UNIVERSIDAD DE ALMERÍA - Fisiofocus · 2018-08-20 · patologías del ámbito musical. 2.3...

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UNIVERSIDAD DE ALMERÍA Facultad de Ciencias de la Salud Trabajo Fin de Grado en Fisioterapia Convocatoria Junio 2018 “EL PAPEL DEL FISIOTERAPEUTA EN EL ABORDAJE DE PATOLOGÍAS EN EL MÚSICO” Autor/a: Samuel García Pascual Tutor/a: María del Carmen Serrano Córcoles

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UNIVERSIDAD DE ALMERÍA

Facultad de Ciencias de la Salud

Trabajo Fin de Grado en Fisioterapia

Convocatoria Junio 2018

“EL PAPEL DEL FISIOTERAPEUTA EN EL

ABORDAJE DE PATOLOGÍAS EN EL MÚSICO”

Autor/a: Samuel García Pascual

Tutor/a: María del Carmen Serrano Córcoles

1

ÍNDICE pg

1. RESUMEN ............................................................................................................................... 2

2. OBJETIVOS ............................................................................................................................ 3

3. METODOLOGÍA ................................................................................................................... 3

4. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 4

4.1 Lesiones de los músicos ..................................................................................................... 4

4.2 ¿Son los músicos diferentes a los no músicos? ................................................................ 5

4.3 Profesionales de la música ................................................................................................ 7

4.4 Factores de riesgo .............................................................................................................. 8

4.5 Papel del fisioterapeuta en el mundo musical. El trato profesional hacia el músico

lesionado. .................................................................................................................................. 9

4.6 Ayudas, consejos y apoyos para el cuidado de la salud del músico lesionado.

Prevención y promoción de la salud. ................................................................................... 11

4.6.1 Descanso .................................................................................................................... 11

4.6.2 Alimentación e hidratación ........................................................................................ 11

4.6.3 Realización de horarios de práctica .......................................................................... 12

5. PATOLOGÍAS Y LESIONES MÁS TÍPICAS DEL MÚSICO. TRATAMIENTO Y

PAPEL DEL FISIOTERAPEUTA. ......................................................................................... 13

5.1 Patologías musculoesqueléticas y neuromusculares ..................................................... 13

5.1.1 Síndrome de sobreuso ................................................................................................ 14

5.1.2 Distonía motora focal ................................................................................................. 16

5.1.3 Osteoartritis deformante ............................................................................................ 19

5.1.4 Hipermovilidad articular ........................................................................................... 21

5.1.5 Disfunciones de la articulación temporomandibular ................................................. 23

5.2 Otras patologías destacables .......................................................................................... 26

6. DISCUSIÓN ........................................................................................................................... 28

7. CONCLUSIONES ................................................................................................................. 30

8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................ 31

9. ANEXO .................................................................................................................................. 33

2

1. RESUMEN

Los músicos presentan, al igual que un bailarín o deportista de élite, patologías propias

de la profesión que desempeñan. Sus estructuras corporales resultan lesionadas por

diferentes factores como el uso desmesurado de una articulación, una mala postura o

numerosas horas de práctica. Añadiendo a esto las exigencias que requiere un profesional

para convivir en un medio duro, con escasas oportunidades de éxito y a veces, hostil, el

factor mental agrava las situaciones lesionales hasta perpetuarlas en el tiempo.

El “paciente musical” es un candidato perfecto por todo ello, para el desarrollo de un

tratamiento específico y concreto de fisioterapia de forma individualizada. En este

trabajo, se procede a proponer un planteamiento de valoración al músico enfermo, una

visión fisioterapéutica de tratamiento para cada lesión más común y, el papel preventivo

que debe ejercer el sanitario.

ABSTRACT

The musicians present, like a dancer or an elite sportsman, pathologies characteristic of

the profession they perform. Their body structures are injured by different factors such as

the excessive use of a joint, poor posture or long hours of practice. Adding to this the

demands that a professional needs to coexist in a harsh environment, with a lack of

opportunities for success and, sometimes hostile, the mental factor aggravates injury

situations to perpetuate them over time.

The ‘musical patient’ is a perfect candidate for all this, for the development of a specific

and concrete treatment of physiotherapy in an individualized way. In this project, we

proceed to propose an assessment approach to the sick musician, a physiotherapeutic

vision of treatment for each most common injury and the preventive role that the health

worker should take.

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2. OBJETIVOS

2.1 Describir las patologías y lesiones más frecuentes que presentan los músicos, y los

beneficios de un tratamiento de fisioterapia individualizado.

2.2 Fomentar la especialización y formación de fisioterapeutas en las disfunciones y

patologías del ámbito musical.

2.3 Promover la importancia del papel del fisioterapeuta, en la prevención y promoción

de la salud de los músicos, con el objetivo de evitar la aparición y o empeoramiento de

posibles lesiones.

3. METODOLOGÍA

Para este trabajo se ha realizado una revisión bibliográfica sobre disfunciones en el mundo

de la música y el tratamiento fisioterapéutico específico.

• Bases de datos

Pubmed, Medline, Dialnet y PEDro, siendo las dos primeras las más utilizadas.

• Palabras clave

musician, injury, pathology, physical therapy, rehabilitation, windwood musician,

musculoskeletal, orofacial pathology, respiratory pathology, temporomandibular

disease.

• Criterios de inclusión/exclusión:

Criterios de inclusión de los artículos:

- Debían de estar relacionados con las patologías en los músicos.

- Debían contener datos sobre el tratamiento fisioterapéutico.

- Idioma original de la aparición de los artículos: inglés, francés o español. La

mayoría de los seleccionados estaban publicados en inglés, a excepción de dos,

escritos en francés.

- Fecha de publicación de los artículos desde 2002 hasta 2017/2018.

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Una vez analizados sus contenidos, la cantidad definitivas de artículos seleccionados fue

de 17, con los que se trabaja principalmente en esta revisión.

4. INTRODUCCIÓN

4.1 Lesiones de los músicos

¿Pueden lesionarse los músicos?, y si es así, ¿cuáles son los factores desencadenantes?

Cuando estudiamos las patologías que se manifiestan o pueden aparecer en ellos, nos

planteamos si el desempeño de su labor profesional realmente los lleva a una situación

lesional que precise de un tratamiento fisioterápico.

Entre los factores etiológicos por los que un músico puede lesionarse encontramos:

1. La gran cantidad de horas de prácticas y ensayos.

2. Realización de movimientos complejos.

3. Continuidad en la práctica instrumental diaria a lo largo de los años. A su vez, la

mejora en sus capacidades los llevará a ejecutar y preparar obras más

complicadas, necesitando muchas más horas de práctica, favoreciendo esto la

aparición de nuevas lesiones y empeorando las previas (1).

Las lesiones son un reflejo de lo que supone dominar un instrumento y de

trabajarlo constantemente (1).

Otra razón por la que un músico se lesiona con facilidad es que no conoce ni encuentra

profesionales especializados en el conocimiento de sus patologías, cómo prevenirlas, y

en el caso de manifestarse, su tratamiento y recuperación en las mejores condiciones

posibles (1–3). No es la misma funcionalidad la que necesita un pianista en sus manos,

requiriendo sutileza, rapidez, precisión, etc… a cualquier otro paciente que las utilice en

actividades de la vida diaria, menos técnicas o profesionales.

