UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn...

16
Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013 Facultad de Ciencias Sociales de Melilla HISTORIA DE ESPAÑA HISTORIA DE ESPAÑA Página| 1

Transcript of UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn...

Page 1: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

HISTORIA DE ESPAÑAHISTORIA DE ESPAÑA

Página| 1

Page 2: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAPRUEBA DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

CURSO 2012-2013HISTORIA

DE ESPAÑA

CRITERIOS ESPECÍFICOS DE CORRECCIÓN

1.- CONOCIMIENTO, COMPRENSIÓN Y EXPOSICIÓN DEL TEMA (De 0 a 7 puntos)

Se valorará:

- 1.a) La localización en el tiempo y en el espacio de procesos, estructuras y acontecimientos relevantes de la Historia de España, identificando sus componentes económicos, sociales, políticos y culturales. (Hasta 2,5 puntos).

- 1.b) La identificación y comprensión de los elementos de causalidad que se dan en los procesos de evolución y cambios relevantes de la Historia de España y para la configuración de la realidad española actual. (Hasta 2,5 puntos).1.c) La exposición correcta y ordenada, y la claridad de la exposición. (Hasta 1 punto).1.d) El empleo apropiado de terminología y vocabulario históricos. (Hasta 1 punto).

2.- ANÁLISIS DE LOS DOCUMENTOS (De 0 a 1,5 puntos cada uno)

Se valorará:

- 2.a) Análisis y comprensión de la información contenida en los documentos. (Hasta 1 punto por documento).

- 2.b) La capacidad de establecer la relación y/o integración con el tema. (Hasta 0,5 puntos por documento).

Página| 2

Page 3: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

OPCIÓN A

Responda al tema:

Proceso de desamortización y cambios agrarios, y analice y justifique la relación con el mismo de los siguientes documentos:

Documento 1:

Atendiendo a la necesidad y conveniencia de disminuir la deuda pública consolidada y de entregar al interés nacional la masa de bienes raíces que han venido a ser propiedad de la nación, a fin de que la agricultura y el comercio saquen de ellos las ventajas que no podrían conseguirse por entero en su actual estado o que se demorarían con notable detrimento de la riqueza nacional otro tanto tiempo como se perdiera en proceder a su venta en nombre de mi excelsa hija la Reina Doña Isabel II, he venido en decretar lo siguiente:Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de cualquier clase que hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas.

Aprobación por la Reina Gobernadora del R.D. de 19 de febrero de 1836

Documento 2:

El documento nº 1,” Aprobación por la Reina Gobernadora del R.D. de 19 de febrero de 1836”, es la introducción expositiva del Real Decreto que reguló la llamada “Desamortización de Mendizábal”.

El Real Decreto es un fragmento del documento escrito por la Reina María Cristina autorizando la desamortización. Una muestra de las posiciones liberales progresistas españolas de los primeros decenios del liberalismo.

En febrero de 1836 se declaraban en venta todos los bienes pertenecientes al clero regular y se destinaban los fondos obtenidos a la amortización de la deuda pública. El Decreto formaba parte de un programa que perseguía ganar la guerra carlista allegando fondos y tropas, restaurar la confianza en el crédito del estado y, a largo plazo permite una reforma de la Hacienda.

El gráfico de barras que acompaña al texto como Documento número 2, es una explicación de las fincas expropiadas, periodos de expropiación y hectáreas de terreno desamortizado.

Página| 3

Page 4: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

Observamos en él que en el periodo 1836-37, se expropian bienes del clero regular, en el de 1855-56,bienes del clero secular, la nobleza y los municipios, fue una desamortización general, y las restantes, la de Espartero 1840-43 fue la terminación de la de Mendizábal igualmente que las de finales de siglo lo fueron de la de Madoz. Entre 1836 y 1844 se habían vendido propiedades por valor de 3274 millones de reales quedando por vender bienes expropiados por valor de 910 millones , de los cuales tres cuartas partes pertenecían al clero secular. Se había desamortizado el 62% de las propiedades de la Iglesia.

La ley de Madoz se desarrolló a gran velocidad. Entre 1855 y 1856 se subastaron más de 43.000 fincas rústicas y unas 9.000 urbanas por un valor cercano a los 8000 millones de reales, mediante un pago del 10% de entrada y el resto aplazado y admitiéndose solo el abono en efectivo. El dinero acumulado fue el doble que en 1845.

Si se suman ambos procesos de desamortización, entre 1836 y 1856 se transfirió la propiedad de 10 millones de hectáreas, el 20% de la superficie nacional.La desamortización de Madoz entró en vigor hasta 1895 año en que fue derogado, pero desde 1856 apenas hubo subastas, ya que poco quedaba por vender, los ingresos se debieron a los pagos aplazados.

A raíz del Decreto de Desamortización, Mendizábal se convirtió en la bestia negra de la Iglesia, en el símbolo de la revolución y del ataque contra sus privilegios. El entonces jefe del gobierno de la regente María Cristina de Nápoles, Juan Álvarez de Mendizábal”. Exiliado a Londres durante el Trienio Liberal (1820-1823), regresó a España al morir el rey Fernando VII.

Fue llamado para ocupar la cartera de Hacienda en la regencia, fue nombrado Jefe del Gobierno. Al frente del primer gobierno progresista del reinado de Isabel II, inició una política de reformas profundas, de las que la desamortización es la más importante.Esta política económica se llevó a cabo en la minoría de edad de Isabel II, heredera al trono de España desde 1830, cuando su padre decidió promulgar la Pragmática Sanción, por la que se derogaba la ley Sálica y se ponía en su lugar la ley de Las Partidas, que permitía reinar al primogénito independientemente de su sexo. El heredero hasta el momento era el hermano del rey, Carlos, que no aceptaría la decisión real.

