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Editorial........................................................................................................................................ 2

Ciencias Agropecuarias y Biociencias

Aptitud y potencial recreativo de playas del municipio de Tapachula, Chiapas, MéxicoMaría de los Ángeles Barrio Ramos y Vicente Castro Castro....................................................... 3

Vivencias en una comunidad Ch´ol de Palenque, Chiapas, MéxicoMacario M. Fierro y Ricardo Magallanes Cedeño......................................................................... 10

Ensayando la incubadora de fabricación casera para cocodrilos (Crocodylus acutus y Crocodylus moreletii)Hernán Mandujano Camacho.......................................................................................................... 18

Ciencias Sociales

¿Dónde están? Lecturas de tema afromexicanoJuan González Esponda..................................................................................................................... 21

Ciencias de la Administración y Derecho

Aproximación a la situación social de los alumnos que ingresan a la Facultad de Derecho en la Universidad Autónoma de ChiapasRaúl Vázquez Gutiérrez y Concepción Regalado Rodríguez......................................................... 25

El pago de la pensión alimentaria en Los Altos de Chiapas. Miguel Ángel Cordero Molina y Ballardo Eduardo Molina Hernández..................................... 32

¿Es la “actitud” un aspecto fundamental en el ámbito laboral?Isabel Pérez Pérez y Obed Matus Alfaro......................................................................................... 40

La identidad universitariaAlejandro Martín García................................................................................................................. 43

Ciencias en Ingeniería y Arquitectura

Espacios universitarios emblemáticosMarisela Sánchez Vallejo................................................................................................................. 49

Ciencias Químicas y Medicina

Competencia intercultural en la formación del médico cirujanoPedro Gómez Juárez......................................................................................................................... 54

Ciencias Humanas y Lenguas

La fotografía a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en San Cristóbal de Las Casas, ChiapasMaría Emilia Ochoa Setzer................................................................................................................ 57

Ciencia actual............................................................................................................................. 60

Libros del Conocimiento Universal................................................................................... 68

Reseña de libros........................................................................................................................ 71

Política editorial e instrucciones a los autores........................................................... 73

Año 1. Número 3. Septiembre-Diciembre de 2012

Revista multidisciplinaria de divulgación académica del Sindicato del Personal Académico

de la Universidad Autónoma de Chiapas

Directorio

Sindicato del Personal Académico de la UNACH

Secretario General Ariosto de los Santos Cruz

Revista Universidad y Conocimiento

Editor ResponsableSimón Nazará Cazorla

Editor TécnicoAlejandro Martín García

ColaboradoresHéctor A. Esquinca Avilés

Rachid Mekki CastilloRolando Riley Corzo

Universidad y Conocimiento

UNIVERSIDAD Y CONOCIMIENTO, Año 1, No. 3, Septiembre–Diciembre de 2012, es una publicación cuatrimestral editada por el Sindi-cato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Chiapas. 16a. Poniente-Sur No. 326, Colonia Xamaipak, C.P. 29060. Tuxtla Gu-tiérrez, Chiapas. México, Teléfonos: (961)12-144-47 y (961)12-144-51. Correo-e: [email protected] Editor responsable: M. en C.V. Simón Nazará Cazorla. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2012-011213554400-102, ISSN: (en trámite). Impresa en Talleres Gráficos de la Universidad Autónoma de Chiapas, Calle Orquídeas No. 45, Col. Jardeines de Tuxtla. Teléfono: (961)613-67-01. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, este nú-mero se terminó de imprimir en Diciembre de 2012 con un tiraje de 1,200 ejemplares.

Las opiniones expresadas por los autores no ne-cesariamente reflejan la postura del Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autó-noma de Chiapas, ni la del editor de esta revista.

Queda estrictamente prohibida la repro-ducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa auto-rización del Sindicato del Personal Académi-co de la Universidad Autónoma de Chiapas.

Con este tercer número de Universidad y Conocimiento (UNyCO) cumplimos un año de haber iniciado esta importante labor editorial, que es la divulgación del conocimiento universal. Tanto el Secretario General del SPAUNACH Ariosto de

los Santos Cruz como el Editor Responsable de UNyCO, nos sentimos satisfechos de haber alcanzado esta meta especial dentro del Sindicato y de la misma Universidad, al ser la primera revista en su género dentro del ámbito universitario unachense.

No ha sido fácil poder hacerlo, puesto que al inicio las expectativas de posibles colaboraciones no se cumplieron; desde un principio quisimos una participación más amplia, pero es comprensible que en cualquier proyecto que empieza, el avance no sea todo lo esperado. Por lo anterior, aquí quiero reconocer y agradecer a los acadé-micos que con un esfuerzo especial apoyaron con sus colaboraciones, haciendo que pudieran publicarse los primeros dos números de UNyCO.

En este número la participación de los académicos de la UNACH ha sido más nutrida, por lo que en lo subsecuente esperamos que habrán cada vez más autores y más diversidad de temas. Vaya un agradecimiento y una felicitación a los nuevos articulistas que enriquecen con sus colaboraciones estas páginas.

La información que aparece en este número aborda diferentes conocimientos, con base en los intereses y actividades de los académicos de las diversas Facultades y Centros de la UNACH, como son: CEMESAD-Tapachula, Ciencias Agrícolas, Ciencias Sociales, De-recho, Medicina Veterinaria y Zootecnia, Biociencias, Arquitectura, Medicina Humana, Ciencias Administrativas y Contables de la Región Istmo-Costa, y Lenguas-San Cristóbal. Asimismo, hemos inaugurado una nueva sección de libros antiguos denominada Libros del Conocimiento Universal, en homenaje a los sabios que contribuyeron en el pasado a establecer los conocimientos fundamentales de la ciencia actual.

Desde estas líneas el maestro Ariosto de los Santos Cruz y el Comité Ejecutivo 2011-2015 del SPAUNACH, les deseamos a todos los académicos de la UNACH los ma-yores éxitos y satisfacciones tanto personales como profesionales para el año 2013.

Simón Nazará CazorlaEditor Responsable

Universidad y ConocimientoRevista Multidisciplinaria de divulgación academica

SPAUNACH

3 Año 1. Número 3. Septiembre-Diciembre de 2012

María de los Ángeles Barrio Ramos1

Profesora del Centro de Biociencias, Tapachula, UNACH

Vicente Castro Castro1 Profesor del Centro de Biociencias, Tapachula, UNACH

INTRODUCCIóN

La tierra, el mar y el aire son los sistemas ambientales (conjunto o arreglo de cosas relacionadas en un entorno físico y biótico) más importantes de nuestro planeta. La zona costera es la región de interface de gran actividad entre el continente, el océano y la atmósfera, además de ser un sistema donde agentes de origen geológico, físico, químico, biológico y antropomórfico, crean condiciones ambientales complejas, que interactúan y generan pro-cesos de cambios de interés científico, económico y social (Vergara-Sánchez, 2007). Las playas, como parte de la zona costera, conforman un sistema multidimensional que in-cluye otros subsistemas que interactúan entre sí, el físico-natural, el socio-cultural y el de gestión (James, 2000).

La playa como parte de los recursos costeros es uno de los ecosistemas más dinámicos, donde intervienen procesos y funciones que se llevan a cabo a diferente

escala y magnitud. De acuerdo con la Ley General de Bienes Nacionales de México en su artículo 29, fracción IV, la playa se define como “las partes de tierra que por virtud de la marea cubre y descubre el agua, desde los límites de mayor reflujo hasta los límites de mayor flujo anuales” (DOF, 2004).

Reconocer a la playa como un ecosistema, permi-te identificarla como proveedora de bienes y servicios ambientales que satisfacen determinadas necesidades humanas de forma directa e indirecta (James, 2000). Por lo tanto, el mantenimiento de sus cualidades está direc-tamente relacionada con la posibilidad de adaptación a cambios provocados por agentes tanto de carácter na-tural como antrópico (Roig, 2005).

Socialmente, el valor más representativo de la playa es la recreación (Enríquez, 2003). Los espacios recrea-tivos son sitios en los cuales la población y el turismo, pueden realizar una gran cantidad de actividades enfo-cadas al desarrollo personal. En esencia, los atractivos de la playa son el disfrute de los elementos naturales de la misma, principalmente del clima, el paisaje, la arena, el mar y las puestas de sol (Eguiarte, 2000).

CienCias agropeCuarias y BioCienCias

1 Sistemas Costeros, Centro de Biociencias, Universidad Autónoma de Chiapas. Ave-nida Central S/N, Puerto Madero, Chiapas. C.P. 30830. Correo-e: [email protected]

Aptitud y potencial recreativo de playas del municipio de Tapachula, Chiapas, México

RESUMENLas playas constituyen recursos valiosos económicos, ambientales y sociales. El presente estudio tuvo por objeto conocer la aptitud y condición de seis playas del municipio de Tapachula Chiapas. Se realizó una tipificación de playas a partir del análisis de componentes principales (ACP). La tipificación se realizó con base en el uso, frecuentación, estado y conservación de playas. Se aplicaron encuestas a turistas para conocer su percepción respecto a infraestructura recreativa, y servicios. Se aplicaron encuestas a prestadores de servicios para conocer su percepción del desarrollo turístico local. El potencial recreativo, para playas A, B y C se determinó basado en la observación mediante una lista de características físicas presentes en la playa. El ACP permitió diferenciar dos grandes grupos de playas, playas tipo A, San Benito (SB), Centro Turístico Playa Linda (CTPL) y Las Escolleras (LE), playas con desarrollo turístico, en las cuales se sugiere considerarlas en un programa de gestión integral para el turismo sustentable, buscando su certificación como playas limpias para seguridad del turista, y playas tipo B y C, playas ubicadas en áreas naturales protegidas. En Villa San José (VSJ) playa tipo B, así como en Playa Linda (PL) y Playa Los Cocos (PLC), playas tipo C, el potencial recreativo se determinó en medio y bajo. En VSJ, si bien el potencial recreativo se determinó en nivel medio, se propone evitar infraestructura y actividades recreativas debido a su ubicación dentro de un área natural protegida, de igual forma que en PL y PLC, donde además sugerimos se gestione su certificación como playas prioritarias para la conservación. Palabras clave: Playas, Puerto Madero, turismo, aptitud recreativa.

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Dentro del turismo, las playas juegan un papel su-mamente importante (Ortiz y cols., 2005), por lo que es imprescindible conocer el estado y eficiencia de la playa como insumo turístico (Yepez, 1999). Económicamen-te, la playa es una fuente de ingresos. En esta sentido, México destaca junto con China y Turquía, como uno de los diez países con mayor llegada de turistas en el mun-do (SECTUR, 2007), actividad que ha sido uno de los mo-tores más importantes del crecimiento de la economía mexicana (Aguayo y cols., 2004).

Según Yepes (1995), la playa se convierte en el princi-pal factor productivo de la industria turística, siendo por lo tanto importante su gestión en el éxito de cualquier destino para mantener su ventaja competitiva. Sin em-bargo en la búsqueda de mantener esta competitividad es necesario conocer la percepción de los usuarios sobre la calidad de las playas. Para que se reconozca una playa turística de buena calidad; de acuerdo a Yepez (1999), no es suficiente la caracterización de los parámetros físicos (pendientes, anchura, color y textura de las are-nas, etc.) o biológicos (calidad del agua, etc.), además, hay que añadir las características de calidad humana (paisajísticas, accesibilidad, etc.) junto con el diseño de playas que atiendan a sus usos y gestión (ordenación de espacios, limpieza, vigilancia, animación, etc.).

La calidad es una propiedad o conjunto de propie-dades inherentes a una cosa, que permiten apreciarla como un igual mejor o peor que las restantes de su tipo, la calidad en si es el resultado de la comparación, y por tanto depende de la procedencia de los conceptos con-frontados (Yepez, 1999). Conocer la calidad ambiental de una playa es sin duda primordial para los tomadores de decisiones (Botero y cols, 2009).

Si bien a nivel mundial existen estudios relacionados con el potencial y/o uso recreativo de las playas (Dadon, 2002; Jiménez y Valdemoro, 2003; Popoca, 2006; No-vaes y cols., 2010), en Chiapas son escasos los trabajos sobre playas; Carranza–Edwards (1986) determinó la composición y clasificación de los sedimentos de dife-rentes playas, incluyendo Puerto Madero, Municipio de Tapachula; por su parte Castro-Castro y Barrios (2009) describen playas arenosas y playas de rocas y bloques artificiales en este mismo municipio. El objetivo de este trabajo fue evaluar, así como determinar la aptitud y po-tencial recreativo de seis playas del municipio de Tapa-chula, Chiapas, México.

MéTODOS

Área de estudioLas playas de interés se ubican próximas a la comuni-dad de Puerto Madero, municipio de Tapachula, Chia-

pas. Puerto Madero se localiza al sur de la ciudad de Tapachula, Chiapas, México (Figura 1). Históricamente la principal actividad económica de esta comunidad ha sido la pesca; sin embargo, la actividad turística ha co-brado gran importancia (Anónimo, 2008).

Las playas de interés son: Villa San José (VSJ), se en-cuentra ubicada aproximadamente a 5.1 km al noreste del centro de la comunidad de Puerto Madero, zona donde podemos encontrar casas de descanso y visita-da por turismo que disfruta de playas más alejadas de la comunidad; Playa Los Cocos (PLC), son terrenos de la Universidad Autónoma de Chiapas y se encuentra ubi-cada aproximadamente a 2.6 km al noreste del centro de la comunidad de Puerto Madero, donde el turismo es escaso; San Benito (SB), se encuentra ubicada aproxi-madamente a 0.8 km al noroeste del centro de la co-munidad de Puerto Madero, sitio visitado por un amplio número de turistas; Las Escolleras (LE), playa que se en-cuentra ubicada aproximadamente a 2.1 km al sureste del centro de la comunidad de Puerto Madero, sitio que ofrece restaurantes, paseos, entre otros atractivos; Cen-tro Turístico Playa Linda (CTPL), se encuentra ubicada aproximadamente a 10.0 km al sureste del centro de la comunidad de Puerto Madero sitio con diversos atracti-vos; Playa linda (PL), se encuentra ubicada aproximada-mente a 12.3 km al sureste de la comunidad de Puerto Madero, cabe mencionar que en esta zona el turismo es nulo. La ubicación geográfica de los sitios de trabajo y el análisis realizado se presentan en la Cuadro 1.

Figura 1. Localización de los sitios de estudio. 1. Villa San José, 2. Playa Los Cocos, 3. San Benito, 4. Las Escolleras, 5. Centro Turístico Playa Linda, 6. Playa Linda.

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Evaluación y aptitud de playasLas playas fueron tipificadas con base en el uso, frecuen-tación, estado y conservación, además de su entorno (Leatherman, 1997; Nordstrom y Arens, 1998). Estas variables fueron calificadas en una escala de 1 (bajo ó malo), 2 (medio o aceptable) y 3 (bueno o agradable). Posteriormente se tipificaron en playas tipo A: situadas en áreas urbanas o turísticas, con servicios de playa y ac-cesibilidad rodada a pie de playa; playas tipo B: situadas en áreas naturales protegidas (ANP), con altos índices de frecuentación, accesibilidad rodada relativamente cerca y sin servicios; y playas tipo C: situadas en ANP, con ba-jos o nulos índices de frecuentación y con accesibilidad exclusivamente peatonal (Roig, 2003).

Las playas tipo A se sometieron a una evaluación por parte de turistas, a partir de encuestas. Se aplica-ron un total de 54 encuestas en periodos vacacionales correspondientes al mes de diciembre del 2010 y abril (semana santa) del 2011. Las encuestas se elaboraron a partir de la propuesta de Cervantes y Espejel (2005), que constaban de variables, tales como infraestructura y servicios, ecológicas, y de limpieza; a cada una de la variables se les asignó un valor con una escala del uno al cinco, de acuerdo a lo sugerido por Williams y cols., (1993). Finalmente, se obtuvo la percepción de calidad de playa de baja, media o alta aptitud recreativa de acuerdo a Popoca-Arellano (2006).

También se aplicaron 11 encuestas a prestadores de servicio, a partir del método descriptivo e interpretativo (Morse, 1997), con el fin de conocer su percepción de la actividad turística. Finalmente se realizó una entrevista en el mes de septiembre del 2011 al responsable de la unidad de ecosistemas y ambientes costeros de la SE-MARNAT en Chiapas.

Las playas tipos B y C fueron valoradas a partir de los requerimientos de la actividad observada, así como de las propiedades físicas y biológicas presentes en la playa, para determinar su aptitud recreativa definiéndo-

las como playas con aptitud recreativa muy alta (MA), alta (A),media (M), baja (B) y muy baja (MB) (Enríquez-Hernández, 2003).

Análisis estadísticoLos datos obtenidos para la tipología de playas, fueron examinados mediante el análisis de componentes prin-cipales (ACP). Los resultados obtenidos de las encuestas aplicadas fueron analizados mediante estadística des-criptiva. Se utilizaron los software InfoStat (Di Rienzo y cols., 2011) y Excel.

RESULTADOS

Clasificación de playasEl ACP, a partir del primer componente, dado mayor-mente por la frecuentación de turistas y estaciona-mientos accesibles (explica el 53.2 % de la variabilidad), permitió diferenciar dos grandes grupo de playas (Figu-ra 2). El primer grupo, sitios SB, LE y CTPL, correspondie-ron a playas tipo A. Estas playas cuentan con servicios turísticos (restaurantes, acceso a playa, albercas, áreas de juego y servicio de salvavidas entre otros, Figura 3). El segundo grupo, VSJ se clasifico como playa tipo B, mientras que PLC y PL correspondieron a playas tipo C (Figura 2). Estas playas forman parte de áreas natura-les protegidas, no cuentan con servicios turísticos y su acceso es limitado (Figura 4). El segundo componente (que explica el 19.6 % de la variabilidad, Figura 2), dado principalmente por la fotografía de paisaje y las estruc-turas de protección, permitió separar dos grupos. Del primer grupo de playas, CTPL, PLC y PL, CTPL se distin-gue por no presentar problemas de aguas residuales visuales, contar con contenedores de basura, no tener problemas de servicio de limpieza, entre otros (Figura 2). Dentro del segundo grupo, VSJ, SB y LE, el segundo componente diferencia a VSJ, como el sitio donde se practican deportes acuáticos (pesca y surf) además de realizarse la colecta de conchas.

Evaluación de playas turísticasLa valoración que los turistas dieron al CTPL, LE y SB, fue de aptitud recreativa global media (0.79, 0.76 y 0.74 respectivamente), donde las variable mejor eva-luadas fueron la temperatura del agua, arena agrada-ble, adecuados accesos a las playas, buenos caminos a las playas, contar con depósitos para basura y no perci-bir olores desagradables en las playas. La variable más desagradable considerada por los turistas fue la peli-grosidad de la playa para el CTPL y SB (Cuadro 2).

Del total de los prestadores de servicio entrevis-tados el 36.4 % mencionó tener entre 31 y 40 años

Sitio Nombre Análisis realizado

Latitud Longitud

1 Villa San José (VSJ)

Potencialrecreativo

14° 44’ 56.3“ N 92° 27’ 20.70” O

2 Playa Los Cocos (PLC)

Potencial recreativo

14° 44’ 03” N 92° 27’ 22.0” O

3 San Benito(SB)

Evaluación recreativa

14° 43’ 18.0” N 92° 25’ 43.17” O

4 Las Escolleras (LE)

Evaluación recreativa

14° 42’ 22.13” N 92° 24’ 23.89” O

5 Centro turístico Playa Linda

(CTPL)

Evaluación recreativa

14° 39’ 14.15” N 92° 21’ 24.14” O

6 Playa Linda (PL)

Potencial recreativo

14° 44’ 56.8” N 92° 27’ 20.70” O

Cuadro 1. Playas de estudio del municipio de Tapachula Chiapas, México

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de trabajo, el 54.5 % afirmó haber conocido algún proyecto sobre funcionamiento y manejo de playas, mientras que el 45.5 % afirmó haber participado en al-guno de estos proyectos y el mismo porcentaje consi-deró que dicho proyectos fueron benéficos. El 27.3 % dijo pertenecer a una asociación de playas, mientras el 54.5 % mencionó que las playas se han deteriorado en los últimos años, además el 72.7 % mencionó que el flujo de turistas ha disminuido. Los servicios más demandados por los turistas son los paseos acuáticos, hospedaje en la playa y paseos en cuatrimotos con un 27.3 % cada uno.

Las propuestas para que las playa sean más atractivas fueron con un 36.4 % mejorar el servicio de recolección de basura, el 27.3 % sugirió proyectos de infraestructura de playas, el 18.2 % dijo que deberían existir contenedo-res de basura en la playa y el 9.1 % mencionó que sería satisfactorio que hubieran estructuras de recreación, eventos sociales, además de ser necesario concientizar a los turistas en materia ambiental.

En cuanto a la calidad de playas, el 63.6 % consideró que el agua está limpia, el 72.7 % sugirió personal capa-citado para limpieza de playa, el 36.4 % propuso mayor vigilancia, mientras que el 18.2 % sugirió limpieza per-

Figura 2. Análisis de componentes principales que define el tipo de playa y las variables más relacionadas.

Figura 3. Playas tipo A. a= San Benito, b= Las Escolleras y c= CTPL.a b c

Figura 4. Playas tipo B y C. a= VSJ(B), b= PLC(C) y c= PL(C).ca b

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manente de playas, así como verificar las causas de con-taminación que vienen del muelle pesquero, finalmente el 9.1 % mencionó la importancia de los señalamientos en las playas.

Por otra parte, de acuerdo al jefe de la oficina de ecosistemas y zonas costeras de la SEMARNAT en Chia-pas (entrevista realizada por Barrios Ramos María de los Ángeles en septiembre del 2011), dos son las priorida-des planteadas por esa dependencia para las costas de Chiapas, trabajar en la delimitación de la zona federal marítimo terrestre con la finalidad de regular la acti-vidad turísticas, específicamente a los prestadores de servicios, y como segunda prioridad, la necesidad de certificar las playas para uso recreativo, en particular Las Escolleras y Playa Linda (área turística).

Potencial recreativo de playasEl potencial recreativo promedio, para parte emergida, se califico de medio (0.5) para VSJ, mientras que para PLC y PL fue bajo (0.3 y 0.4 respectivamente). Las carac-terísticas que más sobresalen de manera positiva fueron el material de la berma (arena media) y el ancho de la parte emergida en marea baja, sin embargo la accesibili-dad presento un potencial muy bajo (Cuadro 3).

Para la parte sumergida el potencial promedio fue alto para VSJ y medio para PLC y PL (Cuadro 3). Las ca-racterísticas con potencial muy alto fueron la tempera-tura y turbidez del agua, así como la biota bentónica; mientras que el potencial muy bajo fue para la expo-

sición al oleaje y corrientes de retorno (Cuadro 3). De manera global, se estimó un potencial recreativo me-dio para VSJ y PL (0.6 y 0.5 respectivamente), mientras que para PLC su potencial recreativo se calificó como bajo (0.4).

DISCUSIóN

El programa sectorial de turismo 2007-2012, desta-ca como una de sus líneas de acción la consolidación de la oferta turística de sol y playa (SECTUR, 2007). Lo anterior destaca la necesidad de conocer y hacer un uso sustentable de las playas en México. Una de las propuestas en este sentido es la caracterización de los tipos de playas existentes, ya que esto permitirá una adecuada gestión para cada uno de estos sitios (Yepes, 1995; Yepes y cols., 1999), y lograr la certificación de las playas en alguna de la dos categorías existentes, playas para uso recreativo con tres niveles, y playas prioritarias para la conservación con dos niveles (SE-MARNAT, 2006).

Variables Playa linda Escolleras San Benito

Caminos adecuados 0.90(A) 0.91(A) 0.90(A)

Acceso a playas 0.84(A) 0.93(A) 0.92(A)

Adecuados servicios públicos 0.84(A) 0.53(M) 0.66(M)

Arena de playa agradable 0.84(A) 0.90(A) 0.80(A)

Peligrosidad de la playa 0.52(M) 0.95(M) 0.40(B)

Temperatura agradable del agua

0.96(A) 0.93(A) 0.94(A)

Profundidad aceptable de la playa

0.80(A) 0.88(A) 0.72(M)

Limpieza de la playa 0.74(M) 0.63(M) 0.68(M)

Buena calidad del agua de mar

0.70(M) 0.65(M) 0.84(A)

No percibe olores desagradables en la playa

0.88(A) 0.75(M) 0.84(A)

Observa fauna agradableen la playa

0.63(M) 0.53(M) 0.50(M)

Buena calidad de los servicios públicos

0.80(A) 0.48(M) 0.69(M)

Existe disposición a pagar por servicios públicos

0.82(A) 0.75(M) 0.70(M)

Promedio 0.79(M) 0.76(M) 0.74(M)

Clasificación de aptitud recreativa: bajo (B) 0.20-0.40, medio (M) 0.41-0.79, alto (A) 0.80-1.

Cuadro 2. Aptitud recreativa por variable, por playa y promedio de tres playas del municipio de Tapachula, Chiapas, México

Características de la parte emergida VSJ UISA PL

Ancho de la parte emergida de la playa en marea baja

0.8(A) 0.5(M) 0.5(M)

* Material de la berma 0.7(A) 0.7(A) 0.7(A)

Pendiente de la berma 0.1(MA) 0.0(MB) 0.5(M)

Color del material que constituye la berma

0.4(B) 0.0(MB) 0.0(MB)

Presencia de material ajeno en la berma

0.6(M) 0.6(M) 0.3(MB)

Variabilidad estacional de la berma

0.0(MB) 0.0(MB) 1.0(MA)

Accesibilidad 0.2(MB) 0.0(MB) 0.0(MB)

Sitio de arribo, anidación y alimentación de aves y tortugas

0.9(MA) 0.9(MA) 0.5(M)

Características de la parte sumergida VSJ UISA PL

Profundidad del área de baño 0.8(A) 0.7(A) 0.7(A)

Temperatura del agua 1(MA) 0.9(MA) 0.9(MA)

Turbidez 0.9(MA) 0.9(MA) 0.9(MA)

Material de la parte sumergida de la playa

0.7(A) 0.7(A) 0.7(A)

Rango de marea 0.8(M) 0.7(M) 0.7(M)

Exposición del oleaje 0.2(MB) 0.0(MB) 0.0(MB)

Corrientes de retorno 0.0(MB) 0.0(MB) 0.0(MB)

Biota bentónica en la parte sumergida 0.9(MA) 0.9(MA) 0.9(MA)

Potencial recreativo promedio parte emergida

0.5(M) 0.3(B) 0.4(B)

Potencial recreativo promedio parte sumergida

0.7(A) 0.6(M) 0.6(M)

Cuadro 3. Potencial recreativo por característica, por playa y promedio de por-ción emergida y sumergida de tres playas del municipio de Tapa-chula, Chiapas, México

*Valores asignados para las características presentes en playas: MA=muy alto (1-0.9), A=alto (0.8-0.7), M=medio (0.6-0.5), MB=muy bajo (0.2-0.0).B=bajo (0.4-0.3).* El color del material de la ber-ma se determina considerando el material seco sobre la berma de la playa.

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Este trabajo permitió diferenciar dos tipos de pla-yas, lo que a su vez sugiere dos gestiones distintas. El primer grupo de playas (SB, LE, CTPL) se identificaron como playas frecuentadas y con infraestructura turís-tica; sin embargo los turistas las ubicaron como playas con aptitud recreativa media, lo cual implica que los turistas, al menos en un 74 % (Popoca, 2006), no han encontrado satisfechas sus necesidades recreativas.

La valoración de aptitud recreativa media dada por los turistas puede deberse entre otras cosas, a la escasa organización de los prestadores de servicio, ya que sólo el 27.3 % de los entrevistados dijo per-tenecer a una organización, además de que menos del 50 % mencionó conocer algún proyecto para el funcionamiento y manejo de playas. En este sentido diversos autores (Yepez, 1999; 2004, Silva-Íñiguez y cols., 2007) mencionan que la gestión integral es una herramienta básica para alcanzar la competitividad de los destinos turísticos en playas. No obstante la ap-titud recreativa media puede también estar dada por el deterioro de las playas en los últimos años, ya que el 54.5 % de los entrevistados hizo referencia a esta condición, además del alto costo de los servicios pres-tados por los palaperos (70 %), esto también puede explicar la disminución de visitas de turistas a estas playas. En este sentido algunas investigaciones (Galo-fré y cols., 1997; Yepes y cols., 1999) afirmaron que no es suficiente la caracterización de parámetros físicos o biológicos, también hay que incorporar característi-cas de calidad humana junto con el diseño de playas que atienda sus usos y gestión. Otros elementos que sugieren la urgente necesidad de una gestión integra-da de las playas turísticas del municipio de Tapachula fueron las menciones de necesidad de proyectos de infraestructura y recreativa entre otras. Esto coincide con lo comentado por el responsable de zonas cos-teras del estado de Chiapas en cuanto a la necesidad de un ordenamiento ecológico y la certificación de las playas de uso turístico.

Es indiscutible que las playas turísticas del munici-pio de Tapachula, requieren una atención apremiante, atención que permita superar las deficiencias actuales y buscar la certificación de playas recreativas de acuer-do a la NMX-AA-120-SCFI-2006 (SEMARNAT, 2006) lo cual permitirá dar proyección nacional a estas playas y contribuir al desarrollo local.

El segundo grupo de playas, VSJ, PLC y PL, son sitios con escasa o nula visita turística y sin infraestructura recreativa, además de que VSJ y PLC forman parte de la zona sujeta a conservación ecológica (ZSCE) El Cabildo Amatal y PL forma parte de la ZSCE El Gancho Murillo.

Por otra parte, para el segundo grupo de playas el po-tencial recreativo de la porción emergida de la playa fue de una calificación media para VSJ. Para el caso de PLC y PL son playas con potencial recreativo bajo. Estos resul-tados sugieren no realizar desarrollos turísticos. Otros factores que apoyarían esta sugerencia es la fuerte con-taminación por residuos sólidos observado en PL (Figura 4C), residuos que son arrastrados por el río Cahoacán y depositados en esta playa; así como la constante varia-ción de la línea de costa para VSJ y PLC (Barrios-Ramos y Castro-Castro, 2010), además que estas playas forman parte de áreas naturales protegidas.

El análisis de la parte sumergida plantea a VSJ con potencial recreativo alto, mientras que PLC y PL presen-taron un valor de potencial medio. Si bien los valores nominales (MA, A, M, By MB), descritos en la Cuadro 3, obtenidos en las tres playas fueron los mismos, es en la calificación numérica donde se aprecian las diferencias (Cuadro 3), mismas que influyen en el potencial recrea-tivo obtenido. En esta sección de las playas, si bien las características de temperatura y claridad del agua, así como la escasa biota bentónica contribuyen al nivel de potencial obtenido, características como la exposición del oleaje y la presencia de corrientes de retorno resul-tan peligrosas y deben ser consideradas seriamente al momento de intentar un desarrollo turístico en estas áreas. En este sentido Lizano (2010), comentó que las playas más visitadas parecen ser las de mayores acci-dentes por sumersión y mencionó la existencia de co-rrientes de retorno en las mismas.

De manera global, VSJ y PL presentaron potencial recreativo medio, y PLC presentó calificación de bajo potencial. Los resultados obtenidos y las característi-cas de estas tres playas sugieren claramente que debe evitarse considerarlas para desarrollos turísticos, ya que de acuerdo a nuestra consideración, la principal característica, seguridad del bañista, es muy baja; ade-más de que las playas forman parte de áreas naturales protegidas, así como la alta dinámica de la línea de cos-ta en VSJ y PLC, además de la alta contaminación por residuos sólidos en PL. Se sugiere trabajar para que las playas de interés, puedan ser certificadas como playas prioritarias para la conservación de acuerdo a la NMX-AA-120-SCFI-2006 (SEMARNAT, 2006).

Considerando la importancia económica, social y ambiental de las playas, urge que el Gobierno Municipal de Tapachula se involucre de forma responsable en el manejo y conservación de las playas del municipio; sin embargo, urge también la participación de todos los ni-veles de gobierno, así como de los sectores involucrados en el uso, conservación y disfrute de estas áreas.

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AGRADECIMIENTOS

Se agradece el apoyo logístico brindado por la SCPP Pescado-res del Cabildo, a los prestadores de servicio, así como al área de ecosistemas y ambientes costeros de la SEMARNAT por las facilidades otorgadas.

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Vivencias en una comunidad Ch´ol de Palenque, Chiapas, México

Después de organizarnos y de haber seleccionado a una de las comunidades de más alta

marginación de la Región Selva de Chiapas, según el INEGI (2010), un equipo multidisciplinario de la Uni-dad de Vinculación Docente (UVD) integrado por 17 Profesionales en Formación (PF) del Centro Maya de Estudios Agropecuarios de la Univer-sidad Autónoma de Chiapas, ubicado

Macario M. Fierro, es Doctor en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable por El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), especializado en comunicación química de insectos y conservación de la biodiversidad, con én-fasis en los insectos polinizadores. Tiene Maestría en Biotecnología por parte de la UNACH y una especiali-dad técnica en, “Honey Bee Mating Biology and Queen Rearing Techniques” realizada en el Carl Hayden Bee Research Center del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-ARS) en Tucson, AZ., USA. Actualmente está adscrito al Centro Mesoamericano de Estudios en Salud Pública y Desastres (CEMESAD-Tapachula) de la UNACH, y participa en el Programa de Retención de Investigadores del CONACYT, con el proyecto: “Biodiversidad y Distribución Espacial de las Abejas sin Aguijón (Apidae, Meliponini), Preferencias Florísticas y su Explotación Sustentable en Comunida-des Mayas de La Región Selva de Chiapas, México”. Correo-e: [email protected]

Ricardo Magallanes Cedeño PhD, es Responsable Téc-nico del Proyecto de Retención de Investigadores ante el CONACYT. Ha publicado diversos trabajos científicos en revistas nacionales y extranjeras con alto factor de impacto. Es docente de tiempo completo de la UNACH y ha desempeñado cargos relevantes, el último fue como Director de la Facultad de Ciencias Agrícolas en Huehue-tán, Chiapas.

CienCias agropeCuarias y BioCienCias

Macario M. FierroProfesor del Centro Mesoamericano de Estudios en Salud Pública y Desastres (CEMESAD-Tapachula), UNACH

Ricardo Magallanes CedeñoProfesor de la Facultad de Ciencias Agrícolas en Huehuetán, UNACH

El fin del mundo, según el calendario maya, no es exactamente lo que se ha hecho creer. La información se ha manejado erróneamente presentándola según la vox po-puli, como el fin del mundo como lo conocemos; sin embargo, y a pesar de que la cosmovisión maya es mucho más que el fin de algo, lo cierto es que las tradiciones que aún se conservan de esta gran civilización están en riesgo de desaparecer

en Playas de Catazajá, coordinados por el M.C. Peter Vázquez Monte-jo, profesor bilingüe español-ch´ol y experto en hidrología y manejo de cuencas, nos dirigimos entusias-mados a Nueva Galilea, comunidad indígena de origen Maya ubicada en Palenque, Chiapas, con objeto de iniciar el proceso de vinculación y analizar conjuntamente con las autoridades y habitantes la proble-mática de la región y proponer las posibles soluciones para mejorar su calidad de vida. Era agosto del 2011. Después de casi dos horas de viaje, una hora en carretera asfaltada y otra en terracería (57 km en total), llegamos a nuestro destino. Duran-te el trayecto fuimos disfrutando de los hermosos paisajes típicos de la selva; sus ríos y arroyos con aguas cristalinas de tonalidades que van del azul-verde oscuro al turquesa claro, así como de su gran diversidad ecológica que, gracias a su situación geográfica, aún nos ofrece esta re-gión única de Chiapas y de México. También se generaron algunas dis-cusiones entre los PF al observar la destrucción de áreas que se conside-

raban protegidas. Sin embargo, pese a los cambios que han afectado a la selva maya, ésta sigue siendo una de las más relevantes de Mesoamérica en términos de su biodiversidad y regulación del clima. Salvo el cami-no de terracería que se encontraba en pésimas condiciones, y que por momentos parecía que impediría llegar a nuestro objetivo, todo suge-ría que Nueva Galilea sería un lugar donde su pobladores estarían felices de vivir allí, por lo que los PF se en-contraban contrariados por las razo-nes por las cuales esa comunidad se encontraba clasificada como de alta marginación, generándoseles así el espíritu de investigador, necesario para el tema objeto de estudio.