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Cabe destacar que a diferencia de en el mundo del deporte, un músico cuando llega a

formar parte de la élite se comienza a alejar de profesores que sigan supervisando su

aprendizaje y ejecución, o siguiendo consejos para mejorar su técnica. Si se mantuviera

su formación y promoción de la salud, se podría conseguir, como en el deporte, que

hubiera menos lesiones musculoesqueléticas (1).

Otro gran problema que reseñar, en el mundo de la música, es el factor psicológico.

Muchas veces, ocurre que una leve lesión que con un tratamiento precoz se solventaría

sin problemas, termina por cronificarse y empeorar. La gran presión que ejerce la opinión

pública y que se ponga en entredicho las cualidades de un profesional dentro de la propia

comunidad, llevan a pasar por alto una lesión sin importancia, alcanzando incluso el

sobreuso y la explotación física de sus propios cuerpos. El no querer que nadie pueda ver

debilidad o falta de destreza en la ejecución de una obra, producen un desgaste emocional

y corporal que llegan al pico más alto de la lesión y con ella, su aparición en las peores

condiciones (1–3).

Por todas estas razones explicadas previamente, el músico no contempla ni tiene los

conocimientos ni medios necesarios para acudir a especialistas de la música para que lo

asesoren, enseñen y ayuden en sus lesiones y patologías tanto físicas como psíquicas. Es

muy común que los profesionales en este duro ámbito decidan actuar con dolor, llegando

a situaciones insostenibles, teniendo que retirarse de su carrera, en muchas ocasiones, de

por vida (2,3).

4.2 ¿Son los músicos diferentes a los no músicos?

Parece intuitivo pensar que el cerebro de una persona que se dedica a la música debe ser

diferente a cualquier persona que no está relacionada con ello, pero ¿es esto cierto?

Se ha obtenido información de que la morfología del área temporal del cerebro de los

músicos es diferente al de un no-músico, zona la cual incluye la audición relacionada con

el córtex y la parte anterior del cuerpo calloso (figura 1), observando quizás en este último

un aumento de las interconexiones corticales sensoriomotoras (4).

6

Figura 1: Presentación anatómica del cuerpo calloso del cerebro

Extraído de: Cuerpo calloso del cerebro[Internet]. MedlinePlus.

Recuperado a partir de:

https://medlineplus.gov/spanish/ency/esp_imagepages/8753.htm

Mediante la experimentación con el uso de electroencefalograma y haciendo sonar

música, se consigue probar que el cerebro de un músico se ve mucho más activo, en lo

que se conoce como spill over. Esto tal vez demuestra la tendencia de los artistas por

intentar reproducir la posición de sus dedos haciendo sonar la obra escuchada justo en ese

momento en el experimento (4).

Se han realizado también investigaciones en las que la asimetría en las habilidades de las

manos en los músicos es menor, o lo que es lo mismo, que la diferencia entre una mano

dominante y la otra es inferior respecto a los no-músicos (4).

Esto se puede deber al hecho de empezar a tocar un instrumento a edades tempranas, que

sumada a la presencia de una alta neuroplasticidad, quizás, lleven a que un músico tenga

mayor destreza en ambas manos (4).

Así pues, se puede concluir a partir de las evidencias conseguidas que las diferencias

corticales entre ambos grupos son significativas, aunque sutiles. Sin embargo, a pesar de

haber obtenidos estos resultados, hay una carencia de información y no se puede decir

con total seguridad la importancia y duración que tendrían estos efectos en el cerebro de

una persona a lo largo del tiempo (4).

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4.3 Profesionales de la música

Es necesario que una persona que se va a dedicar a afrontar problemas de músicos en el

ámbito profesional sepa desenvolverse con facilidad entre los conceptos, lenguaje técnico

y definiciones más usadas en este campo (2,3).

Al paciente le resultará más sencillo explicar con sus términos musicales qué evento le

ha llevado a estar en esa situación lesional (2).

El profesional sanitario que conozca la terminología “musical específica”, entenderá

mejor la causa de la patología y qué preguntas hacer concretamente al paciente para

realizar una valoración lo más correcta y completa posible. Muchas veces, aunque hay un

hecho desencadenante bien definido (como la proximidad de una audición, aumentando

la frecuencia y horas al día de ensayos por parte del artista), otras veces hay una

aglomeración de causas que desencadenan la lesión actual, siendo deber del profesional

descubrirlas, analizarlas y relacionarlas entre sí (2).

Muchas son las personas que se dedican a este campo porque proceden previamente del

ámbito musical, habiendo sido ellos mismos músicos, o amantes de ella (2,3).

El mejor punto de partida es analizar hechos pasados para evitar repercusiones en el

futuro, prevenir, o para saber qué ocurre justo en ese momento. Algunas observaciones

que nos pueden servir de ayuda son: el sobreuso, el exceso de tensión muscular o una

mala postura (2,3).

Las preguntas de la historia clínica que, COMO MÍNIMO, debe realizar el profesional

para averiguar el evento desencadenante, son:

• Historia de la educación musical del paciente: número de profesores, edad de

comienzo de tocar el instrumento, otros instrumentos que domina, etc.

• Historia de su carrera profesional, incluyendo la satisfacción con el actual.

• Historial del equipamiento: cambio reciente de instrumento, cambios en el

instrumento actual, etc.

• Hábitos de práctica: sentado o de pie, duración, número de descansos.

• Repertorio reciente

• Horario de ensayos y actuaciones

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• Hábitos: deporte, alcohol, cafeína, tabaco, etc.

• Medicación

• Lesión traumatológica

• Estrés

También se debe realizar una buena exploración física que abarque principalmente:

• Evaluación musculoesquelética completa, incluyendo la postura, la fuerza, la

masa muscular y el rango de movimiento articular, entre otros.

• Evaluación de las manos y articulaciones de las mismas.

• Exploración neurológica, entre otros, miembros superiores, miembros

inferiores, columna vertebral y hombro (2,3).

4.4 Factores de riesgo

A la hora de estudiar la causa de una lesión, previamente debemos conocer los posibles

riesgos, o factores con los que el músico contaba en un principio, puesto que, analizando

dichos datos, podemos conseguir una mejor valoración y realizar un tratamiento más

completo y efectivo. En algunos casos nos encontraremos con factores que pueden llegar

a ser modificados y con ello, ayudando a solucionar la patología, a veces incluso evitando

recidivas; otras sin embargo percibiremos que los factores no pueden llegar a ser

cambiados debido a que, por ejemplo, vienen con el paciente desde su nacimiento.

Dividimos los factores en:

• Factores de riesgo físicos.

-No modificables: instrumento tocado, género, antropometría, condiciones a la

hora de tocar (temperatura, horas de ensayos, etc), laxitud articular, demandas del

repertorio, altura, tamaño de brazos y manos respecto al instrumento que está

tocando, etc (1,2).