Como sabemos, a la muerte de Fernando VII en 1833, la lucha por la sucesión enfrentó a Carlos María Isidro y a la hija de Fernando VII, Isabel, que tenía entonces tres años. El pleito dinástico se convirtió enseguida en lucha política. Los sectores más conservadores apoyaron a Carlos mientras que los liberales vieron la ocasión de volver a la escena política tras el paréntesis forzado de la década absolutista de 1823 a 1833. Los liberales apoyaron a la futura Isabel II y a la regente María Cristina, madre de la niña. Ésta, para defender los derechos de su hija, aceptó el apoyo liberal. El régimen pronto evolucionó hacia formas claramente liberales de la mano de Mendizábal. Entramos en la Primera Guerra Carlista, teniendo lugar en la segunda fase de la misma el proceso desamortizador.

La desamortización fue una de las medidas adoptadas por el régimen liberal que causó más impacto en la economía española del siglo XIX .No obedeció a un proyecto que persiguiese la reforma agraria, desde antiguo reclamada, sino que surgió de una motivación más inmediata : la insostenible situación de penuria de la Hacienda pública.

Durante el siglo XIX la agricultura fue la actividad económica más importante, tanto por la población activa empleada (unos dos tercios del total) como por el volumen de riqueza generada; sin embargo, hasta mediados de siglo soportó una permanente situación de atraso, como consecuencia de una desigual distribución de la tierra, de la ausencia de innovaciones tecnológicas y de los bajos rendimientos.

La propiedad de la tierra, en la España del Antiguo Régimen, se caracterizaba porque el dominio útil de la tierra estaba, en gran medida, en manos de la nobleza y de la iglesia.La nobleza, gracias a la institución del mayorazgo, había constituido un patrimonio de bienes rústicos y urbanos sustraídos al libre comercio; merced a aquella institución no podían enajenar sus propiedades ni tampoco dividirlas, sino que debían transmitirlas íntegras al primogénito. La iglesia, por su parte, era propietaria de grandes extensiones de tierra como consecuencia de las numerosas donaciones de que era objeto desde hacía siglos. De esta forma, la tierra quedaba inmovilizada y convertida en tierra de “manos muertas”.También los municipios eran propietarios de tierras que tenían su origen en concesiones reales durante la reconquista. Solían consistir en bosques o terrenos áridos (montes y

Página| 4

Page 5: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

baldíos), cuya utilización adoptó dos formas: tierras de “aprovechamiento común” por parte de la colectividad y tierras “de propios” que, siendo del común, eran arrendadas a particulares.

Como resultado, la cantidad de tierra a la que se podía acceder como propietario había ido disminuyendo y encareciéndose.Por otro lado, el campo español aparecía vacío e inmerso en la rutina. La despoblación tenía su origen en la dureza de la vida del labrador: el exceso de trabajo y su escasa remuneración, las anomalías del clima y la falta de reservas alimenticias eran una invitación para huir a la ciudad, donde se ocupaban como peones en los más bajos menesteres.Pero el problema esencial continuaba siendo el bajo rendimiento agrícola, a causa del atraso técnico. Todavía se trabajaba la tierra con el arado romano y se cultivaba con el sistema de “año y vez”; además, el agricultor disponía de poco capital para mejorar su equipo y escasos medios auxiliares animales.

La situación descrita se tornaba aún más difícil si tenemos en cuenta las trabas ejercidas por la ganadería trashumante sobre la agricultura, como la permanencia de las antiguas leyes que prohibían roturar tierras de pastos o cercar fincas; también existían reglamentaciones que limitaban la comercialización de determinados productos o intervenían en su precio, en el área de venta o en el libre uso de la mano de obra.De ahí que la agricultura se hubiera convertido, desde las últimas décadas del siglo XVIII, en un problema económico y social cada vez más acuciante, necesitada de profundas y urgentes reformas que la sacaran de la situación de postración en la que se encontraba.

A partir de 1833 el proceso desamortizador se precipitó por varias causas. En primer lugar la guerra obligaba al Estado a obtener recursos, en un momento en el que las arcas estaban vacías y el crédito exterior se había hundido. En segundo lugar, se difundió en el país un clima anticlerical, a causa del apoyo del clero al bando carlista: los asaltos a conventos, los incendios, profanaciones y matanzas fueron frecuentes en los años de 1834 a 1836.

El cura y el fraile reaccionario se convirtieron en los chivos expiatorios de las protestas populares provocadas por la escasez debida a la guerra, y por las epidemias. En tercer lugar, los antiguos compradores de bienes desamortizados en el Trienio Liberal, expropiados en 1823, presionaban al Gobierno para que les devolviera sus bienes. Hombres ricos, formaban un grupo poderoso e influyente, esencial para el bando isabelino.Por eso no es extraño que los gobiernos liberales fueran poco a poco avanzando hacia la desamortización: confiscación de bienes de los conventos destruidos (1834), reintegro de sus bienes a los compradores del Trienio (1835) y decreto de exclaustración general (1836), que no hizo sino legalizar lo que ya se había producido: el abandono masivo de los conventos ante el miedo de los frailes a los asaltos populares.