Características de la comunidadDe acuerdo con el INEGI (2010), en Chiapas un millón 141 mil 499 per-sonas mayores de cinco años hablan alguna lengua indígena, lo que re-presenta el 27 por ciento de la po-blación total, colocando a la entidad como la segunda más importante, sólo después de Oaxaca. De las 18 lenguas reconocidas, el tzeltal, tzo-

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tzil, ch´ol y zoque son los más utili-zados, con más de un millón 124 mil hablantes.

Nueva Galilea es una comunidad Ch´ol de origen Maya con un poco más de mil habitantes; fue esta-blecida por don Domingo Cruz Váz-quez y treinta colonos a mediados del siglo pasado, la mayoría eran originarios de la región de Tumbalá y el resto del municipio de Salto de Agua. Se ubica en las coordenadas 17°19´´ N, 91°51´´O, a una altitud de 385 msnm de la Región Selva en Palenque, asentada a la orilla del río Bascán, cuyo caudal se fortalece con una precipitación pluvial de 2 mil 300 mm durante la temporada de lluvia, a través de los diversos escurrimientos hidrológicos de las montañas aledañas, para secarse completamente en el verano, de-bido a que el suelo está formado principalmente por roca sedimen-taria a base de arenisca y piedras calizas, provocando un problema serio de escasez del vital líquido (Figura 1) —irónico si considera-mos que nuestra región de estudio está rodeada por majestuosos ríos como el Chancalá, Nututún, y el río Tulijá que en su descenso forma las preciosas cascadas de Agua Azul, para después satisfacer las necesi-dades de riego, del sector agrope-cuario del municipio de Salto de Agua y desembocar finalmente en la cuenca del Usumacinta en el Gol-fo de México. La región permanece con temperatura cálida durante la mayor parte del año a excepción de noviembre, diciembre y enero, cuando llega a ser de templada a realmente fría.

La comunidad forma parte de un grupo de asentamientos humanos altamente vulnerables, tanto por su ubicación geográfica dentro de la selva como por los movimientos so-ciales y políticos que aún prevalecen en la región. Se gobiernan por los

usos y costumbres semejantes a los utilizados en la región de Tumbalá (lugar de origen), hablando inclusive el ch´ol con las variantes y modismos típicos de ese municipio. En la región sólo existen algunos remanentes de selva virgen (alta y mediana peren-nifolia), como el conservado por don Domingo Sánchez Arcos, hijo de uno de los fundadores, quien a pesar de su avanzada edad y de la cacería fur-tiva y presencia de tala-montes, don Domingo ha logrado proteger este remanente de selva virgen, donde se conserva una riqueza y biodiver-sidad de especies muy importantes. Su parcela, de casi 30 ha, está for-mada por una diversidad florística impresionante correspondiente a una selva alta y mediana perenni-folia, constituida por cientos de ár-boles centenarios y algunos de ellos milenarios, los más representativos son: la caoba (Swietenia macrophy-lla), chicle (Manikara zapota), ceiba (Ceiba pentandra) y el amate (Ficus glabrata); también se conservan es-pecies faunísticas que, fuera de esta región han desaparecido o están por desaparecer como son: el oso hormiguero (Tamandua mexicana),

armadillo (Dasypus novemcinctus), jabalí (Tayassu tajacu), faisán (Pe-nelope purpurascens), jaguar (Pan-thera onca) y el mono aullador o saraguato (Alouatta pigra); su riqueza y abundancia en insectos polinizado-res es relevante, esta superficie de selva equivale al 17% del total de las tierras que pertenecen a Nueva Galilea y que conservan las caracte-rísticas denominadas por el Registro Agrario Nacional como tierras de uso común.

El resto de las montañas que ro-dean la comunidad, han sido pertur-badas principalmente por actividades antropogénicas (fuego descontrolado en 1970 y siembra de cultivos domés-ticos), por lo que el estado sucesional (nivel de desarrollo), corresponde a una selva joven con abundantes acahuales (áreas en recuperación ecológica con abundante vegetación perennifolia secundaria, arbustiva y herbáceas), y escasos árboles madu-ros. Sin embargo, aunque en menor abundancia, aún conserva mucho de la diversidad ecológica localizada en la selva prístina de don Domingo. Es en esta área de selva fragmentada, donde nació y vive Juan Sánchez

Figura 1. En el verano (temporada sin lluvias), el río Bascán, principal recurso hídrico de Nueva Galilea, se seca completamente, por lo que es necesario traer el vital líquido desde vertientes muy lejanas. Obsérvese el río a fines del mes de marzo.

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Vázquez, de 48 años de edad, so-brino de don Domingo Sánchez Arcos, y es el único de 7 hijos que procreo el fundador de Nueva Ga-lilea que aún vive en la comunidad. Juan cuenta con una parcela de un poco más de 20 ha (Figura 2). Los estudios que realizó, con muchas penurias, en una secundaria agro-pecuaria, le facilitaron manejar y explotar las abejas melíferas (Apis) capturadas en su parcela y cono-cidas por ellos como “extranjera”; por otro lado la experiencia que adquirió trabajando varios años en la Secretaría de Salud, le permite actualmente proveer de los pri-meros auxilios en una emergencia a los habitantes de la región; él se siente orgulloso de participar ac-tivamente en la comunidad, don-de siempre ha sido llamado para desempeñar diversos cargos. Re-cientemente fue nombrado agen-te municipal, y es reconocido por trabajar su parcela bajo los usos y costumbres que le fueron inculca-dos por sus padres.

Como testimonio de sus oríge-nes mayas, es frecuente localizar en diferentes parcelas de la comu-nidad, restos arqueológicos desde simples piezas de barro y piedras talladas hasta impresionantes ca-vernas, montículos y construcciones formales de pirámides, aún no ex-ploradas, que guardan celosamente el secreto de las causas que provoca-ron el colapso de esta impresionante civilización Mesoamericana.

Es aquí, en medio de esta im-presionante riqueza natural y cul-tural, donde realmente se está viviendo y librando una gran ba-talla que traerá, como todo pare-ce indicar, el fin de uno de los dos mundos, que por vicisitudes de la vida parecen no poder coexistir ar-moniosamente: el mundo moder-no de los kashlanes (no mayas), o el fin de las tradiciones y cultura de nuestros ancestros, los Mayas.

DESARROLLO

El arriboEran las 11:30 de la mañana de un jueves de agosto cuando llegamos a Nueva Galilea. Los escasos habi-tantes que se encontraban en la calle principal observaban el vehí-culo universitario con curiosidad y recelo; los estudiantes de las dife-rentes escuelas que se encontra-ban en ese momento en recreo se mostraban sonrientes y curiosos. La amable pero estricta conversación con don Leonardo Cruz Vázquez, Comisariado Ejidal de la Comuni-dad, quien nos recibió, sirvió para saber que iba a ser muy difícil llevar a cabo nuestras actividades como universitarios, argumentando que la gente ya estaba muy “golpeada” y desconfiada, pues no creen y ni quieren nada con “el mal” gobier-no, añadiendo que la comunidad es Ch´ol y no podríamos entender-nos. Sin embargo no nos despidió y agregó en su español limitado: “Si quieres hablar con el pueblo, tie-nes que esperar hasta las cinco de la tarde, hora en que la mayoría ya regresó de sus parcelas y podemos

llamarlos a reunirse”. Ese día, como vendrían muchos más, el regreso del equipo de UVD a sus hogares fue cerca de la media noche.

Efectivamente fue difícil lograr y mantener un diálogo con la comu-nidad, pues existen organizaciones pertenecientes al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) o al movimiento de Paz y Justicia, con ideologías frecuentemente diver-gentes, pero no irreconciliables, por lo que tuvieron que pasar al menos cuatro semanas más antes de que lográramos conseguir su acepta-ción y algo de confianza para que se iniciara la interacción con los PF.

Para octubre ya se habían rea-lizado diferentes encuestas y se trabajaba dentro del marco lógico, elaborando el árbol de problemas, causas y efectos e identificado final-mente los problemas que urgían a la comunidad. Los PF visitaban algu-nas parcelas y atendían problemas de parasitosis en ovinos y problemas de estomatitis vesicular en bovinos. Como era de esperarse surgieron los más comunes: salud (clínica), vías de comunicación (puente) y mejo-

Figura 2. Juan Sánchez Vázquez en su parcela, protegiendo a una ovejita huerfanita, a la derecha y son-riente, el Dr. Macario M. Fierro. Obsérvese al fondo y en la parte superior derecha de la imagen, los parches de selva deforestada para la siembra, como lo hacían los antiguos mayas, de maíz, frijol o chile. La tala inmoderada, fragmenta los ecosistemas y rompe con la conectividad y el equilibrio ecológico.

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ramiento de los ingresos familiares (proyectos productivos familiares), propuestas que la comunidad pro-puso se analizaran para su posible solución. Por fin, las barreras se ha-bían derrumbado y el intercambio cultural había comenzado.

La conservación de la selva y las coesencias mayas: el nagual “Si tú quieres verdaderamente co-nocer una selva virgen, deberías ir a visitar la parcela de mi tío”, me dijo Juan en su español limitado pero claro y preciso, refiriéndose a don Domingo. “Ya te llevé a conocer mi parcela y todas por acá son muy pa-recidas a la mía, pero allá con mi tío hay de todo, allá sí hay árboles gran-dísimos como los que tú quieres ver”, extendiendo sus brazos lo más que pudo, “hay muchísimas abejas de las ‘negritas’ y de la ‘extranjera’ y zumban por diferentes lugares y da hasta miedo, pues también hay tigres”. La narración de Juan llamó mi atención, pues necesitaba de un sitio de selva prístina, esto es una selva virgen, para evaluar el impac-to que la fragmentación de la selva ha causado en la comunidad de in-sectos polinizadores, principalmen-te en las abejas, y la descripción de Juan era exactamente lo que nece-sitaba, un remanente de selva que no haya sido alterado de ninguna forma por intervención humana.

Ahora con un interés especial le pedí a Juan me diera más informa-ción al respecto para asegurar el éxito del viaje a la selva de su tío; entonces Juan añadió: “Mi tío Do-mingo ya está grande (84 años de edad) y ya no vive aquí, sólo viene a las reuniones y a veces se queda varios días en su choza, pero toda su familia (esposa y diez hijos), está en Jerusalén, cerca de Salto de Agua; pero no permite que nadie toque su selva porque él así la quiere tener. La gente cree que él hace esto por-

que supone que su nagual es tigre y seguro que el tigre debe vivir allí”. Con mayor interés insistí en que me explicara qué es un nagual, a lo que Juan agregó: “Ustedes los kashlanes no creen en eso, no creen en el señor del Rayo que parte los árboles con su hacha de piedra, en la fuerza de la serpiente para atrapar su presa ni en el poder de la nube blanca o Uxh, para quemar los cultivos, pero para nosotros es verdadero; el nagual de una persona es su otra forma de vida transformada en animal”, y agregó: “Hace algunos años, por el rumbo de la selva de mi tío, vivió don Pablo Gómez Cruz, un nativo que logró vi-vir más de cien años, llevó una vida solitaria y nunca salió de su parce-la; en cierta ocasión que se le vio enfermo —cosa rara porque el casi nunca se enfermaba— sin poder ca-minar y sin aparente razón pues su pierna, no se observaba lesionada, y en lugar de mejorar empeoraba cada día, don Pablo tuvo que confe-sar que su problema se debía a que su nagual, también un tigre, había sido herido en una de sus patas, por lo que si iban y curaban al animal él

sanaría. Cuentan que así lo hicieron y don Pablo se recuperó rápidamen-te. Pienso que el caso de mi tío es igual, por eso no permite que esa selva se destruya”. Lo anterior me dejó asombrado y con un deseo in-tenso de conocer a don Domingo y su selva.

Rumbo a la selvaEl viaje se planeó y se realizó en marzo del 2012. Ante la falta de caballos y mulas que nos ayudaran a transportar nuestros materiales de trabajo y equipos de campaña decidimos llevar solamente lo in-dispensable. El viaje se haría a pie tierra y tomaría al menos seis horas para llegar a nuestro destino por lo que decidimos salir rayando el alba. Nunca imagine que esas horas de ida me harían ver la cruda realidad de la supervivencia cotidiana en la selva, que de otra manera no hu-biera podido constatar (Figura 2), y que las eternas horas de regreso me darían una gran lección de vida y supervivencia, pues me había le-sionado ambos pies y era muy difícil poder avanzar en esas condiciones.

Figura 3. Los habitantes de la región conocen las plantas que pueden proveerles del vital líquido. Este conocimiento es vital para la supervivencia en medio de la selva. Juan saciando su sed con el agua del bejuco negro (Dillenaceas spp), o tsu´sub en ch´ol. La cantidad que se obtiene parece poca, pero ante la escasez, lo que consiga con este método es un regalo de Dios.

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Con la idea de aprovechar al máximo este viaje de exploración, invité al maestro Nelson Rendón Carmona (candidato a doctor por el ECOSUR) para ver la posibilidad de desarrollar un proyecto sobre captura de carbono o de pago por servicios ambientales y continuar protegiendo este remanente de sel-va. El día de la salida, nos sentimos sicológicamente aliviados (el maes-tro Nelson y yo, principalmente yo), cuando puntualmente llegó don Domingo, a la choza de Juan don-de pernoctábamos, acompañado por Gerardo, un hombre joven de aproximadamente 35 años y el se-gundo de sus 10 hijos; con Gerardo, ya seríamos cinco los exploradores y la ruta prometía muchos retos y riesgos. Para nuestra primera sor-presa, el guía fue don Domingo, el más viejo del grupo, seguido por Juan y, permaneciendo siempre en la retaguardia, Gerardo.

El fiel e incondicional compañero del grupo, y que finalmente terminó perdido en la selva para llegar tres días después a Nueva Galilea, fue “El Negro” un perro guardián que utiliza Juan para cuidar sus ovejas y para sus actividades diarias en la parce-la, y que en más de una ocasión nos previno del peligro que representan las nauyacas (Bothrops asper) —ser-pientes consideradas entre las más venenosas de México y del mundo, están ampliamente distribuidas en la región— y han sido el principal riesgo de los PF del Centro Maya en sus trabajos de campo, pues año con año su picadura ha provocado la muerte de los habitantes de la re-gión, entre ellas una de las hermanas de Juan y otra que afortunadamente logró sobrevivir.

Por fin llegó la hora y la expedi-ción partió después de que Graciela la esposa de Juan, muy de madruga-da nos invitara a un café caliente y proveyera a su esposo de suficiente

agua y pozol para alimentase duran-te el camino. En el trayecto pudimos observar algunos estanques que la comunidad construyó para almace-nar agua de lluvia que utilizan en la época de escasez; afortunadamente y con el esfuerzo de varios años de trabajo, lograron entubar el agua desde una pequeña vertiente lo-calizada a 10 km de la comunidad. También observamos una defores-tación intensiva muchas veces sin el aprovechamiento forestal para poder sembrar, como lo hacían sus ancestros mayas, maíz, frijol o chile. A medio camino, y en medio de un potrero, no pueden pasar desaper-cibidos dos montículos de entre 20 y 30 metros de altura cada uno cubiertos de maleza, alrededor de ellos se localizan infinidades de pie-dras calizas, de diferentes tamaños,

blancas y brillantes que recuerdan las utilizadas en las construcciones de pirámides, palacios o templos mayas (Figuras 4 y 5).

En las proximidades de la parcela de don Domingo apreciamos abun-dantes árboles de chalum (Inga spuria), utilizadas para sombra en los cafetales, y la presencia de un número importante de insectos po-linizadores, principalmente de abe-jas nativas y abejorros. Lo que no se observó por ningún lado fue la pre-sencia de arroyos o alguna fuente de agua. El único recurso hídrico que se dispone, y que ha permanecido in-tacto desde hace más de cincuenta años, es un pequeño escurrimiento entre las rocas, el cual se almacena sobre una piedra cóncava. Fue en este micro-oasis donde tomamos el segundo descanso, nos reabaste-

Figura 4. Después de un sustentable almuerzo a base de tortilla fermentada, pollo asado y pozol y, bajo la sombra de un impresionante árbol de amate (Ficus glabrata) en el corazón de la selva, era necesario definir el rumbo a seguir. Aparecen de izquierda a derecha: don Domingo Sánchez Arcos, Dr. Macario M. Fierro y Juan Sánchez Vázquez.

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cimos de agua y donde Juan estuvo a punto de sufrir un gravísimo acci-dente al resbalar entre las enmohe-cidas piedras.

El viaje continuó sin novedad pero pronto nos dimos cuenta que Gerardo no había llegado para forta-lecer al grupo, pues conforme avan-zábamos él mismo nos expresó sus inquietudes y planes de explotación de la parcela de su papá; al parecer no tenía los conocimientos elemen-tales de un hombre que vive y con-vive de los recursos que provee la selva (a medio camino ya había per-dido su machete, herramienta indis-pensable en estas circunstancias). Gerardo inesperadamente se había incorporado a la expedición para re-conocer la parcela de su papá, pues tenía más de veinte años de haber emigrado a Jerusalén y no había re-gresado; él sospechaba que el maes-tro Nelson y yo éramos extranjeros que fingíamos ser maestros univer-sitarios y que nuestro verdadero in-terés era extraer el oro y las riquezas supuestamente enterradas en los restos arqueológicos localizados en

la selva. Lo anterior fue evidente porque al regreso de la expedición, ya entrada la noche, las autoridades de la comunidad (a pesar de que ya estaban informadas de nuestras actividades), citaron con carácter de urgente a Juan, quien tuvo que explicar, principalmente a los incon-formes, nuestras actividades como profesores investigadores respon-sables de la vinculación y apoyo técnico en el desarrollo de proyec-tos productivos con la comunidad, exhibiendo las solicitudes oficiales y los permisos que ellos nos dieron. Si no hubiéramos seguido el protocolo institucional, tal vez este artículo no hubiera sido posible.

Al parecer, Gerardo llevaba en mente —como él mismo lo expre-só varias veces durante el camino, a veces en tono de broma— su dis-posición de irse a vivir a la parcela para planear de una vez por todas, la forma más rápida y redituable de explotar, aparte del supuesto oro, los recursos forestales y faunísti-cos, principalmente la carne de mono saraguato —altamente co-

diciada por los turistas en el mer-cado de Cancún por considerarla como afrodisiaco—, los cuales son abundantes en la parcela de su pa-dre. Le expliqué, lo más claro que pude, que los saraguatos viviendo en su hábitat natural podrían ge-nerarle muchísimo más dinero que muertos, siempre y cuando él se propusiera desarrollar con la co-munidad, por ejemplo, algún pro-yecto eco-turístico. Curiosamente algunos cientos de metros antes de llegar a la parcela, lo primero que escuchamos fue el aullido, a manera de “bienvenida”, de los sa-raguatos, mismos que cuando nos tuvieron a su alcance nos expulsa-ron de su territorio dejándonos caer pedazos de ramas o utilizando sus secreciones. Ya dentro de la selva y muy cerca del grupo de saraguatos nos encontramos sorpresivamente con un par de cazadores furtivos, perfectamente armados, quienes ante nuestra presencia disimu-laron y se ofrecieron a colaborar con nuestra exploración, al menos al inicio —observé que conocían bien la selva, pues en menos de una hora nos mostraron tres nidos de abejas— porque así como llega-ron se fueron. La verdad me sentí aliviado cuando me explicó Juan, que conocía a estas dos personas y que en la región no existía problema con los zapatistas. Afortunadamente durante la expedición nunca escu-chamos un disparo; pero sí obser-vamos trampas para jabalíes.

Don Domingo, nuestro guía y dueño de la parcela, es poco ex-presivo, tal vez porque se le di-ficulta mucho hablar y entender el español; sin embargo, siempre mostró entusiasmo y una excelen-te disposición para que explorára-mos la selva y se pudieran hacer los estudios necesarios para continuar conservando el fragmento de selva de su propiedad. Él deseaba que el gobierno se fijara en su parcela y lo

Figura 5. Selva virgen. Después de una larga exploración era necesario un breve descanso. De iz-quierda a derecha aparecen: don Domingo Sánchez Arcos, MC. Nelson Rendón Carmona, Dr. Maca-rio M. Fierro y Juan Sánchez Vázquez, reflexionando en la cima del punto más alto de la selva, uno de los sitios aún cubiertos por vegetación selvática, donde se localizaron restos arqueológicos de piedras talladas y losetas de piedra caliza blanca y brillante, que posiblemente forman parte de la estructura de una pirámide o templo maya.

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apoyara económicamente como lo hace con los comuneros en Mon-tes Azules: “Mientras yo viva, na-die va a destruir mi parcela y es mi deseo que así se conserve”, decía, prometiéndome entregar copia de sus derechos agrarios, lo cual al final de la expedición cumplió. Su convicción y espíritu de protección a la naturaleza eran admirables, sólo comparables con las expre-siones de Juan respecto al entor-no donde él vive: “Antes acá todo era virgen, crecían abundantes y diversas hierbas comestibles y los frutos eran muy grandes, aún aho-ra algunos lo conservamos y que nuestros vecinos ya no poseen y tienen que cultivarla o comprarla, antes se perdía la gente en la mon-taña ahora ya no, yo creo que acá vive el Dios del cielo y veo otros lugares muy tristes”, refiriéndose a que ha viajado por el centro y norte del país. Agrega: “Nadie ha sabido cuidar la montaña, porque como decía mi papá, tú la cuidas y viene otro y se lo chinga y creo que mi papá tenía razón en parte; muchos han destruido sus parcelas para sembrar maíz y luego tienen que andar comprando para comer, por eso muchas cosas que antes habían ya no hay mucho”.

DISCUSIóN Y CONCLUSIONES

``Costumbre’’, así llaman los ma-yas aún, al conjunto de tradiciones socio-religiosas, considerado por muchos de ellos como la herencia más valiosa que recibieron de sus antepasados y que por esta razón les toca salvaguardar a toda costa (De Vos, 1994). De esta manera es posible comprender expresiones como: “El señor del trueno, repre-sentado por Chaac, con su hacha de piedra”; “La fuerza de la serpiente o dios serpiente” (Kukulkán para los mayas y Quetzalcóatl para los azte-cas); “El poder de la nube”; “El señor

sol, Ahau-Kin”. Esta veneración y respeto por sus deidades confirman su vocación profundamente religio-sa (Ixchel, el dios de la fertilidad, la luna, la lluvia y las cosechas; B´alam Quitze, el dios protector de la agri-cultura; Ah Mucen-Kab, el dios de las abejas y la miel etc.), han impactado positivamente, desde un punto de vista holístico, en la sustentabilidad ecológica. En Chiapas, como en otras regiones mayas, este patrimonio cultural ha sido seriamente agredido en las últimas décadas por agentes extraños a las comunidades preten-diendo convertirlas a sus creencias de redención.

Indigenistas, protestantes, cató-licos, activistas de izquierda y gue-rrilleros de diversas tendencias han llegado con el afán de prometer a los mayas una vida más justa y digna, según su particular punto de vista. Debido a que estos grupos gene-ralmente son antagónicos entre sí, han convertido el mundo maya en el escenario de una feroz contien-da ideológica con la causa indígena como bandera, impactando negati-vamente en la conservación de esta cultura (De Vos, 1994) y de nuestras selvas. Por ejemplo, actualmente se le sigue rindiendo culto entre los agricultores al dios Chaac, tal como los estudios antropológicos dejan entrever; sin embargo es bajo el nombre de Santo Tomás, esto gra-cias al sincretismo entre las cultu-ras mayas y cristiana.

Entre las costumbres Meso-americanas más difundidas está el de un “espíritu acompañante,” un ser sobrenatural con el que una persona comparte su conscien-cia (Foster 1944). De acuerdo con diversos informes etnográficos, grupos tan separados como los huicholes en México y los mayas en Mesoamérica creen en estos espíritus. Sin embargo, la mayoría de las personas viven a sabiendas de que tienen un “espíritu acom-

pañante”, pero nunca saben qué es éste. Inclusive a la pregunta de ¿sabes quiénes son los mayas?, la mayoría responde que no, pero reconocen su pertenencia a otra cultura diferente a la de los kashla-nes. Este conocimiento del “espí-ritu acompañante” generalmente estaba limitado a los especialistas en rituales y calendáricos, o estu-diosos del tiempo y el cosmos de la sociedad maya tradicional. Los espíritus compañeros siempre han suscitado el interés de los antro-pólogos, quienes distinguen entre dos seres: un espíritu compañero y un brujo capaz de transformarse.

El primero, llamado tonal, vin-cula a las personas por destino o fortuna, generalmente de acuerdo con la fecha de su nacimiento; las características del tonal, que puede ser un animal o un ave, se reflejan en el carácter y la personalidad de su “propietario” (Foster, 1944). El brujo o nagual es una figura mucho más siniestra que por las noches toma la forma de un animal agresi-vo y temido, que se dedica a hacer daño y matar a sus víctimas. Hay que observar que ambos térmi-nos, son de origen náhuatl, pero en nuestra comunidad de estudio se utiliza el término nagual indistinta-mente, ya sea para denominar a un espíritu compañero —como los dos casos citados en la narración— o, al brujo que se transforma en animal para hacer el mal. Sin embargo los antropólogos sugieren el término coesencia para referir a un animal o fenómeno celestial (lluvia, true-no, viento) que se cree comparte la consciencia de la persona a la que “pertenece”; el vínculo es tan cercano que cuando la coesencia es lesionada o destruida, su propie-tario se enferma o muere (Thomp-son 1958) —según Thompson el término coesencia, vendría hacer el término aplicable al concepto de nagual utilizado en nuestra narra-

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ción, al mismo tiempo que evita el riesgo que implica utilizar palabras de origen náhuatl en un concepto que es de origen maya—.

Actualmente el mundo maya se encuentra en una dinámica que anuncia una nueva época. Aunque en su gran mayoría siguen siendo un pueblo de campesinos pobres, considerados como ciudadanos de segunda, tanto en México como en Guatemala, donde habita la mayor parte de la población, en las últimas décadas han tenido ex-periencias que les han enseñado a cuestionar su situación y recono-cer la necesidad de unir fuerzas. Saben que sólo bien organizados, como lo han demostrado en una comunidad no indígena como San Cristóbal de Las Casas, podrán reclamar el lugar que les corres-ponde dentro de los países en los cuales les tocó vivir. Han aprendido que para ellos no habrá futuro si no miran más allá del limitado ho-rizonte de su comunidad tradicio-

nal. Si logran valorar su poder de pertenencia a un mismo pueblo, al Pueblo Maya, mucho más allá de las etnias y barreras lingüísticas, entonces no hablaremos más del fin de las tradiciones mayas, sino de la convivencia pacífica, demo-crática y multicultural de un solo mundo. El mundo de los hombres y mujeres libres.

AGRADECIMIENTOS

A los Profesionales en Formación del Centro Maya, por su excelente disposición y espíritu de superación; al M.C. Peter Vázquez M., por su sencillez y aportación de ideas; a las autoridades de Nueva Galilea, por darnos la confianza y la oportunidad de servirles; a don Domingo Sánchez Arcos, por facilitarnos su parcela y como guía de la expedición; a la Lic. Yoli Graciela Constantino M. por su apoyo en la redacción, y finalmente de manera especial a Juan Sánchez V. y su esposa Graciela, quienes

desde el principio nos abrieron las puertas de su casa y de su corazón, sin ellos este trabajo no hubiera sido posible.

REFEREnCiAS

De Vos, Jan. (1994). Vivir en Fronte-ra. La Experiencia de los Indios de Chiapas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropo-logía Social-Instituto Nacional Indi-genista, México.

Fierro, M. M., Cruz-López, L., Sánchez, D., Villanueva-Gutiérrez, R., & Van-dame, R. (2012). Effect of Biotic Factors on the Spatial Distribution of Stingless Bees (Hymenoptera, Apidae, Meliponini) in Fragmented Neotropical Habitats. J Neotrop Entomol. 41: 95-104.

Foster, George. (1944). Nagualism in Mexico and Guatemala. Acta Ame-ricana II: 85-103.

INEGI. (2010). Censo General de Po-blación y Vivienda, México.

Thompson, J. (1958). Thomas Gage´s Travels in The New World. Norman: University of Oklahoma Press.

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Ensayando la incubadora de fabricación casera para cocodrilos (Crocodylus acutus y Crocodylus moreletii)

Hernán Mandujano Camacho es Médico Veterinario Zootecnista por la Universidad Autónoma de Chiapas, Maestro en Ciencias en conservación y manejo de vida sil-vestre por la Universidad Nacional de Costa Rica. Es candidato a Doctor en Ciencias por El Colegio de la Frontera Sur, investigando sobre la bioacústica embrionaria del cocodrilo de pantano (C. moreletii). Sus intereses de investigación se orientan a la comunicación animal y la ecología de poblaciones de vertebrados silvestres. Es profesor tiempo completo en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Chiapas. Rancho San Francisco, Carretera Tuxtla – Eji-do Emiliano Zapata km 8, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. México Correo-e: [email protected]

Hernán Mandujano CamachoProfesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNACH

RESUMENSe estimó el éxito de eclosión como parámetro de eficiencia de la incubadora de fabricación casera para nidadas de cocodrilos (C. acutus y C. moreletii). Se estimó 60.1% promedio de éxito de eclosión, habiendo incubado 79 huevos en dos temporadas reproductivas (1993 y 1994). El periodo de incuba-ción de C. acutus ocurrió de marzo a julio, mientras que el de C. moreletii de junio a septiembre. La temperatura promedio de incubación fue 30.5°C + 0.9 DE y la humedad relativa 89.5 %. Todos los cocodrileznos fueron machos. Aunque el éxito de eclosión fue aceptable, se recomiendan modificaciones tendientes a la automatización de la incubadora.

INTRODUCCIóN

Para incubar huevos de cocodrilianos, término ge-nérico empleado para referirse a las 23 especies que pertenecen al orden taxonómico Crocodylia, han sido empleadas diversas técnicas (Barrios 1994). Las técni-cas de incubación artificial varían en la forma de ser puestas en práctica, pero todas se concretan en mante-ner estables los parámetros biológicos requeridos por la especie, que básicamente se refieren a temperatura y humedad relativa (Bolton 1989). Las hembras de los cocodrilianos construyen dos tipos de nidos, subterrá-neo y montículo (Álvarez 1974). El subterráneo es un hoyo cavado en la vega arenosa de los ríos, mientras que el montículo es el cúmulo de detritus en el lugar seleccionado para anidar.

El cultivo de cocodrilos ha cobrado una relevante im-portancia en los últimos 40 años y las técnicas para su reproducción se tornan dinámicas, principalmente en los aspectos de incubación artificial. El ambiente de incuba-ción es muy importante porque influye en la tasa de desa-rrollo embrionario, determinación del sexo, crecimiento, edad y tiempo de eclosión (Hutton y Webb 1992).

El uso de una incubadora artificial es recomendable en una granja, aún para la más pequeña (Woodward et al. 1989). En este tipo de explotaciones es donde típi-camente se necesita instrumentar tecnologías baratas y de fácil acceso en el mercado, que permitan lograr las metas gerenciales planteadas. A pesar de los avances en la investigación de la incubación artificial en cocodrilia-nos durante los últimos 16 años, aún no existe un mé-todo o técnica única para este fin, razón que me animó a realizar este reporte tardío de mi trabajo de tesis de licenciatura. El objetivo de la investigación fue conocer el éxito de eclosión como indicador de la eficiencia de la incubadora de fabricación casera para huevos de co-codrilos (Crocodylus acutus y Crocodylus moreletii) del Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZOOMAT) en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México.

Descripción del área de estudioEl ZOOMAT es parte del área natural protegida “El Zapo-tal” que cuenta con 110 hectáreas y está ubicada en el límite sureste de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. La topografía es abrupta y rocosa con peñascos, la altitud varía de 600 a 800 msnm y la vegetación está compuesta por selva perennifolia, selva subperennifolia y selva baja caducifolia. Los periodos de lluvia típicamente ocurren de mayo a septiembre y los de seca de noviem-bre hasta abril. La temperatura ambiental anual prome-dio es 24.0 °C y la precipitación pluvial 948.2 mm al año. Cuenta con tres acuaterrarios de exhibición que albergan

CienCias agropeCuarias y BioCienCias

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En el trabajo de investigación se emplearon huevos que presentaron una banda de crecimiento embriona-rio, lo que significa que son fértiles (Webb et al. 1987). El éxito de eclosión (EE) fue expresado en porcentaje, estimándolo a partir de la razón del número de huevos incubados (nhi) y el número de cocodrileznos (cría de cocodrilo) eclosionados (nc), multiplicado por 100 (EE = [nhi/nc] * 100). El sexo de los cocodrileznos fue identifi-cado con ayuda de un rinoscopio a través de exploración cloacal, después de 10 días de haber eclosionado.

RESULTADOS Y DISCUSIóN

Fueron incubados 79 huevos en total, 16 huevos de C. acutus en 1993 y 12 huevos en 1994. Para C. moreletii A, 29 huevos en 1993 y 10 huevos en 1994, mientras que del ejemplar B fueron incubados 12 huevos en 1994. El valor promedio del periodo de incubación para los cinco ejem-plares fue 95.4 días, estimando el valor máximo (VMáx) de incubación de 102 días y el valor mínimo (Vmín) de incubación de 87 días. Los periodos de incubación para C. acutus ocurrieron del 02 de abril al 08 julio de 1993 (97 días) y del 25 de marzo al 20 de junio de 1994 (87 días). Mientras que para C. moreletii ejemplar A fue del 03 de junio al 02 de septiembre de 1993 (89 días) y del 11 de ju-nio al 21 de septiembre en 1994 (102 días). Para el ejem-plar B fue del 24 de mayo al 03 de septiembre de 1994 (102 días). La duración de la incubación coincide con los reportados para las mismas especies (Guzmán 1973, Ál-varez 1974, Flores 1988). El éxito de eclosión promedio para C. acutus fue 61.5 %, mientras que para C. moreletii 58.7 %, estimando 60.1 % como valor promedio. el cual es considerado como aceptable (Hunt 1975).

Dado que la determinación del sexo en los cocodri-lianos se da por la temperatura a la que son incubados (Hunt 1973, Bolton 1989, Hutton y Webb 1992), todos los cocodrileznos sexados fueron machos (un ejemplar no identificado). Sin embargo, no fue posible determinar el momento en que la determinación de sexo ocurre.

La temperatura de incubación fluctuó durante los periodos de incubación y las curvas de incremento estu-vieron asociadas al encendido de la fuente de calor. Una vez apagada la fuente de calor, los decrementos de tem-peratura fueron pausados. Las temperaturas de incuba-ción permanecieron en los rangos sugeridos por Ross y Garnett (1990), la media de la temperatura ambiente de incubación fue 30.5 °C + 0.9 DE (VMáx = 32.0 °C , Vmín = 29.0 °C), mientras que el valor medio de temperatura máxima fue 32.1 °C + 1.4 DE (VMáx = 34.5 ºC, Vmín = 29.9 ºC) y de la temperatura mínima fue 29.1 °C + 1.0 DE (VMáx = 30.6 °C, Vmín = 27.1 ºC). La H.R. promedio fue 89.5 % + 1.4 DE (VMáx = 95.0 %, Vmín = 85.0 %).

ejemplares de Caiman crocodilus, Crocodylus acutus y Crocodylus moreletii (14° 53' latitud norte – 93° 05' lon-gitud oeste).

Métodos empleadosEl diseño para la construcción de la incubadora conside-ró dos funciones básicas, mantener la temperatura en-tre 28 - 32 °C y la humedad relativa (H.R.) igual o mayor que 85 % (Aguilar et al. 1994). Fue fabricada con madera triplay de 15 mm de espesor, sus dimensiones fueron 122 X 700 X 330 cm y estuvo soportada por una mesa de madera a 76 cm del suelo. La parte superior correspon-dió a la tapa de la incubadora y fue sujetada con bisagras en uno de sus costados más largos. Contó con una ven-tana sellada con un cristal para poder ver al interior, sin necesidad de abrir la incubadora.