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-Modificables o mínimamente modificables: sobrecarga (tanto por altos niveles

de práctica resultando excesivos, como por cambios repentinos en el incremento

de la misma), falta de descansos en los ensayos, mala postura, mala biomecánica,

hipomovilidad articular, técnica del instrumento, estilo de aprendizaje, falta de

acondicionamiento físico, mal manejo de una lesión, etc (1,5).

• Factores de riesgo psicológicos.

Ansiedad general o a la hora de la actuación, depresión, presión procedente de

ellos mismos, sus compañeros o el medio que les rodea; estrés relacionado o no

con el trabajo, fobia social, rasgos propios de la personalidad (como el

perfeccionismo extremo), etc (1).

No es menos importante mencionar otros factores, como el cambio frecuente de

profesores que imparten clase a un músico (cada uno tiene un método de enseñanza y

preparación diferentes), el ambiente de trabajo (poca iluminación, sillas no

ergonómicas, altos niveles de ruido, temperatura), conocer si realiza otras actividades o

trabajos que puedan ser los causantes o agravantes de la patología, etc (3).

4.5 Papel del fisioterapeuta en el mundo musical. El trato profesional hacia el músico

lesionado.

A la hora de actuar profesionalmente con un caso clínico de un músico, el fisioterapeuta

y todo el personal sanitario involucrado en su diagnóstico y tratamiento deben de tener

en cuenta una serie de aspectos, explicados a continuación, que podrán hacer mucho más

fácil la intervención (2).

Cualquier tipo de paciente se siente sensible respecto a asuntos de su confidencialidad,

pero bien es cierto que cuando se habla del mundo de la música, el cuidado en este campo

debe ser mayor. Esto se debe, por ejemplo, a cargos de los que dependen los pacientes, o

“rivales” en el ámbito musical; si descubren que hay un impedimento y éste les haría más

dificultoso el desarrollo del trabajo con éxito, pueden declinar contratos o aprovecharse

de la situación más desfavorecida en sus beneficios. No es de extrañar que ocurran estas

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situaciones, pues la carrera musical consiste en mucha más gente preparada y con talento

frente a escasas oportunidades de trabajo en un terreno hostil donde cualquier altibajo es

aprovechado por otros para poder proliferar y ganarse un sueldo (2).

Es obligación inexorable por parte de los sanitarios el ofrecer y asegurar el apoyo a los

pacientes en todo lo posible, incluido su derecho a preservar la privacidad del historial

médico. Se debe evitar por ello, el coincidir dos pacientes en una misma sala de espera,

así como no dar información de ningún tipo a managers o cualquier persona diferente al

sujeto de tratamiento. Para poder proporcionar datos médicos, se le deberá de consultar

previamente al paciente, y él o ella dará su consentimiento si lo considera oportuno. El

experto debe informar en todo lo posible al músico, dándole las herramientas para

manejar su propia situación con total autonomía y conocimiento. Además, si tiene el

permiso, el personal sanitario será el indicado para hablar con los profesores y managers

oportunos acerca de la lesión, y será su tarea la de facilitar la incorporación al ámbito

artístico y laboral sin problemas (2).

El proceso de cuidado de un músico lesionado puede llegar a ser frustrante tanto para

el fisioterapeuta como para él mismo, debido a que son pacientes que necesitan un

tratamiento mucho más dinámico y duro que otro grupo de pacientes no profesionales.

Sin embargo, los músicos se suelen sentir escuchados, comprendidos y agradecidos

cuando sus quejas ven que se toman en serio, siendo tratados de forma empática,

tranquila, segura, confidencial y con dignidad. Si su problema es resuelto, y son devueltos

los antes posible a lo que más aman, la música, se sentirán eternamente agradecidos, y la

gratificación que sienten los sanitarios es la recompensa final de un proceso duro y bien

elaborado de forma constante y profesional (2).

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4.6 Ayudas, consejos y apoyos para el cuidado de la salud del músico lesionado.

Prevención y promoción de la salud.

4.6.1 Descanso

El tiempo de descanso es indispensable para intentar evitar la aparición o reaparición

de patologías del sistema musculoesquelético, sobre todo las lesiones relacionadas con el

sobre uso, que son muy típicas en músicos o en profesiones que envuelven largos periodos

de trabajo repetitivo (1).

Las pausas frecuentes y repetidas ayudan a reducir la tensión y la carga constantes en las

articulaciones, además de permitir la recuperación de la musculatura de soporte y los

músculos finos de los dedos y los labios (1).

Se recomienda que los descansos sean de una duración de cinco minutos, como mínimo,

por cada hora de trabajo, para así prevenir el acúmulo excesivo de estrés físico y permitir

reponer la energía perdida en la musculatura. Los músicos deben de tener en

consideración el aumentar el número y duración de los descansos cuando el repertorio

requiere altos niveles de intensidad y dificultad (1).

Para los músicos lesionados, ensayos más breves con descansos más frecuentes pueden

ser necesitados en las fases más tempranas de recuperación, siendo en este caso por

ejemplo, cinco minutos de práctica seguidos de cinco minutos de descanso, incrementado

poco a poco el número y tiempo de ensayo conforme se vaya progresando en la mejoría

de la lesión (1).

4.6.2 Alimentación e hidratación

Sería lógico pensar que la alimentación e hidratación en los artistas profesionales es un

punto que destacar. El aporte calórico y de agua que necesitan debe ser mayor que el

de cualquier persona promedio, debido a las exigencias físicas y psíquicas previas a

12

largas horas de ensayo o actuación. Deben de tener una dieta rica en carbohidratos,

grasas y proteínas (1).

En cuanto al agua que debe ingerir, se hablaría de que tres litros diarios son los que

necesita una persona que realiza actividad física moderada todos los días, frente a dos

litros que debe tomar una persona sedentaria. Si un profesional está deshidratado antes de

interpretar, sus capacidades se ven altamente reducidas, la aparición de cansancio,

sequedad bucal, debilidad muscular, dolor de cabeza, mareos y vértigos se hacen

presentes con mayor probabilidad (1).

4.6.3 Realización de horarios de práctica

Concierne al músico con la ayuda del fisioterapeuta o profesional sanitario realizar un

horario en el que se repartan a lo largo del día las horas de prácticas del complicado

repertorio en cortos periodos y de sus correspondientes descansos, así como intercalar la

ejecución de obras de menor dificultad, todo esto para evitar la fatiga muscular, que

llevaría a su vez a una posible lesión (1).

Es necesario que el músico sea capaz de estructurar sus sesiones para no llegar nunca a

la sobrecarga. En el caso de que se aproximen semanas de intensas y numerosas

actuaciones, ensayos y pruebas, debe de saber cuándo reservarse físicamente utilizando

diferentes técnicas en su horario, por ejemplo, practicando mentalmente, relajación,

visualizaciones o el término conocido como “shadow-playing”, en el que se practican los

movimientos de forma física que se realizan en una obra pero sin introducir el instrumento

en ningún momento (1,3).

Otra situación contraria, sería en periodos de descanso, en los cuales se tendrá que volver

al trabajo previo y no perder las destrezas ya conseguidas. Aquí, también deberá hacer

uso de la elaboración y planteamiento de un horario para ejercitarse y practicar con

frecuencia, para así alcanzar poco a poco el rendimiento previo a su tiempo de descanso

(1).

