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Universidad de la República
Facultad de Psicología
TRABAJO FINAL DE GRADO
Pre-proyecto de investigación
La religión evangélica como
alternativa al tratamiento de
adicciones
Estudiante: María Lucia Curbelo Difilippo
Tutor: Mag. Ismael Apud
Montevideo, Uruguay
Febrero, 2017
ÍNDICE
1. Resumen ..................................................................................................... 1 2. Fundamentación ......................................................................................... 1 3. Antecedentes .............................................................................................. 4 4. Referentes teóricos .................................................................................... 8
4.1 Paradigmas y enfoques de tratamientos .......................................... 8
4.2 Religión y salud ............................................................................... 9
4.3 Espiritualidad y cura religiosa .......................................................... 10
5. Problema y preguntas de investigación .................................................... 12 6. Objetivos ..................................................................................................... 12
6.1 Objetivo general .............................................................................. 12 6.2 Objetivos específicos ....................................................................... 12
7. Estrategia metodológica ............................................................................ 13 8. Consideraciones éticas .............................................................................. 14 9. Cronograma de ejecución .......................................................................... 15 10. Resultados esperados .............................................................................. 16 11. Referencias bibliográficas ....................................................................... 16
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“Una transformación de la mente, la conciencia y el corazón, no termina, y es para
siempre, la rehabilitación está en buscar a Dios, dejar que te hable cosas y decirle
Dios cambia mi vida, transfórmame, no se consigue a través de terapias ni con
Psicología”.
Joven entrevistado en investigación:
“Nuevas terapias de rehabilitación a través de la doctrina cristiana.
Corporación REMAR Santiago-Chile”
1. Resumen El presente proyecto de investigación abordará la problemática de las
adicciones, procurando contribuir al conocimiento de la influencia que ejerce la religión
evangélica en la recuperación del adicto. Para ello realizaremos un estudio etnográfico
de un grupo religioso perteneciente a la Institución denominada Las Asambleas de
Dios en el Uruguay (LADU), describiendo el comportamiento de las actividades
cotidianas de los sujetos que participan en las distintas terapias brindadas por dicha
institución. Esto permitirá visualizar cómo funcionan y se constituyen las prácticas y
metodologías utilizadas en el tratamiento, así como también analizar las repercusiones
a nivel de salud física y psicológica vinculadas a la práctica religiosa. La relevancia de
la temática a abordar surge a partir de la falta de conocimiento científico de este
método de tratamiento en el Uruguay, y la creciente oferta de propuestas y alternativas
brindadas por parte de estas instituciones en los últimos tiempos. Se espera a partir de
los resultados obtenidos complementar las teorías y futuras investigaciones que
permitan repensar la temática.
Palabras clave: Religión evangélica pentecostal - Tratamiento de adicciones -
Etnografía
2. Fundamentación Esta investigación surge de un interés personal por la temática, tanto del
consumo de drogas como la relación con lo religioso. Comencé la carrera universitaria
con la meta de estudiar y trabajar con esta problemática. Como creyente y practicante
de la religión evangélica pentecostal he tenido oportunidad de trabajar con adictos
dentro de la iglesia a la cual asisto, desde el conocimiento adquirido durante la carrera
y a través del apoyo espiritual que brindan este tipo de instituciones. Durante estos
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años he visto adictos ser rehabilitados y tener cambios radicales en sus vidas así
como a otros recaer y abandonar la institución. Como estudiante de psicología y
siendo participe de prácticas religiosas he tenido que enfrentar controversias y
cuestionamientos por mi postura pero siempre me he mantenido firme en mis
convicciones. Considero muy importante este trabajo para mi desarrollo personal y de
formación para mi futuro desempeño en el área. Para ello quiero conocer de forma
adecuada el trabajo que se realiza en este tipo de instituciones y poder analizar las
prácticas desde una perspectiva científica que me permita pensar y valorar esta
metodología de tratamiento. Esta investigación será todo un desafío personal ya que
me enfrentará a evaluar las prácticas de mi propia cotidianidad. Por lo tanto utilizaré el
análisis de la implicación del investigador en el trabajo de campo, como herramienta
para el análisis reflexivo de la realidad social que deseo estudiar. El etnógrafo se
involucra en las actividades cotidianas intentando de alguna forma, mantener la
distancia y a su vez involucrarse. Este hecho implica compromiso y responsabilidad y
por lo tanto un gran esfuerzo por mantener una constante elaboración reflexiva de lo
ocurrido en el campo. Dada la falta de conocimiento científico de este método de
tratamiento en el Uruguay, decidí realizar este proyecto de investigación esperando
que los resultados obtenidos sean un insumo a las prácticas de intervención de los
grupos estudiados, así como también contribuir a las políticas públicas y la
planificación general de la intervención en adicciones.
