UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO...

45
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO UTESA Área de Ciencias y Humanidades Carrera de Derecho ANÁLISIS DEL USO DE LA TEORÍA DE LA PRUEBA INDICIARIA EN LOS CASOS PENALES Monografía para optar por el título de Licenciados en Derecho PRESENTADA POR: JESÚS ERNESTO VALENZUELA FELIX RAFAEL BATISTA BONILLA ASESOR: LUCILO TORRES, MA Santiago de los Caballeros República Dominicana Diciembre, 2013

Transcript of UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO...

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO

UTESA Área de Ciencias y Humanidades

Carrera de Derecho

ANÁLISIS DEL USO DE LA TEORÍA DE LA PRUEBA

INDICIARIA EN LOS CASOS PENALES

Monografía para optar por el título

de Licenciados en Derecho

PRESENTADA POR:

JESÚS ERNESTO VALENZUELA

FELIX RAFAEL BATISTA BONILLA

ASESOR:

LUCILO TORRES, MA

Santiago de los Caballeros

República Dominicana

Diciembre, 2013

INDICE GENERAL

CAPÍTULO I. LA PRUEBA

1.1 Conceptos doctrinales de la prueba

1.2 Importancia de la prueba

1.3 Finalidad de la prueba

1.4 Objeto de la prueba

1.5 Carga de la prueba

1.6 Clasificación de la prueba

CAPÍTULO II. VALORACIÓN DE LA PRUEBA

2.1 Definiciones doctrinales sobre la valoración de la prueba

2.2 Sistemas de valoración de la prueba

2.3 Código Procesal Penal Dominicano

2.4 Reglas de la sana crítica racional

2.5 Valoración de la prueba y principios informadores del juicio oral

CAPÍTULO III. PRUEBA INDICIARIA

3.1 Definiciones de la prueba indiciaria

3.2 Diferencia entre indicio y prueba indiciaria

3.3 Clases de indicios

3.4 Requisitos de validez de la prueba indiciaria

3.5 La prueba indiciaria y su relación con los derechos fundamentales

3.5.1 Presunción de inocencia

3.5.2 Motivación de las decisiones judiciales. La Valoración Total

Indiciaria

CAPÍTULO IV. ANÁLISIS Y PRESENTACIÓN DE LOS

RESULTADOS

4.1 Matriz de las variables e indicadores del estudio

APÉNDICE

BIBLIOGRAFÍA

CAPITULO I. LA PRUEBA

Las pruebas están presentes en todas las manifestaciones de la vida

humana, por lo que llevándola al proceso penal se puede decir que la prueba es

todo lo que pueda servir para el descubrimiento de la verdad acerca de los

hechos que en aquél son sujeto de investigación. De modo general, se puede

describir la prueba como todo medio jurídico de adquirir la certeza de un hecho

o de una proposición.

1.1 Origen de la Prueba

Es importante analizar si las pruebas penales provienen de la ley penal

sustantiva o del código procesal penal. El asunto puede parecer fácil, sobre

todo si se ve superficialmente, sin embargo, al detenerse en un análisis más

profundo, se puede dar cuenta que no es tan sencillo determinar el origen

jurídico de las pruebas penales.

El código penal marca un delito tipo y una serie de variantes en torno a él,

las pruebas penales determinan la tipificación y la variante que se configura en

un caso concreto, sin embargo esto no es argumento suficiente para asegurar

que las pruebas penales pertenecer al ámbito del derecho sustantivo, ya que

para determinar en base a las pruebas pertinentes la clase de delito y su rango,

es necesario que exista un proceso penal, porque las pruebas para ser tales

necesitan de su contenido legal de procedimiento, de hecho son actos

procesales, como bien mencionamos anteriormente.

Jurídicamente, las pruebas penales son el medio legal de llevar convicción

al Juez y que éste decida sobre la aplicación de la ley penal.

Surge otro punto de discusión, que las pruebas penales, si bien se

desarrollan en un ambiente procesal, sirven para la correcta aplicación de la ley

penal a un caso concreto, convirtiéndose así en la fuente de una sanción penal.

Es decir, que las pruebas penales son fuentes de una posible sanción penal, o

bien, de una absolución de ser sancionado penalmente. Como sea, lo

importante es el orden sustantivo que se encuentra al final de las pruebas

penales.

No se trata tampoco de confundir en ningún momento, el fin de las

pruebas penales con el fin del proceso penal, ya que son diferentes y hay que

analizarlos desde perspectivas distintas. Por supuesto que hay un vínculo muy

estrecho entre el fin de las pruebas penales y el fin del proceso penal; no

obstante esto no hace que las pruebas penales pertenezcan al código penal y

mucho menos que a ambas categorías. Antes que eso, hay que encontrar el

límite entre el fin de las pruebas penales y el fin del proceso penal,

considerando que tienen algo en común, que es la justicia punitiva.

1.2 Conceptos doctrinales de la prueba

De modo general y como concepto filosófico que resulta de la lógica, la

deontología y de la ontología, se puede definir la prueba como el proceso

racional del conocimiento que permite demostrar la verdad o falsedad relativa a

una categoría existencial o ente. Desde el punto de vista del Derecho, se partirá

de esa definición general tomando algunas definiciones que han sido dadas

sobre el concepto de lo que es la prueba por algunos autores:

Alarcón, 2002 “la prueba es todo medio o procedimiento que tiene por

finalidad la demostración de la verdad o la falsedad, de un hecho o de un acto

que tiende a crear efectos jurídicos y en las formas admitidas por el derecho”.

Tal y como presenta en el texto anterior se entiende que la prueba es toda

vía que se utiliza para exponer una verdad o falsedad de una aseveración o de

un hecho. Esta definición cuando afirma que la prueba es "comprobar o

demostrar", un juicio, una verdad o realidad, lo que viene es a confirmar que la

esencia de la prueba es demostrar una verdad.

Sobre esta cita señalada, se puede inferir que la prueba es el camino que

provee la ley para confirmar o negar un hecho, las partes envueltas en el

proceso legal buscan comprobar o demostrar un juicio, una verdad o realidad

ante los tribunales. Se considera que es más correcto definir la prueba diciendo

que es todo medio o procedimiento que tiene por finalidad la demostración de

la verdad o la falsedad, de un hecho o de un acto que tiende a crear efectos

jurídicos, y en las formas admitidas por el derecho.