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Figura 2: Los cuatros pilares principales, sobre los que debe actuar el fisioterapeuta, en

la prevención de lesiones y promoción de la salud en los músicos.

5. PATOLOGÍAS Y LESIONES MÁS TÍPICAS DEL MÚSICO. TRATAMIENTO

Y PAPEL DEL FISIOTERAPEUTA.

5.1 Patologías musculoesqueléticas y neuromusculares

De un 50% a un 80% de los músicos pueden manifestar problemas musculoesqueléticos

por razones como posturas incorrectas, técnicas que no son ergonómicas, excesivo uso de

fuerza, sobreuso de una o varias regiones corporales y un descanso insuficiente, entre

otros. Todas las patologías resultantes serán lideradas por procesos dolorosos, que como

ya se ha visto anteriormente, podrán limitar artística y profesionalmente sus carreras

(2,3,6).

Es igual de importante observar y analizar por parte del fisioterapeuta, los factores

psicológicos y socioeconómicos, muchas veces pasados por alto, y que sin embargo

pueden llegar a ser los culpables, junto a todos los riesgos más “físicos” de la posible

aparición de patologías neuromusculares. Por todo ello, es imprescindible realizar una

exploración exhaustiva de los sistemas musculoesquelético y nervioso (4).

A continuación, se procede a enumerar y describir las patologías musculoesqueléticas y

neuromusculares que se dan con mayor frecuencia en el paciente músico.

DESCANSO

HORARIOS

DE PRÁCTICA

HIDRATACIÓN

ALIMENTACIÓN

14

5.1.1 Síndrome de sobreuso

¿En qué consiste?

El síndrome del sobreuso o síndrome ocupacional de uso excesivo es un concepto en

ocasiones mal definido o utilizado incorrectamente para englobar todo el conjunto de

síntomas del dolor relacionados con la actividad o un diagnóstico no específico (6).

El rasgo más característico de este síndrome es el dolor, por ello que se le atribuye en

su nombre muchos otros problemas. Al dolor se les une otras manifestaciones como la

debilidad y la pérdida de la destreza de la motricidad fina, sin embargo, los signos de

afectación sensorial no están presentes (6,7).

Estos síntomas aparecen con frecuencia después de un cambio de la rutina habitual de

trabajo y puede que solo se manifiesten después de o durante una actuación. Cualquier

cambio en el horario ya establecido anteriormente relacionado con mayor dificultad de

una pieza, horas más prolongadas de práctica, etc, pueden llevarlos a aumentar el uso de

forma excesiva que le están dando a su cuerpo. Además, se conocen que factores como

una mala postura, la fatiga, una excesiva angulación de los dedos y condiciones

biomecánicas previas como hiper o hipomovilidad de ciertas articulaciones, contribuyen

a una desproporción física entre el músico y su instrumento (6).

La patología subyacente indica que los tejidos se estiran más de sus límites fisiológicos

naturales, sin embargo, hay mucho debate al respecto de su etiología. Algunos defienden

la idea de que los cambios del tejido periférico están relacionados con el síndrome,

mientras que otros proponen que la base de los síntomas que ocurren en esta lesión se

debe más bien a factores como la fatiga y patología psicológica. Todo este debate de

diferentes factores que pueden originar el síndrome por sobreuso, ha llevado a formar al

actual cuadro clínico por el que se caracteriza (6).

Todos estos diferentes puntos de vista convergen en una etiología para la patología: un

mecanismo de respuesta de protección frente a un proceso fisiológico aún

desconocido por los investigadores. Cuando los tejidos se tensan en exceso, una

reacción poco agradable se pone en funcionamiento para limitar la actividad dañina, y

con ello aliviar el estrés fisiológico (6).

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En algunas ocasiones, se realiza un diagnóstico de síndrome de uso excesivo, cuando en

realidad se trata de una bursitis, tendinitis u otro proceso inflamatorio, los cuales

presentan un cambio en la histología por la inflamación; sin embargo, los diferentes

estudios realizados sobre el síndrome no muestran que haya ningún cambio

histopatológico (6).

¿A quién afecta?

Este tipo de patología, según las investigaciones que he realizado, no presenta gran

diferencia en su aparición relacionado directamente con el tipo de instrumento que

domine el músico, pero lo que sí es cierto, es que en algunos se puede dar con un poco

más de facilidad, este es el caso de la viola y violín. Cuando un músico ejecuta sus piezas

con una viola o violín que pueda superar los 40 cm de longitud, se ha observado que el

dolor de hombro es más propenso a manifestarse (6).

Tratamiento de fisioterapia

El fisioterapeuta debe de conocer la forma de abordar el síndrome de uso excesivo cuando

se le plantea clínicamente en un paciente. Es necesario que sepa que el principal

tratamiento para solucionar el problema de una zona que ha superado la intensidad en su

uso, es el descanso relativo (6).

Los músicos presentan una gran ansiedad laboral e incertidumbre sobre qué será de ellos

en un mundo en que la excelencia es lo único que puede ser visible para los demás. Por

ello, es frecuente encontrarse con una gran resistencia y negativa a realizar descansos.

Para evitar esto, es aconsejable que el fisioterapeuta se coordine con todos los

profesionales que engloban al músico (profesores, managers, etc), y realicen un horario

con periodos de descanso factibles que puedan permitir su recuperación. De esta forma

se ha observado que con la simple incorporación de descansos relativos, la vuelta al

terreno profesional con éxito es de un 80% de los pacientes (6).

Aún así el descanso no es del todo suficiente, y el fisioterapeuta tendrá que examinar qué

cambios son posibles hacer para revertir la situación o que no vuelva a repetirse. Es un

buen punto de inicio el estudio de la ergonomía y postura del paciente a la hora de tocar

y si es posible modificarla para su beneficio. Algunas son las ayudas que se intentan dar

16

para evitar la aparición de la lesión: el uso de correas para reducir el peso que deben

soportar los miembros y repartirlo más en la columna, o la modificación de las teclas o

llaves de los instrumentos de viento madera para facilitar la digitalización a la hora de

interpretar. También el mobiliario puede ser un agravante o causante del síndrome, así

pues modificando la altura o el asiento de una silla, se puede ayudar en la recuperación

(6).

De otra forma, también se puede incorporar como tratamiento fisioterapéutico

crioterapia, termoterapia, corrientes eléctricas como la estimulación eléctrica

nerviosa transcutánea (TENS), movilizaciones suaves y ultrasonido. El uso de férulas

no es muy aconsejable, por la posible afectación del rendimiento y la aparición de otras

lesiones en articulaciones que están sanas, aunque es cierto que pueden reducir la

movilidad excesiva de la articulación que da el problema (6).

5.1.2 Distonía motora focal

¿En qué consiste?

La distonía focal es una patología neuromuscular que afecta a un grupo de músculos en

concreto, produciendo contracciones, espasmos y movimientos involuntarios que se

caracterizan por manifestarse normalmente sin dolor. Es una de las afectaciones, quizás,

más raras en la aparición en el músico cuyo desarrollo se va dado a lugar durante los años,

pero a su vez una de la más incapacitantes (6).