En Junio de 2014, autoridades de la Junta Nacional de Drogas (JND,
organismo dependiente de la Presidencia de la República) convocaron a un encuentro
a representantes de instituciones religiosas y sociales en la cual participaron
psicólogos, actores religiosos y jóvenes que se han recuperado de su adicción. En
dicha actividad los usuarios con consumo problemático de drogas relataron sus
diferentes experiencias, describiendo el abordaje con el que se intenta dar atención y
contención a personas que están pasando por esta situación. El secretario general de
la JND, Julio Calzada, manifestó que “En muchos barrios estas instituciones tienen
relaciones de cercanía con los usuarios de drogas y queremos rescatar y tomar en
cuenta ese trabajo porque es un aporte significativo a la estrategia de atención y
tratamiento” (Calzada, en: Presidencia de la República, 2014).
La JND desarrolla por un período de 4 años una Estrategia Nacional de Drogas
para el Abordaje del Problema Drogas (END), donde establece un mapa de ruta para
la implementación de políticas, definiendo su plan de acción, prioridades, metas y
compromisos institucionales. La Estrategia Nacional para el periodo 2016-2020 pone
énfasis en el desarrollo de sus acciones orientadas en distintos principios donde el
saber científico y las buenas prácticas evaluadas debidamente, cumplen un rol
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fundamental en el diseño de la estrategia de abordaje (JND, 2016). Recurriendo a las
palabras de Calzada sobre la importancia que atribuye al trabajo social que las
instituciones religiosas desarrollan en distintos barrios y teniendo en cuenta que la
END enfatiza la evaluación científica de las prácticas de atención y tratamiento, es
fundamental entonces poder conocer de forma adecuada el trabajo de estas
instituciones para el mejor desarrollo de las mismas.
En el ámbito de atención a las adicciones, Galaviz & Ortiz (2014) señalan que
una de las opciones terapéuticas alternativas con auge a nivel social en los últimos
tiempos, son los modelos apoyados en principios espirituales de base cristiana-
evangélica, que pueden explicarse por el crecimiento del pentecostalismo en América
Latina. Según Garma (2009) los evangélicos pentecostales encuentran en la “sanación
milagrosa” la vía para ganar adeptos, la cual se lleva a cabo a través de la oración y la
fe, estimulando la intervención divina para la curación tanto física como espiritual. Sin
embargo, desde mi experiencia personal, he observado que en el caso de las
instituciones que trabajan en la recuperación del adicto en hogares de estadía
prolongada, no hay un acto espontaneo de “sanación milagrosa”, sino que se daría
mediante una recuperación progresiva. Este hecho lleva a la interrogante de que es lo
que proponen dichas instituciones que hace que los sujetos permanezcan en ese
lugar, aún cuando la sanación no se logre inmediatamente a través del “acto
milagroso”.
Los centros de rehabilitación de base cristiana basan sus prácticas terapéuticas
en la espiritualidad y por lo general escasea el uso de profesionales durante el
tratamiento. Galaviz & Ortiz (2014) plantean que en dichos centros, un consumidor de
drogas ingresa y, además de abandonar el consumo, pasa por un proceso de
conversión religiosa en el cual identifica el plan que Dios tiene para su vida. Este plan
consiste en consagrar su vida para la rehabilitación de otros consumidores mediante el
relato de su testimonio personal como su principal recurso para guiar la abstinencia.
Su educación formal no es relevante, sino su experiencia de vida como base
fundamental para llevar a cabo dicha tarea. Por otro lado, los centros de rehabilitación
del Estado atribuyen a la eficacia de sus tratamientos, la trasmisión de conocimientos
psiquiátricos y psicológicos que contribuyan a la mejor compresión de la adicción y su
abordaje. Esto hace alusión a la importancia de profesionales y, por lo tanto al valor
académico y científico necesario para el buen desarrollo de los tratamientos de
rehabilitación y marca la desestimación del conocimiento derivado únicamente de la
experiencia. La falta de participación del Estado en el área de terapias de
rehabilitación religiosas, deja en manifiesto la importancia de esta investigación para el
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desarrollo de políticas que cuenten con base científica y contribuya a la articulación
entre las instituciones religiosas y el Estado, en un mutuo diálogo y respeto.
En el presente proyecto, proponemos un estudio de tipo cualitativo de la
institución LADU, la cual lleva adelante un proyecto denominado Desafío Juvenil, que
cuenta en Uruguay con tres centros de rehabilitación y dos iglesias que trabajan en
forma ambulatoria además del trabajo que se realiza a través de las 200 iglesias
distribuidas en todo el territorio uruguayo con diferentes tipos de problemáticas
sociales (LADU, 2016). Considerando la importante presencia que marcan estas
instituciones a nivel social, cómo influyen a nivel de políticas de salud, y teniendo en
cuenta la falta de investigación científica en el área, es de crucial importancia conocer
de forma adecuada la metodología ejercida por parte de estas instituciones, así como
también pensar, desde las narrativas de los sujetos involucrados, el impacto de las
prácticas religiosas y espirituales en la psicología y la salud de los participantes
(Quiceno & Vinaccia, 2009).
