían a desposeídos, miserables, ancianos y enfermos. Se deriva de la palabra hospital, porque brindaban hospitalidad a sus acogidos. (Foucault, 2002) 16

Estas décadas pertenecen a la época Victoriana.

18

tres figuras servirá como referente de la construcción de una teoría de la degeneración que trabajará

Bénédict Morel.

2.3 DISPOSITIVOS

2.3.1 ¿Espíritus malignos, fuerzas sobrenaturales o castigos divinos? Las

enfermedades de la mente.

El pensamiento de la locura no se ha manejado en torno a la ciencia sino en torno a ideas,

preconceptos, estereotipos y discursos. No podemos pretender que todos los discursos científicos o

médicos sean verdaderos o no, ni tampoco podemos decir que los registros históricos sean

totalmente objetivos. A veces, algunos conceptos nos resultan convincentes de acuerdo a la noción

que queremos establecer. La idea que se ha manejado constantemente es la mirada del “loco” como

“anormal”, incluso en el sentido más simple de la palabra que se refiere a alguien que no se ajusta a

la media de la población, no es común o con capacidad mental inferior a la “normal”. Ahora, lo que

pretendemos hacer es problematizar el tema de la locura y los dispositivos de terapia psiquiátrica

que se han empleado a lo largo de la historia para tratar a los llamados “anormales”.

Haremos un recorrido que comienza en el paleolítico, y avanzará hasta la Edad Media para entrar al

Renacimiento. Este recorrido no se asocia con la psiquiatría, más bien, se ha revisado la historia de

la psicopatología. Hemos tratado de presentar información basados en archivos históricos y textos

de esta índole. No podemos asegurar que las fuentes sean fidedignas en su totalidad dado que la

historia no se puede comprobar y siempre dependerá de quien sea el narrador de la historia. El

objetivo de este recorrido es presentar hechos que nos ayuden a establecer un panorama de cómo se

construyó la idea de enfermedad mental, encierro, tratamiento y dispositivos de tratamiento.

Trepanación en la Edad de Piedra17

La locura se asocia con la anormalidad en el comportamiento humano. Estas anormalidades han

estado presentes desde el aparecimiento de la especie humana, pero no siempre se las trató como

una enfermedad, por lo que no se pensó en la posibilidad que podía ser curada. Debido a las tres

17

Para nociones de trepanaciones craneanas revisar: Jarne Esparcia, A.; Talarrn Caparrós, A.; Armayones Ruiz, M.; Horta i Faja, E. &Requena Varón, E. (2006). Psicopatología. Barcelona: Editorial UOC. Y para la noción de paleopatología neurológica revisar: Carod Artal, F.J. & Vázquez Cabrera, C. B. (2004) Paleopatología neurológica en las culturas precolombinas de la costa y el altiplano andino. Historia de las trepanaciones craneales. Revista de Neurología. Hospital Sarah. Brasilia D.F.

19

tendencias18

en el pensamiento humano sobre el origen de la conducta anormal, se conocen

vestigios de cráneos trepanados que sugieren un intento de cura. Los vestigios arqueológicos

indican que, en el paleolítico, su desarrollo cultural correspondía a ideas demoníacas y

concepciones mágicas, ello ha servido para proponer una serie de tesis sobre los cráneos

trepanados, como los cráneos encontrados en Perú. Al parecer, creían que espíritus y seres

maléficos poseían a las personas controlando su mente. Estas posesiones provocaban las conductas

anormales, por lo cual, abrían sus cabezas para que los espíritus maléficos pudieran huir. (Jarne

Esparcia, Talarn Caparrós, Armayones Ruiz, Horta i Faja, & Requena Varón, 2006)

La trepanación ya se conocía desde las edades de Piedra y del Bronce en Europa. En los

rápidos del río Dnieper, en Ucrania, a 400 km al sur de Kiev, se encontraron 307 esqueletos

del período Mesolítico. Dos de los cráneos presentaban evidencias de trepanación. Estudios

con radiocarbono han mostrado que este cementerio de Vasilyevka puede datarse entre el 8020

y el 7620 a.C., lo que supondría que en este lugar existen los cráneos trepanados más antiguos

encontrados hasta la actualidad. (Carod Artal & Vázquez Cabrera, 2004, p. 887)

Fig. 2. Vitrina con cráneos trepanados de la cultura Paracas

19 (Perú)

Foto de visita al Museo Regional de Ica en 2010

Fotografía tomada de: (http://www.am-sur.com/am-sur/peru/Ica/museo-regional-de-Ica/ESP/03-02-cultura-

Paracas-craneos-deformados-operaciones.html)

Locura como castigo divino

La locura no ha sido una idea exclusiva de una sola cultura o de un lugar geográfico específico.

Como lo expondrá Cruz Cuesta (2003), de acuerdo a los libros históricos del Pentateuco, atribuidos

principalmente a Moisés y datados aproximadamente hacia el siglo XIV A.C., la locura sería un

castigo enviado por Dios o el resultado de espíritus malignos, como consta en las maldiciones y

18

Se ha especulado que el pensamiento humano ha tenido tres tendencias de pensamiento en cuando al origen de las conductas anormales: concepción mágica, concepción organicista y concepción psicogénica. 19

Paracas fue una civilización precolombina del período Formativo Superior u Horizonte Temprano entre 700 a. C. y 200 d. C., ubicada en el actual Perú.

20

bendiciones del Deuteronomio o en las leyes penales de Levítico; así como en el Talmud judío.

Esta idea existe solamente con el Dios que aparece en el viejo testamento, pues, es de estos libros la

concepción del Dios castigador y lleno de furia.20

En la antigua Grecia ya se estudiaría el problema

de la locura desde dos visiones: por un lado, la enfermedad desde el cuerpo, específicamente en el

cerebro con los médicos materialistas y desde el otro, la enfermedad desde la psique vista por

filósofos y médicos. (Cruz Cuesta, 2003)

Esta posición idealista determinaba que los locos fueran vistos como personas a las que los

dioses habían privado del alma, debido a sus malas acciones, a su relación con los espíritus

malignos y a la presencia diabólica, que había invadido esa alma débil. Siguiendo este

razonamiento, el loco no podía ser considerado como una persona enferma, a la cual se debía

tratar con métodos curativos, sino como un poseído y, por lo tanto, para curarlo, debía

recurrirse a tratamientos de influencia moral, a la expulsión de los malos espíritus, del diablo,

que siempre está al acecho y, por supuesto, al castigo físico. (Sluchevski en Cruz Cuesta,

2003, p. 14; el énfasis es nuestro)

La psiquiatría incipiente

Para una mejor comprensión de la psiquiatría es necesario entender a la psicopatología. La

psicopatología es la base y fundamento científico de la psiquiatría. Como la psiquiatría tiene por

objeto la terapéutica y la psicopatología su explicación científica, nos basaremos en ambos

conceptos para la construcción de conocimientos. La sociedad grecorromana aún tenía ciertas

concepciones mágicas, pero ya se concibió la idea de que los desórdenes mentales eran

enfermedades físicas. Concibieron también que las enfermedades del alma y del cuerpo estuvieran

determinadas por causas naturales, entonces tendrían una explicación fisiológica y un tratamiento

somático. (Jarne Esparcia, Talarn Caparrós, Armayones Ruiz, Horta i Faja, & Requena Varón,

2006). En esta época se trabajaba con las teorías de los humores escritas por Hipócrates. La teoría

planteaba que todas las enfermedades eran causadas por el desequilibrio de los humores

corporales.21

Algunos psiquiatras de siglos posteriores se valieron de estas teorías para justificar las

sangrías, por ejemplo, en la Inglaterra del siglo XVIII, el doctor Benjamin Rush hacía sangrar a sus

pacientes para curar la locura porque aseveraba que el balance de los humores corporales no era

regular y tenían mucha sangre, por lo cual, el desangramiento era la opción más acertada.

20

El Antiguo Testamento cristiano y el Talmud judío se basan en la tradición oral del Pentateuco transmitida a Moisés. Como estos libros fueron escritos antes de la venida de Jesús, describen a un Dios castigador y lleno de ira, por eso Jesús fue flagelado, porque la idea de un Dios misericordioso y un profeta humano era inconcebible para la época. 21

De acuerdo a Hipócrates, los humores corporales eran: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra; situados cada uno en órganos específicos: corazón, cerebro, hígado y bazo respectivamente. Aunque en las enfermedades mentales el órgano afectado directamente es el cerebro, pero no es que éste es el causante directo de las enfermedades mentales sino que es quien expresa de forma psíquica los trastornos humorales. (Jarne Esparcia, Talarn Caparrós, Armayones Ruiz, Horta i Faja, & Requena Varón, 2006).

21

La Edad Media: La Santa Inquisición y lo demoniaco

La Edad Media se caracterizó por ser oscurantista. Se creyó que las anormalidades y la locura se

debían a que las personas estaban vinculadas a lo demoníaco. Los letrados y conocedores de la

época construyeron toda una ciencia en torno al demonio. El personaje del «ángel caído» fue

estudiado en todas sus dimensiones; lo hábil, tentador y capaz de todo. Por ello, se creía que podía

penetrar el cuerpo de los débiles. En la Edad Media incluso resurgió el pensamiento animista que

existía desde la edad de piedra.

En aquella época, la iglesia católica fue una fuerte influencia en el pensamiento occidental. Dado

que toda noción de ciencia, alquimia o herbolaria se desarrollaba alrededor de los monasterios, se

dejaron de lado los avances paganos que se habían construido con la sociedad grecorromana. Los

enfermos mentales sufrieron una despreocupación completa debido a las ideas demonológicas,

pues, como se creía que las anormalidades se debían a tratos demoníacos, era habitual presenciar

las persecuciones a los locos y a los adoradores en calidad de poseídos. Con las creencias

demonológicas en auge, en 1487 se publicó el Malleus Maleficarum o Martillo de Brujas, tratado

escrito por dos sacerdotes dominicos22

. El tratado expone cómo deben ser reconocidas y procesadas

las brujas y cómo los locos eran igualmente los endemoniados, también se aplicaban estos

procedimientos de tortura a ellos. Pues se creía que, al castigar el cuerpo físico de los poseídos,

iban a castigar también al demonio que habitaba en ellos.

2.3.2 Orígenes del uso de dispositivos para el tratamiento de las

enfermedades mentales

La intención de curar las enfermedades mentales no inició a partir del aparecimiento del

manicomio23

como institución sino con el aparecimiento mismo de estas enfermedades. Aunque de

acuerdo a Foucault, el aparecimiento del manicomio se debe a un cambio de pensamiento hacia una

conciencia práctica. Por ello, a pesar de la idea del orden y la paz social, se crean lugares de

reclusión de anormales para tomar medidas terapéuticas adecuadas para su mejoría. De aquí en

adelante, nos referiremos exclusivamente a los siete dispositivos que son el objetivo de esta

investigación.

22

El Malleus Maleficarum fue compilado y escrito por Heinrich Kramer, también conocido como Heinrich Insitoris, y Jacob Sprenger. 23

Referida aquí la palabra manicomio no solo como un hospital para enfermos mentales sino además con la función de hospicio que acoge a todos quienes la sociedad quiere desechar.

22

Cronológicamente, solo el primer dispositivo de estudio, el trépano, surge desde antes del

aparecimiento del manicomio; todos los posteriores estarán enmarcados entre el siglo XIX y la

actualidad. El segundo dispositivo de estudio, la camisa de fuerza, aparece a mediados del XIX. El

tercer dispositivo a tratar es el vibrador para tratar la histeria femenina, también de mediados del

XIX. El siguiente dispositivo pertenece a la Inglaterra de final del XIX y principios del XX, el

Jugum penis. El quinto dispositivo aparece un poco más tarde, el Panchreston fue utilizado en el

régimen soviético en los disidentes y opositores políticos. Más cerca de nosotros, a partir de 1938,

la Terapia Electro Convulsiva participa como el sexto elemento de estudio. Y por último, se

posiciona el tratamiento por excelencia que está en vigencia actualmente, las drogas psiquiátricas,

desde sus orígenes con el Thorazine en 1954.

Como parte de la argumentación sobre los dispositivos de control, encontramos que el Dr. Lee

Coleman, autor de Reign of error, manifiesta que: “Las raíces de la psiquiatría tienen que ver con el

control, poder y la marginación de ciertos grupos que era incomodo tener cerca. Los encerraban en

estos lugares para apartarlos. La historia de la psiquiatría está relacionada con los manicomios”.

(CCHR, 2006, [video]) Mientras que Foucault presenta la imagen de la nave de los locos,

comúnmente utilizada en el Renacimiento, para evidenciar que en esta época se expulsaban a los

locos en barcos, recorriendo muchas veces los ríos de Europa expulsados de la sociedad.

00

El origen del manicomio se encuentra en el viejo mundo, en Londres el hospital Bethlem Royal,

conocido comúnmente como Bedlam, fue el primer centro psiquiátrico del mundo, fundado en

1247. En el XV también se fundaron manicomios en Barcelona, Valencia y Londres, aunque eran

muy poco relevantes. Estos primeros centros se convirtieron en lugares de reclusión, a veces de

hacinamiento para quienes se creía que estaban “locos”. Estos primeros centros acogieron a las

personas para encadenarlas y azotarlas para así mantenerlas en control e incluso para exponerlos a

la vista del público. (CCHR, 2006; Jarne Esparcia, Talarn Caparrós, Armayones Ruiz, Horta i Faja,

& Requena Varón, 2006). Estas acciones se convirtieron en el origen de lo que posteriormente se

conocería como tratamiento psiquiátrico en el manicomio. Es bueno tener claro que los

“tratamientos psiquiátricos” comenzaron siendo cualquier cosa que hiciera al paciente más

controlable.24

24

A partir de aquí, se utilizará cursiva para señalar o remarcar las enfermedades y los métodos de terapia.

23

Fig. 3. Philippe Pinel, en La Salpêtrière (Asilo de París para mujeres locas), liberando de sus cadenas a una

paciente. Robert Fleury (1795)

Fotografía tomada de: (http://medarus.org/Medecins/MedecinsTextes/pinelp.html)

De acuerdo al filósofo esloveno Slavoj Žižek, estos tratos inhumanos responderían a una política

del miedo. Por su naturaleza pública en un inicio, estos castigos ejemplares más usados en la Edad

Media buscaban infundir miedo entre la sociedad. Este miedo funcionará como un principio

movilizador que permite la manipulación de la multitud atemorizada.25

“La corrección política es la

forma liberal ejemplar de la política del miedo.” (Žižek, 2009, p. 56)

Trepanación o craneotomía

“El término „trepanación‟ se refiere a la retirada de secciones de hueso del cráneo mediante un

instrumento llamado trépano, y procede del griego trypanon (perforador).” (Carod Artal & Vázquez

Cabrera, 2004, p. 886) La trepanación craneal constituye uno de los más antiguos actos quirúrgicos

realizados por los seres humanos. Como se vio en párrafos anteriores, la tendencia a la concepción

mágica ha llevado a pensar que los cráneos trepanados del Neolítico fueron intervenidos con fines

curativos. En las culturas del paleolítico se asocian al intento de expulsar demonios del cuerpo de

los poseídos a lo largo y ancho de los cinco continentes.

Las técnicas de trepanación que se han utilizado en la historia de las craneotomías fueron los cortes

circulares de aproximadamente 92 × 67 mm. En la edad de piedra, el instrumento adecuado para

25

Para una idea amplificada de la política del miedo y su accionar social revisar: Žižek, S. (2009). Sobre la Violencia. Seis reflexiones marginales. Buenos Aires: Paidós

24

realizar las trepanaciones era el pedernal de sílex26

. Las técnicas de trepanación eran distintas en

cada lugar del globo. Las técnicas de trepanación en Centroamérica eran distintas a la que se

utilizaba en Europa o a la de Asia. Sin embargo, los vestigios revelan que fueron pocos los

sobrevivientes a este tipo de intervenciones de acuerdo a los signos de curación ósea. Más adelante,

“La trepanación se realizó también en Grecia y Roma para tratar la epilepsia. Existen descripciones

en la medicina grecorromana, primero de Hipócrates (460-355 a.C.) y posteriormente del cuerpo

hipocrático […] Sin embargo, los cráneos encontrados con signos de trepanación son escasos, lo

que muestra que no fue una práctica rutinaria en esa época” (Carod Artal & Vázquez Cabrera,

2004, p. 888).

En Centro y Sudamérica se han encontrado cráneos trepanados a lo largo de todo el territorio.

Estos cráneos pertenecen a los restos funerarios de la cultura maya en Chichen Itzá, Palenque, y

también en Monte Albán, Uaxactum. Los vestigios asimismo alcanzan a los tlatilcas en el cerro

Tepalcate en Tlatilco en el (300 a.C.), al igual que los tarahumara al sur de Chihuahua. Las

trepanaciones de Uaxactum y Oaxaca datan de 250 a.C. (Romero Molina, J. en Carod Artal &

Vázquez Cabrera, 2004). Se encontraron cráneos, del mismo modo, en Pino Gordo, Narachic,

Cholula, Puebla. En esta región, la técnica de trepanación que se utilizó fue abrasión, combinada

con el trépano y las incisiones. Los vestigios muestran cortes oblicuos, con aperturas elípticas u

oblicuas.

En África, la trepanación fue practicada por guanches de las islas Canarias, los tuareg y chaouias de

Marruecos, Libia y Argelia; los grupos Kisii y Tende de Kenia y Tanzania y, de modo menos

extendido, algunas comunidades de Uganda, Nigeria, Somalia y el sur de África. (Rawlings, C.E.;

Rossitch, E. en Carod Artal & Vázquez Cabrera, 2004). Muchos de los craneos encontrados en esta

región eran similares a los encontrados en el Neolítico. En Chad y Libia las practicaban en beréber

y tuareg con fines terapéuticos, para tratar dolores de cabeza y no místicos. La finalidad primordial

siempre fue la terapéutica. Pese a que ahora las corrientes místicas aseveran la práctica de la

trepanación se realizaba por razones espirituales.

En el XVIII, las sangrías de Rush27

serían un escenario adecuado para la práctica de las

trepanaciones. Rush propuso por primera vez la idea de que las enfermedades mentales eran

causadas por el exceso de sangre en la cabeza, específicamente, por el engrosamiento de los vasos

sanguíneos del cerebro, y su cura obvia era drenarla de cualquier modo. Se establecieron varios

26

El sílex (SiO2), también llamado pedernal en su variedad nodular de color negro, es un mineral de gran dureza perteneciente a las anhidras amorfas dentro del grupo de la sílice(como el cuarzo o la calcedonia). Era utilizado comúnmente como materia prima para elaborar herramientas cortantes en la Edad de Piedra. 27

Doctor estadounidense Benjamin Rush (1746-1813), de la universidad de Pennsylvania, conocido como el fundador y padre de la psiquiatría americana.

25

métodos entorno a esta teoría, como el sangrado, la inmovilización, baños de agua helada e

incluso causar pánico al paciente. El método más usado en torno a este modelo médico fue

desangrar al paciente, lo que haría que a Rush se lo conociera como “maestro sangrador”. Uno de

estos métodos de sangrar a los pacientes consistía precisamente en realizar una trepanación por

donde pudiera salir la sangre que oprimía al cerebro.

Fig. 4. Ilustración francesa de una trepanación de Rush

Imagen tomada de: (http://depsicologia.com/wp-content/uploads/wiki.jpg)

El aparecimiento de la camisa de fuerza

La camisa de fuerza es el mecanismo de control físico por excelencia. En psiquiatría se lo comenzó

a utilizar a mediados del XIX para controlar a los enfermos violentos. Después de que los locos

fueran aislados, encerrados, azotados y encadenados en sus épocas iniciales28

, la revolución

francesa trajo consigo libertad e igualdad, y para con los locos, no fue la excepción. Philippe Pinel

(1745-1826) reafirmó el concepto médico de la enfermedad mental y gracias a ello, los anormales

fueron liberados de las cadenas en los manicomios, aunque los anormales seguían siendo

marginales para la sociedad.