Los espasmos suelen hacerse más intensos cuando se realizan movimientos voluntarios,

y puede aparecer al principio solo durante la utilización del instrumento, sin embargo, en

casos más avanzados se puede llegar a dar en periodos de descanso (6).

Los síntomas suelen aparecer de forma insidiosa (4,6), caracterizados por una dificultad

en la destreza, control o velocidad. Algunos pacientes cuando acuden al profesional

sanitario ,describen rigidez, calambre, opresión o fatiga; el dolor sin embargo es raro, y

en el caso de que estuviera presente suele asociarse al esfuerzo en tratar de evitar los

movimientos distónicos (4).

Actualmente la etiología de esta afectación no está del todo clara. Una hipótesis centra su

objetivo en una función de excitabilidad motora cortical excesiva acompañado de un

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insuficiente procesamiento sensorial cortical y con la mediación de los ganglios basales.

Por otra parte, otra hipótesis se centra en la relación con la presencia de múltiples tipos

de lesiones previas, incluso se habla de que el factor genético pueda tener su propia

repercusión. Así pues, diríamos que su origen aún es desconocido (4,6).

Figura 3: Distonía en flexión del cuarto dedo y extensión compensatoria del tercero

de la mano derecha de un pianista.

Extraído de: Distonía focal en la mano del músico[Internet]

Fisiocampus.

Recuperado a partir de: https://www.fisiocampus.com/articulos/

distonia-focal-en-la-mano-del-musico

¿A quién afecta?

Los músicos que trabajan con instrumento de teclas (piano), viento-madera, viento-

metal y cuerda son los más afectados por la distonía motora focal (4,6).

Se ha observado que los miembros más afectados son los superiores, siendo a su vez la

mano derecha la más común, con los movimientos involuntarios de la cuarta y quinta

metacarpofalángica (6).

Sin embargo, en músicos de viento es más típico encontrar la distonía en la musculatura

orofacial que constituyen la embocadura, relacionados con la mandíbula, labios y lengua

(4).

18

En el sexo masculino está más presente que en las mujeres, con una media de edad de

inicio a los 38 años, y la duración de los síntomas es aproximadamente de 5 años (4,6).

Tratamiento de fisioterapia

El tratamiento de la distonía focal es difícil, aunque actualmente se están consiguiendo

algunos mejores resultados mediante medicación anticolinérgica, toxina botulínica,

fisioterapia, terapia ocupacional, descanso, biofeedback y técnicas de relajación. Así

pues, aunque los resultados no son siempre eficaces, sí se ha observado que con el

tratamiento la mejora es perceptible en algunos casos (4,6).

El fisioterapeuta debe establecer como objetivo principal, el identificar los problemas

posturales y la técnica incorrecta para intentar que el músico las supere y pueda volver a

reincorporarse al ámbito laboral. Se intentará restablecer la postura fisiológica adecuada

que da apoyo al gesto libre del músico (4,8).

El tratamiento fisioterapéutico debe de incorporar tanto los aspectos físicos como

psicológicos. Se debe de tratar al individuo holísticamente y de forma simultánea ambos

aspectos (8).

Se intenta trabajar de forma propioceptiva para que el paciente intente ser consciente de

los movimientos involuntarios de gran intensidad que realiza, y haga el intento de

controlarlos. La utilización de un espejo es indispensable para la propia observación de

las posturas viciosas que se están llevando a cabo y así empezar con una autocorrección

postural. Se pretende en todo momento mejorar la percepción del esquema corporal.

Partiendo de una buena postura, el paciente tendrá que realizar los movimientos sin

modificar la postura correcta, ya que estos pacientes al tener zonas de su cuerpo sin buena

funcionalidad, intenta suplir la carencia de esa musculatura con otra diferente, creando un

desequilibrio muscular y del esquema corporal importante. Se puede añadir al tratamiento

el reequilibrio muscular con el trabajo de la musculatura agonista y antagonista afectada,

así como estiramientos (8).

Los pacientes indican que la estimulación propioceptiva y sensorial que se les realiza

evoca alivio en los síntomas de forma breve en el tiempo, sin embargo, la desaparición

de los síntomas de forma completa tras el tratamiento todavía no ha sido lograda(6).

19

5.1.3 Osteoartritis deformante

¿En qué consiste?

La osteoartritis deformante o artrosis, aunque es una patología común en la población

en general, tiene especial significancia en los músicos. La artrosis consta con un gran

número de afectados, y aumenta conforme lo hace la edad también, por ello es muy

típico que se dé en músicos de avanzada edad. Como media, un músico profesional

empieza su carrera entre los 5 y 10 años, llegando a alcanzar el desarrollo de su profesión

hasta los 70 años en diferentes casos; si además de esto, le añadimos la cantidad de trabajo

que van a requerir sus articulaciones durante ese tiempo de forma continua y repetida, no

es de extrañar que sea una patología típica y común en el ámbito musical (6,9).

El principal síntoma, que va a producir la degeneración cartilaginosa que origina la

osteoartritis y de lo que se va a quejar el paciente es el dolor, aunque bien es cierto que

la rigidez articular y la pérdida de rango articular van a suponer las manifestaciones más

perjudiciales y discapacitantes (6).

Están incluidos en el cuadro clínico de esta patología: dolor sordo que va aumentando

al tocar el instrumento y cede con el descanso, rigidez articular durante menos de

30 minutos, inestabilidad articular y crepitaciones en diferentes rangos de

movimiento. Los pacientes suelen relatar breves periodos de rigidez articular que va

cediendo poco a poco tras realizar un movimiento inicial (6).

Si se examinan visualmente las manos del músico se podrán observar la aparición de

nódulos de Heberden, en la articulación interfalángica distal y nódulos de Bouchard en la

articulación interfalángica proximal, los cuales ambos son indicios de la presencia de

artrosis (6).

¿A quién afecta?

La artrosis es una patología degenerativa que no afecta a algún tipo de músico en

concreto, ya que la sobresolicitación de las articulaciones se da en cualquier profesional

que domina la ejecución de un instrumento musical durante mucho tiempo. Se han

encontrado evidencias de que la osteoartritis en muchos casos se relaciona y ocurre en

pacientes que presentan síndrome del sobreuso en una región corporal (7).

20

Las articulaciones más afectadas son las articulaciones metacarpofalángicas,

interfalángica distal, y carpometacarpiana de las manos, con un poco más de

incidencia que en la población general (6).Un ejemplo de ellos sería en casos como los

pianistas, donde las articulaciones más comprometidas suelen surgir en el cuarto y quinto

dedo, sin embargo, encontramos un contraste en los violista y violinistas, los cuales

destacan por presentarlo en la articulación temporomandibular (9).

Tratamiento de fisioterapia

El tratamiento de fisioterapia que se realice debe de centrarse en los objetivos de proteger

la articulación dañada, aliviar los síntomas de dolor y mejorar el rango de movimiento

(6).

A la hora de tratar la artrosis en un paciente músico, no se encuentra diferencias

significativas comparado con cualquier otra persona afectada por la misma, por ello

podremos realizar:

• Termoterapia superficial y profunda.

• Crioterapia.