3. Antecedentes El Programa Latinoamericano de Estudios Sociorreligiosos (PROLADES), en
su estudio “Enciclopedia de grupos religiosos en las Américas y la península ibérica:
religión en Uruguay”, señala que las primeras iglesias protestantes en Uruguay tienen
sus comienzos a principios del siglo XIX a través de la llegada de inmigrantes de
distintos países. En 1835 los metodistas americanos iniciaron su labor a través del
trabajo misionero que en 1839 se establece en Montevideo. La Iglesia Evangélica del
Río de la Plata comenzó en 1840 con la llegada de los luteranos alemanes. Más tarde,
se les unieron otros provenientes de Suiza, Austria, Hungría, Rusia, Brasil y Rumania.
En 1856, los miembros de la Iglesia Valdense estuvieron entre los inmigrantes que
llegaron de Italia. Con el tiempo, otros inmigrantes reformados de Europa llegaron a
Uruguay y ayudaron a incrementar la cantidad de miembros de la Iglesia Valdense de
la región del Río de la Plata. En 1866 llegan Los primeros misioneros anglicanos y se
forma la Iglesia Anglicana del Uruguay. Más tarde en este mismo siglo, llega el Ejército
de Salvación (1890) de Inglaterra y la Iglesia Adventista del Séptimo Día (1895) de los
EE.UU. La relativa libertad religiosa durante el siglo XX ha llevado al establecimiento
de una gran variedad de denominaciones protestantes en el Uruguay, en su mayoría
provenientes de los EE.UU. El pentecostalismo uruguayo comenzó en 1930 con la
llegada de misioneros estadounidenses de la Iglesia Pentecostal Unida y
posteriormente por las Asambleas de Dios Suecas en 1938, las Asambleas de Dios de
los EE.UU en 1946 y la Iglesia de Dios de la Profecía en 1957. Durante los años 1980,
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existía en Uruguay cerca de 70 denominaciones pentecostales y la cantidad de
miembros excedía a la de las denominaciones no pentecostales, sin embargo, según
el PROLADES la población protestante Uruguaya históricamente ha sido la de menor
población entre los países del Cono Sur y una de las razones de este hecho se deber
a la larga tradición secular del país. En el censo del Instituto Nacional de Estadística
(INE) de 2006, 47% de la población se identificaba con la Iglesia Católica, 40.4% no
procesaba ninguna religión y 11% se identificaba como “cristiano no católico” lo cual
incluía a los ortodoxos orientales, protestantes y grupos cristianos marginales. (PROLADES, 2010).
Por otro lado, se toma como punto de partida del pentecostalismo mundial “el
avivamiento” ocurrido en la calle Azusa, en los Ángeles, Estados Unidos, en 1906,
dirigido por el predicador afroamericano William J. Seymour. Dicho predicador fue
alumno de Charles Parham, quien proporcionó el marco doctrinal del movimiento
pentecostal, básicamente constituido por el bautismo del Espíritu Santo que tiene
como evidencia inicial el “hablar en lenguas espirituales” o glosolalia, así como los
milagros de sanidad que se convirtieron en una marca determinante del movimiento
pentecostal (Assemblies of God, 2016). Derivado de este movimiento, en 1914 en Hot
Springs, Arkansas se reunieron los primeros fundadores de Las Asambleas de Dios
representados por una variedad de iglesias independientes, quienes dan origen al
primer Consejo General. Luego al correr los años diferentes misioneros fueron
extendiendo su visión a lo largo del mundo. La institución de Las Asambleas de Dios
en el Uruguay tiene origen en 1946 a través del misionero Raymond De Vito
procedente de los Estados Unidos. La primera iglesia formada fue en la calle Jaime
Cibils 2826, que continúa funcionando hasta la fecha (Las Asambleas de Dios, 2016).
El proyecto Desafió Juvenil Uruguay está afiliado a Teen Challenge
International una organización religiosa sin fines de lucro de atención a la problemática
de adicciones. Teen Challenge fue fundado en la ciudad de Nueva York, en el año
1958, por David Wilkerson. En el año 2002 este movimiento llega al Uruguay a través
de la institución de Las Asambleas de Dios a la iglesia denominada “Vida Abundante”
situada en la localidad de El Pinar, Canelones, la cual en el momento cuenta con dos
centros de rehabilitación, uno en la localidad de El Pinar y otro en la localidad de
Pando. Por otro lado Desafío Juvenil cuenta con un tercer centro de rehabilitación en
el departamento de Colonia y dos centros de tratamiento ambulatorio situados en la
localidad de Montevideo y en el departamento de Artigas.