El resultado es que solo subsistieron 300 de los 2000 conventos existentes.En esta situación se publicó la primera de las dos grandes leyes desamortizadoras de la revolución liberal .la de Mendizábal.Juan Álvarez de Mendizábal, progresista, ministro de Hacienda en 1836, durante la guerra carlista, participó en el pronunciamiento de Riego en 1820, tuvo que exiliarse. En 1835 vuelve a España desde Londres y es nombrado ministro de Hacienda por la regente María Cristina .Su primera gestión es promulgar una ley general de desamortización que afecta a los bienes eclesiásticos.

En febrero de 1836 se declaraban bienes nacionales sujetos a enajenación y en venta todos los bienes pertenecientes al clero regular, y se destinaban los fondos obtenidos a la amortización de la deuda pública. Esta disposición hubo de ser ratificada por una nueva ley durante la regencia de espartero. El Decreto formaba parte de un programa que perseguía ganar la guerra allegando fondos y tropa, restaurar la confianza en el crédito del Estado y, a largo plazo, permitir una reforma de la Hacienda. Mendizábal, en el preámbulo, exponía otros objetivos básicos de la desamortización: sanear la Hacienda reduciendo la deuda, conseguir el acceso a la propiedad de sectores burgueses, que mejorarían la producción y la revalorizarían, y crear un sector social de nuevos propietarios vinculados al régimen y al bando cristiano.Aunque el gobierno cayó en mayo, en octubre Mendizábal se convirtió en ministro de Hacienda bajo el gobierno progresista de Calatrava, y a partir de ahí, las subastas se reanudaron. En 1838 se aceleraron y sobre todo desde 1840, cuando la victoria cristiana hizo irreversibles las ventas .Bajo la regencia de Espartero, se incluyeron los bienes del clero secular, igualmente desamortizados. Fue finalmente con la vuelta de los moderados, en 1844

Página| 5

Page 6: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

cuando se suspendieron las subastas, aunque el gobierno del general Narváez garantizó las ventas ya realizadas.

En total entre 1836 y 1844 se habían vendido propiedades por valor de 3.274 millones de reales y se había desamortizado el 62% de los bienes de la iglesia.Las fincas fueron tasadas por peritos de Hacienda y subastadas después, alcanzando una puja media del 220% sobre el precio de salida. Estos peritos llamados agrimensores reales, medían los campos, las tierras y tanto si fueran de secano, de regadío o de bosques las hacían lotes o suertes, que se llevarían a pública subasta en las capitales de provincias y en la Corte.

Dado el distinto tamaño de lo lotes, eran en teoría asequibles para grupos sociales de bajos ingresos, pero en la práctica los propietarios y los inversores burgueses acapararon las compras, puesto que eran los únicos que tenían liquidez, sabían pujar y podían controlar fácilmente las subastas. Además, comprar era un excelente negocio: solo se abonaba el 20% al contado antes de otorgarse la escritura, el resto se pagaba aplazado, y se admitían para el pago los títulos de deuda por su valor nominal. Como estaban muy desvalorizados en el mercado, adquirirlos en bolsa y pagar por ellos era una ganga para el comprador.

Un proceso tan perjudicial para los intereses del Estado no era consecuencia de un error de cálculo.

Mendizábal sabía que la administración para el pago de títulos por su valor nominal produciría esa situación. Es cierto que podría haberse llevado adelante la desamortización con más rendimiento para el Estado, e incluso podía haberse aprovechado para repartir la tierra entre los campesinos., iniciando así un proceso de Reforma Agraria. Así lo sugirió el diputado Flórez Estrada en un documento aparecido a los pocos días de publicarse el decreto .En él proponía que el estado arrendara las tierras a los campesinos y dedicara la renta a pagar la Deuda, lo que garantizaría los pagos, satisfaría las peticiones campesinas y serviría para crear la masa adicta a Isabel II que propugnaba Mendizábal. Lo que ocurre es que el ministro no buscaba ni un reparto de tierras ni una reforma agraria, sino beneficiar a quienes pertenecían a la élite financiera y comercial, y buscaban consolidar su prosperidad económica con la compra de bienes inmuebles.

El resultado es que, sumando lo vendido en el trienio y en el periodo de 1836-51 (año en el que aún se cobraban plazos), el estado recaudó más de 4,500 millones de reales, cuando la deuda ascendía a unos 14.000 millones.

A esto habría que sumar lo recaudado en la segunda gran desamortización iniciada con la ley Madoz en 1855.Formó parte del programa del gobierno progresista del Bienio.Establecía la venta en subasta pública de toda clase de propiedades rústicas y urbanas pertenecientes al Estado a la Iglesia, los propios y baldíos de los municipios, la Nobleza y en general, todos los bienes que permanecieran amortizados. Se trataba, por tanto, de completar y terminar el proceso de desamortización comenzado por Mendizábal en 1836.

A diferencia de este, la ley Madoz se desarrolló a gran velocidad. Entre 1855 y 1856 se subastaron más de 43.000 fincas rústicas y 9.000urbanas, por un valor cercano a los 8.000 millones de reales, mediante el pago de un 10% de entrada y el resto aplazado, y admitiéndose solo el abono en efectivo. El volumen de dinero acumulado fue casi el doble y se destinó a amortizar la deuda y a cubrir las necesidades de la Hacienda.