• Baños de contraste, por su efecto antiedematoso y analgésico.

• Cinesiterapia pasiva, activo-asistida y activa.

• Corrientes eléctricas analgésicas, como la TENS. Ultrasonido y láser.

• Estiramientos.

• Técnicas de calentamiento adecuadas previas al ejercicio, así como técnicas de

relajación guiadas (6).

La utilización de férulas para un descanso relativo puede ser aconsejado, sin embargo los

tiempos de inmovilización es necesario que sean lo más breves posibles y controlados, ya

que la no utilización de una articulación supondrá la desmineralización ósea

(osteoporosis) y la atrofia de los músculos relacionados con esa región; por ello con esto

debemos de aconsejarle al paciente que el movimiento es siempre su tratamiento

21

principal, poniendo también en ellos/ellas la responsabilidad de conseguir mejora en su

situación (6).

5.1.4 Hipermovilidad articular

¿En qué consiste?

La hipermovilidad articular, como bien indica su nombre, es una anomalía en el

movimiento de una articulación, en este caso, un aumento de la movilidad normal. En

ocasiones, se puede asociar a enfermedades del tejido conectivo como el síndrome de

Marfan y el síndrome de Ehlers-Danlos (figura 4), patologías sistémicas tales como la

acromegalia y la homocistinuria, o en la mayoría de casos, a una hiperlaxitud

ligamentosa, la cual es la causante de la hipermovilidad en los músicos (6,9).

Figura 4: Manifestaciones del Síndrome de Ehler-Danlos.

Extraído de: Doenças genéticas de colágeno[Internet]

SlideShare. Recuperado a partir de:

https://pt.slideshare.net/JuanZambon/3-doenas-do-colgeno-rx-do-trauma

Se ha probado que los músicos son más propensos a tener esa laxitud tan genuina en

comparación con la población general. Se han estudiado pacientes en los que la presencia

de esta hiperlaxitud puede dar pie a lesiones con más facilidad, llamada laxitud

patológica; sin embargo, en la mayoría de los casos se habla de una hipermovilidad

22

articular benigna, es decir, que no causa ningún tipo de sintomatología perjudicial en el

desarrollo de sus vidas diarias (6,9).

La hipermovilidad puede llevar a una inestabilidad en una articulación en sobreuso, dando

paso fácilmente al desarrollo de procesos inflamatorios como sinovitis y compresiones

nerviosas; la extensibilidad del codo y de la muñeca , contribuyen a la aparición de

neuropatías en estos niveles de compresión (6).

¿A quién afecta?

Como se ha estudiado anteriormente, la prevalencia en músicos es mayor que en el resto

de población, y aunque bien es cierto que su presencia se puede dar en cualquier familia

de instrumentos, es muy común encontrarlo en instrumentista de viento-madera por las

posiciones complejas de dedos y manos, destacando más aún los flautistas. Con la

presente hiperlaxitud es muy común en los flautistas procesos inflamatorios en las manos,

siendo la más típica la tenosinovitis de Quervain, que afecta al abductor largo y el

extensor corto del pulgar. Los músicos que estudian el violoncello y el contrabajo tienden

a tener afectados sus articulaciones carpianas y la primera metacarpofalángica con un

aumento de laxitud (6,9).

Tratamiento de fisioterapia

El fisioterapeuta encargado de la rehabilitación deberá trabajar el balance muscular de

la zona de la hipermovilidad articular, consiguiendo una estabilidad dinámica con

aumento del tono y resistencia, así como diferentes estiramientos de la musculatura

de la mano y muñeca. Todo esto se puede combinar con: educación de la salud donde

se le enseñe a evitar movimientos dañinos, adaptación del instrumento con aparatos,

terapia ocupacional, etc (6,9).

Los procesos inflamatorios de sinovitis se verán con mejoría si ha tratado previamente su

desencadenante, la hiperlaxitud; aunque si es necesario se pueden utilizar técnicas

23

analgésicas como electroterapia o crioterapia en la zona inflamada para intentar rebajar

el dolor (9).

En casos de gran inestabilidad articular o posibles luxaciones, se podrá recurrir a férulas

dinámicas que consigan impedir los movimientos nocivos pero a su vez permitan realizar

los demás de forma libre (6).

5.1.5 Disfunciones de la articulación temporomandibular

¿En qué consiste?

La disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) consiste en un conjunto

de síntomas y quejas referidas por el paciente, las cuales tienen su origen en los

componentes que conforma la zona orofacial, ya sea la propia articulación

temporomandibular (figura 5), los músculos relacionados con la masticación o estructuras

orofaciales circundantes(10–12).

Entre la síntomatología típica de la disfunción de ATM podemos encontrar:

-Dolor en la función de la articulación de la ATM, en la zona preauricular y/o en la

musculatura masticatoria, por ejemplo, al comer o bostezar.

-Limitación y/o desviación en los movimientos de la mandíbula, especialmente al abrir.

-Sonidos al realizar una acción con la zona orofacial, como crepitaciones o chasquidos.

-Dolor facial, de cabeza, de cuello, de oídos, presencia de acúfenos y percepción de

pérdida auditiva, mareos y, dientes hipersensibles y sobrecargados (10–12).

El origen que tiene esta patología se puede deber a diferentes causas. Por un lado, es

respuesta a movimientos de la mandíbula que se salen de la funcionalidad normal,

conocidas como actividades parafuncionales. Entre estas actividades podemos señalar

el bruxismo (rechinamiento de los dientes), morder bolígrafos o lápices, y mascar chicle.

Estos factores van a producir una sobrecarga de la ATM, y con ello, posibles trastornos

de las estructuras orofaciales (10).

24

A partir de esta idea de hacer trabajar en exceso, y en muchas ocasiones,

ergonómicamente incorrecto la articulación temporomandibular, la práctica musical es

considerada un factor de riesgo para dar origen a este tipo de disfunciones, convirtiendo

a los músicos en una población con alta incidencia (10,11).

Por otro lado, un factor agravante y causante de la patología en el terreno musical es la

ansiedad y el estrés con el que deben convivir las personas que se dedican a ello, estando

presente entre un 15-25% de los músicos. En muchas ocasiones, el músico manifiesta

problemas temporomandibulares por las situaciones psicológicamente nocivas que le

rodean, provocando una tensión a nivel mandibular que va a originar y perpetuar en el

tiempo su lesión orofacial, por ello nunca se debe olvidar el factor mental y su tratamiento

(11).

Figura 5: Visión anatómica de la articulación temporomandibular.

Extraído de: Articulación temporomandibular- que es y para qué sirve[Internet]

Mejora tu mordida. Recuperado a partir de:

https://www.mejoratumordida.com/articulacion-temporomandibular/

¿A quién afecta?

El tipo de músico que va a ser más propenso a padecer disfunciones de la articulación

temporomandibular se ha estudiado y encontrado que engloba a los instrumentistas de

viento, a los violinistas y violistas, y finalmente, a los cantantes (10–14).

Los profesionales que tocan instrumentos de viento van a sobrecargar su sistema

orofacial como respuesta a los esfuerzos que tienen que realizar con la musculatura

masticatoria y los músculos faciales que controlan la forma de la boca y los labios (10).