Dentro de sus objetivos de tratamiento encontramos la importancia brindada al
ejercicio de la espiritualidad como base del mismo. Su filosofía de trabajo está basada
en que solamente Dios puede proveer la sanidad total, tanto física, mental como
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espiritual, dicho principio está integrado a cada actividad desarrollada en sus
programas (Las Asambleas de Dios, 2016). Dada la escasez de investigaciones a nivel nacional en relación a la temática,
tomaremos como antecedentes para la reflexión de este trabajo algunas
investigaciones internacionales. Por un lado, una investigación realizada en Chile por
las autoras Sibella Díaz y Natalia Rocco (2007) denominada “Nuevas terapias de
rehabilitación a través de la doctrina cristiana”, donde el objetivo de la misma se basó
en comprender el movimiento evangélico desde la ayuda prestada a través de las
terapias de rehabilitación de adicciones, específicamente en la corporación REMAR
(Rehabilitación de personas Marginadas) ubicada en Santiago de Chile, la cual ha
trabajado en la rehabilitación de adicciones con alrededor de 7000 personas a lo largo
del territorio. (Díaz & Rocco, 2007, p. 20).
Durante el análisis de la investigación encontraron en el discurso de los
involucrados que la rehabilitación comienza cuando entienden la naturaleza de la
doctrina, presentada como "entender el propósito que Dios tiene para ellos" (Díaz &
Rocco, 2007, p. 159). Para lograr este propósito, las personas se someten a un
proceso que incluye cambios de pensamientos, percepciones y actitudes a través de la
metodología utilizada en base a los principios dogmáticos que trabaja la institución.
Esto genera en los pacientes un nuevo significado frente a su existencia, en donde sus
logros son respaldados bajo la “gracia de Dios”, sintiendo que él es el principal motivo
para que continúen llevando a cabo la vida que han logrado volver a empezar. De las
actividades consideradas más importantes con las que cuenta el programa, se
encuentra la “Oración” como la actividad de mayor importancia, seguido por las
“Actividades de Grupo” y por ultimo “los Trabajos que desempeñan al interior” que se
refiere a trabajos laborales. Por otra parte, la Biblia es la guía del proceso, donde se
encuentran recomendaciones que ayudan y dirigen las buenas acciones, normas de
conducta y el camino a seguir. Para algunos de los entrevistados la fe en Dios es la
única metodología, y la certeza de haber entregado en las manos de Dios su vida es lo
que genera su completa transformación (Díaz & Rocco, 2007, p. 163).
Por último se encontró que REMAR no cuenta con un equipo multidisciplinario,
por lo tanto no se pueden detectar patologías duales ni tener un seguimiento
profesional durante el proceso. Son los monitores (adictos rehabilitados), los que
reciben a los pacientes y ponen en práctica el tratamiento, por ende son ellos los
agentes responsables del seguimiento durante el proceso de rehabilitación. Esta
situación deriva a que el Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes
(CONACE, organismo público que funcionó entre 1990 y 2011) no actúe como
respaldo de esta institución, ya que no cuenta con equipos multidisciplinarios que
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aporten una rehabilitación integral de los internos. Además, los lineamientos de
trabajos que presenta REMAR, son llevados adelante a través de la doctrina religiosa,
y por tanto CONACE no la valida como una terapia Rehabilitadora. (Díaz & Rocco,
2007, p. 192)
Por último, encontramos un artículo denominado “Estado laico y alternativas
terapéuticas religiosas. El caso de México en el tratamiento de adicciones” realizada
por los autoras Gloria Galaviz y Olga Ortiz (2014). El objetivo del artículo se basó en
reflexionar sobre los retos políticos, sociales y culturales del crecimiento de la oferta
terapéutica de base religiosa en México. El análisis partió de una investigación
realizada en Baja California, donde la oferta terapéutica evangélica para el tratamiento
de adicciones en centros de rehabilitación tuvo un aumento significativo en los últimos
años. Este hecho expuso la necesidad del Estado de brindar servicios de salud laicos,
y su incapacidad de lograrlo. A pesar de esta carencia, el Estado no acude a la oferta
terapéutica religiosa brindada por la sociedad civil (Galaviz & Ortiz, 2014, p. 253). En
dicho artículo, las autoras plantean que en América Latina históricamente coexisten
diversas formas de atención en salud con concepciones y perspectivas distintas para
llevar adelante los tratamientos. Esta diversidad está constituida principalmente por la
medicina tradicional, medicina académica o biomédica y la medicina doméstica, lo que
hace que los usuarios puedan combinarlos en función a las circunstancias y los
recursos disponibles.