Como fuente de calor, dentro de la incubadora fue-ron instalados dos focos de 100 w controlados manual-mente con un interruptor externo regulable. La H.R. fue proporcionada de forma directa con un aspersor que permaneció dentro de la incubadora, con la finalidad de que el agua asperjada tuviera la misma temperatura a la que estaban los huevos dentro de la incubadora.

La temperatura ambiente, máxima y mínima se regis-tró con ayuda de un termómetro ambiental de mercurio que expresa los valores en grados Celsius (C°), mismo que fue instalado en el interior de la incubadora junto con un higrómetro para medir la H.R, que es expresada en por-centaje. La temperatura máxima y mínima son el valor más alto y bajo de temperatura en un ciclo de 24 horas. La temperatura ambiente se registró usando el nivel del mercurio al instante de leer el dato, porque se refiere a la temperatura de un instante. Los registros de temperatura y H.R. se realizaron diariamente entre las 800 y 900 horas durante el periodo de la incubación, a través del cristal de la ventana frontal de la cámara. La incubadora estuvo resguardada dentro de un edificio de 2.5 X 1.3 X 1.9 m.

En las temporadas reproductivas de los años 1993 y 1994, se colectaron huevos de una hembra de C. acutus y de dos C. moreletii (A y B). La colecta de huevos fue realizada a medio día, para disminuir la probabilidad de que la diferencia de temperatura entre el nido y el am-biente afectara los huevos. Antes de colectar los huevos se marcó con plumón no tóxico en su punto superior con un número arábigo consecutivo, para saber el número de huevos colectados y su posición respecto al plano de sustentación. Para prevenir desprendimientos embriona-rios en el momento de colectar los huevos y/o durante el transporte, se prestó especial cuidado de no rotarlos y se procuró manipular al mínimo el contenedor (Flores 1988, Bolton 1989, Hutton y Webb 1992).

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CONCLUSIONES

El éxito de la incubación artificial depende de factores intrínsecos y extrínsecos a las nidadas.

El factor intrínseco es la fertilidad de la nidada, que depende de la madurez sexual y el estado de salud de los reproductores, condición no evaluada en este traba-jo. El factor extrínseco es la manipulación de las nidadas durante el proceso de colecta, la transportación a la incu-badora y su proceso de incubación. Para diseñar equipos de incubación y tener óptimos resultados, es necesario imitar la naturaleza con mucha exactitud. La estrategia de incubación debe considerar un plan zootécnico, como por ejemplo asistir a las crías durante la eclosión, como ocu-rre en la naturaleza.

Dado que la temperatura de incubación influye en la determinación del sexo de los cocodrilianos, la meta de la incubación puede ser simplemente lograr eclosio-nes o bien, enfocarla a lograr proporciones deseadas de machos y hembras. El éxito de eclosión estimado para la incubadora es aceptable, pero puede ser incrementado orientando las mejoras hacia la automatización con com-ponentes de fácil adquisición en el mercado que permita mantener los parámetros de incubación estables.

AGRADECIMIENTOS

Por sus enseñanzas, asesoría y comentarios, al M.en C.V. Simón Nazará Cazorla, M.V.Z. Antonio Mier Ponce y M.V.Z. Luis Sigler. Al ZOOMAT, por permitir la realiza-ción del trabajo de investigación.

REFEREnCiAS

Aguilar M. X., Merchant L. H. y Casas A. G. 1994. Efecto de la temperatura de incubación sobre la determinación del sexo en C. acutus y C. moreletii. Tercera reunión nacional de her-petología. Sociedad Herpetológica Mexicana. pp 24

Álvarez del T. M. 1974. Los Crocodylia de México (Estudio compartivo). Primera edición. Inst. Mex. de Rec. Nat. Re-nov. A.C. México D.F. 74 p.

Bolton M. 1989. The management of crocodiles in captivity. Primera edición. USA. 62 p

Flores M. G. 1988. Proyecto para la instalación de un criadero de cocodrilos en Quintana Roo. Tesis de licenciatura. Uni-versidad Nacional Autónoma de México. 56 p.

Guzmán A. M. 1973. Importancia económica de los cocodrlia-nos mexicanos. Tesis de licenciatura. Universidad Nacional Autónoma de México. 123 p.

Hunt H. 1973. Breeding morelet’s crocodile (Crocodylus more-letii) at Atlanta Zoo. Int. Zoo Year Book. 13:103-105

Hunt H. 1975. Maternal behavior in the morelet’s crocodile (Crocodylus moreletii). Int. Zoo Year Book. 4:763-764

Hutton J. M. y Webb G. J. 1992. Introducción a la cría de los cocodrilos. Crocodile Specilist Group SSC/UICN. pp 40

Pérez-Higareda G. 1980. Notes on nesting of Crocodylus mo-reletii in souther Veracruz, Mexico. Bulletin Maryland Her-petological Society. 16(2):52-53

Ross C. y Garnett S. 1990. Crocodiles and alligators. Primera edición. Mundo Viviente. Australia. 240 p.

Webb G. J. W., Manolis S. C., Whitehead P. J. y Dempsey K. 1987. The possible relationship between embryo orienta-tion opaque banding and the dehydration of albumen in crocodile eggs. Copeia. 1:252-257

Woodward A. R., Jennings M. L. y Percival H. F. 1989. Egg co-llecting and hatch rates of American alligator eggs in Flori-da. Wildlife Society Bulletin. 17(2): 124-130

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CienCias soCiales

¿Dónde están? Lecturas de tema afromexicano

Juan González EspondaProfesor de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales, UNACH

¿Dónde están? Lecturas de tema afromexicano, texto leído por Juan González Esponda el 8 de noviembre de 2010 con motivo de la presentación del libro coordina-do por Emiliano Gallaga Murrieta en Tuxtla Gutiérrez.

La pregunta que titula la pre-sente obra podría parecer sim-plona e intrascendente, por

obvia. No obstante, y pese al in-negable desarrollo que en nuestro país han tenido las ciencias sociales y en particular la Antropología, la Arqueología y la Historia, el conoci-miento que poseemos sobre lo que algunos investigadores denominan “la tercera raíz” de nuestra mexica-nidad, es casi nulo. Para empezar, en la Constitución mexicana sólo se reconoce la aportación de las llamadas culturas originarias y la española como la base de nuestro mestizaje, tanto racial como cul-tural y social. La presencia de la población africana quedó práctica-mente desterrada de nuestra his-toria y de nuestro ser casi al mismo tiempo que se decretó la abolición de la esclavitud al comenzar el si-glo XIX, aun cuando la participa-ción de afrodescendientes en la guerra de independencia está sufi-cientemente documentada, como

lo refiere Álvaro Brizuela Absalón en la obra que nos ocupa. (p. 50)

Esta claro que en el ideal de los liberales decimonónicos, que consi-deraban al indio vivo la causa de to-dos los males del país al tiempo que se parapetaban en el indio muerto para darle legitimidad e identidad a la nueva nación, los hombres y las mujeres de color se esfumaron de los testimonios documentales. Sin embargo, y como afirma Lourdes Mondragón Barrios, “la historia de México no se puede entender sin la figura de origen africano, debido a la importancia económica y social que tuvo, así como por su legado cultural…” (p. 46).

Esta idea ha cobrado cada vez mayor fuerza entre los investiga-dores, de manera que durante las últimas dos décadas, estudios de diversa manufactura disciplinaria, con perspectivas que van desde lo local, regional, nacional hasta lo continental y con base en una pluralidad de modelos explicativos e interpretativos, han comenzado a aportar conocimientos más pre-cisos y amplios sobre la presencia

de la población de origen africa-no en nuestro país. No obstante, los estudios sobre la negritud en-frentan el problema de la escasez de fuentes documentales que nos permitan profundizar en su histo-ria, y las que existen se distinguen por su dispersión y en ocasiones por su imprecisión. De alguna ma-nera, los acervos documentales re-flejan el destino de una población que poco a poco se ha ido diluyen-

¿Dónde Están? Investigaciones sobre afromexicanos.

Dr. Emiliano Gallaga Murrieta (coordinador).Conaculta/Unicach/INAH, México, 2010, 171 pp.

Reseña del libro ¿Dónde están? Investigaciones sobre afromexicanos, coordinado por Emiliano Gallaga Murrieta

Después de preparar el espacio en donde se iba a realizar el ritual se colocó mucha leña además de papeles y plumas; cuando quedó en la hoguera cantidad considerable de ceniza y brazas con alta temperatura (rescoldo) fueron lanzados los cautivos, después fueron sacados para sacrificarlos por extracción del corazón e ingerir ciertas partes de los cuerpos. Concluida la ceremonia volvieron a colocar los restos óseos de los inmolados en la ceniza, acompañados de algunos objetos personales, en un ritual de enterramiento (p. 124).

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do en el concepto genérico de lo mexicano, pues hay que recordar que por su condición de esclavi-tud son poco mencionados en los documentos, con excepción de los ramos inquisición y criminales.

Por ello, los estudios que in-tegran esta obra ¿Dónde están?, abren un camino fenomenal para el conocimiento de la población africana en México, en la medida que proponen una fuente nove-dosa para la reconstrucción de esa historia a partir de lo material (y de lo cual se ocupa la Arqueología Histórica y la Antropología Física ), en un diálogo permanente con los acervos documentales. La interdis-ciplinariedad que intenta ¿Dónde están? (que coordina Emiliano Ga-llaga Murrieta) es un buen esfuer-zo metodológico y un atrevimiento intelectual tentador.

Adentrándonos en sus páginas nos encontramos con los siete es-tudios que la componen, cada uno de diverso calibre, además de los “comentarios finales” de Gladys Ca-simir de Brizuela que son una sínte-sis de todos los ensayos (que bien pudo antecederlos y para el lector poco interesado en el tema, resul-ta una buena aproximación al libro y al tema afromexicano). Gallaga Murrieta1 se interroga respecto a dónde se encuentran los negros en México y cómo identificarlos frente a una variedad de tonalidades en la piel de los actuales mexicanos; se une a las voces que consideran que los afrodescendientes se reco-nocen fácilmente en comunidades costeras de Oaxaca, Guerrero y Ve-racruz. No obstante, en el resto del país es difícil su identificación en la medida en que no se diferencian por hablar alguna lengua en par-ticular, a pesar de que consideró que en este sentido han aportado a la variedad dialectal del español

que prevalece en las regiones de México. Los estudios lingüísticos arrojarían información valiosa res-pecto a los préstamos que la len-gua hablada por la mayoría de los mexicanos ha tomado prestada de las de origen africano.

Tras reconocer algunos avances en lo legal y lo político en Oaxaca, afirma que “la antropología mexi-cana tiene un gran compromiso histórico-social en los tiempos por venir”, pues esta disciplina ha orien-tado sus estudios casi exclusiva-mente a la población indígena y ha excluido de sus objetivos a minorías culturales como los afromestizos o los asiáticos. Coincide con Colin Pal-mer en cuanto que las investigacio-nes de tema afromexicano todavía están en la “infancia”, en pañales diría yo, pese a que ya existe una plataforma sólida de acervos, teo-rías y métodos que facilitarían los estudios de referencia.

Otro tanto señala cuando se refiere a la Arqueología Históri-ca, orientada tradicionalmente a la explicación de contextos prehis-pánicos. Considera pertinente la colaboración con historiadores, an-tropólogos y etnohistoriadores a fin de “contrastar el dato histórico con los restos materiales, y en conjunto elaborar un modelo interpretati-vo más completo de los contextos histórico-sociales a largo plazo de este grupo social en particular.” (p. 21) Plantea la necesidad de iden-tificar el origen de los grupos de esclavos que llegaron a México y la elaboración de catálogos ar-queológicos que faciliten “su iden-tificación, análisis e investigación”. Gallaga concluye su introducción con la presentación de cada una de las contribuciones de los auto-res de esta obra.

Por su parte Lourdes Mondra-gón Barrios2, con base en informa-

ción bibliográfica asegura que el siglo XVI es cuando se incrementó la demanda de esclavos africanos. Considera que “investigar a la tan-tas veces ignorada tercera raíz de la mexicanidad ha aportado, y con-tinuará brindando, datos de gran relevancia para comprender el de-sarrollo socioeconómico y cultural de nuestro país.” (p. 30) Respecto al tráfico de esclavos señala que el incremento en la demanda incidió en el aumento del contrabando de esclavos, que corrió a la par del comercio legal, pese a todas las prohibiciones legales y las medidas para evitarlo. La corona otorgaba licencias comerciales y personales para el traslado de esclavos a Amé-rica pues poseerlos era símbolo de prestigio, además de ventajoso para las actividades económicas. En la época colonial se decía con frecuencia que “era malo tenerlos pero peor no tenerlos.”

Según Mondragón Barrios, el incremento en la introducción de esclavos africanos se debió a que se registró un fuerte descenso de la población indígena y por la en-trada en vigor de las Leyes Nuevas que prohibían la esclavitud de los indios. De esa manera, se desató una especie de fiebre por cazar esclavos en África, no sólo por los esclavistas europeos sino también entre las tribus africanas que ven-dían a prisioneros y delincuentes a los esclavistas, lo cual impacta-ría negativamente a la población e incluso sería la causa de la des-aparición de tribus completas. Los esclavos eran llevados hacia las costas; de ahí los trasladaban a Se-villa donde la espera podía durar meses y, en tanto, los mantenían encadenados y hacinados. Una vez que el esclavista conseguía licen-cia para trasportarlos, la travesía podía durar hasta tres meses en

1 “Memín Pingüín, una introducción a la problemática de los negros en la arqueología mexicana.”2 “La actividad comercial del siglo XVI y la población de origen africano en México.”

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embarcaciones en donde la falta de alimentos, las cadenas, el haci-namiento, las enfermedades y has-ta las guerras podían cobrar la vida de los esclavos.

Se cree que por cada 12 esclavos fallecían 5, de tal manera que quie-nes llegaban al continente america-no eran los más fuertes después de pasar por un proceso de selección. Una vez en tierra firme, eran vendi-dos en plazas públicas, en donde los compradores podían revisar la den-tadura e incluso lamerles el sudor de la barbilla para determinar la edad y la salud del esclavo. El precio se es-tablecía según la edad, la salud, el sexo y el oficio (puesto que no todos procedían del África, había también esclavos y esclavas que venían de España). Los propietarios de escla-vos los marcaban con un hierro can-dente para evitar fugas y en caso de que ocurrieran, identificarlos fácil-mente. La autora también incluye el país de procedencia de los esclavos que fueron introducidos a la Nueva España en el siglo XVI, en el que la introducción de negros africanos al-canzaría su mayor nivel. Respecto a las tareas que estos realizaban están las efectuadas “en los conventos, en las haciendas, en las minas, en los negocios, en la administración públi-ca y en la esfera doméstica.” (p. 46)

Álvaro Brizuela Absalón3 se refie-re a la presencia de población afri-cana en la región de Papantla, muy poco estudiada, según él, desde esa perspectiva. Brizuela llama la aten-ción respecto del Libro de Bautismo de la Parroquia de la Asunción como una fuente privilegiada para cono-cer la interrelación de la población afromestiza y las demás castas. El libro que analizó contiene informa-ción de los años que van de 1811 a 1817. Según Brizuela, no obstante que el documento parroquial con-

tiene imprecisiones respecto a la definición de las castas y dificultades para cuantificar a la población afro-descendiente, permite identificar el tipo de relaciones que se establecía entre los africanos, los indios y los españoles. Hasta aquí las aportacio-nes propiamente históricas; vienen a continuación cuatro estudios de arqueología histórica.

Alfredo Feria Cuevas y América Malbrán Porto4 se preguntan las razones por las que se habla poco o casi nada de la población negra en México. Sugieren que en parte esto se debe al desconocimiento de los usos y tradiciones que traían los africanos, a quienes no se les per-mitió reconstruir su cultura porque era considerada “bárbara y primi-tiva”, y sus expresiones religiosas “demoníacas y heréticas”. Respec-to a la ocupación de los esclavos en la ciudad, Feria y Malbrán dicen que eran “cocheros, zapateros, te-jedores, panaderos, herreros, la-vanderos, capataces, cargadores, carpinteros, cantores, músicos, ma-yordomos, criados, cocineros y […] acompañantes” (p. 60).

Señalan la importancia de la Ar-queología Histórica para explicar los procesos del pasado y la posibilidad de utilizar tanto fuentes documen-tales y materiales, esto es, peque-ños elementos de vidrio, hueso, madera, concha y tela que pueden localizarse en basureros, escaleras o como rellenos, que podrían aportar datos sobre los oficios, creencias y rituales de los africanos. Hacen refe-rencia de cómo esta población pudo realizar sus ceremonias religiosas, a escondidas y en secreto, en las mis-mas casas de sus amos; del uso de la medicina, de la manera de fumar, del sarcasmo y otras expresiones, incluso corporales, que utilizaban para conservar su cultura y su reli-

gión. Consideran que las evidencias referidas pueden encontrarse en “el área de servicio, como los tras-patios, cuartos de herrajes, área de lavado, talleres, cocina, panadería, cuarto de amasijo, bodegas, patios de horno, galerías, cubos de esca-leras, entrepisos, baños y lavaderos entre otros espacios…” (p. 66) En conclusión los autores llaman la atención sobre la importancia de la Arqueología Histórica para identifi-car y reconstruir el rostro negro de México. En la obra este trabajo es más bien transicional entre los de corte histórico y los propiamente arqueológicos, es decir, juega el pa-pel de bisagra entre los tres prime-ros y los tres últimos.

Por su parte, Vera Tiesler Blos y Pilar Zabala Aguirre5 rastrean las primeras generaciones de afro-campechanos a partir del hallazgo de 150 entierros en lo que fuera la iglesia primitiva, en la Plaza Prin-cipal de Campeche. De éstos, 24 osamentas resultaron pertenecer o tener ascendencia africana. La identificación fue realizada a partir de estudios dentales que arrojaron información “sobre el lugar de na-cimiento y patrones migratorios”, distinguiéndose a los africanos de primera generación y a los nacidos en Campeche, datos que difícil-mente se encuentran en fuentes documentales. Las autoras apor-tan también información respecto a la ubicación de los entierros, los arreglos funerarios y la posición de los difuntos. Reconocen no ha-ber encontrado “evidencias tangi-bles de separación o distinciones relacionadas con la etnicidad y las identidades culturales foráneas de estas primeras generaciones afro-campechanas…” (p. 77).

El estudio de las osamentas, afirman Tiesler y Zabala, les per-

3 “Noticias de la población afromexicana en la región de Papantla, Veracruz, a principios del siglo XIX.”4 “Arqueología Histórica: Una reflexión sobre contextos negros en la Ciudad de México.”5 “La presencia africana en Yucatán durante los primeros dos siglos de la Colonia: llegada, asimilación y muerte de una población negroide en la Ciudad de Campeche.”

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mitieron ubicar la edad y el sexo, el lugar de origen y algunos rasgos de la identidad y la pertenencia étnica. Encontraron tres casos en donde la dentadura de los africanos presen-tó decoraciones logradas mediante limado y cincelado, lo cual según las autoras indica que procedían de África pues esta práctica se ha identificado como una tradición en aquel continente. Las osamentas que no presentaron estas decora-ciones sugieren que estas perso-nas habrían nacido en Campeche. Finalmente, las autoras plantean las diferencias entre los esclavos ur-banos y rurales; señalan que en el medio rural las condiciones de vida eran más difíciles, sobre todo en los ingenios azucareros, las planta-ciones tabacaleras y las haciendas ganaderas y que morir en ellas tam-bién era diferente y era fácil que se diera la segregación étnica. En cam-bio, en las ciudades el trabajo del esclavo resultaba menos pesado y su muerte no lo distinguía, en los cementerios, de las demás castas; en todo caso, dicen que la diferen-cia estaba condicionada por el esta-tus socioeconómico pero que esto afectaba a toda la sociedad y no a una etnia en particular.

La siguiente investigación, rea-lizada a partir de los hallazgos en la Plaza Principal de Campeche, se centra en la explicación de las con-diciones de vida y de salud de los afro-campechanos del siglo XVI. Andrea Cucina y Mónica Rodríguez Pérez6 estudiaron la dentadura y los esqueletos de 22 individuos, 15 de ellos foráneos, encontrados en ese sitio. A partir de los resultados del análisis dividieron a los africanos en dos grupos: los foráneos y los na-cidos en Campeche, encontrando diferencias en la salud de ambos, derivadas de las condiciones de vida, principalmente de la alimen-

tación. Como conclusión sugieren que “la evidencia dental” de los fo-ráneos mostraron pocos defectos por lo que infieren que estos afri-canos gozaban de un buen estado de salud y mayor resistencia que los individuos nacidos en Yucatán cuya salud y alimentación era más deficiente. Aseguran que “bajo con-diciones de salud diferentes, estos mismos individuos no habrían al-canzado superar tantas dificultades. Si los individuos foráneos crecieron en condiciones nutricionales y de salud favorable, lo mismo no se puede decir para los africanos que nacieron en Yucatán.” (pp. 99-100)

Finalmente, en lo que constituye el estudio más extenso (pues com-prende de la página 105 a la 134 de la obra que nos ocupa), Enrique Martínez Vargas y Ana María Jarquín Pacheco7, recrean el sacrificio de una caravana de europeos, africanos e indios aliados, capturada por indí-genas acolhuas en la región de Cal-pulalpan, Tlaxcala, posiblemente a principios del mes de julio de 1519. El hecho pudo haber ocurrido en el mes de agosto del mismo año y las fuentes históricas lo registraron pero sin precisar lo que en realidad ocu-rrió con las personas que integra-ban esta caravana. Las excavaciones en un sitio denominado Zultépec-Tecoaque, sirvieron para identificar “a los captores y el asentamiento adonde fueron llevados e inmola-dos, además de conocer la forma del sacrificio y los rituales a los que fueron sometidos.” (p. 107) Entre los cautivos se encontraban algunos negros y negras, quienes según los autores de referencia “llamaron la atención de sus captores debido al color oscuro de su piel”.

Durante las excavaciones fueron encontrados objetos de manufactu-ra europea “en contextos ceremo-niales prehispánicos”, así como “una

cantidad importante de entierros con huellas de corte y evidencia de desmembramiento.” (p. 112) Los entierros presentaron evidencias de sacrificio y no todos los restos óseos recuperados de las cenizas, tenían las características morfológicas de los indios mesoamericanos. Entre este grupo se encontraban negros y negras que fueron identificadas por sus características craneanas: “an-chura de la abertura nasal, dientes que no son de pala, perfil nasal acha-tado y leve prognatismo.” (p. 117) Los autores de esta investigación analizaron cada uno de los entierros en donde se encontraban personas de raza negra e identificaron el rol que jugaron en este sacrificio.

En conclusión, esta obra cuyo título se interroga sobre el desti-no actual de los afrodescendientes ,propone una metodología para su estudio a partir de la arqueología his-tórica cuyas propuestas interpretati-vas no pueden ser más que hipótesis sugerentes para atraer el interés de investigadores e instituciones para profundizar en el conocimiento de la presencia de la población de origen africano tanto en el pasado como en el presente. Para ello, y como se des-prende de la lectura de la obra, es necesaria la concurrencia de otras disciplinas de las ciencias sociales que hagan posible el abordaje inter-disciplinario, al menos, de un tema que ha estado relativamente olvida-do, sin menoscabo de los esfuerzos y las investigaciones coordinadas por María Luisa Martínez Montiel y de otros estudiosos de la también llamada “tercera raíz”. No obstante, considero que sigue haciendo falta un estudio global, al estilo del que realizara Gonzalo Aguirre Beltrán y que fue publicado por primera vez en 1946, y que hoy es uno de los clásicos del tema afromexicano: La población negra de México.

6 “La etnia africana en la Colonia Temprana de Yucatán: salud y enfermedades en la población esquelética del cementerio de la Plaza Principal de Campeche”.7 “Sacrificio de negros al inicio de la conquista de México”.

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CienCias de la administraCión y dereCho

Aproximación a la situación socialde los alumnos que ingresan a la Facultad de Derecho

en la Universidad Autónoma de Chiapas

Raúl Vázquez GutiérrezProfesor de la Facultad de Derecho, UNACH

Concepción Regalado Rodríguez Profesora de la Facultad de Derecho, UNACH

En México la educación supe-rior ha sufrido grandes trans-formaciones en los últimos

cincuenta años, uno de los principa-les es la expansión de las universida-des y aunado a esto el crecimiento de la matrícula. Obviamente que este crecimiento se ha dado al mis-mo tiempo que las ciudades se han desarrollado y que los niveles edu-cativos precedentes también se han ampliado; pasando así las universi-dades a ser una oportunidad para más jóvenes en el país.

Actualmente la educación su-perior representa para la juventud

mexicana una opción de movilidad social. Espacio al que de acuerdo a estudios de CONAPO (2010) sola-mente están llegando 3 de 10 que ini-cian la educación básica y del total de alumnos que egresa de la educación media superior sólo el 50 % ingresa a la universidad; cabe señalar que en los últimos 15 años estos números han crecido, ya que a mediados de los 80’s apenas 1 de 10 que iniciaban la escuela primaria podía acceder a la educación superior (Moreno-Brid y Ruíz-Nápoles, 1992).

Es así que, conocer cómo llegan los estudiantes a la universidad, quiénes son estos estudiantes y qué características sociales presentan, nos permite identificar qué factores están influyendo para que un alum-no que concluye el bachillerato con-tinúe con estudios universitarios; además también conseguirá dar se-guimiento a la trayectoria escolar e ir conociendo los cambios que estos tienen en su paso por la universidad. No está de más mencionar que el es-tudio es un primer acercamiento a este tipo de investigaciones en el es-tado de Chiapas, de tal manera que

lo que se logre identificar y describir podrá utilizarse para abrir una línea de investigación en la temática de “Trayectorias Escolares”.

Este trabajo se realizó con estu-diantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), misma que se encuentra ubicada en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. La encuesta se efectúo al 90% de alumnos que ingresaron en el semestre de Enero-Junio de 2010 y en el semestre Agosto-Di-ciembre del mismo año. La encuesta se realizo entre el mes de octubre y noviembre de 2010. Los alumnos de estas dos generaciones al momento de la investigación sumaban un total de 228, de los cuales se encuestaron 205 y de éstos sólo un cuestionario se invalido por estar incompleto, por lo cual las estadísticas se hicieron con 204 alumnos de los ciclos esco-lares antes destacados.

El propósito central de este traba-jo fue describir algunas variables que caracterizan al alumno que ingresa a la Facultad de Derecho de la UNACH (FD-U) y además constituir una base de datos que nos permita dar segui-

En este artículo se revisan las características sociales, los intereses y la percepción que tienen de su situación económica los estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNACH

Raúl Vázquez Gutiérrez: Es licenciado en Psicología por la UNICACH y Maestro en Psicología por la Universidad de Chile. Es PTC asociado C de la Facultad de Derecho. Sus intereses académicos y de investigación se dirigen al estudio de las problemáticas de los estudiantes, por lo que actualmente realiza investigación en el tema de la educación sexual en alumnos de la UNACH.Correo-e: [email protected]

Concepción Regalado Rodríguez es Economista por la Uni-versidad Autónoma Metropolitana - Azcapotzalco y Maestra en Ciencias en Administración, Planeación y Economía de los Hidrocarburos por el Instituto Politécnico Nacional - ESIA Zacatenco. Actualmente es estudiante de doctorado en De-rechos Humanos. Sus intereses académicos se orientan en derechos humanos y pobreza.Es profesora de tiempo completo en la Facultad de Derecho. Universidad Autónoma de Chiapas. Miguel Hidalgo 8, Cen-tro, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México, C.P. 29000. Correo-e: [email protected]

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miento a la trayectoria de los alum-nos estudiantes de la Facultad de Derecho. Es así que el trabajo revisa áreas como, características sociales del alumno, intereses de éste y la per-cepción que el alumno tiene de su si-tuación económica como estudiante.

Algunos datos demográficosLas primeras variables que se des-criben están referidas a la situación socio demográfica del alumno. Es-pacio que nos servirá para conocer el estado civil, número de hijos (si los tienen), lugar de nacimiento y el porcentaje de mujeres y hombres que entran a estudiar derecho.

Del total de alumnos encues-tados el 57.8 % son mujeres y el 42.2 % son hombres, lo que mues-tra una ligera mayoría femenina en los salones de clases (Cuadro 1); acá es importante mencionar que el promedio de edad entre los jó-venes encuestados fue de 19 años. Cabe destacar que en estudios rea-lizados por Garay (2005) en la UAM, se identificó que en las carreras re-lacionadas con la ingeniería hay una población mayormente mas-culina y en carreras del área de las Ciencias Sociales y Humanidades (CSH) —que es donde podemos clasificar la carrera de Derecho—, la población masculina sigue sien-do más alta que la femenina pero las diferencias porcentuales son de apenas 2 ó 3 puntos. El mismo A. de Garay hace la observación que este resultado (estudio realizado en 2004) de la UAM es atípico, ya que la tendencia a nivel nacional en los últimos años en carreras de CSH, es que la población de estu-diantes en estas áreas tiende a ser en mayor proporción femenina (Álvarez Llera, G. 2006).

De esta manera podemos se-ñalar que el resultado que se ob-serva en la FD-U está dentro de la tendencia nacional. Podríamos

decir además que también es una tendencia mundial, que se ha expli-cado por el posible efecto que han tenido las políticas de género en to-dos los ámbitos sociales, el efecto socioeconómico de la globalización que ha llevado a que cada vez más las mujeres se sientan obligadas a trabajar fuera del hogar y por últi-mo al incremento de la información en el tema de salud reproductiva, lo que conlleva que las mujeres tengan más control en su fertilidad. Esta tendencia se refleja en mayor medida en las zonas urbanas, ya que en las zonas rurales e indígenas la tendencia aún es ligeramente mayor entre hombres.

En cuanto al estado civil de los estudiantes, se halló que el 98 % es soltero y únicamente un 2 % del total tiene la condición de casado. Cuando este dato lo contrastamos con resultados de otras investiga-ciones, encontramos que Márquez (1998), identifica en el estudio “El costo familiar y/o individual de la educación superior” que el prome-dio de estudiantes casados en el nivel superior en el D.F. es del 5.3 %; cabe considerar que su estudio se realizó con una muestra de todos los semestres de una universidad pública y otra particular, lo que podría explicar que sus resultados sean 3.3 % mayores al nuestro. En cambio el trabajo de A. de Garay (2005), realizado únicamente en una universidad pública, donde además el promedio de edad al momento de la investigación era de 22.8 años, encontró que en las carreras del área de las CSH única-mente el 89.5 % manifestaba estar

Variable/sexo Frecuencia Porcentaje

Femenino 118 57.8%

Masculino 86 42.2%

Total 204 100%

Cuadro 1. Sexo de los estudiantes de Derecho-UNACH, 2010

*La información de este cuadro se obtuvo de encuesta realizada por los autores del trabajo.

soltero, situación que sí contrasta con los datos obtenidos en la FD-U, ya que son más altos (cabe conside-rar el promedio de edad).

De acuerdo al INEGI (2000) la media de edad en que se formaliza el matrimonio en México son los 19 años. Por lo que se podría inferir, que de acuerdo a las estadísticas de las universidades y al resultado de nuestro estudio, continuar estudios de nivel superior puede alargar la edad de casamiento. También espe-cialistas afirman que los jóvenes que no siguen estudios universitarios es-tán más expuestos a las adicciones y la delincuencia. Derivado de la pre-gunta anterior que refería el estado civil se preguntaba si se tenía hijos, para lo cual el 100 % de los alumnos encuestados contestó que no.

Debido a que la Facultad de Derecho es la única de una univer-sidad pública que oferta esta carre-ra en el estado de Chiapas, se hizo importante conocer de qué muni-cipios están llegando los alumnos (Cuadro 2). La ciudad que tiene el más alto porcentaje de alumnos es Tuxtla Gutiérrez con 23.5 %; le si-guen San Cristóbal de Las Casas con 21.6 % y luego Tapachula con el 9.8 %; solamente entre estos tres mu-nicipios se concentra el 54.9 % del total de la matrícula. Al leer estos datos hay que tomar en cuenta que son las tres ciudades más grandes del estado, además que tienen los menores índices de marginación

Variable/Municipio

de Procedencia

Frecuencia Porcentaje

Tuxtla 48 23.5%

San Cristóbal de L. C. 44 21.6%

Tapachula 20 9.8%

Comitán 12 5.9%

Palenque 4 2.0%

Villaflores 6 2.9%

Otros 70 34.3%

Total 204 100%

Cuadro 2. Municipios de procedencia de los es-tudiantes de Derecho-UNACH, 2010

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estatal. Otros municipios de los que provienen los alumnos son Palen-que, Comitán, Ocosingo, Tonalá, entre otros. Es importante destacar que de los municipios que menos presencia de alumnos existe son los de origen indígena.

Características educativas de procedenciaEn este rubro conoceremos el tipo de bachillerato del que egresan los alumnos y los promedios con que éstos están ingresando a la univer-sidad. Se identifico que un 43.1 % de alumnos provienen del Colegio de Bachilleres del estado; en segun-do lugar están las Preparatorias del estado con 32.4 %; posteriormente encontramos el CEBETIS con 14.7 % y con 9.1 % se encuentran otros subsistemas, entre los que están escuelas particulares y otras del sis-tema oficial.

Con relación al promedio que traen los alumnos del bachillerato al ingresar a la universidad, existe mu-cha bibliografía (Carrión, C. 1984; Garritz, A. 1996) que señala que el promedio se puede asociar a los ín-dices de reprobación y deserción, por lo que podemos mencionar que esta variable es importante en el se-guimiento de los alumnos. En este estudio se categorizaron los prome-dios en tres calificaciones que en su conjunto sumaban la totalidad. Alumnos con calificación de 8 ocu-paron la inmensa mayoría, ya que suman el 55.9 %; posteriormente están alumnos con calificación de 9 con el 34.3 %, y por último los alum-nos que llegan con 7, que son la mi-noría y que suman el 9.8 %.

En esta misma esfera de cómo vienen los alumnos del nivel medio superior, se preguntó si contaban con alguna beca y se identificó que únicamente 2 de 204 dicen contar con una beca, cantidad que repre-senta apenas el 1 %.

El mundo laboral y los estudiosAcá se quiso conocer cuántos de los alumnos que ingresan a la universi-dad laboran y además en qué áreas están trabajando. Donde se halló que 16 de 202 alumnos que con-testaron esta pregunta trabajan. De los 16 alumnos que trabajan todos reportan laborar en el ámbito pri-vado, dos trabajan en el sector tu-rístico, diez en el área del comercio, dos en una asociación y dos más en otro tipo de actividades. El número de horas que el alumno dedica al trabajo puede marcar la diferencia entre desertar de la universidad o continuar estudiando. Los resulta-dos arrojan que 6 dedican de 2 a 10 horas semanales al trabajo, 4 de 10 veinte horas y 6 laboran más de 20 horas semanales. En otros estudios realizados en México (Garay, 2004), se ha encontrado que los más altos porcentajes de jóvenes que traba-jan y estudian se da en universida-des tecnológicas; sería importante conocer qué porcentaje del total de la matrícula de la FD-U labora y cuántas horas dedica a esto. Los motivos para trabajar son diversos, la mayor proporción dice que lo hace por independencia económi-ca, otros por ayudar al gasto fami-liar; en el Cuadro 3 se muestran los porcentajes y motivos.

Otra pregunta que se realizó para conocer el mundo laboral del alumno fue sobre la relación que consideran tiene su trabajo con la carrera que estudian. De los jóve-nes encuestados 8 creen que con frecuencia se relaciona, 6 dicen que

Variable/Motivos Frecuencia Porcentaje

Pagar estudios 4 25%

Experiencia laboral 2 12.5%

Gasto familiar 4 25%

Independencia económica

6 37.5%

Total 16 100%

Cuadro 3. Motivos para trabajar en estudiantes de Derecho-UNACH (2010)

en ocasiones y 2 mencionan que nunca. La última pregunta indaga-ba sobre la consideración que dan al sueldo que perciben; ocho con-sideran que es suficiente y los otros ocho creen que es insuficiente.