A decir verdad, el encierro mantenía controlables a los enfermos mentales aunque debido a la

precariedad de las condiciones, las enfermedades orgánicas y contagiosas eran comunes en los

28

En los primeros manicomios, cuando los locos solo eran aislados y excluidos, el “modelo médico” vigente era encerrarlos en salones comunitarios. Estos lugares de reclusión de enfermos no eran más que establos o graneros, y dado que eran lugares de hacinamiento, los encadenaban, los golpeaban y los exhibían al público con la idea de castigos ejemplares. (Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos (CCHR), 2006); (Cruz Cuesta, 2003).

26

manicomios. Muchos de los fracasos en la curación orgánica de los anormales se debió a que los

manicomios carecían de ventilación y luz, por lo cual, se propuso construir los manicomios en las

afueras de las ciudades. Se clasificó a los enfermos por sus síntomas para una mejor organización y

agilidad en su cuidado. Siempre fueron escasas las personas especializadas para el cuidado de los

enfermos mentales y los pocos existentes aún les tenían miedo porque conservaban la idea de

posesión demoniaca. Uno de los métodos inventados por los médicos para controlar a los

anormales fue la camisa de fuerza. Indudablemente, el uso de la camisa de fuerza es más humano

que los grilletes y las cadenas, pero sigue siendo un dispositivo inmovilizador y restrictivo. (Ortega

Tamez, 2013)

Fig. 5. Fotografías del Hospital Estatal Pilgrim de Brentwood, NY, USA, para la revista LIFE, 1940

Alfred Eisenstaedt

Fotografía tomada del archivo de la revista LIFE

La camisa de fuerza presiona las extremidades y los médicos aseguran que no lastima el cuerpo.

Llevar mucho tiempo puesta la camisa de fuerza puede provocar dolor en el maniatado, aunque se

alega que evita que se haga daño o dañe a las personas de su alrededor. Gracias a los fármacos

psicotrópicos y a la psicoterapia, el uso de la camisa de fuerza es ahora menos frecuente.

El primer vibrador y la histeria femenina

La histeria proviene del termino griego hystera que en español significa útero. Un mito griego

relataba que el útero vagaba por el cuerpo de la mujer, y al llegar al pecho, éste causaba

enfermedades. La histeria tiene sus inicios desde Platón e Hipócrates, e incluso desde los papiros

egipcios. En el siglo II, Galeno escribió que la histeria era una enfermedad causada por la privación

27

sexual de las mujeres. Cuando las mujeres eran solteras o vírgenes, se recurría a las comadronas

para estimular los genitales y así evitar la enfermedad.

En la época victoriana, mediados del XIX, la histeria era una enfermedad muy popular. Los

síntomas requeridos para diagnosticar histeria femenina incluían: desfallecimientos, insomnio,

retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada,

irritabilidad, dolores de cabeza, pérdida de apetito, y sobre todo “tendencia a causar problemas.”

Pero la cura era simple, en un principio, bastaba con un “masaje pélvico”, que era la estimulación

de los genitales de la paciente con la mano del doctor, hasta llegar al orgasmo, pues, en aquella

época, el deseo sexual reprimido era considerado una enfermedad. También se trataba esta

enfermedad por medio de lavados vaginales, a manera de estimulación. (Maines, 2001)

Fig. 6. Primer vibrador inventado por Joseph Mortimer Granville, 1880

Fotografía tomada de: (http://psiquiatrianet.wordpress.com/2010/11/12/inventos-de-psiquiatras/)

El tratamiento para la histeria fue evolucionando a través de los años. En un principio, las

comadronas eras las indicadas para masajear los genitales femeninos para producir estimulación.

Posterior a ello, los doctores se encargarían de proveer el “masaje pélvico” para producir orgasmos

en sus pacientes femeninas. Años después, el trabajo manual sería encomendado a las enfermeras,

que más tarde utilizarían aparatos mecánicos para estimulación. Habiendo dejado el trabajo manual

de lado y con la existencia de herramientas que permitían la estimulación, en 1880 Joseph

Mortimer Granville inventó el primer vibrador. Fue un modelo visionario para la época, ya que

evitaría cansancio en las manos de los doctores y sería más práctico para su uso médico.

28

Sigmund Freud, al descubrir el inconsciente, aseveró que la histeria femenina era producida por un

hecho traumático reprimido. Ese sería el inicio del psicoanálisis, y en torno a estas teorías sexuales

el terapeuta vienés escribió varios textos, aunque en el XX la histeria como enfermedad comenzó a

desaparecer. Una de las teorías asegura que el pueblo entendió mejor el trasfondo de este trastorno.

Otro de los argumentos fue que los doctores cambiaron de opinión en torno al concepto de

trastorno. Otra teoría en cambio afirma que los escritos de Freud y Charcot de la profundización en

el estudio de la mente, ayudaron a que la histeria dejara de considerarse enfermedad.

En el arte, la crítica hacia los dispositivos usados para tratar la histeria ha sido ampliamente

representada, hacia lo corporal y hacia lo reivindicativo. Uno de los ejemplos pertinentes sobre el

tema es el video que realizó Clayton Cubbit para reivindicar el placer femenino.

Fig. 7. Fotogramas de Hysterical Literature, 2013

Clayton Cubbit

Fotografías tomadas de: (http://3.bp.blogspot.com/-mWIm-

Kgr4GI/UgP1eRaJrwI/AAAAAAAAUzU/EhpPvPPHaXQ/s1600/2.jpg)

“El artista Clayton Cubbit grabó a un grupo de mujeres leyendo fragmentos literarios mientras, fuera

del plano, son excitadas sexualmente con un vibrador. El proyecto, en el que las chicas practicaron

voluntariamente, explora el feminismo, la dualidad mente-cuerpo y el contraste entre cultura y

sexualidad. El artista pone en solfa el caduco y vejatorio concepto médico victoriano de la “histeria

femenina” y reivindica el placer sexual sin incluir elementos pornográficos.” 29

29

Vanguardia.com (http://m.vanguardia.com/actualidad/mundo/video-259856-artista-graba-a-mujeres-leyendo-mientras-un-vibrador-las-lleva-al-orga)

29

El Jugum penis y la castración del deseo sexual

En la Inglaterra victoriana; a fines del XIX y principios del XX, la sociedad era muy conservadora

con los temas referentes al sexo. En aquella época, existía una enfermedad exclusivamente

masculina llamada espermatorrea que consistía en el exceso de masturbación. El médico suizo

Samuel Auguste Tissot (1728-1797) publicó una teoría en 1758 que hablaba de los devastadores

efectos de la autoestimulación. De acuerdo a su teoría, la masturbación robaba el cuerpo de

esperma, que para él, era un portador de energías vitales. Estas creencias se volvieron regentes en

la época victoriana, aunque se las trató con categoría de enfermedad. Debido a esto, la época

victoriana fue una etapa de alto auge en la creación de dispositivos anti masturbación masculina.

Fig. 8. Jugum penis

Acero niquelado, fabricado por los hermanos Down a principio del XX

Fotografía tomada de: Science Museum London

(http://www.scienceandsociety.co.uk/results.asp?image=10660616&itemw=4&itemf=0003&itemstep=1&ite

mx=1)

El Jugum penis fue uno de estos dispositivos anti masturbación que vio la luz en la época

victoriana. Fabricado por los hermanos Down30

y utilizado entre los años de 1880 y 1920, fue uno

de los más utilizados para tratar la espermatorrea. En “Kinsey”, película de 2004 dirigida por Bill

Condon, sobre la vida del sexólogo Alfred Kinsey aparece este singular dispositivo. En una escena

donde el profesor Kinsey encuesta a su padre, éste le relata sobre un dispositivo que utilizó durante

su niñez, este anillo es descrito. Para la época, la masturbación era considerada una grave amenaza

para la salud física y mental, pues su práctica constante llevaba a la persona a la debilidad, la

locura, y, potencialmente, incluso la muerte.

30

Down Bros. Fue una sociedad anónima que fabricaba instrumentos quirúrgicos en Londres, Inglaterra. Activa de 1874 a 1902.

30

La patologización como herramienta política: los soviéticos y el Panchreston

En las primeras décadas de conformación de la URSS, el partido único era altamente centralizado y

radical. Los miembros de la Unión que no estaban de acuerdo y habían sido detenidos en revueltas

o complots eran trasladados a los manicomios. Para la época, los disidentes del sistema político

rigente eran catalogados como enfermos de esquizofrenia inactiva, y el síntoma principal sería la

inflexibilidad de convicciones. Conviene subrayar que este tipo de acciones solo fueron posibles

después del deceso de V. Lenin, en otras palabras, durante el gobierno de Stalin a partir de 1924 e

incluso durante el gobierno de Gorbachov.

“De 1967 a 1987, el gobierno soviético arrestó a más de 2 millones de personas a las que, por

razones políticas, se les diagnosticó mentalmente enfermas, y se les obligó a recibir tratamiento

psiquiátrico. Aún hoy, la psiquiatría sigue siendo la herramienta de coacción que eligen gobiernos

de todo el mundo.” (Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos (CCHR), 2006). Para

esta época, ya se utilizaba la prescripción de fármacos muy potentes en los hospitales psiquiátricos.

Pero el dispositivo realmente temible que se utilizaba en los centros psiquiátricos era el

Panchreston.

Fig. 9. Víctimas masivas del terror rojo

31, 1918

Fotografía tomada de: (www.guntherprienmilitaria.com.mx/articulo33.html)

El Panchreston fue concebido como una explicación propuesta para tratar problemas complejos

que daba cuenta de todas las posibles contingencias. Aunque esta idea era poco práctica, se

desarrolló un dispositivo que sí se encargaría de las contingencias en el caso de los disidentes y

opositores políticos. Al no permitir levantar la cabeza, creaba un reflejo de sumisión y miedo que

31

En el contexto social ruso, el terror rojo fue la referencia a las detenciones y ejecuciones realizadas por los bolcheviques; la expresión también se ocupa para referirse a la represión política durante la guerra civil rusa. Estas represiones se llevaron a cabo sin un procedimiento judicial.

31

neutralizaba la alevosía. Utilizado exclusivamente en el caso de los disidentes políticos, podía

causar daños cervicales irreparables por el peso del aparato y limitaba la posibilidad de las

actividades corporales. Cuando sufrían heridas por el roce del metal con la piel, a veces la infección

provocaba despellejamiento y en otros casos terminaban en muerte.

El apogeo de las terapias de shock: el shock insulínico y el electroshock

A partir de 1920, los psiquiatras comenzaron a propagar la idea de que causando daños cerebrales

se podría curar las enfermedades de la mente32

. El neurólogo y psiquiatra Manfred Sakel (1900-

1957) creía que se podía matar las células malas del cerebro. Sakel fue conocido por ser el

descubridor de la terapia de shock de insulina en 1927, aunque su aplicación comenzó a efectuarse

en 1933. Este tipo de shock fue descubierto por casualidad; se notó que las dosis altas de insulina

inducían a un coma hipoglucémico porque bajaba los niveles de glucosa en la sangre y además

provocaban convulsiones. Los comas insulínicos se les aplicaban a los drogadictos y psicóticos

porque cambian de manera “formidable” su estado mental, o al menos esto era lo que se creía. En

la mayoría de los casos estos comas insulínicos resultaban en efectos adversos y en la muerte. Pese

a esto, su método fue mundialmente utilizado, aunque en los E.U.A. y en otros países, su

utilización fue reduciéndose considerablemente después del aparecimiento de la Terapia de Electro

Convulsión (TEC) a partir de la década de 1940 y los primeros neurolépticos en la década de 1950.

En 1934 el psiquiatra húngaro Ladislaus von Meduna (1896-1964) afirmó que podía erradicar la

enfermedad mental causando epilepsia provocada por el uso de Metrazol (fármaco de acción

estimulante del sistema nervioso central). Su teoría consistía en que la epilepsia y la esquizofrenia

no podían coexistir y si producía epilepsia en el cuerpo del enfermo, ésta expulsaría la

esquizofrenia, cabe destacar que esta teoría se propagó visiblemente sin base científica. Con el

Metrazol, en una mañana, un psiquiatra podía poner tranquilamente a 50 pacientes en un estado

dócil, y para 1939 al menos el 70% de los hospitales en E.U.A. y casi todo el resto del mundo lo

utilizaban. (Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos (CCHR), 2006)

32

A lo largo de este recorrido podemos notar el cambio de la palabra “locura” a enfermedad mental o desorden mental. Esto se debe a que, a través del tiempo, los términos fueron modificándose para hacer de este problema un término no peyorativo o políticamente correcto para referirse a los segregados sociales.

32

Fig. 10. TEC en el Santorio Waverly Hills, Kentuky, EUA.

Fotografía tomada de: (http://momentosdehistoria.blogspot.com/)

La terapia posterior que se volvió aún más efectiva en la inducción de convulsiones fue la Terapia

Electro Convulsiva (TEC)33

descubierta en 1938. En una época de pleno auge de las terapias de

convulsión, al neurólogo italiano Ugo Cerletti (1877-1963) no le pareció mala idea las acciones que

se realizaban en un matadero en Roma: “Allí presenció cómo los carniceros paralizaban a los

cerdos con tenazas que en sus puntas tenían discos metálicos conectados a la corriente eléctrica,

antes de proceder a cortar sus gargantas.” (Psiquiatría net, 2010). Cerletti junto con su colega Lucio

Bini (1908-1964) fueron los investigadores y descubridores del método de terapia

electroconvulsiva para tratar las enfermedades mentales. Se hicieron muchas pruebas sobre los

agentes que permitirían dichas convulsiones, finalmente Bini sugeriría el uso de la corriente

eléctrica.

Como se describe en el Consenso español sobre la TEC, Bini fabricó el primer aparato de

electroshock –de corriente alterna, con un potenciómetro para regular de 50 a 150 voltios– en

1938. En abril de ese año se administró por primera vez a un ingeniero esquizofrénico al que

la policía había encontrado en la estación Termini. Se le sometió a una descarga de 70 vatios

(V), insuficiente para inducir una crisis convulsiva; de hecho, el paciente empezó a cantar.

(Psiquiatría net, 2010)

33

Para la noción de uso de la TEC revisar: Dra. Bañuls, G.; Dr. Tatay, J. (s/f). Terapia Electroconvulsiva. Valencia: Consorcio Hospital General Universitario. (http://chguv.san.gva.es/Inicio/ServiciosSalud/ServiciosHospitalarios/AnestRea/Documents/071023_TATAY_Protocolo.pdf)

33

El inicio del uso de drogas psicotrópicas34

Todo inició cuando la lobotomía se hizo menos popular con el aparecimiento de la clorpromazina,

comercializada como Thorazine en 1954, fármaco conocido como el “lobotomizador químico”. La

lobotomía dejó de practicarse por los efectos negativos que esta psicocirugía dejaba en los

pacientes intervenidos. Gracias al deceso por hemorragia cerebral de Helen Mortenson en 1967, la

última paciente del doctor Walter J. Freeman (1895-1972), se le revocó la licencia de médico y éste

dejaría de ejercer esta práctica médica. Freeman fue el pionero de la lobotomía perfeccionando el

método original del neurólogo portugués António Egas Moniz (1874-1955).

El Thorazine fue el eslabón que permitió la evolución entre el uso de aparatos y dispositivos hacia

el uso de fármacos. Con el aparecimiento de nuevas drogas tranquilizadoras, el doctor Winfred

Overholser (Presidente de APA 1947-1948) anunció que “con el advenimiento de estas nuevas

drogas tranquilizadoras, no es exagerado decir que estamos al filo de una nueva era para el

tratamiento de las enfermedades mentales”. Si bien el Thorazine no fue el primer fármaco utilizado

en tratamiento de pacientes psiquiátricos, sí fue la entrada al uso generalizado de fármacos. El

Thorazine fue originalmente creado para matar parásitos en los cerdos y se dieron cuenta que

atontaba la función cerebral, efecto similar al producido por la psicocirugía. Uno de los efectos del

uso de Thorazine era una condición neurológica llamada discinesia tardía, producía espasmos

musculares incontrolables, por un largo periodo de tiempo, y en algunos casos, de manera

permanente.

En 1967 en Puerto Rico, se llevó a cabo una conferencia psiquiátrica para promover el uso de

drogas psicotrópicas. Al finalizar la conferencia, el psiquiatra estadounidense Nathan Kline (1916-

1983) escribió: “El uso de drogas hoy puede ser casi trivial si lo comparamos con las sustancias

químicas disponibles para controlar aspectos de la vida del hombre en el año 2000”. (CCHR, 2006,

53:03) Kline encabezó un movimiento que poco a poco ingresó al mercado mundial una gran

cantidad de drogas psiquiátricas. Es conocido que para la década de 1970 el 30% de los ingresos

anuales de la American Psychiatric Association (APA) provenía desde las farmacéuticas por medio

de los anuncios en sus revistas psiquiátricas. La APA y las farmacéuticas tienen una estrecha

relación, lo que hace una obviedad el hecho de que el crecimiento de ambas surge a partir de un

apoyo mutuo. Por ello, no resulta extraño observar que el psiquiatra Ron Leifer por ejemplo,

manifiesta que: “No hay ni un indicio de evidencia creíble que ningún científico respetable

34

Los términos: “drogas” y “fármacos psicotrópicos” referidos en esta investigación toman en cuenta que “las drogas son sustancias naturales o sintéticas de efecto psicoactivo y cuyo consumo prolongado determina la tolerancia y dependencia, así como diversas afectaciones biológicas, psicológicas, sociales o espirituales.” (http://mural.uv.es/magipas/definicionytipos.htm). En ese sentido, la diferencia entre droga y fármaco será que el segundo término es el utilizado de manera políticamente correcta para evitar el rechazo al tema.

34

consideraría válido, que pruebe que lo que llaman enfermedad mental sea cerebral o bioquímica. Es

un fraude completo.” (Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos (CCHR), 2006)

Fig. 11. Anuncio del Thorazine en la revista médica de la APA, 1955

Fotografía tomada de: (http://prescriptiondrugs.procon.org/view.resource.php?resourceID=005596)

Tanto el informe en “The Journal of Neuropsychiatry” como el tercer Manual diagnóstico y

estadístico de los trastornos mentales (en inglés Diagnostic and Statistical Manual of Mental

Disorders, DSM) de 1980 alegan que todas las enfermedades de la mente eran producidas por un

desequilibrio químico y que podía ser curado con fármacos, lo que inició el proceso de

farmacolización de pacientes psiquiátricos hasta la actualidad. Estos alegatos se hicieron sin una

base científica sino más bien con base mercantil; el Dr. Mark Filidei manifiesta que: “no existe

ningún test que muestre desequilibrios relacionados con los males psiquiátricos”. Pero aun así, es el

tratamiento más usado, popular y “eficaz” hasta la actualidad. En el DSM V vigente a partir del 18

de mayo 2013, aparece ya un capítulo llamado: “Trastornos motores inducidos por medicamentos y

otros efectos adversos de los medicamentos.”

Cabe aclarar que las drogas psicotrópicas no curan las enfermedad, sino solamente aminoran sus

síntomas. A pesar de esto, éste hecho no es impedimento para su consumo, por lo que es

considerable el incremento de los ingresos monetarios de las farmacéuticas. La Administración de

35

Alimentos y Medicamentos, en inglés: Food and Drug Administration (FDA), la industria

farmacéutica y la comunidad psiquiátrica son una alianza que se ha mantenido firme en las últimas

décadas. Lamentablemente, todos estos siglos de prácticas y estudios de las enfermedades de la

mente no van más allá de un cúmulo de teorías basadas en la desinformación e informes

equivocados construidos por ideas de beneficio político ante ciertos grupos de personas. A lo largo

del encierro de los enfermos mentales, los psiquiatras son los únicos médicos que han utilizado el

“tratamiento involuntario” para tomar control de los pacientes alegando que los enfermos mentales

no tienen opinión sobre su tratamiento y esto les da la potestad para actuar contra su voluntad.