El interés se centra en el crecimiento de las denominaciones evangélicas
pentecostales y las alternativas de tratamiento de adicciones en centros de
rehabilitación, donde las prácticas de sanación ocupan un lugar importante en la
estructuración de su sistema simbólico, generando un reto para el Estado en la
atención de este problema de salud pública, respetando su carácter laico del cual se
rige. Estos modelos de carácter religioso, podrían clasificarse dentro de la denominada
medicina alternativa, las cuales según la OMS (2013) aluden a un amplio conjunto de
prácticas de atención de salud que no forman parte de la tradición ni de la medicina
convencional de un país, ni están totalmente integradas en el sistema de salud
predominante. El criterio para considerar alternativo a un determinado tipo de práctica
o modelo terapéutico, estriba básicamente en su vinculación con el
Estado, el grado de aceptación y reconocimiento de las alternativas
terapéuticas, así como los sistemas de regulación de las mismas, por
parte de éste, son diversos, complejos y difusos (…) tanto las terapias
indígenas como las de base cristiana, son consideradas alternativas.
Sin embargo, la existencia de la primera, desarrollada principalmente en
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comunidades indígenas goza de una legitimidad cultural y política que
no tiene la segunda, dado los retos que representa la laicidad del
estado. (Galaviz & Ortiz, 2014, p. 260)
Esta investigación arroja la importancia del dialogo por parte del Estado y este
tipo de instituciones religiosas que tienen un alto grado de participación social. Por un
lado encontramos la ausencia de una formación profesional por parte del personal en
la atención de los centros de rehabilitación religiosos y, por otro lado, las concepciones
de salud-enfermedad provenientes del personal clínico del Estado. Además del reto
político y médico que implica, representa a su vez un reto académico, en tanto que
complejiza el debate del concepto de medicina alternativa y su aceptación como
alternativa de tratamiento (Galaviz & Ortiz, 2014, p. 272).
4. Referentes teóricos
4.1 Paradigmas y enfoques de tratamientos
La problemática de las adicciones es un fenómeno que ha sido estudiado a
través de diferentes enfoques teóricos, los cuales han abierto una amplia gama de
paradigmas y posicionamientos a la hora de intervenir. Para poder estudiar las
estrategias terapéuticas con base científica es necesario determinar; cuáles son los
paradigmas que rigen los modelos terapéuticos, qué enfoques teóricos definen las
estrategias utilizadas y cuáles son los procedimientos de construcción de los métodos
de abordaje.
La estrategia de la JND se rige bajo el modelo de reducción de riesgos y daños
que tiene como finalidad disminuir los efectos negativos del uso de drogas ya sea a
nivel individual, en el entorno o de terceros. Los enfoques de reducción de riesgos y
daños desde lo asistencial se basan en trabajar con los usuarios sin exigir un consumo
cero, lo principal de este modelo es mantener la vida por encima de no consumir y es
una forma de incluirlos en el sistema sanitario. Según el planteo de la JND, esto no se
contrapone con sistemas que tienden al consumo cero, como el paradigma
prohibicionista y “guerra contra las drogas”, si no que son complementarios (JND,
2016). Por lo tanto este modelo de reducción de daños no necesariamente apunta a
que el usuario de drogas tenga una abstinencia completa si no a reducir los riesgos
que esta genera.
De acuerdo a Apud y Romaní (2016), los principales modelos con base
científica que se destacan en el estudio de las adicciones y que han acarreado
numerosas contradicciones son: el modelo biomédico que toma la adicción como una
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“enfermedad del cerebro”, el modelo biopsicosocial donde se integran variables
psicológicas y del contexto, y por último el modelo sociocultural donde se focaliza en la
importancia de la cultura y el contexto social. Las alternativas de tratamiento están
fundadas sobre estos modelos, que llevan a las diferentes instituciones a optar por
estrategias de intervención muy variadas, por ejemplo: terapias cognitivo-
conductuales, las terapias centradas en la familia, las terapias analíticas y
psicodinámicas, la utilización de fármacos como parte del proceso de tratamiento
(Becoña & Cortés, 2011).
4.2 Religión y salud
Newberg y Lee (2006), en su investigación titulada “The relationship between
religion and health”, manifiestan como en los últimos años ha habido un creciente
interés en los efectos que la religión tiene sobre la salud y la importancia de desarrollar
investigaciones que den cuenta de la integración de la religión en el ámbito de la
atención sanitaria. En dicha investigación, los autores exponen un gran número de
estudios que han explorado la relación entre la religión y la salud. Para ello, esbozan
algunos beneficios y dificultades que se encontraron en estudios realizados en
distintas partes del mundo y en diferentes religiones.
En cuanto a los beneficios, encontraron que la asistencia a los servicios
religiosos era reveladora de una mayor satisfacción a nivel de la salud. Por otra parte y
ahondando en el tema en el cual estamos trabajando, la religión puede afectar el
consumo de alcohol y sustancias, al considerar que el uso de las mismas afectan la
vida de la personas. Algunas religiones prohíben estrictamente el alcohol y uso de
sustancias. Aunque las posturas de las religiones hacia el consumo varían
considerablemente, los individuos involucrados en la religión que igual consumen, son
menos propensos al abuso de sustancias. Las religiones desempeñarían un papel
educativo en contra del consumo, por el cual el temor de violar estos principios puede
ser la raíz del efecto de abstinencia. Por otro lado, la implicación religiosa y las
manifestaciones positivas que la acompañan, pueden mantener a la gente ocupada y
evitar la ociosidad y el aburrimiento que podrían generar el abuso de sustancias.