Por otro lado, la palabra prueba tiene múltiples significados. Por lo pronto

y en su más corriente acepción, probar es demostrar que lo afirmado

corresponde a la realidad. Pero también se denomina prueba al medio a través

del cual el litigante presenta al juez la verdad del hecho afirmado, así por

ejemplo, un documento, el dictamen de un perito, la declaración de un testigo,

la confesión. Finalmente, esa misma voz se utiliza para hacer referencia a la

actividad o procedimiento desarrollado al ofrecer o producir un medio

probatorio.

Otra definición de la prueba la presenta Tavarez, F. (1991) “la prueba se

debe entender el medio o procedimiento que sirve para demostrar la verdad de

una proposición o la realidad de un hecho”.

Del concepto presentado por este autor, se puede afirmar que la prueba es

comprobar o demostrar, un juicio, una verdad o realidad, aplicando la

sinonimia y resumiendo se puede ver que se trata del modo para demostrar una

verdad. Se puede señalar que la prueba es una confirmación de un hecho que

sucedió. Probar es aportar al proceso por los medios y procedimientos

aceptados en la ley, los motivos o las razones que produzcan el convencimiento

o la certeza del juez sobre los hechos.

Aplicando este concepto al marco de los derechos, se considera no se

puede dejar esta definición inconclusa, porque no es un hecho al azar que se

debe probar, es una acción que tiene una consecuencia jurídica que debe ser

confirmada en la justicia. La doctrina ha definido la prueba como establecer la

realidad de un hecho o la existencia de un acto jurídico. Lo cierto es que el

sistema probatorio en la legislación dominicana no impone la búsqueda de la

certeza como imperativo de derecho de la prueba, esto así porque la función del

proceso (solucionar un litigio) limita en ocasiones la búsqueda de la

verdad a través de los mecanismos probatorios.

Por otro lado, la palabra prueba tiene múltiples significados. Por lo pronto

y en su más corriente acepción, probar es demostrar que lo afirmado

corresponde a la realidad. Pero también se denomina prueba al medio a través

del cual el litigante presenta al juez la verdad del hecho afirmado, así por

ejemplo, un documento, el dictamen de un perito, la declaración de un testigo,

la confesión. Finalmente, esa misma voz se utiliza para hacer referencia a la

actividad o procedimiento desarrollado al ofrecer o producir un medio

probatorio.

En el sistema procesal contemporáneo la prueba representa la piedra

angular del procedimiento, es el “nervio central de la guerra”, siendo

determinante en un litigio en el que se presentan dos o más partes. En un

ejemplo donde el proceso se asimila a una batalla, la prueba representaría las

armas con las que se atacan los guerreros. Es así como la suerte de un litigio,

sin importar su naturaleza, reposará en las pruebas en que las partes sustentarán

sus alegatos.

En materia procesal las pruebas juegan un papel determinante. La parte

que interpone una demanda en justicia basará sus pretensiones en alegatos

sustentados en las pruebas que aportarán al debate, mientras que el adversario

responderá a través de los medios de defensa que serán fundamentadas a su vez

en elementos probatorios o sobre demandas reconvencionales.

En ocasiones, el Juez será llamado a tomar las decisiones pertinentes para

llegar a una solución del litigio. Podrá a su vez, ordenar los actos necesarios

para establecer su convicción. Ciertos modos de pruebas se administran sin la

intervención del Juez (por ejemplo, la prueba por escrito preconstituida); otras,

por el contrario, requieren la intervención del Juez, o sea, para ordenar una

medida de instrucción (experticio, comparecencia personal de las partes,

informativo). En ocasiones, el Juez participa en la ejecución de las medidas,

como en el caso de la celebración de una comparecencia personal o de una

inspección de lugares.

Por otro lado, la tecnología también ha alcanzado el ámbito de la prueba,

es así como en materia penal se utiliza la prueba científica para buscar la

verdad de un hecho. Muchos de estos preceptos se han incorporado al derecho

civil, lo que facilita la búsqueda de la verdad, sobre todo en las demandas que

tienen que ver con la filiación, en las que se han incorporado las pruebas de

ADN.

1.3 Importancia de la prueba

La prueba tiene una gran importancia en la vida jurídica radica en que la

búsqueda de la verdad sobre los hechos contenidos en la acusación, debe

desarrollarse tendiendo a la reconstrucción conceptual de esos hechos. Más aún

bajo el sistema de justicia penal que vive actualmente la República

Dominicana, el cual exige que las resoluciones judiciales sólo se podrán

admitir como ocurridos, los acontecimientos o circunstancias que hayan sido

probadas mediante el aporte de pruebas objetivas, obtenidas e incorporadas

conforme a las reglas que rigen la materia.

La importancia de la prueba en el marco de las ciencias jurídicas, y en su

realización práctica, es tal, que en doctrina se habla en referencia a la prueba,

del derecho probatorio, su papel es esencial en el mecanismo del derecho, en

especial en el proceso, en efecto dentro o fuera de un proceso, el que invoca

una relación jurídica frente a otro, su tarea esencial es probar el acto o el hecho

del cual resulta esa relación, sobre todo, si es objeto de un proceso, y en esta

última hipótesis, la importancia radica sobre todo en la

buena o correcta administración de la prueba.

La buena o correcta administración de la prueba en un proceso de modo

general, ya sea civil, ya sea comercial, penal, laboral, se debe destacar a partir

de las ventajas o utilidades que aporta al mismo en aras de una buena

administración de justicia, utilidades, las cuales al señalarlas se consideran

que, son enunciativas y no limitativas, como son entre otras las siguientes:

Facilitar la buena substanciación del proceso.

Optimizar la fundamentación del fallo o de sentencia.

Contribuir a que el fallo sea lo suficientemente imparcial y objetivo.

Aumentar la posibilidad del éxito procesal, respecto o a favor de la parte

litigante.

Desempeño del abogado de su real y verdadera función de auxiliar de la

justicia.

Buen desempeño del abogado de sus funciones de mandatario ad-litem

del cliente.

Además de destacar los aspectos, ventajas o utilidades indicadas, y otros

más que pueden resultar de una correcta administración de las pruebas, lo que

importa sobre todo es capacitar al operador del sistema jurídico, abogado,

jurista o juez a manejar las pruebas en base a las ventajas o utilidades que se

traducen en la precisión, jerarquía y oportunidad de las pruebas.

1.4 Evolución de la Prueba

La prueba penal no ha evolucionado siempre acompañando los adelantos

de la civilización, sino que más bien, superados ciertos estadios de

primitivismo, ha seguido los vaivenes de los sistemas políticos vigentes en los

distintos momentos de la historia. Sin embargo, a muy grandes rasgos, es

posible establecer dos momentos netamente definidos.