Recursos económicospara estudiosUn dato importante en la investiga-ción fue conocer la percepción que los alumnos tienen sobre las condi-ciones económicas que les ayuda-rán a sostenerse durante su carrera. La pregunta que se hizo al respecto fue: ¿Cómo consideras que son los recursos económicos para sostener tus estudios? Y se les dieron las op-ciones de: excelente, suficiente e insuficiente. Llama la atención que el 54.6 % considera suficiente, pero tampoco dista mucho de lo que en otros estudios se han identificado, ya que Garay (2004) en investiga-ción realizada en distintas universi-dades del país encontró que el 70 % de alumnos de diversas univer-sidades del país, encuentran que sus recursos son suficientes. Cabe destacar que cuando se compara este resultado entre universidades particulares y públicas, la opción de excelente sí marca diferencias posi-tivas hacia la universidad particular. Y si se compara universidades pú-blicas con tecnológicos públicos, la percepción de contar con excelen-tes recursos para el estudio tiende a ser más alta en las universidades públicas. En el Cuadro 4 se presen-tan los resultados totales de esta investigación.

Variable/Valoración Frecuencia Porcentaje

Excelente 18 9.3%

Suficiente 106 54.6%

Insuficiente 68 35.1%

Otros 2 1.0%

Total 194 100%

Cuadro 4. Percepción de recursos económicos para los estudios en estudiantes de Derecho-UNACH (2010)

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La familia y los estudiosDiversos estudios han encontrado que hay una clara relación entre las relaciones familiares y el éxito en los estudios de los hijos. Es así que conocer el acceso a libros de los estudiantes, el nivel de estu-dios de los padres y la percepción que éstos tienen sobre la carrera que estudia el hijo, nos ayudará a comprender el éxito o fracaso del alumno en la universidad.

a) Percepción de estudios desde los padresEn este ítem se quiso conocer cómo los alumnos consideran que su familia valora los estudios pro-fesionales que realizan. Pregunta que nos permite identificar las mo-tivaciones y aspiraciones del alum-no, ya que como señala Bourdieu (Bourdieu 1977, citado en, Garay 2004, pp. 39) el éxito o fracaso es-colar está muy ligado a la historia familiar y a los medios que la fami-lia proporciona para que el joven se desenvuelva.

En el trabajo de A. de Garay (2004) se encontró que un alto porcentaje de alumnos considera que sus padres valoran muy bien los estudios que realizan (88.7 %), pero cuando el resultado lo compa-ra con estudiantes provenientes de universidades privadas, el porcen-taje (93.7 %) de padres que valora los estudios aumenta. En la Facultad de Derecho de la UNACH identifica-mos que hay un 39.6 % que piensa que sus padres le dan una muy alta valoración a los estudios que realizan, un 44.6 % que consideran que la va-loración es alta, un 14.9 % cree que la valoración es media y solo un 1 % lo considera baja. Si sumamos las dos categorías más altas, tenemos que un 84 % está percibiendo que la valoración de los padres hacia sus estudios es alta, porcentajes muy cercanos a los obtenidos por Garay

en su investigación con estudiantes de distintas carreras en la UAM. De igual manera se puede destacar que pareciera que aún los padres consi-deran que el nivel superior puede ser un espacio que ayude a que sus hijos accedan a mejores condiciones sociales que ellos.

b) Nivel de estudios de los padresOtra variable importante que se examino a la par del ítem anterior fue el grado de estudios de los padres, condición que en muchas investigaciones se ha identificado como punto de referencia para ase-gurar que un alumno tendrá éxito escolar (es obvio que en el éxito o fracaso escolar intervienen muchas variables, pero el nivel de estudios de los padres se ha considerado determinante en el rendimiento de los estudiantes). De esta ma-nera Castro (2009) comenta en el trabajo “Informe de la inclusión social en España, 2009” realizado en Catalunya, que el riesgo del fracaso escolar es 10 veces mayor entre jóvenes que tienen padres con únicamente educación básica a diferencia de aquellos que sus padres han estudiado la univer-sidad. Por lo cual podemos decir, que el resultado de esta variable sí es importante de tomar en cuen-ta al momento de hacer un segui-miento de la trayectoria escolar de alumnos, ya que nos permitiría te-ner una primera mirada de lo que esperamos del alumno.

Otro trabajo que es importante destacar en el tema, es el que rea-lizó A. de Garay (2004), ya que en sus resultados comparó el grado de estudios de los padres de alum-nos de universidades públicas con alumnos de universidades particu-lares. Los resultados que encontró señalan que en las universidades particulares el 69.1 % de los jóve-nes manifiesta que su padre tuvo

contacto con educación superior, mientras que en las públicas sólo el 26.3 % tuvo contacto con estudios de nivel superior. Ahora bien, los re-sultados de la encuesta realizada en la Facultad de Derecho de la UNACH revelan que el 59.2 % de los alum-nos refiere que el grado máximo de estudios de su padre es de nivel universitario y que el 40.4 % de las madres de éstos cursó estudios del mismo nivel (Cuadro 5).

Como se observa en los datos presentados en el Cuadro 5, hay un alto porcentaje de padres con estu-dios superiores, resultado que se puede considerar elevado para una universidad pública si los compara-mos con los resultados que encon-tró A. de Garay en su investigación con alumnos de la UAM; y siguien-do los mismos datos observamos que los alumnos de la UNACH están tan sólo 10 puntos debajo de los alumnos de las universidades par-ticulares según el estudio realizado por A. de Garay. Es así que podría-mos leer varias situaciones de estos datos, por un lado podríamos dedu-cir que el nivel socioeconómico de los alumnos que están ingresando a la FD-U se encuentra en un estatus de clase media alta. Por otro lado, basado en otras investigaciones res-pecto al papel que juega la escolari-dad de los padres en el rendimiento académico, se podría esperar que en los alumnos de la cohorte es-tudiada exista baja deserción y un aprovechamiento escolar medio alto (obviamente que se le tendría que dar seguimiento a las dos generacio-nes para corroborar esta hipótesis).

Nivel de estudios % Padre % Madre

Primaria 13.3% 14.1%

Secundaria 7.1% 12.1%

Bachillerato 20.4% 33.3%

Universitario 59.2% 40.4%

Totales 100% 100%

Cuadro 5. Nivel de estudios de los padres, estu-diantes de Derecho-UNACH (2010)

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Siguiendo las preguntas que se relacionan con el padre, se cues-tionó a los alumnos respecto a cómo ven su futuro (económico) en relación con la ocupación ac-tual del padre. Las opciones para responder eran mejor, similares, inferiores o no sabe; cabe señalar que esta pregunta entra en la te-mática de la movilidad social inter-generacional, ya que al revisar la percepción del joven en cuanto a la posición económica que ocupa-rá con la carrera que estudia, nos permite ver también las posibilida-des que vislumbran de conseguir empleo y de escalar socialmente a una clase diferente a la actual.

Es importante mencionar que hay estudios sobre movilidad so-cial objetiva, lo que quiere decir que se investiga directamente con datos de censo y encuestas; por el contrario, en la pregunta que se realizó en este estudio, la movili-dad social que se quiso conocer es de tipo subjetivo, ya que depen-de únicamente de la percepción y reflexión personal. Cabe señalar que, a la movilidad social interge-neracional (Burtless y Jencks pp. 67 citado en Aaron, H., J. Lindsay & P. Nivola, 2003) se ha asociado con el grado de cohesión social de un país y con la distribución de opor-tunidades de acuerdo al origen social de las personas. Por lo cual los resultados de esta pregunta no solamente reflejan una simple per-cepción, sino que además habla de la apreciación que tenemos de la sociedad en que vivimos.

En el Cuadro 6 podemos ob-servar que un alto porcentaje de alumnos (83.3 %) percibe que su situación económica será mejor que la de sus padres y apenas un 2 % considera que será inferior. Al contrastar estos datos con el tra-bajo de A. de Garay (2004) realiza-do entre diferentes universidades

del país, se identifica que los datos son similares. Cabe señalar que los porcentajes que identifica A. de Garay (2004) únicamente difieren cuando compara Tecnológicos Públi-cos (87.2 %), Universidades Públicas (80.3 %) e Instituciones Particulares (66 %). Es así que analizando los da-tos, se puede identificar que las cifras que nos arroja la encuesta realizada en la FD-U están muy cercanas a los resultados naciona-les. Cabe señalar que el dato que llama la atención es el de las Insti-tuciones particulares, ya que sí hay una diferencia de casi 15 puntos con las universidades públicas, en la categoría Mejor; es importante destacar que cuando observamos en estas instituciones la categoría Similar, vemos que el porcentaje es de 26 %, lo que sí contrasta con las universidades públicas, donde las puntuaciones rondan el 11 %, in-cluyendo el resultado de la FD-U.

Otra pregunta vinculada con el futuro del alumno, pero en este caso ligada al ámbito laboral, fue la que le cuestionó sobre las posibili-dades que él percibe de conseguir trabajo relacionado con la carrera al término de sus estudios y ade-más dónde preferiría laborar.

Respecto a la pregunta de cómo ve su futuro laboral, las opciones eran altas, medianas, bajas, nulas y no sabe. Los resultados indicaron que un 55.4 % considera que es mediana y un 34.7 % encuentra que las posibilidades son altas; entre ba-jas y nulas hay un 3 % y aquellos que dicen no saber cómo les irá hay un

Frecuencia Porcentaje

Mejor 170 83.3%

Similar 22 10.8%

Inferior 4 2.0%

no sabe 8 3.9%

204 100%

Cuadro 6. Percepción de futuro en alumnos en relación con sus padres, estudiantes de Derecho-UNACH (2010)

6.9 %. O sea que entre no saber y ver nulas posibilidades hay un 9.9 %, lo que significa un número considera-ble de alumnos y que se debe tomar en cuenta al momento de planear un proyecto de trayectorias esco-lares, ya que estos alumnos serían candidatos a desertar o tener bajo rendimiento escolar.

Si comparamos estos resultados con los obtenidos por A. de Garay (2004) en el estudio que realizo en distintas universidades, encon-tramos mucha cercanía entre los resultados de las universidades pú-blicas y los tecnológicos públicos. En las universidades públicas A. de Garay (2004) encontró que el 52.8 % encuentra que las expectativas de encontrar trabajo en la profesión que estudian son medias, muy cer-cano al 55.4 % de los resultados identificados en la FD-U. Es impor-tante destacar que de acuerdo con el Observatorio Ciudadano de la Educación (OCE) menos del 20 % de los jóvenes que egresan de la universidad consiguen un empleo acorde con la profesión estudiada; esto nos señala, que la percepción de los alumnos es mayor a lo que está ofreciendo la realidad.

Si seguimos revisando datos que apoyen la información del OCE, en-contramos que según el Programa Nacional de la Juventud 2002-2006, la tasa de desempleo entre los jó-venes llega a ser tres veces más alta que la de los adultos. De esta manera podemos observar que la situación laboral con la que se en-frentarán los jóvenes es riesgosa, ya que podría devenir en situacio-nes delincuenciales o desmotiva-ción y apatía por la vida económica y política del país. Prácticamente el Estado les estaría negando a los jó-venes profesionistas la oportunidad de participar en la vida productiva y además se estaría desaprovechan-do toda la fuerza productiva que

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esto representa. Cabe señalar que el resultado de la encuesta realiza-da en la FD-U es con los jóvenes de nuevo ingreso (primeros y segundos semestres), por lo que cabría la po-sibilidad de que en semestres más avanzados el resultado sea otro, ya que con más experiencia en los se-mestres superiores puede ser que los alumnos tengan una percepción más veraz de la realidad.

Actividad y participación de alumnosEn este último apartado se revisan distintas características relaciona-das con hábitos de los alumnos, participación en actividades y ac-ceso a algunos servicios y bienes.

Conociendo la importancia y valor que le dan los alumnos a la tecnología, además de las posibili-dades educativas que esta tecno-logía les puede brindar, una de las preguntas estuvo dirigida a cono-cer si los estudiantes tienen acceso a una computadora en el espacio donde viven. Se pudo encontrar que un 68.3 % menciona que sí tiene, 31.2 % dice que no cuenta con equipo de cómputo y sólo 1 (equivale al 0.5 %) alumno no con-testó. Si revisamos las respuestas que obtuvo A. de Garay en el 2000, identificaremos grandes diferen-cias, pero hay que señalar que en este ámbito en 11 años se ha facili-tado el acceso a una computadora a nivel nacional. Independiente-mente de lo antes señalado en el estudio realizado por Garay (2004) en el 2000 se encontraron grandes variaciones a esta respuesta de acuerdo a la ciudad del país en que se preguntaba, ya que va desde la ciudad de Oaxaca donde afirma-ban tener equipo de cómputo tan sólo un 25.7 % de alumnos, hasta Tijuana con el 71.1 %.

Asociado a la variable anterior, se preguntó si tenían internet en

casa; un total de 47.8 % de alum-nos contestó que sí cuentan con internet y el 51.7 % dijo no contar con este servicio. Acá se observa una diferencia más grande con la encuesta realizada por A. de Ga-ray, ya que como sabemos el uso del internet en 10 años se ha ge-neralizado en México; A. de Garay (2004) en el trabajo realizado en el 2000 encontró que el promedio de estudiantes de universidades públicas que reportaban tener in-ternet en casa era del 32.1 %, y se podía encontrar desde la ciudad de Oaxaca con 23.3 %, hasta Mon-terrey con 45.5 %. Cabe señalar que según la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) en el 2008 había 11.3 millones de computa-doras conectadas a internet y para el 2010, se dice que había aumen-tado a 15 millones, por lo cual la comparación entre el estudio de Garay y el nuestro sólo nos sirve para tener un referente que nos permita observar las cifras en el tiempo. Ya que como menciona Norris Pippa (2001), esa distancia entre aquellos que tienen acceso a internet y los que aún no cuentan con ese servicio, se le llama brecha digital y marca la diferencia entre participar en la sociedad o estar marginado de ésta.

Al analizar la participación de los jóvenes en diferentes activida-des sociales podemos identificar las redes de apoyo a las que ellos pueden acudir al tener un pro-blema, así también identificar si están ejerciendo la ciudadanía al participar en alguna agrupación que pueda tener cierta relevancia social de cambio, como pueden ser las agrupaciones políticas, que además en el marco de la Licencia-tura en Derecho suelen ser parte de la formación. Es así que se pre-guntó de manera independiente si participaban en algún grupo de

tipo artístico, religioso o político; obteniendo el más alto porcentaje los grupos de tipo religioso, ya que un 23.4 % dice participar en alguna organización de tipo religioso, con-tra el 75.1 % que dice que no parti-cipa; respecto a la participación en organizaciones de corte político se encontró que únicamente el 10.7 % dice participar en una agrupación de este tipo y el 85.9 % dice no par-ticipar. La puntuación baja en esta ultima variable se puede deber a que el promedio de edad de los estudiantes encuestados fue de 19 años, por lo que recién tienen la edad legal para ejercer el derecho a participar políticamente.

DISCUSIóN

Conocer características sociales, eco-nómicas y escolares de los estudian-tes que ingresan al nivel superior permite tener una visión de los di-ferentes caminos que éstos pueden tomar dentro de su paso por la uni-versidad. De esta manera, con los re-sultados obtenidos podemos hacer proyecciones de deserción escolar, deducciones sobre cómo están ob-servando los estudiantes la realidad socioeconómica del país, las expec-tativas que se están generando en la actualidad al estudiar una carrera universitaria y además generar un proyecto que pueda atacar las áreas que se han detectado más sensibles y que se consideren pueden afectar al desempeño escolar.

Los resultados obtenidos mues-tran a un alumno que vislumbra como una oportunidad de vida el ingreso a la educación superior. Se-guramente esta percepción positi-va se da a partir de la circunstancia de estar en una carrera con mucha competencia para el ingreso y que además es la única en el estado que se ofrece en el ámbito oficial; cabe señalar que esta expectativa positi-

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va podrá disminuir o aumentar en la medida que la escuela y la socie-dad ofrezcan las oportunidades que el estudiante espera. Considerando la situación actual de desempleo en el país y las actuales crisis recurren-tes a nivel mundial, sería importante considerar un programa de asesora-miento profesional de inserción la-boral para todos los egresados de la Facultad, lo que permitiría continuar con esa visión positiva de las expec-tativas que genera la carrera.

De igual manera se puede de-cir que el tema de participación en agrupaciones viene a ser crucial para entender cómo están viviendo los jóvenes los cambios de una so-ciedad anclada en la familia, a una sociedad postmoderna donde se privilegia y premia la individualidad (Beck, 2006). En este ámbito pode-mos considerar que la poca partici-pación que dicen los jóvenes tener se puede ver impulsada por los nue-vos valores que la sociedad impone (como son la “autonomía”, la “au-torrealización” entre otros), lo que combinado con un mayor uso de las TIC que también promueven la individualización provoca que los jó-venes puedan estar cada vez más en riesgo (Beck, 2006) ante las exigen-cias postmodernas y más solos para la toma de decisiones cruciales.

Los resultados de este trabajo po-drían arrojar un perfil más claro del alumno si el estudio se hiciera en dis-tintas carreras de la UNACH y obvia-

mente con una muestra mayor. Claro está que el propósito del estudio fue exploratorio, por lo cual los datos identificados ya son un primer acer-camiento al tema y además permi-ten hacer las primeras proyecciones de cómo abordar la problemática en posteriores investigaciones. Así también podemos destacar que el instrumento utilizado prácticamen-te estaría sirviendo como punta de lanza para futuros trabajos, con sus respectivas observaciones.

REFEREnCiAS

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CienCias de la administraCión y dereCho

El pago de la pensión alimentaria en Los Altos de Chiapas

Miguel Ángel Cordero Molina Profesor de la Facultad de Derecho, UNACH

Ballardo Eduardo Molina Hernández Profesor de la Facultad de Derecho, UNACH

Miguel Ángel Cordero Molina es catedrático de Dere-cho Constitucional y Derecho Migratorio en la Facultad de Derecho de la UNACH. Licenciado en Derecho y Maestro en Derecho Constitucional y Amparo, egre-sado de la UNACH. Maestro en Ciencias Penales (es-pecialidad en Jurídico-Penal). Alumno investigador del Doctorado en Derechos Humanos de la UNACH. Correo-e: [email protected]

Ballardo Eduardo Molina Hernández es Licenciado en Derecho y Maestro en Derecho Constitucional y Am-paro, egresado de la UNACH. Catedrático de Derecho Procesal Penal en la Facultad de Derecho de la UNACH. Alumno investigador del Doctorado en Derechos Hu-manos de la UNACH. Correo-e: [email protected]

Esta región se caracteriza por te-ner una población que pertene-ce al grupo mayense y entre sus

pobladores hay una fuerte presencia de varios idiomas, principalmente el tsotsil y el tseltal. De acuerdo con la regionalización existente son 17 los municipios que integran esta región V. Altos Tsotsil-Tseltal: San Cristóbal de Las Casas, que será la cabecera, Aldama, Amatenango del Valle, Chal-chihuitán, Chamula, Chanal, Che-nalhó, Huixtán, Mitontic, Larráinzar, Oxchuc, Pantelhó, San Juan Cancuc, Santiago El Pinar, Tenejapa, Teopisca y Zinacantán (Periodico Oficial del Es-tado, 2012).

Para esta misma década, el grupo social de los tseltales con-

formaba el sector más numeroso, ya que representaban 33.6 % de la población de lengua indígena en Chiapas. Este grupo de origen maya se asienta principalmente en el Altiplano Central de Chiapas y en las estribaciones adyacentes de las Montañas del Norte y del Oriente, cuyos municipios en con-junto suman más de 10 000 km2 (INEGI, 2010). En el último censo se contabilizaron 259 mil hablan-tes de lengua tseltal, de los cuales casi la mitad eran monolingües. Se trata de un territorio densamente poblado. En relación con sus con-diciones de vida, principalmente de su alimentación que se basa principalmente en los cultivos del maíz, el frijol, algunas hortalizas y en el café como cultivo remunera-tivo. La ganadería se restringe a la cría de ganado ovino para el apro-vechamiento de la lana y en menor escala el bovino.

Los tsotsiles, que también re-presentan 32 % de la población de lengua indígena, habitan en las montañas del norte y en los escalo-nes que descienden a la Depresión

Central. El área abarca aproximada-mente cinco mil kilómetros cuadra-dos y está densamente poblada. El grado de dispersión es también muy elevado; más de 90 % de las localidades tienen menos de 500 habitantes. El último censo regis-tró 226 681 hablantes de tzotzil, de los que la mitad eran bilingües (INEGI, 2010).

En materia de pensión alimen-ticia que se otorga a los menores después de la separación conyugal es una norma de derecho positivo. Esta norma ha tenido mucha divul-gación en el medio indígena por la acción de organismos no guber-namentales y gubernamentales, así como por los cursos de capa-citación organizados por el Poder Judicial del Estado de Chiapas con el fin de sensibilizar a los jueces en principios de derecho positivo. Ac-tualmente, el tema de la pensión alimenticia ya forma parte de los elementos importantes en la solu-ción de los conflictos conyugales. Es de importancia destacar, que las comunidades indígenas tienen ta-rifas y maneras diferentes de pago

En el medio indígena estudiado, la obligación de pagar la pensión alimentaria es percibida como una sanción y no como un medio de subsistencia de los hijos menores

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Figura 1. Área de estudio, Región V. Altos Tsotsil-Tseltal

de la pensión alimenticia (Adonon Viveros, 2010).

Sin embargo en el medio indíge-na estudiado la obligación de pagar la pensión alimentaria es percibida como una sanción y no como un medio de subsistencia de los hijos menores. El cónyuge que aparece como responsable de la degrada-ción de las relaciones familiares en la audiencia, y al que se le atribuye más directamente la separación es el que tendrá a cargo la pensión. Pero si ninguno de los dos se consi-dera responsable, no se establece el pago de una pensión alimenta-ria a los menores. Existe una in-fluencia del derecho positivo, pero la norma es reinterpretada y adap-tada a la lógica de las comunida-des indígenas, interpretación que no se basa en la misma lógica del derecho positivo.

En nuestro entorno las investi-gaciones sobre este tema son es-casas y están centradas en analizar aspectos de efectividad de la nor-ma en función de sus objetivos. No existen estudios que se ocupen de identificar la influencia de otros factores y de las explicaciones sur-gidas de la práctica profesional de abogados, psicólogos o funciona-rios públicos de los tribunales, no se cuenta hoy con esta informa-ción relevante.

Este artículo está dirigido a identificar las diferencias en razón de género entre actores y deman-dados, al exponer el panorama actual de la región altos asociados al pago de la pensión alimentaria en una muestra de los expedientes del año 2008 en el Distrito Judicial de San Cristóbal de Las Casas. La intención no es, en ningún caso, prestarle atención únicamente a este comportamiento económico específico como forma de reafir-mar posturas tradicionales sobre funciones paternales, es decir, mi-nimizando la importancia de pro-veer afecto por parte del padre.

Así, el panorama actual de la Región Altos, en donde diversas instituciones que integran el Sis-tema Estatal contra la discrimina-ción, conformado por el Consejo Estatal y los Consejos Municipales, muestran cada vez más interés por los grupos vulnerables como lo son las mujeres, niñas, niños y adole-centes, sobre todo en el bienestar económico de los hijos luego de la ruptura del matrimonio. Aun cuan-do la legislación civil del Estado no establece distinciones por género, en apariencia, la conciencia colec-tiva se reafirma en que es el padre quien debe pagar la pensión ali-mentaria al celebrarse los conve-nios de divorcio.

El divorcio y la pensión alimentariaEn esta entidad federativa existe un aumento sostenido y conside-rable de los divorcios y de inciden-tes judiciales de pago de pensión alimentaria. Según el Instituto Nacional Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México la edad promedio de los hombres al momento de divorciarse es de 38.1 años y en las mujeres de 35.4 años; para Chiapas, la edad promedio en los hombres es de 37.3 años, mientras que las mujeres se divor-cian a los 33.9 años en promedio. En Chiapas de las parejas casadas que se divorciaron en 2008, la mi-tad tuvo un matrimonio con una duración social (es decir, el tiem-po transcurrido entre la fecha de matrimonio y la fecha en que se le-vanta la demanda de divorcio) de 10 años o más (49.0 %), seguida de quienes estuvieron casados cinco años o menos (34.1 %) y las que permanecieron unidas entre 6 a 9 años (16.7 %) (INEGI, 2010).

En el periodo del 2008 las soli-citudes de divorcio promovidas por una de las partes del tipo litigioso aumentaron; así mismo, es más promovido por personas con ins-trucción educativa, y casi siempre son las mujeres las que inician el trá-mite y disminuyó las peticiones en que ambas partes están de acuerdo con iniciar los trámites de divorcio por mutuo consentimiento.

En lo que se refiere a las cifras de incidentes de pensiones alimen-tarias, en el año 2008 hubo 183 ex-pedientes activos en los Juzgados civiles del Distrito Judicial de San Cristóbal de Las Casas, de los cua-les el juzgado primero conoció de 77 expedientes y el juzgado segun-do de 42 expedientes. Así, el 47 % corresponde a San Cristóbal de Las Casas como cabecera distrital (para ello se verificó el Archivo Judicial de los Altos de Chiapas (Archivo Ju-

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dicial de los Altos, 2008). Aunque esta oficina no ofrece información detallada sobre las causas por las que se establece el pago de pen-siones, en su mayoría se refiere a los convenios de divorcio o de separación. Otras causas pueden ser pensiones a los cónyuges, re-conocimientos de paternidad y fi-liación, pensiones de los hijos a los padres. Además, muchos de los convenios de pago de pensión ali-mentaria no se registran en los tri-bunales —como los que se realizan en los juzgados de paz y concilia-ción en materia indígena. Cuando el divorcio se realiza por mutuo consentimiento, la inscripción de los acuerdos queda a voluntad del cónyuge interesado.

Comúnmente el incumplimiento de pago de la pensión alimentaria se vincula a la falta de responsabili-dad de los hombres hacia sus hijos después de la ruptura matrimonial y de que las parejas no pueden re-solver el tema de la manutención de los hijos sin asistir a los juzga-dos. De manera simultánea, existe controversia en torno a lo justo y efectivo que puedan resultar las medidas legales que sancionan di-cho comportamiento, leyes que para muchos padres divorciados llevan a que ellos sean apartados de sus hijos con base en las denuncias calumniosas y acciones prejuiciosas y discriminatorias.

El divorcio y los juicios de alimentosEn relación con el divorcio se con-ceptualiza como la disolución del vínculo matrimonial, por sentencia judicial, en razón a ciertas causa-les ocurridas con posterioridad a la celebración del mismo (Rojina Villegas, 2007). Así, fuera de estas causales que determinan el divor-cio por determinación de la norma civil, ninguna otra es susceptible de producirlo.

En cuanto a la guardia y custodia del menor se resuelve por parte de los juzgadores otorgarla a la madre, y el padre de familia es quien debe asumir la manutención económi-ca de sus hijos y las consecuencias que acarrea su incumplimiento. Así, en las sentencias de divorcio nece-sario por causa de sevicia —malos tratos— o por adulterio se observa que la guarda y custodia de los me-nores era atribuida en la mayoría de los casos a las mujeres, aún in-cluso en las ocasiones en que eran ellas la culpables del divorcio (Vega Robles, 2009).

Cabe señalar que la mujer, cuan-do es declarada culpable, pierde el derecho a percibir una pensión y cuando es el varón, se le obliga a pagar una pensión a favor de su esposa. Es raro algún caso en que fuera la mujer la obligada a pagar una pensión de este tipo a favor de su marido (en el expediente civil numero 134/2012, de fecha 01 de febrero de 2012, se puede cons-tatar el caso familiar puesto de conocimiento al Juzgado Segundo Civil de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en el que el padre de sus cuatro menores hijos acusa a su esposa de incumplimiento de los deberes alimentarios). Al efecto, se turnó oficio a la Cruz Roja Mexi-cana Delegación San Cristóbal para realizar de manera provisional el descuento del 40 % sobre sueldos y demás percepciones previas de-ducciones de ley que devenga la demandada (notas de campo fe-brero-mayo 2012).

Es decir, hay una discriminación evidente que ha sido institucionali-zada puesto que la pensión alimen-ticia en caso de divorcio necesario que prevé el artículo 284 del Código Civil del Estado de Chipas expresa la violación de la garantía contenida en el artículo 4º primer párrafo de la Constitución Federal, pues estable-

ce un trato distinto entre el varón y la mujer a pesar de que la ley parte de una absoluta equiparación entre los cónyuges en orden a su capaci-dad jurídica o aptitudes para la vida y el trabajo.

En otras palabras, la capacidad jurídica es igual para el hombre y la mujer y que, en consecuencia, ésta no queda sometida, por razón de su género, a restricción alguna en la adquisición y ejercicio de sus dere-chos civiles, además que por efec-tos de matrimonio ambos tendrán igual autoridad y consideraciones en el hogar.

Sin embargo, el citado artículo 284 evidencia un tratamiento distin-to en razón del sexo, sin que exista una justificación razonable para ello, pues en los casos de divorcio nece-sario dispone que el derecho de la mujer inocente a percibir alimen-tos —decretados como sanción al marido culpable— se genere por el solo hecho de que aquélla resulte inocente en el divorcio, sin que ten-ga que acreditar otra circunstancia, toda vez, que el legislador condi-cionó el derecho del marido para obtener una pensión alimenticia a consecuencia del divorcio, ya que no es suficiente que haya resultado inocente, sino que tiene que acredi-tar su necesidad alimentaria demos-trando que carece de bienes propios para subsistir o que esté imposibili-tado para trabajar, con lo cual se in-cumple con la finalidad perseguida en estos casos, consistente en san-cionar al cónyuge culpable del divor-cio (Hernández Chong Cuy, 2011).

Por otra parte, la posibilidad de que sea el padre el que se haga cargo de los hijos en la guarda y custodia es poco probable; como consecuencia se refuerza el rol de proveedor económico quedando socialmente instituido (TA, 9a. Épo-ca; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; XXXIII, Marzo de 2011; Pág. 2374.

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MENORES DE DIEZ AÑOS. ES LA • MADRE QUIEN EN PRINCIPIO HA DE HACERSE CARGO DE LA GUARDA Y CUSTODIA DE AQUELLOS (LEGISLACIóN DEL ESTADO DE MéXICO).

Con el artículo 4o. de la Constitu-ción Política de los Estados Uni-dos Mexicanos, se reconocen los derechos del varón y de la mujer como iguales ante la ley, la cual protege la organización y el des-envolvimiento de la familia, así como el derecho de los niños y las niñas a la satisfacción de sus primordiales necesidades que les permitan un desarrollo inte-gral, tanto que el Estado provee-rá lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de todos sus derechos. Ahora, si en un asunto determinado se plantea y discu-te la conveniencia de la guarda y custodia, así como la persona idónea para ejercerlas, la madre sí puede ser considerada apta e idónea para cuidar y velar de ma-nera ideal en su seguridad a los hijos menores de diez años de edad, lo que es acorde con el nu-meral 4.228 del Código Civil para el Estado de México que así lo previene, lo cual se apega al de-recho familiar que tutela la pro-pia Constitución Fundamental.SEGUNDO TRIBUNAL COLE-• GIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 1026/2010. 31 de enero de 2011. Unanimi-dad de votos. Ponente: Virgilio A. Solorio Campos. Secretario: Carlos Esquivel Estrada.Tribunales Colegiados de Circui-to nº 201895 de Tesis Jurispru-denciales, 1 de Julio de 1996 (caso Tesis Jurisprudencial de Tribunales Colegiados de Circui-to n° Xx.97 c tesis aislada, del 01 de Julio de 1996, pág. 397.

AUN CUANDO EL PADRE PO-• SEA UNA SITUACION ECONó-MICA MÁS ELEVADA QUE LA DE LA MADRE ES INSUFICIENTE PARA OTORGARLE LA GUAR-DA Y CUSTODIA DEL MENOR. (LEGISLACIóN DEL ESTADO DE CHIAPAS).

De conformidad con el artículo 216 del Código de Procedimien-tos Civiles, los hijos menores de siete años deben permanecer bajo el cuidado de la madre, ya que se ha estimado que, dada su condición física y natural, es quien puede proporcionar los mayores cuidados y atención con la eficacia y esmero necesa-rios para su normal desarrollo, y sólo en los casos de excepción que el Código Civil prevé en el artículo 439, puede privársele a la madre de la custodia o, en su caso, la patria potestad, se-gún proceda; por tanto, la cir-cunstancia de que el quejoso, en el carácter de progenitor del menor, goce de una situación económica más holgada en rela-ción con la madre de éste, cuya custodia se controvierte, es in-suficiente para separar a dicho menor de su citada progenitora.TRIBUNAL COLEGIADO DEL • VIGéSIMO CIRCUITO.

Amparo directo 1016/95. Cán-dido Girón Garay. 3 de mayo de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco A. Velasco Santiago. Secretario: José Ga-briel Clemente Rodríguez.

Esto es, el derecho y la resolu-ción de los casos no se presentan muchas veces por fenómenos nor-mativos tan claros. Son muchos los casos: los problemas de inequidad entre hombres y mujeres latentes en los procesos judiciales no son tan visibles, porque la mayoría de normas actuales utilizan un len-

guaje no-sexuado o son neutras en apariencia, o porque los hechos del caso han sido leídos, interpretados o valorados por el o los jueces que han venido interviniendo en ellos, a la luz de estereotipos sociales, que todos, en mayor o menor me-dida, hemos ido formando y de los que no siempre podemos despo-jarnos, porque muchas veces ni siquiera somos conscientes de es-tos, o lo vemos con normalidad y naturalidad.

Los problemas de equidad de gé-nero presentan ante los jueces más complejidad, pues para resolverlos, deben por un lado enfrentarse a la interpretación de la norma (que tiene como común denominador ser producto de un sistema jurídico que en mucho es reflejo de la cul-tura centenaria patriarcal (según Álvarez (Álvarez, 1996, p. 137) se entiende por género o sexo género la construcción social de la diferen-cia sexual entre varones y mujeres. El concepto de género no cuestiona de ninguna forma las diferencias biológicas entre los dos sexos. Lo que sí niega es la traducción cau-sal de las diferencias anatómicas en “naturalezas sociales” o carac-teres distintos. Lo femenino y lo masculino son categorías sociales y la perspectiva del género invita a investigar cómo se construyen y cómo operan organizacionalmente estas definiciones. Además se con-sidera que el género es un principio organizativo fundamental de vida social y de la conciencia humana. El concepto de patriarcado, (algunas autoras prefieren llamarlo ‘sistema de estratificación sexual’, ‘sistema de sexo género’) muestra que la construcción social de las diferen-cias fisiológicas está relacionada con la jerarquización de los géneros, je-rarquización que es la característica principal de una sociedad patriarcal, y, en este sentido, puede afirmarse

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que es el patriarcado el que crea los géneros) y, además, con la visión de las realidades culturales de hecho también patriarcales.

Para comprobar nuestra afirma-ción deberemos de considerar la encuesta realizada a funcionarios del Poder Judicial de la Federación por la Coordinación de Equidad y Género (Coordinación de Equidad y Género, 2011), en la que el 77 % del Poder Judicial de la Federación están de acuerdo o parcialmen-te de acuerdo con que el hombre debe de responsabilizarse en ma-yor medida del ingreso del hogar; el 87% considera que las mujeres sólo deben de trabajar cuando el salario del hombre no es suficiente para mantener el hogar y el 90 % cree que los hombres deben de de-cidir el número de hijos que deba tener una pareja; estas percepcio-nes pueden permear, sin duda, en los casos judiciales que estos fun-cionarios tengan a su cargo.

El incumplimiento del pago de la pensión alimentariaEn primer lugar debemos de con-siderar el aspecto negativo del fe-nómeno, es decir, las razones del incumplimiento del pago de la pen-sión alimentaria. Se relacionan con la fijación de los montos, el descono-cimiento de la situación psicosocial y económica del demandado y de los procedimientos para que el padre aporte una cuota justa, las medidas para obligar al padre apagar la pen-sión alimentaria y las demoras en los trámites (Budowsky, 2000).

Desde un enfoque psicológico (Vega Robles, 2009) se menciona que los padres no pagan porque no ven suficientemente a sus hijos como para sentirse vinculados a ellos, aunque aún no hay pruebas de una relación causal directa entre convivencia (visitas, custodia, etc.) y la falta de pago. Es de considerar que

la dificultad radica en que los padres no creen que quien tiene la custodia esté usando el dinero del pago para beneficiar a los niños.