Puede haber presión de otros miembros de la iglesia para permanecer abstinentes y la
presión de pares genera una influencia para la toma de decisiones. Se encontró que
las actividades religiosas y espirituales pueden servir como terapia complementaria en
varios programas de tratamiento de enfermedades y adicciones. Por último, aunque la
mayoría de los estudios han mostrado efectos positivos, la religión y la espiritualidad
también pueden afectar negativamente la salud. Por ejemplo, algunos grupos
religiosos pueden oponerse directamente a ciertas intervenciones de atención de la
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salud, como las transfusiones de sangre o la anticoncepción, y convencer a los
pacientes de que sus dolencias son debidas al incumplimiento de las doctrinas
religiosas más que a las enfermedades orgánicas. Además, las religiones pueden
estigmatizar a las personas al punto de que no buscan atención médica adecuada.
4.3 Espiritualidad y cura religiosa
Para conceptualizar el modelo de tratamiento basado en la espiritualidad,
tomamos de la investigación realizada por Esteve Blanch (2014) sobre los procesos de
recuperación de la dependencia del alcohol, el concepto de “modelo espiritualista” el
cual reseña la posible metodología de trabajo ejercida por parte de las instituciones
religiosas. Este modelo toma como ejemplo los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA)
surgidos en 1935 en Estados Unidos por William Wilson, y Robert Smith, quienes
establecieron relaciones de contacto. Marcando como inicio a estos grupos
encontramos en un principio reuniones bajo el nombre de “Oxford Groups”, los cuales
estaban relacionados con la iglesia evangélica de dicho país, por lo tanto la historia
inicial de AA está enmarcada en un entorno religioso.
En las conceptualizaciones principales que manejan los grupos con modelos
espiritualistas, encontramos por un lado, el término de enfermedad, denominando
como “enfermo alcohólico” a una persona dependiente la cual es incapaz de superar
por sí misma dicha dependencia, y por otro, un componente espiritual que lleva a los
alcohólicos a una conversión y cambio de personalidad bajo la guía de un “poder
superior”. Este cambio sólo puede producirse compartiendo experiencias con otros
enfermos alcohólicos, reuniéndose frecuentemente y manteniendo esta constancia
regularmente durante muy largos periodos de tiempo. Los grupos de AA basan sus
tratamientos en terapias de grupo de carácter ambulatorio (Esteve Blanch, 2014, p. 86-
87).
Resulta interesante abordar el concepto de “poder superior” que marca un
referente teórico importante para esta investigación. Notamos que no necesariamente
el poder superior tiene que ser aludido a Dios, si no que existen posiciones
diferenciadas en relación al concepto. En la investigación etnográfica realizada por
Esteve Blanch (2014) encontramos que en la mayoría de los grupos había referencia
al poder superior o directamente a Dios como la influencia que lograría la sobriedad y
la fuerza para mantenerla. La confianza en la intervención del poder superior marcaba
entonces, en la mayoría de los casos, la vía por la cual lograban la fuerza necesaria
para la abstinencia completa. Ahora bien, el poder superior no necesariamente tiene
que estar centrado en la figura de Dios, pero en sí es un eje importante en el
tratamiento. Para el autor, el poder superior está depositado en el grupo y su confianza
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en el mismo, pero siempre hay algo “más allá” de su propia voluntad de cambiar que
los ayuda a superar su enfermedad.
Para concluir el concepto citamos las palabras del autor:
El modelo espiritualista de AA, es, a nuestro criterio, una derivada de la
interpretación luterana de la culpa y de la salvación por la fe. En este
caso la fe en un poder superior es la clave para superar la dependencia.
Fe que se tiene que ir reafirmando a través de la participación
continuada en los grupos, en una especie de rito de paso y linealidad
inacabables, ya que se transmite a los usuarios que el riesgo de recaída
va asociado a la propia naturaleza humana y a una personalidad
radicalmente errónea según el programa de la Comunidad (Esteve
Blanch, 2014, p. 286).
Teniendo esta base conceptual y viendo la importancia que amerita la creencia
en un “poder superior” para la sanidad, tomamos la investigación realizada por Jaume
Vallverdú (2010) donde encontramos el concepto de “curación” ligado a la conversión
religiosa, constituida por el cambio radical que ejerce una persona, el cual está
representado en su mayoría por la curación de enfermedades o la superación de la
adicción al alcohol. La conversión implica un encuentro personal con Dios, arrepentirse
de sus pecados y recibir a Jesucristo como su salvador. Por lo general la conversión
está vinculada al hecho de “curación milagrosa”, donde en los testimonios realizados
por los adeptos, aparece el hecho de una enfermedad, tanto personal o de terceros, la
cual ha sido curada a través de un acto milagroso. Este hecho lleva a la persona a
convertirse a Cristo y considerar al pentecostalismo como la verdadera religión. La
enfermedad entonces es considerada como el acceso a la conversión, sería la vía por
la cual la persona conoce a Cristo. El testimonio que marca el convertido deja en claro
este momento, marcando su vida antes de la conversión y su vida después de la
misma como algo totalmente opuesto.