La desamortización al desvincular las tierras de sus propietarios, rompió la organización jurídica existente, haciéndolas aptas para ser vendidas, enajenadas o repartidas. Con la introducción de la propiedad privada y de la libertad de mercado en el sector se iniciaba una nueva etapa en la agricultura española; sin embargo, los resultados obtenidos fueron tan dispares como diversos habían sido los objetivos perseguidos por el proceso desamortizador. Estos resultados fueron los siguientes.

Desde el punto de vista económico favoreció una considerable expansión de la superficie cultivada y de la producción agraria, si bien esta última fue causada más por la extensión de los cultivos a tierras yermas que por la mecanización y el uso de abonos.

Esta expansión estuvo acompañada frecuentemente de un efecto negativo: la deforestación. Los compradores que adquirieron pequeños lotes de monte para convertirlos en tierra de labor u obtener un beneficio inmediato con la venta de leña y madera, talaron los árboles de manera indiscriminada. Tan graves debieron ser estos daños, que en 1855 se insistió en la necesidad de evitarlos.

Página| 6

Page 7: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

La tierra se concentró en pocas manos, porque las familias más poderosas conservaron intactos sus patrimonios, sus tierras fueron desvinculadas, pero no expropiadas. Se perfiló así el mapa de los grandes latifundios de Andalucía y Extremadura.

Tampoco se obtuvieron los resultados financieros que se esperaban, porque los fondos, tanto en metálico como en bonos de la Deuda pública tardaron en llegar y se desvalorizaron.

Desde el punto de vista social, no consiguió crear una amplia clase media agraria, aunque sí contribuyó a sustituir la estructura social señorial campesina, heredada del Antiguo Régimen, por una estructura capitalista.

Los principales beneficiarios no fueron los antiguos trabajadores de la tierra; pero hubo pequeños y medianos compradores locales que constituyeron el núcleo de una clase modesta o media de propietarios rurales. Los efectos fueron más importantes en la consolidación de las clases medias urbanas, principales compradoras de fincas rústicas, que se enriquecieron y diversificaron así sus patrimonios.

La roturación de la vieja propiedad municipal empobreció a los ayuntamientos, privándolos de su autonomía económica; asentó a campesinos empobrecidos en tierras no aptas para el cultivo en propiedad individual, al tiempo que les privó de los escasos beneficios secularmente obtenidos de las tierras de aprovechamiento común.

Desde el punto de vista político se creó una masa de adheridos a la causa liberal, por estar ligada a ella la suerte de sus fortunas; pero también esta causa se creó enemigos entre aquellos más afines a la Iglesia provocando una escalada de tensiones entre la Iglesia y el Estado liberal cuyas relaciones quedaron rotas durante una década.

En definitiva, no se aprovechó la ocasión para crear una clase media agraria que hubiera podido ser un factor de equilibrio en la nueva sociedad. Al no consolidarse esta, falló igualmente la posibilidad de que surgiera un sector ahorrativo, capaz de estimular la demanda del mercado y de impulsar las inversiones en el propio campo y en otros sectores económicos.La desamortización se convirtió en una frustrada reforma agraria que hizo más mísera la vida del campesino, creando una oligarquía agraria llamada a ejercer por largo tiempo el poder político y económico en España.

En la Andalucía de la época la desamortización vino a significar una verdadera revolución, de la que se beneficiaron algunos ricos colonos de la iglesia, la clase media, tanto ciudadana como pueblerina, las grandes fortunas burguesas y bastantes personas residentes en Madrid o que ocupaban cargos públicos fuera de los pueblos donde estaban enclavadas sus fincas.De ahí el perjuicio causado a los campesinos, cuya situación se agravó, al tener que aceptar las condiciones impuestas por sus nuevos señores, protagonistas de la revolución liberal.

Con los moderados en el poder el proceso desamortizador quedó paralizado hasta 1855, año en que cobró de nuevo actualidad, realizándose desde esta fecha hasta finales de siglo las desvinculaciones de mayor trascendencia de la época y que afectaron, de manera destacada, a las tierras del sur.

Las consecuencias de esta última desamortización fueron la eliminación de la propiedad comunal y de lo que quedaba de la eclesiástica, lo que provocó en el primer caso, un agravamiento considerable de de la situación económica del campesinado, y en el segundo, una ruptura de las relaciones con la Iglesia ante la flagrante violación del Concordato de 1851. En conjunto, si se suman ambos procesos de desamortización, entre 1836 y 1856 se transfirió la propiedad de 10 millones de hectáreas, el 20% de la superficie nacional. En realidad, la desamortización de Madoz estuvo en vigor hasta 1895, año en que fue derogada, pero desde 1856 apenas hubo subastas, ya que poco quedaba por vender. Sí continuó habiendo importantes partidas de ingresos de la Hacienda durante esos cuarenta años, al irse abonando los pagos atrasados.

En conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad burguesa. Significó el traspaso de una enorme masa de tierras a los nuevos propietarios y la fusión de la antigua aristocracia feudal con la burguesía urbana para crear la nueva élite terrateniente.

Solo podemos entender la importancia de la desamortización si la relacionamos con los demás cambios que se producen en la etapa revolucionaria, entre 1836 y 1837, tendentes todos ellos

Página| 7

Page 8: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

al mismo proceso de desarticulación del Antiguo Régimen y establecimiento de la propiedad privada y del libre mercado. Entre los más importantes destacan:

a) La eliminación definitiva de la vinculación, mediante el decreto de 30 de agosto de 1836 que declaraba extinguidos los mayorazgos.

b) La abolición del régimen jurisdiccional. El decreto de 2 de febrero de 1837 eliminaba todos los derechos señoriales, es decir, los vasallos se convertían en trabajadores libres y el señor en propietario.

c) La libertad de cercamiento de tierras y de comercialización de los productos agrarios, a través del decreto de 6 de septiembre de 1836, en el que se daba libertad a los propietarios para vallar y cercar sus fincas.