Si a esto le añadimos la presencia de: abrasión de los dientes, en muchos casos, por

bruxismo, hendiduras en la lengua por empujar contra los dientes en situaciones de

ansiedad profesional y uso excesivo, hiperplasia gingival hiperqueratósica por uso

25

excesivo de periodontos y tejidos blandos orales, etc, la probabilidad de sufrir trastornos

de la ATM es muy alta (11).

Por otra parte, los/las violinistas y violistas, utilizan sus músculos al tocar en conjunto

con los músculos del cuello para fijar el instrumento entre el borde inferior de la

mandíbula y el hombro del mismo lado, pudiendo originar una sobrecarga de la

musculatura masticatoria con el fin de no permitir el movimiento del instrumento. Se

puede producir alteración de los dientes y una mordida cruzada (10,12,13).

No hay que olvidar a los cantantes, los cuales la música que van a desarrollar proviene

del movimiento de las cuerdas vocales, produciendo las vibraciones de estas por el aire

procedente de los pulmones, y originando el sonido que termina desembocando por la

boca. Muchos son los casos en el que la mandíbula se ocluye con mucha tensión, dando

dolores de la ATM por el uso intensivo de la mandíbula y todas las estructuras que la

rodean. Algunos síntomas que pueden evidenciar un trastorno en la ATM y del aparato

fonador, son: dolor en mandíbula, ronquera, cosquilleo, irritación, alteración del rango

tonal y la calidad, etc (10,12–14).

Tratamiento de fisioterapia

El fisioterapeuta es necesario que sepa que en algunas ocasiones las disfunciones

temporomandibulares de un paciente tienen que ser solucionadas por otros profesionales,

como es en el caso de un odontólogo u ortodoncista por causas dentales o terapia

psicológica por trastornos de ansiedad o depresión (11).

Tras una valoración adecuada, si la patología puede ser resuelta y tratada por el/la

fisioterapeuta intentará solucionar y evitar posibles recidivas, abordando la disfunción

mediante diversas técnicas, de las cuales se puede destacar:

• Reeducación postural y ergonomía. Una buena postura a la hora de interpretar una

obra evitará malas posiciones con consiguientes sobrecargar musculares.

• Eliminación de las parafunciones.

• Termoterapia y crioterapia.

• Limitación del movimiento de la mandíbula, descanso.

• Masoterapia y estiramientos en musculatura superficial como masetero,

bucinadores, digástrico, temporal, musculatura cervical, etc.

26

• Técnicas de inhibición por presión. Se trabaja de forma intraoral, actuando sobre

la musculatura más profunda con una presión mantenido con un dedo sobre la

zona afectada para aliviar los puntos de mayor dolor.

• Técnicas de punción seca sobre puntos dolorosos localizados.

• Corrientes eléctricas analgésicas (TENS), ultrasonido y láser.

• Estiramientos neurodinámicos del trigémino.

• Biofeedback.

• Técnicas articulares encaminadas a coaptar o decoaptar la articulación.

• Técnicas de relajación guiada (15).

5.2 Otras patologías destacables

En este apartado se pasará a mencionar brevemente algunas patologías menos

destacables, pero también presentes en el ámbito musical, y, por lo tanto, su conocimiento

es necesario que sea controlado por el fisioterapeuta con el fin de tratar o en algunos

casos, derivar a otros profesionales capaces de dar solución al problema.

Síndrome de Satchmo

Consiste en una lesión de la musculatura de los labios, en la que se produce una ruptura

del músculo orbicular debido a grandes presiones que se originan por la embocadura de

algunos instrumentos, conocido como barotrauma. La gran solicitación de la

musculatura va a ir desarrollando microrroturas que dará como resultado una lesión que

supone una disminución en la fuerza y agilidad de los músculos labiales con debilidad a

la hora de hacer gesto como el “puchero” o mantener notas agudas. Las microrroturas van

cicatrizando de manera autónoma lo que va a producir la formación de quistes fibrosos

que entorpecerán el movimiento del músculo orbicular (7,16).

Es típico que se de en instrumentistas de viento metal, más en concreto en trompetistas

y trombonistas (7).

27

Como tratamiento principal es necesario periodos de descanso como mejor forma de

prevenir su aparición, pero en el caso de que se dé, se podrá realizar rehabilitación

mediante reeducación postural, estiramientos de la musculatura orofacial, calentamientos

previos, crioterapia, masoterapia, etc (17).

Ansiedad escénica e hiperventilación aguda

La ansiedad escénica es también conocida coloquialmente con el nombre de miedo

escénico, el cual consiste en un estado en el que el músico se ve superado por actuar

delante de un público, mostrando una sintomatología que se caracteriza por la aparición

de sudores, mareos, disfonías y manifestaciones respiratorias como sequedad bucal y

taquipnea. En algunos casos la ansiedad escénica llega al punto más extremo,

resolviendo en la hiperventilación aguda. Esta respuesta al miedo escénico se ha

estudiado que es 3 veces más común en mujeres que en hombres que se dedican a la

práctica musical profesional (16).

Aunque se puede creer que este trastorno solo incube a la parte cognitiva y conductual de

la salud, no debemos que olvidar que todo nuestro organismo está interrelacionado, y una

ansiedad va a producir alteraciones en la respiración que a su vez harán más fácil la

aparición de la fatiga. El fisioterapeuta puede tener como papel el dar herramientas que

el músico pueda utilizar para hacer frente y evitar la aparición del miedo que paralizaría

su musculatura inspiratoria y espiratoria. Para ello, incidirá en al enseñanza de una

correcta respiración diafragmática, trabajo postural y técnicas de relajación evitando el

estrés (16).

Atrapamiento de nervios periféricos

La patología periférica más común en los músicos es el atrapamiento de un nervio por

fuerzas de compresión, estiramiento o fricción. Algunos datos refieren que ciertas

posiciones a la hora de agarrar o tocar un instrumento pueden suponer con más facilidad

la aparición de atrapamientos nerviosos, destacando el nervio mediano y el cubital. Entre

las neuropatías más frecuentes encontramos el síndrome del túnel carpiano (nervio

mediano) el síndrome del nervio cubital, síndrome de atrapamiento del nervio radial,

28

etc; los cuales producen en el paciente dolor, alteraciones sensitivas como hormigueos,

debilidad y atrofia de la musculatura inervada por ese nervio (4).

El fisioterapeuta realizaría el mismo tratamiento que se suele dar en cualquier paciente de

la población en general afectada por estas neuropatías, por ejemplo, se pueden destacar:

electroestimulación, movilizaciones activas y pasivas, estiramientos tanto miotendinosos

como neuromeníngeo, propiocepción y trabajar la sensibilidad, además de una

reeducación postural.

6. DISCUSIÓN

Este trabajo se ha fundamentado principalmente en 17 artículos diferentes, en los que se

desarrolla el porqué de la aparición de lesiones o patologías en el músico, y de éstas,

cuáles son las más comunes y típicas en ellos o ellas, añadiendo finalmente el tratamiento

de fisioterapia más acertado para cada una de las disfunciones.