En el primero se ponía a cargo de la divinidad el señalamiento del

culpable, y los tribunales se limitaban a practicar los actos necesarios para que

aquélla se manifestara. En el segundo se impuso a los jueces el deber de

formarse por sí mismos el convencimiento sobre la culpabilidad del acusado,

mediante la utilización de su capacidad intelectual: aquí apareció la prueba

En este último contexto, la prueba penal, en la actualidad, puede

caracterizarse por la utilización de las novedades técnicas y científicas

(especialmente captadas por la prueba pericial) para el descubrimiento y la

valoración de los datos probatorios, y la consolidación de las reglas de la sana

crítica racional en la apreciación de sus resultados. Todo ello, dentro de un

marco de respeto por la persona del imputado y de reconocimiento de los

derechos de todas las partes privadas.

Por cierto que todo el tema de la prueba se halla íntimamente vinculado

con el modelo de proceso penal que se acepte. Si está influido por el paradigma

inquisitivo, la prueba tiene una importancia relativa, pues como el modelo

político autoritario que lo sustenta presupone la culpabilidad del imputado por

la apariencia de culpabilidad que funda la imputación o que ésta ocasiona, el

proceso se legitima como un castigo en sí mismo (especialmente por medio de

la estigmatización que genera o de la prisión preventiva), mientras procura, sin

verdadero interés, reconfirmar una culpabilidad que por ser presupuesta va

siendo pre castigada.

Si el modelo, en cambio, es como el que estatuye el sistema constitucional

en la República Dominicana, dado que éste parte de un estado de inocencia, la

prueba cobra relevancia sustancial, porque es la única forma legalmente

autorizada para destruirlo: no se admite otro modo de acreditarla culpabilidad.

1.5 Base Legal

De manera general, el régimen de la prueba se encuentra regulado por dos

grandes sistemas: el moral y el legal. El primero de éstos, el sistema de prueba

moral o de prueba libre que es como se le suele llamar comúnmente, propugna

por el rechazo a la jerarquización de los medios de prueba, es decir, que las

partes tienen la libertad para probar un hecho por cualquier medio. Es decir,

que la misma ley permite a las partes y al juez utilizar todos los procedimientos

de pruebas a su alcance, debiendo este último llegar a su íntima convicción a

través de los medios de prueba sometidos al debate.

En el ordenamiento jurídico dominicano se puede apreciar el sistema de

prueba moral o prueba libre, en el Código de Comercio, el cual establece en el

Art. 109 que las compras y ventas se comprueban: por documentos públicos;

por documentos bajo firma privada por la nota detallada o por el ajuste de un

agente de cambio o corredor, debidamente firmada por las partes; por una

factura aceptada; por la correspondencia; por los libros de las partes; por la

prueba de testigos, en el caso de que el tribunal crea deber admitirla. En

materia de filiación se aplica este sistemas (Ver. Art. 325 del Cod. Civ). Igual

sucede en materia de inmobiliaria, aunque únicamente en cuanto al proceso de

saneamiento (Ver. Art. 22, Ley 108-05 sobre Registro Inmobiliario).

En cuanto al sistema de prueba legal, este se percibe en aquellas

legislaciones donde se limita la admisibilidad de los medios de prueba,

correspondiendo al juez establecer la veracidad de los hechos a través de la

ponderación de las pruebas producidas mediante los medios admitidos. El

profesor de la Universidad Lyon III, Federico Ferrand, ha definido el sistema

de prueba legal como aquel que está condicionado por las reglas legales que

imponen ciertos modos de prueba predeterminado y que ordenan al Juez tener

por verdadero los hechos establecidos por ciertos procedimientos de prueba.

En este sistema el Juez no afirma el hecho porque él está íntimamente

convencido de su realidad, debido a que el conjunto de pruebas producidas

equivalen a una cierta presunción legal. El sistema legal dominicano, por ser

una recepción del sistema francés, tiene como objetivo principal la búsqueda de

la verdad a través de la prueba, al mismo tiempo que preserva la seguridad

jurídica, lo que explica por qué se mantiene la primacía de la prueba

preconstituida sobre cualquier otra.

CAPITULO II. VALORACION DE LA PRUEBA

La prueba indiciaria consiste en una actividad probatoria de naturaleza

necesariamente discursiva e indirecta, cuya fuente es un dato comprobado, y se

concreta en la obtención del argumento probatorio mediante una inferencia

correcta. Por medio de la Prueba indiciaria lo que se hace es probar

directamente los hechos mediatos para deducir de estos aquellos que tienen una

significación inmediata para la causa.

2.1 Definiciones de la prueba indiciaria

La prueba indiciaria es la reunión e interpretación de una cadena de

hechos y/o circunstancias referentes a un acontecimiento determinado que se

investiga, a fin de llegar a la verdad de lo acontecido, a través de un

razonamiento lógico.

Rives, (1996) “la prueba indiciaria se dirige a demostrar la certeza de unos

hechos (indicios) que no son constitutivos del delito objeto de acusación, pero

de los que, a través de la lógica y de las reglas de la experiencia, pueden

inferirse los hechos delictivos y la participación del acusado”.

En el texto anterior se especifica que la prueba indiciaria se enfoca en

confirmar o negar una acción o hecho que no cuenta con pruebas directas y

claras. Este tipo de prueba utiliza la lógica y la experiencia del juzgador para

llegar a conclusiones que se presentan en el tribunal.

Se puede inferir de la definición de Rives que el indicio es lo que se

considera un elemento de prueba, o sea toda información o dato, demostrada en

la causa a través de un medio de prueba, o sea, un testigo, de un dictamen

pericial o cualquier otra prueba, lo que constituye un elemento probatorio del

cual el juzgador mediante un razonamiento lógico, puede inferir otro hecho

desconocido.

Se puede afirmar que la prueba indiciaria no es un medio de prueba, como

la prueba testimonial, pericial o documental, sino frente a un método

probatorio, que aunque la legislación dominicana no lo prevé, otras

legislaciones sí la contemplan.

La prueba indiciaria es llamada así por los penalistas, aunque también es

llamada por los civilistas como prueba de presunciones y los juristas ingleses

prueba circunstancial, pero la distinción no es más que una distinción de puntos

de vista relativos al mismo objeto, pues el indicio expresa la cosa que sirve de

signo, la circunstancia refleja el hecho que sirve de base a la inferencia y la

presunción es la relación lógica.

Aunque es considerada una prueba indirecta de los hechos centrales a

probarse en un proceso penal, no por eso carece de fuerza probatoria capaz de

sustentar una sentencia condenatoria y es, en ese sentido, una herramienta

importante para el juzgador cuando los hechos juzgados no pueden ser

probados por elementos de prueba directos.