(Szasz, 1974)

Pastillas por tuercas y tornillos. Tratamientos psiquiátricos en la actualidad

En palabras de Foucault, los centros u hospitales psiquiátricos tienen una función y un espacio.

Según sus conceptos y estudios, la heterotopología estudia los espacios absolutamente otros35

.

Lugares donde se recluye a los individuos “anormales”, individuos desviados.

Los lugares que la sociedad acondiciona en sus márgenes, en las zonas vacías que la rodean.

Esos lugares están más bien reservados a los individuos cuyo comportamiento se desvía en

relación a la media o a la norma exigida. De ahí, la existencia de los sanatorios; de ahí, la

existencia de las clínicas psiquiátricas; de ahí también, claro está, la existencia de las

cárceles. A lo cual habría que añadir, sin duda, los asilos para ancianos, puesto que, después

de todo, la ociosidad en una sociedad tan atareada como la nuestra, la ociosidad se asemeja a

una desviación. (Foucault en Calderon, 2003, 1:40)

Teniendo en cuenta la existencia de estos lugares de segregación, no se ha perdido el afán que se

tenía con estas personas aun antes del manicomio. Por lo que, aún tenemos prácticas de tratamiento

para la locura. Hoy está vigente la práctica de dos tipos de tratamiento para las enfermedades

mentales: el tratamiento biológico y el psicoterapéutico. El tratamiento biológico se reduce a dos

modelos médicos: el tratamiento con fármacos psicotrópicos y la Terapia Electro Convulsiva

(TEC); mientras que el modelo médico psicoterapéutico será la psicoterapia. Sin embargo, el

modelo médico más conveniente en la actualidad es la farmacolización de pacientes.

Tratamiento con fármacos psicotrópicos

El tratamiento con fármacos psicotrópicos es el más usado en este momento. Según el DSM,

prácticamente, todas las enfermedades de la mente se pueden “curar” con fármacos. La lista de

enfermedades y diagnósticos se encuentran en el DSM V vigente, con más de 400 trastornos

enumerados allí y los distintos grados de afección que tienen cada uno. Con el alarmante número

35

El término «otro» viene de otredad, que no es más que el reconocimiento del «otro» como un individuo diferente y que no forma parte de la comunidad. Este término ayuda a que la propia persona asuma su propia identidad e identifica al «otro» como algo que no es propio.

36

de trastornos enumerados, muchos críticos y algunos médicos se han referido a la enfermedad

mental como una pandemia por su excesivo crecimiento.

En las últimas décadas, y como se trató en párrafos anteriores, la industria farmacéutica ejerce

cierta influencia sobre la psiquiatría. Las drogas psicotrópicas que existen hoy en día tienen una

gran multiplicidad. El DSM se ha convertido en el filtro que se utiliza para “controlar” la existencia

de las enfermedades mentales. El Prozac36

se ha convertido en un emblema de las drogas

psiquiátricas.

El modo de operación del DSM es sencillo. Cada DSM es el producto de 13 equipos de trabajo

encargados en cada sección del manual. Básicamente, cada grupo es el encargado de encontrar

nuevos trastornos basados en la experiencia y en estudios. Los nuevos trastornos son incluidos

después de una moción en grupo para validar su existencia y proponerlos para la siguiente edición.

(Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos (CCHR), 2006) A partir del DSM III de 1980

se alegó que la locura era producto de los desequilibrios químicos corregibles con fármacos, fue

entonces cuando comenzó el uso masivo de fármacos, aunque anterior a esto, ya se utilizaba

fármacos de manera recurrente, como en la Rusia soviética.

Terapia Electro Convulsiva

Como ya se había visto, la TEC se elaboró en 1938 por los psiquiatras italianos Ugo Cerletti y

Lucio Bini. El aparato fabricado por Bini funcionaba con corriente alterna y se podía regular la

descarga de voltios entre 50 y 150. Se supone que la TEC es capaz de aumentar la permeabilidad

de los neuroreceptores cerebrales. La TEC no es la primera terapia que usa la electricidad, los

tratamientos con electricidad datan de la medicina romana y la medicina ilustrada a partir del XVIII

también utilizó la electricidad aplicada para la cura de enfermos.

Es innegable que la TEC es un procedimiento peligroso. Consiste en una descarga eléctrica directa

al cerebro. La TEC en los inicios no utilizaba anestesia general, por lo que los pacientes sufrían

fuertes convulsiones que incluso provocaban la fractura de huesos. Posteriormente para prevenir

los daños que podrían sufrir los pacientes con dichos espasmos, se les colocaba correas para

disminuir los movimientos bruscos. Hoy en día, el paciente es anestesiado para hacer menos

agresiva la imagen del paciente ante los médicos. Aun así, el principio de la descarga eléctrica

directa al cerebro sigue siendo el mismo.

36

El Prozac es el nombre comercial para el clorhidrato de fluoxetina, el que se constituye como un antidepresivo de clase Inhibidor Selectivo de la Recaptación de la Serotonina (ISRS). Se usa en varios trastornos, no es exclusivo del tratamiento de la depresión.

37

Actualmente la TEC es utilizada en casos que han llegado a fases agudas o cuando no hay

respuestas a los medicamentos. La terapia por ejemplo se utiliza en las fases agudas de la

esquizofrenia. Es usada también en depresiones graves cuando existen ideas suicidas. Es prescrita

igualmente cuando existen fases maniáticas en los trastornos bipolares. Se utiliza la TEC

principalmente para sujetos con depresión grave y se dice que sus efectos son inmediatos y

satisfactorios. Del mismo modo, es aconsejada para mujeres embarazadas que no pueden consumir

fármacos. La idea detrás de la TEC es que con la electricidad el cerebro y sus funciones se pueden

resetear y recobrar funciones, para así reinsertar al paciente al grupo de los normados.

Psicoterapia

La psicoterapia en psiquiatría es un modelo médico. El tratamiento psicoterapéutico en la

psiquiatría es diferente que en la psicología. Las diferencias se encuentran en los estudios

formativos entre los psicólogos y los psiquiatras, además de la manera de tratamiento de cada uno.

“Una de las argumentaciones más comunes en relación con la formación médica es que el

psiquiatra será capaz de detectar condiciones médicas que pueden estar afectando el

funcionamiento psicológico de un individuo que el psicólogo no.” (Benito, 2009, p. 2) A nivel

ético, los psiquiatras son los únicos autorizados para prescribir medicamentos a los pacientes,

aunque se está pensando la posibilidad que los psicólogos también lo puedan hacer.37

La psicoterapia interrelaciona directamente al psiquiatra con el paciente de manera verbal. Al tener

como antecedente al psicoanálisis, se administra en forma de sesiones, y la frecuencia dependerá de

la necesidad de cada sujeto y la decisión del terapeuta. En las sesiones se pretende ordenar y aclarar

las ideas y acciones confusas. El objetivo de la psicoterapia es generar un cambio de pensamientos,

sentimientos y conductas de parte del paciente “anormal”. Se recomienda la psicoterapia cuando

existe pesimismo o sufrimientos importantes causados por ansiedad, depresión, estrés, conflictos

con la pareja, dificultades en el sexo, etc.

2.3.3 SINTOMATOLOGÍA

La sintomatología aparece en la medicina mental, así como en la orgánica, como medio para

descifrar la esencia de la enfermedad a través de un agrupamiento coherente de signos constantes

en una manifestación patológica. (Canguilhem, 1986) La psiquiatría utiliza la nosología, la

nosografía y la nosotaxia. La nosología estudia los supuestos teóricos de la naturaleza de las

enfermedades mentales, identifica las enfermedades de acuerdo al agrupamiento de ciertos

37

Revisar los términos: “Psicología” y “Psiquiatría” en: Castro, E. (2004). El vocabulario de Michel Foucault: un recorrido alfabético por los temas, conceptos y autores. Quilmes: Universidad Nacional de Quilmes.

38

síntomas; la nosografía, en cambio, se encarga de la descripción de las enfermedades de manera

sistemática, y la nosotaxia, por su parte, la clasificación de las enfermedades de acuerdo a los

criterios nosográficos. (Fernández de la Fuente Bursón, 2013)

Foucault utiliza los síntomas como una descripción de la enfermedad. Estas descripciones definen y

designan los mayores síntomas de las enfermedades. Por ejemplo: “La paranoia: sobre una base de

exaltación apasionada (orgullo, celos) y de hiperactividad psicológica se desarrolla un delirio

sistematizado, coherente, sin alucinaciones, que cristaliza en una unidad pseudológica de temas de

grandeza, de persecución y de reivindicación.” (Foucault, 1984, p. 13). Para esa ocasión, se creó un

paralelismo abstracto entre enfermedad orgánica y mental para reunir los síntomas psicológicos

como los fisiológicos, sólo porque pensaban que ambas enfermedades se manifestaban en síntomas

específicos.

En vista de que las patologías mentales son alteraciones de la personalidad, que significan

desorganización estructural, las enfermedades mentales se dividen de acuerdo a la amplitud de las

perturbaciones de la personalidad. Esta división de las perturbaciones psíquicas forma dos grandes

grupos: neurosis y psicosis.

Las psicosis: Son las perturbaciones de la personalidad global. Implican alteraciones del

pensamiento38

; alteraciones generales de la vida afectiva y del humor39

, perturbación del control de

la conciencia, observación, perspectiva y crítica40

. El enfermo es un ente disfuncional.

Las neurosis: Son las perturbaciones que afectan a un solo sector de la personalidad41

del enfermo y

el pensamiento se conserva intacto. El enfermo sí puede ser funcional en sociedad.

“La personalidad se convierte así en el elemento en el cual se desarrolla la enfermedad y el criterio

que permite juzgarla; es la realidad y la medida de la enfermedad a la vez.” (Foucault, 1984). Con

esto, pretendemos explicar que los síntomas se revisarán, estudiarán y analizarán a partir de las

alteraciones del comportamiento en la personalidad y solo en su medida, dejando de lado el

contexto social del enfermo.

En el campo psiquiátrico actual, los síntomas dependerán sobre todo del grado de profundidad de la

enfermedad y su evolución. En el DSM se encuentra la catalogación global de las enfermedades de

acuerdo a sus síntomas que, a su vez, están sujetos a los diagnósticos de los trastornos mentales.

Debido a la enorme cantidad de trastornos incluidos sus síntomas y niveles de afección de cada uno

38

Pensamientos maníacos evasivos, esquizofrénicos con saltos o contrastes, etc. 39

Matices emocionales de la manía, ruptura del contacto afectivo de la esquizofrenia, etc. 40

Delirio, paranoia, etc. 41

Ritualismos obsesivos, neurosis crónica, etc.

39

contenidos en el DSM, no podemos enumerar cada uno de ellos. A continuación ejemplificaremos

un par de trastornos para entender la mecánica y la información manejada en estos textos de alto.

Para ejemplificarlo directamente, utilizaremos los datos del DSM V42

. Mostraremos el trastorno

depresivo persistente conocido como distimia con el código 300.4 (F34.1). Pese a que el ejemplo a

dar es bastante extenso, lo consideramos pertinente para entender globalmente el funcionamiento

de este tipo de mecanismo, que, de otra manera, se vería debilitado si lo abreviamos. Cabe recalcar

que el DSM solamente proporciona los criterios diagnósticos y estadísticos de las enfermedades

mentales, por lo cual, no encontraremos tratamientos, fármacos o posologías en estos contenidos.

Los tratamientos, medicamentos y posologías se encuentran en los catálogos universales de

medicamentos de la Organización Mundial de la Salud.

Trastorno depresivo persistente (distimia)

300.4 (F34.1)

En este trastorno se agrupan el trastorno de depresión mayor crónico y el trastorno distímico del DSM-

IV.

A. Estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, presente más días que los que está

ausente, según se desprende de la información subjetiva o de la observación por parte de otras personas,

durante un mínimo de dos años.

Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable y la duración ha de ser como

mínimo de un año.

B. Presencia, durante la depresión, de dos (o más) de los síntomas siguientes:

1. Poco apetito o sobrealimentación.

2. Insomnio o hipersomnia.

3. Poca energía o fatiga.

4. Baja autoestima.

5. Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.

6. Sentimientos de desesperanza.

C. Durante el período de dos años (un año en niños y adolescentes) de la alteración, el individuo nunca

ha estado sin los síntomas de los Criterios A y B durante más de dos meses seguidos.

D. Los criterios para un trastorno de depresión mayor pueden estar continuamente presentes durante dos

años. E. Nunca ha habido un episodio maníaco o un episodio hipomaníaco, y nunca se han cumplido los

criterios para el trastorno ciclotímico.

F. La alteración no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo persistente, esquizofrenia,

trastorno delirante, u otro trastorno especificado o no especificado del espectro de la esquizofrenia y

otro trastorno psicótico.

G. Los síntomas no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un

medicamento) o a otra afección médica (p. ej., hipotiroidismo).

H. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas

importantes del funcionamiento.

Nota: Como los criterios para un episodio de depresión mayor incluyen cuatro síntomas que no están en

la lista de síntomas del trastorno depresivo persistente (distimia), un número muy limitado de individuos

tendrán síntomas depresivos que han persistido durante más de dos años pero no cumplirán los criterios

para el trastorno depresivo persistente. Si en algún momento durante el episodio actual de la

enfermedad se han cumplido todos los criterios para un episodio de depresión mayor, se hará un

diagnóstico de trastorno de depresión mayor. De no ser así, está justificado un diagnóstico de otro

trastorno depresivo especificado o de un trastorno depresivo no especificado.

42

El DSM V es el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales vigente a partir del 18 de mayo del 2013.

40

Especificar si:

Con ansiedad (págs. 119)

Con características mixtas (págs. 120)

Con características melancólicas (págs. 121–122)

Con características atípicas (págs. 122–123)

Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo (pág. 123)

Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo (pág. 123)

Con inicio en el periparto (págs. 123–125)

Especificar si:

En remisión parcial (pág. 126)

En remisión total (pág. 126)

Especificar si:

Inicio temprano: Si el inicio es antes de los 21 años.

Inicio tardío: Si el inicio es a partir de los 21 años.

Especificar si (durante la mayor parte de los dos años más recientes del trastorno depresivo persistente):

Con síndrome distímico puro: No se han cumplido todos los criterios para un episodio de depresión

mayor al menos en los dos años anteriores.

Con episodio de depresión mayor persistente: Se han cumplido todos los criterios para un episodio de

depresión mayor durante los dos años anteriores.

Con episodios intermitentes de depresión mayor, con episodio actual: Actualmente se cumplen todos los criterios para un episodio de depresión mayor, pero ha habido

períodos de al menos 8 semanas en por lo menos los dos años anteriores con síntomas por debajo del

umbral para un episodio de depresión mayor completo.

Con episodios intermitentes de depresión mayor, sin episodio actual: Actualmente no se cumplen todos los criterios para un episodio de depresión mayor, pero ha habido uno

o más episodios de depresión mayor al menos en los dos años anteriores. Especificar la gravedad actual:

Leve (pág. 126–127)

Moderado (pág. 127)

Grave (pág. 127)43

2.4 LA DELGADA LÍNEA ENTRE LA TERAPIA Y LA TORTURA

Los regímenes punitivos se han aplicado a lo largo de la historia para diversos fines. La tortura es

un medio de castigo físico para normar las conductas no permitidas. Por una parte, la tortura se ha

practicado como castigo, y por otro, como medio de tratamiento. Uno de los ejemplos de tortura

ejercidos hacia los presos y disidentes políticos en instituciones psiquiátricas fueron durante el

período de duración de la Guerra Fría en la Unión Soviética o recientemente en China con los

miembros de Falun Gong. (Amnistía Internacional, 2002); (Cheng-Wu & Lao, 2012). En nuestros

días, la tortura rige en pocos países del globo, depende del lugar y leyes para su aplicación.

El castigo corporal está aceptado por ley para tratar penas por delitos; generalmente se usa la

flagelación (golpes) o en otros casos la amputación44

. Los castigos corporales tienen directa

43

Información tomada de: American Psychiatric Association. (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5. Washington, DC: American Psychiatric Publishing. 44

En 1997 Hace 18 años, el iraní Reza Safari fue acusado de robo. El tribunal de la ciudad de Akar que declaró su culpabilidad lo condenó a la amputación de los dedos de la mano derecha, en él se aplicó la “Sharia” (la ley islámica) en la cárcel. El 22 de octubre de 2013 el sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, anunció una nueva ley penal que incluía la amputación por robo y la lapidación por adulterio. Esa nueva ley entró en vigor seis meses después de anunciada.

41

relación con los regímenes punitivos y penitenciarios, por lo que la fuerza judicial ejerce

directamente el castigo para controlar la conducta. Los castigos no solo se han utilizado para los

criminales; los internados en instituciones psiquiátricas, entre otros grupos minoritarios, han sido

receptores de castigos corporales que anulan sus derechos. En 1994 la ONU aprobó los “Principios

para la Protección de los Enfermos Mentales y el Mejoramiento de la Atención de la Salud

Mental”. A partir de entonces, los enfermos mentales pueden ejercer todos sus derechos y sólo en

casos excepcionales se puede optar al internamiento involuntario del enfermo; pero en la práctica,

difiere mucho de estos principios escritos.

Los regímenes punitivos y los primeros tratamientos psiquiátricos en épocas pasadas constituyeron

un espectáculo. En las etapas carcelarias iniciales, los suplicios acordados en las sentencias se

ejercían en la vía pública como actos correctivos y ejemplares a la vista de la población. En el caso

de los suplicios hacia los condenados, debían ser notorios y dejar marcas imborrables en el cuerpo,

y en el caso del público presente, estos espectáculos buscaban intimidar a la población.

Posteriormente, los regímenes penitenciarios pretendieron ser más recatados y humanos siendo

ejercidos en la intimidad de sus instalaciones pero con igual videncia. En cuanto a los tratamientos

psiquiátricos, los primeros tratamientos también eran expuestos a la gente, no en sitios públicos,

sino presentando a estos establecimientos como exhibiciones. (Comisión de Ciudadanos por los

Derechos Humanos (CCHR), 2006). También la aplicación de tratamientos psiquiátricos se volvió

más intimista y creativa. Ambas eran tomadas como castigos ejemplares para la población y así

mantener una conducta alejada de la marginalidad. Más adelante, estas acciones en los enfermos

mentales, dejaron de ser castigos o suplicios para ser simplemente correctivos conductuales o

incluso terapias de curación.

La santa inquisición: estudio de caso.

Un ejemplo reconocido de la utilización masiva de torturas fue el Tribunal del Santo Oficio de la

Inquisición. Esta época fue de alta creatividad en la elaboración de dispositivos de tortura y su

aplicación. El objetivo principal de la Inquisición era eliminar herejes y disidentes de la iglesia con

prácticas inquisitoriales para infundir miedo y crear terror en los creyentes, pero, también

ejercieron la tortura para condenar. Los instrumentos de tortura juegan un papel importante en este

acápite, pues a continuación, se realizará un análisis comparativo sobre estos artefactos y los

dispositivos de terapia psiquiátrica.45

45

Para la noción de procedimientos, argumentaciones, labores y la práctica inquisitorial en general, revisar: Eymerich, N. (2006) [1376 ]. "Directorivm Inqvisitorvm (Manual de Inquisidores)". Aviñón: La esfera de los libros. Trad. Fortea, J.A. y: Martínez Fernández, P. (2008). La Inquisición, el lado oscuro de la iglesia. Autor-editor.