En otros casos los padres mencio-nan la falta de dinero. A esto hay que agregar que la mayoría de los padres demandados se identifican principal-mente en el ámbito laboral, como profesores con un 29 %, empleados 17 %, profesionistas 13 %, funciona-rios públicos 11 %, comerciantes 8 %, policías 4 %, taxistas 4 %, trabajado-res independientes 4 %, militares un 3 %, albañiles 3 %, agricultores 2 % y jubilados 2 % (Archivo Judicial de los Altos, 2008). De las demandas se destaca que procedieron con mayor fluidez las que fueron entabladas contra profesores debido a que en sus empleos les proporcionan com-probantes de ingresos o el pago es por vía nomina, lo que facilita la la-bor de los juzgadores.

Así mismo, tiene que destacar-se el origen de los demandados, en que la gran mayoría son del muni-cipio de San Cristóbal de Las Casas, con un 47 %; el 24 % son originarios de otros municipios y actualmente radican en San Cristóbal de Las Ca-sas; el 6 % corresponde a Teopisca; el 5 % son de Tenejapa; el 4 % son de otras entidades federativas; el 3 % son de Zinacantán; 3 % de Chamu-la; 2 % de Chanal; 2 % Chenalhó; 2 % Larráinzar; y 2 % del municipio de Oxchuc. Al efecto, la mayoría de los municipios de la Región Altos son poblaciones con altos niveles de pobreza y marginación.

En otro orden de ideas, pode-mos asumir que los padres que no cumplen con el pago de la pensión alimentaria están relacionados con alguno de los siguientes factores:

• condición socioeconómica (los padres tienen un escaso nivel edu-cativo y trabajan en ocupaciones no calificadas, lo que dificulta el pago de la pensión alimentaria);

• la condición familiar (los padres divorciados viven en unión libre o con otras personas);

• la relación de los padres y los hijos (es decir, los padres no visitan a sus hijos después del divorcio, rea-lizan pocas actividades con los mis-mos, la comunicación con los hijos no es buena, etc., y esto atenúa el desapego y problemas en el pago de la pensión);

• la relación de la pareja des-pués del divorcio (cuando no hubo acuerdos de visitas durante el pro-ceso de divorcio y no están satis-fechos con el monto, tienen poco contacto y escasos temas de con-versación con la ex esposa, tiene poca participación en las decisiones sobre los hijos, las relaciones actua-les con la ex esposa no son buenas, esto complica el cumplimiento de las obligaciones económicas para con los hijos);

• el rol paterno (los padres que no creen que dar una pensión ali-mentaria y dar afecto es su deber como padres, les legitima para es-tar cerca de sus hijos y les ayuda a tener una buena relación con los mismos);

• la salud mental del padre divor-ciado (sufrir diferentes síntomas de depresión y ansiedad, sensación de miedo o desmayos, dificultades para conciliar el sueño, desesperación con respecto al futuro (Vega Robles, 2009); y es de considerar las redes de apoyo social de amigos y familia-res, dado que los padres divorciados que tienen escasos contactos con amigos para recibir consejos sobre asuntos económicos, de trabajo o personales, pueden llegar a incum-plir con el pago de la pensión ali-mentaria (Castro, 2009).

Datos a considerar en los jui-cios de pensión alimentariaEsta investigación se desarrolla so-bre la base de los expedientes del

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año 2008, localizados en materia de pensión alimenticia, ubicados en el Archivo Judicial de los Altos de Chiapas. En tan sólo un año los Juzgados Civiles de San Cristóbal de Las Casas atienden poco más de 183 juicios relacionados con Alimentos, y cada año van en au-mento; de los cuales existen casos que no proceden, quedan inactivos y son pocos los que llegan a una sentencia favorable. Para nuestra investigación se analizaron los 183 expedientes registrados en el 2008 de demandas de alimentos, de los Juzgados Primero y Segundo Civil de San Cristóbal de Las Casas y se ubicaron en la distribución siguien-te: el 65 % en el Juzgado 1° y el 35 % en el Juzgado 2°(en términos abso-lutos, se localizaron 77 y 42 expe-dientes respectivamente).

El análisis inicial arroja los si-guientes resultados: desde la pers-pectiva de género se aprecia que el 100 % de los demandados por alimentos son del género mascu-lino y la mayoría de los actores lo representa las mujeres como tu-toras en el problema, y en el caso especifico del 10 %, lo representan los hijos varones y los padres de los demandados. Con estos resul-tados se observa que las mujeres son la parte más afectada de nues-tra sociedad, y son ellas las invo-lucradas para la defensa y garantía de los derechos de alimento tanto para ellas como para sus menores hijos. En cuanto a la relación fami-liar que existe entre el actor y el demandado, los resultados arro-jan que el mayor caso se da como esposas y como concubinas, y el menor de ellas a solicitud de los padres. El parentesco de la mujer como actor hacia el demandado se presenta en la siguiente medida: esposas 42 %, concubinas 37 %, hijos 7 %, hijas 6 %, exparejas 3 %, amasias 3 %, y padres 2 %.

Las exparejas y la amasia son actores que intervienen en repre-sentación de los hijos que resulta-ron de la relación sostenida con el demandado, y que son la gran mi-noría. La edad de las actoras es un aspecto importante debido a que podemos identificar el grupo de edades de las mujeres que acuden a los juzgados y ejercen el derecho de acreedoras alimenticias. Los re-sultados señalan que el mayor nú-mero de mujeres solicitantes están en los grupos de 21 a 30 años y en segundo lugar las mujeres de 31 a 40 años. Se destaca que las actoras que menos participación tienen, son las de 51 años en adelante, el cual es el caso específico en que se refiere a los padres o madres de los demandados. Según las estadísti-cas obtenidas, el 47 % de las acto-ras son originarias de San Cristóbal de Las Casas, y las demás son prin-cipalmente de origen indígena. Las mujeres de los municipios indígenas se presentan en un menor porcen-taje a los juzgados: 6 % Zinacantan, 6 % Teopisca, 5 % Oxchuc, 5 % Huix-tan, 3 % Tenejapa, 3 % Chamula, 2 % Chenalhó, 2 % Chilon, 2 % Ocosingo, 1 % Larráinzar, 1 % Chanal, 7 % otros municipios, 10 % de otras entidades federativas. Esto es debido a que prevalece la ignorancia, los usos y costumbres que menoscaban a las mujeres y las discriminan. Son las mujeres indígenas las que menos conocen de sus derechos y las más perjudicadas.

En la edad de los demandados, según los resultados, los rangos de edad que prevalecen son en igual medida entre los de 21 a 30 años y los de 31 a 40 años, y la de menor medida son las de 51 a 60 años. De la base de datos se pue-de constatar que los demandados principalmente se identifican en el ámbito laboral, como profeso-res, empleados de empresas pri-

vadas, empleados de gobierno y profesionistas independientes. De las demandas que destacaron y procedieron con fluidez fueron en contra de profesores debido a que sus empleos proporcionan com-probantes de ingresos y el pago es por vía nomina, que facilita la la-bor de los juzgados.

Así mismo, los demandados son originarios principalmente de San Cristóbal de Las Casas con el 47 % y el 25 % de ellos son de origen in-dígena: 6 % Teopisca, 5 % Tenejapa, 3 % Zinacantan, 3 % Chamula, 2 % Chanal, 2 % Chenalho, 2 % Larráin-zar, 2 % Oxchuc, 4 % Otra entidades federativas. Y debido a la gran di-versidad de pobladores con los que cuenta el municipio se observa que un 24 % son originarios de otros municipios y que actualmente radi-can en San Cristóbal de Las Casas.

Según los datos, el 52 % de los hijos menores de edad involucra-dos en los juicios son mujeres y el 48 % son hombres. Esto nos indica que desde la perspectiva de gé-nero las más involucradas en este tipo de solicitudes de demandas de alimentos son las mujeres tan-to en el aspecto de actoras como hijos involucrados. Así queda seña-lado que los hijos e hijas involucra-dos predominantemente son de los grupos de edad que van de los 1 a 5 años y en segundo lugar del grupo de 6 a 10 años que en suma representan más del 66 %.

Después del análisis de expe-dientes se constata que los de-mandados por pensión alimenticia se resuelven principalmente por convenios y el 5 % del total no procede porque no cubrieron los requisitos o lo la documentación fue incompleta. Los expedientes que se registran en inactividad procesal presentan la caracterís-tica principal de ser favorables a las actoras con la medida provi-

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sional que ha dictado el juez y en su minoría se debe a la pérdida de interés por parte de la actora. El Estatus de Resolución que tienen los expedientes son: 58 expedien-tes en Convenios, 30 expedientes en Sentencia, 15 expedientes en Inactividad, 10 en Desistimiento y 6 expedientes no ha lugar por su falta de requisitos.

El cumplimiento del pago de la pensión alimentariaEs importante resaltar que la per-cepción de las relaciones con la ex esposa, la ocupación laboral y el acudir al apoyo de amigos inciden en el pago de estas prestaciones económicas, es decir, una buena re-lación con la ex cónyuge, un mejor trabajo y el recurrir menos al conse-jo de los amigos, aumenta las posi-bilidades de cumplimiento del pago de la pensión alimentaria por parte del padre.

Desde la teoría del estrés familiar se argumenta que el pago de la pen-sión puede disminuir la cantidad de conflictos entre los padres biológicos porque la madre ve en dicho pago una señal de que las responsabili-dades económicas de la crianza no le corresponde sólo a ella; además, dada la asociación entre el pago y el contacto paterno, los padres también pueden participar compar-tiendo otras responsabilidades en la formación de los hijos (Hutson, 2007). Una mejoría en la situación financiera con un incremento de la participación del padre en las activi-dades de formación puede, conse-cuentemente, conducir a un menor estrés de la madre, y por ende bajos niveles de conflicto padre y madre. Desde esta perspectiva, la importan-cia significativa del estatus laboral en el pago de la pensión adquiere sentido. Al contrario se pronuncia la teoría económica, que sugiere con-flictos, pues puede esperarse que el

padre, como resultado de la inver-sión en sus hijos, busque un mayor control acerca de cómo es gastado el dinero y qué aporte demanda resultados. Así, los contratiempos en el pago de la pensión pueden ge-nerar distintos grados de conflicto dependiendo de la calidad de las re-laciones de los ex cónyuges y de las concepciones de los roles paternos (Vega, 2005).

CONCLUSIONES

En resumen, la conclusión funda-mental es que el Código Civil del Esta-do de Chiapas resulta discriminatorio pues hay un trato inequitativo en los artículos 284 y 298, puesto que evidencia un tratamiento distinto en razón de las relaciones de género, sin que exista una justificación ra-zonable para ello, pues en los casos de divorcio necesario dispone que el derecho de la mujer inocente a per-cibir alimentos se genere por el solo hecho de que aquélla resulte inocen-te en el divorcio, sin que tenga que acreditar otra circunstancia, toda vez que el legislador condicionó el de-recho del marido para obtener una pensión alimenticia a consecuencia del divorcio, ya que no es suficiente que haya resultado inocente, sino que tiene que acreditar su necesidad alimentaria demostrando que care-ce de bienes propios para subsistir o que esté imposibilitado para tra-bajar, con lo cual se incumple con la finalidad perseguida en estos casos, consistente en sancionar al cónyuge culpable del divorcio. Al efecto, el ar-tículo 298 establece algo bastante si-milar al concubinario, que para tener el derecho a que le dé alimentos su concubina ha de estar imposibilitado para trabajar y que no tenga bienes para subsistir.

Es importante destacar que las comunidades indígenas tienen tarifas y maneras diferentes de pago de la

pensión alimenticia. Sin embargo en el medio indígena estudiado la obliga-ción de pagar la pensión alimentaria, como ya se ha dicho anteriormente, es percibida como una sanción y no como un medio de subsistencia de los hijos menores. Sería importante incluir en el Código Civil del Estado de Chiapas un capitulado especial so-bre la pensión alimentaria por usos y costumbres, a fin de reconocer que la norma es reinterpretada y adaptada a la lógica de las comunidades indíge-nas, cosmovisión que no se basa en la misma lógica del derecho positivo (ya anteriormente mencionado).

Si bien es cierto que se estable-cen medidas sancionadoras para el padre que incumple con sus res-ponsabilidades materiales, no se contemplan las responsabilidades afectivas, dado que no están com-prendidas como parte de las obli-gaciones parentales establecidas en los artículos 304, 307 y demás rela-tivos del Código antes referido. Sería importante establecer en el mismo ordenamiento la citada obligación. Cabe señalar, que en cuanto a las pensiones alimentarias no existe un mecanismo que haga posible la veri-ficación sobre el manejo y el uso del dinero destinado a la manutención de los hijos.

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¿Es la “actitud” un aspecto fundamental en el ámbito laboral?

Isabel Pérez PérezProfesora de Ciencias Administrativas y Contables, Región, Istmo-Costa, UNACH

Obed Matus AlfaroProfesor de Ciencias Administrativas y Contables, Región, Istmo-Costa, UNACH

Isabel Pérez Pérez es Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad Tecnológica de Méxi-co, Especialista en Mercadotecnia por la Universidad Tecnológica de México y Doctora por la Universidad de Valencia en España. Es profesora de Ciencias Adminis-trativas y Contables, Región, Istmo-Costa.Correo-e: [email protected]

Obed Matus Alfaro es Licenciado en Derecho por la Universidad de Nuevo León, Maestro en Derecho Fis-cal por el Instituto Nacional de Estudios Fiscales (INEF). Es profesor de Ciencias Administrativas y Contables, Región, Istmo-Costa.

El término “actitud” es primordial en el ámbito laboral, específica-mente en el comportamiento

de las personas que proporcionan servicios al público en general (pue-den ser estos compañeros de trabajo o personas externas que requieren servicios de la organización donde se trabaja), porque permite evaluar la efectividad del servicio que se proporciona hacia un grupo especí-fico de usuarios.

Conceptualización de actitudEn la literatura del comportamiento de los individuos, no existe una defi-nición aceptada debido a la falta de uniformidad de criterio en cuanto a la existencia de un enunciado uni-versal y único que permita hacerlo. Sin embargo, en las investigacio-

nes realizadas en la conducta del comportamiento humano es una variable que explica dicho compor-tamiento, destacando su aspecto multidimensional constituido por factores emocionales (afectivo), de valoración (cognitivo) y la tendencia a actuar (conativo) (Katz, 1967).

En el primer grupo de investiga-dores que destacan el aspecto emo-cional se encuentra Newcomb (1968) que considera que son “orientacio-nes generales persistentes del indi-viduo frente al medio”. Para Triandis (1977) es “una tendencia emocional que predispone al individuo a actuar de una manera particular, ante diver-sos tipos de situaciones especiales”, Salazar et al. (1979) entiende que son “preferencias para evaluar objetos de manera positiva o negativa”, mien-tras que Dawes (1975), intuye que es un “afecto o disponibilidad para res-ponder de cierta manera frente a un objeto o fenómeno social”

Siguiendo la misma línea Cook y Selltiz (1964) consideran que es “una disposición fundamental que inter-viene junto con otras influencias en la determinación de una diversidad

de conductas hacia un objeto o clase de objetos, los cuales incluyen decla-raciones de creencias y sentimientos acerca del objeto y acciones de aproxi-mación-evitación respecto a él”.

Para Thurstone (1928) la actitud es “la suma total de inclinaciones y sentimientos humanos, prejuicios o distorsiones, nociones preconcebi-das, ideas, temores y convicciones acerca de un asunto determinado”.

El segundo grupo representado por Allport (1935) considera que la actitud es una “predisposición apren-dida para responder consistentemen-te de modo favorable o desfavorable hacia un objeto, o clases de objeto”. Para Katz (1967) son “propensiones del individuo para valorar de manera positiva o negativa algún símbolo, ob-jeto o aspecto del mundo”. Tanto en el primer grupo como en el segundo destacan el núcleo afectivo o sensible del agrado o desagrado y los elemen-tos cognoscitivos o de creencias que describen el afecto de la actitud, sus características y sus relaciones con otros objetos, representando estruc-turas mentales que organizan y eva-lúan la información.

CienCias de la administraCión y dereCho

Las actitudes son expresiones de conducta que influyen positiva o negativamente en el ámbito laboral y que pueden incidir en el clima organizacional de una empresa.

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Un tercer grupo destaca la impor-tancia de la actitud en las conductas comportamentales. Doob (1947) la define como una “respuesta implíci-ta capaz de producir tensión consi-derada socialmente significante en el individuo”, mientras que Penner et al. (1997) considera que es “un constructo hipotético que provoca el comportamiento del individuo cuando éste se encuentra ante un objeto en particular o en una cierta situación”.

Por otro lado, McGinnis (1993) considera que es “la conducta suje-ta al control de una variable social única que incluye reacciones emoti-vas”. Así, Kerlinger (1975) cree que la actitud “es una predisposición or-ganizada de pensar, sentir, percibir y comportarse de cierta forma ante un objeto cognitivo, o creencias que predisponen al individuo a compor-tarse selectivamente ante referen-cias actitudinales” (Cuadro 1).

ConclusiónDe las definiciones anteriores se concluye que las actitudes: (1) son experiencias subjetivas, cuando un individuo manifiesta una actitud propia lo hace en términos de infe-rencia a partir de la auto-observa-ción y de la propia percepción de su comportamiento; (2) son experien-cias hacia un objeto o situación, se refiere a algunas situaciones y obje-tos que son parte de la experiencia; (3) son experiencias hacia un objeto o situación con una dimensión eva-luativa, es decir, la experiencia con el objeto o situación se mueve dentro de un continuo entre lo agradable y lo desagradable, lo deseable y lo indeseable, la manifestación favora-ble o desfavorable hacia un objeto o situación; (4) son juicios evaluativos; (5) se expresan verbalmente; (6) son expresiones subjetivas percibida por otros, (7) son comunicadas, para ser percibidas y comprendidas por

otros, ya que se manifiestan como un “acto social”; (8) diferente per-cepción en su manifestación cuando

se hace de forma verbal y por medio de la negación (referente social de la actitud).

AUTORES DEFINICIONES DE ACTITUD

Ajzen y Fishbein, (1973) Predisposición consistentemente positiva o negativa hacia un objeto dado.

Ajzen y Fishbein(2008) Creencias actitudinales favorables o desfavorables hacia un objeto, entidad o individuo.

Allport (1995) Estado mental y neuronal de disposición, organizado por medio de la expe-riencia, que ejerce una influencia directiva y dinámica sobre la respuesta de los individuos hacia todos los objetos y situaciones con los que se relacionan.

Alonso y Grande (2004) Creencias o sentimientos aprendidos que predisponen a una persona a reac-cionar de un modo determinado ante un objeto, persona o situación

Baron y Byrne (1997) Conjuntos relativamente duraderos de sentimientos, creencias y tendencias de comportamiento dirigidas a personas, ideas, objetos o grupos.

Baron y Byrne (1998) Evaluación duradera, retenida en la memoria, de varios aspectos del mundo social.

Block y Roering (1976) Evaluación que hace el consumidor de las capacidades que posee una alterna-tiva para satisfacer sus requisitos de compra y consumo tal como los expresan sus criterios de evaluación.

Campbell y Fiske(1959) Predisposición a evaluar de una determinada manera un producto o marca.

Cantril (1934) Estado de disposición de organización mental más o menos permanente que predispone a un individuo para reaccionar de una forma característica a cual-quier objeto o situación con el que se relacione.

Cook y Selltiz (1964) Disposición que interviene junto con otras influencias en la determinación de una diversidad de conductas hacia un objeto o clase de objetos, las cuales in-cluyen declaraciones de creencias y sentimientos acerca del objeto y acciones de aproximación-evitación respecto a él.

Dawes (1975) Afecto o disponibilidad para responder de cierta manera frente a un objeto o fenómeno social.

Doob (1947) Respuesta implícita capaz de producir tensión considerada socialmente signi-ficante en el individuo.

Eagly y Chaiken (1993) Tendencia psicológica que se expresa mediante la evaluación de una entidad particular con algún grado de dirección favorable o desfavorable.

Fazio (1986) Asociación aprendida entre un concepto y una evaluación.

Fishbein (1963) Dimensión evaluativa de un concepto.

Fishbein (1967) Predisposición aprendida para responder ante un objeto de una forma consis-tentemente favorable o desfavorable.

Katz (1960) Propensiones del individuo para valorar de manera positiva o negativa algún símbolo, objeto o aspecto del mundo

Kerlinger (1975) Predisposición organizada de pensar, sentir, percibir y comportarse de cierta forma ante un objeto cognitivo, o sea creencias que predisponen al individuo a comportarse selectivamente ante referencias actitudinales.

Kretch y Crutchfield (1948) Organización estable de procesos motivacionales, perceptivos y cognitivos, re-lativos a un aspecto del universo individual.

Kretch y Crutchfield, Ballachey (1948)

Sistemas duraderos de evaluaciones positivas o negativas, sentimientos emo-cionales y tendencias de acción con respecto a objetos sociales.

McGinnes (1993) Conducta sujeta al control de una variable social única que incluyen reacciones emotivas.

Newcom (1968) Orientaciones generales persistentes del individuo frente al medio.

Osgood, Suci y Tannenbaum (1957)

Dimensión evaluativa de un concepto.

Penner et al. (1997) Constructo hipotético que provoca el comportamiento del individuo cuando éste se encuentra ante un objeto en particular o en una cierta situación.

Rosenberg y Hovlan (1960) Predisposición a responder a un tipo de estímulo con ciertas clases de respuestas.

Salazar et al., (1979) Preferencias para evaluar objetos de manera positiva o negativa.”

Thomas y Znaniecki (1918) Proceso de conciencia individual que determina la actividad real o posible del individuo en el mundo social.

Thurstone (1931) Afecto a favor o en contra de un objeto psicológico.

Triandis (1977) Tendencia emocional que predispone al individuo a actuar de una manera par-ticular, ante diversos tipos de situaciones especiales.

Cuadro 1. Definiciones de actitud

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Por tanto, las actitudes: (1) son predisposiciones a responder a un objeto; (2) son persistentes aunque no inalterables; (3) producen consis-tencia en las manifestaciones con-ductuales y (4) tienen dirección e intensidad, lo cual proporciona una base para obtener índices cuantitati-vos de ellas. De esta forma, se dedu-ce que las actitudes son expresiones de conducta que influyen positiva o negativamente en el ámbito laboral y que pueden incidir en el clima organi-zacional de una empresa.

Por ello, sabemos positivamente que el hombre dista de ser humano y su actitud lo pone de manifiesto en el ámbito académico, deportivo, cultu-ral y sobre todo el laboral; si sólo pen-sáramos en el beneficio mutuo en el mundo del deber ser y actuáramos con el gusto y placer de realizar nues-tras labores cotidianas, con esmero y mucha dedicación, los entes sociales con estructura organizada, sus recur-sos básicos (humanos y económicos) sobresaldrían en el campo produc-tivo; ¿por qué cambiar la actitud o transformar el comportamiento se-gún el lugar, la moda y la religión? ¿Es acaso el individuo como centro del universo y cuyo factor tiempo valora los elementos esenciales de su cos-mología?; la persona física en esencia tiende a ser superior demostrando su actitud día a día, desarrollando la habilidad, capacidad y adiestramien-to para un mejor desempeño y lo-gros sustanciosos en beneficio social. El ejemplo más palpable, son todos aquellos servidores, ya sea en el sec-tor público o privado, que realizan sus actividades deseando el bienes-tar para con los clientes.

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Por lo general, parecemos co-nocer quiénes somos, qué hacemos y dónde estamos,

tanto a nivel psicológico como so-cial y laboral. Incluso parece fácil... mi nombre, mis estudios o pre-paración, mi ubicación y costum-bres, mis principios y valores... son conocimientos que “domino” en un alto grado. Pero la realidad muchas veces nos demuestra que no es así, en nuestro trabajo uni-versitario (sea la docencia, el ex-tensionismo, la administración o el sindicalismo).

Partiendo de la teoría aristoté-lica, afirmamos que el ser huma-no es un ser social por naturaleza (ζοον πολιτικον). Psicológicamen-te, a través de los conceptos de ‘identidad’ y ‘pertenencia’, el ser

La identidad universitaria

Alejandro Martín GarcíaProfesor de la Facultad de Derecho, UNACH

humano se “hace” en sí mismo (por la reflexión, crítica, pensa-miento, descubrimiento, apren-dizaje y conocimiento) y hace la sociedad. Las teorías contractua-listas sobre el Estado se basan en esta naturaleza social del ser humano: llegamos a formar la so-ciedad por medio de un “pacto” o “acuerdo” (en términos más jurí-dicos, un “contrato”), con el fin de obtener unos de otros, por medio de la convivencia, la colaboración, el esfuerzo, el trabajo y la actitud (en valores éticos, personales y so-ciales) el logro de los fines adecua-dos a nuestra naturaleza.

Por todo ello, el ser humano es ser comunitario. El hombre no puede ser feliz fuera de la socie-dad (con la excepción de algunos casos que, por motivación religio-sa, espiritual o filosófica, rehúyen el mundo… pero siempre con acti-tud de “sacrificio”, en la más pura acepción etimológica de la pala-bra: sacrificare, de sacrum facere, hacer sagrado).

El fin que todo hombre persigue es la felicidad. Sea por medio de

Sirva para profundizar en este tema el pequeño artículo que presentamos a la comu-nidad universitaria, a fin de hacer, a los 40 años de historia de la UNACH, una reflexión sobre nuestra auténtica labor y la autorrealización que cada uno debemos experimen-tar por ser parte de esta vida, vocación, profesión y realidad.

un trabajo, profesión o vocación, siempre busca la paz en su interior. Así, adquieren cada vez mayores proporciones los problemas éti-cos que han de resolverse en las cuestiones económicas, políticas, culturales y sociales. En todos es-tos campos está presente nuestra Universidad.

Concepto de “identidad”, “rol” y “estatus”

Identidad: Es el conjunto de per-cepciones y sentimientos que tie-ne un sujeto acerca de sí mismo. No sólo se utiliza para referirse a unos roles o personalidades espe-cíficas, sino también a unos patro-nes sociales a partir de los cuales se adquiere un sentido de la pro-pia persona.

Entendemos como “sujeto” al 1. individuo que realiza una ac-ción o experimenta una viven-cia (sea sujeto activo o pasivo). Como integrante del binomio sujeto-objeto, indica el “yo” que conoce, en oposición a la entidad conocida (objeto), dis-

CienCias de la administraCión y dereCho

Alejandro Martín García es Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra (UNAV), España, especializado en Filosofía del Derecho; Doctor en Psicología por la Univer-sidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), España, especializado en adolescencia y delicuencia; Doctor en De-recho por la UNAV, especializado en Filosofía del Derecho. Imparte cátedra en la Facultad de Derecho, UNACH en Fi-losofía del Derecho, Derecho Romano y Teoría del Estado; así como de maestría (Principios Generales del Derecho) y doctorado (Filosofía de los Derechos Humanos). Sus in-tereses académicos y profesionales se orientan a la ética Jurídica, Derechos Humanos y Derecho Constitucional.Correo-e: [email protected]

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tinción que incumbe a la episte-mología y gnoseología, ya que se refiere a un acto cognitivo.Identidad social: Es el conjunto 2. de categorías del “yo” que de-finen al individuo en términos de las características que com-parte con miembros de deter-minadas categorías sociales y que lo diferencian de los miembros de otras. Hace refe-rencia a la conciencia y al signi-ficado que tiene para un sujeto su pertenencia a un grupo o a un territorio. La psicología social ha realizado numerosas investigaciones sobre la iden-tidad de género y la identidad nacional.La identidad social es, ante • todo, un dilema. Un dilema entre la singularidad de uno mismo y la similitud con nues-tros congéneres; entre la espe-cificidad de la propia persona y la semejanza con los otros; entre las peculiaridades de nuestra forma de ser o sentir y la homogeneidad del com-portamiento; entre lo único y lo múltiple.La identidad estudiantil es un • proceso que en ocasiones se convierte en un problema de gran preocupación para las instituciones de educación su-perior, que repercute en la ima-gen, en el prestigio y la calidad educativos a corto y medio pla-zo en la comunidad estudiantil, tanto de estudiantes activos como de egresados.La formación de la identidad • personal es un proceso com-plejo de construcción de la per-sonalidad desde los primeros años de vida, pero este proceso transcurre en un contexto so-ciocultural específico, gracias a la mediación de los adultos y la influencia de normas y pa-

trones sociales definidos. Por tanto, la propia formación de la identidad social es el marco en el que se configuran las identi-dades individualesEl concepto de identidad ha • sido utilizado para propósitos tan distintos que se ha vuelto ambiguo y ha perdido su es-pecificidad. La identidad de las personas no es algo dado y ce-rrado, por el contrario, está su-jeta a permanentes definiciones y re-definiciones de uno mismo en relación con los demás. Tam-poco se debe pensar como algo que se transforma tan rápida-mente que pierde su sustento, sino que se constituye sobre una base difícil de cambiar.Las personas construimos nues-• tra identidad a medida que vi-vimos, y lo hacemos, a su vez, sobre la base de la experiencia pasada; la identidad personal se construye en una cultura parti-cular que representa el ambien-te para definir la especificidad de cada individuo, por lo que la identidad deviene de un pro-ceso complejo de una historia personal, construida en el inte-rior de la trama de relaciones interpersonales y de interaccio-nes múltiples con el ambiente, partiendo de la elaboración de los modelos de los adultos (en primer lugar madres, padres y los maestros) como agentes so-ciales de las culturas familiar y escolar.Siguiendo a C. Dubar, pode-• mos establecer como punto toral que la identidad no es otra cosa que el resultado es-table y provisorio, individual y colectivo, subjetivo y objetivo, biográfico y estructural de los di-versos procesos de socialización que, conjuntamente, constru-yen los individuos y definen las

instituciones. De este modo, la identidad es lo subjetivo, pero también lo social; son las per-tenencias y exclusiones, las afi-nidades y diferenciaciones, las cercanías y distanciamientos. La identidad está vinculada a la concepción de sociedad y a la percepción que se tiene de la propia posición dentro de ésta, como ya hemos dicho; tam-bién las expectativas, los valo-res y las normas forman parte del mismo proceso unitario de conformación de la identidad.Definiremos así operacional-• mente la identidad universi-taria como un sentimiento de pertenencia, una identificación a una colectividad instituciona-lizada, según las representacio-nes que los individuos se hacen de la realidad social y sus divi-siones y donde se configuran factores tales como la experien-cia escolar pasada, la perte-nencia, las relaciones humanas; la percepción de la universidad como unidad, la territorialidad, las afinidades; la educación, el vínculo, las reglas y la dificul-tad del ingreso a la institución. Por lo general, esto es lo que nos falla a la hora de la eficacia educativa, y por lo mismo, el egreso del estudiante está des-motivado por la falta de ejem-plo en identidad universitaria de sus catedráticos.A través de la interacción de • estos factores y las manifesta-ciones más o menos estables de éstos dentro de un contexto institucional y social, se cons-truye la identidad estudiantil universitaria.La identidad de los individuos • es un requisito necesario para la vida social, y de manera re-cíproca, la vida social lo es para la identidad individual.

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El vínculo retoma gran impor-• tancia. Usaremos el término “vínculo”, pero no como esta-mos acostumbrados, sino como la noción de relaciones de obje-to. La usaremos como algo más concreto, ya que la relación de objeto es la estructura inter-na del vínculo, esta relación es una estructura dinámica en continuo movimiento que es accionada por instintos y moti-vaciones psicológicas. El vínculo es una entidad dife-• rente que incluye la conducta, por lo que podemos definir el vínculo como una relación par-ticular con un objeto, fruto de la cual aparece una conducta más o menos fija con ese ob-jeto, que forma un patrón o pauta de conducta que tiende a repetirse automáticamen-te, tanto en la relación interna como en la relación externa con el objeto.La dialéctica interna-externa de • la identificación es el proceso por medio del cual todas las identida-des individuales y colectivas se constituyen. La identidad social es una construcción social elabo-rada en relación con los límites o fronteras entre los grupos que entran en contacto. Es por esto una manifestación de relaciones e interacciones que no puede considerarse monolítica.Por otra parte, la identidad so-• cial no es nunca unilateral, ne-cesita de la interacción; esto también se desarrolla en múlti-ples dimensiones simultáneas, según se vaya dando la práctica social.La identidad social tampoco es • un conjunto fijo y definitivo de manifestaciones características dadas, inmutables, de peculia-ridades diferenciadoras totales de grupos o sociedades huma-

nas, sino que es una activa y dinámica síntesis cualitativa de expresiones acumulativas, connotadoras de relaciones, de comportamientos sociales e históricamente producidos. Es históricamente susceptible de variantes, cambios y modi-ficaciones en consonancia con la dinámica propia de las so-ciedades y grupos en que se desarrolla.Dentro de este contexto las • universidades no tienen una sola identidad, poseen una identidad común general y di-versas identidades particulares semejantes. Así, de las seme-janzas, afinidades y similitudes que se dan dentro de la institu-ción, se camina hacia la uni-dad de estudiante e institución educativa, creando la identi-dad social de los estudiantes universitarios. Al hablar de la identidad social • no podemos dejar de lado la territorialidad, partiendo de que ésta es el uso y la defensa de un área espacial por parte de una persona o grupo que la considera suya exclusivamen-te. Los territorios difieren se-gún la importancia del papel que desempeñan en la vida de una persona o de un grupo y según el tiempo que el usua-rio ocupa el área. La territoria-lidad nos ayuda a organizar y manejar la vida diaria de los individuos y de los grupos so-ciales. ¿Qué sería de la vida sin territorialidad? No habría lu-gares para los asentamientos humanos y la vida social resul-taría imposible.

Otra función psicológica de • la territorialidad es ayudar al individuo a desarrollar un mapa cognoscitivo de los tipos de conductas que

se pueden esperar en de-terminados lugares. Se han mostrado algunas de las formas en que el rol orga-nizador de la territorialidad simplifica las actividades diarias. Una función psi-cológica más de la terri-torialidad es desarrollar y mantener una organiza-ción social. La territoria-lidad ayuda a ordenar un grupo de acuerdo con el nivel social relativo o por el dominio que ejercen los miembros del grupo.La territorialidad también • sirve de desarrollo del sen-tido de identidad personal y de grupo. El sentido de identidad de grupo puede surgir simplemente debido a que los individuos com-parten el mismo lugar. El compartir un territorio da a las personas conocimien-to y experiencias comunes y esto fomenta vínculos sociales. Esto señala que el individuo con frecuencia se basa en la designación del territorio personal para identificarse consigo mis-mo y con los demás.

3. El individuo puede hacer más distintivo un territorio perso-nalizando al ambiente de tal manera que refleja más clara-mente algo de sí mismo. El co-nocimiento del control sobre el territorio ayuda a los individuos a desarrollar un sentido de iden-tidad personal y facilita la orga-nización social, permite deducir que un aumento del sentido de territorialidad en los ambientes institucionales puede producir beneficios psicológicos.

Rol: Es el conjunto de conductas, acciones y actitudes de una perso-na, que debe responder a lo que

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una sociedad determinada espera de él. El rol variará en un mismo sujeto según su edad y el grupo social en el que se encuentre.

Etimológicamente, deriva de 1. la palabra latina rotulus, que se refiere al texto recitado en una representación teatral. A partir del siglo XI, el término adquirido en francés rôle se ha usado para referirse a una fun-ción social o profesión. En esta época, el término se utilizaba en el sentido de “modelo de comportamiento individual” y de función social.Se añaden otros significados: 2. adopción de una falsa actitud, o bien un papel de un indivi-duo en un contexto social.La psicología comienza a inte-3. resarse por el concepto de rol en el momento en el que se considera al ser humano como un individuo integrado en un grupo y como una persona que se relaciona con las otras.La sociología alcanza la idea de 4. rol a través de las funciones y los deberes del individuo en el grupo social.En la psicología social (la suma 5. de la psicología y la sociolo-gía) es donde más se utiliza el término, puesto que implica comportamientos individuales determinados socialmente y modelos sociales que han de ser ejecutados por las personas.Autores como George H. Mead 6. consideran que los procesos de comunicación se fundamen-tan en el hecho de ponerse en el lugar del otro (empatía) y adoptar su actitud; de esta forma es posible prever los actos de las demás personas para adoptar la actitud propia a éstos, permitiéndole a uno mismo saber cómo es visto por los demás.

La adopción de distintas fun-• ciones (que es lo que va for-mando la personalidad) se realiza mediante la integración gradual de los papeles que el entorno presenta (y comienza en la infancia), y posibilita las actividades psíquicas que se basan en un desdoblamiento interior.