2.2 Diferencia entre indicio y prueba indiciaria

Castro (2003) precisa que “indicio es todo hecho cierto y probado con

virtualidad para acreditar otro hecho con el que está relacionado”.

Este autor indica que el indicio debe estar plenamente acreditado. Es el

hecho base de la presunción, es un dato fáctico o elemento que debe quedar

acreditado a través de los medios de prueba previstos por la ley.

La conclusión a la que se arriba a partir de una prueba indiciaria debe

someterse a ciertos requisitos para su validez. Así la afirmación o enlace entre

el hecho – base y el hecho – consecuencia debe ajustarse a las reglas de la

lógica y a las máximas de la experiencia. Debe primar la racionalidad y

coherencia del proceso mental asumido en cada caso por el órgano

jurisdiccional, siendo de rechazar por tanto la irrazonabilidad, la arbitrariedad,

la incoherencia y el capricho del juzgador, que en todo caso constituyen un

límite y topo de la admisibilidad de la presunción como prueba.

El indicio es todo rastro, vestigio, huella, circunstancia, en sentido

general, todo hecho debidamente comprobado, susceptible de llevar, por vía de

inferencia, al conocimiento de otro hecho desconocido. De manera que el

indicio, si bien constituye fuente de prueba, todavía no es medio de prueba.

Se ha precisado la necesidad de coherencia lógica entre los indicios para

que los mismos a la postre puedan ser considerados prueba indiciaria. Cabe

hacer la diferencia doctrinal entre indicio y prueba indiciaria ya que, muchas

veces se ha concebido el término indicio como si se tratara de una prueba

indiciaria. El indicio es todo rastro, vestigio, huella, circunstancia y, en general,

todo hecho conocido, o mejor dicho, debidamente comprobado, susceptible de

llevar, por vía de inferencia, al conocimiento de otro hecho desconocido. De

manera que el indicio, si bien es cierto constituye fuente de prueba, todavía no

es medio de prueba. Para que ello acontezca, es necesario que este sea

sometido a un raciocinio inferencial, que permita llegar a una conclusión y que

ella aporte conocimientos sobre el objeto de la prueba. Recién en este estado

podemos hablar de prueba indiciaria.

Sin duda, indicio y prueba indiciaria no son idénticos, porque muchas

veces ocurre la creencia errónea de que la prueba indiciaria es solamente una

sospecha de carácter meramente subjetivo, intuitivo, o de que la prueba

indiciaria se inicia y se agota en el indicio.

La diferencia entre indicio y prueba indiciaria es ineludible. En efecto,

prueba indiciaria (o prueba por indicios) es un concepto jurídico-procesal

compuesto y, como tal, incluye como componentes varios subconceptos:

indicio (dato indiciario), inferencia aplicable y la conclusión inferida (llamada,

aún por muchos, presunción del juez o presunción del hombre), que conducen

al descubrimiento razonado de aquello que es indicado por el indicio (el

conocimiento que se adquiere sobre lo que tradicionalmente se conoce como

hecho indicado o dato indicado).

Por eso si la conclusión obtenida del razonamiento correcto es además

conducente, pertinente y útil, se convertir en argumento probatorio; de manera

que como se verá, el indicio es únicamente el primer subconcepto, el primer

componente del concepto de prueba indiciaria. Ello, lógicamente no descarta la

vinculación que existe entre ambos conceptos.

2.3 Clases de indicios

Como se ha indicado, la República Dominicana no ha regulado la prueba

indiciaria en cuanto a su existencia y requisitos para su validez, mucho menos

ha señalado la clase de indicios existentes.

En la doctrina procesalista existen varias clasificaciones de los indicios.

Así están los indicios de carácter general, válidos para cualquier delito, de los

indicios particulares circunscriptos a específicos delitos. Los indicios también

pueden observarse según su fuerza conviccional, como tal, distinguirlos entre

indicios necesarios y contingentes, según se requiera de uno o varios para

formar la convicción del juzgador. Empero, la clasificación más utilizada es

aquella que toma en cuenta, el momento de la producción de los indicios, en

cuya virtud los indicios pueden ser antecedentes, concomitantes y

subsiguientes, esto es, según se trate de circunstancias anteriores, coetáneas o

posteriores al delito.

Por su fuerza Conviccional: Indicios necesarios y contingentes

Existen indicios necesarios e indicios contingentes, en función a las

causalidades que emergen de ellos. Los indicios necesarios prueban por sí solos

plenamente la veracidad del dato indicado al que conducen, por lo que están

extensos del requisito de pluralidad; el dato cierto resulta de una relación

causal unívoca. Los indicios contingentes, que son los más numerosos, por el

contrario, para generar convicción o consolidar ésta sobre algún aspecto del

thema probandum o de ésta como totalidad, deben ser mínimo dos; uno solo

representa apenas un argumento de probabilidad; más o menos mayor según las

circunstancias de cada caso, de la existencia o inexistencia del hecho

desconocido que se investiga, que no descarga generalmente el peligro del azar

o de la causalidad.

Por su relación fáctica con el delito

Indicios Antecedentes. Estos indicios son los anteriores al delito. Están

referidos a la capacidad para delinquir y a la oportunidad para la comisión de

un delito, tales como tenencia de instrumentos, amenazas previas, ofensas,

enemistades, interés en la desaparición de una persona. Los tres últimos son los

denominados indicios de móvil delictivo, que son indicios psicológicos de

suma importancia, en el entendido que toda acción humana, y, especialmente la

delictiva, que implica sanciones y molestias, tiene una razón, un motivo que la

impulsa. Sólo asociados a otros indicios, éstos pueden constituir prueba

suficiente.

Indicios Concomitantes. Son los indicios que resultan de la ejecución del

delito, se presentan simultáneamente con el delito. A este rubro pertenecen los

indicios de presencia y los indicios de participación en el delito

Indicios Subsiguientes. Son los que se presentan con posterioridad a la

comisión del delito. Pueden ser acciones o palabras, manifestaciones hechas

posteriormente a amigos, el cambio de residencia sin ningún motivo, el alejarse

del lugar donde se cometió el ilícito, el fugarse después de estar detenido, el

ocultar elementos materiales del delito, la preparación de falsas pruebas sobre

su inocencia, la consecución de testigos falsos.