42

La doncella de hierro de Núremberg vs las sangrías de Rush.- La doncella de hierro de

Núremberg era un ataúd antropomorfo que constaba de dos piezas, el interior estaba cubierto de

clavos que aplastaban el cuerpo del sujeto. Cuando los clavos aplastaban el cuerpo del procesado y

penetraban su piel, éste sangraba y a veces era dejado en el sarcófago hasta su deceso. Este

instrumento fue usado por primera vez el 14 de agosto de 1515 para la ejecución de un falsificador

de monedas. (de la Torre Rodríguez, 2014)

Fig. 12. La doncella de hierro

Fotografía tomada de: (http://www.taringa.net/posts/paranormal/17958762/La-santa-inquisicion-Metodos-e-

instrumentos.html)

Se había mencionado que Benjamin Rush fue conocido como el maestro sangrador. El uso de las

sangrías a pacientes viene desde Hipócrates e incluso en Egipto hace más de 2000 años, pero Rush

fue uno de sus defensores más fervientes en tiempos modernos. La creencia de Rush planteaba que

las enfermedades mentales eran producidas por el exceso de sangre en la cabeza. Rush diseñó y

utilizó varios métodos para desangrar al paciente con el objetivo de librarlo de su locura. Los

métodos de sangrías de Rush consistían en cortar al paciente en alguna zona del cuerpo y extraer

uno o dos litros de sangre; aunque la manera más común era hacer una trepanación craneana y

extraer la sangre “sobrante”46

. Muchas de las creencias y postulados de estas épocas estaban

basados en los escritos y teorías hipocráticas sobre el cuerpo humano. (Cruz Cuesta, 2003)

46

Como se vio en acápites anteriores, la sangre se consideró uno de los humores corporales situada en el corazón. Para Rush, era necesaria la extracción de sangre porque como su exceso era un desbalance, y este desbalance era el que provocaba la locura. Por ello, de acuerdo a la teoría hipocrática, su hipótesis resultaba convincente.

43

La doncella de hierro y las sangrías son similares en su objetivo: desangrar al paciente. La doncella

de hierro era un instrumento completo en el cual la acción se realizaba en un solo paso, mientras

que las sangrías constaban de diversos métodos. La primera era un castigo, la segunda era una

terapia; la verdad es que con ninguna de las dos, se pudo obtener mayores adeptos a la iglesia ni

tampoco curar la locura. Pese a esto, el uso de ambos procedimientos fue ampliamente utilizado y

difundido como un método eficaz para ambos fines.

El collar de púas punitivo, el cinturón de San Erasmo y el cilicio metálico vs el Jugum penis.-

El collar de púas punitivo era un collar metálico lleno de púas que se colocaba en el cuello del

condenado. Este instrumento pesaba más de cinco kilos y se ajustaba en el cuello del reo,

provocaba heridas en la carne y era muy eficiente en relación al esfuerzo que se requería para su

ejecución. Dado que no se necesitaba de un verdugo, trabajaba solo y podía utilizarse día y noche,

era uno de los favoritos para el castigo y ejecución de los sujetos.

Pese a que la denominación del cinturón de San Erasmo es desconocida, su uso es certeramente

conocido. En sí, no se conoce la naturaleza de los martirios que San Erasmo se proporcionaba a sí

mismo, pero sí eran técnicas de martirio. Este instrumento constaba de un collar metálico con el

interior lleno se púas y una cadena en el que de un extremo está asegurada a la pared y el otro

extremo al collar.

Fig. 13. El cinturón de San Erasmo

Fotografía tomada de: (https://redaccion.lamula.pe/2013/12/07/la-insania-vuelta-instrumento/dianachirinos/)

44

Los cilicios eran principalmente prendas de vestir para causar incomodidad y sufrimiento. El cilicio

metálico47

fue generalmente utilizado para la autoflagelación de los religiosos. Estos se

autoflagelaban con la idea de alejar las tentaciones de la carne y como referencia a Jesús

experimentaban dolor y sufrimiento como purificación del alma al torturar su cuerpo. Los cilicios

metálicos que utilizaban para flagelarse eran fajas o cinturones de puntas metálicas que se

apretaban en muslos o axilas. Para algunos religiosos, su uso aun es vigente.

El Jugum penis era un dispositivo anti masturbación se creó y se utilizó en la época victoriana

(Reino Unido 1880-1920). Era un método de terapia para evitar la masturbación masculina y la

eyaculación. Este instrumento metálico consistía en dos anillos, uno dentro del otro, y en el borde

del anillo exterior había dientes o púas, el tamaño del instrumento era regulable. Se ubicaba en el

miembro viril masculino que, al experimentar una erección, el pene se pinchaba y provocaba su

relajación inmediata por el dolor.

Los tres primeros instrumentos se utilizaron como práctica inquisitorial mientras que el último

como terapia psiquiátrica. La similitud de estos instrumentos radica en su forma e incluso en el

motivo de aplicación, aunque diferían un poco en el lugar de uso. Los cuatro instrumentos se

utilizaban para prevenir ciertas acciones o como castigo por acciones realizadas. Todas son

instrumentos metálicos con púas que evitan el movimiento de cualquier miembro del cuerpo que se

encuentre maniatado en ellos.

El taburete de sumersión vs el ataúd.- El taburete de sumersión era utilizado, sobre todo, para

procesar a las brujas. Este invento consistía en sentar a las brujas en un taburete y atarlas a él, luego

se las sumergía en agua por intervalos de cinco minutos regularmente. Como es evidente, muchas

no aguantaban la temperatura helada del agua y sufrían hipotermia o se ahogaban en alguna de las

sumersiones. Se lo utilizaba también en menor cantidad para castigar a ladrones o prostitutas.48

El ataúd que utilizaban en los hospitales psiquiátricos durante los siglos XVIII y XIX también

utilizaba la sumersión. Los ataúdes eran similares a jaulas metálicas, en el cual se introducía al loco

y se lo sumergía en grandes tinas de agua por intervalos de tiempo. Para esta práctica, no se

buscaba el escarmiento o la punición de ciertos crímenes sino que se buscaba tratar los

comportamientos maniacos o hiperactivos. Generalmente se trataba de revivir a los pacientes

después de haberlos ahogado, aunque pocas veces se lograba.

47

En el Museo de la Ciudad de Quito, el cilio que utilizaba Santa Mariana de Jesús es parte de la exhibición permanente. El cilio es un chaleco de lienzo y el interior está cubierto de pequeños clavos. 48

Para la noción de castigos a brujas y sujetos relacionados con lo demoniaco revisar: Kramer, H.; Sprenger, J. (2005) [1487]. Malleus Maleficarum (Martillo de Brujas). Barcelona: Circulo Latino, S.L. Editorial.

45

Método de frio o calor vs la silla tranquilizadora.- Entre el XV y XIX en el período de la

Inquisición, el método de frío o calor utilizado constaba de una silla con ataduras y en el área de la

cabeza un gran cubo. Se afeitaba la cabeza del acusado y sobre esta habían dos recipientes: uno con

agua helada y otro con agua hirviente. Sobre la parte superior de la cabeza se derramaba el agua de

los recipientes alternándolos. Estos cambios bruscos de temperatura provocaban grandes dolores de

cabeza.

La silla tranquilizadora de Benjamin Rush fue un invento interesante para tratar a los pacientes de

los primeros manicomios. La silla de Rush buscaba reducir el flujo sanguíneo al cerebro, y para

ellos se sujetaba la cabeza del paciente y se maniataban sus extremidades. Esta silla también tenía

un mecanismo en el área de la cabeza que permitía aplicar baños de agua fría, proporcionar sustos y

con ello reducir la presión sanguínea. De acuerdo a la creencia de la época, los pacientes podían

curarse de la locura al tener menos presión sanguínea en el cerebro.

Fig. 14. La silla tranquilizadora de Benjamin Rush

Kathy Weiser, abril de 2005

“Glore Psychiatric Museum” de St. Joseph, Missouri, E.U.A.

Fotografía tomada de: (http//www.legendsofamerica.com/mo-psychiatricmuseum2.html)

Ambas sillas ayudaban a la inmovilización de los sujetos para suministrar duchas de agua contra su

voluntad. Las aplicaciones eran similares, pero el lugar y época de uso serían diferentes. Al menos

con la tortura se sabía que estas prácticas constituían castigos para los reos por sus malas acciones

46

o descarrilamientos de la vida religiosa. Mientras que los que corrieron con la suerte de ser presas

de la locura, eran sometidos a estas prácticas para su “mejoría”.

La flagelación y fustigación vs los azotes.- La flagelación utilizada en la Inquisición consistía en

dar latigazos a los aprehendidos, era considerada una penitencia. La piel herida por los latigazos era

tratada con vinagre o sal, con esto prevenían la infección y proporcionaban, al mismo tiempo, un

gran dolor. El objetivo de los latigazos no era asesinar al reo, sino otorgar una penitencia y

conseguir una confesión. La fustigación era básicamente lo mismo, dar azotes al reo, pero con la

sencilla diferencia que se hacía con fustas o varas, de allí su nombre.

Los azotes como terapia psiquiátrica se emplearon en los primeros modelos médicos. En el siglo

XVIII en instituciones como los manicomios de Battie o en Bedlam, azotaban a los recluidos para

controlarlos y mantenerlos normados y en sumisión. Aunque no se conoce efectivamente si en

estos centros psiquiátricos se trataban las heridas provocadas por los azotes. El principio de esta

práctica en ambos ambientes es exactamente el mismo, aunque difirió un poco el contexto y excusa

para su uso.

Todos estos instrumentos tenían sus propósitos, y fueron utilizados en una multiplicidad de casos y

personas. Al mirar atrás en la historia, estos procedimientos pueden parecernos brutales, pero para

la época, fueron aceptados como una convención social. El castigo físico era muy usado en siglos

anteriores, incluso hoy en día para algunos casos en países que desaprueban las leyes de Amnistía

Internacional o los tratados de Prevención contra la Tortura. Lo cierto es que estas prácticas fueron

reales y existen los vestigios que dan cuenta de la mentalidad de cada época.

Sin embargo, la tortura que se aplica en nuestros días no solo es física sino también intangible, en

otras palabras, no solamente se ejerce físicamente en el cuerpo del aprehendido, sino en la mente.

Muchos de los dispositivos e instrumentos expuestos han desaparecido por el pensamiento de

humanización de las penas, pero los suplicios aún se ejercen en ciertos lugares.

Entonces, ¿cuál es la diferencia radical entre las torturas y los castigos?, ¿El dopar a los enfermos

en realidad constituye una cura? Las diferencias entre estas torturas y tratamientos que hemos

revisados son mínimas, entre ideologías y finalidades. Hoy en día nos resulta sorprendente que

hubo casos en las épocas de castigos corporales que los enfermos mostraban una mejoría, aun

cuando estos tratamientos nos parezcan inhumanos desde el punto de vista actual. Al parecer, el

propósito del ejercicio era fundamental para alegar curar, pero ¿cómo es que esos propósitos

resultaron en cambios conductuales para los anormales?

47

Siempre y cuando se trate de un ejercicio de castigo o correctivo, hablamos de un sistema de

relaciones de poder. Tanto en el sistema penitenciario como en el sistema psiquiátrico, los sistemas

de corrección de conducta cumplen con una función social y una táctica política. Las acciones

correctivas establecen las relaciones de poder entre el ejecutor y su receptor. El ejecutor tendrá

siempre un rango superior porque es quien ejerce el poder y posee conocimiento sobre el cuerpo

del receptor. Ahora, después de haber tratado el castigo físico, podemos decir que los correctivos

son aplicados a lo intangible de los reos y los enfermos, pues la privación de libertad y derechos

sobre sí mismos resultan en la restricción del ser y un ejercicio desigual de poder.

Generalmente, a través del ejercicio de la disciplina, se puede moldear la conducta. La disciplina

ayuda a “formar” sujetos, es el ejercicio de poder sobre los individuos que son objetos de este

ejercicio. De acuerdo al tipo de disciplina, se pueden ejercer modelos calculados que permiten

desarrollar provisoriamente un tipo de individuos. (Foucault, 1976) La característica actual de un

interno psiquiátrico será la docilidad, debido al uso de fármacos terapéuticos. Un cuerpo dócil,

puede ser disciplinado fácilmente y moldeado de acuerdo a la exigencia. Con lo cual entendemos

que no solamente el castigo físico puede modelar conductas, sino, la docilidad de los cuerpos

dopados ayudan también a normar conductas. Y nuevamente recalquemos; hasta la actualidad

ninguna terapia o fármaco han probado curar una enfermedad mental, tan solo han reducido los

síntomas al volverlos dóciles y ergo, más fácil de ser controlados.

2.5 LA TRANSFERENCIA AL CAMPO DEL ARTE

En esta sección hablaremos exclusivamente de teoría y quehacer artístico. Se abordará, entre otras

cosas, la relación entre arte y violencia, trabajos en torno al cuerpo, vínculos entre el problema del

género y feminismo, así como la estética de lo extremo y la necesidad de extender el límite actual

de la normalidad, la creación artística a partir de la locura como eje temático y discursos en torno a

violencia y enfermedad.

2.5.1 Crítica artística a los dispositivos de control

El arte ha utilizado la crítica de manera recurrente a lo largo de su historia moderna. En el caso

vienés, el accionismo representó la lucha del artista moderno, fue un ataque a la sociedad burguesa

de la época. La Viena de los sesenta y setenta era una ciudad de posguerra, con secuelas de

monarquía y militarización. Un grupo de artistas que, pese a no tener relación entre sí,

sobrepasaron los límites establecidos y coincidieron en su forma estilística y conceptual sobre el

arte.

48

Raquel García escribe acerca del libro de Soláns sobre accionismo vienés que: “No somos libres,

porque en esta sociedad, cualquier gesto anormal que proclame libertad es mirado con malos ojos.”

(García Campillo, p. 2) El accionismo vienés utilizó manifestaciones de body art, happenings y

performances para realizar sus críticas sociales, entre las cuales emerge Rudolf Schwarzkogler

(1940-1969). Schwarzkogler produjo una serie de acciones con crítica precisamente hacia lo

clínico.

El performance “Aktion” de Schwarzkogler realizado en 1965, muestra su cuerpo vendado y

maniatado que permanece inmóvil. La mezcla entre vendas, instrumentos quirúrgicos, cables

eléctricos y el artista forman un solo cuerpo, una metáfora de transmutación entre el hombre y la

clínica. La privación de sentidos es propia de la opresión clínica, que en esta acción, se ven

representadas en forma explícita, además de la “violencia terapéutica” interpretada. La desnudez

evoca la fragilidad humana ante la imposición de los instrumentos y dispositivos clínicos. Esta

contradicción entre organicidad y mecanicismo solo demuestra que el cuerpo que no opone

resistencia y no tiene ninguna oportunidad de ser liberado.49

Fig. 15. Acción 4,1965

Rudolf Schwarzkogler

Fotografía tomada de: Soláns, P. (2000). Accionismo Vienés. Madrid: Editorial Nerea, S.A.

49

El accionismo vienés no solo se trató de la crítica clínica, pero el tema fue tratado dentro de sus prácticas. Para referenciar mejor lo dicho, revisar: “Cuerpo y alquimia clínica” en Soláns, P. (2000). Accionismo Vienés. Madrid: Editorial Nerea, S.A.

49

2.5.2 Arte y violencia en la sociedad de masas

Para el desarrollo de este tema, nos concentraremos particularmente en un caso ocurrido en

Argentina. A finales de la década del 90, una serie de artistas argentinos,50

se replantearon el

desarrollo artístico de aquellos años. Comenzó a resultar evidente el fin de un milenio y el inicio

del otro. Ellos visibilizaron su imaginario nacional y la vinculación entre historia y violencia. Pero

las obras no utilizan la violencia de manera explícita ni extrovertida, por el contrario, sus obras

utilizan los recursos formales expresionistas para expresar la violencia de manera condensada.

(Casanegra, 2009). Es así que el espectador puede no advertirlos de inmediato, pero, guardan

prácticas de extrema violencia, cuerpos mutilados o asesinados, agresión a animales o humanos,

etc. La obra de Cristina Piffer (1953) es un ejemplo destacado de lo dicho anteriormente.

Exploraremos un poco la idea que envuelve su serie de 2002: “Trenzados”.

En la serie Trenzados (2002) de Piffer, nos resulta innegable la literalidad de los materiales. Con

asepsia quirúrgica y factura impecable, Piffer nos muestra tripas vacunas trenzadas. Las artesanías

de cuero han sido una antigua tradición masculina. Al alejar los trenzados de su condición habitual,

Piffer abre un espectro de sentidos y posibilidades entre dos polos. Estos elementos componen el

cuerpo del delito, son una forma cruel y ordenada de presentar cadáveres destripados y la imagen

macabra de la muerte. La carnicería de Piffer también se ha asociado con la crítica hacia la

conformación y funcionamiento del estado argentino, puesto que su historia se asemeja al matadero

donde el carnicero siempre es el ganador. (Lebenglik, 2002)

Fig. 16. Serie de Trenzados, 2002

Cristina Piffer

Tripas vacunas, agua y formol, vidrio, acero inox., ploteo | Medidas: 1.15 x 0.75 x 1.05 m

Fotografía tomada de: (http://www.cristinapiffer.com.ar/)

50

Entre los mencionados artistas argentinos se encuentran: Oscar Bony (1941-2002), Graciela Sacco (1956), Jorge Macchi (1963) y Cristina Piffer (1953).

50

Sin embargo, su racionalidad formal en la ejecución de sus obras, no permitió que la violencia se

desborde. En varias obras de los argentinos de esta década, es notable la tensión entre las

polaridades; entre lo incontenible de la naturaleza y la formalidad de la razón de los artistas. Sea

como fuere, estas manifestaciones reflejaban el clima de la época. Para muchos del círculo del arte,

las expresiones artísticas de estos artistas argentinos se encasillaban en el neoconceptualismo.

Lógicamente éstas no fueron las primeras manifestaciones de vinculación entre el arte y la

violencia. Un ejemplo importante fue la exposición argentina Entre el silencio y la violencia (2003-

2005). Esta exposición se trató de una relectura de la obra de 15 artistas –entre 1962 y 2002- obras

que tenían discursos de violencia en diferentes expresiones. Algunas obras hacían referencia a lo

efusivo, otras al traspaso de los límites, otras en la desmaterialización, etc. La relectura de obras de

esta década conflictiva aportó mucho al lenguaje visual contemporáneo. Para la curadora de la

muestra, Mercedes Casanegra, “las dos tendencias acompañan el desarrollo del arte contemporáneo

una vez efectuada la transición modernidad-contemporaneidad a fines de los años „50, a través de

la cual estalló un nuevo impulso de renovación de lenguajes canalizado por los neovanguardistas y

por la caída de la especificidad de las tradicionales categorías de pintura y escultura” y también,

“ambas tendencias constituyen dos tipos de respuestas estético-artísticas formuladas ante una

misma situación histórico-política.”51

Pese a que la violencia y el aparecimiento del ser humano han coexistido simultáneamente; en el

arte, su vinculación con la violencia viene a partir del siglo XIX. La vinculación entre violencia y

arte siempre fue una visión adelantada. Desde hace 40 años, esta vinculación arte-violencia es cada

vez más frecuente. Habría que decir también que el arte-violencia es cada vez más parecido a la

relación arte-política, aunque no necesariamente están relacionados. Por otra parte, la línea entre la

ética y la estética se acorta cada vez más entre este tipo de manifestaciones, por lo que en muchas

otras manifestaciones se ha tomado como excusa a la estética para tratar temas realmente

repercusivos, ejemplo de ellos es la declaración que K. Stockhausen sobre la destrucción de las

Torres Gemelas.52

[…] me inclino a pensar que gran parte de la glorificación actual de la violencia encuentra su

causa en la frustración de la facultad de acción en el mundo moderno. […] No podemos

saber si esos acontecimientos son el principio de algo nuevo –del “ejemplo nuevo”–, o los

últimos estertores de una facultad que la humanidad está a punto de perder. Viendo las cosas

ahora, viendo cómo los superpoderes se han estancado bajo el peso monstruoso de su propia

51

Fragmentos del texto curatorial de Mercedes Casanegra de la exposición Entre el silencio y la violencia (2003). 52

Revisar Violencia y arte, asociación reciente en “Entre el Silencio y la Violencia” en Olivares, E. (2009) Cuestiones de Arte Contemporáneo. Buenos Aires: Emecé.