Estatus: Condición o estima de la que disfruta un individuo dentro de su grupo (definición propiamente psicosocial, que no hay que confun-dir con la genérica, ‘estado o posi-ción de algo dentro de un marco de referencia dado’, ni con la jurídica —la referencia al Estado como per-sona jurídica—). Se distinguen cua-tro tipos de status:

Estatus adscrito o asignado:• Es aquél que resulta por medio de factores sociales previos tales como raza, género, edad, ciclo de vida, clase, casta, etc.Estaus adquirido: • Resulta de la asignación a la persona ba-sándose en méritos u acciones. Ejemplos son las estrellas de música, los actores, atletas o de-portistas, científicos, etc., pero también podríamos incluir el de padre, madre, jefe, licenciado… Son todas aquellas posiciones que el individuo adquiere a lo largo de su vida, no van ligadas a su nacimiento. Los estatus están determinados por la sociedad, por tanto pueden variar según el paso del tiempo o las carac-terísticas como la cultura o valo-res y normas que una sociedad dada determina como propia y pueden ser diferentes a otra so-ciedad. Además, es útil.

Al estatus también está • asociado un grado o nivel de prestigio determina-do. En las sociedades el prestigio esta distribuido en forma diferencial de

acuerdo al estatus social que la persona tiene. A modo de ejemplo un médi-co tiene más prestigio que un barrendero. Sin embar-go, se pueden producir una inconsistencia de estatus social cuando se producen discrepancia entre cómo el estatus es valorado en una área en relación a otra. Un ejemplo típico es el del pro-fesor: si bien éste puede ser muy valorado como un educador y agente sociali-zador importante en la es-cuela y ante la comunidad educacional, en términos de las recompensas que la sociedad le otorga (entién-dase salario y condiciones de trabajo), pueden ser muy bajas en relación a di-cha valoración social.

Estatus objetivo:• Estatus asig-nado por la sociedad, la cul-tura o por el grupo particular en donde se desenvuelve la persona y que es adquirido cumpliendo alguno o varios de los criterios que lo determi-nan (la riqueza, lo que se hace en la sociedad, el impacto y el poder del conocimiento, la ocupación o actividad, carac-terísticas físicas, etc.) u otros impuestos por cada grupo.Estatus subjetivo:• Estatus que una persona cree tener sin po-seer ninguna aprobación social o cultural y sin cumplir algún criterio que soporte el estatus del cual hace alarde.

Grupo de pares y relaciones interpersonales

Grupo: Es el conjunto de dos o más personas en el que existen unas relaciones interpersonales (jerárquicas, democráticas, etc.)

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que condicionan la organización interna (y las posibilidades de ac-tuación externa) del mismo. Por “grupo de pares” entendemos el grupo genérico.

Las características de los gru-1. pos son:Los aspectos motivacionales y • las metas del grupo (tener in-tereses y motivos comunes)La interdependencia entre sus • miembrosLa interacción• La dimensión perceptivo-cog-• nitiva (considerarse un grupo)

2. Dentro del estudio del grupo, hay que valorar:La influencia de las actitudes y • conductas de los miembrosSu estructura (normas, roles, • estatus, redes de comunica-ción y liderazgo…)El rendimiento o la productivi-• dad local (toma de decisiones)Relaciones intergrupales (pen-• samiento grupal)

3. En la década de 1940 se estudió especialmente la interacción en los grupos pequeños; a partir de 1960 se perdió el interés por la naturaleza de las relaciones dentro del grupo para adqui-rir importancia las relaciones intergrupales, así como las ca-tegorías sociales (por ejemplo, los grupos étnicos o la nación). Un aspecto básico en el estudio • de los procesos grupales es la cohesión (el sentimiento de “es-tar juntos”), que se caracteriza por el apoyo entre sus miem-bros y por cierta uniformidad de pensamiento y comporta-miento (llamada ‘interdepen-dencia cooperativa’). Se trata de un aspecto que inicialmente fue explicado en términos de atracción entre personas o de conformidad dentro del grupo, pero que actualmente hace más referencia a la cohesión como

una consecuencia del proceso de identificación con el grupo.

4. La llamada “dinámica de grupo” es una doctrina que se basa en el grupo como unidad dinámica que debe ser analizada como un todo y no como un agregado de individuos. Se puede utilizar el término en dos sentidos:Como un campo de estudio y • conocimiento sobre los fenó-menos psicosociales que se pro-ducen en los pequeños gruposComo un conjunto de métodos • y prácticas que permiten influir sobre las personas a través de los grupos, además de generar cambio social.

IntegraciónLa integración es un proceso de unificación de los elementos en la formación de un todo estructural y coherente. Las partes constitutivas pueden ser personas o grupos. En el caso de la integración de grupo se alude al proceso de incorpora-ción de unos individuos en un gru-po, lo que nos indica el grado de cohesión que se facilita, en función de la proximidad, atracción y sim-patía recíprocas. De ello se deriva un beneficio mutuo.

Hay dos formas básicas de inte-gración social:

La solidaridad orgánica, produ-1. cida por la interdependencia de funciones requeridas por la división social del trabajoLa solidaridad mecánica, ba-2. sada en los valores y creencias compartidos.

A partir de estas dos formas bási-cas, un sujeto se incorpora al medio social en el que se halla inmerso.

También se llama integración social a la igualación parcial (u homogeneización) de los seres humanos debido a su vida en so-ciedad. Esta integración puede ser emotiva y reflexiva.

Cuando un grupo minoritario se integra en una sociedad global, ésta impone sus valores y normas de tal manera que se puede producir una subcultura en el grupo minoritario, que pierde sus características distin-tivas (se produce lo que llamamos “asimilación”).

Igualmente, muchas veces se considera la integración, desde la psicología educativa, como un me-canismo fundamental de integración social que asegura el funcionamien-to y la continuidad del orden social.

Así pues, a modo de conclusión, permítaseme decir que necesitamos profundizar en las motivaciones que han de forjar nuestra propia vida en la entrega decidida a una pro-fesión vocacional, puesto que de otro modo, aun cayendo en clasifi-caciones subjetivas de rol o estatus, podemos engañarnos en lo que, en definitiva, es lo más importante: quiénes somos.

Si la UNACH no desarrolla de una manera no sólo explícita sino prácti-ca su propia identidad (se me ocurre que quedaría fortalecida con la crea-ción de su propio Himno Universi-tario, o la elaboración de su propia Bandera Universitaria para uso en cada edificio propio), menos aún lo podremos hacer quienes hemos pertenecido y pertenecemos a esta magna Institución Educativa, puesto que nuestros esfuerzos serán, meta-fóricamente, una gota en un océa-no. No reprochemos, por lo tanto, a nuestros alumnos la carencia de una fundada misión, si no les estamos dando las pautas de ejemplo en va-lores, conducta ética, principios ele-vados al servicio de la sociedad.

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Espacios universitarios emblemáticos

Entrevista al licenciado Jorge Luis Arias Zebadúa sobre la historia de la creación, diseño y gestión de los recintos universitarios de la UNACH

Marisela Sánchez VallejoProfesora de la Facultad de Arquitectura, UNACH

Los recintos educativos son los espacios que albergan el conocimiento. Se imparten

en ellos las palabras, los escritos y los pensamientos. Algunos filóso-fos definen la educación como el proceso de socialización del cono-cimiento. Al educarse, un individuo adquiere los conceptos, significados e ideas de las generaciones pasa-das y los hace suyos en el presente. Esta actividad humana nace de una necesidad de instruir y aprender, necesidad que se resuelve especí-ficamente en espacios destinados a la educación.

En la Universidad Autónoma de Chiapas los espacios que han servi-do como recintos del saber guardan en su historia más de trescientos años (ejemplo de ello es la Facultad

de Derecho en San Cristóbal de Las Casas, cuyos orígenes se remontan hacia 1678). Además de este be-llísimo edificio, las escuelas inde-pendientes que formaron la nueva Universidad fueron la Escuela de In-geniería Civil, la Escuela de Técnicos en Contabilidad y Administración, la Escuela de Lenguas, la Escuela de Contaduría y la Escuela de Arquitec-tura, amén de la Escuela de Medi-cina que ocupó el antiguo Hospital Domingo Chanona, anexo al Hos-pital de la SecretarÍa de Salud. Es-pacios físicos que ahora forman en su conjunto edificios emblemáticos que han servido para la generación de conocimiento y que, en vísperas del cuadragésimo aniversario de la Máxima Casa de Estudios, pasarán a formar parte de la historia de esta institución, así como de la historia de los habitantes de esta casa, do-centes, alumnos y personal admi-nistrativo que utilizan a diario estos espacios para satisfacer la deman-da de la sociedad en materia de ge-neración del conocimiento para el desarrollo del Estado de Chiapas.

Los inicios de una idea de modernidad educativaLa Universidad Autónoma de Chia-pas fue creada por decreto presi-dencial el 25 de abril de 1974, siendo presidente el licenciado Luis Echeve-rría Álvarez y el gobernador del es-tado doctor Manuel Velasco Suárez. Derivado de la firma de creación de esta institución y para conmemorar la ceremonia inaugural se edificó el Auditorio de Los Constituyentes y el camino que conduce a lo que hoy conocemos como Rectoría, pasando a formar parte de la institución gra-cias a la donación que hiciera nues-tro benefactor don Carlos Maciel Espinosa y, que en un inicio, constó de dos hectáreas y media de terre-nos ubicados estratégicamente en el poniente de la ciudad capital.

A partir de esta firma, se cons-truyó también el edificio de la Rec-toría y se ampliaron los edificios de la Escuela de Ingeniería y la Escuela de Técnicos en Contabilidad y Ad-ministración. Hacia 1978 se crea la Escuela de Arquitectura dentro de las instalaciones de la Escuela de In-geniería y en el centro de la ciudad,

Marisela Sánchez Vallejo. Es arquitecta por la Univer-sidad Autónoma de Chiapas y Maestra en Arquitectura y Urbanismo con especialidad en Conservación y Res-tauración del Patrimonio Arquitectónico de Chiapas. Actualmente cursa el Diplomado en Análisis y Restau-ración de los Edificios Patrimoniales en Chiapas en la Escuela Nacional de Historia y Conservación Manuel Negrete y Miranda del Instituto Nacional de Antroplo-gía e Historia.Es profesora de medio tiempo en la Facultad de Arqui-tectura, Universidad Autónoma de Chiapas. Colina Uni-versitaria s/n. Col. Jardines de Tuxtla.Correo-e: [email protected]

CienCias en ingeniería y arquiteCtura

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Universidad y Conocimiento - SPAUNACH

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en el Edificio Maciel, comienzan a funcionar la Escuela de Lenguas, la Escuela de Letras Hispanoamerica-nas y Filosofía, entre otras.

Preservando la memoria históricaHa transcurrido el tiempo. La Uni-versidad creció y ahora cuenta con presencia en todo el Estado de Chia-pas. Se le han reconocido programas diversos de licenciatura y de posgra-do con niveles de calidad y es una de las mejores universidades del sureste del país. Pero aún no se ha investiga-do con detenimiento sobre la historia de la construcción de los espacios emblemáticos que conforman nues-tra máxima casa de estudios. Por ello resulta relevante indicar las cua-lidades formales, el significado y el simbolismo que resultan a la vista y la memoria de sus habitantes. Es im-portante conmemorar con esta rese-ña la creación de nuestro patrimonio: de los espacios que han albergado a la generación del conocimiento por más de cuarenta años.

Describir los lugares que confor-man las plazas, los hitos, los murales, los patios, los cuerpos de agua, los

campos de experimentación, los hos-pitales, los íconos de la historia ahora convertidos en referentes, y que son parte insoslayable de la historia de los unachenses; por ello, deben de re-conocerse, protegerse y rehabilitarse en favor de las futuras generaciones de universitarios en Chiapas.

Comenzando a rememorarEl pasado de la Universidad ha sido escrito en otros artículos conme-morativos refiriéndose al recurso humano, pero poco se ha escrito so-bre los diseñadores de los edificios, sobre los sueños que se alcanzaron, sobre las metas físicas logradas. Pero como todo problema tiene solución, este artículo lleva consigo una entrevista realizada al licen-ciado Jorge Luis Arias Zebadúa, un catedrático universitario que fungió como Secretario General de la Uni-versidad, posteriormente se des-empeñó como Rector entre otras funciones administrativas y, que ge-nerosamente expresó su experien-cia con respecto a la construcción de los espacios de nuestra Casa, en una entrevista que a continuación

se narra y de la que nos legó algo más que un pensamiento: Es todo un honor ser unachense.

LA ENTREVISTA

Marisela Sánchez Vallejo: Licenciado Jorge Luis Arias Zebadúa muchas gracias por concederme esta entrevista.

¿Quién diseñó y construyó el edificio del Auditorio de los Consti-tuyentes de la UNACH?

Jorge Luis Arias Zebadúa: Hacia 1974, el Auditorio de los Cons-tituyentes ya estaba casi construido. El comité administrador del progra-ma federal de construcción de es-cuelas estuvo a cargo de la ejecución, en tiempos del arquitecto Humberto Sánchez Tresgallo quien encargó al arquitecto Fernando de la Fuente España el proyecto ejecutivo y la su-pervisión técnica de la obra. Fué en su inuguración donde se firmó el de-creto de la creación de la Universidad Autónoma de Chiapas. Sus formas y espacios estaban apegados a los cá-nones funcionalistas del movimiento

Auditorio de los Constituyentes, Colina Universitaria, Tuxtla Gutiérrez. (Fotografía: Simón Nazará Cazorla)

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moderno, en su decoración existían los lambrines de madera, un gran podio de madera enlistonada, un piano de cola que donó la señora esposa del Presidente de la Repú-blica la señora Esther Zuno de Eche-verría; después de la inuguración se ofrecían en el auditorio eventos culturales y recitales de piano.

Marisela Sánchez Vallejo: ¿Y con respecto al edificio de Rectoría?

Jorge Luis Arias Zebadúa: La Rectoría indudablemente fue también diseñada por el CAPFCE;

lo particular de este diseño es que el proyecto original constaba de cuatro pisos, que se ubicaban al-rededor de un patio central y en cada ala del edificio se incluía por una parte a la rectoría en el frente y en el costado derecho se ubicaban los cuatro niveles de la secretaría académica y al costado izquierdo, se ubicaban las oficinas de la secre-taría administrativa, el acceso flan-queado por una escalinata recibía al visitante en un vestíbulo fresco y agradable. Lamentablemente, sólo se construyo la primera etapa de este conjunto, o sea, el único piso que ahora apreciamos. Era el año

de 1976 y el país entró en recesión por el cambio de gobierno.

Marisela Sánchez Vallejo: Con respecto al Edificio Maciel, ¿qué puede comentarme?

Jorge Luis Arias Zebadúa: El Edificio Maciel seguramente lo dise-ñó Gabriel Damico, pues tiene todas las características funcionalistas de la arquitectura de este personaje, pero puedo pensar también en el Arqui-tecto Hector Lazos. Es un edificio tan fuerte que siempre he pensado que si una bomba cayera sobre Tuxtla, so-brevivirían únicamente el monumen-to a la bandera, El hotel Bonampak, La antigua Casa de la Cultura (Recto-ría del UNICACH) y el Edificio Maciel. Fue diseñado originalmente para que funcionaran ahí las oficinas adminis-trativas de Caleras Maciel, pero nues-tro benefactor donó prácticamente todo el edificio para que operaran ahí las nacientes escuelas de idiomas y de filosofía y letras.

Deje comentarle que fue tanta la cantidad de alumnos matriculados en esos años del 76 al 79, que fue necesario realizar adaptaciones verti-ginosas que, por último, dieron como resultado que tuviéramos que demo-ler dos pisos, pues la carga misma del edificio era un factor de riesgo para los estudiantes. Al tratar de demoler esos dos niveles caí en la cuenta de cuánto refuerzo estructural existió para su construcción inicial.

Marisela Sánchez Vallejo:Licenciado Arias ¿cómo fueron los inicios del edificio de la Escuela de Medicina?

Jorge Luis Arias Zebadúa: Para el doctor Manuel Velasco Suá-rez la Escuela de Medicina signifi-caba mucho y empeñó en ello todo su esfuerzo. Giró instrucciones para que se adecuara un ala del edificio

Edificio Maciel, Tuxtla Gutiérrez. (Fotografía: Genaro Vicente Torres Solís; Arte: Rolando Riley Corzo) )

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del antiguo hospital Domingo Cha-nona y se instruyeran ahí las clases teóricas y prácticas de medicina. Fue hacia 1979, siendo gobernador el li-cenciado Salomón González Blanco y secretario de obras públicas el In-geniero Flavio Coutiño, que se mo-dernizó otra parte de la escuela. Y en fechas recientes hubo más adapta-ciones, pero dentro de un proyecto de dignificación y proceso de cam-bio de imagen de la Universidad se presentó el nuevo proyecto de la Fa-cultad de Medicina, ubicada sobre el Libramiento Norte con unos edificios vanguardistas y con una imagen ins-titucional que la hacía ver como lo que la facultad en sí emana: calidad y distinción en educación superior de primer nivel; desafortunadamen-te este gran proyecto sólo quedó en maqueta.

Marisela Sánchez Vallejo:¿Qué puede decirme sobre el Cen-tro Cultural Universitario?

Lic. Jorge Luis Arias Zebadúa: Siendo rector el Doctor Heberto Mo-rales Constantino surgió la idea de que Don Carlos Maciel nos donara las bodegas de la cervecería Corona. La idea sonaba estupenda pero…

¿quién iría a solicitarle la donación? Pues me tocó a mí hacer el enlace, mi voz temblaba y mis manos me delataron cuando se lo solicité a don Carlos y me respondió que sí. Que no lo vendería a un precio bajo, sino que también lo donaría a la Univer-sidad, con la condición de que se edificara en menos de un año una biblioteca. Al inicio nosotros pen-sábamos en rehabilitar las bodegas existentes, pero se convocó a un concurso en la Escuela de Arquitec-tura y el director Roberto Olavarrie-ta Marenco nos trajo en pocos días

el proyecto ganador. El proyectista era el arquitecto Francisco López Ta-mayo y lo que nos presentó en esa ocasión nos dejó gratamente impre-sionados. Hablaba sobre la cultura y la educación de nuestro pueblo que en sus orígenes llevaban consigo la sabiduría Maya, así que la Biblioteca y el edificio de Recursos Humanos te-nían ese carácter: el de las pirámides Mayas. El proyecto se le presentó al general Absalón Castellanos Domín-guez y fue el primero en aceptar la propuesta de este recinto, al que se le agregaron las fuentes, el parque hundido y el ícono característico del libro de acceso a la cultura, proyecto del arquitecto José Luis Rodríguez Nandayapa.

Marisela Sánchez Vallejo:La Facultad de Derecho en San Cristóbal de Las Casas es un edifi-cio antiguo, pero ha sufrido trans-formaciones a través del tiempo; ¿puede decirme algo al respecto?

Jorge Luis Arias Zebadúa: Podríamos afirmar que la Facultad de Derecho la transformó el gober-nador Juan Sabines Gutiérrez hacia 1982; la imagen de edificio neoclá-sico en todo el frente y la vuelta

Biblioteca Central Universitaria, Centro Cultural Universitario Presidente Juárez, Tuxtla Gutiérrez.

Edificio de Recursos Humanos, Centro Cultural Universitario Presidente Juárez, Tuxtla Gutiérrez. (Fotografía: Simón Nazará Cazorla)

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que da sobre el Andador Eclesiásti-co, son obras que se hicieron bajo su mandato. Siguieron los trabajos de ampliación y transformación de la Facultad debido a la demanda de espacios; en el tiempo del rector Pedro René Bodegas Varela se am-plió aún más.

Los murales de los corredores son del artista plástico chiapaneco Carlos Jurado y fueron creados ha-cia 1992. Se reconstruyó el Audito-rio, los corredores y el anexo que está frente al Café de la Selva.

Marisela Sánchez Vallejo:A manera de epílogo, licenciado Arias, ¿qué otros recuerdos tiene sobre las construcciones universitarias?

Jorge Luis Arias Zebadúa: La creación del primer doctorado en Agricultura Tropical fue hacia 1994 en Huehuetán. La creación de estos nuevos espacios fue siempre en escuelas prestadas o en locales acondicionados a medias. Así, abri-mos las Escuelas de Arriaga, Tonalá, Pichucalco y Tapachula, en estable-cimientos arrendados, galerones o en algunas escuelas que nos com-partían una o dos aulas por la tarde, para luego enfatizar que, con todo un recurso federal y estatal de un año

completo que el CAPFCE nos otorgó, preferimos construir la actual Escue-la de Contaduría del Campus I. Todo el recurso de un año se abocó a ese fin pero dio como resultado que en un mismo centro funcionaran tres escuelas: como Contaduría, Admi-nistración de Empresas y Turismo.

Después vino el éxito al trasladar la Facultad de Humanidades con ac-ceso por el fraccionamiento Buenos Aires, Terán. Otro logro más, pues ahí se establecieron las carreras que se impartían antes en el Edificio Maciel y se instaló la carrera de licenciado en Comunicación. Entonces se dotó a ese recinto de toda la infraestruc-

tura pertinente para poder confor-marse como otra escuela que ahora es galardonada constantemente.

Así también se abrieron los Cam-pus de Villaflores, Huehuetán y la Escuela de Ciencias Sociales y Hu-manidades en San Cristóbal, donde hubo que cerrar el espacio con bar-das y darle un carácter de escuela de nivel superior pues en sus inicios estos centros parecían escuelas pri-marias tipo CAPFCE.

Es muy importante recapacitar sobre el esfuerzo que se puso en los primeros veinte años de crea-ción de la Universidad, sin dejar de recordar que al inicio fue una uni-versidad que en el estado empezó con préstamos de edificios en se-cundarias y algunas prepas, pero que con el paso del tiempo se sigue solidificando. Enhorabuena a la dig-nificación de los edificios de la Uni-versidad Autónoma de Chiapas.

Alguna vez un catedrático me expresó lo siguiente: “El día que la Universidad tenga instalaciones dignas… me voy a cortar las manos”. Tuve una merecida recompensa el día en que el Presidente Miguel de la Madrid inauguró el Centro Cultural Universitario; al terminar el evento le dije a mi compañero: “¡Ahora sí, compañero, vengan esas dos manos!”.

Facultad de Derecho, San Cristóbal de Las Casas. (Fotografía: Genaro Vicente Torres Solís)

Auditorio de la Facultad de Derecho, San Cristóbal de Las Casas. (Fotografía: Genaro Vicente Torres Solís)

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CienCias químiCas y mediCina

Competencia intercultural en la formación del médico cirujano

Pedro Gómez JuárezProfesor de la Facultad de Medicina, UNACH

El Dr. Pedro Gómez Juárez es Coordinador de Interna-do Rotatorio y Servicio Social de la Facultad de Medici-na Humana de la Universidad Autónoma de Chiapas.

El modelo de atención a la salud, en el que participan los estu-diantes y profesionales del área

de la salud se encuentra inmerso en una ruta que busca la calidad en todos sus ámbitos, se constituye así en un referente para organizar las acciones de desarrollo de la formación, esta-bleciendo coherencia entre la teoría y la práctica. Los servicios de salud incorporan en sus programas diver-sas formas de atención y promueven una relación de dialogo intercultural; reconocen la diversidad y proponen elementos para abordar la multicul-turalidad en condiciones de equidad y ejercicio de derechos ciudadanos. Este modelo exige la presencia de un profesional que interprete, tome decisiones y favorezca el desarrollo de los valores sobre los que la comu-nidad asienta su existencia; exige un nuevo profesional que posea la ca-pacidad intercultural que le permita una interacción eficaz y adecuada a través de las culturas; menciona que “el desafío que enfrenta la educación

superior de hoy es educar a nuestros estudiantes y a nosotros mismos a ser mejores participantes mundiales, capaces de comprender a otras per-sonas en sus propios términos y al mismo tiempo profundizar en el re-conocimiento de nuestro propio pa-trimonio. El reto planteado se centra en el diseño de programas educativos y de formación para la competencia intercultural, involucrando las espe-cificidades culturales y los derechos ciudadanos.

Competencia intercultural para la formación del médico cirujanoSe reconoce como competencia profesional al conjunto de aptitudes que permiten resolver problemas de complejidad creciente en escenarios diversos de trabajo, de manera autó-noma y flexible, que permita la trans-ferencia a situaciones nuevas, así como la construcción de una postura que integre los aspectos cognitivos y de habilidades, los elementos éticos y el pensamiento crítico requerido para confrontar la realidad y hacer propuestas de mejora a una disciplina determinada. Por otro lado la compe-

tencia cultural se refiere a la habilidad y capacidad de las personas e institu-ciones para interactuar y negociar la forma y el tipo de servicios que se ofrecen con y para grupos cultural-mente diversos, en la atención a la salud. Ser culturalmente competente se refiere a la capacidad del personal de los servicios de salud para fomen-tar una comunicación respetuosa y eficaz de acuerdo con las múltiples identidades de las personas parti-cipantes y usuarios de los servicios, promoviendo para sí mismos y para ellos actitudes de respeto, tolerancia y diálogo en el marco de las leyes vi-gentes en nuestro país, constatando que la verdad es plural y relativa y que la diversidad es fuente de rique-za; esto promueve la comprensión y el respeto de los códigos culturales de la población a la que se atiende y favorece la satisfacción de los pacien-tes y usuarios de los servicios desde su cultura y el ejercicio de sus dere-chos al modificar procedimientos y espacios orientados a su atención.

Por lo tanto la competencia in-tercultural es aquella que se expresa mediante el dominio del profesio-

La competencia en interculturalidad tiende a organizar la acción profesional para el dominio de la atención comunitaria y la capacidad de participación de los estudiantes y profesionales en el sistema de salud

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Universidad y Conocimiento - SPAUNACH

nal, de habilidades relacionadas con las cualidades de la cultura regional donde se va a desempeñar, delinea-das por la pertenencia étnica de los usuarios, de su cultura alimentaria, en el contexto ambiental y sus con-dicionantes sociales; competencias interculturales que permiten enten-der y atender al usuario diferente en el contexto de la diversidad de la so-ciedad mexicana.

La competencia en intercultu-ralidad tiende a organizar la ac-ción profesional para el dominio de la atención comunitaria y la capacidad de participación de los estudiantes y profesionales en el sistema de salud.

La Asociación Mexicana de Facul-tades y Escuelas de Medicina, A.C., en el marco de la LXXXIV Reu-nión Extraordinaria celebrada en la Ciu-dad de Tijuana, Baja California en el año 2006, acordó crear un Comité Técnico para la definición del Perfil Nacional por Competencias, pro-puesta que fue presentada en la Ciu-dad de Zacatecas en Abril del 2008, mediante la “Declaración de Zacate-cas”. El documento explicita por vez primera las competencias del médi-co general mexicano, constituye re-ferentes exigibles y evaluables para contribuir a la calidad de la atención y la seguridad de los pacientes. El modelo de siete competencias ge-néricas sistematiza las competen-cias fundamentales desagregando la acción profesional en sus elementos constitutivos.

Las competencias son:1. Dominio de la atención médica general.2. Dominio de las bases científicas de la medicina.3. Capacidad metodológica e instru-mental en ciencias y humanidades.4. Dominio ético y del profesionalismo.5. Dominio de la calidad de la aten-ción médica y trabajo en equipo.6. Dominio de la atención comunitaria.

7. Capacidad de participación en el Sistema de Salud.

Cada una de las competencias genéricas está integrada por va-rias unidades de competencia que mencionan las capacidades a desa-rrollar.

Al revisar la integración de cada una de las competencias genéricas se puede observar la orientación ha-cia algunos desempeños relaciona-dos con la interculturalidad para la formación del médico general. Así en el dominio de la atención médica ge-neral se refiere a mostrar una genui-na preocupación y empatía a través de una apropiada relación médico paciente, para contribuir a mejorar la calidad de vida del individuo, las familias y la comunidad. En las acti-vidades para el cumplimiento de la competencia se establece la necesi-dad de promover la educación para la salud, de considerar los aspectos bilógicos, psicológicos y sociales, de manejar los conflictos derivados de factores culturales y de valores; de informar apropiadamente sobre la eficacia y seguridad conocidas de los tratamientos de medicina alternati-va, en todos los casos verificará que los pacientes y sus familiares hayan comprendido y puedan expresarlas con sus propias palabras. Así mismo, al referirse a la comunicación con el paciente exige un clima de respeto, compromiso, confianza y empatía para construir una alianza proactiva con los individuos, familias y comu-nidades que favorezca el autocuida-do y logre que participen aportando información, tomando decisiones y asumiendo la responsabilidad que les corresponde para el cuidado de la salud, debiendo considerar las expectativas, deseos, temores, su-frimiento, entorno cultural familiar, social y el ambiente en el cual se desenvuelven.

En relación a la competencia genérica en el dominio de las ba-

ses científicas de la medicina se ex-presa la capacidad de proponer en colaboración con el equipo multi-disciplinario de salud, programas y acciones basadas en la mejor evidencia disponible, orientadas a mejorar la respuesta de la socie-dad ante la enfermedad, contri-buyendo a mejorar la vida social y productiva, la calidad de vida y el respeto a los derechos humanos. En relación a la capacidad metodo-lógica e instrumental en ciencias y humanidades, se menciona la capacidad de avanzar en el cono-cimiento del proceso salud-enfer-medad y contribuir a favorecer el desarrollo humano sostenible con equidad y justicia.

Al abordar la competencia gené-rica en el dominio ético del profe-sionalismo, se menciona que es una condición respetar tanto la autono-mía y dignidad de las personas como sus derechos humanos y en compro-miso con el paciente, considerando las creencias, cultura y características de los individuos, familias y comuni-dades para proporcionarles conoci-mientos y transferirles capacidades para tomar decisiones informadas respecto a su estado de salud actual y futuro. En cuanto al compromiso con la sociedad y el humanismo, debe comprometerse a eliminar las barreras para tener acceso al siste-ma de salud derivadas de la falta de educación, leyes injustas, nivel so-cioeconómico, ubicación geográfica, discriminación y la exclusión social.

En referencia a la competencia genérica en el dominio de la aten-ción comunitaria, las condiciones para el cumplimiento expresa la necesidad de fomentar que la co-munidad desarrolle la capacidad de responder de manera oportu-na, eficaz, continuada y susten-table a las necesidades de salud, para lo cual favorecerá la toma de-cisiones informadas, la educación

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y la cultura de la salud, así como el acceso a los recursos. En cuanto a la capacidad de participación en el sistema de salud, debe de ser ca-paz para contribuir a la mejora de la salud individual y colectiva, fa-voreciendo el desarrollo humano, la vida democrática y el combate a la exclusión social.

PropuestaSe propone una estructura curri-cular basada en competencias pro-fesionales que se organice a partir de las necesidades sociales y que se sustente en la pedagogía de la problematización, la andragogía, la didáctica crítica, la administración

estratégica, la planificación inno-vadora, la motivación y la evalua-ción formativa.

Los propósitos se orientarán a que el alumno logre una compe-tencia para la vida y demuestre un desempeño acorde con la realidad sociolaboral, y que la acción-re-flexión permita al mismo proceso educativo modificar el currículo, dependiendo de las necesidades presentes y futuras.

De esta manera y tomando como referente las competencias genéricas anteriormente menciona-das, con el propósito de compartir las responsabilidades de oportuni-dades que se ofrecen en el modelo

educativo se recomienda para la formación del médico general en la Facultad de Medicina Humana de la UNACH la competencia en intercul-turalidad siguiente:

Capacidad para fomentar en el medico cirujano actitudes de respeto y diálogo, evitando posi-ciones dogmáticas o hegemónicas hacia los usuarios y el personal de salud, que le permitan impulsar la participación social logrando la comunicación asertiva así como el dominio de los marcos filosóficos, científicos y culturales que susten-tan otros modelos y/o prácticas terapéuticas presentes en las pre-ferencias de la sociedad

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María Emilia Ochoa Setzer Profesora de la Escuela de Lenguas-San Cristóbal, UNACH

La fotografía a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

Desde su inicio, la fotografía ha formado parte de la vida cotidiana y ha sido bien acep-

tada, convirtiéndose en un medio de expresión, además de ser una valiosa fuente de investigación y un docu-mento social que permite reconstruir el pasado.

La fotografía desempeñó un papel muy importante a finales del siglo XIX

y principios del siglo XX den-tro de las relaciones sociales sancristobalenses. Si bien es cierto que el género del re-trato es el que más se desa-rrolló durante esos primeros años fotográficos, de igual forma se hicieron tomas de otros eventos transcenden-tales como una pareja de no-

vios el día de la boda, la imagen de un niño para el álbum fami-liar y vistas de la ciu-dad, entre otros.

Antiguamente las personas se prepa-raban para hacerse una foto de estudio y con ese fin ponían especial esmero en escoger poses, ves-tuario, peinado, in-cluso escenografía; también se resaltaban las dotes personales de quien se tomaba la foto, es decir, a la mujer de pelo largo se le aco-modaba de tal manera que éste resaltara; a la de manos

bonitas posando sus manos en pri-mer plano, al hombre intelectual con un libro en la mano; por supuesto, en un principio esto tenía un alto costo y no todos tenían la posibilidad de ir a un estudio fotográfico. En muchos casos ahorraban durante

Antiguamente las personas se preparaban para hacerse una fotografía de estudio y con ese fin ponían especial esmero en escoger, poses, vestuario, peinado, incluso escenografía.

Elvirita Rincón Velasco, SCLC. 3 de noviembre de 1901.Fotógrafo: Guadalupe Martínez Rojas.

Artista: Leopoldo Pineda.Colección: María Emilia Ochoa Setzer.

Doña Carmen G. de Zepeda, SCLC. 1° de mayo de1897. Fotógrafo: C.H. Adams, fotografía Americana.

Colección: Marcela Coello Zepeda.

CienCias humanas y lenguas

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Ana Helvine Hess Martínez, SCLC. 8 de junio de 1923.Fotógrafo: José Antonio Crócker.

Colección: Marcela Coello Zepeda.

Jorge Ochoa Cruz, SCLC. 27 de junio de 1929. Fotógrafo: Anónimo.

Colección: Ma. Emilia Ochoa Setzer .

Dolores Velasco, SCLC. 21 de mayo de 1909.Fotografía “Eléctrica”: Guadalupe Martínez Rojas.

Colección: María Emilia Ochoa Setzer.Sr. G. Flores G., SCLC. 8 de junio de 1925.

Fotógrafo: José Antonio Crócker.Colección: Marcela Coello Zepeda.

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Universidad y Conocimiento - SPAUNACH

Niños Pineda, SCLC. 12 de abril de 1909.Fotógrafo: Anónimo.

Colección: Marcela Coello Zepeda.

mucho tiempo para poder tener esa imagen que posiblemente sería la única de su vida y que la dedicarían cuidadosamente a alguien muy es-pecial dentro de sus afectos.

En otras ocasiones, a la muerte de algún ser querido y ante la im-posibilidad de tener una fotografía que conservara su imagen en vida, se le retrataba ya muerto para man-tener un recuerdo del mismo en su funeral.

Esa foto preservaba sus últimos momentos rodeado de flores y de los enlutados dolientes mostrando su tristeza, quienes además contri-buían para cubrir los gastos de esa imagen póstuma.

En la ciudad hubo varios estudios fotográficos, lo que demuestra que los sancristobalenses no fueron aje-nos al entusiasmo que provocó el arte de captar la realidad. Se puede destacar la Fotografía “Eléctrica” de Don Guadalupe Martínez Rojas aso-ciado con el artista Leopoldo Pineda, así como los fotógrafos José Antonio Cróker y Flores, y el estudio fotográ-

fico americano. No menos impor-tante es la presencia constante de fotógrafos itinerantes, retratistas to-dos de muchas generaciones, quie-nes con su inconfundible mobiliario plasmaron los rostros y actos socia-les de toda una época en la ciudad y sus alrededores.

Los fotógrafos se valieron de todos los materiales posibles para sus composiciones fotográficas, em-plearon variadas escenografías, flo-res, canastos, columnas, además de mobiliario de la época, sin faltar cor-tinajes y muy particularmente fon-dos teatrales, por lo que es posible reconocer actualmente al fotógrafo.