2.4 Requisitos de validez de la prueba indiciaria

Cuando el juzgador recurra a la prueba indiciaria para fundamentar una

sentencia condenatoria, deberá fundamentar su resolución en la concurrencia

de los requisitos que se presentan a continuación:

a) La concurrencia de una pluralidad de indicios: Es imprescindible, que

los indicios, para que puedan legitimar una condena penal, sean varios, no

siendo suficiente un indicio aislado, al considerarlo inconsistente y ambiguo.

b) Los indicios deben estar plenamente acreditados: Implica que el indicio o

hecho-base debe estar suficientemente probado, toda vez que no cabe construir

certezas sobre la base de simples probabilidades. Tales hechos bases han de

estar absolutamente probados en la causa, y demostrados por prueba obtenida e

incorporada conforme manda la ley.

c) El enlace entre el hecho-base y el hecho-consecuencia debe ajustarse a

las reglas de la lógica y a las máximas de la experiencia: Debe existir un

proceso mental razonado y coherente conforme a las reglas del criterio humano

a considerar probados los hechos constitutivos de delito. Se advierte sin

dificultad que las presunciones presentan una estructura más compleja que los

restantes medios probatorios, ya que no sólo ha de resultar probado el o los

hechos básicos, sino que también ha de determinarse la existencia de conexión

racional entre esos hechos y el hecho consecuencia.

d) La conclusión unívoca: Precisa que el razonamiento lógico hecho por los

jueces al valorar el elemento indiciario no dé lugar a dos o más inducciones

igualmente posibles. El hecho indiciario no puede ser relacionado con otro

hecho que no sea el indicado. Lo que implica que si el hecho indiciario admite

una explicación compatible con otro hecho distinto del indicado, o al menos no

es obstáculo para ella, la relación entre ambos será contingente, convirtiéndose

en un indicio anfibológico. Dicho de otra forma, no es posible que el

razonamiento lógico hecho por el juez permita inferir los hechos que pudieron

haber acontecido de una y otra manera a la vez, pues así no existe la certeza, ya

que ésta es un estado de entendimiento que tiene unos hechos por verdaderos,

luego de rechazar victoriosamente todos los motivos contrarios o posibles.

e) La necesidad de explicitación: Exige que el juzgador explique en la

sentencia el razonamiento lógico utilizado para obtener, de la afirmación base,

la afirmación presumida. Este requisito está íntimamente relacionado al deber

de los jueces en fundamentar sus decisiones, conforme al mandato del artículo

24 del Código Procesal Penal. Sobre el particular se sostiene que al motivarse

la sentencia debe tomarse en cuenta la naturaleza de la prueba utilizada porque

no es igualmente consistente cuando el indicio resulta acreditado no por hechos

objetivos asociados a reglas científicas, sino cuando, como es normal, en la

acreditación del indicio interviene una prueba testifical, en cuyo caso el

problema apuntado, la valoración de la credibilidad del testigo surge, y al que

hay que añadir el examen de la racionalidad de la inferencia.

Esto así, porque si se utiliza la prueba indiciaria es necesaria una

motivación expresa para determinar si existe una prueba de cargo o ante un

simple grupo de sospechas, que no pueden desvirtuar el derecho a la

presunción de inocencia del acusado.

2.5 La prueba indiciaria y su relación con los derechos fundamentales

Antes de examinar la relación existente entre la prueba indiciaria y los

derechos fundamentales, es preciso establecer que en un Estado constitucional

y democrático de derecho, el reconocimiento y tutela de los derechos

fundamentales, constituye la dimensión sustancial de la democracia, porque

estos derechos tienen como fundamento las condiciones de la persona humana

que provienen de su dignidad inherente, reconocidos por el sistema

constitucional.

Esos derechos o garantías buscan asegurar que la persona no sea privada

de defender un derecho vulnerado y reclamar su reparación ante los órganos

judiciales encargados de ello. Además que el Estado, en su actividad punitiva,

pueda someter a una persona a una pena, procedimiento o tratamiento ilegal,

arbitrario o irracional. Por lo que, los derechos fundamentales son un límite al

poder Estatal.

Dentro de la cartilla de disposiciones, de rango constitucional (Por estar

contenida en la Constitución Dominicana y los Tratados Internacionales que la

República Dominicana es signataria), que limitan la actividad punitiva del

Estado, se encuentra el derecho a la presunción de inocencia y el deber de los

juzgadores en motivar las decisiones judiciales.

2.5.1 Presunción de inocencia

El principio de Presunción de Inocencia forma parte del bloque

constitucional de derechos, por estar consagrado en los artículos 14.2 del Pacto

Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 69.3 de la Constitución

Dominicana y 14 del Código Procesal Penal.

Estas disposiciones establecen que toda persona se presume inocente

hasta la celebración de un juicio, donde presenten pruebas suficientes y que el

juez, en virtud de ello, determine su culpabilidad, a través de una sentencia

irrevocable. Implica que la valoración probatoria del juez lo debe llevar a

determinar, con certeza, que el imputado es el responsable del hecho juzgado.

Ferrajoli, 2001 “La presunción de inocencia tiene por lo menos dos

significados garantistas, uno ligado a la regla de tratamiento del imputado, que

excluye o restringe al máximo la limitación de la libertad personal y la regla

del juicio, que impone la carga acusatoria de la prueba hasta la absolución en

caso de duda”.

Considerando esta aseveración del autor, cabe agregar que esta

presunción, a favor del imputado, implica que no puede determinarse su

responsabilidad penal sin la existencia de pruebas a cargo válidas que sirvan de

fundamento de una sentencia condenatoria.

Se plantea que las pruebas deben ser obtenidas respetando las garantías

constitucionales, practicadas normalmente en el juicio oral y luego de haberse

valorado y motivado por los Tribunales con sometimiento a las reglas de la

lógica, los conocimientos científicos y la experiencia, de modo que pueda

afirmarse que la declaración de culpabilidad ha quedado establecida más allá

de toda duda razonable.

Por eso es que ha de tenerse en cuenta que la existencia de indicios

puede ser insuficiente para desvirtuar el derecho a la presunción de inocencia,

cuando no puede establecerse un engarce suficiente entre los indicios y el

hecho que ha de ser probado; así, cuando el hecho base excluye el hecho

consecuencia, o cuando del hecho base no se infiere de forma inequívoca la

conclusión, de modo que la inferencia sea tan abierta que dé pie para albergar

tal pluralidad de conclusiones que ninguna pueda darse por probada.

Por lo tanto, la utilización de la prueba indiciaria es válida cuando se

sigan cuidadosamente los procedimientos y requisitos que la ley, la doctrina y

la jurisprudencia señalan para su construcción.