Por otra parte siempre se remarca que Dios es quien trae esa curación del
cuerpo, pero hay quienes tienen el don de sanación y son el instrumento divino para
trasmitir esa energía. Esta es una vía clave para la sanción, así como también se
puede dar mediante la oración colectiva de adeptos poniéndose de acuerdo para la
sanidad de alguien en particular. El ayuno y la oración son herramientas
fundamentales para tales hechos. El testimonio de los convertidos brinda seguridad y
confianza a quienes están padeciendo enfermedades y su fe en que ellos pueden
experimentar lo mismo, los conduce a creer en Dios como la vía por la cual pueden
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recibir su curación. Por otro lado, los que no sanan son considerados por su falta de
fe, que no han creído lo suficiente o que están en un tiempo de prueba por el cual
tienen que pasar y no se recrimina el poder soberano de Dios en este sentido. Para
culminar encontramos la remarcada importancia atribuida a un poder superior, en este
caso Dios, el cual es quien proporciona la sanidad.
5. Problema y preguntas de investigación La falta de investigación científica sobre los métodos de intervención en
adicciones que brindan las instituciones religiosas, hace que las mismas no sean
tomadas en cuenta para el desarrollo de la Estrategia Nacional de Drogas. La
creciente oferta de este tipo de instituciones, genera la necesidad de una evaluación
de las prácticas ejercidas y su influencia en las políticas de salud del Estado. Derivado
de los antecedentes y reflexionando en los aspectos conceptuales surgen diversas
interrogantes:
¿Qué eficacia tienen los dispositivos de atención ofrecidos por la
institución LADU? ¿Cómo percibe el usuario de drogas dicha eficacia?
¿Hay lugar para el trabajo de profesionales en dichos dispositivos?
¿Los usuarios de centros de rehabilitación religiosos utilizan dichos
servicios por elección del método de tratamiento o los utilizan por la
falta de oferta de servicios residenciales por parte del Estado?
¿Cuáles son las repercusiones psicológicas que se generan en la
práctica de este tipo de metodologías?
¿Cómo es considerada “la curación” en los centros residenciales en los
cuales la misma se da mediante un proceso y no de manera
espontánea?
6. Objetivos
6.1 Objetivo general Describir y analizar las prácticas y metodologías implementadas en los
dispositivos de tratamiento que cuenta la institución evangélica Las Asambleas de
Dios en el Uruguay desde una perspectiva etnográfica.
6.2 Objetivos específicos Descripción etnográfica de las prácticas cotidianas de los sujetos involucrados,
visualizando los efectos y repercusiones de dichas prácticas, a través de la
observación participante.
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Analizar la estrategia metodológica utilizada por parte de la institución, a través
de entrevistas realizadas a informantes calificados.
Identificar cual es la percepción de los usuarios sobre la eficacia de dicho
tratamiento, a partir de las entrevistas realizadas.
Analizar a través de los datos obtenidos, como repercuten a nivel de salud
física y psicológica, las nociones de “curación” y sanidad, ejercidas mediante el
modelo de tratamiento basado en la espiritualidad.
7. Estrategia metodológica Se realizará una investigación de tipo cualitativa entendiendo por tal a la
investigación que produce datos descriptivos utilizando las propias palabras de las
personas, habladas o escritas, y la conducta observable (Taylor y Bogdan, 1992, p.
20). Utilizaremos el método etnográfico, el cual resulta pertinente ya que busca
comprender los fenómenos sociales, describiendo el comportamiento de las prácticas
cotidianas desde las narrativas de los sujetos involucrados. El etnógrafo, participa
abiertamente de la vida cotidiana de las personas durante un tiempo relativamente
extenso, mediante la observación y la escucha, recogiendo todo tipo de datos
accesibles para poder elucidar la temática en estudio (Hammersley & Atkinson, 1994).
El trabajo de campo se realizará en el centro de rehabilitación “Vida abundante”
situado en la localidad del El Pinar, seleccionado por ser el que posee mayor
trayectoria de trabajo en esta área. La población objetivo serán los sujetos con
consumo problemático de drogas y los encargados de llevar adelante el programa.
Utilizaremos las técnicas de observación participante y entrevistas en profundidad.