La fotografía se pegaba en finos cartoncillos que en muchos casos in-cluían delicados grabados, además de los datos del estudio fotográfico a manera de identificación. Por lo general, los fotografiados utilizaban el reverso del retrato para escribir mensajes con demostraciones de aprecio a sus destinatarios, pues servían, principalmente como obse-quio, ya sea a los familiares más cer-

canos, a los novios y prometidos, o bien a los amigos cercanos.

Posteriormente, la aparición de algunas cámaras fotográficas par-ticulares hizo que la afición por los retratos de estudio sufrieran un cam-bio: se comenzaron a tomar fotos más espontaneas, escenas donde queda la imagen suspendida dentro de la cotidianeidad como un paseo de campo, un grupo de amigos, un desfile de carros alegóricos, una pro-cesión, entre otros ejemplos.

Los retratos que aquí se pre-sentan, fueron plasmados por las cámaras de los fotógrafos antes men-cionados y representan la época en la que las personas realizaban un ritual de preparación para preservar una imagen que fuese admirada para la posterioridad. Sin embargo, con el paso del tiempo y el deseo de con-servar la intimidad familiar, muchas fotografías de estudio han sido des-truidas u olvidadas en los tapancos de las casas y su testimonio históri-co se ha desvanecido en el tiempo, sin considerar su importancia social, histórica y cultural.

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CienCia aCtual

mediCina

Descubren cómo la depresión puede ‘encoger’ el cerebro

La depresión grave y el estrés crónico pueden causar la pérdida de volumen cerebral, una condición que contribuye tanto al trastorno emocional como al cog-

nitivo. Ahora, un equipo de investigadores liderado por científicos de Yale (EEUU) ha descubierto una razón para explicar por qué ocurre esto: un solo interruptor genético que desencadena la pérdida de conexiones cerebrales en seres humanos y depresión en modelos animales.

Los resultados, que publica la revista Nature Medici-ne, muestran que un interruptor genético conocido como factor de transcripción (proteína que participa en la trans-cripción del ADN) reprime la expresión de varios genes ne-cesarios para la formación de conexiones sinápticas entre las células cerebrales. Esto, a su vez, podría contribuir a la pérdida de masa cerebral en la corteza prefrontal.

"Queríamos testear la idea de que el estrés provoca una pérdida de sinapsis del cerebro en los seres humanos", comenta Ronald Duman, investigador de Yale y coautor del estudio. "Hemos mostrado que los circuitos normalmente involucrados en la emoción y la cognición se interrumpen

Hyo Jung Kang, Ronald S Duman et al. “Decreased expression of synapse-related genes and loss of synapses in major depressive disorder”. Nature Medicine, 12 de agosto de 2012. doi:10.1038/nm.2886.

Un equipo internacional coordinado desde la Universidad de Yale (EEUU) ha identificado un interruptor ge-nético que desactiva varios genes implicados en la formación de conexiones sinápticas. El hallazgo, detectado en personas y modelos animales con depresión, podría explicar la pérdida de masa cerebral asociada a esta enfermedad.

cuando se activa ese único factor de transcripción".Para realizar el trabajo, el equipo analizó el tejido de un

grupo de pacientes deprimidos y no deprimidos donados por un banco de cerebros y buscaron distintos patrones de activación de los genes.

Los resultados revelan que los cerebros de los pacien-tes que habían estado deprimidos mostraban niveles más bajos de expresión de determinados genes (CALM2, SYN1, RAB3A, RAB4B y TUBB4) que se requieren para que el co-rrecto funcionamiento de las sinapsis cerebrales.

Por su parte, otro miembro del equipo, la investigadora Hyo Jung Kang, descubrió que estos cinco genes pueden estar regulados por un solo factor de transcripción deno-minado GATA1. En experimentos con ratas de laboratorio comprobó que, cuando se activa este factor de transcrip-ción, los roedores mostraban síntomas de depresión.

Esto sugiere que GATA1 desempeña un papel no sólo en la pérdida de las conexiones entre las neuronas, sino también en los síntomas del trastorno. En concreto se han centrado en el ‘desorden depresivo mayor’ (MDD, por sus

Confirman que la vacuna de la tuberculosis podría combatir la diabetes tipo 1

Fuente: SINC

Un ensayo clínico en fase I, realizado por un equipo de investigadores del Hospital General de Massa-chusetts (EE UU) bajo la dirección de doctora Deni-

se Fautsman, ha confirmado que el uso de la vacuna bacilo de Calmette-Guérin (BCG) contra la tuberculosis puede ser efectiva también en el tratamiento de la diabetes de tipo 1.

Los resultados de este ensayo, llevado a cabo durante 20 semanas con seis pacientes que han padecido esta en-fermedad una media de 15 años, han sido publicados esta semana en la revista PLoS ONE.

“Hemos logrado demostrar en humanos los resultados que ya vimos con ratones en 2001 y que confirman la efica-cia de esta vacuna, que lleva 90 años usándose contra la tu-berculosis, para tratar la diabetes de tipo 1”, dice Fautsman.

Dosis y frecuencia de vacunaciónSegún la investigadora, los resultados muestran que con esta vacuna “sencilla y barata” se puede modificar la au-

mediCina

Un equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts (EE UU) ha llevado a cabo un ensayo clínico en fase I que ha demostrado la eficacia de la vacuna común contra la tuberculosis (bacilo de Calmette-Guérin) en el tratamiento de la diabetes tipo 1.

toinmunidad relacionada con este tipo de diabetes. El tra-tamiento con la BCG, añade, “logra matar las células del sistema inmune que destruyen las células beta en el pán-creas y aumentar de forma significativa los niveles de pro-ducción de insulina”.

La diabetes tipo 1 tiene su origen en un fallo del sistema inmune que destruye las propias células productoras de la insulina.

Fautsman señala que ya han iniciado la fase II del es-tudio, en la que esperan obtener más información sobre las dosis y la frecuencia adecuadas de vacunación con la BCG para lograr una buena respuesta terapéutica contra la diabetes 1.

Otros equipos de investigación en Italia han llevado a cabo ensayos también con la vacuna BCG para prevenir el avance de la progresión de lesiones cerebrales en enfer-mos con esclerosis múltiple.

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Universidad y Conocimiento - SPAUNACHCienCia aCtual

siglas en inglés: major depressive disorder), uno de los des-ordenes psiquiátricos más frecuentes en la actualidad

Duman sugiere que algún día las variaciones genéticas en GATA1 pueden ayudar a identificar a las personas con un riesgo alto de depresión grave o con alta sensibilidad al

Un análisis de sangre podría desvelar si una mujer está siendo maltratada

Investigadoras de la Universidad de Sevilla han demostrado que el nivel de hormonas, como la oxitocina, la prolactina o el cortisol, se ve alterado en la mujer cuando es sometida a una situación de estrés prolongado extremo como el producido por la violencia de género. El estudio señala que con un simple análisis de san-gre se podrían obtener datos “fiables y objetivos” para demostrar que una mujer está siendo maltratada.

Un proyecto llevado a cabo por las profesoras del de-partamento de Fisiología de la Universidad de Sevi-lla, Susana Pilar Gaytán, Ana María Gómez y María

Rosario Pásaro, y la estudiante Johanna Roxy Fernández, ha puesto de manifiesto que el nivel de ciertas hormonas, como la oxitocina, la prolactina o el cortisol, se ve alterado en la mujer cuando es sometida a una situación de estrés prolongado extremo como el producido por la violencia de género. "Incluso cuando la violencia cesa no vuelven a la normalidad de forma inmediata", señala el estudio.

Según las investigadoras, con un simple análisis de san-gre se podrían obtener datos “fiables y objetivos” para de-mostrar que una mujer está siendo maltratada.

Este estudio explica que ya era conocido que los niveles de determinados tipos de hormonas se relacionaban con la res-iliencia de la víctima, entendida como la capacidad que tiene la mujer maltratada de recuperarse frente a la violencia. Por ello, “conseguir monitorizar el estado hormonal de las afec-tadas puede transformarse en una nueva opción de buenas prácticas en la prevención del maltrato o al menos de la re-ducción de su reincidencia por parte de la víctima”, subraya.

El objetivo de este trabajo ha sido diseñar un protocolo que permita identificar condiciones fisiológicas que, potencial-mente, hagan más vulnerables a las víctimas ante la situación de maltrato”, explica la catedrática María Rosario Pásaro.

La oxitocina y el apegoSegún Pásaro, existen una serie de condicionantes fisioló-gicos, en concreto niveles sanguíneos hormonales, que ga-rantizan que se genere el fenómeno denominado “apego”; es decir, un vínculo que se establece, por ejemplo, en el re-conocimiento mutuo entre la madre y el recién nacido y, en general, refuerza los lazos afectivos familiares. La hormona responsable de estas pautas de conducta y sus correlatos emocionales es la oxitocina.

Más aún, añade, existen diferentes estudios sobre el impacto que los niveles hormonales tienen sobre los es-tados de ánimo de las personas y su capacidad de rela-cionarse. Así, "se han obtenido datos que indican que la hormona oxitocina puede ser la principal encargada del es-tablecimiento y mantenimiento de relaciones sociales sa-nas y, por tanto, la responsable fisiológica de que la víctima

"Valoración a partir de Variables Fisiológicas de los Estados de Especial Vulnerabilidad ante el Maltrato: El Papel de la Oxitocina": http://www.congresoestudioviolencia.com/index.php

mediCina

no sea capaz de romper la relación con su agresor, junto a otros motivos de carácter psicológico". La investigación desvela que cuando el nivel de oxitocina es más alto de lo normal, la capacidad de respuesta de la víctima se haya muy mermada o incluso completamente anulada.

El estudio se ha llevado a cabo a través de la recogi-da de muestras y elaboración de una historia clínica pre-via sobre dos grupos de mujeres de edades similares, uno controlado y otro formado por mujeres voluntarias en dife-rentes fases de recuperación tras la exposición a maltrato y miembros de la Fundación Ana Bella de Sevilla.

Según Pasaro, la técnica empleada ha permitido detectar la concentración relativa (pg/ml) de los niveles de oxitocina en sangre obteniendo como resultado que se producía un incre-mento del 16.24% en los niveles circulantes de oxitocina en la población de sujetos experimentales (mujeres que han sufrido maltrato). Este incremento hallado es especialmente significa-tivo, teniendo en cuenta de que todas las mujeres del grupo experimental se encontraban ya en fase de recuperación.

Cortisol y prolactinaRespecto a las otras hormonas señaladas, estas exper-

tas determinaron que los niveles de cortisol o prolactina se relacionan con los niveles de estrés agudo en los indivi-duos. Sin embargo, sólo muy recientemente se han empe-zado a realizar estudios para utilizarlos como indicadores de los efectos de la violencia prolongada. La oxitocina, sin embargo, es el mejor candidato para este tipo de estudios ya que se la ha relacionado con el establecimiento y man-tenimiento de las unidades familiares y relaciones sociales, en general.

En el estudio destacan que los niveles circulantes de oxitocina están asociados a una percepción generosa de las interrelaciones sociales y, así mismo, inducen una dis-minución de los niveles de ansiedad y un aumento de la confianza en los otros individuos, por lo que una alteración de los mismos podrían estar en la base de un proceso de generación de una situación especial de gran vulnerabili-dad afectiva. Además, en ese mismo sentido, existen datos que indican que la oxitocina puede ser importante para la inhibición de las regiones del cerebro asociadas a la eva-luación del riesgo.

estrés. "Esperamos que mediante la mejora de las conexio-nes sinápticas, ya sea con medicamentos nuevos o con psicoterapia conductista, podamos desarrollar terapias an-tidepresivas más eficaces", concluye el investigador.

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Año 1. Número 3. Septiembre-Diciembre de 2012

CienCia aCtual

humanidades

Turquía es la cuna de las lenguas indoeuropeasRemco Bouckaert, Philippe Lemey, Michael Dunn, Simon J. Greenhill, Alexander V. Alekseyenko, Alexei J. Drummond, Russell D. Gray, Marc A. Suchard, Quentin D. Atkinson. "Mapeo de los orígenes y la expansión de la familia lingüística indoeuropea", Science 337: 957 - 960, 24 agosto 2012.

Las lenguas indoeuropeas, que comprenden la mayoría de los idiomas que se hablan actualmente en Euro-pa y Asia meridional, emergieron en Turquía y se propagaron alrededor del mundo a la vez que la agricul-tura, según un nuevo estudio que publica la revista Science.

La familia de lenguas indoeuropeas es una de las más grandes del mundo y engloba la celta, germánica, itá-lica, baltoeslava e indoiraní, que evolucionaron a par-

tir de un antepasado común.Hasta ahora existían dos hipótesis sobre su origen. Por

un lado, se ubicaba la procedencia de estas lenguas en el norte del Mar Caspio, en las estepas rusas, donde habrían sido diseminadas por una población de jinetes, seminóma-da, conocidos como Kurgan, hace unos 6.000 años.

Sin embargo, otra teoría propuesta por primera vez por el arqueólogo Colin Renfrew, señalaba a la región de Ana-tolia (Turquía) como la cuna de esta familia de lenguas, que habrían surgido hace entre 8.000 a 9.500 años. Esta época coincide aproximadamente en el tiempo con el comienzo de la extensión de la agricultura en el mundo, por lo que se podrían haber adoptado estos dos conocimientos a la vez.

Ahora una investigación publicada en la revista Science, y que lidera la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, confirma esta última hipótesis.

La elección femenina de pareja favoreció a los machos proveedores

antropología

La evolución humana le debe mucho al momento en que las mujeres empezaron a escoger compañero, según un trabajo de la Universidad de Tennessee (EE UU). De acuerdo con sus conclusiones, éste fue un fac-tor decisivo en el paso de la promiscuidad a la formación de pareja, que ayudó a la especie centrarse en la supervivencia de la descendencia.

En una comunidad, el éxito reproductivo eleva al in-dividuo alfa por encima del resto. La promiscuidad preserva sus genes, que quedan ampliamente repre-

sentados en la descendencia del grupo. En el caso de la especie humana, “la elección por parte de la hembra fue crucial en la evolución”, según un estudio de Sergey Gavri-lets, investigador de la Universidad de Tennessee (EE UU), y autor del trabajo publicado recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Desde los departamentos de Matemáticas y de Ecolo-gía y Biología Evolutiva, Gavrilets ha utilizado una función matemática para analizar la interacción entre individuos de un mismo grupo. La novedad de su modelo respecto a anteriores es que destaca la importancia de que las muje-res escojan pareja, que representa un “paso decisivo” en la reducción del conflicto entre hombres y el aumento de la inversión en los hijos.

Según la hipótesis de este artículo, cuando los hombres peor valorados socialmente se esforzaron para convertirse en los “mejores proveedores” del grupo, se rompió la he-gemonía masculina de la comunidad. Además, este cambio de estrategia supuso un beneficio adicional en la fertilidad de la mujer y la supervivencia del linaje.

Como consecuencia, los machos que se dedicaron al aprovisionamiento de las mujeres desarrollaron un senti-miento de fidelidad hacia sus compañeras que desbancó a la promiscuidad.

La investigación apunta que “la evolución de muchas de las especies mejoraría si los esfuerzos dedicados a la competencia masculina se invirtieran en el aumento de la fertilidad femenina y la supervivencia de las crías, en lugar del emparejamiento”.

Teorías poco realistasDespués de diferenciar entre hombres y mujeres, el modelo divide el esfuerzo masculino en dos actividades principales: los que centran su esfuerzo en mantener la dominancia y los que lo invierten en ser mejores proveedores para el sexo opuesto y la descendencia. Además, incorpora otros facto-res, como el rol femenino y la desigualdad física masculina.

Estas variables se suman a anteriores modelos simples para explicar la transición de la promiscuidad a la unión de pareja: la atención comunitaria, la protección del compa-ñero, la alimentación y la provisión de alimentos para el apareamiento.

El científico afirma que las teorías sobre la pareja pro-puestas hasta ahora son “poco realistas”. En comparación, su hipótesis muestra cómo la unión de pareja puede re-presentar una adaptación clave que subraya la singularidad de la evolución humana e incorpora otros factores como la evolución de la elección de la hembra y la fidelidad.

Además, el investigador expresa la necesidad de incor-porar la variación individual en los estudios teóricos y em-píricos sobre dilemas sociales y de comportamiento.

Gavrilets, S. “Human origins and the transition from promiscuity to pair-bonding” PNAS, 28 de mayo de 2012. DOI: 10.1073/pnas.1200717109

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Rastreando lenguas con biología evolutivaPara poner a prueba estos dos escenarios, Remco Bouc-karert, autor principal del estudio, y su equipo adaptaron un método estadístico que emplean los biólogos evolucio-nistas para entender cómo están relacionadas las especies –por ejemplo, para rastrear el origen de los brotes de vi-rus– dentro de en un árbol genealógico, tomando como base sus similitudes y diferencias de ADN.

En vez de comparar especies, los autores compararon los lenguajes indoeuropeos, y en vez de ADN, observaron cog-nados compartidos, es decir, aquellas palabras que tienen un origen común, tales como ‘mother’, ‘mutter’ y ‘madre’.

“Para un oído inexperto, idiomas como el griego, holan-dés, español o ruso suenan muy diferentes unos de otros, pero muestran notables similitudes. Donde el inglés utiliza ‘mother’, encontramos que el holandés emplea ‘moeder’, en ruso es ‘mitéra”, explica Bouckarert.

Tras analizar muchas similitudes sistemáticas como es-tas, los académicos concluyeron que estos idiomas y cien-tos de otros están relacionados y surgieron de una fuente común, apodado indoeuropeo, explica la investigación. Esta familia lingüística se extiende desde Islandia hasta Sri Lanka, donde se habla cingalés.

Palabras con el mismo origen etimológicoPara establecer una relación de cognación entre palabras, es decir, determinar que están emparentadas morfológicamen-te, deben tener significados similares y, lo más importante, mostrar correspondencias sistemáticas en los sonidos que indiquen un origen común. Por ejemplo, la palabra ‘cinco’ tie-ne cognados en alemán (funf), en sueco (fem), y en holandés (vijf), que reflejan el descendiente del protogermánico (fimf).

“La identificación de este fenómeno puede ser compli-cada”, aseguran los expertos. En el caso de palabras como la inglesa ‘mountain’, en francés ‘montagne’, se conocen como préstamos porque reflejan contactos recientes del idioma, más que una ascendencia común.

Los autores utilizaron el árbol genealógico, conocido como filogenia, junto con información sobre las ubicaciones de las lenguas hoy en día, para inferir la ubicación y la edad de la raíz de la familia. “Los idiomas evolucionan a través del tiempo de forma similar a las especies biológicas”, aseguran.

Para ello crearon una base de datos con 103 lenguas indoeuropeas (incluidas 20 idiomas antiguos) y 207 signifi-cados que fueron analizados por expertos lingüísticas. Sus resultados apuntan a que la primera lengua indoeuropea tiene origen anatoliano, en la actual Turquía.

Los americanos actuales descienden de tres olas migratorias

Una investigación genómica resuelve cómo llegaron los nativos americanos al continente. Según un equipo internacional de científicos, con participación española, hubo una primera gran oleada migratoria que cru-zó el estrecho de Bering, seguida por otras dos oleadas de expansión de origen asiático.

antropología

Por primera vez, un estudio ha analizado las poblaciones nativas americanas desde la perspectiva genética para concluir que estas poblaciones surgieron de tres olas

migratorias, según un estudio publicado en Nature. “La metodología de nuestro estudio es uno de los puntos

fuertes de la investigación, ya que la antropología molecular permite definir los patrones genéticos que explican los asen-tamientos actuales. Nuestra técnica logra reconstruir el geno-ma y el origen del individuo a partir de la historia demográfica que contiene el ADN”, dice a SINC Antonio Salas, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela, y uno de los dos autores españoles del trabajo.

Hasta ahora, el origen demográfico de América había sido un tema de investigación polémico debido a las diferentes hipótesis científicas que postularon arqueólogos y lingüistas. Ahora, la genómica da la razón a la “criticada” teoría del lin-güista norteamericano Joseph Greenberg, que postuló tres oleadas de expansión que corresponderían a las tres grandes familias lingüísticas: panamericana, esquimal y na-dené.

Según los investigadores, la mayoría de los nativos actua-les —que habitan desde Canadá hasta Chile— descienden de una primera ola migratoria y cruzaron el estrecho de Bering hace unos 15.000 años. En cambio, las otras dos oleadas de expansión provienen de Asia.

Los científicos han reconstruido el genoma de 52 pueblos nativos de los Estados Unidos y 17 de Siberia a partir del ma-

terial genético de poblaciones modernas. Además, los auto-res examinaron más de 360.000 variantes genéticas.

Tres grandes familias lingüísticas Las lenguas nativas de América son las panamericanas, de los primeros pobladores, las lenguas esquimo-aleutianas, de los esquimales (nativas de Groenlandia, el Ártico cana-diense, Alaska y Siberia) y las lenguas na-dené, de los in-dios americanos y los apaches.

Los investigadores se refieren a los descendientes de la primera ola como ‘primeros americanos’. “Los resultados muestran que hubo un proceso de expansión migratoria hacia el sur a lo largo de la costa, sobre todo la del Pacífico. Posteriormente, hubo diferenciaciones poblacionales que produjeron un aislamiento de grupos relativo hasta la ac-tualidad, con muy poco intercambio genético entre ellos”, señalan los expertos.

Las lenguas esquimo-aleutianas heredaron la mitad de su genoma de una segunda ola migratoria procedente de Asia, según concluyeron los autores después de cruzar los datos registrados con las tres familias lingüísticas nativas principales del continente.

Por último, las lenguas na-dené del noroeste de Nortea-mérica tendrían un 10% de carga genética de una tercera ola migratoria procedente igualmente del continente asiático.

Reich, D.et al,: “Reconstructing Native American population history”. Nature 7406 (487): 1-6, 12 de julio de 2012. DOI: 10.1038/nature11258

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CienCia aCtual

Angélique D’Hont et al. “The banana (Musa acuminata) genome and the evolution of monocotyledonous plants” Nature 10.1038/nature11241, 11 de julio de 2012

Diez años de investigación dejan al descubierto el genoma del plátano

Después de más de un decenio de análisis, un equipo internacional de investigadores ha logrado revelar los secretos de los 520 millones de bases del ADN del plátano malayo. Se trata de la primera secuenciación del genoma de una fruta del principal grupo de las plantas con flores.

agronomía

El plátano malayo (Musa acuminata) es un alimento básico y una importante fuente de ingresos en mu-chos países. Por eso, secuenciar y analizar su geno-

ma, realizado por un consorcio internacional de científicos ha supuesto “un gran paso” para entender su genética y mejorar las variedades de la banana.

“El plátano es la primera planta de su clase botánica (perte-nece a las plantas monocotiledóneas, que tienen flores), junto a los cereales, para el que se ha secuenciado todo el genoma”, explica Angélique D’Hont, autora principal del estudio que se pu-blica on line en Nature e investigadora del Centro de Cooperación Internacional de la Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD, por sus siglas en francés) de Montpellier (Francia).

El análisis de su ADN revela las relaciones evolutivas de la planta y la evolución del genoma (que tiene 36.000 genes), y proporciona un recurso para las futuras mejoras genéticas de esta especie.

Según los investigadores, el linaje de los plátanos ha expe-rimentado tres episodios de duplicación completa del genoma. “La mayoría de los genes resultantes de este tipo de aconteci-

mientos se pierden, pero algunos persisten y llevan a la emer-gencia de nuevas funciones biológicas”, asegura D’Hont.

La secuenciación del genoma del plátano permite ade-más identificar los genes responsables de importantes características, como la calidad de la fruta y la resistencia a los pesticidas. Para los expertos supone un gran avance hacia la protección de las provisiones alimentarias de las nuevas generaciones de los cultivos de Musa acuminata.

El valor de la bananaLos plátanos son "vitales" para la seguridad alimentaria y económica de más de 400 millones de personas en los paí-ses del hemisferio sur, pero según los expertos, “sufren una presión constante de ciertos parásitos”. Esta presión es “par-ticularmente alta" en las plantaciones que producen los plá-tanos exportados que se encuentran en los supermercados.

“Es crucial desarrollar nuevas y más resistentes varie-dades, aunque se trate de una operación compleja debido a la baja fertilidad de las variedades de plátano cultivadas”, concluye la investigadora.

Fotografían por vez primera la sombra de un átomo aisladoFísiCa

La importancia del descubrimiento del bosón de Higgs hace poco ha dejado en la sombra otro curioso hallazgo que, siendo menor en comparación, también tiene un

gran interés científico. Un equipo de la Universidad de Griffith en Brisbane (Australia) ha sido capaz de fotografiar la sombra de un átomo por primera vez. No se trata sólo de una curio-sidad. El logro supone llegar al límite extremo de la micros-copía. «No se puede ver nada más pequeño que un átomo utilizando la luz visible», afirman los científicos implicados en la hazaña, para la que han trabajado durante cinco años. Además, la investigación, que aparece publicada en Nature Communications, puede facilitar futuros avances en la física atómica, la computación cuántica y la biología.

“Queríamos investigar cómo se requieren unos pocos áto-mos para producir una sombra y hemos demostrado que se ne-cesita sólo uno”, dice el profesor Dave Kielpinski, del Centro de Dinámica Cuántica de la Universidad de Griffith en Brisbane.

Los investigadores lograron observar la sombra del átomo con un microscopio de superalta resolución, que consigue que la sombra sea suficientemente oscura para ser vista. Ninguna otra institución en el mundo tiene la ca-

pacidad de obtener imágenes ópticas tan extremas, según asegura la universidad en un comunicado.

El átomo estaba aislado dentro de una cámara y se man-tenía en el espacio libre por las fuerzas eléctricas. El Profesor Kielpinski y sus colegas atraparon iones atómicos individuales del elemento iterbio y los expusieron a una frecuencia especí-fica de luz. Bajo esta luz la sombra del átomo fue enviada a un detector, y una cámara digital fue capaz de capturar la imagen.

Precisión casi inimaginable“La precisión de este proceso es casi inimaginable”, dicen los investigadores. “Si cambiamos la frecuencia de la luz que brilla en el átomo sólo una parte, la imagen ya no pue-de ser vista”, apunta Kielpinski.

Este hallazgo puede tener importantes implicaciones en la física atómica y la computación cuántica. También puede influir en la medición de muestras biológicas muy frágiles y diminutas, como las hebras de ADN, donde la exposición a la luz ultravioleta excesiva o a rayos X puedan dañar el material. Ahora, los investigadores podrán predecir la cantidad de luz necesaria para observar los procesos dentro de las células sin que éstas se destruyan.

En una hazaña tecnológica nunca antes lograda, un equipo de científicos ha conseguido, por vez primera, fotografiar la sombra de un átomo aislado.

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Atrapan y mueven con pinzas ópticas células y partículas de vidrio

Hay láseres que se usan para señalar algo importan-te en una conferencia, y otros que funcionan como un bisturí muy preciso para cortar tejido vivo en

una cirugía. Pero nuevas aplicaciones se ensayan con ha-ces de luz que atrapan átomos y los detienen hasta dejar-los quietos —los físicos les dicen átomos fríos—, mientras otros empujan partículas, sin tocarlas, y logran que se muevan hacia un punto focal.

En el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFA-TA) de la UNAM, ubicado en Juriquilla, Querétaro, Luz María López Marín (QFB) y Víctor Manuel Castaño Meneses (físico), han fundado el Laboratorio de Nanobio-óptica, un sitio donde la física se introduce en sistemas biológicos con el uso de pin-zas ópticas que son, literalmente, herramientas de luz.

En este espacio, en el que también participan Remy Ávila Foucat y Roger Chiu Zárate, se hacen otras investigaciones; las pinzas ópticas sólo son una de las líneas de estudio.

En vez de las pinzas convencionales, formadas por dos partes materiales iguales, las ópticas tienen una sola pieza, un haz de luz láser que emplea el objetivo de un microsco-pio (con un ángulo de enfoque muy amplio) para dirigirse a una muestra de partículas, que generalmente están en un medio acuoso donde nadan o flotan.

“La idea de desarrollar pinzas ópticas es mejorar la técnica y, sobre todo, hacer aplicaciones, especialmente en las cien-cias de la salud”, explicó en entrevista Ávila Foucat, doctor en física e integrante de este novedoso laboratorio del CFATA.

Experimentos y futuras aplicacionesHasta ahora, aquí se han realizado experimentos con vi-drio, se atrapan esferas de sílice de dos milésimas de milí-metro de diámetro.

Ese mineral (óxido de silicio) es uno de los compo-nentes fundamentales de la arena y se utiliza para hacer materiales como vidrio, cerámica y cemento, así como dispositivos tecnológicos, entre ellos, la fibra óptica y las mallas de aislamiento térmico.

También, los universitarios han logrado atrapar y mover células vivas de riñón humano, con fines de investigación.

Una de las posibles aplicaciones de las pinzas se relaciona con las células cerebrales. “Queremos utilizarlas para estu-diar las fuerzas que intervienen en la movilidad, crecimiento y migración de las neuronas. Esto podría ayudar a mejorar o diseñar terapias que contribuyan a la regeneración neuronal después de un trauma”, puntualizó Ávila Foucat. En ese pro-yecto colabora Elisa Tamaris, de la Universidad Veracruzana.

En el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la UNAM, en Juriquilla, Querétaro, han fundado el Laboratorio de Nanobio-óptica, un sitio donde la física se introduce en sistemas biológicos con el uso de pinzas ópticas.

En una segunda etapa, los investigadores buscarán aña-dir al instrumento los elementos necesarios para obtener un equipo de pinzas ópticas holográficas, y así contar con varias zonas de atrapamiento controladas en tiempo real.

Otra aplicación consiste en hacer válvulas en microcana-les. “Imagina un flujo que lleva células y llega a una zona donde uno quisiera decirle a la partícula que se vaya hacia uno u otro canal. Entonces necesitamos una compuerta para que pase, y podemos accionarla con pinzas ópticas. De esa manera se seleccionan partículas en un fluido”, detalló.

Tienen una fuerte aplicación en células vivas, pues éstas generalmente son muy transparentes en el infrarrojo cercano, una longitud de onda que no las daña y que los físicos usan en este método. “Con ellas se pueden mover células grandes o hacer manipulaciones al interior de una célula”, añadió.

Un experimento actual consiste en atrapar una partícula de vidrio cubierta con un tipo de proteínas que son afines a la célula y se pegan a ella. “Se atrapa con las pinzas y se hacen experimentos para estudiar propiedades mecánicas celulares, como la elasticidad”.

El desarrollo y empleo de las fibras ópticas requiere de un trabajo multidisciplinario, entre los físicos que desarro-llan la técnica óptica, y los futuros usuarios, investigadores de ciencias bioquímicas y biomédicas que usarán esta herra-mienta para responder preguntas de modelos vivos.

Boletín UNAM-DGCS-530. 29 de agosto de 2012

FísiCa

Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, UNAM, Juriquilla, Querétaro

El Campus Juriquilla de la UNAM es el resultado de un ambicioso proyecto para contribuir a la descentralización de las actividades de investigación científica, de educación superior, de desarrollo tecno-lógico y formación de recursos humanos de alto nivel en la Región del Bajío. Conjunta los esfuerzos de varias instituciones académicas (Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma de Querétaro, Centro de Investigación y de Estudios Avanzados), así como del Gobierno del Estado de Querétaro y del Gobierno Federal.

Con el Campus Juriquilla se dio inicio a partir de 1996 a una nueva trayec-toria de colaboración entre las principales entidades de educación superior e investigación científica en el país y en el Estado, con las disitintas instancias gubernamentales, con el objeto de consolidar la formación de recursos hu-manos de alto nivel y de llevar a cabo líneas de investigación original y desa-rrollos tecnológicos que contribuyan al beneficio en esta región del país.

En el Campus Juriquilla actualmente se encuentran ubicados el Centro de Geociencias, el Instituto de Neurobiología, con la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo y la Unidad de Resonancia Magnética a su cargo, el Cen-tro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada y la Unidad Académica Juriquilla del Instituto de Ingeniería.

En el Campus también se localiza el Centro Académico Cultural, con un Teatro Auditorio con capacidad para 380 personas, la Biblioteca Central, la Unidad de Seminarios, la Unidad de Docencia, la Cafetería y las oficinas de la Coordinación de Servicios Administrativos

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CienCia aCtual

El consumo regular de cannabis se asocia con una disminución del rendimiento intelectual, en especial entre los adolescentes, según un nuevo estudio científico publicado en la revista americana PNAS.

Pocos adolescentes creen que la marihuana puede ge-nerarles un daño en su salud. Sin embargo, los datos de un estudio, publicado en ‘PNAS’, son tan rotun-

dos que parecen zanjar las dudas: si se consume desde la adolescencia, el cannabis genera un deterioro neurológico importante.

Los estudios que se han venido realizando hasta la fe-cha para conocer el impacto del consumo de cannabis en la adolescencia tenían algunas limitaciones como no tener en cuenta cuál era el funcionamiento neuropsicológico an-tes del consumo. Tampoco se conocía cuál era la cantidad, frecuencia, duración y edad de inicio en el que la persona comenzaba a fumar marihuana, una sustancia de la que años después iba a ser un gran consumidor.

Todas estas variables sí que las contemplaron investiga-dores del King’s College de Londres, de la Universidad de Duke (Durham, EEUU) y de la Universidad de Otago (Dune-din, Nueva Zelanda) al realizar un estudio prospectivo con 1.037 personas a las que siguieron desde su nacimiento (entre 1972 y 1973) hasta los 38 años de edad.

A todos los participantes se les realizaron tests neurop-sicológicos a los 13 años, antes de iniciarse en el consumo de cannabis, y posteriormente, a los 38 años, cuando algu-nos de ellos ya eran fumadores habituales de marihuana.

Memoria y comprensiónLo que se pudo comprobar es que a mayor dependencia del cannabis mayor deterioro cognitivo mostraban los par-

Fumar marihuana desde la adolescencia daña el desarrollo cognitivo

psiCología

Los alimentos orgánicos no son más saludablesque los convencionales

Un estudio de la Universidad de Stanford afirma que no hay diferencias significativas en los efectos sobre la salud entre los alimentos orgánicos y los no orgánicos. En la investigación, publicada en Annals of Internal Medicine, se han analizado unos 240 artículos previos.

Un estudio realizado por científicos de la Universi-dad de Stanford (EE UU) se plantea si los alimen-tos orgánicos son más seguros o más sanos que las

alternativas tradicionales y, de acuerdo con los resultados publicados esta semana en la revista Annals of Internal Me-dicine, la respuesta parece ser negativa.

La investigación, en la que se han analizado 240 artícu-los científicos relacionados con esta materia, indica que no existen apenas diferencias entre ambos tipos de alimentos, al menos en lo que a la salud se refiere.

En palabras de Dena Bravata, una de las autoras del estudio, “no hay mucha diferencia entre elegir alimentos orgánicos o convencionales, si eres un adulto y basas tu decisión únicamente en la salud”.

La investigación ha sintetizado los resultados de 17 es-tudios realizados con humanos con alimentación orgánica y convencional y 223 que comparaban los niveles de nu-trientes, bacterias o contaminación por pesticidas en am-bos tipos de alimentos.

Tras el análisis de los datos obtenidos, los autores no han encontrado diferencias consistentes en el contenido vitamínico. Tan sólo un nutriente, el fósforo, aparece en mayor medida en los alimentos orgánicos, algo que, según los investigadores, no tiene mucha relevancia clínica ya que sólo un pequeño porcen-taje de la población sufre una deficiencia de este elemento.

Crystal Smith-Spangler; Margaret L. Brandeau; Grace E. Hunter; J. Clay Bavinger; Maren Pearson; Paul J. Eschbach; Vandana Sundaram; Hau Liu; Patricia Schirmer; Christopher Stave; Ingram Olkin; and Dena M. Bravata. “Are Organic Foods Safer or Healthier Than Conventional Alternati-ves?: A Systematic Review”. Ann Intern Med. 4 September 2012; 157(5):348-366

En concreto, en el caso de la leche tampoco existen dife-rencias en la cantidad de proteínas y grasas entre la orgánica y la convencional, aunque algunos estudios muestran que hay una mayor cantidad de ácidos grasos omega-3 —muy beneficiosos para el organismo— en la leche orgánica.