2.5.2 Motivación de las decisiones judiciales. La Valoración Total

Indiciaria

La motivación de la sentencia actúa como medio de incrementar la

credibilidad de la justicia, en la medida que se concretan las razones de la

decisión exteriorizándose la corrección de la misma con lo que se avanza en el

ensanchamiento de los procesos de convicción social respecto al cumplimiento

de la ley y al respeto de las resoluciones judiciales. En el ámbito de la prueba

indiciaria, la motivación debe señalar cuáles son los indicios probados y cómo

se deduce de ellos la participación del acusado en el hecho, de manera tal que

cualquier otro tribunal, que intervenga con posterioridad, pueda comprender el

juicio formulado a partir de los indicios.

La conclusión de una controversia judicial se logra mediante la sentencia

justa, para lo cual se impone a cada juez la obligación de justificar los medios

de convicción en que la sustenta, constituyendo uno de los postulados del

debido proceso. Por eso es que el artículo 24 del Código Procesal Penal,

dispone que los jueces están obligados a motivar en hecho y derecho sus

decisiones, mediante una clara y precisa indicación de la fundamentación.

CAPÍTULO III. PRUEBA INDICIARIA

El tema de la valoración de la Prueba Indiciaria en el Proceso Penal

Acusatorio, constituye materia obligada en el estudio del régimen probatorio

vigente en la República Dominicanas después de la entrada en vigencia del

Código Procesal Penal. Se trata de uno de los temas que mayor controversia

presenta dentro del régimen probatorio, y de mayor utilidad para evitar que los

fines preventivos de carácter general y especial de la pena pierdan eficacia. Se

trata pues de encontrar los límites entre los fines del derecho punitivo y la

necesidad de protección de las garantías fundamentales que aseguran el debido

proceso de ley. La prueba indiciaria constituye por tanto una excepción dentro

del régimen probatorio que amerita estudio particular dentro de las reglas

generales de la prueba.

3.1 Código Procesal Penal Dominicano

Antes del año 2002, la República Dominicana vivió bajo un sistema de

justicia penal inquisitorio, donde la figura del Juez de Instrucción realizaba la

investigación y a la vez juzgaba sus propias actuaciones, cuando decidía sobre

la existencia de elementos convincentes que llevaran a un tribunal criminal

dictar una sentencia condenatoria.

Con la promulgación y puesta en vigencia de la Ley 76-02 (Código

Procesal Penal), la nación dominicana inició una transformación tal, que al

dejar atrás el modelo inquisidor, la prueba debe ser presentada y examinada por

las partes y luego del debate se tome una decisión conforme lo que surge de ese

juicio y no de la conciencia del Juez u otra fuente.

Con la implementación de un nuevo sistema de justicia penal, llamado

acusatorio, se pretende que las sentencias nazcan de audiencias públicas y

contradictorias donde las partes presentan su caso, examinan y contra-

examinan la prueba, argumentan y contra-argumentan y hacen peticiones

concretas para que el juez decida. En este sentido el conjunto de los artículos

172 y 333 del Código Procesal Penal se extrae que el juez o tribunal aprecia de

modo integral cada uno de los elementos de prueba producidos en el juicio,

conforme las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas

de experiencia, de modo que las conclusiones a que lleguen sean el fruto

racional de las pruebas en las que se apoyan.

Además, el juzgador está en la obligación de explicar las razones por las

cuales se les otorga determinado valor, con base a la apreciación conjunta y

armónica de toda la prueba y sus fundamentos deben ser de fácil comprensión.

Este modelo de apreciación de la prueba nace en virtud del sistema

acusatorio, provisto de una serie de derechos fundamentales que deben

observarse tras llevar un proceso judicial; corresponde a un sistema de “justicia

penal no arbitraria (la cual) debe ser en alguna medida “con la verdad”, es decir

basada sobre juicios penales predominantes cognoscitivos (de hechos), y

recognoscitivos (del derecho), sujetos como tales a verificación.” De esta

manera se cuenta con una sana administración de justicia, garante de los

derechos fundamentales y lejos de toda arbitrariedad.

3.2 Dispositivo Sentencia 00180/2010

Sentencia No. 00180/2010, dictada el 12/agosto/2010 por el Tribunal

Colegiado de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito

Judicial de Puerto Plata, cuyo dispositivo textualmente reza:

“PRIMERO: Declara a WENDY FORSTEUPOITHER, NELSON

CARROL GIL, RAFAEL MARTINEZ, YEURYS BALDIMIR MONTILLA

ALMANZA, RICHARD ANTONIO VELOZ Y MIGUEL DE JESUS ROJAS

MONTILLA, culpables de violar las disposiciones contenidas en los artículos 2

numeral XLVI, 4 letra d), 5 letra a), 60 y 75 párrafo II, 58 letra a) y con

relación a los últimos tres (3) imputados artículo 85 letra h) de la Ley 50-88,

sobre Drogas y Sustancias Controladas, tráfico ilícito, narcotráfico, asociación

para cometer delitos previstos y sancionados en la Ley 50-88, sobre Drogas y

Sustancias Controladas y el crimen de tráfico ilícito agravado por la condición

de agentes estatales, respecto a los últimos tres (3) imputados. SEGUNDO:

Condena a los señores WENDY FORSTEUPOITHER, NELSON CARROL

GIL, RAFAEL MARTINEZ, YEURYS BALDIMIR MONTILLA

ALMANZA, RICHARD ANTONIO VELOZ Y MIGUEL DE JESUS ROJAS

MONTILLA, a cumplir veinte (20) años de prisión cada uno, a ser cumplidos

por la señora Wendy Forsteupoither en el Centro Penitenciario Rafey Mujeres

de Santiago y con relación a los demás imputados en el Centro Penitenciario de

Corrección y Rehabilitación San Felipe de Puerto Plata, y al pago de una multa

de Un Millón de Pesos (RD$1,000,000.00) a cada uno de los imputados a favor

del Estado Dominicano, conforme las disposiciones contenidas en los artículos

58 letra a), 75 párrafo II y 85 letra h), de la Ley 50-88, sobre Drogas y

Sustancias Controladas y artículo 338 del Código Procesal Penal Procesal

Penal. TERCERO: Ordena la destrucción de la droga decomisada, conforme

las disposiciones contenidas en el artículo 92 de la Ley 50-88, sobre Drogas y

Sustancias Controladas. CUARTO: Condena a los señores WENDY

FORSTEUPOITHER, NELSON CARROL GIL, RAFAEL MARTINEZ,

YEURYS BALDIMIR MONTILLA ALMANZA, RICHARD ANTONIO

VELOZ Y MIGUEL DE JESUS ROJAS MONTILLA al pago de las costas.”