Primeramente se realizará la observación participante, técnica central de la etnografía,
en donde el investigador comparte con los investigados su contexto en distintas
actividades cotidianas (Taylor y Bogdan, 1992). Mediante la observación participante,
surgirán los informantes calificados a los cuales se les aplicará entrevistas
semidirigidas que estarán diseñadas para conocer principalmente la estrategia
metodológica por la cual se rigen las propuestas terapéuticas y la percepción que
estos informantes tienen sobre la eficacia de los tratamientos. Por otro lado se
realizaran entrevistas en profundidad mediante “reiterados encuentros cara a cara
entre el investigador y los informantes, encuentros éstos dirigidos hacia la
comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respectos de sus vidas,
experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras” (Taylor y
Bogdan, 1992, p.101). Entrevistas que permitirán obtener datos relevantes que
mediante la observación participante no logremos alcanzar.
14
Por otra parte, dada la participación directa desde mi rol como investigador en
el campo religioso, y teniendo en cuenta que la subjetividad del investigador influye en
el trabajo de campo, será necesaria la continúa reflexividad y análisis de la implicación
durante el transcurso de la investigación. Guber plantea que:
La subjetividad es parte de la conciencia del investigador y desempeña
un papel activo en el conocimiento. (…) La actividad específica del
investigador es sólo aparente y superficial si éste no puede indagar
reflexivamente de qué manera coproduce el conocimiento a través de
sus nociones y sus actitudes y desarrollar la reflexión crítica acerca de
sus supuestos, su sentido común, su lugar en el campo y las
condiciones históricas y socioculturales bajo las que lleva a cabo su
labor. (Guber, 2004, pp. 112-113)
Podría encontrar, considerando la familiaridad de mi posición frente al campo,
una ventaja en el acercamiento y la aceptación dentro del mismo, pero por otro, la
posición como observador puede generar ciertos temores por parte de los
participantes. Según Guber (2004), el antropólogo y la población se presentan de dos
universos de significación y de dos mundos sociales diferentes. Esto ocurre aun
cuando el investigador pertenece al mismo grupo o sector que sus informantes, pero el
interés del primero, el investigador, difiere del interés de los investigados, por lo tanto
su mirada no es como la de alguien en la cotidianidad.
Por último, la información recogida durante el transcurso de la investigación
será registrada mediante notas de campo donde el etnógrafo registra las experiencias,
propias y ajenas, en forma constante, detallada y prolongada en el tiempo. Dichos datos
serán analizados en función de los objetivos propuestos. Se elaborará un informe final
que dará cuenta del proceso de investigación y de los resultados obtenidos.
8. Consideraciones éticas Para la realización de esta investigación se tomará en cuenta las normativas
exigidas por la legislación existente, acerca de la investigación con seres humanos,
citada en el Decreto 379/008 (Poder ejecutivo, 2008). La investigación se llevará a
cabo luego de obtener la autorización por parte del comité de ética de la Facultad de
Psicología y la institución involucrada donde se desarrollará la misma. Se informará
apropiadamente a los participantes, de forma clara, sobre el motivo de la investigación,
el procedimiento de la misma y la protección de los datos. Se les comunicará el
carácter voluntario, no sólo en caso de acceder a participar, sino también la posibilidad
15
de retirarse cuando lo desee. Se brindará el acceso a un consentimiento informado,
teniendo en cuenta que el mismo detallará los objetivos de la investigación y la
confidencialidad de la información.
9. Cronograma de ejecución
ACTIVIDADES
TIEMPO DE EJECUCION EN MESES
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Revisión bibliográfica X X X X X X
Solicitud de
autorizaciones
institucionales
X
Elaboración de
entrevistas y pautas
para la observación y
trabajo de campo
X
Observación y contacto
con los informantes
calificados
X X X X X X X X X
Realización de
entrevistas a
informantes calificados
X X
Realización del grupo de
discusión
X
Análisis de datos y
Desgrabación de
entrevistas
X X X
Elaboración de informe
final
X X
16
10. Resultados esperados En primer lugar se espera como resultado de este proyecto de investigación
contribuir al conocimiento de las prácticas metodológicas del tratamiento de
adicciones, realizadas por parte del grupo religioso evangélico a estudiar. Acercarnos
al posicionamiento que asumen a la hora de intervenir y si existe un modelo teórico en
el cual estén basadas sus intervenciones.
Por otro lado, a través del estudio etnográfico y las narrativas de los propios
actores que participan en este dispositivo, se intentará recabar insumos con los que
podamos aproximarnos al conocimiento de las manifestaciones psicológicas
vinculadas a la práctica religiosa, como alternativa de recuperar el bienestar integral de
los sujetos con consumo problemático de drogas.
Se procura aportar información para contribuir a las políticas públicas y la
planificación general de la intervención en adicciones, así como contribuir en la
articulación entre las instituciones religiosas estudiadas y el Estado, en un mutuo
diálogo y respeto.
Para finalizar se espera que los resultados obtenidos en este proyecto de
investigación sean un insumo de la investigación científica a las prácticas de
intervención de los grupos estudiados, para un mayor beneficio de los mismos.
11. Referencias bibliográficas
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