En conjunto, el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad burguesa. Significó el traspaso de una enorme masa de tierras a los nuevos propietarios y la fusión de la antigua aristocracia feudal con la burguesía urbana para crear la nueva élite terrateniente.

Todas estas medidas recogidas en decretos acompañaron a la desamortización, sin ellas el proceso no hubiera tenido ningún fundamento.

Página| 8

Page 9: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

OPCIÓN B

Responda al tema:

Guerra colonial y crisis de 1898, y analice y justifique la relación con el mismo de los siguientes documentos:

Documento 1:

El acorazado Maine en la bahía de la Habana (en La Ilustración Española y Americana)

Documento 2:

Tratado de Paz entre España y Estados Unidos de América, 1898.

S. M. la Reina Regente de España, en nombre de su augusto hijo D. Alfonso XIII y los Estados Unidos de América, deseando poner término al estado de guerra hoy existente entre ambas naciones […] previa discusión de las materias pendientes han convenido en los siguientes artículos:1º) España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos […].2º) España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que ahora están bajo su soberanía en las Islas Occidentales y la isla de Guam en el archipiélago de las Marianas o Ladrones.3º) España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las Islas Filipinas […] los Estados Unidos pagarán a España la suma de veinte millones de dólares dentro de los tres meses después del canje de ratificaciones del presente Tratado.4º) Los Estados Unidos, durante el término de diez años a contar desde el canje de ratificación del presente Tratado, admitirán en los puertos de las Islas Filipinas los buques y mercancías españolas, bajo las mismas condiciones que los buques y mercancías de los Estados Unidos […].

El Documento 1 es una ilustración del buque de guerra norteamericano, acorazado Maine anclado en la bahía de La Habana. El barco fue hundido por una explosión interna, el 15 de febrero de 1898. Había sido mandado a dicha capital por EUA para proteger las vidas y propiedades norteamericanas y sus intereses en la isla. La explosión considerada acto de sabotaje por Estados Unidos causó 254 muertos y fue la excusa aducida para declarar la guerra a España.

Pese a la propuesta española de una comisión internacional de investigación, EEUU, tras una rápida y particular investigación, atribuyó toda la responsabilidad a España, a quien correspondía

Página| 9

Page 10: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

garantizar la seguridad en el puerto, rápidamente, lo que era una atribución indirecta fue convertida por la prensa norteamericana en una responsabilidad directa sobre la voladura del barco y considerarlo un acto de sabotaje. En estas condiciones, el gobierno de Washington propuso primero, en el mes de marzo, la compra de la isla por 333 millones de dólares y ante la previsible negativa española, lanzó un ultimátum que amenazaba con la guerra, si en tres días ( 20 de abril ) España no renunciaba expresamente a la soberanía. Desde la óptica de los dirigentes políticos y militares de la época, la guerra era inevitable. El Maine fue la excusa aducida para declarar la guerra a España.

En 1961 Fidel Castro ordenó la demolición del monumento que conmemoraba el hecho por considerarlo la base del intervencionismo yanqui en Cuba.

El Documento 2 es un texto referente a un fragmento del Tratado de Paz firmado entre Estados Unidos y España el día 10 de diciembre de 1898. En él la Reina Regente María Cristina, en nombre de Alfonso XIII, renuncia definitivamente a la soberanía sobre la isla de Cuba, cedía a Estados Unidos Puerto Rico, la isla de Guam en el archipiélago de las Marianas y el archipiélago de las Islas Filipinas. A cambio de veinte millones de dólares pagados en el plazo de tres meses una vez firmado el Tratado. Así como EEUU durante diez años admitirá los barcos españoles de comercio en las mismas condiciones que los buques americanos.

Este Tratado y su firma supusieron el final de la llamada Guerra de Cuba que comenzó al final del reinado de Isabel II, cuando en 1868 en España se producía el levantamiento revolucionario de La Gloriosa.En 1868 el más rico residuo del Imperio Colonial estaba sometido todavía al poder absoluto del Capitán General y de sus aliados en la comunidad española de la isla. Los criollos- hijos de españoles nacidos en América- estaban resentidos por la existencia de una administración formada por peninsulares y por sus aliados cubanos, en tanto que desde un punto de vista económico la vinculación a España era un anacronismo.

El brote de prosperidad de la Cuba de mediados de siglo se debía al mercado norteamericano, de él obtenía su capital, a él exportaba su azúcar. Los ricos americanos eran los que suministraban a Cuba sus máquinas de vapor para la industrialización de las plantaciones.

A mediados de siglo solo la élite criolla podía encabezar un movimiento revolucionario contra España. ¿Por qué una alta sociedad de terratenientes iba a arriesgarse a ir a la cárcel por oponerse al poder español?, este reto podía resquebrajar la base entera de su riqueza, además una guerra de independencia podía ser el preludio de un levantamiento de esclavos.