Menor presencia de pesticidasEl único punto donde los alimentos orgánicos parecen sacar ventaja es en la presencia de pesticidas, ya que tienen un 30% menos de riesgo de contaminación que los productos convencionales. Aun así, los autores del estudio aseguran que las frutas y verduras orgánicas no están totalmente li-bres de pesticidas y que, en cualquier caso, toda la comida suele estar dentro de los límites permitidos.

Además, Bravata asegura que “si miras más allá de los efectos sobre la salud, hay otras muchas razones para ele-gir productos orgánicos”, y señala las ventajas en relación al sabor de los alimentos y su mayor respeto con el medio ambiente.

La popularidad de los productos orgánicos ha creci-do considerablemente en los últimos años pese a que en ocasiones el precio de estos alimentos llega a ser el do-ble que el de los convencionales. Entre 1997 y 2011, las ventas han pasado de 3.600 millones de dólares a 24.400 millones en EEUU.

salud pÚBliCa

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ticipantes. De hecho, quienes nunca habían fumado mari-huana presentaron una mejora de su cociente intelectual a los 38 años.

El deterioro se observó en diferentes aspectos como la memoria, la velocidad en la que se procesa la información, el razonamiento de los estímulos percibidos y la compren-sión verbal. Todas estas alteraciones les generaban proble-mas en su vida diaria.

Los investigadores también pudieron comprobar que quie-nes mostraron un mayor déficit en su rendimiento intelectual eran los que habían empezado antes a fumar marihuana, en comparación con las personas que lo hicieron ya de adultas, en las que no se detectó ningún deterioro persistente.

Por otro lado, el declive del cociente intelectual se dio tanto en aquellos que en su adolescencia fumaban poco (14 días al año) como en los que consumían regularmente cannabis (365 días). Además, el cese del consumo no res-tauró completamente la función neuropsicológica entre los que habían fumado persistentemente desde su pubertad.

“Este estudio apunta a la adolescencia como un mo-mento de extremada vulnerabilidad. Los resultados son muy claros en que no es simplemente el consumo crónico

lo que genera los déficits sino el consumo crónico cuando se inicia en la adolescencia”, afirma Laurence Steinberg, psicólogo de la Universidad de Temple.

Una etapa vulnerableTal vez la explicación esté en una de las hipótesis que lanza el estudio y que señala la pubertad como un periodo crítico del desarrollo cerebral, que se caracteriza por la madura-ción neuronal y de reorganización sináptica.

No obstante, todavía queda mucho por conocer para de-terminar los parámetros sobre cuál es la cantidad suficiente para generar un deterioro neuropsicológico, la frecuencia del consumo y la edad clave. “Nuestros resultados sugieren que tomar cannabis antes de los 18 años predice un deterio-ro, pero otros han encontrado efectos sólo para edades más precoces”, afirman los investigadores por lo que sugieren se-guir realizando nuevos estudios en esta línea.

Para terminar, los investigadores señalan que se debe-rían dirigir mensajes a los jóvenes que les expliquen que el consumo de marihuana puede tener efectos peligrosos en su funcionamiento neurológico y animarles a dejar su consumo, sobre todo aquellos que hayan empezado en la adolescencia.

La marihuana afecta a neurotransmisores importantesen la toma de decisiones

Fuente: SINC

Neurocientíficos de la Universidad de Bristol descubren que el cannabis causa un 'caos cognitivo' en el cere-bro, análogo al causado por la esquizofrenia.

El consumo de cannabis está tradicionalmente asocia-do con alteraciones en la concentración y la memo-ria. Una investigación realizada por neurocientíficos

británicos ha encontrado que, en estos estados alterados de la mente, la actividad cerebral se vuelve descoordinada e imprecisa, dando lugar a alteraciones neurofisiológicas y de comportamiento que recuerdan a las que se observan en enfermedades como la esquizofrenia.

El estudio, dirigido por el Dr. Matt Jones, de la Escuela Universitaria de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Bristol analizó en ratas si los efectos perjudiciales del can-nabis sobre la memoria y la cognición podrían estar provoca-dos por esta desorganización de las redes cerebrales.

El equipo de neurocientíficos midió la actividad eléc-trica de cientos de neuronas en ratas, que recibieron un fármaco que imita el THC (tetrahidrocanabinol, principal ingrediente psicoactivo de la marihuana). “Los efectos ob-servados en este estudio no perduraron después de que el fármaco abandonara el sistema, por lo que las ratas se recuperaron por completo después de unas pocas horas. No hemos estudiado los efectos a largo plazo con dosis re-petidas”, reconoce Jones a SINC.

Las estructuras específicas en el cerebro se sintonizan de forma parecida a una orquesta: su actividad rítmica da lugar a las ondas cerebrales, y la afinación de estas señales

normalmente permite el procesamiento de la información para guiar nuestro comportamiento.

“Es importante enfatizar que nuestro estudio fue reali-zado con ratas adultas”, afirma Jones. “Los efectos a largo plazo son más dañinos en cerebros jóvenes y en desarrollo –es necesario recordar que el córtex humano no está desa-rrollado completamente hasta el final de la adolescencia– por tanto, el abuso de cannabis a edades tempranas puede ser particularmente problemático”.

Si bien los efectos del fármaco en las regiones cerebra-les eran sutiles, la droga desbarató totalmente las ondas cerebrales que atravesaban el hipocampo y la corteza pre-frontal, como si dos secciones de la orquesta estuvieran tocando por libre, sin sincronía alguna con el resto.

Ambas estructuras cerebrales, esenciales para la memo-ria y la toma de decisiones, están fuertemente implicadas en la esquizofrenia. Los resultados del estudio mostraban que, como consecuencia de esta desvinculación del hipocampo y la corteza prefrontal, las ratas fueron incapaces de tomar decisiones acertadas cuando atravesaban un laberinto.

“De nuestro estudio inferimos que los sistemas de neu-rotransmisores afectados por los ingredientes psicoactivos de la marihuana son importantes para el cerebro durante la toma de decisiones”, comenta a SINC Matt Jones. “Tam-bién inferimos que la droga desorganiza la actividad cere-bral de una manera análoga a la esquizofrenia”.

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Elementa GeometricaEuclides (325 a. C. — 265 a. C.)

Elementos es un tratado matemático y geométrico que se compone de trece libros, escrito por el mate-mático griego Euclides en Alejandría.

Elementos es considerado uno de los libros de texto más divulgado en la historia y el segundo en número de ediciones publicadas después de la Biblia (más de 1000). Durante varios siglos, el quadrivium estaba incluido en el temario de los estudiantes universitarios, y se exigía el co-nocimiento de este texto. Aún hoy se utiliza por algunos educadores como introducción básica de la geometría.

A pesar de tratarse de un trabajo sobre geometría, el libro incluye resultados que hoy se pueden clasificar dentro de la teoría de los números. Euclides decide describir los resultados en teoría de números dentro de la geometría porque no pudo desarrollar una aproximación constructiva a la aritmética.

En sus trece volúmenes Euclides recopila gran parte del saber matemático de su época, representados en el siste-ma axiomático conocido como Postulados de Euclides, los cuales de una forma sencilla y lógica dan lugar a Geome-tría euclidiana. Estos principios básicos reflejan el interés de Euclides por la geometría constructiva, al igual que los matemáticos griegos y helenísticos contemporáneos.

De los trece libros que la componen, los seis primeros corresponden a lo que se entiende todavía como geome-tría elemental; en ellos Euclides recoge las técnicas geomé-tricas utilizadas por los pitagóricos para resolver lo que hoy se consideran ejemplos de ecuaciones lineales y cuadráti-cas, e incluyen también la teoría general de la proporción, atribuida tradicionalmente a Eudoxo.

Los libros del séptimo al décimo tratan de aspectos nu-méricos y los tres restantes se ocupan de geometría de los sólidos, hasta culminar en la construcción de los cinco po-liedros regulares y sus esferas circunscritas, que había sido ya objeto de estudio por parte de Teeteto.

La influencia posterior de Elementos de Euclides fue deci-siva; tras su aparición, se adoptó de inmediato como libro de texto ejemplar en la enseñanza inicial de la matemática, con lo cual se cumplió el propósito que debió de inspirar a Euclides. Más allá, incluso, del ámbito estrictamente matemático, fue to-mado como modelo, en su método y exposición, por autores como Galeno, para la medicina, o Espinoza, para la ética.

No se ha hallado ninguna copia de Elementos de Eucli-des que date realmente de la época del autor. Las ediciones modernas de Elementos se basan en una revisión prepara-da por Teón de Alejandría casi después de 700 años de que se realizara el trabajo original. Además, a principios del si-glo XIX se encontró un manuscrito en la Biblioteca del Vati-cano que corresponde a un arquetipo anterior a la versión de Teón de la que muestra diferencias menores. Un estudio cuidadoso de las citas y comentarios de escritores antiguos indica que las definiciones, los axiomas y postulados inicia-les del tratado original difieren algo de las revisiones, pero las proposiciones y sus demostraciones han permanecido en gran parte tal y como Euclides las escribió.

La forma principal de transmisión de Elementos se avie-ne a la pauta que parecen seguir los textos científicos más afortunados del legado griego: versiones griegas manuscri-tas; traducciones del griego al árabe en el siglo IX; traduccio-nes latinas de las versiones árabes en el siglo XII; impresión de versiones y exposiciones en latín a finales del siglo XV; poco después, edición de versiones latinas a partir del griego y aparición de la editio princeps del propio texto griego; más tarde, versiones en lenguas vernáculas y, por fin, edición crí-tica del texto griego en las últimas décadas del siglo XIX.

El matemático y astrónomo italiano Giovanni Campa-no o Campano de Novara tuvo acceso a la traducción de Adelardo de Bath de Elementos, pues en 1255 realiza una edición comentada en latín que sería la que el impresor Er-hard Ratdolt publicaría en Venecia en 1482 convirtiéndose tras ello en el principal libro de texto de las escuelas mate-máticas europeas y el incunable con Elementos de Euclides más antiguo del que se tiene referencia.

Un ejemplar de esta primera edición impresa se guarda en el Monasterio de Yuso de San Millán de la Cogolla. Este ejemplar presenta dos curiosidades: El encabezamiento del texto del autor hecho con tinta roja (el resto del libro esta hecho con tinta negra) y las admirables figuras geométricas que aparecen en sus márgenes. En el ejemplar del Monas-terio de Yuso aparecen algunos comentarios manuscritos en latín en los márgenes de los cinco primeros libros.

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Naturalis historiae (Historia Natural), usualmente abreviado NH o NatHist., es una enciclopedia escri-ta por Plinio el Viejo antes del año 77 de nuestra

era. Cayo Plinio Segundo, Plinio el Viejo, fue un oficial ro-mano, militar, naturalista, historiador y biógrafo. Amigo y compañero de Vespasiano, dedicó su trabajo a Tito. Cuan-do la gran erupción del Vesubio, Plinio era un comandante naval en la Bahía de Nápoles; intentó acercarse al volcán y murió de asfixia.

La Historia Natural es la única obra que nos ha llegado de Plinio el Viejo como texto de primera mano. Su título indica el carácter enciclopédico que su autor quiso dar ya que pretende compediar la Historia de la Naturaleza en to-dos sus aspectos y grados de elaboración a los que una cul-tura somete. Esta compilación reúne con un celo admirable una multitud de observaciones sacadas de los escritores más diversos; va pasando ante el lector todo lo que tiene relación con la cosmología, la geografía, la antropología, la zoología, la botánica, la medicina, la meteorología, la ma-gia y el arte. Todos estos campos de conocimiento tenían su propia literatura pero nadie antes que él se atrevió a dar una visión general y exponerla en una obra única, de precisión desigual y que fue la autoridad sobre los asuntos científicos hasta la Edad Media.

En realidad, su Historia Natural es una monumental obra, el trabajo de toda una vida, que sorprende todavía hoy por su meticulosidad, su profusa información y por ser un reflejo directo del espíritu y la filosofía de una de las épocas más gloriosas de la historia de Roma.

En su forma actual, la Historia Natural consta de 37 li-bros; el primero incluye un prefacio descriptivo y tablas de los contenidos, así como una lista de sus fuentes, que ori-ginalmente precedía a cada uno de los libros editados por separado, los cuales se refieren a la naturaleza del universo físico, la geografía, la antropología, la zoología, la botánica, incluidos los usos medicinales de las plantas; la mineralogía, los usos de los pigmentos y una historia de las bellas artes.

En el prefacio, el autor afirma haber recogido 20.000 hechos recolectados de unos 2.000 libros y de 100 autores selectos. Las listas que todavía existen de sus fuentes as-cienden a mucho más de 400, incluyendo 146 romanos y 327 griegos, así como otras fuentes de información. Las lis-tas, como regla general, siguen el orden del tema de cada libro. Esto fue claramente demostrado en la Disputatio de Heinrich Brunn (Bonn, 1856).

Una fuente principal de Plinio es Marco Terencio Va-rrón. En los libros geográficos, Varrón se complementa con los comentarios topográficos de Agripa que fueron com-pletados por el emperador César Augusto, aunque ofrece datos posteriores que indican que aprovechó su cercanía a la administración imperial para actualizarlos, al menos en el caso de Hispania. Para su zoología confía en gran parte en Aristóteles y en Juba de Mauritania, el erudito rey de

Naturalis historiaePlinio el Viejo (23 — 79)

Mauritania, studiorum claritate memorabilior quam regno (v. 16). Juba es además su principal guía en botánica, y Teo-frasto aparece también nombrado en los índices.

Para varios artículos sobre obras de arte de la costa de Asia Menor y las islas adyacentes, Plinio debe mucho al general, hombre de estado, orador e historiador Cayo Licinio Muciano, quien murió antes del 77. Plinio menciona las obras de arte coleccionadas por Tito Flavio Vespasiano en el Templo de la Paz y en sus otras galerías (XXXIV. 84), pero mucha de su información en cuanto a la ubicación de tales trabajos en Roma se debe a sus lecturas y no a la ob-servación personal.

Se tiene la certeza de la existencia de quince ediciones incunables de esta obra realizada por seis estudiosos dis-tintos. La editio princeps de la obra fue publicada por J. de Spira en Venecia en 1469 con una tirada de 100 ejempla-res. Sólo un año después, en 1470 Giovanni Andrea Bussi ya había vuelto a editar la obra que fue reimpresa en Vene-cia en 1472 por Nicolas Jenson. En Parma Niccolò Perotto, arzobispo de Manfredonia y Siponto y miembro de la Aca-demia de Bessarion preparó otra impresión de la Naturalis Historiae entre 1470 y 1473 en Parma. Filippo Beroaldo el Viejo hizo otro tanto en 1476 siendo reimpresa en 1479, 1480, 1481, 1483, 1487 y 1491. Los últimos de la época incunable serían A. y J. Britanico en sendas ediciones en 1496 y Giovanni Battista Palmieri en 1497 y 1499.

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Los conocimientos geográficos y cartográficos de la An-tigüedad griega fueron transmitidos por Ptolomeo en sus tratados de Astronomía y Geografía. De esta ma-

nera se conoció la determinación astronómica de las longi-tudes y latitudes, la esfericidad de la Tierra y una colección de mapas dibujados sobre una superficie plana con varios sistemas de proyección que mostraban la imagen del mun-do. La obra de Ptolomeo se redescubrió en el siglo XV y ejerció una gran influencia en el desarrollo de la Cartogra-fía de los Descubrimientos. A partir de las referencias e indicios de Geographia de Ptolomeo en el proyecto colom-bino, se plantea la hipótesis de que Colón pudo conocer, en la corte de los Reyes Católicos, el códice de Geographia de Ptolomeo del humanista Juan de Margarit y Pau, quien a su muerte (1484) lo legó a Fernando el Católico.

Geographia de Claudio Ptolomeo fue el único trabajo cartográfico salvado de la destrucción general de la litera-tura antigua y uno de los textos clásicos que mayor influen-cia ejerció en el desarrollo de la geografía moderna.

A principios del siglo XV Jacobus Angelus terminó la tra-ducción al latín de Geographia de Ptolomeo, que se había mantenido vigente entre los árabes y que había conocido sucesivas traducciones en lengua griega. Traducida con el nombre de Cosmographia, fue redescubierta por la ciencia renacentista y experimentó un gran impulso gracias a la in-vención de la imprenta. La obra de Ptolomeo se convirtió en todo un éxito editorial, manteniéndose entre las obras científicas más reeditadas hasta finales del siglo XVII. Gran parte del éxito se debió a las aportaciones de los grandes geógrafos y cartógrafos que la fueron enriqueciendo.

El autor vivió y trabajó en Alejandría, Egipto. Utiliza un sistema de latitud y longitud que sirvió de ejemplo a los cartógrafos durante muchos años. Una de las ciudades descrita en esta obra es La Meca, en la Península Arábiga, a la que llama Makoraba.

Cosmographia describe el mundo de su época, presenta la Tierra como centro del universo y determina la concep-ción del mundo entre los siglos II y XVI. Esta obra contenía graves errores en cuanto a distancias, de hecho, se piensa que Colón terminó descubriendo América producto de que en el mapa de Ptolomeo las Indias se encontraba notable-mente más cercanas al navegar en esa dirección.

La primera parte, el primer libro, es introductoria, es-tableciendo su metodología para realizar trabajos carto-gráficos y proyecciones. En la segunda parte, del segundo al séptimo libro, cataloga aproximadamente 5 000 lugares del ecúmene o mundo conocido. Mientras que las latitu-des son bastante exactas, Ptolomeo comete errores en la longitud ya que utiliza unas dimensiones del globo terres-tre inferiores a las reales, basándose en las estimaciones de Posidonio y Marino de Tiro en vez de las de su maestro Eratóstenes, mucho más cercanas a la realidad. En la últi-ma parte, que se corresponde con el último libro, aporta 27 mapas del mundo conocido.

Cosmographia, Geographia, o Geographike Hyphegesis Claudio Ptolomeo (100 — 170)

De Cosmographia se hicieron cinco ediciones incuna-bles. La primera salió a luz en Vicenza (1475), pero carece de mapas. La segunda, primera que lleva mapas, se publi-có en Bolonia (1477). La tercera en Roma (1478), la cuarta en Ulm (1482) y la quinta, de nuevo en Roma (1490). Los mapas de las ediciones romanas son de excelente calidad y están grabados en cobre a punta seca, cuya técnica ha-bía comenzado a desarrollarse hacia 1475. Los mapas de la edición alemana están grabados en madera.

Entre las ediciones incunables destacan las de la ciudad alemana de Ulm de 1482 y 1486, las primeras al norte de los Alpes. Ambas toman como modelo la versión difundi-da por Dominus Nicolaus Germanus, con el texto según la traducción de Jacobus Angelus. Los mapas, estampados a doble folio, son xilografías un tanto toscas aunque claras.

La Real Academia de la Historia conserva un precio-so incunable de Cosmographia de Ptolomeo, impreso en Roma por Arnoldus Buckinck en 1478. En España sólo se conoce este ejemplar y en el mundo están contabilizados 38. Pero además de su rareza y de la calidad de sus ma-pas, perteneció a ilustres personajes. Cristóbal Colón fue uno de ellos, cuyo anagrama, firma y rúbrica se hallan en el primer folio recto: «Christo ferens», acompañados de la cita bíblica autógrafa Myrabiles elationes maris, myrabilis in altis Dominus.

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Universidad y Conocimiento - SPAUNACHreseña de liBros

Este volumen conjunta el trabajo de va-rios expertos interesados en la temática

del traspatio. La historia realmente inicia en noviembre de 2009, en la ciudad de Palmira, Colombia, en el marco del X Simposio Ibero-americano sobre Conservación y Utilización de Recursos Zoogenéticos, que es el evento anual de la Red para la Conservación de la Biodiversidad de los Animales Domésticos Locales para el Desarrollo Rural Sostenible (CONBIAND). En aquella ocasión y después de haber participado en una improvisada mesa de discusión sobre el valor de las ra-zas animales locales, el cuerpo académico Sistemas de Vida y Estrategias de Desarrollo (SIVED) ―también conocido al interior de la red CONBIAND como Grupo Chiapas― pro-ponía al coordinador del simposio siguiente (2010), Roberto Germano, trabajar desde ese momento en la preparación de una mesa de discusión sobre el tema del traspatio; el ofrecimiento fue aceptado de inmediato, quedando así cerrado el compromiso.

Desde ese momento, el grupo SIVED se dio a la tarea de invitar a colegas de la Red CONBIAND para sumarse al objetivo. Debi-do a que la mesa de discusión en Palmira fue una mesa temática, el grupo insistió particularmente con aquellos compañeros con trayectoria en el tema. Tal vez la amis-tad de años fue justamente la que había ayudado a empujar fuerte con el asunto de la mesa de traspatio, lo que dio como resultado la preparación exitosa de la mis-ma durante el XI Simposio en Joao Pessoa, Brasil (sede del evento en 2010), la que, a decir de otros compañeros de CONBIAND, alcanzó un buen desempeño en la convoca-toria, la organización y en su presentación dinámica y puntual.

EL TRASPATIO IBEROAMERICANO: EXPERIENCIAS Y REFLEXIONES EN

ARGENTINA, BOLIVIA, BRASIL, ESPAÑA, MéXICO Y URUGUAY

Editores: Raúl Pérezgrovas Garza, Guadalupe Rodríguez Galvány Lourdes Zaragoza Martínez

ISBN: 978-607-8207-06-0 D.R. © 2009 Universidad Autónoma de Chiapas. México

PRODUCCIóN DE PAPAYA MARADOL ROJA EN EL SOCONUSCO, CHIAPAS

TECNOLOGÍAS PRÁCTICASEditores: Vicente Lee Rodríguez,

José Noé Lerma Molina y Juan Manuel Garza Hernández

ISBN: 978-607-8207-07-7 D.R. © 2009 Universidad Autónoma de Chiapas. México

El libro contiene el fruto de más de seis años de investigación en el cul-

tivo de papaya, así como la aplicación y evaluación de las tecnologías generadas en fincas de productores cooperantes. Di-chas tecnologías, en un principio fueron erróneamente consideradas por el autor como semiorgánicas, término que provo-có algunas discusiones en foros científicos por su ambiguo significado. Después de revisar el significado de algunos sistemas de producción, se encontró que el sistema de producción más limpio es mucho más versátil, que describe a cualquier sistema de producción ya sea industrial, de sani-dad, etcétera; por lo tanto, las tecnologías generadas, corresponden a un Sistema de Producción Agrícola más Limpia (SPAL), el cual comprende el uso combinado de las tecnologías del Sistema de Producción Agrícola Tradicional (SPAT), (fertilizantes inorgánicos y el moderado uso de agroquí-micos), con las del Sistema de Producción Agrícola Orgánico (SPAO), (fuentes de ma-teria orgánica de origen animal, vegetal, bioles y agroquímicos orgánicos).

El presente texto sobre las ‘Alternativas forrajeras para la alimentación animal:

Primeros ensayos experimentales en Chiapas (1990 - 2005)’ es una obra de carácter técnico que relata las primeras experiencias en Chia-pas relacionadas con la evaluación de opciones nutricionales para los animales de granja. La temática de fondo de este libro es la búsque-da de la sustentabilidad de la producción pe-cuaria, pero tiene otros objetivos subyacentes como son: la presentación de metodologías con las que los productores, los estudiantes del sector agropecuario y los técnicos podrán realizar sus propias evaluaciones; la valoración de recursos forrajeros regionales que forman parte del paisaje pero que pocas veces llegan a ser considerados como fuentes importantes de proteína y energía para mejorar la nutrición de los animales; y también el haber puesto en un solo libro una información experimental que antes sólo podía encontrarse de manera dispersa. Los trabajos aquí expuestos abrieron un camino en la investigación de los recursos forrajeros alternativos de Chiapas, la cual aho-ra ya se realiza de manera más amplia y siste-mática, y que deberá aparecer en un siguiente volumen.

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EVALUACIóN DE ÁRBOLES Y ARBUSTOS CON POTENCIAL FORRAJERO

Primeros ensayos experimentales en Chiapas (1990-2005)

Editores: Esaú de Jesús Pérez Luna y Raúl Pérezgrovas Garza

ISBN: 978-607-8003-71-6D.R. © Universidad Autónoma de Chiapas, México

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Universidad y Conocimiento - SPAUNACH

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El presente texto es resultado de una investigación que se realizó en tres

organizaciones en el estado de Chiapas. La sociedad de Los Altos de Chiapas, se caracteriza por ser una sociedad pluricul-tural y de gran diversidad religiosa; ahí en-contramos una gama de culturas locales y extranjeras que conviven día a día, en un ambiente fuertemente determinado por la religión y las costumbres, construyendo una cultura local determinada y propia de la región, diferente a la de la capital del estado, o a la que se viven en la costa de la entidad. Esta cultura local de Los Altos de Chiapas, de fuerte carácter étnico, se entrelaza con una cultura europea y an-glosajona, fluyendo todos los elementos simbólicos, tradicionales, ideológicos, va-lorativos y de identidad que se equilibran en las organizaciones que ahí se forman y se desarrollan.

La pobreza continúa siendo uno de los problemas más extendidos y lacerantes de la sociedad chiapaneca y aunque entende-mos que las organizaciones que promue-ven los derechos sociales y desarrollan proyectos sociales, no resuelven la pobre-za, ni la exclusión, sí contribuyen a mejo-rar las condiciones de vida de la población. Por esa razón, las organizaciones que se estudiaron representan un importante vehículo de apoyo para los individuos más necesitados de la región.

CULTURA E IDENTIDAD DE ORGANIZACIONES QUE PROMUEVEN

LOS DERECHOS SOCIALES EN CHIAPAS Editores: Verónica Concepción Castellanos León,

María de los Ángeles González Luna, Mirlo Matías de la Cruz,

José Luis Hernández Cruz y Ulises Coello Nuño

ISBN: 978-607-8207-05-3 D.R. © 2009 Universidad Autónoma de Chiapas. México

HACIA LAS TECNOLOGÍAS APROPIADASPARA VIVIENDAS DE INTERéS SOCIAL

EN LATINOAMERICA PROYECTO XIV.8 Casapartes

Tecnologías de cimientos, paredes, entrepisos, techos e instalaciones (ci-

peti)Compiladores: Héctor Massuh,

Norma Navilli, Germán Augusto Barea y Arturo Jorge O´Neill

ISBN: 978-987-22554-4-2D.R. © Universidad Autónoma de Chiapas. México

Esta obra es resultado de los esfuerzos compartidos por investigadores y em-

presas que desarrollan alternativas viables para el alojamiento de personas de me-nores ingresos económicos de las ciuda-des latinoamericanas, con el propósito de satisfacer las necesidades de la población que vive en esta situación social y mejorar sus condiciones de vida. Las propuestas planteadas son producto del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, Proyecto CYTED XIV.8, Casapartes, en congruencia con los Obje-tivos de Desarrollo del Milenio señalados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y parten del potencial de solucio-nes que consideran la producción social, la autoproducción y la autoconstrucción de vivienda de manera progresiva, con al-ternativas tecnológicas de sistemas y com-ponentes para la construcción, de acuerdo con las condiciones económicas, sociales, culturales, medioambientales, entre otras, de los grupos mayoritarios de las diversas regiones Iberoamericanas.

reseña de liBros

El manual presenta cinco prototipos de vivienda que fueron construidas por

familias de bajos ingresos económicos del Ejido Ocuilapa de Juárez del municipio de Ocozocoautla, Chiapas, con la capacitación y supervisión técnica de los integrantes y colaboradores del Cuerpo Académico De-sarrollo Urbano (CADU) y estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la UNACH. En el diseño de los prototipos se consideró las características tipológicas y ambientales del lugar, los usos y costumbres, y los aspectos técnicos necesarios para que las viviendas fueran de bajo costo, salubres y seguras.

Los capítulos del manual integran numerosas ilustraciones y textos que describen detalladamente, los procesos constructivos de una vivienda; asimismo, la edición se conformó como guía técni-ca para la autoconstrucción de vivienda asistida técnicamente por un facilitador; también, se concibe como un documen-to didáctico de utilidad para estudiantes y profesores o investigadores interesados en trabajos similares, o bien, como instru-mento auxiliar en la toma de decisiones de las autoridades que promueven la cons-trucción de viviendas rurales.

Con esta obra, el CADU contribuye al mejoramiento de las viviendas, especial-mente para beneficiar a las personas de bajos ingresos económicos que viven en localidades rurales del estado de Chiapas.

MANUAL PARA LA AUTOCONSTRUCCIóN DE VIVIENDAS Y SERVICIOS SANITARIOS

EN EL MEDIO RURALCaso de estudio: Ocuilapa de Juárez,

Municipio de Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas

Coordinador: Lorenzo Franco Escamirosa Montalvo

ISBN: 978-607-8003-00-6D.R. © 2011 Universidad Autónoma de Chiapas. México

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Universidad y Conocimiento - SPAUNACH

Universidad y ConocimientoSindicato del Personal Académico

de la Universidad Autónoma de ChiapasSPAUNACH

POLÍTICA EDITORIALUniversidad y Conocimiento es una revista que cumple fines específicos que la diferencian de otras publicaciones. Tiene la peculiaridad de publicar conocimientos de todas las disciplinas universitarias, con la aspiración de lograr su más amplia divulgación dentro de la propia comunidad universitaria y fuera de ella. • Es una publicación multidisciplinaria que divulga el conocimiento universal. • Es editada y publicada por el Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Chiapas y tiene una perio-dicidad cuatrimestral.• Publica trabajos de divulgación académica escritos por profesores afiliados o no al Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Chiapas, sobre cualquier aspecto relacionado con las disciplinas universitarias. • Está dirigida primordialmente a los mismos profesores de todas las áreas que componen la Universidad Autónoma de Chiapas, sin excluir a los estudiantes universitarios, ni público en general. • Pretende contribuir al enriquecimiento del acervo cultural de sus profesores, además de procurar una vinculación con la sociedad. • Cada texto propuesto para publicarse será sometido a consideración del Comité Editorial de Universidad y Conocimiento, analizándose la presentación, contenido y estilo, que deberán apegarse de forma estricta a las instrucciones a los autores.• El contenido y la precisión de la información de los artículos es responsabilidad absoluta de los autores. • Los trabajos que se publiquen serán en lengua castellana.• Tendrá una distribución en todos los campus de la UNACH.

INSTRUCCIONES A LOS AUTORESLos textos remitidos a Universidad y Conocimiento para su publicación deberán ser originales, inéditos y de valor e interés académico en cualquier disciplina científica, humanística, social o artística, en forma de ensayos, revisiones bibliográficas, entrevistas, resúmenes de ponencias, fichas didácticas, reseñas de libros, etcétera. 1. El escrito no debe superar 15 cuartillas y se enviará en formato Word. 2. Tipografía: Arial en 10 pts. 3. Justificación: Completa, no utilizar sangría al inicio de párrafos. 4. Márgenes: Superior e inferior 2.5 cm.; izquierdo y derecho de 3 cm. 5. Interlineado: Doble. 6. Abreviaturas: Escribir el término completo la primera vez que se usa y seguirlo con la abreviatura entre paréntesis. 7. Las expresiones matemáticas deben estar escritas claramente y se debe utilizar el Sistema Internacional de Unidades. Asimismo los conceptos y términos científicos y técnicos deberán escribirse de forma clara y precisa. 8. Las referencias generales, destinadas a ampliar en su conjunto la información que se proporciona al lector, no requieren ser citadas en el texto. Las específicas, que destacan algún punto de particular importancia, deberán ser citadas en el texto por el primer apellido del autor y del coautor (de existir) seguido por año de publicación escrito entre paréntesis, como en: Gómez (1999), o en Cruz y López (2000). Si hubiera más de dos autores, la referencia se hará como en el caso anterior, pero señalando únicamente el apellido del primer autor, seguido de la expresión y cols., como en Fernández y cols., (2004). Si se cita al final del texto, se incluye apellido, una coma y el año encerrados entre paréntesis, ejemplo: (Martínez, 2003). Si es necesario diferenciar dos o más trabajos del mismo autor publicados en un mismo año, se utilizarán letras minúsculas consecutivas al lado del año, en letra cursiva, como en: Fernández (2000a), Fernández (2000b).

Las fichas bibliográficas correspondientes a las referencias generales y específicas se agruparán al final del artículo, en orden alfabético y de acuerdo con el apellido del primer autor, bajo el subtítulo de Referencias. Deberá utilizarse el estilo de la American Psychological Association (APA), ver ejemplos en la siguiente dirección.http://flash1r.apa.org/apastyle/basics/data/resources/sample-references2.pdf

ENSAYOSEl ensayo consiste en la interpretación de un tema (científico, humanístico, filosófico, político, social, cultural, deportivo, etc.) sin que sea necesariamente obligado usar un aparato documental, de manera libre, asistemática y con voluntad de estilo.Estructura: La estructura del ensayo es sumamente flexible, ya que toda sistematización es ajena a su propósito esencial, que es deleitar mediante la exposición de un punto de vista que no pretende agotar un tema; por eso estas indicaciones son me-ramente orientativas.

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Introducción: Es la que expresa el tema y el objetivo del ensayo; explica el contenido y los subtemas o capítulos que abarca, así como los criterios que se aplican en el texto, es el 10% del ensayo y abarca más o menos 6 renglones. Desarrollo: Contiene la exposición y análisis del mismo, se plantean las ideas propias y se sustentan con información de las fuentes necesarias: libros, revistas, Internet , entrevistas y otras. Constituye el 80% del ensayo. Conclusiones: En este apartado el autor expresa sus propias ideas sobre el tema, se permite dar algunas sugerencias de solu-ción, cerrar las ideas que se trabajaron en el desarrollo del tema y proponer líneas de análisis para posteriores escritos. Con-templan el otro 10% del ensayo, alrededor de media página.

ENSAYOS DE DIVULGACIóN CIENTÍFICALos trabajos de divulgación científica deben estar escritos a manera de ensayo en los que se aborden temas científicos de interés general, dirigidos a un público universitario. Es muy importante que el lenguaje utilizado en estos artículos no sea un informe de investigación científica convencional para publicar resultados de la misma; se eviten los tecnicismos y se incluya un glosario en caso de ser estrictamente necesario; deberán incluir imágenes y esquemas que ayuden al desarrollo y comprensión del tema. En caso de manejarse datos, presentarlos en gráficas sencillas de fácil lectura.

REVISIONES BIBLIOGRÁFICASUn artículo de revisión tiene como finalidad examinar la bibliografía publicada y situarla en cierta perspectiva. Revisar es controlar, cotejar o analizar un trabajo ya realizado. Revisión es el intento de sintetizar los resultados y conclusiones de dos o más publicaciones sobre un tópico dado. La revisión se puede reconocer como un estudio en sí mismo, en el cual el revisor tiene un interrogante, recoge datos sobre un tópico dado (en la forma de artículos previos), los analiza y extrae una conclusión. La diferencia fundamental entre una revisión y un trabajo original o estudio primario, es la unidad de análisis, no los principios científicos que aplican.

ENTREVISTASLa entrevista es un acto de comunicación oral o escrita que se establece entre dos o más personas (el entrevistador y el entrevis-tado o los entrevistados) con el fin de obtener una información o una opinión, o bien para conocer la personalidad de alguien. En este tipo de comunicación oral debemos tener en cuenta que, aunque el entrevistado responde al entrevistador, el destinatario es el público que está pendiente de la entrevista.

ESPECIFICACIONES DE ENVÍO Las colaboraciones se enviarán por correo electrónico al Editor Responsable de la revista Universidad y Conocimiento, M.en C.V. Simón Nazará Cazorla, a la dirección: [email protected], conteniendo los archivos del artículo, las ilustra-ciones, así como los datos del autor principal de acuerdo al siguiente ejemplo: Felipe Pérez López: Es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Chiapas y Maestro en Derecho Civil por la Universi-dad Autónoma de México. Actualmente desarrolla su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, investigando sobre los derechos humanos en Siria. Sus intereses académicos y de investigación se orientan hacia los Derechos Humanos.

Universidad y ConocimientoRevista Multidisciplinaria de Divulgación AcadémicaSindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Chiapas (SPAUNACH)16a. Poniente-Sur No. 326Colonia Xamaipak, C.P. 29060Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. México, Teléfonos: (961) 12-144-47 y (961) 12-144-51. [email protected]

75 Año 1. Número 3. Septiembre-Diciembre de 2012

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