51

enormidad, parece bien en algunos sectores pequeños y bien definidos dentro de la sociedad

de masas de los grandes poderes.

(Fragmento de Arendt, H. en Oliveras, 2009, p. 246)

2.5.3 El género y el cuerpo como campo de representación artística

“Muchas de las estrategias artísticas de los años sesenta y setenta, especialmente en acciones,

happenings y performances, han ido dirigidas a revelar la tortura infligida al cuerpo por una acción

farmacéutica, clínica y quirúrgica que altera y conforma la corporalidad según esa tecnología

política a la que alude Foucault.” (Soláns, 2000, p. 43). Los artistas del performance han utilizado

su cuerpo como dispositivo de expresión radical. En este sentido, en ciertos performances, las

acciones corporales reflejaban esta crítica a lo clínico en el sentido opresor. “El cuerpo no está

enfermo, sino transformado en enfermedad por los aparatos médicos: el cuerpo enferma con la

imposición de un orden clínico.” (Soláns, 2000, p. 44)

Lo mismo sucede con la cuestión de género. En la década del 1960 sobretodo, el cuerpo se volvió

el campo de acción sobre el cual se expondrían manifestaciones y críticas en torno a tales

problemáticas de desigualdad de género. Si en psiquiatría hablamos de la histeria femenina,

encontraremos un cúmulo de argumentos sobre violencia de género. En la sociedad, la violencia de

género es recurrente, sobre todo, la marginalización de la mujer como ente inferior al hombre. La

artista cubana Ana Mendieta (1948-1985) es una figura importante en la utilización del cuerpo

como territorio político en el arte. Ella junto a otras mujeres artistas, se enfocaron en temas de

feminismo, violencia, vida, muerte, lugar, pertinencia. A través de su cuerpo hicieron escuchar su

contraposición ante el sistema patriarcal opresor.

Indudablemente, el feminismo ha alcanzado los mayores logros políticos desde finales de los

sesenta. Este movimiento ha ayudado a cuestionar y repensar temáticas como lo público y lo

privado, el objeto y el sujeto del arte, la posición entre uno y otro sexo. Además de evidenciar

jerarquizaciones de etnia, edad, clase social, posición económica y sexualidad en la producción

artística. Por medio de la performance, el feminismo ha reivindicado el género, y la integridad

sexual en el arte y en la sociedad. El uso del cuerpo en el feminismo constituyó una estrategia de

presentación del arte, el cuerpo maniatado, desnudo, lacerado, pintado, inmóvil o en acción,

reflejan las demandas feministas hacia el imaginario social.

“Rape Scene” de Mendieta encarna una violación a una estudiante de la Universidad de Iowa. El

performance de 1973 muestra crudamente esta representación de la escena de una violación que

había ocurrido en la Universidad días antes y que conmocionó a Mendieta. El performance tomó

lugar en el departamento de Mendieta. Al llegar, se podía encontrar la puerta entreabierta, al

52

ingresar a la habitación oscura, una luz única y tenue iluminaba a la artista, desnuda de la cintura

para abajo, manchada de sangre y tirada sobre la mesa. El suelo estaba lleno de sangre y platos

rotos. Esta especificidad de la violación y de la perpetuación del cuerpo femenino que conmocionó

a Mendieta, es solo uno de los ejemplos de las maneras de perpetuar no solo el cuerpo sino todo el

ser femenino. En este sentido, podemos imaginar la desesperación y sentimiento de violación de

las mujeres diagnosticadas como histéricas, donde, si bien recibían un “tratamiento” de excitación

y orgasmo, al usar aparatos fálicos, la integridad femenina desaparecía con la perturbación de sus

órganos genitales.

Fig. 17. Rape Scene, 1973

Ana Mendieta

Moffit Street, Iowa City, Iowa

Fotografía tomada de: Jones, A. (2010). El cuerpo del artista. New York: Phaidon Press Limited

El fotógrafo español David Nebreda (1952) es el ejemplo ideal de la relación del arte y la

enfermedad mental. Nebreda padece de esquizofrenia paranoide crónica. En su caso, la enfermedad

se utiliza como un refugio de evasión y negación del presente.53

Según Nebreda, sus autorretratos

escatológicos, le sirven como terapia, para recordar su existencia. El mencionado fotógrafo vive en

Madrid, aislado en su departamento y ha afirmado que este uso del arte, lo ha ayudado a no

terminar en una institución psiquiátrica. En entrevistas y escritos, él expresó: “Mi propia realidad es

bastante peor que las fotos”. Siendo de esta manera, y aunque no sea una figura del movimiento del

53

Esta concepción se analiza en: “La enfermedad y la Historia individual” en: Foucault, M. (1984). Enfermedad mental y personalidad. Buenos Aires: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.

53

performance de los 60 y 70‟s, Nebreda ha utilizado su cuerpo como un lienzo completamente

maleable y extremo. Es una encarnación de rechazo hacia lo clínico y el cuerpo convencional.

Fig. 18. Autorretratos

David Nebreda

Fotografías tomadas de: Nebreda, D. (2002). Autorretratos/Autoportraits. Salamanca: Universidad de

Salamanca

“¿Cómo dar a entender -pregunta David Nebreda- las sensaciones provocadas por mi sangre y

mis excrementos? Sensaciones primarias de reconocimiento, de plenitud, de alegría, de

ternura, de identificación lejana, de amor. […] Mi sangre y mis excrementos, mis quemaduras,

mi agotamiento, mi cuerpo y mi dolor, un dolor necesario y alegre, son los únicos elementos

para establecer y reconocer la mitad de mi patrimonio.”54

54

“Escritos 1989-1990” en Nebreda, D. (2002). Autorretratos/Autoportraits. Salamanca: Universidad de Salamanca, p. 46.

54

2.5.4 Los dispositivos psiquiátricos como estética de lo extremo

En este punto, el tiempo y la ubicación geográfica se vuelven la referencia de la expresión artística.

En el texto editado por Elena Oliveras; “Estéticas de lo extremo. Nuevos paradigmas en el arte

contemporáneo y sus manifestaciones latinoamericanas”, hemos encontrado una serie de pasajes

que hacen referencia a la necesidad del arte contemporáneo de traspasar los límites, de quebrantar

el esquema de normalidad, de encontrar fertilidad en la estética de lo extremo y en la transgresión

de fronteras. Según Oliveras, al parecer, esta particular forma de representación artística, el shock

en el espectador producido por la ruptura de esquemas, es una forma de hacer visible el mundo.

En la obra resultante de esta investigación, el lenguaje directo y específico se vuelve fundamental

como recurso de visualización del problema de deshumanización en el tratamiento de “sanidad

social” estudiado. De acuerdo a Oliveras, “Las estéticas de lo extremo asumen entonces, con

eficacia mayor, esa misión esencial al hacer visible el estado-límite de las cosas que nuestro

conformismo muchas veces menosprecia.” (Oliveras, 2013, pág. 10) Por lo tanto, este tipo de

estética responde a la necesidad e interés de presentar un cuestionamiento y una incomodidad ante

el espectador con potencial tema de crítica. Por consiguiente, exploraremos varias opciones que nos

aclaran y nos muestran las representaciones que constituyen un reto visual de un arte posicionado

como objeto de pensamiento.

2.5.4.1 Lo monstruoso y lo maquínico

Según la argentina Gabriela C. Sarti, Doctora en Estética, lo monstruoso se relaciona con la vida,

mientras que lo maquínico está en relación con el ser humano. Lo monstruoso nos remite a lo

peligroso, aun cuando utilizamos el significado común de la palabra, y en sí, la masa lo entiende

como una contradicción al orden natural. Algunas veces en lenguaje vulgar, se categoriza como

monstruo a quien destaca de forma extraordinaria por sus cualidades. De cierto modo, lo

monstruoso se puede equiparar con la anormalidad, de hecho, es parte de su significado. Según

Omar Calabrese55

, “lo monstruoso agrede la norma” (Sarti, 2013, pág. 17), aunque en la época

posmoderna, lo monstruoso provoca una ampliación de los estándares de normalidad que casi se

sienten invisibilizados.

Si el concepto de monstruoso se amplia de forma descomunal, se corre el riesgo de la disolución de

la normalidad, lo cual podría provocar conductas monstruosas en el estándar de normalidad y de

cierta manera crear una “conciencia deforme”. Esto nos ayuda a entender que el arte

contemporáneo desafía la mirada canónica de la normalidad. Siendo de esta manera, ¿qué tan

55

Omar Calabrese (1949-2012) fue un semiólogo y crítico de arte italiano. Fue uno de los teóricos principales del posmodernismo e hizo un estudio sobre el “gusto” de esta época denominándolo «Neobarroco».

55

válido se vuelve el estándar normalizador de sentidos y de acciones sociales en un mundo con una

definición de anormalidad cada vez más disuelta? En el campo político y psiquiátrico, aún rige la

segregación de población normal y “anormal”, de la que están repletos los hospitales mentales. Y

los tratamientos psiquiátricos que están en auge sirven para mantener analgésica a la sociedad, aun

cuando la deformidad de pensamiento sea casi universal. Esto significa el incremento casi total de

pensamiento sedado y con ansia y criterio de extremos para saberse seres sociales.

En el tiempo actual, vemos que el ser humano es un productor nato, pues el cuerpo está sometido a

procesos de producción por requerimientos propios de la especie, pero al vivir en la constante

exposición y asimilación de lo anormal y lo monstruoso, el único producto que se genera a partir de

aquí será lo monstruoso de igual manera. Poco a poco, los cuerpos productores se van convirtiendo

en herramientas, para llegar a ser máquinas, y de allí que estas máquinas se vuelven monstruos.

Lo monstruoso de esta especie de máquinas radica en que no están compuestas de vidrios,

engranes, metal ni mucho menos, sino de arterias, venas, sangre, fluidos, músculos.

La modernidad clásica postuló al cuerpo como una máquina, estas máquinas serían muy similares a

nosotros aunque son máquinas ficticias. Se nos aceptaba como máquinas biológicas, que actúan sin

un juicio. Ésta afirmación nos lleva a plantear una cuestión, ¿acaso los médicos psiquiatras son el

ejemplo vivo de estas máquinas orgánicas que miden todo con estándares establecidos y actúan de

acuerdo al accionar del colectivo? En cierto sentido han sido las maquinas clasificadoras de la

normalidad y anormalidad conductual del ser humano, y con ello, los normalizadores a la par que

los dispositivos por sí mismos.

La escultora y fotógrafa argentina Nicola Constantino es una artista que trabaja con esta misma

idea de lo maquínico y de los monstruoso en la anormalidad, específicamente en su serie “Trailer”

del 2010. Constantino hace uso del Doppelgänger, que es un doble donde se puede tener una

identificación, es un doble andante pero de estilo fantasmagórico.

Es en el doble donde se basa el concepto de identificación del psicoanálisis, definido por

Freud: el doble es lo ominoso, es decir, lo familiar desconocido, lo tan conocido que resulta

extraño y produce horror. Para Jung, el doble es la Sombra. Según el dramaturgo sueco

Strindberg, si uno ve a su doble significa que va a morir.56

Este doble de Constantino es lo que le ayuda a reafirmar su humanidad y su identidad, aunque su

doble es un extraño cadáver viviente, que si bien ha sido una compañía intima, en determinado

momento, se vuelve monstruosa y amenazante.

56

Texto de Nicola Constantino en: http://www.nicolacostantino.com.ar/trailer-txt.php

56

Fig. 19. Nicola y su doble. Taller. 2010

Nicola Constantino

Fotografía tomada de: http://www.nicolacostantino.com.ar/obras/trailer/Nicola-y-su-doble---Taller.jpg

Fig. 20. Nicola y su doble. Vestidor. 2010

Nicola Constantino

Fotografía tomada de: http://www.nicolacostantino.com.ar/obras/trailer/Nicola-y-su-doble---Vestidor.jpg

57

Este ejemplo es una exactitud al hablar de cuerpos mecanizados, de cuerpo-máquina, pero es

necesario aclarar que no estamos hablando de un útil mecánico. Hablamos en esta ocasión de un

canon que supera las imperfecciones de los cuerpos biológicos, de cierta manera incluso podría

tomar el lugar de la persona. Si bien no es doble útil de metal, es una consonancia del propio ser

que ha tomado su forma y puede ser utilizada a voluntad en su lugar. No podemos negar que sus

obras y su intención son una fusión entre diseño y crueldad y este desdoblamiento figura dentro de

lo siniestro.

Al pensar de esta manera, se podría exentar la enfermedad o la anormalidad del comportamiento

social, pero ¿cuál es el punto real que se quiere alcanzar?, ¿será que la enfermedad y la

anormalidad se vuelven necesarias en una sociedad humanizada para alcanzar un punto de

equilibrio o solamente es una respuesta circunstancial al manejo de masas? La verdad es que es

innegable el deseo de trascendencia en otros, en seres iguales, la necesidad de replicarse a sí

mismos. En tal virtud, los caminos a seguir son variados, una opción se vuelve ésta de replicarse,

otro camino no mecanizado es procrear y para muchos grupos de poder, es mantener controlada y

amalgamada a una masa, pues solo entonces se sabe que el poder sobre la masa está determinado

en la persona que maneja la masa.

2.5.4.2 Sobre la violencia y la enfermedad

De acuerdo a María Laura Rosa, doctora en historia del arte, el uso del cuerpo en el arte es

recurrente en el hemisferio occidental. El cuerpo es una herramienta en cuanto a expresión artística,

puede ser un elemento de representación de problemáticas, en otras ocasiones como lenguaje

vanguardista e incluso como instrumento crítico. Dentro de esta multiplicidad de usos y

representaciones se ha manifestado así mismo la enfermedad, la historia o la memoria.

Un estudio válido de representación de la enfermedad, así como de la violencia, lo encontraremos

con dos artistas argentinas para este ejemplo: Nora Aslan y Silvia Gai. Si bien, el arte de estas dos

argentinas se encuentra contextualizado en décadas de cambios sociales y políticos importantes en

su país, trataremos de enfocarnos exclusivamente en estos dos tipos de manifestaciones para lograr

el cometido, aunque la realidad social siempre ha sido un aliciente que da paso a la creación.

Aslan maneja como eje fundamental, el poder de la mirada y reflexión del espectador sobre una

determinada realidad dura o violenta que está viviendo. Trabaja en la metaforización de los poderes

que nos mantienen encerrados en el sistema que nos desarrollamos. Gai, en cambio, maneja la

vulnerabilidad de ciertos órganos del cuerpo y la fragilidad propia de los organismos humanos,

específicamente utilizando la enfermedad y como temática el SIDA.

58

Aslan era una artista textil hasta la década de 1980, después de ello se propone la realización de

objetos con una carga de críticas y análisis de la realidad de la sociedad. La obra de Aslan utiliza el

collage y el tejido para abordar la crítica desde una posición mordaz, con la repetición de las

imágenes y lo lacerante de las agujas que tejen estas mismas imágenes repetidas. Cada hilo

representa al espectador, y esta repetición refleja el encasillamiento de este mismo sujeto en ciertas

normas o parámetros sociales, como en el caso de la “normalidad”.

En su serie de 1997 “Alfombras, manteles y acolchados”, la artista comienza apropiándose de

imágenes fotográficas y las resitúa en lugares donde son aparentemente piezas aisladas y “carentes

de sentido”, ella busca jugar con las apariencias y la capacidad de observación. La mirada de Aslan

no es ingenua, es potente y crítica, además de ser construida estéticamente llamativa. Siendo ésta

una crítica artística hacia la violencia social, llegamos al mismo punto: las manifestaciones y

medios de expresión son múltiples para proporcionar una mirada directa y posicionada sobre el

atropellamiento de la masa por poderes sectorizados que buscan control y segregación ejemplar.

59

Fig. 21. Alfombra; (detalles) 1997

Nora Aslan

Fotografía tomada de: http://www.noraaslan.com/

Gai, en cambio, trabaja con los últimos tránsitos de la vida, aunque su obra no es todo directa, el

mensaje en su lenguaje plástico está un poco velado. Al iniciar hablando de Gai, María Laura Rosa

nos dice que “El tejido es lo que constituye nuestro cuerpo, es la tela que da forma a nuestros

órganos. El tejido puede restaurarse frente a una herida, pero su anomalía determina el origen de lo

enfermo, la latencia de la muerte.” (Rosa, 2013, pág. 236)

60

Su obra trata lo enfermo, eso enfermo que se vuelve un diálogo duro, que se prefiere ocultar, o

esquivar, aquello que nos afecta sin distinción. De la misma manera que en Aslan, su expresión se

decanta por esta vía debido a los estudios y prácticas en sus años anteriores. Gai era estudiante de

ciencias biológicas y además trabajó en un hospital, donde su inquietud eran los estudios de

anatomía patológica. Debido a este acercamiento a la manipulación de órganos y su estudio bajo el

microscopio, ella comenzó posteriormente a experimentar con formas de expresión diferentes a la

pintura, pues no le permitía expresar lo que ella quería.57

Fig. 22. Medusa de la serie Cnidarios. 2000

Silvia Gai

Fotografía tomada de: http://3.bp.blogspot.com/-5i7-

FonPHG4/UXhQFsu8ESI/AAAAAAAAAfE/DX_TrdyA3pA/s1600/Medusa,+serie+cnidarios,+2000.jpg

57

Entrevista a Silvia Gai, Buenos Aires, 3/5/2008. De acuerdo a lo escrito en Rosa, M. Espejismos del desarrollo. La violencia y la enfermedad a través de las obras de Nora Aslan y Silvia Gai de los años 90, pág. 237. En Oliveras, E. (ed.) (2013). Estéticas de lo extremo. Buenos Aires: Grupo Editorial Planeta S.A.I.C.

61

En su obra Cnidarios, es notable la evolución de su obra. En un principio, ella tejía órganos de

acuerdo a las formas dadas en los libros de medicina, y los endurecía con azúcar; con el paso del

tiempo, fue estudiando formas y métodos y gracias a prácticas alquímicas, sus órganos pasaron de

ser blancos a ser negros. De la misma manera, la creación de tales órganos fue deformándose hasta

llegar a crear órganos más parecidos a mutaciones genéticas caprichosas donde era cada vez más

evidente la degeneración de las enfermedades en el cuerpo y la anormalidad física de las

patologías. Sus obras cuestionan el arte textil, así como la producción en el arte contemporáneo,

cabe recalcar además que las dimensiones de sus obras sobrepasan los 3 metros, entonces, su

expresión rebasa esos límites del pertenecer a un género. Es un tipo de abordaje poético de lo feo,

monstruoso, deforme o anormal, de lo que no podremos escapar, lo enfermo y lo muerto. “Mirar

conlleva la renuncia a la ignorancia” (Rosa, 2013, pág. 245)

2.5.4.3 La separación de la belleza y la teoría de la abyección

Las prácticas artísticas de las últimas décadas se han caracterizado por expresiones fuertes, directas

y extremas, como lo habíamos mencionado anteriormente en palabras de Oliveras. De la misma

manera, estos extremos y búsquedas de lo limítrofe, han dado a los artistas la libertad para poder

expresarse con obras que “estéticamente” podrían encasillarse dentro de lo feo. La verdad es que el

arte contemporáneo en particular ha dejado de exigir esa sublimación estética que requerían las

obras anteriormente, lo que se construye en estos días radica principalmente en generar

pensamientos. La obra como comunicadora, desmaterializada, desmitificada y de carácter

simbólico, y para darnos cuenta de ello, sólo basta mirar el arte en contexto mundial.