Los criollos esperaban que el gobierno español cumpliera sus promesas de 1837 de conceder unas “leyes especiales” para Cuba, otorgando la autonomía local y una reducción en las barreras aduaneras que ponían dificultades a los productos cubanos. Se excluyó la participación de diputados cubanos en las cortes, introduciéndose en la Constitución de este año como en la de 1845, un artículo por el que se preveía que “las provincias de Ultramar serán gobernadas por leyes especiales”. Para su elaboración se enviaron a Cuba, Puerto Rico y Filipinas comisiones regias, pero en la realidad nunca llegaron a ponerse en funcionamiento por las presiones económicas y la inestabilidad de la política nacional.

En 1866 Cánovas propuso la creación de la Junta de Información de Ultramar, con la participación de Cuba y Puerto Rico, con el fin de elaborar las leyes especiales a las que se venía aludiendo desde 1837. No se llegó a ningún resultado.

Desde el punto de vista económico y social, Cuba en el siglo XIX, se convirtió en un gran exportador de tabaco y azúcar, productos seguidos de lejos por el café. En 1860 Cuba proporciona el 26% de la producción mundial de azúcar. La implantación del libre comercio dio lugar a un aumento demográfico excepcional, que significó un aumento en la productividad. Pero el secreto del aumento en la productividad residía en el incremento ilegal de la entrada de esclavos negros. Se llegó a un ritmo de importación de unos ocho mil esclavos anuales. Muchos de los grandes capitales españoles se debieron a la utilización de mano de obra esclava en sus posesiones de Cuba.

En 1867, el gobierno de Isabel II concluyó sus negociaciones con el comité de criollos concediendo unos aranceles aún más gravosos. Al parecer nada podía esperarse de la monarquía y en vísperas de la Gloriosa, los criollos estaban en contacto con los revolucionarios septembristas para unirse en una alianza común contra la reina.. Había esperanzas de que la

Página| 10

Page 11: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

revolución española produjera reformas en la isla. Serrano era partidario de las concesiones a Cuba. Pero no fue así.

En los años sesenta las condiciones básicas de la lucha por las reformas en Cuba cambiaron de tal modo que una parte importante de los terratenientes criollos apoyó el movimiento reformista, la guerra de independencia, que duró diez años, 1868-78 y que se conoció como “la Guerra Larga”.

El 10 de octubre de 1868 el terrateniente criollo Carlos Manuel de Céspedes se pronunció a favor de una República cubana independiente, necesitó el apoyo de los esclavos y de los plantadores pobres de la provincia de Oriente. De este modo, el movimiento se hizo democrático y la guerra misma escapó de las manos de la aristocracia criolla pasando a las de los grandes dirigentes mestizos de la guerrilla de Oriente.

Una vez estallada la guerra con “el Grito de Yara”, ”Independencia y Cuba Libre”, la política cubana de los españoles quedó presa en manos de los Voluntarios, la milicia urbana de los españoles, financiada por las familias españolas ricas que dominaban la vida política. La autonomía y el libre comercio habrían puesto fin a la privilegiada posición de la comunidad española.

El gobierno de España envió al general Dulce, cuya política de conciliación se desmoronó en seis meses. Prim, como jefe del gobierno, anhelaba desesperadamente un acuerdo y el fin de la guerra cubana. Esta guerra suponía un despilfarro. La opinión pública española entendía que no había que hacer ninguna concesión hasta que la rebelión secesionista hubiera sido derrotada. Y puesto que el ejército era incapaz de acabar la guerra, resultaba imposible llegar a un acuerdo.

En 1870 había más de 100.000 soldados en Cuba. Se enviaron más tropas con la intención de acabar con las salvajes guerras de guerrillas en las plantaciones y en la manigua, donde el peor enemigo eran las enfermedades. El general Martínez Campos consideraba “insignificantes” las bajas en campaña comparadas con las fiebres y las heridas en las piernas que se derivaban de la guerra en una semijungla. Y, de este modo, el Gobierno Provisional se vio obligado a desdecirse de las dos promesas más importantes de la revolución de la Gloriosa: la abolición del sistema de quintas y la reducción de los impuestos.

Martínez Campos firmó el Convenio de Zanjón en 1878 por el que se ofrecían reformas político-administrativas y concesiones al autogobierno. Con estas promesas, se fortaleció en Cuba una corriente autonomista que cristalizó en el Partido Liberal Cubano, integrado por criollos, que aceptaba la unión superior en la Corona de España. Pero frente a este apareció la Unión Constitucional de los “españoles incondicionales”, compuesta por familias españolas latifundistas, dueñas de ingenios azucareros, por negociantes y especuladores, y secundadas por los que eran sus cómplices en la explotación de la isla. Este partido, que reunía a la verdadera oligarquía isleña, se opuso a todo tipo de reformas por miedo a perder sus prebendas y movió todos los hilos ante los gobernadores insulares y ante Madrid.

Las causas que habían conducido a tan difícil situación se pueden resumir en las siguientes:

-El incumplimiento por parte de España del Convenio de Zanjón de 1878 que provocó el malestar de los criollos ante la situación política, financiera, económica y tributaria de la isla.

-La incapacidad económica española para absorber plenamente la producción de azúcar y de otros productos cubanos, y para proveer a la isla de manufacturas. Los criollos consideraban que el atraso económico de España respecto a otras potencias industriales, como Estados Unidos, estaba bloqueando la expansión económica de la isla.