El principal problema que encontramos a la hora de abordar este campo de actuación de

la fisioterapia, es el limitado conocimiento por parte de los músicos, de la existencia de

sanitarios especializados en su profesión. En gran parte, es verdad que la cantidad de

personas formadas en este ámbito son escasas, pero las hay, siendo de urgente necesidad

que su trabajo se reconozca y pueda llegar a los oídos de los artistas, sabiendo a quién

acudir en caso de precisar de rehabilitación de la forma más especializada y concreta

posible.

Si hacemos un breve análisis de todo lo anteriormente mencionado en los apartados,

podemos observar que la mayoría de las patologías que se dan en la música se resumen

en un uso excesivo de una región corporal, sumado a las altas horas de práctica y una

mala ergonomía del complejo “persona-instrumento”. Esta combinación desarrollada en

el tiempo origina alteraciones como el síndrome de sobreuso, las disfunciones

temporomandibulares o el síndrome de Satchmo, en las que terminamos por agotar la

funcionalidad correcta de sus estructuras. De aquí podemos obtener también que el mayor

29

tipo de disfunciones en el músico afectan al sistema musculoesquelético en un porcentaje

de hasta un 80%.

Con estos últimos datos se puede entender la necesidad de intervención fisioterapéutica

tanto para paliar los síntomas y devolver al ámbito laboral, evitar recidivas y por supuesto,

como para una buena promoción de la salud y prevención, ya que nunca se puede olvidar

que el mejor tratamiento de fisioterapia es el que se puede evitar a tiempo.

A pesar de que puede parecer que como fisioterapeutas solo nos debe importar el

componente físico, nunca hay que pasar por alto el psicológico. Como se ha estudiado

anteriormente, no solo altas situaciones de estrés, las autoexigencias y competitividad en

el mundo musical van a desencadenar trastornos y cuadros mentales, sino que estos se

van a ver reflejados en el cuerpo físico, desarrollando patologías neuromusculares,

teniendo como ejemplo la distonía motora focal, u otras respiratorias, como la

hiperventilación aguda de etiología en este caso psíquica.

Por este motivo, el fisioterapeuta debe de contemplar el factor físico y el factor

psicológico como uno solo, siendo abordado de forma continua y nunca uno sin el otro.

De esta forma, si fuese necesario se derivará al paciente a los especialistas pertinentes que

puedan dar solución a los problemas que él mismo no pueda abarcar. Como en cualquier

ámbito de la fisioterapia y de la salud, es imprescindible la utilización y comunicación de

un grupo multidisciplinar, teniendo siempre como objetivo el bien del paciente y su pronta

incorporación a la música.

Aunque hemos mencionado disfunciones propias del músico, cabe destacar que otras si

son más comunes de la población en general; como ejemplo de ello se pueden destacar la

artrosis, la hipermovilidad articular o los atrapamientos de nervios periféricos. A pesar de

que su sintomatología y tratamientos no se diferencian en su base a los que se dan en la

población común, no hay que olvidar que su enfoque debe de ser totalmente diferente al

que ya conocemos. Debemos de buscar la máxima perfección posible en la recuperación

(en los casos factibles) del paciente, pues se pueden comparar con deportistas de élite que

quieren seguir desempeñado su profesión en el menor tiempo posible.

30

Por ejemplo, si pretendemos realizar cinesiterapia en una mano con síndrome del uso

excesivo, será más funcional y dará mejores resultados que trabajemos movimientos

concretos o típicos que usa el músico para tocar su instrumento, movimientos que

normalmente en pacientes no-músicos no hacen en su día a día de forma continuada. Por

ello, si planteamos una rehabilitación mucho más adaptada e individualizada con

ejercicios de cinesiterapia específicos, el porcentaje de éxito será mucho mayor.

Por todo esto, es de condición indispensable que el fisioterapeuta que quiera dedicarse a

la rehabilitación de los músicos profesionales conozca este campo de primera mano, se

especialice en ello y se siga formando continuamente.

7. CONCLUSIONES

1. Las patologías que afectan más frecuentemente al músico son de origen

musculoesquelético y se dan en todos los tipos de instrumentistas, incluidos cantantes.

2. El tratamiento fisioterapéutico en las disfunciones musicales es necesario, y precisa

que sea fomentado y visibilizado por todos los profesionales de este ámbito, ya que ayuda

a mejorar la recuperación y la incorporación al trabajo.

3. Con el objetivo de evitar la aparición de patologías y recidivas en el “paciente músico”,

la prevención y promoción de la salud debe tomar un papel central, en el que participa el

fisioterapeuta. Para ello, es necesario que el músico conozca personas especializadas a

las que poder acudir y, ser aconsejada en sus hábitos musicales.

31

8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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33

9. ANEXO

Este anexo tiene la función de mostrar algunas de las lesiones y/o deformidades que

pueden adquirir los músicos al dominar un instrumento concreto, con el fin de poder

mejorar y modificar la postura corporal desde un punto de vista preventivo, ya que

como se ha estudiado, la mayoría de las patologías tienen un origen ergonómico.

Para estos ejemplos, se ha podido tener acceso a algunos músicos de la familia de

viento-madera, viento-metal y percusión pertenecientes a una agrupación musical, y se

les ha observado individualmente en sus hábitos cotidianos de interpretación. Hay que

subrayar que cada paciente buscará sus propias estrategias para sentirse más “cómodo”,

por lo tanto, además de las lesiones evidentes generales en cada instrumento, también

puede haber otras más individualizadas.

La siguiente tabla refleja algunas patologías a las que están expuestos los músicos:

LESIONES EN MÚSICOS CON

CAUSOLOGÍA

EN SU HÁBITO POSTURAL

BOMBARDINO

(viento-metal)

-Sindrome de Satchmo por

barotrauma debido a la

boquilla.

-Dolores cervicales, dorsales

y lumbares por enrollamiento

sobre el instrumento.

-Deformidades en falanges

de la mano con la que se toca

el instrumento y resto de

MMSS.

34

TROMPETA

(viento-metal)

-Rectificaciones cervicales

por adelantamiento de la

cabeza.

-Síndrome de Satchmo por

barotrauma debido al tipo de

embocadura/boquilla.

-Deformidades en las

articulaciones

metacarpofalángicas y

MMSS.

SAXOFÓN

(viento-madera)

-Rectificación y dolor

cervical por la utilización de

arnés al cuello, adelantando

la cabeza.

-Disfunciones de la

articulación

temporomandibular y

estructuras blandas

circundantes por causa de la

embocadura.

-Deformidades sobre todo en

manos y MMSS.

35

CLARINETE

(viento-madera)

-Lesiones de las estructuras

orofaciales.

-Cervicalgia.

Adelantamiento de la cabeza

por el peso del instrumento.

-Síndrome del túnel

carpiano. Atrapamiento del

nervio mediano por

hiperextensión de las

muñecas.

-Deformidades de las

falanges.

TIMBALES

(percusión)

-Esguince de muñeca.

-Algias vertebrales por

enrollamiento sobre sí

mismo al tocar.

-Síndrome del túnel carpiano

por hiperextensión de

muñecas.

-Sobrecarga de musculatura

del hombro.

-Deformidades en manos y

MMSS.