3.3 Análisis de la Prueba Indiciaria en la Legislación Dominicana

Como es sabido en el viejo sistema inquisitorial en el país y

específicamente en el Código de Procedimiento Criminal no tuvo vida jurídica

como medio de prueba el indicio, no obstante en el ámbito de la práctica

jurídica su presencia solo llega al campo de lo civil, que como norma

suplementaria, el código en su artículo 1349, dice: son presunciones las

consecuencias que la ley o el magistrado deduce de un hecho conocido o uno

desconocido”. Es por eso que en materia de instrucción criminal bastaba que

se detectaran indicios de culpabilidad para que el juez inquisitorial de

instrucción apoderado enviara el proceso al tribunal a fin de que se abriera un

juicio donde se ventilaran los hechos de manera pública, oral y contradictoria.

Naturalmente esos inicios debían reunir las características siguientes: serios,

precisos, graves y concordantes.

En igual sentido, el Dr. Juan Miguel Castillo Pantaleón, en su colección

de manuales de Juzgado de Instrucción, se refiere a las pruebas por examen

directo. Como habrá de recordarse a toda esa práctica se subordinaron los

abogados, jueces de instrucción y Ministerio Público, cuyo accionar se

extendió a sus dictámenes en los mandamientos de Hábeas Corpus, conforme a

la Ley 5353 del año 1914; hoy derogada por la Ley 76-02, Código Procesal

Penal de la República Dominicana. Hoy la acción constitucional de Hábeas

Corpus resulta diferente en el nuevo Código Procesal Penal y se limita a la

discusión de la violación de las formalidades legales de competencia, sin

examinar lo relativo a los indicios, ya que esa tarea corresponde al Juez de la

Instrucción.

Cuando se analizan los indicios en el sistema acusatorio vigente hoy en

día en la República Dominicana se debe especificar lo siguiente:

Del examen del Código Procesal Penal de la República Dominicana (Ley

76-02) en sus artículos 166 al 172 relativo a las normas generales sobre los

medios de prueba, deja abierta la posibilidad, que los hechos punibles y sus

circunstancias pueden ser acreditados mediante cualquier medio de prueba

permitido, salvo prohibición anexa (el llamado Principio de Libertad

Probatoria). De igual manera, el artículo 171 refiere que: “La admisibilidad de

la prueba está sujeta a su referencia directa o indirecta con el objeto del hecho

investigativo y a su utilidad para describir la verdad”.

Por su parte, el artículo 172 del mismo texto legal dispone que: “el Juez o

tribunal valora cada uno de los elementos de prueba, conforme las reglas de la

lógica, los conocimientos científicos y las máximas de la experiencia y está en

la obligación de explicar las razones por las cuales se les otorga determinado

valor, con base a la apreciación conjunta y armónica de toda la prueba,

aplicando lo que se conoce como sana crítica.

Ese rol de valoración de los medios de prueba, en palabras de Perelman

consiste en apreciar el valor de cada uno de los argumentos (y medios de

prueba que los fundamentan) en la medida en que han sido utilizados por las

partes cuya intención es llevar al juzgador a soluciones contrapuestas.

Ciertamente, el principio del contradictorio y derecho a la defensa otorgan

el derecho a las partes de presentar pruebas tanto a cargo como de descargo. Es

el juez que debe aquilatarlas y otorgar su justo valor de forma justificada,

razonada y motivada en hecho y derecho.

Cabe destacar, en base a todo lo antes dicho, que el sistema procesal de

corte acusatorio, presenta como valor agregado, sobre todo, tomando en cuenta

la complejidad y diversidad en que se manifiestan estos ilícitos, los principios

como instrumento de equidad y justeza en la interpretación de la norma

procesal penal y valoración de pruebas.

La utilidad de los principios como medio de interpretación es consagrada

en las ideas de Francois Gorphe, quien expresa que: “Los jueces, encargados

de aplicar a la vez la ley y la justicia, dudan cuando ambas no se concilian

entre sí y buscan un acomodo inspirándose en el espíritu de la ley y en los

principios que dominan las disposiciones especiales. Es este espíritu de

equidad que permite adaptar la regla general a las particularidades del caso

concreto.

El sistema procesal penal actual permite la utilización de cualquier medio

de prueba para el establecimiento de los hechos, tomando en cuenta su

pertinencia, relevancia, con la única limitante de su obtención sea legal. Esta

legalidad en la obtención de las pruebas se justifica en la idea de que el

combate a la ilegalidad no puede realizarse cometiendo otra ilegalidad, como

ejemplo a la comunidad y a la sociedad.

Así, las cosas, cobra fuerza la utilización de los medios de prueba tanto

directos como indirectos. Se destaca en consecuencia, la utilización de la

prueba indiciaria o circunstancial como prueba indirecta de los hechos, pero

capaz de enervar el estado de inocencia de un encartado, como resultado de una

adecuada incorporación y valoración a la luz de la Sana crítica racional. Esta

idea viene reforzada en que ha sido el propio legislador en materia de lavados

de activos que ha destacado la importancia de prueba indiciaria en estos casos,

al establecerla en el artículo 4 de la Ley 72-02.

CAPÍTULO IV. ANÁLISIS Y PRESENTACIÓN DE LOS

RESULTADOS

En el capítulo IV de esta investigación se presenta la matriz de las

variables del estudio que contiene los objetivos específicos, sus indicadores así

como las fuentes de donde se obtendrán.

El objetivo general de esta investigación es analizar el uso de la teoría de

la Prueba Indiciaria en los casos penales.

Desimoni (2002) señala que la prueba indiciaria consiste en la reunión e

interpretación de una serie de hechos y circunstancias relativos a un injusto

determinado que se investiga, a efectos de intentar acceder a la verdad de lo

acontecido por vía indirecta. Por medio de la prueba indiciaria lo que se hace

es probar directamente hechos mediatos para deducir de éstos aquellos que

tienen una significación inmediata para la causa.

La prueba indiciaria es, ante todo, una verdadera prueba. Esto significa no

solamente que sus resultados deben ser admitidos como válidos por el Derecho

sino además –y como condición para lo primero- que es necesario que tenga las

características de seriedad, rigor, consistencia, que toda prueba debe tener en el

campo del Derecho si se quiere que sea utilizada. La importancia de la prueba

como piedra angular de todo el razonamiento jurídico. La prueba es un aspecto

fundamental del Derecho porque es su conexión con la realidad. El Derecho sin

pruebas no sería sino una suerte de matemática abstracta o un relato de ficción.