-En España no se había llevado bien el problema cubano. Un proyecto de autonomía propuesto en 1893 por Antonio Maura, ministro de Ultramar, fue rechazado al considerar que atentaba contra la unidad nacional. Cuando en 1895 se concedió una ley autonómica, ya era demasiado tarde, los cubanos no la aceptaron y poco después estalló la sublevación.-Por último, cabe destacar el aumento de un sentimiento patriótico, tanto en Cuba como en Filipinas, apoyado por los intereses de los Estados Unidos. Varios terratenientes cubanos, junto a José Martí y Máximo Gómez se reunieron en Santo Domingo y firmaron el Manifiesto de Montecristi, mediante el cual deciden independizarse de España y aceptar la ayuda de Estados Unidos.

En 1895 se reprodujo en Cuba una insurrección bajo el llamado “Grito de Baire”.Comenzaba así el levantamiento que llevaría a la isla a su independencia en 1898, impulsado por Máximo Gómez y

Página| 11

Page 12: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

el mulato Antonio Maceo, presididos por Martí. Fue una guerra dura, más que por las acciones militares de tipo guerrillero, por las condiciones de la geografía, el clima y las enfermedades.

José Martí apoyado por los campesinos, sublevó, en febrero, la parte oriental de la isla, la más antiespañola. Cánovas decidió aplicar una política de reconciliación, enviando al general Martínez Campos para negociar e impedir el avance de los sublevados, pero, al no conseguirlo, fue sustituido por el enérgico general Valeriano Weyler en 1896. Este aplicó una táctica de guerra total. Creó las célebres “trochas”, unas líneas fortificadas que dividieron la isla en tres sectores aislados con el fin de dificultar el movimiento de las columnas insurgentes; reconcentró a la población campesina en los poblados, para impedir que prestaran ayuda a los rebeldes; y destruyó las fortificaciones que pudieran servir de refugio a los insurgentes. Las medidas consiguieron reducir las posiciones de los rebeldes pero no consiguieron doblegarlos.

La prolongación de las operaciones y la dureza de las mismas ocasionaron las protestas de los Estados Unidos, cuyo Senado recomendó al presidente que reconociera el estado de guerra en Cuba; poco después darían un paso más, ofreciéndose como mediadores en el conflicto hispano-cubano y pidiendo la concesión de una amplia autonomía para Cuba. Cánovas rechazó la propuesta y preparó un memorándum en el que concedería libertades y cierta autonomía a la isla una vez pacificada. Con su muerte en 1897, la situación no hizo más que empeorar.

El presidente norteamericano, William Mckinley, protestó ante el gobierno español por la dura actitud de Weyler, exigiendo la pacificación de la isla. Pero los Estados Unidos no cejaron en sus objetivos y, aprovecharon la voladura del acorazado Maine, buque de guerra americano anclado en la bahía de La Habana con la excusa de proteger los intereses de los ciudadanos de los Estados Unidos en la isla. El “desastre” comenzó cuando el 15 de febrero de 1898 una explosión hundió en pocos minutos el Maine con gran parte de su tripulación. Todavía hoy no se sabe, a ciencia cierta, quien la provocó, pero la prensa norteamericana optó entonces por convertir en evidencia la autoría española del atentado, con lo que se abrían las puertas para una intervención inmediata. Todo se aceleró aún más cuando el Gobierno español y la reina María Cristina rechazaron la exigencia norteamericana de comprar la isla por 300 millones de dólares. Aquello, aparte del deshonor, hubiera supuesto también el fin de la monarquía. Estados Unidos declaró la guerra a España y exigió la renuncia española a la soberanía sobre la isla de Cuba.

El 20 de abril llegó el ultimátum formal de los Estados Unidos. Sagasta pronunció un discurso en el Congreso de los Diputados, donde decía : “ni el gobierno ni la nación española podrían transigir con las pretensiones de otra nación de intervenir en nuestros asuntos y en nuestros propios territorios. Pero como si esto no fuera bastante, han pretendido ofendernos con una calumnia infame…La guerra se ha hecho inevitable. No podíamos sufrir ya tanta afrenta. La nación española puede ser vencida, pero jamás impunemente afrentada.”

Al estallar la guerra, en España se vivieron días de verdadero entusiasmo patriótico. Se creía en la posibilidad de ganar a Estados Unidos a pesar de su potencial industrial. La guerra presentaba una dificultad añadida, al desarrollarse en dos escenarios muy distantes entre si: el Pacífico (Filipinas) y el Atlántico (Cuba y Puerto Rico).

Los primeros combates entre españoles y norteamericanos se produjeron en las aguas del Pacífico. Nada más declararse la guerra, la escuadra norteamericana puso rumbo a Filipinas. El objetivo era Manila, donde el almirante español Montojo, jefe de la flota del Pacífico, había refugiado sus barcos pensando en el amparo adicional que podían proporcionarle las baterías de costa que protegían el puerto de la ciudad. Los navíos españoles tenían el casco de madera. La batalla naval de Cavite apenas duró tres horas; el día 1 de mayo la flota española fue aniquilada por la estadounidense en la bahía de Manila, como consecuencia se rindió Cavite, sublevándose Filipinas al frente de Emilio Aguinaldo. El Gobierno español intento enviar refuerzos lo más rápidamente posible a través del canal de Suez, pero los ingleses no los dejaron pasar por dicho canal.

En el Atlántico se ordenó a la escuadra española su traslado a Puerto Rico, al mando del almirante Cervera, para proteger esta isla y Cuba; pero, cuando repostaba carbón en Santiago de Cuba, quedó bloqueada por la estadounidense. Cervera consideró perdida la escuadra española y tenía dos opciones que comunicó a Madrid: salir fuera del puerto para que fuera destruida o rendirse y ahorrar vidas. El Gobierno español ordenó la salida y el enfrentamiento, con la oposición de republicanos y socialistas, siendo aniquilada en menos de cuatro horas.