De acuerdo a la Master en Cultura Argentina y licenciada en Artes Plásticas, Graciela de los Reyes,

Ana María Guasch58

ha estudiado al cuerpo en el arte contemporáneo, al cuerpo tanto abstracción,

apariencia y soporte de lo artificial, engañosos y violento. (de los Reyes, 2013, pág. 156). Con esto,

se maneja el concepto del cuerpo como caparazón para ocultar lo real, un instrumento de

simulacro. Otra manera de estudio del cuerpo es de forma dramática y rechazando los ilusionismos,

de manera que muestren o sugieran lo real de manera de directa y concreta, mostrando lo

destructivo y enajenado del ser humano. Estas prácticas las han llevado a cabo artistas como Cindy

Sherman o Cristina Piffer (analizada en acápites anteriores), prácticas que se muestran sin

escenario, impúdicamente, en lo abyecto.59

58

Ana María Guasch (1653-) es crítica de arte y catedrática de Historia dela Arte de la Universidad de Barcelona. Se ha dedicado a estudiar la segunda mitad del XX y el arte posmoderno y sus principales líneas de investigación son: Archivo, Memoria y Arte Contemporáneo; Historia del Arte y Estudios Visuales, y Arte Contemporáneo y globalización. 59

Ana María Guash, como se hace referencia en: de los Reyes, G. La abyección como estrategia. pág. 174. En Oliveras, E. (ed.) (2013). Estéticas de lo extremo. Buenos Aires: Grupo Editorial Planeta S.A.I.C.

62

El termino abyecto, que significa «separación o privación», nos indica que las prácticas artísticas

con fundamentación en lo abyecto, consisten en trabajar en base a la separación del sujeto, la idea

de exclusión, con las cosas repugnantes, segregadas, infames, monstruosas, anormales, viles,

despreciables, etc. A partir de esto, entendemos que el afán de trabajar con este tipo de

representaciones no es un mero capricho, sino que se ha buscado sistemas complejos que vinculan

el arte con la filosofía, lingüística, psicología, etc., pues, el arte no es un organismo alejado o

exento de la realidad mundial o de la condición humana.

La abyección se ha relaciona también con la perversión pues de la misma manera transgrede una

norma o evidencia la patología de un sistema. Corrompe lo establecido, se burla de la norma, pero

no podemos negar la existencia de esta misma categoría. En cierto sentido, las expresiones de la

abyección pueden generar una catarsis en el espectador y en el gestor de la expresión estética e

incluso se puede llegar a sublimar esta existencia. La abyección está presente como una pulsión, a

veces seduce, a veces representa una hecatombe, pero la mayoría prefiere ignorarla aunque no con

ello eliminarla.

Dentro de esta cultura marginalizada y repulsiva se encuentra la obra del fotógrafo estadounidense

Joel Peter Witkin. Witkin trabaja generalmente con bodegones y con la muerte, lo deforme, lo

marginado, lo repelente y lo segregado. Trabaja con los cadáveres que no han sido reclamados o

que por falta de dinero no han podido darle la sepultura adecuada. Incluso en este estado fuera de la

vida, la marginación de lo anormal se posiciona fuerte en la sociedad y es un reflejo de la violencia

cotidiana.

Desde un abordaje teórico y vanguardista, la abyección sirve como no-pérdida de la capacidad

crítica de las cosas. Desde otro punto de vista, estas manifestaciones nos ayudan a penetrar en el

inconsciente óptico como imagen subliminal, según diría de los Reyes. Según su lectura, en los

textos de Freud se recalca que “repetición no es reproducción” pues la reproducción se da a

voluntad del sujeto y puede conducir directo al trauma, de acuerdo a las teorías Freudianas y

Lacanianas, por lo tanto se convierte en una estrategia.

63

Fig. 23. El beso

Joel Peter Witkin

Fotografía tomada de: http://blog.art21.org/wp-content/uploads/2011/10/Witkin_LeBaiser.jpg

2.5.5 La locura como representación artística

La locura es un tema global. Es notable que la concepción de locura en Oriente y Occidente sea

distinta. En Oriente, debido a su construcción cultural y religiosa, la locura es vista como una

posesión de espíritus; de manera metafórica, los espíritus son los ancestros muertos o espíritus

demoniacos. Mientras que, en Occidente, el “loco” es un “anormal” que está enfermo y ha perdido

la razón y necesita atención médica. El arte, no desvinculado de los problemas humanos, también

se ha preocupado por plasmar temas referentes a la locura. A partir de los 60 y el performance, la

experimentación con el cuerpo ha sido un tema recurrente. El mencionado Schwarzkogler definía

al: “Arte como purgatorio de los sentidos”60

, el cuerpo se convirtió en lienzo como estrategia

artística extrema en los 60‟s y 70‟s.

60

Rudolf Schwarzkogler (1940-1969), fue un artista del performance asociado al accionismo vienés. Los temas recurrentes en la obra de Schwarzkogler incluían la experiencia del dolor y la mutilación, a menudo en un contexto clínico incongruente. La definición del arte por Schwarzkogler de: “Arte como purgatorio de los sentidos” aparece en: Soláns, P. (2000). Accionismo vienés. Madrid: Editorial Nerea, S.A.

64

En 1494, Sebastian Brandt escribió “la nave de los locos” conocida como la Stultifera Navis61

de su

traducción en latín. Surgió de las inquietudes culturales de la Edad Media, pues la locura y el

“loco” llegaron a ser figuras importantes y ambiguas en la época. La Stultifera Navis de Brandt es

una composición literaria de 112 cuadros generalmente, y en cada uno de ellos se le acompaña con

un grabado. Este libro es un conjunto de poemas satíricos sobre los defectos y debilidades de la

humanidad. Brandt tenía una visión opaca de la naturaleza, que era el reflejo del pensamiento de la

Edad Media. Se dice que en esta obra, quien habla no es el autor sino la locura misma, es la

descripción del hombre corrupto que lucha débilmente contra la perversión y por su debilidad tiene

mayor posibilidad de hundirse con las bestias. (Bosing, 1973)

El pintor holandés Hieronymus Bosch, El Bosco (1450-1516) fue un visionario en la temática de la

locura, los vicios humanos y como espejo grotesco de su época. Entre los años 1500 y 1510, él

pintó el cuadro “la extracción de la piedra de la locura”. Este cuadro refleja directamente un

“tratamiento” propio de la época de acuerdo a sus creencias. Al pie de esta pintura hay una

inscripción en latín que dice: «Maestro, quíteme la piedra, me llamo Lubbert Das.» se dice que la

extracción de la piedra era para curar al paciente de su “estupidez”. Aunque en los ejemplos

literarios existentes, el paciente solía quedar peor que antes. Se utilizaba el nombre «Lubbert» en la

literatura holandesa para referirse a una persona excepcionalmente estúpida. Bosco también tenía

actitud medieval, que lo llevaba a ser pesimista y tener una visión opaca de la naturaleza, por lo que

este cuadro es un reflejo de la credulidad del hombre.

61

Para noción de la nave de los locos o necios. Revisar el libro: Brant, S. (1998 [1494]). La nave de los necios. Madrid: Ediciones Akal, S.A.

65

Fig. 24. La extracción de la piedra de la locura (1500-1510)

El Bosco

Óleo sobre madera, 48,5 cm x 34,5 cm

Museo del Prado

Fotografía tomada de: (Bosing, 1973)

Otra obra de El Bosco con la misma temática fue el cuadro “La nave de los locos”, datada de 1503-

1504. Este cuadro es muestra la condena a quienes formaban parte de las órdenes religiosas.

Algunos comentaristas relacionan ésta pintura con el escrito de Brandt. Se especula que El Bosco

leyó el escrito de Brandt, pero no necesariamente se inspiró en él pues la nave era una expresión

común en la Edad Media. También existe una relación de este cuadro con el “Tablero de los siete

pecados capitales y las cuatro postrimerías” también de El Bosco, porque en la nave se hace alusión

a los vicios expuestos en el tablero mencionado, porque ilustran los mismos pecados como la

lujuria, la gula, etc.

Adelantándonos al siglo XIX, aparece la figura del doctor Hugh Welch Diamond (1809-1886).

Diamond era el Director del manicomio de mujeres del condado de Surrey, Inglaterra. Debido a su

actividad profesional, fotografiaba a sus enfermas para diagnosticar sus tipos de enfermedad. Esta

práctica se llama morfopsicología y se usaba a lo largo del XIX. Consistía en diagnosticar al

66

paciente por medio de sus rasgos físicos y ver la evolución de su enfermedad por medio de las

fotografías. Debido a su pasión por la fotografía y su calidad en la ejecución, se consideró estas

fotografías como la cumbre de su arte.

Fig. 25. Retrato de loca

Hugh Welch Diamond

Tomado de: Poivert, M. & Gunthert, A. (2009). El arte de la Fotografía: de los Orígenes a la Actualidad.

Barcelona: LUNWERG EDITORES, S.A.

Los dadaístas, entre 1916 y 1922, propagaban “la casualidad y las dudas sobre la lógica hasta el

absurdo” (Schottenloher 1994, p. 53). Los surrealistas, conectados a los dadaístas y a los escritos de

Freud sobre el inconsciente, comenzaron en los años 20 a interesarse por el arte de los “primitivos”,

por el “cartero Cheval, los médiums, los dementes, los reclusos... En suma, por todos los

marginados sociales” (Martin en Roth, 2010, p. 15).

En la película de 1975 “One flew over the cuckoo's nest” dirigida por Milos Forman se muestra el

uso del electroshock en el protagonista. No sabemos a ciencia cierta si la TEC se ejecuta de esta

manera, pero es la imagen que el cine nos proporciona sobre el tema. Como ya se mencionó,

también en esta película, la TEC solo se aplica a pacientes en casos graves, en los que la

farmacoterapia no ha surtido efecto.

67

Fig. 26. TEC aplicada a Randle Patrick McMurphy (Jack Nicholson)

One Flew over the cuckoo's nest, 1975

Fotografía tomada de: captura de pantalla de la película

Jean Dubuffet (1901-1985) acuñó el término «Art Brut» para el «arte» que era producido por

enfermos mentales, y otros segregados sociales. Un arte periférico que se caracterizó por ser crudo,

áspero y a veces obsceno. Para Dubuffet, este tipo de arte era la más pura expresión de emociones,

sentimientos, pensamientos e ingenuidades. En muchas ocasiones, se trataba de expresiones más

bien infantiles y naifs, siempre apasionadas y llamativas. Generalmente, estos cuadros eran

pastosos o utilizaban el collage como técnica creativa, cargado de fuerza y expresividad bruta.

(Arrechea Miguel & Soto Caba, 2003)

La mencionada película “Kinsey” dirigida por Bill Condon en 2004, se basa en la vida del doctor

estadounidense Alfred C. Kinsey, pionero en la investigación sexual. En una escena, Kinsey padre,

describe un dispositivo que fue usado en él cuando era pequeño para prevenir un problema de

masturbación. El curioso dispositivo llamado Jugum penis se utilizó en la época victoriana para

eliminar la espermatorrea y el exceso de masturbación. Como para la época la autoestimulación

provocaba grandes perjuicios a la mente de las personas, fue catalogada como enfermedad para

evitar su práctica constante.

El arte se convirtió en una terapia para los pacientes psiquiátricos. Ahora el arte-terapia está en

pleno auge y se lo toma como una terapia ocupacional. Cabe recalcar que este tratamiento no es

médico, por lo que no se contempla dentro de los modelos médicos establecidos. Actualmente, no

solo se maneja el arte-terapia a nivel de expresiones pictóricas, sino también las expresiones

literarias y teatrales; un grupo de arte terapia muy conocido e influyente dentro del campo son el

Frente de Artistas del Borda en Buenos Aires liderado por Alberto Sava y produce desde 1984.

Alberto Sava fue convocado por el psicoanalista José Grandinetti en 1984 para ser parte del

proceso de transformación del hospital psiquiátrico del Borda. El objetivo era la

68

desmanicomialización, por lo que incluyeron el teatro participativo como terapia ocupacional en un

inicio. Los internos del hospital del Borda armaron un frente de artistas que terminaron

produciendo fotografía, poesía, plástica, música, circo y teatro62

.

62

Revisar: Sava, A. (2008). Frente de artistas del Borda. Una experiencia desmanicomializadora: arte, lucha y resistencia. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ediciones Madres de Plaza de Mayo.

69

CAPÍTULO III

LA OBRA: SELF SERVICE

3.1 POR QUÉ EL LOCO DEBE SER SU PROPIO PSIQUIATRA

Como vimos en los ejemplos del último subcapítulo del capítulo anterior, el arte puede ser un punto

de quiebre o medio de expresión y crítica en cuanto a sistemas políticos y terrenos conflictivos de

la sociedad. Con este fin, a lo largo del manicomio y en buena parte de la historia de la sociedad, el

saber ha sido un medio de control, poder y dominio. En esta instalación, pretendemos posibilitar al

espectador el conocimiento de los dispositivos de control sobre el accionar del cuerpo. Procuramos

socializar el conocimiento acerca de la enfermedad, los alcances sociales y el proceso de

restauración de la norma. Este saber constituye el poder sobre el uso de estos dispositivos.

Metafóricamente hablando, la solución a la enfermedad sería conocerla para combatir contra ella y

eliminarla del contexto por sí mismo.

Al hablar de “enfermo” o “anormal”, ya entendemos la carga socio-histórica que conlleva cada

término. Al saber cómo funciona la sociedad estamos frente al mecanismo que nos ha construido

como los entes sociales que somos, entonces, ¿tenemos el poder para desvincularnos de los

dispositivos de control y quitarnos el velo que representa la mirada de la sociedad actual? Elaborar

una representación propia e influenciada es prácticamente imposible, porque nuestra construcción

nos ha normado, pero, ¿podemos ser críticos del propio accionar y de la información que

percibimos como cierta?

Sabemos también que clínicamente, a pesar de la multiplicidad de estudios, no se han encontrado

curas que realmente puedan ser consideradas en el estricto sentido de la palabra sanar, sino, sólo

aproximaciones de la “normalidad”. Todos estos mecanismos de control en realidad no han curado

enfermedades, sino, han aminorado los síntomas de anormalidad en los miembros excluidos de una

sociedad. En esta ocasión, el arte se permitirá la libertad y bondad de ofrecer lo que ningún médico

ha podido ofrecer, la posibilidad de elegir sobre sí mismo. Tomando en cuenta que el saber es

poder y lo que se ofrece en esta muestra no es una cura médica ni científica o tan siquiera real, lo

que ofrecemos es una idea o pensar en la posibilidad de curar, así pues, partiendo de los

dispositivos elegidos, presentamos un circo del absurdo63

para el desequilibrio social.

63

Al hablar de circo del absurdo nos referimos al hecho de que las obras presentadas en realidad no curan enfermedades, ni en esta obra ni cuando fueron utilizadas por la psiquiatría, y teniendo en cuenta los fines

70

3.2 PROPUESTA ARTÍSTICA

La propuesta consiste en una instalación objetual de interpretación personal de los dispositivos de

control utilizados en psiquiatría, descritos en el capítulo 2. Cada objeto esta propuesto con un

espacio de ambientación donde constarán los siguientes elementos: los dispositivos, un instructivo

de uso del dispositivo y una tabla sintomatológica de la enfermedad para la cual se utiliza el

dispositivo como tratamiento. Es necesario mencionar que nuestra obra no cuenta con un alto grado

de metaforización. Creemos que es necesario que los dispositivos se presenten con un lenguaje

crudo, claro y directo de la opresión y la severidad con que se maneja el poder hacia el control

social, con la clara intención de incomodar e inquietar al observador. A continuación, mostramos la

descripción de la obra en el sentido formal y significativo de los elementos de composición de cada

escenario.

3.2.1 Dispositivos64

Hemos elegido estos siete dispositivos porque cada uno de ellos posee un sentido de

desacralización del cuerpo, además de ser manifestaciones explicitas del uso de la fuerza y abuso

del poder para normar las conductas y las disidencias. Estos dispositivos en exposición han sido

utilizados y conocidos a lo largo del mundo occidental. El trépano, como se vio en capítulos

anteriores, ha sido un instrumento utilizado también en Oriente, aunque las concepciones de uso

difieren en cada cultura. Al haber caminado juntos a través de esta investigación, estamos listos

para crearnos una idea propia de cada dispositivo y de una manera propia de ver el mundo.

Ahora, las resignificaciones que se puedan construir en torno a cada dispositivo, le corresponden a

cada uno de los espectadores, pues nuestra intención no reside en construir significados

determinados sino brindar información para emplear un criterio propio. Para esta finalidad,

presentamos los dispositivos junto a una breve reseña, instrucciones de uso y utilización clínica.

Habiendo presentado esto, disfruta la función.

Trépano

El trépano fue utilizado para realizar neurocirugías desde la edad de piedra. Se utilizó para remover

piezas generalmente circulares de cráneo para liberar espíritus, reducir la presión cerebral o

desangrar a los pacientes. En la antigüedad, las piezas de sílex servían como instrumento para

perforar el cráneo. Con el avance de la medicina y los métodos terapéuticos, se llegó a concebir

taladros de mano que podían realizar perforaciones limpias y con presión regulada.

que se querían alcanzar, el uso de este tipo de dispositivos en las personas constituye un círculo de uso sin razón. 64

Revisar la palabra “dispositivo” en: Castro, E. (2002). El vocabulario de Michel Foucault. Quilmes: Universidad Nacional de Quilmes; y también: García Fanlo, L. (2011). ¿Qué es un dispositivo? Foucault, Deleuze y Agamben. A Parte Rei 74: http://www.aacademica.com/luis.garcia.fanlo/2o

71

Para este fin, tendremos dos representaciones de trépanos. La primera representación se trata de

una varilla metálica curvada cuatro veces según ángulos rectos, cuyos extremos terminan en una

línea paralela principal. En un extremo se ubica una barrena espiral, y en el otro un pequeño pomo

para sostener. En una época ya avanzada, cuando el cráneo del enfermo estaba rapado, se procedía

a taladrar el hueso del cráneo del paciente, generalmente en el hueso temporal y en el parietal,

aunque existen casos en los que las perforaciones se han realizado en los huesos frontal y occipital.

La segunda representación es básicamente en un berbiquí con mago, manivela, piñones y

cremallera, perilla para sostener, mandril, mordaza y una pieza similar al sacabocados para metal.

En ambas representaciones, es necesario ejercer presión sobre el mango mientras se hace girar la

barrena y la manivela. En épocas precarias, los instrumentos no se desinfectaban, por lo cual, los

locos sufrían graves infecciones y en muchos casos las intervenciones terminaban en deceso.

Posteriormente, se rapaba al paciente, se desinfectaba la herramienta y se realizaba el

procedimiento, de esta manera, el índice de mortalidad del tratamiento era menor.