Pabón (2004) precisa que, indicio es todo hecho cierto y probado con

virtualidad para acreditar otro hecho con el que está relacionado. El indicio

debe estar plenamente acreditado. Es el hecho base de la presunción, es un dato

fáctico o elemento que debe quedar acreditado a través de los medios de prueba

previstos por la ley. La conclusión a la que se arriba a partir de una prueba

indiciaria debe someterse a ciertos requisitos para su validez. Así la afirmación

o enlace entre el hecho – base y el hecho – consecuencia debe ajustarse a las

reglas de la lógica y a las máximas de la experiencia.

Debe primar la racionalidad y coherencia del proceso mental asumido en

cada caso por el órgano jurisdiccional, siendo de rechazar por tanto la

irrazonabilidad, la arbitrariedad, la incoherencia y el capricho del juzgador, que

en todo caso constituyen un límite y topo de la admisibilidad de la presunción

como prueba. Dos datos son, pues, imprescindibles: a) racionalidad de la

inducción o inferencia, es decir, que no solamente no sea arbitraria, absurda o

infundada; y, b) que responsa plenamente a las reglas de la lógica y la

experiencia; todo ello, en aras de afirmar un enlace preciso y directo según las

reglas del criterio humano.

4.1 Matriz de las variables e indicadores del estudio

Objetivos

Específicos

Variables Definición de variables Indicadores Objetivos de los indicadores

Fuentes

1. Analizar las

condiciones para la

valoración de las

pruebas indiciarias

en estos casos

penales

1.1 Condiciones

para la

valoración de la

prueba indiciaria.

1.1.1. Requisitos que

deben tener las pruebas

indiciarias para ser

admitidas en el proceso

penal.

1.1.1.1 Pluralidad de

indicios.

1.1.1.2 Razonamiento

lógico.

1.1.1.3 Conclusión

unívoca.

1.1.1.1.1 Identificar si en las

sentencias existe pluralidad de

indicios.

1.1.1.1.2 Evaluar si el razonamiento

lógico de la sentencia está acorde a los

requisitos exigidos.

1.1.1.1.3 Determinar la existencia de

conclusión unívoca en la sentencia.

1.1.1.1.1.1 Sentencia emitida por

el Tribunal Colegiado de Puerto

Plata.

1.1.1.1.1.2 Fuentes Bibliográficas

1.1.1.1.1.3 Sentencia emitida por

el Tribunal Colegiado de Puerto

Plata.

2. Evaluar si se

vulnera el derecho a

la presunción de

inocencia

establecida por la

Constitución

Dominicana

2.1 Ponderación

de las pruebas.

2.1.1 Se refiere a si se

viola el derecho

fundamental de la

presunción de inocencia

cuando los jueces

valoran la prueba

indiciaria.

2.1.1.1 Derecho a la

presunción de

inocencia.

2.1.1.2 Derecho a la

libertad.

2.1.1.3 Principios

informadores del

juicio oral.

2.1.1.1.1 Analizar si la valoración de

la prueba hecha por el Tribunal

Colegiado vulnera el derecho a la

presunción de inocencia.

2.1.1.1.2 Determinar si la valoración

de la prueba hecha por el Tribunal

Colegiado, restringe la libertad

arbitrariamente.

2.1.1.1.3 Evaluar si las pruebas

presentadas y valoradas fueron

presentadas conforme a los principios

informadores del juicio oral.

2.1.1.1.1.1 Fuentes Bibliográficas

2.1.1.1.1.2 Fuentes Bibliográficas

2.1.1.1.1.3 Fuentes Bibliográficas

3. Identificar los

argumentos

presentados por el

Tribunal para la

valoración de este

tipo de prueba.

3.1 Argumentos 3.1.1. Se refiere a la

conexión racional entre

el hecho base y el hecho

consecuencia.

3.1.1.1 Motivación de

la sentencia.

3.1.1.2 Principio de

contradicción.

3.1.1.1.1 Identificar el razonamiento

que enlaza la afirmación base con la

afirmación consecuencia, hecha por el

Tribunal Colegiado.

3.1.1.1.2 Determinar si el

razonamiento lógico vulnera el

principio de contradicción.

3.1.1.1.1.1 Sentencia del Tribunal

Colegiado de Puerto Plata.

3.1.1.1.1.2 Sentencia del Tribunal

Colegiado de Puerto Plata.

BIBLIOGRAFIA

Balbuena, P. (2008). Los Principios Fundamentales del Proceso Penal vistos

por las Cortes de Apelación. Santo Domingo, República Dominicana:

Colección Jurídica FINJUS-UNIBE.

Binder, A. (2006). Derecho Procesal Penal. Santo Domingo, República

Dominicana: Escuela Nacional de la Judicatura.

Cabanella, G. (2003). Diccionario Jurídico Elemental. Madrid, España:

Editorial Heliasta.

Cafferata N., J. (1994). Introducción al Derecho Procesal Penal. Marcos

Lerner editora Córdova

Castillo, L.; Herrera, H.; Pellerano, J. (1999). Derecho Procesal Penal. Tomo

II. Volumen I. (3ra. Ed.). Santo Domingo, República Dominicana:

Editorial Capel Dominicana.

Castro, S. (2003). Derecho Procesal Penal. Lima: Grijley.

Desimoni, L. (2002). La evidencia en materia criminal. Buenos Aires.

Argentina.

Durán, J. (2008). Prueba Indiciaria y lavado de activos en El Salvador. San

Salvador. Ponencia presentada en el taller “la prueba indiciaria en el

delito de lavado de activos”, realizado en la Fiscalía General de la

República.

Echandía, D. (2000). Teoría General de la Prueba Judicial. (3ra. Ed.) Buenos

Aires, Argentina.

Estrampes, M. (1997). La mínima actividad probatoria en el proceso penal.

Barcelona, España: Editorial Bosch.

Ferrajoli, L., (1998). Derecho y Razón. Argentina: Editorial Trotta.

Ley 76-02 Código Procesal Penal de la República Dominicana. Santo

Domingo, República Dominicana.

Pabón, G. (2004). Lógica del Indicio en Materia Criminal. (2da. Ed.)

CEPEJAC.

Olivares, F.; Núñez, R. (2003). Código Procesal Penal Concordado.

Normativa complementaria y notas explicativas. Santo Domingo,

República Dominicana: Ediciones Jurídicas Trajano Potentini.

Sentís, S. (1979). La prueba. Los grandes temas del derecho probatorio.

Buenos Aires, Argentina: Ediciones Jurídicas Europea-América.

Tavarez, F. (1991). Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. Santo

Domingo, República Dominicana.