Aprovechando estas circunstancias, las tropas Rangers de Estados Unidos al mando de Theodore Roosevelt, el futuro presidente de los Estados Unidos, desembarcaron en Cuba tomando Caney y las Lomas de San Juan. Poco después capitulaba Santiago y los americanos entraban en Puerto

Página| 12

Page 13: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

Rico y en Manila (Filipinas).La guerra había terminado. Ante esas condiciones España tuvo que pedir un armisticio y firmó un protocolo previo al tratado de paz aceptando ya la renuncia a su soberanía.

En diciembre de 1898 se firmó el Tratado de Paz de París, por el que España reconocía la independencia de Cuba y cedía Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam a Estados Unidos. Como consecuencia del desánimo que había traído tanta derrota y por iniciativa de Alemania, interesada en mantener su pugna con otras potencias coloniales, España, consciente de su imposibilidad de mantener los últimos reductos, entabló negociaciones con Alemania de venta de las islas Marianas, las Carolinas y las Palaos por 25 millones de marcos, concretado en el Tratado Hispano-Alemán de 1899.

La pérdida de las colonias no es un hecho aislado. Forma parte de un proceso de redistribución colonial entre las grandes potencias que abarca de 1895 a 1905, aproximadamente, y que también perjudicó a países como Italia, Rusia, Francia y Japón y que benefició a EEUU, Inglaterra y Alemania, convertidas así en grandes potencias coloniales en vísperas de la I Guerra Mundial. Ante un proceso de acaparamiento de territorios coloniales de tal calibre, poco oi nada podía hacer un país como España, potencia de segunda fila ya desde el siglo XVIII. Sin embargo “el desastre” supuso un auténtico aldabonazo en la conciencia de los españoles, y arrastró a una serie de consecuencias importantes, que hacen del fin de siglo un momento crucial de nuestra historia.

El Desastre tuvo importantes consecuencias.

En primer lugar están las pérdidas humanas. Se calcula que las guerras de 1895 a 1898 costaron en conjunto unos 120.000 muertos, de los cuales la mitad fueron soldados españoles. La mayoría de los muertos se debieron a enfermedades infecciosas, que dejaron además graves secuelas en los supervivientes. Si al principio los daños no repercutían demasiado en una opinión pública adormecida, poco a poco comenzaron las protestas y se fue extendiendo la amargura entre las familias pobres cuyos hijos habían sido enviados a pelear en las colonias por no poder pagar las 2000 pesetas que excluían de las quintas.

Los perjuicios psicológicos y morales fueron también importantes: los soldados retornaban heridos, pésimamente atendidos, muriendo de hambre, mutilados o tarados por la guerra. A ello se añadía la desmoralización de un país consciente de su propia debilidad y de lo inútil del sacrificio.

Las pérdidas materiales, si bien no fueron excesivas en la metrópoli, salvo la fuerte subida de los precios de los alimentos en 1898, sí fueron graves a largo plazo. La derrota supuso la pérdida de los ingresos procedentes de las colonias, así como de los mercados privilegiados que estos suponían y de las mercancías que, como el azúcar, el cacao o el café, deberían comprarse en el futuro a precios internacionales.

La crisis política resultó inevitable, y derivó de la incapacidad de los sucesivos gobiernos para evitar primero, controlar después y, finalmente, vencer entre guerras que se le escaparon por completo de las manos. El desgaste fue de ambos partidos, pero afectó esencialmente al Liberal de Sagasta, a quien tocó la misión de afrontar la derrota. Consecuencia inmediata fue la pérdida de la autoridad y el final de la carrera de la primera generación de dirigente, que debe ceder el terreno a nuevos líderes, como Francisco Silvela y Antonio Maura, en el Partido Conservador, o Segismundo Moret, Eugenio Montero Ríos y José Canalejas, en el bando Liberal.

En 1898 España “se había quedado sin pulso” según expresión del político Francisco Silvela, y había que buscar una salida a la honda crisis de conciencia que afectó a todo el tejido social de la nación, y que tuvo su mayor expresión en una vigorosa reacción intelectual que centró sus esfuerzos en la necesidad de recuperar el pulso perdido.La aparición de una Literatura crítica que hacía culpable del desastre a la política del siglo XIX y a sus gobernantes. Esta fue la llamada generación del 98 que se sintió influenciada por los acontecimientos de aquel año como lo reflejan en sus escritos Azorín, Pío Baroja, Unamuno y Menéndez Pidal.

Pero quizás fue más grave el desprestigio militar, derivado de la dureza de la derrota, y a pesar de la capacidad demostrada aisladamente por algunos generales y el valor de las tropas. Era evidente que el Ejército, pese a las impopulares quintas, a los recursos materiales y a los sacrificios humanos, no había estado preparado para un conflicto como el ocurrido. Aunque en último extremo la responsabilidad era más política que militar, el ejército salía

Página| 13

Page 14: UNIVERSIDADES DE ANDALUCÍAeues.ugr.es/.../historia_de_espana/HISTORIA_ESPANA.docx · Web viewEn conjunto el proceso desamortizador contribuyó claramente al cambio hacia una sociedad

Solucionario a las pruebas de acceso a la universidad 2013Facultad de Ciencias Sociales de Melilla

considerablemente dañado en su propia imagen, lo que traerá graves consecuencias en el siglo XX.

Página| 14