Fig. 27. Procedimiento trepanación

Fotografía de: Javier Escudero y Cynthia Román Carrión. 2014

Fig. 28. Dispositivo trépano

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

72

Camisa de fuerza

La camisa de fuerza se utilizó para la inmovilización de los enfermos desde mediados del XIX. Si

bien la camisa de fuerza no se confeccionó como un modelo médico por sí misma, empero se la

considera un dispositivo de control, y lo es así por excelencia. Este dispositivo es sumamente

sencillo, es una prenda de vestir de lienzo que va desde el cuello hasta más abajo de la cintura; se

abre en una línea continua y completa en la parte de atrás y sus mangas son anormalmente largas a

propósito y cerradas al extremo. En la parte de atrás, se utiliza hebillas para asegurar la prenda al

sujeto, las mangas suelen entrecruzarse en la parte delantera para asegurarlas atrás y así inmovilizar

el cuerpo. Habría que decir también que hay variaciones en esta prenda, algunas de ellas tienen

también correas en la entrepierna que se sujetan con el nudo trasero para eliminar los riesgos de

vulnerar el dispositivo.

Fig. 29. Procedimiento maniatar con camisa de fuerza

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

Fig. 30. Dispositivo camisa de fuerza

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

73

Este dispositivo se utilizaba para inmovilizar a locos, reos, y personas violentas. Cuando los

manicomios se trasladaron a las afueras de las ciudades, las camisas de fuerza fueron de gran

utilidad para controlar a los internos. Nada de lo expuesto hasta aquí significa que antes era más

fácil controlar a los locos, es solo que antes el control se lograba por medio de cadenas y azotes.

Como el XIX fue un siglo de muchos avances, la camisa representa también el cambio y evolución

de las creaciones de dispositivos.

Vibrador femenino

El vibrador se utilizó exclusivamente como tratamiento para la histeria femenina. Teniendo en

cuenta que la histeria se trataba de un problema puramente femenino, se desarrollaron algunas

técnicas de masturbación femenina. Gracias a la evolución de las prácticas médicas se desarrollaron

masturbadores de muchas formas y modos de uso, en este caso particular nos basamos en el

modelo del primer vibrador de la historia (1870).

Fig. 31. Procedimiento masaje pélvico para la histeria femenina

Fotografía de: Javier Escudero y Cynthia Román Carrión. 2014

74

Fig. 32. Dispositivo vibrador femenino

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

Cuando las mujeres eran diagnosticadas con histeria, se las llevaba al médico, y este prescribía un

masaje pélvico, realizado por el mismo médico o por enfermeras. Previo a las prescripciones

médicas, la histeria era atendida por las matronas o curanderas y se realizaba el mismo

procedimiento. Consideremos ahora que, cuando los modelos médicos fueron renovándose, los

instrumentos fálicos y detrás el vibrador mecánico, fueron la respuesta para que las mujeres

histéricas llegaran al orgasmo sin necesidad de hacerlo manualmente.

Jugum penis

El Jugum penis o anillo para la espermatorrea, fue un dispositivo anti masturbación creado y

utilizado en la época victoriana (Reino Unido 1880-1920). Su finalidad era evitar la masturbación

masculina y la espermatorrea nocturna.

Fig. 33. Procedimiento prevención de espermatorrea

Fotografía de: Gledys Macías y Cynthia Román Carrión. 2014

75

Fig. 34. Dispositivo jugum penis

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

La representación del dispositivo consiste en dos anillos de metal, uno exterior y uno interior. El

anillo exterior está rodeado de una especie de dientes o púas dirigidas hacia el interior. El anillo

interior es de menor tamaño que el exterior, en el cual se introduce el pene. El anillo exterior tiene

un desfase en referencia al interior, y consta además de una medida regulable de acuerdo al tamaño

de los testículos, los cuales se acomodan en el espacio de desfase entre el primer anillo y el

segundo.

Este dispositivo fue utilizado para prevenir la espermatorrea debido a que, al producirse una

erección, el miembro se “pinchaba” con las púas y regresaba abruptamente a relajación.

Simbólicamente hablando, puede reflejar la castración de los ideales victorianos hacia el deseo

sexual masculino. Como la masturbación fue considerada una enfermedad perjudicial para el

equilibrio mental, se crearon una serie de dispositivos para evitar su propagación.

Panchreston

Como en los gobiernos de I. Stalin y M. Gorbachov se vivió una intensa represión política, las

medidas de represión utilizadas buscaban eliminar a los disidentes. La URSS era un símbolo de

desarrollo técnico y científico, por lo cual fue posible la creación del Panchreston. Esta obra se trata

de un pectoral metálico, similar a una armadura metálica (peto), con una abertura en la delantera y

bisagras en la altura de los hombros, tiene una aldaba con candado en la abertura para asegurarlo al

cuerpo; en la parte posterior, cuenta con un mecanismo de engranes y piñones para permitir la

inclinación hacia abajo de la cabeza de acuerdo a la necesidad, y cuenta también con un sujetador

metálico para la cabeza.

76

Fig. 35. Procedimiento anti alevosía

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

Fig. 36. Dispositivo Panchreston

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

Consideremos que este dispositivo era pesado e incómodo. El mantener la cabeza hacia abajo

provocaba que la mirada hacia el frente sea extremadamente difícil y la mirada hacia arriba resulte

imposible. Aproximadamente su peso fluctúa entre 10 y 15 kg. La actividad más cómoda o menos

77

dolorosa era permanecer recostado o sentado, aunque no hace falta recalcar la naturaleza restrictiva

del dispositivo. El equilibrio también constituye un elemento fundamental al usar este dispositivo,

pues, al no mantener equilibrio, el balanceo o la descompensación de peso pueden provocar caídas

que resultan mortales. Otro rasgo de este dispositivo es que puede lacerar gravemente la piel y

puede llegar a desprenderla del cuerpo.

Terapia Electro Convulsiva

La TEC es utilizada para tratar casos psiquiátricos persistentes y en otros usos específicos. El

dispositivo consiste en una platina de metal circular con una chapa en un extremo del centro y en el

otro una ranura ajustable de acuerdo al tamaño de la cabeza. El dispositivo cuenta con tres

electrodos de metal que sirven para conectar los cables que conducirán electricidad. Dos de los

electrodos son solamente exteriores y se utilizan como transmisores de electricidad, mientras que el

tercero conduce la descarga eléctrica hacia la cabeza. Los cables están conectados hacia un

regulador de voltaje que permite regular la cantidad de voltios que se descargaran y la frecuencia

de aplicación, a su vez, este regulador se conecta en un interruptor.

Fig. 37. Procedimiento electrochoque.

Fotografía de: Javier Escudero y Cynthia Román Carrión. 2014

78

Fig. 38. Dispositivo para terapia de electro convulsión.

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

Las descargas pueden variar de acuerdo al grado de gravedad del paciente. Generalmente, las

descargas eléctricas se dan en intervalos regulares de tiempos cortos. El exceso de tiempo o de

electricidad puede producir la quema del cerebro. Es un mecanismo similar al de la silla eléctrica,

aunque se diferencian en que el tiempo de exposición a la electricidad es mayor y que además los

sentenciados cuentan con una bolsa de tela que cubre el rostro para evitar el contacto visual con el

sentenciado. En el uso de la TEC, el paciente es amordazado para evitar sobresaltos y es sedado

para causar el menor impacto visual con la descarga eléctrica.

Drogas psicotrópicas

El modelo médico actual de primer orden son las drogas psicotrópicas. Esta obra constará de la

clasificación general de las enfermedades contenidas en el DSM V (que se presentará en el

siguiente punto) y un catálogo de nombres genéricos de los medicamentos de acuerdo a cada

clasificación utilitaria. Cada casa farmacéutica tiene sus nombres y marcas que pueden estar sujetas

a variaciones por lo que no las mencionamos como tal. La obra en sí presentará la existencia de

estas icónicas drogas.

79

Fig. 39. Instalación farmacológica.

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

Fig. 40. Dispositivo drogas psiquiátricas.

Fotografía de: Cynthia Román Carrión. 2015

80

Antiepilépticos

Fenobarbital

Primidona

Fenitoína

Fosfenitoína

Fenitoína, asociaciones

Etosuximida

Clonazepam

Carbamazepina

Eslicarbazepina

Oxcarbazepina

Rufinamida

Valproico acido

Viagabatrina

Tiagabina

Lamotrigina + clonazepam

Lamotrigina

Topiramato

Gabapentina

Levetiracetam

Zonisamida

Pregabalina

Lacosamida

Retigabina

Parampanel

Antiparkinsonianos

Trihexifenidilo

Biperideno

Prociclidina

Carbidopa + levodopa

Benserazida + levodopa

Amantadina

Levodopa + carbidopa

+ entacapona

Bromocriptina

Pergolida

Ropinirol

Pramipexol

Cabergolina

Apomorfina

Rotigotina

Selegilina

Rasagilina

Tolcapona

Entacapona

Psicolépticos

Clorpromazina

Levomepromazina

Flufenazina

Perfenazina

Tioproperazina

Periciazina

Pipotiazina

Haloperidol

Droperidol

Sertindol

Ziprasidona

Flupentixol

Zuclopentixol

Pimozida

Loxapina

Clozapina

Olanzapina

Quetiapina

Asenapina

Clotiapina

Sulpirida + piridoxina

Sulpirida

Tiaprida

Amisulprida

Veraliprida

Litio

Risperidona

Aripiprazol

Paliperidona

Bentazepam

Sulpirida + diazepam

Diazepam + piridoxina

(Clorazepato potásico +

gamma amino hidroxibutírico

ácido + piridoxina)

(Sulpirida + diazepam +

piridoxina)

Alprazolam + sulpirida

Diazepam

Clordiazepóxido

Clorazepato de potasio

Lorazepam

Bromazepam

Clobazam

Ketazolam

Alprazolam

Pinazepam

Loflazepato de etilo

Clotiazepam

Hidroxizina

Buspirona

Flurazepam

Flunitrazepam

Triazolam

Lormetazepam

Midazolam

Quazepam

Brotizolam

Zopiclona

Loprazolam

81

Zolpidem

Zaleplón

Melatonina

Doxilamina succinato

Defenhidramina clorhidrato

Glutamato magnésico

bromhidrato

Passiflora incarnata exto.

seco

Espino blanco exto. seco

Eschscholtzia califórnica

Humulus lupulus

Melissa officinalis

Clometiazol

Valerianae eadix

Dexmedetomidina Hipnóticos

y sedantes en asociación,

excluidos barbitúricos:

Valeriana exto. seco + melisa

exto. seco

Valeriana exto. seco +

passiflora incarnata exto.

seco

Valeriana exto. seco + lúpulo

exto. seco

Psicoanaléptico

Imipramina

Clomipramina

Trimipramina

Amitriptilina

Nortriptilina

Doxepina

Dosulepina

Maprotilina

Paroxetina +alprazolam

Sertralina + alprazolam

Fluoxetina

Citalopram

Paroxetina

Sertralina

Fluvoxamina

Escitalopram

Tranilcipromina

Moclobemida

Oxitriptán

Mianserina

Trazodona

Mirtazapina

Bupropión

Venlafaxina

Milnaciprán

Reboxetina

Duloxetina

Agomelatina

Desvenlafaxina

Hyperici herba

Metilfenidato

Modafinilo

Atomoxetina

Lisdexanfetamina

Cafeína

Deanol pidolato + heptaminol

ClH

Gamma amino hidroxibutírico

ácido, asociaciones

Hipérico exto. seco +

Valeriana exto. seco +

Passiflora incarnata exto. Seco

Piritinol

Piracetam

Citicolina

Pirisudanol

Idebenona

Vinpocetina

Amitriptilina + medazepam

Nortriptilina + diazepam

Amitriptilina + diazepam +

perfenazina

Melitraceno + flupentixol

Fluoxetina + olanzapina

Clorpromazina +

trihexifenidilo + heptaminol

Donepezilo

Rivastigmina

Galantamina

Memantina

Ginkgo folium

Medicamentos psiquiátricos para niños y adolescentes

Metilfenidato

Anfetaminas

Dexanfetaminas

Sales de anfetaminas

Atomoxetina

Guanfacina

Clonidina

Fluoxetina

Sertralina

Fluvoxamina

Paroxetina

Citalopram

Escitalopram

Imipramina

Desipramina

Amitriptilina

Nortriptilina

Doxepina

82

Clomipramina

Bupropión

Venlafaxina

Mirtazapina

Duloxetina

Fenelzina

Tranilcipromina

Selegilina

Haloperidol

Pimozida

Flufenazina

Tioridazina

Clorpromazina

Trifluoperazina

Molindona

Loxapina

Risperidona

Olanzapina

Quetiapina

Ziprasidona

Aripiprazol

Clozapina

Alprazolam

Clorazepam

Lorazepam

Buspirona

Zolpidem

Eszoplicona

Zaleplón

Ramelteón

Litio

Valproato semisódico

Valproato

Carbamazepina

Oxcarbazepina

Lamotrigina

Topiramato

Gabapentina

3.2.2 Sintomatología de las enfermedades por interpretación de

dispositivos artísticos

La sintomatología que se presenta en esta sección está tomada íntegra del DSM-V, DMS-IV, del

documental: Psiquiatría industria de la muerte de la CCHR y el libro: enfermedad mental y

personalidad de M. Foucault. A continuación se presenta la sintomatología de las enfermedades

que se prescribían acerca del uso de los dispositivos estudiados en esta investigación.

1. Trépano para:

Posesión o castigo divino:

La posesión o el castigo divino, de acuerdo a los teólogos, tenían tres características principales:

Hablar o comprender una lengua desconocida (glosolalia)

Descubrir las cosas alejadas y secretas (videncia)

Ostentar una fuerza inexplicable o sobrehumana (psicoquinesia)

Pero entre los síntomas también se incluían:

Fuerza desproporcionada

Hablar en lenguas

Levitar

Creación de materia

Reacción colérica ante los signos religiosos

Amnesia

Locura preclásica:

Castigo por pecados cometidos

83

Castigo por malas acciones

Irrespeto a las tradiciones instauradas por los antepasados

Deficientes funciones mentales en el cerebro

Conductas anormales

Epilepsia

Crisis epilépticas (en forma repentina y de duración breve)

Mareos

Dificultad para hablar

Sensación de desconexión con el entorno

Convulsiones

Rigidez muscular

Los síntomas pueden ser motores, sensitivos, vegetativos, psíquicos, con o sin disminución de la

consciencia y dependen del área cerebral en la que se origina la descarga, y de su extensión o no al

conjunto del cerebro.

2. Camisa de fuerza para:

Manía (episodio):

A. Un período bien definido de estado de ánimo anormalmente y persistentemente elevado,

expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía dirigida a un

objetivo, que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día, casi todos los

días (o cualquier duración si se requiere de hospitalización).

B. Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía o actividad,

existen tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) en un

grado significativo y representan un cambio notorio del comportamiento habitual:

1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.

2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de sólo tres horas

de sueño).

3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.

4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad.

5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a estímulos

externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.

6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o

agitación psicomotora (es decir, actividad sin ningún propósito no dirigida a un objetivo).

7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias

dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas, indiscreciones sexuales o

inversiones de dinero imprudentes).

84

C. La alteración del estado del ánimo es suficientemente grave para causar un deterioro importante

en el funcionamiento social o laboral, para necesitar hospitalización con el fin de evitar el daño a sí

mismo o a otros, o porque existen características psicóticas.

D. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un

medicamento, otro tratamiento) o a otra afección médica.

Con características psicóticas: Los delirios o alucinaciones están presentes en cualquier momento

de este episodio. Si existen características psicóticas, especificar si son congruentes o no con el

estado de ánimo:

Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo:

Durante los episodios maníacos, el contenido de todos los delirios y alucinaciones concuerda

con los temas maníacos típicos de grandeza, invulnerabilidad, etc., pero también pueden incluir

temas de sospecha o paranoia, especialmente respecto a las dudas de otros acerca de las

capacidades, los logros, etc. del individuo.

Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo: El contenido de los

delirios y las alucinaciones no concuerda con los temas de polaridad del episodio, como se ha

descrito antes, o el contenido es una mezcla de temas incongruentes y congruentes con el estado

de ánimo.

3. Vibrador para:

Histeria femenina

La histeria femenina de mediados del XIX tenía los siguientes síntomas:

Desfallecimientos

Insomnio

Retención de fluidos

Pesadez abdominal

Espasmos musculares

Respiración entrecortada

Irritabilidad

Fuertes dolores de cabeza

Pérdida del apetito

Tendencia a causar problemas

La histeria en la actualidad es una afección psicológica que pertenece al grupo de las neurosis que

técnicamente, se denomina Trastorno de conversión, donde los síntomas no están bajo el control de

la paciente y pueden incluir:

Alucinaciones visuales (aisladas no acompañadas de pensamientos falsos)

Parálisis motora o ceguera

85

Trastornos del sistema nervioso (temblores, parálisis localizadas, parestesias y estados

variables de crisis de tipo epiléptico.)

Trastornos motores, (convulsiones o parálisis) sensitivos y sensoriales

Nota: Los déficits de apariencia neurológica aparecen sin ninguna patología orgánica en el sistema

nervioso, central o periférico y se dan en situaciones de estrés o de conflictos psíquicos. Los

resultados de los exámenes que se realicen a los pacientes serán normales.

4. Jugum penis para:

Espermatorrea

Enfermedad de origen orgánico. (por inflamación o infección de la uretra, vesículas

seminales o la próstata.)

Salida de semen del pene sin estimulación previa. Puede ser abundante o escasa, de forma

involuntaria.

No es la eyaculación mientras se está dormido, sino de una pérdida continua de esperma

mientras el individuo está despierto.

Puede haber pus en el semen.

Se asocia también con la autoestimulación excesiva del miembro viril.

5. Panchreston para:

Esquizofrenia inactiva

La esquizofrenia inactiva tuvo como característica principal la inflexibilidad de convicciones;

puede ser un estado, una acción o un estilo de vida, se identifica por:

Autoexclusión del sistema político.

Alevosía.

Conflictividad con la autoridad.

Oposición y contestación al régimen.

Protesta activa.

Actitud independentista.

6. Terapia Electro Convulsiva para:

Depresión

A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo período de dos

semanas y representan un cambio del funcionamiento previo; al menos uno de los síntomas es (1)

estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de placer.

Nota: No incluir síntomas que se pueden atribuir claramente a otra afección médica.

1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la

información subjetiva p. ej., se siente triste, vacío, sin esperanza) o de la observación por parte de

86

otras personas (p. ej., se le ve lloroso). (Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede

ser irritable.)

2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor

parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la

observación).

3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más del

5% del peso corporal en un mes) o disminución o aumento del apetito casi todos los días. (Nota:

En los niños, considerar el fracaso para el aumento de peso esperado.)

4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.

5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de otros; no

simplemente la sensación subjetiva de inquietud o de enlentecimiento).

6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.

7. Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi

todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo).

8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los

días (a partir de la información subjetiva o de la observación por parte de otras personas).

9. Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un

plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras

áreas importantes del funcionamiento.

C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección

médica.

D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo,

esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante, u otro trastorno especificado o

no especificado del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.

E. Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco.

Nota: Esta exclusión no se aplica si todos los episodios de tipo maníaco o hipomaníaco son

inducidos por sustancias o se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de otra afección médica.

Manía (episodio)

A. Un período bien definido de estado de ánimo anormalmente y persistentemente elevado,

expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía dirigida a un

objetivo, que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día, casi todos los

días (o cualquier duración si se necesita hospitalización).

B. Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía o actividad,

existen tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) en un

grado significativo y representan un cambio notorio del comportamiento habitual:

1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.

87

2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de sólo tres horas

de sueño).

3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.

4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad.

5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a estímulos

externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.

6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o

agitación psicomotora (es decir, actividad sin ningún propósito no dirigida a un objetivo).

7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias

dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas, indiscreciones sexuales o

inversiones de dinero imprudentes).

C. La alteración del estado del ánimo es suficientemente grave para causar un deterioro importante

en el funcionamiento social o laboral, para necesitar hospitalización con el fin de evitar el daño a sí

mismo o a otros, o porque existen características psicóticas.

D. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un

medicamento, otro tratamiento) o a otra afección médica.

Con características psicóticas: Los delirios o alucinaciones están presentes en cualquier momento

de este episodio. Si existen características psicóticas, especificar si son congruentes o no con el

estado de ánimo:

Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo:

Durante los episodios maníacos, el contenido de todos los delirios y alucinaciones concuerda

con los temas maníacos típicos de grandeza, invulnerabilidad, etc., pero también pueden incluir

temas de sospecha o paranoia, especialmente respecto a las dudas de otros acerca de las

capacidades, los logros, etc. del individuo.

Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo: El contenido de los

delirios y las alucinaciones no concuerda con los temas de polaridad del episodio, como se ha

descrito antes, o el contenido es una mezcla de temas incongruentes y congruentes con el estado

de ánimo.

Catatonia

A. El cuadro clínico está dominado por tres (o más) de los síntomas siguientes:

1. Estupor (es decir, ausencia de actividad psicomotora; no interactuar activamente con el

entorno).

2. Catalepsia (es decir., inducción pasiva de una postura mantenida contra la gravedad).

3. Flexibilidad cérea (es decir, resistencia leve y constante al cambio de postura dirigida por el

examinador).

4. Mutismo (es decir, respuesta verbal ausente o escasa [excluir si hay afasia confirmada]).

88

5. Negativismo (es decir, oposición o ausencia de respuesta a instrucciones o estímulos

externos).

6. Adopción de una postura (es decir, mantenimiento espontáneo y activo de una postura contra

la gravedad).

7. Manierismo (es decir, caricatura extraña, circunstancial de acciones normales).

8. Estereotipia (es decir, movimientos repetitivos, anormalmente frecuentes, no dirigidos hacia

un objetivo).

9. Agitación, no influida por estímulos externos.

10. Muecas.

11. Ecolalia (es decir, imitación del habla de otra persona).

12. Ecopraxia (es decir, imitación de los movimientos de otra persona).

B. Existen pruebas a partir de la historia clínica, la exploración física o las pruebas de laboratorio

de que el trastorno es la consecuencia fisiopatológica directa de otra afección médica.

C. El trastorno no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., un episodio maníaco).

D. El trastorno no se produce exclusivamente durante el curso de un síndrome confusional.

E. El trastorno causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras

áreas importantes del funcionamiento.

Esquizofrenia

A. Dos (o más) de los síntomas siguientes, cada uno de ellos presente durante una parte

significativa de tiempo durante un período de un mes (o menos si se trató con éxito). Al menos uno

de ellos ha de ser (1), (2) o (3):

1. Delirios.

2. Alucinaciones.

3. Discurso desorganizado (p. ej., disgregación o incoherencia frecuente).

4. Comportamiento muy desorganizado o catatónico.

5. Síntomas negativos (es decir, expresión emotiva disminuida o abulia).

B. Durante una parte significativa del tiempo desde el inicio del trastorno, el nivel de

funcionamiento en uno o más ámbitos principales, como el trabajo, las relaciones interpersonales o

el cuidado personal, está muy por debajo del nivel alcanzado antes del inicio (o cuando comienza

en la infancia o la adolescencia, fracasa la consecución del nivel esperado de funcionamiento

interpersonal, académico o laboral).

C. Los signos continuos del trastorno persisten durante un mínimo de seis meses. Este período de

seis meses ha de incluir al menos un mes de síntomas (o menos si se trató con éxito) que cumplan

el Criterio A (es decir, síntomas de fase activa) y puede incluir períodos de síntomas prodrómicos o

residuales. Durante estos períodos prodrómicos o residuales, los signos del trastorno se pueden

manifestar únicamente por síntomas negativos o por dos o más síntomas enumerados en el Criterio

A presentes de forma atenuada (p. ej., creencias extrañas, experiencias perceptivas inhabituales).

89

D. Se han descartado el trastorno esquizoafectivo y el trastorno depresivo o bipolar con

características psicóticas porque:

1) no se han producido episodios maníacos o depresivos mayores de forma concurrente con los

síntomas de fase activa, o

2) si se han producido episodios del estado de ánimo durante los síntomas de fase activa, han

estado presentes sólo durante una mínima parte de la duración total de los períodos activo y

residual de la enfermedad.

E. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga o

medicamento) o a otra afección médica.

F. Si existen antecedentes de un trastorno del espectro del autismo o de un trastorno de la

comunicación de inicio en la infancia, el diagnóstico adicional de esquizofrenia sólo se hace si los

delirios o alucinaciones notables, además de los otros síntomas requeridos para la esquizofrenia,

también están presentes durante un mínimo de un mes (o menos si se trató con éxito).

Especificar si:

Los siguientes especificadores del curso de la enfermedad sólo se utilizarán después de un año de

duración del trastorno y si no están en contradicción con los criterios de evolución diagnósticos.

Primer episodio, actualmente en episodio agudo: La primera manifestación del trastorno cumple

los criterios definidos de síntoma diagnóstico y tiempo. Un episodio agudo es el período en que se

cumplen los criterios sintomáticos.

Primer episodio, actualmente en remisión parcial: Remisión parcial es el período durante el cual se

mantiene una mejoría después de un episodio anterior y en el que los criterios que definen el

trastorno sólo se cumplen parcialmente.

Primer episodio, actualmente en remisión total: Remisión total es el período después de un

episodio anterior durante el cual los síntomas específicos del trastorno no están presentes.

Episodios múltiples, actualmente en episodio agudo: Los episodios múltiples se pueden determinar

después de un mínimo de dos episodios (es decir, después de un primer episodio, una remisión y un

mínimo de una recidiva).

Episodios múltiples, actualmente en remisión parcial

Episodios múltiples, actualmente en remisión total Continuo: Los síntomas que cumplen los

criterios de diagnóstico del trastorno están presentes durante la mayor parte del curso de la

enfermedad, y los períodos sintomáticos por debajo del umbral son muy breves en comparación

con el curso global.

No especificado

Especificar si:

Con catatonía (para la definición véanse los criterios de catatonía asociada a otro trastorno mental).

Especificar la gravedad actual:

90

La gravedad se clasifica mediante evaluación cuantitativa de los síntomas primarios de psicosis:

ideas delirantes, alucinaciones, habla desorganizada, comportamiento psicomotor anormal y

síntomas negativos. Cada uno de estos síntomas se puede clasificar por su gravedad actual (máxima

gravedad en los últimos siete días) sobre una escala de 5 puntos de 0 (ausente) a 4 (presente y

grave). (Véase la escala administrada por el clínico. Dimensiones de la gravedad de los síntomas de

psicosis en el capítulo “Medidas de evaluación” en la Sección III del DSM-5.)

Nota: El diagnóstico de esquizofrenia se puede hacer sin utilizar este especificador de gravedad.

7. Fármacos para:

Trastornos del DSM

La cifra de los trastornos del DSM asciende a más de 400, y transcribirlo en esta investigación se

llevaría más de 600 páginas, por lo que, hemos decidido presentar la clasificación más general de

los trastornos. Cada clasificación contiene en sí alrededor de 8 trastornos, algunos con mayor

número así como otros con menor cantidad. A continuación la clasificación y dependiendo del

trastorno se pueden buscar los síntomas:

Trastornos del desarrollo neurológico

Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos

Trastorno bipolar y trastornos relacionados

Trastornos depresivos

Trastornos de ansiedad

Trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados

Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés

Trastornos disociativos

Trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados

Trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos

Trastornos de la excreción

Trastornos del sueño-vigilia

Disfunciones sexuales

Disforia de género

Trastornos destructivos, del control de los impulsos y de la conducta

Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos

Trastornos neurocognitivos

Trastornos de la personalidad

Trastornos parafílicos

Otros trastornos mentales

Trastornos motores inducidos por medicamentos y otros efectos adversos de los

medicamentos

91

Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica

3.2.3 Instructivos

En esta sección se detalla el instructivo de uso de cada dispositivo que en la instalación artística

acompañará a cada dispositivo y su correspondiente tabla sintomatológica.

Trepanación

Una craneotomía generalmente requiere una hospitalización de tres a siete días. También puede ir a

una unidad de rehabilitación durante varios días después de su hospitalización. Los procedimientos

pueden variar en función de su enfermedad y las prácticas del médico.

Generalmente, una craneotomía sigue este proceso:

Se le pedirá que se quite la ropa, joyas u otros objetos que puedan interferir con el

procedimiento.

Se le entregará una bata para que use.

Una vía intravenosa se inserta en el brazo o la mano.

Se insertará un catéter urinario para drenar la orina.

Se lo colocará en la mesa de operaciones de una manera que se pueda acceder mejor a la

parte del cerebro que ser operado.

El anestesiólogo controlará continuamente la frecuencia cardíaca, presión arterial,

respiración y concentración de oxígeno en la sangre durante la cirugía.

Su cabeza será rapada y la piel sobre la zona quirúrgica se limpiará con una solución

antiséptica.

Hay varios tipos de incisiones que se pueden utilizar, dependiendo de la zona afectada del

cerebro. Una incisión puede hacerse desde detrás de la línea del cabello en la parte frontal

de su oreja y la nuca de su cuello, o en otro lugar, dependiendo de la ubicación del

problema. Si se utiliza un endoscopio, las incisiones pueden ser más pequeñas.

El cuero cabelludo se detuvo y recorta para controlar el sangrado mientras que proporciona

el acceso al cerebro.

Un trépano puede ser utilizado para hacer orificios de trepanación en el cráneo. Una sierra

especial puede ser utilizado para cortar cuidadosamente el hueso.

El colgajo óseo se quitará y se guarda.

La duramadre (la cubierta externa de espesor del cerebro directamente debajo del hueso) se

separa del hueso y se cortará cuidadosamente para exponer el cerebro.

El exceso de líquido se deja fluir fuera del cerebro, si es necesario.

92

Un dispositivo, tal como un desagüe o un tipo especial de monitor, puede ser colocado en

el tejido cerebral para medir la presión dentro del cráneo o presión intracraneal (ICP). ICP

es la presión creada por el tejido cerebral, líquido cefalorraquídeo (LCR), y el suministro

de sangre dentro del cráneo cerrado.

Una vez que se ha completado la cirugía, el cirujano suturará (SEW) las capas de tejido

juntos.

El colgajo óseo se vuelve a unir usando placas, suturas o alambres.

La incisión en la piel (cuero cabelludo) se cierra con suturas o grapas quirúrgicas.

Un vendaje estéril se aplicará sobre la incisión.

Camisa de Fuerza

Procedimiento:

Inmovilizar al paciente tanto como sea posible.

Los brazos se insertan en las mangas de la camisa de fuerza y se los cruza sobre el pecho.

Ajustar los broches de la espalda de la camisa al cuerpo del usuario.

Atar las mangas a la espalda del paciente, asegurando que los brazos se mantengan cerca

del pecho con la menor posibilidad de movimiento posible.

Asegurar todas las correas y las hebillas de la camisa.

De ser necesario, utilizar esposas en los tobillos para suprimir la posibilidad de

movimiento.

Vibrador

Procedimiento:

Acomodar a la mujer histérica con las piernas abiertas y sin ropa interior.

Impregnar de aceites florales la pieza fálica del vibrador.

Introducir el vibrador en la zona genital femenina.

Dejar que vibre hasta que la mujer tenga un orgasmo.

Si los síntomas histéricos persisten, repetir el tratamiento al menos una vez por semana y

diez como máximo.

Jugum Penis

Procedimiento:

Sedar al paciente y recostarlo en una mesa baja.

Mantenerlo sin pantalones y sin ropa interior.

Introducir el miembro viril por el anillo interior.

Acomodar el escoto en el espacio del anillo exterior.

Ajustar los anillos de acuerdo al tamaño de los genitales.

93

Panchreston

Procedimiento:

Ubicar al paciente en una silla.

Situar el dispositivo por la espalda con las tapas delanteras abiertas.

Habiendo situado la posición, cerrar las tapas delanteras y asegurarlas con el candado.

Adaptar la posición del cuello y la cabeza sobre los engranes y la banda para el cráneo.

Sujetar el cráneo con la banda.

Comenzar a girar los engranes para llevar la cabeza hacia la posición deseada.

Una vez ubicada la cabeza en la posición idónea, trabar los engranes para que se queden

estáticos.

TEC

Procedimiento:

Acostar al paciente en una cama baja.

Dormir al paciente mínimo tres horas con anestesia.

Inmovilizar al paciente.

Colocar gel aislante en la sien.

Colocar el dispositivo en la cabeza.

Proteger los labios con inmovilizadores.

Aplicar la descarga eléctrica.

El paciente tendrá una convulsión de 10 sg tónico-clónica65

Efectos adversos:

Amnesia máximo seis meses

Distonia

Acatisia

Acinesia

Parquinsonismo

Discinesia

Vértigo

Aumento de peso

Alteraciones endócrinas

Agranulositosis

Tratamiento médico:

Antipsicóticos o neurolépticos

65

Las crisis convulsivas tónico-clónicas son un tipo de crisis generalizadas que afectan a todo el cerebro. Son las convulsiones más frecuentes asociadas con la epilepsia y las convulsiones en general.

94

Fármacos

De acuerdo a la enfermedad y al nivel de gravedad, la posología de los fármacos puede variar de

persona a persona. Es recomendable basarse en una tabla de enfermedades y un catálogo

farmacológico, también llamado VADEMECUM para la prescripción adecuada. Como ejemplo de

esto utilizaremos la información del Catalogo Universal de Medicamentos, México 2009. En esta

ocasión usaremos la información de la Fluoxetina, conocida comercialmente como Prozac:

FLUOXETINA

Clave Descripción Indicaciones Vía de administración y Dosis

4483

CÁPSULA O TABLETA

Cada cápsula o tableta

contiene:

Clorhidrato de fluoxetina

equivalente a 20 mg de

fluoxetina.

Envase con 14 ó 28 cápsulas

o tabletas.

Depresión

Oral.

Adultos:

Inicial: 20 mg en la mañana, con

aumento progresivo de acuerdo a la

respuesta.

Dosis máxima 80 mg/ día.

Generalidades Inhibe la recaptura de serotonina por las neuronas del sistema nervioso central.

Riesgo en el Embarazo

B

Efectos adversos Nerviosismo, ansiedad, insomnio, bradicardia, arritmias, congestión nasal, trastornos visuales, malestar

respiratorio, disfunción sexual, retención urinaria, reacciones de hipersensibilidad.

Contraindicaciones y Precauciones Contraindicaciones: Hipersensibilidad al fármaco.

Precauciones: En ancianos, insuficiencia hepática, renal y lactancia. Antecedentes de epilepsia y síndrome

convulsivo, administrar dosis menores. En la segunda mitad del embarazo aumenta el riesgo de

Hipertensión Pulmonar Persistente del Recién Nacido (RN); irritabilidad, dificultad para tomar alimentos y

dificultad respiratoria en los RN.

Interacciones Con warfarina y digitoxina se potencian sus efectos adversos. Incrementa el efecto de los depresores del

sistema nervioso central. Con triptanos (eletriptán, rizatriptán, sumatriptán y zolmitriptano) se presenta el

Síndrome Serotoninérgico grave con riesgo para la vida.

Depende del catálogo farmacológico, la presentación, posología, indicaciones y direcciones de cada

medicamento pueden variar pero siempre es recomendable que la información procure ser la más

actualizada.

95

CAPITULO 4

CONCLUSIONES

4.1 Conclusiones

Los dispositivos escultóricos presentados en esta obra se enmarcan en una estética de lo

extremo dentro, de acuerdo a la estrategia de la abyección planteada por Graciela de los

Reyes.

La obra plástica posibilita la interacción entre los individuos y los dispositivos de control

psiquiátrico ofreciendo ideas e información.

Una de las posibilidades de representación de la normalidad y la anormalidad se puede

determinar gráficamente en una curva de Gauss, donde el contenido mayoritario es la

normalidad y los extremos, la anormalidad. La normalidad de una población también puede

estar caracterizada por el accionar individual y su capacidad de actuar de acuerdo al

régimen político, social y económico vigente en cada estado-nación.

El origen de la anormalidad en el cerebro del individuo tiene muchas aristas. Por una parte,

recoge creencias, mitos y medicina incipiente desde las edades líticas, y la evolución de los

tratamientos de cada desorden se ha ido adaptando a cada época y sociedad. No todos los

trastornos ni tampoco todos los dispositivos han sido iguales en todas las culturas del

globo. Pero los dispositivos no están diseñados para curar enfermedades sino para aminorar

los síntomas de la conducta anormal.

La construcción de cada dispositivo de terapia psiquiátrica se vincula con los ideales

culturales, políticos y sociales de cada época. Al analizar cada dispositivo con su respectiva

función, habremos de notar los metasignificados en cada capa de significación que cada

persona de acuerdo a cada construcción mental pueda darle a los objetos.

El arte es un medio informativo viable para manifestar incongruencias en los sistemas

políticos y sociales y develar la infraestructura de las sociedades por medio de lenguajes

metafóricos que permiten la interacción con los individuos que presencian las obras.

Ninguno de los dispositivos estudiados en esta investigación ha sido capaz de alcanzar una

cura real. Lo más cerca que se ha estado de estabilizar a los anormales ha sido con los

fármacos, puesto que la mayoría de los químicos contenidos en ellos, son capaces de

atrofiar las habilidades cerebrales o restringir ciertas sustancias, con las cuales se puede

modificar conductas. Por lo tanto, no podemos decir que en la historia de la psicopatología

96

se encuentren resultados puntuales de curación de enfermedades mentales, sin embargo, se

ha obtenido un aminoramiento de los síntomas de la enfermedad.

97

BIBLIOGRAFÍA

Libros

1. Amnistía Internacional. (2002). Contra la tortura. Manual de acción. Londres: Editorial

Amnistía Internacional.

2. Arrechea Miguel, J., & Soto Caba, V. (2003). Diccionario de Arte. Pintores del siglo XX.

Madrid: Editorial LIBSA.

3. Benito, E. (Abril de 2009). PSICOTERAPIA Y PSIQUIATRÍA. PSIENCIA. Revista

Latinoamericana de Ciencia Psicológica, 1(1), 1-4.

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102

ANEXOS

ANEXO 1. La curva o campana de gauss

La curva o campana de Gauss es una función estadística donde una variable aleatoria continua, x,

sigue una distribución normal de media μ y desviación típica σ, y se designa por N (μ, σ), si se

cumplen estas condiciones:

1.- la variable puede tomar cualquier valor: (-∞, +∞);

2.- la función de densidad, es la expresión en términos de ecuación matemática de la campana de

Gauss.

(http://www.matematicasdigitales.com/la-herramienta-que-todos-quieren-la-campana-de-gauss/)

103

ANEXO 2. Detalles del dispositivo “trépano”

104

ANEXO 3. Detalles del dispositivo “camisa de fuerza”

105

ANEXO 4. Detalles del dispositivo “vibrador femenino”

106

ANEXO 5. Detalles del dispositivo “Jugum penis”

107

ANEXO 6. Detalles del dispositivo “Panchreston”

108

109

ANEXO 7. Detalles del dispositivo “terapia electro convulsiva”

110

ANEXO 8. Detalles del dispositivo “drogas psiquiátricas”

111

ANEXO 9. Nota aclaratoria

Debido a la información histórica existente en esta investigación, hemos creído necesario aclarar

que el dispositivo Panchreston ha sido una creación de autor. La existencia de la palabra

Panchreston es de origen griego y funciona junto a la idea del equilibrio de la naturaleza. Es una

teoría considerablemente incluyente que cubre todas las posibles contingencias de una situación, en

otras palabras, una medicina universal o panacea. Por ser una explicación tan simple, en realidad

llega a carecer de factibilidad. En cambio, el dispositivo que presentamos aquí es una metáfora de

la represión política que se vivía y aún se vive en algunos puntos del mapa y por ser una hipotética

solución general hacia la alevosía, elegimos este nombre.